descripcion y analisis de los debates en torno a la tercera reforma del articulo 3o constitucional

Anuncio
8.6. DESCRIPCIÓN y ANÁLISIS DE LOS DEBATES, EN TORNO A LA TERCERA REFORMA DEL ARTÍCULO
3º CONSTITUCIONAL
(LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA)
En el desarrollo de la educación en México se advierten varias etapas, que
corresponden a diferentes periodos de nuestro desarrollo histórico y participa de las
características económicas, sociales y políticas, que en cada una de ellas han
determinado las raíces profundas de nuestro devenir.
Atendiendo a estas consideraciones la fracción parlamentaria del Partido Popular
Socialista, expresa por conducto de sus representantes ante las Comisiones de
Gobernación y Puntos Constitucionales y Educación, este voto particular, con las
conclusiones siguientes:
Primera. Por el origen histórico del concepto de autonomía universitaria en
nuestro país, ésta no debe ser elevada a rango constitucional.
Segunda. Los lineamientos de la autonomía universitaria no deben ser incluidos en
el texto del artículo tercero constitucional, porque esencialmente, señalan una
dirección contraria a la razón histórica ya las tesis fundamentales del mencionado
artículo tercero.
Tercera. La autonomía universitaria con el postulado de la libertad de cátedra,
apoyará la vieja aspiración reaccionaria de hacerla degenerar en la llamada libertad de
enseñanza, que es la contraposición de la esencia revolucionaria del artículo 31!
constitucional.
Cuarta. Esta reforma al artículo tercero constitucional abrirá la puerta para que
las fuerzas conservadoras aceleren sus ataques al sistema educativo nacional conducido
por el Estado.
Quinta. En el artículo tercero no debe establecerse ningún aspecto de las
relaciones obrero-patronales, puesto que éstas responden a otro de los artículos
fundamentales de nuestra Constitución Política.
La propia fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista presenta a esta
honorable asamblea, su criterio en el sentido de que la autonomía universitaria debe
continuar establecida en las leyes orgánicas respectivas, en tanto sea elaborado el Plan
Nacional de la Educación Superior con los lineamientos contenidos en el propio artículo
tercero, y orientado hacia el impulso del desarrollo independiente de la nación.
Al presentar esta discrepancia con el dictamen a discusión, el Partido Popular
Socialista reitera su invariable línea política, de que no obstante las discrepancias,
continuará con sus esfuerzos en lograr la unidad de las fuerzas democráticas y
revolucionarias, para el avance de nuestro pueblo hacia estados superiores de su
evolución histórica. Muchas gracias. Profesor Humberto Pliego, Comisión de Educación.
Diputado Ezequiel Rodríguez Arcos, Comisión de Puntos Constitucionales.51
Proposición.
El C. Luis M. Farias: Pido la palabra, señor presidente.
El C. Presidente. ¿Con qué objeto señor diputado?
El C. Luis M. Farias: Para hacer una proposición en nombre de las comisiones
dictaminadoras.
El C. Presidente. Tiene la palabra el C. diputado Luis Farías, a nombre de la
fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional.
El C. Luis M. Farias: Señor presidente; Compañeros diputados: vengo, en nombre de
las comisiones dictaminadoras, a proponer una nueva redacción a la fracción VIII sujeta
a discusión. Lo hago en nombre de las comisiones y por todos los firmantes en la
inteligencia de que cada uno de los partidos ajenos al mío, sostienen las reservas con
las que firmaron el dictamen.
Esta nueva redacción que me permito proponer a la fracción VIII, es congruente con
la exposición de motivos del Ejecutivo y se sustenta en las ideas expuestas en el texto
del dictamen que ya todos conocen. Lo que se busca es hacer más clara la redacción.
"VIII. Las universidades y .las demás instituciones de educación superior a las
que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a
sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo
con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación
de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán
los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y
administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del personal académico como
del administrativo, se normarán por el apartado A del artículo 123 de esta Constitución,
de manera que concuerde con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los
fines de las instituciones a que esta fracción se refiere."
Lo entrego a la secretaría, señor presidente.52
(Aplausos.)
En contra: Alarcón Zaragoza, Vicencio Tova1; Ezequiel Rodríguez Arcos, Etienne
Llano, Humberto Pliego, Martín Tavira Urióstegui, Eugenio Ortiz Walls, América Abaroa,
Loreto Hugo Amao González, Castañeda Guzmán, Elizondo, Juan Manuel, Luis Calderón Vega,
José Isaac y González Schmall, Bravo y Cid de León, David Minondo Gárfias y Mejía
González.
En pro: Pablo Gómez, Ortiz Arana, Valadez Montoya Miguel, Aguilar Azpeitia,
Gaxiola Francisco Guzmán, Sánchez Cárdenas, Sánchez Silva, Juan Maldonado,
-51 Derechos del Pueblo Mexicano. México a través de sus constituciones, 4ª ed., LV Legislatura.
Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión. La integración y los comentarios al
articulado constitucional estuvieron a cargo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Ed. Miguel Angel Porrúa, Librero-Editor, México, D. F., 1994; pp. 430 y 431.
52 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., p. 434.
--
Montúfar; Aguilar Cortés, Blanco Moheno, González Rubio, Tejeda, Corrales Ayala, Piñera
y Rueda.
El C. presidente: Tiene la palabra el diputado Luis Calderón Vega, en contra.
El C. Luis Calderón Vega: Honorable presidium; Señores diputados:
Por dos razones fundamentales me he inscrito en contra del Proyecto que presenta
el dictamen de las comisiones, sobre todo, corregido con el añadido del señor diputado
Farías, porque mi partido, Acción Nacional, presentó al lado del oficial un Proyecto de
reformas que nos parecen a nosotros que garantiza mejor la autonomía universitaria,
impidiendo toda intervención del poder público en la vida de nuestras comunidades de
universitarios y segundo, por razones técnicas.
