sajes, llegar con su lenguaje abstracto de estudio en las carreras filológicas a los sentimientos del espectador. Lo -al menos en nuestro entorno más racional está excluido de la partitura. p r óximo- suelen centrar más su El libreto ha de ser un simple apoyo atención en aspectos referentes a es­ que conduzca debidamente la melo­ tas nuevas disciplinas (estudio de len­ día. De hecho, muchas grandes ópe­ guas modernas y clásicas con sus co­ ras están basadas en libretos literaria­ r respond ien tes literaturas, teoría mente poco interesantes. lingüística y literaria, etc.) que en el objetivo original de la Filología (fija­ ción de textos). EMILIO MENÉNDEZ A YUSO Por ello, sólo cuando el alumno decide enfrentarse a un texto científi­ camente, esto es, cuando se plantea FRADEJAS RUEDA, JOSÉ MANUEL, In­ troducción a la edición de textos medievales castellanos. Cuader­ nos de la UNED n.o lOO , (Ma­ drid: U n iversidad Nacional de Educación a Distancia, 1991), 106 páginas. una investigación rigurosa -habi­ tualmente en el tercer ciclo de los planes de estudios o, a lo sumo, en los últimos cursos de la carrera­ surge el interés por esta disciplina. Y surge, porque, si se trata de estudiar un texto (preferentemente) antiguo inédito o insatisfactoriamente edita­ do, el (joven) investigador deberá ha­ Una de las características funda­ cer frente a una tarea que apenas co­ mentales de la Filología es, sin duda, noce y cuyo carácter es, además, la Crítica Textual --entendida como eminentemente práctico, lo que difi­ «arte de fijar, restaurar y comentar culta, en mayor medida si cabe, su la­ textos literarios»-. Tanto es así que, bor. como acertadamente recuerda el pro­ Precisamente este carácter prácti­ pio autor en las primeras páginas de co a que aludimos es el que impide, su obra, la segunda constituía el obje­ en gran parte, la realización de traba­ to final de la primera en los orígenes jos -en forma de manuales- que de esta ciencia. Lo que ocurre es que expliquen unificada y ordenadamente al término Filología se le han ido los pasos que deben seguirse para la asociando, con el paso del tiempo, fijación de un texto. Y esto por dos contenidos correspOndientes a una se­ motivos: primero, porque la práctica rie de disciplinas afines que pueden se adquiere con el propio desarrollo abarcar aspectos tan dispares como la de la actividad de que se trate, y muy Historia de la Literatura o la Socio­ raramente puede inventariarse; segun­ lingüística. De este modo, las mate­ do, porque cada texto posee caracte­ rias que en la actualidad son objeto rísticas idiosincrásicas, razón por la 588