Colegio Antil Mawida Departamento de Historia Profesora Cecilia Llanos. GUÍA PEDAGÓGICA EDAD MEDIA: Sacro Imperio Romano Germánico e Iglesia Católica. Nombre _____________________________________________Curso 3º Medio A. Fecha Martes 27 de Agosto de 2013. Objetivo: Identificar la Edad Media como matriz cultural de la civilización Occidental. El imperio de Carlo Magno De todos los reinos germánicos establecidos en la zona del Imperio Romano de Occidente el más duradero fue el de los francos en las Galias. En el siglo VIII, d.C. la dinastía merovingia había sido desplazada por Pipino el Breve, cuyo hijo Carlos el Grande condujo el reino franco a su momento de máximo auge, convirtiéndolo en Imperio. Carlo Magno (768-814) se propuso restaurar la unidad perdida del imperio Romano, para lo cual emprendió una serie de campañas militares contra los lombardos de Italia, los sajones en Alemania y los árabes en España. Sus victorias le permitieron fundar un extenso Imperio del que fue coronado emperador en Roma por el Papa León III, el día de navidad del año 800. Resurgía así el Imperio Romano de Occidente, que abarcaba desde el Atlántico al Elba y desde el Báltico a Cataluña e Italia. Pero la vida de este Imperio duró sólo hasta el año 843, cuando, por la firma del Tratado de Verdún, los nietos de Carlo Magno (Lotario, Luis y Carlo) se repartieron sus territorios. Carlomagno gobernó su imperio bajo la forma de un poder absoluto, semejante al imperial romano, aunque era asistido por una corte de funcionarios civiles y religiosos. Sin embargo, dos veces al año se reunían los hombres libres del Imperio, al modo germano, en una asamblea general conocida como Campo de Mayo, en la que se aprobaban las leyes que eran recogidas por escrito en las Capitulares. En esta característica se manifiesta la síntesis de la cultura germánica con la herencia grecolatina. El imperio Carolingio se encontraba dividido en provincias que eran gobernadas por un conde (condados), duque (Ducados) y cuando eran fronterizas, por un marqués (marcas). Los Missi Dominici, o enviados del señor, eran inspectores que vigilaban las acciones de los nobles que gobernaban las provincias. 1. Según el mapa a continuación, ¿ Cuáles son los territorios pertenecientes al Imperio Carolingio? ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________ Otra preocupación de Carlo Magno fue la actividad cultural. En una sociedad que privilegiaba por encima de todo la actividad bélica, el desarrollo de cualquier habilidad intelectual era considerado sin mayor importancia. Sin embargo, el analfabetismo y la falta de conocimientos elementales de aritmética comenzaron a comprometer la buena administración de los dominios conquistados. Entonces, el propio emperador intentó aprender el arte de leer, escribir y contar. Aquisgrán, capital del Imperio, reunió a los sabios e intelectuales de la época, provenientes de todas las regiones. Allí fueron explicadas y desarrolladas las llamadas artes liberales: el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía) que constituían la base del saber medieval. Este “renacimiento carolingio” no traspasó sin embargo el círculo de los eclesiásticos y nobles ligados a la corte. 2. ¿ De qué manera y a través de quienes, Carlomagno logró afianzar su poder Imperial mejorando la administración de su extenso territorio? ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ El Sacro Imperio Romano Germánico El segundo intento de reconstrucción imperial se llevó a cabo en el siglo X y fue iniciativa de Otón I, rey germano que aspiraba a la restauración del imperio de Carlo Magno y a ser jefe secular de la cristiandad. Para lograrlo, Otón sometió a los grandes señores e intervino en el nombramiento de Obispos de la Iglesia alemana. Su segundo objetivo se cumplió cuando el propio Papa le solicitó ayuda para superar el estado de anarquía existente en Italia. Tras dos campañas, Otón impuso su ley, y tanto Italia como los Estados Pontificios quedaron bajo su soberanía. El pontífice, agradecido, lo coronó emperador en el año 926. Nació así el Sacro Imperio Romano Germánico, que no logró ser una continuación del Carolingio, puesto que Francia fue excluida y Germania se alzó como su centro. Otón I y sus sucesores (Otón II, 937 y Otón III, 980) organizaron una Iglesia imperial para contrarrestar el poder de los nobles. Nombraron directamente a los abades y obispos, concediéndoles fuertes poderes gubernativos sobre sus diócesis. A la muerte de Otón III, el Imperio se desmoronó, permaneciendo el título de emperador como un símbolo de prestigio más que de un poder efectivo. El fracaso de la idea de reconstrucción imperial parece demostrar el gran peso que alcanzaban las nuevas fuerzas en la formación de la Europa medieval. La idea de Imperio era incompatible con la autonomía alcanzada por cada pueblo germánico en su asentamiento en Europa, y