V Reunión Interdisciplinar sobre Discapacidades, TD y AT. 24/25 Noviembre-2011 La Coordinación en AT en la C.M y Zona Norte.: Una realidad y un reto. Patricia Grande Fariñas. LA COORDINACIÓN EN ATENCIÓN TEMPRANA EN LA COMUNIDAD DE MADRID Y ZONA NORTE: UNA REALIDAD Y UN RETO Patricia B. Grande Fariñas. Introducción La coordinación interinstitucional e interprofesional en Atención Temprana (AT), desde hace ya algunas décadas, es un tema que preocupa a profesionales y a familias. Se erige como necesidad profesional y como derecho de niños y familias. Empieza a ser una constante en nuestros encuentros interprofesionales. La coordinación y el carácter especializado constituyen principios básicos de intervención, inherentes a la propia conceptualización de la AT como conjunto de intervenciones interdisciplinares, tanto en España, desde un modelo biopsicosocial (GAT, 2005:12) como en Europa, desde un modelo inclusivo y de trabajo en equipo (AEDEE, 2005: 17). Constituye, pues, un problema real. Son evidentes las dificultades que encontramos para coordinarnos porque los profesionales intervenimos desde tres ámbitos de atención bien diferenciados (Sanidad, Educación y Servicios Sociales), desempeñando nuestras funciones desde distintos centros y servicios. Venimos, además, de itinerarios de formación diferentes. Tenemos distintas formas de proceder. Pero todos nos ocupamos de las mismas funciones (Evaluación, Diagnóstico, Intervención, Coordinación, Seguimientos) y compartimos un mismo fin que es preservar el derecho del niño y de su familia a una AT de calidad. Son, además, muchos los recursos a coordinar, dependientes de tres ministerios y de tres consejerías diferentes. La excesiva movilidad de los profesionales, la falta de tiempo para coordinarse, el desconocimiento de recursos y procedimientos de otros profesionales son factores que dificultan las funciones de coordinación. Aún así, la coordinación en AT debe ser un compromiso: no hay excusa. No hay excusa porque la coordinación forma parte de nuestras funciones en AT, es demandada por padres y profesionales y es una realidad prioritaria para la Administración, si queremos que exista una adecuada distribución de recursos, que no existan listas de espera, que pueda haber datos estadísticos sobre discapacidad en la infancia rigurosos y comparables, si queremos establecer objetivos comunes y evitar la duplicidad de funciones. Necesitamos Convenios y Acuerdos a nivel Interministerial y una Comisión Interprofesional a este nivel que vele por ellos. En otro nivel de coordinación, necesitamos protocolos comunes de actuación interprofesional en las distintas fases del proceso de AT (Protocolos de Detección y Evaluación, de 1 V Reunión Interdisciplinar sobre Discapacidades, TD y AT. 24/25 Noviembre-2011 La Coordinación en AT en la C.M y Zona Norte.: Una realidad y un reto. Patricia Grande Fariñas. Coordinación, Seguimiento y Derivación) e Itinerarios de Derivación claramente definidos. Con objeto de definir un modelo de coordinación de AT en la C.M. que permita la colaboración entre servicios sanitarios, educativos y sociales, han venido trabajando en estos temas, en la zona sur de la Comunidad de Madrid, una Comisión de Discapacidad creada a partir de las líneas marcadas por el II Plan para Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid (C.M.), dentro del Programa Marco de Coordinación en el municipio de Getafe (2008). Es en este marco donde ubicamos nuestro estudio. Objeto de estudio Nos preguntamos si existe una coordinación sistemáticamente establecida y diferencial entre los profesionales del ámbito educativo, sanitario y social en AT en la Comunidad de Madrid. Queremos conocer, descriptivamente y en función de la muestra de nuestro estudio, qué se está haciendo, en materia de coordinación en AT, en la zona norte, dado que es aquí donde se está dando continuidad al trabajo realizado sobre coordinación en la zona sur de la C.M. Concretamente, nos centramos en 5 variables de estudio: queremos conocer su necesidad de coordinación, si la coordinación que realizan es interna o externa, si emplean protocolos de detección/evaluación, de coordinación, seguimiento y derivación; si existe posibilidad de solapamiento entre las Escuelas Infantiles y los Centros de AT (CAT) y, finalmente, conocer si existen listas de espera en los distintos centros y servicios de AT. Muestra y Métodos Previo contacto telefónico, enviamos un cuestionario de autoadministración a profesionales de los tres ámbitos de AT de la C.M.. Lo cumplimentaron 174 profesionales pertenecientes, el 73% a centros públicos: un 54,6% procedentes del Ámbito Educativo (Equipos de Atención Temprana, Escuelas Infantiles y Gabinetes privados), 23,56% del Ámbito Sanitario (Hospitales y Centros de Salud) y 21,4% del Ámbito Social (2 Centros Base y CATs). En esta muestra de estudio se encuentran representadas todas las zonas de la C.M.: Zona Norte (20,11%), Zona Centro (36,78%), Zona Sur (29,89%), Zona Este (7,47%) y Zona Oeste (5,75%). Presentamos datos específicos por ámbitos de AT dentro de la C.M. pero, dada la escasa potencia estadística que tendría en nuestra muestra la comparativa por ámbitos sólo para una de estas zonas, nos limitaremos a describir los resultados obtenidos en la zona norte. 