El camino Miguel Delibes PERSONAJES

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El camino
Miguel Delibes
• PERSONAJES
·DANIEL, EL MOCHUELO.
Es el protagonista de la historia. Es un chico de once años que se ve en la situación de abandonar su acogedora
aldea para marchar a la ciudad para estudiar. En el libro se van contando las historias que Daniel va
recordando la noche anterior a su partida.
·ROQUE, EL MOÑIGO.
Formaba, junto con Germán y Daniel, un trío de buenos amigos. Era un chico de trece años, valiente y sobre
todo fuerte. Era hijo del Herrero, Paco, y tenía una antipática hermana, Sara. Siempre contaba la historia de
sus cicatrices y realzaba la importancia de éstas. Era el fortachón del grupo de amigos.
·GERMAN, EL TIÑOSO.
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Era el hijo del zapatero, Andrés. Sabía mucho acerca de las aves y gracias a él el Mochuelo aprendió
muchísimo sobre ellos. Este muchacho murió al caerse y golpearse con una piedra en la cabeza debido a un
resbalón. Daniel sintió su muerte notablemente y se dio cuenta de lo que vale un buen amigo.
·SALVADOR, EL PADRE DE DANIEL.
No interviene mucho en la historia, pero toma la decisión fundamental de la que parte la historia, la marcha de
su hijo a la ciudad. Es quesero de profesión y no está muy contento de ello, por eso manda a su hijo a la
cuidad, para que aspire a algo más que eso. Lo que pasa es que no se da cuenta que Daniel es feliz en su
pueblo.
·MADRE DE DANIEL.
Tampoco interviene mucho en la historia, pero deja ver que es muy sentimental que tiene un gran cariño por
los niños, tanto como si es o no su hijo.
·OTROS PERSONAJES.
Paco (el herrero), Don José (el cura), La Sara (hermana de Roque), Don Moisés (el Peón, maestro), Mariuca
(Uca−Uca), Doña Lola (Guindilla Mayor), Doña Irene (Guindilla Menor), Quino (el Manco), La Mica (hija
del Indiano), Ramón (el boticario) y su hijo Ramón (que estudiaba derecho), etc.
• RESUMEN
CAPITULO I
El padre de Daniel quería que su hijo fuese algo en la vida y para ello el pensaba que lo mejor era ir a la
ciudad a estudiar. Pero a Daniel esto no le parecía buena idea el pensaba que el progreso es una tontería
cuando a el lo que mas le gustaba era Paco el herrero (padre de Roque) de el le gustaba sus antebrazos y su
tórax pero lo que mas le gustaba era su trabajo y el esfuerzo que aplicaba a este.
CAPITULO II
Gracias al moñigo Daniel el mochuelo ya sabia lo que era un aborto.
En el pueblo veían a Paco el herrero con malos ojos decían que era un borracho.
Sara la hermana de Roque siempre le ha culpado a Roque de la muerte de su madre, que murió del dolor del
parto. Según iba creciendo tomo otros métodos como encerrar a su hermano en el pajar para hacerle sufrir.
CAPITULO III
En el pueblo había un valle en el que Daniel había nacido, se tumbaban en lo alto del valle y callados en el
silencio Roque le preguntaba cosas que no tenían sentido esas preguntas a Daniel le daban miedo. En
momentos como ese era cuando Roque le contaba sus confidencias a Daniel.
CAPITULO IV
El padre de Daniel el quesero tenia un olor a queso y su madre a requesón.
El quesero le puso el nombre de Daniel ya que era un profeta que le gustaba mucho, muchas veces le contaba
la historia a Daniel.
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El padre no quería que en el pueblo le llamaran Daniel el mochuelo pero era una contra la que no podría
luchar.
CAPITULO V
En el pueblo había unas hermanas que se llamaban las guindillas, eran tres la mayor se llamaba Lola la
mediana se llamaba Elena que murió y la pequeña Irene que junto a la mayor tenían una tienda, estas se
enfadaron y la pequeña se fue con Dimas el banquero se querían casar pero cuando a la guindilla pequeña se
le acabo el dinero Dimas la abandono.
CAPITULO VI
Germán el tiñoso siempre había sido un buen amigo para Daniel pero nunca había tenido la intimidad como la
que tenia con Roque. German era un muchacho esmirriado, endeble, y pálido y además tenia calvas en la
cabeza desde muy pequeño. Andrés el zapatero era su padre que tenia un tallercito y tenia diez hijos Tomas
que trabajaba en una empresa de autobuses, el bizco, los gemelos y las demás eran chicas.
CAPITULO VII
Germán el tiñoso, el mochuelo y el moñigo en las tardes soleadas iban al valle y se bañaban, pero al tiñoso no
le daba vergüenza y se quitaba la ropa cosa que a Daniel y al moñigo no les hacia gracia.
