EL SECTOR DE PRODUCTOS LACTEOS El sector lácteo en Uruguay es un sector que ha presentado un gran dinamismo en los últimos años. Se encuentra entre los diez sectores con mayor participación en el valor agregado industrial y en las exportaciones. En los últimos 11 años el sector ha evolucionado favorablemente, incrementándose la producción y las exportaciones a tasas acumulativas anuales de 4,6% y 12,9% respectivamente. Asimismo, se ha observado una gran diversificación de la oferta en el sector. Los principales productos que conforman el sector Por ser este un estudio industrial, el mismo se concentrará en la producción manufacturera de lácteos y no en la fase agropecuaria. En este sentido, el trabajo se focalizará en la fabricación de mantequillas, quesos, leche condensada, en polvo y evaporada, crema fresca y conservada, helados, sorbetes y otros postres de leche congelados, y leche líquida para la distribución al por mayor o al por menor. En 1999 se recibieron 1.137 millones de litros de leche en las plantas industrializadoras. De este cantidad, el 21% se destinó al consumo y el restante 79% a la industria. Cabe resaltar que este porcentaje ha ido creciendo en la última década. Considerando el total de litros de leche industrializados, más del 70% corresponde a quesos y leche en polvo. Se observa en la última década un crecimiento de la producción de estos productos así como también un aumento importante de la producción de acidificadas (principalmente yogures) y leche larga vida. 1. EL MERCADO INTERNACIONAL La producción mundial de productos lácteos está altamente concentrada en los países desarrollados, en la Unión Europea y Estados Unidos principalmente. La comercialización internacional es reducida en relación a la producción, situándose el comercio internacional de lácteos en 6% de la producción. Los altos costos de transporte, las políticas de autosuficiencia en el abastecimiento y los controles sanitarios impiden que el mercado mundial sea integrado. Los productos que más se comercializan internacionalmente son la leche en polvo y la manteca. Sin embargo, está teniendo un dinamismo creciente el mercado de quesos. En 1998 se exportaron en todo el mundo 27.452 millones de dólares. El 86% de esta cifra correspondió a exportaciones de la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda. Mientras los países desarrollados concentran el 95% de las exportaciones lácteas, importan el 73% de las mismas, teniendo por lo tanto un saldo comercial positivo de productos lácteos. Esta tendencia ha estado presente a lo largo de toda la década del noventa. En particular, mientras la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda muestran saldos positivos, Estados Unidos se ha caracterizado por ser un importador neto de productos lácteos. Cabe mencionar la existencia de políticas proteccionistas en los países europeos principalmente, atribuidas al concepto de multifuncionalidad que origina este tipo de actividades. La región Argentina, Brasil y Uruguay representan el 2,1%, 1,1% y 0,3% de la producción mundial de lácteos respectivamente. Estos porcentajes han ido creciendo en los últimos años debido al gran dinamismo que presentó la producción de lácteos en los tres países. En Uruguay el consumo de lácteos per cápita alcanza a 250 litros por año, ocupando el quinto lugar en el mundo en la ingesta de lácteos. En Argentina el mismo alcanza a 224 y en Brasil a 100 litros por año. Considerando las exportaciones de lácteos, Argentina y Uruguay representan el 1,1% y 0,7% del comercio mundial respectivamente. Mientras estos dos países son exportadores netos, Brasil presentó saldos negativos a lo largo de toda la pasada década. Con el surgimiento del MERCOSUR, las exportaciones de lácteos de los países miembros se volcaron principalmente a la región, a un nivel de precios superior al que obtendrían en terceros mercados. Sin embargo, este proceso podría agotarse en la medida que la producción está creciendo a tasas superiores a la demanda, con lo cual los precios tenderían a bajar. Debido a que Brasil es el principal demandante de productos lácteos uruguayos, interesa de manera especial estudiar la evolución del sector en dicho país. Las importaciones brasileñas de productos lácteos pasaron de 170 millones de dólares en 1990 a 513 millones en 1998, predominando en su composición las