Lecturas de la Segunda Semana de Julio 2016

Anuncio
LECTURAS DE 2ª SEMANA DE JULIO
2016
Coordinadores: Robinson Salazar-Pérez y Nchamah Miller
Visite la Biblioteca Especializada Nchamah Miller
http://insumisos.com/index.php?option=com_content&task=view&id=98&Itemid=35
Revistas, vídeos y libros
Golpes siglo XXI: nuevas estrategias para viejos propósitos. Los casos de
Honduras, Paraguay y Brasil. (por Sabrina Flax, Silvina Romano y Camila
Vollenweider)
http://www.rebelion.org/docs/214112.pdf
Vídeo: La Crisis de Capitalismo (en dibujos), por David Harvey
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214068
Vídeo. Benedicto Castillo: "Los secretos del caso Frei y el patrimonio de
Pinochet"
https://www.facebook.com/PeriodicoElCiudadano/videos/10153506486652470/
Ya salió el nuevo número de la Revista de Ciencias Sociales (N°91)
La Secretaría de Proyección Institucional comparte el Número 91 de la Revista Ciencias
Sociales, dedicado a pensar las claves de la dependencia actual.
http://alternativaweb.mailrelay-iv.es/newslink/29148/41.html
http://www.sociales.uba.ar/?page_id=36730
Revista IDEAL,
“Gobiernos progresistas, restauración conservadora y nuevas resistencias en América Latina y
el Caribe”. Este número de 2016 intenta conjugar la mirada corta para analizar la coyuntura de
los diferentes procesos en marcha en la región, y la mirada larga de qué hacer ante el ciclo de
desacumulación política y social que parece que estamos viviendo en Nuestra América.
1
https://issuu.com/mne_org/docs/ideal_02_2016?e=9331434/36636014
Revista Nexos/ México. Julio 2016
http://www.nexos.com.mx/?cat=3364
Revista Sociedad HD
http://revistasociedadhd.sociales.uba.ar/
Revista Didáskalos
http://revistadidaskalos.blogspot.mx/2016/06/ensenanza-de-la-geografia-concepciones.html
Polhis. No. 16. Revista especializada en historia política
http://www.polhis.com.ar/index.php/PolHis/issue/view/3
Prometeo Edición # 02 "Conmemoración del 122° aniversario del natalicio de José Carlos
Mariátegui"
https://www.dropbox.com/s/pbl9nsfctmcwm93/Edici%C3%B3n%20%23%2002%20%28Junio%
202016%29.pdf?dl=0
Lucha de clases y posmodernidad
http://www.revistavientodelsur.com.ar/lucha-de-clases-y-posmodernidad-2/#more-1635
Descolonizar el saber , reinventar el poder
http://www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20%20C%C3%B3pia.pdf
Carlos Beorlegui, Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Una
búsqueda incesante de la identidad
https://filosofiaum.files.wordpress.com/2014/06/beorlegui.pdf
La guerra contra el pueblo
http://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/2015/01/20/La-guerra-contra-el-pueblo.pdf
México: Trayectorias de violencia Homicidios 2008-2014
http://www.nexos.com.mx/?p=28803
Revista Sin Permiso
http://www.sinpermiso.info/
La austeridad es la causa de nuestros males económicos. Nada tiene que ver con la UE
Mariana Mazzucato
“Con la Renta Básica aumentaría la libertad de buena parte de la población”. Entrevista
Jordi Arcarons, Daniel Raventós
2
En el aniversario de los controles de capital impuestos por la Troika a Grecia, la lucha del
pueblo griego se ha convertido en la lucha por salvar a Europa
MDeE25 / DiEM25
¿Estamos presenciando un nuevo “paradigma sobre la desigualdad” en las Ciencias Sociales?
Mike Savage
No importa quién sea el líder, puede que el laborismo nunca se recobre de esta crisis
John Harris
Brasil: La bancarrota de una de las principales empresas de telecomunicaciones
Gustavo Gindre
Reflexiones sobre el género. ¿Cuál es la relación entre el patriarcado y el capitalismo? se reabre
el debate
Cinzia Arruza
Una nueva mirada a la renta básica
Robert Skidelsky
Brexit: el naufragio del neoliberalismo
Alejandro Nadal
Brasil: Antonio Consejeiro de vuelta
Santiago Ortiz Crespo
Economía, propiedad, gestión y democracia
Ariel Dacal Díaz
El Brexit, una estupenda noticia para el resto de la UE
Joris Luyendijk
La cultura del silencio en el Estado, lo público y la ciudadanía
René Fidel González García
La globalización excluyente o entender lo que no cuadra
Jordi Borja
"Valls es la unidad con la derecha, yo defiendo la unidad con la izquierda" Entrevista
Gérard Filoche
El escenario de “La Batalla de Ideas”
Juan Valdés Paz
La lucha magisterial y la crisis política. AMLO en su laberinto
Manuel Aguilar Mora
"El discurso de clase ha vuelto a la política estadounidense" Entrevista
Andy Robinson
26 J en Asturias. A quien interese
José Ramón Hevia Fernández
“Europa decepciona. Ha dejado hundirse a la gente en la crisis”. Entrevista
Bernardo Atxaga
3
Triunfo de la derecha y sin ‘sorpasso’ de la izquierda
Ramón Zallo
La doble humillación (1)
Gregorio Morán
Argumentos sobre el Brexit
Rolando Astarita
Viento Sur actualizada
VIENTO SUR 146 ya en abierto
3 de julio de 2016.
http://vientosur.info/
sumario al vuelo J.P. EE UU La crisis actual de la ideología dominante Dan La Botz
Francia En plena tormenta social y política Josu Egireun China La lucha de los
enseñantes Keegan Elmer y Geoffrey Crothall Sin refugio. Samanta Aretino (...) Leer
más
Investigación médica
La ética y la investigación médica con humanos
2 de julio de 2016. Marcia Angell
En la primera parte de este examen, discutí los principios y códigos éticos sobre la
experimentación humana, incluyendo el Código de Núremberg y la Declaración de
Helsinki/1. Pero los principios y códigos no son lo mismo que las leyes y
regulaciones, (...) Leer más
Poselecciones
Desde el espejismo de la victoria a la falsa derrota
2 de julio de 2016. Tomás Alberich
Hemos pasado unos meses en que el PP se quejaba de que le hacían bullying:nadie
quería hablar con él, era el apestado. Pero resulta que vas de víctima, haces nada y
casi ganas las elecciones. Recordemos que el PP no ha ganado las elecciones:
ha (...) Leer más
Investigación médica
Los peligros para los sujetos humanos
2 de julio de 2016. Marcia Angell
[Este es el primero de dos artículos que sobre el mismo tema y con la misma autoría
publicaremos en VIENTO SUR] Cada año, millones de americanos (nadie sabe cuántos
4
exactamente) se presentan voluntarios como sujetos humanos en
investigaciones (...) Leer más
EE UU, entrevista a Cornell West
“El sonambulismo liberal del pueblo negro está a punto de
acabar”
2 de julio de 2016. George Souvlis
En esta entrevista, Cornel West habla del neopopulismo de Bernie Sanders, del
neofascismo de Donald Trump, y arrasa con el narcisismo miope que impidió
cualquier tipo de crítica al neoliberalismo de Obama. El año pasado, cuando Bernie
Sanders (...) Leer más
Brexit
Otro lío europeo
1ro de julio de 2016. Albert Recio Andreu
I Ocurrió lo impensable. Ni la euforia de las bolsas en los días anteriores al
referéndum (seguramente teledirigida por la City y el Banco de Inglaterra) pudo
evitar que al final Reino Unido votase salir de la UE. Es esta una historia
muy (...) Leer más
Colombia: acuerdo entre el gobierno y las FARC
Anuncio histórico desde La Habana
1ro de julio de 2016. Fernando Álvarez
El anuncio de un conjunto de acuerdos concernientes al Punto 3 “Fin del conflicto”,
dentro de los cuales se destaca el cese bilateral definitivo de fuego y de hostilidades
y la definición de las reglas para el proceso de dejación de armas, es con (...) Leer
más
Francia, contra la Ley El Khomri
Valls no quiere salir del túnel
30 de junio de 2016. Léon Crémieux
Valls no quiere salir del túnel El gobierno de Valls no llegará acallar el rechazo a la
Ley El Khomri antes del 5 de julio, fecha en la que el proyecto de ley comenzará a
debatirse de nuevo en la Asamblea Nacional para ser votado
definitivamente. (...) Leer más
Elecciones 26 J, pese al triunfo de la derecha y sin sorpasso en la izquierda
Una mirada desde la diferencia en Euskadi
30 de junio de 2016. Ramon Zallo
5
Nunca sabremos si el Brexit torció definitivamente la tendencia en estas elecciones,
pero, dada la unanimidad al respecto de todas las encuestas previas al Brexit(en el
sentido de la polarización PP- U/P en perjuicio de PSOE y C´s con el (...) Leer más
Tras el 26J
El desconcierto de una noche de verano
29 de junio de 2016. Josep Maria Antentas
Sin duda, esperábamos una noche mejor. Del sorPPasso a la sorPPresa, las elecciones
del 26J marcan definitivamente el final de la primera etapa del ciclo político abierto
con la irrupción de Podemos en las elecciones europeas del 25 de Mayo de
2014 (...) Leer más
Tras el 26J
Se acabó el juego... electoral
29 de junio de 2016. Juanjo Álvarez
Tras las elecciones del domingo 26 y en plena conmoción –parece obvio que el
término “resaca” se queda corto–, la primera cuestión que todas estamos abordando
para entender el resultado de Podemos es la confluencia, que ha ocupado los
titulares de (...) Leer más
Medicina. Del virus zika a las superbacterias multirresistentes
Bienvenidos a la nueva era de los contagios
28 de junio de 2016. Sonia Shah
Haces de luz solar se cuelan en el interior oscurecido de viviendas abandonadas
desde hace tiempo en la calle Waco, en el corazón del Fifth Ward de Houston, un
barrio degradado, habitado mayoritariamente por negros y latinos, que se halla a
dos (...) Leer más
Reducción del tiempo de trabajo
Una propuesta post-marxista y de economía radical
28 de junio de 2016. Pedro María Rey Araújo
El colapso definitivo del modelo de crecimiento español durante el período 19952007 se revela no como una crisis estrictamente de su modelo productivo, sino que
afecta a la práctica totalidad de las instituciones económicas, políticas y
sociales (...) Leer más
Tras el Brexit
La advertencia a las fuerzas de izquierda
28 de junio de 2016. Mauro Gasparini, Daniel Tanuro
El resultado del referéndum en el Reino Unido es de una extrema importancia para la
situación social y política en Europa. La salida del Reino Unido de la Union Europea
6
profundiza la crisis de esta institución creada por y para los grandes grupos (...) Leer
más
Prohibido mariconear durante el Ramadán
Con Erdogan Turquía se queda sin Orgullo
28 de junio de 2016. Tino Brugos
Desde su ascenso al poder en el año 2002 Tayip Erdogan ha venido realizando una
política con un proyecto claramente neoliberal adaptado a las condiciones
particulares de Turquía. Con esta idea ha venido liquidando buena parte de los
cimientos del (...) Leer más
Entrevista a Antonio Méndez Rubio
Crisis, poesía, posibilidad, utopía
28 de junio de 2016. Alberto García-Teresa
Además de un brillante conjunto de producción poética, Antonio Méndez Rubio
(Fuente del Arco, Badajoz, 1967) ha ido construyendo una interesante obra
ensayística que, partiendo de la poesía como herramienta de intervención y de
propuesta de análisis, (...) Leer más
Tras el 26J
El primer contratiempo de Podemos
28 de junio de 2016. Manuel Gari
El ciclo electoral español posterior a la irrupción del 15M que permitió el nacimiento
de una nueva fuerza política anti neoliberal de masas, está a punto de cerrarse.
Solamente quedan pendientes las elecciones en los parlamentos gallego y vasco
tras (...) Leer más
Tras el 26J
Euskal Herria: una excepción al triunfo de la derecha
28 de junio de 2016. Mikel de la Fuente
El resultado electoral en Hego-Euskalherria (Comunidad Autónoma Vasca-CAPV y
Nafarroa) difiere sustancialmente del que ha tenido lugar en el Estado español. En la
CAPV la participación, del 67,4 %, ha sido cuatro puntos inferior a la de
diciembre (...) Leer más
Debate
El fin del trabajo: el tiempo de los gurúes
27 de junio de 2016. Michel Husson
La crisis actual genera un clima degradado, por la desorientación y la desesperanza:
"El viejo mundo se muere, el nuevo mundo tarda en aparecer y en ese claroscuro
7
surgen los monstruos" (Gramsci). Es también el tiempo de los gurúes. La lista
de (...) Leer más
Tribuna VIENTO SUR
26J en Catalunya: pocos cambios y muchas tareas
27 de junio de 2016. Marti Caussa
Los cambios electorales del 26J respeto del 20D son pocos. Las tareas para todos los
agentes que aspiran a un cambio político i/o social tampoco son nuevas, pero se han
hecho más urgentes y más claras. Si miramos sólo el número de diputados,
el (...) Leer más
Tras el 26J
El régimen resiste frente a la apuesta por el “cambio”
27 de junio de 2016. Jaime Pastor
Con una participación de solo un 4% menos que en el pasado 20D (69,84% frente a
73,20 %), los resultados de esta “segunda vuelta”, con un PP que aumenta sus votos
(más de 600.000, con un 33%) y llega a 137 escaños (14 más) y un PSOE que, pese
a (...) Leer más
Crítica de arte
Andrea Fraser: la artista como campo de batalla
27 de junio de 2016. Maite Aldaz
En los más de 30 años que Andrea Fraser (1965, Billings, Montana) lleva haciendo
crítica institucional, su cuerpo ha sido el lugar de enunciación de estudiados guiones
que, a partir de citas, conforman un montaje plagado de rotos, descosidos
y (...) Leer más
Estimadas amigas, estimados amigos: volvemos a encontrarnos
con las Novedades Nº 502 del sitio Biodiversidad en América Latina
y el Caribe de la última semana.
http://www.biodiversidadla.org/
Nuevo número de e-l@tina. Revista electrónica de estudios
latinoamericanos.
http://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/elatina/issue/current
VOL. 14, NÚM. 55 (2016)
TABLA DE CONTENIDOS
ARTÍCULOS
8
LA MORAL INSTITUCIONALIZADA.REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO, LAS SEXUALIDADES Y LA
VIOLENCIA EN LA ARGNETINA DEL SIGLO XX.
Patricio Simonetto
ORGANIZACIONES CAMPESINAS EN LA PROVINCIA DE CHACO, ARGENTINA. UNA
APROXIMACIÓN A SU COMPOSICION SOCIAL A PARTIR DE SUS ACCIONES DE PROTESTA: EL
CASO DE LA UNIÓN CAMPESINA DE CHACO (UCC), 2002-2011
Roberto Muñoz
CONGRESOS NACIONALES Y MERCOSUR. PREFERENCIAS POLÍTICO-PARTIDARIAS EN
ARGENTINA, PARAGUAY Y URUGUAY (1991-2006)
Hugo Daniel Ramos
DE LA PERIFERIA AL CENTRO: CULTURA Y POLÍTICA EN TIEMPOS POSMODERNOS
Celso Federico
RESEÑA Stefanoni, Pablo: Los inconformistas del Centenario: Intelectuales, socialismo y
nación en una Bolivia en crisis (1925-1939), La Paz, Plural editores, 2015
Enzo Andrés Scargiali
Libros del mes
Oda
Ariel
Adriana
416
Hidalgo;
al
Magnus
Buenos
Aires,
páginas,
octubre
390
odio
(compilador)
de
2015.
pesos.
Esta nutrida antología de textos odiosos no es una oda al odio en general sino a un
sentimiento muy específico: el aborrecimiento al género humano, es decir, la exaltación de la
misantropía. Acorde con el tono general del libro, su compilador hace gala de un malditismo
burlón en el prólogo y las breves notas introductorias a cada trabajo, que sólo faltan,
9
injustificadamente, en los de autores contemporáneos. Por lo demás, la edición es impecable
y las traducciones, excelentes.
La historia de la misantropía es tal vez tan larga como la existencia del ser humano; abundan
testimonios escritos hace 2.300 años, como la comedia El díscolo, de Menandro, con su
personaje Cnemón, o casi dos milenios, como Timón o el misántropo, de Luciano de
Samósata, o aun 3.800 años, como el poema egipcio que también incluye Magnus en su
compilación. Pero son muchos los rostros que exhibe la misantropía –no se trata de un
bloque uniforme de aversión sin matices–, y en este libro los hay muy variados: muchos de
los que la profesan son a menudo antiguos optimistas decepcionados por los humanos, a
quienes habían idealizado, y moralistas horrorizados por la crueldad incesante que se
prodigan los hombres (ejemplo: el “Belphegor”, de Johann Karl Wezel). No faltan incluso
odiadores pacifistas y humanistas (Jean Paul, Diario de a bordo del aeronauta Giannozzo), y
hay otros radicalmente democráticos e igualitarios en su desprecio a una humanidad de la
que no se autoexcluyen: empiezan por odiarse a sí mismos y siguen con todas las clases, con
todas las jerarquías, con todas las creencias y oropeles que erigen los hombres. Estos son
quizás los más coherentes. En cambio, resulta dudosa la inclusión en la antología de José
Antonio Ramos Sucre y su “Elogio de la soledad”, ya que lejos de ser una imprecación
misántropa es en realidad un canto de amor a los humillados y oprimidos. También hay casos
que ofrecen matices muy particulares, como el de Anton Reiser, el personaje romántico de la
novela de Karl Philipp Moritz. Más que tomar la iniciativa de abominar del mundo, fue éste
quien lo expulsó a él y lo convirtió en una víctima hundida en su soledad.
Existe en la mayoría de los misántropos un egotismo desenfrenado, una especie de
aristocracia espiritual autoatribuida que los eleva a una cumbre desde la cual observan con
desprecio a los demás. El personaje emblemático en este sentido es el duque Jean de
Floressas Des Esseintes, protagonista de la novela Al revés, de Joris-Karl Huysmans, símbolo
extremo del aristócrata decadente que pretende vivir su vida como una obra de arte, refinado
hasta la náusea, heredero de una gran fortuna y absolutamente improductivo, abroquelado
en una mansión hermética que lo protege del asqueroso mundo exterior. Un mundo burgués
que Des Esseintes detesta con toda su alma por su grosería, su vulgaridad, su amor por el
dinero y por multiplicarlo (el duque no ama el dinero; lo posee como una condición natural).
En la concepción de Des Esseintes los burgueses no constituyen una clase social sino una
categoría estética. Es este un rostro más de la misantropía, aristocrático y selectivo.
Carlos Alfieri
La
Razmig
10
naturaleza
es
un
campo
de
batalla
Keucheyan
Capital
200
intelectual;
Buenos
páginas,
Aires,
febrero
245
de
2016.
pesos.
La dinámica capitalista se encuentra en peligro por su propia destrucción de las condiciones
de producción. El principio y el final de la cadena productiva están en crisis: se agotan los
recursos y los residuos-sumideros planetarios explotan. Keucheyan analiza tres
problemáticas clave en este escenario. Frente a la idea de que la entropía ecológica hará
padecer a todos por igual desarrolla la tesis del “racismo ambiental”, demostrando cómo en
verdad se trata recurrentemente de que la padezcan los estratos menos favorecidos (y los
países dependientes). Ante la idea clásica de la naturaleza como donadora primera y generosa
del proceso económico sostiene que la lógica financiera ha desarrollado toda una batería de
servicios (bonos catástrofe, mercados de carbono, hipotecas ambientales) destinados a sacar
provecho de la incertidumbre ambiental. Por último, contra la idea ingenua de un
humanitarismo planetario encarado por los países dominantes –y los organismos
internacionales– describe cómo los principales ejércitos globales incluyen al cambio
ambiental global en sus proyecciones estratégicas para garantizar a sangre y fuego su
“seguridad natural”. Hay un dejo bastante aterrador en su tesis central: el capitalismo no va
a fenecer cuando la locomotora del crecimiento se vuelva completamente insustentable, va a
derivar los costos a los más débiles, a obtener ganancias en su circuito financiero y a
militarizar
lo
que
sea
preciso.
Bruno Fornillo
Juicio
C.
Siglo
264
a
Rodríguez
XXI;
Gavarito,
Buenos
Aires,
páginas,
la
D.
Rodríguez
septiembre
de
266
exclusión
Franco
2015.
pesos.
Juicio a la exclusión investiga los efectos de una emblemática sentencia de la Corte
Constitucional de Colombia sobre los derechos económicos, sociales y culturales de las
personas desplazadas, como consecuencia del conflicto armado que ha sacudido a ese país
desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948. Exhibe el impacto real –material y
simbólico– que un fallo puede generar cuando el propio tribunal sentenciante asume el
compromiso de monitorear su cumplimiento efectivo. Sin resignar críticas, estos dos autores
colombianos destacan el diseño del mecanismo de seguimiento implementado: un proceso
dialógico, participativo y deliberativo entre la Corte, las víctimas y sus organizaciones, la
sociedad civil, la prensa, los expertos nacionales e internacionales; una verdadera red para
envolver al Estado, desbloquear su naturaleza burocrática e imprimirle a su administración
el
dinamismo
y
la
articulación
adecuados.
11
En Argentina, después de la frustración que significó la imposibilidad de establecer la plena
vigencia de la Ley de Medios Audiovisuales –en todo su potencial desmonopolizador–, en
tiempos (turbulentos) de partidización del poder judicial, de subordinación a los poderes
fácticos, este trabajo académico es una excelente oportunidad para reflexionar sobre lo que
debería ser una intervención virtuosa de los tribunales en la vida democrática de los pueblos.
Federico Casiraghi
Género
Sabrina
UNSAM;
208
y
sexualidad
Buenos
páginas,
en
Aires,
la
Policía
febrero
160
Bonaerense
Calandrón
de
2015.
pesos.
Investigación etnográfica en dos comisarías de la Provincia de Buenos Aires que permite
cuestionar los prejuicios y sentidos comunes arraigados en la sociedad acerca del rol de la
mujer
en
espacios
históricamente
vinculados
con
lo
masculino.
De la mano de un vívido trabajo de campo, Sabrina Calandrón se adentra en un mundo en el
que conviven la autoridad, la organización de los quehaceres, la disciplina, el machismo, las
emociones, las confidencias, la camaradería y la sexualidad como reguladora de la profesión.
En paralelo, la autora señala las transformaciones que se han dado en las comisarías con los
años. Como en el resto de los campos, la mujer ha sabido hacerse un lugar no sin enfrentar
en esa vocación grandes obstáculos. De una histórica separación autoritaria de las tareas
realizadas por unas y otros en la comisaría y en la calle, lentamente, a la presencia de la
sexualidad y el género como aliados para hacerse de autoridad y poder. En este sentido,
resulta valiosa la propuesta –justificada– de romper con la idea de femineidad ubicada
invariablemente
del
lado
de
la
debilidad.
Un aporte muy interesante para entender el cambio histórico en el rol profesional de las
mujeres en la Policía de la Provincia de Buenos Aires y comprender cómo se construye la
femineidad en un terreno que, como cualquier otro, también conoce de emociones, intimidad
y sexualidad. De un rol periférico y secundario a un rol activo y a la par.
Bárbara Schijman
12
La
José
Ampersand;
353
otra
Luis
Buenos
páginas,
cara
Aires,
de
de
febrero
200
de
Jano
Diego
2015.
pesos.
El título de la obra alude a la afirmación del sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien definió
al libro como un “objeto de doble faz, económica y simbólica, es a la vez mercancía y
significación, el editor es también un personaje doble, que debe saber conciliar el arte y el
dinero, el amor a la literatura y la búsqueda de beneficio”, comparando la figura del editor
con la de Jano, aquel dios romano guardián de las puertas que, como tenía dos caras, podía
vigilar las entradas y las salidas, los principios y los finales, el este y el poniente. Del mismo
modo, el editor custodia con una cara el dinero; con la otra, la cultura. El objetivo de este
libro es sumarse a la trabajosa reconstrucción de la historia del libro y la edición en lo que
tiene que ver con ese rostro olvidado, deteriorado: la otra cara de Jano.
Los trabajos aquí compilados por José Luis de Diego son de su autoría, y fueron dados a
conocer (publicados o expuestos en congresos o acontecimientos similares) entre 2009 y
2014. El conjunto propone una lúcida y panorámica mirada crítica del mundo del libro y la
edición en Hispanoamérica a lo largo de todo el siglo XX y hasta la actualidad, analizando la
entretela de las redes transnacionales –comerciales pero también ideológicas– que forjaron
autores, editores y agentes literarios, haciendo especial hincapié en editoriales emblemáticas
como Sudamericana (Argentina), Fondo de Cultura Económica (México), Seix Barral
(España)
y
Monte
Ávila
(Venezuela),
entre
muchas
otras.
Julián Chappa
13
Destruir
Louis
Fiordo;
304
la
Buenos
Aires,
páginas,
mayo
280
de
pintura
Marin
2015.
pesos.
Publicado en 1977, este texto meduloso de Louis Marin, filósofo de la imagen y la pintura,
plantea un cuestionamiento a la posibilidad de hablar (o escribir) sobre la pintura, de emitir
un discurso sobre una obra pictórica. ¿O acaso no basta con que el cuadro proporcione placer
o goce? Gran pregunta sobre la crítica, que podría extenderse a otros ámbitos estéticos. Marin
escribe sobre pintura, y lo realiza de manera erudita, a menudo laberíntica, para referirse a
dos obras emblemáticas: Los pastores de Arcadia, de Nicolas Poussin, y Cabeza de Medusa,
de
Caravaggio.
Considera el cuadro de Poussin como una representación de la representación misma,
narrativa de una historia, y para refrendarlo se vale de diversos métodos de análisis,
aproximaciones y lecturas. Marin desarrolla un texto, pero también esquemas geométricos
para analizar el espacio, la composición de las figuras que emiten un mensaje, el juego de las
miradas.
Sucesivas
lecturas
que
actúan
como
capas
de
significación.
Poussin decía que Caravaggio había venido para destruir la pintura. Y Marin adhiere a esa
premisa, deconstruyendo su Cabeza de Medusa desde múltiples aproximaciones. Acusa al
italiano de dejarse llevar por la verdad de la naturaleza y de no ser agradable, de no cumplir
con el objetivo de la pintura: el deleite, la contemplación teórica-erudita del cuadro. Sin
embargo, se desmiente con su ensayo, que evidencia la fascinación que le provoca esta obra.
Josefina Sartora
14
La
La
convertibilidad
Alexandre
FCE;
Buenos
308 páginas, 284 pesos.
moneda
argentina
Aires,
marzo
de
de
imposible
1991
Roig
2016.
Como el amor en los versos de Vinicius de Moraes, la moneda de la convertibilidad fue eterna
mientras duró, y duró diez años. Decía Georges Bataille que lo sagrado sigue siendo verdad
aunque sea imposible, y así fue, imposible pero incontestable y eterna, la moneda de la
convertibilidad
en
Argentina.
Con las categorías de Bataille y Marcel Mauss, Alexandre Roig trata de enten der cómo fue
posible que tres hombres decidieran, una noche de marzo de 1991, la creación de esa moneda
imposible, y reconstruye para ello la genealogía del complejo saber-poder economicista,
desde la misma fundación de una ciencia económica que se construyó en paralelismo con la
medicina, con la pretensión de intervenir sobre una economía “ineficiente” como si de un
cuerpo enfermo se tratase. La emergencia del saber autorizado académico conllevó la
progresiva autorización del discurso político en torno a la economía y la moneda: sólo “los
que
saben”
de
economía
podían
analizar
y,
por
tanto,
intervenir.
Para los años 80 ya se había instalado la idea de que la moneda debe ser neutra y, si eso no
sucede, se debe neutralizar. Así, en una suerte de acto sacrificial, que se apoyaba sobre el
miedo a los efectos de la hiperinflación, la fundación de la moneda de la convertibilidad
supuso la supresión de “la capacidad de acción de lo político sobre ese campo”. Fue así que
la moneda quedó sacralizada, y por ello, se hizo soberana, durante los diez años que duró su
eternidad. Quince años después, advierte el autor, la moneda de la convertibilidad pasó, pero
persisten
las
subjetividades
que
la
hicieron
posible.
Combinando el rigor analítico con la fluidez de su prosa, Roig anima a “entender la vitalidad
y peligrosidad de las instituciones autorreguladas”, como advirtió Karl Polanyi setenta años
atrás. La suya es, también, una crítica radical a la modernidad, que, como decía Bataille, no
es la ausencia de lo sagrado, sino su ocultamiento.
Nazaret Castro
15
Revistas
que
provocan
al
Norberto
Angeletti,
Alberto
Planeta;
Buenos
Aires,
abril
de
448 páginas, 660 pesos.
poder
Oliva
2016.
Fruto de una investigación de cinco años, este libro de bella factura, ampliamente ilustrado
con fotografías, reproducciones de portadas y páginas interiores, se propone homenajear a
cuatro revistas semanales de información –y sus directores– que tienen como común
denominador a la provocación como principal arma periodística y que los autores
consideran, en una selección que reconocen “puede sonar arbitraria”, como las que mejor
representan al cuarto poder: Time (Estados Unidos), Der Spiegel (Alemania), Veja (Brasil) y
Noticias
(Argentina).
Así, repasan la historia de cada una de ellas, empezando por el nacimiento de Time en 1923,
“la revista que cambió el periodismo”, sus principales coberturas y denuncias de corrupción
(de los linchamientos de negros a las maniobras ilegales de Alemania en la OTAN, de Collor
de Mello a Yabrán), su arte de tapa, su filosofía, estilo y diseño, sus cambios en la era digital,
su visión de Argentina.
Historia
Mercedes
Biblos;
236
del
fundamentalismo
Saborido,
Marcelo
Buenos
Aires,
enero
páginas,
225
de
islámico
Borrelli
2016.
pesos.
En busca de una comprensión profunda y desprejuiciada de los violentos conflictos que
sacuden a gran parte del planeta desde el 11 de septiembre de 2001, los autores,
investigadores argentinos, bucean en las raíces ideológicas del islam en tanto identidad
religiosa y herramienta política, analizando la historia más amplia y heterógenea del
16
islamismo desde el siglo VII, su evolución contemporánea y las bases doctrinales del
terrorismo islámico.
Repensando
Max
Machado
398 páginas, 449 pesos.
el
Paul
Libros;
Madrid,
antiamericanismo
Friedman
2015.
El autor presenta los resultados de una profunda investigación sobre la evolución, la
utilización y el impacto a lo largo de doscientos años del concepto de “antiamericanismo”.
Desarrollado por los sectores conservadores estadounidenses en el siglo XIX para acallar las
críticas internas de la izquierda y enfrentar resistencias en el extranjero, el mito del
antiamericanismo se constituyó en un elemento esencial del imaginario colectivo y la política
exterior estadounidenses.
Barón
El
Christian
Sudamericana;
Buenos
384 páginas, 299 pesos.
Aires,
enero
Biza
inmoralista
Ferrer
de
2016.
El oscuro atractivo de Barón Biza aumenta con los años. Escritor, playboy, millonario,
izquierdista, pornógrafo, exiliado, empresario, financista de revoluciones, político, habitué
de prisiones, editor de periódicos, huelguista de hambre, suicida, enamorado e infame.
17
Christian Ferrer ha compuesto una biografía única que discute la leyenda, destacando el
pasmo y las extravagancias tanto del hombre maldito como de su país, Argentina.
La
muerte
Petros
Tusquets;
Buenos
184 páginas, 219 pesos.
de
Aires,
marzo
de
Ulises
Márkaris
2016.
El personaje de Ulises que da nombre a esta serie de relatos es un anciano griego que ante la
proximidad de la muerte decide volver a su verdadera patria: Estambul. Allí se enfrentará a
una organización paramilitar turca de extrema derecha. Protagonizados en parte por el
comisario ateniense Kostas Jaritos, estos atrapantes relatos de Petros Márkaris se enmarcan
en el sufrimiento presente y pasado de Grecia.
NOTICIAS EN CORTO
China tiene todo listo para lanzarse a la búsqueda de vida extraterrestre
Publicado: 4 jul 2016 04:16 GMT | Última actualización: 4 jul 2016 07:26 GMT
El Telescopio de Apertura Esférica de 500 metros está formado por 4.450 paneles que serán
los encargados de recibir las señales de radio provenientes del espacio.
https://actualidad.rt.com/ciencias/212135-china-construccion-radiotelescopio-grandealienigena
Tensión en Asia: "Сhina puede hacer que EE.UU. 'pague un precio muy alto'
por su intromisión"
China se muestra firme ante la ostentación militar de EE.UU. para presionar a Pekín antes de la
decisión del Tribunal de La Haya sobre las islas Spratly.
https://actualidad.rt.com/actualidad/212352-china-eeuu-disputa-islas-confrontacion
Cárceles de agua: historia y consecuencias del cautiverio de
mamíferos marinos
18
http://www.portaloaca.com/articulos/mundo-natural/11990-carceles-de-agua-historia-yconsecuencias-del-cautiverio-de-mamiferos-marinos.html
Periodista afirma que EEUU conoció actividades de narcotráfico de Pinochet
Benedicto Castillo afirmó que el primer antecedente sobre la fabricación de cocaína por el
Ejército emanó de un ex piloto de la CIA que trabajó con bandas criminales en Miami y
Centroamérica, en el tiempo en que la Contra nicaragüense se sirvió de fondos ilícitos. "La DEA
tiene todo. Yo tengo fuentes que me han dicho que efectivamente es así", declaró.
http://www.elciudadano.cl/2016/06/29/301683/periodista-afirma-que-eeuu-conocioactividades-de-narcotrafico-de-pinochet456/
Estimados Colegas y amigos les enviamos el Boletín de Barómetro.