El moñigo les explico como parían las mujeres y también que su madre murió de dolor al darle a luz a el. En
las tardes de vacaciones de verano se iban a los prados, montes, a la bolera y al río. Iban a la poza del ingles a
pescar pececillos.
CAPITULO VIII
La guindilla menor se fue con Dimas porque le quería pero por el contrario Dimas solo la queria por el dinero
y eso que entre las dos hermanas no juntaban ni mil duros. Cuando a esta se le acabo el dinero Dimas la
abandono y ella se quedo muy mal y volvió con su hermana que la castigo y la insulto y la dijo que se iría a
confesar con don José el cura.
CAPITULO IX
Gerardo el indiano se fue a Méjico y a los quince años cuando regreso su madre ya había fallecido la madre
siempre decía que Gerardo era el mas tímido de sus hijos. Era muy rico tenia ya, dos restaurantes de lujo y
tres barcos de cabotaje mientras que sus hermanos trabajaban en una carnicería. Germán, Daniel y Roque iban
a la parcela del indiano a robarle las manzanas.
CAPITULO X
En las tardes que llovía, los tres amigos se metían en un granero a pasar la tarde o mirar a través de una
ventana al tren.
Un día en el granero Roque, Germán y Daniel empezaron a enseñarse sus cicatrices menos Daniel que no
tenía ninguna cicatriz y se sentía mal porque pensaba que no era un hombre de verdad.
El moñigo decía que las cicatrices tenían un sabor salado.
CAPITULO XI
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Quino el manco había perdido a su mujer la Mariuca. Ella estaba delgada, era alta, rubia y en el pueblo decían
que parecía una chica de la ciudad pero Quino el manco era regordete y bajo.
La Josefa era una mujer del pueblo que estaba enamorada de Quino pero el nunca aceptaba sus propuestas.
Un día Quino y la Mariuca se casaron poco tiempo después la Mariuca se quedo embarazada pero al nacer la
niña la Mariuca murió, Quino cuido a su hija y prometio que no la dejaría a cambio de nadie.
Mariuca−uca se enamoró de Daniel y se lo dijo pero Daniel, el mochuelo la dijo que no era de su agrado.
CAPITULO XII
Daniel el mochuelo tenia un tío que se llamaba Aurelio vivía en Extremadura debido a su enfermedad ya que
tenia asma. Este les escribía de vez en cuando un día en una de la cartas dijo que le iba a mandar el gran
duque este era un pájaro.
El mochuelo lo esperaba impaciente ya que su padre le había dicho que cuando lo tuviera que iban a ir de caza
con él.
CAPITULO XIII
Daniel el mochuelo se dio cuenta que lo que sentía por la Mica era una cosa distinta a lo que había sentido
antes.
Cuando alguien hablaba de ella a Daniel el mochuelo se le hacia un nudo en la garganta .
Daniel el mochuelo creía que en un futuro se podría casar con ella.
Después de casi un año; un día volvió la Mica al valle en un coche grandísimo y negro entonces la Mica le
invito a entrar en el coche con ella para ir a misa. Daniel se quedo sorprendido al verla y al invitarle a entrar
en el coche.
Quedaron por la tarde en casa de Mica en que Daniel le llevaría unos quesos y comerían. Daniel se vistió con
sus mejores galas. La uca−uca se enfado al verle salir de la casa de las Mica.
CAPITULO XIV
Un día Daniel, Roque y Germán llevaron una lupa al colegio; con ella se miraron las orejas, la lengua, la nariz
pero ya se cansaron de ella, al pasar por la tienda vieron al gato tumbado en una bandeja de galletas en el
escaparate, Daniel, el Mochuelo, dijo que Si apuntaban al gato con la lupa para ver que pasaba.
Al apuntarle con ella y al atravesarla el sol los pelos del gato empezaron a chamuscarse y el gato dio un salto
y pilló a los tres y a la mañana siguiente cuando llegaron al colegio el profesor Don Moisés les castigó tres
días con el libro sagrado levantado por encima de la cabeza y doce regletazos nada más entrar en clase.
CAPÍTULO XV
Don Moisés, el maestro necesitaba a una mujer a su lado, desde que llegó al pueblo siempre iba con el mismo
traje, mal arreglado, en conclusión necesitaba a una mujer. La candidata perfecta era la Sara, la hermana del
Moñigo.
Por las tardes don Moisés, el maestro iba a ver a la Sara, aunque la Sara, hubiese echado la bronca al Moñigo
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durante toda su vida. Cuando la gente pasaba por la calle la Sara soltaba la mano a Don Moisés y cuando no
veía a nadie se volvían a coger.
CAPÍTULO XVI
Don José, el cura, utilizaba desde el púlpito, todo género de recursos persuasivos. La gente particularmente los
hombres, no le hacía demasiado caso, al sermón le ponían mal cara y le fruncían el ceño.
