El Nuevo Nuevo Testamento Reescrito a través de Jesús y los autores originales. El Nuevo Nuevo Testamento © Fundación Juan Bosco Diagramación: El Bando Creativo Primera Edición Santiago de Cali, junio de 2012 Contenido Presentación de la Edición en Español. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Evangelio de Juan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Evangelio de San Mateo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 Evangelio de Marcos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 Evangelio de Lucas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 Hechos de los Apóstoles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156 Introducción de Pablo a la Nueva Edición de sus Cartas. . . . . . . . . 188 Carta a los Romanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190 Primera Carta a los Corintios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203 Segunda Carta a los Corintios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216 Carta a los Gálatas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224 Carta a los Efesios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231 Carta a los Filipenses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237 Carta a los Colosenses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243 Primera Carta a los Tesalonicenses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248 Segunda Carta a los Tesalonicenses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253 Primera Carta a Timoteo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256 Segunda Carta a Timoteo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261 Carta a Tito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265 Carta a Filemón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268 Carta a los Hebreos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270 Carta de Santiago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281 Primera Carta de Pedro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287 Segunda Carta de Pedro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292 Carta de Juan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295 Epílogo de quien escribe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302 4 Presentación de la edición en español del Nuevo Nuevo Testamento (NNT) Ciertamente, la Biblia es un texto inspirado por Dios, pero escrito por seres humanos. Quien recibe el Mensaje, lo recibe como una Energía Divina, una Revelación Espiritual, y cuando acepta trasmitirla a otras personas debe traducirla en palabras humanas. De esta manera da origen a un texto en el cual se narran mensajes de la Energía Divina, pero también se mezclan aspectos de la cultura, la mentalidad, las creencias de la época y los intereses por manipular y contralar la gente, de la persona que traduce la Energía Divina en lenguaje humano. Después vienen las traducciones de un idioma a otros, en las cuales la Energía Divina, se mezcla también con la mentalidad de quien hace la traducción y con las limitaciones del idioma y la cul- tura de aquellos a quienes va dirigida la traducción. Por eso, Jesús recomienda escuchar siempre al Espíritu Santo, quien nos enseña la Verdad que ha sido revelada: “Tengo muchas más cosas que quisiera decirles, pero no hay tiempo... Recuerden que cuando nuestros corazones, mentes y almas se hayan convertido verdaderamente en Uno, su Divinidad y su Espíritu interior les recordará lo que he dicho y les continuará revelando la Verdad y la realidad” (NNT, Juan 16, 12-13). El Espíritu Santo, que habló y actuó a través de Jesús, de Pablo y de los demás autores del Nuevo Testamento, sigue hablando y actuando a través de toda persona que abra su corazón para escuchar y practicar sus inspiraciones. Un hermano y seguidor de Jesús ha escuchado del Espíritu que algu5 Presentación del NNT de Espíritu que este mensaje es Verdad. Hicimos la traducción a nuestro idioma español, y después de leerlo en voz alta en Comunidad hemos entendido que es voluntad de Espíritu difundir su mensaje reescrito hoy, a todo el mundo de habla hispana. Invitamos a muchas personas a leer el NNT y entrar en su interior, para hablar con el Espíritu Santo y escuchar si esto es Verdad. nas cosas no fueron contadas en el momento en que se escribió el Nuevo Testamento y otras fueron mal interpretadas; por ejemplo, en Hebreos 3,1 dice: “Jesús es el sumo sacerdote de nuestra fe”. Ahora, Espíritu ha pedido que se escriba: “Jesús es el hermano de nuestras Comunidades de fe”. Este hermano aceptó la solicitud de Espíritu para reescribir los textos del Nuevo Testamento, colocando algunas cosas que no se escribieron y aclarando otras que fueron mal interpretadas. De esta decisión de obedecer a Espíritu surgió en inglés el Nuevo Nuevo Testamento (NNT). Luego un grupo de creyentes, seguidores de Jesús, conocimos el texto y también escuchamos Fraternidad Eucarística de Jesús - Cali Colombia www.fedejesus.org Movimiento internacional Buena Nueva de Jesús 6 El Nuevo Nuevo Testamento Introducción Este Nuevo Nuevo Testamento es muy diferente de otros Nuevos Testamentos. No es el trabajo de estudiosos, sino de un simple creyente que fue invitado por Jesús y los autores originales del Nuevo Testamento, a reescribirlo como ellos quieren que sea escuchado hoy. Muchos pueden tener dificultad con este concepto, siendo uno de ellos el mismo que escribe. Es muy difícil para nosotros creer que “todo es posible con Dios” (Marcos 10, 27). En relación con esto, quien escribe quisiera decir, como dijo San Pablo en la carta a los Gálatas: “Todo lo que quiero es servir a Jesús y su mensaje, recibido directamente de él a través de muchas revelaciones y no de ninguna persona humana” (Gálatas 1, 10-12). Cuando le preguntó a Jesús por qué le pedía hacer esto, la respuesta fue simple: “Porque nadie más aceptaría hacerlo”. Y quien escribe sabe claramente que Jesús está usando aquello de “escogió a los débiles para opacar a los fuertes” (I Corintios 1, 27). La verdad siempre es simple. Jesús es la Verdad. Aunque era Dios, era también una persona sencilla y eligió a la gente sencilla para que le ayudaran a difundir la Buena Nueva por todo el mundo. Él ha pedido que su mensaje sea reescrito ahora, cuando ya no es ilegal proclamar su mensaje principal. Su mensaje central es muy simple: 1.Somos Dios (Juan 10, 34). (Debemos recordar que Jesús fue crucificado por decir que era Dios). 2. Dios es Amor (Juan 1 4, 8). 3.El Amor se manifiesta como Servicio (Juan 1,12). 7 Introducción de Dios, la Espiritualidad y la Comunidad. Su Dios era su “Papá” - “Abba” en su lengua materna. Esa simple palabra superó gran parte del Antiguo Testamento, ya que todos los apóstoles originales eran judíos, formados en el judaísmo de la época, que se había desviado bastante de la Alianza de Abraham. Una y otra vez, Jesús retó a los líderes judíos de la época mediante la predicación y la puesta en práctica de un Mensaje diferente. Sin embargo, gran parte de su intimidad radical con Dios se perdió, empezando por los apóstoles judíos, los autores del Nuevo Testamento original y los traductores. Por ejemplo, algunos estudiosos han señalado que el pasaje que generalmente se traduce como “No he venido a cambiar la ley, sino a cumplirla”, debería ser traducido como “No he venido a cambiar la ley, sino a abolirla”. Los traductores o escribas no podían creer lo que Jesús había dicho; por lo tanto, simplemente lo cambiaron, para acomodarlo a sus propias creencias. Cabe destacar que la enseñanza de Jesús aquí presentada no es de ninguna manera algo nuevo. Era la enseñanza central de la Iglesia primitiva hasta el siglo IV, cuando el dinero y el poder se impusieron sobre la tradición, y hasta Podemos resumir todo esto simplemente diciendo: Nuestra Esencia es Amor Divino, nuestra Llamada es Servicio Humano. Jesús desea que el simple mensaje que se presenta aquí ¡traiga unidad a su gente y a sus Iglesias, y en última instancia, a todas las religiones y a todos los Pueblos! Si no caminamos en Unidad, no caminamos con Jesús, quien es Dios, quien es Amor, quien es Servicio. Igualmente no vivimos la oración de Jesús: “¡Que todos seamos Uno!”. (Juan 17, 21). En este Nuevo Nuevo Testamento, se le pidió a quien escribe reubicar el Evangelio de Juan en su lugar exacto, como el primer evangelio, tal como se refleja en los antiguos manuscritos arameos. Entonces, este Nuevo Nuevo Testamento comenzará como el Antiguo: “En el principio”, como signo destinado a sustituir gran parte del Antiguo Testamento. La Revelación empieza de nuevo con Jesús. Este cambio de posición del Evangelio de Juan coloca juntos los dos libros de Lucas –El Evangelio y Hechos– como estaban al principio. Debemos darnos cuenta que Jesús no vino simplemente a continuar la revelación del Antiguo Testamento, sino a traer un mensaje radicalmente diferente acerca 8 Introducción ras eran inspiradas, pero no hubo ninguna decisión sobre el Canon real. Sin embargo, esta decisión fue tomada extraoficialmente después del Concilio, por el mismo Constantino, quien ordenó cincuenta copias de su selección de libros, para ser destinados a los cristianos de su reino. Éste fue el mayor encargo de libros en la historia hasta ese momento, el cual ha tenido sorprendente impacto sobre el cristianismo, incluso hasta nuestros días. En dicho proceso fueron involucrados algunos clérigos, pero aquí se aplica el viejo adagio: “Quien paga es quien decide”. La mayoría de los historiadores no creen que la conversión de Constantino al cristianismo haya sido sincera, sino de carácter político, y que la selección de un número de libros para “su” canon, también fue política; particularmente aquellos libros que hacen énfasis en la ley, cuando Jesús había venido a reemplazar la ley por Amor. Constantino quería dejar por fuera todos los escritos de Juan, porque opinaba que hacían demasiado énfasis en el amor, particularmente 1Juan 4, 8, que es el único lugar en toda la Biblia tradicional donde la esencia de Dios es presentada como Dios es Amor. Aunque el amor traería la paz, enseñar que Dios es Amor, la fecha constituye la enseñanza de muchas Iglesias Orientales, que nunca perdieron el verdadero Mensaje de Jesús. Quienes estuvieron muy cerca de Jesús conocieron esta enseñanza y luego la transmitieron. El cristianismo entró en la clandestinidad en muchos lugares, porque el núcleo de la enseñanza de Jesús –“que somos Dios” (Juan 10, 34)– continuó siendo ilegal por mucho tiempo, aun después que Jesús fuera ejecutado por predicarlo, por lo que debía ser mantenido en secreto entre los miembros de las primeras comunidades. Más tarde la enseñanza de Jesús sobre el amor y la paz se hizo muy popular entre los líderes civiles, que estaban cansados de pagar el costo de las guerras. El ejemplo más gráfico de esto fue el emperador romano Constantino. Él convocó un concilio de obispos cristianos del mundo “conocido”, en Nicea, para tratar de poner fin a las divisiones dentro del cristianismo, pero lo más importante para él era traer paz a su reino basado en las enseñanzas cristianas que, hay que mencionarlo, se estaban alejando cada vez más de las enseñanzas de Jesús. En este Concilio hubo una discusión acerca de cuáles escritu9 Introducción tros hogares, ¡nuestra más básica “iglesia”! Su enseñanza contenida aquí puede muy bien cambiar radicalmente el cristianismo en todas partes, excepto en algunos lugares, principalmente en Oriente, donde lo central de su Mensaje nunca se perdió; por eso ¡debe ser visto como un retorno a su Mensaje, y no como un cambio de él! Muchas iglesias enseñan que los milagros murieron con los apóstoles. Casi todas las iglesias creen que la posibilidad de inspiración en las Escrituras también murió con los apóstoles, aunque la misma Escritura niega totalmente esta idea. Por ejemplo, en Juan 16, 12-15 Jesús promete que su Espíritu continuará enseñándonos aún después que haya muerto. No hay absolutamente nada que limite la capacidad de Espíritu para enseñarnos después de la muerte de los apóstoles. No hay absolutamente nada que pueda limitar la capacidad del Espíritu para inspirar las Escrituras después de la muerte de los apóstoles. Espíritu aún permanece muy vivo y capaz de hacer lo que sienta que puede ayudar a los cristianos para seguir a Jesús y vivir sus enseñanzas, aunque los apóstoles hayan muerto hace mucho tiempo. Jesús quiere que la idea central acabaría con el poder de las iglesias, que a menudo gobiernan con la amenaza de la venganza de Dios sobre quienes no siguen las leyes que ellas han inventado. Constantino estaba principalmente preocupado acerca de Juan 10, 34 que dice que somos Divinos. (Aquí Jesús citaba a David en el Salmo 82,6, pero nunca fue tomado en serio, a pesar de estar en la Biblia.) Los dioses no suelen sentir la necesidad de seguir la autoridad civil. Por eso el principal Mensaje de Jesús, que somos Dios, era muy difícil de mantener vivo porque era ilegal, como se mencionó anteriormente, y porque limitaba el poder de los líderes religiosos y civiles. Por esta razón, cuando Constantino trasladó los Servicios Cristianos de las casas a los templos, proporcionándoles dinero para construirlos, las principales enseñanzas de Jesús, como la preeminencia de la familia y la intimidad con Dios, casi desaparecen. Por eso, Jesús ha pedido que esto sea resucitado en este Nuevo Nuevo Testamento. ¡No está por demás enfatizar que Jesús no quiere que de su mensaje nazca una nueva Iglesia ni una nueva secta! Simplemente quiere que su mensaje de amor sea enseñado y creído en todas sus iglesias y en todos nues10 Introducción sentimos el amor de Jesús en sus palabras, ¡compartámoslo con quien nos encontremos, como él lo hizo! La mente separa las cosas en busca de conocimiento y claridad y esto puede ser muy útil. Sin embargo, el corazón une las cosas buscando unidad, y esta unidad es aun más importante. La época de la separación ha terminado y la época de la unidad de todos, que Jesús enseñó, puede finalmente incorporarse dentro de nuestro espíritu. Espíritu ha dicho que los problemas del mundo actual, la codicia, la violencia, el egoísmo y la perversión no provienen de algo malo en nosotros, sino de algo malo en nuestra teología y espiritualidad. El Mensaje central de Jesús, acerca de la Deificación (somos Dios) aunque era evidente en el Nuevo Testamento original, se omitió en los primeros siglos debido a que era un delito creerlo y enseñarlo; esta omisión ha provocado que nuestra Energía e Identidad Divinas hayan sido reemplazadas casi completamente por desviaciones de nuestra Divinidad. Una razón principal para este Nuevo Nuevo Testamento es que la Deificación, nuestra forma literal de ser imagen de Dios, ya no es ilegal; por lo tanto, el Mensaje principal de Jesús puede ser de su Mensaje sea abiertamente proclamada desde todos los tejados del mundo, ahora que no es ilegal. ¿No desearía Jesús un Nuevo Nuevo Testamento que destile el néctar de su enseñanza central, aunque esto sea mortificante para algunos? Para quien escribe este Nuevo Nuevo Testamento, la enseñanza de Pablo fue extremadamente fuerte, en este punto. Su propia conversión a Jesús fue instantánea en el camino de Damasco, pero su comprensión de Jesús tomó muchos años para penetrar en sus entrañas farisaicas. Pablo ahora quiere que sus escritos, que estaban muy impregnados de la ley judía, vuelvan a escribirse en el Amor predicado por Jesús. Pablo lloró de gratitud mientras se hacía la reescritura y el Mensaje de Jesús era liberado de la cárcel de la Ley Mosaica. Mientras ocurría esto, el Mensaje de Jesús también fue liberado de los prejuicios culturales de Pablo contra las mujeres y la sexualidad, dejando ver la reverencia por las mujeres y el profundo respeto por la sexualidad que Jesús había hecho brillar. Jesús simplemente pide que leamos esto con corazón abierto. Que seamos conscientes de lo que sentimos en nuestro corazón, porque es allí donde Él habita. Si 11 Introducción Todo esto se reduce a una simple pregunta: ¿Puede Jesús darnos un Nuevo Nuevo Testamento, si es su voluntad? Si Jesús puede hacer realmente lo imposible, estaríamos obligados a escucharlo con un corazón nuevo y oídos abiertos. Si usted cree que Jesús puede hacerlo, pero no está seguro que esta versión sea posible, hay una manera fácil de saberlo: léalo y lo verá (usted mismo en su corazón lo sabrá). Cabe señalar que quien escribe fue invitado a no utilizar la palabra “Iglesia” en el texto, ya que este término ha perdido su significado original. Antes significaba lo que hoy se llama “Comunidad”. Con la llegada de los edificios de la iglesia, comenzó la decadencia del concepto original de comunidad y los modernos edificios han destruido casi por completo cualquier posibilidad de una verdadera comunidad. Los primeros cristianos, como se lee en el libro de los Hechos, se reunían diariamente en el templo para la oración y en sus hogares para la “Fracción del Pan”. Reunirse en el templo para orar se basaba en su creencia que todavía eran judíos, y la reunión en los hogares se basaba en la nueva Ceremonia de Jesús de la Fracción del Pan. Esta tradición ahora proclamado abiertamente a todo el mundo. Desafortunadamente este hecho ha sido causa para que muchas personas crean que ¡el mensaje central de Jesús es herejía! Jesús era el centro de gran parte del Nuevo Testamento original. Ahora es el Núcleo de todo este Nuevo Nuevo Testamento. Podemos decir que Jesús es su “editor en jefe”, ya que fue Él quien seleccionó los libros que se incluyen aquí y no Constantino, y fue Él quien supervisó la escritura de este manuscrito. Él y los autores originales impartieron toda la revelación que quien escribe consignó aquí. Creer que la Revelación ha terminado es como creer que Dios está muerto y que todo lo que tenemos es solo un registro de lo que Jesús hizo, en lugar del mismo Jesús presente en nuestros corazones. Esta creencia no es coherente con lo que Jesús dijo, como se mencionó anteriormente. Cuando en 2009 Jesús pidió a quien escribe consignar todo esto, prometió la ayuda de cada uno de los autores originales para guiarlo. Ellos son los autores y el Espíritu de Jesús el Editor-Jefe. Si esto no es posible, ¡entonces el Nuevo Testamento original estaría equivocado cuando dice: “!Todo es posible con Dios!”. 12 Introducción Testamento y ha avanzado mucho desde que hizo el original. Pablo ha evolucionado bastante en cuanto a Jesús, y por eso ahora puede presentar mejor lo que le reveló. Su Introducción se ha colocado precisamente antes de sus epístolas; mientras que los comentarios de los otros autores están aquí: se ha perdido en muchas iglesias, porque se ha visto conectada con el sacrificio más que con la Deificación, como se ve muy claro en el Evangelio de Juan. La fiesta de las “bodas de Caná” es la boda mística de nuestra humanidad con nuestra divinidad, como queda claro en la lectura de esta sección del Evangelio de Juan. También hay que dejar en claro que las Escrituras originales no eran para el estudio personal, sino para compartir en la comunidad. El “lujo” de tener cada quien su propia Biblia no existe sino desde hace muy poco. La creencia inicial de que la Palabra hablada de Dios contenía la Energía y el Amor de Dios, se ha perdido. Así que la orientación dada para este Nuevo Nuevo Testamento es que en general sea leído en voz alta en Comunidad, y luego dialogado bajo la guía del Espíritu, el Espíritu de Jesús. Esto llevará a una mejor comprensión de las Escrituras y a un profundo sentido de comunidad, que era la intención inicial de Jesús. Todos sabemos que la Comunidad es algo muy necesario en el cristianismo de hoy. A quien escribe esto le fueron dadas dos introducciones. Una de todos los autores en conjunto y otra especial de Pablo, puesto que escribió gran parte del Nuevo Un mensaje de los autores originales Al mirar el mundo de hoy nos llenamos de una compasión abrumadora. Hay grandes divisiones y rupturas entre los pueblos, entre las religiones y entre las iglesias. Queremos que este texto sea un paso hacia la unidad real y no otra excusa para las divisiones. Es el mismo Árbol de la Vida de Jesús, solo que más frondoso, porque el cristianismo se ha hecho mayor. Es la misma Palabra de Dios, solo que se actualiza en términos modernos y con la libertad de presentar el Mensaje central de Jesús, puesto que ya no es ilegal y se puede proclamar abiertamente. Algunas notas sobre el lenguaje y la gramática El arameo, la lengua que habló Jesús, es multidimensional, mientras que el inglés y el español 13 Introducción situación presentando primero el femenino cada vez que fuera posible, sin la complicación de género como “él y ella” e incluso recurrir a la tradición del Antiguo Testamento que inicialmente utilizaba el femenino cuando hablaba de Espíritu. Hay una serie de palabras que regularmente se escriben con mayúscula, para tratar de subrayar su importancia, como: Amor, Comunidad, Alianza, Fe, Luz, Vida Divina, Mensaje… Esto parece presentar más claramente el énfasis que se les da en esta reescritura. También hay que señalar que en este texto se utiliza la gramática coloquial, porque es la forma como llegó a quien escribe; lo cual es coherente con el hecho que la mayoría de los autores originales del Nuevo Testamento eran personas sencillas. En el original del libro de los Hechos de los Apóstoles hay lugares donde pareciera que Lucas estaba realmente presente (ya que utiliza “nosotros”) y no narra simplemente lo que ha oído. Esta parte se dejó como estaba, aunque gramaticalmente pueda parecer un poco confuso. El Nuevo Testamento, como ya hemos mencionado, fue escrito originalmente no para ser leído individualmente, sino para ser leído en voz alta en las comuni- generalmente no lo son. De vez en cuando se presentan palabras entre paréntesis para tratar de transmitir los múltiples significados de una misma verdad, como lo hace el arameo. También hay que recordar que la lógica oriental es a menudo muy diferente de la occidental. Algunas ideas y creencias que en Oriente son consideradas complementarias, en Occidente son contradictorias. La verdad es una experiencia mucho más amplia en Oriente, y esto se debe tener en cuenta cuando leemos un texto que proviene precisamente de allí. Como algunos han dicho, “¡Nos hemos olvidado que Belén y Jerusalén no están en Occidente!”. El ejemplo más gráfico es el manejo de la enseñanza principal de Jesús, que somos Dios, como ya se mencionó. Muchos creemos que solamente somos siervos de Dios. La gloria del pensamiento oriental es que ambas Verdades pueden ser vistas como “hermana y hermano”. Jesús, que encarna la Verdad total, enseñó que somos Dios y también siervos de Dios. Su propia vida y enseñanza son reflejo maravilloso de esto. Dios por lo general es presentado como masculino, a pesar que la Divinidad trasciende el género. A quien escribe se le indicó que tratara de equilibrar esta 14 Introducción maravillosa pintura “Jesús Riendo” (Jesus Laughing). A veces Jesús ríe, para no llorar por lo que ha sucedido a sus pueblos y sus iglesias. Otras veces simplemente disfruta de una buena broma, como lo dice en las Escrituras en Juan 10, 32: “He hecho muchas cosas buenas por ustedes, ¿por cuál de ellas me van a apedrear?”. También en una broma le dijo a quien escribe: “Podemos decir que los seres humanos amamos a los perros porque no tienen teología del juicio, y siempre aman. Y amamos a los gatos porque nunca han perdido su creencia que son Dios”. Recordemos siempre: El Amor de Dios está en la Palabra de Dios. La imagen de Jesús riendo, utilizada en la portada, es del pintor Ralph Kozak, cuyo registro legal es de Praise Screem Prints en 1977, y se utiliza aquí con permiso del autor. Pueden visitar su página web: www.jesuslaughing.com dades. Por tal motivo encontrarán muchas más comas que lo “gramaticalmente correcto”, en un intento por facilitar la lectura en voz alta de este Nuevo Nuevo Testamento. Jesús a menudo hablaba del valor, incluso de la necesidad de reunirse. Por lo tanto, sugerimos que procuren leer esto en familia, reunirse, e incluso leer el Nuevo Nuevo Testamento juntos y en voz alta, como era la intención original. Luego podríamos hablar de cómo acercarnos más a Jesús y a los demás, centrándonos en su Verdad y no en creencias sectarias. Finalmente, cabe mencionar que se intentó mantener la numeración original de los capítulos y versículos. Sin embargo, esto no siempre fue posible, porque Jesús y los autores originales quisieron en algunos momentos eliminar o agregar algo. Se eligió como portada para este Nuevo Nuevo Testamento la 15 Evangelio de Juan De nuevo la Revelación continúa Capítulo 1 oscuridad y miedo se enseñan como si fueran verdad. 7Sin embargo, la Sabiduría brilla más cada día y el Amor calienta tanto el mundo, como nuestros corazones. 8Más y más personas se están dando cuenta que son hijas e hijos de Dios y como tales, son Dios. 9Aunque nacidos originalmente de la carne, ahora se dan cuenta que han renacido en Espíritu y que todos formamos la Familia de Dios. 10Cuando el Hijo nació, una nueva Gloria entró en la creación; ésta era la Gloria de Dios, la plenitud de Sabiduría y Amor. 11Vino a nuestra dimensión humana para llevarnos de nuevo a la suya. 12Trajo un Mensaje simple: Dios es Amor; Dios es Servicio. 1En el principio, antes de comenzar la creación, Sabiduría y Amor ya existían. Estas dos manifestaciones de Dios eran Dios. 2Dios extendió Sabiduría en el mundo y manifestó el Hijo. El Hijo extendió Amor en el mundo y manifestó el Espíritu. 3De Sabiduría y Amor han nacido todas las cosas, toda Luz y todo Amor. La Luz disolvió la oscuridad, y el Amor transformó el miedo. 4Este nacimiento de la realidad ha continuado y se está intensificando ahora. 5Antiguas sabidurías están renaciendo; antiguos Amores se están ampliando y profundizando. 6Los dolores de parto continúan cuando algunas ilusiones de 16 Juan 1 13Ésta 29Al es su esencia; éste es nuestro Llamado. 14Estamos para iluminar el mundo con nuestra Sabiduría, y abrigar los corazones de todos con nuestro Amor. 15Él murió en su humanidad y así pudo entrar más fácilmente en nuestras mentes y corazones con su Divinidad. 16Hemos llamado a este espíritu, Espíritu de Jesús. 17Sin él, caminamos en la oscuridad del miedo y el egocentrismo; con él, caminamos en un continuo renacimiento de Jesús en nuestro mundo. 18La permanente Buena Nueva es: Dios es Amor, Dios es Servicio; su Espíritu es el recuerdo de esto. 19Cuando los líderes judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas donde Juan Bautista a preguntarle quién era, dijo: 20“No soy el Cristo que están esperando”. 21Le preguntaron si era Elías, y dijo que no. 22Le insistieron que diera una respuesta, porque necesitaban algo para decir a quienes los habían enviado. 23Entonces, respondió: “Soy alguien que grita en el desierto; abran sus corazones a Dios, enderecen el camino hacia Él”. 26Continuó diciendo que bautizaba con agua, pero que en breve llegaría alguien que bautizaría con Espíritu. 28Esto sucedió en Betania, al otro lado del río Jordán. día siguiente, Juan vio venir a Jesús y dijo: “He aquí el amado de Dios, el que vino a hablarnos del Amor de Dios para todos. 30Es aquel de quien les hablé ayer. 31Él es la razón por la que vine a bautizar; para que le abran sus vidas y sus corazones. 32Cuando lo vi, el Espíritu descendió sobre él en forma de paloma. 33Quien me llamó a este ministerio, me dijo: “Cuando veas el Espíritu descender sobre una persona, ésa es quien bautizará con el Espíritu. 34Ahora que lo he visto, puedo decirles que éste es un Cristo”. 35Al otro día, Juan estaba con dos de sus amigos, 36y cuando vio a Jesús que pasaba, les dijo: “Aquí está el Cristo”. 37Los dos amigos oyeron y se acercaron a Jesús. 38Jesús los vio caminar hacia él, y les dijo, “¿Qué están buscando?”; contestaron, “Maestro, ¿dónde vive?”. 39Él les dijo: “Vengan y lo verán ustedes mismos”. Entonces se fueron con él; eran como las cuatro de la tarde. Andrés, el hermano de Simón, era uno de esos amigos. 41Fue y le dijo a su hermano: “Hemos encontrado al Cristo”. 42Entonces lo llevó donde Jesús. Cuando Jesús lo vio, le dijo, “Usted ha sido llamado Simón: a partir de ahora se llamará Pedro”. 17 Juan 1, 2 43Al Jesús y sus amigos. 3Cuando se acabó el vino María dijo a Jesús: “No tienen vino” (Hay que recordar que en aquellos días la gente estaba mucho más consciente de la importancia de los símbolos. El vino era visto como el símbolo de la Divinidad, ya que hace feliz a la gente. Así que lo que realmente estaba diciendo, era: “No tienen la realización de su Divinidad, no se sabe muy bien quiénes son). 4Jesús dijo, “Lo sé, pero todavía no es tiempo de comenzar mi ministerio para enseñarles lo que realmente son”. 5Su madre dijo a los sirvientes, “Hagan lo que Él les diga” (Citando aquí lo que el faraón dijo a los judíos cuando fueron a Egipto a comprar trigo para el pan, con lo que entregaba simbólicamente el pan y el vino). 6Había allí seis tinajas de agua de la que se utilizaba para los ritos de purificación de los judíos. Cada una podría contener cerca de treinta galones. 7Jesús dijo a los sirvientes que llenaran de agua las tinajas, y así lo hicieron (Uno se pregunta por qué las tinajas no estaban ya llenas, pues era una fiesta de bodas donde se iba a comer, y por lo tanto había la necesidad de lavarse. Evidentemente, es un símbolo de un cambio en la manera de hacer las cosas, un nuevo ritual). día siguiente fueron a Galilea y vieron a Felipe. Jesús le dijo: “Venga, camine con nosotros”. 44Felipe era de Betsaida, la misma ciudad de Andrés y Pedro. 45Felipe encontró a Natanael, y le dijo: “¡Hemos encontrado a quien esperábamos! Jesús, el hijo de María y José de Nazaret”. 46Natanael dijo: “En la Escritura no hay nada que diga que alguien importante venga de Nazaret”. 47Cuando Jesús vio a Natanael, dijo: “He aquí un hombre de corazón abierto, que busca la verdad”. 48Natanael le preguntó cómo lo había conocido. Jesús le dijo: “Antes que Felipe lo encontrara, lo vi sentado bajo una higuera, pensando acerca del Cristo”. 49Natanael contestó, “Maestro, veo que ciertamente usted es un Cristo”. 50Jesús respondió: “¿Cree esto solo porque dije que lo había visto sentado bajo la higuera? Le aseguro que verá cosas mucho más grandes. 51Llegará a saber dónde vive el Cristo, e incluso cómo vivir como un Cristo”. Capítulo 2 1Al tercer día de comenzar el ministerio público de Jesús hubo una fiesta de bodas en Caná de Galilea. María, la madre de Jesús, estaba allí. 2También estaban 18 Juan 2, 3 8Luego 18Los les dijo que tomaran un poco y lo llevaran a la persona encargada de la fiesta. 9En cuanto lo hicieron, la persona encargada lo probó, fue donde el novio y le preguntó por qué aquel excelente vino no se había servido primero. 10Le dijo: “Por lo general, el mejor vino se sirve primero y el más barato cuando la gente ya está alegre; 11pero usted ha guardado el mejor vino hasta ahora”. 12Después de la fiesta, Jesús, su madre, sus hermanas, hermanos y sus amigos más cercanos bajaron a Cafarnaum, a casa de Jesús y permanecieron allí algunos días. 13Luego fueron a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 14Cuando Jesús fue al templo a orar, quedó impactado por la cantidad de negocios de venta de animales para el sacrificio. 15Entendió que no habían escuchado al profeta Oseas cuando dijo: “Dios no quiere sacrificios, sino que se amen unos a otros”. Decidió entonces poner fin a todo esto. Hizo un látigo y sacó todos los animales grandes del templo. A los cambistas de dinero, que no se fueron cuando les dijo, les volcó sus mesas. 16Gritó a todo el mundo: “¡Saquen todo este barullo de aquí, para que podamos orar y escuchar a Dios, en lugar de oír el tintineo de sus monedas!”. líderes judíos que oyeron lo que había hecho, vinieron y le preguntaron si sabía lo que estaba haciendo; que si pensaba que tenía derecho para hacerlo, tenía que probarlo con alguna señal. 19Jesús dijo: “Destruyan este templo de Dios y en tres días lo reconstruiré”. 20Ellos se burlaban y dijeron: “Fueron necesarios cuarenta y seis años para construirlo, y ¿cree que puede reconstruirlo en tres días?”. 21Pero Jesús hablaba del templo de su cuerpo, de su corazón, donde Dios realmente habita. 22Cuando Jesús resucitó, sus amigos recordaron esto y entendieron lo que había querido decir. 23Mientras Jesús estuvo allí para la fiesta, enseñó muchas cosas y sanó a muchas personas, por lo que mucha gente comenzó a creer en Él. 24Sabía que la fe de la gente era todavía incipiente y tendría que ser probada para que pudiera crecer. 25Y que en realidad no entenderían todo lo que les había estado enseñando hasta la venida del Espíritu en Pentecostés. Capítulo 3 1Un líder fariseo llamado Nicodemo vino a visitar a Jesús de noche, pues tenía miedo ser visto con Él a la luz del día. 2Le dijo 19 Juan 3 15Les a Jesús: “Maestro, algunos nos damos cuenta que usted viene de Dios, porque hace las cosas de Dios”. 3Jesús le respondió: “Le aseguro que si una persona no vuelve a nacer en Espíritu, no puede vivir la Vida Divina”. 4Nicodemo quedó sorprendido con esta respuesta, y dijo: “¿Puede un hombre viejo como yo volver a entrar en el vientre de su madre y nacer de nuevo?”. 5Jesús contestó: “Le aseguro que si las personas no vuelven a nacer del agua y del Espíritu, no pueden vivir la Vida Divina. 6El nacimiento humano y el renacimiento Divino son cosas muy diferentes. 7¿Por qué se sorprende cuando digo que hay que nacer de nuevo? 8El hermano viento sopla y va donde quiere; los renacidos en Espíritu hacen las cosas que Dios les inspira, como me han visto hacerlas a mí”. 9Nicodemo dijo: “Pero, ¿cómo puede ser posible esto?”. 10Jesús respondió: “Sé que es difícil entender, pero le aseguro que es cierto. 14Moisés levantaba la serpiente sagrada en el desierto y cualquier persona herida no tenía más que mirarla para ser sanada. Así se prefiguraba mi venida y se anticipaba mi llamado para sanar. He venido para ayudar a restaurar la Divinidad de la humanidad. invito a entrar de lleno en la Vida Divina; lo que tienen que hacer es tomar conciencia de su Divinidad, para ser sanados en su humanidad. 16»El Amor de Dios es tan profundo, que me ha enviado a anunciarles que quienes crean en su mensaje y lo vivan, tendrán Vida Divina. 17»Dios quiso que el resto de sus hijas e hijos conozcan y vivan su Derecho de nacimiento. 18La gente es libre de creer o no que son hijos de Dios, pero esto no cambia la realidad de lo que son. 19»Esta creencia en la Vida Divina puede comenzar con mi enseñanza, pero en última instancia se trata de reconocer el núcleo más profundo de su propio ser. Los griegos dicen: ‘Conócete a ti mismo’. Les doy el mismo consejo, porque para esto he venido. Para mí, esto no es un mandamiento, sino una bendición sanadora. Mi sanación básica es mostrarles su propia Divinidad, su verdadera identidad. Que sepan que son Divinos. 20“Si alguien siente como si fuera a tientas por la vida, seguramente está tratando de caminar en la oscuridad, caminar sin luz. La luz que les traigo inicialmente puede impactar los ojos mientras logra sanar el corazón. Caminar en la luz es caminar en la Divini20 Juan 3, 4 Capítulo 4 dad. 21Caminar en la luz es caminar en Dios. Quienes caminan en Dios son verdaderamente bendecidos. Quienes creen que son solo humanidad, carecen de la bendición de la Verdad”. 22Después de esto Jesús y sus amigos se fueron a Judea, para continuar su ministerio. 23Juan estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque había muchos manantiales. 24Todavía no había sido arrestado. 26La gente le dijo que Jesús también estaba bautizando. Juan les recordó que había dicho que no era el Cristo que estaban esperando, sino que era Jesús. 31Mientras tanto, Jesús enseñaba, “He venido a compartir las Palabras y las Obras de Dios. El Mensaje de Dios es más que Verdad y sus preocupaciones son más que Amor; y lo que ven en mí es reflejo de Dios. 32Ustedes también son reflejo de Dios, 33permitan que su Verdad y su Amor brillen a través de su vida y sus acciones. 34»Papá me ama y me da Vida Divina. 35Yo los amo a ustedes y les doy Vida Divina a través de la Buena Nueva. Amen a los demás y denles Vida Divina. 36Ésta es la Trinidad de Acción que refleja la Trinidad de Amor”. 1Cuando Jesús fue consciente de la preocupación de los fariseos porque su ministerio se estaba extendiendo más que el de Juan, 2decidió dejar Judea y volver a Galilea. 4Para hacerlo tenía que pasar por Samaria. 5Llegó a una población llamada Sicar, cerca de la parcela que Jacob dio a José. 6Donde se encontraba el pozo de Jacob, y Jesús se detuvo allí para el almuerzo. 7Sus amigos habían ido a la población a conseguir algo para comer, 8cuando una mujer se acercó al pozo para sacar agua. Jesús le pidió de beber. 9La mujer samaritana le preguntó cómo era posible que le pidiera de beber, si los judíos generalmente no hablaban con los samaritanos. 10Jesús le respondió: “He venido para derribar todas esas barreras y abrir a todos al Amor, a Dios. Esta Agua Viva que anunciaré a todo el mundo saciará toda sed”. 11La mujer respondió: “Usted no tiene ni siquiera vasija y este pozo es profundo. ¿Cómo entonces me va a dar agua? 12¿Acaso usted es más grande que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo?”. (Él lo había utilizado para su propia familia y su ganado). 13Jesús le dijo: “Quien beba de esta agua, algún día volverá 21 Juan 4 a tener sed. 14Pero con el agua que yo le daré tendrá vida eterna, Vida Divina”. 15La mujer contestó: “Déme por favor esa agua nueva, para no tener que venir todos los días a sacar agua”. 16Jesús dijo a la mujer: “Vaya, llame a su marido”. 17Ella contestó que no tenía marido. 18Jesús le dijo: “Es cierto, pues usted ha tenido cinco maridos, y con el que ahora vive tampoco es su marido”. 19Ella respondió: “Señor, veo que usted es un profeta. 20Nuestros antepasados adoraron en esta montaña, pero ustedes dicen que debemos adorar en Jerusalén”. 21Jesús respondió: “Ha llegado el tiempo para olvidarse de dónde adorar a Dios. 22En cambio la pregunta es: “¿Dónde está Dios?”. 23Cuando contestemos esta pregunta sabremos que Dios está en nuestros corazones, y entonces tenemos que ir allí para encontrarlo y amarlo. 24Dios es Espíritu y por lo tanto no está realmente en ningún lugar. El único “lugar” donde está es en nuestros corazones, porque Él es el Amor”. 25La mujer dijo: “Sé que el Cristo está por llegar y podrá explicarnos todas estas cosas”. 26Jesús contestó: “Yo soy Él. Me encantaría compartir Sabiduría con usted”. 27En ese momento sus amigos regresaron de la población y se sorprendieron al ver que Jesús estaba hablando con una mujer, ya que no se acostumbraba, pero no dijeron nada. 28La mujer dejó su vasija y fue corriendo a la población. 29Contó a la gente lo que había ocurrido en el pozo, y les dijo que vinieran a conocer esta persona. Dijo que creía que podría ser el Cristo. 30Entonces fueron con ella. 31Mientras tanto sus amigos, que habían regresado, lo invitaron a comer de lo que habían traído. 32Pero Él les dijo: “Tengo un alimento del que ustedes no tienen conocimiento”. 33Sus amigos pensaron que tal vez alguien le había traído un poco de comida mientras estaban ausentes. 34Jesús dijo: “Lo que me alimenta es hacer las cosas que Papá me ha pedido que haga. 35Para eso he venido, y eso es lo que me alimenta. 36El tiempo está maduro para la cosecha. Unos siembran, otros cosechan. 37Tenemos que estar preparados para hacer las dos cosas. 38Los envié a cosechar lo que ustedes no han sembrado. Ahora tienen que sembrar lo que otros cosecharán”. 39Muchos samaritanos habían comenzado a creer en él, por el testimonio de la mujer: “Ha sido capaz de decirme todo sobre mi vida”. 40Así que lo invitaron a quedarse y permaneció allí un par 22 Juan 4, 5 de días más. 41A medida que lo escuchaban, su fe se fundamentaba en lo que Él mismo decía. 42Agradecieron a la mujer por haberlos llevado, y aseguraron que ahora creían que Jesús era el Cristo, no por lo que ella había dicho, sino por lo que ellos mismos le habían oído decir. 43Jesús continuó su camino hacia Galilea. 44Aunque estaba preocupado, porque sabía que los profetas generalmente no son bien aceptados en su tierra. 45Esta vez la gente lo aceptó, no solo porque habían estado en la Fiesta en Jerusalén, sino porque habían visto lo que había hecho. 46Regresó a Caná, donde había transformado el agua en vino. Allí había un funcionario del gobierno de Cafarnaum, cuyo hijo estaba muy enfermo. 47Cuando oyó que Jesús había regresado a casa, procedente de Jerusalén, fue a Caná para pedirle que sanara a su hijo, que se encontraba al borde de la muerte. 48Jesús le dijo: “Siempre estoy dispuesto a sanar a la gente, ya que no solamente curan su cuerpo, sino que también les ayuda a curar su incredulidad”. 49El funcionario estaba tan preocupado por su hijo, que en realidad no escuchó lo que Jesús dijo. Nuevamente le pidió que viniera a curar a su hijo, antes que muriera. 50Jesús le dijo simplemente: “Puede volver a su casa; su amado hijo vivirá”. 51Entonces el funcionario regresó inmediatamente a su casa. En el camino se encontró con algunos de sus sirvientes, que venían a traerle la buena noticia de que su hijo se había recuperado. 52Les preguntó cuándo había empezado la mejoría. Le dijeron que había sido el día anterior a eso de la una de la tarde. 53Se dio cuenta que era el momento exacto en que Jesús le había dicho que su hijo iba a vivir. Así que él y toda su familia se convirtieron en creyentes. 54Ésta fue la segunda señal que Jesús mostró cuando regresó a Galilea, procedente de Judea. Capítulo 5 1Después hubo otra Fiesta y Jesús subió a Jerusalén a celebrarla. 2Allí había una fuente natural llamada Puerta de las Ovejas. 3Todos los días una gran cantidad de enfermos y quienes buscaban sanación iban a los cinco pórticos, esperando el momento en que un Ángel Sanador movía el agua. 5Un hombre que estaba allí llevaba enfermo treinta y ocho años. 6Cuando Jesús lo vio tendido y supo que había estado enfermo tanto tiempo, le preguntó si realmente quería ser sanado. 7Él dijo: 23 Juan 5 plemente veo al mío y lo imito. venido a revelar su amor, imitando sus acciones. Hago solo lo que veo hacer a mi Papá. Por eso me ama y me muestra todo. Cada día me muestra algo más maravilloso y más revelador de su inmenso Amor por todos. 21Así como Papá resucita a los muertos y les da nueva vida, Vida Divina, yo haré lo mismo con quienes abran sus oídos y sus corazones a esta magnífica revelación. Esta revelación del Amor no viene solo de las palabras que he oído del corazón de mi Papá, sino también de las obras de Amor que le he visto hacer. Ustedes aún no son capaces de ver lo que hace, por eso me ha enviado en forma visible para ayudarles a reconocer su inmenso Amor por ustedes. Él los ama tanto como me ama a mí. Mi corazón arde en deseos de ayudarles a ver y creer esta magnífica Verdad. 22»Papá no les juzga, como muchos han creído. Amor no juzga, sino que sana a través de la aceptación. Papá ya está en lo más profundo de su ser. Cuando ustedes se miran verdaderamente a sí mismos, ven realmente a su Dios, y cuando ven a su Dios, ven Amor, porque Dios es Amor. 23“Les aseguro que quienes permitan entrar mi Mensaje verdaderamente en sus corazones, “Señor, no tengo nadie que me ayude a bajar a la fuente cuando el Ángel mueve el agua. Siempre hay alguien que llega antes que yo y recibe la sanación”. 8Jesús le dijo: “Levántese, tome su camilla y vaya a casa”. 9El enfermo fue curado inmediatamente y regresó a su casa lleno de alegría. Esto ocurrió un sábado. 10Cuando algunos líderes judíos vieron al hombre llevar su camilla, le dijeron que estaba haciendo algo no permitido en sábado. 11Les respondió: “El hombre que me sanó me dijo que cargara la camilla hasta mi casa”. 12Entonces le preguntaron quién era ese hombre. 13Dijo que no tenía idea. 14Más tarde Jesús fue a buscarlo y le habló del gran Amor de Dios por él. 15El hombre fue donde los líderes judíos y les dijo que el hombre que lo había sanado se llamaba Jesús. 16Entonces los líderes judíos comenzaron a perseguir a Jesús por quebrantar la ley del sábado. 17Jesús les dijo que su Papá Dios sanó en sábado, y que iba a seguir su buen ejemplo. 18Esto hizo que los líderes judíos se enojaran muchísimo, porque les parecía que se estaba igualando a Dios. 19Jesús les dijo: “Ustedes saben que es bueno para un hijo imitar a su Papá; yo sim- 20He 24 Juan 5, 6 es la misma Vida de Dios. 36Mis acciones demuestran la Verdad de mi Vida. 37Sus acciones deben llegar a ser una escritura que todos puedan leer, una fuente de la cual todos puedan beber. 38A veces no podemos ver los corazones de los demás, pero podemos ver sus acciones y saber lo que hay en sus corazones. 39Muchos pueden resbalarse o caer, pero lo importante es levantarse y caminar en esta Verdad. 40“No busquen la alabanza humana, porque el elogio viene a menudo de los valores mundanos. 41Las acciones de verdad no necesitan elogio, ya que el aroma de su Amor es fácil de percibir. 42¿No sería maravilloso si aprendiéramos a oler la Divinidad? 43Esto ayudaría a mantenernos fácilmente en el Camino a Dios. 44Nos ayudaría a entrar en nosotros mismos. 45Nos orientaría siempre al Amor, siempre al Servicio. 46La mejor enseñanza se realiza sin palabras, 47porque su significado es diáfano como el cristal, como siempre deben ser nuestras vidas”. ya tienen Vida Divina. Quienes todavía creen que son solamente humanos van hacia la muerte, porque lo meramente humano siempre muere. 24Quienes escuchen y acepten la Buena Nueva que son Dios, ya viven la vida eterna, porque Dios(es) vive(n) para siempre. La vida eterna es la Vida Divina de Dios. 25Ha llegado el tiempo para que quienes se dirigen hacia la muerte humana escuchen mi Mensaje y entren en la Vida Divina, 26ya que Dios tiene Vida Divina 27y me la ha dado para revelarla a ustedes. 28No se sorprendan cuando vean a los muertos levantarse a la Vida Divina, ya que mi Mensaje va más allá de la tumba. 30“No me cansaré de repetir que Papá y yo somos Uno. Pienso como Él piensa; amo como Él ama; deseo como Él desea. Él no es diferente de mí, sino simplemente mi otra cara. 31Ustedes no pueden alcanzar esta Sabiduría con su mente, y a veces ni siquiera con el corazón. 32Para encontrarla tienen que ser iluminados con la antorcha de su Divinidad. 33Ustedes enviaron amigos donde Juan a buscar la Verdad, y él la compartió. 34No hay nada más importante que la Verdad, ya que es la esencia misma de Dios. 35No hay nada más importante para vivir que la Verdad, ya que Capítulo 6 1Después, Jesús atravesó el mar de Galilea. 2Una gran multitud se aglomeró a su alrededor rápidamente, ya que habían oído 25 Juan 6 hablar de sus milagros de sanar enfermos y alimentar multitudes. 3Se acercaba la fiesta judía de la Pascua. 4Jesús subió a la montaña con sus amigos. 5Cuando vio la multitud que lo seguía, preguntó a Felipe: “¿Dónde vamos a conseguir alimento para tanta gente?”. 6Hizo esta pregunta aunque sabía lo que iba a hacer. 7Felipe respondió: “Ni el salario de medio año sería suficiente para comprar alimentos para toda esta gente”. 8Uno de los apóstoles, Andrés, dijo a Jesús: 9“Hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero eso es una gota en el océano comparado con lo que necesitamos”. 10Jesús pidió que sentaran a la gente en la hierba. Se sentaron unas diez mil personas en total. 11Jesús tomó los cinco panes, dio gracias y los repartió junto con los pescados. 12Cuando terminaron de comer, Jesús dijo que recogieran lo que sobraba. 13Al hacerlo se asombraron al ver que habían llenado doce cestas grandes con los restos de panes y pescados. 14Al ver este signo dijeron: “Sin duda, éste es un Profeta”. 15Querían ungirlo rey, pero él se escapó a orar. 16Esa noche sus amigos fueron al mar, y empezaron a remar hacia Cafarnaum. 18Comenzó a soplar un fuerte viento y el mar se agitó. 19Cuando habían remado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús que caminaba hacia ellos en el agua, y se asustaron pensando que era un fantasma. 20Jesús les dijo que no tuvieran miedo, que era él. 21Intentaron darle la mano para que subiera a la barca, pero en ese momento llegaron a la orilla. 22Al día siguiente la misma multitud del día anterior estaba confundida por lo que había sucedido con Jesús, ya que no estaba allí y tampoco había ido con los demás en la barca. 23Había otras embarcaciones; 24entonces gran parte de la multitud subió a ellas y fueron también a Cafarnaum. 25Finalmente encontraron a Jesús, que estaba preocupado al no saber la razón por la que lo buscaban. 27Les dijo: “Queridos amigos, nunca me cansaré de insistir en la importancia de mantener sus prioridades bien claras. Recuerden que el cuerpo humano va a morir; solamente el cuerpo divino vivirá para siempre. Aunque necesiten alimentar su cuerpo humano, es el cuerpo divino el que da la Verdadera Vida. 28Cuiden el cuerpo humano, pero concéntrense en el cuerpo divino. 29Cada día traten de ser un poco más Divinos, un poco más vitales, un poco más Amor, un poco más Dios. 30Déjenme explicarles cuál es mi verdadero regalo. Les he dado pan para alimentar su cuerpo fí26 Juan 6 creación será el Amor que ha intentado ser y que siempre ha sido en realidad. 33Sus amigos le dijeron: “Denos una prueba para ayudar nuestra fe”. Jesús respondió: “Eso es lo que vine a hacer. Mi Papá trató de hacerlo dándoles maná del cielo mientras estaban en el desierto, pero lo vieron solo como alimento para sus cuerpos, cuando también tenía por objeto alimentar su Divinidad. Comer alimentos que venían del cielo tenía por objeto llevarlos al cielo, al Amor. Vine a ayudarles a transformar sus creencias con una comprensión más profunda de este pan del cielo. Yo soy ese pan del cielo. Esta vez el pan del cielo vino en forma humana, para ayudarles a reconocer su forma Divina. Quien está frente a ustedes es pan del cielo dado para el mundo. Dado para que el mundo pueda llegar a ser cielo. Les estoy revelando el vínculo entre cielo y humanidad, o sea, que humanidad pueda regresar al cielo. 34Comenzaron a comprender y dijeron, “¡Hermano, entonces denos siempre de este pan!”. 35Jesús dijo, “Les daré este pan para revelarles que NOSOTROS podemos ser ese Pan. Cuando comemos el Pan de la Relación, llegamos a ser el puente que (re) conecta a Dios con la humanidad. sico, pero lo he hecho principalmente para ayudarles a descubrir y reconocer su Divinidad. Pues cuando nos relacionamos unos a otros, llegamos a ser Uno. Ustedes me ayudan a mantenerme humano y a cumplir mi misión aquí; yo les ayudo a ser Divinos, así como mi Papá me hizo Divino a mí. Entonces, coman el pan que les doy, sabiendo que en realidad estoy dándome a ustedes. 31Sus amigos le dijeron: “Si es cierto que nos llama a ser Divinos, a ser Dios, ¿cómo podemos aprender a actuar como Dios y a hacer las obras de Dios?”. 32Jesús les respondió: “Para hacer las obras de Dios, deben primero creer en Dios. Creer es lo que expande humanidad en Divinidad. Creer cambia la realidad; completa la creación, haciéndola más Divina. Dios hizo la creación a su imagen; entonces, cuando la creación se reconozca a sí misma, sabrá que es Divina. Verá la imagen de Dios en sí misma. Para hacer obras de Dios deben creer que toda la obra de Dios es Divina, es Dios. Esta creencia en la unidad hace renacer la creación en humanidad. Cuando la humanidad crea en su propia Divinidad, el mundo será más el Amor del que fue creado, y los dolores de parto alrededor de ustedes cesarán y la 27 Juan 6 morir. Pueden elegir creer o temer. No importa lo que decidan, seguirán siendo hijas e hijos de Dios. En alguna vida llegarán a creer; en algún momento llegarán a la Vida. 38“He bajado del cielo para revelarles Vida a todos ustedes. Me haré pan para alimentar su fe. 39Fe es el salto a la Realidad. 40Aun si no creen, la realidad no cambia; simplemente no son conscientes todavía. La ceremonia de Partir el Pan y Beber el Vino no se refiere a mí, es acerca de ustedes, comiendo y bebiendo su propia identidad Divina”. 41Los líderes judíos estaban muy molestos porque Jesús había dicho que era el Pan del cielo. Dijeron, “¿Y éste quién se cree que es?”. 42Jesús dijo: “¿Por qué se mortifican? Para llegar a ser uno con Dios basta responder a su invitación y caminar en su Vida. 43Los profetas dijeron que Dios enseñaría a quienes quisieran aprender. Y todo aquel que me escucha, escucha a Dios. 44Quizás ustedes no puedan escuchar a Dios, que habla en sus corazones, pero pueden escucharme a mí a través de sus oídos. Puede ser difícil ver a Dios, pero es muy fácil verme a mí. 45Escucharme y creer en mí es tener Vida Divina. 46Yo soy el Pan de Vida. Soy el pegamento que los une con Dios. Cuando comen la Divinidad que Yo Soy, llegan a ser la Divinidad que ustedes Son. Cuando hayamos alcanzado esta Unidad, sus corazones no tendrán más hambre. Sus ojos han visto mis acciones Divinas, simplemente como algo para ayudar a sus corazones a dar el salto de fe, para que se den cuenta de que ustedes también pueden hacer estas mismas cosas. 36Algunas veces todavía me ven fuera de ustedes; es por eso por lo que quiero entrar en ustedes. Todavía ven la Divinidad como algo fuera de ustedes; y es por eso que quiero llegar a ser Divinidad Dentro de ustedes. Por eso vengo como pan. Su Llamado es llevar el Pan Divino a todo el mundo, para que puedan entrar en su propia Divinidad. Somos lo que comemos. Comer Divinidad es Caminar siendo Divinidad. 37“Cuando Papá vino a los judíos en el desierto como maná, muchos no creyeron. Cuando yo les digo que vendré como pan, muchos no creen. Falta de fe es falta de vida. He venido a traerles una Vida nueva. Cuando coman el Pan de Dios, llegarán a ser Dios y vivirán. Cuando coman el pan del miedo, morirán. Papá quiere que sus hijas e hijos tengan su Vida Divina. Porque para esto me envió. Para esto he venido. Ustedes pueden elegir vivir o 28 Juan 6 47Sus 53Si antepasados comieron maná en el desierto y murieron, porque no creían. 48Si comen este Pan y creen esta Palabra, tendrán Vida Divina y nunca morirán. 49Sus cuerpos pueden derrumbarse, pero su Vida continuará. 50Soy el Pan de Vida que bajó del cielo para llevarlos al cielo, a la unión con Dios, a la Vida Divina. 51Este Pan es la Esencia de Dios que da Su Vida Divina a todos aquellos que crean y lo coman”. 52Los líderes judíos se burlaron y dijeron, “¿Cómo podemos comernos a este hombre? ¿Cómo tragarnos lo que está diciendo?”. Jesús dijo: “Si no pueden tragar lo que digo, si no comen el Pan que soy y no beben la Sangre de mi Vida, nunca se darán cuenta de que son Divinos. Continuarán creyendo que son simplemente humanos. Y aunque esto es grande, no es su verdadera Divinidad”. “Pero si ustedes me comen, si aceptan la Palabra que Soy y beben Sangre de mi Vida, yo estaré en ustedes y ustedes estarán en mí. Seremos tan completamente uno, que nunca morirán, simplemente saldrán de sus cuerpos hacia su Dios. Saldrán de su humanidad para entrar en su Divinidad. “Nuestro Divino Papá me dio vida y me envió a revelarles esta misma Vida Divina a ustedes. comen este Pan y llegan a ser este Pan, tendrán Vida. Si no comen este Pan, morirán, 54y necesitarán volver a nacer hasta que tengan Vida Divina y puedan vivir para siempre. 55Quienes comen mi cuerpo y beben mi sangre, me reciben en sus vidas, así como yo les recibí en la mía. 56Al hacer esto, entro en ustedes, ustedes en mí y llegamos a ser la misma cosa. 57Precisamente como Papá y yo somos la misma cosa. 58Nuestra Vida Divina entrará en ustedes y ustedes entrarán en la Vida Divina”. 59Jesús dijo todas estas cosas en la sinagoga de Cafarnaum. 60Muchos de quienes le escuchaban, incluso los más cercanos, dijeron: “Esto es muy difícil de tragar. ¿Quién puede tomarlo seriamente?”. 61Jesús dijo a sus amigos, “¿Esto les mortifica? Soy pan para comer. 62Ustedes deben llegar a ser este pan, para que otros puedan comer también de ustedes. 63Recuerden que estoy hablando en un nivel espiritual, no simplemente físico. 64Sé que algunos de ustedes no creen esto. 65Por eso les he dicho que pidan a Papá Dios, para que les ayude con su fe”. 66Por todo esto, muchos de sus amigos lo dejaron y se fueron por otros caminos. 67Jesús preguntó 29 Juan 6, 7 18Quienes a los apóstoles si también querían irse. 68Pedro dijo, “¿A quién iremos? Usted tiene las palabras que nos llevan a la Vida Divina. 69Creemos que usted es Cristo”. realmente abran su corazón, sabrán que lo que digo viene de Papá, 19y también estarán dispuestos a recibir Revelación ellos mismos. 20Todos ustedes llegarán a ser receptores de Revelación. 21Quienes enseñan lo que han aprendido mediante el estudio, muchas veces tratan de impresionar a la gente con sus conocimientos. 22Mientras aquellos que reciben Revelaciones son humildes por la experiencia”. 25Algunas personas que le escuchaban, dijeron: “¿No es éste a quien los líderes judíos quieren ejecutar? 26Aquí está predicando abiertamente en el templo. ¿Será que ahora los líderes creen que es el Cristo? 27Pero sabemos de dónde viene, y cuando el Cristo venga nadie sabrá de dónde viene”. 28Jesús, sabiendo esto, les dijo: “Ustedes dicen que saben de dónde vengo, pero en realidad no lo saben. 29Vengo de mi Papá y su Papá, para que todos estemos unidos de nuevo”. 30En ese momento los líderes judíos llegaron y trataron de arrestarlo, pero no pudieron porque muchos de los que estaban allí decían: 31“¿Puede el Cristo hacer milagros mayores que los que éste hace?”. 32Los fariseos escucharon esto e insistieron que debería ser arrestado. 33Entonces Jesús les dijo: “No voy a estar con ustedes mucho Capítulo 7 1Durante este tiempo Jesús predicó y sanó en Galilea, y no quería ir a Judea porque los líderes judíos lo buscaban para matarlo. 2De todos modos quería ir a Jerusalén, 3porque la Fiesta de los Tabernáculos se acercaba. 4Sus amigos iban para la fiesta y les dijo que se fueran adelante, pues todavía no había decidido ir. 10Después de que ellos salieron, decidió finalmente ir. 11Pero salió secretamente, para evitar que los líderes judíos lo vieran. 12Pues lo seguían buscando y preguntaban si alguien lo había visto. 13Nadie quería hablar de Jesús, por temor a tener problemas con los líderes judíos. 14En medio de la fiesta, finalmente Jesús subió al templo a predicar. Los líderes judíos estaban sorprendidos de tanta sabiduría. 15Le preguntaban cómo sabía estas cosas, si nunca había estudiado. 16Jesús les contestó, “Lo que sé no procede del estudio, sino de Revelación. 17Mi Papá me envía la Energía Divina y mi corazón la pone en palabras humanas. 30 Juan 7, 8 qué no habían arrestado a Jesús. “Nadie ha ha47 blado como él”. Se burlaban de ellos y decían, 48“¿Alguno de los jefes creyó en él? 49La gente no conoce la ley, y no saben lo que hablan”. 50Nicodemo, que había ido a ver a Jesús la noche anterior, dijo: 51“¿Acaso nuestra ley permite condenar a una persona antes de ser escuchada?”. 52Le respondieron: “Consulte las Escrituras y verá que el Cristo no viene de Galilea”. tiempo. Voy a casa. Regreso al lugar de Papá, al corazón de Papá. 34Me buscarán, pero no me encontrarán. 35Podrán venir y encontrarme en la casa de Papá, solo cuando se den cuenta de que también es su Papá”. 37El último día de la fiesta Jesús exclamó en el templo, 38“Quienes tengan sed, vengan a beber de Mi Vida, Mi Amor, Mi Agua Viva. Tengo tanta sed de ustedes, como ustedes tienen sed de Dios. Es el único que puede saciar su sed. Quienes beban Divinidad, se llenarán hasta saciarse y aún tendrán Agua de Amor fluyendo de sus corazones”. 39Jesús se estaba refiriendo a su Espíritu, el Espíritu de Amor, el Espíritu que fluiría más plenamente en ellos una vez resucitado, y brotaría de ellos para el mundo. 40Quienes lo escuchaban, decían: “Éste es verdaderamente el Profeta”; otros decían, “Éste es verdaderamente el Cristo”. 41Otros decían que no podía ser el Cristo, porque era de Galilea, 42mientras las Escrituras decían que vendría de la Casa de David y nacería en Belén. 43La gente se dividió en torno a él. 44Algunos querían detenerlo, pero nadie se atrevía. 45Finalmente los guardias regresaron donde los sumos sacerdotes, que les preguntaron por 46Respondieron: Capítulo 8 1Luego Jesús fue al monte de los Olivos a orar. 2A la mañana siguiente fue de nuevo al templo a enseñar. 3Los escribas y fariseos llevaron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio, la pusieron delante, 4y dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5La ley dice que debemos apedrearla. ¿Usted qué dice?”. 6Hacían esto para ponerlo a prueba y tener motivos para acusarlo. 7Jesús parecía perdido en la oración. 8Ellos seguían esperando una respuesta y finalmente los miró y dijo, “Quien nunca haya quebrantado la ley, sea el primero en arrojarle una piedra”. 9Poco a poco comenzaron a retirarse, empezando por los mayores. Cuando 31 Juan 8 quedó sola ante él, 10Jesús sonrió y le dijo: “Hermana, ¿nadie la ha acusado?”. 11Ella contestó, “Nadie”. Jesús le dijo, “He pedido a Papá que le ayude a amar. Ahora vaya en paz”. 12Más tarde Jesús comenzó a enseñar de nuevo, diciendo: “Yo soy Luz para el mundo; he venido a ayudarles a salir de la oscuridad y del miedo. Si caminamos juntos, pueden compartir mi Luz y yo la de ustedes”. 13Los fariseos rechazaron estas enseñanzas. 14Jesús les respondió: “Hermanos, miren en su corazón y vean si alguna luz procede de ustedes mismos. Desean servir a Papá, pero aún no saben cómo hacerlo. Rezaré por ustedes como antes lo hice por la hermana que me trajeron, ya que todos somos uno. 15Si siguen juzgando, continuarán siendo infelices y su luz no podrá brillar. 16La invitación de Papá es que salgan de la ley y entren a la Luz del Amor. 17Si responden a esta invitación, sus vidas cambiarán profundamente 18y comenzarán a vivir de su Esencia, de su Identidad, (ustedes son) su Divinidad. 19Mi único deseo es que puedan dar el paso de la ley al corazón de Papá. 20Esto es lo que ustedes anhelan, aunque a menudo es difícil reconocerlo y aceptarlo”. 21Nuevamente Jesús les dijo, “Muy pronto me voy a casa, pero no podrán seguirme. Hay quienes morirán antes de darse cuenta de que son Divinos, porque no me han creído. Mientras crean que son solamente humanos, su único camino es morir”. 22Los líderes judíos dijeron, “¿Será que piensa suicidarse, ya que dice que no podemos ir a dónde él va?”. 23Jesús replicó: “Ustedes todavía creen que son solo humanos, pero yo sé que soy Dios. Sus puntos de vista son mundanos, pero los míos no. 24Por eso les digo que van a morir, porque si no creen que soy Dios y que ustedes también, morirán en su humanidad. 25Lo que les estoy diciendo es lo que Papá me ha pedido. 26Recuerden una vez más que ésta es una invitación permanente. Ruego que algún día la escuchen y respondan a ella”. 31A quienes comenzaron a creer, Jesús les dijo: “Si creen lo que he dicho, ya están en el camino correcto, en el Camino a la Verdad. La Verdad les liberará de las otras creencias que los atan”. 32Protestaron diciendo que eran hijas e hijos de Abraham, y que siempre habían sido libres. 34Jesús les dijo, “Mientras no salgan totalmente de la oscuridad a la 32 Juan 8, 9 Capítulo 9 Luz, del miedo al Amor, no son realmente libres. 37He venido a restaurar la Alianza de Abraham, la Alianza de Amor, la Familia de Dios, y sin embargo intentan ejecutarme. 39Si fueran verdaderas hijas e hijos de Abraham, apoyarían mi misión en lugar de obstaculizarla. 42Si fueran verdaderamente hijas e hijos de Dios, que es Amor, me amarían y escucharían su amorosa llamada para unir de nuevo la Familia de Dios. 43Suplico que abran sus corazones y sus oídos, que escuchen a su Papá llamándoles a través de mí, expresando palabras de Amor y de sanación para todos. 51Papá me ha pedido que les revele la vida eterna, su propia Vida Divina. Esta invitación es permanente, y todo lo que necesitan es abrir la puerta de su corazón, para escucharla y recibirla. 56“Su padre Abraham anheló ver este día y que sus hijas e hijos escucharan estas palabras”. 57Le respondieron: “Usted aún no tiene cincuenta años, no puede saber lo que dice acerca de Abraham”. 58Jesús dijo: “Papá ha compartido su eternidad, su Vida Divina conmigo; por eso conozco a Abraham y a todos los profetas”. 59Ante esto, comenzaron a recoger piedras para apedrearlo, pero se les escapó del templo. 1Más tarde, mientras caminaba, Jesús se encontró con un hombre ciego de nacimiento. 2Los amigos de Jesús le preguntaron: “¿Este hombre está ciego por algo que hizo, o por algo que hicieron sus padres?”. 3Jesús respondió: “Su ceguera no proviene de algo que haya hecho él ni sus padres; pero servirá para que muchos reconozcan el Amor de Papá. 4Tengo que hacer las curaciones que Papá quiere, porque cuando me vaya habrá quienes se olviden que también pueden sanar en mi Espíritu. 5Mientras estoy aquí, es más fácil ayudarles a entender y ayudarles a creer”. 6Habiendo dicho esto, escupió en la tierra, hizo un barro y frotó con éste los ojos del ciego, mientras oraba. 7Luego dijo al hombre que fuera a lavarse en la fuente de Siloé. El hombre fue, se lavó y regresó completamente curado. 8La gente, asombrada, decía: “¿Éste no es el ciego que se sentaba aquí a pedir limosna?”. Algunos aseguraban que sí; otros decían que no. 9Entonces el ciego les dijo: “Soy yo”. 10Le preguntaron quién había curado su ceguera; les dijo: 11“Un hombre llamado Jesús hizo barro con tierra y saliva, me frotó los ojos y luego me dijo que fuera a lavar- 33 Juan 9 24Los me en la fuente de Siloé, y así lo hice. Cuando salí, pude abrir mis ojos”. 12Entonces le preguntaron dónde estaba Jesús, y respondió que no tenía idea. 13Llevaron al hombre que Jesús había sanado ante los líderes judíos, aunque era sábado. 14Los líderes le preguntaron qué había pasado; 15de nuevo contó lo que Jesús había hecho para curarlo. 16Los líderes dijeron que Jesús no era un hombre de Dios, puesto que no guardaba la ley del sábado. La multitud dijo: “¿Cómo puede entonces curar a un ciego, si no es de Dios?”. 17Se produjo una fuerte controversia entre la gente, y le preguntaban al que había sido sanado: “¿Qué dice usted de él?”. Respondió: “Creo que es un Profeta”. 18Los líderes judíos aún no creían que fuera ciego de nacimiento y hubiera sido sanado, por lo que mandaron a llamar a sus padres. 19Les preguntaron si había nacido ciego y si era cierto que ahora podía ver. 20Sus padres dijeron que sí había nacido ciego, y que no tenían ni idea cómo ahora podía ver. 21Dijeron a los líderes que le preguntaran a él, ya que era adulto; y no querían meterse en problemas. 22Sabían que los líderes judíos expulsarían de la sinagoga a quien afirmara que Jesús era el Cristo. líderes judíos volvieron a llamar al hombre y le dijeron que admitiera que Jesús era pecador. 25Contestó: “No sé si sea pecador o no; lo que sé es que yo era ciego de nacimiento y ahora puedo ver”. 26Le pidieron que repitiera lo que había sucedido. 27Dijo: “Ya he dicho todo. ¿Por qué quieren escucharlo otra vez? ¿Quieren convertirse en sus seguidores?”. 28Lo llamaron idiota, y le dijeron: “Usted puede ser su seguidor, pero nosotros somos discípulos de Moisés. 29Sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a este hombre, no sabemos de dónde viene”. 30El hombre respondió: “A mí me parece increíble que no sepan de dónde viene, cuando me ha abierto los ojos. 31Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino solamente a quienes le siguen. 32Nunca en la historia del mundo nadie ha abierto los ojos a un ciego de nacimiento. 33Si éste no viniera de Dios no podría hacer las obras de Dios”. 34Se pusieron furiosos y le dijeron, “Usted es un sucio pecador, y ¿se atreve a enseñarnos?”. Luego lo expulsaron de la sinagoga. 35Al enterarse de esto Jesús, fue a buscarlo. 36Cuando lo encontró, le dijo, “Ahora quiero ayudarle a abrir los ojos de su corazón. Nuestro Papá Dios me pidió que 34 Juan 9, 10 viniera a decirles que todos son sus hijas e hijos. ¿Usted cree esto?”. El hombre respondió: “Me gustaría, pero no lo entiendo”. 37Jesús le dijo: “He abierto sus ojos, pero los ojos del corazón a menudo son más difíciles de abrir. A veces tenemos que creer, sabiendo que solo más tarde llegaremos a entender”. 38El hombre se inclinó diciendo, “Sí creo”. 39Jesús le dijo: “Papá me envió al mundo para llenarlo con esta Verdad. Quienes abran sus corazones tendrán sus ojos realmente abiertos. Quienes mantengan sus corazones cerrados, mantendrán también sus ojos cerrados”. 40Algunos líderes judíos, al escuchar esto se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Usted dice que nuestros ojos están cerrados, que somos ciegos?”. 41Jesús les dijo: “Si fueran simplemente ciegos, no serían tan malos, pero ustedes creen que son los únicos que ven, los únicos que saben la Verdad, cuando en realidad están inundados de mentiras”. Las ovejas reconocen su voz y lo siguen cuando las llama. 4Las guía y habla con ellas, como su amigo. 5Las ovejas nunca seguirán a un extraño, porque no confían en él. La confianza se fortalece a través de la amistad”. 6Jesús utilizó este ejemplo para enseñarles la importancia de pastorear al pueblo. Pero ellos no entendieron. 7Jesús intentó de nuevo, y dijo: “Les aseguro que soy la puerta de las ovejas. Soy el ejemplo de cómo ser Pastor. 8Los líderes espirituales que vinieron antes no estaban realmente interesados en el pueblo, y el pueblo lo supo. 9Yo soy la Puerta, soy el Camino. Si caminan a través de mí, encontrarán buenos pastos, encontrarán el verdadero alimento para su vida. 10El camino de otros a menudo conduce a la muerte, pero yo he venido a darles Vida, Vida Divina. Quien no conoce a sus ovejas, no es un verdadero pastor sino un perezoso o un negociante. 11Soy el Buen Pastor, y el Buen Pastor da su Vida por (a) sus ovejas. 12“Por el contrario, el asalariado, a quien simplemente le pagan para cuidar las ovejas de otro, huirá, tan pronto venga un lobo. No arriesgará su vida por algo que no es suyo. 13Se escapará y dejará que el lobo devore las ovejas porque no tiene ningún Capítulo 10 1“Les aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino que salta la cerca, es un ladrón. 2Quien entra por la puerta es el pastor de las ovejas. 3El guardián lo conoce y le abre. 35 Juan 10 compromiso con ellas. 14Yo soy el Buen Pastor. Conozco mis ovejas y ellas me conocen. 15Papá me conoce y me ama, yo lo conozco y lo amo. Por eso doy mi vida por mis ovejas, y doy Vida a mis ovejas, porque ustedes son mis verdaderas hermanas y hermanos. 16Quiero dejar muy claro que no estoy hablando solamente de mis hermanas y hermanos judíos, sino de todas mis hermanas y hermanos a través del mundo, y a través del universo. 17Cuando la Palabra de Papá se extienda y toda la gente la siga, habrá finalmente un solo rebaño y un solo pastor. Aun hasta ese día habrá lobos que vendrán a dispersar el rebaño. No los sigan. Sigan solo a quienes enseñan la Palabra de Amor y Unidad. Mi oración por la Unidad va a realizarse, y serán bendecidos quienes ayuden a llevarla a cabo. Daré mi propia Vida para realizar esta oración. Papá me ha pedido que haga esto, y lo hago con Amor. Entrego la Vida para que puedan recibir Vida. 18Mi principal preocupación es que se abran a la Vida que libremente les doy. El lobo ha llegado y ha dispersado los Corazones, y los Corazones son la puerta por donde quiero entrar. Ayuden a mi Corazón y sus Corazones, para llegar a ser Un solo Corazón. Por favor, ayúdenme a cumplir esto que Papá me ha pedido hacer”. esto provocó en los líderes judíos un gran revuelo. 20Muchos decían: “¡Éste es un loco! ¿Por qué escucharlo?”. 21Otros decían: “Sus palabras pueden sonar a locura, pero sus acciones son de Dios. ¿Quién más podría curar a un ciego?”. 22Era la fiesta de la Dedicación del templo, y hacía frío en Jerusalén. 23Jesús entró en el templo y paseaba por el pórtico de Salomón. 24Los líderes judíos lo rodearon y le dijeron, “¿Hasta cuándo nos va a tener en suspenso? Si usted es realmente el Cristo, dígalo”. 25Jesús dijo, “Ya lo he dicho, pero no me creen. ¿De qué sirven las buenas palabras si ni siquiera creen en mis acciones? Papá me pidió que hiciera las obras de Dios, para ayudarles a creer que soy Dios. 26Pero si ni siquiera creen en las acciones de Dios, ¿cómo podrán creer en Dios? Sus corazones cerrados han cerrado también sus ojos, y hasta sus oídos. Para seguirme necesitan un corazón abierto; solo así podrán escuchar lo que digo y ver lo que hago. 27Mis amigos están tan cerca, que hasta pueden escuchar los latidos de mi corazón, como yo puedo escuchar los de ellos. 28Les doy la Vida Divina que nunca dejarán. Una vez que sus corazones 19Todo 36 Juan 10, 11 37Si no hago las obras de mi Papá comiencen a latir con Divinidad, ustedes estarán en casa y no querrán volver a salir. 29Mi Papá, que me los ha dado, tiene un Corazón tan grande que todos pueden entrar, y una vez que estén en su mano y en su corazón, no hay manera de escapar de su Amor. 30Papá y yo somos tan íntimos, que somos Uno”. 31Enseguida los líderes judíos tomaron piedras para matarlo (¡En el templo había cajas con rocas, para el caso de que alguien rompiera una ley que mereciera la muerte!). 32Jesús dijo: “He hecho muchas obras maravillosas para ustedes, que mi Papá me pidió hacer. ¿Por cuál de éstas me quieren apedrear?”. 33Respondieron: “No es por ninguna obra maravillosa, sino por sus palabras blasfemas. Usted es solo un hombre y proclama ser Dios”. 34Jesús levantó su Espíritu y su Corazón, y gritó: “¡No se dan cuenta de que hasta sus propias Escrituras dicen que ustedes son Dios!”.* 35No estoy diciendo que solamente yo soy Dios; estoy diciendo que todos ustedes son Dios, según sus propias Escrituras. ¿Ni siquiera creen en sus propias Escrituras? 36Si realmente creyeran en sus propias Escrituras, que dicen que ustedes son Dios, no se molestarían cuando digo que soy Dios y que ustedes también son Dios. y su Papá, mi Dios y su Dios, no me crean. 38Pero si hago las obras de mi Papá, aunque tengan problemas para creer en mis palabras, crean en mis obras para que comprendan que Papá está en mí, y yo en Papá”. 39Los líderes judíos estaban tan furiosos, que trataban de agarrarlo, pero se escapó y salió del templo. 40Fue de nuevo hasta más allá del río Jordán, donde Juan bautizaba, y se quedó en oración. 41Muchos descubrieron dónde estaba, se acercaron y le dijeron: “Juan no realizó ninguna obra como usted, pero nos damos cuenta de que lo que dijo de usted es verdad”. 42Muchos comenzaron a caminar con Él. Capítulo 11 1Lázaro de Betania, donde María y su hermana Martha vivían, estaba muy enfermo. 2Ésta fue la misma María que ungió a Jesús con perfume, cuyo hermano estaba enfermo. 3Las herma* Hay que señalar que estudiosos de las Escrituras han descubierto que el Evangelio de Juan es un quiasma, un recurso literario utilizado en tiempos de Jesús, que situaba justo en el centro el mensaje principal de una obra literaria. Sabiendo esto, el mensaje principal de Jesús en medio de sus veintiún capítulos, está en la mitad del capítulo 10. El versículo 22 es el centro exacto del Evangelio de Juan, que conduce a esta afirmación central de Jesús, ¡su principal mensaje! 37 Juan 11 tumba. 18Betania estaba a unos tres kilómetros de Jerusalén, 19y algunos de los líderes judíos habían venido a consolar a María y a Martha por la muerte de su hermano. 21Martha dijo a Jesús: “Maestro, si hubiera venido antes mi hermano no habría muerto. 22Pero sé que aún ahora, lo que usted pida a Papá, lo hará”. 23Jesús respondió: “Su hermano volverá a la vida”. 24Martha contestó: “Sé que volverá a la vida en la resurrección, al fin del mundo”. 25Jesús le dijo: “Somos Resurrección, somos Vida. Fe es el puente entre estas dos realidades. Quienes caminan por el puente de la Fe a la Vida, nunca morirán, aun cuando sus cuerpos desaparezcan. 26Quienes verdaderamente creen en la Vida nunca pueden morir. ¿Cree esto?”. 27Ella respondió: “Sí, creo que Usted es un Cristo, un Hijo de Dios, cuya venida fue profetizada”. 28Volvió a la casa, y en voz baja Martha le dijo a su hermana María: “El Maestro está aquí y quiere verla”. 29Tan pronto como oyó, María corrió a su encuentro. 30Jesús todavía no había entrado a la ciudad; estaba donde había hablado con Martha. 31Cuando los amigos de María la vieron salir, fueron tras ella, pensando que iba al sepul- nas enviaron un mensaje a Jesús, diciendo: “Su querido amigo Lázaro está muy enfermo”. 4Jesús lo oyó, y dijo: “La enfermedad no es para quitarle la vida, sino para demostrar el poder de Dios y de las hijas e hijos de Dios”. 5Jesús amaba mucho a María, a Martha y a Lázaro. 6Recibió la noticia y se quedó donde estaba. 7Luego dijo a sus amigos: “Regresemos a Judea”. 8Sus amigos se sorprendieron, y le dijeron: “Maestro, estuvimos allí y los líderes judíos querían matarle. ¿Cree que es prudente volver?”. 9Jesús respondió: “Si caminan en la Luz, no hay que temer la oscuridad. 10Pero si caminan en la oscuridad ustedes van a caer, porque no hay Luz”. 11Luego dijo: “Nuestro amigo Lázaro duerme, y voy a despertarlo”. 12Sus amigos dijeron: “Si está durmiendo, se está recuperando”; 13pero Jesús hablaba del sueño de la muerte. 14Dijo claramente: “Lázaro está muerto. 15Me alegro por ustedes, que no estaban allí, porque habría sido triste. Ahora tengo oportunidad para aumentar su fe. Vamos”. 16Tomás dijo a sus otros amigos: “Vamos todos, para que si es necesario muramos con él”. 17Cuando finalmente llegaron a Betania, le avisaron a Jesús que Lázaro llevaba cuatro días en la 38 Juan 11 cro a llorar. 32Cuando María llegó donde estaba Jesús, lo abrazó y dijo: “Si hubiera estado aquí, mi hermano no habría muerto”. 33Jesús al ver que ella y sus amigos lloraban, tuvo su corazón a punto de romperse. 34Preguntó dónde lo habían enterrado. Le dijeron: “Maestro, venga y lo verá”. 35Entonces Él también comenzó a llorar. 36Quienes estaban suficientemente cerca para verlo, decían: “¡Miren el amor tan grande que les tiene!”. 37Algunos dijeron: “Si abrió los ojos a los ciegos, ¿no podría haber impedido que Lázaro muriera?”. 38Jesús, con el corazón a punto de romperse, llegó a la tumba. Era una cueva con una piedra utilizada como puerta. 39Jesús dijo que retiraran la piedra. Martha dijo: “Maestro, lleva cuatro días, ya debe oler muy mal”. 40Jesús le dijo: “¿No he dicho que la Vida verdadera viene de creer?”. 41Entonces retiraron la piedra del sepulcro. Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Papá, gracias por escucharme, 42sé que siempre me escuchas. Digo esto para que quienes están aquí crean que Tú eres el Uno que me envió”. 43Entonces Jesús exclamó: “¡Lázaro, venga acá!”