Etapas del Imperio Romano Monarquía - desde 753 a.C. (Siglo -VIII) República Romana – desde 509 a.C. (Siglo –VI) Época Imperial –desde 27 a.C. (Siglo –I) 1. Orígenes de Roma Aproximadamente mil años antes de Cristo, en las colinas cercanas al río Tíber, en el centro de Italia, se establecieron diversas tribus procedentes de otras zonas de Italia. A esta región la denominaron Lacio y a sus habitantes Latinos. Pasados unos años al unirse las tribus de las siete colinas de los alrededores, fue fundada la ciudad de Roma, que en sus orígenes era solo una aldea de pastores que controlaban el vado del río Tíber, este control y el comercio hizo prosperar a este pueblo que creó un imperio que perduraría durante siglos. Según “La Eneida”, epopeya escrita por Virgilio para mayor gloria de Roma, relaciona al héroe troyano Eneas, con los orígenes de Roma. Según Virgilio, Eneas se estableció en una ciudad del Lacio, tras su muerte, su hijo fundó la ciudad de Alba Longa. En Alba reinaron los descendientes de Eneas, Numitor, el último de estos reyes, fue destronado por su hermano Amulio. Para impedir que su hermano tuviera descendientes obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de Vesta, la diosa del fuego. Al convertirse en vestal, Rea Silvia perdió el derecho a casarse y tener hijos, por los que sus hijos recién nacidos fueron abandonados en el río. Rómulo y Remo, hijos de Rea Silvia, fueron arrojados y después salvados de las aguas del Tíber y amamantados por una loba. Un pastor llamada Fáustulo encontró a los bebés con la loba y los recogió, al crecer Rómulo y Remo, vengaron a su abuelo y fundaron Roma a 25 kilómetros de Alba Longa. Para poblar rápidamente la ciudad, Rómulo la convirtió en refugio de todos los vagos y maleantes de la región, pero esta ciudad repleta de ladrones no atraía a las mujeres, por lo que Rómulo invitó a una fiesta a sus vecinos, los sabinos. Los romanos secuestraron a las jóvenes sabinas y las tomaron como esposas a la fuerza. Los sabinos declararon la guerra a Roma pero las sabinas secuestradas se interpusieron en la lucha, consiguiendo así que romanos y sabinos hicieran las paces. El rapto de las sabinas Rómulo y Remo 2. La expansión de Roma: Su gran imperio En sus orígenes, el territorio de Roma comprendía, poco más que siete tribus romanas. Pero los romanos poco a poco, con empuje y constancia, sometieron gradualmente a los ocupantes de la península Itálica, primero a sus vecinos tribales y posteriormente a los demás pueblos de la península, es decir, a los etruscos, a los galos, a los samnitas y a los griegos. Posteriormente Roma extendió sus dominios por el Mediterráneo y entró en conflicto con los cartagineses. Estas luchas entre cartagineses y romanos recibieron el nombre de “Guerras Púnicas” (de Punicus, Cartaginés). Gracias a su dominio del mar, conquistaron Sicilia, Córcega y Cerdeña en la primera Guerra Púnica. La continua desconfianza entre los dos pueblos condujo a la renovación de las hostilidades. La segunda Guerra Púnica estalló por las ansias de revancha de los cartagineses y el deseo de expansión romano que quería dominar la península Ibérica. Aníbal, general cartaginés se lanzó al ataque, tomando Sagunto y cruzó los Alpes (montañas del norte de Italia), con 40.000 hombres y 37 elefantes, con el propósito de invadir Italia y atacar la misma ciudad de Roma. Debido al frío y la nieve encontrados cuando cruzaban los Alpes, Aníbal perdió casi la mitad de los soldados, pero a pesar de esto, Aníbal derrotó a los romanos en varias batallas. Viendo la imposibilidad de ganar a Aníbal en suelo italiano, los romanos de forma muy inteligente, enviaron un ejército con la intención de amenazar a la capital Cartago en África, donde bajo el mando del general Publio Cornelio Escipión, vencieron al ejército de la ciudad. Gracias a esta victoria Aníbal se retiró a África, donde