Modelos sencillos para estimar rendimientos de trigo, soja, maíz y sorgo utilizando variables hídricas Publicado el: 25/10/2013 Autor/es: Ing. Agr. Juan Manuel Pautasso, Jefe - Agencia de Extensión Rural Diamante (Entre Ríos, Argentina) Introducción El rendimiento final de los cultivos depende de la captura de los recursos a lo largo del ciclo. El agua que utilizan los cultivos proviene tanto de la acumulada en el suelo y la de las precipitaciones que se registran durante el ciclo de crecimiento. En nuestra región el agua que utiliza el trigo es mayormente la acumulada durante el otoño, ya que durante el invierno las precipitaciones son muy escasas. Milisich y col. (2006) informaron que una buena recarga del perfil del suelo durante el otoño, sumado a bajas precipitaciones durante el período crítico de crecimiento de la espiga, son las condiciones ambientales más favorables para obtener altos rendimientos en trigo. A diferencia de lo que sucede en el invierno, los cultivos que se desarrollan durante primavera – verano están expuestos a una mayor demanda evaporativa desde la atmósfera (Della Maggiora y col., 2000), por lo que la cantidad de agua que precisan es más dependiente de las precipitaciones durante el ciclo de los mismos. Para una serie de 13 años, Quiroga y col. (2010), encontraron que en las etapas de barbecho en los cultivos de verano se acumularon en promedio alrededor de 110 mm de agua útil en el perfil; dicha cantidad alcanza para un rendimiento de maíz de 2000 kg ha-1 y 1000 kg ha-1 de soja (Della Maggiora y col., 2006). Por otro lado, en nuestra región un fenómeno de alto impacto en el registro de lluvia durante el período estival es el denominado “Oscilación del Sur El Niño” (ENSO, por sus siglas en inglés). En el caso de la Región Pampeana Argentina, el fenómeno El Niño está asociado a un incremento de las precipitaciones y el de La Niña a una disminución de las mismas. Durante El Niño y La Niña los acontecimientos climáticos pronosticados son más exactos que en una fase neutra. A su vez fuertes eventos ENSOS conducen a una mayor previsibilidad del clima y, potencialmente, se pueden preveer los resultados socioeconómicos. Por lo tanto, el uso prudente de los pronósticos del clima podría mitigar los impactos adversos y beneficiarse con los efectos favorables. Ayudando los años de previsión de ENSO extremos a las decisiones de adecuación de costos en los cultivos (Goddard and Dilley, 2005). Disponer de variables sencillas para predecir el rendimiento de los cultivos ayudaría a planificar las decisiones comerciales (ventas anticipadas, por ejemplo) y la logística de cosecha y almacenamiento; en algunos casos también podría constituir una herramienta para ajustar el nivel tecnológico. El objetivo de este trabajo fue relacionar variables hídricas (precipitaciones y fenómeno ENSO) y los rendimientos de los principales cultivos en el Departamento Diamante. Materiales y Métodos Para la información de los rendimientos promedios anuales de cada cultivo en el departamento Diamante se utilizó la base de datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER-BCER, 2013a). Para la información de precipitación mensual se promediaron los datos de centrales meteorológicas distribuidas en el departamento. Las localizaciones de las centrales fueron: para el norte INTA Paraná (INTA, 2013); para el sur, datos brindados por una estancia de la zona (32º 13′ 44.85′′ S; 60º 31′ 59.10′′ O). Para el centro (Strobel y Ejido) y este (Ramírez). Dependiendo de las campañas las lluvias del centro y este fueron tomadas de las bases de datos de la Bolsa de Cereales (SIBER-BCER, 2013b) y de la delegación de Prefectura Diamante. Se tomaron los datos de las últimas 13 campañas. Para cada campaña el evento ENSO utilizado fue el pronosticado al inicio de la misma (septiembre). Se utilizó el programa de análisis estadístico InfoStat versión 2011 (Di Rienzo et al., 2011). Los coeficientes del modelo de respuesta lineal-plateau se obtuvieron a través de algoritmos apropiados y su resolución con 2 la subrutina Solver del programa Microsoft® Excel 2007, obteniéndose para los mismos los r y la significancia (valor p) de los modelos ajustados. Resultados y Discusión Fenómeno ENSO y rendimiento de los cultivos. Cuadro 1: Campañas y eventos pronosticados en septiembre. Campaña Evento 2012/2013 Niño 2011/12 Niña 2010/11 Niña 2009/10 Niño 2008/09 Niña 2007/08 Niña 2006/07 Niño 2005/06 Neutro 2004/05 Niño 2003/04 Neutro 2002/03 Niño 2001/02 Neutro 2000/01 Niña En la Figura 1 y Cuadro 2 se puede observar que las mejores condiciones hídricas que se registran