. 44El hombre muerto salió cojean- do, envuelto y atado con vendas mortuorias, de la cabeza a los pies, y su rostro también estaba envuelto en un sudario. Jesús dijo: “Desátenlo y déjenlo libre”. 45Muchos judíos que habían seguido a María hasta la tumba y vieron lo que hizo Jesús, empezaron a creer en él. 46Algunos fueron donde los líderes judíos y contaron lo que Jesús había hecho. 47Los sumos sacerdotes y los líderes judíos se reunieron en consejo y hablaron de lo que podrían hacer, ya que Jesús se manifestaba con muchos signos. 48Dijeron: “Si no hacemos algo pronto, todo el mundo creerá en él. Vendrán los romanos, tomarán nuestro templo y destruirán nuestra nación. 49Caifás, quien era Sumo Sacerdote aquel año, dijo, 50“¿No se dan cuenta de que es mejor que muera una persona antes que la nación entera?”. 51No era una simple idea suya, sino que, como Sumo Sacerdote aquel año estaba en capacidad de profetizar que Jesús iba a morir por la nación. 52No solo por la nación judía, sino por todos los pueblos del mundo, por todas las hijas e hijos de Dios. 53A partir de ese día los sumos sacerdotes tramaban la forma de ejecutar a Jesús. 54Jesús sabía, y por lo tanto no andaba abiertamente entre los 39 Juan 11, 12 judíos. Se fue al desierto, a la ciudad de Efraín, y se quedó allí con sus amigos. 55Más tarde, cuando la fiesta judía de la Pascua se acercaba, muchos iban a Jerusalén a purificarse. 56Había quienes buscaban a Jesús y se preguntaban si vendría a la fiesta. 57Los sumos sacerdotes y los líderes judíos habían ordenado que quien supiera dónde estaba Jesús, tenía que denunciarlo, para detenerlo. el tiempo para darse a mí está llegando a su fin”. 9Corrió la voz de que Jesús estaba allí, y muchos vinieron a verlo. No solo a él, sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado. 10Los sumos sacerdotes estaban pensando matar también a Lázaro, porque muchas personas habían creído en Jesús, 11debido a la experiencia compartida por Lázaro, de haber renacido. 12Al día siguiente una gran multitud llegó a la Fiesta, ya que habían escuchado que Jesús estaría en Jerusalén. 13Muchos tomaron ramas de palmeras y salieron a su encuentro. 14Gritaban incesantemente: “¡Hosanna! ¡Dios se ha manifestado entre nosotros! ¡Éste es nuestro verdadero Rey!”. 15Jesús vio un pollino de asno que estaba atado por allí, y lo montó, para pasar por entre la multitud. Esto para que se cumpliera la escritura, que dice: “No temas hija de Sión, que tu rey viene montado en un pollino de asno”. 16Sus amigos no entendían lo que pasaba. Pero después de la Resurrección lo comprendieron y se dieron cuenta de que las profecías acerca de Jesús se habían cumplido. 17Mientras esto ocurría, quienes habían visto a Jesús resucitar a Lázaro de la muerte, hablaban de esta experiencia. 18Después de escuchar el Capítulo 12 1Seis días antes de la Pascua Je- sús volvió a Betania, donde había resucitado a Lázaro de la muerte. 2Jesús cenó con sus amigos; Lázaro estaba allí y Martha servía. 3María tomó una gran cantidad de aceite fino muy costoso, y ungió a Jesús. Lo cual llenó la casa de un aroma exquisito. 4Judas Iscariote, el amigo que tramaba entregar a Jesús, dijo: 5“¿Por qué no se vendió ese perfume para dar el dinero a los pobres?”. 6Realmente no le preocupaban los pobres, ya que era el encargado del dinero y con frecuencia robaba. 7Jesús le dijo: “Tranquilo, ella está triste porque mi muerte se aproxima y desea hacerme algo muy especial, porque me ama mucho. 8Habrá muchas oportunidades para dar a los pobres, pero 40 Juan 12 usted está siempre en mi corazón. Ahora está llegando a ser mi corazón”. 29Quienes estaban cerca oyeron como un trueno y algunos pensaron que un ángel le estaba hablando. 30Jesús les dijo: “Esta voz no es solo para mí, sino también para ustedes. 31El juicio de Amor total de Dios por nosotros ha llegado y el miedo ha sido desechado. 32Cuando sea levantado, atraeré a todos hacia mí, de todos los rincones del mundo”. 33Jesús usó esta expresión para proclamar que, cuando fuera levantado en la cruz, para abrir las puertas del miedo; invitaría a todos a salir del miedo con él. 34La gente estaba confundida y decía: “A nuestro entender, las Escrituras dicen que el Cristo está con nosotros para siempre. Sin embargo, se supone que usted será ajusticiado, ¿entonces, no es el Cristo?”. 35Jesús dijo: “Un poco más de tiempo y mi Luz les alumbrará. Aprendan a caminar en esta Luz; si no lo hacen, sus viejos miedos y su oscuridad les cubrirán de nuevo con su sombra. Si siguen bajo la sombra del miedo, no podrán encontrar el camino. 36Mientras mi Luz les ilumine, crean que también pueden ser esta Luz”. 37Jesús dijo esto y después no se dejó ver más. Pues a pesar de haber realizado muchos mi- relato de este asombroso signo, más personas creyeron en Jesús. 19Los líderes judíos hablaban entre sí acerca de lo que sucedía, y estaban muy contrariados porque parecía que el mundo entero empezaba a seguir a Jesús. 20Había allí algunos griegos que habían subido a la Fiesta. 21Se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le dijeron que querían conocer a Jesús. 22Felipe fue donde Andrés, y ambos fueron donde estaba Jesús y se lo dijeron. 23Jesús optó por no tratar con ellos, porque empezó a presentir su muerte y resurrección. Entonces empezó de nuevo a enseñar. 24Les dijo: “Les aseguro que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, permanece siendo un grano de trigo; pero si muere, produce mucho más trigo. 25Quienes no estén dispuestos a dar su vida en el Amor, la perderán; pero quienes dan su vida humana, vivirán su Vida Divina, que permanece para siempre. 26Quienes crean en mí, sigan esta Vida Divina para que, como yo soy, también sean. Quienes crean en mí, también serán como Papá. 27“Estoy realmente preocupado, ¿pero qué puedo decir?; ¿Papá, no quiero seguir? Pero si para esto he venido; 28Papá, ábreme tu corazón”. Su Papá le habló: “Hijo mío, 41 Juan 12, 13 lo sigue, no lo voy a juzgar, porque no he venido a este mundo a juzgar, sino simplemente a Amar. 48Quien no me cree y no sigue mi Mensaje, no sigue su propio corazón, porque todos somos Uno. Quienes no ven y no experimenten esta Unidad, se sentirán juzgados, porque el juicio trata de separar la unidad. 49Hablo de mi Unidad con Papá. Él me ha dicho todo lo que debo decir. 50Sus palabras traen Vida Divina, por eso les digo exactamente lo que me ha dicho”. lagros delante de ellos, aún no creían. 38Esto sucedió para que se cumpliera la profecía de Isaías: “Señor, ¿quién ha creído lo que he dicho? 39¿Quién ha llegado a creer que son Amor?”. 40En cambio, andan con sus ojos y sus corazones cerrados. Sé que necesitan tiempo para abrir sus ojos y sus corazones, para que puedan sanar”. 41Estas cosas las dijo el profeta Isaías después de que él mismo abrió sus ojos y vio a Dios; y abrió su corazón y escuchó a Dios. 42A pesar de la incredulidad de muchos, gran cantidad de personas empezaron a abrir sus corazones y a creer en Jesús. Pero tenían tanto miedo de ser expulsados de las sinagogas, que a menudo mantenían oculta su creencia. 43Lo hacían porque era más fuerte el miedo al qué dirán, que lo que pensaban de Dios. 44Jesús exclamó: “Quienes creen en mí, realmente creen en Aquel que me envió. 45Quien me ve, ve a quien me envió. Ustedes siguen buscando a Dios y Él está ahí, de pie, justo enfrente de ustedes; aun más: ya está viviendo en sus corazones”. 46“Soy la nueva Luz que ha venido al mundo. Creyendo en mí, se abren sus ojos y sus corazones a esta nueva Luz. 47Si alguien escucha mi Mensaje y no Capítulo 13 1Justo antes de la fiesta de la Pascua Jesús sabía que se acercaba la hora de ir a casa de su Papá, así que deseaba mostrar una vez más a sus amigos lo mucho que los amaba. 2Por otra parte, Judas Iscariote estaba a punto de demostrar su falta de amor. 3Jesús era muy consciente de este hecho. Sabía que su Papá había puesto todo en sus manos, que venía de Él y estaba a punto de volver a Él. 4Durante la cena se levantó, se quitó su túnica, tomó una toalla y se la ciñó. 5Echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de sus amigos. 6Cuando llegó a Pedro, éste le dijo: “Maestro, ¿usted va a lavarme los pies?”. 7Jesús respondió: “en este momento 42 Juan 13 me acoge a mí, acoge a Aquel que me ha enviado”. 21Cuando Jesús terminó de hablar, se puso pensativo y dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar”. 22Los amigos se miraron entre sí, preguntándose de quién estaría hablando. 23Uno de ellos, por quien Jesús tenía un afecto especial, estaba a su lado, reclinado en su pecho. 24Entonces Pedro le hizo señas para que le preguntara a quién se refería. 25Su amigo amado se recostó de nuevo en su pecho y le susurró: “¿Quién es?”. (El pecho era la parte de la ofrenda a Dios que se le daba a los sacerdotes en el templo. Juan está diciendo aquí que los sacerdotes y los ministros van a comer del pecho de Jesús, el Amor de Jesús, como simbólicamente lo está haciendo el discípulo). 26Jesús dijo: “A quien le dé este trozo de pan después de mojarlo en la salsa”. Tomó un pedazo de pan, lo remojó en la salsa y lo dio a Judas Iscariote. En ese momento Judas se afianzó en su plan de traicionarlo. 27Jesús le dijo: “Lo que va a hacer, hágalo pronto”. 28Quienes estaban en la mesa no entendieron lo que Jesús le dijo. 29Algunos pensaron que tal vez como Judas era el encargado del dinero, Jesús le pedía que comprara algo para la fiesta. Otros pensaron que no usted entiende lo que hago, pero pronto lo entenderá”. 8Pedro le dijo: “¡Nunca me lavará los pies!”. Jesús replicó: “Si no lavo sus pies, realmente no entenderá mi Mensaje”. 10Al escucharlo, Pedro respondió: “Entonces no solo láveme los pies, sino también las manos y la cara”. 11Jesús le dijo:” Solo tengo que lavarle los pies, ya que el resto está limpio”. 12Después de lavarles los pies, se puso de nuevo la túnica, se sentó y les dijo: “¿Se dan cuenta de lo que he hecho con ustedes?”. 13Me llaman Maestro, y realmente lo soy. 14Si yo, su maestro, puedo lavarles los pies, con mayor razón ustedes deben lavarse unos a otros. 15Éste es un ejemplo (del ministerio) que deben ejercer. 16En verdad les aseguro que un siervo no es mayor que su señor. 17Si entienden lo que he tratado de enseñarles, serán muy felices si lo viven. 18“No estoy hablando de todos, porque conozco el corazón de cada uno. Hoy se cumple lo que dice la Escritura: ‘Alguien que ha compartido mi mesa, me ha traicionado’. 19Les digo esto ahora, para que cuando suceda crean que soy Cristo, aquel de quien se habla en la Escritura. 20Les aseguro que quien acoge a quien he enviado, me acoge a mí; y quien 43 Juan 13, 14 creyendo en Dios y en ustedes mismos. 2El Corazón de mi Papá es muy grande, como ya les dije. Trato de llegar a sus corazones para que puedan entender el Corazón de Papá. 3Cuando esto se realice nuestros corazones, serán Uno, de tal manera que como Yo Soy, ustedes también serán. 4La manera como Soy es la forma como ustedes ya son, si solo pudieran entenderlo. Por favor, entiendan la Unidad que somos, la Unidad que estamos llamados a proclamar al mundo”. 5Tomás dijo: “Señor, sinceramente no entiendo muy bien, ¿cómo podemos llegar a ser (como) usted?”. 6Jesús dijo: “Como Yo Soy, ustedes ya son. Nadie llega a su Divinidad, si no conoce su Identidad. 7Así como han llegado a conocerme, también han llegado a conocer a Dios. De ahora en adelante conocerán a Dios y serán Dios”. 8Felipe le dijo: “Muéstranos el Camino a Dios; eso es todo lo que pedimos”. 9Jesús dijo: “¿Todo este tiempo he estado con ustedes, y todavía no entienden que ya son Dios? ¿Cómo me pide que le muestre a Dios, si ya son Dios? 10¿No ve que yo estoy en Dios y Dios está en mí, y que usted está en Dios y Dios, en usted? 11Simplemente estoy repitiendo lo que he dicho tantas veces. Ha- Jesús le pedía que fuera a dar limosna a los pobres. 30Ya era de noche, Judas comió el pedazo de pan y salió. 31Después de que Judas se marchó, Jesús dijo: “El Hijo del Hombre ha demostrado su Amor más grande, como Papá me muestra siempre. 32Como Papá me ha mostrado el más grande Amor, muy pronto manifestará ese mismo Amor a todos. 33Mis queridos amigos, pronto los dejaré. Me buscarán, pero como les dije a los líderes judíos, no podrán seguirme todavía. 34Les doy un mandamiento nuevo: “Ámense unos a otros. Tanto como yo les he amado, ámense ustedes unos a otros. 35El mundo reconocerá que son mis amigos si se aman unos a otros, como yo los he amado”. 36Pedro le dijo: “Quiero saber adónde va”. Jesús le respondió: “Adonde voy, usted no puede ir ahora, sino después”. 37Pedro dijo: “No entiendo por qué no puedo acompañarlo ahora. Si estoy dispuesto a dar mi vida por seguirlo”. 38Jesús le dijo: “¿Dará su vida por mí? Le aseguro que antes de que cante el gallo me habrá negado tres veces. Capítulo 14 1“Aparten las preocupaciones y los miedos de sus corazones, 44 Juan 14 blo como Dios, porque soy Dios. Ustedes deben hablar como Dios, porque son Dios. 12“¿No ve que Dios está en mí y yo en Dios? En caso contrario ¿cómo podría hacer las obras de Dios? Cuando comprendan esto, harán las obras de Dios y aún mayores obras que las que yo he hecho. 13La razón por la cual ustedes van a poder hacerlo, es que lo fundamental de mi enseñanza dejará de ser ilegal, y podrán proclamarla desde los tejados. Mañana trascenderé completamente a mi Divinidad, y así podré ayudarles a trascender a su propia Divinidad. 14Cuando estén en esta Unidad Divina, lo que pidan es lo que Dios pide. Y lo que Dios pide siempre se cumple. El Amor debe orientar siempre todas nuestras acciones y todos nuestros pensamientos. 15“Todo lo que necesitan es darse cuenta de que en la medida que yo trascienda de este mundo mañana, trascenderé a sus corazones y llegaré a ser su Espíritu. 16Este Espíritu les conducirá a la Verdad que el mundo no puede entender, porque no se da cuenta que también es Divino. 17Pero lo entenderán, porque viviré en ustedes y llegaré a ser ustedes. 18Nunca estarán solos, porque siempre seremos Uno, siempre juntos. 19Mañana el mundo cree- rá que he muerto, pero sabrán que mi Espíritu simplemente ha trascendido a ustedes. Mi renacimiento en ustedes será su renacer en mí. 20Mañana sabrán que el Espíritu de Dios ha llegado a ser mi Espíritu, y mi Espíritu ha llegado a ser su Espíritu. 21Quienes aman de verdad han llegado a ser yo, y quienes han llegado a ser yo, han llegado a ser Dios. Ahora sabrán que para poder ser ustedes mismos, deben saber que son (su) Dios”. 22Judas (no el Iscariote) le dijo: “¿Usted va a venir solo a nosotros, no a todo el mundo?”. 23Jesús le respondió: “Cualquier persona que se abre al Amor y a la Verdad de su Divinidad, permanecerá en esta identidad, esta Unión Divina. Vivirá con Dios, en Dios y como Dios. 24“Soy un Amante cortés. Quienes no abran sus corazones y su ser al Amor, seguirán perdidos en la ilusión de la limitación. No obligaré a nadie a abrirse al (mi) Amor, pero como toda persona es Amor, cerrar su corazón es realmente dejar de vivir. Esto no es solo mi idea, sino la simple Verdad”. 25“Les he dicho esto antes, pero ha sido demasiado. Puedo ser limitado en mi enseñanza, pero no en mi Ser. 26Es por eso que he decidido trascender mañana al in45 Juan 14, 15 he enseñado. 4Vivan en mi vida como yo vivo en sus vidas. Si no estamos unidos en Vida y Amor, ni ustedes ni yo tendremos realmente Vida, ni seremos realmente Amor. 5Soy Vida, la Vida que vive su Vida. Juntos podemos lograr mucho; separados nada podemos hacer. 6Si se desconectan de la Vida, morirán, aunque continúen caminando en el mundo. Si esto ya ocurrió, necesitan el fuego de la transcendencia para nacer de nuevo. 7Si viven en mí y mis Palabras viven en ustedes, podemos mover montañas. Mover montañas muestra nuestra Unidad Divina y glorifica el universo entero. 8Como Dios me ama, así les amo yo. 9¡Hagamos florecer nuestra Divina Unidad! Abran su corazón al Amor, así como yo he abierto mi corazón a la Vida. 10Esto da Luz Verdadera al mundo. 11comparto estas Verdades con ustedes, para que mi gozo pueda llenar completamente sus corazones y extenderse por el mundo. 12“Lo más importante es que se amen unos a otros, tanto y tan profundamente como yo les he amado. 13Mañana les mostraré cuánto les amo. 14Ustedes han llegado a ser mis verdaderos amigos. No permitan que esto cambie jamás. 15No trabajan para mí, estamos trabajando juntos, porque terior de su Ser. Desde allí puedo hacer cosquillas a sus corazones, para que acepten su Identidad Divina. 27En la medida en que se den cuenta de su verdadera Identidad, experimentarán verdadera Paz. La Paz viene cuando dejamos de luchar en contra de la Verdad. Éste es el camino que va más allá de la actual Sabiduría humana”. 28“Les he dicho que estaré trascendiendo mañana. Si realmente comprendieran lo que esto significa, se alegrarían. Han disfrutado estando conmigo, ahora podrán disfrutar siendo yo. 29Ser Dios es mucho mejor que simplemente haber sido instruidos por Dios. Se los digo antes de que suceda, para que cuando suceda entiendan lo que está pasando. 30No tengo más tiempo para estar con ustedes, puesto que las cosas ya están en movimiento para mi trascendencia. 31“Recuerden que siempre he actuado con Amor y les invito a continuar en este Camino”. Capítulo 15 1“Yo soy Vida Verdadera que fluye en ustedes. 2Cuando se abren al Amor, se abren a Verdadera Vida, a Vida Divina. 3Pueden contar con mi ayuda, recordando y viviendo lo que les 46 Juan 15 tenemos la misma vocación. 16He compartido con ustedes todo lo que sé, para que podamos trabajar juntos, como amigos, como iguales. 17“Recuerden que les pedí compartir mi Llamado Divino. Ahora les pido que entren en su Divinidad y luego la den al mundo. Lo que su corazón desee, su Divinidad hará. Una vez más les digo: “Ámense unos a otros”, todo lo demás es superfluo. 18“Quienes solo ven el mundo material pueden odiarlos, como me han odiado a mí. 19Si entran en su mundo, los amarán. Pero ahora ustedes conocen verdades más profundas, y esto los atemoriza. ‘Se odia solamente aquello que se teme’. 20“Es extremadamente importante recordar lo que he dicho acerca de que todos somos iguales, que somos todos exactamente lo mismo. Así que no se sorprendan cuando los persigan, porque a mí también me persiguieron; ni cuando alguien acoja sus enseñanzas, ya que muchos han acogido con satisfacción las mías. 21Cuando los persigan, sepan que lo hacen porque no reconocen su propia Divinidad. Son celosos porque ven en ustedes algo que quisieran tener, y no se dan cuenta de que lo tienen, que lo son. 22Lo que he compartido, les asus- ta. Creen que el abismo entre el miedo y mi Amor es demasiado grande para saltarlo. Pero solamente lo ven así porque su vida está muy apegada a lo material”. 23“Odiar a Dios es odiarse a sí mismo. Odiar mis enseñanzas es odiar su propia Sabiduría interior. Es iniciar una guerra entre su mente y su corazón. Éste es el más profundo dolor de la humanidad hoy en día. El fuego del Amor es lo único que convertirá esto en Paz. 24El hecho de hacer curaciones y milagros encendió en muchos el fuego del temor. Vieron actuar una fuerza superior a su condición humana. Y como todavía están convencidos de que son solo humanos, esta fuerza les hizo tener miedo. Sintieron miedo de que se pudieran perder en esa fuerza, cuando en realidad esa fuerza, esa Divinidad, son ellos mismos. 25Todo esto sucedió para que se cumpliera la profecía que anunciaba la lucha de la humanidad por trascender a su Divinidad. Antes solo la muerte podía abrir la puerta a esta trascendencia. Pero ahora el Amor puede abrir esa puerta, ya que Amar es realmente ser Divino”. 26“Cuando mi Espíritu, el Espíritu de Amor, entre en sus corazones, ustedes se abrirán a esta Verdad. 27Esta Sabiduría infusa será la Presencia del Amor de Dios en 47 Juan 15, 16 no. 9Trascenderé de mi Vida a su Vida. Moriré y llegaré a ser ustedes. 10No un nuevo ustedes, sino el Verdadero Ustedes. Su unión con Dios pasará de una conexión externa, a una Realidad interna. 11En la medida que su Dios externo muere, su Dios interno finalmente renace. Para esto he venido”. 12“Muchas más cosas quisiera decir, pero no hay tiempo, ya vienen a buscarme. No los juzgo por esto porque hace parte de mi trascendencia. 13Sin embargo, recuerden que cuando nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras almas hayan llegado a Ser Uno verdaderamente, su Divinidad interior, su Espíritu Interno, les recordará lo que he dicho esta noche y continuará revelándoles Verdad y Realidad. 14Sabrán que la gloria que creen que es mía, será también de ustedes. 15Posiblemente van a tener dificultad para comprender esta realidad nueva y gloriosa, así que tengo la intención de regresar pronto de una manera muy especial. 16No se desanimen, permanezcan abiertos; simplemente amen lo mejor que puedan, hasta que juntos podamos llegar a ser completamente Uno. 17Todo lo que es de Dios es mío, y todo lo mío es de ustedes, especialmente la Identidad Divina. 18Ustedes son hijas ustedes. Éste es mi mayor regalo para quienes han caminado conmigo. ¡Compártanlo!”. Capítulo 16 1“He compartido estas cosas para ayudarles a caminar en la Luz. 2Serán expulsados de las sinagogas, y quienes los maten serán considerados santos. 3Harán tales cosas, porque no reconocen a Dios en mí, ni reconocen a Dios en sí mismos. 4Les digo esto, para que no se sorprendan cuando sucedan. 5No se los dije al principio, porque en ese tiempo creían que solo yo era Dios. Ahora que ya han empezado a ver su propia Divinidad interior, están mejor preparados para entenderlo. 6Como me voy mañana, esta es la última ocasión para hablar de estas cosas. Sé que en sus corazones quieren preguntarme a dónde voy, pero la mayoría no tiene el coraje de hacerlo, aunque se han entristecido mucho por lo que les he dicho. 7Les digo la Verdad, es mejor que me vaya, porque si no lo hago, continuarán en su antigua creencia de que yo soy Dios y ustedes no. Mi Espíritu, Espíritu de Amor, puede venir solamente cuando me haya ido. 8Solo podré trascender realmente en su Espíritu, después de que haya abandonado mi Espíritu huma48 Juan 16 mayor detalle. Soy su mediador ante Dios, solamente en el sentido de compartir la Buena Nueva que los “Dos” Dioses son uno. Soy plenamente Dios y plenamente humano. Ustedes son plenamente Dios y plenamente humanos. 24La humanidad alcanzará igualdad con Dios cuando asimile esta Verdad. La evolución de la humanidad no es más que ir hacia esta Verdad. La proclamación de esta Buena Nueva acercará más la humanidad a su propia Divinidad. 25“Les he dicho estas cosas con Palabras, pero el tiempo de la Sabiduría infusa se acerca y podré revelárselas sin palabras. La Verdadera Sabiduría viene de la Verdadera Identidad. Ustedes no saben quiénes son realmente, y por eso no saben cómo actuar. Cuando se den cuenta de que son Dios, de que son Amor, será fácil saber cómo actuar. El hacer fluye libremente del Ser. Su Divinidad ha sido siempre su Identidad. Las palabras hablan a la mente. El Ser habla al Corazón. Amor es lo que somos y Amor es como actuamos. 26“Cuando realmente entiendan esto, podrán hacer lo que les he dicho. Sabrán que pueden orar directamente a Dios. Sabrán que la pureza de corazón es su manera de Orar desde su Divinidad. 27Papá les ama porque han creído que soy su manifestación. Éste e hijos de Dios, y las hijas e hijos de Dios son Dios y heredarán todo lo que pertenece a nuestra Madre Dios y Padre Dios. 19“Una vez más, mañana pensarán que he desaparecido. Pero lo que desaparecerá será la ilusión de que soy solamente humano. Volveré a mi Divinidad, y el universo entero se unirá a mí para celebrar la misión de Proclamar la Buena Nueva de la Divinidad Universal. Sé que estarán tristes por un tiempo, porque hemos llegado a ser grandes amigos. 20Sin embargo, la tristeza que sentirán simplemente expandirá sus corazones, para que puedan aceptar más Amor cuando regrese. 21“Será como una mujer que está triste cuando se acercan los dolores de parto. Pero su tristeza solo apunta al nacimiento de su Verdadera Identidad, al renacimiento en el Dios que siempre han sido. 22Aún en medio de las pruebas de la vida, siempre subsistirá el Júbilo Divino que subyace en ustedes”. 23“Cuando esto suceda no tendrán que pedirme nada, porque serán capaces de acudir directamente a Dios, pues ustedes mismos son Dios. Recuerden que hay dos lados en Dios: el exterior y el Interior. Estos dos lados se van acercando más, a medida que vayan entendiendo mi Mensaje con 49 Juan 16, 17 aunque algunos huirán, siempre estarán conmigo, porque ¡Somos Uno! Cuando sientan que no pueden hacer aquello para lo que han sido llamados, recuerden que Mi ser Resucitado, el Espíritu, ya lo ha hecho todo. Simplemente despierten del sueño de la insuficiencia, a la realidad de que todo ya ha sido hecho. 32“Este conocimiento y Sabiduría les traerá una gran paz. El verdadero cambio no es nunca el hacer; es siempre el Ser, ¡y ustedes ya son Dios! Todavía habrá luchas en sus vidas, pero su Divinidad puede manejarlas. Recuerden que los problemas realmente nunca están en el exterior, siempre están en su interior. Ustedes pueden mirar al mundo y ver los problemas, pero si miran profundamente en su interior únicamente verán la Divinidad. 33Su llamada es para que lleven esta Divinidad a esos problemas. ¡Encarnen Amor en el Caos!”. es el Perpetuo Círculo de Amor. No tiene principio ni fin. Simplemente ama, y al hacerlo mueve el mundo. Soy eterna Creación de Dios. 28Vengo de Dios como toda la Creación. Ahora estoy guiándola para que vuelva a Dios, para que entienda y crea que es Sagrada, que también es Dios. Me hice humano para que los seres humanos puedan llegar a ser Dios”. 29Sus amigos le dijeron, “Ahora entendemos que usted tiene toda la Sabiduría: realmente creemos que viene de Dios. Nuestra lucha es creer que podemos regresar plenamente a (ser) Dios. 30Creemos que usted es el Camino para regresar a Dios. Pero es difícil creer que vamos a acompañarle en este viaje de regreso a (ser) Dios”. 31Jesús les respondió: “Sé que lo que digo es difícil de creer y aún más difícil de vivir. Sé que tendrán la tentación de huir cuando las cosas se pongan difíciles, pero he visto el Corazón de nuestro Papá. He visto también sus corazones y sé que son exactamente lo mismo. Esta Verdad se manifiesta mientras caminamos juntos por el Camino de regreso a la Divinidad. “Mañana muchos de ustedes se dispersarán y parecerá que estoy solo. Pero nunca estoy solo, porque mi Papá y yo somos Uno. Y Capítulo 17 1Cuando Jesús dijo estas cosas, levantó su corazón al cielo y dijo: “Papá, sé que me amas y sabes que te amo. Me pediste que hablara a todos acerca de su Divinidad, de su Vida Divina. Les he mostrado la Vida Divina, viviéndola. 2La Vida Divina es tu Vida. Eres 50 Juan 17 talmente y sin condiciones, han vislumbrado la realidad que son Amor (Amados). 7“Ahora saben que estas nuevas ideas no son solo mías, sino que vienen de ti. Su imagen de ti, Papá, está cambiando inmensamente porque han visto lo que he hecho en tu nombre. Les he transmitido todo lo que me has dicho en la oración. Les he enseñado que también pueden escucharte en la oración. Están comenzando a sentir que eres su “Papá”, en lugar de un distante potentado. 8“Entienden que he venido como tu voz de Amor, y que su Llamado es llevar esta Buena Nueva a todo el mundo. Todavía sienten miedo de la gran dimensión del Llamado; por eso nuestro trabajo de infundir Fe tiene que continuar. Tú dándome Fe, yo dando Fe a ellos y ellos dando Fe a quienes van a servir. Necesitamos incluirlos en nuestra Trinidad, en nuestra Vida. 9Este Vínculo de Ser Uno es la única manera para cumplir lo que les hemos pedido. Esta Vida Trinitaria, esta vida de Amor total, es el único fundamento sólido que puede apoyar Tu Plan de Amor. Todo lo mío es tuyo, todo lo tuyo es mío. Todo lo nuestro es de ellos. 10“Mañana dejaré el mundo material y volveré a casa junto a ti, Papá. Ahora más que nunca es mi Papá. Eres su Papá. Han comenzado a entender esto, aunque les es difícil creer que no solo yo, sino también ellos, son Divinos. 3Su fe creció en la medida en que se manifestaron los Dones del Espíritu. Estoy a punto de terminar lo que es posible ahora. Después de que haya trascendido, completaré lo que me has pedido hacer. 4A veces entienden con su mente, pero cuando Mi Espíritu se haya encarnado en sus vidas, sus corazones también se abrirán a esta Verdad. Esta Verdad les dará la Vida y les mostrará el Camino. 5“Les he enseñado cómo amar, y han aprendido que Dios es Amor. Les he mostrado que son Dios, y han comenzado a entender que son Amor. Han tenido algunas visiones gloriosas de esta nueva realidad y han respondido a tu Llamado para difundir tu Amor. Pero Tú, Yo y Espíritu tendremos que entrar completamente en sus corazones y llegar a ser plenamente ellos, antes de que puedan trascender de su manera puramente humana de creer. 6“Con la antigua tradición de creer que querías sacrificios, les ha sido difícil aceptar que lo que quieres es Amor; para que te amen a ti, para que se amen unos a otros, para que se amen a sí mismos. A medida que hemos demostrado que los amamos to51 Juan 17 en el mundo se encuentran encerrados en sentimientos de separación y miedo de estar cerca de ti. He enseñado la unidad y ser uno, pero algunos han optado por vivir en el infierno y rechazan la invitación al cielo. Pero ya que son Amor, son Dios, algún día llegarán al cielo, y por fin ¡Todos podremos Ser Uno verdaderamente! 15“No tenemos que sacar a nadie de sus creencias, podemos amarles en las nuestras. El Amor atrae; el Amor conquista, no por la fuerza, sino por la continua invitación y apertura. Con el tiempo su dolor, los fuegos del infierno, moverán sus corazones a entrar al cielo, donde nuestras puertas estarán siempre abiertas y nuestros corazones siempre acogedores. La Oveja perdida siempre será bienvenida por el Buen Pastor. 16“Aquellos que pusiste en mi camino están respondiendo a esta Invitación. Llévalos a tu Divinidad y llénalos con (tu) Verdad. 17Comparte tu Verdad con aquellos que buscan Verdad. Porque así como me enviaste al mundo, yo los estoy enviando al mundo. 18El mundo tiene sed de (tu) Verdad. El mundo está hambriento por tu Verdad. 19Siempre he caminado en la Verdad con Amor, como ejemplo para ellos, y como un ejemplo de lo que ellos también pueden hacer. importante que los acojamos en nuestros corazones y los apoyemos con nuestro Amor. Que los traigamos a nuestra Vida Trinitaria y Vida como ¡Uno en Amor! De lo contrario volverán a pensar que viven solos, más que en nuestro Amor. 11Ser Uno con Dios es una idea tan nueva, que cada día tendrán que sentir nuestro Amor, nuestra Presencia, nuestro Ser Uno con ellos. Nuestra Esencia es Presencia. Necesitan experimentar más esto para poderlo predicar. 12“He trabajado mucho para lograr esto, mientras caminaba con ellos. Lamentablemente uno de mis amigos no pudo abrirse a esta maravilla. Pero vamos a seguirlo amando hasta que logre sentir el Amor que es. Amor siempre triunfa, porque todo es Amor. Amor es lo único de lo que no estamos libres. Nuestra esencia entra de alguna manera en nuestros corazones y en nuestro entendimiento. 13“Mientras voy a Ti, digo estas cosas para que la Alegría que tenemos, Papá, se desborde en ellos y de ellos a todo el mundo. Necesitarán una fuerte dosis de Alegría en estos días que se acercan. Pero tenemos suficiente Gozo para llenar el mundo. 14“Les he enseñado todo lo que me has enseñado, pero muchos 52 Juan 17, 18 20“Mi corazón irá a quienes sean atraídos a su propia Divinidad, mediante el ministerio de mis queridos amigos. La necesidad de nuestro Amor se extenderá con la predicación de tu Palabra, tu Verdad, hasta que todo el mundo sea inundado en nuestro Amor. 21“Papá, quiero que ellos se amen tanto como nosotros. Que sean tan Uno como nosotros. ¡Que todos seamos Uno! Tú en mí, yo en ti, nosotros en ellos, ellos en nosotros. Esta unidad mostrará nuestra Divinidad y su Divinidad. Así se cumplirá lo que me has mandado. 22“La Divinidad que me diste la he dado a ellos, para que puedan ser Uno como nosotros. Yo en ellos y tú en mí, formando la Trinidad perfecta. 23Papá, quiero que el mundo sepa que el Amor que me pediste enseñar viene del Amor que eres. ¡Que sepan, que los amas tanto como me amas a mí! 24“Papá, te pido por quienes has puesto en mi camino, para que sean como yo. ¡Plenamente humano, totalmente Divino! ¡Quiero que no solo vean (mi) Divinidad, sino que también sean (mi) Divinidad! ¡La Divinidad que me diste desde el principio! 25“Mi querido Papá, el mundo no sabe que eres Amor. 26Pero yo lo sé y también quienes han caminado conmigo. 27Lo he dicho a quienes quisieron escuchar que eres Amor, y lo seguiré diciendo a través de quienes han visto y creído esta verdad. 28Que este mismo exacto Amor que tienes por mí, pueda estar en ellos como su Divinidad, como su verdadera Vida”. Capítulo 18 1Después de que Jesús dijo esto, salió a través del valle del Cedrón a un jardín con sus amigos. 2Judas sabía a dónde iban; 3entonces, con un destacamento de soldados y algunos asistentes de los sumos sacerdotes salió para el huerto, con armas y antorchas. 4Jesús era consciente de lo que pasaba, sin embargo, salió y les preguntó: “¿A quién buscan?”. 5Dijeron: “A Jesús de Nazaret”. Jesús dijo: “Yo soy”. Judas estaba con ellos. 6Cuando Jesús les dijo: “Yo soy”, algunos retrocedieron e incluso cayeron al suelo. 7Jesús preguntó de nuevo: “¿A quién están buscando?”. 8Respondieron: “A Jesús de Nazaret”. 8Jesús replicó: “Les he dicho que yo soy; si me buscan, dejen que los demás se vayan”. 10Pedro sacó su espada, golpeó al esclavo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha; su nombre era Malco. 11Jesús dijo a Pedro: “Guarde su espada. ¿No debo ha53 Juan 18 Pregúntele a quienes me han escuchado; ellos conocen mis enseñanzas”. 22Cuando Jesús dijo esto, uno de los sirvientes le dio una bofetada y dijo: “¿Esa es la manera de responder al Sumo Sacerdote?”. 23Jesús respondió, “Si he dicho algo malo, demuéstremelo: si no, ¿por qué me golpea?”. 24Entonces Anás lo envió atado al Sumo Sacerdote, Caifás. 25Pedro seguía calentándose junto al fuego. Quienes estaban a su alrededor le preguntaron, “¿No es usted también uno de ellos?”. 26Él lo negó, y dijo: “No, yo no soy”. 27Uno de los criados del Sumo Sacerdote, familiar de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, dijo, “¿No lo vi a usted en el jardín con él, esta noche?”. Pedro volvió a negarlo, y en ese momento cantó un gallo. 28Llevaron a Jesús de Caifás al Pretorio. Ya era la madrugada, y por eso los judíos no entraron en el palacio, por temor a contaminarse y no poder comer la Pascua. 29Pilatos salió y les preguntó “¿Qué cargos tienen contra este hombre?”. 30Ellos respondieron: “Si no fuera un malhechor, no lo hubiéramos traído ante usted”. 31Pilatos dijo: “Júzguenlo de acuerdo con su ley”. Los líderes judíos respondieron: “No tene- cer lo que Papá me ha pedido?”. 12Los que lo estaban buscando lo agarraron y lo ataron. 13Primero lo llevaron a Anás que era el suegro de Caifás, Sumo Sacerdote aquel año. 14Éste es el mismo Caifás que dijo a los líderes judíos que la muerte de un hombre beneficiaría a todo el pueblo. 15Pedro siguió a Jesús con otro amigo que conocía al Sumo Sacerdote. Este amigo entró en el patio de la casa del Sumo Sacerdote. 16Luego regresó a buscar a Pedro, quien había sido detenido en la puerta. Habló con la esclava del Sumo Sacerdote, que estaba a cargo de la puerta, para que dejara entrar a Pedro. 17La portera dijo a Pedro, “¿No es usted también uno de los amigos de ese hombre?”. Él replicó, “No, yo no soy”. 18Los criados habían hecho fuego con carbón y se calentaban, porque hacía frío. Pedro también estaba calentándose con ellos. 19Mientras tanto, el Sumo Sacerdote interrogaba a Jesús acerca de sus enseñanzas. 20Jesús le respondió, “He hablado abiertamente a quienes han querido escucharme. He enseñado regularmente en las sinagogas e incluso en el Templo, donde se reúnen los judíos. No he tratado de ocultar mi Mensaje. 21Entonces, ¿por qué me pregunta? 54 Juan 18, 19 Capítulo 19 mos autoridad legal para ejecutar a nadie”. 32Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús había dicho, acerca del tipo de muerte que tendría. 33Pilatos regresó al pretorio y preguntó a Jesús, “¿Es usted el Rey de los judíos?”. 34Jesús replicó: “¿Me pregunta eso por cuenta propia, o se lo han dicho otros de mí?”. 35Pilatos respondió: “No soy judío. ¿Soy? Su propio pueblo y los sumos sacerdotes lo han entregado a mí. ¿Qué ha hecho para que lo acusen?”. 36Jesús contestó, “Mi reino no es de este mundo. Si así fuera, mis sirvientes habrían impedido que fuera entregado a los líderes judíos. Pero por ahora mi reino no es de este mundo”. 37Pilatos preguntó, “¿Entonces usted es rey?”. Jesús respondió: “Usted puede decir eso, pero la razón por la que he nacido, la razón por la que he venido a este mundo es para enseñar la pura Verdad”. 38Pilatos se burló de esto y dijo, “¿Cuál es la pura Verdad?”. 39Dicho esto, volvió donde los judíos y les dijo: “No lo encuentro culpable de nada, y como es costumbre liberar a un prisionero en la Pascua, ¿quieren que libere al Rey de los judíos?”. 40Pero ellos gritaron: “No, a ese hombre no, sino a Barrabás”. Barrabás era un ladrón. 1Pilatos tomó a Jesús y ordenó que lo azotaran. 2Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la clavaron sobre su cabeza. Le pusieron un manto color púrpura para burlarse de él, y le decían, 3“¡Salve, Rey de los judíos!”, y lo abofeteaban. 4Una vez más, Pilatos salió y les dijo: “Miren, lo traigo nuevamente para mostrarles que en no encuentro culpa en él”. 5Jesús apareció con la corona de espinas y el manto púrpura. Pilatos les dijo: “¡Aquí está!”. 6Cuando los sumos sacerdotes y sus asistentes vieron a Jesús, gritaron: “¡Crucifíquelo! ¡Crucifíquelo!”. Pilatos dijo: “Tómenlo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no lo encuentro culpable”. 7Los líderes judíos respondieron: “Según nuestra ley debe ser ejecutado, porque ha proclamado ser Dios”. 8Cuando Pilatos oyó esto, se alarmó; 9regresó al pretorio y preguntó a Jesús: “¿De dónde es usted?”. Jesús no respondió. 10Pilatos se disgustó y dijo: “No se da cuenta de que tengo el poder de liberarlo o crucificarlo?”. 11Jesús respondió: “Usted no tiene poder por sí mismo, sino solamente el que ha sido dado por Dios. Por eso, quien me ha entregado a usted tiene mayor responsabilidad”. 55 Juan 19 12Desde 23Después ese momento Pilatos buscaba la manera de liberarlo, pero los líderes judíos gritaban desaforados: “Si lo libera, traicionará al César. Quien diga que es rey, es rebelde contra el César”. 13Al oír esto, Pilatos sacó a Jesús y se sentó en el tribunal. 14Era cerca del mediodía, el día de la preparación de la Pascua. Pilatos dijo a los judíos: “Aquí tienen a su rey”. 15Gritaban: “Sáquelo de aquí. ¡Crucifíquelo!”. Pilatos preguntó: “¿Realmente quieren que crucifique a su rey?”. Los sumos sacerdotes respondieron: “No tenemos más rey que el César”. 16Entonces Pilatos les entregó a Jesús, para que lo crucificaran. 17Sacaron a Jesús cargado con su propia cruz a un lugar llamado la Calavera, donde lo crucificaron. 18Otros dos fueron crucificados con él, uno a cada lado y Jesús en el centro. 19Pilatos ordenó poner en la cruz un letrero, que decía: “Jesús de Nazaret, Rey de los judíos”. 20Muchos judíos leyeron el letrero porque el lugar donde fue crucificado estaba cerca de la ciudad. El letrero estaba escrito en hebreo, latín y griego. 21Los sumos sacerdotes protestaron y pidieron a Pilatos que cambiara el letrero, para que escribiera: “Dijo que era Rey de los judíos”. 22Pilatos dijo: “El letrero queda como está”. de que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos y los dividieron en cuatro partes, una para cada soldado. 24Sobre su túnica decidieron echarla a suertes, ya que era tejida en una sola pieza. Con esto se cumplió la Escritura, que dice: “Se repartieron mis vestidos y los echaron a suerte”. 25Al pie de la cruz de Jesús estaban María, su madre, María Magdalena, su esposa y María, su hermana. 26Cuando Jesús vio a su madre y al amigo que quería de manera especial, les dijo: “Mamá, éste es su hijo”. 27Luego dijo a su amigo: “Ella es su Mamá”. Desde ese día María vivió en casa de Juan. 28Después de esto Jesús sabía que solo faltaba una cosa para que se cumpliera la escritura, y dijo: “Tengo sed”. 29Había allí una vasija llena de vinagre; un guardia mojó una esponja en ella y la acercó a la boca de Jesús. 30Cuando Jesús bebió un poco de vinagre dijo: “Todo está cumplido”. Inclinó la cabeza y regresó a su Papá. 31Puesto que era el día de la Preparación de la Pascua, los líderes judíos pidieron a Pilatos que rompieran sus piernas para que murieran pronto y no dejarlos colgados en las cruces durante el Día de Fiesta. 32Los soldados 56 Juan 19, 20 la esposa de Jesús, María Magdalena, vino al sepulcro con algunos miembros de la familia, y vieron que la piedra que tapaba la entrada había sido movida. 2No podía entender lo que había sucedido, y se quedó afuera del sepulcro, llorando. 3Finalmente se inclinó para mirar dentro, y vio que estaba vacío. 4Cuando se volvió, vio a Jesús, pero no lo reconoció a causa de sus lágrimas. 5Jesús le dijo: “María, ¿por qué llora? ¿No ve lo que ha sucedido?”. 6Todavía no entendía; entonces Jesús le dijo amorosamente: “¡María!”. 7Ella se lanzó hacia Jesús y le dijo: “¡Mi amor!”, y se llenó de lágrimas, mientras se abrazaban. 8Jesús le dijo, “Sé que mi cuerpo es diferente, pero mi corazón es el mismo”. 9Se abrazaron, conversaron un rato y luego Jesús le dijo: “Por favor, vaya ahora y dígale a mis amigos que voy a ascender a mi Papá y su Papá; a mi Dios y su Dios”. 10Entonces María Magdalena corrió donde los amigos, a contarles lo que había sucedido y lo que Jesús le había dicho. 11Pedro y Juan no le creyeron y salieron de inmediato para la tumba. 12Iban corriendo, pero Juan era más rápido y llegó primero. 13Se agachó y vio las ropas de lino tiradas allí, pero no entró. vinieron y quebraron las piernas a los dos que estaban crucificados con Jesús. 33Cuando llegaron a Jesús, ya estaba muerto, por lo que no le quebraron las piernas. 34Uno de los soldados clavó la lanza en su costado y salió sangre y agua. 35El que lo vio y dio testimonio de esto es digno de confianza, así que pueden creerlo. 36Estas cosas sucedieron para que se cumpliera lo que dice la escritura: “Ni un solo hueso le será quebrado”. 37Y en otro pasaje la escritura dice: “Mirarán al que traspasaron”. 38Después de esto, José de Arimatea, amigo clandestino de Jesús, pidió a Pilatos el cuerpo para darle sepultura. Pilatos concedió el permiso; 39Nicodemo, que había visitado a Jesús por la noche, trajo unas cien libras de ungüento a base de mirra y áloe para embalsamarlo. 40Tomaron el cuerpo de Jesús, lo ungieron y lo envolvieron con la tradicional ropa de lino para la sepultura. 41Había una tumba nueva en un jardín cerca al lugar donde Jesús había sido crucificado. 42Allí pusieron el cuerpo de Jesús, pues ya era Día de Preparación. Capítulo 20 1Aquel domingo de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, 57 Juan 20, 21 14Pedro ces sus amigos le contaron que habían visto al Maestro. 25Pero Tomás dijo: “A menos que meta mis dedos en los agujeros de clavos de sus manos y mi mano en su costado, no creo que lo hayan visto”. 26El siguiente domingo estaban de nuevo reunidos con las puertas cerradas. Esta vez Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó y les dijo: “Paz a ustedes”. 27Luego dijo a Tomás: “Meta sus dedos en mis manos y su mano en mi costado, para que realmente crea”. 28Tomás lo hizo y dijo: “Mi Maestro”. 29Jesús dijo, “Ha sucedido esto, para ayudar a creer a quienes no me verán, como usted ha creído”. 30Jesús hizo muchas otras señales maravillosas, para que sus amigos comprendieran quién era Él y quienes eran ellos. La mayoría no están escritas en este Evangelio; 31pero las que están se han escrito para que puedan llegar a creer que Jesús es Cristo y también su hermano. ¡De modo que, sabiendo y creyendo esto puedan darse cuenta de que su Vida Divina viene a través de la Vida Divina (de Él) y que su Hermandad los hace también hijas e hijos de Dios! llegó y entró derecho a la tumba. Vio las ropas de lino puestas allí y el sudario de su cabeza. 15Juan finalmente entró al sepulcro. 16Miró a su alrededor y se dio cuenta de que era verdad que Jesús había resucitado. 17Antes de esto no habían entendido lo que Jesús había dicho sobre la resurrección. 18Luego volvieron al lugar donde estaban escondidos. 19Esa tarde los mismos amigos estaban reunidos, con las puertas cerradas por miedo a los líderes judíos. Jesús se presentó en medio y les dijo: “¡Paz, hermanas y hermanos!”. 20Les mostró las manos y el costado. Los amigos se alegraron mucho de verle. 21Él les dijo otra vez: “Paz”. “Así como mi Papá me ha enviado, así los envío yo”. 22Sopló sobre sus cabezas y dijo, “Reciban mi Espíritu. Les he dado Paz y Espíritu, para que los lleven a todo el mundo. ¡Anuncien a todo el mundo que son amados por Dios y que de hecho, son Dios! 23De otra manera seguirán creyendo que son pecadores, y quienes creen que son pecado tienden a pecar, mientras que ¡quienes creen que son amados tienden a amar!”. 24Tomás, uno de los doce, no estaba cuando vino Jesús; enton- 58 Juan 21 Capítulo 21 ciento cincuenta y tres peces grandes y aún no se había roto. 12Jesús les dijo: “Vengan a desayunar”. Estaban tan sorprendidos por la presencia de Jesús, que no atinaban a decir nada. 13Jesús se acercó y les dio el pan y los pescados. 14Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció después de haber resucitado de entre los muertos. 15Después del desayuno, Jesús preguntó a Pedro tres veces si lo amaba. Cada vez Pedro respondió. Cada vez diciendo que amaba a Jesús; cada vez Jesús le dio instrucciones para el ministerio del Amor. 16La última vez Pedro se entristeció y dijo: “Maestro, usted sabe todo, sabe que lo amo”. 17Esto sucedió para darle a Pedro la oportunidad de sanar sus tres negaciones la noche antes de la crucifixión. No porque Jesús lo necesitara, sino porque Pedro lo necesitaba. 18Finalmente Jesús dijo a Pedro: “Cuando era joven, usted mismo se vestía e iba donde quería; pero cuando sea viejo levantará las manos, alguien lo vestirá y lo llevará donde no quiera”. 19Dijo esto para indicarle el tipo de muerte con el que Pedro trascendería a Dios. 1Después de esto Jesús se apa- reció a sus amigos junto al mar de Tiberiades, y esto fue lo que sucedió. 2Pedro, Tomás, Natanael, Santiago, Juan y otros dos amigos estaban juntos. 3Pedro dijo: “Voy a pescar”. Los otros amigos querían ir con él. Se fueron en la barca, pero en toda la noche no pescaron nada. 4Cuando era de madrugada Jesús apareció en la orilla. Sin embargo, los amigos no lo reconocieron. 5Jesús les dijo: “Hermanos, ¿pescaron algo?”. Respondieron: “No”. 6Les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca, y encontrarán algo”. Entonces echaron la red y casi no podían sacarla debido a la gran cantidad de peces. 7Juan dijo a Pedro: “¡Es el Maestro!”. Cuando Pedro lo oyó, se envolvió en su ropa y se lanzó al mar. 8Los otros remaron llevando la barca a la orilla, ya que solo distaban unas cien yardas, y arrastraron la red llena de peces. 9Cuando desembarcaron, vieron algunos pescados sobre brasas y pan. 10Jesús les dijo: “Traigan los peces que acaban de pescar”. 11Pedro volvió a la barca y trajo la red, que tenía 59 Juan 21 20Después dijo a Pedro: “Sígame”. Pedro se volvió y vio a Juan, el amigo que se había inclinado sobre el pecho de Jesús en la Última Cena. 21Al ver a Juan, Pedro preguntó a Jesús: “Maestro, ¿y éste qué?”. 22Jesús le dijo: “Si quiero que se quede hasta que yo vuelva, ¿por qué se preocupa?”. 24Éste es el mismo amigo que da testimonio de estos hechos, los cuales pueden ser creídos, porque estaba allí. 25Hay muchas otras cosas que Jesús hizo y no están en este libro. Pues si escribiéramos todo no alcanzaría el mundo entero para contener los libros que tendrían que ser escritos. 60 Evangelio de San Mateo Capítulo 1 “Juan es aquel de quien habló el Profeta Isaías: “el que clama en el desierto, para ayudar a la gente a encontrar el camino que lleva a Dios”. 4Juan creía que el camino para encontrar a Dios era dejar el mundo; por eso tenía su vestido hecho de pelo de camello y comía solo langostas y miel silvestre. 5El hambre de Dios en la gente había llegado a ser tan fuerte, que algunos venían de Jerusalén, 6de toda Judea y de toda la región, para escucharle y ser bautizados por él en el río Jordán. 7Cuando vio que también venían personas ricas y poderosas, les advirtió que no trataran de buscar a Dios en el mundo externo, porque solamente podían encontrarlo en el interior de sus corazones. 8Les dijo que sus acciones debían provenir de sus corazones, de su amor y no de la arrogancia, ni del deseo de 18Comenzamos con el nacimiento de Jesús. Poco después que María y José se casaran, ella quedó embarazada. 19Un ángel se apareció en sueños a José y le dijo: “José, hijo de David, su esposa María dará a luz un hijo, y se llamará Jesús (Dios en nosotros)”. 22Todo esto sucedió para que se cumpliera la profecía de Isaías: 23“La joven dará a luz un hijo, que mostrará que Dios está en nosotros”. Cuando su tiempo llegó, Jesús nació en Belén de Judea. Capítulo 3 1Después de muchos años apareció Juan el Bautista en el desierto de Judea. 2Decía: “Revisen sus vidas y dense dónde está Dios”. 3Había quienes decían: 61 San Mateo 3, 4 dinero ni de poder. 11Juan decía: “Bautizo con agua para ayudarles a limpiar y replantear sus vidas. Pero vendrá alguien que les bautizará con fuego y Espíritu, y les transformará sus vidas. He venido para ayudarles a limpiar sus corazones; ya vendrá quien les dará ojos nuevos y corazón nuevo”. 13Más tarde Jesús vino desde Galilea hasta el Jordán a ser bautizado por Juan. 14Juan lo reconoció y pidió ser bautizado por Jesús. 15Jesús respondió: “Ahora quiero ser bautizado por usted”. Entonces Juan lo bautizó. 16Inmediatamente después que Jesús fue bautizado y salió del agua, los cielos se abrieron y Jesús vio el Espíritu de Dios descender sobre él en forma de paloma. 17Una voz del cielo dijo: “Eres mi Hijo amado; verdaderamente te amo”. puede hacer que estas piedras se conviertan en pan”. 4Él respondió: “No solo se vive de pan, solamente se vive en Dios”. 5Luego en una visión desde la parte más alta del templo, miró hacia abajo y una voz le dijo: 6“¡Salte! Demuestre que usted es Dios, mostrando su poder”. 7Entonces Jesús dijo: “Ser Dios no es para exhibirse, sino para el servicio y el amor”. 8En la siguiente visión, Jesús se encontraba en la montaña más alta y podía ver todo sin límites. 9La voz le dijo: “Éste es su reino, tómelo y siéntase orgulloso de él”. 10Jesús respondió: “Mi Reino está en los corazones de mujeres y hombres. No reino, simplemente vivo allí”. 11La voz enmudeció y Jesús regresó con sus amigos. 12Cuando Jesús oyó que Juan había sido arrestado, regresó a Galilea. 13Pasó de Nazaret a Cafarnaum, cerca del mar. 16Allí Jesús comenzó a mostrar su gran luz a quienes estaban perdidos en la oscuridad. 17Comenzó a predicar, diciendo: “Revisen sus vidas y dense cuenta dónde está Dios”. 18Después, Jesús fue a caminar por el mar de Galilea y vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, que echaban la red, porque eran pescadores. 19Les dijo: “Vengan, los haré pescadores de personas”. 20Y dejándolo todo lo siguieron. Capítulo 4 1Un ángel vino y se llevó a Jesús al desierto para que le hiciera frente a sus miedos, antes de comenzar su ministerio. Debía superar tres falsas creencias para mantener puro su Mensaje. Pasó cuarenta días y cuarenta noches en oración y ayuno, como preparación. 2Cuando terminó, sintió hambre. 3Escuchó una voz que le decía: “usted es Dios, por tanto 62 San Mateo 4, 5 21Caminando un poco más adelante vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, en una barca, arreglando sus redes con su padre Zebedeo. 22También los llamó, y ellos, dejando la barca, lo siguieron. 23Jesús recorrió toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciado la Buena Nueva y curando todo tipo de enfermedades y dolencias de la gente. 24Esta noticia se extendió a toda Siria, atrayendo a quienes sufrían de algún dolor o enfermedad, y Él los curaba a todos. 25Grandes multitudes comenzaron a seguirlo a todas partes. aman, porque serán amados”. 8“Bienaventurados los limpios de corazón, porque pronto serán Dios”. 9“Bienaventurados los pacificadores, porque son hijas e hijos de Dios”. 10“Bienaventurados los que sufren persecución por su amor a Dios, porque Dios ya está en ellos”. 11“Bienaventurados ustedes cuando sufran persecución, maltrato y calumnia por mi causa, 12porque éstos son los mismos dolores de parto que experimentaron los profetas para entrar en el cielo; a ustedes les sucederá como a ellos”. “Antes ustedes nacían en el mundo, ahora nacen en Dios”. 13Jesús hizo una pausa para que la gente tuviera tiempo de asimilar estas verdades sorprendentes. Luego continuó diciendo: “Cuando se den cuenta que Dios está en ustedes, sabrán que su llamado es para agregar este sabor a las vidas de quienes les rodean. Si ustedes no lo hacen, ¿quién lo hará? Se perderá una gran oportunidad”. 14“Ustedes son el canal para que la luz del Amor Divino llegue a cada persona que encuentren y a cada cosa que hagan. 15Esta luz del amor debe brillar desde sus corazones y desde sus ojos, de tal manera que cualquier sombra Capítulo 5 1Un día, viendo la multitud, Jesús subió con sus apóstoles a la ladera de una montaña, para compartir con la gente. 2Se sentó y dijo: 3“Bienaventurados los pobres, porque saben dónde vive Dios”. 4“Bienaventurados los que están tristes, porque tendrán motivos para alegrarse”. 5“Bienaventurados los mansos, porque ya se han apropiado de su mundo”. 6“Bienaventurados quienes tienen hambre y sed de Dios, porque Él ha venido a vivir en ellos”. 7“Bienaventurados quienes 63 San Mateo 5 31La de miedo se transforme en amor. 16Abran sus corazones al amor y ayuden a otros a recorrer este camino con ustedes hacia Dios”. 21“El antiguo mandamiento decía: no matar a nadie. Mi nuevo Mandamiento es: No odien a nadie. El odio viene de la ira, la ira viene del miedo, el miedo viene de una falta de amor, y Dios es Amor. 22Si su corazón se inclina hacia la ira o el odio, gírelo entonces hacia Dios. De esta manera, incluso quienes ustedes consideren enemigos pueden orientarlos hacia Dios. 23Cuando comiencen a orar y recuerden que su hermana o hermano tiene algo contra ustedes, 24vayan a reconciliarse con esa persona y empiecen de nuevo su oración. 25Porque, como oramos para acercarnos a Dios, debemos darnos cuenta que nuestras hermanas y hermanos también son Dios. 26Dejen que esta Verdad fluya en su vida, para que traten a los demás de la misma manera que tratarían a Dios. 27El antiguo mandamiento decía: no cometan adulterio. Mi nuevo mandamiento es: respeten a todo el mundo como respetarían a Dios. 28La atracción sexual es algo natural, y como tal debe ser honrada; el acto sexual debe ser siempre una decisión basada en el respeto y en el amor, y fundada en que es manifestación de Dios. ley antigua decía: quien quiera divorciarse debe presentar certificado de divorcio. 32Mi nueva ley es que nadie debería divorciarse, a menos que haya luchado por la vida del matrimonio y éste haya muerto. 33Dios es la Verdad: por lo tanto, siempre digan la verdad. 34Digan “sí” cuando hay que decir “sí” 35y digan “no” cuando hay que decir “no”. 36Cualquier otra cosa no es de Dios. 38La ley antigua decía: ‘ojo por ojo y diente por diente’. 39Mi nueva ley es: no hagan daño a quien les haya hecho daño. 41Si alguien les pide acompañarle un kilómetro, acompáñenle dos. 42Dense cuenta que todo es de Dios, y ustedes son simplemente administradores de lo que creen que les pertenece; sean muy generosos con quien les pida o solicite prestado. Si tienen más de lo necesario, deben darlo a quien necesita. A veces deben dar aun lo que creen que necesitan, sabiendo que Papá siempre proveerá. 43La antigua creencia era: ‘amar a nuestros prójimos y odiar a nuestros enemigos’. 44Lo que quiero que hagan es amar a sus enemigos y orar por quienes los persiguen. 45Esto mostrará que son hijas e hijos de nuestro Papá, cuya luz brilla para todo el mundo y cuya lluvia refresca a justos 64 San Mateo 5, 6 e injustos. 46Porque todo el mundo ama a sus amigos, y esto no refleja la profundidad del amor de Dios. 47Si saludan solamente a sus familiares y a sus amistades, ¿no hacen esto también quienes no creen en Papá? Por lo tanto, esfuércense en amar a todos, tal como Papá lo hace”. mos, 10permite que te sintamos en nuestros corazones y te veamos en nuestras acciones. 11Por favor, danos lo que necesitamos hoy y ayúdanos a compartir lo que no necesitamos. 12Permítenos que tratemos a los demás con el mismo amor y generosidad con que nos tratas. 13Mantennos siempre en el camino hacia Ti”. 14“El perdón es siempre la llave de la paz en sus corazones. 15Pues si Dios perdona a todo el mundo, ¿cómo no hacer nosotros lo mismo? 16Cuando ayunen, nadie más debe saberlo. 17Así mantendrán sus corazones centrados en Dios y no en lo que piensen los demás de ustedes”. 19“Mantengan su corazón puro y sus valores claros, para que no piensen que las cosas materiales pueden traerles felicidad, pues todas esas cosas pasarán. 20Solo el tesoro espiritual dura para siempre. 21Recuerden que donde creen que está su tesoro, allí estarán sus corazones”. 22“El ojo es la lámpara del cuerpo. Si su ojo está claro, todo el cuerpo es luz; 23pero si su ojo está nublado, todo su cuerpo estará en la oscuridad. No hay mayor oscuridad que la oscuridad interior”. 24“Nadie puede servir a dos señores que tengan ideas diferentes. Ustedes no pueden servir a Dios y Capítulo 6 1“Estén seguros de hacer las buenas obras en secreto, para no hacerlas por razón equivocada. 2Deben dar para el beneficio de otros, y no para su propia vanagloria. 3Cuando practiquen la caridad, no dejen que su mano izquierda sepa lo que hace su derecha. 4Su corazón es la única parte que necesita saberlo”. 5“Cuando oren, háganlo también en privado, de tal manera que su corazón se mantengan centrados en Dios y no en lo que los demás están pensando de ustedes. 6Cuando oren, cierren la puerta, entren en su corazón, simplemente escuchen a Papá y hablen con Él. 7Cuando oren, conversen simplemente, como lo hacen con su mamá o su papá humanos. 8De todas maneras, su Dios ya conoce todo acerca de ustedes y lo que hay en sus corazones. 9Cuando oren, digan simplemente: Papá, padre de todos, realmente te ama65 San Mateo 6, 7 Capítulo 7 al dinero, porque contienen ideas muy distintas”. 25“También les digo, no se preocupen por lo que van a comer, por lo que van a beber o por lo que van a vestir. ¿No es la vida más importante que el alimento, y el cuerpo más importante que la ropa? 26Miren las aves, no siembran, ni cosechan, ni almacenan alimentos en los graneros, pero nuestro Papá celestial cuida de ellas. Entonces, ¿por qué piensan que no va a cuidar de ustedes?”. 27“Por otro lado, ¿quién de ustedes, con preocuparse, puede añadir un minuto a su vida? 28Y, ¿por qué preocuparse por el vestido? Miren cómo viven los lirios del campo. 29No tejen sus vestidos y ni siquiera Salomón en todo su esplendor vistió tan bellamente como uno de ellos. 30Si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es y mañana no, ¿no hará mucho más por ustedes?”. 31“Así que, no se preocupen por lo que van a comer o a beber o a vestir. 32Quienes no confían en Papá, se preocupan de estas cosas. 33Quiero que busquen a Dios en sus corazones, y cuando encuentren su reflejo allí sabrán que todas estas cosas serán atendidas. 34De manera que no se preocupen por el mañana, vivan el ahora, porque allí es donde se encuentra a Dios”. 1“Sean conscientes de cómo juzgan a los demás, para que puedan aprender a juzgarse ustedes mismos. 2Lo que hacemos a los demás refleja lo que nos hacemos a nosotros mismos. 3Si ve algo en el ojo de su hermano, 4mire primero sus propios ojos en el espejo, antes de hacer algo por él. 5En última instancia no hay “otro”, porque todos somos uno”. 7“Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; aquel que busca, encuentra, y a quien llama, se le abre. 9¿Quién de ustedes, cuya hija o hijo pide un pan, le daría una piedra, 10o si le pide un pescado le daría una serpiente? 11De manera que si ustedes saben lo que es bueno para darles a sus hijos, imagínense lo que su Papá celestial dará a quienes le piden. 12Podemos simplificar esto en una frase sencilla: Como ustedes quieren ser tratados, así es como deben tratar a los demás”. 15“Si quieren saber si la gente es digna de su confianza, miren lo que hacen.16Conocerán la clase de persona con quien tratan, más por lo que hacen que por lo que dicen”. 21“Estén seguros de armonizar su voluntad con la de Dios; de lo 66 San Mateo 7, 8 3. Jesús extendió su mano y le tocó, diciendo: “Quiero, queda limpio”, y al instante su lepra desapareció. 4Jesús le dijo: “No le diga a nadie esto. Entre en lo más profundo de su corazón y agradézcale a Dios que lo ha limpiado”. 5Más tarde fue a Cafarnaum. Mientras estaba allí, un centurión se acercó y le dijo: 6“Maestro, mi sirviente está en casa, paralizado y en gran agonía”, 7Jesús le dijo: “Iré y le sanaré”. 8El centurión respondió: “No me siento digno que venga a mi casa. Solo diga una palabra y mi sirviente sanará. 9Estoy también bajo autoridad, tengo autoridad sobre otros; si digo a un soldado “¡Vaya!”, él va; y si digo a mi sirviente: “Haga esto”, él lo hace”. 10Cuando Jesús lo escuchó, quedó maravillado y dijo: “Rara vez encuentro a alguien con tanta fe, como este romano. 11Muchos como él se sentarán en el cielo en la mesa de Abraham. 13Jesús dijo al centurión: “Usted ha creído; por lo tanto, su sirviente sanará”. En ese momento el criado del centurión fue sanado. 14Luego Jesús fue a casa de Pedro, cuya suegra se encontraba enferma en cama. 15Entró, le tocó su mano y quedó sanada. Ella se levantó y comenzó a servirles. contrario habrá división en su interior. 22Porque Dios habita en lo más profundo de sus corazones, y el corazón es la parte más profunda del ser. 23Luchar contra la voluntad de Dios es luchar contra sí mismos, porque en lo más profundo de su ser ustedes son Dios. 24Quienes armonizan su voluntad con la de Dios, son como los que construyen su casa sobre roca. 25Siempre hay cosas en la vida que se sienten como tormentas, pero una casa construida sobre piedra puede soportarlas. 26Quienes se enfrentan a la voluntad de Dios son como aquellos que construyen su casa sobre arena; cuando vienen las tormentas, la lluvia arrasa con ella. 27Resistir a Dios, que es amor, es resistir al Amor, y esto nunca nos trae la felicidad que todos buscamos”. 28Cuando Jesús terminó de hablar, la muchedumbre quedó muy impresionada, 29porque enseñaba con autoridad y no como los escribas, que repetían como loros lo que habían oído de otros. Capítulo 8 1Cuando Jesús bajó de la montaña lo siguió una gran multitud. Un leproso se acercó y, arrodillándose delante, 2le dijo: “Maestro, si quiere, puede limpiarme” 67 San Mateo 8, 9 Capítulo 9 16Esa noche le trajeron mucha gente poseída y enferma, y Jesús los sanó a todos. 18Después decidieron bajar al lago; como había mucha gente, Jesús decidió ir al otro lado. 19En ese momento se acercó un escriba y le dijo: “Maestro, quiero seguirlo a donde vaya”. 20Jesús le respondió: “Las zorras tienen guaridas, los pájaros tienen nidos, pero yo no tengo un lugar fijo en este mundo. 21Si en verdad quiere seguirme, 22tendrá que mirar más allá de las cosas de este mundo”. 23Luego subió a la barca con sus amigos. 24Una fuerte tormenta sobrevino en el lago y las olas zarandeaban la barca y amenazaban con hundirla. 25Mientras esto sucedía, Jesús dormía; entonces lo despertaron y le dijeron: “Maestro, nos vamos a ahogar, sálvenos”.26Jesús les respondió: “Su fe es todavía débil; no hay nada que temer”. Luego se levantó, le habló al viento y a las olas, y vino una gran calma. 27Quienes estaban con él, dijeron: “¿Qué clase de hombre es éste que hasta puede calmar el viento y el mar?”. 28Cuando llegaron a la otra orilla del lago, dos hombres que vivían entre las tumbas salieron a su encuentro. 29Ambos tenían energías negativas y comenzaron a gritar. 30Jesús los sanó y les pidió que siguieran su camino. 1Jesús regresó a casa en barca. llevaron a un paralítico en una camilla. Cuando Jesús vio su fe, dijo: “Animo, hijo mío, usted es apreciado a los ojos de Dios”. 3Algunos escribas que estaban allí pensaron para sí mismos: “¡Este hombre blasfema! ¿Cómo puede conocer el corazón de Dios?”. 4Jesús sabía lo que pensaban, y dijo: “¿Por qué piensan estas cosas; 5qué es más fácil, conocer el corazón de Dios o decirle a este hombre levántese y ande?”. 6Para mostrarles que conozco el corazón de Dios (le dijo al paralítico): Levántese y vaya a su casa”. 7El hombre se levantó y se fue caminando a su casa. 8Cuando la multitud vio esto, se asustaron enormemente y dieron gracias a Dios por lo que habían visto hacer a Jesús. 9Jesús siguió caminando y vio a un hombre llamado Mateo, en la oficina de recaudo de impuestos. Jesús le dijo: “Venga conmigo”. Él se levantó y lo siguió. 10Fueron y se sentaron en otro puesto de recaudo de impuestos. Otros recaudadores y otras personas no muy recomendables se sentaron con ellos. 11Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los amigos de Jesús, “¿Por qué su maestro come con esta clase 2Le 68 San Mateo 9 de gente?”. 12Jesús los oyó, y dijo: “No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. 13Traten de entender lo que dijo el profeta: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar solo a quienes están cerca de Dios, sino a quienes se sienten abandonados por Dios”. 14Quienes estaban con Juan vinieron a decirle: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos y usted y sus amigos no?”. 15Jesús les respondió: “¿No acaban de escucharme? Amor es lo que quiero, y no sacrificios. Ustedes ayunan para sacrificarse, pero sería mejor si ayunaran, para abrir sus corazones completamente a Dios”. 16Tengan en cuenta que no se debe remendar un vestido viejo con un pedazo de tela nuevo. Si lo hacen, el parche se encogerá y se hará un roto aún mayor. 17No se debe almacenar vino nuevo, todavía en fermentación, en odres viejos, porque reventará las pieles. Por eso no traten de unir ni sobreponer mis enseñanzas con sus antiguas creencias. Es necesario empezar con nuevas creencias, para poder asimilar lo que estoy enseñando”. 18Mientras hablaba, un legislador se acercó y le dijo: “Mi hija acaba de morir; por favor, venga y ponga sus manos sobre ella y trái- gamela de nuevo a la vida. 19Jesús y sus amigos se levantaron y le siguieron. 20En su camino a casa, una mujer que había sufrido una hemorragia vaginal durante doce años (Que la hacía impura de acuerdo con la ley judía, y no le permitía tocar a nadie), se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de su túnica, 21pues ella misma se decía: “Si puedo solo tocar su manto, quedaré sana”. 22Jesús sintió que le tocaban, se volvió y dijo: “Alégrese, su fe la ha sanado”. La mujer quedó completamente curada. 23Cuando llegaron a casa del legislador, había un gran grupo de dolientes. 24Jesús les dijo que salieran, porque la niña no estaba muerta, sino solo dormida. Mientras salían, algunos hicieron comentarios sarcásticos. 25Después que salieron, Jesús entró en el dormitorio, la tomó de la mano y la levantó. 26Noticias como ésta se extendieron por toda el país. 27Cuando Jesús se alejaba de allí, dos ciegos le gritaron: “Si pudo levantar a la muchacha de entre los muertos, seguramente puede curar nuestra ceguera”. 28Jesús se acercó y les preguntó: “¿Creen que realmente puedo curarlos?”. Respondieron: “¡Sí, lo creemos!”. 29Se acercó, les tocó los ojos y dijo: “Así como han creído, así sucederá”. 30Sus ojos 69 San Mateo 9, 10 se abrieron y pudieron ver. 31Les dijo que no dijeran a nadie esto, pero ellos salieron y lo contaron a todo el mundo. 32Cuando salían, un mudo poseído por una energía negativa se acercó a Jesús. 33Jesús le ordenó a la energía negativa que saliera y el hombre comenzó a hablar. La multitud que lo vio, dijo: “Nada como esto se había visto antes”. 34Algunos fariseos que estaban allí, dijeron: “Puede manejar estas energías negativas, porque tiene alianzas con el príncipe de la negatividad”. 35Jesús recorría todos los pueblos y villas anunciando la Buena Nueva y sanando a todos los que estaban enfermos. 36Al ver que mucha gente necesitaba la Buena Nueva y sanarse, sintió compasión y amor, porque parecían ovejas sin pastor. 37Entonces dijo a sus amigos: “Oren para que Papá envíe más pastores, más predicadores, y que muchos reciban este Llamado y respondan a él. 38Porque las posibilidades del Amor son enormes, si la gente simplemente responde a su Llamada”. tos son sus nombres: Pedro y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan; 3Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; 4Santiago y Tadeo, Simón el Zelote, y Judas Iscariote, que más tarde lo traicionó. 5Jesús envió a los doce con estas instrucciones: 7“Mientras caminan juntos por todas partes, díganle a la gente que Dios vive en sus corazones. 8Sanen enfermos, revivan muertos, limpien leprosos y expulsen las energías negativas. Les doy la habilidad de hacer esto sin ningún costo; por lo tanto, ejerciten estos dones sin cobrar. 9No lleven dinero, ropa extra, ni cosas de sobra. 10De esta manera sabrán que yo cuidaré de ustedes”. 11“Cada vez que entren en una ciudad o en un pueblo, sigan su corazón hacia el hogar de alguien que ustedes creen que se abrirá a nuestro Mensaje; 12quédense con esa familia mientras estén sirviendo a esa comunidad. 13Quienes abran su corazón, sentirán la paz que les trae su presencia. 14Si la gente no los recibe, bendíganles y sigan adelante”. 16“¡Sean conscientes que los envío como ovejas en medio de lobos. 17Sean sutiles como las serpientes y humildes como las palomas.18Serán llevados ante las autoridades oficiales y serán Capítulo 10 1Jesús llamó a sus doce apóstoles y les dio la capacidad para expulsar energías negativas y para sanar toda enfermedad. 2Es70 San Mateo 10 der la vida, pero nunca el amor. 31Así que no hay absolutamente nada que temer”. 34“He venido a traer la Verdad al mundo, y la Verdad no siempre trae la paz al comienzo, pues muchos se resisten y otros hasta se oponen a ella. 35Habrá divisiones hasta en las familias, entre los que aceptan la Verdad y quienes la rechazan. 36Incluso se pondrá la hija en oposición a la madre y el hijo y al padre. No permitan que esto les desanime, 37pues la Verdad siempre encontrará un hogar en nuestros corazones, aun si nuestros oídos inicialmente la rechazan. 38Así que pongan el corazón en la Verdad y encontrarán el Camino que conduce a la vida. 39La Verdad siempre termina en vida, aunque el cuerpo termine en muerte”. 40“El Mensaje principal que quiero que enseñen, es que todos son hijas e hijos de Dios, todos han renacido en la vida de Dios, vida Divina. 41Díganle a la gente que si dejan entrar a Dios en sus corazones, descubrirán que Él ha estado siempre ahí. Esta semilla de Vida Divina que está plantada en cada corazón, crecerá y envolverá toda la persona. 42Ésta es la Verdad que da vida. Es la Verdad que trae paz. Porque si todas las personas son Divinas, golpeados por miembros de la sinagoga. 19Pero no se preocupen por ninguna de estas cosas. 20Si son llevados ante los tribunales, tampoco se preocupen, pues el Espíritu de Dios les inspirará y hablará a través de ustedes”. 23“Si los persiguen en una ciudad, váyanse a otra. Les aseguro que no tendrán que recorrer todas las ciudades antes que las semillas de la Verdad que están sembrando, comiencen a echar raíces y a dar sus frutos”. 24“Es necesario recordar que el discípulo no es mayor que el maestro. 25Me han llamado demonio, así que no esperen que a ustedes los llamen santos. 26Sin embargo, no tengan miedo de predicar abiertamente la Verdad acerca de Dios que ha estado oculta hasta ahora. 27Lo que les he enseñado en la noche, deben proclamarlo a plena luz del día, y lo que les he susurrado en el oído, deben proclamarlo a pleno pulmón desde los tejados”. 28“¡No tengan miedo de quienes quieren matar su cuerpo, porque su espíritu vivirá para siempre. 29Hasta los cabellos de su cabeza han sido contados por Papá, así es el amor tan grande que tiene por ustedes. 30Siempre tendrán vida del amor que hay en su corazón. Ustedes podrán per71 San Mateo 10, 11, 12 25“Papá, no hay diferencias entre la gente y no hay cabida a ninguna clase de conflicto. gracias por revelar estas cosas a los más pequeños, antes que a los sabios. 26Sé que es así como te gustan las cosas”. 28Dijo a la multitud reunida: “Vengan quienes estén sobrecargados de trabajo o se sientan agobiados; les mostraré dónde pueden descansar. 29Acepten mi enseñanza y aprendan de mi ejemplo, que soy manso y humilde de corazón. 30Una vez que hayan incorporado esta Verdad en su corazón y encuentren a Dios allí, habrán encontrado el verdadero lugar para descansar”. Capítulo 11 1Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a los apóstoles, los envió a predicar y sanar por todas partes. 2Cuando Juan escuchó esto en la cárcel, 3envió amigos a preguntarle a Jesús si era el Cristo. 4Jesús dijo que le contaran a Juan lo que estaban viendo y oyendo: 5Los ciegos pueden ver, los cojos pueden caminar, los leprosos quedan limpios; los sordos pueden oír, los muertos vuelven a la vida, y los pobres escuchan la Buena Nueva. 6Esto responderá la pregunta de Juan”. 7Cuando los amigos de Juan se preparaban para regresar, Jesús comenzó a hablar de él a quienes estaban cerca: 8“Juan es el profeta que ustedes buscaban cuando fueron al desierto. 9Él es más que un profeta; 10es el hombre de quien está escrito: “Escuchen con atención, éste es el mensajero que he enviado para ayudarles a preparar el camino a su Divinidad. 11¡Les aseguro que es un hombre maravilloso, pero quienes caminen con su Divinidad serán aún más grandes que él!”. Capítulo 12 1Un sábado Jesús caminaba por los trigales. Sus amigos tenían hambre y empezaron a recoger las espigas de trigo y a comérselas. 2Los fariseos se dieron cuenta y dijeron a Jesús: “Sus amigos están haciendo cosas que no están permitidas en sábado. Jesús respondió: 3“¿No han leído lo que hizo David cuando él y sus hombres tuvieron hambre; 4entró en el templo y se comió el pan que solo los sacerdotes estaban autorizados a comer? 5¿O es que nunca han leído cómo la ley permite a los sacerdotes hacer ciertas cosas en sábado? 6Les digo que aquí estamos hablando de algo 72 San Mateo 12, 13 46Mientras más importante que el templo. 7Si llegaran a entender que Dios prefiere el Amor a la ley, no nos condenarían”. 9Los dejó y se fue a la sinagoga. 10Había allí un hombre con una mano paralizada. Para tenderle una trampa le dijeron: “¿Es lícito sanar en sábado?”, Jesús respondió: 11“¿Alguien de ustedes no auxiliaría a su oveja si cayera a un hueco el día sábado? 12Si está bien auxiliar a una oveja en sábado, seguramente estará bien ayudar a una persona en sábado”. 13Entonces dijo al hombre: “Extienda su mano”. El hombre extendió su mano paralizada y todo el mundo se dio cuenta que estaba tan sana como la otra. 14Los fariseos quedaron muy molestos y comenzaron a conspirar para matarlo. 15Jesús lo sabía y por eso se alejó de aquel lugar. 16Muchos lo seguían y él los sanaba; 22incluso un hombre que era a la vez ciego y mudo. Fue sanado para que pudiera ver y hablar, pero le dijo que no dijera nada a nadie al respecto. 23La gente estaba completamente sorprendida. 33Jesús les dijo: “Sabemos que un árbol adulto da buenos frutos, mientras que un árbol joven no puede todavía. Reconocemos un árbol por sus frutos”. aún hablaba, su madre, hermanas y hermanos, llegaron a buscarlo. 47Alguien le dijo que estaban allí. Dio las gracias y dijo a la multitud: 48“Tengo que ir a visitar a mi familia, 49pero antes que todo quiero que sepan que ustedes también son mis hermanas y hermanos, 50porque todos somos la Familia de Dios”. Capítulo 13 1Ese mismo día Jesús bajó y se sentó en la playa cerca de su casa. 2Dado que mucha gente se agolpó a su alrededor, subió a una barca, para poder hablar fácilmente a quienes estaban en la orilla. 3Comenzó a enseñarles en parábolas. 4“Un campesino salió a sembrar, y al sembrar, unas semillas cayeron cerca del camino y los pájaros se las comieron. 5Otras semillas cayeron en terreno rocoso, y aunque brotaron, no había tierra suficiente para que echaran raíces, 6por lo que el sol las quemó y murieron. 7Algunas de las semillas cayeron entre espinos, los espinos crecieron y las ahogaron. 8Sin embargo, la mayor parte de las semillas cayó en tierra buena, por lo que crecieron y produjeron buena cosecha; algunas hasta cien veces, otras sesenta y algunas treinta por ciento. 73 San Mateo 13 9Abran corazones. 23Pero la semilla que se siembra en tierra buena se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva, la entienden y comienzan a vivirla realmente. Éstos son los que dan frutos, unos el cien, otros el sesenta y otros el treinta por ciento”. 24Entonces Jesús les contó otro conjunto de parábolas: “La Vida Divina en nosotros es como la buena semilla que alguien sembró en sus campos, 25pero mientras dormía vino el enemigo y sembró cizaña entre el trigo. 26Así que el trigo y la cizaña crecieron juntos. 27Los trabajadores fueron donde el dueño y le dijeron: “¿No era buena y limpia la semilla que sembró en su campo? ¿De dónde surgió la cizaña?”. 28El dueño respondió: “Algún enemigo lo ha hecho”. Entonces le preguntaron si quería que arrancaran de raíz las malas hierbas. 29Él les dijo: “No, porque si lo hicieran también arrancarían una gran cantidad de trigo”. 31Entonces dijo otra parábola: “La Vida Divina en nosotros es como una semilla de mostaza. 32Es la semilla más pequeña, pero cuando crece se convierte en un árbol tan grande, que las aves pueden anidar en él”. 33Jesús dijo esta parábola: “La Vida Divina en nosotros es como la levadura que se pone en una medida de harina bien sus oídos para escuchar lo que estoy diciendo”. 10Sus amigos se acercaron y le preguntaron por qué enseñaba en parábolas. 11Jesús respondió: “Las parábolas son historias acerca de la Verdad. A menudo es más fácil recordar una historia que una Verdad. 