SELECCIÓN DE LA LUMINARIA

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SELECCIÓN DE LA LUMINARIA
El Diseñador debe de habituarse a trabajar con los efectos de la luz.
La luz emitida por las luminarias puede tomar distintos patrones de distribución
espacial.
En una primera clasificación podemos agruparlas por el porcentaje de luz emitido por
encima o por debajo del plano horizontal que pasa por el punto de aplicación de la
luminaria.
Tenemos 3 soluciones claramente definidas :
DIRECTA
10 - 0 %
----------90 –100%
(plano de instalación)
GENERAL DIFUSA
40 - 60 %
----------------60 – 40 %
INDIRECTA
90 – 100 %
-----------------10 – 0 %
y 2 situaciones intermedias :
SEMI – DIRECTA
10 – 40%
---------------(plano de instalación)
90 – 60%
SEMI - INDIRECTA
60 – 90 %
------------------40 - 10 %
A esta información primaria sobre la distribución de la luz, debe agregarse la forma
que específicamente toma la emisión de luz : abierta o concentrada simétrica o
asimétrica.
Estas características quedarán definidas por las modificaciones impuestas al flujo
luminoso por las superficies de la luminaria : reflectoras, difusoras, translúcidas o
refractoras.
Existen además en los criterios de selección del tipo de luminarias a utilizar las que
derivan de las particulares condiciones de instalación a que ha de estar sometida la
misma : condiciones de aislamiento eléctrico, temperatura que puede alcanzar la
luminaria en su funcionamiento, comportamiento ante las solicitaciones mecánicas a
que ha de estar sometida, hermeticidad (al agua, polvo, gases inflamables,).
El caso más frecuente es el relativo a las condiciones de hermeticidad requeridas
por la implantación.
Existe una normativa al respecto específica sobre este punto (Normas IP), que
caracteriza con dos cifras la escala de comportamiento hermético de ese elemento
a elementos sólidos (1er. número), y al agua (2do. número).
La observación de este punto en la especificación es importante aún en
instalaciones corrientes, si se tiene en cuenta que en luminarias cerradas la
hermeticidad al acceso de insectos puede requerir un valor de 5 con relación al
máximo de 6 indicado por la escala.
Desde el punto de vista del efecto visual, el Diseñador, busca organizar una
lectura del espacio a iluminar y para ello selecciona cual es la distribución y
control del haz más adecuado para lograr el efecto final buscado, en la
interacción de la luz con las características sensibles (forma, color y textura)
de los materiales que conforman ese espacio.
1
La luz alcanza las superficies y solo entonces es percibida por nuestros sentidos
como reflexión de las superficies iluminadas y que medimos a través de la
magnitud que definimos como luminancia.
Este concepto es la resultante de la iluminación recibida, del factor de reflexión
de la superficie y de la ubicación del observador con respecto a la superficie
iluminada.
La información captada visualmente y analizada por el cerebro, incorpora la relación
entre las distintas luminancias de las superficies que integran el campo visual.
El gradiente entre los distintos valores de luminancia es lo que ha de definir el
grado de “atracción visual” de las distintas superficies.
La técnica de la iluminación es definida por algunos como “el Arte de la correcta
distribución de las luminancias”.
Un gráfico primario para “leer” la distribución espacial de la luz que realiza la
luminaria es el diagrama de intensidad polar : supuesta la ubicación de la misma
en el origen, la curva se construye con la sucesión de puntos que marcan el extremo
de los vectores intensidad en torno a la luminaria (estos valores están expresados en
candelas (cd) y generalmente para un flujo luminoso de 1000 lm).
Si la luminaria presenta una distribución uniforme, la misma puede esquematizarse
con el trazado de una sola curva.
Si presenta un comportamiento con más de un eje de simetría suele representarse
la distribución por el comportamiento según 2 planos ortogonales uno de los cuales
coincide con el eje de la lámpara (normalmente, ambas curvas aparecen
superpuestas en el mismo diagrama, la que coincide con el eje de la lámpara se
representa generalmente con una línea punteada)
Como una primera aproximáción gráfica
a la apertura del haz principal de la
luminaria puede tomarse el ángulo en
que la luminaria alcanza la
intensidad media ( I max / 2).
La unión del origen, con los puntos en
que la curva de intensidad alcanza el
valor I max / 2, define secantes que
forman entre sí un ángulo que
podemos
tomar,
en
primera
aproximación, como el haz principal
de la luminaria.
Con esta definición puede interpretarse graficamente la distribución de la luz en el
espacio, y en función de la ubicación de los elementos en los cortes
correspondientes, la intersección de estos haces con los planos que lo limitan.
Esta aproximación gráfica es más cercana a la metodología de abordaje de los
problemas por el diseñador (que trabaja siempre con la relación dimensional de los
elementos que intervienen en la conformación del espacio) y es una introducción
cualitativa básica en la determinación de las intenciones de diseño.
