El Jarama; Rafael Sánchez Ferlosio

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EMBRIAGAOS
Siempre hay que estar ebrio. Es lo importante: la única cuestión. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo
que destroza al hombre y os doblega hacia el suelo, os tenéis que embriagar siempre. Pero ¿con qué? Con
vino, con poesía, o con virtud, como queráis. Pero embriagaos.
Y si aveces, en la escalinata de un palacio, en la verde hierba de un foso, en la triste soledad de vuestra
habitación os despertáis, la embriaguez amainada ya desaparecida, preguntad al viento, a las olas, a las
estrellas, los pájaros, el ser los esclavos martirizados del Tiempo, embriagaos; ¡embriagaos sin parar!
¡Con vino, poesía o virtud, como queráis!
Charles Baudelaire, Pequeños poemas en prosa.
En este ensayo voy a hablar sobre el vino , pero no desde un punto de vista técnico, no de si un vino es bueno,
rosado, aireado, avinagrado, rosado, blanco, ni si es de la zona francesa, chilena no, de eso no voy a hablar.
Para eso están todos esos libros acerca del arte culinario. Yo voy a hablar acerca de su simbología. Luego
trataré de hablar del vino en la tradición literaria, hasta llegar a nuestra obra de estudio que es El Jarama.
Intentaré demostrar la importancia de este elemento en el libro, su significado, y el significado que cobra en su
unión con el agua.
No he encontrado ningún libro que hablase sobre el vino en todas sus facetas. Digo esto porque los libros que
he consultado hablaban de la Enología, la ciencia que trata de la elaboración y cuidado de los vinos.y de la
Enografía, la ciencia de los vinos, pero, ¡necios!, no hablaban de lo más importante: de sus efectos en el
hombre. Sólo pude encontrar un espíritu que fuera capaz de ver el vino como un medio de multiplicación de la
individualidad, y este hombre fue Charles−Pierre Baudelaire . En su obra Los paraísos artificiales acerca del
vino y el hachís, nos remite a Brillat−Savarin , quien considera al patriarca Noé como el inventor del vino.
Este autor está equivocado, ya que el escritor francés Jean de Kenderland apunta que en la época de la
civilización lacustre, hace doce mil o quince mil años, existía ya el vino. ¡Cuántos años de existencia!, podría
pensarse que después de todo este tiempo, este producto se pudiese haber pervertido, que hubiese empeorado,
que su uso se hubiese desvirtuado, pero no. Su uso continúa siendo el mismo: elevar el espíritu humano.
En la civilización egipcia ya existía el vino. De aquí pasó a los griegos,quienes, debido a su poder
embriagador, hace que le atribuyesen un poder místico. Concibieron un dios del vino, o más exactamente un
dios de la dimensión emocional e incontrolada del hombre que era liberada por el vino: el dios Dionisios. En
su honor se celebraban a menudo bacanales a base de danzas, bebida y actos sexuales. Dionisios pasa a la
tradición romana, personificado en el dios Baco.
Es muy curioso lo que ocurrió con los musulmanes y los cristianos en la época de la Reconquista. El Corán
prohibe la injerencia de bebidas alcohólicas. Los viñedos, durante la estancia de los musulmanes en la
Península, sufren un retroceso. Como símbolo de la Reconquista, los cristianos dieron una primordial
importancia, a la replantación de los viñedos.
SIMBOLOGÍA:
Es difícil distinguir hasta qué punto se mezcla, en el vino, lo profano y lo religioso. Podemos decir que como
generador de un elevado sentimiento vital, el vino ejerce un papel considerable en la historia de las religiones.
Esta bebida alcohólica puede llevar al éxtasis supremo, pero también a la destrucción de la existencia. Según
un mito egipcio, Isis quedó preñada por comer uvas y trajo al mundo a Horus, el dios del lagar, quien ofrece a
los muertos el vino como líquido que conserva la vida. De la equiparación simbólica del vino con la sangre
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surge su importancia para el culto de los muertos. En Creta se lavaba el cadáver con vino blanco. Según el
relato de La Eneida,al morir Dido, el vino ofrecido por ella con incienso se transformó en sangre. En Dionisio,
el dios del vino y de la alegría desbordante, los griegos veneraban a una especie de redentor, que libera a los
hombres de sus preocupaciones. Desde tiempos antiguos el vino y la verdad aparecen unidos en el lenguaje de
los proverbios.
