AMPARO EN REVISIÓN 314/2012. QUEJOSA: **********. MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ SECRETARIO: TERESITA DEL NIÑO JESÚS LÚCIA SEGOVIA. México, Distrito Federal. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sesión correspondiente al día cuatro de julio de dos mil doce emite la siguiente: SENTENCIA Mediante la cual se resuelven los autos relativos al amparo en revisión 314/2012, interpuesto por la quejosa **********, a través de su apoderado legal, **********, en contra de la sentencia dictada el veintisiete de octubre de dos mil nueve por el Juzgado Segundo de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en Culiacán, Sinaloa, en apoyo a las labores del Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado de Nuevo León, con residencia en Monterrey, en el juicio de amparo 284/2009. I. ANTECEDENTES 1. De la revisión efectuada a las constancias de autos, así como de lo relatado por la parte quejosa, destacan los siguientes hechos: 2. **********, es una sociedad anónima que fue constituida en 1936 bajo el nombre de **********. AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 3. En octubre de 2002, **********, cambió su denominación a **********, la cual tiene 18 marcas, siendo las principales: **********, **********, **********, **********, entre otras más, lo cual fue precisado por la parte recurrente. 4. El seis de mayo de dos mil nueve, se le notificó a la ahora recurrente, el oficio ********** y el informe de verificación publicitaria, ambos de fecha veintiuno de abril de dos mil nueve, suscritos por la Directora Ejecutiva de Supervisión y Vigilancia Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, a través de los cuales se ordenó a **********, la suspensión del mensaje publicitario del producto “**********”, mismo que fue difundido en las revistas “**********”1 y “********** (**********)2”, en virtud de haber sido medios no autorizados para ello, infringiendo lo previsto en el segundo párrafo del artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco, el cual señala que la publicidad y promoción de productos de tabaco únicamente será dirigida a mayores de edad a través de revistas para adultos, comunicación personal por correo o dentro de establecimientos de acceso exclusivo para aquéllos. 5. **********, a través de su apoderado, **********, promovió juicio de amparo indirecto en contra de la anterior determinación de suspensión. II. TRÁMITE 6. Demanda de amparo. La quejosa, **********, por conducto de su apoderado **********, solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal, por escrito presentado el veintiséis de mayo de dos mil nueve en la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito 1 2 Año 6, número 66, entre las páginas 24 y 25, del mes de abril de dos mil nueve. Volumen 4, número 25, entre las páginas 56 y 57, del mes de abril de dos mil nueve. 2 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 en Materia Administrativa en Monterrey, Nuevo León, en contra de las autoridades y por los actos que a continuación se especifican: AUTORIDADES RESPONSABLES: C. Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. H. Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos Secretario de Gobernación Director del Diario Oficial de la Federación Secretario de Salud Directora Ejecutiva de Supervisión y Vigilancia Sanitaria, Comisionado Federal y Titular Operativo Sanitario, todos de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios. Secretario de Salud, Director General de Servicios de Salud, Subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario, Delegado de la Secretaría de Salud Federal, todos del Estado de Nuevo León. Coordinador Estatal de la Comisión de Salud Fronteriza México- Estados Unidos. ACTOS RECLAMADOS: La discusión, aprobación, expedición, sanción, promulgación y publicación de los artículos 23, párrafo segundo, de la Ley General para el Control del Tabaco, 402, 404, fracción VIII, 413 y 420, de la Ley General de Salud, vigentes en dos mil nueve. 3 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 La orden de suspensión de mensaje publicitario, contenida en el oficio **********, su notificación y ejecución. El informe de verificación publicitaria, rendido en el expediente No. **********, de veintiuno de abril de dos mil nueve, su notificación y ejecución. 7. Del análisis integral del escrito de demanda, se observa que la parte impetrante señaló como derechos humanos violados en su perjuicio, los contenidos en los artículos 5, 6, 7, 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, narró los antecedentes del acto reclamado y expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes. 8. Trámite y resolución del juicio de amparo. La demanda se turnó al Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado de Monterrey, Nuevo León, quien la admitió el veintiocho de mayo de dos mil nueve, bajo el registro de expediente número 284/2009. 9. Una vez admitida la demanda, la parte quejosa procedió a ampliar su escrito inicial mediante escrito presentado el veinticuatro de junio de dos mil nueve, precisando un cuarto acto reclamado, a saber, el citatorio número **********, de fecha nueve de junio de dos mil nueve, mismo que fue notificado a la quejosa el quince de junio del citado año; dicho oficio fue dictado por la Subdirectora Ejecutiva de Resoluciones y Sanciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios dentro del expediente número 199/2009, con el cual se dio inicio al procedimiento administrativo, ya que dicho citatorio tuvo por objeto el que la quejosa manifestara lo que a su derecho conviniera y ofreciera las pruebas que estimara pertinentes con relación a los 4 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 hechos y omisiones que fueron indicados en el informe de verificación publicitaria número ********** de fecha veintiuno de abril de dos mil nueve. Como consecuencia de lo anterior, y en esa misma ampliación, la quejosa señaló a otras dos autoridades responsables, el notificador adscrito a la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León, así como la Subdirectora Ejecutiva de Resoluciones y Sanciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. 10. Nuevamente el ocho de julio de dos mil nueve, la quejosa amplió su demanda, precisando otras autoridades responsables respecto a la notificación y ejecución del oficio **********, el cual –como ha quedado precisado líneas arriba- derivó del expediente de la verificación número **********. 11. Seguidos los trámites legales necesarios, el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado de Nuevo León celebró la audiencia constitucional el veintiuno de agosto de dos mil nueve; posteriormente, el once de septiembre de dos mil nueve, se remitió el expediente al Juez Segundo de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en Culiacán, Sinaloa3, quien mediante resolución que terminó de engrosar el veintisiete de octubre de dos mil nueve, decidió por una parte, sobreseer el juicio, y por otra, negar el amparo. 12. Interposición del recurso de revisión. Inconforme con la sentencia anterior, la parte quejosa, interpuso recurso de revisión, mediante escrito presentado el día trece de noviembre de dos mil nueve, ante las oficinas de correspondencia común del Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa del Estado de Nuevo León, quien en proveído 3 En acatamiento del oficio STCCNO/2253/2008, suscrito por la secretaria Ejecutiva de Carrera Judicial, Adscripción y Creación de Nuevos Órganos del Consejo de la Judicatura Federal. 5 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 de fecha diecisiete de noviembre de dos mil nueve remitió al Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito en turno, para la substanciación del recurso interpuesto. 13. Trámite del recurso de revisión ante el Tribunal Colegiado. El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, a quien correspondió el conocimiento del asunto, pronunció ejecutoria el quince de abril de dos mil diez, a través de la cual determinó dejar a salvo la jurisdicción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en virtud de que advertía que se había impugnado la constitucionalidad de los artículos 23, párrafo segundo, de la Ley General para el Control del Tabaco, 402, 404, fracción VIII, 413 y 420, de la Ley General de Salud. 14. Remisión de los autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emisión de ejecutoria y returno del asunto. Por acuerdo de diecinueve de mayo de dos mil diez, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó devolver el asunto al Tribunal Colegiado de Circuito, ya que con arreglo al Acuerdo General número 2/2009 de veintitrés de marzo de dos mil nueve, emitido por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relativo al aplazamiento de la resolución de los amparos en revisión en los que se reclama la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores en el Distrito Federal y La Ley General para el Control del Tabaco, debía continuarse dicho trámite en el Tribunal Colegiado hasta el estado de resolución y aplazarse el dictado de ésta, hasta en tanto, el máximo Tribunal del país se pronunciara al respecto. 15. Acuerdo de aplazamiento. Como consecuencia de lo anterior y en acatamiento a lo pronunciado por el Alto Tribunal, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, mediante 6 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 acuerdo de fecha uno de junio de dos mil diez, ordenó el aplazamiento del amparo en revisión. 16. Levantamiento del aplazamiento y returno del asunto. Mediante proveído de veintidós de noviembre de dos mil once, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito ordenó el levantamiento de la suspensión y aplazamiento respecto del dictado de la resolución del amparo en revisión, en acatamiento del Acuerdo General número 15/2011, de fecha veinticuatro de octubre de dos mil once pronunciado por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 17. El veintinueve de marzo de dos mil doce, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, pronunció resolución, en la cual declaró que carecía de competencia legal para conocer del asunto, motivo por el cual dejó a salvo la jurisdicción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que conociera del recurso de revisión. 18. Trámite del amparo en revisión ante este Alto Tribunal. El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó el avocamiento del asunto, por auto de dieciséis de mayo de dos mil doce; lo registró con el número 314/2012; ordenó pasar el expediente a esta Primera Sala por razón de la materia y notificar mediante oficio a las autoridades responsables y al Procurador General de la República. 19. Posteriormente, el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación radicó el asunto y ordenó turnar el asunto al Ministro José Ramón Cossío Díaz, para la elaboración del proyecto de resolución respectivo. 7 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 III. COMPETENCIA 20. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 84, fracción I, inciso a), de la Ley de Amparo; 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; 47, en relación con los artículos 14 a 17, todos ellos del Reglamento Interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicado en el Diario Oficial de la Federación el día primero de abril de dos mil ocho; y conforme a lo previsto en el Punto Cuarto, en relación con el Tercero, fracción II, del Acuerdo General Plenario 5/2001, emitido el veintiuno de junio del año dos mil uno y publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve del mismo mes y año, en virtud de que se interpuso en contra de la sentencia dictada en la audiencia constitucional del juicio de amparo en el que se cuestionó la constitucionalidad de los artículos 23, párrafo segundo, de la Ley General para el Control del Tabaco, 402, 404, fracción VIII, 413 y 420, de la Ley General de Salud, vigentes en dos mil nueve. 21. Cabe señalar que en el caso no se justifica la competencia del Tribunal Pleno para conocer del presente asunto, en términos del punto Tercero, fracción II, del Acuerdo General Plenario 5/2001, en atención al sentido de la presente resolución. IV. PROCEDENCIA 22. El presente recurso de revisión resulta procedente, en virtud de que el mismo se interpuso en contra de una sentencia dictada por un Juez de Distrito en la audiencia constitucional de un juicio de amparo en el que se cuestionó la constitucionalidad de los artículos 23, párrafo segundo, 8 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 de la Ley General para el Control del Tabaco, 402, 404, fracción VIII, 413 y 420, de la Ley General de Salud, vigentes en dos mil nueve. V. OPORTUNIDAD 23. Conviene mencionar que no será necesario analizar la oportunidad con la que fue interpuesto el recurso de revisión de la parte quejosa, habida cuenta que el Tribunal Colegiado que conoció del asunto examinó dicha cuestión, concluyendo que fue presentado en los términos legalmente establecidos. VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS 24. Cuestiones necesarias para resolver el asunto. A continuación se sintetizan los conceptos de violación hechos valer en la demanda de garantías. 25. Conceptos de violación. En su primer concepto de violación, la parte quejosa, manifestó que los artículos 402, 404, fracción VIII, 413 y 420 de la Ley General de Salud, fueron violatorios a la garantía de audiencia, porque establecieron el procedimiento de suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud que deben de seguir las autoridades responsables, de manera inmediata, sin oír previamente al gobernado en defensa propia. 26. Adujo que dichos preceptos otorgan la facultad a la autoridades de calificar la existencia de mensajes publicitarios para determinar si se ajustan o no a la normatividad de la materia, con lo cual privan a los particulares del derecho a publicitar sus productos mediante la orden de suspensión del mensaje publicitario, negando la oportunidad de probar y alegar en contrario, previamente al acto privativo. Esto es, la 9 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 orden de suspensión de un mensaje publicitario, se traduce en un medio por el cual el Estado impone al particular la prohibición definitiva e instantánea del derecho de publicitar sus productos, y como acto privativo, estaba sujeto a la garantía de previa audiencia establecido en el artículo 14 constitucional. 27. Asimismo, argumentó que desde la quinta época de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se ha realizado una interpretación del párrafo segundo, del artículo 14 constitucional, y se ha concluido que las autoridades administrativas sí están constitucionalmente facultadas para emitir actos privativos, siempre y cuando antes de su dictado se escuche a los sujetos afectados, hipótesis que no sucedió en el presente caso, lo cual le causó un perjuicio a la parte quejosa para defender sus intereses previamente a la privación de alguno de sus derechos. 