Las Estrategias Empresariales de `Ernesto Tornquist y Compañìa

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LAS ESTRATEGIAS EMPRESARIALES DE
ERNESTO TORNQUIST Y COMPAÑÍA
FRENTE AL CAMBIO ECONÓMICO
Jorge Gilbert
Este trabajo analiza la evolución de un grupo empresarial
argentino con existencia centenaria: la sociedad Ernesto
Tornquist y Compañía. Constituida en Amberes (Bélgica), en
1873, como sociedad en comandita, un año después fue inscripta en Argentina, donde permaneció como empresa familiar dirigida por los herederos del fundador hasta que, cien
años después, fuera vendida junto con otras empresas del
holding.
Durante un siglo de historia, la empresa atravesó varias
etapas vinculadas con los ciclos de la economía argentina y,
simultáneamente, con la evolución interna del grupo familiar
y sus intereses. Su formación y consolidación tuvo como escenario el auge agroexportador entre 1873 y 1930, período
que representara también la época de oro de la firma. A partir
de los años treinta, la crisis derivó en una economía orientada hacia el mercado interno, que comenzó a expandirse a
partir de las condiciones surgidas del contexto internacional
y de la Segunda Guerra Mundial, en una larga fase de ajuste.
La modificación de la dinámica económica, los ciclos y las
recurrentes crisis generaron incertidumbre, influyeron en el
comportamiento del holding y llevaron a modificar sus estrategias. Éstas últimas no estuvieron solo vinculadas con el
carácter abierto o cerrado de la economía, pues comprendieron también las reacciones de la dirigencia empresarial ante
la emergencia de un Estado intervencionista.
Varias son, en consecuencia, las variables a analizar para
poder conocer las estrategias que la Compañía Tornquist implementara ante los procesos de cambio económico. Para
definir el concepto de “estrategia” nos remitiremos al sentido
Jorge Gilbert
que utilizan Nelson y Winter al decir que es “el conjunto de
amplios compromisos contraídos por una empresa, que definen y racionalizan sus objetivos y los métodos para alcanzarlos. Algunos de ellos puede que consten por escrito, en tanto
otros no lo estarán, aunque pertenezcan a la cultura de ges1
tión de dicha empresa”.
Esta perspectiva nos permite pensar el término “estrategia” como algo más amplio que la mera solución para maximizar beneficios, porque en la mayoría de las veces los compromisos se basaban en la confianza hacia los directivos y en
la tradición de la empresa, y no sólo en resultados previamente calculados. Además, es difícil, en general, que las estrategias empresariales determinen los detalles de las acciones particulares, puesto que se limitan sólo a marcar líneas
de acción.
Evolución y ciclo de inversiones de la Compañía
El ciclo expansivo, consolidado en 1880, estuvo inserto en
uno mayor de la economía agroexportadora argentina, sostenido con variadas dinámicas durante cinco décadas. Sus antecedentes pueden ubicarse en 1862, con la afirmación de un
proyecto político que pusiera fin a medio siglo de inestabilidad y guerras civiles, a partir del cual las decisiones del Estado se orientaron a afianzar un sistema tendiente a la integración en el orden económico mundial, a fin de aprovechar
las ventajas comparativas de nuestra economía.
Dicho proceso fue la respuesta de la dirigencia nativa a las
condiciones generadas por el predominio de una Europa industrial, en sostenido crecimiento a partir de la incorporación
de nuevas tecnologías. Los avances en los medios de transporte y la gran disponibilidad de capitales de las economías
avanzadas, sumados a una creciente oferta de mano de obra
1
Nelson y Winter (1994), pp. 225-238.
138
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
extranjera, fueron los factores a los que nuestro país pudo
acceder a partir de la construcción de un orden liberal, que
habría de posibilitar una rápida expansión de la producción y
las exportaciones del sector rural.
De esa manera se pudieron superar en Argentina los condicionantes provocados por su reducida población y la limitada disponibilidad de capitales que dificultaban la explotación de dilatadas extensiones de tierras fértiles. La expansión
general se sostuvo por un prolongado lapso, durante el que
no dejaron de registrarse crisis de carácter cíclico, cuyos casos más relevantes fueron las de 1875, 1890 y los años de la
Gran Guerra, entre 1914 y 1917.
Hasta 1930, la dinámica del crecimiento de nuestra economía se ubicaba en las exportaciones agropecuarias y los
ingresos de capitales externos, que propagan sus beneficios
al conjunto total de actividades. Durante esos años, y según
los diferentes estudios, las tasas de crecimiento oscilaban
entre un 4% y un 5%, para descender luego de la guerra a un
2
3%.
Los lineamientos principales de la política económica nacional se mantuvieron a lo largo del período, con fronteras
abiertas al capital extranjero y a la inmigración, y pautas
comerciales librecambistas que contemplaban la integración
de Argentina al orden mundial.
Primer ciclo de inversiones de la empresa Ernesto Tornquist
En 1873, cuando la Compañía comenzó a girar como razón social Ernesto Tornquist, era una más de las numerosas
casas mercantiles que operaban en la plaza porteña; sin embargo, en menos de dos décadas había logrado constituirse
en uno de los principales grupos económicos del país.
Durante este primer ciclo, correspondiente a la década de
1880, sus inversiones se orientaron principalmente hacia el
2
Díaz Alejandro (1975) y Cortes Conde (1994).
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Jorge Gilbert
sector industrial, con participación en diferentes ramas: velas
y productos químicos, caldos y extractos de carne, y refinado
de azúcar. Dichas actividades llevaron a procesos de integración vertical para abastecer parte de sus insumos fabriles y
generaron a la vez, inversiones en nuevas empresas.
Otro sector de actividad fue el de los servicios hoteleros, en
el que puede estimarse una participación eminentemente
financiera por parte de Tornquist, y de cuyo núcleo societario
habría de surgir la vinculación con la industria frigorífica,
que llegaría a constituirse en una de las más importantes
dentro del holding.
En esta etapa, la Compañía Tornquist formó parte de cuatro sociedades; dos de ellas se habían constituido en Bélgica,
como José Conen y Cía (1883) y la Compañía de productos
Kemmerich (1884), y las otras eran nacionales, la Refinería
Argentina (1886) y el Bristol Hotel (1887). Dicha situación
permite identificar la gestación del grupo económico a partir
de núcleos diferenciados por el origen de sus capitales y por
el tipo de actividad al que orientaran la inversión. En aquéllas donde predominaron los socios belgas el interés inicial
fue hacia los productos alimenticios, que eran exportados
hacia su país, en tanto los capitales locales se inclinaron a
3
participar en el mercado interno.
La primera empresa, Conen, se dedicó a la fabricación de
velas de estearina, glicerina y oleína, ácido sulfúrico y otros
elementos necesarios para la fabricación de cerillas; su planta industrial estaba ubicada en Barracas al sur, junto al Riachuelo y era provista de sebo por el frigorífico Sansinena que
a partir de 1891, sería incorporado al grupo. El incremento de
los negocios llevó en 1904, a su reorganización como sociedad anónima, y derivó en el control directo de la Compañía
Tornquist, además de la ampliación de sus actividades y la
3
Durante esa década, a título personal, Ernesto Tornquist realizó numerosas y lucrativas operaciones de compraventa de tierras, en la provincia de Buenos Aires, y de
terrenos urbanos en la Capital Federal. Véase Gilbert y Harispuru, (2003).
140
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
reorganización de funciones en tres establecimientos especializados. Por los montos invertidos, no constituyó una gran
empresa dentro del grupo, pero su importancia radicó en
permitir el fortalecimiento de los vínculos de Tornquist con
4
sus socios belgas.
La Compañía de productos Kemmerich fue constituida en
base a la reorganización de una empresa familiar establecida
en 1880, que se dedicaba a la elaboración de extractos de
5
carne vacuna, y otros subproductos ganaderos. Sus actividades eran realizadas en el saladero Santa Elena ubicado
sobre el río Paraná, en la costa norte de la provincia de Entre
Ríos, actualmente departamento La Paz. El aporte de esta
industria fue la incorporación de procesos novedosos para la
preparación de los extractos y caldos de carne, cuya demanda creciente en los países industriales determinó que su producción se dirigiera principalmente al mercado belga que,
hacia 1914, absorbía el 60% de las exportaciones de este rubro. La vinculación del grupo con Kemmerich se mantuvo
hasta 1908, cuando fue vendido a la firma Argentine Estates
of Bovril.
