El misterio de la guía de ferrocarriles; Agatha Christie

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EL MISTERIO DE LA GUÍA DE FERROCARRILES.
Agatha Christie
• TEMA PRINCIPAL
El libro narra la historia de un Comisario llamado Hercule Poirot se enfrenta al reto de descubrir a un asesino
que le entrega unas cartas días antes de los asesinatos, los asesinatos se prosiguen uno detrás de otro en orden
alfabético: el de las ciudades donde ocurre. Y además el asesino deja tras sus víctimas una guía de
ferrocarriles.
• INTRODUCCIÓN AL AUTOR
• RESUMEN PRINCIPAL
Todo empieza en una noche cuando Poirot estaba esperando la llegada del tren en el que llegaba Hasting,
compañero suyo con el cual había resuelto varios casos. Estando en su casa Poirot le enseñó una carta hecha a
máquina y sin huellas digitales, que decía que el día veinticuatro en Andover se iba a producir un asesinato,
ellos al principio lo tomaron como una carta de un maníaco, como otras tantas que llegaban a la Comisaría.
Al día siguiente fueron a consultarlo con el Inspector Japp, y le explicaron todo lo relacionado, cuando
estaban hablando sonó el teléfono, era el Inspector Glen, que les comunicaba que Andover se había producido
el asesinato de la Señora Asley Asher, quien fue golpeada por la espalda con un objeto contundente.
Cuando llegaron los tres estaban intentando detectar huellas lofoscópicas, y se dieron cuenta que el asesino no
se había llevado dinero, entonces Poirot vio una guía de ferrocarriles y miró a Glen y éste le dijo que alguien
le había podido pedir la guía para llegar a algún sitio. Al pasar a la trastienda vieron unas medias, las que les
llamaron a todos la atención, ya que eran nuevas.
Fueron a visitar a Mary Drower, sobrina de Asley, al entrar en la casa se pudo ver que estaba muy afectada y
tampoco quería hablar mucho y sólo dijo que habían quedado para el día siguiente ya que era su cumpleaños.
Estando de vuelta en su casa, Poirot recibió otra carta diciendo que en Bexhill el día veintiséis se iba a
producir el segundo asesinato, tras esto se plantearon dar la noticia en el periódico pero llegaron a un acuerdo
de no comunicarlo a la prensa.
Era el día veintiséis, Poirot y Hasting se encontraban en Bexhill, para descubrir al asesino. A la mañana
siguiente les despertaron y les dijeron que el asesino había vuelto a cumplir su palabra, pero en este caso la
víctima se llamaba Beety Barnard, y también en este caso aparecía la guía de ferrocarriles al lado de la
víctima, tras un par de días de estancia en Bexhill, empezaron a sospechar, ya que las iniciales de la guía se
llamaban A.B.C. y por ahora los asesinatos se habían producido en Andover a Asley y en Bexhill a Beety, y
esto les hacía decir que la siguiente víctima sería en una ciudad que empezase por C y que el apellido de la
persona empezara por C.
Estaban en la casa de un amigo de Poirot cuando le llegó otra carta advirtiéndole que se iba a producir otro
asesinato el día veintinueve en Charston, pero al mirar el reloj se dieron cuenta que ese día era veintinueve, y
ya era tarde los medios de comunicación habían informado de la muerte de un aristócrata millonario llamado
Sir Clarke Maichel.
El día treinta a primera hora estaban Poirot y Hasting en la casa de la víctima realizando una investigación,
como en todas las anteriores víctimas aparecía la guía de los ferrocarriles abierta al lado de la víctima. Se
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pusieron a hablar con el hermano llamado Franklin Clarke que como todos los parientes de las otras víctimas,
estaba muy afectado.
Terminada la investigación en Charston, Poirot propuso regresar a casa para ver si había llegado alguna carta,
y así fue, al entrar llegó el cartero y le entregó otra carta, pero esta vez el asesinato se produciría en Doncaster,
el día nueve. Al leer esto estaban diciendo en la televisión que se celebraría en Doncaster la próxima carrera
hípica, por ello ambos pensaron que iba a ser muy difícil atrapar al asesino, entre la multitud.
Estaban en casa de Poirot todos los que más o menos tenían relación con las víctimas de los asesinatos,
empezó a preguntar uno a uno para poder sacar algo que estuviese relacionado con las tres muertes, cada uno
le empezó a contar su historia, pero no pudieron sacar nada en común.
Fueron a visitar a Lady Clarke, madre del aristócrata asesinado, y les dijo que Thora había estado hablando
con un hombre desconocido para ella el día del asesinato. Esto podía ser una prueba para culpar a Thora ya
que no se lo había comunicado a Poirot en la reunión del día anterior.
Habían pasado ya varios días desde que recibieron la carta y propusieron quedar para realizar otra reunión. En
ella interrogarían bien a Thora para ver si se le podía sacar algo más que por ahora no sabían.
Estaban de nuevo todos reunidos y empezaron a interrogar a Thora, ella entonces se acordó, pero dijo que no
le dio importancia ya que era un pobre vendedor de medias, y al decir estas palabras a Poirot se le iluminó la
cabeza porque también la señora Asley Asher tenía un par de medias nuevas en la trastienda, por ello
pensaron que ese era sin duda el asesino y Thora empezó a describirle pero al no fijarse detenidamente no lo
podía describir muy bien.
