2001_081info.pdf

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SECRETARIA DE DESARROLLO SUSTENTABLE
Y POLITICA AMBIENTAL
UNIDAD EJECUTORA DEL
PLAN NACIONAL DE MANEJO DEL FUEGO
INFORME DE AUDITORIA DE GESTION AMBIENTAL
GERENCIA GENERAL DE PLANIFICACION
GERENCIA DE CONTROL DE GESTION AMBIENTAL
Equipo de Trabajo
Arq. Andrés Nystorowycz
Lic. Oscar H. Dunan
Lic. María A. Gainza
Alejandro Puchet
INFORME DE AUDITORIA
Al Señor
Secretario de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental
En uso de las facultades conferidas por el artículo 118 de la Ley 24.156, la Auditoría General de
la Nación procedió a realizar un examen en el ámbito de la Unidad Ejecutora del Plan Nacional
de Manejo del Fuego, con el objeto que se detalla en el apartado 1.
1. OBJETO DE LA AUDITORIA
Cumplimiento de las funciones asignadas a la Unidad Ejecutora del Plan Nacional de Manejo del
Fuego en cuanto a coordinación, capacitación, prevención y combate de incendios forestales y
rurales en la región andino patagónica.
Período analizado: junio de 1996 a marzo de 1998, de condiciones climáticas normales y el
período junio de 1998 a octubre de 1999, bajo condiciones climáticas extremas.
2. ALCANCE DEL TRABAJO DE AUDITORIA
El examen fue realizado de conformidad con las normas de auditoría externa de la Auditoría
General de la Nación, aprobadas por Resolución N° 145/93, dictada en función del artículo 119,
inciso d), de la Ley 24.156, habiéndose practicado los siguientes procedimientos:
- Análisis de la normativa vigente referida a la implementación del Plan Nacional de Manejo del
Fuego.
1
- Análisis de documentación solicitada al organismo: listado de provincias adheridas; modelo de
convenio firmado con las mismas; listado de los elementos adquiridos para equipar a los
combatientes; convenios firmados con Fuerza Aérea y con Gendarmería Nacional.
- Entrevistas con los siguientes funcionarios:
*Coordinador General del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
*Coordinador Administrativo del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
*Coordinador Técnico del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
*Coordinador de Medios Aéreos del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
*Coordinador Regional Patagonia.
*Jefe de Planes Regional Patagonia.
- Relevamiento in situ de la zona norte de la región andino-patagónica entre los días 16 y 26 de
marzo de 1998 y 13 al 17 de septiembre de 1999. (Véase Anexo I)
Las tareas propias del objeto han sido desarrolladas entre el 13 de enero y el 28 de abril de 1998
y entre el 10 de agosto y el 30 de octubre de 1999.
El contenido del presente informe, en su etapa de proyecto, ha sido llevado a conocimiento de la
Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental, a efecto de que formule los
comentarios pertinentes. El organismo con fecha 23/10/2000 h formulado consideraciones que se
han incorporado a los apartados 3,4 y 5 del presente Informe.
3. ACLARACIONES PREVIAS
Los períodos analizados presentaron condiciones climáticas diferentes que de por sí influyen
sobre la dinámica del fuego, lo que permitió analizar el Plan Nacional de Manejo del Fuego en
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los niveles operacionales y de coordinación en las distintas circunstancias consideradas (Véase
Anexos I y II).
Cabe aclarar, como se explicita en el Anexo I, que las condiciones normales se asimilan a una
situación climática de promedios históricos, en tanto se consideró crítico cuando se aparta
significativamente de estos datos.
Debido a la organización federal del país y siendo los recursos naturales patrimonio de las
provincias, el Plan Nacional en cuestión no tiene jurisdicción de aplicación por sí mismo, sino
por requerimiento expreso de las autoridades provinciales.
El Plan Nacional de Manejo del Fuego se ocupa de la coordinación del apoyo del combate de los
incendios forestales y rurales en bosques nativos e implantados.