De acuerdo con el artículo 97 del reglamento, cuando una iniciativa sólo contiene
un artículo, éste será sujeto a única discusión. Si se tratara de una iniciativa con más
artículos, podría discutirse de acuerdo con el reglamento, primero en lo general y
después en lo particular, no es el caso.53
Por eso me he inscrito en contra del dictamen, del texto oficial de las
comisiones, no en contra de la autonomía universitaria por supuesto, quienes jóvenes
ayer, de algún modo participamos en los movimientos universitarios por la autonomía, en
1929 y en 1933, movimientos claves del arco del triunfo de la autonomía y de la
universidad, sabemos que de la primera fecha surge aquella brillante generación que
tenía como ética el concepto de estética apolínea vasconceliana que inició el movimiento
de autonomía y, el segundo, el de 32-33 porque el estatuto Gómez Morín-Bassols,
perfeccionó la legislación, haciendo que ya no fuera el presidente de la República, sino
que quedara a plena responsabilidad del Consejo Universitario la elección de rector;
consejo por cierto que ya era de gobierno de la universidad, de maestros y de
universitarios. Aquellos jóvenes de ayer o de anteayer, nos sentimos obligados a dar
nuestra opinión en este debate.
Para confirmar nuestra posición y la bandera que siempre hemos obtenido y
defendido, ahí está por ejemplo el debate de octubre de 1968. Aquí, en esta tribuna,
González Morfín, González Hinojosa, Alfonso Ituarte y Gerado Medina, vinieron a defender
los derechos y la voz de los universitarios perseguidos entonces e incluso contra el
voto de aquellos que dieron el suyo de respaldar la política represiva del Presidente
Díaz Ordaz, y aquí están presentes.
Claro está que defendemos la autonomía, la autonomía universitaria con la
Constitución, al margen de la Constitución y aun en contra de la Constitución por la
misma naturaleza de la universidad será un derecho inalienable aunque sea perseguido.
No hay, no debe haber una verdadera universidad ajena, al pueblo y su función
social es muy clara.
-53 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., p. 439
--
Alfonso "El Sabio" definió, seguramente casi todos ustedes lo recuerden, a la
universidad como el ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad y entendimiento de
aprender los saberes, no al saber, los saberes, es decir, de recoger todas las
corrientes de pensamiento, porque no es ni siquiera la universidad la que crea la
cultura, la cultura ha sido obra de toda la humanidad, un destilar, en los laboratorios
de la conciencia..54
Una verdadera universidad es siempre crítica, siempre ha sido una verdadera
universidad.
Desde los tiempos que quizá podríamos llamar preuniversitarios, hay ejemplos
bellísimos por cierto, cuando las doctrinas platónicas eran soberanas en la academia de
Atenas. Allí empezó la crítica; allí estuvo Aristóteles ya pesar de haber tenido como
maestro eminente a Platón, postuló sus tesis de ideología y acabó por fundar su liceo
peripatético, que era el choque de ideas, era el laboratorio en que empezaba a
elaborarse la cultura.
Señores, esta es la historia de la universidad, por eso nosotros sostenemos la
autonomía universitaria.
Quizá los primeros entre los jóvenes universitarios que pidieron la autonomía, fue
Lombardo Toledano y Manuel Gómez Morín; Gómez Morín como presidente de los "Siete
Sabios" y Lombardo Toledano como secretario de los mismos. Estos son los antecedentes
que nosotros respaldamos.
Muchas Gracias. (Aplausos).
La modificación presentada a esta Asamblea a nombre de las Comisiones Unidas de
Gobernación y Puntos Constitucionales y de Educación Pública, representa, en nuestra
opinión, un significativo avance en la redacción del texto de la fracción VlII del
artículo 311 de la Constitución.
Hay que decir que ella significa, de alguna manera, la posibilidad para la
concurrencia de diversos puntos de vista representados en esta cámara del Congreso,
puesto que al elevar a rango constitucional la autonomía y establecer de manera precisa
que las relaciones laborales en las universidades deberán regirse de acuerdo con el
apartado A del artículo 123 de la Constitución, cierra un capítulo en el que se dio una
confrontación de distintas posiciones dentro y fuera de las universidades del país y en
la que el principal protagonista ha sido el aún joven sindicalismo universitario.55
La autonomía llevada en este marco a la Constitución, debe ser comprendida como un
derecho de la universidad, y como una garantía social de los ciudadanos. Como derecho de
la universidad representa la posibilidad de que los universitarios participen de manera
democrática en la determinación de los asuntos de sus centros de estudio y como garantía
social sobre el camino para que los ciudadanos, es decir, las clases sociales, se puedan
manifestar dentro de la universidad con sus verdaderas posiciones y puntos de vista y
concurran en la educación superior.
-54 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., pp. 439, 440 y 441.
55 Idem., p. 443.
--
La autonomía es por esta razón, un estatuto democrático o debe ser comprendido
como un estatuto democrático que otorgue a los universitarios la posibilidad efectiva de
poder gobernar a la propia universidad y determinar el rumbo de la institución. Pero la
autonomía no solamente se ha visto disminuida por los numerosos ataques frontales del
poder, sino por la manera en que se le ha concebido hasta ahora. La autonomía otorgada
ha presentado hasta ahora el establecimiento del marco en e cual los universitarios
deben realizar su actividad. Así, a través de las leyes orgánicas de las universidades,
se atropelló la autonomía en la medida el que se conculcó el derecho de los
universitarios a gobernarse por sí mismo en el marco de una participación democrática de
los integrantes de la universidad.
