Instituto Inmaculada Concepción Departamento de Historia y Filosofía Prof. Sra. Patricia Álvarez V. Prof. Sr. Jorge Perez M. GUÍA DE ESTUDIO:7º BÁSICOS Objetivos: Capacidad: Razonamiento Lógico/ Orientación Espacio - temporal Destreza: reconocer –relacionar – comparar- inferir / localizar- secuenciar Estrategias: 1) Secuenciar las etapas de la Edad Media y los hechos que le dieron origen y término a partir de la información de la guía y confeccionando una línea de tiempo en el cuaderno, favoreciendo la autonomía. 2) Reconocer: a) conceptos históricos a través e la lectura en voz alta de la guía, destacando y confeccionando un vocabulario en el cuaderno, potenciando la responsabilidad. b) acontecimientos de cada etapa leyendo en voz alta la guía y socializando, para favorecer la actitud de escuchar. 3) Relacionar los acontecimientos históricos a través de esquemas y registrando en el cuaderno, para favorecer la responsabilidad. 4) Localizar: a) Los pueblos germanos y bárbaros que invadieron Europa medieval, observando mapas, favoreciendo el escuchar. b) Los reinos germano-romanos en Europa medieval, observando mapas y favoreciendo el escuchar. c) Los imperios medievales en la Temprana Edad Media, observando mapas y favoreciendo el escuchar. d) La expansión del Islam en Europa, Asia y África, observando mapas y favoreciendo el escuchar. 5) Comparar las etapas históricas de la Edad Media considerando aspectos políticos, religiosos, económicos y culturales, confeccionando cuadros comparativos en el cuaderno, favoreciendo la autonomía. 6) Inferir ideas históricas a partir de la lectura de documentos o testimonios escritos, respondiendo preguntas en el cuaderno, favoreciendo la autonomía. Como la Edad Media dura diez siglos, a través de este tiempo sus características no permanecieron estáticas, y para organizar el estudio de todos sus procesos históricos, la dividiremos en tres períodos: a) Temprana Edad Media: Comienza en el siglo V d.C. con las invasiones germanas al Imperio Romano de Occidente y el establecimiento de los reinos germano-romanos en Europa occidental; termina en el siglo IX con el cierre del comercio del mediterráneo para Roma, monopolizado por los árabes, y con el desmembramiento del Imperio Franco, que significó, junto a las nuevas invasiones de normandos y eslavos, el desarrollo del régimen feudal y el aislamiento de Europa Occidental. b) La Alta Edad Media: Desde el siglo IX hasta el siglo XII impera en Europa occidental el feudalismo desarrollado, que hará crisis y sufrirá el comienzo de su decadencia después de las Cruzadas. c) La Baja Edad Media: Es un período de transición, que se extiende desde el siglo XII en Italia y XIII en otros países del occidente europeo; profundos cambios políticos, económicos, sociales y culturales anuncian una nueva época. La baja Edad Media termina en el siglo XV, con el comienzo del Renacimiento en Italia, umbral de los Tiempos Modernos. LA TEMPRANA EDAD MEDIA (siglos V al IX) Los pueblos germanos (características). Los romanos tuvieron conocimiento de los germanos por el historiador Tácito, autor de La Germania, en que describe sus formas de vida. Se les dio el nombre común de bárbaros, en el sentido de que no poseían la cultura romana. Estaban divididos en numerosas tribus: ostrogodos, visigodos, suevos, vándalos, alamanes, anglos, sajones, burgundios, francos. Vivían en tribus en el norte y noreste de Europa, dedicados a una agricultura rudimentaria, al pastoreo y a la caza. Sin una organización política con un Estado unificado, sólo unidos por vínculos consanguíneos. La única institución política era la asamblea general, formada por hombres libres que constituían la banda de guerra. Se reunían en primavera para tomar acuerdos sobre guerra y paz y elegir al jefe de la banda, al cual sus compañeros se unían con un vínculo personal de fidelidad, jurando prestarle apoyo, mientras el jefe se comprometía a recompensarlos por sus acciones bélicas, donde como botín muchas veces figuraba el reparto de tierras conquistadas a otras tribus. Esta costumbre será más tarde una de las bases de la formación del feudalismo en Europa Occidental. La religión de los germanos era politeísta naturalista; adoraban a un dios principal, Odín, que premiaba a los guerreros caídos en el campo de batalla; además divinizaban a las fuerzas de la naturaleza, como los dioses del trueno y del relámpago; creían en demonios, en espíritus de los bosques y en doncellas guerreras llamadas walkirias. Hacia el siglo IV d.C., Algunas tribus comenzaron a convertirse al cristianismo. Los reinos germano-romanos en Europa Occidental. El imperio romano de occidente, invadido por los germanos en el siglo V, se fraccionó en numerosos reinos germanos con sistema de gobierno monárquico, que terminó con la antigua unidad imperial. Solamente en Europa oriental, en el Cercano