En el período comprendido entre principios de siglo y 1950, la cubierta forestal del país se redujo
en un cincuenta por ciento, incrementándose el ritmo de deforestación desde esa fecha hasta
nuestros días.
La Argentina poseía a principios de siglo 100 millones de hectáreas de bosques naturales. Casi
un tercio de su territorio estaba cubierto por una foresta con las especies más variadas y valiosas.
Hoy quedan, de aquella riqueza forestal, 35 millones de hectáreas, de las cuales sólo la mitad
pueden explotarse, aunque con carácter no sustentable.
La desaparición de la superficie boscosa conlleva un avance inexorable de la desertificación, con
la pérdida de territorio aprovechable para las actividades productivas. Por ello, los incendios
forestales constituyen un capítulo destacado de la problemática ambiental, ya sea desde el
aspecto de conservación del recurso, como en cuanto a la preservación de vidas humanas, bienes,
y recursos paisajísticos y turísticos.
3
Con la reforma de la Constitución Nacional de 1994, la temática forestal ha adquirido rango
constitucional a través del artículo 41, ingresando así en una nueva etapa que deberá contemplar
tanto la faz productiva como la ecológica, en concordancia con las modernas tendencias en el
ámbito internacional en el campo del Derecho Ambiental.
Con fecha 29/9/95, se efectuó la primera reunión con los Organismos Nacionales que, en base al
estudio previo realizado y aprobado por el Colegio de Auditores Generales, fueron identificados
como aquellos con responsabilidad directa en este tipo de contingencias (incendios forestales).
Como se puntualiza en el trabajo que diera origen a esa Convocatoria, cuyo objetivo fue
esencialmente anticiparse a los posibles inconvenientes que pudieran generarse en caso de
ocurrir un desastre de envergadura tal que implicara la necesaria participación del Gobierno
Nacional, prever una respuesta adecuada y coordinada a la emergencia y lograr un acuerdo
práctico entre los Organismos involucrados, que permitiera concretar una acción económica.
Eficaz y eficiente, en caso de requerirse su intervención.
Las recomendaciones surgidas de la mencionada Convocatoria fueron:
1. Instar a la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano y a la Secretaría de
Seguridad y Protección a la Comunidad a efectivizar las acciones tendientes a lograr la
coordinación necesaria para atender la inminente campaña de prevención y lucha contra
incendios 1995/96.
2. Realizar, a la finalización de la temporada 1995/96, una evaluación de lo actuado, con el
objeto de sentar las bases que permitan la efectiva implementación del Plan Nacional de
Manejo del Fuego, cuyo proyecto ya ha sido elaborado por la Dirección de Recursos
Forestales Nativos de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano.
Los incendios ocurridos en la zona del Cerro Catedral, municipio de San Carlos de Bariloche,
provincia de Río Negro, demostraron en el terreno las carencias de coordinación que fueron
objeto de la Convocatoria a la que se hace referencia en los párrafos precedentes.
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Con posterioridad al citado incendio, en mayo de 1996 comienza a implementarse el Plan
Nacional de Manejo del Fuego, consistente en un conjunto de acciones de prevención,
presupresión, organización, capacitación evaluación y estudios a desarrollar.
3.1. ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
El Plan Nacional de Manejo del Fuego se crea por Resolución N° 465/96. El 21 de marzo de
1997, mediante la Resolución N° 222/97 de la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo
Sustentable, se aprueba la organización interna de la Unidad Ejecutora del Plan Nacional de
Manejo del Fuego, que es la encargada de coordinar el accionar de la Nación con las diferentes
jurisdicciones en el tema de incendios forestales y rurales.
En base a la caracterización de los diversos tipos de incendios forestales, se dividió al país en
seis Centros Regionales y un Centro Nacional.
