Significado en Husserl

Anuncio
Simons, Peter; "Meaning and language", en Smith, B. y Woodruff Smith, D., The
Cambridge Companion to Husserl, Cambridge University Press, 1995, ps. 106-137
II. El lugar de la filosofía del lenguaje en las Investigaciones.
Luego de la confrontación directa con el psicologismo en los
"Prolegómenos a la Lógica pura", sigue un grupo de cinco investigaciones que se
ocupan de asuntos que surgen de la adopción de una forma de platonismo por
parte de Husserl, la suposición de la existencia de entidades abstractas. En
particular, las leyes de la lógica se ven como principios que gobiernan un dominio
intemporal abstracto, o, para usar el término preferido de Husserl, significados
ideales. La Investigación I "Expresión y Significado", establece el punto de vista de
que los significados mismos son entidades platónicas o ideales de un tipo
particular, específicamente los tipos, o, como Husserl dice, especies ideales de
ciertos aspectos de los actos mentales. La primera parte de la investigación se
dedica claramente a distinguir a los significados en este sentido de los actos
mentales mismos, como también de los estados mentales concomitantes de los
hablantes, que a menudo han sido confundidos con los significados, y finalmente
de los objetos a los cuales el hablante se refiere al utilizar expresiones. Durante el
proceso de llevar a cabo estas distinciones Husserl diseña una teoría del
significado muy comprehensiva. La segunda parte de la investigación se dedica a
defender la idealidad de los significados frente a los significados aparentemente
fluctuantes o variantes, en particular aquellos de los que Husserl denomina
expresiones esencialmente ocasionales, pero que hoy generalmente se callan
expresiones indexicales.
La Investigación II elabora el platonismo de Husserl de las especies y ataca
la teoría empirista de la abstracción. Esta es la teoría, fundada especialmente en
Locke, pero popular en esa época en Alemania, de que los objetos abstractos
surgen por dirigir nuestra atención a algunos aspectos de lo que experimentamos
y sobrepasamos otros: los aspectos retenidos constituyen el objeto abstracto, que
es de esa manera, dependiente de la mente para su existencia. La Investigación
III establece la teoría de Husserl de las partes dependientes e independientes, un
aspecto metodológico aparentemente menor en el pensamiento de Husserl, pero
que contiene su teoría de los juicios analíticos y sintéticos, y esboza el método de
analizar objetos en sus aspectos, muy empleado en la filosofía subsiguiente de
Husserl. La Investigación IV aplica la noción de partes dependientes a las
expresiones, distinguiendo significados de categorías independientes y
dependientes, y estableciendo una ambiciosa concepción de la gramática
universal basada en las leyes que gobiernan las combinaciones de tales
significados. La Investigación V avanza más allá de la elaboración de un programa
de lógica pura: se dedica a la conciencia y a la intencionalidad. Siguiendo, y al
mismo tiempo criticando, a Brentano, Husserl produce un análisis de la
conciencia, que iba a formar la base de su método filosófico, como lo había sido
para Brentano. La Investigación VI, una extensa consideración del conocimiento y
la evidencia, va más allá del programa de la lógica pura y de los análisis
ontológicos y psicológicos que la apoyaban, que habían aparecido originalmente
en 1900-1901.
1
III. Expresión y significado
Husserl prologa su teoría general del significado con una distinción entre
signos y expresiones. Todas las expresiones son signos, pero no todos los
signos son expresiones. El humo es un signo del fuego; lo indica en el sentido
de hacer que cualquiera que perciba el humo piense que ahí hay fuego, pero no
expresa el fuego o lo representa del modo en que caballo expresa el concepto de
caballo y representa a los caballos. Las expresiones son objetos empleados no
solo para hacer que uno piense en alguna otra cosa, sino también para portar un
significado. Lo que ocupa a Husserl en la Investigación I es la naturaleza de este
significado, su relación con las expresiones usadas para expresarlo, con los actos
mentales del hablante que lo usa, y con los objetos referidos por dicho significado.
Cuando un signo físico sensible es hablado o escrito o proferido y hecho
perceptible a una audiencia de otra manera, esto acontece en conjunción con
ciertos actos mentales del emisor (utterer). Estos incluyen lo que el emisor está
pensando en el momento de usar el signo. Algunas de estas cosas que piensa el
emisor cuando emite una expresión serán irrelevantes para el significado de la
expresión; por ejemplo, puedo decirle a mi vecino “qué lindo día es hoy”, mientras
pienso en un encuentro que tendré a la tarde. Tales complementos incidentales
de una expresión variarán muy azarosamente y generalmente permanecerán
desconocidas para el receptor (hearer) por medio del hecho de la emisión. Por
otro lado, algunos pensamientos de los comunes del emisor serán fácilmente
inferibles a partir del hecho de que se hizo la emisión. Mi vecino creerá que yo
creo o juzgo que es un lindo día si así lo digo, al menos que haya indicios
especiales que sugieran que no quiero decir lo que digo. Por supuesto que el
vecino podría estar equivocado, pero generalmente no lo estará. Comprendemos,
de manera usual, qué concomitantes típicos tiene una emisión en la cabeza del
emisor sin tener que decírnoslo y aun sin pensar en ello.
