FORMULA DENUNCIA

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FORMULA DENUNCIA - OFRECE PRUEBAS.-
Excma. Cámara:
GREGORIO JORGE DALBON, DNI Nº 18.057.614, con domicilio
real en la calle Avenida Córdoba 1335, 6º piso "B", de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, constituyendo domicilio legal en la misma dirección, ante V.E., como
mejor procede en derecho, me presento y, respetuosamente, expongo:
I.-
OBJETO
Que, surgiendo de los términos de la resolución dictada con fecha 16
de julio del corriente año por la Sala I de la Excma. Cámara de Apelaciones en
lo Criminal y Correccional Federal en el incidente CFP 11352/2014/3/CA3,
caratulado “DE LOS ANGELES MERCADO, ROMINA y OTRO s/NULIDAD”, que
el Dr. CLAUDIO BONADIO, titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional
Nº 11 de la Capital Federal, ha incurrido en conductas típicas tales como la
denegación y el retardo de justicia, prevaricato, la malversación de
caudales públicos y la violación de los deberes a su cargo, al menos, vengo a
requerir la apertura del sumario pertinente a fin de que sea dispuesto su
procesamiento y posterior enjuiciamiento y condena en base a las consideraciones
de hecho y de derecho que, seguidamente, enuncio.
II.- LAS CONDUCTAS TIPICAS EVIDENCIADAS
A los fines indicados, debo señalar que la resolución indicada en el
punto anterior advierte, en uno de sus aspectos, una clara y notoria actitud del
magistrado denunciado de obstaculizar, en forma indebida, la actividad de las
defensas que intervienen en el proceso al no permitirles ejercer el control de los
medios de prueba ordenados durante su sustanciación, violando los deberes
atinentes a su cargo y dictando resoluciones contrarias a la Ley invocada por las
partes.
En tal sentido, debe repararse que la resolución aludida da acabada
cuenta de que el magistrado denunciado ha omitido instar, en la forma prevista por
el artículo 258 del Código Procesal Penal de la Nación, la designación de los peritos
contadores convocados a emitir dictamen en el curso de la investigación en legal
forma, haciendo lo propio a través de un procedimiento irregular arteramente
implementado para soslayar la necesaria intervención que debía propiciarse
respecto de las defensas presentadas en la causa.
Debe recordarse que el artículo 258 del Código Procesal Penal de la
Nación establece que "El juez designará de oficio a un perito, salvo que considere
indispensable que sean más. Lo hará entre los que tengan el carácter de peritos
oficiales; si no los hubiere, entre los funcionarios públicos que, en razón de su título
profesional o de su competencia, se encuentren habilitados para emitir dictamen
acerca del hecho o circunstancia que se quiere establecer.
Notificará esta
resolución al ministerio fiscal, a la parte querellante y a los defensores antes que se
inicien las operaciones periciales, bajo pena de nulidad, a menos que haya suma
urgencia o que la indagación sea extremadamente simple.".
(Lo subrayado me
pertenece).
Tal como se advierte, la claridad meridiana con la que se encuentra
redactada la norma transcripta impone a todo magistrado a cargo de una
investigación criminal la necesidad de notificar a las partes la designación de los
peritos convocados para la realización de una prueba pericial, de forma tal de
permitirles su intervención en la misma.
Siendo tan clara la manda judicial referida, no existe excusa pasible de
ser articulada por parte del magistrado denunciado en lo referente a su omisión de
dar la debida intervención a las defensas en las prácticas periciales ordenadas,
vulnerándose, de tal manera sus garantías constitucionales a la defensa en juicio y
al debido proceso adjetivo, resolviendo en forma contraria a lo que la Ley dispone
en la materia.
Indudablemente, así surge
de
lo
entendido
por el magistrado
preopinante en la resolución que motiva la presente denuncia, el Dr. Eduardo
Rodolfo Freiler, quien señaló "Se ha generado así una situación de incertidumbre
que -no puede ser admitida en el marco de un proceso respetuoso de las garantías
constitucionales de los justiciables-, en atención a que se ha
omitido
indicar,
fundamentalmente, cuál era la materia con respecto a la cual los peritos
habrían
de
expedirse.
Tampoco
se desprende
de
allí
de
qué
modo
se
efectivizaría la “colaboración” solicitada, ni qué naturaleza tendría la respuesta
que aquéllos brindaran. Asimismo, se ha privado a los incidentistas de llevar
adelante
el
control
de
esa
medida
-con
el
consecuente menoscabo
a su
derecho de defensa-, pues los defensores no han podido proponer expertos de
su confianza ni sugerir puntos periciales, ni siquiera conocer la finalidad de la
medida y el modo en que aquélla se implementaría." .