Centro Nacional: tiene un Coordinador General del cual dependen tres Coordinadores: Técnico,
Administrativo y de Medios Aéreos.
Centros Regionales: cada uno tiene un Jefe Coordinador designado por la autoridad de aplicación
correspondiente (autoridades provinciales).
De acuerdo con el esquema de Organización 1996 estos centros eran:
REGION NORTE
Sede: Resistencia.
REGION NOA
Sede: San Salvador de Jujuy
REGION NEA
Sede: Posadas
REGION CENTRO CUYO
Sede: Santa Rosa
REGION PATAGONICA
Sede: EL Bolsón
REGION BONAERENSE
Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Santa Fe.
Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán y La Rioja.
Misiones, Corrientes, Entre Ríos.
Mendoza, San Juan, San Luis, La Pampa y Córdoba.
Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Buenos Aires.
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3.2. MODELO DE GESTION
El modelo se basa en un mando único y gestión descentralizada. Tiene establecida una cadena de
mando Provincia - Región - Nación.
La Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable requiere que se identifiquen los
organismos provinciales responsables de cada área, dejando sentado, en el momento de
establecer los acuerdos con la Nación, cuáles son las instituciones u organismos referentes.
A la fecha de la realización del informe, se encontraban identificados todos los responsables
regionales, a excepción del correspondiente a la Región Bonaerense.
Las provincias deben poner a disposición personal técnico para que participe de la confección
del Plan Regional de Desarrollo de Manejo del Fuego, en el que se especifican las tareas de
prevención, presupresión, organización y capacitación a implementar.
Los organismos provinciales responsables de cada área en la región patagónica son:
Provincia de Neuquén: Dirección General de Bosques, Fauna y Parques Provinciales
(Departamento de Protección Forestal y Manejo del Fuego).
Provincia de Río Negro: Servicio Provincial de Lucha contra Incendios Forestales de Río
Negro (SPLIF) dependiente de Dirección de Bosques de la Provincia.
Provincia de Chubut: Dirección de Bosques y Parques.
Provincia de Santa Cruz: Consejo Agrario Provincial a través de la Dirección de Bosques y
Parques.
Provincia de Tierra del Fuego: Dirección de Bosques.
Regional Patagonia
Esta Regional es la que ha logrado un mayor grado de desarrollo debido principalmente a que las
transferencias presupuestarias por parte del PNMF están focalizadas en la provincia de Río
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Negro y en el municipio de San Carlos de Bariloche, donde se han producido los incendios de
mayor repercusión pública.
La Regional está a cargo de un Coordinador General, que originariamente se encontraba
radicado en El Bolsón; para la temporada de incendios 1998/99 se remplazó dicho coordinador
por uno cuyo asiento es la localidad de San Carlos de Bariloche, del cual depende la Jefatura de
la Central de Operaciones, ubicada en la localidad de El Bolsón.
La Central de Operaciones está integrada por el Jefe de Línea, de cuyo mando depende la
brigada, el Jefe de Planes y el Encargado de Aeronaves.
Dicha brigada es financiada en su totalidad con fondos del PNMF transferidos a la provincia de
Río Negro; quien a través del SPLIF realiza la contratación de los brigadistas mediante contratos
mensuales individuales. A la fecha de la segunda visita (septiembre de 1999) se les adeudaba tres
meses de contratos.
La Regional Patagonia tiene a su disposición tres vehículos 4 x 4, así como herramientas de
mano, motobombas y vestimenta para el combate de incendios.
En cuanto a la infraestructura, esta brigada tiene asiento en instalaciones cedidas
temporariamente por el INTA mediante un convenio marco firmado el 28/10/96. En ellas, se
efectuaron tareas de reacondicionamiento de los inmuebles para el desempeño de las funciones
básicas de la brigada (administración, pañol, central de comunicaciones, etc.).
En la región objeto de auditoría los organismos involucrados en el Plan Nacional de Manejo del
Fuego son los siguientes:
•
Fuerza Aérea Argentina (2/10/96).