Autonomía conjunto de gobierno, es la disminución de la autonomía. Autonomía con
sistemas verdaderamente autocráticos, en los cuales pequeños grupos determinan no
solamente el rumbo general de la universidad, sin hasta pequeños detalles de la vida de
los centros de estudio. Evitar la participación de los estudiantes y de los profesores
en las determinaciones principales de la universidad, es negar por tanto la autonomía.56
Llevar entonces a la Constitución la proclama de que la autonomía es el derecho de
la universidad a gobernarse a sí misma, representa la posibilidad de impulsar la lucha
para hacer aun lado las leyes orgánicas antidemocráticas, las juntas de gobierno, pues
son los universitarios los que deben, según esta proclama constitucional; gobernarse por
sí mismos, es decir, establecer las normas de sus relaciones interiores y determinar el
conjunto de las actividades que le son propias ala universidad.57
Bajo el capitalismo la educación es un instrumento de la clase dominante en
términos generales, esencialmente, está diseñada para contribuir a la reproducción de la
ideología dominante; en términos generales tiende a expresar las ideas hegemónicas de la
sociedad, producto no del mundo de las ideas que no existe por sí mismo sino de las
relaciones sociales establecidas entre los hombres y esas relaciones sociales, sobre que
se generan las ideas dominantes en los distintos periodos del desarrollo social, se
reproducen a través de la educación y bajo el capitalismo se reproducen las ideas
dominantes, es decir, la ideología de la burguesía. Esto no quiere decir que las demás
clases sociales no concurran también la educación, esto no quiere decir que solamente se
exprese la ideología que domina o la ideología de la clase hegemónica, sino quiere de
que las clases subordinadas, las clases oprimidas de la sociedad, también hacen
esfuerzos por expresarse con el mayor rigor posible en las universidades y en toda la
educación nacional.
La universidad ha cambiado en los últimos años, la universidad mexicana. No se
parece en nada prácticamente a la universidad dirigida por las fuerzas retardatarias en
años ya lejanos; es una universidad que
-56 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., pp. 443 y 444.
57 Idem, p. 444.
--
está en proceso de cambio, porque junto con el desarrollo del capitalismo en nuestro
país, se presenta el crecimiento de la clase obrera en nuestro país.
Es indispensable para poder sobrevivir integrarse en las empresas y en el aparato
público como asalariados y si antes la universidad generaba principalmente profesionales
liberales que ejercían su profesión de manera independiente y era fuente continua del
aumento de la pequeña burguesía y de la burguesía, hoy la tendencia es en el sentido
contrario, no se ha acabado aún el ejercicio de la profesión liberal pero tiende a
acabarse, o se ha acabado todavía la función de la universidad como promotora social, es
decir, como elemento a través del cual un individuo cambia de clase. Se convierte en
burgués pero tiende a dejar de cumplir ese papel. Esa es la tendencia yeso es lo que
nosotros tenemos que estudiar y analizar de manera primordial..
Ha cambiado entonces la universidad, está cambiando continuamente la universidad y
es entonces cuando la autonomía es más necesaria, para que la universidad cumpla esa
función nueva a la que está siendo llamada, para que el proceso de desarrollo
universitario no se haga separado del proceso de desarrollo de la clase obrera como
clase, y también del desarrollo de la clase obrera desde el punto de vista político.58
Existen sin duda algunas posiciones muy diversas en nuestro país y es natural por
la situación en que se encuentra la enseñanza, por la situación de cambio, que está
expresando también una situación general que existe al nivel de la sociedad en su
conjunto. Pero hay formas muy peculiares de ver el problema, como por ejemplo, la del
presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, el señor Clouthier,
que dice y lo dijo en presencia del presidente de la República, y lo dijo precisamente
en un estado en donde la universidad lucha casi desesperadamente por preservarse y por
mantener no sólo su autonomía sino por seguir existiendo como universidad, en Guerrero,
dijo algo así como esto: que algunas universidades se han convertido en lúmenes de
degradación y dijo también que las universidades no rinden cuentas porque no se los
exigimos. (Se refiere a los miembros de la COPARMEX, seguramente.)59
Esta es una forma peculiar de ver el problema universitario, es una forma de
exigirle al Estado que intervenga "para evitar que existan los que Clouthier llama
lúmenes de degradación y que no son más que profesores y estudiantes universitarios, que
luchan organizadamente por sus propias posiciones, por sus propios programas; para que
el Estado aplaste ese esfuerzo. y pide también que las universidades rindan cuentas, ¿a
quién han de rendirle cuentas las universidades? ¿Al Estado? ¿Al poder público? ¿A los
mexicanos en general, quizá?
Yo creo que en términos generales las universidades en el ejercicio de su
autonomía dan cuenta al pueblo mexicano de su actividad y los
-58 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., pp. 446 y 447.
59 Idem, 447 y 448.
--
ciudadanos deben tener la garantía de tratar de influir, pero no utilizando el aparato
coercitivo del Estado, sino desde el punto de vista político-ideológico en la
universidad.
La Universidad Nacional Autónoma de México, por ejemplo, aunque es víctima del
despotismo rectorial, rinde cuentas; las universidades donde la izquierda tiene mucha
importancia, todas ellas rinden cuentas. En primer lugar, a los universitarios, pues
éstos son los que tienen que administrar los recursos de la universidad y al hacerlo
están rindiendo cuentas a los ciudadanos del país.
¿Por qué a una oficina gubernamental deben rendirle cuentas? Esto no es compatible
con la autonomía.60
Así el debate y la discusión continuarán, pero estas cosas se reflejan incluso en
los problemas de financiamiento, algunas universidades, el gobierno, que tiene en sus
manos la bolsa del dinero, les otorga enormes subsidios porque éstas corresponden con
concesiones, de diverso tipo y otras universidades se mantienen en una condición de
miseria, en una condición de falta de recursos económicos que se les niegan porque no
son gratas a los burócratas que tienen la bolsa de dinero en las secretarías de Estado.