28. Por otra parte, manifestó que en ejercicio del derecho a la libertad de expresión, el particular puede publicitar sus productos, con lo cual se demuestra que no se trata de una expectativa de derecho, sino de un derecho constituido a su favor, por lo que al ser la orden de suspensión una orden de prohibición de dicho derecho de publicitar, es claro — adujo la parte quejosa— que se produjo una privación a dicho derecho. 29. La parte quejosa manifestó en su segundo concepto de violación que el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco vulneró la garantía de libertad de trabajo prevista en el artículo 5° constitucional, al impedir al gobernado que promocionara o publicitara productos en la forma que le pareciera, en virtud de que le impuso como límite que sólo realizara la publicidad de los productos de tabaco a través de revistas para adultos o por medio de comunicación personal por correo, sin 10 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 ningún motivo válido que pudiera fundar esa sanción, ya que no se atacaron derechos de terceros ni de la sociedad. 30. Argumentó que dicha limitación en la publicidad de sus productos, impuso al mismo tiempo, una limitante en el ejercicio de su libertad de expender y promocionar productos que se encuentren en el comercio, sin que existiera una justificación legítima que sustentara el interés de la sociedad o tendiera a la protección de sus derechos. 31. En su tercer concepto de violación, la parte quejosa adujo que las autoridades responsables pretendieron acreditar, con su simple dicho, que la publicidad del producto “**********” se realizó en un medio no autorizado para ello, con lo cual no se cumplió el requisito de la debida fundamentación y motivación que debe contener todo acto administrativo, toda vez, que las responsables motivaron su actuación en sus apreciaciones dogmáticas particulares, sin datos técnicos o prueba alguna de que las revistas “********** y ********** (**********)”, en que se publicitó dicho producto no fueran para adultos. 32. Por otra parte, argumentó que el oficio **********y el informe de verificación publicitaria emitido en el expediente No. **********, vulneraron el principio de motivación consagrado en el artículo 16 constitucional, en virtud de que los razonamientos que llevaron a la autoridad a determinar la violación al segundo párrafo del artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco, fueron simples apreciaciones dogmáticas, sustentadas en documentos que no fueron hechos del conocimiento de la parte quejosa. 33. En su cuarto concepto de violación señaló que el oficio ********** y el informe de verificación publicitaria, dictados en el expediente **********, 11 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 el veintiuno de abril de dos mil nueve, violaron los artículos 14 y 16 constitucionales, al no haber respetado la garantía de audiencia previa. 34. Asimismo, adujo que los actos reclamados fueron violatorios de la garantía de audiencia, pues no se le dio la oportunidad de rebatir el supuesto cumplimiento, así como tampoco se le permitió acreditar que su situación no coincidía con los supuestos jurídicos previstos en el acto administrativo, lo cual causó perjuicio a la parte quejosa respecto a lo garantizado en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional. 35. Finalmente manifestó en este concepto de violación que la orden de suspensión del mensaje publicitario la privó de sus propiedades y derechos, esto es, se afectó de manera directa su esfera jurídica, sin que se haya respetado previamente la garantía de audiencia y debido proceso legal, en virtud de que nunca fue emplazada ni oída antes de que se le privara de sus bienes. 36. Finalmente, la parte quejosa precisó en su quinto concepto de violación los vicios en la notificación del oficio **********, así como en el informe de verificación publicitaria que vulneraron las garantías de audiencia, legalidad y seguridad jurídica, en virtud de que el notificador no se identificó con el oficio de suspensión de mensaje publicitario y el informe de verificación publicitaria, por lo tanto, el acto de privación consistente en dicha orden de suspensión de publicación, no proporcionó la certeza de que fue practicada por autoridad administrativa legalmente facultada para ello. 37. Asimismo, señaló que no se dejó citatorio al representante legal para que estuviera presente determinado día y hora a fin de atender las notificaciones, ni tampoco se levantó acta administrativa de dicha notificación. 12 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 38. Consideraciones del Juez de Distrito. A continuación se sintetizan las consideraciones del juez de Distrito al resolver el juicio de amparo indirecto: 39. El primer concepto de violación hecho valer por la parte quejosa resultó ser infundado. Lo anterior en virtud de que la suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud, como medida de seguridad sanitaria, autorizada en los artículos 402, 404, fracción VIII y 413, de la Ley General de Salud, no constituyó un mandamiento privativo de derechos que resultó definitivo y que en todo caso hiciera obligatoria la observancia de la garantía de audiencia previa, pues la privación de derechos no resultó ser definitiva, sino un acto de molestia, cuya constitucionalidad se cumplió con los requisitos de fundamentación y motivación, a la luz del artículo 16 constitucional. Por tanto, y bajo este argumento, los artículos tildados de inconstitucionales, no requieren cumplir con la garantía de audiencia, debido a la naturaleza provisional del “acto de molestia” que tales preceptos fundamentan. 40. Además, precisó el Juez de Distrito, que la suspensión del mensaje publicitario en materia de salud, aparte de ser una medida de seguridad sanitaria, cuya duración se limita al tiempo que requiere la resolución del procedimiento administrativo, tiene como finalidad proteger la salud de la población, principalmente que la publicidad relacionada con productos del tabaco no llegue a los menores de edad. 41. Contrario a lo señalado por la parte quejosa en dicho concepto de violación, los artículos 402, 404, fracción VIII y 413 de la Ley General de Salud, al establecer como medida de seguridad sanitaria la suspensión de mensajes publicitarios, respetan la garantía de audiencia, por tratarse de expectativas de derecho, ya que si bien 13 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 cuenta con autorización para publicitar productos derivados del tabaco, también lo es que ésta se encuentra limitada a que sea en revistas para adultos, por lo que el derecho adquirido es sólo respecto a la autorización ya otorgada y no en relación con diversos medios de publicidad. Por tanto, al no tratarse de un derecho incorporado a su esfera jurídica, las referidas disposiciones no menoscaban derecho fundamental alguno. 42. Respecto al segundo concepto de violación, el Juez de Distrito lo declaró infundado, en virtud de que, de la interpretación del artículo 5° constitucional contenida en los diversos criterios que ha sostenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, revelan que las limitaciones a la libertad de comercio establecidas en el citado precepto, responden a la necesidad de proteger el interés público, lo que significa que se protege el interés de la sociedad por encima del particular y, en aras de ese interés mayor, se limita o condiciona el individual cuando con éste puede afectarse aquél en una proporción mayor del beneficio que obtendría el gobernado. 43. Asimismo, el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco contiene una razón suficiente de interés público para imponer limitantes a la publicidad y promoción de productos del tabaco, esto es así, en virtud de que la finalidad de la restricción a la publicidad y promoción de productos del tabaco, pretende tutelar a grupos focalizados de riesgo que consumen dichos productos, como son los menores de edad, los cuales se transforman en potenciales consumidores de esta clase de productos. 44. Dicha situación resulta razonable de establecer y proteger en la Ley, porque son estos grupos los consumidores de mayor riesgo, los cuales no son conscientes del grado y de la naturaleza del daño causado, por 14 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 ello constituyen en el mercado los destinatarios más afectados por la publicidad derivada de los productos del tabaco. 45. Por otra parte, el juez de Distrito manifestó que de la lectura del artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco, se advertía que no se prohíbe la publicidad y promoción absoluta de los productos del tabaco, sino que se exige una focalización de la misma tendente a tutelar el acceso de los menores de edad y del consumidor a información engañosa sobre los daños que genera el consumo del tabaco. 46. Asimismo, argumentó que si la finalidad es tutelar la salud de la población en general, a través de la disminución en el consumo de productos del tabaco, es patente que las medidas legislativas adoptadas no inciden en grado predominante en el desarrollo de la citada actividad, pues se permite la venta y comercialización de productos, sin que ello implique una prohibición absoluta de tales actividades: en consecuencia, es indudable que el artículo 23 del ordenamiento jurídico citado con anterioridad, no vulnera la garantía de libertad de comercio consagrada en el artículo 5° constitucional. 47. En relación a lo argumentado en el tercer concepto de violación y contrario a lo afirmado por la parte quejosa, el Juez de Distrito manifestó que la motivación contenida en el oficio de suspensión de mensaje publicitario, así como en el informe de verificación publicitaria, fue suficiente al permitir conocer el criterio tomado para arribar a dicha determinación, pues la autoridad partió de la premisa de que las revistas en las cuales se difundieron los anuncios no son para adultos, por lo que se contravino lo establecido en el artículo 23, segundo párrafo, de la Ley General para el Control del Tabaco. 15 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 48. De esa forma, con dicho argumento se le proporcionó a la parte quejosa los elementos necesarios para defenderse y estar en aptitud de impugnarlos, tan es así que promovió el juicio de amparo. Con lo anterior —argumentó el Juez de Distrito— quedó satisfecha la garantía de legalidad, en virtud de que al exponer las razones que informaban el acto, como lo fue que el medio en el cual se publicitaba el producto no se encontraba autorizado para ello, quedo cubierta la obligación de motivar el acto administrativo. 49. Respecto al cuarto concepto de violación hecho valer por la parte quejosa, el juez de Distrito expresó que las medidas de seguridad decretadas con carácter provisional en materia de salud, no son actos privativos, sino disposiciones precautorias que tienen efectos inmediatos para enfrentar una necesidad colectiva urgente, como lo fue el hecho de que la publicidad relacionada con los productos del tabaco no estuvieran al alcance de los menores de edad. 50. De esta forma, la suspensión del mensaje publicitario, así como el informe de verificación publicitaria, fueron de ejecución inmediata, sin que previamente se le debiera conceder al afectado el derecho a la defensa previsto en el artículo 14 constitucional, en virtud de que dichos actos no implicaron una privación definitiva de la libertad, de la propiedad, posesiones o derechos, sino que constituyeron actos de molestia de carácter provisional, regidos exclusivamente por el artículo 16 constitucional, de ahí que —precisó el Juez de Distrito— previo a la emisión de las citadas medidas de seguridad no rija la garantía de audiencia. 51. Finalmente, el Juez de Distrito precisó respecto al quinto concepto de violación, el cual lo declaró infundado, en virtud de que las diligencias de notificación se entendieron directamente con el apoderado de la 16 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 parte quejosa, de ahí que las notificaciones no le causaron perjuicio jurídico alguno, ni la dejaron en estado de indefensión, ya que se logró la finalidad de la notificación, esto es, que la persona a notificar tuviera conocimiento del acto administrativo emitido en su perjuicio. 52. Lo anterior fue precisado por el Juez de Distrito, ya que de autos advirtió que la parte quejosa tuvo pleno conocimiento, tanto del informe de verificación del mensaje publicitario, como de la orden de suspensión del mismo, ya que no desconoció que se le hubieran entregado los oficios de dichos actos, máxime que los exhibió junto con la demanda de amparo, por lo tanto, fue evidente que aun cuando la notificación de los referidos actos resultó practicada ilegalmente, la misma se convalidó desde el momento que en que aquélla se realizó y se hizo sabedora de los mencionados actos. 53. Agravios. Dada la materia del recurso de revisión, esta Sala considera innecesario efectuar la síntesis de los razonamientos esgrimidos en el tercer y cuarto agravio, mismos que sirvieron de sustento al quejoso para combatir las cuestiones propias de legalidad de la sentencia emitida por el Juez de Distrito; sin embargo sí se procede a resumir el primero y segundo agravio, lo cual se realiza en los siguientes términos: 54. En su primer agravio, el recurrente señala que contrario a lo concluido por el a quo, las medidas de seguridad autorizadas en los artículos 402, 404, fracción VIII y 413 de la Ley General de Salud sí son actos privativos y no de molestia, pues su naturaleza y finalidad connatural es la de privar al gobernado de su derecho de realizar mensajes publicitarios en forma definitiva e indefinida, ya que es incorrecto lo afirmado por el juez en el sentido de que éstas solo están vigentes hasta que se resuelva el procedimiento administrativo respectivo, pues 17 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 el propio artículo impugnado establece que se pueden aplicar y mantener con independencia de las sanciones que se establezcan. 55. Igualmente, sostiene que el juzgador debe verificar la finalidad del acto reclamado y si esta resulta ser la privación de un bien material o inmaterial, entonces se trata de un acto privativo; siendo que el criterio para afirmar que una medida es cautelar se ubica en tres supuestos: a) que sea provisional (sólo dura hasta la conclusión del proceso), b) que sea accesoria (no constituye un fin en sí mismas sino que nacen del proceso principal) y c) que sean sumarias (se tramitan en plazos muy breves); concluye que las medidas de seguridad contenidas en los artículos impugnados no son cautelares en tanto que no cumplen con estos requisitos y por tanto, afirma que previo a que se ordenaran debió habérsele concedido el derecho de audiencia previa. 