De esa manera la emisión notifica al receptor sobre un hecho respecto de
los actos mentales del emisor que el receptor comprende espontáneamente sin
necesitar un signo especial. Este aspecto indicador en el uso de una expresión
lingüística no debe confundirse con su significado, aún cuando a menudo se ha
dicho que las expresiones expresan tales actos mentales. Lo que significa mi
enunciado hacia el vecino no es que yo crea que el día es lindo, sino que el día es
lindo, mientras que lo que mi emisión notifica (intimates) es que yo creo que el día
es lindo. Y, de acuerdo con el punto de vista de Husserl, a lo que el enunciado se
refiere es a algo más, específicamente el ser lindo del día, que es un estado de
cosas.
Efectivamente la notificación es una parte regular e importante del lenguaje
en tanto es usado comunicativamente, y Husserl, por supuesto, acepta que la
razón para disponer de signos sensibles es comunicativa. Incluso ofrece un
esbozo de lo que acontece en la comunicación que anticipa en muchos aspectos
las teorías de las intenciones del hablante, ofrecidas más de cincuenta años
después por Paul Grice y otros:
2
“Para poder establecer las distinciones lógicamente esenciales,
consideremos la expresión primero en su función comunicativa, que es la que
primariamente está llamada a cumplir... El.... signo.... primero se torna palabra
hablada, discurso comunicativo, merced a que el que habla lo produce con el
propósito de “manifestarse acerca de algo”, o -dicho con otras palabras- merced a
que el que habla le presta en ciertos actos psíquicos un sentido, que quiere
comunicar al que escucha. Ahora bien, esta comunicación se hace posible,
porque el que escucha comprende la intención del que habla. Y la comprende en
cuanto que concibe al que habla no como una persona que emite meros sonidos,
sino como una persona que le habla, que ejecuta, pues, con los sonidos (den
Lauten: sonidos, voces) ciertos actos de prestar sentido -actos que esa persona
quiere notificarle o cuyo sentido quiere comunicarle-.”1
Al mismo tiempo que acepta la importancia de la notificación para el
establecimiento y la apreciación de la comunicación, Husserl niega que el aspecto
comunicativo sea esencial a toda instancia de uso de lenguaje, citando el uso del
lenguaje en el soliloquio interno como contraejemplo decisivo: “pero cuando
vivimos en su comprensión, entonces la palabra expresa algo, y expresa siempre
lo mismo, vaya o no dirigida a otra persona”2. Por lo tanto comunicación y
notificación, mientras que son la razón de ser de las expresiones, no son
esenciales para su uso, en tanto que su ser significativas sí lo es.
Pero, ¿qué es ser significativo? Una cosa que no es, es percibir o ser de
alguna otra forma intuitivamente presentado con el objeto referido. Puedo
conocer mucho sobre alguien y usar el nombre propio de esa persona sin jamás
habérmela encontrado, escuchado o visto. Sin embargo soy capaz de dar
significados a las expresiones que se refieren a esa persona, como cualquiera que
la haya visto alguna vez. Si yo me encontrara con esa persona, entonces lo que
había sido un modo esquemático o abstracto de considerarla, se cumplimenta o
realiza o impleciona (filled, llena) por todos los tipos de detalles perceptuales, aun
cuando permanece siendo la misma persona que estoy considerando. El
considerar meramente en forma esquemática algo o alguien, sin el beneficio de un
contacto perceptivo pasado o presente, recibe el nombre por parte de Husserl de
[mera] intención y contrasta con el cumplimiento perceptivo de la intención. La
distinción entre intención y cumplimiento fué ampliada y jugó un rol central en su
teoría del conocimiento en la Investigación VI. En consecuencia el cumplimiento
es también incidental, no le es esencial al significado, aunque, como en el caso de
la notificación intuitiva, no podría haber uso significativo del lenguaje en general si
no hubiera cumplimiento en algunos casos.
Las dos cosas que siempre tienen que estar presentes cuando se
comprende un signo son el signo mismo y la persona que lo comprende. Ahora
bien, el signo mismo es simplemente un objeto físico, ya sea un evento o una
cosa, aun si se produce con el propósito expreso de significar algo. Sin su ser
comprendido o al menos comprensible, no es mas signo que cualquier otra cosa.
Por lo tanto lo que le da vida a un signo y lo hace signo son los actos mentales de
1IL,
2IL,
I, § 7, 239-240, traducción revisada
I, § 8, 241, trad. revis.