12Y las parábolas pueden contener un número de Verdades al mismo tiempo. 16Así que mantengan sus ojos y oídos bien abiertos, 17porque les aseguro que muchos profetas y santos han deseado ver lo que ustedes ven, y oír lo que ustedes escuchan. 18Ahora voy a explicarles el significado de la parábola del campesino. 19Cuando la gente escucha la Buena Nueva, pero no la entiende, la energía negativa puede sofocar la semilla sembrada en sus corazones. Esto representa la siembra a lo largo del camino. 20Y la semilla que fue sembrada en terreno pedregoso se refiere a quienes oyen la Buena Nueva y la aceptan de inmediato, 21pero no echa raíces en sus corazones y, por lo tanto, cuando vienen los problemas o las persecuciones, se dispersan. 22Y la semilla que se siembra entre espinos se refiere a quienes oyen la Buena Nueva, pero las preocupaciones del mundo y la tentación del dinero la ahogan, a tal punto que no da frutos en sus 74 San Mateo 13, 14 y fermenta toda la masa”. 34Jesús enseñaba a la gente todas estas cosas por medio de parábolas. 36Uno de ellos le pidió que explicara el significado de la parábola de la cizaña. 37Él dijo: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del Hombre, 38la tierra son nuestros corazones, 39la buena semilla es su Vida Divina. 40La mala hierba surge cuando aparece el miedo. 41El miedo puede detener el crecimiento de la Vida Divina. 42Sus raíces a veces se entrelazan con las raíces de la Vida Divina. 43Pero al final la cosecha del miedo muere, porque en definitiva no es nada”. 44Entonces Jesús continuó con otro conjunto de parábolas: “La Vida Divina es como un tesoro precioso que una persona encuentra en un campo. Se pone tan feliz de haberlo encontrado, que va, vende todo lo que tiene y compra el campo donde encontró el tesoro. 45Una vez más, la Vida Divina es como un comerciante que busca perlas preciosas. 46Después de encontrar una de excepcional valor, va, vende todo lo que tiene, y la compra”. 51Jesús dijo: “¿Han entendido lo que les he dicho?”. Contestaron que sí. 52Entonces les dijo: “Cada maestro de esta Vida Divina debe tener mucha creatividad para utilizar todas las formas po- sibles de ayudar a la gente a entenderla”. 53Cuando Jesús terminó de enseñar por medio de estas parábolas, regresó a casa. 54Allí enseñaba en las sinagogas de tal manera, que todo el mundo se quedaba sorprendido. Se preguntaban de dónde le venía esa sabiduría y cómo hacía todos esos milagros. 55Se decían unos a otros: “¿No es éste el hijo de José, el carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56¿Y no conocemos a sus hermanas Juana y María? ¿De dónde ha sacado tanta sabiduría?”. 57Como se negaban a aceptarlo, Jesús les dijo: “Un profeta jamás es honrado en su pueblo natal”. 58Debido a la incredulidad de la gente, no hizo muchos milagros allí. Capítulo 14 1En aquel tiempo el rey Herodes se enteró de la fama de Jesús, y dijo a sus asistentes, 2“Éste debe ser Juan el Bautista reencarnado, con todos esos poderes que se manifiestan en él”. 3Pues Herodes había detenido y encarcelado a Juan por causa de Herodías, la esposa de su hermano Felipe. 4Juan le había dicho: “Usted no tiene derecho a casarse con ella”. 5Herodes quería matarlo, pero te75 San Mateo 14 nía miedo porque la gente lo consideraba un profeta. 6En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de ellos y agradó tanto a Herodes, 7que prometió darle todo lo que quisiera, aún la mitad de su reino. 8Aconsejada por su madre, le pidió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja de plata. 9Herodes se disgustó por esta petición, pero se vio obligado a cumplir su promesa. 10Envió órdenes a la prisión para decapitar a Juan. 11Le entregaron su cabeza en una bandeja y ella se la entregó a su madre. 12Los amigos de Juan enterraron su cuerpo y fueron a decírselo a Jesús. 13Cuando Jesús se enteró de la noticia, se fue a un lugar solitario a orar, pero la multitud lo encontró. 14Cuando regresó, vio una gran masa de gente y sintió compasión de ellos. Sanó a todos los enfermos. 15Al llegar el atardecer los apóstoles se acercaron a Jesús, y le dijeron: “Se hace de noche y estamos en un lugar deshabitado, ¿por qué no despide a la multitud para que vayan a las poblaciones cercanas a comprar alimentos para la cena? 16Pero Jesús les dijo: “No necesitan irse, ustedes pueden darles de comer”. 17Respondieron: “Todo lo que tenemos aquí son cinco panes y dos pescados”. 18Él les dijo:” Tráiganlos y hagan que la gente se siente sobre la hierba”. 19Tomó los cinco panes y los dos pescados, oró, dio gracias y partió los panes y los dio a los apóstoles, quienes los repartieron a la gente. 20Todos comieron lo que quisieron y recogieron lo que quedó. 21Llenaron doce canastos y comieron más de diez mil personas. 22Después ordenó a sus apóstoles que fueran navegando al otro lado, mientras despedía a la multitud. 23Después de haber despedido a la gente subió a una colina a orar. La noche había llegado y estaba solo. 24En ese momento la barca estaba lejos de la orilla y era zarandeada por las olas, porque el viento era muy fuerte. 25En las primeras horas de la mañana vieron que Jesús venía caminando hacia ellos sobre las aguas. 26Los apóstoles, viéndolo caminando sobre el mar, gritaban de terror: “¡Es un fantasma!”. 27Pero Jesús les dijo: “¡No tengan miedo! ¡Soy yo!”, 28“Pedro respondió: “Si es usted, mande que yo vaya a usted sobre el agua!”. 29Jesús le dijo: “¡Venga!”. Pedro, sorprendido, salió de la barca y comenzó a caminar hacia Jesús sobre el agua; 30pero cuando se miró sobre las olas se asustó y comenzó a hundirse. Gritó a Jesús: “¡Sálveme!”. 31Inmediatamente Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: “Lo 76 San Mateo 14, 15 18Sin estaba haciendo bien. ¿Por qué dejó de creer?”. 32Después que entraron en la barca, el viento se calmó. 33Los que estaban en la barca se arrodillaron delante de él y le dijeron: “Verdaderamente usted es el Cristo”. Jesús dijo: “¡Ánimo; ustedes también pueden hacer lo que yo he hecho. Lo que necesitan es creer!”. 34Cuando llegaron a Genesaret, 35la gente lo reconoció, avisaron a todos los vecinos de los alrededores y le trajeron todos los enfermos. 36Muchos le rogaron que les permitiera tocar la orla de su manto, y aquellos que lo hicieron fueron sanados. embargo, lo que sale de la boca viene de la mente y del corazón, eso es lo que contamina a una persona. 19Porque de la mente salen los pensamientos negativos y las malas intenciones, la deshonestidad y las calumnias; del corazón sale el odio, la mezquindad y la avaricia. 20Éstas son las cosas que contaminan a una persona, y no el comer sin lavarse las manos”. 21Luego dijo a los fariseos y a los escribas: “Ahora déjenme preguntarles algo: ¿Por qué ustedes no observan el mandamiento de honrar madre y padre? En lugar de cuidar de ellos, dicen que van a utilizar el dinero de su manutención para ofrecer sacrificios en el templo. Recuerden lo que dijo Oseas: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios”. 22Más tarde los amigos de Jesús vinieron a decirle: “¿Es consciente que los escribas y fariseos están escandalizados por lo que dijo?”. Jesús respondió: 23“Toda planta que Papá no ha plantado debe ser arrancada de raíz”. 24Pidieron que les explicara eso, y entonces les dijo: “Hay gente que inventa cosas y dicen que son de Dios. Todas estas malas hierbas deben ser arrancadas de nuestras tradiciones. Cuídense de esta clase de gente. 25Están perdidas en un campo lleno de cizaña. Esto Capítulo 15 1Los fariseos y los escribas de Jerusalén se acercaron a Jesús y le preguntaron, 2“¿Por qué sus amigos no cumplen con la ley de lavarse las manos antes de comer?”.10Jesús pidió a la gente que se reunieran a su alrededor y les dijo: “Escuchen con atención. 11“No es lo que entra por la boca lo que contamina a una persona, sino lo que sale de la boca de esa persona”. 15Pedro pidió que le explicara mejor eso. 16Jesús dijo: “¿Usted tampoco entiende? 17¿No se da cuenta que lo que entra por la boca pasa a través del estómago y luego se elimina? 77 San Mateo 15, 16 36Tomando los ha vuelto ciegos a lo que Dios realmente quiere, y guían a otros que son igualmente ciegos”. 26Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón. 27Había allí una mujer cananea, que vino a Jesús y le pidió: “¡Maestro, tenga piedad de mí; mi hija está poseída”. 28Le respondió Jesús: “Mujer, grande es su fe, haré lo que me pide”. Y en ese mismo momento su hija quedó curada. 29Jesús partió de allí al mar de Galilea, subió a una colina cercana y se sentó a enseñar. 30Una gran multitud seguía llegando con personas que sufrían toda clase de dolencias físicas. 31Él los sanaba a todos; la multitud estaba sorprendida al ver que los mudos hablaban, los cojos caminaban y los ciegos podían ver. Todos daban gracias a Dios. 32Jesús llamó a sus apóstoles y dijo: “Estoy muy preocupado con todas estas personas. Han estado tres días conmigo y no han comido nada. No quiero enviarlos sin comer, porque se pueden desmayar en su camino a casa”. 33Los apóstoles le dijeron: “¿Cómo vamos a conseguir suficiente comida para alimentar a una multitud tan grande?”. 34Jesús les preguntó si tenían algo de comida. Dijeron que tenían siete panes pequeños y unos cuantos pescados. 35Jesús pidió a la multitud que se sentara. los siete panes y los pocos pescados dio gracias y se los entregó a los apóstoles, para que los pasaran a la multitud. 37Después de haber comido, se recogió lo que sobraba y se llenaron siete canastas. 38Más de ocho mil personas saciaron su hambre. 39Entonces Jesús despidió a la gente y se trasladó navegando a la región de Magadán. Capítulo 16 1Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús y pidieron que les diera una señal de que su llamado provenía de Dios. 2Él les dijo que la única señal que tenía para darles era la de Jonás, 3(se refería a los tres días en la tumba). 4Entonces los dejó y siguió su camino. 5Una vez que todos llegaron al otro lado del lago, los apóstoles cayeron en cuenta que habían olvidado llevar pan para el camino. 6Jesús les dijo: “Tengan cuidado de la levadura de los fariseos y los saduceos”. 7Los apóstoles pensaron que estaba preocupado porque habían olvidado llevar el pan. 9Entonces les recordó los diez mil que había alimentado con cinco panes, 10y los ocho mil que había alimentado con siete panecillos, para que no creyeran que el pan 78 San Mateo 16, 17 era el problema. 11Les dijo que deberían tener mucha más fe por todo lo que ya habían visto. 12Y que cuando hablaba de la levadura de los fariseos y los saduceos, se refería a lo que ellos enseñaban. 13Cuando estaban entrando a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus amigos quién decía la gente que era él. 14Le dijeron: “Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”. 15Él les preguntó: “¿Y ustedes, quién creen que soy yo?”. 16Pedro respondió: “Usted es el Cristo”. 17Jesús le dijo: “Bendito es usted, Pedro, porque no es una persona humana quien se lo ha revelado, sino nuestro Papá. 18Le digo, Pedro, que usted es una de las rocas sobre las cuales edificaré mi misión de amor. 19La clave de esta misión es la Vida Divina, Vida de Amor. 20Estén seguros de proclamar a todo el mundo que Papá es Amor”. 21Desde entonces Jesús comenzó a preparar a sus apóstoles para su muerte en Jerusalén. También les dijo que resucitaría de la tumba al tercer día, así como Jonás había salido de la boca de la ballena al tercer día. 22Pedro lo llevó aparte y le dijo: “¡Esto nunca va a ocurrir!”. 23Jesús le respon- dió:” Pedro, a veces usted es un pequeño demonio. Para difundir mi misión debe aprender a pensar como un Dios y no solo como un hombre”. 24Jesús dijo a sus apóstoles: “Si realmente me van a seguir, tienen que seguirme todo el camino, todo el tiempo y no solo cuando les convenga. 25El camino de Papá puede ser muy difícil, pero es el único camino a la Verdad. Pueden incluso perder la vida, pero se reencontrarán ustedes mismos. 26“¿De qué les sirve obtener todo el mundo? Todo lo perderán cuando mueran. Luchen simplemente por llegar a ser la Divinidad que ya son. 27Porque he venido para enseñarles que ustedes son hijas e hijos de Dios. 28Y pueden serlo sin morir. Capítulo 17 1Seis días después Jesús invitó a Pedro, Santiago y Juan a subir a una montaña. 2Allí, delante de ellos se transfiguró. Su rostro brillaba como el sol y sus vestidos resplandecían como la luz. 3Isaías y Elías también se aparecieron y hablaban con Jesús. 4Pedro dijo a Jesús: “Maestro, qué maravilloso estar aquí. Si quiere podemos disponer un lugar para usted, Isaías y Elías”. 79 San Mateo 17 5Mientras Pedro decía esto, una nube brillante los cubrió y una voz dijo: “Éste es mi hijo amado, a quien realmente amo. Escúchenlo con atención”. 6Al escuchar esto, los tres se postraron muy asustados, 7pero Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: “Levántense y no tengan miedo”. 8Abrieron sus ojos y vieron solamente a Jesús. 9Cuando regresaban de la montaña, Jesús les pidió no hablar de la visión hasta que él se levantara de entre los muertos. 10Los tres dijeron: “Ahora sabemos que usted es Cristo, pero muchos dicen que Elías debía venir primero. ¿Esto es lo que ha sucedido?”. 11Jesús les respondió: “No, Elías ya vino a ayudar a poner las cosas en orden, pero la gente no lo reconoció. 12De hecho lo mataron, así como me matarán a mí”. 13Entonces los tres se dieron cuenta que estaba hablando de Juan el Bautista. 14Cuando bajaron de la montaña, vino hacia él una gran multitud. Alguno de ellos decía: 15“Maestro, por favor, tenga piedad de mi hijo. Es epiléptico y sufre terriblemente. Con frecuencia cae en el fuego y a menudo en el agua. 16Lo traje a sus apóstoles, pero no pudieron sanarlo. 17Jesús respondió: “¡Tráiganlo aquí!”. 18Puso su mano sobre él y al instante el niño quedó completamente sano. 19Los tres apóstoles se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué nosotros no pudimos sanarlo? Jesús respondió: “Porque ustedes no creen lo suficiente. ¿Por qué creen que los he llevado a la montaña y les he mostrado claramente que soy Dios? No soy simplemente su maestro; ¡Soy su espejo! Lo que ven en mí es lo que está en ustedes. Lo que me ven hacer a mí, es lo que deben hacer ustedes. A partir de ahora tengan fe y podrán hacer lo que yo hago. 20Porque les aseguro que si tuvieran fe, aunque sea como el tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: muévase, y la montaña se movería. Nada sería imposible para ustedes. 21Para curar como yo lo hice necesitan saber y creer que son Dios. 22Todos se reunieron de nuevo en Galilea, y Jesús les dijo: “Estoy próximo a ser traicionado y ejecutado, 23pero resucitaré al tercer día”. Todos quedaron muy angustiados con esta noticia. 24Fueron a Cafarnaum. Algunos recaudadores de impuestos se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿Su Maestro paga impuestos?”. 25Pedro dijo: “Sí”. Más tarde Pedro preguntó a Jesús qué pensaba del pago de impuestos. 80 San Mateo 17, 18, 19 hallado ésta, que por las noventa y nueve que no se habían perdido? 14Su Padre celestial es como el pastor; no quiere que alguien se pierda. Yo he venido a encontrar a quienes estaban perdidos. 15Si una hermana o hermano ha hecho algo contra usted, vaya en privado y hable con ella o él. Si escucha, ha ganado un amigo. Si no escucha, acompáñese de una o dos personas más para hablarle. 16Tal vez con testigos se pueda resolver la controversia. 17Si eso no funciona, probablemente es mejor no tener amistad con esa persona, 18pero continúe tratándola con respeto cuando la encuentre. 19Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para orar sobre cualquier asunto, nuestro Papá celestial lo concederá. 20porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, yo estoy en medio de ellos”. 21Entonces Pedro se acercó y le dijo: “Maestro, si una persona me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonar a esa persona? ¿Hasta siete veces?”. 22Jesús le respondió: “No siete, sino setenta veces siete”. Él respondió: “¿Quién paga el impuesto al rey, sus hijas e hijos o los extranjeros?”. 26Pedro respondió: “Los extranjeros”. Jesús dijo: “Entonces las hijas e hijos (del rey) están exentos. 27Sin embargo, para no contradecirle, baje al mar y tome un pez. En la boca del pez encontrará una moneda. Tómela y con ella pague nuestros impuestos”. Capítulo 18 1Sus apóstoles se acercaron y le preguntaron, quiénes eran las personas más importantes en el cielo. 2Jesús llamó a una niña y le pidió que se pusiera de pie junto a ellos. 3A continuación les dijo: “No hay nadie más importante para esta niña que quienes la aman. 4Ustedes tienen que comprender la importancia del amor, para entender el cielo. 5Si quieren ser importantes en el cielo, deben ser humildes como esta niña y llegar a ser tan amorosos como ella. 6Finalmente, se darán cuenta que toda persona es importante en el cielo”. 12Entonces Jesús les enseñó una historia. Dijo: “Si un pastor tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja las noventa y nueve y sale a buscar la que se ha perdido? 13Y cuando logra encontrarla, ¿no se pone más feliz por haber Capítulo 19 1Jesús salió de Galilea y fue a Judea a través del Jordán. 2Gran81 San Mateo 19, 20 para la gente rica vivir la Vida de Dios. 24De hecho es imposible, a menos que acepten que son simplemente administradores y no propietarios de los bienes. Papá no ha creado el mundo para que las personas lo posean, sino para utilizarlo en beneficio de todos sus hijas e hijos”. 25Sus apóstoles se sorprendieron cuando dijo esto y se preguntaban quién podría vivir de esta manera. 26Entonces Jesús les dijo: “La única manera de vivir la vida de Dios es siendo Dios. Esto es lo que vine a enseñar”. 27Pedro dijo entonces: “Hemos dejado todo por seguirlo, 28¿qué ganamos a cambio?”. 29Jesús respondió: “Quienes han dejado todo para seguirme, tendrán todo lo que tengo y todo lo que soy. 30Conocerán el Camino. Conocerán la Verdad y vivirán como Dios”. des multitudes llegaban, y a todos los sanaba. 3Los fariseos se acercaron a preguntarle si era lícito divorciarse. 4Jesús dijo: “Desde el principio de la creación el matrimonio ha sido la unión de marido y la mujer en una sola carne, 5de modo que ya no son dos, sino uno. 6La única razón posible para el divorcio es que el matrimonio haya muerto”. 13La gente traía sus niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos. 14Sus amigos trataron de detenerlos, pero Jesús les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, porque me recuerdan el Reino de los cielos”. 15Y después de imponerles las manos, se marchó. 16Un hombre joven se acercó a Jesús y le dijo: “Maestro, ¿qué debo hacer para vivir la vida de Dios?”. 17Jesús le respondió: “Ya sabe los mandamientos, cúmplalos. 18Y ame a su prójimo como a sí mismo”. 20El joven respondió: “He hecho todas estas cosas; ¿hay algo más que deba hacer?”. 21Jesús le dijo: “Hay una cosa más que puede hacer. Vender todo lo que tiene, dar el dinero a los necesitados y caminar conmigo”. 22Al oír esto, el joven se fue muy triste, porque poseía muchos bienes. 23Jesús dijo a sus apóstoles: “Les aseguro que es muy difícil Capítulo 20 1“El reino de los cielos se parece al dueño de una hacienda. Salió temprano en la mañana a contratar personas para trabajar en su viña. 2Acordó con cada persona el jornal diario, según la costumbre y los envió a su viña. 3A eso de las nueve salió y encontró otras personas buscando trabajo. 4Les dijo que fueran a trabajar y que les pagaría lo justo. Así que fueron a 82 San Mateo 20 trabajar a su viña. 5Hizo lo mismo a las doce y a las tres. 6Cuando salió a las cinco, al final de la jornada, aún encontró más personas buscando trabajo. Les preguntó por qué no estaban trabajando. 7Dijeron: “Porque nadie nos ha contratado”. Entonces les dijo que fueran a su viña a trabajar. 8Al caer la tarde le dijo a su capataz: “Llame a los trabajadores y págueles su jornal, empezando por quienes llegaron de último y terminando por quienes llegaron primero”. 9Cuando quienes comenzaron a trabajar a las cinco recibieron el salario del día completo, 10los que llegaron a trabajar en la mañana pensaron que recibirían más, pero recibieron el mismo salario. 11Se quejaron ante el dueño, y le dijeron: 12“Estos últimos han trabajado solo una hora y han recibido el mismo salario que nosotros, que hemos soportado toda la jornada bajo el sol”. 13Pero el dueño les dijo: “Amigos, no he hecho nada malo. Les he pagado lo acordado en la mañana. 14Tomen lo que han recibido y vayan a su casa. He decidido pagarles lo mismo que a quienes llegaron de último.15¿No tengo derecho a ser generoso con mi propio dinero? 16De tal manera que el último puede ser primero, y el primero puede ser último”. 17Mientras caminaban hacia Jerusalén, Jesús reunió aparte a sus apóstoles y les dijo: 18“Quiero que sepan que cuando lleguemos a Jerusalén seré entregado a los sumos sacerdotes. 19Me sentenciarán a muerte y pondrán su mano sobre mí para entregarme a las autoridades civiles. Se burlarán de mí, seré flagelado y crucificado, pero al tercer día seré resucitado. 25Antes que suceda quiero recordarles que aunque los gobernantes civiles controlan la conducta de la gente, no debe ser así entre ustedes. 26Quien quiera ser grande, debe aprender a servir. 27Y quien quiera ser primero, debe actuar como siervo. 28Recuerden, no he venido a ser servido sino a servir y a dar mi vida como ejemplo de servicio”. 29Al salir de Jericó una gran multitud le seguía. 30Dos ciegos que estaban sentados a la orilla del camino, cuando escucharon que Jesús pasaba por allí, gritaron: “Maestro, tenga compasión de nosotros”. 31La multitud les pedía que se callaran, pero gritaban aún más fuerte: “Maestro, tenga piedad de nosotros”. 32Jesús se detuvo y les preguntó qué querían que hiciera por ellos. 33Le dijeron: “Maestro, queremos que abra nuestros ojos”. 34Jesús se apiadó de ellos y les tocó los 83 San Mateo 20, 21 ojos. De inmediato se curaron, se levantaron y le siguieron. ron a preguntarle con qué autoridad hacía tales cosas. 24Jesús respondió: “Déjenme hacerles primero una pregunta, y si la responden, responderé la de ustedes: 25¿De dónde procedía el bautismo de Juan, de Dios o de nosotros, los humanos?”. Ellos se dieron cuenta que estaban atrapados en una encrucijada, porque si decían que “de Dios”, les diría que por qué no le creyeron. 26Y si respondían que “de los seres humanos” temían la reacción del pueblo, ya que lo consideraban un profeta. 27Entonces contestaron: “No lo sabemos”. Jesús dijo: “Tampoco yo les diré con qué autoridad hago estas cosas”. 42Jesús continuó: “Una cosa más diré, las personas a quienes menosprecian, prostitutas y recaudadores de impuestos, les van a ganar a ustedes en encontrar el cielo. 43¿No han leído en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos se ha convertido en la piedra angular? 44Toda persona que se sienta rechazada por los líderes religiosos, será bienvenida en la casa de Papá”. 45Cuando los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta que Jesús se refería a ellos, quisieron arrestarlo, pero tuvieron miedo de la multitud, que lo consideraba un profeta. Capítulo 21 1Cuando Jesús se acercaba a Jerusalén estaba muy cansado de su viaje. 2Un amigo le ofreció un burro, y lo montó. 3Cuando la gente lo vio venir montado en el burro, empezó a tender los mantos en su honor. 4Otros traían ramas y hacían lo mismo. 10Los habitantes de Jerusalén que no sabían quién era, preguntaban qué estaba ocurriendo. 11La multitud lo aclamaba y continuaba cantando: “¡Bendito el que viene en nombre de Dios”. 12Cuando Jesús entró al templo sacó a los que se encontraban vendiendo mercaderías. 13Les gritó: “La casa de nuestro Papá es para orar, no para negociar”. 14Los ciegos y cojos venían a él en el templo, y los curaba a todos. 15Cuando los sumos sacerdotes vieron las cosas sorprendentes que hacía, se disgustaron muchísimo. 17Esa noche salió de la ciudad hacia Betania, y allí pasó la noche. 22A la mañana siguiente regresó al templo y nuevamente enseñó sobre la importancia y el poder de la fe. Decía: “Todo lo que pidan con fe en la oración, sucederá, si creen”. 23Los sumos sacerdotes vinie84 San Mateo 22, 24 Capítulo 22 “¿De quién es esta imagen?”. 21Contestaron: “Es del César”. Entonces, les dijo: “Denle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. 22Se asombraron de su respuesta y lo dejaron solo. 33Los fariseos regresaron más tarde con otra idea para desacreditarlo delante de la multitud. 34Un maestro de la ley le dijo: 36“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?”. 37Jesús respondió: “Amen a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente. 38Este es el mandamiento más grande. 39El segundo es semejante: Amen a su prójimo como a sí mismos”. 40En estos dos mandamientos descansa toda la ley”. 46Nadie más se atrevió a decir ninguna otra cosa, y desde ese día nadie intentó atraparlo con preguntas. 1Jesús comenzó a enseñar otra vez en parábolas. 2“El Reino de los Cielos es similar a un rey que preparaba un banquete de bodas para su hija. 3Envió a sus criados a decir a los invitados que la fiesta estaba lista, pero nadie quería venir. 4De nuevo envió a sus criados diciendo que la cena estaba preparada y todo dispuesto, insistiendo que vinieran. 5Sin embargo, hicieron caso omiso de la invitación y continuaron dedicados a sus propios asuntos. 7Entonces el rey decidió invitar a su banquete a cualquiera que tuviera hambre. 8Envió por tercera vez a sus criados para que invitaran a todo aquel que quisiera venir, 9malos y buenos, sin discriminación alguna; 10entonces el salón del banquete se llenó completamente con quienes tenían hambre”. 15Cuando los fariseos oyeron esto y se dieron cuenta que estaba hablando otra vez de ellos, decidieron tenderle una trampa y hacerlo caer en desgracia delante de la multitud. 16Enviaron algunos de sus seguidores y emisarios de Herodes, a decirle: 17“¿Es lícito o no dar tributo al César?”. 18Jesús percibió la trampa y dijo: “¿Por qué tratan de enredarme? Muéstrenme una moneda”. 19Le dieron una moneda. 20Él les preguntó: Capítulo 24 1Después que Jesús salió del templo, sus apóstoles comentaban lo hermoso que era éste. Él les dijo: “Sí, es muy hermoso pero no durará. 2Les aseguro que no quedará piedra sobre piedra”. 3Todos se dirigieron al Monte de los Olivos y en privado le pidieron que les explicara qué había querido decir sobre del templo. Jesús les dijo: “Queridos amigos, 85 San Mateo 24 yentes maduros sufrirán persecución de los inmaduros a causa de sus celos. Cuando sufran persecución por ser creyentes en su propia Divinidad, amen a quienes creen que tienen que destruir su Divinidad para ser ellos mismos. El corazón humano interiormente sabe que todos somos Divinos, pero habrá guerras y todo tipo de calamidades hasta cuando esta verdad sea realmente encarnada. No se preocupen por esto, son simplemente los dolores de parto de la humanidad, regresando a su Divinidad”. “Un poco antes hablamos del templo y se sorprendieron al escuchar que será destruido. Pues he venido a enseñarles que el Templo de Dios está en sus corazones. Para que la gente crea esto, el Templo de Dios como algo externo debe desaparecer”. “Ahora creen que la Divinidad mora en mí. Aunque esto es cierto, todavía no se han dado cuenta que la Divinidad también está en ustedes. Es exactamente lo que he venido a enseñar. Pronto voy a ser ejecutado. No se preocupen. Es simplemente otro paso para quitar el espejo, de tal manera que puedan ver su ser real. Ahora ven la Divinidad solo en mí, pero luego verán su propia Divinidad cara a cara en su respectivo ser”. “Se demorará más el templo lo que voy a decir les va a sorprender. Lo que les voy a decir será ignorado por muchos que proclaman estar siguiendo lo que he enseñado. No hay forma de evitarlo, pero no hay nada que temer. El Corazón de Dios es paciente y amable. Él sabe que sus niños están pasando por los años de la adolescencia y la rebeldía, pero con el tiempo regresarán; porque fueron creados para ser Dios y no serán felices hasta que no regresen a Él. Durante la adolescencia los seres humanos se rebelan, creen que pueden todo solos y tratan de demostrar que no son como sus padres. Después que pasan por esta fase empiezan a reconocer y aceptar su herencia, se regocijan y descubren que realmente son hijas e hijos de Papá, hijas e hijos de Dios, Diosas y Dioses”. “Mientras tanto se da el caos de la rebeldía. Durante esta época muchos creyentes inmaduros tratarán de actuar como creyentes maduros, y dirán ‘soy Dios’ aun sin de entender quién o qué es Dios. No se dejen desorientar, pero tampoco se preocupen demasiado por ellos. A su debido tiempo madurarán en su propia Divinidad y serán el Dios de amor y de servicio que en el fondo de su corazón saben que son”. “Durante este tiempo, los cre86 San Mateo 24, 26 les que son Dios. Sean ese Dios en quien creen. Yo regresaré en la medida que los creyentes maduren. 2“Ustedes deben saber que en dos días se celebrará la Pascua y seré entregado para ser Crucificado”. 3Mientras tanto los sumos sacerdotes y los ancianos se reunieron en casa de Caifás. 4Tramaban en secreto cómo detener a Jesús, para ejecutarlo. 5Decían: “Pero no durante la Fiesta, porque podría presentarse un levantamiento entre el pueblo”. 6Cuando Jesús estuvo en Betania, 7María Magdalena le ungió la cabeza con un perfume especial. 8Algunos apóstoles se molestaron por esta interrupción. 9Jesús se dio cuenta y dijo: “María está muy conmovida porque voy a morir pronto, y quería hacer algo especial por mí. 10¿Por qué avergonzarla con sus celos, si está haciendo algo con mucho amor? 12Al derramar este perfume sobre mí, me ha preparado para mi entierro. 13Dondequiera que se predique acerca de mi vida, quiero que se hable también de mi esposa”. 14Entonces Judas salió, fue donde los sumos sacerdotes y les preguntó: “¿Qué están dispuestos a darme si les pongo a Jesús en sus manos?”. 15Ofre- en caer, que lo que durará mi aparente caída. Me levantaré de entre los muertos volviéndome vivo nuevamente en cada uno de ustedes. El templo externo del que recientemente hemos salido necesita regresar a la vida en sus propios corazones”. “Papá no tiene que ser honrado por los edificios sino por el amor, porque Él es Amor. En adelante los grandes profetas proclamarán la maravillosa verdad de Dios a través de la voz de Oseas: “¡Amor es lo que quiero, y no honores!”. Los honores a menudo nos pueden distanciar si no vemos que la persona que honramos es una con nosotros”. “De manera que el signo de mi segunda venida será el crecimiento del amor en cada corazón: Dios, que crece en cada corazón. Enseñen por favor esto a la gente y enseñen a las hermanas y hermanos que ¡Juntos somos una Divina Celebración!”. Capítulo 26 1Los apóstoles se asombraron de lo que Jesús les había dicho. Así que le preguntaron: “Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cuál es nuestra llamada?”. Jesús respondió: “Su llamada es muy simple: traten a toda la gente como tratarían a Dios. Enséñen87 San Mateo 26 cieron asignarle treinta monedas de plata, cada una con valor equivalente a un día de salario. 16Y desde ese día comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús. 17El primer día de la fiesta del pan sin levadura sus apóstoles le preguntaron a Jesús dónde quería comer la Cena Pascual. 18Él les dijo que fueran a Jerusalén donde un amigo suyo y le preguntaran por el lugar que podrían utilizar para esta ceremonia. 19Así que fueron allí y dispusieron todo para la Pascua. 20Por la noche Jesús se sentó con sus amigos a la mesa. 21Les dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar”. 22Realmente se molestaron mucho por esto y le pidieron que dijera de quién estaba hablando. 23Él respondió: “Quien meta la mano conmigo en el plato, me va a entregar”. 25Entonces Judas dijo: “Seguramente no es de mí de quien está hablando”. Dijo Jesús: “Sí, hablo de usted”. 26Mientras comían, Jesús tomó pan, lo partió y lo dio a quienes estaban allí, diciendo: “Tomen y coman; esto es mi cuerpo”. 27Después tomó una copa de vino y dando gracias, la pasó y les dijo: “Tomen y beban, porque es mi sangre. 28Cuando beban mi sangre, se consumará nuestra Nueva Alianza y tendrán mi propia Vida en ustedes. 29Ésta es la última vez que comeré antes de ir a casa de Papá”. 30Entonaron juntos un himno y salieron para el Monte de los Olivos. 31Cuando llegaron, Jesús les dijo, “Esta noche, ustedes me abandonarán. 32Pero una vez que me haya levantado, regresaré delante de ustedes en Galilea”. 33Pedro le dijo: “Aunque todo el mundo lo abandone, yo no lo haré”. 34Jesús le dijo: “Esta misma noche, antes que cante el gallo me habrá negado tres veces. 35Pedro contestó: “Así tenga que morir con usted, no lo negaré”. Todos los demás dijeron lo mismo. 36Después fueron a un lugar llamado Getsemaní, y allí dijo a sus amigos: “Siéntense aquí mientras voy a orar”. 37Como estaba muy angustiado, se dirigió a Pedro, Santiago y Juan y 38les dijo: “Quédense aquí y oren conmigo”. 39Adelantándose un poco, comenzó a orar: “Papá, estoy listo para volver a casa, pero no quisiera que llegue mañana. ¡Ayúdame!”. 40Cuando regresó donde estaban los tres, los encontró dormidos. Entonces dijo a Pedro: “¿No pudieron orar conmigo, ni siquiera una hora? 41Su espíritu 88 San Mateo 26 está dispuesto, pero el cuerpo es débil”. 42Regresó de nuevo a orar diciendo: “Papá, estoy listo, haré lo que hemos acordado”. 43Regresó donde estaban los tres y los encontró nuevamente dormidos. 44Regresó a hablar con su Papá. 45volvió por tercera vez, los despertó, los levantó y les dijo: “Es hora de irnos. 46Han venido por mí”. 47Acababa de decirlo cuando llegó Judas con una multitud de los sumos sacerdotes y los ancianos. Llevaban lanzas y palos. 48El traidor les había dicho: “Aquel a quien yo bese, ése es el que buscan”. 49Se dirigió a Jesús y dijo: “Salud, Maestro”, y lo besó. 50Jesús le preguntó: “Amigo, ¿por qué ha venido?”. Luego se acercaron, tomaron a Jesús y lo arrestaron. 51Pedro sacó su espada y se volvió al siervo del sumo sacerdote y le cortó una oreja. 52Jesús dijo a Pedro: “Guarde su espada; ¿no les he dicho que no creo en la violencia?”. 55Entonces dijo a la multitud: “¿Por qué han venido con palos y espadas a detenerme, si he estado todos los días enseñando en el templo?”. 56En este momento todos los apóstoles lo abandonaron y huyeron. 57Llevaron a Jesús y lo presentaron ante Caifás, quien aquel año era sumo sacerdote. Los escribas y los ancianos se habían reunido allí. 58Pedro los siguió a cierta distancia y se quedó en el patio del sumo sacerdote, y se sentó a ver qué pasaba. 59El jefe de los sacerdotes y del Sanedrín trataban de obtener falsos testimonios para poderlo ejecutar. 60Y aunque muchos falsos testigos se presentaron para declarar en su contra, realmente no había ninguna prueba para que mereciera la pena de muerte. 61Finalmente, dos testigos que se presentaron dijeron: “Él dijo que tenía poder para destruir el templo y reconstruirlo en tres días”. 62Entonces el sumo sacerdote se levantó y dijo a Jesús: “¿Tiene algo qué decir, para refutar estos testimonios?”. Jesús se quedó callado. 63El sumo sacerdote dijo: “Le ordeno bajo juramento, por el Dios vivo, no diga que es el Cristo”. 64Jesús le dijo: “Sí, Soy Cristo”. 65Este sacerdote, rasgando sus vestiduras dijo: “¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de testigos? 66¿Qué opinión tienen? Respondieron: “¡Merece la muerte!”. 67Entonces le escupieron el rostro y lo golpearon. 68Otros lo golpeaban y le decían: “¡Profetiza, oh Cristo! ¿Cuál es mi nombre?”. 89 San Mateo 26, 27 problema”. 5Así que tiró las monedas de plata en el templo y fue y se ahorcó. 6Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: “No es correcto para nosotros devolverlas a la tesorería, ya que es precio de sangre”. 7Entonces compraron el campo del alfarero como cementerio para los extranjeros, 8el cual todavía es llamado “Campo de Sangre”. 11Jesús estaba de pie ante el gobernador, siendo cuestionado. Pilatos le preguntó: “¿Es usted el Rey de los judíos?”. Jesús respondió: “Sí, Yo soy”. 12Pero no contestó a las acusaciones de los sumos sacerdotes. 13Entonces Pilatos le dijo: “¿No escucha lo que dicen en su contra?”. 14El gobernador estaba muy sorprendido, porque no decía nada todavía. 15Era costumbre del gobernador liberar a un prisionero que la gente solicitara, para el tiempo de la Fiesta. 16En este momento había un prisionero famoso en la cárcel, llamado Barrabás. 17De manera que cuando el pueblo se reunió delante de Pilatos, les dijo: “¿Quieren que libere a Barrabás o a Jesús, que se hace llamar Cristo?”, 18porque sabía que le habían entregado a Jesús simplemente por celos. 19Cuando Pilatos estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió un mensaje que no se metiera 69Pedro estaba sentado afuera, en el patio. Una criada se acercó y le dijo: “Usted estaba con Jesús el Galileo”. 70Pedro lo negó diciendo: “No sé de qué me está hablando”. 71Cuando iba a salir, otro funcionario dijo a los que estaban alrededor: “Este personaje estaba con Jesús el Nazareno”. 72De nuevo Pedro lo negó, y dijo: “Ni siquiera lo conozco”. 73Poco después los que estaban con él le dijeron: “Estamos seguros de que usted estaba con ese hombre, pues tiene el mismo acento”. 74Pedro comenzó a maldecir y a jurar: “¡No lo conozco!”. Entonces cantó un gallo. 75Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho, salió y lloró amargamente. Capítulo 27 1Al amanecer los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo hicieron una consulta sobre la ejecución de Jesús. 2Lo ataron y lo entregaron a Pilatos, el gobernador. 3Cuando Judas vio que Jesús estaba condenado sintió tal remordimiento, que devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes. 4Dijo: “He pecado entregando a un hombre inocente”. Pero ellos dijeron: “¿Qué nos importa a nosotros? Ése es tu 90 San Mateo 27 mano. Luego se arrodillaban ante él y se burlaban diciendo: “¡Larga vida al Rey de los judíos”. 30Y escupiéndole lo golpeaban en la cabeza. 31Después de burlarse, le quitaron el manto y le pusieron de nuevo sus ropas. Luego lo sacaron para crucificarlo. 32En el camino encontraron un Cireneo y lo obligaron a llevar la cruz de Jesús, ya que se estaba cayendo de cansancio. 33Cuando llegaron al Gólgota, que significa “Lugar de la Calavera”, 34le dieron a beber vino mezclado con hiel, pero después de probarlo no quiso beberlo. 35Después de crucificarlo se repartieron su ropa, 36y luego se sentaron a observarlo. 37Sobre su cabeza clavaron una placa donde se leía: “Jesús, Rey de los judíos”. 38Luego crucificaron a dos bandidos, a quienes colocaron a ambos lados. 39Quienes pasaban por allí lo insultaban, meneaban la cabeza y decían: 40“Ha dicho que podría destruir el templo y reconstruirlo en tres días. Si realmente es Cristo descienda de la cruz”. 41De igual manera, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se burlaban de él, y decían: 42“A otros salvó, pero no consigue salvarse a sí mismo. 43Si de verdad es el Rey de los judíos, entonces, que descienda de la cruz y le creeremos”. 44Aun con Jesús, “Porque es un hombre inocente”. Ella dijo esto porque había tenido un mal sueño acerca de la situación. 20Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud para pedir la liberación de Barrabás y la ejecución de Jesús. 21El gobernador preguntó de nuevo a quién querían que liberara. Gritaron: “¡A Barrabás!”. 22Dijo entonces: “¿Qué debo hacer con Jesús?”, gritaron: “¡Crucifíquelo!”. 23Sin embargo, Pilatos les dijo: “Pero ¿qué mal ha hecho?”. La multitud gritaba aún más fuerte: «¡Crucifíquelo!”. 24Pilatos se dio cuenta que no lograba llegar a ninguna parte y que la multitud estaba a punto de amotinarse; tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, y dijo: “Soy inocente de la muerte de este hombre; tómenlo y júzguenlo ustedes mismos”. 25La multitud respondió: “Su sangre recaiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. 26A continuación entregó a Barrabás a la multitud, y mandó azotar a Jesús y lo entregó para que fuera crucificado. 27Los soldados de Pilatos tomaron a Jesús, lo entraron al palacio y toda la cohorte se reunió a su alrededor. 28Lo desnudaron y le pusieron un manto color escarlata. 29Le pusieron una corona de espinas en la cabeza y una caña en su 91 San Mateo 27 Magdalena, su esposa, María, su madre (quien también era la madre de Santiago y José), y María, la madre de Santiago y Juan. 57Acercándose la noche, un hombre rico de Arimatea llamado José, creyente en lo que Jesús decía, 58fue donde Pilatos y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilatos ordenó que se lo entregaran. 59José tomó el cuerpo, lo envolvió en un lienzo nuevo y lo puso en su propia tumba, que había hecho excavar en la roca. 60Luego empujó una gran roca hacia la puerta y se fue. 61María Magdalena y María su madre se quedaron velando la tumba. 62Al día siguiente, después de la Preparación, el jefe de los sacerdotes y los fariseos fueron donde Pilatos, 63y le recordaron que Jesús había dicho que resucitaría después de tres días. 64Le pidieron que custodiara la tumba durante tres días, para que sus creyentes no pudieran robar el cuerpo y después decir que había resucitado, lo que sería todavía más desastroso. 65Por eso Pilatos les dio unos soldados, les ordenó ir y hacer guardia a la tumba, de la forma más segura posible. 66Ellos fueron y sellaron la tumba, y pusieron una guardia en el exterior. los ladrones que estaban crucificados a su lado se burlaban de él. 45Hacia el mediodía se empezó a oscurecer, y así se mantuvo hasta cerca de las tres de la tarde. 46Entonces Jesús dio un fuerte grito: “¡Papá! ¡Papá! ¡Ayúdame!”. 47Algunos de los presentes decían: “Está invocando a Dios”. 48Uno de los soldados mojó una esponja en vinagre y poniéndola en una caña la ofreció a Jesús para que bebiera. 49Pero los otros que estaban allí decían: “Espere un momento. Vamos a ver si Dios viene a salvarlo”. 50Jesús, nuevamente llamó a Papá y regresó a Él. 51En este momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló. 52Algunas tumbas se abrieron y muchos santos se levantaron de entre los muertos. 53Y después de la propia resurrección de Jesús, entraron a la ciudad santa y fueron vistos por muchos. 54Cuando el centurión y sus hombres vieron el terremoto y todo lo que sucedía, se asustaron terriblemente y dijeron: “Verdaderamente éste era Hijo de Dios” 55Un grupo de mujeres miraba desde la distancia. Ellas habían acompañado a Jesús desde Galilea. 56Entre ellas estaban María 92 San Mateo 28 Capítulo 28 sumos sacerdotes y les contaron todo lo que había pasado. 12Los sumos sacerdotes hablaron del asunto 13y le dieron a los soldados una cantidad de dinero para que dijeran que los creyentes habían llegado de noche, mientras estaban dormidos, y habían robado el cuerpo. 14“Y si esta información llega al gobernador, nosotros nos encargamos de arreglarlo”. 15Así que los soldados tomaron el dinero e hicieron como les dijeron. Esta es la historia que muchos creen incluso hasta el día de hoy. 16Cuando Jesús se apareció a los once y a los otros, estaban muy emocionados, aunque algunos tenían problema para creer lo que estaba sucediendo. 17Jesús les dijo: “Mi trabajo aquí ya está hecho. Ahora los envío a continuarlo. 18¡Vayan, pues, a todo el mundo, bautizando en Espíritu, bautizándolos en sí mismos! 19Enséñenles lo que les he enseñado: que todos son hijas e hijos de Papá, que el Amor es la cosa más importante y que siempre se manifiesta como Servicio. 20Y recuerden siempre que estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos, y aún más, ¡que soy ustedes para siempre!”. 1La mañana del domingo, des- pués del descanso del sábado, María Magdalena, su esposa y María su madre fueron a la tumba, para hacer la unción del cuerpo en familia. 2Encontraron que la piedra había sido movida de la entrada a la tumba. 3Esto les causó mucha molestia y entonces se inclinaron para mirar dentro del sepulcro y vieron que estaba vacío. 4Los guardias se despertaron, y al ver también que la tumba estaba vacía salieron corriendo. 5Entonces Jesús se apareció a su familia y les dijo: “¡No tengan miedo; soy yo realmente! 6Me he levantado como les dije que lo haría”. 7Se le acercaron lentamente y poco a poco comenzaron a creer que en realidad era él. 8Se llenaron de alegría y de paz, y comenzaron a abrazarlo. 9Después que conversaron un tiempo, Jesús les pidió que fueran a decir a sus amigos que estaba vivo realmente y que había resucitado de entre los muertos. 10Así que rápidamente se fueron a dar la maravillosa noticia a sus amigos. 11Mientras iban de camino, los soldados fueron adonde los 93 Evangelio de Marcos Capítulo 1 bautizo con agua, pero él bautizará con Espíritu”. 9Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10En el momento que salía del agua, vio que el cielo se abrió y Espíritu descendió sobre él en forma de paloma. 11Una voz vino del cielo: “Eres mi hijo amado. ¡Realmente te amo!”. 12Enseguida fue llevado por Espíritu al desierto para enfrentar sus miedos antes de comenzar su ministerio público. 13Permaneció allí en oración durante cuarenta días. 14Luego que Juan fue arrestado, Jesús subió a Galilea a predicar la Buena Nueva de Dios. 15Decía: “Ha llegado la hora de saber que Dios está en sus corazones. Repiensen sus vidas y crean esta Buena Nueva”. 1Comienzo de la Buena Nueva de Jesús, un Cristo, un Hijo de Dios. 2El profeta Isaías escribió: “Envío mi Mensajero adelante para preparar su camino; 3una voz que clama en el desierto para ayudar a la gente a encontrar su camino hacia Dios”. 4Juan el Bautista apareció en el desierto y bautizó a muchas personas para ayudarles a limpiarse interiormente y en sus vidas. 5Mucha gente de Judea y Jerusalén venía y era bautizada por él en el río Jordán. 6Los vestidos de Juan estaban tejidos con pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Comía solo langostas y miel silvestre. 7Juan decía: “Después de mí viene alguien más grande que yo. 8Yo 94 Marcos 1 16Mientras estaba en cama, enferma. 31Le contaron a Jesús, él entró, la tomó de la mano y la levantó. Ella se sintió tan bien, que comenzó a servirles. 32Esa noche, mientras el sol se ocultaba, le trajeron muchos enfermos y poseídos; 33tantos, que parecía que toda la ciudad estaba en la puerta de su casa. 34Curó a muchas personas que sufrían de diferentes enfermedades, y sanó a muchos poseídos. 35Jesús se levantó al amanecer de la mañana siguiente y se fue a un lugar solitario, a orar. 36Los amigos de Jesús fueron a buscarlo, y cuando lo encontraron le dijeron: “Todo el mundo lo está buscando” 38Jesús les contestó: “Continuemos hacia las poblaciones cercanas, para que yo pueda predicar y sanar también allí, porque para eso he venido”. 39Así que continuó predicando por toda Galilea, en las sinagogas, y expulsando las energías negativas. 40Un leproso vino a Jesús, rogándole que lo sanara. Le dijo: “Sé que usted puede sanarme si quiere”. 41Jesús se conmovió profundamente, le impuso las manos, y dijo “Quiero. ¡Queda limpio!”. 42De inmediato la lepra abandonó su cuerpo y quedó completamente sano. 43Jesús lo despidió, diciéndole: “No le cuente a nadie sobre de esto”. 45Pero él salió y Jesús caminaba a lo largo del Mar de Galilea, vio a Pedro y a su hermano Andrés, echando la red al mar, porque eran pescadores. 17Jesús les dijo “Vengan conmigo y les enseñaré cómo pescar personas” 18Inmediatamente dejaron las redes y se fueron con él. 19Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, los hijos de Zebedeo, que estaban en su barca remendando las redes. 20Los llamó, y ellos dejaron a su padre y su barca, y lo siguieron. 21Se fueron a Cafarnaum y al siguiente sábadoJesús fue a la sinagoga y empezó a enseñar. 22Quienes escuchaban sus enseñanzas se asombraban, porque les enseñaba con la experiencia, no simplemente con lo que leía, como hacían los escribas. 23Había un hombre en la sinagoga con una energía negativa. 26Jesús expulsó esa energía negativa, y ésta salió del hombre. 27Quienes presenciaron esto quedaron muy asombrados. He aquí un hombre que enseñaba con autoridad real y podía expulsar energías negativas. 28Debido a este tipo de cosas, rapidamente la fama de Jesús se extendió por toda Galilea. 29Ese mismo día Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Pedro y Andrés. 30La suegra de Pedro 95 Marcos 1, 2 un paralítico: levántese y vaya a casa?”. 10Para mostrarles que realmente conozco el corazón de Dios, 11le digo ahora a este paralítico: “¡Levántese, tome su camilla y camine a casa!”. 12Inmediatamente el hombre se levantó, tomó su camilla, salió y se fue a su casa. Todo el mundo quedó sorprendido al ver esto. Decían: “Jamás hemos visto algo como esto”. 13Luego Jesús salió de nuevo a caminar por la orilla del mar; la multitud lo seguía y Él les enseñaba. 14Más tarde, mientras caminaba, encontró a Leví, hijo de Alfeo, sentado en la oficina de impuestos. Él le dijo: “Camine conmigo”. Leví se puso en pie y salieron caminando juntos. 15Por esto en la mesa de Jesús había regularmente muchos recaudadores de impuestos y otras personas que no eran bien vistas. 16Los fariseos al observarlo, le preguntaron a los amigos de Jesús ‘por qué comía con esta clase de gente’. 17Al oírlos, Jesús dijo: “No necesitan médico quienes están bien, sino quienes sufren alguna enfermedad. No he venido a llamar a los que se consideran personas de bien, sino que he venido principalmente para los humildes. 22Sé que éste es un concepto nuevo para ustedes; por lo tanto, pónganlo en un un patrón de pen- lo contó a toda persona que se encontraba; por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente a ninguna población; tenía que quedarse en lugares desérticos. Aun así, la gente seguía llegando por oleadas. Capítulo 2 1Días después Jesús regresó a Cafarnaum y muy pronto la gente se dio cuenta que estaba en casa. 2Se congregaron tantos, que en poco tiempo era imposible entrar en la casa. 3Jesús estaba predicando la Buena Nueva, cuando llegaron cuatro hombres con un paralítico, para que lo curara. 4Puesto que no podían entrar por la puerta, subieron al techo y quitaron parte del tejado. Bajaron al hombre en la camilla hasta donde estaba Jesús sentado. 5Jesús estaba tan impresionado por la fe de ellos, que dijo entonces al paralítico: “Usted es muy amado por Dios”. 6Algunos de los acompañantes murmuraron, diciendo: “Este hombre es un pecador, ¿cómo puede ser amado por Dios? 7¿Y cómo puede Jesús conocer el corazón de Dios? Es una blasfemia presumir que pueda hacerlo”. 8Jesús sabía lo que estaban pensando, y por lo tanto dijo: 9“¿Qué es más fácil, conocer el corazón de Dios o decir a 96 Marcos 2, 3 te de Galilea, Judea, Jerusalén y otros lugares lo seguía. 8Venían porque habían oído hablar de lo que había hecho. 9Les pidió a sus amigos que prepararan una barca, para entrar en el agua y desde allí enseñar a la multitud sin que lo apretujaran. 10Había curado a tantos, que quien padecía dolencia quería simplemente tocarlo. 11También sacaba las energías negativas. 13Jesús subió a una colina y escogió a sus apóstoles. 14Eligió a doce para enviarlos a curar enfermos, liberar a la gente de las energías negativas y predicar la Buena Nueva. 15Designó a estos doce: 16Simón, a quien llamó Pedro; 17Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo (Trueno); 18Andrés y Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomás y Santiago el hijo de Alfeo; Tadeo y Simón de Caná; 19y Judas Iscariote. 20Bajaron a comer, pero tanta gente se agolpó a su alrededor, que no pudieron. 22Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían que el mismo Jesús estaba poseído. 23Ellos decían que las energías negativas eran seres reales, y que Jesús utilizaba a su líder maligno para sacarlas. 24Entonces Jesús se acercó y les dijo: “¿Cómo puede ser que el líder saque sus propias otras? Si un reino se divide contra sí mismo, samiento nuevo, así como el vino nuevo se pone en odres nuevos”. 23Jesús estaba caminando por entre un sembrado de trigo en día sábado, y sus amigos comenzaron a coger espigas de trigo y a comer de sus granos. 24Los fariseos, al verlo, le dijeron: “¿Por qué sus amigos hacen lo que no está permitido en sábado?”. 25Jesús les contestó, “¿Por qué siempre me preguntan acerca de la ley? 26Dios es Amor; 27Dios no es ley. 28Si quieren acercarse a Dios, deben acercarse al amor, no se preocupen tanto por la ley”. Capítulo 3 1Jesús entró a la sinagoga el sábado y allí había un hombre con una mano seca. 2Ellos lo vigilaban para ver si curaba en sábado, para acusarlo de violar la ley. 3Jesús le pidió al hombre de la mano seca que se ubicara en el centro. 4Luego les preguntó: “¿Está bien ayudar a una persona en sábado?”, pero nadie contestó. 5Mirando a su alrededor y preocupado por aquellos duros corazones, dijo al hombre: “¡Extienda su mano!”. La levantó, y estaba completamente restaurada. 6Los fariseos salieron y empezaron a planear la forma de ejecutarlo. 7Jesús y sus amigos bajaron a la orilla del mar, y mucha gen97 Marcos 3, 4 no puede perdurar. 25De la misma manera que una familia dividida contra sí misma no perdurará. 26De modo que si el líder de energías negativas las expulsa; éstas se apróximarán a su fin. 31La madre de Jesús, sus hermanas y hermanos vinieron a verlo, pero ni siquiera pudieron entrar a la casa donde estaba, por lo que le enviaron un mensaje. 32El mensaje decía: “Su madre, hermanas y hermanos estamos afuera”. 33Jesús dijo, “Díganles que saldré en un minuto. 34Primero quiero explicarles que todos somos hermanas y hermanos, hijas e hijos de Dios, nuestro Papá. 35Quienes reconocemos a Dios como nuestro Papá, tenemos este vínculo especial de Familia”. millas cayeron entre espinos, y los espinos crecieron y las ahogaron. 8Sin embargo, la mayoría cayeron en buena tierra, por lo que el cultivo creció y dio buena cosecha; algunas treinta veces, otras sesenta y algunas un centenar. 9Abran bien sus oídos a lo que estoy diciendo”. 10Más tarde, cuando la multitud se fue, los doce le preguntaron acerca de la parábola. Jesús les dijo: “Las parábolas son historias de Verdad. 11A menudo es más fácil recordar una historia que recordar una Verdad. 12Y las parábolas pueden contener varias verdades al mismo tiempo”. 13Entonces les preguntó: “¿Cómo creen que pueden enseñar a la gente, si no entienden el trabajo con parábolas? 14En este caso, yo soy el sembrador de la Buena Nueva; pronto lo serán ustedes; pues para esto han sido llamados. Van a predicar la Buena Nueva y a comprobar que es verdad mediante la sanación. La curación es la parte física de predicar la Buena Nueva 15Por lo tanto, permítanme ayudarles a entender cómo enseñar con parábolas. Cuando la gente escucha la Buena Nueva y no la entiende, la energía negativa puede arrancar la buena semilla sembrada en sus corazones. Esto representa la semilla que cae a lo Capítulo 4 1Más tarde bajó de nuevo a la playa para enseñar. Subió a la barca y se sentó. 2Como era su costumbre, les enseñaba con parábolas: “Un sembrador salió a sembrar, y cuando lo hacía algunas semillas cayeron a lo largo del camino, 4pero las aves vinieron y se las comieron. 5Otras semillas cayeron sobre suelo rocoso, y aunque germinaron, no encontraron tierra suficiente para echar raíces. 6Así que el sol las sofocó y murieron. 7Algunas se98 Marcos 4 largo del camino. 16En cuanto a la semilla sembrada en terreno rocoso, se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva y la aceptan inmediatamente, 17pero no echa raíces en sus corazones, de tal manera que en cuanto se presenta la persecución o las dificultades, la abandonan. 18La semilla sembrada entre espinos, se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva, 19pero las preocupaciones mundanas y las promesas engañosas de la riqueza la asfixian y nunca produce fruto en sus corazones. 20Las semillas sembradas en tierra buena se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva, la entienden y la reciben bien en sus vidas. Estas son las que dan buen fruto, algunas con rendimientos del treinta, otras sesenta e incluso algunos hasta un centenar de veces”. 21Luego les dijo: “¿Acaso se trae una lámpara a casa para ponerla debajo de una canasta o debajo de la cama? ¿No se pone más bien en un candelero o en un soporte alto? 22Porque no hay nada oculto que no llegue a ser conocido, ni nada guardado en secreto que no llegue a revelarse. 23Abran bien sus oídos, para que puedan entender lo que estoy diciendo”. 24Entonces les dijo: “Pongan mucho cuidado para aprender esta Verdad. La forma de tratar a los demás, es como ustedes se tratarían a sí mismos y como luego serán tratados por los demás. 25Quienes crean que son benditos serán bendecidos, pero quienes no se sientan benditos difícilmente serán bendecidos. Atraemos para nosotros lo que creemos acerca de nosotros mismos”. 26Luego dijo: “La Vida Divina en nosotros es como el campesino que esparce semillas en el campo; 27se va a dormir y a la mañna siguiente las semillas están brotando, pero él no sabe lo que está ocurriendo. 28Luego observa que sale un tallo y forma una espiga. Finalmente la espiga de trigo madura. 29Y cuando está listo, coge la hoz y recoge la cosecha”. 30Nuevamente, “la Vida Divina en nosotros, es como una diminuta semilla de mostaza, 31que cuando es plantada crece hasta llegar a ser la más grande de todas las plantas. 32Tan grande, que hasta los pájaros pueden anidar en sus ramas”. 33Con parábolas como éstas Jesús compartía la Buena Nueva de la Vida Divina de Dios en nosotros. 34Después, cuando estaban solos, Jesús les daba más explicaciones, para que los apóstoles pudieran aprender a enseñar mejor. 35Esa misma noche Jesús dijo a los apóstoles: “Vamos a cruzar 99 Marcos 4, 5 al otro lado del lago”. 36Algunas personas se les unieron en otras barcas. 37Cuando se fue a dormir, una pesada tormenta se desató y las olas se levantaban peligrosamente. 38Lo despertaron y le dijeron que estaban a punto de hundirse. 39Se levantó y les preguntó: “¿Por qué están tan asustados? ¿No tienen algo de fe?”. Entonces calmó el viento y dijo al mar: “Tranquilo, todo está bien”. El viento se suavizó y vino una gran calma. 41Todavía estaban terriblemente asustados, y se decían unos a otros, “Quién es éste que hasta el viento y el mar lo escuchan?”. Capítulo 5 1A la mañana siguiente llegaron a la ribera opuesta, en la región de los gerasenos. 2Justo en el momento en que llegaron salió de entre las tumbas un hombre que tenía una energía negativa. 3Había hecho su casa entre las tumbas y estaba completamente fuera de control. 5Se mantenía entre las tumbas y en las montañas, gritando e hiriéndose con piedras. 6Todos trataban de evitar que se acercara, pero Jesús fue hasta él y le apaciguó la energía negativa. 15El hombre se calmó y recuperó el control de sí mismo. 16Cuando la gente se dio cuenta de lo que Jesús había hecho, se llenaron de asombro. 17También sintieron temor de su poder, y por eso le pidieron que se marchara de aquella región. 18Mientras Jesús regresaba a la barca, el hombre que había sido curado vino y le pidió que le permitiera ir con él. 19Pero Jesús le dijo: “Regrese donde su familia y sus amistades y cuénteles lo que ha pasado, cómo el Amor de Dios se ha manifestado en su vida”. 20El hombre salió y recorrió las diez ciudades de los alrededores contando las maravillas que Jesús había hecho con él; quienes escuchaban su historia se quedaban asombrados. 21Jesús cruzó al otro lado nuevamente, tratando de evitar la aglomeración de la multitud. 22Sin embargo, tan pronto llegó, uno de los jefes de la sinagoga vino a rogarle que fuera a su casa. 23Le dijo: “Mi hija está agonizando. 24¡Por favor, venga y ponga sus manos sobre ella, para que se recupere y viva! 25En su camino se encontraron con una mujer que llevaba doce años sufriendo de hemorragias vaginales. 26Había sido tratada por los médicos de la zona sin resultado alguno, y había gastado todo su dinero (Hay que recordar que esta enfermedad la hacía impura ante los ojos de la ley). 27De 100 Marcos 5, 6 todos modos, la mujer se acercó a Jesús por detrás y se dijo a sí misma, 28“Si solo toco su túnica, quedaré sanada”. 29En el momento que lo hizo, su hemorragia se detuvo y supo que estaba sanada. 30Jesús se dio cuenta de lo que había pasado; se dio vuelta y preguntó: ¿Quién me ha tocado?”. 31Sus amigos le dijeron: “Ve cómo la gente apretuja a su alrededor ¿y todavía pregunta quién lo ha tocado?”. 32Jesús miró alrededor para ver quién lo había tocado. 33La mujer se acercó temblando, porque sabía que había violado la ley, pero también sabía que había sido sanada. 34Jesús le dijo: “Hija mía, su fe la ha sanado, vaya en paz”. 35Mientras aún hablaba, llegaron los sirvientes del jefe de la sinagoga y le dijeron que no molestara más a Jesús, porque su hija ya había muerto. 36Pero Jesús le dijo al jefe de la sinagoga: “¡No se preocupe! Simplemente tenga fe”. 37Desde entonces no permitió que nadie más fuera con él, excepto Pedro, Santiago y Juan. 38Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, había gran alboroto de gemidos y llantos. 39Jesús entró a la casa y dijo: “¿Por qué tanta agitación y llanto?”, la niña no ha muerto, solo duerme”. 40La gente se burlaba por decir esto, pero le pidió a todos que salieran. Luego con la madre y el padre de la niña entraron en la habitación donde se encontraba. 41Tomóla mano de la niña y le dijo: “Niña, levántese”. 42Al instante la niña se levantó y caminó alrededor. La niña tenía doce años. Estaban todos tan asombrados, que nada atinaban a decir. 43Él les recomendó que no contaran a nadie lo que había ocurrido, y pidió que le dieran a la niña algo de comer. Capítulo 6 1Jesús regresó con sus amigos a su ciudad natal. 2Ese sábado fue a la sinagoga a enseñar. Muchos de los que estaban allí se sorprendían enormemente con lo que enseñaba. Empezaron a preguntar “¿Dónde ha obtenido esa sabiduría? ¿Y cómo hace todos esos milagros? 3¿No es éste el hijo del carpintero, el hijo de María y de José? ¿No son sus hermanos Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y sus hermanas María y Juana, no viven aquí con nosotros?”. Estaban contrariados por lo que Él hacía. 4Como Jesús sabía lo que estaban pensando y lo que decían, les dijo “Es triste que un profeta nunca sea aceptado en el lugar donde ha crecido”. 5No pudo hacer un 101 Marcos 6 gran trabajo allí, por la falta de fe; entonces puso las manos sobre algunos pocos enfermos y los curó. 6Salió y fue hacia las aldeas vecinas a enseñar. 7Luego llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les dio poder sobre las energías negativas. 8También les dio instrucciones para desempeñar su ministerio. No deberían llevar nada más que su bastón. Esto, para que aprendieran que Él siempre cuidaría de ellos. 10También les dijo que fueran muy respetuosos con las personas que los acogieran. 11Que si alguna comunidad no era hospitalaria, fueran a otra más dispuesta a escuchar la Buena Nueva. 12Así que salieron a predicar a la gente que debían repensar sus vidas y sus prioridades, y poner a Dios en primer lugar. 13También trataron con muchas energías negativas, ungieron enfermos y los sanaron. 14El rey Herodes se había enterado de esto, porque Jesús se había vuelto muy conocido. Creía que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos y estaba haciendo milagros. 15Otros decían que era Elías, y aun otros decían que era un profeta como los que habían tenido muchos años atrás. 16Sin embargo Herodes estaba convencido que era Juan el Bautista. 17Porque Herodes había ordenado arrestar a Juan y ponerlo en prisión, debido a Herodías. 18Ella había sido la esposa de su hermano Felipe, y antes de casarse con ella Juan le había dicho que no tenía derecho a casarse. 19Por eso Herodías le guardaba rencor y lo quería matar, pero no encontraba la forma de hacerlo. 20Herodes sentía temor ante Juan, por considerarlo un hombre recto y santo, y disfrutaba escuchándolo. 21Un momento oportuno se presentó para la venganza de Herodías con el cumpleaños de Herodes. 22Éste ofreció un banquete a nobles y galileos prominentes, en el que la hija de Herodías asistió y bailó en su honor. 23Herodes se sintió tan satisfecho, que le prometió concederle lo que le pidiera, así fuese la mitad de su reino. 24Ella fue donde su madre y le preguntó qué debía pedir. Herodías le dijo: “La cabeza de Juan el Bautista” 25Regresó al salón y dijo al rey que quería que le trajera la cabeza de Juan el Bautista puesta sobre una bandeja de plata. 26El rey se entristeció mucho con el pedido, pero para honrar su promesa, y ante sus invitados, no quiso desairarla. 27Envió a uno de sus guardias con la orden de traerle la cabeza de Juan. 28Éste fue y lo decapitó en la prisión, y le trajo la cabeza en una bandeja a la joven, quien la llevó a su ma- 102 Marcos 6 dre. 29Cuando los amigos de Juan se enteraron, vinieron, tomaron el cuerpo y lo sepultaron en una tumba. 30Los apóstoles regresaron de sus misiones e informaron a Jesús todo lo que habían hecho. 31Él les dijo “Vengan conmigo a un lugar donde puedan descansar”, pues tanta gente iba y venía, que no le dejaban tiempo ni siquiera para comer un poco. 32Así que se fueron en una barca a un lugar apartado, para estar solos. 33La gente los vio salir y sabían a dónde se dirigían, así que corrieron y llegaron primero. 34Cuando Jesús se bajaba de la barca vio la multitud y se compadeció, porque andaban como ovejas sin pastor. Empezó a enseñarles. 35Se hizo tarde; por lo tanto, los apóstoles se acercaron a Jesús y le sugirieron que los despachara, 36para que pudieran ir a conseguir algo de comer. 37Pero él respondió: “Denles ustedes algo de comer”. Dijeron: “¿Vamos a gastarnos el salario de medio año en comida para poderlos alimentar?”. Les preguntó “Cuántos panes tienen? Vayan y averigüen”. Regresaron y le comentaron que tenían cinco panes y dos pescados. 39Entonces le pidió a la multitud que se sentaran sobre la hierba, 40en grupos de cien personas. 41Luego, tomando los cinco panes y los dos pescados levantó sus ojos al cielo y dio gracias. Partió el pan y se lo entregó a los apóstoles, para que lo repartieran. También partió los dos pescados entre todos. 42Comieron lo que quisieron. 43Después los apóstoles recogieron unos doce canastos con los sobrantes de pan y de pescado. 44Lo hicieron después de que unas diez mil personas habían comido. 45Enseguida les pidió a los apóstoles que subieran a la barca para cruzar hacia Betsaida. 46Jesús despidió a la muchedumbre y subió a la montaña a orar. 47Cuando se hizo de noche, la barca estaba en medio del mar y Jesús estaba solo en la orilla. 48Al ver que remaban vigorosamente y luchaban porque el viento soplaba fuerte en su contra, hacia las tres de la mañana se acercó caminando sobre las aguas. 49Ellos, creyendo que se trataba de un fantasma, gritaban asustados. 50Pero Él les dijo: “No se asusten. Soy yo”. 51Subió a la barca y el viento se calmó. 52Ellos parecían más sorprendidos de esto que cuando alimentó a diez mil personas con cinco panes y dos pescados. 53Después de haber cruzado el lago, desembarcaron en Genesaret. 54Tan pronto como llegaron, la muchedumbre reconoció a Je- 103 Marcos 6, 7 sús 55y se regó la noticia por toda la región. Quien tenía una dolencia era traído donde Él. 56Tanto en las ciudades como en el campo, la gente traía sus enfermos y le rogaban que les permitiese tocar tan siquiera el borde de su túnica. Todos los que la tocaban quedaban sanados. Capítulo 7 1Fariseos y escribas vinieron de Jerusalén y preguntaron a Jesús por qué sus amigos no obedecían la ley 2de lavarse las manos antes de comer. 3Jesús les dijo: “¿Por qué enseñan reglamentos humanos como si fueran doctrinas de Dios, y 4quebrantan el mandamiento de honrar madre y padre?”. 5Dijo: “En lugar de atenderlos, les dicen que van a llevar ofrendas y sacrificios al templo. 6¿No recuerdan lo que dijo el profeta Oseas: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios?”. 14Jesús le pidió a la gente que se reuniera a su alrededor, y les dijo: “Por favor, escuchen lo que tengo que decirles. 15Nada de lo que entra en una persona la contamina, son las cosas que salen de la persona lo que hacen que no sea limpia. 16Abran bien sus oídos para que puedan entenderme”. 17Cuando Jesús hubo avanzado lejos de la multitud, sus amigos le pidieron que explicara lo de la parábola. 18Les dijo: “¿No se dan cuenta que lo que viene de afuera no daña a nadie, 19porque no entra en su corazón, sino en su estómago y a través de éste es eliminado?”. (Al referirse a esto declaró que todo alimento es limpio.) 20Luego dijo: “Lo que sale de la boca de una persona, sale de su corazón, 21y eso es lo que puede contaminarla. 22Porque del corazón salen las ideas y los planes negativos. 23Y esas cosas negativas que salen del corazón son las que manchan y descalifican a la persona”. 24Enseguida se levantó y se dirigió a la región de Tiro. Entró en una casa con la intención de alejarse un poco de las multitudes, pero ya era imposible. 25Una señora que tenía una hija con energía negativa vino tan pronto escuchó que Jesús estaba por allí. 26Era una gentil siro-fenicia, con gran fe. 27Jesús mostró el amor universal de Dios, sanando su hija. 30Cuando ella regresóllegó a su casa, encontró a su hija completamente curada. 31De regreso de la región de Tiro pasó por Sidón, en el mar de Galilea, y subió al centro de la región de las diez ciudades. 32Le trajeron a un hombre sordo, con impedimento de habla, y pidieron que le impusiera sus manos. 104 Marcos 7, 8 33Acercándose, Jesús puso su dedo en sus oídos y tocó su lengua con un poco de saliva. 34Luego, mirando hacia el cielo, lanzó un suspiro y dijo: “Ábranse”. 35Y de inmdiato sus oídos se abrieron y pudo hablar claramente. 36Le pidió que no le mencionara esto a nadie, pero él lo contaba a todos. 37Quienes lo oían se admiraban y decían 38“¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!”. Capítulo 8 1Más tarde, otra enorme multitud se reunió para escuchar las enseñanzas de Jesús. 2Después de tres días llamó a sus apóstoles, y les dijo: 3“Me siento muy preocupado con esta gente, que me ha estado escuchando por tres días y no queda más para comer. Me preocupa que si les digo que se vayan, se desmayarán en el camino a casa, puesto que la mayoría viven bastante lejos de aquí”. 4Sus apóstoles le respondieron: “¿Dónde, en este desierto, podremos conseguir alimento suficiente para esta multitud?”. 5Jesús les preguntó cuántos panes tenían. Contestaron que siete. 6Entonces le pidió a la multitud que se sentaran en el suelo. Enseguida tomó los panes, dio gracias, los partió y los entregó a los apóstoles, para darlos a la gente. 7También tenían unos pocos pececillos. Jesús dio gracias y los entregó a los apóstoles, para que los pasaran a la gente. 8Comieron lo que quisieron y recogieron siete canastos con los sobrantes. 9Comieron esta vez unas ocho mil personas. 10Luego los despidió y salió para la región de Dalmacia. 14Poco después cruzaron el lago nuevamente, pero los apóstoles olvidaron traer el pan. 15Jesús les dijo: “Estén alerta sobre la levadura de los fariseos y de Herodes”. 16Pensaron que Jesús les reclamaba por haber olvidado el pan. 17Entonces les dijo: “¿Por qué se preocupan tanto por el pan?”. 18No observaron lo que sucedió cuando repartí los cinco panes a diez mil, ¿cuántos canastos sobraron?”. Contestaron: “Doce”. 20“Cuando había siete panes para ocho mil personas, ¿cuántos canastos recogieron?”. Dijeron: “Siete”. Entonces les dijo: 21“¿No ven que el pan no es el problema?”. 22Cuando llegaron a Betsaida le presentaron un ciego y le pidieron que lo tocara. 23Jesús lo tomó de la mano y lo llevó fuera de la población. Después de ungirle los ojos con saliva, le impuso las manos y enseguida le preguntó si veía. 24El hombre miró a su alrededor y dijo: “Veo gente, pero 105 Marcos 8, 9 parecen árboles caminando”. 25Jesús le impuso las manos en los ojos nuevamente. Esta vez, miró con más atención, y pudo ver todo claramente. 26Entonces Jesús lo envió a casa y le pidió que no regresara por la población. 27Jesús y los apóstoles fueron a las aldeas cercanas de Cesarea y Filipo, y mientras caminaban les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. Le contestaron: “Hay quienes dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y aún hay quienes dicen que uno de los Profetas”. Jesús entonces les preguntó: 29“Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro contestó: “Usted es un Cristo”. 30Les pidió no comentar esto con nadie. 31Entonces empezó a decirles que iba a sufrir y que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y que sería ejecutado. Y que luego, después de tres días, resucitaría. 32Hizo énfasis en esto. Pedro entonces lo llevó aparte del grupo para manifestarle su aprecio. 33Jesús lo miró y le dijo: “Pedro, ¿usted acaba de decir que soy un Cristo y ahora trata de ensalsarme? ¡Haré lo que Papá me dice y no lo que usted me sugierre!”. 34Una multitud se reunió en torno a él y les dijo: “Quienes quieran caminar por el sendero que les he enseñado, tendrán que renunciar a todo: a sus creencias, a lo que piensan, especialmente a las cosas que creen que poseen. 35Éste no es un camino fácil, pero es el camino a la felicidad y a la paz. 36Aferrarse a lo que creen ahora, les costará aquello que es más importante. 37¿Qué es más importante, las ilusiones o la vida verdadera?”. 38“Sigan mis pasos, de regreso a casa de Papá”. Capítulo 9 1También les dijo: “Quiero dejarles muy en claro que antes de mi llegada se pensaba que la muerte era la única puerta a la Vida Divina. Ahora tienen mi Buena Nueva para abrir la puerta a su propia Vida Divina en el momento que lo deseen. No he venido solo a guiarlos de regreso a casa de Papá, sino también para llevarlos a la Divinidad que está en sus propios corazones. Y en últimas, he venido a mostrarles que ustedes, Papá y Yo, somos la misma cosa, exactamente la misma persona. Somos simplemente diferentes manifestaciones de la misma persona, la Única persona, el Único”. 2Para ayudarles a entender esto, tres días más tarde invitó a Pedro, Santiago y Juan a lo alto de una montaña, donde pudieran estar 106 Marcos 9 solos. Allí les mostró su Divinidad, para ayudarles a ver su propia Divinidad. 3Delante de ellos, sus vestidos se iluminaron de un blanco natural resplandeciente. 4Elías e Isaías aparecieron, y hablaban con Jesús. 5Pedro dijo a Jesús: “Maestro, estamos felices de estar aquí y experimentar esto. Hagamos tres tiendas, una para usted, otra para Elías y otra para Isaías”. No sabía qué decir, en medio de su sorpresa. 7Enseguida una nube bajó sobre ellos y se escuchó una voz que decía: “Éste es mi hijo, mi Amado. Escúchenlo con atención”. 8Cuando paso la nube vieron solamente a Jesús. 9Cuando descendieron de la montaña, Jesús les pidió que no dijeran nada, hasta que no hubiera resucitado de entre los muertos, porque los otros no creerían. 10Ellos no le comentaban a nadie lo que habían visto, pero se preguntaban el significado de “resucitar de entre los muertos”. 11Luego le preguntaron por qué los escribas decían que Elías debía venir primero. 12Jesús les contestó: “Elías debía venir primero, como lo acaban de comprobar, así como también lo constataron con Juan el Bautista. Ahora la pregunta de fondo es: “¿Por qué tengo que sufrir y ser desprecia- do?”. Al decir esto Jesús estaba relacionando la Transfiguración ocurrida en la montaña con la “Transfiguración” que iba a padecer en la cruz. 13Continuó explicandoles: “Les digo que Elías vino también en forma humana y lo trataron como me tratarán a mí”. Al decir esto, mostraba que Juan el Bautista estaba conectado con Elías y con él mismo. 14Cuando se encontraron con los demás apóstoles, observaron una gran multitud alrededor y a los escribas discutiendo con ellos. 15Al ver a Jesús, la multitud se sorprendió con el resplandor de la Transfiguración, que todavía se reflejaba en él. Todos corrieron a saludarlo 16Él les preguntó qué estaban discutiendo. 17Uno de entre la multitud dijo: “Maestro, he traído a mi hijo porque está poseído por una energía negativa. Cada vez que se manifiesta, lo tira al suelo y le sale espuma por su boca. 18Le rechinan los dientes y se pone rígido. Les pedí a sus amigos que lo curaran pero no pudieron”. 19Se volvió a sus apóstoles y les dijo: “tienen que creer más”. Dijo al papá del muchacho: “Tráigame a su hijo”. 20Lo trajeron a Jesús, y mientras lo acercaban, la energía negativa comenzó a moverse violentamente dentro del muchacho. Cayó al suelo y tuvo convulsio- 107 Marcos 9 nes, rodaba por el piso y echaba espuma por la boca. 21Jesús le preguntó al papá cuánto tiempo hacía que estaba ocurriendo esto. El papá contestó: “Desde que era apenas un niño. 22A veces lo ha arrojado al fuego o al agua, para herirlo. Si puede hacer algo, ayúdanos”. 23Jesús respondió: “¿Que si puedo hacer algo? Todo es posible para quien cree”. 24De inmediato el papá exclamó: “Creo ¡Por favor, ayúdame a creer aún más!”. 25Jesús, al observar que la multitud parecía amotinarse, sacó la energía negativa, diciéndole: “Salga y nunca vuelva a entrar”. 26Después de arrojar otro espumarajo, el muchacho se desmayó. Parecía un cadáver y por eso muchos dijeron que estaba muerto. 27Sin embargo, Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó. 28Después de entrar en la casa, los apóstoles le preguntaron en privado: “¿Por qué nosotros no pudimos hacerlo?”. 29Jesús les contestó: “Este tipo de males no se pueden sanar a menos que crean en su propia Divinidad, como les he enseñado. Necesitan Transfigurarse en su Divinidad para curar este tipo de enfermedades”. 30Salieron y estuvieron recorriendo Galilea. Jesús estaba preocupado por decirles a los apóstoles que sería arrestado y ejecutado. 31Les dijo que no se preocuparan, porque al tercer día resucitaría de nuevo. 32Todavía no entendían el significado de “resucitaría”, pero estaban tan preocupados por la idea de que sería ejecutado, que no quisieron pedirle ninguna explicación. 33Fueron a Cafarnaum, a casa de Jesús. Mientras caminaban les preguntó de qué estaban discutiendo. 34Ellos guardaron silencio, porque en el camino habían estado discutiéndo sobre quién era el más importante, quién sería el primero cuando Jesús ya no estuviera con ellos. 35Jesús se sentó y pidió a los apóstoles que se acercaran, y les dijo: “Si alguien quiere ser el primero, debe hacerse el último, el servidor de todos”. 36Llamó a una niña del vecindario y la sentó en sus rodillas. 37Y les dijo: “Quien ama a una niña como ésta, me ama a mí, y quien me ama, ama también a quien me ha enviado, porque todos Somos Uno. No hay primero. No hay último. Todos Somos Uno, ¡todos somos lo mismo!”