El Nuevo Nuevo Testamento Reescrito a través de Jesús y los autores originales.

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El Nuevo
Nuevo Testamento
Reescrito a través de Jesús
y los autores originales.
El Nuevo Nuevo Testamento
© Fundación Juan Bosco
Diagramación: El Bando Creativo
Primera Edición
Santiago de Cali, junio de 2012
Contenido
Presentación de la Edición en Español. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Evangelio de Juan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Evangelio de San Mateo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Evangelio de Marcos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Evangelio de Lucas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Hechos de los Apóstoles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
Introducción de Pablo a la Nueva Edición de sus Cartas. . . . . . . . . 188
Carta a los Romanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Primera Carta a los Corintios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Segunda Carta a los Corintios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
Carta a los Gálatas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
Carta a los Efesios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
Carta a los Filipenses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Carta a los Colosenses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
Primera Carta a los Tesalonicenses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
Segunda Carta a los Tesalonicenses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
Primera Carta a Timoteo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256
Segunda Carta a Timoteo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
Carta a Tito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
Carta a Filemón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268
Carta a los Hebreos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Carta de Santiago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
Primera Carta de Pedro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
Segunda Carta de Pedro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
Carta de Juan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
Epílogo de quien escribe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
4
Presentación de la
edición en español del
Nuevo Nuevo
Testamento (NNT)
Ciertamente, la Biblia es un
texto inspirado por Dios, pero
escrito por seres humanos. Quien
recibe el Mensaje, lo recibe como
una Energía Divina, una Revelación Espiritual, y cuando acepta
trasmitirla a otras personas debe
traducirla en palabras humanas.
De esta manera da origen a un
texto en el cual se narran mensajes de la Energía Divina, pero
también se mezclan aspectos
de la cultura, la mentalidad, las
creencias de la época y los intereses por manipular y contralar la
gente, de la persona que traduce
la Energía Divina en lenguaje
humano.
Después vienen las traducciones de un idioma a otros, en las
cuales la Energía Divina, se mezcla también con la mentalidad de
quien hace la traducción y con las
limitaciones del idioma y la cul-
tura de aquellos a quienes va dirigida la traducción. Por eso, Jesús
recomienda escuchar siempre al
Espíritu Santo, quien nos enseña
la Verdad que ha sido revelada:
“Tengo muchas más cosas que
quisiera decirles, pero no hay
tiempo... Recuerden que cuando
nuestros corazones, mentes y almas se hayan convertido verdaderamente en Uno, su Divinidad
y su Espíritu interior les recordará lo que he dicho y les continuará revelando la Verdad y la
realidad” (NNT, Juan 16, 12-13).
El Espíritu Santo, que habló y
actuó a través de Jesús, de Pablo
y de los demás autores del Nuevo Testamento, sigue hablando y
actuando a través de toda persona
que abra su corazón para escuchar
y practicar sus inspiraciones. Un
hermano y seguidor de Jesús ha
escuchado del Espíritu que algu5
Presentación del NNT
de Espíritu que este mensaje es
Verdad. Hicimos la traducción
a nuestro idioma español, y después de leerlo en voz alta en Comunidad hemos entendido que es
voluntad de Espíritu difundir su
mensaje reescrito hoy, a todo el
mundo de habla hispana. Invitamos a muchas personas a leer el
NNT y entrar en su interior, para
hablar con el Espíritu Santo y escuchar si esto es Verdad.
nas cosas no fueron contadas en
el momento en que se escribió el
Nuevo Testamento y otras fueron
mal interpretadas; por ejemplo,
en Hebreos 3,1 dice: “Jesús es el
sumo sacerdote de nuestra fe”.
Ahora, Espíritu ha pedido que
se escriba: “Jesús es el hermano
de nuestras Comunidades de fe”.
Este hermano aceptó la solicitud
de Espíritu para reescribir los
textos del Nuevo Testamento, colocando algunas cosas que no se
escribieron y aclarando otras que
fueron mal interpretadas. De esta
decisión de obedecer a Espíritu
surgió en inglés el Nuevo Nuevo
Testamento (NNT).
Luego un grupo de creyentes,
seguidores de Jesús, conocimos
el texto y también escuchamos
Fraternidad Eucarística
de Jesús - Cali Colombia
www.fedejesus.org
Movimiento internacional
Buena Nueva de Jesús
6
El Nuevo Nuevo Testamento
Introducción
Este Nuevo Nuevo Testamento
es muy diferente de otros Nuevos
Testamentos. No es el trabajo de
estudiosos, sino de un simple creyente que fue invitado por Jesús y
los autores originales del Nuevo
Testamento, a reescribirlo como
ellos quieren que sea escuchado
hoy. Muchos pueden tener dificultad con este concepto, siendo
uno de ellos el mismo que escribe. Es muy difícil para nosotros
creer que “todo es posible con
Dios” (Marcos 10, 27).
En relación con esto, quien escribe quisiera decir, como dijo
San Pablo en la carta a los Gálatas: “Todo lo que quiero es servir a Jesús y su mensaje, recibido directamente de él a través de
muchas revelaciones y no de ninguna persona humana” (Gálatas
1, 10-12). Cuando le preguntó a
Jesús por qué le pedía hacer esto,
la respuesta fue simple: “Porque
nadie más aceptaría hacerlo”. Y
quien escribe sabe claramente
que Jesús está usando aquello de
“escogió a los débiles para opacar
a los fuertes” (I Corintios 1, 27).
La verdad siempre es simple.
Jesús es la Verdad. Aunque era
Dios, era también una persona
sencilla y eligió a la gente sencilla
para que le ayudaran a difundir la
Buena Nueva por todo el mundo.
Él ha pedido que su mensaje sea
reescrito ahora, cuando ya no es
ilegal proclamar su mensaje principal. Su mensaje central es muy
simple:
1.Somos Dios (Juan 10, 34).
(Debemos recordar que Jesús
fue crucificado por decir que
era Dios).
2. Dios es Amor (Juan 1 4, 8).
3.El Amor se manifiesta como
Servicio (Juan 1,12).
7
Introducción
de Dios, la Espiritualidad y la Comunidad. Su Dios era su “Papá”
- “Abba” en su lengua materna.
Esa simple palabra superó gran
parte del Antiguo Testamento, ya
que todos los apóstoles originales
eran judíos, formados en el judaísmo de la época, que se había
desviado bastante de la Alianza
de Abraham. Una y otra vez, Jesús retó a los líderes judíos de la
época mediante la predicación y
la puesta en práctica de un Mensaje diferente. Sin embargo, gran
parte de su intimidad radical con
Dios se perdió, empezando por
los apóstoles judíos, los autores
del Nuevo Testamento original y
los traductores.
Por ejemplo, algunos estudiosos han señalado que el pasaje que generalmente se traduce
como “No he venido a cambiar
la ley, sino a cumplirla”, debería
ser traducido como “No he venido a cambiar la ley, sino a abolirla”. Los traductores o escribas no
podían creer lo que Jesús había
dicho; por lo tanto, simplemente
lo cambiaron, para acomodarlo a
sus propias creencias.
Cabe destacar que la enseñanza
de Jesús aquí presentada no es de
ninguna manera algo nuevo. Era
la enseñanza central de la Iglesia
primitiva hasta el siglo IV, cuando el dinero y el poder se impusieron sobre la tradición, y hasta
Podemos resumir todo esto
simplemente diciendo: Nuestra
Esencia es Amor Divino, nuestra
Llamada es Servicio Humano.
Jesús desea que el simple mensaje que se presenta aquí ¡traiga
unidad a su gente y a sus Iglesias, y en última instancia, a todas las religiones y a todos los
Pueblos! Si no caminamos en
Unidad, no caminamos con Jesús,
quien es Dios, quien es Amor,
quien es Servicio. Igualmente
no vivimos la oración de Jesús:
“¡Que todos seamos Uno!”. (Juan
17, 21).
En este Nuevo Nuevo Testamento, se le pidió a quien escribe
reubicar el Evangelio de Juan en
su lugar exacto, como el primer
evangelio, tal como se refleja
en los antiguos manuscritos arameos. Entonces, este Nuevo Nuevo Testamento comenzará como
el Antiguo: “En el principio”,
como signo destinado a sustituir
gran parte del Antiguo Testamento. La Revelación empieza de
nuevo con Jesús. Este cambio de
posición del Evangelio de Juan
coloca juntos los dos libros de
Lucas –El Evangelio y Hechos–
como estaban al principio.
Debemos darnos cuenta que Jesús no vino simplemente a continuar la revelación del Antiguo
Testamento, sino a traer un mensaje radicalmente diferente acerca
8
Introducción
ras eran inspiradas, pero no hubo
ninguna decisión sobre el Canon
real. Sin embargo, esta decisión
fue tomada extraoficialmente
después del Concilio, por el mismo Constantino, quien ordenó
cincuenta copias de su selección
de libros, para ser destinados a
los cristianos de su reino.
Éste fue el mayor encargo de
libros en la historia hasta ese momento, el cual ha tenido sorprendente impacto sobre el cristianismo, incluso hasta nuestros días.
En dicho proceso fueron involucrados algunos clérigos, pero aquí
se aplica el viejo adagio: “Quien
paga es quien decide”. La mayoría de los historiadores no creen
que la conversión de Constantino
al cristianismo haya sido sincera,
sino de carácter político, y que la
selección de un número de libros
para “su” canon, también fue política; particularmente aquellos
libros que hacen énfasis en la
ley, cuando Jesús había venido a
reemplazar la ley por Amor.
Constantino quería dejar por
fuera todos los escritos de Juan,
porque opinaba que hacían demasiado énfasis en el amor, particularmente 1Juan 4, 8, que es
el único lugar en toda la Biblia
tradicional donde la esencia de
Dios es presentada como Dios es
Amor. Aunque el amor traería la
paz, enseñar que Dios es Amor,
la fecha constituye la enseñanza
de muchas Iglesias Orientales,
que nunca perdieron el verdadero
Mensaje de Jesús.
Quienes estuvieron muy cerca
de Jesús conocieron esta enseñanza y luego la transmitieron. El
cristianismo entró en la clandestinidad en muchos lugares, porque el núcleo de la enseñanza de
Jesús –“que somos Dios” (Juan
10, 34)– continuó siendo ilegal
por mucho tiempo, aun después
que Jesús fuera ejecutado por
predicarlo, por lo que debía ser
mantenido en secreto entre los
miembros de las primeras comunidades.
Más tarde la enseñanza de Jesús sobre el amor y la paz se
hizo muy popular entre los líderes civiles, que estaban cansados
de pagar el costo de las guerras.
El ejemplo más gráfico de esto
fue el emperador romano Constantino. Él convocó un concilio
de obispos cristianos del mundo
“conocido”, en Nicea, para tratar de poner fin a las divisiones
dentro del cristianismo, pero lo
más importante para él era traer
paz a su reino basado en las enseñanzas cristianas que, hay que
mencionarlo, se estaban alejando
cada vez más de las enseñanzas
de Jesús.
En este Concilio hubo una discusión acerca de cuáles escritu9
Introducción
tros hogares, ¡nuestra más básica
“iglesia”! Su enseñanza contenida aquí puede muy bien cambiar
radicalmente el cristianismo en
todas partes, excepto en algunos
lugares, principalmente en Oriente, donde lo central de su Mensaje nunca se perdió; por eso ¡debe
ser visto como un retorno a su
Mensaje, y no como un cambio
de él!
Muchas iglesias enseñan que
los milagros murieron con los
apóstoles. Casi todas las iglesias
creen que la posibilidad de inspiración en las Escrituras también
murió con los apóstoles, aunque
la misma Escritura niega totalmente esta idea. Por ejemplo,
en Juan 16, 12-15 Jesús promete
que su Espíritu continuará enseñándonos aún después que haya
muerto. No hay absolutamente
nada que limite la capacidad de
Espíritu para enseñarnos después
de la muerte de los apóstoles.
No hay absolutamente nada que
pueda limitar la capacidad del
Espíritu para inspirar las Escrituras después de la muerte de los
apóstoles. Espíritu aún permanece muy vivo y capaz de hacer lo
que sienta que puede ayudar a los
cristianos para seguir a Jesús y
vivir sus enseñanzas, aunque los
apóstoles hayan muerto hace mucho tiempo.
Jesús quiere que la idea central
acabaría con el poder de las iglesias, que a menudo gobiernan
con la amenaza de la venganza de
Dios sobre quienes no siguen las
leyes que ellas han inventado.
Constantino estaba principalmente preocupado acerca de
Juan 10, 34 que dice que somos
Divinos. (Aquí Jesús citaba a David en el Salmo 82,6, pero nunca
fue tomado en serio, a pesar de
estar en la Biblia.) Los dioses no
suelen sentir la necesidad de seguir la autoridad civil. Por eso el
principal Mensaje de Jesús, que
somos Dios, era muy difícil de
mantener vivo porque era ilegal,
como se mencionó anteriormente, y porque limitaba el poder de
los líderes religiosos y civiles.
Por esta razón, cuando Constantino trasladó los Servicios Cristianos de las casas a los templos,
proporcionándoles dinero para
construirlos, las principales enseñanzas de Jesús, como la preeminencia de la familia y la intimidad con Dios, casi desaparecen.
Por eso, Jesús ha pedido que esto
sea resucitado en este Nuevo
Nuevo Testamento.
¡No está por demás enfatizar
que Jesús no quiere que de su
mensaje nazca una nueva Iglesia ni una nueva secta! Simplemente quiere que su mensaje de
amor sea enseñado y creído en todas sus iglesias y en todos nues10
Introducción
sentimos el amor de Jesús en sus
palabras, ¡compartámoslo con
quien nos encontremos, como él
lo hizo!
La mente separa las cosas en
busca de conocimiento y claridad y esto puede ser muy útil. Sin
embargo, el corazón une las cosas
buscando unidad, y esta unidad es
aun más importante. La época de
la separación ha terminado y la
época de la unidad de todos, que
Jesús enseñó, puede finalmente
incorporarse dentro de nuestro
espíritu.
Espíritu ha dicho que los problemas del mundo actual, la codicia, la violencia, el egoísmo y la
perversión no provienen de algo
malo en nosotros, sino de algo
malo en nuestra teología y espiritualidad. El Mensaje central de
Jesús, acerca de la Deificación
(somos Dios) aunque era evidente en el Nuevo Testamento original, se omitió en los primeros
siglos debido a que era un delito
creerlo y enseñarlo; esta omisión
ha provocado que nuestra Energía
e Identidad Divinas hayan sido
reemplazadas casi completamente por desviaciones de nuestra Divinidad. Una razón principal para
este Nuevo Nuevo Testamento es
que la Deificación, nuestra forma
literal de ser imagen de Dios, ya
no es ilegal; por lo tanto, el Mensaje principal de Jesús puede ser
de su Mensaje sea abiertamente
proclamada desde todos los tejados del mundo, ahora que no
es ilegal. ¿No desearía Jesús un
Nuevo Nuevo Testamento que
destile el néctar de su enseñanza
central, aunque esto sea mortificante para algunos?
Para quien escribe este Nuevo
Nuevo Testamento, la enseñanza de Pablo fue extremadamente
fuerte, en este punto. Su propia
conversión a Jesús fue instantánea en el camino de Damasco,
pero su comprensión de Jesús
tomó muchos años para penetrar
en sus entrañas farisaicas. Pablo
ahora quiere que sus escritos, que
estaban muy impregnados de la
ley judía, vuelvan a escribirse en
el Amor predicado por Jesús. Pablo lloró de gratitud mientras se
hacía la reescritura y el Mensaje
de Jesús era liberado de la cárcel de la Ley Mosaica. Mientras
ocurría esto, el Mensaje de Jesús
también fue liberado de los prejuicios culturales de Pablo contra las mujeres y la sexualidad,
dejando ver la reverencia por las
mujeres y el profundo respeto por
la sexualidad que Jesús había hecho brillar.
Jesús simplemente pide que
leamos esto con corazón abierto. Que seamos conscientes de lo
que sentimos en nuestro corazón,
porque es allí donde Él habita. Si
11
Introducción
Todo esto se reduce a una
simple pregunta: ¿Puede Jesús
darnos un Nuevo Nuevo Testamento, si es su voluntad? Si
Jesús puede hacer realmente
lo imposible, estaríamos obligados a escucharlo con un corazón nuevo y oídos abiertos. Si
usted cree que Jesús puede hacerlo, pero no está seguro que
esta versión sea posible, hay
una manera fácil de saberlo:
léalo y lo verá (usted mismo en
su corazón lo sabrá).
Cabe señalar que quien escribe fue invitado a no utilizar la
palabra “Iglesia” en el texto, ya
que este término ha perdido su
significado original. Antes significaba lo que hoy se llama “Comunidad”. Con la llegada de los
edificios de la iglesia, comenzó
la decadencia del concepto original de comunidad y los modernos
edificios han destruido casi por
completo cualquier posibilidad
de una verdadera comunidad.
Los primeros cristianos, como
se lee en el libro de los Hechos,
se reunían diariamente en el templo para la oración y en sus hogares para la “Fracción del Pan”.
Reunirse en el templo para orar
se basaba en su creencia que todavía eran judíos, y la reunión
en los hogares se basaba en la
nueva Ceremonia de Jesús de la
Fracción del Pan. Esta tradición
ahora proclamado abiertamente a
todo el mundo. Desafortunadamente este hecho ha sido causa para que muchas personas
crean que ¡el mensaje central
de Jesús es herejía!
Jesús era el centro de gran parte
del Nuevo Testamento original.
Ahora es el Núcleo de todo este
Nuevo Nuevo Testamento. Podemos decir que Jesús es su “editor
en jefe”, ya que fue Él quien seleccionó los libros que se incluyen aquí y no Constantino, y fue
Él quien supervisó la escritura de
este manuscrito. Él y los autores
originales impartieron toda la revelación que quien escribe consignó aquí.
Creer que la Revelación ha terminado es como creer que Dios
está muerto y que todo lo que
tenemos es solo un registro de lo
que Jesús hizo, en lugar del mismo Jesús presente en nuestros corazones. Esta creencia no es coherente con lo que Jesús dijo, como
se mencionó anteriormente.
Cuando en 2009 Jesús pidió
a quien escribe consignar todo
esto, prometió la ayuda de cada
uno de los autores originales para
guiarlo. Ellos son los autores y el
Espíritu de Jesús el Editor-Jefe.
Si esto no es posible, ¡entonces
el Nuevo Testamento original
estaría equivocado cuando dice:
“!Todo es posible con Dios!”.
12
Introducción
Testamento y ha avanzado mucho desde que hizo el original.
Pablo ha evolucionado bastante
en cuanto a Jesús, y por eso ahora puede presentar mejor lo que
le reveló. Su Introducción se ha
colocado precisamente antes de
sus epístolas; mientras que los
comentarios de los otros autores
están aquí:
se ha perdido en muchas iglesias,
porque se ha visto conectada con
el sacrificio más que con la Deificación, como se ve muy claro
en el Evangelio de Juan. La fiesta de las “bodas de Caná” es la
boda mística de nuestra humanidad con nuestra divinidad, como
queda claro en la lectura de esta
sección del Evangelio de Juan.
También hay que dejar en claro
que las Escrituras originales no
eran para el estudio personal, sino
para compartir en la comunidad.
El “lujo” de tener cada quien su
propia Biblia no existe sino desde hace muy poco. La creencia
inicial de que la Palabra hablada
de Dios contenía la Energía y el
Amor de Dios, se ha perdido. Así
que la orientación dada para este
Nuevo Nuevo Testamento es que
en general sea leído en voz alta
en Comunidad, y luego dialogado
bajo la guía del Espíritu, el Espíritu de Jesús. Esto llevará a una
mejor comprensión de las Escrituras y a un profundo sentido de
comunidad, que era la intención
inicial de Jesús. Todos sabemos
que la Comunidad es algo muy
necesario en el cristianismo de
hoy.
A quien escribe esto le fueron
dadas dos introducciones. Una
de todos los autores en conjunto
y otra especial de Pablo, puesto
que escribió gran parte del Nuevo
Un mensaje de los
autores originales
Al mirar el mundo de hoy nos
llenamos de una compasión abrumadora. Hay grandes divisiones
y rupturas entre los pueblos, entre
las religiones y entre las iglesias.
Queremos que este texto sea un
paso hacia la unidad real y no otra
excusa para las divisiones. Es el
mismo Árbol de la Vida de Jesús,
solo que más frondoso, porque el
cristianismo se ha hecho mayor.
Es la misma Palabra de Dios, solo
que se actualiza en términos modernos y con la libertad de presentar el Mensaje central de Jesús, puesto que ya no es ilegal y
se puede proclamar abiertamente.
Algunas notas sobre el
lenguaje y la gramática
El arameo, la lengua que habló
Jesús, es multidimensional, mientras que el inglés y el español
13
Introducción
situación presentando primero
el femenino cada vez que fuera
posible, sin la complicación de
género como “él y ella” e incluso
recurrir a la tradición del Antiguo
Testamento que inicialmente utilizaba el femenino cuando hablaba de Espíritu.
Hay una serie de palabras que
regularmente se escriben con mayúscula, para tratar de subrayar
su importancia, como: Amor, Comunidad, Alianza, Fe, Luz, Vida
Divina, Mensaje… Esto parece
presentar más claramente el énfasis que se les da en esta reescritura. También hay que señalar que en este texto se utiliza la
gramática coloquial, porque es la
forma como llegó a quien escribe; lo cual es coherente con el hecho que la mayoría de los autores
originales del Nuevo Testamento
eran personas sencillas.
En el original del libro de los
Hechos de los Apóstoles hay lugares donde pareciera que Lucas
estaba realmente presente (ya
que utiliza “nosotros”) y no narra simplemente lo que ha oído.
Esta parte se dejó como estaba,
aunque gramaticalmente pueda
parecer un poco confuso.
El Nuevo Testamento, como ya
hemos mencionado, fue escrito
originalmente no para ser leído
individualmente, sino para ser
leído en voz alta en las comuni-
generalmente no lo son. De vez
en cuando se presentan palabras
entre paréntesis para tratar de
transmitir los múltiples significados de una misma verdad, como
lo hace el arameo. También hay
que recordar que la lógica oriental es a menudo muy diferente
de la occidental. Algunas ideas y
creencias que en Oriente son consideradas complementarias, en
Occidente son contradictorias. La
verdad es una experiencia mucho
más amplia en Oriente, y esto se
debe tener en cuenta cuando leemos un texto que proviene precisamente de allí. Como algunos
han dicho, “¡Nos hemos olvidado
que Belén y Jerusalén no están en
Occidente!”.
El ejemplo más gráfico es el
manejo de la enseñanza principal
de Jesús, que somos Dios, como
ya se mencionó. Muchos creemos
que solamente somos siervos de
Dios. La gloria del pensamiento
oriental es que ambas Verdades
pueden ser vistas como “hermana
y hermano”. Jesús, que encarna la
Verdad total, enseñó que somos
Dios y también siervos de Dios.
Su propia vida y enseñanza son
reflejo maravilloso de esto.
Dios por lo general es presentado como masculino, a pesar
que la Divinidad trasciende el
género. A quien escribe se le indicó que tratara de equilibrar esta
14
Introducción
maravillosa pintura “Jesús Riendo” (Jesus Laughing). A veces
Jesús ríe, para no llorar por lo que
ha sucedido a sus pueblos y sus
iglesias. Otras veces simplemente disfruta de una buena broma,
como lo dice en las Escrituras en
Juan 10, 32: “He hecho muchas
cosas buenas por ustedes, ¿por
cuál de ellas me van a apedrear?”.
También en una broma le dijo a
quien escribe: “Podemos decir
que los seres humanos amamos a
los perros porque no tienen teología del juicio, y siempre aman. Y
amamos a los gatos porque nunca
han perdido su creencia que son
Dios”.
Recordemos siempre: El Amor
de Dios está en la Palabra de
Dios.
La imagen de Jesús riendo, utilizada en la portada, es del pintor
Ralph Kozak, cuyo registro legal
es de Praise Screem Prints en
1977, y se utiliza aquí con permiso del autor. Pueden visitar su
página web:
www.jesuslaughing.com
dades. Por tal motivo encontrarán muchas más comas que lo
“gramaticalmente correcto”, en
un intento por facilitar la lectura
en voz alta de este Nuevo Nuevo
Testamento.
Jesús a menudo hablaba del
valor, incluso de la necesidad de
reunirse. Por lo tanto, sugerimos
que procuren leer esto en familia,
reunirse, e incluso leer el Nuevo
Nuevo Testamento juntos y en
voz alta, como era la intención
original. Luego podríamos hablar
de cómo acercarnos más a Jesús
y a los demás, centrándonos en
su Verdad y no en creencias sectarias.
Finalmente, cabe mencionar que se intentó mantener
la numeración original de los
capítulos y versículos. Sin embargo, esto no siempre fue posible, porque Jesús y los autores
originales quisieron en algunos
momentos eliminar o agregar
algo.
Se eligió como portada para
este Nuevo Nuevo Testamento la
15
Evangelio de
Juan
De nuevo la Revelación continúa
Capítulo 1
oscuridad y miedo se enseñan
como si fueran verdad. 7Sin
embargo, la Sabiduría brilla
más cada día y el Amor calienta tanto el mundo, como nuestros corazones. 8Más y más
personas se están dando cuenta que son hijas e hijos de Dios
y como tales, son Dios. 9Aunque nacidos originalmente de
la carne, ahora se dan cuenta
que han renacido en Espíritu y
que todos formamos la Familia de Dios.
10Cuando el Hijo nació, una
nueva Gloria entró en la creación; ésta era la Gloria de Dios,
la plenitud de Sabiduría y Amor.
11Vino a nuestra dimensión humana para llevarnos de nuevo a la
suya. 12Trajo un Mensaje simple:
Dios es Amor; Dios es Servicio.
1En
el principio, antes de comenzar la creación, Sabiduría
y Amor ya existían. Estas dos
manifestaciones de Dios eran
Dios. 2Dios extendió Sabiduría en el mundo y manifestó el Hijo. El Hijo extendió
Amor en el mundo y manifestó el Espíritu. 3De Sabiduría y
Amor han nacido todas las cosas, toda Luz y todo Amor. La
Luz disolvió la oscuridad, y
el Amor transformó el miedo.
4Este nacimiento de la realidad ha continuado y se está intensificando ahora. 5Antiguas
sabidurías están renaciendo;
antiguos Amores se están ampliando y profundizando. 6Los
dolores de parto continúan
cuando algunas ilusiones de
16
Juan 1
13Ésta
29Al
es su esencia; éste es nuestro Llamado. 14Estamos para iluminar el mundo con nuestra Sabiduría, y abrigar los corazones de
todos con nuestro Amor.
15Él murió en su humanidad y
así pudo entrar más fácilmente en
nuestras mentes y corazones con
su Divinidad. 16Hemos llamado
a este espíritu, Espíritu de Jesús.
17Sin él, caminamos en la oscuridad del miedo y el egocentrismo;
con él, caminamos en un continuo renacimiento de Jesús en
nuestro mundo. 18La permanente
Buena Nueva es: Dios es Amor,
Dios es Servicio; su Espíritu es el
recuerdo de esto.
19Cuando los líderes judíos de
Jerusalén enviaron sacerdotes y
levitas donde Juan Bautista a preguntarle quién era, dijo: 20“No
soy el Cristo que están esperando”. 21Le preguntaron si era Elías,
y dijo que no. 22Le insistieron que
diera una respuesta, porque necesitaban algo para decir a quienes
los habían enviado. 23Entonces,
respondió: “Soy alguien que grita
en el desierto; abran sus corazones a Dios, enderecen el camino
hacia Él”. 26Continuó diciendo
que bautizaba con agua, pero que
en breve llegaría alguien que bautizaría con Espíritu. 28Esto sucedió en Betania, al otro lado del río
Jordán.
día siguiente, Juan vio
venir a Jesús y dijo: “He aquí el
amado de Dios, el que vino a hablarnos del Amor de Dios para
todos. 30Es aquel de quien les hablé ayer. 31Él es la razón por la
que vine a bautizar; para que le
abran sus vidas y sus corazones.
32Cuando lo vi, el Espíritu descendió sobre él en forma de paloma. 33Quien me llamó a este ministerio, me dijo: “Cuando veas
el Espíritu descender sobre una
persona, ésa es quien bautizará
con el Espíritu. 34Ahora que lo he
visto, puedo decirles que éste es
un Cristo”.
35Al otro día, Juan estaba con
dos de sus amigos, 36y cuando
vio a Jesús que pasaba, les dijo:
“Aquí está el Cristo”. 37Los dos
amigos oyeron y se acercaron
a Jesús. 38Jesús los vio caminar
hacia él, y les dijo, “¿Qué están
buscando?”; contestaron, “Maestro, ¿dónde vive?”. 39Él les dijo:
“Vengan y lo verán ustedes mismos”. Entonces se fueron con él;
eran como las cuatro de la tarde.
Andrés, el hermano de Simón,
era uno de esos amigos. 41Fue y
le dijo a su hermano: “Hemos encontrado al Cristo”. 42Entonces lo
llevó donde Jesús. Cuando Jesús
lo vio, le dijo, “Usted ha sido llamado Simón: a partir de ahora se
llamará Pedro”.
17
Juan 1, 2
43Al
Jesús y sus amigos. 3Cuando se
acabó el vino María dijo a Jesús:
“No tienen vino” (Hay que recordar que en aquellos días la gente
estaba mucho más consciente de
la importancia de los símbolos.
El vino era visto como el símbolo
de la Divinidad, ya que hace feliz
a la gente. Así que lo que realmente estaba diciendo, era: “No
tienen la realización de su Divinidad, no se sabe muy bien quiénes
son). 4Jesús dijo, “Lo sé, pero todavía no es tiempo de comenzar
mi ministerio para enseñarles lo
que realmente son”.
5Su madre dijo a los sirvientes,
“Hagan lo que Él les diga” (Citando aquí lo que el faraón dijo a
los judíos cuando fueron a Egipto
a comprar trigo para el pan, con
lo que entregaba simbólicamente
el pan y el vino). 6Había allí seis
tinajas de agua de la que se utilizaba para los ritos de purificación
de los judíos. Cada una podría
contener cerca de treinta galones.
7Jesús dijo a los sirvientes que
llenaran de agua las tinajas, y así
lo hicieron (Uno se pregunta por
qué las tinajas no estaban ya llenas, pues era una fiesta de bodas
donde se iba a comer, y por lo tanto había la necesidad de lavarse.
Evidentemente, es un símbolo de
un cambio en la manera de hacer
las cosas, un nuevo ritual).
día siguiente fueron a Galilea y vieron a Felipe. Jesús le
dijo: “Venga, camine con nosotros”. 44Felipe era de Betsaida, la
misma ciudad de Andrés y Pedro.
45Felipe encontró a Natanael, y le
dijo: “¡Hemos encontrado a quien
esperábamos! Jesús, el hijo de
María y José de Nazaret”. 46Natanael dijo: “En la Escritura no hay
nada que diga que alguien importante venga de Nazaret”.
47Cuando Jesús vio a Natanael, dijo: “He aquí un hombre
de corazón abierto, que busca
la verdad”. 48Natanael le preguntó cómo lo había conocido.
Jesús le dijo: “Antes que Felipe
lo encontrara, lo vi sentado bajo
una higuera, pensando acerca
del Cristo”. 49Natanael contestó,
“Maestro, veo que ciertamente
usted es un Cristo”. 50Jesús respondió: “¿Cree esto solo porque
dije que lo había visto sentado
bajo la higuera? Le aseguro que
verá cosas mucho más grandes.
51Llegará a saber dónde vive
el Cristo, e incluso cómo vivir
como un Cristo”.
Capítulo 2
1Al
tercer día de comenzar el
ministerio público de Jesús hubo
una fiesta de bodas en Caná de
Galilea. María, la madre de Jesús, estaba allí. 2También estaban
18
Juan 2, 3
8Luego
18Los
les dijo que tomaran un
poco y lo llevaran a la persona
encargada de la fiesta. 9En cuanto
lo hicieron, la persona encargada
lo probó, fue donde el novio y le
preguntó por qué aquel excelente
vino no se había servido primero.
10Le dijo: “Por lo general, el mejor vino se sirve primero y el más
barato cuando la gente ya está
alegre; 11pero usted ha guardado
el mejor vino hasta ahora”.
12Después de la fiesta, Jesús, su
madre, sus hermanas, hermanos y
sus amigos más cercanos bajaron
a Cafarnaum, a casa de Jesús y
permanecieron allí algunos días.
13Luego fueron a Jerusalén para
la fiesta de la Pascua. 14Cuando
Jesús fue al templo a orar, quedó impactado por la cantidad de
negocios de venta de animales
para el sacrificio. 15Entendió que
no habían escuchado al profeta Oseas cuando dijo: “Dios no
quiere sacrificios, sino que se
amen unos a otros”. Decidió entonces poner fin a todo esto. Hizo
un látigo y sacó todos los animales grandes del templo. A los
cambistas de dinero, que no se
fueron cuando les dijo, les volcó
sus mesas. 16Gritó a todo el mundo: “¡Saquen todo este barullo de
aquí, para que podamos orar y escuchar a Dios, en lugar de oír el
tintineo de sus monedas!”.
líderes judíos que oyeron lo que había hecho, vinieron
y le preguntaron si sabía lo que
estaba haciendo; que si pensaba
que tenía derecho para hacerlo,
tenía que probarlo con alguna señal. 19Jesús dijo: “Destruyan este
templo de Dios y en tres días lo
reconstruiré”. 20Ellos se burlaban y dijeron: “Fueron necesarios
cuarenta y seis años para construirlo, y ¿cree que puede reconstruirlo en tres días?”. 21Pero Jesús
hablaba del templo de su cuerpo,
de su corazón, donde Dios realmente habita. 22Cuando Jesús
resucitó, sus amigos recordaron
esto y entendieron lo que había
querido decir.
23Mientras Jesús estuvo allí
para la fiesta, enseñó muchas
cosas y sanó a muchas personas,
por lo que mucha gente comenzó
a creer en Él. 24Sabía que la fe de
la gente era todavía incipiente y
tendría que ser probada para que
pudiera crecer. 25Y que en realidad no entenderían todo lo que
les había estado enseñando hasta
la venida del Espíritu en Pentecostés.
Capítulo 3
1Un
líder fariseo llamado Nicodemo vino a visitar a Jesús de
noche, pues tenía miedo ser visto
con Él a la luz del día. 2Le dijo
19
Juan 3
15Les
a Jesús: “Maestro, algunos nos
damos cuenta que usted viene de
Dios, porque hace las cosas de
Dios”.
3Jesús le respondió: “Le aseguro que si una persona no vuelve
a nacer en Espíritu, no puede vivir la Vida Divina”. 4Nicodemo
quedó sorprendido con esta respuesta, y dijo: “¿Puede un hombre viejo como yo volver a entrar
en el vientre de su madre y nacer de nuevo?”. 5Jesús contestó:
“Le aseguro que si las personas
no vuelven a nacer del agua y
del Espíritu, no pueden vivir la
Vida Divina. 6El nacimiento humano y el renacimiento Divino
son cosas muy diferentes. 7¿Por
qué se sorprende cuando digo
que hay que nacer de nuevo? 8El
hermano viento sopla y va donde
quiere; los renacidos en Espíritu
hacen las cosas que Dios les inspira, como me han visto hacerlas
a mí”.
9Nicodemo dijo: “Pero, ¿cómo
puede ser posible esto?”. 10Jesús respondió: “Sé que es difícil
entender, pero le aseguro que es
cierto. 14Moisés levantaba la serpiente sagrada en el desierto y
cualquier persona herida no tenía
más que mirarla para ser sanada.
Así se prefiguraba mi venida y se
anticipaba mi llamado para sanar.
He venido para ayudar a restaurar la Divinidad de la humanidad.
invito a entrar de lleno en
la Vida Divina; lo que tienen que
hacer es tomar conciencia de su
Divinidad, para ser sanados en su
humanidad.
16»El Amor de Dios es tan
profundo, que me ha enviado a
anunciarles que quienes crean
en su mensaje y lo vivan, tendrán Vida Divina.
17»Dios quiso que el resto de
sus hijas e hijos conozcan y vivan
su Derecho de nacimiento. 18La
gente es libre de creer o no que
son hijos de Dios, pero esto no
cambia la realidad de lo que son.
19»Esta creencia en la Vida Divina puede comenzar con mi enseñanza, pero en última instancia
se trata de reconocer el núcleo
más profundo de su propio ser.
Los griegos dicen: ‘Conócete a ti
mismo’. Les doy el mismo consejo, porque para esto he venido.
Para mí, esto no es un mandamiento, sino una bendición sanadora. Mi sanación básica es mostrarles su propia Divinidad, su
verdadera identidad. Que sepan
que son Divinos.
20“Si alguien siente como si
fuera a tientas por la vida, seguramente está tratando de caminar
en la oscuridad, caminar sin luz.
La luz que les traigo inicialmente
puede impactar los ojos mientras
logra sanar el corazón. Caminar
en la luz es caminar en la Divini20
Juan 3, 4
Capítulo 4
dad. 21Caminar en la luz es caminar en Dios. Quienes caminan en
Dios son verdaderamente bendecidos. Quienes creen que son solo
humanidad, carecen de la bendición de la Verdad”.
22Después de esto Jesús y sus
amigos se fueron a Judea, para
continuar su ministerio. 23Juan
estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque había muchos
manantiales. 24Todavía no había
sido arrestado. 26La gente le dijo
que Jesús también estaba bautizando. Juan les recordó que había
dicho que no era el Cristo que
estaban esperando, sino que era
Jesús.
31Mientras tanto, Jesús enseñaba, “He venido a compartir
las Palabras y las Obras de Dios.
El Mensaje de Dios es más que
Verdad y sus preocupaciones son
más que Amor; y lo que ven en
mí es reflejo de Dios. 32Ustedes también son reflejo de Dios,
33permitan que su Verdad y su
Amor brillen a través de su vida
y sus acciones.
34»Papá me ama y me da Vida
Divina. 35Yo los amo a ustedes y
les doy Vida Divina a través de la
Buena Nueva. Amen a los demás
y denles Vida Divina. 36Ésta es la
Trinidad de Acción que refleja la
Trinidad de Amor”.
1Cuando
Jesús fue consciente
de la preocupación de los fariseos
porque su ministerio se estaba
extendiendo más que el de Juan,
2decidió dejar Judea y volver a
Galilea. 4Para hacerlo tenía que
pasar por Samaria. 5Llegó a una
población llamada Sicar, cerca de
la parcela que Jacob dio a José.
6Donde se encontraba el pozo de
Jacob, y Jesús se detuvo allí para
el almuerzo.
7Sus amigos habían ido a la
población a conseguir algo para
comer, 8cuando una mujer se
acercó al pozo para sacar agua.
Jesús le pidió de beber. 9La mujer samaritana le preguntó cómo
era posible que le pidiera de beber, si los judíos generalmente
no hablaban con los samaritanos.
10Jesús le respondió: “He venido
para derribar todas esas barreras
y abrir a todos al Amor, a Dios.
Esta Agua Viva que anunciaré a
todo el mundo saciará toda sed”.
11La mujer respondió: “Usted
no tiene ni siquiera vasija y este
pozo es profundo. ¿Cómo entonces me va a dar agua? 12¿Acaso
usted es más grande que nuestro
padre Jacob, que nos dio este
pozo?”. (Él lo había utilizado
para su propia familia y su ganado). 13Jesús le dijo: “Quien beba
de esta agua, algún día volverá
21
Juan 4
a tener sed. 14Pero con el agua
que yo le daré tendrá vida eterna,
Vida Divina”. 15La mujer contestó: “Déme por favor esa agua
nueva, para no tener que venir todos los días a sacar agua”.
16Jesús dijo a la mujer: “Vaya,
llame a su marido”. 17Ella contestó que no tenía marido. 18Jesús le dijo: “Es cierto, pues usted
ha tenido cinco maridos, y con
el que ahora vive tampoco es su
marido”. 19Ella respondió: “Señor, veo que usted es un profeta.
20Nuestros antepasados adoraron
en esta montaña, pero ustedes
dicen que debemos adorar en Jerusalén”. 21Jesús respondió: “Ha
llegado el tiempo para olvidarse de dónde adorar a Dios. 22En
cambio la pregunta es: “¿Dónde
está Dios?”. 23Cuando contestemos esta pregunta sabremos
que Dios está en nuestros corazones, y entonces tenemos que
ir allí para encontrarlo y amarlo.
24Dios es Espíritu y por lo tanto
no está realmente en ningún lugar. El único “lugar” donde está
es en nuestros corazones, porque
Él es el Amor”. 25La mujer dijo:
“Sé que el Cristo está por llegar
y podrá explicarnos todas estas
cosas”. 26Jesús contestó: “Yo soy
Él. Me encantaría compartir Sabiduría con usted”.
27En ese momento sus amigos
regresaron de la población y se
sorprendieron al ver que Jesús
estaba hablando con una mujer,
ya que no se acostumbraba, pero
no dijeron nada. 28La mujer dejó
su vasija y fue corriendo a la población. 29Contó a la gente lo que
había ocurrido en el pozo, y les
dijo que vinieran a conocer esta
persona. Dijo que creía que podría ser el Cristo. 30Entonces fueron con ella.
31Mientras tanto sus amigos,
que habían regresado, lo invitaron a comer de lo que habían
traído. 32Pero Él les dijo: “Tengo
un alimento del que ustedes no
tienen conocimiento”. 33Sus amigos pensaron que tal vez alguien
le había traído un poco de comida
mientras estaban ausentes. 34Jesús dijo: “Lo que me alimenta es
hacer las cosas que Papá me ha
pedido que haga. 35Para eso he
venido, y eso es lo que me alimenta. 36El tiempo está maduro
para la cosecha. Unos siembran,
otros cosechan. 37Tenemos que
estar preparados para hacer las
dos cosas. 38Los envié a cosechar
lo que ustedes no han sembrado.
Ahora tienen que sembrar lo que
otros cosecharán”.
39Muchos samaritanos habían
comenzado a creer en él, por el
testimonio de la mujer: “Ha sido
capaz de decirme todo sobre mi
vida”. 40Así que lo invitaron a
quedarse y permaneció allí un par
22
Juan 4, 5
de días más. 41A medida que lo
escuchaban, su fe se fundamentaba en lo que Él mismo decía.
42Agradecieron a la mujer por haberlos llevado, y aseguraron que
ahora creían que Jesús era el Cristo, no por lo que ella había dicho,
sino por lo que ellos mismos le
habían oído decir.
43Jesús continuó su camino
hacia Galilea. 44Aunque estaba
preocupado, porque sabía que
los profetas generalmente no son
bien aceptados en su tierra. 45Esta
vez la gente lo aceptó, no solo
porque habían estado en la Fiesta
en Jerusalén, sino porque habían
visto lo que había hecho.
46Regresó a Caná, donde había
transformado el agua en vino. Allí
había un funcionario del gobierno
de Cafarnaum, cuyo hijo estaba
muy enfermo. 47Cuando oyó que
Jesús había regresado a casa, procedente de Jerusalén, fue a Caná
para pedirle que sanara a su hijo,
que se encontraba al borde de la
muerte. 48Jesús le dijo: “Siempre
estoy dispuesto a sanar a la gente, ya que no solamente curan su
cuerpo, sino que también les ayuda a curar su incredulidad”.
49El funcionario estaba tan
preocupado por su hijo, que en
realidad no escuchó lo que Jesús
dijo. Nuevamente le pidió que viniera a curar a su hijo, antes que
muriera. 50Jesús le dijo simplemente: “Puede volver a su casa;
su amado hijo vivirá”. 51Entonces
el funcionario regresó inmediatamente a su casa. En el camino se
encontró con algunos de sus sirvientes, que venían a traerle la
buena noticia de que su hijo se
había recuperado. 52Les preguntó
cuándo había empezado la mejoría. Le dijeron que había sido el
día anterior a eso de la una de la
tarde. 53Se dio cuenta que era el
momento exacto en que Jesús le
había dicho que su hijo iba a vivir. Así que él y toda su familia se
convirtieron en creyentes. 54Ésta
fue la segunda señal que Jesús
mostró cuando regresó a Galilea,
procedente de Judea.
Capítulo 5
1Después
hubo otra Fiesta y Jesús subió a Jerusalén a celebrarla.
2Allí había una fuente natural llamada Puerta de las Ovejas. 3Todos los días una gran cantidad de
enfermos y quienes buscaban sanación iban a los cinco pórticos,
esperando el momento en que un
Ángel Sanador movía el agua.
5Un hombre que estaba allí llevaba enfermo treinta y ocho años.
6Cuando Jesús lo vio tendido y
supo que había estado enfermo
tanto tiempo, le preguntó si realmente quería ser sanado. 7Él dijo:
23
Juan 5
plemente veo al mío y lo imito.
venido a revelar su amor,
imitando sus acciones. Hago
solo lo que veo hacer a mi Papá.
Por eso me ama y me muestra
todo. Cada día me muestra algo
más maravilloso y más revelador de su inmenso Amor por todos. 21Así como Papá resucita a
los muertos y les da nueva vida,
Vida Divina, yo haré lo mismo
con quienes abran sus oídos y sus
corazones a esta magnífica revelación. Esta revelación del Amor
no viene solo de las palabras que
he oído del corazón de mi Papá,
sino también de las obras de
Amor que le he visto hacer. Ustedes aún no son capaces de ver lo
que hace, por eso me ha enviado
en forma visible para ayudarles a
reconocer su inmenso Amor por
ustedes. Él los ama tanto como
me ama a mí. Mi corazón arde en
deseos de ayudarles a ver y creer
esta magnífica Verdad.
22»Papá no les juzga, como
muchos han creído. Amor no
juzga, sino que sana a través de
la aceptación. Papá ya está en lo
más profundo de su ser. Cuando
ustedes se miran verdaderamente
a sí mismos, ven realmente a su
Dios, y cuando ven a su Dios, ven
Amor, porque Dios es Amor.
23“Les aseguro que quienes
permitan entrar mi Mensaje verdaderamente en sus corazones,
“Señor, no tengo nadie que me
ayude a bajar a la fuente cuando
el Ángel mueve el agua. Siempre
hay alguien que llega antes que
yo y recibe la sanación”. 8Jesús le
dijo: “Levántese, tome su camilla
y vaya a casa”. 9El enfermo fue
curado inmediatamente y regresó a su casa lleno de alegría. Esto
ocurrió un sábado.
10Cuando algunos líderes judíos vieron al hombre llevar su
camilla, le dijeron que estaba haciendo algo no permitido en sábado. 11Les respondió: “El hombre
que me sanó me dijo que cargara
la camilla hasta mi casa”. 12Entonces le preguntaron quién era
ese hombre. 13Dijo que no tenía
idea.
14Más tarde Jesús fue a buscarlo y le habló del gran Amor
de Dios por él. 15El hombre fue
donde los líderes judíos y les dijo
que el hombre que lo había sanado se llamaba Jesús. 16Entonces
los líderes judíos comenzaron a
perseguir a Jesús por quebrantar
la ley del sábado. 17Jesús les dijo
que su Papá Dios sanó en sábado, y que iba a seguir su buen
ejemplo.
18Esto hizo que los líderes judíos se enojaran muchísimo,
porque les parecía que se estaba
igualando a Dios. 19Jesús les dijo:
“Ustedes saben que es bueno para
un hijo imitar a su Papá; yo sim-
20He
24
Juan 5, 6
es la misma Vida de Dios. 36Mis
acciones demuestran la Verdad
de mi Vida. 37Sus acciones deben
llegar a ser una escritura que todos puedan leer, una fuente de la
cual todos puedan beber. 38A veces no podemos ver los corazones
de los demás, pero podemos ver
sus acciones y saber lo que hay en
sus corazones. 39Muchos pueden
resbalarse o caer, pero lo importante es levantarse y caminar en
esta Verdad.
40“No busquen la alabanza
humana, porque el elogio viene
a menudo de los valores mundanos. 41Las acciones de verdad no necesitan elogio, ya que
el aroma de su Amor es fácil de
percibir. 42¿No sería maravilloso
si aprendiéramos a oler la Divinidad? 43Esto ayudaría a mantenernos fácilmente en el Camino a
Dios. 44Nos ayudaría a entrar en
nosotros mismos. 45Nos orientaría siempre al Amor, siempre al
Servicio. 46La mejor enseñanza
se realiza sin palabras, 47porque
su significado es diáfano como el
cristal, como siempre deben ser
nuestras vidas”.
ya tienen Vida Divina. Quienes
todavía creen que son solamente humanos van hacia la muerte,
porque lo meramente humano
siempre muere. 24Quienes escuchen y acepten la Buena Nueva
que son Dios, ya viven la vida
eterna, porque Dios(es) vive(n)
para siempre. La vida eterna es la
Vida Divina de Dios. 25Ha llegado el tiempo para que quienes se
dirigen hacia la muerte humana
escuchen mi Mensaje y entren en
la Vida Divina, 26ya que Dios tiene Vida Divina 27y me la ha dado
para revelarla a ustedes. 28No se
sorprendan cuando vean a los
muertos levantarse a la Vida Divina, ya que mi Mensaje va más
allá de la tumba.
30“No me cansaré de repetir
que Papá y yo somos Uno. Pienso como Él piensa; amo como Él
ama; deseo como Él desea. Él no
es diferente de mí, sino simplemente mi otra cara. 31Ustedes no
pueden alcanzar esta Sabiduría
con su mente, y a veces ni siquiera con el corazón. 32Para encontrarla tienen que ser iluminados
con la antorcha de su Divinidad.
33Ustedes enviaron amigos
donde Juan a buscar la Verdad,
y él la compartió. 34No hay nada
más importante que la Verdad, ya
que es la esencia misma de Dios.
35No hay nada más importante
para vivir que la Verdad, ya que
Capítulo 6
1Después,
Jesús atravesó el
mar de Galilea. 2Una gran multitud se aglomeró a su alrededor
rápidamente, ya que habían oído
25
Juan 6
hablar de sus milagros de sanar
enfermos y alimentar multitudes.
3Se acercaba la fiesta judía de la
Pascua. 4Jesús subió a la montaña
con sus amigos. 5Cuando vio la
multitud que lo seguía, preguntó
a Felipe: “¿Dónde vamos a conseguir alimento para tanta gente?”.
6Hizo esta pregunta aunque sabía
lo que iba a hacer. 7Felipe respondió: “Ni el salario de medio
año sería suficiente para comprar
alimentos para toda esta gente”.
8Uno de los apóstoles, Andrés,
dijo a Jesús: 9“Hay un muchacho
que tiene cinco panes de cebada
y dos pescados, pero eso es una
gota en el océano comparado con
lo que necesitamos”. 10Jesús pidió que sentaran a la gente en la
hierba. Se sentaron unas diez mil
personas en total. 11Jesús tomó
los cinco panes, dio gracias y los
repartió junto con los pescados.
12Cuando terminaron de comer,
Jesús dijo que recogieran lo que
sobraba. 13Al hacerlo se asombraron al ver que habían llenado
doce cestas grandes con los restos de panes y pescados. 14Al ver
este signo dijeron: “Sin duda, éste
es un Profeta”. 15Querían ungirlo
rey, pero él se escapó a orar.
16Esa noche sus amigos fueron
al mar, y empezaron a remar hacia
Cafarnaum. 18Comenzó a soplar
un fuerte viento y el mar se agitó. 19Cuando habían remado unos
cinco o seis kilómetros, vieron a
Jesús que caminaba hacia ellos en
el agua, y se asustaron pensando
que era un fantasma. 20Jesús les
dijo que no tuvieran miedo, que
era él. 21Intentaron darle la mano
para que subiera a la barca, pero
en ese momento llegaron a la orilla. 22Al día siguiente la misma
multitud del día anterior estaba
confundida por lo que había sucedido con Jesús, ya que no estaba
allí y tampoco había ido con los
demás en la barca. 23Había otras
embarcaciones; 24entonces gran
parte de la multitud subió a ellas
y fueron también a Cafarnaum.
25Finalmente encontraron a Jesús, que estaba preocupado al no
saber la razón por la que lo buscaban. 27Les dijo: “Queridos amigos, nunca me cansaré de insistir
en la importancia de mantener
sus prioridades bien claras. Recuerden que el cuerpo humano va
a morir; solamente el cuerpo divino vivirá para siempre. Aunque
necesiten alimentar su cuerpo humano, es el cuerpo divino el que
da la Verdadera Vida. 28Cuiden el
cuerpo humano, pero concéntrense en el cuerpo divino. 29Cada día
traten de ser un poco más Divinos, un poco más vitales, un poco
más Amor, un poco más Dios.
30Déjenme explicarles cuál es
mi verdadero regalo. Les he dado
pan para alimentar su cuerpo fí26
Juan 6
creación será el Amor que ha intentado ser y que siempre ha sido
en realidad.
33Sus amigos le dijeron: “Denos una prueba para ayudar nuestra fe”. Jesús respondió: “Eso es
lo que vine a hacer. Mi Papá trató
de hacerlo dándoles maná del cielo mientras estaban en el desierto,
pero lo vieron solo como alimento para sus cuerpos, cuando también tenía por objeto alimentar su
Divinidad. Comer alimentos que
venían del cielo tenía por objeto
llevarlos al cielo, al Amor. Vine
a ayudarles a transformar sus
creencias con una comprensión
más profunda de este pan del cielo. Yo soy ese pan del cielo. Esta
vez el pan del cielo vino en forma
humana, para ayudarles a reconocer su forma Divina. Quien está
frente a ustedes es pan del cielo
dado para el mundo. Dado para
que el mundo pueda llegar a ser
cielo. Les estoy revelando el vínculo entre cielo y humanidad, o
sea, que humanidad pueda regresar al cielo.
34Comenzaron a comprender
y dijeron, “¡Hermano, entonces
denos siempre de este pan!”.
35Jesús dijo, “Les daré este pan
para revelarles que NOSOTROS
podemos ser ese Pan. Cuando
comemos el Pan de la Relación,
llegamos a ser el puente que (re)
conecta a Dios con la humanidad.
sico, pero lo he hecho principalmente para ayudarles a descubrir
y reconocer su Divinidad. Pues
cuando nos relacionamos unos
a otros, llegamos a ser Uno. Ustedes me ayudan a mantenerme
humano y a cumplir mi misión
aquí; yo les ayudo a ser Divinos,
así como mi Papá me hizo Divino
a mí. Entonces, coman el pan que
les doy, sabiendo que en realidad
estoy dándome a ustedes. 31Sus
amigos le dijeron: “Si es cierto
que nos llama a ser Divinos, a ser
Dios, ¿cómo podemos aprender
a actuar como Dios y a hacer las
obras de Dios?”.
32Jesús les respondió: “Para
hacer las obras de Dios, deben
primero creer en Dios. Creer es
lo que expande humanidad en
Divinidad. Creer cambia la realidad; completa la creación, haciéndola más Divina. Dios hizo
la creación a su imagen; entonces, cuando la creación se reconozca a sí misma, sabrá que es
Divina. Verá la imagen de Dios
en sí misma. Para hacer obras
de Dios deben creer que toda la
obra de Dios es Divina, es Dios.
Esta creencia en la unidad hace
renacer la creación en humanidad. Cuando la humanidad crea
en su propia Divinidad, el mundo será más el Amor del que fue
creado, y los dolores de parto alrededor de ustedes cesarán y la
27
Juan 6
morir. Pueden elegir creer o temer. No importa lo que decidan,
seguirán siendo hijas e hijos de
Dios. En alguna vida llegarán a
creer; en algún momento llegarán
a la Vida.
38“He bajado del cielo para revelarles Vida a todos ustedes. Me
haré pan para alimentar su fe. 39Fe
es el salto a la Realidad. 40Aun si
no creen, la realidad no cambia;
simplemente no son conscientes
todavía. La ceremonia de Partir
el Pan y Beber el Vino no se refiere a mí, es acerca de ustedes,
comiendo y bebiendo su propia
identidad Divina”.
41Los líderes judíos estaban
muy molestos porque Jesús había
dicho que era el Pan del cielo. Dijeron, “¿Y éste quién se cree que
es?”. 42Jesús dijo: “¿Por qué se
mortifican? Para llegar a ser uno
con Dios basta responder a su
invitación y caminar en su Vida.
43Los profetas dijeron que Dios
enseñaría a quienes quisieran
aprender. Y todo aquel que me
escucha, escucha a Dios. 44Quizás ustedes no puedan escuchar
a Dios, que habla en sus corazones, pero pueden escucharme a
mí a través de sus oídos. Puede
ser difícil ver a Dios, pero es muy
fácil verme a mí. 45Escucharme y
creer en mí es tener Vida Divina.
46Yo soy el Pan de Vida. Soy el
pegamento que los une con Dios.
Cuando comen la Divinidad que
Yo Soy, llegan a ser la Divinidad
que ustedes Son. Cuando hayamos alcanzado esta Unidad, sus
corazones no tendrán más hambre. Sus ojos han visto mis acciones Divinas, simplemente como
algo para ayudar a sus corazones
a dar el salto de fe, para que se
den cuenta de que ustedes también pueden hacer estas mismas
cosas. 36Algunas veces todavía
me ven fuera de ustedes; es por
eso por lo que quiero entrar en
ustedes. Todavía ven la Divinidad como algo fuera de ustedes; y
es por eso que quiero llegar a ser
Divinidad Dentro de ustedes. Por
eso vengo como pan. Su Llamado es llevar el Pan Divino a todo
el mundo, para que puedan entrar
en su propia Divinidad. Somos lo
que comemos. Comer Divinidad
es Caminar siendo Divinidad.
37“Cuando Papá vino a los judíos en el desierto como maná,
muchos no creyeron. Cuando yo
les digo que vendré como pan,
muchos no creen. Falta de fe es
falta de vida. He venido a traerles una Vida nueva. Cuando coman el Pan de Dios, llegarán a ser
Dios y vivirán. Cuando coman
el pan del miedo, morirán. Papá
quiere que sus hijas e hijos tengan su Vida Divina. Porque para
esto me envió. Para esto he venido. Ustedes pueden elegir vivir o
28
Juan 6
47Sus
53Si
antepasados comieron
maná en el desierto y murieron,
porque no creían. 48Si comen este
Pan y creen esta Palabra, tendrán
Vida Divina y nunca morirán.
49Sus cuerpos pueden derrumbarse, pero su Vida continuará. 50Soy
el Pan de Vida que bajó del cielo
para llevarlos al cielo, a la unión
con Dios, a la Vida Divina. 51Este
Pan es la Esencia de Dios que da
Su Vida Divina a todos aquellos
que crean y lo coman”.
52Los líderes judíos se burlaron y dijeron, “¿Cómo podemos
comernos a este hombre? ¿Cómo
tragarnos lo que está diciendo?”.
Jesús dijo: “Si no pueden tragar
lo que digo, si no comen el Pan
que soy y no beben la Sangre de
mi Vida, nunca se darán cuenta
de que son Divinos. Continuarán
creyendo que son simplemente
humanos. Y aunque esto es grande, no es su verdadera Divinidad”.
“Pero si ustedes me comen, si
aceptan la Palabra que Soy y beben Sangre de mi Vida, yo estaré
en ustedes y ustedes estarán en
mí. Seremos tan completamente
uno, que nunca morirán, simplemente saldrán de sus cuerpos hacia su Dios. Saldrán de su humanidad para entrar en su Divinidad.
“Nuestro Divino Papá me dio
vida y me envió a revelarles esta
misma Vida Divina a ustedes.
comen este Pan y llegan a
ser este Pan, tendrán Vida. Si
no comen este Pan, morirán, 54y
necesitarán volver a nacer hasta
que tengan Vida Divina y puedan
vivir para siempre. 55Quienes comen mi cuerpo y beben mi sangre, me reciben en sus vidas, así
como yo les recibí en la mía. 56Al
hacer esto, entro en ustedes, ustedes en mí y llegamos a ser la misma cosa. 57Precisamente como
Papá y yo somos la misma cosa.
58Nuestra Vida Divina entrará en
ustedes y ustedes entrarán en la
Vida Divina”. 59Jesús dijo todas
estas cosas en la sinagoga de Cafarnaum.
60Muchos de quienes le escuchaban, incluso los más cercanos, dijeron: “Esto es muy difícil
de tragar. ¿Quién puede tomarlo
seriamente?”. 61Jesús dijo a sus
amigos, “¿Esto les mortifica?
Soy pan para comer. 62Ustedes
deben llegar a ser este pan, para
que otros puedan comer también
de ustedes. 63Recuerden que estoy hablando en un nivel espiritual, no simplemente físico. 64Sé
que algunos de ustedes no creen
esto. 65Por eso les he dicho que
pidan a Papá Dios, para que les
ayude con su fe”.
66Por todo esto, muchos de sus
amigos lo dejaron y se fueron por
otros caminos. 67Jesús preguntó
29
Juan 6, 7
18Quienes
a los apóstoles si también querían irse. 68Pedro dijo, “¿A quién
iremos? Usted tiene las palabras
que nos llevan a la Vida Divina.
69Creemos que usted es Cristo”.
realmente abran su corazón, sabrán que lo que digo viene de Papá, 19y también estarán
dispuestos a recibir Revelación
ellos mismos. 20Todos ustedes
llegarán a ser receptores de Revelación. 21Quienes enseñan lo
que han aprendido mediante el
estudio, muchas veces tratan de
impresionar a la gente con sus
conocimientos. 22Mientras aquellos que reciben Revelaciones son
humildes por la experiencia”.
25Algunas personas que le escuchaban, dijeron: “¿No es éste
a quien los líderes judíos quieren
ejecutar? 26Aquí está predicando
abiertamente en el templo. ¿Será
que ahora los líderes creen que
es el Cristo? 27Pero sabemos de
dónde viene, y cuando el Cristo
venga nadie sabrá de dónde viene”. 28Jesús, sabiendo esto, les
dijo: “Ustedes dicen que saben de
dónde vengo, pero en realidad no
lo saben. 29Vengo de mi Papá y
su Papá, para que todos estemos
unidos de nuevo”. 30En ese momento los líderes judíos llegaron
y trataron de arrestarlo, pero no
pudieron porque muchos de los
que estaban allí decían: 31“¿Puede el Cristo hacer milagros mayores que los que éste hace?”. 32Los
fariseos escucharon esto e insistieron que debería ser arrestado.
33Entonces Jesús les dijo: “No
voy a estar con ustedes mucho
Capítulo 7
1Durante
este tiempo Jesús predicó y sanó en Galilea, y no quería ir a Judea porque los líderes
judíos lo buscaban para matarlo.
2De todos modos quería ir a Jerusalén, 3porque la Fiesta de los
Tabernáculos se acercaba. 4Sus
amigos iban para la fiesta y les
dijo que se fueran adelante, pues
todavía no había decidido ir.
10Después de que ellos salieron,
decidió finalmente ir. 11Pero salió
secretamente, para evitar que los
líderes judíos lo vieran. 12Pues lo
seguían buscando y preguntaban
si alguien lo había visto. 13Nadie
quería hablar de Jesús, por temor
a tener problemas con los líderes
judíos. 14En medio de la fiesta,
finalmente Jesús subió al templo
a predicar. Los líderes judíos estaban sorprendidos de tanta sabiduría. 15Le preguntaban cómo
sabía estas cosas, si nunca había
estudiado.
16Jesús les contestó, “Lo que
sé no procede del estudio, sino de
Revelación. 17Mi Papá me envía
la Energía Divina y mi corazón
la pone en palabras humanas.
30
Juan 7, 8
qué no habían arrestado a Jesús.
“Nadie ha ha47
blado como él”. Se burlaban de
ellos y decían, 48“¿Alguno de los
jefes creyó en él? 49La gente no
conoce la ley, y no saben lo que
hablan”. 50Nicodemo, que había
ido a ver a Jesús la noche anterior, dijo: 51“¿Acaso nuestra ley
permite condenar a una persona
antes de ser escuchada?”. 52Le
respondieron: “Consulte las Escrituras y verá que el Cristo no
viene de Galilea”.
tiempo. Voy a casa. Regreso
al lugar de Papá, al corazón de
Papá. 34Me buscarán, pero no
me encontrarán. 35Podrán venir y
encontrarme en la casa de Papá,
solo cuando se den cuenta de que
también es su Papá”.
37El último día de la fiesta Jesús
exclamó en el templo, 38“Quienes tengan sed, vengan a beber
de Mi Vida, Mi Amor, Mi Agua
Viva. Tengo tanta sed de ustedes,
como ustedes tienen sed de Dios.
Es el único que puede saciar su
sed. Quienes beban Divinidad, se
llenarán hasta saciarse y aún tendrán Agua de Amor fluyendo de
sus corazones”. 39Jesús se estaba
refiriendo a su Espíritu, el Espíritu de Amor, el Espíritu que fluiría más plenamente en ellos una
vez resucitado, y brotaría de ellos
para el mundo.
40Quienes lo escuchaban, decían: “Éste es verdaderamente
el Profeta”; otros decían, “Éste
es verdaderamente el Cristo”.
41Otros decían que no podía ser
el Cristo, porque era de Galilea,
42mientras las Escrituras decían
que vendría de la Casa de David
y nacería en Belén. 43La gente se
dividió en torno a él. 44Algunos
querían detenerlo, pero nadie se
atrevía.
45Finalmente los guardias regresaron donde los sumos sacerdotes, que les preguntaron por
46Respondieron:
Capítulo 8
1Luego
Jesús fue al monte de
los Olivos a orar. 2A la mañana
siguiente fue de nuevo al templo
a enseñar. 3Los escribas y fariseos llevaron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio,
la pusieron delante, 4y dijeron:
“Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
5La ley dice que debemos apedrearla. ¿Usted qué dice?”. 6Hacían esto para ponerlo a prueba
y tener motivos para acusarlo.
7Jesús parecía perdido en la oración. 8Ellos seguían esperando
una respuesta y finalmente los
miró y dijo, “Quien nunca haya
quebrantado la ley, sea el primero
en arrojarle una piedra”. 9Poco a
poco comenzaron a retirarse, empezando por los mayores. Cuando
31
Juan 8
quedó sola ante él, 10Jesús sonrió
y le dijo: “Hermana, ¿nadie la ha
acusado?”. 11Ella contestó, “Nadie”. Jesús le dijo, “He pedido a
Papá que le ayude a amar. Ahora
vaya en paz”.
12Más tarde Jesús comenzó
a enseñar de nuevo, diciendo:
“Yo soy Luz para el mundo; he
venido a ayudarles a salir de la
oscuridad y del miedo. Si caminamos juntos, pueden compartir
mi Luz y yo la de ustedes”. 13Los
fariseos rechazaron estas enseñanzas. 14Jesús les respondió:
“Hermanos, miren en su corazón
y vean si alguna luz procede de
ustedes mismos. Desean servir
a Papá, pero aún no saben cómo
hacerlo. Rezaré por ustedes como
antes lo hice por la hermana que
me trajeron, ya que todos somos
uno. 15Si siguen juzgando, continuarán siendo infelices y su luz
no podrá brillar. 16La invitación
de Papá es que salgan de la ley
y entren a la Luz del Amor. 17Si
responden a esta invitación, sus
vidas cambiarán profundamente 18y comenzarán a vivir de su
Esencia, de su Identidad, (ustedes
son) su Divinidad. 19Mi único deseo es que puedan dar el paso de
la ley al corazón de Papá. 20Esto
es lo que ustedes anhelan, aunque
a menudo es difícil reconocerlo y
aceptarlo”.
21Nuevamente
Jesús les dijo,
“Muy pronto me voy a casa, pero
no podrán seguirme. Hay quienes
morirán antes de darse cuenta de
que son Divinos, porque no me
han creído. Mientras crean que
son solamente humanos, su único
camino es morir”.
22Los líderes judíos dijeron,
“¿Será que piensa suicidarse,
ya que dice que no podemos ir
a dónde él va?”. 23Jesús replicó: “Ustedes todavía creen que
son solo humanos, pero yo sé
que soy Dios. Sus puntos de vista son mundanos, pero los míos
no. 24Por eso les digo que van a
morir, porque si no creen que soy
Dios y que ustedes también, morirán en su humanidad. 25Lo que
les estoy diciendo es lo que Papá
me ha pedido. 26Recuerden una
vez más que ésta es una invitación permanente. Ruego que algún día la escuchen y respondan
a ella”.
31A quienes comenzaron a
creer, Jesús les dijo: “Si creen lo
que he dicho, ya están en el camino correcto, en el Camino a la
Verdad. La Verdad les liberará de
las otras creencias que los atan”.
32Protestaron diciendo que eran
hijas e hijos de Abraham, y que
siempre habían sido libres. 34Jesús les dijo, “Mientras no salgan
totalmente de la oscuridad a la
32
Juan 8, 9
Capítulo 9
Luz, del miedo al Amor, no son
realmente libres. 37He venido a
restaurar la Alianza de Abraham,
la Alianza de Amor, la Familia
de Dios, y sin embargo intentan
ejecutarme. 39Si fueran verdaderas hijas e hijos de Abraham,
apoyarían mi misión en lugar de
obstaculizarla. 42Si fueran verdaderamente hijas e hijos de Dios,
que es Amor, me amarían y escucharían su amorosa llamada para
unir de nuevo la Familia de Dios.
43Suplico que abran sus corazones y sus oídos, que escuchen a
su Papá llamándoles a través de
mí, expresando palabras de Amor
y de sanación para todos. 51Papá
me ha pedido que les revele la
vida eterna, su propia Vida Divina. Esta invitación es permanente, y todo lo que necesitan es
abrir la puerta de su corazón, para
escucharla y recibirla.
56“Su padre Abraham anheló
ver este día y que sus hijas e hijos
escucharan estas palabras”. 57Le
respondieron: “Usted aún no tiene cincuenta años, no puede saber
lo que dice acerca de Abraham”.
58Jesús dijo: “Papá ha compartido su eternidad, su Vida Divina conmigo; por eso conozco a
Abraham y a todos los profetas”.
59Ante esto, comenzaron a recoger piedras para apedrearlo, pero
se les escapó del templo.
1Más
tarde, mientras caminaba,
Jesús se encontró con un hombre
ciego de nacimiento. 2Los amigos
de Jesús le preguntaron: “¿Este
hombre está ciego por algo que
hizo, o por algo que hicieron sus
padres?”. 3Jesús respondió: “Su
ceguera no proviene de algo que
haya hecho él ni sus padres; pero
servirá para que muchos reconozcan el Amor de Papá. 4Tengo que
hacer las curaciones que Papá
quiere, porque cuando me vaya
habrá quienes se olviden que también pueden sanar en mi Espíritu.
5Mientras estoy aquí, es más fácil
ayudarles a entender y ayudarles
a creer”. 6Habiendo dicho esto,
escupió en la tierra, hizo un barro
y frotó con éste los ojos del ciego, mientras oraba. 7Luego dijo
al hombre que fuera a lavarse en
la fuente de Siloé. El hombre fue,
se lavó y regresó completamente curado. 8La gente, asombrada,
decía: “¿Éste no es el ciego que
se sentaba aquí a pedir limosna?”.
Algunos aseguraban que sí; otros
decían que no. 9Entonces el ciego les dijo: “Soy yo”. 10Le preguntaron quién había curado su
ceguera; les dijo: 11“Un hombre
llamado Jesús hizo barro con tierra y saliva, me frotó los ojos y
luego me dijo que fuera a lavar-
33
Juan 9
24Los
me en la fuente de Siloé, y así lo
hice. Cuando salí, pude abrir mis
ojos”. 12Entonces le preguntaron
dónde estaba Jesús, y respondió
que no tenía idea.
13Llevaron al hombre que Jesús había sanado ante los líderes
judíos, aunque era sábado. 14Los
líderes le preguntaron qué había
pasado; 15de nuevo contó lo que
Jesús había hecho para curarlo.
16Los líderes dijeron que Jesús
no era un hombre de Dios, puesto que no guardaba la ley del sábado. La multitud dijo: “¿Cómo
puede entonces curar a un ciego,
si no es de Dios?”. 17Se produjo
una fuerte controversia entre la
gente, y le preguntaban al que había sido sanado: “¿Qué dice usted
de él?”. Respondió: “Creo que es
un Profeta”.
18Los líderes judíos aún no
creían que fuera ciego de nacimiento y hubiera sido sanado,
por lo que mandaron a llamar a
sus padres. 19Les preguntaron si
había nacido ciego y si era cierto
que ahora podía ver. 20Sus padres
dijeron que sí había nacido ciego, y que no tenían ni idea cómo
ahora podía ver. 21Dijeron a los
líderes que le preguntaran a él, ya
que era adulto; y no querían meterse en problemas. 22Sabían que
los líderes judíos expulsarían de
la sinagoga a quien afirmara que
Jesús era el Cristo.
líderes judíos volvieron
a llamar al hombre y le dijeron
que admitiera que Jesús era pecador. 25Contestó: “No sé si sea
pecador o no; lo que sé es que yo
era ciego de nacimiento y ahora
puedo ver”. 26Le pidieron que
repitiera lo que había sucedido.
27Dijo: “Ya he dicho todo. ¿Por
qué quieren escucharlo otra vez?
¿Quieren convertirse en sus seguidores?”. 28Lo llamaron idiota,
y le dijeron: “Usted puede ser su
seguidor, pero nosotros somos
discípulos de Moisés. 29Sabemos
que Dios habló a Moisés, pero en
cuanto a este hombre, no sabemos de dónde viene”.
30El hombre respondió: “A mí
me parece increíble que no sepan
de dónde viene, cuando me ha
abierto los ojos. 31Sabemos que
Dios no escucha a los pecadores,
sino solamente a quienes le siguen. 32Nunca en la historia del
mundo nadie ha abierto los ojos
a un ciego de nacimiento. 33Si
éste no viniera de Dios no podría
hacer las obras de Dios”. 34Se
pusieron furiosos y le dijeron,
“Usted es un sucio pecador, y ¿se
atreve a enseñarnos?”. Luego lo
expulsaron de la sinagoga.
35Al enterarse de esto Jesús, fue
a buscarlo. 36Cuando lo encontró,
le dijo, “Ahora quiero ayudarle
a abrir los ojos de su corazón.
Nuestro Papá Dios me pidió que
34
Juan 9, 10
viniera a decirles que todos son
sus hijas e hijos. ¿Usted cree
esto?”. El hombre respondió:
“Me gustaría, pero no lo entiendo”. 37Jesús le dijo: “He abierto
sus ojos, pero los ojos del corazón
a menudo son más difíciles de
abrir. A veces tenemos que creer,
sabiendo que solo más tarde llegaremos a entender”. 38El hombre se inclinó diciendo, “Sí creo”.
39Jesús le dijo: “Papá me envió
al mundo para llenarlo con esta
Verdad. Quienes abran sus corazones tendrán sus ojos realmente
abiertos. Quienes mantengan sus
corazones cerrados, mantendrán
también sus ojos cerrados”.
40Algunos líderes judíos, al escuchar esto se acercaron a Jesús
y le dijeron: “¿Usted dice que
nuestros ojos están cerrados, que
somos ciegos?”. 41Jesús les dijo:
“Si fueran simplemente ciegos,
no serían tan malos, pero ustedes
creen que son los únicos que ven,
los únicos que saben la Verdad,
cuando en realidad están inundados de mentiras”.
Las ovejas reconocen su voz y
lo siguen cuando las llama. 4Las
guía y habla con ellas, como su
amigo. 5Las ovejas nunca seguirán a un extraño, porque no confían en él. La confianza se fortalece a través de la amistad”.
6Jesús utilizó este ejemplo para
enseñarles la importancia de pastorear al pueblo. Pero ellos no
entendieron. 7Jesús intentó de
nuevo, y dijo: “Les aseguro que
soy la puerta de las ovejas. Soy
el ejemplo de cómo ser Pastor.
8Los líderes espirituales que vinieron antes no estaban realmente interesados en el pueblo, y el
pueblo lo supo. 9Yo soy la Puerta, soy el Camino. Si caminan a
través de mí, encontrarán buenos
pastos, encontrarán el verdadero
alimento para su vida. 10El camino de otros a menudo conduce a
la muerte, pero yo he venido a
darles Vida, Vida Divina. Quien
no conoce a sus ovejas, no es un
verdadero pastor sino un perezoso o un negociante. 11Soy el Buen
Pastor, y el Buen Pastor da su
Vida por (a) sus ovejas.
12“Por el contrario, el asalariado, a quien simplemente le
pagan para cuidar las ovejas de
otro, huirá, tan pronto venga un
lobo. No arriesgará su vida por
algo que no es suyo. 13Se escapará y dejará que el lobo devore
las ovejas porque no tiene ningún
Capítulo 10
1“Les
aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las
ovejas, sino que salta la cerca,
es un ladrón. 2Quien entra por la
puerta es el pastor de las ovejas.
3El guardián lo conoce y le abre.
35
Juan 10
compromiso con ellas. 14Yo soy
el Buen Pastor. Conozco mis ovejas y ellas me conocen. 15Papá
me conoce y me ama, yo lo conozco y lo amo. Por eso doy mi
vida por mis ovejas, y doy Vida
a mis ovejas, porque ustedes son
mis verdaderas hermanas y hermanos. 16Quiero dejar muy claro
que no estoy hablando solamente
de mis hermanas y hermanos judíos, sino de todas mis hermanas
y hermanos a través del mundo,
y a través del universo. 17Cuando
la Palabra de Papá se extienda y
toda la gente la siga, habrá finalmente un solo rebaño y un solo
pastor. Aun hasta ese día habrá
lobos que vendrán a dispersar el
rebaño. No los sigan. Sigan solo
a quienes enseñan la Palabra de
Amor y Unidad. Mi oración por
la Unidad va a realizarse, y serán
bendecidos quienes ayuden a llevarla a cabo. Daré mi propia Vida
para realizar esta oración. Papá
me ha pedido que haga esto, y lo
hago con Amor. Entrego la Vida
para que puedan recibir Vida.
18Mi principal preocupación es
que se abran a la Vida que libremente les doy. El lobo ha llegado
y ha dispersado los Corazones, y
los Corazones son la puerta por
donde quiero entrar. Ayuden a mi
Corazón y sus Corazones, para
llegar a ser Un solo Corazón. Por
favor, ayúdenme a cumplir esto
que Papá me ha pedido hacer”.
esto provocó en los líderes judíos un gran revuelo. 20Muchos decían: “¡Éste es un loco!
¿Por qué escucharlo?”. 21Otros
decían: “Sus palabras pueden sonar a locura, pero sus acciones
son de Dios. ¿Quién más podría
curar a un ciego?”.
22Era la fiesta de la Dedicación
del templo, y hacía frío en Jerusalén. 23Jesús entró en el templo
y paseaba por el pórtico de Salomón. 24Los líderes judíos lo
rodearon y le dijeron, “¿Hasta
cuándo nos va a tener en suspenso? Si usted es realmente el Cristo, dígalo”.
25Jesús dijo, “Ya lo he dicho,
pero no me creen. ¿De qué sirven
las buenas palabras si ni siquiera creen en mis acciones? Papá
me pidió que hiciera las obras de
Dios, para ayudarles a creer que
soy Dios. 26Pero si ni siquiera
creen en las acciones de Dios,
¿cómo podrán creer en Dios? Sus
corazones cerrados han cerrado
también sus ojos, y hasta sus oídos. Para seguirme necesitan un
corazón abierto; solo así podrán
escuchar lo que digo y ver lo que
hago. 27Mis amigos están tan cerca, que hasta pueden escuchar los
latidos de mi corazón, como yo
puedo escuchar los de ellos. 28Les
doy la Vida Divina que nunca dejarán. Una vez que sus corazones
19Todo
36
Juan 10, 11
37Si no hago las obras de mi Papá
comiencen a latir con Divinidad,
ustedes estarán en casa y no querrán volver a salir. 29Mi Papá, que
me los ha dado, tiene un Corazón tan grande que todos pueden
entrar, y una vez que estén en su
mano y en su corazón, no hay
manera de escapar de su Amor.
30Papá y yo somos tan íntimos,
que somos Uno”. 31Enseguida
los líderes judíos tomaron piedras
para matarlo (¡En el templo había
cajas con rocas, para el caso de
que alguien rompiera una ley que
mereciera la muerte!).
32Jesús dijo: “He hecho muchas
obras maravillosas para ustedes,
que mi Papá me pidió hacer. ¿Por
cuál de éstas me quieren apedrear?”. 33Respondieron: “No es
por ninguna obra maravillosa,
sino por sus palabras blasfemas.
Usted es solo un hombre y proclama ser Dios”. 34Jesús levantó
su Espíritu y su Corazón, y gritó:
“¡No se dan cuenta de que hasta
sus propias Escrituras dicen que
ustedes son Dios!”.* 35No estoy
diciendo que solamente yo soy
Dios; estoy diciendo que todos
ustedes son Dios, según sus
propias Escrituras. ¿Ni siquiera
creen en sus propias Escrituras?
36Si realmente creyeran en sus
propias Escrituras, que dicen que
ustedes son Dios, no se molestarían cuando digo que soy Dios
y que ustedes también son Dios.
y su Papá, mi Dios y su Dios, no
me crean. 38Pero si hago las obras
de mi Papá, aunque tengan problemas para creer en mis palabras, crean en mis obras para que
comprendan que Papá está en mí,
y yo en Papá”.
39Los líderes judíos estaban
tan furiosos, que trataban de agarrarlo, pero se escapó y salió del
templo. 40Fue de nuevo hasta más
allá del río Jordán, donde Juan
bautizaba, y se quedó en oración.
41Muchos descubrieron dónde estaba, se acercaron y le dijeron: “Juan no realizó ninguna
obra como usted, pero nos damos
cuenta de que lo que dijo de usted
es verdad”. 42Muchos comenzaron a caminar con Él.
Capítulo 11
1Lázaro
de Betania, donde
María y su hermana Martha vivían, estaba muy enfermo. 2Ésta
fue la misma María que ungió a
Jesús con perfume, cuyo hermano estaba enfermo. 3Las herma* Hay que señalar que estudiosos de las Escrituras han descubierto que el Evangelio de Juan
es un quiasma, un recurso literario utilizado en
tiempos de Jesús, que situaba justo en el centro el mensaje principal de una obra literaria.
Sabiendo esto, el mensaje principal de Jesús
en medio de sus veintiún capítulos, está en la
mitad del capítulo 10. El versículo 22 es el centro exacto del Evangelio de Juan, que conduce
a esta afirmación central de Jesús, ¡su principal
mensaje!
37
Juan 11
tumba. 18Betania estaba a unos
tres kilómetros de Jerusalén, 19y
algunos de los líderes judíos habían venido a consolar a María
y a Martha por la muerte de su
hermano. 21Martha dijo a Jesús:
“Maestro, si hubiera venido antes mi hermano no habría muerto. 22Pero sé que aún ahora, lo
que usted pida a Papá, lo hará”.
23Jesús respondió: “Su hermano volverá a la vida”. 24Martha contestó: “Sé que volverá
a la vida en la resurrección, al
fin del mundo”. 25Jesús le dijo:
“Somos Resurrección, somos
Vida. Fe es el puente entre estas dos realidades. Quienes caminan por el puente de la Fe
a la Vida, nunca morirán, aun
cuando sus cuerpos desaparezcan. 26Quienes verdaderamente
creen en la Vida nunca pueden
morir. ¿Cree esto?”. 27Ella respondió: “Sí, creo que Usted es
un Cristo, un Hijo de Dios, cuya
venida fue profetizada”.
28Volvió a la casa, y en voz
baja Martha le dijo a su hermana María: “El Maestro está aquí
y quiere verla”. 29Tan pronto
como oyó, María corrió a su encuentro. 30Jesús todavía no había entrado a la ciudad; estaba
donde había hablado con Martha. 31Cuando los amigos de
María la vieron salir, fueron tras
ella, pensando que iba al sepul-
nas enviaron un mensaje a Jesús, diciendo: “Su querido amigo Lázaro está muy enfermo”.
4Jesús lo oyó, y dijo: “La enfermedad no es para quitarle la
vida, sino para demostrar el poder de Dios y de las hijas e hijos
de Dios”. 5Jesús amaba mucho
a María, a Martha y a Lázaro.
6Recibió la noticia y se quedó
donde estaba. 7Luego dijo a sus
amigos: “Regresemos a Judea”.
8Sus amigos se sorprendieron, y
le dijeron: “Maestro, estuvimos
allí y los líderes judíos querían
matarle. ¿Cree que es prudente
volver?”. 9Jesús respondió: “Si
caminan en la Luz, no hay que
temer la oscuridad. 10Pero si caminan en la oscuridad ustedes
van a caer, porque no hay Luz”.
11Luego dijo: “Nuestro amigo
Lázaro duerme, y voy a despertarlo”. 12Sus amigos dijeron: “Si
está durmiendo, se está recuperando”; 13pero Jesús hablaba del
sueño de la muerte. 14Dijo claramente: “Lázaro está muerto.
15Me alegro por ustedes, que no
estaban allí, porque habría sido
triste. Ahora tengo oportunidad
para aumentar su fe. Vamos”.
16Tomás dijo a sus otros amigos: “Vamos todos, para que si
es necesario muramos con él”.
17Cuando finalmente llegaron a
Betania, le avisaron a Jesús que
Lázaro llevaba cuatro días en la
38
Juan 11
cro a llorar. 32Cuando María llegó donde estaba Jesús, lo abrazó
y dijo: “Si hubiera estado aquí,
mi hermano no habría muerto”.
33Jesús al ver que ella y sus
amigos lloraban, tuvo su corazón a punto de romperse.
34Preguntó dónde lo habían enterrado. Le dijeron: “Maestro,
venga y lo verá”. 35Entonces
Él también comenzó a llorar.
36Quienes estaban suficientemente cerca para verlo, decían:
“¡Miren el amor tan grande que
les tiene!”. 37Algunos dijeron:
“Si abrió los ojos a los ciegos,
¿no podría haber impedido que
Lázaro muriera?”. 38Jesús, con
el corazón a punto de romperse,
llegó a la tumba. Era una cueva
con una piedra utilizada como
puerta. 39Jesús dijo que retiraran
la piedra. Martha dijo: “Maestro, lleva cuatro días, ya debe
oler muy mal”.
40Jesús le dijo: “¿No he dicho
que la Vida verdadera viene de
creer?”. 41Entonces retiraron la
piedra del sepulcro. Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Papá,
gracias por escucharme, 42sé
que siempre me escuchas. Digo
esto para que quienes están aquí
crean que Tú eres el Uno que
me envió”.
43Entonces Jesús exclamó:
“¡Lázaro, venga acá!”. 44El
hombre muerto salió cojean-
do, envuelto y atado con vendas mortuorias, de la cabeza
a los pies, y su rostro también
estaba envuelto en un sudario.
Jesús dijo: “Desátenlo y déjenlo libre”. 45Muchos judíos que
habían seguido a María hasta la
tumba y vieron lo que hizo Jesús, empezaron a creer en él.
46Algunos fueron donde los
líderes judíos y contaron lo que
Jesús había hecho. 47Los sumos
sacerdotes y los líderes judíos se
reunieron en consejo y hablaron
de lo que podrían hacer, ya que
Jesús se manifestaba con muchos signos. 48Dijeron: “Si no
hacemos algo pronto, todo el
mundo creerá en él. Vendrán los
romanos, tomarán nuestro templo y destruirán nuestra nación.
49Caifás, quien era Sumo Sacerdote aquel año, dijo, 50“¿No
se dan cuenta de que es mejor
que muera una persona antes
que la nación entera?”. 51No era
una simple idea suya, sino que,
como Sumo Sacerdote aquel año
estaba en capacidad de profetizar que Jesús iba a morir por la
nación. 52No solo por la nación
judía, sino por todos los pueblos
del mundo, por todas las hijas e
hijos de Dios. 53A partir de ese
día los sumos sacerdotes tramaban la forma de ejecutar a Jesús.
