El Cristo de espaldas; Eduardo Caballero Calderón

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ANÁLISIS:
EL CRISTO DE ESPALDAS
ÁREA HUMANIDADES: CASTELLANO
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
Introducción 4
1. análisis literario 5
1.1. Contexto 5
• aspecto geográfico 5
1.1.2. aspecto biográfico 5
1.1.3 aspecto histórico 5
1.1.aspecto literario 5
1.2 narrador 6
1.3 espacio 7
1.4 tensión 8
1.5 acción 9
1.5.1 situaciones múltiples 9
1.5.2 conflictos 9
1.6 personajes 11
1.6.1 personajes principales 11
1.6.2 personajes secundarios 11
1.6.3 clasificación 12
1.7 tiempo 14
1.8 diseño 15
1.9 tema 16
1
1.10 imágenes y símbolos 17
1.11 argumento 18
1.12 comentario 20
1.13 recursos expresivos 22
1.14 vocabulario 23
1.15 conclusiones 38
1.16 bibliografía 39
INTRODUCCIÓN
Este análisis literario es la forma en que todos los estudiantes que presentamos Este trabajo, confirmamos que
la novela El Cristo de espaldas fue leída y entendida plenamente.
En esta exploración de la novela podemos diferenciar elementos que conforman y dan encanto a la misma,
tales como, el tiempo, el narrador, el sitio en el que se desarrollan los hechos y los recursos literarios que son
los que embellecen y que le dan el toque elegante al texto.
En este análisis tenemos como objetivo la investigación y conocimiento profundo de esta novela, dado que las
personas aprendemos leyendo, pero se debe comprender correctamente el texto para llegar a culturizarnos por
medio de la literatura.
1. ANÁLISIS LITERARIO
1.1. CONTEXTO
El cristo de espaldas. Eduardo Caballero Calderón
• ASPECTO GEOGRÁFICO.
De nacionalidad colombiana Nació en Bogotá, Cundinamarca
La obra se desarrolla posiblemente en la región de Boyacá y Santander, donde la violencia de los años 50
entre liberales y conservadores se hace sentir más en este territorio.
• ASPECTO BIOGRÁFICO.
Fue novelista, ensayista y periodista
• ASPECTO HISTÓRICO.
Nació en Bogotá en 1910. Inició su labor periodística en 1926. El tema de la violencia colombiana, la
condición infrahumana de los desposeídos, las pasiones primitivas, el amor a la tierra y la vida campesina
están presentes en sus mejores novelas. En 1965, ganó el Premio internacional de novela Eugenio Nadal con
El Buen Salvaje.
• ASPECTO LITERARIO.
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Su estilo favorito fue el ensayo.
Algunas de sus publicaciones son los ensayos Suramérica, tierra del hombre (1944), Latinoamérica un
mundo por hacer (1944), Breviario de don Quijote (1947), Ancha es Castilla (1950), Americanos y europeos
(1956), Historia privada de los colombianos (1960)
Sus mejores novelas fueron: El Cristo de espaldas (1952), Siervo sin tierra (1954), La penúltima hora (1955),
Manuel Pacho (1962), Caín (1969), El buen Salvaje (1963) e Historia de dos Hermanos (1977).
Caballero Calderón perteneció al realismo, igual que Tomas Carrasquilla, toma las costumbres, paisajes y la
gente del pueblo para resaltar un problema de la comunidad.
1.2. NARRADOR.
El narrador es un narrador testigo, porque solamente observa los hechos desde un punto alejado, de manera
que no participa en ellos.
• Cuando el buen cura llego al despacho del alcalde, estaba todavía pálido y trémulo por lo que había
visto en la casa de don Roque, en la plaza de abajo; pero en la alcaldía, en cuyo patio grande y
destartalado atado a un botalón el Anacleto, lo que vio le encendió el rostro de vergüenza. (Pág. 48)
• El sacristán, estirado la cabeza a través de la puerta, los miró entre sorprendido y malicioso. (Pág. 22)
• La niña mayor, ojerosa e indiferente, miraba al cura desde la puerta que da al corredor; y a veces,
recordando quién sabe qué cosas, se estremecían de pies a cabezas como si tuviera fiebre (Pág. 68)
• y desprendiéndose de los brazos de Anacarsis, que se esforzaba por contenerlo, el alcalde se dirigió
tambaleante, con los ojos turbios, en dirección al cura. (Pág. 84)
• el cura y el notario lograron dominar al muchacho y apaciguarlo, apartándolo de su hermano que,
caído e indefenso, no se atrevía a rechistar palabra,(pág. 56)
• el cura solo prestaba atención a sus dudas, preocupaciones y presentimiento. La vida le parecía mas
absurda y disparatada que nunca, los hombres mas ciegos a la verdadera luz, sumergidos hasta el
cuello en sus miserables pasiones. (Pág. 102)
• ESPACIO.
El espacio en la obra es un espacio Amplio, porque los hechos se dan en un pueblo y sus alrededores.
• La plaza se habría enorme, difusa, silenciosa, limitada por paredones que clareaban entre las sombras.
La mole de la iglesia irrumpió de pronto ante los ojos del cura, en un momento en que la luna de
invierno logro asomar el rostro entre dos pesados nubarrones, para esconderse en el acto.(Pág. 9)
• Desde la boca del monte sobre un barranco negro talado por las lluvias, bruñido por el viento cortante
que soplaba con fuerza, se veía allá abajo el estrecho valle iluminado por un rayo de sol (Pág., 7)
• el cura acaricio la cabeza del niño que cargaba la pobre mujer en brazos, y se dirigió con paso lapido a
la cárcel municipal antes de pasar al convento. De la cárcel fue a la alcaldía, que estaba a dos pasos, a
comunicarse telefónicamente con el gobernador, a quien había citado aquella mañana. (Pág. 94)
• TENSIÓN.
La tensión es total, porque el desenlace es muy distinto a lo que uno se puede imaginar, además, donde se
solucionan los conflictos, no es en el transcurso de la novela, sino en la conclusión de la misma.
• abriendo desmesuradamente los ojos, por los que ya pasaban como las nieblas sobre el páramo las
sombras de la muerte, balbuceo: ¡Yo lo mate señor cura! Yo lo mate ¡yo maté al viejo don Roque!
Fue la noche de su llegada después de que lo deje a sumercé en la casa cural(Pág. 107)
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• Pues es de don Roque ¡de don Roque Piragua!... de ese viejo miserable, de ese monstruo, de ese
desvergonzado, de ese ¡Uy! Dios y su reverencia me perdonen. Yo creo que el viejo fue un buen
muerto, y don Pío Quinto Flechas tuvo como una intuición de lo que iba a pasarle, cuando hace veinte
años hizo pintar al viejo como protagonista de La muerte del pecador achicharrándose en los quintos
infiernos. (Pág. 114)
• ACCIÓN.
• SITUACIONES MÚLTIPLES.
• El padre joven llega al pueblo.
• El padre joven oficia su primera misa en el pueblo.
• Se descubre el cadáver de don Roque Piragua.
• Se celebra el velorio de don Roque.
• Los habitantes del pueblo de arriba se dirigen al pueblo de abajo para juzgar a Anacleto
• El alcalde intenta matar al cura, pero Anacarsis lo detiene a tiempo
• El cura va al bazar que ha preparado Cornelia
• El padre joven y una concurrencia mas, se dirigen hacia Llano Redondo, donde estaba Pío Quinto
• El sacristán confiesa con el padre que él mato a don Roque, después de haber recibido un machetazo,
y muere.
• El padre joven recibe la carla del obispo y se marcha del pueblo.
• CONFLICTOS.
• La violencia: Que es un problema comunitario, que afecta a todo el pueblo, esta violencia es fruto de
el fanatismo partidista que se sucede en la obra, esta hace olvidar al padre joven todos los lujos de la
existencia religiosa y espiritual, para hacer frente a los problemas reales de una sociedad, en esta
novela no se llega a superar la dimensión política, sino que el padre trata de impedir la violencia
partidista.
