CAPITULO I El padre de Daniel quería que su hijo fuese algo en la vida y para ello el pensaba que lo mejor era ir a la ciudad a estudiar. Pero a Daniel esto no le parecía buena idea el pensaba que el progreso es una tontería cuando a el lo que mas le gustaba era Paco el herrero (padre de Roque) de el le gustaba sus antebrazos y su tórax pero lo que mas le gustaba era su trabajo y el esfuerzo que aplicaba a este. CAPITULO II Gracias al moñigo Daniel el mochuelo ya sabia lo que era un aborto. En el pueblo veian a Paco el herrero con malos ojos decian que era un borracho. Sara la hermana de Roque siempre le ha culpado a Roque de la muerte de su madre, que murio del dolor del parto. Según iba creciendo tomo otros métodos como encerrar a su hermano en el pajar para hacerle sufrir. CAPITULO III En el pueblo había un valle en el que Daniel había nacido, se tumbaban en lo alto del valle y callados en el silencio Roque le preguntaba cosas que no tenían sentido esas preguntas a Daniel le daban miedo. En momentos como ese era cuando Roque le contaba sus confidencias a Daniel. CAPITULO IV El padre de Daniel el quesero tenia un olor a queso y su madre a requesón. El quesero le puso el nombre de Daniel ya que era un profeta que le gustaba mucho, muchas veces le contaba la historia a Daniel. El padre no queria que en el pueblo le llamaran Daniel el mochuelo pero era una contra contra la que no podría luchar. CAPITULO V En el pueblo había unas hermanas que se llamaban las guindillas, eran tres la mayor se llamaba Lola la mediana se llamaba Elena que murió y la pequeña Irene que junto a la mayor tenían una tienda, estas se enfadaron y la pequeña se fue con Dimas el banquero se querían casar pero cuando a la guindilla pequeña se le acabo el dinero Dimas la abandono. CAPITULO VI Germán el tiñoso siempre había sido un buen amigo para Daniel pero nunca había tenido la intimidad como la que tenia con Roque. German era un muchacho esmirriado, endeble, y pálido y además tenia calvas en la cabeza desde muy pequeño. Andrés el zapatero era su padre que tenia un tallercito y tenia diez hijos Tomas que trabajaba en una empresa de autobuses, el bizco, los gemelos y las demás eran chicas. CAPITULO VII Germán el tiñoso, el mochuelo y el moñigo en las tardes soleadas iban al valle y se bañaban, pero al tiñoso no le daba vergüenza y se quitaba la ropa cosa qe a Daniel y al moñigo no les hacia gracia. 1 El moñigo les explico como parían las mujeres y también que su madre murió de dolor al darle a luz a el. En las tardes de vacaciones de verano se iban a los prados, montes, a la bolera y al río. Iban a la poza del ingles a pescar pececillos. CAPITULO VIII La guindilla menor se fue con Dimas porque le queria pero por el contrario Dimas solo la queria por el dinero y eso que entre las dos hermanas no juntaban ni mil duros. Cuando a esta se le acabo el dinero Dimas la abandono y ella se quedo muy mal y volvió con su hermana que la castigo y la insulto y la dijo que se iría a confesar con don José el cura. CAPITULO IX Gerardo el indiano se fue a Méjico y a los quince años cuando regreso su madre ya había fallecido la madre siempre decía que Gerardo era el mas tímido de sus hijos. Era muy rico tenia ya, dos restaurantes de lujo y tres barcos de cabotaje mientras que sus hermanos trabajaban en una carnicería. Germán, Daniel y Roque iban a la parcela del indiano a robarle las manzanas. CAPITULO X En las tardes que llovía, los tres amigos se metían en un granero a pasar la tarde o mirar a través de una ventana al tren. Un día en el granero Roque, Germán y Daniel empezaron a enseñarse sus cicatrices menos Daniel que no tenía ninguna cicatriz y se sentía mal porque pensaba que no era un hombre de verdad. El moñigo