al interior de cada uno de ellos, el desarrollo y fortalecimiento de una aristocracia local ponía en peligro la posibilidad efectiva de los reyes de ejercer su poder y menos aún de formar un imperio. Se asentaban así los orígenes de la organización feudal. Una economía campesina, basada prácticamente en la producción para el auto consumo, tampoco era congruente con una noción imperial, donde parte de la universalidad descansaba en la posibilidad de intercambios de productos. En este panorama no es de extrañar que la única posibilidad real de dar unidad a la nueva Europa estuviera en manos del cristianismo y de la Iglesia Católica, (cuestión que quedará demostrada más adelante con Las Cruzadas, por ejemplo), que a esta altura ya era parte de la herencia dejada por Roma. 3. Carlomagno y Otón I compartieron un sueño: restaurar el antiguo Imperio Romano. Otón estableció el “SACRO-IMPERIO-ROMANO-GERMÁNICO”. Estos hechos, así como cada uno de estos términos, constituyen claves para comprender el mundo medieval. ¿ Por qué?.Define el significado que cada una de esas palabras tenía en la época medieval. ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ EL IMPERIO ESPIRITUAL DE LA IGLESIA CATÓLICA Después de dos intentos fallidos de instauración imperial, el Papado recogió la aspiración de establecer un orden universal en Europa, esta vez inspirado en el sentido espiritual y trascendente del cristianismo. Para lograr este objetivo, la Iglesia deberá sortear algunas dificultades que le darán el poder definitivo hacia el año mil. El poder temporal y el espiritual La relación de colaboración y de enfrentamiento entre el poder político (poder temporal) y el poder de la Iglesia (poder espiritual), fue favoreciendo a ésta última durante el medioevo. Ya en el siglo VII, Pipino, al ser proclamado rey de los francos por el Papa Esteban II, en agradecimiento le entregó al papado el territorio de Lombardía, dando nacimiento a los Estados Pontificios, hecho que provocó un importante aumento de la riqueza y del poder de la iglesia. A fines del siglo IX, Carlomagno fue coronado como emperador por el Papa otorgando a la Iglesia un poderoso aliado militar y una clara unidad entre el poder espiritual y el temporal, cuestión que abría la posibilidad de construir un orden universal cristiano inspirado en la organización autocrática y jerarquizada del imperio Romano. Hacia el siglo XII, las convicciones de la Iglesia de convertirse en la única depositaria del poder eran aún más profundas. El Papa Bonifacio VII (1294-1303) señalaba: Existen dos gobiernos el espiritual y el temporal y ambos pertenecen a la Iglesia. La Querella de las Investiduras Los acontecimientos tuvieron lugar durante el pontificado del Papa Gregorio VII, que inició un proceso de reforma destinado a depurar las conductas del clero (prohibió, bajo pena de excomunión, el matrimonio de los sacerdotes y la compra de obispados y abadías), e independizar la administración de la Iglesia de la influencia que ejercía en ella el poder político. Hacia el año 1077 el Sumo Pontífice se enfrenta al poder del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (actual territorio alemán) Enrique IV, y hasta entonces un importante aliado en la difusión de la influencia y del poder de la Iglesia. El centro del problema radicó en determinar a quién correspondía investir a los obispos. De acuerdo a la postura imperial, esta era una atribución de los emperadores dentro de sus límites territoriales, tarea que venían realizando tradicionalmente desde la creación del Imperio (926). En su Dictatus Papae, Gregorio VII señaló que sólo él podía investir y deponer a los obispos y que sus declaraciones no podían ser puestas en duda por nadie. Como vicario de Cristo tenía suprema autoridad en materia de fe y doctrina. Para cumplir su deber, la Iglesia no podía estar subordinada al poder temporal. Sostenía, por el contrario, que la Iglesia debía tener primacía sobre el imperio y que el Papa podía destituir emperadores y desligar a los súbditos de su juramento de fidelidad. La negativa de Enrique IV de someterse a las prerrogativas papales, terminó con su excomunión y con la pérdida de apoyo por parte de la nobleza alemana, que estuvo dispuesta a elegir un nuevo emperador, en demostración de fidelidad al Papa. Aunque el emperador se retractó de su actitud en la llamada “Humillación de Canossa”, el conflicto se prolongó por varios años más, con otros protagonistas, aunque siempre a favor de la Iglesia. Desde entonces los Papas intervinieron con frecuencia en los asuntos de los estados cristianos y arbitraron en las disputas entre los reyes. El símbolo de la cruz se imponía como el principal elemento de unidad en la Europa post imperio romano. 4. ¿ Cuáles fueron las consecuencias políticas de la Querella de las Investiduras? ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________