• El odio: en esta sociedad llena de violencia, de la que se desprende el odio, que va destruyendo poco
a poco la comunidad, y el poco amor que existe entre ellos, así el cura comprende que su verdadera
misión pastoral es volver a la fraternidad como fuente de cristianismo, para vivir en comunidad,
• El partidismo político: es el que mas se observa en esta obra, y de ahí se desprenden los conflictos
anteriores, es como la opresión a cierto sector de la comunidad, en este caso los liberales, por parte de
las autoridades civiles y militares: no reconozco enemigos... ni tolero que las ovejas blancas nieguen a
las negras su derecho a oír mi voz. Esta apertura, por supuesto, va contra la tradición sacerdotisa de
alinearse sin titubeos tras el partido conservador, que en la novela se expresa a través de la razón
rústica y directa del antiguo cura del lugar Creía honradamente el buen hombre que los liberales son
ateos, los ateos masones, los masones tienen el deseo de asesinar al Papa, el cual, finalmente, es el
padre de todos los conservadores. Así el padre joven lucha contra cualquier intento de venganza hacia
los campesinos liberales, se aferra a la idea de ir en contra de la tortura y el martirio para fines
políticos. Esta incursión a nuevos rumbos no se hace con tiranía. El pueblo entero se enfurece por el
atrevimiento del sacerdote: lástima del cura viejo se lamenta alguien, era persona de experiencia que
no se dejaba engatusar fácilmente.
• PERSONAJES
• PERSONAJES PRINCIPALES:
• Padre joven
• El sacristán
• Anacleto
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• Anacarsis
• PERSONAJES SECUNDARIOS:
• El alcalde
• Don Roque Piragua
• El notario
• El padre viejo
• Ursula
• Maria Encarna
1.6.3 CLASIFICACIÓN.
Personaje
Padre joven
El sacristán
Nivel psicológico
Nivel social
En el seminario gozaba de
muchas comodidades,
siendo de clase alta, pero
Era una persona humilde,
al llegar al pueblo, se
solidaria fraternal y
convirtió en un individuo
respetuosa
de clase baja, por la
pobreza de la iglesia y del
pueblo en general
Al matar a don Roque,
Era de clase baja por lo
demuestra que es
cual hacia lo que le pedían
ambicioso, se deja
por dinero.
influenciar por la
sociedad.
Anacleto
Era una persona que tenia
sus propias ideas, era
honesto y a diferencia de
su hermanastro y de su
padre, era justo.
Anacarsis
Era de carácter avaro,
Era de clase social alta,
quería ser el dueño de todo
gozaba del patrimonio de
el pueblo, envidioso e
Anacleto
injusto
El alcalde
Era de clase alta, su cargo
Ambicioso, injusto, se
lo había ayudado a
dejaba influenciar por don
conseguir don Roque. Por
Roque Piragua
lo cual él era su servidor
Don Roque Piragua
Era un hombre avaro,
Era de clase alta, por ser el
codicioso, que tenia poder que mandaba en el pueblo
sobre la demás gente
de arriba
El notario
Era un hombre de clase
Era un hombre codicioso,
media que vivía
egoísta y utilitario
cómodamente,
.Era de clase social media,
el solo quería reclamar su
herencia y vivir una vida
serena.
Nivel ideológico
Era inclinado hacia lo
religioso, tomaba mucho
en cuenta el aspecto
teológico al realizar sus
actos.
Por ser sacristán, tenia una
inclinación hacia la
religión, pero no tenia
ideas, porque se
influenciaba del común
Era del partido liberal,
tenía un poco de
movimiento hacia la
religión, al haber acudido
primero al padre por la
muerte de don Roque.
Era partidario a ideas
políticas conservadoras,
casi llegando al fanatismo
político
Era del partido
conservador, se aferraba
totalmente a la idea de
acabar totalmente con los
liberales
Era del partido
conservador, no era muy
religioso aunque iba todos
los primeros viernes a
misa
Era muy cercano a la
política, era del partido
conservador
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El padre viejo
Era de clase media,
Era una persona, que tenia
cuando él estaba la iglesia
influencia, fue interesado,
del pueblo de arriba era
usurero e hipócrita
mas completa.
Ursula
Era una mujer honrada,
cordial, que tenía ideas
propias distintas al
gobierno del pueblo.
Era de clase media, vivía
con su esposo el notario.
Maria Encarna
Era una mujer humilde,
desinteresada, amable y
cordial.
Era de clase baja, perdió
todo.
Era un hombre religioso,
pero utilizaba sus misas
para promover ideas
políticas.
Era una mujer muy
religiosa, no estaba de
acuerdo con los seguidores
de don Roque, por lo de
Belencita.
Era del partido liberal, fue
una mujer muy religiosa,
• TIEMPO
El tiempo que apreciamos en la novela es el tiempo cronológico, porque la historia se cuenta en capítulos de
fracciones de días (la noche del jueves, la mañana del viernes, el domingo por la tarde, etc.).
• DISEÑO
El libro consta de lo siguiente:
En la carátula, parte anterior, parte superior, aparece el titulo de la obra, y la parte central e inferior la ocupa
una ilustración.
Parte posterior, se puede observar la biografía del autor.
En el lomo del libro se encuentra a la izquierda el nombre de la novela y a su derecha el autor.
Parte interna, la primera hoja se encuentra en blanco, en la segunda hoja aparece el nombre de la obra, en la
parte superior, y en la inferior, el escritor.
Después de esto en la tercera hoja hay una cita bíblica (MATEO, X, 16−22) y en la siguiente, se ubica la tabla
de contenido.
El libro se constituye de 123 páginas, 8 capítulos y esta escrito en prosa.
Es algo difícil de entender por el vocabulario, que no es perteneciente a nuestra región.
• TEMA.
La novela se basa en lo acontecido a un sacerdote, recién salido del seminario, que llega a un pueblo acosado
por el fanatismo entre liberales y conservadores, la angustia y pasión del joven sacerdote, al verse involucrado
en esta situación de extrema gravedad.
Es sin duda la intensidad de la violencia partidista y el trato inhumano que padecen ciertos sectores de la
población (los liberales en este caso) a manos de las autoridades civiles y militares, que lo llevan a cuestionar
las bases dogmáticas que sostenían su vocación de sacerdote, y a retocar la labor del verdadero pastor de
ovejas.
• IMÁGENES Y SÍMBOLOS.
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• El padre joven: significa el fin de la ignorancia hacia el pueblo, era como un vínculo hacia Dios, o
sea a la luz, que les daría conciencia para decidir por ellos mismos, las decisiones para el bien de todo
el pueblo.
• El padre viejo: significa hipocresía, materialismo, interés, ya que él en sus sermones no trataba temas
teológicos, sino que trataba de hacer que sus feligreses se afiliaran a su doctrina política, en este caso
el conservatismo.
• El pueblo de arriba y el pueblo de abajo: simbolizan ignorancia, pobreza, negligencia y una
carencia de ideas, porque se dejaban llevar de lo que decía la gente que participaba en el gobierno de
estos dos terrenos para dar su opinión.
• Llano redondo: es una forma de expresar la falta de atención por parte del gobierno a algunos
sectores de nuestro país, así este simboliza el estancamiento del pensamiento por la falta de
oportunidades.
• El alcalde, el notario y el juez: son la forma como el autor expresa su inconformismo a la
organización de nuestro gobierno, la mafia interna que ocurre el él, en la que existe la preferencia
hacia una persona, y si esa persona no queda en el cargo más alto, va a quedar en el segundo mas alto
y si no queda en este, va a salir en el que le sigue y así sucesivamente.
• La iglesia: alude a la miseria en la que puede quedar sumergida una población después de un mal
gobierno o una farsa. Así el padre viejo, que tenia contactos con las autoridades políticas del pueblo,
después de predicar sus sermones anti−liberales, partió hacia el pueblo de abajo llevándose muchas de
los recursos de su anterior iglesia.
• ARGUMENTO.