Atentamente Barómetro Internacional
En este boletín encontrará:
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Brexit Es ineludible hablar sobre el Brexit. Posiblemente no ha habido
otro hecho de impacto internacional tan trascendente y de tanta controversia como éste en lo que va de
siglo, ríos de tinta se han derramado para explicar, conjeturar o emitir predicciones acerca de causas,
implicaciones y consecuencias para Gran Bretaña, Europa y el mundo. La verdad, no quisiera ser parte de
eso, entre otras cosas porque el hecho resulta tan complejo de analizar que siento temor de formular ideas
equivocadas, más llevadas por el sentimiento que por la razón, por lo que en vez de aportar a la
comprensión del fenómeno, más bien podrían llevar a profundizar cierta confusión, -que al menos yo tengopara estudiar un proceso, que solo está comenzando y que me temo, tendrá repercusiones impensables
aún, en este momento en que apenas “calienta motores”.Sin embargo, debo decir que hay dos cosas que
me quedan claras: la primera es que la única moneda que no se debilitó, al contrario se fortaleció después
de la decisión del pueblo británico el pasado 23 de junio, fue el dólar y lo segundo es que al mismo tiempo
que Gran Bretaña decidía su salida de la Unión Europea, se preparaba para fortalecer su membrecía en la
OTAN. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/brexit/
Por Bruno Lima Rocha: El rostro de la nueva-vieja derecha brasileña Parte (2) En este segundo artículo
de la serie, sigo intentando mapear la nueva derecha brasileña, la que emergió al grande público después
del golpe con nombre de impedimento en Brasil. El objetivo de este y de los textos afines es intentar
identificar el origen contemporáneo del giro reaccionario del sentido común brasileño y sus similitudes con
el conservadorismo de los EEUU, y, por consecuencia, la transferencia del léxico, del glosario y de las
identidades políticas gestadas en el interior del sistema político del Imperio. Entiendo que, si identificáramos
los focos domésticos e internacionales del pensamiento conservador, reaccionario, ultra liberal y con lazos
neofascistas, estaremos aptos a intentar estancar lo que vengo afirmando como “hedor de línea chilena ”
teniendo vasto crecimiento en Brasil. El ascenso del reaccionarismo en los últimos diez años: la alianza
entre neo pentecostales y la extrema derecha militar y policial Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/rostro-la-nueva-vieja-derecha-brasilenaparte-2/
Por Norma Estela Ferreyra: El imperio cambia siempre su estrategia bélica. Quienes crean que la
guerra, se realiza con ejércitos, como lo hicieron hasta la Segunda guerra mundial, se equivocan. La
evolución de las estrategias imperiales para el dominio global, es tan rápida, que casi no advertimos sus
avances. Desde el uso de las flechas indígenas contra las espadas españolas, en aquella invasión
devastadora de España a nuestro continente, se han venido inventando armas silenciosas y otras no tanto,
pero muy efectivas, como la bomba atómica. Surgieron aviones no tripulados, submarinos, y portaaviones,
entre muchas otras cosas. En el siglo pasado, las armas pasaron de ser fusiles, metrallas, tanques y
cañones, a las armas químicas, biológicas, enfermedades implantadas en forma de epidemias o
personalizadas, misiles de gran poder destructivo, gases venenosos, y armas tóxicas, atmosféricas, de
envenenamientos lentos y masivos, sequías, huracanes, terremotos, lluvias químicas, fumigaciones fatales,
etc.,etc. Se usaron antenas que emiten sus rayos de microondas a la ionósfera y desde allí, impactan en la
tierra con precisión para provocar desastres atmosféricos, climáticos y lentos envenenamientos
masivos. Sigue leyendo copia y pega el enlace….
19
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/imperio-cambia-siempre-estrategia-belica/
Por Antonio Guillermo García D La “Masacre de Curuguaty” y el golpe de Estado en Paraguay –
PARTE I “La Policía Nacional masacró a la gente, y es una verdadera vergüenza porque esta tierra le
pertenece a los campesinos”, decía un habitante de Curuguaty, al este de Paraguay, junto a los cuerpos
abandonados de dos dirigentes campesinos asesinados en los sucesos violentos conocidos como la
“Masacre de Curuguaty”, donde 11 campesinos y 6 policías fueron asesinados y decenas de personas
resultaron heridas. Por estos hechos fue juzgado y destituido una semana más tarde, el 22 de junio de
2012, el presidente de izquierda Fernando Lugo, en un “juicio exprés” que llevó a cabo congreso de ese
país dominado por los partidos de la oligarquía conservadora paraguaya, y que con el apoyo de la prensa
corporativista y el auspicio de Washington, emulaba el golpe de Estado “bueno” ejecutado tres años antes
en Honduras. Conociendo el largo historial de autoatentados y campañas mediáticas de Washington para
justificar sus intervenciones extranjeras y, particularmente, su participación en las experiencias golpistas en
Venezuela (2002), Haití (2004) y Honduras (2008), Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/la-masacre-curuguaty-golpe-estadoparaguay-parte-i/
Por Carolina Vásquez Araya: No estamos entendiendo. Los embarazos en niñas son producto de
violación. Once años no es nada Sin duda mi columna ya les parece disco rayado, pero si no menciono en
este espacio a Mariela Vásquez Díaz, su existencia pasará inadvertida porque una niña embarazada no es
noticia hasta cuando muere. Mariela era una adolescente de 15 años. “No lloren por mí, tomé la decisión
porque estaba embarazada” reza la escueta nota con la cual explica su decisión de suicidarse. El mismo
procedimiento de colgarse de una soga fue utilizado por Diana Marisol Carrillo López, de 18 años y con
siete meses de gestación, quien decidió poner fin a su vida en mayo del año pasado. Así como Mariela y
Diana, miles de menores son abusadas sexualmente por hombres de su entorno cercano, algunas desde
sus primeros años de vida. Lo excepcional en estos casos es haber tomado la decisión de acabar con su
vida. A muchas otras víctimas de violación la vida se les acaba más lentamente y de distinto modo:
convirtiéndose en adultas sin haber disfrutado su niñez, cargando con un hijo cuando ni siquiera tienen
conciencia de su propia infancia, enfrentando un futuro Sigue leyendo copia y pega el enlace….
http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/03/no-estamos-entendiendo-los-embarazosninas-producto-violacion/
Bajo las normativas internacionales del SPAM, este correo electrónico no podrá ser considerado como tal,
mientras incluya una forma de ser removido. Si no desea recibir más nuestro Boletín debes enviarnos un
correo a ésta dirección con “asunto” REMOVER y su dirección será retirado de nuestra base de datos a la
brevedad posible. Si desea publicar nuestros artículos, incluya nuestra fuente como crédito de los mismos
y solicitamos remitirnos el Link de la página donde está publicado.
Atentamente,
El Equipo de Barómetro Internacional
http://www.barometrointernacional.com.ve
MERCOSUR/ La presidencia de turno de Venezuela provoca una profunda
crisis en Mercosur
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/05/america/1467755424_716464.html
Macri negocia para que Maduro no lidere el bloque mientras Brasil propone posponer decisión
Otros28GuardarEnviar por correoImprimir
CARLOS E. CUÉ
El canciller brasileño en Montevideo. FOTO: JUAN IGNACIO MAZZONI (EFE) | VÍDEO: EFE
Mercosur ha entrado en una profunda crisis. Esta vez el motivo no es el habitual, el
estancamiento de más negociaciones con la Unión Europea y otros. Ahora se trata de algo más
de fondo que puede romper el grupo. Varios países han entrado en disputa por la inminente
presidencia de Venezuela, a la que por turno le tocaría asumir ahora ese papel destacado en
20
medio de una profunda crisis interna y con denuncias internacionales por la persecución de la
oposición. No hay acuerdo entre los socios y las posiciones se alejan. Argentina y Uruguay
parecían en principio dispuestas a que el régimen de Nicolás Maduro presidiera el grupo
siempre que dejara las negociaciones con la UE en manos de Montevideo, actual presidente.
Venezuela está fuera de esas negociaciones por decisión propia. Pero Mauricio Macri ha dado
un giro sobre la posición de su canciller, Susana Malcorra, y ahora apuesta abiertamente por
impedir que Venezuela presida Mercosur. Lo dejó claro en su viaje estos días por Europa.
Incluso planteó que sería Argentina la que lo presida, lo que implicaría una crisis grave con
Venezuela. Fuentes cercanas a Macri señalan que se está negociando con varios países para
impedir la presidencia de Caracas, pero aún no hay nada cerrado. Malcorra estaba en una
posición más suave, que algunos en Argentina atribuyen a su campaña para ser secretaria
general de la ONU, un puesto para el que necesita los votos de Venezuela y sus satélites.
Paraguay tiene la posición más dura de rechazo frontal a la presidencia de Venezuela que ya
solo apoya abiertamente Uruguay. Brasil y Argentina se han colocado claramente más cerca de
Paraguay aunque el Gobierno interino de Michel Temer busca una vía intermedia, que consiste
en ganar tiempo y posponer la decisión a agosto. Debía tomarse en julio, en la próxima cumbre
del día 12 en Montevideo, pero la tensión es tan alta que parece difícil.
MÁS INFORMACIÓN
Macri ve oportunidades de acelerar el acuerdo comercial UE-Mercosur
La crisis venezolana genera tensión entre Paraguay y Argentina
El ministro interino de Exteriores de Brasil, José Serra, ha viajado de forma sorpresiva a
Montevideo este martes y ha lanzado esa propuesta intermedia: ha pedido la postergación del
traspaso de la presidencia rotatoria de Mercosur a Venezuela argumentando que al país
caribeño le faltan ciertos requisitos en “materia de normas y temas cambiarios”. El retraso
sería hasta el mes de agosto y previamente se celebraría una reunión de Mercosur centrada en
Venezuela, dijo el ministro interino.
La petición de Brasil y la posición de Argentina pone en aprietos al Gobierno uruguayo, que
había anunciado el traspaso de la presidencia al país de Nicolas Maduro dentro de una
semana, el 12 de julio. Por su parte, Paraguay había pedido una reunión para examinar la
situación de Venezuela que fue agendada un día antes, el lunes 11 de julio, también en
Montevideo y a nivel de ministros de Exteriores.
“Nadie quiere salir el la foto al lado de Maduro”, dice el analista Oliver Stuenkel, professor de
relaciones internacionales de la Fundación Getulio Vargas, en Sao Paulo. Aunque la presidencia
del Mercosur sea meramente simbólica, el país de Maduro podría convocar una cumbre para
mostrar al mundo que Venezuela no está aislada políticamente. “Y esa es una victoria
diplomática que nadie en el bloque esta dispuesto a concederle".
“Pedimos a Uruguay más tiempo”, dijo el canciller brasileño después de reunirse en
Montevideo por la mañana con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y el ministro de
Exteriores Rodolfo Nin Novoa. El ministro de Exteriores de Uruguay había rechazado cualquier
medida contraria a Venezuela y este mismo lunes, ante medios locales, había asegurado que
en Venezuela no se ha producido “interrupción del orden democrático” y que por ello no
existen razones jurídicas para frenar el traspaso de poderes.
Declaraciones "amorales" de Brasil
Interrogado por los periodistas, Serra evitó pronunciarse sobre la situación política interna de
Venezuela y atribuyó su petición exclusivamente a cuestiones burocráticas ligadas a la
adhesión del país al conjunto regional. Es improbable que los temas legales y de normas de
21
Venezuela se resuelvan hasta agosto, pero en ese mes Serra espera ser confirmado canciller y
tener una posición más fuerte de negociación. "Estoy convencido, no solo yo, toda la clase
política en Brasil, que el Senado va aprobar por dos tercios el impeachment definitivo”, dijo
Serra, añadiendo que tanto los partidarios del PT como la suspendida presidenta piensan lo
mismo. La votación clave esta prevista para después de los Juegos Olímpicos.
El canciller brasileño siempre criticó la participación de Venezuela en el bloque. El país de
Caribe es miembro de Mercosur desde junio del 2012 y ya ejerció una presidencia de turno del
organismo de julio del 2013 a julio del 2014. Serra también ha defendido que se realice el
referendo revocatório de Maduro lo antes posible.
La propuesta de Brasil tensó aun más las relaciones entre Brasilia y Caracas. Mientras Serra
estaba en Montevideo, la canciller venezolana Delcy Rodríguez contestó a través de Twitter a
su homólogo: "La República Bolivariana de Venezuela rechaza las insolentes y amorales
declaraciones del Canciller de facto de Brasil”. La tensión no para de crecer y la cumbre del día
12, que precisamente no se hizo de presidentes para calmar los ánimos, se prevé muy
complicada.
El 73,5 por ciento de los jóvenes desempleados de América Latina son
mujeres
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214191
Carmen R. Ponce Meléndez
Cimacnoticias
Se estima que aproximadamente 30 millones de jóvenes en América Latina,
equivalente al 22 por ciento del total, se encuentran desvinculados de los
principales ejes de la inclusión social: el sistema educativo y el mercado
laboral. De esos 30 millones, 73,5 son mujeres.
Lo anterior, de acuerdo con la información generada por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) “Juventud: realidades y
retos para un desarrollo
con igualdad”.
Esta situación no sólo implica una importante desventaja en términos
presentes y futuros para no caer en condición de pobreza, o para salir de ella,
sino que también lleva consigo una etiqueta negativa que les estigmatiza.
El estigma se construye en torno a la idea de que la juventud que no está
incorporada al sistema educativo o al mercado laboral son una población de
riesgo que se asocia a problemas como la vagancia, la delincuencia, el abuso
de alcohol y las drogas.
La realidad es que este grupo de jóvenes es muy heterogéneo y, por esta
razón, se hace necesario visibilizar su complejidad y diversidad de
situaciones, además de los motivos de la exclusión.
22
Esto permitiría identificar otros caminos de integración social que está
siguiendo este grupo de la población juvenil.
Como se evidenció en un reciente estudio de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal) (2014b), el grupo de jóvenes
desvinculados del sistema educativo y del mercado laboral está constituido en
su mayoría por mujeres (73,5 por ciento) y residentes de zonas urbanas (63,5
por ciento); las excepciones son Guatemala y Honduras, donde la mayoría de
estas juventudes viven en áreas rurales.
A pesar de que las diferencias entre tramos etarios no son muy significativas,
la mayoría de las personas jóvenes que no estudian ni se encuentran
empleadas tienen entre 20 y 24 años (37.5 por ciento) y este número
disminuye en el tramo de 25 a 29 años (30,1 por ciento), lo que da cuenta de
la característica dinámica y transitoria de la condición de actividad de los
jóvenes.
Finalmente, se observan brechas considerables entre los niveles de ingreso, ya
que cerca del 50 por ciento de quienes no estudian ni tienen un empleo
remunerado pertenecen a los dos primeros niveles de ingreso.
VER GRÁFICA AQUÍ
Como se puede apreciar en la gráfica en el caso de México la diferencia es
muy considerable; el nivel de ingreso I tiene un porcentaje de desempleo del
10,6 por ciento, en tanto que para el nivel de ingreso V (el más ato) este
porcentaje se reduce a tan sólo 4,4 por ciento. A mayor pobreza mayor
desempleo y viceversa. Más de la mitad (55 de cada 100) de las y los jóvenes
que no estudian ni se encuentran empleados se dedican a tareas de cuidado y
trabajo doméstico no remunerado.
Este hecho evidencia una distinción de género, ya que la gran mayoría de las
personas jóvenes que se dedican a esta actividad son mujeres y el tiempo que
destinan a eta tarea es muy superior a los hombres.
Tampoco debe obviarse el alto costo que esto tiene en la trayectoria de
oportunidades futuras de estas mujeres, que las hace dependientes
económicamente de otras personas y dificulta su inserción en el mercado
laboral.
Este es un costo al que los hombres jóvenes que abandonan el sistema
educativo no se enfrentan en la misma medida, puesto que compensan la falta
de educación formal con experiencia laboral, algo relativamente bien valorado
en el mercado de trabajo.
23
Otro grupo de jóvenes que se encuentran inactivos, y que es importante
visibilizar, es el que está conformado por jóvenes que tienen alguna
discapacidad que los inhabilita de manera permanente para trabajar y que
muchas veces les impide seguir una trayectoria educativa.
Si bien las encuestas no permiten indagar los tipos de discapacidad, sobre la
base de información disponible para 18 países se da cuenta de que el 5 por
ciento de los jóvenes de 15 a 29 años que no estudia ni está empleado presenta
esta condición.
Dentro de las recomendaciones que formula Cepal sobre esta problemática es
disponer de una oferta educativa formativa y flexible, pertinente a las
necesidades del mercado laboral.
El eslabón entre el sistema educativo y el mercado laboral debe reforzarse
tomando en cuenta ámbitos tan importantes como los espacios de formación
técnica y vocacional, particularmente al de la secundaria.
A su vez, se sugieren estrategias que apunten a mejorar la empleabilidad
mediante educación, formación y competencias, programas de inserción
laboral (pasantías y aprendizajes), y programas de iniciativa empresarial y
empleo por cuenta propia (OIT, 2013a). Estas iniciativas deben buscar la
articulación de la variada oferta educativa (y de capacitación) con las
demandas proyectadas de fuerza laboral con diversos tipos de calificación.
Carmen R. Ponce Meléndez. Economista especializada en temas de
género
Fuente: http://www.cimacnoticias.com.mx/node/73118
Informe Chilcot: Tony Blair mintió sobre Irak y supuestas armas de
destrucción masiva
http://www.elciudadano.cl/2016/07/06/303962/informe-chilcot-tony-blair-nodijo-la-verdad-sobre-irak-y-supuestas-armas-de-destruccion-masiva1/
Aznar y Blair pactaron una estrategia para mostrar que intentaban evitar la
guerra
MIGUEL GONZÁLEZ Madrid 564
El informe Chilcot sobre la invasión de Irak recoge el papel jugado por el expresidente español
en la preparación del conflicto
http://elpais.com/internacional/2016/07/06/actualidad/1467830143_177889.ht
ml
24
Blair acepta que la "inteligencia" sobre Iraq era "errónea" y pide disculpas
http://www.lavanguardia.com/internacional/20160706/403007311878/blair-acepta-que-lainteligencia-sobre-irak-era-erronea-y-pide-disculpas.html

El expremier acepta "toda la responsabilidad" sobre los errores que apunta el informe Chilcot
Blair en la rueda de prensa que dado este miércoles en Londres (Stefan Rousseau / AFP)
El exprimer ministro británico Tony Blair admitió este miércoles que las pruebas que
proporcionaron los servicios de inteligencia para justificar la guerra de Iraq en 2003 estaban
equivocadas y pidió disculpas por las consecuencias de su decisión de iniciar el conflicto. "La
información de inteligencia que se produjo en el momento de la guerra resultó ser errónea y
las consecuencias resultaron ser más hostiles, prolongadas y sangrientas de lo que habíamos
imaginado", declaró Blair en una comparecencia pública tras la divulgación del informe oficial
en el Reino Unido sobre la invasión de Iraq. "Por todo eso, expreso más pena, arrepentimiento
y disculpas de las del que ustedes puedan llegar a conocer o creer", afirmó Blair, que
puntualizó que, si se hubiera dejado en el poder a Sadam Husein, el presidente iraquí habría
supuesto una amenaza para la "paz mundial".
Blair sostuvo que acepta "toda la responsabilidad" sobre los errores a los que apunta el
llamado informe Chilcot, que sostiene que el Gobierno subestimó las consecuencias de la
guerra y no agotó todas las opciones pacíficas antes de dar luz verde a la invasión.
"Sé que hay personas que nunca lo olvidarán ni me perdonarán por aquella decisión y que
piensan que la tomé de manera deshonesta. Pero, como deja claro el informe, no hubo
ninguna mentira", sostuvo el antiguo jefe del Gobierno británico.
El político laborista aseguró que "no había ningún compromiso secreto para ir a la guerra" y
que tomó la decisión "de buena fe".
"Sabía que era una decisión impopular", dijo Blair, que recalcó que la tomó porque pensaba
que "era correcta" y que el coste en vidas humanas "iba a ser mayor a largo plazo" si decidía
no intervenir.
"Lo que no puedo aceptar, como dicen algunos, es que apartando a Sadam provocamos el
terrorismo de hoy en día en Oriente Medio y que deberíamos haberlo dejado ahí. Estoy
profundamente en desacuerdo con eso", señaló Blair, para quien el entonces presidente iraquí
era "una continua amenaza para la paz y para su propia gente".
Blair afirmó que, trece años después de la invasión, el escenario político en Iraq es mejor de lo
que habría sido si no se hubiera intervenido.
"Al menos en Iraq, aunque presenta muchos retos, tenemos un Gobierno electo, reconocido
como legítimo por la comunidad internacional, que está luchando contra el terrorismo",
argumentó.
El informe Chilcot refleja que en abril de 2002, meses antes de la invasión, Blair le trasladó al
entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, su intención de apoyarle "en cualquier
circunstancia".
En ese sentido, Blair sostuvo hoy que "no había ninguna prisa por ir a la guerra" y negó que en
aquel encuentro con Bush se comprometiera a brindar apoyo militar para una misión en Iraq.
A pesar de que la investigación oficial sobre la guerra concluye que el ataque no era el último
recurso antes de renunciar a una solución pacífica, Blair aseguró que en aquel momento "tenía
que tomar una decisión".
"Pensé en Sadam y su historial, en el carácter de su régimen. Pensé en nuestra alianza con
América (EE.UU.) y su importancia para nosotros en el mundo posterior al 11 de septiembre",
argumentó.
Cameron pide a todos los partidos hacer examen de conciencia
El primer ministro del Reino Unido, el conservador David Cameron, dijo este miércoles que
todos los partidos, incluido el suyo, y los parlamentarios que apoyaron la guerra contra Iraq de
2003 tienen que asumir su responsabilidad. “Todos los que votamos (en la Cámara de los
25
Comunes) a favor de atacar Iraq debemos asumir nuestra parte justa de responsabilidad”,
afirmó el jefe del Gobierno, al analizar las conclusiones del informe de John Chilcot.
En su intervención ante el Parlamento, Cameron reconoció brevemente que todos los
diputados, incluidos los de su partido -muy partidarios de atacar Iraq-, debían asumir su
responsabilidad por la mala gestión y resultados de esa guerra. Sin embargo, insistió en que en
ningún momento Chilcot halló pruebas de “ilegalidad” ni de “engaño” por parte de Blair, quien
convenció a los Comunes de apoyar la invasión sobre la base de que el expresidente iraquí
Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, lo que resultó ser falso. “No dice
explícitamente que hubiera un intento expreso de engañar a la gente”, incidió.
El líder conservador también advirtió de que los resultados de este informe no implican que no
haya ocasiones en que la guerra es necesaria, y justificó su controvertida decisión de atacar
Libia en 2011. “Creo que era innecesario intervenir”, aseguró.
Cameron destacó la “independencia” del autor del informe, que realizó 150 entrevistas que se
incluyen en doce volúmenes con 2,6 millones de palabras, y alabó la labor de los militares
británicos. En este sentido, se comprometió a “cuidar para siempre” de los veteranos que
resultaron heridos en el conflicto bélico, que fue liderado por los Estados Unidos con el apoyo
del Reino Unido y España. El primer ministro anunció que la semana próxima se dedicarán dos
días para debatir las conclusiones del informe Chilcot en la Cámara de los Comunes.
Humberto Maturana: "Esta crisis ética-moral no es producto de un error, es
producto de un fraude sistémico"
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/07/04/humberto-maturana-esta-crisis-eticamoral-no-es-producto-de-un-error-es-producto-de-un-fraude-sistemico/
Humberto Maturana:
"La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones
porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la
colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también estamos trayendo a la mano
nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones diversas", señala el
epistemólogo y doctor en biología.
El epistemólogo, doctor en biología, filósofo, premio nacional de Ciencias 1994 y co-fundador
de Matríztica, Humberto Maturana, sostiene que la creciente desconfianza en las instituciones,
las irregularidades en el financiamiento de la política y el aumento del malestar social, no es el
reflejo de una crisis, sino que se revela un aspecto de nuestra historia.
En entrevista en La Segunda, el académico expresa que lo que está aconteciendo en el país "no
es nada raro... Se revela simplemente un aspecto de nuestra historia, de uso y a veces mal uso
de las relaciones humanas para obtener resultados particulares, que van acompañadas de
cierta malicia y deshonestidad. Esa práctica viene de la época de la Colonia. Nunca lo habíamos
visto como problema, siempre hablamos de que Chile no era un país corrupto y, cuando ha
habido estas situaciones, las hemos visto como puntuales. Lo que pasa es que ahora se ha
visto una trama mucho más grande que afecta la convivencia económica, política y social".
Y agrega que "lo miramos como crisis y eso es bueno, porque quiere decir que la situación no
nos gusta (...) La crisis no es porque ocurra lo que está ocurriendo, lo potente es que hoy nos
damos cuenta y no nos gusta. Encuentro magnífico lo que está ocurriendo, es nuestra
oportunidad de volvernos respetuosos de nosotros mismos y entender esta crisis ética-moral
no es producto de un error, es producto de un fraude sistémico, lo que la hace más grave aún".
Maturana menciona que existe un desencanto al dar cuenta de la situación que atraviesa el
país y "si esto nos escandaliza, es maravilloso porque nos muestra que no queremos vivir así,
ahí está la gran oportunidad para cambiar las cosas".
26
"Si le voy a pedir a la autoridad religiosa, política, o económica que venga a resolver los
problemas, no voy a participar en la generación de una convivencia, porque no me voy a
comprometer. La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las
conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón,
tienen que ver con la colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también
estamos trayendo a la mano nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones
diversas. En Chile no somos todos iguales. Somos maravillosamente diferentes, diversos, y la
gran tarea es encontrarnos en un conversar en la colaboración en esa diversidad en torno a un
proyecto país común. La equidad tan conscientemente anhelada hoy, no es otra cosa que la
legitimidad de la diversidad", sostiene el académico.
Respecto a la situación que protagonizó Arturo Vidal, Maturana señala que la ovación recibida
en el estadio por las personas que estaban presentes era al jugador y no lo que hizo fuera de la
cancha, ya que "desde luego su conducta fue inadecuada, torpe y tonta. Creo que él está
consciente de ello, pero tiene que vivir las consecuencias de haberse conducido de manera
inadecuada".
LOS EXTRAÑOS PREPARATIVOS PARA EMERGENCIAS DEL GOBIERNO DE
EEUU
https://elrobotpescador.com/2016/07/04/los-extranos-preparativos-para-emergencias-delgobierno-de-eeuu/
EX FUNCIONARIO DE LA ONU MUERE EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS POCO
ANTES DE TESTIFICAR CONTRA HILLARY CLINTON
https://elrobotpescador.com/2016/07/04/ex-funcionario-de-la-onu-muere-en-extranascircunstancias-poco-antes-de-testificar-contra-hillary-clinton/
Los riesgos para América Latina del empobrecimiento de la clase media de
EE.UU.
Redacción BBC Mundo
http://www.bbc.com/mundo/noticias-36691218
"El precio del petróleo aún caerá hasta los 10 dólares por barril"
La reciente subida del precio de petróleo no significa que la crisis haya sido superada, opina un
reconocido economista, y agrega que el valor del crudo podría caer
https://actualidad.rt.com/economia/212136-precio-petroleo-volver-caer
CHINA PLANEA ENVIAR 10.000 SOLDADOS A ORIENTE MEDIO PARA
COMBATIR A ESTADO ISLÁMICO
https://elrobotpescador.com/2016/07/05/china-planea-enviar-10-000-soldados-a-orientemedio-para-combatir-a-estado-islamico/
27
Incluye vídeo: Descubridor paraguayo de los archivos del Plan Cóndor: "El
'Cóndor' sigue volando en América Latina"
“¡El 'Cóndor' sigue volando!”, denuncia el paraguayo Martín Almada, el defensor de los
derechos humanos que, en 1992, descubrió toneladas de archivos del Plan Cóndor. ¿Por qué
en la época de Stroessner lo declararon "terrorista intelectual" y lo torturaron? ¿Cómo logró
hallar los documentos secretos del Plan Cóndor? ¿Qué acontecimientos de la actualidad
comprueban que esta operación del Pentágono sigue vigente? Véanlo en Entrevista, de RT.
https://actualidad.rt.com/programas/entrevista/212265-martin-almada-plan-condor-volarlatinoamerica
Efecto dominó: la caída de la clase media de EE.UU. puede empobrecer a
millones en América Latina
Publicado: 5 jul 2016 03:39 GMT | Última actualización: 5 jul 2016 04:19 GMT
Si el proteccionismo, la bajada de la demanda y los cambios de condiciones en el comercio
bilateral se imponen en EE.UU. el resto del continente sufrirá las consecuencias.
https://actualidad.rt.com/economia/212229-caida-clase-media-eeuu-efecto-america-latina
Rusia, a toda vela hacia el récord de exportaciones de crudo este año
El nuevo récord se sumaría al liderazgo en extracción registrado el año pasado.
https://actualidad.rt.com/economia/212269-rusia-vela-exportaciones-crudo-record
"Europa, ¿el hazmerreír de la economía mundial?"
https://actualidad.rt.com/economia/212108-europa-economia-mundial-brexit
Turbio panorama económico para México en lo que resta de
2016
https://actualidad.rt.com/economia/212004-turbio-panorama-economico-para-mexico
Viaje a la escuela del siglo XXI
“Viaje a la escuela del siglo XXI” es un proyecto educativo que identifica las escuelas más
innovadoras del mundo para comprender aquellas metodologías clave que están cambiando la
educación. La presentación del proyecto se celebró en Madrid y Barcelona el 3 y 4 de febrero
de 2016.
http://www.fundaciontelefonica.com/educacion_innovacion/viaje-escuela-siglo-21/
Venezuela: La crisis de los alimentos
http://www.elciudadano.cl/2016/07/04/302292/venezuela-la-crisis-de-los-alimentos1/
VINYL: Drogas, rock y sexo en el Nueva York de los 70
Nueva York no fue siempre ese parque temático que ahora visitan los turistas. La vieja y sucia
ciudad de los años de la coca y la música disco -que recrea la serie Vinyl-, era un mundo tan sórdido
y peligroso que si Scorsese y Jagger no hubieran estado allí, nos costaría creer que fuera así.
Aquellos lugares ya no existen, pero los supervivientes de la generación de las drogas, el rock y el
sexo - ¡en este orden! -, gobiernan el mundo......
Puedes leer el resto desde el siguiente enlace:
28
http://www.entrelineas.org/leer.asp?a=vinyl&utm_source=suscripcion&utm_medium=email&utm_ca
mpaign=vinyl
Saludos,
José Pablo Fernández
Entrelineas
¿Quiere vivir en un paraíso? Una comunidad neozelandesa
ofrece 1.000 empleos
https://actualidad.rt.com/sociedad/212086-comunidad-nueva-zelanda-ofrece-mil-trabajos
México. Se importa 12.8 veces más maíz del que se exporta
Las importaciones de maíz superaron 12.8 veces las exportaciones del grano básico que hizo
México entre enero y abril de este año, revelan las estadísticas más recientes del Banco de
México (BdeM) sobre la balanza comercial.
http://www.jornada.unam.mx/2016/07/04/economia/021n1eco
Gobierno y Central Obrera Boliviana debaten último punto en conflicto
https://diario-octubre.com/?p=61892
Macri, satisfecho con el giro del Papa: “Se ratifica lo que yo vengo diciendo”
http://www.puraciudad.com.ar/macri-satisfecho-con-el-giro-del-papa-se-ratifica-lo-que-yovenia-diciendo/
Los 20 argentinos del Bicentenario
Fueron elegidos en la gran Encuesta de El Cronista, para celebrar los 200 años de la
independencia. El prócer preferido, el líder político más importante de la historia, el mejor y el
peor presidente, el intelectual más destacado, el referente religioso, el mejor empresario, el
periodista más influyente, el argentino más honesto y el más corrupto. Vea quién es quién en
esta nota.
http://www.cronista.com/infoespecial/Los-20-argentinos-del-Bicentenario-201607070114.html
Barack Obama incumple y mantendrá hasta 8.400 soldados en Afganistán
http://www.lavanguardia.com/internacional/20160706/403008068828/obama-mantendra8400-soldados-en-afganistan-al-final-de-su-mandato.html
La otra cara de la crisis: así la vive la clase alta en Venezuela
Juan Paullier
http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36680377
México: el desabastecimiento que no se ve en Oaxaca pese a las denuncias
http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36710929
México repite como el país del mundo donde se trabajan más horas
http://elpais.com/economia/2016/07/07/actualidad/1467886894_771736.html
29
¿De qué tamaño es la izquierda mexicana?