importaciones de leche en polvo. Esta evolución ha llevado a que Brasil ocupe el quinto lugar entre los principales importadores de leche en todos sus tipos. Hasta 1994 la proporción de productos importados en el consumo brasileño era aproximadamente 7%. En 1995, primer año de la estabilidad, tuvo un crecimiento muy grande. Sin embargo, las importaciones han disminuido desde entonces y actualmente están próximo al 8,7 % del total del consumo. El hecho de que la producción brasileña de productos lácteos estuviera protegida por la excepción al Arancel Externo Común (AEC), provocó consecuencias internas y externas. Por un lado, permitió el crecimiento sostenido de la producción brasileña al amparo de esta medida. Por otro lado, existió un fuerte incremento de las importaciones desde el MERCOSUR en detrimento de las provenientes desde fuera de la región. Argentina es actualmente el principal proveedor externo de la demanda brasileña de lácteos, con una participación en el total importado de casi 40%. A pesar de que en la actualidad Brasil es un importador neto de productos lácteos, los productores brasileños están manejando como objetivo a mediano y largo plazo la posibilidad de que Brasil se transforme en país exportador. En este sentido, se observa que en los últimos años se ha reducido la brecha entre producción y consumo. Si esta tendencia continúa, el MERCOSUR se transformaría en excedentario, debiendo exportar fuera de la región, donde los precios son relativamente menores. Asimismo, existen en Brasil medidas de control sanitario, llamadas “barreras técnicas al comercio” y otras medidas comerciales, que perjudican la entrada de productos lácteos. Por último, en 1999 se abrió una investigación antidumping de Brasil contra Argentina en lo que se refiere a exportaciones de leche en polvo y larga vida. Esta investigación además de a Argentina, afecta a Uruguay, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea. Esta falta de seguridad comercial y jurídica por parte de Brasil, trae consecuencias negativas para el surgimiento de futuras inversiones en el sector a nivel nacional, especialmente para la formación se nuevas asociaciones estratégicas con empresas de fuera de la región. Las nuevas tendencias internacionales Un punto a destacar son las nuevas tendencias internacionales en lo que respecta al consumo. Por un lado, las nuevas prescripciones médicas sobre la reducción del consumo de grasas tienden a disminuir el consumo de lácteos. Por otro lado, el cuidado creciente por el peso que se observa en los últimos años, ha llevado al desarrollo de nuevos productos de bajo contenido calórico como leche y yogur descremados, leches cultivadas, etc. 2. EL SECTOR LACTEO EN URUGUAY Estructura del mercado En 1997 existían en el mercado de productos lácteos de Uruguay 176 empresas, de las cuales sólo 29 ocupaban a más de 20 personas. Son precisamente las empresas más grandes las que se dedican al procesamiento de leche y concentran las ventas. VENTAS DE PRODUCTOS LACTEOS Según tamaño de las empresas Más de 100 empleados 86% Heladerías 2% Menos de 100 empleados 12% Elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la CIU con datos del MGAP Existen actualmente 20 empresas procesadoras de leche, de las cuales 12 participan en el mercado de leche pasteurizada y representan el 97% de la leche recibida en la industria. Considerando el acceso al mercado externo, 14 empresas exportaron productos lácteos en 1999. Este es un mercado altamente concentrado, dominado por una empresa cooperativa de capitales fundamentalmente nacionales (CONAPROLE). Esta empresa controla el 70% del mercado local y más del 60% de las exportaciones, procesando en 1999 más de 800 millones de litros de leche en 12 plantas industriales. Mientras en 1998 las exportaciones de la empresa fueron de 120 millones de dólares, en 1999 descendieron a 100 como consecuencia de la crisis de Brasil que es su principal comprador. Sin embargo, sigue siendo la segunda empresa exportadora del país1. CONAPROLE posee alrededor de 2.800 aproximadamente a 2.000 trabajadores. socios cooperativistas y emplea Cabe resaltar que en la fabricación de quesos, los productores artesanales tienen mucha importancia en este segmento. Asimismo, existen muchos establecimientos no registrados en el interior del país que se dedican al abastecimiento