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Celebración a nuestra madre del
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“Mujeres abriendo caminos”
Lunes:
Dios te salve, María, llena eres de Gracia
En el Nombre de Dios te saludo y te comunico que eres llena de su gracia.
Ayúdanos a creer, madre, que, como tú, estamos llenos de gracia y somos dignos a los
ojos de Dios.
Ayúdanos a comprender que sólo hay que confiar, abandonarse a esa certeza, como
niños que crecen seguros en amor del Padre y llegan a ser hombres y mujeres capaces
de "dar fruto".
TAINKA
Es una mujer etíope, africana, de un país
asolado por la sequía, la guerra y el hambre,
así como por el odio, la enfermedad, en
definitiva, por el dolor y el sufrimiento...
Es africana, pero podría ser bosnia o
palestina o centroamericana o afganistana o
de cualquiera de las decenas de países que
están asolados en este momento por la
sinrazón de la guerra...
Es una mujer desplazada de su casa por
circunstancias que la toca vivir, que están
por encima de ella, que la superan, que no
entiende, pero que padece y lo sufre.
Desplazada de su hogar porque en él no
queda nadie ni nada más que el miedo y la desolación.
Y ha tenido que huir dejando atrás su intimidad, sus sueños, su ilusión. En sus brazos
lleva a su hijo, la única razón de su esperanza.
Hace mucho tiempo que deambula de un lugar a otro. Sus vestidos sucios y raídos
malcubren su intimidad, sus pies semidescalzos, deshollados, heridos y empolvados
hacen adivinar la largura del camino recorrido, peregrina sin rumbo, caminante a la
búsqueda de un horizonte.
Su delgadez denuncia desnutrición y deshidratación. Es el HAMBRE. En su rostro no
hay rencor, no hay odio. Una sublime serenidad pone de manifiesto un cansancio de
siglos, de milenios, ancestral. Sus pechos, como su cuerpo, son fiel reflejo de la sequía y
esterilidad de su tierra.
Entre el cuello y sus hombros cuelga un trapo, coloreado algún día, hoy como ella
desdibujado, ajado, y sin apenas color, del que pende su hijo. Es pequeño y desnutrido,
pero no es un bebé. Inmóvil, quieto, sólo un tenue quejido de vez en cuando la hace
saber que aún Sigue vivo.
No puede más, se detiene, alza sus ojos al cielo, sus piernas se aflojan, se desploma y
cae desmoronada sobre el camino. ¡No puede más! Ya no puede más. Se ha escondido,
ha luchado, ha llorado, se ha rebelado, ha suplicado, y ha huido... Ahora, no puede más.
Un suave lamento se oye —entre sus débiles brazos. Ella lo apega a su frágil regazo. Un
tenue gemido que se apaga despacio, muy despacio...
¡SEÑOR!
Dios te salve María..., llena eres de gracia..
No puede llorar... Su débil cuerpo y la deshidratación no se lo permiten. No grita. No
pregunta. No dama. ¡Se entrega!
HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA
El Espíritu llegó sobre ti, porque has hallado gracia a los ojos de Dios. Siente la
presencia del Espíritu.
Ahora lo sabe. A pesar de la descomunal situación siente que algo inmenso la envuelve
y los protege. Es algo desmesurado. Ahora sabe que no está sola, que hay una chispa
divina que ha-hita en su hijo y también en ella. La Luz la inunda de Paz. No lo razona,
lo sabe. Es la vida y aquí no acaba, ahora lo sabe. La luz transciende el mas caótico
momento. La vida no acaba en este momento. Con sus cuerpos no llega el final de su
existencia: ésta se transforma.
Ahora lo sabe. Por ello, LLENA ERES DE GRACIA... Tú que, agotadas las razones
para creer..., crees. Tú que, contra toda esperanza..., esperas. A ti, en quien se han
conjurado todos los motivos para odiar y descubres que no tienes capacidad para ello:
DIOS TE SALVE, TAINKA... A ti que se te concede el don de ver el rostro de Dios
en tu hijo: LLENA ERES DE GRACIA.
Frase del día
Dios me saluda y me siento lleno de su gracia
Texto de la Escritura
Gén 21,9-21
Martes:
El Señor es contigo
Porque estuvo siempre contigo.
Porque estará siempre con nosotros, y tú lo creíste.
Porque en esa confianza, casi espontánea, nació tu Sí.
Haz, madre, que sintamos que es posible que nuestro Sí nazca de la misma certeza.
TERESA
Es una mujer casada. Vive con su
marido Casimiro y con 89
mendigos/as en una pequeña casa
a la que ellos han conseguido
convertir en un "Hogar".
Desde muy joven sintió una fuerte
indignación por las situaciones de
injusticia, por los abusos y
negligencias del poder con los
más débiles. Poco a poco se fue
implicando en ayudas,
colaboraciones, etc., lo que la
llevó a la denuncia y a tomar una
postura, a definirse.