54Jesús sabía, y por lo tanto no
andaba abiertamente entre los
39
Juan 11, 12
judíos. Se fue al desierto, a la
ciudad de Efraín, y se quedó allí
con sus amigos.
55Más tarde, cuando la fiesta
judía de la Pascua se acercaba,
muchos iban a Jerusalén a purificarse. 56Había quienes buscaban a Jesús y se preguntaban si
vendría a la fiesta. 57Los sumos
sacerdotes y los líderes judíos
habían ordenado que quien supiera dónde estaba Jesús, tenía
que denunciarlo, para detenerlo.
el tiempo para darse a mí está
llegando a su fin”. 9Corrió la voz
de que Jesús estaba allí, y muchos vinieron a verlo. No solo a
él, sino también a Lázaro, a quien
Jesús había resucitado. 10Los sumos sacerdotes estaban pensando
matar también a Lázaro, porque
muchas personas habían creído
en Jesús, 11debido a la experiencia compartida por Lázaro, de haber renacido.
12Al día siguiente una gran
multitud llegó a la Fiesta, ya que
habían escuchado que Jesús estaría en Jerusalén. 13Muchos tomaron ramas de palmeras y salieron
a su encuentro. 14Gritaban incesantemente: “¡Hosanna! ¡Dios se
ha manifestado entre nosotros!
¡Éste es nuestro verdadero Rey!”.
15Jesús vio un pollino de asno
que estaba atado por allí, y lo
montó, para pasar por entre la
multitud. Esto para que se cumpliera la escritura, que dice: “No
temas hija de Sión, que tu rey
viene montado en un pollino de
asno”. 16Sus amigos no entendían
lo que pasaba. Pero después de
la Resurrección lo comprendieron y se dieron cuenta de que las
profecías acerca de Jesús se habían cumplido. 17Mientras esto
ocurría, quienes habían visto a
Jesús resucitar a Lázaro de la
muerte, hablaban de esta experiencia. 18Después de escuchar el
Capítulo 12
1Seis días antes de la Pascua Je-
sús volvió a Betania, donde había
resucitado a Lázaro de la muerte.
2Jesús cenó con sus amigos; Lázaro estaba allí y Martha servía.
3María tomó una gran cantidad
de aceite fino muy costoso, y ungió a Jesús. Lo cual llenó la casa
de un aroma exquisito. 4Judas Iscariote, el amigo que tramaba entregar a Jesús, dijo: 5“¿Por qué no
se vendió ese perfume para dar el
dinero a los pobres?”. 6Realmente no le preocupaban los pobres,
ya que era el encargado del dinero y con frecuencia robaba.
7Jesús le dijo: “Tranquilo, ella
está triste porque mi muerte se
aproxima y desea hacerme algo
muy especial, porque me ama
mucho. 8Habrá muchas oportunidades para dar a los pobres, pero
40
Juan 12
usted está siempre en mi corazón.
Ahora está llegando a ser mi corazón”. 29Quienes estaban cerca
oyeron como un trueno y algunos
pensaron que un ángel le estaba
hablando. 30Jesús les dijo: “Esta
voz no es solo para mí, sino también para ustedes. 31El juicio de
Amor total de Dios por nosotros
ha llegado y el miedo ha sido desechado. 32Cuando sea levantado,
atraeré a todos hacia mí, de todos
los rincones del mundo”. 33Jesús
usó esta expresión para proclamar
que, cuando fuera levantado en
la cruz, para abrir las puertas del
miedo; invitaría a todos a salir del
miedo con él.
34La gente estaba confundida y decía: “A nuestro entender,
las Escrituras dicen que el Cristo
está con nosotros para siempre.
Sin embargo, se supone que usted
será ajusticiado, ¿entonces, no
es el Cristo?”. 35Jesús dijo: “Un
poco más de tiempo y mi Luz les
alumbrará. Aprendan a caminar
en esta Luz; si no lo hacen, sus
viejos miedos y su oscuridad les
cubrirán de nuevo con su sombra.
Si siguen bajo la sombra del miedo, no podrán encontrar el camino. 36Mientras mi Luz les ilumine, crean que también pueden ser
esta Luz”.
37Jesús dijo esto y después no
se dejó ver más. Pues a pesar
de haber realizado muchos mi-
relato de este asombroso signo,
más personas creyeron en Jesús.
19Los líderes judíos hablaban entre sí acerca de lo que sucedía, y
estaban muy contrariados porque
parecía que el mundo entero empezaba a seguir a Jesús.
20Había allí algunos griegos
que habían subido a la Fiesta.
21Se acercaron a Felipe, que era
de Betsaida de Galilea, y le dijeron que querían conocer a Jesús.
22Felipe fue donde Andrés, y ambos fueron donde estaba Jesús y
se lo dijeron. 23Jesús optó por no
tratar con ellos, porque empezó
a presentir su muerte y resurrección. Entonces empezó de nuevo
a enseñar.
24Les dijo: “Les aseguro que
si el grano de trigo no cae en la
tierra y muere, permanece siendo
un grano de trigo; pero si muere, produce mucho más trigo.
25Quienes no estén dispuestos a
dar su vida en el Amor, la perderán; pero quienes dan su vida
humana, vivirán su Vida Divina,
que permanece para siempre.
26Quienes crean en mí, sigan esta
Vida Divina para que, como yo
soy, también sean. Quienes crean
en mí, también serán como Papá.
27“Estoy realmente preocupado,
¿pero qué puedo decir?; ¿Papá, no
quiero seguir? Pero si para esto he
venido; 28Papá, ábreme tu corazón”. Su Papá le habló: “Hijo mío,
41
Juan 12, 13
lo sigue, no lo voy a juzgar, porque no he venido a este mundo a
juzgar, sino simplemente a Amar.
48Quien no me cree y no sigue mi
Mensaje, no sigue su propio corazón, porque todos somos Uno.
Quienes no ven y no experimenten esta Unidad, se sentirán juzgados, porque el juicio trata de
separar la unidad. 49Hablo de mi
Unidad con Papá. Él me ha dicho
todo lo que debo decir. 50Sus palabras traen Vida Divina, por eso
les digo exactamente lo que me
ha dicho”.
lagros delante de ellos, aún no
creían. 38Esto sucedió para que se
cumpliera la profecía de Isaías:
“Señor, ¿quién ha creído lo que
he dicho? 39¿Quién ha llegado
a creer que son Amor?”. 40En
cambio, andan con sus ojos y sus
corazones cerrados. Sé que necesitan tiempo para abrir sus ojos
y sus corazones, para que puedan sanar”. 41Estas cosas las dijo
el profeta Isaías después de que
él mismo abrió sus ojos y vio a
Dios; y abrió su corazón y escuchó a Dios.
42A pesar de la incredulidad de
muchos, gran cantidad de personas empezaron a abrir sus corazones y a creer en Jesús. Pero tenían
tanto miedo de ser expulsados
de las sinagogas, que a menudo
mantenían oculta su creencia.
43Lo hacían porque era más fuerte el miedo al qué dirán, que lo
que pensaban de Dios.
44Jesús
exclamó: “Quienes
creen en mí, realmente creen en
Aquel que me envió. 45Quien me
ve, ve a quien me envió. Ustedes
siguen buscando a Dios y Él está
ahí, de pie, justo enfrente de ustedes; aun más: ya está viviendo en
sus corazones”.
46“Soy la nueva Luz que ha
venido al mundo. Creyendo en
mí, se abren sus ojos y sus corazones a esta nueva Luz. 47Si alguien escucha mi Mensaje y no
Capítulo 13
1Justo
antes de la fiesta de la
Pascua Jesús sabía que se acercaba la hora de ir a casa de su Papá,
así que deseaba mostrar una vez
más a sus amigos lo mucho que
los amaba. 2Por otra parte, Judas
Iscariote estaba a punto de demostrar su falta de amor. 3Jesús
era muy consciente de este hecho.
Sabía que su Papá había puesto
todo en sus manos, que venía de
Él y estaba a punto de volver a Él.
4Durante la cena se levantó, se
quitó su túnica, tomó una toalla
y se la ciñó. 5Echó agua en una
vasija y comenzó a lavar los pies
de sus amigos. 6Cuando llegó a
Pedro, éste le dijo: “Maestro, ¿usted va a lavarme los pies?”. 7Jesús respondió: “en este momento
42
Juan 13
me acoge a mí, acoge a Aquel que
me ha enviado”.
21Cuando Jesús terminó de hablar, se puso pensativo y dijo:
“Les aseguro que uno de ustedes
me va a traicionar”. 22Los amigos
se miraron entre sí, preguntándose de quién estaría hablando.
23Uno de ellos, por quien Jesús
tenía un afecto especial, estaba
a su lado, reclinado en su pecho.
24Entonces Pedro le hizo señas
para que le preguntara a quién se
refería. 25Su amigo amado se recostó de nuevo en su pecho y le
susurró: “¿Quién es?”. (El pecho
era la parte de la ofrenda a Dios
que se le daba a los sacerdotes en
el templo. Juan está diciendo aquí
que los sacerdotes y los ministros
van a comer del pecho de Jesús,
el Amor de Jesús, como simbólicamente lo está haciendo el discípulo). 26Jesús dijo: “A quien le
dé este trozo de pan después de
mojarlo en la salsa”. Tomó un pedazo de pan, lo remojó en la salsa
y lo dio a Judas Iscariote.
En ese momento Judas se
afianzó en su plan de traicionarlo. 27Jesús le dijo: “Lo que va a
hacer, hágalo pronto”. 28Quienes
estaban en la mesa no entendieron lo que Jesús le dijo. 29Algunos pensaron que tal vez como
Judas era el encargado del dinero,
Jesús le pedía que comprara algo
para la fiesta. Otros pensaron que
no usted entiende lo que hago,
pero pronto lo entenderá”. 8Pedro
le dijo: “¡Nunca me lavará los
pies!”. Jesús replicó: “Si no lavo
sus pies, realmente no entenderá
mi Mensaje”. 10Al escucharlo,
Pedro respondió: “Entonces no
solo láveme los pies, sino también las manos y la cara”. 11Jesús
le dijo:” Solo tengo que lavarle
los pies, ya que el resto está limpio”.
12Después de lavarles los pies,
se puso de nuevo la túnica, se
sentó y les dijo: “¿Se dan cuenta
de lo que he hecho con ustedes?”.
13Me llaman Maestro, y realmente lo soy. 14Si yo, su maestro,
puedo lavarles los pies, con mayor razón ustedes deben lavarse
unos a otros. 15Éste es un ejemplo (del ministerio) que deben
ejercer. 16En verdad les aseguro
que un siervo no es mayor que
su señor. 17Si entienden lo que he
tratado de enseñarles, serán muy
felices si lo viven.
18“No estoy hablando de todos,
porque conozco el corazón de
cada uno. Hoy se cumple lo que
dice la Escritura: ‘Alguien que ha
compartido mi mesa, me ha traicionado’. 19Les digo esto ahora,
para que cuando suceda crean
que soy Cristo, aquel de quien se
habla en la Escritura. 20Les aseguro que quien acoge a quien he
enviado, me acoge a mí; y quien
43
Juan 13, 14
creyendo en Dios y en ustedes
mismos. 2El Corazón de mi Papá
es muy grande, como ya les dije.
Trato de llegar a sus corazones
para que puedan entender el Corazón de Papá. 3Cuando esto se
realice nuestros corazones, serán
Uno, de tal manera que como
Yo Soy, ustedes también serán.
4La manera como Soy es la forma como ustedes ya son, si solo
pudieran entenderlo. Por favor,
entiendan la Unidad que somos,
la Unidad que estamos llamados
a proclamar al mundo”. 5Tomás
dijo: “Señor, sinceramente no entiendo muy bien, ¿cómo podemos
llegar a ser (como) usted?”.
6Jesús dijo: “Como Yo Soy,
ustedes ya son. Nadie llega a su
Divinidad, si no conoce su Identidad. 7Así como han llegado a
conocerme, también han llegado
a conocer a Dios. De ahora en
adelante conocerán a Dios y serán Dios”.
8Felipe le dijo: “Muéstranos
el Camino a Dios; eso es todo
lo que pedimos”. 9Jesús dijo:
“¿Todo este tiempo he estado con
ustedes, y todavía no entienden
que ya son Dios? ¿Cómo me pide
que le muestre a Dios, si ya son
Dios? 10¿No ve que yo estoy en
Dios y Dios está en mí, y que usted está en Dios y Dios, en usted?
11Simplemente estoy repitiendo
lo que he dicho tantas veces. Ha-
Jesús le pedía que fuera a dar limosna a los pobres. 30Ya era de
noche, Judas comió el pedazo de
pan y salió.
31Después de que Judas se
marchó, Jesús dijo: “El Hijo del
Hombre ha demostrado su Amor
más grande, como Papá me muestra siempre. 32Como Papá me ha
mostrado el más grande Amor,
muy pronto manifestará ese mismo Amor a todos. 33Mis queridos amigos, pronto los dejaré.
Me buscarán, pero como les dije
a los líderes judíos, no podrán
seguirme todavía. 34Les doy un
mandamiento nuevo: “Ámense
unos a otros. Tanto como yo les
he amado, ámense ustedes unos a
otros. 35El mundo reconocerá que
son mis amigos si se aman unos
a otros, como yo los he amado”.
36Pedro le dijo: “Quiero saber
adónde va”. Jesús le respondió:
“Adonde voy, usted no puede ir
ahora, sino después”. 37Pedro
dijo: “No entiendo por qué no
puedo acompañarlo ahora. Si estoy dispuesto a dar mi vida por
seguirlo”. 38Jesús le dijo: “¿Dará
su vida por mí? Le aseguro que
antes de que cante el gallo me habrá negado tres veces.
Capítulo 14
1“Aparten
las preocupaciones
y los miedos de sus corazones,
44
Juan 14
blo como Dios, porque soy Dios.
Ustedes deben hablar como Dios,
porque son Dios.
12“¿No ve que Dios está en mí
y yo en Dios? En caso contrario
¿cómo podría hacer las obras de
Dios? Cuando comprendan esto,
harán las obras de Dios y aún
mayores obras que las que yo he
hecho. 13La razón por la cual ustedes van a poder hacerlo, es que
lo fundamental de mi enseñanza
dejará de ser ilegal, y podrán proclamarla desde los tejados. Mañana trascenderé completamente
a mi Divinidad, y así podré ayudarles a trascender a su propia Divinidad. 14Cuando estén en esta
Unidad Divina, lo que pidan es lo
que Dios pide. Y lo que Dios pide
siempre se cumple. El Amor debe
orientar siempre todas nuestras
acciones y todos nuestros pensamientos.
15“Todo lo que necesitan es
darse cuenta de que en la medida
que yo trascienda de este mundo
mañana, trascenderé a sus corazones y llegaré a ser su Espíritu.
16Este Espíritu les conducirá a la
Verdad que el mundo no puede
entender, porque no se da cuenta que también es Divino. 17Pero
lo entenderán, porque viviré en
ustedes y llegaré a ser ustedes.
18Nunca estarán solos, porque
siempre seremos Uno, siempre
juntos. 19Mañana el mundo cree-
rá que he muerto, pero sabrán
que mi Espíritu simplemente ha
trascendido a ustedes. Mi renacimiento en ustedes será su renacer
en mí. 20Mañana sabrán que el
Espíritu de Dios ha llegado a ser
mi Espíritu, y mi Espíritu ha llegado a ser su Espíritu. 21Quienes
aman de verdad han llegado a ser
yo, y quienes han llegado a ser
yo, han llegado a ser Dios. Ahora
sabrán que para poder ser ustedes
mismos, deben saber que son (su)
Dios”.
22Judas (no el Iscariote) le
dijo: “¿Usted va a venir solo a
nosotros, no a todo el mundo?”.
23Jesús le respondió: “Cualquier
persona que se abre al Amor y a
la Verdad de su Divinidad, permanecerá en esta identidad, esta
Unión Divina. Vivirá con Dios,
en Dios y como Dios.
24“Soy un Amante cortés.
Quienes no abran sus corazones
y su ser al Amor, seguirán perdidos en la ilusión de la limitación.
No obligaré a nadie a abrirse al
(mi) Amor, pero como toda persona es Amor, cerrar su corazón
es realmente dejar de vivir. Esto
no es solo mi idea, sino la simple
Verdad”.
25“Les he dicho esto antes, pero
ha sido demasiado. Puedo ser limitado en mi enseñanza, pero no
en mi Ser. 26Es por eso que he
decidido trascender mañana al in45
Juan 14, 15
he enseñado. 4Vivan en mi vida
como yo vivo en sus vidas. Si no
estamos unidos en Vida y Amor,
ni ustedes ni yo tendremos realmente Vida, ni seremos realmente Amor. 5Soy Vida, la Vida que
vive su Vida. Juntos podemos
lograr mucho; separados nada
podemos hacer. 6Si se desconectan de la Vida, morirán, aunque
continúen caminando en el mundo. Si esto ya ocurrió, necesitan
el fuego de la transcendencia para
nacer de nuevo.
7Si viven en mí y mis Palabras
viven en ustedes, podemos mover montañas. Mover montañas
muestra nuestra Unidad Divina
y glorifica el universo entero.
8Como Dios me ama, así les amo
yo. 9¡Hagamos florecer nuestra
Divina Unidad! Abran su corazón
al Amor, así como yo he abierto
mi corazón a la Vida. 10Esto da
Luz Verdadera al mundo. 11comparto estas Verdades con ustedes,
para que mi gozo pueda llenar
completamente sus corazones y
extenderse por el mundo.
12“Lo más importante es que
se amen unos a otros, tanto y tan
profundamente como yo les he
amado. 13Mañana les mostraré
cuánto les amo. 14Ustedes han
llegado a ser mis verdaderos amigos. No permitan que esto cambie
jamás. 15No trabajan para mí, estamos trabajando juntos, porque
terior de su Ser. Desde allí puedo
hacer cosquillas a sus corazones,
para que acepten su Identidad
Divina. 27En la medida en que
se den cuenta de su verdadera
Identidad, experimentarán verdadera Paz. La Paz viene cuando
dejamos de luchar en contra de
la Verdad. Éste es el camino que
va más allá de la actual Sabiduría
humana”.
28“Les he dicho que estaré trascendiendo mañana. Si realmente
comprendieran lo que esto significa, se alegrarían. Han disfrutado estando conmigo, ahora
podrán disfrutar siendo yo. 29Ser
Dios es mucho mejor que simplemente haber sido instruidos por
Dios. Se los digo antes de que
suceda, para que cuando suceda
entiendan lo que está pasando.
30No tengo más tiempo para estar
con ustedes, puesto que las cosas
ya están en movimiento para mi
trascendencia.
31“Recuerden que siempre he
actuado con Amor y les invito a
continuar en este Camino”.
Capítulo 15
1“Yo
soy Vida Verdadera que
fluye en ustedes. 2Cuando se
abren al Amor, se abren a Verdadera Vida, a Vida Divina.
3Pueden contar con mi ayuda,
recordando y viviendo lo que les
46
Juan 15
tenemos la misma vocación. 16He
compartido con ustedes todo lo
que sé, para que podamos trabajar juntos, como amigos, como
iguales.
17“Recuerden que les pedí compartir mi Llamado Divino. Ahora
les pido que entren en su Divinidad y luego la den al mundo. Lo
que su corazón desee, su Divinidad hará. Una vez más les digo:
“Ámense unos a otros”, todo lo
demás es superfluo.
18“Quienes solo ven el mundo
material pueden odiarlos, como
me han odiado a mí. 19Si entran
en su mundo, los amarán. Pero
ahora ustedes conocen verdades
más profundas, y esto los atemoriza. ‘Se odia solamente aquello
que se teme’.
20“Es extremadamente importante recordar lo que he dicho
acerca de que todos somos iguales, que somos todos exactamente
lo mismo. Así que no se sorprendan cuando los persigan, porque
a mí también me persiguieron; ni
cuando alguien acoja sus enseñanzas, ya que muchos han acogido con satisfacción las mías.
21Cuando los persigan, sepan que
lo hacen porque no reconocen su
propia Divinidad. Son celosos
porque ven en ustedes algo que
quisieran tener, y no se dan cuenta de que lo tienen, que lo son.
22Lo que he compartido, les asus-
ta. Creen que el abismo entre el
miedo y mi Amor es demasiado
grande para saltarlo. Pero solamente lo ven así porque su vida
está muy apegada a lo material”.
23“Odiar a Dios es odiarse a sí
mismo. Odiar mis enseñanzas es
odiar su propia Sabiduría interior. Es iniciar una guerra entre
su mente y su corazón. Éste es
el más profundo dolor de la humanidad hoy en día. El fuego del
Amor es lo único que convertirá
esto en Paz. 24El hecho de hacer
curaciones y milagros encendió
en muchos el fuego del temor.
Vieron actuar una fuerza superior
a su condición humana. Y como
todavía están convencidos de que
son solo humanos, esta fuerza les
hizo tener miedo. Sintieron miedo de que se pudieran perder en
esa fuerza, cuando en realidad esa
fuerza, esa Divinidad, son ellos
mismos. 25Todo esto sucedió para
que se cumpliera la profecía que
anunciaba la lucha de la humanidad por trascender a su Divinidad. Antes solo la muerte podía
abrir la puerta a esta trascendencia. Pero ahora el Amor puede
abrir esa puerta, ya que Amar es
realmente ser Divino”.
26“Cuando mi Espíritu, el Espíritu de Amor, entre en sus corazones, ustedes se abrirán a esta Verdad. 27Esta Sabiduría infusa será
la Presencia del Amor de Dios en
47
Juan 15, 16
no. 9Trascenderé de mi Vida a su
Vida. Moriré y llegaré a ser ustedes. 10No un nuevo ustedes, sino
el Verdadero Ustedes. Su unión
con Dios pasará de una conexión
externa, a una Realidad interna. 11En la medida que su Dios
externo muere, su Dios interno
finalmente renace. Para esto he
venido”.
12“Muchas más cosas quisiera decir, pero no hay tiempo, ya
vienen a buscarme. No los juzgo
por esto porque hace parte de mi
trascendencia. 13Sin embargo, recuerden que cuando nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras almas hayan llegado a Ser
Uno verdaderamente, su Divinidad interior, su Espíritu Interno,
les recordará lo que he dicho esta
noche y continuará revelándoles
Verdad y Realidad. 14Sabrán que
la gloria que creen que es mía,
será también de ustedes. 15Posiblemente van a tener dificultad
para comprender esta realidad
nueva y gloriosa, así que tengo
la intención de regresar pronto de una manera muy especial.
16No se desanimen, permanezcan
abiertos; simplemente amen lo
mejor que puedan, hasta que juntos podamos llegar a ser completamente Uno. 17Todo lo que es de
Dios es mío, y todo lo mío es de
ustedes, especialmente la Identidad Divina. 18Ustedes son hijas
ustedes. Éste es mi mayor regalo
para quienes han caminado conmigo. ¡Compártanlo!”.
Capítulo 16
1“He
compartido estas cosas
para ayudarles a caminar en la
Luz. 2Serán expulsados de las sinagogas, y quienes los maten serán considerados santos. 3Harán
tales cosas, porque no reconocen
a Dios en mí, ni reconocen a Dios
en sí mismos. 4Les digo esto, para
que no se sorprendan cuando sucedan. 5No se los dije al principio, porque en ese tiempo creían
que solo yo era Dios. Ahora que
ya han empezado a ver su propia
Divinidad interior, están mejor
preparados para entenderlo.
6Como me voy mañana, esta es
la última ocasión para hablar de
estas cosas. Sé que en sus corazones quieren preguntarme a dónde
voy, pero la mayoría no tiene el
coraje de hacerlo, aunque se han
entristecido mucho por lo que les
he dicho. 7Les digo la Verdad, es
mejor que me vaya, porque si no
lo hago, continuarán en su antigua creencia de que yo soy Dios
y ustedes no. Mi Espíritu, Espíritu de Amor, puede venir solamente cuando me haya ido. 8Solo
podré trascender realmente en
su Espíritu, después de que haya
abandonado mi Espíritu huma48
Juan 16
mayor detalle. Soy su mediador
ante Dios, solamente en el sentido
de compartir la Buena Nueva que
los “Dos” Dioses son uno. Soy
plenamente Dios y plenamente
humano. Ustedes son plenamente Dios y plenamente humanos.
24La humanidad alcanzará igualdad con Dios cuando asimile esta
Verdad. La evolución de la humanidad no es más que ir hacia esta
Verdad. La proclamación de esta
Buena Nueva acercará más la humanidad a su propia Divinidad.
25“Les he dicho estas cosas
con Palabras, pero el tiempo de
la Sabiduría infusa se acerca y
podré revelárselas sin palabras.
La Verdadera Sabiduría viene de
la Verdadera Identidad. Ustedes
no saben quiénes son realmente,
y por eso no saben cómo actuar.
Cuando se den cuenta de que son
Dios, de que son Amor, será fácil
saber cómo actuar. El hacer fluye
libremente del Ser. Su Divinidad
ha sido siempre su Identidad. Las
palabras hablan a la mente. El Ser
habla al Corazón. Amor es lo que
somos y Amor es como actuamos.
26“Cuando realmente entiendan
esto, podrán hacer lo que les he
dicho. Sabrán que pueden orar
directamente a Dios. Sabrán que
la pureza de corazón es su manera de Orar desde su Divinidad.
27Papá les ama porque han creído
que soy su manifestación. Éste
e hijos de Dios, y las hijas e hijos de Dios son Dios y heredarán
todo lo que pertenece a nuestra
Madre Dios y Padre Dios.
19“Una vez más, mañana pensarán que he desaparecido. Pero
lo que desaparecerá será la ilusión de que soy solamente humano. Volveré a mi Divinidad, y el
universo entero se unirá a mí para
celebrar la misión de Proclamar
la Buena Nueva de la Divinidad
Universal. Sé que estarán tristes
por un tiempo, porque hemos llegado a ser grandes amigos. 20Sin
embargo, la tristeza que sentirán
simplemente expandirá sus corazones, para que puedan aceptar
más Amor cuando regrese.
21“Será como una mujer que
está triste cuando se acercan los
dolores de parto. Pero su tristeza solo apunta al nacimiento de
su Verdadera Identidad, al renacimiento en el Dios que siempre
han sido. 22Aún en medio de las
pruebas de la vida, siempre subsistirá el Júbilo Divino que subyace en ustedes”.
23“Cuando esto suceda no tendrán que pedirme nada, porque
serán capaces de acudir directamente a Dios, pues ustedes mismos son Dios. Recuerden que hay
dos lados en Dios: el exterior y el
Interior. Estos dos lados se van
acercando más, a medida que vayan entendiendo mi Mensaje con
49
Juan 16, 17
aunque algunos huirán, siempre
estarán conmigo, porque ¡Somos
Uno! Cuando sientan que no pueden hacer aquello para lo que han
sido llamados, recuerden que Mi
ser Resucitado, el Espíritu, ya lo
ha hecho todo. Simplemente despierten del sueño de la insuficiencia, a la realidad de que todo ya
ha sido hecho.
32“Este conocimiento y Sabiduría les traerá una gran paz. El
verdadero cambio no es nunca el
hacer; es siempre el Ser, ¡y ustedes ya son Dios! Todavía habrá
luchas en sus vidas, pero su Divinidad puede manejarlas. Recuerden que los problemas realmente
nunca están en el exterior, siempre están en su interior. Ustedes
pueden mirar al mundo y ver los
problemas, pero si miran profundamente en su interior únicamente verán la Divinidad. 33Su llamada es para que lleven esta Divinidad a esos problemas. ¡Encarnen
Amor en el Caos!”.
es el Perpetuo Círculo de Amor.
No tiene principio ni fin. Simplemente ama, y al hacerlo mueve el
mundo. Soy eterna Creación de
Dios. 28Vengo de Dios como toda
la Creación. Ahora estoy guiándola para que vuelva a Dios, para
que entienda y crea que es Sagrada, que también es Dios. Me hice
humano para que los seres humanos puedan llegar a ser Dios”.
29Sus amigos le dijeron, “Ahora
entendemos que usted tiene toda
la Sabiduría: realmente creemos
que viene de Dios. Nuestra lucha
es creer que podemos regresar
plenamente a (ser) Dios. 30Creemos que usted es el Camino para
regresar a Dios. Pero es difícil
creer que vamos a acompañarle
en este viaje de regreso a (ser)
Dios”.
31Jesús les respondió: “Sé que
lo que digo es difícil de creer y
aún más difícil de vivir. Sé que
tendrán la tentación de huir cuando las cosas se pongan difíciles,
pero he visto el Corazón de nuestro Papá. He visto también sus
corazones y sé que son exactamente lo mismo. Esta Verdad se
manifiesta mientras caminamos
juntos por el Camino de regreso
a la Divinidad.
“Mañana muchos de ustedes se
dispersarán y parecerá que estoy
solo. Pero nunca estoy solo, porque mi Papá y yo somos Uno. Y
Capítulo 17
1Cuando
Jesús dijo estas cosas,
levantó su corazón al cielo y dijo:
“Papá, sé que me amas y sabes
que te amo. Me pediste que hablara a todos acerca de su Divinidad,
de su Vida Divina. Les he mostrado la Vida Divina, viviéndola.
2La Vida Divina es tu Vida. Eres
50
Juan 17
talmente y sin condiciones, han
vislumbrado la realidad que son
Amor (Amados).
7“Ahora saben que estas nuevas ideas no son solo mías, sino
que vienen de ti. Su imagen de ti,
Papá, está cambiando inmensamente porque han visto lo que he
hecho en tu nombre. Les he transmitido todo lo que me has dicho
en la oración. Les he enseñado
que también pueden escucharte
en la oración. Están comenzando
a sentir que eres su “Papá”, en lugar de un distante potentado.
8“Entienden que he venido
como tu voz de Amor, y que su
Llamado es llevar esta Buena
Nueva a todo el mundo. Todavía
sienten miedo de la gran dimensión del Llamado; por eso nuestro trabajo de infundir Fe tiene
que continuar. Tú dándome Fe,
yo dando Fe a ellos y ellos dando
Fe a quienes van a servir. Necesitamos incluirlos en nuestra Trinidad, en nuestra Vida. 9Este Vínculo de Ser Uno es la única manera para cumplir lo que les hemos
pedido. Esta Vida Trinitaria, esta
vida de Amor total, es el único
fundamento sólido que puede
apoyar Tu Plan de Amor. Todo lo
mío es tuyo, todo lo tuyo es mío.
Todo lo nuestro es de ellos.
10“Mañana dejaré el mundo
material y volveré a casa junto a
ti, Papá. Ahora más que nunca es
mi Papá. Eres su Papá. Han comenzado a entender esto, aunque
les es difícil creer que no solo yo,
sino también ellos, son Divinos.
3Su fe creció en la medida en que
se manifestaron los Dones del Espíritu. Estoy a punto de terminar
lo que es posible ahora. Después
de que haya trascendido, completaré lo que me has pedido hacer.
4A veces entienden con su mente,
pero cuando Mi Espíritu se haya
encarnado en sus vidas, sus corazones también se abrirán a esta
Verdad. Esta Verdad les dará la
Vida y les mostrará el Camino.
5“Les he enseñado cómo amar,
y han aprendido que Dios es
Amor. Les he mostrado que son
Dios, y han comenzado a entender que son Amor. Han tenido
algunas visiones gloriosas de
esta nueva realidad y han respondido a tu Llamado para difundir
tu Amor. Pero Tú, Yo y Espíritu
tendremos que entrar completamente en sus corazones y llegar a
ser plenamente ellos, antes de que
puedan trascender de su manera
puramente humana de creer.
6“Con la antigua tradición de
creer que querías sacrificios,
les ha sido difícil aceptar que lo
que quieres es Amor; para que
te amen a ti, para que se amen
unos a otros, para que se amen a
sí mismos. A medida que hemos
demostrado que los amamos to51
Juan 17
en el mundo se encuentran encerrados en sentimientos de separación y miedo de estar cerca de ti.
He enseñado la unidad y ser uno,
pero algunos han optado por vivir
en el infierno y rechazan la invitación al cielo. Pero ya que son
Amor, son Dios, algún día llegarán al cielo, y por fin ¡Todos podremos Ser Uno verdaderamente!
15“No tenemos que sacar a nadie de sus creencias, podemos
amarles en las nuestras. El Amor
atrae; el Amor conquista, no por
la fuerza, sino por la continua invitación y apertura. Con el tiempo
su dolor, los fuegos del infierno,
moverán sus corazones a entrar al
cielo, donde nuestras puertas estarán siempre abiertas y nuestros
corazones siempre acogedores.
La Oveja perdida siempre será
bienvenida por el Buen Pastor.
16“Aquellos que pusiste en mi
camino están respondiendo a esta
Invitación. Llévalos a tu Divinidad y llénalos con (tu) Verdad.
17Comparte tu Verdad con aquellos que buscan Verdad. Porque
así como me enviaste al mundo,
yo los estoy enviando al mundo.
18El mundo tiene sed de (tu) Verdad. El mundo está hambriento
por tu Verdad. 19Siempre he caminado en la Verdad con Amor,
como ejemplo para ellos, y como
un ejemplo de lo que ellos también pueden hacer.
importante que los acojamos en
nuestros corazones y los apoyemos con nuestro Amor. Que los
traigamos a nuestra Vida Trinitaria y Vida como ¡Uno en Amor!
De lo contrario volverán a pensar
que viven solos, más que en nuestro Amor. 11Ser Uno con Dios es
una idea tan nueva, que cada día
tendrán que sentir nuestro Amor,
nuestra Presencia, nuestro Ser
Uno con ellos. Nuestra Esencia
es Presencia. Necesitan experimentar más esto para poderlo
predicar.
12“He trabajado mucho para
lograr esto, mientras caminaba
con ellos. Lamentablemente uno
de mis amigos no pudo abrirse
a esta maravilla. Pero vamos a
seguirlo amando hasta que logre sentir el Amor que es. Amor
siempre triunfa, porque todo es
Amor. Amor es lo único de lo que
no estamos libres. Nuestra esencia entra de alguna manera en
nuestros corazones y en nuestro
entendimiento.
13“Mientras voy a Ti, digo estas
cosas para que la Alegría que tenemos, Papá, se desborde en ellos
y de ellos a todo el mundo. Necesitarán una fuerte dosis de Alegría en estos días que se acercan.
Pero tenemos suficiente Gozo
para llenar el mundo.
14“Les he enseñado todo lo que
me has enseñado, pero muchos
52
Juan 17, 18
20“Mi
corazón irá a quienes
sean atraídos a su propia Divinidad, mediante el ministerio de
mis queridos amigos. La necesidad de nuestro Amor se extenderá
con la predicación de tu Palabra,
tu Verdad, hasta que todo el mundo sea inundado en nuestro Amor.
21“Papá, quiero que ellos se
amen tanto como nosotros. Que
sean tan Uno como nosotros.
¡Que todos seamos Uno! Tú en
mí, yo en ti, nosotros en ellos,
ellos en nosotros. Esta unidad
mostrará nuestra Divinidad y su
Divinidad. Así se cumplirá lo
que me has mandado. 22“La Divinidad que me diste la he dado
a ellos, para que puedan ser Uno
como nosotros. Yo en ellos y tú en
mí, formando la Trinidad perfecta. 23Papá, quiero que el mundo
sepa que el Amor que me pediste
enseñar viene del Amor que eres.
¡Que sepan, que los amas tanto
como me amas a mí!
24“Papá, te pido por quienes has
puesto en mi camino, para que
sean como yo. ¡Plenamente humano, totalmente Divino! ¡Quiero que no solo vean (mi) Divinidad, sino que también sean (mi)
Divinidad! ¡La Divinidad que me
diste desde el principio!
25“Mi querido Papá, el mundo
no sabe que eres Amor. 26Pero yo
lo sé y también quienes han caminado conmigo. 27Lo he dicho
a quienes quisieron escuchar que
eres Amor, y lo seguiré diciendo a través de quienes han visto
y creído esta verdad. 28Que este
mismo exacto Amor que tienes
por mí, pueda estar en ellos como
su Divinidad, como su verdadera
Vida”.
Capítulo 18
1Después
de que Jesús dijo
esto, salió a través del valle del
Cedrón a un jardín con sus amigos. 2Judas sabía a dónde iban;
3entonces, con un destacamento
de soldados y algunos asistentes
de los sumos sacerdotes salió para
el huerto, con armas y antorchas.
4Jesús era consciente de lo que
pasaba, sin embargo, salió y les
preguntó: “¿A quién buscan?”.
5Dijeron: “A Jesús de Nazaret”.
Jesús dijo: “Yo soy”. Judas estaba
con ellos. 6Cuando Jesús les dijo:
“Yo soy”, algunos retrocedieron
e incluso cayeron al suelo. 7Jesús
preguntó de nuevo: “¿A quién están buscando?”. 8Respondieron:
“A Jesús de Nazaret”. 8Jesús replicó: “Les he dicho que yo soy;
si me buscan, dejen que los demás se vayan”.
10Pedro sacó su espada, golpeó
al esclavo del sumo sacerdote y le
cortó la oreja derecha; su nombre
era Malco. 11Jesús dijo a Pedro:
“Guarde su espada. ¿No debo ha53
Juan 18
Pregúntele a quienes me han escuchado; ellos conocen mis enseñanzas”.
22Cuando Jesús dijo esto, uno
de los sirvientes le dio una bofetada y dijo: “¿Esa es la manera de
responder al Sumo Sacerdote?”.
23Jesús respondió, “Si he dicho
algo malo, demuéstremelo: si no,
¿por qué me golpea?”. 24Entonces Anás lo envió atado al Sumo
Sacerdote, Caifás.
25Pedro seguía calentándose
junto al fuego. Quienes estaban
a su alrededor le preguntaron,
“¿No es usted también uno de
ellos?”. 26Él lo negó, y dijo: “No,
yo no soy”. 27Uno de los criados
del Sumo Sacerdote, familiar de
aquel a quien Pedro había cortado
la oreja, dijo, “¿No lo vi a usted
en el jardín con él, esta noche?”.
Pedro volvió a negarlo, y en ese
momento cantó un gallo.
28Llevaron a Jesús de Caifás al
Pretorio. Ya era la madrugada, y
por eso los judíos no entraron en
el palacio, por temor a contaminarse y no poder comer la Pascua. 29Pilatos salió y les preguntó
“¿Qué cargos tienen contra este
hombre?”. 30Ellos respondieron:
“Si no fuera un malhechor, no lo
hubiéramos traído ante usted”.
31Pilatos dijo: “Júzguenlo de
acuerdo con su ley”. Los líderes
judíos respondieron: “No tene-
cer lo que Papá me ha pedido?”.
12Los que lo estaban buscando lo
agarraron y lo ataron. 13Primero lo llevaron a Anás que era el
suegro de Caifás, Sumo Sacerdote aquel año. 14Éste es el mismo Caifás que dijo a los líderes
judíos que la muerte de un hombre beneficiaría a todo el pueblo.
15Pedro siguió a Jesús con otro
amigo que conocía al Sumo Sacerdote. Este amigo entró en el
patio de la casa del Sumo Sacerdote. 16Luego regresó a buscar a
Pedro, quien había sido detenido
en la puerta. Habló con la esclava
del Sumo Sacerdote, que estaba a
cargo de la puerta, para que dejara entrar a Pedro.
17La portera dijo a Pedro, “¿No
es usted también uno de los amigos de ese hombre?”. Él replicó,
“No, yo no soy”. 18Los criados
habían hecho fuego con carbón y
se calentaban, porque hacía frío.
Pedro también estaba calentándose con ellos. 19Mientras tanto,
el Sumo Sacerdote interrogaba a
Jesús acerca de sus enseñanzas.
20Jesús le respondió, “He hablado abiertamente a quienes han
querido escucharme. He enseñado regularmente en las sinagogas
e incluso en el Templo, donde se
reúnen los judíos. No he tratado
de ocultar mi Mensaje. 21Entonces, ¿por qué me pregunta?
54
Juan 18, 19
Capítulo 19
mos autoridad legal para ejecutar
a nadie”. 32Esto sucedió para que
se cumpliera lo que Jesús había
dicho, acerca del tipo de muerte
que tendría.
33Pilatos regresó al pretorio y
preguntó a Jesús, “¿Es usted el
Rey de los judíos?”. 34Jesús replicó: “¿Me pregunta eso por cuenta propia, o se lo han dicho otros
de mí?”. 35Pilatos respondió:
“No soy judío. ¿Soy? Su propio
pueblo y los sumos sacerdotes lo
han entregado a mí. ¿Qué ha hecho para que lo acusen?”. 36Jesús
contestó, “Mi reino no es de este
mundo. Si así fuera, mis sirvientes habrían impedido que fuera
entregado a los líderes judíos.
Pero por ahora mi reino no es de
este mundo”. 37Pilatos preguntó,
“¿Entonces usted es rey?”. Jesús
respondió: “Usted puede decir
eso, pero la razón por la que he
nacido, la razón por la que he venido a este mundo es para enseñar
la pura Verdad”. 38Pilatos se burló de esto y dijo, “¿Cuál es la pura
Verdad?”. 39Dicho esto, volvió
donde los judíos y les dijo: “No
lo encuentro culpable de nada, y
como es costumbre liberar a un
prisionero en la Pascua, ¿quieren
que libere al Rey de los judíos?”.
40Pero ellos gritaron: “No, a ese
hombre no, sino a Barrabás”. Barrabás era un ladrón.
1Pilatos
tomó a Jesús y ordenó
que lo azotaran. 2Los soldados
trenzaron una corona de espinas y
se la clavaron sobre su cabeza. Le
pusieron un manto color púrpura
para burlarse de él, y le decían,
3“¡Salve, Rey de los judíos!”, y
lo abofeteaban.
4Una vez más, Pilatos salió y
les dijo: “Miren, lo traigo nuevamente para mostrarles que en
no encuentro culpa en él”. 5Jesús
apareció con la corona de espinas
y el manto púrpura. Pilatos les
dijo: “¡Aquí está!”.
6Cuando los sumos sacerdotes
y sus asistentes vieron a Jesús,
gritaron: “¡Crucifíquelo! ¡Crucifíquelo!”. Pilatos dijo: “Tómenlo
ustedes y crucifíquenlo, porque
yo no lo encuentro culpable”.
7Los líderes judíos respondieron:
“Según nuestra ley debe ser ejecutado, porque ha proclamado ser
Dios”. 8Cuando Pilatos oyó esto,
se alarmó; 9regresó al pretorio y
preguntó a Jesús: “¿De dónde es
usted?”. Jesús no respondió. 10Pilatos se disgustó y dijo: “No se da
cuenta de que tengo el poder de
liberarlo o crucificarlo?”. 11Jesús
respondió: “Usted no tiene poder
por sí mismo, sino solamente el
que ha sido dado por Dios. Por
eso, quien me ha entregado a usted tiene mayor responsabilidad”.
55
Juan 19
12Desde
23Después
ese momento Pilatos
buscaba la manera de liberarlo,
pero los líderes judíos gritaban
desaforados: “Si lo libera, traicionará al César. Quien diga que es
rey, es rebelde contra el César”.
13Al oír esto, Pilatos sacó a Jesús
y se sentó en el tribunal. 14Era
cerca del mediodía, el día de la
preparación de la Pascua. Pilatos
dijo a los judíos: “Aquí tienen a
su rey”. 15Gritaban: “Sáquelo de
aquí. ¡Crucifíquelo!”. Pilatos preguntó: “¿Realmente quieren que
crucifique a su rey?”. Los sumos
sacerdotes respondieron: “No
tenemos más rey que el César”.
16Entonces Pilatos les entregó a
Jesús, para que lo crucificaran.
17Sacaron a Jesús cargado con
su propia cruz a un lugar llamado
la Calavera, donde lo crucificaron. 18Otros dos fueron crucificados con él, uno a cada lado y Jesús en el centro. 19Pilatos ordenó
poner en la cruz un letrero, que
decía: “Jesús de Nazaret, Rey de
los judíos”. 20Muchos judíos leyeron el letrero porque el lugar
donde fue crucificado estaba cerca de la ciudad. El letrero estaba
escrito en hebreo, latín y griego.
21Los sumos sacerdotes protestaron y pidieron a Pilatos que
cambiara el letrero, para que escribiera: “Dijo que era Rey de los
judíos”. 22Pilatos dijo: “El letrero
queda como está”.
de que los soldados
crucificaron a Jesús, tomaron sus
vestidos y los dividieron en cuatro partes, una para cada soldado. 24Sobre su túnica decidieron
echarla a suertes, ya que era tejida en una sola pieza. Con esto
se cumplió la Escritura, que dice:
“Se repartieron mis vestidos y los
echaron a suerte”.
25Al pie de la cruz de Jesús
estaban María, su madre, María
Magdalena, su esposa y María, su
hermana. 26Cuando Jesús vio a su
madre y al amigo que quería de
manera especial, les dijo: “Mamá,
éste es su hijo”. 27Luego dijo a su
amigo: “Ella es su Mamá”. Desde ese día María vivió en casa de
Juan.
28Después de esto Jesús sabía
que solo faltaba una cosa para
que se cumpliera la escritura, y
dijo: “Tengo sed”. 29Había allí
una vasija llena de vinagre; un
guardia mojó una esponja en ella
y la acercó a la boca de Jesús.
30Cuando Jesús bebió un poco de
vinagre dijo: “Todo está cumplido”. Inclinó la cabeza y regresó
a su Papá.
31Puesto que era el día de la
Preparación de la Pascua, los líderes judíos pidieron a Pilatos
que rompieran sus piernas para
que murieran pronto y no dejarlos colgados en las cruces durante
el Día de Fiesta. 32Los soldados
56
Juan 19, 20
la esposa de Jesús, María Magdalena, vino al sepulcro con algunos
miembros de la familia, y vieron
que la piedra que tapaba la entrada había sido movida. 2No podía
entender lo que había sucedido,
y se quedó afuera del sepulcro,
llorando. 3Finalmente se inclinó
para mirar dentro, y vio que estaba vacío.
4Cuando se volvió, vio a Jesús, pero no lo reconoció a causa
de sus lágrimas. 5Jesús le dijo:
“María, ¿por qué llora? ¿No ve
lo que ha sucedido?”. 6Todavía
no entendía; entonces Jesús le
dijo amorosamente: “¡María!”.
7Ella se lanzó hacia Jesús y le
dijo: “¡Mi amor!”, y se llenó de
lágrimas, mientras se abrazaban.
8Jesús le dijo, “Sé que mi cuerpo
es diferente, pero mi corazón es
el mismo”. 9Se abrazaron, conversaron un rato y luego Jesús
le dijo: “Por favor, vaya ahora y
dígale a mis amigos que voy a ascender a mi Papá y su Papá; a mi
Dios y su Dios”. 10Entonces María Magdalena corrió donde los
amigos, a contarles lo que había
sucedido y lo que Jesús le había
dicho.
11Pedro y Juan no le creyeron
y salieron de inmediato para la
tumba. 12Iban corriendo, pero
Juan era más rápido y llegó primero. 13Se agachó y vio las ropas
de lino tiradas allí, pero no entró.
vinieron y quebraron las piernas
a los dos que estaban crucificados con Jesús. 33Cuando llegaron
a Jesús, ya estaba muerto, por lo
que no le quebraron las piernas.
34Uno de los soldados clavó la
lanza en su costado y salió sangre
y agua.
35El que lo vio y dio testimonio
de esto es digno de confianza, así
que pueden creerlo. 36Estas cosas
sucedieron para que se cumpliera lo que dice la escritura: “Ni un
solo hueso le será quebrado”. 37Y
en otro pasaje la escritura dice:
“Mirarán al que traspasaron”.
38Después de esto, José de Arimatea, amigo clandestino de Jesús, pidió a Pilatos el cuerpo para
darle sepultura. Pilatos concedió
el permiso; 39Nicodemo, que había visitado a Jesús por la noche,
trajo unas cien libras de ungüento
a base de mirra y áloe para embalsamarlo. 40Tomaron el cuerpo
de Jesús, lo ungieron y lo envolvieron con la tradicional ropa de
lino para la sepultura. 41Había
una tumba nueva en un jardín
cerca al lugar donde Jesús había
sido crucificado. 42Allí pusieron
el cuerpo de Jesús, pues ya era
Día de Preparación.
Capítulo 20
1Aquel
domingo de madrugada, cuando todavía estaba oscuro,
57
Juan 20, 21
14Pedro
ces sus amigos le contaron que
habían visto al Maestro. 25Pero
Tomás dijo: “A menos que meta
mis dedos en los agujeros de clavos de sus manos y mi mano en
su costado, no creo que lo hayan
visto”.
26El siguiente domingo estaban
de nuevo reunidos con las puertas
cerradas. Esta vez Tomás estaba
con ellos. Jesús se presentó y les
dijo: “Paz a ustedes”. 27Luego
dijo a Tomás: “Meta sus dedos en
mis manos y su mano en mi costado, para que realmente crea”.
28Tomás lo hizo y dijo: “Mi
Maestro”. 29Jesús dijo, “Ha sucedido esto, para ayudar a creer a
quienes no me verán, como usted
ha creído”.
30Jesús hizo muchas otras señales maravillosas, para que sus
amigos comprendieran quién era
Él y quienes eran ellos. La mayoría no están escritas en este Evangelio; 31pero las que están se han
escrito para que puedan llegar a
creer que Jesús es Cristo y también su hermano. ¡De modo que,
sabiendo y creyendo esto puedan
darse cuenta de que su Vida Divina viene a través de la Vida Divina (de Él) y que su Hermandad
los hace también hijas e hijos de
Dios!
llegó y entró derecho a
la tumba. Vio las ropas de lino
puestas allí y el sudario de su cabeza. 15Juan finalmente entró al
sepulcro. 16Miró a su alrededor y
se dio cuenta de que era verdad
que Jesús había resucitado. 17Antes de esto no habían entendido lo
que Jesús había dicho sobre la resurrección. 18Luego volvieron al
lugar donde estaban escondidos.
19Esa tarde los mismos amigos
estaban reunidos, con las puertas
cerradas por miedo a los líderes
judíos. Jesús se presentó en medio y les dijo: “¡Paz, hermanas
y hermanos!”. 20Les mostró las
manos y el costado. Los amigos
se alegraron mucho de verle. 21Él
les dijo otra vez: “Paz”.
“Así como mi Papá me ha enviado, así los envío yo”. 22Sopló
sobre sus cabezas y dijo, “Reciban mi Espíritu. Les he dado Paz
y Espíritu, para que los lleven a
todo el mundo. ¡Anuncien a todo
el mundo que son amados por
Dios y que de hecho, son Dios!
23De otra manera seguirán creyendo que son pecadores, y quienes creen que son pecado tienden
a pecar, mientras que ¡quienes
creen que son amados tienden a
amar!”.
24Tomás, uno de los doce, no
estaba cuando vino Jesús; enton-
58
Juan 21
Capítulo 21
ciento cincuenta y tres peces
grandes y aún no se había roto.
12Jesús les dijo: “Vengan a desayunar”. Estaban tan sorprendidos por la presencia de Jesús,
que no atinaban a decir nada.
13Jesús se acercó y les dio el pan
y los pescados. 14Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció
después de haber resucitado de
entre los muertos.
15Después del desayuno, Jesús
preguntó a Pedro tres veces si
lo amaba. Cada vez Pedro respondió. Cada vez diciendo que
amaba a Jesús; cada vez Jesús
le dio instrucciones para el ministerio del Amor. 16La última
vez Pedro se entristeció y dijo:
“Maestro, usted sabe todo, sabe
que lo amo”. 17Esto sucedió
para darle a Pedro la oportunidad de sanar sus tres negaciones
la noche antes de la crucifixión.
No porque Jesús lo necesitara,
sino porque Pedro lo necesitaba.
18Finalmente Jesús dijo a Pedro: “Cuando era joven, usted
mismo se vestía e iba donde
quería; pero cuando sea viejo
levantará las manos, alguien lo
vestirá y lo llevará donde no
quiera”. 19Dijo esto para indicarle el tipo de muerte con el
que Pedro trascendería a Dios.
1Después de esto Jesús se apa-
reció a sus amigos junto al mar
de Tiberiades, y esto fue lo que
sucedió. 2Pedro, Tomás, Natanael, Santiago, Juan y otros dos
amigos estaban juntos. 3Pedro
dijo: “Voy a pescar”. Los otros
amigos querían ir con él. Se fueron en la barca, pero en toda la
noche no pescaron nada.
4Cuando era de madrugada Jesús apareció en la orilla.
Sin embargo, los amigos no lo
reconocieron. 5Jesús les dijo:
“Hermanos, ¿pescaron algo?”.
Respondieron: “No”. 6Les dijo:
“Echen la red a la derecha de la
barca, y encontrarán algo”. Entonces echaron la red y casi no
podían sacarla debido a la gran
cantidad de peces.
7Juan dijo a Pedro: “¡Es el
Maestro!”. Cuando Pedro lo
oyó, se envolvió en su ropa y se
lanzó al mar. 8Los otros remaron
llevando la barca a la orilla, ya
que solo distaban unas cien yardas, y arrastraron la red llena de
peces. 9Cuando desembarcaron,
vieron algunos pescados sobre
brasas y pan. 10Jesús les dijo:
“Traigan los peces que acaban
de pescar”. 11Pedro volvió a la
barca y trajo la red, que tenía
59
Juan 21
20Después
dijo a Pedro: “Sígame”. Pedro se volvió y vio
a Juan, el amigo que se había
inclinado sobre el pecho de Jesús en la Última Cena. 21Al ver
a Juan, Pedro preguntó a Jesús:
“Maestro, ¿y éste qué?”. 22Jesús
le dijo: “Si quiero que se quede
hasta que yo vuelva, ¿por qué se
preocupa?”.
24Éste
es el mismo amigo que
da testimonio de estos hechos,
los cuales pueden ser creídos,
porque estaba allí. 25Hay muchas otras cosas que Jesús hizo
y no están en este libro. Pues si
escribiéramos todo no alcanzaría el mundo entero para contener los libros que tendrían que
ser escritos.
60
Evangelio de
San Mateo
Capítulo 1
“Juan es aquel de quien habló el
Profeta Isaías: “el que clama en
el desierto, para ayudar a la gente
a encontrar el camino que lleva a
Dios”. 4Juan creía que el camino
para encontrar a Dios era dejar el
mundo; por eso tenía su vestido
hecho de pelo de camello y comía
solo langostas y miel silvestre.
5El hambre de Dios en la gente
había llegado a ser tan fuerte, que
algunos venían de Jerusalén, 6de
toda Judea y de toda la región,
para escucharle y ser bautizados
por él en el río Jordán. 7Cuando
vio que también venían personas
ricas y poderosas, les advirtió que
no trataran de buscar a Dios en el
mundo externo, porque solamente podían encontrarlo en el interior de sus corazones. 8Les dijo
que sus acciones debían provenir
de sus corazones, de su amor y no
de la arrogancia, ni del deseo de
18Comenzamos
con el nacimiento de Jesús. Poco después
que María y José se casaran, ella
quedó embarazada. 19Un ángel
se apareció en sueños a José y
le dijo: “José, hijo de David, su
esposa María dará a luz un hijo,
y se llamará Jesús (Dios en nosotros)”. 22Todo esto sucedió para
que se cumpliera la profecía de
Isaías: 23“La joven dará a luz un
hijo, que mostrará que Dios está
en nosotros”. Cuando su tiempo
llegó, Jesús nació en Belén de
Judea.
Capítulo 3
1Después
de muchos años apareció Juan el Bautista en el desierto de Judea. 2Decía: “Revisen sus vidas y dense dónde está
Dios”. 3Había quienes decían:
61
San Mateo 3, 4
dinero ni de poder. 11Juan decía:
“Bautizo con agua para ayudarles a limpiar y replantear sus vidas. Pero vendrá alguien que les
bautizará con fuego y Espíritu,
y les transformará sus vidas. He
venido para ayudarles a limpiar
sus corazones; ya vendrá quien
les dará ojos nuevos y corazón
nuevo”.
13Más tarde Jesús vino desde
Galilea hasta el Jordán a ser bautizado por Juan. 14Juan lo reconoció y pidió ser bautizado por
Jesús. 15Jesús respondió: “Ahora
quiero ser bautizado por usted”.
Entonces Juan lo bautizó. 16Inmediatamente después que Jesús
fue bautizado y salió del agua, los
cielos se abrieron y Jesús vio el
Espíritu de Dios descender sobre
él en forma de paloma. 17Una voz
del cielo dijo: “Eres mi Hijo amado; verdaderamente te amo”.
puede hacer que estas piedras se
conviertan en pan”. 4Él respondió: “No solo se vive de pan, solamente se vive en Dios”.
5Luego en una visión desde la
parte más alta del templo, miró
hacia abajo y una voz le dijo:
6“¡Salte! Demuestre que usted es
Dios, mostrando su poder”. 7Entonces Jesús dijo: “Ser Dios no es
para exhibirse, sino para el servicio y el amor”.
8En la siguiente visión, Jesús
se encontraba en la montaña más
alta y podía ver todo sin límites.
9La voz le dijo: “Éste es su reino,
tómelo y siéntase orgulloso de
él”. 10Jesús respondió: “Mi Reino
está en los corazones de mujeres
y hombres. No reino, simplemente vivo allí”. 11La voz enmudeció
y Jesús regresó con sus amigos.
12Cuando Jesús oyó que Juan
había sido arrestado, regresó a
Galilea. 13Pasó de Nazaret a Cafarnaum, cerca del mar. 16Allí
Jesús comenzó a mostrar su gran
luz a quienes estaban perdidos en
la oscuridad. 17Comenzó a predicar, diciendo: “Revisen sus vidas
y dense cuenta dónde está Dios”.
18Después, Jesús fue a caminar
por el mar de Galilea y vio a dos
hermanos, Pedro y Andrés, que
echaban la red, porque eran pescadores. 19Les dijo: “Vengan, los
haré pescadores de personas”.
20Y dejándolo todo lo siguieron.
Capítulo 4
1Un
ángel vino y se llevó a Jesús al desierto para que le hiciera frente a sus miedos, antes de
comenzar su ministerio. Debía
superar tres falsas creencias para
mantener puro su Mensaje. Pasó
cuarenta días y cuarenta noches
en oración y ayuno, como preparación. 2Cuando terminó, sintió
hambre. 3Escuchó una voz que le
decía: “usted es Dios, por tanto
62
San Mateo 4, 5
21Caminando
un poco más adelante vio a otros dos hermanos,
Santiago y Juan, en una barca,
arreglando sus redes con su padre Zebedeo. 22También los llamó, y ellos, dejando la barca, lo
siguieron.
23Jesús recorrió toda Galilea, enseñando en las sinagogas,
anunciado la Buena Nueva y curando todo tipo de enfermedades
y dolencias de la gente. 24Esta
noticia se extendió a toda Siria,
atrayendo a quienes sufrían de algún dolor o enfermedad, y Él los
curaba a todos. 25Grandes multitudes comenzaron a seguirlo a
todas partes.
aman, porque serán amados”.
8“Bienaventurados los limpios
de corazón, porque pronto serán
Dios”.
9“Bienaventurados los pacificadores, porque son hijas e hijos de
Dios”.
10“Bienaventurados los que
sufren persecución por su amor
a Dios, porque Dios ya está en
ellos”.
11“Bienaventurados
ustedes
cuando sufran persecución, maltrato y calumnia por mi causa,
12porque éstos son los mismos
dolores de parto que experimentaron los profetas para entrar en
el cielo; a ustedes les sucederá
como a ellos”.
“Antes ustedes nacían en el
mundo, ahora nacen en Dios”.
13Jesús hizo una pausa para que
la gente tuviera tiempo de asimilar estas verdades sorprendentes.
Luego continuó diciendo: “Cuando se den cuenta que Dios está en
ustedes, sabrán que su llamado es
para agregar este sabor a las vidas
de quienes les rodean. Si ustedes
no lo hacen, ¿quién lo hará? Se
perderá una gran oportunidad”.
14“Ustedes son el canal para
que la luz del Amor Divino llegue
a cada persona que encuentren y
a cada cosa que hagan. 15Esta luz
del amor debe brillar desde sus
corazones y desde sus ojos, de
tal manera que cualquier sombra
Capítulo 5
1Un
día, viendo la multitud,
Jesús subió con sus apóstoles a
la ladera de una montaña, para
compartir con la gente. 2Se sentó
y dijo:
3“Bienaventurados los pobres,
porque saben dónde vive Dios”.
4“Bienaventurados los que están tristes, porque tendrán motivos para alegrarse”.
5“Bienaventurados los mansos,
porque ya se han apropiado de su
mundo”.
6“Bienaventurados quienes tienen hambre y sed de Dios, porque
Él ha venido a vivir en ellos”.
7“Bienaventurados
quienes
63
San Mateo 5
31La
de miedo se transforme en amor.
16Abran sus corazones al amor y
ayuden a otros a recorrer este camino con ustedes hacia Dios”.
21“El antiguo mandamiento decía: no matar a nadie. Mi nuevo
Mandamiento es: No odien a nadie. El odio viene de la ira, la ira
viene del miedo, el miedo viene
de una falta de amor, y Dios es
Amor. 22Si su corazón se inclina
hacia la ira o el odio, gírelo entonces hacia Dios. De esta manera, incluso quienes ustedes
consideren enemigos pueden
orientarlos hacia Dios. 23Cuando
comiencen a orar y recuerden que
su hermana o hermano tiene algo
contra ustedes, 24vayan a reconciliarse con esa persona y empiecen
de nuevo su oración. 25Porque,
como oramos para acercarnos a
Dios, debemos darnos cuenta que
nuestras hermanas y hermanos
también son Dios. 26Dejen que
esta Verdad fluya en su vida, para
que traten a los demás de la misma manera que tratarían a Dios.
27El antiguo mandamiento decía: no cometan adulterio. Mi
nuevo mandamiento es: respeten
a todo el mundo como respetarían
a Dios. 28La atracción sexual es
algo natural, y como tal debe ser
honrada; el acto sexual debe ser
siempre una decisión basada en el
respeto y en el amor, y fundada
en que es manifestación de Dios.
ley antigua decía: quien
quiera divorciarse debe presentar
certificado de divorcio. 32Mi nueva ley es que nadie debería divorciarse, a menos que haya luchado
por la vida del matrimonio y éste
haya muerto.
33Dios es la Verdad: por lo tanto, siempre digan la verdad. 34Digan “sí” cuando hay que decir
“sí” 35y digan “no” cuando hay
que decir “no”. 36Cualquier otra
cosa no es de Dios.
38La ley antigua decía: ‘ojo por
ojo y diente por diente’. 39Mi
nueva ley es: no hagan daño a
quien les haya hecho daño. 41Si
alguien les pide acompañarle
un kilómetro, acompáñenle dos.
42Dense cuenta que todo es de
Dios, y ustedes son simplemente
administradores de lo que creen
que les pertenece; sean muy generosos con quien les pida o solicite prestado. Si tienen más de
lo necesario, deben darlo a quien
necesita. A veces deben dar aun lo
que creen que necesitan, sabiendo que Papá siempre proveerá.
43La antigua creencia era:
‘amar a nuestros prójimos y odiar
a nuestros enemigos’. 44Lo que
quiero que hagan es amar a sus
enemigos y orar por quienes los
persiguen. 45Esto mostrará que
son hijas e hijos de nuestro Papá,
cuya luz brilla para todo el mundo y cuya lluvia refresca a justos
64
San Mateo 5, 6
e injustos. 46Porque todo el mundo ama a sus amigos, y esto no
refleja la profundidad del amor
de Dios. 47Si saludan solamente a
sus familiares y a sus amistades,
¿no hacen esto también quienes
no creen en Papá? Por lo tanto,
esfuércense en amar a todos, tal
como Papá lo hace”.
mos, 10permite que te sintamos en
nuestros corazones y te veamos
en nuestras acciones. 11Por favor,
danos lo que necesitamos hoy y
ayúdanos a compartir lo que no
necesitamos. 12Permítenos que
tratemos a los demás con el mismo amor y generosidad con que
nos tratas. 13Mantennos siempre
en el camino hacia Ti”.
14“El perdón es siempre la llave
de la paz en sus corazones. 15Pues
si Dios perdona a todo el mundo,
¿cómo no hacer nosotros lo mismo? 16Cuando ayunen, nadie más
debe saberlo. 17Así mantendrán
sus corazones centrados en Dios
y no en lo que piensen los demás
de ustedes”.
19“Mantengan su corazón puro
y sus valores claros, para que no
piensen que las cosas materiales
pueden traerles felicidad, pues
todas esas cosas pasarán. 20Solo
el tesoro espiritual dura para
siempre. 21Recuerden que donde
creen que está su tesoro, allí estarán sus corazones”.
22“El ojo es la lámpara del
cuerpo. Si su ojo está claro, todo
el cuerpo es luz; 23pero si su ojo
está nublado, todo su cuerpo estará en la oscuridad. No hay mayor
oscuridad que la oscuridad interior”.
24“Nadie puede servir a dos señores que tengan ideas diferentes.
Ustedes no pueden servir a Dios y
Capítulo 6
1“Estén
seguros de hacer las
buenas obras en secreto, para no
hacerlas por razón equivocada.
2Deben dar para el beneficio de
otros, y no para su propia vanagloria. 3Cuando practiquen la caridad, no dejen que su mano izquierda sepa lo que hace su derecha. 4Su corazón es la única parte
que necesita saberlo”.
5“Cuando oren, háganlo también en privado, de tal manera
que su corazón se mantengan centrados en Dios y no en lo que los
demás están pensando de ustedes.
6Cuando oren, cierren la puerta,
entren en su corazón, simplemente escuchen a Papá y hablen
con Él. 7Cuando oren, conversen
simplemente, como lo hacen con
su mamá o su papá humanos. 8De
todas maneras, su Dios ya conoce
todo acerca de ustedes y lo que
hay en sus corazones. 9Cuando
oren, digan simplemente: Papá,
padre de todos, realmente te ama65
San Mateo 6, 7
Capítulo 7
al dinero, porque contienen ideas
muy distintas”.
25“También les digo, no se
preocupen por lo que van a comer, por lo que van a beber o por
lo que van a vestir. ¿No es la vida
más importante que el alimento,
y el cuerpo más importante que la
ropa? 26Miren las aves, no siembran, ni cosechan, ni almacenan
alimentos en los graneros, pero
nuestro Papá celestial cuida de
ellas. Entonces, ¿por qué piensan
que no va a cuidar de ustedes?”.
27“Por otro lado, ¿quién de ustedes, con preocuparse, puede
añadir un minuto a su vida? 28Y,
¿por qué preocuparse por el vestido? Miren cómo viven los lirios
del campo. 29No tejen sus vestidos y ni siquiera Salomón en todo
su esplendor vistió tan bellamente como uno de ellos. 30Si Dios
viste así a la hierba del campo,
que hoy es y mañana no, ¿no hará
mucho más por ustedes?”.
31“Así que, no se preocupen por
lo que van a comer o a beber o
a vestir. 32Quienes no confían en
Papá, se preocupan de estas cosas. 33Quiero que busquen a Dios
en sus corazones, y cuando encuentren su reflejo allí sabrán que
todas estas cosas serán atendidas.
34De manera que no se preocupen
por el mañana, vivan el ahora,
porque allí es donde se encuentra
a Dios”.
1“Sean
conscientes de cómo
juzgan a los demás, para que puedan aprender a juzgarse ustedes
mismos. 2Lo que hacemos a los
demás refleja lo que nos hacemos
a nosotros mismos. 3Si ve algo en
el ojo de su hermano, 4mire primero sus propios ojos en el espejo, antes de hacer algo por él. 5En
última instancia no hay “otro”,
porque todos somos uno”.
7“Pidan y se les dará; busquen
y encontrarán; llamen y se les
abrirá. 8Porque todo aquel que
pide, recibe; aquel que busca,
encuentra, y a quien llama, se le
abre. 9¿Quién de ustedes, cuya
hija o hijo pide un pan, le daría
una piedra, 10o si le pide un pescado le daría una serpiente? 11De
manera que si ustedes saben lo
que es bueno para darles a sus
hijos, imagínense lo que su Papá
celestial dará a quienes le piden.
12Podemos simplificar esto en
una frase sencilla: Como ustedes
quieren ser tratados, así es como
deben tratar a los demás”.
15“Si quieren saber si la gente
es digna de su confianza, miren lo
que hacen.16Conocerán la clase
de persona con quien tratan, más
por lo que hacen que por lo que
dicen”.
21“Estén seguros de armonizar
su voluntad con la de Dios; de lo
66
San Mateo 7, 8
3. Jesús extendió su mano y le
tocó, diciendo: “Quiero, queda
limpio”, y al instante su lepra
desapareció. 4Jesús le dijo: “No
le diga a nadie esto. Entre en lo
más profundo de su corazón y
agradézcale a Dios que lo ha limpiado”.
5Más tarde fue a Cafarnaum.
Mientras estaba allí, un centurión
se acercó y le dijo: 6“Maestro, mi
sirviente está en casa, paralizado
y en gran agonía”, 7Jesús le dijo:
“Iré y le sanaré”. 8El centurión
respondió: “No me siento digno
que venga a mi casa. Solo diga
una palabra y mi sirviente sanará. 9Estoy también bajo autoridad, tengo autoridad sobre otros;
si digo a un soldado “¡Vaya!”, él
va; y si digo a mi sirviente: “Haga
esto”, él lo hace”. 10Cuando Jesús
lo escuchó, quedó maravillado
y dijo: “Rara vez encuentro a
alguien con tanta fe, como este
romano. 11Muchos como él se
sentarán en el cielo en la mesa
de Abraham. 13Jesús dijo al centurión: “Usted ha creído; por lo
tanto, su sirviente sanará”. En ese
momento el criado del centurión
fue sanado.
14Luego Jesús fue a casa de Pedro, cuya suegra se encontraba
enferma en cama. 15Entró, le tocó
su mano y quedó sanada. Ella se
levantó y comenzó a servirles.
contrario habrá división en su interior. 22Porque Dios habita en lo
más profundo de sus corazones,
y el corazón es la parte más profunda del ser. 23Luchar contra la
voluntad de Dios es luchar contra
sí mismos, porque en lo más profundo de su ser ustedes son Dios.
24Quienes armonizan su voluntad
con la de Dios, son como los que
construyen su casa sobre roca.
25Siempre hay cosas en la vida
que se sienten como tormentas,
pero una casa construida sobre
piedra puede soportarlas. 26Quienes se enfrentan a la voluntad
de Dios son como aquellos que
construyen su casa sobre arena;
cuando vienen las tormentas, la
lluvia arrasa con ella. 27Resistir
a Dios, que es amor, es resistir al
Amor, y esto nunca nos trae la felicidad que todos buscamos”.
28Cuando Jesús terminó de hablar, la muchedumbre quedó muy
impresionada, 29porque enseñaba
con autoridad y no como los escribas, que repetían como loros lo
que habían oído de otros.
Capítulo 8
1Cuando
Jesús bajó de la montaña lo siguió una gran multitud.
Un leproso se acercó y, arrodillándose delante, 2le dijo: “Maestro, si quiere, puede limpiarme”
67
San Mateo 8, 9
Capítulo 9
16Esa
noche le trajeron mucha
gente poseída y enferma, y Jesús
los sanó a todos.
18Después decidieron bajar al
lago; como había mucha gente,
Jesús decidió ir al otro lado. 19En
ese momento se acercó un escriba y le dijo: “Maestro, quiero
seguirlo a donde vaya”. 20Jesús
le respondió: “Las zorras tienen
guaridas, los pájaros tienen nidos,
pero yo no tengo un lugar fijo en
este mundo. 21Si en verdad quiere
seguirme, 22tendrá que mirar más
allá de las cosas de este mundo”.
23Luego subió a la barca con
sus amigos. 24Una fuerte tormenta sobrevino en el lago y las olas
zarandeaban la barca y amenazaban con hundirla. 25Mientras esto
sucedía, Jesús dormía; entonces lo despertaron y le dijeron:
“Maestro, nos vamos a ahogar,
sálvenos”.26Jesús les respondió:
“Su fe es todavía débil; no hay
nada que temer”. Luego se levantó, le habló al viento y a las olas,
y vino una gran calma. 27Quienes
estaban con él, dijeron: “¿Qué
clase de hombre es éste que hasta
puede calmar el viento y el mar?”.
28Cuando llegaron a la otra
orilla del lago, dos hombres que
vivían entre las tumbas salieron
a su encuentro. 29Ambos tenían
energías negativas y comenzaron
a gritar. 30Jesús los sanó y les pidió que siguieran su camino.
1Jesús
regresó a casa en barca.
llevaron a un paralítico en
una camilla. Cuando Jesús vio
su fe, dijo: “Animo, hijo mío,
usted es apreciado a los ojos de
Dios”. 3Algunos escribas que estaban allí pensaron para sí mismos: “¡Este hombre blasfema!
¿Cómo puede conocer el corazón
de Dios?”. 4Jesús sabía lo que
pensaban, y dijo: “¿Por qué piensan estas cosas; 5qué es más fácil, conocer el corazón de Dios o
decirle a este hombre levántese y
ande?”. 6Para mostrarles que conozco el corazón de Dios (le dijo
al paralítico): Levántese y vaya
a su casa”. 7El hombre se levantó y se fue caminando a su casa.
8Cuando la multitud vio esto, se
asustaron enormemente y dieron
gracias a Dios por lo que habían
visto hacer a Jesús.
9Jesús siguió caminando y vio
a un hombre llamado Mateo, en
la oficina de recaudo de impuestos. Jesús le dijo: “Venga conmigo”. Él se levantó y lo siguió.
10Fueron y se sentaron en otro
puesto de recaudo de impuestos.
Otros recaudadores y otras personas no muy recomendables se
sentaron con ellos. 11Cuando los
fariseos vieron esto, preguntaron
a los amigos de Jesús, “¿Por qué
su maestro come con esta clase
2Le
68
San Mateo 9
de gente?”. 12Jesús los oyó, y
dijo: “No son los sanos los que
necesitan médico, sino los enfermos. 13Traten de entender lo que
dijo el profeta: “Amor es lo que
quiero, y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar solo a
quienes están cerca de Dios, sino
a quienes se sienten abandonados
por Dios”.
14Quienes estaban con Juan vinieron a decirle: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos y usted y sus amigos no?”. 15Jesús les
respondió: “¿No acaban de escucharme? Amor es lo que quiero,
y no sacrificios. Ustedes ayunan
para sacrificarse, pero sería mejor
si ayunaran, para abrir sus corazones completamente a Dios”.
16Tengan en cuenta que no se
debe remendar un vestido viejo
con un pedazo de tela nuevo. Si
lo hacen, el parche se encogerá y
se hará un roto aún mayor. 17No
se debe almacenar vino nuevo,
todavía en fermentación, en odres
viejos, porque reventará las pieles. Por eso no traten de unir ni
sobreponer mis enseñanzas con
sus antiguas creencias. Es necesario empezar con nuevas creencias, para poder asimilar lo que
estoy enseñando”.
18Mientras hablaba, un legislador se acercó y le dijo: “Mi hija
acaba de morir; por favor, venga y
ponga sus manos sobre ella y trái-
gamela de nuevo a la vida. 19Jesús y sus amigos se levantaron
y le siguieron. 20En su camino a
casa, una mujer que había sufrido
una hemorragia vaginal durante
doce años (Que la hacía impura de acuerdo con la ley judía, y
no le permitía tocar a nadie), se
acercó a Jesús por detrás y le tocó
el borde de su túnica, 21pues ella
misma se decía: “Si puedo solo
tocar su manto, quedaré sana”.
22Jesús sintió que le tocaban, se
volvió y dijo: “Alégrese, su fe la
ha sanado”. La mujer quedó completamente curada.
23Cuando llegaron a casa del
legislador, había un gran grupo
de dolientes. 24Jesús les dijo que
salieran, porque la niña no estaba muerta, sino solo dormida.
Mientras salían, algunos hicieron
comentarios sarcásticos. 25Después que salieron, Jesús entró en
el dormitorio, la tomó de la mano
y la levantó. 26Noticias como ésta
se extendieron por toda el país.
27Cuando Jesús se alejaba de
allí, dos ciegos le gritaron: “Si
pudo levantar a la muchacha de
entre los muertos, seguramente puede curar nuestra ceguera”.
28Jesús se acercó y les preguntó:
“¿Creen que realmente puedo curarlos?”. Respondieron: “¡Sí, lo
creemos!”. 29Se acercó, les tocó
los ojos y dijo: “Así como han
creído, así sucederá”. 30Sus ojos
69
San Mateo 9, 10
se abrieron y pudieron ver. 31Les
dijo que no dijeran a nadie esto,
pero ellos salieron y lo contaron a
todo el mundo.
32Cuando salían, un mudo poseído por una energía negativa se
acercó a Jesús. 33Jesús le ordenó
a la energía negativa que saliera y
el hombre comenzó a hablar. La
multitud que lo vio, dijo: “Nada
como esto se había visto antes”.
34Algunos fariseos que estaban
allí, dijeron: “Puede manejar estas energías negativas, porque
tiene alianzas con el príncipe de
la negatividad”.
35Jesús recorría todos los pueblos y villas anunciando la Buena
Nueva y sanando a todos los que
estaban enfermos. 36Al ver que
mucha gente necesitaba la Buena
Nueva y sanarse, sintió compasión y amor, porque parecían ovejas sin pastor. 37Entonces dijo a
sus amigos: “Oren para que Papá
envíe más pastores, más predicadores, y que muchos reciban este
Llamado y respondan a él. 38Porque las posibilidades del Amor
son enormes, si la gente simplemente responde a su Llamada”.
tos son sus nombres: Pedro y su
hermano Andrés; Santiago y su
hermano Juan; 3Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; 4Santiago y
Tadeo, Simón el Zelote, y Judas
Iscariote, que más tarde lo traicionó. 5Jesús envió a los doce con
estas instrucciones: 7“Mientras
caminan juntos por todas partes,
díganle a la gente que Dios vive
en sus corazones. 8Sanen enfermos, revivan muertos, limpien
leprosos y expulsen las energías
negativas. Les doy la habilidad de
hacer esto sin ningún costo; por
lo tanto, ejerciten estos dones sin
cobrar. 9No lleven dinero, ropa
extra, ni cosas de sobra. 10De esta
manera sabrán que yo cuidaré de
ustedes”.
11“Cada vez que entren en una
ciudad o en un pueblo, sigan su
corazón hacia el hogar de alguien
que ustedes creen que se abrirá a
nuestro Mensaje; 12quédense con
esa familia mientras estén sirviendo a esa comunidad. 13Quienes abran su corazón, sentirán la
paz que les trae su presencia. 14Si
la gente no los recibe, bendíganles y sigan adelante”.
16“¡Sean conscientes que los
envío como ovejas en medio de
lobos. 17Sean sutiles como las
serpientes y humildes como las
palomas.18Serán llevados ante
las autoridades oficiales y serán
Capítulo 10
1Jesús
llamó a sus doce apóstoles y les dio la capacidad para
expulsar energías negativas y
para sanar toda enfermedad. 2Es70
San Mateo 10
der la vida, pero nunca el amor.
31Así que no hay absolutamente
nada que temer”.
34“He venido a traer la Verdad
al mundo, y la Verdad no siempre trae la paz al comienzo, pues
muchos se resisten y otros hasta
se oponen a ella. 35Habrá divisiones hasta en las familias, entre los
que aceptan la Verdad y quienes
la rechazan. 36Incluso se pondrá
la hija en oposición a la madre y
el hijo y al padre. No permitan
que esto les desanime, 37pues la
Verdad siempre encontrará un
hogar en nuestros corazones, aun
si nuestros oídos inicialmente la
rechazan. 38Así que pongan el corazón en la Verdad y encontrarán
el Camino que conduce a la vida.
39La Verdad siempre termina en
vida, aunque el cuerpo termine en
muerte”.
40“El Mensaje principal que
quiero que enseñen, es que todos
son hijas e hijos de Dios, todos
han renacido en la vida de Dios,
vida Divina. 41Díganle a la gente
que si dejan entrar a Dios en sus
corazones, descubrirán que Él ha
estado siempre ahí. Esta semilla
de Vida Divina que está plantada
en cada corazón, crecerá y envolverá toda la persona. 42Ésta
es la Verdad que da vida. Es la
Verdad que trae paz. Porque si
todas las personas son Divinas,
golpeados por miembros de la
sinagoga. 19Pero no se preocupen
por ninguna de estas cosas. 20Si
son llevados ante los tribunales,
tampoco se preocupen, pues el
Espíritu de Dios les inspirará y
hablará a través de ustedes”.
23“Si los persiguen en una ciudad, váyanse a otra. Les aseguro
que no tendrán que recorrer todas
las ciudades antes que las semillas de la Verdad que están sembrando, comiencen a echar raíces
y a dar sus frutos”.
24“Es necesario recordar que
el discípulo no es mayor que el
maestro. 25Me han llamado demonio, así que no esperen que a
ustedes los llamen santos. 26Sin
embargo, no tengan miedo de
predicar abiertamente la Verdad
acerca de Dios que ha estado
oculta hasta ahora. 27Lo que les
he enseñado en la noche, deben
proclamarlo a plena luz del día, y
lo que les he susurrado en el oído,
deben proclamarlo a pleno pulmón desde los tejados”.
28“¡No tengan miedo de quienes quieren matar su cuerpo,
porque su espíritu vivirá para
siempre. 29Hasta los cabellos de
su cabeza han sido contados por
Papá, así es el amor tan grande
que tiene por ustedes. 30Siempre
tendrán vida del amor que hay en
su corazón. Ustedes podrán per71
San Mateo 10, 11, 12
25“Papá,
no hay diferencias entre la gente
y no hay cabida a ninguna clase
de conflicto.
gracias por revelar estas cosas a los más pequeños, antes que a los sabios. 26Sé que es
así como te gustan las cosas”.
28Dijo a la multitud reunida:
“Vengan quienes estén sobrecargados de trabajo o se sientan
agobiados; les mostraré dónde
pueden descansar. 29Acepten
mi enseñanza y aprendan de mi
ejemplo, que soy manso y humilde de corazón. 30Una vez que
hayan incorporado esta Verdad en
su corazón y encuentren a Dios
allí, habrán encontrado el verdadero lugar para descansar”.
Capítulo 11
1Cuando
Jesús terminó de dar
instrucciones a los apóstoles, los
envió a predicar y sanar por todas partes. 2Cuando Juan escuchó
esto en la cárcel, 3envió amigos a
preguntarle a Jesús si era el Cristo. 4Jesús dijo que le contaran
a Juan lo que estaban viendo y
oyendo: 5Los ciegos pueden ver,
los cojos pueden caminar, los leprosos quedan limpios; los sordos
pueden oír, los muertos vuelven a
la vida, y los pobres escuchan la
Buena Nueva. 6Esto responderá
la pregunta de Juan”.
7Cuando los amigos de Juan se
preparaban para regresar, Jesús
comenzó a hablar de él a quienes
estaban cerca: 8“Juan es el profeta que ustedes buscaban cuando fueron al desierto. 9Él es más
que un profeta; 10es el hombre de
quien está escrito: “Escuchen con
atención, éste es el mensajero que
he enviado para ayudarles a preparar el camino a su Divinidad.
11¡Les aseguro que es un hombre
maravilloso, pero quienes caminen con su Divinidad serán aún
más grandes que él!”.
Capítulo 12
1Un
sábado Jesús caminaba por
los trigales. Sus amigos tenían
hambre y empezaron a recoger
las espigas de trigo y a comérselas. 2Los fariseos se dieron cuenta y dijeron a Jesús: “Sus amigos
están haciendo cosas que no están permitidas en sábado. Jesús
respondió: 3“¿No han leído lo
que hizo David cuando él y sus
hombres tuvieron hambre; 4entró
en el templo y se comió el pan
que solo los sacerdotes estaban
autorizados a comer? 5¿O es que
nunca han leído cómo la ley permite a los sacerdotes hacer ciertas
cosas en sábado? 6Les digo que
aquí estamos hablando de algo
72
San Mateo 12, 13
46Mientras
más importante que el templo.
7Si llegaran a entender que Dios
prefiere el Amor a la ley, no nos
condenarían”.
9Los dejó y se fue a la sinagoga.
10Había allí un hombre con una
mano paralizada. Para tenderle
una trampa le dijeron: “¿Es lícito sanar en sábado?”, Jesús respondió: 11“¿Alguien de ustedes
no auxiliaría a su oveja si cayera
a un hueco el día sábado? 12Si
está bien auxiliar a una oveja en
sábado, seguramente estará bien
ayudar a una persona en sábado”.
13Entonces dijo al hombre: “Extienda su mano”. El hombre extendió su mano paralizada y todo
el mundo se dio cuenta que estaba
tan sana como la otra. 14Los fariseos quedaron muy molestos y
comenzaron a conspirar para matarlo.
15Jesús lo sabía y por eso se
alejó de aquel lugar. 16Muchos lo
seguían y él los sanaba; 22incluso
un hombre que era a la vez ciego y mudo. Fue sanado para que
pudiera ver y hablar, pero le dijo
que no dijera nada a nadie al respecto. 23La gente estaba completamente sorprendida.
33Jesús les dijo: “Sabemos que
un árbol adulto da buenos frutos,
mientras que un árbol joven no
puede todavía. Reconocemos un
árbol por sus frutos”.
aún hablaba, su madre, hermanas y hermanos, llegaron a buscarlo. 47Alguien le dijo
que estaban allí. Dio las gracias
y dijo a la multitud: 48“Tengo que
ir a visitar a mi familia, 49pero antes que todo quiero que sepan que
ustedes también son mis hermanas y hermanos, 50porque todos
somos la Familia de Dios”.
Capítulo 13
1Ese
mismo día Jesús bajó y
se sentó en la playa cerca de su
casa. 2Dado que mucha gente se
agolpó a su alrededor, subió a
una barca, para poder hablar fácilmente a quienes estaban en la
orilla. 3Comenzó a enseñarles en
parábolas. 4“Un campesino salió
a sembrar, y al sembrar, unas semillas cayeron cerca del camino
y los pájaros se las comieron.
5Otras semillas cayeron en terreno rocoso, y aunque brotaron, no
había tierra suficiente para que
echaran raíces, 6por lo que el sol
las quemó y murieron. 7Algunas
de las semillas cayeron entre espinos, los espinos crecieron y las
ahogaron. 8Sin embargo, la mayor parte de las semillas cayó en
tierra buena, por lo que crecieron
y produjeron buena cosecha; algunas hasta cien veces, otras sesenta y algunas treinta por ciento.
73
San Mateo 13
9Abran
corazones. 23Pero la semilla que
se siembra en tierra buena se refiere a quienes escuchan la Buena
Nueva, la entienden y comienzan
a vivirla realmente. Éstos son los
que dan frutos, unos el cien, otros
el sesenta y otros el treinta por
ciento”.
24Entonces Jesús les contó otro
conjunto de parábolas: “La Vida
Divina en nosotros es como la
buena semilla que alguien sembró
en sus campos, 25pero mientras
dormía vino el enemigo y sembró cizaña entre el trigo. 26Así
que el trigo y la cizaña crecieron
juntos. 27Los trabajadores fueron
donde el dueño y le dijeron: “¿No
era buena y limpia la semilla que
sembró en su campo? ¿De dónde surgió la cizaña?”. 28El dueño
respondió: “Algún enemigo lo ha
hecho”. Entonces le preguntaron
si quería que arrancaran de raíz
las malas hierbas. 29Él les dijo:
“No, porque si lo hicieran también arrancarían una gran cantidad de trigo”.
31Entonces dijo otra parábola: “La Vida Divina en nosotros
es como una semilla de mostaza. 32Es la semilla más pequeña,
pero cuando crece se convierte en
un árbol tan grande, que las aves
pueden anidar en él”. 33Jesús dijo
esta parábola: “La Vida Divina en
nosotros es como la levadura que
se pone en una medida de harina
bien sus oídos para escuchar lo que estoy diciendo”.