del mercado interno en esas zonas. Por último, interesa mencionar que la propiedad de las empresas es mayoritariamente nacional y cooperativa, siendo la presencia de empresas transnacionales comparativamente más baja que en la región. Sin embargo, cabe resaltar que el sector lácteo a nivel mundial es un sector con fuerte presencia de empresas multinacionales. Estas empresas se lanzan a nuevos mercados tratando de aumentar sus inversiones y diversificando sus actividades. En Uruguay este es el caso de BONGRAIN, de capitales franceses o de PARMALAT, de capitales italianos. Por otra parte, empresas ya presentes como UNILEVER empezaron a actuar en el mercado lácteo. En este sentido, la región posee varios factores de atracción para las inversiones lácteas. Por un lado, una importante tradición de consumo de productos lácteos. Por otra parte, el gran tamaño del mercado argentino y brasileño, y por último, los bajos costos de la materia prima en relación con otros países. Producción, precios y mercado laboral Como se mencionara anteriormente, este es un sector que ha mostrado un gran dinamismo en los últimos años. En este sentido entre 1988 y 1999 la producción, medida a través del índice de volumen físico, creció a una tasa acumulativa anual de 4,6%. Por otra parte, se observa cierta especialización productiva en el rubro de leche en polvo y acidificadas (yogures). Se estima que el valor bruto de producción (VBP) de los productos lácteos ascendió a 343 millones de dólares en 1999. Si bien esta cifra creció a lo largo de la última década, alcanzando su máximo en 1997 (465 millones de dólares), se observa un claro retroceso en los dos últimos años. Esto se debe principalmente a la caída 1 La empresa en primer lugar corresponde al rubro de arroz. experimentada por los precios de la leche en términos de dólares en este período, y al estancamiento de la producción ocurrido en 1999 como consecuencia de la pérdida de competitividad experimentada con Brasil, y por problemas climáticos. Cabe resaltar que ante la caída de precios se intentó compensar los mismos con un aumento de las cantidades producidas. En este sentido, desde el primer trimestre de 1998 se observó un incremento de la producción. Sin embargo, este proceso parece haberse agotado a partir del tercer trimestre de 1999, existiendo una caída de la producción de 16% en el primer trimestre de este año. Estas variaciones estuvieron relacionadas con condiciones climáticas favorables en 1998 y desfavorables en 1999. En cuanto al valor agregado (VAB) del sector, el mismo también ha crecido en la última década. Sin embargo, la relación VAB / VBP descendió en este período, siendo 30% en 1996 (cuando la media industrial era de 47%). Esta baja relación entre el VAB y el VBP se debe al fuerte peso de las materias primas en el valor final. En este sentido, en 1996 las materias primas fueron el 56% del VBP del sector, ascendiendo el consumo intermedio a 70%. Debido al alto peso de las materias primas en los costos, existe una alta sensibilidad de la estructura de costos respecto al precio de las mismas. Es así que en 1990 y 1993, cuando se observó una caída en dólares del precio de la leche industria, al cual podríamos considerar como al precio de la materia prima, también cayó sensiblemente el peso de las materias primas en la estructura de costos. Analizando la evolución de precios, se observa un descenso de los mismos en los dos últimos años. El precio en dólares de la leche industria cayó 32% entre 1997 y 1999, mientras el precio de exportación lo hizo un 20%. Por otra parte, los salarios han mostrado una tendencia al alza en los años noventa, cayendo solamente 4% desde 1997. Esto indicaría que la baja de los precios internacionales se internalizó mediante la baja de los precios de la materia prima y no de los costos propiamente industriales. Esto fue posible por la mejora de productividad ocurrida en la fase agropecuaria. Sin embargo, los precios internos de la leche mostraron un crecimiento en términos de leche industria, lo que muestra que las ganancias de productividad de la fase agropecuaria no se trasladaron al consumidor nacional. En cuanto a la ocupación en el sector, se estima que en 1999 trabajaban en la industria láctea 3.654 personas. Esta cifra ha ido cayendo año a año, ya que en 1988 trabajaban en el sector casi 5.000 