2
Buscando una aproximación mayor al efecto visual que podemos obtener con la
luminaria seleccionada, corresponde considerar el sector de la curva de intensidad
polar comprendida entre el punto de corte con la secante y el origen.
Si existe practicamente una coincidencia de este sector de la curva de intensidad
polar con la secante, ha de indicar que la emisión de la luminaria por encima de
este ángulo no es significante y esto se traduciría en una mayor definición del punto
de corte en la intersección del haz con los planos a iluminar.
Normalmente este comportamiento coincide con luminarias visualmente más
“discretas” (con menores riesgos de deslumbramiento directo).
Si en cambio los valores de intensidad por encima de la secante disminuyen
gradualmente, no existirá visualmente un límite preciso para la intersección de la
emisión con los planos a iluminar.
Normalmente este tipo de luminarias serán más “visibles” y su localización y
ordenamiento contarán en forma más decisiva en el de la percepción del espacio
iluminado.
La etapa siguiente será la verificación y el control de los aspectos cuantitativos que
nos pueden ayudar a optimizar la propuesta en los términos medibles del confort
visual.
VISUALIZACIÓN APROXIMADA DEL EFECTO A OBTENER PARA UN MISMO ESPACIO CON
LUMINARIAS DE DIFERENTE DISTRIBUCIÓN UBICADAS EN LOS MISMOS PUNTOS
Local 5 x 9 x (h) 2. 8 m con 10 centros distribuidos regularmente ( 2 líneas de 5 luminarias)
3
LUMINARIA 1
Luminaria que no presente un ángulo de corte del haz definido
LUMINARIA 2
Luminaria que presenta un ángulo de emisión definido (aprox. 50º)
LUlMINARIA 3
Luminaria asimétrica (acentúa la emisión sobre planos verticales laterales )
El programa con el que se realiza la representación, considera todas las superficies
como uniformes difusoras.
4
Aún con sus limitaciones permite hacer visible el comportamiento y la interacción de
la distribución de las luminarias sobre las superficies del local.
Análisis de los ejemplos
Observemos las diferencias notorias entre la imagen del espacio en el caso de la
luminaria 1 y en el caso de la luminaria 2.
Si realizamos sobre la curva polar de intensidad de la luminaria 1, el trazado
indicado para determinar el valor del haz principal limitado por el valor Imax / 2,
veremos que por encima de los límites que definen este ángulo y la curva, queda
limitada una superficie, que corresponde a la emisión luminosa por encima de ese
ángulo.
Por este motivo, cuando el haz principal alcanza los planos verticales, no se produce
un definición neta del mismo : si bien es posible detectarlo sobre el plano del fondo,
por la mayor cercanía del plano de fondo a la luminaria, hay una transición gradual
entre la zona más iluminada y la parte superior del plano.
En los planos verticales longitudinales, la iluminación es todavía más uniforme,
debido a que, con la menor distancia relativa entre ellos, estos planos iluminados se
convierten en fuentes recíprocas de iluminación.
Si repetimos el trazado para el caso de la luminaria 2, vemos que el ángulo limitado
por el valor Imax / 2 practicamente coincide con el trazado de la curva polar para los
valores por encima de este ángulo : si existe una superficie comprendida , es muy
reducida, es decir que esa luminaria tiene poca emisión por encima del ángulo
considerado.
Aquí hay mucho menor transición entre la zona iluminada que coincide
prácticamente con el haz principal y la zona en sombra.
A causa de esto el techo, que se ilumina por reflexión de los planos iluminados,
también se “lee” como más oscuro.
Finalmente en la luminaria 3 se trata de una distribución luminosa no regular,
destinada a aumentar la emisión sobre uno de los planos verticales. Este tipo de
distribución es conocido, por este motivo, como “bañadores de pared” (“wall
washer”) y se usan justamente con esta finalidad.
Si realizamos el mismo trazado que en los casos anteriores para definir el ángulo de
Imax / 2, veremos que esta vez el trazado no es simétrico con relación a la dirección
correspondiente al ángulo de 0º : sobre el lado izquierdo I max /2 lo obtenemos en
un ángulo de aprox. 8º con relación a la vertical y sobre la derecha aprox. con un
ángulo de 40º.
También aquí hay sobre el lado derecho, un sector importante de emisión por
encima del valor Imax /2.
El resultado de la iluminación traduce exactamente estas características : sobre los
planos verticales la iluminación es muy uniforme y cubre prácticamente toda la
altura del plano, sobre el plano del queda en cambio claramente marcada la zona
iluminada que se corresponde aproximadamente, con un ángulo de 8º hacia el
centro del local a partir de la línea de ubicación de las luminarias. El centro del plano
del piso queda sin iluminación.
5
(las representaciones que se adjuntan fueron realizadas mediante un programa
simplificado de representación Dialux de acceso libre (www.dial.de ) cuyo uso se ha
generalizado para la documentación de numerosos fabricantes europeos de
luminarias)
Carlos Galante
[email protected]
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