también fue derrotado por Escipión, finalizando así la segunda Guerra Púnica. La tercera Guerra Púnica fue simplemente una misión romana para arrasar la ciudad de Cartago. La ciudad estaba prácticamente indefensa y cuando fue asediada ofreció su rendición, que fue rechazada por los romanos que exigían la destrucción de la ciudad. Viendo que no tenían nada que perder los cartagineses se prepararon para luchar, pero fueron arrasados y la ciudad completamente destruida, y la cultura cartaginesa fue casi totalmente extinguida. Con la extinción de los cartagineses, Roma, sucesivamente, fue derrotando a sus enemigos e incorporando sus tierras, logrando una enorme expansión de su imperio, incorporando a la península Ibérica, las Galias, las Islas Baleares, El norte de África, Grecia, Asia Menor, etc. Su objetivo de convertirse en la dueña del estaba conseguido: con razón los romanos llamaron al Mediterráneo “Mare Nostrum”. 3. La República Romana (VI a.C. – I a.C.) Durante muchos años, Roma fue gobernada por reyes (Monarquía). Pero en el año 509 a.C. los romanos desterraron al último rey, Lucio Tarquino “El Soberbio” y se organizaron en una República dirigida por una asamblea de ciudadanos, el Senado y por dos magistrados supremos, los Cónsules. Los senadores aprobaban leyes, controlaban el erario y nombraban gobernadores para las provincias romanas. La República Romana continuará durante 500 años, mientras esta ciudad extiende su dominio por Italia y el Mediterráneo. Los primeros tiempos de la República fueron difíciles por las luchas sociales entre los Patricios, que poseían las tierras y el poder y los Plebeyos, que no tenían ningún derecho. Estos, paulatinamente lograrán varias conquistas sociales. Sin embargo, las conquistas militares y la gran expansión de sus territorios transformaron la sociedad romana. Los nobles o Patricios se enriquecieron fabulosamente, mientras que la clase media de pequeños propietarios se había arruinado. Debido a las conquistas del ejército la ciudad se llenó de esclavos, mano de obra forzada y barata que dejaban a muchos ciudadanos sin puestos de trabajo, principalmente a los licenciados del ejército. La organización de la ciudad, pensada originalmente para una pequeña ciudad-estado era inadecuada para el gran territorio conquistado. Llegado a este punto era necesario realizar algunos cambios, pero todos los intentos eran bloqueados por el conservador Senado. Surgió así un desorden social que se tradujo en agitaciones políticas y guerras civiles que acabaron por destruir la República. Augusto, vencedor de todas estas guerras civiles, abolirá definitivamente la República y consolidará un gobierno unipersonal u centralizado de todo el territorio, conocido como Imperio Romano. SENADO ROMA FORO ROMA 4. El Imperio: Los grandes emperadores romanos (I a.C. – IV d.C.) Para poner fin a tanta revuelta social y militar en la República, se van a formar sucesivamente “dos triunviratos”: El primero, formado por Craso, Pompeyo y Julio César (104 a.C. – 44 a.C.) El segundo, por Marco Antonio, Lépido y Octavio Augusto. Finalmente, Octavio Augusto, vencedor de las diferentes guerras civiles establecidas entre los componentes de los triunviratos, acabó con la república y se otorgó el título de príncipe, que posteriormente se convertiría en Imperator y augusto (divino), reuniendo en su persona todo el poder. Así empezaba el Imperio Romano. Durante la época imperial, Roma fue gobernada por emperadores. Algunos de ellos, como Augusto, contaron con un gran reconocimiento, mientras que otros fueron crueles dictadores o dementes. El Imperio Romano duró cinco siglos, durante los cuales todo el mundo civilizado constituyó una entidad política resistente, que funcionaba con las mismas leyes y las mismas organizaciones. La concesión de la ciudadanía que igualaba a todos los ciudadanos sin importar si eran