EL CAPITÁN ALATRISTE Capítulo I • ¿Dónde está Flandes? Fue un principado histórico situado en el norte de la Europa continental. Actualmente, Flandes es una región administrativa al norte de Bélgica compuesta por cinco provincias: Flandes Occidental, Flandes Oriental, Amberes, Limburgo y Brabante. • ¿Qué posesiones tenía España en la época? La importancia histórica de esta región europea data del siglo XIII, cuando las ciudades de Flandes comenzaron a prosperar gracias al desarrollo de la industria, lo que contribuyó a que emergiera una cultura flamenca inconfundible. La pintura, la literatura y la arquitectura de la región colocaron a Flandes a la cabeza de la civilización europea. Sin embargo, su situación y su reducido territorio han provocado que el control político haya cambiado muchas veces a lo largo de su historia. Entre esos sucesivos cambios de control político, España, tuvo una gran importancia, ya que aproximadamente hacia 1477, Flandes pasó a ser una posesión de la casa de los Habsburgo. Posteriormente, en los últimos años del siglo XVI, Flandes fue devastada durante la sublevación desarrollada contra el gobierno de los Habsburgo españoles. Durante la primera mitad del siglo XVII, España cedió la zona noroeste de Flandes, llamada Flandes holandés, a las Provincias Unidas de los Países Bajos. La zona conocida como Flandes Francés fue adquirida por Francia y lo que quedaba de los Países Bajos españoles fue entregado a los Habsburgo de Austria. España También poseía, en ese entonces, colonias en el continente Americano. • Conde−Duque de Olivares. 1 El conde−duque de Olivares fue un político español, al acceder al trono Felipe IV (1621), aumentó su influencia con el desempeño de los oficios palatinos de sumiller de corps (1621) y caballerizo mayor (1622), que le proporcionaron un acceso casi constante al Rey, aunque, de hecho, fue Zúñiga quien controló los asuntos de gobierno hasta 1622, año de su fallecimiento. Fue entonces El conde de Olivares quien paso a ser la principal figura del gobierno español en aquella época del rey Felipe IV, durante veinte años, desde 1623 hasta 1643, intentó reformar las estructuras organizativas de la Monarquía Hispánica. La visita del príncipe Carlos de Gales, heredero del trono inglés (y futuro Carlos I, quien pretendía a la Infanta, hermana de Felipe IV), en 1623, proporcionó a Olivares la primera ocasión de actuar como favorito del monarca español. Desde entonces, basó su poder en la relación de amistad mantenida con Felipe IV y en la colocación de sus fieles en las instituciones de gobierno. Durante la Monarquía Hispánica hubo un notable proceso de decadencia, en buena medida como consecuencia de la política de su valido, El Conde−Duque de Olivares. • ¿Cómo aparece retratado Quevedo? Francisco de Quevedo, aparece retratado como un genial poeta (que lo es) y amigo de Diego Alatriste, al que su genio sátiro y criticón le ha creado numerosos enemigos en la Corte, entre los cuales destacaba Luis de Góngora (a quien acusaba de sodomita, perro y judío. Y del que decía: Yo te untaré mis versos con tocino porque no me los muerdas, Gongorilla...· (Pág. 22) Decía por ejemplo, Góngora de Don Francisco de Quevedo: Musa que sopla y no inspira, y sabe por lo traidor poner los dedos mejor 2 en mi bolsa que en su lira. Y al día siguiente, viceversa. Porque entonces contraatacando don Francisco de Quevedo con su más gruesa artillería: Esta cima del vicio y del insulto; éste en quien hoy los pedos son sirenas. éste es el culo, en Góngora y en el culto, que un bujarrón le conociera apenas. O se despachaba con aquellos otros versos, tan celebrados por feroces, que corrieron de punta a punta de la ciudad, poniendo a Góngora como chupa de dómine: Hombre en quien la limpieza fue tan poca, no tocando su cepa, que nunca, que yo sepa, se le cayó la mierda de la boca. Lindezas que el implacable don Francisco hacía también extensivas al pobre Ruiz de Alarcón, con cuya desgracia física −una corcova, o joroba− gustaba de ensañarse con despiadado ingenio: ¿Quién tiene con lamparones pecho, lado y espaldilla? Corcovilla. Tales versos circulaban anónimos, en teoría; pero todo el mundo sabía perfectamente quién los fabricaba con la peor intención del mundo También, Francisco de Quevedo, tenía muchas actitudes de pesimismo, desolación o desencanto; ya que, era muy sensible ante la dura realidad social. Quevedo, veía en la poesía los muros de su patria, antes fuertes y hoy desmoronados, que se batía "contra la estupidez, la maldad, la superstición, la envidia y la ignorancia (...). Que es como decir contra España y contra todo" (Pág. 64) (...) todavía temible en el exterior, pero que a pesar de la pompa y el artificio, de nuestro joven y simpático rey, de nuestro orgullo nacional y nuestros heroicos hechos de armas, se había echado a dormir confiada en el oro y la plata que traían los galeones de Indias. Pero ese oro y esa plata se perdían en manos de la aristocracia, el funcionariado y el clero, perezosos, maleados, improductivos, y se derrochaban en vanas empresas como mantener la costosa guerra reanudada en Flandes (...), y nadie trabajaba salvo los pobres campesinos, esquilmados por los recaudadores de la aristocracia y el rey (...), esa desgraciada España estaba agusanada por dentro, condenada a una decadencia inexorable. (Págs. 65−66). El poeta Quevedo, dice Reverte en boca de Iñigo Balboa: 3 [...] andaba siempre en querellas de celos y pullas con varios de sus colegas rivales [...], donde la palabra ofende y mata tanto o más que la espada. Algunos como Luis de Góngora o Juan Ruiz de Alarcón, se la tenían jurada, y no sólo por escrito. • ¿Qué relación se puede establecer entre Iñigo Balboa y Lázaro de