La Refinería Argentina, a diferencia de las dos primeras
inversiones descriptas, fue creada y dirigida personalmente
por Ernesto Tornquist, quién además de recursos financieros,
aportó sus vinculaciones con el poder político, que constituían un apoyo imprescindible para la factibilidad de la iniciativa. Esta combinación de política y negocios había constituido la base indispensable para el despegue de la industria
azucarera nacional, pues el cultivo de la caña se expandió
4
Algunos de los primitivos socios de “Conen” lo fueron también de la Compañía
Tornquist, como el industrial L. Lysen, los comerciantes Victor Lynen, V. Grisar y P.
Raeymaeckers, o el rentista H. Van der Burch. Otro de los miembros fue Tomás Devoto, miembro de la Compañía General de Fósforos, cuya empresa utilizaba los insumos elaborados por “Conen”. Véase. Archivo General de la Nación (AGN), Protocolos Notariales, Registro Nº 78, año 1894 y Gilbert (1996).
5
Pillado (1899), pp.175-176.
141
Jorge Gilbert
durante las décadas de 1870 y 1880, mediante inversiones en
equipos que permitieron iniciar la reconversión de ésta en
una actividad moderna. Para culminar esas operaciones, era
fundamental que se construyera una planta refinadora, objetivo que motivó, a partir de 1885, la aparición de varios proyectos diferenciados por el lugar previsto para la radicación, y
6
el posible apoyo desde distintos niveles del Estado.
Finalmente triunfó el proyecto de la Refinería Argentina,
presentado por Ernesto Tornquist al gobierno nacional, merced al decidido aval del Presidente Roca. La planta fue instalada en 1887 en la ciudad de Rosario, en asociación con industriales y políticos tucumanos, quienes detentaban el 25%
del capital, en tanto Tornquist se aseguraba el control de la
7
Refinería con un 47%.
Las inversiones de Tornquist en el sector no se limitaron al
refinado y durante la década de 1890 trató de integrar verticalmente la actividad, comprando tierras e ingenios durante
la crisis de sobreproducción que, desde 1895, había llevado a
la ruina a algunos productores de insuficientes recursos.
Para ello había organizado la Compañìa Azucarera Tucumana
(CAT) en asociación con intereses radicados en Tucumán,
particularmente los de la familia Méndez, grandes propietarios y que a través de su patriarca, Pedro, candidato a gobernador por el PAN en 1893, habían intervenido en la política
8
provincial.
La participación de Tornquist en la actividad azucarera
habría de decaer después de la crisis del treinta, a tal punto
que la Refinería Argentina fue liquidada en 1932 y progresivamente se retiraron los capitales invertidos en los ingenios
que formaran parte de la CAT.
6
Guy (1977), pp. 513-514.
Guy (1977), p. 517.
8
Guy (1977), p. 521.
7
142
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
La derivación de capitales al sector hotelero, por entonces
un área no tradicional, fue un caso particular dentro del primer ciclo de inversiones del grupo. La confluencia de los intereses de dos importantes hombres de negocios, Pedro Luro
y Ernesto Tornquist, impulsó que surgiera la localidad de
Mar del Plata, en la costa bonaerense, basada en el asentamiento de un pequeño saladero.
La relación entre dichos empresarios se había iniciado
cuando ambos compartieron cargos similares en el directorio
del Banco de la Provincia de Buenos Aires durante la primera
presidencia de Roca, y sus iniciativas y capacidades financieras se vieron asociadas en la construcción del Bristol Hotel
en 1887, y la reorganización del frigorífico Sansinena en
1891.
En la década de 1880, cuando la actividad saladeril culminó su ciclo y surgió la industria frigorífica, Pedro Luro,
secundado por sus hijos Santiago y José, continuó invirtiendo en otros sectores, entre ellos la naciente industria de las
carnes congeladas, y luego hizo lo propio en los servicios de
hotelería.
En 1911, todas las propiedades del Bristol fueron adquiridas por una nueva sociedad del grupo Tornquist: la Compañía Nacional de Grandes Hoteles, que, con una mayor dotación de capital, realizó importantes obras de ampliación. Los
años siguientes fueron de intensa y rentable actividad debido
a que la elite local debió interrumpir sus temporadas europeas como consecuencia de la guerra iniciada en Europa en
1914. Las inversiones de Tornquist en este rubro no se vieron
limitadas a las realizadas en Mar del Plata, pues en 1908
inició la construcción del Plaza Hotel, en terrenos de su pro9
piedad, frente a la plaza San Martín, en Buenos Aires.
9
El Plaza Hotel fue otra inversión personal de Ernesto Tornquist, y una de las pocas
que continuó en posesión de la familia al disolverse el grupo en la década de 1970,
pues a la muerte del empresario las acciones de la sociedad hotelera fueron heredadas
143
Jorge Gilbert
En síntesis, durante la coyuntura expansiva de la economía argentina de los ochenta, Ernesto puso de manifiesto
una gran capacidad empresaria que le permitió capitalizar las
fuentes de financiamiento provenientes de sus vinculaciones
con el mercado europeo, y comenzó a realizar numerosas
inversiones en sectores diversos.
Los crecientes recursos acompañaron la modificación de la
estrategia empresarial, según se registrara en las escrituras
de renovación de acuerdos societarios. Así, durante las últimas décadas del siglo XIX, los objetivos de la firma se fueron
ampliando de la actividad mercantil, al sector industrial, el
negocio inmobiliario y finalmente a las funciones bancarias.
El punto de partida fue el gran incremento de los capitales
de su Compañía por parte de los socios belgas en 1883, a los
que se sumaron los provistos por el Disconto Gesellschaft y el
10
Norddeutsche Bank, de Alemania, en 1889.
La activa presencia de Tornquist negociando acuerdos financieros en las plazas de Amberes, Berlín o Londres, consolidaron su rol como uno de los principales financistas argentinos, en cuya construcción resultó gravitante la relación que
mantuviera con los más destacados miembros de la dirigencia política del país, como Julio A. Roca o Carlos Pellegrini,
además de la cercanía a otros importantes hombres de nego11
cios.
A comienzos de la década del ochenta su intuición para las
inversiones comprendió otras con resultados menos exitosos,
por su esposa e hijos. Véase Archivo General de Tribunales, año 1908, legajo 3.026:
Sucesión Ernesto Tornquist.
10
Gilbert (1996).
11
En la correspondencia casi diaria que mantuviera con su esposa, radicada en París, es
factible comprobar, su presencia en Amberes, su participación en la renovación de
acuerdos societarios y particulares, o en representación del gobierno argentino para
negociar la deuda externa, los proyectos de conversión monetaria o los conflictos con
Chile, entre tantos otros temas. (Debo agradecer el acceso a la Correspondencia del
Archivo familiar facilitado por la Sra. Maria Acuña de Bary de Coelho.
144
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
como la actividad petrolera, recurso que fuera detectado a
partir de estudios geológicos realizados por encargo del Estado nacional. Para ello, en 1886 organizó la Compañía Mendocina de Petróleo y adquirió terrenos en la localidad de Cacheuta, que si bien brindaron éxitos iniciales, que alcanzaron
para poner el yacimiento en explotación, se frustraron poco
después; en efecto, los pozos se agotaron hacia 1891 y no se
contaba, por entonces, con medios técnicos para perforar a
12
mayores profundidades.
De la crisis de 1890 hasta fines del siglo XIX
La crisis de 1890 y la aguda recesión que le siguió, explican que no hayan existido nuevas inversiones por parte del
grupo entre 1888 y 1894, excepto la de 1891 en Sansinena e
hijos, realizada con el objeto de evitar la quiebra de este frigorífico.
Durante la crisis, Tornquist evidenció una actitud previsora, al evitar la búsqueda de rápidas ganancias, habitual en el
clima especulativo de la época. Por el contrario, la sólida posición económica adquirida lo había convertido en una figura
de referencia para los negocios del sector privado, locales o
extranjeros, y también en un consejero de influencia para los
gobiernos; en consecuencia, buscaba consolidar el buen
nombre de la empresa y su prestigio entre quienes buscaban
13
seguridad para sus capitales.
En esa década de 1890, las medidas adoptadas por el Es12
Datos estadísticos recopilados por Santos Adolfo Safontas; Archivo familiar, sin
fecha.
13
Ernesto Tornquist formó parte de la Comisión de Notables que asesorara a Carlos
Pellegrini, y durante los sucesos de julio de 1890 integró, junto con Benjamín Victorica, Luis Saenz Peña y Eduardo Madero, la Comisión designada para negociar con los
revolucionarios. Véase Ibarguren (1969), p.77. Por su amistad con Pellegrini y Roca se
convirtió en consejero financiero de los diferentes gobiernos de la época y figuró
también entre quienes impulsaron, en 1899, la creación de la Caja de Conversión.