griegos, hispanos o romanos, llegando a tener el cargo de emperador lo mismo un hispano que un africano, y la gran tarea de asimilación de los pueblos conquistados por Roma explican la durabilidad de este imperio, superando a lo largo de su historia revueltas y guerras civiles que hubieran llevado al declive a otros imperios. Cayo Julio César: fue un excelente general. Conquistó la Galia (Francia), extendiendo el dominio romano hasta el Océano Atlántico. César luchó y ganó una guerra civil, derrotando a Pompeyo, su enemigo político. Tras su triunfo se dedicó a organizar la República. Su ideal era reemplazar la República por el Imperio. Fue muy moderado con sus adversarios y devolvió la prosperidad perdida a Roma. Sin embargo, cuando se preparaba para una nueva campaña militar en Oriente, algunos senadores republicanos tramaron una conspiración y lo asesinaron. Octavio Augusto: Con la victoria sobre Marco Antonio, Octavio se convirtió en el primer emperador romano (63 a.C. – 14 d.C.). El título de emperador significa “vencedor en la batalla”. Gobernó casi durante medio siglo con gran habilidad y estableció la paz (Pax Romana), estabilizando las fronteras del Imperio. Trajano y Adriano: nacido el primero en Itálica, a escasos kilómetros de Hispalis (la actual Sevilla) y el segundo en Roma, pero de familia hispana, fueron excelentes políticos y militares. Marco Ulpio Trajano desarrolló mucho la agricultura y con él el Imperio Romano consiguió su mayor extensión con nuevos territorios como la Dacia (la actual Rumania), Arabia, Mesopotamia, Asiria y Armenia. Adriano fue el sucesor de Trajano. Se encargó de consolidar las conquistas de éste, renunciando a las ambiciosas conquistas de su predecesor. Tanto Trajano como Adriano tuvieron en cuenta la opinión del Senado, devolviéndole la libertad perdida con los anteriores emperadores. En el siglo IV d.C. comenzó a debilitarse el Imperio Romano, debido a múltiples factores que agrupados propiciaron su decadencia. Factores como las luchas interiores por el poder y, sobre todo, al lujo y corrupción de las costumbres, que va a hacer perder a los romanos su antiguo espíritu austero y sacrificado por la patria. Durante esta época, la economía se verá marcada por la incertidumbre de la producción, la dificultad de los transportes, la ruina de la moneda, etc. Las invasiones bárbaras pondrán el final a un moribundo Imperio Romano, dando paso así a la Edad Media. JULIO CÉSAR OCTAVIO AUGUSTO TRAJANO 5. El legado Romano: Roma y su imperio han dejado una gran huella en nuestra sociedad actual, en temas que abarcan desde la arquitectura y la construcción hasta la literatura, el derecho e incluso en pequeños detalles de la vida cotidiana. La aportación más notable de Roma a la cultura occidental fue el derecho romano, su legislación. Gracias a su estructura jurídica, separada de la moral, la religión y que tendía a la igualdad entre todos los hombres, el imperio se mantuvo tantos siglos. El latín, su idioma, tuvo una gran importancia como elemento normalizador. Con el idioma, Roma extendió su cultura a lo largo de los territorios conquistados, y con la difusión de su cultura se cimentó la unidad del pueblo romano. El latín dio origen a un gran número de lenguas europeas, denominadas lenguas romances, como el español, el francés, el italiano, el portugués, el gallego, el rumano, el catalán, etc. Actualmente el latín solo es idioma cooficial en la Ciudad del Vaticano junto al italiano. Otra de las grandes aportaciones romanas es el arte y la arquitectura, especialmente sus construcciones públicas, que responden al carácter práctico de los romanos. Sus edificaciones se caracterizan por su grandiosidad y su solidez, que ha permitido que muchas de ellas perduren hasta la actualidad. Al igual que el latín, sus construcciones ayudaron a normalizar y cimentar la cultura romana en los