Terapia de la resistencia a la insulina

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Terapia de la resistencia a la insulina
La insulina es una hormona elaborada en el páncreas para bajar el azúcar de la
sangre, especialmente después de comer. Muchas personas con lipoatrofia sufren de
resistencia de la insulina, y esto significa que el páncreas necesita producir más
insulina de lo normal para mantener el azúcar en la sangre bajo control.
La resistencia a la insulina se define como un estado de prediabetes; es uno de
los factores indicadores de la diabetes tipo 2; y se debe a la ausencia de una
respuesta normal a la hormona en los tejidos periféricos. La resistencia a la insulina se
observa fundamentalmente a nivel del tejido muscular, donde las vías oxidativas y no
oxidativas del metabolismo de la glucosa se encuentran alteradas, esta constituye un
conjunto de condiciones metabólicas que involucran una alta probabilidad de presentar
infarto al corazón o al cerebro, en un plazo no mayor a 10 años. Esa es la importancia
de pesquisarla y comenzar un tratamiento oportuno.
Dependerá de los hábitos de la persona el desarrollo de esta afección, por
ejemplo, las personas con problemas de peso como o es la obesidad, pueden llegar a
desarrollar resistencia a la insulina. Las principales consecuencias de esto, son la baja
captación de glucosa, junto al aumento de la neoglucogénesis y de la lipólisis.
Tratamiento de la resistencia a la insulina
La primera medida que se debe tomar para disminuir la resistencia a la insulina
es mejorar los hábitos, como los son el bajar de peso y realizar actividades físicas. En
segundo lugar, se controla la glicemia mediante cualquier mecanismo. También se
puede usar adiponectina, que es una adipocitoquina muy beneficiosa; también pueden
usarse insulinomiméticos o insulinosensibilizadores como biguanidas (metformina) y
tiazolidinedionas (rosiglitazona y tioglitazona). Como otra alternativa, está el uso de PPAR delta.
La aspirina puede disminuir la resistencia, así como el vanadio y el cromo, sin
embargo, son tóxicos.
METMORFINA Y LA AMPkinasa
La Metmorfina es un fármaco insulinosensibilizador, que disminuye la
producción de glucosa en el hígado, aumentando la captación de glucosa en el
músculo esquelético, y tiende a acumularse en la paredes del intestino reduciendo la
absorción de glucosa intestinal, pero como todos o la mayoría de los fármacos, a
pesar de todas estas funciones también presenta efectos secundarios tales como
diarrea y acidez debido a que es un irritante de la mucosa gástrica.
La AMPkinasa se encuentra en la mayoría de las células, se activa por acción
del AMP, que se encarga de medir los niveles de energía. En casos de ejercicio físico,
en que la relación ATP/ADP disminuye, mientras que la AMPkinasa se activa, ya que
la disminución de ATP y aumento de ADP, activan una serie de enzimas que se
encargan de fosforilar a la quinasa, es decir, por efecto de hipoxia y ejercicio (donde
los niveles de ATP disminuyen), se activan enzimas que fosforilan a la quinasa,
activándola, esto provoca la disminución de la actividad de enzimas opuestas
(fosfatasas). Este efecto encargado de activar la AMPkinasa, produce el aumento de la
captación de glucosa en el músculo (por la translocación de GLUT-4), mediante una
vía insulinoindependiente, ya que el ejercicio provoca la captación de glucosa en
músculo, de forma independiente a la insulina, igualmente aumenta la oxidación de
ácidos grasos libres, disminuyendo su concentración, lo que provoca una menor
resistencia a la insulina. En el hígado, disminuye la neoglucogénesis y lipogénesis.
La Metformina, estimula la activación de AMPkinasa, siendo éste su
mecanismo de acción.
