PROYECTO ORIONISTA PARA LAS OBRAS DE CARIDAD PREMISA: El proyecto y sus destinatarios. Proyecto es un instrumento orientativo, una guía para cuantos viven en los centros de asistencia orionistas y destinatarios son quienes trabajan en ellos: religiosos, trabajadores, profesionales , voluntarios, etc. FUENTES DEL PROYECTO: La palabra de Dios especialmente la buena Noticia contenida en los evangelios que nos exhortan a pensar en los últimos. El Magisterio de la Iglesia que desde los primeros tiempos se ocupó de los más desfavorecidos. San Luis Orione gastó toda su vida dando testimonio del evangelio de Jesucristo con la realización de innumerables obras de caridad al servicio de los pobres más pobres. CENTRALIDAD DE LA PERSONA Y CULTURA DE LA VIDA Don Orione recalca que “al prodigarnos en favor de los hermanos pobres, procuramos respetar, defender y promover integralmente los derechos y dignidad de cada hombre” Entendemos al hombre no solo en dos vertientes: la corporal y la intelectual sino en tres: la corporal la intelectual y la espiritual en su relación con Dios. En esta tercera vertiente entendemos al hombre como creado por Dios y dirigido hacia Dios. El hombre vale por lo que es, independientemente de sus posibilidades o grado de desarrollo psíquico o físico. ESPIRITUALIDAD Don Orione escribió: “El fin de nuestra Congregación es difundir la doctrina y el amor de Jesucristo” Una expresión que traducida en la práctica quiere decir: servir al hombre por el desarrollo integral del hombre, con una atención preferencial a los últimos, los más pobres, los hombres con mayores dificultades. Busca la promoción integral de la persona. Integral porque toma en consideración la persona como ser unitario con su personalidad, es decir, su modo de ser y expresarse, vista en todos sus aspectos (cognitivo, instintivo, emocional, relacional, afectivo-sexual, social, moral, religioso) OBJETIVOS A.- PREVENIR: Significa elaborar estrategias antes de que surjan los fallos. Es estar presentes en situaciones de dificultad para apoyar a la persona en peligro. B.- ASISTIR: Es estar junto a alguien para socorrerle, ayudarle, servirle. C.- CURAR: Es someter las personas enfermas a los tratamientos necesarios para sanarlas o al menos para atenuar sus sufrimientos. Por supuesto, supone superar la improvisación y disponer de estructuras adecuadamente provistas de personal médico y sanitario suficientemente cualificado. D.-REHABILITAR: Busca devolver la capacidad de cumplir las acciones cotidianas a individuos que desde su nacimiento, por minusvalías o carencias, no han podido expresarse y comunicarse cumplidamente. Rehabilitar significa devolver la capacidad, restituir miembros o funciones mermadas a una normal actividad. Esto requiere unas estructuras idóneas y competencias de distinto tipo (médicas, sicológicas, pedagógicas, fisioterapéuticas, etc.) en una acción conjunta pluridisciplinar. Las actividades ocupacionales pueden ser instrumentos de rehabilitación. Estas contribuyen al desarrollo global de la personalidad de los asistidos respetando sus peculiares posibilidades, mediante su inserción en un ambiente social rico en situaciones y relaciones tanta interpersonales como objetivas fuertemente estimulantes. Fines particulares de estas actividades son: 1- Hacer crecer en cada uno la conciencia de ser persona querida y amada por Dios, dotada en potencia de todas las características propias de todo ser humano y de las que distinguen unas personas de otras. 2- Hacer surgir y desarrollar, a pesar de las deficiencias, las capacidades restantes, las actitudes y posibilidades, a veces desconocidas por la inactividad prolongada tanto física como mental, y permitir su potencialidad, por medio de oportunas metodologías. 3.- Admitir formas de autonomía cada vez mayores, por medio del conocimiento del propio cuerpo y de la realidad, desarrollando la coordinación de movimientos, seguridad en el camino y favoreciendo el nacimiento de una confianza en sí mismo, en las personas y en el ambiente que le rodea. 4.- Favorecer la socialización, es decir, la mayor integración posible en la sociedad, mediante el progresivo crecimiento de la autosuficiencia y de la seguridad, sea tanto por la consciente y asumida participación en la vida común y la mutua ayuda, como por el conocimiento y el frecuentar lugares y medios públicos, y también por medio de grupos folklóricos y teatrales. 5.- Hacer crecer la estima propia, favoreciendo la afirmación de la propia personalidad por medio del trabajo y sus productos vistos como participación activa en la vida de la casa y por los cuales nos espera una carga de energías que pueden ser después aprovechadas en la actividad de rehabilitación. D.