Debate Conceptual sobre la Mercadotecnia Política: ¿Arte, ciencia o técnica? La mercadotecnia política es un campo del conocimiento multi e interdisciplinario, que tiene como propósito la comprensión profunda del ciudadano, la elaboración de estrategias de proselitismo y comunicación política y construcción de imagen, la persuasión de los electores y el proceso de construcción de legitimidad. La mercadotecnia política se ha desarrollado a pasos agigantados en los últimos tiempos como un campo pragmático orientado a proporcionar conocimientos, saberes y recomendaciones específicas para alcanzar o mantener posiciones de poder político. Sin embargo, en el aspecto teórico-conceptual los trabajos realizados han sido escasos, ya que la mayoría tienen una orientación más bien prescriptiva, tipo manual, relegándose las publicaciones de carácter académico. La orientación prescriptiva de los escritos responde a una necesidad de la clase política, ávida de una serie de consejos y recomendaciones para alcanzar o mantener el poder, que no repara en fundamentaciones teóricas y metodológicas propias del campo académico. Sin embargo, para alcanzar un verdadero estatus disciplinar, la mercadotecnia política requiere también una sustentación conceptual, teórica y metodológica, que le permita consolidarse como una ciencia social. En este sentido, el presente escrito tiene el propósito de conceptualizar esta disciplina y articular una definición amplia que nos permita un mejor entendimiento de su significado, su campo y objeto de estudio. Sin duda, no es una tarea fácil ni el propósito es imponer una definición única, ya que todo fenómeno social implica una diversidad de lecturas e interpretaciones. Se parte de la revisión de los conceptos que otros autores han aportado, haciendo un análisis de su fortalezas y debilidades, para dar paso a la nueva conceptualización. Pluralidad conceptual Como pasa en todo campo del conocimiento, existe una gran diversidad de conceptualizaciones sobre lo que es la mercadotecnia política, así como su campo y objeto de estudio. Por un lado, hay autores que definen la mercadotecnia como el conjunto de técnicas y estrategias; otros, como un arte; unos más en su carácter de disciplina científica. Algunos ensayistas enfatizan el perfil administrativo de la disciplina y otros, su enfoque tecnológico. En este apartado, se detallan todas estas conceptualizaciones enmarcadas en cinco grandes vertientes: como técnica, como ciencia, como arte, como proceso administrativo y como tecnología. Mercadotecnia como arte Una de las conceptualizaciones comunes en la literatura acerca de esta disciplina señala que la mercadotecnia política es un arte que tiene como propósito persuadir a los ciudadanos para construir mayorías electorales estables y afianzar la legitimidad política. Como todo arte, la mercadotecnia implica creatividad, innovación, belleza estética y talento; pero también destreza, habilidad y sabiduría en la manufactura de estrategias y acciones que ayuden a conocer, cortejar y convencer a los ciudadanos. De esta forma, se dice, la mercadotecnia es el arte de conquistar los mercados políticos. Para lograr esta conquista se requiere, en un primer momento, conocer a los ciudadanos, indagar sobre sus necesidades, problemas, aspiraciones y expectativas, para luego diseñar las estrategias y los mensajes comunicacionales que permitan su persuasión. Dentro de este tipo de conceptualización se ubica a Lourdes Martín Salgado, quien señala que es más propio llamar arte y no ciencia a la mercadotecnia política. De acuerdo con esta perspectiva, para realizar una campaña exitosa, ganar una elección y afianzar la legitimidad una vez en el gobierno, la mercadotecnia implica el arte de conocer con profundidad a la gente, así como la destreza y sabiduría para diseñar estrategias acertadas y la habilidad para lograr una comunicación efectiva con los electores. Mercadotecnia como técnica Otra serie de conceptualizaciones apuntan que la mercadotecnia tiene que ver con un conjunto de técnicas y estrategias que impulsa la clase política para alcanzar o retener el poder, mediante la investigación y segmentación de mercados, el diseño de estrategias y la aplicación de técnicas de comunicación política que permite el avance de sus objetivos. Es decir, tiene que ver con cuestiones de carácter técnico y estratégico, lo que implica, de cierta manera, conocimientos especializados, habilidades y destrezas. De hecho, varias definiciones encontradas en la literatura sobre esta temática subrayan el carácter técnico de la mercadotecnia, debido a que la propia definición etimológica la describe como un conjunto de técnicas de mercadeo o de venta. Toda técnica