10Sus amigos se acercaron y
le preguntaron por qué enseñaba
en parábolas. 11Jesús respondió:
“Las parábolas son historias acerca de la Verdad. A menudo es más
fácil recordar una historia que una
Verdad. 12Y las parábolas pueden
contener un número de Verdades
al mismo tiempo.
16Así que mantengan sus ojos
y oídos bien abiertos, 17porque
les aseguro que muchos profetas
y santos han deseado ver lo que
ustedes ven, y oír lo que ustedes
escuchan. 18Ahora voy a explicarles el significado de la parábola del campesino. 19Cuando la
gente escucha la Buena Nueva,
pero no la entiende, la energía
negativa puede sofocar la semilla sembrada en sus corazones.
Esto representa la siembra a lo
largo del camino. 20Y la semilla
que fue sembrada en terreno pedregoso se refiere a quienes oyen
la Buena Nueva y la aceptan de
inmediato, 21pero no echa raíces
en sus corazones y, por lo tanto,
cuando vienen los problemas o
las persecuciones, se dispersan.
22Y la semilla que se siembra entre espinos se refiere a quienes
oyen la Buena Nueva, pero las
preocupaciones del mundo y la
tentación del dinero la ahogan, a
tal punto que no da frutos en sus
74
San Mateo 13, 14
y fermenta toda la masa”. 34Jesús
enseñaba a la gente todas estas
cosas por medio de parábolas.
36Uno de ellos le pidió que explicara el significado de la parábola
de la cizaña. 37Él dijo: “El sembrador de la buena semilla es el
Hijo del Hombre, 38la tierra son
nuestros corazones, 39la buena
semilla es su Vida Divina. 40La
mala hierba surge cuando aparece
el miedo. 41El miedo puede detener el crecimiento de la Vida Divina. 42Sus raíces a veces se entrelazan con las raíces de la Vida
Divina. 43Pero al final la cosecha
del miedo muere, porque en definitiva no es nada”.
44Entonces Jesús continuó con
otro conjunto de parábolas: “La
Vida Divina es como un tesoro
precioso que una persona encuentra en un campo. Se pone tan feliz
de haberlo encontrado, que va,
vende todo lo que tiene y compra
el campo donde encontró el tesoro. 45Una vez más, la Vida Divina
es como un comerciante que busca perlas preciosas. 46Después de
encontrar una de excepcional valor, va, vende todo lo que tiene, y
la compra”.
51Jesús dijo: “¿Han entendido
lo que les he dicho?”. Contestaron que sí. 52Entonces les dijo:
“Cada maestro de esta Vida Divina debe tener mucha creatividad
para utilizar todas las formas po-
sibles de ayudar a la gente a entenderla”.
53Cuando Jesús terminó de enseñar por medio de estas parábolas, regresó a casa. 54Allí enseñaba en las sinagogas de tal manera,
que todo el mundo se quedaba
sorprendido. Se preguntaban de
dónde le venía esa sabiduría y
cómo hacía todos esos milagros.
55Se decían unos a otros: “¿No es
éste el hijo de José, el carpintero?
¿No se llama su madre María, y
sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56¿Y no conocemos
a sus hermanas Juana y María?
¿De dónde ha sacado tanta sabiduría?”. 57Como se negaban a
aceptarlo, Jesús les dijo: “Un profeta jamás es honrado en su pueblo natal”. 58Debido a la incredulidad de la gente, no hizo muchos
milagros allí.
Capítulo 14
1En
aquel tiempo el rey Herodes se enteró de la fama de Jesús,
y dijo a sus asistentes, 2“Éste
debe ser Juan el Bautista reencarnado, con todos esos poderes que
se manifiestan en él”. 3Pues Herodes había detenido y encarcelado a Juan por causa de Herodías,
la esposa de su hermano Felipe.
4Juan le había dicho: “Usted no
tiene derecho a casarse con ella”.
5Herodes quería matarlo, pero te75
San Mateo 14
nía miedo porque la gente lo consideraba un profeta.
6En el cumpleaños de Herodes,
la hija de Herodías danzó en medio de ellos y agradó tanto a Herodes, 7que prometió darle todo
lo que quisiera, aún la mitad de
su reino. 8Aconsejada por su madre, le pidió la cabeza de Juan el
Bautista en una bandeja de plata. 9Herodes se disgustó por esta
petición, pero se vio obligado a
cumplir su promesa. 10Envió órdenes a la prisión para decapitar
a Juan. 11Le entregaron su cabeza
en una bandeja y ella se la entregó
a su madre. 12Los amigos de Juan
enterraron su cuerpo y fueron a
decírselo a Jesús. 13Cuando Jesús
se enteró de la noticia, se fue a un
lugar solitario a orar, pero la multitud lo encontró. 14Cuando regresó, vio una gran masa de gente
y sintió compasión de ellos. Sanó
a todos los enfermos.
15Al llegar el atardecer los
apóstoles se acercaron a Jesús, y
le dijeron: “Se hace de noche y
estamos en un lugar deshabitado,
¿por qué no despide a la multitud
para que vayan a las poblaciones
cercanas a comprar alimentos
para la cena? 16Pero Jesús les
dijo: “No necesitan irse, ustedes
pueden darles de comer”. 17Respondieron: “Todo lo que tenemos
aquí son cinco panes y dos pescados”. 18Él les dijo:” Tráiganlos y
hagan que la gente se siente sobre
la hierba”. 19Tomó los cinco panes y los dos pescados, oró, dio
gracias y partió los panes y los
dio a los apóstoles, quienes los
repartieron a la gente. 20Todos
comieron lo que quisieron y recogieron lo que quedó. 21Llenaron
doce canastos y comieron más de
diez mil personas.
22Después ordenó a sus apóstoles que fueran navegando al otro
lado, mientras despedía a la multitud. 23Después de haber despedido a la gente subió a una colina
a orar. La noche había llegado y
estaba solo. 24En ese momento la
barca estaba lejos de la orilla y era
zarandeada por las olas, porque el
viento era muy fuerte. 25En las
primeras horas de la mañana vieron que Jesús venía caminando
hacia ellos sobre las aguas. 26Los
apóstoles, viéndolo caminando
sobre el mar, gritaban de terror:
“¡Es un fantasma!”. 27Pero Jesús
les dijo: “¡No tengan miedo! ¡Soy
yo!”, 28“Pedro respondió: “Si es
usted, mande que yo vaya a usted
sobre el agua!”. 29Jesús le dijo:
“¡Venga!”. Pedro, sorprendido,
salió de la barca y comenzó a caminar hacia Jesús sobre el agua;
30pero cuando se miró sobre las
olas se asustó y comenzó a hundirse. Gritó a Jesús: “¡Sálveme!”.
31Inmediatamente Jesús extendió
la mano, lo agarró y le dijo: “Lo
76
San Mateo 14, 15
18Sin
estaba haciendo bien. ¿Por qué
dejó de creer?”. 32Después que
entraron en la barca, el viento se
calmó. 33Los que estaban en la
barca se arrodillaron delante de
él y le dijeron: “Verdaderamente usted es el Cristo”. Jesús dijo:
“¡Ánimo; ustedes también pueden hacer lo que yo he hecho. Lo
que necesitan es creer!”.
34Cuando llegaron a Genesaret,
35la gente lo reconoció, avisaron
a todos los vecinos de los alrededores y le trajeron todos los enfermos. 36Muchos le rogaron que
les permitiera tocar la orla de su
manto, y aquellos que lo hicieron
fueron sanados.
embargo, lo que sale de la
boca viene de la mente y del corazón, eso es lo que contamina a
una persona. 19Porque de la mente salen los pensamientos negativos y las malas intenciones, la
deshonestidad y las calumnias;
del corazón sale el odio, la mezquindad y la avaricia. 20Éstas son
las cosas que contaminan a una
persona, y no el comer sin lavarse
las manos”.
21Luego dijo a los fariseos y
a los escribas: “Ahora déjenme
preguntarles algo: ¿Por qué ustedes no observan el mandamiento
de honrar madre y padre? En lugar de cuidar de ellos, dicen que
van a utilizar el dinero de su manutención para ofrecer sacrificios
en el templo. Recuerden lo que
dijo Oseas: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios”.
22Más tarde los amigos de Jesús vinieron a decirle: “¿Es consciente que los escribas y fariseos
están escandalizados por lo que
dijo?”. Jesús respondió: 23“Toda
planta que Papá no ha plantado
debe ser arrancada de raíz”. 24Pidieron que les explicara eso, y
entonces les dijo: “Hay gente que
inventa cosas y dicen que son de
Dios. Todas estas malas hierbas
deben ser arrancadas de nuestras
tradiciones. Cuídense de esta clase de gente. 25Están perdidas en
un campo lleno de cizaña. Esto
Capítulo 15
1Los
fariseos y los escribas de
Jerusalén se acercaron a Jesús y
le preguntaron, 2“¿Por qué sus
amigos no cumplen con la ley
de lavarse las manos antes de
comer?”.10Jesús pidió a la gente
que se reunieran a su alrededor y
les dijo: “Escuchen con atención.
11“No es lo que entra por la boca
lo que contamina a una persona,
sino lo que sale de la boca de
esa persona”. 15Pedro pidió que
le explicara mejor eso. 16Jesús
dijo: “¿Usted tampoco entiende?
17¿No se da cuenta que lo que entra por la boca pasa a través del
estómago y luego se elimina?
77
San Mateo 15, 16
36Tomando
los ha vuelto ciegos a lo que Dios
realmente quiere, y guían a otros
que son igualmente ciegos”.
26Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón. 27Había allí
una mujer cananea, que vino a
Jesús y le pidió: “¡Maestro, tenga
piedad de mí; mi hija está poseída”. 28Le respondió Jesús: “Mujer, grande es su fe, haré lo que
me pide”. Y en ese mismo momento su hija quedó curada.
29Jesús partió de allí al mar de
Galilea, subió a una colina cercana y se sentó a enseñar. 30Una
gran multitud seguía llegando
con personas que sufrían toda
clase de dolencias físicas. 31Él los
sanaba a todos; la multitud estaba
sorprendida al ver que los mudos
hablaban, los cojos caminaban y
los ciegos podían ver. Todos daban gracias a Dios.
32Jesús llamó a sus apóstoles y
dijo: “Estoy muy preocupado con
todas estas personas. Han estado
tres días conmigo y no han comido nada. No quiero enviarlos sin
comer, porque se pueden desmayar en su camino a casa”. 33Los
apóstoles le dijeron: “¿Cómo vamos a conseguir suficiente comida para alimentar a una multitud
tan grande?”. 34Jesús les preguntó
si tenían algo de comida. Dijeron
que tenían siete panes pequeños
y unos cuantos pescados. 35Jesús
pidió a la multitud que se sentara.
los siete panes y los
pocos pescados dio gracias y se
los entregó a los apóstoles, para
que los pasaran a la multitud.
37Después de haber comido, se
recogió lo que sobraba y se llenaron siete canastas. 38Más de ocho
mil personas saciaron su hambre.
39Entonces Jesús despidió a la
gente y se trasladó navegando a
la región de Magadán.
Capítulo 16
1Los
fariseos y los saduceos
se acercaron a Jesús y pidieron
que les diera una señal de que
su llamado provenía de Dios.
2Él les dijo que la única señal
que tenía para darles era la de
Jonás, 3(se refería a los tres días
en la tumba). 4Entonces los dejó
y siguió su camino.
5Una vez que todos llegaron al otro lado del lago, los
apóstoles cayeron en cuenta
que habían olvidado llevar pan
para el camino. 6Jesús les dijo:
“Tengan cuidado de la levadura
de los fariseos y los saduceos”.
7Los apóstoles pensaron que estaba preocupado porque habían
olvidado llevar el pan. 9Entonces les recordó los diez mil que
había alimentado con cinco panes, 10y los ocho mil que había
alimentado con siete panecillos,
para que no creyeran que el pan
78
San Mateo 16, 17
era el problema. 11Les dijo que
deberían tener mucha más fe
por todo lo que ya habían visto. 12Y que cuando hablaba de
la levadura de los fariseos y los
saduceos, se refería a lo que
ellos enseñaban.
13Cuando estaban entrando a
la región de Cesarea de Filipo,
Jesús preguntó a sus amigos
quién decía la gente que era
él. 14Le dijeron: “Unos dicen
que Juan el Bautista; otros, que
Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”. 15Él les
preguntó: “¿Y ustedes, quién
creen que soy yo?”. 16Pedro
respondió: “Usted es el Cristo”. 17Jesús le dijo: “Bendito es
usted, Pedro, porque no es una
persona humana quien se lo ha
revelado, sino nuestro Papá.
18Le digo, Pedro, que usted es
una de las rocas sobre las cuales edificaré mi misión de amor.
19La clave de esta misión es la
Vida Divina, Vida de Amor. 20Estén seguros de proclamar a todo
el mundo que Papá es Amor”.
21Desde entonces Jesús comenzó a preparar a sus apóstoles para
su muerte en Jerusalén. También
les dijo que resucitaría de la tumba al tercer día, así como Jonás
había salido de la boca de la ballena al tercer día. 22Pedro lo llevó aparte y le dijo: “¡Esto nunca
va a ocurrir!”. 23Jesús le respon-
dió:” Pedro, a veces usted es un
pequeño demonio. Para difundir
mi misión debe aprender a pensar
como un Dios y no solo como un
hombre”. 24Jesús dijo a sus apóstoles: “Si realmente me van a seguir, tienen que seguirme todo el
camino, todo el tiempo y no solo
cuando les convenga. 25El camino de Papá puede ser muy difícil, pero es el único camino a la
Verdad. Pueden incluso perder la
vida, pero se reencontrarán ustedes mismos.
26“¿De qué les sirve obtener
todo el mundo? Todo lo perderán
cuando mueran. Luchen simplemente por llegar a ser la Divinidad que ya son. 27Porque he venido para enseñarles que ustedes
son hijas e hijos de Dios. 28Y pueden serlo sin morir.
Capítulo 17
1Seis
días después Jesús invitó
a Pedro, Santiago y Juan a subir
a una montaña. 2Allí, delante de
ellos se transfiguró. Su rostro brillaba como el sol y sus vestidos
resplandecían como la luz. 3Isaías
y Elías también se aparecieron y
hablaban con Jesús. 4Pedro dijo a
Jesús: “Maestro, qué maravilloso
estar aquí. Si quiere podemos disponer un lugar para usted, Isaías
y Elías”.
79
San Mateo 17
5Mientras
Pedro decía esto,
una nube brillante los cubrió y
una voz dijo: “Éste es mi hijo
amado, a quien realmente amo.
Escúchenlo con atención”. 6Al
escuchar esto, los tres se postraron muy asustados, 7pero Jesús se
acercó a ellos, los tocó y les dijo:
“Levántense y no tengan miedo”.
8Abrieron sus ojos y vieron solamente a Jesús.
9Cuando regresaban de la montaña, Jesús les pidió no hablar de
la visión hasta que él se levantara
de entre los muertos. 10Los tres
dijeron: “Ahora sabemos que usted es Cristo, pero muchos dicen
que Elías debía venir primero.
¿Esto es lo que ha sucedido?”.
11Jesús les respondió: “No, Elías
ya vino a ayudar a poner las cosas
en orden, pero la gente no lo reconoció. 12De hecho lo mataron,
así como me matarán a mí”. 13Entonces los tres se dieron cuenta
que estaba hablando de Juan el
Bautista.
14Cuando bajaron de la montaña, vino hacia él una gran
multitud. Alguno de ellos decía:
15“Maestro, por favor, tenga piedad de mi hijo. Es epiléptico y
sufre terriblemente. Con frecuencia cae en el fuego y a menudo
en el agua. 16Lo traje a sus apóstoles, pero no pudieron sanarlo.
17Jesús respondió: “¡Tráiganlo
aquí!”. 18Puso su mano sobre él y
al instante el niño quedó completamente sano.
19Los tres apóstoles se acercaron a Jesús y le preguntaron:
“¿Por qué nosotros no pudimos
sanarlo? Jesús respondió: “Porque ustedes no creen lo suficiente. ¿Por qué creen que los he llevado a la montaña y les he mostrado claramente que soy Dios?
No soy simplemente su maestro;
¡Soy su espejo! Lo que ven en
mí es lo que está en ustedes. Lo
que me ven hacer a mí, es lo que
deben hacer ustedes. A partir de
ahora tengan fe y podrán hacer lo
que yo hago. 20Porque les aseguro que si tuvieran fe, aunque sea
como el tamaño de una semilla
de mostaza, podrían decirle a esta
montaña: muévase, y la montaña
se movería. Nada sería imposible
para ustedes. 21Para curar como
yo lo hice necesitan saber y creer
que son Dios.
22Todos se reunieron de nuevo
en Galilea, y Jesús les dijo: “Estoy próximo a ser traicionado y
ejecutado, 23pero resucitaré al
tercer día”. Todos quedaron muy
angustiados con esta noticia.
24Fueron a Cafarnaum. Algunos recaudadores de impuestos se
acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿Su Maestro paga impuestos?”. 25Pedro dijo: “Sí”. Más
tarde Pedro preguntó a Jesús qué
pensaba del pago de impuestos.
80
San Mateo 17, 18, 19
hallado ésta, que por las noventa
y nueve que no se habían perdido? 14Su Padre celestial es como
el pastor; no quiere que alguien se
pierda. Yo he venido a encontrar
a quienes estaban perdidos.
15Si una hermana o hermano
ha hecho algo contra usted, vaya
en privado y hable con ella o él.
Si escucha, ha ganado un amigo. Si no escucha, acompáñese
de una o dos personas más para
hablarle. 16Tal vez con testigos
se pueda resolver la controversia.
17Si eso no funciona, probablemente es mejor no tener amistad
con esa persona, 18pero continúe
tratándola con respeto cuando la
encuentre.
19Les aseguro que si dos de
ustedes se ponen de acuerdo
para orar sobre cualquier asunto,
nuestro Papá celestial lo concederá. 20porque donde dos o tres se
reúnen en mi nombre, yo estoy en
medio de ellos”.
21Entonces Pedro se acercó y le
dijo: “Maestro, si una persona me
ofende, ¿cuántas veces tengo que
perdonar a esa persona? ¿Hasta
siete veces?”. 22Jesús le respondió: “No siete, sino setenta veces
siete”.
Él respondió: “¿Quién paga el
impuesto al rey, sus hijas e hijos
o los extranjeros?”. 26Pedro respondió: “Los extranjeros”. Jesús
dijo: “Entonces las hijas e hijos
(del rey) están exentos. 27Sin embargo, para no contradecirle, baje
al mar y tome un pez. En la boca
del pez encontrará una moneda.
Tómela y con ella pague nuestros
impuestos”.
Capítulo 18
1Sus
apóstoles se acercaron y
le preguntaron, quiénes eran las
personas más importantes en el
cielo. 2Jesús llamó a una niña
y le pidió que se pusiera de pie
junto a ellos. 3A continuación les
dijo: “No hay nadie más importante para esta niña que quienes la
aman. 4Ustedes tienen que comprender la importancia del amor,
para entender el cielo. 5Si quieren
ser importantes en el cielo, deben
ser humildes como esta niña y
llegar a ser tan amorosos como
ella. 6Finalmente, se darán cuenta
que toda persona es importante
en el cielo”.
12Entonces Jesús les enseñó
una historia. Dijo: “Si un pastor
tiene cien ovejas y pierde una,
¿no deja las noventa y nueve y
sale a buscar la que se ha perdido? 13Y cuando logra encontrarla,
¿no se pone más feliz por haber
Capítulo 19
1Jesús
salió de Galilea y fue a
Judea a través del Jordán. 2Gran81
San Mateo 19, 20
para la gente rica vivir la Vida de
Dios. 24De hecho es imposible, a
menos que acepten que son simplemente administradores y no
propietarios de los bienes. Papá
no ha creado el mundo para que
las personas lo posean, sino para
utilizarlo en beneficio de todos
sus hijas e hijos”. 25Sus apóstoles se sorprendieron cuando dijo
esto y se preguntaban quién podría vivir de esta manera. 26Entonces Jesús les dijo: “La única
manera de vivir la vida de Dios
es siendo Dios. Esto es lo que
vine a enseñar”.
27Pedro dijo entonces: “Hemos
dejado todo por seguirlo, 28¿qué
ganamos a cambio?”. 29Jesús respondió: “Quienes han dejado todo
para seguirme, tendrán todo lo
que tengo y todo lo que soy. 30Conocerán el Camino. Conocerán la
Verdad y vivirán como Dios”.
des multitudes llegaban, y a todos
los sanaba. 3Los fariseos se acercaron a preguntarle si era lícito
divorciarse. 4Jesús dijo: “Desde
el principio de la creación el matrimonio ha sido la unión de marido y la mujer en una sola carne,
5de modo que ya no son dos, sino
uno. 6La única razón posible para
el divorcio es que el matrimonio
haya muerto”.
13La gente traía sus niños a
Jesús para que les impusiera las
manos y orara por ellos. 14Sus
amigos trataron de detenerlos,
pero Jesús les dijo: “Dejen que
los niños vengan a mí, porque me
recuerdan el Reino de los cielos”.
15Y después de imponerles las
manos, se marchó.
16Un hombre joven se acercó
a Jesús y le dijo: “Maestro, ¿qué
debo hacer para vivir la vida de
Dios?”. 17Jesús le respondió: “Ya
sabe los mandamientos, cúmplalos. 18Y ame a su prójimo como
a sí mismo”. 20El joven respondió: “He hecho todas estas cosas;
¿hay algo más que deba hacer?”.
21Jesús le dijo: “Hay una cosa
más que puede hacer. Vender
todo lo que tiene, dar el dinero a
los necesitados y caminar conmigo”. 22Al oír esto, el joven se fue
muy triste, porque poseía muchos
bienes.
23Jesús dijo a sus apóstoles:
“Les aseguro que es muy difícil
Capítulo 20
1“El
reino de los cielos se parece al dueño de una hacienda. Salió
temprano en la mañana a contratar personas para trabajar en su
viña. 2Acordó con cada persona el
jornal diario, según la costumbre
y los envió a su viña. 3A eso de
las nueve salió y encontró otras
personas buscando trabajo. 4Les
dijo que fueran a trabajar y que les
pagaría lo justo. Así que fueron a
82
San Mateo 20
trabajar a su viña. 5Hizo lo mismo
a las doce y a las tres. 6Cuando
salió a las cinco, al final de la jornada, aún encontró más personas
buscando trabajo. Les preguntó
por qué no estaban trabajando.
7Dijeron: “Porque nadie nos ha
contratado”. Entonces les dijo que
fueran a su viña a trabajar.
8Al caer la tarde le dijo a su capataz: “Llame a los trabajadores
y págueles su jornal, empezando
por quienes llegaron de último y
terminando por quienes llegaron
primero”. 9Cuando quienes comenzaron a trabajar a las cinco
recibieron el salario del día completo, 10los que llegaron a trabajar en la mañana pensaron que
recibirían más, pero recibieron el
mismo salario.
11Se quejaron ante el dueño, y
le dijeron: 12“Estos últimos han
trabajado solo una hora y han recibido el mismo salario que nosotros, que hemos soportado toda
la jornada bajo el sol”. 13Pero el
dueño les dijo: “Amigos, no he
hecho nada malo. Les he pagado
lo acordado en la mañana. 14Tomen lo que han recibido y vayan
a su casa. He decidido pagarles
lo mismo que a quienes llegaron
de último.15¿No tengo derecho a
ser generoso con mi propio dinero? 16De tal manera que el último
puede ser primero, y el primero
puede ser último”.
17Mientras
caminaban hacia
Jerusalén, Jesús reunió aparte a
sus apóstoles y les dijo: 18“Quiero que sepan que cuando lleguemos a Jerusalén seré entregado a
los sumos sacerdotes. 19Me sentenciarán a muerte y pondrán su
mano sobre mí para entregarme a
las autoridades civiles. Se burlarán de mí, seré flagelado y crucificado, pero al tercer día seré
resucitado.
25Antes que suceda quiero recordarles que aunque los gobernantes civiles controlan la conducta de la gente, no debe ser
así entre ustedes. 26Quien quiera
ser grande, debe aprender a servir. 27Y quien quiera ser primero,
debe actuar como siervo. 28Recuerden, no he venido a ser servido sino a servir y a dar mi vida
como ejemplo de servicio”.
29Al salir de Jericó una gran
multitud le seguía. 30Dos ciegos
que estaban sentados a la orilla
del camino, cuando escucharon
que Jesús pasaba por allí, gritaron: “Maestro, tenga compasión
de nosotros”. 31La multitud les
pedía que se callaran, pero gritaban aún más fuerte: “Maestro,
tenga piedad de nosotros”. 32Jesús se detuvo y les preguntó qué
querían que hiciera por ellos.
33Le dijeron: “Maestro, queremos
que abra nuestros ojos”. 34Jesús
se apiadó de ellos y les tocó los
83
San Mateo 20, 21
ojos. De inmediato se curaron, se
levantaron y le siguieron.
ron a preguntarle con qué autoridad hacía tales cosas. 24Jesús
respondió: “Déjenme hacerles
primero una pregunta, y si la responden, responderé la de ustedes:
25¿De dónde procedía el bautismo
de Juan, de Dios o de nosotros,
los humanos?”. Ellos se dieron
cuenta que estaban atrapados en
una encrucijada, porque si decían
que “de Dios”, les diría que por
qué no le creyeron. 26Y si respondían que “de los seres humanos”
temían la reacción del pueblo, ya
que lo consideraban un profeta.
27Entonces contestaron: “No lo
sabemos”. Jesús dijo: “Tampoco yo les diré con qué autoridad
hago estas cosas”.
42Jesús continuó: “Una cosa
más diré, las personas a quienes
menosprecian, prostitutas y recaudadores de impuestos, les van
a ganar a ustedes en encontrar el
cielo. 43¿No han leído en la Escritura: “La piedra que desecharon
los arquitectos se ha convertido
en la piedra angular? 44Toda persona que se sienta rechazada por
los líderes religiosos, será bienvenida en la casa de Papá”.
45Cuando los sumos sacerdotes
y los fariseos se dieron cuenta
que Jesús se refería a ellos, quisieron arrestarlo, pero tuvieron
miedo de la multitud, que lo consideraba un profeta.
Capítulo 21
1Cuando
Jesús se acercaba a
Jerusalén estaba muy cansado
de su viaje. 2Un amigo le ofreció un burro, y lo montó. 3Cuando la gente lo vio venir montado
en el burro, empezó a tender los
mantos en su honor. 4Otros traían
ramas y hacían lo mismo. 10Los
habitantes de Jerusalén que no sabían quién era, preguntaban qué
estaba ocurriendo. 11La multitud
lo aclamaba y continuaba cantando: “¡Bendito el que viene en
nombre de Dios”.
12Cuando Jesús entró al templo sacó a los que se encontraban
vendiendo mercaderías. 13Les
gritó: “La casa de nuestro Papá
es para orar, no para negociar”.
14Los ciegos y cojos venían a él
en el templo, y los curaba a todos.
15Cuando los sumos sacerdotes
vieron las cosas sorprendentes
que hacía, se disgustaron muchísimo. 17Esa noche salió de la
ciudad hacia Betania, y allí pasó
la noche. 22A la mañana siguiente
regresó al templo y nuevamente
enseñó sobre la importancia y el
poder de la fe. Decía: “Todo lo
que pidan con fe en la oración,
sucederá, si creen”.
23Los sumos sacerdotes vinie84
San Mateo 22, 24
Capítulo 22
“¿De quién es esta imagen?”.
21Contestaron: “Es del César”.
Entonces, les dijo: “Denle al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios”. 22Se asombraron
de su respuesta y lo dejaron solo.
33Los fariseos regresaron más
tarde con otra idea para desacreditarlo delante de la multitud.
34Un maestro de la ley le dijo:
36“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?”.
37Jesús respondió: “Amen a Dios
con todo su corazón, con toda su
alma y con toda su mente. 38Este
es el mandamiento más grande.
39El segundo es semejante: Amen
a su prójimo como a sí mismos”.
40En estos dos mandamientos
descansa toda la ley”.
46Nadie más se atrevió a decir
ninguna otra cosa, y desde ese día
nadie intentó atraparlo con preguntas.
1Jesús
comenzó a enseñar otra
vez en parábolas. 2“El Reino de
los Cielos es similar a un rey que
preparaba un banquete de bodas
para su hija. 3Envió a sus criados
a decir a los invitados que la fiesta estaba lista, pero nadie quería
venir. 4De nuevo envió a sus criados diciendo que la cena estaba
preparada y todo dispuesto, insistiendo que vinieran. 5Sin embargo, hicieron caso omiso de la invitación y continuaron dedicados
a sus propios asuntos. 7Entonces
el rey decidió invitar a su banquete a cualquiera que tuviera hambre. 8Envió por tercera vez a sus
criados para que invitaran a todo
aquel que quisiera venir, 9malos y
buenos, sin discriminación alguna; 10entonces el salón del banquete se llenó completamente con
quienes tenían hambre”.
15Cuando los fariseos oyeron
esto y se dieron cuenta que estaba
hablando otra vez de ellos, decidieron tenderle una trampa y hacerlo caer en desgracia delante de
la multitud. 16Enviaron algunos
de sus seguidores y emisarios de
Herodes, a decirle: 17“¿Es lícito o
no dar tributo al César?”. 18Jesús
percibió la trampa y dijo: “¿Por
qué tratan de enredarme? Muéstrenme una moneda”. 19Le dieron
una moneda. 20Él les preguntó:
Capítulo 24
1Después
que Jesús salió del
templo, sus apóstoles comentaban lo hermoso que era éste. Él
les dijo: “Sí, es muy hermoso
pero no durará. 2Les aseguro que
no quedará piedra sobre piedra”.
3Todos se dirigieron al Monte de
los Olivos y en privado le pidieron que les explicara qué había
querido decir sobre del templo.
Jesús les dijo: “Queridos amigos,
85
San Mateo 24
yentes maduros sufrirán persecución de los inmaduros a causa
de sus celos. Cuando sufran persecución por ser creyentes en su
propia Divinidad, amen a quienes
creen que tienen que destruir su
Divinidad para ser ellos mismos.
El corazón humano interiormente
sabe que todos somos Divinos,
pero habrá guerras y todo tipo de
calamidades hasta cuando esta
verdad sea realmente encarnada.
No se preocupen por esto, son
simplemente los dolores de parto
de la humanidad, regresando a su
Divinidad”.
“Un poco antes hablamos del
templo y se sorprendieron al escuchar que será destruido. Pues
he venido a enseñarles que el
Templo de Dios está en sus corazones. Para que la gente crea esto,
el Templo de Dios como algo externo debe desaparecer”.
“Ahora creen que la Divinidad
mora en mí. Aunque esto es cierto, todavía no se han dado cuenta
que la Divinidad también está en
ustedes. Es exactamente lo que
he venido a enseñar. Pronto voy
a ser ejecutado. No se preocupen.
Es simplemente otro paso para
quitar el espejo, de tal manera
que puedan ver su ser real. Ahora
ven la Divinidad solo en mí, pero
luego verán su propia Divinidad
cara a cara en su respectivo ser”.
“Se demorará más el templo
lo que voy a decir les va a sorprender. Lo que les voy a decir
será ignorado por muchos que
proclaman estar siguiendo lo que
he enseñado. No hay forma de
evitarlo, pero no hay nada que
temer. El Corazón de Dios es paciente y amable. Él sabe que sus
niños están pasando por los años
de la adolescencia y la rebeldía,
pero con el tiempo regresarán;
porque fueron creados para ser
Dios y no serán felices hasta que
no regresen a Él. Durante la adolescencia los seres humanos se
rebelan, creen que pueden todo
solos y tratan de demostrar que
no son como sus padres. Después
que pasan por esta fase empiezan a reconocer y aceptar su herencia, se regocijan y descubren
que realmente son hijas e hijos de
Papá, hijas e hijos de Dios, Diosas y Dioses”.
“Mientras tanto se da el caos
de la rebeldía. Durante esta época muchos creyentes inmaduros
tratarán de actuar como creyentes maduros, y dirán ‘soy Dios’
aun sin de entender quién o qué
es Dios. No se dejen desorientar, pero tampoco se preocupen
demasiado por ellos. A su debido tiempo madurarán en su propia Divinidad y serán el Dios de
amor y de servicio que en el fondo de su corazón saben que son”.
“Durante este tiempo, los cre86
San Mateo 24, 26
les que son Dios. Sean ese Dios
en quien creen. Yo regresaré en
la medida que los creyentes maduren.
2“Ustedes deben saber que en
dos días se celebrará la Pascua
y seré entregado para ser Crucificado”.
3Mientras tanto los sumos sacerdotes y los ancianos se reunieron en casa de Caifás. 4Tramaban en secreto cómo detener
a Jesús, para ejecutarlo. 5Decían: “Pero no durante la Fiesta, porque podría presentarse un
levantamiento entre el pueblo”.
6Cuando Jesús estuvo en Betania, 7María Magdalena le ungió la cabeza con un perfume
especial. 8Algunos apóstoles se
molestaron por esta interrupción. 9Jesús se dio cuenta y dijo:
“María está muy conmovida
porque voy a morir pronto, y
quería hacer algo especial por
mí. 10¿Por qué avergonzarla con
sus celos, si está haciendo algo
con mucho amor? 12Al derramar este perfume sobre mí, me
ha preparado para mi entierro.
13Dondequiera que se predique
acerca de mi vida, quiero que se
hable también de mi esposa”.
14Entonces Judas salió, fue
donde los sumos sacerdotes y
les preguntó: “¿Qué están dispuestos a darme si les pongo a
Jesús en sus manos?”. 15Ofre-
en caer, que lo que durará mi
aparente caída. Me levantaré de
entre los muertos volviéndome
vivo nuevamente en cada uno de
ustedes. El templo externo del
que recientemente hemos salido
necesita regresar a la vida en sus
propios corazones”.
“Papá no tiene que ser honrado
por los edificios sino por el amor,
porque Él es Amor. En adelante
los grandes profetas proclamarán
la maravillosa verdad de Dios a
través de la voz de Oseas: “¡Amor
es lo que quiero, y no honores!”.
Los honores a menudo nos pueden distanciar si no vemos que la
persona que honramos es una con
nosotros”.
“De manera que el signo de
mi segunda venida será el crecimiento del amor en cada corazón:
Dios, que crece en cada corazón.
Enseñen por favor esto a la gente
y enseñen a las hermanas y hermanos que ¡Juntos somos una Divina Celebración!”.
Capítulo 26
1Los
apóstoles se asombraron
de lo que Jesús les había dicho.
Así que le preguntaron: “Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cuál
es nuestra llamada?”. Jesús respondió: “Su llamada es muy
simple: traten a toda la gente
como tratarían a Dios. Enséñen87
San Mateo 26
cieron asignarle treinta monedas de plata, cada una con valor
equivalente a un día de salario.
16Y desde ese día comenzó a
buscar una oportunidad para
traicionar a Jesús.
17El primer día de la fiesta del
pan sin levadura sus apóstoles
le preguntaron a Jesús dónde
quería comer la Cena Pascual.
18Él les dijo que fueran a Jerusalén donde un amigo suyo y
le preguntaran por el lugar que
podrían utilizar para esta ceremonia. 19Así que fueron allí y
dispusieron todo para la Pascua.
20Por la noche Jesús se sentó
con sus amigos a la mesa. 21Les
dijo: “Les aseguro que uno
de ustedes me va a entregar”.
22Realmente se molestaron mucho por esto y le pidieron que
dijera de quién estaba hablando.
23Él respondió: “Quien meta la
mano conmigo en el plato, me
va a entregar”. 25Entonces Judas
dijo: “Seguramente no es de mí
de quien está hablando”. Dijo
Jesús: “Sí, hablo de usted”.
26Mientras
comían, Jesús
tomó pan, lo partió y lo dio a
quienes estaban allí, diciendo:
“Tomen y coman; esto es mi
cuerpo”. 27Después tomó una
copa de vino y dando gracias, la
pasó y les dijo: “Tomen y beban,
porque es mi sangre. 28Cuando
beban mi sangre, se consumará
nuestra Nueva Alianza y tendrán mi propia Vida en ustedes.
29Ésta es la última vez que comeré antes de ir a casa de Papá”.
30Entonaron juntos un himno y salieron para el Monte de
los Olivos. 31Cuando llegaron,
Jesús les dijo, “Esta noche, ustedes me abandonarán. 32Pero
una vez que me haya levantado,
regresaré delante de ustedes en
Galilea”.
33Pedro le dijo: “Aunque todo
el mundo lo abandone, yo no lo
haré”. 34Jesús le dijo: “Esta misma noche, antes que cante el gallo me habrá negado tres veces.
35Pedro contestó: “Así tenga
que morir con usted, no lo negaré”. Todos los demás dijeron
lo mismo.
36Después fueron a un lugar
llamado Getsemaní, y allí dijo
a sus amigos: “Siéntense aquí
mientras voy a orar”. 37Como
estaba muy angustiado, se dirigió a Pedro, Santiago y Juan
y 38les dijo: “Quédense aquí y
oren conmigo”. 39Adelantándose un poco, comenzó a orar:
“Papá, estoy listo para volver a
casa, pero no quisiera que llegue
mañana. ¡Ayúdame!”.
40Cuando regresó donde estaban los tres, los encontró dormidos. Entonces dijo a Pedro:
“¿No pudieron orar conmigo, ni
siquiera una hora? 41Su espíritu
88
San Mateo 26
está dispuesto, pero el cuerpo es
débil”.
42Regresó de nuevo a orar diciendo: “Papá, estoy listo, haré
lo que hemos acordado”. 43Regresó donde estaban los tres y
los encontró nuevamente dormidos. 44Regresó a hablar con
su Papá. 45volvió por tercera
vez, los despertó, los levantó
y les dijo: “Es hora de irnos.
46Han venido por mí”.
47Acababa de decirlo cuando
llegó Judas con una multitud
de los sumos sacerdotes y los
ancianos. Llevaban lanzas y palos. 48El traidor les había dicho:
“Aquel a quien yo bese, ése es
el que buscan”. 49Se dirigió a
Jesús y dijo: “Salud, Maestro”,
y lo besó. 50Jesús le preguntó:
“Amigo, ¿por qué ha venido?”.
Luego se acercaron, tomaron a
Jesús y lo arrestaron. 51Pedro
sacó su espada y se volvió al
siervo del sumo sacerdote y le
cortó una oreja. 52Jesús dijo a
Pedro: “Guarde su espada; ¿no
les he dicho que no creo en la
violencia?”. 55Entonces dijo a la
multitud: “¿Por qué han venido
con palos y espadas a detenerme, si he estado todos los días
enseñando en el templo?”. 56En
este momento todos los apóstoles lo abandonaron y huyeron.
57Llevaron a Jesús y lo presentaron ante Caifás, quien aquel
año era sumo sacerdote. Los escribas y los ancianos se habían
reunido allí. 58Pedro los siguió
a cierta distancia y se quedó en
el patio del sumo sacerdote, y se
sentó a ver qué pasaba. 59El jefe
de los sacerdotes y del Sanedrín
trataban de obtener falsos testimonios para poderlo ejecutar.
60Y aunque muchos falsos testigos se presentaron para declarar
en su contra, realmente no había
ninguna prueba para que mereciera la pena de muerte. 61Finalmente, dos testigos que se presentaron dijeron: “Él dijo que
tenía poder para destruir el templo y reconstruirlo en tres días”.
62Entonces el sumo sacerdote se
levantó y dijo a Jesús: “¿Tiene
algo qué decir, para refutar estos testimonios?”. Jesús se quedó callado. 63El sumo sacerdote
dijo: “Le ordeno bajo juramento, por el Dios vivo, no diga que
es el Cristo”. 64Jesús le dijo: “Sí,
Soy Cristo”.
65Este sacerdote, rasgando sus
vestiduras dijo: “¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos
de testigos? 66¿Qué opinión tienen? Respondieron: “¡Merece
la muerte!”. 67Entonces le escupieron el rostro y lo golpearon. 68Otros lo golpeaban y le
decían: “¡Profetiza, oh Cristo!
¿Cuál es mi nombre?”.
89
San Mateo 26, 27
problema”. 5Así que tiró las monedas de plata en el templo y fue y
se ahorcó. 6Los sumos sacerdotes
recogieron las monedas y dijeron:
“No es correcto para nosotros devolverlas a la tesorería, ya que
es precio de sangre”. 7Entonces
compraron el campo del alfarero
como cementerio para los extranjeros, 8el cual todavía es llamado
“Campo de Sangre”.
11Jesús estaba de pie ante el
gobernador, siendo cuestionado.
Pilatos le preguntó: “¿Es usted
el Rey de los judíos?”. Jesús respondió: “Sí, Yo soy”. 12Pero no
contestó a las acusaciones de los
sumos sacerdotes. 13Entonces Pilatos le dijo: “¿No escucha lo que
dicen en su contra?”. 14El gobernador estaba muy sorprendido,
porque no decía nada todavía.
15Era costumbre del gobernador liberar a un prisionero que la
gente solicitara, para el tiempo
de la Fiesta. 16En este momento
había un prisionero famoso en la
cárcel, llamado Barrabás. 17De
manera que cuando el pueblo se
reunió delante de Pilatos, les dijo:
“¿Quieren que libere a Barrabás o
a Jesús, que se hace llamar Cristo?”, 18porque sabía que le habían
entregado a Jesús simplemente
por celos.
19Cuando Pilatos estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió un mensaje que no se metiera
69Pedro
estaba sentado afuera,
en el patio. Una criada se acercó
y le dijo: “Usted estaba con Jesús el Galileo”. 70Pedro lo negó
diciendo: “No sé de qué me está
hablando”. 71Cuando iba a salir,
otro funcionario dijo a los que
estaban alrededor: “Este personaje estaba con Jesús el Nazareno”. 72De nuevo Pedro lo negó,
y dijo: “Ni siquiera lo conozco”.
73Poco después los que estaban
con él le dijeron: “Estamos seguros de que usted estaba con
ese hombre, pues tiene el mismo acento”. 74Pedro comenzó
a maldecir y a jurar: “¡No lo
conozco!”. Entonces cantó un
gallo. 75Pedro se acordó de lo
que Jesús le había dicho, salió y
lloró amargamente.
Capítulo 27
1Al
amanecer los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo
hicieron una consulta sobre la
ejecución de Jesús. 2Lo ataron y
lo entregaron a Pilatos, el gobernador.
3Cuando Judas vio que Jesús
estaba condenado sintió tal remordimiento, que devolvió las
treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes. 4Dijo: “He pecado entregando a un hombre inocente”. Pero ellos dijeron: “¿Qué
nos importa a nosotros? Ése es tu
90
San Mateo 27
mano. Luego se arrodillaban ante
él y se burlaban diciendo: “¡Larga vida al Rey de los judíos”. 30Y
escupiéndole lo golpeaban en la
cabeza. 31Después de burlarse, le
quitaron el manto y le pusieron
de nuevo sus ropas. Luego lo sacaron para crucificarlo.
32En el camino encontraron un
Cireneo y lo obligaron a llevar la
cruz de Jesús, ya que se estaba
cayendo de cansancio. 33Cuando
llegaron al Gólgota, que significa
“Lugar de la Calavera”, 34le dieron a beber vino mezclado con
hiel, pero después de probarlo no
quiso beberlo. 35Después de crucificarlo se repartieron su ropa,
36y luego se sentaron a observarlo. 37Sobre su cabeza clavaron
una placa donde se leía: “Jesús,
Rey de los judíos”.
38Luego crucificaron a dos
bandidos, a quienes colocaron a
ambos lados. 39Quienes pasaban
por allí lo insultaban, meneaban
la cabeza y decían: 40“Ha dicho
que podría destruir el templo
y reconstruirlo en tres días. Si
realmente es Cristo descienda de
la cruz”. 41De igual manera, los
sumos sacerdotes, los escribas y
los ancianos se burlaban de él,
y decían: 42“A otros salvó, pero
no consigue salvarse a sí mismo.
43Si de verdad es el Rey de los
judíos, entonces, que descienda
de la cruz y le creeremos”. 44Aun
con Jesús, “Porque es un hombre
inocente”. Ella dijo esto porque
había tenido un mal sueño acerca
de la situación. 20Pero los jefes
de los sacerdotes y los ancianos
convencieron a la multitud para
pedir la liberación de Barrabás y
la ejecución de Jesús. 21El gobernador preguntó de nuevo a quién
querían que liberara. Gritaron:
“¡A Barrabás!”. 22Dijo entonces:
“¿Qué debo hacer con Jesús?”,
gritaron: “¡Crucifíquelo!”. 23Sin
embargo, Pilatos les dijo: “Pero
¿qué mal ha hecho?”. La multitud
gritaba aún más fuerte: «¡Crucifíquelo!”.
24Pilatos se dio cuenta que no
lograba llegar a ninguna parte y
que la multitud estaba a punto de
amotinarse; tomó agua y se lavó
las manos delante de la multitud,
y dijo: “Soy inocente de la muerte de este hombre; tómenlo y
júzguenlo ustedes mismos”. 25La
multitud respondió: “Su sangre
recaiga sobre nosotros y sobre
nuestros hijos”. 26A continuación
entregó a Barrabás a la multitud,
y mandó azotar a Jesús y lo entregó para que fuera crucificado.
27Los soldados de Pilatos tomaron a Jesús, lo entraron al palacio
y toda la cohorte se reunió a su alrededor. 28Lo desnudaron y le pusieron un manto color escarlata.
29Le pusieron una corona de espinas en la cabeza y una caña en su
91
San Mateo 27
Magdalena, su esposa, María, su
madre (quien también era la madre de Santiago y José), y María,
la madre de Santiago y Juan.
57Acercándose la noche, un
hombre rico de Arimatea llamado
José, creyente en lo que Jesús decía, 58fue donde Pilatos y le pidió
el cuerpo de Jesús. Pilatos ordenó
que se lo entregaran. 59José tomó
el cuerpo, lo envolvió en un lienzo nuevo y lo puso en su propia
tumba, que había hecho excavar
en la roca. 60Luego empujó una
gran roca hacia la puerta y se
fue. 61María Magdalena y María
su madre se quedaron velando la
tumba. 62Al día siguiente, después de la Preparación, el jefe
de los sacerdotes y los fariseos
fueron donde Pilatos, 63y le recordaron que Jesús había dicho
que resucitaría después de tres
días. 64Le pidieron que custodiara la tumba durante tres días, para
que sus creyentes no pudieran
robar el cuerpo y después decir
que había resucitado, lo que sería todavía más desastroso. 65Por
eso Pilatos les dio unos soldados,
les ordenó ir y hacer guardia a la
tumba, de la forma más segura
posible. 66Ellos fueron y sellaron
la tumba, y pusieron una guardia
en el exterior.
los ladrones que estaban crucificados a su lado se burlaban de él.
45Hacia el mediodía se empezó a
oscurecer, y así se mantuvo hasta
cerca de las tres de la tarde. 46Entonces Jesús dio un fuerte grito:
“¡Papá! ¡Papá! ¡Ayúdame!”.
47Algunos de los presentes decían: “Está invocando a Dios”.
48Uno de los soldados mojó una
esponja en vinagre y poniéndola en una caña la ofreció a Jesús
para que bebiera. 49Pero los otros
que estaban allí decían: “Espere
un momento. Vamos a ver si Dios
viene a salvarlo”. 50Jesús, nuevamente llamó a Papá y regresó a
Él. 51En este momento el velo del
templo se rasgó en dos, de arriba
abajo, y la tierra tembló. 52Algunas tumbas se abrieron y muchos
santos se levantaron de entre los
muertos. 53Y después de la propia
resurrección de Jesús, entraron
a la ciudad santa y fueron vistos
por muchos.
54Cuando el centurión y sus
hombres vieron el terremoto y
todo lo que sucedía, se asustaron
terriblemente y dijeron: “Verdaderamente éste era Hijo de Dios”
55Un grupo de mujeres miraba
desde la distancia. Ellas habían
acompañado a Jesús desde Galilea. 56Entre ellas estaban María
92
San Mateo 28
Capítulo 28
sumos sacerdotes y les contaron
todo lo que había pasado. 12Los
sumos sacerdotes hablaron del
asunto 13y le dieron a los soldados una cantidad de dinero para
que dijeran que los creyentes
habían llegado de noche, mientras estaban dormidos, y habían
robado el cuerpo. 14“Y si esta
información llega al gobernador, nosotros nos encargamos
de arreglarlo”. 15Así que los
soldados tomaron el dinero e
hicieron como les dijeron. Esta
es la historia que muchos creen
incluso hasta el día de hoy.
16Cuando Jesús se apareció a
los once y a los otros, estaban
muy emocionados, aunque algunos tenían problema para creer
lo que estaba sucediendo. 17Jesús
les dijo: “Mi trabajo aquí ya está
hecho. Ahora los envío a continuarlo. 18¡Vayan, pues, a todo el
mundo, bautizando en Espíritu,
bautizándolos en sí mismos!
19Enséñenles lo que les he enseñado: que todos son hijas e hijos
de Papá, que el Amor es la cosa
más importante y que siempre
se manifiesta como Servicio.
20Y recuerden siempre que estoy con ustedes hasta el fin de
los tiempos, y aún más, ¡que soy
ustedes para siempre!”.
1La mañana del domingo, des-
pués del descanso del sábado,
María Magdalena, su esposa
y María su madre fueron a la
tumba, para hacer la unción del
cuerpo en familia. 2Encontraron
que la piedra había sido movida
de la entrada a la tumba. 3Esto
les causó mucha molestia y entonces se inclinaron para mirar
dentro del sepulcro y vieron que
estaba vacío. 4Los guardias se
despertaron, y al ver también
que la tumba estaba vacía salieron corriendo.
5Entonces Jesús se apareció a
su familia y les dijo: “¡No tengan
miedo; soy yo realmente! 6Me
he levantado como les dije que
lo haría”. 7Se le acercaron lentamente y poco a poco comenzaron a creer que en realidad era
él. 8Se llenaron de alegría y de
paz, y comenzaron a abrazarlo.
9Después que conversaron un
tiempo, Jesús les pidió que fueran a decir a sus amigos que estaba vivo realmente y que había
resucitado de entre los muertos.
10Así que rápidamente se fueron
a dar la maravillosa noticia a sus
amigos.
11Mientras iban de camino,
los soldados fueron adonde los
93
Evangelio de
Marcos
Capítulo 1
bautizo con agua, pero él bautizará con Espíritu”.
9Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en
el Jordán. 10En el momento que
salía del agua, vio que el cielo se
abrió y Espíritu descendió sobre
él en forma de paloma. 11Una voz
vino del cielo: “Eres mi hijo amado. ¡Realmente te amo!”.
12Enseguida fue llevado por
Espíritu al desierto para enfrentar
sus miedos antes de comenzar su
ministerio público. 13Permaneció
allí en oración durante cuarenta
días.
14Luego que Juan fue arrestado,
Jesús subió a Galilea a predicar
la Buena Nueva de Dios. 15Decía: “Ha llegado la hora de saber
que Dios está en sus corazones.
Repiensen sus vidas y crean esta
Buena Nueva”.
1Comienzo
de la Buena Nueva
de Jesús, un Cristo, un Hijo de
Dios.
2El profeta Isaías escribió: “Envío mi Mensajero adelante para
preparar su camino; 3una voz que
clama en el desierto para ayudar
a la gente a encontrar su camino
hacia Dios”. 4Juan el Bautista
apareció en el desierto y bautizó
a muchas personas para ayudarles
a limpiarse interiormente y en sus
vidas. 5Mucha gente de Judea y
Jerusalén venía y era bautizada
por él en el río Jordán.
6Los vestidos de Juan estaban
tejidos con pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Comía solo
langostas y miel silvestre. 7Juan
decía: “Después de mí viene alguien más grande que yo. 8Yo
94
Marcos 1
16Mientras
estaba en cama, enferma. 31Le
contaron a Jesús, él entró, la tomó
de la mano y la levantó. Ella se
sintió tan bien, que comenzó a
servirles.
32Esa noche, mientras el sol se
ocultaba, le trajeron muchos enfermos y poseídos; 33tantos, que
parecía que toda la ciudad estaba
en la puerta de su casa. 34Curó a
muchas personas que sufrían de
diferentes enfermedades, y sanó
a muchos poseídos.
35Jesús se levantó al amanecer
de la mañana siguiente y se fue
a un lugar solitario, a orar. 36Los
amigos de Jesús fueron a buscarlo, y cuando lo encontraron le
dijeron: “Todo el mundo lo está
buscando” 38Jesús les contestó:
“Continuemos hacia las poblaciones cercanas, para que yo pueda predicar y sanar también allí,
porque para eso he venido”. 39Así
que continuó predicando por toda
Galilea, en las sinagogas, y expulsando las energías negativas.
40Un leproso vino a Jesús, rogándole que lo sanara. Le dijo:
“Sé que usted puede sanarme si
quiere”. 41Jesús se conmovió profundamente, le impuso las manos,
y dijo “Quiero. ¡Queda limpio!”.
42De inmediato la lepra abandonó su cuerpo y quedó completamente sano. 43Jesús lo despidió,
diciéndole: “No le cuente a nadie
sobre de esto”. 45Pero él salió y
Jesús caminaba a
lo largo del Mar de Galilea, vio
a Pedro y a su hermano Andrés,
echando la red al mar, porque
eran pescadores. 17Jesús les dijo
“Vengan conmigo y les enseñaré
cómo pescar personas” 18Inmediatamente dejaron las redes y se
fueron con él. 19Yendo un poco
más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, los hijos de Zebedeo, que estaban en
su barca remendando las redes.
20Los llamó, y ellos dejaron a su
padre y su barca, y lo siguieron.
21Se fueron a Cafarnaum y al
siguiente sábadoJesús fue a la
sinagoga y empezó a enseñar.
22Quienes escuchaban sus enseñanzas se asombraban, porque
les enseñaba con la experiencia,
no simplemente con lo que leía,
como hacían los escribas.
23Había un hombre en la sinagoga con una energía negativa.
26Jesús expulsó esa energía negativa, y ésta salió del hombre.
27Quienes presenciaron esto quedaron muy asombrados. He aquí
un hombre que enseñaba con
autoridad real y podía expulsar
energías negativas. 28Debido a
este tipo de cosas, rapidamente
la fama de Jesús se extendió por
toda Galilea.
29Ese mismo día Jesús fue con
Santiago y Juan a casa de Pedro
y Andrés. 30La suegra de Pedro
95
Marcos 1, 2
un paralítico: levántese y vaya
a casa?”. 10Para mostrarles que
realmente conozco el corazón de
Dios, 11le digo ahora a este paralítico: “¡Levántese, tome su camilla y camine a casa!”.
12Inmediatamente el hombre se
levantó, tomó su camilla, salió y
se fue a su casa. Todo el mundo
quedó sorprendido al ver esto.
Decían: “Jamás hemos visto algo
como esto”. 13Luego Jesús salió
de nuevo a caminar por la orilla
del mar; la multitud lo seguía y Él
les enseñaba.
14Más tarde, mientras caminaba, encontró a Leví, hijo de
Alfeo, sentado en la oficina de
impuestos. Él le dijo: “Camine
conmigo”. Leví se puso en pie y
salieron caminando juntos. 15Por
esto en la mesa de Jesús había
regularmente muchos recaudadores de impuestos y otras personas
que no eran bien vistas. 16Los
fariseos al observarlo, le preguntaron a los amigos de Jesús ‘por
qué comía con esta clase de gente’. 17Al oírlos, Jesús dijo: “No
necesitan médico quienes están
bien, sino quienes sufren alguna
enfermedad. No he venido a llamar a los que se consideran personas de bien, sino que he venido
principalmente para los humildes. 22Sé que éste es un concepto
nuevo para ustedes; por lo tanto,
pónganlo en un un patrón de pen-
lo contó a toda persona que se
encontraba; por eso Jesús ya no
podía entrar abiertamente a ninguna población; tenía que quedarse en lugares desérticos. Aun
así, la gente seguía llegando por
oleadas.
Capítulo 2
1Días
después Jesús regresó
a Cafarnaum y muy pronto la
gente se dio cuenta que estaba
en casa. 2Se congregaron tantos,
que en poco tiempo era imposible entrar en la casa. 3Jesús estaba predicando la Buena Nueva,
cuando llegaron cuatro hombres
con un paralítico, para que lo
curara. 4Puesto que no podían
entrar por la puerta, subieron al
techo y quitaron parte del tejado.
Bajaron al hombre en la camilla
hasta donde estaba Jesús sentado.
5Jesús estaba tan impresionado
por la fe de ellos, que dijo entonces al paralítico: “Usted es muy
amado por Dios”. 6Algunos de
los acompañantes murmuraron,
diciendo: “Este hombre es un pecador, ¿cómo puede ser amado
por Dios? 7¿Y cómo puede Jesús
conocer el corazón de Dios? Es
una blasfemia presumir que pueda hacerlo”. 8Jesús sabía lo que
estaban pensando, y por lo tanto
dijo: 9“¿Qué es más fácil, conocer el corazón de Dios o decir a
96
Marcos 2, 3
te de Galilea, Judea, Jerusalén y
otros lugares lo seguía. 8Venían
porque habían oído hablar de lo
que había hecho. 9Les pidió a sus
amigos que prepararan una barca, para entrar en el agua y desde
allí enseñar a la multitud sin que
lo apretujaran. 10Había curado a
tantos, que quien padecía dolencia quería simplemente tocarlo.
11También sacaba las energías
negativas.
13Jesús subió a una colina y
escogió a sus apóstoles. 14Eligió
a doce para enviarlos a curar enfermos, liberar a la gente de las
energías negativas y predicar la
Buena Nueva. 15Designó a estos
doce: 16Simón, a quien llamó Pedro; 17Santiago y Juan, los hijos
de Zebedeo (Trueno); 18Andrés y
Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomás y Santiago el hijo de Alfeo;
Tadeo y Simón de Caná; 19y Judas Iscariote.
20Bajaron a comer, pero tanta
gente se agolpó a su alrededor,
que no pudieron. 22Los escribas
que habían bajado de Jerusalén
decían que el mismo Jesús estaba poseído. 23Ellos decían que
las energías negativas eran seres
reales, y que Jesús utilizaba a su
líder maligno para sacarlas. 24Entonces Jesús se acercó y les dijo:
“¿Cómo puede ser que el líder
saque sus propias otras? Si un
reino se divide contra sí mismo,
samiento nuevo, así como el vino
nuevo se pone en odres nuevos”.
23Jesús estaba caminando por
entre un sembrado de trigo en día
sábado, y sus amigos comenzaron a coger espigas de trigo y a
comer de sus granos. 24Los fariseos, al verlo, le dijeron: “¿Por
qué sus amigos hacen lo que
no está permitido en sábado?”.
25Jesús les contestó, “¿Por qué
siempre me preguntan acerca de
la ley? 26Dios es Amor; 27Dios
no es ley. 28Si quieren acercarse
a Dios, deben acercarse al amor,
no se preocupen tanto por la ley”.
Capítulo 3
1Jesús
entró a la sinagoga el sábado y allí había un hombre con
una mano seca. 2Ellos lo vigilaban para ver si curaba en sábado,
para acusarlo de violar la ley. 3Jesús le pidió al hombre de la mano
seca que se ubicara en el centro.
4Luego les preguntó: “¿Está bien
ayudar a una persona en sábado?”, pero nadie contestó. 5Mirando a su alrededor y preocupado por aquellos duros corazones, dijo al hombre: “¡Extienda
su mano!”. La levantó, y estaba
completamente restaurada. 6Los
fariseos salieron y empezaron a
planear la forma de ejecutarlo.
7Jesús y sus amigos bajaron a
la orilla del mar, y mucha gen97
Marcos 3, 4
no puede perdurar. 25De la misma
manera que una familia dividida
contra sí misma no perdurará.
26De modo que si el líder de energías negativas las expulsa; éstas
se apróximarán a su fin.
31La madre de Jesús, sus hermanas y hermanos vinieron a
verlo, pero ni siquiera pudieron
entrar a la casa donde estaba, por
lo que le enviaron un mensaje.
32El mensaje decía: “Su madre,
hermanas y hermanos estamos
afuera”. 33Jesús dijo, “Díganles
que saldré en un minuto. 34Primero quiero explicarles que todos
somos hermanas y hermanos, hijas e hijos de Dios, nuestro Papá.
35Quienes reconocemos a Dios
como nuestro Papá, tenemos este
vínculo especial de Familia”.
millas cayeron entre espinos, y
los espinos crecieron y las ahogaron. 8Sin embargo, la mayoría
cayeron en buena tierra, por lo
que el cultivo creció y dio buena
cosecha; algunas treinta veces,
otras sesenta y algunas un centenar. 9Abran bien sus oídos a lo
que estoy diciendo”.
10Más tarde, cuando la multitud se fue, los doce le preguntaron acerca de la parábola. Jesús
les dijo: “Las parábolas son historias de Verdad. 11A menudo es
más fácil recordar una historia
que recordar una Verdad. 12Y las
parábolas pueden contener varias
verdades al mismo tiempo”.
13Entonces
les
preguntó:
“¿Cómo creen que pueden enseñar a la gente, si no entienden el
trabajo con parábolas? 14En este
caso, yo soy el sembrador de la
Buena Nueva; pronto lo serán
ustedes; pues para esto han sido
llamados. Van a predicar la Buena Nueva y a comprobar que es
verdad mediante la sanación. La
curación es la parte física de predicar la Buena Nueva
15Por lo tanto, permítanme ayudarles a entender cómo enseñar
con parábolas. Cuando la gente escucha la Buena Nueva y no
la entiende, la energía negativa
puede arrancar la buena semilla
sembrada en sus corazones. Esto
representa la semilla que cae a lo
Capítulo 4
1Más
tarde bajó de nuevo a
la playa para enseñar. Subió a
la barca y se sentó. 2Como era
su costumbre, les enseñaba con
parábolas: “Un sembrador salió
a sembrar, y cuando lo hacía algunas semillas cayeron a lo largo
del camino, 4pero las aves vinieron y se las comieron. 5Otras
semillas cayeron sobre suelo rocoso, y aunque germinaron, no
encontraron tierra suficiente para
echar raíces. 6Así que el sol las
sofocó y murieron. 7Algunas se98
Marcos 4
largo del camino. 16En cuanto a
la semilla sembrada en terreno
rocoso, se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva y la aceptan
inmediatamente, 17pero no echa
raíces en sus corazones, de tal
manera que en cuanto se presenta
la persecución o las dificultades,
la abandonan. 18La semilla sembrada entre espinos, se refiere a
quienes escuchan la Buena Nueva, 19pero las preocupaciones
mundanas y las promesas engañosas de la riqueza la asfixian y
nunca produce fruto en sus corazones. 20Las semillas sembradas
en tierra buena se refiere a quienes escuchan la Buena Nueva, la
entienden y la reciben bien en sus
vidas. Estas son las que dan buen
fruto, algunas con rendimientos
del treinta, otras sesenta e incluso algunos hasta un centenar de
veces”.
21Luego les dijo: “¿Acaso se
trae una lámpara a casa para ponerla debajo de una canasta o
debajo de la cama? ¿No se pone
más bien en un candelero o en
un soporte alto? 22Porque no hay
nada oculto que no llegue a ser
conocido, ni nada guardado en
secreto que no llegue a revelarse.
23Abran bien sus oídos, para que
puedan entender lo que estoy diciendo”.
24Entonces les dijo: “Pongan
mucho cuidado para aprender
esta Verdad. La forma de tratar
a los demás, es como ustedes se
tratarían a sí mismos y como luego serán tratados por los demás.
25Quienes crean que son benditos
serán bendecidos, pero quienes
no se sientan benditos difícilmente serán bendecidos. Atraemos
para nosotros lo que creemos
acerca de nosotros mismos”.
26Luego dijo: “La Vida Divina
en nosotros es como el campesino
que esparce semillas en el campo; 27se va a dormir y a la mañna
siguiente las semillas están brotando, pero él no sabe lo que está
ocurriendo. 28Luego observa que
sale un tallo y forma una espiga.
Finalmente la espiga de trigo madura. 29Y cuando está listo, coge
la hoz y recoge la cosecha”.
30Nuevamente, “la Vida Divina
en nosotros, es como una diminuta semilla de mostaza, 31que
cuando es plantada crece hasta
llegar a ser la más grande de todas las plantas. 32Tan grande, que
hasta los pájaros pueden anidar
en sus ramas”.
33Con parábolas como éstas Jesús compartía la Buena Nueva de
la Vida Divina de Dios en nosotros. 34Después, cuando estaban
solos, Jesús les daba más explicaciones, para que los apóstoles pudieran aprender a enseñar mejor.
35Esa misma noche Jesús dijo
a los apóstoles: “Vamos a cruzar
99
Marcos 4, 5
al otro lado del lago”. 36Algunas
personas se les unieron en otras
barcas. 37Cuando se fue a dormir,
una pesada tormenta se desató y
las olas se levantaban peligrosamente. 38Lo despertaron y le
dijeron que estaban a punto de
hundirse. 39Se levantó y les preguntó: “¿Por qué están tan asustados? ¿No tienen algo de fe?”.
Entonces calmó el viento y dijo al
mar: “Tranquilo, todo está bien”.
El viento se suavizó y vino una
gran calma. 41Todavía estaban
terriblemente asustados, y se decían unos a otros, “Quién es éste
que hasta el viento y el mar lo escuchan?”.
Capítulo 5
1A la mañana siguiente llegaron a la ribera opuesta, en la región de los gerasenos. 2Justo en el
momento en que llegaron salió de
entre las tumbas un hombre que
tenía una energía negativa. 3Había hecho su casa entre las tumbas y estaba completamente fuera
de control. 5Se mantenía entre las
tumbas y en las montañas, gritando e hiriéndose con piedras.
6Todos trataban de evitar que se
acercara, pero Jesús fue hasta él
y le apaciguó la energía negativa.
15El hombre se calmó y recuperó
el control de sí mismo. 16Cuando
la gente se dio cuenta de lo que
Jesús había hecho, se llenaron de
asombro. 17También sintieron temor de su poder, y por eso le pidieron que se marchara de aquella región.
18Mientras Jesús regresaba a la
barca, el hombre que había sido
curado vino y le pidió que le permitiera ir con él. 19Pero Jesús le
dijo: “Regrese donde su familia y
sus amistades y cuénteles lo que
ha pasado, cómo el Amor de Dios
se ha manifestado en su vida”.
20El hombre salió y recorrió las
diez ciudades de los alrededores
contando las maravillas que Jesús
había hecho con él; quienes escuchaban su historia se quedaban
asombrados.
21Jesús cruzó al otro lado nuevamente, tratando de evitar la
aglomeración de la multitud.
22Sin embargo, tan pronto llegó,
uno de los jefes de la sinagoga
vino a rogarle que fuera a su casa.
23Le dijo: “Mi hija está agonizando. 24¡Por favor, venga y ponga
sus manos sobre ella, para que se
recupere y viva!
25En su camino se encontraron
con una mujer que llevaba doce
años sufriendo de hemorragias
vaginales. 26Había sido tratada
por los médicos de la zona sin
resultado alguno, y había gastado
todo su dinero (Hay que recordar
que esta enfermedad la hacía impura ante los ojos de la ley). 27De
100
Marcos 5, 6
todos modos, la mujer se acercó
a Jesús por detrás y se dijo a sí
misma, 28“Si solo toco su túnica,
quedaré sanada”. 29En el momento que lo hizo, su hemorragia se
detuvo y supo que estaba sanada.
30Jesús se dio cuenta de lo que
había pasado; se dio vuelta y preguntó: ¿Quién me ha tocado?”.
31Sus amigos le dijeron: “Ve
cómo la gente apretuja a su alrededor ¿y todavía pregunta quién
lo ha tocado?”. 32Jesús miró alrededor para ver quién lo había tocado. 33La mujer se acercó temblando, porque sabía que había
violado la ley, pero también sabía
que había sido sanada. 34Jesús le
dijo: “Hija mía, su fe la ha sanado, vaya en paz”.
35Mientras aún hablaba, llegaron los sirvientes del jefe de
la sinagoga y le dijeron que no
molestara más a Jesús, porque su
hija ya había muerto. 36Pero Jesús le dijo al jefe de la sinagoga:
“¡No se preocupe! Simplemente
tenga fe”.
37Desde entonces no permitió
que nadie más fuera con él, excepto Pedro, Santiago y Juan.
38Cuando llegaron a la casa del
jefe de la sinagoga, había gran
alboroto de gemidos y llantos.
39Jesús entró a la casa y dijo:
“¿Por qué tanta agitación y llanto?”, la niña no ha muerto, solo
duerme”. 40La gente se burlaba
por decir esto, pero le pidió a
todos que salieran. Luego con la
madre y el padre de la niña entraron en la habitación donde se
encontraba. 41Tomóla mano de la
niña y le dijo: “Niña, levántese”.
42Al instante la niña se levantó
y caminó alrededor. La niña tenía doce años. Estaban todos tan
asombrados, que nada atinaban
a decir. 43Él les recomendó que
no contaran a nadie lo que había
ocurrido, y pidió que le dieran a
la niña algo de comer.
Capítulo 6
1Jesús regresó con sus amigos a
su ciudad natal. 2Ese sábado fue
a la sinagoga a enseñar. Muchos
de los que estaban allí se sorprendían enormemente con lo que enseñaba. Empezaron a preguntar
“¿Dónde ha obtenido esa sabiduría? ¿Y cómo hace todos esos
milagros? 3¿No es éste el hijo del
carpintero, el hijo de María y de
José? ¿No son sus hermanos Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y
sus hermanas María y Juana, no
viven aquí con nosotros?”. Estaban contrariados por lo que Él
hacía.
4Como Jesús sabía lo que estaban pensando y lo que decían, les
dijo “Es triste que un profeta nunca sea aceptado en el lugar donde
ha crecido”. 5No pudo hacer un
101
Marcos 6
gran trabajo allí, por la falta de
fe; entonces puso las manos sobre algunos pocos enfermos y los
curó. 6Salió y fue hacia las aldeas
vecinas a enseñar.
7Luego llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos.
Les dio poder sobre las energías
negativas. 8También les dio instrucciones para desempeñar su
ministerio. No deberían llevar
nada más que su bastón. Esto,
para que aprendieran que Él
siempre cuidaría de ellos.
10También les dijo que fueran
muy respetuosos con las personas
que los acogieran. 11Que si alguna comunidad no era hospitalaria, fueran a otra más dispuesta a
escuchar la Buena Nueva. 12Así
que salieron a predicar a la gente
que debían repensar sus vidas y
sus prioridades, y poner a Dios en
primer lugar. 13También trataron
con muchas energías negativas,
ungieron enfermos y los sanaron.
14El rey Herodes se había enterado de esto, porque Jesús se había vuelto muy conocido. Creía
que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos y estaba
haciendo milagros. 15Otros decían que era Elías, y aun otros decían que era un profeta como los
que habían tenido muchos años
atrás. 16Sin embargo Herodes estaba convencido que era Juan el
Bautista. 17Porque Herodes había
ordenado arrestar a Juan y ponerlo en prisión, debido a Herodías.
18Ella había sido la esposa de su
hermano Felipe, y antes de casarse con ella Juan le había dicho que
no tenía derecho a casarse. 19Por
eso Herodías le guardaba rencor y
lo quería matar, pero no encontraba la forma de hacerlo. 20Herodes
sentía temor ante Juan, por considerarlo un hombre recto y santo,
y disfrutaba escuchándolo. 21Un
momento oportuno se presentó
para la venganza de Herodías con
el cumpleaños de Herodes. 22Éste
ofreció un banquete a nobles y
galileos prominentes, en el que
la hija de Herodías asistió y bailó
en su honor. 23Herodes se sintió
tan satisfecho, que le prometió
concederle lo que le pidiera, así
fuese la mitad de su reino. 24Ella
fue donde su madre y le preguntó
qué debía pedir. Herodías le dijo:
“La cabeza de Juan el Bautista”
25Regresó al salón y dijo al rey
que quería que le trajera la cabeza
de Juan el Bautista puesta sobre
una bandeja de plata.
26El rey se entristeció mucho
con el pedido, pero para honrar su
promesa, y ante sus invitados, no
quiso desairarla. 27Envió a uno
de sus guardias con la orden de
traerle la cabeza de Juan. 28Éste
fue y lo decapitó en la prisión, y
le trajo la cabeza en una bandeja
a la joven, quien la llevó a su ma-
102
Marcos 6
dre. 29Cuando los amigos de Juan
se enteraron, vinieron, tomaron
el cuerpo y lo sepultaron en una
tumba.
30Los apóstoles regresaron de
sus misiones e informaron a Jesús
todo lo que habían hecho. 31Él les
dijo “Vengan conmigo a un lugar
donde puedan descansar”, pues
tanta gente iba y venía, que no le
dejaban tiempo ni siquiera para
comer un poco. 32Así que se fueron en una barca a un lugar apartado, para estar solos. 33La gente
los vio salir y sabían a dónde se
dirigían, así que corrieron y llegaron primero. 34Cuando Jesús se
bajaba de la barca vio la multitud
y se compadeció, porque andaban
como ovejas sin pastor. Empezó a
enseñarles.
35Se hizo tarde; por lo tanto,
los apóstoles se acercaron a Jesús
y le sugirieron que los despachara, 36para que pudieran ir a conseguir algo de comer. 37Pero él
respondió: “Denles ustedes algo
de comer”. Dijeron: “¿Vamos a
gastarnos el salario de medio año
en comida para poderlos alimentar?”. Les preguntó “Cuántos panes tienen? Vayan y averigüen”.
Regresaron y le comentaron que
tenían cinco panes y dos pescados.
39Entonces le pidió a la multitud que se sentaran sobre la hierba, 40en grupos de cien personas.
41Luego,
tomando los cinco panes y los dos pescados levantó
sus ojos al cielo y dio gracias.
Partió el pan y se lo entregó a los
apóstoles, para que lo repartieran.
También partió los dos pescados
entre todos. 42Comieron lo que
quisieron. 43Después los apóstoles recogieron unos doce canastos con los sobrantes de pan y de
pescado. 44Lo hicieron después
de que unas diez mil personas habían comido.
45Enseguida les pidió a los
apóstoles que subieran a la barca
para cruzar hacia Betsaida. 46Jesús despidió a la muchedumbre y
subió a la montaña a orar.
47Cuando se hizo de noche, la
barca estaba en medio del mar y
Jesús estaba solo en la orilla. 48Al
ver que remaban vigorosamente y
luchaban porque el viento soplaba fuerte en su contra, hacia las
tres de la mañana se acercó caminando sobre las aguas. 49Ellos,
creyendo que se trataba de un fantasma, gritaban asustados. 50Pero
Él les dijo: “No se asusten. Soy
yo”. 51Subió a la barca y el viento se calmó. 52Ellos parecían más
sorprendidos de esto que cuando
alimentó a diez mil personas con
cinco panes y dos pescados.
53Después de haber cruzado el
lago, desembarcaron en Genesaret. 54Tan pronto como llegaron,
la muchedumbre reconoció a Je-
103
Marcos 6, 7
sús 55y se regó la noticia por toda
la región. Quien tenía una dolencia era traído donde Él. 56Tanto
en las ciudades como en el campo, la gente traía sus enfermos
y le rogaban que les permitiese
tocar tan siquiera el borde de su
túnica. Todos los que la tocaban
quedaban sanados.
Capítulo 7
1Fariseos y escribas vinieron de
Jerusalén y preguntaron a Jesús
por qué sus amigos no obedecían la ley 2de lavarse las manos
antes de comer. 3Jesús les dijo:
“¿Por qué enseñan reglamentos
humanos como si fueran doctrinas de Dios, y 4quebrantan el
mandamiento de honrar madre y
padre?”. 5Dijo: “En lugar de atenderlos, les dicen que van a llevar
ofrendas y sacrificios al templo.
6¿No recuerdan lo que dijo el profeta Oseas: “Amor es lo que quiero, y no sacrificios?”.
14Jesús le pidió a la gente que se
reuniera a su alrededor, y les dijo:
“Por favor, escuchen lo que tengo
que decirles. 15Nada de lo que entra en una persona la contamina,
son las cosas que salen de la persona lo que hacen que no sea limpia. 16Abran bien sus oídos para
que puedan entenderme”.
17Cuando Jesús hubo avanzado
lejos de la multitud, sus amigos
le pidieron que explicara lo de
la parábola. 18Les dijo: “¿No se
dan cuenta que lo que viene de
afuera no daña a nadie, 19porque
no entra en su corazón, sino en
su estómago y a través de éste es
eliminado?”. (Al referirse a esto
declaró que todo alimento es limpio.) 20Luego dijo: “Lo que sale
de la boca de una persona, sale
de su corazón, 21y eso es lo que
puede contaminarla. 22Porque del
corazón salen las ideas y los planes negativos. 23Y esas cosas negativas que salen del corazón son
las que manchan y descalifican a
la persona”.
24Enseguida se levantó y se dirigió a la región de Tiro. Entró
en una casa con la intención de
alejarse un poco de las multitudes, pero ya era imposible. 25Una
señora que tenía una hija con
energía negativa vino tan pronto
escuchó que Jesús estaba por allí.
26Era una gentil siro-fenicia, con
gran fe. 27Jesús mostró el amor
universal de Dios, sanando su
hija. 30Cuando ella regresóllegó a
su casa, encontró a su hija completamente curada.
31De regreso de la región de
Tiro pasó por Sidón, en el mar
de Galilea, y subió al centro de la
región de las diez ciudades. 32Le
trajeron a un hombre sordo, con
impedimento de habla, y pidieron que le impusiera sus manos.
104
Marcos 7, 8
33Acercándose,
Jesús puso su
dedo en sus oídos y tocó su lengua con un poco de saliva. 34Luego, mirando hacia el cielo, lanzó
un suspiro y dijo: “Ábranse”. 35Y
de inmdiato sus oídos se abrieron
y pudo hablar claramente.
36Le pidió que no le mencionara esto a nadie, pero él lo contaba
a todos. 37Quienes lo oían se admiraban y decían 38“¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y
que los mudos hablen!”.
Capítulo 8
1Más
tarde, otra enorme multitud se reunió para escuchar las
enseñanzas de Jesús. 2Después de
tres días llamó a sus apóstoles, y
les dijo: 3“Me siento muy preocupado con esta gente, que me ha
estado escuchando por tres días
y no queda más para comer. Me
preocupa que si les digo que se
vayan, se desmayarán en el camino a casa, puesto que la mayoría
viven bastante lejos de aquí”.
4Sus apóstoles le respondieron:
“¿Dónde, en este desierto, podremos conseguir alimento suficiente para esta multitud?”. 5Jesús les
preguntó cuántos panes tenían.
Contestaron que siete. 6Entonces
le pidió a la multitud que se sentaran en el suelo. Enseguida tomó
los panes, dio gracias, los partió y
los entregó a los apóstoles, para
darlos a la gente. 7También tenían
unos pocos pececillos. Jesús dio
gracias y los entregó a los apóstoles, para que los pasaran a la gente. 8Comieron lo que quisieron y
recogieron siete canastos con los
sobrantes. 9Comieron esta vez
unas ocho mil personas. 10Luego
los despidió y salió para la región
de Dalmacia.
14Poco después cruzaron el
lago nuevamente, pero los apóstoles olvidaron traer el pan. 15Jesús les dijo: “Estén alerta sobre
la levadura de los fariseos y de
Herodes”. 16Pensaron que Jesús
les reclamaba por haber olvidado el pan. 17Entonces les dijo:
“¿Por qué se preocupan tanto por
el pan?”. 18No observaron lo que
sucedió cuando repartí los cinco
panes a diez mil, ¿cuántos canastos sobraron?”. Contestaron:
“Doce”. 20“Cuando había siete
panes para ocho mil personas,
¿cuántos canastos recogieron?”.
Dijeron: “Siete”. Entonces les
dijo: 21“¿No ven que el pan no es
el problema?”.
22Cuando llegaron a Betsaida le
presentaron un ciego y le pidieron que lo tocara. 23Jesús lo tomó
de la mano y lo llevó fuera de la
población. Después de ungirle
los ojos con saliva, le impuso las
manos y enseguida le preguntó si
veía. 24El hombre miró a su alrededor y dijo: “Veo gente, pero
105
Marcos 8, 9
parecen árboles caminando”.
25Jesús le impuso las manos en
los ojos nuevamente. Esta vez,
miró con más atención, y pudo
ver todo claramente. 26Entonces
Jesús lo envió a casa y le pidió
que no regresara por la población.
27Jesús y los apóstoles fueron a
las aldeas cercanas de Cesarea y
Filipo, y mientras caminaban les
preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. Le contestaron:
“Hay quienes dicen que Juan el
Bautista, otros que Elías, y aún
hay quienes dicen que uno de los
Profetas”. Jesús entonces les preguntó: 29“Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro contestó:
“Usted es un Cristo”. 30Les pidió
no comentar esto con nadie.
31Entonces empezó a decirles
que iba a sufrir y que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y
que sería ejecutado. Y que luego,
después de tres días, resucitaría.
32Hizo énfasis en esto. Pedro
entonces lo llevó aparte del grupo para manifestarle su aprecio.
33Jesús lo miró y le dijo: “Pedro,
¿usted acaba de decir que soy un
Cristo y ahora trata de ensalsarme? ¡Haré lo que Papá me dice
y no lo que usted me sugierre!”.
34Una multitud se reunió en
torno a él y les dijo: “Quienes
quieran caminar por el sendero
que les he enseñado, tendrán que
renunciar a todo: a sus creencias,
a lo que piensan, especialmente a
las cosas que creen que poseen.
35Éste no es un camino fácil, pero
es el camino a la felicidad y a la
paz. 36Aferrarse a lo que creen
ahora, les costará aquello que es
más importante. 37¿Qué es más
importante, las ilusiones o la vida
verdadera?”.
38“Sigan mis pasos, de regreso
a casa de Papá”.
Capítulo 9
1También
les dijo: “Quiero
dejarles muy en claro que antes
de mi llegada se pensaba que la
muerte era la única puerta a la
Vida Divina. Ahora tienen mi
Buena Nueva para abrir la puerta a su propia Vida Divina en el
momento que lo deseen. No he
venido solo a guiarlos de regreso
a casa de Papá, sino también para
llevarlos a la Divinidad que está
en sus propios corazones. Y en
últimas, he venido a mostrarles
que ustedes, Papá y Yo, somos la
misma cosa, exactamente la misma persona. Somos simplemente
diferentes manifestaciones de la
misma persona, la Única persona, el Único”.
2Para ayudarles a entender esto,
tres días más tarde invitó a Pedro,
Santiago y Juan a lo alto de una
montaña, donde pudieran estar
106
Marcos 9
solos. Allí les mostró su Divinidad, para ayudarles a ver su propia Divinidad. 3Delante de ellos,
sus vestidos se iluminaron de un
blanco natural resplandeciente.
4Elías e Isaías aparecieron, y hablaban con Jesús.
5Pedro dijo a Jesús: “Maestro,
estamos felices de estar aquí y
experimentar esto. Hagamos tres
tiendas, una para usted, otra para
Elías y otra para Isaías”. No sabía qué decir, en medio de su sorpresa.
7Enseguida una nube bajó sobre ellos y se escuchó una voz
que decía: “Éste es mi hijo, mi
Amado. Escúchenlo con atención”. 8Cuando paso la nube vieron solamente a Jesús. 9Cuando
descendieron de la montaña, Jesús les pidió que no dijeran nada,
hasta que no hubiera resucitado
de entre los muertos, porque los
otros no creerían. 10Ellos no le
comentaban a nadie lo que habían
visto, pero se preguntaban el significado de “resucitar de entre los
muertos”.
11Luego le preguntaron por qué
los escribas decían que Elías debía venir primero. 12Jesús les contestó: “Elías debía venir primero,
como lo acaban de comprobar,
así como también lo constataron
con Juan el Bautista. Ahora la
pregunta de fondo es: “¿Por qué
tengo que sufrir y ser desprecia-
do?”. Al decir esto Jesús estaba
relacionando la Transfiguración
ocurrida en la montaña con la
“Transfiguración” que iba a padecer en la cruz. 13Continuó explicandoles: “Les digo que Elías
vino también en forma humana
y lo trataron como me tratarán a
mí”. Al decir esto, mostraba que
Juan el Bautista estaba conectado
con Elías y con él mismo.
14Cuando se encontraron con
los demás apóstoles, observaron una gran multitud alrededor
y a los escribas discutiendo con
ellos. 15Al ver a Jesús, la multitud se sorprendió con el resplandor de la Transfiguración, que
todavía se reflejaba en él. Todos
corrieron a saludarlo 16Él les preguntó qué estaban discutiendo.
17Uno de entre la multitud dijo:
“Maestro, he traído a mi hijo porque está poseído por una energía
negativa. Cada vez que se manifiesta, lo tira al suelo y le sale espuma por su boca. 18Le rechinan
los dientes y se pone rígido. Les
pedí a sus amigos que lo curaran
pero no pudieron”.
19Se volvió a sus apóstoles y les
dijo: “tienen que creer más”. Dijo
al papá del muchacho: “Tráigame
a su hijo”. 20Lo trajeron a Jesús, y
mientras lo acercaban, la energía
negativa comenzó a moverse violentamente dentro del muchacho.
Cayó al suelo y tuvo convulsio-
107
Marcos 9
nes, rodaba por el piso y echaba
espuma por la boca. 21Jesús le
preguntó al papá cuánto tiempo
hacía que estaba ocurriendo esto.
El papá contestó: “Desde que era
apenas un niño. 22A veces lo ha
arrojado al fuego o al agua, para
herirlo. Si puede hacer algo, ayúdanos”.
23Jesús respondió: “¿Que si
puedo hacer algo? Todo es posible para quien cree”. 24De inmediato el papá exclamó: “Creo
¡Por favor, ayúdame a creer aún
más!”. 25Jesús, al observar que la
multitud parecía amotinarse, sacó
la energía negativa, diciéndole:
“Salga y nunca vuelva a entrar”.
26Después de arrojar otro espumarajo, el muchacho se desmayó.
Parecía un cadáver y por eso muchos dijeron que estaba muerto.
27Sin embargo, Jesús, tomándolo
de la mano, lo levantó.
28Después de entrar en la casa,
los apóstoles le preguntaron en
privado: “¿Por qué nosotros no
pudimos hacerlo?”. 29Jesús les
contestó: “Este tipo de males
no se pueden sanar a menos que
crean en su propia Divinidad,
como les he enseñado. Necesitan
Transfigurarse en su Divinidad
para curar este tipo de enfermedades”.
30Salieron y estuvieron recorriendo Galilea. Jesús estaba
preocupado por decirles a los
apóstoles que sería arrestado y
ejecutado. 31Les dijo que no se
preocuparan, porque al tercer día
resucitaría de nuevo. 32Todavía
no entendían el significado de
“resucitaría”, pero estaban tan
preocupados por la idea de que
sería ejecutado, que no quisieron
pedirle ninguna explicación.
33Fueron a Cafarnaum, a casa
de Jesús. Mientras caminaban les
preguntó de qué estaban discutiendo. 34Ellos guardaron silencio, porque en el camino habían
estado discutiéndo sobre quién
era el más importante, quién sería
el primero cuando Jesús ya no estuviera con ellos.
35Jesús se sentó y pidió a los
apóstoles que se acercaran, y les
dijo: “Si alguien quiere ser el primero, debe hacerse el último, el
servidor de todos”. 36Llamó a una
niña del vecindario y la sentó en
sus rodillas. 37Y les dijo: “Quien
ama a una niña como ésta, me
ama a mí, y quien me ama, ama
también a quien me ha enviado,
porque todos Somos Uno. No
hay primero. No hay último. Todos Somos Uno, ¡todos somos lo
mismo!”.