2 V Reunión Interdisciplinar sobre Discapacidades, TD y AT. 24/25 Noviembre-2011 La Coordinación en AT en la C.M y Zona Norte.: Una realidad y un reto. Patricia Grande Fariñas. Resultados Necesidad de Coordinación: Existe una clara conciencia de los profesionales de AT respecto a la necesidad de coordinación en su trabajo. Un 99,4% la consideran necesaria pero el porcentaje baja si se pregunta si resulta indispensable para el desempeño de sus funciones. Concretamente, en la zona norte, el 100% de los profesionales la consideran necesaria, pero sólo un 87,8% la consideran indispensable, porcentaje aún muy alto. Coordinación Interna/Externa: En la C.M. la coordinación interna y externa supera a la que se realiza sólo dentro de los propios centros o sólo fuera, excepto en el ámbito sanitario, que se coordina, preferentemente, dentro de su propio centro o servicio (44,4%). La coordinación que realizan, tanto dentro como fuera, es mayor en el ámbito social y educativo (97,74% y 67,7%) en la C.M. En la Zona Norte, se mantiene esta tendencia: la coordinación que se lleva a cabo es tanto interna como externa (82,35%), siendo muy pocos los profesionales que se coordinan solo internamente (11,76%) o sólo externamente (5,88%). Empleo de Protocolos: Los resultados obtenidos muestran que los Protocolos de Detección/Evaluación son empleados mayoritariamente por todos los profesionales, tanto en la C.M. (83%), donde, además no se aprecian diferencias entre ámbitos, como en la Zona Norte (79,41%). Protocolos de Seguimiento: También las cifras de profesionales que realizan seguimientos de la intervención son muy elevadas, tanto en la C.M. (94,4%), donde pudimos comprobar que no todos se realizaban de forma protocolizada (sólo el 60,62%), como en la Zona Norte (93,94%). Pero en ambos casos, la periodicidad mayoritaria de estos seguimientos es trimestral (67-68%). Protocolos de Derivación: El empleo de protocolos de derivación es bajo entre los profesionales de AT y se encuentra asociado al momento de “durante la intervención y al alta”: la C.M. arroja cifras del 16,91% pero estas cifras descienden en la muestra de nuestro estudio en la zona norte: sólo un 4% de profesionales emplean estos protocolos. Sí encontramos diferencias significativas por ámbitos en el empleo de estos protocolos, siendo el ámbito social (25%) el que más los emplea y el sanitario el que menos (3,3%) en la muestra total. En esta fase del proceso de atención observamos que la mayoría de los profesionales tanto en la C.M. como en la Zona Norte, demandan, en el momento de la derivación, información sobre valoraciones y tratamientos complementarios (en torno a un 76-82%), mientras que sólo un 59% en la C.M. reclaman abrir vías de coordinación (50% en zona norte) o información sobre recursos o protocolos para establecer reuniones (0% en la zona norte). 3 V Reunión Interdisciplinar sobre Discapacidades, TD y AT. 24/25 Noviembre-2011 La Coordinación en AT en la C.M y Zona Norte.: Una realidad y un reto. Patricia Grande Fariñas. Posiblidad de Solapamiento entre Escuelas Infantiles y Centros de Atención Temprana: Encontramos, tanto en los datos globales como en los de la zona norte de la C.M., que en las EI se está proporcionando apoyos de Audición y Lenguaje y Apoyo Pedagógico (88-93%), Apoyo Psicológico a niños (en torno a un 53%), Información a Padres (94%) y Apoyo Psicológico a las familias (43% en la C.M. y las cifras aumentan para la muestra de la zona norte, un 53,3%). En menor porcentaje se dan también tratamientos de fisioterapia (18% en la C.M. y 33,3% en la zona norte) y formación a padres (31,8% en las EI de la C.M. y un 20% de EI de la zona norte lo proporcionan). Con estos datos podemos afirmar que el riesgo de solapamiento de servicios es claro. Listas de Espera: En la C.M. un 48,37% de los profesionales de AT afirman que en su centro o servicio existen listas de espera. Para la Zona Norte, encontramos datos algo más bajos, un 36,3% afirman que sí existen listas de espera en su centro o servicio. Conclusiones: - La clara sensibilidad de los profesionales de AT hacia la coordinación ha de ser un motor de compromiso individual, de intercambio de información y de buen hacer. Voluntad ya tenemos: necesitamos investigación –estudios más amplios y generalizables-, formación específica en AT –que asegure la cualificación profesional necesaria para el desempeño de nuestras funciones- y confianza y constancia en el empleo de protocolos de actuación en los tres ámbitos de atención. - No basta con convenios de coordinación verbales; es necesario formalizarlos, pues los profesionales cambian y no podemos definir un modelo de coordinación común generalizable a todos sin un aval administrativo. - La AT no puede permitirse el lujo de tener listas de espera: es necesario conocer los recursos, coordinarlos, optimizar los ya existentes y velar por una adecuada distribución de los mismos. 4