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tado para resolver los graves problemas permitieron que el
país recuperara su crédito externo, al comprometerse a cumplir con las obligaciones contraídas, y contribuyeron a generar las condiciones que alentarían un nuevo ciclo de prospe14
ridad. La estabilidad monetaria y la exitosa experiencia de
adhesión al patrón oro en 1899, tuvieron en Tornquist a uno
de sus principales mentores, y así al finalizar el siglo la economía argentina se hallaba restablecida con equilibrio en el
balance de pagos y aumento de las exportaciones de carnes y
cereales.
Si bien los indicadores económicos fueron auspiciosos en
relación con el comercio de bienes exportables, el préstamo
extranjero tardaría en recuperarse, situación que habría de
generar serias restricciones para los ganaderos que comenzaron a modificar sus pautas de producción, los que se vieron
obligados a recurrir al crédito hipotecario, como forma de
financiamiento.
La Compañía Tornquist acompañó dicha tendencia con la
organización de nuevas empresas en momentos en que el
crédito externo se había clausurado para la Argentina. Para
actuar en los recién nombrados servicios hipotecarios, por
ejemplo, se formó en 1894, la Compañía Industrial y Pastoril
Belga-Sudamericana, que fuera una de las cinco sociedades
extranjeras vinculadas con Tornquist en este sector económico.
Dadas las características del contexto, las inversiones locales se limitaron a la organización de la CAT en 1895, la
reorganización como sociedad anónima de las Estancias y
Colonias Tornquist en el mismo año, y una breve participación en 1897 en la Cervecería Palermo, posteriormente controlada por Otto Bemberg.
En cuanto a las Estancias y Colonias Tornquist, esto había sido, también, una acción personal por fuera de los intereses del grupo, en tierras adquiridas durante la década de
14
Ferns (1968).
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las estrategias empresariales de ernesto tornquist
1880, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, que conformaron un patrimonio de 59.487 has. organizadas como
15
sociedad anónima.
El emprendimiento más representativo del período fueron
las inversiones en la industria frigorífica, pues durante los
ochenta el procedimiento del congelado era una actividad
incipiente, que aún debía superar serios desafíos tecnológicos
y financieros antes de convertirse en la rama más importante
de la economía argentina. A los cambios que impulsaba, se
sumaban las características de por si complejas y particulares de esta nueva industria, que demandaba ingentes capitales y un gran volumen de actividad para alcanzar buena rentabilidad, por lo que la producción debió orientarse hacia el
mercado externo, sin descuidar el abasto local, para amortizar eventuales pérdidas. No resultaba sencillo pues, ensamblar las actividades de producción, distribución y comercialización, y poseer, además, una gran capacidad financiera, que
los frigoríficos ingleses resolvían fácilmente recurriendo a los
capitales de su país.
Eso explica el caso de Gastón Sansinena; su establecimiento La Negra, ubicado junto al Riachuelo en la provincia
de Buenos Aires, fue en 1883 el tercero en sumarse a la nueva industria. Hacia 1891, su falta de liquidez llegó a ser demasiado crítica, por lo cual Ernesto Tornquist aprovechó la
situación para integrarse a la empresa, reorganizada como
Compañía Sansinena de Carnes Congeladas. Este fue uno de
los tantos casos en que la crisis de los años noventa pusiera
a prueba a sectores empresariales, generalizando los quebrantos; sin embargo, la Compañía Tornquist salió fortalecida
de ella, pues el agotamiento de algunas firmas le permitió
extender sus inversiones hacia industrias de gran dinamismo, como el frigorífico o los ingenios azucareros.
15
Véase Gilbert y Harispuru (2003).
147
Jorge Gilbert
La acelerada expansión del nuevo siglo
Entre 1900 y 1912, la Compañía registró el mayor flujo de
aportes de capital de toda su historia que posibilitó la constitución de otras veinticinco sociedades anónimas. La distinta
naturaleza de las nuevas actividades nos llevó a agruparlas
por sectores económicos a los efectos de simplificar su descripción.
Las empresas orientadas a la compra, venta y explotación
de propiedades urbanas y rurales fueron una importante inversión de la Compañía Tornquist; que participó en el negocio
de tierras con cinco sociedades: Estancias y Colonias Tornquist, propietaria de más de 59.000 has. en el partido de
Tornquist, provincia de Buenos Aires, Estancias y Colonias
Curamalán, con 240.000 has. en Coronel Suárez y Saavedra,
Estancias y Colonias La Verde, con 245.000 has. en los departamentos de San Cristóbal y Vera, provincia de Santa Fe,
La Salamanca, 28.138 has. en Comodoro Rivadavia, Territorio Nacional de Santa Cruz, y Compañía Rural Amberesa,
33.506 has. en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y el
ex Territorio de La Pampa.
Estos grandes dominios fueron progresivamente parcelados y enajenados; las Estancias y Colonias Tornquist, por
ejemplo, fueron liquidadas en 1909, y la familia del fundador
quedó con la propiedad del casco y algunos campos, Estancias y Colonias Curamalán entró en liquidación durante la
década de 1920 en que mantenía alrededor de 6.000 has.;
Estancias y Colonias La Verde (luego Ganadera y Territorial)
fue liquidada en 1916 y parte de sus dominios pasaron a una
nueva firma denominada La Criolla.
En 1903 se organizó El Quebracho SA, con el propósito de
explotar los bosques ubicados en campos de la Compañía
Kemmerich, en la provincia de Santa Fe, pero diez años des16
pués la sociedad debió disolverse por su baja rentabilidad.
16
Monitor de Sociedades Anónimas (1903), p. 324.
148
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
Los intereses del quebracho estuvieron también íntimamente
asociados a la construcción de ramales ferroviarios, actividad
en la que participaron grupos financieros que obtenían recursos mediante la emisión de títulos con interés fijo colocados
en mercados europeos. La sociedad Quebrachales Tintina,
registrada en 1906, formó parte de un proyecto concebido
tres años antes, al constituirse en Bélgica la Compañía BelgaArgentina de Ferrocarriles, formada por comerciantes y banqueros, con el propósito de adquirir, construir y explotar con17
cesiones ferroviarias.
La Belga-Argentina adquirió la concesión para la construcción de la línea férrea que unió las localidades de Tintina
y Añatuya en Santiago del Estero, así como los derechos para
la compra de tierras en esa provincia. Por su parte, Tintina
declaró como objeto la explotación de 441.000 has. que, una
vez taladas y previo parcelamiento, fueron vendidas; hacia
1931, la empresa, entró en liquidación cuando aún detentaba
44.000 has.
Los negocios ferroviarios del grupo habían comenzado a
ampliarse en 1905 al formar el Crédito Ferrocarrilero Argentino, otra importante sociedad cuyo propósito era suministrar
los fondos para construir 180 Km. de líneas en el Ferrocarril
Central Norte, que unirían la localidad de San Cristóbal con
18
el puerto de Santa Fe. Con un capital social de 2.500.000
pesos oro, el núcleo societario ponía de manifiesto la estrecha
vinculación establecida por Tornquist con sectores financieros de primera línea a nivel internacional, puesto que sus
socios europeos fueron Baring Brothers & Company, la Disconto Gesellschaft, el Norddeutsche Bank y la Compañía Co19
mercial Belga.
17
Annexe au Moniteur Belge (1903), pp. 802-809.
Monitor de Sociedades Anónimas (1907), p. 110.
19
En 1907 y 1909 la Compañía Ernesto Tornquist negoció dos importantes empréstitos nacionales para un sindicato de bancos presidido por la casa Baring de Londres.
18
149
Jorge Gilbert
El Crédito Ferrocarrilero fue disuelto hacia fines de 1921,
una vez que la Administración de los Ferrocarriles del Estado
20
argentino cancelara la deuda pendiente con dicha sociedad.
Una enumeración de las principales inversiones del grupo
en el sector industrial, entre 1900 y la Gran Guerra, incluiría
las siguientes empresas: Plantadora Isleña, Compañía Introductora de Buenos Aires (CIBA), Talleres Metalúrgicos, Compañía Argentina de Pesca, El Petróleo Argentino, El Petróleo
Argentino de San Rafael, FERRUM, y la Compañía de Petróleo
de Comodoro Rivadavia.
Los servicios financieros, seguros y hoteles que se agrupaban en el sector terciario, incluían la Compañía BelgaArgentina de Ferrocarriles, La Alianza Amberesa, el Crédito
Ferrocarrilero Argentino, el Crédito Territorial Argentino, la
Sociedad General Belga Argentina, la Territorial Belga Argentina, La Buenos Aires Seguros y La Continental, Compañía de
Seguros Generales, el Plaza Hotel y la Compañía de Grandes
Hoteles. Como se señaló, la Compañía Ernesto Tornquist había realizado numerosas inversiones en este sector, particularmente a través del sistema de crédito hipotecario, cuya
importancia debido a la expansión de la región pampeana,
incidió en el crecimiento del grupo.