decía que las cicatrices tenían un sabor salado. CAPITULO XI Quino el manco había perdido a su mujer la Mariuca. Ella estaba delgada, era alta, rubia y en el pueblo decían que parecía una chica de la ciudad pero Quino el manco era regordete y bajo. La Josefa era una mujer del pueblo que estaba enamorada de Quino pero el nunca aceptaba sus propuestas. Un día Quino y la Mariuca se casaron poco tiempo después la Mariuca se quedo embarazada pero al nacer la niña la Mariuca murió, Quino cuido a su hija y prometio que no la dejaría a cambio de nadie. Mariuca−uca se enamoró de Daniel y se lo dijo pero Daniel, el mochuelo la dijo que no era de su agrado. CAPITULO XII Daniel el mochuelo tenia un tío que se llamaba Aurelio vivía en Extremadura debido a su enfermedad ya que tenia asma. Este les escribía de vez en cuando un día en una de la cartas dijo que le iba a mandar el gran duque este era un pájaro. El mochuelo lo esperaba impaciente ya que su padre le había dicho que cuando lo tuviera que iban a ir de caza con él. CAPITULO XIII Daniel el mochuelo se dio cuenta que lo que sentía por la Mica era una cosa distinta a lo que había sentido 2 antes. Cuando alguien hablaba de ella a Daniel el mochuelo se le hacia un nudo en la garganta . Daniel el mochuelo creía que en un futuro se podría casar con ella. Después de casi un año; un día volvió la Mica al valle en un coche grandisimo y negro entonces la Mica le invito a entrar en el coche con ella para ir a misa. Daniel se quedo sorprendido al verla y al invitarle a entrar en el coche. Quedaron por la tarde en casa de Mica en que Daniel le llevaría unos quesos y comerían. Daniel se vistió con sus mejores galas. La uca−uca se enfado al verle salir de la casa de las Mica. CAPITULO XIV Un día Daniel, Roque y Germán llevaron una lupa al colegio; con ella se miraron las orejas, la lengua, la nariz pero ya se cansaron de ella, al pasar por la tienda vieron al gato tumbado en una bandeja de galletas en el escaparate, Daniel, el Mochuelo, dijo que Si apuntaban al gato con la lupa para ver que pasaba. Al apuntarle con ella y al atravesarla el sol los pelos del gato empezaron a chamuscarse y el gato dio un salto y pilló a los tres y a la mañana siguiente cuando llegaron al colegio el profesor Don Moisés les castigó tres días con el libro sagrado levantado por encima de la cabeza y doce regletazos nada más entrar en clase. CAPÍTULO XV Don Moisés, el maestro necesitaba a una mujer a su lado, desde que llegó al pueblo siempre iba con el mismo traje, mal arreglado, en conclusión necesitaba a una mujer. La candidata perfecta era la Sara, la hermana del Moñigo. Por las tardes don Moisés, el maestro iba a ver a la Sara, aunque la Sara, hubiese echado la bronca al Moñigo durante toda su vida. Cuando la gente pasaba por la calle la Sara soltaba la mano a Don Moisés y cuando no veía a nadie se volvían a coger. CAPÍTULO XVI Don José, el cura, utilizaba desde el púlpito, todo género de recursos persuasivos. La gente particularmente los hombres, no le hacía demasiado caso, al sermón le ponían mal cara y le fruncían el ceño. La gente que asistía a algún sermón suyo era para jugarse el dinero a pares o nenes, sobre las veces que el cura decía, desde el e l púlpito, "en realidad". Don Ramón, el alcalde, afirmaba que cada individuo del valle prefería morirse antes que mover un dedo por los demás. Don José, el cura nombró una comisión, presidida por la Guindilla, para organizar un centro donde la juventud se distrajese. CAPÍTULO XVII Daniel, el Mochuelo, le perdonaba todo a la Guindilla menos el asunto del coro; la despiada forma en que le puso en evidencia ante los ojos del pueblo entero y el convencimiento de ella de su falta de definición sexual. 