empleados. Sin embargo, mientras que la industria en su conjunto experimentó una baja del personal ocupado de 5,9% acumulativo anual desde 1988, el descenso en la industria láctea ha sido sensiblemente menor (-1,3%). Por otra parte, se observa que en la industria láctea las remuneraciones pagadas por trabajador son superiores a las del resto de la industria. Esto podría deberse a la falta de transparencia en el mercado laboral, ya que en algunos casos, debido a la forma jurídica - institucional de las empresas, se da una estrategia negociadora particular, provocando una alta rigidez laboral. Por último, cabe resaltar que el 99% del consumo de lácteos en el país es de origen nacional. Sobre este aspecto, vale la pena mencionar que existen barrenas sanitarias que limitan el ingreso de algunos productos lácteos al país. Destino de la producción El dinamismo observado en la oferta tuvo como correlato una fuerte expansión de la demanda, en la que se conjugaron dos factores. Por un lado, la expansión del consumo interno como consecuencia de la estabilidad lograda, principalmente de aquellos productos con mayor valor agregado que se caracterizan por poseer una elasticidad ingreso de la demanda relativamente elevada. Adicionalmente, la integración regional jugó un papel muy importante en el desarrollo exportador del sector, permitiendo alcanzar mayores escales de producción. En Uruguay, el 60% de los productos lácteos, medidos en litros equivalentes, se exporta2. El restante 40% se destina al mercado interno: la mitad en forma de leche pasteurizada y el resto como derivados lácteos. Vale la pena resaltar el importante crecimiento que experimentaron las exportaciones a pesar de la caída de precios registrada en los últimos años. En la década del setenta, las mismas promediaron 4 millones de dólares anuales, en la década del ochenta el promedio fue de 36 millones, y en la década del noventa ascendieron en promedio a 113 millones anuales. Este dinamismo exportador se sustentó en la competitividad de la fase primaria, que produce leche a bajo precio a nivel internacional. En Europa o Estados Unidos el precio de la leche al productor es dos o tres veces mayor que en el caso uruguayo. Asimismo, la conformación del MERCOSUR constituyó un elemento dinamizador de las exportaciones en tanto permite exportar a la región con arancel cero. Sobre este aspecto, tuvo vital importancia la expansión de las importaciones brasileñas desde Uruguay. Por otra parte, la condición libre de aftosa de Uruguay constituye una ventaja comparativa con el resto de los países de la región, en la medida que brinda un elemento se seguridad sanitaria a la cadena láctea. Los productos de mayor importancia son los quesos (30% del valor exportado en 1999) y la leche en polvo (38%). Dado que la materia prima es el sustento de competitividad del sector, las exportaciones se orientaron a productos con bajo valor agregado, donde el peso de la materia prima es un factor importante en el precio final. En la actualidad Brasil, Argentina, Méjico y Venezuela constituyen el principal destino de las exportaciones lácteas (más del 85% de las exportaciones). Cabe resaltar los distintos tipos de productos que se exportan a estos países. Mientras las compras de Brasil son en su mayoría de leche fresca, las del resto de los países son de productos con mayor grado de elaboración, pero en general siguen siendo commodities de bajo valor agregado. En este sentido, sería importante para el desarrollo del sector apuntar a las exportaciones de productos con mayor valor agregado (helados, yogures, quesos fraccionados) en la esfera del MERCOSUR. Un mercado regional ampliado podría desarrollar las ventas de estos productos, permitiendo mejorar los márgenes de rentabilidad de las empresas, lo cual luego podría trasladarse a otros eslabones de la cadena productiva. 