56. Reitera que estas medidas de seguridad constituyen en sí mismas una sanción y que su duración no depende de la culminación del procedimiento, pues subsiste la suspensión de publicidad junto con la sanción que se llegue a fijar, además de que los artículos impugnados señalan cuando se debe iniciar la medida de seguridad pero no establecen un momento de conclusión, por lo que al no otorgársele el derecho de audiencia previa se está violando su derecho constitucional. 57. Afirma que aun cuando la orden de suspensión tenga como finalidad la protección de la salud de la población, debe estimarse que la eficacia de esa orden se fortalece con la audiencia previa, dado que al escuchar al sujeto afectado, el Estado contara con los elementos suficientes que le permitan adoptar una decisión que efectivamente beneficie a la sociedad y no una resolución que pudiera ser perjudicial 18 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 por la falta de elementos para resolver debido a que la audiencia se otorga de manera posterior. 58. Considera que en el caso se trata de la privación de derechos adquiridos sin audiencia previa ya que el hecho de que exista un interés público y que se estime que éste entra en conflicto con el derecho del gobernado es justo la materia a dilucidar en el proceso administrativo, por lo que una medida de seguridad no debiera aplicarse sin audiencia previa, pues el interés público no constituye una habilitación absoluta para afectar irremediablemente derechos sustanciales de los particulares, especialmente cuando tienen el carácter de indisponibles como la libertad, igualdad y dignidad. 59. En otro orden de ideas, en su segundo agravio, el recurrente sostiene que el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco es contrario al artículo 5 constitucional en tanto que, contrario a lo señalado por el a quo, no contiene una razón suficiente para que la libertad de comercio sea restringida. 60. Afirma que la restricción a la libertad de comercio no puede ser injustificada y para que una autoridad administrativa la limite debe acreditarse que existe un interés social o derecho de tercero que se ve o puede verse afectado por la actividad comercial y que la limitación evite esa afectación; siendo que el artículo 23 es una disposición discriminatoria hacia las empresas tabacaleras que no tiene nada que ver con la protección de la salud ni contiene un principio de razón legítima que sustente el interés de la sociedad. 61. Considera que la restricción que hace el artículo 23 impugnado en el sentido de restringir la publicidad de cigarros a las revistas exclusivas para adultos no es una medida racional, legítima e idónea para 19 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 alcanzar la finalidad propuesta en la exposición de motivos consistente en inhibir la venta y consumo de tabaco; y por tanto, concluye que no se encuentra plenamente justificado el interés público. 62. Lo anterior, debido a que se restringe una actividad lícita como lo es la comercialización del tabaco, además de que no encuentra congruencia con los fines perseguidos por la norma, ya que el problema del tabaquismo no es ocasionado por la venta o publicidad de cigarrillos, en tanto que la decisión de fumar o dejar de hacerlo es una decisión personal que el gobierno mexicano ha confiado al libre albedrío de cada individuo, pues en caso contrario se habría prohibido la elaboración, venta y consumo de productos tabacaleros en todo el territorio mexicano. 63. Agrega que, en todo caso, para alcanzar la finalidad de la norma debería prohibirse toda publicación sobre productos tabacaleros, por lo que, normativamente hablando, no se justifica la restricción para que solo se publiciten estos productos en revistas para adultos; por tanto, si lo pretendido por el artículo impugnado es tutelar la salud de la población en general a través de la disminución del consumo de tabaco, la restricción contenida en dicho precepto legal una medida en inefectiva y no idónea. 64. Reitera que si la restricción no atiende a la necesidad de proteger el interés público y la medida tampoco es la adecuada para alcanzar la finalidad propuesta por la norma que es la protección de la salud de toda la población en general; luego entonces la restricción carece de una razón legítima y por ello es inconstitucional. 65. Finalmente, aduce que, contrario a lo expuesto por el a quo, la restricción tampoco pasa el test de proporcionalidad, ya que al no ser 20 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 idónea no es admisible; igualmente no es necesaria pues no se ha acreditado plenamente que con ella se salven millones de vidas; y tampoco es proporcional en tanto que no hay correspondencia entre el fin buscado que es la protección de la población en general y que sólo se autorice la publicidad en revistas para adultos. 66. Estudio de fondo. Con la finalidad de dar contestación al primer agravio planteado, conviene recordar que este Tribunal en Pleno ha sostenido que la garantía de audiencia reconocida en el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de defensa mediante un juicio en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento, esto es, que debe ser oído previamente al acto de autoridad privativo de la vida, la libertad, las propiedades, las posesiones o los derechos. 67. Asimismo, ha sostenido que por acto de privación debe entenderse aquél que tiene como fin la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado, es decir, es aquel que constituye un fin por sí mismo con existencia independiente y no el que únicamente es un medio para la consecución de otro acto; consecuentemente, no todo acto de autoridad provoca esos efectos, no obstante que exista una afectación a la esfera jurídica del gobernado. 68. En efecto, existen actos que restringen el ejercicio de un derecho en forma provisional o preventiva y que no tienen la finalidad de privar en forma definitiva, sino que son medidas provisionales establecidas por el legislador para proteger determinados bienes jurídicos, en tanto se decide si procede o no la privación definitiva. 69. De ahí que no basta que un acto de autoridad produzca una afectación en el ámbito jurídico patrimonial de una persona, para que se repute 21 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 "acto de privación" en los términos del segundo párrafo del artículo 14 constitucional, puesto que para ello es indispensable que la restricción o menoscabo tengan el carácter de definitivos. En consecuencia, si el acto de autoridad por su propia naturaleza y finalidad, no tiende a la privación definitiva y sólo es un medio para lograr otros propósitos, como el de proteger determinados bienes jurídicos, no será acto privativo sino de molestia. 70. En efecto, la distinción entre actos de privación y actos de molestia deriva precisamente de lo dispuesto por los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal, que erigen las garantías de audiencia y de legalidad, respectivamente, en contra de los actos de la autoridad; y esa diferenciación deriva de la naturaleza del acto, de su razón teleológica y no en primer término de los efectos que produce. 71. Esto último se pone de manifiesto si se considera que tanto los actos a que se refiere el artículo 14 de la Constitución Federal, como aquellos a que se contrae el numeral 16 de la propia Constitución, pueden producir, en mayor o menor medida, directa o indirectamente, una "privación" en la esfera jurídica del gobernado causándole una afectación, sea por la indisponibilidad de sus bienes, por la disminución de su patrimonio, por la imposición de una carga u obligación que de no existir el acto no tendría que soportar o cumplir, etcétera; de tal manera que si se atendiera solamente a los efectos del acto, resultaría carente de sentido la distinción entre actos de privación y actos de molestia, supuesto que ambos pueden generar esa "privación" y, en esa medida, todo acto de autoridad que afectara la esfera jurídica de un gobernado no podría realizarse sin la previa garantía de audiencia. 22 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 72. Por ello es que se afirma que la distinción establecida por los numerales 14 y 16 de la Constitución Federal, deriva de la naturaleza del acto y no en primera instancia de los efectos a que puede dar lugar. 73. Las razones expuestas han sido recogidas en la tesis de jurisprudencia sustentada por el Tribunal Pleno, de rubro: "ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. "ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCION.”4 74. Establecida esta diferencia, resulta pertinente recordar que también este Alto Tribunal ha concluido que las medidas cautelares son actos de molestia y no privativos5; lo cual se entiende toda vez que la “El artículo 14 constitucional establece, en su segundo párrafo, que nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho; en tanto, el artículo 16 de ese mismo Ordenamiento Supremo determina, en su primer párrafo, que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. Por consiguiente, la Constitución Federal distingue y regula de manera diferente los actos privativos respecto de los actos de molestia, pues a los primeros, que son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado, los autoriza solamente a través del cumplimiento de determinados requisitos precisados en el artículo 14, como son, la existencia de un juicio seguido ante un tribunal previamente establecido, que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado. En cambio, a los actos de molestia que, pese a constituir afectación a la esfera jurídica del gobernado, no producen los mismos efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos, los autoriza, según lo dispuesto por el artículo 16, siempre y cuando preceda mandamiento escrito girado por una autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta funde y motive la causa legal del procedimiento. Ahora bien, para dilucidar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de un acto de autoridad impugnado como privativo, es necesario precisar si verdaderamente lo es y, por ende, requiere del cumplimiento de las formalidades establecidas por el primero de aquellos numerales, o si es un acto de molestia y por ello es suficiente el cumplimiento de los requisitos que el segundo de ellos exige. Para efectuar esa distinción debe advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la privación de un bien material o inmaterial es la finalidad connatural perseguida por el acto de autoridad, o bien, si por su propia índole tiende sólo a una restricción provisional”. Novena Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: IV, Julio de 1996, Tesis: P./J. 40/1996, Página: 5. 5 “MEDIDAS CAUTELARES. NO CONSTITUYEN ACTOS PRIVATIVOS, POR LO QUE PARA SU IMPOSICIÓN NO RIGE LA GARANTÍA DE PREVIA AUDIENCIA. Conforme a la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la garantía de previa audiencia, establecida en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, únicamente rige respecto de los actos privativos, entendiéndose por éstos los que en sí mismos persiguen la privación, con existencia independiente, cuyos efectos son definitivos y no provisionales o accesorios. Ahora bien, las medidas cautelares constituyen resoluciones provisionales que se caracterizan, generalmente, por ser accesorias y sumarias; accesorias, en tanto la privación no constituye un fin en sí mismo; y sumarias, debido a que se tramitan en plazos breves; y cuyo objeto es, previendo el peligro en la dilación, suplir interinamente la falta de una resolución asegurando su eficacia, por lo que tales medidas, al encontrarse dirigidas a garantizar la existencia de un derecho cuyo titular estima que puede sufrir algún menoscabo, constituyen un instrumento no sólo de otra resolución, sino también del interés público, pues buscan restablecer el ordenamiento jurídico conculcado desapareciendo, provisionalmente, una situación que se reputa antijurídica; por lo que debe considerarse que la 4 23 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 naturaleza de las providencias precautorias o medidas cautelares se rige por las características siguientes: Son medidas que se dictan siempre con el carácter de provisionales y están sujetas a lo que resuelva la sentencia definitiva que se pronuncia en el procedimiento principal. Son los instrumentos que se pueden decretar para conservar la materia del litigio o para evitar un grave e irreparable daño a las partes o a la sociedad. Se caracterizan por ser accesorias y sumarias; accesorias, en tanto la privación no constituye un fin en sí mismo; y sumarias, debido a que se tramitan en plazos breves. Su objeto es, previendo el peligro en la dilación, suplir interinamente la falta de una resolución asegurando su eficacia. Constituyen un instrumento no sólo de otra resolución, sino también del interés público, pues buscan restablecer el ordenamiento jurídico conculcado desapareciendo, provisionalmente, una situación que se reputa antijurídica; por lo que debe considerarse que la emisión de tales providencias no constituye un acto privativo, pues sus efectos provisionales quedan sujetos, indefectiblemente, emisión de tales providencias no constituye un acto privativo, pues sus efectos provisionales quedan sujetos, indefectiblemente, a las resultas del procedimiento administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde el sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos probatorios que considere convenientes; consecuentemente, para la imposición de las medidas en comento no rige la garantía de previa audiencia”. Registro: 196727, Instancia: Pleno, Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, VII, Marzo de 1998, Materia(s): Constitucional, Común, Tesis: P./J. 21/98, Página: 18. 24 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 a las resultas del procedimiento administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde el sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos probatorios que considere convenientes. 75. Establecidas las premisas anteriores, se procede al estudio del primer agravio que aduce la parte recurrente en el sentido de que debe respetarse el derecho de audiencia previo a la imposición de las medidas de seguridad que contemplan los artículos impugnados, ya que éstas tienen el carácter de actos privativos en tanto que no son ni provisionales ya que no se señala periodo de duración de las mismas, ni accesorias, ya que su finalidad principal es privar a los gobernados de su derecho de realizar mensajes publicitarios. 