Y entonces las universidades luchan y dan marchas continuas a la capital a exigir que el
gobierno otorgue mayores subsidios para poblaciones de estudiantes crecientes, pues
estas universidades no están dispuestas a cerrar sus puertas a la juventud y el regateo,
el ir y venir continuo no es otra cosa que el acoso constante del gobierno contra las
universidades. 61
Por esta razón esta Cámara de Diputados debería discutir también lo más pronto
posible la necesidad de que en el presupuesto federal estén claras las partidas que
deben otorgárseles a las universidades en función de su número de estudiantes, del nivel
de la investigación y de las tareas de difusión cultural que tienen encomendadas,
precisamente para evitar que por la vía de subsidio la economía sea atropellada.
Creo que después de que se apruebe esta fracción VIII del artículo 3º
constitucional, hará falta algo indispensable para completar cuando menos en el papel,
cuando menos en el texto de la ley, la autonomía y es la obligatoriedad del Estado para
proporcionar recursos sin establecer condiciones y de acuerdo con decisiones, que se
atengan a las responsabilidades concretas de cada universidad v no a los caprichos de la
burocracia.62
El C. presidente: Tiene la palabra, para hablar en contra, la diputada América
Abaroa Zamora.
La C. América Abaroa Zamora: Señores diputados: Mi oposición a la discusión que
estamos llevando es que la autonomía nunca podrá ser total si es restringida.
-60 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., p. 448.
61 Idem, p. 449.
62 Ibidem.
--
Cuando hablamos en esta Asamblea nacional, lo hacemos siempre con la convicción de
que estamos interpretando los sentimientos y los intereses del pueblo trabajador y
explotado de México. Nunca hemos dicho que representamos los intereses de la nación,
pues nuestro país esta dividido en clases sociales con intereses contrapuestos y en
lucha. Nosotros hemos elegido representar a las mayorías explotadas, oprimidas y
marginadas y así lo decimos claramente. Otros dicen expresar los intereses nacionales y
de todos los mexicanos, pero tras estas intenciones se esconde la defensa de los peores
intereses, donde los capitalistas nacionales y extranjeros son los grandes beneficiarios
del desarrollo del país.
Con respecto a la iniciativa de ley que pretende reformar el artículo 3º
constitucional, queremos en esta intervención expresar los intereses del pueblo
trabajador mexicano y los de los estudiantes del país, sectores que forman parte
destacada de las masas explotadas en lucha por sus justos derechos en México.
En la iniciativa se plantea que la autonomía no es extraterritorial de los
recintos universitarios.
Ya sabemos muchos mexicanos lo que significa ello para el gobierno, pues vivimos
la ocupación militar en la universidad en el gobierno de Díaz Ordaz aplasto con fuerza
de la violencia el movimiento estudiantil popular y democrático de ese año. 63
No ha sido tampoco una sorpresa para nosotros el que se diga nada menos en la
iniciativa en torno al financiamiento de la educación superior, sino se establece en la
iniciativa que el Estado tiene la obligación incondicional de financiar la universidad.
Nos encontramos ante un fenómeno como el de Guerrero, a donde el gobernador, Rubén
Figueroa, pretende controlar políticamente la universidad a través de chantajear con la
amenaza de retirarle el subsidio. En cuanto al monto del financiamiento este debe ser
aumentado substancialmente, ya que es inconcebible que el Estado mexicano solo destine
el 1.7 por ciento del producto nacional bruto en renglones educativos, cuando lo que la
UNESCO recomienda que sea el 8 por ciento.
Las consecuencias son que el goce de la autonomía y de la educación superior, solo
son patrimonios de una minoría de mexicanos, quedando marginados de estos derechos
decenas de millones de mexicano. El incremento al presupuesto educativo, ayudara al
proceso de una verdadera democratización de la enseñanza, al ampliar el derecho para ser
mas capaces a sectores de mexicano, de estudiantes y de educación. 64
El C. Presidente: tiene la palabra el diputado Genoveva Figueroa Zamudio.
El C. Genoveva Figueroa Zamudio: Señor Presidente; Compañeros diputados: el
dictamen que han formulado las Comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y la
de Educación, así como lo propuesto
-63 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., p. 450
64 Idem., p. 451
--
por el licenciado Farías, con relación a la iniciativa Presidencial en que se propone
con un nuevo contenido la fracción VIU del artículo 3º
de nuestra Constitución
Política, relativa a la autonomía de las universidades y demás instituciones de
educación superior a las que la ley les otorga tal privilegio, debe de aprobarse en los
términos presentados.65
Sólo en una Nación como México, con auténtica y profunda vocación revolucionaria,
se sustenta que la soberanía radica en el pueblo, se integra su gobierno mediante
sufragio universal, se toma la valiosa opinión, se busca la participación de todos en la
orientación del destino común, y ahora, se otorga la autonomía a las universidades para
darles garantías y libertades a los universitarios en el enseñar, investigar y difundir
la cultura; dota a la universidad del derecho a organizarse, de funcionar y de aplicar
sus recursos económicos como lo estime más conveniente; es decir, le da capacidad,
libertad de administrarse, capacidad para dictar sus propios ordenamientos legales. Para
el cumplimiento cabal de las funciones de la universidad, es necesario que estas
instituciones gocen de autonomía frente a las demás instituciones sociales incluyendo
entre éstas al propio Estado, sólo así puede garantizarse a los universitarios la
libertad en la discusión de todas las ideas, la libertad y la posibilidad de la crítica
permanente, libertad en la cátedra, libertad en la investigación y en la creación y
transmisión de la cultura; sólo de este modo la educación superior contribuirá al
desarrollo democrático del país. Con la autonomía se fortalece la posibilidad, en la
pluralidad de las corrientes del pensamiento universal, se aleja a los universitarios de
prejuicios y fanatismos. Ninguna verdad ha de enseñarse como dogma dentro de la
universidad mexicana y debe de admitirse la transformación dialéctica. La autonomía
significa respeto ala función universitaria, pero a su vez la autonomía universitaria
debe implicar respeto al clima de libertad intelectual dentro del cual deben cumplirse
los fines mismos de la universidad mexicana.66
Es parte de la obligación del maestro crear este clima de libertad; es
responsabilidad suya ser respetuoso de la eventual disidencia de sus alumnos y cumplir
con su único compromiso: el de formar hombres libres y creativos.