El padre joven llega al pueblo, el sacristán caricortao, lo llevo hasta su próximo hogar, entraron ambos en la
sacristía y el sacerdote se dio cuenta de la pobreza del lugar.
A las cinco del siguiente día, que era primer viernes del mes, el padre ofreció su primera misa, en la que
predico su evangelio favorito, Yo soy el buen pastor, Yo conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mi,
por primera vez miraba a su rebaño, en los que distinguió a la gente que sobresalía en esa sociedad, ese
viernes don Roque Piragua, que siempre asistía a misa los primeros viernes del mes, no asistió, los feligreses
estaban con esa inquietud.
Pocas horas mas tarde, llego a la casa cural Anacleto, hijo de don Roque piragua, desesperado diciendo que él
no había matado a su padre, que no había asistido a la misa porque estaba muerto. El cura le creyó, pero la
sociedad no, y como él era el hijo rebelde de don Roque, que era liberal y que había regresado al pueblo
únicamente porque quería su herencia.
En la casa cural, la Maria Encarna buscaba al padre, al que cuando encontró predio refugio y le contó su
historia, era una mujer humilde que lo había perdido todo, era liberal y por eso también la perseguían, así que
el padre joven, conmovido por el relato de la viuda, la dejo pasar la noche en la cocina de la casa cural.
Después del funeral de don Roque, el notario hablo con el sacerdote para llegar a un acuerdo acerca del
asesinato de don Roque, en el que el principal sospechoso era Anacleto, así que después de llegar a un
acuerdo, el sábado por la noche, partieron todos, el alcalde, el Anarcasis, hijo de don Roque y medio hermano
de Anacleto, el notario, el sacristán la Maria Encarna con sus hijos y el padre joven al pueblo de abajo.
Así cuando llegaron a la plaza, una multitud de borrachos y conservadores, liderados por Anacarsis y el
alcalde, gritaban: ¡abajo los rojos! ¡`Que viva don Roque!, y en la plaza la misma multitud quería descuartizar
a Anacleto, ya que los otros tres liberales se les habían escapado, pero en realidad se habían escondido con la
Maria Encarna en la casa cural. El alcalde borracho alzo su revolver hacia la cabeza del Anacleto, pero el
padre alcanzo a interponerse para defenderlo, el alcalde inconsciente casi fue capaz de matar al cura, pero
Anacarsis lo detuvo a tiempo.
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Belencita, hija de el notario y de doña Ursula, que había estado en un colegio de monjas, regresaba al pueblo,
así que ella también se sumo al viaje que se disponían a hacer el padre y el sacristán, junto con dos guardias
del pueblo de arriba que habían salido mas temprano.
Adelante en el camino se hallaron con un sargento, el sargento Lardinez, con el cual Belencita revelo la razón
por la cual la querían devolver rápidamente de aquel colegio de monjas, esa coquetería tan impropia de una
hija de buena familia.
Acercándose al páramo a donde se dirigían, el caricortao y el sargento continuaron a pie, un rato mas tarde
Belencita y el padre, continuaron hasta la boca del páramo, donde descansaron un momento, pero entonces se
acerco el Sargento con otros policías trayendo al sacristán que estaba mal herido, el padre pidió a los presentes
se retirasen para confesar al sacristán, el cual le dijo que él estaba viviendo con la boba fuera del matrimonio,
y que el había sido el culpable del asesinato de don Roque, porque le habían pagado por eso, dicho esto,
expiró.
Así todo se aclaro, estando en el pueblo, doña Ursula le dijo al cura que el hijo de Belencita era de don Roque,
y que al parecer don Pío Quinto Flechas tenia un leve presentimiento de lo que sucedería, así fue que mando a
pintar La muerte del pecador.
Después de despedir a doña Ursula, la carta que le había entregado el peón de estribo que mando el cura viejo
para conducir su equipaje, se alegro, era del obispo, lo regresaría al seminario a enseñar a niños, le explicaba,
que en su propio orgullo y sus ganas de ser perfecto, lo estaban consumiendo, así los niños le devolverían la
humildad, así el padre regreso al seminario, y se despidió del pueblo con las siguientes palabras: ¡Señor,
perdónalos porque no saben lo que hacen!.
• COMENTARIO.
Esta obra descubre al lector una realidad, que muy pocas veces podemos observar y comprender totalmente,
tanto el pueblo de arriba como el de abajo, se da esta situación, ya que tras de estos gobiernos, hay una farsa
entretejida, que va destruyendo poco a poco los valores que poseía esta comunidad, siendo los gobernantes los
únicos beneficiados. Esto se refleja hoy en día en muchas de las comunidades, que son guiadas por personas
inescrupulosas, que no se dan cuenta del daño que están haciendo.
Nos muestra la humillación del pueblo, su miseria e ignorancia, la carencia de valores y pensamientos
propios, que, interrumpen el progreso del pueblo, así, este al estar en una misma situación de desventura,
puede llegar a acabar con la vida de alguien o a hacer cualquier cosa por salir de estas circunstancias.
El Cristo de espaldas, presenta dos factores que, al combinarse, ayudan a idear el fracaso del cura. Primero, la
unión histórica. En los 50, que es la época en que ocurre la acción, la problemática social en Colombia se
trazaba en términos de acogimiento político, liberales contra conservadores, hecho que permitió ocultar las
gravísimas tensiones socioeconómicas que existían bajo la violencia fanática.
La gente que llevaba el mando aprovechó la confusión del pueblo para manipularlo y empujarlo a una lucha
criminal. En la novela, la expulsión de los liberales del pueblo, en su mayoría simples campesinos, se llevó a
cabo con respaldo prácticamente unánime; y la gente al dejarse llevar por el torbellino desatado por las
autoridades, fue incapaz de comprender la labor benévola o pacificadora del sacerdote.
El segundo factor que contribuye a aislar al cura es de temperamento personal: no puede superar las
diferencias de clase, hecho que se manifiesta en el desprecio que siente por la realidad cotidiana de los
habitantes. Las relaciones entre el religioso y los demás (víctimas y bárbaros) se caracterizan por una postura
esencialmente fraternalita: es ante todo fastidio ante la violencia incivilizada, y no un sincero compromiso con
los afectados. El sacerdote piensa que únicamente la bondad divina es lo suficientemente fuerte como para
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tolerar las fallas humanas: para amarlos es necesario verlos desde la cruz, porque de lo contrario sería casi
imposible perdonarlos. Esta barrera le impide integrarse armónicamente al pueblo, para poder operar el
cambio desde dentro. Al no tratar de dialogar con aquellos que podrían ser sus aliados (otros campesinos
intimidados por el abuso de las autoridades), la situación degenera hasta que el joven sacerdote, a pesar de las
buenas intenciones que lo guiaban, queda completamente aislado. La desesperación producida por esta
amarga experiencia deja al descubierto una profunda falta de fe en los hombres, al fin y al cabo fueron ellos
quienes le volvieron las espaldas al Cristo.
• RECURSOS EXPRESIVOS.
Descripción.
Se presenta en muchas ocasiones y es tan perfecta que se nos hacen mirar la escena como si estuviéramos en
el lugar de la en que se desarrolla la misma.
Fue un instante nada mas, porque de pronto cayo la noche y un vapor frío y pegajoso disolvió los contornos y
los perfiles de las cosas. Torno a ventear y la llovizna que había dejado de caer un momento, repico en los
flancos humeantes de las mulas y en el cuero tieso de los zamarros. En el fondo del valle, ahora negro como
un abismo, comenzaron a parpadear unas luces.
Prosopografía.
Es la descripción de una persona o animal.
Un bulto negro se deslizo pegado a las paredes tanteándolas con las antenas de los brazos y a poco llego ante
la ventana del alcalde el propio señor notario. Era bajo de cuerpo, viejo, achaparrado, y usaba unas gruesas
gafas de aro de lata, porque era muy cegato
Símil.
Es una figura que utiliza palabras comparativas
una mata de frailejón peludo y gris como la oreja de un burro brotaba entre las grietas del barranco
El fondo del valle ahora negro como un abismo
Animismo.
