1 El Circo romano de Valentia: “Urbs Notissima” (Pomponio Mela s. I d. C.) Alumna: Maria Amparo Rostoll Cot Grupo: 1º B Profesora: Dña. Cristina Aldana Nácher 2 1º. Introducción: Gracias al séptimo arte con la película “Ben-Hur” hemos podido ver, perfectamente recreado, un circo romano de época imperial así como todo su protocolo técnico y desarrollo de una carrera de cuadrigas, que si en el siglo XX ha supuesto un desafío técnico no menos lo sería en la época imperial romana en todo su vasto imperio. También una exposición sobre el circo romano de Valentia nos ha introducido en el estudio y conocimiento de estos espacios lúdicos de hace más de 2000 años de los que nos quedan muy pocos ejemplos bien conservados y solo con el arranque de los muros perimetrales y zona de la arena ocupada por vegetación o bajo los cimientos de planes urbanísticos posteriores como es el caso de Valencia. Un descubrimiento reciente pero con el descubrimiento de varios restos separados y en momentos distintos del trabajo de la excavación. Unidos por un sistema de coordinación técnica de toda la información hasta ser el descubrimiento más relevante y reciente de la arqueología valenciana municipal. 2º. Tipología arquitectónica: Teniendo la apariencia del estadio griego., el circo romano se estableció como una tipología arquitectónica desde el último rey etrusco Tarquinio Prisco, en la Península Itálica, origen del Circo Maximo de Roma, como consecuencia de la política popular de los monarcas itálicos y la ingeniería y arquitectura romanas estableciéndose como modelo hipológico arquitectónico en todo el Imperio, en las urbs notissimas del mismo, como Valentia, tras la destrucción de Pompeyo en el 75 a. C. siendo datado en el siglo II d. C así como en las capitales de Provincia como Mérida. El Circo Maximo fue construido entre las colinas del Palatino y el Aventino remontándose las carreras de cuadrigas a Rómulo celebrándose los magni tras el rapto de las Sabinas como uno de los espectáculos más considerados por los romanos. 3 Teniendo como máximo exponente el Circo Maximo y como modelo reproducido en todo el Imperio a con unas dimensiones más reducidas, nos encontramos con las capitales de provincia como Tarraco y Mérida y las ciudades como Saguntum y Valentia con un circo romanos en su subsuelo en su refundación y reconstrucción en época imperial, siglos I-II d. C. no hallándose restos del mismo en la Valentia republicana de Junio Bruto y Sartorio, un oppidum de veteres que fue arrasado por Pompeyo en el 75 a. C. siendo asolada hasta su refundación en época imperial en el s. I a. C. (entre los años 5 a. C. y 5 d. C.). . 3º. El edificio: Al ser el único espacio de esparcimiento en Valentia encontrado podemos asegurar que se realizaban todo tipo de actividades lúdicas y juegos en el mismo así como también utilizado, como en el resto del Imperio, para todo tipo de ejecuciones capitales al igual que realizó Pompeyo en el Foro republicano de la ciudad, demarcando zonas específicas en el mismo para cada una de las actividades que se realizaban y con un aspecto formal que no se aleja de su modelo originario, con sus partes bien delimitadas y las reglas de los juegos también, no imperando la ley romana en la arena, muchos se matan (Ben-Hur), y utilizándose mucha tipología de carros y tiros como las bigas, trigas y cuadrigas, pero también espectáculos de gladiadores y de animales, que en otras ciudades se realizan en espacios lúdicos diferentes y especializados. El hipódromo actual sería un descendiente de aquel circo romano pero el espectáculo de masas fue asegurado desde el principio de su existencia siendo semejante a lo que hoy podríamos destacar del fútbol, con equipos, con hinchadas, pudiéndose solicitar hasta la muerta o deposición de alguien y en donde el pueblo expresar su estado de ánimo político superando en superficie la de los actuales campos de fútbol. La identificación del circo