Tormes? Iñigo Balboa es un joven vizcaíno de 13 años, que llega a Madrid para entrar al servicio del capitán Alatriste, debido a que su madre aprovechando un viaje de un primo suyo a Madrid, metiera una camisa, unos calzones, un rosario y un mendrugo de pan en un hatillo. Era una boca menos que mantener en una época muy difícil para una mujer viuda (su esposo, Lope Balboa, había estado en la guerra con don Diego Alatriste, donde había prometido cuidar del hijo huérfano, al morir éste) con tres hijos; dos hijas mujeres e Iñigo. Iñigo Balboa, además de narrador, participa directamente en el desarrollo de la acción, siempre al lado del capitán. Este personaje presenta claras similitudes con Lázaro de Tormes, una de las figuras más representativas del Siglo de Oro: por la manera retrospectiva elegida para narrar la acción y por dirigirse a «vuestras mercedes" (Lázaro siempre emplea la expresión "vuestra merced"); porque, al principio, su madre lo pone al servicio de un capitán, como paje y criado, para que busque fortuna en la Corte, y por sus juicios sobre la «gente de calidad" (Lázaro alude "a los buenos") o sus aprendizajes en "la escuela de vida" (en Lázaro, la vida es como un camino: "carrera de vivir", y el camino, como aprendizaje). Iñigo Balboa representa la tradición literaria del Lazarillo, como personaje que intenta sobrevivir junto a su amo. Capítulo II • Vestimenta, oficios y costumbres de la época Sobre la vestimenta de los personajes, Reverte es un verdadero observador y su enorme perspicacia intelectual, le lleva a descripciones meticulosas. Por ejemplo, como en el caso del Capitán Alatriste cuando señala que no lleva ninguna nota llamativa respecto a su indumentaria excepto la pluma roja que le adornaba la toquilla del chapeo de anchas alas y Quevedo vestía con sobriedad de traje negro, sólo desmentida por la cruz de Santiago cosida al pecho, bajo la capa corta, también negra que se conocía con el nombre de herreruelo (Págs. 181−182). Gracias a los diferentes personajes típicos y tópicos (meninas, pajes, mosqueteros, espadachines...), consigue el autor una notable recreación de ambientes, no sólo por los rasgos que reflejan, sino también por ser representativos de su época. • El mundo de los soldados: Diego Alatriste. • La Iglesia: Emilio Bocanegra y el Dómine Pérez, que nos muestran las dos caras de una misma realidad. • Rufianes: Gualterio Malatesta. • Escritores: Quevedo, Lope de Vega, Luis de Góngora, Calderón de la Barca 4 • Mujeres: Caridad la Lebrijana (el pueblo) y Angélica de Alquézar (la clase privilegiada) era menina de la infanta. • Iñigo Balboa representa la tradición literaria del Lazarillo, apareciendo como un pícaro Los reconocemos a través de lo que dicen, lo que hacen o por lo que otros personajes cuentan de ellos; también por su indumentaria, las descripciones físicas y, en algunos casos, hasta por el tono y timbre de su lenguaje. • Descripción de Felipe IV Rey de España (1621−1665), durante cuyo gobierno tuvo lugar el más evidente proceso de decadencia de la Monarquía Hispánica Un joven, simpático, mujeriego, piadoso y fatal para las pobres Españas, donde −al decir Pérez−Reverte− hasta las conciencias podían ser compradas con dinero (Págs. 32−33). También, inteligente, culto, sensible y capacitado para las tareas de gobierno, Felipe IV adolecía, sin embargo, de falta de seguridad en sí mismo, y era indeciso y débil de voluntad. Su dedicación al trabajo, admirable en muchos momentos, se veía contrarrestada por su propensión a las diversiones cortesanas. Fue un periodo de lujo, fiestas y exaltación. Aficionado a la música, el teatro, la poesía y la pintura, el Rey fue un auténtico mecenas que favoreció la creación literaria, teatral y artística en el momento culminante del Siglo de Oro. Felipe IV se casó en 1615 con Isabel de Borbón (seis años antes de acceder al trono), con quien tuvo, además de otros hijos malogrados, al príncipe heredero Baltasar Carlos (1629) y a la infanta María Teresa (1638), Tras las sucesivas muertes de la reina Isabel de Borbón (1644) y del príncipe heredero (1646), Felipe IV se casó en 1649 con su sobrina Mariana de Austria, de cuyo matrimonio sólo dos hijos alcanzaron la edad adulta: la infanta Margarita Teresa (1651), y el que sería heredero del trono, Carlos II (1661). • Actitud e influencia de la Iglesia. La Inquisición. El Santo Oficio de la Inquisición, también denominado Tribunal de la Santa Inquisición, era un tribunal eclesiástico «establecido para inquirir y castigar los delitos contra la fe», es decir, dedicado a la persecución de la herejía. En la época, la justicia debía existir una acusación particular para que el aparato judicial se pusiese en marcha, sólo en condiciones especiales los tribunales actuaban de oficio. El tribunal creado para la erradicación de la herejía tenía potestad para actuar de esta segunda forma, por lo que se lo conoce abreviadamente como Inquisición. Abreviadamente, la historia del Santo Oficio puede dividirse en cinco etapas: 1) Su establecimiento en 1480 hasta 1530, aproximadamente: es el momento de mayor actividad, centrada en la intensa persecución de los conversos judaizantes. 2) En 1530 hasta 1560, más o menos: fase de menor actividad, fue una época de afianzamiento de la institución. 3) Desde 1560 a 1614, la Inquisición tiene un nuevo momento cumbre, con la represión de protestantes y 5 moriscos. 4) Desde 1615 a 1700, volvió una fase más tranquila, pero sin descanso, con nuevos ataques a los judaizantes a principios y a finales de siglo. 