La universidad, es la conciencia crítica de la sociedad: es el elemento que le
permite renovarse, encontrar nuevos causes, conjugar sus principios e integrar sus
contradicciones. La autonomía universitaria forma parte de los valores de la Nación
Mexicana. En su defensa y fortalecimiento está comprometida la supervivencia de las
instituciones vitales de un país democrático.
México tiene un régimen constitucional profundamente nacionalista y de una
indiscutible orientación progresista. En su ley fundamental están artículos como el 3º,
que el día de hoy nos ocupa, que da una orientación laica, nacionalista y democrática a
la educación; el 27, que regresa al
-65 Derechos del pueblo mexicano, op. cit., pp. 451 y 452.
66 Idem., p. 452.
--
pueblo el patrimonio de sus recursos básicos; y por el sentido igualitario y
progresista, el 123. Este último artículo y sus leyes reglamentarias integran una
avanzada legislación laboral que de muy diversa manera salvaguarda los intereses del
trabajador y le otorga protección y respaldo en la permanente lucha por su emancipación.
Solamente por una verdadera superación académica los universitarios podemos consolidar
la independencia económica, la soberanía política y la autodeterminación científica y
tecnológica de nuestra patria.67
En México hay muchas aspiraciones, que el pueblo no ha logrado satisfacer y una de
ellas es la educación; debe ser para todos, abierta, sin otro requisito que el auténtico
deseo de superación y sin más límites que la capacidad potencial para su ingreso a al
sistema educativo y ascender hasta el nivel que sus deseos personales, talento y trabajo
se lo permitan. En un país tan desigual como el nuestro, con tanta urgencia de recursos
humanos para acelerar el desarrollo con la tasa tan elevada de crecimiento demográfico
no hay otra alternativa. Todos tenemos el compromiso de fortalecer a las universidades a
las universidades en forma permanente, dotándola de los recursos financieros
suficientes, acrecentando su patrimonio dándoles autonomía para que sigan su fructífero
desarrollo en un marco de libertad y respeto de. todas las instituciones, debemos seguir
aumentando las oportunidades de acceso ala educación superior y mantener muy alto los
niveles académicos de estas instituciones. El desarrollo del país se mide por la
oportunidad que tiene su pueblo de educarse, por su capacidad de producir, su libertad
para criticar y transformar las estructuras sociales y políticas en las que se vive. Es
esta una de las tareas más importantes de las universidades.68
De lo antes mencionado se desprende por un lado, las características del principio
de la autonomía y por el otro, se precisan algunos aspectos de las relaciones laborales
en las universidades públicas autónomas.
Al respecto Jorge Carpizo, comenta: La fracción se refiere a las Universidades e
Instituciones de Educación Superior de carácter público. En consecuencia las
disposiciones de la fracción no alcanzan alas universidades e instituciones de educación
superior privadas.69
Además, la fracción no reconoce la autonomía de las universidades, ya que este
principio se reconoce en la Ley que crea y regula cada universidad. Es decir, las
universidades públicas no autónomas –como la Veracruzana y la de Guadalajara- continúan
siendo no autónomas.
Continuando con la exposición del mencionado autor, manifiesta que: el principio
de autonomía ha sido muy discutido, y aunque sus
-67
68
69
de
--
Derechos del pueblo mexicano, op. cit., pp. 452.
Ibidem, pp. 452 y 453.
Carpizo.. Jorge: La Garantía Constitucional de la Autonomía Universitaria; en Gaceta Informativa
Legislación yJurisprudencia. México, UNAM, núm. 31, septiembre-diciembre de 1980, pp. 713 a 717.
alcances se han precisado en las respectivas leyes orgánicas intereses j políticos lo
han tratado de desvirtuar, como en el caso de quienes identificaron autonomía con
extraterritorialidad. Las universidades están encuadradas dentro del orden jurídico de
México y no es posible pensar que pudiera quedar al margen de él. Lo que acontece es que
el Estado está obligado a ofrecer educación superior y, por razones técnicas aunadas a
principios democráticos y de libertad, decide hacerlo a través de organismos
descentralizados a los que les reconoce una característica especial; su autonomía.
También, la fracción señala los fines de las universidades y de las instituciones
de educación superior: Educar, investigar y difundir la cultura. Y expresa la fracción
que estos fines los debe de realizar de acuerdo con los principios del artículo 3º es
decir, esos fines se desarrollarán en forma democrática, nacional, con conciencia
social, de acuerdo con la dignidad humana y fomentando el amor a la patria y a la
conciencia de la solidaridad internacional en la independencia y en la justicia. El
mismo autor, señala como características de la autonomía a las siguientes:70
a) Académica: que implica que sus fines los realiza de acuerdo con la libertad de
cátedra e investigación y el libre examen y discusión de las ideas, la determinación de
sus planes y programas; y la fijación de los términos de ingreso, promoción y
permanencia del personal académico.
b) De gobierno: las universidades tienen la facultad y responsabilidad de
gobernarse a sí mismas. En esta característica encontramos dos principios: nombramiento
de sus propias autoridades y otorgamiento de sus normas. Los funcionarios universitarios
son funcionarios públicos que son designados por la propia comunidad universitaria y no
por los órganos del gobierno. En este aspecto es interesante resaltar que la autonomía
universitaria se asemeja a la autonomía de las entidades federativas: la facultad de
legislar en el ámbito interno teniendo como marco una norma de carácter superior que no
deben contravenir.
c) Economía: que consiste en la administración de su patrimonio. Recuérdese que
las universidades cumplen funciones que al Estado corresponden. Luego, el subsidio es
una obligación de éste y no un acto gracioso. Son las propias universidades las que
determinan en qué materias y en qué proporción se gastarán los recursos y los órganos
universitarios que manejan esos recursos no rinden cuentas a organismos gubernamentales,
sino a otro órgano universitario que genera1mente es el Consejo.