76. En este orden de ideas, a efecto de analizar si la suspensión de los mensajes publicitarios, en tanto medida de seguridad, constituye un acto privativo o un acto de molestia, es preciso referirse, en primer lugar, a la naturaleza jurídica, objeto y finalidad de las medidas de seguridad que prevé la Ley General de Salud, así como al procedimiento administrativo que da lugar a su imposición. 77. La Ley General de Salud en vigor fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el día siete de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro, la cual ha sido reformada en diversas ocasiones; sin embargo, por lo que se refiere a las medidas de seguridad y al procedimiento para su imposición, la reforma más reciente se publicó en ese mismo medio de divulgación oficial el día catorce de junio de mil novecientos noventa y uno. 78. Para los efectos del presente estudio, los preceptos de la Ley General de Salud que conviene tener presentes son los contenidos en el Título 25 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 Décimo Octavo, denominado “Medidas de Seguridad, Sanciones y Delitos”, particularmente en el Capítulo I, intitulado “Medidas de Seguridad Sanitaria”, y en el Capítulo III, denominado “Procedimiento para aplicar las Medidas de Seguridad y Sanciones”, mismos que se transcriben a continuación: “CAPÍTULO I Medidas de Seguridad Sanitaria” “ARTÍCULO 402.- Se consideran medidas de seguridad las disposiciones que dicte la autoridad sanitaria competente, de conformidad con los preceptos de esta Ley y demás disposiciones aplicables, para proteger la salud de la población. Las medidas de seguridad se aplicarán sin perjuicio de las sanciones que, en su caso, correspondieren.” “ARTÍCULO 403.- Son competentes para ordenar o ejecutar medidas de seguridad, la Secretaría de Salud y los gobiernos de las entidades federativas, en el ámbito de sus respectivas competencias. La participación de los municipios estará determinada por los convenios que celebren con los gobiernos de las respectivas entidades federativas y por lo que dispongan los ordenamientos locales.” “ARTÍCULO 404.- Son medidas de seguridad sanitaria las siguientes: I.- El aislamiento; II.- La cuarentena; III.- La observación personal; IV.- La vacunación de personas; V.- La vacunación de animales; VI.- La destrucción o control de insectos u otra fauna transmisora y nociva; VII.- La suspensión de trabajos o servicios; VIII.- La suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud; IX.- La emisión de mensajes publicitarios que advierta peligros de daños a la salud; X.- El aseguramiento y destrucción de objetos, productos o substancias; 26 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 XI.- La desocupación o desalojo de casas, edificios, establecimientos y, en general, de cualquier predio; XII.- La prohibición de actos de uso, y XIII.- Las demás de índole sanitaria que determinen las autoridades sanitarias competentes, que puedan evitar que se causen o continúen causando riesgos o daños a la salud. Son de inmediata ejecución las medidas de seguridad señaladas en el presente artículo.” “ARTÍCULO 413.- La suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud, procederá cuando éstos se difundan por cualquier medio de comunicación social contraviniendo lo dispuesto en esta ley y demás ordenamientos aplicables o cuando la Secretaría de Salud determine que el contenido de los mensajes afecta o induce a actos que pueden afectar la salud pública. En estos casos, los responsables de la publicidad procederán a suspender el mensaje, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la notificación de la medida de seguridad, si se trata de emisiones de radio, cine o televisión, de publicaciones diarias o de anuncios en la vía pública. En caso de publicaciones periódicas, la suspensión surtirá efectos a partir del siguiente ejemplar en el que apareció el mensaje.” “CAPÍTULO III Procedimiento Para Aplicar las Medidas de Seguridad y Sanciones.” “ARTÍCULO 428.- Para los efectos de esta Ley, el ejercicio de las facultades discrecionales por parte de la autoridad sanitaria competente se sujetará a los siguientes criterios: I.- Se fundará y motivará en los términos de los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; II.- Se tomarán en cuenta las necesidades sociales y nacionales y, en general, los derechos e intereses de la sociedad; III.- Se considerarán los precedentes que se hayan dado en el ejercicio de las facultades específicas que van a ser usadas, así como la experiencia acumulada a ese respecto; IV.- Los demás que establezca el superior jerárquico tendientes a la predictibilidad de la resolución de los funcionarios, y V.- La resolución que se adopte se hará saber por escrito al interesado dentro del plazo que marca la Ley. Para el caso de que no exista éste, dentro de un plazo no mayor de 27 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 cuatro meses contados a partir de la recepción de la solicitud del particular.” “ARTÍCULO 429.- La definición, observancia e instrucción de los procedimientos que se establecen en esta Ley se sujetarán a los siguientes principios jurídicos y administrativos: I.- Legalidad; II.- Imparcialidad; III.- Eficacia; IV.- Economía; V.- Probidad; VI.- Participación; VII.- Publicidad; VIII.- Coordinación; IX.- Eficiencia; X.- Jerarquía, y XI.- Buena fe.” ARTÍCULO 424.- La aplicación de las multas será sin perjuicio de que la autoridad sanitaria dicte las medidas de seguridad que procedan, hasta en tanto se subsanen las irregularidades. ARTÍCULO 430.- Las autoridades sanitarias con base en los resultados de la visita o del informe de verificación a que se refiere el artículo 396 Bis de esta ley podrán dictar las medidas para corregir las irregularidades que se hubieren encontrado notificándolas al interesado y dándole un plazo adecuado para su realización. ARTÍCULO 431.- Las autoridades sanitarias competentes harán uso de las medidas legales necesarias, incluyendo el auxilio de la fuerza pública, para lograr la ejecución de las sanciones y medidas de seguridad que procedan. ARTÍCULO 432.- Derivado de las irregularidades sanitarias que reporte el acta o informe de verificación a que se refiere el artículo 396 Bis de esta ley, la autoridad sanitaria competente citará al interesado personalmente o por correo certificado con acuse de recibo, para que dentro de un plazo no menor de cinco ni mayor de treinta días comparezca a manifestar lo que a su derecho convenga y ofrezca las pruebas que estime procedentes en relación con los hechos asentados en el acta o informe de verificación según el caso. Tratándose del informe de verificación la 28 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 autoridad sanitaria deberá acompañar invariablemente copia de aquel. al citatorio ARTÍCULO 434.- Una vez oído al presunto infractor o a su representante legal y desahogadas las pruebas que ofreciere y fueren admitidas, se procederá dentro de los cinco días hábiles siguientes, a dictar, por escrito, la resolución que proceda, la cual será notificada en forma personal o por correo certificado con acuse de recibo al interesado o a su representante legal. 79. La interpretación sistemática de los artículos transcritos, revela en principio, que el legislador otorgó facultades a la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las entidades federativas para vigilar dentro del ámbito de su competencia el cumplimiento de la citada legislación, como también para decretar las medidas de seguridad que correspondan. 80. Así, las disposiciones transcritas establecen que se consideran medidas de seguridad las disposiciones que dicte la autoridad sanitaria, de conformidad con los preceptos de la propia Ley y demás disposiciones aplicables, para proteger la salud de la población; así como que son medidas de seguridad, entre otras, la suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud. 81. Lo anterior quiere decir que el bien jurídico tutelado por las disposiciones reseñadas y, en particular las impugnadas, es la salud de la población, como una cuestión de orden público e interés social6, pues tal como lo dispone el artículo 4º de la Constitución Federal7, todas las personas tienen derecho a la protección de la salud. 6 Artículo 1º de la Ley General de Salud: La presente Ley reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda persona en los términos del artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general. Es de aplicación en toda la República y sus disposiciones son de orden público e interés social.” 7 “ARTÍCULO 4.… 29 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 82. Del sistema transcrito anteriormente, también se advierte que el artículo 432 dispone que las medidas de seguridad se podrán aplicar con base en los resultados que arroje la visita o el informe de verificación, cuando de éstos se advierta la existencia de alguna irregularidad y que, en estos casos, citará al interesado personalmente o por correo certificado con acuse de recibo, para que dentro de un plazo no menor de cinco ni mayor de treinta días exprese lo que a sus intereses convenga y ofrezca las pruebas con relación a los hechos contenidos en el informe o acta de verificación; mientras que conforme a los artículos 36, fracción IV8 y 559 de la Ley Para el Control del Tabaco se advierte que las medidas de seguridad pueden aplicarse como consecuencia del resultado que arroje el procedimiento administrativo correspondiente. 83. Lo anterior, implica que la suspensión de mensajes publicitarios puede ordenarse en dos momentos diversos: el primero, como consecuencia del contenido del informe de verificación; y el segundo, como consecuencia de la conclusión que se alcance en el procedimiento administrativo, previo respeto de las formalidades esenciales del debido proceso. 84. Igualmente, es importante señalar que del análisis conjunto de esos preceptos, se desprende que las medidas de seguridad son Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución.” 8 Artículo 36. Corresponde a la Secretaría con base en lo dispuesto en la Ley General de Salud y demás disposiciones aplicables: I. Expedir las autorizaciones requeridas por esta Ley; II. Revocar dichas autorizaciones; III. Vigilar el cumplimiento de esta Ley, y IV. Ejecutar los actos del procedimiento para aplicar medidas de seguridad y sanciones. Para dar cumplimiento a lo anterior, la Secretaría emitirá las disposiciones correspondientes. 9 Artículo 55. En todo lo relativo a los procedimientos para la aplicación de medidas de seguridad y sanciones, los recursos de inconformidad y prescripción, se aplicará lo establecido en las disposiciones de la Ley General de Salud. 30 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 disposiciones de inmediata ejecución que dicta la autoridad sanitaria para proteger la salud de la población. 85. Ahora bien, conviene precisar que del agravio que se estudia se advierte que lo que la recurrente impugna es la medida de seguridad consistente en la suspensión de los mensajes de publicidad aplicada con motivo del contenido del informe de verificación y no la que se aplica como consecuencia del procedimiento administrativo correspondiente. 86. Lo anterior es así, toda vez que el agravio principal de la recurrente consiste en que no se respeta el derecho de audiencia previa a la aplicación de la citada medida de seguridad; siendo que, si ésta se aplica como consecuencia de la conclusión a la que se arribe en el procedimiento es evidente que la garantía de audiencia se ejerce dentro de ese mismo procedimiento. 87. En consecuencia el análisis de constitucionalidad que se realice en esta sentencia se constreñirá a la medida de seguridad consistente en la suspensión de los mensajes publicitarios que se aplica como consecuencia del contenido del informe de verificación. 88. Ahora bien, contrario a lo aducido por la recurrente, esta Primera Sala considera que la medida de seguridad en estudio sí tiene el carácter de provisional y accesoria; lo que a su vez se traduce en que no implica una privación de la libertad, de la propiedades, posesiones o derechos de los gobernados, sino que su objeto consiste en tomar decisiones para evitar riesgos que perjudiquen el interés público. 89. En efecto, la facultad que tiene la autoridad administrativa para ordenar la suspensión de mensajes publicitarios en materia de salud, que se 31 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 contiene en los artículos 404, fracción VIII y 413, ambos de la Ley General de Salud, cumple con todos los elementos necesarios para ser considerada como una medida precautoria, pues como se advierte de la lectura integral de los preceptos en mención, el acto administrativo de suspensión no se agota en sí mismo como si se tratase de un acto privativo, sino que una vez ordenada la suspensión, se iniciará un procedimiento administrativo a efecto de analizar si la publicidad cuya suspensión se ordenó cumple o no con los requisitos establecidos en la ley para que ésta sea considerada legal. 90. Además, una vez culminado dicho procedimiento, pueden presentarse las siguientes hipótesis: Que se concluya que los mensajes publicitarios sí respetaron las restricciones establecidas en la ley, caso en el cual no podrá seguir subsistiendo la medida de seguridad. Que se concluya que la publicidad es ilegal por no haber respetado los términos legales, caso en el cual se impondrá una sanción y, si no se hubieran subsanado las irregularidades que dieron motivo a la medida de seguridad, se podrá ordenar que ésta subsista. 91. De donde se advierte que la medida de seguridad consistente en la suspensión de los mensajes publicitarios previa al procedimiento administrativo correspondiente no constituye un acto privativo con efectos definitivos, ni tampoco una sanción, pues sus efectos sólo son provisionales o accesorios y quedan sujetos, en todo caso, a la tramitación del procedimiento administrativo previsto en la misma ley, en el que la persona afectada por ese acto de molestia podrá hacer uso 32 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 de su garantía de audiencia, para que finalmente se dicte la resolución correspondiente sobre la legalidad o ilegalidad de la publicidad en análisis y de la permanencia o no de la medida de seguridad decretada. 92. El carácter provisional de la medida de seguridad queda reforzado en el contenido del artículo 42410 de la propia Ley General de Salud y del diverso 78 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad que dispone: “ARTÍCULO 78.- Las medidas de seguridad a las que se refiere el artículo 404 de la Ley General de Salud que correspondan, se aplicarán para proteger la salud de la población por las actividades relacionadas a la producción, publicidad e importación de productos del tabaco. Las medidas a que se refiere el párrafo anterior serán de inmediata aplicación y durarán el tiempo estrictamente necesario para corregir las irregularidades que pongan en peligro la salud de las personas o hasta que cese la causa que dio origen a su aplicación.” 