Oriente y en el norte de África, si bien perdiendo luego parte de estos territorios, subsistió el Imperio romano de Oriente que con fuertes influencias orientales, unidas a la tradición grecolatina, constituyó una continuación del antiguo imperio. Los reinos principales establecidos por los germanos fueron el reino Suevo y Alano en Portugal; el visigodo en España; los Vándalos en el sur de España, de donde pasaron al noroeste de África para ser absorbidos por el imperio Bizantino en el siglo VI; los Anglos y Sajones ocuparon Gran Bretaña; los Burgundios el sur de Francia; los Ostrogodos, Italia; los Francos el norte y centro de Francia. No todos estos reinos tuvieron la misma importancia y muchos desaparecieron, dominados la mayoría por el Reino Franco, que fue el más duradero y logró formar, hacia el siglo IX, el imperio de Carlo Magno. Otro reino que podría haber adquirido la misma importancia del reino franco fue el Visigodo de España, que adoptó el cristianismo y gran parte de la cultura jurídica romana. Sin embargo, no lo logró, pues fue invadido por los árabes desde el Norte de África cruzando el estrecho de Gibraltar en el año 711 (siglo VIII) Los árabes ocuparon el centro y sur de la península ibérica, quedando allí restos del reino visigodo. Será esta nobleza visigoda la que logrará reconquistar la península después de siete siglos de dominación árabe (siglo XV). Reino Franco y la creación de los Estados Pontificios. A comienzos del siglo VI fue fundado el reino Franco por Clodoveo, que unió a las tribus francas e instauró una Monarquía en los territorios de la antigua Galia romana (actual Francia). Convertido al catolicismo, fue reconocido por el Papado como protector de la Iglesia Católica, institución formada a partir del siglo IV con base en la doctrina cristiana. Luego el reino Franco, dividido entre los hijos de Clodoveo, que pertenecían a la dinastía merovingia, cayó en decadencia y fue gobernado por los mayordomos de palacio, especie de administradores de los bienes reales. Uno de estos mayordomos era Carlos Martel, quien se transformó en una figura histórica al detener el avance de los árabes sobre Francia, en el año 732, en la batalla de Poitiers; salvando así el reino de Francia y a la institución eclesiástica católica. Su hijo Pipino el Breve, a mediados del siglo VII, destronó al último rey merovingio e instauró la monarquía Carolingia, siendo consagrado rey por la asamblea de los nobles francos y por el Papa Esteban II. Su importancia histórica reside en lo que se ha denominado la Donación de Pipino, que, según la tradición oral, fue el origen de los estados pontificios en el centro y noreste de Italia. Pipino acudió en ayuda del papa, amenazado por el reino germano lombardo, instalado en el norte de Italia, instaurando así la alianza entre el Papado y los reyes francos. Los estados pontificios constituyeron un gran poder territorial de la iglesia cristiana católica, no sólo durante la Edad Media, sino también en los tiempos modernos y parte de la época contemporánea. En 1870, Italia consolida su unidad territorial y política y toma la ciudad de Roma, centro del Estado papal, como capital del reino italiano unificado bajo la monarquía constitucional de los Saboya, gobierno que dura hasta la segunda guerra mundial. Formación de los Imperios Medievales en la Temprana Edad Media. Imperio Bizantino Imperio Árabe Imperio Carolingio Imperio Bizantino: Se emplazó en los territorios del antiguo imperio romano de oriente. En el año 395 (s. IV), el emperador TEODOSIO dividió el imperio Romano, ya en crisis, entre sus hijos. Así la parte oriental quedó bajo el dominio de los emperadores de Constantinopla, capital del imperio, construida sobre las ruinas de la antigua colonia griega de Bizancio, a orillas del mar Negro, en la península de los Balcanes. Los bizantinos defendieron tenazmente sus territorios de las invasiones germanas y de las tribus eslavas, que provenían de las estepas rusas. Continuaron preservando la tradición cultural del imperio, dando mayor importancia a sus elementos griegos y a los aportes orientales que a los propios latinos. En el siglo VI, JUSTINIANO, uno de los emperadores que se destacan en la larga historia del imperio, trató de recuperar algunos territorios ya perdidos del noreste de Italia y del norte de África. Durante su reinado, el imperio comprendió los Balcanes, Asia menor, cercano oriente, norte de África, noreste de Italia y la isla de Sicilia. Además ordenó recopilar todo el Derecho Romano disperso en una gran obra jurídica: el CORPUS JURIS CIVIL, que ha sido un ejemplo para códigos civiles de varias naciones, como el Código de napoleón y el Código Civil chileno. En los siglos posteriores a Justiniano, la historia del Imperio Bizantino fue de una constante reducción territorial; parte de sus territorios cayeron bajo el dominio árabe