El vino es una imagen de la alegría vital; hombres y dioses gozan con él. También aparece como imagen de
dones espirituales; así, la sabiduría divina "ha preparado un banquete, mezclado el vino y puesto la mesa"
(Prov 9,2)
Como primer milagro Jesús transformó el agua en vino en la boda de Caná (Jn 2,3−10)), una referencia a la
alegría y bendición inminentes del reino de Dios. El punto culminante del simbolismo bíblico del vino son las
palabras de Jesús en la última cena, cuando dio a beber del cáliz a sus discípulos: "Bebed todos de él, que ésta
es mi sangre, la sangre de la alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados" (Mt 26, 27
ss).En los cantos del Antiguo Testamento, la viña expresó el amor de Dios a su pueblo, así también el vino,
ofrecido en el cáliz de bendición de la eucaristía, se convierte en el símbolo de la alianza matrimonial entre
Cristo y la Iglesia.
Por último, vamos a señalar que la unión del vino con el agua es símbolo de la unión de la divinidad y
humanidad en Cristo.
Podemos ir un poco más lejos y me remito de nuevo al maravilloso libro de Baudelaire, en el que compara la
unión del hombre y el vino con el misterio de la Santísima Trinidad, ya que, según él "existen ciertas bebidas
que poseen la facultad de aumentar desmesuradamente la personalidad del ser pensante y de crear una tercera
persona, operación mística en la que el hombre natural y el vino, el dios animal y el dios vegetal, desempeñan
el papel del Padre y del Hijo en la Trinidad divina: engendran un Espíritu Santo que es el hombre superior y
que procede de ambos por igual".
La simbología religiosa y profana se mezclan, ya que lo religioso, siempre que ocupa un lugar primordial en la
vida de una sociedad, tiende a secularizarse. Sólo me queda por decir que el vino tiene el poder de aumentar la
personalidad de las personas. El hombre que es malo se convierte en execrable, del mismo modo que el bueno
se convierte en excelente. La persona que no se atreve a probar el vino, quizás sea porque tiene un miedo
aterrador a conocerse, o quiere esconder algún secreto de sí mismo a sus semejantes.
EL VINO EN LA LITERATURA
Ya hemos hablado del vino en La Biblia y nos damos cuenta de la importancia que tiene en la Sagrada
Escritura. Por eso vamos a pasar a otros libros de la tradición. Comenzaremos por el Cántico espiritual de San
Juan de la Cruz, en el que la esposa responde al esposo diciendo:"A zaga de tu huella/las jóvenes discurren al
camino,/al toque de centella,/al adobado vino,/emisiones de bálsamo divino. En los místicos, el vino toma el
significado de un estado de plenitud con Dios y de unión con él. Del mismo modo, Metchil de Magdeburgo
habla de la entrada a la celda del vino:la novia queda embriagada al ver la nobleza de su rostro. Después de
haber pasado por el misticismo, damos un salto hasta la conquista de América. Allí nos encontramos con una
pequeña historia de Fray Toribio de Benavente Motolinía, un zamorano del siglo XV−XVI, establecido en
México. El se dedicó a recoger historias que escuchaba de los amerindios y en una de ellas, El exorcista, nos
encontramos con el Dios Ometochtli, que se le identifica con el pulque, bebida alcohólica, y que es el dios de
la embriaguez y de la fertilidad. En la historia se dice que era adorado por ser el dios del vino y era muy
temido y acatado, porque todos se embeodaban y de la beodez resultan todos sus vicios y pecados. Aquí se
identifica al vino con el demonio, del que se tienen que liberar.
Ahora nos acercamos hasta la novela picaresca y nos dirigimos al Lazarillo de Tormes ,obra en la que sin el
vino, difícilmente pudiese haber sido escrita, ya que el lazarillo había crecido gracias a él "Yo, como estaba
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hecho al vino, moría por él"; es justo después de esto cuando se le ocurre hacer un boquete en la bota de vino
para bebérselo " Estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los
ojos para mejor gustar el sabroso licor". Esto no sólo se extiende a esta obra sino que en El Buscón de
Quevedo, vemos que ya en la primera página, se alude a él, como vía de fiabilidad. El buscón habla de su
padre y de la profesión que tenía dice: "Dicen que era de muy buena cepa, y, según él bebía, era cosa para
creer".
Son innumerables las obras y el uso que se le da en los diferentes libros.
Vamos a pasar al siglo XIX, y a nombrar a Baudelaire, quien en su obra más importante Flores del Mal, le
dedica un capítulo, en el que el vino es relacionado con las profesiones y situaciones más míseras y terribles;
el vino es amigo de los miserables, de los asesinos, de aquellos cuya vida se ve truncada o frustrada en la
posibilidad de realizar altas apetencias. Pero en
Los paraísos artificiales, considera que al contrario que
las drogas, el vino es para el pueblo que trabaja y merece beberlo; el vino es un agente de solidaridad social,
de comunicación emotiva, y lo llega a considerar casi como un hombre de acción , "tiene la facultad de
aumentar desmesuradamente la personalidad del ser pensante".
