Edición: Bizkaia El hombre de los cuadros y de Bacon Carlos Benito DINERO «La Administración tiene que aprender a mirar la contratación pública con ojos de competencia» PILAR CANEDO ARRILLAGA, PRESIDENTA DE LA AUTORIDAD VASCA DE LA COMPETENCIA (AVC) Canedo lamenta la escasez de medios con los que el organismo debe afrontar la investigación de casos como el de los comedores escolares, multados por repartirse contratos públicos JORGE MURCIA | 13 marzo 2016 02:53 El sonado caso de las empresas de hostelería que se repartían el mercado de los servicios de comedor en los colegios públicos vascos ha puesto bajo los focos de la actualidad el trabajo de la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC). Un organismo, heredero del antiguo Tribunal Vasco de la Competencia, que preside Pilar Canedo Arrillaga (Bilbao, 1968). Doctora en Derecho y profesora de la Universidad de Deusto, Canedo celebra que la sociedad es «cada vez más consciente de las ventajas que para el individuo tiene el hecho de que exista competencia en los mercados». Pero también avisa de que es necesario cambiar «inercias del pasado» como las que demuestran las administraciones a la hora de llevare a cabo sus procedimientos de contratación pública. «Deben aprender a mirar con ojos de competencia», considera Canedo, que también lamenta la escasez de medios -trece trabajadores- con los que cuenta el organismo que preside. - La AVC cumplirá cuatro años en julio. ¿Cuál es el balance de las actuaciones realizadas? Una vez consolidada la parte estructural, el balance de actividad es un asentamiento en las dos grandes funciones que Canedo, en su despacho de la sede de la AVC en Bilbao. / E. C. nosotros tenemos: una es la defensa de la competencia, en la que tenemos un número relevante de expedientes, pero sobre todo expedientes relevantes. Y eso es una diferencia muy importante respecto a lo que podía suceder antes y respecto a lo que sucede con las autoridades de otras autonomías. Porque llevamos asuntos que son socialmente importantes. Y eso es muy digno de destacar. Hemos hablado de transporte varias veces, que es un sector muy importante en esta comunidad autónoma, de contratación pública, un ámbito extraordinariamente relevante en el que hay que cambiar muchas inercias. Hemos incrementado el número de expedientes, pero sobre todo el impacto de estos expedientes en la competitividad de la sociedad y en el número de personas a las que afecta. Y eso en parte, aunque no solo, nos lleva a la otra pata de nuestra actividad, que es la promoción de la competencia. Y aquí también se ha producido una evolución muy relevante en distintos aspectos: uno es el conocimiento que la sociedad tiene sobre las ventajas para cada uno de los ciudadanos cuando existe competencia, y al revés, las desventajas cuando lo la hay. Como autoridad lo que tenemos que conseguir es generar ventaja a la sociedad por nuestra existencia. Y en los dos ámbitos vamos avanzando en la buena dirección, lo que no quiere decir que no haya mucho camino aún por recorrer. - ¿Considera que cuentan con los medios adecuados? He conseguido, por primera vez, que toda la plantilla esté al completo. Y creo que es claramente insuficiente. Nos dirigimos muchos a disfunciones en la competencia muy próximas al ciudadano. Que pueden venir de la mano de ayuntamientos o entidades locales del tipo que sea. Hay muchas, y mucha contratación pública. Ahora mismo somos 13 personas, y con ese número es absolutamente imposible hacer un análisis global de todas las disfunciones que se puedan dar en nuestra sociedad. Creo que se ha avanzado muchísimo, pero si queremos poder hacer análisis sistemáticos de nuestra economía haría falta más gente. Por ejemplo, la autoridad andaluza tiene cerca de 40 personas, y tampoco llega. Ya sé que es mucho más grande que Euskadi. Pero sí es imprescindible buscar personal muy sólidamente formada. Esto es una actividad específica que necesita mucho análisis jurídico y económico, que son claramente diferenciados y complementarios. Hacen falta economistas que hagan buenos análisis de mercado, y juristas que conozcan el derecho de la competencia como hay que conocerlo porque es una cosa muy compleja. Tenemos unas multas muy altas tienen que serlo para que tengan un efecto disuasorio- y para que no sean injustas hay que respectar muchos derechos de las empresas. - ¿Es el caso del cártel de los comedores escolares (18 millones de euros de multa) el asunto más gordo con el que han tenido que