Da a los seres inanimados atributos propios de los animados
desde la boca del boca del monte sobre un barranco negro tallado por la lluvia
pesados jirones de niebla pasaban raudos por el páramo.
1.14. VOCABULARIO.
Libidinoso, sa. (Del lat. libidinsus). adj. lujurioso.
Gamonal. m. Tierra en que se crían muchos gamones. || 2. Am. Cen. Y Am. Mer. Cacique ( de pueblo).
Preeminencia. (Del lat. praeeminenta). f. Privilegio, exención, ventaja o preferencia que goza alguien
respecto de otra persona por razón o mérito especial.
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Hegemonía. (Del gr. , dirección, jefatura). f. Supremacía que un Estado ejerce sobre otros. || 2.
Supremacía de cualquier tipo.
Rezongar. (De la onómato. zong, zung, zumbar). intr. Gruñir, refunfuñar a lo que se manda, ejecutándolo de
mala gana.
Prorrogar. (Del lat. prorogre). Tr. Continuar, dilatar, extender algo por un tiempo determinado. || 2.
Suspender, aplazar. || 3. Ant. Echar de un territorio, desterrar.
Filípica. (De Filipo II, por alus. a los discursos de Demóstenes contra este rey de Macedonia, c382−336 a. de
C.). f. Invectiva, censura acre.
Jirón. (Del fr. giron, regazo). m. Faja que se echaba en el ruedo del sayo o de la saya. || 2. Pedazo desgarrado
del vestido o de otra ropa. || 3. Pendón o guión que remata en punta. || 4. Parte o porción pequeña de un todo. ||
5. Heráld. Figura triangular que, apoyándose en el borde del escudo, llega hasta el centro o corazón de este. ||
6. Perú. Vía urbana compuesta de varias calles o tramos entre esquinas.
Raudo, da. (Del lat. rapidez). adj. Rápido, violento, precipitado. || 2. f. ant.
Raudal ( caudal de agua).
Mogolla. F. Col. Pan moreno hecho de salvado. || 2. P. Rico. Mezcla confusa de ideas, elementos, etc.
Bayetón. (De bayeta). m. Tela de lana con mucho pelo, que se usa para abrigo.
Estola. (Del lat. stola, y este del gr. , vestido). f. Ornamento sagrado que consiste en una banda de tela
de dos metros aproximadamente de largo y unos siete centímetros de ancho, con tres cruces, una en el medio y
otra en cada extremo, los cuales se ensanchan gradualmente hasta medir en los bordes doce centímetros. || 2.
Banda larga de piel que usan las mujeres para abrigarse el cuello. || 3. Vestidura amplia y larga que los griegos
y romanos llevaban sobre la camisa y se diferenciaba de la túnica por ir adornada con una franja que ceñía la
cintura y caía por detrás hasta el suelo. % V. derecho de ~.
Claudicación. (Del lat. claudicato, −nis). f. Acción y efecto de claudicar. || ~ intermitente. f. Med.
Síntoma caracterizado por la cojera dolorosa, producida por el acto de andar, que aparece principalmente en la
tromboangitis obliterante.
Embrollo. m. Enredo, confusión, maraña. || 2. Embuste ( mentira). || 3. Situación embarazosa, conflicto del
cual no se sabe cómo salir.
Espuela. (Del ant. espuera, y este del gót. *spaúra; cf. nórd. Spori y a. al. Ant. Sporo). f. Espiga de metal
terminada comúnmente en una rodaja o en una estrella con puntas y unida por el otro extremo a unas ramas en
semicírculo que se ajustan al talón del calzado, y se sujetan al pie con correas, para picar a la cabalgadura. || 2.
Estímulo, acicate. || 3. Última copa que toma un bebedor antes de separarse de sus compañeros. || 4. Can. Y
Am. espolón ( de las aves). || 5. Chile, Honda. Y RU. espoleta2. || ~ de caballero. f. Planta herbácea de la
familia de las Ranunculáceas, con tallo erguido, ramoso, de cuatro a seis decímetros de altura, hojas largas,
estrechas y hendidas al través, flores en espiga, de corolas azules, róseas o blancas, y cáliz prolongado en una
punta cual si fuera una espuela. || 2. Flor de esta planta. || calzar ~. fr. Ser caballero. || calzar la ~. fr. Ser
armado caballero. || 2. Armar caballero. || calzar las ~s a alguien. fr. Armarlo caballero. || calzarse la ~. fr.
calzar la espuela ( ser armado caballero). || correr la ~. fr. Dicho del jinete: Rodarla desde la cincha a los
ijares. || 2. Mortificar, reprender duramente. || dar de ~, o de ~s, o de la ~, o de las ~s, a una caballería. Frs.
Picarla para que camine. || estar con las ~s calzadas. fr. Estar para emprender un viaje. || 2. Estar pronto para
emprender un negocio. || picar ~s. fr. dar de espuela. || 2. Apretar a correr, imprimir mayor velocidad a algo.
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|| poner ~s a alguien. fr. Estimularle, incitarle para que emprenda o prosiga con más calor un negocio. || sentir
la ~. fr. Sentir el aviso, la reprensión, el trabajo o apremio. || tener las ~s calzadas. fr. estar con las espuelas
calzadas. % V. caballero de ~ dorada, mozo de ~, sapo de ~s.
arcada. (De arco). f. Conjunto o serie de arcos en las fábricas, y especialmente en los puentes. || 2. Ojo ( de
un arco de puente).
Lodazal. m. Sitio lleno de lodo.
Cenagoso, sa. (Del lat. *coenicsus, de coenum, cieno). adj. Lleno de cieno.
galápago. (De or. prerromano). m. Reptil del orden de los Quelonios, parecido a la tortuga, con membranas
interdigitales. || 2. Palo donde encaja la reja del arado. || 3. Polea chata por un lado para poder fijarla
cómodamente en un madero. || 4. Aparato que sirve para sujetar fuertemente una pieza que se trabaja, como el
barrón acodillado con que se fijan en los bancos las piezas, o la prensa en que los arcabuceros metían el cañón
para asegurarlo y poderlo barrenar. || 5. Molde en que se hace la teja. || 6. Lingote corto de plomo, estaño o
cobre. || 7. Arq. Cimbra pequeña. || 8. Arq. Reparo y revestido que se hace en los subterráneos de terreno poco
macizo para contener el empuje de las tierras. || 9. Arq. Tortada de yeso que se echa en los ángulos salientes
de un tejado. || 10. Equit. Silla de montar, ligera y sin ningún resalto, a la inglesa. || 11. Mar. Pieza de madera
o metal, de varias hechuras, que, colocada firme en el costado, en cubierta u otro punto del buque, facilita el
laboreo de cabos o cables mediante roldanas que en ella juegan. || 12. Med. Tira de lienzo, cuadrilonga,
hendida por los dos extremos, sin llegar al medio, y que forma por lo común cuatro ramales. || 13. Mil.
Defensa que formaban los soldados juntando sus escudos. || 14. Mil. Máquina antigua de guerra, consistente
en un barracón de madera transportable y cubierto por el techo con pieles, usado para guarecerse la tropa
mientras se aproximaba a los muros enemigos. || 15. Veter. Enfermedad propia de las caballerías, que se
desarrolla en el rodete del casco y parte de la corona, caracterizada por una secreción anormal de la materia
córnea de la tapa. || 16. Sal. Trozo de vaqueta que se cose a las botas usadas por los ganaderos, para evitar que
entre el agua. || 17. Ecuad. Especie de galápago terrícola de gran tamaño, sin membranas interdigitales. || 18.
El Salv., Hond. y Ven. Silla de montar para señora.
mortificar. (Del lat. cristiano mortificre). tr. Afligir, desazonar o causar pesadumbre o molestia. U. t. c. prnl.
|| 2. Domar las pasiones castigando el cuerpo y refrenando la voluntad. U. t. c. prnl. || 3. Med. Dañar
gravemente alguna parte del cuerpo. U. t. c. prnl.
enjalma. (Del mozár. y ár. hisp. *iálma, estos del b. lat. salma, este del lat. sagma, y este del gr. ). f.