-70 Carpizo.]orge: op. cit., pp. 713 a 717.
--
Asimismo, las universidades preparan a los principales cuadros humanos que requiere el
sector público, realiza investigación indispensable para el Estado, y en estas radica la
oportunidad
de
conseguir
cierta
independencia
científica
y
tecnológica.
Las
universidades son la conciencia crítica del país, arenas de libertad en donde se
examinan y conviven todos los pensamientos y todas las ideologías.71
Desde otro punto de vista la autonomía universitaria es un concepto que, como todo
lo que se refiere al ejercicio de derechos colectivos, está sujeta a interpretación. No
se trata de un valor excepcional, sino que se constituye en un campo de fuerza en el que
los grupos sociales operan y sólo las correlaciones de fuerzas logran resultados. Todo
ello va modelando a lo largo del tiempo la idea. Y así tenemos que, la autonomía
universitaria en 1968, defendió la integridad de valores políticos que correspondían a
todos los mexicanos. Hoy, a principios de la década de los ochentas se dilucida para
quienes y para que es útil la autonomía y como debe de ejercerse. Por ejemplo, a partir
del momento de que se legisla constitucionalmente la autonomía universitaria, esto
sirvió para que el Congreso de la Unión, estimará la imposibilidad de la existencia de
un sindicato nacional de trabajadores universitarios.72
Por su parte, el presidente López Portillo, en su IV informe de gobierno,
manifestaba: La autonomía universitaria, no implica cesión de soberanía ni forma alguna
de enfeudamiento, asegura diversidad y pluralidad de conocimientos y concepciones; en
las universidades radica una de las posibilidades más ricas de transformación del país.
Por otro lado, señalaba: la puesta en marcha del Plan Nacional de Educación Superior y
la Ley para la Coordinación de la Educación Superior, son instrumentos para vincular la
educación superior al aparato productivo y la investigación, adecuándola a las
necesidades regionales y locales.
Además, el Presidente López Portillo, informó que: se está estructurando el Plan
General de Servicio Social, y así como las posibles modificaciones legislativas y
reglamentarias en la materia. En términos generales, podemos afirmar que los servicios
educativos han- crecido cuantitativamente.73
En cuanto ala política educativa, el primer informe del Plan Global de Desarrollo
1980-1982, nos informa que: Ha ido en aumento el cre-71
de
72
de
73
Carpizo, Jorge: La Garantía Constitucional de la Autonomía Universitaria; en Gaceta Informativa
Legislación y jurisprudencia. México, UNAM, núm. 31, septiembre-diciembre de 1980,pp.713a717. Autonomía: ¿Para quién?, en revista FOTO Universitario, Núm. 10, Epoca II/México, D.F. septiembre
1981, pp. 3 a 6.
IV Informe Presidencial-1980, op. cit., pp. 239 a 253.
--
cimiento del sistema escolar, en 1980, se atendió a 15 millones de niños en edad escolar
y se mejoró el porcentaje de inscripción en la educación preescolar de 15 al 30%; se
incrementó en secundaria la absorción de egresados de primaria del 78 a 84 % y la
matrícula de la enseñanza media superior creció en más de 120 alumnos.
Por lo que atañe, a la calidad de la educación destaca el papel de la universidad
pedagógica, que atiende a más de 50 mil maestros en todas las regiones de la república.
En materia de castellanización, se establecieron 241 nuevos albergues que, sumados a los
anteriores, dan un total de 1 205, atendiéndose a 61 mil indígenas. También, se operaron
mil centros de educación básica para adultos y se distribuyeron 8 millones de libros de
primaria intensiva con el objeto de reducir el
analfabetismo.
Por lo que respecta, a las carreras terminales de educación media superior se realizó
mediante la creación de Centros de Estudios Tecnológicos y de la operación de 50 nuevos
planes de colegio nacional de educación profesional técnica. Igualmente, se avanzó en la
vinculación de la educación terminal-media y superior con las necesidades del aparato
productivo. y se creó la Comisión Coordinadora del Servicio Social de estudiantes de las
Instituciones de Educación Superior.
Para 1981, las Secretaría de Educación Pública cuenta con un presupuesto aprobado
de 196492 millones de pesos. Entre sus metas están: Atender el 46% de las demandas de
educación preescolar, que equivale a 1 millón 399 mil 500 alumnos, en cuanto a la
enseñanza primaria, llegará a 11 millones 710 mil alumnos. Igualmente, formar a 3
millones 673 mil 400 alumnos en el nivel de educación secundaria con lo que se cubrirá
el 93% de los egresados de primaria. Se dará educación para adultos a 3 millones 400 mil
personas. Castellanizar a 142 mil niños de 5 a 7 años de edad, que representan el 95% de
indígena.