5) Desde 1701 a 1813, el tribunal sufrió una decadencia, cada vez más dinámico, hasta su disolución, por decreto de las Cortes de Cádiz el 22 de febrero de 1813. Fernando VII restauró el tribunal en 1814, pero de manera puramente nominal, de modo que su abolición definitiva (decretada por Isabel II el 15 de julio de 1834) fue una mera formalidad. Arturo Pérez−Reverte muestra la Iglesia como una institución corrupta, discriminante, y manipuladora que lo único que pretende es el bien propio y no el del pueblo, lo inhibe de su propio pensamiento y lo lleva a un fanatismo religioso, al punto de que unos enmascarados, Luis de Alquézar (secretario real), el Fray Emilio Bocanegra y el Conde−Duque de Olivares, mandan a matar al Marqués de Buckingham (Jorge Villiers), y al Príncipe de Gales, razonando que eran herejes y que no merecían cortejar a la Infanta. Capítulo III • Fecha, causas y contendientes de la Guerra de los treinta años. En las primeras décadas del siglo XVII, Europa se halla sumida en un grave conflicto −la guerra de los Treinta Años−, y Felipe IV ha de hacer frente, una vez terminada la tregua de los Doce Años, al reinicio de los enfrentamientos con los Países Bajos, y a las importantes derrotas que sufrieron los tercios españoles y que finalmente supondrán la desaparición del imperio europeo de los Austrias, con la firma de la paz de Westfalia, en 1648. Diferentes conflictos bélicos europeos tuvieron lugar desde 1618 hasta 1648, en los cuales participaron la mayoría de los países de Europa occidental, y que en su mayoría se libraron en el centro de Europa. Estos conflictos bélicos se conocen en la actualidad con el nombre de la guerra de los Treinta Años, que tuvo batallas importantes, como lo son: • La guerra en Flandes • Fleurus, etcetera. ♦ CAUSAS Se entrecruzaron un haz de causas de carácter religioso, debido al antagonismo engendrado por la difusión de la Reforma protestante, estaba en juego la coexistencia de las tres religiones (católica, luterana y calvinista) con importante presencia en el Imperio y en Europa. También hubo causas políticas y económicas que influyeron, ya que existían infinitas discrepancias entre los países europeos. • Lope de Vega y Quevedo Francisco de Quevedo Francisco de Quevedo es un escritor español, cultivó tanto la prosa como la poesía y es una de las figuras más complejas e importantes del barroco español. 6 Nació en Madrid, 1580 el 27 de septiembre. Después de haber estudiado con los jesuitas en el Colegio Imperial de Madrid y en el Colegio de la Compañía de Jesús de Ocaña, ingresa en la universidad. En 1603 inicia su enemistad de por vida con Góngora. Figura con dieciocho poemas en la célebre antología de Pedro de Espinosa, Flores de poetas ilustres, aprobada este año, aunque impresa en 1605. Este mismo año vuelve a Madrid con la Corte. Comienza a escribir los Sueños. Ya ha escrito probablemente la primera redacción del Buscón y parte de las obras festivas. Se imprimen algunos romances suyos en la segunda parte del Romancero general de Miguel de Madrigal. En 1612 En la Torre de Juan Abad le dedica a Osuna El mundo por de dentro. En 1613 Le envía a su tía Margarita de Espinosa el Heráclito cristiano, el 3 de junio. El 12 remite al teólogo fray Lucas de Montoya las Lágrimas de Hieremías castellanas. Hacia fines de octubre está en Palermo, con el duque de Osuna, virrey de Sicilia. En el verano de 1615 fue elegido embajador por el Parlamento siciliano para traer al rey los donativos ordinarios y extraordinarios, y otro donativo especial para el duque de Uceda. En 1616 recibe el hábito de Santiago y una pensión de cuatrocientos ducados, que en contadas ocasiones le es retirada por sus diferentes pleitos con la justicia. En 1618 Quevedo, defiende a Osuna ante el Consejo de Estado de los cargos de complicidad en la conjuración. En 1621 se abre el proceso contra Osuna. Quevedo es desterrado a la Torre de Juan Abad. Este año muere Felipe III y sube al trono Felipe IV con su valido Olivares. En 1624 muere Osuna en prisión, y Quevedo le dedica unos famosos sonetos. En 1626 se publican el Buscón y la Política de Dios. En 1629 le dedica al conde−duque su edición de las obras de fray Luis de León. En 1634 Quevedo se casa con doña Esperanza de Mendoza, señora de Cetina. En 1636 se separa de su mujer. Trabaja en la Virtud militante y dedica a don Álvaro de Monsalve la Hora de todos. En 1639 es detenido en casa del duque de Medinaceli y llevado prisionero al convento de San Marcos de León, al parecer por sus contactos con agentes franceses, en el marco de una conspiración contra Olivares. En 1643 Caída del conde−duque. Es puesto en libertad y llega a Madrid, con la salud muy quebrantada por la edad y los años de cautiverio. 1645 Muere el 8 de septiembre en Villanueva de los Infantes. Lope de Vega Poeta, novelista y dramaturgo español, conocido como el Fénix de los ingenios. Su nombre completo era Félix Lope de Vega y Carpio. Nació el 25 de diciembre de 1562, en Madrid. Muy de niño, "en los primeros años de su vida", pasó una temporada en Sevilla, en casa de su tío el inquisidor don Miguel Carpio (cuyo apellido adoptará más tarde). Su biógrafo y amigo, Juan Pérez de Montalbán, dice que a los cinco años "leía en romance y en latín. Estudió en el Colegio de la Compañía de Jesús. Entra al servicio de don Jerónimo Manrique de Lara, obispo de Ávila. Es posible que en este mismo año marchase a estudiar a la Universidad de Alcalá, donde no llegó a hacerse bachiller. En 1580 Se da a conocer como poeta. Posiblemente realiza estudios universitarios en Salamanca. Entra como secretario al servicio del marqués de las Navas, con el que permanecerá hasta 1587. 