- EDUCAR El término educar se considera en la nueva acepción de acompañar la persona en el camino de la vida a través de una relación significativa intencional y sistemática, apta para que se-exprese toda la potencialidad de la persona en crecimiento dinámico a lo largo de todo el arco de la existencia terrena. Se habla así de educación permanente que implica a todos los hombres, en las distintas fases de su vida. Queda superado por tanto el concepto de educación del niño o del adolescente. El acompañamiento resulta necesario de una manera continuada temporal o permanentemente, para personas adultas por diversos motivos: minusválidos mentales y con más deficiencias, enfermos psíquicos, drogadictos, enfermos de SIDA, etc. Todos estos sujetos por medio de la relación educativa pueden por lo general manifestar sus posibilidades, expresar su personalidad de una manera completa y armónica, vivir una vida social digna y activa con serenidad y encontrar o reencontrar el verdadero sentido de su existencia. Así no solamente en las comunidades para la reeducación de los menores inadaptados y difíciles, sino también para minusválidos mentales adultos, para los enfermos psíquicos, enfermos de SIDA, etc. son necesarios educadores que establezcan relaciones ricas de afecto y que estimulen a los individuos y al grupo con propuestas vitales. También en las residencias de ancianos a las que llegan las personas con frecuencia contra su voluntad, donde se encuentran por completo fuera del contexto original de su vida y privados de afectos, hace falta devolver un nuevo proyecto y una nueva vitalidad; de aquí la presencia del educador o del animador en estas casas. E.- CATEQUESIS La catequesis constituye el ámbito privilegiado de la pastoral y es parte de la formación integral de la persona porque comunica el anuncio de la salvación dado por Cristo con sus palabras, su vida, su muerte y resurrección. Especialmente los deficientes mentales han sido excluidos con frecuencia de la catequesis, porque no se les reconoce posibilidad de comprensión de las verdades de la fe. Por el contrario, los estudios pedagógicos y la experiencia educativa hace tiempo que han aclarado que también estos sujetos pueden ser acercados al mensaje de Cristo y pueden vivir una relación original con Dios. La intuición de Don Orione que presenta la "laus perennis" en el Pequeño Cottolengo nos lo confirma. Fuera de la institución, la comunidad cristiana debe acoger al deficiente como don de Dios, respetarlo y amarlo. Obrando así se abrirá a comprender y aceptar el misterio de Dios sobre el hijo distinto, descubrirá los valores de los que es portador, entenderá que Dios no hace diferencias entre personas y la familia encontrará en el hijo minusválido la paz y la colaboración. TIPOLOGIA: PERSONAS CON DEFICIENCIAS MINUSVALIDOS Históricamente los centros orionistas son, digámoslo así, especializados y acogen actualmente sobre todo dos tipos de personas: los minusválidos y los ancianos. Cuando hablamos de "tipos" nos referimos a personas agrupadas por algunas características que les hacen semejantes en ciertos aspectos. . Subrayamos la premisa de que todo hombre es un ser único e irrepetible y está considerado y acogido en cuanto persona, antes que por su deficiencia, enfermedad o problema asistencial: el portador de una minusvalía es una persona caracterizada por una disminución o deficiencia orgánica (sensorial, motriz, psicomotriz, cerebral que limita de algún modo su autonomía. Los centros orionistas acogen sobre todo los deficientes mentales, personas con limitada capacidad de percepción, elaboración mental, expresión, comunicación y por tanto de relación con la realidad. Debido a una falta estructural y funcional del sistema nervioso central; tienen deteriorada la potencialidad intelectiva, herida fuerte e irremediablemente sobre todo en la fase prenatal, durante el parto o inmediatamente después del nacimiento. Se entiende por tanto, por minusválido mental el que antes llamábamos subnormal y que hoy definimos como disminuido psíquico. Las casas de Don Orione alojan otras personas pluridisminuidas que muestran deficiencias intelectivas, sensoriales y neuromotrices. Sobre todo en los últimos años la casuística cada vez más numerosa es la adulta, de sujetos mayores de 18 años; están presentes en las casas prevalentemente personas cuyas familias por distintas causas no están en condiciones de atenderles (muerte del padre y/o de la madre, vejez