Análisis El euro es un concepto nuevo en nuestro mundo. El euro es la realidad del concepto de una unión monetaria la cuál se espera mejorará la economía de los países participantes además de beneficiar los consumidores. Las detalles específicas de la unión monetaria incluyen: tipos de cambio fijados, una moneda única, una autoridad monetaria sola y normas comunes, por ejemplo, las de los sistemas monetarias y los tipos de cambio. Aunque es evidente que van a ser algunas consecuencias negativas en el futuro inmediato, después de la llegada del euro, creemos que al fin España aprovechará de la unificación. Un paso mayor en el camino hacia la unificación de las monedas se hizo en 1991 con el Acuerdo de Maastricht. Allí los líderes de la Unión Europea firmaron un acuerdo el cuál establece un esquema del horario de la transición y los criterios los cuales cada país tiene que obtener para cualificar para la moneda única. El horario empieza en los años antes de 1998 con la creación del Banco Central Europeo (BCE) y la designación de los participantes (la cuál ha sido establecida a 11). El 1 de enero 1999 el BCE diseñará la política monetaria única y el grupo Euro−X comenzará a funcionar. En los tres años hasta que el 1 de enero 2002 habrá la introducción de las monedas y billetes y la substitución progresiva de divisas. El 7 de enero 2002 el euro empezará ser la moneda exclusiva de los países participantes. Los criterios son cinco. Se ruega que los países tienen el siguiente: un nivel de inflación máximo de 2,7%; los tipos de interés máximo de 9%; el déficit como un porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) máximo de 3%; la deuda pública/PIB máximo de 60%; tipo de cambio estable durante los dos años antes del ingreso con solamente un 15% movimiento de la moneda en comparación con el ecu. Con estos requisitos, y un horario definitivo, los líderes de la UE y los países participantes comenzaron las preparaciones para su moneda unida. Lo que nos interesa ahora, y el sujeto del siguiente trabajo, es la situación de España con respeto a la unión monetaria y el euro. El análisis que sigue es derivado de la información la cuál se encontró en los periódicos El País y ABC. En general la situación de España parece prometedora, pero todavía existen problemas y dudas en los pensamientos de algunos. En los artículos resumidos, se encuentran observaciones positivas y negativas tocante a cada criterio de Maastricht. Respecto al nivel de la inflación, España ha tenido éxito. El nivel ahora mismo está aproximadamente 2,2% el cuál es ,5% bajo el nivel requerido. Sin embargo, Luis Angel Rojo, el gobernador del Banco de España, ha expresado sus dudas sobre la habilidad del Estado controlar la inflación contra los niveles altos de crecimiento, los cuales están 3,4%. Para resolver ese problema, Rojo cree que es esencial tener un presupuesto más contractivo. También ha insistido que si existe un aumento de ingresos, resultando del alto crecimiento, luego el Estado debería usarlos para reducir el déficit en vez de aumentar el gasto. Por lo tanto, aunque el nivel de la inflación es de acuerda con los requisitos, algunas creen que le quedan problemas internos a España. Los tipos de interés también están de acuerdos. En noviembre de 1997, Rojo anunció que los tipos de interés van a converger en el 4% como una referencia para la adopción del euro. Cree que es un objetivo razonable especialmente en el caso de que la economía continúa con fuerza. Alfredo Urrutia, economista jefe de Sociéte Générale, cree que cuando se conozcan las paridades entre las monedas el tipo español va a bajar más sin problemas por causa de la convergencia con otros países, como Alemania, los cuales tienen un nivel de interés más bajo que 4% (Alemania tiene un tipo de 2,5). Otro éxito que ha tenido España es el déficit/PIB. Durante el año 1997 lo de España ha situado más o menos en 1,2%. Al fin del año, el déficit público fue aproximadamente 2,9%. Este es una décima inferior al límite requerido por el tratado de Maastricht. La deuda pública/PIB es el único requisito lo cuál España no cumple. España no está preocupado, sin 1 embargo, porque otros países tienen el mismo problema. El único país quien tiene una deuda/PIB menos de 60% es Luxemburgo. Ahora mismo la deuda pública es aproximadamente 69% pero está bajando. Entonces, todavía es posible que lo cumplirá y podrá entrar en el euro. En la cuestión del tipo de cambio, el cuál necesita ser estable, España ha tenido un pasado muy inestable. El gobierno ha devaluado la peseta muchas veces en los últimos años. Por lo contrario, durante los últimos dos años, la peseta ha tenido mucha estabilidad. Su movimiento ha sido aproximadamente 3% en comparación con el ecu. Esta estabilidad demuestra los gestos del gobierno estabilizando su moneda y mejorando su economía. Aunque parece que España estará listo para la llegada del euro, existen