Especie de aparejo de bestia de carga, como una albardilla ligera
nogal. (Del lat. nuclis, semejante o relativo a la nuez). m. Árbol de la familia de las Yuglandáceas, de unos
quince metros de altura, con tronco corto y robusto, del cual salen gruesas y vigorosas ramas para formar una
copa grande y redondeada, hojas compuestas de hojuelas ovales, puntiagudas, dentadas, gruesas y de olor
aromático, flores blanquecinas de sexos separados, y por fruto la nuez. Su madera es dura, homogénea, de
color pardo rojizo, veteada, capaz de hermoso pulimento y muy apreciada en ebanistería, y el cocimiento de
las hojas se usa en medicina como astringente y contra las escrófulas. || 2. Madera de este árbol. || 3. adj. Del
color de la madera de este árbol.
bruces. (Var. de buces). de ~. loc. adv. boca abajo. Beber de bruces. Echarse de bruces. || caer, o dar, de ~.
frs. coloqs. Dar con la cara, o caer dando con ella, en una parte.
batiente. (Del ant. part. act. de batir). adj. Que bate. || 2. m. Parte del cerco de las hojas de puertas, ventanas y
otras cosas semejantes, en que se detienen y baten cuando se cierran. || 3. Cada una de las hojas de una puerta
o ventana. || 4. Mamperlán de escalones o puertas. || 5. Lugar donde la mar bate el pie de una costa o de un
dique. || 6. En los claves y pianos, listón de madera forrado de paño por la parte inferior, en el cual baten los
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martinetes o los macillos cuando se pulsan las teclas. || 7. Mar. Cada uno de los dos cantos verticales de las
portas de las baterías. || 8. Mil. Madero de unos dos metros de largo y unos 20 cm de grueso, que se coloca al
pie de la cañonera para impedir que las ruedas de la cureña deterioren el parapeto.
jipijapa. (De Jipijapa, pueblo ecuatoriano). f. Tira fina, flexible y muy tenaz, que se saca de las hojas del
bombonaje, y se emplea para tejer sombreros, petacas y diversos objetos muy apreciados. || 2. m. sombrero
de jipijapa.
cilicio. (Del lat. cilicum). m. Faja de cerdas o de cadenillas de hierro con puntas, ceñida al cuerpo junto a la
carne, que para mortificación usan algunas personas. || 2. Saco o vestidura áspera que se usaba antiguamente
para la penitencia. || 3. Mil. centón ( manta con que se cubrían las máquinas militares).
tiento. (De tentar). m. Ejercicio del sentido del tacto. || 2. Palo que usan los ciegos para que les sirva de guía.
|| 3. Cuerda o palo delgado que va desde el peón de la noria a la cabeza de la bestia y la obliga a seguir la
pista. || 4. Balancín de los equilibristas. || 5. pulso ( seguridad o firmeza en la mano).
6. tacto ( prudencia para proceder en un asunto delicado). || 7. coloq. Golpe dado a alguien. Le dieron dos
tientos. || 8. Arq. Pellada de yeso con que se afirman las miras y los reglones. || 9. Cineg. Palo delgado, como
de un metro de alto, con una punta de hierro muy aguda que se hincaba en la tierra para afianzar y fijar las
redes. || 10. Mús. Floreo o ensayo que hace el músico antes de dar principio a lo que se propone tañer,
recorriendo las cuerdas por todas las consonancias, para ver si está bien templado el instrumento. || 11. Mús.
Composición instrumental con series de exposiciones sobre diversos temas, cultivada entre los siglos XVI y
XVIII. || 12. Pint. Varita o bastoncillo que el pintor toma en la mano izquierda, y que descansando en el lienzo
por uno de sus extremos, el cual remata en un botón de borra o una perilla redonda, le sirve para apoyar en él
la mano derecha. || 13. Zool. Tentáculo de algunos animales que actúa como órgano táctil o de prensión. || 14.
Arg., Chile, Par. y Ur. Tira delgada de cuero sin curtir que sirve para hacer lazos, trenzas, pasadores, etc. || 15.
Cante andaluz con letra de tres versos octosílabos. || 16. Baile que se ejecuta al compás de este cante. || a ~.
loc. adv. a tientas. || cógelas a ~ y mátalas callando. expr. coloq. mátalas callando. U. t. c. loc. sust. com. ||
dar alguien un ~ a algo. fr. Reconocerlo o examinarlo con prevención y advertencia, física o moralmente.
Dar un tiento a la espada. Dar un tiento al ingenio. || 2. coloq. Echar un trago del líquido que contiene un
recipiente. Dar un tiento al jarro, a la bota. || de ~ en ~. loc. adv. De una en otra tentativa; intentando ya algo,
ya otra cosa. || perder el ~ a algo. fr. coloq. Carecer o dejar de tener la destreza necesaria para atinar con ello.
|| por el ~. loc. adv. a tientas. || sacar de ~ a alguien. fr. coloq. Atolondrarle con algún golpe o porrazo. ||
tomar el ~ a algo. fr. coloq. Pulsarlo, examinarlo
cuja1. (Del lat. coxa, cadera). f. Bolsa de cuero asida a la silla del caballo, para meter el cuento de la lanza o
bandera. || 2. Anillo de hierro sujeto al estribo derecho, en el que los soldados lanceros colocan el cuento de su
arma. || 3. ant. muslo.
gemir. (Del lat. gemre). intr. Expresar naturalmente, con sonido y voz lastimera, la pena y el dolor. || 2.
Dicho de un animal o de una cosa: Aullar o sonar, con semejanza al gemido del hombre. ¶ MORF. conjug. c.
pedir.
hirsuto, ta. (Del lat. hirstus). adj. Dicho del pelo: Disperso y duro. || 2. Cubierto de pelo de esta clase o de
púas o espinas. || 3. De carácter áspero.
columbrón. (De columbrar). m. germ. Aquello que alcanza una mirada.
corroborar. (Del lat. corroborre). tr. Dar mayor fuerza a la razón, al argumento o a la opinión aducida, con
nuevos raciocinios o datos. U. t. c. prnl. || 2. desus. Vivificar y dar mayores fuerzas al débil, desmayado o
enflaquecido. Era u. t. c. prnl.
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torno. (Del lat. tornus, y este del gr. , giro, vuelta). m. Máquina simple que consiste en un cilindro
dispuesto para girar alrededor de su eje por la acción de palancas, cigüeñas o ruedas, y que ordinariamente
actúa sobre la resistencia por medio de una cuerda que se va arrollando al cilindro. || 2. Armazón giratoria
compuesta de varios tableros verticales que concurren en un eje, y de un suelo y un techo circulares, la cual se
ajusta al hueco de una pared y sirve para pasar objetos de una parte a otra, sin que se vean las personas que los
dan o reciben, como en las clausuras, en las casas de expósitos y en los comedores. || 3. Máquina que, por
medio de una rueda, cigüeña, etc., hace que algo dé vueltas sobre sí mismo, como las que sirven para hilar,
torcer seda, devanar, hacer obras de alfarería, etc. || 4. Máquina para labrar en redondo piezas de madera,
metal, hueso, etc. || 5. Instrumento eléctrico formado por una barra con una pieza giratoria en su extremo,
usada por los dentistas para limpiar y limar la dentadura. || 6. torniquete ( dispositivo para que las personas
pasen de una en una). || 7. Freno de algunos carruajes, que se maneja con un manubrio. || 8. Vuelta alrededor,
movimiento circular o rodeo. || 9. Recodo que forma el cauce de un río y en el cual adquiere por lo común
mucha fuerza la corriente. || 10. Der. Acción de pasar la adjudicación del remate, en los arrendamientos de
rentas, al postor que ofrece mayores ventajas inmediatamente después de otro que lo tuvo primero y no dio
dentro del término las fianzas estipuladas. || ~ paralelo. m. Aquel cuyo portaherramientas se mueve en sentido
paralelo al eje de la pieza que se tornea, y que sirve para roscar. || ~ revólver. m. Mec. torno automático o
semiautomático que dispone de un revólver para el cambio de herramientas. || a ~. loc. adv. alrededor de (
aproximadamente). || 2. loc. adj. torneado ( hecho con un torno). || en ~ a. loc. prepos. alrededor de. || 2.
acerca de. || en ~ de. loc. prepos. alrededor de.
cantimplora. (Del cat. cantimplora). f. Frasco de metal aplanado y revestido de material aislante para llevar
la bebida. || 2. Sal. Olla grande. || 3. Sal. Vasija o bota de vino de gran tamaño. || 4. Col. Frasco de la pólvora. ||
5. desus. sifón ( tubo encorvado para sacar líquidos). || 6. desus. Recipiente de metal que sirve para enfriar el
agua, y es semejante a la garrafa.
desmesuradamente. adv. m. descomedidamente ( con exceso).
incorporar. (Del lat. incorporre). tr. Agregar, unir algo a otra cosa para que haga un todo con ella. || 2.