implica, además, conocimientos prácticos, así como destrezas operativas de parte de individuos expertos, que desarrollan su trabajo sustentados en habilidades, conocimientos y experiencias concretas. De esta forma, la mercadotecnia se conceptualiza como el conjunto de técnicas y estrategias utilizadas por candidatos, partidos, líderes, gobernantes, equipos de campaña y consultores para conquistar la voluntad de los ciudadanos y construir la legitimidad política. Dentro de esta conceptualización podemos ubicar a Rodrigo Borja, quien señala: Acudir al subconsciente, donde germinan las motivaciones profundas de los seres humanos, utilizar medios subliminales para modificar sutilmente su voluntad, simplificar las ideas y repetirlas incesantemente hasta incrustarlas en el cerebro de las personas, martillar con los slogans propagandísticos hasta lograr condicionar su conducta, repetir invariablemente el logotipo para que el objeto de la promoción entre también por la vista son también algunas de las técnicas del marketing político. De la misma forma, Francisco Javier Barranco Sáiz señala: El marketing político es el conjunto de técnicas que permiten captar las necesidades que un mercado electoral tiene, estableciendo, con base a esas necesidades, un programa ideológico que las solucione y ofreciéndole un candidato que personalice dicho programa y al que se apoya e impulsa a través de la publicidad política. , Arturo Sánchez Martínez y Alejandro Morales Guzmán apuntan que el marketing político consiste en un grupo de técnicas destinadas a apoyar la comunicación y el contacto entre el elector --sus preferencias, gustos, actitudes e inclinaciones-- el candidato, quien, para ejercer un puesto público, deberá transmitir, convencer y generar altos niveles de credibilidad y legitimación entre su plataforma política, el partido del que forma parte y lo que los electores buscan. Para Murila Kuschick el marketing político debe entenderse como el conjunto de técnicas empleadas para influir en las actitudes y en las conductas ciudadanas en favor de una idea, programas y actuaciones de organismos o personas determinadas que detentan el poder, intentan mantenerlo y consolidarlo o aspiran a conseguirlo. Finalmente, Martínez Pandiani señala que el marketing político es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gerenciamiento y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña, sea electoral o de difusión institucional. Como se observó, entre los estudiosos de la mercadotecnia política hay más consenso por conceptualizarla como un conjunto, grupo o colección de técnicas orientadas a la persuasión de los mercados electorales. Mercadotecnia como ciencia Son más escasos los autores que conceptualizan a la mercadotecnia política como ciencia, aunque si hay académicos que con toda claridad y fuerza le dan una interpretación disciplinar. Uno de ellos es Kotler al definirla como una disciplina encargada del estudio del proceso de intercambio voluntario que se da en toda sociedad democrática. De igual forma señala que la mercadotecnia política es una disciplina que se encarga del estudio del proceso de percepción, análisis, estrategia y conquista de los mercados electorales. Otra definición que se acerca a la idea de ciencia, la proporciona Gómez Fernández al señalar que la mercadotecnia política es un conjunto de teorías, métodos, técnicas y prácticas sociales inspiradas de la mercadotecnia comercial y destinadas a promocionar ante los ciudadanos la imagen de hombres, grupos, instituciones, proyectos e ideas políticas, ya sea ante el hecho inmediato de un proceso electoral o para el mantenimiento o incremento de su influencia social y política en general. Por su parte, Lock y Harris definen al marketing político como una disciplina orientada al estudio de los procesos de intercambio entre las entidades políticas, su entorno y entre ellas mismas, con particular referencia al posicionamiento de estas entidades y sus comunicaciones. Mercadotecnia como tecnología La mercadotecnia también ha sido conceptualizada como tecnología. De acuerdo con Valdez, la mercadotecnia es una tecnología aplicada a la política para influir en el comportamiento de las masas en una situación de competitividad. Es decir, representa una nueva tecnología de persuasión orientada a construir legitimidad y afianzar la gobernabilidad. Es una especie de reingeniería de la política, lo que representa una nueva forma de hacer, entender y procesar la política. De acuerdo con esta conceptualización, la mercadotecnia no sólo es producto de la democracia, sino también del desarrollo tecnológico, ya que la mercadotecnia se fundamenta en el uso de distintas tecnologías que permiten