Este proceso provocó, una mayor demanda de capitales
por parte de productores y propietarios de tierras, quiénes
debían modernizar sus explotaciones a fin de lograr adaptarse a los cambios en los patrones de desarrollo pecuario. En
respuesta a dicha situación, resultaba habitual recurrir a
préstamos hipotecarios, los cuales representaron una parte
significativa de las actividades financieras argentinas de la
época; en 1904 se llegaron a pagar tasas del 8 al 9% en Buenos Aires, y si bien en años posteriores éstas descendieron a
un promedio del 7%, continuaron representando una signifi-
20
Crédito Ferrocarrilero Argentino (1920), 1-2.
150
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
21
cativa remuneración del capital líquido.
Para operar fluidamente en dichos servicios, y realizar paralelamente negocios de compra-venta de tierras, en 1894, se
constituyó en Bélgica una sociedad con el nombre de Industrial y Pastoril Belga-Sudamericana, que resultó la primera
empresa organizada por Tornquist con objetivos exclusiva22
mente financieros.
La intermediación financiera aseguraba importantes beneficios, pues las colocaciones de préstamos en el mercado local
tenían un rendimiento que duplicaba la tasa de las obligaciones emitidas y con poco riesgo puesto que los préstamos locales eran realizados en pesos oro para evitar los problemas
23
derivados de las fluctuaciones del papel moneda argentino.
En 1906, la Compañía Industrial y Pastoril Belga Sudamericana, realizó un acuerdo con el Crédito Territorial Argentino, creado ese mismo año en París, que permitiría canalizar
fondos franceses hacia nuestro país; en la operatoria, y a fin
de evitar los problemas emergentes de una situación de competencia se acordó repartir los posibles negocios en partes
iguales. La Industrial y Pastoril ponía a disposición del Crédito, sin retribución alguna, su organización y relaciones en el
país, lo cual permitiría que Tornquist representara los intereses de la Societé Genérale y el Comptoir National d'Escompte,
dos de las casas bancarias francesas más importantes.
Los grandes beneficios obtenidos en préstamos hipotecarios, llevaron al grupo a formar otras tres sociedades en Bélgica, donde Henri de Bary, desde Amberes, actuaba como el
catalizador de capitales de muy diverso origen. Así fue forma21
Véase Díaz Alejandro (1975), p.42: “Para 1909 las compañías de tierras y de préstamos
hipotecarios se ubicaban en el cuarto lugar entre el capital extranjero invertido en el país,
después de los ferrocarriles, los títulos públicos y las empresas comerciales”.
22
Pillado (1899), p. 222.
23
El establecimiento de la Caja de Conversión en 1899, en cuya creación también
participara Ernesto Tornquist, permitió estabilizar la moneda y generar mejores condiciones para atraer capitales foráneos.
151
Jorge Gilbert
da en 1904, La Alianza Amberesa, que participara también en
el negocio inmobiliario; en 1909 se creó la Sociedad General
Belga Argentina, y dos años más tarde la Sociedad Territorial
Belga Argentina con el objetivo de otorgar préstamos para la
construcción. Los capitales de las cinco sociedades de préstamos hipotecarios en conjunto sumaban 8.188.000 pesos
oro, al iniciar sus operaciones, los que fueron incrementados
hasta superar los 20.000.000 pesos oro a principios de la
Primera Guerra.
Con dichos fondos, más los obtenidos mediante la emisión
de obligaciones en el mercado europeo, se realizaron préstamos en 1914 por montos superiores a 70.000.000 pesos oro;
los beneficios de esas operaciones permitieron la consolidación del grupo y la concentración de inversiones en el sector.
Más tarde, no obstante, las condiciones generadas por el conflicto redujeron las cifras expuestas, al punto que la más importante de las sociedades, el Crédito Territorial Argentino,
24
debió ser liquidada.
De la Gran Guerra a la crisis de 1929
Las condiciones que habían favorecido el auge económico,
fueron modificadas al declararse la Gran Guerra, pues el orden comercial internacional se vio alterado y, no menos importante, se interrumpió la oferta de capitales con el consiguiente impacto negativo en nuestra economía, debido a su
alto grado de dependencia de esos flujos. En ese nuevo escenario, el ritmo expansivo se desaceleró, las actividades especulativas y los servicios hipotecarios se contrajeron y, aunque
no se crearon nuevas empresas, se produjo un importante
crecimiento de algunas preestablecidas, con el consiguiente
aumento en sus capitales.
Las actividades beneficiadas por esa coyuntura fueron, entre otras, la industria frigorífica, como consecuencia de la
24
Ernesto Tornquist y sus compañías afiliadas (1932), p. 7.
152
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
demanda generada a lo largo del conflicto, y en general todas
aquéllas que permitieran sustituir importaciones, como la
25
metalúrgica, el algodón y tabaco.
Al finalizar la contienda se inició un nuevo ciclo inversor
que habría de llegar hasta 1928 en cuyo lapso fueron creadas
once nuevas sociedades dentro del holding. Tres de ellas se
organizaron orientadas a la explotación de propiedades rurales; ellas fueron; La Criolla con 11.000 has. de campos en
Buenos Aires, más 17.000 has. en Córdoba y Santiago del
Estero y 120.000 has. en Santa Fe; la Compañía Inmobiliaria
y Ganadera Chacabuco con 171.294 has. repartidas en diferentes provincias, y la Compañía El Dorado con más de
299.000 has. en Misiones y Santiago del Estero.
El acento en el sector industrial fue puesto en la actividad
metalúrgica donde se crearon tres nuevas sociedades: los
Talleres Metalúrgicos San Martín (TAMET), el Crédito Ferrocarrilero e Inmobiliario, y la Sociedad Electro Metalúrgica
26
Argentina (SEMA). A ellas habría de sumarse la Compañía
Territorial del Río de la Plata, que operaba en el área construcciones, y que se registraba como propietaria del nuevo
edificio de la Compañía Ernesto Tornquist, inaugurado en
1925, en la calle Bartolomé Mitre, de la ciudad de Buenos
Aires.
Las empresas que se incorporaron en la post guerra al sector servicios fueron tres: la Compañía Técnica e Importadora,
la Compañía General de Comercio e Industria y la Comercial
e Industrial La Internacional.
Un caso particular entre las inversiones lo constituyeron
los denominados Talleres Metalúrgicos San Martín, conocidos
25
Si bien la rama textil no figuraba entre las actividades del grupo, la empresa CIBA
desarrolló esta faceta industrial durante algunos años en la segunda década del siglo
XX, aunque su especialización habría de ser en los rubros del tabaco y la sal.
26
TAMET surgió de la reorganización de los Talleres Metalúrgicos y su fusión con
otras empresas de la rama; por su parte, el Crédito Ferrocarrilero e Inmobiliario fue
sucesor de Talleres San Martín, Compañía Mercantil y Rural.
153
Jorge Gilbert
como TAMET a partir de 1925. Sus orígenes datan de 1902,
en que la Compañía Tornquist se asociara con los Talleres
Metalúrgicos Rezzónico y Otonello, fusión que diera origen a
la fábrica de bulones y remaches más importante de Sudamérica; a posteriori se incorporaron otros rubros como las
27
construcciones metálicas y fundición.
Los intereses en el sector se intensificaron al finalizar el
conflicto armado, porque fue entonces cuando fructificaron
los contactos establecidos con el Grupo Arbed-Terres Rouges
(ARBED) de Luxemburgo, que culminarían en 1922 en una
asociación que incrementó el capital y las actividades de la
empresa, en particular aquéllas vinculadas con el rubro
construcciones.
Durante la década de 1920 se completó también el proceso
de concentración en esta rama, que llevó en 1925 a la formación de TAMET, que implicó la adquisición de la mayor parte
de los negocios de los Talleres Metalúrgicos, y la integración
de la Compañía de Hierros y Aceros Limitada, ex propiedad
28
de Pedro Vasena e hijos. La consolidación y expansión de
TAMET respondió a una estrategia orientada a competir con
las importaciones, para lo cual fue necesario trabajar a economías de mayor escala en los procesos productivos, política
que implicó la absorción de pequeños talleres, y la incorporación de los antiguos propietarios como socios en la nueva
firma.
El sector tuvo también un carácter complejo, debido a su
dependencia de materias primas e insumos importados, por
lo cual, y para poder crecer, debió asociarse con capitales
extranjeros, los cuales, dadas las características particulares
de la rama, lograron finalmente controlar la empresa. La evolución de esta metalúrgica constituyó un caso particularmente importante, por tratarse de una industria cuyo desarrollo
27
Impresiones de la República Argentina en el siglo XX. Su historia, gente,
comercio, industria y riqueza (1911), pp.454 y 466.