93. En igual sentido, el carácter provisional y temporal de esta medida se pone de manifiesto al advertir que la suspensión de los mensajes publicitarios también estará condicionada a la resolución final que se dicte en el procedimiento administrativo correspondiente, donde se decidirá si dicha publicidad cumple o no con los requerimientos establecidos en ley y, a partir de esa conclusión, se resolverá si se suspenden dichos mensajes en forma definitiva o no. 94. En efecto, como ya se dijo, de los artículos 36, fracción IV y 55 de la Ley Para el Control del Tabaco se advierte claramente que las consecuencias del procedimiento administrativo pueden consistir tanto en medidas de seguridad como en sanciones; luego entonces, resulta 10 ARTÍCULO 424.- La aplicación de las multas será sin perjuicio de que la autoridad sanitaria dicte las medidas de seguridad que procedan, hasta en tanto se subsanen las irregularidades. 33 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 evidente que los efectos que se deriven de la aplicación de la medida de seguridad como consecuencia del contenido del informe de verificación quedan sujetos, indefectiblemente, a las resultas del procedimiento administrativo en el que se analice la legalidad de la publicidad respectiva, donde el sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos probatorios que considere convenientes. 95. Por las razones que los informan, sirven como respaldo de la conclusión alcanzada los siguientes criterios jurisprudenciales emitidos por esta misma Primera Sala, cuyos rubros son del tenor siguiente: “OBRA NUEVA, SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE. PREVISTA EN LOS ARTÍCULOS 214 Y 218 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN. TRATÁNDOSE DE ESTA MEDIDA NO RIGE LA GARANTÍA DE AUDIENCIA”11 y ““MEDIDAS PRECAUTORIAS TRATÁNDOSE DE LA GUARDA Y CUSTODIA DE MENORES DE EDAD. NO PROCEDE, PREVIO A SU IMPOSICIÓN, OTORGAR LA GARANTÍA DE AUDIENCIA EN SU FAVOR Y EN EL DEL CÓNYUGE EJECUTADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).”12 11 El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis jurisprudencial P./J. 40/1996, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IV, julio de 1996, página 5, de rubro: "ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCIÓN.", estableció que la garantía de previa audiencia, consagrada en el artículo 14 de la Constitución Federal, únicamente rige respecto de los actos de privación, entendiéndose por éstos los que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado, es decir, aquellos que en sí mismos constituyen un fin, con existencia independiente y cuyos efectos de privación son definitivos y no provisionales o accesorios. En congruencia con tal criterio, debe decirse que la garantía constitucional de referencia no rige en tratándose de la suspensión provisional de obra nueva prevista en los artículos 214 y 218 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Nuevo León. Ello es así, porque la citada suspensión es una medida provisional, que se caracteriza por ser un acto accesorio y sumario que garantiza el desarrollo de un procedimiento civil ordinario para determinar en la resolución final, en su caso, la suspensión definitiva de la obra nueva, una vez seguidas las formalidades esenciales del procedimiento. Esto es, el carácter provisional y temporal de la referida medida se pone de manifiesto al advertirse que la suspensión de la obra durará hasta en tanto se dicte la resolución correspondiente en el procedimiento civil relativo, por lo que aquélla no implica su privación definitiva, situación que estará condicionada a la resolución final que se dicte en dicho procedimiento, en el que se decidirá si se suspende la continuación de la obra en forma definitiva o no.” (Novena Época, Registro: 190603, Instancia: Primera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XII, Diciembre de 2000, Materia(s): Constitucional, Civil, Tesis: 1a. LV/2000, Página: 252.). 12 “El artículo 249 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, que se refiere al capítulo de las providencias precautorias, establece expresamente que antes de iniciarse el juicio, o 34 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 96. En el mismo orden de ideas, cabe señalar que la medida de seguridad que se estudia es accesoria, en tanto que no constituye un fin en sí misma sino que está dirigida a garantizar la protección de un bien jurídico diverso. 97. En efecto, conforme al artículo 402 impugnado, las medidas de seguridad, entre las que se incluye la suspensión de los mensajes publicitarios, deberán dictarse por la autoridad sanitaria competente, de conformidad con los preceptos de esa Ley y demás disposiciones aplicables, para proteger la salud de la población. 98. En este orden de ideas, debe entenderse que las mismas sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto de proteger un bien jurídico de mayor entidad como lo es el derecho a la salud, precisamente por ser una prioridad de orden público y de naturaleza urgente e inaplazable. 99. Así pues, debe destacarse que la medida de seguridad es cautelar en tanto se adopta como reacción ante ciertos riesgos sanitarios y supone, por su contenido y fin, cautelar para evitar lesiones al interés público protegido o para impedir la continuación de los efectos antijurídicos durante su desarrollo, a solicitud del interesado pueden decretarse todas las medidas necesarias para mantener la situación de hecho o de derecho existentes, así como para garantizar las resultas de una sentencia ejecutoria. Asimismo, establece que dichas providencias se decretarán sin audiencia de la contraparte. Por su parte, el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido en la tesis de jurisprudencia 21/98, que las citadas medidas cautelares constituyen medidas provisionales que se caracterizan generalmente, por ser accesorias y sumarias y sus efectos provisionales quedan sujetos, indefectiblemente, a las resultas del procedimiento administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde el sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos probatorios que considere convenientes, de tal forma que para la imposición de esas medidas no rige la garantía de previa audiencia. Luego, si con fundamento en el numeral citado un cónyuge promueve ante el Juez competente providencias precautorias a efecto de obtener la guarda y custodia de menores de edad, resulta incuestionable que para decretar la medida solicitada no existe obligación de otorgar la garantía de audiencia a favor del cónyuge afectado y de los menores involucrados. No obstante lo anterior, como uno de los requisitos para decretar la medida cautelar es que esté justificada la necesidad de la misma, el Juez atendiendo a las circunstancias del asunto y a los intereses superiores del menor, podrá determinar en qué caso la audiencia que se dé en su favor debe ser previa y cuándo deberá primero lograr el aseguramiento del infante para escucharlo con posterioridad”. (Novena Época, Registro: 181312, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIX, Junio de 2004, Materia(s): Civil, Tesis: 1a./J. 28/2004, Página: 138.). 35 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 causados por las irregularidades consignadas en el informe de verificación. 100. Lo anterior tiene su razón de ser debido a que durante la tramitación del procedimiento sancionador que se inicia se puede perjudicar o continuar perjudicando el interés público, un interés que no admite demora para mantenerlo o restaurarlo. Ese interés público se preservará definitivamente con la resolución final, pero no se podrá negar que durante la tramitación del procedimiento dicho interés puede verse lesionado; por ello la medida de seguridad lo que pretende es garantizar el interés público hasta en tanto se resuelve definitivamente sobre la existencia o no de irregularidades en los mensajes publicitarios. 101. Al respecto, cabe aclarar que el objetivo de la medida de seguridad que se ordena con motivo del contenido del informe de verificación es diverso del que se persigue a través del procedimiento administrativo, pues éste tiene como finalidad determinar la legalidad o ilegalidad de los mensajes publicitarios, y en su caso, imponer las sanciones correspondientes; mientras que la de aquella tiene una finalidad preventiva, toda vez que tiende a evitar que se pudiera seguir poniendo en riesgo el derecho a la salud, hasta en tanto se defina de manera definitiva el procedimiento administrativo. 102. Siendo esto así, la medida de seguridad consistente en la suspensión de los mensajes publicitarios, que se decreta con carácter provisional —como consecuencia del contenido del informe de verificación— no es un acto privativo, sino una disposición precautoria que tiene efectos inmediatos para salvaguardar el interés público reflejado en la protección del derecho a la salud. 36 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 103. En efecto, se advierte que el legislador ordinario, al emplear en el artículo 413 impugnado la expresión “…puedan afectar la salud pública…” ha considerado que la mejor manera de asegurar a los gobernados su derecho a la salud, es adoptando medidas de seguridad sanitarias que operen de manera inmediata y al tenor de la ponderación o un criterio de oportunidad que sólo la autoridad administrativa puede emplear en cada caso concreto, sin tener que someterse a rígidos esquemas que podrían impedir protección eficaz del derecho a la salud de la población. 104. Lo anterior encuentra sentido en el entendido de que la protección a la salud de las personas no puede quedar sujeta a las resultas de un juicio o procedimiento administrativo en el que previamente se respete la garantía de audiencia del gobernado afectado con la medida cautelar, sino que es preciso que se garantice de manera inmediata el derecho que se estima puede resultar afectado y cuya protección, en el caso concreto, es de orden público y de interés social. 105. La interpretación de las normas relativas a la suspensión de mensajes publicitarios, la cual ha quedado expuesta con anterioridad, se corrobora con la interpretación teleológica formulada por el propio legislador, la cual se contiene en las Exposición de Motivos y Dictámenes de las Cámaras legisladoras, formulados en el proceso legislativo de la ley en cita. Tales documentos refieren lo siguiente: a) Exposición de Motivos de la reforma a la Ley General de Salud, publicada en el Diario Oficial de la Federación el día siete de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro: “El Título Décimo Noveno (sic) establece, cuáles son las medidas de seguridad y se regulan sus alcances. Se entiende que esas medidas son las disposiciones de 37 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 inmediata ejecución que dicta la autoridad sanitaria competente, debidamente fundadas y motivadas, y destinadas a proteger la salud de la población. Estas medidas de seguridad se aplicarán sin perjuicio de las sanciones que, en su caso proceden.” b) Dictamen de la Cámara de Diputados, correspondiente a la reforma señalada en el inciso anterior: “No sería posible que en un ordenamiento de la importancia que tiene esta iniciativa, se omitieran las medidas de seguridad, sanciones y delitos, que por violación de los mandatos que la misma previene deben ser aplicables, pues el bien jurídico que la iniciativa tutela, la salud, merece incluir las previsiones necesarias para el efectivo cumplimiento de los preceptos que en ella se contienen”. c) Dictamen de la Cámara de Senadores relativo a la reforma a la Ley General de Salud, publicada en el Diario Oficial de la Federación el día catorce de junio de mil novecientos noventa y uno: “Las visitas domiciliarias son métodos y prácticas adecuados para que la administración pública pueda verificar el exacto cumplimiento de las normas que regulan la prestación de los servicios de salud. Dichas visitas deben practicarse con plena observancia de las modalidades que para tales efectos determina el Artículo 16 constitucional. En congruencia con este precepto, el Artículo 401 de la ley sobre cuyas reformas se dictamina, señala con precisión el modo como deberán practicarse las verificaciones domiciliarias que —en todo caso— aun en tratándose de órdenes para verificar toda una zona, deberán constar por escrito y con firma autógrafa de la autoridad que las acuerde. Antes de iniciar su función, el verificador deberá exhibir credencial que lo acredite y faculte para el ejercicio de su cometido. Así, se fortalece la seguridad de propietarios y encargados de los sitios en que se practiquen las verificaciones y se evita la usurpación de funciones en perjuicio de quienes -con su actividadcontribuyen a atender los servicios de salud.” 38 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 106. Igualmente, cabe señalar que, por las razones que los informan, sirven como sustento de la conclusión alcanzada en el presente análisis, los criterios de esta Primera MERCANTILES. EL RELATIVA, VIOLA NO Sala ARTÍCULO LA 224 siguientes: DE GARANTÍA LA DE “SOCIEDADES LEY GENERAL AUDIENCIA.”13 y “DERECHOS DE AUTOR. LA SUSPENSIÓN DE LOS EFECTOS DE LA INSCRIPCIÓN A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 168 DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO CONSTITUYE UN ACTO PRIVATIVO, POR LO QUE NO SE RIGE POR LA GARANTÍA DE PREVIA AUDIENCIA”.14 107. En este orden de ideas, atendiendo a la naturaleza de la suspensión de mensajes publicitarios como medida de seguridad ordenada previo al procedimiento administrativo correspondiente, es dable concluir que al ser ésta una medida provisional que no entraña propiamente un acto privativo de carácter definitivo, ya que será hasta que se dicte la resolución respectiva cuando se decida si se ordena dicha suspensión “La distinción entre actos privativos y actos de molestia está dada por el fin que persigue, esto es, el acto será privativo si la supresión o menoscabo de un bien material o inmaterial es la naturaleza propia del acto y, será de molestia cuando tienda sólo a una restricción provisional. Así, si la afectación tiene como propósito privar al gobernado de sus bienes, se trata de un acto privativo y, como consecuencia, deberá respetarse la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consistente en la obligación de la autoridad de otorgar al sujeto, en forma previa al acto, la oportunidad de defender sus intereses; mientras que cuando el fin del acto no estriba en esa privación definitiva, sino que constituye una medida accesoria o preventiva, se estará ante una privación provisional, es decir, frente a un acto respecto del cual no es indispensable que previamente se brinde al sujeto la garantía constitucional referida. Por tanto, el artículo 224 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, al prever que en caso de oposición a la fusión, ésta se suspenderá hasta que cause ejecutoria la sentencia que la declare infundada, no viola la garantía de audiencia contenida en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por tratarse de un acto de molestia que sólo tiende a una restricción provisional”. (Novena Época, Registro: 164212, Instancia: Primera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXXII, Julio de 2010, Materia(s): Constitucional, Civil, Tesis: 1a. XCI/2010, Página: 260.). 