Asimismo, atender a 398 mil estudiantes de nivel medio superior, tecnológico en
las áreas agropecuarias, industrial y de ciencias del mar, al millón 7 mil en la
educación media superior universitaria, ya 838 mil 300 en la educación superior
universitaria y 149 mil en superior tecnológica.74
A
alto del
durante
Pública,
pesar de que el presupuesto destinado a la educación ocupa el porcentaje más
presupuesto del Gobierno Federal, y que éste se ha incrementado constantemente
los últimos años, para 1982 el presupuesto de la Secretaría de Educación
es de 306 500 millones de pesos. Los recursos financieros siguen siendo
-74 FUENTE: Secretaría de Programación y Presupuesto, Subsecretaría de Evaluación, México, mayo 1981,
pp. 69 a 71.
--
insuficientes para atender la demanda total educativa en condiciones óptimas de
calidad.75
Por su parte, Wences Reza, comenta: es incuestionable el crecimiento del sistema
educativo; pero la política gubernamental en este renglón no ha correspondido a los
pronunciamientos verbales que en este sentido hacen permanentemente los regímenes de la
Revolución Mexicana. En comparación con otros países capitalistas dependientes; los
recursos económicos que el país destina ala educación son sumamente modestos. Si se le
compara con los países capitalistas avanzados, y sobre todo con los países socialistas,
no queda la menor duda de que la educación no es, una de las tareas prioritarias de la
regímenes de la Revolución Mexicana. Por lo tanto, son infundados los argumentos en el
sentido de que el Estado Mexicano invierte grandes recursos en la educación. De allí que
no sea sorprendente que el promedio de educación formal sea de cuatro grados, que en
1980 todavía hubiera 6 millones de personas mayores de 15 años que son analfabetas, 1.2
millones de indígenas monolingües que también son analfabetas, 13 millones que no
terminaron la primaria y que en su mayoría son analfabetas funcionales, 7 millones que
no terminaron la secundaria, estos 27 millones de habitantes carecen de una escolaridad
básica y de los medios para obtenerla y representan el 70% de la población mayor de 15
años.
Además, hay que precisar que la desigualdad social se manifiesta en todos los
niveles educativos, aun en la primaria. Los sectores más afectados por el. desempleo y
el subempleo son los que tienen menos escolaridad, son los hijos de obreros, campesinos,
etc.76
Con el objeto de ahondar más sobre esta problemática cabe citar, una vez más, el
trabajo de Pescador Osuna, el cual comenta; la concentración de servicios y matrícula
educativa sigue dándose en aquellas entidades de mayor desarrollo económico y educativo
y por ende la canalización de recursos sigue favoreciendo las disparidades regionales e
institucionales.77
La creación de la Universidad Pedagógica Nacional, obedece a fines contrarios: Por
un lado, se le considera públicamente como un centro de capacitación para el
mejoramiento profesional del magisterio y, por el otro, representa una inmediata
recompensa escalafonaria, con lo que se desvían las demandas laborales hacia la
competencia
-75 Pescador Osuna, José Angel: Evaluación preliminar de la política educativa del sexenio 1976-1982;
ponencia presentada en el Congreso sobre el Balance de la Política Educativa 1976-1982, celebrado en
la Universidad Autónoma de Guerrero, 1982, p. 29.
76 Wences Reza, Rosalío: "La educación en México y el sexenio de J. L. P.", ponencia presentada en
el Congreso sobre el Balance de la Política Educativa .1976-1982, celebrado en la Universidad
Autónoma de Guerrero, 1982, pp. 3 y 6.
77 Pescador Osuna, José Angel; op. cit., p. 39.
--
individual entre los maestros, pulverizando el interés común y las reivindicaciones
generales. En consecuencia el proyecto gremial de la universidad pedagógica, está
determinado por razonamientos políticos.78
Ahora bien, por lo que respecta a la educación superior durante este sexenio. Olac
Fuentes, nos vierte los siguientes argumentos: Estamos al final de una época de apoyo
financiero estatal improvisado y oscilante al crecimiento universitario, un crecimiento
azaroso que se expresa en la enorme y desordenada expansión de la matrícula de los
últimos veinte años. El Estado, ha iniciado una política deliberada para orientar a
largo plazo, con direcciones premeditadas, el crecimiento del Sistema Nacional de
Universidades. Este viraje se inició de manera formal afines de 1978, con dos acciones
estatales confinadas. Una, la aprobación por la Asociación Nacional de Universidades e
Institutos de Educación Superior (ANUIES), de un proyecto elaborado por este organismo
con la colaboración de la Secretaría de Educación Pública, que hoy se conoce como Plan
Nacional de Educación Superior. y la otra, consiste en la aprobación por parte del
Congreso de la Unión de la Ley de Coordinación de la Educación Superior (1978),
instrumento destinado fundamentalmente a normar la asignación de recursos de uso general
y específico para las universidades. En el curso de este año, la SEP y la ANUIES, han
realizado seminarios regionales en donde, en primer lugar, se busca uniformar una
metodología de Planificación y, en segundo, armar equipos medios que deberán funcionar
como estado mayor de las administraciones universitarias. Estas cuatro acciones -Plan
Nacional, ley de Coordinación, Red Nacional de Planificación y Unidades Universitarias
de Planificación permiten afirmar que, por primera vez, el Estado cuenta con un marco de
referencia con recursos legales, con una red de operación y una cadena de transmisión
para operar la planificación universitaria. En la planificación79 universitaria, la
comunidad universitaria -si tal entidad existe-, ha estado completamente al margen.
ANUIES-, ha sido un instrumento substitutivo de la participación de los universitarios.
Por lo consiguiente, la tarea política de los otros sujetos, de la universidad estudiantes, trabajadores, y autoridades democráticas-, es desarrollar proyectos
alternativos, vinculados a otros intereses ya otras fuerzas sociales, y distintos a los
del proyecto oficial.
Habida cuenta, lo antes expuesto. Ha lugar, a decir: "dos líneas básicas
caracterizan a la actual política estatal: la promoción de un proceso de modernización
eficientista, que establezca mayor funciona-78 Fuentes Molinar, Olac: "Educación pública y Sociedad", en México, Hoy, op. cit.,
pp. 250 y 251.