. 38Juan le dijo a Jesús: “Vimos que alguien estaba sanando en su nombre, alguien que no está en nuestro grupo; entonces se lo prohibimos, porque no es de los nuestros”. 39Jesús dijo: “No se 108 Marcos 9, 10 lo prohíban, porque todos somos uno. 40Quien no está contra nosotros, está con nosotros. 50Vivamos todos juntos en paz”. Capítulo 10 1Jesús salió y fue caminando hasta la otra orilla del Jordán. Muchas gentes acudieron a él y, como era su costumbre, les enseñaba. 2Los fariseos se acercaron y, con intención de probarlo, le preguntaron si el divorcio era contrario a la ley. 3Él les contestó que no era lícito, a menos que el matrimonio ya hubiera muerto. 4“Dios creó a mujeres y hombres para unirse en matrimonio, 5y ya no son dos, sino uno. 6Y Uno no puede dividirse”. 10Cuando estuvieron de nuevo reunidos, los apóstoles le preguntaron acerca sobre lo que había dicho. 11Él les dijo: “Quien se divorcie y se case de nuevo, comete adulterio. 12El matrimonio solo termina con la muerte de uno de los cónyugues o con la muerte del matrimonio”. 13Algunos padres trajeron a sus hijos a Jesús para que los bendijera, pero los apóstoles se lo impedían. 14Jesús, dándose cuenta, les dijo: “Dejen que los niños se acerquen, porque ellos son la presencia de Dios. Nos enseñan el Amor y la Apertura que Papá tiene para todos. Dejen que nos recuerden lo que significa estar con Dios”. 14Los abrazaba y les daba su bendición. 17Continuando su viaje, un hombre llegó corriendo y le preguntó: 18“Maestro, ¿qué debo hacer para tener Vida Divina?”. 19Jesús le contestó: “Sabe los mandamientos, no matar, no cometer adulterio, no robar, no mentir, honrar padre y madre”. 20Él replicó: “Maestro, he hecho esto durante toda mi vida”. Jesús leyó su corazón y vio que no estaba totalmente cerrado, y le dijo: “Hay algo más que lo llevará plenamente a la Vida Divina. 21Vaya, venda todo lo que tiene, dé el dinero a los pobres; después regrese y camine conmigo”. 22El hombre se sintió abatido y salió muy triste, porque era muy rico. 23Jesús miró a los apóstoles, y dijo: “¡Es muy difícil para la gente rica vivir la Vida Divina!”. 24Los apóstoles quedaron muy sorprendidos, porque creían que la riqueza era una bendición de Dios. Jesús dijo otra vez: “Qué difícil para la gente rica vivir en la presencia de Dios; a menudo creen que la riqueza es suficiente, que la riqueza les pertenece, cuando simplemente es algo que se les ha dado para administrar”. 25“Es más fácil que los grandes camellos se agachen para pasar or 109 Marcos 10 debajo de las puertas de entrada a la ciudad, que para una persona rica entrar ante la presencia de Dios”. 26Los apóstoles seguían sorprendidos, y decían entre ellos: “¿Quién puede hacer esto?”. 27Jesús les dijo: “No es posible humanamente, solo es divinamente posible. Porque todo es posible con Dios”. 28Pedro le dijo: “Entonces ¿Qué pasa con nosotros? Hemos dejado todo para seguirte”. 29Jesús contestó: “Les aseguro que no habrá nadie que haya dejado su casa, su familia o sus propiedades para seguirme y predicar la Buena Nueva, que no vaya a recibir cien veces más de lo que ha dejado. 30Muchos recibirán cosas materiales en esta vida. Todos recibiremos Vida Divina en la otra. Además tendrán más hermanas, hermanos, madres y padres. Y de ellos será la bendición de la persecución purificadora, para ayudarles a abrir las puertas a la Vida Divina. 31Muchos que han pensado ser últimos, serán vistos como primeros, y muchos que piensan ser primeros serán vistos como últimos”. 32Comenzaron a caminar hacia Jerusalén, con Jesús. Estaban angustiados y sin saber qué hacer por lo que les había dicho. Jesús los reunió y empezó a decirles una vez más lo que iba a suceder. 33“Vamos a subir a Jerusalén y seré entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos me condenarán a muerte y me entregarán a las autoridades civiles. 34Se burlarán de mí, seré escupido, me azotarán y me ejecutarán. Pero en tres días resucitaré; así que no hay de qué preocuparse. 42Cuando lleguen a ser líderes en la proclamación de la Buena Nueva, no se sientan amos de quienes también sean llamados a caminar con ustedes. 43Quienes sean líderes, deben ser servidores. 44Aquellos que quieren ser primeros, deben considerarse últimos. 45Porque yo no vine para ser servido, sino a servir y a dar mi vida para mostrar la inmensidad del Amor de Dios por todos”. 46Pasaron por Jericó, y cuando salían una gran multitud caminaba con ellos. 47Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado al lado del camino. Al escuchar que Jesús, gritó: “¡Jesús, tenga mpasión de mí!”. 48Quienes estaban a su alrededor le pidieron que se callara, pero gritaba más fuerte: “¡Jesús, tenga piedad de mí!”. 49Jesús se detuvo y pidió que lo llamaran. Entonces le dijeron: “¡Ánimo, levántese, Jesús lo llama!”. 50El hombre ciego se quitó el abrigo, saltó de alegría y fue donde Jesús. 51Jesús le dijo: “¿Qué 110 Marcos 10, 11 quiere que haga por usted?”. Dijo el ciego: “Maestro, permítame ver de nuevo”. 52Jesús le dijo: “Vea, su fe lo ha curado”. Al instante recobró la vista y comenzó a caminar con Jesús. Capítulo 11 1Cuando llegaron a Jerusalén, cerca del Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus apóstoles. 2Les dijo: “Entren en la población y verán un asno atado que no ha sido montado todavía. 3Tráiganlo. Si alguien les pregunta, díganle que el Maestro lo necesita”. 4Los dos entraron a la aldea y encontraron el asno, tal como Jesús les había dicho. 5Lo desataron y se lo llevaron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron qué estaban haciendo. 6Les contestaron que el Maestro lo necesitaba, y los dejaron partir. 7Llevaron el asno a Jesús y lo cubrieron con sus mantos. Jesús lo montó. 8Mientras avanzaba, mucha gente se quitaba sus mantos y algunos ponían ramas de palma a su paso, para honrarlo. Entró a Jerusalén y se dirigió al templo. En la noche se fue a Betania. 15A la mañana siguiente regresó al templo. Empezó a expulsar a los compradores y vendedores de animales para el sacrificio, 16no permitió que entraran a vender objetos en el tem- plo. 17Dijo: “¿No es ésta una casa de oración? Están haciendo de ella una cueva de ladrones”. 18Los sumos sacerdotes y los escribas escucharon hablar de lo ocurrido y estaban preocupados porque no encontraban la manera de quitárselo de encima, y tenían miedo de él, porque sabían que la gente estaba maravillada con sus enseñanzas. 19Esa noche Jesús regresó a Betania. 20A la mañana siguiente se encontraba caminando de nuevo con sus amigos hacia el templo. 21Pedro comentó las maravillas que estaban sucediendo. 22Jesús dijo: “Tengan fe en Dios. Porque les aseguro que quien tiene fe, le dice a una montaña, “salte al mar”, 23y si no vacila en su fe, la montaña saltará al mar. 24Les digo que todo lo que pidan con absoluta fe, lo conseguirán. 25Cuando estén orando, recuerden que si tienen algo contra una hermana o hermano, perdonen a esa persona en su corazón. Esto los abrirá más a Dios y facilitará su oración. 26Es imposible abrirse a Dios si están cerrados a sus hermanas y hermanos”. 27Entraron a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo los sumos sacerdotes y los escribas se acercaron y le preguntaron: 28“¿Bajo qué autoridad hace lo que está haciendo?”. 29Jesús 111 Marcos 11 ,12 les respondió: “Les haré una pregunta, y si la contestan responderé la de ustedes: 30“¿El bautismo de Juan era de Dios o de nosotros los humanos?”. 31Cayeron en cuenta que si contestaban “que era de Dios”, les preguntaría: ¿por qué entonces no creyeron?. 32Pero si decían que era “de nosotros, los humanos”, la gente se levantaría contra ellos, ya que consideraban a Juan como un profeta. 33Por eso dijeron que no tenían respuesta. Entonces Jesús les dijo que tampoco tenía respuesta a su pregunta. Capítulo 12 13Después enviaron a algunos fariseos con el fin de atrapar a Jesús. 14Acercándose, le dijeron: “Maestro, sabemos que es un hombre honesto y justo, y que enseña el camino de Dios. Díganos: ¿Es legal pagar el tributo al César? 15¿Debemos pagarlo, o no?”. Jesús conocía la doble intención que traían en sus corazones y les dijo: “¿Por qué tratan de engañarme? ¡Déjenme ver una moneda. 16Le entregaron una, a pesar de que la ley judía prohibía llevar monedas con imágenes. Les preguntó: “¿De quién es esta imagen?”. Respondieron, “Del César”. 17Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César y a Dios lo que pertenece a Dios”. Quedaron sorprendidos al observar la habilidad de Jesús para evitar la trampa. 28Uno de los escribas que estaba escuchando se dio cuenta de la sabiduría de Jesús. 29Se le acercó y le preguntó: “¿Cuál es el mandamiento más importante?”. 30Jesús le respondió: “El mandamiento más importante es: Ame a Dios con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas. 31El segundo más importante es: Ame a su prójimo como a usted mismo. No hay ningún otro mandamiento más grande que éstos”. 32El escriba le dijo: “Creo en lo que dice, Maestro. 33Debemos Amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra Alma, con todas nuestras Fuerzas. Y hemos de Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Éstos valen mucho más que todos los sacrificios y ofrendas. 34Jesús apreció esta respuesta, y le dijo: “Veo que usted tiene a Dios en su corazón”. Después de esto nadie se atrevió a hacerle más preguntas. 41Entonces Jesús se sentó frente al arca de las ofrendas del templo y observaba a quienes se acercaban a depositar su dinero. La gente rica depositaba mucho dinero. 42Una mujer pobre se acercó y depositó dos monedas de poco valor. 43Jesús dijo a los apóstoles: 112 Marcos 12, 13 “Les aseguro que esta pobre mujer ha depositado más que todos los ricos juntos. 44Porque ellos depositan lo que les sobra, mientras que ella da todo lo que tiene para vivir”. Capítulo 13 1Cuando salían del templo, uno de los apóstoles dijo a Jesús: “Maestro, qué hermosas son estas edificaciones”. 2Jesús replicó: “¿Ven estas grandiosas construcciones? Les aseguro que serán destruidas, sin que quede piedra sobre piedra”. 3Se acercaron hacia el Monte de los Olivos, el cual está al otro lado del templo. 4Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado “¿Cuándo va a suceder lo que usted ha dicho? Entonces Jesús empezó a explicar: “Recuerden lo que he dicho sobre de Papá Dios. No lo encontramos en los templos externos, sino en nuestros templos internos, en nuestros corazones. Para ayudar a la gente a entender y a experimentar esto, el templo externo deberá ser destruido. Esto será de gran impacto para mucha gente, pero será como un dolor de parto de la Buena Nueva. He predicado que todos somos Dios. 5Algunos tratarán de rechazarlo, proclamando que solo ellos son los nuevos Cristos. 6No se dejen engañar. Desde ahora toda persona puede ser un Cristo que camina a su propia Divinidad. El Dios externo está muriendo, para que el Dios interno pueda levantarse. Dejen de buscar a Dios en el exterior, porque ya está en sus corazones. 7No se alarmen si escuchan hablar de guerras y violencia, ya que tomará algún tiempo para que cada persona escuche y viva la Buena Nueva del Amor Universal. Todos somos Dios, y Dios es Amor. Por lo tanto, cuando esta Buena Nueva se difunda, las guerras y la violencia terminarán. Podemos luchar en contra de nuestra Divinidad, pero no podemos cambiarla. Tenemos libre voluntad, pero no tenemos libre Identidad. Sea que nos guste o no, sea que lo vivamos o no, todos somos Amor, todos somos Dios. 8Por lo tanto, las guerras y la violencia son simplemente signos de que todavía no hemos entendido quiénes somos en realidad. Somos como adolescentes que se resisten a ser miembros de la Familia de Dios, la Familia del Amor. Cuando crezcamos en el Amor, todas estas situaciones terminarán. Ustedes pueden ayudar a poner fin a esto, terminando las guerras y la violencia en ustedes mismos, en sus corazones. 113 Marcos 13, 14 9Mientras tanto, todavía necesitan buscarse ustedes mismos. Porque habrá quienes los entregarán a las autoridades y serán azotados en las sinagogas. Serán acusados ante gobernantes y reyes por proclamar la Buena Nueva, a fin de que puedan dar testimonio de ella. 10La Buena Nueva debe ser proclamada a todas las naciones, y aceptada, para que el Amor se encarne realmente. 11“Cuando los arresten para llevarlos a la justicia, no se angustien por lo que van a decir. 12Simplemente hablen desde su corazón, porque no será su corazón, sino el Espíritu quien hablará. Después de levantarme plenamente en mi Divinidad, regresaré para ayudarles a levantarse en su Divinidad, encarnando mi Espíritu en sus corazones. 13No permitan que las luchas, aun las familiares, les mortifiquen. El Amor ganará al final, porque, en últimas, Amor es lo que todos somos. 28Aprendan de la parábola de la higuera. A medida que sus ramas se hacen tiernas y brotan nuevas hojas, nos damos cuenta de que el verano se acerca. 29De la misma manera, cuando vemos personas que se van volviendo bondadosas e intentan mejorar en sus acciones, reconocemos que encarnan la Buena Nueva en sus propias vidas. 35Esto ocurrirá en diferentes personas, en diferentes épocas y en diferentes naciones. 36Llegará el tiempo en que cada quien encontrará a Dios en su propio corazón y empezará a vivir el Amor que cada quien es. 37Por lo tanto, deben estar alerta para apoyarlo donde quiera que lo veamos”. Capítulo 14 1La Pascua y la fiesta del Pan sin Levadura sería en dos días. 2Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de arrestar a Jesús y ejecutarlo, pero no querían hacerlo durante las fiestas, por temor a que la gente se rebelara. 3Jesús estaba en Betania cuando María Magdalena, a la hora de la cena, le ungió su cabeza con un fino perfume. 4Los apóstoles le preguntaron por qué lo hacía. 6Jesús les dijo: “¿No se dan cuenta de su tristeza porque pronto voy a morir? ¿Por qué avergonzarla? ha hecho un bello acto de amor. 8Ha ungido mi cuerpo para mi entierro. 9Quiero que su amor por mi, sea mencionado en todo el mundo donde se proclame la Buena Nueva, de tal manera que su acto de amor sea reconocido en su memoria”. 10Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a donde los su- 114 Marcos 14 mos Sacerdotes a traicionar a Jesús. 11Ellos se alegraron y le prometieron dinero. De manera que él estaba muy alerta para buscar la manera de hacerlo. 12El primer día de la fiesta del Pan sin Levadura los apóstoles preguntaron a Jesús dónde quería que prepararan la Pascua. 13Entonces envió a dos de los apóstoles con estas instrucciones: “Vayan a la ciudad y sigan al hombre que vean cargando una jarra con agua. 14Donde entre, digan al dueño: “El Maestro quiere saber en dónde está la sala de invitados, porque quiere celebrar allí la Pascua con sus amigos”. 15Entonces él les mostrará un gran salón dispuesto para nosotros”. 16Los dos salieron y encontraron todo exactamente como les había dicho. 17Prepararon todo y lo tuvieron listo cuando llegó Jesús esa noche, con sus otros amigos. 18Cuando empezaron a comer, Jesús dijo: “Les aseguro que uno de ustedes que come con nosotros me traicionará”. 19Se pusieron muy molestos,y uno tras otro le dijeron: “No soy yo, ¿verdad?”. 20Él les contestó: “Es quien remoje conmigo en el plato”. 22Durante la cena, tomó el pan y dio gracias. Luego lo partió y se los dio, diciendo: “Éste es mi verdadero cuerpo. ¡Cómanlo, para que entiendan que estoy en ustedes!”. 23Luego tomó la copa de vino, echó un poco de agua, como era costumbre, y dio gracias. 24Les dijo: “Ésta es mi sangre, mi nueva Alianza con ustedes y en ustedes. 25El poco de agua que puse en el vino es símbolo de humanidad. Ahora su humanidad y mi sangre Son Uno. Beban para que sepan que ustedes están en mí, que somos realmente Uno y que siempre lo seremos”. 26Después de la cena cantaron un himno, mientras caminaban hacia el Monte de los Olivos. 27Allí les dijo: “Todos huirán esta noche, porque así está escrito: Heriré al Pastor y las ovejas huirán. 28Pero después de mi resurrección estaré de nuevo con ustedes, cuando regresen a Galilea”. 29Pedro le dijo: “¡Aunque todos lo abandonen, yo nunca lo haré!”. 30Jesús le respondió: “Le aseguro, Pedro, que esta misma noche, antes que el gallo cante por segunda vez, usted me habrá negado tres”. 31Pedro insistió en que nunca renegaría de él. Todos dijeron lo mismo. 32Llegaron a un huerto llamado Getsemaní y Jesús les dijo que se sentaran mientras él se retiraba a orar. 33Tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan. 34Como comenzó a sentirse muy angustiado, les dijo: “Mi corazón está muy 115 Marcos 14 acongojado. Quédense aquí y estén atentos, mientras me alejo un poco más para orar”. 35Avanzando un poco más, cayó de rodillas y se sumió en llanto. 36Oró: “Papá, estoy angustiado por lo que va a pasar mañana, pero sé que tengo que dejarlos para que se den cuenta realmente de su propia Divinidad. Les he dicho que son Uno con nosotros, pero todavía no lo comprenden. Es necesario que sea liberado de mi Cuerpo, para entrar más fácil en ellos y transformarlos realmente en (la unión) nosotros”. 37Regresó y encontró a los tres dormidos. Les preguntó por qué estaban durmiendo, pero era muy tarde y estaban cansados. 38Les pidió que se pusieran a orar y él también fue a orar. 39Abrió de nuevo su corazón a su Papá. 40Sabía que se tenía que ir, y aunque amaba mucho a su Papá, también había venido para amar a quienes habían caminado con él. 41Regresó para hablar con sus amigos, pero estaban dormidos. Así que nuevamente pasó más tiempo con su Papá. 42Finalmente volvió, los despertó y les dijo: “¡Despierten, llegaron por mí!”. 43En ese momento llegó Judas, acompañado de una gran turba armada con palos y espadas. Habían sido enviados por los sumos sacerdotes. 44Judas les había di- cho: “Aquel a quien yo bese, es Jesús. Agárrenlo y llévenselo”. 45Entonces se acercó a Jesús y lo besó. 46Subieron y arrestaron a Jesús. 47Pedro estaba de pie al lado de Jesús. Sacó su espada, golpeó a uno de los sirventes del sumo sacerdote y le cortó la oreja. 48Jesús les preguntó: “¿Por qué han venido con espadas y palos, como si fuera un criminal, 49cuando todos los días he estado predicando en el templo?”. 50Lo agarraron y salieron. 51Un joven estaba con Jesús, con intenciones de ser parte de su grupo. Trataron de agarrarlo también, pero solo lograron quedarse con su túnica, 52y se les escapó desnudo. 53Llevaron a Jesús delante del Sumo Sacerdote y los principales sacerdotes, ancianos y escribas que se habían reunido. 54Pedro los seguía a cierta distancia, hasta que llegaron al patio del Sumo Sacerdote. Se sentó junto con los criados, mientras se calentaba un poco en el fuego. 55Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín trataban de reunir pruebas suficientes para ejecutar a Jesús, pero no lo lograban. 56A pesar de que habían reunido muchos falsos testigos, sus testimonios no coincidían. 60Entonces el Sumo Sacerdote se levantó y preguntó a Jesús: 116 Marcos 14, 15 “¿No va a responder a estos cargos en su contra?”. 61Jesús no dijo una palabra. Nuevamente el sacerdote le preguntó: “¿Usted es el Cristo?”. 62Jesús contestó: “Sí, yo soy Cristo (cabe señalar que el “Yo soy” en español no tiene la misma connotación que en hebreo. En hebrero es el nombre de Dios. Dios era considerado tan distante, que a nadie se le permitía ni siquiera pronunciar su nombre. Jesus quebrantó la Ley al declarar esta Verdad). 63En este momento el sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: “No necesitamos más testimonios. Ustedes mismos han escuchado esta blasfemia. 64¿Cuál es su decisión?”. Todos dijeron que debía morir. 65Algunos comenzaron a escupirle la cara. Le vendaron los ojos y lo golpeaban mientras le preguntaban en burla quién lo había golpeado. Los encargados, golpeándole la cara, se lo llevaron. 66Pedro aún estaba abajo, en el patio, mientras ocurría esto. Una de las criadas del Sumo Sacerdote vio a Pedro calentándose en el fuego. 67Se le acercó y le dijo: “¡Usted también estaba con Jesús!”. 67Él lo negó y dijo que no sabía de qué le estaba hablando. Luego salió hacia la entrada y el gallo cantó. 69Más tarde la criada lo vio nuevamente y comenzó a decirle a todos que lo había visto con Jesús. 70Pedro volvió a negarlo. Poco después, una de las personas que estaban allí le dijo a Pedro: “Seguro usted es uno de ellos, porque usted es galileo” 71Pedro juró que no conocía a ese hombre. 72En ese mismo instante el gallo cantó por segunda vez. Pedro recordó que Jesús le había profetizado esto, y salió y lloró amargamente. Capítulo 15 1En la madrugada los sumos sacerdotes reunieron a los ancianos, a los escribas y al Sanedrín, y entregaron a Jesús atado ante Pilatos. 2Pilatos le preguntó: “¿Es usted el Rey de los judíos?”. Él respondió: “Usted lo dice”. 3Los sumos sacerdotes acusaron a Jesús de muchas cosas. 4Pilatos le preguntó a Jesús: “¿Tiene respuesta a estos cargos?”. 5Jesús no respondió. Esto confundió a Pilatos. 6El día de la Pascua, Pilatos acostumbraba liberar a un prisionero que los judíos solicitaran. 7Había uno llamado Barrabás, que estaba en prisión por matar gente durante un levantamiento. 8La muchedumbre reclamaba a gritos el privilegio acostumbrado de elegir al prisionero que debía ser liberado. 9Pilatos les preguntó: “¿Quieren que les libere al 117 Marcos 15 Rey de los judíos?”. 10Pues sabía que los sumos sacerdotes habían entregado a Jesús solamente por envidia. 11Pero los Sumos sacerdotes azuzaron a la multitud para que pidiera que liberara a Barrabás. 12Pilatos les preguntó: “¿Enntonces qué debo hacer con quien ustedes llaman Rey de los judíos?”. 13Gritaron “¡Crucifíquelo!”. 14Pilatos les preguntó: “¿Por qué, qué mal ha hecho?”. Pero gritaban aún más fuerte: “¡Crucifíquelo!”. 15Entonces Pilatos entregó a Barrabás a la muchedumbre, para calmarlos. Hizo azotar a Jesús y lo entregó para ser crucificado. 16Los soldados condujeron a Jesús hacia el Pretorio, en frente de toda la asamblea. 17Lo vistieron con una túnica púrpura y le pusieron una corona de espinas que habían hecho. 18Comenzaron a burlarse de él, saludándolo y diciendo: “¡Larga vida al Rey de los judíos!”. 19Lo golpeaban en la cabeza con palos y lo escupían. Finalmente le rendían homenaje, postrándose de rodillas. 20Cuando terminaron sus burlas, le quitaron la túnica y le pusieron nuevamente sus propias vestiduras. Después lo condujeron fuera, para ser crucificado. 21Mientras caminaban, obligaron a uno que pasaba, Simón, un cirineo, para que le ayudara a llevar la cruz. 22Lo llevaron al lugar llamado Gólgota, lugar de la Calavera. 23Le ofrecieron a beber vino con sabor a mirra para aliviar su dolor, pero Jesús lo rechazó. 24Lo crucificaron y echaron a suerte sus vestidos. 25Eran las 9de la mañana cuando fue crucificado. 26Sobre su cabeza pusieron la siguiente inscripción: “El Rey de los judíos”. 27Con él crucificaron dos ladrones, uno a cada lado. 29La gente que pasaba se burlaba, deciéndole: “Usted iba a destruir el Templo y a reconstruirlo en tres días. 30¡Si tiene tal poder, bájese de la cruz!”. 31De la misma manera los sumos sacerdotes se burlaban de él, diciendo: “Salvó a otros, pero no puede salvarse a sí mismo. 32Si realmente es el Cristo, bájese de la cruz y le creeremos”. Incluso los ladrones se burlaban de él. 33Desde el medio día hasta las tres de la tarde una gran oscuridad envolvió toda la zona. A las tres, Jesús dijo: “¡Papá, vuelvo a tí!”. 37Inclinó su cabeza y regresó a casa. 38En ese momento el gran velo del templo se rasgó de arriba abajo. 39El centurión que observaba todo esto, dijo: “¡Ciertamente este hombre era Hijo de Dios!”. 40Había también unas mujeres que permanecían observando desde la distancia: su esposa, Ma- 118 Marcos 15, 16 ría Magdalena, su madre María, y otras mujeres que caminaban con él y lo habían ayudado cuando estuvo en Galilea. 41Y muchas otras que vinieron con él a Jerusalén. 42Cuando se acercaba el atardecer y el sábadoestaba a punto de comenzar oficialmente, 43José de Arimatea, un miembro honorable del Sanedrín y persona que ya se había encontrado con Dios en su interior, se acercó decididamente a Pilatos y le solicitó el cuerpo de Jesús. 44Pilatos ordenó al centurión que primero verificara si ya había muerto. 45Y cuando verificó que había muerto, entregó el cuerpo a José. 46José había comprado una fina sábana de lino para envolverlo, después de bajarlo de la cruz. Luego lo depósitó en una tumba que había sido cavada en la roca, y rodó una pesada piedra para cerrar la entrada. 47María Magdalena y María, su madre, estaban allí. Capítulo 16 1Muy temprano, en la mañana de aquel domingo, María Magdalena, su esposa, y María, su madre, trajeron especias para ungir el cuerpo de Jesús. 2Llegaron a la tumba en la madrugada, 3preguntándose quién les ayudaría a remover la pesada piedra de la entrada. 4Pero quedaron sorprendidas al encontrar que la piedra estaba a un lado. 5Entraron a la tumba y la encontraron vacía. 6Quedaron paralizadas por el miedo y la confusión, al ver que el cuerpo había desaparecido. 7Jesús enseguida se apareció y les dijo: “¡No teman, soy yo realmente! ¡He resucitado! 8Por favor, vayan y díganle a nuestros amigos que estoy vivo. Que he resucitado como lo prometí”. 9Después de conversar un poco, las dos corrieron todavía asustadas a contar a los demás. 10Cuando los otros oyeron que estaba vivo y que María Magdalena lo había visto, no lo creían. 11Más tarde se les apareció y les reclamó por no creerle a su esposa. 12Les dijo: “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a todos. 13Bautícenlos con agua, para ayudar a la gente a repensar su vida. 14Y bautícenlos con Espíritu, para ayudarles a empezar a vivir su Vida Divina. 15Estas señales probarán que creen en mí, en Dios: serán capaces de liberar a la gente de energías negativas, podrán predicar en idiomas que no conocen; 16podrán imponer sus manos sobre los enfermos y los sanarán. 17Después que Jesús habló con ellos por un tiempo, desapareció de sus ojos y entró en sus cora- 119 Marcos 16 zones. 18Los apóstoles fueron por todo el mundo llenos con el Espíritu de Jesús y manifestando los dones del Espíritu para dar prueba de la Buena Nueva. 120 Evangelio de Lucas Capítulo 1 1Mis 11Un ángel de Dios se le apare- queridos amigos, he leído y revisado todo lo escrito por los testigos oculares de la vida y ministerio de Jesús; 2lo presentaré aquí en forma organizada, 3para que puedan conocer la validez de todo lo que les ha sido presentado. 5Cuando Herodes era rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Isabel, quienes vivían allí. 6Ambos cotidianamente caminaban con Dios. 7No tenían hijos, porque Isabel era estéril y ambos estaban viejos. 8Un día Zacarías cumplía su turno de servicio en el templo como sacerdote, y le correspondió en suerte entrar al área del altar para cumplir con el ritual de la incensación. 10A la hora del incienso había mucha gente fuera del altar, en oración. ció, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12Cuando Zacarías lo vio, se asustó enormemente. 13Pero el ángel le dijo: “No tema, Zacarías, porque sus oraciones han sido escuchadas. Su esposa Isabel dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Juan. 14Les dará gran alegría y felicidad, y muchos se regocijarán con su nacimiento, 15porque será un gran hombre ante los ojos de Dios y del mundo. 16Estará lleno del poder y del espíritu de Elías. 17Regresará los corazones de los padres a sus hijos, los obstinados a la sabiduría de la verdad y preparará un pueblo abierto a Dios” 18Zacarías preguntó al ángel cómo podía estar seguro que aquello era verdad. 19El ángel le contestó: “Soy Gabriel, quien se encuentra siempre en la pura pre- 121 Lucas 1 sencia de Dios y he sido enviado para darte esta Buena Nueva. 20El signo de que esto es verdad, es que usted no podrá hablar hasta que esto suceda”. 21Las personas fuera del altar se preguntaban por qué Zacarías permanecía en el altar durante tanto tiempo. 22Cuando por fin salió, no podía hablar; entonces comprobaron que había tenido una visión debido a lo radiante de su rostro. Zacarías trató de explicar lo ocurrido mediante señas. 23Tan pronto terminó su turno de servicio, fue a casa. 24Isabel concibió y permaneció en cuidados dentro de su casa durante cinco meses, 25para agradecer a Dios por esta enorme bendición. 26En su sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a la ciudad de Nazaret, en Galilea, 27a una joven llamada María. Estaba casada con un hombre llamado José, descendiente de David. 28El Ángel llegó y le dijo “Amada de Dios, ¡Saludos!”. 29María se sorprendió enormemente con la presencia del ángel y su saludo. 30Este le dijo: “No se preocupe, María, usted es muy amada por Dios. 31Va a concebir un hijo y lo llamará Jesús. 32Él será un Cristo, 33enviado a enseñar la Buena Nueva de la Herencia Divina que todos tenemos. 36“También su prima Isabel va a tener un hijo en su vejez. Ella, que ha sido estéril, ahora está en su sexto mes, 37porque todo es posible con Dios”. 38María dijo simplemente: “Aquí estoy para hacer la Voluntad de Dios” El ángel se inclinó ante ella y salió. 39María se preparó y se apresuró hacia la población ubicada en la región montañosa de Judea. 40Isabel estuvo muy feliz de verla. 41Cuando María la saludó, la criatura saltó de gozo en su vientre. 42Entonces, llena de Espíritu, dijo: “Bendita usted entre las mujeres y bendito el niño que lleva en su vientre. 43Me siento muy honrada con su visita. 44En el momento de su llegada el niño en mi vientre saltó de alegría. 45¡Qué grandioso es que usted haya creído las maravillas que Dios puede hacer!”. 46María dijo: “Estoy tan en Amor con Dios; 47y ¡Dios está tan en Amor conmigo! 48Ha escogido esta humilde servidora 49para ayudarle a extender su Mensaje de Amor. 50¡Es tan maravilloso!; 51¡Es tan maravilloso!; 52La ha escogido a usted, 53como la nueva Sara, 54para ayudar a acercar a todos 55¡A la Nueva Alianza de Abraham!”. 122 Lucas 1, 2 56María se quedó allí hasta que Juan nació, y luego regresó a casa. 57Cuando Juan nació, los amigos y quienes vivían a su alrededor se maravillaban ante este milagro de Dios. 59Cuando fueron a la circuncisión del niño, propusieron llamarlo Zacarías. 60Entonces Isabel dijo: “No, su nombre debe ser Juan”. 61Quedaron sorprendidos, porque ninguno de sus familiares tenía ese nombre. 62Entonces preguntaron a Zacarías cómo quería que se llamara el niño. 63Pidió una tableta y escribió: “Su nombre es Juan”. Esto sorprendió a todos. 64Al instante, abrió su boca y empezó a hablar alabando a Dios. 65Un profundo sentimiento de sorpresa llenó a los vecinos, mientras la voz de lo que había ocurrido se difundía por toda la región montañosa de Judea. Quienes habían escuchado esto, lo guardaban en sus corazones, 66y se preguntaban: “¿Qué clase de niño será éste?”. Porque era obvio que la mano de Dios estaba sobre él. 67Su padre Zacarías estaba lleno de Espíritu, y profetizó: 68“Bendito sea Dios, porque ha favorecido a su pueblo y nos ha recibido en su corazón. 69“Ha levantado un poderoso maestro desde su propio corazón 73“Está restableciendo la Alian- za de Amor que hizo con nuestro padre Abraham, 74lo que nos garantiza un lugar en Su Corazón, para siempre, 75y su presencia en nuestros corazones, para siempre. 76Y usted, pequeño, será su Profeta, porque abrirá los corazones de la gente para que Él se manifieste allí, 77para llevar a su pueblo el conocimiento de su inmenso Amor por todos, 78para que su Luz Divina pueda brillar en nuestros corazones humildes, 79y en aquellos que están en la oscuridad del miedo y nos dirija a todos por el sendero de la Paz”. 80Mientras tanto, el niño crecía, hasta que se hizo un gigante espiritual, orando en lugares desérticos, hasta que llegó el tiempo de su Llamada. Capítulo 2 1En aquellos días el César ordenó censar a toda la población. 2Esto ocurrió cuando Quirino era Gobernador de Siria. 3Todos debían ir a sus respectivas ciudades de origen para ser registrados. 4Así que José bajó de Galilea a Belén de Judea, la Ciudad de David, porque pertenecía a la casa y familia de David. 5Allí sería registrado con su esposa, María, quien estaba próxima a dar a luz. 123 Lucas 2 6Mientras estaban allí, María dio a luz a su primer hijo. 7Envolvió al niño en pañales y lo puso en una pesebrera, ya que no habían encontrado habitación en la posada. 8Había pastores en esa área, haciendo turnos de noche con sus ovejas. 9Un ángel de Dios se les apareció en medio de una luz resplandeciente y tuvieron mucho miedo. 10El ángel les dijo: “No se asusten. Tengo grandes noticias para ustedes. 11Hoy en la Ciudad de David, ha nacido un niño que es un Cristo. 12Lo encontrarán envuelto en humildes pañales y descansando en una pesebrera. 13De repente se escuchó un coro que cantaba: 14“Gloria a Dios en el Cielo y paz a sus hijas e hijos en la tierra”. 15Cuando los ángeles desaparecieron, los pastores dijeron: “Vamos a Belén a ver lo que el ángel nos ha dicho”. 16Fueron rápidamente, encontraron a María y a José, y al niño acostado en la pesebrera. 17Cuando salieron, contaron a sus amigos lo que habían visto y lo que el ángel les había dicho, 18y todos quedaron muy asombrados. 19María guardaba en su corazón lo que le habían dicho los pastores. 20Los pastores regresaron con sus rebaños, agradeciendo a Dios lo que habían visto, pues era exactamente lo que les habían dicho. 21A la semana siguiente fue circuncidado y se le dio el nombre Jesús, como el ángel le había dicho a María antes de ser concebido. 22Cuando se cumplieron los días para su purificación, lo trajeron a Jerusalén para presentarlo a Dios. 25Había allí un hombre recto y ejemplar llamado Simeón. 26Espíritu estaba con él y le había dicho que no moriría hasta que hubiera visto a Cristo. 27Movido por Espíritu, vino al templo cuando los padres de Jesús lo llevaron. 28Simeón lo tomó en sus brazos y dando gracias a Dios, dijo: 29“Ahora me puedo ir en paz. Has cumplido tu promesa. 30He visto a Cristo, 31quien ha venido a traer la Buena Nueva a todas las naciones, 32luz para la revelación de los gentiles y de nosotros los judíos”. 33Mientras que su papá y su mamá se admiraban con las cosas que Simeón les había dicho, 34éste los bendijo y dijo a María: “Su hijo ha sido escogido para traer la Buena Nueva de la herencia de Dios a sus hijas e hijos. 35Ustedes sufrirán mucho por su gran amor a él, ya que será muy perseguido, pero el Amor de Dios les ayudará por encima de todo”. 124 Lucas 2, 3 36También había allí una anciana profetiza. 37Nunca salía del templo, sino que permanecía orando durante el día y la noche. 38También se presentó a esa misma hora y dijo que Jesús traería la Buena Nueva a todo el pueblo de Dios. 39Cuando terminaron, José y María regresaron a Galilea, a su ciudad natal de Nazaret. 40Jesús crecía lleno de sabiduría y de amor por todos. 41Cada año sus padres iban a Jerusalén para la Fiesta de la Pascua. 42Cuando cumplió doce años, fueron a Jerusalén como de costumbre. 43Después de la Fiesta, sus padres iniciaron el regreso a casa, pero él se quedó en el templo sin avisar a sus padres. 44Pensaron que estaba en la caravana con sus amigos, y no se dieron cuenta de su ausencia hasta la mañana siguiente, 45y al observar que no estaba con ellos regresaron a buscarlo. 46Dos días después lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47Quienes lo escuchaban se sorprendían de lo que preguntaba y de lo que decía. 48Cuando sus padres lo vieron, se angustiaron y la madre le dijo: “¿Por qué hace esto? Hemos estado muy preocupados, buscándolo”. 49Les contestó: “¿Por qué me buscaban? Mi obligación es permanecer en la casa de mi Padre”. 51Volvió a su casa de Nazaret con ellos y continuó creciendo en Sabiduría y en Amor. 52María guardaba todas estas cosas en su corazón. Capítulo 3 1En el año quince del reinado de Tiberio César, cuando Poncio Pilatos era gobernador de Judea, Herodes rey de Galilea, 2y Anás y Caifás sumos sacerdotes, el Llamado de Dios llegó a Juan, hijo de Isabel y Zacarías, en el desierto. 3Juan iba por todas las poblaciones de ambos lados del río Jordán, predicando el bautismo para repensar la propia vida, 4tal como el profeta Isaías lo había dicho: “Soy la voz de alguien que clama en el desierto. Preparen sus corazones para la Venida de Dios. 5‘Suavicen sus odios y fortifiquen su amor, 6porque muy pronto verán las manifestaciones del amor de Dios’”. 7Decía a la muchedumbre que venía para ser bautizada: “Les bautizo con agua para ayudarles a repensar y limpiar sus vidas”. 10Le preguntaban: “¿Qué debemos hacer?”. 11Les contestaba: “Quien tenga dos túnicas, debe compartir una con quien no tenga 125 Lucas 3, 4 ninguna, y deben hacer lo mismo con quienes no tengan alimentos”. 12Los cobradores de impuestos también vinieron a preguntarle qué debían hacer. 13Juan les dijo: “No cobren más de lo que señala la tasa” 14Y cuando los soldados le preguntaron lo mismo, les dijo: “No extorsionen con la intimidación. Conténtense con su paga”. 15La gente empezaba a preguntarse si quizás, Juan era un Cristo. 16Juan les contestó: “Yo bautizo con agua, pero después de mí viene otro, quien los bautizará con Espíritu. Él es un Cristo”. 18La gente estaba muy impresionada con las enseñanzas de Juan. 19Pero cuando le reclamó al rey Herodes por casarse con Herodías, la esposa de su hermano Felipe, al igual que por otras maldades que había hecho, 20Herodes puso a Juan en prisión. 21Como el pueblo estaba siendo bautizado, Jesús también fue bautizado. 22En ese momento Espíritu descendió sobre él en forma de una paloma. Una voz vino del cielo: “!Éste es mi hijo amado; realmente lo amo!”. 23Cuando Jesús comenzó su ministerio, tenía unos treinta años de edad. Capítulo 4 1Después de esto, Espíritu llevó a Jesús al desierto durante cuarenta días. Allí debía enfrentar sus miedos. 2Durante esos cuarenta días no comió, por lo que al final tenía hambre. 3De repente una voz negativa le dijo: “Si usted es Dios, convierta estas piedras en pan”. 4Jesús respondió: “¿No dice la Escritura que no vivimos solamente de pan, sino de toda palabra de Dios?”. 5Luego, en una Visión, Jesús fue llevado a lo alto de la montaña. 6La voz negativa dijo: “¿Ve todos los reinos del mundo? 7Lo haré rey de todo si admite simplemente que no es Dios”. 8Él respondió: “¿Cómo puedo decir que no soy Dios, cuando lo soy?”. ¿Cómo puedo decir que no soy Dios, cuando mi Misión es proclamar que cada uno es Dios, que cada uno es hija e hijo de Dios?”. 9Luego, en la Visión, Jesús fue llevado a lo alto del templo de Jerusalén. 10La voz negativa le dijo: “Si es realmente Dios, ¡salte! Los ángeles le protegerán”. 12Jesús respondió: “Sé que ocurrirá; no necesito probarlo”. 13Y nunca escuchó más esa voz. 14Jesús volvió a Galilea y estaba lleno de Energía Divina. Su fama se extendió por todas las regiones vecinas. 15Enseñaba en las 126 Lucas 4 sinagogas y era elogiado en todas partes. 16Luego regresó a su ciudad natal de Nazaret. El sábado fue a la sinagoga y se levantó a leer. 17Le entregaron el libro del profeta Isaías. Encontró el lugar donde está escrito: “El Espíritu de Dios está sobre mí. Me ha ungido para proclamar la Buena Nueva a los pobres. Me ha enviado a anunciar la liberación de los cautivos, a restaurar la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, 19y a proclamar el Amor Universal de Dios para todos”. 20Enrolló el manuscrito, lo devolvió al encargado y se sentó. 21Dijo: “Hoy esta escritura se cumple en presencia de ustedes”. 22Cuando acabó de predicar, todos hablaban de lo maravillosas que habían sido sus palabras. Decían: “¿No es éste el hijo de María y de José?”. 23Él les dijo: “Ustedes probablemente me dirán, haga en su tierra natal lo que hemos escuchado que ha estado haciendo en Cafarnaum. 24Pero les aseguro que ningún profeta es aceptado en su propia tierra”. 28Cuando la gente que estaba en la sinagoga lo escuchó, se desanimaron y pensaron que era un chiflado y un blasfemo. 29Se levantaron y lo sacaron de la sinagoga y de la población. 30Lo llevaron a la cima de una colina, con la intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús se les escapó. 31Bajó a Cafarnaum y enseñó el sábado siguiente. 32Las personas que lo escuchaban se quedaban asombradas, ya que enseñaba con gran autoridad. 33En la sinagoga había un hombre poseído por un espíritu negativo. 34El espíritu negativo trató de molestar a Jesús, pero él simplemente le ordenó que saliera. 35El espíritu negativo salió sin hacer daño al hombre. 36Un sentimiento de pavor se apoderó de toda la gente y se decían unos a otros: “!Esto es increíble! Enseña con tanta autoridad que puede incluso contrarrestar las energías negativas”. Esta noticia se extendió por las poblaciones vecinas. 38Se fue de la sinagoga a la casa de Pedro. La suegra de Pedro estaba enferma, con fiebre. 39Entró, la tomó de la mano y de inmediato quedó curada. Se sintió tan bien, que se puso a servirles. 40Al atardecer quienes tenían algún enfermo lo llevaban a Jesús y él los sanaba a todos. 41A quienes estaban poseídos, les sacaba sus energías negativas. 42En la madrugada se retiró a un lugar solitario, para orar, pero la muchedumbre lo encontró y trataron de evitar que se saliera. 43Les dijo que tenía que predicar 127 Lucas 4, 5 la Buena Nueva en otras poblaciones vecinas, porque para eso había sido enviado. 44Fue a Judea y predicó. Capítulo 5 1Jesús se fue al lago de Genesaret. 2Había dos barcas ancladas, los pescadores se habían bajado y estaban lavando sus redes. 3La gente se agolpaba alrededor de Jesús, para escuchar el Mensaje de Dios. Entonces se subió a la barca de Pedro y le pidió que la alejara de la orilla. Se sentó y empezó a enseñar a la gente. 4Cuando terminó sus enseñanzas, dijo a Pedro: “Reme hacia lo profundo y eche las redes, para pescar un poco”. 5Pedro le dijo: “Maestro, hemos estado trabajando muy duro durante toda la noche y no hemos pescado nada, pero si quiere lo intentaremos de nuevo”. 6Cuando lo hicieron, cogieron tantos peces que las redes amenazaban con romperse. 7Hicieron señas a los compañeros de otra barca, para que vinieran a ayudarles. Las dos barcas estaban tan llenas que estuvieron a punto de hundirse. 8Pedro estaba tan sorprendido con lo que había ocurrido, que dijo a Jesús: “Déjeme, Maestro, soy un hombre pecador”. 9Sus compañeros Santiago y Juan también estaban muy sorprendidos con lo que había ocurrido. 10Jesús les dijo: “No tengan miedo. De ahora en adelante, pescarán gente”. 11Remaron sus barcas de vuelta a tierra, dejaron todo y empezaron a seguir a Jesús. 12Caminaron hacia una población vecina, y un hombre cubierto de lepra vio a Jesús y le rogó que lo sanara. 13Jesús extendió su mano, tocó su cuerpo e inmediatamente la lepra desapareció. 14Jesús le pidió que no dijera nada. 15Sin embargo esta noticia se extendió por todas partes, por lo que grandes multitudes se reunían a su alrededor para escucharlo y ser sanados. 16Pero Jesús se retiraba a lugares desolados para orar. 17Un día, mientras Jesús estaba sanando, fariseos y maestros de la ley llegaron de Galilea, Judea y Jerusalén. 18Algunos hombres llevaron un paralítico para que Jesús lo sanara. 19Como no pudieron entrar por la puerta, lo subieron al techo y abriendo un hueco por allí, bajaron su camilla. 20Al ver Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: “Dios lo ama mucho”. 21Los escribas y fariseos empezaron a murmurar, entre ellos: “¿Quién se cree, para conocer lo que Dios siente? Blasfema, puesto que solo Dios puede saber eso” 22Jesús consciente 128 Lucas 5, 6 de lo que murmuraban, les dijo: “¿Qué es más difícil: saber que Dios ama a esta persona, o decirle, ‘Levántese y vaya a casa’? 24Para que puedan comprobar que conozco el corazón de Dios, le digo a este hombre: ‘levántese, cargue su camilla y vaya a casa’”. 25Inmediatamente el hombre se levantó, cogió su camilla y caminó a casa agradeciendo a Dios. 26La gente quedó sorprendida y con temor; entonces empezaron a dar gracias a Dios. Mientras iban a casa, decían: “Hoy hemos visto cosas realmente maravillosas”. 27Poco después Jesús salió a caminar. Vio a Leví que cobraba impuestos en la oficina de rentas, y le dijo: “Venga a caminar conmigo”. 28Leví se levantó, dejó todo y empezó a caminar con Jesús. 29Un poco después le ofreció a Jesús un gran banquete. Había a la mesa muchos recaudadores de impuestos y otros personajes que no eran muy bien vistos. 30Los escribas y fariseos murmuraban contra los amigos de Jesús, diciendo: “¿Por qué ustedes comen con recolectores de impuestos y otras basuras?”. 31Jesús escuchó, y dijo: “No son los sanos quienes necesitan de médico, sino todos los que están enfermos y con heridas. 32No he venido a llamar a la gente que ustedes consideren maravillosa, sino a la gente que Dios considera maravillosa, que son todas y todos”. 36Finalmente, Jesús les dijo esta parábola: “Nadie pone vino nuevo en odres viejos. 37Si lo hace, el vino nuevo romperá los odres viejos, cuando se expanda durante la fermentación. 38El vino nuevo debe ponerse en odres nuevos, los cuales todavía pueden expandirse. 39Para comprender lo que estoy enseñando acerca del ‘vino nuevo’, tanto sus mentes como sus corazones deben ser capaces y estar dispuestos a expandirse”. Capítulo 6 1Un sábado mientras caminaban a través de un campo de trigo, empezaron a recoger algunas espigas, las estregaban entre sus manos y comían los granos. 2Los fariseos vieron esto y le preguntaron a Jesús por qué sus amigos hacían algo que no estaba permitido en sábado. 3Les respondió: “Hermanos, Dios nos dio el sábado como día de descanso, porque nos ama. Continuemos con ese Amor”. 6Otro sábado Jesús fue a la sinagoga a enseñar. 7Había un hombre cuya mano derecha se le había secado. Los fariseos estaban pendientes para ver si lo sanaba en sábado, con el fin de poderlo acusar de quebrantar la 129 Lucas 6 ley. 8Como Jesús sabía esto, pidió al hombre que se parara en el centro. 9Jesús les preguntó: “¿Está permitido hacer el bien en sábado?”. 10Nadie respondió. Entones le dijo al hombre: “¡Levante su mano!”. El hombre lo hizo y su mano estaba completamente restaurada. 11Los fariseos se disgustaron al ver esto, y hablaban de lo que podían hacer contra Jesús. 12Poco después Jesús subió a las colinas más alejadas, para orar. Permaneció allí toda la noche. 13Al amanecer convocó a sus amigos y escogió a doce de ellos para ser sus apóstoles. 14Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; 15Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Zelote; 16Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote. 17Regresaron y encontraron una gran muchedumbre reunida. Venían de toda Judea y Jerusalén, algunos de cerca de Tiro y Sidón. Querían escuchar sus enseñanzas y ser sanados de sus enfermedades. 18Quienes sufrían molestias con energías negativas también eran sanados. 19Todos trataban de tocarlo, porque una energía maravillosa salía de su interior y los sanaba. 20Jesús miró fijamente a quie- nes estaban congregados, y dijo: “No se preocupen porque son pobres, su vida es en verdad más fácil que si fueran ricos, y probablemente están más cerca de Dios. 21“No se preocupen porque sientan hambre; se acerca el día en que tendrán suficiente para comer. No se preocupen porque sientan tristeza ahora, pues se acerca el día en que serán regocijados. 22“No se preocupen cuando la gente los odie y hablen mal de ustedes porque han creído lo que les digo; son simplemente celos porque han encontrado lo que ellos todavía están buscando. 24“Aquellos de ustedes que tienen más de lo que necesitan, deben ser muy cuidadosos. 25Atesorar lo que no necesitan, en lugar de darlo a quienes lo necesitan, les llevará a una profunda hambre en su corazón y a una inmensa tristeza en su alma. 26Tengan cuidado con quienes los alaban, porque hay gente que gusta de los falsos profetas, y no les importa desviarse del sendero del amor. 27“Voy a hablarles desde mi corazón. Amen a sus enemigos; trátenlos con respeto. 28Bendigan a quienes los maldicen. Oren por quienes abusan de ustedes, mientras tratan de evitar el abuso. 29Si alguien les golpea en una mejilla, 130 Lucas 6 preséntenle también la otra. Si todos hicieran esto, rápidamente vendría la paz al mundo y en nuestros corazones se manifestaría la paz; la violencia es una herida que reclama ser sanada. 30“Si alguien se lleva su abrigo, ofrézcale también su camisa, pues esa persona puede necesitarla mucho más que usted. Den a quien solicite, si está realmente necesitado. Si esa persona se queda con sus pertenencias, no exija que se las devuelva. 31Traten a cada uno exactamente como ustedes quiere ser tratados. 32“Si aman solamente a quienes los aman, no hay nada Divino en eso. Casi todo el mundo lo hace. 33Lo mismo ocurre, cuando tratamos con respeto a quienes nos respetan. 34Si prestan solamente a quienes saben que les devolverán, eso también hacen los ricos. 35“Entonces, nuevamente, amen a sus enemigos. Trátenlos con respeto aunque no hagan lo mismo con ustedes. De este modo el Amor de Dios se manifestará en ustedes, porque así es como Dios ama. 36“Sean misericordiosos como nuestro Papá es misericordioso. 37No juzguen, porque sus juicios se devuelven contra ustedes. Tampoco condenen, porque también éstas condenas terminan donde han empezado. Perdonen, y sientan el gozo que éste produce. 38“Den generosamente y observen cómo esa generosidad regresa a ustedes en abundancia. Porque así como dan, se abre la puerta para recibir”. 39Jesús dijo esta parábola: “¿Puede un ciego conducir a otro ciego? ¿No tropezarán ambos contra algo o caerán en un hueco? 40Un discípulo no está por encima de su maestro, pero un discípulo bien entrenado es como su maestro”. 41“Dense cuenta que vemos cosas en los demás que no vemos en nosotros mismos. Cuando observe una paja en el ojo de su vecino, mire primero la viga que hay en su propio ojo. 42Cuando logre sacar la viga que hay en su propio ojo, podrá ayudar a su vecino a sacar la suya. 43“Un árbol sano produce frutos sanos. Un árbol enfermo produce frutos no saludables. 44Como se conoce el tipo de árbol mirando sus frutos, así se puede conocer la clase de persona con quien se está tratando, al observar sus frutos. Personas maduras exteriorizan pensamientos y sentimientos maduros, mientras que personas inmaduras solo pueden expresar pensamientos y sentimientos inmaduros. 45Pues lo que 131 Lucas 6, 7 la gente exterioriza proviene de lo que está en sus corazones”. Capítulo 7 1Cuando terminó estas enseñanzas, fue a Cafarnaum. 2Un joven criado de un centurión estaba enfermo, al borde de la muerte. El muchacho era de mucha estima para el centurión, 3por lo que al oír hablar de Jesús envió ancianos judíos a pedirle que viniera a sanarlo. 4Los ancianos le dijeron a Jesús que el centurión había sido muy bueno con la gente judía 5y que hasta les había construido su sinagoga. Jesús decidió ir. 6Cuando se acercaban a la casa se encontraron con un mensajero que vino a decirles que el Centurión no se consideraba digno de que Jesús entrara a su casa. 7Había dicho: “No me siento digno de acercarme a Jesús; que simplemente diga una palabra y el criado será sanado. 8También yo soy un hombre que vive bajo órdenes; hago lo que me ordenan y quienes están bajo mi mando hacen lo que les digo”. 9Jesús quedó maravillado al escuchar esto, y dijo: “Es raro encontrar alguien con tanta fe como este romano”. 10Devolvió al mensajero para que dijera al Centurión que su sirviente ya estaba sanado. El mensajero regre- só y efectivamente encontró que el muchacho había sanado. 11Poco después fue a Naím con sus amigos. 12A medida que se acercaban a la puerta de la ciudad, pasaba un cortejo fúnebre. Era de un niño, hijo único de una viuda. Había una gran muchedumbre acompañándola. 13Cuando Jesús la vio, su corazón se conmovió y le dijo: “No llore”. 14Se acercó al féretro y quienes lo llevaban se detuvieron. Dijo: “Joven, le pido que se levante”. 15El muerto se levantó, empezó a hablar, y Jesús lo entregó a su madre. 16Gran temor se apoderó de los que estaban presentes. Daban gracias a Dios, y decían: “Un gran profeta ha aparecido entre nosotros, para mostrarnos el Gran Amor de Dios”. 17La noticia se extendió por Judea y el territorio vecino. 18Juan escuchó esto y envió a dos de sus amigos a preguntarle a Jesús si era el Cristo, 20o si deberían seguir esperando. 21Jesús les dijo: “Miren lo que ocurre y cuenten a Juan lo que han visto. 22Los enfermos son curados, los ciegos pueden ver, los cojos vuelven a caminar, los leprosos son sanados, los muertos son resucitados y los pobres están escuchando que Dios los ama. 23Esto responde la pregunta de Juan “. 24Después que los mensajeros se marcharon, Jesús empezó a ha- 132 Lucas 7, 8 blarles sobre Juan. 25Dijo: “Es el Profeta que muchos están esperando. 26No vive en casa lujosa ni usa vestidos elegantes, 27pero puedo asegurarles que no hay persona humana más grande que él. 28Es el enviado para ayudar a preparar el camino a la Divinidad; 29sin embargo, ninguno que haya entrado ya en la Divinidad es más grande que él, aunque es más grande que quien todavía cree que es solamente humano”. 30Los fariseos y los maestros de la ley rechazaban estas enseñanzas y se oponían a ser bautizados por Juan. Capítulo 8 1Más tarde Jesús fue de una población a otra, predicando la Buena Nueva de la presencia de Dios en nosotros. 2Los doce también fueron con él, 3además de María Magdalena y otras mujeres que les ayudaban a sostenerse con sus propios bienes. 4Un día una gran multitud de una población cercana se congregó, y Jesús dijo esta parábola: 5“Un sembrador salió a sembrar. Algunas semillas cayeron a lo largo del camino y fueron pisoteadas o se las comieron los pájaros. 6Otras cayeron en zona rocosa y aunque brotaron, se secaron porque no pudieron echar raíces. 7Otras semillas cayeron entre espinos y fueron sofocadas por aquéllos. 8Sin embargo la mayor parte de las semillas cayeron en buena tierra, crecieron y produjeron un centenar de veces. Abran bien sus oídos para que escuchen lo que estoy diciendo”. 9Los doce se acercaron a preguntarle por qué les estaba enseñando en parábolas y cuál era el significado de ésta en particular. 10Jesús respondió: “Las Parábolas son historias de Verdad. A menudo es más fácil recordar una historia que recordar una Verdad. Las Parábolas pueden contener varias Verdades al mismo tiempo. 11“Éste es el significado de la Parábola. La semilla es la Buena Nueva. 12Aquella que ha caído a lo largo del camino es la gente que escucha pero las energías negativas y las preocupaciones del mundo la pisotean y hasta la hacen desaparecer. 13Aquellas en la zona rocosa son quienes responden con entusiasmo a la Buena Nueva, pero no continúan cuando las cosas se ponen difíciles. 14Aquella que cae entre espinos se refiere a quienes responden, pero a medida que el tiempo pasa, la Buena Nueva es sofocada por las preocupaciones, por la riqueza o por los placeres del mundo y nunca maduran en su fe. 15La semilla del buen terreno son quienes escuchan la Buena Nueva, la 133 Lucas 8 creen y actúan con base en ella”. 16Después dijo: “No se enciende una lámpara y luego se le pone una canasta encima, sino que se pone en alto para que ilumine la habitación y a la gente. Permitan que su luz y amor iluminen y calienten el mundo y a quienes están a su alrededor. 17Recuerden que no hay nada oculto que no sea descubierto y nada escondido que no sea puesto a la luz. 18Actúen siempre como si todo el mundo supiera lo que hacen”. 19Su madre, hermanas y hermanos vinieron a verlo pero no pudieron acercarse debido a la gran multitud. 20Los amigos le dijeron: “Su familia está aquí y quiere verlo” 21Jesús respondió: “Díganles que iré en un momento; antes de irme quiero que sepan que ustedes también son mis hermanas y hermanos. Todos formamos la Familia de Dios”. 22Más tarde Jesús y sus amigos subieron a una barca para cruzar el lago. 23Mientras remaban, Jesús se durmió. Se presentó una fuerte tormenta, empezaron a hacer agua y temían que fueran a hundirse. 24Lo despertaron y dijeron: “¡Maestro, nos hundimos!”. Él se levantó y calmó el viento y el mar. 25Luego, les dijo: “¿Dónde está su fe?”. Más tarde comentaban: “¿Quién es éste que puede calmar el viento y el mar?”. 26Desembarcaron en el territorio de los Gerasenos, que está al otro lado del lago de Galilea. 27Tan pronto como Jesús bajó de la barca encontró un hombre con energía negativa. 28El hombre no usaba vestido ni tenía hogar conocido. 29Jesús se compadeció y lo liberó de la energía negativa. 38El hombre que había sido sanado rogó a Jesús que le permitiera acompañarlo, y Jesús le dijo: 39“Regrese donde su familia y sus vecinos, y cuénteles lo que Dios ha hecho por usted” El hombre regresó a casa y contaba lo que Jesús había hecho. 40Cruzaron de nuevo el lago, y gran multitud lo estaba esperando, ya que mucha gente lo buscaba. 41Jairo, el jefe de la sinagoga, vino a rogarle que fuera a casa a curar a su hija de doce años 42que estaba muriendo. 43Jesús trataba de irse con Jairo pero se movía con dificultad debido a la multitud. 44Una mujer que sufría hemorragias vaginales por más de doce años, estaba allí. De acuerdo con la ley judía, esto la hacía impura y no le era permitido tocar a nadie. Había visitado muchos médicos, pero ninguno había podido ayudarla. Se acercó por detrás de Jesús, tocó la orla de su manto y al instante quedó curada. 45Jesús preguntó: “¿Quién me tocó?”. Pedro dijo: “Maestro, 134 Lucas 8, 9 la gente está presionando a su alrededor para tocarle”. 46Jesús dijo nuevamente: “Alguien me tocó. Sentí que una energía sanadora salió de mí”. Cuando la mujer se dio cuenta que Jesús sabía que ella lo había tocado, aunque era contra la ley, 47se arrodilló frente a él, le dijo lo que había hecho y que había sido sanada al instante. Jesús le dijo: “Hija, tranquilícese, su fe la ha curado. Vaya en paz”. 48Jesús insistió en averiguar quién lo había tocado para enseñar que cualquiera puede hacerlo, especialmente quienes se consideran impuros. 49Cuando salía, alguien de la casa de Jairo vino a decirle: “Su hija ha muerto. No hay necesidad de molestar al Maestro”. 50Jesús escuchó y dijo: “No tema. Simplemente crea; ella será curada”. 51Cuando llegó a la casa, solo permitió que entraran con él Pedro, Santiago, Juan y los padres de la niña. 52Todos estaban molestos, entonces les dijo que se calmaran, que la niña solamente estaba dormida. 53Sabían que la niña estaba muerta, así que se rieron de él. 54Entró, tomó la mano de la niña y dijo: “¡Niñita, levántese!”. 55Su espíritu regresó a ella y se levantó. Les pidió que trajeran algo de comer a la niña. 56Los padres estaban mudos por la sorpresa, pero Jesús les pidió que no contaran a nadie lo que había sucedido. Capítulo 9 1Convocando a los doce, les concedió poder para liberar a la gente de energías negativas y curar las enfermedades. 2Los envió a predicar que Dios está en los corazones de todos y a sanar a los enfermos. 3Les dijo: “No tomen nada para el viaje, nada personal, ni dinero, ni ropa extra. 4Cuando lleguen a una población, sigan su corazón hacia aquellos hogares que perciban abiertos a la Buena Nueva. Quédense allí y salgan a predicar y a sanar. 5Donde no los acepten, bendíganlos y abandonen el lugar”. 6Entonces fueron de pueblo en pueblo predicando la Buena Nueva y sanando por todas partes. 7Herodes escuchó lo que estaba pasando y se preocupó mucho, porque algunos decían que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos. 8Otros decían que Elías había vuelto y algunos decían que uno de los antiguos profetas había regresado. 9Por eso Herodes quería conocer a quien estaba haciendo estas cosas. 10Los apóstoles regresaron e informaron a Jesús lo que habían hecho. Los llevó a un lugar retirado, cerca de la población de Bets- 135 Lucas 9 aida. 11La multitud se enteró y lo siguió. Jesús les dio la bienvenida y empezó a predicarles que Dios estaba en sus corazones y curaba todas sus enfermedades (dolencias). 12En la tarde, los doce se acercaron y le dijeron: “Creemos que se debería despachar a la multitud para que vayan a buscar de alimento, porque estamos en un lugar aislado”. 13Les respondió: “Denles ustedes algo de comer”. Replicaron: “Tenemos solo cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar alimento para todos”. 14Había por lo menos unas diez mil personas. Les dijo que pidieran a la gente que se sentara en grupos de cincuenta. 15Los hicieron sentar a todos. 16Luego tomó los cinco panes y los dos pescados, dio gracias y los entregó a los doce, para que los repartieran a la multitud. 17Cada persona comió lo que quiso y los sobrantes fueron recogidos hasta llenar unas doce canastas. 18Después que la multitud salió, Jesús se retiró a orar. Más tarde los doce se unieron a él. Jesús les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. 19Le contestaron: “Muchos dicen que Juan el Bautista, otros dicen que Elías y otros más que uno de los antiguos profetas” 20Les dijo: “¿Pero, ustedes quién dicen que soy yo?”. Pedro dijo: “El Cristo de Dios”. 22Jesús respondió: “Sí, lo soy. Pero deben darse cuenta que lo que ustedes ven en mí yo también lo veo en ustedes. Deben saber que seré rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas y que seré ejecutado. Luego, al tercer día resucitaré de entre los muertos”. 23“Éste es un ejemplo de que si quieren caminar conmigo a su Divinidad, deben tomar las cargas humanas de cada día y llevarlas. 24Porque en este mundo tendrán que ser como yo soy, tanto humano como Divino. 25La Divinidad debe ser su meta; 26nunca olviden que su humanidad es un paso a la Divinidad, hasta que nos demos cuenta que ambas son lo mismo. 27Les digo honestamente que entre quienes están aquí algunos caminarán a su Divinidad, aun antes de la muerte de su humanidad”. 28Una semana después Jesús llevó a Pedro, Juan y Santiago a la montaña, a orar. 29Mientras oraba, sus vestidos se tornaron de un blanco resplandeciente. 30Vieron a otros dos con Jesús, Isaías y Elías, 31y hablaban de lo que iba a ocurrir en Jerusalén. 32Pedro, Juan y Santiago se quedaron dormidos. Cuando despertaron vieron a Jesús en toda su gloria, y a los otros dos todavía con él. 33Pedro dijo a Jesús: “Es 136 Lucas 9, 10 realmente grandioso estar aquí. Construyamos tres lugares donde ustedes puedan descansar y dormir”. 34Al decir esto, una nube los cubrió. Quedaron completamente impresionados. 35Una voz que salía de la nube dijo: “Éste es mi hijo muy amado. Realmente lo amo. Escúchenlo con mucha atención”. 36En ese momento vieron solamente a Jesús. No dijeron a nadie lo que habían visto y oído, hasta después que Jesús resucitó de entre los muertos. 37Al día siguiente cuando bajaron de la montaña, gran multitud les dio la bienvenida. 38Un hombre entre la gente gritó: “Maestro, le ruego ver a mi niño que es mi único hijo. 39Tiene convulsiones y arroja espuma por la boca. 40Pedí a sus amigos que lo sanaran, pero no pudieron”. 41Jesús respondió: “Tráiganlo”. 42Puso sus manos sobre él, y lo sanó. 43Los que vieron esto estaban sorprendidos por el gran amor de Dios. 44Llamó a los que habían estado con él en la montaña la noche anterior, y les dijo: “Si se dan cuenta que lo que vieron en mí también está en ustedes, podrán sanar como yo lo hice”. 45Como no comprendían lo que les decía, tuvieron temor de hacerle más preguntas. 46Enseguida una gran discusión se presentó entre ellos, sobre quién era el más grande. 47Jesús al darse cuenta de esto invitó a una niña a sentarse junto a él. 48Les dijo: “Cuando su corazón sea tan puro como el de esta niña, ustedes serán los más grandes. Porque el más insignificante es realmente el más grande “. 49Juan dijo: “Maestro, vimos a alguien sanando en su nombre, y le dijimos que no lo hiciera”. Jesús respondió: “No le prohíban. Consideren que quien no está en contra de ustedes, está a su favor”. 51Jesús sabía que su tiempo se acercaba; entonces salió para Jerusalén. 57Mientras viajaban por el camino, alguien le dijo: “Lo seguiré a donde usted vaya”. 58Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos; yo no tengo un lugar propio en este mundo. Para seguirme, tiene que buscar mucho más allá de este mundo físico”. Capítulo 10 1Después, Jesús designó a setenta y dos, para ir delante de él de dos en dos, a las comunidades que planeaba visitar. 3Les advirtió que los enviaba como corderos en medio de lobos. 4Les dijo que no llevaran dinero 5y que confiaran en la hospitalidad de quienes estaban abiertos a la Buena Nueva. 137 Lucas 10 8Además les dijo: “Cuando entren a una población, siéntanse felices de comer lo que les ofrezcan. 9Sanen a quienes estén enfermos y denles la Buena Nueva de que Dios está en sus corazones”. 17Más tarde, los setenta y dos regresaron y con gran alegría le dijeron: “Muchos se alegran al escuchar la Buena Nueva y muchos más han sido sanados”. 20Jesús les advirtió: “No estén tan felices por lo que han sido capaces de hacer, ya que apenas están empezando a aceptar su propia Divinidad y a actuar conforme a ella”. 21Jesús estaba profundamente conmovido, y dijo: “Papá, gracias por revelar estas cosas a los humildes y no a los sabios. 22Sé que así es como tú lo quieres”. 23Y dirigiéndose a los setenta y dos, dijo: “Ustedes han sido bendecidos, 24porque muchos profetas y reyes anhelaron ver lo que ustedes han visto, y no pudieron, y oír lo que ustedes han oído, y tampoco lo pudieron”. 25Luego, un maestro de la ley vino para ponerlo a prueba. Le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para entrar en la Vida Divina?”. 26Jesús le preguntó: “¿Qué dice la Escritura?”. 27El maestro contestó: “Amar a Dios con todo lo que se es y con todo lo que se tiene, y al prójimo como a sí mis- mo” 28Jesús le dijo: “Correcto. Haga eso y tendrá Vida Divina”. 29El maestro quería impresionar a la multitud, y entonces le preguntó: “¿Quién es mi prójimo?”. 30Jesús replicó: “Un hombre que viajaba de Jerusalén a Jericó fue robado, desnudado, golpeado y abandonado como si estuviera muerto. 31Un sacerdote bajaba por el camino, lo vio y pasó por el otro lado. 32También un Levita lo vio y siguió de largo. 33Luego un samaritano lo vio y tuvo compasión de él. 34Se le acercó, vendó sus heridas y lo subió a su propia cabalgadura. Luego lo llevó a una posada y lo cuidó. 35A la mañana siguiente sacó dinero extra, se lo entregó al posadero y le dijo: ‘Por favor, cuídelo, y si se necesita algo más, lo pagaré cuando vuelva a pasar por aquí”. 36¿Cuál de estos tres es el prójimo del hombre robado?”. 37El maestro de la ley dijo: “Aquel que tuvo compasión de él”. Jesús le dijo: “Vaya y haga usted lo mismo”. 38Durante sus viajes Jesús llegó a una población donde una mujer llamada Martha lo atendía muy bien en su casa. 39Tenía una hermana llamada María, que se sentó a escuchar las enseñanzas de Jesús. 40Martha continuó con los oficios de la casa, y finalmente se incomodó, entonces se acercó a Jesús y le dijo: “Maestro, dígale 138 Lucas 10, 11, 12 a María que me ayude” 41Él le contestó: “Querida Martha, usted se pone ansiosa y se preocupa por muchas cosas; stoy enseñándole a María que Dios está en nosotros y que somos Dios. 42Ésta es la única cosa importante en esta vida, y soy feliz que María lo comprenda”. gente pueda ver. 34Los ojos son la lámpara de su cuerpo. Cuando sus ojos están abiertos a la verdad, todo su cuerpo se ilumina; pero si sus ojos están cerrados a la verdad, todo su cuerpo está oscuro. 35Mantengan los ojos bien abiertos. 36Si lo hacen no habrá razón para temer a la oscuridad”. Capítulo 11 Capítulo 12 1Un día Jesús estaba orando y cuando terminó su oración, sus amigos le pidieron que les enseñara a orar. Les dijo: “Cuando oren digan algo como esto: Papá, padre de todos nosotros, realmente te amamos. Te sentimos en nuestros corazones y te vemos en nuestras acciones. 3Por favor, danos lo que necesitamos hoy, y ayúdanos a compartir con los demás lo que necesitamos. 4Ayúdanos a tratar a los demás con el mismo amor y ternura con que nos tratas. Y mantennos siempre en el camino hacia Ti”. 27Una mujer entre la multitud dijo: “Bendita la mujer que lo dio a luz a usted”. 28Jesús respondió: “Sí, por supuesto. Y benditos también quienes escuchan al Dios que está en sus corazones”. 33Luego dijo: “Nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de una caja, sino en la parte superior de un armario, para que la 1Mucha gente seguía llegando, por lo que podían moverse con dificultad. Continuó con sus enseñanzas y dijo: “Cuídense de caer en la hipocresía. 2Nada está tan oculto que no pueda verse, o tan secreto que no pueda conocerse. 3Todo lo que se diga en la oscuridad será escuchado a la luz, y lo que susurren en privado será proclamado hasta en los tejados. 11“Cuando sean arrestados y llevados a juicio, no se preocupen por la defensa, 12Espíritu les inspirará lo que tienen que decir”. 13Una persona entre la multitud dijo: “Maestro, dígale a mi hermano que comparta su herencia conmigo” 14Jesús le dijo: “¿Quién me ha hecho juez de sus asuntos?”. 15Luego dijo a la multitud: “Tengan cuidado con la avaricia porque lo importante en la vida no es la abundancia de posesiones, sino la abundancia que se tenga en el corazón”. 139 Lucas 12 16Les dijo otra parábola: “Un hombre rico obtuvo una gran cosecha. 17Empezó a inquietarse sobre lo debía hacer, ya que sus graneros no tenían capacidad para guardarla. 18Decidió entonces tumbar los graneros y construir unos más grandes, para almacenar toda la cosecha. 19Pensó que así, podría descansar y disfrutar por lo menos durante un año. 20Pero aquella noche murió, 21y Dios le preguntó por qué no había compartido aquella abundancia que le había dado con sus hermanas y hermanos en necesidad”. 22Jesús dijo a quienes estaban a su alrededor: “No se preocupen por lo que comerán o vestirán; 23porque la vida es mucho más que alimento y vestido. 24Miren las aves, no siembran ni construyen graneros para guardar, pero Papá cuida de ellas. 25“¿Quién de ustedes puede agregar un momento a su vida con preocuparse? 26Pues si no pueden cambiar lo más mínimo, ¿por qué estar inquietos por lo demás? 27Miren cómo hacen los lirios. No fabrican alimentos ni tejen vestidos, pero ni Salomón en toda su gloria vistió tan maravillosamente como ellos. 28Si Dios los viste tan esplendorosamente, ¿no hará lo mismo con ustedes si simplemente creen? 29“No se preocupen por lo que van a comer, por lo que van a beber, por nada. 30Los no creyentes se preocupan por estas cosas; pero Papá conoce lo que necesitan, aun antes que ustedes lo sepan. 31Por tanto, búsquenlo en su corazón y cuando encuentren su reflejo, se darán cuenta que Él se hará cargo de todas esas cosas. 32No tengan ningún temor; Papá está anhelando manifestarles su presencia y su amor. 33“Siéntanse libres para vender todo lo que tienen o darlo a quienes más lo necesitan. Resguárdense en el corazón de Dios, y él hará lo mismo con ustedes. 34Éste es el único y más grande tesoro. Donde ustedes creen que está su tesoro, allí estará su corazón. 48Cuando abran sus corazones les será otorgado lo que necesitan, y con la misma generosidad se espera que traten a los demás. 49“Papá me ha enviado a traer la paz a todo el mundo. 50Pero su Mensaje está tan lejos de tantos corazones, que se causará gran discordia hasta que la gente acepte su total amor por ellos. 57“Traten de arreglar los asuntos entre ustedes mismos. 58Los tribunales son únicamente para quienes no quieren o son incapaces de ver la verdad y la justicia”. 140 Lucas 13, 14 Capítulo 13 10Un sábado Jesús estaba enseñando en la sinagoga. 11Allí había una mujer que sufría dolencias en su espalda desde hacía dieciocho años y ahora tenía la espalda doblada y no se podía enderezar. 12Jesús le dijo: “Hermana, usted está curada de su mal” 13Puso sus manos sobre ella y de inmediato se pudo enderezar y daba gracias a Dios. 14Pero el jefe de la sinagoga estaba muy indignado porque Jesús había hecho aquella sanación en sábado. Entonces dijo a la multitud que se había congregado: “Hay seis días en los que se puede trabajar, vengan uno de esos días a ser sanados”. 15Jesús le dijo: “¿Usted no lleva a su burro o a su buey a beber agua en sábado?”. ¿No debería esta mujer, hija de Abraham, que ha sufrido durante dieciocho años, ser sanada en sábado?”. 17Al escuchar estas palabras, quienes estaban contra Jesús se avergonzaron, regresaron a sus puestos y se sentaron, mientras los demás se regocijaban por la maravillosa sanación. 18Luego dijo: “¿A qué se parece la Vida Divina en cada uno de nosotros? 19Es como una semilla de mostaza que un hombre plantó en su jardín. 20Aunque empieza como algo muy pequeño, crece hasta convertirse en un árbol tan inmenso, que hasta los pájaros pueden construir sus nidos en él. 21O como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo aumenta de tamaño”. 22Continuó su camino hacia Jerusalén, pasando a través de poblaciones y villas, enseñando y sanando. 34Como tenía un gran amor por Jerusalén, exclamó: “Oh Jerusalén, con cuánta frecuencia he anhelado reunir a sus hijos como la gallina acoge sus polluelos bajo sus alas”. Capítulo 14 7Durante una cena Jesús observó que muchos de los invitados se esforzaban por sentarse en los primeros puestos; entonces les planteó esta parábola: 8“Cuando sean invitados a un banquete de bodas, procuren no sentarse en los lugares de honor. Pues alguien más estimado por el anfitrión puede llegar, 9y les pedirán que se corran más abajo. 10Por el contrario, tomen los puestos más humildes, para que cuando llegue el anfitrión pueda pedirles que tomen asiento en los lugares más destacados. 11Porque quien intente hacerse importante será humi- 141 Lucas 14, 15 llado, mientras que los humildes serán honrados”. 12También les dijo: “Cuando ofrezcan una comida o una cena no inviten a sus familiares, amigos y vecinos más acomodados, pues seguramente ellos podrán devolver la invitación en su momento. 13En cambio inviten a los pobres y a los indigentes, que no tiene manera de pagar la invitación. 14Su pago será la alegría de compartir. 33“Si no aprendan la alegría de compartir, tendrán gran dificultad para caminar conmigo. 34Y si no están dispuestos a dejar todo a un lado, tampoco podrán hacerlo. 35Escuchen bien lo que estoy diciendo”. Capítulo 15 1Muchos recaudadores de impuestos y otras personas no muy bien vistas se agolpaban a su alrededor, para escuchar a Jesús. Los fariseos y los escribas criticaban esto, diciendo: “Éste acoge a toda esta clase de personas, y hasta come con ellos”. 3Entonces Jesús les planteó la siguiente parábola: 4“Un pastor que tiene cien ovejas y pierde una, ¿no dejaría las noventa y nueve para salir a buscar la oveja que se le ha perdido? 5Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros y regre- sa al hogar lleno de gozo. 6Pide enseguida a sus amigos y vecinos que vengan y lo acompañen a celebrar por haber encontrado la oveja que estaba perdida. 7Dios es así. Con frecuencia se regocija más con el regreso a casa de uno que estaba perdido, que con los noventa y nueve que nunca se han ausentado. 8Lo mismo puede decirse de una mujer que tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara y barre toda la casa hasta que la encuentra? 9Y cuando la encuentra, invita a sus amigos y vecinos para celebrar por haberla encontrado 10Les digo que hay más gozo en el corazón de Dios por encontrar a alguien que estaba perdido, que por quienes nunca se han extraviado”. 11Les dijo una tercera parábola: “Un hombre tenía dos hijos. 12El menor dijo a su padre: papá, por favor, deme la parte de mi herencia. Entonces el padre dividió la propiedad en dos y entregó al menor su mitad. 13Después de unos días, el joven tomó lo que tenía y viajó a un país lejano. Allí, llevando una vida desordenada, despilfarró todo su dinero. 14Cuando estuvo totalmente arruinado, se presentó una hambruna tremenda en aquel país y el joven se llenó de desesperación. 15Fue y se con- 142 Lucas 15, 16 trató con un hombre que lo envió a cuidar cerdos (los cerdos son animales muy sucios en la ley judía). 16Llegó a estar tan hambreado, que quería alimentarse con los residuos que comían los cerdos, pero no le estaba permitido. 17Entonces, reflexionando, recordó que en su casa los sirvientes de su padre disponían de alimento suficiente. 18Decidió regresar a su hogar y postrarse humillado ante su padre, 19e implorarle que lo contratara como uno de sus sirvientes. 20“Levantándose regresó a casa de su padre. Cuando aún estaba bastante lejos, su padre lo vio a la distancia y se conmovió profundamente. Corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. 21Dijo el hijo: ´Papá, lo he traicionado a usted y también a Dios. No merezco más ser llamado su hijo”. 22Pero el padre llamó a los sirvientes y les dijo: “Busquen el mejor vestido y pónganselo. Pongan un anillo en su dedo y unas sandalias en sus pies. 23Traigan la novilla más gorda y preparen su carne. Organicemos una fiesta para celebrar. 24Porque mi hijo estaba muerto y ha regresado a la vida de nuevo. Estaba perdido y ha sido encontrado´. En seguida empezaron a celebrar. 25“El hijo mayor estaba en el campo, trabajando. Cuando se acercaba de regreso a casa, oyó la música y el baile. 26Llamó a uno de los sirvientes y le preguntó qué estaba pasando. 27Le contestó: “Su hermano ha regresado sano y salvo a casa y su padre ha ordenado sacrificar la novilla más gorda para celebrar”. 28El hijo mayor se disgustó mucho con la noticia y no quería participar en la celebración. Su padre salió y le solicitó que entrara. 29Pero él replicó: “¡No! He trabajado para usted todos estos años y ni siquiera me ha regalado un cabrito para celebrar con mis amigos. Pero ahora que este hijo suyo regresa a casa, después de despilfarrar su herencia con prostitutas, usted ordena sacrificar la novilla más gorda para él”. 31Le contestó el padre: “Hijo, ciertamente usted ha estado siempre conmigo y todo lo que poseo es suyo. 32Pero debemos tener una gran celebración, porque su hermano estuvo muerto y ha regresado a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”. Capítulo 16 13Jesús dijo a sus amigos: “Es muy importante que tengan en cuenta que un siervo no puede servir a dos señores. Escuchará a uno o a otro, pero nunca a los dos. Nadie puede servir a Dios y al dinero”. 14Los fariseos que lo 143 Lucas 16, 17, 18 escucharon se burlaban de sus enseñanzas, porque adoraban el dinero. 15Jesús continuó: “Ustedes se proclaman justos, pero Dios conoce sus corazones. 16Han aprendido a seguir la ley, pero no han aprendido a amar. 17Han aprendido a gastar dinero, pero no han aprendido a compartirlo”. Capítulo 17 5Los apóstoles dijeron a Jesús: “Por favor, auméntanos la fe”. 