14 “La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido reiteradamente que la garantía de previa audiencia contenida en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos únicamente rige respecto de actos privativos con efectos definitivos. En ese sentido, se concluye que dicha garantía no rige tratándose de la providencia a que se refiere el artículo 168 de la Ley Federal del Derecho de Autor, al disponer que en caso de controversia se suspenderán los efectos inherentes a la inscripción en el Registro Público del Derecho de Autor, pues ello no constituye un acto privativo sino una medida cautelar. En efecto, acorde con el indicado precepto legal, ante la existencia de una controversia suscitada respecto de los derechos autorales entre quien los inscriba y un tercero que alegue un mejor derecho, se suspenderán los efectos de dicho registro; sin embargo, ese no es el fin último de la norma, ya que tal suspensión sólo durará hasta que la autoridad competente resuelva la controversia que la motivó; de ahí que se trate de un acto de molestia provisional cuya constitucionalidad se cumple con los requisitos de fundamentación y motivación previstos en el artículo 16 constitucional”. (Novena Época, Registro: 168155, Instancia: Primera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXIX, Enero de 2009, Materia(s): Constitucional, Administrativa, Tesis: 1a. II/2009, Página: 548.). 13 39 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 de manera definitiva o no, y considerando que dicha medida es accesoria en tanto que no constituye un fin en sí misma sino que tiene un objetivo preventivo; luego entonces, esta medida de seguridad no está regida por lo preceptuado en el artículo 14 constitucional. 108. Por las mismas razones, también es infundado el argumento de la parte quejosa en el sentido de que la medida de seguridad en estudio constituye una sanción en sí misma; esto es así ya que la suspensión de mensajes publicitarios que se ordena como consecuencia del contenido del informe de verificación se aplica previo al inicio del procedimiento administrativo correspondiente, que, como ya se dijo, es el medio legal adecuado para imponer las sanciones legales previstas para el caso de que se concluya la existencia de irregularidades. 109. Por tanto, las características expuestas hacen concluir a esta Sala que las medidas de seguridad en materia de salubridad son actos de molestia que pueden ser ejecutados inmediatamente y sin escuchar previamente al gobernado, ya que al ser medidas provisionales y precautorias que sólo tienen efecto inmediato para prevenir que se siga poniendo en riesgo el derecho a la salud, no pueden considerarse como actos privativos. En consecuencia, no se requiere otorgar al afectado el derecho a la defensa antes de ser ejecutadas. 110. Lo anterior es así, porque las disposiciones que se analizan, no prevén actos de privación, sino que como se dijo, son medidas provisionales o cautelares, respecto de las cuales, como lo ha sostenido esta Suprema Corte, no opera la garantía de audiencia previa, ya que ésta procede única y exclusivamente en contra de los actos de privación, que no es el caso, motivo por el cual en contra de los actos que se cuestionan no se actualiza la violación a la garantía de audiencia. 40 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 111. Sobre el particular, este Alto Tribunal ya ha sostenido15 respecto de que las medidas de seguridad que se contienen en el artículo 404 de la Ley General de Salud no opera la garantía de audiencia previa, ya que las medidas que ahí se enumeran, son actos provisionales o precautorios, que de modo alguno tienden a privar al gobernado en forma definitiva de sus propiedades o posesiones sino en forma provisional, hasta en tanto se instrumentan los procedimientos relativos y se emite una resolución conforme a derecho. 112. Como consecuencia de lo anterior, resulta infundado lo expuesto por la quejosa recurrente en el sentido de considerar inconstitucional los artículos 402, 404, fracción VIII y 413 de la Ley General de Salud, pues, tal como ya se estableció las medidas de seguridad contempladas en tales preceptos legales sí son actos de molestia en tanto que, contrario a lo sostenido por la quejosa, sí tienen el carácter de provisionales y su finalidad es cautelar o preventiva más no privativa; por tanto, tampoco pueden considerarse como una sanción. 113. Sirve como sustento de lo hasta aquí expuesto, de manera analógica, el criterio emitido por el Pleno de este Tribunal de rubro: “PROTECCIÓN CIVIL. LA INMEDIATA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD ESTABLECIDAS EN LOS ARTÍCULOS 78 Y 83 DE LA LEY RELATIVA DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN, TRATÁNDOSE DE LOS CASOS DE ALTO RIESGO, EMERGENCIA O DESASTRE, NO SE RIGE POR LA GARANTÍA DE AUDIENCIA.”16 15 Amparo en Revisión 1012/2004, bajo la ponencia del Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, por unanimidad de 4 votos; Amparo en Revisión 1799/2005 bajo la ponencia del Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano, por unanimidad de 4 votos. 16 “Las medidas de seguridad previstas por el artículo 78 de la Ley de Protección Civil para el Estado de Nuevo León, definidas por el artículo 83 de la propia ley, como las disposiciones de inmediata ejecución que dicta la autoridad correspondiente para proteger el interés público o evitar los riesgos, altos riesgos, emergencias o desastres que puedan ocurrir en los establecimientos a que se refiere dicha ley, son medidas provisionales que no implican una privación de la libertad, de las propiedades, posesiones o derechos, sino que su objetivo consiste en tomar decisiones, en virtud de la urgencia del caso, para evitar un riesgo o desastre que perjudique el interés público, esto es, su efecto es provisional, por lo que en esas condiciones, la constitucionalidad de su 41 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 114. En otro orden de ideas, también resulta infundado el segundo agravio de la recurrente en el que sostiene que el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco es contrario al artículo 5 constitucional. 115. Para una mejor comprensión del presente asunto, resulta pertinente precisar que el artículo 5° de la Constitución Federal garantiza la libertad de comercio, conforme a los siguientes lineamientos: A ninguna persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial cuando se ataquen derechos de terceros. También podrá vedarse por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. 116. Tales lineamientos que garantizan la llamada libertad de comercio, en términos del primer párrafo del artículo 5° de la Carta Magna, se sustentan a su vez en principios fundamentales que constituyen regulación no depende de que aisladamente se cumpla en el acto mismo, con la garantía de previa audiencia al afectado, ya que dicho acto forma parte de un procedimiento que es el que debe cumplir los requisitos de previa audiencia, en tanto que la resolución que se dicte en ésta será la que constituya el acto privativo, pues en ella se impondrá la sanción, criterio que es acorde con la tesis de jurisprudencia P./J. 21/98, del Pleno de la Suprema Corte, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VII, marzo de 1998, página 18, de rubro: "MEDIDAS CAUTELARES. NO CONSTITUYEN ACTOS PRIVATIVOS, POR LO QUE PARA SU IMPOSICIÓN NO RIGE LA GARANTÍA DE PREVIA AUDIENCIA.", en el que estableció que las medidas cautelares constituyen resoluciones provisionales que se caracterizan, generalmente, por ser accesorias, sumarias y flexibles y que tienen por objeto, previendo el peligro en la dilación, suplir interinamente la falta de una resolución asegurando su eficacia, además de que su emisión no constituye un acto privativo, por lo que para su imposición no rige la citada garantía establecida en el artículo 14 de la Constitución Federal”. (Novena Época, Registro: 191132, Instancia: Pleno, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XII, Septiembre de 2000, Materia(s): Constitucional, Administrativa, Tesis: P. CXXXVII/2000, Página: 38.). 42 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 requisitos necesarios que deben darse para que se haga exigible el derecho humano. 117. Esto es así, ya que la libertad de comercio no se prevé de manera irrestricta e ilimitada, sino que se condiciona a la satisfacción de determinados presupuestos fundamentales: a) que no se trate de una actividad ilícita; b) que no se afecten derechos de terceros; y, c) que no se afecten derechos de la sociedad en general. 118. En lo referente al primer presupuesto, la garantía constitucional cobra real vigencia en la medida que se refiera a una actividad lícita, esto es, que esté permitida por la ley; dicho de otra manera, la garantía no podrá exigirse cuando sea ilícita, es decir, que esté prohibida por la ley o que, aun y cuando no esté prohibida expresamente, de alguna manera pueda significar transgresión al derecho positivo mexicano. 119. Por cuanto hace al segundo presupuesto normativo, éste implica que la garantía no podrá ser exigida si la actividad a la que pretende dedicarse la persona conlleva a su vez la afectación a derechos de terceros, esto es, que estando permitida por la ley, exista un derecho preferente tutelado por la ley en favor de otro u otros que se ubiquen en una situación jurídica determinada, que pueda verse afectado por el desarrollo de la actividad de aquél. 120. Finalmente, el tercer presupuesto normativo implica que la garantía será exigible siempre y cuando la actividad, aunque lícita, no afecte el derecho de la sociedad, esto es, existe un imperativo que subyace frente al derecho de los gobernados en lo individual, que es el derecho de la sociedad en general. 43 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 121. Al respecto, esta Corte ya ha establecido17 que los derechos humanos, siendo en su definición más básica pretensiones jurídicas destinadas a establecer los límites que los representantes de los ciudadanos no pueden traspasar en el desarrollo de sus responsabilidades normativas, no son ellos mismos tampoco ilimitados. Su estructura normativa típica no es la propia de las reglas —que son normas jurídicas con condiciones de aplicación razonablemente detalladas y determinadas, y que se aplican mediante razonamientos subsuntivos— sino la que caracteriza a los principios, que son imperativos jurídicos con condiciones de aplicación definidas de modo muy abierto, lo cual los destina naturalmente a entrar en interacción, en los casos concretos, con otras normas con contenidos jurídicos que apuntan en direcciones no idénticas. Es por eso que suele decirse que los derechos humanos operan en el razonamiento jurídico como mandatos de optimización, porque su protección y reconocimiento en los textos constitucionales presupone naturalmente que sus exigencias normativas entrarán en conflicto con otras en los casos concretos, hipótesis en la que será necesario desarrollar un ejercicio de ponderación para articular el resultado de su aplicación conjunta en esos casos. 122. En las democracias constitucionales actuales, en cualquier caso, la resolución jurídica de los conflictos que involucran derechos humanos no parte cada vez de cero, sino que el sistema jurídico contiene un abanico más o menos consensuado de reglas o criterios que expresan lo que puede o no considerarse un equilibrio adecuado entre ellos en distintos contextos o escenarios aplicativos. Algunas de estas reglas están consagradas expresamente en los tratados de derechos humanos o en las constituciones mismas —fíjese atención en que el propio texto del artículo 5° de la Carta Magna consagra un buen 17 Amparo en Revisión 7/2009, bajo la ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz. 44 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 número de ellos— mientras otros se van explicitando a medida que la justicia constitucional va resolviendo casos, incluidos, claro está, aquellos en los que se juzga la constitucionalidad de los límites a los derechos incluidos en las leyes. 123. El legislador, en efecto, es competente genéricamente para emitir normas que regulan y limitan derechos, pero no puede hacerlo del modo que prefiera, sino bajo determinadas condiciones que tienen tanto que ver con fines como con medios. Su labor normativa —llegado el caso— debe ser cuidadosamente examinada por esta Corte para garantizar que los límites que la misma implica son constitucionalmente legítimos y están, por consiguiente, justificados por la necesidad de proteger a su vez derechos e intereses constitucionalmente amparados, no adoptadas sobre bases arbitrarias o insuficientemente sensibles a su impacto en las condiciones de goce del derecho involucrado. El tipo de análisis que la Corte debe desarrollar en estos casos queda plasmado en las siguientes tesis del Pleno: GARANTÍAS INDIVIDUALES. EL DESARROLLO DE SUS LÍMITES Y LA REGULACIÓN DE SUS POSIBLES CONFLICTOS POR PARTE DEL LEGISLADOR DEBE RESPETAR LOS PRINCIPIOS DE RAZONABILIDAD Y PROPORCIONALIDAD JURÍDICA18, y de la Primera Sala: RESTRICCIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. ELEMENTOS QUE EL JUEZ CONSTITUCIONAL DEBE TOMAR EN CUENTA PARA CONSIDERARLAS VÁLIDAS19. 124. Así pues, no hay duda de que la previsión contenida en el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco introduce, como señalaba en su momento la recurrente, un límite a la libertad de trabajo, comercio e industria, puesto que no permite que la publicidad de los 18 Tesis P./J. 130/2007, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVI (diciembre de 2007), p. 8. 19 No. Registro: 160267, Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro V, Febrero de 2012, Tomo 1, Tesis: 1a./J. 2/2012 (9ª.), Página: 533. 