lidiar? Aunque sólo sea porque de por medio están las instituciones. Estos casos tienen mucha más implicación social y mucha más relevancia para la competitividad. Todos los cárteles son muy nocivos para la sociedad. Siempre que las empresas se ponen de acuerdo para generar un sobrebeneficio para ellas sale perjudicado el más débil de la cadena y siempre es el usuario del servicio del producto. Pero lógicamente cuando la administración interviene en contratación pública son más complejos para encontrar pruebas a veces, y son mucho más relevantes. No es nada extraño que existan este tipo de acuerdos. Se generan en todas las partes del mundo, y en Alemania le han dado trascendencia penal. Pero hay que dedicarle muchos medios a frenarlo. - ¿Y ahí se encuentran trabas por parte de la administración? En nuestro caso no. Toda la información que se les ha solicitado la han facilitado y la cooperación ha sido en todos los casos extraordinaria. - ¿Tienen la sensación de que no es un caso ni una actitud aislada en los concursos públicos?¿Que al nal lo que tratan es de repartirse la tarta? Lo que sucede en muchos casos en los acuerdos que afectan a la administración como adquiriente de servicios es que muchas veces las empresas se reparten el mercado: yo voy a este, tú al otro… y las administraciones en la mayor parte de los casos no lo pueden ver. Y a las empresas les resulta más fácil alterar el funcionamiento del mercado. Salvo que las administraciones se pongan de acuerdo y hagan un análisis conjunto de la contratación. Por eso la OCDE hace unos 20 años emitió unas directrices a las administraciones para darles herramientas con la que sospechar que pudiera haber alteraciones de la competencia. La contratación pública es un mundo complejísimo en sí mismo. Y tiene una ley específica. Hay una diferencia extraordinaria entre la relevancia que tiene hoy día el asunto de la competencia a la que tenía hace cinco o diez años. Lo que estamos poniendo de manifiesto es que es imprescindible mirar la contratación pública con unos ojos de competencia que tradicionalmente no se utilizaba. Hay que cambiar el paradigma, la perspectiva con la que la administración mira esos procedimientos de contratación. Y hablar de eficiencia. Porque todos tenemos que ser eficientes, pero la administración más. - ¿Cómo pueden las administraciones públicas y la AVC aunar esfuerzos para evitar los cárteles, pero a priori, no a posteriori? En algunos sistemas se fusionan las autoridades de contratación y de competencia, para que los asuntos de contratación pública se miren siempre por las autoridades de competencia. En España no. Pero posiblemente sea una cuestión de tiempo. No es descartable que haya que dedicar 20 años aún a que esto funcione de otra manera. Y que para entonces todo el mundo que se dedique a la contratación pública tenga el 'chip' de competencia. Lo que dice la ley vigente es que las autoridades de contratación pública deben poner en conocimiento de las autoridades de competencia las disfunciones. Y lo que debemos hacer nosotros es ponernos a disposición de las autoridades de contratación para ayudarles a que redacten los pliegos de forma que se eviten posibles acuerdos, para una vez que pueda haber una oferta que suscite ciertas sospechas podamos analizarlo. Porque también hay un aspecto relevante que hay que tener en cuenta. Las autoridades de competencia tenemos unos poderes de investigación, de inspección, de mirar los ordenadores de las empresas, los libros de actas, etc... que las autoridades de contratación no tienen. El sistema está pensado para que cada uno haga lo que mejor sabe hacer. Entonces primero necesitamos generar en las autoridades de contratación conciencia de que si tienen cualquier sospecha la pongan en conocimiento de Competencia. Y también hay otro elemento a tener en cuenta: la contratación pública necesita rapidez. Y la autoridad de competencia rara vez puede tenerla. Nuestros expedientes por ley tienen un periodo máximo de 18 meses. Para una contratación pública muchas veces no se puede esperar tanto. Hay que conjugar todos esos principios y ponerlos en marcha. - ¿Cree que hay voluntad política para que así sea? Hay que asumir que sí (risas….). No se puede pensar que no. Cuando empezamos a trabajar nos dedicamos a dar cursos a las instituciones, gobiernos… Y a veces es cuestión de inercias. Muchas veces quien está haciendo contratación lleva haciéndolo así toda la vida, y no es consciente de que hay unas exigencias nuevas