6Jesús respondió: “Si tuvieran fe, del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese frondoso árbol: “Desentiérrese y siémbrese en el mar”, y esto ocurriría. Su fe crecerá en la medida que crezca su Amor. La Fe es el ejercicio de la Divinidad, y Dios es Amor”. 11A medida que continuaba avanzando hacia Jerusalén, pasó de Galilea a Samaria. 12Al entrar a un pequeño caserío, se le presentaron diez leprosos. 13Le gritaron: “¡Jesús, Maestro, apiádese de nosotros!”. 14Él les dijo: “Vayan y preséntense a los sacerdotes”. Esto era lo que siempre debían hacer los leprosos, después de ser sanados. Mientras llegaban allí, todos fueron sanados. 20Algunos fariseos le preguntaron: “¿Cuándo vendrá el Reino de Dios?”. 21Jesús les respondió: “El verdadero reino de Dios no es algo que esté afuera y tenga que venir. Es algo que ya está en su interior. 23Si alguien quiere encontrar el verdadero reino de Dios, mire su corazón y escuche en silencio. 24Allí encontrarán al Dios que han estado buscando. 33Y cuando realmente encuentren a Dios, se darán cuenta que nada es más importante. Ni siquiera su propia vida”. Capítulo 18 1A continuación les dijo una pa- rábola animándoles a orar siempre. 2“Había un juez que no tenía reverencia por Dios, y ningún interés por la gente. 3Había también una viuda que venía con frecuencia a pedirle que le hiciera justicia. 4El juez no se preocupaba por ella ni por la justicia. 5Finalmente decidió hacerle justicia, simplemente para quitársela de encima” 6Entonces les dijo: “Miren lo que hizo este juez injusto; dio a la viuda lo que le pedía. 7Si una persona como ésa responde a los pedidos, 8¡Imagínense lo que puede hacer su Papá en el cielo cuando se le pide algo!”. 15Algunos padres traían a sus hijos para que Jesús los bendijera, pero los apóstoles trataban de evitarlo. 16Jesús les dijo: “Dejen que los niños vengan, no obstacu- 144 Lucas 18 licen su camino, 17ellos ya saben que el Dios de Amor habita en sus corazones. 18Un jefe de una sinagoga le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para tener Vida Divina?”. 19Jesús le contestó: “Usted conoce los mandamientos. 20Cúmplalos” 21Él replicó: “Los he guardado durante toda mi vida”. 22Jesús, que podía ver su corazón, también sabía que había puesto su riqueza donde debería estar Dios. Entonces le dijo: “Todavía le hace falta algo. Vaya, venda todo lo que tiene y entregue el dinero a los pobres. Luego regrese y venga conmigo”. 23Cuando escuchó esto se puso muy triste, porque era muy rico. 24Jesús dijo: “Qué difícil es que los ricos puedan encontrar realmente a Dios. Es más fácil para un camello pasar por las estrechas entradas de las murallas de la ciudad, que para un hombre rico encontrar realmente a Dios”. 26Otros que estaban escuchando le preguntaron: “¿Qué debemos hacer nosotros?”. 27Jesús les contestó: Es imposible encontrar a Dios donde lo buscan. Pero si miran en sus corazones y escuchan cuidadosamente, Dios hará lo imposible en ustedes”. 28Pedro preguntó: “Entonces, ¿qué pasará con nosotros, que hemos dejado todo para caminar con usted?”. 29Jesús le respondió: Les asegu- ro que quien ha dejado todo para caminar conmigo, ha encontrado a Dios y el camino hacia la felicidad. 30Las cosas de este mundo son importantes a nivel humano, pero yo camino con ustedes al Nivel Divino. Allí entenderán lo que es importante y lo que en realidad es la verdadera vida”. 31Tomando a los doce los reunió aparte y les dijo: “Subiremos a Jerusalén ahora y todas las profecías sobre mí se cumplirán. 32Seré entregado a los gentiles, seré ridiculizado y escupido. 33Me azotarán y me ejecutarán, pero resucitaré al tercer día”. 34Ellos no entendieron nada de esto. 35A medida que se acercaban a Jericó, un ciego pidió ayuda sentado al lado del camino. 36Al escuchar que la muchedumbre se acercaba, preguntó qué ocurría. 37Le dijeron que Jesús estaba próximo a pasar. 38Entonces gritó: “Jesús, hijo de David, tenga piedad de mí”. 39Quienes estaban a su alrededor le pidieron que se callara, pero gritaba aún más alto: “¡Jesús, tenga piedad de mí!”. 40Jesús se detuvo y pidió que lo acercaran. 41Le preguntó qué quería. Él respondió: “¡Quiero ver!”. 42Jesús le dijo: “Recobre su vista, su fe lo ha sanado”. Al instante recobró su vista y empezó a caminar con Jesús, agradeciendo 145 Lucas 18, 19 a Dios. Quienes vieron esto también daban gracias a Dios. Capítulo 19 1Mientras pasaba por Jericó, 2un hombre rico llamado Zaqueo, recaudador de impuestos, se esforzaba por ver a Jesús, 3pero era muy pequeño para mirar por encima de la muchedumbre. 4Entonces corrió y se subió a un árbol (un sicomoro) cerca al lugar por donde Jesús iba a pasar. 5Cuando Jesús levantó la mirada y lo vio, le dijo: “Zaqueo, baje. Quiero visitarlo en su casa”. 6Él descendió apresurado del árbol y le dio una cordial bienvenida. 7Quienes estaban alrededor criticaban que Jesús visitara a un rico recaudador de impuestos. 8Zaqueo se detuvo y dijo a Jesús: “Maestro, daré la mitad de lo que poseo a los pobres y si he engañado a alguien, cuatro veces le devolveré”. 9Jesús dijo a la multitud: “Hoy este hombre ha visto que Dios habita en un corazón amoroso y no en las posesiones materiales. 10He venido a buscar a los perdidos y uno ha sido encontrado”. 28Después de esto Jesús continuó hacia Jerusalén. Cuando se acercaban a Betania, en lo que se conoce como el Monte de los Oli- vos, 29se sintió muy cansado por lo que envió a dos de sus apóstoles a la población cercana diciéndoles: “Cuando entren encontrarán un asno atado. Desátenlo y tráiganlo aquí. 31Si alguien les pregunta algo, díganle que el Maestro lo necesita”. 32Fueron y encontraron todo exactamente como les había dicho. 33Mientras desataban el asno, el dueño les preguntó qué estaban haciendo. 34Le dijeron que el Maestro lo necesitaba. 35Lo trajeron a Jesús. Pusieron mantos sobre el asno y le ayudaron a montar. 36Mientras bajaban del Monte de los Olivos se produjo una gran celebración, porque Jesús regresaba a Jerusalén. 37Le dieron una bienvenida como a un profeta. 45Llegó directo al templo y empezó a expulsar a quienes vendían animales para el sacrificio. Les dijo: “Ésta es casa de oración, no un negocio. 46¿No saben que Dios quiere que amen en lugar de ofrecer sacrificios?”. 47Todos los días iba a enseñar, mientras los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de destruirlo. 48Pero no la encontraban porque la gente lo consideraba un profeta. 146 Lucas 20, 21 Capítulo 20 1Un día, cuando Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes y los escribas, 2y le preguntaron: ¿con qué autoridad hace lo que está haciendo? 3Les respondió: “Les hago también una pregunta: 4¿El bautismo de Juan, venía de Dios o de nosotros los humanos?”. 5Se dijeron entre sí: “Si decimos que de Dios, nos preguntará por qué no creímos en él. 6Pero si decimos que de nosotros los humanos, la gente nos apedreará porque creen que Jesús es un profeta. 7Entonces respondieron que no sabían. 8Jesús les dijo: “Tampoco yo responderé quién me dio la autoridad para hacer estas cosas”. 19Quisieron apresarlo inmediatamente, pero no se atrevieron por temor a la multitud. 20Decidieron enviar espías que le pusieran trampas, pues querían tener una mejor razón para enviarlo al gobernador, ya que no tenían autoridad para condenar a nadie a muerte. 21Antes de salir le preguntaron: 22“¿Es legal para nosotros los judíos rendir tributo al César mediante el pago de los impuestos?”. 23Jesús advirtió la trampa que le ponían y dijo: “Muéstrenme una moneda”, ya que era ile- gal para los judíos llevar monedas con imágenes. Sin embargo, alguien tenía una y se la mostraron. Entonces les preguntó: “¿De quién es esta imagen?”. Dijeron: “Del César”. 25Él les contestó: “Entonces den al César lo que es del César y a Dios lo que pertenece a Dios”. 26Asombrados por la manera como se había salido de la trampa salieron en silencio. Capítulo 21 1Mirando hacia arriba vio a los ricos depositando sus donaciones en el arca. 2Vio también a una pobre viuda que depositaba dos monedas de cobre. 3Entonces les comentó a los que estaban alrededor: “Les digo que esa pobre viuda ha depositado mucho más que todos los ricos juntos. 4Porque ellos dan sus excedentes, mientras ella ha dado todo lo que tiene para vivir”. 5Algunos comenzaron a hablar de la belleza del templo, de cuántas piedras preciosas había en él. 6Jesús les dijo: “Se aproxima el tiempo en que ninguna piedra quedará sobre otra. Toda esta belleza será completamente derruida”. 7Le preguntaron cuándo iba a suceder esto o qué signos se presentarían que indicara lo que pasaría. 8Respondió: “Tengan cuidado para que no se dejen en- 147 Lucas 21, 22 gañar. Muchos dirán: ‘Se acerca el tiempo’. No lo crean. 9Porque la trascendencia no vendrá de un solo golpe. 10“Muchas cosas externas sucederán. 11Habrá guerras entre las naciones 12y disputas entre las familias. 13Serán arrestados y perseguidos porque han caminado conmigo y continúan proclamando la Buena Nueva. 14No se preocupen qué deben decir cuando ocurran estas cosas. 15Siempre estaré con ustedes, aunque no puedan verme con sus propios ojos. 20“Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, pueden estar seguros que su caída está cerca. 21Este hermoso templo debe caer y desaparecer para ayudarle a la gente a comprender que el verdadero templo de Dios está en su interior, en sus corazones. 22Cuando la gente les pregunte acerca de mi regreso, díganles que miren en sus corazones. 23Regresaré cuando me descubran allí. 24Mi regreso será reconocido por cosas internas, como la paz de la mente y el amor en el corazón. 25Como gente que se preocupa por los demás y que comparte. 26Que dan a los necesitados lo que no necesitan, y a veces hasta lo que necesitan”. 37Jesús continuó enseñando en el templo todos los días, y en la noche iba a orar en el Monte de los Olivos. 38Cada mañana la gente regresaba al templo para escuchar su Mensaje. Capítulo 22 1Se acercaba la Fiesta de la Pascua, 2y los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la forma de ejecutarlo, pero temían la reacción de la gente. 3Judas Iscariote, quien era uno de los Doce, planeaba traicionar a Jesús. 4Por lo tanto, fue a conversar con los sumos sacerdotes y los jefes del templo acerca de esto. 5Ellos se alegraron mucho con el ofrecimiento y le dijeron que le pagarían. 6Judas aceptó el compromiso y empezó a buscar la ocasión en que no hubiese tanta gente a su alrededor. 7Llegó el día en que era costumbre comer la cena de la Pascua. 8Jesús envió entonces a Pedro y a Juan que hicieran los preparativos. 9Le preguntaron en dónde quería que lo hicieran. 10Les contestó: “Vayan a la ciudad y encontrarán a un hombre que lleva una jarra con agua. Síganlo y entren a la casa con él. 11Díganle: “El Maestro quiere saber dónde puede comer la Pascua con sus amigos”. 12Les mostrará una amplia habitación arriba totalmente amoblada. Prepárenla”. 13Fueron 148 Lucas 22 y encontraron todo exactamente como Jesús les había dicho, entonces prepararon la Cena de Pascua. 14Cuando llegó la hora de la cena, todos se sentaron a la mesa. 15Jesús les dijo: “He anhelado comer esta Pascua con ustedes antes de morir. 16Quiero que sepan que ésta es mi última cena”. 17Tomando una gran copa de vino, dijo: “Éste es mi último brindis. 18Beban esto para celebrar el fin de mi misión en la tierra y el comienzo de su misión; la misión de ustedes es extender la Buena Nueva de que el Dios del Amor habita en los corazones de todos, especialmente de quienes aman. Mi Mensaje de Amor es lograr que mi presencia de Amor llegue a todo el mundo”. 19Luego tomó pan, dio gracias y lo partió. Lo dio a todos diciendo: “Éste es mi cuerpo. Éste es mi verdadero ser. Lo entrego a ustedes y a todo el que lo reciba, para que sepan que somos Uno. Hagan esto para recordar que somos la misma cosa”. 20Al finalizar la cena tomó un poco de vino y lo mezcló con agua, como era costumbre. Dijo: “Ésta es una Nueva Alianza con mi sangre, la cual será vertida por ustedes. Pongo un poco de agua, en representación de ustedes; para mos- trar que son parte de mi sangre, parte de mí. Al beberlo recuerden que mi sangre es su sangre, mi vida es su vida, desde ahora y para siempre”. Todos permanecían sentados y muy sorprendidos por lo que les había dicho y había hecho. 21Después de este silencio de asombro, Jesús dijo: “Esta noche seré traicionado por uno de los que están sentados aquí”. 22De nuevo quedaron totalmente desconcertados con lo que les decía. 23Empezaron a comentar entre ellos acerca de quién podría ser. 24En la medida en que empezaron a aceptar la realidad de que Jesús no estaría más con ellos, también empezaron a conversar quién sería el nuevo líder. 25Jesús les dijo: “Los reyes de este mundo reinan sobre otros. 26Ustedes no deben actuar de esa manera. El más prominente entre ustedes, debe ser el más joven, y el líder será quien les sirve. 27He sido su Maestro, pero he venido entre ustedes como el que sirve. 31“Pedro, he orado por usted para que, aún después de su caída, 32pueda volver a mí y fortalecer a sus hermanos”. 33Pedro dijo: “Maestro, estoy dispuesto a ir a prisión y aún a morir por usted”. 34Pero Jesús le replicó: “Le digo, Pedro, antes que el ga- 149 Lucas 22 llo cante mañana, usted me habrá negado tres veces, diciendo que ni siquiera me conoce”. 39A continuación salieron hacia el Monte de los Olivos como era costumbre. 40Cuando llegaron les dijo: “Oren pidiendo ayuda, esta noche y mañana”. 41Se retiró como a la distancia de un tiro de piedra, se arrodilló y oró: 42“Papá, estoy dispuesto a regresar a casa, pero no quiero pensar en lo que sucederá mañana. ¡Ayúdame!”. 45Se levantó después de orar y regresó donde estaban los otros. Todos estaban dormidos. 46Los despertó y les dijo: “¿Por qué duermen? Deberían estar pidiendo ayuda”. 47Estaba diciendo esto cuando llegó el tumulto encabezado por Judas Iscariote. Éste se acercó a Jesús y lo saludó dándole un beso. 48Jesús le dijo: “Judas, ¿me traiciona con un beso?”. 49Quienes estaban con él, de repente entendieron lo que sucedía y dijeron: “Maestro, ¿Usamos la espada?”. 50Antes que Jesús respondiera, uno de ellos golpeó al sirviente del Sumo Sacerdote y le cortó una oreja. 51Jesús le dijo: “Deja eso”. Y tocándole la oreja curó al sirviente. 52Jesús dijo a los jefes del templo que habían venido a arrestar- lo: “¿Por qué han llegado hasta aquí con espadas y palos como si fuera un criminal, 53si diariamente enseñaba en el templo y ustedes nunca levantaron su mano contra mí?”. 54Lo arrestaron y lo llevaron a casa del Sumo Sacerdote. Mientras tanto, Pedro les seguía a cierta distancia. 55En el patio, los sirvientes habían encendido un fuego para calentarse. Pedro se sentó allí. 56Una criada lo reconoció, y dijo: “Este hombre también estaba con Jesús”. 57Pero él negó y dijo no conocerlo. 58Un poco después otro sirviente lo reconoció y dijo: “Sí, usted es realmente uno de ellos”. Pero Pedro dijo: “¡No soy!”. 59Casi una hora más tarde otro sirviente dijo: “Estoy seguro que lo vi con él”. 60Pedro dijo: “¡No sé de qué está hablando!”. En ese momento el gallo cantó. 61Jesús se volvió y miró a Pedro. Y recordó lo que había dicho Jesús que iba a suceder. 62Entonces salió y lloró amargamente. 63Los hombres que cuidaban a Jesús se burlaban y lo azotaban. 64Le vendaron los ojos, lo golpeaban y le gritaban: “Usted se ha proclamado como profeta, díganos entonces, ¿quién le está golpeando?”. 66Cuando llegó el amanecer los sumos sacerdotes y los escribas 150 Lucas 22, 23 hicieron llevar a Jesús al Sanedrín, su organización de gobierno. 67Le dijeron: “Si usted es el Cristo, dígalo”. Les contestó: “No me creerán si se los digo”. 70En seguida le gritaron: “¡¿Es usted el Cristo o no?!”. Respondió: “Sí, yo soy”. 71Exclamaron: “No necesitamos más testimonios. Personalmente hemos escuchado que ha blasfemando”. Capítulo 23 1Se levantaron como un solo cuerpo y lo llevaron ante Pilatos. 2Allí empezaron a acusarle: “Encontramos a este hombre quebrantando nuestras leyes, pidiendo a nuestra gente que no pague impuestos al César. Él mismo dice que es el Cristo, el rey”. 3Pilatos le preguntó: “¿Es usted el Rey de los judíos?”. Jesús le contestó: “Si usted lo dice”. 4Después de interrogarlo un poco, Pilatos dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud: “No encuentro nada criminal en este hombre”. 5Ellos insistieron más fuertemente: “Instiga a la gente en toda Judea, desde Galilea hasta Jerusalén”. 6Pilatos le preguntó si era galileo. 7Y al darse cuenta que estaba bajo la jurisdicción de Herodes se lo envió, ya que estaba en la ciudad esa semana. 8Herodes se complació mucho al ver a Jesús, ya que había escuchado bastante acerca de él y esperaba ver alguno de sus milagros. 9Aunque lo interrogó bastante, Jesús no respondió sus preguntas. 10Mientras tanto los sumos sacerdotes y los escribas permanecían enfrente, acusándolo con todo su poder. 11Herodes y sus soldados se burlaron de él, le pusieron una elegante túnica y lo enviaron de nuevo a Pilatos. 12Desde ese día Herodes y Pilatos se acercaron como amigos, ya que antes habían sido enemigos. 13Pilatos convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas, y les dijo: “Ustedes me trajeron a este hombre acusado de incitar a la gente a la rebelión. Lo he interrogado en su presencia y no lo encuentro culpable de ninguna de sus acusaciones. 15Tampoco Herodes, y lo ha devuelto diciendo que no ha hecho nada que merezca la muerte. 16Por lo tanto, después de una llamada de atención lo voy a dejar en libertad”. 17Durante las festividades de la Pascua era costumbre que el gobernador dejase en libertad a uno de los presos, según petición del pueblo. Pilatos les preguntó si querían que liberara a Jesús. 18Todos gritaron: “Cuidado con él. ¡Libére a Barrabas!”. 151 Lucas 23 19Barrabás había sido arrestado por causar un motín en la población y por asesinato. 20Pilatos quería dejar libre a Jesús. Les preguntó nuevamente, 21y ellos gritaron: “Crucifíquelo. Crucifíquelo”. 22Por tercera vez preguntó: “¿Qué mal ha hecho? No encuentro que haya cometido algún delito que merezca la muerte. Después de una seria advertencia, lo dejaré libre”. 23Ellos continuaron gritando su exigencia de que fuera crucificado. 24Finalmente Pilatos accedió y liberó a Barrabás. 25Luego ordenó que Jesús fuera crucificado. 26Cuando lo pusieron en camino, obligaron a Simón, un cirineo, que llevara la cruz en lugar de Jesús. 27Una gran muchedumbre seguía a Jesús; la mayoría eran mujeres. Se golpeaban el pecho y lloraban por él. 28Jesús se volvió a ellas y les dijo: “No lloren por mí, pues voy de regreso a casa. 29Lloren por quienes no han escuchado y aceptado mi Mensaje del amor de Dios. 30Ahora es su turno para enseñar esto y vivirlo”. 32Dos criminales también eran llevados con él para ser crucificados. 33Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, lo crucificaron con los dos criminales, uno a su derecha y el otro a su izquierda. 34Jesús dijo: “Papá, sé que continuarás amando a quienes me crucificaron. Realmente no saben lo que hacen”. Quienes lo crucificaron se repartieron a la suerte las vestiduras de Jesús. 35Mucha gente permanecía de pie, en silencio, recordando lo que había hecho por ellos. Algunos ancianos murmuraban: “¡Salvó a otros, que se salve a sí mismo si es que realmente es el Cristo!”. 36También los soldados lo ridiculizaban, diciendo: “Si es realmente el Rey de los judíos; ¡sálvese!”. 38Había sobre él una inscripción que decía: “Éste es el Rey de los judíos”. 39Uno de los criminales a su lado le dijo: “Si es el Cristo, sálvese y también a nosotros”. 40Pero el que estaba al otro lado lo increpó, diciendo: “¿Usted no teme a Dios? 41Nosotros estamos pagando por lo que hemos hecho, pero este hombre no ha hecho nada malo”. 42Enseguida dijo: “¡Jesús, por favor, lléveme a casa!”. 43Jesús le contestó: “Le aseguro que hoy estará conmigo en la casa de nuestro Papá”. 44Era casi mediodía cuando una gran oscuridad envolvió toda la región, y duró hasta las tres de aquella tarde. 45A esa hora el velo del templo se rompió en dos. 46Jesús exclamó: “Papá, me voy”. Y con estas palabras regresó a casa. 47Cuando el centurión vio lo que había ocurrido, alabó a Dios 152 Lucas 23 y dijo: “En verdad, este hombre era inocente”. 48Cuando la multitud vio esto, se fueron a casa golpeándose el pecho. 49Otros amigos y las mujeres que habían venido con él desde Galilea se mantenían a cierta distancia mirando y en oración. 50José de Arimatea, 51uno de los pocos miembros del Sanedrín que no había apoyado el complot contra Jesús, 52fue donde Pilatos a pedirle el cuerpo de Jesús. 53Lo bajó, lo envolvió en un manto de lino y lo depositó en una tumba cavada en la roca donde nadie había sido sepultado. 54Se estaba haciendo de noche y el descanso de sábado estaba a punto de comenzar. 55Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea fueron y observaron dónde había quedado el cuerpo. 56Después prepararon las especias y perfumes para regresar a ungir el cuerpo, una vez terminado el descanso del sábado. Capítulo 24 1En la madrugada del primer día de la semana su familia fue a la tumba, con las especias que habían preparado para ungir el cuerpo. Fueron María Magdalena, su esposa; María, su madre, y María y Juana, sus hermanas. 2Encontraron que la piedra de la entrada había sido removida, 3y cuando bajaron y entraron el cuerpo de Jesús no estaba. 4Se angustiaron por esto y se preguntaban qué habría pasado. 5Luego vieron a Jesús con radiantes vestidos, de pie, al lado. 6Asustadas bajaron la cabeza, y Jesús les dijo: 7“No teman. Soy yo. ¡He resucitado! 8¿No recuerdan que se los había dicho antes, cuando estuvimos en Galilea?”. 9Su familia estaba muy sorprendida; sus corazones rebosantes de alegría y paz. 10Después que se abrazaron y conversaron un poco, se apresuraron a contarle a los once y a los demás que Jesús había resucitado. 11Pero nadie les creía. 12Algunos que creyeron corrieron a la tumba y miraron dentro, pero solamente vieron los lienzos funerarios esparcidos por el piso; esto les causó mayor confusión. 13Ese día dos de los amigos de Jesús iban caminando a Emaús, a unas siete millas de Jerusalén. 14Comentaban acerca de lo que había sucedido. 15Mientras conversaban, Jesús se acercó y caminó con ellos, 16pero no lo reconocieron. 17Les preguntó: “¿De qué hablan?”. 18Se pararon sorprendidos y uno de ellos, Cleofás, le dijo: “Es usted la única persona en Jerusalén que no sabe lo que ha ocurrido recientemente?”. 19Jesús le respondió: “¿Qué ha sucedido?”. 20Le dijeron “Acer- 153 Lucas 23 ca de Jesús de Galilea, un profeta poderoso, a quien los sumos sacerdotes crucificaron. 21Esperábamos que iba a liberar a Israel. 22Este es el tercer día desde su muerte y hoy su familia fue a la tumba. 23Dicen que lo vieron, que está vivo. 24Algunos de sus apóstoles también fueron y comprobaron que su cuerpo no está”. 25Entonces Jesús les dijo: “Les ayudaré a comprender”. Y les explicó lo que dicen las escrituras acerca de Cristo. 28Cuando llegaron a Emaús, Jesús quería continuar el camino, 29pero lo invitaron a quedarse ya que era muy tarde. Entonces entró con ellos. 30Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el pan y dio gracias. Luego lo partió y se los dio. 31En ese momento se dieron cuenta que era Él. Enseguida desapareció. 32Comentaban acerca de la impresión que tuvieron mientras Jesús les revelaba lo de las Escrituras, cuando caminaban. 33Se levantaron y regresaron a Jerusalén, donde encontraron a los once y a otras personas reunidas en oración. 34La comunidad les comentó que la familia de Jesús lo había visto. 35Los de Emaús contaron a la Comunidad lo que les había ocurrido y que habían reconocido a Jesús en la partición del pan. 36Mientras conversaban acerca de lo ocurrido, Jesús se les presentó en medio y les dijo: “Paz con ustedes”. 37Se asustaron, pensando que estaban viendo un fantasma. 38Enseguida les dijo: “¿Por qué están tan sorprendidos y tan incrédulos? 39Miren cuidadosamente mis manos y mis pies. Soy yo, realmente. Tóquenme y vean por ustedes mismos. 40Un fantasma no tiene carne ni huesos como pueden ver que yo tengo”. 41Puesto que algunos todavía tenían dificultad para creer que realmente era Jesús, les preguntó: “¿Tienen algo para comer?”. Le pasaron un pedazo de pescado asado. 42Se sentó y comió para probarles que no era un fantasma. 43Se convencieron entonces que era Jesús, y se llenaron de alegría. 44Empezó a recordarles todo lo que les había enseñado. 45Abrió sus mentes a las Escrituras que hablan acerca de su sufrimiento, muerte y resurrección. 47Les pidió que empezaran en Jerusalén y continuaran enseñando la Buena Nueva por todo el mundo. 48“Ustedes serán testigos de todo esto. Les enviaré la bendición que Papá ha prometido 49Deben esperar aquí hasta que reciban esta bendición tan especial”. 50Los llevó a Betania y los bendijo. 51Mientras lo hacía desapa- 154 Lucas 23 reció de sus ojos y entró en sus corazones. 52Sabían que verdaderamente estaría con ellos y en ellos para siempre. Regresaron a Jerusalén regocijados y alaban- do a Dios por el Jesús que había caminado físicamente con ellos y que ahora estaba en sus corazones. 155 Hechos de los Apóstoles Capítulo 1 1En mi libro anterior les conté todo lo que Jesús hizo y enseñó durante su vida aquí. 2Después de su resurrección dio instrucciones a sus apóstoles a través de su Espíritu. 3Se les apareció durante cuarenta días después de su resurrección, y les enseñó más acerca de la Vida Divina. 4Cuando se reunió con ellos, les dijo que no salieran de Jerusalén hasta que hubieran recibido la Espíritu de Papá que les había prometido por medio de Él. 5Les dijo que así como Juan había bautizado con agua; después de unos pocos días serían bautizados por Espíritu. 6Los apóstoles le preguntaron si iba a restablecer el Reino de Israel. 7Les contestó: “Mi misión nunca estuvo relacionada con un reino exterior, sino con un Amor interior. Fue y es, sobre la Buena Nueva de ser hijas e hijos de Papá, de ser Dios como Él es. 8Entenderán esto más completamente tan pronto reciban los dones espirituales, cuando Espíritu venga sobre ustedes. Esto les ayudará a ser mis testigos aquí en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, e incluso hasta en los confines de la tierra”. 9Después de decir estas cosas empezó a desaparecer de sus ojos y a entrar en sus corazones. Ya no podían verlo, pero podían sentirlo definitivamente en sus corazones. 12Entonces regresaron a Jerusalén, que está más o menos a una caminata de sábado del monte de los Olivos, donde habían permanecido. 13Cuando llegaron allí, subieron a la habitación donde se hospedaban Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el 156 Hechos 1, 2 hijo de Alfeo, Simón el Fanático y Judas el hijo de Santiago. 14Todos se reunían frecuentemente para orar y compartir junto con sus esposas, María la madre de Jesús, María Magdalena su esposa, sus hermanas y hermanos. 15Un día Pedro se levantó entre los que estaban reunidos, unos 120, y dijo: 21“hermanas y hermanos, ustedes saben que Judas, que condujo a quienes arrestaron a Jesús, nos ha dejado, por lo que debemos reemplazarlo. 22Necesitamos escoger a alguien que haya estado con nosotros desde el bautismo de Juan hasta la resurrección”. 23La comunidad presentó dos nombres: José, llamado Barsabás, quien tenía por apodo Justo, y Matías. 24Enseguida oraron pidiéndole al Hermano Jesús que les permitiera saber quién de ellos debería reemplazar a Judas. 25Echaron a suerte y la suerte cayó sobre Matías, quien fue agregado a los 11apóstoles. Capítulo 2 1Cuando el día de Pentecostés finalmente llegó, la comunidad estaba reunida orando, 2cuando de repente escucharon que había comenzado un fuerte viento. 3Vieron lenguas de fuego que descendían sobre cada uno. 4Fueron llenados con Espíritu y empezaron a hablar en lenguas extrañas a medida que Espíritu se movía en sus corazones. 5Ese día en Jerusalén había judíos creyentes de todas las naciones conocidas, 6y cuando escucharon lo del viento vinieron a ver qué estaba pasando. 7Estaban asombrados de escuchar que les hablaban en su propia lengua nativa. En su asombro preguntaban: “¿No son galileos todos estos que están hablando? 8¿Cómo es que cada uno de nosotros puede entenderlos en nuestro idioma nativo?”. 11Estamos aquí de todas partes del mundo, y sin embargo ¡les escuchamos hablar acerca de las maravillas de Dios en nuestro propio idioma! 12Todos estaban desconcertados, porque no podían entender esto. Algunos decían: “¿Qué significa todo esto?”. Otros simplemente se burlaban y decían: 13“Están borrachos”. 14Pedro se levantó con los otros apóstoles y les dijo: “Pueblo de Judea y todos ustedes, visitantes de Jerusalén, por favor, escúchennos. 15Estos no están borrachos; después de todo, solamente son las nueve de la mañana. 16Esto es lo anunciado por Dios a través del profeta Joel: 17“en los nuevos tiempos derramaré mi espíritu sobre toda la gente; sus hijas e hijos profetizarán; sus jóvenes tendrán 157 Hechos 2, 3 visiones y sus mayores tendrán sueños. 18Incluso aquellos que son considerados humildes recibirán mi espíritu y profetizarán. 19Y les mostraré mi amor a través de prodigios en los cielos y en la tierra”. 22“Pueblo de Dios, escuchen con atención. Jesús de Nazaret fue enviado por Dios como se ha demostrado a través de sus poderosas palabras y prodigios, conocidos por todos. 23Sin embargo, ustedes lo mataron colgándolo de una Cruz. 24Pero Dios lo levantó de entre los muertos. 32Nosotros que estamos de pie frente a ustedes, somos testigos de esta Verdad. 33“Jesús nació de Espíritu y fue levantado de la muerte por Espíritu. Hoy ha derramado su Espíritu sobre nosotros, como se manifiesta en lo que ustedes ven y oyen a su alrededor. 36Sin ninguna sombra de duda, todo lo que deben saber acerca de este Jesús, a quien ustedes crucificaron, es que ciertamente ¡es un Cristo!”. 37Mientras escuchaban fueron movidos en lo profundo de sus corazones y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”. 38Pedro respondió: “Abran sus corazones a Jesús y a su Espíritu, y sean bautizados con agua y Espíritu, y recibirán sus Dones. 39Porque la Promesa de la Alianza con Dios es para ustedes, sus hijos, y para cada uno sin excepción”. 40Pedro les habló ampliamente sobre lo que significa abrir sus corazones a Jesús y vivir sus vidas en Él, así como Él vivirá su vida en ellos. 41Quienes aceptaron su Mensaje fueron bautizados; unos tres mil aquel día. 42Crecían con la enseñanza de los apóstoles, en compartir la fracción del pan y en la oración. 43Con asombro veían las maravillas y signos que se manifestaban en Jerusalén a través de los apóstoles. 44Quienes habían creído permanecían juntos y ponían todo en común. 45Vendían sus propiedades y pertenencias y daban todo a los necesitados. 46Iban todos los días al templo y consumían sus alimentos juntos. 47De esta manera recibían el alimento espiritual y el alimento físico, y alababan a Dios con corazones felices y en Paz. Eran admirados por la forma en que vivían y cada día más gente se les unía a través de Espíritu. Capítulo 3 1Un día Pedro y Juan subieron al templo para la oración de las tres de la tarde. 2Había un hombre que había estado cojo durante toda su vida. Sus amigos lo lleva- 158 Hechos 3, 4 ban allí para que pidiera limosna a los que venían a orar. 3Cuando vio a Pedro y a Juan acercarse a la puerta, les pidió limosna. 4Lo miraron atentamente y le dijeron: “Mírenos”. Él los miró, con la esperanza de recibir algo. 5Pedro le dijo: “No tenemos ningún dinero para darle, pero le daremos de lo que nosotros tenemos. 6En el nombre de Jesús de Nazaret, levántese y camine”. 7Tomándolo de la mano, le ayudaron a levantarse. 8Instantáneamente sus pies y tobillos quedaron sanados. El hombre se levantó y empezó a caminar alrededor. Luego entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. 9Cuando la gente lo vio caminando alrededor y alabando a Dios, 10lo reconocieron como el mendigo que acostumbraba hacerse en la puerta del templo. Estaban completamente sorprendidos por lo que veían. 11Mientras él se aferraba más a Pedro y a Juan, mucha gente se agolpó alrededor de ellos en la puerta de Salomón. 12Cuando Pedro observó esto, dijo a la multitud: “Pueblo de Dios, ¿por qué se asombran de esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos curado a este hombre con nuestro poder y oración? 13El mismo Dios a través de su hijo Jesús, a quien ustedes repudiaron ante Pilatos, ha sanado a este hombre. 16Por la fe en este Jesús este hombre, a quien conocen, ha sido curado y restaurada perfectamente su salud, como pueden verlo claramente”. Capítulo 4 1Mientras hablaban a la gente, se acercaron los sacerdotes, el capitán de los guardas del templo y algunos líderes judíos, 3los arrestaron y los pusieron en la cárcel durante la noche. 4Muchos de los que habían visto el milagro y escuchado el Mensaje creyeron, y el número de creyentes aumentó ese día a cinco mil. 5Al día siguiente los líderes judíos 6y los sumos sacerdotes habían traído a Pedro y a Juan ante ellos. 7Les preguntaron: “¿Por el poder de quién o en qué nombre han hecho esto?”. 8Pedro, lleno de Espíritu, contestó: “Sacerdotes y gobernantes del pueblo, 9si hoy hemos sido llamados para dar cuenta de una buena obra hecha a un discapacitado, 10ustedes y todo el pueblo de Dios deberían saber que fue en el nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron, que este hombre fue sanado”. 13Los líderes se asombraban de que Pedro y Juan pudieran hablar 159 Hechos 4 con tanta audacia, puesto que no tenían educación. Entonces se dieron cuenta que habían estado con Jesús, 14y viendo que el hombre que había sido curado estaba de pie con ellos, no tuvieron nada qué decir, 15y entonces los dejaron marchar. 16A continuación los líderes judíos se consultaban entre sí, y decían: “¿Qué podemos hacer con estos hombres? Es obvio que han realizado una curación poderosa, y todo Jerusalén lo sabe. 17Sin embargo, tenemos que impedir que esta noticia se propague, por lo que debemos advertirles que no hablen de esto nuevamente”. 18. Los llamaron de nuevo y les advirtieron no hablar de este milagro ni predicar en nombre de Jesús. 19Pedro y Juan les respondieron: “Si es correcto, ante los ojos de Dios, escucharlos a ustedes más que a él, es fácil de decidir. 20No podemos dejar de contar lo que hemos visto y escuchado de Jesús”. 21Los amenazaron de nuevo para que se marcharan, porque vieron que no había forma de castigarlos puesto que el pueblo estaba alabando a Dios por lo que había sucedido 22pues el hombre que había sido curado había estado discapacitado por cuarenta años. 23Después que Pedro y Juan fueron dejados en libertad, regresaron a la Comunidad y contaron todo lo que había sucedido y lo que los sacerdotes y los líderes les habían dicho. 24Quienes escucharon esto, dijeron: “Papá, sabemos que estas cosas sucederían, porque Espíritu las había profetizado a través de David. 29Así que, frente a estas amenazas, te pedimos que des a tus siervos la fortaleza especial para predicar sin temor el Mensaje de tu Hijo y nuestro Hermano Jesús, 30así como Tú logras a través de tu Hijo sanar y realizar maravillas. 31Mientras oraban, el lugar fue sacudido y se llenaron de Espíritu y estaban regocijados con el Mensaje de Jesús. 32. La Comunidad de los creyentes eran una sola alma y un solo corazón. Nadie reclamaba nada para sí mismo, y todos los bienes se ponían en común. 33Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección de su Hermano Jesús, y una unción especial los llenaba a todos. 34Ninguno entre ellos tenía necesidades, 35porque quienes tenían propiedades las vendían y daban el dinero a la Comunidad, quien las distribuía a cada uno según su necesidad. 36José, llamado Bernabé por los apóstoles, vendió sus propiedades y entregó el dinero a la Comunidad. 160 Hechos 5 Capítulo 5 12Muchas señales y maravillas se siguieron manifestando entre el pueblo por los apóstoles y otros. Las Comunidades continuaron reuniéndose regularmente en el Pórtico de Salomón. 13Muchos que no pertenecían a las Comunidades estaban temerosos de unirse, debido a la persecución, pero tenían a los apóstoles en alta estima. 14Mientras tanto, cada día mujeres y hombres que creían en Jesús continuaban uniéndose a las Comunidades. 15. Algunos llegaron a tal confianza, que sacaban sus enfermos a la calle sobre mantas y camillas, para que cuando Pedro, Santiago o Juan pasaran pudieran ser sanados. 16Enfermos y afligidos, aun de fuera de Jerusalén, eran traídos, y todos quedaban curados. 17Los sacerdotes y los líderes judíos empezaron a sentir celos por esto, 18entonces hicieron arrestar de nuevo a los apóstoles, para ponerlos en prisión. 19Sin embargo, un Ángel de Dios vino esa noche, los dejó salir y les dijo: 20“Regresen al templo y enséñenle a todo el mundo acerca de la Vida Divina”. 21Fueron de nuevo al templo al amanecer y comenzaron a enseñar esto. Los sumos sacerdotes llamaron a los líderes judíos, e incluso tam- bién a los senadores, y enviaron orden a la cárcel para traer a los prisioneros. 22. Pero cuando los sirvientes llegaron a la celda no los encontraron, así que se devolvieron diciendo: 23“Hemos encontrado que la celda está cerrada con seguro y los centinelas en las puertas, pero cuando entramos no había nadie adentro”. 24Cuando el capitán de la guardia del templo y los sumos sacerdotes escucharon esto, no podían entender qué había sucedido. 25Alguien vino y dijo: “Los hombres que arrestaron ayer, están enseñándole al pueblo en el templo”. 26El capitán y sus oficiales fueron al templo y los trajeron, pero no por la fuerza, porque estaban temerosos que la gente los apedreara. 27Los llevaron ante los líderes judíos y los sumos sacerdotes reunidos allí, quienes dijeron: “¿No les advertimos estrictamente que está prohibido que enseñen en ese nombre? Y sin embargo, no solo continúan enseñando en el templo, sino que nos culpan de su muerte”. 28. Pedro, Santiago y Juan replicaron, “¿No es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los humanos? 29Dios ha resucitado a Jesús, a quien ustedes mataron colgándolo de una cruz. 32No solamente nosotros somos testigos 161 Hechos 5, 6 de esta verdad, sino también el Espíritu que Dios concede a quienes se abren a él”. 33Mientras escuchaban se enfurecieron y decidieron sentenciarlos a muerte. 34Entonces Gamaliel, un maestro del pueblo, se levantó y ordenó a los apóstoles que se quedaran afuera un rato. 35Luego dijo: “Hombres de Dios, tengan mucho cuidado con lo que hagan a esta gente. 36Sabemos, por lo que ya hemos visto, que los movimientos que no son de Dios mueren por sí solos. 38Así que les aconsejo que dejen tranquilos a estos hombres, que si su movimiento no es de Dios va a morir por sí mismo; 39pero si viene de Dios, nos encontraremos luchando contra Dios”. 40Aceptaron su consejo y trajeron a los apóstoles nuevamente, los azotaron y los dejaron libres. 41. Los apóstoles salieron, y se alegraban que hubieran sido tratados como habían tratado a Jesús, y continuaron enseñando acerca de su resurrección y su Mensaje. 42Lo hacían tanto en el templo como en las casas de los creyentes. Capítulo 6 1En aquellos días, como el número de creyentes iba creciendo, los judíos griegos se quejaban que sus viudas eran descuidadas en la distribución diaria de alimentos. 2Entonces los doce apóstoles convocaron una reunión de Comunidades y dijeron: “No debemos dejar de predicar el Mensaje de Jesús para atender los problemas de la mesa. 3Por consiguiente, hermanas y hermanos, busquen en la Comunidad siete personas de buena reputación y llenas de Espíritu, 4para encargarlas de hacer esas tareas, y nosotros poder continuar dedicando nuestra vida a la oración y a la enseñanza del Mensaje de Jesús”. 5Esta sugerencia fue aceptada por las Comunidades, quienes seleccionaron a Esteban, hombre lleno de fe y Espíritu, también a Felipe, Prócuro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás. 6Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos. 7De esta manera el Mensaje de Jesús continuó difundiéndose. El número de creyentes en Jerusalén aumentó rápidamente, incluso con gran número de sacerdotes que se unían a las Comunidades. 8Esteban, lleno de Espíritu y de sus Dones realizaba muchos signos y maravillas entre la gente, 9aunque algunos de los no creyentes lo cuestionaban. 10Sin embargo, la sabiduría dada por Espíritu prevalecía en él. 11Entonces decidieron que la 162 Hechos 6, 7, 8 única forma de enfrentarlo era con la muerte. Incitaron a la gente con mentiras, y decían: “Está hablando contra Moisés y contra Dios”. 12Como resultado de esto, fue llevado ante el alto tribunal. 13Allí presentaron falsos testigos que decían: “Este hombre habla contra el templo y contra la ley. 14Le hemos escuchado decir que Jesús de Nazaret destruirá nuestro templo y la ley que nos dio Moisés”. 15Los jueces lo miraron atentamente y observaron que tenía la cara de Ángel. Capítulo 7 1El sumo sacerdote le preguntó: “¿Son verdaderas estas acusaciones?”. 2Esteban dijo: “Hermanos, a nuestro padre Abraham le fue otorgada la tierra en que vivimos y se le prometió que la pasaría a sus descendientes, a pesar que en ese momento todavía no tenía hijos. Dios vino e hizo una Alianza de amor con Abraham, pero ésta no fue respetada. Ahora envió a su Hijo para que llevara a su pueblo de nuevo a Él, pero ustedes lo mataron”. 54Ante esto, los jueces arremetieron contra Esteban, lo expulsaron de la ciudad y lo hicieron apedrear hasta la muerte. 55Los testigos dejaron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo. lo apedreaban, Esteban dijo: “Veo los cielos abiertos y a Jesús al lado de Dios, llamándome por señas”. 57Entonces exclamó: “¡Hermano Jesús, llévame a casa!”. 60Cayendo de rodillas, dijo: “Hermano, no los culpes por hacer esto”. Con estas palabras, regresó a su hogar. 56Mientras Capítulo 8 1Un joven llamado Saulo había dirigido el apedreamiento a Esteban y había liderado una severa persecución contra las Comunidades de Jerusalén, por lo que muchos huyeron de la ciudad, excepto los apóstoles. 2Saulo había causado pánico entre los miembros de las Comunidades, 3allanando sus casas y poniéndolos en prisión. 4Los que tuvieron que huir de Jerusalén se fueron por diferentes partes predicando la Buena Nueva de Jesús. 5Felipe bajó a una ciudad de Samaria y predicó sobre Jesús. 6La gente asistía a sus reuniones con felicidad y admiraba los milagros que realizaba. 7Los poseídos eran liberados, los cojos eran sanados; 8había júbilo por todas partes. 14Cuando los apóstoles supieron en Jerusalén que Samaria había aceptado el Mensaje de Jesús, 163 Hechos 8, 9 entonces enviaron a Pedro y a Juan. 15Cuando llegaron, oraron para que los nuevos creyentes recibieran el Espíritu. 16Porque hasta ese momento solamente habían sido bautizados con agua, pero no habían recibido Espíritu. 17Pedro y Juan les impusieron las manos y recibieron el Espíritu. 25Después que dieron testimonio y compartieron el Mensaje de Jesús en muchas Comunidades de Samaria continuaron su camino. 26Un ángel de Dios dijo a Felipe: “Levántate y al mediodía baja al camino que está entre Jerusalén y Gaza”. 27Se levantó y fue allí. Se encontró con un eunuco de Etiopía, funcionario de la Reina Candace, que regresaba de una visita de oración a Jerusalén. 28Viajaba en su carruaje mientras leía el Libro de Isaías. 29Espíritu dijo a Felipe: “Sube y salúdalo”. Felipe se acercó al carruaje y escuchó que estaba leyendo a Isaías. 30Le preguntó si entendía lo que estaba leyendo. 31Respondió: “¿Cómo puedo entender, a menos que alguien me lo explique?”. Entonces invitó a Felipe a subir a su carruaje y a viajar con él. 32El pasaje de la Escritura que el etíope acababa de leer era el siguiente: “Como un cordero fue llevado al matadero, pero ni siquiera abrió la boca”. 34Entonces se dirigió a Felipe y le preguntó a quién se refería el profeta. 35Felipe comenzó a explicarle el pasaje y continuó enseñándole acerca de la Buena Nueva de Jesús. 36Cuando llegaron a una corriente de agua el etíope preguntó a Felipe si podía ser bautizado. 37Felipe le dijo que si realmente creía lo que había estado escuchando, podía ser bautizado. Él contestó: “Creo que Jesús es un Cristo, un Hijo de Dios”. 38Entonces ordenó parar el carruaje, bajaron al agua y Felipe lo bautizó. 39Cuando salieron del agua, Espíritu se llevó a Felipe y el etíope siguió feliz su camino regocijándose con su nueva vida. 40Felipe, sin embargo, fue encontrado en Azoto, y mientras recorría las ciudades predicaba la Buena Nueva por toda la región de Cesarea. Capítulo 9 1Mientras tanto, Saulo continuaba persiguiendo a los creyentes. 2Fue donde los sumos sacerdotes y les pidió cartas para acudir a las sinagogas de Damasco, de tal manera que pudiera arrestar creyentes, traerlos a Jerusalén y ponerlos en prisión. 3Cuando se acercaba a Damasco, lo envolvió una luz brillante que caía del cielo. 4Cayó al sue- 164 Hechos 9 lo y escuchó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigue?”. 5Él dijo: “¿Quién es usted?”. La voz respondió: “Soy Jesús, a quien usted persigue”. 6Confundido y muy asustado, preguntó: “¿Qué quiere usted que yo haga?”. Jesús le dijo: “Levántese, vaya a la ciudad y allí le diré lo que debe hacer”. 7Los hombres que viajaban con él se quedaron mudos. Habían escuchado la voz claramente pero no habían visto a nadie. 8Saulo se levantó, pero cuando abrió los ojos no podía ver. Entonces lo condujeron de la mano hasta Damasco. 9Durante tres días permaneció ciego y no podía comer ni beber nada. 10Había en Damasco un creyente de nombre Ananías. 11Jesús le dijo: “Levántese, vaya a la calle llamada Recta y pregunte en casa de Judas por un hombre llamado Saulo de Tarso que está allí orando. 12Él ha tenido una visión en la cual usted viene y le pone las manos para que pueda ver”. 13Ananías replicó: “Pero Hermano, he escuchado acerca de él y del mucho daño que ha hecho a sus santos en Jerusalén, 14y ahora tiene autoridad para poder encadenar a quien crea en usted”. 15Jesús le dijo: “Simplemente vaya, porque lo he escogido para traer la Buena Nueva a los gen- tiles y a todo el pueblo de Dios. Con anticipación le mostraré cuánto sufrirá para hacer esto”. 16Ananías fue a donde estaba Saulo. 17Poniendo sus manos sobre él, dijo: “Hermano Saulo, Jesús, el que se le apareció en el camino, me ha enviado para que pueda recobrar su vista y sea lleno con su Espíritu”. 18Instantáneamente algo como escamas cayeron de sus ojos y nuevamente pudo ver. Se levantó y fue bautizado. 19Enseguida comió y recuperó las fuerzas. 20Saulo se quedó en Damasco por algún tiempo en oración y compartiendo con los creyentes. Incluso comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús era Hijo de Dios. 21Quienes lo escuchaban se asombraban y decían: “¿No es este el hombre que estaba causando caos en Jerusalén y que vino a llevarse a todos los creyentes encadenados a Jerusalén?”. 22Saulo crecía cada día en Espíritu y en los Dones de Espíritu, por lo tanto podía demostrar su sinceridad por el Mensaje y a través de las maravillas que realizaba. 23Después de un tiempo los líderes judíos decidieron que Saulo tenía que ser ejecutado, 24pero la noticia llegó a Saulo 25y por eso los creyentes lo bajaron en una canasta por la pared, durante la noche. 165 Hechos 9, 10 31. Todas las Comunidades de Judea, Galilea y Samaria comenzaron a disfrutar de paz, y los miembros aumentaron en Espíritu y en número. 32Mientras Pedro viajaba proclamando la Buena Nueva, visitó a los santos que habitaban en Lida. 33Un hombre llamado Eneas había estado reducido a la cama por ocho años. 34Pedro le dijo: “Eneas, Jesús lo sana; levántese y arregle su cama”. 35Al instante el hombre se levantó, y quienes en Lida vieron esto se volvieron creyentes. 36. En Jope había una santa creyente llamada Tabita. 37Por este tiempo ella enfermó y murió, y fue puesta en uno de los cuartos de arriba. 38Como Jope estaba cerca a Lida, su familia le envió un mensaje a Pedro, rogándole que viniera. 39Pedro vino a Jope y subió al cuarto en donde estaba la gente reunida en duelo. Le mostraron las maravillas que ella tejía cuando estaba con ellos. 40Pedro les pidió a todos que salieran, y luego se arrodilló y oró. Dirigiéndose al cuerpo, dijo: “Tabita, despierte”. Ella abrió los ojos y se sentó. 41Pedro le dio la mano y la ayudó a levantarse, y luego llamó a la gente para que vieran que estaba viva. 42En la medida que esta noticia se extendía, el número de creyen- tes aumentaba. Pedro permaneció allí por algún tiempo en casa de Simón, el curtidor. Capítulo 10 1Había un hombre en Cesarea, capitán de la llamada Cohorte Italiana. 2Era una persona muy generosa y de oración. 3Hacia las tres de la tarde tuvo una visión de un ángel de Dios que venía hacia él y decía: 4“Cornelio, sus oraciones y su caridad han tocado a Dios. 5Envíe hombres a Jope para que busquen a Pedro, que se encuentra donde Simón, el curtidor, que vive cerca del mar”. 7Tan pronto como el ángel desapareció, llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado fiel, y los envió a Jope, 8con las instrucciones del ángel. 9Al día siguiente, mientras viajaban hacia Jope, Pedro subió para orar en la terraza al medio día. 10Durante la oración sintió hambre y quiso comer algo. Mientras preparaban la comida le llegó un trance. 11Vio el cielo abierto y una sábana blanca que descendía hacia la tierra. 12En ella había toda clase de animales, reptiles y aves. 13Escuchó una voz que le decía: “Levántese, Pedro, mate y coma”. 14Pero Pedro dijo: “De ninguna manera. No como cosas impuras”. 15Una 166 Hechos 10 vez más la voz dijo: “Nada de lo que Dios ha hecho puede considerarse impuro”. 16Esto sucedió tres veces, y luego la sábana fue regresada al cielo. 17Mientras Pedro trataba de interpretar el mensaje de esta visión, 18los mensajeros de Cornelio llegaron a la puerta preguntando si Pedro estaba allí. 19Todavía estaba tratando de entender mejor la visión, cuando Espíritu le dijo: “Hay tres hombres en la puerta buscándolo. 20Vaya, salúdelos y vaya con ellos, porque yo los he enviado”. Pedro bajó y dijo: “Soy Pedro, ¿en qué puedo servirles?”. 22Dijeron: “Al capitán Cornelio, un hombre santo, un ángel le dijo que lo invitara a usted su casa para escuchar su mensaje”. 23Entonces lo invitaron a cenar con él. 24Al día siguiente salieron de Jope junto con algunos hermanas y hermanos. 25Al otro día llegaron a Cesarea. Cornelio había invitado a su familia y algunos amigos más cercanos a su casa, y tan pronto como Pedro entró se arrodilló a sus pies para reverenciarlo. 26Pero Pedro lo levantó y le dijo: “Levántese, ¡soy su hermano!”. 27Pedro entró en su casa y encontró un gran grupo reunido. 28Les dijo: “Ustedes saben que a los judíos no les es permitido visitar a los gentiles, pero Dios me ha dicho que todos son sus hijas e hijos. 29Por esto he venido sin dudarlo a su casa. ¿Puedo preguntarle por qué me ha invitado aquí?”. 30Cornelio le contó acerca de la visita del ángel y lo que le había dicho que hiciera. 33Entonces dijo: “Por eso estamos aquí, delante de Dios, para escuchar lo que Él ha enseñado. 34Ahora entiendo que Dios ama a todos, 35y entiendo lo que nuestro Hermano Jesús nos ha hecho conocer, 36la Buena Nueva de Paz y Amor”. 37Pedro dijo: “¿Es posible que ustedes sepan lo que ha ocurrido en toda Judea, empezando por Galilea, después del bautismo predicado por Juan? 38Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret y cómo pasó por la tierra predicando y sanando, porque Dios estaba con Él. 39Nosotros somos testigos de todo lo que hizo, sobre todo en Jerusalén, donde fue finalmente crucificado. 40Pero Dios lo resucitó de entre los muertos y se apareció a muchos de nosotros, a quienes había escogido para ser sus testigos. 41Incluso comió y bebió con nosotros después de su resurrección. 42También nos dijo que predicáramos el Amor de Dios, y que lo demostráramos a través de la sanación”. 44Mientras Pedro estaba todavía predicando, Espíritu descendió 167 Hechos 10, 11 sobre quienes estaban reunidos. 45Los creyentes con Pedro se sorprendieron de que el Espíritu fuera también derramado sobre los gentiles, 46porque los escuchaban orando y alabando a Jesús. 47Dijo Pedro finalmente: “¿Cómo podemos negarles el bautismo de agua si ya han recibido el bautismo de Espíritu?”. 48Entonces ordenó que fueran bautizados en el nombre de Jesús. 49Le rogaron que se quedara con ellos unos días más. Capítulo 11 1Los apóstoles, hermanas y her- manos que vivían en Judea, escucharon que los gentiles le daban la bienvenida a la Buena nueva. 2Cuando Pedro volvió a Jerusalén, quienes todavía creían en la ley confrontaron a Pedro acerca de la necesidad de la circuncisión. 4Pedro respondió contándoles la historia de lo que había sucedido en Jope, su visión del cielo 5y la enseñanza de no considerar impuro lo que Dios ha creado limpio. 6También lo que había ocurrido en Cesarea con la visión que había tenido Cornelio para invitarlo y escucharlo. 7Pedro también les compartió el milagro de Espíritu descendiendo sobre los gentiles en Cesarea, 8y concluyó diciendo: 9“Puesto que Dios les ha dado a ellos el mismo Espíritu que nos ha dado nosotros ¿quién soy para obstaculizar el camino de Dios?”. 18Cuando escucharon esto se quedaron asombrados de las acciones de Dios, y lo alababan por su excepcional amor. 19Los que habían huido de Jerusalén por la persecución de Esteban, lograron llegar hasta Fenicia, pero predicando la palabra solamente a los judíos. 20Había hablantes griegos que fueron a Antioquía, hablaron con los griegos de allí y les predicaron la Buena Nueva de nuestro Hermano Jesús. 21La mano de Jesús estaba con ellos, y un gran número comenzaron a creer en él. 22Cuando estas noticias llegaron a Jerusalén, las comunidades enviaron a Bernabé a Antioquía. 23Cuando llegó, se quedó sorprendido de lo que Jesús había hecho allí, y los animó a caminar más estrechamente con él. 24Bernabé era un hombre bueno y santo, y ayudó a muchos a entregar su vida a Jesús. 25Enseguida fue a Tarso en busca de Pablo, 26y lo trajo a Antioquía, donde se quedaron un año entero predicando la Buena Nueva y sanando a los enfermos. Fue en Antioquía donde los creyentes fueron llamados por primera vez cristianos. 168 Hechos 11, 12 27En este tiempo un gran número de profetas bajaron a Antioquía desde Jerusalén. 28Uno de ellos, llamado Agabo, se levantó y reveló, a través del Espíritu, que se acercaba una terrible hambruna. 29Los creyentes de allí enviaron una contribución para los que vivían en Judea, 30la cual fue llevada por Bernabé y Pablo. Capítulo 12 1. Por aquel entonces Herodes comenzó su ataque contra las comunidades. 2Mató a Santiago, el hermano de Juan. 3Como esto lo hizo muy popular ante los líderes judíos, también arrestó y encarceló a Pedro. Este hecho tuvo lugar durante la fiesta del pan sin levadura. 4Pedro fue puesto bajo una fuerte vigilancia. 5Mientras Pedro estuvo en prisión, la comunidad se mantuvo en constante oración. 6Pedro era mantenido atado con doble cadena, para evitar que escapara. 7Una noche, de repente, un ángel se puso a su lado y una gran luz brilló desde el cielo. Cuando Pedro se despertó, le dijo que se levantara. 8Sus cadenas se soltaron, y el ángel le dijo que se vistiera, se pusiera el abrigo y lo siguiera. 9Pedro lo siguió sin darse cuenta de lo que realmente estaba pasando; pensó que era una visión. 10Pasaron una guar- dia, luego otra y llegaron hasta la puerta de la prisión. La puerta se abrió por sí misma. Salieron y el ángel lo dejó. 11Cuando Pedro se dio cuenta que realmente estaba fuera de la prisión, agradeció a Dios por haberlo liberado, salvándolo del complot de Herodes. 12Cuando se dio cuenta donde estaba, fue a casa de María, la madre de Juan Marcos, porque sabía que allí había una gran muchedumbre orando. 13Al llamar a la puerta, Rodesa vino a abrir. 14Ella reconoció la voz de Pedro y corrió a decirle a la comunidad, olvidándose abrir la puerta, por la emoción. 15Le dijeron que estaba loca, pero ella insistió que Pedro estaba allí. 16Mientras tanto, Pedro continuaba golpeando, y cuando finalmente le abrieron la puerta, todos se quedaron asombrados al verlo. 17Les contó cómo el ángel de Dios lo había sacado de la cárcel, y pidió que le contaran a Santiago y a sus hermanos acerca de su liberación. Luego se marchó. 18A la mañana siguiente, los soldados estaban confundidos acerca de cómo Pedro había escapado. 19Herodes envió a los guardias para que trajeran a Pedro y le dijeron que había escapado. Entonces hizo ejecutar a los guardias y se fue a su casa en Cesarea. 169 Hechos 13 Capítulo 13 1Había muchos profetas en la comunidad de Antioquía, como Bernabé y Simeón, conocido como el Nigeriano, Lucio de Cirene y Manahem, amigo de infancia del Rey Herodes, y Pablo. 2Cuando estaban en oración, Espíritu les dijo: “He escogido a Bernabé y a Pablo para una Misión especial”. 3Después de ayunar y orar les impusieron las manos y los enviaron. 4Fueron guiados por Espíritu hasta Seleucia, y de allí se embarcaron hasta Lupus. 5Al llegar a Salamina, predicaron la Buena Nueva en las sinagogas. 6Atravesaron la isla hasta Pafos. 7El Procónsul Sergio Paulo envió por ellos, para escuchar la Palabra de Dios. 12Cuando vio las maravillas que Pablo hacía en el Espíritu, se volvió creyente. Estaba maravillado acerca de las enseñanzas de Jesús. 13Desde Pafos, Pablo y sus acompañantes navegaron hacia Panfilia, 14y luego hasta Antioquía. 15Al entrar a la Sinagoga, en sábado, fueron invitados a compartir con la congregación. 16Pablo se levantó y comenzó a hablar. 17Hizo primero una reseña de la historia del Pueblo Judío, comenzando desde los tiempos de Egipto. 18Luego contó que Dios había designado a David como su Rey, y que Jesús era de su descendencia. Les habló de Jesús y de sus enseñanzas, y cómo los líderes judíos lo habían crucificado, aunque no tenían prueba de que hubiera cometido un delito. Pero Dios lo levantó de entre los muertos, y se les apareció a sus amigos, que luego se convirtieron en sus testigos. Éstos comenzaron a predicar la Buena Nueva de Jesús. 42Cuando Pablo y Bernabé salieron de la sinagoga, la gente les solicitó que volvieran la semana siguiente. 43Continuaban dedicando tiempo a estar con Pablo y Bernabé, para escuchar más acerca de la Buena Nueva. 44El sábado siguiente casi todo el pueblo vino a escucharlos. 45Los líderes judíos se pusieron muy celosos y se disgustaron por esto. Rechazaban sus enseñanzas y conspiraban para deshacerse de ellos. 46Pablo y Bernabé continuaron predicando con gran fuerza y sabiduría. 47Por último, debido a la oposición de los líderes, dijeron que habían sido enviados primero a los judíos, pero que como no aceptaban la Buena Nueva de Jesús, entonces irían ahora a los gentiles. 48Cuando los gentiles escucharon esto, se alegraron y muchos 170 Hechos 13, 14 se volvieron creyentes en Jesús. 49Así la Buena Nueva fue llevada por todo el país. 50Los líderes judíos incitaron una nueva persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron del territorio. 51Entonces Pablo y Bernabé se fueron a Iconio. 52Los creyentes estaban llenos de alegría y de Espíritu. Capítulo 14 1Lo mismo sucedió en Iconio. Fueron a la sinagoga judía y predicaron desde lo más profundo del Espíritu, de tal manera que muchos judíos y griegos se convirtieron en creyentes aquel día. 2Pero los judíos no creyentes inventaron mentiras contra los hermanos. 3No obstante, los hermanos permanecieron allí un tiempo, hablando desde el corazón de Jesús, quien daba testimonio de su mensaje, poniéndoles signos y maravillas en sus manos. 4La ciudad se dividió, pues algunos se alinearon con los líderes judíos y otros con los apóstoles. 5Sin embargo, cuando los líderes judíos y los gentiles comenzaron a confabularse para matarlos, 6ellos se dieron cuenta, 7entonces huyeron a las poblaciones de Listra y Derbe, en Licaonia y sus alrededores, donde continuaron predicando la Buena Nueva. 8En Listra había un hombre paralizado de nacimiento, que nunca había podido caminar. 9Estaba allí cuando Pablo hablaba. Pablo miró fijamente en su corazón, y vio que tenía fe para ser sanado. Entonces le dijo en voz alta: “¡Levántese, puede caminar!”. El hombre se levantó y empezó a caminar. 10Cuando la multitud vio lo que había hecho Pablo, dijeron en su dialecto: 11“¡Los dioses han venido a nosotros en forma humana!”. 12Llamaron a Bernabé Zeus y a Pablo Hermes, pues éste era el principal mensajero. 13Hasta el sacerdote de Zeus trajo bueyes a la puerta de la ciudad, para unirse a la gente ofreciendo sacrificios. 14Cuando Bernabé y Pablo oyeron esto corrieron hacia la multitud y gritaron: “¿Qué están haciendo? ¡Somos exactamente como ustedes! Les traemos la Buena Nueva, que no se necesitan sacrificios, porque tenemos un Dios de Amor. 16En tiempos antiguos parecía distante de nosotros, 17pero con la venida del Hermano Jesús sabemos que está en lo más íntimo de nuestro ser. Él nos da lluvia para nuestros campos y alegría para nuestros corazones”. 18A pesar de haber dicho esto, tuvieron dificultad para evitar que la gente hiciera sacrificios. 171 Hechos 14, 15 Capítulo 15 19Entonces judíos que habían venido de Antioquía y de Iconio convencieron a la gente para apedrearlos. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que había muerto. 20Los creyentes lo rodearon y empezaron a orar. Él se levantó, regresó la ciudad, y al día siguiente se fue para Derbe con Bernabé. 21Llevaron la Buena Nueva a esa ciudad y después de establecer allí una gran Comunidad, regresaron a Listra, Iconio y Antioquía. 22Les recomendaron a todos los creyentes en Espíritu permanecer firmes en la fe, y dijeron: “A veces caminar con Jesús nos trae los mismos sufrimientos que Él soportó”. 23En oración, con las comunidades, nombraron algunos ancianos para ayudar a la gente a continuar compartiendo la Buena Nueva. 24Después de pasar por Pisidia, se fueron a Panfilia, 25y después de predicar la Buena Nueva en Perge llegaron hasta Atalía. 26De allí se embarcaron para Antioquía, donde Dios había manifestado su gran amor. 27Cuando llegaron a Antioquía convocaron a todas las comunidades y les explicaron que Dios había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28Permanecieron mucho tiempo con las comunidades de creyentes de aquel lugar. 1Algunos de los primeros judíos que habían bajado de Jordania predicaban la antigua creencia de que si no estaban circuncidados, no podían salvarse. 2Pablo y Bernabé tuvieron que explicarles cómo esto era contrario a la Buena Nueva de Jesús. Les explicaron que la ley de la circuncisión había sido sustituida por la Buena Nueva, puesto que todos ya somos hijas e hijos de un Dios de Amor. Por lo tanto, no tenemos necesidad de ser salvados, solo necesitamos aceptar lo que la Buena Nueva nos enseña. Las comunidades escuchaban atentamente lo que Pablo y Bernabé decían acerca de los signos y maravillas que Dios había hecho a través de ellos a los gentiles. Pablo les dijo: “En este momento, es claro que Espíritu está siendo derramado de igual manera sobre judíos y gentiles, y ahora está limpiando nuestros corazones de lo que anteriormente creíamos que hacía la ley. Reabramos nuestros corazones a la Buena Nueva de nuestro hermano Jesús, que nos enseñó que Dios es Amor. Dios es Amor y por eso Amor es todo (lo que necesitamos). La Buena Nueva de Jesús, que literalmente somos hijas e hijos de Dios, nos libera de la ley de 172 Hechos 15, 16 Moisés, y restablece nuestra original herencia Divina. Ahora podemos ver que la ley de Moisés no tenía ninguna relación con la Alianza de nuestro Padre Abraham. La relación de amor que Dios trató de establecer fue desviada hacia el temor, basado en la necesidad de obedecer la ley. Es tiempo de salir de las sinagogas para entrar en la Buena Nueva de Jesús. Nos comprometemos con ustedes para alejarnos del miedo a la ley y caminar hacia el Amor de Dios. Cualquier mensaje diferente no es nuestro y no es de nuestro Hermano Jesús”. 35Pablo y Bernabé permanecieron en Antioquía enseñando y predicando con muchos otros el mensaje de Jesús. 36Tiempo después Pablo dijo a Bernabé: “Regresemos y visitemos las hermanas y hermanos en cada ciudad donde hemos predicado la Buena Nueva de Jesús, para ver qué están haciendo”. 37Bernabé quería llevar a Juan Marcos, 38pero Pablo no aceptó, puesto que Juan Marcos los había abandonado antes en Panfilia. 39Dado que no pudieron ponerse de acuerdo, decidieron separarse. Bernabé se embarcó para Chipre con Juan Marcos, 40y Pablo tomó a Silas y se fueron hasta Siria y Cilicia, a fortalecer las comunidades allá. Capítulo 16 1Pablo bajó a Derbe, donde vivía un creyente de nombre Timoteo. 2Había sido altamente recomendado por las hermanas y hermanos de Listra e Iconio. 3Pablo lo invitó a venir con él. 4Mientras viajaban de una ciudad a otra, 5las comunidades se fortalecían en la fe y continuaban creciendo. 6Cruzaron Frigia y el país de Galacia, y llegaron a Tróade. 9Durante la noche Pablo tuvo una visión de un hombre de Macedonia que le rogaba que viniera a ayudarles. 10Se levantó de inmediato e hizo planes para ir, seguro de que Espíritu lo había llamado para llevarles la Buena Nueva. 11Zarpamos de Tróade, directo a Samotracia, luego a Neápolis y finalmente a Filipos, una colonia y ciudad principal de Macedonia. 12Permanecimos allí algunos días. 13El sábado salimos de la ciudad hacia un río, donde habíamos escuchado que había una ceremonia religiosa. 14Un grupo de mujeres estaba reunido allí, entre ellas una de nombre Lidia de Tiatira. Era una persona devota, y Jesús le había tocado el corazón mientras Pablo predicaba. 15Ella pidió que su familia fuera bauti- 173 Hechos 16, 17 zada, y nos invitó a quedarnos en su casa. 19En el camino a su casa, fuimos detenidos por varios hombres, que nos llevaron a las autoridades locales, diciendo: 20“Estos hombres son judíos y están creando desórdenes, diciendo cosas que están en contra de nuestra ley romana”. 22Una gran multitud se agolpó alrededor a escuchar las denuncias. 23Las autoridades los desnudaron y fueron azotados; 24luego los pusieron en prisión de alta seguridad. 25Cerca de la media noche Pablo y Silas se pusieron a orar, y cantaban himnos mientras los demás prisioneros escuchaban. 26De repente un fuerte temblor de tierra se sintió, el cual sacudió la cárcel hasta los cimientos, y todas las puertas se abrieron y cayeron las cadenas de los prisioneros. 27Cuando el carcelero vio que todas las puertas se abrieron, sacó su espada para matarse, pensando que los prisioneros se habían escapado. 28Pero Pablo le gritó: “No atente contra su vida, aquí estamos todos”. 29Tomando una linterna, el guardia se precipitó y se arrodilló a los pies de Pablo y Silas, diciendo: 30“¿Qué debo hacer para salvarme?”. 31Le respondieron: “Crea en nuestro Hermano Jesús junto con su familia”. 32Entonces le enseñaron a él y a su familia la Buena Nueva de Jesús. 33A esa misma hora de la noche el carcelero los llevó a su casa y les ayudó a curar sus heridas. 34Él y toda su familia fueron bautizados. Al día siguiente juntos compartieron una comida y todos se regocijaban en el Hermano Jesús. 35Al amanecer los magistrados enviaron órdenes para que fueran liberados. 36El carcelero dio esta noticia a Pablo. 37Pero Pablo respondió: “¿Después de azotarnos sin juicio y meternos en la cárcel, a pesar de que somos romanos, quieren liberarnos en secreto? ¡Imposible! Que vengan acá ellos mismos y nos liberen”. 38Los subalternos reportaron esto a los magistrados, quienes se alarmaron al descubrir que eran ciudadanos romanos. 39Vinieron, se disculparon y les rogaron que salieran de la ciudad. 40Entonces salieron de la cárcel, se fueron a la casa de Lidia, compartieron con ellos y luego se marcharon de la ciudad. Capítulo 17 1Pasando por Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica. 2Como de costumbre, Pablo entró a la sinagoga el sábado para predicar. 3Durante tres sábados explicó lo que decían las Escrituras 174 Hechos 17 sobre Cristo. Les decía: “El Jesús de que les hablo, es Cristo”. 4Algunos se convirtieron en creyentes y se unieron a Pablo y Silas. Un gran número eran griegos piadosos, y otras mujeres prominentes. 5En los líderes judíos crecieron los celos y formaron un grupo de los más pobres para incitar a una protesta en la ciudad. 6Fueron a la casa de Jasón, ya que muchos creyentes acostumbraban reunirse allí para orar, pero no los encontraron. Entonces sacaron a Jasón de la casa y lo llevaron ante los ancianos de la ciudad, mientras gritaban: 7“Jasón ha acogido a aquellos que están creando confusión en el mundo. Hablan en contra del César y dicen que hay un rey diferente, de nombre de Jesús”. 8Los magistrados y la muchedumbre se exaltaron al escuchar esto. 9Los reprendieron y los dejaron libres. 10Esa noche las hermanas y hermanos llevaron a Pablo y a Silas a Berea. Al día siguiente fueron a la sinagoga y tuvieron una mejor recepción que en Tesalónica. 11La gente estaba más abierta a la Buena Nueva y diariamente estudiaban las Escrituras para comprenderlas mejor. 12Muchos se convirtieron en creyentes 13Cuando los líderes judíos se enteraron que Pablo estaba predi- cando en Berea, fueron allá para ponerle problema. 14Las hermanas y hermanos enviaron a Pablo hacia el mar, mientras Silas y Timoteo permanecieron allí. 15Quienes acompañaban a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y luego regresaron con instrucciones para que Silas y Timoteo se unieran con él tan pronto como les fuera posible. 16Mientras Pablo los esperaba en Atenas, estaba profundamente preocupado al ver los ídolos que allí tenían. 17Les hablaba en la sinagoga sobre este problema, y a todo el que quisiera escucharlo en sus caminatas por la población. 18Algunos de los filósofos que estaban allí decían: “¿Qué es lo que este hombre está diciendo?”. Otros decían: “Parece que está hablando de un Dios extraño”, ya que Pablo hablaba de la Buena Nueva de Jesús y su resurrección. 19Lo llevaron al Areópago y dijeron: 20“Queremos saber un poco más acerca de estas cosas extrañas que está diciendo”. 21Para ellos no había nada mejor que discutir nuevas ideas. 22Parado en medio del Areópago, Pablo empezó a hablar: 23“Ciudadanos de Atenas, a medida que he caminado por su ciudad, he notado lo religiosos que son, ya que he encontrado altares por todas partes. Hasta uno de es- 175 Hechos 17, 18 tos altares está dedicado al “Dios Desconocido”. Es acerca de este Dios desconocido que quiero hablarles ahora. 24“El Dios que su corazón busca no se encuentra en los templos construidos por manos humanas. 25Tampoco es servido por manos humanas, como si Él necesitara algo. 26El creador de todo, permanece en todo. Hemos fracasado en encontrarlo, porque hemos estado buscándolo fuera. Durante todos estos milenios Él se ha ocultado en nuestro corazón, esperando ser encontrado por nosotros. Recientemente su amor no pudo esperar más, por lo que vino y caminó entre nosotros, como uno de nosotros. Hasta nos dijo que nosotros también somos Dios. Quienes no pudieron abrir su corazón a esta verdad, decidieron matarlo. Después que lo mataron, tratando de refutar su Verdad; pero Él se levantó de entre los muertos y así comprobó su Verdad. 27“Él es nuestra vida, Él es nuestra acción, Él es nuestra esencia. La filosofía trata de separar las cosas para comprenderlas, pero Él enseñó que la verdadera sabiduría viene solamente de ver la unidad de Todos. Por lo tanto, la verdadera sabiduría no viene de la mente sino del corazón, y aún mejor, de la unión de estos dos en uno. 28“Somos las hijas e hijos de Dios y, como algunos poetas lo han expresado muy bien, en última instancia somos la Familia de Dios. 29Como nosotros somos Dios, nunca encontraremos a Dios buscándolo en cosas hechas de oro, plata o piedra. 30“Ahora que sabemos que Dios está en nuestros corazones, 31Él nos invita a encontrarlo y a transformarnos en Él. Esta será nuestra propia resurrección”. 32Al escuchar sobre resurrección algunos se burlaron, pero otros dijeron: “Nos gustaría escuchar un poco más acerca de esto”. 33Luego, Pablo salió. 34Sin embargo, algunos lo siguieron y se convirtieron en creyentes. Entre ellos estaban Dionisio, miembro de la corte del Areópago, una mujer llamada Dámaris y otros. Capítulo 18 1Después de esto, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto, 2donde conoció a un hombre llamado Aquila, del Ponto, y a su esposa Priscila, quienes habían llegado recientemente de Italia, porque el Emperador Claudio había ordenado que todos los judíos debían salir de Roma. 3Fue a visitarlos, y como también estaban en carpas, se quedó allí y trabajaba con 176 Hechos 18, 19 ellos. 4Cada sábado iba a la sinagoga y se ganaba la atención de muchos judíos y griegos. 5Cuando Silas y Timoteo finalmente llegaron de Macedonia, Pablo estaba dedicado a enseñar el Mensaje de Jesús, haciendo énfasis en que Él era y es un Cristo. 6Pero como los judíos continuaban oponiéndose y difamándolo, se retiró diciéndoles: “A partir de hoy me dirigiré a los gentiles” 7Salió de allí y fue a casa de un hombre bueno llamado Tito, el Justo, quien vivía precisamente al lado de la sinagoga. 8Crispo, el líder de la sinagoga, empezó a creer en Jesús junto con su familia. Muchos de los habitantes de Corinto creyeron y fueron bautizados. 9En un sueño, Jesús dijo a Pablo: “No tenga miedo de predicar. 10Nadie lo atacará, porque aquí tengo muchos amigos”. 11Entonces Pablo se estableció allí durante año y medio, dedicado a predicar el Mensaje de Jesús. 12Cuando Galión fue designado Procónsul de Acaya, los líderes judíos se unieron y llevaron a Pablo ante la corte. 13Fue acusado de adorar a Dios en forma contraria a la Ley. 14Antes que Pablo respondiera, Galión dijo a los líderes judíos: 15“Esto no es un delito y no estoy interesado en la aplicación de sus leyes” 16En- tonces logró que todos fueran retirados de la corte. 17Después de otros problemas con los líderes judíos, 18Pablo fue a Éfeso con Priscila y Aquila. 19Pablo, por su propia cuenta, decidió continuar visitando otras ciudades. 24Había en Éfeso un judío de Alejandría. 25Tenía un espíritu ardiente por Jesús, pero solo sabía del bautismo de Juan. 26Empezó a predicar en la sinagoga, y al finalizar Priscila y Aquila le explicaron el resto de la Buena Nueva de Jesús. 27Como tenía planeado cruzar hasta Acaya, las hermanas y hermanos enviaron notas a los creyentes de allí, para que lo recibieran bien. 28Demostró ser un apasionado predicador, que mostraba como Jesús es un Cristo. Capítulo 19 1Cuando Pablo regresó a Éfeso, les preguntó a algunos creyentes si ya habían recibido el bautismo de Espíritu. 2Ellos respondieron que nunca habían escuchado acerca de Espíritu, 3y que habían sido bautizados con agua, como lo hacía Juan. 4Entonces Pablo les explicó que Juan había anunciado a Jesús y que Jesús Resucitado era el Espíritu. 177 Hechos 19, 20 Capítulo 20 5Cuando escucharon esto, pidieron ser bautizados en el Espíritu. 6Mientras Pablo les imponía las manos, Espíritu descendió sobre ellos y empezaron a entonar oraciones y a profetizar. 7Como unos doce en total fueron bautizados. 8Pablo también estuvo en la sinagoga durante unos tres meses predicando en el Espíritu y explicando cómo el Espíritu de Jesús resucitado se funde con nuestro Espíritu para darnos Vida Divina. 9Como algunos no creían en esta nueva forma, entonces Pablo y los creyentes comenzaron a reunirse en la escuela de Tirano. 10Se quedó allí predicando por dos años, para que mucha gente en aquella provincia de Asia tuviera la oportunidad de escuchar sobre la Buena Nueva. 11Dios También realizó muchos milagros increíbles por medio de las manos de Pablo, 12de tal manera que la gente tomaba pañuelos y otras cosas tocadas por Pablo para llevarlas a los enfermos, y estos quedaban curados. 21Pablo decidió por inspiración de Espíritu ir a Roma por la vía de Macedonia y Acaya; 22por lo tanto envió a Timoteo y a Erasto delante, para preparar el viaje, mientras permaneció un poco más en Asia. 1Por aquel tiempo hubo un tumulto causado por los adoradores de Artemisa y por quienes se ganaban la vida haciendo imágenes de Artemisa. 2Así que Pablo decidió dirigirse a Macedonia. Antes de salir convocó a todos los creyentes y les animó a seguir a Jesús y a convertirse en Jesús, mediante la interiorización de su Espíritu. 3Animaba a los creyentes que se encontraba, hasta que llegó a Grecia, donde permaneció tres meses. 4Cuando llegó a Macedonia estaba acompañado por Sópatros, Aristarco, Segundo, Gayo, Timoteo, Tiquico y Trófimo, 5y salieron para Tróade adelante de nosotros. Después de la Fiesta del Pan Sin Levadura, 6navegamos desde Filipos y llegamos después de cinco días a Tróade, donde permanecimos una semana. 7Nos reunimos el domingo para la Fracción del Pan. Como Pablo sabía que debía viajar al día siguiente, predicó hasta la medianoche. 8Había numerosas lámparas en la parte superior de la habitación donde estábamos reunidos. 9Un joven llamado Eutico se quedó dormido y cayó desde la ventana del tercer piso donde estaba sentado, y murió. 10Pablo 178 Hechos 20 bajó, oró sobre él y dijo: “No se preocupen, está vivo” 11Cuando regresó tuvimos la celebración del Fracción del pan, predicó hasta el amanecer y salió sin haber dormido. 12Se llevaron al joven que había sido resucitado de entre los muertos, y se convirtieron en creyentes. 13Pablo había decidido caminar hasta Aso, pero pidió que nosotros fuéramos en barco. 14Cuando nos encontramos con él, subió a bordo y viajamos hasta Mitilene. 15Continuamos viajando en la misma embarcación, 16ya que Pablo quería estar en Jerusalén para la Fiesta de Pentecostés. 17Mientras estuvimos en Mitilene, Pablo envió mensajeros a Éfeso para que los ancianos se reunieran. 18Cuando llegaron, les dijo: 19“Ustedes están bien informados de todo lo que he hecho desde que llegué a Asia. Saben de las persecuciones que he sufrido, ordenadas por los líderes judíos. 20Sin embargo, nunca he vacilado en mi predicación de la Buena Nueva, tanto en público como en sus hogares. 22»Ahora Espíritu me envía a Jerusalén, y no sé qué me va a pasar, 23excepto que me anuncia que allá me esperan cadenas y aflicciones. 24Sin embargo, no estoy preocupado por esto. Incluso mi vida es importante solo para poder culminar la Misión que Jesús me ha encomendado de extender su Buena Nueva. 25»Aunque me han visto muchas veces en mis visitas, sé que la razón que tienen para invitarme hoy 26es que pueda recordarles todo lo que les he enseñado. 27Y también para que les anime a continuar enseñando a quienes han sido llamados a servir. 28Pastoreen las Comunidades de Dios, las cuales Jesús ha llenado con Vida Divina. 