45 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 productos tabacaleros llegue a los menores de edad. Sin embargo, el que se pueda calificar dicha restricción, prima facie, de “límite a un derecho” no dice nada acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad del mismo, calificación que dependerá de si puede afirmarse que la medida legislativa examinada persigue una finalidad constitucionalmente admisible, resulta un medio instrumentalmente apto para avanzar hacia la consecución de dicha finalidad y constituye además un medio necesario y proporcional que evita el sacrificio innecesario de otros bienes y derechos. 125. En este orden de ideas, resulta relevante recordar que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido jurisprudencia firme en la que reconoce las tres limitaciones a la libertad de trabajo y comercio, mismas que se desprenden del siguiente criterio: “LIBERTAD DE TRABAJO. NO ES ABSOLUTA DE ACUERDO CON LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES QUE LA RIGEN (ARTÍCULO 5o., PÁRRAFO PRIMERO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS).”20 126. Asimismo, este Alto Tribunal ha considerado que cuando a través de una resolución gubernativa se limita el ejercicio de la citada garantía, se requiere, necesariamente, que el ordenamiento que la restringe contenga un principio de razón legítima que sustente el interés de la “La garantía individual de libertad de trabajo que consagra el artículo 5o., primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es absoluta, irrestricta e ilimitada, sino que, con base en los principios fundamentales que deben atenderse, su ejercicio se condiciona a la satisfacción de los siguientes presupuestos: a) que no se trate de una actividad ilícita; b) que no se afecten derechos de terceros; y, c) que no se afecten derechos de la sociedad en general. En lo referente al primer presupuesto, la garantía constitucional cobra vigencia en la medida que se refiera a una actividad lícita, esto es, que esté permitida por la ley. El segundo presupuesto normativo implica que la garantía no podrá ser exigida si la actividad a la que pretende dedicarse la persona conlleva a su vez la afectación de un derecho preferente tutelado por la ley en favor de otro. Finalmente, el tercer presupuesto implica que la garantía será exigible siempre y cuando la actividad, aunque lícita, no afecte el derecho de la sociedad, esto es, existe un imperativo que subyace frente al derecho de los gobernados en lo individual, en tanto que existe un valor que se pondera y asegura, que se traduce en la convivencia y bienestar social, lo que significa que se protege el interés de la sociedad por encima del particular y, en aras de ese interés mayor se limita o condiciona el individual cuando con éste puede afectarse aquél en una proporción mayor del beneficio que obtendría el gobernado.” (Novena Época, Instancia Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: IX, Abril de 1999, Tesis: P./J. 28/99, Página: 260.). 20 46 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 sociedad y que tienda a proteger sus derechos. El criterio aislado es el siguiente: “LIBERTAD DE COMERCIO. ALCANCES DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 5o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.”21 127. Los criterios citados en los párrafos precedentes son decisivos para resolver el problema jurídico planteado por la recurrente, pues si bien es cierto, como lo afirma la recurrente, que la actividad que desempeña, consistente en comercializar productos tabacaleros, es lícita por sí misma; sin embargo, para que no raye en el campo de la ilicitud, es preciso que la publicidad que promueva dicha comercialización se ajuste a las normas sanitarias previstas en la Ley General para el Control de Tabaco, la cual tiene como propósito exclusivo proteger la salud de los gobernados en general y, de manera prioritaria la de los menores de edad, en cumplimiento al mandato supremo previsto en el artículo 4º constitucional. 128. Al respecto la Primera Sala de esta Corte ya se ha pronunciado22 en el sentido de que la garantía de libertad de comercio será exigible siempre y cuando la actividad de comercialización, aunque lícita, no afecte los derechos de la sociedad, pues al respecto existe un imperativo previsto en el propio artículo 5º constitucional, relativo a que “De la interpretación que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido sobre el artículo 5o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprende que, por un lado, la garantía de libre comercio no es absoluta, irrestricta e ilimitada, sino que requiere que la actividad que realice el gobernado sea lícita, es decir, que esté permitida por la ley; y, por el otro, que el propio precepto establece que su ejercicio sólo puede limitarse en dos supuestos: por determinación judicial, cuando se lesionen los derechos de tercero, o bien, por resolución gubernativa en los casos específicos que marque la ley, siempre y cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Lo anterior implica que la garantía en cuestión será exigible en aquellos casos en que la actividad, aunque lícita, no afecte el interés público, entendido éste como el imperativo que subyace frente al derecho de los gobernados en lo individual que se traduce en la convivencia y bienestar social. En ese sentido, cuando a través de una resolución gubernativa se limite el ejercicio de la citada garantía, se requiere, necesariamente, que el ordenamiento que la restringe contenga un principio de razón legítima que sustente el interés de la sociedad y que tienda a proteger sus derechos.” (Novena Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XI, Junio de 2000, Tesis: P. LXXXVIII/2000, Página: 28.). 22 A.R. 1012/2004, bajo la ponencia del Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, resuelto por unanimidad de cuatro votos. 21 47 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 frente al derecho de los gobernados en lo individual, debe prevalecer un valor de índole social y, en aras de ese interés mayor se limita o condiciona el interés individual cuando con este último puede afectarse aquél en una proporción mayor al beneficio que obtendría el gobernado. 129. En este orden de ideas, la justificación del contenido del artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco puede encontrarse claramente en la exposición de motivos de la Ley y en los dictámenes de las Cámaras de Diputados y Senadores; documentos de los cuales se desprenden los siguientes aspectos: 130. Se destacó que si bien la prerrogativa del ser humano a fumar o no fumar es el dilema que subyace en el espíritu del legislador federal al aprobar una legislación para el Control del Tabaco, la cual además, fue ampliamente aceptada por todos los que habitamos en la República Mexicana, debido a los beneficios que trae para cualquier persona, pero que de manera especial se centra en los menores de edad, los cuales no tienen la capacidad para determinar lo que es bueno o es malo para su persona, y también, para aquellos fumadores involuntarios. 131. Se afirma que el tabaquismo es la causa más importante y más evitable de morbilidad en muchos países. Se dice también que la decisión de legislar en la materia tuvo la intención de dar acogida a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y las disposiciones del Convenio Marco para el Control del Tabaco, que pretende aplicar controles eficaces al consumo del tabaco. 132. Asimismo, se dijo que la Ley tenía por objeto proteger la salud de la población, los derechos de los no fumadores y, en particular, salvaguardar la salud de los menores de edad, por lo que se trataba de 48 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 una Ley de utilidad pública al servicio de objetivos de salud pública que justificaba ciertas limitaciones a la libertad de industria y comercio. 133. Se propuso que en el artículo 23 de la Ley se modificara la redacción a efecto de que la publicidad se limitara únicamente a ciertos medios y se dirigiera exclusivamente a mayores de edad. 134. Lo anterior, después de especificar que la publicidad era el principal medio para hacer atractivo un producto que iniciado su uso, dado su carácter adictivo era difícil cesar, por lo que debía limitarse la oportunidad de iniciar (protegiendo al ciudadano contra una adicción que difícilmente dejará) el uso de esta sustancia adictiva. En particular, consideraron apropiadas las obligaciones, limitantes y prohibiciones establecidas pues velan por la protección de la salud, principalmente de los niños y jóvenes además de resultar imprescindibles para el establecimiento de sanciones a aquellos que atentan contra la salud de la población. 135. Además, se fundamentó la propuesta en el informe de la Organización Panamericana de la Salud, según el cual el grado de promoción de los productos de tabaco influye en su nivel de consumo, tanto en la población en general como en grupos destinatarios específicos como los niños y jóvenes. Además, la promoción se ha asociado en particular al inicio del tabaquismo entre los jóvenes. La misma agencia informa que un estudio de más de cien países reveló que los países con restricciones amplias o prohibiciones de la promoción del tabaco tienen niveles inferiores de consumo de tabaco que los países con restricciones débiles, o ninguna restricción, sobre la promoción del tabaco. El mismo estudio descubrió que, para que las restricciones tengan una repercusión, necesitan ser totales o casi totales y que las 49 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 restricciones débiles tienen poca o ninguna repercusión sobre el uso de tabaco. 136. Por su parte en la discusión que se llevó a cabo en este proceso legislativo dentro de la Cámara de Diputados, destacan las siguientes afirmaciones: Diputada Aída Marina Arvizu Rivas: “La Encuesta Nacional de Adicciones reporta que más de 28 por ciento de la población entre 12 y 65 años de edad fuma; mientras que el 52.6 por ciento está expuesta al humo del tabaco, sobre todo en oficinas y en lugares públicos. Con éstas y otras variables se estima que la tasa real de fumadores en nuestro país es superior al 36 por ciento para varones y de 13 por ciento para mujeres mayores de 12 años. Pero lo más preocupante es que casi un millón de fumadores son adolescentes y es en ese sector en el cual se observa el mayor crecimiento en el consumo. Ante este dato tan evidente, confirmado por estudios realizados por las mismas tabacaleras, es la población adolescente la que representa un enorme potencial para el negocio del tabaco. La evidencia la tenemos ante nosotros en las escuelas, en lugares públicos, en eventos sociales y en comercios. Con el dictamen que hoy se presenta, la cuestión está en si se coarta la libertad y capacidad de decisión de las personas para consumir este producto. De lo que se trata es de contar con las herramientas jurídicas para la implementación de una política integral de educación para la salud. De prevención y protección de los no fumadores. De proteger a nuestros niños y niñas de un riesgo para su salud y su desarrollo. En el mundo existe una preocupación real por la salud de sus jóvenes. México no puede mantener una legislación anacrónica. Más aún, ante la evidencia de que cada vez más adolescentes son fumadores, es responsabilidad del Estado promover políticas que garanticen el derecho a la salud.” Diputado Juan Abad de Jesús: “Como saben, éste no es un tema en tribuna, no hay nada en contra de este dictamen que no hayamos repasado en la comisión con debido cuidado. Es evidente que hemos preferido, por arriba de ello, el cuidado de niños y jóvenes, en general de 50 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 nuestro México, porque sólo algunos le seguimos teniendo respeto.” Diputado Francisco Elizondo Garrido: “Reconocemos que el tabaquismo es una enfermedad adictiva, crónica, progresiva y mortal. Es antecedente de múltiples enfermedades respiratorias, cardiovasculares y de cáncer; sin embargo, es una enfermedad prevenible. En México se estiman más de 60 mil defunciones anuales asociada al consumo de tabaco, lo que equivale, en promedio, a 165 muertes diarias. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones de 2006, 26.4 por ciento de la población mexicana entre 12 y 65 años de edad fuma, lo que equivale a poco más de 16 millones de habitantes, donde poco más de un millón son adolescentes entre 12 y 17 años. Además, dentro de la población urbana cercana de 14 millones de la población están expuestos al humo del tabaco involuntariamente. En este sentido necesitamos unirnos en una misma lucha, con el único fin de acabar con las adicciones y darle una mejor condición de vida a las futuras generaciones de México.” Diputado Fernando Enrique Mayans Canabal: “Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaquismo causa en el mundo 5 millones de muertes. Nuestro país aporta a esta cifra catastrófica 60 mil defunciones al año; 165 ocurren cada día. El 25.6 por ciento de todas las muertes que se registran son atribuibles al consumo o a la exposición al tabaco. En México hay más de 17 millones de fumadores y en la última década la edad de inicio del consumo disminuyó, afectando de manera más frecuente a niñas, niños y adolescentes. La causa más directa de enfermedad y de muerte atribuibles al consumo y a la exposición al tabaco son los trastornos isquémicos del corazón, el enfisema, la bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la enfermedad cerebro-vascular y el cáncer de pulmón, de bronquios y de tráquea.” Diputada Adriana Rebeca Vieyra Olivares: “Las consecuencias asociadas al consumo de tabaco van más allá de los daños a la salud individual y colectiva. Y, en efecto, en nuestro país uno de cada cuatro mexicanos entre los 12 y los 65 años fuma. Actualmente el 25 por ciento de los estudiantes de secundaria fuman y la edad de inicio del consumo se ha reducido —tristemente— a casi 11 años de 51 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 edad en nuestra población preadolescente. Creemos que este tipo de reformas nos deben hacer ver los problemas de manera integral. México, desde hace dos o tres décadas tiene una prevalencia de 16 millones de consumidores de tabaco. No ha disminuido el número de consumidores; sin embargo, sí se ha desplazado hacia edades de 10 a 12 años el inicio del consumo.” 