79 Fuentes Molinar, Olac: "Los instrumentos oficiales de la planificación en la educación superior",
en revista Foro Universitario, núm. l/Época II/México, D.F. diciembre 1980. pp. 42 a 44.
--
lidad entre las instituciones y las necesidades de la reproducción social tal como se
perciben desde la ideología del bloque dominante, y el desarrollo de mecanismos para
prevenir la generación de movimientos de oposición política y para fijar los límites
dentro de los cuales puedan manifestarse legítimamente".80
Por lo tanto, las fuerzas democráticas de la universidad tienen ante sí la tarea
de construir un proyecto alternativo que desborde el marco de la reforma modernizante.
Para ello, tendrá que superarse una tendencia enraizada en los amplios sectores de la
izquierda universitaria, en los cuales un agudo radicalismo teórico ha conducido a
despreciar el trabajo académico renovador, juzgado sin más como pequeño reformismo.81
Por su parte, Juan Carlos Portantiero, comenta: "hoy en día lo que está en crisis
es precisamente esa función de asignadora, de recursos humanos calificados que tenía que
cumplir la Universidad. Esta no forma ya sino una fuerza de trabajo cuya profesionalidad
se desvaloriza cada vez más en el marco de los actuales patrones de ocupación del
capitalismo dependiente. Se trata de la crisis de la imagen socialmente proporcional que
tenía la enseñanza la cual veía a cada uno de los niveles de la educación Como escalones
como un sucesivo ascenso social".82
Además, "la irrupción de profesionales al mercado de trabajo puede ser frenada por
la transformación de las universidades en playas de estacionamiento en las que se
mantiene durante mucho tiempo a enormes contingentes de jóvenes para retardar así su
incorporación al mercado de trabajo. Por supuesto que esto puede hacerse sólo en algunas
sociedades; en otras es imposible, pues resulta demasiado costoso".83
Por otra parte, cabe destacar que: "la paradoja de los países de América Latina,
de los países de capitalismo dependiente, es que la masificación de la Universidad
coincide con un creciente analfabetismo en las clases populares, con una cada vez mayor
imposibilidad de presencia de los hijos de las clases populares a nivel de la escuela
primaria o con un aumento enorme de las tasas de deserción escolar".84
Así pues, teniendo en consideración, lo antes manifestado, se torna inaplazable el
hecho de elaborar alternativas para así, poder hacerle frente a dicha problemática. Al
respecto, Eliezer Morales, nos comenta que: "la institución que se debe construir deberá
ser de naturaleza
-80 Idem, pp. 253 y 254.
81 Fuentes Molinar, Olac; "El Estado y la educación superior", art. La crisis de la educación
superior en México, compl. Gilberto Guevara Niebla; 11 ed., Ed. Nueva Imagen, S. A., México 1, D.
F., 1981, p. 76.
82 Portantiero, Juan Carlos: "Estudiantes y política en América Latina", art. Supra, Idem, pp. 83 y
84.
83 Idem, p. 84.
84 Portantiero, Juan Carlos; op. cit., p. 84.
--
profundamente liberadora y democratizadora. Para el caso, la Universidad deberá ser ante
todo productora de cultura, propugnando por eliminar las desigualdades sociales y, sobre
todo, deberá ser capaz de crear, por sus propios medios mecanismos que permitan, en las
diferentes áreas científicas, la producción del conocimiento".85
Asimismo, para llevar a cabo un modelo de Universidad de corte progresista, es
menester implementar una metodología de la enseñanza universitaria diferente a la
tradicional. Esto es: "instrumentar la formación de loS técnicos, profesionales y
científicos a las necesidades sociales prioritarias definidas bajo un esquema político
coherente y determinado. El Caso de la sociedad latinoamericana evidencia la
responsabilidad de volcar las energías nacionales en tareas de transformación de las
estructuras académicas y en el rescate de loS recursos naturales de la influencia y
control transnacional".86
Igualmente, que la "reforma de los métodos de enseñanza a nivel de la educación
superior es un proceso que debe imbricarse a una modificación sustancial de loS mismos
en todo el sistema, a fin de que el circuito escolar responda globalmente a nuevos
conceptos tanto de aprendizaje Como de la función que el estudiante debe cumplir con su
realidad y / o país. Por consiguiente, postulamos que la participación debe ser
entendida Como la intervención activa del estudiante en el proceso de aprendizaje y
creación del conocimiento: conocimiento obtenido y resultante de su participación. A
esta participación se le debe llamar práctica concreta que implica involucrarse
directamente con los elementos reales que originan el conocimiento. De esta forma de
participación, activa y concreta, nacerá un aprendizaje heurístico y transformador. Es
decir, la práctica concreta se fundamenta en la relación estrecha entre la persona que
aprende o conoce y su realidad.
Desde el punto de vista del aprendizaje, la práctica concreta es un acto de
inmersión de la persona que aprende en el propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En
suma, la práctica concreta es el camino por donde habrá de transitar todo proceso
dialéctico de conocimiento o aprendizaje. Con razón, entonces, el aprendizaje verdadero
surge de un proceso de práctica transformadora, en la cual lo concreto es el punto de
partida y llegada del conocimiento".87
-85 Morales Aragón, Eliezer: "La Universidad liberal y la socialización del trabajo profesional", art. La crisis de la educación superior en México, op. cit., p. 125.
86 Witker, Jorge: "Universidad y dependencia", art. citado en la Crisis de la educación superior en
México, pp. 211-213.
87 Witker, Jorge: "Universidad y dependencia", art. citado en la Crisis de la educación superior en
México, pp. 213 y 214.
Documentos relacionados
Descargar