de los padres e imposibilidad, incapacidad o rechazo de otros familiares para acoger a la persona disminuida). En consecuencia se impone la necesidad de una comunidad o centro que acoja 24 horas sobre 24 al minusválido y personas que le acompañen en su vida diaria. En fin, es necesario señalar la inclusión en los centros, junto a los minusválidos psíquicos, de algunos que podemos llamar enfermos psíquicos, procedentes de centros psiquiátricos. Por lo que concierne a minusválidos y enfermos psíquicos el objetivo nos llega por el educar: educar por ejemplo un minusválido mental adulto quiere decir acompañarlo en el camino de la vida puesto que carece de plena autonomía, permitiéndole desarrollar todas sus posibilidades y su personalidad con objetivos determinados como, siempre por ejemplo, desarrollar o conservar la conciencia de sí mismo, desarrollar cada vez más el autocontrol y la independencia personal, mejorar la socialización, favorecer la integración en su ambiente, etc. También para el enfermo psíquico la finalidad se consigue con el trato pedagógico - educativo y el acompañamiento del sujeto en dificultades que permite a la persona integrarse en el centro, y hacerle madurar o recuperar en lo posible, a través de itinerarios educativos, la propia identidad, la estima de sí, la capacidad de vivir serenamente los propios estados afectivos, la capacidad de relación, de motivaciones para vivir, de valores, el significado, el sentido y la proyección que debe dar a su vida. Las acciones psicoterapéuticas y farmacológicas servirán de - apoyo, de integración y soporte a la acción educativa. LOS ANCIANOS Los ancianos acogidos en las residencias son personas ordinariamente desconectadas del mundo de la producción, tienen trastornos y enfermedades debidas en parte a la avanzada edad, a que las familias por distintos motivos no están en condiciones o no quieren tenerlos en su propio ambiente, en muchos casos la autonomía está reducida y necesitan auxilio y una estructura cualificada y organizada, que pueda hacer frente a sus necesidades. Sin embargo, en muchos casos tienen todavía energías, capacidad, posibilidades inéditas. El anciano tiene una larga experiencia de la vida. Tiene cosas que decir, que contarnos, que enseñar. OTRAS VARIAS FORMAS DE INADAPTACION Por inadaptación social entendemos no estar en condiciones de establecer y mantener normales relaciones sociales. Las Obras de caridad Orionistas están abiertas a otros sujetos necesitados y tienen en consideración otras viejas y nuevas pobrezas: religiosos/as de la Pequeña Obra, con la colaboración de laicos están por ejemplo comprometidos en favor de: - niños abandonados - familias pobres y separadas - enfermos de SIDA ,etc.. PERSPECTIVAS DIFERENCIAR PARA CUALIFICAR. Se tenderá siempre a acoger las personas con mayores problemas: "los pobres más pobres", minusválidos mentales graves, gravísimos y con carencias múltiples, los ancianos no autosuficientes... A LA CABEZA DE LOS TIEMPOS Estar a la "cabeza de los tiempos" quiere decir saber diferenciar siempre mejor las actuaciones con las tipologías ya presentes en los centros. Quiere decir abrirse a viejas y nuevas pobrezas que se propagan y a las que no se dan respuestas o se dan respuestas inadecuadas que no tienen en cuenta qué es el hombre. Don Orione enseña que hace falta saber lanzarse si llega e1 caso, a nuevas obras siguiendo los signos de los tiempos con coraje y pasión. Por tanto, podrán comenzarse nuevas tareas, si es posible y si los tiempos y las situaciones lo exigen, nuevos pobres pueden ser acogidos y ayudados si tenemos fuerzas para poderlo hacer. EL ESTILO EL METODO EDUCATIVO "PATERNO CRISTIANO" De la visión antropológica y de la finalidad brota en consecuencia un estilo que permanece siempre válido y que está basado en el famoso lema: "Hacer el bien a todos, hacer siempre el bien, el mal nunca, a nadie". Un lema desarrollado por Don Orione con orientaciones que se encuentran en muchas de sus cartas, a partir de la definición de su sistema educativo, llamado "paterno cristiano". "Hacerse más amar que temer, obtener todo por el amor y nada por la fuerza". Un sistema fundado en el amor cristiano y en la confianza. Dice D. Orione: "¡Cuesta tan poco nacerse querer bien por nuestros pobres, .. cuesta tan poco hacerles sonreir...