Balance del cumplimiento de la estrategia de Lisboa en Materia de Empleo El Consejo Europeo de Salónica (junio 2003) aprobó una nueva serie de Directrices para las políticas de empleo, simplificadas, coordinadas con las orientaciones económicas y en una perspectiva trienal, con las que se pretende abordar tres objetivos generales interrelacionados entre sí: el pleno empleo, la promoción de la calidad y la productividad del trabajo, y el refuerzo de la cohesión y la inclusión social. Recientemente se ha publicado un Informe de la Comisión Europea en el que se analizan los progresos realizados por la Unión Europea y los Estados miembros en materia de política económica y de empleo desde el año 2000, en el que se ha puesto de manifiesto que los niveles globales de aplicación y progreso siguen siendo insuficientes y, en determinados ámbitos, aún se observan problemas importantes que constituyen un freno para la Estrategia de Lisboa. En el año 2003, y por primera vez desde 1994, la zona euro ha registrado un retroceso con la pérdida de aproximadamente 200.000 puestos de trabajo en términos netos. Por ello, en opinión de la Comisión en 2004 se crearán muy pocos puestos de trabajo y la tasa de desempleo aumentará ligeramente hasta alcanzar el 8,2% antes de comenzar su descenso en 2005. La evolución de la tasa de empleo de los trabajadores cuyas edades oscilan entre 55 y 65 años, aunque se haya incrementado en 3 puntos desde 1999 requeriría crear en torno a 7 millones de empleos para estos trabajadores, a fin de lograr el objetivo del 50% en 2010. En cuanto a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, se aprecia que la tasa de empleo femenino se ha incrementado en 2,7 puntos en 3 años, por tanto, el objetivo del 60% en 2010. Con todo, las mujeres siguen siendo más vulnerables al desempleo y a la inactividad. En definitiva, los indicadores del mercado de trabajo muestran, en general, que los paseos dados no permitirían alcanzar todos los objetivos fijados en la Unión Europea para el año 2010, siendo además improbable que se cumplan los objetivos intermedios establecidos para el año 2005 en el Consejo Europeo de Estocolmo (marzo de 2001). Por lo que se refiere al mercado de trabajo español, pese al crecimiento de la tasa de empleo, se observan con preocupación circunstancias tales como la tasa de desempleo, la segregación profesional y sectorial entre hombres y mujeres. Se señala la necesidad de desarrollar definitivamente un sistema de información y coordinación entre las Comunidades Autónomas y las entidades locales, así como el establecimiento de un proceso de elaboración y seguimiento que permita una adecuada participación de los agentes sociales. En línea con las preocupaciones manifestadas por la Comisión, el Informe “Crear más empleo en Europa”, desarrollado en el año 2003 por el Grupo Europeo de Empleo, ha subrayado, igualmente, la necesidad de acelerar la aplicación de las reformas en materia de empleo en la Unión Europea y en los Estados miembros. La mejora de la situación del empleo y la productividad pasa por el cumplimiento de cuatro requisitos fundamentales: El incremento de la capacidad de adaptación de los trabajadores y las empresas. Atraer más personas al mercado de trabajo. Lograr que la inversión en capital humano sea cada vez mayor y más eficaz. Asegurar la aplicación efectiva de las reformas mediante una mejor gestión. Respecto a España, han formulado diversas orientaciones. Cabe destacar la apreciación de la necesidad de revisar el marco jurídico de la negociación colectiva, en aras de modernizar la organización del trabajo y posibilitar la fijación de salarios en función de las diferentes situaciones locales, regionales y sectoriales. Asimismo, han aconsejado mejorar la coordinación entre los servicios públicos de empleo regionales y locales. Fuente: Consejo Económico y Social.