38Juan le dijo a Jesús: “Vimos
que alguien estaba sanando en
su nombre, alguien que no está
en nuestro grupo; entonces se lo
prohibimos, porque no es de los
nuestros”. 39Jesús dijo: “No se
108
Marcos 9, 10
lo prohíban, porque todos somos
uno. 40Quien no está contra nosotros, está con nosotros. 50Vivamos todos juntos en paz”.
Capítulo 10
1Jesús
salió y fue caminando
hasta la otra orilla del Jordán.
Muchas gentes acudieron a él y,
como era su costumbre, les enseñaba. 2Los fariseos se acercaron y, con intención de probarlo,
le preguntaron si el divorcio era
contrario a la ley. 3Él les contestó
que no era lícito, a menos que el
matrimonio ya hubiera muerto.
4“Dios creó a mujeres y hombres
para unirse en matrimonio, 5y ya
no son dos, sino uno. 6Y Uno no
puede dividirse”.
10Cuando estuvieron de nuevo
reunidos, los apóstoles le preguntaron acerca sobre lo que había
dicho. 11Él les dijo: “Quien se divorcie y se case de nuevo, comete
adulterio. 12El matrimonio solo
termina con la muerte de uno de
los cónyugues o con la muerte del
matrimonio”.
13Algunos padres trajeron a sus
hijos a Jesús para que los bendijera, pero los apóstoles se lo impedían. 14Jesús, dándose cuenta,
les dijo: “Dejen que los niños
se acerquen, porque ellos son la
presencia de Dios. Nos enseñan
el Amor y la Apertura que Papá
tiene para todos. Dejen que nos
recuerden lo que significa estar
con Dios”. 14Los abrazaba y les
daba su bendición.
17Continuando su viaje, un
hombre llegó corriendo y le preguntó: 18“Maestro, ¿qué debo
hacer para tener Vida Divina?”.
19Jesús le contestó: “Sabe los
mandamientos, no matar, no cometer adulterio, no robar, no
mentir, honrar padre y madre”.
20Él replicó: “Maestro, he hecho esto durante toda mi vida”.
Jesús leyó su corazón y vio que
no estaba totalmente cerrado, y le
dijo: “Hay algo más que lo llevará plenamente a la Vida Divina.
21Vaya, venda todo lo que tiene,
dé el dinero a los pobres; después
regrese y camine conmigo”. 22El
hombre se sintió abatido y salió
muy triste, porque era muy rico.
23Jesús miró a los apóstoles,
y dijo: “¡Es muy difícil para la
gente rica vivir la Vida Divina!”.
24Los apóstoles quedaron muy
sorprendidos, porque creían que
la riqueza era una bendición de
Dios. Jesús dijo otra vez: “Qué
difícil para la gente rica vivir en
la presencia de Dios; a menudo
creen que la riqueza es suficiente, que la riqueza les pertenece,
cuando simplemente es algo que
se les ha dado para administrar”.
25“Es más fácil que los grandes
camellos se agachen para pasar or
109
Marcos 10
debajo de las puertas de entrada
a la ciudad, que para una persona rica entrar ante la presencia de
Dios”.
26Los apóstoles seguían sorprendidos, y decían entre ellos:
“¿Quién puede hacer esto?”. 27Jesús les dijo: “No es posible humanamente, solo es divinamente
posible. Porque todo es posible
con Dios”.
28Pedro le dijo: “Entonces
¿Qué pasa con nosotros? Hemos
dejado todo para seguirte”. 29Jesús contestó: “Les aseguro que
no habrá nadie que haya dejado
su casa, su familia o sus propiedades para seguirme y predicar la
Buena Nueva, que no vaya a recibir cien veces más de lo que ha
dejado. 30Muchos recibirán cosas
materiales en esta vida. Todos recibiremos Vida Divina en la otra.
Además tendrán más hermanas,
hermanos, madres y padres. Y de
ellos será la bendición de la persecución purificadora, para ayudarles a abrir las puertas a la Vida
Divina. 31Muchos que han pensado ser últimos, serán vistos como
primeros, y muchos que piensan
ser primeros serán vistos como
últimos”.
32Comenzaron a caminar hacia
Jerusalén, con Jesús. Estaban angustiados y sin saber qué hacer
por lo que les había dicho. Jesús
los reunió y empezó a decirles
una vez más lo que iba a suceder.
33“Vamos a subir a Jerusalén y
seré entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos me
condenarán a muerte y me entregarán a las autoridades civiles.
34Se burlarán de mí, seré escupido, me azotarán y me ejecutarán.
Pero en tres días resucitaré; así
que no hay de qué preocuparse.
42Cuando lleguen a ser líderes
en la proclamación de la Buena
Nueva, no se sientan amos de
quienes también sean llamados a
caminar con ustedes. 43Quienes
sean líderes, deben ser servidores. 44Aquellos que quieren ser
primeros, deben considerarse últimos. 45Porque yo no vine para
ser servido, sino a servir y a dar
mi vida para mostrar la inmensidad del Amor de Dios por todos”.
46Pasaron por Jericó, y cuando
salían una gran multitud caminaba con ellos. 47Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado al lado
del camino. Al escuchar que Jesús, gritó: “¡Jesús, tenga mpasión
de mí!”. 48Quienes estaban a su
alrededor le pidieron que se callara, pero gritaba más fuerte: “¡Jesús, tenga piedad de mí!”. 49Jesús
se detuvo y pidió que lo llamaran.
Entonces le dijeron: “¡Ánimo, levántese, Jesús lo llama!”.
50El hombre ciego se quitó el
abrigo, saltó de alegría y fue donde Jesús. 51Jesús le dijo: “¿Qué
110
Marcos 10, 11
quiere que haga por usted?”. Dijo
el ciego: “Maestro, permítame
ver de nuevo”. 52Jesús le dijo:
“Vea, su fe lo ha curado”. Al instante recobró la vista y comenzó
a caminar con Jesús.
Capítulo 11
1Cuando
llegaron a Jerusalén,
cerca del Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus apóstoles.
2Les dijo: “Entren en la población
y verán un asno atado que no ha
sido montado todavía. 3Tráiganlo. Si alguien les pregunta, díganle que el Maestro lo necesita”.
4Los dos entraron a la aldea y
encontraron el asno, tal como Jesús les había dicho. 5Lo desataron
y se lo llevaron. Algunos de los
que estaban allí les preguntaron
qué estaban haciendo. 6Les contestaron que el Maestro lo necesitaba, y los dejaron partir. 7Llevaron el asno a Jesús y lo cubrieron
con sus mantos. Jesús lo montó.
8Mientras avanzaba, mucha gente
se quitaba sus mantos y algunos
ponían ramas de palma a su paso,
para honrarlo. Entró a Jerusalén y
se dirigió al templo. En la noche
se fue a Betania. 15A la mañana siguiente regresó al templo. Empezó a expulsar a los compradores
y vendedores de animales para el
sacrificio, 16no permitió que entraran a vender objetos en el tem-
plo. 17Dijo: “¿No es ésta una casa
de oración? Están haciendo de
ella una cueva de ladrones”.
18Los sumos sacerdotes y los
escribas escucharon hablar de lo
ocurrido y estaban preocupados
porque no encontraban la manera
de quitárselo de encima, y tenían
miedo de él, porque sabían que la
gente estaba maravillada con sus
enseñanzas. 19Esa noche Jesús regresó a Betania.
20A la mañana siguiente se encontraba caminando de nuevo
con sus amigos hacia el templo.
21Pedro comentó las maravillas
que estaban sucediendo. 22Jesús
dijo: “Tengan fe en Dios. Porque les aseguro que quien tiene
fe, le dice a una montaña, “salte
al mar”, 23y si no vacila en su fe,
la montaña saltará al mar. 24Les
digo que todo lo que pidan con
absoluta fe, lo conseguirán.
25Cuando estén orando, recuerden que si tienen algo contra una
hermana o hermano, perdonen a
esa persona en su corazón. Esto
los abrirá más a Dios y facilitará
su oración. 26Es imposible abrirse
a Dios si están cerrados a sus hermanas y hermanos”.
27Entraron a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo
los sumos sacerdotes y los escribas se acercaron y le preguntaron: 28“¿Bajo qué autoridad hace
lo que está haciendo?”. 29Jesús
111
Marcos 11 ,12
les respondió: “Les haré una pregunta, y si la contestan responderé la de ustedes: 30“¿El bautismo
de Juan era de Dios o de nosotros
los humanos?”.
31Cayeron en cuenta que si contestaban “que era de Dios”, les
preguntaría: ¿por qué entonces no
creyeron?. 32Pero si decían que
era “de nosotros, los humanos”,
la gente se levantaría contra ellos,
ya que consideraban a Juan como
un profeta. 33Por eso dijeron que
no tenían respuesta. Entonces
Jesús les dijo que tampoco tenía
respuesta a su pregunta.
Capítulo 12
13Después
enviaron a algunos
fariseos con el fin de atrapar a
Jesús. 14Acercándose, le dijeron:
“Maestro, sabemos que es un
hombre honesto y justo, y que
enseña el camino de Dios. Díganos: ¿Es legal pagar el tributo
al César? 15¿Debemos pagarlo,
o no?”. Jesús conocía la doble
intención que traían en sus corazones y les dijo: “¿Por qué tratan
de engañarme? ¡Déjenme ver una
moneda. 16Le entregaron una, a
pesar de que la ley judía prohibía
llevar monedas con imágenes.
Les preguntó: “¿De quién es esta
imagen?”. Respondieron, “Del
César”. 17Jesús les dijo: “Den al
César lo que es del César y a Dios
lo que pertenece a Dios”. Quedaron sorprendidos al observar la
habilidad de Jesús para evitar la
trampa.
28Uno de los escribas que estaba escuchando se dio cuenta de la
sabiduría de Jesús. 29Se le acercó
y le preguntó: “¿Cuál es el mandamiento más importante?”. 30Jesús le respondió: “El mandamiento más importante es: Ame a Dios
con todo su corazón, con toda su
alma, con todas sus fuerzas. 31El
segundo más importante es: Ame
a su prójimo como a usted mismo. No hay ningún otro mandamiento más grande que éstos”.
32El escriba le dijo: “Creo en
lo que dice, Maestro. 33Debemos
Amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra Alma, con
todas nuestras Fuerzas. Y hemos
de Amar a nuestro prójimo como
a nosotros mismos. Éstos valen
mucho más que todos los sacrificios y ofrendas. 34Jesús apreció
esta respuesta, y le dijo: “Veo que
usted tiene a Dios en su corazón”.
Después de esto nadie se atrevió
a hacerle más preguntas.
41Entonces Jesús se sentó frente
al arca de las ofrendas del templo
y observaba a quienes se acercaban a depositar su dinero. La gente rica depositaba mucho dinero.
42Una mujer pobre se acercó y
depositó dos monedas de poco
valor. 43Jesús dijo a los apóstoles:
112
Marcos 12, 13
“Les aseguro que esta pobre mujer ha depositado más que todos
los ricos juntos. 44Porque ellos
depositan lo que les sobra, mientras que ella da todo lo que tiene
para vivir”.
Capítulo 13
1Cuando
salían del templo,
uno de los apóstoles dijo a Jesús:
“Maestro, qué hermosas son estas edificaciones”. 2Jesús replicó:
“¿Ven estas grandiosas construcciones? Les aseguro que serán
destruidas, sin que quede piedra
sobre piedra”.
3Se acercaron hacia el Monte
de los Olivos, el cual está al otro
lado del templo. 4Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado “¿Cuándo va a
suceder lo que usted ha dicho?
Entonces Jesús empezó a explicar: “Recuerden lo que he dicho
sobre de Papá Dios. No lo encontramos en los templos externos,
sino en nuestros templos internos, en nuestros corazones. Para
ayudar a la gente a entender y a
experimentar esto, el templo externo deberá ser destruido. Esto
será de gran impacto para mucha
gente, pero será como un dolor
de parto de la Buena Nueva. He
predicado que todos somos Dios.
5Algunos tratarán de rechazarlo,
proclamando que solo ellos son
los nuevos Cristos. 6No se dejen engañar. Desde ahora toda
persona puede ser un Cristo que
camina a su propia Divinidad. El
Dios externo está muriendo, para
que el Dios interno pueda levantarse. Dejen de buscar a Dios en
el exterior, porque ya está en sus
corazones.
7No se alarmen si escuchan
hablar de guerras y violencia, ya
que tomará algún tiempo para
que cada persona escuche y viva
la Buena Nueva del Amor Universal. Todos somos Dios, y Dios
es Amor. Por lo tanto, cuando
esta Buena Nueva se difunda,
las guerras y la violencia terminarán. Podemos luchar en contra
de nuestra Divinidad, pero no podemos cambiarla. Tenemos libre
voluntad, pero no tenemos libre
Identidad. Sea que nos guste o
no, sea que lo vivamos o no, todos somos Amor, todos somos
Dios. 8Por lo tanto, las guerras
y la violencia son simplemente
signos de que todavía no hemos
entendido quiénes somos en realidad. Somos como adolescentes
que se resisten a ser miembros de
la Familia de Dios, la Familia del
Amor. Cuando crezcamos en el
Amor, todas estas situaciones terminarán. Ustedes pueden ayudar
a poner fin a esto, terminando las
guerras y la violencia en ustedes
mismos, en sus corazones.
113
Marcos 13, 14
9Mientras
tanto, todavía necesitan buscarse ustedes mismos.
Porque habrá quienes los entregarán a las autoridades y serán
azotados en las sinagogas. Serán
acusados ante gobernantes y reyes por proclamar la Buena Nueva, a fin de que puedan dar testimonio de ella. 10La Buena Nueva
debe ser proclamada a todas las
naciones, y aceptada, para que el
Amor se encarne realmente.
11“Cuando los arresten para llevarlos a la justicia, no se angustien
por lo que van a decir. 12Simplemente hablen desde su corazón,
porque no será su corazón, sino
el Espíritu quien hablará. Después de levantarme plenamente
en mi Divinidad, regresaré para
ayudarles a levantarse en su Divinidad, encarnando mi Espíritu
en sus corazones. 13No permitan
que las luchas, aun las familiares,
les mortifiquen. El Amor ganará
al final, porque, en últimas, Amor
es lo que todos somos.
28Aprendan de la parábola de la
higuera. A medida que sus ramas
se hacen tiernas y brotan nuevas
hojas, nos damos cuenta de que el
verano se acerca. 29De la misma
manera, cuando vemos personas
que se van volviendo bondadosas
e intentan mejorar en sus acciones, reconocemos que encarnan
la Buena Nueva en sus propias
vidas.
35Esto
ocurrirá en diferentes
personas, en diferentes épocas y
en diferentes naciones. 36Llegará
el tiempo en que cada quien encontrará a Dios en su propio corazón y empezará a vivir el Amor
que cada quien es. 37Por lo tanto,
deben estar alerta para apoyarlo
donde quiera que lo veamos”.
Capítulo 14
1La
Pascua y la fiesta del Pan
sin Levadura sería en dos días.
2Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de
arrestar a Jesús y ejecutarlo, pero
no querían hacerlo durante las
fiestas, por temor a que la gente
se rebelara.
3Jesús estaba en Betania cuando María Magdalena, a la hora de
la cena, le ungió su cabeza con un
fino perfume. 4Los apóstoles le
preguntaron por qué lo hacía. 6Jesús les dijo: “¿No se dan cuenta
de su tristeza porque pronto voy a
morir? ¿Por qué avergonzarla? ha
hecho un bello acto de amor. 8Ha
ungido mi cuerpo para mi entierro. 9Quiero que su amor por mi,
sea mencionado en todo el mundo donde se proclame la Buena
Nueva, de tal manera que su acto
de amor sea reconocido en su memoria”.
10Entonces Judas Iscariote, uno
de los doce, fue a donde los su-
114
Marcos 14
mos Sacerdotes a traicionar a Jesús. 11Ellos se alegraron y le prometieron dinero. De manera que
él estaba muy alerta para buscar
la manera de hacerlo.
12El primer día de la fiesta del
Pan sin Levadura los apóstoles
preguntaron a Jesús dónde quería
que prepararan la Pascua. 13Entonces envió a dos de los apóstoles con estas instrucciones: “Vayan a la ciudad y sigan al hombre
que vean cargando una jarra con
agua. 14Donde entre, digan al
dueño: “El Maestro quiere saber
en dónde está la sala de invitados,
porque quiere celebrar allí la Pascua con sus amigos”. 15Entonces
él les mostrará un gran salón dispuesto para nosotros”. 16Los dos
salieron y encontraron todo exactamente como les había dicho.
17Prepararon todo y lo tuvieron listo cuando llegó Jesús esa
noche, con sus otros amigos.
18Cuando empezaron a comer,
Jesús dijo: “Les aseguro que uno
de ustedes que come con nosotros
me traicionará”. 19Se pusieron
muy molestos,y uno tras otro le
dijeron: “No soy yo, ¿verdad?”.
20Él les contestó: “Es quien remoje conmigo en el plato”.
22Durante la cena, tomó el pan
y dio gracias. Luego lo partió y
se los dio, diciendo: “Éste es mi
verdadero cuerpo. ¡Cómanlo,
para que entiendan que estoy en
ustedes!”. 23Luego tomó la copa
de vino, echó un poco de agua,
como era costumbre, y dio gracias. 24Les dijo: “Ésta es mi sangre, mi nueva Alianza con ustedes
y en ustedes. 25El poco de agua
que puse en el vino es símbolo de
humanidad. Ahora su humanidad
y mi sangre Son Uno. Beban para
que sepan que ustedes están en
mí, que somos realmente Uno y
que siempre lo seremos”.
26Después de la cena cantaron
un himno, mientras caminaban
hacia el Monte de los Olivos.
27Allí les dijo: “Todos huirán
esta noche, porque así está escrito: Heriré al Pastor y las ovejas
huirán. 28Pero después de mi resurrección estaré de nuevo con
ustedes, cuando regresen a Galilea”.
29Pedro le dijo: “¡Aunque todos lo abandonen, yo nunca lo
haré!”. 30Jesús le respondió: “Le
aseguro, Pedro, que esta misma
noche, antes que el gallo cante
por segunda vez, usted me habrá
negado tres”. 31Pedro insistió en
que nunca renegaría de él. Todos
dijeron lo mismo.
32Llegaron a un huerto llamado
Getsemaní y Jesús les dijo que se
sentaran mientras él se retiraba
a orar. 33Tomó consigo a Pedro,
Santiago y Juan. 34Como comenzó a sentirse muy angustiado,
les dijo: “Mi corazón está muy
115
Marcos 14
acongojado. Quédense aquí y estén atentos, mientras me alejo un
poco más para orar”.
35Avanzando un poco más,
cayó de rodillas y se sumió en
llanto. 36Oró: “Papá, estoy angustiado por lo que va a pasar mañana, pero sé que tengo que dejarlos
para que se den cuenta realmente
de su propia Divinidad. Les he
dicho que son Uno con nosotros,
pero todavía no lo comprenden.
Es necesario que sea liberado de
mi Cuerpo, para entrar más fácil
en ellos y transformarlos realmente en (la unión) nosotros”.
37Regresó y encontró a los tres
dormidos. Les preguntó por qué
estaban durmiendo, pero era muy
tarde y estaban cansados. 38Les
pidió que se pusieran a orar y él
también fue a orar. 39Abrió de
nuevo su corazón a su Papá. 40Sabía que se tenía que ir, y aunque
amaba mucho a su Papá, también
había venido para amar a quienes
habían caminado con él. 41Regresó para hablar con sus amigos,
pero estaban dormidos. Así que
nuevamente pasó más tiempo con
su Papá. 42Finalmente volvió, los
despertó y les dijo: “¡Despierten,
llegaron por mí!”.
43En ese momento llegó Judas,
acompañado de una gran turba
armada con palos y espadas. Habían sido enviados por los sumos
sacerdotes. 44Judas les había di-
cho: “Aquel a quien yo bese, es
Jesús. Agárrenlo y llévenselo”.
45Entonces se acercó a Jesús y lo
besó. 46Subieron y arrestaron a
Jesús.
47Pedro estaba de pie al lado
de Jesús. Sacó su espada, golpeó
a uno de los sirventes del sumo
sacerdote y le cortó la oreja. 48Jesús les preguntó: “¿Por qué han
venido con espadas y palos, como
si fuera un criminal, 49cuando todos los días he estado predicando
en el templo?”. 50Lo agarraron y
salieron. 51Un joven estaba con
Jesús, con intenciones de ser parte de su grupo. Trataron de agarrarlo también, pero solo lograron
quedarse con su túnica, 52y se les
escapó desnudo.
53Llevaron a Jesús delante del
Sumo Sacerdote y los principales
sacerdotes, ancianos y escribas
que se habían reunido. 54Pedro
los seguía a cierta distancia, hasta que llegaron al patio del Sumo
Sacerdote. Se sentó junto con los
criados, mientras se calentaba un
poco en el fuego.
55Los sumos sacerdotes y todo
el Sanedrín trataban de reunir
pruebas suficientes para ejecutar
a Jesús, pero no lo lograban. 56A
pesar de que habían reunido muchos falsos testigos, sus testimonios no coincidían.
60Entonces el Sumo Sacerdote se levantó y preguntó a Jesús:
116
Marcos 14, 15
“¿No va a responder a estos cargos en su contra?”. 61Jesús no
dijo una palabra. Nuevamente el
sacerdote le preguntó: “¿Usted
es el Cristo?”. 62Jesús contestó:
“Sí, yo soy Cristo (cabe señalar
que el “Yo soy” en español no
tiene la misma connotación que
en hebreo. En hebrero es el nombre de Dios. Dios era considerado tan distante, que a nadie se le
permitía ni siquiera pronunciar su
nombre. Jesus quebrantó la Ley
al declarar esta Verdad). 63En este
momento el sacerdote rasgó sus
vestiduras y exclamó: “No necesitamos más testimonios. Ustedes
mismos han escuchado esta blasfemia. 64¿Cuál es su decisión?”.
Todos dijeron que debía morir.
65Algunos comenzaron a escupirle la cara. Le vendaron los ojos y
lo golpeaban mientras le preguntaban en burla quién lo había golpeado. Los encargados, golpeándole la cara, se lo llevaron.
66Pedro aún estaba abajo, en el
patio, mientras ocurría esto. Una
de las criadas del Sumo Sacerdote vio a Pedro calentándose en el
fuego. 67Se le acercó y le dijo:
“¡Usted también estaba con Jesús!”. 67Él lo negó y dijo que no
sabía de qué le estaba hablando.
Luego salió hacia la entrada y el
gallo cantó. 69Más tarde la criada
lo vio nuevamente y comenzó a
decirle a todos que lo había visto
con Jesús. 70Pedro volvió a negarlo. Poco después, una de las
personas que estaban allí le dijo
a Pedro: “Seguro usted es uno
de ellos, porque usted es galileo”
71Pedro juró que no conocía a ese
hombre. 72En ese mismo instante
el gallo cantó por segunda vez.
Pedro recordó que Jesús le había
profetizado esto, y salió y lloró
amargamente.
Capítulo 15
1En
la madrugada los sumos
sacerdotes reunieron a los ancianos, a los escribas y al Sanedrín,
y entregaron a Jesús atado ante
Pilatos. 2Pilatos le preguntó: “¿Es
usted el Rey de los judíos?”. Él
respondió: “Usted lo dice”. 3Los
sumos sacerdotes acusaron a Jesús de muchas cosas. 4Pilatos le
preguntó a Jesús: “¿Tiene respuesta a estos cargos?”. 5Jesús
no respondió. Esto confundió a
Pilatos.
6El día de la Pascua, Pilatos
acostumbraba liberar a un prisionero que los judíos solicitaran.
7Había uno llamado Barrabás,
que estaba en prisión por matar
gente durante un levantamiento.
8La muchedumbre reclamaba a
gritos el privilegio acostumbrado
de elegir al prisionero que debía
ser liberado. 9Pilatos les preguntó: “¿Quieren que les libere al
117
Marcos 15
Rey de los judíos?”. 10Pues sabía
que los sumos sacerdotes habían
entregado a Jesús solamente por
envidia. 11Pero los Sumos sacerdotes azuzaron a la multitud
para que pidiera que liberara a
Barrabás. 12Pilatos les preguntó:
“¿Enntonces qué debo hacer con
quien ustedes llaman Rey de los
judíos?”. 13Gritaron “¡Crucifíquelo!”. 14Pilatos les preguntó:
“¿Por qué, qué mal ha hecho?”.
Pero gritaban aún más fuerte:
“¡Crucifíquelo!”.
15Entonces Pilatos entregó a
Barrabás a la muchedumbre, para
calmarlos. Hizo azotar a Jesús y
lo entregó para ser crucificado.
16Los soldados condujeron a Jesús hacia el Pretorio, en frente
de toda la asamblea. 17Lo vistieron con una túnica púrpura y le
pusieron una corona de espinas
que habían hecho. 18Comenzaron a burlarse de él, saludándolo
y diciendo: “¡Larga vida al Rey
de los judíos!”. 19Lo golpeaban
en la cabeza con palos y lo escupían. Finalmente le rendían homenaje, postrándose de rodillas.
20Cuando terminaron sus burlas,
le quitaron la túnica y le pusieron
nuevamente sus propias vestiduras. Después lo condujeron fuera,
para ser crucificado.
21Mientras caminaban, obligaron a uno que pasaba, Simón,
un cirineo, para que le ayudara a
llevar la cruz. 22Lo llevaron al lugar llamado Gólgota, lugar de la
Calavera. 23Le ofrecieron a beber
vino con sabor a mirra para aliviar su dolor, pero Jesús lo rechazó. 24Lo crucificaron y echaron a
suerte sus vestidos. 25Eran las 9de
la mañana cuando fue crucificado. 26Sobre su cabeza pusieron la
siguiente inscripción: “El Rey de
los judíos”. 27Con él crucificaron
dos ladrones, uno a cada lado.
29La gente que pasaba se burlaba, deciéndole: “Usted iba a destruir el Templo y a reconstruirlo
en tres días. 30¡Si tiene tal poder,
bájese de la cruz!”. 31De la misma manera los sumos sacerdotes
se burlaban de él, diciendo: “Salvó a otros, pero no puede salvarse
a sí mismo. 32Si realmente es el
Cristo, bájese de la cruz y le creeremos”. Incluso los ladrones se
burlaban de él.
33Desde el medio día hasta las
tres de la tarde una gran oscuridad envolvió toda la zona. A las
tres, Jesús dijo: “¡Papá, vuelvo a
tí!”. 37Inclinó su cabeza y regresó
a casa.
38En ese momento el gran velo
del templo se rasgó de arriba abajo. 39El centurión que observaba
todo esto, dijo: “¡Ciertamente
este hombre era Hijo de Dios!”.
40Había también unas mujeres que permanecían observando
desde la distancia: su esposa, Ma-
118
Marcos 15, 16
ría Magdalena, su madre María, y
otras mujeres que caminaban con
él y lo habían ayudado cuando estuvo en Galilea. 41Y muchas otras
que vinieron con él a Jerusalén.
42Cuando se acercaba el atardecer y el sábadoestaba a punto de
comenzar oficialmente, 43José de
Arimatea, un miembro honorable
del Sanedrín y persona que ya se
había encontrado con Dios en su
interior, se acercó decididamente
a Pilatos y le solicitó el cuerpo de
Jesús. 44Pilatos ordenó al centurión que primero verificara si ya
había muerto. 45Y cuando verificó que había muerto, entregó el
cuerpo a José.
46José había comprado una
fina sábana de lino para envolverlo, después de bajarlo de la
cruz. Luego lo depósitó en una
tumba que había sido cavada en
la roca, y rodó una pesada piedra
para cerrar la entrada. 47María
Magdalena y María, su madre,
estaban allí.
Capítulo 16
1Muy
temprano, en la mañana
de aquel domingo, María Magdalena, su esposa, y María, su madre, trajeron especias para ungir
el cuerpo de Jesús. 2Llegaron a
la tumba en la madrugada, 3preguntándose quién les ayudaría a
remover la pesada piedra de la
entrada. 4Pero quedaron sorprendidas al encontrar que la piedra
estaba a un lado.
5Entraron a la tumba y la encontraron vacía. 6Quedaron paralizadas por el miedo y la confusión,
al ver que el cuerpo había desaparecido. 7Jesús enseguida se apareció y les dijo: “¡No teman, soy yo
realmente! ¡He resucitado! 8Por
favor, vayan y díganle a nuestros amigos que estoy vivo. Que
he resucitado como lo prometí”.
9Después de conversar un poco,
las dos corrieron todavía asustadas a contar a los demás.
10Cuando los otros oyeron que
estaba vivo y que María Magdalena lo había visto, no lo creían.
11Más tarde se les apareció y les
reclamó por no creerle a su esposa. 12Les dijo: “Vayan por todo
el mundo y proclamen la Buena Nueva a todos. 13Bautícenlos
con agua, para ayudar a la gente
a repensar su vida. 14Y bautícenlos con Espíritu, para ayudarles
a empezar a vivir su Vida Divina. 15Estas señales probarán que
creen en mí, en Dios: serán capaces de liberar a la gente de energías negativas, podrán predicar
en idiomas que no conocen; 16podrán imponer sus manos sobre los
enfermos y los sanarán.
17Después que Jesús habló con
ellos por un tiempo, desapareció
de sus ojos y entró en sus cora-
119
Marcos 16
zones. 18Los apóstoles fueron por
todo el mundo llenos con el Espíritu de Jesús y manifestando los
dones del Espíritu para dar prueba de la Buena Nueva.
120
Evangelio de
Lucas
Capítulo 1
1Mis
11Un ángel de Dios se le apare-
queridos amigos, he leído
y revisado todo lo escrito por los
testigos oculares de la vida y ministerio de Jesús; 2lo presentaré
aquí en forma organizada, 3para
que puedan conocer la validez de
todo lo que les ha sido presentado.
5Cuando Herodes era rey de
Judea, había un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Isabel, quienes vivían allí. 6Ambos
cotidianamente caminaban con
Dios. 7No tenían hijos, porque
Isabel era estéril y ambos estaban
viejos. 8Un día Zacarías cumplía
su turno de servicio en el templo
como sacerdote, y le correspondió en suerte entrar al área del
altar para cumplir con el ritual
de la incensación. 10A la hora del
incienso había mucha gente fuera
del altar, en oración.
ció, de pie, a la derecha del altar
del incienso. 12Cuando Zacarías
lo vio, se asustó enormemente.
13Pero el ángel le dijo: “No tema,
Zacarías, porque sus oraciones
han sido escuchadas. Su esposa
Isabel dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Juan. 14Les dará
gran alegría y felicidad, y muchos
se regocijarán con su nacimiento,
15porque será un gran hombre
ante los ojos de Dios y del mundo. 16Estará lleno del poder y del
espíritu de Elías. 17Regresará los
corazones de los padres a sus hijos, los obstinados a la sabiduría
de la verdad y preparará un pueblo abierto a Dios”
18Zacarías preguntó al ángel
cómo podía estar seguro que
aquello era verdad. 19El ángel le
contestó: “Soy Gabriel, quien se
encuentra siempre en la pura pre-
121
Lucas 1
sencia de Dios y he sido enviado
para darte esta Buena Nueva. 20El
signo de que esto es verdad, es
que usted no podrá hablar hasta
que esto suceda”.
21Las personas fuera del altar
se preguntaban por qué Zacarías
permanecía en el altar durante
tanto tiempo. 22Cuando por fin
salió, no podía hablar; entonces
comprobaron que había tenido
una visión debido a lo radiante de
su rostro. Zacarías trató de explicar lo ocurrido mediante señas.
23Tan pronto terminó su turno de
servicio, fue a casa.
24Isabel concibió y permaneció en cuidados dentro de su casa
durante cinco meses, 25para agradecer a Dios por esta enorme bendición. 26En su sexto mes el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a la
ciudad de Nazaret, en Galilea, 27a
una joven llamada María. Estaba
casada con un hombre llamado
José, descendiente de David. 28El
Ángel llegó y le dijo “Amada de
Dios, ¡Saludos!”.
29María se sorprendió enormemente con la presencia del ángel
y su saludo. 30Este le dijo: “No
se preocupe, María, usted es muy
amada por Dios. 31Va a concebir
un hijo y lo llamará Jesús. 32Él
será un Cristo, 33enviado a enseñar la Buena Nueva de la Herencia Divina que todos tenemos.
36“También su prima Isabel va
a tener un hijo en su vejez. Ella,
que ha sido estéril, ahora está en
su sexto mes, 37porque todo es
posible con Dios”. 38María dijo
simplemente: “Aquí estoy para
hacer la Voluntad de Dios” El ángel se inclinó ante ella y salió.
39María se preparó y se apresuró hacia la población ubicada
en la región montañosa de Judea.
40Isabel estuvo muy feliz de verla. 41Cuando María la saludó, la
criatura saltó de gozo en su vientre. 42Entonces, llena de Espíritu,
dijo: “Bendita usted entre las mujeres y bendito el niño que lleva
en su vientre. 43Me siento muy
honrada con su visita. 44En el momento de su llegada el niño en mi
vientre saltó de alegría. 45¡Qué
grandioso es que usted haya creído las maravillas que Dios puede
hacer!”.
46María dijo: “Estoy tan en
Amor con Dios;
47y ¡Dios está tan en Amor conmigo!
48Ha escogido esta humilde servidora
49para ayudarle a extender su
Mensaje de Amor.
50¡Es tan maravilloso!;
51¡Es tan maravilloso!;
52La ha escogido a usted,
53como la nueva Sara,
54para ayudar a acercar a todos
55¡A la Nueva Alianza de Abraham!”.
122
Lucas 1, 2
56María
se quedó allí hasta
que Juan nació, y luego regresó a casa. 57Cuando Juan nació,
los amigos y quienes vivían a su
alrededor se maravillaban ante
este milagro de Dios. 59Cuando
fueron a la circuncisión del niño,
propusieron llamarlo Zacarías.
60Entonces Isabel dijo: “No, su
nombre debe ser Juan”. 61Quedaron sorprendidos, porque ninguno de sus familiares tenía ese
nombre. 62Entonces preguntaron
a Zacarías cómo quería que se llamara el niño. 63Pidió una tableta
y escribió: “Su nombre es Juan”.
Esto sorprendió a todos. 64Al instante, abrió su boca y empezó a
hablar alabando a Dios.
65Un profundo sentimiento
de sorpresa llenó a los vecinos,
mientras la voz de lo que había
ocurrido se difundía por toda
la región montañosa de Judea.
Quienes habían escuchado esto,
lo guardaban en sus corazones,
66y se preguntaban: “¿Qué clase
de niño será éste?”. Porque era
obvio que la mano de Dios estaba
sobre él.
67Su padre Zacarías estaba lleno de Espíritu, y profetizó:
68“Bendito sea Dios, porque ha
favorecido a su pueblo y nos ha
recibido en su corazón.
69“Ha levantado un poderoso
maestro desde su propio corazón
73“Está restableciendo la Alian-
za de Amor que hizo con nuestro
padre Abraham, 74lo que nos garantiza un lugar en Su Corazón,
para siempre, 75y su presencia en
nuestros corazones, para siempre.
76Y usted, pequeño, será su
Profeta, porque abrirá los corazones de la gente para que Él se
manifieste allí, 77para llevar a su
pueblo el conocimiento de su inmenso Amor por todos,
78para que su Luz Divina pueda
brillar en nuestros corazones humildes, 79y en aquellos que están
en la oscuridad del miedo y nos
dirija a todos por el sendero de la
Paz”.
80Mientras tanto, el niño crecía,
hasta que se hizo un gigante espiritual, orando en lugares desérticos, hasta que llegó el tiempo de
su Llamada.
Capítulo 2
1En
aquellos días el César ordenó censar a toda la población.
2Esto ocurrió cuando Quirino era
Gobernador de Siria.
3Todos debían ir a sus respectivas ciudades de origen para ser
registrados. 4Así que José bajó de
Galilea a Belén de Judea, la Ciudad de David, porque pertenecía
a la casa y familia de David. 5Allí
sería registrado con su esposa,
María, quien estaba próxima a
dar a luz.
123
Lucas 2
6Mientras
estaban allí, María
dio a luz a su primer hijo. 7Envolvió al niño en pañales y lo puso
en una pesebrera, ya que no habían encontrado habitación en la
posada.
8Había pastores en esa área, haciendo turnos de noche con sus
ovejas. 9Un ángel de Dios se les
apareció en medio de una luz resplandeciente y tuvieron mucho
miedo. 10El ángel les dijo: “No se
asusten. Tengo grandes noticias
para ustedes. 11Hoy en la Ciudad
de David, ha nacido un niño que
es un Cristo. 12Lo encontrarán
envuelto en humildes pañales y
descansando en una pesebrera.
13De repente se escuchó un coro
que cantaba: 14“Gloria a Dios en
el Cielo y paz a sus hijas e hijos
en la tierra”.
15Cuando los ángeles desaparecieron, los pastores dijeron:
“Vamos a Belén a ver lo que el
ángel nos ha dicho”. 16Fueron
rápidamente, encontraron a María y a José, y al niño acostado
en la pesebrera. 17Cuando salieron, contaron a sus amigos lo
que habían visto y lo que el ángel
les había dicho, 18y todos quedaron muy asombrados. 19María
guardaba en su corazón lo que le
habían dicho los pastores. 20Los
pastores regresaron con sus rebaños, agradeciendo a Dios lo que
habían visto, pues era exactamente lo que les habían dicho.
21A la semana siguiente fue circuncidado y se le dio el nombre
Jesús, como el ángel le había dicho a María antes de ser concebido.
22Cuando se cumplieron los
días para su purificación, lo trajeron a Jerusalén para presentarlo
a Dios. 25Había allí un hombre
recto y ejemplar llamado Simeón.
26Espíritu estaba con él y le había
dicho que no moriría hasta que
hubiera visto a Cristo. 27Movido
por Espíritu, vino al templo cuando los padres de Jesús lo llevaron.
28Simeón lo tomó en sus brazos
y dando gracias a Dios, dijo:
29“Ahora me puedo ir en paz.
Has cumplido tu promesa. 30He
visto a Cristo, 31quien ha venido
a traer la Buena Nueva a todas las
naciones, 32luz para la revelación
de los gentiles y de nosotros los
judíos”.
33Mientras que su papá y su
mamá se admiraban con las cosas que Simeón les había dicho,
34éste los bendijo y dijo a María:
“Su hijo ha sido escogido para
traer la Buena Nueva de la herencia de Dios a sus hijas e hijos.
35Ustedes sufrirán mucho por su
gran amor a él, ya que será muy
perseguido, pero el Amor de Dios
les ayudará por encima de todo”.
124
Lucas 2, 3
36También
había allí una anciana profetiza. 37Nunca salía
del templo, sino que permanecía
orando durante el día y la noche.
38También se presentó a esa misma hora y dijo que Jesús traería
la Buena Nueva a todo el pueblo
de Dios.
39Cuando terminaron, José y
María regresaron a Galilea, a su
ciudad natal de Nazaret. 40Jesús
crecía lleno de sabiduría y de
amor por todos.
41Cada año sus padres iban
a Jerusalén para la Fiesta de la
Pascua. 42Cuando cumplió doce
años, fueron a Jerusalén como
de costumbre. 43Después de la
Fiesta, sus padres iniciaron el
regreso a casa, pero él se quedó
en el templo sin avisar a sus padres. 44Pensaron que estaba en
la caravana con sus amigos, y no
se dieron cuenta de su ausencia
hasta la mañana siguiente, 45y al
observar que no estaba con ellos
regresaron a buscarlo. 46Dos días
después lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47Quienes lo escuchaban
se sorprendían de lo que preguntaba y de lo que decía.
48Cuando sus padres lo vieron,
se angustiaron y la madre le dijo:
“¿Por qué hace esto? Hemos estado muy preocupados, buscándolo”. 49Les contestó: “¿Por qué me
buscaban? Mi obligación es permanecer en la casa de mi Padre”.
51Volvió a su casa de Nazaret
con ellos y continuó creciendo
en Sabiduría y en Amor. 52María
guardaba todas estas cosas en su
corazón.
Capítulo 3
1En
el año quince del reinado
de Tiberio César, cuando Poncio
Pilatos era gobernador de Judea,
Herodes rey de Galilea, 2y Anás
y Caifás sumos sacerdotes, el
Llamado de Dios llegó a Juan,
hijo de Isabel y Zacarías, en el
desierto.
3Juan iba por todas las poblaciones de ambos lados del río
Jordán, predicando el bautismo
para repensar la propia vida, 4tal
como el profeta Isaías lo había
dicho: “Soy la voz de alguien
que clama en el desierto. Preparen sus corazones para la Venida
de Dios. 5‘Suavicen sus odios y
fortifiquen su amor, 6porque muy
pronto verán las manifestaciones
del amor de Dios’”.
7Decía a la muchedumbre que
venía para ser bautizada: “Les
bautizo con agua para ayudarles
a repensar y limpiar sus vidas”.
10Le preguntaban: “¿Qué debemos hacer?”. 11Les contestaba:
“Quien tenga dos túnicas, debe
compartir una con quien no tenga
125
Lucas 3, 4
ninguna, y deben hacer lo mismo
con quienes no tengan alimentos”.
12Los cobradores de impuestos
también vinieron a preguntarle
qué debían hacer. 13Juan les dijo:
“No cobren más de lo que señala
la tasa” 14Y cuando los soldados
le preguntaron lo mismo, les dijo:
“No extorsionen con la intimidación. Conténtense con su paga”.
15La gente empezaba a preguntarse si quizás, Juan era un Cristo.
16Juan les contestó: “Yo bautizo
con agua, pero después de mí viene otro, quien los bautizará con
Espíritu. Él es un Cristo”.
18La gente estaba muy impresionada con las enseñanzas de
Juan. 19Pero cuando le reclamó
al rey Herodes por casarse con
Herodías, la esposa de su hermano Felipe, al igual que por otras
maldades que había hecho, 20Herodes puso a Juan en prisión.
21Como el pueblo estaba siendo
bautizado, Jesús también fue bautizado. 22En ese momento Espíritu descendió sobre él en forma
de una paloma. Una voz vino del
cielo: “!Éste es mi hijo amado;
realmente lo amo!”.
23Cuando Jesús comenzó su
ministerio, tenía unos treinta años
de edad.
Capítulo 4
1Después de esto, Espíritu llevó
a Jesús al desierto durante cuarenta días. Allí debía enfrentar
sus miedos. 2Durante esos cuarenta días no comió, por lo que
al final tenía hambre. 3De repente
una voz negativa le dijo: “Si usted es Dios, convierta estas piedras en pan”. 4Jesús respondió:
“¿No dice la Escritura que no vivimos solamente de pan, sino de
toda palabra de Dios?”. 5Luego,
en una Visión, Jesús fue llevado a
lo alto de la montaña. 6La voz negativa dijo: “¿Ve todos los reinos
del mundo? 7Lo haré rey de todo
si admite simplemente que no es
Dios”. 8Él respondió: “¿Cómo
puedo decir que no soy Dios,
cuando lo soy?”. ¿Cómo puedo
decir que no soy Dios, cuando
mi Misión es proclamar que cada
uno es Dios, que cada uno es hija
e hijo de Dios?”.
9Luego, en la Visión, Jesús fue
llevado a lo alto del templo de Jerusalén. 10La voz negativa le dijo:
“Si es realmente Dios, ¡salte! Los
ángeles le protegerán”. 12Jesús
respondió: “Sé que ocurrirá; no
necesito probarlo”. 13Y nunca escuchó más esa voz.
14Jesús volvió a Galilea y estaba lleno de Energía Divina. Su
fama se extendió por todas las regiones vecinas. 15Enseñaba en las
126
Lucas 4
sinagogas y era elogiado en todas
partes. 16Luego regresó a su ciudad natal de Nazaret. El sábado
fue a la sinagoga y se levantó a
leer. 17Le entregaron el libro del
profeta Isaías. Encontró el lugar
donde está escrito: “El Espíritu de Dios está sobre mí. Me ha
ungido para proclamar la Buena
Nueva a los pobres. Me ha enviado a anunciar la liberación de
los cautivos, a restaurar la vista
a los ciegos, a poner en libertad
a los oprimidos, 19y a proclamar
el Amor Universal de Dios para
todos”.
20Enrolló el manuscrito, lo devolvió al encargado y se sentó.
21Dijo: “Hoy esta escritura se
cumple en presencia de ustedes”.
22Cuando acabó de predicar, todos hablaban de lo maravillosas
que habían sido sus palabras.
Decían: “¿No es éste el hijo de
María y de José?”. 23Él les dijo:
“Ustedes probablemente me dirán, haga en su tierra natal lo que
hemos escuchado que ha estado
haciendo en Cafarnaum. 24Pero
les aseguro que ningún profeta es
aceptado en su propia tierra”.
28Cuando la gente que estaba en la sinagoga lo escuchó, se
desanimaron y pensaron que era
un chiflado y un blasfemo. 29Se
levantaron y lo sacaron de la sinagoga y de la población. 30Lo
llevaron a la cima de una colina,
con la intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús se les escapó.
31Bajó a Cafarnaum y enseñó
el sábado siguiente. 32Las personas que lo escuchaban se quedaban asombradas, ya que enseñaba
con gran autoridad. 33En la sinagoga había un hombre poseído
por un espíritu negativo. 34El espíritu negativo trató de molestar
a Jesús, pero él simplemente le
ordenó que saliera. 35El espíritu
negativo salió sin hacer daño al
hombre.
36Un sentimiento de pavor se
apoderó de toda la gente y se
decían unos a otros: “!Esto es
increíble! Enseña con tanta autoridad que puede incluso contrarrestar las energías negativas”.
Esta noticia se extendió por las
poblaciones vecinas.
38Se fue de la sinagoga a la casa
de Pedro. La suegra de Pedro estaba enferma, con fiebre. 39Entró,
la tomó de la mano y de inmediato quedó curada. Se sintió tan
bien, que se puso a servirles.
40Al atardecer quienes tenían
algún enfermo lo llevaban a Jesús
y él los sanaba a todos. 41A quienes estaban poseídos, les sacaba
sus energías negativas.
42En la madrugada se retiró a
un lugar solitario, para orar, pero
la muchedumbre lo encontró y
trataron de evitar que se saliera.
43Les dijo que tenía que predicar
127
Lucas 4, 5
la Buena Nueva en otras poblaciones vecinas, porque para eso
había sido enviado. 44Fue a Judea
y predicó.
Capítulo 5
1Jesús
se fue al lago de Genesaret. 2Había dos barcas ancladas,
los pescadores se habían bajado y
estaban lavando sus redes. 3La
gente se agolpaba alrededor de
Jesús, para escuchar el Mensaje
de Dios. Entonces se subió a la
barca de Pedro y le pidió que la
alejara de la orilla. Se sentó y empezó a enseñar a la gente.
4Cuando terminó sus enseñanzas, dijo a Pedro: “Reme hacia lo
profundo y eche las redes, para
pescar un poco”. 5Pedro le dijo:
“Maestro, hemos estado trabajando muy duro durante toda la
noche y no hemos pescado nada,
pero si quiere lo intentaremos de
nuevo”. 6Cuando lo hicieron, cogieron tantos peces que las redes
amenazaban con romperse. 7Hicieron señas a los compañeros
de otra barca, para que vinieran
a ayudarles. Las dos barcas estaban tan llenas que estuvieron
a punto de hundirse. 8Pedro estaba tan sorprendido con lo que
había ocurrido, que dijo a Jesús:
“Déjeme, Maestro, soy un hombre pecador”. 9Sus compañeros
Santiago y Juan también estaban
muy sorprendidos con lo que
había ocurrido. 10Jesús les dijo:
“No tengan miedo. De ahora en
adelante, pescarán gente”. 11Remaron sus barcas de vuelta a tierra, dejaron todo y empezaron a
seguir a Jesús.
12Caminaron hacia una población vecina, y un hombre cubierto de lepra vio a Jesús y le rogó
que lo sanara. 13Jesús extendió
su mano, tocó su cuerpo e inmediatamente la lepra desapareció.
14Jesús le pidió que no dijera
nada. 15Sin embargo esta noticia se extendió por todas partes,
por lo que grandes multitudes se
reunían a su alrededor para escucharlo y ser sanados. 16Pero Jesús
se retiraba a lugares desolados
para orar.
17Un día, mientras Jesús estaba
sanando, fariseos y maestros de
la ley llegaron de Galilea, Judea
y Jerusalén. 18Algunos hombres
llevaron un paralítico para que
Jesús lo sanara. 19Como no pudieron entrar por la puerta, lo
subieron al techo y abriendo un
hueco por allí, bajaron su camilla.
20Al ver Jesús la fe de aquellos
hombres, dijo al paralítico: “Dios
lo ama mucho”. 21Los escribas y
fariseos empezaron a murmurar,
entre ellos: “¿Quién se cree, para
conocer lo que Dios siente? Blasfema, puesto que solo Dios puede saber eso” 22Jesús consciente
128
Lucas 5, 6
de lo que murmuraban, les dijo:
“¿Qué es más difícil: saber que
Dios ama a esta persona, o decirle, ‘Levántese y vaya a casa’?
24Para que puedan comprobar
que conozco el corazón de Dios,
le digo a este hombre: ‘levántese,
cargue su camilla y vaya a casa’”.
25Inmediatamente el hombre se
levantó, cogió su camilla y caminó a casa agradeciendo a Dios.
26La gente quedó sorprendida y
con temor; entonces empezaron a
dar gracias a Dios. Mientras iban
a casa, decían: “Hoy hemos visto
cosas realmente maravillosas”.
27Poco después Jesús salió a
caminar. Vio a Leví que cobraba
impuestos en la oficina de rentas, y le dijo: “Venga a caminar
conmigo”. 28Leví se levantó, dejó
todo y empezó a caminar con Jesús. 29Un poco después le ofreció
a Jesús un gran banquete. Había a
la mesa muchos recaudadores de
impuestos y otros personajes que
no eran muy bien vistos. 30Los
escribas y fariseos murmuraban
contra los amigos de Jesús, diciendo: “¿Por qué ustedes comen
con recolectores de impuestos y
otras basuras?”. 31Jesús escuchó,
y dijo: “No son los sanos quienes
necesitan de médico, sino todos
los que están enfermos y con heridas. 32No he venido a llamar a
la gente que ustedes consideren
maravillosa, sino a la gente que
Dios considera maravillosa, que
son todas y todos”.
36Finalmente, Jesús les dijo esta
parábola: “Nadie pone vino nuevo en odres viejos. 37Si lo hace,
el vino nuevo romperá los odres
viejos, cuando se expanda durante la fermentación. 38El vino nuevo debe ponerse en odres nuevos,
los cuales todavía pueden expandirse. 39Para comprender lo que
estoy enseñando acerca del ‘vino
nuevo’, tanto sus mentes como
sus corazones deben ser capaces
y estar dispuestos a expandirse”.
Capítulo 6
1Un
sábado mientras caminaban a través de un campo de trigo, empezaron a recoger algunas
espigas, las estregaban entre sus
manos y comían los granos. 2Los
fariseos vieron esto y le preguntaron a Jesús por qué sus amigos
hacían algo que no estaba permitido en sábado. 3Les respondió:
“Hermanos, Dios nos dio el sábado como día de descanso, porque
nos ama. Continuemos con ese
Amor”.
6Otro sábado Jesús fue a la
sinagoga a enseñar. 7Había un
hombre cuya mano derecha se
le había secado. Los fariseos estaban pendientes para ver si lo
sanaba en sábado, con el fin de
poderlo acusar de quebrantar la
129
Lucas 6
ley. 8Como Jesús sabía esto, pidió al hombre que se parara en el
centro.
9Jesús les preguntó: “¿Está
permitido hacer el bien en sábado?”. 10Nadie respondió. Entones
le dijo al hombre: “¡Levante su
mano!”. El hombre lo hizo y su
mano estaba completamente restaurada. 11Los fariseos se disgustaron al ver esto, y hablaban de
lo que podían hacer contra Jesús.
12Poco después Jesús subió a
las colinas más alejadas, para
orar. Permaneció allí toda la noche. 13Al amanecer convocó a sus
amigos y escogió a doce de ellos
para ser sus apóstoles. 14Simón, a
quien llamó Pedro, y su hermano
Andrés; Santiago y Juan; Felipe
y Bartolomé; 15Mateo y Tomás;
Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Zelote; 16Judas,
el hijo de Santiago, y Judas Iscariote.
17Regresaron y encontraron
una gran muchedumbre reunida.
Venían de toda Judea y Jerusalén,
algunos de cerca de Tiro y Sidón.
Querían escuchar sus enseñanzas
y ser sanados de sus enfermedades. 18Quienes sufrían molestias
con energías negativas también
eran sanados. 19Todos trataban de
tocarlo, porque una energía maravillosa salía de su interior y los
sanaba.
20Jesús miró fijamente a quie-
nes estaban congregados, y dijo:
“No se preocupen porque son
pobres, su vida es en verdad más
fácil que si fueran ricos, y probablemente están más cerca de
Dios.
21“No se preocupen porque
sientan hambre; se acerca el día
en que tendrán suficiente para
comer. No se preocupen porque
sientan tristeza ahora, pues se
acerca el día en que serán regocijados.
22“No se preocupen cuando la
gente los odie y hablen mal de ustedes porque han creído lo que les
digo; son simplemente celos porque han encontrado lo que ellos
todavía están buscando.
24“Aquellos de ustedes que tienen más de lo que necesitan, deben ser muy cuidadosos. 25Atesorar lo que no necesitan, en lugar
de darlo a quienes lo necesitan,
les llevará a una profunda hambre en su corazón y a una inmensa tristeza en su alma. 26Tengan
cuidado con quienes los alaban,
porque hay gente que gusta de los
falsos profetas, y no les importa
desviarse del sendero del amor.
27“Voy a hablarles desde mi
corazón. Amen a sus enemigos;
trátenlos con respeto. 28Bendigan
a quienes los maldicen. Oren por
quienes abusan de ustedes, mientras tratan de evitar el abuso. 29Si
alguien les golpea en una mejilla,
130
Lucas 6
preséntenle también la otra. Si
todos hicieran esto, rápidamente vendría la paz al mundo y en
nuestros corazones se manifestaría la paz; la violencia es una herida que reclama ser sanada.
30“Si alguien se lleva su abrigo, ofrézcale también su camisa,
pues esa persona puede necesitarla mucho más que usted. Den
a quien solicite, si está realmente necesitado. Si esa persona se
queda con sus pertenencias, no
exija que se las devuelva. 31Traten a cada uno exactamente como
ustedes quiere ser tratados.
32“Si aman solamente a quienes los aman, no hay nada Divino en eso. Casi todo el mundo lo
hace. 33Lo mismo ocurre, cuando
tratamos con respeto a quienes
nos respetan. 34Si prestan solamente a quienes saben que les devolverán, eso también hacen los
ricos.
35“Entonces,
nuevamente,
amen a sus enemigos. Trátenlos
con respeto aunque no hagan lo
mismo con ustedes. De este modo
el Amor de Dios se manifestará
en ustedes, porque así es como
Dios ama.
36“Sean misericordiosos como
nuestro Papá es misericordioso.
37No juzguen, porque sus juicios se devuelven contra ustedes. Tampoco condenen, porque
también éstas condenas terminan
donde han empezado. Perdonen,
y sientan el gozo que éste produce.
38“Den generosamente y observen cómo esa generosidad
regresa a ustedes en abundancia.
Porque así como dan, se abre la
puerta para recibir”.
39Jesús dijo esta parábola:
“¿Puede un ciego conducir a otro
ciego? ¿No tropezarán ambos
contra algo o caerán en un hueco? 40Un discípulo no está por
encima de su maestro, pero un
discípulo bien entrenado es como
su maestro”.
41“Dense cuenta que vemos
cosas en los demás que no vemos en nosotros mismos. Cuando
observe una paja en el ojo de su
vecino, mire primero la viga que
hay en su propio ojo. 42Cuando
logre sacar la viga que hay en su
propio ojo, podrá ayudar a su vecino a sacar la suya.
43“Un árbol sano produce
frutos sanos. Un árbol enfermo
produce frutos no saludables.
44Como se conoce el tipo de árbol
mirando sus frutos, así se puede
conocer la clase de persona con
quien se está tratando, al observar sus frutos. Personas maduras
exteriorizan pensamientos y sentimientos maduros, mientras que
personas inmaduras solo pueden
expresar pensamientos y sentimientos inmaduros. 45Pues lo que
131
Lucas 6, 7
la gente exterioriza proviene de
lo que está en sus corazones”.
Capítulo 7
1Cuando
terminó estas enseñanzas, fue a Cafarnaum. 2Un joven criado de un centurión estaba
enfermo, al borde de la muerte. El
muchacho era de mucha estima
para el centurión, 3por lo que al
oír hablar de Jesús envió ancianos
judíos a pedirle que viniera a sanarlo. 4Los ancianos le dijeron a
Jesús que el centurión había sido
muy bueno con la gente judía 5y
que hasta les había construido su
sinagoga. Jesús decidió ir.
6Cuando se acercaban a la casa
se encontraron con un mensajero
que vino a decirles que el Centurión no se consideraba digno de
que Jesús entrara a su casa. 7Había dicho: “No me siento digno
de acercarme a Jesús; que simplemente diga una palabra y el criado será sanado. 8También yo soy
un hombre que vive bajo órdenes;
hago lo que me ordenan y quienes están bajo mi mando hacen lo
que les digo”.
9Jesús quedó maravillado al
escuchar esto, y dijo: “Es raro
encontrar alguien con tanta fe
como este romano”. 10Devolvió
al mensajero para que dijera al
Centurión que su sirviente ya estaba sanado. El mensajero regre-
só y efectivamente encontró que
el muchacho había sanado.
11Poco después fue a Naím con
sus amigos. 12A medida que se
acercaban a la puerta de la ciudad,
pasaba un cortejo fúnebre. Era de
un niño, hijo único de una viuda.
Había una gran muchedumbre
acompañándola. 13Cuando Jesús
la vio, su corazón se conmovió
y le dijo: “No llore”. 14Se acercó
al féretro y quienes lo llevaban se
detuvieron. Dijo: “Joven, le pido
que se levante”. 15El muerto se
levantó, empezó a hablar, y Jesús lo entregó a su madre. 16Gran
temor se apoderó de los que estaban presentes. Daban gracias
a Dios, y decían: “Un gran profeta ha aparecido entre nosotros,
para mostrarnos el Gran Amor de
Dios”. 17La noticia se extendió
por Judea y el territorio vecino.
18Juan escuchó esto y envió a
dos de sus amigos a preguntarle
a Jesús si era el Cristo, 20o si deberían seguir esperando. 21Jesús
les dijo: “Miren lo que ocurre y
cuenten a Juan lo que han visto. 22Los enfermos son curados,
los ciegos pueden ver, los cojos
vuelven a caminar, los leprosos
son sanados, los muertos son resucitados y los pobres están escuchando que Dios los ama. 23Esto
responde la pregunta de Juan “.
24Después que los mensajeros
se marcharon, Jesús empezó a ha-
132
Lucas 7, 8
blarles sobre Juan. 25Dijo: “Es el
Profeta que muchos están esperando. 26No vive en casa lujosa ni
usa vestidos elegantes, 27pero puedo asegurarles que no hay persona
humana más grande que él. 28Es el
enviado para ayudar a preparar el
camino a la Divinidad; 29sin embargo, ninguno que haya entrado
ya en la Divinidad es más grande
que él, aunque es más grande que
quien todavía cree que es solamente humano”. 30Los fariseos y
los maestros de la ley rechazaban
estas enseñanzas y se oponían a
ser bautizados por Juan.
Capítulo 8
1Más tarde Jesús fue de una
población a otra, predicando la
Buena Nueva de la presencia de
Dios en nosotros. 2Los doce también fueron con él, 3además de
María Magdalena y otras mujeres que les ayudaban a sostenerse
con sus propios bienes.
4Un día una gran multitud de
una población cercana se congregó, y Jesús dijo esta parábola:
5“Un sembrador salió a sembrar.
Algunas semillas cayeron a lo
largo del camino y fueron pisoteadas o se las comieron los pájaros. 6Otras cayeron en zona rocosa y aunque brotaron, se secaron
porque no pudieron echar raíces.
7Otras semillas cayeron entre
espinos y fueron sofocadas por
aquéllos. 8Sin embargo la mayor
parte de las semillas cayeron en
buena tierra, crecieron y produjeron un centenar de veces. Abran
bien sus oídos para que escuchen
lo que estoy diciendo”.
9Los doce se acercaron a preguntarle por qué les estaba enseñando en parábolas y cuál era el
significado de ésta en particular.
10Jesús respondió: “Las Parábolas son historias de Verdad. A
menudo es más fácil recordar una
historia que recordar una Verdad.
Las Parábolas pueden contener
varias Verdades al mismo tiempo.
11“Éste es el significado de la
Parábola. La semilla es la Buena
Nueva. 12Aquella que ha caído a
lo largo del camino es la gente
que escucha pero las energías negativas y las preocupaciones del
mundo la pisotean y hasta la hacen desaparecer. 13Aquellas en la
zona rocosa son quienes responden con entusiasmo a la Buena
Nueva, pero no continúan cuando las cosas se ponen difíciles.
14Aquella que cae entre espinos
se refiere a quienes responden,
pero a medida que el tiempo pasa,
la Buena Nueva es sofocada por
las preocupaciones, por la riqueza o por los placeres del mundo
y nunca maduran en su fe. 15La
semilla del buen terreno son quienes escuchan la Buena Nueva, la
133
Lucas 8
creen y actúan con base en ella”.
16Después dijo: “No se enciende una lámpara y luego se le pone
una canasta encima, sino que se
pone en alto para que ilumine la
habitación y a la gente. Permitan que su luz y amor iluminen
y calienten el mundo y a quienes
están a su alrededor. 17Recuerden
que no hay nada oculto que no sea
descubierto y nada escondido que
no sea puesto a la luz. 18Actúen
siempre como si todo el mundo
supiera lo que hacen”.
19Su madre, hermanas y hermanos vinieron a verlo pero no
pudieron acercarse debido a la
gran multitud. 20Los amigos le
dijeron: “Su familia está aquí y
quiere verlo” 21Jesús respondió:
“Díganles que iré en un momento; antes de irme quiero que sepan
que ustedes también son mis hermanas y hermanos. Todos formamos la Familia de Dios”.
22Más tarde Jesús y sus amigos
subieron a una barca para cruzar
el lago. 23Mientras remaban, Jesús se durmió. Se presentó una
fuerte tormenta, empezaron a
hacer agua y temían que fueran a
hundirse. 24Lo despertaron y dijeron: “¡Maestro, nos hundimos!”.
Él se levantó y calmó el viento y
el mar. 25Luego, les dijo: “¿Dónde está su fe?”. Más tarde comentaban: “¿Quién es éste que puede
calmar el viento y el mar?”.
26Desembarcaron
en el territorio de los Gerasenos, que está
al otro lado del lago de Galilea.
27Tan pronto como Jesús bajó de
la barca encontró un hombre con
energía negativa. 28El hombre no
usaba vestido ni tenía hogar conocido. 29Jesús se compadeció y
lo liberó de la energía negativa.
38El hombre que había sido sanado rogó a Jesús que le permitiera acompañarlo, y Jesús le dijo:
39“Regrese donde su familia y sus
vecinos, y cuénteles lo que Dios
ha hecho por usted” El hombre
regresó a casa y contaba lo que
Jesús había hecho.
40Cruzaron de nuevo el lago, y
gran multitud lo estaba esperando, ya que mucha gente lo buscaba. 41Jairo, el jefe de la sinagoga,
vino a rogarle que fuera a casa a
curar a su hija de doce años 42que
estaba muriendo.
43Jesús trataba de irse con Jairo
pero se movía con dificultad debido a la multitud. 44Una mujer
que sufría hemorragias vaginales
por más de doce años, estaba allí.
De acuerdo con la ley judía, esto
la hacía impura y no le era permitido tocar a nadie. Había visitado
muchos médicos, pero ninguno
había podido ayudarla. Se acercó
por detrás de Jesús, tocó la orla de
su manto y al instante quedó curada. 45Jesús preguntó: “¿Quién
me tocó?”. Pedro dijo: “Maestro,
134
Lucas 8, 9
la gente está presionando a su alrededor para tocarle”. 46Jesús dijo
nuevamente: “Alguien me tocó.
Sentí que una energía sanadora
salió de mí”. Cuando la mujer se
dio cuenta que Jesús sabía que
ella lo había tocado, aunque era
contra la ley, 47se arrodilló frente
a él, le dijo lo que había hecho y
que había sido sanada al instante. Jesús le dijo: “Hija, tranquilícese, su fe la ha curado. Vaya en
paz”. 48Jesús insistió en averiguar
quién lo había tocado para enseñar que cualquiera puede hacerlo,
especialmente quienes se consideran impuros.
49Cuando salía, alguien de la
casa de Jairo vino a decirle: “Su
hija ha muerto. No hay necesidad
de molestar al Maestro”. 50Jesús
escuchó y dijo: “No tema. Simplemente crea; ella será curada”.
51Cuando llegó a la casa, solo
permitió que entraran con él Pedro, Santiago, Juan y los padres
de la niña. 52Todos estaban molestos, entonces les dijo que se
calmaran, que la niña solamente estaba dormida. 53Sabían que
la niña estaba muerta, así que
se rieron de él. 54Entró, tomó la
mano de la niña y dijo: “¡Niñita,
levántese!”. 55Su espíritu regresó
a ella y se levantó. Les pidió que
trajeran algo de comer a la niña.
56Los padres estaban mudos por
la sorpresa, pero Jesús les pidió
que no contaran a nadie lo que
había sucedido.
Capítulo 9
1Convocando
a los doce, les
concedió poder para liberar a la
gente de energías negativas y curar las enfermedades. 2Los envió
a predicar que Dios está en los
corazones de todos y a sanar a los
enfermos. 3Les dijo: “No tomen
nada para el viaje, nada personal,
ni dinero, ni ropa extra. 4Cuando
lleguen a una población, sigan su
corazón hacia aquellos hogares
que perciban abiertos a la Buena
Nueva. Quédense allí y salgan a
predicar y a sanar. 5Donde no los
acepten, bendíganlos y abandonen el lugar”. 6Entonces fueron
de pueblo en pueblo predicando
la Buena Nueva y sanando por
todas partes.
7Herodes escuchó lo que estaba pasando y se preocupó mucho,
porque algunos decían que Juan
el Bautista había resucitado de
entre los muertos. 8Otros decían
que Elías había vuelto y algunos
decían que uno de los antiguos
profetas había regresado. 9Por eso
Herodes quería conocer a quien
estaba haciendo estas cosas.
10Los apóstoles regresaron e
informaron a Jesús lo que habían
hecho. Los llevó a un lugar retirado, cerca de la población de Bets-
135
Lucas 9
aida. 11La multitud se enteró y lo
siguió. Jesús les dio la bienvenida
y empezó a predicarles que Dios
estaba en sus corazones y curaba
todas sus enfermedades (dolencias).
12En la tarde, los doce se acercaron y le dijeron: “Creemos que
se debería despachar a la multitud para que vayan a buscar de
alimento, porque estamos en un
lugar aislado”. 13Les respondió:
“Denles ustedes algo de comer”.
Replicaron: “Tenemos solo cinco
panes y dos pescados, a menos
que vayamos a comprar alimento
para todos”. 14Había por lo menos unas diez mil personas. Les
dijo que pidieran a la gente que
se sentara en grupos de cincuenta.
15Los hicieron sentar a todos.
16Luego tomó los cinco panes y
los dos pescados, dio gracias y los
entregó a los doce, para que los
repartieran a la multitud. 17Cada
persona comió lo que quiso y los
sobrantes fueron recogidos hasta
llenar unas doce canastas.
18Después que la multitud salió,
Jesús se retiró a orar. Más tarde
los doce se unieron a él. Jesús les
preguntó: “¿Quién dice la gente
que soy yo?”. 19Le contestaron:
“Muchos dicen que Juan el Bautista, otros dicen que Elías y otros
más que uno de los antiguos profetas” 20Les dijo: “¿Pero, ustedes
quién dicen que soy yo?”. Pedro
dijo: “El Cristo de Dios”. 22Jesús
respondió: “Sí, lo soy. Pero deben darse cuenta que lo que ustedes ven en mí yo también lo veo
en ustedes. Deben saber que seré
rechazado por los ancianos, los
sumos sacerdotes y los escribas
y que seré ejecutado. Luego, al
tercer día resucitaré de entre los
muertos”.
23“Éste es un ejemplo de que
si quieren caminar conmigo a su
Divinidad, deben tomar las cargas
humanas de cada día y llevarlas.
24Porque en este mundo tendrán
que ser como yo soy, tanto humano como Divino. 25La Divinidad
debe ser su meta; 26nunca olviden
que su humanidad es un paso a la
Divinidad, hasta que nos demos
cuenta que ambas son lo mismo.
27Les digo honestamente que entre quienes están aquí algunos caminarán a su Divinidad, aun antes
de la muerte de su humanidad”.
28Una semana después Jesús
llevó a Pedro, Juan y Santiago
a la montaña, a orar. 29Mientras
oraba, sus vestidos se tornaron de
un blanco resplandeciente. 30Vieron a otros dos con Jesús, Isaías y
Elías, 31y hablaban de lo que iba
a ocurrir en Jerusalén.
32Pedro, Juan y Santiago se
quedaron dormidos. Cuando despertaron vieron a Jesús en toda su
gloria, y a los otros dos todavía
con él. 33Pedro dijo a Jesús: “Es
136
Lucas 9, 10
realmente grandioso estar aquí.
Construyamos tres lugares donde
ustedes puedan descansar y dormir”. 34Al decir esto, una nube
los cubrió. Quedaron completamente impresionados. 35Una voz
que salía de la nube dijo: “Éste es
mi hijo muy amado. Realmente
lo amo. Escúchenlo con mucha
atención”. 36En ese momento
vieron solamente a Jesús. No dijeron a nadie lo que habían visto
y oído, hasta después que Jesús
resucitó de entre los muertos.
37Al día siguiente cuando bajaron de la montaña, gran multitud
les dio la bienvenida. 38Un hombre entre la gente gritó: “Maestro,
le ruego ver a mi niño que es mi
único hijo. 39Tiene convulsiones y arroja espuma por la boca.
40Pedí a sus amigos que lo sanaran, pero no pudieron”. 41Jesús
respondió: “Tráiganlo”. 42Puso
sus manos sobre él, y lo sanó.
43Los que vieron esto estaban
sorprendidos por el gran amor de
Dios. 44Llamó a los que habían
estado con él en la montaña la noche anterior, y les dijo: “Si se dan
cuenta que lo que vieron en mí
también está en ustedes, podrán
sanar como yo lo hice”. 45Como
no comprendían lo que les decía,
tuvieron temor de hacerle más
preguntas.
46Enseguida una gran discusión se presentó entre ellos, sobre
quién era el más grande. 47Jesús
al darse cuenta de esto invitó
a una niña a sentarse junto a él.
48Les dijo: “Cuando su corazón
sea tan puro como el de esta niña,
ustedes serán los más grandes.
Porque el más insignificante es
realmente el más grande “.
49Juan dijo: “Maestro, vimos a
alguien sanando en su nombre, y
le dijimos que no lo hiciera”. Jesús respondió: “No le prohíban.
Consideren que quien no está en
contra de ustedes, está a su favor”.
51Jesús sabía que su tiempo
se acercaba; entonces salió para
Jerusalén. 57Mientras viajaban
por el camino, alguien le dijo:
“Lo seguiré a donde usted vaya”.
58Jesús le respondió: “Las zorras
tienen madrigueras y los pájaros
nidos; yo no tengo un lugar propio en este mundo. Para seguirme, tiene que buscar mucho más
allá de este mundo físico”.
Capítulo 10
1Después,
Jesús designó a setenta y dos, para ir delante de él
de dos en dos, a las comunidades
que planeaba visitar. 3Les advirtió
que los enviaba como corderos en
medio de lobos. 4Les dijo que no
llevaran dinero 5y que confiaran
en la hospitalidad de quienes estaban abiertos a la Buena Nueva.
137
Lucas 10
8Además
les dijo: “Cuando entren a una población, siéntanse
felices de comer lo que les ofrezcan. 9Sanen a quienes estén enfermos y denles la Buena Nueva de
que Dios está en sus corazones”.
17Más tarde, los setenta y dos
regresaron y con gran alegría
le dijeron: “Muchos se alegran
al escuchar la Buena Nueva y
muchos más han sido sanados”.
20Jesús les advirtió: “No estén
tan felices por lo que han sido
capaces de hacer, ya que apenas
están empezando a aceptar su
propia Divinidad y a actuar conforme a ella”.
21Jesús estaba profundamente
conmovido, y dijo: “Papá, gracias
por revelar estas cosas a los humildes y no a los sabios. 22Sé que
así es como tú lo quieres”.
23Y dirigiéndose a los setenta y
dos, dijo: “Ustedes han sido bendecidos, 24porque muchos profetas y reyes anhelaron ver lo que
ustedes han visto, y no pudieron,
y oír lo que ustedes han oído, y
tampoco lo pudieron”.
25Luego, un maestro de la ley
vino para ponerlo a prueba. Le
preguntó: “Maestro, ¿qué debo
hacer para entrar en la Vida Divina?”. 26Jesús le preguntó: “¿Qué
dice la Escritura?”. 27El maestro
contestó: “Amar a Dios con todo
lo que se es y con todo lo que se
tiene, y al prójimo como a sí mis-
mo” 28Jesús le dijo: “Correcto.
Haga eso y tendrá Vida Divina”.
29El maestro quería impresionar
a la multitud, y entonces le preguntó: “¿Quién es mi prójimo?”.
30Jesús replicó: “Un hombre que
viajaba de Jerusalén a Jericó fue
robado, desnudado, golpeado y
abandonado como si estuviera
muerto. 31Un sacerdote bajaba
por el camino, lo vio y pasó por el
otro lado. 32También un Levita lo
vio y siguió de largo. 33Luego un
samaritano lo vio y tuvo compasión de él. 34Se le acercó, vendó
sus heridas y lo subió a su propia
cabalgadura. Luego lo llevó a una
posada y lo cuidó. 35A la mañana
siguiente sacó dinero extra, se lo
entregó al posadero y le dijo: ‘Por
favor, cuídelo, y si se necesita
algo más, lo pagaré cuando vuelva a pasar por aquí”. 36¿Cuál de
estos tres es el prójimo del hombre robado?”. 37El maestro de la
ley dijo: “Aquel que tuvo compasión de él”. Jesús le dijo: “Vaya y
haga usted lo mismo”.
38Durante sus viajes Jesús llegó
a una población donde una mujer
llamada Martha lo atendía muy
bien en su casa. 39Tenía una hermana llamada María, que se sentó a escuchar las enseñanzas de
Jesús. 40Martha continuó con los
oficios de la casa, y finalmente se
incomodó, entonces se acercó a
Jesús y le dijo: “Maestro, dígale
138
Lucas 10, 11, 12
a María que me ayude” 41Él le
contestó: “Querida Martha, usted
se pone ansiosa y se preocupa
por muchas cosas; stoy enseñándole a María que Dios está en nosotros y que somos Dios. 42Ésta
es la única cosa importante en
esta vida, y soy feliz que María
lo comprenda”.
gente pueda ver. 34Los ojos son
la lámpara de su cuerpo. Cuando
sus ojos están abiertos a la verdad, todo su cuerpo se ilumina;
pero si sus ojos están cerrados a
la verdad, todo su cuerpo está oscuro. 35Mantengan los ojos bien
abiertos. 36Si lo hacen no habrá
razón para temer a la oscuridad”.
Capítulo 11
Capítulo 12
1Un
día Jesús estaba orando y
cuando terminó su oración, sus
amigos le pidieron que les enseñara a orar. Les dijo: “Cuando
oren digan algo como esto: Papá,
padre de todos nosotros, realmente te amamos. Te sentimos
en nuestros corazones y te vemos
en nuestras acciones. 3Por favor,
danos lo que necesitamos hoy,
y ayúdanos a compartir con los
demás lo que necesitamos. 4Ayúdanos a tratar a los demás con el
mismo amor y ternura con que
nos tratas. Y mantennos siempre
en el camino hacia Ti”.
27Una mujer entre la multitud
dijo: “Bendita la mujer que lo dio
a luz a usted”. 28Jesús respondió:
“Sí, por supuesto. Y benditos
también quienes escuchan al Dios
que está en sus corazones”.
33Luego dijo: “Nadie enciende
una lámpara para ponerla debajo
de una caja, sino en la parte superior de un armario, para que la
1Mucha
gente seguía llegando, por lo que podían moverse
con dificultad. Continuó con sus
enseñanzas y dijo: “Cuídense de
caer en la hipocresía. 2Nada está
tan oculto que no pueda verse, o
tan secreto que no pueda conocerse. 3Todo lo que se diga en la
oscuridad será escuchado a la luz,
y lo que susurren en privado será
proclamado hasta en los tejados.
11“Cuando sean arrestados y
llevados a juicio, no se preocupen por la defensa, 12Espíritu les
inspirará lo que tienen que decir”.
13Una persona entre la multitud dijo: “Maestro, dígale a mi
hermano que comparta su herencia conmigo” 14Jesús le dijo:
“¿Quién me ha hecho juez de
sus asuntos?”. 15Luego dijo a la
multitud: “Tengan cuidado con la
avaricia porque lo importante en
la vida no es la abundancia de posesiones, sino la abundancia que
se tenga en el corazón”.
139
Lucas 12
16Les
dijo otra parábola: “Un
hombre rico obtuvo una gran cosecha. 17Empezó a inquietarse sobre lo debía hacer, ya que sus graneros no tenían capacidad para
guardarla. 18Decidió entonces
tumbar los graneros y construir
unos más grandes, para almacenar toda la cosecha. 19Pensó que
así, podría descansar y disfrutar
por lo menos durante un año.
20Pero aquella noche murió, 21y
Dios le preguntó por qué no había
compartido aquella abundancia
que le había dado con sus hermanas y hermanos en necesidad”.
22Jesús dijo a quienes estaban
a su alrededor: “No se preocupen
por lo que comerán o vestirán;
23porque la vida es mucho más
que alimento y vestido. 24Miren
las aves, no siembran ni construyen graneros para guardar, pero
Papá cuida de ellas.
25“¿Quién de ustedes puede
agregar un momento a su vida
con preocuparse? 26Pues si no
pueden cambiar lo más mínimo,
¿por qué estar inquietos por lo
demás? 27Miren cómo hacen los
lirios. No fabrican alimentos ni
tejen vestidos, pero ni Salomón
en toda su gloria vistió tan maravillosamente como ellos. 28Si
Dios los viste tan esplendorosamente, ¿no hará lo mismo con ustedes si simplemente creen?
29“No
se preocupen por lo que
van a comer, por lo que van a beber, por nada. 30Los no creyentes se preocupan por estas cosas;
pero Papá conoce lo que necesitan, aun antes que ustedes lo sepan. 31Por tanto, búsquenlo en su
corazón y cuando encuentren su
reflejo, se darán cuenta que Él se
hará cargo de todas esas cosas.
32No tengan ningún temor; Papá
está anhelando manifestarles su
presencia y su amor.
33“Siéntanse libres para vender
todo lo que tienen o darlo a quienes más lo necesitan. Resguárdense en el corazón de Dios, y él
hará lo mismo con ustedes. 34Éste
es el único y más grande tesoro.
Donde ustedes creen que está
su tesoro, allí estará su corazón.
48Cuando abran sus corazones les
será otorgado lo que necesitan, y
con la misma generosidad se espera que traten a los demás.
49“Papá me ha enviado a traer
la paz a todo el mundo. 50Pero su
Mensaje está tan lejos de tantos
corazones, que se causará gran
discordia hasta que la gente acepte su total amor por ellos.
57“Traten de arreglar los asuntos entre ustedes mismos. 58Los
tribunales son únicamente para
quienes no quieren o son incapaces de ver la verdad y la justicia”.
140
Lucas 13, 14
Capítulo 13
10Un
sábado Jesús estaba enseñando en la sinagoga. 11Allí había
una mujer que sufría dolencias en
su espalda desde hacía dieciocho
años y ahora tenía la espalda doblada y no se podía enderezar.
12Jesús le dijo: “Hermana, usted
está curada de su mal” 13Puso sus
manos sobre ella y de inmediato
se pudo enderezar y daba gracias
a Dios.
14Pero el jefe de la sinagoga estaba muy indignado porque Jesús
había hecho aquella sanación en
sábado. Entonces dijo a la multitud que se había congregado:
“Hay seis días en los que se puede trabajar, vengan uno de esos
días a ser sanados”.
15Jesús le dijo: “¿Usted no lleva a su burro o a su buey a beber agua en sábado?”. ¿No debería esta mujer, hija de Abraham,
que ha sufrido durante dieciocho
años, ser sanada en sábado?”.
17Al escuchar estas palabras,
quienes estaban contra Jesús se
avergonzaron, regresaron a sus
puestos y se sentaron, mientras
los demás se regocijaban por la
maravillosa sanación.
18Luego dijo: “¿A qué se parece la Vida Divina en cada uno de
nosotros? 19Es como una semilla
de mostaza que un hombre plantó
en su jardín. 20Aunque empieza
como algo muy pequeño, crece
hasta convertirse en un árbol tan
inmenso, que hasta los pájaros
pueden construir sus nidos en él.
21O como la levadura que una
mujer mezcla con tres medidas de
harina, hasta que todo aumenta de
tamaño”.
22Continuó su camino hacia
Jerusalén, pasando a través de
poblaciones y villas, enseñando
y sanando. 34Como tenía un gran
amor por Jerusalén, exclamó:
“Oh Jerusalén, con cuánta frecuencia he anhelado reunir a sus
hijos como la gallina acoge sus
polluelos bajo sus alas”.
Capítulo 14
7Durante
una cena Jesús observó que muchos de los invitados
se esforzaban por sentarse en los
primeros puestos; entonces les
planteó esta parábola: 8“Cuando sean invitados a un banquete
de bodas, procuren no sentarse
en los lugares de honor. Pues alguien más estimado por el anfitrión puede llegar, 9y les pedirán
que se corran más abajo. 10Por el
contrario, tomen los puestos más
humildes, para que cuando llegue
el anfitrión pueda pedirles que
tomen asiento en los lugares más
destacados. 11Porque quien intente hacerse importante será humi-
141
Lucas 14, 15
llado, mientras que los humildes
serán honrados”.
12También les dijo: “Cuando
ofrezcan una comida o una cena
no inviten a sus familiares, amigos y vecinos más acomodados,
pues seguramente ellos podrán
devolver la invitación en su momento. 13En cambio inviten a los
pobres y a los indigentes, que no
tiene manera de pagar la invitación. 14Su pago será la alegría de
compartir.
33“Si no aprendan la alegría de
compartir, tendrán gran dificultad
para caminar conmigo. 34Y si no
están dispuestos a dejar todo a un
lado, tampoco podrán hacerlo.
35Escuchen bien lo que estoy diciendo”.
Capítulo 15
1Muchos
recaudadores de impuestos y otras personas no muy
bien vistas se agolpaban a su alrededor, para escuchar a Jesús.
Los fariseos y los escribas criticaban esto, diciendo: “Éste acoge
a toda esta clase de personas, y
hasta come con ellos”. 3Entonces
Jesús les planteó la siguiente parábola: 4“Un pastor que tiene cien
ovejas y pierde una, ¿no dejaría
las noventa y nueve para salir a
buscar la oveja que se le ha perdido? 5Y cuando la encuentra, la
carga sobre sus hombros y regre-
sa al hogar lleno de gozo. 6Pide
enseguida a sus amigos y vecinos
que vengan y lo acompañen a
celebrar por haber encontrado la
oveja que estaba perdida. 7Dios
es así. Con frecuencia se regocija
más con el regreso a casa de uno
que estaba perdido, que con los
noventa y nueve que nunca se han
ausentado.
8Lo mismo puede decirse de
una mujer que tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No
enciende una lámpara y barre
toda la casa hasta que la encuentra? 9Y cuando la encuentra, invita a sus amigos y vecinos para
celebrar por haberla encontrado
10Les digo que hay más gozo en
el corazón de Dios por encontrar
a alguien que estaba perdido, que
por quienes nunca se han extraviado”.
11Les dijo una tercera parábola:
“Un hombre tenía dos hijos. 12El
menor dijo a su padre: papá, por
favor, deme la parte de mi herencia. Entonces el padre dividió la
propiedad en dos y entregó al menor su mitad. 13Después de unos
días, el joven tomó lo que tenía
y viajó a un país lejano. Allí, llevando una vida desordenada, despilfarró todo su dinero. 14Cuando
estuvo totalmente arruinado, se
presentó una hambruna tremenda
en aquel país y el joven se llenó
de desesperación. 15Fue y se con-
142
Lucas 15, 16
trató con un hombre que lo envió
a cuidar cerdos (los cerdos son
animales muy sucios en la ley judía). 16Llegó a estar tan hambreado, que quería alimentarse con
los residuos que comían los cerdos, pero no le estaba permitido.
17Entonces, reflexionando, recordó que en su casa los sirvientes
de su padre disponían de alimento suficiente. 18Decidió regresar
a su hogar y postrarse humillado
ante su padre, 19e implorarle que
lo contratara como uno de sus sirvientes.
20“Levantándose regresó a casa
de su padre. Cuando aún estaba
bastante lejos, su padre lo vio a la
distancia y se conmovió profundamente. Corrió a su encuentro,
lo abrazó y lo besó. 21Dijo el hijo:
´Papá, lo he traicionado a usted y
también a Dios. No merezco más
ser llamado su hijo”. 22Pero el
padre llamó a los sirvientes y les
dijo: “Busquen el mejor vestido
y pónganselo. Pongan un anillo
en su dedo y unas sandalias en
sus pies. 23Traigan la novilla más
gorda y preparen su carne. Organicemos una fiesta para celebrar.
24Porque mi hijo estaba muerto y
ha regresado a la vida de nuevo.
Estaba perdido y ha sido encontrado´. En seguida empezaron a
celebrar.
25“El hijo mayor estaba en el
campo, trabajando. Cuando se
acercaba de regreso a casa, oyó la
música y el baile. 26Llamó a uno
de los sirvientes y le preguntó qué
estaba pasando. 27Le contestó:
“Su hermano ha regresado sano y
salvo a casa y su padre ha ordenado sacrificar la novilla más gorda
para celebrar”. 28El hijo mayor
se disgustó mucho con la noticia
y no quería participar en la celebración. Su padre salió y le solicitó que entrara. 29Pero él replicó:
“¡No! He trabajado para usted todos estos años y ni siquiera me ha
regalado un cabrito para celebrar
con mis amigos. Pero ahora que
este hijo suyo regresa a casa, después de despilfarrar su herencia
con prostitutas, usted ordena sacrificar la novilla más gorda para
él”. 31Le contestó el padre: “Hijo,
ciertamente usted ha estado siempre conmigo y todo lo que poseo
es suyo. 32Pero debemos tener
una gran celebración, porque su
hermano estuvo muerto y ha regresado a la vida, estaba perdido
y ha sido encontrado”.
Capítulo 16
13Jesús
dijo a sus amigos: “Es
muy importante que tengan en
cuenta que un siervo no puede
servir a dos señores. Escuchará
a uno o a otro, pero nunca a los
dos. Nadie puede servir a Dios y
al dinero”. 14Los fariseos que lo
143
Lucas 16, 17, 18
escucharon se burlaban de sus enseñanzas, porque adoraban el dinero. 15Jesús continuó: “Ustedes
se proclaman justos, pero Dios
conoce sus corazones. 16Han
aprendido a seguir la ley, pero
no han aprendido a amar. 17Han
aprendido a gastar dinero, pero
no han aprendido a compartirlo”.
Capítulo 17
5Los
apóstoles dijeron a Jesús:
“Por favor, auméntanos la fe”.