Lo que la mueve no es sólo el
aspecto social, aquello de mejorar
la sociedad. Llegó un momento en
que la dolía el dolor del otro, la
angustia y la tristeza del otro. Y lo
hizo suyo. Sabe que no va a ser
fácil. Además, si la angustia y el
dolor la superan, no podrá ayudar a otros, a aquellos que la necesitan.
Siempre ha tenido fe y. desde pequeña, en su casa y en el colegio, ha oído hablar de
Jesús. Es un personaje que la apasiona, lo que la hace buscar referencias sobre él. Se
acerca a personas, a grupos que también buscan esas referencias, y se encuentra con la
Biblia, el Antiguo y Nuevo Testamento, que le irán desvelando un personaje mucho más
intenso y del que va haciendo una lectura profunda.
Será a través de la oración como empiece a sentir al Cristo cercano a ella y próximo en
los que la rodean. Aprende a orar, buscando nuevas formas y fórmulas de oración que la
acerquen a Dios y que la identifiquen con su Hijo.
Aprende a ser consciente del infinito amor de Él por los hombres y descubre su
auténtica pasión por los más pequeños, los débiles, los enfermos, los pobres, los
miserables. Esto la lleva a compadecerse con ellos -a padecer con-, lo que hace
poniendo en juego toda su energía y su vida para ayudarles a liberarse del
autodesprecio, la angustia, la desilusión, el odio, la amargura, la desesperación y el
dolor, en definitiva, todo aquello que destruye y acaba con el hombre.
Ella les hace sentirse queridos y saber así que hasta en la peor de las situaciones pueden
ser amados porque hemos sido creados por la totalidad del amor, y que ese amor sólo
quiere nuestra felicidad. Y feliz es el que ama y se siente amado y hace sentirse amados
a los demás. Pero eso es una opción personal. Por eso sólo puede manifestarse a través
de las personas, hombres y mujeres concretos que se lo creen, que se empapan de ello.
Y eso les lleva a generarlo en los demás pues no se puede contener. Porque si crees, lo
vives; y si lo vives, te desborda; y cuando te desborda, sin poder evitarlo, les llega a los
demás. Sin lecciones, sin teorías, en la vida, en el hacer, en lo cotidiano, en el día a día.
Teresa vive con su marido Casimiro desde hace años en una casa, que poco a poco han
ido convirtiendo en un hogar, con 89 mendigos prácticamente terminales, personas
tremendamente deterioradas que no pueden valerse por sí mismas. Algunos son
deficientes psíquicos, otros deficientes físicos. La soledad, el alcohol y la vida en las
calles ha hecho estragos en ellos. No tienen casa, no tienen familia. Algunos no tienen
identidad, están indocumentados y, dado su estado, es dificilísimo saber quiénes son, de
dónde vienen o dónde nacieron para que puedan encontrar-se con sus raíces y recuperar
su identidad, así corno para poder reclamar una ayuda para ellos a las autoridades
competentes. Claro que dichas autoridades no facilitan mucho la labor, aun sabiendo
que el problema y responsabilidad es suya.
El hogar no tienen subvención alguna. Lo más sorprendente es que, cuando le preguntan
de qué viven, ella contesta: "de la providencia". Bueno, ya..., entonces, ¿qué es para ti la
providencia? Su respuesta es: "LA PROVIDENCIA SON USTEDES".
EL SEÑOR ES CONTIGO
Porque has creído que Dios habita en los más pobres.
Porque crees en la providencia, hasta el punto que esperas que se manifieste a través de
nosotros.
Porque haces compatible el ser mujer, laica y esposa con una intensa vida de oración,
que sustenta tu entrega a los más débiles.
Y porque, al ser consecuente con lo que crees, es evidente que EL SEÑOR ES
CONTIGO.
Frase del día
Nosotros somos la providencia,
la respuesta de Dios a los otros
Texto de la Escritura
Lc 10,25-37
Miércoles:
Bendita eres entre todas las mujeres
Tú, una mujer más entre las mujeres de tu pueblo. Y bendita como ellas, que atienden a
la cotidianeidad de su casa sin más pretensión que solucionar las demandas y las
necesidades de los suyos.
Bendita tú, que no aspirabas a ser madre y con tu "Sí" acogiste en tu seno a la creación
entera.
Ayúdanos a desvelar en nosotros la capacidad de aceptar el milagro, a mostrar nuestro
lado maternal con generosidad.
Ayúdanos a acoger a los demás en
nuestro seno.
MARUJA
Vive en un bloque de pisos, un edificio
enorme, en una ciudad también enorme.