Propusieron entonces irse a Doncaster por si Thora reconocía al asesino en el hipódromo. Estando allí
propusieron que cada uno se situase en un lado para ver si con la pequeña descripción podían encontrar al
asesino. Pasaron las horas y no reconocieron a nadie, entonces en la megafonía del hipódromo dijeron que ya
se había producido el asesinato, pero que esta vez era en un cine.
Llegó a la casa, donde se hospedaban Mrs. Marbury sirvienta de Cust, que era el posible asesino debido a que
había gente que también lo había visto por los lugares de los crímenes, diciendo que había llegado a su casa y
que le había visto con las manos y la chaqueta llena de sangre y cuando supo entonces que otra nueva persona
había muerto fue cuando lo relacionó todo.
Horas más tarde apareció en comisaría Cust, al que interrogaron y le hicieron decir que era el asesino, y
empezó a narrar todo como lo había realizado, él era un viejo vendedor de medias que iba de ciudad en ciudad
para mantenerse. A la primera víctima le había vendido unas medias, cuando llegó por detrás y con un palo
bastante pesado le golpeó en la espalda, el segundo decía que no lo había podido matar él, porque estaba
jugando una partida de dominó con un antiguo amigo suyo y por eso tenía un cómplice, el tercero fue Sir Carl
Maichel al que en su paseo habitual le dio con una barra de hierro y el cuarto fue con un cuchillo en el cine.
Pero Poirot no se quedó contento y no paró de investigar hasta que averiguó quien era el asesino, por ello
propuso otra reunión para atrapar al asesino verdadero ya que Cust era inocente porque tenía ataques
epilépticos que le impedía enlazar cosas tan grandes como un asesinato.
Estaban en la reunión y Poirot comenzó diciendo que Cust era inocente, pero que debido a sus ataques
epilépticos se había confesado culpable, otro motivo por el que no era el asesino era porque las cartas que le
llegaban a él, si estaban hechas con la máquina de escribir que le regalaron a Cust pero estaban escrita antes,
entonces Poirot preguntó sólo quien era el beneficiado de todas las muertes, y ese era Franklin Clarke ya que
heredaría toda la fortuna de la muerte de su hermano, aparte de esto había otros motivos, como el que sus
huellas lofoscópicas aparecieran en la máquina de escribir de Cust y éste debido a sus ataques epilépticos
recibía unas cartas diciendo los grandes sitios donde tenía que ir a vender, él así minutos más tarde llegaba y
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los mataba.
Cust fue liberado y resultó ser una persona muy amable y gentil, pero Franklin Clarke lo metieron en la cárcel.
• LAS PERSONAS
HERCULES POIROT: Es el gran protagonista. Con sus investigaciones y sus trabajos demuestra tener un
gran talento como Detective. Muy metido en su papel resuelve con gran maestría los cuatro asesinatos
cometidos en el desarrollo del libro.
CAPTAIN HASTING: Es el ayudante de Poirot, joven, atractivo, pero a veces le atraen mucho las mujeres y
le juega malas pasadas, él junto a Poirot tras una serie de investigaciones atrapan al asesino.
CHIEF INSPECTOR JAFF: Ocupa el mayor cargo, de mediana edad y muy antipático con las personas,
quiere demostrar que lo sabe todo, cuando realmente no sabe nada.
CUST: Viejo vendedor de medias, con ataques epilépticos. Es acusado siempre de ser el asesino, porque
aparece en todas las escenas de los crímenes unas horas antes, pero al final Poirot le acaba salvando y se dan
cuenta que es una persona muy simpática.
FRANKLIN CLARKE: Es el hermano del millonario asesinado, y el que al final acabaría siendo el asesino
por varios motivos, era el único que se podía haber aprovechado de las muertes, ya que heredaría la fortuna de
su hermano y aparecía en la máquina de escribir sus huellas digitales.
DONALD FRACER: Era el novio de Beety, la segunda víctima, hombre tranquilo, joven y muy liberal, hasta
casi el punto no importarle apenas la muerte de su novia.
MEGAN BARNARD: Era la hermana de Beety, con un carácter tranquilo, pero con una actitud un tanto
engreída, un tanto atractiva y muy afectada por el asesinato de su hermana.
MARY DROWER: Era la sobrina de Asley Asher, trabajaba como sirvienta de una señora, y había quedado
con su tía, para ir a tomar el té al día siguiente.
THORA GREY: Era la secretaría del aristócrata millonario, según él era la mejor, además era muy atractiva y
joven, cuando están todos reunidos se le olvida un detalle que describe al asesino.
LADY CLARKE: Vieja millonaria gracias a la fortuna de su hijo, que ve a Thora hablando con el asesino, y
se lo confiesa a Poirot, no está en una buena salud mental pero esta confesión podía haber conllevado
problemas.
FRANZ ASHER: Marido de la asesinada Asley Asher, al principio parece que ha sido él y que es un simple
asesinato, pero Poirot se da cuenta y libera a Franz.
MRS. TURTON: Era el ama de Beety, envejecida y coqueta, que cede su casa para hacer las reuniones para
buscar el asesino.
MRS. MARBURY: Era la sirvienta de Cust, es la que se da cuenta quien era el asesino y tras ello se lo dice a
la Policía, interviene poco pero es la que aclara todo el problema.
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