6Jesús respondió: “Si tuvieran
fe, del tamaño de una semilla de
mostaza, podrían decirle a ese
frondoso árbol: “Desentiérrese y
siémbrese en el mar”, y esto ocurriría. Su fe crecerá en la medida
que crezca su Amor. La Fe es el
ejercicio de la Divinidad, y Dios
es Amor”.
11A medida que continuaba
avanzando hacia Jerusalén, pasó
de Galilea a Samaria. 12Al entrar
a un pequeño caserío, se le presentaron diez leprosos. 13Le gritaron: “¡Jesús, Maestro, apiádese
de nosotros!”. 14Él les dijo: “Vayan y preséntense a los sacerdotes”. Esto era lo que siempre debían hacer los leprosos, después
de ser sanados. Mientras llegaban
allí, todos fueron sanados.
20Algunos fariseos le preguntaron: “¿Cuándo vendrá el Reino
de Dios?”. 21Jesús les respondió:
“El verdadero reino de Dios no
es algo que esté afuera y tenga
que venir. Es algo que ya está en
su interior. 23Si alguien quiere
encontrar el verdadero reino de
Dios, mire su corazón y escuche
en silencio. 24Allí encontrarán al
Dios que han estado buscando.
33Y cuando realmente encuentren
a Dios, se darán cuenta que nada
es más importante. Ni siquiera su
propia vida”.
Capítulo 18
1A continuación les dijo una pa-
rábola animándoles a orar siempre. 2“Había un juez que no tenía
reverencia por Dios, y ningún interés por la gente. 3Había también
una viuda que venía con frecuencia a pedirle que le hiciera justicia. 4El juez no se preocupaba por
ella ni por la justicia. 5Finalmente
decidió hacerle justicia, simplemente para quitársela de encima”
6Entonces les dijo: “Miren lo
que hizo este juez injusto; dio a la
viuda lo que le pedía. 7Si una persona como ésa responde a los pedidos, 8¡Imagínense lo que puede
hacer su Papá en el cielo cuando
se le pide algo!”.
15Algunos padres traían a sus
hijos para que Jesús los bendijera, pero los apóstoles trataban de
evitarlo. 16Jesús les dijo: “Dejen
que los niños vengan, no obstacu-
144
Lucas 18
licen su camino, 17ellos ya saben
que el Dios de Amor habita en sus
corazones.
18Un jefe de una sinagoga le
preguntó: “Maestro, ¿qué debo
hacer para tener Vida Divina?”.
19Jesús le contestó: “Usted conoce los mandamientos. 20Cúmplalos” 21Él replicó: “Los he guardado durante toda mi vida”. 22Jesús,
que podía ver su corazón, también sabía que había puesto su
riqueza donde debería estar Dios.
Entonces le dijo: “Todavía le
hace falta algo. Vaya, venda todo
lo que tiene y entregue el dinero a
los pobres. Luego regrese y venga conmigo”. 23Cuando escuchó
esto se puso muy triste, porque
era muy rico. 24Jesús dijo: “Qué
difícil es que los ricos puedan encontrar realmente a Dios. Es más
fácil para un camello pasar por las
estrechas entradas de las murallas
de la ciudad, que para un hombre
rico encontrar realmente a Dios”.
26Otros que estaban escuchando le preguntaron: “¿Qué debemos hacer nosotros?”. 27Jesús les
contestó: Es imposible encontrar
a Dios donde lo buscan. Pero si
miran en sus corazones y escuchan cuidadosamente, Dios hará
lo imposible en ustedes”. 28Pedro
preguntó: “Entonces, ¿qué pasará
con nosotros, que hemos dejado
todo para caminar con usted?”.
29Jesús le respondió: Les asegu-
ro que quien ha dejado todo para
caminar conmigo, ha encontrado
a Dios y el camino hacia la felicidad. 30Las cosas de este mundo
son importantes a nivel humano,
pero yo camino con ustedes al
Nivel Divino. Allí entenderán lo
que es importante y lo que en realidad es la verdadera vida”.
31Tomando a los doce los reunió aparte y les dijo: “Subiremos a Jerusalén ahora y todas las
profecías sobre mí se cumplirán.
32Seré entregado a los gentiles,
seré ridiculizado y escupido.
33Me azotarán y me ejecutarán,
pero resucitaré al tercer día”.
34Ellos no entendieron nada de
esto.
35A medida que se acercaban
a Jericó, un ciego pidió ayuda
sentado al lado del camino. 36Al
escuchar que la muchedumbre se
acercaba, preguntó qué ocurría.
37Le dijeron que Jesús estaba
próximo a pasar. 38Entonces gritó: “Jesús, hijo de David, tenga
piedad de mí”. 39Quienes estaban
a su alrededor le pidieron que se
callara, pero gritaba aún más alto:
“¡Jesús, tenga piedad de mí!”.
40Jesús se detuvo y pidió que lo
acercaran. 41Le preguntó qué
quería. Él respondió: “¡Quiero
ver!”. 42Jesús le dijo: “Recobre su
vista, su fe lo ha sanado”. Al instante recobró su vista y empezó a
caminar con Jesús, agradeciendo
145
Lucas 18, 19
a Dios. Quienes vieron esto también daban gracias a Dios.
Capítulo 19
1Mientras
pasaba por Jericó,
2un hombre rico llamado Zaqueo,
recaudador de impuestos, se esforzaba por ver a Jesús, 3pero
era muy pequeño para mirar por
encima de la muchedumbre. 4Entonces corrió y se subió a un árbol
(un sicomoro) cerca al lugar por
donde Jesús iba a pasar.
5Cuando Jesús levantó la mirada y lo vio, le dijo: “Zaqueo, baje.
Quiero visitarlo en su casa”. 6Él
descendió apresurado del árbol
y le dio una cordial bienvenida.
7Quienes estaban alrededor criticaban que Jesús visitara a un
rico recaudador de impuestos.
8Zaqueo se detuvo y dijo a Jesús:
“Maestro, daré la mitad de lo que
poseo a los pobres y si he engañado a alguien, cuatro veces le
devolveré”. 9Jesús dijo a la multitud: “Hoy este hombre ha visto
que Dios habita en un corazón
amoroso y no en las posesiones
materiales. 10He venido a buscar
a los perdidos y uno ha sido encontrado”.
28Después de esto Jesús continuó hacia Jerusalén. Cuando se
acercaban a Betania, en lo que se
conoce como el Monte de los Oli-
vos, 29se sintió muy cansado por
lo que envió a dos de sus apóstoles a la población cercana diciéndoles: “Cuando entren encontrarán un asno atado. Desátenlo y
tráiganlo aquí. 31Si alguien les
pregunta algo, díganle que el
Maestro lo necesita”.
32Fueron y encontraron todo
exactamente como les había dicho. 33Mientras desataban el
asno, el dueño les preguntó qué
estaban haciendo. 34Le dijeron
que el Maestro lo necesitaba.
35Lo trajeron a Jesús. Pusieron
mantos sobre el asno y le ayudaron a montar.
36Mientras bajaban del Monte
de los Olivos se produjo una gran
celebración, porque Jesús regresaba a Jerusalén. 37Le dieron una
bienvenida como a un profeta.
45Llegó directo al templo y empezó a expulsar a quienes vendían
animales para el sacrificio. Les
dijo: “Ésta es casa de oración,
no un negocio. 46¿No saben que
Dios quiere que amen en lugar de
ofrecer sacrificios?”.
47Todos los días iba a enseñar,
mientras los sumos sacerdotes y
los escribas buscaban la manera
de destruirlo. 48Pero no la encontraban porque la gente lo consideraba un profeta.
146
Lucas 20, 21
Capítulo 20
1Un día, cuando Jesús enseñaba
en el templo, se le acercaron los
sumos sacerdotes y los escribas,
2y le preguntaron: ¿con qué autoridad hace lo que está haciendo?
3Les respondió: “Les hago también una pregunta: 4¿El bautismo
de Juan, venía de Dios o de nosotros los humanos?”.
5Se dijeron entre sí: “Si decimos que de Dios, nos preguntará
por qué no creímos en él. 6Pero
si decimos que de nosotros los
humanos, la gente nos apedreará porque creen que Jesús es un
profeta. 7Entonces respondieron
que no sabían. 8Jesús les dijo:
“Tampoco yo responderé quién
me dio la autoridad para hacer
estas cosas”.
19Quisieron apresarlo inmediatamente, pero no se atrevieron
por temor a la multitud. 20Decidieron enviar espías que le pusieran trampas, pues querían tener
una mejor razón para enviarlo al
gobernador, ya que no tenían autoridad para condenar a nadie a
muerte.
21Antes de salir le preguntaron: 22“¿Es legal para nosotros
los judíos rendir tributo al César
mediante el pago de los impuestos?”. 23Jesús advirtió la trampa
que le ponían y dijo: “Muéstrenme una moneda”, ya que era ile-
gal para los judíos llevar monedas con imágenes. Sin embargo,
alguien tenía una y se la mostraron. Entonces les preguntó: “¿De
quién es esta imagen?”. Dijeron:
“Del César”. 25Él les contestó:
“Entonces den al César lo que es
del César y a Dios lo que pertenece a Dios”. 26Asombrados por la
manera como se había salido de
la trampa salieron en silencio.
Capítulo 21
1Mirando
hacia arriba vio a los
ricos depositando sus donaciones
en el arca. 2Vio también a una
pobre viuda que depositaba dos
monedas de cobre. 3Entonces les
comentó a los que estaban alrededor: “Les digo que esa pobre viuda ha depositado mucho más que
todos los ricos juntos. 4Porque
ellos dan sus excedentes, mientras ella ha dado todo lo que tiene
para vivir”.
5Algunos comenzaron a hablar
de la belleza del templo, de cuántas piedras preciosas había en él.
6Jesús les dijo: “Se aproxima el
tiempo en que ninguna piedra
quedará sobre otra. Toda esta
belleza será completamente derruida”. 7Le preguntaron cuándo
iba a suceder esto o qué signos se
presentarían que indicara lo que
pasaría. 8Respondió: “Tengan
cuidado para que no se dejen en-
147
Lucas 21, 22
gañar. Muchos dirán: ‘Se acerca
el tiempo’. No lo crean. 9Porque
la trascendencia no vendrá de un
solo golpe.
10“Muchas cosas externas sucederán. 11Habrá guerras entre
las naciones 12y disputas entre
las familias. 13Serán arrestados y
perseguidos porque han caminado conmigo y continúan proclamando la Buena Nueva. 14No se
preocupen qué deben decir cuando ocurran estas cosas. 15Siempre
estaré con ustedes, aunque no
puedan verme con sus propios
ojos.
20“Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, pueden estar
seguros que su caída está cerca.
21Este hermoso templo debe caer
y desaparecer para ayudarle a la
gente a comprender que el verdadero templo de Dios está en su interior, en sus corazones. 22Cuando la gente les pregunte acerca de
mi regreso, díganles que miren
en sus corazones. 23Regresaré
cuando me descubran allí. 24Mi
regreso será reconocido por cosas
internas, como la paz de la mente
y el amor en el corazón. 25Como
gente que se preocupa por los demás y que comparte. 26Que dan a
los necesitados lo que no necesitan, y a veces hasta lo que necesitan”.
37Jesús continuó enseñando
en el templo todos los días, y en
la noche iba a orar en el Monte
de los Olivos. 38Cada mañana la
gente regresaba al templo para
escuchar su Mensaje.
Capítulo 22
1Se
acercaba la Fiesta de la
Pascua, 2y los sumos sacerdotes
y los escribas buscaban la forma de ejecutarlo, pero temían la
reacción de la gente. 3Judas Iscariote, quien era uno de los Doce,
planeaba traicionar a Jesús. 4Por
lo tanto, fue a conversar con los
sumos sacerdotes y los jefes del
templo acerca de esto. 5Ellos se
alegraron mucho con el ofrecimiento y le dijeron que le pagarían. 6Judas aceptó el compromiso y empezó a buscar la ocasión
en que no hubiese tanta gente a
su alrededor.
7Llegó el día en que era costumbre comer la cena de la Pascua.
8Jesús envió entonces a Pedro y
a Juan que hicieran los preparativos. 9Le preguntaron en dónde quería que lo hicieran. 10Les
contestó: “Vayan a la ciudad y
encontrarán a un hombre que lleva una jarra con agua. Síganlo y
entren a la casa con él. 11Díganle:
“El Maestro quiere saber dónde
puede comer la Pascua con sus
amigos”. 12Les mostrará una amplia habitación arriba totalmente
amoblada. Prepárenla”. 13Fueron
148
Lucas 22
y encontraron todo exactamente como Jesús les había dicho,
entonces prepararon la Cena de
Pascua.
14Cuando llegó la hora de la
cena, todos se sentaron a la mesa.
15Jesús les dijo: “He anhelado comer esta Pascua con ustedes antes
de morir. 16Quiero que sepan que
ésta es mi última cena”. 17Tomando una gran copa de vino,
dijo: “Éste es mi último brindis.
18Beban esto para celebrar el fin
de mi misión en la tierra y el comienzo de su misión; la misión
de ustedes es extender la Buena
Nueva de que el Dios del Amor
habita en los corazones de todos,
especialmente de quienes aman.
Mi Mensaje de Amor es lograr
que mi presencia de Amor llegue
a todo el mundo”.
19Luego tomó pan, dio gracias
y lo partió. Lo dio a todos diciendo: “Éste es mi cuerpo. Éste
es mi verdadero ser. Lo entrego
a ustedes y a todo el que lo reciba, para que sepan que somos
Uno. Hagan esto para recordar
que somos la misma cosa”. 20Al
finalizar la cena tomó un poco de
vino y lo mezcló con agua, como
era costumbre. Dijo: “Ésta es una
Nueva Alianza con mi sangre,
la cual será vertida por ustedes.
Pongo un poco de agua, en representación de ustedes; para mos-
trar que son parte de mi sangre,
parte de mí. Al beberlo recuerden que mi sangre es su sangre,
mi vida es su vida, desde ahora
y para siempre”. Todos permanecían sentados y muy sorprendidos
por lo que les había dicho y había
hecho.
21Después de este silencio de
asombro, Jesús dijo: “Esta noche
seré traicionado por uno de los
que están sentados aquí”. 22De
nuevo quedaron totalmente desconcertados con lo que les decía.
23Empezaron a comentar entre
ellos acerca de quién podría ser.
24En la medida en que empezaron a aceptar la realidad de que
Jesús no estaría más con ellos,
también empezaron a conversar
quién sería el nuevo líder. 25Jesús
les dijo: “Los reyes de este mundo reinan sobre otros. 26Ustedes
no deben actuar de esa manera.
El más prominente entre ustedes,
debe ser el más joven, y el líder
será quien les sirve. 27He sido su
Maestro, pero he venido entre ustedes como el que sirve.
31“Pedro, he orado por usted
para que, aún después de su caída, 32pueda volver a mí y fortalecer a sus hermanos”. 33Pedro
dijo: “Maestro, estoy dispuesto
a ir a prisión y aún a morir por
usted”. 34Pero Jesús le replicó:
“Le digo, Pedro, antes que el ga-
149
Lucas 22
llo cante mañana, usted me habrá
negado tres veces, diciendo que
ni siquiera me conoce”.
39A continuación salieron hacia
el Monte de los Olivos como era
costumbre. 40Cuando llegaron
les dijo: “Oren pidiendo ayuda, esta noche y mañana”. 41Se
retiró como a la distancia de un
tiro de piedra, se arrodilló y oró:
42“Papá, estoy dispuesto a regresar a casa, pero no quiero pensar
en lo que sucederá mañana. ¡Ayúdame!”.
45Se levantó después de orar y
regresó donde estaban los otros.
Todos estaban dormidos. 46Los
despertó y les dijo: “¿Por qué
duermen? Deberían estar pidiendo ayuda”.
47Estaba diciendo esto cuando llegó el tumulto encabezado
por Judas Iscariote. Éste se acercó a Jesús y lo saludó dándole
un beso. 48Jesús le dijo: “Judas,
¿me traiciona con un beso?”.
49Quienes estaban con él, de repente entendieron lo que sucedía
y dijeron: “Maestro, ¿Usamos la
espada?”. 50Antes que Jesús respondiera, uno de ellos golpeó al
sirviente del Sumo Sacerdote y
le cortó una oreja. 51Jesús le dijo:
“Deja eso”. Y tocándole la oreja
curó al sirviente.
52Jesús dijo a los jefes del templo que habían venido a arrestar-
lo: “¿Por qué han llegado hasta
aquí con espadas y palos como si
fuera un criminal, 53si diariamente enseñaba en el templo y ustedes nunca levantaron su mano
contra mí?”.
54Lo arrestaron y lo llevaron a
casa del Sumo Sacerdote. Mientras tanto, Pedro les seguía a cierta distancia. 55En el patio, los sirvientes habían encendido un fuego para calentarse. Pedro se sentó
allí. 56Una criada lo reconoció, y
dijo: “Este hombre también estaba con Jesús”. 57Pero él negó y
dijo no conocerlo. 58Un poco después otro sirviente lo reconoció y
dijo: “Sí, usted es realmente uno
de ellos”. Pero Pedro dijo: “¡No
soy!”. 59Casi una hora más tarde
otro sirviente dijo: “Estoy seguro que lo vi con él”. 60Pedro dijo:
“¡No sé de qué está hablando!”.
En ese momento el gallo cantó.
61Jesús se volvió y miró a Pedro.
Y recordó lo que había dicho Jesús que iba a suceder. 62Entonces
salió y lloró amargamente.
63Los hombres que cuidaban
a Jesús se burlaban y lo azotaban. 64Le vendaron los ojos, lo
golpeaban y le gritaban: “Usted
se ha proclamado como profeta,
díganos entonces, ¿quién le está
golpeando?”.
66Cuando llegó el amanecer los
sumos sacerdotes y los escribas
150
Lucas 22, 23
hicieron llevar a Jesús al Sanedrín, su organización de gobierno. 67Le dijeron: “Si usted es el
Cristo, dígalo”. Les contestó:
“No me creerán si se los digo”.
70En seguida le gritaron: “¡¿Es
usted el Cristo o no?!”. Respondió: “Sí, yo soy”. 71Exclamaron:
“No necesitamos más testimonios. Personalmente hemos escuchado que ha blasfemando”.
Capítulo 23
1Se
levantaron como un solo
cuerpo y lo llevaron ante Pilatos.
2Allí empezaron a acusarle: “Encontramos a este hombre quebrantando nuestras leyes, pidiendo a nuestra gente que no pague
impuestos al César. Él mismo
dice que es el Cristo, el rey”.
3Pilatos le preguntó: “¿Es usted el Rey de los judíos?”. Jesús
le contestó: “Si usted lo dice”.
4Después de interrogarlo un
poco, Pilatos dijo a los sumos
sacerdotes y a la multitud: “No
encuentro nada criminal en este
hombre”. 5Ellos insistieron más
fuertemente: “Instiga a la gente
en toda Judea, desde Galilea hasta Jerusalén”.
6Pilatos le preguntó si era galileo. 7Y al darse cuenta que estaba
bajo la jurisdicción de Herodes se
lo envió, ya que estaba en la ciudad esa semana.
8Herodes
se complació mucho al ver a Jesús, ya que había
escuchado bastante acerca de
él y esperaba ver alguno de sus
milagros. 9Aunque lo interrogó
bastante, Jesús no respondió sus
preguntas. 10Mientras tanto los
sumos sacerdotes y los escribas
permanecían enfrente, acusándolo con todo su poder. 11Herodes
y sus soldados se burlaron de él,
le pusieron una elegante túnica y
lo enviaron de nuevo a Pilatos.
12Desde ese día Herodes y Pilatos se acercaron como amigos, ya
que antes habían sido enemigos.
13Pilatos convocó a los sumos
sacerdotes y a los escribas, y les
dijo: “Ustedes me trajeron a este
hombre acusado de incitar a la
gente a la rebelión. Lo he interrogado en su presencia y no lo
encuentro culpable de ninguna de
sus acusaciones. 15Tampoco Herodes, y lo ha devuelto diciendo
que no ha hecho nada que merezca la muerte. 16Por lo tanto, después de una llamada de atención
lo voy a dejar en libertad”.
17Durante las festividades de
la Pascua era costumbre que el
gobernador dejase en libertad a
uno de los presos, según petición
del pueblo. Pilatos les preguntó
si querían que liberara a Jesús.
18Todos gritaron: “Cuidado con
él. ¡Libére a Barrabas!”.
151
Lucas 23
19Barrabás
había sido arrestado
por causar un motín en la población y por asesinato. 20Pilatos
quería dejar libre a Jesús. Les
preguntó nuevamente, 21y ellos
gritaron: “Crucifíquelo. Crucifíquelo”. 22Por tercera vez preguntó: “¿Qué mal ha hecho? No
encuentro que haya cometido algún delito que merezca la muerte.
Después de una seria advertencia,
lo dejaré libre”. 23Ellos continuaron gritando su exigencia de que
fuera crucificado. 24Finalmente
Pilatos accedió y liberó a Barrabás. 25Luego ordenó que Jesús
fuera crucificado.
26Cuando lo pusieron en camino, obligaron a Simón, un cirineo,
que llevara la cruz en lugar de
Jesús. 27Una gran muchedumbre
seguía a Jesús; la mayoría eran
mujeres. Se golpeaban el pecho y
lloraban por él. 28Jesús se volvió
a ellas y les dijo: “No lloren por
mí, pues voy de regreso a casa.
29Lloren por quienes no han escuchado y aceptado mi Mensaje
del amor de Dios. 30Ahora es su
turno para enseñar esto y vivirlo”.
32Dos criminales también eran
llevados con él para ser crucificados. 33Cuando llegaron al lugar
llamado La Calavera, lo crucificaron con los dos criminales, uno
a su derecha y el otro a su izquierda. 34Jesús dijo: “Papá, sé que
continuarás amando a quienes me
crucificaron. Realmente no saben
lo que hacen”. Quienes lo crucificaron se repartieron a la suerte las
vestiduras de Jesús.
35Mucha gente permanecía de
pie, en silencio, recordando lo
que había hecho por ellos. Algunos ancianos murmuraban:
“¡Salvó a otros, que se salve a sí
mismo si es que realmente es el
Cristo!”. 36También los soldados
lo ridiculizaban, diciendo: “Si es
realmente el Rey de los judíos;
¡sálvese!”. 38Había sobre él una
inscripción que decía: “Éste es el
Rey de los judíos”.
39Uno de los criminales a su
lado le dijo: “Si es el Cristo,
sálvese y también a nosotros”.
40Pero el que estaba al otro lado
lo increpó, diciendo: “¿Usted no
teme a Dios? 41Nosotros estamos pagando por lo que hemos
hecho, pero este hombre no ha
hecho nada malo”. 42Enseguida
dijo: “¡Jesús, por favor, lléveme
a casa!”. 43Jesús le contestó: “Le
aseguro que hoy estará conmigo
en la casa de nuestro Papá”.
44Era casi mediodía cuando una
gran oscuridad envolvió toda la
región, y duró hasta las tres de
aquella tarde. 45A esa hora el velo
del templo se rompió en dos. 46Jesús exclamó: “Papá, me voy”. Y
con estas palabras regresó a casa.
47Cuando el centurión vio lo
que había ocurrido, alabó a Dios
152
Lucas 23
y dijo: “En verdad, este hombre
era inocente”. 48Cuando la multitud vio esto, se fueron a casa
golpeándose el pecho. 49Otros
amigos y las mujeres que habían
venido con él desde Galilea se
mantenían a cierta distancia mirando y en oración.
50José de Arimatea, 51uno de
los pocos miembros del Sanedrín
que no había apoyado el complot
contra Jesús, 52fue donde Pilatos
a pedirle el cuerpo de Jesús. 53Lo
bajó, lo envolvió en un manto de
lino y lo depositó en una tumba
cavada en la roca donde nadie había sido sepultado.
54Se estaba haciendo de noche
y el descanso de sábado estaba
a punto de comenzar. 55Las mujeres que habían acompañado a
Jesús desde Galilea fueron y observaron dónde había quedado el
cuerpo. 56Después prepararon las
especias y perfumes para regresar
a ungir el cuerpo, una vez terminado el descanso del sábado.
Capítulo 24
1En la madrugada del primer
día de la semana su familia fue a
la tumba, con las especias que habían preparado para ungir el cuerpo. Fueron María Magdalena, su
esposa; María, su madre, y María
y Juana, sus hermanas. 2Encontraron que la piedra de la entrada
había sido removida, 3y cuando
bajaron y entraron el cuerpo de
Jesús no estaba. 4Se angustiaron
por esto y se preguntaban qué
habría pasado. 5Luego vieron a
Jesús con radiantes vestidos, de
pie, al lado. 6Asustadas bajaron
la cabeza, y Jesús les dijo: 7“No
teman. Soy yo. ¡He resucitado!
8¿No recuerdan que se los había
dicho antes, cuando estuvimos en
Galilea?”.
9Su familia estaba muy sorprendida; sus corazones rebosantes de alegría y paz. 10Después
que se abrazaron y conversaron
un poco, se apresuraron a contarle a los once y a los demás que Jesús había resucitado. 11Pero nadie
les creía. 12Algunos que creyeron
corrieron a la tumba y miraron
dentro, pero solamente vieron los
lienzos funerarios esparcidos por
el piso; esto les causó mayor confusión.
13Ese día dos de los amigos de
Jesús iban caminando a Emaús,
a unas siete millas de Jerusalén.
14Comentaban acerca de lo que
había sucedido. 15Mientras conversaban, Jesús se acercó y caminó con ellos, 16pero no lo reconocieron. 17Les preguntó: “¿De qué
hablan?”. 18Se pararon sorprendidos y uno de ellos, Cleofás, le
dijo: “Es usted la única persona
en Jerusalén que no sabe lo que
ha ocurrido recientemente?”.
19Jesús le respondió: “¿Qué ha
sucedido?”. 20Le dijeron “Acer-
153
Lucas 23
ca de Jesús de Galilea, un profeta
poderoso, a quien los sumos sacerdotes crucificaron. 21Esperábamos que iba a liberar a Israel.
22Este es el tercer día desde su
muerte y hoy su familia fue a la
tumba. 23Dicen que lo vieron, que
está vivo. 24Algunos de sus apóstoles también fueron y comprobaron que su cuerpo no está”.
25Entonces Jesús les dijo: “Les
ayudaré a comprender”. Y les explicó lo que dicen las escrituras
acerca de Cristo.
28Cuando llegaron a Emaús,
Jesús quería continuar el camino,
29pero lo invitaron a quedarse ya
que era muy tarde. Entonces entró con ellos. 30Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el pan y
dio gracias. Luego lo partió y se
los dio. 31En ese momento se dieron cuenta que era Él. Enseguida
desapareció.
32Comentaban acerca de la impresión que tuvieron mientras
Jesús les revelaba lo de las Escrituras, cuando caminaban. 33Se
levantaron y regresaron a Jerusalén, donde encontraron a los once
y a otras personas reunidas en
oración.
34La comunidad les comentó
que la familia de Jesús lo había
visto. 35Los de Emaús contaron
a la Comunidad lo que les había
ocurrido y que habían reconocido
a Jesús en la partición del pan.
36Mientras
conversaban acerca
de lo ocurrido, Jesús se les presentó en medio y les dijo: “Paz
con ustedes”. 37Se asustaron,
pensando que estaban viendo un
fantasma. 38Enseguida les dijo:
“¿Por qué están tan sorprendidos
y tan incrédulos? 39Miren cuidadosamente mis manos y mis pies.
Soy yo, realmente. Tóquenme y
vean por ustedes mismos. 40Un
fantasma no tiene carne ni huesos
como pueden ver que yo tengo”.
41Puesto que algunos todavía
tenían dificultad para creer que
realmente era Jesús, les preguntó: “¿Tienen algo para comer?”.
Le pasaron un pedazo de pescado
asado. 42Se sentó y comió para
probarles que no era un fantasma.
43Se convencieron entonces que
era Jesús, y se llenaron de alegría.
44Empezó a recordarles todo lo
que les había enseñado. 45Abrió
sus mentes a las Escrituras que
hablan acerca de su sufrimiento,
muerte y resurrección. 47Les pidió que empezaran en Jerusalén y
continuaran enseñando la Buena
Nueva por todo el mundo.
48“Ustedes serán testigos de
todo esto. Les enviaré la bendición que Papá ha prometido
49Deben esperar aquí hasta que
reciban esta bendición tan especial”.
50Los llevó a Betania y los bendijo. 51Mientras lo hacía desapa-
154
Lucas 23
reció de sus ojos y entró en sus
corazones. 52Sabían que verdaderamente estaría con ellos y en
ellos para siempre. Regresaron a
Jerusalén regocijados y alaban-
do a Dios por el Jesús que había
caminado físicamente con ellos
y que ahora estaba en sus corazones.
155
Hechos
de los Apóstoles
Capítulo 1
1En
mi libro anterior les conté
todo lo que Jesús hizo y enseñó
durante su vida aquí. 2Después
de su resurrección dio instrucciones a sus apóstoles a través de su
Espíritu. 3Se les apareció durante
cuarenta días después de su resurrección, y les enseñó más acerca
de la Vida Divina.
4Cuando se reunió con ellos,
les dijo que no salieran de Jerusalén hasta que hubieran recibido
la Espíritu de Papá que les había
prometido por medio de Él. 5Les
dijo que así como Juan había bautizado con agua; después de unos
pocos días serían bautizados por
Espíritu.
6Los apóstoles le preguntaron
si iba a restablecer el Reino de
Israel. 7Les contestó: “Mi misión
nunca estuvo relacionada con un
reino exterior, sino con un Amor
interior. Fue y es, sobre la Buena
Nueva de ser hijas e hijos de Papá,
de ser Dios como Él es. 8Entenderán esto más completamente tan
pronto reciban los dones espirituales, cuando Espíritu venga sobre ustedes. Esto les ayudará a ser
mis testigos aquí en Jerusalén, en
toda Judea y Samaria, e incluso
hasta en los confines de la tierra”.
9Después de decir estas cosas
empezó a desaparecer de sus ojos
y a entrar en sus corazones. Ya no
podían verlo, pero podían sentirlo
definitivamente en sus corazones.
12Entonces regresaron a Jerusalén, que está más o menos a una
caminata de sábado del monte de
los Olivos, donde habían permanecido. 13Cuando llegaron allí,
subieron a la habitación donde se
hospedaban Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás,
Bartolomé y Mateo, Santiago el
156
Hechos 1, 2
hijo de Alfeo, Simón el Fanático
y Judas el hijo de Santiago. 14Todos se reunían frecuentemente
para orar y compartir junto con
sus esposas, María la madre de
Jesús, María Magdalena su esposa, sus hermanas y hermanos.
15Un día Pedro se levantó entre
los que estaban reunidos, unos
120, y dijo: 21“hermanas y hermanos, ustedes saben que Judas,
que condujo a quienes arrestaron
a Jesús, nos ha dejado, por lo que
debemos reemplazarlo. 22Necesitamos escoger a alguien que haya
estado con nosotros desde el bautismo de Juan hasta la resurrección”.
23La comunidad presentó dos
nombres: José, llamado Barsabás, quien tenía por apodo Justo, y Matías. 24Enseguida oraron
pidiéndole al Hermano Jesús
que les permitiera saber quién
de ellos debería reemplazar a Judas. 25Echaron a suerte y la suerte cayó sobre Matías, quien fue
agregado a los 11apóstoles.
Capítulo 2
1Cuando
el día de Pentecostés
finalmente llegó, la comunidad
estaba reunida orando, 2cuando
de repente escucharon que había comenzado un fuerte viento. 3Vieron lenguas de fuego
que descendían sobre cada uno.
4Fueron
llenados con Espíritu y
empezaron a hablar en lenguas
extrañas a medida que Espíritu se
movía en sus corazones.
5Ese día en Jerusalén había
judíos creyentes de todas las naciones conocidas, 6y cuando escucharon lo del viento vinieron a
ver qué estaba pasando. 7Estaban
asombrados de escuchar que les
hablaban en su propia lengua nativa. En su asombro preguntaban:
“¿No son galileos todos estos que
están hablando? 8¿Cómo es que
cada uno de nosotros puede entenderlos en nuestro idioma nativo?”. 11Estamos aquí de todas
partes del mundo, y sin embargo
¡les escuchamos hablar acerca de
las maravillas de Dios en nuestro
propio idioma! 12Todos estaban
desconcertados, porque no podían entender esto. Algunos decían: “¿Qué significa todo esto?”.
Otros simplemente se burlaban y
decían: 13“Están borrachos”.
14Pedro se levantó con los otros
apóstoles y les dijo: “Pueblo de
Judea y todos ustedes, visitantes
de Jerusalén, por favor, escúchennos. 15Estos no están borrachos;
después de todo, solamente son
las nueve de la mañana. 16Esto
es lo anunciado por Dios a través
del profeta Joel: 17“en los nuevos
tiempos derramaré mi espíritu sobre toda la gente; sus hijas e hijos
profetizarán; sus jóvenes tendrán
157
Hechos 2, 3
visiones y sus mayores tendrán
sueños. 18Incluso aquellos que
son considerados humildes recibirán mi espíritu y profetizarán.
19Y les mostraré mi amor a través
de prodigios en los cielos y en la
tierra”.
22“Pueblo de Dios, escuchen
con atención. Jesús de Nazaret
fue enviado por Dios como se ha
demostrado a través de sus poderosas palabras y prodigios, conocidos por todos. 23Sin embargo,
ustedes lo mataron colgándolo de
una Cruz. 24Pero Dios lo levantó
de entre los muertos. 32Nosotros
que estamos de pie frente a ustedes, somos testigos de esta Verdad.
33“Jesús nació de Espíritu y
fue levantado de la muerte por
Espíritu. Hoy ha derramado su
Espíritu sobre nosotros, como se
manifiesta en lo que ustedes ven
y oyen a su alrededor. 36Sin ninguna sombra de duda, todo lo que
deben saber acerca de este Jesús,
a quien ustedes crucificaron, es
que ciertamente ¡es un Cristo!”.
37Mientras escuchaban fueron
movidos en lo profundo de sus
corazones y dijeron a Pedro y a
los otros apóstoles: “Hermanos,
¿qué debemos hacer?”. 38Pedro
respondió: “Abran sus corazones a Jesús y a su Espíritu, y sean
bautizados con agua y Espíritu, y
recibirán sus Dones. 39Porque la
Promesa de la Alianza con Dios
es para ustedes, sus hijos, y para
cada uno sin excepción”.
40Pedro les habló ampliamente
sobre lo que significa abrir sus
corazones a Jesús y vivir sus vidas en Él, así como Él vivirá su
vida en ellos. 41Quienes aceptaron su Mensaje fueron bautizados; unos tres mil aquel día.
42Crecían con la enseñanza de
los apóstoles, en compartir la
fracción del pan y en la oración.
43Con asombro veían las maravillas y signos que se manifestaban
en Jerusalén a través de los apóstoles.
44Quienes habían creído permanecían juntos y ponían todo en
común. 45Vendían sus propiedades y pertenencias y daban todo a
los necesitados. 46Iban todos los
días al templo y consumían sus
alimentos juntos. 47De esta manera recibían el alimento espiritual
y el alimento físico, y alababan a
Dios con corazones felices y en
Paz. Eran admirados por la forma
en que vivían y cada día más gente se les unía a través de Espíritu.
Capítulo 3
1Un
día Pedro y Juan subieron
al templo para la oración de las
tres de la tarde. 2Había un hombre que había estado cojo durante
toda su vida. Sus amigos lo lleva-
158
Hechos 3, 4
ban allí para que pidiera limosna
a los que venían a orar.
3Cuando vio a Pedro y a Juan
acercarse a la puerta, les pidió limosna. 4Lo miraron atentamente
y le dijeron: “Mírenos”. Él los
miró, con la esperanza de recibir
algo. 5Pedro le dijo: “No tenemos
ningún dinero para darle, pero le
daremos de lo que nosotros tenemos. 6En el nombre de Jesús de
Nazaret, levántese y camine”.
7Tomándolo de la mano, le ayudaron a levantarse. 8Instantáneamente sus pies y tobillos quedaron sanados. El hombre se levantó y empezó a caminar alrededor.
Luego entró al templo con ellos
caminando, saltando y alabando
a Dios.
9Cuando la gente lo vio caminando alrededor y alabando a
Dios, 10lo reconocieron como
el mendigo que acostumbraba
hacerse en la puerta del templo.
Estaban completamente sorprendidos por lo que veían. 11Mientras él se aferraba más a Pedro
y a Juan, mucha gente se agolpó
alrededor de ellos en la puerta de
Salomón.
12Cuando Pedro observó esto,
dijo a la multitud: “Pueblo de
Dios, ¿por qué se asombran de
esto? ¿Por qué nos miran como si
hubiéramos curado a este hombre
con nuestro poder y oración? 13El
mismo Dios a través de su hijo
Jesús, a quien ustedes repudiaron ante Pilatos, ha sanado a este
hombre. 16Por la fe en este Jesús
este hombre, a quien conocen, ha
sido curado y restaurada perfectamente su salud, como pueden
verlo claramente”.
Capítulo 4
1Mientras hablaban a la gente,
se acercaron los sacerdotes, el capitán de los guardas del templo y
algunos líderes judíos, 3los arrestaron y los pusieron en la cárcel
durante la noche. 4Muchos de los
que habían visto el milagro y escuchado el Mensaje creyeron, y
el número de creyentes aumentó
ese día a cinco mil.
5Al día siguiente los líderes judíos 6y los sumos sacerdotes habían traído a Pedro y a Juan ante
ellos. 7Les preguntaron: “¿Por el
poder de quién o en qué nombre
han hecho esto?”. 8Pedro, lleno
de Espíritu, contestó: “Sacerdotes y gobernantes del pueblo, 9si
hoy hemos sido llamados para
dar cuenta de una buena obra hecha a un discapacitado, 10ustedes
y todo el pueblo de Dios deberían
saber que fue en el nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes
crucificaron, que este hombre fue
sanado”.
13Los líderes se asombraban de
que Pedro y Juan pudieran hablar
159
Hechos 4
con tanta audacia, puesto que no
tenían educación. Entonces se
dieron cuenta que habían estado
con Jesús, 14y viendo que el hombre que había sido curado estaba
de pie con ellos, no tuvieron nada
qué decir, 15y entonces los dejaron marchar.
16A continuación los líderes judíos se consultaban entre sí, y decían: “¿Qué podemos hacer con
estos hombres? Es obvio que han
realizado una curación poderosa,
y todo Jerusalén lo sabe. 17Sin
embargo, tenemos que impedir
que esta noticia se propague, por
lo que debemos advertirles que
no hablen de esto nuevamente”.
18. Los llamaron de nuevo y
les advirtieron no hablar de este
milagro ni predicar en nombre de
Jesús. 19Pedro y Juan les respondieron: “Si es correcto, ante los
ojos de Dios, escucharlos a ustedes más que a él, es fácil de decidir. 20No podemos dejar de contar
lo que hemos visto y escuchado
de Jesús”.
21Los amenazaron de nuevo
para que se marcharan, porque
vieron que no había forma de
castigarlos puesto que el pueblo
estaba alabando a Dios por lo que
había sucedido 22pues el hombre
que había sido curado había estado discapacitado por cuarenta
años.
23Después que Pedro y Juan
fueron dejados en libertad, regresaron a la Comunidad y contaron
todo lo que había sucedido y lo
que los sacerdotes y los líderes
les habían dicho. 24Quienes escucharon esto, dijeron: “Papá, sabemos que estas cosas sucederían,
porque Espíritu las había profetizado a través de David. 29Así
que, frente a estas amenazas, te
pedimos que des a tus siervos la
fortaleza especial para predicar
sin temor el Mensaje de tu Hijo
y nuestro Hermano Jesús, 30así
como Tú logras a través de tu
Hijo sanar y realizar maravillas.
31Mientras oraban, el lugar fue
sacudido y se llenaron de Espíritu y estaban regocijados con el
Mensaje de Jesús.
32. La Comunidad de los creyentes eran una sola alma y un
solo corazón. Nadie reclamaba
nada para sí mismo, y todos los
bienes se ponían en común. 33Con
gran poder los apóstoles daban
testimonio de la resurrección de
su Hermano Jesús, y una unción
especial los llenaba a todos.
34Ninguno entre ellos tenía necesidades, 35porque quienes tenían propiedades las vendían y
daban el dinero a la Comunidad,
quien las distribuía a cada uno según su necesidad. 36José, llamado
Bernabé por los apóstoles, vendió
sus propiedades y entregó el dinero a la Comunidad.
160
Hechos 5
Capítulo 5
12Muchas
señales y maravillas
se siguieron manifestando entre el pueblo por los apóstoles y
otros. Las Comunidades continuaron reuniéndose regularmente
en el Pórtico de Salomón. 13Muchos que no pertenecían a las Comunidades estaban temerosos de
unirse, debido a la persecución,
pero tenían a los apóstoles en alta
estima. 14Mientras tanto, cada día
mujeres y hombres que creían en
Jesús continuaban uniéndose a
las Comunidades.
15. Algunos llegaron a tal confianza, que sacaban sus enfermos
a la calle sobre mantas y camillas,
para que cuando Pedro, Santiago
o Juan pasaran pudieran ser sanados. 16Enfermos y afligidos, aun
de fuera de Jerusalén, eran traídos, y todos quedaban curados.
17Los sacerdotes y los líderes
judíos empezaron a sentir celos por esto, 18entonces hicieron
arrestar de nuevo a los apóstoles,
para ponerlos en prisión. 19Sin
embargo, un Ángel de Dios vino
esa noche, los dejó salir y les
dijo: 20“Regresen al templo y
enséñenle a todo el mundo acerca de la Vida Divina”. 21Fueron
de nuevo al templo al amanecer
y comenzaron a enseñar esto.
Los sumos sacerdotes llamaron a
los líderes judíos, e incluso tam-
bién a los senadores, y enviaron
orden a la cárcel para traer a los
prisioneros. 22. Pero cuando los
sirvientes llegaron a la celda no
los encontraron, así que se devolvieron diciendo: 23“Hemos encontrado que la celda está cerrada
con seguro y los centinelas en las
puertas, pero cuando entramos no
había nadie adentro”.
24Cuando el capitán de la guardia del templo y los sumos sacerdotes escucharon esto, no podían
entender qué había sucedido.
25Alguien vino y dijo: “Los hombres que arrestaron ayer, están
enseñándole al pueblo en el templo”. 26El capitán y sus oficiales
fueron al templo y los trajeron,
pero no por la fuerza, porque estaban temerosos que la gente los
apedreara.
27Los llevaron ante los líderes
judíos y los sumos sacerdotes
reunidos allí, quienes dijeron:
“¿No les advertimos estrictamente que está prohibido que enseñen
en ese nombre? Y sin embargo,
no solo continúan enseñando en
el templo, sino que nos culpan de
su muerte”.
28. Pedro, Santiago y Juan replicaron, “¿No es nuestro deber
obedecer a Dios antes que a los
humanos? 29Dios ha resucitado
a Jesús, a quien ustedes mataron
colgándolo de una cruz. 32No solamente nosotros somos testigos
161
Hechos 5, 6
de esta verdad, sino también el
Espíritu que Dios concede a quienes se abren a él”.
33Mientras escuchaban se enfurecieron y decidieron sentenciarlos a muerte. 34Entonces Gamaliel, un maestro del pueblo, se
levantó y ordenó a los apóstoles
que se quedaran afuera un rato.
35Luego dijo: “Hombres de Dios,
tengan mucho cuidado con lo que
hagan a esta gente. 36Sabemos,
por lo que ya hemos visto, que los
movimientos que no son de Dios
mueren por sí solos. 38Así que les
aconsejo que dejen tranquilos a
estos hombres, que si su movimiento no es de Dios va a morir
por sí mismo; 39pero si viene de
Dios, nos encontraremos luchando contra Dios”. 40Aceptaron su
consejo y trajeron a los apóstoles
nuevamente, los azotaron y los
dejaron libres.
41. Los apóstoles salieron, y
se alegraban que hubieran sido
tratados como habían tratado a
Jesús, y continuaron enseñando
acerca de su resurrección y su
Mensaje. 42Lo hacían tanto en el
templo como en las casas de los
creyentes.
Capítulo 6
1En
aquellos días, como el número de creyentes iba creciendo,
los judíos griegos se quejaban
que sus viudas eran descuidadas en la distribución diaria de
alimentos. 2Entonces los doce
apóstoles convocaron una reunión de Comunidades y dijeron:
“No debemos dejar de predicar el
Mensaje de Jesús para atender los
problemas de la mesa. 3Por consiguiente, hermanas y hermanos,
busquen en la Comunidad siete
personas de buena reputación y
llenas de Espíritu, 4para encargarlas de hacer esas tareas, y nosotros poder continuar dedicando
nuestra vida a la oración y a la
enseñanza del Mensaje de Jesús”.
5Esta sugerencia fue aceptada
por las Comunidades, quienes
seleccionaron a Esteban, hombre
lleno de fe y Espíritu, también a
Felipe, Prócuro, Nicanor, Timón,
Parmenas y Nicolás. 6Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.
7De esta manera el Mensaje de
Jesús continuó difundiéndose. El
número de creyentes en Jerusalén
aumentó rápidamente, incluso
con gran número de sacerdotes
que se unían a las Comunidades.
8Esteban, lleno de Espíritu y
de sus Dones realizaba muchos
signos y maravillas entre la gente, 9aunque algunos de los no
creyentes lo cuestionaban. 10Sin
embargo, la sabiduría dada por
Espíritu prevalecía en él.
11Entonces decidieron que la
162
Hechos 6, 7, 8
única forma de enfrentarlo era
con la muerte. Incitaron a la gente con mentiras, y decían: “Está
hablando contra Moisés y contra
Dios”. 12Como resultado de esto,
fue llevado ante el alto tribunal.
13Allí presentaron falsos testigos
que decían: “Este hombre habla
contra el templo y contra la ley.
14Le hemos escuchado decir que
Jesús de Nazaret destruirá nuestro templo y la ley que nos dio
Moisés”. 15Los jueces lo miraron
atentamente y observaron que tenía la cara de Ángel.
Capítulo 7
1El sumo sacerdote le preguntó:
“¿Son verdaderas estas acusaciones?”. 2Esteban dijo: “Hermanos,
a nuestro padre Abraham le fue
otorgada la tierra en que vivimos
y se le prometió que la pasaría a
sus descendientes, a pesar que en
ese momento todavía no tenía hijos.
Dios vino e hizo una Alianza
de amor con Abraham, pero ésta
no fue respetada. Ahora envió a
su Hijo para que llevara a su pueblo de nuevo a Él, pero ustedes lo
mataron”.
54Ante esto, los jueces arremetieron contra Esteban, lo expulsaron de la ciudad y lo hicieron
apedrear hasta la muerte. 55Los
testigos dejaron sus vestidos a los
pies de un joven llamado Saulo.
lo apedreaban, Esteban dijo: “Veo los cielos abiertos
y a Jesús al lado de Dios, llamándome por señas”. 57Entonces exclamó: “¡Hermano Jesús, llévame
a casa!”. 60Cayendo de rodillas,
dijo: “Hermano, no los culpes por
hacer esto”. Con estas palabras,
regresó a su hogar.
56Mientras
Capítulo 8
1Un
joven llamado Saulo había
dirigido el apedreamiento a Esteban y había liderado una severa
persecución contra las Comunidades de Jerusalén, por lo que
muchos huyeron de la ciudad, excepto los apóstoles. 2Saulo había
causado pánico entre los miembros de las Comunidades, 3allanando sus casas y poniéndolos en
prisión.
4Los que tuvieron que huir de
Jerusalén se fueron por diferentes
partes predicando la Buena Nueva de Jesús. 5Felipe bajó a una
ciudad de Samaria y predicó sobre Jesús. 6La gente asistía a sus
reuniones con felicidad y admiraba los milagros que realizaba.
7Los poseídos eran liberados, los
cojos eran sanados; 8había júbilo
por todas partes.
14Cuando los apóstoles supieron en Jerusalén que Samaria había aceptado el Mensaje de Jesús,
163
Hechos 8, 9
entonces enviaron a Pedro y a
Juan. 15Cuando llegaron, oraron
para que los nuevos creyentes
recibieran el Espíritu. 16Porque
hasta ese momento solamente
habían sido bautizados con agua,
pero no habían recibido Espíritu.
17Pedro y Juan les impusieron las
manos y recibieron el Espíritu.
25Después que dieron testimonio
y compartieron el Mensaje de Jesús en muchas Comunidades de
Samaria continuaron su camino.
26Un ángel de Dios dijo a Felipe: “Levántate y al mediodía
baja al camino que está entre Jerusalén y Gaza”. 27Se levantó y
fue allí. Se encontró con un eunuco de Etiopía, funcionario de la
Reina Candace, que regresaba de
una visita de oración a Jerusalén.
28Viajaba en su carruaje mientras
leía el Libro de Isaías.
29Espíritu dijo a Felipe: “Sube
y salúdalo”. Felipe se acercó al
carruaje y escuchó que estaba leyendo a Isaías. 30Le preguntó si
entendía lo que estaba leyendo.
31Respondió: “¿Cómo puedo entender, a menos que alguien me
lo explique?”. Entonces invitó a
Felipe a subir a su carruaje y a
viajar con él.
32El pasaje de la Escritura que
el etíope acababa de leer era el
siguiente: “Como un cordero fue
llevado al matadero, pero ni siquiera abrió la boca”. 34Entonces
se dirigió a Felipe y le preguntó a
quién se refería el profeta. 35Felipe comenzó a explicarle el pasaje
y continuó enseñándole acerca de
la Buena Nueva de Jesús.
36Cuando llegaron a una corriente de agua el etíope preguntó
a Felipe si podía ser bautizado.
37Felipe le dijo que si realmente
creía lo que había estado escuchando, podía ser bautizado. Él
contestó: “Creo que Jesús es un
Cristo, un Hijo de Dios”. 38Entonces ordenó parar el carruaje,
bajaron al agua y Felipe lo bautizó.
39Cuando salieron del agua, Espíritu se llevó a Felipe y el etíope
siguió feliz su camino regocijándose con su nueva vida. 40Felipe,
sin embargo, fue encontrado en
Azoto, y mientras recorría las ciudades predicaba la Buena Nueva
por toda la región de Cesarea.
Capítulo 9
1Mientras
tanto, Saulo continuaba persiguiendo a los creyentes. 2Fue donde los sumos sacerdotes y les pidió cartas para acudir a las sinagogas de Damasco,
de tal manera que pudiera arrestar
creyentes, traerlos a Jerusalén y
ponerlos en prisión.
3Cuando se acercaba a Damasco, lo envolvió una luz brillante
que caía del cielo. 4Cayó al sue-
164
Hechos 9
lo y escuchó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigue?”. 5Él dijo: “¿Quién es
usted?”. La voz respondió: “Soy
Jesús, a quien usted persigue”.
6Confundido y muy asustado,
preguntó: “¿Qué quiere usted que
yo haga?”. Jesús le dijo: “Levántese, vaya a la ciudad y allí le diré
lo que debe hacer”.
7Los hombres que viajaban con
él se quedaron mudos. Habían escuchado la voz claramente pero
no habían visto a nadie. 8Saulo
se levantó, pero cuando abrió los
ojos no podía ver. Entonces lo
condujeron de la mano hasta Damasco. 9Durante tres días permaneció ciego y no podía comer ni
beber nada.
10Había en Damasco un creyente de nombre Ananías. 11Jesús le
dijo: “Levántese, vaya a la calle
llamada Recta y pregunte en casa
de Judas por un hombre llamado
Saulo de Tarso que está allí orando. 12Él ha tenido una visión en
la cual usted viene y le pone las
manos para que pueda ver”.
13Ananías replicó: “Pero Hermano, he escuchado acerca de
él y del mucho daño que ha hecho a sus santos en Jerusalén, 14y
ahora tiene autoridad para poder
encadenar a quien crea en usted”.
15Jesús le dijo: “Simplemente
vaya, porque lo he escogido para
traer la Buena Nueva a los gen-
tiles y a todo el pueblo de Dios.
Con anticipación le mostraré
cuánto sufrirá para hacer esto”.
16Ananías fue a donde estaba Saulo. 17Poniendo sus manos
sobre él, dijo: “Hermano Saulo,
Jesús, el que se le apareció en el
camino, me ha enviado para que
pueda recobrar su vista y sea lleno con su Espíritu”. 18Instantáneamente algo como escamas cayeron de sus ojos y nuevamente
pudo ver. Se levantó y fue bautizado. 19Enseguida comió y recuperó las fuerzas.
20Saulo se quedó en Damasco
por algún tiempo en oración y
compartiendo con los creyentes.
Incluso comenzó a predicar en
las sinagogas que Jesús era Hijo
de Dios. 21Quienes lo escuchaban
se asombraban y decían: “¿No es
este el hombre que estaba causando caos en Jerusalén y que vino a
llevarse a todos los creyentes encadenados a Jerusalén?”. 22Saulo
crecía cada día en Espíritu y en
los Dones de Espíritu, por lo tanto podía demostrar su sinceridad
por el Mensaje y a través de las
maravillas que realizaba.
23Después de un tiempo los líderes judíos decidieron que Saulo
tenía que ser ejecutado, 24pero la
noticia llegó a Saulo 25y por eso
los creyentes lo bajaron en una
canasta por la pared, durante la
noche.
165
Hechos 9, 10
31. Todas las Comunidades de
Judea, Galilea y Samaria comenzaron a disfrutar de paz, y los
miembros aumentaron en Espíritu y en número.
32Mientras Pedro viajaba proclamando la Buena Nueva, visitó a los santos que habitaban
en Lida. 33Un hombre llamado
Eneas había estado reducido a la
cama por ocho años. 34Pedro le
dijo: “Eneas, Jesús lo sana; levántese y arregle su cama”. 35Al
instante el hombre se levantó, y
quienes en Lida vieron esto se
volvieron creyentes.
36. En Jope había una santa
creyente llamada Tabita. 37Por
este tiempo ella enfermó y murió,
y fue puesta en uno de los cuartos de arriba. 38Como Jope estaba
cerca a Lida, su familia le envió
un mensaje a Pedro, rogándole
que viniera. 39Pedro vino a Jope
y subió al cuarto en donde estaba la gente reunida en duelo. Le
mostraron las maravillas que ella
tejía cuando estaba con ellos.
40Pedro les pidió a todos que
salieran, y luego se arrodilló y
oró. Dirigiéndose al cuerpo, dijo:
“Tabita, despierte”. Ella abrió los
ojos y se sentó. 41Pedro le dio la
mano y la ayudó a levantarse, y
luego llamó a la gente para que
vieran que estaba viva.
42En la medida que esta noticia
se extendía, el número de creyen-
tes aumentaba. Pedro permaneció
allí por algún tiempo en casa de
Simón, el curtidor.
Capítulo 10
1Había
un hombre en Cesarea,
capitán de la llamada Cohorte
Italiana. 2Era una persona muy
generosa y de oración. 3Hacia las
tres de la tarde tuvo una visión de
un ángel de Dios que venía hacia
él y decía: 4“Cornelio, sus oraciones y su caridad han tocado a
Dios. 5Envíe hombres a Jope para
que busquen a Pedro, que se encuentra donde Simón, el curtidor,
que vive cerca del mar”.
7Tan pronto como el ángel desapareció, llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado fiel, y los
envió a Jope, 8con las instrucciones del ángel.
9Al día siguiente, mientras viajaban hacia Jope, Pedro subió
para orar en la terraza al medio
día. 10Durante la oración sintió hambre y quiso comer algo.
Mientras preparaban la comida
le llegó un trance. 11Vio el cielo
abierto y una sábana blanca que
descendía hacia la tierra. 12En
ella había toda clase de animales, reptiles y aves. 13Escuchó
una voz que le decía: “Levántese, Pedro, mate y coma”. 14Pero
Pedro dijo: “De ninguna manera.
No como cosas impuras”. 15Una
166
Hechos 10
vez más la voz dijo: “Nada de lo
que Dios ha hecho puede considerarse impuro”. 16Esto sucedió
tres veces, y luego la sábana fue
regresada al cielo.
17Mientras Pedro trataba de
interpretar el mensaje de esta visión, 18los mensajeros de Cornelio llegaron a la puerta preguntando si Pedro estaba allí. 19Todavía
estaba tratando de entender mejor
la visión, cuando Espíritu le dijo:
“Hay tres hombres en la puerta
buscándolo. 20Vaya, salúdelos y
vaya con ellos, porque yo los he
enviado”. Pedro bajó y dijo: “Soy
Pedro, ¿en qué puedo servirles?”.
22Dijeron: “Al capitán Cornelio,
un hombre santo, un ángel le dijo
que lo invitara a usted su casa
para escuchar su mensaje”.
23Entonces lo invitaron a cenar
con él. 24Al día siguiente salieron de Jope junto con algunos
hermanas y hermanos. 25Al otro
día llegaron a Cesarea. Cornelio
había invitado a su familia y algunos amigos más cercanos a su
casa, y tan pronto como Pedro
entró se arrodilló a sus pies para
reverenciarlo. 26Pero Pedro lo levantó y le dijo: “Levántese, ¡soy
su hermano!”. 27Pedro entró en
su casa y encontró un gran grupo reunido. 28Les dijo: “Ustedes
saben que a los judíos no les es
permitido visitar a los gentiles,
pero Dios me ha dicho que todos
son sus hijas e hijos. 29Por esto
he venido sin dudarlo a su casa.
¿Puedo preguntarle por qué me
ha invitado aquí?”.
30Cornelio le contó acerca de
la visita del ángel y lo que le había dicho que hiciera. 33Entonces
dijo: “Por eso estamos aquí, delante de Dios, para escuchar lo
que Él ha enseñado. 34Ahora entiendo que Dios ama a todos, 35y
entiendo lo que nuestro Hermano
Jesús nos ha hecho conocer, 36la
Buena Nueva de Paz y Amor”.
37Pedro dijo: “¿Es posible que
ustedes sepan lo que ha ocurrido en toda Judea, empezando
por Galilea, después del bautismo predicado por Juan? 38Cómo
Dios ungió a Jesús de Nazaret y
cómo pasó por la tierra predicando y sanando, porque Dios estaba
con Él. 39Nosotros somos testigos
de todo lo que hizo, sobre todo en
Jerusalén, donde fue finalmente
crucificado.
40Pero Dios lo resucitó de entre los muertos y se apareció a
muchos de nosotros, a quienes
había escogido para ser sus testigos. 41Incluso comió y bebió
con nosotros después de su resurrección. 42También nos dijo que
predicáramos el Amor de Dios, y
que lo demostráramos a través de
la sanación”.
44Mientras Pedro estaba todavía
predicando, Espíritu descendió
167
Hechos 10, 11
sobre quienes estaban reunidos.
45Los creyentes con Pedro se sorprendieron de que el Espíritu fuera también derramado sobre los
gentiles, 46porque los escuchaban
orando y alabando a Jesús.
47Dijo
Pedro
finalmente:
“¿Cómo podemos negarles el
bautismo de agua si ya han recibido el bautismo de Espíritu?”.
48Entonces ordenó que fueran
bautizados en el nombre de Jesús.
49Le rogaron que se quedara con
ellos unos días más.
Capítulo 11
1Los apóstoles, hermanas y her-
manos que vivían en Judea, escucharon que los gentiles le daban
la bienvenida a la Buena nueva.
2Cuando Pedro volvió a Jerusalén, quienes todavía creían en la
ley confrontaron a Pedro acerca
de la necesidad de la circuncisión. 4Pedro respondió contándoles la historia de lo que había
sucedido en Jope, su visión del
cielo 5y la enseñanza de no considerar impuro lo que Dios ha creado limpio. 6También lo que había
ocurrido en Cesarea con la visión
que había tenido Cornelio para invitarlo y escucharlo. 7Pedro también les compartió el milagro de
Espíritu descendiendo sobre los
gentiles en Cesarea, 8y concluyó
diciendo: 9“Puesto que Dios les
ha dado a ellos el mismo Espíritu
que nos ha dado nosotros ¿quién
soy para obstaculizar el camino
de Dios?”. 18Cuando escucharon
esto se quedaron asombrados de
las acciones de Dios, y lo alababan por su excepcional amor.
19Los que habían huido de Jerusalén por la persecución de
Esteban, lograron llegar hasta
Fenicia, pero predicando la palabra solamente a los judíos. 20Había hablantes griegos que fueron
a Antioquía, hablaron con los
griegos de allí y les predicaron la
Buena Nueva de nuestro Hermano Jesús. 21La mano de Jesús estaba con ellos, y un gran número
comenzaron a creer en él.
22Cuando estas noticias llegaron a Jerusalén, las comunidades
enviaron a Bernabé a Antioquía.
23Cuando llegó, se quedó sorprendido de lo que Jesús había
hecho allí, y los animó a caminar
más estrechamente con él. 24Bernabé era un hombre bueno y santo, y ayudó a muchos a entregar
su vida a Jesús.
25Enseguida fue a Tarso en busca de Pablo, 26y lo trajo a Antioquía, donde se quedaron un año
entero predicando la Buena Nueva y sanando a los enfermos. Fue
en Antioquía donde los creyentes
fueron llamados por primera vez
cristianos.
168
Hechos 11, 12
27En
este tiempo un gran número de profetas bajaron a Antioquía desde Jerusalén. 28Uno de
ellos, llamado Agabo, se levantó
y reveló, a través del Espíritu, que
se acercaba una terrible hambruna. 29Los creyentes de allí enviaron una contribución para los que
vivían en Judea, 30la cual fue llevada por Bernabé y Pablo.
Capítulo 12
1. Por aquel entonces Herodes
comenzó su ataque contra las comunidades. 2Mató a Santiago, el
hermano de Juan. 3Como esto lo
hizo muy popular ante los líderes
judíos, también arrestó y encarceló a Pedro. Este hecho tuvo lugar
durante la fiesta del pan sin levadura. 4Pedro fue puesto bajo una
fuerte vigilancia. 5Mientras Pedro estuvo en prisión, la comunidad se mantuvo en constante oración. 6Pedro era mantenido atado
con doble cadena, para evitar que
escapara. 7Una noche, de repente, un ángel se puso a su lado y
una gran luz brilló desde el cielo.
Cuando Pedro se despertó, le dijo
que se levantara. 8Sus cadenas se
soltaron, y el ángel le dijo que
se vistiera, se pusiera el abrigo y
lo siguiera. 9Pedro lo siguió sin
darse cuenta de lo que realmente estaba pasando; pensó que era
una visión. 10Pasaron una guar-
dia, luego otra y llegaron hasta la
puerta de la prisión. La puerta se
abrió por sí misma. Salieron y el
ángel lo dejó. 11Cuando Pedro se
dio cuenta que realmente estaba
fuera de la prisión, agradeció a
Dios por haberlo liberado, salvándolo del complot de Herodes.
12Cuando se dio cuenta donde
estaba, fue a casa de María, la
madre de Juan Marcos, porque
sabía que allí había una gran muchedumbre orando. 13Al llamar
a la puerta, Rodesa vino a abrir.
14Ella reconoció la voz de Pedro
y corrió a decirle a la comunidad,
olvidándose abrir la puerta, por la
emoción. 15Le dijeron que estaba
loca, pero ella insistió que Pedro estaba allí. 16Mientras tanto,
Pedro continuaba golpeando, y
cuando finalmente le abrieron la
puerta, todos se quedaron asombrados al verlo. 17Les contó cómo
el ángel de Dios lo había sacado
de la cárcel, y pidió que le contaran a Santiago y a sus hermanos
acerca de su liberación. Luego se
marchó.
18A la mañana siguiente, los
soldados estaban confundidos
acerca de cómo Pedro había escapado. 19Herodes envió a los guardias para que trajeran a Pedro y
le dijeron que había escapado.
Entonces hizo ejecutar a los guardias y se fue a su casa en Cesarea.
169
Hechos 13
Capítulo 13
1Había
muchos profetas en la
comunidad de Antioquía, como
Bernabé y Simeón, conocido
como el Nigeriano, Lucio de
Cirene y Manahem, amigo de
infancia del Rey Herodes, y Pablo. 2Cuando estaban en oración,
Espíritu les dijo: “He escogido a
Bernabé y a Pablo para una Misión especial”. 3Después de ayunar y orar les impusieron las manos y los enviaron.
4Fueron guiados por Espíritu
hasta Seleucia, y de allí se embarcaron hasta Lupus. 5Al llegar
a Salamina, predicaron la Buena
Nueva en las sinagogas.
6Atravesaron la isla hasta Pafos. 7El Procónsul Sergio Paulo
envió por ellos, para escuchar la
Palabra de Dios. 12Cuando vio
las maravillas que Pablo hacía
en el Espíritu, se volvió creyente.
Estaba maravillado acerca de las
enseñanzas de Jesús.
13Desde Pafos, Pablo y sus
acompañantes navegaron hacia
Panfilia, 14y luego hasta Antioquía. 15Al entrar a la Sinagoga,
en sábado, fueron invitados a
compartir con la congregación.
16Pablo se levantó y comenzó a
hablar. 17Hizo primero una reseña de la historia del Pueblo Judío,
comenzando desde los tiempos
de Egipto. 18Luego contó que
Dios había designado a David
como su Rey, y que Jesús era de
su descendencia.
Les habló de Jesús y de sus
enseñanzas, y cómo los líderes judíos lo habían crucificado,
aunque no tenían prueba de que
hubiera cometido un delito. Pero
Dios lo levantó de entre los muertos, y se les apareció a sus amigos, que luego se convirtieron en
sus testigos. Éstos comenzaron a
predicar la Buena Nueva de Jesús.
42Cuando Pablo y Bernabé salieron de la sinagoga, la gente les
solicitó que volvieran la semana
siguiente. 43Continuaban dedicando tiempo a estar con Pablo y
Bernabé, para escuchar más acerca de la Buena Nueva.
44El sábado siguiente casi todo
el pueblo vino a escucharlos.
45Los líderes judíos se pusieron
muy celosos y se disgustaron por
esto. Rechazaban sus enseñanzas
y conspiraban para deshacerse
de ellos. 46Pablo y Bernabé continuaron predicando con gran
fuerza y sabiduría. 47Por último,
debido a la oposición de los líderes, dijeron que habían sido enviados primero a los judíos, pero
que como no aceptaban la Buena
Nueva de Jesús, entonces irían
ahora a los gentiles.
48Cuando los gentiles escucharon esto, se alegraron y muchos
170
Hechos 13, 14
se volvieron creyentes en Jesús.
49Así la Buena Nueva fue llevada por todo el país. 50Los líderes
judíos incitaron una nueva persecución contra Pablo y Bernabé,
y los expulsaron del territorio.
51Entonces Pablo y Bernabé se
fueron a Iconio. 52Los creyentes
estaban llenos de alegría y de Espíritu.
Capítulo 14
1Lo
mismo sucedió en Iconio.
Fueron a la sinagoga judía y predicaron desde lo más profundo
del Espíritu, de tal manera que
muchos judíos y griegos se convirtieron en creyentes aquel día.
2Pero los judíos no creyentes inventaron mentiras contra los hermanos. 3No obstante, los hermanos permanecieron allí un tiempo, hablando desde el corazón de
Jesús, quien daba testimonio de
su mensaje, poniéndoles signos y
maravillas en sus manos.
4La ciudad se dividió, pues algunos se alinearon con los líderes
judíos y otros con los apóstoles.
5Sin embargo, cuando los líderes
judíos y los gentiles comenzaron
a confabularse para matarlos,
6ellos se dieron cuenta, 7entonces huyeron a las poblaciones de
Listra y Derbe, en Licaonia y sus
alrededores, donde continuaron
predicando la Buena Nueva.
8En
Listra había un hombre paralizado de nacimiento, que nunca había podido caminar. 9Estaba
allí cuando Pablo hablaba. Pablo
miró fijamente en su corazón, y
vio que tenía fe para ser sanado. Entonces le dijo en voz alta:
“¡Levántese, puede caminar!”.
El hombre se levantó y empezó a
caminar.
10Cuando la multitud vio lo que
había hecho Pablo, dijeron en su
dialecto: 11“¡Los dioses han venido a nosotros en forma humana!”. 12Llamaron a Bernabé Zeus
y a Pablo Hermes, pues éste era
el principal mensajero. 13Hasta el
sacerdote de Zeus trajo bueyes a
la puerta de la ciudad, para unirse
a la gente ofreciendo sacrificios.
14Cuando Bernabé y Pablo
oyeron esto corrieron hacia la
multitud y gritaron: “¿Qué están
haciendo? ¡Somos exactamente como ustedes! Les traemos la
Buena Nueva, que no se necesitan sacrificios, porque tenemos
un Dios de Amor. 16En tiempos
antiguos parecía distante de nosotros, 17pero con la venida del
Hermano Jesús sabemos que está
en lo más íntimo de nuestro ser.
Él nos da lluvia para nuestros
campos y alegría para nuestros
corazones”.
18A pesar de haber dicho esto,
tuvieron dificultad para evitar
que la gente hiciera sacrificios.
171
Hechos 14, 15
Capítulo 15
19Entonces
judíos que habían
venido de Antioquía y de Iconio
convencieron a la gente para apedrearlos. Apedrearon a Pablo y
lo arrastraron fuera de la ciudad,
pensando que había muerto.
20Los creyentes lo rodearon y
empezaron a orar. Él se levantó,
regresó la ciudad, y al día siguiente se fue para Derbe con Bernabé.
21Llevaron la Buena Nueva a
esa ciudad y después de establecer allí una gran Comunidad, regresaron a Listra, Iconio y Antioquía. 22Les recomendaron a todos
los creyentes en Espíritu permanecer firmes en la fe, y dijeron:
“A veces caminar con Jesús nos
trae los mismos sufrimientos que
Él soportó”. 23En oración, con
las comunidades, nombraron algunos ancianos para ayudar a la
gente a continuar compartiendo
la Buena Nueva.
24Después de pasar por Pisidia,
se fueron a Panfilia, 25y después
de predicar la Buena Nueva en
Perge llegaron hasta Atalía. 26De
allí se embarcaron para Antioquía, donde Dios había manifestado su gran amor.
27Cuando llegaron a Antioquía
convocaron a todas las comunidades y les explicaron que Dios
había abierto la puerta de la fe
a los gentiles. 28Permanecieron
mucho tiempo con las comunidades de creyentes de aquel lugar.
1Algunos
de los primeros judíos que habían bajado de Jordania predicaban la antigua creencia
de que si no estaban circuncidados, no podían salvarse. 2Pablo y
Bernabé tuvieron que explicarles
cómo esto era contrario a la Buena Nueva de Jesús. Les explicaron que la ley de la circuncisión
había sido sustituida por la Buena
Nueva, puesto que todos ya somos hijas e hijos de un Dios de
Amor. Por lo tanto, no tenemos
necesidad de ser salvados, solo
necesitamos aceptar lo que la
Buena Nueva nos enseña.
Las comunidades escuchaban
atentamente lo que Pablo y Bernabé decían acerca de los signos y
maravillas que Dios había hecho
a través de ellos a los gentiles.
Pablo les dijo: “En este momento,
es claro que Espíritu está siendo
derramado de igual manera sobre judíos y gentiles, y ahora está
limpiando nuestros corazones de
lo que anteriormente creíamos
que hacía la ley. Reabramos nuestros corazones a la Buena Nueva
de nuestro hermano Jesús, que
nos enseñó que Dios es Amor.
Dios es Amor y por eso Amor es
todo (lo que necesitamos).
La Buena Nueva de Jesús, que
literalmente somos hijas e hijos
de Dios, nos libera de la ley de
172
Hechos 15, 16
Moisés, y restablece nuestra original herencia Divina. Ahora podemos ver que la ley de Moisés
no tenía ninguna relación con la
Alianza de nuestro Padre Abraham. La relación de amor que
Dios trató de establecer fue desviada hacia el temor, basado en la
necesidad de obedecer la ley. Es
tiempo de salir de las sinagogas
para entrar en la Buena Nueva de
Jesús. Nos comprometemos con
ustedes para alejarnos del miedo
a la ley y caminar hacia el Amor
de Dios. Cualquier mensaje diferente no es nuestro y no es de
nuestro Hermano Jesús”. 35Pablo
y Bernabé permanecieron en Antioquía enseñando y predicando
con muchos otros el mensaje de
Jesús.
36Tiempo después Pablo dijo a
Bernabé: “Regresemos y visitemos las hermanas y hermanos en
cada ciudad donde hemos predicado la Buena Nueva de Jesús,
para ver qué están haciendo”.
37Bernabé quería llevar a Juan
Marcos, 38pero Pablo no aceptó,
puesto que Juan Marcos los había abandonado antes en Panfilia.
39Dado que no pudieron ponerse
de acuerdo, decidieron separarse.
Bernabé se embarcó para Chipre
con Juan Marcos, 40y Pablo tomó
a Silas y se fueron hasta Siria y
Cilicia, a fortalecer las comunidades allá.
Capítulo 16
1Pablo
bajó a Derbe, donde vivía un creyente de nombre Timoteo. 2Había sido altamente recomendado por las hermanas y hermanos de Listra e Iconio. 3Pablo
lo invitó a venir con él.
4Mientras viajaban de una ciudad a otra, 5las comunidades se
fortalecían en la fe y continuaban creciendo. 6Cruzaron Frigia
y el país de Galacia, y llegaron a
Tróade.
9Durante la noche Pablo tuvo
una visión de un hombre de Macedonia que le rogaba que viniera a ayudarles. 10Se levantó de
inmediato e hizo planes para ir,
seguro de que Espíritu lo había
llamado para llevarles la Buena
Nueva.
11Zarpamos de Tróade, directo
a Samotracia, luego a Neápolis y
finalmente a Filipos, una colonia
y ciudad principal de Macedonia. 12Permanecimos allí algunos
días. 13El sábado salimos de la
ciudad hacia un río, donde habíamos escuchado que había una ceremonia religiosa. 14Un grupo de
mujeres estaba reunido allí, entre
ellas una de nombre Lidia de Tiatira. Era una persona devota, y
Jesús le había tocado el corazón
mientras Pablo predicaba. 15Ella
pidió que su familia fuera bauti-
173
Hechos 16, 17
zada, y nos invitó a quedarnos en
su casa.
19En el camino a su casa, fuimos detenidos por varios hombres, que nos llevaron a las
autoridades locales, diciendo:
20“Estos hombres son judíos y
están creando desórdenes, diciendo cosas que están en contra de
nuestra ley romana”. 22Una gran
multitud se agolpó alrededor a
escuchar las denuncias. 23Las autoridades los desnudaron y fueron
azotados; 24luego los pusieron en
prisión de alta seguridad.
25Cerca de la media noche Pablo y Silas se pusieron a orar, y
cantaban himnos mientras los
demás prisioneros escuchaban.
26De repente un fuerte temblor de
tierra se sintió, el cual sacudió la
cárcel hasta los cimientos, y todas
las puertas se abrieron y cayeron
las cadenas de los prisioneros.
27Cuando el carcelero vio que todas las puertas se abrieron, sacó
su espada para matarse, pensando que los prisioneros se habían
escapado. 28Pero Pablo le gritó:
“No atente contra su vida, aquí
estamos todos”.
29Tomando una linterna, el
guardia se precipitó y se arrodilló a los pies de Pablo y Silas, diciendo: 30“¿Qué debo hacer para
salvarme?”. 31Le respondieron:
“Crea en nuestro Hermano Jesús
junto con su familia”. 32Entonces
le enseñaron a él y a su familia la
Buena Nueva de Jesús.
33A esa misma hora de la noche
el carcelero los llevó a su casa y
les ayudó a curar sus heridas. 34Él
y toda su familia fueron bautizados. Al día siguiente juntos compartieron una comida y todos se
regocijaban en el Hermano Jesús.
35Al amanecer los magistrados
enviaron órdenes para que fueran
liberados. 36El carcelero dio esta
noticia a Pablo. 37Pero Pablo respondió: “¿Después de azotarnos
sin juicio y meternos en la cárcel,
a pesar de que somos romanos,
quieren liberarnos en secreto?
¡Imposible! Que vengan acá ellos
mismos y nos liberen”.
38Los subalternos reportaron
esto a los magistrados, quienes se
alarmaron al descubrir que eran
ciudadanos romanos. 39Vinieron,
se disculparon y les rogaron que
salieran de la ciudad. 40Entonces
salieron de la cárcel, se fueron
a la casa de Lidia, compartieron
con ellos y luego se marcharon de
la ciudad.
Capítulo 17
1Pasando
por Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica.
2Como de costumbre, Pablo entró
a la sinagoga el sábado para predicar. 3Durante tres sábados explicó lo que decían las Escrituras
174
Hechos 17
sobre Cristo. Les decía: “El Jesús
de que les hablo, es Cristo”.
4Algunos se convirtieron en
creyentes y se unieron a Pablo y
Silas. Un gran número eran griegos piadosos, y otras mujeres
prominentes.
5En los líderes judíos crecieron
los celos y formaron un grupo de
los más pobres para incitar a una
protesta en la ciudad. 6Fueron a
la casa de Jasón, ya que muchos
creyentes acostumbraban reunirse allí para orar, pero no los
encontraron. Entonces sacaron a
Jasón de la casa y lo llevaron ante
los ancianos de la ciudad, mientras gritaban: 7“Jasón ha acogido a aquellos que están creando
confusión en el mundo. Hablan
en contra del César y dicen que
hay un rey diferente, de nombre
de Jesús”. 8Los magistrados y la
muchedumbre se exaltaron al escuchar esto. 9Los reprendieron y
los dejaron libres.
10Esa noche las hermanas y
hermanos llevaron a Pablo y a Silas a Berea. Al día siguiente fueron a la sinagoga y tuvieron una
mejor recepción que en Tesalónica. 11La gente estaba más abierta
a la Buena Nueva y diariamente
estudiaban las Escrituras para
comprenderlas mejor. 12Muchos
se convirtieron en creyentes
13Cuando los líderes judíos se
enteraron que Pablo estaba predi-
cando en Berea, fueron allá para
ponerle problema. 14Las hermanas y hermanos enviaron a Pablo hacia el mar, mientras Silas
y Timoteo permanecieron allí.
15Quienes acompañaban a Pablo
lo llevaron hasta Atenas, y luego
regresaron con instrucciones para
que Silas y Timoteo se unieran
con él tan pronto como les fuera
posible.
16Mientras Pablo los esperaba
en Atenas, estaba profundamente
preocupado al ver los ídolos que
allí tenían. 17Les hablaba en la sinagoga sobre este problema, y a
todo el que quisiera escucharlo en
sus caminatas por la población.
18Algunos de los filósofos que
estaban allí decían: “¿Qué es lo
que este hombre está diciendo?”.
Otros decían: “Parece que está
hablando de un Dios extraño”, ya
que Pablo hablaba de la Buena
Nueva de Jesús y su resurrección.
19Lo llevaron al Areópago y dijeron: 20“Queremos saber un poco
más acerca de estas cosas extrañas que está diciendo”. 21Para
ellos no había nada mejor que
discutir nuevas ideas.
22Parado en medio del Areópago, Pablo empezó a hablar:
23“Ciudadanos de Atenas, a medida que he caminado por su ciudad, he notado lo religiosos que
son, ya que he encontrado altares
por todas partes. Hasta uno de es-
175
Hechos 17, 18
tos altares está dedicado al “Dios
Desconocido”. Es acerca de este
Dios desconocido que quiero hablarles ahora.
24“El Dios que su corazón busca no se encuentra en los templos
construidos por manos humanas.
25Tampoco es servido por manos
humanas, como si Él necesitara
algo. 26El creador de todo, permanece en todo. Hemos fracasado en
encontrarlo, porque hemos estado
buscándolo fuera. Durante todos
estos milenios Él se ha ocultado
en nuestro corazón, esperando ser
encontrado por nosotros. Recientemente su amor no pudo esperar
más, por lo que vino y caminó entre nosotros, como uno de nosotros. Hasta nos dijo que nosotros
también somos Dios. Quienes no
pudieron abrir su corazón a esta
verdad, decidieron matarlo. Después que lo mataron, tratando de
refutar su Verdad; pero Él se levantó de entre los muertos y así
comprobó su Verdad.
27“Él es nuestra vida, Él es
nuestra acción, Él es nuestra
esencia. La filosofía trata de separar las cosas para comprenderlas, pero Él enseñó que la verdadera sabiduría viene solamente
de ver la unidad de Todos. Por lo
tanto, la verdadera sabiduría no
viene de la mente sino del corazón, y aún mejor, de la unión de
estos dos en uno.
28“Somos
las hijas e hijos de
Dios y, como algunos poetas lo
han expresado muy bien, en última instancia somos la Familia
de Dios. 29Como nosotros somos
Dios, nunca encontraremos a
Dios buscándolo en cosas hechas
de oro, plata o piedra.
30“Ahora que sabemos que
Dios está en nuestros corazones,
31Él nos invita a encontrarlo y a
transformarnos en Él. Esta será
nuestra propia resurrección”.
32Al escuchar sobre resurrección
algunos se burlaron, pero otros
dijeron: “Nos gustaría escuchar
un poco más acerca de esto”.
33Luego, Pablo salió.
34Sin embargo, algunos lo siguieron y se convirtieron en creyentes. Entre ellos estaban Dionisio, miembro de la corte del
Areópago, una mujer llamada
Dámaris y otros.
Capítulo 18
1Después
de esto, Pablo salió
de Atenas y fue a Corinto, 2donde conoció a un hombre llamado
Aquila, del Ponto, y a su esposa
Priscila, quienes habían llegado
recientemente de Italia, porque el
Emperador Claudio había ordenado que todos los judíos debían
salir de Roma. 3Fue a visitarlos,
y como también estaban en carpas, se quedó allí y trabajaba con
176
Hechos 18, 19
ellos. 4Cada sábado iba a la sinagoga y se ganaba la atención de
muchos judíos y griegos.
5Cuando Silas y Timoteo finalmente llegaron de Macedonia,
Pablo estaba dedicado a enseñar
el Mensaje de Jesús, haciendo énfasis en que Él era y es un Cristo.
6Pero como los judíos continuaban oponiéndose y difamándolo,
se retiró diciéndoles: “A partir de
hoy me dirigiré a los gentiles”
7Salió de allí y fue a casa de un
hombre bueno llamado Tito, el
Justo, quien vivía precisamente
al lado de la sinagoga. 8Crispo,
el líder de la sinagoga, empezó a
creer en Jesús junto con su familia. Muchos de los habitantes de
Corinto creyeron y fueron bautizados.
9En un sueño, Jesús dijo a Pablo: “No tenga miedo de predicar.
10Nadie lo atacará, porque aquí
tengo muchos amigos”. 11Entonces Pablo se estableció allí durante año y medio, dedicado a predicar el Mensaje de Jesús.
12Cuando Galión fue designado Procónsul de Acaya, los líderes judíos se unieron y llevaron
a Pablo ante la corte. 13Fue acusado de adorar a Dios en forma
contraria a la Ley. 14Antes que
Pablo respondiera, Galión dijo a
los líderes judíos: 15“Esto no es
un delito y no estoy interesado en
la aplicación de sus leyes” 16En-
tonces logró que todos fueran retirados de la corte.
17Después de otros problemas
con los líderes judíos, 18Pablo
fue a Éfeso con Priscila y Aquila. 19Pablo, por su propia cuenta,
decidió continuar visitando otras
ciudades.
24Había en Éfeso un judío de
Alejandría. 25Tenía un espíritu ardiente por Jesús, pero solo sabía
del bautismo de Juan. 26Empezó
a predicar en la sinagoga, y al finalizar Priscila y Aquila le explicaron el resto de la Buena Nueva
de Jesús.
27Como tenía planeado cruzar
hasta Acaya, las hermanas y hermanos enviaron notas a los creyentes de allí, para que lo recibieran bien. 28Demostró ser un apasionado predicador, que mostraba
como Jesús es un Cristo.
Capítulo 19
1Cuando Pablo regresó a Éfeso,
les preguntó a algunos creyentes
si ya habían recibido el bautismo
de Espíritu. 2Ellos respondieron que nunca habían escuchado
acerca de Espíritu, 3y que habían
sido bautizados con agua, como
lo hacía Juan. 4Entonces Pablo
les explicó que Juan había anunciado a Jesús y que Jesús Resucitado era el Espíritu.
177
Hechos 19, 20
Capítulo 20
5Cuando
escucharon esto, pidieron ser bautizados en el Espíritu. 6Mientras Pablo les imponía
las manos, Espíritu descendió sobre ellos y empezaron a entonar
oraciones y a profetizar. 7Como
unos doce en total fueron bautizados.
8Pablo también estuvo en la sinagoga durante unos tres meses
predicando en el Espíritu y explicando cómo el Espíritu de Jesús
resucitado se funde con nuestro
Espíritu para darnos Vida Divina. 9Como algunos no creían en
esta nueva forma, entonces Pablo y los creyentes comenzaron a
reunirse en la escuela de Tirano.
10Se quedó allí predicando por
dos años, para que mucha gente
en aquella provincia de Asia tuviera la oportunidad de escuchar
sobre la Buena Nueva.
11Dios También realizó muchos
milagros increíbles por medio de
las manos de Pablo, 12de tal manera que la gente tomaba pañuelos y otras cosas tocadas por Pablo para llevarlas a los enfermos,
y estos quedaban curados.
21Pablo decidió por inspiración
de Espíritu ir a Roma por la vía
de Macedonia y Acaya; 22por lo
tanto envió a Timoteo y a Erasto delante, para preparar el viaje, mientras permaneció un poco
más en Asia.
1Por
aquel tiempo hubo un tumulto causado por los adoradores de Artemisa y por quienes se
ganaban la vida haciendo imágenes de Artemisa. 2Así que Pablo
decidió dirigirse a Macedonia.
Antes de salir convocó a todos
los creyentes y les animó a seguir
a Jesús y a convertirse en Jesús,
mediante la interiorización de su
Espíritu.
3Animaba a los creyentes que
se encontraba, hasta que llegó a
Grecia, donde permaneció tres
meses.
4Cuando llegó a Macedonia
estaba acompañado por Sópatros, Aristarco, Segundo, Gayo,
Timoteo, Tiquico y Trófimo, 5y
salieron para Tróade adelante de
nosotros. Después de la Fiesta del
Pan Sin Levadura, 6navegamos
desde Filipos y llegamos después
de cinco días a Tróade, donde
permanecimos una semana.
7Nos reunimos el domingo para
la Fracción del Pan. Como Pablo
sabía que debía viajar al día siguiente, predicó hasta la medianoche. 8Había numerosas lámparas en la parte superior de la
habitación donde estábamos reunidos. 9Un joven llamado Eutico
se quedó dormido y cayó desde
la ventana del tercer piso donde
estaba sentado, y murió. 10Pablo
178
Hechos 20
bajó, oró sobre él y dijo: “No se
preocupen, está vivo” 11Cuando
regresó tuvimos la celebración
del Fracción del pan, predicó hasta el amanecer y salió sin haber
dormido. 12Se llevaron al joven
que había sido resucitado de entre los muertos, y se convirtieron
en creyentes.
13Pablo había decidido caminar
hasta Aso, pero pidió que nosotros fuéramos en barco. 14Cuando
nos encontramos con él, subió a
bordo y viajamos hasta Mitilene.
15Continuamos viajando en la
misma embarcación, 16ya que Pablo quería estar en Jerusalén para
la Fiesta de Pentecostés.
17Mientras estuvimos en Mitilene, Pablo envió mensajeros a
Éfeso para que los ancianos se
reunieran. 18Cuando llegaron, les
dijo: 19“Ustedes están bien informados de todo lo que he hecho
desde que llegué a Asia. Saben de
las persecuciones que he sufrido,
ordenadas por los líderes judíos.
20Sin embargo, nunca he vacilado en mi predicación de la Buena
Nueva, tanto en público como en
sus hogares.
22»Ahora Espíritu me envía a
Jerusalén, y no sé qué me va a
pasar, 23excepto que me anuncia que allá me esperan cadenas
y aflicciones. 24Sin embargo, no
estoy preocupado por esto. Incluso mi vida es importante solo
para poder culminar la Misión
que Jesús me ha encomendado de
extender su Buena Nueva.