3
la o las personas que lo comprenden. Por otra parte estos actos mentales
individuales tampoco son los significados del signo. Cuando yo digo Es un lindo
día, lo que esto significa cuando se lo digo a mi vecino o lo pienso
silenciosamente no es lo que está en mi cabeza, y Husserl es lo suficientemente
claro respecto de esto. El significado es intersubjetivo, no es subjetivo:
“Cuando -en discurso verídico, que es el que suponemos aquí siempreenuncio: las tres perpendiculares [Höhen] de un triángulo se cortan en un punto,
este enunciado se basa, naturalmente, en el hecho de que yo lo juzgo así. El que
oye con comprensión mi enunciado, lo sabe, esto es, me apercibe como uno que
juzga así. Ahora bien, ese mi juzgar, que he notificado aquí, ¿es acaso la
significación de la proposición enunciativa? ¿Es lo que el enunciado dice y en este
sentido expresa? Claro está que no....Lo que el enunciado enuncia es siempre lo
mismo, sea quien sea el que lo formule afirmativamente y sean cuales sean las
circunstancias y tiempos en que lo haga; y ello es precisamente eso: que las tres
perpendiculares de un triángulo se cortan en un punto, ni mas ni menos... Lo que
en el enunciado es enunciado no tiene absolutamente nada de subjetivo. Mi acto
de juzgar es una vivencia efímera, que nace y muere. No lo es, empero, lo que
dice el enunciado; no lo es este contenido.... este contenido ni nace ni muere...
Es algo idéntico, en estricto sentido de las palabras; es una y la misma verdad
geométrica”3
Si el significado de una expresión debe distinguirse de los actos mentales
del emisor, también debe distinguirse de los objetos referidos. Esto es bastante
obvio en el caso de expresiones que se refieren a individuos concretos. Un
nombre tal como Julio César o una descripción tal como El jefe militar romano que
conquistó Galia tiene un significado que es ideal e inmutable, y quienquiera que
sea que use la expresión, mientras que el referente de estas expresiones es un
hombre que murió violentamente en el año 44. Husserl insiste sobre la distinción
para todas las expresiones:
“Toda expresión no sólo dice algo, sino que también lo dice acerca de algo;
no tiene sólo su sentido, sino que se refiere también a algunos objetos.... Pero
nunca coinciden el objeto y la significación”4.
Expresiones con diferentes significados pueden referirse al mismo objeto:
Husserl cita los ejemplos El vencedor de Jena versus El vencido de Waterloo, y El
triángulo equilátero versus El triángulo equiángulo. Dos expresiones pueden ser
sinónimas -tener el mismo significado tanto como el mismo objeto- por ejemplo
palabras sinónimas en diferentes lenguajes como dos y two. También trata de
mostrar que ocurrencias diferentes de la misma palabra con el mismo significado
pueden tener referentes diferentes, por ejemplo, dos ocurrencias de caballo en
oraciones que se dicen de diferentes criaturas individuales Esto es un caballo,
pero el ejemplo no es feliz porque el uso predicativo del sustantivo no necesita ser
referencial. Husserl sostiene que los sustantivos comunes se refieren a cada uno
de los items en la extensión del sustantivo, pero esto no significa que en la
predicación un (ítem) particular se singularize. A lo sumo, la teoría de Husserl aquí
3IL,
4IL,
I, § 11, ps. 246-247, trad, revisada
I, § 12, p. 249.
4
necesita una considerable elaboración. Un ejemplo similar poco feliz es que en
una suma tal como 1 + 1 = 2 los “unos” diferentes deben significar lo mismo pero
difieren en referencia. La pluralidad de los valores de un sustantivo común tiene
que distinguirse sin embargo de una pluralidad de referentes para nombres
propios, que solo pueden tener mas de un referente si son equívocos.
No solo los nombres tienen referentes. De hecho, en un momento Husserl
avanza tanto como para decir “En toda expresión hay algo notificado, algo
significado, y algo nombrado o de otro modo designado” 5 Como ya hemos visto
esto es falso de la notificación puesto que cuando las palabras se profieren en el
soliloquio, no hay ahí otro a quien notifiquemos algo. Su aplicación a los
referentes también es cuestionable. Sin embargo, las oraciones declarativas para
Husserl sí tienen referentes: ellas se refieren a estados de cosas, ya sean estos
obtenidos efectivamente (sean hechos) o no. Los diferentes significados
oracionales o proposiciones se pueden referir al mismo estado de cosas; por
ejemplo a es más largo que b y b es más corto que a. Husserl prefiere en general
llamar a los referentes de las expresiones objetividades antes que objetos,
poniendo atención en el hecho de que el referente no es siempre una cosa
individual sino que puede ser un objeto de un orden más elevado. [112]
5IL,
I, § 14, p. 251.
5
Descargar