estudiar, conocer y persuadir a los ciudadanos constituidos en mercados políticos. Mercadotecnia como proceso administrativo Otra de las conceptualizaciones muy usadas en el campo de la mercadotecnia política señala que esta disciplina tiene que ver con el gerenciamiento de las campañas, la gestión de los procesos electorales y la administración de recursos materiales, humanos, económicos y el tiempo en las campañas electorales. Por ejemplo, Valdez apunta que la mercadotecnia política consiste en una serie de conocimientos para administrar los mercados y regular los procesos de intercambio político. Por su parte, Julio Juárez opina que el marketing es un conjunto de actividades implementadas a lo largo de una campaña para alcanzar un fin particular, y tiene como propósito administrar la incertidumbre propia de los procesos electorales. Otras definiciones Existen otras conceptualizaciones sobre este campo del conocimiento que no necesariamente entran en las categorías anteriormente señaladas y que es relevante comentarlas. En primer lugar, tenemos aquella que señala que la mercadotecnia política es la aplicación del sentido común a la política, usando este sentido común con creatividad y orientándolo a conquistar el mercado electoral. La segunda considera a la mercadotecnia como la metafísica de la política porque trata de encontrar explicaciones al complejo proceso de intercambio político. Por otro lado, también existen conceptualizaciones diferentes de la mercadotecnia política de acuerdo con su campo de acción y objeto de estudio. De esta manera, encontramos definiciones que equiparan a la mercadotecnia política con lo que se conoce por los especialistas como mercadotecnia electoral. Otras definiciones consideran a la mercadotecnia como un campo de acción más amplio que incluye aspectos electorales y gubernamentales. Por ejemplo, en el primer caso, ubicamos a Ronald Kuntz y a Reyes Arce y Lourdes Munch quienes señalan que la mercadotecnia política tiene que ver con diversas estrategias, principalmente de comunicación política, para conocer a los electores y ganar los comicios electorales. En el segundo caso es decir, las que señalan que la mercadotecnia política implica un campo de conocimiento mucho más amplio, más allá de los procesos electorales y que incluye la mercadotecnia de gobierno, de las instituciones e ideas, encontramos a Carlos Fernández Collado y Roberto Hernández Sampieri que definen la mercadotecnia política como el conjunto de actividades tendientes a crear, promover y ofertar, ya sea a candidatos, gobernantes, fuerzas políticas e instituciones o ideas en un momento y sistema social determinado. De igual forma, Ricardo Homs señala que la mercadotecnia política implica el estudio de las cuestiones electorales, el gobierno, la autoridad, el liderazgo y el poder político. Tendencias disciplinares La mercadotecnia política ha sido conceptualizada de diferente forma, dependiendo del campo de conocimiento que se privilegie en su análisis o del perfil profesional de sus estudiosos. De esta forma, encontramos autores como Mendé que señalan a la mercadotecnia política como parte de las ciencias de la comunicación; Martínez Pandiani la considera dentro de la ciencia política; Ruíz Souza como una extensión de la mercadotecnia comercial, y Julio Juárez, de las ciencias administrativas. Quienes señalan que la mercadotecnia es parte de la ciencias de la comunicación enfatizan, principalmente, la función comunicativa de la disciplina y del hecho de que gran parte del esfuerzo político y económico de las campañas electorales tiene que ver con los procesos de comunicación política. De esta forma, por ejemplo, Mendé Fernández indica: la mercadotecnia política es una herramienta de la que se vale la comunicación política para llegar a un objetivo en particular: ganar una contienda electoral. En este mismo sentido, Baena y Montero apuntan que la mercadotecnia es una herramienta de la comunicación política que se sustenta en las estrategias y que está orientada a ganar los procesos electorales. Por su parte, Philippe J. Maarek señala que la mercadotecnia es el método global de la comunicación política. Otros autores apuntan que la mercadotecnia consiste en la aplicación a la política de los conceptos, técnicas y estrategias de la mercadotecnia comercial. En esta línea de argumentación, encontramos, por ejemplo, a Molina, quien señala que la mercadotecnia político-electoral sólo es una ampliación de lo que se entiende por mercadotecnia comercial, por lo que sus principios, fundamentos, métodos y técnicas son aplicados a campos como la política, el gobierno, las elecciones y las causas sociales. En este mismo sentido, Ruiz Souza traza varias