Materiales distintos son válidos

Anuncio
Materiales distintos son válidos
te en facilitar el acceso de un público
también para la elaboración literaria,
amplio a la obra de una larga serie de
y lo nuevo y lo clásico se utiliza para
escritores relevantes dentro de la lite­
tal fin. Así, «El Caballero de Olme­
ratura universal. Así pues, no se trata
do» parte del motivo que facilita la
de un análisis exhaustivo �irigido a
obra teatral de igual título que escri­
especialistas en la materia- acerca
biera Lope de Vega y que toma for­
de una de las figuras que mayor nú­
ma d e n u e v o en la época actual.
mero de estudios críticos ha generado
«Epitafio para Van Bruggen» basa su
en nuestro siglo. Desde un principio,
argumento en hechos históricos del
tanto el título como el tamaño del vo­
siglo XIX. «Vengo a verle, señor Be­
lumen nos ofrecen una idea exacta de
niel» se vale de los personajes de la
la finalidad que pretende el libro. Lo
célebre película «Casablanca)) para
que no se percibe a primera vista es
reflexionar sobre la angustia existen­
hasta qué punto se ha alcanzado el
cial de unos seres y conseguir tintes
objetivo propuesto, manteniendo unos
entre cómicos y sorpresivos.
niveles de calidad satisfactorios que,
Toda la diversidad anteriormen­
por desgracia, distan mucho de ser
te relacionada puede ser fácilmente
patrimonio común en este tipo de pu­
achacada a la naturaleza recopiladora
blicaciones. Sin temor a equivocar­
de la que parte la institución editora.
nos, podemos afirmar que en general
Eso es sin duda cierto. Lo que cabe
son pocas las que resultan aceptables
destacar, sin embargo, es lo siguien­
y menos aún las que merecen elogios,
te: Primero, cómo la calidad literaria,
razón por la cual se extiende y afian­
valorada por el jurado, es conseguida
za un cierto prejuicio --con frecuen­
desde distintas perspectivas. Segun­
cia fundado, pero en ocasiones falso,
do, que la muestra reflejada no hace
según se demuestra concretamente en
más que refrendar el abanico de posi­
este caso- sobre todas ellas. El he­
bilidades que ofrece hoy el cuento
cho de que estos trabajos carezcan de
actual en nuestro país.
prestigio motiva el que suelan ser en­
comendados a quienes rebajan toda­
FELIPE DíAZ PARDO
vía más la reputación de una tarea
paulatinamente desacreditada en
nuestros días. La situación ha llegado
T.S. Eliot.
a tal extremo, que ya ni siquiera se
Madrid, Ediciones J úcar, 1992,
presta atención a estas obras despecti­
156 páginas.
vamente llamadas «de divulgación».
ABAD, PILAR. Cómo leer
a
Sin embargo, conviene dedicar
T.S. Eliot se enmar­
tiempo y esfuerzo a examinar con de­
ca dentro de una colección de guías
talle y estimar así adecuadamente
de lectura cuyo fin primordial consis-
una labor que, por su especial impor-
Cómo leer
686
a
Descargar