7 En 1588, enero. Se le condena a cuatro años de destierro del reino y ocho de la corte. Rapta a Isabel de Urbina (la Belisa de sus poemas), casándose con ella por poderes. El 29 de mayo embarca en Lisboa en la Invencible y a su vuelta se traslada con su esposa a Valencia (1589−1590). Allí desarrolla una intensa actividad literaria, en estrecho contacto con los dramaturgos del grupo valenciano. En 1590 Regresa a la corte y entra al servicio del marqués de Malpica, en Toledo. Poco después se traslada a Alba de Tormes, como secretario del duque de Alba. Escribe La Arcadia, en la que narra en clave los amores del duque y los suyos propios, y varias comedias. En 1595 En Alba de Tormes mueren su esposa Isabel y su hija mayor. En este mismo año se le levanta el destierro, trasladando su residencia a la Corte, ya como dramaturgo famoso. En 1598 es nombrado secretario del Marqués de Sarriá. Este mismo año imprime La Arcadia. También, se casa con Juana de Guardo, hija del rico abastecedor de carne del mercado de Madrid. Comienza su polémica literaria con Góngora. En 1599 publica El Isidro. En 1602 publica La Dragontea. Continúa sus amores con Micaela de Luján (Camila Lucinda en sus versos), a la que debió de conocer un año o dos antes de su casamiento y con la que tendrá cinco hijos. Viaja a Sevilla, Córdoba y Antequera. Publica La hermosura de Angélica y las Rimas humanas. Entre 1603 y 1604 hace un nuevo viaje a Sevilla, donde publica El peregrino en su patria. En 1605 conoce al duque de Sessa, que tanta influencia había de ejercer en la vida de Lope y a cuyo servicio entra. En1607 vuelve a Madrid. Tras una crisis religiosa, ingresa en la Congregación de los Esclavos del Santísimo Sacramento. Mantiene relaciones con la actriz Jerónima de Burgos. En 1611 Su esposa Juana cae enferma. Al año siguiente muere su hijo Carlos Félix. Y en 1613 muere su esposa, del parto de su hija Feliciana. Trae a su casa a sus hijos Marcela y Lope (tenidos con Micaela Luján). En 1614 deprimido y tras una nueva crisis religiosa, se ordena de menores en Madrid y de presbítero en Toledo. Ese mismo año publica las Rimas sacras. En 1616 conoce a su último amor, Marta de Nevares (dama de buena familia), la famosa Amarilis de sus versos y la Marcia Leonarda de la dedicatoria de sus novelas. Tendrá con ella a su hija Antonia Clara. En 1617 Sufre los ataques literarios de Pedro de Torres Rámila, en su Spongia, y sus amigos lo defienden en la Expostulatio Spongiae. Se enzarza en la polémica sobre el gongorismo. En 1621 Imprime La Filomena. 1625 Imprime Los triunfos divinos. 1628 Ciega y pierde la razón Marta de Nevares. 1629 Publica El laurel de Apolo. En 1632 publica La Dorotea y escribe su delicada égloga Amarilis. Dos años más tarde el 24 de mayo acaba su última comedia, Las bizarrías de Belisa. Imprime las Rimas de Tomé Burguillos. Su hijo Lope Félix (hija de Micaela Luján) muere en las costas de Venezuela como soldado. Su hija Antonia Clara (de Marta de Nevares) se fuga con Cristóbal Tenorio, que la abandona pronto. Lope de Vega se siente enfermo y 8 ocasionalmente preterido. Y finalmente en 1635 el 27 de agosto muere en Madrid. Su entierro es un acto de homenaje oficial y popular. Lope de Vega, entre otros prefería crear mundos artificiales, en los que el entretenimiento y la diversión consigan cerrarles los ojos a lo evidente. Capítulo IV • Armas que aparecen y descripción de estas. Arturo Pérez−Reverte muestra las armas típicas de la época de espadachines, como son: La espada ropera toledana, la daga vizcaína (utilizada para matar a sus contrincantes de una manera desprevenida, ya que mientras ellos se entretenían defendiéndose de la espada ropera, el capitán sacaba su daga y los atacaba): Se desempeñaba con holgura. Tenía mucha destreza a la hora de tirar de espada, y manejaba mejor, con el disimulo de la zurda, esa daga estrecha y larga llamada por algunos vizcaína. Con que los reñidores profesionales se ayudaban a menudo (). El adversario estaba ocupado largando y parando estocadas con fina esgrima, y de pronto le venía por abajo, a las tripas, una cuchillada corta como un relámpago que no daba tiempo ni a pedir confesión () (Págs. 11−12) También aparecen pistolas de pedernal o pólvora negra. Y un cuchillo de matarife que es el que el teniente de alguaciles le permite llevar, después de que el capitán insistiese, cuando le detiene para llevarlo al portillo de las ánimas: −Déjame llevar un arma, Martín. El teniente de alguaciles miró a Alatriste, boquiabierto. −Ni hablar −dijo, tras una larga pausa. Con gesto deliberadamente lento, el capitán había sacado la cuchilla de matarife y se la mostraba. −Sólo ésta. −Estás loco. ¿Me tomas por un imbécil? (Págs. 141, 142) • ¿Qué diferencia matar en la guerra y matar por encargo, según el Capitán Alatriste? La diferencia entre matar en la guerra y matar por encargo según el capitán Alatriste radica en que en la guerra sólo matas por necesidad porque si no te matan a ti, en conclusión, sobrevive el más fuerte. Mientras que matar por encargo es sencillamente por dinero. Cuando Don Diego y Malatesta están en el callejón esperando a los ingleses y ya lo tienen todo preparado pero los "ruines pardillos" no acaban de llegar. Arturo Pérez−Reverte aprovecha la ocasión y hace que Alatriste nos cuantifique su currículum de asesino. Once hombres, sin contar la guerra y de ellos cinco a tanto la estocada. Vamos, todo un canalla a sueldo aunque siempre matara cara a cara, y no como Malatesta que 9 cuando por azar lo hacía de frente se sumía en profundas depresiones pensando que perdía facultades. Capitulo V • ¿Cómo es la amistad entre Diego Alatriste y el conde de Guadalmedina? La amistad existente entre el conde de Guadalmedina (más conocido como Álvaro de la Marca) y don Diego Alatriste nació a partir de la participación del conde en las campañas contra los piratas berberiscos en 1613 hasta 1615 y estuvo a punto de morir en el desastre de los Querquenes (1614), donde