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Circular nº 13
Córdoba
Villafranca
Comunidades
“Hijas del Patrocinio
de María”
España, Venezuela y Colombia
Queridas hermanas: Con gran alegría quiero compartir con
vosotras el recuerdo y la celebración de la fundación de nuestra Congregación en estos 90 años
de andadura. Para ello os trascribo literalmente lo que significó para las hermanas la vivencia en
las comunidades de aquel 19 de marzo de 1919 donde oficialmente se constituye nuestra
Congregación como “Hermanas de Enseñanza bajo el Patrocinio de la Virgen María”:
“El 19 de marzo de 1919 fue un miércoles entre el segundo y tercer domingo de
cuaresma. Para preparar a las Comunidades a la fiesta de San José, día señalado
para "poner las Constituciones en observancia", la M. Amalia, orientada por el Sr.
Obispo, lo programa todo comenzando por su preparación anticipada. Escribe una carta
circular a cada Comunidad con las disposiciones siguientes: "Mis muy amadas en Dios
nuestro Señor: Por orden de nuestro digno Prelado, les comunico, que es voluntad de
S.E. que en los tres días del próximo Carnaval, hágase un triduo de retiro, preparación
para dar principio en la festividad del Patriarca San José, a la práctica de las nuevas
Constituciones; en este triduo deberán versar las meditaciones, sobre la perfección de la
Vida Religiosa y sus ventajas, exactitud en el cumplimiento a las órdenes de los
Superiores, premios que Dios ofrece a los que son fieles a las prácticas de sus Reglas, o
cosas análogas a éstas. Si no le fuese muy molesto al Sr. Cura Párroco o al Confesor
el darles unas pláticas sobre estos puntos, sería grato a S. E. I. y, si estos Sres. no
pudiesen, sus Caridades los practicarán solas guardando después el recogimiento posible
hasta dicha festividad, en la cual procurarán, si las circunstancias lo permiten, tener
Misa cantada y antes de ésta y de la Sagrada Comunión en la que renovarán sus Votos
privadamente y prometerán a Su Divina Majestad el cumplimiento de las nuevas
Constituciones, bendecirá el Sacerdote los nuevos escudos que cada Hermana se colocará
antes de acercarse a la Sagrada Mesa, y después de terminada la Santa Misa
cantarán o rezarán el TE DEUM. Esta circular será leída a la Comunidad y de todo
lo que practicaren me darán conocimiento. Dios nuestro Señor las bendiga y rueguen por
el buen éxito de la Congregación.
Fdo. Sor Amalia del Sagrado Corazón de Jesús S. Gral.
Córdoba,
27 de febrero de 1919.
Os animo a que completéis la lectura de este texto en nuestra página Web con el fin de
saborear de nuevo, el entusiasmo y la profundidad con que nuestras Hermanas vivieron ese día
y acogieron las propuestas sugeridas por la M. Amalia para dar ese paso definitivo que las
llevaría a la unión, fortalecimiento y crecimiento de esas pequeñas semillas que con tanto
amor, siglos anteriores, habían puesto Cosme y Luís en el surco de su Iglesia.
Han pasado 90 años y este paso del tiempo para nosotras tiene que ser un nuevo impulso
para ir creciendo desde la profundidad, el entusiasmo y el amor con que vivieron nuestras
antecesoras y a la vez aspirar a una renovación carismática y un crecimiento cualitativo en
todos los aspectos, pues lo que no se renueva acaba por morir. Miramos hacia atrás pero sólo
para sentirnos herederas de una gran tradición llena de nombres y rostros que han ido
formando a lo largo de la historia nuestra familia religiosa de las que nos sentimos orgullosas y
responsables de su continuidad, escuchando lo que nos recordaba Juan Pablo II: “Vosotros los
religiosos, no solamente tenéis una historia gloriosa que recordar y contar, sino una gran
historia que construir!. Poned los ojos en el futuro, hacía el que el Espíritu os impulsa para
seguir haciendo con vosotros grandes cosas”.
Con estos sentimientos de gratitud por tantos dones concedidos a lo largo de estos
años, de sentirnos protegidas y amparadas especialmente por nuestra Madre y de reconocer que
Dios ha estado siempre presente en nuestra Historia , os animo a celebrar con gran alegría este
aniversario, a realizar en cada comunidad alguna celebración litúrgica como acto especial de
agradecimiento y petición por nuestra Congregación y a fortalecer nuestras relaciones fraternas
como signo visible de sentirnos pertenecientes a una misma familia que nos posibilita nuestro
Seguimiento de Cristo en comunidad y la construcción de su Reino a través de la misión que
hemos recibido dentro de la Iglesia.
María, en su Patrocinio siga protegiendo maternalmente con su Amor a nuestra
Congregación y experimentemos el gozo de “vernos en el número de la Iglesia, marcadas con
el carácter de Jesucristo y señaladas con la insignia real de las Hijas de su Santísima Madre”
para así como nos indica la Hermana Marina, “deshacernos en su honor” y en el servicio de
su Hijo.
Un fuerte abrazo.
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