29»Sé que después mi partida, los lobos entrarán a sus rebaños y tratarán de destruir sus enseñanzas. 30Incluso entre ustedes habrá algunos que se levantarán para desorientarles. 31Por lo tanto, estén alerta, y tengan en cuenta que durante tres años nunca dejé de enseñarles sobre Jesús, aun en medio de los momentos más difíciles. 32»Ahora los comprometo con Dios y su Amor. Él puede moldearlos y darles su herencia, como a sus hijas e hijos. 33»Saben que nunca he pedido dinero, 34y que con estas manos atendí mis necesidades y las de mis acompañantes. 35Hice esto para darles ejemplo de cómo ayudar a atender nuestras necesidades y las de otros, y recordarles que Jesús dijo: ‘Hay mayor bendición en dar que en recibir’» 179 Hechos 20, 21 36Habiendo dicho esto, se arrodilló con todos y oraron. 37Lloraban, se abrazaban y besaban a Pablo. 38Estaban profundamente angustiados al saber que no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco. Capítulo 21 1Era muy difícil para Pablo evadirlos, debido al gran afecto que la gente le tenía. 2Cuando por fin logró salir, navegamos directamente a Cos. 3Seguimos navegando hasta que finalmente llegamos a Siria y desembarcamos en Tiro. 4Buscamos a los creyentes y permanecimos con ellos durante una semana. Ellos vieron en Espíritu lo que le iba a ocurrir a Pablo en Jerusalén, y le aconsejaron que no fuera. 5Al finalizar la semana, los creyentes y sus familias nos acompañaron a la playa. 6Nos arrodillamos y oramos juntos, nos abrazamos unos a otros, nos embarcamos y la gente regresó a sus casas. 7Llegamos a Tolemaida, saludamos a hermanas y hermanos, y permanecimos con ellos un día. 8Fuimos a Cesarea, donde nos quedamos en casa de Felipe el evangelista, que nos dio hospitalidad. 10Llevábamos allí varios días, cuando un profeta de nombre Agabo bajó de Judea a visitarnos. 11Tomó el cinturón de Pablo lo envolvió en sus manos y en sus pies. Luego dijo: “El Espíritu me dice que los líderes judíos en Jerusalén harán esto y lo enviarán a las autoridades civiles”. 12Al escuchar esto, nosotros y nuestros anfitriones aconsejamos a Pablo que no fuera a Jerusalén. 13Pero Pablo respondió: “¿Qué tratan de hacer ustedes, llorando y pidiéndome que no haga lo que Espíritu me ha pedido? Estoy dispuesto no solo a ser encadenado sino a morir en Jerusalén por nuestro hermano Jesús”. 14Como no pudimos disuadirlo, dejamos de insistir y le dijimos: “Que se haga la Voluntad de Dios”. 15Al finalizar nuestra labor allí, nos preparamos y fuimos a Jerusalén. 16Algunos de los creyentes de Cesarea que nos acompañaron nos llevaron a la casa de Nasón, un chipriota de los primeros creyentes, quien nos ofreció hospedaje. 17Cuando llegamos a Jerusalén las hermanas y hermanos nos dieron la bienvenida con gran alegría. 18Al día siguiente todos fuimos con Pablo a visitar a Santiago. 19Los ancianos estaban reunidos. Después que Pablo los 180 Hechos 21, 22 saludó, les contó todo lo acontecido en su ministerio con los gentiles. 20Después de escucharle, daban gracias a Dios y le dijeron: “Hermano, usted ve que aunque hay miles de judíos que se han vuelto creyentes, todavía algunos se mantienen fieles a su ley. 21Han dicho que usted ha estado enseñando a los judíos que viven entre los gentiles que se alejen de la ley de Moisés, de la circuncisión y de las antiguas costumbres judías. 22¿Es verdad esto? Si esto es así, sabrán que usted está aquí y estarán muy preocupados” 26Al día siguiente, de todos modos, Pablo entró en el templo. 27Una semana después algunos judíos de Asia lo vieron en el templo, incitaron a la gente contra él y lo arrestaron, diciendo: 28“Éste es el hombre que predica a todos, en todas partes, contra nuestra nación, la ley y este lugar”. 30Los líderes judíos se disgustaron y arrastraron a Pablo fuera del templo. 31Trataban de matarlo, y el comandante de la cohorte escuchó el alboroto. 32Inmediatamente se presentó con algunos soldados. Los que estaban golpeando a Pablo se detuvieron cuando vieron al comandante con los soldados. 33El comandante se hizo cargo de Pablo y ordenó que lo ataran con dos cadenas. 34Luego le preguntó quién era y qué había hecho. 35Pero la multitud estaba gritando al mismo tiempo, por lo que ordenó que Pablo fuera llevado al cuartel para interrogarlo. 36Cuando Pablo llegó a las escaleras del cuartel, tuvo que ser protegido por los soldados, porque la multitud intentaba matarlo. 37Ya en la puerta del cuartel, Pablo dijo en griego al comandante: “¿Puedo hablar?”. 38El comandante pensó que se trataba del griego que había ocasionado recientemente una rebelión con una banda de más de cuatro mil facinerosos. 39Pablo le dijo que era judío de Tarso de Cilicia, y solicitó al comandante que le permitiera hablar a la muchedumbre. 40El comandante le permitió. Entonces Pablo se puso de pie en las escaleras e invitó a la muchedumbre a hacer silencio. Cuando se callaron, Pablo se dirigió a la multitud en hebreo, con estas palabras: Capítulo 22 1“Hermanas y hermanos, madres y padres, por favor, escuchen mi defensa” 2Tan pronto se dieron cuenta que hablaba en hebreo, hicieron más silencio. Entonces, continuó: 3“Soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero 181 Hechos 22 criado aquí en Jerusalén. Recibí una educación muy completa en la ley, del mismo Gamaliel, y he estado tan lleno de celo por Dios como lo están ustedes hoy. 4»Como tal, perseguí e hice poner en prisión y maté muchos cristianos, 5como pueden testificarlo aun los sumos sacerdotes y el consejo de ancianos. También recibí autorizaciones suyas para los líderes de Damasco, a donde fui a traerlos como prisioneros a Jerusalén, para castigarlos. 6»Pero a medida que me acercaba a Damasco, alrededor del mediodía, una fuerte luz descendió del cielo, 7y mientras caía al suelo escuché una voz que decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigue?’ 8Respondí: ‘¿Quién es usted?’ La voz dijo: ‘Soy Jesús de Nazaret, a quien usted persigue’. 9Mis compañeros solamente veían la luz, pero no escucharon la voz de quien me hablaba. 10»Entonces pregunté: ‘¿Qué quiere que haga?”. Jesús dijo: ‘Levántese y vaya a Damasco. Allí se le informará sobre todas las cosas que lo he llamado a hacer’. 11Debido a la intensidad de aquella luz, no podía ver; por lo tanto, mis compañeros me condujeron de la mano y me llevaron a Damasco. 12»Luego un hombre llamado Ananías, muy fiel a la ley y muy apreciado por los judíos que vivía allí, 13me visitó y me dijo: ‘Hermano Saulo, recobre su vista’. Inmediatamente pude volver a ver. 14Enseguida me dijo: ‘El Dios de nuestros padres lo ha escogido a usted para que vea a Jesús y escuche su Mensaje. 15Usted será testigo fiel de lo que ha visto y escuchado aquí. 16Ahora levántese; es hora de ser bautizado’. 17»Luego, más tarde, estando en oración, tuve otra visión de Él, y me decía 18‘Apresúrese y escape de aquí, porque no aceptarán el testimonio que pueda dar de mí’ 19Repliqué: ‘Jesús, usted sabe muy bien que fui de sinagoga en sinagoga, arrestando y castigando a quienes creían en su Mensaje. 20Y cuando su mártir Esteban fue ejecutado, yo estaba entre los que lo mataron, cuidando sus vestiduras’ 21Finalmente, me dijo: ‘Vaya, porque lo enviaré a los gentiles’. 22»Los líderes judíos que habían estado escuchando atentamente lo que Pablo decía hasta ese momento, gritaron: “¡Mátenlo; no merece vivir!”. 23Continuaron la gritería y le arrojaban objetos; 24entonces el comandante ordenó que fuera llevado al cuartel nuevamente y ordenó que azotaran a Pablo, mientras averiguaba por qué gritaban de esa manera. 25Mientras lo ataban para azotarlo, Pablo le 182 Hechos 22, 23 preguntó al capitán si era legal azotar a un ciudadano romano sin haberlo juzgado. 26Al escuchar esto, el capitán se dirigió al comandante, le comentó lo que Pablo había dicho y le peguntó qué debía hacer. 27El comandante regresó donde Pablo y le preguntó si en realidad era ciudadano romano. Pablo contestó: “Sí, lo soy” 28El comandante comentó: “Mi ciudadanía romana me costó bastante dinero”. Pablo le contestó: “Yo nací realmente como ciudadano romano” 29Quienes lo iban a interrogar se alejaron, y el comandante estaba preocupado por haberlo encadenado sin hacerle un juicio. 30Para averiguar por qué la muchedumbre hacía tanto alboroto, al día siguiente el comandante ordenó que lo soltaran y convocó a una reunión con los sumos sacerdotes y los ancianos judíos, y trajo a Pablo para enfrentarlos. Capítulo 23 6Pablo era muy consciente que había dos corrientes muy fuertes en la corte; de tal manera que hizo sus planteamientos poniéndose del lado de una de ellas. 7Surgió entonces una disputa entre estas dos corrientes; 8pues los fariseos creían en una vida futura, pero los saduceos consideraban que esto era una herejía. 9Los fariseos se pusieron del lado de Pablo, puesto que había dicho que era fariseo, mientras que los saduceos tomaron el lado contrario, por las afirmaciones de Pablo acerca de la resurrección de Jesús. 10Tanto creció la discordia, que el comandante tenía temor que pudieran atentar contra Pablo. Entonces envió un destacamento para traerlo de nuevo al cuartel. 11Esa noche Jesús se le apareció y le dijo: “Ánimo, hermano. Así como ha dado testimonio de mí aquí, así debe hacerlo en Roma”. 12A la mañana siguiente un grupo de más de treinta saduceos juraron que no volverían a comer ni a beber hasta que mataran a Pablo. 14Tramaron un complot con los jefes de los sacerdotes, 15para engañar al comandante y que les entregara a Pablo, para poderlo matar. 16Sin embargo, un sobrino de Pablo se enteró de la emboscada y fue a contarle al comandante. 23Éste comenzó a hacer los preparativos para enviar a Pablo donde el gobernador Félix. 25Remitió una carta explicando lo que había ocurrido y por qué le enviaba a Pablo. 31Los soldados llevaron esa misma noche a Pablo a Antípatris. 32Al día siguiente, la 183 Hechos 23, 24, 25 caballería llevó a Pablo a Cesarea, 33presentándolo con la carta al gobernador. 34Después de leer la carta, el gobernador hizo que Pablo se quedara en el palacio de Herodes, 35diciendo que escucharía el caso cuando llegaran sus acusadores. Capítulo 24 1Cinco días después Ananías, sumo sacerdote, llegó con un grupo de ancianos y Tértulo, un orador. 2Venían a presentar su caso contra Pablo. 3Tan pronto como Pablo fue llamado, Tértulo empezó a presentar sus cargos. 5“Hemos encontrado que este hombre parece una plaga, alborotando a todos los judíos del mundo. Es un líder destacado en la secta de Jesús de Nazaret”. 6Continuó explicando toda la historia que los había traído a este punto. 10Cuando terminó, el gobernador le pidió a Pablo que respondiera. 11Pablo presentó una elocuente defensa, explicando que simplemente estaba orando en el templo cuando fue atacado. 12Refutó todos los cargos, 13y les dijo que no tenían pruebas de ninguno. 14Admitió que era cristiano, 15pero dijo que era simplemente una forma de creer en Dios coherente con su herencia. 16Él mismo se puso del lado de la creencia de sus acusadores. 17Y pasó a explicar que la principal razón por la cual había sido acusado era porque creía en la resurrección, en la vida después de la muerte. 22Félix comprendía bastante las enseñanzas del cristianismo, y por eso dijo que decidiría el caso cuando el comandante viniera a dar su testimonio. 23Dio órdenes que Pablo continuara bajo vigilancia, pero que fuera tratado en forma respetuosa. 24Pocos días después Félix y su esposa, Druscila, quien era judía, le pidieron a Pablo que fuera a hablarles de la fe en Jesús. 25Pablo creía que todavía habría un juicio, y esto atemorizó a Félix, y por eso lo liberó. 26Félix trataba de congraciarse con Pablo, y lo llamó varias veces para hablar con él. 27Después de dos años Félix fue reemplazado por Porcio Festo, quien también dejó a Pablo en prisión, para ganarse el favor de los líderes judíos. Capítulo 25 1Tres días después de llegar a la provincia, Festo subió desde Cesarea a Jerusalén. 2El jefe de los sumos sacerdotes y algunos judíos prominentes le pidieron que trajera a Pablo a Jerusalén. 3Tenían un plan para emboscarlo y matarlo. 4Festo replicó que 184 Hechos 25, 26 regresaría a Cesarea, que Pablo estaba allí bajo guardia y, 5que si querían deberían hacer sus cargos en Cesarea. 6Después de una semana, Festo regresó a Cesarea. Al día siguiente tomó su puesto en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo. 7Cuando Pablo fue presentado, la delegación judía de Jerusalén presentó sus cargos, y aunque eran muy serios no tenían ninguna evidencia para sustentarlos. 8Pablo dijo simplemente: “No he cometido nada malo contra estos hombres, contra el templo ni contra el César”. 9Como Festo quería ganarse el apoyo de los líderes judíos, preguntó a Pablo: “¿Está dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado allí por estos cargos?”. 10Pablo dijo: “Estoy frente al tribunal del César, donde debo ser juzgado. De ninguna manera he hecho nada malo contra los judíos, como usted lo sabe. 11Si me encuentra culpable de algo, para merecer la muerte, estoy dispuesto a morir. Pero si no hay ningún cargo en mi contra, nadie puede condenarme. Apelo entonces al César”. 12Después de consultar con su consejo, Festo dijo: “Usted ha apelado al César; entonces, será enviado al César”. 13Pocos días después el rey Agripa y su esposa Berenice vi- nieron a Cesarea para dar la bienvenida a Festo. 22Estaban muy interesados en saber más acerca de Pablo, por lo que Festo organizó un encuentro para que lo interrogaran. 26Festo dijo que hacía esto para ayudar a redactar una carta al César, resumiendo los cargos contra Pablo. Capítulo 26 1Agripa dijo a Pablo: “Siéntase libre de hablar en su propia defensa”. Pablo entonces hizo su defensa: 2“Con relación a los cargos hechos contra mí por los líderes judíos, soy completamente inocente”. 5Y continuó explicando sus acciones desde que fue criado como fariseo, hasta sus persecuciones severas contra los cristianos. 12Luego habló de su experiencia en el camino de Damasco cuando fue autorizado por los sumos sacerdotes para detener cristianos. 13Compartió su visión de Jesús, 18y que Jesús lo había nombrado ministro y testigo de todo lo que había visto y oído. Y de la promesa que le hizo de guiarlo continuamente a través de su Espíritu. 23Dijo que Jesús había resucitado de entre los muertos después de su crucifixión y que ésta creencia era la principal razón de los cargos presentados en su contra. 185 Hechos 26, 27 30Después de este testimonio, Agripa reunió el consejo con el gobernador y Berenice, 32y concluyeron que no había hecho nada malo y que hubiera podido ser liberado si no hubiera apelado al César. Capítulo 27 1Cuando se decidió que deberíamos navegar a Italia, entregaron a Pablo y otros prisioneros a Julio, un capitán de la corte augusta. 2Tan pronto como nos pusimos en camino, se presentaron muchas dificultades; 3sin embargo, Julio era muy amable con Pablo y le permitía compartir con los creyentes que encontrábamos en los diferentes puertos. 9Como se aproximaba el invierno, Pablo advirtió que si continuaban navegando 10no solamente podrían perder la carga y el barco, sino también los pasajeros. 11Julio decidió confiar más en el capitán, que creerle a Pablo; por lo tanto, continuamos navegando. 14Las cosas continuaron bien por algunos días, hasta que fuimos golpeados por una tremenda tormenta, conocida como vientos del Noreste. 18Como la tempestad continuaba, arrojaron la carga fuera de borda y finalmente la embarcación encalló. 21Después de varios días de tempestad y hambre, Pablo les recordó su profecía dicha en Creta, 22y continuó diciendo: “Ánimo, perderán solamente la embarcación, pero no sus vidas. 23Pues anoche un ángel de Dios se apareció y me dijo: “No tema, Pablo, tiene que presentarse ante el César, 24y Dios ha escuchado su plegaria en favor de las vidas de quienes están a bordo”. 25Por lo tanto, tranquilícense, mis amigos, porque confío en el ángel, 26aunque resultemos perdidos en una isla”. 33Dos semanas más tarde, cuando la tormenta continuaba haciendo estragos, Pablo les urgía a comer, diciendo: “No han comido durante dos semanas; 34deben hacerlo, porque necesitarán sus energías para enfrentar lo que nos va a suceder. 35Habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos. 36Se animaron y empezaron a comer. 37En total eran doscientas setenta y seis personas a bordo. 38Cuando cada uno había comido su respectiva ración, tiraron el trigo sobrante por la borda. 39Cuando trataban de encontrar una entrada a la isla, 41las olas estrellaron la embarcación. 42Los soldados querían matar a los prisioneros para evitar que se escaparan, 43pero como Julio quería salvar a Pablo no permitió que lo hicieran. Ordenó que quienes pu- 186 Hechos 27, 28 dieran nadar saltaran sobre la borda y fueran a la orilla, 44y quienes no pudieran nadar que esperaran y flotaran en lo que todavía quedaba de la embarcación. Todos alcanzaron la playa a salvo. Capítulo 28 1Cuando llegamos a la playa, nos dimos cuenta que estábamos en la isla de Malta. 2La gente de allí nos mostró mucha bondad. Encendieron una enorme fogata para nosotros, porque había lluvia y frío. 3Una víbora que salió de entre la leña que Pablo traía para el fuego se le prendió en su mano. 4Cuando la gente vio esto, dijo: “Este hombre seguramente es un asesino, por lo que le está ocurriendo en este momento”. 5Pablo simplemente sacudió la víbora de su mano. 6Esperaban verlo desfallecer y morir, pero como no sucedió, dijeron: “Este hombre debe ser un dios”. 7El jefe que vivía en esta parte de la isla se llamaba Publio. Nos atendió a todos y se hizo cargo de nosotros por tres días. 8Su padre estaba enfermo; entonces Pablo fue a visitarlo, y poniendo las manos sobre él en oración, lo sanó. 9Cuando se supo esto, todos los isleños que estaban enfermos venían y eran sanados. 10Todo el mundo fue muy amable, y cuan- do salimos nos dieron todo lo que necesitábamos para el viaje. 11Después de tres meses abordamos un barco de Alejandría que había pasado el invierno en la isla. 13Cuando desembarcamos en Pozzuoli 14encontramos algunos creyentes, que nos invitaron a permanecer con ellos por una semana. 15Continuamos hacia Roma. Cuando las hermanas y hermanos se enteraron, venían de lugares tan distantes, como del Foro de Apio y de las Tres Tabernas. Tan pronto como Pablo los vio, agradeció a Dios y se alegró enormemente. 16Cuando llegamos a Roma, Julio entregó los prisioneros al capitán de la guardia, pero a Pablo le permitió vivir aparte, con un soldado que lo vigilaba. 17Después de tres días invitó a los líderes judíos a visitarlo. 18Pero no logró mucho con ellos, 19pues ya habían escuchado que el cristianismo era una herejía. 22Sin embargo, estuvieron de acuerdo en regresar con una delegación más numerosa para escuchar lo que Pablo tenía para decir. 30Pablo vivió durante dos años en Roma y acogía a todo el que venía a su casa. 31Les enseñaba acerca de Jesús viviendo dentro de nosotros, y abiertamente todo lo relacionado con la Buena Nueva. 187 Introducción de Pablo a la Nueva Edición de sus Cartas Mis queridas hermanas y hermanos, les escribo de nuevo para pasar mi enseñanza, de mis raíces judías a mi Fe Cristiana. Cuando Jesús se me manifestó tan poderosamente en el camino de Damasco, era fundamentalmente judío. Judío por sangre y fariseo por elección. Cuando Él trabajó conmigo en el desierto, me abrí a su nueva enseñanza, pero mis entrañas judías interferían para que pudiera escuchar completamente sus enseñanzas radicalmente nuevas. Aunque Dios claramente dijo a través del muy amado profeta Oseas: “Amor es lo que quiero, no sacrificios”, en ese tiempo yo todavía creía en la necesidad del sacrificio. ¡Nuestras entrañas a veces impiden escuchar! He visto a mi hermano reescribien- do esto para mí, luchando contra mis antiguas entrañas judías; ahora quiero que ambos nos liberemos para proclamar el verdadero Mensaje de Jesús. Jesús no quiere sacrificios; quiere Amor, porque Él es Amor. Se ha reencarnado en todos, para que podamos llegar a ser totalmente Uno con Él. Por favor, ábranse al Jesús que ustedes son. Una vez que caminen en Amor, olvídense de la ley. Ésta ha tratado de señalarnos la Verdad, pero no pudo, porque ¡Jesús es la Verdad! Es Verdad, no ley. Olviden lo que les dije antes sobre la necesidad de salvación. Ya son hijas e hijos de Dios. No necesitan ser salvados de nada, sino de su creencia de que son solamente humanos. Ya fueron salva- 188 Introducción de Pablo dos desde el mismo momento en que nacieron. Fueron salvados de la nada. Es la única salvación que necesitan, con excepción, tal vez, del miedo que todavía tienen, en lugar de fe. Ustedes han nacido en la Luz, en Dios, en Amor. El Dios que son no necesita ser salvado, solamente reconocido. No necesitan ser salvados; solamente necesitan reconocer que son realmente hijas e hijos de Dios. Ustedes son Dios, como mi hermano Juan relata (Juan, 10, 34). La perspectiva de águila de Juan acerca del verdadero Mensaje de Jesús es la base de esta creencia; pero mi perspectiva práctica también es necesaria. No reencarné durante mucho tiempo después de mi vida como Pablo, porque quería sumergir la totalidad de Jesús en mí. Quedé muy sorprendido al saber que Jesús también quería sumergir su ser en mí. Es muy difícil caminar en la realidad de nuestra Divinidad. Darnos cuenta de nuestra Divinidad debe ser nuestra primera prioridad. Amar nuestra Divinidad es la segunda. Ahora tengo un concepto totalmente diferente de espiritualidad, del que tenía cuando iba camino de Damasco. La venida de Jesús aquel día cambió obviamente toda mi vida, pero fueron necesarios varios años para cambiar todo mi ser. Lo he logrado y quiero ayudarles para que ustedes también lo logren. Juntos podemos presentar el Mensaje de Jesús al mundo. Me di cuenta de todo esto, cuando me acercaba a la muerte, pero mis escritos ya contenían mis antiguas creencias. ¡Cuánto he anhelado, a través de estos dos mil años, remodelar mis escritos con las manos de Dios! Por favor, no se escandalicen ni crean que ésta es una nueva Escritura. No lo es. Es simplemente la Escritura que no había logrado pasar de mi cabeza a mi corazón, cuando escribí originalmente las cartas. Abran pues sus corazones, y sabrán que esto viene de mí. Ahora tienen la Verdad real desde el mismo Corazón de Pablo, que es también el Corazón de Jesús. Tampoco se sorprendan si parte de mis cartas anteriores no están aquí. Solamente hemos incluido lo que fue inspirado por la Divinidad. No permitan que esto los confunda, el Amor y la Sabiduría de Dios están por encima de cualquier escrito. 189 Carta a los Romanos Capítulo 1 1Yo, 8En Pablo, siervo de nuestro Hermano Jesús, llamado a ser apóstol y a predicar la Buena Nueva a los gentiles, a mis hermanas y hermanos de Roma. 2Dios había prometido a través de sus profetas, en las Escrituras, todo lo que predico. 3Su hijo Jesús fue descendiente de David en su humanidad, y de Dios en su Divinidad. 4Su Divinidad se manifestó con mayor claridad en su resurrección de entre los muertos. 5Fue por este mismo Jesús que fui llamado a ser apóstol y enviado a los gentiles a proclamar y vivir su Mensaje. 6Todos ustedes, amados de Dios en Roma, también están llamados a vivir según sus enseñanzas. 7Gracia y paz a ustedes, desde nuestro Papá Dios y nuestro Hermano Jesús. primer lugar quiero dar gracias a Dios por todos ustedes, en Cristo Jesús, porque de su fe se habla en todo el mundo. 9Dios sabe con cuánta frecuencia se hallan en mis oraciones diarias, 10y espero algún día poderlos visitar. 11Porque siempre he anhelado compartir con ustedes algunos dones espirituales. 12Es decir, que podemos fortalecernos mutuamente con su fe y con la mía. 13Quiero que sepan, hermanas y hermanos queridos, que a menudo he planeado visitarlos para recoger una cosecha espiritual entre ustedes, como lo hice entre los gentiles, pero hasta ahora me ha sido imposible hacerlo. 14He sido muy bendecido por mi ministerio, tanto entre los doctos como entre los ignorantes. 15Por eso estoy muy ansioso de presentar el Evangelio también a ustedes en 190 Romanos 1, 2, 4 Roma. 16Porque el amor de Dios se revela en la medida que crecemos en nuestra conexión de amor con Él, a través de la fe. 17Esto es lo que realmente nos da vida. 18Dios tiene profunda compasión por quienes aún no han hecho esta conexión de amor con Él, ya que aún no han visto ni experimentado la verdad del amor inmenso, que tiene por ellos. 19Él anhela el día en que vean esta verdad. 20Desde la maravilla de una noche estrellada hasta la calidez de un sol naciente, su poder y amor se han manifestado desde el comienzo del tiempo. 21Sin embargo, muchos no han podido abrir sus mentes y sus corazones a esta gloria. 22Su miedo ha ocultado esta verdad. 23En lugar de ver la Gloria de Dios, se han conformado con el polvo de este mundo. 24Dios ha esperado pacientemente que maduren, a pesar de sus actos de deshonra a Él y a ellos mismos. Capítulo 2 1Sean conscientes de que lo que juzgan en su prójimo, es lo mismo que han juzgado en ustedes. 2Sean amables con su prójimo, así como Dios es amable y amoroso con ustedes. 3Los juicios de Dios son siempre verdaderos, y su juicio final acerca de nosotros es que somos sus hijas e hijos amados. 11Porque hay amor para todos en Dios. 13Pero esto no nos da ninguna licencia para caminar en la oscuridad; quienes lo intenten tropezarán o caerán. 14Y aunque somos siempre amados, es muy importante que caminemos por el sendero hacia Dios, nuestro Papá. 15Aun quienes no conocen a nuestro Dios pueden caminar por el sendero a Dios. 16Cuando Jesús vino y nos llamó hermanas y hermanos, el juicio final fue hecho. 17Somos y siempre estaremos en la Familia de Dios, y aunque intentemos salir de esta familia, no podemos salir del corazón de Dios, el cual es tan grande que hace esto posible. 18Trabajen duro para ayudar a quienes son ciegos en su unión con Jesús y caminan en la oscuridad, donde Dios solo puede ser visto como algo distante; de manera que puedan ser conscientes de la invitación del Hermano Jesús y la bienvenida de su Papá Dios. 19Ayudándoles, se ayudan ustedes mismos, porque ellos son realmente su otro yo. Capítulo 4 17Está escrito de Abraham: “Lo he designado padre de muchas naciones”. Dios habló así de Abraham, porque era hombre 191 Romanos 4, 5, 6 de gran Fe. 18Abraham vivió en Dios mucho antes de que Jesús viniera a decirnos que nosotros también podíamos vivir en Dios. 19Abraham creyó que Dios lo haría padre, aunque ni él ni el cuerpo de su esposa Sarah estaban en capacidad de procrear. 21Tampoco vaciló en su creencia que Dios podía hacerlo y que haría lo que había prometido. 24Tenemos la misma invitación de fe que Abraham, y por eso somos llamados a creer en Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos. Capítulo 5 1Fe es vivir en Dios, y cuando hacemos esto estamos en total paz con Dios, a través de Jesús. 2A través de Jesús hemos aprendido no solo que (podemos) vivimos en la Familia de Dios, sino que también (podemos) vivimos en Dios mismo. 3Sabiéndolo, podemos soportar luchas, nos da perseverancia, 4la perseverancia da carácter y el carácter, esperanza. 5No perdamos la esperanza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu que nos ha sido dado. 6Cuando éramos débiles, Jesús vino para hacernos fuertes. 11Nos regocijamos en Dios, por medio de nuestro Hermano Jesús, que nos ha guiado a la Vida de Dios. 21Porque es a través de Jesús que (la conciencia de) nuestra vida Divina ha llegado a nosotros. Capítulo 6 4Hemos sido sepultados con nuestro Hermano Jesús, y así como Él fue resucitado de entre los muertos por Papá, también podemos caminar en nuestra nueva vida con Él y en Él. 5Porque si hemos sido unidos con Jesús en su muerte, también estaremos unidos con Él en su resurrección. 6Sabiendo que nuestra vieja identidad ha muerto con Él, podemos regocijarnos en nuestra nueva vida (Divina) con Él. 8Puesto que hemos muerto con Jesús, creemos que también resucitaremos para vivir con Jesús. 9Sabiendo que Jesús fue resucitado de entre los muertos, y que ya no puede morir, también sabemos que no moriremos, aunque nuestros cuerpos mortales desaparezcan. 10Por medio de su resurrección, nos señaló el camino que nos lleva a darnos cuenta de nuestra propia Vida Divina. 11Hemos sido resucitados a esta misma Vida Divina. 12No regresen, entonces, a la creencia de que son solamente humanos; caminen siempre en su Divinidad, 23en su Vida Divina en Papá Dios. 192 Romanos 7, 8 Capítulo 7 18Considero 6Debemos siempre servir en la novedad que procede del Espíritu, y nunca en lo antiguo de la ley. 15A veces no entiendo lo que hago, 16porque hago lo que no quiero, y no hago lo que quiero. 17Es el miedo en mí lo que me impulsa a esta locura. 18Siempre puedo decidir vivir fuera (de) mi Divinidad; sin embargo, no siempre lo hago. 19Es mi deseo hacer lo correcto, pero a veces termino haciendo lo incorrecto. 20Parece que a veces soy esclavo de mi miedo, más que de mi Dios. Capítulo 8 1Dado que estamos inmersos en Jesús, no hay juicio ni condenación. 2Porque la nueva ley del Espíritu de la Vida en Dios nos ha liberado de la antigua ley y de la muerte. 14Porque quienes somos guiados por el Espíritu de Dios, nos percatamos de que somos hijas e hijos de Dios. 15Por eso no hemos recibido el espíritu de esclavitud al miedo, sino el Espíritu de Adopción, por el cual aclamamos “Abba” (¡Papá!) 16Ese Espíritu se une a nuestro propio espíritu para reconocernos como hijos de Dios. 17Y si hijos, entonces herederos, herederos de Dios y por lo tanto coherederos con nuestro Hermano Jesús. que los sufrimientos por los que estoy pasando no son nada, comparados con el honor de compartir con ustedes lo que me ha sido revelado. 19Porque toda la creación está esperando el día en que todos se den cuenta de que son hijas e hijos de Dios. 20Cuando ocurra, toda la creación será conducida a la realización gloriosa de ser hijas e hijos de Dios. 22La creación ya está gimiendo con dolores de parto por este nuevo nacimiento. 23Nosotros ya recibimos los primeros frutos del Espíritu y experimentamos nuestra adopción en la Familia de Dios. Cuando esto suceda, no solo nosotros, sino también nuestros propios cuerpos, serán transformados. 24Es exactamente lo que hemos estado esperando, y ahora está tan cerca que casi podemos saborearlo. 25Mantengamos firme nuestra esperanza, mientras esperamos pacientemente que ocurra. 26El Espíritu nos ayudará, aunque somos débiles. 27Porque a veces no sabemos qué orar o cómo orar. Pero el mismo Espíritu ora en nosotros con súplicas más allá de las palabras. Porque Dios mira nuestros corazones y ve al Espíritu orando por nosotros. 28Quienes amamos a Dios y tratamos de seguir su voluntad, comprendemos 193 Romanos 8, 9 mejor que otros cómo Dios hace que todo funcione para el bien de todos. 29También sabemos que hemos sido escogidos para compartir la semejanza con su Hijo, de tal manera que Él pueda ser el primer nacido, entre muchas hermanas y hermanos; 30y que hemos sido predestinados para ser sus hijas e hijos, habiendo nacido de su propia imagen y santificados a través de su inmenso amor. 31De todo esto resulta evidente que “Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?”. 32Incluso nos dio su propio Hijo como hermano, modelo y espejo, y nos inundará con el mismo Amor que tiene por su Hijo, nuestro verdadero hermano. 33¿Quién podría venir en contra de las hijas y los hijos de Dios? ¿Y Si Dios nos ha liberado, quién puede condenarnos? 34Jesús murió en su vida y resucitó en nuestra vida, por lo que ahora somos la mano derecha de Dios. 35Entonces, ¿habrá algo que nos pueda separar del amor de Dios, del amor de Jesús? ¿Aflicción? ¿Ansiedad? ¿Hambre? 36Y aunque suframos todas estas cosas, 37las superaremos todas a través de Él, que nos ama. 38Sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los arcángeles, ni los problemas presentes ni fu- turos, ni los poderes de arriba ni de las profundidades, ni nada de todo lo creado, 39puede separarnos del amor de Dios, que está ahora en nosotros, a través del Espíritu Jesús nuestro Hermano. Capítulo 9 1Jesús es la Verdad, y a través de Él hablo, fortalecido por Espíritu, para decirles: 2tengo tan profunda tristeza y tan constante angustia por mis hermanas y hermanos judíos, 3que llegaría a decir que hasta estoy dispuesto a ser marginado de mi amado Jesús con tal de ayudarles. 4Ellos lo tienen todo. 5Fueron llamados a ser el Arca de la Alianza de la presencia de Dios. Suyos son los patriarcas, de quienes el mismo Jesús era descendiente. 6Quiero ser muy claro: no estoy diciendo que el plan de Dios ha fracasado, sino simplemente que los hijos de Israel no han seguido su camino, 7y lo mismo es verdad de los hijos de Abraham. 8No son solamente los descendientes biológicos de Abraham quienes son verdaderos hijos de Dios, sino todo aquel que ha nacido hijo de Dios, sin ninguna excepción en absoluto. 9Debemos creer esto tan firmemente como Abraham creyó que su esposa le daría un hijo, a pesar de que era estéril y 194 Romanos 9, 10 anciana. Nos podemos sentir viejos y estériles, pero eso no limita el poder que Dios tiene para dar vida. 16Dios llama a todos a ser sus hijas e hijos, pero no todos escuchan o aceptan su invitación. 17la Escritura está llena de muchas historias acerca de esto. 21Si abrimos nuestros corazones para ser moldeados por nuestro Dios amoroso, Él puede hacernos sus hijas e hijos, de la misma manera que un alfarero moldea la arcilla con manos amorosas. 25Los judíos pudieron haber creído que solo ellos eran el pueblo escogido, aunque el profeta Oseas había señalado claramente que el amor de Dios es totalmente universal. 26Dios se refiere a todos las personas como: “mi amado”; y a todos los pueblos como: “mi pueblo”. 27El gran profeta Isaías señala que si bien es muy difícil para la humanidad aceptar su Divinidad, después de haberse sentido separada de Dios por tanto tiempo, 28sigue siendo cierto que el amor de Dios puede vencer esta resistencia humana. 30Entonces, ¿qué es lo que queremos decir? Simplemente que los gentiles, al igual que toda la gente, son Pueblo de Dios. Y todos quienes viven en Dios, son Pueblo de Dios, y todos vivimos en su corazón, sea que lo sepamos, o no. Fe es simplemente caminar hacia la vida de (a) Dios. Fe es el camino para salir de la oscuridad de creer que somos simplemente humanos, y llegar a la realidad de nuestra Divinidad. 31A veces los gentiles han encontrado primero este camino. Porque justamente, así como la acción fluye del ser, el Amor fluye de la Divinidad y lleva todo al Amor de Dios. Capítulo 10 1Hermanas y hermanos, cuando creía en la necesidad de la salvación, 2estaba extremadamente preocupado por mis hermanas y hermanos judíos, quienes habían perdido su camino en su viaje a Dios. 3Ellos creen en la ley de Dios más que en el amor de Dios. 4Jesús puso fin a la ley, y reveló que los amorosos brazos de Dios están abiertos para todos. 5Necesitamos vivir de nuestra Identidad, que es Amor. Pero los ojos de la humanidad todavía no se han abierto a esta verdad, por lo que se quedó atascada en la ley. 6El Amor trasciende la ley. El Amor acaba con la necesidad de una ley, sustituyéndola por una Verdad más elevada. 7Quienes verdaderamente aman no necesitan la ley, porque sus acciones naturales se cumplen sin necesidad de ella. 195 Romanos 10 8Esta es la Fe que predicamos, no solo la fe de creer en el Mensaje de Jesús, sino la fe de vivir la Vida de Jesús, como Jesús, como Dios, como Amor. Fe es la vida en Dios. Y cuando vivimos en Dios, amamos en Dios y actuamos en Amor. 10Fe en Dios es la puerta a la Vida. Vivir sin fe es como un bebé que trata de correr una maratón. Todavía no tiene la madurez para hacerlo. En la medida que la fe madura, el amor se expande, de tal manera que podemos vivir no por esfuerzo humano, sino por Energía Divina. Estamos todos predestinados a ser Dios, simplemente porque siempre hemos sido Dios. La creación no fue separada del creador, sino que fue dada a luz por Dios, con la misma Vida Divina que es Dios. El trauma de nacimiento de nuestra creación bloqueó la conciencia de nuestra Identidad Divina. Jesús vino a desbloquearnos y a salvarnos de esta pérdida de memoria. No cambió la realidad, simplemente la ha recordado. 11Por eso es nuestro Recordatorio en lugar de nuestro Redentor. Dioses no necesitan ser redimidos, sino simplemente recordados de su Realidad, de su Identidad, de su derecho de nacimiento. Esta Palabra de Verdad es lo que predicamos. El paso de la ley de la mente al Amor del Corazón es lo que proclamamos. 12Cuando este paso se complete, veremos que todos los seres humanos somos lo mismo, 13que todos somos iguales ante los ojos y el corazón de Dios. 14Quiero que este Mensaje sea predicado desde todos los tejados. Dios envió a Jesús para traernos este Mensaje y nos ha pedido llevarlo por el mundo entero. 15No para salvar el mundo, sino para recordarle el glorioso derecho de nacimiento de cada uno y la gloriosa realidad de que todos somos, literalmente, hijas e hijos de Dios, como ha sido proclamado por la Vida y Enseñanzas de nuestro querido hermano Jesús! 16Todos hemos sido enviados, bien a los campos de misión o a las ciudades; ya sea a nuestras propias familias o a pueblos lejanos. 17No hay absolutamente nada más importante que esto. Necesitamos hacerlo, aunque signifique perder todo lo demás. 18El mundo está anhelando profetas. 19Conviértanse en uno y ¡abran el mundo al Mensaje de Jesús de Amor universal, Amor de todos, Amor para todos! 20Isaías ayuda a complementar todo esto, al señalar con amor y sabiduría que el mismo Dios nos encontrará si nos extraviamos, y que Él mismo se mostrará, inclu- 196 Romanos 10, 11 so a quienes no lo están buscando, 21y que ¡los hijos más amados de Dios son aquellos más rebeldes! Capítulo 11 1Quiero dejar claro que soy judío por sangre, descendiente de Abraham por nacimiento y seguidor de Jesús por voluntad propia. 2Dios no ha rechazado a su pueblo, simplemente nos ha enseñado que todos son su pueblo. 3Las traiciones de su pueblo en el pasado no han disminuido su Amor. 4Él siempre responde: “Te amo”, aun cuando la gente olvide decir esto con palabras o con acciones. 5Siempre ha habido personas capaces de escucharlo. 6Siempre ha habido corazones que se han abierto. 7Dios dio a todos corazones, para regresar a Él cuando fallamos o caemos. 8Quienes caen no deben ser juzgados, sino simplemente ayudados a levantarse. 9A veces quienes tienen el Llamado más grande también tienen las caídas más fuertes. 10Pero Dios nunca juzga, aunque creamos que lo hace. 11Quienes opinen diferente nunca han visto el corazón de nuestro Papá. 12Quienes hemos visto el corazón de Dios, nos sentimos atraídos a vivir la vida de Dios y a llevar a otros esa misma gloria. 13Escribo a ustedes, los gentiles, porque Jesús me ha pedido ser su apóstol. Me siento profundamente angustiado, pero al mismo tiempo honrado por este Llamado. 14Pero también siento un Llamado a llevar el Mensaje de Jesús a mis hermanas y hermanas judíos. 17No caigan en la arrogancia por ser parte de quienes han sido llamados el Pueblo Escogido. 18La arrogancia enceguece el corazón y nubla la mente. Por el contrario, seamos agradecidos de que el Mensaje de Amor de Jesús es para todos. 19Además, sean conscientes de que también pueden extraviarse. 20No permitan que porque Dios puede acogernos de nuevo, cedan a la tentación de vagar fuera de su corazón. 21Permanezcan donde está la Vida. 22La llamada de Amor de Dios no puede ser rota, ya que nada es más fuerte que el Amor. 23Conserven esta Verdad en el fondo de su mente y de su corazón, en caso de que puedan necesitarla en el futuro. 33Recuerden la inmensidad del Amor y Sabiduría de nuestro Papá. Qué maravillosos son sus juicios de Amor y la guía de su sabiduría. 34Recuerden que no solo estamos hechos a su imagen, sino que estamos hechos en 197 Romanos 11, 12 Él, por el renacimiento en Él, del cual Jesús nos hizo partícipes. 35La maravilla de nuestra verdadera realidad debería disipar todo temor e inculcar a todos amor. 36Somos llamados a ser Dios y a proclamar a todos que también son Dios; que no solo hemos venido de Dios, sino que también somos Dios. Ésta es ciertamente la Buena Noticia que Jesús vino a enseñarnos. Capítulo 12 1Les ruego, hermanas y hermanos, con todo mi corazón, que se entreguen a nuestro Hermano Jesús y a nuestro Papá Dios con todo su corazón. No como un sacrificio, sino como un primer paso hacia la verdadera felicidad. Unirse a Jesús es unirse con ustedes mismos, y la unión siempre trae paz. 2No vivan de valores mundanos, porque les traerán solamente miseria; ¡sean transformados en Jesús, y dejen que more en ustedes! Acepten la perfecta voluntad de Dios. 3Sean humildes como lo fue Jesús, y mantengan la verdad sobre el don de Dios que han recibido. 4Porque así como nuestro cuerpo es uno, pero tiene diferentes partes con diferentes funciones, 5de la misma manera todos formamos el cuerpo de Jesús, por- que cada uno de nosotros está relacionado con los demás miembros. 6Cada uno tiene diferentes dones, dependiendo de lo que Dios le ha encomendado y aquello para lo que ha sido llamado. Si nuestro don es la profecía, usémosla como Dios quiere. 7Si es el servicio a nuestras hermanas y hermanos, ejerzámoslo con amor. 8Lo mismo para todos los Dones; son de Espíritu y deben ser utilizados según Espíritu desea. 9Permitan que su Amor sea sincero, conectado con el servicio y no con la arrogancia. 10Estén juntos en unión de mutuo Amor, tratando de superarse cada uno en muestras de respeto, sirviendo al Hermano Jesús en todas nuestras hermanas y hermanos. 11Sean el fuego del Amor de Dios que fluye en servicio a través de ustedes, 12manteniendo la fe, aun en el sufrimiento, siempre orando 13y cuidando unos de otros. 14Bendigan a quienes los persigan; no los maldigan. 15Compartan la alegría de quienes son felices y el dolor de quienes sufren. 16Amor es armonía con todos. No busquen ser importantes, caminen con los humildes. 17Nunca paguen mal con mal. Traten siempre de hacer lo correcto y lo noble. 18Si es posible, en la medida en que puedan, vivan en paz con todo el mundo. 198 Romanos 12, 13, 14 19No se tomen venganza entre us- tedes, queridos amigos, pues dense cuenta de que son hermanas y hermanos. 20Vayan más allá de “Si su enemigo tiene hambre, denle algo de comer y si tiene sed, denle algo de beber”; 21no permitan que la mezquindad de otros los desanime; respondan más bien desde el Amor de Jesús y de Papá, que fluye a través de ustedes. Capítulo 13 Mandamiento de Amor de Jesús va más allá de todas las leyes, porque las incluye a todas. 11Despertemos y veamos que Jesús viene hacia nosotros, trayéndonos la luz. 12Sigámoslo, saliendo de nuestra oscuridad, 13y aprendamos lo que significa caminar siempre en la Luz, caminar siempre en Jesús. 14Esforcémonos por revestirnos solo con nuestro Hermano Jesús y nuestro Papá Dios, y respondamos a su invitación para ser ellos. 1Sean obedientes a los gobiernos justos, porque vienen de Dios; 2rebelarse contra éstos es rebelarse contra Dios. 3Quienes caminan en la luz no temen a la autoridad, solo temen quienes andan en la oscuridad. 4Dios intenta, con nuestra ayuda, establecer un mundo justo, por lo que debemos cooperar. 5Siempre debemos trabajar por la paz, no por miedo, sino por Amor. 6Paguen los impuestos justos, 7y todas sus justas obligaciones. 8No deban nada a nadie, excepto Amor, porque quien ama ha hecho todo lo que es necesario. 9Recuerden los mandamientos: “No cometa adulterio, no mate, no robe, no codicie…” Todos los otros mandamientos están contenidos en éste: “Amen a su prójimo como a sí mismos”. 10El Capítulo 14 1Sean muy amables con los cre- yentes débiles en la fe, y no se burlen de ellos. 2Todos tenemos diferentes niveles de fe, lo que nos permite hacer cosas diferentes. 3Sean muy abiertos a esta diversidad, 4para poder acercarnos a la unidad. 5Una persona cree una cosa y otra persona cree otra. 6Lo importante es vivir lo que creemos, 7y creer lo que vivimos. 8Porque mientras estemos vivos, debemos estar vivos en el Hermano Jesús. Cuando muramos, debemos morir en el Hermano Jesús y en Papá Dios. Así que, vivos o muertos, debemos estar en Dios. 9Ya que Jesús murió para mostrarnos su Vida Divina, entonces, vivos o muertos tendremos esa Vida. 199 Romanos 14, 15 Capítulo 15 10¿Por qué criticar a sus hermanas y hermanos y buscar sus fallas? 11Juntos formamos la Familia de Dios. Y lo que nuestro Papá Dios más quiere es que Seamos Uno. 12Esto es lo más importante. 13Decidamos llevarnos bien, y amarnos unos a otros. 14Hagamos esto en unión con Papá, quien creó todo el mundo a su imagen. 15Sean comprensivos con quienes todavía no saben esto. 16No pisoteen las creencias de los demás, simplemente porque no son las de ustedes. 17Lo más importante en todo esto es seguir la propia conciencia, la voz de Dios dentro de nuestros corazones. 18Cuando no seguimos esta voz interior no seguimos a Dios; 19pero cuando seguimos esta voz interior, contribuimos al crecimiento y la paz de todos. 20Sean comprensivos con quienes son menos maduros en la fe y todavía caminan bajo la ley. 21Ayúdenles a salir del camino de la ley, para que puedan vivir el camino del Amor, simplemente amándolos y respetándolos. 22Permitan que su fe sea la guía para vivir en y con Dios. 23Si siguen el camino de Dios, serán felices. Si no, no lo serán. somos fuertes 2debemos servir de soporte a quienes son débiles. 3Porque incluso Jesús no vivió solo para sí mismo; siempre abrió su corazón para apoyar a otros. 4Es escuchando la voz de Dios en la Escritura que tenemos esperanza en el seguimiento de Jesús. 5Pero algunos utilizan la Escritura para justificar sus creencias erróneas, en lugar de construir creencias con base en las Revelaciones de Dios. 6Permitan que Dios, quien nos proporciona tanto Amor y Sabiduría, les otorgue la comprensión del verdadero Mensaje de Jesús, para que juntos, como una sola voz, puedan alabar a Dios, que es Papá no solo de Jesús, sino también de nosotros. 7Acéptense y ámense unos a otros, tal como Jesús los acepta y los ama. 8Jesús se hizo servidor entre los judíos en nombre del Amor de Dios, para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados, 9y mostrar su inmenso amor por todos. 10Por tanto, todos debemos estar contentos 11y alabar a Dios en amor mutuo. 13Que Dios, fuente de toda esperanza, llene sus corazones con profunda alegría y paz, para que puedan disfrutar de abundante 200 1Quienes Romanos 15, 16 esperanza por el poder y amor de Espíritu. 14Porque ustedes, mis queridas hermanas y hermanos, están tan llenos de este Amor y Sabiduría, que pueden ser de gran ayuda el uno para el otro. 17En unión con Jesús me enorgullezco de mi servicio a Dios, 18por lo que no hablaré de otra cosa que no sea lo que Jesús ha hecho a través de mí, para traer a los gentiles al camino de Dios, mediante signos y milagros, realizados por el poder del Espíritu. 19He predicado la Buena Nueva de Jesús desde Jerusalén hasta Ilírico. 20He trabajado duro para predicar solamente donde el nombre de Jesús no era conocido; para no edificar sobre bases de otros. 21Pues, como está escrito: “Quienes nunca han oído de él, oirán; y quienes nunca han escuchado hablar de él, lo verán”. 22Es por esta razón que les he escrito antes. 23Pues mi trabajo es donde ahora estoy, pero he querido visitarlos desde hace varios años. 24Cuando tenga la oportunidad de ir a España, espero visitarlos y disfrutar de su compañía por algún tiempo. 25Ahora voy camino a Jerusalén, para entregar a los santos de allí una colecta hecha en Macedonia y Acaya, para los pobres. 28Cuando haya entregado esta colecta, los visitaré a mi paso para España. 29Sé que seré muy bendecido por mi visita, y oro para que también yo pueda ser una bendición para ustedes. 30Ruego, hermanas y hermanos, por nuestro Hermano Jesús y el Amor del Espíritu, 31que pueda cumplir bien mi ministerio en Judea y en Jerusalén, 32y que pueda llegar a ustedes con un corazón feliz y disfrutar de una visita refrescantemente espiritual. 33Que el Dios de la paz esté con todos ustedes. Amén. Capítulo 16 1Permítanme presentarles a Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencreas, que acompañará esta carta. 2Por favor ayúdenle en la forma que puedan, ya que ella ha ayudado a muchos, incluyéndome a mí. 3Por favor, den mi saludo a Priscila y Aquila, mis colaboradores en Jesús, 5y a los miembros de la Comunidad que se reúnen en su casa. 16Denle mis saludos especiales a todos los presentes, y salúdenles con un beso santo. Todas las comunidades de Jesús les mandan saludos. 19El testimonio de su fidelidad a Jesús ha sido escuchado por todos aquí, y nos hace muy felices por ustedes. 20Que la gracia de nuestro Hermano Jesucristo esté con ustedes. 201 Romanos 16 21Timoteo, mi colaborador, les envía su saludo. 22Yo, Tercio, que estoy escribiendo esta carta, les envío saludos en nuestro Her- mano Jesús. 24El amor de nuestro Hermano Jesús y de nuestro Papá Dios esté con todos ustedes. 202 Primera Carta a los Corintios Capítulo 1 1Pablo, llamado por Dios para ser apóstol de Jesús, y nuestro hermano Sóstenes, 2a todos los santos de las Comunidades de Dios en Corinto. 3Amor y paz de nuestro Hermano Jesús y nuestro Papá Dios. 4Agradezco a Papá cada vez que pienso en ustedes y la Vida Divina que tienen con Jesús. 5Porque con Jesús han encontrado de hechoVida Divina y Sabiduría. 6En esto son testigos de lo que les he enseñado, 7y el despliegue de todos los Dones del Espíritu, 8que provienen del hecho de Ser Uno con Jesús Resucitado. 9Papá es tan maravilloso al llamarnos sus hijas e hijos. 10En nombre de nuestro Hermano Jesús les pido que disfruten esta unidad, siendo una sola mente y un solo corazón. 11He oído toda clase de informes que algunos de ustedes no están haciendo esto, 16que están discutiendo sobre quién bautizó a quién. 17En efecto, Jesús no me envió a bautizar, sino a predicar la Buena Nueva, no con sabiduría, sino con el poder que procede de Ser Uno con nuestro Hermano. 18El mensaje de Jesús no tiene ningún sentido para quienes han decidido vivir según la sabiduría del mundo; 19pero para nosotros, decididos a seguir a Jesús en corazón y mente, su Mensaje es tan importante como el aire que respiramos. 20Sin este compromiso radical con Jesús, su sabiduría parece algo necio. 21El camino de la sabiduría humana nunca conduce a Papá, solo la sabiduría Divina lo hace. 22Ver signos y tener sabiduría humana puede ayudar un poco, 23pero solo el valor de ser 203 I Corintios 1, 2 considerados necios, nos llevará realmente a Papá. 24Porque aún la necedad de Papá sobrepasa la sabiduría humana, 25y la debilidad de Papá supera la fortaleza humana. 26Simplemente mírense ustedes, hermanas y hermanos, con relación a su Llamada. 27En términos humanos, no muchos eran sabios, ni muchos eran grandes, pero Papá escogió a los necios del mundo para opacar a los sabios, y a los débiles para eclipsar a los fuertes. 28Papá también ha elegido personas insignificantes y despreciadas en el mundo para humillar a quienes se consideran especiales. 29De tal manera que todos puedan ser igualmente amados hijas e hijos de Papá. 30Jesús mismo se convirtió en Sabiduría Divina y en fuerza, para mostrarnos que todos somos sus hermanas y hermanos, todos Uno con él. 31Así que si queremos presumir de algo, podemos presumir de esto. Capítulo 2 1Cuando vine a ustedes, queridas hermanas y hermanos, llegué sin gran elegancia y sabiduría, incluso cuando les hablé del Mensaje de Jesús. 2Todo lo que quise, fue compartir con ustedes acerca de Jesús, cómo resucitó en mí, y cómo puede resucitar en ustedes. 3Cuando lo hice me sentí muy dé- bil y atemorizado. 4Saben que mi mensaje nunca fue de persuasión ni de erudición, sino Energía del Espíritu fluyendo a través de mí para tocar sus corazones; 5de tal manera que su fe puede basarse en la Vida Divina y no en ninguna sabiduría humana. 6Efectivamente, lo que he hecho es compartir sabiduría con ustedes, no sabiduría de este mundo o de algún líder de este mundo, porque todo eso pasará. 7En cambio, los he alimentado con Sabiduría Divina directamente del corazón de Jesús. 8Ninguno de los líderes del mundo lo entendió, de lo contrario no lo habrían crucificado. 9Él trató de decirnos: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y ningún corazón ha concebido lo que Papá ha preparado para los que se abren a su Amor”. 10Espíritu me ha permitido ver, escuchar y comprender todo esto, porque llega hasta las profundidades del Amor de Papá por nosotros. 11En la humanidad, nuestro Espíritu interior nos comprende y comprende los pensamientos y amores de Papá. 12Hemos recibido este Espíritu de Jesús resucitado, para que podamos llevar a cabo la Vida Divina y el Amor Divino que Papá tiene por nosotros. 204 I Corintios 2, 3 13Las palabras que utilizo no provienen de la sabiduría humana, sino de la Sabiduría de Espíritu, para poder interpretar la verdad espiritual a gente espiritual. 14Personas no espirituales piensan que estas cosas son tontas, y no las entienden porque no viven en el plano espiritual. 15Por otro lado, la gente espiritual es capaz de comprender y honrar todas estas cosas, 16porque piensan con la mente de Jesús y aman con el corazón de Jesús Capítulo 3 1Ahora entenderán por qué tuve que ir tan despacio. Porque ustedes todavía no estaban maduros espiritualmente, sino apenas recién nacidos hermanas y hermanos de Jesús. 2Por eso los he alimentado con leche más que con alimento espiritual sólido. 3Todavía muchos de ustedes no son espirituales, 4como cuando discuten sobre quién es su padre y su ministro espiritual. 5Tanto Apolo como yo somos ministros del Evangelio que les trajo Jesús y les ha ayudado a creer. 6He plantado la fe; Apolo la ha regado, pero Papá la ha hecho crecer. 7De manera que ni quien plantó ni quien regó son realmente importantes, sino que fue Papá quien hizo crecer su fe. 8Por tanto, el que planta y el que riega tienen que trabajar juntos, porque somos compañeros de trabajo de Papá. 9Ustedes son el campo de Papá en el cual sucede esto, y también son el edificio que Papá está construyendo. 10Por la inmensa bendición de mi Llamada sé lo suficiente para construir una base sólida sobre la cual otros puedan edificar. 11Las bases que puse son las únicas que existen, ya que es el mismo Jesús. 12Quienes construyen sobre estas bases pueden utilizar diferentes materiales; 13el trabajo de cada uno se hará evidente a la luz del día y será probado bajo el fuego, porque el fuego es siempre la última prueba. 14Aquellos quienes su trabajo supere la prueba de fuego serán benditos; 15pero quienes su trabajo no sobreviva, tendrán que construir nuevamente con mejor material, hasta que sean purificados en el fuego. 16¿No se dan cuenta que son templo de Dios y que, como tal, Dios mora en ustedes? 17Entonces, ustedes son Dios, y por lo tanto, ¡cualquier cosa que hagan a ustedes mismos, lo hacen a Dios! Entonces, ¡vivan como el Dios que ustedes son! 18No se dejen engañar. Quienes crean que ya son sabios, deben considerarse ignorantes para llegar a ser verdaderamente sabios. 205 I Corintios 3, 4, 5 19Porque la sabiduría del mundo es necedad a los ojos de Papá. 20Este hecho se repite con frecuencia en las Escrituras. 21Por tanto, no se jacten de cosas triviales, ya que todo les pertenece; 22su vida, el universo, lo que pueden ver, todo lo que pueden imaginar. 23todo esto es de ustedes, ya que todo pertenece a Jesús, y Jesús pertenece a Dios. Capítulo 4 1La gente debería considerar que somos apóstoles, en tanto que siervos de Jesús y administradores de su Mensaje. 2Para ser un administrador se debe ser digno de confianza. 3Realmente no me preocupa mucho lo que piensen de mí o lo que los jueces piensen, pues ni siquiera yo me juzgo. 4El único juez importante para mí es Jesús. 5Él ve nuestros corazones y lee nuestras mentes, y a pesar de lo que encuentre, siempre nos ama. 6No permitan que nadie les diga algo diferente. 9Creo que Dios nos ha designado apóstoles escogiendo dentro de lo más pequeño de la humanidad. 10A menudo enfrentamos la muerte y somos puestos a prueba ante el mundo, ante los Ángeles y ante la gente. 11Aún hoy tenemos hambre y sed, hemos sido maltratados y no tenemos hogar. 12Debemos rabajar hasta quedar agotados. 13Siendo marginados, bendecimos; siendo perseguidos, soportamos pacientemente; siendo ridiculizados, tratamos de llevar consuelo. A menudo somos considerados la escoria de la tierra. 14No escribo estas cosas para avergonzarlos, sino para alertarlos, mis queridos hijos. 15Aunque tienen muchos maestros, tienen un solo padre, pues en Jesús yo llegué a ser su padre, al compartirles su Buena Nueva. 16Les suplico que vivan como yo. 17Por eso les envío a Timoteo. 18Es mi amado y fiel hijo en Jesús; él les recordará lo que he enseñado, las mismas cosas que enseño a todas las Comunidades. 19Espero ir pronto donde ustedes; entonces podré ver cómo están viviendo el Espíritu y ejerciendo sus Dones; 20estos son signos de la presencia de Dios y no simplemente hermosas palabras. Capítulo 5 1Les escribo de nuevo, mis queridas hermanas y hermanos, con lágrimas en los ojos y pesar en mi corazón, por todo el dolor que les causé con mi carta anterior. 5Quiero escribir una completamente nueva, con mi sabiduría 206 I Corintios 5, 6 expandida. Ahora entiendo claramente lo difícil que es cambiar, y con cuánto amor Jesús nos espera para hacerlo. Yo era fariseo, como una mancha indeleble en la lana, cuando Jesús vino a mí. Él abrió mi corazón a tales nuevas realidades, que lloré durante muchos días, ya que mi creencia en el sacrificio y en la ley empezaban a diluirse. Luego, cuando regresé a ministrar, todas estas cosas volvieron a mí. No tan fuerte como antes, pero sí lo suficiente para causar escándalos a las hermanas y hermanos más débiles. Ahora sé que la desviación sexual generalmente proviene de haber padecido una violación, y que debería haber abierto mis brazos de amor a quienes estaban afligidos de estas heridas, y haberles ayudado a superarlas. ¡Por favor, perdónenme! Mi petición es que devolvamos la sexualidad a su legítimo lugar, al lado de la espiritualidad. Ahora veo que la sexualidad es la maravillosa expresión de la espiritualidad en el nivel físico. Como la materia es a la energía, así la sexualidad es a la espiritualidad. La sexualidad es el Don Divino para aumentar nuestra Espiritualidad. Su objetivo principal es el crecimiento espiritual, no el nacimiento humano. ¡El nacimiento humano solo ocurre en muy raras ocasiones, mientras que el crecimiento espiritual se necesita constantemente! Si somos capaces de dirigir la energía sexual hacia el crecimiento espiritual, como se pretendía originalmente, podríamos resolver la mayoría de los problemas del mundo, ya que todos surgen de una falta de crecimiento espiritual. Pongan fin al abuso sexual. Comiencen a redirigir la energía sexual hacia el Crecimiento Espiritual. Esto nos sacará del lodo del materialismo. Amen a quien se desvía, para incorporarlo a la totalidad. Ayuden a los sanos a avanzar en su crecimiento. Como ya he dicho (a veces erróneamente) en mis escritos anteriores: no permitan que alguien los convenza de lo contrario. Entren en el corazón de Amor de Papá y sentirán esta Verdad. Capítulo 6 15Tengan en cuenta que sus cuerpos son miembros de Jesús. También están hechos a imagen de Dios. 19Tengan en cuenta también que sus cuerpos son templos del Espíritu, el Jesús resucitado, dado a ustedes por Papá para ayudarles a vivir como Espíritu, como Jesús resucitado. Hacer amor es hacer Dios, puesto que 207 I Corintios 6, 7, 8, 9 Dios es Amor. Muevan su sexualidad totalmente a su Templo y actúen desde ese sagrado lugar. Muevan su energía sexual, su energía creativa hacia el mundo, y báñenlo con amor. Capítulo 7 1Ahora me referiré a las preguntas que hicieron en sus cartas. El matrimonio y el celibato, ambos son llamados maravillosos de Jesús. Igualmente válidos, pero muy diferentes. Como ya hemos escrito, la energía sexual es para el crecimiento espiritual, y aunque esta energía puede ser dirigida internamente en el celibato o externamente en el matrimonio, siempre debe ser utilizada para el crecimiento espiritual. Mirar nuestros corazones y nuestros cuerpos nos ayuda a determinar la llamada de Dios. El divorcio debe ser visto siempre como último recurso, y solamente debe realizarse cuando el matrimonio ha muerto y se hayan hecho serios intentos para devolverlo a la vida. Jesús es siempre amable en su trato con nosotros. 12Los matrimonios mixtos son siempre un desafío y deben ser consolidados después de oración profunda y comunicación muy abierta. 15Si después de un inten- to muy serio no funciona, sepárense en paz. 20Dejen que cada uno permanezca en la Llamada recibida de Jesús, a menos que Jesús mismo la cambie. 24Seguir la voluntad de Dios es el único camino hacia la felicidad. 31Seguir los valores mundanos solo les traerá pena. Capítulo 8 1El conocimiento nos puede inflar, pero el Amor siempre nos anima. 2Es bueno conocer las cosas, 3pero es más importante amar. 6Siempre estén primero centrados en Dios. Es nuestro Papá, creador de todo, y su Hijo es nuestro Hermano, quien nos enseñó que somos Papá encarnado. 7No todos se dan cuenta de esto. Muchos todavía adoran ídolos, como el dinero y el poder. 13Traten de disuadir suavemente a sus hermanas y hermanos de adorar aquellos, para amar al verdadero Dios encarnado en nosotros. Capítulo 9 1Permítanme hablarles ahora desde mi corazón. He sido muy bendecido por haber visto a Jesús. Me pidió que fuera apóstol, y me enseñó a hacerlo. 2Algunos dicen que no soy apóstol, pero ustedes 208 I Corintios 9, 10 saben que sí lo soy. El hecho que ustedes vivan la Buena Nueva es prueba que la he predicado. 13Mis raíces judías me llevaron a pensar en el derecho de vivir de mi predicación, pero de alguna manera sabía en mi corazón que no debería hacerlo. 16Porque predicar la Buena Nueva fluye naturalmente de mi corazón. Cuando no predico no me siento yo mismo. 17Cuando Jesús me llamó cambió mi corazón, por lo tanto no puedo dejar de predicar, como tampoco puedo dejar de amarlo. Su amor me ha hecho prisionero de su Palabra. 18Entonces, ¿qué puedo sacar de esto? La enorme alegría de predicar el Mensaje de mí amado Jesús, sin cobrarle a nadie. 19Jesús me ha liberado, pero he hecho mi corazón cautivo a todos, para traerlos a Jesús. 20Camino al lado de todos para traerlos a la Familia de Dios. 22Para los débiles, me he hecho débil, para traerlos a la Familia de Papá. Me he convertido en todo con todos, con el fin de lograrlo. 23Lo hago para compartir la Buena Nueva y llegar a ser la Buena Nueva. 24Saben que cuando hay competencias en el estadio, solamente hay un ganador. Con Jesús todos somos ganadores, porque él culminó la carrera por nosotros. quieran correr hacia Jesús, manténganse en forma. Esta carrera es mucho más importante que la del estadio. 26Por eso, corro siempre derecho manteniéndome en forma, de modo que cuando exhorto a otros a correr conmigo, no tropiece. 25Quienes Capítulo 10 13Papá es siempre fiel a nosotros y no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas; aun en medio de la tentación nos ayudará a encontrar una salida. 14Así pues, queridas hermanas y hermanos, mantengamos siempre nuestras mentes y corazones centrados en Él. 16¿Acaso no es el cáliz sagrado que consagramos, una alianza en la sangre de Jesús? ¿No es el pan que partimos juntos, una alianza en el cuerpo de Jesús? 17Aunque somos muchos, nos convertimos en un solo pan, un solo cuerpo, porque en realidad ya somos Uno. 31Incluso, cuando estamos simplemente comiendo o bebiendo, o haciendo algo, deberíamos hacerlo todo de una manera sagrada. 33Trato de hacer esto. No en busca de mi propio beneficio, sino de quienes yo pueda llevar a Jesús. 209 I Corintios 11, 12 Capítulo 11 4Hay 1Imítenme como yo imito a Jesús. 2Gracias por orar por mí y conservar las tradiciones que les he enseñado. 23Esta es, y por mucho, la tradición más importante, porque la he recibido directamente de Dios: Que Jesús, la noche antes de trascender de su humanidad a nuestra Divinidad, 24tomó pan y dio gracias. Luego partió el pan y dándoselo a sus amigos les dijo: “Esto es mi Cuerpo, partido en dos, para que podamos llegar a Ser Uno. Déjenme entrar en ustedes, para que puedan convertirse en mí. Hagan esto para recordar que ustedes son yo”. 25Después de cenar, tomó la copa y dijo: “Esta es mi Sangre. Esta es mi Vida. Permitan que fluya en ustedes para que puedan llegar a ser yo. Háganlo para conservar esta Verdad siempre en sus corazones. 26Cada vez que coman este pan y beban este vino, yo soy un poco más ustedes y ustedes son un poco más yo, hasta que lleguemos a ser ¡totalmente Uno! Háganlo siempre de una manera muy santa”. Capítulo 12 1Ahora quiero compartirles, mis queridas hermanas y hermanos, acerca de los dones espirituales, los Dones del Espíritu. un número de Dones diferentes, pero todos proceden del mismo Espíritu. 5También hay diferentes ministerios, pero todos provienen del mismo Jesús. 6Hay también diferentes tipos de milagros, pero todos proceden de la misma Energía Divina. 7Los dones espirituales se dan siempre en beneficio de la Comunidad. 8El Espíritu da a una persona el Don de Sabiduría, a otra, el Don de Conocimiento, 9a una tercera, el Don de Fe, a otra, el Don de Sanación, 10a otra, el Don de los Milagros, a alguien el Don de Profecía, a otro, el Don de Discernir Espíritus, a aquel otro, el Don de Proclamar cánticos, y a otro el Don de Interpretarlos. 11Todos estos numerosos Dones vienen de Un solo Espíritu, que los concede a quienes están abiertos a ellos. 12Como el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros diferentes, así es la Familia de Dios. 13Pues por un Espíritu hemos sido todos bautizados en un cuerpo, el cual tiene diferentes manifestaciones de un mismo Espíritu. 14El cuerpo no está formado por un solo miembro, sino por muchos. 15Por ejemplo, aunque el pie dijera: “Como no soy mano no pertenezco al cuerpo”, sin embargo seguiría siendo parte del cuerpo. 16O aunque el oído dijera: 210 I Corintios 12, 13 “Como no soy ojo no pertenezco al cuerpo”, seguiría perteneciendo al cuerpo. 17Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo podríamos oír? O si todo fuera oído, ¿cómo podríamos oler? 18Dios ha puesto los diferentes miembros en un solo cuerpo, cada uno con un Don diferente, pero igualmente importante. 26Cada miembro está tan interconectado, que cuando uno sufre todos los demás comparten el sufrimiento. Y cuando un miembro es honrado, todos comparten la gloria. 27Todos ustedes son cuerpo de Jesús, cada uno y todos. 28Dios ha designado en las Comunidades, apóstoles, profetas, maestros, hacedores de milagros, sanadores, trabajadores sociales, administradores y proclamadores de cánticos. 29No todos pueden ser apóstoles, profetas, maestros, proclamar cánticos o interpretar cánticos. 31Quiero que cada uno de ustedes busque los Dones Espirituales más valiosos. Voy a explicarles enseguida cuáles son. Capítulo 13 1Aunque hablara elocuentemente, aun como los Ángeles, si no amo soy simplemente una campana ruidosa o un címbalo que retiñe. 2Aunque tuviera el don de profecía y pudiera ver cada misterio y todo lo que puede ser conocido, y tuviera fe suficiente para mover montañas, si no amo no soy realmente nada. 3Y aunque regale todo lo que tengo para alimentar a los hambrientos, si lo hago sin amor de nada me sirve. 4El Amor es paciente y amable. El Amor no es celoso. El Amor no trata de impresionar. 5No es vanidoso, no es grosero. No es ni egoísta ni irritable. Tampoco guarda memoria de los daños que le han hecho. 6No trata de engañar, sino simplemente ser honesto. 7Acepta todo con paciencia, tiene fe insaciable y esperanza permanente que no conoce límites. 8El Amor dura para siempre, mientras la Profecía pasará. Proclamar cánticos terminará y el conocimiento perderá su sentido. 9Porque el conocimiento es a veces fragmentario, y puede venir de la Profecía. 10Pero cuando el Amor perfecto llega a nuestros corazones, permanecerá siempre. 11Cuando era niño, hablaba y actuaba como niño, pero cuando me convertí en adulto dejé a un lado las cosas de niño. 12Ahora vemos borrosamente como en un espejo, pero cuando el Amor perfecto llegue, veremos a Papá cara a cara, ya que Él es Amor. Veremos que también nosotros so- 211 I Corintios 13, 14 mos el mismo Amor. Ahora solo entendemos parcialmente, pero luego entenderemos el Amor, en la medida que seamos entendidos por Amor. 13En síntesis, hay tres cosas principales: Fe, Esperanza y Amor, pero la mayor de éstas es Amor. Capítulo 14 1Busquen primero el Amor y luego los Dones Espirituales, especialmente la Profecía. 2Quien proclama cánticos no nos habla a nosotros, sino a Dios. Nadie entiende lo que se dice, porque son misterios del Espíritu. 3Sin embargo, quien profetiza conecta la mente y el corazón de Dios con nosotros. 4Quien proclama cánticos crece en Espíritu, pero quien profetiza ayuda a crecer a toda la Comunidad. 5Ojalá todos pudieran proclamar cánticos, pero prefiero que todos profeticen. Quien profetiza es más importante para la Comunidad que quien proclama cánticos, a menos que pueda interpretarlos para que la Comunidad pueda entenderlos. 6Si, por ejemplo, llegara a ustedes proclamando cánticos ¿para qué les serviría, si no les doy alguna revelación o información de profecía o enseñanza? 7Si los instrumentos musicales como la flauta y el arpa no produjeran tonos diferentes, ¿cómo se sabría cuál está sonando? 8Si la trompeta suena con un sonido no acostumbrado ¿cómo se sabría que hay que prepararse para la batalla? 9De la misma manera, a menos que el idioma comunique un mensaje comprensible, ¿cómo se entendería? Se estaría hablando al aire. 10¿Quién sabe cuántos idiomas místicos hay? 11Si alguien me habla en un idioma místico que no entiendo, pareceríamos como extranjeros el uno al otro, 12similar a lo que sucede cuando alguien proclama cánticos en una reunión de la Comunidad. Ya que están ansiosos por los Dones Espirituales, los exhorto a buscar aquellos que ayudan a construir la Comunidad. 13Es conveniente que cuando alguien proclama cánticos pueda también traducirlos o interpretarlos, pero no es absolutamente necesario, porque escuchando las oraciones se puede llegar a una intimidad en el corazón, que va más allá de las simples palabras. 18Agradezco a Papá que tengo este Don, y doy gracias por la intimidad a la que puedo llegar con él, 19aunque a veces me gustaría que la gente comprendiera la belleza de lo que siento. 24Pues en 212 I Corintios 14, 15 la profecía brilla claramente esta belleza de la Verdad. La gente entiende la profecía y también puede fácilmente entender que su Verdad viene directamente de Dios. 25Muchos se han convertido de esta manera. 26Por lo tanto, hermanas y hermanos, cuando oren juntos, permitan que todo el mundo contribuya con una parte, ya sea una canción, una enseñanza, una revelación, un cántico o una interpretación. Todo esto puede ser muy útil. 27Es mejor tener la traducción de los cánticos, 28pero si no hay alguien para hacerlo, simplemente aumenten la energía de oración de la Comunidad. 29Asegúrense de tener profetas que hablen, porque sus Mensajes de Dios son muy importantes. 33Mantengan todo en orden, porque Dios siempre trae paz con su Mensaje a las Comunidades y a la gente. 34Procuren que todos escuchen con atención todo lo que está sucediendo. 35El tiempo para hablar sobre estas cosas será más tarde, en casa. 37Que sea la Comunidad la que discierna quién tiene el don de la Profecía, para asegurar su validez. 39En conclusión, busquen la Profecía para permitir que Dios guie a la Comunidad y que la oración con cánticos aumente la energía que soporta todo esto, y hagan todo esto de una manera muy sagrada. Capítulo 15 1De nuevo, me gustaría aclarar algo que escribí antes. Como fariseo, había vivido toda mi vida bajo la ley, y vi a Jesús inicialmente como alguien que nos salvaría de ella. Más tarde me di cuenta que en Jesús estamos solamente bajo Amor. Para quienes creen que todavía estamos bajo la ley, Jesús murió para salvarnos de nuestros pecados. Para quienes creen que estamos bajo Amor, Jesús murió en su humanidad para ser resucitado como nuestra Divinidad. Dondequiera que se encuentren, queridos hermanas y hermanos, Jesús les ayudará, Jesús les salvará. Si se sienten bajo la ley, Él les salvará del pecado; si sienten bajo el Amor, les salvará del miedo. Por favor, acepten a cada uno dondequiera que se encuentre, para que todos puedan crecer juntos en Amor; y todos puedan crecer juntos en Dios. De esta manera todos podemos regocijarnos en la Buena Nueva de Jesús. Porque lo que creemos es menos importante que como vivimos y como amamos. 5Les dije antes que después de su resurrección Él fue visto pri- 213 I Corintios 15 mero por María Magdalena, y luego por los apóstoles y otros amigos, cuando estaban reunidos. Más tarde se apareció a más de quinientas hermanas y hermanos al mismo tiempo, y la mayoría de ellos aún están vivos. Posteriormente se apareció a mí. 9Porque soy el más insignificante de los apóstoles, ya que había perseguido a Jesús en sus amigos. 10Pero por la gracia y el amor de Jesús ahora soy su apóstol. He trabajado muy duro para ser esto, o quizá debería decir, que el Amor de Jesús se ha manifestado tan profundamente en mí, que puedo ser apóstol. 11Así que por medio de mí, o de cualquiera de los demás apóstoles, el Mensaje de Jesús en el que ahora creen, ha sido predicado. 35Alguien me ha preguntado acerca del Cuerpo Resucitado. Podemos observar la naturaleza para ayudarnos a entender esto. 36La semilla que se siembra en el campo no llega a la vida a menos que muera primero. 37Lo mismo ocurre con nuestros cuerpos. 38Nuestro cuerpo resucitado viene a la vida solo después que nuestro cuerpo humano muere, este nuevo cuerpo es completamente diferente del anterior. 39No toda carne es lo mismo. Una es humana, otra animal, otra de aves y otra de peces. 40Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales, y el resplandor del celestial es una cosa y el del terrenal es otra. 41El sol es radiante de una manera, mientras que la luna de otra, y las estrellas lo son de una manera diferente. También una estrella difiere de otra en resplandor. 42Así pasa con los cuerpos resucitados. El cuerpo humano se siembra en su mortalidad, para ser resucitado en la inmortalidad. 43Se siembra en la debilidad y renace en el poder. 44Se siembra un cuerpo natural, y resucita en un cuerpo sobrenatural. Hay cuerpo espiritual tanto como cuerpo físico. 45Está escrito: “El primer hombre, Adán, se convirtió en un alma viviente; y el último Adán se convirtió en un Espíritu que da vida”. 46Recuerden que el primer hombre fue de la tierra, el segundo Hombre es del Cielo. 49Así como hemos nacido con una semejanza terrenal, seremos renacidos con una imagen celestial. También hay que señalar que estas polaridades similares se funden en la Unidad cuando son vistas por los ojos de Dios, que está más allá de toda división. 51Por favor, escuchen atentamente, porque les voy a revelar un secreto. El universo entero va a pasar por una transformación radical cuando Dios lo limpie 214 I Corintios 15, 16 todo; porque la oración de Jesús por la Unidad se extiende a través de la humanidad hasta el universo entero. La deificación, que está empezando en la humanidad, se extenderá hasta que Todo haya renacido en el único Dios. Mientras tanto, no todos moriremos antes de haber renacido en Dios. 52Los Ángeles ya están preparando las trompetas para este renacimiento. Jesús resucitó para comenzar la resurrección del universo. 53Parte del universo está recién nacido y necesita ser renacido, para salir de esta falta de amor. La Falta de Amor significa falta de Dios, puesto que Dios es Amor. 54Ser renacido en Amor, es ser renacido en Dios. 55Cuando esto suceda, la muer- te morirá. 57Cuando esto ocurra seguiremos a Jesús de regreso al seno de Dios, para ser renacidos como verdaderos hijas e hijos de Dios. 58Entonces empecemos a actuar como tales, mediante servicio y amor a todos. Capítulo 16 19Todas las comunidades domésticas de Asia les envían saludos en el Amor de Jesús. 20Todas las hermanas y hermanos les envían saludos. Salúdense unos a otros con un abrazo santo. 21Aquí está mi saludo de mi propia letra, Pablo. 23El Amor de Jesús sea con ustedes. Mi amor para todos ustedes en el Hermano Jesús. 215 Segunda Carta a los Corintios Capítulo 1 1Yo, 6Cuando estamos en problemas, Pablo, apóstol de nuestro Hermano Jesús por voluntad de Dios, y nuestro hermano Timoteo, a las Comunidades de Dios en Corinto, y a todos los santos en Acaya. 2Amor y paz a todos ustedes de parte de Dios nuestro Papá y de Jesús nuestro Hermano. 3Estamos muy contentos que Dios sea nuestro Papá y que sea también el Papá de nuestro Hermano Jesús. Él está cuidando mucho de nosotros, especialmente cuando las cosas se ponen realmente difíciles. 4Nos consuela en cada uno de nuestros problemas, para que podamos consolar a otros en los suyos, con el mismo Amor Divino. 5Estar con nuestro Hermano Jesús es una doble bendición; sufrimos con quienes sufren y somos siempre consolados, por su inmenso amor por todos. es porque los amamos mucho. Cuando nos sentimos consolados, es porque vemos que ustedes se aman unos a otros. 7Nuestro amor por ustedes es firme, porque los vemos caminar con quienes sufren y también con quienes se regocijan. 8Por eso, hermanas y hermanos, quiero que sepan que las cosas se pusieron muy difíciles en Asia; tanto, que llegué a temer que tomarían mi vida. 9Finalmente entregué mi vida por completo a nuestro Hermano Jesús, 10sabiendo que Él podría recibirla o me daría suficiente fe para seguir viviendo. 11Esta entrega y sus oraciones me salvaron de ese valle de muerte. 12Me siento muy feliz, porque con la ayuda de nuestro Hermano Jesús he aprendido a vivir de 216 II Corintios 1, 2, 3 su energía, no por la sabiduría del mundo. 13Contando con esta Energía Divina que vive en ustedes tanto como en mí, podemos comunicarnos fácilmente. 14Por eso, cuando estemos frente a Él se reconocerá que ha resucitado en todos nosotros. 15Con esta certeza planeé visitarlos en mi viaje de ida y regreso a Macedonia; 16y con esta doble bendición partiría después hacia Judea. 17Había planeado todo esto escuchando cuidadosamente a nuestro Hermano Jesús, para no ser confundido con la sabiduría del mundo. 18De tal manera que pudiera dar cada paso siguiéndolo a él. 19Pues el Hermano Jesús, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos, puede conservarnos a todos en el camino correcto. 