La gente que asistía a algún sermón suyo era para jugarse el dinero a pares o nenes, sobre las veces que el cura
decía, desde el e l púlpito, "en realidad".
Don Ramón, el alcalde, afirmaba que cada individuo del valle prefería morirse antes que mover un dedo por
los demás.
Don José, el cura nombró una comisión, presidida por la Guindilla, para organizar un centro donde la juventud
se distrajese.
CAPÍTULO XVII
Daniel, el Mochuelo, le perdonaba todo a la Guindilla menos el asunto del coro; la despiada forma en que le
puso en evidencia ante los ojos del pueblo entero y el convencimiento de ella de su falta de definición sexual.
Todos los chicos y chicas de las escuelas, fueron a ensayar el coro y el "Pastora Divina" que quería que lo
cantasen el día de la Virgen.
Al rato de estar ensayando, la Guindilla puso gesto de asco y luego señaló al Moñigo y le dijo que se podía
marchar.
Fue más tarde excluido Germán, el Tiñoso.
El coro de cuarenta y dos voces quedó reducido a veintiuna −quince niñas y seis niños. Daniel que no fue
excluido deseaba ser excluido cuanto antes, hizo intentos para que lo echaran pero no lo consiguió.
El día de la Virgen Daniel fue a cantar. Daniel subió al coro y desde allí miró fijamente los ojos de la Virgen.
La Mica que estaba fuera le dijo a Daniel que habían cantado muy bien.
CAPITULO XVIII
La guindilla mayor despreció el amor mientras que ningún hombre le propuso amar y ser amada. Los amores
de la Guindilla y Quino el Manco, tardaron en conocerse en el pueblo.
Quino, el Manco, introducía una flor cada mañana a la Guindilla por debajo de la puerta de la Tienda.
Irene, la Guindilla menor, se enteró y no estaba de acuerdo de que se gustasen.
Don José, el cura, les dijo que debían casarse.
La Guindilla menor al fin y al cabo hizo de madrina de boda.
Daniel, el mochuelo, estuvo hablando con la Mariuca−Uca y le dijo que ella no estaba deacuerdo con que se
casasen.
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La boda en julio.
El día de la boda, Mariuca−uca no apareció por ninguna parte. Al anochecer, Quino, el Manco, fue a buscar a
la niña, junto con más hombres equipados con palos, faroles y linternas.
A las dos de la madrugada apareció la Mariuca−uca muy pálida y desgreñada.
La Guindilla recibió a la Uca−uca con dos sopapos, uno en cada mejilla.
CAPITULO XIX
Germán, el Tiñoso, Roque, el Moñigo y Daniel, el Mochuelo estaban en el valle y de repente a un pájaro se
oyó, Germán decía que era un rendajo, pero Daniel por el bienestar que le producía llevar la contraria decía
que era un jilguero. De repente Roque dijo: mirad un tonto un tonto de agua (culebra de agua). Los tres
pensaron capturarla pero Germán, de piedra en piedra se acercó a ella, cuando de pronto tropezó, se cayó y sus
amigos fueron a sacarle a la orilla para llevarlo a la carretera y de ahí a alertar a todo el pueblo.
Don Ricardo el médico dijo que tenía la Base del cráneo fracturada y que estaba muy grave. En pocas horas
después, el Tiñoso ya había muerto y Daniel y Roque se sentían muy mal.
El día del velatorio mientras Daniel iba de camino a la Iglesia mató un tordo con un tirachinas y cuando llegó
a la Iglesia lo puso junto al féretro ya que Daniel sabía que le gustaban mucho los pájaros y que en otro
mundo el Tiñoso se lo estaría agradeciendo.
CAPITULO XX
Todas las personas del pueblo llenaron el cementerio. Allí estaba la Mariuca esperando a Daniel.
Daniel tenia los ojos rotos, la Mariuca−uca le cogió de la mano y de vez en cuando le miraba de reojo para ver
Si lloraba.
CAPITULO XXI
Daniel el mochuelo estaba hecho polvo había perdido un amigo y ahora ya se tenia que ir a la ciudad a lo que
decía su padre a progresar.
La gente fue a despedir a Daniel. La guindilla mayor fue una de las que más se alegro de esta noticia la
uca−uca le dijo que al día siguiente no podría ir a despedirle a la estación.
El peón estuvo muy simpático con él y con los padres y finalmente se fue a la ciudad muy triste.
!!Y por fin lloro!!
• OPINION PERSONAL
Es un buen libro, perfectamente explicado y fácil de entender. Tiene más complejidad al nivel emocional,
como el hecho de que Daniel llorara al final. Explica muy bien la época en la que esta inspirada y hace buenas
descripciones.
Personalmente no me ha gustado, puesto que este tipo de libros no son de mi agrado. Me hubiera gustado si
hubiera incluido mas emoción e intriga.
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