todavía problemas posibles y preguntas sin respuestas claras. Primero es el hecho de que el gobierno de España, de momento, no ha tratado con las detalles específicas de la transición. España es uno de los únicos países (junto con Portugal) quienes no han elaborado sus planes nacionales para la transición. Hay que saber las detalles de esta transición, especialmente en el caso de los profesionales y inversores quienes tratan con cosas las que rentas y contractos, para que todo el mundo pueda preparar. Se cree que el éxito del euro va a depender mucho en el espaldarazo del sector privado y la administración de España debe ser más interesada en facilitar la conversión. Existen dudas también sobre el desarrollo de la tecnología y comercio electrónico, dos cosas muy importantes a la economía hoy en día. El euro va a ofrecer muchas ventajas para la gente de España. Sin embargo, para que disfrute de estas, España necesita desarrollar una banca electrónica para servir los clientes en cualquier momento y cualquier lugar, sin necesidad de la presencia física de la entidad financiera. Hay que la tecnología permitir los clientes tener contacto con los servicios y productos financieros a través de un teléfono, un ordenador personal, un televisor, un cajero, un video teléfono o cualquiera otra manera electrónica. Pero todavía no se resolverá todo; según los expertos, los problemas dichos van a ser más destructores para las empresas pequeñas (las pymes) porque no tienen dinero suficiente para instituir la tecnología nueva. Otra pregunta a la cuál tiene que responder España es la del pagamiento de los impuestos de 1999. Los multinacionales quieren pagar sus impuestos en euros porque tienen que pagarlos a otros países con el euro. De momento, parece que España ha decidido que ya no se puede hacer esto porque dicen que los costes informáticos serán demasiados altos. También, con respecto a esta pregunta, existe una peculiaridad: el País Vasco. La cuestión del pagamiento no se decide exclusivamente por la administración central por causa de la autonomía del País Vasco. Las detalles de esta pregunta pertenecen a los vascos. Hay que tratar con el problema del dinero negro también. Según los expertos, hay 3 o 4 billones de dinero negro en España. Desafortunadamente por los dueños, no será posible ocultar este dinero con las conversiones al euro. Sin embargo, porque mucho de este dinero resulta por razones fiscales, y no solamente por razones de las drogas ilegales y otra criminalidad, hay muchos lobbies quienes están pidiendo por una amnistía fiscal, la cuál sería posible solamente en un nivel comunitario de la UE. La UE, sin embargo, oficialmente no quiere plantearse sobre este tema. En España si no hubiera una amnistía fiscal un aumento de consumismo sería posible en los meses antes del paso al euro y por consiguiente esto puede provocar una subida en la inflación. Hay más predicciones pesimistas todavía. Villaverde Castro, un economista y profesor de la Universidad de Cantábria, ha dicho que el euro va a tener un impacto negativo en las áreas menos desarrolladas en España. La idea neoclassical dice que las cosas más importantes para conducir los ajustes de la economía son la flexibilidad de los costes laborales y la movilidad de la mano de obra. Sin embargo, esta idea existe solamente en un mundo estático de equilibrio. En el mundo real, según Castro, se necesita un sistema para compensar de los desequilibros para evitar un fracaso económico. En general, los efectos macroeconómicos del euro van a ser positivos para todo el mundo, pero los efectos microeconómicos van a depender en muchos factores específicos de cada región. La conclusión de Castro es que el euro va a aumentar las disparidades regionales en España, pues haciendo la transición más difícil. 2 Pero, que no piense que hemos concluido que todo será malo. Hay otro lado de la discusión, lo de los beneficios y el optimismo. En general el euro va a hacer posible que España ofrezca una moneda más fuerte en el mercado mundial. Además, el euro hará posible la eliminación de los riesgos de cambio, una transparencia mejor de los precios y una competencia mejor entre las entidades financieras de la UEM y tipos de interés estables. También entre todos los problemas, sugerirán respuestas las cuales resolverán los costes de la transición y conversión de la moneda. Sobretodo, el euro va a ofrecer a España un montón de oportunidades nuevas. Podrá instituir estrategias nuevas para el crecimiento de la economía. Se podrá empezar operaciones en otras partes de Europa. También será posible el desarrollo de productos y servicios nuevos, y de una calidad más alta, porque la economía va a funcionar con más competencia por ahorrar dinero en otras partes de la producción y la operación. Desde este punto el crecimiento puede continuar con una fuerza porque será más fácil hacer acuerdos nuevos dentro de la zona del euro. 3