Un recuento de las elecciones en 21 Estados del país refleja el crecimiento de Morena frente al
PRD
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/07/mexico/1467853128_498944.html
El regreso del Narco de Narcos abre una guerra de cárteles en México
El legendario Caro Quintero, tras 28 años de prisión, ha reagrupado sus fuerzas y ataca el
feudo de El Chapo
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/06/mexico/1467824703_253910.html
Brasil frena a Venezuela en el Mercosur
Si asume la presidencia, Venezuela quedaría en una posición clave cuando se está negociando
un amplio acuerdo comercial con la Unión Europea y se alzan voces a favor de alcanzar algún
tipo de asociación con la Alianza del Pacífico.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-303607-2016-07-07.html
EN SU CARTA AL SENADO, DILMA CALIFICO DE “FARSA” SU JUICIO POLITICO
“Van a juzgar a una mujer honesta”
En su alegato, la mandataria sostuvo que es víctima de un acuerdo entre “traidores” y que los
que voten a favor del juicio se verán ante “la vergüenza del espejo de la Historia”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-303559-2016-07-07.html
Guillermo Lousteau: de funcionario de la dictadura a ONG vinculada a la CIA
http://www.agenciapacourondo.com.ar/politica/19895-guillermo-lousteau-de-funcionario-dela-dictadura-a-ong-vinculada-a-la-cia
El padre del actual embajador en los Estados Unidos es uno de los 26 ex funcionarios de la
última dictadura que cobra jubilaciones de privilegio. Hoy pertenece a una ONG con sede en
Miami y con vinculaciones con la CIA.
Por Redacción APU
“La recuperación de la república en la Argentina es un aliciente para extenderla a los países
bajo el llamado 'socialismo del sigo XXI'. En ese sentido, la promesa de Mauricio Macri de
llevar al seno de las entidades regionales (OEA, Unasur y Mercosur) la situación de Venezuela,
a la que considera una dictadura al margen de los recaudos democráticos de esos organismos,
es sumamente alentador”. Así festejaba el triunfo de Cambiemos la ONG en la que se
desempeña el padre de Martín Lousteau.
Guillermo Lousteau, padre del actual embajador macrista, es además uno de los 26 ex
funcionarios de la última dictadura que cobra jubilaciones de privilegio. Según indica Diario Z,
una investigación de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos de la Seguridad Social reveló a
que entre otros figuran ex ministros, secretarios de Estado y directores del Banco Central.
Lousteau padre se desempeñó como secretario de Turismo entre 1981 y 1982. En la lista
también figuran los abogados Roberto Durrieu (ex subsecretario de Justicia) y Ricardo Yofre
(subsecretario general de la Presidencia durante el régimen de Jorge Rafael Videla y hermano
mayor del ex jefe de la SIDE, Juan Bautista Yofre).
30
Como para no perder actualidad, Guillermo hoy figura en el Directorio y el Consejo Consultivo
del Instituto Interamericano para la Democracia (IDD), una ONG con sede en Miami y
vinculaciones con la CIA y con la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos
(USAID), según las denuncias de varios gobiernos.
La misma se presenta “en defensa de la democracia, los derechos humanos y los valores de la
libertad”. Centra su lucha contra Cuba y todos los gobiernos que padezcan el “síndrome
populista”, según calificó su propio director, Carlos Alberto Montaner. Venezuela, Ecuador,
Bolivia y –hasta hace poco- la Argentina, eran el blanco de las críticas.
En línea con la política exterior del gobierno macrista (del que Lousteau hijo es embajador en
EEUU, claro) la IDD se pronunció “a favor de la activación de la carta democrática
interamericana en Venezuela”. Queda claro que la relación del dirigente de Eco y ex-opositor
del PRO es más profunda de lo que muestra en sus declaraciones. Y que son parte de un
entramado internacional que lo llevaron a ocupar la sede diplomática en Washington.
Martín Lousteau
Guillermo Lousteau
Artículos de coyuntura, de análisis y reflexión
El mito de la democracia (I)
http://www.portaloaca.com/articulos/politica/11996-el-mito-de-la-democracia-i.html
Esto no es una terapia narrativa disidente, sino una crítica concreta a la democracia
representativa, sus mitos y quienes la exaltan mediante el llamado generalizado por una
“necesaria participación” en los distintos procesos electorales en el mundo, ejemplificando con
la elección de la Asamblea Constituyente del 5 de junio pasado en la Ciudad de México, las
votaciones nacionales en España, la coyuntura electoral en Australia y las campañas de
sabotaje por diversos grupos anti-sistema ocurridos en Sydney, y a la par de ello, enfatizando
la rabia, confrontación y lo absurdo de los dos ejes potenciales en el proceso electoral de
Estados Unidos que se aproxima en noviembre de 2016.
He dividido el ensayo en cuatro partes. La primera parte contempla un análisis filosófico al
concepto democratizante y la retórica discursiva de quienes lo sostienen, en la segunda
integro los fenómenos políticos del trending topic de este año, para concluir con algunos
apuntes desde la psicología de masas en torno a la mass-media. Las alternativas organizativas
para una democracia directa y comunitaria serán la commedia é finita de este ensayo.
I
1: Para la esfera democratizante, el héroe absurdo y mundializado. Todos los conflictos de la
política prostituida llevan una forma esférica de poder, donde todos sus elementos se
encuentran idénticamente a la misma distancia del centro, es decir, equidistan del punto
creador de la estructura. Ingenuamente, algunos pensarán que nos encontramos dentro de
esta esfera y que la participación en los procesos de la democracia 'prostituyente' es vital para
el futuro como habitantes de tal o cual territorio, pero no se han percatado que jugamos el
papel de Sísifo en esta relación geométrica (y mítica) de Estado-sociedad. Empujamos y
llegamos a cargar en nuestras espaldas esta esfera vital para y conformada por los 'otros', pero
sin un valor significativo para el 'nosotros'. Una piedra de proporciones colosales que al
31
arrastrarla a la cúspide del monte, cae por su propio peso, haciendo que el individuo una y otra
vez la lleve a la cima sin buscar otra alternativa. Más que entender este acto monótono como
un castigo de los dioses (y gobernantes), Sísifo lo considera como un acto puro del corazón
humano por el cual cree lograr la negación de sus tormentos para convertirse en un héroe
contradictorio. Es un vicio del individuo llevar la piedra titánica de la historia "democrática" sin
siquiera entenderla. ¿Quién quiere ser el primero en hacer la cuesta de Sísifo en el
Popocatépetl o en el Monte Kosciuszko?
2: Nacimos dentro de la democracia... ¡y no hay más! Esta prostitución democrática es la más
alta expresión de la centralización política y el totalitarismo ontológico de nuestros tiempos,
además, representa de forma antitética a las libres decisiones –y asociaciones- ya que desde
nuestro nacimiento, es bajo su democracia el único sistema al cual podemos "pertenecer". No
estamos acostumbrados a tratar de organizar la vida pública mediante asambleas, consejos o
comités territoriales sino es hasta que surge alguna problemática en los intereses inmediatos
de la gente, provocando la confrontación entre la sociedad y el Estado, que para el
pensamiento zapatista es una dialéctica perpetua entre la resistencia y el autoritarismo,
siempre y cuando el ser humano continúe reproduciendo los mecanismos del capitalismo
mundial (y hasta intergaláctico).
Psicológicamente, su democracia es el supramecanismo que genera una inconsciente (pero
efectiva) aceptación –o resignación rutinaria- del pueblo hacia sus dirigentes, bajo la
fundamentación de que “es el pueblo quien elige a sus gobernantes”. Digamos que esta
explicación puede resumirse en que la democracia representativa anula la conciencia real
sobre el tiempo, rebasando mediante la retórica todo el contenido histórico de las distintas
expresiones políticas en el espectro, dejando visible únicamente el aspecto vertical de ésta. En
la democracia, se intenta erradicar la inmensa variabilidad de las expresiones organizativas del
pasado humano a través de diversas instituciones, por tanto, el conocimiento histórico se
vuelve confuso para los gobernados. La educación es la muestra más clara, por ejemplo, la
mediocre enseñanza de la historia de la filosofía nos ha enseñado sobre la democracia única y
solamente eso: la historia de la democracia. La pureza de los seres humanos impera
ingenuamente (a Diógenes no le gusta es esto).
3: La santa trinidad de la democracia. Existe una fórmula discursiva de la cual maman y se
nutren los gobiernos del nuevo siglo, cual feto y su cordón umbilical al organismo de la madre.
Enunciar "progreso-democracia-libertad" guarda también un objeto indirecto en su cauce
conceptual. Analicemos en nuestro pizarrón mental dicha fórmula: "el progreso de las
naciones se obtiene con el ejercicio de la democracia, y esta a su vez practicando la libertad de
uno y de los demás". Si tomamos clases básicas de español, tenemos que preguntarnos
obligatoriamente por un elemento invisibilizado en la oración: ¿para quién es el progreso y la
práctica la libertad?, ¿es sinónimo de libertad que hayan decenas de partidos políticos en
nuestra boleta electoral? La respuesta puede llevar a una revuelta inconmensurable.
4: De que los memes son más democráticos que la misma democracia. Siendo así, el voto en
esta democracia representativa es únicamente eso, una mera representación intangible de
nuestras necesidades. Votamos por imágenes, discursos y spots televisivos que no
entendemos, nunca por acciones políticas concretas. ¿Por qué mejor no votamos por los
memes, que son más divertidos y placeros que la clase política?, ¡ah no, esperen!, si cuando es
tiempo de elecciones lo que más abunda son los memes, apaciguando la crítica al concepto de
democracia. ¿Qué alternativas hay para contrarrestar el control totalizador de quienes festejan
sus elecciones como opíparo festín, mientras los votantes prefieren fabricar y compartir
memes de los candidatos a las ternas del parlamento?
32
Demián Reyes
El campo en oferta
Del campo a la guarida fiscal
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-303421-2016-07-05.html
Empresas radicadas en guaridas fiscales como islas Caimán, Hong Kong o Andorra dominan una
de cada 16 hectáreas de campos argentinos en manos de extranjeros. El Gobierno modificó
por decreto la Ley de Tierras para promover la extranjerización.
Por Tomás Lukin
La red global de servicios offshore no se limita a administrar cuentas bancarias secretas o crear
empresas pantalla para controlar activos financieros no declarados: compañías radicadas en
guaridas fiscales como Islas Caimán, Uruguay, Hong Kong, Liechtenstein, Andorra, Vírgenes
Británicas y Luxemburgo controlan 1,1 millones de hectáreas de territorio rural argentino. Los
datos del Registro Nacional de Tierras Rurales a los que accedió este diario revelan que una de
cada 16 hectáreas en manos de extranjeros son administradas a través de firmas emplazadas
en jurisdicciones del secreto.
Los cambios a la reglamentación de la ley de tierras rurales dispuestos la semana pasada por el
Gobierno promueven el proceso de extranjerización. La eliminación de la intervención de la
Unidad de Información Financiera y la AFIP ante incumplimientos a la legislación facilita la
canalización de operaciones a través de las opacas estructuras provistas por los paraísos
fiscales. La extensión de tierras rurales controladas por sociedades offshore representa 55
veces la superficie porteña.
La legislación aprobada a finales de 2011 para regular la adquisición de tierras rurales por
parte de extranjeros estableció el 15 por ciento como límite a la tenencia de tierras en manos
de esos inversores. En la actualidad, el territorio controlado por inversores del exterior alcanza
al 6,1 por ciento del total nacional, es decir unas 16 millones de hectáreas. Bajo el argumento
de “facilitar y posibilitar las inversiones en el país”, el Gobierno flexibilizó por decreto el jueves
pasado los controles dispuestos por la Ley de Tierras Rurales para la venta de propiedades a
extranjeros.
Prácticamente el 80 por ciento de la superficie de tierra rural extranjerizada del país se
encuentra en poder de 253 individuos y sociedades que representan al 1,6 por ciento del total
de los propietarios extranjeros. Los últimos relevamientos oficiales muestran que, con casi tres
millones de hectáreas, los estadounidenses encabezan el listado de dueños de tierras seguidos
de los italianos y españoles. En cuarto y quinto lugar se ubican dos reconocidas guaridas
fiscales: Suiza y Uruguay. Los datos disponibles no permiten determinar qué porción de esos
terratenientes suizos y uruguayos son genuinos y cuáles estructuras societarias pantalla
radicadas en esas jurisdicciones controladas desde otro país.
Para “promover” las inversiones extranjeras y como antesala a una profunda modificación de
la ley vigente el gobierno de Macri flexibilizó las exigencias para que una persona física o
jurídica extranjera compre tierras rurales. La ley estableció que los inversores foráneos que
pretenden adquirir territorios en el país deben tramitar previamente un certificado de
habilitación ante el Registro de Tierras. En esa documentación busca garantizar el
cumplimiento de las limitaciones a la extranjerización dispuestas por la ley que los legisladores
del PRO se abstuvieron de votar a fines de 2011. De acuerdo a la normativa, el 15 por ciento
del territorio nacional puede estar controlado por extranjeros, esas empresas no pueden
adquirir tierras rurales que limiten o contengan cuerpos de agua de envergadura y
33
permanentes, y se dispone un tope personal de 1000 hectáreas en zona núcleo, o su
equivalente en cada provincia.
El decreto del gobierno no modificó esas restricciones pero abrió la puerta para se puedan
realizar transferencias de acciones a extranjeros solo “comunicándole” al Registro la operación
sin requerir de un certificado de habilitación. Un documento del Centro de Estudios Patagonia
advierte que la nueva normativa precisa a los interesados en saltarse las limitaciones cómo
deben hacerlo: si la persona física o jurídica supera los límites del artículo10 de la Ley 26.737
(las restricciones vinculadas a cuerpos de agua y las 1000 hectáreas) esta dispone de 90 días
para readecuarse a la ley transfiriendo a sociedades controladas la propiedad de la tierra o
modificando el tipo de explotación.
[email protected]
Entender o no entender… ese es el dilema/La guerra mediática
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Universidad de la Filosofía
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214201
“Estamos a tiempo”.
Pronunció Walter Martínez [1] el “Discurso de Orden” [2] en la entrega de los premios de
periodismo 2016 en la República Bolivariana de Venezuela. Walter fue receptor de tal premio,
una vez más, por sus aportes al periodismo latinoamericano y a la “batalla de las ideas”,
también con herramientas de comunicación e incluso dentro de los llamados mass media. Es
imposible reseñar el total de los temas tratados en tal discurso, pero es indispensable subrayar
uno de ellos que es preocupación permanente de Martínez y tema obligado para un
continente acosado por las bases militares y las “bases mediáticas” que operan con toda
impunidad e impudicia: La guerra mediática o de "cuarta generación”. En “pleno desarrollo”
(Walter Martínez Ipse dixit).
Lo que en la ceremonia de premiación tuvo formato de “conferencia magistral”, cumplió con
volver a martillar sobre un yunque de principios y de acciones donde es necesario labrar el
plan conjunto de los pueblos revolucionarios hacia un frente de unidad para la defensa y para
la vanguardia de la comunicación emancipada y emancipadora. La guerra mediática no es una
ficción de mentes conspirativas, no es una pesadilla hija de la indigestión, no es un ataque
paranoico ni es un destilado de morbos pensados para vender miedos rentables. Aunque a no
pocos les parezca exagerado, inverosímil o inaceptable.
Todas las formas del énfasis y todas las tácticas y estrategias discursivas (pertinentes al
formato expositivo desplegado por Walter Martínez) fueron usadas para abrir cabezas y
despejar nubarrones… la guerra mediática está en marcha y sólo faltó tomar por las solapas a
los asistentes y sacudirlos para reiterar lo urgente y alarmante de la situación enredada con
nuestras debilidades y nuestras confusiones que, a granel, generan frenos, desvíos y extravíos
costosos, peligrosos y suicidas. Una y otra vez el acento en el discurso de Walter Martínez tuvo
referencias en las fuentes de información militar pero fue escrupuloso en esclarecer la
importancia excluyente la amalgama cívico-militar, de la movilización popular y su carácter
revolucionario inspirado por las ideas y la práctica de Hugo Chávez y su apuesta por el
socialismo.
En ese discurso no hubo tiempo suficiente para profundizar, eso lo advirtió el propio Walter
desde el principio y su advertencia no fue un simple gesto de cortesía, por el contrario, fue una
34
ventana al realmente enorme problema y un alerta pertinaz para entender la dimensión
exacta de una guerra super-dinámica que se nos va de las manos, se nos va de la vista se nos
va y nos inunda incluso cuando nos “entretenemos” con la “tele”. Y más allá de las limitaciones
del tiempo y de propio formato de la exposición, quedó bien claro que es urgente asumir esa
guerra mediática como una prioridad de investigación y como urgencia de acción en
momentos en que se llenan los imaginarios con el terrorismo mediático basado, por ejemplo,
en convencernos de que la década ganada llegó a su “fin de ciclo”. Que la revolución no es
permanente.
Aunque parezca increíble, a pesar de las miles de evidencias y consecuencias que la guerra
mediática ha tatuado en nuestra historia reciente, todavía no es materia obligatoria ni agenda
prioritaria en los centros de enseñanza ni en los frentes de lucha. Exculpemos a las
excepciones. Todavía es necesario tocar miles de puertas y no pocas veces soportar algunos
gestos de fastidio por insistir en la obligación de tomar en serio todo plan de ataque mediático
para saquearnos y explotarnos mientras nos convencen de que lo “hacen por nuestro bien” y
de que debemos estar agradecidos cuando nos humillan y cuando nos ahogan con mentiras,
ignorancia e ideología chatarra. Historia, por cierto, nada nueva.
No entender la importancia de la guerra mediática, no comprender su extensión y duración,
sus escenarios visibles e invisibles, sus bases materiales y sus bases subjetivas, sus escuelas,
sus tradiciones teóricas, sus bibliotecas y sus centros de investigación… es tan irresponsable y
tan suicida que no nos quedará margen de lamento ni tiempo para lloriquear las
consecuencias que imaginamos y las que no. Eso lo sabe Walter Martínez y por eso insiste,
como se debe, en hacer de su insistencia militancia y persistencia que, con su estilo y con su
historia, abre oídos donde otros no pueden.
No entender la importancia de la guerra mediática, no combatirla y no derrotarla, pone en
evidencia un flanco débil, un descuido, una banalización o una falta de conciencia que no
podemos permitirnos más tiempo. No nos ha servido la improvisación, no nos ha servido el
voluntarismo, no nos ha servido el auto-halago, no nos ha servido el empirismo… ya nos han
derrotado incesantemente. Los pueblos cuentan con fuerzas inmensas para ganar la guerra
mediática, hay muchas experiencias y muchas ansias sólo nos falta derrotar la desorganización y la crisis de dirección. Es verdad “estamos a tiempo” y por eso no hay tiempo
que perder.
Notas
[1] 27 de junio 2016 Salón Ayacucho Palacio de Miraflores, Venezuela.
[2] https://www.youtube.com/watch?v=T3l1tmHfWIA
Temer anuncia más medidas impopulares en Brasil
http://www.elclarin.cl/web/noticias/internacional/19480-temer-anuncia-mas-medidasimpopulares-en-brasil.html
El mandatario provisional de Brasil, Michel Temer, anticipó hoy que "a partir de cierto
momento" no dudará en comenzar a aplicar medidas antipopulares si estas sirven para
mejorar el país.
La advertencia fue lanzada durante el discurso de inauguración del Foro Global del
Agronegocio 2016, en Sao Paulo, en el que Temer se refirió a sus proyectos para después de
agosto, cuando concluya el juicio político de la apartada presidenta constitucional de Brasil,
Dilma Rousseff.
35
Mi objetivo no es electoral, dijo y aseguró que si logra extender su mandato (como
consecuencia de la separación definitiva de Rousseff) por dos años y medio, y en ese lapso
consigue poner al país en marcha "para mí basta", reseñó la Agencia Brasil.
El gobernante en funciones se refirió asimismo a su interés por viajar por varios países para
incentivar las inversiones en la economía nacional, así como a la importancia que para esta
reviste el agronegocio, el cual -precisó- representa más de un 40 por ciento de las
exportaciones y cerca de 20 puntos porcentuales del PIB.
Admitió además que el reajuste de los salarios para el ramo judicial, el Ministerio Público y
otros sectores que consideró esenciales, el cual costará al país 60 mil millones de reales (más
de 18 mil millones de dólares) hasta 2019, tuvo como propósito evitar huelgas cuyas
consecuencias serían "desastrosas", valoró.
Por otra parte, significó el hecho que en su poco tiempo de gobierno consiguió establecer una
conexión entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo cual consideró fundamental.
En ese sentido, el diario digital Brasil 247 publicó hoy una nota en la cual señala que el paso de
Temer por el poder le está costando caro al país, pues solo en el mes de junio destinó 669
millones de reales (más de 200 millones de dólares) a la enmiendas parlamentarias.
Para que se tenga una idea, explicó la publicación, en junio del pasado año tales gastos no
rebasaron los 57 millones de reales (alrededor de 17 millones y medio de USD).
Rehacer Europa
Por Serge Halimi*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/rehacer-europa/
onald Tusk, presidente del Consejo Europeo, se debe arrepentir de haber
asimilado un eventual voto negativo de los británicos a un “inicio de destrucción
no sólo de la Unión Europea (UE) sino también de la civilización europea” (1).
Sin embargo, la victoria del Brexit representa un fuerte golpe para todo el Viejo
Continente.
Porque esta vez va a ser difícil ignorar el sufragio universal apoyándose en una clase política
impugnada por el resultado del referéndum del 23 de junio para remendar un acuerdo
rechazado por el pueblo. Nadie imagina en Londres una negación democrática tan flagrante
como la que fue perpetrada en Francia y en los Países Bajos después del voto negativo de
mayo y junio de 2005 sobre el Tratado Constitucional Europeo. También es dudoso que a los
británicos se los pueda tratar con el desprecio que se trató a los griegos, que, como respuesta
a su pedido de reorientación del rumbo de la UE, fueron asfixiados financieramente y
obligados a aceptar una purga social con desastrosos efectos económicos (2).
Un
gran
mercado
En 1967, el general De Gaulle se opuso a que el Reino Unido ingresara en la Comunidad
Europea porque rechazaba “la creación de una zona de libre comercio en Europa Occidental,
en función de la zona atlántica, que le quitaría a nuestro continente su propia personalidad”.
De todas maneras sería injusto imputarle sólo a Londres la responsabilidad de semejante
supresión, dadas las complicidades que encontró en Berlín, París, Roma, Madrid… A punto
tal de que no se entiende demasiado cuál es la “personalidad”, cuál es la especificidad que
aún defiende la Unión Europea (Cassen, pág. 22). De hecho, resulta esclarecedor que, para
intentar evitar la salida del Reino Unido, la UE haya aprobado sin mayores dificultades una
36
disposición que hubiese suspendido las ayudas sociales para los trabajadores de otros países
europeos, y otra que le hubiese otorgado una protección reforzada a los intereses del sector
financiero.
Proyecto de elites intelectuales nacido en un mundo dividido por la Guerra Fría, la UE se
perdió hace un cuarto de siglo una de las grandes bifurcaciones de la historia, otro proyecto
posible. La caída de la URSS le ofrecía al Viejo Continente la oportunidad de volver a fundar
un proyecto capaz de satisfacer la aspiración de los pueblos a la justicia social y a la paz. Pero
hubiese sido necesario no tener miedo de deshacer y reconstruir la arquitectura burocrática
erigida subrepticiamente por fuera de las naciones, cambiar el motor librecambista de esta
máquina. La UE le habría opuesto entonces al triunfo de la competencia planetaria un
modelo de cooperación regional, de protección social, de integración por lo alto de los
pueblos
del
ex
bloque
del
Este.
Pero en vez de una comunidad creó un gran mercado. Lleno de comisarios, de reglas para los
Estados, de castigos para los pueblos, pero completamente abierto a la competencia desleal
para los trabajadores. Sin alma y sin mayor voluntad que la de complacer a los más
acomodados y a los mejor conectados de las plazas financieras y las grandes metrópolis (3).
La UE ya sólo alimenta un imaginario de penitencias y austeridad, inevitablemente
justificado
por
el
argumento
del
mal
menor.
No se tomará conciencia de la dimensión de la protesta que acaba de expresar el voto
británico calificándolo de populismo o de xenofobia. Tampoco es recortando aun más las
soberanías nacionales a favor de una Europa federal que casi nadie quiere que las elites
políticas autistas y desacreditadas van a responder al enojo popular que acaba de liberarse
en
Reino
Unido,
y
que
crece
en
los
demás
países…
1. “Brexit could threaten western political civilization, says EU’s Tusk”, BBC World, 13-6-16.
2. Véase “La Europa que ya no queremos”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, agosto
de
2015.
3. El voto de clase se confirma. Véase “EU referendum results in full”, www.theguardian.com
* Director de Le Monde diplomatique.
¿Qué es hoy soberanía?
Por Gabriel Puricelli*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/que-es-hoy-soberania/
Si hay un concepto esencial de la filosofía política que ha experimentado los cambios más
profundos en el devenir histórico, ése es el de soberanía. Cabe, entonces, preguntarse qué
significa hoy realmente, cuando la globalización hizo astillas la antigua organización de los
Estados-nación.
ocos significantes están tan presentes en la conversación pública como el de
soberanía, y pocos también tienen significados tan variados. La polisemia no se
origina tan sólo en su uso dentro de los distintos discursos ideológicos
disponibles, sino en un desajuste creciente entre el significado pasado de la
palabra y los cambios que ha sufrido la realidad a la que le daba nombre. Aun
cuando presenta estos contornos borrosos o estas distorsiones cronológicas, la
soberanía es tanto un objeto de discusión como –sobre todo– un fenómeno que se pone en
cuestión y en tensión a diario, aunque no se lo nombre o no se tenga explícitamente en cuenta
cómo lo afectan las prácticas cotidianas de los actores económicos o la política exterior de los
gobiernos.
El desajuste más marcado hace referencia a la imagen de la soberanía que está incorporada
37
al sentido común y que remite a los planisferios con división política que usaban nuestros
docentes de geografía cuando íbamos a la escuela. Representada así, la soberanía cabe en un
territorio limitado por una línea de puntos en el papel y defendido por una fuerza armada en
el mundo real. Ese imaginario persiste con fuerza y es reproducido todos los días en las aulas
de nuestras escuelas, impávidas frente a lo que significó para esa definición de soberanía la
creación de lo que hoy es la Unión Europea, en 1957, y de lo que hoy es el Mercosur, en 1991:
en los dos casos, un grupo de países encapsuló el conflicto a que daba lugar la disputa acerca
de dónde se dibujaba una línea de puntos y redefinió parcial pero decisivamente la idea de
soberanía. Si la Unión Europea y el Mercosur son, entre otras cosas, arreglos que previenen
la reiteración o el estallido de la guerra, lo son porque en lugar de delimitar soberanías
nacionales en un juego de suma cero, las superponen, en un juego de suma positiva.
Lo
nacional
y
lo
global
Ese imaginario que aún tiene tanta fuerza sólo se puede adjetivar como anacrónico por su
incapacidad de describir lo que sucede en el mundo hoy, pero es totalmente contemporáneo
en su uso político. Tanto los nacionalismos xenófobos en Europa, como el nacionalismo
blanco que encarna Donald Trump en EE.UU. están fijados en una fotografía sepia que,
paradójicamente,
tiene
enorme
productividad
política.
Menos transparente es la relación entre ese imaginario y las retóricas integracionistas que
estuvieron en boga y siguen teniendo fuerza significativa en América del Sur. La retórica de
la Patria Grande tiene un núcleo de buen sentido que pone en tela de juicio las fronteras que
separaron a los países del subcontinente en el período poscolonial. Pero éste convive con una
mirada que muchas veces identifica los efectos nocivos de la globalización exclusivamente
con un país, que invoca una noción vulgar de imperialismo como declinación de imperio, más
que
como
“etapa
superior
del
capitalismo”.
Seguramente el problema viene de antes. El concepto viaja mal a través de las épocas. Cuando
empezó a tener uso, la soberanía provenía de un dios, y estaba en cabeza de un monarca.
Cuando la Revolución Francesa puso la soberanía en manos de los ciudadanos, se volvió más
difícil de asir, pero el Estado-nación proveyó una imagen singular que facilitó reemplazar
imaginariamente al monarca. La democracia representativa vino a reforzar ese reemplazo y
la rutina eleccionaria lo renueva cada vez que votamos por el líder y el Parlamento de un país.
Mas esa rutinización nos prepara mal para ejercer colectivamente la soberanía en un contexto
de globalización, para representarnos un campo de fuerzas en el que se inscriben nuestras
vidas
y
que
excede
(largamente)
lo
nacional.
Pocos síntomas de disonancia cronológica son tan vívidos como la cobertura mediática de los
avatares de algunas celebrities, cuya arena espectacular es global, pero que son retratadas
desde su condición supuestamente esencial de argentinas. Máxima Zorreguieta o Jorge
Bergoglio son presentados bajo esa luz, aun cuando sus trayectorias ponen en evidencia que
la soberanía ni la capta ni la fija el pasaporte. Por el contrario, Bergoglio, en su papel papal,
confiere un liderazgo particularmente eficaz a la que es, a la vez, la más arcaica y la más
posmoderna de las instituciones. Una agenda arcaica, asediada en un flanco por la
secularización y en el otro por la competencia de otros credos, se despliega globalmente con
una combinación de diplomacia global idealista, hecha exclusivamente de poder blando, y un
lobby conservador en cada escenario nacional, donde no se priva de blandir la amenaza de
volcar
la
opinión
pública
en
contra
de
cada
gobernante
electo.
Dice Saskia Sassen que “los procesos y las formaciones globales pueden, y logran,
desestabilizar la jerarquía de escalas centradas en el Estado-nación” (1). Eso implica que si
somos representados sólo a escala nacional (y no vivimos en el centro de un país central), no
hay modo de garantizar derechos adquiridos, ni de conquistar nuevos. Por lo tanto, la
soberanía en este siglo que comenzó, según Eric Hobsbawm, con la disolución de la URSS,
puede entenderse como la capacidad de un colectivo ciudadano inscripto en un Estadonación de alcanzar las condiciones de vida a las que aspira actuando en un campo de fuerzas
que
excede
ese
Estado-nación.
38
El
capital
trasciende
las
fronteras
Si esta perspectiva tiene sentido, el Estado de Bienestar puede ser visto como el máximo
despliegue posible de las aspiraciones de las mayorías en la plenitud del Estado-nación, antes
de que éste fuera irreversiblemente desestabilizado y desplazado de la cúspide de la jerarquía
de escalas de la que habla Sassen. El Estado de Bienestar representó (si se nos permite lo
marxiano) un parcial favorable en la lucha de clases, pero el capital (también
marxianamente) demostró que su condición revolucionaria no se había agotado en el
derrocamiento del Antiguo Régimen, y que era largamente capaz de proseguir su
acumulación
sin
la
férula
de
las
regulaciones
nacionales.
En un mundo así, se debilita la identidad (nunca perfecta) entre los intereses de la General
Motors y los de Estados Unidos. O entre los de Odebrecht y los de Brasil, para hablar de una
ruptura más reciente, las esquirlas de cuya explosión hieren a todo un subcontinente. En un
mundo así, el aislacionismo es una quimera y no se puede disfrazar de regionalismo: la región
como un Estado-nación más grande es un proyecto fallido desde el vamos, ya que su escala
no da la talla de los flujos que es necesario regular para evitar la producción continua de
desigualdad.
Los procesos globales, que no son nuevos, conviven y convivirán seguramente por el tiempo
que nos toque vivir con las formas nacionales, que son sólo un poco más viejas. El futuro que
nos toca es menos radicalmente nuevo que lo que el tecno-optimismo pretende pintar, pero
es necesario captar plenamente todo lo que tiene de novedad para actuar en él con
posibilidades de moldearlo de acuerdo a lo que consideremos deseable. Las formas
nacionales, que son también formas de representación política, tienen una rigidez que
contrasta con la fluidez absoluta del capital, que se presenta en acto. Ello no quiere decir que
estén derrotadas de antemano: cuando los gobiernos nacionales se preocupan por pensar
más allá de la coyuntura, producen atisbos de estrategias que dan cuenta del desafío del
capital. Nos arriesgamos a pensar que Ralph Miliband vería en el G20 un germen de
“capitalista colectivo” (2) bosquejando una autonomía relativa frente a los capitales
globalizados que siempre arriesgan matar la gallina de los huevos de oro. En ese plano
también los reflejos adquiridos chocan con la conciencia de lo nuevo: el núcleo duro del G20,
el G7, no está convencido de que haya que hacerles lugar a los ciclotímicos BRICS ni a los
otros ocho invitados a la mesa, que incluyen desde el principio a Argentina.