Convenio marco y convenio de prestación de servicios (2/12/96).
Medios aéreos de combate, propósitos generales y transporte (Ver Anexo 2).
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•
Gendarmería Nacional (11/3/94).
Convenio marco y convenio de prestación de servicios (11/11/96).
Brigadas, patrullaje y seguridad.
•
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) (30/5/95).
Convenio general y carta acuerdo (28/10/96).
•
Centro de Investigación y Extensión Forestal del Area Patagónica (CIEFAP).
Convenio en trámite.
•
Defensa Civil (Municipalidad S.C.B.).
•
Consejo Nacional de Federaciones de Bomberos Voluntarios.
•
Organismos provinciales responsables del combate de incendios forestales y rurales.
•
Ejército Argentino- Sección Inteligencia.
Convenio en trámite.
3.3. MISIONES Y FUNCIONES
A continuación se detallan las funciones del Centro Nacional y el grado de implementación de
las mismas a la fecha de realización de esta auditoría.
- Brindar equipamiento y recursos humanos para el funcionamiento de los centros regionales.
Las compras realizadas por la Unidad Ejecutora fueron distribuidas a los participantes de los
distintos centros regionales.
- Promover la investigación aplicada, orientada a la problemática de los incendios forestales,
coordinando programas con organismos provinciales y privados.
A la fecha, se está tramitando un convenio con el Centro de Investigación y Extensión Forestal
Andino Patagónico (CIEFAP) de la provincia de Chubut.
- Colaborar en la elaboración de los Planes de Desarrollo de Manejo del Fuego en cada una de
las seis regionales.
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La inexistencia de planes provinciales dificulta la elaboración de los Planes de Desarrollo
Regional. A la fecha de esta auditoría, de acuerdo con lo informado por la Coordinación Técnica,
sólo las provincias de Corrientes y Chubut cuentan con plan de desarrollo provincial
- Participar en la investigación y desarrollo de tecnologías aplicadas a la prevención y combate
de los incendios forestales.
Véase Anexo IV.
- Concretar convenios de ayuda mutua y cooperación tanto a nivel nacional como internacional
en lo referente a investigación, capacitación e intercambio tecnológico.
De los contactos efectuados a nivel internacional, el más avanzado es el establecido con Canadá,
encontrándose la gestión en una etapa de pre-acuerdo, dado que existe un “Memorando de
Entendimiento entre la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable y el British
Columbia Forest Service”, según consta en nota de fecha 09/11/99 remitida a esta Gerencia por
la Coordinación General del Plan Nacional de Manejo de Fuego.
- Coordinar las acciones de supresión en conformidad con la autoridad regional.
La operatoria del Plan Nacional de Manejo del Fuego se desarrolla en el apartado 3.4.
- Asistir a la capacitación del personal directamente ligado a las tareas de presupresión,
supresión e investigación.
Durante 1997 se realizaron cursos de capacitación a distintos niveles en las diversas
jurisdicciones, a fin de lograr una equiparación a nivel nacional. Para el año 1998 se cursaron
notas a las provincias, a fin de que las mismas definan sus necesidades de capacitación.
- Desarrollar el sistema nacional de estadística de incendios forestales.
Véase Anexo IV.
- Llevar el registro del personal capacitado y habilitado para el desarrollo de acciones.
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Se informó verbalmente que esta en etapa de desarrollo, previéndose proveer a los cursantes
documentación que los identifique en cuanto a las aptitudes alcanzadas.
- Actuar en el desarrollo e implementación del sistema de operaciones aéreas.
En el apartado 3.4. Operatoria, se desarrolla el funcionamiento del sistema.
3.4. OPERATORIA
Se destacan tres niveles de actuación en la supresión de incendios, a saber:
Primer Nivel: En todos los casos de incendio de bosques o campos declarados en territorio
provincial o de Parques Nacionales los responsables de la atención del mismo son las
autoridades jurisdiccionales específicas. El sistema de detección, despacho y ataque inicial
(alerta temprana) corre por cuenta de dicha autoridad.