fue salvado por Diego Alatriste, al que había conocido en Nápoles el año anterior y con el que mantuvo desde entonces una gran amistad. Don Diego Alatriste intentaba no acudir a él, pero siempre tenía una carta bajo la manga: Esa carta en la manga, de la que Diego Alatriste procuraba no usar en exceso jamás, se llamaba Álvaro de la Marca, Conde de Guadalmedina. Y su casa palacio estaba a cien pasos de allí (Pág. 95) Por otra parte, Íñigo nos dice que Álvaro de la Marca estimaba sinceramente al capitán, aunque no lo parece al menos en el percance que se le planteó con los ingleses. "Y ahora, capitán Alatriste, te he dedicado demasiado tiempo y tengo cosas que hacer: entre ellas concluir mi soneto. Así que búscate la vida. Y que Dios te ampare". (Pág. 120) Quien tan sinceramente lo estimaba, sabiendo que no tenía un real y que necesitaba dinero para hacer lo correcto, es decir poner tierra por medio, lo despacha de mala manera sin darle apoyo ninguno y de prisa, pues entre otras cosas tenía que terminar un soneto. • Búsqueda de información sobre la chacona. La chacona es una danza y forma musical en compás lento de tres tiempos. Surgió alrededor de 1600 en América Latina y en España como baile humorístico, que se danzaba solo o en pareja En siglo XVIII se había convertido en una danza de pasos solemnes para una doble fila de parejas y era popular en la corte francesa. La música de Gueltario Malatesta. Tirurí−ta−ta. Es el aire musical de la Chacona. Capítulo VI • Investigación sobre la Armada Invencible. La Armada Invencible es el nombre que recibió una flota española de guerra creada para invadir Inglaterra en 1588, formada por Felipe II para la invasión de Inglaterra. La reina británica Isabel I mantuvo siempre una postura contraria a España y de apoyo a los focos conflictivos que surgían en Europa. En 1585, la reina, que había favorecido a los rebeldes de los Países Bajos, firmó con ellos un tratado en el que se comprometía a prestarles ayuda militar a cambio de la presencia de sus tropas en Brill y Flesinga. En ese mismo año la guerra se recrudeció y, en mayo, Felipe II ordenó la captura de todas las naves inglesas ancladas en puertos españoles. El rey de España recibió la propuesta de Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz, de preparar una 10 expedición naval contra Inglaterra, que solventase, a la vez, el problema del control del océano y la revuelta de los Países Bajos. Los ingleses derrotaron a la Armada gracias a ocho pequeñas naves incendiadas que navegaron entre las españolas cuando éstas estaban ancladas frente a las costas francesas cercanas a Calais. Los españoles se vieron obligados a cortar los cables, perdieron las anclas y se sumieron en el caos. Cuando los ingleses atacaron, obtuvieron una victoria decisiva y las naves españolas tuvieron que huir hacia el norte, rodeando el cabo de Escocia. • Descripción que se hace sobre el Siglo de Oro El telón de fondo de la obra, que es parte de una serie, es la España Barroca, un momento muy delicado para el país, en el que se inicia la decadencia política económica, social y también moral. España era entonces un ídolo con los pies de barro, ya que su declive iba cada vez a más debido a la mala política empleada por los diferentes validos de los dos últimos reyes (Felipe III y Felipe IV). () al orgullo y la admiración por sus reyes siguió el menosprecio; al entusiasmo, la acerba crítica; a los sueños de grandeza, la depresión más profunda y el pesimismo general (Pág. 171) Sin embargo, es una época esplendida para las artes y también las ciencias. Porque en medio de tanta decadencia se seguía cultivando la opulencia en las clases altas. Arturo Pérez−Reverte hace una descripción minuciosa del Siglo de Oro Español a lo largo de toda la obra, ya que detalla cada aspecto de la sociedad tanto positivo como negativo. En España, la iglesia y la Inquisición están rotundamente en contra (Pág. 114) Otra hubiera sido la historia de nuestra desgraciada España si los impulsos del pueblo, a menudo generoso, hubieran primado con más frecuencia frente a la árida razón del estado, el egoísmo, la venalidad y la incapacidad de nuestros políticos, nuestros nobles y nuestros monarcas() • Diferentes puntos de vista sobre la boda entre el príncipe anglicano y la princesa católica. El compromiso entre el Príncipe de Gales y la princesa católica levanta muchas y diversas opiniones entre los personajes, desde quien la acepta, cuyo más claro ejemplo es el pueblo que se reúne para celebrar y ver tan flamante exhibición caballeresca: () y reconozco que el espectáculo fue el colmo de la galantería y la finura, con la flor y la nata de Madrid vestida de sus mejores galas () (Pág. 131) Por otro lado, sin embargo, había quien no aceptaba que entre España e Inglaterra existieran esos nexos sociales y políticos. Un claro ejemplo de ésta opinión es el fray Bocanegra y el Conde−Duque de Olivares, quienes mandan a matar a los dos Ingleses, para evitar la boda. • ¿Cómo son Caridad la Lebrijana y Angélica de Alquézar? Caridad la Lebrijana 11 Representa al pueblo o clase no privilegiada, con su amistad o fidelidad a don Diego Alatriste es quien le proporciona un apoyo incondicional, además de que le ayuda a cuidar a Íñigo, cuando el capitán no está. Oriunda de Lebrija (Sevilla) y madrileña de vecindad. Trasladada a la corte sobre 1608, trabajó como actriz durante media docena de años, para ejercer después la prostitución (en una mancebía de la calle de las Huertas) por otros tantos, al cabo de los cuales (hacia 1620) adquirió con sus ahorros la Taberna del Turco, esquina de las calles de Toledo y del Arcabuz, a cosa de quinientos pasos (unos 350 m) de la Plaza Mayor. Propiamente, era un bodegón