Sentar o reclinar el cuerpo que estaba echado y tendido. U. t. c. prnl. || 3. prnl. Agregarse a otras personas para
formar un cuerpo. || 4. Presentarse en el lugar en que se debe empezar a trabajar o prestar servicio.
abatir. (De batir). tr. Derribar, derrocar, echar por tierra. U. t. c. prnl. || 2. Hacer que algo caiga o descienda.
Abatir las velas de una embarcación. U. t. en sent. fig. Roma abatió el poder de Cartago. || 3. Inclinar,
tumbar, poner tendido lo que estaba vertical. Abatir los palos de un buque, la chimenea de un vapor. || 4.
humillar. U. t. c. prnl. || 5. Hacer perder el ánimo, las fuerzas, el vigor. U. m. c. prnl. || 6. Desarmar o
descomponer algo, especialmente una tienda de campaña y, en la Marina, la pipería y los camarotes. || 7.
Dicho de un jugador: En determinados juegos de naipes, conseguir la jugada máxima y descubrir sus cartas,
generalmente en forma de abanico sobre la mesa. || 8. Geom. Hacer girar alrededor de su traza un plano
secante a otro, hasta superponerlo a este. U. t. c. prnl. || 9. intr. Mar. Dicho de un buque: Desviarse de su
rumbo a impulso del viento o de una corriente. || 10. prnl. Dicho de un ave, de un avión, etc.: Descender,
precipitarse a tierra o sobre una presa. El cuervo se abatió sobre una peña. Los bombarderos se abatían sobre
la población. U. t. en sent. fig. La desgracia se abatió sobre mí.
tronchar. (De troncho). tr. Partir o romper sin herramienta un vegetal por su tronco, tallo o ramas principales.
El viento tronchó el árbol. U. t. c. prnl. || 2. Partir o romper con violencia cualquier cosa de forma parecida a
la de un tronco o tallo. Tronchar un palo, un bastón, una barra. U. m. c. prnl. || 3. Truncar, impedir que se
realice algo. U. t. c. prnl. || 4. prnl. coloq. troncharse de risa.
erguir. (Del lat. erigre). tr. Levantar y poner derecho algo, especialmente el cuello o la cabeza. || 2. prnl.
Levantarse o ponerse derecho. || 3. Engreírse, ensoberbecerse. ¶ MORF. Conjug. modelo.
boticario, ria. (De botica). m. y f. Persona que profesa la ciencia farmacéutica y que prepara y expende las
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medicinas. || 2. f. coloq. p. us. Mujer del boticario. % V. ojo de boticario.
imparcial. (De in−2 y parcial). adj. Que juzga o procede con imparcialidad. Juez imparcial. U. t. c. s. || 2.
Que incluye o denota imparcialidad. Historia imparcial. || 3. Que no se adhiere a ningún partido o no entra en
ninguna parcialidad. U. t. c. s.
pertrechos. (De or. inc.). m. pl. Municiones, armas y demás instrumentos, máquinas, etc., necesarios para el
uso de los soldados y defensa de las fortificaciones o de los buques de guerra. U. t. en sing. || 2. Instrumentos
necesarios para cualquier operación.
mariposear. (De mariposa, por alusión a la veleidad de este insecto). intr. Dicho especialmente de un
hombre: En materia de amores, variar con frecuencia de aficiones y caprichos. || 2. Andar o vagar
insistentemente alrededor de alguien, procurando el trato o la conversación con él.
solemne. (Del lat. solemnis). adj. Celebrado o hecho públicamente con pompa o ceremonias extraordinarias.
Exequias, procesión, junta, audiencia solemne. || 2. Formal, grave, firme, válido, acompañado de
circunstancias importantes o de todos los requisitos necesarios. Compromiso, declaración, promesa, prueba,
juramento solemne. || 3. Crítico, interesante, de mucha entidad. Ocasión, plática solemne. || 4. Grave,
majestuoso, imponente. || 5. peyor. U. para encarecer la significación de algunos nombres. Solemne disparate.
|| 6. desus. Que se hace de año a año. % V. misa ~, voto ~.
deliberar1. (Del lat. deliberre). intr. Considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de
una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos. || 2. tr. Resolver algo
con premeditación. % V. beneficio de ~, derecho de ~.
perjudicar. (Del lat. praeiudicre). tr. Ocasionar daño o menoscabo material o moral. U. t. c. prnl.
sangriento, ta. (Del lat. sanguilntus). adj. Que echa sangre. || 2. Teñido en sangre o mezclado con sangre. ||
3. Que se goza en derramar sangre. El sangriento Nerón. León sangriento. || 4. Que causa efusión de sangre.
Batalla sangrienta. || 5. Que ofende gravemente. Injuria sangrienta. || 6. poét. De color de sangre.
prorrumpir. (Del lat. prorumpre). intr. Salir algo con ímpetu. || 2. Proferir repentinamente y con fuerza o
violencia una voz, suspiro u otra demostración de dolor o pasión vehemente. Prorrumpió en sollozos.
pertrechos. (De or. inc.). m. pl. Municiones, armas y demás instrumentos, máquinas, etc., necesarios para el
uso de los soldados y defensa de las fortificaciones o de los buques de guerra. U. t. en sing. || 2. Instrumentos
necesarios para cualquier operación.
punitivo, va. (Del lat. puntum, supino de punre, castigar). adj. Perteneciente o relativo al castigo. Justicia
punitiva.
sosegar. (Del ant. sessegar, y este del lat. vulg. *sessicre, der. del lat. sessus, part. pas. de sedre, estar
sentado). tr. Aplacar, pacificar, aquietar. U. t. c. prnl. || 2. Aquietar las alteraciones del ánimo, mitigar las
turbaciones y movimientos o el ímpetu de la cólera e ira. U. t. c. prnl. || 3. ant. Pactar o asegurar algo. || 4. intr.
Descansar, reposar, aquietarse o cesar la turbación o el movimiento. U. t. c. prnl. || 5. Dormir o reposar. ¶
MORF. conjug. actual c. acertar.
trazar. (Del lat. *tractire, de tractus). tr. Hacer trazos. || 2. Delinear o diseñar la traza que se ha de seguir en
un edificio u otra obra. || 3. Discurrir y disponer los medios oportunos para el logro de algo. || 4. Describir,
dibujar, exponer por medio del lenguaje los rasgos característicos de una persona o de un asunto.
mecida. f. coloq. Hond. paliza ( serie de golpes). || 2. coloq. Hond. paliza ( amplia derrota).
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alternativamente. adv. m. Con alternación.
alternación. (Del lat. alternato, −nis). f. Acción de alternar. campanudo, da. adj. Dicho de algunas cosas,
como de ciertos trajes de las mujeres: Que tienen alguna semejanza con la forma de la campana. || 2. Dicho de
un vocablo: De sonido muy fuerte y lleno. || 3. Dicho del lenguaje o del estilo: Hinchado y retumbante. || 4.