En todos los casos se deberá notificar de dicha alerta al Centro Regional.
Segundo Nivel: En el caso que los medios locales no puedan controlar el incendio se pueden dar
dos situaciones:
* la autoridad jurisdiccional solicita apoyo técnico (materiales y/o equipo) al Centro
Regional reservándose la jefatura del incendio.
* la autoridad jurisdiccional solicita al Centro Regional que se haga cargo de la jefatura
del incendio.
Tercer Nivel: Si persiste el siniestro, el Comando del Centro Regional alertará al Centro
Nacional y a las autoridades provinciales la posibilidad de entrar en Alerta Amarillo. El Centro
Nacional informará al Poder Ejecutivo, al Ministerio del Interior y a los demás Centros
Regionales. Si se declara el estado de Alerta Rojo, el Centro Nacional solicitará al Ministerio del
Interior que disponga la movilización de la Reserva Federal.
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3.5. PRESUPUESTO DEL PNMF
El Plan Nacional de Manejo del Fuego está representado presupuestariamente como la Actividad
N°3 del Programa 16 de la SRNyDS (Jurisdicción presupuestaria 20.03). El presupuesto vigente
de la Unidad Ejecutora del Plan Nacional de Manejo del Fuego en 1999 es de $3.380.894 y a
julio del mismo año ya se había ejecutado un 87,59%; debe destacarse que el presupuesto inicial
asignado a la Unidad (en la Ley de Presupuesto votada por el Congreso para 1999) ascendía a
$4.680.632, como consecuencia de las rebajas presupuestarias ocurridas durante el transcurso del
año se llegó al monto antedicho. Cabe señalar que el 87,6% de ejecución del crédito no refleja la
realidad de los problemas presupuestarios del Plan, ya que ese nivel de ejecución se ve
fuertemente condicionado por el ritmo de liberación de fondos y como resultado de ello, una
proyección de las autoridades del Plan respecto de los gastos del año 1999 realizados pagados y
los que se encuentran pendientes de pago lleva a un resultado de un faltante de $2.855.000 para
terminar el año 1999 sin deudas por parte del Plan.
3.6. VALORIZACIÓN ECONÓMICA DEL DAÑO
De acuerdo con la información suministrada por la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo
Sustentable, en el punto 5 de la documentación enviada a esta Gerencia con fecha 09/11/99, la
superficie afectada por los incendios forestales y de campo en la región patagónica durante la
temporada 1998/99 ha sido de 168.253 has., de las cuales 13.392 corresponden a bosques
nativos, 917 a bosques implantados, 136.958 a pastizales y 17.086 a matorrales.
El PNMF ha elaborado en forma preliminar una matriz de valoración económica que arroja un
daño económico de $125.970.000 para las 170.000 has. quemadas en la región patagónica en la
temporada 98/99.
Dicha matriz se basa principalmente en la utilidad para la producción primaria de las especies
forestales pero no tiene en cuenta la capitalización del costo inicial de reforestación durante los
años que se necesitarían para que el recurso alcance un desarrollo ecológico similar al estado
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inmediato anterior de producirse el incendio. Es así que si se calcula el costo de reposición de
una hectárea de bosque nativo teniendo en cuenta la capitalización del costo inicial se obtienen
valores significativamente diferentes.
Por otra parte, el PNMF calcula sólo los costos operativos por temporada y por región pero no
calcula los costos operativos que genera cada una de las intervenciones de las brigadas que
sustenta el Plan durante los incendios forestales.