3 Todos los chicos y chicas de las escuelas, fueron a ensayar el coro y el "Pastora Divina" que quería que lo cantasen el día de la Virgen. Al rato de estar ensayando, la Guindilla puso gesto de asco y luego señaló al Moñigo y le dijo que se podía marchar. Fue más tarde excluido Germán, el Tiñoso. El coro de cuarenta y dos voces quedó reducido a veintiuna −quince niñas y seis niños. Daniel que no fue excluido deseaba ser excluido cuanto antes, hizo intentos para que lo echaran pero no lo consiguió. El día de la Virgen Daniel fue a cantar. Daniel subió al coro y desde allí miró fijamente los ojos de la Virgen. La Mica que estaba fuera le dijo a Daniel que habían cantado muy bien. CAPITULO XVIII La guindilla mayor despreció el amor mientras que ningún hombre le propuso amar y ser amada. Los amores de la Guindilla y Quino el Manco, tardaron en conocerse en el pueblo. Quino, el Manco, introducía una flor cada mañana a la Guindilla por debajo de la puerta de la Tienda. Irene, la Guindilla menor, se enteró y no estaba deacuerdo de que se gustasen. Don José, el cura, les dijo que debían casarse. La Guindilla menor al fin y al cabo hizo de madrina de boda. Daniel, el mochuelo, estuvo hablando con la Mariuca−Uca y le dijo que ella no estaba deacuerdo con que se casasen. La boda en julio. El día de la boda, Mariuca−uca no apareció por ninguna parte. Al anochecer, Quino, el Manco, fue a buscar a la niña, junto con más hombres equipados con palos, faroles y linternas. A las dos de la madrugada apareció la Mariuca−uca muy pálida y desgreñada. La Guindilla recibió a la Uca−uca con dos sopapos, uno en cada mejilla. CAPITULO XIX Germán, el Tiñoso, Roque, el Moñigo y Daniel, el Mochuelo estaban en el valle y de repente a un pájaro se oyó, Germán decía que era un rendajo, pero Daniel por el bienestar que le producía llevar la contraria decía que era un jilguero. De repente Roque dijo: mirad un tonto un tonto de agua (culebra de agua). Los tres pensaron capturarla pero Germán, de piedra en piedra se acercó a ella, cuando de pronto tropezó, se cayó y sus amigos fueron a sacarle a la orilla para llevarlo a la carretera y de ahí a alertar a todo el pueblo. Don Ricardo el médico dijo que tenía la Base del cráneo fracturada y que estaba muy grave. En pocas horas después, el Tiñoso ya había muerto y Daniel y Roque se sentían muy mal. El día del velatorio mientras Daniel iba de camino a la Iglesia mató un tordo con un tirachinas y cuando llegó 4 a la Iglesia lo puso junto al féretr0 ya que Daniel sabía que le gustaban mucho los pájaros y que en otro mundo el Tiñoso se lo estaría agradeciendo. CAPITULO XX Todas las personas del pueblo llenaron el cementerio. Allí estaba la Mariuca esperando a Daniel. Daniel tenia los ojos rotos, la Mariuca−uca le cogió de la mano y de vez en cuando le miraba de reojo para ver Si lloraba. CAPITULO XXI Daniel el mochuelo estaba hecho polvo había perdido un amigo y ahora ya se tenia que ir a la ciudad a lo que decía su padre a progresar. La gente fue a despedir a Daniel. La guindilla mayor fue una de las que más se alegro de esta noticia la uca−uca le dijo que al día siguiente no podría ir a despedirle a la estación. El peón estuvo muy simpático con él y con los padres y finalmente se fue a la ciudad muy triste. !!Y por fin lloro!! OPINION PERSONAL Este libro me ha parecido muy interesante, porque refleja bien la vida real, a parte de que es bastante entretenido, mostrando las peripecias de tres amigos, y que a menudo muchos de nosotros nos sentimos identificados. Lo mejor de este libro para mí es el final que acaba triste y es el tipo de libros que me gustan, que acaben con un final triste en el que puedas hasta llorar de la emoción y la pena que te da los personajes. 5