América del Sur encarnó también las posibilidades y las contradicciones de esta fase de la
globalización. Brasil proyectó todo su poder blando con el activismo internacional de Lula y
con el efecto material en la región y en el mundo de la incorporación de 40 millones de
brasileños a la esfera del consumo y de las dos comidas diarias. Venezuela rentabilizó con
Petrocaribe todo el poder duro que le dio el petróleo mientras el precio del barril de crudo
voló cerca de los tres dígitos. Perú y Chile perfeccionaron su especialización productiva para
anclarse más firmemente en el océano que será el centro económico y gravitacional del
planeta que viene. Argentina no estuvo en condiciones de proyectarse con las fuerzas que
debió ahorrar para lidiar con su recuperación doméstica, pero consolidó su perfil de buen
ciudadano en el ámbito multilateral y logró capitalizar con creces una trayectoria de
larguísimo plazo al ser reconocida como un par en la mesa del G20.
A nivel regional, se buscó maximizar la autonomía, creando un foro político en el que el
reaseguro era la ausencia de EE.UU. (la Celac) y estableciendo la Unasur, que se ganó sus
primeros galones gestionando una salida pacífica y sin intervención extrarregional a la
espiral de enfrentamiento entre la Colombia de Álvaro Uribe y la Venezuela de Hugo Chávez.
Sin embargo, todo cuanto se avanzó en iniciativas políticas se ve empequeñecido por el
estancamiento de las iniciativas pre-existentes: el Mercosur y la Comunidad Andina. En
ambos casos, la retórica de la integración no logra disimular que no se avanzó hacia la unión
aduanera, en el primer caso, ni se impulsaron iniciativas complementarias con la inserción
de cada país a partir exclusivamente de sus ventajas comparativas.
39
Fracasos
y
triunfos
del
Mercosur
El caso del Mercosur es particularmente elocuente: se avanzó tanto y tan poco como lo ha
requerido el comercio intra-empresa de los grupos industriales que tienen enterrado capital
en Brasil y Argentina y se retrocedió tanto como lo determinaron las reacciones
proteccionistas a la crisis global de 2008-2009, que no distinguió socios de competidores, y
la total ausencia de coordinación de políticas macroeconómicas entre esos mismos países. El
saldo histórico positivo de esta experiencia sigue siendo la desactivación definitiva de las
hipótesis de conflicto y la transformación de las fronteras, antiguas líneas de fractura, en
zonas
de
ósmosis.
Con cinco ciudades globales (según el índice confeccionado por la revista Foreign Policy
basado en la definición de Sassen) y áreas de frontera que ya no son sinónimo de peligro, sino
de oportunidad económica (3), América del Sur tiene excelentes condiciones de partida para
insertarse en términos soberanos, ventajosos para la mayoría de sus ciudadanos, en los
procesos globales. Cuenta con la inteligencia para pensar el modo, tanto la que producen día
a día centros académicos que desarrollan investigación pertinente, como la que atesora la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La inercia nacional y la crisis
como modo existencial de alguno de los países de la región conspiran contra ello: la
persistencia de un patrón donde las decisiones de inversión siguen exclusivamente el plan de
negocios de las transnacionales (sean éstas basadas en el exterior o multilatinas) facilita y
justifica la acción de gobiernos cuyos líderes creen en el efecto benéfico del “derrame” de los
beneficios económicos de los grandes inversores. En la versión más extrema de esa visión,
los inversores extranjeros son los únicos soberanos y la única fuente del crecimiento. El uso
de metáforas animistas como la “lluvia de inversiones” no es más que el emergente de una
concepción y puede transformarse en moneda retórica corriente con facilidad, porque (en
última instancia) viene a hacer el relevo de una retórica de la integración que está anclada en
logros
concretos
muy
poco
significativos.
Y ya que hablamos de retórica (lo cual no implica menospreciar, dados los efectos
performativos que la retórica siempre tiene) también es prudente rechazar la tentación de
presentar como enteramente contrapuestos el proyecto del Mercosur y el de la Alianza del
Pacífico. Lo primero es entender a cada uno como la respuesta a una dotación de recursos
distinta y a un tipo diverso de inserción internacional posible en cada orilla de América del
Sur. Presentar esos proyectos como visiones puramente ideológicas contrapuestas no sólo es
una pésima descripción, sino que propone un framing en el que la idea de integración sale
perdiendo.
Dar dos pasos atrás después de haber dado uno adelante es la medida módica de los avances
de largo plazo. Sin embargo, si los dos pasos atrás se dan luego de un período de
estancamiento, el objetivo de un ejercicio soberano colectivo en el marco de los procesos
globales se aleja. Un efecto paradójico del abuso de la retórica integracionista de la década
pasada fue la desactivación de la demanda por una integración real, ya que ésta se daba por
alcanzada. Sin caer en la ingenuidad de ignorar las fuerzas materiales que actúan para que el
patrón productivo de América del Sur se adecue a la maximización de inversiones
particulares, en detrimento de uno que garantice los derechos de las mayorías, se puede
esperar que el abandono parcial de la retórica de la integración, en particular en el Mercosur,
actúe como campana de largada para una demanda de integración inteligente, sin recelo en
el futuro y despojada del reflejo de retornar a una “edad de oro” que nunca existió.
Una palabra final para Estados Unidos, cuya poca presencia en este texto alguien podría
calificar de omisión: hemos puesto énfasis en el capital, que (huelga recordar) no tiene
bandera, en tanto limita las opciones soberanas disponibles y en tanto valoramos
positivamente las ganancias de autonomía. La agenda estadounidense sigue buscando
involucrar a la región en “guerras”: contra las drogas y contra el terrorismo internacional. La
autonomía concreta frente a esa agenda no emanará tampoco de una retórica: depende de
resolver correctamente los desafíos que hemos planteado en la mayor parte de estas líneas.
40
1. Saskia Sassen, Una sociología de la globalización, Katz, Buenos Aires, 2007.
2. Ralph Miliband, El Estado en la sociedad capitalista, Siglo XXI, México, 1970.
3. Alejandro Rascovan, “Integración regional y dinámicas transfronterizas: el ferrocarril
internacional en la frontera argentino-brasileña. El caso del puente Agustín P. Justo-Getúlio
Vargas”,
mimeo,
https://www.academia.edu/1291480/_Integración_regional_y_dinámicas_transfronteriza
s_el_ferrocarril_internacional_en_la_frontera_argentinobrasileña._El_caso_del_puente_Agustin_P._Justo_Gètulio_, consultado el 21 de junio de
2014.
* Coordinador, Programa de Política Internacional, Laboratorio de Políticas Públicas
(http://lppargentina.org.ar).
La soberanía, ayer y hoy
Por Rafael S. Gagliano
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/la-soberania-ayer-y-hoy/
Los americanos piensan hoy sobre sus derechos, sin otra diferencia, que la que resulta
de la mayor o menor precisión en sus ideas; y desde el ciudadano más ilustrado hasta
el último menestral, todos se creen ofendidos cuando experimentan un acto de
opresión y todos conocen la injusticia de las usurpaciones que han sufrido durante el régimen
antiguo”. Así se expresaba Bernardo José de Monteagudo (1789-1825), promotor incansable
del movimiento revolucionario e independentista. Su biografía constituye una valiosa guía
para contextualizar el largo ciclo de las luchas por la Independencia americana desplegadas
entre
los
años
1809
y
1826.
Revolución e Independencia constituyeron los dos grandes impulsores de las conquistas de
los derechos de los pueblos americanos en su más íntima estructura social. La Declaración y
posterior Jura de la Independencia se hizo tanto respecto al rey de España como “de sus
sucesores y metrópoli” y “de toda otra nación o dominación extranjera”. La Independencia
constituye, pues, un grito sostenido ante el conjunto de las potencias coloniales del Viejo
Mundo. En ese largo ciclo comienzan a disolverse las jerarquías sociales y culturales que
habían sostenido el pacto de dominación de la vieja tradición española. Los letrados criollos
y los sin-poder –los menestrales de Monteagudo– cambiaron sus costumbres civiles y, sin
sentirse ni aristócratas ni plebeyos, comprendieron que los valores del mérito y la virtud
ciudadana
conformarían
horizontes de
libertad
nunca
antes recorridos.
España estaba aún en América para 1816. Había tensiones en las subjetividades de vasallos y
ciudadanos que en muchas ocasiones eran el mismo sujeto, a causa del desarrollo desigual
de las prácticas consuetudinarias –lentas y poco propensas al cambio– y las luchas políticas
y militares aceleradas por los ejércitos libertadores y la reconquista del espacio americano.
Es bueno recordar los distintos planos en que se despliega la significación emancipatoria de
la Independencia americana: político, económico, cultural y personal. Cada uno de estos
registros cuenta con una temporalidad distinta y no siempre convergente con los otros planos
del movimiento común. Durante el orden poscolonial hubo vasallaje sin vasallos y libertades
sin ciudadanía por muchas décadas. De allí las dificultades de una síntesis superadora de la
Independencia americana de escala continental que transcendiera el “divide et impera” con
que
los
españoles
habían
formulado
el
pacto
colonial.
La Independencia jurada en Tucumán el 9 de julio de 1816 surgió en momentos de gran
debilidad política y pobreza ostensible: Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos, bajo la influencia
criolla y popular de José Gervasio Artigas (1764-1850), caudillo “protector de los pueblos
libres”, no formaron parte del Congreso celebrado en la provincia del mulato Monteagudo.
41
América del Sur tenía tres ejércitos españoles desplegados aún en su vasta geografía. La
geopolítica europea había cambiado sustancialmente después del Congreso de Viena (18141815), la diplomacia de Metternich y el regreso de los absolutismos monárquicos. En
conclusión, nada era auspicioso para declarar la Independencia, pero esta se alcanzó contra
todos los determinismos del presente inmediato y proponiéndose como un proyecto
hacedero en el compromiso de varias generaciones americanas. El documento firmado en
Tucumán posee un carácter pedagógico inscripto en su naturaleza política: se trata de
aprender a recuperar los derechos de los que han sido despojados los pueblos de las
Provincias Unidas de Sud América. Como lo diría Monteagudo, “es libre el pueblo que quiere
ser libre y no porque lo dejen serlo”. Voluntad y Bildung: emanciparse como afirmación de
autonomía a través de una formación continua en la libertad del ciudadano.
La Independencia constituía un hito fundamental que cerraba simbólicamente el contrato
colonial para abrir un campo de nuevos problemas vinculados a la unidad territorial, la forma
de gobierno y las políticas del nuevo Estado republicano. Los desafíos planteados fueron
mucho más interesantes que los cancelados por la jura y los propios combates en la guerra
de la Independencia. Fue necesario (re)construir un orden sociocultural para el que no había
todavía una doxa o sentido común expresado en gramática o vocabulario propios. No había
en la sociedad criolla de aquel vasto territorio una masa crítica de fuerzas sociales que
alentaran un proceso constituyente, hecho que derivará en la falta de autoridades nacionales
por más de tres décadas. Pero la Independencia del 9 de julio de 1816 se configuró como un
pliegue de la historia común que permitió pensarnos durante los dos últimos siglos como una
comunidad de iguales con memoria de derechos, compromisos y libertades.
Un punto destacado de la constelación emancipatoria de la Independencia americana fue su
capacidad de mezclar a las masas plebeyas, campesinas y también indígenas en las luchas
soberanas junto con las elites letradas y los ejércitos profesionales. Cabría preguntarse cuánta
acción política –con sus aprendizajes consiguientes– desplegaron las clases subalternas de la
sociedad americana junto a los criollos herederos del poder político poscolonial. Tal vez, los
acuerdos y desacuerdos posteriores entre las elites y los sin-poder nacieron de esa presencia
protagónica y horizontal de conocimiento recíproco en las luchas por la Independencia. En
la historia larga, las diferencias combinadas de entonces perseveraron como capital cultural
intangible
de
la
solidaridad
americana.
Monteagudo viene en nuestra ayuda con precisiones conceptuales de un nuevo léxico político
de época que redefine el trabajo educativo en la producción de la subjetividad ciudadana.
“Todos aman su patria, y muy pocos tienen patriotismo: el amor a la patria es un sentimiento
natural, el patriotismo es una virtud: aquel procede de la inclinación al suelo donde nacemos,
y recibimos las primeras impresiones de la luz, y el patriotismo es un hábito producido por
la combinación de muchas virtudes, que derivan de la justicia. Para amar a la patria basta ser
hombre,
para
ser
patriota
es
preciso
ser
ciudadano”.
Los sectores populares de la plebe urbana y rural –amantes de la patria o decididos patriotas–
quedaron subsumidos en procesos y dinámicas históricos que les confirieron derechos a
poseer proyectos como sujetos colectivos en el espacio público común. Las guerras por la
Independencia tuvieron derivaciones impensadas para las costumbres consolidadas por la
sociedad colonial pero comprensibles para el optimismo emancipatorio ilustrado.
La Independencia abrió otras posibilidades de soberanía. Por ejemplo, los cuerpos de
mujeres y hombres tuvieron un campo de expresividad que desafiaba las costumbres
acendradas. Nuevas estéticas y sensibilidades en las relaciones sociales y de género se
combinan con los procesos emancipatorios y la conquista de las libertades fundamentales.
Dirigiéndose “A las Americanas del Sud”, Monteagudo las interpela con un discurso que
fragua género y política: “Uno de los medios de introducir las costumbres, fomentar la
ilustración en todos sus ramos, y sobre todo estimular y propagar el patriotismo es que las
señoras americanas hagan la firme y virtuosa resolución de no apreciar, ni distinguir más que
al joven moral, ilustrado, útil por sus conocimientos, y sobre todo patriota, amante sincero
de la Libertad, y enemigo irreconciliable de los tiranos. Si las madres y esposas hicieran
estudio de inspirar a sus hijos, maridos y domésticos estos nobles sentimientos; y si aquellas
42
en fin que por sus atractivos tienen derecho a los homenajes de la juventud emplearan el
imperio de su belleza y artificio natural en conquistar desnaturalizados, y electrizar a los que
no lo son, ¿qué progresos no haría nuestro sistema?”. Los cuerpos de las poblaciones
subalternas, campesinos e indígenas, las muchedumbres de las plebes urbanas y rurales, los
mestizos, criollos, mulatos, todos ellos inician un largo proceso manumitorio de las rigideces
del cuerpo colonial, servil, sumiso y doblegado. Un nuevo cuerpo político soberano combina
con nuevas representaciones del cuerpo del coraje, el trabajo libre y la incipiente
independencia
amorosa.
Cielito
de
la
Independencia
Provenientes de las tradiciones orales y populares, los cielitos y diálogos patrióticos
acompañaron el ciclo de la Revolución y la Independencia en el ámbito del Río de la Plata. El
oriental Bartolomé Hidalgo (1788-1822) constituye la condensación literaria de ese linaje
juglar y trovadoresco que acompañó las principales jornadas de la naciente vida
independiente.
Cielito,
Cielito
Que
Del
Hoy
En
Pues
Proclaman
cielito
la
y
siempre
alegría
más
es
cielo
del
es
una
el
la
nueva
mundo
las
se
Provincias
su
cielo,
cantad
cielo,
libertad.
Nación
presenta,
Unidas
Independencia.
Sin contar todavía con una educación pública nacional, la transmisión cultural de base
popular contaba con géneros tradicionales renovados para comunicar los cambios de la vida
en común. El conocimiento estaba disperso y las distancias devoraban lejanías. Los
Gobiernos de la etapa independiente inician un largo proceso por organizar y hacer operativo
ese fondo común de saberes. Conforme al imperativo iluminista kantiano de salir de la
infancia atreviéndose a conocer, la libertad fue descubierta tanto en los campos de batalla
como en los salones de baile y tertulia, en los cantos de las pulperías y por cierto en las
humildes aulas de la primera década de vida independiente. La escuela pública republicana
nació en la preferencia de orientarse a personas y futuros como opciones de contrato
pedagógico ciudadano. La independencia también se autoorganizó como cuestión cultural y
educativa, aunque su significado suplementario pudo haber diferido en lugares y territorios.
Los estilos de enseñanza de maestros de escuela como Mariano Cabezón en el norte diferían
de los de Rufino Sánchez en Buenos Aires, pero un hilo común de resonancias simbólicas
articulaba los primeros eslabones de un archivo cultural soberano. La escuela republicana
proponía nuevas interacciones y combinaciones que no existían previamente en las
dinámicas de las relaciones sociales coloniales. Y ese propósito conformó una comunidad
más
compleja
y
abierta
al
aprendizaje.
Cielito,
Se
Porque
Los
Jurando
Tenemos
De
Y
cielito,
acabarán
ya
grillos
y
nuestras
hemos
las
la
ser
consolidar
buenos
la
cantemos,
penas,
arrojado
cadenas.
Independencia
obligación
ciudadanos
Unión.
El sufrimiento derivado de la condición colonial se apagaba con el canto, los compromisos
ciudadanos y el conocimiento de la unidad en la diferencia. Los efectos coloniales no podían
desprenderse solo por la declaración y la jura de la Independencia, pero aquellos gestos
43
simbólicos abrían puertas para explorar nuevas soberanías. Los procesos emancipatorios
surgidos de la escena fundante del 9 de julio de 1816, como punto de condensación
emblemático, hacen entrar al territorio americano en un nuevo campo de significación, ya no
como periferia poscolonial en ruinas, sino como un nuevo mundo por construir. Producen
un dislocamiento de la sociedad estamental y de castas a la que le cuesta nombrar lo
acontecido. Consolidan, por lo demás, la reterritorialización de los proyectos americanos de
vida autodeterminada. A ese fenómeno de volver a habitar el suelo del nacimiento, de estar y
permanecer en él de modo independiente, se le asocia la lucha por iniciativas identitarias de
todos los grupos subalternos y sus sedimentadas representaciones coloniales marginales.
Conquistar la autonomía, esto es, la capacidad de hacer lo que se necesita hacer en cada
momento de la vida histórica, tuvo en la escuela pública y en la cultura popular lugares de
posible realización. Una propuesta de educación afectiva y sentimental subyace al nuevo
contrato de vida independiente para que esta devenga en campo de emancipaciones. La
propuesta formadora incluía, tanto desde la tradición letrada como desde la oral popular, un
saber sobre los intereses y una educación de las pasiones. Los pueblos americanos habían
alcanzado la independencia pero debían construir todavía el ancho mundo de las
emancipaciones posibles. Y tal horizonte demandaba hacer dialogar intereses y pasiones en
comunidades
afectivas
republicanas.
Todo
Hace
Si
Y
Cielito,
Que
Y
Jamás
fiel
la
a
fomenta
propende
no
en
el
que
la
a
cielo
cielo
el
Americano
traición
discordia
Unión.
Patria
la
la
la
está
busque
podrá
la
en
cantemos,
paz
discordia
encontrar.
La experiencia social que abre el movimiento de la independencia favorece y estimula el uso
público de la razón, la construcción de una opinión pública que despierte libertades
dormidas. Cuando Mariano Moreno propone el Contrato social de Rousseau como texto
escolar no pretende solamente que maestros y estudiantes lean otros libros, sino que puedan
leerlos de otras maneras. Le importaba, como a muchos de su generación, suscitar nuevas
sociabilidades que hicieran circular ideas, desarrollos experimentales, nuevas vitalidades.
No era cosa sencilla institucionalizar un nuevo orden independiente, despejar malos
entendidos
y
atender
los
problemas
del
10
de
julio.
Recrear un ideario republicano con actitudes y estilos del viejo régimen abría escenas de
emancipación de resultado incierto. La Independencia americana exigió denodados
esfuerzos de traducibilidad de sus propósitos, modos de aprender a ver desde las lenguas y
los ojos del otro. Y el ejemplo estuvo en el propio texto de la Declaración de la Independencia
que fue traducido simultáneamente a las lenguas quechua y aymara, que eran habladas por
los americanos del Noroeste y el Alto Perú. La vida común nació, pues, intercultural, y su
fuerza radica en el propio origen. Conceptualmente, esa génesis despliega una lucha política
centrada en justicia, libertad y derechos. Los fundamentos simbólicos de la Independencia
se anticiparon a las bases materiales de las emancipaciones posibles, y ese proceso tuvo una
dinámica que arrastró muchas residualidades de la vieja doxa colonial. Toda revolución e
independencia deben luchar contra sus propios adanismos, las ilusiones de querer empezar
todo desde cero. Descolonizar las identidades del viejo régimen, tomar en serio la práctica de
comprender los extrañamientos y reconocer el nosotros que nos incluye de modo soberano,
constituyó
un
largo
trabajo
que
llega
hasta
el
presente.
¡Viva
¡Viva
Viva
44
la
la
Patria
nuestra
Patria,
y
la
patriotas!
Unión,
Independencia,
Viva
la
Cielito,
Cielo
Que
el
Es cielo más estrellado.
nueva
Nación!
cielo
del
cielo
hermoso
del
dichoso,
Americano,
Sud
*Docente UNIPE y UBA.
Tres
sentidos
“La emancipación puso a la escolaridad en el centro de sus preocupaciones. Una nueva nación
suponía gestar un ciudadano en lugar de un súbdito; tarea a cargo de la escuela. Por otro
lado, las disputas por la organización política entre los territorios independientes y los
gobiernos que pretendían centralizar la conducción produjeron distintos ensayos autónomos
de soberanía. En tercer lugar, hasta entonces, el dispositivo de enseñanza era el catecismo:
un pastor poseía el libro, lo leía en voz alta, y el auditorio lo repetía. La incipiente producción
de textos permitió leer en soledad a los educandos. Ciudadanía, autonomización e
individuación fueron los sentidos que vincularon soberanía y escolarización.” (Myriam
Southwell, investigadora de UNIPE)
Khatchik
“Todavía
por
DerGhougassian,
el
doctor
mundo
Diego
en
Relaciones
es
Internacionales
unipolar”
Herrera*
“Hay Estados más soberanos que otros”, afirma Khatchik DerGhougassian, reconocido
experto en política internacional y doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad
de Miami. “La soberanía –explica– implica básicamente la no intervención en los asuntos
internos de otros países y la existencia del Estado como único referente de las decisiones que
se toman en la arena internacional. Aunque el mundo moderno no es imaginable sin su
ejercicio, nunca existió una soberanía absoluta. Siempre existieron grados de soberanía de
acuerdo
con
el
contexto
internacional.”
“Desde la década de los 70, con la constatación de la interdependencia de las naciones y del
auge de actores no estatales como multinacionales y movimientos de la sociedad civil, la
soberanía está bajo mucha más presión. Hablar de soberanía de parte de los Estados en los
mercados financieros, por ejemplo, sería incorrecto”, analiza el especialista. Además de los
límites que los flujos de capital financiero imponen a las soberanías nacionales,
DerGhougassian considera que existe un supersoberano: “Desde la perspectiva militar,
económica y tecnológica, todavía el mundo es unipolar y hay una superpotencia. Más allá de
que no crece al ritmo de China, Estados Unidos consume casi el 40% del producto bruto
internacional”. Sin embargo, matiza, “las instituciones son factores civilizadores del
comportamiento de los Estados. Ni siquiera el supersoberano se lanzó en la aventura de Irak
en 2003 sin tratar de lograr algo de legitimidad internacional. Se tomó un año para convencer
tanto a su propio electorado como al mundo de la necesidad de una intervención militar”.
Entre los actores no estatales que ponen en discusión las soberanías nacionales,
DerGhougassian incluye no solo a las empresas multinacionales sino también al crimen
organizado y a organizaciones como Al Qaeda o el Estado Islámico. “Nadie dice que el Estado
Islámico sea soberano y, sin embargo, actúa como tal”, sostiene. Y argumenta: “Hoy, la
secularización de la política está cuestionada. Si uno lo piensa bien, de las tres religiones
monoteístas, probablemente solo el cristianismo se ha secularizado. El Islam definitivamente
no. En el caso de Israel, cada vez más el concepto de judaísmo es lo que define lo que en algún
momento quiso ser un Estado secular. La religión pone ciertas limitaciones a la idea de la
45
soberanía del Estado, que no es una realidad universal sino algo muy propio de Occidente”.
Así, pese a que hubo momentos de liderazgos seculares en Oriente, las religiones serían
fuerzas
profundas
que
en
muchas
sociedades
nunca
desaparecieron.
A partir del inmenso éxodo sirio, el especialista también analiza: “Durante los siglos XIX y
XX, en general las inmigraciones eran bienvenidas en todos los países. Hoy en día, la
paradoja es que el movimiento de las personas está mucho más facilitado por los medios de
transporte, pero este desplazamiento masivo es consecuencia de conflictos y se ve como algo
‘indeseado’. Ahora bien, solo es un problema para Europa y para tres países en Medio
Oriente”. Y observa: “Por suerte, a pesar de toda la retórica antiinmigratoria y de cierto auge
de la extrema derecha, hay un avance en el concepto de derechos humanos que hace difícil
que los Estados se comporten de la forma en que se comportaron los Estados autoritarios y
genocidas
en
su
momento”.
Para DerGhougassian nada escapa al mito, y las identidades nacionales forjadas en
Latinoamérica podrían considerarse mitos exitosos. “¿Qué no es un mito? –se pregunta–.
Todas las teorías, mientras nos ayudan a analizar mejor la realidad social, son válidas. Ahora,
ninguna es la verdad. Todas tienen algo de mito. Y la política siempre recurre a él. Puede ser
la identidad nacional, la hermandad latinoamericana y muchas cosas más. Lo importante es
hasta qué punto esos mitos logran incluir masas en la política; y hasta qué punto se
transforman en instrumentos de discriminación, de represión y de mayores crímenes contra
la humanidad. Es cierto, la identidad nacional es un mito, pero también es un proceso social,
político
e
histórico
que
generó
cosas
buenas
y
también
nefastas.”
En muchas escuelas argentinas conviven niños de distintas nacionalidades, pero
DerGhougassian no considera que constituya necesariamente un problema la interpelación
de esta población a través de ritos y símbolos patrios: “Mientras ese simbolismo no degenere
en discriminación y en conflictos dentro de la propia sociedad, no me parece mal la idea de
una integración a través de él. Al fin y al cabo, existe, por lo menos en nuestros países, algo
que se llama ‘identidad nacional’. Es un progreso en la historia porque demuestra el éxito de
un proceso de formación estatal y de homogeneización positiva de una sociedad muy
distinta”. Y agrega: “Hay una identidad argentina, una uruguaya y una chilena. ¿Por qué
hablamos de identidades distintas si en esos países se habla el mismo idioma y prácticamente
tienen la misma fuente de inmigración y la misma religión? Se trata de un proceso
económico,
social
y
político
complejo
pero
exitoso”.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación y docente. Miembro del equipo editorial de la
UNIPE.
Antonio Elio Brailovsky, miembro de la defensoría del pueblo de la ciudad
Nación,
empresas
y
ambiente
Además de escritor y economista especializado en historia ambiental, Antonio Elio
Brailovsky fue Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires entre 1998 y 2003.
Desde abril de 2016 está a cargo del observatorio de medio ambiente en la Defensoría del
Pueblo: “La idea es difundir datos que habitualmente no se conocen. Hay que armar un
sistema que responsabilice a las empresas y esto requiere de una política pública que
contemple
estrategias
de
soberanía
ambiental”.
¿Nuestro país es soberano respecto de las decisiones que afectan al medio
ambiente?
El hecho de que se deleguen las decisiones en las empresas es uno de los temas centrales del
modelo de privatización que se siguió en Argentina. El agua del Río de la Plata, por ejemplo,
tiene un montón de contaminantes que no se pueden depurar y siempre se dice que están por
debajo de los parámetros admitidos. Ahora, no hay un control externo que mida y ponga
online “hoy apareció tanto de plaguicida, tanto de plomo, tanto de mercurio o tanto de
46
petróleo”. Aunque AySA sea una empresa estatal, funciona como privada. El ente de control
se limita a sancionar económicamente a la empresa, del mismo modo que se multa a las
telefónicas si tienen una falla. Otro caso es el de la aprobación del uso del glifosato.
¿Por
qué?
Monsanto le entregó al Estado una carpeta enorme llena de antecedentes y enseguida se
aprobó su uso. Cualquiera con sentido común o sin intereses creados chequearía si eso es
cierto. No lo chequearon. Años después empiezan a aparecer problemas en los ecosistemas,
la salud, etc. Ahí hay un caso muy claro en que la política de delegar todo en las empresas
tiene
que
ver
con
la
soberanía.
Se
Son parte
espantoso
problema,
Barrick
cruzan
lo
económico
y
lo
ambiental.
de lo mismo. Lo mismo sucede con la megaminería. Se armó un escándalo
con un derrame de cianuro en San Juan, en una mina de Barrick Gold. El
aunque es grave y no lo minimizo, no pasó a mayores. ¿Qué va a pasar cuando
se
vaya?
¿El Estado no puede controlar a futuro los efectos de la extracción de
minerales?
La gran minería no puede tratar los grandes volúmenes de residuos que genera porque su
actividad ya no sería rentable. Por eso, la autorizan a no tratarlos y con ellos se arma un dique
de cola, un enorme lago de varios hectómetros cúbicos. Un día el yacimiento se termina, pero
el lago queda. El problema puede suceder dentro de un año o de doscientos. Andá a buscar a
la Barrick dentro de doscientos años, o incluso dentro de veinte.
Entonces,
¿por
qué
se
autorizan
estas
actividades?
Con la Constitución de 1994 le dieron la reelección a Menem a cambio de que los recursos
naturales fueran de las provincias. Esto sirvió para que distintas oligarquías provinciales
arreglaran con las multinacionales. Si es difícil controlar para un Estado nacional, es difícil
para un Estado provincial. Aun cuando sus representantes fueran honestos, es imposible.
¿Puede controlar a estas empresas un país económicamente dependiente?
Por lo menos tendría que intentarlo. Una cosa es autorizar la gran minería en un sitio donde,
cuando haya un terremoto, los residuos vayan a un descampado donde no vivió nadie en mil
años; otra cosa es que esto se haga en la cabecera de las cuencas hídricas, como sucede en
San
Juan.
¿Son compatibles el desarrollo capitalista con el cuidado del medio ambiente?
Por el lado de los capitalistas, no; por el lado del control, sí. Lo mismo que hacemos luchando
contra los talleres clandestinos tenemos que hacerlo contra la contaminación. El Senado
nunca quiso aprobar el proyecto de ley que presentó Daniel Filmus sobre residuos
electrónicos porque responsabilizaba a las empresas. Lo menos que uno puede plantear es
que las empresas se hagan cargo de los residuos de alto riesgo que introducen.
¿Existe
educación
ambiental
en
Argentina?
Es una de las asignaturas pendientes. En la primaria se culpa al individuo y no se habla de la
responsabilidad de las empresas. Esta es la trampa: “Vos sos el culpable, pero podés salvar la
Tierra si ponés las cáscaras de banana aquí y los papeles sucios allá”.
¿Y
qué
sucede
en
el
resto
del
sistema
educativo?
En la escuela media a la educación ambiental se la aloja en las Ciencias Naturales, que
describen lo que les pasa a los pobres seres vivientes cuando un miserable tira mercurio o
plaguicidas al río. Ahora, el tema es por qué nuestra sociedad tolera que algún canalla tire
tóxicos. Esto no se explica desde las Ciencias Naturales sino desde las Sociales. En el nivel
universitario, básicamente no hay educación ambiental. Eduardo Pigretti, uno de los que
introdujo el derecho ambiental en Argentina, fue decano de la Facultad de Derecho en la UBA
y apenas consiguió que Derecho Ambiental fuera una materia optativa. En Arquitectura no
hay ambiente urbano; en Ingeniería no hay ingeniería ambiental; en Medicina no hay
47
medicina
ambiental...
D.H.
Natalia
¿Usuarios
Zuazo,
politóloga
o
y
periodista
ciudadanos?
Natalia Zuazo, periodista y politóloga, es autora de Guerras de Internet, una investigación
periodística que permite entender, desde Argentina, el funcionamiento de la red de redes.
“Conociendo cómo funcionan las máquinas y quién domina la tecnología vamos a ser
ciudadanos además de usuarios. La idea de que la tecnología solo implica progreso y libertad
es falsa, de la misma forma que no todo tiene que ser paranoia, control y temor”, sostiene.
¿Qué
implica
hoy
la
soberanía
tecnológica?
Por el lado de la infraestructura, el acceso a Internet es muy importante y fue declarado un
derecho humano por la ONU. Hoy Internet es el sistema nervioso a través del cual hacemos
de todo: nos entretenemos, trabajamos, estudiamos, pagamos las cuentas y sacamos turnos.
Instalar redes de fibra óptica y dar conectividad a los ciudadanos debería ser una obligación
de
los
Estados.
¿No
hay
ciudadanía
plena
sin
acceso
a
Internet?
Como el acceso a la salud o a la educación, hoy tener Internet es fundamental para gozar de
una ciudadanía plena. Existe una iniciativa impulsada en 2013 por Mark Zuckerberg que se
llama Internet.org/freebasics que es un proyecto por el cual Facebook se asocia a telefónicas
y a fabricantes de equipos celulares para poner una aplicación de conectividad a Internet
limitada. Es decir, solo sirve para acceder a un menú limitado de contenidos. Aunque algunos
Estados puedan decir en sus estadísticas que tienen más personas conectadas a Internet, se
genera una nueva desigualdad porque esta gente no accede a todos los contenidos. De hecho,
que muchos ciudadanos del mundo entiendan que Internet es igual a Facebook es un
problema. Si un Estado acepta la conectividad limitada que ofrece una empresa, está
cediendo
soberanía.