20Él es la Verdad, y por eso, lo único que tenemos que decir es “Amén” a su orientación, para que su gloria brille para todos. 21Él, que nos ha hecho Uno en Dios, 22también nos ha sellado con nuestra propia Divinidad, como el primer depósito de Espíritu en nuestros corazones. 23Hagamos de este depósito nuestra verdadera identidad, 24de manera que podamos ser totalmente Divinos, como nuestro Hermano Jesús. Capítulo 2 1Por favor, sepan que los amo y que la única razón por la que les escribo es para ayudarles a crecer en su Vida Divina; 4recuerden esto, aunque a veces sea crítico. 8Debemos abrir siempre nuestros corazones, aun a quienes no han encontrado su camino a esta nueva Vida. 10Pues cuando ustedes abren sus corazones, mi corazón también se abre, porque todos somos Uno. 12Cuando llegué a Tróade a predicar la Buena Nueva del Mensaje de Jesús, no encontré a mi querido hermano Tito; entonces me fui a Macedonia. 14Gracias a Dios, que siempre me ayuda en mis debilidades y angustias, tuve la oportunidad de prescindir de la fragancia de su Amor. 15Pues para Dios nosotros somos la fragancia de nuestro Hermano Jesús, para quienes se acerquen lo suficiente a percibir su Amor. 17Mi único interés es llevarlos a todos tan cerca de nuestro Hermano Jesús, que la fragancia de su Amor pueda guiarlos a su camino. Capítulo 3 1Su amor por nuestro Hermano Jesús y el seguimiento de su Mensaje son testimonio de mi Ministerio. 2Ustedes son nuestra 217 II Corintios 3, 4 carta de recomendación, escrita en nuestro corazón, leída y reconocida por todos. 3Esto hace obvio que ustedes sean la carta de Jesús escrita por nosotros, no en tablas de piedra sino en las tablas del corazón. 4Cuando estoy en presencia de nuestro Hermano Jesús me lleno de confianza. 5No la confianza que proviene del ego, sino la confianza que proviene de Dios. 6Él nos ha llamado y nos ha aprobado para ser ministros de una Nueva Alianza; no de la antigua Ley, sino del nuevo Espíritu. Porque la Ley tiene la tendencia a condenar, mientras que el Espíritu es siempre dador de Vida. 10La gloria que alguna vez fue la Ley ya no es ninguna gloria. 12Me lleno de gran esperanza, cuando me abro a la Nueva Alianza con el Espíritu. 13El Antiguo Testamento ha sido reemplazado por el Nuevo Mensaje de Jesús. 15Desde entonces hasta ahora, cuando la Ley de Moisés era leída, un velo cubría el corazón de Dios. 16El Mensaje de Jesús ha retirado este velo y ahora podemos ver el amoroso corazón de Dios. 17Porque Jesús es el Espíritu, y donde está el Espíritu de Jesús hay libertad y amor. 18Ahora que este velo ha sido retirado, podemos mirar como en un espejo y ver la gloria de Jesús, y cómo su resurrección alcanza su plenitud en nosotros. Porque Jesús ha salvado y restituido nuestra antigua identidad, llegando a ser Espíritu en nosotros. Capítulo 4 1Por tanto, estando comprometidos en este ministerio a través de un llamado divino, estamos llenos de profunda esperanza. 2Y continuamos en esta esperanza a través de la pureza del corazón y de la acción. 3Algunos han tratado de oscurecer el resplandor del Mensaje de Jesús; 4pero eso no altera el hecho que Jesús es Dios y enseñó que nosotros también somos Dios. 5No proclamamos nuestros propios egos, sino a Jesús como Dios y a nosotros mismos como partes de Dios. 6Así como Dios puede sacar luz de la oscuridad, ha traído divinidad para iluminar nuestros corazones humanos. Ahora, cuando miramos atentamente nuestros propios corazones, vemos el rostro de Jesús, vemos a Dios. 7Sin embargo, estamos profundamente conscientes que este admirable tesoro proviene de la divinidad de Dios y no de nuestra humanidad. 8Estamos acorralados por todos los lados, pero no nos rindamos; 9somos persegui- 218 II Corintios 4, 5 dos, pero no nos sintamos abandonados. 10Mientras llevemos a Jesús dentro de nosotros, podemos actuar de una manera propia de Dios. 11Casi todos los días enfrentamos la muerte por causa de Jesús, y Él permite que su vida resplandezca en nosotros. 12Estamos seguros que la muerte de este mundo no puede tocar la vida de Jesús. 13Además tenemos la misma fe de los profetas, quienes hablaron de su creencia. Sabemos que nuestro Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, y nos resucitará también a nosotros. 14Nos resucitará de nuestra humanidad en su Divinidad. 15Cuanto más lo creamos, más se abrirán las puertas para que esto ocurra en nosotros. 16Saber estas cosas nos da inmensa esperanza, porque aunque por nuestra dimensión humana podamos morir cada día, 17en la Dimensión Divina estamos siempre empezando a resucitar en Jesús, 18hasta el día glorioso en que estas dos dimensiones lleguen a Ser Una y la oración de Jesús por la Unidad se realice por completo. Capítulo 5 1Sabemos que si por nuestra dimensión humana el cuerpo en que vivimos llega a su final, siempre tendremos nuestro lugar en la Dimensión Divina, en el corazón de nuestro Papá. 2Por eso, mientras vivimos en este cuerpo humano nuestro corazón anhela ser revestido con el amor de Dios, 3porque con este revestimiento no nos sentiremos más desnudos ni con miedo. 4Gemimos profundamente mientras estamos en este cuerpo humano, no tanto por querer salir de él, sino por estar en el corazón de Dios, que es donde se vive la Verdadera Vida. 5Cuando fuimos bautizados en Espíritu, nuestra mente y nuestro corazón fueron limpiados para que viéramos esta Verdad. 6Esta Verdad nos da esperanza y nos incorpora profundamente en el corazón de Dios, 7hacia donde caminamos solamente por fe en Amor. 8Nuestro corazón se ha aferrado a este Amor que nos conducirá a casa. 9Nos entregamos totalmente al Amor en nuestro verdadero hogar. 10Porque entre más plenamente nos abramos al Amor, más profundamente podremos entrar en el corazón de Dios. 11La conciencia de esto es lo que nos motiva a lo largo del tiempo para llevar a todas nuestras hermanas y hermanos de regreso a casa. 12Miren en nuestro corazón y en los de ustedes, y sabrán que esto es Verdad. 13Este anhelo en 219 II Corintios 5, 6 mi corazón, es el mismo que está en el corazón de nuestro Papá Dios, y que se abre a todas sus hijas e hijos. 14El Amor de nuestro Hermano Jesús vive en nuestros corazones y nos señala el camino a casa. 15Él murió para que nosotros pudiéramos morir a cualquier temor de regresar a casa, mediante el Amor, porque cuando morimos al miedo podemos resucitar al amor. 16Entonces, no pensemos más simplemente en términos de la dimensión humana, porque Jesús ha abierto nuestros ojos a la Dimensión Divina. 17A medida que nos abrimos a la Vida en la Dimensión Divina, nuestra vida en la dimensión humana es absorbida en esta nueva Vida. 18Estamos profundamente agradecidos de que nuestro Hermano Jesús nos haya guiado a través de este mar de miedos, de manera que ahora podemos ver el corazón de Amor de Dios. 19Nos sentimos extremadamente bendecidos por haber sido elegidos para traer esta Luz de Amor a todos ustedes. Mientras salimos de la edad del miedo hacia la edad del Amor, el corazón de Dios se abre a todos, sin excepción. El Amor no sabe de fronteras; el Amor no sabe de límites. 20En nombre de Jesús somos embajadores de Dios, quien uti- liza nuestra voz para expresar su Amor. Les pedimos en su nombre que caminen en los brazos de nuestro Papá Dios. 21Porque cuando Papá Dios nos mira, solamente ve hijas e hijos, y nada más. Capítulo 6 1Como seguidores amorosos de Dios, les pedimos que no simplemente caminen en Amor, sino con Amor hacia nuestras hermanas y hermanos, que anhelan esta Buena Nueva, aunque no se den cuenta. 2Éste es un tiempo muy especial. Tiempo de Ser Uno, Tiempo de Reconciliación Universal. El tiempo de la reconciliación de la gente y de los pueblos entre sí; y de toda la humanidad con el resto de la creación. 3El Ser Uno Universal es el más profundo deseo de Dios. 4Hemos hecho de esto nuestro ministerio. Aunque algunas cosas han sido frecuentemente difíciles para nosotros, el Ser Uno que sentimos con nuestro Hermano Jesús, nuestro Papá y su Espíritu, siempre nos conduce a la alegría y a la paz. 11Hermanas y hermanos de Corinto, abran ampliamente sus corazones a este mismo ministerio, el ministerio del Amor de Dios. Nada es más importante. 220 II Corintios 6, 7, 8 Capítulo 8 16Recuerden que Dios ha dicho: “Viviré en ellos y caminaré con ellos. Seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. 18Y “Yo Seré su Papá y ustedes serán mis hijas e hijos”. Capítulo 7 1Caminamos en estas promesas y los hemos invitado a caminar con nosotros. 2Abran sus corazones, 3como nosotros lo hemos hecho con todos ustedes. 4Sabemos que su amor nos ha llenado de alegría, aún cuando las cosas resultaban difíciles, 5tal como sucedió cuando llegamos a Macedonia. 6Papá Dios se compadeció de nosotros y nos envió a Tito y sus calurosos saludos. 7Él ha dado testimonio del gran amor entre ustedes y por nosotros. 8Sé que fui muy duro en mi última carta, pero fue escrita con amor. 9Estoy muy contento de que hayan respondido tan bien a ella. 10Cuando respondemos con Amor, esto nos conduce a la Vida. 13Tito estaba muy contento al ver el amor renacido en todos ustedes. 14Por eso comprendió por qué los amo tanto. 15Les envía su amor y agradecimiento de nuevo por la calurosa bienvenida. 1Queremos que sepan, queridas hermanas y hermanos, cómo el Divino Amor fue concedido a las Comunidades de Macedonia. 2Y cómo los impulsó a dar generosamente, aún desde su pobreza. 3Su pobreza sobreabundó en riqueza de amor. 5Ellos se deshicieron en generosidad para con Dios y con nosotros. 6Hablemos ahora a ustedes, que han crecido en muchos aspectos. 7Sean tan generosos como lo fueron en el pasado. 8Pues Jesús, siendo rico, vino a nosotros en la pobreza para invitarnos a la riqueza de su Amor. 12Porque los regalos dados con amor siempre vuelven a nosotros, aumentados por el amor de Dios. 13Compartan con todos, de manera justa. 14Cuando tengan abundancia, compartan con quienes no tienen, de modo que ellos puedan compartir su abundancia cuando ustedes experimenten necesidad. 15El equilibrio siempre conduce a la paz. 16Gracias a Dios que Tito los ama tanto como yo. 17Él se fue por su propia voluntad a compartir con ustedes la oportunidad de dar. 18Les enviamos otro hermano, cuya virtud es conocida por todas las Comunidades. 19Estas Comunidades lo han designado 221 II Corintios 8, 9, 12 para servir con nosotros y ayudar con esta gran colecta. 20Queremos asegurarnos de que todo esto se hace a la Luz del Amor 21y a la vista clara de todos. 24De manera que den prueba de su amor, con la generosidad de sus donaciones. Capítulo 9 6Saben que entre más generosa es la siembra, mayor será la cosecha. 7Por tanto, den con un corazón amoroso. Porque Dios tiene un amor especial por quienes dan con alegría. 8Entre más generoso sea el dar, más amplio será el recibir. 9El Amor de Dios nunca será superado. 10La generosidad al dar, en la dimensión humana, siempre trae amplias recompensas en la Dimensión Divina. Capítulo 12 1Hablemos ahora de las Visiones y Revelaciones de Espíritu. En la medida que abrimos los corazones, éstas siempre aumentan. Cuando Jesús vino por primera vez a mí, esta apertura comenzó. 2Hace catorce años fui llevado hasta el Tercer Cielo, donde se me dijeron cosas más allá de las palabras. 3En esta íntima presencia de lo Divino, todos los sentidos humanos fallan. 4Esta Presencia se fusiona con la identidad de cada uno y solo queda Amor. Ser Uno con Dios hace arrodillar nuestro corazón en humilde gratitud. La Divinidad no enorgullece; por el contrario, hace humilde el corazón en Amor. 6Quiero aclarar que esto no me fue dado por razón de ninguna grandeza personal, sino más bien por mi llamado a enseñar el Mensaje de Jesús. 7Ser Uno con Dios es la Buena Nueva que predicó y me llamó a predicar. Tengo una espina en mi costado que siempre me lo recuerda. 8Tres veces he pedido a Jesús que me la quite, y tres veces me ha respondido: “Mi Amor es suficientemente fuerte para que lo haga, porque mi fortaleza se manifiesta mejor cuando las personas son conscientes de su debilidad”. 9Soy feliz de reconocer mi debilidad, para que el poder del Amor de Jesús se manifieste a través de mí. 10Cuando enfrento mi debilidad, es cuando me vuelvo fuerte en Dios y puedo enfrentar todas las dificultades y tribulaciones que rodean mi vida. 12Les he demostrado los signos del llamado a ser apóstol, con muchos milagros y manifestaciones de este poder a través de Jesús. 14Me estoy preparando para mi tercera visita. 15Estoy dispuesto a 5Experimentar 222 II Corintios 12, 13 renunciar a todo para que ustedes se abran a Jesús. 16Creo que ya les he dado algunas señales de esto. 17Envío también a Tito y a otro hermano, para ayudarles a encontrar a Jesús. 19Siempre he actuado como representante de Jesús, para ayudarles a crecer en la fe. Capítulo 13 1Cuando vaya verán nuevamente, que Jesús habla a través de mí. Jesús continuará su obra poderosa en ustedes. 2Su poder Divino los llenará con Vida Divina. 3Podemos sentirnos débiles, pero Él siempre es fuerte. 4Como su Vida y nuestra Vida se funden en una, su Mensaje se encarnará en el mundo en cada corazón al mismo tiempo. 5Busquemos en nuestros corazones y veamos si el rostro de Jesús nos sonríe desde allí. 6La vida de Jesús es siempre visible cuando se encarna en nosotros. 11Por último, mis queridas hermanas y hermanos, les digo: Adiós. Que el Dios de Amor y Paz esté con ustedes. 12Salúdense unos a otros con un beso santo. Todos los santos de aquí les envían saludos. 13Que la Gracia de Jesús, el Amor de Dios y la amistad íntima del Espíritu estén con todos ustedes. 223 Carta a los Gálatas Capítulo 1 1Pablo, 13Han apóstol no elegido por persona alguna sino por el mismo Jesús, 2y todas las hermanas y hermanos aquí conmigo, a las comunidades de Galacia. 3Amor y Paz a ustedes, de Dios nuestro Papá y de Jesús nuestro Hermano, 4quien se entregó para ayudarnos a superar nuestros miedos y ver a Dios como nuestro Papá. 6Les exhorto a permanecer firmes, unidos con nuestro Hermano Jesús y su Evangelio de la Buena Nueva. 7Algunos tratarán de distorsionar o diluir lo que les he enseñado, pero no los escuchen. 10Todo lo que quiero es servir a Jesús y su Mensaje, 11que recibí directamente de Él a través de muchas revelaciones gloriosas, 12y no de ninguna persona humana. escuchado cómo perseguí a las Comunidades antes de que Jesús llegara a mí. 14Y cómo traté de destruirlos a causa de mi celo por la ley. 15Pero cuando llegó a mí en visión y revelación, habiendo sido escogido desde el vientre para predicar a Jesús y su Mensaje a los gentiles, 16no comenté esto con nadie, 17y ni siquiera fui a Jerusalén a hablar con quienes habían sido apóstoles antes que yo. Jesús me llevó al desierto de Arabia para enseñarme su Mensaje, y luego regresé a Damasco. 18Pasados tres años, viajé a Jerusalén para relacionarme con Pedro y permanecí con él un par de semanas. 19Pero no vi a otros apóstoles, excepto a Santiago, el hermano de Jesús. 20Juro que todo esto es verdad (Dice esto, porque en el libro de Hechos se 224 Gálatas 1, 2 dice que después de su visión había regresado a Jerusalén a consultar con los apóstoles). 21Luego, fui a las regiones de Siria y Silicia, 22pero no hice ministerio en Judea. 23Algunos de los que estaban en Judea hablaban de alguien que había estado persiguiendo Comunidades y que ahora trataba de construirlas. 24Se maravillaban con el poder de Dios para obrar en nosotros. Capítulo 2 1Después de catorce años, regresé nuevamente a Jerusalén con Bernabé. 2Jesús me lo pidió en una revelación, para llevarles, antes que los apóstoles, la Buena Nueva que estaba predicando a los gentiles. 3A Tito, que también estaba con nosotros, quien era griego y no un judío, no se le pidió que fuera circuncidado, como muchos esperaban, 4para volver a colocar la ley por encima del Mensaje de Amor de Jesús. 5Estuvimos firmes en oponernos a esta imposición, de tal manera que la Buena Nueva pudiera seguir siendo predicada a ustedes. 6Y los apóstoles líderes no agregaron nada a la Buena Nueva que yo estaba predicando. 7De todos modos no tendría que haberles puesto mucha atención, 8porque mi Mensaje lo había recibido directamente del mismo Jesús. 9Santiago, Pedro y Juan, considerados los pilares de la Iglesia, simplemente abrieron sus corazones en íntima amistad hacia Bernabé y yo para servir a los gentiles, mientras ellos continuarían sirviendo a los circuncisos. 10Solo pidieron que nos acordáramos de los necesitados, como en realidad ya lo estábamos haciendo. 11Más tarde, cuando Pedro vino a Antioquía, tuvimos un fuerte enfrentamiento. 12Pedro estaba comiendo con algunos gentiles conversos, cuando llegó una delegación de Santiago. Entonces dejó de comer con los gentiles, por temor a la delegación. 13Los otros judíos también dejaron de comer con los gentiles, lo que me pareció una hipocresía, ya que todos lo habían estado haciendo antes de que llegara la delegación de Santiago. 14Entonces le dije a Pedro, delante de todo el mundo: “Si usted, que es judío, ha vivido como gentil, ¿cómo puede exigirle a los gentiles que vivan como judíos?”. 16Ya nos habíamos dado cuenta de que guardar la ley no nos lleva más cerca de Dios. Sólo creyéndole a Jesús, cuando dice que Dios es nuestro Papá, podemos cambiar nuestra relación con 225 Gálatas 2, 3 Dios y llegar más cerca de Él. El Camino a Dios es Amor y no Ley. 17Entonces, ¿qué ocurre si amo pero no acato la ley? Si amo, estoy siempre en Dios, porque Dios es Amor. 18Las Leyes verdaderas pueden ser guías hacia la felicidad. Si quebrando una Ley Verdadera, puedo limitar mi felicidad, pero no mi conexión con Dios, con Amor, pues esto es imposible. 19Si fuera posible, mis acciones ¡serían más fuertes que el Amor de Dios! Entonces, acatemos las leyes legítimas, no para conservar el Amor de Dios, sino para conservar nuestra propia felicidad. 20He llegado a Ser Uno con Jesús. Mi viejo ser ha muerto con Jesús en la cruz; mi nuevo ser ha sido resucitado con Él. 21Así pues, no soy yo quien vive, sino Jesús que se entregó a sí mismo a mí, quien ahora vive en mí. Cuando miro en el espejo de la fe, veo al Jesús que he llegado a ser. Capítulo 3 1Mis queridos gálatas, ¿Recibieron el Espíritu por obra de la ley, o por creer en el Mensaje de Amor de Jesús? 5¿Creen que Espíritu actúa en ustedes porque acatan la ley, o porque Aman? Antes de que Jesús llegara con su Mensaje, Dios era visto estrechamente conectado con la Ley, pero ahora sabemos que es Amor. 6Abraham efectivamente guardó la ley, 7pero su motivación fue siempre Amor. 8Cuando es el miedo el que nos motiva a acatar las leyes, es porque estamos fuera del Mensaje de amor de Jesús. 9Nos hemos quedado nuevamente atascados en el valle del miedo. 10Quienes dependen de guardar la ley para agradar a Dios, sufren bajo esta maldición del miedo. 11Dios no quiere que tengamos miedo, porque el miedo nos distancia de Dios, que es Amor. 12Cuando Jesús bajó de la cruz, dejó el miedo clavado en ella. Quiere que lo dejemos allí para que se desintegre en la nada, lo que realmente es. 13El Dios de Amor es el que se levantó en la mañana de Pascua. 14El Espíritu, el Jesús resucitado, nos conduce por el Camino de Amor a Dios que es Amor. 15Hermanas y hermanos, si nos fijamos en las costumbres humanas, vemos que nadie puede cambiar el Testamento o última Voluntad de una persona. 16La Alianza de Dios fue dada a Abraham y a “su descendencia” en singular, lo cual se refiere a Jesús. 17Éste es el punto al que quiero llegar; la ley que vino cuatrocientos treinta años más tarde no po- 226 Gálatas 3, 4 día cambiar la Alianza de Dios, la Voluntad de Dios. 18La Alianza de Dios se había manifestado antes que la ley de Moisés. 19La pregunta es: ¿Por qué se puso la ley en primer lugar? 20La ley fue dada para guiarnos al Amor, para abrir nuestros corazones a la llegada de Jesús. Pero cuando pasó a manos de los hombres y fue escrita, se transformó en herramienta de juicio y condenación. Su gloria original fue opacada por la adicción al miedo. 21Jesús fue enviado para resucitar la ley en el Amor de la Alianza de Dios, para que pudiera ser vista como guía amorosa, más que como juicio severo. La Alianza estaba destinada a restablecer la relación íntima entre Dios y nosotros. 22Cualquier cosa de la Escritura que no sea reflejo de esto, no es verdadera revelación de Dios, que es Amor. Ley da orientación; Amor da vida. 23Antes de que Jesús viniera estábamos atrapados bajo la ley, por este malentendido. 24Jesús no cambió la realidad, sino que nos la reveló más claramente. Nos liberó de nuestras concepciones herradas de la ley, 25y restauró la íntima Alianza que teníamos con Dios. 26Se convirtió en nuestro Hermano, para mostrarnos que somos hijas e hijos de Dios. ¡Restauró la Familia de Dios! 27Des- hacernos de estas concepciones erróneas de la ley nos permite descubrir que somos parte del corazón de Jesús, y por lo tanto parte de la Familia de Dios. La Alianza de Amor ha sido restaurada. 28Ya no hay más judíos o griegos, esclavos o gente libre, mujeres u hombres, porque, todos somos literalmente Uno en Jesús. 29Cuando estamos en Jesús somos la verdadera descendencia de Abraham, y por lo tanto herederos de la Alianza de Amor. Capítulo 4 1Otra manera de comprender esto es compararlo con un heredero menor de edad. Mientras la persona sea menor de edad no tiene acceso a la herencia, hasta que llegue el tiempo estipulado. 2Hasta ese momento todo es manejado por sus tutores o albaceas. 3Así era en cierto sentido nuestra situación hasta el momento de la venida de Jesús. 4Cuando Dios nos envía a Jesús, nacido de mujer y nacido en la época de la Ley, 5nos recordó la Alianza, para que pudiéramos salir de la ley y experimentar la “adopción” como hijas e hijos de Dios. 6Y porque ahora nos damos cuenta de que somos hijas e hijos de Dios, ha enviado el Espíritu de Jesús a 227 Gálatas 4 nuestros corazones, para que podamos exclamar a Dios, al unísono con Jesús llamándolo: ¡Abba! ¡Papá! 7Entonces, ya no estamos bajo la ley, porque a través de nuestro Hermano Jesús ahora sabemos que somos hijas e hijos de Dios, y como tales herederos de la Alianza con la cual instituyó la Familia de Dios. 8Antes de esto, cuando ustedes no sabían que éramos parte de la Familia de Dios, y por eso también Dios, entonces sentían que estaban bajo la ley del juicio. 9Ahora deben darse cuenta que están bajo el Amor de Dios. ¿Por qué entonces no viven como tales, en lugar de volver a acatar leyes de las que ya han sido redimidos? 10A veces me hacen sentir que he desperdiciado mis esfuerzos enseñándoles la Buena Nueva de Jesús, 11la liberación de la ley. 12Les ruego, mis queridas hermanas y hermanos, que lleguen a ser como yo, pues yo me hice como ustedes para llevarlos a una intimidad más estrecha con Jesús. 13¿Recuerdan que primero les llevé a ustedes la Buena Nueva de Jesús, porque no podía viajar debido a mis dificultades físicas? 14Ustedes me aceptaron y me amaron con todas mis limitaciones, y hasta me dieron la bienvenida como Ángel de Dios, como al mismo Jesús. 15¿Y qué ha sucedido con ese amor, por el cual incluso se habrían sacado los ojos para dármelos? 16¿Por qué escuchan a quienes quieren ponerlos de nuevo bajo la ley del juicio? 17Quienes tratan de hacerlo no son sus amigos. 18Les ruego que vivan la Buena Nueva de Jesús, aun cuando no esté con ustedes. 19Mis queridos hijos, nuevamente vuelvo a sentir los dolores de parto del nacimiento de Jesús en ustedes. 20Anhelo estar presente en este momento, para tratar de presentarles de nuevo la Buena Nueva. 21Quienes quieren estar nuevamente bajo la ley, díganme, ¿no les expliqué bien? La ley divide, pero el Amor une. Añoro una mayor unidad entre ustedes. 22Sabemos que Abraham tuvo dos hijos, uno con una mujer esclava y otro con una mujer libre, su esposa. 23El nacido de la mujer esclava nació de una manera natural, mientras que el hijo de su esposa nació de una forma sobrenatural, a través de la Alianza con Dios. Ésta es una alegoría que se refiere a las dos alianzas. 24Una, la alianza a través de Moisés en el Monte Sinaí, la cual conecta con la esclavitud; la otra es la Alianza a través de Abraham en el Monte de Dios, la cual conecta con la libertad. 25La primera conecta con 228 Gálatas 4, 5, 6 la Antigua Jerusalén y la esclavitud a la ley; 26la segunda conecta con la Nueva Jerusalén y la libertad de la Alianza de Amor. 28Ustedes, mis queridas hermanas y hermanos, son como Isaac, hijos de la Alianza. 31Y como tales son hijos de libertad. Capítulo 5 1Jesús abrió esta libertad para nosotros; por tanto, permanezcan firmes en ella y no se desvíen hacia la esclavitud de la ley. 4Quienes creen que la ley los llevará más cerca de Dios, no han entendido la Buena Nueva de Jesús. 5Pero si podemos abrirnos más plenamente a su amoroso Espíritu, nos llevará a la intimidad con Dios que tanto anhelamos, 6y veremos la fe manifestada en Amor. 12Ustedes han sido llamados a salir de la ley a la libertad, mis hermanas y hermanos, 13y esta libertad debe ejercerse siempre en el Amor. 14Toda la ley puede resumirse en esta sola frase: “Amen al prójimo como a sí mismos”. 16Les pido que se comporten a la manera del Espíritu. 17Su llamado de la esclavitud a la libertad, de la ley al amor, debe irradiarse a través de la vida entera y no solo de su vida externa. 18Los sentimientos internos de su cuerpo son naturales y también pueden ser espirituales. 19Tienen que ser honrados como dados por Dios. 20Ustedes no diseñaron su cuerpo, sino Dios, y Él no comete errores. 21Puede ser difícil salir de la esclavitud de sus sentimientos y a la vez honrarlos, sin caer en algunas situaciones incómodas. 22Jesús se hizo humano para traer Sabiduría Divina a las acciones humanas. 23Sexualidad y Espiritualidad son dos caras de la creatividad, humana y Divina. 24Necesitamos Amor entre estas dos, así como necesitamos amarnos unos a otros. 25Esto va a tomar un tiempo para que pueda darse, ya que hemos sido esclavos de la ley por mucho tiempo. 26Pero Jesús lo logró, y puede enseñarnos cómo hacerlo. Capítulo 6 1Mis queridas hermanas y her- manos, sean amables con quienes tienen dificultades cuando salen de la ley pero no llegan realmente al Amor. Quienes han llegado al Amor deben apoyar a quienes todavía están en el camino. 2Cuídense unos a otros, tal como sucede en cualquier familia amorosa. Ayuden a los demás a llevar sus cargas, así como Jesús nos ayuda. 3Sean humildes como Él. 4Analicen los frutos de sus acciones para 229 Gálatas 6 conocer sus intenciones. 5Porque en la forma como sembremos, vamos a cosechar. 6Compartan generosamente con quienes enseñan la Palabra de Dios; ya que ellos les ayudan a llevar sus cargas. 7Sólo la Vida Divina dura por siempre; por tanto ha de ser su primera prioridad. 8Aprecien su vida humana, porque es un regalo bendito, pero no es eterna. 9Busquen formas de sembrar amor, para que puedan obtener una buena co- secha de Dios. 10Amen a todos como Jesús nos ha pedido hacerlo. 12Como dije antes, aprecien su cuerpo humano, pero recuerden que es transitorio. 14Muramos en el corazón de Jesús, 15para que podamos resucitar con su Amor en nuestros corazones. 16Proclamemos la Buena Nueva con nuestro Amor. 17Que el Amor de Jesús esté siempre en su Espíritu, mis queridas hermanas y hermanos. 18¡Amén! 230 Carta a los Efesios Capítulo 1 1Pablo, apóstol de Jesús por voluntad de Dios, a los santos de Éfeso, 2Amor y Paz a ustedes de parte de nuestro Papá Dios, y Hermano Jesús. 3Bendito sea el Dios y Papá de nuestro Hermano Jesús, 4quien nos honra con todas las bendiciones posibles en el mundo de lo Divino a través de Jesús. 5En amor, nos llamó a ser sus hijas e hijos, 6junto con nuestro amado Hermano Jesús. 7En Él hemos sido llamados a pasar del miedo al Amor, 8el cual derramó sobre nosotros. 9Nos dio a conocer el secreto de su corazón, 10que todo lo que hay en el cielo y en la tierra será llevado a Ser Uno. 11A través de Jesús hemos recuperado nuestro derecho de nacimiento, como era el plan de Dios para restaurar su Familia, su Alianza. 12Así que nuestro Llamado ha sido simplemente para difundir su Buena Nueva, que Dios es Papá de cada uno de nosotros. 13A través de Jesús ustedes también han aceptado esta Buena Nueva de Espíritu, que es Espíritu de Familia, Espíritu de Alianza, Espíritu de Amor, Espíritu de Dios. 14Éste es el glorioso Ser Uno por el cual Jesús oró; el Ser Uno que vino a traernos. Él es la respuesta a su oración. 15Cuando oigo hablar de su fe en Jesús y de su amor a los demás, 16nunca dejo de dar gracias por ustedes en mis oraciones, para que el Dios de Jesús, 17nuestro Hermano amoroso, pueda darles Espíritu de sabiduría y de revelación, para entenderlo. 18Para que realmente tengan los ojos del corazón, para ver nuestro 231 Efesios 1, 2, 3 glorioso llamado a restablecer la Familia de Dios, la Familia de Jesús, la Alianza con Papá. 19¿Podría ser posible una Buena Nueva más grande? ¿Habrá acaso un Papá más amoroso, un Hermano más amoroso, un Espíritu más amoroso? 20Cuando Papá resucitó a nuestro Hermano Jesús de entre los muertos, restauró su Alianza, su Familia, su Amor. 21Rompió las cadenas de la muerte, de la ley, y restauró el Ser Uno que sentimos que se había roto en la creación. 22¡Cuando nos sacó de la ley hacia a su Amor, comenzó de nuevo la creación! 23¡El temor murió, el Amor resucitó! Y el plan original de Dios fue restaurado. Capítulo 2 6Cuando Papá resucitó a Jesús, también nos resucitó al reino celestial y organizó para nosotros una mesa familiar para alimentarnos de su Amor. 10Una vez que nos hayamos alimentado de este Amor, tendremos la energía para hacer su voluntad. 14Jesús es nuestro Amor. Jesús es nuestra Paz. Como tal, nos ayuda a derribar las barreras que hay entre los pueblos. 15Mediante la abolición de la ley, él se liberó a sí mismo para traernos paz a todos. 16Ahora somos de nuevo la Familia única de Dios. 17Jesús siempre predicó paz, y nos llamó a vivir en paz. 18A través del «Espíritu de Jesús» que mora en nosotros, todos tenemos acceso directo a Papá Dios. 19Por lo tanto, ya no son más extranjeros o vecinos, sino miembros de la Familia de Dios. 20Ahora están edificados en los fundamentos de los apóstoles y profetas, de los cuales Jesús es la piedra angular. 21Todo este edificio, construido por él, es la casa de Dios, «la Familia de Dios». Capítulo 3 1Por esto yo, Pablo, prisionero de nuestro Hermano Jesús, en nombre de ustedes, gentiles, fui llamado por Dios para este ministerio, 2y me fue dado el secreto de la Buena Nueva por revelación directa. 3Les escribí una breve carta acerca de esto. 4Si la vuelven a leer comprenderán este secreto, 5que no fue dado a conocer a las generaciones anteriores, sino que ha sido revelado ahora por Espíritu a los apóstoles y profetas. 6El secreto es que ustedes, gentiles, son herederos copartícipes de Dios y parte de la Familia de Dios. 7Fui llamado a compartir este maravilloso secreto con ustedes. 8Yo, el menor de todos los santos, fui llamado a predicar 232 Efesios 3, 4 esta insondable riqueza de Jesús, 9y a traerles a ustedes la Luz y el Amor que han estado por siempre en el corazón de Papá Dios. 10Entonces, la sabiduría esencial de Dios ahora puede ser dada a conocer a través de las Comunidades, a gobernantes y autoridades, de las dimensiones terrena y celestial. 11Esto está de acuerdo con el eterno propósito de Dios, entregado a través de Jesús, 12en quien ahora disfrutamos del glorioso acceso sin restricciones, tal como lo hace un verdadero Papá. 13Por lo tanto, no se desanimen frente a ninguna aflicción, porque siempre podemos acudir a Él para reconfortarnos y para obtener sabiduría. 14Estoy eternamente agradecido de Papá, 15porque Él es Papá, no solo para quienes están en el cielo, sino también para nosotros aquí en la tierra. 16Ruego que puedan abrir sus corazones y puedan ser empoderados por la fuerza de su Espíritu. 17De manera que ustedes sepan que Jesús vive verdaderamente en sus corazones y logren siempre echar raíces en este Amor. 18Para que todos puedan comprender cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del Amor de Dios por ustedes. 19Aun para conocer el Amor de Jesús, que sobrepasa todo conocimiento y puede llenarlos com- pletamente con la Divinidad que ustedes son. 20Ahora, aquel que obra en nosotros para hacer lo inconmensurable, mucho más allá de lo que pedimos o pensamos, pueda guiar nuestros corazones con infinito amor y gratitud, en nuestras Comunidades, en nuestras Familias, por siempre. ¡Amén! Capítulo 4 1Por eso les exhorto a que, como una totalidad comprometida con Jesús, se comporten ustedes mismos de una manera consecuente con el Llamado que han recibido. 2Sean humildes y pacientes unos con otros. 3Hagan todo lo posible por preservar la unidad del Espíritu por medio de la paz. 4Unidad es la esencia de nuestra fe. Juntos formamos un cuerpo en Jesús; hay también un solo Espíritu, 5así como también recibieron su llamado con una esperanza, 6un hermano, una fe, un bautismo, un Dios y Papá de todos, que nos ama y está en todos nosotros como nuestro verdadero ser. 7La Vida Divina es un Don de Jesús para nosotros. 8Cuando resucitó de entre los muertos, ascendió hasta llegar a los lugares celestiales, llevándonos con Él para infundirnos esta Vida Divina. 233 Efesios 4 9Como Jesús había sido Dios, aun antes, nosotros también lo éramos, aunque no era tan evidente. 10Cuando ascendió, llenó todo el universo con Amor Divino. 11A través de esta Nueva Vida Él ha designado a algunos apóstoles, a otros profetas, algunos para ser evangelistas y otros para ser pastores y maestros, 12de tal manera que su presencia y su actividad puedan continuar en su nuevo cuerpo terrenal, hasta que lleguemos a Ser Uno en la Fe y el Amor. 13Esto ocurre cuando realmente comprendemos que somos literalmente hijas e hijos de Dios, lo cual nos libera del gusano del miedo y nos lleva a la Vida de Jesús. 14Como resultado, ustedes deben crecer en todas las formas posibles. 15Hasta llegar a ser el Jesús que está en nuestro corazón, y de quien el Cuerpo entero recibe la Sangre de Vida de Amor. 16Para que podamos vivir y actuar desde su Divinidad, la cual se ha convertido en la nuestra. 17Les digo esto como diría Jesús mismo: “Comiencen a vivir su Vida Divina”. 18No vivan más en la oscuridad de creer que son solo humanos. Esta falsa creencia ha llevado a muchos a vivir lejos de su Vida Divina. 19Pues dejando de ver esta Verdad, han convertido sus cuerpos sagrados en juguetes para el placer, más que en medios de creación de lo Divino. 20Ésta no es la manera de vivir la vida de Jesús. Su vida puede convertirse en la vida de ustedes, si abren su corazón a Él. 21Quítense su viejo hábito y pónganse el de Jesús. 22Él no juzga la forma como ustedes han vivido, solamente anhela que vivan la alegría, la paz y el Amor de su vida. 23Limpien su mente de las mentiras, y acepten a Jesús como la Verdad real. 24Jesús es como un imán que nos atrae, simplemente si nos acercamos más. 25Por lo tanto, déjense llevar a la Verdad. Las mentiras vienen del miedo, y el miedo puede alejar el Amor. Y puesto que somos Amor, el miedo trata de hacernos menos Divinos. 26Vean la ira como un llamado a recordar su Divinidad; puesto que ustedes son Amor. Las acciones negativas son siempre requerimientos de Amor. 27Cuando amamos, nos hacemos más Divinos y ayudamos a quienes nos rodean a ser más Divinos. Éste es nuestro llamado en Jesús. 28Cuando nos damos cuenta de nuestra Divinidad, comprobamos que no necesitamos nada más, pero continuamos trabajando para ser capaces de compartir. 29Hablen solamente desde el Amor, y 234 Efesios 4, 5, 6 éste fortalecerá a quienes estén a su alrededor. 30Cada día traten de abrirse más completamente a Espíritu, que actúa y ama a través de ustedes. 31Eliminen cualquier cosa que no venga del Amor y la Verdad. Sean pacientes y amables con todo el mundo, como Jesús lo es con ustedes. Capítulo 5 1Imiten a Dios como sus amados hijos, 2y vivan siempre en Amor como Jesús nos ama. 3Obren siempre en el Amor, como es propio de los santos. 4Sean siempre agradecidos. 5No caigan en la codicia, porque eso es adorar el dinero en lugar de a Dios. 6Traten sus cuerpos como templos sagrados. 8Vivan como hijos de la Luz, 9Luz que se compone de bondad, santidad y verdad, 10lo cual manifiesta su Divinidad interior. 17Busquen siempre hacer la voluntad de Dios, 18para ser llenos de Espíritu. 19Compartan salmos, himnos y canciones espirituales con los demás. Canten desde su corazón y hagan música para Dios. 20En todo momento den gracias a Dios, nuestro Papá y a nuestro Hermano Jesús. 21Hónrense los unos a los otros, tal como honrarían a Jesús. 22Esto es especialmente importante para esposos. 25Maridos, amen a sus esposas como aman a Jesús. 26Esposas, amen a sus maridos, como aman a Jesús. 27Nunca ha habido un ejemplo más grande de Amor que el de Jesús. 28Quien ama a su esposa, se ama a sí mismo. Quien ama a su marido, se ama a sí misma. 29Esto es la realidad de nuestro Ser Uno. 30Como Jesús trata a sus Comunidades, debemos tratarnos unos a otros, porque somos miembros de su Cuerpo. 31Esposos y esposas deben tener profunda unidad entre sí, como Jesús la tiene con sus Comunidades y con cada uno de nosotros. 32Solo corazones totalmente abiertos al Espíritu pueden entender la profundidad de nuestro llamado al Amor. 33Solo corazones totalmente abiertos a Jesús pueden vivirlo. Capítulo 6 1Niños, escuchen a sus padres y hagan lo que les dicen. 2Hónrenlos como honrarían a Dios. 4Madres y padres, honren y amen a sus hijos como harían y amarían a su Dios. 10En conclusión, sean fuertes en Dios con la fuerza de su Espíritu. 11Él los protegerá de cualquier ataque. 12Hay energías todavía atrapadas en las tinieblas del mie- 235 Efesios 6 do, de quienes están celosos de nuestra Luz. 13Debemos caminar con precaución y con amor entre ellos, porque debemos protegernos nosotros mismos mientras estamos siempre abiertos, para que ellos caminen hacia la Luz. 14Permanezcan en la fe y en la verdad, sabiendo que Jesús nos ha liberado del miedo, y que su amor nos liberará a todos del miedo, 15para que la paz universal pueda finalmente llegar al mundo y a todo el universo. 16Luchen solo con Amor, para traer todo al amor, que es su verdadera identidad. 17Usen la Palabra de Dios en esta lucha, porque ella lleva la Vida de Verdad. 18Que la oración permita que esta Palabra lleve Divinidad a nuestras vidas y a nuestras luchas. Caminen en fe, sabiendo que Jesús siempre camina con nosotros. 19Y por favor, oren por mí para que cuando abra la boca pueda proclamar sin miedo los maravillosos secretos de la Buena Nueva de Jesús. 20Oren para que siempre predique la Buena Nueva libremente, tal como es mi llamado. 21Para que sepan de mí, les envío esta carta con Tíquico, nuestro amado hermano y fiel ministro de Dios. 22Él les contará todo acerca de nosotros y animará sus corazones. 23Paz y Amor para ustedes, mis queridas hermanas y hermanos en la fe, de parte de Dios nuestro Papá y de Jesús nuestro Hermano. 24Gracias a ustedes, quienes ya tienen un creciente amor por Jesús. 236 Carta a los Filipenses Capítulo 1 1Pablo y Timoteo, siervos de Jesús, a todos los santos que viven en Filipos, con los obispos y diáconos. 2Amor y paz a ustedes, de Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano. 3Cada vez que pienso en ustedes doy gracias a Dios. 4Cada vez oro por todos con alegría, 5por su íntima amistad para extender la Buena Nueva desde el primer día de nuestra misión. 6Porque estoy seguro de que Él, que ha comenzado este buen trabajo en ustedes, lo llevará a buen final tal como Jesús llega a nuestras vidas más plenamente día tras día. 7Es correcto para mí agradecer de esta manera, ya que los tengo en mi corazón. Compartimos juntos la Vida Divina, sea en prisión o al compartir y confirmar la Buena Nueva. 8Dios es testigo que los extraño mucho en el Amor de Jesús. 9Ésta es mi oración, que crezcan y se hagan más ricos en real conocimiento y verdad, 10que hagan mejor las cosas y caminen muy de cerca con Jesús, para que esta santidad que viene a través de Jesús pueda dar gloria y alabanza a Dios. 12Quiero que entiendan, queridas hermanas y hermanos, que mi estadía en prisión ha ayudado a difundir la Buena Nueva. 13Pues a través de la guardia imperial y por todas partes se ha sabido que me han encarcelado porque pertenezco a Jesús. 14Y la mayoría de hermanas y hermanos han sido alentados por mi encarcelamiento, para ser mucho más audaces en proclamar sin miedo el Mensaje de Jesús. 237 Filipenses 1, 2 15Algunos, por supuesto, predican a Jesús por una razón equivocada, 16pero otros lo hacen de buena fe; otros ciertamente lo hacen por el puro amor a Jesús, porque ven mi ejemplo, que estoy totalmente dedicado a la Buena Nueva. 18Me alegro que Jesús sea anunciado por cualquier razón. 19Porque sé que todo saldrá finalmente bien a través de sus oraciones y las bendiciones inmensas del Espíritu de Jesús. 20Realmente espero que después de todo no vuelva a ser puesto en vergüenza y pueda continuar siendo audaz en honrar a Jesús en mi cuerpo, bien sea con la vida o con la muerte. 21Para mí, vivir es Jesús, y morir es aún mejor. 22Sin embargo, si puedo seguir sirviendo estando vivo, no sé qué escoger. 23Mi corazón está dividido. Anhelo morir para vivir completamente en Jesús, porque esto sería mejor. 24Parece necesario que yo permanezca con vida para su beneficio. 25Sé que por ahora continuaré con ustedes, para que puedan progresar en la fe y tener la gran alegría que de esto proviene. 26Y para que, mediante mi regreso, su orgullo en Jesús pueda ser aún mayor. 27Les pido que vivan de una manera digna la Buena Nueva de Jesús que han escuchado, in- dependientemente que pueda ir a visitarlos o no, que pueda escuchar que permanecen firmes en el Ser Uno de Espíritu. 28Y que no son intimidados por quienes los persiguen. 29Porque han caminado con Jesús hasta el punto de experimentar persecución, como Él. 30Por eso están experimentando el mismo conflicto interior que yo, querer morir y vivir plenamente con Él, o quedarse para ayudar a difundir su Mensaje. Capítulo 2 1Amamos tanto a Jesús, que esto nos lleva a amarnos unos a otros. 3De modo que no hagan nada por egoísmo o vanidad; sirvan a todos con humildad. 4Busquen el bien de todos y no simplemente su propio beneficio. 5Aprendan a pensar y amar como Jesús. Él era Dios, y sin embargo no dudó en llegar a ser también humano, 6hasta el punto de estar dispuesto a servir a los demás. 7Por un tiempo parecía casi salirse de su propia Divinidad, para entrar en nuestra humanidad. Y entró en nuestra humanidad aun con la muerte, muerte en una cruz. 9Por eso Papá lo resucitó, como ejemplo de lo que sus hijas e hijos pueden hacer; 10de modo que cuando miremos a Jesús, podamos ver nuestro propio llamado 238 Filipenses 2, 3 11y darnos cuenta de la gloria a la cual Papá nos llamó. 12Entonces, amados, vivan la Buena Nueva, sea que esté con ustedes o no. Les ha sido dada para traerlos de nuevo a la Vida Divina. Aunque nunca pueden dejarla, porque es lo que ustedes son. 13Vida Divina es Dios obrando dentro de ustedes. Dios que funde su Identidad y su Voluntad con ustedes mismos. 14Esto fue lo que Jesús pidió: llegar a Ser Uno con Dios y que Dios sea Uno con ustedes. 15En el principio Dios los creó. Y ahora Dios renace en ustedes, para establecer la Familia de Dios, siendo verdaderas Hijas e Hijos. 16Ahora, ustedes están renaciendo en Dios, permitiéndole renacer en ustedes. Así Dios puede renacer como su Padre, como su Papá. 17En medio de todo esto, si mi sangre ha de ser derramada como ofrenda, estoy feliz de hacerlo y feliz de que ustedes sean parte de ello. 18Pero una mayor felicidad sería que continúen compartiendo esto con los demás hermanas y hermanos. 19Confiando en nuestro Hermano Jesús, espero enviarles a Timoteo a la mayor brevedad, para ser animado con sus noticias. 20No tengo a nadie más aquí con quién compartir mi profun- do amor por ustedes. 21Algunos buscan su propio interés y no el de Jesús. 22Pero ustedes conocen las excelentes cualidades de Timoteo, 23quien como hijo de su padre ha servido a la Buena Nueva conmigo. 24Confío en nuestro Hermano Jesús que estaré en condiciones de visitarlos pronto. 25Les voy a enviar a mi hermano y compañero de trabajo Epafrodito, a quien ustedes enviaron como mensajero para atender a mis necesidades. 26Él les extraña mucho y le preocupa que se hayan enterado de que estaba enfermo. 27Estuvo ciertamente enfermo, aun cerca de la muerte, pero Dios tuvo piedad de él y también de mí, para que no sufriéramos otra pena. 28Se los envío de nuevo para que puedan estar contentos y se sientan más animados. 29Por lo tanto, denle la bienvenida con gran alegría en nuestro Hermano Jesús. 30Y hónrenlo mucho, ya que siempre estuvo dispuesto a dar su vida para suplir el servicio que ustedes no podían hacer por mí. Capítulo 3 1Por último, queridas hermanas y hermanos, estén siempre alegres en Jesús. No me importa ser reiterativo, porque quiero ser lo más útil que pueda. 3Recuer- 239 Filipenses 3 den que nuestra Alianza con Dios proviene de nuestro corazón y no de nuestra circuncisión. 4Aún si fuéramos a mirar lo externo, yo resultaría un excelente ejemplo. 7Todo lo que solía considerar importante ya no significa nada para mí, debido a Jesús. 8En efecto, considero que todo es pérdida en comparación con la inmensa bendición de conocer a Jesús, mi hermano. En su nombre he perdido todo, lo cual ahora considero como basura, porque he encontrado a Jesús que es mucho más valioso. 9He encontrado mi verdadero yo en Él, no siguiendo la ley de Moisés, sino la Buena Nueva de Jesús. Porque la Buena Nueva enseña que nuestros valores, nuestra real Identidad, no provienen de cumplir la ley, sino de ser Jesús. Por ser re-adoptados por Dios, hemos renacido en la Familia de Dios. Cuando Jesús nos dijo que Dios es Abba, nuestro Papá, renació la Alianza de Amor con Dios. Atrás quedó la necesidad de cumplir la ley con el fin de ser amados por Dios. La puerta del Amor, puerta hacia Dios, fue reabierta y el amor siempre lleva a la acción correcta. La Buena Nueva de Jesús enseña que Amor es nuestro derecho de nacimiento, Amor es nuestra esencia y por lo tanto Dios es nuestra esencia. La Buena Nueva de Jesús no cambió la realidad, simplemente la reveló. Por lo tanto, Dios no necesita redimirnos, sino simplemente recordarnos que siempre hemos sido sus amados hijas e hijos. Que la Alianza de Amor con Abraham siempre ha sido verdad; que simplemente la habíamos olvidado. Cuando nuestras mentes y corazones se abran a esta maravillosa noticia, el hecho inmenso de la Resurrección de Jesús llega a ser nuestra propia Resurrección en la Verdad, en Jesús. 11Abrirse a la verdad frecuentemente implica sufrimiento, dado que las falsas verdades tienen que morir, pero esto siempre conduce a la resurrección. 12No quiero pretender que estoy completamente renacido. Todavía sufro dolores de parto. 13Pero me presiono para avanzar, con la esperanza de un total renacimiento en (dentro) Jesús, así como Él ha renacido totalmente en mí. 14Por eso, queridas hermanas y hermanos, olvido mi pasado y me lanzo hacia el futuro. Mi pasado era la ley, mi futuro es Dios, abriéndome a Dios y siendo Dios. 15Entonces, que quienes hemos experimentado este renacimiento, compartamos esta experiencia de la Buena Nueva con las hermanas y hermanos. Jesús continuará la 240 Filipenses 3, 4 Revelación de Su Verdad dentro de nosotros. 16La Verdad es Relación; es Ser Uno con Dios, al cual estamos llamados a adherirnos 17Por favor, únanse conmigo en este Camino hacia la Verdad; sigan mi ejemplo y conviértanse en ejemplo de cómo vivir renacidos en Amor. 18Les digo con lágrimas en los ojos que si no hacen esto, nunca serán felices. 19Porque la felicidad viene de ser lo que somos, y somos Amor y Verdad. 20Cuando vivimos esta Realidad Divina proclamamos la Buena Nueva de lo que somos y lo que cada uno es. 21Jesús nos ha liberado de nuestra Identidad equivocada y ha restaurado nuestra Identidad Divina. 22¡Compartamos esta Buena Nueva con todo el mundo! Capítulo 4 1Ahora bien, mis queridas hermanas y hermanos, quiero que sepan lo mucho que anhelo visitarlos, y que se mantengan firmes en nuestro Hermano Jesús. 4Estén alegres en Jesús; permítanme repetirlo, estén alegres en Jesús. 5Que la gente vea lo mucho que se aman unos a otros, para que sepan que Dios está cerca. 6No se preocupen por nada. Hablen a Dios en la oración como hablarían a un Papá amoroso. 7Esto les traerá paz, más profunda que el entendimiento, porque descansa en sus corazones. 8Finalmente mis queridas hermanas y hermanos, les exhorto que abran sus mentes y sus corazones, a lo que es verdadero, honorable, honesto, amable, lo que se habla con suavidad, lo que es apreciable y lo que es digno de elogio. 9Todo esto invitará al Dios de la paz a estar dentro de ustedes. 10Me siento muy feliz de que sigan demostrando una vez más su consideración para conmigo. Siempre se han interesado por mi bienestar, aunque a menudo no encuentran la manera de demostrarlo. 11No menciono esto porque necesite, dado que he aprendido a vivir con lo que tengo disponible. 12Sé vivir de manera sencilla, y disfrutar de la prosperidad. Estoy familiarizado con tener lo necesario y también con pasar hambre. 13Jesús me da fortaleza para vivir en cualquier situación. 14Fueron muy amables y generosos conmigo en los momentos de apuro. 15Ustedes, filipenses, saben muy bien que cuando comencé a predicar la Buena Nueva fueron los únicos en contribuir con este ministerio. 16Porque aun cuando estaba en Tesalónica, me enviaron ayuda en numerosas ocasiones. 17Para mí esto no es 241 Filipenses 4 una simple muestra de su generosidad, sino un testimonio de su crecimiento en Amor, crecimiento en Dios. 18Ahora que he recibido su generosa donación a través de Epafrodito, mi corazón está feliz y el corazón de Dios también. Ahora tengo más que suficiente. 19Como han cuidado de mí, Dios cuidará de ustedes en nuestro Hermano Jesús. 21Salúdenme a todos los santos en Jesús. Las hermanas que están conmigo les mandan saludos. 22Todos los santos los saludan, y especialmente los del palacio del César. 23El Amor de nuestro Hermano Jesús esté con su Espíritu. 242 Carta a los Colosenses Capítulo 1 1Pablo, apóstol de Jesús por vo- luntad de Dios y nuestro hermano Timoteo, a las consagradas hermanas y hermanos de Jesús que están en Colosas: 2Amor y Paz de Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano. 3Constantemente damos gracias a Dios, Papá de nuestro Hermano Jesús, cuando oramos por ustedes. 4Porque hemos oído hablar de su gran fe en Jesús y su gran amor por los santos. 5Esto les ayuda a darse cuenta de que el cielo está dentro de nosotros, como Jesús lo proclamó y pidió a sus amigos proclamarlo. 6En la medida que llegan a vivir esta Verdad, ésta se extenderá a través del mundo. Nuestros corazones anhelan el cielo de una manera natural; pero que se nos diga que ya está dentro de nosotros y que Dios está dentro de nosotros, es indudablemente una Buena Nueva. 7Epafras les ayudó a comprender esta maravillosa Verdad, él también está unido a Jesús como fiel ministro. 8Y nos ha contado de su gran amor en el Espíritu. 9Desde el día en que me dijo esto, no he dejado de orar y pedir por ustedes, para que sean llenos con toda sabiduría espiritual y conocimiento y puedan comprender su gloriosa voluntad reservada para ustedes. 10Y vivan una vida digna de su Divinidad, al ser completamente Uno con su Dios, lo que se manifiesta en servicio de unos para con otros, y en conocimiento espiritual. 11Pedimos que sean fortalecidos con el poder de Dios, llenándose de paciencia y perseverancia sin límites. 12Estén muy agradecidos de que Papá les haya hecho 243 Colosenses 1 conscientes de la herencia de su Divinidad a través del Mensaje de su Hijo. 13Papá nos ha rescatado de las tinieblas del miedo y nos ha traído a la casa de su amado Hijo, 14de quien hemos recibido Consanguinidad Divina (Linaje). 15Jesús ha revelado el amor de Papá y nos ha mostrado nuestra participación en Él. 16Pues a través de Jesús todas las cosas creadas llevan el sello Divino de Papá y tienen su Vida Divina. 18Jesús es también el corazón de su Cuerpo, que son las Comunidades, y como tal debe ser la vida de éstas. Para que todo lo que suceda en las Comunidades fluya de su corazón a través de Espíritu. 19Papá lo dotó con su Divinidad completa y nosotros, como hermanas y hermanos, también la hemos recibido, aunque esta maravillosa Verdad no está completamente realizada. 20Cuando Él murió en la cruz, resucitó en nosotros. La sangre que derramó entró en nuestros corazones, y nos llama a ser como él y a actuar siempre con su Amor. 21Ustedes, que también se sintieron separados de Dios en sus pensamientos y acciones, ahora deben sentir la alegría y la paz de saber que son parte integral de la Familia de Papá. 22La pre- sencia de Jesús trajo la presencia de Papá a nosotros, para transformarnos en la Familia Divina. 23Si permanecen afianzados en esta Verdad y fundamentados en esta Fe, mi ministerio de difundir la Buena Nueva de Jesús se habrá cumplido. 24Mientras la Buena Nueva se encarna, tan completamente como Jesús lo hizo en el mundo, habrá siempre sufrimiento. No hay necesidad de sufrir, sino aceptar la Verdad de nuestra Divinidad como Cuerpo Resucitado de Jesús, como Comunidad; Comunidad que vive la Buena Nueva, ya que él no pretendió establecer un Reino ni una “Iglesia”. Jesús renació en nosotros, y como tal sigue sufriendo, así como nosotros sufrimos mientras llegamos a Ser Uno. Cuando las Comunidades vivan realmente su Mensaje, el sufrimiento desaparecerá. Cuando todo el mundo viva su Mensaje, el sufrimiento terminará y el verdadero Ser Uno comenzará. 25He llegado a ser ministro de sus Comunidades por designación divina; sin embargo, sigo sufriendo porque su Mensaje no se vive universalmente. El Misterio de ser realmente hijas e hijos de Papá Dios es todavía muy reciente en el mundo. A medida que madure, la violencia cesará y 244 Colosenses 1, 2 el amor reinará, las divisiones terminarán y la unidad abundará, el miedo morirá y renacerá el Amor. 26Todos estamos llamados a ser parteras del nacimiento de esta Buena Nueva. La Buena Nueva de Jesús es sobre el Amor; por eso, aun quienes nunca han oído hablar de Jesús pueden nacer a su Divinidad Amando. Ésa es la gloria de la Buena Nueva: Dios es Amor; nosotros somos Dios, por lo tanto somos Amor. Vivimos nuestra Divinidad en la medida que amamos. 27Dios quiere que todos escuchen la Buena Nueva. Dios quiere que todos encarnen su Amor. Jesús es el modelo de Papá, para que todas sus hijas e hijos lo sigan. “Amar a Dios” es el mandamiento de Jesús. Pero aún más importante es su descripción de su Papá y nuestro Papá. 28Les digo nuevamente: cuando nos miremos en un espejo y veamos solamente a Jesús, la Buena Nueva se habrá encarnado, Jesús resucitado y nuestro propio ser resucitado habrán llegado a Ser Uno, tal como Jesús pidió. 29Esto es lo que anhelo y para esto es que Jesús y su Espíritu dan su Energía. Capítulo 2 1Quiero que sepan lo mucho que oro por ustedes y por las hermanas y hermanos de Laodicea, incluso por quienes no conozco todavía. 2Oro para que sus corazones sean fundidos en el amor y el corazón de Jesús, 3que es fuente de fe, sabiduría y de los verdaderos secretos de Dios. 4Ésta es la manera de evitar la confusión de la lógica del mundo. 5Quiero que sepan que aun cuando no estoy presente, mi corazón está fundido con ustedes en Espíritu, sobre todo cuando oigo hablar de la firmeza de su fe en Jesús. 6En la medida que se den cuenta de que Jesús es verdaderamente su Hermano, vivirán en íntima unión hasta el punto de llegar a ser Él. 7Esto hará que su corazón rebose en permanente acción de gracias. 8Estén atentos a quienes traten de cautivarlos con la filosofía y la sabiduría del mundo, en lugar de la Buena Nueva de Jesús. 9En Él reside toda la sabiduría y la Vida de Dios. 11En Él fueron incorporados a la Alianza con Papá. 12Cuando fueron sepultados con Jesús en el bautismo, fueron resucitados a la Vida Divina a través de esta Alianza con Papá. 245 Colosenses 2, 3 13A quienes estaban muertos en el miedo a la ley, los trajo a la vida, mediante la enseñanza de la Buena Nueva, al clavar la ley en la cruz. 16Estén seguros que ya no hay validez de leyes sobre lo que deben comer y beber o lo que deben hacer para guardar el sábado. 17Estas son sombras de preceptos antiguos; ahora solamente debemos seguir a Jesús. 18Que nadie enseñe algo diferente, manténganse centrados en el Corazón de nuestras Comunidades, que son Jesús, 19y en ellas nos impulsa a su propia Vida Divina. 20Si han muerto con Jesús, a la sabiduría y a los valores del mundo, ¿por qué continuar viviendo bajo los controles del mundo? 21¡No toquen esto! ¡No coman aquello! 22Estas leyes simplemente los devorarán; 23su preocupación son cosas materiales, en lugar de crecer en la Vida Divina con Jesús. Capítulo 3 1Si han sido resucitados a la Vida Divina con Jesús, entonces pongan sus corazones en los asuntos del cielo, donde está Jesús con Papá. 2Piensen en estas cosas y no en asuntos terrenales. 3Porque ustedes han muerto con Jesús, y ahora viven en su cora- zón. 4Cuando Jesús, nuestra verdadera vida, se manifieste, nos manifestaremos con Él porque somos Él. 5Por tanto, dejen que todo lo que no es de Jesús simplemente pase. 7Aunque ustedes fueron muy apegados a estas cosas en el pasado, ahora Jesús llena sus corazones. 8Permitan que su Amor llene esos lugares donde antes guardaban ira, mal humor, maldad, codicia, calumnia. 9Hablen siempre la verdad, porque Jesús es Verdad. 10Dejen que sus hábitos de antes de la Alianza pasen, mientras pueden llegar a ser (como) el Dios que los creó. 11Ya no hay ninguna diferencia entre griegos y judíos, entre quienes están dentro de la Alianza y quienes están fuera, entre paganos y santos; porque Jesús es todo y está en todos. 12Por eso, como Amados de Dios, vístanse con ternura de corazón, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. 13Sopórtense unos a otros, perdonándose siempre y teniendo sólo Amor en sus corazones. 14Dejen que Amor purifique todo y forme el vínculo perfecto para Ser Uno. 15Permitan que este Amor, mediante el cual fueron llamados a entrar en Comunidad, controle todo entre ustedes. Sean siempre agradecidos. 16Que el Mensaje enriquecedor 246 Colosenses 3, 4 de Jesús tenga amplio espacio en sus vidas y corazones, mientras enseñan y alertan con toda sabiduría y amor. Celebren esto con salmos, himnos y cánticos espirituales entonados a Dios con espíritu agradecido. 17Lo que hagan, háganlo en el Espíritu de nuestro Hermano Jesús, a través de quien lo estarán haciendo para Dios, nuestro Papá. 18Esposas, amen a sus maridos. 19Esposos, amen a sus esposas. 20Hijos, sean obedientes con sus padres en todo, porque esto los hará felices y les enseñará a vivir en la Alianza de la Familia de Dios. 21Padres, amen a sus hijos y abran sus corazones a ellos. 23Cualquier cosa que hagan, háganlo siempre por Dios en las Comunidades. 24Esto es parte de la Alianza de la Familia de Dios. Así viven su derecho de nacimiento como sus hijas e hijos. Capítulo 4 2Manténganse fieles en la oración, nuestra relación con Dios y con nosotros mismos. Agradezcan a nuestro Papá y a nuestro Hermano. 3Pídanles que abran mi corazón cada día más, para comprender el Mensaje de Jesús, por el cual estoy en prisión y el cual espero poder explicar bien a todos. 5Compórtense prudentemente con quienes no están (todavía) en la Alianza. Aprovechen su tiempo de la mejor manera posible. 6Hablen siempre a cada uno de Amor y Sabiduría. 7Les envío a nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor y amigo de Jesús, quien los pondrá al corriente sobre mis asuntos. 8Les dirá lo que está sucediendo aquí y animará sus corazones. 9Estará acompañado de Onésimo, otro de nuestros amados y fieles hermanos, que es uno de ustedes. Ellos los pondrán al día acerca de todo lo que está ocurriendo. 10Todos mandan saludos y oraciones, 12especialmente Epafras, uno de ustedes, quien constantemente reza para que se mantengan firmes en Jesús, 13junto con las hermanas y hermanos de Laodicea y Hierápolis. 14Lucas, el amado médico, también les envía sus saludos. 15Extiendan nuestros saludos a las hermanas y hermanos en Laodicea, también a Ninfa y la comunidad que se reúne en su casa. 16Cuando terminen de leer esta carta, por favor dispongan que pueda ser leída a las Comunidades de Laodicea, mientras leen la que les envié a ellos. 18Reciban mis saludos de mi propio puño y letra. Manténganme en sus oraciones. Que el Amor esté con ustedes. 247 Primera Carta a los Tesalonicenses Capítulo 1 1Pablo, Silvano y Timoteo, a las Comunidades de los tesalonicenses, en Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano: Amor y Paz a ustedes. 2Damos gracias a Dios por todos en nuestras oraciones, 3y siempre recordamos su maravillosa fe, sus obras de Amor y su esperanza duradera que descansa en nuestro querido Hermano Jesús. 4Hermanas y hermanos, amados de Dios, somos muy conscientes de su elección, 5porque la Buena Nueva no les llegó simplemente en palabras, sino con el poder del Espíritu. Se han dado cuenta de la vida a la que fueron llamados, mediante el testimonio que yo he vivido. 6Ustedes comenzaron a imitar nuestro ejemplo y llegaron a ser seguidores de Jesús, im- pulsados con la alegría que solo puede venir de Espíritu. Abrieron su corazón a Él, aunque les causó gran aflicción. 7A su vez llegaron a ser ejemplo para los creyentes de Macedonia y Acaya. 8El Mensaje de Jesús hizo eco a partir de ustedes no solo allí, sino que las noticias de esta maravillosa fe se extendieron por todas partes, y su testimonio hizo muy fácil mi ministerio. 9Muchos hablan sobre cómo les trajimos la Buena Nueva, cómo entregaron sus vidas a Jesús y dejaron atrás los valores del mundo. 10Hablan también sobre cómo ven el Amor de Jesús en ustedes y el servicio a las hermanas y hermanos en sus vidas. Capítulo 2 1Para que sean conscientes, hermanas y hermanos, qué tan 248 I Tesalonicenses 2, 3 efectivo ha sido nuestro ministerio, 2ustedes saben que después de las persecuciones y el sufrimiento que soportamos en Filipos nos sentimos muy bendecidos, cuando Dios nos ayudó a traerles la Buena Nueva. 3La gente sabe que nuestros motivos son puros y honestos, que hemos sido llamados por Dios a difundir su Buena Nueva, 4y que nos alegramos de estar dispuestos para hacerlo. 5Nunca mostramos una falsa imagen. 7Por el contrario, hemos caminado humildemente entre ustedes y los hemos tratado tiernamente, como a nuestros propios hijos. 8Estamos dispuestos no solo a compartir la Buena Nueva, sino hasta nuestra propia vida, porque ustedes han llegado a ser muy queridos para nosotros. 9Recordarán, hermanas y hermanos, que trabajamos día y noche para no ser una carga financiera, mientras les predicábamos la Buena Nueva de Dios. 11Saben que éramos como un padre, animándolos a abrirse a la Vida Divina de Dios, para permitir que brillara a través de ustedes, 12para que su amorosa Alianza resultara obvia para todos. 13Agradecemos constantemente a Dios que hayan aceptado la Buena Nueva, que viene realmente de Jesús y no de nosotros. 14Ustedes, hermanas y hermanos, llegaron a ser reconocidos como amigos de Jesús en sus Comunidades de Judea. 15Por eso fueron perseguidos por quienes estaban a su alrededor, tal como lo fue Jesús. 16Pero no se desanimen, que su fe está basada en esa sólida convicción. 17Nosotros, hermanas y hermanos, hicimos grandes esfuerzos para visitarlos, aun cuando los líderes judíos nos prohibieron enseñarles la Buena Nueva e incluso estar con ustedes. 18Pero siempre han estado en nuestros corazones, 19porque ¿quiénes, si no ustedes, son nuestra esperanza y nuestra felicidad? Ustedes son nuestra gloria y nuestro gozo. Capítulo 3 1Cuando no pudimos hacer más, les enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios de la Buena Nueva, mientras nosotros nos quedamos en Atenas. 2Lo enviamos para que les brindara apoyo en la fe y para animarlos, 3de modo que no estuvieran muy preocupados por nuestras aflicciones, 4pues cuando estuvimos con ustedes les hablamos sobre los problemas que íbamos a tener. 5Envié a Timoteo para que aseguraran su fe, de tal manera que nadie se las pudiera arrancar. 6Ahora que ha regresado nos ha 249 I Tesalonicenses 3, 4 traído noticias maravillosas acerca de su fe y amor por los demás, que nos recuerdan constantemente en sus oraciones y anhelan vernos, tanto como nosotros. 7Por todo esto tenemos razón, hermanas y hermanos, para animarnos, en lugar de sentirnos con angustia y aflicción. 8Tenemos estos ejemplos de fe para continuar avanzando. 9¿Cómo podríamos pagar a Dios la felicidad que disfrutamos gracias a ustedes, en la presencia de nuestro Dios? 10Día y noche oramos para poderlos ver cara a cara y completar lo que haga falta en su fe. 11Que Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano respondan nuestra oración, para visitarlos. 12Que Papá haga desbordar su amor unos a otros y por cada uno, así como el nuestro por ustedes. 13Y que sus corazones sean tan firmes y su fe tan profunda, que encarnen a Jesús en sus vidas, con todos los demás santos. Capítulo 4 1Así, hermanas y hermanos, les ruego, en el nombre de nuestro Hermano Jesús, que sigan viviendo de la manera que les hemos enseñado y que cada día brille más completamente la Vida Divina en ustedes. 3Esta es la volun- tad de Dios: que manifiesten en su vida al Jesús que vive en sus corazones. 4Aprendan a amar a su pareja más plenamente, 5no como quienes no saben que Dios es Amor y que nos llama a reflejarlo en nuestras vidas; que todos aprendan esta Verdad. 6Traten a todas las hermanas y hermanos con respeto y honor; 8Jesús pidió que lo encarnáramos en nuestras vidas, para manifestar los poderes de Espíritu. 9No es necesario, hermanas y hermanos, enseñarles acerca del Amor, porque han aprendido a hacerlo por el mismo Amor. 10Y lo están practicando con todas las hermanas y hermanos de Macedonia. 11Sin embargo, hacemos un llamado para que crezcan en Amor todos los días, vivan en paz con todos y atiendan sus propios asuntos. 12Recuerden que dijimos que cada uno tenga su propio trabajo, para que nadie tenga que depender de otro. 13Queremos ser muy claros, hermanas y hermanos, acerca de quienes han muerto, para que no se aflijan por ellos como lo hacen quienes no tienen esperanza. 14Si creemos que Jesús murió y resucitó, sabemos que nosotros haremos lo mismo. 15Les decimos esto, tal como nos fue dicho por 250 I Tesalonicenses 4, 5 nuestro Hermano Jesús. Cuando Él reencarne en nosotros, vendrá al mundo por segunda vez. La primera vez fue en Belén, la segunda vez será en nuestros corazones. Esto anunciará el fin del reinado del miedo y el comienzo del mundo del Amor, el mundo de Dios. 16El Fuego del Espíritu se extiende por todo el mundo; será como Ángeles con trompetas anunciando la segunda venida. 17En la medida que se abran los corazones y sean renacidos en Jesús, hasta los muertos se regocijarán con Vida Divina. 18Seremos impulsados al reino de los cielos, incluso mientras estamos vivos. Anímense unos a otros con esta Buena Nueva. Capítulo 5 1Jesús vino a traernos la Buena Nueva, 2y ahora hemos llegado a ser la Buena Nueva. Donde dos o tres se reúnen en su nombre, tenemos una Segunda Venida real de Jesús. 4Su Amor explotó en el mundo como un niño en Belén; ahora nuestras vidas están a punto de explotar con su Segunda Venida. 5Algunas veces será como temblores de tierra (cambios), y otras veces será una suave brisa. No hay leyes acerca de cómo vendrá Jesús la segunda vez, excepto la que dice que vendrá (como nosotros). Cuando Jesús fue sepultado en su tumba, también fue sepultado en nuestros corazones. Nosotros decidimos cuándo resucitará de allí a nuestra vida. 6El signo de esta segunda resurrección será el Amor en nuestra vida y el Espíritu en nuestras acciones. 7Así como los dones de Espíritu se derraman por todo el mundo, los Ángeles sonarán la trompeta de la alegría para quienes tengan oídos y quieran oír. 8Los dolores de parto de su Segunda Venida han comenzado. 9Las persecuciones en nuestra contra son parte de esto; cuando los dolores de parto comienzan, el parto es seguro. 10Podemos resistirnos y continuar con los dolores del miedo, o abrir nuestro Divino vientre y permitir que Jesús nazca otra vez en nosotros y de nosotros. 11Ustedes, hermanas y hermanos, ya conocen esta Gran Noticia. La Buena Nueva de Jesús indica su Segunda Venida a través de nosotros. Gracias a Dios, esto ha empezado. Pentecostés fue su comienzo; el total Ser Uno en el Amor será su final. Anímense unos a otros con esta Gran Noticia. 12Les ruego, hermanas y hermanos, que se abran a quienes traigan esta Noticia. 13Manténganlos en alta estima, porque 251 I Tesalonicenses 5 señalan el camino a la verdadera felicidad, al gozo, a la paz, a Jesús. 14Ayúdenles a los débiles para que se abran a esta alegría, amándolos más cada día. Amor es todo lo que se necesita para llegar a Jesús, porque Jesús es solo Amor. Cuídense de quienes enseñen cualquier otra doctrina. 15Vigilen que nadie pague mal con mal; traten siempre de ser útiles unos a otros, y a todos. 16Estén siempre alegres. 17Oren sin cesar. 18Estén siempre agradecidos, porque esa es la voluntad de Papá, en nuestro Hermano Jesús. 19No se opongan a las acciones de Espíritu, manifestándose a través de ustedes. 20Ábranse a las declaraciones proféticas, 21pero también ratifíquenlas con la Comunidad y retengan solamente aquellas que son Verdad. 22Transformen mal en Amor. 23Esto los hará santos a través del mismo Amor, porque el secreto de la santidad es abrirse al Amor. 24Aquel que los llama (al) Amor, lo completará en ustedes. 25Hermanas y hermanos, oren por nosotros. 26Salúdense unos a otros con un beso santo. 27Les pido que lean esta carta a todas las hermanas y hermanos. 28Y que la gracia de nuestro Hermano Jesús esté con ustedes. 252 Segunda Carta a los Tesalonicenses Capítulo 1 8Quienes 1Pablo, Silvano y Timoteo, a las Comunidades de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano: 2Amor y Paz a ustedes, de nuestro Papá y nuestro Hermano. 3Siempre estamos agradeciendo a Dios por ustedes, hermanas y hermanos, porque su fe está creciendo mucho y el amor por los demás abunda. 4Hemos hablado a todas las Comunidades de Dios sobre la fortaleza y la fe en medio de las persecuciones y las angustias que tienen que soportar. 5Jesús los ha traído a su Alianza, y es a causa de esta gran bendición que están sufriendo. 6No pueden esperar otra cosa, sino que Jesús renazca en ustedes. 7Su consuelo vendrá de Aquel que está renaciendo en sus corazones, y no de lo que sucede afuera. rechazan la Buena Nueva de Jesús no se dan cuenta que en realidad se están rechazando a sí mismos, porque todos somos Uno, aun si no aceptan esa Verdad. 9Oramos para que abran sus corazones a sí mismos, 10para que puedan regocijarse de ser lo que son, Ser Uno con Jesús, como lo hemos testimoniado tantas veces. 11Por eso oramos constantemente por ustedes, para que así como han nacido en Jesús, acepten su lugar en la Familia de Dios, de modo que Jesús pueda ser visto en la forma como viven, según lo revelan el amor de Dios y nuestro Hermano Jesús. Capítulo 2 1Ahora les ruego, hermanas y hermanos, en relación con la Segunda Venida de Jesús y nuestro 253 II Tesalonicenses 2, 3 llegar a ser Uno con él, 2que no tengan miedo y no permitan que nadie les perturbe. 3No crean a quien diga que si Jesús va a renacer en ustedes, entonces morirán. La simple razón es que Jesús no es alguien más, sino su propia esencia. Cuando él llega a ser nosotros, nuestro propio ser se convierte en su verdadero ser, y la Verdad de la Unidad comienza a brillar. 4La unidad con Dios trae paz, gozo y amor. Ser uno con Dios era considerado blasfemia. La Buena Nueva de Jesús nos dice que es simplemente realidad. Enfrentar esta realidad es el camino a (ser) Dios. 5¿No recuerdan que hablé de esto cuando estuve con ustedes? 6Esta radical Buena Nueva de Jesús sustituye la antigua ley por Amor. 7La creencia en la ley como el camino a Dios, en realidad nos aleja de Dios. 8Las leyes son de orden humano, no para llegar a Dios. Ley puede ser fundamento de orden, pero Amor es fundamento de Vida. 9¿Cómo puede Dios, que es Amor, ser reducido a una ley? 10Quienes tratan de hacerlo terminan viviendo vidas muy infelices. 11Amor trae Alegría. 12Amor es nuestro derecho de nacimiento, Amor es nuestro ser real. 13Agradecemos que la mayoría de ustedes ya lo saben. Saben que son amados por Dios tal como son. 14El Espíritu de Amor los ha llamado y han escuchado la Buena Nueva que les hemos predicado. 15Ahora saben que comparten la identidad de Dios. Por tanto manténgase firmes en esta Verdad, hermanas y hermanos, y compártanla con otros como yo la he compartido con ustedes. 16Que nuestro Hermano Jesús y Dios nuestro Papá, que siempre nos ama y nos da su Vida Divina, 17fortalezca sus corazones para que puedan manifestar la Vida Divina con toda buena obra y palabra. Capítulo 3 hermanas y hermanos, oren por nosotros, y que esta Palabra de Dios se extienda por todo el mundo y sea vivida tal y como lo hacen ustedes. 3Dios es fiel y nos dará la fuerza para vivir su llamada. 4A través de Él tenemos confianza en ustedes, que están practicando lo que les hemos enseñado. 5Que Dios dirija sus corazones a su Amor y a la paciente expectativa del renacimiento de Jesús en ustedes. 6Les exhortamos, hermanas y hermanos, a formar Comunidades tan fuertes que nadie pueda interferir su amor. 7Siempre hay 254 1Finalmente, II Tesalonicenses 3 quienes se resisten a su propia felicidad. Traten de amarlos y conducirlos a ella. 8Todos estamos llamados a participar en la creación, por el trabajo que hacemos. Ya vieron cómo lo hicimos entre ustedes con nuestros propios medios. 10Porque mientras estuvimos con ustedes siempre dijimos: “Quienes puedan trabajar, deben hacerlo; de lo contrario no comen de la mesa de la Comunidad”. 11Ser de Dios no quiere decir que ya no somos humanos y sujetos a la necesidad humana de trabajar. 12Por lo tanto, in- sistimos en que todos vivan haciendo su propio trabajo, ganándose su propia forma de vivir. 13En cuanto a ustedes, mis queridas hermanas y hermanos, no se cansen de seguir a Jesús. 14Amen incluso a quienes no lo siguen, 15como haría con ustedes el mismo Jesús. 16Que el mismo Dios de Paz les conceda paz en todo momento y bajo toda circunstancia. 17Les saludo de mi puño y letra. De esta manera firmo todas mis cartas. 18Que el Amor de nuestro Hermano Jesús esté con todos ustedes 255 Primera Carta a Timoteo Capítulo 1 1Pablo, apóstol de Jesús, llamado por Dios a este ministerio, 2a Timoteo, mi hijo querido en la fe: Amor, Paz y Alegría de Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano. 3Como le pedí cuando estaba camino a Macedonia, por favor permanezca en Éfeso, y contribuya a mantener pura la Buena Nueva; 4para que la gente no se ponga a discutir sobre cosas que nada tienen que ver con la fe. 5Debemos mantenernos siempre centrados en el Amor que fluye de un corazón puro, una conciencia limpia y una fe profunda. 6Algunos se han desviado de esto, 7por querer ser maestros de la ley y no del Amor. 8Porque la ley es para los incrédulos. 9Si de verdad creemos en el Amor, en Dios, no hay ne- cesidad de leyes 10diferentes de aquellas que ponen orden a nuestro mundo exterior. 11Tenemos la Buena Nueva de nuestro amado Dios para guiarnos, la cual me he comprometido a compartir. 12Agradezco a Jesús, nuestro Hermano, que me consideró fiel y me dio la fortaleza para cumplir con este servicio, a pesar de que en mi vida antes de su llamado faltaban muchas cosas. 13Él miró más allá, aunque yo no había oído todavía la Buena Nueva, 14y cuando me abrí a ella, me llenó con su propia fe y amor. 15Este Jesús, presente en mi vida, me ha levantado hasta mi propia Divinidad. El renacimiento en nuestro Verdadero Ser es a lo que todos estamos llamados. 16Quizás una mejor manera de decirlo sería que estamos llamados a renacer en nuestro otro ser, 256 I Timoteo 1, 2, 3 nuestro Ser Jesús. 17Que nuestros corazones siempre den gracias por este Ser Divino que Jesús vino a revelarnos. 18Por lo tanto, mi querido hijo Timoteo, sea fiel a Jesús y a las increíbles profecías que se han dicho de usted. 19Que renazca Jesús en su vida y en aquellos a quienes sirve. Ese es su Llamado, esa es Su vida. Capítulo 2 1En primer lugar, recuerde siempre orar. 2Una su voluntad a la de Jesús para traer paz y amor a todos los niveles de la sociedad, tanto a quienes son considerados importantes como a quienes no lo son. 3Esta es la Vida que Jesús vino a traer. 4Consecuentemente, viviremos en la Verdad y de la Verdad. 5Porque solo hay una Verdad, Jesús, 6que encarnó para restablecer el Ser Uno de todos. 7Fui designado para predicar esta Verdad, esta Buena Nueva. 8Por eso quiero que cada uno viva una vida de oración, en armonía con todo el mundo. 9Somos Divinos; por lo tanto, no hay necesidad de impresionar a los demás con lo que tenemos o vestimos, 10sino con la forma como vivimos. 11Si todos entendiéramos y viviéramos nuestra Divinidad, po- dríamos caminar humildemente a través del mundo en servicio y amor. 12Algunos se esfuerzan por ser grandes, sin darse cuenta que ya son Dios. Capítulo 3 1Quienes se sientan llamados a servir como obispos, tienen una buena intención. Quienes no se sienten llamados a servir, no tienen el llamado a ser obispos. 2Por encima de todo, un obispo debe tener buen corazón, saber cómo amar, cómo vivir en paz y traer paz, ser honorable, honesto y buen maestro. 3La familia de un posible obispo es un buen indicador, de él como persona y de su futuro ministerio en la Comunidad. 4Jesús necesita ser el tesoro de un obispo, no el dinero, ni el prestigio ni el poder. 5Un corazón abierto y un espíritu amable es el fundamento de todos los llamados. 6Un buen nombre es el resultado de una vida buena. 8Lo mismo aplica para los diáconos, quienes han sido llamados especialmente para servir a los necesitados. 9Denles la oportunidad de vivir su llamado por un tiempo, antes de ser legitimados en la Comunidad. 11Las esposas de quienes han sido llamados necesitan tener los mismos atributos, 12aunque no 257 I Timoteo 3, 4, 5 los mismos talentos. 13Pues todos somos llamados a reencarnar a Jesús en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean. 14Le escribo este consejo, en caso que mi visita se retrase. 15Tenemos que estar muy atentos que la casa de Dios refleje su Amor. 16Todas las Comunidades deben reflejar la Buena Nueva de Jesús. 