en el año Niño son captadas por los cultivos de soja y maíz, verificándose mayores rendimientos. Probablemente un bajo uso de insumos, lotes de menor calidad y la menor inversión en genética son las causas de que el cultivo de sorgo no manifieste incrementos significativos al mejorar la oferta de agua. El cultivo con mayor impacto en el rendimiento, en kilos y en porcentaje, es el maíz. El rendimiento del cultivo de trigo no fue afectado por los eventos registrados, tanto si se tiene en cuenta el fenómeno ENSO acaecido previamente (p=0.35) como el evento del año del cultivo (p= 0.62). Figura 1. Relación entre los rendimientos promedios obtenidos en el departamento Diamante y los eventos Niño – Niña – Neutro (valor p ≤ 0,10). Cuadro 2: Eventos pronosticados, rendimientos de los cultivos y desvío estándar de los rendimientos de las últimas trece campañas. Evento Neutro Niña Niño Cultivo n Rendimiento Promedio -1 (kg ha ) Soja 3 2170 217 10% Maíz 3 6100 1033 17% Sorgo 3 4900 436 9% Soja 5 1948 662 34% Maíz 5 4646 1595 34% Sorgo 5 4810 725 15% Soja 5 2491 157 6% Desvío estándar CV (%) Maíz 5 7364 738 10% Sorgo 5 4943 567 11% Relación entre los rendimientos de los cultivos de gruesa y las lluvias durante el ciclo o parte del ciclo de los cultivos. Rendimiento del cultivo de trigo y las precipitaciones previas a la siembra Para cada cultivo se realizaron regresiones entre el rendimiento y las precipitaciones acumuladas durante todo el ciclo de desarrollo o parte del mismo y se eligió aquella relación que, siendo significativa, poseía el 2 mejor ajuste (mayor r ). No se incorporó en los cultivos de verano la campaña 2008 por ser considerablemente atípica. Para las relaciones en el cultivo de trigo se descartaron los años con moderados a alto efecto to de la fusariosis de la espiga. El rendimiento del cultivo de maíz (Figura 2a) fue afectado fuertemente por las lluvias de diciembre; el de sorgo (Figura 2b) por la lluvia producida en enero. Este resultado es esperable ya que ambos cultivos poseen un estrecho strecho período crítico (alrededor de 30 días) que están ubicados en dichos meses, respectivamente. El rendimiento de soja, cultivo con un período crítico más extenso, tuvo su mejor ajuste cuando se relacionó con el total de lluvias durante el ciclo, es d decir ecir con los milímetros acumulados desde octubre a marzo (Figura 2c). El cultivo de trigo se asoció significativamente con las lluvias ocurridas en el otoño (Figura 2d). Click aquí para ampliar la imagen Click aquí para ampliar la imagen Figura 2. Relación entre los rendimientos de los cultivos y las lluvias: a) Lluvias de diciembre y rendimiento de maíz; b) Lluvias de enero y rendimiento de sorgo; c) Lluvias desde octubre a marzo y rendimiento de soja; d) Lluvias de febrero a abril y rendimiento d de trigo. Conclusión Esta información puede tomarse como punto de partida para estimar el rendimiento de los cultivos más importantes antes de la siembra o de la cosecha. Conocer previamente un nivel de rendimiento alcanzable es fundamental para ajustar el paquete tecnológico, para anticipar aspectos de logística de cosecha y para adecuar una estrategia comercial (definir el volumen ventas anticipadas). Para los cultivos de verano una primera aproximación del rendimiento esperable puede realizarse a partir ir de los pronósticos sobre el evento ENSO e ir ajustando con las lluvias que se verifican en parte o todo el ciclo de los cultivos. Bibliografía 1. Della Maggiora A.; J. Gardiol y A. Irigoyen. 2002. Capítulo 6. Requerimientos hídricos. En Bases para el Manejo nejo de Maíz, Girasol y Soja. F. Andrade y V. Sadras (Ed.). Ediciones INTA. ISBN: 987987 521-047-1. 2. INTA 2013. Meteorologia. 3. MILISICH H., CAVIGLIA O. Y J. SALUSO 2006. Relaciones entre el rendimiento de trigo y variables sanitarias y meteorológicas. Actuali Actualización zación técnica. Trigo y lino. INTA EEA Paraná. Serie Extensión Nº 39:13–15 4. SIBER-BCER. BCER. 2013a. Estadísticas "Consulta on on-line de datos". Consulta: octubre 2013] 5. SIBER-BCER. BCER. 2013b. Red Pluviométrica. http://centrales.bolsacer.org.ar/pluviometros/ [Fecha de d verificación: octubre 2013] 6. QUIROGA A.; D. FUNARO Y R. FERNÁNDEZ. 2010. Capítulo 7: Bases funcionales para El manejo Del água em Molisoles y Entisoles de La Región Pampeana. Em Avances en ecofisiología de cultivos de granos. Miralles D.; L. Aguirrezábal Aguirrezábal;; M. Otegui; B. Kruk y N. Izquierdo (Eds.). Editorial Facultad de Agronomia. UBA. ISBN 978 978-950-29-1215-8. 7. GODDARD L. AND M. DILLEY. 2005. El Niño: Catastrophe or Opportunity. Journal of Climate, 18, 651–665.