¿Qué
otros
aspectos
hacen
a
la
soberanía
tecnológica?
Además del acceso, está el conocimiento y el uso de la tecnología. No hay soberanía posible
si yo me adapto a algo que viene de afuera, lo utilizo como me dicen que lo haga y no tengo
ninguna mirada crítica. Peor si el Estado acepta que usar Windows es la única forma de usar
la tecnología. Por eso, es muy importante aprender a programar. Si la educación tecnológica
consiste solamente en aprender a usar el paquete Office estamos en el horno.
¿Se
puede
hablar
de
imperialismo
tecnológico?
Totalmente. Ese imperialismo tecnológico sucede, fundamentalmente, porque Microsoft,
Facebook, Yahoo y Google, al igual que las grandes empresas en fabricación de
infraestructura como Cisco, ganan si todos utilizamos los mismos aparatos con los mismos
softwares. Lo importante es que tomemos la parte que nos sirve, pero sin dejar de hacer
desarrollos propios. Esto lleva más tiempo e implica más capacitación de recursos locales,
pero invertir en soberanía solo es más caro en el corto plazo. Lo que hacen las grandes
empresas tecnológicas es regalarte una prueba para que después te pases toda la vida
comprando
computadoras
que
tienen
ese
software.
Los usuarios tenemos mucha resistencia a innovar en ese aspecto.
Yo no soy una fundamentalista del software libre, aunque lo uso. Reconozco que implica más
tiempo e implica un aprendizaje. Todo está hecho para que utilices el camino más fácil, que
es usar Windows. El tiempo para probar variantes es probable que escasee, por eso es tan
importante que estos usos se promuevan desde el Estado. Tiene que estar garantizado desde
la escuela. Si no, va a seguir siendo un privilegio de los que cuenten con tiempo y con
48
recursos.
D.H.
Mario
Rapoport,
economista
“Los Estados no manejan sus economías”
“Es evidente que estamos en pleno momento de pérdida de soberanía económica”, se lamenta
el economista Mario Rapoport. Y agrega: “Ha habido una política de desendeudamiento
durante el Gobierno anterior, pero actualmente estamos atados a una carga de deuda externa
que van a pagar las próximas generaciones. Podemos llegar a otra crisis como la de 2001”.
Docente emérito de la Universidad de Buenos Aires y Doctor Honoris Causa de la
Universidad de San Juan, lleva cuatro décadas dedicado a la historia económica. Con esa
experiencia sobre sus espaldas, sentencia: “La educación tiene que jugar un rol fundamental
para promover la importancia de la soberanía económica, pero no basta. Los poderosos
tienen el dominio de todos los medios. Nuestra tarea es silenciosa y de largo aliento”.
Aunque los contextos mundiales se han complejizado, Rapoport recurre a la historia para
comprender el presente. “En general, las crisis argentinas han sido de endeudamiento. No
son nuevas y, además, suelen corresponderse con momentos de predominancia de modelos
agroexportadores”, sostiene. Para realzar su argumento, el especialista repasa en pocos
minutos los ciclos de endeudamiento que derivaron en sucesivas crisis económicas, desde el
empréstito de Baring de 1824 hasta el brutal endeudamiento que tuvo lugar durante el
menemismo.
“Los Estados nacionales no pueden manejar sus propias economías porque están a
disposición de un poder mundial, concentrado en ciertos países que dictan las reglas del
juego”, analiza Rapoport y subraya que en este contexto los Estados defienden, con mayor o
menor éxito, su soberanía económica. “Esto también sucede en el ámbito político. Las
Naciones Unidas no son democráticas porque cinco países tienen poder de veto. La mayoría
de las organizaciones financieras y económicas también tienen predominancia de los países
más poderosos. Pasa lo mismo en los tratados de comercio que se firman entre distintos
países”,
agrega.
“La pérdida de soberanía ha existido en toda la historia del capitalismo –analiza el
especialista–. No podemos tener control de cambio porque los capitales quieren entrar y salir
del país cuando quieren. Cualquier política proteccionista por nuestra parte va a ser atacada
por ir contra la libertad de comercio o de capitales, mientras que los países poderosos aplican
políticas proteccionistas para defender sus productos”. Los mecanismos cambian pero los
objetivos son los mismos: “En Estados Unidos no se usan más los aranceles, sino las
subvenciones a los productores agrarios. Pero representan lo mismo: esos productores están
defendidos
de
la
competencia
extrajera”.
Los financiamientos internacionales, según Rapoport, constituyen otro problema para las
economías dependientes porque están sujetos a la cesión de soberanía jurídica “para que los
problemas que surjan se diriman en otros países”. Y ejemplifica: “Argentina cedió su
soberanía por cuestiones de endeudamiento. Nuestra jurisdicción había pasado a manos de
jueces extranjeros y por eso tuvimos ese litigio con los fondos buitre”. Por otra parte, sostiene,
“Estados Unidos es el único país con soberanía monetaria absoluta. Por eso, a pesar de ser el
país más endeudado, puede pagar fácilmente porque lo hace en su propia moneda”.
En la actualidad, opina Rapoport, “se está destruyendo la integración latinoamericana para
volver a reencauzar las relaciones en el marco de lo que era el ALCA”. Las perspectivas para
Argentina no serían buenas: “Estados Unidos no es un mercado para nuestro país. De modo
que no veo ventajas y, por el contrario, va a permitir la entrada de capitales especulativos y
de servicios culturales”. En cambio, “habría que generar tecnología propia, consolidar
49
industrias que puedan exportar y fortalecer el mercado interno”. De acuerdo con el
investigador, el Gobierno anterior intentó hacerlo pero no pudo ir a fondo.
D.H.
El Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial
por Thierry Meyssan
http://www.voltairenet.org/article192523.html
La prensa internacional se esfuerza ahora por imaginar cómo podría reactivarse la
construcción europea, manteniendo a Rusia fuera de ella y, en lo adelante, sin poder contar
con el Reino Unido. Por su parte, Thierry Meyssan estima que ya nada podrá evitar el
derrumbe del sistema. Pero señala que lo que está en juego no es la Unión Europea en sí sino
todo el conjunto de instituciones que permiten la dominación de Estados Unidos a nivel
mundial e incluso la integridad misma de este último país.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 27 DE JUNIO DE 2016
DEUTSCH ΕΛΛΗΝΙΚΆ ‫ فارسى‬FRANÇAIS ITALIANO PORTUGUÊS РУССКИЙ POLSKI NEDERLAND
S ‫ عربي‬ENGLISH NORSK TÜRKÇE
Favorable al Brexit, la reina Isabel II tiene ahora la posibilidad de reorientar su país hacia
el yuan.
Nadie parece entender las verdaderas consecuencias de la decisión británica de abandonar la
Unión Europea. Los comentaristas, que se limitan a interpretar la política al nivel de los
politiqueros y han perdido desde hace tiempo el conocimiento verdadero de los juegos de
intereses regionales, se han focalizado en los detalles de una campaña absurda, protagonizada
por dos bandos: el de los adversarios de una inmigración incontrolada y el de quienes
amenazan al Reino Unido con los peores tormentos y calamidades.
Sin embargo, lo que realmente está en juego en esta decisión nada tiene que ver con esos
temas. La diferencia entre la realidad y el discurso político-mediático es la mejor muestra de la
enfermedad que padecen las élites occidentales: su incompetencia.
Aunque el velo se desgarra ante nuestro ojos, nuestras élites siguen sin entender la situación y
están en una posición análoga a la del Partido Comunista de la Unión Soviética, que no supo
prever las consecuencias de la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989: disolución de
la URSS en diciembre de 1991; disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME,
también conocido bajo las siglas COMECON); disolución del Pacto de Varsovia, 6 meses
después; y los intentos de desmantelamiento de la propia Rusia, que estuvo a punto de perder
Chechenia.
En un futuro muy próximo, asistiremos –siguiendo esa misma mecánica– a la disolución de la
Unión Europea; posteriormente, a la disolución de la OTAN; e incluso, si no tienen mucho
cuidado, al desmantelamiento de Estados Unidos.
¿Qué intereses se mueven
detrás del Brexit?
A pesar de lo que parece indicar la fanfarronería de Nigel Farage, el UKIP no provocó el
referéndum que acaba ganar. La decisión de organizar esa consulta fue impuesta al primer
ministro David Cameron por un grupo de miembros del Partido Conservador.
Esos personajes estiman que la política de Londres debe consistir en adaptarse de forma
pragmática a la evolución del mundo. Esta «nación de tenderos» –así la llamaba Napoleón–
observa que Estados Unidos ya no es la primera economía mundial, ni la primera potencia
militar. Así que ya no hay razones para tratar de seguir siendo sus socios más cercanos.
50
De la misma manera que Margaret Thatcher, quien no vaciló en destruir la industria británica
para transformar su país en polo financiero mundial, exactamente de esa misma manera, esas
personalidades conservadoras no han vacilado en abrir el camino a la independencia de
Escocia y de Irlanda del Norte, y por ende a la pérdida del petróleo del Mar del Norte,
con tal de convertir la City en el primer centro financiero offshore del yuan.
La campaña a favor del Brexit contó con amplio apoyo de parte de la gentry [la nobleza media
y clases adineradas] y del palacio de Buckingham, que movilizaron la prensa popular para
llamar los electores a recuperar la independencia del país.
Al contrario de lo que afirma la prensa europea, la salida de los británicos de la Unión Europea
no será lenta porque la UE se derrumbará rápidamente, antes de que transcurra el tiempo
necesario para el cumplimiento de las negociaciones burocráticas de dicha salida. En el
pasado, los Estados miembros del CAME no tuvieron que negociar su salida de ese órgano de
integración económica ya que este simplemente dejó de funcionar en cuanto comenzó
el movimiento de centrífuga. Los Estados miembros de la Unión Europea que se aferran a las
ramas y se empecinan en querer salvar lo que queda de la Unión, van a dejar pasar la
posibilidad de adaptarse a la nueva situación y se verán en peligro de sufrir las dolorosas
convulsiones que caracterizaron los primeros años de la nueva Rusia: caída vertiginosa del
nivel de vida… y de la esperanza de vida.
Para el centenar de miles de empleados, funcionarios electos y colaboradores europeos que
inevitablemente perderán sus empleos y para las élites nacionales que también dependen de
ese sistema, lo más conveniente sería reformar urgentemente las instituciones para tratar de
salvarlas. Todos creen, erróneamente, que el Brexit abre una brecha que los euroescépticos
van a tratar de aprovechar. Pero el Brexit no pasa de ser una respuesta a la decadencia de
Estados Unidos.
El Pentágono, que actualmente prepara la cumbre de la OTAN en Varsovia, tampoco ha
entendido que ya no está en condiciones de imponer a sus aliados el aumento de sus
presupuestos militares y de obligarlos a respaldar sus aventuras bélicas. La dominación de
Washington sobre el resto del mundo ha llegado a su fin.
Estamos cambiando de era.
¿Qué es lo que va a cambiar?
La caída del bloque soviético fue, en primer lugar, la muerte de una visión del mundo.
Los soviéticos y sus aliados querían construir una sociedad solidaria, que pondría en común
la mayor cantidad posible de cosas. Pero acabaron lastrados por una enorme burocracia y
dirigentes anquilosados.
El muro de Berlín no fue derribado por los anticomunistas sino que cayó ante el empuje de una
coalición de las juventudes comunistas y las iglesias luteranas. Querían refundar el ideal
comunista sin la tutela soviética, sin policía política, ni burocracia. Pero las traicionaron sus
élites que, después de haber servido los intereses de los soviéticos, se dedicaron con el mismo
celo a servir los intereses de Estados Unidos. Los electores más comprometidos con el Brexit
quieren, en primer lugar, recuperar su soberanía nacional y hacer pagar a los dirigentes del
oeste de Europa la arrogancia con la que les impusieron el Tratado de Lisboa, a pesar de que
los pueblos habían rechazado, en 2004-2007, el proyecto de Constitución Europea. Pero
es posible que esos electores también sufran una decepción ante lo que viene.
El Brexit marca el fin de la dominación ideológica de Estados Unidos, de la democracia barata
de las «Cuatro Libertades». En 1941, en su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente
estadounidense Roosevelt las definió como (1) la libertad de palabra y de expresión,
(2) la libertad de cada cual de honrar a Dios como le parezca, (3) la libertad de vivir sin penuria
y (4) la libertad de vivir sin miedo [a una agresión extranjera]. Si los ingleses quieren volver a
sus propias tradiciones, los ciudadanos de Europa continental volverán a los cuestionamientos
de la Revolución Francesa y la Revolución Rusa sobre la legitimidad del poder y modificarán
profundamente sus instituciones, llegando incluso a correr el riesgo de ver resurgir el conflicto
franco-alemán.
51
El Brexit también marca el fin de la dominación militaro-economica de Estados Unidos –ya que
la OTAN y la Unión Europea no pasan de ser las dos caras de la misma moneda, a pesar de que
instaurar la Política Exterior y de Seguridad Común llevó más tiempo que implementar el libre
intercambio comercial. Yo redactaba hace poco una nota sobre esa política ante Siria. Analicé
todos los documentos internos de la Unión Europea, los públicos y los que no se han
publicado, y llegué a la conclusión de que fueron redactados sin ningún conocimiento sobre
lo que realmente pasa en el terreno, pero a partir de las notas del ministerio alemán de
Relaciones Exteriores, que a su vez reproduce las instrucciones del Departamento de Estado de
Estados Unidos. Hace varios años hice un trabajo similar para otro país y llegué a una
conclusión también similar, sólo que en aquel momento el “intermediario” no era el gobierno
alemán sino el gobierno francés.
Primeras consecuencias
dentro de la Unión Europea
En este momento, varios sindicatos franceses luchan contra el proyecto de ley sobre el Trabajo
redactado por el gobierno de Manuel Valls y basado en un informe de la Unión Europea,
informe que a su vez retoma las instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Aunque la movilización de la CGT [1] ya permitió que los franceses descubrieran el papel de la
Unión Europea en el asunto, el hecho es que todavía no acaban de entender la relación entre
la UE y Estados Unidos. Han entendido que, al invertir las normas y anteponer los acuerdos
a nivel de empresa a los acuerdos ramales, el gobierno cuestiona el predominio de la Ley sobre
los contratos. Pero no conocen la estrategia de Joseph Korbel y sus dos hijas –su hija biológica,
la demócrata Madeleine Albright, y su hija adoptiva, la republicana Condoleezza Rice.
El profesor Korbel aseguraba que, para dominar el mundo, Washington no tenía más que
imponer una rescritura de las relaciones internacionales en términos jurídicos anglosajones.
Efectivamente, al poner el contrato por encima de la Ley, el derecho anglosajón privilegia a la
larga a los ricos y poderosos en relación con los pobres y los miserables.
Es probable que los franceses, los holandeses, los daneses y otros pueblos también traten de
separarse de la Unión Europea. Para lograrlo, tendrán que enfrentarse a las clases dirigentes
de sus países. ¿Cuánto puede durar esa lucha? Es imposible predecirlo, pero es indudable
el resultado. En todo caso, en medio del periodo de cambio que ya se anuncia, manipular a los
obreros franceses resultara muy difícil. No será así con sus homólogos ingleses, actualmente
desorganizados.
Primeras consecuencias
para el Reino Unido
El primer ministro David Cameron utilizó las vacaciones de verano como pretexto para
posponer su renuncia hasta octubre. Su sucesor, que sería en principio Boris Johnson, tiene así
tiempo para preparar el cambio y aplicarlo en cuanto entre en Downing Street. El Reino Unido
no esperará hasta su salida definitiva de la Unión Europea para seguir su propia política,
comenzando por apartarse de la política de sanciones contra Rusia y Siria.
Al contrario de lo que hoy escribe la prensa europea, el Brexit no afectará directamente a
la City de Londres, o sea a la gran finanza. Dado su particular estatus de Estado independiente
bajo la autoridad directa de la Corona, la City no ha sido nunca parte de la Unión Europea.
Por supuesto, ya no podrá seguir siendo sede de algunas casas madres de empresas que
tendrán que replegarse hacia los territorios de la Unión Europea. Pero podrá utilizar la
soberanía de Londres para desarrollar el mercado del yuan. Ya en abril, la City obtuvo los
privilegios necesarios para ello mediante la firma de un acuerdo con el Banco Central chino. Y
también desarrollará sus actividades como paraíso fiscal para los europeos.
Si bien es cierto que el Brexit desorganizará temporalmente la economía británica, en espera
de la adopción de nuevas reglas, es muy probable que el Reino Unido –o al menos Inglaterra–
se reorganice rápidamente para sacar el mayor provecho de su nueva situación. Queda por ver
si los promotores de este terremoto tendrán la sabiduría de hacer que también beneficie a
52
su pueblo: el Brexit es un regreso a la soberanía nacional, pero no garantiza la soberanía
popular.
El panorama internacional puede evolucionar de maneras muy diferentes, en función de las
reacciones que ya aparecen. Pero, aunque algunos pueblos se vean afectados, ese panorama
será mucho más realista, tanto como los británicos, en lugar de aferrarse a un sueño hasta
acabar estrellándose contra la dura realidad.
Thierry Meyssan
[1] La CGT (Confederación General del Trabajo), es la organización obrera más importante
de Francia. Nota de la Red Voltaire.
Thierry Meyssan
Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis
for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe,
latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II.
Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores,
2008).
http://www.voltairenet.org/article192523.html
José Gabriel Palma, profesor Facultad de Economía de Cambridge y USACH
“El Brexit es en lo fundamental el resultado de una derrota ideológica de la
“nueva-izquierda””
http://www.elciudadano.cl/2016/07/01/302352/el-brexit-es-en-lo-fundametal-l-resultado-deuna-derrota-ideologica-de-la-nueva-izquierda/
La salida del Reino Unido de la Comunidad Europea sigue dando que hablar, tanto por la
inestabilidad de los nunca estables mercados financieros internacionales como por los efectos
políticos que tiene en el Viejo Continente. Lo más preocupante del Brexit es que fue resultado
de una ciudadanía descontenta, cansada tanto de ser los grandes perdedores de la
globalización neo-liberal, como de la incapacidad de la “nueva-izquierda” de formular una
alternativa creíble y viable. Por tanto, ahora encuentra refugio en la extrema derecha.
Hace poco más de una semana los británicos decidieron dar el sí a la salida del Reino Unido de
la Comunidad Europea, lo que rompe una relación de más de 40 años de la Isla con el
continente y que tiene consecuencias insospechadas tanto para Europa como para el resto del
mundo.
Los primeros efectos de los resultados del referéndum fue la gran volatilidad de los mercados
financieros, con caídas históricas en las principales bolsas de comercio, y las alzas y bajas de las
principales monedas mundiales; para luego pasar al efecto rebote – que a una semana del
plebiscito – dejó por ahora muchas cosas casi como estaban.
En términos políticos los efectos fueron igualmente visibles. La inmediata renuncia del Primer
Ministro David Cameron gestó una frenética carrera por la sucesión, que terminó con su
partido, el Conservador, quebrado y con los principales impulsores del Brexit, el ex alcalde de
Londres, Boris Johnson, y el actual ministro de Justicia, Michael Gove, en veredas diferentes;
siendo este último el que ganó la pulseada por ser el candidato de los parlamentarios
conservadores que apoyaron al Brexit en la carrera por suceder a Cameron. Por su parte, el
Partido Laborista entró en guerra civil interna.
Esto, junto a la confirmación del avance de la extrema derecha en el continente.
53
El Ciudadano conversó con el doctor en Economía de la Universidad de Oxford y doctor en
Ciencia Política de la Universidad de Sussex y profesor de la Facultad de Economía de la
Universidad de Cambridge y USACH, José Gabriel Palma, para hacer un análisis del contexto
post Brexit.
Al respecto, su primer análisis es que “Lo que sucedió, y que de alguna forma era predecible,
pero que no se tomó muy en cuenta y mucha gente prefirió no pensar en eso es que los
ganadores en la así llamada globalización iban a ser muy ganadores y que los perdedores iban
a ser muy perdedores“, en referencia a desarrollo económico del Reino Unido en el transcurso
de la implementación del neoliberalismo en la región.
“Aquí en Europa, a diferencia de Estados Unidos, salió un discurso de nueva izquierda. En
Inglaterra se llamó “los nuevos laboristas”, y en Francia los que todavía se llaman socialistas
están en el gobierno con Hollande”, expresa Palma, quién agrega que “ese discurso que se
auto-denominó “Tercera Vía” trató de competir con el neoliberal hegemónico, algo así como el
socialista renovado chileno. En Inglaterra los laboristas estuvieron 13 años en el poder y
parecía, en el inicio especialmente, que estaba tratando de construir algo paralelo y lo que
pasó fue que esa nueva izquierda perdió legitimidad porque fue incapaz de construir una
ideología creíble, viable y alternativa al modelo neoliberal para canalizar a los descontentos
dentro de un nuevo proyecto de desarrollo”.
"El Brexit es el resultado de esa derrota ideológica. Y eso es peligroso, pues mientras los
“nuevos laboristas” desperdiciaban su oportunidad histórica de construir algo nuevo, los
descontentos fueron atraídos por la extrema derecha con su discurso retrógrado y simplista"
En este sentido, Palma es claro en señalar que “El Brexit es el resultado de esa derrota
ideológica. Y eso es peligroso, pues mientras los “nuevos laboristas” desperdiciaban su
oportunidad histórica de construir algo nuevo, los descontentos fueron atraídos por la extrema
derecha con su discurso retrógrado y simplista, ambos en el peor sentido de la palabra. Así los
grandes perdedores de la globalización fueron atraídos por Trump en Estados Unidos, los Le
Pen en Francia, el UKIP en Inglaterra, y a eso podemos sumar lo que sucedió en Austria,
Holanda y Dinamarca, entre otros”. La única razón por la que en el Reino Unido los
conservadores llamaron a este referéndum fue para parar la hemorragia de sus bases a la
extrema derecha, pues no sólo los Laboristas perdían apoyo por haber perdido su imaginación
crítica, sino ellos también perdían apoyo en los grupos de ingreso medio bajo, su pilar político.
Inmigración ¿El principal argumento?
Consultado respecto de cuán influyente es la crisis migratoria que vive Europa en estos días en
la decisión de los británicos, Palma insiste que es muy fácil sobrestimar su papel como la
principal razón del descontento, tal como ha aparecido en diferentes medios.
“El tema de inmigración fue la guinda en la torta del Brexit. La inmigración, a pesar de ser un
tema relevante hace tiempo, sólo pasó a ser central con la ola inmigratoria del año pasado; fue
la gota que rebalsó el vaso, pero no era lo fundamental del problema. Lo que llevó al Brexit es
algo mucho más complejo, mucho más profundo y sobredeterminado”, sostiene el académico.
“Lo migratorio le dio el último empujón al Brexit. No hay que engañarse que fue sólo un
problema migratorio, eso se sumó a muchos otros“, agrega.
54
"El tema de inmigración fue la guinda en la torta del Brexit. La inmigración, a pesar de ser un
tema relevante hace tiempo, sólo pasó a ser central con la ola inmigratoria del año pasado; fue
la gota que rebalsó el vaso"
Al mismo tiempo, Palma sostiene que se ha producido un fenómeno de carácter antineoliberal
que ha sido aprovechado de manera exitosa por los sectores de extrema derecha, ultra
nacionalista y que se oponen a los niveles de apertura que exige este modelo económico. En
esta línea agrega que “lo interesante que pasó es que las personas que han perdido con el
modelo neoliberal, que son muchos, de repente perdieron la paciencia, y muy rápido”.
Y, junto con lo anterior, José Gabriel Palma recalca que “El crecimiento de la extrema derecha
en Europa es un fenómeno claro, creciente y con consecuencias futuras que da susto
pensarlo“.
De esta forma, establece que la respuesta se encuentra en la revisión y el reimpulso de la lucha
ideológica puesto que “aquí hay que volver a Gramsci: las peleas de este tipo se ganan o se
pierden en el terreno de la ideología. La nueva izquierda, por su insubstancialidad, perdió la
pelea ideológica tanto con la derecha neoliberal como con los descontentos”.
Incertidumbre financiera: mercados que son un fraude
Una de las consecuencias más notorias tras la aprobación del Brexit ha sido la volatilidad que
han mostrado los mercados financieros internacionales.
Sin embargo, para Palma “hay que recalcar que los mercados financieros internacionales son
en gran medida un fraude. Si fueran estables nadie ganaría”.
“Su principal fragilidad están en su total desvinculación con la economía real. Se transformaron
en monstruos rentistas cuyo sello es la inestabilidad” explica Palma.
“hay que recalcar que los mercados financieros internacionales son en gran medida un fraude.
Si fueran estables nadie ganaría"
Reglón seguido recalca que “el precio de muchos activos financieros están de vuelta en un
escenario similar a la previa del Brexit, a pesar que el contexto económico y político está cada
vez más convulsionado. Para ellos tomar en cuenta lo que se llaman los “fundamentos” pasó a
ser algo opcional”.
Finalmente al ser consultado sobre las posibles consecuencias en la economía chilena, Palma
dice que “la inestabilidad financiera y la de los precios de las materias primas no ayuda a
nadie, salvo a los agentes financieros, pero como ya estamos en un pantano, no creo que la
cosa empeore mucho más“. Pero esta posibilidad está siempre presente. En economía nunca
hay algo tan malo que no pueda estar peor.
José Robredo H.
El Ciudadano
El Brexit, es anti-Grexit // Étienne Balibar
Traducción para LS!: Igor Peres
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/07/el-brexit-es-anti-grexit-etienne-balibar.html
Débil, Atenas fue condenada al ostracismo en el interior de las fronteras de la Unión. Hay
fuertes evidencias de que el proceso se dará de forma inversa respecto a los británicos: la
geometría del sistema europeo se adaptará para reintegrarlos por el margen.
55
Lejos de mí la idea de minimizar el carácter dramático de las consecuencias que serán
producidas por el voto del Reino Unido: para los británicos y para la Europa. Pero me
sorprende la manera como se nos presentan los hechos en los títulos de la prensa francesa y
extranjera: “Après le Brexit…. [Después del Brexit…]". Salvo raras excepciones, todos parecen
dar por sentado que el divorcio ocurrió. En realidad, adentramos seguramente en una fase de
turbulencias cuyo desenlace, sin embargo, no tiene nada de claro. Es esta incertidumbre que
me gustaría intentar comentar e interpretar. Sabemos bien que comparación no es razón, y,
sin embargo, cómo no recordar que en la historia reciente de la política europea los
referéndums nacionales o transnacionales jamás son aplicados? Este fue el caso en el 2005 y
en el 2008 a propósito de la "Constitución Europea" y del tratado de Lisboa, y, de manera
todavía más evidente en 2015, en el caso del memorándum impuesto a Grecia.
Probablemente, lo mismo ocurrirá ahora. La clase dirigente británica, más allá de los conflictos
personales que la dividieron tácticamente, maniobra para retardar los plazos y negociar de la
mejor forma la "salida". Ciertos gobiernos (el francés a la cabeza), así como los porta-voces de
la Comisión, multiplican la fantochada ("fuera es fuera", "salir quiere decir salir"). Pero
Alemana no lo ve así, y no habrá unanimidad alguna a propósito, salvo de mentira.
Lo más verosímil - al término de un periodo de tensiones cuyo resultado no será tan
determinado por las opiniones públicas como por las situaciones de los mercados financieros es que se fabricará una nueva geometría del sistema de los Estados europeos en la cual la
pertenencia a la Unión europea será siempre compensada por otras estructuras: la eurozona,
pero también la OTAN, el sistema de seguridad en las fronteras que sucederá al acuerdo de
Schengen, y una zona de “libre comercio” a ser definida en función de las relaciones de fuerzas
económicas. También desde este punto de vista, la comparación entre el Grexit y el Brexit
puede revelarse instructiva; la debilidad de Grecia, abandonada por todos aquellos que,
lógicamente, tendrían que haber sostenido sus reivindicaciones, llevó a un régimen de
exclusión interna; la fuerza relativa del Reino Unido (que puede contar con sólidos apoyos en
la UE) conducirá sin duda a una forma acentuada de inclusión externa. Eso quiere decir que
giro algún acaba de ser dado? Obvio que no. Examinemos brevemente el “lado inglés” y el
“lado europeo” antes de decir porque ellos no son separables, sino que representan los dos
lados de una misma moneda.
Es evidente que la historia particular de la Grand Bretaña - su pasado imperial, su historia
social hecha de cambios brutales - debe ser llevada en cuenta para explicar la emergencia de
un sentimiento “anti-europeo” hegemónico. Los análisis que nos son propuestos muestran que
este último abarca una diversidad de motivaciones, repartidas según factores de clase,
generación, nacionalidad y etnicidad. Potencialmente, son contradictorios entre sí, y es esta
contradicción que es ocultada por el discurso “soberanista”, que fue manipulado por los
partidarios del Brexit. Entonces, tenemos que plantearnos la cuestión de saber por cuánto
tiempo lo mismo discurso estará en condiciones de “mascarar” el hecho de que las tensiones
económicas y sociales, en primer plano, de las cuales una proporción creciente de los “nuevos
pobres” del reino son victimas hoy en día, se deben a los efectos acumulados de políticas
neoliberales que la UE no impuso sola a la Gran Bretaña, ya que esta última ha sido, al
contrario, desde la época de Thatcher y después en la del New Labour, uno de sus más activos
sostenedores en relación a toda la Europa. Por si solo, el Brexit – cualesquiera que sean sus
modalidades – no aportará correctivo alguno para esta situación. Salvo si, evidentemente, una
política alternativa se tonase mayoritaria. Para eso será necesario, empero, y esa no es la
principal paradoja de la situación, que ella implique una contrapartida continental, pues la ley
de concurrencia entre los territorios se impondrá más que nunca.
Lo que nos lleva al lado "europeo". Todas las especificidades consideradas, ninguno de los
problemas que asolan el Reino Unido están ausentes de las naciones europeas. Es lo que hay
56
de verdadero en la propaganda "populista" ("ni izquierda ni derecha") que se despliega ahora
por toda UE, demandando referéndums como el inglés. Ya por el 2005 el canciller Schmidt
observaba que, salvo excepción, las consultas como las hechas en Francia y Holanda tendrían
dado resultados negativos por todas partes. La crisis de legitimidad, el retorno del
nacionalismo, la tendencia a proyectar el malestar social y cultural sobre un "enemigo
interno", buscada por los partidos xenófobos e islamofóbicos, se desarrollaron por todos
lados. La crisis griega ha sido utilizada por los gobiernos adeptos a la austeridad social para
hacer de la deuda pública el fantasma de los contribuyentes. La crisis de los refugiados ha sido
amalgamada a las cuestiones de seguridad. Dicho claramente: aquello que se manifiesta más
allá de la Mancha como "separatismo" se traduce por todos lados en Europa como tendencia
al despedazamiento de las sociedades, agravación de sus fracturas internas y externas.
Digamos mejor: cruzamos un límite en el proceso de disgregación de la construcción europea,
no en razón del voto británico, sino en razón de aquello que lo mismo revela en términos de
tendencias hacia la polarización del conjunto europeo y de la crisis política, que es también
moral. No solo estamos en un "interregno", como ya he escrito, sino que asistimos también a
un proceso destituyente que, por ahora, no tiene contrapartida constituyente.
¿Impotentes? Esa es toda la cuestión. A corto plazo, soy muy pesimista ya que todos los
discursos de "refundación" de Europa están en manos de una clase política y tecnocrática que
no vislumbra transformación alguna de las orientaciones que le aseguran la indulgencia del
poder oculto (lo de los mercados financieros), y no quieren reformar en profundidad el sistema
de poder de dónde saca su monopolio de representación. Y, por vía de consecuencia, la
función de contestación es asumida por partidos e ideólogos que tienden a destruir los lazos
entre los pueblos (o más genéricamente los residentes) europeos. Será necesaria una muy
larga marcha para que se conjuguen y se precisen a los ojos de una mayoría de ciudadanos, a
través de las fronteras, la estrecha interdependencia entre soberanía compartida, democracia
transnacional, alter-mundialización, codesarrollo de las regiones y naciones, traducción entre
culturas. No estamos a la altura, y el tiempo urge... Una razón más - si creemos en Europa para buscar la explicación sin cesar.
[Fuente:http://www.liberation.fr/debats/2016/06/27/le-brexit-cet-antigrexit_1462429 escrito en 27/6/2016]
Alianza del Pacífico: “Las líneas de trabajo serán vía APEC y fortlecer la
ideología neoliberal”
http://www.elciudadano.cl/2016/07/01/302580/lianza-del-pacifico-las-lineas-de-trabajoseran-via-apec-y-fortlecer-la-ideologia-neoliberal/
La reunión de los presidentes de los países miembros de la Alianza del Pacífico, reforzaron
el mensaje de ser una alternativa neoliberal a los esfuerzos de construir un bloque
progresista en la región. Las dudas se sostienen en las condiciones políticas e ideológicas
que lo sostienen.
Este viernes se reunieron en Puerto Varas, en el cierre del encuentro empresarial de la Alianza
del Pacífico, los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Ollanta Humala; de
57
Colombia, Juan Manuel Santos; y de México, Enrique Peña Nieto, para dar un reimpulso a
este bloque que busca oponerse a Mercosur.
