PUBLICIDAD ENGAÑOSA H2O! de Seven Up multada por 40.000 pesos En septiembre 2007 la empresa PEPSI CO de Argentina SRL fue multada en $40.000 por emitir publicidad engañosa que inducía a confusión respecto de la bebida “H2O! – Seven Up”. Se trata de las etiquetas y campañas publicitarias del nuevo producto H2O! de 7Up, que con una dosis de diagramación y diseño publicitario, mezclado con letra diminuta, la justicia entendió que inducía a confusión respecto de la naturaleza del producto. Es decir, la errónea idea que puede hacerse el consumidor pensando que se trata de un agua saborizada. El producto es en realidad la tradicional Seven Up pero con menos gas, exactamente un 50% menos. Fue inscripto en su momento como una bebida sin alcohol dietética con 5% de jugo de limón, fortificada con vitaminas B3, B5 y B6, sabor lima limón. A pesar de que la marca completa del producto había sido registrada como “H2O! – Seven Up”, tanto en los rótulos como en las publicidades ambas expresiones eran consignadas en forma separada, destacando únicamente el nombre “H2O!” Dicha expresión tiene aptitud para producir la asociación inmediata a la fórmula química del agua (H2O) que, en definitiva, representa al elemento agua, consideró la Sala “B” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico. Esta representación es bien usual en el hombre común (y no queda limitada sólo a algún sector de profesionales en química) y en consecuencia, por aquella expresión es posible pensar que el producto es un agua con sabor a lima limón. El color de la botella La Subsecretaría de Defensa del Consumidor había impuesto una multa por $60.000, ante lo cual PEPSICO había apelado. La empresa presentó entre sus argumentos que las bebidas sin alcohol sabor lima limón se distinguen por poseer envase de color verde traslúcido, como el utilizado por el producto cuestionado, claramente diferente de las botellas transparentes o celestes utilizadas para envasar aguas. Pero el fallo de cámara bien estableció que: “el color del envase del producto no constituye una condición establecida por la normativa vigente para determinar la naturaleza del producto”. El fallo desestimó cada uno de los agravios vertidos por la empresa infractora, que justificó su infracción afirmando que tanto la etiqueta del producto como las campañas publicitarias cumplían con las normas de rotulación de alimentos. Pero nada había aportado para comprobar que no se encontraba en violación respecto de las normas de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial. La sentencia de cámara confirmó la resolución adoptada por el organismo público de Defensa del Consumidor, reduciendo la multa a $40.000 considerando que la empresa registraba sólo un antecedente por infracciones a la ley 22.802. Por las publicidades se induce al eventual consumidor a creer que el producto publicitado sería agua mediante las inexactitudes de aquellas publicidades se puede inducir a error, engaño o confusión respecto de la naturaleza de producto, en abierta infracción a las normas de Lealtad Comercial. El diseño publicitario con jurisprudencia El fallo de cámara se suma en hora buena a la jurisprudencia referida al cumplimiento de la normativa aplicables a casos de publicidad engañosa. Las empresas aún mantienen la creencia de que las campañas publicitarias tienen sus propias “reglas del arte”, en abierta violación a las normas de Defensa de los Derechos de los Consumidores, de la Competencia y de Lealtad Comercial. El Dr. Marcos Arnoldo Grabivker expresó en la sentencia que: Si bien por el rótulo cuestionado se expresó: “Bebida sin alcohol dietética con 5% de jugo de limón...”, lo cierto es que aquella leyenda posee caracteres poco destacados y, además, los colores de la denominación y del fondo del rótulo no forman un contraste que permita una lectura clara de la leyenda transcripta. Asimismo, la denominación del producto tampoco se consignó en forma destacada por las publicidades cuestionadas. En consecuencia, sin perjuicio que las piezas cuestionadas posean la denominación correcta del producto que identifica (bebida sin alcohol), el diseño de aquéllas induce a pensar que, según lo previsto por el C.A.A., se trataría de un producto de naturaleza distinta. Lealtad Comercial El fin que se persigue mediante la ley 22.802, de Lealtad Comercial, y disposiciones reglamentarias, es evitar que los consumidores, mediante indicaciones poco claras y engañosas, o inexactitudes, sean inducidos a error o falsedad en la adquisición de productos, mercaderías, o en la contratación de servicios protegiéndose, de este modo, el derecho de aquéllos a una información adecuada, completa y veraz, en relación al consumo (art. 42 de la Constitución Nacional). Además, con la mencionada ley se pretende preservar la lealtad en las relaciones comerciales, que abarca los derechos de los consumidores y de los competidores. Por el art. 5° de la ley 22.802, se dispone: “Queda prohibido consignar en la presentación, folletos, envases, etiquetas o envoltorios, palabras, frases, descripciones, marcas o cualquier otro signo que pueda inducir a error, engaño o confusión respecto de la naturaleza, origen, calidad, pureza, mezcla o cantidad de los frutos o productos, de sus propiedades, características, usos, condiciones de comercialización o técnicas de producción”. El art. 9° de la ley mencionada, se establece: “Queda prohibida la realización de cualquier clase de presentación, de publicidad o propaganda que mediante inexactitudes u ocultamientos pueda inducir a error, engaño o confusión respecto de las características o propiedades, naturaleza, origen, calidad, pureza, mezcla, cantidad, uso, precio, condiciones de comercialización o técnicas de producción de bienes muebles, inmuebles o servicios”. La sentencia destaca que “cabe reiterar una vez más que el bien jurídico protegido por la ley 22.802 es la lealtad en las relaciones comerciales, que abarca los derechos de los consumidores y los de los competidores, por el cual se tutela la libertad, la clara y debida información y la transparencia en las actividades comerciales”. “El Estado, con el objeto de proteger la salud pública y en ejercicio del poder de policía, lleva a cabo las actividades de control de los alimentos. Estas actividades se encuentran reguladas por el Código Alimentario Argentino. Mediante este cuerpo normativo, entre otras cosas, se establecen las características y las propiedades que deben reunir los productos como los cuestionados por estas actuaciones. En consecuencia, la Dirección Nacional de Comercio Interior sólo aplicó los artículos citados para determinar la denominación adecuada del producto cuestionado a fin de establecer si, como consecuencia de aquella denominación, el rótulo y las publicidades poseían aptitud para inducir a error, engaño o confusión a los consumidores potenciales”. Código Alimentario Argentino El C.A.A. establece las características y las propiedades que deben reunir los productos denominados agua en sus diversas variedades: potable, gasificada, mineral y aromatizada o saborizada (arts. 982 a 995 del C.A.A.), los cuales se diferencian de aquéllos denominados bebidas sin alcohol o analcohólicas (art. 996 del C.A.A.). Por el artículo 996 del Código Alimentario Argentino (C.A.A.), se establece: “Se entiende por Bebidas sin Alcohol o bebidas Analcohólicas, las bebidas gasificas o no, listas para consumir, preparadas a base de uno o más de los siguientes componentes; jugo, jugo y pulpa, jugos concentrados de frutas u hortalizas...”.