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El fruto
del Espíritu es
amor,
alegría,
paz,
tolerancia,
agrado,
generosidad,
lealtad,
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
sencillez,
dominio de sí.
(Gal 5,22-23)
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén
PENTECOSTÉS
Pentecostés es la fiesta en que somos enviados, bajo el influjo del
Espíritu, a continuar con la misión de Jesús. Por tanto, es también la
fiesta de la misión de la iglesia. Es una buena oportunidad para
renovar nuestro compromiso misionero.
INVOCACIONES AL ESPÍRITU SANTO
Como comunidad reunida en torno a María, suplicamos el don del
Espíritu Santo que nos haga conocer sus dones y nos conforte y
fortalezca con ellos.
. Envía, Señor, tu Espíritu para romper nuestras ataduras.
. Envía, Señor, tu Espíritu para derribar nuestras barreras.
. Envía, Señor, tu Espíritu para derribar nuestros prejuicios.
Cantamos: Espíritu Santo, ven, ven...
. Envía, Señor, tu Espíritu para curar nuestros resentimientos.
. Envía, Señor, tu Espíritu para que sepamos acercarnos a toda
persona.
. Envía, Señor, tu Espíritu para que podamos ver en el otro el rostro
del hermano.
Cantamos: Espíritu Santo, ven, ven...
. Envía, Señor, tu Espíritu para que trabajemos por la paz.
. Envía, Señor, tu Espíritu para que sepamos ver lo que nos une.
. Envía, Señor, tu Espíritu para que seamos solidarios.
todo lo creado. Es lo que se llaman los “signos de los tiempos”…
Gracias a este don podemos evitar las ideologías que engañan,
trazar planes y proyectos para transformar la realidad, descubrir la
belleza y la hondura del conocimiento humano, saborear la belleza
y el arte…
Don de Entendimiento:
Capacidad de entender las cosas de la vida.
Es un don referido a la fe. La fe es una virtud por la cual nos
confiamos perdidamente a Dios que se ha manifestado en Jesús. Es
apoyarse en las palabras del Señor y encontrar en ellas el apoyo
para nuestra vida.
Don de Piedad:
Caridad, amor.
El don de piedad es un afecto entrañable y ternura filial hacia Dios.
Es desear darle gloria en todo. El amor hacia Dios se manifiesta en
acordarse con frecuencia de Él, agradecerle las cosas buenas de la
vida, hablar de Él, tratar con Él a solas y con frecuencia… Es el don
que nos hace ver a Dios en el rostro del hermano. Es el don de la
fraternidad universal.
Don de fortaleza:
Ser fuerte.
El don de la fortaleza nos ayuda a ser fieles y perseverantes en la fe,
sin dejarnos llevar por la desgana, el miedo, la apatía o el qué
dirán. La fortaleza es la actitud de quien se muestra firme y constante
en la obediencia a Dios. El Espíritu me hace superar las dificultades,
para vivir y anunciar el Evangelio sin miedos ni complejos,
transformándome en testigo arriesgado y audaz.
la fe y perseverantes en la comunidad cristiana.
“De repente vino del cielo un ruido…”:
ruido…”: ¿Qué ruidos son los que
llenan nuestro corazón? ¿Qué voces llenan nuestro interior…?
¿Qué deseos nos atrapan y arrastran…? ¿Busco el silencio como
experiencia que me plenifica y humaniza…?
Oremos con insistencia pidiendo el Espíritu que nos sobresalte con
su voz, que nos despierte de nuestros sueños…
“Semejante a un viento impetuoso…”: ¿Hay en mi vida
movimiento…? ¿Hacia dónde…? ¿Crezco… o estoy paralizado…?
¿Avanzo… o retrocedo…?
Oremos pidiendo que el Espíritu nos mueva hacia Dios y hacia los
hermanos y nos haga crecer en fe y en caridad.
“Llenó toda la casa donde estaban…”:
estaban…”: ¿De qué está llena nuestra
casa, nuestro domicilio particular…? ¿Abunda la comprensión…, el
diálogo…, el servicio…, el perdón…, la paz…, el respeto…, el
amor…? ¿O está lleno de tensión…, incomunicación…, egoísmo…,
desconfianza…, envidias…, críticas…, injusticias?
Oremos por nuestra familia pidiendo al Espíritu que llene nuestro
domicilio de los dones del amor.
“Entonces aparecieron lenguas como de fuego…”: El Espíritu del
Señor es un fuego que ilumina, que calienta, que purifica, que se
expande…
Oremos pidiendo el fuego de amor del Espíritu, que nos ilumine…,
que nos caliente…, que nos purifique..., que nos vivifique…
“Esas lenguas de fuego se repartían y se posaban sobre cada
uno…”: Todos recibieron el Espíritu Santo. No quedó nadie sin el
don del Espíritu. Miremos ahora a nuestro alrededor… fijémonos en
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