líneas de identidad entre la mercadotecnia comercial y la mercadotecnia político-electoral, señalando que la mercadotecnia originalmente concebida para comercializar, entre otras cosas, productos de consumo, con el tiempo fue extendiéndose a otros ámbitos, incluido el político-electoral. Por su parte, Newman y O`Shaughnessy apuntan que la mercadotecnia política es una mera aplicación de la teoría y las técnicas del marketing comercial a la política. Los autores que ubican a la mercadotecnia como parte de la ciencia política, consideran que esta disciplina tiene que ver con el estudio del poder, las formas de alcanzarlo y retenerlo, por lo que más que paralelismos con la mercadotecnia comercial, la administración o las ciencias de la comunicación, la mercadotecnia política debe ser considerada como parte del campo de estudio de las ciencias políticas. Dentro de los autores que apoyan esta vertiente conceptual encontramos a Martínez y Valdez. El primero, señala que "si hay una materia que está creciendo exponencialmente en el área de la ciencia política, esa materia es el marketing político." Por su parte, Valdez comenta que la mercadotecnia "es una subdisciplina de la ciencia política que se encarga del estudio de los procesos de renovación democrática de la clase gobernante y el proceso de construcción de legitimidad política." Finalmente, hay algunos autores que consideran que la mercadotecnia política presenta un perfil de gestión, propio de las ciencias administrativas. Por ejemplo, Guillermina Baena señala que el marketing es un instrumento que puede servirnos para organizar y ser más efectivos con la campaña política. De esta forma, esta disciplina tiene que ver con la eficiencia de procesos, toma de decisiones más racionales y uso de estrategias proselitistas. Conclusión A lo largo de este escrito hemos realizado una revisión del concepto de la mercadotecnia política; esta disciplina ha sido definida de diferente manera, según su campo de acción y objeto de estudio. Algunos autores la conceptualizan como una ciencia, otros como un arte, unos más como un conjunto de técnicas y tecnologías aplicadas a la política y otros como un proceso administrativo orientado al conocimiento y persuasión de los ciudadanos. A la mercadotecnia política se le ha definido, también, de acuerdo con el perfil profesional e inclinaciones epistémicas de los estudiosos de esta disciplina. De esta manera, se le ha ubicado como parte de la ciencia política, como las ciencias de la comunicación, subdisciplina de la administración o de la propia mercadotecnia comercial. Ante esta gran diversidad de enfoques y conceptualizaciones, propio de una sociedad diversa y plural, sólo podemos concluir que la mercadotecnia política es un campo del conocimiento multi e interdisciplinario, que tiene como propósito la comprensión profunda del ciudadano, la elaboración de estrategias de proselitismo y comunicación política y construcción de imagen, la persuasión de los electores y el proceso de construcción de legitimidad. Como campo pragmático aplicado a la realidad política, la mercadotecnia implica una serie de técnicas, tecnologías, estrategias y acciones usadas antes, durante y después de las campañas políticas con el propósito de alcanzar o mantener posiciones de poder político. Implica, además, aspectos no sólo relacionados con los procesos electorales, sino también con el ejercicio de la función pública y se aplica no sólo a las organizaciones políticas partidistas e instituciones gubernamentales, sino a toda organización política sea sindical, estudiantil o patronal, entre otras, así como a actores de la vida política. Bibliografía Achache, G., "El marketing político", en J. Marc Ferry, D. Wolton et al. (eds.), El nuevo espacio público, Gedisa, Barcelona, 1998. Baena Paz, Guillermina y Sergio Montero Olivares, "El marketing político como instrumento metodológico de la comunicación política: La experiencia mexicana hasta las elecciones del 2000," ponencia presentada en el VI Congreso de la Asociación Latinoamericana de la Comunicación, POLÍTICA Y MEDIOS, 2002. Baena Paz, Guillermina, "La mercadotecnia política en las campañas modernas", Documento en Internet, 2002. Barranco, Francisco Javier, Técnica de marketing político, Rei, México,1997. Borja, Rodrigo, Enciclopedia de la Política, Fondo de Cultura Económica, México, 1998. Castells, Manuel, La era de la información. Economía, sociedad, cultura, Alianza, Madrid, 1997. Fernández Collado Carlos y Roberto Hernández Sampieri, Marketing Electoral e Imagen de Gobierno en Funciones, Mc Graw-Hill /Interamericana Editores, SA de CV, México, 2000. http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/RMC/rmc83/arte.html