TÍTULO: MI ENCUENTRO CON LA TELEOPERADORA AUTOR: MANUEL VILLA-MABELA 1 SITUACIÓN: Un individuo se encuentra aburrido mirando la televisión. Es una habitación triste y pequeña; fría e impersonal. En un espacio de no más de treinta metros cuadrados se reparte la habitación, el salón, la cocina y el baño. El individuo practica zapping compulsivo. Consume un cigarro tras otro. Suena el teléfono : ¿Sí?. Buenas noches ¿la señora de la casa?. ¿Quién llama?. Soy Mercedes Cantalapiedra de Seguros Domésticos Flash. ¿De qué se trata?. ¿Es usted su marido?. Soy un amigo de la casa ¿Si puedo ayudarla?. Mejor si me dice cuando puedo hablar con la señora. La enterramos hace dos días. ¡Dios mío, cómo lo siento!. ¿Ah, la conocía?. No que va, lo que pasa es que me encuentro violenta por la situación. No me esperaba algo así. Lo siento mucho, de verdad. Nada mujer, si la vida es así de perra. Ahora que ya había cancelado la hipoteca y arreglado otra vez su matrimonio; viene ese maldito camión y atropella las cuatro esperanzas que uno se forja. ¡Ay, señor, señor!. No se que decir. Usted ahí sufriendo y yo molestándole con la llamada. Créame que su conversación me está haciendo mucho bien. En confianza, olvide el asunto y céntrese en sus objetivos, porque usted llamaba para un tema de negocios. 2 Ya pero llamar a una muerta para un seguro. Además entiendo perfectamente su pena porque yo hace tres meses enterré a mi padre, no le digo más. ¿En qué planta?. No le entiendo. Si, en que piso, porque a nosotros nos dieron un nicho en la cuarta planta, una verdadera lata. Imposible arreglar las flores y tortícolis aguda cuando miras hacia arriba para rezar. Nosotros tenemos un panteón familiar. Muy espacioso, con mucha luz y cerca de la parada del autobús. Eso está muy bien, hay que ser previsores y, desde luego, es una inversión segura. Si, yo estoy contenta. Parece un adosado. Lo único malo es que los grafiteros te lo ponen todo perdido. Son signos de la sensibilidad de estos tiempos, pero no hay que prestarles atención, al fin y al cabo, estamos hablando de individuos que huelen a fosa común. Es pura envidia de una eternidad establecida, conservadora. Los hay con muy mala fe. Esconden móviles robados cerca del panteón y luego se divierten llamando para que suene. Algunas señoras mayores se asustan. Lo importante del caso es que resulta muy romántico saber que todos tus seres queridos van a podrirse juntos. ¿Usted no cree?. Soy un creyente ocasional. Hay días que sí, días que no, días dubitativos. A final de mes cobran fuerzas mis esperanzas. Pues hay que creer, que es lo único que tenemos. Ya me gustaría tenerlo tan claro, pero son tantos golpes a mis espaldas. 3 No hay que rendirse, hay que luchar. ¿Por cierto, no me ha dicho de qué se trataba el seguro?. Mi empresa está comercializando un seguro para las mujeres maltratadas. ¡Joder!. Es que cada día hay un disgusto. Pues yo es esos tipos les metía colgados por los huevos en una piscina llena de mierda con unas buenas cuchillas cortantes peinando continuamente la superficie.¿A ver cómo se las arreglaban para respirar?. Eso si es tener carácter. Lo que usted tiene es una voz preciosa. Agradable como mucho. Es que me encanta el trato directo con el público y eso se nota en el tono. Me gusta lo que hago, conoces mucha gente, aprendes cosas, claro, que estoy muy mal pagada. ¿Siempre ha trabajado como teleoperadora?. He sido cajera, dependienta de pastelería, cuida niños. Luego me casé. Más tarde me separé. Acabé emparejándome, me volví a independizar. Juré odio eterno a los hombres, me liaba con todo lo que se movía. Ahora no fumo, no bebo y me conecto a internet. Eso sí, ya estoy muy mayor, no despreciaría a un hombre bueno y tranquilo que me quisiera. ¿Le gustan los mimos?. A nadie le amarga un dulce. ¿Es usted mimoso?. Es mi debilidad. He nacido para cuidar, para estar siempre encima, pero no crea que es fácil dar cariño, no todo el mundo lo acepta. Pues yo con cuatro mimos y algún detalle soy un corderito. 