17Ser amorosos es el secreto de todas las Comunidades. Capítulo 4 1Que no se entristezcan cuando la gente se aleje de la fe. 2Hay quienes siempre se sienten miserables, aunque mienten diciendo que se sienten liberados. 3Algunos se desvían tanto, que dicen que el matrimonio es malo y que el sexo es peor. Nuestros cuerpos son Encarnaciones Divinas, y disfrutar de la felicidad conyugal puede abrir la puerta a nuestra propia Divinidad. Incluso disfrutar de la comida saludable puede ayudar a conectarnos con el Universo. 4Todo lo creado por Dios es parte de Dios, y no debe ser rechazado, sino recibido con agradecimiento. 5Cuando vemos que todo es consagrado, estamos a un paso de ver la Unidad de Todo. 6Si enseña esta Verdad a las hermanas y hermanos, será un fiel ministro de la Buena Nueva de Jesús, a quien usted le ha dado su vida y servicio. 7No preste atención a otras cosas. 8Entrénese para ser Divino. 9El entrenamiento físico es de gran ayuda para nuestra vida en la tierra; el Entrenamiento Divino conduce a la vida eterna. 10Esto es lo que hemos luchado tanto para conservar, vivir y predicar. 11También éste es su Llamado, como bien lo sabe. No se inquiete acerca de su juventud, porque la madurez no viene de los años que vivimos, sino del servicio que prestamos. 12Conviértase en ejemplo de lo que predica: ejemplo de fe, de esperanza, de amor y pureza de corazón. 13Hasta que yo llegue, dedíquese a la lectura pública de exhortaciones, a la predicación y la enseñanza. 14Utilice sus dones especiales, revelados a través de la profecía y que le han sido otorgados por la imposición de manos de los ancianos. 15Practique estas cosas para que su crecimiento espiritual sea evidente a todo el mundo. 16Viva lo que enseña, enseñe lo que cree y crea lo que le enseñamos. Capítulo 5 1Sea amable con los ancianos y trátelos como lo haría con su propio padre; trate a los jóvenes 258 I Timoteo 5, 6 como a sus propios hermanos; 2a las ancianas como a su propia madre y a las jóvenes como a sus propias hermanas. 3Jesús no estuvo preocupado por una nueva religión, sino por una nueva Familia. 4Las relaciones de Amor son el eje central de la Buena Nueva. 5Honre a todas las viudas y viudos que no tengan hijos que cuiden de ellos. 6Usted debe llegar a ser la fe de ellos en Dios. 7Enseñe estas cosas, para que todos puedan vivir en y como la Familia de Jesús. 8Cuide siempre de quienes dependan de usted, sean hijos o padres. 9Cuide en especial de quienes han tenido cuidado de otros. 15El servicio en nuestras Comunidades de fe está dirigido principalmente para quienes no tienen a nadie. 16De esta manera nos convertimos en su familia y los incorporamos en la gloriosa Familia de Dios. 17Los ancianos que han servido bien son dignos de honor especial, sobre todo quienes han trabajado en liderazgo, enseñanza y sanación. 18Nunca deje que nuestras Comunidades degeneren en instituciones. Las Comunidades o familias extensas se mantienen unidas por amor, mientras que las instituciones se mantienen unidas por leyes. Las familias se hacen cargo de ellas mismas, mientras que las instituciones se hacen cargo de quienes pagan por sus servicios. 19No acepte ninguna acusación contra un anciano, a menos que esté sustentada por un segundo testigo. 20Corrija a quienes se han desviado del camino de Jesús, con el amor de Jesús. 21Siga lo que le he dicho aquí, en toda circunstancia. 22Imponga las manos para ordenación solo después de un tiempo de discernimiento. 23Siga siempre al Espíritu en este sentido. 24Con tiempo es bastante fácil distinguir entre quienes todavía caminan en la oscuridad y quienes han encontrado el camino de Jesús. Capítulo 6 feliz con lo que es, 7como está con lo que tiene. 9El amor al dinero es el camino que aleja de Dios, porque Dios es el mismo Amor. 10El amor al dinero es la más oscura idolatría, porque nos aleja no solo de Dios, sino también de nuestras hermanas y hermanos, pues ¿de dónde viene el exceso de dinero sino de ellos? Algunos creen que el dinero les traerá felicidad, para descubrir demasiado tarde que solo les trae sufrimiento. 259 6Sea 8y I Timoteo 3, 4, 5 11Usted, hombre de Dios, evite esta trampa y camine hacia una vida santa, una Vida Divina, llena de fe, amor, paciencia y bondad. 12Con Dios como su corazón y Jesús como su guía, 14camine en el resplandor de Amor hasta llegar a ser Amor, llegar a estar en Dios. 15Entonces Jesús habrá venido de nuevo a nuestro mundo. 16La Segunda Venida de Jesús es llegar a ser Jesús. 17Diga a quienes son ricos que necesitan ser humildes. 18Que pongan su esperanza en Dios, que es eterno, y no en el dinero, que siempre pasa. 19Exhórtelos a hacer el bien, a ser ricos en buenas obras, a ser donantes generosos, a practicar el compartir, para que puedan alcanzar la vida que es verdaderamente Vida. 20Mi querido Timoteo, conserve el precioso regalo que se le ha dado. No deje que sea afectado por discusiones de falso conocimiento. Mantenga sus ojos y su corazón siempre en Jesús. Que la Gracia esté siempre con todos ustedes. 260 Segunda Carta a Timoteo Capítulo 1 1Pablo, apóstol de Jesús por la voluntad de Dios, con la promesa de Vida Divina, 2a Timoteo, mi hijo amado: Gracia y paz de Dios nuestro Papá, y de Jesús nuestro Hermano. 3Agradezco a Dios por usted cuando rezo día y noche. 4Sé que las cosas le han sido difíciles desde que lo vi. Anhelo verlo de nuevo, para sentirme completamente feliz. 5Recuerdo la profunda fe que primero vivió su abuela Loide, que luego nació en su madre Eunice y que ahora ha crecido fuertemente en usted. 6Es por esto que me gustaría recordarle que viva la llama del don precioso de Dios, que usted tiene por la imposición de manos. 7Porque Jesús nos ha dado un Espíritu de valentía, de poder y de amor. 8Por eso debe ser valiente al dar testimonio de nuestro Hermano Jesús, y de mí, su prisionero. Porque mis sufrimientos me ayudan a cristalizar la Buena Nueva en virtud del poder de Dios, quien nos ha llamado a este ministerio. Él ha hecho esto no porque seamos muy especiales, sino porque es muy amoroso. Nos ha llenado de gracia con una llamada que va más allá de la comprensión humana. Una Llamada desde toda la eternidad, para ayudarnos a crecer en eternidad. Ahora su Voluntad ha aparecido como Jesús, quien venció el miedo al superar la muerte. Nos trajo a la Vida Eterna, a su propia Vida Divina a través de su Buena Nueva, para la cual he sido designado predicador, apóstol y maestro. Por esta razón estoy en prisión, pero no me avergüenzo, porque sé que Jesús me concederá la libertad defi- 261 II Timoteo 1, 2, 3 nitiva cuando llegue mi día. 13Mantenga la sagrada enseñanza que recibió de mí. Fortalezca su fe y amor en Jesús. 14Que Espíritu sea el guardián de los dones sagrados que se le han confiado. 15Usted sabe que todos los de Asia me abandonaron. 16Que Dios bendiga la familia de Onesíforo, quien siempre fue una alegría y gran apoyo para mí. 17Nunca se avergonzó que yo estuviera en prisión. Lo primero que hizo cuando llegó a Roma fue buscarme. 18Sé que Jesús nos ama a todos totalmente, pero quienes han ayudado a difundir esta Buena Nueva tienen un lugar especial en su corazón. Capítulo 2 1Hijo mío, sea fuerte en la gracia que es Jesús. 2Enseñe a otros lo que le he enseñado y que ellos a su vez lo enseñen. 7Podrá hacer todo esto bien, porque Jesús nos dará entendimiento en todo. 8Mantenga siempre a Jesús en su corazón, resucitado de entre los muertos, que descendió de Papá para traer la Buena Nueva, que yo también predico 9y por lo cual sufro castigos, como si fuera un criminal, pero la Buena Nueva no puede ser encadenada. 10Soporto todo esto por el bien de las hermanas y hermanos, para que re- ciban en sus vidas a nuestro Hermano Jesús y su Vida Divina. 11Es importante recordar que si hemos muerto a nuestra identidad anterior junto con Jesús, 12seremos resucitados con él y compartiremos su propia Vida Divina. 13Él nunca nos abandona, pues ¿cómo podría abandonarse a sí mismo? 14Nunca se canse de predicar esta gloriosa Verdad. 22Siempre vaya en busca de integridad, fe, amor, paz, y mantenga íntima amistad con todos los de la Familia de Dios. 24Una hermana o hermano de Jesús no debe buscar pleitos, sino que debe ser respetuoso y amable con todo el mundo, hábil en la enseñanza y dispuesto a soportar el mal. 25Corrija amablemente a quienes se han alejado de la Verdad, 26porque la Verdad es Jesús. Capítulo 3 1Tenga en cuenta que en la medida que se difunda la Buena Nueva, la oposición también se extenderá. 2Que esto no le sorprenda. 3Sea cuidadoso en su trato con las personas que se han apartado de Jesús; 4recuerde que también son hijos de nuestro mismo Papá, aunque se nieguen a admitir o aceptar esta Verdad. 5La oposición no cambia la Verdad. 262 II Timoteo 3, 4 6La oposición a Jesús no cambia nuestro llamado a amar a nuestros enemigos. 7Viva siempre en una comunidad de fe que lo apoye cuando las cosas se pongan difíciles, 8y se regocijen con usted cuando las cosas vayan bien. 10Agradezco que siempre se ha mantenido fiel a mis enseñanzas, mi forma de vida, mi fe, mi amor, mi constancia y paciencia. 11Usted estuvo conmigo aun en mis persecuciones y sufrimientos, y en todo lo que me ocurrió en Antioquía, en Iconio y en Listra. 12Quienes siguen las huellas de Jesús deben esperar ser tratados como él; 13amado por muchos y perseguido por unos pocos. 14Manténgase fiel a lo aprendido y a aquellos de quienes aprendió. 15Ya que desde pequeño ha conocido los escritos sagrados que enseñan sabiduría y fe en Jesús. 16Todos los escritos inspirados por Dios son útiles para enseñar, corregir y entrenar la santidad, 17de modo que quienes están en la Familia de Dios puedan vivir como Dios. Capítulo 4 1Le exhorto, en presencia de Dios y de Jesús a predicar siempre la Buena Nueva, cuando sea conveniente y aun cuando no lo sea. 2Utilícela para corregir y ex- hortar con amable paciencia y enseñanza continua. 3Porque llegará el tiempo en que algunos se apartarán de la Buena Nueva. 4Siga escribiendo para que también quienes no ven puedan escuchar sus palabras. 5Consérvese fiel al llamado a ser ministro. 6Siento que el tiempo de mi servicio se está cumpliendo y que el tiempo de mi partida ha llegado. 7He peleado la buena batalla, he culminado la carrera, he guardado la fe. 8Ha llegado el tiempo de ir a una presencia más profunda de nuestro Hermano Jesús, junto con las hermanas y hermanos que ya están allá. 9Entonces, por favor trate de visitarme pronto. 10Demas me ha dejado y se ha ido a Tesalónica, Crescente ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia. 11Sólo Lucas está conmigo. 12Busque a Marcos y tráigalo con usted, porque es muy útil para mi ministerio. 13Cuando venga, traiga el abrigo que dejé en Tróade con Carpo; también los libros y especialmente los pergaminos. 16Cuando fui acusado en la primera ocasión, nadie salió en mi defensa. 17Pero Jesús se puso a mi lado y me dio fortaleza para poder llevar la Buena Nueva a todos los Gentiles. 18Me libró de la boca del león y retrasó mi llegada 263 II Timoteo 4 plena a su presencia, para que pudiera continuar proclamando su Mensaje aquí en la tierra. 19Por favor, salúdame a Prisca y Aquila y a la familia de Onesíforo. 20Dejé a Trófimo en Mileto, porque estaba demasiado enfer- mo para viajar. Haga lo posible por venir antes del invierno. 21Eúbulo, Pudente, Lino, Claudia y todas las hermanas y hermanos les envían saludos. 22Que Jesús esté (sea) con su Espíritu. La Gracia esté con ustedes. 264 Carta a Tito Capítulo 1 1Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesús, a Tito mi verdadero hijo en la fe. 2Fuimos llamados para fomentar la fe en todas las hijas e hijos de Dios, y para guiarlos hacia la Vida Divina que somos (podemos tener) como hijas e hijos de Dios y hermanas y hermanos de Jesús. 3Fuimos llamados a llevar esta Buena Nueva a todos. 4Amor y Paz a usted, Tito, de Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano. 5Sabe que le dejé en Creta para atender los problemas allí y nombrar ancianos en cada ciudad. 6Estos ancianos han de ser personas sobresalientes, cuyos hijos creen y viven la Buena Nueva. 7Porque el obispo debe cuidar de la Familia de Dios. Como cualquier padre, el obispo debe llevar una vida ejemplar, para enseñar con el ejemplo y no ser terco, arrogante, dado a la bebida o avaro. 8Los obispos deben tener un corazón amable y acogedor, un espíritu suave y una vida santa. Deben creer y vivir la Buena Nueva de Jesús, la cual deben impartir a través de enseñanzas llenas de Espíritu, 9y que puedan atender a quienes están en proceso de aceptar esta Buena Nueva. 10Entonces, Tito, mi querido hijo, asegúrese de insistir que quienes fueron judíos, no impongan leyes antiguas a los nuevos convertidos. 11Jesús nos sacó de la ley, pero no nos llevó al libertinaje. 12El Amor es amable, pero no menos exigente. 13La ley se ocupa de las acciones, mientras 265 Tito 1, 2, 3 el amor trata con el corazón, que es una parte mucho más profunda de nosotros. 14Esto es muy importante, porque entre más nos adentremos en nosotros mismos, 15más nos acercaremos a Jesús y más se encarna la Buena Nueva. Capítulo 3 Capítulo 2 1Enseñe a amar más profundamente y a servir con mayor voluntad. 14No como un sacrificio, sino como un privilegio. 15No como una ley para cumplir, sino como un amor para celebrar. 1Recuérdeles a las hermanas y hermanos mayores con amor y paciencia, para que sean moderados, tolerantes y sólidos en su fe. 2Ellos deben llevar a cabo su Llamado instruyendo a los más jóvenes de la Comunidad, mediante la palabra y el ejemplo. 3Las hermanas y hermanos menores deben buscar en sus ancianos, como si fueran sus padres, la sabiduría y la guía, para que puedan crecer en la plenitud de la fe. 4Desde muy temprana edad, a todos los niños les deben enseñar que también son hijas e hijos de Dios, 5para que puedan crecer dándose cuenta y viviendo su derecho de nacimiento. 11Por esta misma razón nuestro Hermano Jesús vino a recordarnos que nuestro Dios es nuestro Papá, amándonos y cuidándonos como hace el mejor de los Papás. 12Jesús nos enseñó que el fundamento de nuestra fe es la Familia de Dios, 13invitándonos siempre que deben respetar a la autoridad legítima y estar dispuestos a cualquier tipo de servicio. 2No deben calumniar a nadie, ni siquiera a sus enemigos, más bien deben ser amables y humildes con todas las personas. 3Jesús nos enseñó estas cosas con su maravilloso ejemplo de amor. 4Él nos enseñó lo mucho que Dios nos ama y que su amor debería ser nuestro ejemplo de vida. 5Cuando sentimos que no podemos amar como Él lo hizo, hay que recordar que su Espíritu, el Espíritu de Amor, está dentro de nosotros para ayudarnos. 6Por eso, cuando nos abrimos a Jesús nos abrimos a la gracia del amor, como Él lo hizo y lo hace. 7Esto demuestra que Él es nuestro hermano, que Dios es nuestro Papá y que tenemos su misma Vida Divina, como nuestra propia vida. 8Éste es el núcleo de la enseñanza de Jesús, y debe ser también el núcleo de lo que enseñemos. 9De esta Vida Divina en nosotros 266 Tito 3 viene amor y servicio, y debemos estar siempre abiertos a las manifestaciones de esta nueva Vida. 10Amen a quienes no siguen esta enseñanza, 11pero sus principales relaciones sean con quienes la siguen en las Comunidades. 12Cuando le envíe a Artemas o a Tiquico a reemplazarlo, procure visitarme en Nicópolis, ya que he decidido pasar allí el invierno. favor, suministre a Zenas, el abogado, y a Apolo, lo que necesiten para su viaje. 14Logre que nuestra gente se dedique a un trabajo honorable para atender nuestras necesidades. 15Todos los que están conmigo le envían saludos. Saludos a quienes nos aman. Que la gracia esté con usted. 13Por 267 Carta a Filemón 1Pablo, prisionero de Jesús y nuestro querido hermano Timoteo, a Filemón, nuestro querido compañero de trabajo, 2a nuestra hermana Apia, a nuestro hermano Arquipo y a la Comunidad que se reúne en su casa. 3Amor y paz de Dios nuestro Papá y de Jesús nuestro Hermano. 4Siempre agradezco a Dios, cuando los menciono en mis oraciones, 5porque he oído de todo el amor y fe que practican hacia nuestro Hermano Jesús y a todos los santos. 6Oro para que el amor y servicio que usted tiene en su Comunidad, contribuya a la difusión de la Buena Nueva. 7El profundo amor que usted ha demostrado por sus hermanas y hermanos se ha desbordado sobre mí y me ha traído mucha alegría y tranquilidad. 8Por eso, como su padre espiritual, me siento libre para darle instrucciones, 9pero prefiero pedirte el favor, como hermanos que somos en el Amor. 10Yo, Pablo, anciano y prisionero de Jesús, intercedo por mi hijo Onésimo, a quien adopté mientras estaba en prisión. 11Aunque alguna vez no se le consideró útil para usted, ahora es útil para ambos. 12Se lo envió de nuevo y con él mi corazón. 13Preferiría tenerlo conmigo, para que pudiera servirme mientras estoy en prisión por causa de la Buena Nueva, 14pero no quiero hacer nada sin su permiso, a menos que pueda venir de su corazón. 15Aunque se apartó de usted por un tiempo, quizás ahora quiera tenerlo de nuevo para siempre. 16No como esclavo, sino como hermano. Aunque esto 268 Filemón parece obvio para mí, le pido que lo haga realidad en nuestro Hermano Jesús. 17Por favor, recíbalo como si me recibiera a mí. 18Si en algo causó dañó o le debe algo, póngalo en mi cuenta. 19Yo, Pablo, escribo ahora de mi propia mano, para jurar que le pagaré, sin mencionar que usted me debe a mí su propio ser por la nueva vida que le di. 20Sí, mi hermano, estoy muy feliz de lo que he hecho por usted, porque eso nos ha acercado más a Jesús. 21Le escribo confiando que me escuchará y sabiendo que hará aún más de lo que le pido. 22Mientras tanto, prepare una habitación para mí, ya que espero que por su oración pueda visitarlo. 23Epafras, mi compañero de prisión en Jesús, le envía sus saludos. 24También Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis compañeros de trabajo. 25La gracia de Jesús esté con su Espíritu. 269 Carta a los Hebreos Capítulo 1 1Papá habló a nuestros antepasados en tiempos diferentes y de diferentes maneras, a través de sus profetas. 2Finalmente habló a través de su Hijo, nuestro Hermano Jesús, anunciándonos su amor por nosotros y que todos somos miembros de su Familia. 3Jesús es el perfecto reflejo de su Papá y nos llama a ser como Él. Nos limpió de nuestras antiguas ideas de Dios y lo sigue haciendo hasta hoy. 4Jesús se convirtió en Hijo, para enseñarnos que también nosotros somos hijas e hijos de Papá. 5Pide que escuchemos cuidadosamente nuestro corazón, para que podamos oír que Papá dice: 6“Usted es mi amada hija, mi amado hijo”, 7y “Yo seré su Papá, y usted será mi hija, y mi hijo”. 8La Buena Nueva es todo acer- ca de la familia, todo acerca de la Familia de Dios. 9La Buena Nueva es todo acerca de la relación; relación con nuestro Papá y con nuestras hermanas y hermanos. Nada es tan importante como esto. 10Ni poder, ni rango, ni dinero; porque todo fue disuelto por Jesús para ser reemplazado por Amor. 11Un Dios de Amor no podía hacer otra cosa. 12Un Dios que es Amor, estableció Familias (Comunidades) de Amor. 13La Buena Nueva sustituye ley por Amor y templos por hogares, por corazones. 14Los templos son para un Dios distante; los hogares son para un Papá amoroso, que en últimas está en nuestro corazón. Capítulo 2 1Debemos mantener abiertos nuestros ojos y corazones a esta maravillosa Verdad. 2El Espíritu 270 Hebreos 2, 3 la recordará hasta que penetre en nuestros huesos para siempre. 3Es tan diferente de lo que pensaron nuestros antepasados, que podría ser difícil para la mente aceptarla, pero el corazón la reconocerá como la Verdad que ha estado anhelando. Habrá gran alegría cuando esta Verdad encienda el mundo en fuego con amor. Tengan comprensión con quienes no pueden ajustarse a esto, continúen amándolos hasta que puedan entrar y regocijarse. Hay más Buena Nueva en Jesús que en todos los profetas de la antigüedad. Ellos señalaron el camino, pero Jesús llegó a ser el Camino. Cuando vean en acción los Dones del Espíritu, sabrán que Amor está presente. Porque el Espíritu es Jesús desencarnado. El Espíritu es Jesús resucitado y la invitación a resucitar con Él en nuestra propia Vida Divina, la propia herencia de nuestro Papá. Papá nos ha llamado a ser sus hijas e hijos, y como tal a ser sus Dioses. Para continuar la obra maravillosa que su hijo Jesús comenzó. No permitan que nadie les diga algo diferente. Los salmos y el mismo Jesús han dicho: “Ustedes son dioses”. Asegúrense recordar que Dios es Amor y Dios es Servicio. Que nunca está distante y que nunca juzga. De cierta manera hemos naci- do a través de Jesús, desde que nos abrió la puerta a la Familia de Dios. Cuando entramos por esa puerta y somos recibidos por nuestro Papá Dios, en ese momento somos recreados y renacidos en su verdadera esencia. 11Todos tenemos el mismo Papá, el mismo Linaje Divino. Por este Linaje somos santificados, tal como lo fue Jesús. Él comenzó a vivir el Linaje Divino, el cual transformará el mundo cuando sea reconocido y vivido por todos. Por eso Jesús se siente orgulloso de llamarnos hermanas y hermanos, y decirle a nuestro Papá: “He dicho a mis hermanas y hermanos lo que me has dicho, para que juntos podamos darte gracias”. Jesús encarnó la Alianza de Papá con Abraham, y nos sacó de la ley en la que estábamos atascados por siglos. Ahora nos damos cuenta que la Alianza de Abraham fue precursora de la Familia de Dios. Debemos mantener todo basado en esta Familia. Cuando Jesús murió en su humanidad y resucitó en su Divinidad, estableció la Familia Divina para perpetuar el Linaje Divino de Amor. Capítulo 3 1Entonces, mis santas hermanas y hermanos, amados miembros 271 Hebreos 3, 4 de la Familia de Dios, pongan su mente y su corazón en Jesús, el hermano de todas nuestras Comunidades. 2Él fue fiel a lo que su Papá le pidió. 3Por eso merece el honor de señalarnos el camino hacia la Familia de Dios. 4Toda familia comienza con una madre y un padre. Luego viene el hijo mayor, que es Jesús en la Familia de Dios. 5Nuestro Dios es lo suficientemente grande y trascedente para ser tanto Madre como Padre, experimentando así totalmente el Ser Uno. El Ser Uno al que todos somos llamados. 6El Ser Uno por el cual Jesús oró, y sabemos que las oraciones de Jesús siempre serán escuchadas. Estamos invitados a ser parte de esta respuesta. 7Por eso el Espíritu dice en nuestros corazones: “En el momento que escuchen su voz invitándolos a formar parte de su Familia, ábranse y caminen hacia ella”. 12No dejen pasar esta oportunidad, porque aunque el Espíritu continuamente nos recuerda esta invitación, un corazón endurecido puede bloquear nuestros oídos a ella. 13Quienes han endurecido sus corazones a veces no pueden escuchar a Dios, por eso no duden en extender esta invitación a quienes aman y a quienes se encuentren. 14Porque aunque nunca podemos dejar de pertenencia a la Familia de Dios, sí podemos perder el gozo que viene de sentirnos amados. Capítulo 4 1Seamos muy cuidadosos para escuchar diariamente la Voz de Papá y Mamá en nuestros corazones. Esto es básico en cualquier familia, más aún en la Familia de Dios. 2Hemos escuchado la Buena Nueva que nos invita a esta Familia y a aceptar nuestro Linaje Divino. Cuando creemos esto, entramos en esa gloriosa familia y descansamos en su amor. No hay alegría que supere esto; por lo tanto, nunca se cansen de invitar a todos a ser partícipes de este gozo. Porque el gozo siempre crece cuando se comparte. Algunos creen que hay personas indignas de entrar en la Familia de Dios. ¿Qué verdadero padre o madre creería esto? ¿Qué verdadera hermana o hermano rechaza a un familiar? Jesús vino a salvarnos de esa idea. Jesús restableció la Familia de Dios, mientras predicó la Buena Nueva del Amor de Papá por todos. Papá no quiere que le tengamos miedo, sino que nos acerquemos a Él en amor. Para hacer esto tenemos que creer la Buena Nueva y olvidar todas las malas noticias que nos fueron dadas antes. Esto 272 Hebreos 4, 5 es difícil, porque requiere una muerte real de nosotros mismos y de las antiguas ideas de Dios, pero Jesús nos ha mostrado el poder (la posibilidad) de la resurrección. La muerte ha sido el temor más profundo de la humanidad desde que el mundo comenzó. Jesús caminó a través de la muerte, para vencer ese miedo y abrirnos a nuestro Dios de Amor. La antigua creencia decía que la muerte era la puerta al cielo; la Buena Nueva dice que la Vida Divina es la puerta a la Divina Presencia de Dios, y que la podemos obtener ¡simplemente abriéndonos a ella! Jesús derramó su sangre para que su espíritu pudiera entrar en nosotros. Esto no tiene absolutamente nada que ver con los sacrificios del Antiguo Testamento, sino con el cambio de nuestra creencia acerca de Dios-Papá. A medida que su sangre entra en nuestro cuerpo, en nuestro ser, y aceptamos este Linaje Divino, la Buena Nueva nace (en nosotros). Es por esto que parte de la Buena Nueva es la ceremonia que nos dejó, donde recordamos beber su Sangre, al final de la cual Él dice: “Hagan esto para recordar que ¡ustedes son yo!”. 12Esta Palabra de Dios es como una espada de dos filos. Corta profundamente las creencias antiguas, las cuales deben morir para que la Buena Nueva resucite. “Amor es lo que quiero, y no sacrificios”, como Oseas lo dice maravillosamente, aclarando el deseo de Papá. La Sangre que bebemos para cumplir el mandato de Jesús, no tiene nada que ver con sacrificio y muerte, sino bastante que ver con Vida. Jesús sabía que nos tomaría mucho tiempo llegar a creer en nuestro nuevo Linaje; por eso nos dejó esta ceremonia como constante recordatorio. Al realizar esta ceremonia durante una comida y en una casa, Jesús trasladó la religión del templo al hogar. Cambió la religión de la adoración a un Dios distante, por una reunión íntima con Papá, Mamá, Hermanas y Hermanos amorosos. Esto eliminó la necesidad de un mediador entre nosotros y Dios. Entonces, los nuevos sacerdotes no son mediadores sino profetas, que proclaman la Buena Nueva y nos recuerdan que todos somos sacerdotes y podemos hablar y caminar directamente con Papá y con nuestro Hermano. Capítulo 5 1Necesitamos hablar más sobre este enorme cambio que Jesús enseñó y vivió. Él intentó ser un 273 Hebreos 5, 6 profeta para el pueblo judío, pero muchos lo calificaron como un rebelde. Y aún peor, lo consideraron como una amenaza. Efectivamente, era amenaza para la vieja religión de un Dios distante, que exigía sacrificios por el pecado. Cuando Jesús trajo la religión de nuevo al hogar, donde siempre debió estar, decepcionó a los sacerdotes, que se consideraban a sí mismos gente muy especial. La Buena Nueva nos dice que todos somos gente muy especial, tan especial que pertenecemos a la Familia de Dios. Jesús anhela que nos demos cuenta y creamos esta su maravillosa Verdad. En cierto modo, Jesús murió como Dios para ser resucitado en nuestros corazones. Los corazones son los nuevos templos. Por esto, la primera instrucción de Jesús a sus apóstoles fue: “Digan a la gente que Dios está dentro de sí mismos”. Jesús como Dios murió, para que la gente dejara de buscar a Dios afuera. La gente lo veía fuera, pero después de su resurrección podían sentirlo dentro. Y este sentimiento podría convertirse en un ser siempre presente en ellos. Pasaríamos de querer estar cerca de Dios, a querer ser Dios; no a la manera antigua de un ser todopoderoso, sino a la manera de un amigo que ama y sirve. Capítulo 6 Profundicemos en lo central de la Buena Nueva y enfrentemos las exigencias de vivirla. La nueva “religión” de Jesús es relación. Habló de tres relaciones básicas: Amor a Dios, Amor al Prójimo y Amor a Sí Mismo. Al hacerlo se refería a la profunda interconexión entre estos tres. Porque si no nos amamos nosotros mismos, no podemos amar a nuestro prójimo ni a Dios. Si no amamos a Dios, no podemos realmente amar a nuestro prójimo ni a nosotros mismos. Por favor, enseñen esto a sus hijos con profundo respeto y gran amor. No los critiquen, mejor invítenlos a crecer. No los castiguen, llévenlos con amor a las acciones correctas. Recuerden que la imagen de los niños sobre Dios está basada en la imagen que tienen de su Mamá y su Papá. Las religiones que enseñan un Dios vengativo permiten a los padres ser vengativos. La Buena Nueva descarta todas estas malas noticias. El problema es que hemos escuchado tantas malas noticias por tanto tiempo, que creemos que la Buena Nueva es pura fantasía. Algunos están muy entusiasmados con la Buena Nueva, pero usan las malas noticias como su 274 Hebreos 6, 7 fundamento. Por eso después de un tiempo se sienten desorientados y regresan a las antiguas creencias, tomándolas erróneamente como Verdad. Necesitamos un constante Pentecostés para evitar esto. Y beber constantemente nuestro Linaje para superar siglos de creencias erróneas. ¡Ustedes son Dios! Tienen la Vida Divina en ustedes. Vivirán por siempre. Tienen una Familia Divina para apoyarlos. Si no se sienten apoyados por su Comunidad, cámbienla o abandónenla. Encuentren una nueva Comunidad o empiecen otra, no para dirigir sino para servir. La Buena Nueva es muy simple: vivan en la Familia de Dios, sean Dios, un Dios que ama, un Dios que sirve. Capítulo 7 Llegamos ahora al asunto del sacerdocio en la Buena Nueva. En la antigua ley un sacerdote llegaba a ser tal simplemente por tener sangre sacerdotal, la sangre de Leví. Esto era cuando se creía que la única manera de llegar a un Dios distante era a través del sacrificio. Pecábamos, entonces ofrecíamos sacrificios y así aplacábamos la ira de Dios, lo cual nos permitía acercarnos un poco a Él, aunque no suficientemente como Amor. Jesús cambió todo esto. Expulsó a los comerciantes de animales y dinero fuera del templo para enseñar físicamente: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios”. Esta enseñanza de Oseas se escuchaba, pero fue ignorada porque estaba demasiado lejos de las enseñanzas de los sacerdotes. Pues eso les quitaba su forma de ganarse la vida. Y con el tiempo esta Palabra de Dios predicada por Oseas fue ignorada totalmente. Ahora es resucitada por Jesús. Si omitimos la necesidad del sacrificio, parecería que eliminamos la necesidad de sacerdotes. Y en cierta manera es correcto. Esto ocurre cuando el “sacerdote” es visto como ejecutor de sacrificios. En la Buena Nueva Jesús enseña que somos Dios. ¿Cómo es posible que Dios tenga necesidad de sacrificios? Esa antigua ley murió cuando Jesús murió. Por eso, precisamente antes de su muerte, estableció un nuevo sacerdocio, no para templos, sino para hogares. No para instituciones, sino para familias. Cuando Jesús dijo: “Hagan esto”, se refería no solamente a las acciones sino también al lugar donde deberían llevarse a cabo. Hoy conservamos esta costumbre, pero quienes tienen el Don de Profecía dicen que vendrán tiempos en que los sacerdo- 275 Hebreos 7, 8 tes construirán templos y se ganarán la vida trabajando en ellos. La Última Cena fue la primera comida de este nuevo sacerdocio. El sacrificio ya no es necesario, pero alimentarnos sí. La Fracción del Pan nos vuelve a mostrar el Maná del cielo, a Papá alimentando su Familia. Beber la Sangre apunta a nuestra necesidad de estar recordando permanentemente el Linaje Divino que Jesús restableció. Papá trató de hacernos llegar este mensaje durante siglos. David lo escuchó y lo escribió en uno de sus salmos. Pero la gente nunca lo tomó en serio. Luego vino Jesús con este Mensaje principal, poniendo fuego en el mundo, hasta que ha sido opacado por la codicia y el deseo de poder. Todavía están vivos muchos de los que escucharon a Jesús predicar sobre el Linaje Divino, Vida Divina, Vida Eterna, pero son pocos quienes se han aferrado a esta Verdad con Fe. Muchos se burlan cuando se les predica esta Buena Nueva, aun en Comunidades que dicen seguir a Jesús. Mientras no saquemos el dinero y el poder fuera de nuestras expresiones de fe y de nuestras Comunidades, la Buena Nueva no tomará fuego nuevamente. Pues se le ha echado demasiada agua encima. Entonces, mis queridas hermanas y hermanos, organicemos reuniones familiares donde nos sintamos alimentados por PapáMamá y recibamos transfusión de sangre. Quienes hacen esto con nosotros son los verdaderos sacerdotes de Jesús. Recibí mi sacerdocio directamente de Jesús. Honremos a quienes reciben esta gracia mediante la imposición de manos, como fue enseñado por los otros apóstoles. Personalmente creo en ambas formas de ser llamados a amar y a servir la Familia de Dios. Por eso, si su llamada al servicio vino de mi imposición de manos o por el simple reconocimiento de la llamada en su corazón, manténganse firmes en el modelo de sacerdocio que nos muestra la Buena Nueva. Capítulo 8 8Antes de la llegada de Jesús, Papá dijo: “Se acercan los días cuando haré una Alianza con mis hijas e hijos, no como aquella que hice con sus antepasados, cuando los liberé de Egipto. 10En esta nueva Alianza fijaré mi voluntad en sus mentes y mi amor en sus corazones, seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 11Ya no será necesario que a mis hijas e hijos se 276 Hebreos 8, 9, 11 les enseñe acerca de mí, porque todos me conocerán a través de nuestra íntima relación. Tendré esta íntima relación con todos, desde los más jóvenes hasta los más viejos”. Capítulo 9 Déjenme decir una cosa más sobre la muerte de Jesús. La gente la ve como una tragedia, y de alguna manera todos sufren, obviamente. Pero para llegar a tener herederos, la persona debe morir. La tragedia de la crucifixión es también el toque de trompeta anunciando que su Linaje ha pasado a nosotros. Anuncia que a través de su muerte hemos heredado su Vida. Ésta quizá sea una extraña manera, una manera que nos afecta o nos duele, pero los esfuerzos anteriores de Papá no tuvieron los resultados esperados. Capítulo 11 1Hablemos ahora acerca de la fe y la gente de fe. La fe puede verse como garantía de lo que esperamos, o como convicción de las cosas que no podemos ver. 3Por fe, creemos que el universo fue creado por Dios de la nada. 6La fe es una ayuda maravillosa en nuestra relación con Dios. Por lo general, no lo vemos, pero lo podemos sentir. Es así porque su esencia es más energía que materia física. 7Al principio es muy importante tener fe en la existencia de Dios. Después de experimentar a Dios, la fe no es necesaria, porque ya conocemos a Dios. 8Por fe Abraham escuchó a Dios, cuando le dijo que fuera a un lugar desconocido, el cual se convertiría en su herencia. Por un tiempo vagó sin tener idea para dónde iba. Por fe vivió en la Tierra Prometida como en un país extranjero, viviendo en tiendas de campaña al igual que Isaac y Jacob, que eran herederos de esta promesa. 11También por fe Sara recibió el poder de concebir, aunque estaba muy pasada de edad para eso, porque creía lo que Dios le había dicho. 12De esta importante pareja nacieron tantos descendientes como estrellas en el cielo o arenas en la playa. 13Todos éstos murieron en la fe, sin ver lo que les había sido prometido, 14pero creían que Papá tenía un lugar especial preparado para ellos. 16Por eso Dios los trajo a su corazón. Su corazón, su Amor, es la verdadera Tierra Prometida. 17La fe de Abraham tuvo otra difícil prueba. Se le pidió que sacrificara a su hijo amado. Res- 277 Hebreos 11, 12 pondió tomando a Isaac y llevándolo a la montaña, para ofrecerlo como sacrificio, 18aunque Dios le había prometido descendencia por medio de él. 19Abraham creía que Dios podría devolverle a Isaac aun después de muerto, lo que de alguna manera hizo. 29Por fe los israelitas cruzaron el Mar Rojo como si fuera tierra firme, y sin embargo los egipcios que los perseguían se ahogaron. 30Por fe las murallas de Jericó cayeron después de que los israelitas marcharon alrededor de ellas durante siete días. 32Podría seguir y seguir con muchos ejemplos de fe en las Escrituras, pero creo que he dejado claro mi punto de vista acerca de la suprema importancia de la fe. Capítulo 12 Disfrutemos pues la maravillosa luz de estos numerosos testigos de fe. Abramos por completo nuestras vidas a esta luz, para que podamos ver claramente cómo la Buena Nueva de Jesús nos envuelve totalmente. Romper con la mentalidad basada en la ley es muy difícil, porque durante muchos siglos hemos pensado que ése era el verdadero camino y la última verdad. Ahora sabemos que Jesús es la Verdad, y puesto que la Verdad es una persona y no un conjunto de leyes o normas, tenemos que abrir nuestra fe a Él desde el comienzo. Entonces pongamos nuestros ojos en Jesús y comencemos a recorrer este nuevo camino trazado para nosotros. El Camino hacia Jesús, Camino de Amor, a veces se pone muy estrecho. Podrán sentir que es demasiado estrecho para pasar, pero lo que impide su paso no es lo estrecho del camino, sino el equipaje que llevan consigo. Por eso a menudo tendrán que tomar decisiones difíciles: tirar la carga que les impide seguir adelante, o retroceder y buscar un camino más ancho. Pero ese camino más ancho nunca conduce a la felicidad. Si sus corazones están abiertos, Jesús les dará suficientes chispazos de Él mismo para estimularlos a seguir adelante. El problema es que consideramos que nuestro equipaje es parte de nuestro ser, y no queremos dejarlo atrás. Al dejarlo atrás sentimos como si nos negáramos a nosotros mismos, pero en realidad es la única forma de llegar a ser nosotros mismos. Jesús no nos conduciría por un camino equivocado ni permitiría que continuáramos en nuestras mentiras acerca de quién y qué somos. Las mentiras nos alejan de la Verdad, por eso no pueden 278 Hebreos 12, 13 ser permitidas en el Camino a la Verdad. El camino de Jesús para llegar a ser la Verdad tampoco fue fácil. Recorrió su humanidad a través del mismo camino estrecho que ahora nos invita a seguir. Es un amante amable, pero también exigente, porque no hay otra opción para crecer. Así que tengan cuidado con quienes ofrecen equipajes para su viaje. Si volvemos a nuestra imagen de Familia, vemos que los padres son como este Camino. A veces deben pedir a sus hijos que se despojen de maletas que han recogido a lo largo del camino. Para limitar la cantidad de maletas, los padres siempre deben hablar la Verdad, porque una maleta de mentiras es muy difícil de abandonar. Deben actuar siempre desde el amor, porque un equipaje de miedo es aún más difícil de dejar atrás. 12Por tanto, queridas hermanas y hermanos, tengan coraje en este Camino. Aun si empiezan a cojear, no reduzcan la velocidad, aunque la articulación quede completamente dislocada. En cambio mantengan sus ojos fijos en Jesús, que los sanará. 14Mientras avanzan busquen paz con todo el que se encuentren, esto les mantendrá un ca- mino tranquilo. Y para quienes no les den la paz, ustedes denles amor, porque el amor cubre multitud de golpes. 22De esta manera llegaremos al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Nueva Jerusalén, a la ciudad de Jesús, a la Ciudad de Verdad. Capítulo 13 1Finalmente, hablemos acerca de Amor, el centro de todo. “Que Dios permita que el amor siga creciendo cada día entre las hermanas y hermanos”. 2Sean prontos para ofrecer hospitalidad, porque al hacerlo algunos han recibido ángeles en sus hogares sin saberlo. 3Recuerden a quienes están en prisión, como si fueran ustedes los prisioneros. Lo mismo con quienes están siendo maltratados. 4Que las parejas vivan en un profundo respeto y amor y que sean fieles el uno al otro. 5Amen a Dios mucho más que al dinero. Estén satisfechos con lo que tengan, porque Papá ha dicho: “Siempre estaré con ustedes”. 6Por eso siempre debemos decir: “Papá cuida de mí, no temeré ¿Quién podrá contra mí?”. 7Tengan en mente a sus pastores, que les han dado el Mensaje de Dios. Sigan su ejemplo de 279 Hebreos 13 cómo vivir y en qué creer. 8Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. 9No se dejen desorientar por quien enseñe algo diferente de Amor. Solo Amor puede realmente darnos fortaleza. Amor es nuestro alimento real. 10Que el corazón de Jesús sea nuestro único altar. 11Dejen que el Amor de Jesús sea nuestra única guía. 12Jesús ha caminado adelante de nosotros en el Camino de la Santidad. Es nuestra santidad. 13Caminemos solo con Él, aunque eso signifique soportar insultos y persecuciones como Él. 15Con su fortaleza, estemos siempre agradecidos, y seamos solo amor. 16Recuerden siempre caminar por el camino recto y ser generosos, porque esto es grato a Dios. 17Sigan siempre a sus buenos pastores, porque ellos cuidan de ustedes. Apóyenlos como lo ha- rían conmigo. 18Oren por nosotros para que vivamos y actuemos honorablemente. 19Ruego que pueda visitarlos pronto. 20Que la paz de Dios, que puede resucitarnos de nuestros pensamientos de ira, sea nuestro Buen Pastor. Que continúe profundizando nuestro Alianza con Él, obrando en nosotros a través de Jesús. 21Y que Jesús sea siempre nuestra fuerza y nuestro guía. 22Les pido, hermanas y hermanos, que escuchen pacientemente lo que he escrito. 23Sepan que nuestro hermano Timoteo ha sido liberado. Si puede venir, me encantaría encontrarme con él. 24Den nuestros saludos a todos sus Pastores y a todos los santos. Las hermanas y hermanos italianos les envían sus saludos. 25El Amor esté con todos ustedes. 280 Carta de Santiago Capítulo 1 7Recuerden 1Yo, Santiago, siervo de nuestro Papá y nuestro hermano Jesús; a las doce tribus en la diáspora: Saludos. 2Cuando sean cuestionados, mis queridos hermanas y hermanos, considérenlo una oportunidad para fortalecerse ustedes mismos. 3Porque las pruebas que son soportadas y superadas aumentan nuestra fe y nos hacen fuertes. 4Y entre más fuertes nos hacemos, más fácil caminar con Jesús. 5Si tienen dudas, pídanle a Dios la sabiduría para entender más plenamente. Él da generosamente todo lo que le pedimos con fe. Pero debemos pedir con fe, sin ninguna duda; 6porque quienes dudan son como olas del mar cuando son sacudidas por el viento. que la fe es la flor del Amor. Cuando hemos sido amados y cuidados, tenemos fe. 8Por lo tanto, amen siempre y cuiden de ustedes mismos y de quienes los rodean. 9Que todos sean iguales, desde quienes son considerados inferiores, hasta quienes son considerados ricos. 10Porque la riqueza siempre se diluye al final, aunque algunos puedan aferrarse al dinero. 11Si tratamos de sostener a Dios en una mano y al dinero en la otra, cuando se trate del corazón debemos tomar una decisión, porque solamente tenemos un corazón con el cual amar. 12Cuando vengan las pruebas, unas pueden desanimarnos, pero otras animarnos si caminamos en ellas con el poder de Dios. Nuestro Dios, nuestro Papá, siempre 281 Santiago 1, 2 está ayudándonos, aunque no parezca. 13Las tentaciones no vienen de Papá, sino de nosotros mismos. Cuando llegan, podemos reaccionar con miedo o con fe. 14El miedo es causado por falta de fe. La Fe nos permite caminar plenamente en nuestra Divinidad, que es fe pura, porque es puro amor. 15De manera que no culpemos a Papá por lo que sentimos; más bien caminemos en la fe, sabiendo que con su fuerza podemos enfrentar y superar cualquier prueba. 16Sean conscientes, mis queridas hermanas y hermanos, qué tan amable y generoso es nuestro Papá. 17Él derrama su abundante amor sobre nosotros sin excepción. 18Nos engendró desde el Amor para que podamos ser Amor. 19También entiendan, mis queridas hermanas y hermanos, que es importante escuchar, y ser lentos para reaccionar 20o enojarse, porque la ira viene del miedo y no de Dios. 21Purifiquen sus corazones y mentes, para que con humildad puedan escuchar la Palabra de Papá. 22Sean practicantes de su Palabra y no solo espectadores, 23porque quienes escuchan y no actúan son como quienes están sordos. 24Quienes escuchan la Palabra de Papá y la siguen, 25encontrarán la alegría verdade- ra en sus vidas. 26Quienes creen que son religiosos, pero hablan en contra de otras religiones, se engañan a sí mismos y practican una religión inútil. 27La religión pura y sin mancha a los ojos de Dios nuestro Papá es ésta: cuidar a los huérfanos y a las viudas en necesidad, y mantenerse libres de los valores mundanos. Capítulo 2 1Mis queridas hermanas y hermanos, en Jesús no hay exclusiones ni lugar para la parcialidad. Cuando caminamos con él no hay lugar para el exhibicionismo. 2Si llega a su casa una persona rica vestida con lujos y joyas de oro y una persona pobre vestida de harapos, ambos deben ser tratados por igual, como hermanas y hermanos en nuestro Hermano Jesús. 3Si dijeran a la persona rica: siéntese aquí junto a nosotros, y al pobre: siéntese allá en el suelo, serían los peores petulantes. 4No debemos juzgar a nadie, sino amar a todos por igual. 5Porque, ¿acaso Papá no ha elegido a los pobres para ser ricos en fe y sus herederos especiales? 6Si actúan de esta forma, estarían deshonrando a los pobres. ¿Acaso frecuentemente los ricos no los desprecian y los arrastran a los tribunales? 7¿Acaso no calum- 282 Santiago 2, 3 nian de su buen nombre? 8Hacen bien si observan la Regla de Amor de Jesús: “Amen a su prójimo como a ustedes mismos”. 9Si son pretenciosos, no están actuando como Jesús nos pide. 10No podemos seleccionar y elegir entre las cosas que Jesús nos ha pedido que hagamos, ya que conforman un todo integral. 11No podemos amar a unos y odiar a otros, porque todos son hermanas y hermanos para nosotros. 12Hablen y actúen de una manera coherente, como Jesús habló y actuó. 13Si juzgamos, estaremos sujetos al juicio, pero si amamos estaremos sujetos solamente al amor. 14Porque el juicio viene de la ley, y el Hermano Jesús enseñó en la Buena Nueva que no estamos bajo la ley sino bajo el Amor, puesto que ya somos hijas e hijos de Papá. 15Del Amor viene la fe, de la fe viene el llamado a servir a los demás en el Amor. 16Este círculo continuo de Amor a Fe, a Servicio y a Amor, no puede ser roto sin destruir nuestra felicidad y la esencia misma de lo que somos. 17Porque Dios es Amor, somos Dios y por lo tanto también somos Amor. 18Quienes se oponen a esto se oponen a Dios. 19Quienes no lo ven de esta manera, necesitan simplemente escuchar de nuevo la Buena Nueva de Jesús. 20Pues lo que enseñó no es simplemente su opinión, sino encarnación de la Verdad. Capítulo 3 1Tomen con calma, mis hermanas y hermanos, el llegar a ser maestros, ya que implica graves responsabilidades. 2Lo que hablamos con la lengua es conexión con la Verdad. 3Cuando ponemos un freno en la boca de los caballos con la finalidad de controlarlos, controlamos todo su cuerpo. 4Y con un pequeño timón podemos orientar los barcos, incluso en medio de fuertes vientos. 5Así también sucede con la lengua; pese a ser un órgano pequeño puede decir cosas grandes; igual que un bosque puede transformarse radicalmente con una chispa de fuego. 6La lengua es fuego y puede destruir muchas cosas. Pero también puede transformar y hacer inmenso bien, dependiendo del corazón de quien habla. 7Casi toda clase de animales, aves, reptiles, criaturas del mar, han sido domesticadas por la humanidad. 8Pero muchos seres humanos no han podido controlar su propia lengua. 9Con ella podemos alabar a Dios nuestro Papá, y también maldecir a sus hijas e hijos. 10De la misma boca pueden 283 Santiago 3, 4 salir bendiciones y maldiciones, y como hemos dicho antes, no podemos seleccionar y elegir a quienes amararemos y bendeciremos. 11La primavera no nos trae agua dulce y amarga al mismo tiempo, ¿verdad? 12Tampoco es posible, mis hermanas y hermanos, que una higuera dé aceitunas o que la vid dé higos ¿verdad? El agua salada no puede producir agua dulce. 13¿Quiénes de ustedes son sabios y eruditos? Que lo demuestren a través de su buen comportamiento, porque la sabiduría y el buen comportamiento son dos caras de la misma moneda. 14Si ustedes albergan celos amargos y rivalidad en sus corazones, estarán mostrando su falta de sabiduría y de entendimiento. 15Ese tipo de sabiduría no viene de Dios, porque está mezclada con intereses mundanos. 17Por el contrario, la sabiduría que proviene de Dios es primero que todo pura, pacífica, valiente, agradable, imparcial, sincera y llena de misericordia y amor. 18Y la cosecha que trae a los constructores de paz, procede de lo que han sembrado. Capítulo 4 1¿De dónde vienen los conflictos y las peleas entre ustedes? A nivel humano, vienen de deseos y pasiones mundanos. 2Porque en el nivel Divino, unidad y paz vienen de creer en la Buena Nueva de Jesús de que todos somos Dios. 3Esta Buena Nueva no se podía enseñar abiertamente en el pasado, porque la blasfemia era un crimen capital. Algunos de nosotros sabemos que somos Divinos, y cuando no encontramos la puerta a la Divinidad en nuestra religión, entonces nos inclinamos hacia el dinero o el poder, para saciar esta hambre de Identidad Divina. Para ser Divinos, primero tenemos que buscar lo Divino, luego todo lo demás se dará en su lugar. Si nuestra vida está en desorden, es porque nuestros valores están en desorden. Si tratamos de ser algo diferente de Divinos, habrá desorden en nuestras vidas. La oración nos acerca a Dios, y es la solución para todo, porque nos ayuda a ser lo que somos y nos permite mostrar este Amor al mundo. Permite que Espíritu brille a través nuestro. 11En un nivel más práctico, no hagan mal a sus hermanas y hermanos, pues ¿Cómo podríamos 284 Santiago 4, 5 hacer mal a Dios? Miremos de nuevo a la Buena Nueva y comencemos a seguirla. Capítulo 5 1Permítanme referirme ahora a ustedes, la gente rica. Comenzaré por presentar disculpas por las veces que no les prediqué oportunamente la Buena Nueva de nuestra Divinidad, por lo que sintieron necesidad de acumular riquezas, para saciar su deseo de Divinidad. Este camino puede haber sido la causa para que hayan atropellado a muchas personas, por lo que les pido que se disculpen con quienes han maltratado y les restituyan el mal causado. Lo que es de ustedes es su Divinidad; el dinero que tienen pertenece a todas las hermanas y hermanos, porque los medios para obtenerlo también fueron resultado de su trabajo. Pidan guía en la oración, para saber cómo distribuir a los pobres y necesitados lo que no es de ustedes. Esto les dará la felicidad que buscan, porque los Dioses son siempre generosos, porque todos son Amor. El dinero que ustedes guardan debe ser considerado como un llamado a la administración bajo la inspiración del Espíritu. Empiecen a amarse unos a otros, porque todos son sus hermanas y hermanos. A su vez ustedes serán amados. Jesús vendrá a ustedes con mayor facilidad cuando comiencen a actuar como Él. Éste es el resultado de su Espíritu actuando en nosotros, como nosotros. Finalmente, mis queridas hermanas y hermanos, estén atentos al inmenso poder de sanación que viene del Espíritu de Jesús, el cual vive en nosotros. 13Cuando estén sufriendo, pidan en la oración ayuda de la presencia de Jesús en su interior. Cuando estén felices, regocíjense aún más en esta presencia interior con Salmos y cantos de gozo. 14Cuando alguien enferme, llamen a los ancianos de la Comunidad, porque Jesús, a través de su Espíritu, les ha dado poder para sanar, tal como lo hizo con sus apóstoles. 15La oración de fe sanará al enfermo y Papá lo resucitará. Pero si le ha llegado su tiempo, será bienvenido a casa. 16Sean honestos unos con otros. Pidan ayuda cuando la necesiten, ya que en ocasiones todos somos débiles. Cuando caigan, pidan a sus hermanas y hermanos ayuda para levantarse. Vivan sin juzgar, en amor total. Hay inmenso poder en la oración, especialmente en 285 Santiago 5 la oración de una Comunidad de Amor. 17Las poderosas oraciones de los profetas son ejemplo de lo que también podemos hacer, puesto que ellos fueron humanos como nosotros. 18Simplemente tenemos que darnos cuenta de que somos Divinos, así como ellos en cierto nivel sabían que lo eran. 19Mis hermanas y hermanos, si algunos se desvían de la Verdad, dense cuenta de que se han desviado de Jesús. Ayúdenles a regresar a la Persona que les ama. 20Esto les ayudará también en su camino con Jesús. 286 Primera Carta de Pedro Capítulo 1 1Yo, Pedro, apóstol de Jesús, a los exiliados de la diáspora en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2elegidos por Dios, nuestro Papá, y consagrados por el Espíritu para obedecer a Jesús: Amor y Paz a ustedes, en permanente crecimiento. 3Bendito sea el Dios y Papá de nuestro Hermano Jesús, quien gracias a su gran amor nos ha dado un nuevo nacimiento en nuestra Divinidad, a través de la resurrección de Jesús en nosotros. 4Tenemos una herencia imperecedera por ser hijas e hijos de Dios, nuestro amado Papá. 6Ustedes ahora se regocijan en la Buena Nueva de Jesús aunque estén sufriendo pruebas. En la medida que sobrelleven y superen estas pruebas, su fe crecerá; 7la fe es más preciosa que el mismo oro. 8Esa fe les permite amar a Jesús aunque quizás algunos nunca lo hayan visto, 9porque sé que lo han sentido en sus corazones y lo han percibido en sus mentes. 10Estamos pasando por el tiempo especial del cual hablaron muchos profetas de la antigüedad, “tiempo de prueba, pero también de bendiciones extraordinarias”. 12Es el tiempo de la Buena Nueva, predicada a ustedes por medio del Espíritu, cuya presencia mística fue enviada a reemplazar la presencia física de Jesús. Están ocurriendo tales cosas, que hasta los ángeles anhelan bajar para estar presentes en esta experiencia. 13Yo caminé con Jesús, hablé con él y le escuché explicar que iba a regresar a nosotros, como nosotros. 14Yo no entendí eso, pero este humilde servidor de Jesús ha hecho las mismas cosas 287 I Pedro 1, 2 que Él hacía, así que ahora estoy seguro que vive en mí. 15Espero que estén listos para su llegada a (en) ustedes. Aun en medio de todas las pruebas habrá una paz interior y una alegría inquebrantable, porque Jesús es inquebrantable y su presencia en nosotros es la que nos brinda estas cosas. 16Éste es el verdadero significado de la frase: “Serán santos, porque yo soy santo”. 17Llamen a Dios “Papá”, llamen a Jesús “Hermano”, para hacer más real el amor entre ustedes. 18La primera vez que llamé a Jesús “Hermano”, pensé que mi corazón se me iba a salir por la boca. Me di cuenta más tarde que una maravillosa enseñanza me había sido dada, y que solo el Amor de Jesús debería salir de mi boca. 19Esto les sucederá también a ustedes, mis queridas hermanas y hermanos, si recuerdan siempre abrir su corazón antes de abrir su boca. 20La gloria de la Buena Nueva es que todos somos lo mismo, no hay diferencias. Todas las bendiciones que he recibido están disponibles para todos los que simplemente abran su corazón y dejen entrar a Jesús. 21Éste ha sido el plan de Dios desde siempre, solo que ahora se está llevando a cabo. 22Ámense unos a otros fervientemente, desde el corazón. 23Ustedes han nacido de nuevo en la Divinidad de Jesús resucitado. 24Esta es la Buena Nueva que les ha sido predicada. Capítulo 2 1Dejen a un lado todo aquello que no sea Divino. 2Sean (como) los bebés Divinos recién nacidos que son. Estén sedientos de la mejor leche espiritual, para que puedan crecer más plenamente en su Divinidad. Esta Vida Divina es su destino, es su esencia. 4Acérquense a Jesús, piedra viviente, rechazada por constructores humanos pero escogida por Dios. 5Permitan que Espíritu haga de ustedes una poderosa fuente de Amor y Servicio. 6La Escritura dice: “Pongo en Sión una piedra angular, escogida, preciosa, y quienes crean nunca serán avergonzados”. 7Esto obviamente se refiere a Jesús. Él es la piedra angular de esta poderosa fuente, puesto que es Amor y Servicio, que es la esencia de la Buena Nueva. 8Quienes no creen en Jesús no creen en sí mismos, ya que son también Dios. 9Recuerden que ustedes son un sacerdocio real, un pueblo santo de Dios, por el renacimiento en su 288 I Pedro 2, 3 Divinidad. 10Ustedes, que alguna vez se sintieron perdidos, ahora sientan que son miembros de la Familia de Dios. 13Sean respetuosos de todo gobierno justo y legítimo. 16Disfruten la libertad de hijas e hijos de Dios y actúen como tales. 17Traten a todos dignamente, sin excepción. Amen a sus hermanas y hermanos como aman a su Dios, su Papá. 23Recuerden el ejemplo de Jesús que no respondía al insulto cuando fue insultado, ni a la amenaza cuando fue maltratado. Capítulo 3 3Mantengan rectos sus valores, para que sepan siempre que su mejor adorno es un corazón amoroso y no los vestidos de moda o las joyas. 4Recuerden la noble cualidad de un espíritu amable y amoroso. Nada puede superar esto. 7Esto es especialmente verdad en el matrimonio, donde su Divinidad puede ser obvia, para que todos puedan verla e imitarla. 8Para resumir todo: vivan siempre en armonía, amándose como hermanas y hermanos; sean profundamente compasivos y humildes de mente. 9No paguen mal con mal; por el contrario, cuando vean que algo parece ser mal, úsenlo simplemente para recordar ustedes mismos su Divinidad y su Esencia de Amor. Inviten a otros al amor y a salir del miedo, porque siempre es el miedo la causa de lo que llamamos el mal. 10Nunca hablen en contra de los otros y digan siempre la verdad. 11Hagan siempre lo mejor que puedan, y esto les traerá paz. 12Sean Uno en mente y corazón con Dios. 13¿Quién puede realmente lastimarlos si hacen todas estas cosas? 14incluso si sufren por hacer lo correcto, serán bendecidos. 15Reverencien siempre a Jesús en sus corazones y estén dispuestos a explicar a otros el gozo y la esperanza que sienten debido a Él, pero háganlo con amabilidad y reverencia. 16Mantengan sus acciones puras, de tal manera que si son calumniados, la gente se dé cuenta que es mentira. 17Si no se dan cuenta, es mejor sufrir por hacer lo correcto que por aquello que no lo es. 18Jesús sufrió y murió para enseñarnos que la muerte no es nada de temer y que la verdadera vida es eterna. 19Él murió en su humanidad, para resucitar en nuestra Divinidad. 20Nuestra Divinidad es su Buena Nueva. Nuestra Divinidad es por la que él se hizo hombre. 289 I Pedro 4, 5 Capítulo 4 1Acepten Capítulo 5 este llamado a continuar la vida de Jesús en la tierra y vivan como el Dios que son, 2recordando siempre que Dios es Amor y Servicio. 3Pueden perder amigos por vivir de esta manera, pero pueden continuar amando, 6así como Dios puede amar en santidad, aun después de la tumba. 7Ha llegado la hora de encarnar la Buena Nueva y mantener vivo el Mensaje de Jesús. 8Estas cosas les ayudarán a hacerlo. Oren todos los días y en toda forma; cultiven el amor intenso de unos a otros, puesto que el amor cubre multitud de errores. 9Practiquen hospitalidad hacia los demás, sin quejarse. 10Que todo el mundo sirva, según sus habilidades, como buenos administradores de los dones de Dios. 11Hablen de los mensajes que Dios nos ha dado; sirvan con la fuerza que nos suministra por medio de su Espíritu, para que todo se centre en Dios y su hijo Jesús, nuestro Hermano. 16Si sufren como cristianos, no se avergüencen, sino que bendigan a Dios por llevar este nombre glorioso. 1Como antiguo compañero y privilegiado por caminar con Jesús, 2les pido que realmente pastoreen el rebaño confiado a ustedes. 3Háganlo con un corazón dispuesto y amoroso, y no como obligación, como solíamos hacerlo cuando creíamos en la Ley. Háganlo por gozo y no por ambición; no por poder, sino por la oportunidad de servir y dar ejemplo de la Buena Nueva. 4Esto los llevará al corazón de Dios, donde se origina la verdadera felicidad. 5Los ministros más jóvenes deben aprender de quienes tienen más experiencia; todos deben pastorear con humildad. 6Si caminan este sendero de humildad, será Jesús quien los resucite, tal como Papá lo resucitó a él. Tienen que hacer mucho por morir, si quieren vivir mucho. Los exhorto a seguir a Jesús en el camino del Calvario, para que puedan caminar con él en su resurrección. 7Entréguenle toda su ansiedad; ya que es el más preocupado por ustedes. 8Ejerciten su autocontrol, no como cumplimiento de la Ley, sino como un caminar hacia la libertad. 9Permanezcan firmes en su fe, basada en su amor, para resistir a quienes nos muestran algo diferente de Jesús. 290 I Pedro 5 10El Papá de todo Amor les tomará de su mano en todo sufrimiento y les conducirá hacia el amor, en la medida que renuncien a metas menos importantes. 11Cuando estén firmemente establecidos sobre la roca del Amor, su ejemplo será faro para quienes están en el camino de la Buena Nueva. 12Les he escrito esta carta, con la ayuda de nuestro querido hermano Silvano, para animarles y compartir la sabiduría con la que he sido bendecido, por recibirla de Jesús. 13Mi hijo Marcos les manda saludos. 14Salúdense unos a otros con un beso de amor. Paz a todos ustedes en Jesús. 291 Segunda Carta de Pedro Capítulo 1 1Yo, Pedro, siervo y apóstol de Jesús, escogido por nuestro Papá y nuestro Hermano Jesús, envío saludos a quienes tienen una fe tan preciosa como la nuestra. 2Que Amor y Paz estén con ustedes en abundancia a través del conocimiento y el amor a nuestro Papá y nuestro Hermano Jesús. 3Porque su amor nos ha concedido todo lo que necesitamos para vivir una vida en unión con él. 4Él me ha concedido increíbles bendiciones; algunas para mí y otras para compartir con ustedes, para que puedan vivir su propia Vida Divina. 5Por esta razón especial, esfuércense en aumentar su fe con virtud, virtud con conocimiento, conocimiento con autocontrol, autocontrol con paciencia, paciencia con santidad, santidad con amor por todos y amor por todos con amor a sí mismos. 8Porque si tienen estas cualidades y crecen en ellas, crecerán también en conocimiento y unión con nuestro amado Hermano Jesús. 10Hermanas y hermanos, exíjanse ustedes mismos en este camino para acercarse cada vez más a la Buena Nueva que hemos recibido por medio de Jesús y de quienes él ha elegido para difundirla. 11Esto les conducirá a su eterna Vida Divina en la Trinidad, donde esperan ansiosamente vivir. 12Continuaré recordándoles estas maravillosas verdades, aunque ya caminan en ellas. 13Creo que es mi deber hacerlo mientras viva. 14Sé que mi tiempo aquí es corto, pero después de dejar este mundo, 15haré lo mejor que pueda para seguirlos recordando, 16porque cuando les hablé de la 292 II Pedro 1, 3 venida de nuestro Hermano Jesús y de sus maravillosas enseñanzas, no hablé simplemente de algo que había escuchado. Por el contrario, fui testigo presencial de todo lo que hizo y todo lo que dijo. 17Yo estaba con él cuando se transfiguró en el monte; pudimos ver realmente su Divinidad y escuchar a Papá decir: “Éste es mi hijo amado, a quien tanto amo”. 18Escuchamos su voz, que bajaba del cielo, cuando estábamos en esa sagrada montaña. 19En nuestra propia presencia, los mensajes proféticos fueron confirmados. Por eso los exhortamos a que presten atención a éstos, como lo harían con una luz que brilla en la oscuridad, hasta que llegue el amanecer y la Estrella de la Aurora resucite en sus corazones. 20Queremos dejar claro que las Escrituras proféticas no se pueden explicar por medio de la razón, 21porque la profecía no proviene de la voluntad, sino de Dios, que la revela a través de Espíritu. Capítulo 3 1Ésta, mis queridos amigos, es mi segunda carta. 2Trato de recordarles lo que los santos profetas han dicho y las enseñanzas de nuestro Hermano Jesús, transmitidas a ustedes por sus apóstoles. 3También me gustaría explicarles nuevamente una parte muy importante de lo que Jesús nos enseñó. La primera vez que fuimos enviados en una misión, nos pidió que dijéramos a la gente: “Dios está dentro de cada uno”. Muchos han tenido problemas para entender esto, y otros lo han olvidado. Sin esta enseñanza central de Jesús, muchas de las profecías parecen erróneas. Jesús nunca planeó ser un rey en el mundo exterior, sino en lo más profundo de nuestros corazones. Nunca planeó venir de nuevo al mundo exterior o traer el fin al mundo, sino entrar en nuestros corazones para ayudar a poner fin a nuestras antiguas formas de vivir. Hablar acerca de su Segunda Venida no debe ser una amenaza, sino la necesidad de estar preparados para esta venida, así como nos prepararíamos cuando alguien va a venir a visitarnos. Sólo que su visita será muy diferente, porque será permanente y fundirá su presencia con la nuestra. La Segunda Venida de Jesús tendrá lugar cuando abramos nuestros corazones tan plenamente, que él con su Ser Total pueda entrar en nosotros. La Segunda Venida de Jesús será cuando nosotros mismos lleguemos a ser Jesús, cuando pongamos fin a todo lo que no sea Jesús en no- 293 II Pedro 3 sotros. Se cumplirán las profecías de un cielo nuevo y una tierra nueva. Hagan lo mejor que puedan, queridos amigos, para abrirse a su llegada, para estar en paz con Él y con sus maravillosas enseñanzas, como también nuestro querido hermano Pablo les ha escrito. Crezcan en Amor y en Jesús todos los días. Oren por mí, como yo lo hago por ustedes. Ámenme, como yo los amo. 294 Carta de Juan Capítulo 1 1Escribimos a ustedes acerca del Corazón de Vida, que existía desde el principio. Lo hemos escuchado con nuestros propios oídos, lo hemos visto con nuestros propios ojos, e incluso lo hemos tocado con nuestras manos. 2De hecho, la Vida nos ha sido revelada, la hemos visto y estamos dando testimonio de ella. Les anunciamos la Vida Divina, que existía en Papá antes de convertirse en nuestro Hermano Jesús. 3Lo vimos, lo escuchamos y ahora les decimos que pueden unirse con Él, como lo hemos hecho nosotros, en unión con Papá y su hijo Jesús, nuestro Hermano. 4Les escribimos para que nuestro gozo pueda ser el gozo de ustedes en Él. 5El Mensaje que escuchamos y que ahora les transmitimos es que Papá es Luz y no hay oscuridad alguna en Él. 6Si decimos que estamos caminando en Jesús, pero todavía caminamos en la oscuridad, entonces nos estamos engañando a nosotros mismos. 7Si caminamos en la luz, caminamos con él, porque es Luz y podemos llegar (llegamos) a Ser Uno con él y con los demás. Entonces la misma sangre de Jesús se vuelve nuestra sangre, y se manifiesta nuestro ser hijas e hijos de Dios. 8Como hermanas y hermanos de Jesús tenemos que caminar siempre en la Verdad ya que Jesús es Verdad; de lo contrario estaríamos fuera de la Familia de Dios. Capítulo 2 1Les escribo estas cosas para mantenerlos seguros en la Familia de Dios. Si por alguna razón sienten que han salido de la Fa- 295 I Juan 2 milia de Dios y quieren regresar, Jesús abrirá sus brazos y les dará la bienvenida a casa. 2Ésta es la fiesta de bienvenida a casa para la Familia de Dios, la cual incluye a todo el mundo. 3Por esto podemos estar seguros que lo conocemos, que vivimos como él vivió. 4Quienes dicen que lo conocen pero no caminan con (como) él, se engañan a sí mismos. 5Quienes realmente caminan con él en amor, han alcanzado la madurez espiritual. 6Nuevamente, si dicen caminar con él, deben vivir como él. 7Queridos amigos, lo que les escribo no es nada nuevo sino simplemente lo que Jesús enseñó desde el principio. 8Ahora quiero decirles algo nuevo, aunque muchos ya lo han escuchado de Jesús, o de su Ser Divino: la oscuridad está desapareciendo y la Luz ya está iluminando brillantemente en muchos de ustedes. 9Quienes afirman estar caminando en la luz y todavía odian a sus hermanas y hermanos, siguen caminando en la oscuridad. 10Quienes aman a sus hermanas y hermanos caminan en la luz, y generalmente no tropezamos en la luz. 11Pero quienes odian a sus hermanas o hermanos, caminan en oscuridad; ni siquiera saben hacia dónde van, porque no pueden ver en la oscuridad. 12Les escribo, queridos hijas e hijos, para que desde el principio sepan que Papá los ama profundamente. 13Les escribo, jóvenes, para que continúen abriendo sus corazones al Amor de Papá. 14Les escribo, padres, para que la primera cosa que enseñen a sus hijas e hijos sea lo mucho que son amados por Papá, así como ustedes demuestran con hechos lo mucho que los aman. 15Pongan sus corazones primero en Dios, y el mundo puede ser ayuda para amarle. 16Pero si abren su corazón primero al mundo, será extremadamente difícil abrir su mente a Dios, y mucho más abrir su corazón. 17La existencia física en este mundo es una experiencia pasajera; si sus corazones no están en Dios, cuando esta experiencia física termine se sentirán perdidos. 18Permítanme ser muy claro sobre la extrema importancia del lugar donde tengan puesto su corazón. 19Si siguen el ejemplo de muchos de quienes los rodean, pueden estar poniendo su corazón en un lugar encerrado. Jesús es la llave de esta cerradura, ¿cómo encontrarlo, si su corazón está encerrado? 20Ya tienen a Jesús viviendo en ustedes y conocen todas estas cosas, si simplemente se abren a ellas. 21Les escribo, no porque 296 I Juan 2, 3 no las sepan, sino para alentarlos a vivirlas. Ya tienen la Verdad, Jesús, viviendo en ustedes; ¡Lo único que tienen que hacer es vivirlo! 22Jesús es la Verdad, negarlo es negar la Verdad y negar la Verdad es negarlo a Él. Una vida vivida sin la Verdad es caos, confusión y miseria. 23Si sienten esto, ya saben lo que necesitan. Empezar a vivir en Jesús 24Vivan lo que les he dicho desde el principio. Mientras lo vivan estarán viviendo en Jesús; estarán viviendo su Vida Divina. 25Esto es lo que Papá ha prometido a sus hijas e hijos. 26Cuando hacen esto nadie puede engañarlos. 27La unción que han recibido de Jesús los coloca en conexión directa con la Verdad. Por eso no necesitan a nadie que les enseñe. Lo que necesitan para caminar en el Camino de la Verdad es permanecer en unión con la Verdad. 28Por lo tanto, queridos amigas y amigos, mantengan su unión con él y permitan que su Verdad fluya a través de sus acciones. Esto le permitirá venir de nuevo al mundo. 29Cuando vean su Verdad fluyendo a través de las acciones de otros, sabrán que también están en unión con Jesús. Capítulo 3 1Vean la riqueza de Amor que Papá nos ha otorgado: que podamos ser llamados sus hijas e hijos, y que en realidad lo seamos. Esto es verdad, aun para quienes están ciegos, con una perspectiva mundana. 2Queridos amigos, ahora sabemos que somos hijas e hijos de Papá, 3por lo tanto hermanas y hermanos de Jesús. 4También sabemos que cuando renazcamos como semillas de Papá, tendremos la misma Naturaleza Divina que tuvo y tiene Jesús. 5Esta nueva Identidad solo la podemos conocer a medida que la vamos experimentando, ya que está más allá de toda comprensión humana. 6Cuando renacemos como Dios y aprendemos a caminar como tal, 7nuestra completa realidad se transforma. 8Algunos temen que esto sea perderse a sí mismos, cuando en realidad es llegar a nuestro verdadero ser. 9En nuestra antigua identidad éramos considerados bajo ley y juicio; en nuestra nueva Identidad seremos Amor, como Dios es Amor. 10Nuestra nueva Divinidad purificará nuestra antigua humanidad, para que siempre actuemos basados en nuestra verdadera naturaleza, a partir del Amor. 297 I Juan 3 11Esto nos llevará a la Ciudad de Amor, la Ciudad de Dios. 12Y la obra de encarnación de Jesús se habrá cumplido. 13Hermanas y hermanos, no se sorprendan si el mundo los odia. 14Sabemos que hemos llegado a la Vida Divina, cuando amamos a las hermanas y hermanos. Aquellos que no aman, no viven todavía la Vida Divina. 15Todo aquel que odia a sus hermanas y hermanos se odia a sí mismo, porque realmente no existe “el otro”. Si nos damos cuenta o lo aceptamos, ¡todos Somos Uno! Cuando caminamos en Jesús no existe el “yo”, solo existe el “nosotros”. 16Entendemos el verdadero significado de Amor según el ejemplo de Jesús, de entregar su vida para sacar nuestro miedo. Nosotros, a su vez, deberíamos entregar nuestras vidas por nuestras hermanas y hermanos. 17Quienes poseen recursos, materiales o espirituales, y ven a sus hermanas y hermanos en necesidad, pero no comparten con ellos, todavía no conocen lo que es Amor, lo que es Dios, ni aceptan que sus hermanas y hermanos son Dios. En efecto, ¡muchos guardan sus recursos, de manera que Dios, sus hermanas y hermanos, no los puedan disfrutar! 18Mis queridos amigos, debemos mantener Amor y Verdad unidos como Uno. Dios es Amor, Jesús es Verdad —el Amor hecho Verbo— de tal manera que Verdad es Amor. El núcleo del Mensaje de Jesús es que somos Dios. Lo que significa que somos Amor y Verdad. 19Cuando amo, creo que mis hermanas y hermanos son Dios. Cuando no los amo, soy ateo, porque no creo en ellos —no creo que son Dios—. Quienes no aman a sus hermanas y hermanos, no creen en la Buena Nueva, no creen en el Mensaje de Jesús. No digo esto para condenar a nadie, sino para llamar a todos a la Vida. ¡La Verdadera Vida es Amor! El verdadero Amor nos da vida. Es la Verdad de Jesús. 19Entonces, apoyémonos en la Verdad, en Él. Esto nos traerá paz (de alguna manera). 20porque aun si nuestros corazones parecen condenarnos, Amor es mucho más grande que las heridas y nos sanará en lo que ya somos: DiosAmor. 21Si estamos en paz, sabemos que estamos caminado a nuestra Divinidad. 22Cuando caminamos a nuestra Divinidad, hacemos cosas Divinas, cosas amorosas, lo que resulta obvio para nosotros. 23Papá quiere que pongamos nuestra fe en Jesús y nuestro Amor en nuestras hermanas y hermanos. Sabemos que somos 298 I Juan 3, 4 Dios cuando actuamos como Dios. 24Y cuando actuamos como Dios sabemos que Dios-Jesús está en nosotros. Éste es el Espíritu prometido. Capítulo 4 1Mis queridas hermanas y hermanos, no crean todo lo que escuchen. Siempre compárenlo con lo que Espíritu dice en sus corazones y con lo que han escuchado de nosotros. 2Sabemos que Espíritu siempre habla acerca de cómo nuestro Hermano Jesús fue enviado por Papá, y cualquiera que no enseñe esto, no es verdadero Espíritu. 3Hay falsos profetas a nuestro alrededor que tratan de alejarnos de la Verdad, alejarnos de Jesús. 4Ustedes son Dios, queridos amigas y amigos, porque Jesús vive en ustedes, como ustedes. 5Hay otros llenos del mundo, y por eso sus puntos de vista son del mundo y no de Dios. 6Quienes están en Dios nos escuchan, porque estamos sintonizados en la misma frecuencia. Quienes están en la frecuencia del mundo no pueden ni siquiera oírnos. 7Amados, amémonos unos a otros, porque el amor surge de Dios, y mientras amamos somos renacidos en Amor y nos volvemos Dios. 8Quienes no aman no conocen a Dios, porque Dios es Amor. 9El amor de Dios fue revelado a nosotros, porque envió a su amado hijo para llegar a ser nosotros, y para invitarnos a llegar a ser Él. 11Amados, como Dios nos ha amado tanto, también nosotros deberíamos amarnos unos a otros. 12Por lo general no vemos a Dios, pero su presencia se manifiesta en la medida que amamos, y por medio de nuestro amor su presencia llega a ser nuestra identidad. 13Por esto podemos saber fácilmente cuándo él está en nosotros y nosotros en él, por la forma como amamos. 14Nosotros mismos damos testimonio del amor de Papá, amando a nuestras hermanas y hermanos. Amor es lo que hace que Papá, su Hijo, nuestro Hermano Jesús y nosotros mismos seamos todos Uno. 15Quienes creen que Jesús es el hijo de Papá han abierto sus corazones a la Verdad. 16Hemos llegado a conocer y a creer en el inmenso amor que Papá tiene por nosotros. Dios es Amor, y cuando estamos en amor estamos en Dios y Dios en nosotros. 17Sabemos que hemos llegado a ser Amor, a ser Dios, cuando no tenemos miedo, porque el amor perfecto elimina el miedo. El miedo era la base de la Ley que Jesús venció con Amor. 18Cuan- 299 I Juan 4, 5 do llegamos a ser Dios, llegamos a ser Todo, por lo tanto, no hay nada fuera de nosotros para temer. Cuando el miedo deje de existir, la creación será completa. Seremos todos Jesús, seremos todos Amor; seremos todos Dios. Llegaremos a ser lo que Dios siempre ha sido, lo que era el plan original de la creación. 20Quienes dicen: “Amo a Dios, pero no a mis hermanas y hermanos”, todavía caminan en la oscuridad, 21puesto que en la luz podemos ver claramente que no hay diferencia entre Dios y nuestras hermanas y hermanos. Capítulo 5 1Todos los que creen que Jesús es un Cristo han renacido de Dios. Todos los que aman a Papá amarán a su Hijo, nuestro Hermano. 2Sabremos que somos hijas e hijos de Dios cuando actuamos como Dios. 3Porque amar a Dios es actuar como Dios, y Dios siempre ama. 4Todos los que han renacido en Dios han superado el miedo de este mundo. Ésta es la herencia que tenemos de Papá. 5Jesús nació de una mujer que ya se había dado cuenta de su Divinidad, y por lo tanto entró a la Familia (de Dios), porque no tenía miedo. 6Él era consciente de su Linaje Divino, aun antes de su nacimiento. 7Quienes creen esto se convierten en lo que creen y pueden dar testimonian de ello, no solo por su fe sino también por su vida (de Amor). 9Debido a esta Divina transformación, quienes creen en Jesús tienen la prueba de su creencia dentro de sí mismos, es decir, el Jesús que son. 10Quienes no creen en Jesús, simplemente observarán la vida de quienes creen, y verán las acciones de Jesús. 11Dios ha concedido Vida Divina a todos los que creen en su Hijo. Quienes tienen al Hijo (en ellos) tienen Vida Divina. 12Quienes no tienen al Hijo, todavía no se han dado cuenta de la Vida Divina que hay en ellos. 13Les escribo a ustedes, que tienen a Jesús en sus corazones, para que sepan que tienen Vida Divina. 14Sabemos que cualquier cosa que pidamos, que esté de acuerdo con su voluntad, será concedida. 15Todo lo que pidamos desde el corazón de Jesús, será concedido. 16Si ven a algunos que actúan sin Jesús en sus corazones, compártanles esta Buena Nueva. Cuéntenles el gozo que sienten al caminar con Jesús. 17Invítenlos también a caminar con Jesús, para que su oración sea escuchada y sus corazones estén en paz. 18Sabemos que quienes tengan Vida Divina actuarán como Dios 300 I Juan 5 lo haría, de lo contrario Dios no sería Dios. 19A veces es difícil caminar en el mundo y al mismo tiempo vivir como Dios. 20Sabemos que Jesús ha venido al mun- do y a nosotros; que somos Él y Él es nosotros; que tenemos realmente Vida Divina y que ¡Somos Dios! 301 Epílogo de quien escribe Al finalizar, quiero compartir con ustedes una palabra personal. Transcribir este Nuevo Nuevo Testamento es la tarea más difícil que he hecho en mi vida. También es aquello a lo que más me he resistido. Sin embargo ha sido la bendición más grande de mi vida. Hubo muchos días, mientras transcribía, en los cuales no podía escribir ni una sola palabra, tratando de acomodarme a lo que Jesús estaba diciendo. Otros días solo pude llorar por lo que se había escrito en el “original” del Nuevo Testamento. Por último, quiero que sepan que no he hecho nada extraordinario o especial. Todos podemos escuchar a Jesús y oírlo hablar en nuestros corazones. Solo tenemos que escuchar y luego hacer lo que escuchamos. Por favor, hagan esto, ¡si todavía no lo hacen! Me atrevo a decir que para ustedes también será la tarea más difícil que tendrán que hacer, pero también ¡la bendición más grande que puedan recibir! 302 Un amigo de Jesús