En la misma reunión Bachelet, a nombre del gobierno de Chile, asumió la presidencia Pro
Tempore de la Alianza, donde se establecieron una serie de objetivos en donde la clave,
según la mandataria chilena, se encuentra en que “yo creo que aquí los colegas todos han
planteado que es importante la integración, pero que tiene que tener una cosa clave que es
justamente el bienestar social, la mejora, la prosperidad compartida como un elemento
clave“.
En este sentido el periodista y analista internacional Pablo Jofré señala que “Lo primero que
uno puede concluir es preguntarse ¿qué hace Mauricio Macri en esta reunión? Esto
demuestra que hay una decisión política de incorporar a otros actores regionales en
virtud de darle fuerza a la Alianza del Pacífico, que ha sufrido los embates de otras alianzas
como el ALBA o UNASUR, bloques regionales que hoy están a la baja en virtud de
dificultades políticas que enfrentan”.
Al mismo tiempo, Jofré cree que “la Alianza del Pacífico a través de Bachelet, Santos,
Humala y Peña Nieto lo que está mostrando son nuevos aires, señalando “señores somos
la alternativa dentro de una línea política que esta a la baja como es el bloque
bolivariano”ese es el mensaje de fondo”.
En este sentido la presidenta Bachelet señaló que “es tiempo de menos retórica“, en franca
alusión a los bloque que nacieron bajo el alero del liderazgo bolivariano.
Para Jofré los dichos de Bachelet son una muestra clara que “son una crítica a lo ideológico,
que tanto le duele a los tecnócratas,que suelen decir que es importante hacer que decir, pero
en realidad si una alianza política o económica no va acompañada de un sustento ideológico
firme, queda simplemente en esto, en el hacer cosas, en el cosismo, en exportar más o hacer
más tratados de libre comercio, ero sin un fondo de desarrollo político e ideológico a América
Latina”.
“La Alianza del Pacífico representa en lo meramente económico, de tal forma que el
presidente Santos – de Colombia – habla de poner estabilidad en los mercados de capitales
como una forma de poder favorecer el esfuerzo integrador de la Alianza. Santos profundiza
en un discurso meramente financiero, sin contar a las personas”, recalca Jofré.
Al finalizar su mensaje de inicio de la Presidencia Protempore del bloque, Bachelet expresó
que “es cierto, enfrentamos una coyuntura económica internacional compleja, aquí hemos
hablado de volatilidad, hemos hablado de incertidumbre. Yo creo que tenemos que
58
aprender a vivir con eso, es parte del mundo actual, los países desarrollados siguen
insertosen un contexto de incertidumbre acentuado sin duda por el Brexit y a esto se suma
la reducción del crecimiento de China”.
Estos dichos, bajo el análisis de Jofré, significan “Este grupo busca convertirse en una
instancia regional de vinculación directa con el Asia Pacífico, por todas las cualidades que
puede tener. Las líneas de trabajo serán vía APEC y fortlecer la ideología neoliberal”.
José Robredo H.El Ciudadano
Jorge Zabalza: "decir izquierda no quiere decir nada"
http://elmuertoquehabla.blogspot.mx/2016/07/jorge-zabalza-decir-izquierda-no-quiere.html
Emiliano Tuala
Alejado de la militancia política formal y de muchos de quienes fueron sus compañeros de
lucha en el MLN, aunque bien cerca de su compañera Verónika y de sus ideas de toda la vida,
Jorge Zabalza siempre tiene algo interesante para decir. Por eso esta entrevista a "el
Tambero", con quien conversamos sobre la izquierda de hoy y la de ayer, el marxismo y los
gobiernos del Frente Amplio.
Jorge, ¿qué implica ser de izquierda en estos tiempos?
El término izquierda indica a quienes poseen una visión crítica sobre el estado actual de cosas
y se proponen cambiarla. Abarca una gama muy variada de posturas ideológicas. En primer
lugar, dentro de la izquierda hay un grupo de posiciones que proclaman el propósito de
cambiar solamente algunas de las aristas del sistema, las más filosas, aquellas que producen
mayor espanto y, por consiguiente, la propuesta de cambiarlas posibilita convocar el espectro
más amplio de alianzas. Esta finalidad política, que renuncia a cambiar el sistema en sí, frena al
pensamiento crítico, le impide descender de la superficie, no lo necesita porque como no
piensan tocar las bases de la sociedad, ¿para qué ir hasta el fondo?
Muy diferente es la corriente integrada por personas moralmente indignadas con este el
mundo dominado por el afán de lucro y la competencia feroz entre feroces individuos.
Indignación moral porque las grandes mayorías están siendo privadas de su condición humana.
El enojo y la bronca empujan el pensamiento crítico al fondo del asunto y allí descubre que
esos males son propios de un sistema organizado en torno al mercado y al trabajo forzado.
Que es necesario transformar al capitalismo en su totalidad y no solamente algunas de sus
externalidades, que es preciso erradicar el salario y la ley del valor como forma predominante
de relación entre las personas y organizar un modo justo e igualitario de producir y hacer
política. Que se necesitan mujeres y hombres que se sientan socialmente responsables, que
sean generosos, solidarios, capaces de dar la vida por el bienestar del prójimo.
Cabe destacar que la definición de izquierda es lo suficientemente ambigua para que quepan
ambas corrientes ideológicas y que ninguna de ellas es más verdadera que otra. Decir
“izquierda” no quiere decir nada: lo que define es anti-capitalista o pro-capitalista, socialismo
o barbarie.
¿Y qué países o modelos creés que deben ser una referencia para la izquierda del siglo XXI?
59
No hubo ni hay modelos para la sociedad que queremos. Existen e influyen en el pensamiento
político las raíces históricas del movimiento popular, el artiguismo, que en el siglo XIX logró
conformar un pueblo armado y organizado con los sectores sociales más desprotegidos de las
provincias del Plata: guaraníes misioneros, zambos, mulatos, negros, criollos pobres, charrúas,
artesanos, troperos. Un pueblo en armas para terminar con la injusticia del latifundio y del
monopolio extranjero del comercio y las finanzas. Doscientos años de historia desde la
revolución de 1810 y los enemigos del pueblo siguen siendo los mismos: el latifundio y las
grandes corporaciones de capital extranjero.
Existe e influye la historia del movimiento obrero desde de la Comuna de París, de 1871, al
presente, toda la cadena de experiencias revolucionarias frustradas que, en definitiva,
constituyen un rico caudal de enseñanzas, una biblioteca a disposición de quienes se
propongan revolucionar el mundo.
No quiere decir que las futuras insurgencias se puedan librar del pecado y el error, sino
simplemente que hay mucho donde aprender, mucho que estudiar e investigar, mucha teoría
para amasar y digerir. No hay modelos preestablecidos, el modelo se va a construir a partir de
una moral revolucionaria firme, sin ella no habrá revoluciones.
¿Qué evaluación hacés de lo que fueron los regímenes del llamado socialismo real? ¿Y qué
lecciones puede sacar la izquierda de esos procesos?
El término socialismo real tampoco dice mucho y, además, induce la falsa idea de que los
precursores del '17 y los revolucionarios de todo el mundo lucharon por un socialismo irreal,
en el aire, sin asidero real. En el impulso de los insurrectos rusos de 1917, en el espíritu de los
combatientes rojos que derrotaron a los nazis en 1945 y en el esfuerzo de quienes creyeron
estar construyendo el socialismo, se descubren los rasgos principales de una subjetividad
capaz de hacer revoluciones.
El fracaso de la experiencia soviética vino de la mano con la decisión de mantener vigentes las
armas melladas del capitalismo e interrumpir el desarrollo de esos valores que fueron la fuerza
moral de la insurrección del '17. La revolución es un fenómeno de consciencia, de cambios
muy profundos en las maneras de sentir y de pensar que, de haber continuado luego de la
insurrección de octubre, habrían impedido que un grupo de burócratas monopolizaran el
quehacer político en la URSS. Las políticas de construir el socialismo en la URSS y la de coexistir
pacíficamente con el capitalismo son la consecuencia de esa renuncia a continuar impulsando
el espíritu revolucionario. Todavía se sufren las consecuencias éticas, morales y culturales de la
derrota de la insurgencia del '17 por la contrarrevolución estalinista.
¿El marxismo tiene vigencia como herramienta de análisis y transformación de la realidad?
¿Considerás que conceptos como lucha de clases y dictadura del proletariado aún son válidos?
Bueno, bueno, la lucha de clases aparece cada vez que le meten la mano en el bolsillo a los
asalariados, sea con aumento de las tarifas de los servicios públicos o del IRPF. La lucha de
clases reaparece cuando quieren desalojar a quienes viven en los asentamientos de la ciudad
de Maldonado o del Parque Guaraní en Montevideo. También vive y colea la lucha de clases en
el decreto de esencialidad con el fin de desarticular la movilización sindical de los docentes.
Cada día queda más en evidencia que esta democracia, entre comillas, a la que se regresó en
1985, es muy demócrata para las 3.300 personas que se apropian del 50% de los ingresos de
capital y la sienten como una verdadera dictadura del capital los 120.000 jubilados que cobran
menos de $8.000 y el medio millón de uruguayos que gana menos de $15.000.
60
¿Es un marxista Leonardo Boff cuando dice que la clase dominante se apoderó del sistema
político en Brasil? ¿O simplemente expresa conceptualmente la realidad que todos perciben a
través de sus sentidos?
¡A no joder con jueguitos de palabras! El marxismo continúa proporcionando los elementos y
las categorías que permiten aproximarse con mayor exactitud a la realidad de la sociedad de
clases.
Vengamos más acá y hablemos concretamente de Uruguay. ¿Cuánto se ha avanzado a partir
de los gobiernos del Frente Amplio y cuánto falta por hacer?
¿Se pueden considerar las políticas asistencialistas como un avance? ¿O simplemente son un
alivio momentáneo que genera dependencia del partido de gobierno y permite que esos
clientes consuman un poco más, sin por ello escapar a la marginación política y social?
¿Se puede considerar un avance que haya un 10 o un 15% menos de rapiñas? ¿O simplemente
son cifras para justificar la apuesta política y presupuestal al aparato policíaco represivo y las
cárceles para resolver el problema social de la marginación y la exclusión?
Se ha revelado que el 25 % de los liceales tiene extraedad. ¿Eso es un avance de la educación
gratuita e igualitaria? ¿O son cifras que revelan la ausencia de una política educativa que
tienda a producir jóvenes que piensan críticamente?
¿Se puede considerar un avance que se cultiven un millón y medio de hectáreas en base al uso
de agrotóxicos que contaminan tierra y agua? ¿O es una cifra que debe provocar pavor en
cualquier ser más o menos pensante?
¿Se puede considerar un avance que las calificadoras de riesgos expresen su satisfacción por la
buena marcha del capitalismo en el Uruguay? ¿O debemos preocuparnos por el regocijo de
quienes hacen su negocio provocando crisis de la economía mundial y utilizando para
expropiar los ingresos de las clases más favorecidas?
¿Puede considerarse un avance el crecimiento de las inversiones extranjeras directas, de la
deuda externa y de las ganancias de los bancos? Sí, ya lo sé, es un avance para la clase
dominante criolla y para los capitales del exterior.
En realidad, Emiliano, si al Frente Amplio todavía le queda más por hacer en ese rumbo, ¡pobre
de nosotros!
Y entonces, ¿dónde está la izquierda política en Uruguay? ¿Desde qué espacio político se
puede avanzar en la construcción de una alternativa al capitalismo?
Quiero abrazar al compañero Óscar Andrade y reconocer que su actitud de regresar al
movimiento social es un hecho con aroma a futuro. Una actitud que implica colocar en la lucha
social el eje de la acumulación política. Reconforta este mensaje ideológico que fortalece a las
organizaciones sindicales.
Casi todo el espectro de izquierda ha caído en la trampa de la democracia formal y consume
sus esfuerzos en recorrer caminos electorales que la conducen a un túnel sin salida. El
propósito de captar votos a cualquier costo indujo la renuncia a luchar por la anulación de la
ley de impunidad por parte de la mayoría de los delegados de un Congreso del Frente Amplio.
Las alianzas y las concesiones programáticas necesarias para ganar elecciones conllevan la
confusión que oscurece el entendimiento político del movimiento popular. En las luchas
sociales se identifica nítidamente a los responsables del desastre de las clases populares y a
quienes les prestan su consentimiento desde el gobierno y el parlamento y, en consecuencia,
se avanza en la comprensión de la realidad.
Puede afirmarse, sin embargo, que en estos últimos diez años la gente ha ido entendiendo que
sus problemas no se resuelven con mayorías parlamentarias. Que con un gobierno progresista
61
la distribución del ingreso sigue siendo muy injusta y la brecha social se ensancha al tiempo
que se profundiza. Que han convertido al Uruguay en la reserva ideológica de la impunidad de
los crímenes del terrorismo de Estado. Que han permitido que la propiedad de la tierra esté
cada vez más concentrada y pertenezca a capitalistas extranjeros. Que abortar siga siendo el
vía crucis de las mujeres que quieren interrumpir su embarazo. Que la legalización de la
marihuana y el matrimonio igualitario para borrar prejuicios y alivianar las mentalidades
conservadoras y reaccionarias que dominan nuestra sociedad.
En fin, se va entendiendo que el camino para dar soluciones a los grandes problemas sociales
está muy alejado de la juntadera demagógica de votos.
Boaventura de Sousa: La embestida de la derecha y su relación con el
fascismo financiero
http://www.surysur.net/boaventura-de-sousa-la-embestida-de-la-derecha-y-su-relacion-conel-fascismo-financiero/
Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido
sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América
Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la
“fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países
como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone
continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define
como “igualdad con diferencias”.
–¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina?
–Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un
continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas
décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos
gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna
redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los
productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de
ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se
está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya
puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo,
Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la
igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que
se trata de una “igualdad con diferencias”.
–¿En qué sentido “igualdad con diferencias”?
–Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el
reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y
afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la
diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un
impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador,
para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras
de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en
este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva.
–¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?ch
constituyente
–Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de
qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como
un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están
62
destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios
constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel
mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de
seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos
un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay
dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la
democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo
proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior.
–¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región?
–Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte
final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos
sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para
suceder a Lula.
–¿Por qué lo cree?
–Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a
elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos
de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso
que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias
contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los
cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos
implementaron políticas casi ofensivas.
–¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente?
–Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia
Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en
otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido
en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta
redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se
le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche… Pero la gente que estaba
muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le
gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente
elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de
comunicación decían era realmente falso.
–Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los
últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad
popular…
–Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de
políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos.
Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se
muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir.
–¿Cómo cuáles?
–Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes
no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que
buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían
desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio
para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema
fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa,
aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para
permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al
mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos,
enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron
en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más
63
adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión
democrática y ciudadana.
–¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos?
br shoppings–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos
políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron
invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia
participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los
hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora
les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue
realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y
pervertir todo lo que se hizo.
–Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere?
–Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la
presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de
fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el
financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a
los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la
realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se
sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una
nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo
que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en
todo el continente.
–¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias?
–El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más
que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no
hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano
que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares
pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de
organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que
aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está
absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados
Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha.
–¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra
Dilma?
–Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo
el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos
por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por
los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a
Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina,
y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de
nuevo.
–¿En qué consiste el “fascismo financiero”?
–Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que
es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de
desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los
grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de
quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos
recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el
padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto
sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas.br negros
asesinados en bahia - copia
64
Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y
que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona
a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad.
Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y
zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento
básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo
esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y
por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente
fascistas.
–¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero?
–El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático
para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede
ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero
al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y
además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por
encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el
Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en
el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que
huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas
democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también
tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación.
–¿Qué hay del fascismo político?
–Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y
cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades
son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así
decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los
asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego
democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para
después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y
donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente.
–El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento?
esp universidades–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del
conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la
curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a
conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de
mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades
están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza
el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como
corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen
para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores.
Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo
que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical
en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que
el conocimiento científico es importante y no se puede demonizar, que la ciencia demuestra
que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos
usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es
necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y
desmercantilizarla.
–¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los
refugiados que se despliegan en varios países europeos?
–Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un
caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de
65
fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está
aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea
conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como
salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa
puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina.
–¿Por qué?
–Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos
desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países
que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy
dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la
Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier
momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una
lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos.
–¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?por boaventura16
–Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política.
Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la
izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían
aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una
derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido
socialista.
–¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación?
–El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”.
Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por
eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que
las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación
política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa
sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los
candidatos.
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS ANALIZA LA EMBESTIDA DE LA DERECHA
EN LA REGION Y SU RELACION CON EL “FASCISMO FINANCIERO”
“Los más poderosos son quienes más salen del juego democrático para después
imponerlo a los de abajo”
http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-303326-2016-07-04.html
En medio del actual proceso de transición regresiva en varios países de la región, como
Argentina y Brasil, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la
igualdad para impulsar un nuevo ciclo constituyente que haga frente a los intentos
destituyentes. Los logros alcanzados en los últimos años y sus límites. Los errores de los
gobiernos progresistas.
Por Natalia Aruguete y Bárbara Schijman
Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han
podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de
América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de
manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en
países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone
66
continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define
como “igualdad con diferencias”.
–¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina?
–Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un
continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas
décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos
gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna
redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los
productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía,
por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está
demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en
cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador
también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad
debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata
de una “igualdad con diferencias”.
–¿En qué sentido “igualdad con diferencias”?
–Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el
reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y
afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la
diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un
impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de
Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes
maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros.
Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva.
–¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?
–Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de
qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como
un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están
destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios
constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel
mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de
seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos
un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay
dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la
67
democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo
proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior.
–¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región?
–Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte
final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos
sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para
suceder a Lula.
–¿Por qué lo cree?
–Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a
elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos
de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso
que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias
contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los
cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos
implementaron políticas casi ofensivas.
–¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente?
–Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia
Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en
otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido
en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería
esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a
que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche... Pero la gente que
estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente
le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo
suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los
medios de comunicación decían era realmente falso.
–Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados
en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la
voluntad popular...
–Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de
políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos.
Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se
muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir.
68
–¿Cómo cuáles?
–Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes
no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de
que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que
venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les
dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema
fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera
perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias
primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los
precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los
ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que
tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una
situación más adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas
de inclusión democrática y ciudadana.
–¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos?
–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos,
que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a
ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia
participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales
y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era
permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue
realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y
pervertir todo lo que se hizo.
–Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere?
–Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la
presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de
fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el
financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a
los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la
realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se
sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una
nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo
que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en
todo el continente.
–¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias?
69
–El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más
que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no
hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que
opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero
que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones
democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican
condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está
absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados
Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha.
–¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo
contra Dilma?
–Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo
el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por
los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los
pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando
Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y
debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de
nuevo.
–¿En qué consiste el “fascismo financiero”?
–Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que
es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de
desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los
grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de
quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos
recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el
padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto
sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas. Por ejemplo, la
discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman
“leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a
cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo
mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y
zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento
básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo
esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y
por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente
fascistas.
70
–¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero?
–El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático
para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede
ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero
al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y
además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo
por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto,
porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata
estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos
reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para
imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero.
Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación.
–¿Qué hay del fascismo político?
–Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y
cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades
son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así
decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos
de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y
los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a
los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la
necesidad de un otro proceso constituyente.
–El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del
conocimiento?
–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho
tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se
decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no
es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la
innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar
recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias
universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como
empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los
estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto
que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar
llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los
movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede
71
demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el
agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia
no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder
democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla.
–¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas
hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos?
–Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un
caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de
fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está
aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea
conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como
salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa
puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina.
–¿Por qué?
–Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos
desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países
que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es
muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de
la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier
momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una
lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos.
–¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?
–Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política.
Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la
izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían
aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una
derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido
socialista.
–¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación?
–El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”.
Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por
eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que
las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación
72
política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa
sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los
candidatos.
Un gobierno anti-proletario
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070105
El caso de ENATEX nos enseña otros perfiles del gobierno populista y progresista, con
pretensiones de “socialismo-comunitario”. Asombrosamente, después de que lo calificamos
como gobierno anti-indígena, con el conflicto del TIPNIS, ahora podemos calificarlo
como gobierno anti-proletario. ¿Cómo puede darse un gobierno anti-proletario? Un gobierno
burgués, es decir, ejemplarmente capitalista, no puede ser anti-proletario, pues el modo de
producción capitalista depende del proletariado para el cumplimiento del proceso de
valorización dineraria. Un gobierno liberal burgués no puede ser anti-proletario, a no ser que
quiera suicidarse, y acabar con el modo de producción capitalista. Lo que si puede ser este
gobierno burgués, por lo menos hipotéticamente, es ser represivo con las demandas y
pretensiones sociales, económicas y políticas del proletariado organizado; pero, no antiproletario. Yendo al otro lado, ungobierno socialista, que por las circunstancias de la
coyuntura, compungido por los bloqueos, los boicot y las restricciones de los Estado-nación,
las potencias imperialistas, del sistema-mundo capitalista, se ve obligado a optar por
un pragmatismo y un realismo político, que lo llevan al burocratismo, no puede ser antiproletario, aunque tenga que sabotearlo, en lo que respecta a la democracia obrera, al
mandato de los consejos, de lossoviets, preservando el monopolio y la centralización del
mando en el comité central del Partido Comunista. Esto significaría, descartar no solamente
sus bases, sino la matriz de su misma ideología y praxis política.
¿Qué es, entonces, un gobierno anti-proletario? Comenzaremos con algunos balbuceos.
Un gobierno anti-proletario aparece como un dispositivo de boicot alproductor directo, en
condiciones de proletariado; algo que no podría hacer un gobierno burgués, tampoco, por
razones simétricas y opuestas, un gobierno socialista. ¿Qué clase de gobierno boicotea
al proletariado por razones económicas o por razones políticas? Solo podría ser un gobierno al
que no le interesa la producción, tampoco el socialismo, aunque se lo proponga como
prolongación de la dictadura burocrática y no comodictadura del proletariado. ¿A qué clase
de gobierno no le interesa la producción ni el socialismo, aunque lo diga demagógicamente, que
le interesa? Solo puede ser una clase de gobierno que le interesa de sobremanera laespeculación,
acompañada por la simulación; sobre todo, dada en las formas de la economía política del
chantaje.
Estos no son gobiernos típicos al servicio del capitalismo, sino se trata de gobiernos que habitan
en los espacios del sistema-mundo capitalista; pero, para hacer de parásitos, para alimentarse
de las economías políticas del chantaje, del capitalismo especulativo; en términos de
las expresiones políticas, optan por las formas más estridentemente demagógicas, más
bulliciosamente teatrales, más evidentes en los montajes mediáticos. Esta clase de gobiernos,
pueden optar por distintos discursos, dependiendo de las coyunturas y los periodos
característicos; la clave no está en lo que dicen, en lo que expresan, en el papel
que representan, sino en la estrategia dúctil y plástica de la acomodación. Se acomodan a las
convocatorias y discursos atractivos a las masas, en su momento. Por eso, cuando hablan
deproletariado, no lo hacen como lo hicieron lobolcheviques o como lo hacen otras expresiones
socialistas marxistas, sino, como una metáfora comodín. Apoyan al “proletariado” porque fue
el referente de las grandes revoluciones del siglo XX. Otorga prestigio el usarlo como referente
de los discursos políticos en el siglo XXI.
Cuando tienen que atender las demandas delproletariado, desde las más economicistas hasta
as máspolíticas, lo hacen de manera improvisada. Pueden abrirfuentes de trabajo o contratar
en masa a poblaciones demandantes, sin evaluar las condiciones económicas ni
las consecuencias políticas. Lo que importa es elmomento, en el sentido, de la oportunidad de
satisfacer demandas para obtener clientelas del poder, ampliando la masa de los involucrados
en la economía política del chantaje. Así mismo, con la misma facilidad, pueden cerrar
73
las fuentes de trabajo, cuando las tuercas les aprietan. Pueden abrir una empresa pública,
comprada a la empresa privada, por sus perfiles exitosos, y después pueden cerrarla
estrepitosamente, por el fracaso económico y competitivo; sobre todo, por una pésima
administración, teñida por corrupción depravada. Obviamente ocultando estos datos
elocuentes, inculpando a las trabajadoras y trabajadores por el fracaso.
Un gobierno anti-proletario es un dispositivo gubernamental al que no le interesa la existencia
o inexistencia del proletariado; solo le interesa el nombre, como uso en el discurso demagógico.
No le interesa laproductividad, como a la burguesía; tampoco elsocialismo, como al Partido
Comunista ideal, no el efectivamente dado, que es una calamidad de diletantismos y de
imposturas grotescas, muy lejos del heroico bolchevismo. Solo le interesa el espectáculo
político, y en este espectáculo, la perduración en el poder. Gobiernos de estas
características, anti-proletarios, es decir, anti-productivos y, efectivamente,anti-socialistas,
aunque digan lo contrario, sonfenómenos gubernamentales de la era de la simulación; de lo que
podríamos llamar formas estatales de la decadencia de la modernidad.
ENATEX se ha cerrado con una ley que lo único que dice es que la empresas públicas que no son
rentables se cierran; ¿por qué las abrieron, cuando se cerró el mercado de la ATDPA?
¿Improvisación, irresponsabilidad, decidía? En vano buscaremos una respuesta en los voceros
gubernamentales. No la puede haber; los gobernantes no están en condiciones de darla, pues
actúan, respondiendo a las “lógicas” de laeconomía política del chantaje. Para ellos basta emitir
un argumento tan vago como éste. Los refrendan todos los señores de los órganos del poder del
Estado, acompañados por la masa castrada de llunk’us.
El proletariado en el conflicto tiene un argumento irrebatible, la preservación de las fuentes de
trabajo; argumento, además, avalado por la propia Constitución. No se puede decir
concluyentemente que la empresa no puede ser competitiva en el mercado internacional; ¿por
qué no puede volver a serlo? Lo que ha quedado en claro es la incompetencia del ministerio del
rubro, de los directores y administradores de la empresa, que, en la práctica, hicieron, todo para
destruir la empresa, en vez de optar por medidas, que la hubieran hecho marchar. No tiene
sentido la discusión general, sin asideros, de si la empresa pública es una mala administradora,
como si esto fuera una característica esencial o si solo la empresa privada puede ser competitiva.
Cuando de lo que se trata es de contar, en uno u otro caso, con aplicación de técnicas,
tecnologías, administraciones, subjetividades, espíritu de cuerpo, adecuado, en
un mundo competitivo. Nada de esto estuvo presente en la administración estatal de ENATEX.
Los gobernantes demagogos, charlatanes, pretensiosos, simuladores, patéticos teatreros,
descargan todo el peso de la crisis en los trabajadores, tal como lo hacían los gobiernos liberales
en las crisis económicas, tal como lo hicieron los gobiernos neoliberales en las crisis económicas
y de legitimidad. En esto se parecen, estos gobiernos de la burguesía y estos gobiernos
charlatanes; en Bolivia se dice pajpacus. Al final, cuando, hay que tomar decisiones, cuando hay
que descargar el peso de la crisis, la descargan sobre el proletariado.
Las trabajadoras de ENATEX han lanzado una propuesta desafiante: ya que el gobierno ha
fracasado en la administración, dejen que los trabajadores de textiles se hagan de la empresa,
pues ellos saben del oficio, además de tener experiencia; son los únicos que pueden hacer
marchar la empresa. Esta propuesta es no solamente coherente, además de consecuente, sino
que corresponde claramente al gesto y actitud proletaria en la perspectiva del porvenir de la
clase trabajadora y de la humanidad. La única observación que haríamos es que los derechos no
se los mendiga se los toma; es una decisión asumida por las trabajadoras y trabajadores,
entonces, se la efectúa en el acto, y debe ser apoyada por los bolivianos y las bolivianas, que
creemos en la autogestión.
La experiencia de ENATEX y la próxima experiencia de Huanuni, aunque ya conocida y
reiterada, de nuevo, deben obligarnos a reflexionar. ¿En lo que respecta al porvenir
del proletariado qué es lo que importa? ¿Los argumentos delequilibrio macroeconómico, las
pretensiones de realismo y pragmatismo económico, los argumentos políticos de estabilidad,
los discursos divagantes del populismo tardío, que opta por las relaciones clientelares y
la economía política del chantaje? ¿O, al contrario, importan los argumentos de las
trabajadoras, del proletariado, que defiende sus fuentes de trabajo, con la pasión que demanda
la defensa de la vida? Hay que optar. Optar por lo primero, es optar por los institucional, el
Estado, la economía, que no es más que un supuesto campo existente autonomizado; optar por
lo segundo, es optar por las apuestas por la vida, que tiene en los cuerpos, en este caso
del proletariado, a las materialidades vitales de la creatividad y la inventiva de la potencia
social. El gobierno, no solo ha optado por lo primero, por la metafísica banal de la economía y
de la política decadente, en la modernidad tardía, sino ha optado por la simulación insostenible
74
de una economía política, ya desaparecida en el siglo XX. Los ciudadanos, si es que quedan,
tienen que optar entre la decadencia o la oportunidad de reavivar los ciclos vitales.
Nadie debería quedar indiferente, pues son temas cruciales que nos competen. Al quedar
indiferentes, avalamos las maniobras de un gobierno anti-proletario. No hay neutralidad ante
la emergencia de la crisis organiza y estructural del sistema-mundo capitalista. Sobre todo, es
grave, cuando se trata de versiones decadentes y agonizantes en el crepúsculo de este sistemamundo. Los y las bolivianas no debemos dejar que se cierre ENATEX, debemos apoyar a los y
las trabajadoras en la autogestión industrial de la empresa textil.
Al respecto, es conveniente hacernos varias preguntas pertinentes. Quizás la primera tenga que
ver con unsentimiento lanzado por un canta-autor y por un ensayista sensible. El primero se
preguntaba: ¿Cuándo bolivianos podemos tomar un vaso de chicha o de cerveza juntos? El
segundo, desafiaba: atrevámonos a ser bolivianos. Muy lejos de todo chauvinismos muy
distantes de todo patrioterismo, que se contentan con desgarrarse las vestiduras, haciendo valer
sus gritos estridentes por la patria vulnerada; empero, en eso se quedan, en la pose gritona.
Estos chauvinistas y estos patrioteros están muy lejos de hacer patria, de la única manera que
se la puede hacer, con el afecto propio a todo lo que hace a lo que se llama patria; es decir, a sus
territorios entrañables, a sus hombres y mujeres amados, a la dedicación a sus tramas y
tragedias padecidas, a la conjunción entrelazada de los pueblos del continente. Los proletarios,
los trabajadores y las trabajadoras de ENATEX, son nuestros y nuestras compatriotas. No
podemos dejarlas abandonadas, cuando nos dicen que es su fuente de trabajo, que tienen hijos,
familia, sobre todo, que ese es su oficio de años, de décadas. Sobre todo, cuando estos discursos
pasionales, se contrastan con el cinismo de los voceros del gobierno, la versión incoherente y
deshonesta del gobierno, la actitud corrosiva y chingonade los administradores oficialista de la
fábrica. Cuando somos convocados por nuestros hermanos y hermanas no podemos ser
indiferentes; la indiferencia sería una muestra lamentable de nuestra propia muerte adelantada.
Ya no se trata de “ideologías” sino de nuestro apego a la vida. Toda vida que quiere vivir merece
nuestra atención, sobre todo nuestro apoyo. Hemos ido demasiado lejos por el apego a
los imaginarios, a las ideas, por el desapego a la vida, de donde amamantan los imaginarios y
las ideas. Este camino nos ha desbarrancado. Es menester desandar el camino; reencontrar los
senderos iniciales, inventar recorridos, de acuerdo a los compromisos afectivos con nuestras
dependencias y nuestros entornos complementarios.
Hermenéutica de la humanidad
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070302
Vamos a volver a analizar la episteme moderna, que hemos descrito, esquemáticamente,
como relativa al esquematismo dualista. Lo hicimos, de este modo, por razones de exposición.
Preferimos remarcar los perfiles sobresalientes, sobre todo, que expresan claramente las
formas de razonamiento de epistemologías, indudablemente variadas; empero, compartiendo
lo que Theodor Adorno y Max Horkheimer denominaronracionalidad instrumental. Ahora, con
esta vuelta a las caracterizaciones de la episteme moderna, vamos a concentrarnos en
otras formas epistemológicas, que tienen que ver con las cuestiones que plantean
las problemáticas humanas, que requieren dehermenéuticas singulares en la comprensión de
sus fenomenologías y acontecimientos. Por ejemplo, la estética requiere
de interpretaciones que suponen la experiencia simbólica, lingüística y cultural de los pueblos.