4 Lo que es usted es un verdadero regalo del cielo con esa voz suya tan hermosa y sensual, si me lo permite apuntar. Seguro que lo que le sobran son pretendientes. Bueno, bueno, menos lobos. Una mujer como usted es lo que me hacía falta. ¡Vaya ocurrencia!. Hablo muy en serio. Estoy cansado de ser el clásico entretenedor de fiestas y saraos. Ninguna mujer me toma en serio. No tengo del todo mal empaque y las hago reír, es decir, soy hombre de usar y tirar. Busco una mujer que valore mis emociones antes que mi físico. Soy un ser humano, tengo mis derechos. Pobrecito mío que no me lo quiere nadie. ¡Anda que me lo voy a creer!. Eres un auténtico filibustero. Además estoy convencido de que tienes unos ojos maravillosos. Normalitos, no hay que presumir. Y si hablamos de ese cuerpo. Eres una incitación al placer. Bueno, ya sabes tú que gustas muchísimo a los hombres. ¿Te parece de verdad? No quiero molestarte. Si no te apetece no me contestes. A ver por dónde me sales. Es una pregunta de amigos, llena de inocencia. Empiezas a darme miedo. ¿Qué ropa llevas puesta?. ¡Madre del amor hermoso!. ¿Eres de esos?. Ya sabía yo que ibas a malinterpretarme, mujer a fin de cuentas. Comprenderás que es algo inoportuno. ¿Por qué?. 5 Yo llamo para hacer un seguro, tú estás de medio luto y quieres saber de color llevo las bragas. ¿Qué venga un juez y disponga!. ¿Qué cosa mala hay?. Tú eres una mujer libre y soñadora. Yo soy un hombre que quiere soñar. ¿Sólo soñar?. Me parece que te conozco de toda la vida. Con nadie he hablado de forma tan abierta y confiada. Podría contarte todos mis secretos, descifrarte mis pasiones más ocultas. No se cómo ni porqué, pero me siento ligado de alguna forma a ti. Si estuvieras aquí, junto a mí, claro que no me conformaría con soñar. Me gustaría oler tu pelo, acariciar tu piel, susurrarte amores al oído. Me gustaría llenarme de tu boca, apretarme dulcemente a tu cuerpo, descubrir cada centímetro de tu esencia más íntima. Me gustaría tenderte bajo… ¡Rosa pálido!. Mis braguitas son de un rosa medio desvaído. ¿Tipo tanga?. No, de las corrientes. No sabes cómo lo siento, si lo hubiera sabido. Es que aquí en el trabajo somos todas chicas, no hay depredadores. No importa.¿Llevas falda ó pantalón?. Unos tejanos. ¿Muy ceñidos, verdad?. ¡Joder, cómo lo siento!. Así va ser más difícil. Tenemos que quedar, tenemos que conocernos. ¿Y si se rompe la magia?. No decías antes algo así como que hay que arriesgarse. Es que por teléfono nos podemos llamar todos los días, vivir momentos muy hermosos; podemos desatar toda nuestra imaginación. Así tú puedes ser quien 6 quieras y cómo quieras. Y yo lo mismo. Mira que el roce estropea la mejor pareja de zapatos. Estoy enamorado de ti ¿cómo me habías dicho que te llamabas?. Tengo que disimular que viene a controlarme la operadora jefe, se huele algo raro. Entonces me decía usted señor Ramírez que su señora está pasando fuera unos días… ¿Cómo qué señores Ramírez? Está es mi casa, la casa de Celestino Altamirano ¿pero a qué número ha llamado usted? He marcado el 112211112211. ¿No es el suyo?. Ni por asomo. Busque rápido el número, utilice la rellamada. Haga algo. ¡Santo Cielo, me he confundido al marcar!. Dígame algo, que tengo que terminar la llamada. ¿Su número, rápido?. No lo sé, estoy de alquiler y llevó aquí cuatro días. Ni tiempo he tenido para aprenderme el número de teléfono ¿para qué, si nadie sabe de mi existencia en la ciudad?. Estoy solo y sin amigos. Por favor, me van a llamar al orden, van a pensar que estoy llamando a alguna amiga. Miré sobre la mesa, en los cajones. No lo tengo apuntado, no lo veo. No cuelgue, por favor. No puedo perder mi trabajo, entiéndalo, tengo una niña pequeña que mantener. No me abandones, amor. No sabes cómo lo siento…………….. 7