4. COMENTARIOS Y OBSERVACIONES
4.1. La Unidad Ejecutora del PNMF dio intervención, por medio de la entrega de bienes y/o
fondos, a distintos actores sin tener en consideración la legislación provincial específica
que establece claramente los organismos competentes, su responsabilidad y jurisdicción
sobre el patrimonio forestal provincial. En el caso de la Provincia de Río Negro, se
aportaron equipamientos y transfirieron fondos a Defensa Civil de San Carlos de
Bariloche, a través de la Intendencia Municipal, a las diferentes asociaciones de Bomberos
Voluntarios a través del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios, y a otras
asociaciones civiles como el Club Andino Bariloche.
Esta situación generó inconvenientes operativos que se evidenciaron en la falta de
coordinación y en la superposición de las tareas de supresión, especialmente en situaciones
de emergencia; tal como el incendio de la estancia San Ramón.
4.2. Ninguno de los seis Centros Regionales cuenta con los Planes Regionales de Desarrollo de
Manejo del Fuego. Sólo la regional Patagonia ha logrado un grado importante de avance.
4.3. El diseño operativo del Plan Nacional define los niveles de actuación en la supresión de
incendios (ver Operatoria), pero no define claramente en qué momento el responsable del
ataque inicial debe solicitar pasar a las siguientes etapas, dejándolo librado a su subjetividad.
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Esto generó en la práctica, situaciones de conflicto entre los distintos actores, redundando en
una actuación poco eficiente y eficaz.
4.4. No se encuentra establecida la relación entre el presupuesto asignado al organismo para la
gestión del manejo de los incendios forestales a nivel federal y sus efectos ecológicos y
económicos negativos.
4.5. No hay constancia de seguimiento y control sobre los bienes entregados en comodato a
provincias, municipios y organizaciones no gubernamentales.
4.6. No se ejerció un control de calidad apropiado para las adquisiciones de materiales y
vestimenta de seguridad que se proveyó a los combatientes, disminuyendo así los niveles
de seguridad del personal afectado al combate de los incendios.
4.7. No se calcula de manera sistemática el daño económico causado por los incendios, tanto en
lo referente a bienes y actividades productivas como a las consecuencias ecológicas del
fuego.
4.8. No se calcula el costo que genera la intervención de las brigadas dependientes del PNMF
en cada incendio.
4.9. No se observan acuerdos institucionales tendientes a promover, coordinar y potenciar
investigaciones científicas o proyectos técnicos aplicados al estudio de las causas, efectos y
dinámica de los incendios y manejo del fuego en la región patagónica, salvo el convenio en
trámite con el CIEFAP.
4.10. Contando con información técnico-científica sobre el alto grado de peligrosidad que
revestía la temporada 1998/99, no se tomaron otros recaudos que el de adelantar la llegada
de los medios aéreos respecto de la temporada anterior.
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4.11. No se observan campañas de prevención ni difusión pública, ni tampoco colaboración en el
financiamiento de las que realizan otras instituciones.
4.12. Falta equipamiento terrestre en cuanto a vehículos específicos para el combate de
incendios forestales y rurales.
4.13. La infraestructura edilicia y de comunicaciones de la brigada del PNMF no presenta
condiciones propicias para satisfacer las necesidades básicas de los brigadistas.
4.14. Se observa cierta superposición en cuanto a la elaboración de las estadísticas nacionales
sobre incendios, ya que son compiladas por la Dirección de Recursos Forestales Nativos
así como por la Unidad Ejecutora del PNMF.
5. RECOMENDACIONES
El organismo considera en su respuesta del 23/10/00 que las recomendaciones efectuadas son
oportunas y atinadas.
5.1. Establecer criterios claros para distribuir los recursos materiales, respetando las
legislaciones provinciales vigentes.
5.2. Desarrollar los restantes centros regionales a fin de obtener un grado eficiente de actuación
a lo largo de todo el territorio nacional. Arbitrar las acciones correspondientes para que,
junto con las provincias, se elaboren los planes de desarrollo regional.