137. Por su parte en la discusión que se llevó a cabo en este proceso legislativo dentro de la Cámara de Senadores, destacan las siguientes afirmaciones: Senador Ernesto Saro Boardman: “Este dictamen versa sobre una ley que en sus 55 artículos y cuatro transitorios tiene las siguientes finalidades: Proteger la salud de la población, sobre todo en nuestros menores, sobre los efectos nocivos del tabaco (…) e instituir medidas para reducir el consumo de tabaco, particularmente en los menores. En nuestro país se destaca la gravedad de la epidemia del tabaquismo, ya que provoca la muerte de 60 mil personas al año, es decir, 165 defunciones diarias, en las cuales se destacan las cardiovasculares, respiratorias, el cáncer de pulmón, trastornos de órganos, solo para mencionar algunos de ellos. Ello sin considerar el perjuicio que genera al medio ambiente, además del enorme gasto sanitario que asciende aproximadamente a 29 mil millones de pesos cada año en salud, y diez mil millones únicamente en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y además hoy en día sabemos que es cada vez más temprana la edad en que se empieza a fumar, teniendo un índice aproximado desde los 13 años de edad. Como podemos ver, compañeras y compañeros senadores, velamos por la salud de nuestros niños y jóvenes, no se trata de una prohibición total, en cuanto a la libre competencia en el mercado, debemos dejar claro que no existe evidencia empírica internacional que permita predecir de manera razonable los efectos que tendrían las medidas de prevención que se proponen en la ley, en los niveles de competencia y eficiencia de los mercados involucrados. En otro tenor, la restricción de la publicidad en el punto de venta no es una obstrucción de la comunicación comercial con los consumidores, la ley busca, sin lugar a dudas evitar el contacto con todo tipo de publicidad o comunicación que pueda incitar al menor de edad al consumo del producto. Para la Comisión de Salud y para mí, la salud de todos los mexicanos es primordial, por eso lo exhorto a que emitan su 52 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 voto a favor, no sólo de un dictamen, sino a favor de la salud de todos nuestros connacionales y, sobre todo, de nuestros niños y nuestros jóvenes. Muchas gracias. Es cuanto, señor presidente.” Senador Francisco Javier Obregón Espinoza: “Consideramos que la aportación fundamental del dictamen que hoy nos ocupa se centra en la atención que presta al grave problema del tabaquismo en jóvenes, principalmente en mujeres y en niños, ya que en la última década la edad del inicio del consumo disminuyó desplazándose lamentablemente hacia edades de entre 10 a 12 años de edad. Se estima que en nuestro país el 13 por ciento de mujeres mayores de 12 años fuman, y casi un millón de fumadores son adolescentes.” Senador Jorge Legorreta Ordorica: “En el Partido Verde creemos que un bien fundamental es proteger, precisamente, a nuestra niñez y a la juventud, ya que se consideran frágiles presas de la publicidad, con lo cual acceden rápidamente al consumo del tabaco, minando sus vidas sin entender el verdadero alcance para su salud. Por supuesto, pensamos que lo fundamental también es evitar que la publicidad llegue a los jóvenes, que esta publicidad se dé y se presente en la televisión, en algunos restaurantes, en algunos espectaculares y que tenga impacto en los jóvenes menores de edad.” Senador Antonio Mejía Haro: “Senadoras y senadores: El grupo parlamentario del PRD, va a votar a favor del dictamen de la iniciativa de Ley General de Control de Tabaco, por las bondades que tiene esta ley, sobre todo, de proteger a nuestros niños y jóvenes del tabaco y de las enfermedades que derivan de él, como es el cáncer del pulmón. Tanto en México como en el mundo, la exposición al humo del tabaco es una epidemia de carácter grave que representa una de las principales causas de enfermedad. La mayoría de los fumadores comienza en edad temprana, a veces sin saber las consecuencias que puedan tener.” Senador Andrés Galván Rivas: “No podemos ignorar que el consumo no controlado del tabaco impacta cada vez más en personas de menor edad, es decir, ya no jóvenes, sino niños de entre 12 y 15 años que se inician en esta práctica insana; asimismo, diversos estudios han señalado que es tres veces más probable que quienes consumen tabaco 53 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 consuman alcohol y seguramente algunas drogas, o sea que el tabaco ha sido en muchos de los casos la antesala del consumo de otro tipo de drogas, sobre todo en menores de edad. Y aunque esto no sucede en la mayoría de los casos, es un dato que debe ser considerado con suma seriedad.” Senador Manuel Velasco Coello: “Los sectores más vulnerables son los niños y las mujeres embarazadas, dado que el material genético es más susceptible de daño entre menores de edad.” Senador Francisco Castellon Fonseca: “Quiero dejar muy claro que de mi parte no existe oposición alguna a las medidas que tienen como propósito cuidar la salud de los fumadores y de los no fumadores, además de las medidas que el Estado Mexicano pueda realizar para prevenir a niños y jóvenes para evitar la adicción al tabaco, observando que es importante que estas campañas para enfrentar la adicción al tabaco también se acompañen de campañas educativas y culturales, que no solamente tengan que ver con el tabaco, sino también tengan que ver con el alcohol, tengan que ver con los alimentos chatarra, y tengan que ver con todo aquello que dañe la salud de nuestros niños y nuestros jóvenes.” Senador Guillermo Tamborrel Suarez: “Me parece que quienes me han antecedido en el uso de la voz, y han sido muy puntuales y muy concretos, han señalado, pues de una manera por demás clara, cuáles son los enormes daños que genera el consumir tabaco, en la forma de cigarrillos; cuáles es el daño que genera en la juventud; cuál es el daño que genera, inclusive, en la niñez; sin olvidar que prácticamente todos los fumadores, y digo prácticamente, todos los fumadores se han iniciado y hoy se están iniciando, cuando son menores de edad, menores de 18 años.” 138. Así pues, a juicio de esta Corte, contrario a lo aducido por la recurrente, es claro que la restricción que contiene la norma impugnada sí tiene una finalidad legítima pues busca proteger la salud de la población en general y de los menores de edad en particular; por lo que se trata de un objetivo constitucionalmente admisible, importante y relevante. 54 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 139. En efecto, del proceso legislativo que dio origen a la norma impugnada se advierte de manera clara que la restricción que contiene el artículo impugnado relativa a que la publicidad de productos del tabaco sólo sea dirigida a mayores de edad a través de revistas para adultos, comunicación personal por correo o dentro de establecimientos de acceso exclusivo para aquéllos no tiene como finalidad específica el inhibir la venta y consumo de tabaco, sino que su objetivo es el de proteger la salud, principalmente de los niños y jóvenes, en tanto que éstos no tienen la capacidad para determinar lo que es bueno o es malo para su persona, debido a que el grado de promoción de los productos de tabaco influye en su nivel de consumo, además de que la promoción se ha asociado en particular al inicio del tabaquismo entre los jóvenes. 140. En consecuencia, esta Primera Sala concluye que la restricción en estudio sí responde a una finalidad legítima y constitucionalmente válida que, además, en tanto que protege el derecho a la salud de un grupo vulnerable como son los niños y jóvenes, es de interés público y social. 141. Lo anterior, es así en tanto que la protección del derecho humano a la salud se encuentra prevista en el artículo 4° constitucional, misma que es sobradamente importante para operar como objetivo justificador de la limitación a la libertad de comercio e industria representada por la norma impugnada; de lo cual se sigue que, contrario a lo aducido por la recurrente, la medida restrictiva sí es legítima. 142. Asimismo, esta Sala también concluye que la medida es racional e idónea en tanto que en este caso existe claramente conexión instrumental entre el objetivo antes identificado y la opción de no 55 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 permitir que se publiciten los productos tabacaleros en medios que estén al alcance de los menores. 143. Lo anterior se afirma ya que, como lo ha resuelto este mismo órgano jurisdiccional al resolver problemáticas similares a la que se estudia23, lo que la Constitución exige en el tipo de circunstancias normativas que enmarca el presente caso es que se trate de una medida que contribuya a avanzar hacia el fin buscado por la norma, no la medida perfecta, la mejor imaginable, la más efectiva o la más abarcativa. 144. En efecto, en un ámbito como el que nos ocupa, y por las razones apuntadas con anterioridad, los poderes públicos deben poder ir diseñando y modificando las políticas públicas y las estrategias mediante las cuales se proponen avanzar hacia la consecución de determinados objetivos, siempre y cuando respeten las condiciones básicas de racionalidad en que se centra nuestro examen. 145. En este caso, la estrategia anti-tabaco y pro-salud seleccionada por el legislador parte de dos premisas que parece importante explicitar. En primer lugar, el legislador mexicano, como tantos otros en el mundo, interpreta que la lucha legal contra los efectos del tabaco en la salud de las personas no debe traducirse en una prohibición absoluta de venta y consumo de los productos del mismo derivados, sino en la introducción de estrictas restricciones de tiempo, modo y lugar respecto de las condiciones en las que estos productos pueden ser promocionados, adquiridos y consumidos por las personas adultas. 146. Entre las razones que suelen señalarse en apoyo de este tipo de opción (no exclusión del mercado de los productos derivados del tabaco) están los riesgos de que el cumplimiento de las prohibiciones 23 Amparo en Revisión 7/2009, bajo la ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz. 56 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 totales sea imposible de garantizar por parte de las autoridades estatales, así como la ausencia todavía de un consenso en torno a si los argumentos de paternalismo justificado que amparan plenamente la normativa que restringe la comercialización y las condiciones de uso de estos productos alcanzan o no a cubrir una prohibición total del consumo personal. 147. En segundo lugar, el legislador asume que la batalla para disminuir el consumo de tabaco, en protección de la salud de los menores, permite centrar la prohibición de promoción en medios a los que esta parte de la población —menores— tenga acceso porque, como destaca la exposición de motivos, se otorga peso a las pautas de consumo realmente existentes en la sociedad, y desde esta perspectiva es claro que hay razones perfectamente objetivas y sólidas para restringir la publicidad de estos productos a efecto de que la misma sólo se encuentre dirigida a los adultos: la edad a la que los menores inician el consumo de tabaco es cada vez menor y la publicidad de este producto impacta de manera profunda en dicho consumo; de modo que tiene sentido prohibir que la publicidad de los productos tabacaleros se realice en medios a los que los menores tengan acceso. 148. Lo hasta aquí expuesto, otorga sentido y base racional a la restricción legislativa examinada, aunque pudieran imaginarse estrategias más perfectas, más radicales y más efectivas. 149. Finalmente, basta añadir que la incidencia de la restricción contenida en el artículo 23 de la Ley General para el Control del Tabaco está muy lejos de recaer sobre el centro o núcleo del derecho a elegir y desempeñar una profesión o una actividad empresarial: la restricción legislativa no es una restricción de entrada, esto es, no condiciona la posibilidad de tener la propiedad o la explotación de un 57 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 establecimiento mercantil, ni siquiera la posibilidad de convertirse en comercializador o de algún otro modo distribuidor de productos derivados del tabaco, sino que simplemente regula algunas de sus condiciones de ejercicio, y respecto de uno en particular —la publicidad—; todo lo cual se traduce en un impacto objetivamente mínimo sobre el ámbito de ejercicio del derecho o libertad en cuestión. 150. Así, el legislador únicamente impone una condición específica de modo y lugar entre la infinidad de otras condiciones de modo y lugar que tienen que ser observadas en la publicidad de productos y servicios, sobre la base de la necesidad de proteger una infinidad de derechos e intereses públicos que esa actividad pone en juego; así pues, se traduce en la necesidad de respetar una norma con un impacto mínimo en la libertad de dedicarse a vender productos derivados del tabaco, cuya racionalidad y proporcionalidad ha sido, por lo demás, ya mostrada, no vulnera tampoco la libertad constitucional amparada por el artículo 5° de la Carta Magna; de ahí lo infundado del agravio en estudio. 151. Finalmente, se reserva jurisdicción al Tribunal Colegiado para que conozca de los temas de legalidad, aspecto que es propio de su competencia, de conformidad con lo previsto por el artículo 92 de la Ley de Amparo. VII.DECISIÓN 152. En las relatadas condiciones, al haber resultado infundados los conceptos de violación esgrimidos por el quejoso, lo que procede es, en la materia de la revisión, negar el amparo y protección de la Justicia Federal, contra los artículos 402, 404, fracción VIII y 413, todos de la Ley General de Salud, así como contra el diverso 23 de la Ley General para el Control del Tabaco; y reservar jurisdicción al Tercer Tribunal 58 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, respecto de las cuestiones de legalidad. 153. En consecuencia, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, RESUELVE: PRIMERO. En lo que es materia del presente recurso de revisión, se confirma la sentencia dictada por el Juez Primero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado de Nuevo León, en los autos del juicio de amparo 284/2009. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a ********** contra los actos de las autoridades que quedaron precisados en el apartado II de esta ejecutoria, en relación con la inconstitucionalidad de los artículos 402, 404, fracción VIII y 413, todos de la Ley General de Salud, así como contra el diverso 23 de la Ley General para el Control del Tabaco. TERCERO. Se reserva jurisdicción al Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, para el examen de las cuestiones de legalidad, en términos del último apartado. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, envíese los autos al Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito y, en su oportunidad, archívese el expediente. Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz (Ponente), Guillermo 59 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Firman el Presidente de la Sala y el Ministro Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe. PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA. P O N E N T E: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA: LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES 60 AMPARO EN REVISIÓN 314/2012 En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. TLS/dmr 61