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actualidad
daNIel PaNarIo
el observador
Miércoles 27 de marzo de 2013
k Ingeniero
agrónomo
“Hoy el filtrado de OSE es insuficiente
para microcistinas y plaguicidas”
Experto de la Facultad de ciencias recomienda instalar filtros en hogares para evitar absorción de contaminantes
Microcistina
MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA
twitter.com/orfilamaria
la microcistina es una
cianobacteria de efecto
hepatotóxico y neurotóxico,
aunque también da lugar a
alteraciones gastrointestinales,
reacciones alérgicas o irritación
y sintomatología similar a la de la
neumonía. Este riesgo se puede
producir tras el contacto con la
piel durante el baño o tras una
exposición prolongada a niveles
crónicos de estas toxinas en el agua
bebida.
L
a capacidad de filtrado
de OSE en el proceso de
potabilización del agua
es “insuficiente” para
eliminar las sustancias
disueltas con potencial tóxico. Así
lo afirmó a El Observador el ingeniero agrónomo Daniel Panario,
director del Instituto de Ecología
y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, respecto a las
microcistinas y restos de plaguicidas que pueden llegar hasta la
canilla y, vaso a vaso, acumularse
en el organismo humano. Por
tal motivo, recomienda instalar
filtros en la cocina.
Fósforo y nitrógeno
Son los nutrientes necesarios
para el crecimiento de plantas y
organismos del fitoplancton, por lo
que su presencia en concentraciones
elevadas conduce a la eutrofización
de los cursos de agua. Esto altera las
características de estos ecosistemas.
las plantas en descomposición
consumen todo el oxígeno del agua,
acabando con la vida subacuática.
Siempre se había dicho que la
calidad del agua era muy buena.
Sin embargo, se ha hecho público
que no es confiable. ¿Cuáles son las
amenazas actuales?
He dicho que no siempre es necesariamente confiable desde hace
15 años. Ahora tuvo mal olor y mal
gusto; si no ni nos enterábamos.
Lo que ocurre es que OSE no tiene
filtros adecuados para potabilizar
agua que contenga microcistina.
Esta vez tuvimos suerte; no era un
genotipo que produjera toxinas.
El decano de Agronomía (Fernando García) dijo que la soja en la
cuenca del Santa Lucía es insignificante. Eso no es cierto hoy. Parte
del problema son los fertilizantes.
Se ha extendido la agricultura
intensiva a la cuenca del Santa Lucía. Los tambos también son parte
del problema. Son el nitrógeno y
el fósforo, fundamentalmente, los
que producen las floraciones de
algas.
¿Cómo se mitiga el problema?
Teniendo los filtros adecuados.
Hoy el filtrado es insuficiente para
las sustancias que están disueltas
en el agua. Lo que se detiene son
las partículas y microorganismos.
La ventaja de un filtro de carbón
activado es que absorbe (fija sobre
su superficie) microcistinas y
plaguicidas. Ahora OSE dijo que
va a hacer todo lo que tendría que
haber hecho siempre. Pero hay
que hacer más. Es carísimo filtrar
el agua para 1,5 millones de personas. OSE no dispone de una sola
fuente, por lo que se podría sacar
agua de otro lugar por un tiempo.
Es importante tener un sistema de
alerta que pueda prever las condiciones. Por ejemplo, saber con anticipación si en algún afluente se
está gestando un problema según
los parámetros de temperatura del
agua, concentración de nutrientes, velocidad de la corriente y
Cuestión de honestidad intelectual
lll El ingeniero agrónomo
Daniel Panario, director
del Instituto de Ecología
y Ciencias Ambientales y
coordinador de la Maestría
en Ciencias Ambientales de
la Facultad de Ciencias, se
ha enfrentado más de una
vez con organismos e instituciones públicas por sus
declaraciones. “El científico
con cierta actitud reactiva
al sistema por supuesto que
trae inconvenientes”, dijo a
El Observador. Y agregó: “El
decano (Juan Cristina) me
dice que le hago mucho daño
a la facultad haciendo las
declaraciones que hago. Son
visiones diferentes de la Universidad. Creo que le hago
mucho bien del punto de
vista de lo que la gente pien-
concentración de clorofila. A lo
mejor, lo que hay que hacer con la
cuenca del Santa Lucía es decretar
una zona de exclusión de cierta
forma de agricultura, controlar el
agua que sale de los tambos y que
OSE haga tratamiento de efluentes en las localidades urbanas con
saneamiento.
Usted dijo que esta vez tuvimos
sa; probablemente le hago
mal en función de los fondos
que la Universidad puede
recabar para proyectos”.