Tiene 52 años y tres hijos. Dos días a la
semana va a limpiar a una casa. Su
marido, Manolo, es un obrero. Sólo sabe
trabajar para llevar dinero a casa. Todos
los días, a la vuelta, pasa por la tasca del
señor Mariano donde discute las
incidencias del trabajo y, si es lunes, las
del partido del domingo. Cuando llega a
casa, entre el madrugón mañanero, los
dos vinitos y la discusión del bar, ya no
tiene nada que decir. Se desfonda en el
sillón y, antes de que esté la cena, se
queda dormido. Ésa es su vida desde
hace años.
Maruja se levanta a ponerle el café y a prepararle el almuerzo, que se lleva al trabajo.
Después se queda sola. Bueno, los chicos están en casa: la pequeña, Vanesa, todavía va
al instituto y es la siguiente en levantarse; José y Manolito no tienen muchos motivos
para levantarse pues están en el paro. El mayor trabajaba en un banco y, con la
reducción de plantilla, lleva un año sin encontrar nada. Y el otro, quitando los veranos,
de camarero, y repartiendo propaganda cuando no le queda más remedio, no tiene nada
que hacer.
Ella no entiende nada. Ve la desilusión de sus hijos y la falta de motivaciones para vivir.
No fueron unos magníficos estudiantes en el instituto, pero sacaban sus cosas y nunca
dieron que hablar. Son buenos chicos y se llevan bien con todo el mundo. A ella le
desespera verlos enfrente de la tele, aunque comprende que es una forma de matar el
tiempo. Ella sólo fue a la escuela cuando era pequeña. Sabe leer y escribir y las cuatro
reglas. No entiende por qué sus hijos, habiendo estudiado, no consiguen tener una
oportunidad.
Los días trece de cada mes se va con su vecina Paqui hasta santa Gema a pedir que les
salga trabajo a sus chicos. Sus chicos siguen sin trabajo, pero Maruja reconoce que ella
no está tan mal comparada con Paqui y da gracias a Dios porque ninguno de sus hijos
está enganchado a la droga y no les falta salud.
Te llamamos "maruja" con desprecio. Tú sabes que para Dios no eres despreciable. Ni
tú, Maruja, ni ninguna otra mujer como tú.
Bendita tú eres entre las mujeres...
Porque sin comprender, asumes tu vida y la de los tuyos.
Porque aceptas que eres el pilar de tu hogar.
Porque conquistas cada mañana el día que llega y al final de éste sabes valorar y dar
gracias por lo que tienes.
BENDITA TÚ ERES ENTRE LAS MUJERES.
Frase del día
Bendita eres: para Dios no hay nadie despreciable
Texto de la Escritura
Rut 1,1-22
Jueves:
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús
Porque permitiste que tu vientre se llenara del Espíritu de Dios y diera fruto.
Haz que nosotros también seamos capaces de vaciarnos de nuestros condicionamientos
y miedos para dejar a Dios habitar en nosotros, y dar fruto.
IVONNE
Es una mujer madura. Su vientre
ya no puede dar hijos o hijas. Hace
tiempo que se acabaron sus
menstruaciones. Sin embargo da
mucha vida.
Ivonne ha aprendido, junto a las
gentes que sufren en una de las
zonas deprimidas de Brasil, que la
vida cuesta trabajo vivirla, que se
ensaña de una manera
desproporcionada con muchos
seres indefensos e inocentes.
Ivonne, que ha sido traspasada por
la Buena Noticia, dedica parte de
su tiempo, como licenciada en
filosofía y teología, a traducir la
teología en claves que le sirvan a
su gente. En esa tarea de
transformar sus conocimientos
para que otros lo entiendan, ella se
va viendo, a su vez, transformada y aprende, aprende infinitamente de éstos que
aparentemente no tienen nada que enseñar.
Ivonne conoce el delirio de las mujeres -montones por desgracia-cargadas de hijos
malnutridos. Los niños se les mueren de hambre en los brazos. Muchos de sus hombres
están alcoholizados y continuamente ausentes por lo que, muchas veces, ellas se ven
obligadas a desprenderse de sus criaturas. Ivonne ha conversado horas y horas con ellas
frente a una taza de café, en sus viviendas. Las conoce porque participan en las
organizaciones populares y se encuentran preparando la olla común, la fiesta de
conmemoración de la independencia. Vive con ellas. Sabe de sus razones, su inmenso
dolor y el peso de su culpa. Por eso se esfuerza por hacer que la Iglesia y su mensaje
sean espacios incluyentes para todos. Se atreve a repetir de nuevo: Mujer, nadie te ha
condenado, vete en paz. Ivone sufre cuando la Jerarquía de la Iglesia no entiende el
dolor de los pequeños y la obligan a ocultar en el silencio el grito de los sin voz.
BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE
Porque eres capaz de alumbrar vida en medio del desamor.
Porque encarnas el rostro maternal de la Iglesia.
Porque nos descubres el regazo misericordioso de Dios, sobre todo en aquellos y
aquellas que más hambre tienen de esperanza.
BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE
Frase del día
María, enséñame a dar vida
entre los que me han sido dados.
Texto de la Escritura
Os 11,1-11
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