territorios conquistados por Roma. Edificaron por todo el imperio Basílicas, que eran usadas para administrar justicia y ocupaban un lugar preferente en las ciudades romanas. Termas, recintos públicos destinados al ocio, donde las personas podían lavarse; hacer ejercicio, encontrarse con amigos, hablar de los asuntos cotidianos o, simplemente, relajarse. Teatros, donde se escenificaban obras teatrales del periodo clásico. Su forma derivó de los teatros griegos. Anfiteatros, como el Coliseo de Roma, que eran utilizados para acoger espectáculos y juegos, la diferencia con los teatros es que el anfiteatro es de forma circular u ovalada, mientras que el teatro es semicircular. El más conocido es el Coliseo de Roma, donde tenían lugar las luchas a muerte entre los gladiadores. Tenía una capacidad para 250.000 espectadores, más que cualquier recinto deportivo de la actualidad, aunque no solía quedar ni un solo asiento vacío. Circos, usados para las carreras de carros tirados por caballos, que eran el deporte más popular de Roma y gustaba a todas las clases sociales. En los circos también se hacían representaciones que glorificaban los acontecimientos del Imperio, como batallas navales, para lo cual el circo era llenado de agua, tenían forma de herradura, inspirados en los hipódromos y estadios griegos pero mucho más grandes. Acueductos, canales artificiales que permitían transportar agua continua desde lugares remotos hasta las ciudades romanas. Arcos de triunfo, eran construidos para conmemorar una victoria militar, cada uno estaba dedicado a un general victorioso. Puentes, gracias a los arcos romanos los puentes que anteriormente no podían soportar condiciones extremas, no solo aguantaron dichas condiciones sino que además muchos de ellos todavía se mantienen en pie en la actualidad. Calzadas o vías romanas, era el modelo de camino usado por Roma para la unificación de su Imperio. Cubrían más de 80.000 kilómetros. Se tardó casi 500 años en construir esta enorme red de vías, que comunicaba el Imperio de un extremo a otro. El Arco y la Bóveda, son los elementos más significativos de la arquitectura romana, además del empleo de un primitivo hormigón (Mortero romano: cal, arena, piedras y agua), todos ellos, elementos desconocidos entre los griegos. COLISEO ARCO DE SEPTIMIO SEVERO 6. La Ciudad de Roma La ciudad imperial de Roma, capital del Imperio Romano, fue la ciudad más grande e importante de Europa. El primer emperador, Augusto, decidió que aparte de grande fuera la más hermosa, modificando sus calles y mandó construir teatros, templos, baños públicos, etc. Para la seguridad de Roma, estableció también un cuerpo de policía y un servicio de bomberos. Para finales del primer siglo después de Cristo, Roma era el escaparate del imperio, diseñada para impresionar a sus visitantes y enemigos con el poder del Imperio. Durante el Imperio, la población superaba el millón de personas, aunque, solo había 1.782 casas privadas. La mayoría de la gente vivía en Insulae, que eran como los edificios de pisos actuales, 4-5 alturas. Las calles de Roma estaban llenas de tiendas, donde podías encontrar todo tipo de productos de todas partes del Imperio. El pan se elaboraba en los mismos sitios donde se hacía mientras que los demás comerciantes que procedían de las afueras de la ciudad, usaban carretillas para llevar sus artículos o alimentos, que almacenaban en sus tiendas por las noches, para venderlos al día siguiente. Cada calle tenía su taberna donde se vendía el vino y otras bebidas, así como numerosos talleres donde se fabricaba todo lo necesario para la vida diaria en la gran ciudad. La ciudad de Roma, contaba con plazas públicas y espacios abiertos. Las calles principales de Roma se mantenían limpias pero las calles secundarias estaban sucias porque sus habitantes lanzaban la basura por las ventanas a la calle, de