Panario renunció a su cargo
en medio de la polémica por
la contaminación de plomo
en La Teja a comienzos del
2000. En esa oportunidad, el
experto criticó que la Facultad de Química no hubiera
advertido el problema años
antes cuando publicó trabajos científicos al respecto.
“Eso lo que existe (en la comunidad científica): papers
que nadie lee. Es bastante
frustrante. Y, por supuesto,
después te la cobran cuando
vas a presentar un proyecto,
o para ascender en el Sistema
Nacional de Investigadores”,
afirmó.
suerte. ¿Cuáles pueden ser las
consecuencias severas?
A este directorio le cayó una
cosa sin comerla ni beberla. Es el
primero que realmente sale a responder como corresponde. Todos
los demás salían a negar todo.
Este es el primero que acepta que
hay cosas que hacer. Me acuerdo
que (Fernando) Nopitch (exvicepresidente de OSE) y el presidente
anterior (Juan Justo) Amaro me
insultaron por radio. Decían
que OSE sabía como resolver el
tema de la microcistina. Pero lo
que hacían era mezclar el agua
contaminada con otra agua para
bajarle la concentración, o metían
el chupón a más profundidad,
intentando evitar las algas.
¿Con eso alteraban resultados?
Con eso paliaban un poco la
situación. Por ejemplo, en el caso
actual de las ovejas en Rincón del
Bonete. Las ovejas se murieron
casi seguramente por tomar agua
con microcistina y eso que se trata
de animales que toman muy poca
agua. Ahí se ve el impacto. Se
debería, además, hacer bioensayos con peces u otros organismos
aun más sensibles. Cuando los
peces empiezan a tener malformaciones, es muy probable que
nosotros también estemos siendo
afectados.
Hace un tiempo usted informó
sobre una posible vinculación entre
el índice elevado de cáncer de la
población de Rincón del Bonete y el
agua. ¿Se investigó esa asociación?
No se confirmó la sospecha.
De todas maneras, diría que la
prevalencia de cáncer en Uruguay
es extremadamente alta y que
es más alta en el sur del país. La
vinculación con el agua es difícil
de demostrar. Requiere estudios
muy largos y que todos los casos
sean registrados y hay que saber
cuál es la fuente de agua. Hay que
desligarlo de otras causas. Por
ejemplo, los transgénicos en el
maíz eran fantásticos hasta que
un investigador francés demostró
que producían cáncer en ratas. Por
supuesto le dijeron que utilizó una
variedad de ratas muy sensible,
pero estos son animales que se
usan habitualmente para probar
los medicamentos que son suministrados al hombre.
El presidente de OSE y el subsecretario del MSP dijeron que no
es necesario instalar filtros en los
hogares. ¿Usted lo recomienda?
Por supuesto. Vea de qué color
queda un filtro de papel. Queda
negro. Es parte del carbón que
se ha usado que corre por las
cañerías. Es conveniente filtrarlo.
Aunque sean concentraciones
mínimas. Por otro lado, las microcistinas no se resuelven con hervir
el agua. No se desintegran. Ni los
plaguicidas. Ni el plomo. Siempre
digo: los plaguicidas siempre
cotizan a la baja. Los niveles aceptables bajan; el estándar de plomo
es más bajo hoy que hace poco
tiempo. El organismo humano
no puede defenderse de cosas
que aparecieron hace 100 años.
Nuestra evolución no nos permitió
evolucionar contra los plaguicidas. Y son concentraciones que se
acumulan.
El presidente de OSE dijo que los
filtros requieren mantenimiento
y que el uruguayo no mantiene.
Pero mantenimiento requiere
el auto, la moto, hasta el reel de
pesca. Decir eso es menospreciar
a la gente.
¿Hay poblaciones más vulnerables
a la bioacumulación de las sustancias disueltas en el agua potable?
Los bebés son los más vulnerables. Cuanto antes empezamos a
acumular, más vamos a tener. Son
organismos más sensibles. Los
ancianos y la gente mal alimentada también. A ellos habría que
regalarles los filtros.
¿Qué uso le da usted al agua que
brinda OSE?
Solo para bañarme. Yo tomo agua
de pozo. Mi madre tiene 96 años
y sigue tomando de ese pozo.
Las concentraciones de algunas
sustancias organocloradas en el
agua de OSE son mínimas pero yo
no quiero nada.
Son indetectables por los instrumentos usados para detectar
plaguicidas, pero existen. Y, por
lo general, no se analizan porque
Uruguay no está en condiciones
de hacerlo. l
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