En el mismo sentido, el Dr. Freiler remarcó "La lectura de los autos
principales no despeja tal interrogante, si bien surge que el día 25 de febrero del
año en curso los peritos en cuestión se presentaron en el tribunal con el objeto de
compulsar las actuaciones, no se desprende que aquéllos hayan elaborado
informe alguno. De modo que se desconoce de qué modo se ha plasmado la
“colaboración” solicitada oportunamente. Ello implica que los defensores tampoco
han podido conocer cuál ha sido la respuesta brindada por los expertos, frente al
requerimiento del a quo. Resulta relevante señalar, además, que el peritaje que el
Dr. Bonadío ha ordenado con posterioridad -con fecha 30 de junio del corriente
año, ver fs 939/42 del legajo principal- se lo ha encomendado a los mismos
especialistas cuya “colaboración” solicitó, extremo que, indudablemente, afecta su
imparcialidad y objetividad.
De ese modo, la preocupación que uno de los
incidentistas ha formulado se ha visto concretada: los mismos peritos que habrían
“ayudado” al juez a formular las “buenas preguntas” del informe pericial serán
quienes deberán aportar las “buenas respuestas”.
Todo ello ha producido,
indudablemente, la afectación al derecho de defensa invocada por los recurrentes,
habiéndose generado un perjuicio de tal magnitud que amerita el dictado de la
sanción procesal que aquéllos pretenden." (Lo subrayado me pertenece)
Entiendo, que la detallada descripción contenida en la resolución que
motiva la presente denuncia, en la que se hace particular referencia a la falta de
imparcialidad y objetividad del magistrado denunciado, da acabada cuenta de las
reprochables conductas en las que este ha incurrido por lo que, necesariamente,
debe darse curso a la investigación penal pertinente a los fines de determinar la
materialidad de dichas conductas y la responsabilidad que corresponde asignarle a
su autor.
Lo aquí sostenido encuentra, además, sólido fundamento en
lo
refrendado por la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Federal, cuando, en el fallo de referencia, se remarca la irregular actuación del Juez
denunciado a lo largo del proceso expresando que "...la falencia a la que me referí
ut supra se enmarca en un contexto en el que la peculiar actitud que el juez de
grado adoptó con relación a quienes son investigados en este proceso ha sido
objeto, en reiteradas ocasiones, de serios cuestionamientos por parte de sus
defensores, y ha motivado la intervención de esta Sala, en más de una
oportunidad.", (lo subrayado me pertenece), advirtiendo que “reiteradamente se ha
alertado al juez de grado para que evite caer en el tipo de prácticas criticadas, dado
que el mantenimiento de una posición como la que insiste en sostener…provoca
esencialmente un dispendio jurisdiccional incongruente con un buen servicio de
justicia e incompatible con la tarea de un miembro del Poder Judicial de la
Nación, quien tiene el deber de velar por el cumplimiento de las garantías
constitucionales de los individuos y respetar el derecho de defensa de los acusados
-artículo 18 de la Constitución Nacional…”, según lo resuelto en las actuaciones CFP
11352/2014/1/CA1,
rta.
23/12/14
(lo
subrayado
me
pertenece),
concluyéndose que “el temperamento adoptado… en relación con el Dr. Beraldi, al
impedirle sistemáticamente el acceso al sumario y la posibilidad de controlar las
diligencias probatorias llevadas a cabo, ha obstaculizado su labor profesional,
menoscabando así el efectivo ejercicio del derecho de defensa en juicio de su
asistida”. (Lo subrayado me pertenece)
La gravedad de las conductas evidenciadas en la labor del Juez que
aquí denuncio no debe ser soslayada a la luz de la palmaria acreditación de dicho
extremo por parte de los magistrados de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional Federal, debiéndose, por lo tanto, dar curso a la
investigación que aquí insto a fin de que sea sustanciado el procedimiento que
conduzca a que sean impuestas las sanciones que corresponden.