Este fármaco necesita ser combinado con la dieta y ejercicios, ya que como
monoterapia su potencia es baja para tratar la Resistencia a la Insulina. Así, quienes
realicen ejercicios y dieta desarrollaran menos diabetes en el tiempo, que quienes sólo
usan metformina. Cabe destacar que la mejoría de este síndrome depende de la
persona, quien debe seguir las indicaciones de dieta, ejercicios y medicamentos. Si no
es así, en un porcentaje muy alto se expone a desarrollar complicaciones como
diabetes, enfermedades vasculares, especialmente relacionadas con el sistema
macrovascular que predispone a infartos y problemas en la irrigación de las
extremidades inferiores y cerebro.
PEROXISOMAS Y P-PAR
Los peroxisomas son organelos que tienen por función oxidar gérmenes y
ácidos grasos. Su actividad aumenta por la activación de un receptor "P-PAR", que se
activa en presencia de lípidos. Aparte de regular el metabolismo de lípidos, también lo
hace con el de carbohidratos, ya que se relacionan con el consumo energético en
general. Su activación se da por ligandos como ácidos grasos largos o
tiazolidinedionas, que una vez activos, producen cambios en la transcripción de ciertos
genes. Las tiazolidinedionas estimulan los receptores P-PAR y provocan la
diferenciación de los adipocitos, disminuyendo su tamaño, resistencia a la insulina y la
grasa intraabdominal, mientras que aumenta la adiponectina.
En el músculo disminuye la concentración de tracilglicéridos, y así la resistencia
a la insulina e igualmente cumple participa en el transporte inverso de colesterol, el PPAR alfa, trabaja de igual forma, pero en el hígado. Al disminuir la masa adiposa,
previene la obesidad. La P-PAR delta, disminuye triacilglicéridos y reduce masa
corporal, la P-PAR gamma aumenta la diferenciación de adipocitos y disminuye la
resistencia a insulina, ácidos grasos, grasa abdominal y la secreción y el efecto del
factor de necrosis tumoral. Estudios permitieron encontrar un coactivador PGS1, que
actúa con los receptores P-PAR, interactuando con los receptores de glucocorticoides
y con la insulina y el glucagón, aumentando con el glucagón y disminuyendo con la
insulina. Cuando se aumenta el glucagón o hay deficiencia o resistencia a la insulina,
la PGS1 aumenta, produciendo glucosa hepática.
TIAZOLIDINEDIONAS
Estos fármacos se unen al receptor P-PAR gamma y a la PGS1. Su
mecanismo de acción es la disminución del tamaño de los adipocitos, grasa
intraabdominal y ácidos grasos, y aumentan la captación de glucosa y disminuyen la
concentración de tracilglicéridos, al mismo tiempo, tiene una acción antagónica con el
factor de necrosis tumoral, ya que éste interfiere con el efecto insulínico, pues altera su
fosforilación.
Los efectos de tiazolidinedionas en el metabolismo de carbohidratos y de
lípidos, son complejos y múltiples, disminuyen la liberación de ácidos grasos, así como
sus concentraciones, disminuyen producción y efecto del factor de necrosis tumoral, lo
que conlleva a una disminución de la resistencia insulínica y aumenta la diferenciación
de los adipocitos.
GLITAZONAS
Es un farmacológico que agoniza los receptores PPAR-gamma de tal modo
que aumentan los niveles de sensibilidad a la insulina y mejoran el metabolismo de
glucosa reduciendo con ello la resistencia a la insulina, fundamentalmente a nivel de
tejidos tejido graso y muscular, aunque también tienen un cierto efecto a nivel del
tejido hepático (inhibición gluconeogénesis hepática). Este aumento de la sensibilidad
a la insulina se realiza sin aumentar su secreción, de ahí que no produzcan
hipoglucemias. Se metabolizan en el hígado y se eliminan por las heces, también se le
han descrito algunos efectos secundarios, como aumento de peso o aparición de
edemas, cabe esperar que sean fármacos de utilidad para pacientes con resistencia a
la insulina e hipertensión, ya que al mejorar la sensibilidad a la insulina, se reducen los
niveles de presión arterial y el riesgo cardiovascular global.
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