romano de Valentia tuvo lugar tras el análisis de hallazgos distribuidos en el lado oriental de la ciudad romana descubriéndose la mayor parte de sus elementos: la cabecera semicircular, varios tramos del graderío, la barrera central o spina, la pista o arena y los carceres pudiéndose reconstruir sus dimensiones en 350 metros de longitud por 70 metros de anchura, más pequeño que el de Saguntum y Mérida y Tarraco, pero de idénticas formas y construcción siendo construido con materiales locales de caliza, opus caementicium, tierras arcillosas y grava, a mediados del siglo II d. C. con las reformas imperiales de su urbanismo y transformación y ampliación de la ciudad, encontrándose a las afueras de la antigua ciudad republicana 4 coincidiendo con necrópolis de aquella época y siendo una zona de ampliación urbanística de época imperial constituyendo sus paredes exteriores laterales una zona de amurallamiento y refuerzo de la ciudad externa encontrándose los circos en ciudades que tuvieron importancia en la Antigüedad, como paso de la Vía Augusta, como lugar estratégico entre Tarraco y Cartago Nova y a muy poca distancia de otro emplazamiento de diferente carácter como Saguntum, perdiendo su función en el siglo V siendo su interior urbanizado en los siglos VI y VII constituyendo un barrio delimitado de carácter comercial o militar convirtiéndose su lado oriental en la muralla urbana perdurando su condición defensiva hasta el período islámico cuando la nueva fortificación se adosó a la pared del circo. Como dice Albert Ribera y Lacomba: Estos grandes edificios aparecieron en épocas avanzadas del proceso de romanización urbana explicando que se instalaran en la periferia de la ciudad como en Valentia y Saguntum construyéndose a lo largo del siglo II d. C. la mayoría de los Circos conocidos en la parte Occidental del Imperio cuya forma típica se piensa que surgió a imitación e impulso de la gran reforma llevada a cabo por Trajano en el Circo Maximo de Roma. Un circo de una ciudad provincial mediría entre 400-350 metros de longitud por 100-70 de anchura dividiéndose el espacio en tres partes: el graderío perimetral con las carceres, la arena o pista y la spina o barrera central. Las gradas se solían sostener por bóvedas perpendiculares a la arena siendo las carceres compartimentos alargados y cubiertos colocándose los carros para iniciar la carrera abriéndose las doce puertas a la vez teniendo una forma ligeramente curvada para que ningún auriga tuviera ventaja en la salida realizándose los accesos a las gradas por el exterior, por escalinatas, o a través de aperturas en el muro siendo el graderío casi todo uniforme excepto la zona privilegiada del pulvinar (donde los cargos públicos se situaban y se daba la señal de inicio a la carrera) situándose cerca del hemiciclo y frente a la línea de llegada el Tribunal Iudicum, para albergar a los jueces y los árbitros del espectáculo. La spina era la zona más monumental, sobre la que se instalaban templetes, obeliscos y otros pequeños monumentos, además de estanques o euripus. En sus externos estaban las metae (la prima, junto al hemiciclo y la secunda, frente a las carceres). La arena donde circulaban los carros, con varias cantidades de materiales locales superpuestos y con un sistema de drenaje perfeccionado desde su parte central con una elevación, siendo de capas superpuestas de tierras arcillosas y grava, 5 4º. Bibliografía: - PESCARIN, SOFIA. “Guía de arqueología de Roma”. Editorial Libsa. 2005. Pág. 98. - RIBERA I LACOMBA, ALBERT, “El circo romano de Valentia”, Ayuntamiento de Valencia, 2013. paginas 13-16 - RIBERA I LACOMBA, ALBERT Y VV. AA. “Guía del centro arqueológico de l’ Almoina, Ayuntamiento de Valencia. 2010. páginas 37-39. - RIBERA I LACOMBA, ALBERT. “El circo en Hispania romana”. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 2001. “El circo romano de Valentia (Hispania Tarraconenses”. Páginas 175-196.