de comer, beber y arder, en el que además alquilaba habitaciones. En una de ellas se hospedaban, durante sus estancias en Madrid, Diego Alatriste (del que Caridad era amante, y además estaba enamorada en secreto) e Íñigo Balboa. Angélica de Alquézar Representa a la clase privilegiada. Era una Damilla aragonesa, nacida en 1611 o 1612. Huérfana a temprana edad, fue recogida y educada por su tío Luis de Alquézar, secretario del rey. Introducida en la corte, por su tío, fue menina de la reina. Mantuvo una ardiente y tormentosa relación de amor y odio con Íñigo Balboa, quien la veía pasar dos o tres veces por semana: Fue entonces cuando vi la carroza. Sería mendaz por mi parte negar que esperaba su paso, que tenía lugar por la calle de Toledo más o menos a la misma hora dos o tres veces por semana (). Aquella mano todavía infantil, blanca como papel de seda, que asomaba discretamente apoyada en el marco de la ventanilla. Aquel reflejo dorado de cabello largo y rubio peinado en tirabuzones () De celebrada hermosura, Angélica Alquézar, fue retratada por don Diego Velázquez sobre 1635. Murió joven, sin alcanzar la treintena de años, antes de 1640. También cabe destacar que era una niña con cierto aire de maldad, que para su corta edad significaba que era innato y no que lo hubiese aprendido. Capítulo VII • Actividades en las que se entretenían las clases altas de la Corte durante este periodo. 12 Las clases altas de la época solían entretenerse Los cortesanos y los oficiales reales se concentraban al oeste y al norte de la Villa Vieja, en el límite occidental de la Parroquia de San Martín y en la parroquia de Santa Cruz. Otra distracción muy común de la época era la fiesta de los toros: Recuerdo bien, y creo sucedió durante la fiesta de toros del príncipe de Gales o en alguna posterior, que uno de los animales, por su bravura, no podía ser desjarretado ni reducido; (). Entonces, desde el balcón de la Casa de la panadería, nuestro rey Don Felipe, con tranquilo continente, pidió un arcabuz a uno de los guardias, y sin perder la mesura real ni alterar el semblante con ademanes, () e hizo la puntería de modo que encarar el arma, salir el disparo y morir el toro fue todo uno. El entusiasmo del público se desbordó en aplausos y vítores, y se habló de aquello durante meses () Aún así, el espectáculo más esperado por todos, tanto el monarca como el mismo pueblo, pasando por nobles y clérigos, fue el Teatro que se cultivó con gran prolijidad. Desde el monarca hasta el último villano, la España del Cuarto Felipe amó con locura el teatro. Las comedias tenían tres jornadas o actos, y eran todas en verso, con diferentes metros y rimas. Sus autores consagrados, como hemos visto al referirme a Lope, eran queridos y respetados por la gente; y la popularidad de actores y actrices era inmensa. Cada estreno o reposición de una obra famosa congregaba al pueblo y la corte. Teniéndolos en suspenso, admirados, las casi tres horas que duraba cada representación () (Pág. 191) Capítulo VIII • Recopilación de expresiones y términos propios de la época. El autor también ha conseguido de forma muy eficaz trasladarnos a la España del siglo XVII, por medio del uso de palabras y expresiones propias del castellano del momento. Así, pues, la ambientación lingüística queda solventada por la acumulación de términos propios: fámulo, menina, jaque, azumbre, borceguíes, jofaina, broquel, gaje, tonsura, etcétera. Aparecen en menor medida expresiones latinas; pero abundan, sin embargo, extranjerismos como chapeo, centinela, manteo, bigote, etcétera. Durante el siglo XVII, se produjo una rica adopción de formas léxicas novedosas; hecho debido, en gran parte, a la introducción de cultismos y a la presencia que España tenía entonces en todo el mundo. En otro orden de cosas, la presencia del lenguaje popular, a través de dichos, palabras malsonantes y expresiones cargadas de intención irónica, refuerza el tono llano y sencillo que, sin duda, ha pretendido el autor. 13 También hay que reseñar la presencia frecuente de expresiones coloquiales, como: • A salto de mata. • Criar malvas. • Voto a... • Agua va. • Ir a escote. • Dársele una higa. • Escurrir el bulto. • Matar el tiempo. Algunos de los recursos −muy abundantes en la narración− que tienen por objeto hacer llegar al lector de modo eficaz la crítica y la sátira son: la ironía y el humor, los eufemismos, las ambigüedades, las onomatopeyas, etcétera. Cabe destacar por último cómo el autor, en algunos personajes, logra perfectamente la adecuación entre sus rasgos fónicos y el carácter que refleja. Arturo Pérez−Reverte utiliza un moderado barroquismo en el lenguaje. Está absolutamente bien dosificado y ello permite introducirnos en el ambiente sin perder facilidad en la lectura. En ese sentido está bien calculada la cantidad de palabras de la época que se emplea y el lugar en que las aplica. Siempre es interesante toparse con palabras "nuevas", pero debe ser en un contexto que se deduzca su significado sin tener que acudir imperiosamente al diccionario, rompiendo el hilo de la lectura. El capitán empezaba a amostazarse con tanta pregunta. De igual modo aparecen algunos modismos: "...le pusieron como sotana de dómine". "...Verdes las habían segado". "...una cosa piensa el bayo y otra el que lo ensilla". Capítulo IX • Evolución en la relación entre España e Inglaterra. 