Otro ejemplo, la historia como saber o como ciencia, requiere de la precomprensión y comprensión de las memorias sociales y la decodificación de
las huellas inscritas y dejadas por sociedades y pueblos. Un tercer ejemplo, la filosofía,
como amor al saber, como saber especulativo, en el buen sentido de la palabra, pone
en juego construcciones de conceptos y narrativas teóricas, que tejen tramas teleológicas, que
conforman sistemas explicativos, sobre la base de sentidos inmanentes, de sentidos
trascendentales, de sentidos dialécticos, de sentidos existenciales. En estos tres ejemplos, es
patente la referencia común, la humanidad; que también es el reconocimiento de lo que
distingue a los humanos, desde la perspectiva de esta autorreferencia.
75
Entonces, hablaremos de otra formación epistemológica, que forma parte de
las composiciones de la episteme moderna. Que si bien no deja elesquematismo dualista, se
distingue de la metodología positivista de las ciencias naturales. Para decirlo resumidamente,
no busca necesariamente lageneralización sino, mas bien, la singularidad de los hechos,
eventos, sucesos y acontecimientos sociales.
Nos vamos a detener en el concepto de humanidad, pues aquí se encuentra la arqueología
enunciativa de lossaberes y ciencias humanas, también llamadas ciencias del espíritu.
La humanidad viene a ser el concepto autoreferido de ese ser o de esos seres, que se reconocen
como humanos, por sus lenguajes, sus culturas, sus memorias registradas, por sus tecnologías;
sobre todo, si se quiere, por la percepción de sí mismo. Ahora bien, laarqueología del
concepto puede remontarse a la filosofía antigua, así como a las religiones. Por consiguiente, a
las simbolizaciones y significaciones de esta figura delhomo político, del homo
racional, del homo lingüístico. Sin embargo, parece que la arqueología del concepto de
humanidad adquiere una estructura conceptual más elaborada y sistemática en el
llamado renacimiento. Se puede decir que el retorno al clasicismo antiguo, que es, mas bien,
la invención del clasicismo, corresponde alacontecimiento múltiple del nacimiento del mundo
moderno. Mundo moderno que también crea al hombrecomo figura dominante en
la composición descriptivade la humanidad. La apertura de los ámbitos de relaciones entre
sociedades, pueblos, culturas y civilizaciones, hacen al mundo, que, a su vez, hace alhombre
moderno.
Este ser ya no es tanto el ser hecho a imagen y semejanza de Dios, como en la versión religiosa,
sino unser finito, que compensa su finitud, por su capacidad inventiva. Quizás el concepto de
potencia de Baruch Spinoza tenga vínculos con esta intuición de la humanidad, aunque,
ciertamente, la filosofía de Spinoza le da connotaciones, mas bien, cosmológicas. Y,
obviamente, la arqueología del concepto de potencia es diferente a la arqueología del concepto
de humanidad; se remonta al concepto griego de energía - ἐνέργεια,enérgeia, que significa
actividad, también operación - y de dinámica[1] - το δυνατόν -. Empero, como se trata de
conceptos que se imbrican, como todo concepto, es menester tener en cuenta estos mapas
conceptuales.
Pero, más que la arqueología conceptual, nos interesa su irradiación metodológica en la
investigación y en el análisis. La hermenéutica de las ciencias humanas va a remarcar
las cualidades metodológicas en los estudios del arte, de la estética, de la cultura y de la historia.
Estascualidades metodológicas tienen que ver con lacomprensión más que con el
conocimiento; tienen que ver más con la interpretación de la singularidad que encontrar
la regularidad generalizable. Tienen que ver con la experiencia cultural de los pueblos más que
con los datos ordenados para proyectar regularidades. Estametodología es sugerente para
entender lascomposiciones de la episteme moderna, ahora, incorporando otros enfoques y
métodos, que aunque no dejen de formar parte de esta episteme, ni de losesquematismos
dualistas, adquieren una estructura conceptual propia, por la perspectiva de la
autorreferencia, además de tratarse de una certeza inmanente.
Lo que caracteriza a esta formación epistemológica, a esta metodología hermenéutica, como
perteneciente a laepisteme de la modernidad, es la diferencia trazada
entre humanidad y naturaleza. Distinción propia de la “ideología” de la modernidad. No nos
interesa, ahora, en este ensayo, la crítica a esta concepción jerárquica de
lahumanidad, concepción que podríamos denominareconomía política de la humanidad, por
su bifurcación, entre naturaleza y humanidad; siendo lo concreto lanaturaleza, siendo
lo espiritual la humanidad;valorizando lo espiritual, desvalorizando lo concreto,como
toda economía política. Esta crítica se encuentra en otros ensayos[2]. Lo que nos interesa
es comprenderlas formaciones enunciativas y discursivas humanistas. Sobre todo,
para comprender el impacto de laarqueología humanista en la episteme moderna, además de
evaluar el alcance de esta herencia en el nuevo horizonte epistemológico.
En Episteme
compleja[3] definimos
tres
grandesepistemes o,
si
se
quiere,
tres substratos o matrices desitios de arqueologías epistemológicas, definidas y estructuradas
como formaciones de saberes y ciencias. El zócalo epistemológico de cada una de
estas epistemesestá conformado por la física y matemáticascorrespondientes a época.
Esta física y matemáticasdefine el alcance del horizonte epistemológico abierto;
ninguna formación epistemológica de la estructura, composiciones y combinaciones de
la episteme, va más lejos que este horizonte. Metafóricamente, podríamos decir, que esta física
y matemáticas hacen como lapercepción de la época, fuera del zócalo y estructurabásica de
la episteme. Por ejemplo, la filosofía de la época no puede ir más lejos del horizonte abierto por
lafísica y matemáticas correspondientes.
76
Teniendo en cuenta esta configuración epistemológica, es indispensable aclarar que
la estructura de la epistemees dinámica; de ninguna manera estática o algo parecido. Nos
referimos a que el conjunto de estratos de la formación epistemológica, no se acomodan
sucesivamente, unos encima de otros, teniendo comozócalo a la física y matemáticas. Si bien,
el zócalo hace de suelo de la formación epistemológica, los estratos se yuxtaponen, imbrican,
incluso se afectan. Un estrato epistemológico que se yuxtapone, se imbrica y afecta a
la estructura dinámica de la episteme moderna es el estratode los saberes y ciencias humanas.
Se podría decir que la llamada física clásica o física newtoniana tiene a su campo de estudio de
los fenómenos físicoscomo si fuesen una exterioridad; en contraste, las ciencias
humanas consideran su campo de estudio como si fueseinterioridad. Pasamos, si se quiere, de
una heterorreferencia a una autorreferencia. El conjunto de ciencias y saberes de la formación
epistemológica tiene la certeza de que las ciencias y los saberes son producciones sociales y
humanas. La formación enunciativa humanista incide en toda la estratificación de la episteme
moderna. En el caso de la física, si bien no en lo que respecta a las descripciones, regularidades,
fenómenos y comportamientos físicos, para no hablar de “leyes físicas”, en cambio, si, en lo que
respecta a las metáforas usadas, a las formas de expresión y exposición. Además de que
el interlocutor es la humanidad misma, fuera de que el productor de conocimiento es también
la humanidad misma. Se podría describir las distintas imbricaciones del estrato de las ciencias
humanasrespecto a los otros estratos epistemológicos, así como ocurre entre el conjunto de
los estratos entre sí. Sin embargo, lo que importa, por ahora, es comprender el impacto de
las ciencias humanas en la episteme moderna.
En primer lugar, se considera a la ciencia física y a las demás ciencias como conocimientos al
servicio del hombre, que es la figura dominante de la composición de la humanidad. En
segundo lugar, el concepto de humanidad es transversal a toda la formación epistemológica de
la episteme moderna; incluso en el caso de la física y de lasciencias naturales, pues el lugar o
la visión desde donde se enfoca, se observa y se ve es el de la mirada humana. En tercer lugar,
toda la formación epistemológica se sostiene en la materialidad de las mallas institucionales;
por ejemplo, todo el campo escolar y académico, fuera de las mallas institucionales del Estado,
que promueven o sostienen el funcionamiento de estas ciencias. Toda la institucionalidad
social y estatal de la modernidad está constituida teniendo en cuenta la figura y el referente
primordial de la humanidad. En cuarto lugar, la hermenéutica humanista incide en
las interpretaciones y explicaciones del conjunto de los saberes y ciencias; incluso en
la física yciencias naturales. Menos notorio en la física, más notorio en las ciencias naturales.
Resumiendo y haciéndolo esquemáticamente, si bien el método preponderante de la física y de
las ciencias naturales fue el inductivo, combinado con el deductivo; en otras palabras, si bien
la metodología preponderante fue la positivista, por lo menos, en un largo periodo de la
modernidad, incluso condicionando las investigaciones en ciencias humanas, éstas,
desarrollaron métodos propios, de carácter hermenéutico.
El impacto del humanismo en la formación epistemológica de la modernidad, no se
circunscribe solamente a estasincidencias en el conjunto de los estratos epistemológicos, sino
que alcanza al sentido inmanente de lasinterpretaciones y explicaciones de las ciencias y los
saberes. Por ejemplo, que el sentido inmanente del cosmostiene como autorreferencia a
la humanidad. Si el mundo es mundo porque tiene sentido, es decir, tiene sentido para
la mirada humana, el cosmos también tiene sentido para la mirada humana. Como se puede
ver, la composición y combinaciones epistemológicas de la episteme moderna tienen
como autorreferencia a la humanidad. Si bien, ya no se trata de la concepción geocéntrica de
Claudio Ptolomeo, que tiene como centro inmóvil a la tierra y como centrode
este centro al hombre, sino, mas bien, se trata de una concepción descentrada, en principio de
carácterheliocéntrica; de todas maneras, a pesar de los descentramientos; sobre todo, al
observar millones de galaxias, siendo la nuestra, la Vía Láctea, una de ellas,
la autorreferencia de la humanidad, preserva la jerarquía concéntricay antropocéntrica,
aunque sea de forma matizada y hasta opaca.
Hans-Georg Gadamer dice que el concepto de humanidad tiene que ver con el concepto de
formación;
entonces
comoaprendizaje;
no
como fin, sino
como experiencia[4]. Aprendizaje del lenguaje, de la cultura, de las memorias; es decir,
la formación, si se quiere, de la comprensión. Por lo tanto, el acceso al conocimiento de los
tópicos, los temas, la estética, los saberes, la historia humana, se da por
la comprensión antelada. La diferencia del método hermenéutico respecto de los métodos
positivistas radica
en
esta pre-comprensión
y
comprensión cultural. Ser
parte
de saberes constituidos; no se observa y se describe fenómenos como dados en la exterioridad;
sino se tiene en cuenta la experiencia y la memoria, que ya son saberes o matrices, si se quiere,
77
de saberes. Por esta razón, se define al método hermenéutico como círculo hermenéutico; es
decir, como recurrente interpretación cíclica y contextual.
Nos interesan por lo menos dos aspectos del concepto de humanidad; uno, la arqueología
filosófica en relación y entorno al concepto; dos, la incidencia del método hermenéutico, su
herencia y su función en el horizonte epistemológico de la modernidad y en el nuevo horizonte
epistemológico de la episteme compleja. En lo que respecta a lo primero, Michel Foucault
escribe, en Las palabras y las cosas, en el apartado El triedro de los saberes, lo siguiente:
El modo de ser del hombre tal como se ha constituido en el pensamiento moderno le permite
representar dos papeles; está a la vez en el fundamento de todas las positividades y presente,
de una manera que no puede llamarse privilegiada, en el elemento de las cosas empíricas. Este
hecho — no se trata para nada allí de la esencia general del hombre, sino pura y simplemente
de este apriorí histórico que, desde el siglo XIX, sirve de suelo casi evidente a nuestro
pensamiento —, este hecho es sin duda decisivo para la posición que debe darse a las "ciencias
humanas", a este cuerpo de conocimientos (pero quizá esta palabra misma sea demasiado
fuerte: digamos, para ser aún más neutros, a este conjunto de discursos) que toma por objeto
al hombre en lo que tiene de empírico.
La primera cosa que ha de comprobarse es que las ciencias humanas no han recibido como
herencia un cierto dominio ya dibujado, medido quizá en su conjunto, pero que se ha dejado
sin cultivo, y que tendrían la tarea de trabajar con conceptos científicos al fin y con métodos
positivos; el siglo XVIII no les ha trasmitido bajo el nombre de hombre o de naturaleza
humana un espacio circunscrito desde el exterior pero aún vacío, que tendrían el deber de
cubrir y analizar en seguida. El campo epistemológico que recorren las ciencias
humanas no ha sido prescrito de antemano: ninguna filosofía, ninguna opción política o
moral, ninguna ciencia empírica sea la que fuere, ninguna observación del cuerpo humano,
ningún análisis de la sensación, de la imaginación o de las pasiones ha encontrado jamás, en
los siglos XVII y XVIII, algo así como el hombre, pues el hombre no existía (como tampoco
la vida, el lenguaje y el trabajo); y las ciencias humanas no aparecieron hasta que, bajo el
efecto de algún racionalismo presionante, de algún problema científico no resuelto, de algún
interés práctico, se decidió hacer pasar al hombre (a querer o no y con un éxito mayor o
menor) al lado de los objetos científicos —en cuyo número no se ha probado aún de manera
absoluta que pueda incluírsele; aparecieron el día en que el hombre se constituyó en la
cultura occidental a la vez como aquello que hay que pensar y aquello que hay que saber. No
hay duda alguna, ciertamente, de que el surgimiento histórico de cada una de las ciencias
humanas aconteció en ocasión de un problema, de una exigencia, de un obstáculo teórico o
práctico; ciertamente han sido necesarias las nuevas normas que la sociedad industrial
impuso a los individuos para que, lentamente, en el curso del siglo XIX, se constituyera la
psicología como ciencia; también fueron necesarias sin duda las amenazas que después de la
Revolución han pesado sobre los equilibrios sociales y sobre aquello mismo que había
instaurado la burguesía, para que apareciera una reflexión de tipo sociológico. Pero si bien
estas referencias pueden explicar perfectamente por qué en tal circunstancia determinada y
para responder a cuál cuestión precisa se han articulado estas ciencias, su posibilidad
intrínseca, el hecho desnudo de que, por primera vez desde que existen seres humanos y viven
en sociedad, el hombre aislado o en grupo se haya convertido en objeto de la ciencia — esto
no puede ser considerado ni tratado como un fenómeno de opinión: es un acontecimiento en
el orden del saber.
Y este acontecimiento se produjo él mismo en una redistribución general de la episteme:
cuando, al dejar elespacio de la representación, los seres vivos se alojaron en la
profundidad específica de la vida, las riquezas en la presión progresiva de las formas de la
producción, las palabras en el devenir de los lenguajes. Era muy necesario en estas
condiciones que el conocimiento del hombre apareciera, en su dirección científica, como
contemporáneo y del mismo género que la biología, la economía y la filología, a tal grado que
se vio en él, muy naturalmente, uno de los progresos decisivos hechos, en la historia de la
cultura europea, por la racionalidad empírica. Pero, dado que al mismo tiempo la teoría
general de la representación desapareció y se impuso la necesidad, en cambio, de
interrogar al ser del hombre como fundamento de todas las positividades, no podía faltar
un desequilibrio: elhombre se convirtió en aquello a partir de lo cual todo conocimiento podía
constituirse en su evidencia inmediata y no problemática; a fortiori, se convirtió en aquello
que autoriza el poner en duda todo el conocimiento delhombre. De allí esa doble e inevitable
disputa: la que forma el perpetuo debate entre las ciencias del hombre y las ciencias sin
más, teniendo las primeras la pretensión invencible de fundamentar a las segundas que, sin
cesar, se ven obligadas a buscar su propio fundamento, la justificación de su método y la
78
purificación de su historia, contra el "psicologismo", contra el "sociologismo", contra el
"historicismo"; y aquella que forma el perpetuo debate entre la filosofía que objeta a
las ciencias humanas la ingenuidad con la que intentan fundamentarse a sí mismas, y
esas ciencias humanas que reivindican como su objeto propio lo que en otro tiempo
constituyó el dominio de la filosofía. Pero el que todas estas comprobaciones sean necesarias
no quiere decir que se desarrollen en el elemento de la pura contradicción; su existencia, su
incansable repetición desde hace más de un siglo no indican la permanencia de un problema
indefinidamente abierto; remiten a una disposición epistemológicaprecisa y muy bien
determinada en la historia. En la época clásica, desde el proyecto de un análisis de la
representación hasta el tema de la mathesis universalis, el campo del saber era
perfectamente homogéneo: todo conocimiento, fuera el que fuera, procedía al ordenamiento
por el establecimiento de las diferencias y definía las diferencias por la instauración de un
orden: esto era verdad tanto para las matemáticas, para las taxinomias(en el sentido
amplio del término) y las ciencias de la naturaleza, como también para todos esos
conocimientos aproximativos, imperfectos y en gran parte espontáneos que trabajan en la
construcción del menor discurso o en esos procesos cotidianos del cambio; por último, era
verdad con respecto al pensamiento filosófico y a esas largas cadenas ordenadas que
los Ideólogos, no menos que Descartes o Spinoza, pero de modo distinto, quisieron establecer
a fin de llevar necesariamente las ideas más simples y más evidentes hasta las verdades más
complejas. Pero, a partir del siglo XIX, el campo epistemológico se fracciona, o más bien
estalla en direcciones diferentes. Sólo difícilmente se escapa al prestigio de las clasificaciones
y de las jerarquías lineales a la manera de Comte; pero el tratar de alinear todos los saberes
modernos a partir de las matemáticas es someter al único punto de vista de la objetividad del
conocimiento la cuestión de la positividad de los saberes, de su modo de ser, de su
enraizamiento en esas condiciones de posibilidad que les dan, en la historia, a la vez su objeto
y su forma.
Interrogado en este nivel arqueológico, el campo de la episteme moderna no se ordena
según el ideal de una matematización perfecta y no desarrolla a partir de la pureza formal
una larga serie de conocimientos descendientes más y más cargados de empiricidad. Es
necesario representarse más bien el dominio de laepisteme moderna como un espacio
voluminoso y abierto de acuerdo con tres dimensiones. Sobre una de ellas se colocarían
las ciencias matemáticas y físicas, para las cuales el orden es siempre un encadenamiento
deductivo y lineal de proposiciones evidentes o comprobadas; en otra dimensión, estarían
las ciencias (como las del lenguaje, de la vida, de la producción y de la distribución de las
riquezas) que proceden a poner en relación elementos discontinuos pero análogos, de tal modo
que pueden establecer entre ellos relaciones causales y constantes de estructura. Estas dos
primeras dimensiones definen entre sí un plan común: aquel que puede aparecer, según el
sentido en el que se le recorra, como campo de aplicación de las matemáticas a esas
ciencias empíricas o como dominio de lo matematizable en la lingüística, la biología y la
economía. En cuanto a la tercera dimensión, se trataría de la reflexión filosófica que se
desarrolla como pensamiento de lo Mismo; con la dimensión de la lingüística, de la
biología y de la economía dibuja un plan común: allí pueden aparecer y, de hecho, aparecieron
las diversas filosofías de la vida, del hombre enajenado, de las formas simbólicas (cuando se
trasponen a la filosofía los conceptos y los problemas nacidos en diferentes dominios
empíricos); pero allí aparecieron también, si se interroga desde un punto de vista
radicalmente filosófico el fundamento de estas empiricidades, las ontologías regionales
que trataron de definir lo que son, en su ser propio, la vida, el trabajo y el lenguaje; por último,
la dimensión filosófica definió con la de las disciplinas matemáticas un plan común: el de
laformalización del pensamiento.
Las ciencias humanas están excluidas de este triedro epistemológico, cuando menos en
el sentido de que no se las puede encontrar en ninguna de las dimensiones ni en la superficie
de ninguno de los planes así dibujados. Pero de igual manera puede decirse que están incluidas
en él, ya que es en el intersticio de esos saberes, más exactamente en el volumen definido
por sus tres dimensiones donde encuentran su lugar. Esta situación (en un sentido menor, en
otro, privilegiada) las pone en relación con todas las otras formas de saber: tienen el proyecto,
más o menos diferido pero constante, de darse o en todo caso de utilizar, en uno u otro nivel,
una formalización matemática; proceden según los modelos o los conceptos tomados de la
biología, de la economía y de las ciencias del lenguaje; se dirigen en última instancia a
ese modo de ser del hombre que la filosofía trata de pensar en el nivel de la finitud
radical, en tanto que ellas mismas quieren recorrer sus manifestaciones empíricas.
Quizá es esta repartición nebulosa en un espacio de tres dimensiones lo que hace que
79
las ciencias humanas sean tan difíciles de situar, lo que da su irreductible precariedad a su
localización en el dominio epistemológico y lo que las hace aparecer a la vez como
peligrosas y en peligro. Peligrosas ya que representan algo así como una amenaza
permanente para todos los otros saberes; ciertamente, ni las ciencias deductivas, ni las
ciencias empíricas, ni la reflexión filosófica se arriesgan, siempre y cuando permanezcan en
su dimensión propia, a "pasar" a las ciencias humanas o a contagiarse de sus impurezas;
pero se sabe con cuántas dificultades tropieza, a veces, el establecimiento de esos planes
intermedios que unen unas con otras las tres dimensiones del espacio epistemológico; la
menor desviación en relación con esos planes rigurosos hace caer al pensamiento en el
dominio investido por las ciencias humanas: de ahí el peligro del "psicologismo", del
"sociologismo" — de eso que en una palabra podría llamarse el "antropologismo" — que se
convierte en una amenaza desde el momento en que, por ejemplo, no se reflexionan
correctamente las relaciones del pensamiento y de la formalización o desde que no se analiza
como es debido los modos de ser de la vida, del trabajo y del lenguaje. La
"antropologización" es en nuestros días el gran peligro interior del saber. Se cree con facilidad
que el hombre se ha liberado de sí mismo desde que descubrió que no estaba ni en el centro
de la creación, ni en el punto medio del espacio, ni aun quizá en la cima y el fin último de la
vida; pero si el hombre no es ya soberano en el reino del mundo, si no reina ya en el centro
del ser, las "ciencias humanas" son intermediarios peligrosos en el espacio del saber. Pero a
decir verdad, esta postura misma las entrega a una inestabilidad esencial. Lo que explica la
dificultad de las "ciencias humanas", su precariedad, su incertidumbre como ciencias, su
peligrosa familiaridad con la filosofía, su mal definido apoyo en otros dominios del saber, su
carácter siempre secundario y derivado, pero también su pretensión a lo universal, no es,
como se dice con frecuencia, la extrema densidad de su objeto; no es el estatuto metafísico o la
imborrable trascendencia del hombre del que hablan, sino más bien la complejidad de
la configuración epistemológica en la que se encuentran colocadas, su relación constante
a las tres dimensiones, que les da su espacio[5].
Podemos decir que las ciencias humanas forman parte de un acontecimiento epistemológico, el
del desenvolvimiento y fraccionamiento de las ciencias y los saberes de la modernidad. En
este despliegue epistemológico se encuentra lafigura del hombre, como figura dominante de
la composición de la humanidad, como empiricidad, en el sentido de ser finito y mortal; pero,
también en el sentido de sus perfiles sociales y culturales. Aunque estos perfiles no sean del
todo empiricidades, cierta tendencia de las ciencias sociales, la sociología, la psicología y la
antropología, las consideran como tales, abriendo el campo de sus descripciones. La figura
humana también aparece como preocupación filosófica; mas que extensión de la filosofía
misma, como extensión de las ciencias sociales hacia la filosofía. Por otra parte, es el hombre el
que habla y usa el lenguaje; el que vive de una determinada manera, compartiendo con
los seres vivos esta condición biológica; el que trabaja y produce formando parte de los
circuitos y transformaciones económicas. Estas vinculaciones o afincamientos en las ciencias,
como tales, como las nombra Foucault, en la lingüística, en la biología y en la economía, induce
a estas ciencias a consideraciones teóricas, desde sus perspectivas y enfoques, sobre
la humanidad.
La formación epistemológica de la episteme moderna tendría la siguiente configuración:
un zócalo físico matemático, las estratificaciones de las ciencias, que usan la medida para
cuantificar sus observaciones, o, en su caso, sacan consecuencias teóricas e
interpretan regularidades encontradas como generalizables. Como prolongación de los
problemas no resueltos por estas ciencias, emergen las ciencias sociales, que Foucault
considerasaberes, no ciencias, en situación de precariedad epistemológica. Las ciencias
sociales no se logran ubicarse en la configuración epistemológica de la episteme moderna,
definida por este triedro de los saberes. Clausurada la teoría de las representaciones, es decir,
la primera acepción de ideología, con la cual el concepto de humanidad estaba conectada, las
ciencias sociales quedan en suspenso. Por eso dice Foucault, que la figura del hombre es
una figura transitoria en el umbral entre dos epistemes, la de la ciencia general del orden y
la episteme moderna.
Ahora bien, las ciencias humanas, como la historia, los estudios estéticos y literarios,
los estudios culturales, en parte anteceden a las ciencias sociales, en parte las atraviesan, y en
parte las trascienden. Su condición epistemológica se debe, de alguna manera, tanto
al fraccionamiento de las ciencias modernas, sobre todo, cuando se abren dos ámbitos
de campos epistemológicos; el de la formalización filosófica y el de la historia. Así como por
laemergencia de la literatura, sobre todo, de la novela, como narrativa donde
la trama adquiere la ironía de la ficción. Las ciencias humanas son como herencias de las
80
formas del saber de epistemes anteriores, no solo la relativa a laciencia general del orden, sino
lo que podríamos llamar inapropiadamente, de una manera general, las epistemes antiguas. Sin
embargo, por conformarse y consolidarse en la episteme moderna, son también recursos
epistemológicos para
resolver problemas planteados
por
las temporalidades
sociales, culturales
y
civilizatorias;temporalidades,
tomadas
ambiguamente
como empiricidades, aunque también como inmanencias de la experiencia y memorias
humanas. ¿Cuál es la condición epistemológica de las ciencias humanas, desde la perspectiva
foucaultiana? ¿Son también saberes y en condición de precariedad epistemológica, como
sucede con las ciencias sociales? ¿O estamos ante una suerte de extemporaneidad-temporal de
estas ciencias del hombre? Esto último es importante, pues no debemos olvidar, como
proponemos en Episteme compleja, que
la arqueología del
saber, lacrítica
epistemológica foucaultiana, es también un instrumento crítico de orientación para las
acciones, prácticas y comportamientos sociales, además de interpretaciones de
los acontecimientos epistemológicos dados en la modernidad. En este sentido, consideramos
que en la configuración epistemológica de la episteme moderna, hay tópicos, temas y
problemas no resueltos.
El mismo Foucault dice que no hay que considerar las epistemes como sucesivas, sino, mas bien,
como coexistentes, aunque dando lugar a una configuración hegemónica y dominante, por así
decirlo.
En
este
sentido,
desde
laperspectiva
de
la
complejidad,
que comprende la simultaneidad dinámica, la condición de las ciencias humanasquiebra
las interpretaciones historicistas de la epistemología. En un escrito anterior, decíamos que, no
podemos hablar, de manera sustentada, de modernidad, que es una auto-adscripción
histórica de la episteme moderna, pues, desde la perspectiva de la crítica de la economía
política generalizada, las genealogías de esta economía política generalizada, se remontan a
la economía política religiosa, cuando se separa cuerpo y espíritu. Desde laperspectiva de la
complejidad, las ciencias humanas son como una condensación de los saberes acumulados, en
lascondiciones de posibilidad histórica de la modernidad.
Las ciencias humanas forman parte de la división del trabajo de los saberes, al estilo de la
organización del sistema-mundo capitalista; lo que llama Foucault el fraccionamiento
epistemológico de la episteme moderna. Lamodernidad, por así decirlo, de las ciencias
humanas, radica en su enfoque historicista, en su comprensión yrepresentancia, como dice
Paul Ricoeur, de la hermenéutica literaria y en el análisis de las narrativas. Incluso
sumodernidad también es elocuente cuando se preocupa y construye su metodología
hermenéutica. Esto también corrobora la división de tareas de la episteme moderna.-- NOTAS
[1] Aristóteles definió el movimiento, lo dinámico, το δυνατόν, como realizaciónde la capacidad
depotencia, en constante actualización.
[2] Ver Critica
de
la
economía
política
generalizada. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/.
[3] Ver Episteme
compleja. https://pluriversidadoikologas.wordpress.com/2016/04/17/episteme-compleja/
[4] Ver de Hans-Georg Gadamer Verdad y método, tomos I y II. Ediciones Sígueme. Salamanca
1991-1992.
[5] Michel Foucault: Las palabras y las cosas. Siglo XXI; Buenos Aires 2008. Págs. 357-361.
file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Bolivia/2016/Gobierno/Las%20palabras%20
y%20las%20cosas%20682.pdf.http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/682.pdf.
Un mundo cada día más convulsionado
La era de la desintegración
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214097
Patrick Cockburn
TomDispatch
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García
Un interminable ciclo de guerras que no resuelven nada
81
Introducción de Tom Engelhardt
He aquí un hecho inevitable: estamos ahora en un mundo brexit. Estamos
viendo las primeras señales de una importante fragmentación del planeta que,
hasta hace poco tiempo, los entendidos estaban convencidos de que estaba
globalizándose rápidamente y dirigiéndose hacia todo tipo de unificaciones.
Si queréis una sola imagen que capte el desalentador espíritu del momento,
esta imagen es la cifra 65 millones. Este es el número de personas que la
Oficina el alto comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas
(ACNUR, por sus siglas en inglés) estima que fueron desplazadas en 2015 por
“los conflictos y la persecución”, un refugiado por cada 113 habitantes del
planeta Tierra. Esta situación es peor de la que se produjo al final de la
Segunda Guerra Mundial, cuando importantes partes del mundo habían sido
devastadas. De los 21 millones de refugiados de entonces, el 51 por ciento
eran niños (muchas veces separados de sus padres y sin posibilidad alguna de
acceder a la educación). Muchos de los desplazados de 2015 eran, de hecho,
refugiados internos, incluso en su propio despedazado país. Casi la mitad de
aquellos que cruzaron alguna frontera provenían de tres países: Siria (4,9
millones), Afganistán (2,7 millones) y Somalia (1,1 millones).
A pesar de los titulares de la prensa que hablan de refugiados que se dirigen
a Europa –aproximadamente un millón de ellos consiguieron llegar allí en el
última año (dejando muchos muertos en el camino)–, muchos de los
desarraigados que habían dejado su tierra acabaron en empobrecidas zonas
de países vecinos; a la cabeza de ellos, Turquía, donde hoy hay 2,5 millones
de refugiados. De este modo, la propagación de conflictos y caos,
especialmente en el Gran Oriente Medio y África, no hace otra cosa que
llevar más conflicto y caos allí donde esos refugiados son forzados a ir.
No olvidéis que, con todo lo extremo que ese guarismo –65 millones– pueda
parecer, sin duda es el comienzo –no el final– de un proceso. Una razón: esa
cifra no incluye a los 19 millones de personas desplazadas el año pasado por
condiciones climáticas extremas y otros desastres naturales. Incluso, en las
próximas décadas, el calentamiento global con la posibilidad de fenómenos
climáticos extremados (como la actual ola de calor en el oeste de Estados
Unidos) y la elevación del nivel del mar, indudablemente provocarán nuevas
aleadas de refugiados, que no harán más que sumarse a los conflictos y la
fragmentación.
Como Patrick Cockburn lo señala hoy, hemos entrado en “una era de la
desintegración”. Y él debe saberlo. Quizá no haya un informador occidental
que haya cubierto el sombrío amanecer de esta era en el Gran Oriente Medio
y el norte de África –desde Afganistán hasta Irak, desde Siria hasta Libia– tan
exhaustivamente como él lo ha hecho en los últimos 10 años y medio.
82
Su libro más reciente, Chaos & Caliphate: Jihadis and the West in the
Struggle for the Middle East, es una vívida muestra de su forma de informar y
de un mundo que se está resquebrajando como consecuencia de los conflictos
que lo han tenido como testigo. E imaginad que esto empezó con una
operación –los atentados del 11 de septiembre de 2001– que, según
estimaciones, apenas costó entre 400.000 y medio millón de dólares y empleó
a 19 fanáticos (sobre todo saudíes) y algunos aviones secuestrados. Osama
bin Laden debe estar sonriendo en su acuática tumba.
***
El neoliberalismo, el intervencionismo, la maldición de los recursos y un
mundo en fragmentación
Vivimos una época de desintegración. En ningún sitio esto es más evidente
que en el Gran Oriente Medio y África. En todo el territorio que va desde
Pakistán a Nigeria hay por lo menos siete guerras en curso –en Afganistán,
Irak, Siria, Yemen, Libia, Somalia y Sudán del Sur–. Estos conflictos son
extraordinariamente destructivos; están desgarrando los países donde ellas
tienen lugar; tanto que se duda que puedan recuperarse alguna vez. Ciudades
como Alepo, en Siria; Ramadi, en Irak; Taiz, en Yemen; y Benghazi, en Libia,
están parcial o totalmente en ruinas. Además, hay por lo menos otras tres
serias insurgencias: en el sureste de Turquía, donde el ejército turco combate
contra la guerrilla kurda; en la península de Sinaí, Egipto, donde un apenas
comentado pero muy feroz conflicto de guerrillas está librándose; y en el
noreste de Nigeria y los países vecinos, donde Boko Haram continúa lanzando
mortíferos ataques.