25»Aunque me han visto muchas veces en mis visitas, sé que
la razón que tienen para invitarme hoy 26es que pueda recordarles todo lo que les he enseñado.
27Y también para que les anime
a continuar enseñando a quienes
han sido llamados a servir. 28Pastoreen las Comunidades de Dios,
las cuales Jesús ha llenado con
Vida Divina.
29»Sé que después mi partida,
los lobos entrarán a sus rebaños y
tratarán de destruir sus enseñanzas. 30Incluso entre ustedes habrá
algunos que se levantarán para
desorientarles. 31Por lo tanto,
estén alerta, y tengan en cuenta
que durante tres años nunca dejé
de enseñarles sobre Jesús, aun en
medio de los momentos más difíciles.
32»Ahora los comprometo con
Dios y su Amor. Él puede moldearlos y darles su herencia,
como a sus hijas e hijos.
33»Saben que nunca he pedido
dinero, 34y que con estas manos
atendí mis necesidades y las de
mis acompañantes. 35Hice esto
para darles ejemplo de cómo ayudar a atender nuestras necesidades y las de otros, y recordarles
que Jesús dijo: ‘Hay mayor bendición en dar que en recibir’»
179
Hechos 20, 21
36Habiendo
dicho esto, se arrodilló con todos y oraron. 37Lloraban, se abrazaban y besaban a
Pablo. 38Estaban profundamente
angustiados al saber que no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco.
Capítulo 21
1Era
muy difícil para Pablo
evadirlos, debido al gran afecto
que la gente le tenía. 2Cuando por
fin logró salir, navegamos directamente a Cos. 3Seguimos navegando hasta que finalmente llegamos a Siria y desembarcamos en
Tiro.
4Buscamos a los creyentes y
permanecimos con ellos durante
una semana. Ellos vieron en Espíritu lo que le iba a ocurrir a Pablo en Jerusalén, y le aconsejaron
que no fuera. 5Al finalizar la semana, los creyentes y sus familias
nos acompañaron a la playa. 6Nos
arrodillamos y oramos juntos,
nos abrazamos unos a otros, nos
embarcamos y la gente regresó a
sus casas.
7Llegamos a Tolemaida, saludamos a hermanas y hermanos,
y permanecimos con ellos un día.
8Fuimos a Cesarea, donde nos
quedamos en casa de Felipe el
evangelista, que nos dio hospitalidad.
10Llevábamos
allí varios días,
cuando un profeta de nombre
Agabo bajó de Judea a visitarnos.
11Tomó el cinturón de Pablo lo
envolvió en sus manos y en sus
pies. Luego dijo: “El Espíritu me
dice que los líderes judíos en Jerusalén harán esto y lo enviarán a
las autoridades civiles”.
12Al escuchar esto, nosotros y
nuestros anfitriones aconsejamos
a Pablo que no fuera a Jerusalén.
13Pero Pablo respondió: “¿Qué
tratan de hacer ustedes, llorando y pidiéndome que no haga lo
que Espíritu me ha pedido? Estoy
dispuesto no solo a ser encadenado sino a morir en Jerusalén por
nuestro hermano Jesús”. 14Como
no pudimos disuadirlo, dejamos
de insistir y le dijimos: “Que se
haga la Voluntad de Dios”.
15Al finalizar nuestra labor allí,
nos preparamos y fuimos a Jerusalén. 16Algunos de los creyentes
de Cesarea que nos acompañaron
nos llevaron a la casa de Nasón,
un chipriota de los primeros creyentes, quien nos ofreció hospedaje.
17Cuando llegamos a Jerusalén las hermanas y hermanos nos
dieron la bienvenida con gran
alegría. 18Al día siguiente todos
fuimos con Pablo a visitar a Santiago. 19Los ancianos estaban
reunidos. Después que Pablo los
180
Hechos 21, 22
saludó, les contó todo lo acontecido en su ministerio con los
gentiles.
20Después de escucharle, daban gracias a Dios y le dijeron:
“Hermano, usted ve que aunque
hay miles de judíos que se han
vuelto creyentes, todavía algunos se mantienen fieles a su ley.
21Han dicho que usted ha estado
enseñando a los judíos que viven
entre los gentiles que se alejen de
la ley de Moisés, de la circuncisión y de las antiguas costumbres
judías. 22¿Es verdad esto? Si esto
es así, sabrán que usted está aquí
y estarán muy preocupados”
26Al día siguiente, de todos
modos, Pablo entró en el templo.
27Una semana después algunos
judíos de Asia lo vieron en el templo, incitaron a la gente contra él
y lo arrestaron, diciendo: 28“Éste
es el hombre que predica a todos,
en todas partes, contra nuestra nación, la ley y este lugar”.
30Los líderes judíos se disgustaron y arrastraron a Pablo fuera del
templo. 31Trataban de matarlo, y
el comandante de la cohorte escuchó el alboroto. 32Inmediatamente se presentó con algunos soldados. Los que estaban golpeando
a Pablo se detuvieron cuando
vieron al comandante con los soldados. 33El comandante se hizo
cargo de Pablo y ordenó que lo
ataran con dos cadenas. 34Luego
le preguntó quién era y qué había
hecho.
35Pero la multitud estaba gritando al mismo tiempo, por lo
que ordenó que Pablo fuera llevado al cuartel para interrogarlo.
36Cuando Pablo llegó a las escaleras del cuartel, tuvo que ser protegido por los soldados, porque la
multitud intentaba matarlo.
37Ya en la puerta del cuartel,
Pablo dijo en griego al comandante: “¿Puedo hablar?”. 38El
comandante pensó que se trataba
del griego que había ocasionado
recientemente una rebelión con
una banda de más de cuatro mil
facinerosos. 39Pablo le dijo que
era judío de Tarso de Cilicia, y
solicitó al comandante que le permitiera hablar a la muchedumbre.
40El comandante le permitió. Entonces Pablo se puso de pie en
las escaleras e invitó a la muchedumbre a hacer silencio. Cuando
se callaron, Pablo se dirigió a la
multitud en hebreo, con estas palabras:
Capítulo 22
1“Hermanas
y hermanos, madres y padres, por favor, escuchen mi defensa” 2Tan pronto
se dieron cuenta que hablaba en
hebreo, hicieron más silencio.
Entonces, continuó: 3“Soy judío,
nacido en Tarso de Cilicia, pero
181
Hechos 22
criado aquí en Jerusalén. Recibí
una educación muy completa en
la ley, del mismo Gamaliel, y he
estado tan lleno de celo por Dios
como lo están ustedes hoy.
4»Como tal, perseguí e hice
poner en prisión y maté muchos
cristianos, 5como pueden testificarlo aun los sumos sacerdotes y
el consejo de ancianos. También
recibí autorizaciones suyas para
los líderes de Damasco, a donde
fui a traerlos como prisioneros a
Jerusalén, para castigarlos.
6»Pero a medida que me acercaba a Damasco, alrededor del
mediodía, una fuerte luz descendió del cielo, 7y mientras caía al
suelo escuché una voz que decía:
‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigue?’ 8Respondí: ‘¿Quién es usted?’ La voz dijo: ‘Soy Jesús de
Nazaret, a quien usted persigue’.
9Mis
compañeros solamente
veían la luz, pero no escucharon
la voz de quien me hablaba.
10»Entonces pregunté: ‘¿Qué
quiere que haga?”. Jesús dijo:
‘Levántese y vaya a Damasco.
Allí se le informará sobre todas
las cosas que lo he llamado a hacer’. 11Debido a la intensidad de
aquella luz, no podía ver; por lo
tanto, mis compañeros me condujeron de la mano y me llevaron a
Damasco.
12»Luego un hombre llamado
Ananías, muy fiel a la ley y muy
apreciado por los judíos que vivía
allí, 13me visitó y me dijo: ‘Hermano Saulo, recobre su vista’. Inmediatamente pude volver a ver.
14Enseguida me dijo: ‘El Dios de
nuestros padres lo ha escogido a
usted para que vea a Jesús y escuche su Mensaje. 15Usted será
testigo fiel de lo que ha visto y escuchado aquí. 16Ahora levántese;
es hora de ser bautizado’.
17»Luego, más tarde, estando
en oración, tuve otra visión de Él,
y me decía 18‘Apresúrese y escape de aquí, porque no aceptarán
el testimonio que pueda dar de
mí’ 19Repliqué: ‘Jesús, usted sabe
muy bien que fui de sinagoga en
sinagoga, arrestando y castigando
a quienes creían en su Mensaje.
20Y cuando su mártir Esteban fue
ejecutado, yo estaba entre los que
lo mataron, cuidando sus vestiduras’ 21Finalmente, me dijo: ‘Vaya,
porque lo enviaré a los gentiles’.
22»Los líderes judíos que habían estado escuchando atentamente lo que Pablo decía
hasta ese momento, gritaron:
“¡Mátenlo; no merece vivir!”.
23Continuaron la gritería y le
arrojaban objetos; 24entonces el
comandante ordenó que fuera
llevado al cuartel nuevamente
y ordenó que azotaran a Pablo,
mientras averiguaba por qué gritaban de esa manera. 25Mientras
lo ataban para azotarlo, Pablo le
182
Hechos 22, 23
preguntó al capitán si era legal
azotar a un ciudadano romano
sin haberlo juzgado. 26Al escuchar esto, el capitán se dirigió al
comandante, le comentó lo que
Pablo había dicho y le peguntó
qué debía hacer.
27El comandante regresó donde Pablo y le preguntó si en
realidad era ciudadano romano.
Pablo contestó: “Sí, lo soy” 28El
comandante comentó: “Mi ciudadanía romana me costó bastante dinero”. Pablo le contestó:
“Yo nací realmente como ciudadano romano” 29Quienes lo
iban a interrogar se alejaron, y
el comandante estaba preocupado por haberlo encadenado sin
hacerle un juicio.
30Para averiguar por qué la
muchedumbre hacía tanto alboroto, al día siguiente el comandante ordenó que lo soltaran y
convocó a una reunión con los
sumos sacerdotes y los ancianos
judíos, y trajo a Pablo para enfrentarlos.
Capítulo 23
6Pablo
era muy consciente que
había dos corrientes muy fuertes
en la corte; de tal manera que hizo
sus planteamientos poniéndose
del lado de una de ellas. 7Surgió
entonces una disputa entre estas
dos corrientes; 8pues los fariseos
creían en una vida futura, pero los
saduceos consideraban que esto
era una herejía. 9Los fariseos se
pusieron del lado de Pablo, puesto que había dicho que era fariseo, mientras que los saduceos
tomaron el lado contrario, por las
afirmaciones de Pablo acerca de
la resurrección de Jesús.
10Tanto creció la discordia, que
el comandante tenía temor que
pudieran atentar contra Pablo.
Entonces envió un destacamento
para traerlo de nuevo al cuartel.
11Esa noche Jesús se le apareció
y le dijo: “Ánimo, hermano. Así
como ha dado testimonio de mí
aquí, así debe hacerlo en Roma”.
12A la mañana siguiente un
grupo de más de treinta saduceos
juraron que no volverían a comer
ni a beber hasta que mataran a Pablo. 14Tramaron un complot con
los jefes de los sacerdotes, 15para
engañar al comandante y que les
entregara a Pablo, para poderlo
matar.
16Sin embargo, un sobrino de
Pablo se enteró de la emboscada
y fue a contarle al comandante. 23Éste comenzó a hacer los
preparativos para enviar a Pablo
donde el gobernador Félix. 25Remitió una carta explicando lo
que había ocurrido y por qué le
enviaba a Pablo. 31Los soldados
llevaron esa misma noche a Pablo
a Antípatris. 32Al día siguiente, la
183
Hechos 23, 24, 25
caballería llevó a Pablo a Cesarea, 33presentándolo con la carta
al gobernador. 34Después de leer
la carta, el gobernador hizo que
Pablo se quedara en el palacio de
Herodes, 35diciendo que escucharía el caso cuando llegaran sus
acusadores.
Capítulo 24
1Cinco
días después Ananías,
sumo sacerdote, llegó con un grupo de ancianos y Tértulo, un orador. 2Venían a presentar su caso
contra Pablo. 3Tan pronto como
Pablo fue llamado, Tértulo empezó a presentar sus cargos. 5“Hemos encontrado que este hombre
parece una plaga, alborotando a
todos los judíos del mundo. Es un
líder destacado en la secta de Jesús de Nazaret”. 6Continuó explicando toda la historia que los había traído a este punto. 10Cuando
terminó, el gobernador le pidió a
Pablo que respondiera.
11Pablo presentó una elocuente
defensa, explicando que simplemente estaba orando en el templo cuando fue atacado. 12Refutó todos los cargos, 13y les dijo
que no tenían pruebas de ninguno. 14Admitió que era cristiano,
15pero dijo que era simplemente
una forma de creer en Dios coherente con su herencia. 16Él mismo
se puso del lado de la creencia de
sus acusadores. 17Y pasó a explicar que la principal razón por la
cual había sido acusado era porque creía en la resurrección, en la
vida después de la muerte.
22Félix comprendía bastante las
enseñanzas del cristianismo, y
por eso dijo que decidiría el caso
cuando el comandante viniera a
dar su testimonio. 23Dio órdenes
que Pablo continuara bajo vigilancia, pero que fuera tratado en
forma respetuosa.
24Pocos días después Félix y su
esposa, Druscila, quien era judía,
le pidieron a Pablo que fuera a
hablarles de la fe en Jesús. 25Pablo creía que todavía habría un
juicio, y esto atemorizó a Félix,
y por eso lo liberó. 26Félix trataba de congraciarse con Pablo, y
lo llamó varias veces para hablar
con él. 27Después de dos años Félix fue reemplazado por Porcio
Festo, quien también dejó a Pablo
en prisión, para ganarse el favor
de los líderes judíos.
Capítulo 25
1Tres
días después de llegar a
la provincia, Festo subió desde
Cesarea a Jerusalén. 2El jefe de
los sumos sacerdotes y algunos
judíos prominentes le pidieron
que trajera a Pablo a Jerusalén.
3Tenían un plan para emboscarlo y matarlo. 4Festo replicó que
184
Hechos 25, 26
regresaría a Cesarea, que Pablo
estaba allí bajo guardia y, 5que si
querían deberían hacer sus cargos
en Cesarea.
6Después de una semana, Festo
regresó a Cesarea. Al día siguiente tomó su puesto en el tribunal
y ordenó que trajeran a Pablo.
7Cuando Pablo fue presentado,
la delegación judía de Jerusalén
presentó sus cargos, y aunque
eran muy serios no tenían ninguna evidencia para sustentarlos.
8Pablo dijo simplemente: “No he
cometido nada malo contra estos
hombres, contra el templo ni contra el César”.
9Como Festo quería ganarse el
apoyo de los líderes judíos, preguntó a Pablo: “¿Está dispuesto
a ir a Jerusalén y ser juzgado allí
por estos cargos?”. 10Pablo dijo:
“Estoy frente al tribunal del César, donde debo ser juzgado. De
ninguna manera he hecho nada
malo contra los judíos, como
usted lo sabe. 11Si me encuentra
culpable de algo, para merecer la
muerte, estoy dispuesto a morir.
Pero si no hay ningún cargo en mi
contra, nadie puede condenarme.
Apelo entonces al César”. 12Después de consultar con su consejo,
Festo dijo: “Usted ha apelado al
César; entonces, será enviado al
César”.
13Pocos días después el rey
Agripa y su esposa Berenice vi-
nieron a Cesarea para dar la bienvenida a Festo. 22Estaban muy interesados en saber más acerca de
Pablo, por lo que Festo organizó
un encuentro para que lo interrogaran. 26Festo dijo que hacía esto
para ayudar a redactar una carta
al César, resumiendo los cargos
contra Pablo.
Capítulo 26
1Agripa
dijo a Pablo: “Siéntase libre de hablar en su propia
defensa”. Pablo entonces hizo
su defensa: 2“Con relación a los
cargos hechos contra mí por los
líderes judíos, soy completamente inocente”. 5Y continuó explicando sus acciones desde que fue
criado como fariseo, hasta sus
persecuciones severas contra los
cristianos. 12Luego habló de su
experiencia en el camino de Damasco cuando fue autorizado por
los sumos sacerdotes para detener
cristianos.
13Compartió su visión de Jesús,
18y que Jesús lo había nombrado
ministro y testigo de todo lo que
había visto y oído. Y de la promesa que le hizo de guiarlo continuamente a través de su Espíritu.
23Dijo que Jesús había resucitado
de entre los muertos después de
su crucifixión y que ésta creencia
era la principal razón de los cargos presentados en su contra.
185
Hechos 26, 27
30Después
de este testimonio,
Agripa reunió el consejo con el
gobernador y Berenice, 32y concluyeron que no había hecho
nada malo y que hubiera podido
ser liberado si no hubiera apelado
al César.
Capítulo 27
1Cuando
se decidió que deberíamos navegar a Italia, entregaron a Pablo y otros prisioneros
a Julio, un capitán de la corte
augusta. 2Tan pronto como nos
pusimos en camino, se presentaron muchas dificultades; 3sin embargo, Julio era muy amable con
Pablo y le permitía compartir con
los creyentes que encontrábamos
en los diferentes puertos.
9Como se aproximaba el invierno, Pablo advirtió que si continuaban navegando 10no solamente podrían perder la carga y el
barco, sino también los pasajeros.
11Julio decidió confiar más en el
capitán, que creerle a Pablo; por
lo tanto, continuamos navegando.
14Las cosas continuaron bien
por algunos días, hasta que fuimos golpeados por una tremenda
tormenta, conocida como vientos
del Noreste. 18Como la tempestad continuaba, arrojaron la carga fuera de borda y finalmente la
embarcación encalló. 21Después
de varios días de tempestad y
hambre, Pablo les recordó su profecía dicha en Creta, 22y continuó
diciendo: “Ánimo, perderán solamente la embarcación, pero no
sus vidas. 23Pues anoche un ángel
de Dios se apareció y me dijo:
“No tema, Pablo, tiene que presentarse ante el César, 24y Dios
ha escuchado su plegaria en favor
de las vidas de quienes están a
bordo”. 25Por lo tanto, tranquilícense, mis amigos, porque confío
en el ángel, 26aunque resultemos
perdidos en una isla”.
33Dos semanas más tarde,
cuando la tormenta continuaba
haciendo estragos, Pablo les urgía
a comer, diciendo: “No han comido durante dos semanas; 34deben
hacerlo, porque necesitarán sus
energías para enfrentar lo que nos
va a suceder. 35Habiendo dicho
esto, tomó el pan y dio gracias a
Dios en presencia de todos. 36Se
animaron y empezaron a comer.
37En total eran doscientas setenta
y seis personas a bordo. 38Cuando cada uno había comido su
respectiva ración, tiraron el trigo
sobrante por la borda.
39Cuando trataban de encontrar
una entrada a la isla, 41las olas
estrellaron la embarcación. 42Los
soldados querían matar a los prisioneros para evitar que se escaparan, 43pero como Julio quería
salvar a Pablo no permitió que lo
hicieran. Ordenó que quienes pu-
186
Hechos 27, 28
dieran nadar saltaran sobre la borda y fueran a la orilla, 44y quienes
no pudieran nadar que esperaran
y flotaran en lo que todavía quedaba de la embarcación. Todos
alcanzaron la playa a salvo.
Capítulo 28
1Cuando
llegamos a la playa,
nos dimos cuenta que estábamos
en la isla de Malta. 2La gente de
allí nos mostró mucha bondad.
Encendieron una enorme fogata
para nosotros, porque había lluvia y frío. 3Una víbora que salió
de entre la leña que Pablo traía
para el fuego se le prendió en su
mano. 4Cuando la gente vio esto,
dijo: “Este hombre seguramente
es un asesino, por lo que le está
ocurriendo en este momento”.
5Pablo simplemente sacudió la
víbora de su mano. 6Esperaban
verlo desfallecer y morir, pero
como no sucedió, dijeron: “Este
hombre debe ser un dios”.
7El jefe que vivía en esta parte
de la isla se llamaba Publio. Nos
atendió a todos y se hizo cargo
de nosotros por tres días. 8Su
padre estaba enfermo; entonces
Pablo fue a visitarlo, y poniendo
las manos sobre él en oración, lo
sanó. 9Cuando se supo esto, todos
los isleños que estaban enfermos
venían y eran sanados. 10Todo el
mundo fue muy amable, y cuan-
do salimos nos dieron todo lo que
necesitábamos para el viaje.
11Después de tres meses abordamos un barco de Alejandría
que había pasado el invierno en
la isla. 13Cuando desembarcamos
en Pozzuoli 14encontramos algunos creyentes, que nos invitaron
a permanecer con ellos por una
semana.
15Continuamos hacia Roma.
Cuando las hermanas y hermanos
se enteraron, venían de lugares
tan distantes, como del Foro de
Apio y de las Tres Tabernas. Tan
pronto como Pablo los vio, agradeció a Dios y se alegró enormemente.
16Cuando llegamos a Roma, Julio entregó los prisioneros al capitán de la guardia, pero a Pablo
le permitió vivir aparte, con un
soldado que lo vigilaba.
17Después de tres días invitó
a los líderes judíos a visitarlo.
18Pero no logró mucho con ellos,
19pues ya habían escuchado que
el cristianismo era una herejía.
22Sin embargo, estuvieron de
acuerdo en regresar con una delegación más numerosa para escuchar lo que Pablo tenía para decir.
30Pablo vivió durante dos años
en Roma y acogía a todo el que
venía a su casa. 31Les enseñaba
acerca de Jesús viviendo dentro de
nosotros, y abiertamente todo lo
relacionado con la Buena Nueva.
187
Introducción de
Pablo
a la Nueva Edición
de sus Cartas
Mis queridas hermanas y hermanos, les escribo de nuevo para
pasar mi enseñanza, de mis raíces
judías a mi Fe Cristiana. Cuando
Jesús se me manifestó tan poderosamente en el camino de Damasco, era fundamentalmente
judío. Judío por sangre y fariseo
por elección. Cuando Él trabajó
conmigo en el desierto, me abrí a
su nueva enseñanza, pero mis entrañas judías interferían para que
pudiera escuchar completamente sus enseñanzas radicalmente
nuevas. Aunque Dios claramente
dijo a través del muy amado profeta Oseas: “Amor es lo que quiero, no sacrificios”, en ese tiempo
yo todavía creía en la necesidad
del sacrificio. ¡Nuestras entrañas
a veces impiden escuchar! He
visto a mi hermano reescribien-
do esto para mí, luchando contra
mis antiguas entrañas judías; ahora quiero que ambos nos liberemos para proclamar el verdadero
Mensaje de Jesús.
Jesús no quiere sacrificios;
quiere Amor, porque Él es Amor.
Se ha reencarnado en todos, para
que podamos llegar a ser totalmente Uno con Él. Por favor,
ábranse al Jesús que ustedes son.
Una vez que caminen en Amor,
olvídense de la ley. Ésta ha tratado de señalarnos la Verdad, pero
no pudo, porque ¡Jesús es la Verdad! Es Verdad, no ley.
Olviden lo que les dije antes sobre la necesidad de salvación. Ya
son hijas e hijos de Dios. No necesitan ser salvados de nada, sino
de su creencia de que son solamente humanos. Ya fueron salva-
188
Introducción de Pablo
dos desde el mismo momento en
que nacieron. Fueron salvados de
la nada. Es la única salvación que
necesitan, con excepción, tal vez,
del miedo que todavía tienen, en
lugar de fe.
Ustedes han nacido en la Luz,
en Dios, en Amor. El Dios que
son no necesita ser salvado, solamente reconocido. No necesitan
ser salvados; solamente necesitan
reconocer que son realmente hijas e hijos de Dios. Ustedes son
Dios, como mi hermano Juan
relata (Juan, 10, 34). La perspectiva de águila de Juan acerca del
verdadero Mensaje de Jesús es
la base de esta creencia; pero mi
perspectiva práctica también es
necesaria.
No reencarné durante mucho
tiempo después de mi vida como
Pablo, porque quería sumergir la
totalidad de Jesús en mí. Quedé
muy sorprendido al saber que Jesús también quería sumergir su
ser en mí. Es muy difícil caminar
en la realidad de nuestra Divinidad. Darnos cuenta de nuestra Divinidad debe ser nuestra primera
prioridad.
Amar nuestra Divinidad es la
segunda.
Ahora tengo un concepto totalmente diferente de espiritualidad, del que tenía cuando iba
camino de Damasco. La venida
de Jesús aquel día cambió obviamente toda mi vida, pero fueron
necesarios varios años para cambiar todo mi ser. Lo he logrado y
quiero ayudarles para que ustedes
también lo logren. Juntos podemos presentar el Mensaje de Jesús al mundo.
Me di cuenta de todo esto,
cuando me acercaba a la muerte,
pero mis escritos ya contenían
mis antiguas creencias. ¡Cuánto
he anhelado, a través de estos dos
mil años, remodelar mis escritos
con las manos de Dios!
Por favor, no se escandalicen ni
crean que ésta es una nueva Escritura. No lo es. Es simplemente
la Escritura que no había logrado
pasar de mi cabeza a mi corazón,
cuando escribí originalmente las
cartas. Abran pues sus corazones,
y sabrán que esto viene de mí.
Ahora tienen la Verdad real desde
el mismo Corazón de Pablo, que
es también el Corazón de Jesús.
Tampoco se sorprendan si parte
de mis cartas anteriores no están
aquí. Solamente hemos incluido
lo que fue inspirado por la Divinidad.
No permitan que esto los confunda, el Amor y la Sabiduría de
Dios están por encima de cualquier escrito.
189
Carta a los
Romanos
Capítulo 1
1Yo,
8En
Pablo, siervo de nuestro
Hermano Jesús, llamado a ser
apóstol y a predicar la Buena
Nueva a los gentiles, a mis hermanas y hermanos de Roma.
2Dios había prometido a través
de sus profetas, en las Escrituras,
todo lo que predico. 3Su hijo Jesús fue descendiente de David en
su humanidad, y de Dios en su
Divinidad. 4Su Divinidad se manifestó con mayor claridad en su
resurrección de entre los muertos.
5Fue por este mismo Jesús que fui
llamado a ser apóstol y enviado a
los gentiles a proclamar y vivir su
Mensaje. 6Todos ustedes, amados
de Dios en Roma, también están
llamados a vivir según sus enseñanzas. 7Gracia y paz a ustedes,
desde nuestro Papá Dios y nuestro Hermano Jesús.
primer lugar quiero dar
gracias a Dios por todos ustedes,
en Cristo Jesús, porque de su fe
se habla en todo el mundo. 9Dios
sabe con cuánta frecuencia se hallan en mis oraciones diarias, 10y
espero algún día poderlos visitar.
11Porque siempre he anhelado
compartir con ustedes algunos
dones espirituales. 12Es decir,
que podemos fortalecernos mutuamente con su fe y con la mía.
13Quiero que sepan, hermanas
y hermanos queridos, que a menudo he planeado visitarlos para
recoger una cosecha espiritual entre ustedes, como lo hice entre los
gentiles, pero hasta ahora me ha
sido imposible hacerlo. 14He sido
muy bendecido por mi ministerio, tanto entre los doctos como
entre los ignorantes. 15Por eso estoy muy ansioso de presentar el
Evangelio también a ustedes en
190
Romanos 1, 2, 4
Roma. 16Porque el amor de Dios
se revela en la medida que crecemos en nuestra conexión de amor
con Él, a través de la fe. 17Esto es
lo que realmente nos da vida.
18Dios tiene profunda compasión por quienes aún no han hecho esta conexión de amor con
Él, ya que aún no han visto ni experimentado la verdad del amor
inmenso, que tiene por ellos. 19Él
anhela el día en que vean esta
verdad. 20Desde la maravilla de
una noche estrellada hasta la calidez de un sol naciente, su poder
y amor se han manifestado desde el comienzo del tiempo. 21Sin
embargo, muchos no han podido
abrir sus mentes y sus corazones a esta gloria. 22Su miedo ha
ocultado esta verdad. 23En lugar
de ver la Gloria de Dios, se han
conformado con el polvo de este
mundo. 24Dios ha esperado pacientemente que maduren, a pesar de sus actos de deshonra a Él
y a ellos mismos.
Capítulo 2
1Sean conscientes de que lo que
juzgan en su prójimo, es lo mismo que han juzgado en ustedes.
2Sean amables con su prójimo,
así como Dios es amable y amoroso con ustedes. 3Los juicios de
Dios son siempre verdaderos, y
su juicio final acerca de nosotros
es que somos sus hijas e hijos
amados. 11Porque hay amor para
todos en Dios. 13Pero esto no nos
da ninguna licencia para caminar
en la oscuridad; quienes lo intenten tropezarán o caerán. 14Y aunque somos siempre amados, es
muy importante que caminemos
por el sendero hacia Dios, nuestro
Papá. 15Aun quienes no conocen
a nuestro Dios pueden caminar
por el sendero a Dios. 16Cuando
Jesús vino y nos llamó hermanas
y hermanos, el juicio final fue
hecho. 17Somos y siempre estaremos en la Familia de Dios, y aunque intentemos salir de esta familia, no podemos salir del corazón
de Dios, el cual es tan grande que
hace esto posible.
18Trabajen duro para ayudar a
quienes son ciegos en su unión
con Jesús y caminan en la oscuridad, donde Dios solo puede
ser visto como algo distante; de
manera que puedan ser conscientes de la invitación del Hermano
Jesús y la bienvenida de su Papá
Dios. 19Ayudándoles, se ayudan
ustedes mismos, porque ellos son
realmente su otro yo.
Capítulo 4
17Está
escrito de Abraham:
“Lo he designado padre de muchas naciones”. Dios habló así
de Abraham, porque era hombre
191
Romanos 4, 5, 6
de gran Fe. 18Abraham vivió en
Dios mucho antes de que Jesús
viniera a decirnos que nosotros
también podíamos vivir en Dios.
19Abraham creyó que Dios lo haría padre, aunque ni él ni el cuerpo de su esposa Sarah estaban en
capacidad de procrear. 21Tampoco vaciló en su creencia que Dios
podía hacerlo y que haría lo que
había prometido. 24Tenemos la
misma invitación de fe que Abraham, y por eso somos llamados a
creer en Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos.
Capítulo 5
1Fe
es vivir en Dios, y cuando
hacemos esto estamos en total
paz con Dios, a través de Jesús.
2A través de Jesús hemos aprendido no solo que (podemos) vivimos en la Familia de Dios, sino
que también (podemos) vivimos
en Dios mismo. 3Sabiéndolo,
podemos soportar luchas, nos da
perseverancia, 4la perseverancia
da carácter y el carácter, esperanza. 5No perdamos la esperanza,
porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones
por el Espíritu que nos ha sido
dado. 6Cuando éramos débiles,
Jesús vino para hacernos fuertes.
11Nos regocijamos en Dios, por
medio de nuestro Hermano Jesús,
que nos ha guiado a la Vida de
Dios. 21Porque es a través de Jesús que (la conciencia de) nuestra
vida Divina ha llegado a nosotros.
Capítulo 6
4Hemos
sido sepultados con
nuestro Hermano Jesús, y así
como Él fue resucitado de entre
los muertos por Papá, también
podemos caminar en nuestra nueva vida con Él y en Él. 5Porque
si hemos sido unidos con Jesús
en su muerte, también estaremos
unidos con Él en su resurrección.
6Sabiendo que nuestra vieja identidad ha muerto con Él, podemos
regocijarnos en nuestra nueva
vida (Divina) con Él. 8Puesto que
hemos muerto con Jesús, creemos
que también resucitaremos para
vivir con Jesús. 9Sabiendo que
Jesús fue resucitado de entre los
muertos, y que ya no puede morir, también sabemos que no moriremos, aunque nuestros cuerpos
mortales desaparezcan. 10Por medio de su resurrección, nos señaló
el camino que nos lleva a darnos
cuenta de nuestra propia Vida Divina. 11Hemos sido resucitados
a esta misma Vida Divina. 12No
regresen, entonces, a la creencia
de que son solamente humanos;
caminen siempre en su Divinidad, 23en su Vida Divina en Papá
Dios.
192
Romanos 7, 8
Capítulo 7
18Considero
6Debemos
siempre servir en la
novedad que procede del Espíritu, y nunca en lo antiguo de la
ley. 15A veces no entiendo lo que
hago, 16porque hago lo que no
quiero, y no hago lo que quiero.
17Es el miedo en mí lo que me
impulsa a esta locura. 18Siempre
puedo decidir vivir fuera (de) mi
Divinidad; sin embargo, no siempre lo hago. 19Es mi deseo hacer
lo correcto, pero a veces termino
haciendo lo incorrecto. 20Parece
que a veces soy esclavo de mi
miedo, más que de mi Dios.
Capítulo 8
1Dado
que estamos inmersos
en Jesús, no hay juicio ni condenación. 2Porque la nueva ley
del Espíritu de la Vida en Dios
nos ha liberado de la antigua ley
y de la muerte. 14Porque quienes
somos guiados por el Espíritu de
Dios, nos percatamos de que somos hijas e hijos de Dios. 15Por
eso no hemos recibido el espíritu de esclavitud al miedo, sino
el Espíritu de Adopción, por el
cual aclamamos “Abba” (¡Papá!)
16Ese Espíritu se une a nuestro
propio espíritu para reconocernos
como hijos de Dios. 17Y si hijos,
entonces herederos, herederos de
Dios y por lo tanto coherederos
con nuestro Hermano Jesús.
que los sufrimientos por los que estoy pasando no
son nada, comparados con el honor de compartir con ustedes lo
que me ha sido revelado. 19Porque toda la creación está esperando el día en que todos se den
cuenta de que son hijas e hijos de
Dios.
20Cuando ocurra, toda la creación será conducida a la realización gloriosa de ser hijas e hijos
de Dios. 22La creación ya está
gimiendo con dolores de parto
por este nuevo nacimiento. 23Nosotros ya recibimos los primeros
frutos del Espíritu y experimentamos nuestra adopción en la Familia de Dios. Cuando esto suceda,
no solo nosotros, sino también
nuestros propios cuerpos, serán
transformados. 24Es exactamente
lo que hemos estado esperando,
y ahora está tan cerca que casi
podemos saborearlo. 25Mantengamos firme nuestra esperanza,
mientras esperamos pacientemente que ocurra.
26El Espíritu nos ayudará, aunque somos débiles. 27Porque a veces no sabemos qué orar o cómo
orar. Pero el mismo Espíritu ora
en nosotros con súplicas más allá
de las palabras. Porque Dios mira
nuestros corazones y ve al Espíritu orando por nosotros. 28Quienes
amamos a Dios y tratamos de seguir su voluntad, comprendemos
193
Romanos 8, 9
mejor que otros cómo Dios hace
que todo funcione para el bien de
todos.
29También sabemos que hemos
sido escogidos para compartir la
semejanza con su Hijo, de tal manera que Él pueda ser el primer
nacido, entre muchas hermanas
y hermanos; 30y que hemos sido
predestinados para ser sus hijas e
hijos, habiendo nacido de su propia imagen y santificados a través
de su inmenso amor.
31De todo esto resulta evidente
que “Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?”.
32Incluso nos dio su propio Hijo
como hermano, modelo y espejo, y nos inundará con el mismo
Amor que tiene por su Hijo, nuestro verdadero hermano. 33¿Quién
podría venir en contra de las hijas
y los hijos de Dios? ¿Y Si Dios
nos ha liberado, quién puede condenarnos? 34Jesús murió en su
vida y resucitó en nuestra vida,
por lo que ahora somos la mano
derecha de Dios. 35Entonces,
¿habrá algo que nos pueda separar del amor de Dios, del amor de
Jesús? ¿Aflicción? ¿Ansiedad?
¿Hambre? 36Y aunque suframos
todas estas cosas, 37las superaremos todas a través de Él, que nos
ama.
38Sé que ni la muerte ni la vida,
ni los ángeles ni los arcángeles,
ni los problemas presentes ni fu-
turos, ni los poderes de arriba ni
de las profundidades, ni nada de
todo lo creado, 39puede separarnos del amor de Dios, que está
ahora en nosotros, a través del
Espíritu Jesús nuestro Hermano.
Capítulo 9
1Jesús
es la Verdad, y a través
de Él hablo, fortalecido por Espíritu, para decirles: 2tengo tan
profunda tristeza y tan constante angustia por mis hermanas y
hermanos judíos, 3que llegaría
a decir que hasta estoy dispuesto a ser marginado de mi amado
Jesús con tal de ayudarles. 4Ellos
lo tienen todo. 5Fueron llamados
a ser el Arca de la Alianza de la
presencia de Dios. Suyos son los
patriarcas, de quienes el mismo
Jesús era descendiente.
6Quiero ser muy claro: no estoy
diciendo que el plan de Dios ha
fracasado, sino simplemente que
los hijos de Israel no han seguido
su camino, 7y lo mismo es verdad
de los hijos de Abraham. 8No son
solamente los descendientes biológicos de Abraham quienes son
verdaderos hijos de Dios, sino
todo aquel que ha nacido hijo de
Dios, sin ninguna excepción en
absoluto. 9Debemos creer esto
tan firmemente como Abraham
creyó que su esposa le daría un
hijo, a pesar de que era estéril y
194
Romanos 9, 10
anciana. Nos podemos sentir viejos y estériles, pero eso no limita
el poder que Dios tiene para dar
vida. 16Dios llama a todos a ser
sus hijas e hijos, pero no todos
escuchan o aceptan su invitación.
17la Escritura está llena de muchas historias acerca de esto.
21Si abrimos nuestros corazones para ser moldeados por
nuestro Dios amoroso, Él puede
hacernos sus hijas e hijos, de la
misma manera que un alfarero moldea la arcilla con manos
amorosas. 25Los judíos pudieron haber creído que solo ellos
eran el pueblo escogido, aunque
el profeta Oseas había señalado
claramente que el amor de Dios
es totalmente universal. 26Dios
se refiere a todos las personas
como: “mi amado”; y a todos los
pueblos como: “mi pueblo”. 27El
gran profeta Isaías señala que si
bien es muy difícil para la humanidad aceptar su Divinidad, después de haberse sentido separada
de Dios por tanto tiempo, 28sigue
siendo cierto que el amor de Dios
puede vencer esta resistencia humana.
30Entonces, ¿qué es lo que queremos decir? Simplemente que
los gentiles, al igual que toda la
gente, son Pueblo de Dios. Y todos quienes viven en Dios, son
Pueblo de Dios, y todos vivimos
en su corazón, sea que lo sepamos,
o no. Fe es simplemente caminar
hacia la vida de (a) Dios. Fe es el
camino para salir de la oscuridad
de creer que somos simplemente
humanos, y llegar a la realidad de
nuestra Divinidad. 31A veces los
gentiles han encontrado primero
este camino. Porque justamente,
así como la acción fluye del ser,
el Amor fluye de la Divinidad y
lleva todo al Amor de Dios.
Capítulo 10
1Hermanas y hermanos, cuando
creía en la necesidad de la salvación, 2estaba extremadamente
preocupado por mis hermanas y
hermanos judíos, quienes habían
perdido su camino en su viaje a
Dios. 3Ellos creen en la ley de
Dios más que en el amor de Dios.
4Jesús puso fin a la ley, y reveló
que los amorosos brazos de Dios
están abiertos para todos. 5Necesitamos vivir de nuestra Identidad, que es Amor. Pero los ojos
de la humanidad todavía no se
han abierto a esta verdad, por lo
que se quedó atascada en la ley.
6El Amor trasciende la ley. El
Amor acaba con la necesidad de
una ley, sustituyéndola por una
Verdad más elevada. 7Quienes
verdaderamente aman no necesitan la ley, porque sus acciones
naturales se cumplen sin necesidad de ella.
195
Romanos 10
8Esta
es la Fe que predicamos,
no solo la fe de creer en el Mensaje de Jesús, sino la fe de vivir la
Vida de Jesús, como Jesús, como
Dios, como Amor. Fe es la vida
en Dios. Y cuando vivimos en
Dios, amamos en Dios y actuamos en Amor.
10Fe en Dios es la puerta a la
Vida. Vivir sin fe es como un bebé
que trata de correr una maratón.
Todavía no tiene la madurez para
hacerlo. En la medida que la fe
madura, el amor se expande, de
tal manera que podemos vivir no
por esfuerzo humano, sino por
Energía Divina. Estamos todos
predestinados a ser Dios, simplemente porque siempre hemos
sido Dios.
La creación no fue separada
del creador, sino que fue dada a
luz por Dios, con la misma Vida
Divina que es Dios. El trauma de
nacimiento de nuestra creación
bloqueó la conciencia de nuestra Identidad Divina. Jesús vino
a desbloquearnos y a salvarnos
de esta pérdida de memoria. No
cambió la realidad, simplemente la ha recordado. 11Por eso es
nuestro Recordatorio en lugar de
nuestro Redentor. Dioses no necesitan ser redimidos, sino simplemente recordados de su Realidad, de su Identidad, de su derecho de nacimiento. Esta Palabra
de Verdad es lo que predicamos.
El paso de la ley de la mente al
Amor del Corazón es lo que proclamamos. 12Cuando este paso se
complete, veremos que todos los
seres humanos somos lo mismo,
13que todos somos iguales ante
los ojos y el corazón de Dios.
14Quiero que este Mensaje sea
predicado desde todos los tejados. Dios envió a Jesús para traernos este Mensaje y nos ha pedido
llevarlo por el mundo entero.
15No para salvar el mundo, sino
para recordarle el glorioso derecho de nacimiento de cada uno y
la gloriosa realidad de que todos
somos, literalmente, hijas e hijos
de Dios, como ha sido proclamado por la Vida y Enseñanzas de
nuestro querido hermano Jesús!
16Todos hemos sido enviados,
bien a los campos de misión o
a las ciudades; ya sea a nuestras
propias familias o a pueblos lejanos. 17No hay absolutamente
nada más importante que esto.
Necesitamos hacerlo, aunque signifique perder todo lo demás. 18El
mundo está anhelando profetas.
19Conviértanse en uno y ¡abran
el mundo al Mensaje de Jesús de
Amor universal, Amor de todos,
Amor para todos!
20Isaías ayuda a complementar
todo esto, al señalar con amor y
sabiduría que el mismo Dios nos
encontrará si nos extraviamos, y
que Él mismo se mostrará, inclu-
196
Romanos 10, 11
so a quienes no lo están buscando,
21y que ¡los hijos más amados de
Dios son aquellos más rebeldes!
Capítulo 11
1Quiero
dejar claro que soy judío por sangre, descendiente de
Abraham por nacimiento y seguidor de Jesús por voluntad propia.
2Dios no ha rechazado a su pueblo, simplemente nos ha enseñado que todos son su pueblo. 3Las
traiciones de su pueblo en el pasado no han disminuido su Amor.
4Él siempre responde: “Te amo”,
aun cuando la gente olvide decir
esto con palabras o con acciones.
5Siempre ha habido personas capaces de escucharlo. 6Siempre
ha habido corazones que se han
abierto. 7Dios dio a todos corazones, para regresar a Él cuando fallamos o caemos. 8Quienes caen
no deben ser juzgados, sino simplemente ayudados a levantarse.
9A veces quienes tienen el Llamado más grande también tienen
las caídas más fuertes. 10Pero
Dios nunca juzga, aunque creamos que lo hace. 11Quienes opinen diferente nunca han visto el
corazón de nuestro Papá. 12Quienes hemos visto el corazón de
Dios, nos sentimos atraídos a
vivir la vida de Dios y a llevar a
otros esa misma gloria.
13Escribo
a ustedes, los gentiles, porque Jesús me ha pedido
ser su apóstol. Me siento profundamente angustiado, pero al
mismo tiempo honrado por este
Llamado. 14Pero también siento
un Llamado a llevar el Mensaje
de Jesús a mis hermanas y hermanas judíos.
17No caigan en la arrogancia por ser parte de quienes han
sido llamados el Pueblo Escogido. 18La arrogancia enceguece el
corazón y nubla la mente. Por el
contrario, seamos agradecidos de
que el Mensaje de Amor de Jesús
es para todos. 19Además, sean
conscientes de que también pueden extraviarse. 20No permitan
que porque Dios puede acogernos
de nuevo, cedan a la tentación de
vagar fuera de su corazón. 21Permanezcan donde está la Vida.
22La llamada de Amor de Dios
no puede ser rota, ya que nada es
más fuerte que el Amor. 23Conserven esta Verdad en el fondo
de su mente y de su corazón, en
caso de que puedan necesitarla en
el futuro.
33Recuerden la inmensidad
del Amor y Sabiduría de nuestro
Papá. Qué maravillosos son sus
juicios de Amor y la guía de su
sabiduría. 34Recuerden que no
solo estamos hechos a su imagen, sino que estamos hechos en
197
Romanos 11, 12
Él, por el renacimiento en Él, del
cual Jesús nos hizo partícipes.
35La maravilla de nuestra verdadera realidad debería disipar todo
temor e inculcar a todos amor.
36Somos llamados a ser Dios y
a proclamar a todos que también
son Dios; que no solo hemos venido de Dios, sino que también
somos Dios. Ésta es ciertamente
la Buena Noticia que Jesús vino a
enseñarnos.
Capítulo 12
1Les
ruego, hermanas y hermanos, con todo mi corazón, que
se entreguen a nuestro Hermano
Jesús y a nuestro Papá Dios con
todo su corazón. No como un
sacrificio, sino como un primer
paso hacia la verdadera felicidad.
Unirse a Jesús es unirse con ustedes mismos, y la unión siempre
trae paz. 2No vivan de valores
mundanos, porque les traerán solamente miseria; ¡sean transformados en Jesús, y dejen que more
en ustedes! Acepten la perfecta
voluntad de Dios. 3Sean humildes
como lo fue Jesús, y mantengan
la verdad sobre el don de Dios
que han recibido.
4Porque así como nuestro cuerpo es uno, pero tiene diferentes
partes con diferentes funciones,
5de la misma manera todos formamos el cuerpo de Jesús, por-
que cada uno de nosotros está
relacionado con los demás miembros. 6Cada uno tiene diferentes
dones, dependiendo de lo que
Dios le ha encomendado y aquello para lo que ha sido llamado.
Si nuestro don es la profecía, usémosla como Dios quiere. 7Si es
el servicio a nuestras hermanas y
hermanos, ejerzámoslo con amor.
8Lo mismo para todos los Dones;
son de Espíritu y deben ser utilizados según Espíritu desea.
9Permitan que su Amor sea sincero, conectado con el servicio
y no con la arrogancia. 10Estén
juntos en unión de mutuo Amor,
tratando de superarse cada uno en
muestras de respeto, sirviendo al
Hermano Jesús en todas nuestras
hermanas y hermanos. 11Sean el
fuego del Amor de Dios que fluye en servicio a través de ustedes,
12manteniendo la fe, aun en el
sufrimiento, siempre orando 13y
cuidando unos de otros.
14Bendigan a quienes los persigan; no los maldigan. 15Compartan la alegría de quienes son felices y el dolor de quienes sufren.
16Amor es armonía con todos. No
busquen ser importantes, caminen con los humildes.
17Nunca paguen mal con mal.
Traten siempre de hacer lo correcto y lo noble. 18Si es posible,
en la medida en que puedan, vivan en paz con todo el mundo.
198
Romanos 12, 13, 14
19No se tomen venganza entre us-
tedes, queridos amigos, pues dense cuenta de que son hermanas y
hermanos.
20Vayan más allá de “Si su enemigo tiene hambre, denle algo de
comer y si tiene sed, denle algo
de beber”; 21no permitan que la
mezquindad de otros los desanime; respondan más bien desde el
Amor de Jesús y de Papá, que fluye a través de ustedes.
Capítulo 13
Mandamiento de Amor de Jesús
va más allá de todas las leyes,
porque las incluye a todas.
11Despertemos y veamos que
Jesús viene hacia nosotros, trayéndonos la luz. 12Sigámoslo,
saliendo de nuestra oscuridad,
13y aprendamos lo que significa
caminar siempre en la Luz, caminar siempre en Jesús. 14Esforcémonos por revestirnos solo con
nuestro Hermano Jesús y nuestro
Papá Dios, y respondamos a su
invitación para ser ellos.
1Sean
obedientes a los gobiernos justos, porque vienen de
Dios; 2rebelarse contra éstos es
rebelarse contra Dios.
3Quienes caminan en la luz no
temen a la autoridad, solo temen
quienes andan en la oscuridad.
4Dios intenta, con nuestra ayuda,
establecer un mundo justo, por lo
que debemos cooperar. 5Siempre
debemos trabajar por la paz, no
por miedo, sino por Amor.
6Paguen los impuestos justos,
7y todas sus justas obligaciones.
8No deban nada a nadie, excepto Amor, porque quien ama ha
hecho todo lo que es necesario.
9Recuerden los mandamientos:
“No cometa adulterio, no mate,
no robe, no codicie…” Todos
los otros mandamientos están
contenidos en éste: “Amen a su
prójimo como a sí mismos”. 10El
Capítulo 14
1Sean muy amables con los cre-
yentes débiles en la fe, y no se
burlen de ellos. 2Todos tenemos
diferentes niveles de fe, lo que
nos permite hacer cosas diferentes. 3Sean muy abiertos a esta diversidad, 4para poder acercarnos
a la unidad.
5Una persona cree una cosa y
otra persona cree otra. 6Lo importante es vivir lo que creemos,
7y creer lo que vivimos. 8Porque
mientras estemos vivos, debemos
estar vivos en el Hermano Jesús.
Cuando muramos, debemos morir en el Hermano Jesús y en Papá
Dios. Así que, vivos o muertos,
debemos estar en Dios. 9Ya que
Jesús murió para mostrarnos su
Vida Divina, entonces, vivos o
muertos tendremos esa Vida.
199
Romanos 14, 15
Capítulo 15
10¿Por
qué criticar a sus hermanas y hermanos y buscar sus fallas? 11Juntos formamos la Familia de Dios. Y lo que nuestro Papá
Dios más quiere es que Seamos
Uno. 12Esto es lo más importante.
13Decidamos llevarnos bien, y
amarnos unos a otros. 14Hagamos
esto en unión con Papá, quien
creó todo el mundo a su imagen.
15Sean comprensivos con quienes
todavía no saben esto. 16No pisoteen las creencias de los demás,
simplemente porque no son las de
ustedes. 17Lo más importante en
todo esto es seguir la propia conciencia, la voz de Dios dentro de
nuestros corazones. 18Cuando no
seguimos esta voz interior no seguimos a Dios; 19pero cuando seguimos esta voz interior, contribuimos al crecimiento y la paz de
todos. 20Sean comprensivos con
quienes son menos maduros en la
fe y todavía caminan bajo la ley.
21Ayúdenles a salir del camino
de la ley, para que puedan vivir
el camino del Amor, simplemente
amándolos y respetándolos.
22Permitan que su fe sea la guía
para vivir en y con Dios. 23Si siguen el camino de Dios, serán felices. Si no, no lo serán.
somos fuertes 2debemos servir de soporte a quienes
son débiles. 3Porque incluso Jesús no vivió solo para sí mismo;
siempre abrió su corazón para
apoyar a otros. 4Es escuchando la
voz de Dios en la Escritura que
tenemos esperanza en el seguimiento de Jesús. 5Pero algunos
utilizan la Escritura para justificar sus creencias erróneas, en
lugar de construir creencias con
base en las Revelaciones de Dios.
6Permitan que Dios, quien nos
proporciona tanto Amor y Sabiduría, les otorgue la comprensión
del verdadero Mensaje de Jesús,
para que juntos, como una sola
voz, puedan alabar a Dios, que es
Papá no solo de Jesús, sino también de nosotros.
7Acéptense y ámense unos a
otros, tal como Jesús los acepta y
los ama. 8Jesús se hizo servidor
entre los judíos en nombre del
Amor de Dios, para cumplir las
promesas hechas a nuestros antepasados, 9y mostrar su inmenso
amor por todos. 10Por tanto, todos
debemos estar contentos 11y alabar a Dios en amor mutuo.
13Que Dios, fuente de toda esperanza, llene sus corazones con
profunda alegría y paz, para que
puedan disfrutar de abundante
200
1Quienes
Romanos 15, 16
esperanza por el poder y amor de
Espíritu. 14Porque ustedes, mis
queridas hermanas y hermanos,
están tan llenos de este Amor y
Sabiduría, que pueden ser de gran
ayuda el uno para el otro.
17En unión con Jesús me enorgullezco de mi servicio a Dios,
18por lo que no hablaré de otra
cosa que no sea lo que Jesús ha
hecho a través de mí, para traer
a los gentiles al camino de Dios,
mediante signos y milagros, realizados por el poder del Espíritu.
19He predicado la Buena Nueva
de Jesús desde Jerusalén hasta Ilírico. 20He trabajado duro
para predicar solamente donde el
nombre de Jesús no era conocido;
para no edificar sobre bases de
otros. 21Pues, como está escrito:
“Quienes nunca han oído de él,
oirán; y quienes nunca han escuchado hablar de él, lo verán”.
22Es por esta razón que les he
escrito antes. 23Pues mi trabajo es
donde ahora estoy, pero he querido visitarlos desde hace varios
años. 24Cuando tenga la oportunidad de ir a España, espero visitarlos y disfrutar de su compañía
por algún tiempo.
25Ahora voy camino a Jerusalén, para entregar a los santos de
allí una colecta hecha en Macedonia y Acaya, para los pobres.
28Cuando haya entregado esta colecta, los visitaré a mi paso para
España. 29Sé que seré muy bendecido por mi visita, y oro para
que también yo pueda ser una
bendición para ustedes.
30Ruego, hermanas y hermanos, por nuestro Hermano Jesús y
el Amor del Espíritu, 31que pueda
cumplir bien mi ministerio en Judea y en Jerusalén, 32y que pueda
llegar a ustedes con un corazón
feliz y disfrutar de una visita refrescantemente espiritual. 33Que
el Dios de la paz esté con todos
ustedes. Amén.
Capítulo 16
1Permítanme
presentarles a
Febe, diaconisa de la Iglesia de
Cencreas, que acompañará esta
carta. 2Por favor ayúdenle en la
forma que puedan, ya que ella ha
ayudado a muchos, incluyéndome a mí.
3Por favor, den mi saludo a
Priscila y Aquila, mis colaboradores en Jesús, 5y a los miembros
de la Comunidad que se reúnen
en su casa. 16Denle mis saludos
especiales a todos los presentes,
y salúdenles con un beso santo.
Todas las comunidades de Jesús
les mandan saludos. 19El testimonio de su fidelidad a Jesús ha
sido escuchado por todos aquí, y
nos hace muy felices por ustedes.
20Que la gracia de nuestro Hermano Jesucristo esté con ustedes.
201
Romanos 16
21Timoteo,
mi colaborador,
les envía su saludo. 22Yo, Tercio,
que estoy escribiendo esta carta,
les envío saludos en nuestro Her-
mano Jesús. 24El amor de nuestro
Hermano Jesús y de nuestro Papá
Dios esté con todos ustedes.
202
Primera Carta a los
Corintios
Capítulo 1
1Pablo,
llamado por Dios para
ser apóstol de Jesús, y nuestro
hermano Sóstenes, 2a todos los
santos de las Comunidades de
Dios en Corinto. 3Amor y paz de
nuestro Hermano Jesús y nuestro
Papá Dios.
4Agradezco a Papá cada vez que
pienso en ustedes y la Vida Divina que tienen con Jesús. 5Porque
con Jesús han encontrado de hechoVida Divina y Sabiduría. 6En
esto son testigos de lo que les he
enseñado, 7y el despliegue de todos los Dones del Espíritu, 8que
provienen del hecho de Ser Uno
con Jesús Resucitado. 9Papá es
tan maravilloso al llamarnos sus
hijas e hijos.
10En nombre de nuestro Hermano Jesús les pido que disfruten
esta unidad, siendo una sola mente y un solo corazón. 11He oído
toda clase de informes que algunos de ustedes no están haciendo esto, 16que están discutiendo sobre quién bautizó a quién.
17En efecto, Jesús no me envió a
bautizar, sino a predicar la Buena
Nueva, no con sabiduría, sino con
el poder que procede de Ser Uno
con nuestro Hermano.
18El mensaje de Jesús no tiene
ningún sentido para quienes han
decidido vivir según la sabiduría
del mundo; 19pero para nosotros,
decididos a seguir a Jesús en corazón y mente, su Mensaje es tan
importante como el aire que respiramos. 20Sin este compromiso
radical con Jesús, su sabiduría parece algo necio. 21El camino de la
sabiduría humana nunca conduce
a Papá, solo la sabiduría Divina
lo hace. 22Ver signos y tener sabiduría humana puede ayudar un
poco, 23pero solo el valor de ser
203
I Corintios 1, 2
considerados necios, nos llevará
realmente a Papá. 24Porque aún
la necedad de Papá sobrepasa la
sabiduría humana, 25y la debilidad de Papá supera la fortaleza
humana.
26Simplemente mírense ustedes, hermanas y hermanos, con
relación a su Llamada. 27En términos humanos, no muchos eran
sabios, ni muchos eran grandes,
pero Papá escogió a los necios
del mundo para opacar a los sabios, y a los débiles para eclipsar
a los fuertes. 28Papá también ha
elegido personas insignificantes
y despreciadas en el mundo para
humillar a quienes se consideran especiales. 29De tal manera
que todos puedan ser igualmente
amados hijas e hijos de Papá.
30Jesús mismo se convirtió en
Sabiduría Divina y en fuerza,
para mostrarnos que todos somos
sus hermanas y hermanos, todos
Uno con él. 31Así que si queremos presumir de algo, podemos
presumir de esto.
Capítulo 2
1Cuando
vine a ustedes, queridas hermanas y hermanos, llegué
sin gran elegancia y sabiduría, incluso cuando les hablé del Mensaje de Jesús. 2Todo lo que quise,
fue compartir con ustedes acerca
de Jesús, cómo resucitó en mí, y
cómo puede resucitar en ustedes.
3Cuando lo hice me sentí muy dé-
bil y atemorizado.
4Saben que mi mensaje nunca
fue de persuasión ni de erudición,
sino Energía del Espíritu fluyendo a través de mí para tocar sus
corazones; 5de tal manera que su
fe puede basarse en la Vida Divina y no en ninguna sabiduría
humana. 6Efectivamente, lo que
he hecho es compartir sabiduría
con ustedes, no sabiduría de este
mundo o de algún líder de este
mundo, porque todo eso pasará.
7En cambio, los he alimentado
con Sabiduría Divina directamente del corazón de Jesús. 8Ninguno de los líderes del mundo lo
entendió, de lo contrario no lo
habrían crucificado. 9Él trató de
decirnos: “Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado y ningún corazón ha concebido lo que
Papá ha preparado para los que se
abren a su Amor”.
10Espíritu me ha permitido ver,
escuchar y comprender todo esto,
porque llega hasta las profundidades del Amor de Papá por nosotros. 11En la humanidad, nuestro
Espíritu interior nos comprende
y comprende los pensamientos y
amores de Papá. 12Hemos recibido este Espíritu de Jesús resucitado, para que podamos llevar a
cabo la Vida Divina y el Amor Divino que Papá tiene por nosotros.
204
I Corintios 2, 3
13Las
palabras que utilizo no
provienen de la sabiduría humana, sino de la Sabiduría de Espíritu, para poder interpretar la verdad espiritual a gente espiritual.
14Personas no espirituales piensan que estas cosas son tontas, y
no las entienden porque no viven
en el plano espiritual. 15Por otro
lado, la gente espiritual es capaz
de comprender y honrar todas estas cosas, 16porque piensan con
la mente de Jesús y aman con el
corazón de Jesús
Capítulo 3
1Ahora
entenderán por qué
tuve que ir tan despacio. Porque
ustedes todavía no estaban maduros espiritualmente, sino apenas recién nacidos hermanas y
hermanos de Jesús. 2Por eso los
he alimentado con leche más que
con alimento espiritual sólido.
3Todavía muchos de ustedes no
son espirituales, 4como cuando
discuten sobre quién es su padre
y su ministro espiritual. 5Tanto
Apolo como yo somos ministros
del Evangelio que les trajo Jesús y les ha ayudado a creer. 6He
plantado la fe; Apolo la ha regado, pero Papá la ha hecho crecer.
7De manera que ni quien plantó ni
quien regó son realmente importantes, sino que fue Papá quien
hizo crecer su fe. 8Por tanto, el
que planta y el que riega tienen
que trabajar juntos, porque somos
compañeros de trabajo de Papá.
9Ustedes son el campo de Papá
en el cual sucede esto, y también son el edificio que Papá está
construyendo. 10Por la inmensa
bendición de mi Llamada sé lo
suficiente para construir una base
sólida sobre la cual otros puedan
edificar. 11Las bases que puse son
las únicas que existen, ya que es
el mismo Jesús.
12Quienes construyen sobre
estas bases pueden utilizar diferentes materiales; 13el trabajo de
cada uno se hará evidente a la luz
del día y será probado bajo el fuego, porque el fuego es siempre la
última prueba. 14Aquellos quienes su trabajo supere la prueba
de fuego serán benditos; 15pero
quienes su trabajo no sobreviva,
tendrán que construir nuevamente con mejor material, hasta que
sean purificados en el fuego.
16¿No se dan cuenta que son
templo de Dios y que, como tal,
Dios mora en ustedes? 17Entonces, ustedes son Dios, y por lo
tanto, ¡cualquier cosa que hagan a
ustedes mismos, lo hacen a Dios!
Entonces, ¡vivan como el Dios
que ustedes son!
18No se dejen engañar. Quienes
crean que ya son sabios, deben
considerarse ignorantes para llegar a ser verdaderamente sabios.
205
I Corintios 3, 4, 5
19Porque
la sabiduría del mundo
es necedad a los ojos de Papá.
20Este hecho se repite con frecuencia en las Escrituras.
21Por tanto, no se jacten de cosas triviales, ya que todo les pertenece; 22su vida, el universo, lo
que pueden ver, todo lo que pueden imaginar. 23todo esto es de
ustedes, ya que todo pertenece a
Jesús, y Jesús pertenece a Dios.
Capítulo 4
1La
gente debería considerar
que somos apóstoles, en tanto que
siervos de Jesús y administradores de su Mensaje. 2Para ser un
administrador se debe ser digno
de confianza. 3Realmente no me
preocupa mucho lo que piensen
de mí o lo que los jueces piensen,
pues ni siquiera yo me juzgo. 4El
único juez importante para mí es
Jesús. 5Él ve nuestros corazones
y lee nuestras mentes, y a pesar
de lo que encuentre, siempre nos
ama. 6No permitan que nadie les
diga algo diferente.
9Creo que Dios nos ha designado apóstoles escogiendo dentro
de lo más pequeño de la humanidad. 10A menudo enfrentamos la
muerte y somos puestos a prueba
ante el mundo, ante los Ángeles
y ante la gente. 11Aún hoy tenemos hambre y sed, hemos sido
maltratados y no tenemos hogar.
12Debemos
rabajar hasta quedar
agotados. 13Siendo marginados,
bendecimos; siendo perseguidos, soportamos pacientemente;
siendo ridiculizados, tratamos de
llevar consuelo. A menudo somos considerados la escoria de
la tierra.
14No escribo estas cosas para
avergonzarlos, sino para alertarlos, mis queridos hijos. 15Aunque
tienen muchos maestros, tienen
un solo padre, pues en Jesús yo
llegué a ser su padre, al compartirles su Buena Nueva. 16Les suplico que vivan como yo. 17Por
eso les envío a Timoteo. 18Es mi
amado y fiel hijo en Jesús; él les
recordará lo que he enseñado, las
mismas cosas que enseño a todas
las Comunidades.
19Espero ir pronto donde ustedes; entonces podré ver cómo
están viviendo el Espíritu y ejerciendo sus Dones; 20estos son
signos de la presencia de Dios y
no simplemente hermosas palabras.
Capítulo 5
1Les
escribo de nuevo, mis
queridas hermanas y hermanos,
con lágrimas en los ojos y pesar
en mi corazón, por todo el dolor
que les causé con mi carta anterior. 5Quiero escribir una completamente nueva, con mi sabiduría
206
I Corintios 5, 6
expandida. Ahora entiendo claramente lo difícil que es cambiar, y
con cuánto amor Jesús nos espera
para hacerlo. Yo era fariseo, como
una mancha indeleble en la lana,
cuando Jesús vino a mí. Él abrió
mi corazón a tales nuevas realidades, que lloré durante muchos
días, ya que mi creencia en el sacrificio y en la ley empezaban a
diluirse. Luego, cuando regresé a
ministrar, todas estas cosas volvieron a mí. No tan fuerte como
antes, pero sí lo suficiente para
causar escándalos a las hermanas
y hermanos más débiles.
Ahora sé que la desviación sexual generalmente proviene de
haber padecido una violación,
y que debería haber abierto mis
brazos de amor a quienes estaban
afligidos de estas heridas, y haberles ayudado a superarlas. ¡Por
favor, perdónenme!
Mi petición es que devolvamos
la sexualidad a su legítimo lugar,
al lado de la espiritualidad. Ahora
veo que la sexualidad es la maravillosa expresión de la espiritualidad en el nivel físico. Como
la materia es a la energía, así la
sexualidad es a la espiritualidad.
La sexualidad es el Don Divino
para aumentar nuestra Espiritualidad. Su objetivo principal es el
crecimiento espiritual, no el nacimiento humano. ¡El nacimiento humano solo ocurre en muy
raras ocasiones, mientras que el
crecimiento espiritual se necesita
constantemente!
Si somos capaces de dirigir la
energía sexual hacia el crecimiento espiritual, como se pretendía
originalmente, podríamos resolver la mayoría de los problemas
del mundo, ya que todos surgen
de una falta de crecimiento espiritual.
Pongan fin al abuso sexual.
Comiencen a redirigir la energía
sexual hacia el Crecimiento Espiritual. Esto nos sacará del lodo
del materialismo. Amen a quien
se desvía, para incorporarlo a la
totalidad. Ayuden a los sanos a
avanzar en su crecimiento.
Como ya he dicho (a veces
erróneamente) en mis escritos anteriores: no permitan que alguien
los convenza de lo contrario.
Entren en el corazón de Amor
de Papá y sentirán esta Verdad.
Capítulo 6
15Tengan
en cuenta que sus
cuerpos son miembros de Jesús.
También están hechos a imagen
de Dios. 19Tengan en cuenta también que sus cuerpos son templos
del Espíritu, el Jesús resucitado,
dado a ustedes por Papá para
ayudarles a vivir como Espíritu,
como Jesús resucitado. Hacer
amor es hacer Dios, puesto que
207
I Corintios 6, 7, 8, 9
Dios es Amor. Muevan su sexualidad totalmente a su Templo y
actúen desde ese sagrado lugar.
Muevan su energía sexual, su
energía creativa hacia el mundo,
y báñenlo con amor.
Capítulo 7
1Ahora
me referiré a las preguntas que hicieron en sus cartas.
El matrimonio y el celibato, ambos son llamados maravillosos de
Jesús. Igualmente válidos, pero
muy diferentes. Como ya hemos
escrito, la energía sexual es para
el crecimiento espiritual, y aunque esta energía puede ser dirigida internamente en el celibato o
externamente en el matrimonio,
siempre debe ser utilizada para
el crecimiento espiritual. Mirar
nuestros corazones y nuestros
cuerpos nos ayuda a determinar
la llamada de Dios.
El divorcio debe ser visto siempre como último recurso, y solamente debe realizarse cuando el
matrimonio ha muerto y se hayan
hecho serios intentos para devolverlo a la vida. Jesús es siempre
amable en su trato con nosotros.
12Los matrimonios mixtos son
siempre un desafío y deben ser
consolidados después de oración
profunda y comunicación muy
abierta. 15Si después de un inten-
to muy serio no funciona, sepárense en paz.
20Dejen que cada uno permanezca en la Llamada recibida de
Jesús, a menos que Jesús mismo
la cambie. 24Seguir la voluntad
de Dios es el único camino hacia
la felicidad. 31Seguir los valores
mundanos solo les traerá pena.
Capítulo 8
1El
conocimiento nos puede
inflar, pero el Amor siempre nos
anima. 2Es bueno conocer las
cosas, 3pero es más importante
amar. 6Siempre estén primero
centrados en Dios. Es nuestro
Papá, creador de todo, y su Hijo
es nuestro Hermano, quien nos
enseñó que somos Papá encarnado. 7No todos se dan cuenta
de esto. Muchos todavía adoran
ídolos, como el dinero y el poder.
13Traten de disuadir suavemente a sus hermanas y hermanos
de adorar aquellos, para amar al
verdadero Dios encarnado en nosotros.
Capítulo 9
1Permítanme
hablarles ahora
desde mi corazón. He sido muy
bendecido por haber visto a Jesús.
Me pidió que fuera apóstol, y me
enseñó a hacerlo. 2Algunos dicen
que no soy apóstol, pero ustedes
208
I Corintios 9, 10
saben que sí lo soy. El hecho que
ustedes vivan la Buena Nueva es
prueba que la he predicado. 13Mis
raíces judías me llevaron a pensar
en el derecho de vivir de mi predicación, pero de alguna manera
sabía en mi corazón que no debería hacerlo. 16Porque predicar la
Buena Nueva fluye naturalmente
de mi corazón. Cuando no predico no me siento yo mismo.
17Cuando Jesús me llamó cambió mi corazón, por lo tanto no
puedo dejar de predicar, como
tampoco puedo dejar de amarlo.
Su amor me ha hecho prisionero
de su Palabra. 18Entonces, ¿qué
puedo sacar de esto? La enorme
alegría de predicar el Mensaje
de mí amado Jesús, sin cobrarle
a nadie. 19Jesús me ha liberado,
pero he hecho mi corazón cautivo a todos, para traerlos a Jesús.
20Camino al lado de todos para
traerlos a la Familia de Dios.
22Para los débiles, me he hecho
débil, para traerlos a la Familia de
Papá. Me he convertido en todo
con todos, con el fin de lograrlo.
23Lo hago para compartir la Buena Nueva y llegar a ser la Buena
Nueva.
24Saben que cuando hay competencias en el estadio, solamente hay un ganador. Con Jesús todos somos ganadores, porque él
culminó la carrera por nosotros.
quieran correr hacia
Jesús, manténganse en forma.
Esta carrera es mucho más importante que la del estadio. 26Por
eso, corro siempre derecho manteniéndome en forma, de modo
que cuando exhorto a otros a correr conmigo, no tropiece.
25Quienes
Capítulo 10
13Papá
es siempre fiel a nosotros y no permitirá que seamos
tentados más allá de nuestras
fuerzas; aun en medio de la tentación nos ayudará a encontrar una
salida. 14Así pues, queridas hermanas y hermanos, mantengamos
siempre nuestras mentes y corazones centrados en Él.
16¿Acaso no es el cáliz sagrado
que consagramos, una alianza en
la sangre de Jesús? ¿No es el pan
que partimos juntos, una alianza
en el cuerpo de Jesús? 17Aunque
somos muchos, nos convertimos
en un solo pan, un solo cuerpo,
porque en realidad ya somos Uno.
31Incluso, cuando estamos simplemente comiendo o bebiendo, o
haciendo algo, deberíamos hacerlo todo de una manera sagrada.
33Trato de hacer esto. No en busca de mi propio beneficio, sino de
quienes yo pueda llevar a Jesús.
209
I Corintios 11, 12
Capítulo 11
4Hay
1Imítenme
como yo imito a Jesús. 2Gracias por orar por mí y
conservar las tradiciones que les
he enseñado. 23Esta es, y por mucho, la tradición más importante,
porque la he recibido directamente de Dios: Que Jesús, la noche
antes de trascender de su humanidad a nuestra Divinidad, 24tomó
pan y dio gracias. Luego partió el
pan y dándoselo a sus amigos les
dijo: “Esto es mi Cuerpo, partido
en dos, para que podamos llegar a
Ser Uno. Déjenme entrar en ustedes, para que puedan convertirse
en mí. Hagan esto para recordar
que ustedes son yo”. 25Después
de cenar, tomó la copa y dijo:
“Esta es mi Sangre. Esta es mi
Vida. Permitan que fluya en ustedes para que puedan llegar a ser
yo. Háganlo para conservar esta
Verdad siempre en sus corazones. 26Cada vez que coman este
pan y beban este vino, yo soy un
poco más ustedes y ustedes son
un poco más yo, hasta que lleguemos a ser ¡totalmente Uno!
Háganlo siempre de una manera
muy santa”.
Capítulo 12
1Ahora
quiero compartirles,
mis queridas hermanas y hermanos, acerca de los dones espirituales, los Dones del Espíritu.
un número de Dones diferentes, pero todos proceden del
mismo Espíritu. 5También hay
diferentes ministerios, pero todos
provienen del mismo Jesús. 6Hay
también diferentes tipos de milagros, pero todos proceden de la
misma Energía Divina.
7Los dones espirituales se dan
siempre en beneficio de la Comunidad. 8El Espíritu da a una
persona el Don de Sabiduría, a
otra, el Don de Conocimiento, 9a
una tercera, el Don de Fe, a otra,
el Don de Sanación, 10a otra, el
Don de los Milagros, a alguien el
Don de Profecía, a otro, el Don de
Discernir Espíritus, a aquel otro,
el Don de Proclamar cánticos, y
a otro el Don de Interpretarlos.
11Todos estos numerosos Dones
vienen de Un solo Espíritu, que
los concede a quienes están abiertos a ellos.
12Como el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros diferentes, así es la Familia de Dios.
13Pues por un Espíritu hemos
sido todos bautizados en un cuerpo, el cual tiene diferentes manifestaciones de un mismo Espíritu.
14El cuerpo no está formado
por un solo miembro, sino por
muchos. 15Por ejemplo, aunque
el pie dijera: “Como no soy mano
no pertenezco al cuerpo”, sin embargo seguiría siendo parte del
cuerpo. 16O aunque el oído dijera:
210
I Corintios 12, 13
“Como no soy ojo no pertenezco
al cuerpo”, seguiría perteneciendo al cuerpo. 17Si todo el cuerpo
fuera ojo, ¿cómo podríamos oír?
O si todo fuera oído, ¿cómo podríamos oler? 18Dios ha puesto
los diferentes miembros en un
solo cuerpo, cada uno con un Don
diferente, pero igualmente importante.
26Cada miembro está tan interconectado, que cuando uno sufre
todos los demás comparten el sufrimiento. Y cuando un miembro
es honrado, todos comparten la
gloria.
27Todos ustedes son cuerpo de
Jesús, cada uno y todos. 28Dios
ha designado en las Comunidades, apóstoles, profetas, maestros, hacedores de milagros, sanadores, trabajadores sociales,
administradores y proclamadores
de cánticos. 29No todos pueden
ser apóstoles, profetas, maestros,
proclamar cánticos o interpretar
cánticos. 31Quiero que cada uno
de ustedes busque los Dones Espirituales más valiosos. Voy a explicarles enseguida cuáles son.
Capítulo 13
1Aunque
hablara elocuentemente, aun como los Ángeles,
si no amo soy simplemente una
campana ruidosa o un címbalo que retiñe. 2Aunque tuviera
el don de profecía y pudiera ver
cada misterio y todo lo que puede ser conocido, y tuviera fe suficiente para mover montañas, si
no amo no soy realmente nada.
3Y aunque regale todo lo que tengo para alimentar a los hambrientos, si lo hago sin amor de nada
me sirve.
4El Amor es paciente y amable.
El Amor no es celoso. El Amor
no trata de impresionar. 5No es
vanidoso, no es grosero. No es
ni egoísta ni irritable. Tampoco
guarda memoria de los daños que
le han hecho​​. 6No trata de engañar, sino simplemente ser honesto.
7Acepta todo con paciencia, tiene
fe insaciable y esperanza permanente que no conoce límites.
8El Amor dura para siempre,
mientras la Profecía pasará. Proclamar cánticos terminará y el
conocimiento perderá su sentido.
9Porque el conocimiento es a veces fragmentario, y puede venir
de la Profecía. 10Pero cuando el
Amor perfecto llega a nuestros
corazones, permanecerá siempre.
11Cuando era niño, hablaba y
actuaba como niño, pero cuando
me convertí en adulto dejé a un
lado las cosas de niño. 12Ahora
vemos borrosamente como en un
espejo, pero cuando el Amor perfecto llegue, veremos a Papá cara
a cara, ya que Él es Amor. Veremos que también nosotros so-
211
I Corintios 13, 14
mos el mismo Amor. Ahora solo
entendemos parcialmente, pero
luego entenderemos el Amor, en
la medida que seamos entendidos
por Amor.
13En síntesis, hay tres cosas
principales: Fe, Esperanza y
Amor, pero la mayor de éstas es
Amor.
Capítulo 14
1Busquen
primero el Amor y
luego los Dones Espirituales, especialmente la Profecía. 2Quien
proclama cánticos no nos habla a
nosotros, sino a Dios. Nadie entiende lo que se dice, porque son
misterios del Espíritu. 3Sin embargo, quien profetiza conecta la
mente y el corazón de Dios con
nosotros.
4Quien proclama cánticos crece
en Espíritu, pero quien profetiza ayuda a crecer a toda la Comunidad. 5Ojalá todos pudieran
proclamar cánticos, pero prefiero
que todos profeticen. Quien profetiza es más importante para la
Comunidad que quien proclama
cánticos, a menos que pueda interpretarlos para que la Comunidad pueda entenderlos.
6Si, por ejemplo, llegara a ustedes proclamando cánticos ¿para
qué les serviría, si no les doy alguna revelación o información
de profecía o enseñanza? 7Si los
instrumentos musicales como
la flauta y el arpa no produjeran
tonos diferentes, ¿cómo se sabría
cuál está sonando? 8Si la trompeta suena con un sonido no acostumbrado ¿cómo se sabría que
hay que prepararse para la batalla? 9De la misma manera, a menos que el idioma comunique un
mensaje comprensible, ¿cómo se
entendería? Se estaría hablando
al aire.
10¿Quién sabe cuántos idiomas
místicos hay? 11Si alguien me habla en un idioma místico que no
entiendo, pareceríamos como extranjeros el uno al otro, 12similar
a lo que sucede cuando alguien
proclama cánticos en una reunión
de la Comunidad. Ya que están
ansiosos por los Dones Espirituales, los exhorto a buscar aquellos
que ayudan a construir la Comunidad.
13Es conveniente que cuando
alguien proclama cánticos pueda
también traducirlos o interpretarlos, pero no es absolutamente
necesario, porque escuchando las
oraciones se puede llegar a una
intimidad en el corazón, que va
más allá de las simples palabras.
18Agradezco a Papá que tengo
este Don, y doy gracias por la intimidad a la que puedo llegar con
él, 19aunque a veces me gustaría
que la gente comprendiera la belleza de lo que siento. 24Pues en
212
I Corintios 14, 15
la profecía brilla claramente esta
belleza de la Verdad. La gente
entiende la profecía y también
puede fácilmente entender que
su Verdad viene directamente de
Dios. 25Muchos se han convertido de esta manera.
26Por lo tanto, hermanas y hermanos, cuando oren juntos, permitan que todo el mundo contribuya con una parte, ya sea una
canción, una enseñanza, una revelación, un cántico o una interpretación. Todo esto puede ser
muy útil. 27Es mejor tener la traducción de los cánticos, 28pero si
no hay alguien para hacerlo, simplemente aumenten la energía de
oración de la Comunidad.
29Asegúrense de tener profetas
que hablen, porque sus Mensajes
de Dios son muy importantes.
33Mantengan todo en orden, porque Dios siempre trae paz con su
Mensaje a las Comunidades y a
la gente. 34Procuren que todos escuchen con atención todo lo que
está sucediendo. 35El tiempo para
hablar sobre estas cosas será más
tarde, en casa.
37Que sea la Comunidad la que
discierna quién tiene el don de la
Profecía, para asegurar su validez. 39En conclusión, busquen la
Profecía para permitir que Dios
guie a la Comunidad y que la
oración con cánticos aumente la
energía que soporta todo esto, y
hagan todo esto de una manera
muy sagrada.
Capítulo 15
1De
nuevo, me gustaría aclarar algo que escribí antes. Como
fariseo, había vivido toda mi
vida bajo la ley, y vi a Jesús inicialmente como alguien que nos
salvaría de ella. Más tarde me di
cuenta que en Jesús estamos solamente bajo Amor. Para quienes
creen que todavía estamos bajo la
ley, Jesús murió para salvarnos de
nuestros pecados. Para quienes
creen que estamos bajo Amor, Jesús murió en su humanidad para
ser resucitado como nuestra Divinidad.
Dondequiera que se encuentren, queridos hermanas y hermanos, Jesús les ayudará, Jesús les
salvará. Si se sienten bajo la ley,
Él les salvará del pecado; si sienten bajo el Amor, les salvará del
miedo. Por favor, acepten a cada
uno dondequiera que se encuentre, para que todos puedan crecer
juntos en Amor; y todos puedan
crecer juntos en Dios. De esta
manera todos podemos regocijarnos en la Buena Nueva de Jesús.
Porque lo que creemos es menos
importante que como vivimos y
como amamos.
5Les dije antes que después de
su resurrección Él fue visto pri-
213
I Corintios 15
mero por María Magdalena, y
luego por los apóstoles y otros
amigos, cuando estaban reunidos.
Más tarde se apareció a más de
quinientas hermanas y hermanos
al mismo tiempo, y la mayoría de
ellos aún están vivos. Posteriormente se apareció a mí. 9Porque
soy el más insignificante de los
apóstoles, ya que había perseguido a Jesús en sus amigos.
10Pero por la gracia y el amor
de Jesús ahora soy su apóstol.
He trabajado muy duro para ser
esto, o quizá debería decir, que el
Amor de Jesús se ha manifestado tan profundamente en mí, que
puedo ser apóstol. 11Así que por
medio de mí, o de cualquiera de
los demás apóstoles, el Mensaje
de Jesús en el que ahora creen, ha
sido predicado.
35Alguien me ha preguntado
acerca del Cuerpo Resucitado.
Podemos observar la naturaleza
para ayudarnos a entender esto.
36La semilla que se siembra en
el campo no llega a la vida a
menos que muera primero. 37Lo
mismo ocurre con nuestros cuerpos. 38Nuestro cuerpo resucitado
viene a la vida solo después que
nuestro cuerpo humano muere,
este nuevo cuerpo es completamente diferente del anterior.
39No toda carne es lo mismo.
Una es humana, otra animal, otra
de aves y otra de peces. 40Hay
cuerpos celestiales y cuerpos
terrenales, y el resplandor del
celestial es una cosa y el del terrenal es otra. 41El sol es radiante
de una manera, mientras que la
luna de otra, y las estrellas lo son
de una manera diferente. También una estrella difiere de otra
en resplandor. 42Así pasa con los
cuerpos resucitados. El cuerpo
humano se siembra en su mortalidad, para ser resucitado en la
inmortalidad. 43Se siembra en la
debilidad y renace en el poder.
44Se siembra un cuerpo natural,
y resucita en un cuerpo sobrenatural. Hay cuerpo espiritual tanto
como cuerpo físico. 45Está escrito: “El primer hombre, Adán, se
convirtió en un alma viviente; y
el último Adán se convirtió en un
Espíritu que da vida”.
46Recuerden que el primer hombre fue de la tierra, el segundo
Hombre es del Cielo. 49Así como
hemos nacido con una semejanza
terrenal, seremos renacidos con
una imagen celestial. También
hay que señalar que estas polaridades similares se funden en la
Unidad cuando son vistas por los
ojos de Dios, que está más allá de
toda división.
51Por favor, escuchen atentamente, porque les voy a revelar
un secreto. El universo entero va
a pasar por una transformación
radical cuando Dios lo limpie
214
I Corintios 15, 16
todo; porque la oración de Jesús
por la Unidad se extiende a través de la humanidad hasta el universo entero. La deificación, que
está empezando en la humanidad,
se extenderá hasta que Todo haya
renacido en el único Dios. Mientras tanto, no todos moriremos
antes de haber renacido en Dios.
52Los Ángeles ya están preparando las trompetas para este renacimiento. Jesús resucitó para
comenzar la resurrección del
universo. 53Parte del universo
está recién nacido y necesita ser
renacido, para salir de esta falta
de amor. La Falta de Amor significa falta de Dios, puesto que
Dios es Amor. 54Ser renacido en
Amor, es ser renacido en Dios.
55Cuando esto suceda, la muer-
te morirá. 57Cuando esto ocurra
seguiremos a Jesús de regreso al
seno de Dios, para ser renacidos
como verdaderos hijas e hijos de
Dios.
58Entonces empecemos a actuar como tales, mediante servicio y amor a todos.
Capítulo 16
19Todas
las comunidades domésticas de Asia les envían saludos en el Amor de Jesús. 20Todas
las hermanas y hermanos les envían saludos. Salúdense unos a
otros con un abrazo santo. 21Aquí
está mi saludo de mi propia letra,
Pablo. 23El Amor de Jesús sea
con ustedes. Mi amor para todos
ustedes en el Hermano Jesús.
215
Segunda Carta a los
Corintios
Capítulo 1
1Yo,
6Cuando estamos en problemas,
Pablo, apóstol de nuestro
Hermano Jesús por voluntad de
Dios, y nuestro hermano Timoteo, a las Comunidades de Dios
en Corinto, y a todos los santos en
Acaya. 2Amor y paz a todos ustedes de parte de Dios nuestro Papá
y de Jesús nuestro Hermano.
3Estamos muy contentos que
Dios sea nuestro Papá y que sea
también el Papá de nuestro Hermano Jesús. Él está cuidando mucho de nosotros, especialmente
cuando las cosas se ponen realmente difíciles. 4Nos consuela
en cada uno de nuestros problemas, para que podamos consolar
a otros en los suyos, con el mismo
Amor Divino. 5Estar con nuestro
Hermano Jesús es una doble bendición; sufrimos con quienes sufren y somos siempre consolados,
por su inmenso amor por todos.
es porque los amamos mucho.
Cuando nos sentimos consolados,
es porque vemos que ustedes se
aman unos a otros. 7Nuestro amor
por ustedes es firme, porque los
vemos caminar con quienes sufren y también con quienes se regocijan.
8Por eso, hermanas y hermanos, quiero que sepan que las cosas se pusieron muy difíciles en
Asia; tanto, que llegué a temer
que tomarían mi vida. 9Finalmente entregué mi vida por completo
a nuestro Hermano Jesús, 10sabiendo que Él podría recibirla o
me daría suficiente fe para seguir
viviendo. 11Esta entrega y sus
oraciones me salvaron de ese valle de muerte.
12Me siento muy feliz, porque
con la ayuda de nuestro Hermano Jesús he aprendido a vivir de
216
II Corintios 1, 2, 3
su energía, no por la sabiduría
del mundo. 13Contando con esta
Energía Divina que vive en ustedes tanto como en mí, podemos
comunicarnos fácilmente. 14Por
eso, cuando estemos frente a Él
se reconocerá que ha resucitado
en todos nosotros. 15Con esta certeza planeé visitarlos en mi viaje
de ida y regreso a Macedonia; 16y
con esta doble bendición partiría
después hacia Judea. 17Había planeado todo esto escuchando cuidadosamente a nuestro Hermano
Jesús, para no ser confundido
con la sabiduría del mundo. 18De
tal manera que pudiera dar cada
paso siguiéndolo a él. 19Pues el
Hermano Jesús, a quien Silvano,
Timoteo y yo predicamos, puede
conservarnos a todos en el camino correcto. 20Él es la Verdad, y
por eso, lo único que tenemos que
decir es “Amén” a su orientación,
para que su gloria brille para todos. 21Él, que nos ha hecho Uno
en Dios, 22también nos ha sellado con nuestra propia Divinidad,
como el primer depósito de Espíritu en nuestros corazones. 23Hagamos de este depósito nuestra
verdadera identidad, 24de manera
que podamos ser totalmente Divinos, como nuestro Hermano
Jesús.