Seguimos con los escritores franceses como Émile Zola, quien en La taberna dice "El vino desengrasaba y
llevaba el fuego al vientre de los holgazanes";Encontramos en el nobel, John Steinbeck, y en su libro Las uvas
dela ira una de las mejores descripciones de los efectos del vino " Si tenía algo de dinero, un hombre podía
siempre emborracharse. Olvidaba sus penas, y sentía un bienestar físico. Entonces no había soledad, porque
un hombre podía imaginarse que tenía muchísimos amigos y podía enfrentarse con sus enemigos y
destruirlos".
No nombraré ninguna obra del periodo realista, ni tampoco del costumbrismo, puesto que creo que es bastante
evidente que el vino, como retrato de las costumbres españolas, aparece en la mayoría de las obras. De esta
manera, llegamos a El Jarama.
El JARAMA
No sé si será demasiado afirmar, que sin el vino, El Jarama sería otro libro, y no el que es. Pero si realizamos
una lectura puramente superficial, fijándonos única y exclusivamente en el argumento, veremos que no es una
idea tan peregrina. El libro trata de una pandilla de amigos de los madriles , que se van de excursión a la ribera
del Jarama. Lo primero que hacen al llegar al lugar es ir al bar a comprar unas botellas de vino para ayudar a
pasar la tarde alegremente. Podemos diferenciar en el libro dos actuaciones paralelas: por un lado, lo que
ocurre en el bar y, por otro, lo que pasa en la ribera. El grupo de amigos que ha ido a pasar la tarde, se dedica
a charlar, estar en pareja, y a beber vino. El acontecimiento más grave en casi cuatrocientas páginas es que
una chica, Lucita, se ahoga porque había tomado vino en exceso. ¿Por qué a causa del vino?, ¿por qué en el
agua?, ¿ puro azar?. El simbolismo del agua en El Jarama está estudiado. Se puede extrapolar y diremos eso
que decía Manrique en sus Coplas por la muerte de su padre, "Nuestras vidas son los ríos que/ van a dar a la
mar,/que es el morir". En el mismo libro se dice a dónde va ese río, a lo que uno de los personajes responde:
"a la mar, como todos"
En el libro, agua y vino se mezclan . La muchacha ebria, embebida, entra en contacto con el agua. La unión de
estos dos símbolos puede tener varias interpretaciones, pero vamos a comenzar por el principio.
Pese al papel que juega el vino, el agua es el símbolo más importante de toda la obra. No creo que sea
necesario repetirlo. Sólo con abrir el libro tenemos una cita de Leonardo Da Vinci "El agua que tocamos en
los ríos es la postrera de las que se fueron y la primera de las que vendrán; así el día presente".
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El agua y el vino se encuentran entrelazados a lo largo de toda la historia de un modo profano en la mezcla de
los hielos con el vino, al llevar el vino junto al río o para quitar la sed. Vida y muerte. El agua representa tanto
lo que da la vida como la muerte y el vino la alegría. En un principio, Pauli, uno de los personajes del libro, le
dice a su novio que el vino no es necesario para pasarlo bien. Pero su novio piensa que es un método para salir
de la monotonía, de la rutina de la semana. Llegan a afirmar que "Mejor el vino que ninguna otra cosa". Esto
mismo observamos en otros personajes como en Luci, que ven al vino como vía para olvidar, para sanar, es un
remedio contra todos los males (3). Esto lo podemos relacionar con un proverbio que dice "Dale el vino al
afligido; que beba y olvide su miseria, que no se acuerde de sus penas". Lucila dirá en una de sus
intervenciones (4) :"La media trompa, simpatía de prestado. Cuando se pase se acabó. En cuanto que baje el
vino, vuelta a lo de siempre, no nos hagamos ilusiones". El vino es la alegría, el intento de salir del
aburrimiento, de la abulia . La vida que llevan les produce aflicción, ahogo, y la salida al campo supone un
escape. La injerencia de vino es un modo de olvidar su miseria.
Por todo lo dicho anteriormente, el vino es visto por los personajes como lo primero (5), la mayor riqueza
(6),la base de la existencia y algo que no hace daño a nadie (7), además de algo indispensable para poder
comer (8).