28
Protocolos Notariales (1925), Archivo del Colegio de Escribanos, registro 111.
154
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
estuvo vinculado con el crecimiento del mercado interno, y
haber sido una inversión realizada antes de la crisis de 1929,
por capitales identificados tradicionalmente con el sector
agroexportador.
TAMET es un buen ejemplo para rebatir los argumentos de
quiénes reducen las actividades industriales de la época a
aquéllas asociadas con la utilización de materia prima local,
dejando de lado las así llamadas artificiales, por considerarlas contrarias a los parámetros del modelo de inserción primario exportador de la Argentina.
Con la crisis de 1929 se completó un ciclo de inversiones,
durante el cual el grupo Tornquist participó en cuarenta y
cuatro sociedades, nueve de ellas formadas en las dos últimas décadas del siglo XIX, veinticinco entre 1900 y 1912, y
otras diez desde 1919 a 1928. Esta fue la etapa dorada en la
historia de la empresa en la que logró convertirse en uno de
los principales grupos económicos del país, posición que no
lograría recuperar como resultado de una adaptación ineficaz
frente al cambio de reglas estructurales.
Para comparar las principales inversiones del grupo hacia
1930, el cuadro 1 presenta un listado ordenado de acuerdo
con la importancia del capital y las reservas de cada una de
las empresas, añadiendo el año de creación de cada sociedad,
su razón social y capital inicial. De las dieciocho sociedades
presentadas, cuatro fueron estructuradas en las últimas décadas del siglo XIX y de ellas, dos se ubicaron en los primeros
lugares de su rama: el frigorífico Sansinena y la Compañía
Azucarera Tucumana. La Refinería Argentina, una empresa
que había nacido grande, si bien había decaído en importancia, mantenía el octavo lugar, en tanto la más antigua inversión en el sector, la Compañía de Productos Conen, figuraba
entre las menos significativas.
Otras cinco durante el período más dinámico del auge
agroexportador, CIBA, FERRUM, Compañía Argentina de
Pesca, Compañía de Grandes Hoteles, y Plantadora Isleña.
155
Jorge Gilbert
Las nueve empresas restantes, organizadas a partir de
1919, fueron: la Compañía Territorial Río de la Plata, ubicada
en el tercer lugar y seguida por TAMET; la Compañía General
de Comercio e Industria, dedicada a la explotación de hoteles,
la Ganadera y colonizadora La Criolla, la empresa de colonización y bosques El Dorado, la Compañía Ganadera e Inmobiliaria Chacabuco, la metalúrgica Crédito Ferrocarrilero e
Inmobiliario, la Compañía Técnica e Importadora y la industria electrometálica SEMA.
Si bien el número de empresas creadas fue menor, entre
ellas se ubicaron las más importantes en orden a sus capitales, como los negocios inmobiliarios y la metalúrgica. Las
condiciones de la etapa fueron obviamente diferentes, debido
a la retracción del capital extranjero, que motivara la caída de
algunas inversiones, en tanto se daba por cumplido el ciclo
de otras.
A lo largo de los diferentes ciclos analizados se fue consolidando la sociedad de base familiar, condición que mantuvo
a lo largo de toda su historia. Se gestaron vínculos y desarrollaron capacidades cognoscitivas que resultaron funcionales
para alcanzar los objetivos de crecimiento diversificado.
Así el empresario Ernesto Tornquist puede ser considerado
como un precursor del modo actual de organizar las sociedades de negocios. Durante las dos últimas décadas del siglo
XIX, comenzó a colocar fondos propios de su Compañía, o los
captados de inversores en el mercado de capitales, a fin de
aplicarlos a actividades productivas. El resultado exitoso de
sus variadas iniciativas le permitió ganar la confianza de los
clientes, quienes buscaban principalmente la seguridad en
sus inversiones, las cuales se vieron ampliamente compensadas. Con esta metodología se formaba un circuito virtuoso, en
el que la mayor disponibilidad de fondos era encauzado a las
más diversas iniciativas, según analizáramos en las páginas
precedentes.
La sumatoria de todas las inversiones, es decir los resultados de las múltiples sociedades y las diferencias que se
156
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
originaban en la compraventa de obligaciones o por comisiones de intermediación, explican la sólida posición alcanzada
por la Compañía Tornquist durante las tres primeras décadas
del siglo XX. Por ello, la muerte de su fundador en 1908, no
fue obstáculo para la continuidad de la empresa, pues ya se
había consolidado una estructura que habría de mantenerse
sin grandes modificaciones bajo la conducción de sus sucesores inmediatos.
En el aspecto formal, la estructura no era compleja y,
aunque se trataba de un holding integrado por numerosas
sociedades, respondía al carácter de una sociedad familiar
con un liderazgo ejercido por el empresario fundador y luego
por uno de sus hijos, Carlos Tornquist. La responsabilidad
social fue compartida, en vida de Ernesto, con Teodoro de
Bary, responsable local ante sus prolongadas estadías europeas. Lo acompañaban en la gestión como miembros del directorio, entre cuatro y cinco miembros, antiguos y leales
empleados de la firma, personas de confianza, con formación
y experiencia mercantil.
En Europa, hasta la Gran Guerra, la representación estuvo a cargo de Henry de Bary, al frente de la Compañía General Belga, con sede en Amberes. Luego, durante los años
veinte, Alejandro Shaw, yerno de Tornquist, se habría de instalar en París para cumplir dicho rol.
Si bien el capital externo permitió explicar parcialmente el
origen de sus financiamientos, no fue menor el aporte de los
originados en los ahorros locales; en tal sentido, el conjunto
de actividades desarrolladas, primarias, industriales o de
servicios, cumplieron un rol de creciente importancia. Además, los elevados márgenes de ganancias de las empresas no
fueron utilizados solamente para distribuir crecientes beneficios, puesto que una parte de ellos era destinada a fondos de
reservas extraordinarios y luego transferido para aumentar el
capital de las diversas firmas.
157
Jorge Gilbert
La crisis de 1929 y la situación financiera de la Compañía
Tornquist
La crisis de 1929 produjo diversos cambios en el sistema
económico internacional, que a su vez afectaron negativamente a la economía argentina, en razón de su alto grado de
apertura. La depresión se agudizó en los primeros años de la
década siguiente y se fue extendiendo en la economía internacional, cuyos fundamentos se modificaron progresivamente. Los principios de librecomercio de bienes y capitales, apoyados en la vigencia del patrón oro, fueron reemplazados por
la adopción de políticas comerciales proteccionistas que
acompañaron el abandono del sistema monetario vigente
hasta entonces.
Entre 1930 y 1934 se deterioraron bruscamente los términos del intercambio internacional de Argentina; sus exportaciones se redujeron en más de un 60%, a la par que disminuyó también la entrada de capital, y al ser el país un deudor
neto, la caída del nivel de precios y de sus ventas constituye29
ron situaciones de extrema gravedad. Dado el impacto de la
crisis sobre el conjunto de nuestra economía y el deterioro de
las condiciones de su sector primario, se procuró reasignar
recursos hacia las manufacturas, que permitiría elevar los
beneficios en actividades que sustituyeran la importación.
En este contexto, el Estado incrementó su presencia con la
creación de organismos y la adopción de medidas orientadas
a proteger a los sectores afectados por las nuevas condiciones. Al igual que en otros países, se aumentaron los derechos
de importación y en 1931 se estableció un sistema de control
de cambios, que elevó los costos de transacción de las importaciones. A esas se sumaron otras intervenciones encaminadas a rescatar a los sectores productivos tanto como al financiero; a tal efecto se crearon varias Juntas Reguladoras y el
Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias. Las primeras
29
Díaz Alejandro (1975), p.100.
158
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
buscaban subsidiar las diferentes actividades con un precio
sostén, utilizando recursos obtenidos mediante la política de
cambios, mientras que el Instituto estuvo incluído en el marco regulatorio adoptado en 1935, que incluyó la creación del
Banco Central y modificó el funcionamiento del conjunto del
30
sistema a través de una ley de bancos.
Los cambios operados a partir de la crisis constituyeron
un punto de inflexión en la historia de Ernesto Tornquist y
Compañía, al modificarse las condiciones que favorecieran su
crecimiento. Dado que era una sociedad bancaria, comercial,
industrial y financiera, esta diversificación significó un impacto distinto en cada sector, y los efectos de la depresión se
manifestaron globalmente en las reducidas ganancias de la
Compañía a lo largo de toda la década del treinta.