Capítulo 2
1Por
favor, sepan que los amo y
que la única razón por la que les
escribo es para ayudarles a crecer
en su Vida Divina; 4recuerden
esto, aunque a veces sea crítico.
8Debemos abrir siempre nuestros
corazones, aun a quienes no han
encontrado su camino a esta nueva Vida. 10Pues cuando ustedes
abren sus corazones, mi corazón
también se abre, porque todos somos Uno.
12Cuando llegué a Tróade a predicar la Buena Nueva del Mensaje de Jesús, no encontré a mi
querido hermano Tito; entonces
me fui a Macedonia. 14Gracias a
Dios, que siempre me ayuda en
mis debilidades y angustias, tuve
la oportunidad de prescindir de la
fragancia de su Amor. 15Pues para
Dios nosotros somos la fragancia
de nuestro Hermano Jesús, para
quienes se acerquen lo suficiente a percibir su Amor. 17Mi único interés es llevarlos a todos tan
cerca de nuestro Hermano Jesús,
que la fragancia de su Amor pueda guiarlos a su camino.
Capítulo 3
1Su
amor por nuestro Hermano Jesús y el seguimiento de su
Mensaje son testimonio de mi
Ministerio. 2Ustedes son nuestra
217
II Corintios 3, 4
carta de recomendación, escrita
en nuestro corazón, leída y reconocida por todos. 3Esto hace obvio que ustedes sean la carta de
Jesús escrita por nosotros, no en
tablas de piedra sino en las tablas
del corazón.
4Cuando estoy en presencia de
nuestro Hermano Jesús me lleno
de confianza. 5No la confianza
que proviene del ego, sino la confianza que proviene de Dios. 6Él
nos ha llamado y nos ha aprobado
para ser ministros de una Nueva
Alianza; no de la antigua Ley,
sino del nuevo Espíritu. Porque
la Ley tiene la tendencia a condenar, mientras que el Espíritu es
siempre dador de Vida. 10La gloria que alguna vez fue la Ley ya
no es ninguna gloria.
12Me lleno de gran esperanza,
cuando me abro a la Nueva Alianza con el Espíritu. 13El Antiguo
Testamento ha sido reemplazado
por el Nuevo Mensaje de Jesús.
15Desde entonces hasta ahora,
cuando la Ley de Moisés era leída, un velo cubría el corazón de
Dios. 16El Mensaje de Jesús ha
retirado este velo y ahora podemos ver el amoroso corazón de
Dios. 17Porque Jesús es el Espíritu, y donde está el Espíritu de Jesús hay libertad y amor. 18Ahora
que este velo ha sido retirado, podemos mirar como en un espejo y
ver la gloria de Jesús, y cómo su
resurrección alcanza su plenitud
en nosotros. Porque Jesús ha salvado y restituido nuestra antigua
identidad, llegando a ser Espíritu
en nosotros.
Capítulo 4
1Por
tanto, estando comprometidos en este ministerio a través
de un llamado divino, estamos
llenos de profunda esperanza. 2Y
continuamos en esta esperanza a
través de la pureza del corazón y
de la acción. 3Algunos han tratado de oscurecer el resplandor del
Mensaje de Jesús; 4pero eso no
altera el hecho que Jesús es Dios
y enseñó que nosotros también
somos Dios.
5No proclamamos nuestros propios egos, sino a Jesús como Dios
y a nosotros mismos como partes
de Dios. 6Así como Dios puede
sacar luz de la oscuridad, ha traído divinidad para iluminar nuestros corazones humanos. Ahora,
cuando miramos atentamente
nuestros propios corazones, vemos el rostro de Jesús, vemos a
Dios.
7Sin embargo, estamos profundamente conscientes que este
admirable tesoro proviene de la
divinidad de Dios y no de nuestra
humanidad. 8Estamos acorralados por todos los lados, pero no
nos rindamos; 9somos persegui-
218
II Corintios 4, 5
dos, pero no nos sintamos abandonados. 10Mientras llevemos a
Jesús dentro de nosotros, podemos actuar de una manera propia
de Dios.
11Casi todos los días enfrentamos la muerte por causa de Jesús,
y Él permite que su vida resplandezca en nosotros. 12Estamos
seguros que la muerte de este
mundo no puede tocar la vida de
Jesús.
13Además tenemos la misma
fe de los profetas, quienes hablaron de su creencia. Sabemos que
nuestro Dios resucitó a Jesús de
entre los muertos, y nos resucitará también a nosotros. 14Nos
resucitará de nuestra humanidad
en su Divinidad. 15Cuanto más
lo creamos, más se abrirán las
puertas para que esto ocurra en
nosotros.
16Saber estas cosas nos da inmensa esperanza, porque aunque
por nuestra dimensión humana
podamos morir cada día, 17en la
Dimensión Divina estamos siempre empezando a resucitar en Jesús, 18hasta el día glorioso en que
estas dos dimensiones lleguen a
Ser Una y la oración de Jesús por
la Unidad se realice por completo.
Capítulo 5
1Sabemos
que si por nuestra
dimensión humana el cuerpo
en que vivimos llega a su final,
siempre tendremos nuestro lugar
en la Dimensión Divina, en el corazón de nuestro Papá. 2Por eso,
mientras vivimos en este cuerpo
humano nuestro corazón anhela
ser revestido con el amor de Dios,
3porque con este revestimiento
no nos sentiremos más desnudos
ni con miedo. 4Gemimos profundamente mientras estamos en este
cuerpo humano, no tanto por querer salir de él, sino por estar en el
corazón de Dios, que es donde se
vive la Verdadera Vida.
5Cuando fuimos bautizados en
Espíritu, nuestra mente y nuestro
corazón fueron limpiados para
que viéramos esta Verdad. 6Esta
Verdad nos da esperanza y nos incorpora profundamente en el corazón de Dios, 7hacia donde caminamos solamente por fe en Amor.
8Nuestro corazón se ha aferrado
a este Amor que nos conducirá a
casa. 9Nos entregamos totalmente al Amor en nuestro verdadero
hogar. 10Porque entre más plenamente nos abramos al Amor, más
profundamente podremos entrar
en el corazón de Dios.
11La conciencia de esto es lo que
nos motiva a lo largo del tiempo
para llevar a todas nuestras hermanas y hermanos de regreso a
casa. 12Miren en nuestro corazón
y en los de ustedes, y sabrán que
esto es Verdad. 13Este anhelo en
219
II Corintios 5, 6
mi corazón, es el mismo que está
en el corazón de nuestro Papá
Dios, y que se abre a todas sus hijas e hijos. 14El Amor de nuestro
Hermano Jesús vive en nuestros
corazones y nos señala el camino
a casa. 15Él murió para que nosotros pudiéramos morir a cualquier
temor de regresar a casa, mediante el Amor, porque cuando morimos al miedo podemos resucitar
al amor.
16Entonces, no pensemos más
simplemente en términos de la
dimensión humana, porque Jesús
ha abierto nuestros ojos a la Dimensión Divina. 17A medida que
nos abrimos a la Vida en la Dimensión Divina, nuestra vida en
la dimensión humana es absorbida en esta nueva Vida. 18Estamos
profundamente agradecidos de
que nuestro Hermano Jesús nos
haya guiado a través de este mar
de miedos, de manera que ahora
podemos ver el corazón de Amor
de Dios. 19Nos sentimos extremadamente bendecidos por haber sido elegidos para traer esta
Luz de Amor a todos ustedes.
Mientras salimos de la edad del
miedo hacia la edad del Amor, el
corazón de Dios se abre a todos,
sin excepción. El Amor no sabe
de fronteras; el Amor no sabe de
límites.
20En nombre de Jesús somos
embajadores de Dios, quien uti-
liza nuestra voz para expresar su
Amor. Les pedimos en su nombre que caminen en los brazos
de nuestro Papá Dios. 21Porque
cuando Papá Dios nos mira, solamente ve hijas e hijos, y nada
más.
Capítulo 6
1Como
seguidores amorosos
de Dios, les pedimos que no simplemente caminen en Amor, sino
con Amor hacia nuestras hermanas y hermanos, que anhelan esta
Buena Nueva, aunque no se den
cuenta. 2Éste es un tiempo muy
especial. Tiempo de Ser Uno,
Tiempo de Reconciliación Universal. El tiempo de la reconciliación de la gente y de los pueblos
entre sí; y de toda la humanidad
con el resto de la creación. 3El
Ser Uno Universal es el más profundo deseo de Dios.
4Hemos hecho de esto nuestro
ministerio. Aunque algunas cosas
han sido frecuentemente difíciles para nosotros, el Ser Uno que
sentimos con nuestro Hermano
Jesús, nuestro Papá y su Espíritu,
siempre nos conduce a la alegría
y a la paz.
11Hermanas y hermanos de
Corinto, abran ampliamente sus
corazones a este mismo ministerio, el ministerio del Amor de
Dios. Nada es más importante.
220
II Corintios 6, 7, 8
Capítulo 8
16Recuerden
que Dios ha dicho:
“Viviré en ellos y caminaré con
ellos. Seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. 18Y “Yo Seré su
Papá y ustedes serán mis hijas e
hijos”.
Capítulo 7
1Caminamos
en estas promesas
y los hemos invitado a caminar
con nosotros. 2Abran sus corazones, 3como nosotros lo hemos
hecho con todos ustedes. 4Sabemos que su amor nos ha llenado
de alegría, aún cuando las cosas
resultaban difíciles, 5tal como
sucedió cuando llegamos a Macedonia. 6Papá Dios se compadeció de nosotros y nos envió a
Tito y sus calurosos saludos. 7Él
ha dado testimonio del gran amor
entre ustedes y por nosotros.
8Sé que fui muy duro en mi última carta, pero fue escrita con
amor. 9Estoy muy contento de
que hayan respondido tan bien a
ella. 10Cuando respondemos con
Amor, esto nos conduce a la Vida.
13Tito estaba muy contento al ver
el amor renacido en todos ustedes. 14Por eso comprendió por
qué los amo tanto. 15Les envía su
amor y agradecimiento de nuevo
por la calurosa bienvenida.
1Queremos
que sepan, queridas
hermanas y hermanos, cómo el
Divino Amor fue concedido a las
Comunidades de Macedonia. 2Y
cómo los impulsó a dar generosamente, aún desde su pobreza. 3Su
pobreza sobreabundó en riqueza
de amor. 5Ellos se deshicieron en
generosidad para con Dios y con
nosotros.
6Hablemos ahora a ustedes, que
han crecido en muchos aspectos. 7Sean tan generosos como lo
fueron en el pasado. 8Pues Jesús,
siendo rico, vino a nosotros en la
pobreza para invitarnos a la riqueza de su Amor. 12Porque los
regalos dados con amor siempre
vuelven a nosotros, aumentados
por el amor de Dios.
13Compartan con todos, de
manera justa. 14Cuando tengan
abundancia, compartan con quienes no tienen, de modo que ellos
puedan compartir su abundancia
cuando ustedes experimenten necesidad. 15El equilibrio siempre
conduce a la paz.
16Gracias a Dios que Tito los
ama tanto como yo. 17Él se fue
por su propia voluntad a compartir con ustedes la oportunidad de
dar. 18Les enviamos otro hermano, cuya virtud es conocida por
todas las Comunidades. 19Estas
Comunidades lo han designado
221
II Corintios 8, 9, 12
para servir con nosotros y ayudar
con esta gran colecta. 20Queremos asegurarnos de que todo esto
se hace a la Luz del Amor 21y a la
vista clara de todos. 24De manera
que den prueba de su amor, con
la generosidad de sus donaciones.
Capítulo 9
6Saben
que entre más generosa
es la siembra, mayor será la cosecha. 7Por tanto, den con un corazón amoroso. Porque Dios tiene
un amor especial por quienes dan
con alegría. 8Entre más generoso sea el dar, más amplio será el
recibir. 9El Amor de Dios nunca
será superado. 10La generosidad
al dar, en la dimensión humana,
siempre trae amplias recompensas en la Dimensión Divina.
Capítulo 12
1Hablemos
ahora de las Visiones y Revelaciones de Espíritu.
En la medida que abrimos los corazones, éstas siempre aumentan.
Cuando Jesús vino por primera
vez a mí, esta apertura comenzó.
2Hace catorce años fui llevado
hasta el Tercer Cielo, donde se
me dijeron cosas más allá de las
palabras. 3En esta íntima presencia de lo Divino, todos los sentidos humanos fallan. 4Esta Presencia se fusiona con la identidad
de cada uno y solo queda Amor.
Ser Uno con Dios
hace arrodillar nuestro corazón
en humilde gratitud. La Divinidad no enorgullece; por el contrario, hace humilde el corazón en
Amor.
6Quiero aclarar que esto no me
fue dado por razón de ninguna
grandeza personal, sino más bien
por mi llamado a enseñar el Mensaje de Jesús. 7Ser Uno con Dios
es la Buena Nueva que predicó y
me llamó a predicar. Tengo una
espina en mi costado que siempre
me lo recuerda. 8Tres veces he
pedido a Jesús que me la quite, y
tres veces me ha respondido: “Mi
Amor es suficientemente fuerte
para que lo haga, porque mi fortaleza se manifiesta mejor cuando las personas son conscientes
de su debilidad”. 9Soy feliz de
reconocer mi debilidad, para que
el poder del Amor de Jesús se manifieste a través de mí. 10Cuando
enfrento mi debilidad, es cuando
me vuelvo fuerte en Dios y puedo
enfrentar todas las dificultades y
tribulaciones que rodean mi vida.
12Les he demostrado los signos
del llamado a ser apóstol, con
muchos milagros y manifestaciones de este poder a través de
Jesús.
14Me estoy preparando para mi
tercera visita. 15Estoy dispuesto a
5Experimentar
222
II Corintios 12, 13
renunciar a todo para que ustedes
se abran a Jesús. 16Creo que ya les
he dado algunas señales de esto.
17Envío también a Tito y a otro
hermano, para ayudarles a encontrar a Jesús. 19Siempre he actuado
como representante de Jesús, para
ayudarles a crecer en la fe.
Capítulo 13
1Cuando
vaya verán nuevamente, que Jesús habla a través
de mí. Jesús continuará su obra
poderosa en ustedes. 2Su poder
Divino los llenará con Vida Divina. 3Podemos sentirnos débiles,
pero Él siempre es fuerte. 4Como
su Vida y nuestra Vida se funden
en una, su Mensaje se encarnará
en el mundo en cada corazón al
mismo tiempo. 5Busquemos en
nuestros corazones y veamos si el
rostro de Jesús nos sonríe desde
allí. 6La vida de Jesús es siempre
visible cuando se encarna en nosotros.
11Por último, mis queridas
hermanas y hermanos, les digo:
Adiós. Que el Dios de Amor y
Paz esté con ustedes. 12Salúdense
unos a otros con un beso santo.
Todos los santos de aquí les envían saludos.
13Que la Gracia de Jesús, el
Amor de Dios y la amistad íntima del Espíritu estén con todos
ustedes.
223
Carta a los
Gálatas
Capítulo 1
1Pablo,
13Han
apóstol no elegido por
persona alguna sino por el mismo Jesús, 2y todas las hermanas
y hermanos aquí conmigo, a las
comunidades de Galacia. 3Amor
y Paz a ustedes, de Dios nuestro
Papá y de Jesús nuestro Hermano, 4quien se entregó para ayudarnos a superar nuestros miedos
y ver a Dios como nuestro Papá.
6Les exhorto a permanecer firmes, unidos con nuestro Hermano Jesús y su Evangelio de la
Buena Nueva. 7Algunos tratarán
de distorsionar o diluir lo que les
he enseñado, pero no los escuchen.
10Todo lo que quiero es servir
a Jesús y su Mensaje, 11que recibí directamente de Él a través
de muchas revelaciones gloriosas, 12y no de ninguna persona
humana.
escuchado cómo perseguí a las Comunidades antes de
que Jesús llegara a mí. 14Y cómo
traté de destruirlos a causa de mi
celo por la ley. 15Pero cuando llegó a mí en visión y revelación,
habiendo sido escogido desde el
vientre para predicar a Jesús y
su Mensaje a los gentiles, 16no
comenté esto con nadie, 17y ni
siquiera fui a Jerusalén a hablar
con quienes habían sido apóstoles antes que yo. Jesús me llevó al
desierto de Arabia para enseñarme su Mensaje, y luego regresé a
Damasco.
18Pasados tres años, viajé a Jerusalén para relacionarme con
Pedro y permanecí con él un par
de semanas. 19Pero no vi a otros
apóstoles, excepto a Santiago,
el hermano de Jesús. 20Juro que
todo esto es verdad (Dice esto,
porque en el libro de Hechos se
224
Gálatas 1, 2
dice que después de su visión había regresado a Jerusalén a consultar con los apóstoles).
21Luego, fui a las regiones de
Siria y Silicia, 22pero no hice
ministerio en Judea. 23Algunos
de los que estaban en Judea hablaban de alguien que había estado persiguiendo Comunidades y
que ahora trataba de construirlas.
24Se maravillaban con el poder de
Dios para obrar en nosotros.
Capítulo 2
1Después
de catorce años, regresé nuevamente a Jerusalén
con Bernabé. 2Jesús me lo pidió
en una revelación, para llevarles,
antes que los apóstoles, la Buena
Nueva que estaba predicando a
los gentiles.
3A Tito, que también estaba con
nosotros, quien era griego y no un
judío, no se le pidió que fuera circuncidado, como muchos esperaban, 4para volver a colocar la ley
por encima del Mensaje de Amor
de Jesús. 5Estuvimos firmes en
oponernos a esta imposición, de
tal manera que la Buena Nueva
pudiera seguir siendo predicada
a ustedes.
6Y los apóstoles líderes no agregaron nada a la Buena Nueva que
yo estaba predicando. 7De todos
modos no tendría que haberles
puesto mucha atención, 8porque
mi Mensaje lo había recibido directamente del mismo Jesús.
9Santiago, Pedro y Juan, considerados los pilares de la Iglesia,
simplemente abrieron sus corazones en íntima amistad hacia Bernabé y yo para servir a los gentiles, mientras ellos continuarían
sirviendo a los circuncisos. 10Solo
pidieron que nos acordáramos de
los necesitados, como en realidad
ya lo estábamos haciendo.
11Más tarde, cuando Pedro vino
a Antioquía, tuvimos un fuerte
enfrentamiento. 12Pedro estaba
comiendo con algunos gentiles
conversos, cuando llegó una delegación de Santiago. Entonces
dejó de comer con los gentiles,
por temor a la delegación. 13Los
otros judíos también dejaron de
comer con los gentiles, lo que me
pareció una hipocresía, ya que
todos lo habían estado haciendo
antes de que llegara la delegación
de Santiago.
14Entonces le dije a Pedro, delante de todo el mundo: “Si usted, que es judío, ha vivido como
gentil, ¿cómo puede exigirle a los
gentiles que vivan como judíos?”.
16Ya nos habíamos dado cuenta de que guardar la ley no nos
lleva más cerca de Dios. Sólo
creyéndole a Jesús, cuando dice
que Dios es nuestro Papá, podemos cambiar nuestra relación con
225
Gálatas 2, 3
Dios y llegar más cerca de Él. El
Camino a Dios es Amor y no Ley.
17Entonces, ¿qué ocurre si amo
pero no acato la ley? Si amo,
estoy siempre en Dios, porque
Dios es Amor. 18Las Leyes verdaderas pueden ser guías hacia la
felicidad. Si quebrando una Ley
Verdadera, puedo limitar mi felicidad, pero no mi conexión con
Dios, con Amor, pues esto es imposible.
19Si fuera posible, mis acciones
¡serían más fuertes que el Amor
de Dios! Entonces, acatemos las
leyes legítimas, no para conservar el Amor de Dios, sino para
conservar nuestra propia felicidad.
20He llegado a Ser Uno con Jesús. Mi viejo ser ha muerto con
Jesús en la cruz; mi nuevo ser
ha sido resucitado con Él. 21Así
pues, no soy yo quien vive, sino
Jesús que se entregó a sí mismo
a mí, quien ahora vive en mí.
Cuando miro en el espejo de la fe,
veo al Jesús que he llegado a ser.
Capítulo 3
1Mis
queridos gálatas, ¿Recibieron el Espíritu por obra de
la ley, o por creer en el Mensaje
de Amor de Jesús? 5¿Creen que
Espíritu actúa en ustedes porque
acatan la ley, o porque Aman?
Antes de que Jesús llegara con su
Mensaje, Dios era visto estrechamente conectado con la Ley, pero
ahora sabemos que es Amor.
6Abraham efectivamente guardó la ley, 7pero su motivación
fue siempre Amor. 8Cuando es el
miedo el que nos motiva a acatar
las leyes, es porque estamos fuera del Mensaje de amor de Jesús.
9Nos hemos quedado nuevamente atascados en el valle del miedo.
10Quienes dependen de guardar
la ley para agradar a Dios, sufren
bajo esta maldición del miedo.
11Dios no quiere que tengamos
miedo, porque el miedo nos distancia de Dios, que es Amor.
12Cuando Jesús bajó de la cruz,
dejó el miedo clavado en ella.
Quiere que lo dejemos allí para
que se desintegre en la nada, lo
que realmente es. 13El Dios de
Amor es el que se levantó en la
mañana de Pascua. 14El Espíritu,
el Jesús resucitado, nos conduce
por el Camino de Amor a Dios
que es Amor.
15Hermanas y hermanos, si nos
fijamos en las costumbres humanas, vemos que nadie puede
cambiar el Testamento o última
Voluntad de una persona. 16La
Alianza de Dios fue dada a Abraham y a “su descendencia” en
singular, lo cual se refiere a Jesús.
17Éste es el punto al que quiero
llegar; la ley que vino cuatrocientos treinta años más tarde no po-
226
Gálatas 3, 4
día cambiar la Alianza de Dios, la
Voluntad de Dios. 18La Alianza
de Dios se había manifestado antes que la ley de Moisés.
19La pregunta es: ¿Por qué se
puso la ley en primer lugar? 20La
ley fue dada para guiarnos al
Amor, para abrir nuestros corazones a la llegada de Jesús. Pero
cuando pasó a manos de los hombres y fue escrita, se transformó
en herramienta de juicio y condenación. Su gloria original fue
opacada por la adicción al miedo.
21Jesús fue enviado para resucitar la ley en el Amor de la Alianza
de Dios, para que pudiera ser vista como guía amorosa, más que
como juicio severo. La Alianza
estaba destinada a restablecer la
relación íntima entre Dios y nosotros. 22Cualquier cosa de la Escritura que no sea reflejo de esto,
no es verdadera revelación de
Dios, que es Amor. Ley da orientación; Amor da vida.
23Antes de que Jesús viniera
estábamos atrapados bajo la ley,
por este malentendido. 24Jesús no
cambió la realidad, sino que nos
la reveló más claramente. Nos
liberó de nuestras concepciones
herradas de la ley, 25y restauró la
íntima Alianza que teníamos con
Dios. 26Se convirtió en nuestro
Hermano, para mostrarnos que
somos hijas e hijos de Dios. ¡Restauró la Familia de Dios! 27Des-
hacernos de estas concepciones
erróneas de la ley nos permite
descubrir que somos parte del
corazón de Jesús, y por lo tanto
parte de la Familia de Dios. La
Alianza de Amor ha sido restaurada.
28Ya no hay más judíos o griegos, esclavos o gente libre, mujeres u hombres, porque, todos
somos literalmente Uno en Jesús.
29Cuando estamos en Jesús somos la verdadera descendencia
de Abraham, y por lo tanto herederos de la Alianza de Amor.
Capítulo 4
1Otra
manera de comprender
esto es compararlo con un heredero menor de edad. Mientras la
persona sea menor de edad no
tiene acceso a la herencia, hasta
que llegue el tiempo estipulado.
2Hasta ese momento todo es manejado por sus tutores o albaceas.
3Así era en cierto sentido nuestra
situación hasta el momento de la
venida de Jesús. 4Cuando Dios
nos envía a Jesús, nacido de mujer y nacido en la época de la Ley,
5nos recordó la Alianza, para que
pudiéramos salir de la ley y experimentar la “adopción” como
hijas e hijos de Dios. 6Y porque
ahora nos damos cuenta de que
somos hijas e hijos de Dios, ha
enviado el Espíritu de Jesús a
227
Gálatas 4
nuestros corazones, para que podamos exclamar a Dios, al unísono con Jesús llamándolo: ¡Abba!
¡Papá! 7Entonces, ya no estamos
bajo la ley, porque a través de
nuestro Hermano Jesús ahora sabemos que somos hijas e hijos de
Dios, y como tales herederos de
la Alianza con la cual instituyó la
Familia de Dios.
8Antes de esto, cuando ustedes no sabían que éramos parte
de la Familia de Dios, y por eso
también Dios, entonces sentían
que estaban bajo la ley del juicio. 9Ahora deben darse cuenta
que están bajo el Amor de Dios.
¿Por qué entonces no viven como
tales, en lugar de volver a acatar
leyes de las que ya han sido redimidos? 10A veces me hacen sentir
que he desperdiciado mis esfuerzos enseñándoles la Buena Nueva
de Jesús, 11la liberación de la ley.
12Les ruego, mis queridas hermanas y hermanos, que lleguen
a ser como yo, pues yo me hice
como ustedes para llevarlos a una
intimidad más estrecha con Jesús.
13¿Recuerdan que primero les llevé a ustedes la Buena Nueva de
Jesús, porque no podía viajar debido a mis dificultades físicas?
14Ustedes me aceptaron y me
amaron con todas mis limitaciones, y hasta me dieron la bienvenida como Ángel de Dios, como
al mismo Jesús.
15¿Y
qué ha sucedido con ese
amor, por el cual incluso se habrían sacado los ojos para dármelos? 16¿Por qué escuchan a
quienes quieren ponerlos de nuevo bajo la ley del juicio? 17Quienes tratan de hacerlo no son sus
amigos.
18Les ruego que vivan la Buena
Nueva de Jesús, aun cuando no
esté con ustedes. 19Mis queridos
hijos, nuevamente vuelvo a sentir
los dolores de parto del nacimiento de Jesús en ustedes. 20Anhelo
estar presente en este momento,
para tratar de presentarles de nuevo la Buena Nueva.
21Quienes quieren estar nuevamente bajo la ley, díganme, ¿no
les expliqué bien? La ley divide,
pero el Amor une. Añoro una mayor unidad entre ustedes.
22Sabemos que Abraham tuvo
dos hijos, uno con una mujer esclava y otro con una mujer libre,
su esposa. 23El nacido de la mujer
esclava nació de una manera natural, mientras que el hijo de su
esposa nació de una forma sobrenatural, a través de la Alianza con
Dios. Ésta es una alegoría que se
refiere a las dos alianzas. 24Una,
la alianza a través de Moisés en el
Monte Sinaí, la cual conecta con
la esclavitud; la otra es la Alianza
a través de Abraham en el Monte
de Dios, la cual conecta con la libertad. 25La primera conecta con
228
Gálatas 4, 5, 6
la Antigua Jerusalén y la esclavitud a la ley; 26la segunda conecta
con la Nueva Jerusalén y la libertad de la Alianza de Amor. 28Ustedes, mis queridas hermanas y
hermanos, son como Isaac, hijos
de la Alianza. 31Y como tales son
hijos de libertad.
Capítulo 5
1Jesús
abrió esta libertad para
nosotros; por tanto, permanezcan
firmes en ella y no se desvíen hacia la esclavitud de la ley. 4Quienes creen que la ley los llevará
más cerca de Dios, no han entendido la Buena Nueva de Jesús.
5Pero si podemos abrirnos más
plenamente a su amoroso Espíritu, nos llevará a la intimidad con
Dios que tanto anhelamos, 6y veremos la fe manifestada en Amor.
12Ustedes han sido llamados a
salir de la ley a la libertad, mis
hermanas y hermanos, 13y esta libertad debe ejercerse siempre en
el Amor. 14Toda la ley puede resumirse en esta sola frase: “Amen
al prójimo como a sí mismos”.
16Les pido que se comporten
a la manera del Espíritu. 17Su
llamado de la esclavitud a la libertad, de la ley al amor, debe
irradiarse a través de la vida entera y no solo de su vida externa.
18Los sentimientos internos de su
cuerpo son naturales y también
pueden ser espirituales. 19Tienen
que ser honrados como dados por
Dios. 20Ustedes no diseñaron su
cuerpo, sino Dios, y Él no comete
errores. 21Puede ser difícil salir de
la esclavitud de sus sentimientos
y a la vez honrarlos, sin caer en
algunas situaciones incómodas.
22Jesús se hizo humano para
traer Sabiduría Divina a las acciones humanas. 23Sexualidad y
Espiritualidad son dos caras de
la creatividad, humana y Divina. 24Necesitamos Amor entre
estas dos, así como necesitamos
amarnos unos a otros. 25Esto va a
tomar un tiempo para que pueda
darse, ya que hemos sido esclavos de la ley por mucho tiempo.
26Pero Jesús lo logró, y puede enseñarnos cómo hacerlo.
Capítulo 6
1Mis queridas hermanas y her-
manos, sean amables con quienes tienen dificultades cuando
salen de la ley pero no llegan
realmente al Amor. Quienes han
llegado al Amor deben apoyar a
quienes todavía están en el camino. 2Cuídense unos a otros,
tal como sucede en cualquier
familia amorosa. Ayuden a los
demás a llevar sus cargas, así
como Jesús nos ayuda. 3Sean
humildes como Él. 4Analicen
los frutos de sus acciones para
229
Gálatas 6
conocer sus intenciones. 5Porque en la forma como sembremos, vamos a cosechar.
6Compartan
generosamente
con quienes enseñan la Palabra
de Dios; ya que ellos les ayudan
a llevar sus cargas. 7Sólo la Vida
Divina dura por siempre; por
tanto ha de ser su primera prioridad. 8Aprecien su vida humana, porque es un regalo bendito,
pero no es eterna. 9Busquen formas de sembrar amor, para que
puedan obtener una buena co-
secha de Dios. 10Amen a todos
como Jesús nos ha pedido hacerlo. 12Como dije antes, aprecien su cuerpo humano, pero
recuerden que es transitorio.
14Muramos en el corazón de
Jesús, 15para que podamos resucitar con su Amor en nuestros corazones. 16Proclamemos
la Buena Nueva con nuestro
Amor. 17Que el Amor de Jesús
esté siempre en su Espíritu, mis
queridas hermanas y hermanos.
18¡Amén!
230
Carta a los
Efesios
Capítulo 1
1Pablo,
apóstol de Jesús por
voluntad de Dios, a los santos
de Éfeso, 2Amor y Paz a ustedes
de parte de nuestro Papá Dios, y
Hermano Jesús. 3Bendito sea el
Dios y Papá de nuestro Hermano Jesús, 4quien nos honra con
todas las bendiciones posibles en
el mundo de lo Divino a través
de Jesús. 5En amor, nos llamó a
ser sus hijas e hijos, 6junto con
nuestro amado Hermano Jesús.
7En Él hemos sido llamados a
pasar del miedo al Amor, 8el cual
derramó sobre nosotros. 9Nos
dio a conocer el secreto de su
corazón, 10que todo lo que hay en
el cielo y en la tierra será llevado
a Ser Uno.
11A través de Jesús hemos
recuperado nuestro derecho de
nacimiento, como era el plan de
Dios para restaurar su Familia,
su Alianza. 12Así que nuestro
Llamado ha sido simplemente
para difundir su Buena Nueva,
que Dios es Papá de cada uno
de nosotros. 13A través de Jesús
ustedes también han aceptado
esta Buena Nueva de Espíritu,
que es Espíritu de Familia,
Espíritu de Alianza, Espíritu de
Amor, Espíritu de Dios. 14Éste
es el glorioso Ser Uno por el cual
Jesús oró; el Ser Uno que vino a
traernos. Él es la respuesta a su
oración.
15Cuando oigo hablar de su fe
en Jesús y de su amor a los demás,
16nunca dejo de dar gracias por
ustedes en mis oraciones, para
que el Dios de Jesús, 17nuestro
Hermano
amoroso,
pueda
darles Espíritu de sabiduría y
de revelación, para entenderlo.
18Para que realmente tengan los
ojos del corazón, para ver nuestro
231
Efesios 1, 2, 3
glorioso llamado a restablecer
la Familia de Dios, la Familia
de Jesús, la Alianza con Papá.
19¿Podría ser posible una Buena
Nueva más grande? ¿Habrá
acaso un Papá más amoroso,
un Hermano más amoroso, un
Espíritu más amoroso?
20Cuando Papá resucitó a
nuestro Hermano Jesús de entre
los muertos, restauró su Alianza,
su Familia, su Amor. 21Rompió
las cadenas de la muerte, de la
ley, y restauró el Ser Uno que
sentimos que se había roto en la
creación. 22¡Cuando nos sacó de
la ley hacia a su Amor, comenzó
de nuevo la creación! 23¡El temor
murió, el Amor resucitó! Y el plan
original de Dios fue restaurado.
Capítulo 2
6Cuando
Papá resucitó a Jesús,
también nos resucitó al reino celestial y organizó para nosotros
una mesa familiar para alimentarnos de su Amor. 10Una vez que
nos hayamos alimentado de este
Amor, tendremos la energía para
hacer su voluntad.
14Jesús es nuestro Amor. Jesús
es nuestra Paz. Como tal, nos
ayuda a derribar las barreras que
hay entre los pueblos. 15Mediante
la abolición de la ley, él se liberó a sí mismo para traernos paz
a todos. 16Ahora somos de nuevo
la Familia única de Dios. 17Jesús
siempre predicó paz, y nos llamó a vivir en paz. 18A través del
«Espíritu de Jesús» que mora en
nosotros, todos tenemos acceso
directo a Papá Dios. 19Por lo tanto, ya no son más extranjeros o
vecinos, sino miembros de la Familia de Dios. 20Ahora están edificados en los fundamentos de los
apóstoles y profetas, de los cuales
Jesús es la piedra angular. 21Todo
este edificio, construido por él,
es la casa de Dios, «la Familia de
Dios».
Capítulo 3
1Por
esto yo, Pablo, prisionero de nuestro Hermano Jesús,
en nombre de ustedes, gentiles,
fui llamado por Dios para este
ministerio, 2y me fue dado el secreto de la Buena Nueva por revelación directa. 3Les escribí una
breve carta acerca de esto. 4Si la
vuelven a leer comprenderán este
secreto, 5que no fue dado a conocer a las generaciones anteriores,
sino que ha sido revelado ahora
por Espíritu a los apóstoles y profetas. 6El secreto es que ustedes,
gentiles, son herederos copartícipes de Dios y parte de la Familia
de Dios. 7Fui llamado a compartir este maravilloso secreto con
ustedes. 8Yo, el menor de todos
los santos, fui llamado a predicar
232
Efesios 3, 4
esta insondable riqueza de Jesús,
9y a traerles a ustedes la Luz y el
Amor que han estado por siempre
en el corazón de Papá Dios.
10Entonces, la sabiduría esencial de Dios ahora puede ser dada
a conocer a través de las Comunidades, a gobernantes y autoridades, de las dimensiones terrena
y celestial. 11Esto está de acuerdo
con el eterno propósito de Dios,
entregado a través de Jesús, 12en
quien ahora disfrutamos del glorioso acceso sin restricciones, tal
como lo hace un verdadero Papá.
13Por lo tanto, no se desanimen
frente a ninguna aflicción, porque
siempre podemos acudir a Él para
reconfortarnos y para obtener sabiduría.
14Estoy eternamente agradecido de Papá, 15porque Él es Papá,
no solo para quienes están en el
cielo, sino también para nosotros
aquí en la tierra. 16Ruego que puedan abrir sus corazones y puedan
ser empoderados por la fuerza de
su Espíritu. 17De manera que ustedes sepan que Jesús vive verdaderamente en sus corazones y logren siempre echar raíces en este
Amor. 18Para que todos puedan
comprender cuál es la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura del Amor de Dios por ustedes.
19Aun para conocer el Amor de
Jesús, que sobrepasa todo conocimiento y puede llenarlos com-
pletamente con la Divinidad que
ustedes son.
20Ahora, aquel que obra en nosotros para hacer lo inconmensurable, mucho más allá de lo que
pedimos o pensamos, pueda guiar
nuestros corazones con infinito
amor y gratitud, en nuestras Comunidades, en nuestras Familias,
por siempre. ¡Amén!
Capítulo 4
1Por
eso les exhorto a que,
como una totalidad comprometida con Jesús, se comporten
ustedes mismos de una manera
consecuente con el Llamado que
han recibido. 2Sean humildes y
pacientes unos con otros. 3Hagan
todo lo posible por preservar la
unidad del Espíritu por medio de
la paz. 4Unidad es la esencia de
nuestra fe. Juntos formamos un
cuerpo en Jesús; hay también un
solo Espíritu, 5así como también
recibieron su llamado con una
esperanza, 6un hermano, una fe,
un bautismo, un Dios y Papá de
todos, que nos ama y está en todos nosotros como nuestro verdadero ser.
7La Vida Divina es un Don de
Jesús para nosotros. 8Cuando resucitó de entre los muertos, ascendió hasta llegar a los lugares celestiales, llevándonos con Él para
infundirnos esta Vida Divina.
233
Efesios 4
9Como Jesús había sido Dios, aun
antes, nosotros también lo éramos, aunque no era tan evidente.
10Cuando ascendió, llenó todo el
universo con Amor Divino.
11A través de esta Nueva Vida
Él ha designado a algunos apóstoles, a otros profetas, algunos
para ser evangelistas y otros para
ser pastores y maestros, 12de tal
manera que su presencia y su actividad puedan continuar en su
nuevo cuerpo terrenal, hasta que
lleguemos a Ser Uno en la Fe y el
Amor. 13Esto ocurre cuando realmente comprendemos que somos
literalmente hijas e hijos de Dios,
lo cual nos libera del gusano del
miedo y nos lleva a la Vida de
Jesús.
14Como resultado, ustedes deben crecer en todas las formas posibles. 15Hasta llegar a ser el Jesús
que está en nuestro corazón, y de
quien el Cuerpo entero recibe la
Sangre de Vida de Amor. 16Para
que podamos vivir y actuar desde
su Divinidad, la cual se ha convertido en la nuestra.
17Les digo esto como diría Jesús mismo: “Comiencen a vivir
su Vida Divina”. 18No vivan más
en la oscuridad de creer que son
solo humanos. Esta falsa creencia ha llevado a muchos a vivir
lejos de su Vida Divina. 19Pues
dejando de ver esta Verdad, han
convertido sus cuerpos sagrados
en juguetes para el placer, más
que en medios de creación de lo
Divino.
20Ésta no es la manera de vivir
la vida de Jesús. Su vida puede
convertirse en la vida de ustedes,
si abren su corazón a Él. 21Quítense su viejo hábito y pónganse
el de Jesús. 22Él no juzga la forma como ustedes han vivido, solamente anhela que vivan la alegría, la paz y el Amor de su vida.
23Limpien su mente de las mentiras, y acepten a Jesús como la
Verdad real. 24Jesús es como un
imán que nos atrae, simplemente
si nos acercamos más.
25Por lo tanto, déjense llevar a
la Verdad. Las mentiras vienen
del miedo, y el miedo puede alejar el Amor. Y puesto que somos
Amor, el miedo trata de hacernos menos Divinos. 26Vean la
ira como un llamado a recordar
su Divinidad; puesto que ustedes
son Amor. Las acciones negativas son siempre requerimientos
de Amor. 27Cuando amamos, nos
hacemos más Divinos y ayudamos a quienes nos rodean a ser
más Divinos. Éste es nuestro llamado en Jesús.
28Cuando nos damos cuenta de
nuestra Divinidad, comprobamos
que no necesitamos nada más,
pero continuamos trabajando para
ser capaces de compartir. 29Hablen solamente desde el Amor, y
234
Efesios 4, 5, 6
éste fortalecerá a quienes estén a
su alrededor. 30Cada día traten de
abrirse más completamente a Espíritu, que actúa y ama a través
de ustedes. 31Eliminen cualquier
cosa que no venga del Amor y la
Verdad. Sean pacientes y amables
con todo el mundo, como Jesús lo
es con ustedes.
Capítulo 5
1Imiten
a Dios como sus amados hijos, 2y vivan siempre en
Amor como Jesús nos ama.
3Obren siempre en el Amor,
como es propio de los santos.
4Sean siempre agradecidos. 5No
caigan en la codicia, porque eso
es adorar el dinero en lugar de a
Dios. 6Traten sus cuerpos como
templos sagrados. 8Vivan como
hijos de la Luz, 9Luz que se compone de bondad, santidad y verdad, 10lo cual manifiesta su Divinidad interior.
17Busquen siempre hacer la voluntad de Dios, 18para ser llenos
de Espíritu. 19Compartan salmos,
himnos y canciones espirituales con los demás. Canten desde
su corazón y hagan música para
Dios. 20En todo momento den
gracias a Dios, nuestro Papá y a
nuestro Hermano Jesús.
21Hónrense los unos a los otros,
tal como honrarían a Jesús. 22Esto
es especialmente importante para
esposos. 25Maridos, amen a sus
esposas como aman a Jesús. 26Esposas, amen a sus maridos, como
aman a Jesús. 27Nunca ha habido
un ejemplo más grande de Amor
que el de Jesús.
28Quien ama a su esposa, se
ama a sí mismo. Quien ama a su
marido, se ama a sí misma. 29Esto
es la realidad de nuestro Ser Uno.
30Como Jesús trata a sus Comunidades, debemos tratarnos unos
a otros, porque somos miembros
de su Cuerpo. 31Esposos y esposas deben tener profunda unidad
entre sí, como Jesús la tiene con
sus Comunidades y con cada uno
de nosotros.
32Solo corazones totalmente
abiertos al Espíritu pueden entender la profundidad de nuestro
llamado al Amor. 33Solo corazones totalmente abiertos a Jesús
pueden vivirlo.
Capítulo 6
1Niños,
escuchen a sus padres
y hagan lo que les dicen. 2Hónrenlos como honrarían a Dios.
4Madres y padres, honren y amen
a sus hijos como harían y amarían
a su Dios.
10En conclusión, sean fuertes en
Dios con la fuerza de su Espíritu.
11Él los protegerá de cualquier
ataque. 12Hay energías todavía
atrapadas en las tinieblas del mie-
235
Efesios 6
do, de quienes están celosos de
nuestra Luz. 13Debemos caminar
con precaución y con amor entre
ellos, porque debemos protegernos nosotros mismos mientras estamos siempre abiertos, para que
ellos caminen hacia la Luz.
14Permanezcan en la fe y en la
verdad, sabiendo que Jesús nos
ha liberado del miedo, y que su
amor nos liberará a todos del miedo, 15para que la paz universal
pueda finalmente llegar al mundo y a todo el universo. 16Luchen
solo con Amor, para traer todo al
amor, que es su verdadera identidad. 17Usen la Palabra de Dios
en esta lucha, porque ella lleva
la Vida de Verdad. 18Que la oración permita que esta Palabra
lleve Divinidad a nuestras vidas
y a nuestras luchas. Caminen en
fe, sabiendo que Jesús siempre
camina con nosotros. 19Y por favor, oren por mí para que cuando
abra la boca pueda proclamar sin
miedo los maravillosos secretos de la Buena Nueva de Jesús.
20Oren para que siempre predique la Buena Nueva libremente,
tal como es mi llamado.
21Para que sepan de mí, les envío esta carta con Tíquico, nuestro amado hermano y fiel ministro de Dios. 22Él les contará todo
acerca de nosotros y animará sus
corazones.
23Paz y Amor para ustedes, mis
queridas hermanas y hermanos
en la fe, de parte de Dios nuestro
Papá y de Jesús nuestro Hermano. 24Gracias a ustedes, quienes
ya tienen un creciente amor por
Jesús.
236
Carta a los
Filipenses
Capítulo 1
1Pablo
y Timoteo, siervos de
Jesús, a todos los santos que viven en Filipos, con los obispos
y diáconos. 2Amor y paz a ustedes, de Dios nuestro Papá y Jesús
nuestro Hermano.
3Cada vez que pienso en ustedes doy gracias a Dios. 4Cada vez
oro por todos con alegría, 5por su
íntima amistad para extender la
Buena Nueva desde el primer día
de nuestra misión. 6Porque estoy
seguro de que Él, que ha comenzado este buen trabajo en ustedes,
lo llevará a buen final tal como
Jesús llega a nuestras vidas más
plenamente día tras día.
7Es correcto para mí agradecer
de esta manera, ya que los tengo en mi corazón. Compartimos
juntos la Vida Divina, sea en prisión o al compartir y confirmar
la Buena Nueva. 8Dios es testigo que los extraño mucho en el
Amor de Jesús.
9Ésta es mi oración, que crezcan y se hagan más ricos en real
conocimiento y verdad, 10que
hagan mejor las cosas y caminen
muy de cerca con Jesús, para que
esta santidad que viene a través
de Jesús pueda dar gloria y alabanza a Dios.
12Quiero que entiendan, queridas hermanas y hermanos, que mi
estadía en prisión ha ayudado a
difundir la Buena Nueva. 13Pues
a través de la guardia imperial y
por todas partes se ha sabido que
me han encarcelado porque pertenezco a Jesús. 14Y la mayoría
de hermanas y hermanos han sido
alentados por mi encarcelamiento, para ser mucho más audaces
en proclamar sin miedo el Mensaje de Jesús.
237
Filipenses 1, 2
15Algunos,
por supuesto, predican a Jesús por una razón equivocada, 16pero otros lo hacen de
buena fe; otros ciertamente lo
hacen por el puro amor a Jesús,
porque ven mi ejemplo, que estoy
totalmente dedicado a la Buena
Nueva.
18Me alegro que Jesús sea
anunciado por cualquier razón.
19Porque sé que todo saldrá finalmente bien a través de sus oraciones y las bendiciones inmensas
del Espíritu de Jesús. 20Realmente espero que después de todo no
vuelva a ser puesto en vergüenza
y pueda continuar siendo audaz
en honrar a Jesús en mi cuerpo, bien sea con la vida o con la
muerte. 21Para mí, vivir es Jesús,
y morir es aún mejor.
22Sin embargo, si puedo seguir
sirviendo estando vivo, no sé qué
escoger. 23Mi corazón está dividido. Anhelo morir para vivir completamente en Jesús, porque esto
sería mejor. 24Parece necesario
que yo permanezca con vida para
su beneficio. 25Sé que por ahora
continuaré con ustedes, para que
puedan progresar en la fe y tener
la gran alegría que de esto proviene. 26Y para que, mediante mi regreso, su orgullo en Jesús pueda
ser aún mayor.
27Les pido que vivan de una
manera digna la Buena Nueva
de Jesús que han escuchado, in-
dependientemente que pueda ir a
visitarlos o no, que pueda escuchar que permanecen firmes en el
Ser Uno de Espíritu. 28Y que no
son intimidados por quienes los
persiguen. 29Porque han caminado con Jesús hasta el punto de
experimentar persecución, como
Él. 30Por eso están experimentando el mismo conflicto interior
que yo, querer morir y vivir plenamente con Él, o quedarse para
ayudar a difundir su Mensaje.
Capítulo 2
1Amamos tanto a Jesús, que esto
nos lleva a amarnos unos a otros.
3De modo que no hagan nada por
egoísmo o vanidad; sirvan a todos con humildad. 4Busquen el
bien de todos y no simplemente
su propio beneficio. 5Aprendan
a pensar y amar como Jesús. Él
era Dios, y sin embargo no dudó
en llegar a ser también humano,
6hasta el punto de estar dispuesto a servir a los demás. 7Por un
tiempo parecía casi salirse de su
propia Divinidad, para entrar en
nuestra humanidad. Y entró en
nuestra humanidad aun con la
muerte, muerte en una cruz.
9Por eso Papá lo resucitó, como
ejemplo de lo que sus hijas e hijos pueden hacer; 10de modo que
cuando miremos a Jesús, podamos ver nuestro propio llamado
238
Filipenses 2, 3
11y
darnos cuenta de la gloria a la
cual Papá nos llamó.
12Entonces, amados, vivan la
Buena Nueva, sea que esté con
ustedes o no. Les ha sido dada
para traerlos de nuevo a la Vida
Divina. Aunque nunca pueden
dejarla, porque es lo que ustedes
son. 13Vida Divina es Dios obrando dentro de ustedes. Dios que
funde su Identidad y su Voluntad
con ustedes mismos. 14Esto fue lo
que Jesús pidió: llegar a Ser Uno
con Dios y que Dios sea Uno con
ustedes.
15En el principio Dios los creó.
Y ahora Dios renace en ustedes,
para establecer la Familia de
Dios, siendo verdaderas Hijas e
Hijos. 16Ahora, ustedes están renaciendo en Dios, permitiéndole
renacer en ustedes. Así Dios puede renacer como su Padre, como
su Papá.
17En medio de todo esto, si mi
sangre ha de ser derramada como
ofrenda, estoy feliz de hacerlo y
feliz de que ustedes sean parte de
ello. 18Pero una mayor felicidad
sería que continúen compartiendo esto con los demás hermanas
y hermanos.
19Confiando en nuestro Hermano Jesús, espero enviarles a
Timoteo a la mayor brevedad,
para ser animado con sus noticias. 20No tengo a nadie más aquí
con quién compartir mi profun-
do amor por ustedes. 21Algunos
buscan su propio interés y no el
de Jesús. 22Pero ustedes conocen
las excelentes cualidades de Timoteo, 23quien como hijo de su
padre ha servido a la Buena Nueva conmigo. 24Confío en nuestro
Hermano Jesús que estaré en condiciones de visitarlos pronto.
25Les voy a enviar a mi hermano y compañero de trabajo Epafrodito, a quien ustedes enviaron
como mensajero para atender a
mis necesidades. 26Él les extraña mucho y le preocupa que se
hayan enterado de que estaba
enfermo. 27Estuvo ciertamente
enfermo, aun cerca de la muerte, pero Dios tuvo piedad de él
y también de mí, para que no
sufriéramos otra pena. 28Se los
envío de nuevo para que puedan
estar contentos y se sientan más
animados. 29Por lo tanto, denle
la bienvenida con gran alegría en
nuestro Hermano Jesús. 30Y hónrenlo mucho, ya que siempre estuvo dispuesto a dar su vida para
suplir el servicio que ustedes no
podían hacer por mí.
Capítulo 3
1Por
último, queridas hermanas y hermanos, estén siempre
alegres en Jesús. No me importa
ser reiterativo, porque quiero ser
lo más útil que pueda. 3Recuer-
239
Filipenses 3
den que nuestra Alianza con Dios
proviene de nuestro corazón y no
de nuestra circuncisión. 4Aún si
fuéramos a mirar lo externo, yo
resultaría un excelente ejemplo.
7Todo lo que solía considerar
importante ya no significa nada
para mí, debido a Jesús. 8En efecto, considero que todo es pérdida
en comparación con la inmensa
bendición de conocer a Jesús,
mi hermano. En su nombre he
perdido todo, lo cual ahora considero como basura, porque he
encontrado a Jesús que es mucho
más valioso. 9He encontrado mi
verdadero yo en Él, no siguiendo
la ley de Moisés, sino la Buena
Nueva de Jesús. Porque la Buena
Nueva enseña que nuestros valores, nuestra real Identidad, no
provienen de cumplir la ley, sino
de ser Jesús. Por ser re-adoptados
por Dios, hemos renacido en la
Familia de Dios. Cuando Jesús
nos dijo que Dios es Abba, nuestro Papá, renació la Alianza de
Amor con Dios.
Atrás quedó la necesidad de
cumplir la ley con el fin de ser
amados por Dios. La puerta del
Amor, puerta hacia Dios, fue
reabierta y el amor siempre lleva a la acción correcta. La Buena
Nueva de Jesús enseña que Amor
es nuestro derecho de nacimiento, Amor es nuestra esencia y por
lo tanto Dios es nuestra esencia.
La Buena Nueva de Jesús no
cambió la realidad, simplemente
la reveló.
Por lo tanto, Dios no necesita redimirnos, sino simplemente
recordarnos que siempre hemos
sido sus amados hijas e hijos. Que
la Alianza de Amor con Abraham
siempre ha sido verdad; que simplemente la habíamos olvidado.
Cuando nuestras mentes y corazones se abran a esta maravillosa noticia, el hecho inmenso de la
Resurrección de Jesús llega a ser
nuestra propia Resurrección en
la Verdad, en Jesús. 11Abrirse a
la verdad frecuentemente implica
sufrimiento, dado que las falsas
verdades tienen que morir, pero
esto siempre conduce a la resurrección.
12No quiero pretender que estoy completamente renacido.
Todavía sufro dolores de parto.
13Pero me presiono para avanzar,
con la esperanza de un total renacimiento en (dentro) Jesús, así
como Él ha renacido totalmente
en mí. 14Por eso, queridas hermanas y hermanos, olvido mi pasado
y me lanzo hacia el futuro. Mi pasado era la ley, mi futuro es Dios,
abriéndome a Dios y siendo Dios.
15Entonces, que quienes hemos
experimentado este renacimiento,
compartamos esta experiencia de
la Buena Nueva con las hermanas
y hermanos. Jesús continuará la
240
Filipenses 3, 4
Revelación de Su Verdad dentro
de nosotros. 16La Verdad es Relación; es Ser Uno con Dios, al cual
estamos llamados a adherirnos
17Por favor, únanse conmigo
en este Camino hacia la Verdad;
sigan mi ejemplo y conviértanse
en ejemplo de cómo vivir renacidos en Amor. 18Les digo con
lágrimas en los ojos que si no
hacen esto, nunca serán felices.
19Porque la felicidad viene de ser
lo que somos, y somos Amor y
Verdad. 20Cuando vivimos esta
Realidad Divina proclamamos la
Buena Nueva de lo que somos y
lo que cada uno es. 21Jesús nos
ha liberado de nuestra Identidad
equivocada y ha restaurado nuestra Identidad Divina. 22¡Compartamos esta Buena Nueva con todo
el mundo!
Capítulo 4
1Ahora
bien, mis queridas hermanas y hermanos, quiero que
sepan lo mucho que anhelo visitarlos, y que se mantengan firmes
en nuestro Hermano Jesús.
4Estén alegres en Jesús; permítanme repetirlo, estén alegres en
Jesús. 5Que la gente vea lo mucho que se aman unos a otros,
para que sepan que Dios está cerca. 6No se preocupen por nada.
Hablen a Dios en la oración como
hablarían a un Papá amoroso.
7Esto
les traerá paz, más profunda que el entendimiento, porque
descansa en sus corazones.
8Finalmente mis queridas hermanas y hermanos, les exhorto
que abran sus mentes y sus corazones, a lo que es verdadero,
honorable, honesto, amable, lo
que se habla con suavidad, lo que
es apreciable y lo que es digno
de elogio. 9Todo esto invitará al
Dios de la paz a estar dentro de
ustedes.
10Me siento muy feliz de que
sigan demostrando una vez más
su consideración para conmigo.
Siempre se han interesado por mi
bienestar, aunque a menudo no
encuentran la manera de demostrarlo. 11No menciono esto porque
necesite, dado que he aprendido a
vivir con lo que tengo disponible.
12Sé vivir de manera sencilla, y
disfrutar de la prosperidad. Estoy
familiarizado con tener lo necesario y también con pasar hambre.
13Jesús me da fortaleza para vivir
en cualquier situación.
14Fueron muy amables y generosos conmigo en los momentos
de apuro. 15Ustedes, filipenses,
saben muy bien que cuando comencé a predicar la Buena Nueva
fueron los únicos en contribuir
con este ministerio. 16Porque aun
cuando estaba en Tesalónica, me
enviaron ayuda en numerosas
ocasiones. 17Para mí esto no es
241
Filipenses 4
una simple muestra de su generosidad, sino un testimonio de su
crecimiento en Amor, crecimiento en Dios.
18Ahora que he recibido su
generosa donación a través de
Epafrodito, mi corazón está feliz y el corazón de Dios también.
Ahora tengo más que suficiente.
19Como han cuidado de mí, Dios
cuidará de ustedes en nuestro
Hermano Jesús.
21Salúdenme a todos los santos
en Jesús. Las hermanas que están conmigo les mandan saludos.
22Todos los santos los saludan, y
especialmente los del palacio del
César. 23El Amor de nuestro Hermano Jesús esté con su Espíritu.
242
Carta a los
Colosenses
Capítulo 1
1Pablo, apóstol de Jesús por vo-
luntad de Dios y nuestro hermano
Timoteo, a las consagradas hermanas y hermanos de Jesús que
están en Colosas: 2Amor y Paz de
Dios nuestro Papá y Jesús nuestro
Hermano.
3Constantemente damos gracias
a Dios, Papá de nuestro Hermano
Jesús, cuando oramos por ustedes.
4Porque hemos oído hablar de su
gran fe en Jesús y su gran amor
por los santos. 5Esto les ayuda a
darse cuenta de que el cielo está
dentro de nosotros, como Jesús
lo proclamó y pidió a sus amigos
proclamarlo. 6En la medida que
llegan a vivir esta Verdad, ésta
se extenderá a través del mundo.
Nuestros corazones anhelan el
cielo de una manera natural; pero
que se nos diga que ya está dentro
de nosotros y que Dios está dentro
de nosotros, es indudablemente
una Buena Nueva.
7Epafras les ayudó a comprender esta maravillosa Verdad, él
también está unido a Jesús como
fiel ministro. 8Y nos ha contado
de su gran amor en el Espíritu.
9Desde el día en que me dijo esto,
no he dejado de orar y pedir por
ustedes, para que sean llenos con
toda sabiduría espiritual y conocimiento y puedan comprender su
gloriosa voluntad reservada para
ustedes. 10Y vivan una vida digna
de su Divinidad, al ser completamente Uno con su Dios, lo que
se manifiesta en servicio de unos
para con otros, y en conocimiento
espiritual.
11Pedimos que sean fortalecidos con el poder de Dios, llenándose de paciencia y perseverancia
sin límites. 12Estén muy agradecidos de que Papá les haya hecho
243
Colosenses 1
conscientes de la herencia de su
Divinidad a través del Mensaje
de su Hijo.
13Papá nos ha rescatado de las
tinieblas del miedo y nos ha traído
a la casa de su amado Hijo, 14de
quien hemos recibido Consanguinidad Divina (Linaje). 15Jesús ha
revelado el amor de Papá y nos ha
mostrado nuestra participación
en Él. 16Pues a través de Jesús
todas las cosas creadas llevan el
sello Divino de Papá y tienen su
Vida Divina.
18Jesús es también el corazón
de su Cuerpo, que son las Comunidades, y como tal debe ser
la vida de éstas. Para que todo
lo que suceda en las Comunidades fluya de su corazón a través
de Espíritu. 19Papá lo dotó con su
Divinidad completa y nosotros,
como hermanas y hermanos, también la hemos recibido, aunque
esta maravillosa Verdad no está
completamente realizada.
20Cuando Él murió en la cruz,
resucitó en nosotros. La sangre
que derramó entró en nuestros
corazones, y nos llama a ser
como él y a actuar siempre con su
Amor.
21Ustedes, que también se sintieron separados de Dios en sus
pensamientos y acciones, ahora
deben sentir la alegría y la paz
de saber que son parte integral
de la Familia de Papá. 22La pre-
sencia de Jesús trajo la presencia
de Papá a nosotros, para transformarnos en la Familia Divina. 23Si
permanecen afianzados en esta
Verdad y fundamentados en esta
Fe, mi ministerio de difundir la
Buena Nueva de Jesús se habrá
cumplido.
24Mientras la Buena Nueva
se encarna, tan completamente
como Jesús lo hizo en el mundo, habrá siempre sufrimiento.
No hay necesidad de sufrir, sino
aceptar la Verdad de nuestra Divinidad como Cuerpo Resucitado
de Jesús, como Comunidad; Comunidad que vive la Buena Nueva, ya que él no pretendió establecer un Reino ni una “Iglesia”.
Jesús renació en nosotros, y
como tal sigue sufriendo, así
como nosotros sufrimos mientras
llegamos a Ser Uno. Cuando las
Comunidades vivan realmente su
Mensaje, el sufrimiento desaparecerá. Cuando todo el mundo
viva su Mensaje, el sufrimiento
terminará y el verdadero Ser Uno
comenzará.
25He llegado a ser ministro de
sus Comunidades por designación divina; sin embargo, sigo
sufriendo porque su Mensaje no
se vive universalmente. El Misterio de ser realmente hijas e hijos de Papá Dios es todavía muy
reciente en el mundo. A medida
que madure, la violencia cesará y
244
Colosenses 1, 2
el amor reinará, las divisiones terminarán y la unidad abundará, el
miedo morirá y renacerá el Amor.
26Todos estamos llamados a ser
parteras del nacimiento de esta
Buena Nueva. La Buena Nueva
de Jesús es sobre el Amor; por
eso, aun quienes nunca han oído
hablar de Jesús pueden nacer a su
Divinidad Amando. Ésa es la gloria de la Buena Nueva: Dios es
Amor; nosotros somos Dios, por
lo tanto somos Amor. Vivimos
nuestra Divinidad en la medida
que amamos.
27Dios quiere que todos escuchen la Buena Nueva. Dios quiere que todos encarnen su Amor.
Jesús es el modelo de Papá, para
que todas sus hijas e hijos lo sigan. “Amar a Dios” es el mandamiento de Jesús. Pero aún más
importante es su descripción de
su Papá y nuestro Papá.
28Les digo nuevamente: cuando
nos miremos en un espejo y veamos solamente a Jesús, la Buena
Nueva se habrá encarnado, Jesús
resucitado y nuestro propio ser
resucitado habrán llegado a Ser
Uno, tal como Jesús pidió. 29Esto
es lo que anhelo y para esto es
que Jesús y su Espíritu dan su
Energía.
Capítulo 2
1Quiero
que sepan lo mucho
que oro por ustedes y por las hermanas y hermanos de Laodicea,
incluso por quienes no conozco
todavía. 2Oro para que sus corazones sean fundidos en el amor y
el corazón de Jesús, 3que es fuente de fe, sabiduría y de los verdaderos secretos de Dios.
4Ésta es la manera de evitar la
confusión de la lógica del mundo. 5Quiero que sepan que aun
cuando no estoy presente, mi corazón está fundido con ustedes en
Espíritu, sobre todo cuando oigo
hablar de la firmeza de su fe en
Jesús.
6En la medida que se den cuenta de que Jesús es verdaderamente su Hermano, vivirán en íntima
unión hasta el punto de llegar a
ser Él. 7Esto hará que su corazón
rebose en permanente acción de
gracias.
8Estén atentos a quienes traten
de cautivarlos con la filosofía y
la sabiduría del mundo, en lugar
de la Buena Nueva de Jesús. 9En
Él reside toda la sabiduría y la
Vida de Dios. 11En Él fueron incorporados a la Alianza con Papá.
12Cuando fueron sepultados con
Jesús en el bautismo, fueron resucitados a la Vida Divina a través
de esta Alianza con Papá.
245
Colosenses 2, 3
13A
quienes estaban muertos
en el miedo a la ley, los trajo a la
vida, mediante la enseñanza de la
Buena Nueva, al clavar la ley en
la cruz.
16Estén seguros que ya no hay
validez de leyes sobre lo que deben comer y beber o lo que deben hacer para guardar el sábado.
17Estas son sombras de preceptos
antiguos; ahora solamente debemos seguir a Jesús. 18Que nadie
enseñe algo diferente, manténganse centrados en el Corazón de
nuestras Comunidades, que son
Jesús, 19y en ellas nos impulsa a
su propia Vida Divina.
20Si han muerto con Jesús, a
la sabiduría y a los valores del
mundo, ¿por qué continuar viviendo bajo los controles del
mundo? 21¡No toquen esto! ¡No
coman aquello! 22Estas leyes
simplemente los devorarán; 23su
preocupación son cosas materiales, en lugar de crecer en la Vida
Divina con Jesús.
Capítulo 3
1Si
han sido resucitados a la
Vida Divina con Jesús, entonces pongan sus corazones en los
asuntos del cielo, donde está Jesús con Papá. 2Piensen en estas
cosas y no en asuntos terrenales.
3Porque ustedes han muerto con
Jesús, y ahora viven en su cora-
zón. 4Cuando Jesús, nuestra verdadera vida, se manifieste, nos
manifestaremos con Él porque
somos Él.
5Por tanto, dejen que todo lo
que no es de Jesús simplemente pase. 7Aunque ustedes fueron
muy apegados a estas cosas en el
pasado, ahora Jesús llena sus corazones. 8Permitan que su Amor
llene esos lugares donde antes
guardaban ira, mal humor, maldad, codicia, calumnia. 9Hablen
siempre la verdad, porque Jesús
es Verdad. 10Dejen que sus hábitos de antes de la Alianza pasen, mientras pueden llegar a ser
(como) el Dios que los creó. 11Ya
no hay ninguna diferencia entre
griegos y judíos, entre quienes están dentro de la Alianza y quienes
están fuera, entre paganos y santos; porque Jesús es todo y está
en todos.
12Por eso, como Amados de
Dios, vístanse con ternura de corazón, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. 13Sopórtense unos a otros, perdonándose
siempre y teniendo sólo Amor en
sus corazones. 14Dejen que Amor
purifique todo y forme el vínculo
perfecto para Ser Uno. 15Permitan
que este Amor, mediante el cual
fueron llamados a entrar en Comunidad, controle todo entre ustedes. Sean siempre agradecidos.
16Que el Mensaje enriquecedor
246
Colosenses 3, 4
de Jesús tenga amplio espacio en
sus vidas y corazones, mientras
enseñan y alertan con toda sabiduría y amor. Celebren esto con
salmos, himnos y cánticos espirituales entonados a Dios con espíritu agradecido. 17Lo que hagan,
háganlo en el Espíritu de nuestro
Hermano Jesús, a través de quien
lo estarán haciendo para Dios,
nuestro Papá.
18Esposas, amen a sus maridos.
19Esposos, amen a sus esposas.
20Hijos, sean obedientes con sus
padres en todo, porque esto los
hará felices y les enseñará a vivir en la Alianza de la Familia de
Dios. 21Padres, amen a sus hijos y
abran sus corazones a ellos.
23Cualquier cosa que hagan,
háganlo siempre por Dios en las
Comunidades. 24Esto es parte de
la Alianza de la Familia de Dios.
Así viven su derecho de nacimiento como sus hijas e hijos.
Capítulo 4
2Manténganse
fieles en la oración, nuestra relación con Dios y
con nosotros mismos. Agradezcan a nuestro Papá y a nuestro
Hermano. 3Pídanles que abran
mi corazón cada día más, para
comprender el Mensaje de Jesús,
por el cual estoy en prisión y el
cual espero poder explicar bien a
todos.
5Compórtense
prudentemente
con quienes no están (todavía) en
la Alianza. Aprovechen su tiempo
de la mejor manera posible. 6Hablen siempre a cada uno de Amor
y Sabiduría.
7Les envío a nuestro querido
hermano Tíquico, fiel servidor y
amigo de Jesús, quien los pondrá
al corriente sobre mis asuntos.
8Les dirá lo que está sucediendo
aquí y animará sus corazones.
9Estará acompañado de Onésimo,
otro de nuestros amados y fieles
hermanos, que es uno de ustedes.
Ellos los pondrán al día acerca de
todo lo que está ocurriendo.
10Todos mandan saludos y oraciones, 12especialmente Epafras,
uno de ustedes, quien constantemente reza para que se mantengan firmes en Jesús, 13junto con
las hermanas y hermanos de Laodicea y Hierápolis.
14Lucas, el amado médico,
también les envía sus saludos.
15Extiendan nuestros saludos a
las hermanas y hermanos en Laodicea, también a Ninfa y la comunidad que se reúne en su casa.
16Cuando terminen de leer esta
carta, por favor dispongan que
pueda ser leída a las Comunidades
de Laodicea, mientras leen la que
les envié a ellos. 18Reciban mis
saludos de mi propio puño y letra.
Manténganme en sus oraciones.
Que el Amor esté con ustedes.
247
Primera Carta a los
Tesalonicenses
Capítulo 1
1Pablo, Silvano y Timoteo, a las
Comunidades de los tesalonicenses, en Dios nuestro Papá y Jesús
nuestro Hermano: Amor y Paz a
ustedes.
2Damos gracias a Dios por
todos en nuestras oraciones, 3y
siempre recordamos su maravillosa fe, sus obras de Amor y su
esperanza duradera que descansa
en nuestro querido Hermano Jesús.
4Hermanas y hermanos, amados
de Dios, somos muy conscientes
de su elección, 5porque la Buena
Nueva no les llegó simplemente
en palabras, sino con el poder del
Espíritu. Se han dado cuenta de
la vida a la que fueron llamados,
mediante el testimonio que yo he
vivido. 6Ustedes comenzaron a
imitar nuestro ejemplo y llegaron
a ser seguidores de Jesús, im-
pulsados con la alegría que solo
puede venir de Espíritu. Abrieron
su corazón a Él, aunque les causó
gran aflicción. 7A su vez llegaron
a ser ejemplo para los creyentes
de Macedonia y Acaya. 8El Mensaje de Jesús hizo eco a partir de
ustedes no solo allí, sino que las
noticias de esta maravillosa fe se
extendieron por todas partes, y su
testimonio hizo muy fácil mi ministerio.
9Muchos hablan sobre cómo les
trajimos la Buena Nueva, cómo
entregaron sus vidas a Jesús y
dejaron atrás los valores del mundo. 10Hablan también sobre cómo
ven el Amor de Jesús en ustedes
y el servicio a las hermanas y hermanos en sus vidas.
Capítulo 2
1Para
que sean conscientes,
hermanas y hermanos, qué tan
248
I Tesalonicenses 2, 3
efectivo ha sido nuestro ministerio, 2ustedes saben que después de las persecuciones y el
sufrimiento que soportamos en
Filipos nos sentimos muy bendecidos, cuando Dios nos ayudó
a traerles la Buena Nueva. 3La
gente sabe que nuestros motivos
son puros y honestos, que hemos
sido llamados por Dios a difundir
su Buena Nueva, 4y que nos alegramos de estar dispuestos para
hacerlo. 5Nunca mostramos una
falsa imagen. 7Por el contrario,
hemos caminado humildemente
entre ustedes y los hemos tratado tiernamente, como a nuestros
propios hijos. 8Estamos dispuestos no solo a compartir la Buena
Nueva, sino hasta nuestra propia
vida, porque ustedes han llegado
a ser muy queridos para nosotros.
9Recordarán, hermanas y hermanos, que trabajamos día y noche para no ser una carga financiera, mientras les predicábamos
la Buena Nueva de Dios. 11Saben
que éramos como un padre, animándolos a abrirse a la Vida Divina de Dios, para permitir que
brillara a través de ustedes, 12para
que su amorosa Alianza resultara
obvia para todos.
13Agradecemos constantemente a Dios que hayan aceptado la
Buena Nueva, que viene realmente de Jesús y no de nosotros.
14Ustedes, hermanas y hermanos,
llegaron a ser reconocidos como
amigos de Jesús en sus Comunidades de Judea. 15Por eso fueron
perseguidos por quienes estaban
a su alrededor, tal como lo fue Jesús. 16Pero no se desanimen, que
su fe está basada en esa sólida
convicción.
17Nosotros, hermanas y hermanos, hicimos grandes esfuerzos
para visitarlos, aun cuando los
líderes judíos nos prohibieron
enseñarles la Buena Nueva e incluso estar con ustedes. 18Pero
siempre han estado en nuestros
corazones, 19porque ¿quiénes, si
no ustedes, son nuestra esperanza
y nuestra felicidad? Ustedes son
nuestra gloria y nuestro gozo.
Capítulo 3
1Cuando no pudimos hacer más,
les enviamos a Timoteo, nuestro
hermano y ministro de Dios de la
Buena Nueva, mientras nosotros
nos quedamos en Atenas. 2Lo
enviamos para que les brindara
apoyo en la fe y para animarlos,
3de modo que no estuvieran muy
preocupados por nuestras aflicciones, 4pues cuando estuvimos
con ustedes les hablamos sobre
los problemas que íbamos a tener.
5Envié a Timoteo para que aseguraran su fe, de tal manera que
nadie se las pudiera arrancar.
6Ahora que ha regresado nos ha
249
I Tesalonicenses 3, 4
traído noticias maravillosas acerca de su fe y amor por los demás,
que nos recuerdan constantemente en sus oraciones y anhelan vernos, tanto como nosotros. 7Por
todo esto tenemos razón, hermanas y hermanos, para animarnos,
en lugar de sentirnos con angustia
y aflicción. 8Tenemos estos ejemplos de fe para continuar avanzando.
9¿Cómo podríamos pagar a
Dios la felicidad que disfrutamos
gracias a ustedes, en la presencia
de nuestro Dios? 10Día y noche
oramos para poderlos ver cara a
cara y completar lo que haga falta
en su fe.
11Que Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano respondan
nuestra oración, para visitarlos.
12Que Papá haga desbordar su
amor unos a otros y por cada uno,
así como el nuestro por ustedes.
13Y que sus corazones sean tan
firmes y su fe tan profunda, que
encarnen a Jesús en sus vidas,
con todos los demás santos.
Capítulo 4
1Así,
hermanas y hermanos, les
ruego, en el nombre de nuestro
Hermano Jesús, que sigan viviendo de la manera que les hemos
enseñado y que cada día brille
más completamente la Vida Divina en ustedes. 3Esta es la volun-
tad de Dios: que manifiesten en
su vida al Jesús que vive en sus
corazones.
4Aprendan a amar a su pareja
más plenamente, 5no como quienes no saben que Dios es Amor
y que nos llama a reflejarlo en
nuestras vidas; que todos aprendan esta Verdad. 6Traten a todas
las hermanas y hermanos con respeto y honor; 8Jesús pidió que lo
encarnáramos en nuestras vidas,
para manifestar los poderes de
Espíritu.
9No es necesario, hermanas y
hermanos, enseñarles acerca del
Amor, porque han aprendido a
hacerlo por el mismo Amor. 10Y
lo están practicando con todas las
hermanas y hermanos de Macedonia.
11Sin embargo, hacemos un llamado para que crezcan en Amor
todos los días, vivan en paz con
todos y atiendan sus propios
asuntos. 12Recuerden que dijimos
que cada uno tenga su propio trabajo, para que nadie tenga que
depender de otro.
13Queremos ser muy claros,
hermanas y hermanos, acerca de
quienes han muerto, para que no
se aflijan por ellos como lo hacen
quienes no tienen esperanza. 14Si
creemos que Jesús murió y resucitó, sabemos que nosotros haremos lo mismo. 15Les decimos
esto, tal como nos fue dicho por
250
I Tesalonicenses 4, 5
nuestro Hermano Jesús. Cuando
Él reencarne en nosotros, vendrá al mundo por segunda vez.
La primera vez fue en Belén, la
segunda vez será en nuestros corazones. Esto anunciará el fin del
reinado del miedo y el comienzo
del mundo del Amor, el mundo
de Dios.
16El Fuego del Espíritu se extiende por todo el mundo; será
como Ángeles con trompetas
anunciando la segunda venida.
17En la medida que se abran los
corazones y sean renacidos en Jesús, hasta los muertos se regocijarán con Vida Divina. 18Seremos
impulsados al reino de los cielos,
incluso mientras estamos vivos.
Anímense unos a otros con esta
Buena Nueva.
Capítulo 5
1Jesús
vino a traernos la Buena
Nueva, 2y ahora hemos llegado a
ser la Buena Nueva. Donde dos o
tres se reúnen en su nombre, tenemos una Segunda Venida real
de Jesús. 4Su Amor explotó en el
mundo como un niño en Belén;
ahora nuestras vidas están a punto de explotar con su Segunda Venida. 5Algunas veces será como
temblores de tierra (cambios), y
otras veces será una suave brisa.
No hay leyes acerca de cómo vendrá Jesús la segunda vez, excepto
la que dice que vendrá (como
nosotros). Cuando Jesús fue sepultado en su tumba, también fue
sepultado en nuestros corazones.
Nosotros decidimos cuándo resucitará de allí a nuestra vida. 6El
signo de esta segunda resurrección será el Amor en nuestra vida
y el Espíritu en nuestras acciones.
7Así como los dones de Espíritu
se derraman por todo el mundo,
los Ángeles sonarán la trompeta
de la alegría para quienes tengan
oídos y quieran oír. 8Los dolores
de parto de su Segunda Venida
han comenzado. 9Las persecuciones en nuestra contra son parte de
esto; cuando los dolores de parto comienzan, el parto es seguro.
10Podemos resistirnos y continuar con los dolores del miedo,
o abrir nuestro Divino vientre y
permitir que Jesús nazca otra vez
en nosotros y de nosotros.
11Ustedes, hermanas y hermanos, ya conocen esta Gran Noticia. La Buena Nueva de Jesús indica su Segunda Venida a través
de nosotros. Gracias a Dios, esto
ha empezado. Pentecostés fue su
comienzo; el total Ser Uno en el
Amor será su final. Anímense
unos a otros con esta Gran Noticia.
12Les ruego, hermanas y hermanos, que se abran a quienes
traigan esta Noticia. 13Manténganlos en alta estima, porque
251
I Tesalonicenses 5
señalan el camino a la verdadera felicidad, al gozo, a la paz, a
Jesús. 14Ayúdenles a los débiles
para que se abran a esta alegría,
amándolos más cada día. Amor
es todo lo que se necesita para
llegar a Jesús, porque Jesús es
solo Amor. Cuídense de quienes
enseñen cualquier otra doctrina.
15Vigilen que nadie pague mal
con mal; traten siempre de ser útiles unos a otros, y a todos. 16Estén siempre alegres. 17Oren sin
cesar. 18Estén siempre agradecidos, porque esa es la voluntad de
Papá, en nuestro Hermano Jesús.
19No se opongan a las acciones de Espíritu, manifestándose
a través de ustedes. 20Ábranse
a las declaraciones proféticas,
21pero también ratifíquenlas con
la Comunidad y retengan solamente aquellas que son Verdad.
22Transformen mal en Amor.
23Esto los hará santos a través del
mismo Amor, porque el secreto
de la santidad es abrirse al Amor.
24Aquel que los llama (al) Amor,
lo completará en ustedes.
25Hermanas y hermanos, oren
por nosotros. 26Salúdense unos
a otros con un beso santo. 27Les
pido que lean esta carta a todas
las hermanas y hermanos. 28Y
que la gracia de nuestro Hermano
Jesús esté con ustedes.
252
Segunda Carta a los
Tesalonicenses
Capítulo 1
8Quienes
1Pablo, Silvano y Timoteo, a las
Comunidades de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Papá y Jesús
nuestro Hermano: 2Amor y Paz a
ustedes, de nuestro Papá y nuestro Hermano.
3Siempre estamos agradeciendo a Dios por ustedes, hermanas
y hermanos, porque su fe está creciendo mucho y el amor por los
demás abunda. 4Hemos hablado
a todas las Comunidades de Dios
sobre la fortaleza y la fe en medio
de las persecuciones y las angustias que tienen que soportar. 5Jesús los ha traído a su Alianza, y
es a causa de esta gran bendición
que están sufriendo. 6No pueden
esperar otra cosa, sino que Jesús
renazca en ustedes. 7Su consuelo
vendrá de Aquel que está renaciendo en sus corazones, y no de
lo que sucede afuera.
rechazan la Buena
Nueva de Jesús no se dan cuenta
que en realidad se están rechazando a sí mismos, porque todos
somos Uno, aun si no aceptan
esa Verdad. 9Oramos para que
abran sus corazones a sí mismos,
10para que puedan regocijarse de
ser lo que son, Ser Uno con Jesús, como lo hemos testimoniado
tantas veces.
11Por eso oramos constantemente por ustedes, para que así
como han nacido en Jesús, acepten su lugar en la Familia de Dios,
de modo que Jesús pueda ser visto
en la forma como viven, según lo
revelan el amor de Dios y nuestro
Hermano Jesús.
Capítulo 2
1Ahora
les ruego, hermanas y
hermanos, en relación con la Segunda Venida de Jesús y nuestro
253
II Tesalonicenses 2, 3
llegar a ser Uno con él, 2que no
tengan miedo y no permitan que
nadie les perturbe. 3No crean a
quien diga que si Jesús va a renacer en ustedes, entonces morirán. La simple razón es que Jesús
no es alguien más, sino su propia
esencia. Cuando él llega a ser
nosotros, nuestro propio ser se
convierte en su verdadero ser, y
la Verdad de la Unidad comienza a brillar. 4La unidad con Dios
trae paz, gozo y amor. Ser uno
con Dios era considerado blasfemia. La Buena Nueva de Jesús
nos dice que es simplemente realidad. Enfrentar esta realidad es el
camino a (ser) Dios.
5¿No recuerdan que hablé de
esto cuando estuve con ustedes? 6Esta radical Buena Nueva
de Jesús sustituye la antigua ley
por Amor. 7La creencia en la ley
como el camino a Dios, en realidad nos aleja de Dios. 8Las leyes son de orden humano, no
para llegar a Dios. Ley puede ser
fundamento de orden, pero Amor
es fundamento de Vida. 9¿Cómo
puede Dios, que es Amor, ser reducido a una ley? 10Quienes tratan de hacerlo terminan viviendo
vidas muy infelices. 11Amor trae
Alegría. 12Amor es nuestro derecho de nacimiento, Amor es
nuestro ser real.
13Agradecemos que la mayoría
de ustedes ya lo saben. Saben que
son amados por Dios tal como
son. 14El Espíritu de Amor los
ha llamado y han escuchado la
Buena Nueva que les hemos predicado. 15Ahora saben que comparten la identidad de Dios. Por
tanto manténgase firmes en esta
Verdad, hermanas y hermanos, y
compártanla con otros como yo la
he compartido con ustedes.
16Que nuestro Hermano Jesús
y Dios nuestro Papá, que siempre
nos ama y nos da su Vida Divina,
17fortalezca sus corazones para
que puedan manifestar la Vida
Divina con toda buena obra y palabra.
Capítulo 3
hermanas y hermanos, oren por nosotros, y que
esta Palabra de Dios se extienda
por todo el mundo y sea vivida tal y como lo hacen ustedes.
3Dios es fiel y nos dará la fuerza
para vivir su llamada. 4A través
de Él tenemos confianza en ustedes, que están practicando lo
que les hemos enseñado. 5Que
Dios dirija sus corazones a su
Amor y a la paciente expectativa del renacimiento de Jesús en
ustedes.
6Les exhortamos, hermanas y
hermanos, a formar Comunidades tan fuertes que nadie pueda
interferir su amor. 7Siempre hay
254
1Finalmente,
II Tesalonicenses 3
quienes se resisten a su propia
felicidad. Traten de amarlos y
conducirlos a ella.
8Todos estamos llamados a
participar en la creación, por el
trabajo que hacemos. Ya vieron
cómo lo hicimos entre ustedes
con nuestros propios medios.
10Porque mientras estuvimos
con ustedes siempre dijimos:
“Quienes puedan trabajar, deben hacerlo; de lo contrario no
comen de la mesa de la Comunidad”. 11Ser de Dios no quiere
decir que ya no somos humanos
y sujetos a la necesidad humana
de trabajar. 12Por lo tanto, in-
sistimos en que todos vivan haciendo su propio trabajo, ganándose su propia forma de vivir.
13En cuanto a ustedes, mis
queridas hermanas y hermanos,
no se cansen de seguir a Jesús.
14Amen incluso a quienes no lo
siguen, 15como haría con ustedes el mismo Jesús.
16Que el mismo Dios de Paz
les conceda paz en todo momento y bajo toda circunstancia.
17Les saludo de mi puño y letra. De esta manera firmo todas
mis cartas. 18Que el Amor de
nuestro Hermano Jesús esté con
todos ustedes
255
Primera Carta a
Timoteo
Capítulo 1
1Pablo,
apóstol de Jesús, llamado por Dios a este ministerio, 2a
Timoteo, mi hijo querido en la
fe: Amor, Paz y Alegría de Dios
nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano.
3Como le pedí cuando estaba
camino a Macedonia, por favor
permanezca en Éfeso, y contribuya a mantener pura la Buena
Nueva; 4para que la gente no se
ponga a discutir sobre cosas que
nada tienen que ver con la fe.
5Debemos mantenernos siempre
centrados en el Amor que fluye
de un corazón puro, una conciencia limpia y una fe profunda. 6Algunos se han desviado de esto,
7por querer ser maestros de la ley
y no del Amor.
8Porque la ley es para los incrédulos. 9Si de verdad creemos
en el Amor, en Dios, no hay ne-
cesidad de leyes 10diferentes de
aquellas que ponen orden a nuestro mundo exterior. 11Tenemos la
Buena Nueva de nuestro amado
Dios para guiarnos, la cual me he
comprometido a compartir.
12Agradezco a Jesús, nuestro
Hermano, que me consideró fiel
y me dio la fortaleza para cumplir
con este servicio, a pesar de que
en mi vida antes de su llamado
faltaban muchas cosas. 13Él miró
más allá, aunque yo no había
oído todavía la Buena Nueva, 14y
cuando me abrí a ella, me llenó
con su propia fe y amor.
15Este Jesús, presente en mi
vida, me ha levantado hasta mi
propia Divinidad. El renacimiento en nuestro Verdadero Ser es a
lo que todos estamos llamados.
16Quizás una mejor manera de
decirlo sería que estamos llamados a renacer en nuestro otro ser,
256
I Timoteo 1, 2, 3
nuestro Ser Jesús. 17Que nuestros
corazones siempre den gracias
por este Ser Divino que Jesús
vino a revelarnos.
18Por lo tanto, mi querido hijo
Timoteo, sea fiel a Jesús y a las
increíbles profecías que se han
dicho de usted. 19Que renazca
Jesús en su vida y en aquellos a
quienes sirve. Ese es su Llamado,
esa es Su vida.
Capítulo 2
1En
primer lugar, recuerde
siempre orar. 2Una su voluntad a
la de Jesús para traer paz y amor
a todos los niveles de la sociedad,
tanto a quienes son considerados
importantes como a quienes no
lo son. 3Esta es la Vida que Jesús
vino a traer. 4Consecuentemente, viviremos en la Verdad y de
la Verdad. 5Porque solo hay una
Verdad, Jesús, 6que encarnó para
restablecer el Ser Uno de todos.
7Fui designado para predicar esta
Verdad, esta Buena Nueva.
8Por eso quiero que cada uno
viva una vida de oración, en armonía con todo el mundo. 9Somos Divinos; por lo tanto, no hay
necesidad de impresionar a los
demás con lo que tenemos o vestimos, 10sino con la forma como
vivimos.
11Si todos entendiéramos y viviéramos nuestra Divinidad, po-
dríamos caminar humildemente
a través del mundo en servicio y
amor. 12Algunos se esfuerzan por
ser grandes, sin darse cuenta que
ya son Dios.
Capítulo 3
1Quienes
se sientan llamados a
servir como obispos, tienen una
buena intención. Quienes no se
sienten llamados a servir, no tienen el llamado a ser obispos. 2Por
encima de todo, un obispo debe
tener buen corazón, saber cómo
amar, cómo vivir en paz y traer
paz, ser honorable, honesto y
buen maestro. 3La familia de un
posible obispo es un buen indicador, de él como persona y de su
futuro ministerio en la Comunidad. 4Jesús necesita ser el tesoro
de un obispo, no el dinero, ni el
prestigio ni el poder. 5Un corazón
abierto y un espíritu amable es el
fundamento de todos los llamados. 6Un buen nombre es el resultado de una vida buena.
8Lo mismo aplica para los diáconos, quienes han sido llamados
especialmente para servir a los
necesitados. 9Denles la oportunidad de vivir su llamado por un
tiempo, antes de ser legitimados
en la Comunidad.
11Las esposas de quienes han
sido llamados necesitan tener los
mismos atributos, 12aunque no
257
I Timoteo 3, 4, 5
los mismos talentos. 13Pues todos
somos llamados a reencarnar a
Jesús en nuestras vidas y en las
vidas de quienes nos rodean.