14 La relación entre España e Inglaterra empezó a mejorar debido al compromiso de la Infanta con el príncipe de Gales. Gracias a esto Inglaterra, cesó sus ataques contra España y las posesiones de ésta en el extranjero. • Autores literarios que se nombran y obras más relevantes de cada uno. A lo largo de la historia, Arturo Pérez−Reverte, nombra a diferentes autores de la época muy reconocidos por todos. Algunos de ellos son: • Francisco de Quevedo: su principal obra, El Buscó, perteneciente al género de la novela picaresca. • Lope de Vega: cultivó todos los géneros vigentes en su tiempo, dando además forma a la comedia. Escribió unas 1.500 obras teatrales, entre las que se encuentran El comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo, El villano en su rincón, El castigo sin venganza, La dama boba o El perro del hortelano. Pero su gran obra narrativa es La Dorotea (1632). • Calderón de la Barca: la primera comedia conocida de Calderón de la Barca: Amor, honor y poder. Sin embargo, el más conocido de los dramas filosóficos de Calderón es La vida es sueño (1636). Y también dramatiza conceptos abstractos de la teología católica convirtiéndolos en personajes en Los autos sacramentales. • Luis de Góngora: Con su obra Fábula de Polifemo y Galatea (1613), y Las Soledades (1613) • Juan Ruiz de Alarcón: Escribió más de veinte comedias, piezas costumbristas, de enredo o de carácter, entre las que destacan: La amistad castigada, Ganar amigos, La cueva de Salamanca, El semejante a sí mismo, La prueba de las promesas, Las paredes oyen, Mudarse por mejorarse, No hay mal que por bien no venga, El examen de maridos y La verdad sospechosa, siendo ésta última la mas representativa. Capítulo X • Descripción de los corrales de comedias: estructura, tipo de representaciones, corrales famosos. Las primeras salas teatrales llamadas corrales de comedias, van a proliferar, junto a ellas, los autores, las obras y las compañías. El teatro deja de ser un acontecimiento exclusivo para convertirse en un producto al alcance de todas las clases sociales. Un interesante debate teórico acompaña el nacimiento y desarrollo de esta forma nueva de entender el teatro. Dos autores de la época nos sirven para ilustrar el sentido y la evolución de este debate y del arte teatral: Cervantes y Lope de Vega. • Características del Arte Nuevo de hacer comedias de Lope de Vega. Lope de Vega acertó con el gusto del público barroco cuya intención al acudir al teatro era entretenerse, pasar un buen rato, más que asistir a un `acto cultural'. Les agradaba especialmente que las representaciones fueran espectáculos completos: con música, baile y, sobre todo, muchos efectos escénicos (apariciones y desapariciones, cambio de escenas, caídas y vuelos, entre otros). El propio Lope de Vega, que supo utilizar estas tramoyas como nadie, ironizaba en sus textos. Lope de Vega poseía tal capacidad creadora que sólo su obra dramática, según Juan Pérez de Montalbán, alcanzó 1800 comedias y 400 autos sacramentales. Obtuvo por esto el calificativo de "Monstruo de Naturaleza". Actualmente sólo se conservan 470 comedias y se conocen 300 títulos más, aunque algunas son de dudosa atribución. Por otra parte, el mismo Lope dijo haber escrito 500, número que parece exagerado. El genial acierto de Lope fue crear un teatro nacional, con particularidades propias, cuyas líneas esenciales se encuentran todavía en el siglo XX. Frente al teatro renacentista, muestra una especial vitalidad y rompe con los preceptos clásicos de éste. Hasta entonces el "asunto" o la "historia" que se representaba se dividía en 5 15 actos. Lo cómico y lo trágico no debían mezclarse, y había que observar las llamadas 3 unidades: tiempo, lugar y acción. La de tiempo obligaba a que la duración del asunto en escena fuera la misma que si sucediese en la vida real; la de lugar, a que el asunto no pudiera transcurrir más que en un sólo sitio, y la de acción, a que el argumento girase en torno a un sólo asunto. Lope rompe con estos preceptos. Divide la obra en 3 actos: planteamiento, nudo y desenlace. De esta manera la acción es más rápida y la intriga más viva. Une los elementos trágicos con los cómicos; la acción dramática se desarrolla en más de un lugar y abarca el tiempo necesario. A veces el argumento gira en torno a más de un asunto. Otra aportación al nuevo teatro es la cantidad de temas tratados en sus comedias: religión, hechos de la Antigüedad y de la Edad Media (basándose en leyendas locales), el Romancero. La mayoría de las comedias trataban asuntos de honra, ya que la honra, la fama pública, la apariencia, al fin y al cabo, eran unas de las grandes preocupaciones del hombre barroco. Lope de Vega Convirtió el teatro en un espectáculo maravilloso y jamás imaginado hasta entonces. Anteriormente a Lope las representaciones eran pobres y rudimentarias: no había tramoya, el escenario estaba muy mal montado, etc. Con Lope la infraestructura se mejoró. Se podían ver en los "corrales", que eran patios con casas en sus tres lados. Los hombres (mosqueteros) estaban de pie y las mujeres se sentaban aparte, al fondo del patio, en la "cazuela". Los balcones de las casas del corral hacían de palco, y se alquilaban a un público selecto. La obra comenzaba con la "loa" o introducción; le seguía el primer acto de la comedia; entre el segundo y el tercer acto se cantaba una "jácara" y finalmente se terminaba con un baile como fin de fiesta. Capítulo XI • Investigar sobre la figura de Antonio Pérez Político español, secretario del rey de España Felipe II. Fue hombre de cuidada formación universitaria y notable inteligencia. Poseía, además, un amplio conocimiento de los asuntos de Estado, fundamentalmente en lo relativo a la política internacional. Estas características le sirvieron para ejercer una gran influencia sobre el rey. Su posición se tradujo en una estrecha relación con la nobleza y el alto clero y en una ostentosa forma de vivir. La publicación de las cartas de Antonio Pérez en París en 1598, contribuyó a la creación de la leyenda negra sobre Felipe II. • ¿Cuándo se abolió