Las consecuencias sobre las inversiones realizadas durante la etapa anterior en el sector industrial constituyeron un
caso particular, pues el cierre de los mercados externos y las
medidas de protección del mercado interno generaron un
contexto favorable para la expansión de algunas manufacturas, como las metalúrgicas TAMET y FERRUM , o la elaboración de cigarros y sal en la empresa CIBA, en tanto el frigorífico Sansinena y las industrias ligadas al azúcar como la Refinería Argentina o la Compañía Azucarera Tucumana, que
habían alcanzado un gran desarrollo hasta 1929, se estancaron y padecieron una situación tan crítica que en algunos
casos llevó a su liquidación.
De las diferentes actividades en las que participaba la Casa Tornquist; algunas inversiones desaparecieron, a causa de
la crisis, mientras otras se vieron favorecidas, pero el sector
más vulnerable fue el bancario, dada la centralidad que la
gestión financiera tenía para la operatoria del holding. La
30
Véase ley 12.155 sobre Banco Central, ley 12.156 de bancos, ley 12.157 de creación
del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias, ley 12.158 modificatoria de la carta
orgánica del Banco de la Nación, ley 12.159 modificando la del Banco Hipotecario, y
ley 12.160 de Organización bancaria.
159
Jorge Gilbert
función bancaria que le había permitido obtener recursos a
partir de los depósitos y canalizarlos según los diversos intereses hacia las empresas del grupo fue abandonada a partir
de 1935. El proceso no fue sencillo y se debió acordar con el
Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias una serie de
medidas para sanear su situación financiera.
La Compañía evitó la quiebra pero sus actividades no escaparon al clima recesivo de la época, y los resultados generales, aunque no registraron pérdidas, descendieron en el
primer quinquenio, antes de iniciar un proceso de recuperación. En efecto, entre 1908 y 1917, las ganancias de la firma
Tornquist rondaban entre 18% y 21% anual sobre el capital y
las reservas legales y registraron su punto más elevado en
1918 cuando lograron superar el 33%; desde entonces y hasta 1929, descendieron de un 14% a un 11% anual; en 1931
cayeron a un 7% y en 1934 se ubicaron por debajo del 3,5%,
antes de caer a un nivel aún más bajo al año siguiente: un
2%.
Durante la segunda mitad de la década del treinta, esta
tendencia de desempeños magros se mantuvo para revertirse
recién a fines de la década, y marcar una fuerte recuperación
en la rentabilidad, durante los años de la Segunda Guerra,
proceso que continuaría en ascenso durante el primer go31
bierno peronista. Los resultados de dicho proceso posibilitaron canalizar recursos hacia la formación de nuevas empresas, entre las que se encontraban: Fibrocemento Monolit,
constituida en 1939 y dedicada a la fabricación de toda clase
de artículos de fibrocemento; al año siguiente se formaron
otras dos sociedades, Neoplástica SA para la elaboración de
resinas y productos plásticos, y Condor SA Petrolera Argentina para la explotación, destilación, industrialización y trans32
porte de petróleo.
31
Gilbert (2003).
Monitor de Sociedades Anónimas (1939), T.64. El presidente de Monolit era
Carlos Tornquist y el vice Antonio Bergeron, quienes ocupaban similares cargos den32
160
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
En 1943 se constituyó Explotación Minas Argentinas de
Tungsteno SA (MATSA), para la extracción de tungsteno y
schelita y al año siguiente se formó la Compañía Argentina de
33
Metales SA para la industrialización de metales en general;
en 1949, Elaboración de trafilados y afines SA (ELTRA), y en
1951, Piedra Grande S.A. Minera, Industrial, Mercantil y Financiera, con dos establecimientos en la provincia de San
Luis, uno de lavado de arcilla y caolines, y otro de molienda
34
de feldespato y cuarzo.
Las dificultades en el abastecimiento de importaciones, y
la prolongación del conflicto bélico, generaron una situación
propicia para este tipo de inversiones, pues los minerales
explotados, como el tungsteno, o los incorporados a posteriori, como el caolín o los feldespatos, tienen una amplia gama
de aplicaciones en las actividades metalúrgicas, en la elaboración de cerámicas, papel, farmacia, química, productos de
limpieza, betunes, y también constituyeron materias primas
utilizadas por otras industrias del grupo.
Debe destacarse que este tipo de inversiones respondían a
los cambios en el patrón de industrialización de la Argentina,
pues durante la década de 1930 las actividades manufactureras predominantes habían sido las alimenticias junto con la
rama textil, que registraron un rápido aumento en los volúmenes producidos; luego se comenzaron a delinear cambios
en las ramas metálicas, y aunque con menor vigor, también
en las químicas, actividades que habrían de caracterizar la
dinámica del crecimiento industrial en las siguientes décadas.
Las empresas CIBA y TAMET constituyeron casos particulares y pasaron a convertirse en las principales del grupo en
tro de TAMET. En 1957 Monolit se fusionó con la firma Fortalit SA y a partir de
entonces se denominó Monofort SA. Para Neoplástica, ver Monitor...(1940), T.65,
p.148 y para Condor, idem, p 339.
33
Monitor...(1943), T 70, p.10 y T 71, (1944), p. 75, respectivamente.
34
Esta última empresa era subsidiaria de FERRUM SA.
161
Jorge Gilbert
dicha etapa, a pesar de contar ya con varias décadas de existencia. La primera, especializada en la manufactura del tabaco y la elaboración de sal, y la segunda, metalúrgica, recibieron el estímulo para su crecimiento de las restricciones generadas por la crisis, y las consecuentes medidas adoptadas a
partir de 1929, como los controles de cambio y los permisos
de exportación.
El nuevo escenario favoreció la realización de modificaciones y ampliaciones en las principales plantas productivas,
con el propósito de aumentar su capacidad de elaboración y
mejorar la capacidad técnica. Para financiarlas, se recurrió
en parte a la emisión de obligaciones y debentures, y en la
década del cuarenta se pudo contar con políticas de estímulo
y el apoyo financiero proveniente del Estado.
Hacia 1954, según el cuadro 2, un balance de las empresas del grupo señala un claro predominio de las inversiones
realizadas con anterioridad a la crisis de 1930, pues de las
diecisiete empresas -excluyendo la firma madre-, sólo cinco
habían sido constituidas con posterioridad; dos de ellas fueron ELTRA y Fibrocemento Monolit, firmas industriales que
se ubicaron en cuarto y quinto lugar en orden al capital integrado.
La ponderación de las firmas que componían el holding a
mediados de la década de 1950, destaca las inversiones industriales con ocho empresas, seguidas por seis sociedades
con intereses inmobiliarios rurales y urbanos, y otras tres
con objetivos diversos, como la actividad petrolera, una revista de derecho y la sociedad financiera La Firmeza. Es decir
que la Compañía Ernesto Tornquist mantuvo, hasta la mitad
del siglo XX, un perfil industrial, comercial e inmobiliario.
En el primer lustro de los años cincuenta se cerró una
etapa en la historia de la empresa Tornquist, al morir Carlos
Tornquist, en 1953, quién la había presidido por un período
de cuarenta años. Se puso fin entonces a un tipo de liderazgo
empresarial, de carácter tradicional, y una nueva generación
162
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
de herederos se rebeló contra la estructura de conducción
disputándose los cargos directivos.
Quedaban por delante varios desafíos a resolver, además
de la consolidación de nuevos liderazgos al interior de la firma, y los implícitos por la reorientación de las políticas económicas a la caída del gobierno peronista.
Entre 1955 y la liquidación final de la Compañía Tornquist
A partir del golpe militar de 1955, que puso fin al último
período del segundo gobierno peronista, se buscó una apertura e integración de la economía argentina al escenario característico de la segunda posguerra buscando liberalizar la
economía, para limitar la intervención y los controles estatales, a fin de favorecer la iniciativa privada. Las políticas adoptadas se caracterizaron por los intentos de reorientar la estructura productiva, de modo que el crecimiento no se viera
limitado por las periódicas crisis de divisas. Las devaluaciones del tipo de cambio y la gradual eliminación de controles
en los precios, estimularon la producción rural; paralelamente, se procuraba avanzar hacia desarrollos industriales más
complejos, para prescindir de las importaciones y el consecuente considerable drenaje de divisas hacia el exterior.
Estas medidas fueron acompañadas por otras que reconvirtieron el sistema bancario a partir de 1957, mediante la
eliminación de las regulaciones que limitaban la expansión
del sector, ya fuese por falta de incentivo o por las políticas
del Banco Central, el cual hasta entonces regulaba detalladamente todas las operaciones de crédito. La banca comercial
privada pudo volver a expandirse en forma competitiva, aunque no siempre fue favorecida por la política de efectivos mínimos, redescuentos y adelantos del Tesoro. Entre 1958 y
1963 la política bancaria benefició la instalación de nuevos
bancos y su expansión mediante la apertura de sucursales;
163
Jorge Gilbert
sin embargo en los años siguientes la política crediticia favoreció a los bancos oficiales y limitó el crecimiento del sector
privado.