14Le escribo este consejo, en
caso que mi visita se retrase.
15Tenemos que estar muy atentos que la casa de Dios refleje su
Amor. 16Todas las Comunidades
deben reflejar la Buena Nueva de
Jesús. 17Ser amorosos es el secreto de todas las Comunidades.
Capítulo 4
1Que
no se entristezcan cuando la gente se aleje de la fe. 2Hay
quienes siempre se sienten miserables, aunque mienten diciendo
que se sienten liberados. 3Algunos se desvían tanto, que dicen
que el matrimonio es malo y que
el sexo es peor. Nuestros cuerpos
son Encarnaciones Divinas, y
disfrutar de la felicidad conyugal
puede abrir la puerta a nuestra
propia Divinidad. Incluso disfrutar de la comida saludable puede
ayudar a conectarnos con el Universo. 4Todo lo creado por Dios
es parte de Dios, y no debe ser rechazado, sino recibido con agradecimiento. 5Cuando vemos que
todo es consagrado, estamos a un
paso de ver la Unidad de Todo.
6Si enseña esta Verdad a las
hermanas y hermanos, será un
fiel ministro de la Buena Nueva
de Jesús, a quien usted le ha dado
su vida y servicio. 7No preste
atención a otras cosas. 8Entrénese para ser Divino. 9El entrenamiento físico es de gran ayuda
para nuestra vida en la tierra; el
Entrenamiento Divino conduce
a la vida eterna. 10Esto es lo que
hemos luchado tanto para conservar, vivir y predicar.
11También éste es su Llamado,
como bien lo sabe. No se inquiete acerca de su juventud, porque
la madurez no viene de los años
que vivimos, sino del servicio
que prestamos. 12Conviértase en
ejemplo de lo que predica: ejemplo de fe, de esperanza, de amor y
pureza de corazón.
13Hasta que yo llegue, dedíquese a la lectura pública de exhortaciones, a la predicación y
la enseñanza. 14Utilice sus dones
especiales, revelados a través de
la profecía y que le han sido otorgados por la imposición de manos
de los ancianos. 15Practique estas
cosas para que su crecimiento
espiritual sea evidente a todo el
mundo. 16Viva lo que enseña, enseñe lo que cree y crea lo que le
enseñamos.
Capítulo 5
1Sea
amable con los ancianos
y trátelos como lo haría con su
propio padre; trate a los jóvenes
258
I Timoteo 5, 6
como a sus propios hermanos;
2a las ancianas como a su propia
madre y a las jóvenes como a sus
propias hermanas. 3Jesús no estuvo preocupado por una nueva religión, sino por una nueva Familia. 4Las relaciones de Amor son
el eje central de la Buena Nueva.
5Honre a todas las viudas y viudos que no tengan hijos que cuiden de ellos. 6Usted debe llegar a
ser la fe de ellos en Dios.
7Enseñe estas cosas, para que
todos puedan vivir en y como la
Familia de Jesús. 8Cuide siempre
de quienes dependan de usted,
sean hijos o padres.
9Cuide en especial de quienes
han tenido cuidado de otros. 15El
servicio en nuestras Comunidades de fe está dirigido principalmente para quienes no tienen
a nadie. 16De esta manera nos
convertimos en su familia y los
incorporamos en la gloriosa Familia de Dios.
17Los ancianos que han servido
bien son dignos de honor especial, sobre todo quienes han trabajado en liderazgo, enseñanza y
sanación.
18Nunca deje que nuestras Comunidades degeneren en instituciones. Las Comunidades o familias extensas se mantienen unidas
por amor, mientras que las instituciones se mantienen unidas por
leyes. Las familias se hacen cargo
de ellas mismas, mientras que las
instituciones se hacen cargo de
quienes pagan por sus servicios.
19No acepte ninguna acusación
contra un anciano, a menos que
esté sustentada por un segundo
testigo. 20Corrija a quienes se han
desviado del camino de Jesús,
con el amor de Jesús.
21Siga lo que le he dicho aquí,
en toda circunstancia. 22Imponga
las manos para ordenación solo
después de un tiempo de discernimiento. 23Siga siempre al Espíritu en este sentido.
24Con tiempo es bastante fácil
distinguir entre quienes todavía
caminan en la oscuridad y quienes han encontrado el camino de
Jesús.
Capítulo 6
feliz con lo que es, 7como
está con lo que tiene. 9El amor
al dinero es el camino que aleja
de Dios, porque Dios es el mismo Amor. 10El amor al dinero es
la más oscura idolatría, porque
nos aleja no solo de Dios, sino
también de nuestras hermanas y
hermanos, pues ¿de dónde viene
el exceso de dinero sino de ellos?
Algunos creen que el dinero les
traerá felicidad, para descubrir
demasiado tarde que solo les trae
sufrimiento.
259
6Sea
8y
I Timoteo 3, 4, 5
11Usted,
hombre de Dios, evite
esta trampa y camine hacia una
vida santa, una Vida Divina, llena
de fe, amor, paciencia y bondad.
12Con Dios como su corazón y
Jesús como su guía, 14camine en
el resplandor de Amor hasta llegar a ser Amor, llegar a estar en
Dios. 15Entonces Jesús habrá venido de nuevo a nuestro mundo.
16La Segunda Venida de Jesús es
llegar a ser Jesús.
17Diga a quienes son ricos que
necesitan ser humildes. 18Que
pongan su esperanza en Dios, que
es eterno, y no en el dinero, que
siempre pasa. 19Exhórtelos a hacer el bien, a ser ricos en buenas
obras, a ser donantes generosos,
a practicar el compartir, para que
puedan alcanzar la vida que es
verdaderamente Vida.
20Mi querido Timoteo, conserve el precioso regalo que se le ha
dado. No deje que sea afectado
por discusiones de falso conocimiento. Mantenga sus ojos y su
corazón siempre en Jesús. Que
la Gracia esté siempre con todos
ustedes.
260
Segunda Carta a
Timoteo
Capítulo 1
1Pablo,
apóstol de Jesús por la
voluntad de Dios, con la promesa
de Vida Divina, 2a Timoteo, mi
hijo amado: Gracia y paz de Dios
nuestro Papá, y de Jesús nuestro
Hermano.
3Agradezco a Dios por usted
cuando rezo día y noche. 4Sé que
las cosas le han sido difíciles desde que lo vi. Anhelo verlo de nuevo, para sentirme completamente
feliz. 5Recuerdo la profunda fe
que primero vivió su abuela Loide, que luego nació en su madre
Eunice y que ahora ha crecido
fuertemente en usted.
6Es por esto que me gustaría recordarle que viva la llama del don
precioso de Dios, que usted tiene
por la imposición de manos. 7Porque Jesús nos ha dado un Espíritu
de valentía, de poder y de amor.
8Por eso debe ser valiente al dar
testimonio de nuestro Hermano
Jesús, y de mí, su prisionero. Porque mis sufrimientos me ayudan
a cristalizar la Buena Nueva en
virtud del poder de Dios, quien
nos ha llamado a este ministerio.
Él ha hecho esto no porque seamos muy especiales, sino porque
es muy amoroso. Nos ha llenado
de gracia con una llamada que va
más allá de la comprensión humana. Una Llamada desde toda
la eternidad, para ayudarnos a
crecer en eternidad. Ahora su Voluntad ha aparecido como Jesús,
quien venció el miedo al superar la muerte. Nos trajo a la Vida
Eterna, a su propia Vida Divina a
través de su Buena Nueva, para
la cual he sido designado predicador, apóstol y maestro. Por esta
razón estoy en prisión, pero no
me avergüenzo, porque sé que Jesús me concederá la libertad defi-
261
II Timoteo 1, 2, 3
nitiva cuando llegue mi día.
13Mantenga la sagrada enseñanza que recibió de mí. Fortalezca su fe y amor en Jesús.
14Que Espíritu sea el guardián
de los dones sagrados que se le
han confiado. 15Usted sabe que
todos los de Asia me abandonaron. 16Que Dios bendiga la familia de Onesíforo, quien siempre
fue una alegría y gran apoyo para
mí. 17Nunca se avergonzó que yo
estuviera en prisión. Lo primero
que hizo cuando llegó a Roma
fue buscarme. 18Sé que Jesús
nos ama a todos totalmente, pero
quienes han ayudado a difundir
esta Buena Nueva tienen un lugar
especial en su corazón.
Capítulo 2
1Hijo
mío, sea fuerte en la gracia que es Jesús. 2Enseñe a otros
lo que le he enseñado y que ellos
a su vez lo enseñen. 7Podrá hacer todo esto bien, porque Jesús
nos dará entendimiento en todo.
8Mantenga siempre a Jesús en su
corazón, resucitado de entre los
muertos, que descendió de Papá
para traer la Buena Nueva, que
yo también predico 9y por lo cual
sufro castigos, como si fuera un
criminal, pero la Buena Nueva no
puede ser encadenada. 10Soporto
todo esto por el bien de las hermanas y hermanos, para que re-
ciban en sus vidas a nuestro Hermano Jesús y su Vida Divina.
11Es importante recordar que si
hemos muerto a nuestra identidad
anterior junto con Jesús, 12seremos resucitados con él y compartiremos su propia Vida Divina.
13Él nunca nos abandona, pues
¿cómo podría abandonarse a sí
mismo?
14Nunca se canse de predicar
esta gloriosa Verdad. 22Siempre
vaya en busca de integridad, fe,
amor, paz, y mantenga íntima
amistad con todos los de la Familia de Dios. 24Una hermana o
hermano de Jesús no debe buscar
pleitos, sino que debe ser respetuoso y amable con todo el mundo, hábil en la enseñanza y dispuesto a soportar el mal. 25Corrija amablemente a quienes se han
alejado de la Verdad, 26porque la
Verdad es Jesús.
Capítulo 3
1Tenga
en cuenta que en la
medida que se difunda la Buena Nueva, la oposición también
se extenderá. 2Que esto no le
sorprenda. 3Sea cuidadoso en
su trato con las personas que se
han apartado de Jesús; 4recuerde
que también son hijos de nuestro
mismo Papá, aunque se nieguen a
admitir o aceptar esta Verdad. 5La
oposición no cambia la Verdad.
262
II Timoteo 3, 4
6La
oposición a Jesús no cambia
nuestro llamado a amar a nuestros enemigos. 7Viva siempre en
una comunidad de fe que lo apoye cuando las cosas se pongan difíciles, 8y se regocijen con usted
cuando las cosas vayan bien.
10Agradezco que siempre se ha
mantenido fiel a mis enseñanzas,
mi forma de vida, mi fe, mi amor,
mi constancia y paciencia. 11Usted estuvo conmigo aun en mis
persecuciones y sufrimientos,
y en todo lo que me ocurrió en
Antioquía, en Iconio y en Listra.
12Quienes siguen las huellas de
Jesús deben esperar ser tratados
como él; 13amado por muchos y
perseguido por unos pocos.
14Manténgase fiel a lo aprendido y a aquellos de quienes aprendió. 15Ya que desde pequeño ha
conocido los escritos sagrados
que enseñan sabiduría y fe en
Jesús. 16Todos los escritos inspirados por Dios son útiles para
enseñar, corregir y entrenar la
santidad, 17de modo que quienes
están en la Familia de Dios puedan vivir como Dios.
Capítulo 4
1Le exhorto, en presencia de
Dios y de Jesús a predicar siempre la Buena Nueva, cuando sea
conveniente y aun cuando no lo
sea. 2Utilícela para corregir y ex-
hortar con amable paciencia y enseñanza continua.
3Porque llegará el tiempo en
que algunos se apartarán de la
Buena Nueva. 4Siga escribiendo
para que también quienes no ven
puedan escuchar sus palabras.
5Consérvese fiel al llamado a ser
ministro.
6Siento que el tiempo de mi servicio se está cumpliendo y que el
tiempo de mi partida ha llegado.
7He peleado la buena batalla, he
culminado la carrera, he guardado la fe. 8Ha llegado el tiempo de
ir a una presencia más profunda
de nuestro Hermano Jesús, junto
con las hermanas y hermanos que
ya están allá.
9Entonces, por favor trate de
visitarme pronto. 10Demas me ha
dejado y se ha ido a Tesalónica,
Crescente ha ido a Galacia y Tito
a Dalmacia. 11Sólo Lucas está
conmigo. 12Busque a Marcos y
tráigalo con usted, porque es muy
útil para mi ministerio.
13Cuando venga, traiga el abrigo que dejé en Tróade con Carpo;
también los libros y especialmente los pergaminos.
16Cuando fui acusado en la primera ocasión, nadie salió en mi
defensa. 17Pero Jesús se puso a
mi lado y me dio fortaleza para
poder llevar la Buena Nueva a todos los Gentiles. 18Me libró de la
boca del león y retrasó mi llegada
263
II Timoteo 4
plena a su presencia, para que pudiera continuar proclamando su
Mensaje aquí en la tierra.
19Por favor, salúdame a Prisca
y Aquila y a la familia de Onesíforo. 20Dejé a Trófimo en Mileto,
porque estaba demasiado enfer-
mo para viajar. Haga lo posible
por venir antes del invierno.
21Eúbulo, Pudente, Lino, Claudia y todas las hermanas y hermanos les envían saludos. 22Que Jesús esté (sea) con su Espíritu. La
Gracia esté con ustedes.
264
Carta a
Tito
Capítulo 1
1Pablo, siervo de Dios y apóstol
de Jesús, a Tito mi verdadero hijo
en la fe. 2Fuimos llamados para
fomentar la fe en todas las hijas
e hijos de Dios, y para guiarlos
hacia la Vida Divina que somos
(podemos tener) como hijas e hijos de Dios y hermanas y hermanos de Jesús. 3Fuimos llamados a
llevar esta Buena Nueva a todos.
4Amor y Paz a usted, Tito, de
Dios nuestro Papá y Jesús nuestro Hermano.
5Sabe que le dejé en Creta para
atender los problemas allí y nombrar ancianos en cada ciudad. 6Estos ancianos han de ser personas
sobresalientes, cuyos hijos creen
y viven la Buena Nueva. 7Porque
el obispo debe cuidar de la Familia de Dios. Como cualquier
padre, el obispo debe llevar una
vida ejemplar, para enseñar con el
ejemplo y no ser terco, arrogante,
dado a la bebida o avaro.
8Los obispos deben tener un corazón amable y acogedor, un espíritu suave y una vida santa. Deben creer y vivir la Buena Nueva
de Jesús, la cual deben impartir
a través de enseñanzas llenas de
Espíritu, 9y que puedan atender a
quienes están en proceso de aceptar esta Buena Nueva.
10Entonces, Tito, mi querido
hijo, asegúrese de insistir que
quienes fueron judíos, no impongan leyes antiguas a los nuevos
convertidos. 11Jesús nos sacó de
la ley, pero no nos llevó al libertinaje. 12El Amor es amable, pero
no menos exigente. 13La ley se
ocupa de las acciones, mientras
265
Tito 1, 2, 3
el amor trata con el corazón, que
es una parte mucho más profunda
de nosotros. 14Esto es muy importante, porque entre más nos
adentremos en nosotros mismos,
15más nos acercaremos a Jesús y
más se encarna la Buena Nueva.
Capítulo 3
Capítulo 2
1Enseñe
a amar más profundamente y a
servir con mayor voluntad. 14No
como un sacrificio, sino como
un privilegio. 15No como una ley
para cumplir, sino como un amor
para celebrar.
1Recuérdeles
a las hermanas y hermanos mayores con amor y paciencia, para que sean moderados, tolerantes y sólidos en su fe.
2Ellos deben llevar a cabo su Llamado instruyendo a los más jóvenes de la Comunidad, mediante la
palabra y el ejemplo. 3Las hermanas y hermanos menores deben
buscar en sus ancianos, como si
fueran sus padres, la sabiduría y
la guía, para que puedan crecer en
la plenitud de la fe. 4Desde muy
temprana edad, a todos los niños
les deben enseñar que también
son hijas e hijos de Dios, 5para
que puedan crecer dándose cuenta y viviendo su derecho de nacimiento.
11Por esta misma razón nuestro
Hermano Jesús vino a recordarnos que nuestro Dios es nuestro
Papá, amándonos y cuidándonos
como hace el mejor de los Papás.
12Jesús nos enseñó que el fundamento de nuestra fe es la Familia
de Dios, 13invitándonos siempre
que deben respetar a la autoridad legítima y estar
dispuestos a cualquier tipo de
servicio. 2No deben calumniar a
nadie, ni siquiera a sus enemigos,
más bien deben ser amables y
humildes con todas las personas.
3Jesús nos enseñó estas cosas
con su maravilloso ejemplo de
amor. 4Él nos enseñó lo mucho
que Dios nos ama y que su amor
debería ser nuestro ejemplo de
vida. 5Cuando sentimos que no
podemos amar como Él lo hizo,
hay que recordar que su Espíritu,
el Espíritu de Amor, está dentro
de nosotros para ayudarnos. 6Por
eso, cuando nos abrimos a Jesús
nos abrimos a la gracia del amor,
como Él lo hizo y lo hace. 7Esto
demuestra que Él es nuestro hermano, que Dios es nuestro Papá y
que tenemos su misma Vida Divina, como nuestra propia vida.
8Éste es el núcleo de la enseñanza de Jesús, y debe ser también
el núcleo de lo que enseñemos.
9De esta Vida Divina en nosotros
266
Tito 3
viene amor y servicio, y debemos
estar siempre abiertos a las manifestaciones de esta nueva Vida.
10Amen a quienes no siguen esta
enseñanza, 11pero sus principales
relaciones sean con quienes la siguen en las Comunidades.
12Cuando le envíe a Artemas o
a Tiquico a reemplazarlo, procure visitarme en Nicópolis, ya que
he decidido pasar allí el invierno.
favor, suministre a Zenas,
el abogado, y a Apolo, lo que necesiten para su viaje. 14Logre que
nuestra gente se dedique a un trabajo honorable para atender nuestras necesidades. 15Todos los que
están conmigo le envían saludos.
Saludos a quienes nos aman. Que
la gracia esté con usted.
13Por
267
Carta a
Filemón
1Pablo,
prisionero de Jesús y
nuestro querido hermano Timoteo, a Filemón, nuestro querido
compañero de trabajo, 2a nuestra
hermana Apia, a nuestro hermano
Arquipo y a la Comunidad que
se reúne en su casa. 3Amor y paz
de Dios nuestro Papá y de Jesús
nuestro Hermano.
4Siempre agradezco a Dios,
cuando los menciono en mis oraciones, 5porque he oído de todo
el amor y fe que practican hacia
nuestro Hermano Jesús y a todos los santos. 6Oro para que el
amor y servicio que usted tiene
en su Comunidad, contribuya a
la difusión de la Buena Nueva.
7El profundo amor que usted ha
demostrado por sus hermanas y
hermanos se ha desbordado sobre
mí y me ha traído mucha alegría
y tranquilidad.
8Por
eso, como su padre espiritual, me siento libre para darle
instrucciones, 9pero prefiero pedirte el favor, como hermanos
que somos en el Amor. 10Yo,
Pablo, anciano y prisionero de
Jesús, intercedo por mi hijo Onésimo, a quien adopté mientras estaba en prisión. 11Aunque alguna
vez no se le consideró útil para
usted, ahora es útil para ambos.
12Se lo envió de nuevo y con él
mi corazón. 13Preferiría tenerlo
conmigo, para que pudiera servirme mientras estoy en prisión por
causa de la Buena Nueva, 14pero
no quiero hacer nada sin su permiso, a menos que pueda venir de
su corazón. 15Aunque se apartó
de usted por un tiempo, quizás
ahora quiera tenerlo de nuevo
para siempre. 16No como esclavo,
sino como hermano. Aunque esto
268
Filemón
parece obvio para mí, le pido que
lo haga realidad en nuestro Hermano Jesús.
17Por favor, recíbalo como si
me recibiera a mí. 18Si en algo
causó dañó o le debe algo, póngalo en mi cuenta. 19Yo, Pablo,
escribo ahora de mi propia mano,
para jurar que le pagaré, sin mencionar que usted me debe a mí
su propio ser por la nueva vida
que le di. 20Sí, mi hermano, estoy
muy feliz de lo que he hecho por
usted, porque eso nos ha acercado
más a Jesús.
21Le
escribo confiando que me
escuchará y sabiendo que hará
aún más de lo que le pido. 22Mientras tanto, prepare una habitación
para mí, ya que espero que por su
oración pueda visitarlo.
23Epafras, mi compañero de
prisión en Jesús, le envía sus saludos. 24También Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis compañeros de trabajo.
25La gracia de Jesús esté con su
Espíritu.
269
Carta a los
Hebreos
Capítulo 1
1Papá
habló a nuestros antepasados ​​en tiempos diferentes y
de diferentes maneras, a través
de sus profetas. 2Finalmente habló a través de su Hijo, nuestro
Hermano Jesús, anunciándonos
su amor por nosotros y que todos
somos miembros de su Familia.
3Jesús es el perfecto reflejo de su
Papá y nos llama a ser como Él.
Nos limpió de nuestras antiguas
ideas de Dios y lo sigue haciendo
hasta hoy.
4Jesús se convirtió en Hijo, para
enseñarnos que también nosotros
somos hijas e hijos de Papá. 5Pide
que escuchemos cuidadosamente
nuestro corazón, para que podamos oír que Papá dice: 6“Usted es
mi amada hija, mi amado hijo”,
7y “Yo seré su Papá, y usted será
mi hija, y mi hijo”.
8La Buena Nueva es todo acer-
ca de la familia, todo acerca de la
Familia de Dios. 9La Buena Nueva es todo acerca de la relación;
relación con nuestro Papá y con
nuestras hermanas y hermanos.
Nada es tan importante como
esto. 10Ni poder, ni rango, ni dinero; porque todo fue disuelto
por Jesús para ser reemplazado
por Amor. 11Un Dios de Amor
no podía hacer otra cosa. 12Un
Dios que es Amor, estableció Familias (Comunidades) de Amor.
13La Buena Nueva sustituye ley
por Amor y templos por hogares,
por corazones. 14Los templos son
para un Dios distante; los hogares
son para un Papá amoroso, que en
últimas está en nuestro corazón.
Capítulo 2
1Debemos
mantener abiertos
nuestros ojos y corazones a esta
maravillosa Verdad. 2El Espíritu
270
Hebreos 2, 3
la recordará hasta que penetre en
nuestros huesos para siempre. 3Es
tan diferente de lo que pensaron
nuestros antepasados, que podría
ser difícil para la mente aceptarla, pero el corazón la reconocerá
como la Verdad que ha estado
anhelando. Habrá gran alegría
cuando esta Verdad encienda el
mundo en fuego con amor. Tengan comprensión con quienes
no pueden ajustarse a esto, continúen amándolos hasta que puedan entrar y regocijarse. Hay más
Buena Nueva en Jesús que en todos los profetas de la antigüedad.
Ellos señalaron el camino, pero
Jesús llegó a ser el Camino.
Cuando vean en acción los Dones del Espíritu, sabrán que Amor
está presente. Porque el Espíritu
es Jesús desencarnado. El Espíritu es Jesús resucitado y la invitación a resucitar con Él en nuestra propia Vida Divina, la propia
herencia de nuestro Papá. Papá
nos ha llamado a ser sus hijas e
hijos, y como tal a ser sus Dioses.
Para continuar la obra maravillosa que su hijo Jesús comenzó. No
permitan que nadie les diga algo
diferente. Los salmos y el mismo
Jesús han dicho: “Ustedes son
dioses”. Asegúrense recordar que
Dios es Amor y Dios es Servicio.
Que nunca está distante y que
nunca juzga.
De cierta manera hemos naci-
do a través de Jesús, desde que
nos abrió la puerta a la Familia
de Dios. Cuando entramos por
esa puerta y somos recibidos por
nuestro Papá Dios, en ese momento somos recreados y renacidos en su verdadera esencia.
11Todos tenemos el mismo
Papá, el mismo Linaje Divino.
Por este Linaje somos santificados, tal como lo fue Jesús. Él
comenzó a vivir el Linaje Divino,
el cual transformará el mundo
cuando sea reconocido y vivido
por todos. Por eso Jesús se siente
orgulloso de llamarnos hermanas
y hermanos, y decirle a nuestro
Papá: “He dicho a mis hermanas
y hermanos lo que me has dicho,
para que juntos podamos darte
gracias”.
Jesús encarnó la Alianza de
Papá con Abraham, y nos sacó de
la ley en la que estábamos atascados por siglos. Ahora nos damos
cuenta que la Alianza de Abraham fue precursora de la Familia
de Dios. Debemos mantener todo
basado en esta Familia. Cuando
Jesús murió en su humanidad y
resucitó en su Divinidad, estableció la Familia Divina para perpetuar el Linaje Divino de Amor.
Capítulo 3
1Entonces, mis santas hermanas
y hermanos, amados miembros
271
Hebreos 3, 4
de la Familia de Dios, pongan su
mente y su corazón en Jesús, el
hermano de todas nuestras Comunidades. 2Él fue fiel a lo que
su Papá le pidió. 3Por eso merece
el honor de señalarnos el camino
hacia la Familia de Dios. 4Toda
familia comienza con una madre
y un padre. Luego viene el hijo
mayor, que es Jesús en la Familia
de Dios. 5Nuestro Dios es lo suficientemente grande y trascedente
para ser tanto Madre como Padre,
experimentando así totalmente el
Ser Uno. El Ser Uno al que todos
somos llamados. 6El Ser Uno por
el cual Jesús oró, y sabemos que
las oraciones de Jesús siempre serán escuchadas. Estamos invitados a ser parte de esta respuesta.
7Por eso el Espíritu dice en
nuestros corazones: “En el momento que escuchen su voz invitándolos a formar parte de su
Familia, ábranse y caminen hacia
ella”. 12No dejen pasar esta oportunidad, porque aunque el Espíritu continuamente nos recuerda
esta invitación, un corazón endurecido puede bloquear nuestros
oídos a ella.
13Quienes han endurecido sus
corazones a veces no pueden
escuchar a Dios, por eso no duden en extender esta invitación a
quienes aman y a quienes se encuentren. 14Porque aunque nunca
podemos dejar de pertenencia a la
Familia de Dios, sí podemos perder el gozo que viene de sentirnos
amados.
Capítulo 4
1Seamos
muy cuidadosos para
escuchar diariamente la Voz de
Papá y Mamá en nuestros corazones. Esto es básico en cualquier
familia, más aún en la Familia de
Dios. 2Hemos escuchado la Buena Nueva que nos invita a esta
Familia y a aceptar nuestro Linaje Divino. Cuando creemos esto,
entramos en esa gloriosa familia
y descansamos en su amor. No
hay alegría que supere esto; por
lo tanto, nunca se cansen de invitar a todos a ser partícipes de este
gozo. Porque el gozo siempre
crece cuando se comparte.
Algunos creen que hay personas indignas de entrar en la Familia de Dios. ¿Qué verdadero
padre o madre creería esto? ¿Qué
verdadera hermana o hermano
rechaza a un familiar? Jesús vino
a salvarnos de esa idea. Jesús
restableció la Familia de Dios,
mientras predicó la Buena Nueva del Amor de Papá por todos.
Papá no quiere que le tengamos
miedo, sino que nos acerquemos
a Él en amor. Para hacer esto tenemos que creer la Buena Nueva
y olvidar todas las malas noticias
que nos fueron dadas antes. Esto
272
Hebreos 4, 5
es difícil, porque requiere una
muerte real de nosotros mismos
y de las antiguas ideas de Dios,
pero Jesús nos ha mostrado el poder (la posibilidad) de la resurrección. La muerte ha sido el temor
más profundo de la humanidad
desde que el mundo comenzó. Jesús caminó a través de la muerte,
para vencer ese miedo y abrirnos
a nuestro Dios de Amor.
La antigua creencia decía que
la muerte era la puerta al cielo; la Buena Nueva dice que la
Vida Divina es la puerta a la Divina Presencia de Dios, y que la
podemos obtener ¡simplemente
abriéndonos a ella! Jesús derramó su sangre para que su espíritu
pudiera entrar en nosotros. Esto
no tiene absolutamente nada que
ver con los sacrificios del Antiguo Testamento, sino con el cambio de nuestra creencia acerca de
Dios-Papá.
A medida que su sangre entra
en nuestro cuerpo, en nuestro ser,
y aceptamos este Linaje Divino,
la Buena Nueva nace (en nosotros). Es por esto que parte de la
Buena Nueva es la ceremonia que
nos dejó, donde recordamos beber su Sangre, al final de la cual
Él dice: “Hagan esto para recordar que ¡ustedes son yo!”.
12Esta Palabra de Dios es como
una espada de dos filos. Corta profundamente las creencias
antiguas, las cuales deben morir
para que la Buena Nueva resucite. “Amor es lo que quiero, y no
sacrificios”, como Oseas lo dice
maravillosamente, aclarando el
deseo de Papá. La Sangre que
bebemos para cumplir el mandato de Jesús, no tiene nada que
ver con sacrificio y muerte, sino
bastante que ver con Vida. Jesús
sabía que nos tomaría mucho
tiempo llegar a creer en nuestro
nuevo Linaje; por eso nos dejó
esta ceremonia como constante
recordatorio.
Al realizar esta ceremonia durante una comida y en una casa,
Jesús trasladó la religión del
templo al hogar. Cambió la religión de la adoración a un Dios
distante, por una reunión íntima
con Papá, Mamá, Hermanas y
Hermanos amorosos. Esto eliminó la necesidad de un mediador
entre nosotros y Dios. Entonces,
los nuevos sacerdotes no son
mediadores sino profetas, que
proclaman la Buena Nueva y
nos recuerdan que todos somos
sacerdotes y podemos hablar y
caminar directamente con Papá y
con nuestro Hermano.
Capítulo 5
1Necesitamos
hablar más sobre
este enorme cambio que Jesús
enseñó y vivió. Él intentó ser un
273
Hebreos 5, 6
profeta para el pueblo judío, pero
muchos lo calificaron como un
rebelde. Y aún peor, lo consideraron como una amenaza. Efectivamente, era amenaza para la vieja
religión de un Dios distante, que
exigía sacrificios por el pecado.
Cuando Jesús trajo la religión
de nuevo al hogar, donde siempre debió estar, decepcionó a los
sacerdotes, que se consideraban a
sí mismos gente muy especial. La
Buena Nueva nos dice que todos
somos gente muy especial, tan especial que pertenecemos a la Familia de Dios. Jesús anhela que
nos demos cuenta y creamos esta
su maravillosa Verdad. En cierto
modo, Jesús murió como Dios
para ser resucitado en nuestros
corazones. Los corazones son los
nuevos templos.
Por esto, la primera instrucción
de Jesús a sus apóstoles fue: “Digan a la gente que Dios está dentro
de sí mismos”. Jesús como Dios
murió, para que la gente dejara de
buscar a Dios afuera. La gente lo
veía fuera, pero después de su resurrección podían sentirlo dentro.
Y este sentimiento podría convertirse en un ser siempre presente en
ellos. Pasaríamos de querer estar
cerca de Dios, a querer ser Dios;
no a la manera antigua de un ser
todopoderoso, sino a la manera de un amigo que ama y sirve.
Capítulo 6
Profundicemos en lo central de
la Buena Nueva y enfrentemos
las exigencias de vivirla. La nueva “religión” de Jesús es relación.
Habló de tres relaciones básicas:
Amor a Dios, Amor al Prójimo
y Amor a Sí Mismo. Al hacerlo
se refería a la profunda interconexión entre estos tres. Porque
si no nos amamos nosotros mismos, no podemos amar a nuestro
prójimo ni a Dios. Si no amamos
a Dios, no podemos realmente
amar a nuestro prójimo ni a nosotros mismos.
Por favor, enseñen esto a sus
hijos con profundo respeto y gran
amor. No los critiquen, mejor
invítenlos a crecer. No los castiguen, llévenlos con amor a las acciones correctas. Recuerden que
la imagen de los niños sobre Dios
está basada en la imagen que tienen de su Mamá y su Papá. Las
religiones que enseñan un Dios
vengativo permiten a los padres
ser vengativos. La Buena Nueva
descarta todas estas malas noticias. El problema es que hemos
escuchado tantas malas noticias
por tanto tiempo, que creemos
que la Buena Nueva es pura fantasía.
Algunos están muy entusiasmados con la Buena Nueva, pero
usan las malas noticias como su
274
Hebreos 6, 7
fundamento. Por eso después de
un tiempo se sienten desorientados y regresan a las antiguas
creencias, tomándolas erróneamente como Verdad. Necesitamos un constante Pentecostés
para evitar esto. Y beber constantemente nuestro Linaje para superar siglos de creencias erróneas.
¡Ustedes son Dios! Tienen la
Vida Divina en ustedes. Vivirán
por siempre. Tienen una Familia
Divina para apoyarlos. Si no se
sienten apoyados por su Comunidad, cámbienla o abandónenla.
Encuentren una nueva Comunidad o empiecen otra, no para
dirigir sino para servir. La Buena
Nueva es muy simple: vivan en
la Familia de Dios, sean Dios, un
Dios que ama, un Dios que sirve.
Capítulo 7
Llegamos ahora al asunto del
sacerdocio en la Buena Nueva.
En la antigua ley un sacerdote
llegaba a ser tal simplemente por
tener sangre sacerdotal, la sangre
de Leví. Esto era cuando se creía
que la única manera de llegar a
un Dios distante era a través del
sacrificio. Pecábamos, entonces
ofrecíamos sacrificios y así aplacábamos la ira de Dios, lo cual
nos permitía acercarnos un poco
a Él, aunque no suficientemente
como Amor.
Jesús cambió todo esto. Expulsó a los comerciantes de animales
y dinero fuera del templo para
enseñar físicamente: “Amor es
lo que quiero, y no sacrificios”.
Esta enseñanza de Oseas se escuchaba, pero fue ignorada porque
estaba demasiado lejos de las enseñanzas de los sacerdotes. Pues
eso les quitaba su forma de ganarse la vida. Y con el tiempo esta
Palabra de Dios predicada por
Oseas fue ignorada totalmente.
Ahora es resucitada por Jesús.
Si omitimos la necesidad del
sacrificio, parecería que eliminamos la necesidad de sacerdotes. Y
en cierta manera es correcto. Esto
ocurre cuando el “sacerdote” es
visto como ejecutor de sacrificios.
En la Buena Nueva Jesús enseña que somos Dios. ¿Cómo es posible que Dios tenga necesidad de
sacrificios? Esa antigua ley murió cuando Jesús murió. Por eso,
precisamente antes de su muerte,
estableció un nuevo sacerdocio,
no para templos, sino para hogares. No para instituciones, sino
para familias. Cuando Jesús dijo:
“Hagan esto”, se refería no solamente a las acciones sino también
al lugar donde deberían llevarse
a cabo. Hoy conservamos esta
costumbre, pero quienes tienen el
Don de Profecía dicen que vendrán tiempos en que los sacerdo-
275
Hebreos 7, 8
tes construirán templos y se ganarán la vida trabajando en ellos.
La Última Cena fue la primera
comida de este nuevo sacerdocio.
El sacrificio ya no es necesario,
pero alimentarnos sí. La Fracción
del Pan nos vuelve a mostrar el
Maná del cielo, a Papá alimentando su Familia. Beber la Sangre
apunta a nuestra necesidad de estar recordando permanentemente
el Linaje Divino que Jesús restableció.
Papá trató de hacernos llegar
este mensaje durante siglos. David lo escuchó y lo escribió en
uno de sus salmos. Pero la gente nunca lo tomó en serio. Luego
vino Jesús con este Mensaje principal, poniendo fuego en el mundo, hasta que ha sido opacado por
la codicia y el deseo de poder.
Todavía están vivos muchos de
los que escucharon a Jesús predicar sobre el Linaje Divino, Vida
Divina, Vida Eterna, pero son pocos quienes se han aferrado a esta
Verdad con Fe. Muchos se burlan
cuando se les predica esta Buena
Nueva, aun en Comunidades que
dicen seguir a Jesús. Mientras no
saquemos el dinero y el poder
fuera de nuestras expresiones de
fe y de nuestras Comunidades,
la Buena Nueva no tomará fuego
nuevamente. Pues se le ha echado
demasiada agua encima.
Entonces, mis queridas hermanas y hermanos, organicemos
reuniones familiares donde nos
sintamos alimentados por PapáMamá y recibamos transfusión
de sangre. Quienes hacen esto
con nosotros son los verdaderos
sacerdotes de Jesús. Recibí mi
sacerdocio directamente de Jesús.
Honremos a quienes reciben esta
gracia mediante la imposición de
manos, como fue enseñado por
los otros apóstoles. Personalmente creo en ambas formas de ser
llamados a amar y a servir la Familia de Dios.
Por eso, si su llamada al servicio vino de mi imposición de
manos o por el simple reconocimiento de la llamada en su corazón, manténganse firmes en el
modelo de sacerdocio que nos
muestra la Buena Nueva.
Capítulo 8
8Antes
de la llegada de Jesús,
Papá dijo: “Se acercan los días
cuando haré una Alianza con mis
hijas e hijos, no como aquella que
hice con sus antepasados, cuando los liberé de Egipto. 10En esta
nueva Alianza fijaré mi voluntad
en sus mentes y mi amor en sus
corazones, seré su Dios y ellos
serán mi pueblo. 11Ya no será necesario que a mis hijas e hijos se
276
Hebreos 8, 9, 11
les enseñe acerca de mí, porque
todos me conocerán a través de
nuestra íntima relación. Tendré
esta íntima relación con todos,
desde los más jóvenes hasta los
más viejos”.
Capítulo 9
Déjenme decir una cosa más
sobre la muerte de Jesús. La gente la ve como una tragedia, y de
alguna manera todos sufren, obviamente. Pero para llegar a tener
herederos, la persona debe morir. La tragedia de la crucifixión
es también el toque de trompeta
anunciando que su Linaje ha pasado a nosotros. Anuncia que a
través de su muerte hemos heredado su Vida. Ésta quizá sea una
extraña manera, una manera que
nos afecta o nos duele, pero los
esfuerzos anteriores de Papá no
tuvieron los resultados esperados.
Capítulo 11
1Hablemos
ahora acerca de la
fe y la gente de fe. La fe puede
verse como garantía de lo que
esperamos, o como convicción
de las cosas que no podemos ver.
3Por fe, creemos que el universo
fue creado por Dios de la nada.
6La fe es una ayuda maravillosa
en nuestra relación con Dios. Por
lo general, no lo vemos, pero lo
podemos sentir. Es así porque su
esencia es más energía que materia física. 7Al principio es muy
importante tener fe en la existencia de Dios. Después de experimentar a Dios, la fe no es necesaria, porque ya conocemos a Dios.
8Por fe Abraham escuchó a
Dios, cuando le dijo que fuera a
un lugar desconocido, el cual se
convertiría en su herencia. Por un
tiempo vagó sin tener idea para
dónde iba. Por fe vivió en la Tierra Prometida como en un país
extranjero, viviendo en tiendas
de campaña al igual que Isaac y
Jacob, que eran herederos de esta
promesa.
11También por fe Sara recibió el
poder de concebir, aunque estaba
muy pasada de edad para eso,
porque creía lo que Dios le había
dicho. 12De esta importante pareja nacieron tantos descendientes
como estrellas en el cielo o arenas
en la playa.
13Todos éstos murieron en la fe,
sin ver lo que les había sido prometido, 14pero creían que Papá
tenía un lugar especial preparado para ellos. 16Por eso Dios los
trajo a su corazón. Su corazón, su
Amor, es la verdadera Tierra Prometida.
17La fe de Abraham tuvo otra
difícil prueba. Se le pidió que
sacrificara a su hijo amado. Res-
277
Hebreos 11, 12
pondió tomando a Isaac y llevándolo a la montaña, para ofrecerlo
como sacrificio, 18aunque Dios
le había prometido descendencia
por medio de él. 19Abraham creía
que Dios podría devolverle a Isaac aun después de muerto, lo que
de alguna manera hizo.
29Por fe los israelitas cruzaron
el Mar Rojo como si fuera tierra
firme, y sin embargo los egipcios
que los perseguían se ahogaron.
30Por fe las murallas de Jericó
cayeron después de que los israelitas marcharon alrededor de ellas
durante siete días.
32Podría seguir y seguir con
muchos ejemplos de fe en las Escrituras, pero creo que he dejado
claro mi punto de vista acerca de
la suprema importancia de la fe.
Capítulo 12
Disfrutemos pues la maravillosa luz de estos numerosos testigos de fe. Abramos por completo
nuestras vidas a esta luz, para que
podamos ver claramente cómo
la Buena Nueva de Jesús nos envuelve totalmente. Romper con
la mentalidad basada en la ley es
muy difícil, porque durante muchos siglos hemos pensado que
ése era el verdadero camino y la
última verdad.
Ahora sabemos que Jesús es la
Verdad, y puesto que la Verdad
es una persona y no un conjunto
de leyes o normas, tenemos que
abrir nuestra fe a Él desde el comienzo.
Entonces pongamos nuestros
ojos en Jesús y comencemos a recorrer este nuevo camino trazado
para nosotros. El Camino hacia
Jesús, Camino de Amor, a veces
se pone muy estrecho. Podrán
sentir que es demasiado estrecho
para pasar, pero lo que impide su
paso no es lo estrecho del camino,
sino el equipaje que llevan consigo. Por eso a menudo tendrán que
tomar decisiones difíciles: tirar la
carga que les impide seguir adelante, o retroceder y buscar un
camino más ancho. Pero ese camino más ancho nunca conduce a
la felicidad.
Si sus corazones están abiertos,
Jesús les dará suficientes chispazos de Él mismo para estimularlos a seguir adelante. El problema
es que consideramos que nuestro
equipaje es parte de nuestro ser, y
no queremos dejarlo atrás. Al dejarlo atrás sentimos como si nos
negáramos a nosotros mismos,
pero en realidad es la única forma
de llegar a ser nosotros mismos.
Jesús no nos conduciría por un
camino equivocado ni permitiría
que continuáramos en nuestras
mentiras acerca de quién y qué
somos. Las mentiras nos alejan
de la Verdad, por eso no pueden
278
Hebreos 12, 13
ser permitidas en el Camino a la
Verdad.
El camino de Jesús para llegar
a ser la Verdad tampoco fue fácil.
Recorrió su humanidad a través
del mismo camino estrecho que
ahora nos invita a seguir. Es un
amante amable, pero también exigente, porque no hay otra opción
para crecer. Así que tengan cuidado con quienes ofrecen equipajes
para su viaje.
Si volvemos a nuestra imagen
de Familia, vemos que los padres son como este Camino. A
veces deben pedir a sus hijos que
se despojen de maletas que han
recogido a lo largo del camino.
Para limitar la cantidad de maletas, los padres siempre deben
hablar la Verdad, porque una maleta de mentiras es muy difícil de
abandonar. Deben actuar siempre
desde el amor, porque un equipaje de miedo es aún más difícil de
dejar atrás.
12Por tanto, queridas hermanas y hermanos, tengan coraje
en este Camino. Aun si empiezan
a cojear, no reduzcan la velocidad, aunque la articulación quede completamente dislocada. En
cambio mantengan sus ojos fijos
en Jesús, que los sanará.
14Mientras avanzan busquen
paz con todo el que se encuentren, esto les mantendrá un ca-
mino tranquilo. Y para quienes
no les den la paz, ustedes denles
amor, porque el amor cubre multitud de golpes. 22De esta manera
llegaremos al monte Sión, a la
ciudad del Dios vivo, a la Nueva
Jerusalén, a la ciudad de Jesús, a
la Ciudad de Verdad.
Capítulo 13
1Finalmente,
hablemos acerca de Amor, el centro de todo.
“Que Dios permita que el amor
siga creciendo cada día entre las
hermanas y hermanos”. 2Sean
prontos para ofrecer hospitalidad,
porque al hacerlo algunos han
recibido ángeles en sus hogares
sin saberlo. 3Recuerden a quienes
están en prisión, como si fueran
ustedes los prisioneros. Lo mismo con quienes están siendo maltratados.
4Que las parejas vivan en un
profundo respeto y amor y que
sean fieles el uno al otro. 5Amen
a Dios mucho más que al dinero. Estén satisfechos con lo que
tengan, porque Papá ha dicho:
“Siempre estaré con ustedes”.
6Por eso siempre debemos decir: “Papá cuida de mí, no temeré
¿Quién podrá contra mí?”.
7Tengan en mente a sus pastores, que les han dado el Mensaje de Dios. Sigan su ejemplo de
279
Hebreos 13
cómo vivir y en qué creer. 8Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
siempre.
9No se dejen desorientar por
quien enseñe algo diferente de
Amor. Solo Amor puede realmente darnos fortaleza. Amor es
nuestro alimento real. 10Que el
corazón de Jesús sea nuestro único altar. 11Dejen que el Amor de
Jesús sea nuestra única guía.
12Jesús ha caminado adelante
de nosotros en el Camino de la
Santidad. Es nuestra santidad.
13Caminemos solo con Él, aunque
eso signifique soportar insultos y
persecuciones como Él. 15Con su
fortaleza, estemos siempre agradecidos, y seamos solo amor.
16Recuerden siempre caminar
por el camino recto y ser generosos, porque esto es grato a Dios.
17Sigan siempre a sus buenos
pastores, porque ellos cuidan de
ustedes. Apóyenlos como lo ha-
rían conmigo. 18Oren por nosotros para que vivamos y actuemos
honorablemente. 19Ruego que
pueda visitarlos pronto.
20Que la paz de Dios, que puede resucitarnos de nuestros pensamientos de ira, sea nuestro
Buen Pastor. Que continúe profundizando nuestro Alianza con
Él, obrando en nosotros a través
de Jesús. 21Y que Jesús sea siempre nuestra fuerza y nuestro
​​
guía.
22Les pido, hermanas y hermanos, que escuchen pacientemente lo que he escrito. 23Sepan
que nuestro hermano Timoteo ha
sido liberado. Si puede venir, me
encantaría encontrarme con él.
24Den nuestros saludos a todos
sus Pastores y a todos los santos.
Las hermanas y hermanos italianos les envían sus saludos.
25El Amor esté con todos ustedes.
280
Carta de
Santiago
Capítulo 1
7Recuerden
1Yo, Santiago, siervo de nuestro
Papá y nuestro hermano Jesús; a
las doce tribus en la diáspora: Saludos.
2Cuando sean cuestionados,
mis queridos hermanas y hermanos, considérenlo una oportunidad para fortalecerse ustedes mismos. 3Porque las pruebas que son
soportadas y superadas aumentan
nuestra fe y nos hacen fuertes. 4Y
entre más fuertes nos hacemos,
más fácil caminar con Jesús.
5Si tienen dudas, pídanle a
Dios la sabiduría para entender
más plenamente. Él da generosamente todo lo que le pedimos
con fe. Pero debemos pedir con
fe, sin ninguna duda; 6porque
quienes dudan son como olas del
mar cuando son sacudidas por el
viento.
que la fe es la flor
del Amor. Cuando hemos sido
amados y cuidados, tenemos fe.
8Por lo tanto, amen siempre y
cuiden de ustedes mismos y de
quienes los rodean.
9Que todos sean iguales, desde
quienes son considerados inferiores, hasta quienes son considerados ricos. 10Porque la riqueza
siempre se diluye al final, aunque
algunos puedan aferrarse al dinero. 11Si tratamos de sostener a
Dios en una mano y al dinero en
la otra, cuando se trate del corazón debemos tomar una decisión,
porque solamente tenemos un corazón con el cual amar.
12Cuando vengan las pruebas,
unas pueden desanimarnos, pero
otras animarnos si caminamos en
ellas con el poder de Dios. Nuestro Dios, nuestro Papá, siempre
281
Santiago 1, 2
está ayudándonos, aunque no
parezca. 13Las tentaciones no
vienen de Papá, sino de nosotros
mismos. Cuando llegan, podemos reaccionar con miedo o con
fe. 14El miedo es causado por falta de fe. La Fe nos permite caminar plenamente en nuestra Divinidad, que es fe pura, porque es
puro amor. 15De manera que no
culpemos a Papá por lo que sentimos; más bien caminemos en
la fe, sabiendo que con su fuerza podemos enfrentar y superar
cualquier prueba.
16Sean conscientes, mis queridas hermanas y hermanos, qué
tan amable y generoso es nuestro
Papá. 17Él derrama su abundante amor sobre nosotros sin excepción. 18Nos engendró desde
el Amor para que podamos ser
Amor.
19También entiendan, mis queridas hermanas y hermanos, que
es importante escuchar, y ser lentos para reaccionar 20o enojarse,
porque la ira viene del miedo y no
de Dios. 21Purifiquen sus corazones y mentes, para que con humildad puedan escuchar la Palabra de Papá. 22Sean practicantes
de su Palabra y no solo espectadores, 23porque quienes escuchan
y no actúan son como quienes
están sordos. 24Quienes escuchan
la Palabra de Papá y la siguen,
25encontrarán la alegría verdade-
ra en sus vidas. 26Quienes creen
que son religiosos, pero hablan
en contra de otras religiones, se
engañan a sí mismos y practican
una religión inútil. 27La religión
pura y sin mancha a los ojos de
Dios nuestro Papá es ésta: cuidar
a los huérfanos y a las viudas en
necesidad, y mantenerse libres de
los valores mundanos.
Capítulo 2
1Mis
queridas hermanas y hermanos, en Jesús no hay exclusiones ni lugar para la parcialidad.
Cuando caminamos con él no hay
lugar para el exhibicionismo. 2Si
llega a su casa una persona rica
vestida con lujos y joyas de oro y
una persona pobre vestida de harapos, ambos deben ser tratados
por igual, como hermanas y hermanos en nuestro Hermano Jesús. 3Si dijeran a la persona rica:
siéntese aquí junto a nosotros, y
al pobre: siéntese allá en el suelo, serían los peores petulantes.
4No debemos juzgar a nadie, sino
amar a todos por igual.
5Porque, ¿acaso Papá no ha elegido a los pobres para ser ricos
en fe y sus herederos especiales?
6Si actúan de esta forma, estarían
deshonrando a los pobres. ¿Acaso frecuentemente los ricos no los
desprecian y los arrastran a los
tribunales? 7¿Acaso no calum-
282
Santiago 2, 3
nian de su buen nombre? 8Hacen bien si observan la Regla de
Amor de Jesús: “Amen a su prójimo como a ustedes mismos”.
9Si son pretenciosos, no están actuando como Jesús nos pide.
10No podemos seleccionar y
elegir entre las cosas que Jesús
nos ha pedido que hagamos, ya
que conforman un todo integral.
11No podemos amar a unos y
odiar a otros, porque todos son
hermanas y hermanos para nosotros. 12Hablen y actúen de una
manera coherente, como Jesús
habló y actuó. 13Si juzgamos, estaremos sujetos al juicio, pero si
amamos estaremos sujetos solamente al amor.
14Porque el juicio viene de la
ley, y el Hermano Jesús enseñó
en la Buena Nueva que no estamos bajo la ley sino bajo el Amor,
puesto que ya somos hijas e hijos
de Papá. 15Del Amor viene la fe,
de la fe viene el llamado a servir
a los demás en el Amor. 16Este
círculo continuo de Amor a Fe, a
Servicio y a Amor, no puede ser
roto sin destruir nuestra felicidad
y la esencia misma de lo que somos. 17Porque Dios es Amor, somos Dios y por lo tanto también
somos Amor.
18Quienes se oponen a esto se
oponen a Dios. 19Quienes no lo
ven de esta manera, necesitan
simplemente escuchar de nuevo
la Buena Nueva de Jesús. 20Pues
lo que enseñó no es simplemente
su opinión, sino encarnación de la
Verdad.
Capítulo 3
1Tomen
con calma, mis hermanas y hermanos, el llegar a ser
maestros, ya que implica graves
responsabilidades. 2Lo que hablamos con la lengua es conexión
con la Verdad. 3Cuando ponemos
un freno en la boca de los caballos con la finalidad de controlarlos, controlamos todo su cuerpo.
4Y con un pequeño timón podemos orientar los barcos, incluso
en medio de fuertes vientos. 5Así
también sucede con la lengua;
pese a ser un órgano pequeño
puede decir cosas grandes; igual
que un bosque puede transformarse radicalmente con una chispa de fuego. 6La lengua es fuego
y puede destruir muchas cosas.
Pero también puede transformar
y hacer inmenso bien, dependiendo del corazón de quien habla.
7Casi toda clase de animales,
aves, reptiles, criaturas del mar,
han sido domesticadas por la
humanidad. 8Pero muchos seres
humanos no han podido controlar
su propia lengua. 9Con ella podemos alabar a Dios nuestro Papá,
y también maldecir a sus hijas e
hijos. 10De la misma boca pueden
283
Santiago 3, 4
salir bendiciones y maldiciones,
y como hemos dicho antes, no
podemos seleccionar y elegir a
quienes amararemos y bendeciremos.
11La primavera no nos trae agua
dulce y amarga al mismo tiempo,
¿verdad? 12Tampoco es posible,
mis hermanas y hermanos, que
una higuera dé aceitunas o que
la vid dé higos ¿verdad? El agua
salada no puede producir agua
dulce.
13¿Quiénes de ustedes son sabios y eruditos? Que lo demuestren a través de su buen comportamiento, porque la sabiduría y
el buen comportamiento son dos
caras de la misma moneda. 14Si
ustedes albergan celos amargos y
rivalidad en sus corazones, estarán mostrando su falta de sabiduría y de entendimiento. 15Ese tipo
de sabiduría no viene de Dios,
porque está mezclada con intereses mundanos.
17Por el contrario, la sabiduría
que proviene de Dios es primero
que todo pura, pacífica, valiente,
agradable, imparcial, sincera y
llena de misericordia y amor. 18Y
la cosecha que trae a los constructores de paz, procede de lo que
han sembrado.
Capítulo 4
1¿De
dónde vienen los conflictos y las peleas entre ustedes? A
nivel humano, vienen de deseos
y pasiones mundanos. 2Porque
en el nivel Divino, unidad y paz
vienen de creer en la Buena Nueva de Jesús de que todos somos
Dios. 3Esta Buena Nueva no se
podía enseñar abiertamente en el
pasado, porque la blasfemia era
un crimen capital. Algunos de nosotros sabemos que somos Divinos, y cuando no encontramos la
puerta a la Divinidad en nuestra
religión, entonces nos inclinamos
hacia el dinero o el poder, para
saciar esta hambre de Identidad
Divina. Para ser Divinos, primero tenemos que buscar lo Divino,
luego todo lo demás se dará en su
lugar. Si nuestra vida está en desorden, es porque nuestros valores
están en desorden. Si tratamos
de ser algo diferente de Divinos,
habrá desorden en nuestras vidas.
La oración nos acerca a Dios, y
es la solución para todo, porque
nos ayuda a ser lo que somos y
nos permite mostrar este Amor al
mundo. Permite que Espíritu brille a través nuestro.
11En un nivel más práctico, no
hagan mal a sus hermanas y hermanos, pues ¿Cómo podríamos
284
Santiago 4, 5
hacer mal a Dios? Miremos de
nuevo a la Buena Nueva y comencemos a seguirla.
Capítulo 5
1Permítanme
referirme ahora
a ustedes, la gente rica. Comenzaré por presentar disculpas por
las veces que no les prediqué
oportunamente la Buena Nueva
de nuestra Divinidad, por lo que
sintieron necesidad de acumular
riquezas, para saciar su deseo de
Divinidad. Este camino puede haber sido la causa para que hayan
atropellado a muchas personas,
por lo que les pido que se disculpen con quienes han maltratado y
les restituyan el mal causado.
Lo que es de ustedes es su Divinidad; el dinero que tienen pertenece a todas las hermanas y hermanos, porque los medios para
obtenerlo también fueron resultado de su trabajo. Pidan guía en
la oración, para saber cómo distribuir a los pobres y necesitados
lo que no es de ustedes. Esto les
dará la felicidad que buscan, porque los Dioses son siempre generosos, porque todos son Amor. El
dinero que ustedes guardan debe
ser considerado como un llamado
a la administración bajo la inspiración del Espíritu.
Empiecen a amarse unos a
otros, porque todos son sus hermanas y hermanos. A su vez ustedes serán amados. Jesús vendrá a ustedes con mayor facilidad cuando comiencen a actuar
como Él. Éste es el resultado de
su Espíritu actuando en nosotros,
como nosotros. Finalmente, mis
queridas hermanas y hermanos,
estén atentos al inmenso poder de
sanación que viene del Espíritu
de Jesús, el cual vive en nosotros.
13Cuando estén sufriendo, pidan
en la oración ayuda de la presencia de Jesús en su interior. Cuando estén felices, regocíjense aún
más en esta presencia interior con
Salmos y cantos de gozo.
14Cuando alguien enferme,
llamen a los ancianos de la Comunidad, porque Jesús, a través
de su Espíritu, les ha dado poder
para sanar, tal como lo hizo con
sus apóstoles. 15La oración de fe
sanará al enfermo y Papá lo resucitará. Pero si le ha llegado su
tiempo, será bienvenido a casa.
16Sean honestos unos con otros.
Pidan ayuda cuando la necesiten,
ya que en ocasiones todos somos
débiles. Cuando caigan, pidan a
sus hermanas y hermanos ayuda
para levantarse. Vivan sin juzgar,
en amor total. Hay inmenso poder
en la oración, especialmente en
285
Santiago 5
la oración de una Comunidad de
Amor. 17Las poderosas oraciones
de los profetas son ejemplo de
lo que también podemos hacer,
puesto que ellos fueron humanos
como nosotros. 18Simplemente
tenemos que darnos cuenta de que
somos Divinos, así como ellos en
cierto nivel sabían que lo eran.
19Mis
hermanas y hermanos,
si algunos se desvían de la Verdad, dense cuenta de que se han
desviado de Jesús. Ayúdenles a
regresar a la Persona que les ama.
20Esto les ayudará también en su
camino con Jesús.
286
Primera Carta de
Pedro
Capítulo 1
1Yo,
Pedro, apóstol de Jesús,
a los exiliados de la diáspora en
Ponto, Galacia, Capadocia, Asia
y Bitinia, 2elegidos por Dios,
nuestro Papá, y consagrados por
el Espíritu para obedecer a Jesús:
Amor y Paz a ustedes, en permanente crecimiento.
3Bendito sea el Dios y Papá de
nuestro Hermano Jesús, quien
gracias a su gran amor nos ha
dado un nuevo nacimiento en
nuestra Divinidad, a través de la
resurrección de Jesús en nosotros. 4Tenemos una herencia imperecedera por ser hijas e hijos de
Dios, nuestro amado Papá.
6Ustedes ahora se regocijan en
la Buena Nueva de Jesús aunque
estén sufriendo pruebas. En la
medida que sobrelleven y superen
estas pruebas, su fe crecerá; 7la
fe es más preciosa que el mismo
oro. 8Esa fe les permite amar a Jesús aunque quizás algunos nunca
lo hayan visto, 9porque sé que lo
han sentido en sus corazones y lo
han percibido en sus mentes.
10Estamos pasando por el tiempo especial del cual hablaron muchos profetas de la antigüedad,
“tiempo de prueba, pero también
de bendiciones extraordinarias”.
12Es el tiempo de la Buena Nueva, predicada a ustedes por medio
del Espíritu, cuya presencia mística fue enviada a reemplazar la
presencia física de Jesús. Están
ocurriendo tales cosas, que hasta
los ángeles anhelan bajar para estar presentes en esta experiencia.
13Yo caminé con Jesús, hablé
con él y le escuché explicar que
iba a regresar a nosotros, como
nosotros. 14Yo no entendí eso,
pero este humilde servidor de
Jesús ha hecho las mismas cosas
287
I Pedro 1, 2
que Él hacía, así que ahora estoy
seguro que vive en mí. 15Espero
que estén listos para su llegada
a (en) ustedes. Aun en medio de
todas las pruebas habrá una paz
interior y una alegría inquebrantable, porque Jesús es inquebrantable y su presencia en nosotros
es la que nos brinda estas cosas.
16Éste es el verdadero significado
de la frase: “Serán santos, porque
yo soy santo”.
17Llamen a Dios “Papá”, llamen a Jesús “Hermano”, para
hacer más real el amor entre ustedes. 18La primera vez que llamé
a Jesús “Hermano”, pensé que
mi corazón se me iba a salir por
la boca. Me di cuenta más tarde
que una maravillosa enseñanza
me había sido dada, y que solo el
Amor de Jesús debería salir de mi
boca.
19Esto les sucederá también a
ustedes, mis queridas hermanas
y hermanos, si recuerdan siempre
abrir su corazón antes de abrir
su boca. 20La gloria de la Buena Nueva es que todos somos lo
mismo, no hay diferencias. Todas
las bendiciones que he recibido
están disponibles para todos los
que simplemente abran su corazón y dejen entrar a Jesús. 21Éste
ha sido el plan de Dios desde
siempre, solo que ahora se está
llevando a cabo.
22Ámense
unos a otros fervientemente, desde el corazón. 23Ustedes han nacido de nuevo en la
Divinidad de Jesús resucitado.
24Esta es la Buena Nueva que les
ha sido predicada.
Capítulo 2
1Dejen
a un lado todo aquello
que no sea Divino. 2Sean (como)
los bebés Divinos recién nacidos
que son. Estén sedientos de la
mejor leche espiritual, para que
puedan crecer más plenamente en
su Divinidad. Esta Vida Divina es
su destino, es su esencia.
4Acérquense a Jesús, piedra
viviente, rechazada por constructores humanos pero escogida
por Dios. 5Permitan que Espíritu haga de ustedes una poderosa
fuente de Amor y Servicio.
6La Escritura dice: “Pongo en
Sión una piedra angular, escogida, preciosa, y quienes crean nunca serán avergonzados”. 7Esto
obviamente se refiere a Jesús. Él
es la piedra angular de esta poderosa fuente, puesto que es Amor
y Servicio, que es la esencia de la
Buena Nueva. 8Quienes no creen
en Jesús no creen en sí mismos,
ya que son también Dios. 9Recuerden que ustedes son un sacerdocio real, un pueblo santo de
Dios, por el renacimiento en su
288
I Pedro 2, 3
Divinidad. 10Ustedes, que alguna
vez se sintieron perdidos, ahora
sientan que son miembros de la
Familia de Dios.
13Sean respetuosos de todo gobierno justo y legítimo. 16Disfruten la libertad de hijas e hijos de
Dios y actúen como tales. 17Traten a todos dignamente, sin excepción. Amen a sus hermanas y
hermanos como aman a su Dios,
su Papá.
23Recuerden el ejemplo de Jesús que no respondía al insulto
cuando fue insultado, ni a la amenaza cuando fue maltratado.
Capítulo 3
3Mantengan
rectos sus valores,
para que sepan siempre que su
mejor adorno es un corazón amoroso y no los vestidos de moda
o las joyas. 4Recuerden la noble
cualidad de un espíritu amable
y amoroso. Nada puede superar
esto. 7Esto es especialmente verdad en el matrimonio, donde su
Divinidad puede ser obvia, para
que todos puedan verla e imitarla.
8Para resumir todo: vivan
siempre en armonía, amándose
como hermanas y hermanos; sean
profundamente compasivos y humildes de mente. 9No paguen mal
con mal; por el contrario, cuando vean que algo parece ser mal,
úsenlo simplemente para recordar
ustedes mismos su Divinidad y su
Esencia de Amor. Inviten a otros
al amor y a salir del miedo, porque siempre es el miedo la causa
de lo que llamamos el mal.
10Nunca hablen en contra de
los otros y digan siempre la verdad. 11Hagan siempre lo mejor
que puedan, y esto les traerá paz.
12Sean Uno en mente y corazón
con Dios.
13¿Quién puede realmente lastimarlos si hacen todas estas cosas? 14incluso si sufren por hacer
lo correcto, serán bendecidos.
15Reverencien siempre a Jesús en
sus corazones y estén dispuestos
a explicar a otros el gozo y la esperanza que sienten debido a Él,
pero háganlo con amabilidad y
reverencia. 16Mantengan sus acciones puras, de tal manera que
si son calumniados, la gente se
dé cuenta que es mentira. 17Si no
se dan cuenta, es mejor sufrir por
hacer lo correcto que por aquello
que no lo es.
18Jesús sufrió y murió para enseñarnos que la muerte no es nada
de temer y que la verdadera vida
es eterna. 19Él murió en su humanidad, para resucitar en nuestra
Divinidad. 20Nuestra Divinidad
es su Buena Nueva. Nuestra Divinidad es por la que él se hizo
hombre.
289
I Pedro 4, 5
Capítulo 4
1Acepten
Capítulo 5
este llamado a continuar la vida de Jesús en la tierra
y vivan como el Dios que son,
2recordando siempre que Dios
es Amor y Servicio. 3Pueden
perder amigos por vivir de esta
manera, pero pueden continuar
amando, 6así como Dios puede
amar en santidad, aun después
de la tumba.
7Ha llegado la hora de encarnar
la Buena Nueva y mantener vivo
el Mensaje de Jesús. 8Estas cosas les ayudarán a hacerlo. Oren
todos los días y en toda forma;
cultiven el amor intenso de unos
a otros, puesto que el amor cubre
multitud de errores. 9Practiquen
hospitalidad hacia los demás,
sin quejarse. 10Que todo el mundo sirva, según sus habilidades,
como buenos administradores
de los dones de Dios. 11Hablen
de los mensajes que Dios nos ha
dado; sirvan con la fuerza que
nos suministra por medio de su
Espíritu, para que todo se centre
en Dios y su hijo Jesús, nuestro
Hermano.
16Si sufren como cristianos, no
se avergüencen, sino que bendigan a Dios por llevar este nombre
glorioso.
1Como
antiguo compañero y
privilegiado por caminar con Jesús, 2les pido que realmente pastoreen el rebaño confiado a ustedes. 3Háganlo con un corazón
dispuesto y amoroso, y no como
obligación, como solíamos hacerlo cuando creíamos en la Ley.
Háganlo por gozo y no por ambición; no por poder, sino por la
oportunidad de servir y dar ejemplo de la Buena Nueva. 4Esto los
llevará al corazón de Dios, donde
se origina la verdadera felicidad.
5Los ministros más jóvenes deben aprender de quienes tienen
más experiencia; todos deben pastorear con humildad. 6Si caminan
este sendero de humildad, será
Jesús quien los resucite, tal como
Papá lo resucitó a él. Tienen que
hacer mucho por morir, si quieren
vivir mucho. Los exhorto a seguir
a Jesús en el camino del Calvario,
para que puedan caminar con él
en su resurrección. 7Entréguenle
toda su ansiedad; ya que es el más
preocupado por ustedes.
8Ejerciten su autocontrol, no
como cumplimiento de la Ley,
sino como un caminar hacia la
libertad. 9Permanezcan firmes en
su fe, basada en su amor, para resistir a quienes nos muestran algo
diferente de Jesús.
290
I Pedro 5
10El
Papá de todo Amor les
tomará de su mano en todo sufrimiento y les conducirá hacia
el amor, en la medida que renuncien a metas menos importantes.
11Cuando estén firmemente establecidos sobre la roca del Amor,
su ejemplo será faro para quienes
están en el camino de la Buena
Nueva.
12Les
he escrito esta carta, con
la ayuda de nuestro querido hermano Silvano, para animarles y
compartir la sabiduría con la que
he sido bendecido, por recibirla
de Jesús.
13Mi hijo Marcos les manda saludos. 14Salúdense unos a otros
con un beso de amor.
Paz a todos ustedes en Jesús.
291
Segunda Carta de
Pedro
Capítulo 1
1Yo,
Pedro, siervo y apóstol de
Jesús, escogido por nuestro Papá
y nuestro Hermano Jesús, envío saludos a quienes tienen una
fe tan preciosa como la nuestra.
2Que Amor y Paz estén con ustedes en abundancia a través del
conocimiento y el amor a nuestro
Papá y nuestro Hermano Jesús.
3Porque su amor nos ha concedido todo lo que necesitamos para
vivir una vida en unión con él.
4Él me ha concedido increíbles
bendiciones; algunas para mí y
otras para compartir con ustedes,
para que puedan vivir su propia
Vida Divina. 5Por esta razón especial, esfuércense en aumentar
su fe con virtud, virtud con conocimiento, conocimiento con autocontrol, autocontrol con paciencia, paciencia con santidad, santidad con amor por todos y amor
por todos con amor a sí mismos.
8Porque si tienen estas cualidades
y crecen en ellas, crecerán también en conocimiento y unión con
nuestro amado Hermano Jesús.
10Hermanas y hermanos, exíjanse ustedes mismos en este
camino para acercarse cada vez
más a la Buena Nueva que hemos recibido por medio de Jesús
y de quienes él ha elegido para
difundirla. 11Esto les conducirá a
su eterna Vida Divina en la Trinidad, donde esperan ansiosamente
vivir.
12Continuaré recordándoles estas maravillosas verdades, aunque ya caminan en ellas. 13Creo
que es mi deber hacerlo mientras
viva. 14Sé que mi tiempo aquí
es corto, pero después de dejar
este mundo, 15haré lo mejor que
pueda para seguirlos recordando,
16porque cuando les hablé de la
292
II Pedro 1, 3
venida de nuestro Hermano Jesús y de sus maravillosas enseñanzas, no hablé simplemente de
algo que había escuchado. Por el
contrario, fui testigo presencial
de todo lo que hizo y todo lo que
dijo. 17Yo estaba con él cuando se
transfiguró en el monte; pudimos
ver realmente su Divinidad y escuchar a Papá decir: “Éste es mi
hijo amado, a quien tanto amo”.
18Escuchamos su voz, que bajaba
del cielo, cuando estábamos en
esa sagrada montaña.
19En nuestra propia presencia,
los mensajes proféticos fueron
confirmados. Por eso los exhortamos a que presten atención a
éstos, como lo harían con una luz
que brilla en la oscuridad, hasta
que llegue el amanecer y la Estrella de la Aurora resucite en sus
corazones. 20Queremos dejar claro que las Escrituras proféticas
no se pueden explicar por medio
de la razón, 21porque la profecía
no proviene de la voluntad, sino
de Dios, que la revela a través de
Espíritu.
Capítulo 3
1Ésta,
mis queridos amigos, es
mi segunda carta. 2Trato de recordarles lo que los santos profetas
han dicho y las enseñanzas de
nuestro Hermano Jesús, transmitidas a ustedes por sus apóstoles.
3También
me gustaría explicarles nuevamente una parte muy
importante de lo que Jesús nos
enseñó. La primera vez que fuimos enviados en una misión, nos
pidió que dijéramos a la gente:
“Dios está dentro de cada uno”.
Muchos han tenido problemas
para entender esto, y otros lo
han olvidado. Sin esta enseñanza central de Jesús, muchas de
las profecías parecen erróneas.
Jesús nunca planeó ser un rey en
el mundo exterior, sino en lo más
profundo de nuestros corazones.
Nunca planeó venir de nuevo al
mundo exterior o traer el fin al
mundo, sino entrar en nuestros
corazones para ayudar a poner fin
a nuestras antiguas formas de vivir. Hablar acerca de su Segunda
Venida no debe ser una amenaza,
sino la necesidad de estar preparados para esta venida, así como
nos prepararíamos cuando alguien va a venir a visitarnos. Sólo
que su visita será muy diferente,
porque será permanente y fundirá
su presencia con la nuestra.
La Segunda Venida de Jesús
tendrá lugar cuando abramos
nuestros corazones tan plenamente, que él con su Ser Total
pueda entrar en nosotros. La Segunda Venida de Jesús será cuando nosotros mismos lleguemos a
ser Jesús, cuando pongamos fin a
todo lo que no sea Jesús en no-
293
II Pedro 3
sotros. Se cumplirán las profecías
de un cielo nuevo y una tierra
nueva.
Hagan lo mejor que puedan,
queridos amigos, para abrirse a su
llegada, para estar en paz con Él y
con sus maravillosas enseñanzas,
como también nuestro querido
hermano Pablo les ha escrito.
Crezcan en Amor y en Jesús
todos los días.
Oren por mí, como yo lo hago
por ustedes.
Ámenme, como yo los amo.
294
Carta de
Juan
Capítulo 1
1Escribimos
a ustedes acerca
del Corazón de Vida, que existía
desde el principio. Lo hemos escuchado con nuestros propios oídos, lo hemos visto con nuestros
propios ojos, e incluso lo hemos
tocado con nuestras manos. 2De
hecho, la Vida nos ha sido revelada, la hemos visto y estamos
dando testimonio de ella. Les
anunciamos la Vida Divina, que
existía en Papá antes de convertirse en nuestro Hermano Jesús.
3Lo vimos, lo escuchamos y ahora les decimos que pueden unirse con Él, como lo hemos hecho
nosotros, en unión con Papá y
su hijo Jesús, nuestro Hermano.
4Les escribimos para que nuestro
gozo pueda ser el gozo de ustedes
en Él.
5El Mensaje que escuchamos y
que ahora les transmitimos es que
Papá es Luz y no hay oscuridad
alguna en Él. 6Si decimos que estamos caminando en Jesús, pero
todavía caminamos en la oscuridad, entonces nos estamos engañando a nosotros mismos. 7Si
caminamos en la luz, caminamos
con él, porque es Luz y podemos
llegar (llegamos) a Ser Uno con
él y con los demás. Entonces la
misma sangre de Jesús se vuelve
nuestra sangre, y se manifiesta
nuestro ser hijas e hijos de Dios.
8Como hermanas y hermanos
de Jesús tenemos que caminar
siempre en la Verdad ya que Jesús
es Verdad; de lo contrario estaríamos fuera de la Familia de Dios.
Capítulo 2
1Les
escribo estas cosas para
mantenerlos seguros en la Familia de Dios. Si por alguna razón
sienten que han salido de la Fa-
295
I Juan 2
milia de Dios y quieren regresar,
Jesús abrirá sus brazos y les dará
la bienvenida a casa. 2Ésta es la
fiesta de bienvenida a casa para la
Familia de Dios, la cual incluye a
todo el mundo.
3Por esto podemos estar seguros que lo conocemos, que vivimos como él vivió. 4Quienes
dicen que lo conocen pero no caminan con (como) él, se engañan
a sí mismos. 5Quienes realmente
caminan con él en amor, han alcanzado la madurez espiritual.
6Nuevamente, si dicen caminar
con él, deben vivir como él.
7Queridos amigos, lo que les
escribo no es nada nuevo sino
simplemente lo que Jesús enseñó
desde el principio. 8Ahora quiero decirles algo nuevo, aunque
muchos ya lo han escuchado de
Jesús, o de su Ser Divino: la oscuridad está desapareciendo y la
Luz ya está iluminando brillantemente en muchos de ustedes.
9Quienes afirman estar caminando en la luz y todavía odian
a sus hermanas y hermanos, siguen caminando en la oscuridad.
10Quienes aman a sus hermanas
y hermanos caminan en la luz, y
generalmente no tropezamos en
la luz. 11Pero quienes odian a sus
hermanas o hermanos, caminan
en oscuridad; ni siquiera saben
hacia dónde van, porque no pueden ver en la oscuridad.
12Les
escribo, queridos hijas e
hijos, para que desde el principio
sepan que Papá los ama profundamente. 13Les escribo, jóvenes,
para que continúen abriendo
sus corazones al Amor de Papá.
14Les escribo, padres, para que la
primera cosa que enseñen a sus
hijas e hijos sea lo mucho que
son amados por Papá, así como
ustedes demuestran con hechos
lo mucho que los aman.
15Pongan sus corazones primero en Dios, y el mundo puede
ser ayuda para amarle. 16Pero si
abren su corazón primero al mundo, será extremadamente difícil
abrir su mente a Dios, y mucho
más abrir su corazón. 17La existencia física en este mundo es una
experiencia pasajera; si sus corazones no están en Dios, cuando
esta experiencia física termine se
sentirán perdidos.
18Permítanme ser muy claro
sobre la extrema importancia del
lugar donde tengan puesto su corazón. 19Si siguen el ejemplo de
muchos de quienes los rodean,
pueden estar poniendo su corazón
en un lugar encerrado. Jesús es la
llave de esta cerradura, ¿cómo
encontrarlo, si su corazón está
encerrado?
20Ya tienen a Jesús viviendo
en ustedes y conocen todas estas
cosas, si simplemente se abren a
ellas. 21Les escribo, no porque
296
I Juan 2, 3
no las sepan, sino para alentarlos
a vivirlas. Ya tienen la Verdad,
Jesús, viviendo en ustedes; ¡Lo
único que tienen que hacer es vivirlo!
22Jesús es la Verdad, negarlo es
negar la Verdad y negar la Verdad
es negarlo a Él. Una vida vivida
sin la Verdad es caos, confusión
y miseria. 23Si sienten esto, ya saben lo que necesitan. Empezar a
vivir en Jesús
24Vivan lo que les he dicho desde el principio. Mientras lo vivan
estarán viviendo en Jesús; estarán
viviendo su Vida Divina. 25Esto
es lo que Papá ha prometido a sus
hijas e hijos.
26Cuando hacen esto nadie puede engañarlos. 27La unción que
han recibido de Jesús los coloca
en conexión directa con la Verdad. Por eso no necesitan a nadie
que les enseñe. Lo que necesitan
para caminar en el Camino de la
Verdad es permanecer en unión
con la Verdad.
28Por lo tanto, queridos amigas
y amigos, mantengan su unión
con él y permitan que su Verdad
fluya a través de sus acciones.
Esto le permitirá venir de nuevo
al mundo. 29Cuando vean su Verdad fluyendo a través de las acciones de otros, sabrán que también están en unión con Jesús.
Capítulo 3
1Vean
la riqueza de Amor que
Papá nos ha otorgado: que podamos ser llamados sus hijas e hijos, y que en realidad lo seamos.
Esto es verdad, aun para quienes
están ciegos, con una perspectiva
mundana.
2Queridos amigos, ahora sabemos que somos hijas e hijos
de Papá, 3por lo tanto hermanas
y hermanos de Jesús. 4También
sabemos que cuando renazcamos
como semillas de Papá, tendremos la misma Naturaleza Divina que tuvo y tiene Jesús. 5Esta
nueva Identidad solo la podemos
conocer a medida que la vamos
experimentando, ya que está más
allá de toda comprensión humana. 6Cuando renacemos como
Dios y aprendemos a caminar
como tal, 7nuestra completa realidad se transforma. 8Algunos
temen que esto sea perderse a sí
mismos, cuando en realidad es
llegar a nuestro verdadero ser.
9En nuestra antigua identidad
éramos considerados bajo ley y
juicio; en nuestra nueva Identidad seremos Amor, como Dios
es Amor. 10Nuestra nueva Divinidad purificará nuestra antigua humanidad, para que siempre actuemos basados en nuestra verdadera naturaleza, a partir del Amor.
297
I Juan 3
11Esto
nos llevará a la Ciudad de
Amor, la Ciudad de Dios. 12Y la
obra de encarnación de Jesús se
habrá cumplido.
13Hermanas y hermanos, no se
sorprendan si el mundo los odia.
14Sabemos que hemos llegado a
la Vida Divina, cuando amamos a
las hermanas y hermanos. Aquellos que no aman, no viven todavía la Vida Divina. 15Todo aquel
que odia a sus hermanas y hermanos se odia a sí mismo, porque
realmente no existe “el otro”. Si
nos damos cuenta o lo aceptamos, ¡todos Somos Uno! Cuando
caminamos en Jesús no existe el
“yo”, solo existe el “nosotros”.
16Entendemos el verdadero significado de Amor según el ejemplo de Jesús, de entregar su vida
para sacar nuestro miedo. Nosotros, a su vez, deberíamos entregar nuestras vidas por nuestras
hermanas y hermanos. 17Quienes
poseen recursos, materiales o espirituales, y ven a sus hermanas
y hermanos en necesidad, pero
no comparten con ellos, todavía
no conocen lo que es Amor, lo
que es Dios, ni aceptan que sus
hermanas y hermanos son Dios.
En efecto, ¡muchos guardan sus
recursos, de manera que Dios,
sus hermanas y hermanos, no los
puedan disfrutar!
18Mis queridos amigos, debemos mantener Amor y Verdad
unidos como Uno. Dios es Amor,
Jesús es Verdad —el Amor hecho Verbo— de tal manera que
Verdad es Amor. El núcleo del
Mensaje de Jesús es que somos
Dios. Lo que significa que somos
Amor y Verdad. 19Cuando amo,
creo que mis hermanas y hermanos son Dios. Cuando no los
amo, soy ateo, porque no creo en
ellos —no creo que son Dios—.
Quienes no aman a sus hermanas
y hermanos, no creen en la Buena
Nueva, no creen en el Mensaje de
Jesús.
No digo esto para condenar a
nadie, sino para llamar a todos
a la Vida. ¡La Verdadera Vida es
Amor! El verdadero Amor nos da
vida. Es la Verdad de Jesús.
19Entonces, apoyémonos en
la Verdad, en Él. Esto nos traerá
paz (de alguna manera). 20porque
aun si nuestros corazones parecen condenarnos, Amor es mucho
más grande que las heridas y nos
sanará en lo que ya somos: DiosAmor.
21Si estamos en paz, sabemos
que estamos caminado a nuestra
Divinidad. 22Cuando caminamos
a nuestra Divinidad, hacemos
cosas Divinas, cosas amorosas,
lo que resulta obvio para nosotros. 23Papá quiere que pongamos nuestra fe en Jesús y nuestro Amor en nuestras hermanas y
hermanos. Sabemos que somos
298
I Juan 3, 4
Dios cuando actuamos como
Dios. 24Y cuando actuamos como
Dios sabemos que Dios-Jesús
está en nosotros. Éste es el Espíritu prometido.
Capítulo 4
1Mis
queridas hermanas y hermanos, no crean todo lo que escuchen. Siempre compárenlo
con lo que Espíritu dice en sus
corazones y con lo que han escuchado de nosotros. 2Sabemos que
Espíritu siempre habla acerca de
cómo nuestro Hermano Jesús fue
enviado por Papá, y cualquiera
que no enseñe esto, no es verdadero Espíritu. 3Hay falsos profetas a nuestro alrededor que tratan
de alejarnos de la Verdad, alejarnos de Jesús.
4Ustedes son Dios, queridos
amigas y amigos, porque Jesús
vive en ustedes, como ustedes.
5Hay otros llenos del mundo, y
por eso sus puntos de vista son
del mundo y no de Dios. 6Quienes están en Dios nos escuchan,
porque estamos sintonizados en
la misma frecuencia. Quienes están en la frecuencia del mundo no
pueden ni siquiera oírnos.
7Amados, amémonos unos a
otros, porque el amor surge de
Dios, y mientras amamos somos
renacidos en Amor y nos volvemos Dios. 8Quienes no aman no
conocen a Dios, porque Dios es
Amor. 9El amor de Dios fue revelado a nosotros, porque envió
a su amado hijo para llegar a ser
nosotros, y para invitarnos a llegar a ser Él.
11Amados, como Dios nos
ha amado tanto, también nosotros deberíamos amarnos unos a
otros. 12Por lo general no vemos a
Dios, pero su presencia se manifiesta en la medida que amamos,
y por medio de nuestro amor su
presencia llega a ser nuestra identidad. 13Por esto podemos saber fácilmente cuándo él está en
nosotros y nosotros en él, por la
forma como amamos. 14Nosotros
mismos damos testimonio del
amor de Papá, amando a nuestras
hermanas y hermanos. Amor es
lo que hace que Papá, su Hijo,
nuestro Hermano Jesús y nosotros mismos seamos todos Uno.
15Quienes creen que Jesús es
el hijo de Papá han abierto sus
corazones a la Verdad. 16Hemos
llegado a conocer y a creer en el
inmenso amor que Papá tiene por
nosotros. Dios es Amor, y cuando
estamos en amor estamos en Dios
y Dios en nosotros.
17Sabemos que hemos llegado a
ser Amor, a ser Dios, cuando no
tenemos miedo, porque el amor
perfecto elimina el miedo. El
miedo era la base de la Ley que
Jesús venció con Amor. 18Cuan-
299
I Juan 4, 5
do llegamos a ser Dios, llegamos a ser Todo, por lo tanto, no
hay nada fuera de nosotros para
temer. Cuando el miedo deje de
existir, la creación será completa. Seremos todos Jesús, seremos
todos Amor; seremos todos Dios.
Llegaremos a ser lo que Dios
siempre ha sido, lo que era el plan
original de la creación.
20Quienes dicen: “Amo a Dios,
pero no a mis hermanas y hermanos”, todavía caminan en la oscuridad, 21puesto que en la luz podemos ver claramente que no hay
diferencia entre Dios y nuestras
hermanas y hermanos.
Capítulo 5
1Todos
los que creen que Jesús es un Cristo han renacido de
Dios. Todos los que aman a Papá
amarán a su Hijo, nuestro Hermano. 2Sabremos que somos hijas e hijos de Dios cuando actuamos como Dios. 3Porque amar a
Dios es actuar como Dios, y Dios
siempre ama. 4Todos los que han
renacido en Dios han superado el
miedo de este mundo. Ésta es la
herencia que tenemos de Papá.
5Jesús nació de una mujer que
ya se había dado cuenta de su Divinidad, y por lo tanto entró a la
Familia (de Dios), porque no tenía miedo. 6Él era consciente de
su Linaje Divino, aun antes de su
nacimiento. 7Quienes creen esto
se convierten en lo que creen y
pueden dar testimonian de ello,
no solo por su fe sino también por
su vida (de Amor).
9Debido a esta Divina transformación, quienes creen en Jesús
tienen la prueba de su creencia
dentro de sí mismos, es decir,
el Jesús que son. 10Quienes no
creen en Jesús, simplemente observarán la vida de quienes creen,
y verán las acciones de Jesús.
11Dios ha concedido Vida Divina a todos los que creen en su
Hijo. Quienes tienen al Hijo (en
ellos) tienen Vida Divina. 12Quienes no tienen al Hijo, todavía no
se han dado cuenta de la Vida Divina que hay en ellos.
13Les escribo a ustedes, que tienen a Jesús en sus corazones, para
que sepan que tienen Vida Divina. 14Sabemos que cualquier cosa
que pidamos, que esté de acuerdo
con su voluntad, será concedida.
15Todo lo que pidamos desde el
corazón de Jesús, será concedido.
16Si ven a algunos que actúan
sin Jesús en sus corazones, compártanles esta Buena Nueva.
Cuéntenles el gozo que sienten
al caminar con Jesús. 17Invítenlos también a caminar con Jesús,
para que su oración sea escuchada y sus corazones estén en paz.
18Sabemos que quienes tengan
Vida Divina actuarán como Dios
300
I Juan 5
lo haría, de lo contrario Dios no
sería Dios. 19A veces es difícil
caminar en el mundo y al mismo
tiempo vivir como Dios. 20Sabemos que Jesús ha venido al mun-
do y a nosotros; que somos Él y
Él es nosotros; que tenemos realmente Vida Divina y que ¡Somos
Dios!
301
Epílogo
de quien escribe
Al finalizar, quiero compartir
con ustedes una palabra personal. Transcribir este Nuevo Nuevo Testamento es la tarea más
difícil que he hecho en mi vida.
También es aquello a lo que más
me he resistido.
Sin embargo ha sido la
bendición más grande de mi
vida.
Hubo muchos días, mientras
transcribía, en los cuales no
podía escribir ni una sola palabra,
tratando de acomodarme a lo que
Jesús estaba diciendo. Otros días
solo pude llorar por lo que se
había escrito en el “original” del
Nuevo Testamento.
Por último, quiero que sepan que
no he hecho nada extraordinario o
especial. Todos podemos escuchar
a Jesús y oírlo hablar en nuestros
corazones.
Solo tenemos que escuchar y
luego hacer lo que escuchamos.
Por favor, hagan esto, ¡si
todavía no lo hacen!
Me atrevo a decir que para
ustedes también será la tarea más
difícil que tendrán que hacer,
pero también ¡la bendición más
grande que puedan recibir!
302
Un amigo de Jesús
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