primero, para sucumbir después bajo el dominio de los turcos otomanos, en el siglo XV. Otras contradicciones fueron debilitando a este imperio. Mientras los francos se aliaban firmemente con la Iglesia Católica romana, los bizantinos volvieron las espaldas a Europa occidental y al Papado, envueltos en una serie de querellas religiosas que culminaron en el siglo XI con la separación religiosa llamada Cisma de Oriente, en que Bizancio desconoce la jerarquía católica, dando origen a la religión cristiana ortodoxa, que posee iglesias nacionales con sus propios patriarcas. El Imperio Árabe y el Islamismo. Hasta los primeros años del siglo VII, los árabes constituían numerosas tribus sin unificación política, la mayoría nómades, habitando el desierto de la península arábiga, con escasa agricultura en los oasis del Yemen y del Hedjaz. Eran politeístas que adoraban ídolos como la Piedra Negra (así se le había puesto por el pecado de los hombres) que custodiaba celosamente la tribu de los coreichitas en el Templo de Kaaba en la ciudad de la Meca, donde los peregrinos idólatras dejaban, una vez al año, suculentos tributos. Ni los persas ni los bizantinos, vecinos más próximos, pudieron imaginarse que en el transcurso de poco más de medio siglo tales tribus conquistarían gran parte de la cuenca oriental y sur del mediterráneo, el Cercano Oriente y el Medio Oriente hasta la India, incluyendo la península Ibérica, en Europa occidental. Esto fue obra de Mahoma, comerciante de caravanas que conoció en sus viajes tanto la religión judía como la cristiana, tomando de ellas el monoteísmo y agregando aportes originales. Creó así, una nueva religión que se denominó Islámica (Islam: sumisión a Dios) con un solo Dios, ALÁ, y con él Mahoma, como su profeta. Su doctrina quedó resumida en 114 capítulos en el libro sagrado, el Coran, escrito en parte por él y en parte por sus discípulos. Allí se consignan ideas religiosas con normas morales, costumbres, preceptos de vida y hechos históricos. En el año 622, Mahoma fue perseguido por los coreichitas, que temían perder sus ganancias en el templo politeísta. Huyó desde la Meca hasta la ciudad de Medina, hecho que recibe le nombre de la Hégira y que marca el año 1, de la era islámica. Tiempo después, el profeta volvió triunfante a la Meca, habiendo unificado en base a una religión, a todas las tribus árabes que, de acuerdo al principio de Guerra Santa, comenzaron a conquistar otros territorios para formar un imperio que hacia fines del siglo VIII comprendía Arabia, el corredor sirio-palestino, Asia Menor, Persia, parte de la India, norte de África y centro sur de la península ibérica. El Imperio Árabe comenzó su decadencia hacia el siglo XI debido a la invasión de los turcos seljucidas en el Cercano Oriente ya su división en tres califatos. En el siglo XV cayó bajo el dominio de los turcos otomanos, al igual que al ya reducido Imperio Bizantino; en ese mismo siglo, en el año 1492, los reyes católicos de España derrotaron al último bastión árabe de la península ibérica: Granada. El Imperio de Carlomagno en Europa Occidental. A la muerte de Pipino el Breve, el rey Franco que había consolidado la alianza con la Iglesia católica, le sucedió en el cargo, su hijo Carlomagno, quien fue coronado con el título de emperador el día de navidad del año 800. En realidad desde el año 711, Carlomagno había prácticamente reconstruido bajo su dominio todos los territorios del antiguo Imperio Romano de Occidente, agregando la Germania y exceptuando España, ya en poder de los árabes. Sin embargo, este imperio no perduró más allá de su vida, debido principalmente al tipo de administración descentralizada con que Carlomagno organizó el Imperio. Creó marcas fronterizas a cargo de funcionarios con título de marqueses, con amplios poderes para la defensa de las regiones fronterizas del imperio. Cuando el imperio se dividió entre los nietos de Carlomagno por el tratado de Verdun, en el año 843, de él no quedaba más unidad política que la alianza imperio- papado, más idea que realidad, y que durante los restantes años de la Edad Media se conoció como el sacro Imperio Romano Germánico. LA ALTA EDAD MEDIA Y LA SOCIEDAD FEUDAL (siglos IX al XII) Se caracteriza por el desarrollo del feudalismo, en Europa occidental. El feudalismo fue un régimen político, económico y social en que se conjugaron la propiedad privada de la tierra con el poder político y la jerarquía social en un mismo individuo. Diversas causas permitieron la formación y desarrollo de este régimen. Es necesario mencionar que la tradición germana dicta jurar fidelidad al jefe de la banda de guerra y la tradición romana de los últimos siglos del imperio, que permitía a los campesinos cultivar los latifundios, sin que estos colonos pudieran moverse de estas tierras. A todo ello hay que agregar que los reyes de Europa occidental