Dicho de una persona: Que se expresa en estilo campanudo
previo, via. (Del lat. praevus). adj. Anticipado, que va delante o que sucede primero. % V. artículo de ~
pronunciamiento, conciliación ~, cuestión ~, placenta ~, ~ censura.
abusivo, va. adj. Que se introduce o practica por abuso. || 2. Que abusa, abusón. U. t. c. s.
sendos, das. (Del lat. singlos, acus. de −li). adj. pl. Uno o una para cada cual de dos o más personas o cosas.
estambre. (Del lat. stamen, −nis). amb. Parte del vellón de lana que se compone de hebras largas. U. m. en
m. || 2. Hilo formado de estas hebras. || 3. Pie de hilos después de urdirlos. || 4. Bot. Órgano masculino en la
flor de las fanerógamas, que es una hoja transformada. Consta de la antera y, generalmente, de un filamento
que la sostiene. || ~ de la vida. amb. Curso del vivir. || 2. vida ( desde el nacimiento hasta la muerte). || 3. Ser
vital del hombre.
frailejón. m. Col., Ecuad. y Ven. Planta de la familia de las Compuestas, que alcanza hasta dos metros de
altura, crece en los páramos, tiene hojas anchas, gruesas y aterciopeladas, y flor de un color amarillo de oro.
Produce una resina muy apreciada.
guando. (Del quechua wantu). m. Col. y Ecuad. Especie de andas o de parihuela.
parihuela. f. Artefacto compuesto de dos varas gruesas con unas tablas atravesadas en medio donde se coloca
la carga para llevarla entre dos. || 2. camilla ( cama portátil). U. t. en pl. con el mismo significado que en
sing.
memorable. (Del lat. memorablis). adj. Digno de memoria. indignación. (Del lat. indignato, −nis). f.
Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos.
taimería. (De taima). f. Picardía, malicia, astucia.
prepotencia. (Del lat. praepotenta). f. Cualidad de prepotente. prepotente. (Del lat. praeptens, −entis).
adj. Más poderoso que otros, o muy poderoso. U. t. c. s. || 2. Que abusa de su poder o hace alarde de él. U. t. c.
s.
taimado, da. (Del port. taimado, der. de teima, tema, obstinación). adj. Bellaco, astuto, disimulado y pronto
en advertirlo todo. U. t. c. s.
badulaque. (Del mozár. berdolaca, y este del lat. portulca). m. Afeite compuesto de varios ingredientes, que
se usaba en otro tiempo. || 2. ant.
chanfaina ( guisado de bofes o livianos). || 3. com. coloq. Persona necia, inconsistente. U. t. c. adj. || 4.
Ecuad. Persona impuntual en el cumplimiento de sus compromisos.
godo, da. (Del lat. Gothus). adj. Se dice del individuo de un antiguo pueblo germánico, fundador de reinos en
España e Italia. U. t. c. s. || 2. Se dice del rico y poderoso, originario de familias ibéricas, que, confundido con
los godos invasores, formó parte de la nobleza al constituirse la nación española. U. t. c. s. || 3. despect. Can.
Español peninsular. U. t. c. s. || 4. despect. Bol. y Chile. español ( natural de España). U. t. c. s. Era u. t. en
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otros lugares de América. || 5. Ven. Que pertenecía al partido conservador del siglo XIX, y, por ext., de ideas
conservadoras. Apl. a pers., u. t. c. s. || 6. germ. gótico ( noble, ilustre). || hacerse de los ~s. fr. Blasonar de
noble. || ser ~. fr. Ser de nobleza antigua.
cabuya. (De or. caribe). f. pita ( planta amarilidácea). || 2. Fibra de la pita, con que se fabrican cuerdas y
tejidos. || 3. Mar. cabuyería. || 4. Am. Cuerda, y especialmente la de pita. || 5. P. Rico. zumbel ( cuerda que
se arrolla al peón). || dar ~. fr. Am. Mer. y P. Rico. amarrar ( atar). || 2. Cuba, P. Rico y Ven. Dar largas. ||
ponerse en la ~. fr. Am. Mer. Coger el hilo, ponerse al cabo de algún asunto.
soplar. (Del lat. sufflre). tr. Apartar con el soplo algo. || 2. Inflamar algo con aire. U. t. c. prnl. || 3. Insuflar
aire en la pasta de vidrio a fin de obtener las formas previstas. || 4. Hurtar o quitar algo a escondidas. || 5.
Inspirar o sugerir ideas. Sopla la musa. || 6. En el juego de damas y otros, quitar al contrario la pieza con que
debió comer y no comió. || 7. Sugerir a alguien algo que debe decir y no acierta o ignora. || 8. Acusar o delatar.
|| 9. coloq. Dar bofetadas, cachetes u otros golpes semejantes. || 10. C. Rica. En el teatro, apuntar. || 11. Pan.,
Perú y P. Rico. Sonarse la nariz. || 12. intr. Despedir aire con violencia por la boca, alargando los labios un
poco abiertos por su parte media. U. t. c. tr. || 13. Hacer que los fuelles u otros artificios adecuados arrojen el
aire que han recibido. || 14. Dicho del viento: Correr, haciéndose sentir. || 15. prnl. coloq. Beber o comer
mucho. || 16. coloq. Hincharse, engreírse, entonarse. || 17. C. Rica. Apresurarse, correr. || sopla. interj. coloq.
U. para denotar admiración o ponderación. || sopla, vivo te lo doy. loc. sust. desus. Juego entre varias
personas que, tomando en la mano un palito o cosa semejante, encendido por la punta y soplándolo, dicen:
sopla, vivo te lo doy, y si muerto me lo das, prenda pagarás; y lo van pasando de unas a otras, y pierde
aquella en cuyo poder se apaga.
rancho. (De rancharse). m. Comida que se hace para muchos en común, y que generalmente se reduce a un
solo guisado; p. ej., la que se da a los soldados y a los presos. || 2. Conjunto de personas que toman a un
tiempo esta comida. || 3. Lugar fuera de poblado, donde se albergan diversas familias o personas. Rancho de
gitanos, de pastores. || 4. Choza o casa pobre con techumbre de ramas o paja, fuera de poblado. || 5. coloq.
Unión familiar de algunas personas separadas de otras, que se juntan a hablar o tratar alguna materia o
negocio particular. || 6. Mar. Lugar determinado en las embarcaciones, donde se aloja a los individuos de la
dotación. Rancho del armero. || 7. Mar. Cada una de las divisiones que se hacen de la marinería para el buen
orden y disciplina en los buques de guerra, para alternarse en las faenas y servicios por ranchos. || 8. Mar.
Provisión de comida que embarca el comandante o los individuos que forman rancho o están arranchados. ||
9. And. Finca de labor de menos extensión que el cortijo y por lo común con vivienda. || 10. Am. Granja donde
se crían caballos y otros cuadrúpedos. || ~ de Santa Bárbara. m. División debajo de la cámara principal de la
nave, donde estaba la caña del timón. || alborotar el ~. fr. coloq. alborotar el cortijo. || asentar el ~. fr.
coloq. Pararse en un lugar para comer o descansar. || 2. coloq. Quedarse de asiento en una parte. || hacer ~. fr.
coloq. hacer sitio. || hacer ~ aparte alguien. fr. coloq. Alejarse o separarse de las demás personas en actos o
en cosas que pudieron ser comunes a todos. % V. cabo de ~.
cacique, ca. (De or. caribe). m. y f. Señor de vasallos en alguna provincia o pueblo de indios. || 2. Persona que
en una colectividad o grupo ejerce un poder abusivo. || 3. coloq. Persona que en un pueblo o comarca ejerce
excesiva influencia en asuntos políticos. || 4. f. coloq. p. us. Mujer del cacique.
aflojar. (De flojo). tr. Disminuir la presión o la tirantez de algo. U. t. c. prnl. || 2. coloq. Dicho de una persona:
Entregar dinero u otra cosa, frecuentemente contra su voluntad. || 3. coloq. Cuba, R. Dom. y Ven. Propinar un
golpe. || 4. R. Dom. y Ven. Lanzar o disparar un proyectil. || 5. intr. Dicho de una cosa: Perder fuerza. Aflojó la
calentura. || 6. Dicho de una persona: Dejar de emplear el mismo vigor, fervor o aplicación que antes en algo.