También observamos la simbiosis entre vino y verdad, como algo que ayuda a elevar el espíritu creativo, "la
imaginación procura uno no dejarse ir a la cabeza por donde el vino anda queriendo llevársela[]pero se está
más bien. [] a todo el mundo la da por discurrir fantasías" (9)
También podemos relacionar el vino con el tópico Carpe Diem. Como dice la canción del bebedor "
¡Compañeros, una copa y que la música suene!.Nada hay mejor en el mundo que buen vino y canto alegre;
escasa será mi herencia, pero este vino años tiene.¡ Gocemos con los amigos, que ya llegará la muerte!.". Este
aspecto aparece a lo largo de todo el libro, ya que los jóvenes quieren aprovechar el momento. Ese domingo
secularizado del que Daniel dice que domingos, sólo hay uno en la semana, y hay que aprovecharlo (10).
De los diferentes efectos que produce en las personas, también tenemos varios ejemplos. Por un lado tenemos
a
Daniel, al que le produce somnolencia, y lo utiliza para lograr ese reposo, ese descanso de toda la semana;
igual que el domingo, simboliza el descanso. En otros casos hallamos la equidad entre vino/verdad y la de
vino/libertad. En el primer caso nos remitimos al diálogo que mantienen Lucita y Daniel (11). Del segundo
caso hallamos muestras en los bailes que se realizan a lo largo del libro. El primero es el de Fernando (12), y
otro muy peculiar es el de Mariyayo. El vino hace que se sienta liberada de cualquier tipo de represión o
cohibición. El condicionamiento de su educación desaparece y da paso a una total libertad, con la que todos
disfrutan (13). Dionisios y Baco están presentes en esta celebración.
Por último, me gustaría señalar la coincidencia que se produce al llevar el cuerpo de la muerta a la bodega de
una taberna. Ambos sitios vienen a simbolizar la libertad:"Ideas de libertad nacen de la bebida./ Nuestro ideal
de vida contiene una taberna/Donde un hombre puede sentarse y hablar o sólo pensar"(14). La muerta está
amortajada y es conducida a la bodega. Si recordamos, el vino era empleado por los egipcios para lavar a sus
muertos, ya que, así pensaban que estos iban a resucitar. Otra vez.,vino y agua vuelven a unirse. La vida y la
muerte están unidos y los separa un trecho muy pequeño. El agua y el vino dan vida a Lucita en el sentido de
que eliminan la monotonía, lo tedioso de su existencia. Le dan
fuerzas para bañarse cuando de otro modo no lo hubiese hecho. El vino, al igual que a sus compañeros le da lo
mejor, pero la muerte va en su busca. El agua, purificadora, se la lleva. Y allí, en la bodega, vida y muerte
vuelven a enraizarse. La muerte física no se impone sobre la espiritual, que perdura gracias al vino. Este hace
que su espíritu resucite a la mejor de las vidas posibles.
histoin sus fiestas si pensamos que la eterna contradicción existe, acaso se No sé si a estas alturas, alguien se p
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podría mi
persona sobria sin que exista otra ebria.
No me voy a detener ahora en relatar más cosas sobre el vino, porque si alguien quiere descubrir sus inefables
efectos, que lo pruebe, o si lo ha hecho, estoy segura de que no lo dejará. No debemos romper con la tradición.
No tenemos derecho a negar la libertad, a ir en contra de la búsqueda de la verdad o por lo menos de la verdad
social, así que bebamos. Aprovechemos el momento. El mañana está ya aquí, el pasado se fue. Brindemos
como expresión del deseo de una felicidad que se desean los que beben juntos. "Entra por la boca el vino/ y
por el ojo el amor:/ sólo esta verdad sabremos/al envejecer, morir./Acerco el vaso a mi boca/ y te contemplo y
suspiro"(14).
Patricia Lamas Sánchez.
Nº 33, primero de Periodismo.
CITAS:
1− Rafael Sánchez Ferlosio,El Jarama,Destino Libro, 1995. Página 16
2−Idem pág 45
3− Idem pág 180
4− Idem pág 229
5− Idem pág 134
6− Idem pág 134
7− Idem pág 94
8− Idem pág 178
9− Idem pág
10 Idem pág 33
11 Idem pág 225−227
12 Idem pág 213
13 Idem pág 248
14W.B. Yeats, Canción del vino
BIBLIOGRAFÍA:
Charles Pierre Baudelaire, Los paraísos Artificiales acerca del vino y el hachís, Fontamara,1979
Banco Bilbao Vizcaya, El vino, El Campo nº 130, 1994
5
El Vino,La Máscara, Colección placeres,1998
..........................
Nº 33
1º de Periodismo
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