A tal fin, debe repararse en la particular mención del fallo de la
Cámara Federal al referir que "Llama la atención, en lo concerniente a ello, que
mientras el
Dr. Bonadío dilata la decisión vinculada con su competencia para
continuar entendiendo en este sumario, ha ordenado la producción de una
importante cantidad de medidas de prueba, que implican una injerencia en los
derechos de las personas -nos referimos a las órdenes de presentación dirigidas a
varias empresas privadas y a organismos oficiales-, que -otra vez- han tenido una
inusitada repercusión en los medios masivos de comunicación. No puede dejar de
mencionarse, además, que el juzgador no ha elegido a ninguna de las fuerzas de
seguridad de carácter federal para llevarlas a cabo -Policía Federal, Gendarmería,
Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria-, sino a la Policía Metropolitana, pese
a que tales diligencias fueron practicadas fuera del ámbito de la ciudad de Buenos
Aires, a la cual se circunscribe su jurisdicción territorial (ver ley 2894 de Seguridad
Pública de la Ciudad de Buenos Aires)", y que "Las diferentes irregularidades
suscitadas a lo largo del trámite de esta encuesta, y el inadecuado tratamiento que
el a quo ha dispensado a ambas defensas, conforman ahora un cuadro de situación
aún más grave. En ese escenario, la declaración de la nulidad que aquí propongo
debe ser acompañada del apartamiento del Dr. Claudio Bonadío, conforme lo
normado por el artículo 173 del Código Procesal Penal de la Nación, pues advierto
que la imparcialidad que se exige a los magistrados frente al caso concreto se ha
visto seriamente comprometida.".
Lo dicho evidencia, de manera incuestionable, que el magistrado
denunciado ha desplegado conductas típicas, como la del retardo y la denegación
de justicia y la malversación de caudales públicos, buscando con dicho reprochable
accionar la creación de un escenario de investigación orientado a afectar los
legítimos derechos de aquellos que resultan imputados en la causa, afectando la
actividad jurisdiccional desplegada.
En forma concordante con lo expuesto por el magistrado preopinante,
debo destacar que quien lo secundó en el fallo que motiva la presente denuncia, el
Dr. Jorge Luis Ballestero, también expresó, al emitir su voto "Coincido con mi
colega preopinante en cuanto a que el auto en crisis debe ser revocado, pues la
medida dispuesta por el Dr. Bonadío, tal como las partes lo alegaron, ha
causado una violación a su derecho constitucional de defensa en juicio."
Así también, el Dr. Ballestero expresó "Las explicaciones que el juez
de grado brindó al momento de contestar el planteo invalidante que motivó la
formación de este incidente, denotan una situación aún más preocupante. Allí el
juez indicó que la intervención de los peritos en cuestión tenía como objetivo
“colaborar con el suscripto en cuanto al diseño técnico de los puntos de pericia si
eventualmente se necesitara una” para después ahondar en el exámen indicando
"La situación empeora cuando advertimos, mediante la compulsa de los autos
principales, que se ha encomendado la realización de la pericia contable a esos
mismos expertos. El modo escogido por el a quo implica que tanto las “preguntas”
como las “respuestas”
serán
brindadas
confusión no puede ser admitida".
por
las
mismas
personas.
Dicha
El
Dr.
Ballestero
resalta
"No
es
exclusivamente
la
presente
declaración de nulidad lo que me lleva a expedir mi voto en ese sentido, sino su
evaluación en forma conjunta con el resto de las circunstancias que se han
suscitado a lo largo de la encuesta, y que también se han traducido en un
menoscabo al derecho de defensa en juicio de los encausados.
Me
refiero,
fundamentalmente, a la reticencia del juzgador de habilitar a las partes el acceso
al sumario y a autorizar la extracción
para
el
de
copias
-ambos
resultan
necesarios
adecuado ejercicio de la labor profesional de los defensores-, a la
imposibilidad de los defensores de controlar algunas de las diligencias de prueba
ordenadas y a la demora en
contestar requerimientos de otros tribunales y
planteos de las partes -extremo
que
ha
motivado
la formación de sendos
incidentes de queja por retardo de justicia-, y hasta el informe requerido por esta
Sala, en los términos del artículo 477 del Código de rito".
Concluye el voto adherente expresando que "Es por ello que considero
que, de mantenerse el Dr. Bonadío a cargo de la presente investigación, no se
encontraría garantizada la imparcialidad del juzgador a la que tienen derecho todas
aquellas personas sometidas a un proceso penal, lo que justifica su apartamiento
en los términos de lo establecido por el artículo 173 del C.P.P.N." (Lo subrayado me
pertenece), para rememorar luego que el magistrado aquí denunciado ya había sido
apartado de otra causa por la misma Cámara al haber faltado flagrantemente a las
normas que rigen el debido proceso.