¡¡ Y pide a los trabajadores un fundamental y provechoso uso de la paciencia: "Con el genio, con la soberbia, con la palabra hiriente, con nuestro hacer envenenado se alejan los corazones y no hacemos el bien". " EL ESPIRITU DE FAMILIA. Don Orione no deja de exhortar en el tema de relación trabajador asistido, porque es muy consciente de la importancia de relaciones serenas y constructivas dentro de las instituciones educativas y se expresa así. "No reconozco como mía una casa que no se presente como una buena familia cristiana". Además dice también: "A veces se habla con demasiada ligereza, se chismorrea y se deja chismorrear a propósito contra administraciones y personas". "Un educador (igual todo trabajador) no hable contra otro, reine siempre entre todos ellos la caridad en obras, en palabras, en afectos, y que estos sean santos y santamente fraternales". San Pablo habla de soportarnos mutuamente, de llevar los unos el peso de los otros. Nadie hay sin defectos en este mundo. COMUNIDADES PARA COMPARTIR La lección de Don Orione parece reclamar de sus continuadores, religiosos y laicos, un compromiso no fácil para hacer coincidir la exigencia de vivir el espíritu comunitario con la necesidad de una organización eficiente y de una programación bien delineada. Por tanto, instituciones no burocratizadas, sino verdaderas comunidades de compartir y de acogida, con personas siempre en camino hacia la humanización que permita atenuar el sufrimiento y dar al menos una brizna de felicidad. ORGANIZACION FLEXIBILIDAD Don Orione advertía la necesidad de no fosilizarse en las formas si se quedan anticuadas, de manera que las examinemos para adecuar nuestra acción. CRITERIOS CONSTRUCTIVOS He aquí algunas indicaciones generales válidas para toda casa orionista: - privilegiar en lo posible edificios pequeños, porque en ellos es más fácil crear un clima de familia. Aún en las casas grandes, necesarias por las cotosas instalaciones profesionales, es necesario tender a promover pequeños grupos, que se lleven familiarmente. Los espacios, especialmente los habitables, sean luminosos y abiertos, para suscitar la alegría de vivir, evitando todo aspecto de lujo. Se distingan por la sencillez, el decoro y el buen gusto y ayuden a sentir el calor familiar. Teniendo en cuenta las dificultades de movimiento de los destinatarios de nuestro servicio, se presta particular atención a eliminar toda barrera arquitectónica. Rresérvese un puesto significativo y un cuidado especial a la casa del Señor, lugar de encuentro con El y entre nosotros. Por su situación en el conjunto de la estructura, por el estilo y la decoración, la iglesia debe ser signo visible de la presencia de Dios, Padre providente, en la vida del centro, y expresar la fe que anima toda nuestra actividad. Formar y poner al día constantemente al personal. Planear un ineludible trabajo orgánico de equipo, y unos contactos personales que sean funcionales para el proyecto local. Dotar de un proyecto local al que todos los trabajadores a todos los niveles deben referirse y renovar el proyecto del centro a partir de evaluaciones periódicas. Buscar continuamente mejorar y cualificar los canales de comunicación e intercambio con las familias de los asistidos. Valerse de personal laico como consultores competentes y fiables. LOS RELIGIOSOS Actualmente los religiosos dirigen y administran los centros, pero su función prioritaria es la de mantener vivos los objetivos y el estilo y ser guías espirituales; hombres y mujeres de fe que quieren y buscan proponer a Jesucristo y el Evangelio de la caridad. Ante todo son llamados a ser con la fuerza del Espíritu Santo, portadores de fe, de esperanza, de caridad, expresión de la alegría cristiana de ser salvados, principales animadores y fuerza de empuje de las casas. SU TAREA EN LAS CASAS Por tanto, son llamados a ser coordinadores capaces de escoger y de formar colaboradores laicos que sepan compartir el espíritu de Don Orione y cooperar en sus obras. Por esto, en el futuro, no necesariamente los religiosos deberán desarrollar el papel de director o de ecónomo de los centros. El futuro de los religiosos es más el de animadores del carisma que el de gestores de las obras. Por consiguiente hay que pensar en actuar más como testigos del carisma que como empresarios. La comunidad religiosa debe estar concebida como un núcleo animador, o sea debe tener en sí la claridad, el entusiasmo y la competencia para formar muchos otros, en el mismo espíritu y con los mismos compromisos. Esta animación del carisma es ya una primera evangelización. PERSONAL LAICO VOCACION DEL LAICO CRISTIANO La difusión y complejidad de los centros y también la disminución de vocaciones religiosas exigen cada vez más la presencia del personal laico. El Conc. Vaticano II valora la personalidad del laico cristiano al afirmar: "Por su vocación es propio de los