Aflojó en sus devociones, en el estudio. || 7. prnl. Cuba, Hond. y R. Dom. acobardarse. % V. juego de tira y
afloja.
flanco. (Del fr. flanc, y este del a. al. ant. hlanca, cadera). m. Cada una de las dos partes laterales de un cuerpo
considerado de frente. El flanco derecho. Por el flanco izquierdo. || 2. Lado o costado de un buque. || 3. Lado
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de una fuerza militar, o zona lateral e inmediata a ella. || 4. Mil. Parte del baluarte que hace ángulo entrante
con la cortina y saliente con el frente. || 5. Mil. Cada uno de los dos muros que unen al recinto fortificado las
caras de un baluarte. || ~ del escudo. m. Heráld. Cada uno de sus costados en el sentido de su longitud, y de
un tercio de su anchura. || ~ retirado. m. Mil. El del baluarte cuando está cubierto con el orejón.
zamarro. (De zamarra). m. zamarra ( prenda de vestir). || 2. Piel de cordero. || 3. coloq. Hombre tosco,
lerdo, rústico, pesado. || 4. coloq. Hombre astuto, pillo. || 5. Col., Ecuad. y Ven. Especie de zahones que se
usan para montar a caballo. % V. barbas de ~.
achaparrado, da. (Del part. de achaparrarse). adj. Dicho de una cosa: Baja y extendida. || 2. Dicho de una
persona: Gruesa y de poca estatura.
cegato, ta. (De ciego). adj. coloq. Corto de vista, o de vista escasa. U. t. c. s.
convenir. (Del lat. convenre). intr. Ser de un mismo parecer y dictamen. || 2. Dicho de varias personas:
Acudir o juntarse en un mismo lugar. || 3. Corresponder, pertenecer. || 4. Importar, ser a propósito, ser
conveniente. || 5. ant. Cohabitar, tener comercio carnal con una mujer. || 6. prnl. Ajustarse, componerse,
concordarse. || 7. Der. Dicho de dos o más voluntades: Coincidir causando obligación. ¶ MORF. conjug.
actual c. venir. || conviene a saber. expr. es a saber.
temple. (De templar). m. temperie. || 2. temperatura ( grado de calor). || 3. Punto de dureza o elasticidad
que se da a un metal, al cristal, etc., templados. || 4. Acción y efecto de templar el metal, el cristal u otras
materias. || 5. Disposición apacible o alterada del cuerpo o del humor de una persona. || 6. Fortaleza enérgica y
valentía serena para afrontar las dificultades y los riesgos. || 7. Medio término o partido que se toma entre dos
cosas diferentes. || 8. Mar. Igualdad en la tensión de varios cables, o con el grado de tensión de uno de ellos. ||
9. Mús. Acción y efecto de templar instrumentos. || 10. Pint. Procedimiento pictórico en que los colores se
diluyen en líquidos glutinosos o calientes. || 11. Pint. Colores preparados de este modo. || 12. Taurom. Acción
y efecto de templar. % V. pintura al ~.
desportillar. tr. Deteriorar o maltratar algo, quitándole parte del canto o boca y haciendo portillo o abertura.
U. t. c. prnl.
flavo, va. (Del lat. flavus). adj. De color entre amarillo y rojo, como el de la miel o el del oro.
trance. (Del fr. transe, de transir, y este del lat. transre). m. Momento crítico y decisivo por el que pasa
alguien. || 2. Último estado o tiempo de la vida, próximo a la muerte. Último trance. Trance postrero, mortal.
|| 3. Estado en que un médium manifiesta fenómenos paranormales. || 4. Estado en que el alma se siente en
unión mística con Dios. || ~ de armas. m. Combate, duelo, batalla. || a todo ~. loc. adv. Resueltamente, sin
reparar en riesgos.
difuso, sa. (Del lat. diffssus). adj. Ancho, dilatado. || 2. Excesivamente dilatado, superabundante en palabras.
Lenguaje, estilo, escritor, orador difuso. || 3. Vago, impreciso. % V. lógica ~.
paredón. m. Pared que queda en pie, como ruina de un edificio antiguo. || 2. Sitio, generalmente delante de un
muro, donde se da muerte por fusilamiento. || al ~. loc. adv. U. para expresar el deseo de que alguien a quien
se atribuyen ciertas culpas sea ejecutado.
clarear. (De claro). tr. Dar claridad. U. t. c. intr. || 2. Cuba. Limpiar un monte de arbustos y malezas. || 3. intr.
impers. Empezar a amanecer. || 4. Irse abriendo y disipando el nublado. || 5. prnl. transparentarse. || 6. coloq.
Dicho de una persona: Descubrirse, hablar o manifestar algo con claridad.
nubarrón. m. Nube grande, oscura y densa, separada de las otras.
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calicanto. (De cal y canto2). m. Obra de mampostería.
mampostería. (De mampostero). f. Obra hecha con mampuestos colocados y ajustados unos con otros sin
sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños. || 2. Oficio de mampostero. || ~ concertada. f. Aquella en
cuyos paramentos se colocan los mampuestos rudamente labrados sin sujeción a escuadra, para que ajusten
mejor unos con otros. || ~ en seco. f. La que se hace colocando los mampuestos sin argamasa. || ~ ordinaria. f.
La que se hace con mezcla o argamasa.
lúgubre. (Del lat. lugbris). adj. fúnebre ( muy triste). || 2. Sombrío, profundamente triste.
desmontar2. (De des− y montar). tr. desarmar ( desunir, separar las piezas de que se compone algo). || 2.
Separar los elementos de una estructura o sistema intelectual sometiéndolos a análisis. || 3. Deshacer un
edificio o parte de él. || 4. Quitar, o no dar, la cabalgadura a quien le corresponde tenerla. || 5. En algunas
armas de fuego, poner el mecanismo de disparar en posición de que no funcione. || 6. Bajar a alguien de una
caballería o de otra cosa. U. t. c. intr. y c. prnl. || 7. Inutilizar al enemigo los montajes de las piezas de
artillería.
mortecino, na. (Del lat. morticnus). adj. Bajo, apagado y sin vigor. || 2. Que está casi muriendo o
apagándose. || 3. p. us. Se dice del animal muerto naturalmente, y de su carne. U. t. c. s. || hacer la ~. fr. coloq.
p. us. Fingirse muerto.
Hornacina. (De horno). f. Hueco en forma de arco, que se suele dejar en el grueso de la pared maestra de las
fábricas, para colocar en él una estatua o un jarrón, y a veces en los muros de los templos, para poner un altar
• CONCLUSIONES.
• muchas personas fingen ser lo que no son, tales como Anacarsis o el alcalde o don Roque, que
aparentaban ser personas muy correctas, siendo todo lo contrario.
• Hay personas no solo en la obra sino también en la realidad, que como el sacristán, hacen lo que le
pidan por dinero, sin examinar las consecuencias que acarrearía cierto acto.
• En el cristo de espaldas, nos damos cuenta que el autor siente una especial inconformidad hacia el
gobierno, ya que hace un ataque hacia el fanatismo político, resaltando los anti valores de las personas
gobernantes, que se aprovechan de las personas débiles, con su influencia en la sociedad.
• Podemos resaltar, en el caso del padre joven, que quería ser perfecto, así como Cristo, y empezó a
tratar de alcanzar esta meta, pero se hundió en su ansia y olvido el verdadero significado de la
perfección de Cristo, que es amar al projimo.
• BIBLIOGRAFÍA.
CABALLERO CALDERÓN, Eduardo. El Cristo de espaldas.
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