Resulta útil invocar, a los fines aquí perseguidos, que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación efectuó un profundo análisis de la importancia
que revisten las garantías que el accionar del magistrado denunciado ha,
virtualmente, burlado, al momento de dictaminar en el fallo "Llerena, Horacio
Luis s/ abuso de armas y lesiones - arts. 104 y 89 del Código Penal". Causa
N° 3221. L. 486. XXXVI. RECURSO DE HECHO, oportunidad en la cual se expresó
"...9°) Que la garantía de imparcialidad del juez es uno de los pilares en que se
apoya nuestro sistema de enjuiciamiento, ya que es una manifestación directa del
principio acusatorio y de las garantías de defensa en juicio y debido proceso, en su
vinculación con las pautas de organización judicial del Estado.
10) Que en este
contexto, la imparcialidad del juzgador puede ser definida como la ausencia de
prejuicios o intereses de éste frente al caso que debe decidir, tanto en relación a las
partes como a la materia. Así por ejemplo lo expresa Ferrajoli: "es indispensable
para que se garantice la ajenidad del juez a los dos intereses contrapuestos...Esta
imparcialidad del juez respecto de los fines perseguidos por las partes debe ser
tanto personal como institucional." (Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón, trad. Ibáñez,
Perfecto Andrés, Trotta, Madrid, 1995, pág. 581)".
En la forma expuesta, entonces, considero que los fundamentos del
fallo que motiva la presente denuncia dan mérito suficiente para que sea requerida
la pertinente instrucción por parte del Representante del Ministerio Público Fiscal,
por lo que solicito se le de curso a fin de que, en su momento, se disponga
condenar al magistrado que, en forma tan notoria, ha faltado a los deberes
atinentes a su cargo conforme lo detallado en el presente libelo.
IV.- PRUEBA
A los fines de que se tengan por comprobados los extremos aludidos
en la presente denuncia, solicito que se haga lugar a la siguiente prueba
informativa:
1.- Se requiera de la Sala I de la Excma. Cámara en lo Criminal y
Correccional Federal, de la Capital Federal, copia certificada de la resolucion
dictada
con
fecha
16
de
julio
del
corriente
año
en
la
causa
CFP
11352/2014/3/CA3, caratulada “DE LOS ANGELES MERCADO, ROMINA y
OTRO s/NULIDAD”, así como también copia certificada de lo resuelto en el
incidente CFP 11352/2014/1/CA1, rta. 23/12/14.
2.- Se requiera de la Sala I de la Excma. Cámara en lo Criminal y
Correccional Federal, de la Capital Federal, copia certificada de la resolución
dictada en el incidente n° 43.089, caratulado “Mitre, Bartolomé y Saguier,
Julio s/recusación” (rta. 30/7/09, reg. n° 702).
3.- Se oficie a la Secretaría General de la Excma. Cámara en lo
Criminal y Correccional Federal, de esta ciudad, a fin de requerir que dicha
repartición informe el Juzgado donde quedó radicada la causa CFP 11352/2014,
para, con posterioridad, solicitar la remisión de copias certificadas de dichos
actuados a dicho juzgado.
V.- CALIFICACION LEGAL
Considero que, de acuerdo a lo que surge de los fundamentos de la
resolución dictada con fecha 16 de julio del corriente año en la causa CFP
11352/2014/3/CA3, caratulada “DE LOS ANGELES MERCADO, ROMINA y
OTRO s/NULIDAD”, por parte de la Sala I de la Excma. Cámara en lo Criminal
y Correccional Federal, de la Capital Federal, la conducta en la que ha incurrido
el DR. CLAUDIO BONADIO encuadra en los delitos de denegación y retardo de
justicia, reprimidos por el artículo 273 del Código Penal de la Nación,
prevaricato en los términos del artículo 269 del mismo cuerpo legal y los de
abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público, previstos
en los artículos 248 y 249 del Código Penal de la Nación.
VI.- PETITORIO
En mérito a lo expuesto, a V.E. solicito:
1.- Tener por formulada la presente denuncia.
2.- Se le dé a la misma el trámite de Ley.
3.- Se tenga por ofrecida la prueba requerida en el punto IV.
4.- Oportunamente, se disponga condenar al imputado a la sanción
que corresponda imponer por los delitos que ha cometido.
Proveer de Conformidad.SERA JUSTICIA.-
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