2 Este porcentaje es menor si se mide en términos de dólares (42%). Asimismo, es relevante para el futuro de las exportaciones lácteas la proliferación de futuros acuerdos comerciales con Méjico y la Comunidad Andina. En 1999, como consecuencia de la crisis de Brasil, se hicieron notorios los problemas que enfrenta el sector al concentrar gran parte de sus ventas en el mercado brasileño. Otro problema que debe enfrentar el comercio de productos lácteos se deriva del proteccionismo de algunos países desarrollados. En algunos mercados existen cuotas para la exportación de estos productos, así como también subsidios, los cuales distorsionan los precios internacionales. Sobre este aspecto tendrán vital importancia las futuras negociaciones en el ámbito del la OMC. Apuesta tecnológica Uruguay tiene el consumo per cápita de lácteos más alto de América Latina, por lo cual si bien podría darse un crecimiento moderado del mismo, se puede pensar que todo el crecimiento que se de en la oferta de leche (materia prima) se destinará hacia la industrialización y posterior exportación. Este cuello de botella que representa el mercado interno, sólo será sobrellevado con mayores exportaciones. Ante esta realidad, es necesario lograr mayores niveles de competitividad a través de continuas inversiones con el objetivo de alcanzar una mayor productividad, desarrollar nuevas líneas de producción apuntando a una mayor diferenciación de productos, así como ampliaciones en la capacidad de recibo y procesamiento de leche. En 1996, cuando la relación entre la formación bruta de capital fijo (FBKF) y el valor de producción en la industria en su conjunto fue de 3%, esta relación fue para el sector lácteo de 7,6%, ascendiendo la FBKF a 32 millones de dólares. Por otra parte, en general ha sido mayor la participación del sector lácteo en la inversión industrial que en el valor final de producción. Se observa que en los últimos once años la productividad de la mano de obra creció en promedio 6,5% acumulativo anual. Asimismo, ha habido un aumento sostenido de la capacidad industrial de procesamiento de leche. Mientras en 1991 la misma ascendía a 3.187 litros diarios, en 1998 se ubicó en 5.254 litros. Sin embargo, existen diferencias significativas en el dinamismo de las empresas, sobre todo desde un punto de vista tecnológico. Por otra parte, cabe resaltar que la industria jugó un papel de guía y orientación sobre la fase agropecuaria de la cadena, en cuanto a la cantidad y calidad de la producción. A pesar de estos datos, la inversión ha sido insuficiente considerando el fuerte crecimiento que experimentó la producción de leche. La industria ha invertido principalmente para aumentar la capacidad de recibo y procesamiento primario, sin lograr una mayor incorporación de valor agregado de forma competitiva. En este sentido, y debido al impulso exportador de productos de bajo valor agregado, el parque industrial se expandió fundamentalmente hacia la producción de commodities. Son estos justamente los productos más expuestos a la competencia internacional debido a los subsidios que reciben en otros países. Esta necesidad de inversiones continuas puede estar amenazada por la situación de endeudamiento que enfrentan algunas empresas y la falta de financiamiento adecuado. Los costos financieros son altos y el perfil de la deuda es inadecuado. En este sentido, ya han existido asociaciones estratégicas con empresas del ramo, dentro y fuera de la región, con el objetivo de obtener el capital necesario y aporte de tecnología. Esta podría ser una alternativa para lograr una estrategia de diversificación y agregar valor a las exportaciones. Sin embargo, la situación jurídica – institucional de algunas empresas tornan este tipo de asociaciones más complejas, así como también la falta de seguridad comercial y jurídica que existe en el MERCOSUR. Sobre este aspecto, cabe mencionar el caso de CONAPROLE, la principal empresa del sector, que mantiene una asociación con un grupo agroalimenticio francés (BONGRAIN), que bajo el nombre de BONPROLE creó una unidad de producción y comercialización de quesos en Uruguay. Los dos grupos decidieron unir sus esfuerzos para aprovechar la tencología y la penetración comercial de BONGRAIN y la capacidad de CONAPROLE de disponer de cantidades importantes de leche de excelente calidad. Del mismo modo, existe en la actualidad un proceso de negociación entre CONAPROLE y otras empresas internacionales para la formulación de nuevas alianzas estratégicas. Políticas públicas y arancelarias Debido a que se quiere asegurar el abastecimiento de leche fluida a la población, el sector lácteo está fuertemente regulado. Dentro de las políticas públicas para el sector existen las generales y las específicas. Considerando las políticas generales, el sector cuenta con un sistema de devolución de