laicos buscar el Reino de Dios, en el uso de lo temporal ordenándolo según Dios" (L.G. 31) Documentos recientes de la Iglesia recuerdan la corresponsabilidad de los laicos en una común misión y en una participación y gestión de las obras hasta ahora confiadas solamente a los religiosos. COMPROMISO DE LOS LAICOS Se deduce que en las casas asistenciales-educativas la selección del personal que colabora, asiste y educa, de los especialistas que coordinan o asesoran en cuestiones extraordinarias y de gran importancia, es un punto delicadísimo para la realización del proyecto general y de los proyectos de cada una de las casas. Es una elección delicada que los religiosos, promotores y gestores de las casas, deben cumplir con atención. No nos basta solamente valorar la importante competencia profesional, los títulos de estudio, la experiencia. Es necesario tener en cuenta dialogando con ellos las motivaciones profundas que apoyan su petición de trabajo, el estilo de vida del candidato y por tanto su disponibilidad, generosidad, sensibilidad y adhesión al método educativo de raigambre cristianas. El personal laico se forma y se pone al día profesionalmente con distintas iniciativas y dándoles la posibilidad de participar en seminarios de estudio, congresos y cursillos si se consideran útiles para mejorar la preparación y las prestaciones. No debe faltar el compromiso de los laicos en las iniciativas espirituales propuestas por los religiosos con el fin de mantener la motivación cristiana y promover consiguientemente un estilo personal y comunitario fundado en la caridad. En el ámbito de la coordinación de la misma Provincia Religiosa y como apoyo a cada casa, la Dirección Provincial valora la posibilidad de asumir profesionales laicos, cualificados y motivados con responsabilidad en los campos económico, pedagógico y jurídico legislativo, para asesorar y ayudar a los religiosos en las relaciones con las autoridades públicas y en la formación y actualización para contribuir a una calidad del servicio ofrecido 'cada vez mejor. RELACIONES ENTRE LOS RELIGIOSOS Y EL PERSONAL LAICO LA COMUNIDAD FRATERNA En las casas se vive en comunidad fraterna, en espíritu de familia, de participación y de cooperación. Las relaciones entre religiosos y personal laico se caracterizan por tanto, por el respeto, el diálogo sereno y constructivo y la recíproca estima y valoración. Los laicos reconocen en los religiosos los primeros e indispensables portadores del carisma orionista y por tanto su papel de promotores, impulsores, supervisores, guías espirituales. Los religiosos reconocen la necesidad y el valor del personal laico que con competencia y dedicación contribuye a la obra de caridad querida por Don Orione, estando a la cabeza de los tiempos y también en las decisiones tienen en cuenta el parecer y las propuestas de los laicos. ORGANIZACION y FORMACION La organización de la casa debe necesariamente prever su participación y con este objetivo, no se debe simplemente pedir una prestación profesional sino hacerles corresponsables y parte activa del proyecto educativo, de manera que el mismo proyecto debe tener en cuenta la mejora de las personas y de su profesionalidad. Se aconseja vivamente una colaboración programada, un proyectar juntos, evaluar juntos, trabajar juntos y tener en cuenta el punto de vista de los otros. En conclusión, no sólo hacer para los otros, sino con los otros. Hay que tener en cuenta tres puntos fundamentales en la formación de los laicos: - espiritualidad: ayudar a entender la verdadera naturaleza del hombre y el fin último de su existencia. - servicio: comunicar que el hombre es grande en la proporción en que sirve (formidable reacción al individualismo dominante) para llegar a la verdadera y auténtica solidaridad. - testimonio: dar buen ejemplo en una sociedad que vive la cultura de la imagen es cuanto los laicos esperan de la vida de los religiosos. VOLUNTARIOS Y BIENHECHORES VOLUNTARIOS Los voluntarios, presentes en gran número en las casas, no en sustitución de los trabajadores, pero con función complementaria, son un recurso importantísimo, no sólo porque representan un enlace con el lugar sino porque aportan vitalidad, gratuidad, animación y sugerencias de mejora para la vida de los centros. Están llamados sobre todo a alegrar, animar. el tiempo libre, los domingos, las fiestas y a establecer relaciones significativas con los asistidos de los centros, relaciones caracterizadas por la escucha responsable y la disponibilidad. Deben compartir y/o respetar los valores de la fe cristiana y por tanto la finalidad