5.3. Redefinir los niveles de actuación en la supresión de incendios, incorporando pautas que
permitan establecer de modo claro cuándo se pasa de un nivel al siguiente, de forma tal que
se reduzca al mínimo la subjetividad de los responsables en la toma de decisiones.
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5.4. Realizar un estudio del programa de actividades y costos que permita establecer un
presupuesto acorde a las necesidades para reducir los efectos negativos de los incendios
forestales.
5.5. Ejercer un control sistemático sobre los bienes entregados en comodato.
5.6. Ejercer el control de calidad sobre la adquisición de materiales y ropa de seguridad con el
fin de asegurar la calidad de dichos bienes.
5.7. Diseñar e implementar una metodología de valorización de las pérdidas causadas por los
incendios forestales.
5.8. Diseñar una metodología que permita conocer el costo de cada intervención.
5.9. Concretar acuerdos institucionales a fin de profundizar los conocimientos sobre los
incendios.
5.10. Planificar cada temporada utilizando la información técnico-científica disponible para
definir prioridades.
5.11. Implementar campañas de prevención y difusión pública de manera continua.
5.12. Arbitrar los mecanismos para lograr el equipamiento de vehículos específicos para el
combate de incendios forestales.
5.13. Asegurar los medios para el funcionamiento eficiente de la brigada.
5.14. Coordinar con la Dirección de Recursos Forestales Nativos las tareas de recopilación de
datos y confección de estadísticas sobre incendios forestales.
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6. CONCLUSION
El sistema vigente es una adaptación del Plan presentado por la Dirección Nacional de Recursos
Forestales Nativos (SRNyDS) en la convocatoria realizada por la Auditoría General de la Nación
en septiembre de 1995 (Resolución AGN N° 9/96). La implementación del Plan se produce a
posteriori de los incendios de enero de 1996, (área Catedral) de gran repercusión pública y baja
importancia ecológica y económica.
El PNMF reveló inconsistencias al ponerse en práctica cuando las condiciones imperantes
favorecieron el desarrollo de los incendios (las condiciones anormales o extremas) tal como se
ha descrito. Estas inconsistencias no se habían puesto de manifiesto cuando se auditó la
ejecución del Plan en condiciones normales.
Transcurridas tres temporadas de actuación del PNMF, se puede concluir que, si bien el mismo
ha representado un avance con respecto a la situación anterior a su puesta en vigencia, se observa
que el diseño institucional actual no resulta eficaz, dado que no ha podido lograr la acción
coordinada de las distintas instituciones y jurisdicciones involucradas en la prevención y
combate de los incendios.
Se considera necesario revisar el diseño institucional del PNMF con el fin de definir claramente
los objetivos a alcanzar, estableciendo procedimientos formales y plazos temporales precisos
para su ejecución; promoviendo un sistema de gestión conjunta de todos los organismos
involucrados para lograr, así, una actuación eficiente que reduzca el riesgo de ocurrencia de
incendios y, por ende, las reiteradas pérdidas de masa forestal y las potenciales graves pérdidas
materiales y humanas en la región.
La problemática presupuestaria debe ser encarada a partir de los estudios que permitan establecer
un presupuesto acorde a las necesidades, para reducir los efectos negativos de los incendios
forestales; aunque esto, cabe señalar, no excusa los problemas de coordinación institucional e
interjurisdiccional que se observaron en el trabajo de campo.
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Las tareas de investigación sobre la temática, que se llevan a cabo en centros nacionales,
universitarios y provinciales, constituyen esfuerzos dispersos, quedando así reducida su utilidad
tanto en cuanto a capacitación como en lo relativo a las actividades de detección, presupresión y
supresión de los incendios forestales.
Los problemas operativos de la temporada 1998/99 han servido solamente para generar cambios
en la redacción del Plan que tienden a diluir aún más la responsabilidad de la autoridad nacional.
7. LUGAR Y FECHA DEL INFORME
BUENOS AIRES, DICIEMBRE DE 2000.
8. FIRMAS
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