impuestos que va desde 5,8 dólares por kilolitro para la leche líquida hasta 163,33 dólares por tonelada para la caseína de calcio. En términos porcentuales, la devolución de impuestos se ubica entre 2,75% y 4%3. A nivel sectorial, las políticas públicas han tenido un fuerte protagonismo regulador. El Estado administra la leche pasteurizada: fija el precio de la leche cuota al productor y el precio de la leche al consumidor, regula el acceso de los productores al mercado de leche pasteurizada y mantiene el fondo de “peinado”, transfiriendo recursos desde el consumo hacia el sector. En este sentido, la participación de las empresas en este mercado no es libre, sino que está regulada por ley (15.640), obligando a una participación porcentualmente igualitaria de todas las empresas concurrentes y exigiendo una capacidad de pasteurización y abastecimiento asegurado superior a los 100 mil litros diarios. Esta barrera a la entrada ha provocado que desde que se aprobara la norma en 1984 no hayan existido nuevas empresas en el mercado4. Por otra parte, el resto de los productos lácteos opera en un mercado librado al juego de la oferta y la demanda. 3 En Argentina algunos de los reintegros para estos productos llegan al 12%. 4 El caso de Parmalat se da mediante la adquisición de Lactería SA en 1993. Considerando la política comercial del país, el sector lácteo ha sido considerado como un sector sensible, lo cual implica el no otorgamiento de preferencias arancelarias en los acuerdos comerciales. Asimismo, muchos productos lácteos estaban incluidos en el régimen de adecuación en la órbita del MERCOSUR que rigió hasta el 31 de diciembre de 1999. Con relación a los aranceles extrazona (AEC), los mismos oscilan entre 12% y 16% dependiendo del producto, más un 3% transitorio que expira el 31 de diciembre de 2000. En general los productos lácteos estaban incorporados al régimen de excepciones de todos los países del MERCOSUR, por lo cual el arancel extrazona era relativamente alto, superando en algunos casos el 30%. Esto benefició en años anteriores a las exportaciones uruguayas hacia la región, ya que contaba con la protección arancelaria sobre productos provenientes de fuera de la región. En la medida que el AEC converja al estipulado en el año 2001, podría tener repercusiones negativas sobre las exportaciones regionales y sobre los precios, como consecuencia de mayor exposición al mercado internacional donde existen precios subsidiados. Todas estas herramientas de protección estatal a la producción interna han creado una dependencia de las industrias a las mismas. Desafíos y conclusiones La industria láctea ha sido uno de los sectores de mayor dinamismo en Uruguay. Sin embargo, la estrechez del mercado interno, con una oferta creciente de materia prima, hacen de las exportaciones la variable clave para el futuro desarrollo del sector. En este sentido existen diversos factores que importan al momento de apuntar al incremento del comercio exterior. En primer lugar, esta es una industria con estrecha relación con el sector primario, tanto a nivel comercial, institucional y tecnológico. En este sentido, el uso del precio de la materia prima como variable de ajuste para lograr una mayor competitividad internacional podría en un futuro atentar con la integración de este cadena y con su buena performance. Por otra parte, el sector industrial aún tiene un camino por recorrer en el campo tecnológico, de gestión y administración, y en el campo laboral. En tercer lugar, es necesario apostar a una mayor diversificación de productos con el objetivo de acceder al mercado internacional incorporando mayor valor agregado. A nivel internacional, los subsidios y otras trabas de mercado en los países desarrollados son limitantes a la entrada de los productos nacionales. En este sentido, las futuras negociaciones internacionales, en especial en el ámbito de la OMC y el ALCA, pueden favorecer al sector. A este respecto cabe resaltar que a corto plazo estas negociaciones no parecen ser viables. Por último, a nivel regional, en caso de que la producción siga creciendo en Brasil, el MERCOSUR podría convertirse en una zona excedentaria, con lo cual habría que intensificar la búsqueda de nuevos mercados. En especial, parecen potenciales demandantes de productos lácteos nacionales el resto de los países de América Latina.