y el estilo de las casas. Deben ser acogidos y ayudados a insertarse por los religiosos y el personal laico, y por su parte, estar disponibles a recibir indicaciones y consejos para trabajar mejor y de manera organizada. Hace falta también una preparación con cualificados y oportunos cursos de formación con el fin de unir motivaciones, generosidad, atención, capacidad educativa y organizativa. Hace falta acompañar a los voluntarios en su itinerario orionista y evaluar sus motivaciones, relaciones y presencia en la casa. BIENHECHORES Nuestro Padre Don Orione demostró siempre hacia los bienhechores una gratitud inmensa. Basta leer sus cartas desde Argentina para darnos cuenta de la profundidad de su sentido del reconocimiento. ""A vosotros, mis Bienhechores y Amigos, que tenéis en mi alma un puesto de predilección..." "Vuestros nombres, Bienhechores de mis huérfanos y de mis pobres, están escritos con caracteres indelebles en mi corazón, os tengo presentes". Más aún: "Sois para mí y para mis pobres, la banca y las manos generosas de la Divina Providencia : vivo o muerto os recordaré siempre, no dejaré de rezar por vosotros y por vuestras familias" . "Quien da al pobre da a Dios y recibe de Dios la recompensa" . Recordamos el himno de la caridad, himno nacido del corazón de Don Orione, corazón lleno de gratitud hacia los bienhechores, himno que se traduce en alabanza a Dios, exaltación de la virtud de la Caridad. Saber implicar un grupo de pequeños y grandes bienhechores constituye una parte de los fines de nuestra Obra que nació tanto para socorrer directamente a los pobres .como para implicar en este servicio a un gran ejército, como quería Don Orione, el ejército de la caridad. "¡Que la Providencia nos mande hombres de caridad!" De esta manera la caridad se convierte en anuncio del Evangelio. LAS FAMILIAS DE LOS ASISTIDOS Una particular atención por parte de los orionistas merecen las familias de las personas acogidas en las propias casas. La familia sigue siendo siempre la "primera casa" de la persona, en los familiares están los profundos afectos, aunque predominen los conflictos y surjan procesos de separación. Por esto se quieren mantener contactos estables y significativos con las familias, en cuanto es posible. Bueno es implicar de la mejor manera y acordes con cada situación, a las familias en la vida de los centros orionistas para mantener, reforzar, recuperar, vital izar las relaciones entre los asistidos y sus parientes. . Salvo en casos excepcionales por tanto, queden salvaguardadas e incentivadas tales relaciones y cultívese cuanto sea necesario un enlace entre los trabajadores orionistas y los familiares para la unidad de acción y en favor del asistido. PROYECTOS INDIVIDUALIZADOS DE CADA CASA, PROGRAMACIONES Y PLANES Cada casa para personas con deficiencias debe dotarse de un proyecto propio, sobre la base del Proyecto Provincial, para superar los riesgos de improvisaciones y falta de continuidad. En todo proyecto local debe constar: - descripción de la realidad (incluidos breves datos históricos). - características estructurales del territorio en que se sitúa -tipología de las personas acogidas con sus correspondientes datos numéricos -finalidad -objetivos -estilo -métodos -actividades -iniciativas religiosas -medios -organización: personas y tareas - trabajo de equipo - relaciones con las familias de los asistidos - presencia del voluntariado La programación periódica de la vida de la casa garantizará la actuación "in itinere" del proyecto. Para las casas sin proyecto o con un proyecto viejo o ineficaz será necesaria su renovación para realizarse con la ayuda de la provincia Religiosa. En este contexto de los proyectos locales hay que tener presentes los puestos profesionales (médicos, psicólogos, pedagogos, enfermeros, fisioterapeutas, educadores y trabajadores encargados de la asistencia) según la normas de cada región. Para que la intervención de estas personas pueda resultar eficaz es fundamental la atención a un buen trabajo de equipo para afrontar situaciones en las que inciden distintos factores, para resolver los varios problemas con diversas aportaciones. EVALUACION DEL PROYECTO El proyecto se evaluará periódicamente. El iter de evaluación será semejante al que ha determinado su redacción, por medio de análisis, propuestas y distintos pasos que permitan las modificaciones necesarias para actualizar y mejorar la base propuesta, pero sobre todo, contando con la experiencia de los próximos años. BIBLIOGRAFIA Documentos del Magisterio Escritos de Don Orione Aportaciones para el proyecto Otros