contaron con gobernantes locales para la defensa contra nuevos pueblos invasores, siendo recompensados con la propiedad de las tierras que gobernaban como delegados de la monarquía, sistema de pago que correspondía también, al problema de escasez de moneda, ya que el comercio había prácticamente desaparecido en una Europa aislada, con decadencia de las ciudades y viviendo solo de los que proporcionaba la tierra. Las características del Feudalismo: a) Políticas: descentralización del poder real (Rey); robustecimiento de los poderes locales de los señores feudales. Los reinos feudales tenían numerosas subdivisiones en Ducados, Condados, Marquesados, Baronías, etc. cuyos titulares (dueños) poseían la autoridad de fijar impuestos, impartir justicia y poseer su propio ejército para hacer la guerra a otros señores o acudir con él a prestar ayuda a su rey. Éste, en cambio, tiene ahora un poder colocado en la máxima jerarquía social y política, pero sólo por título y no por mando unificado. Sus órdenes no son obedecidas directamente, primero pasan por sus súbditos inmediatos, los señores feudales en orden jerárquico. Estos gobernantes locales (señores) son al mismo tiempo, señores y vasallos; señores de quienes trabajan en las tierras que ellos administran o de quienes han recibido tierras de sus manos como beneficio y vasallos de quienes los beneficiaron con tierras. Si ascendemos en la escala jerárquica feudal, el único que es señor, sin ser vasallo de otro señor, es el rey. Si descendemos, los únicos que son vasallos sin ser señores, son los trabajadores campesinos. El cumplimiento de deberes y derechos se resume en el contrato feudal: se otorga tierra al vasallo por la ceremonia de la investidura y el juramento de fidelidad del vasallo a su señor inmediato por medio de la ceremonia llamada Homenaje. b) Económicas: Europa, aislada en el siglo IX por invasiones de eslavos y normandos y, con los árabes monopolizando el comercio del mediterráneo, debió subsistir de la agricultura, sin excedentes de producción. El feudo producía sólo para sus necesidades, en una economía autárquica: sin intercambio comercial, como una economía cerrada, con escasez de monedas o ningunos, ,por lo que se volvió al trueque al estilo de las comunidades primitivas. c) Sociales: existen dos clases sociales, primero la nobleza terrateniente compuesta por el Rey y los señores feudales. Junto a ellos hay una nobleza sin tierras que vive en las cortes feudales prestando servicios militares a sus señores. Además existe un alto clero, con feudos que tienen este mismo rango. En el otro extremo de la escala social están los trabajadores, divididos en Villanos, habitantes de las aldeas feudales, dedicados a la manufactura artesanal como hombres libres, y los siervos de la gleba, campesinos adscritos al feudo, que no pueden abandonar, trabajando con su familia, de sol a sol, para el señor feudal. d) Culturales: la sociedad feudal es de gran rudeza. Los señores hacen la guerra o se entretienen, en los periodos de paz, en los torneos o la caza; no tienen instrucción (educación) ni ellos, ni sus caballeros, ni sus trabajadores. La única institución medieval que salvaguardó la cultura antigua fue la Iglesia. Las Cruzadas y sus Consecuencias Las Cruzadas fueron nueve expediciones armadas, guiadas en su mayoría por los señores feudales entre los siglos XI al XIII (1096 al 1270), que se desplazaron desde Europa cristiana a la islámica Palestina. El nombre se deriva del símbolo de la cruz que llevaban los expedicionarios. El Objetivo de estas expediciones, predicadas en el Concilio de Clermont por el papa Urbano II, fue rescatar el Santo Sepulcro de Jesucristo en Jerusalén, que había caído bajo el dominio de los turcos selyúcidas invasores del imperio árabe en el Cercano Oriente y de quienes adoptaron la religión islámica. Si bien las cruzadas no tuvieron éxito para los cristianos, produjeron importantes consecuencias para la aislada Europa Occidental: Políticas: fueron causa importante en el debilitamiento del feudalismo, ya que los señores feudales las costearon y realizaron. El fracaso demostró la ineptitud de sistema descentralizado y fue el primer paso hacia la restauración del poder real robustecido. Económicas: la economía se desplaza del campo a la ciudad. Vuelve a desarrollarse el comercio con circulación de moneda, tanto en ferias como en vías o rutas hacia el Oriente. Sociales: una nueva clase, la Burguesía, nace como protagonista de este resurgimiento comercial. Su hogar propio es la ciudad, que emerge de las ruinas de las antiguas ciudades o de la creación de otras nuevas llamadas Burgos. Culturales: los nuevos contactos con Oriente inician un resurgir cultural, propio ya de la Baja Edad Media. Se inicia el interés de Europa por el Oriente y será el pionero de los descubrimientos geográficos de los siglos posteriores.