en el sistema que tienen una razón de ser. La política de competencia es una de las más sociales que existen, porque generan una eficiencia. No dedicamos dinero a una política social. Pero si conseguimos que las administraciones reduzcan su gasto consiguiendo la misma calidad o más en los servicios que han de prestar, es un sobrante que se puede dedicar a política social directamente. Y siempre es la parte más débil de la sociedad la que se ve beneficiada en estos casos. - ¿Qué opina respecto al proceso, muy criticado en su momento, que llevó a la fusión de los supervisores y reguladores españoles en un solo organismo (la CNMC)? -Yo creo que los principios de competencia son muy diferentes de los de regulación. Deben inspirar el funcionamiento de las autoridades reguladoras. Pero creo que en la otra dirección no es así. La fusión directa de distintos organismos que se ocupan de cosas muy diferentes creo que tienen ventajas e inconvenientes. Y sobre todo, como creo firmemente en la especialización, me parece muy complejo conseguir una persona física que sea especialista en telecomunicaciones, servicios postales, energía, transportes, y competencia. - ¿Tiene la AVC un programa de clemencia similar al de la CNMC? -Sí. Las comunidades autónomas no tenemos capacidad normativa en competencia, sino de ejecución de la legislación estatal. Entonces ese programa es aplicable en todo el territorio. - ¿Y está funcionando? En la comunidad autónoma no ha habido ningún caso. - ¿Y qué opina respecto a la Ley de Unidad de Mercado, muy criticada por muchas comunidades autónomas? Es una traslación al ordenamiento jurídico español de lo que fue la directiva europea de servicios. Y creo que como principio de apertura es claramente positivo. El establecimiento de barreras es negativo para todos los usuarios de servicios. Y en esa medida la Ley de Unidad de Mercado es en sí mismo positiva. Otra cosa es cómo se aplique. Eso lo desconozco. Recibió muchas críticas en el momento en que se acabó, y creo que se están aplacando a la vista de su aplicación real. Eso sí, creo que sería útil que se descentralizara la aplicación de esa ley. - ¿Qué le parece el registro de 'lobbies' o grupos de interés creado por la CNMC? -El 'lobby' es inherente a la naturaleza humana, y en sí mismo no es negativo. Pero sería extraordinariamente positivo que se formalice su actuación, porque van a existir de todas formas, y de lo que se trata es de que generen los menores problemas para la sociedad. Los 'lobbies' son grupos de interés que defienden eso, sus intereses. Humanamente y empresarialmente es comprensible que cada grupo defienda sus propios intereses. Lo que debe existir es transparencia sobre los grupos que están incidiendo en la creación de la legislación para que los ciudadanos seamos conscientes de si el legislador tiene o no influencias de los grupos que están en contacto con él. Y para dar acceso sistemático y razonable a cualquier grupo de interés que esté afectado por cualquier regulación. ¿Sería bueno que existiera un poder legislativo angelical que no tuviera ninguna incidencia de nadie? Pues no lo sé. Pero como no es posible, al menos que se de transparencia a lo que se existe. - ¿Deberían los gobiernos crear guras similares? -La CNMC actúa como órgano de competencia, y como regulador. Entonces, en la medida en que estamos hablando de los reguladores más relevantes, el hecho de que se cree un registro de 'lobbies' es muy positivo. No se podría trasladar a Euskadi, porque sólo somos una autoridad de competencia. Somos independientes, y no hay 'lobby' que pueda venir aquí a plantear nada. Vienen denunciantes, o partes que se defienden, o sujetos que vienen a plantear consultas. Pero aquí no regulamos nada, por lo tanto no tiene sentido que hubiera algo semejante aquí. Pero sí me parecería relevante que ese registro de grupos de interés no sólo se dirigiera a los reguladores que están en la CNMC o a cualquier otro regulador que cree una norma jurídica. DIARIO EL CORREO, S.A. Sociedad Unipersonal. EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS: Registro Mercantil de Bizkaia Tomo BI-531, Folio 1, Hoja BI-4140-A, Inscripción 1 C.I.F. A-48536858 Domicilio social en c/ Pintor Losada 7 48004 Bilbao. Contacto. Copyright DIARIO EL CORREO, S.A, BILBAO, 2008. Incluye contenidos de la empresa citada, del medio Diario El Correo, S.A.U y, en su caso, de otras empresas del grupo de la empresa o de terceros. 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