manera que el hedor era insoportable. Entre los talleres, los maestros, los caldereros, los tenderos anunciando a gritos sus precios, los panaderos horneando pan, etc. hacían que el ruido en Roma fuera excesivo; un ruido del que no podían escapar ni ricos ni pobres. Para su diversión la gente acudía al Circo Máximo, a los teatros o al Coliseo o se dirigían a las Termas donde se reunían los ciudadanos y comentaban los asuntos cotidianos. El agua de las Termas llegaba a la ciudad a través de los Acueductos que la transportaban desde las afueras de Roma. En el centro de Roma se encontraba el Foro. Allí se encontraban los edificios más importantes: la sede del Senado, donde se reunían sus componentes para debatir y aprobar leyes, los templos y las basílicas, donde se administraba la justicia. Todos los edificios estaban recubiertos de mármol. El foro era el corazón político, judicial, comercial y religioso de la ciudad. A medida que el Imperio se extendía, los emperadores fueron añadiendo nuevas edificaciones al Foro. Los romanos rendían culto a cientos de dioses. Creían que los dioses cuidaban de ellos día y noche. Algunos de ellos se encargaban de la tierra y el mar; otros de profesiones concretas como médicos, mercaderes o soldados. Y otros, de distintos aspectos de la vida de las personas, como salud, belleza o amor. Todas las generaciones de una familia vivían juntas bajo el mismo techo, los hombres por ley eran los cabezas de familia y tomaban decisiones sobre todos los miembros de la familia. Los niños de las familias adineradas, cuando cumplían siete años, acudían a clase desde la mañana hasta el atardecer. Aprendían a leer, escribir y aritmética. Las niñas, en cambio, si recibían algún tipo de educación, era en sus casas. Una muralla de piedra rodeaba la ciudad para mantenerla a salvo de los posibles ataques. RECONSTRUCCIÓN CURIA ROMANA RECONSTRUCCIÓN DEL TEATRO DE POMPEYO RECONSTRUCCIÓN DE LOS FOROS PERSONAJES MARCO ANTONIO: Al haber sido un gran lugarteniente de Julio César, formó parte del segundo Triunvirato. Gobernó la región de Egipto en donde se enamoró de Cleopatra. Fue vencido por Octavio en la batalla de Accio. TIBERIO GRACO: Fue Tribuno de la Plebe el año 133 a.C. y propuso una Reforma Agraria, que consistía en repartir las tierras fiscales entre los pobres. Cuando quiso ser reelegido Tribuno, sus enemigos del senado le dieron muerte. CALIGULA: (s. I d.C.) Fue un desequilibrado, mando a construir una caballeriza de mármol para su caballo, al cual quiso nombrar Cónsul. Se lamentaba que el pueblo de Roma no tuviera una sola cabeza para cortársela de un golpe. CARACALLA: (s. III d.C.) Concede la ciudadanía a todos los habitantes del Imperio. ADRIANO: (s. II d.C.) Fundó Adrianópolis. Mandó redactar el Código llamado Edicto Perpetuo. Conquistó Bretaña. CONSTANTINO: (s. IV d.C.) Proclamó mediante el Edicto de Milán, la tolerancia religiosa. Trasladó la capital del Imperio a Bizancio, la cual pasó a llamase Constantinopla. DIOCLECIANO: (s. III d.C.) Gobernó con gran firmeza durante 20 años. Persiguió a los cristianos. Estableció la monarquía absoluta. TRAJANO: (s. II d.C.) Fue un gran emperador y durante su gobierno Roma alcanzó su máxima extensión. NERÓN: (s. I d.C.) Era cruel y vanidoso. Asesinó a su madre, Agripina. Se creía artista. Durante su gobierno tuvo lugar el terrible incendio de Roma. Nerón culpó a los cristianos a quienes persiguió y mató. VIDEOS INTRUDUCCIÓN A ROMA http://www.youtube.com/watch?v=AfWvg_Wr5D4 GUERRAS PÚNICAS http://www.youtube.com/watch?v=ua9pW_DD8HQ&feature=fvw LA CIUDAD ROMANA http://www.youtube.com/watch?v=E4TGtaj5eb0&feature=channel Otras páginas web Imperio romano: http://www.spqr.es/ LAS LEGIONES ROMANAS: http://www.legionesromanas.com/ ANIMACIÓN SOCIEDAD “EL PAIS”: http://www.elpais.com/fotogalerias/popup_animacion.html?xref=20051223elpepuage_1&k=sociedad_romana