Además, al estar controlados los intereses, los préstamos
se canalizaron a través de entidades financieras no bancarias
que podían operar con tasas más elevadas, sin estar sujetos a
35
controles o limitaciones establecidas por el Banco Central.
Entre los nuevos bancos que se instalaron en esta etapa
se encontraba el Banco Tornquist, resultado de una asociación realizada en 1960, entre la Compañía y el Nederlandsche
Andel-Maarschappij N.V., de Amsterdam, Holanda, con el
objetivo de reiniciar los negocios bancarios que la Sociedad
Anónima Ernesto Tornquist había realizado hasta 1935, y
continuar con sus operaciones crediticias cambiarias y bursátiles. La sociedad fue autorizada por el Banco Central en
abril de 1960 y formalizada por escritura pública en el mes
de julio; el capital inicial autorizado fue fijado en 200.000.000
pesos moneda nacional, dividido en dos millones de acciones
36
de cien pesos cada una.
Una vez suscripto el 10% de las acciones, y a fin de constituir la Sociedad, era necesario suscribir otras 1.100.000 acciones, divididas en dos partes iguales de 550.000. La firma
Tornquist integraba una suma equivalente a 75.000.000 pesos moneda nacional mediante el aporte del local donde funcionaría el Banco, una propiedad de 2.833 m2 de superficie,
en un inmueble ubicado en Bartolomé Mitre 531 al 559 de la
ciudad de Buenos Aires. Para cumplir con su participación,
la Compañía Tornquist procedió a modificar los Estatutos de
una de sus empresas, la Compañía Territorial del Río de la
Plata, propietaria del edificio donde funcionaba la firma ma35
Alemann (1970), pp. 398-400.
Protocolos notariales (1960), registro 118, fo 451. Integraban la sociedad Eduardo
Tornquist, Ernesto Tornquist (nieto), Martín Aberg Cobo, Martín Tornquist, Enrique
A. de Bary, Enrique Tornquist, Luis M. Acuña, Carlos A. Paz, Jean Hubert Sassen,
Emilio F. van Peborgh, Everardo C. Wessels y Constantin Gortchacow.
36
164
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
dre desde 1927, dividiendo el inmueble en dos unidades funcionales de 2.924 y 13.268 m2 respectivamente.
La asociación con la banca holandesa se mantuvo hasta
1968, cuando éstos vendieron su participación para hacerse
cargo del Banco Holandés Unido; la Compañía Tornquist retuvo el control mayoritario con el 80% de las acciones y un
porcentaje minoritario fue adquirido por el Banco Popular
Español.
Además de los negocios realizados desde la casa bancaria,
fueron organizadas sociedades financieras que podían eludir
los límites establecidos por el Banco Central a las tasas de
37
38
interés. En 1967 se formó Sofargent SA de finanzas; y un
año después Tor-Ca SA constructora, inmobiliaria y financiera para actuar como financiera en el primer caso, y en el otro
realizar construcciones de viviendas y obras públicas o privadas de cualquier naturaleza, realizar y montar cualquier clase
de instalaciones vinculadas con ingeniería, barrios y/o ciudades satélites, fabricar, comerciar, importar o exportar materiales, maquinarias y equipos destinados a la ingeniería,
construcción y ramos afines. También podía actuar en el aspecto financiero, suministrando capitales a particulares o
37
Primera Plana, 13 de abril de 1965, pp. 86-89. La tasa de interés para el inversor se
estableció en un 16% anual y en un 22% para los préstamos, con lo cual se reducía el
margen para el negocio financiero. Como consecuencia de tales políticas los bancos
orientaron algunos capitales hacia sectores más especulativos, como el mercado cambiario o el mercado negro de capital, a intereses que multiplicaban hasta cuatro veces
los admitidos oficialmente
38
Protocolos Notariales (1968), registro 118, 11 de junio. Entre sus múltiples funciones podía recibir depósitos, emitir y colocar letras, conceder créditos para la compra
venta de bienes, otorgar avales, fianzas y otras garantías, otorgar anticipos sobre créditos, realizar inversiones en valores mobiliarios, prefinanciar sus emisiones y colocarlos,
efectuar inversiones transitorias en colocaciones fácilmente liquidables, actuar como
fideicomisos y depositarios de fondos comunes de inversión, obtener créditos del
exterior y actuar como intermediarios de créditos obtenidos en moneda nacional o
extranjera, comprar y descontar documentos de otras entidades y realizar todo tipo de
inversiones
165
Jorge Gilbert
empresas, realizando inversiones en dinero o negociando valores mobiliarios de cualquier naturaleza, fuesen acciones de
compañías privadas o títulos públicos.
En 1969 el grupo constituyó Promotora Internacional de
Ventas con el propósito de promover las exportaciones y asesorar a la mediana empresa tanto en los aspectos técnicos del
comercio exterior como en la búsqueda de nuevos mercados.
Finalmente, en 1972 se formó el Fondo de Inversión Argentino (FIA), sociedad integrada por el Banco Tornquist, la
Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (SAFISA) y
la Financiera Argentina dirigida por Santiago Soldati (ARFI39
NA).
En el listado del anexo están registradas las empresas que
permanecían bajo el control del holding a comienzos de los
años setenta, etapa en que se produjo la crisis que llevó a la
liquidación final. Las empresas fueron agrupadas según se
constituyeran antes o después de 1930, a efectos de diferenciar aquellas sociedades formadas en la etapa expansiva, de
las que se formaron en los ciclos siguientes. El resultado señala que, sobre un total de diecisiete, siete correspondían a la
primera etapa y un número similar a las formadas a partir de
1967.
Durante la década de 1960 las industrias más antiguas
enfrentaron dificultades para su desarrollo, situación que
llevó a implementar medidas de reestructuración y racionalización, a fin de recuperar una mayor rentabilidad. TAMET y
FERRUM, fueron ejemplos de plantas sobredimensionadas,
39
Protocolos Notariales, (1972), registro 118, escritura 28 de agosto. En el directorio
de la sociedad figuraban Nicanor Costa Mendez, Raúl Lanusse, Alberto Solá, Eduardo
García, Juan Cahen d'Anvers, Santiago Soldati y Emilio Cárdenas. Se trataba de un
fondo constituido para asegurar la rentabilidad y liquidez de las inversiones realizadas
por los copropietarios. Las suscripciones o compras de acciones debían orientarse
hacia empresas con un adecuado estado patrimonial económico y financiero y un
aceptable rendimiento, y que se encontraran en proceso de crecimiento y consolidación. El fondo se integraba con acciones, debentures y títulos públicos, en el caso de
éstos últimos, siempre que estuvieran garantizados contra una depreciación monetaria.
166
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
con graves problemas de obsolescencia técnica. Por otra parte, Cotécnica al registrar varios períodos con problemas financieros terminó siendo fusionada con CIBA.
Mientras agonizaban algunas empresas industriales, la
Compañía Tornquist buscó consolidarse en el área de las
finanzas; para ello fomentó la organización de la casa bancaria en 1960, y formó luego sociedades mediante las que buscó reposicionarse en el sector. Para lograrlo, negoció títulos
privados o públicos, en el mercado nacional y en el exterior,
otorgó asesoramiento para inversiones y empresas, realizó
financiamientos a mediano y corto plazo para el comercio y la
producción industrial, a los que sumó un joint venture con
HB-Fuller Company de Estados Unidos.
Todos estos cambios implicaron una renovación en el proceso de gestión, pues la tercera generación familiar había
comenzado a ocupar posiciones ejecutivas, y fue necesario
dinamizar la empresa al multiplicarse el número de aquellos
que aspiraban a posiciones de poder. Se trató de modificar la
cultura de la gerencia empresaria, de lo que daba cuenta la
búsqueda de nuevos negocios. Sin embargo, la percepción de
una parte de la sociedad familiar no visualizaba el cambio
como oportunidad sino como amenaza.
Así, las tensiones desatadas entre el grupo de familiares
propietarios dificultó la materialización de las propuestas de
cambios en la organización. Estas incluían nuevas prácticas
empresariales acompañadas de los conocimientos necesarios
para mejorar el desempeño, por lo cual era necesario innovar
la estructura de la organización, del personal superior y de
dirección, como también establecer la compensación material, estableciendo incentivos y recompensas.
En consecuencia, frente a los desafíos que planteaba la
economía argentina durante los críticos años sesenta, la
Compañía fue perdiendo solidez como resultado de un conjunto de factores, a los que se sumaron cuestiones financieras, y dificultades para consolidar un liderazgo adecuado.