la pena de muerte en España? ¿En qué documento? En España la pena de muerte fue abolida por la Constitución de 1978. Epílogo • Resumen El capitán Alatriste es una novela histórica popular, historia novelada, con el ingrediente de los escritores de la literatura más apreciada: Quevedo, Lope o Calderón, en el escenario del Madrid de Felipe IV, de setenta mil habitantes, confiado a la audacia, a la épica, al valor y el honor de Alatriste, frente al fanatismo, a la ignorancia y a la estupidez humana. En un ambiente de temor inquisidor y de mercenarios sin dignidad, en un 16 pasado que nos evocaba extrañeza, incertidumbre y también miseria moral, la miseria moral que encuentra sumida España en la miseria. El espadachín Alatriste, héroe mercenario, un capitán de apodo (que nunca pasó de sargento), que pasea con Quevedo y es temido por su toledana y su vizcaína; que ha luchado como soldado de los tercios viejos en las guerras de Flandes: "No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente" (Pág. 11). Está creado en aquella trascendencia de la novela de género, en el modelo de las pasiones y en una geografía urbana estudiada meticulosamente, añadiendo Pérez−Reverte un conocimiento extraordinario, no superficial, que la envuelve en una novela de atmósfera aventurera de capa y espada y de heroicas manifestaciones. Un caballero, Alatriste, y un escudero, Balboa, en el torbellino del Madrid de 1623, en sus esquinas, plazas y calles. Un Madrid reconstruido por donde Alatriste, amigos y enemigos, sobreviven: "Ese Madrid fascinante y peligroso, de callejuelas estrechas y mal alumbradas, tabernas, mancebías y garitos, donde en la hora menguada los vecinos arrojaban las inmundicias a la calle, y donde la vida había que buscársela a menudo en lances y emboscadas, entre el brillo de dos aceros" En la taberna del Turco (junto a Juan Vicuña, el Dómine Pérez y el boticario Fabrique, que tenía su negocio en la misma Plaza de Puerta Cerrada, vivía Alatriste el recuerdo en los tercios de Flandes, en el veterano Tercio Viejo de Cartagena, con Spínola) en la esquina de la calle de Toledo y la del Arcabuz, con salida de puerta a ésta y a quinientos pasos de la Plaza Mayor. El Madrid de los Austrias, el de las calles de Hortaleza, Alcalá, Montera y el Barquillo; el Madrid del palacio de Guadalmedina y el de la Casa de las Siete Chimeneas, en el cruce de la calle Torres con el de las Infantas. Un Madrid que nos hace descubrir los primeros años del siglo XVII, en el ambiente del Prado de San Jerónimo y los mentideros de Santa María de la Almudena hasta las gradas de San Felipe o la Puerta del Sol; el Madrid de la ribera del Manzanares y la fuente del Rastro; El de la estafeta de correos, el de Puerta Cerrada y la plaza de la Cebada; y el de Esparteros, la fuente del Acero y los pinares de la Casa de Campo; el de las grandes decisiones políticas en el Alcázar de los Austrias y el de las emboscadas en el Portillo de las Ánimas. Hablo de Alatriste, que Velázquez, el artista palatino, pintó −según Reverte− tras el caballo en Las lanzas o La rendición de Breda al marqués de Spínola; el que conoce los versos de Lope; quien salvó al Príncipe de Gales de la temible espada de Gualterio Malatesta; luchador contra el turco y los corsarios berberiscos; amante de la tabernera Caridad la Lebrijana. Amigo de Quevedo y Juan Vicuña; "hombre de hígados (...) que podía hacer amigos hasta en el infierno" (Págs. 16−17), quien comentaba a Iñigo Balboa: "Hay que ganarse el pan, zagal" (Pág. 33). Personaje que, a diferencia de otros espadachines a sueldo, jamás hubiera acuchillado a un hombre por la espalda. Asuntos de juego, de mujeres o herencias. Leal y solitario (siempre los héroes solitarios, cazadores o no, −"yo cazo solo" (Pág. 107), dice Alatriste en sus trabajos mercenarios ("yo soy cosa mía", había dicho; Pág. 93), aunque, a veces, "no parecía orgulloso de sí mismo (Pág. 33). Alatriste nunca fue delator y tenía sus propios códigos, sus reglas de honor. Diego Alatriste y Tenorio, paje y tambor, y soldado durante casi treinta años, de toledana a sueldo, a quien quitar la vida no es una afición, "sino un oficio" (Pág. 149), aunque "más inclinado a estocadas que a buenos sentimientos" (Pág. 149), al decir de él mismo; que aprecia el gesto de un valiente y al que nunca le gustó engaño o manipulación a sus espaldas. • Opinión razonada sobre la obra Arturo Pérez−Reverte es un escritor prolífico, que ha sabido recrear una época crucial para el destino de España. Se pueden apreciar los contrastes entre la opulencia y la pobreza, y todo lo que ello concierne, el desengaño de la vida propio del barroco, la visión negativa de la realidad, el pesimismo, unos valores y un código de honor realmente firmes frente a la corrupción del momento. Se relatan aventuras de mucha acción, peripecias del capitán Alatriste, que nos proporcionan una visión de un 17 período glorioso en las artes y trágico en muchos otros aspectos, que el autor de la obra critica, como lo pueden ser la Inquisición, la intolerancia religiosa, las diferentes clases políticas y sociales. Todo ello sin perder el estilo característico. Es una crítica de las miserias y la grandeza histórica de España. BIBLIOGRAFÍA • Pérez−Reverte, Arturo y Carlota. El Capitán Alatriste ED. Círculo de Lectores. Barcelona, 1997 • Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2003 • Páginas Web: ♦ http://www.capitanalatriste.com/ ♦ http://www.islabahia.com/Culturalia/Anabel/APerezReverte.htm ♦ http://www.icorso.com/cola39.html ♦ http://www.alfaguara.com/scripts/alfaguara/gener/gautor.asp?codAutor=63 ♦ http://capitanalatriste.inicia.es/alatriste/personajes.htm ♦ http://usuarios.lycos.es/bibliotecario/recursos/alatriste.htm 1 18