167
Jorge Gilbert
Los condicionamientos provinieron de la reubicación internacional del país, de la reconversión técnico productiva, la
formación de nuevas empresas y la presencia de firmas
transnacionales, como aspectos centrales que influyeron sobre el conjunto de la economía.
En el nuevo escenario, el golpe final que llevara a la disolución de la empresa, provino de las desinteligencias al interior del grupo familiar propietario, donde las relaciones parentales se habían visto desgastadas ante la ausencia de un
miembro que actuara como líder catalizador. Carlos la había
presidido hasta su muerte pero, tras su desaparición, la tercera generación de herederos se rebeló y ocupó los cargos
directivos en una estructura de conducción bastante simple:
un presidente, un vicepresidente y seis directores titulares
constituían el directorio de ocho miembros que eran seguidos, a su vez, por gerentes generales que actuaban en cada
una de las diferentes sociedades.
Al no existir una oficina técnica, las decisiones se adoptaban en forma individual, lo cual originó desconfianzas y cuestionamientos sobre los consecuentes manejos financieros
inconsultos dentro de los directorios, particularmente a partir
del reinicio de la actividad bancaria en 1960 y la organización
de sociedades financieras.
En la experiencia de la firma los cambios de estructura no
tuvieron mayores problemas, pues resultó fácil cambiar la
organización formal, y también proceder a liquidaciones o
compras de sociedades según los ciclos económicos. Sin embargo, modificar significativamente el modo de actuar en el
momento de tomar decisiones operativas y llevarlas a término, fue una tarea que habría requerido mucho más tiempo.
No fue complejo destruir la vieja estructura, ni su efectividad,
pero sí lo fue el lograr que funcionase una nueva sin fisuras
internas. La Compañía Tornquist, no logró adecuarse en el
momento de definir las estrategias que respondieran a los
cambios de la dinámica económica, y aceptar la separación
entre proceso de gestión y control propietario, por lo cual
168
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
resultó ineficiente frente a la organización corporativa de los
negocios modernos.
169
Jorge Gilbert
Anexo
Cuadro 1: Relación entre capital y reservas de las principales empresas del grupo en 1930, en pesos oro.
Empresa
1-Sansinena SA (I)
2-Cía. Azucarera Tucumana
(I)
3-Cía. Territorial Río de la
Plata
4-TalleresMetalúrgicos –
TAMET (I)
5-Cía.Introductora Buenos
Aires-CIBA(I)
6- La Criolla SA
7-Cía. General de Comercio e
Industria
8-Refinería Argentina(I)
9-FERRUM (I)
10-Cía. Argentina
de Pesca (I)
11-Cía. El Dorado (I)
12-Cía. de Grandes Hoteles
13-Cía. Ganadera Inmobiliaria
Chacabuco
14-Crédito Ferrocarrilero
Inmobiliario
15-Cía.Técnica
Importadora
16-SEMA (I)
17-Plantadora Isleña (I)
18-Cía. de Productos
Conen (I)
Capital inicial
2.000.000 (1891)
3.000.000 (1895)
Capital en 1930
10.802.451
10.046.861
1.000.000 (1924)
7.014.345
3.700.000 (1925)*
4.462.769
600.000 (1901)
3.300.000
3.000.000 (1919)
2.000.000 (1922
3.296.153
3.116.873
1.500.000 (1886)
660.800 (1911)
200.000 (1904
2.201.551
1.940.677
1.917.618
s / d
(1924)
573.000 (1911)
615.000 (1923)
1.720.384
1.575.486
1.572.967
1.500.000 (1927)
1.556.943
800.000 (1922)
882.910
s / d
(1928)
500.000 (1900)
130.000 (1883)
730.769
597.557
509.279
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Monitor de Sociedades Anónimas, varios años, y Ernesto Tornquist y Cía. Ltda. y
sus Compañías afiliadas, 1932.
*En 1902 el capital de Rezzónico Ottonello era de 250.000 pesos oro.
170
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
Cuadro Nº 2: Ernesto Tornquist y sus Compañías afiliadas,
año1954.
Año de
constitución
1873
1895
1901
1903
1909
1911
1919
1922
1922
1922
1924
1924
1926
1932
1939
1940
1943
1949
Denominación
Ernesto
Tornquist
Cia. Azucarera
Tucumana (I)
Cia. Introductora
(CIBA) (I)
Conen (I)
TAMET (I)
FERRUM (I)
La Criolla
Cia. Gral. Comercio e Ind.
Crédito
Ferrocarrilero e
Inmob.
Cotécnica (I)
Cía. El Dorado
Cia. Territorial R
de la Plata
Revista de Jurisprudencia
Victoria Cía. de
colonización
Fibrocemento
Monolit (I)
El Condor SA
Petrolera Arg.
La Firmeza
Eltra (I)
Capital
autorizado m$n
150.000.000
Capital
suscripto y
realizado m$n
92.548.7000
o$s20.000.000
o$s4.800.000
100.000.000
57.733.900
20.000.000
200.000.000
39.000.000
10.000.000
50.000.000
15.020.200
146.928.000
39.000.000
4.423.700
15.409.700
7.000.000
7.000.000
10.000.000
6.000.000
o$s7.000.000
2.000.000
9.163.300
3.136.000
o$s
7.000.000
1.650.000
1.373.725
1.373.725
30.000.000
19.469.500
3.000.000
2.725.100
1.300.000
50.000.000
1.163.000
25.000.000
Nota: (I) industria.
Fuente: elaboración propia en base a datos de El accionista de
Sociedades Anónimas, año 1954.
171
Jorge Gilbert
Listado de empresas en las que participaba Ernesto Tornquist y
Compañía en 1971
a- Formadas antes de 1930:
1-“Compañía de productos Conen SA”, (1903)
2-“Compañía Introductora de Buenos Aires”, (1901)
3-“FERRUM SA”, (1911)
4-“Compañía General de Comercio e Industria”, (1922)
5-“Cotécnica S.A.”. Fábrica de cocinas, calefones y estufas, comercializadas
con la marca “Bull Dog” y distribuidora de aceites y grasas lubricantes
“Fax”, (1922)
6-“Tamet S.A.”, (1909)
7-“Revista de Jurisprudencia Argentina SA”, (1926)
b- Formadas con posterioridad a 1930:
40
8-“Condor SA Petrolera Argentina”, (1940)
9-“Piedra Grande SA Minera, Industrial, Mercantil y financiera” (empresa
subsidiaria de FERRUM), (1951)
10-Banco Tornquist, (1960)
11-“Sofargent SA de Finanzas”. Financiamiento de automotores, tractores,
maquinaria de distinto tipo, y equipos para hospitales y sanatorios. Operaciones de “leasing” de bienes de capital, (1967)
12- “Ubyco S.A.I.C.”. Realizaba su producción en dos líneas: una dedicada a
resinas de poliéster y sus derivados, y otra de productos para el uso del
hogar Pinoluz, Plastitel, Superlay, (1967)
13-“Fuller Argentina SA”. Administrada por Ubyco, producía adhesivos
industriales y de uso escolar (Plasticola), (1967)
14-“Poliglas”. Fabrica de envases y piezas de plástico mediante procesos de
soplado e inyección, (1967)
15-“Torca SA” Construcción, venta y financiación de viviendas para sectores
de ingresos medios, (1968)
16-“Promotora internacional de Ventas SA”. Promovía las exportaciones,
asesorando a la mediana empresa, tanto en los aspectos técnicos del comercio exterior como en la búsqueda de nuevos mercados, (1969)
17-Fondo de Inversión Argentino (FIA), (1972).
Fuente: Elaborado en base a datos de Economic Survey, Edición
extraordinaria, septiembre de 1971.
40
Refinaba petróleos crudos especiales que eran utilizados para elaborar éter, solvente,
aguarrás, cortes de destilados para fabricación de aceites técnicos, grasas y vaselinas,
destilados para insecticidas, aceites lubricantes para refrigeración de automotores y
motores industriales. Producía también, con licencia de empresas norteamericanas,
especialidades para la industria siderúrgica.
172
las estrategias empresariales de ernesto tornquist
Bibliografía y fuentes
Fuentes
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Belge.
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registro 111, año 1925, registro 118, años 1960, 1968 y
1972.
Archivo General de la Nación (A.G.N.), Protocolos Notariales,
registro 78, año 1894.
Archivo General de Tribunales, año 1908, legajo 3026: Sucesión Ernesto Tornquist.
Crédito Ferrocarrilero Argentino (1920), Memorando, mimeografiado.
Economic Survey, Edición extraordinaria, septiembre de
1971.
El accionista de Sociedades Anónimas, 1954.
Ernesto Tornquist y sus compañías afiliadas (1932), mimeografiado.
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Primera Plana, 13 de abril de 1965, “Las inversiones silenciosas”.
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175
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