Todos estos enfrentamientos tienen varios aspectos en común: son eternos y
nunca parecen producir claros ganadores y perdedores (efectivamente,
Afganistán está en guerra desde 1979 y Somalia desde 1991), y conllevan la
destrucción o el desmembramiento de las naciones implicadas o su partición
de facto en medio de movimientos populares y alzamientos; muy tratadas
mediáticamente en el caso de Siria e Irak, aunque menos en lugares como
Sudan del Sur, donde más de 2,4 millones de personas han sido desplazadas
en los últimos años.
Hay una similitud más, no menos importante por ser obvia: la mayor parte de
estos países –donde el Islam es la religión predominante–, los movimientos
extremistas de orientación salafista-yihadista –entre ellos el Estado Islámico
(Daesh, en adelante), al-Qaeda y el Talibán– son prácticamente la única forma
de vehiculizar la protesta y la rebelión. A estas alturas, han reemplazado por
completo a los movimientos socialistas y nacionalistas que predominaban en
el siglo XX; en estos últimos años ha habido una total reversión hacia la
identidad religiosa, étnica y tribal, hacia los movimientos que tratan de
83
establecer un territorio propio y exclusivo mediante el acoso y la expulsión de
las minorías.
En el proceso y debido a la presión de la ingerencia militar extranjera, una
vasta porción del planeta parece estar abriéndose en canal. Aun así, la
comprensión de lo que está sucediendo es muy limitada en Washington.
Recientemente, esta situación se hizo patente cuando 51 diplomáticos del
departamento de Estado de Estados Unidos protestaron contra la política siria
del presidente Obama y sugirieron que debían lanzarse ataques aéreos
selectivos contra las fuerzas del régimen sirio en la creencia de que el
presidente Bashar el-Assad estaría dispuesto a un cese del fuego. El
pensamiento de los diplomáticos continúa siendo ingenuo en el más complejo
de los conflictos mencionados y supone que el bombardeo con barriles
explosivos a los civiles realizado por el gobierno sirio es “la principal causa
de la inestabilidad que continúa castigando a Siria y toda la región”.
Es como si la mente de esos diplomáticos estuviera todavía en los tiempos de
la Guerra Fría, como si aún estuviesen luchando contra la Unión Soviética y
sus aliados. Contra toda lo visto en los últimos cinco años, suponen que una
apenas existente oposición moderada siria se beneficiaría con la caída de elAssad y una falta de comprensión de que la oposición armada en Siria está
completamente dominada por el Daesh y los clones de al-Qaeda.
A pesar de que en estos momentos se reconoce ampliamente que la invasión
de Irak en 2003 ha sido una equivocación (incluso por quienes en su día la
apoyaron), no se ha aprendido lección alguna sobre cómo las intervenciones
militares –directas e indirectas– de Estados Unidos y sus aliados en los
últimos 25 años solo han empeorado la violencia y acelerado el fracaso de
algunos países.
Una extinción en masa de países independientes
El Daesh, que justamente celebra su segundo aniversario, es la derivación
grotesca de esta época de caos y conflicto. La existencia misma de esta
monstruosa secta no es más que un síntoma de la profunda dislocación sufrida
por las sociedades de esa región, una región gobernada por elites corruptas y
carentes de reputación. Su surgimiento –y el de sus variaciones estilo Talibán
o al-Qaeda– muestra la dimensión de la debilidad de sus oponentes.
El ejército de Irak y sus fuerzas de seguridad, por ejemplo, tenían registrados
350.000 soldados y 660.000 policías en junio de 2014, cuando unos pocos
miles de combatientes del Daesh capturaron Mosul, la segunda ciudad del
país, que aún mantienen en su poder. En estos momentos, el ejército iraquí,
los servicios de seguridad y unos 20.000 paramilitares chiíes respaldados por
el enorme poder de fuego de Estados Unidos y la fuerza aérea de sus aliados
84
se han abierto camino dentro de la ciudad de Fallujah, a 64 kilómetros al oeste
de Bagdad, luchando contra la resistencia de los combatientes del Daesh, que
quizás sean unos 900 hombres. En Afganistán, el resurgimiento del Talibán,
supuestamente derrotado totalmente en 2001, tiene menos que ver con la
popularidad de ese movimiento que con el desprecio con que los afganos
miran a su corrupto gobierno con sede en Kabul.
En todas partes los estados nacionales están debilitados o derrumbándose,
mientras unos jefes autoritarios luchan por su supervivencia frente a las
presiones, tanto exteriores como interiores. Así es muy difícil esperar que la
región pueda desarrollarse. Se suponía que unos países que en la segunda
mitad del siglo XX habían conseguido quitarse de encima la dominación
colonial se unirían más a medida que el tiempo pasara, no menos.
Entre 1950 y 1975, los líderes regionales accedieron al poder en buena parte
del anterior mundo colonial. Prometieron que alcanzarían la
autodeterminación nacional; para ello, crearon poderosos países
independientes mediante la concentración de todos los recursos políticos,
militares y económicos que estuviesen disponibles. En lugar de eso, después
de algunas décadas, muchos de esos regímenes se convirtieron en Estados
policiales controlados por un reducido número de familias
extraordinariamente ricas y un círculo de hombres de negocios que dependían
de sus conexiones con jefes como Hosni Mubarak, en Egipto, o Bashar elAssad, en Siria.
En los últimos años, esos países se abrieron también al torbellino económico
del neoliberalismo, que destruyó cualquier rudimentario contrato social que
existiera entre gobernantes y gobernados. Tomemos a Siria, por ejemplo. En
este país, las ciudades y poblaciones rurales que una vez habían apoyado al
régimen baazista de la familia al-Assad porque les proporcionaba empleos y
mantenía bajos los precios de los artículos de primera necesidad fueron,
después de 2000, abandonados a las fuerzas del mercado que siempre
favorecen a quienes detentan el poder. Estas poblaciones se convertirían en la
columna vertebral del levantamiento posterior a 2011. Mientras tanto,
instituciones como la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), que en los setenta habían hecho tanto por el aumento de la riqueza y
el poder de los productores de crudo de la región, habían perdido su capacidad
de actuar de común acuerdo.
La pregunta en este momento es: ¿Por qué se está produciendo una “extinción
en masa” de países independientes de Oriente Medio, el norte de África y más
allá? Es frecuente que los políticos y los medios occidentales se refieran a
esos países como “estados fallidos”. La implicación subyacente en esa
expresión es que el proceso que viven esos países es de tipo destructivo. Pero
unos cuantos de esos estados ahora etiquetados como “fallidos”, como puede
85
ser el caso de Libia, solo accedieron a esa categoría después de que un
movimiento de oposición respaldado por Occidente se hiciera con el poder
gracias al apoyo y la intervención militar de Washington y la OTAN y
demostrara ser demasiado débil como para imponer su poder gubernamental
centralizado y el correspondiente monopolio de la violencia dentro del
territorio nacional.
De un modo u otro, en Irak 2003, este proceso se inició con la intervención de
una coalición liderada por Estados Unidos que condujo al derrocamiento de
Saddam Hussein, la proscripción del Partido Baazista y la disolución de sus
fuerzas armadas. Fueran cuales fueran sus defectos, tanto Saddam como el
autocrático mandamás de Libia, Muammar Gaddafi fueron satanizados y
culpabilizados de todas las disputas étnicas, sectarias y regionales de los
países que gobernaban, unas dsiputas que de hecho se dispararon del modo
más nefasto después de la muerte de cada uno de ellos.
Sin embargo, aún hay una pregunta más: ¿Por qué la oposición a los
autócratas y a la intervención occidental adquirió la forma islámica y cómo es
qué los movimientos islámicos fueron los que consiguieron dominar la
resistencia armada particularmente en Irak y en Siria; una resistencia tan
violenta, regresiva y sectaria? Formulémosla de otra manera: ¿Cómo pudieron
esos grupos encontrar tanta gente dispuesta a morir por una causa, mientras
que sus oponentes apenas consiguen reclutar alguna? Cuando las unidades de
combate del Daesh arrasaban el norte de Irak en el verano de 2014, los
soldados [iraquíes] se quitaban el uniforme, dejaban sus armas y desertaban
abandonando las ciudades del norte del país; y justificaban su fuga diciendo
desdeñosamente: “¿Morir por [el primer ministro Nouri] al-Maliki? ¡Jamás!”.
Una explicación corriente de la ascensión de los movimientos islámicos de
resistencia es que la oposición socialista, laica y nacionalista había sido
aplastada por las fuerzas de seguridad del antiguo régimen, mientras que no
había pasado lo mismo con los islamistas. Sin embargo, en países como Libia
y Siria, los islamistas habían sido también salvajemente perseguidos, pero
llegaron a dominar la oposición. Aun así, aunque esos movimientos
confesionales fueron lo bastante fuertes como para oponerse a los gobiernos,
en general demostraron no tener la fuerza suficiente como para reemplazarlos
Demasiado débiles para ganar, pero demasiado fuertes para perder
A pesar de que está claro que hay muchas razones para la actual
desintegración de países y que esas razones difieren de un lugar a otro, hay
algo que es incuestionable: el fenómeno en sí mismo se está convirtiendo en la
norma válida a lo largo y ancho de una vasta porción del planeta.
86
Si buscamos las causas del fracaso de naciones en nuestro tiempo, el punto de
partida es sin duda el final de la Guerra Fría, hace un cuarto de siglo. Una vez
acabada, ni Estados Unidos ni la Rusia que surgió del descalabro de la Unión
Soviética tenían un interés especial en continuar apuntalando “estados
fallidos”, como lo habían hecho durante tanto tiempo ante el temor de que lo
hiciera la superpotencia rival y sus ‘apoderados’ locales. Antes de eso, los
líderes nacionales de regiones como el Gran Oriente Medio habían sido
capaces de mantener a sus respectivos países en cierto grado de independencia
conservando un equilibrio entre Moscú y Washington. Con el colapso de la
Unión Soviética, eso ya no era factible.
Además, el triunfo de la economía neoliberal de libre mercado tras el colapso
de la Unión Soviética agregó un ingrediente crítico a la mezcla; con el tiempo
se vería que esto era mucho más desestabilizante.
Una vez más, tomemos en consideración a Siria. La expansión del libre
mercado en un país en el que nunca había habido una responsabilidad
democrática ni regido la ley por encima de todo significó una cosa: los
plutócratas relacionados con la familia gobernante del país se apropiaron de
todo lo que parecía ser potencialmente rentable. Gracias a esto, aumentaron
pasmosamente su fortuna, mientras que los empobrecidos habitantes de las
aldeas, los pueblos rurales y los barrios de chabolas de las ciudades de Siria,
que una vez había dependido del Estado para conseguir trabajo y alimentos
baratos, ahora sufrían. Nadie debería sorprenderse de que estos lugares se
convirtieran en el centro de los levantamientos en la Siria posterior a 2011. En
la capital, Damasco, mientras se extendía el reinado del neoliberalismo,
incluso los miembros de rango bajo de la mukhabarat, o policía secreta, vivían
con entre 200 y 300 dólares por mes; mientras tanto, el Estado se transformó
en una maquinaria dedicada al robo.
En esos años, el robo y la subasta del patrimonio nacional se propagaron por
toda la región. El nuevo gobernante de Egipto, el general Abdel Fattah al-Sisi,
implacable con cualquier asomo de disenso interior, fue típico. En un país que
alguna vez había sido el modelo a emular de los regímenes nacionalistas de
todo el mundo, al-Sisi no titubeó el pasado abril en entregar dos islas en el
mar Rojo a Arabia Saudí, de cuyos financiamientos y ayudas depende régimen
egipcio (sorprendiendo a todo el mundo, recientemente un tribunal de El Cairo
anuló la decisión de al-Sisi).
Este gesto, sumamente impopular entre los cada vez más empobrecidos
egipcios, fue el símbolo de un cambio de mayor alcance en el equilibrio de
poder en Oriente Medio: los otrora países más poderosos de la región –Egipto,
Siria e Irak– habían sido nacionalistas laicos y un auténtico contrapeso
respecto de Arabia Saudí y las monarquías del golfo Pérsico. Según se
debilitaban las autocracias seculares, aumentaba el poder y la influencia de las
87
monarquías sunníes fundamentalistas. Si 2011 fue testigo de la propagación
de la rebelión y la revolución en todo el Gran Oriente Medio, mientras la
Primavera Árabe florecía fugazmente, también vio la extensión de la
contrarrevolución financiada por las monarquías absolutistas del Golfo ricas
en petróleo, que nunca iban a tolerar cambios de régimen democráticos y no
confesionales en Siria o Libia.
Hay algo más en juego que agrega todavía más fragilidad a esos países: la
producción y comercialización de recursos naturales –crudo, gas y minerales–
y la cleptomanía que acompaña a esas actividades. Esos países sufren a
menudo los efectos de lo que se conoce como “la maldición de los recursos”:
unos estados cada vez más dependientes de los ingresos por la venta de sus
recursos naturales –teóricamente suficientes como para asegurar un nivel de
vida razonablemente decente– que en cambio pasan a ser unas dictaduras
grotescamente corruptas. En ellas, los yates de los multimillonarios locales
con importantes conexiones con el régimen de turno se balancean en puertos
rodeados de barrios de chabolas sin agua corriente ni saneamiento. En esas
naciones, las políticas suelen centrarse en rencillas y maniobras de elites para
robar los dineros que ingresa el Estado y trasladarlos fuera del país lo más
rápidamente posible.
Esta ha sido la pauta de la vida económica y política de gran parte del África
subsahariana desde Angola a Nigeria. En Oriente Medio y el norte de África,
sin embargo, existe un sistema algo diferente, uno normalmente mal
comprendido fuera de esas regiones. En Irak o Arabia Saudí hay una
desigualdad parecida y unas elites igualmente cleptómanas. No obstante, han
gobernado mediante Estados clientelares en los que a una parte importante de
la población se le ofrece empleo en el sector público a cambio de la pasividad
política o el apoyo a los cleptócratas.
Por ejemplo, en Irak, con una población de 33 millones de personas, no menos
de siete millones están en la nómina del gobierno, gracias a salarios o
pensiones que cuestan al Estado unos 4.000 millones de dólares por mes. Este
burdo sistema de distribución popular de los ingresos derivados del petróleo
ha sido denunciado frecuentemente por comentaristas y economistas
occidentales con el nombre de corrupción. Estos, por su parte, recomiendan
generalmente recortar el número de esos empleos, pero eso significaría que
todos –no solo una parte– los ingresos estatales provenientes de los recursos
naturales serían robados por la elite. De hecho, este es cada vez más el caso en
esos territorios a medida que el precio del petróleo toca fondo; incluso los
miembros de la realeza saudí han empezado a recortar la ayuda estatal a la
población.
Una vez se pensó que el neoliberalismo era el camino hacia la democracia
secular y la economía de libre mercado. En la práctica, ha sido cualquier cosa
88
menos eso. En lugar de ello, junto con la maldición de los recursos y las
repetidas intervenciones militares de Washington y sus aliados, la economía
de libre mercado ha desestabilizado profundamente el Gran Oriente Medio.
Alentado por Washington y Bruselas, el neoliberalismo del siglo XXI ha
hecho que las sociedades desiguales sean todavía más desiguales y ha
ayudado a transformar regímenes que ya eran corruptos en maquinarias de
pillaje. Por supuesto, es también una fórmula para el éxito del Daesh o
cualquier otra alternativa extremista al statu quo. Esos movimientos están
limitados a encontrar apoyo en las zonas empobrecidas u olvidadas, como el
este de Siria o el este de Libia.
Sin embargo, tengamos presente que este proceso de desestabilización de
ninguna manera está limitado al Gran Oriente Medio y el norte de África.
Ciertamente, estamos en la era de la desestabilización, un fenómeno en alza en
el ámbito global, y ahora mismo propagándose en los Balcanes y el este de
Europa (con una Unión Europea cada día más incapaz de influir en los
acontecimientos en su ámbito). Ya no se habla de la integración europea, sino
de cómo impedir un completo desmembramiento de la UE después de que los
británicos votaran para marcharse de ella.
Las razones para que una exigua mayoría de ciudadanos británicos votara por
el brexit tienen paralelos con Oriente Medio: las políticas económicas de libre
mercado seguidas por los gobiernos desde que Margaret Thatcher fue primer
ministro han ensanchado la distancia entre ricos y pobres y entre ciudades
prósperas y buena parte del resto del país. Es posible que Gran Bretaña haya
hecho bien las cosas, pero millones de ciudadanos del Reino Unido no han
participado de esa prosperidad. El referéndum sobre si continuar o no siendo
miembro de la UE, la opción defendida por casi la totalidad del establishment
británico, se transformó en el catalizador de la protesta contra el statu quo. La
rabia de los votantes por “salir” tiene mucho en común con la de los
seguidores de Donald Trump en Estados Unidos.
Estados Unidos continúa siendo una superpotencia, pero ya no es tan poderosa
como lo fue una vez. Este país también está sintiendo las tensiones de este
momento mundial, en el que tanto EEUU como sus aliados son los
suficientemente poderosos como para pensar que pueden acabar con
regímenes que no son de su agrado; sin embargo, el éxito no les ha
acompañado bastante, como en Siria, o si han tenido éxito, como en Libia, no
han podido reemplazar aquello que destruyeron. Un político iraquí dijo una
vez que el problema de su país era que los partidos eran “demasiado débiles
para ganar, pero demasiado fuertes para perder”. Este patrón es el que
predomina cada vez más en toda la región y se extiende por todas partes. Esto
implica la posibilidad de un interminable ciclo de guerras que no resuelvan
nada y una era de inestabilidad que ya ha comenzado.
89
Patrick Cockburn es corresponsal en Oriente Medio del periódico The
Independent de Londres y autor de cinco libros sobre Oriente Medio; el
más reciente es Chaos and Caliphate: Jihadis and the West in the Struggle
for the Middle East (OR Books).
Fuente: http://www.tomdispatch.com/post/176158/tomgram%3A_patrick_coc
kburn%2C_an_endless_cycle_of_indecisive_wars/#more
Los negocios de la DEA
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214099
Héctor Bernardo
Diario Contexto
El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que la agencia
norteamericana revende el 50% de la droga que incauta y utiliza el
dinero para financiar operaciones ilícitas. A pesar de estas acusaciones, el
Gobierno argentino firma acuerdos de cooperación. Opina: Stella
Calloni.
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, denunció a
través de un comunicado de prensa que la agencia antinarcóticos de Estados
Unidos, la DEA, “se quedaba con el 50 por ciento de la cocaína” que incautó
en Bolivia para financiar actividades ilícitas.
Según señaló la cadena de noticias TeleSUR: “El mandatario boliviano
explicó que agentes de la DEA aceptaron que ganancias de las incautaciones
eran utilizadas para pagar bonos a las autoridades y a los agentes encubiertos”.
Morales ya había señalado en la Asamblea General de Naciones Unidas
(ONU) que Estados Unidos “creó, con el problema de las drogas, la excusa
mañosa para aplicar una lógica imperialista de control de las fuerzas policiales
y las Fuerzas Armadas de la región, para interferir en la administración de los
Estados”.
“El Imperio ha utilizado esta guerra hipócrita para inducir una estrategia
militar y geopolítica intervencionista en las zonas ricas de recursos naturales,
para el control y saqueo de los mismos. Donde está instalada la DEA y las
bases militares de Estados Unidos, crece el narcotráfico, la delincuencia, los
gobiernos privatizadores, los sistemas judiciales y policíacos de la
narcocorrupción, la riqueza ilegal, las élites millonarias corruptas servibles y
funcionales al imperio”, agregó.
90
Por todo ello, el presidente Morales propuso “disolver la DEA, cerrar las
bases militares norteamericanas, acabar con las certificaciones unilaterales,
acabar con el intervencionismo y aprobar una resolución para terminar de una
vez con el secreto bancario”.
La periodista e investigadora Stella Calloni señaló: “La DEA ha sido
denunciada hasta por sus ex agentes. En los años ochenta se descubrió que
había un laboratorio en Huanchaca, Bolivia, desde donde la DEA enviaba la
droga al Comando Sur, luego iba a Miami y retornaba el dinero, que servía
para financiar la compra de armas para la contra nicaragüense, ese grupo de
mercenarios que atacaba a la revolución sandinista”.
“Es importante señalar que ese laboratorio en Huanchaca fue descubierto por
el científico boliviano Noel Kempff Mercado, quien luego murió asesinado
por los narcotraficantes”, afirmó la investigadora.
Calloni, autora del libro Evo en la mira: la CIA y la DEA en Bolivia, aseguró:
“Esta institución tenía casas de torturas y siempre peleó por apropiarse de todo
el negocio de la droga. Es evidente que no pretenden combatir el narcotráfico,
sino tenerlo bajo su control. Todos sabemos que se trata de un negocio de
millones y millones de dólares”.
Por último, Calloni señaló: “Evo expulso a la DEA y, en Bolivia, la
producción de droga se redujo. En el otro extremo está Colombia, que tiene
siete bases militares de Estados Unidos en su territorio, tiene a la DEA
actuando libremente ahí, y la producción de droga en ese país crece cada año”.
Argentina en manos de la DEA
Mientras que Bolivia se aleja cada vez más de la influencia de la DEA, el
Gobierno argentino se acerca a esta institución.
Recientemente, una delegación del Ministerio de Seguridad encabezada por la
titular de la cartera, Patricia Bullrich, el secretario, Eugenio Burzaco, y
el director nacional de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio,
Gastón Schulmesister, realizaron una visita a la DEA y el FBI en Washington,
con el fin de comenzar con las conversaciones para firmar acuerdos de
colaboración.
En este sentido, en una entrevista publicada en Contexto y titulada “Para
combatir el narcotráfico no hay peor cosa que obedecer a la DEA”, el ex
diputado nacional Carlos Raimundi señaló: “Otra de las señales claras del
cambio de eje del nuevo Gobierno argentino es el decreto de emergencia en
materia de seguridad. Al permitir la injerencia de las fuerzas armadas en
temas de seguridad interna y con la Ley de derribos, lo que hace es, con la
91
excusa de combatir al narcotráfico, volver a situar al país en la esfera de la
DEA. Está claro que la DEA es un mecanismo de control del ‘patio trasero’,
no de combate al narcotráfico. Esto es ingresar en un nuevo eje geopolítico,
no es priorizar el combate contra el narcotráfico, porque para combatir el
narcotráfico no hay peor cosa que obedecer a la DEA”.
En la provincia de Buenos Aires también
Un dato no menor es la denuncia que realizó el diario Página/12, en un
artículo titulado “Un policía bien relacionado con la DEA”. El texto señala
que el recientemente designado jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia,
“era el nombre bendecido por la embajada de Estados Unidos para conducir la
Federal. De estrechos lazos con la DEA”.
Cabe recordar que el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires,
Cristian Ritondo, confesó que el nombramiento de Pablo Bressi como jefe de
la Policía bonaerense fue por una recomendación de la embajada de Estados
Unidos.
El narcotráfico es un problema mundial. Entregarse a las manos de una
institución que parece querer monopolizarlo en lugar de combatirlo puede
transformarse en un problema irreversible.
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214122
Espacio geocéntrico de guerra del municipio de Tierralta-Córdoba
La nube negra del paramilitarismo en Tierralta, Córdoba
Sara Leukos
Rebelión
El municipio Tierralta en el departamento de Córdoba, fue creado como
municipio en el año 1931 por ordenanza de la Asamblea de Bolívar, la que fue
anulada por ilegal, se inhabilitó por algunas ilegalidades e irregularidades
procedimentales. Se creó como municipio en 1949, se destaca por ser
geográficamente parte del Parque Nacional Natural de Paramillo, nudo
central y paso histórico de grupos de paramilitares. Según investigaciones
realizadas por la Universidad de Córdoba, se reporta un total de 288 especies
pertenecientes a 227 géneros y 97 familias, constituyéndose un gran
ecosistema. [1]
92
Fuente: https://turismocordoba2012.wordpress.com
El nudo del Paramillo: paramilitarismo
El municipio de Tierralta hace parte del gran Nudo de Paramillo
geoestratégico del paramilitarismo de ayer y de hoy en Córdoba. No se sabe si
llegará la tan anhelada paz a estas tierras, cuando se firme el proceso de paz
entre las FARC-EP y el gobierno
Hoy los paramilitares están en Tierra Alta se llaman e l clan Usuga. En este
municipio se abre otra realidad: es un espacio estratégico para la disputa del
territorio que de manera segregativa y en las vertientes geográficas del
Paramillo, hacen presencia los movimientos insurgentes del EPL, las FARCEP y se imponen los criminales paramilitares denominados el clan Usuga y las
Bacrim. La primera evidencia de las Bacrim, y puntualmente el clan Úsuga,
tienen poder hoy en Tierralta, fue en el mes de abril donde el clan Usugaparamilitares, uniformados, hicieron circular aterradores panfletos y mensajes
de voz en chats de celular para intimidar y amenazar la población. Escenarios
de guerra con su relación territorial en las diversas veredas del municipio. [2]
La homogenización del miedo del clan usuga y las Bacrim para atemorizar la
gente mediante vacunas, extorsión y amenazas no tiene ningún reparo y viene
de tiempo atrás. Hoy día, todos deben pagar la extorsión bajo cuotas, ¡hasta
para vender minutos de celular!, es un circuito de una economía moral con
una horizontalidad, hacia pequeños comerciantes y otros pobladores. Nadie lo
dice, pero se sabe. Es la criminalidad impuesta por el paramilitarismo hacia la
93
población por parte de integrantes bajo circuitos económicos de extorsión
agenciados por narcotraficantes y en cooperación del silencio de entes
burocráticos, militares y políticos.
Lo más grave es que Tierralta se ha convertido en un lugar de silencio de sus
pobladores y dominio de voz de los paramilitares. Hoy nadie habla nada y
quien lo hace, lo expresa con suma reserva. El Clan Usuga, las Bacrim hacen
de las suyas en este gran paisaje de sol. Existe un gran tráfico de armas que
llega a manos de los paramilitares. La pregunta señor lector, ¿Cómo cree Ud.
que se financia el armamentismo? ¿Quién protege a estos criminales? Ahí le
dejo solo dos pregunticas, para las demás vayan avanzando…
En el año del 2014, las necesidades azotaban a una población desplazada
hacia Tierralta, más de 50 familias desplazadas vivían en extrema pobreza, la
administración se hacía oídos sordos que sin vergüenza y sin dolor no atendía
bien a dichas familias desplazadas campesinas. [3] Los malos programas del
gobierno sobre las políticas públicas empleadas para atender a las familias
desplazadas eran de un trazo de miseria y de total desprecio por el ser
humano, como el ICBEF, Familias en Acción, la Unidad de Atención a las
Victimas, los programas desprendidos por parte del Departamento de
Planeación Nacional y el sistema del SISBEN, no servían para nada, solo para
imprimir un modelo impuesto de políticas públicas de corte neoliberal que no
tiene ningún diseño participativo y está lejos de solucionar problemas sociales
de la comunidad.
Estas instituciones son una política de estado que dé pública y participativa no
tienen nada, basta el ejemplo de la comunidad indígena San Matías de la
etnia Zenú, en el municipio de Sahagún, se ha visto afectada por la falta de
inclusión verdadera en el manejo de un diseño de una política pública; que
dicho de paso no ha existido para los indígenas en el territorio nacional, ni
para la comunidades campesinas y menos para las poblaciones desplazadas en
los cascos urbanos del territorio nacional. ¡Y ni que hablar de los afros ,
raizales a la redonda¡
Es un caos burocrático, donde los paramilitares se afincaron en todas las
esferas de los territorios en relación sobre la soberanía alimentaria, la salud, la
vivienda y educación de esta población afectada por la guerra. Los
paramilitares hoy día realizan asesinatos segregados, gota a gota y las
desapariciones afloran, bajo mecanismos de empadronamiento y en secciones
de que el asesinato no sea visto según ellos con horror, bajo un método
incremental de conteo. Es el fascismo con tentáculos de araña venenosa. Ni
hablemos de los “accidentados lideres” que mueren día a día por accidentes en
la calle, en las vías locales por agresión. Todo un modelito importado para
segregar, arruinar y atemorizar a un entrono local. Paso a paso, el crimen de
94
estado avanza, sin que se deje ver. El estado está muy lejos de resolver aún la
desaparición de las estructuras paramilitares .
Lugar y espacio sobre el paramilitarismo .
Es urgente que el gobierno abra un espacio nacional de diálogo, con los
integrantes locales y regionales de los diversos movimientos sociales,
sobre el tema de las estructuras paramilitares vigentes, la responsabilidad
del gobierno de Juan Manuel Santos es garantizar la vida de las personas
como mandatario. La urgencia queda en si –misma, ante la naturaleza del
estado que aún pervive bajo estructuras paramilitares.
“La gente siempre cree lo que ven sus ojos”. (Proverbio afgano)
Notas
[1] Mirar algunas brevedades allí. https://es.wikipedia.org/wiki/Tierralta
[2] http://www.larazon.co/web/2016/03/ejercito-incauto-caleta-de-guerra-delas-bacrim-en-cordoba/
[3] Entrevista con desplazados por Sara Leukos en ese año, en Tierralta –
Córdoba
Lula no se presentará en 2018 solo si está preso o muerto”
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/30/actualidad/1467319711_786435.ht
ml
Frei Betto, fraile, escritor, amigo y exministro del expresidente brasileño, asegura que el PT
debe reformarse para sobrevivir
En una habitación pequeña de la planta baja del convento guarda Carlos Alberto Libânio, de 71
años, más conocido como Frei Betto, ejemplares de sus libros. Ha escrito más de 50. El último,
una conversación con Fidel Castro. Fraile dominico, estudioso, activista, exministro de la
primera etapa de Lula, teórico de la izquierda pero también práctico en movimientos sociales,
Frei Betto es una especie de conciencia crítica del Partido de los Trabajadores (PT) brasileño.
Conoció a Lula en la juventud de ambos, cuando compartían habitaciones improvisadas en los
tiempos de la creación del partido y de la casi clandestinidad. Ahora, le reprocha a Lula que no
haya renunciado a un tren de vida demasiado lujoso como para ser ejemplar y al partido que
no haya llevado a cabo todo lo que, a su juicio, se proponía en sus principios. Él, por su parte,
sigue viviendo austeramente en un convento de São Paulo, alérgico a cualquier bien material,
argumentando que el ecologismo traerá, por fin, esa esperada sociedad más justa.
Pregunta. ¿Por qué dice que le ha decepcionado el PT?
Respuesta. Los años de Lula y el primer mandato de Dilma Rousseff fueron los mejores de la
historia republicana de Brasil. Se hicieron muchas cosas: se sacó a 45 millones de la pobreza, se
llevó la electricidad a 15 millones de hogares… Pero se podría haber hecho más.
95
P. ¿El qué?
R. El PT iba a ser el partido de la ética (lo que no ha sido) e iba a ser el partido de las reformas
estructurales, como la reforma política, pero no se hicieron. Y ahora Dilma Rousseff y el PT son
víctimas de eso precisamente.
MÁS INFORMACIÓN
El presidente de Brasil tacha de falsa la acusación de corrupción
Dilma y Marina, ¿dos símbolos quebrados?
Lula, un final aún sin escribir
P. ¿Y por qué no la hicieron?
R. Porque temieron enfrentarse a las élites brasileñas. Era una reforma encaminada a no tener
36 partidos, encaminada a obstruir las vías de la corrupción. El PT, además, hizo una vía de
inclusión social por el consumo. Dio crédito, e hizo programas sociales. La gente pasó a tener
microondas, nevera, hasta coche, pagando todo a plazos. Pero no bienes sociales públicos,
educación, salud, transporte o seguridad. Por eso las personas tienen rabia ahora, ahora que
todo está peor.
P. ¿Y qué va a pasar ahora con la crisis política?
R. Todo dependerá de la decisión del Senado. Si efectivamente los senadores mantienen el
impeachment, Temer se va a convertir en el gran apoyo de Lula para 2018. El Gobierno va a ser
tan malo que va a ayudar a volver a Lula.
P. ¿Usted cree que Lula va a volver?
R. No es que crea. Es que estoy seguro: Lula solo no será candidato si está muerto o está preso.
Lo conozco bien.
P. Hay quien piensa que está desilusionado desde la salida de Dilma…
R. Lula es un genio de la política. Ahora que la Operación Lava Jato reparte las cartas de la
política brasileña, le conviene no sobresalir mucho. Conviene que deje a Temer desgastarse.
P. ¿Cree que a Lula le cambió el poder?
R. No, no le cambió. Pero creo que Lula debería haber preservado algunos símbolos, como
Mujica en Uruguay. Podía haber continuado vivir en la casa donde vivía cuando era presidente
del sindicato y viajar con un avión normal, no con un avión privado, esos símbolos dicen
mucho para la opinión pública. Con todo, seguimos siendo amigos, y yo creo totalmente en su
integridad ética.
P. ¿Cuál es la renovación pendiente del PT?
R. Tiene que hacer primero una profunda autocrítica y segundo, refundarse. Para eso tiene
que decir cuál es su propuesta. En un determinado momento, el PT se volvió una formación
especializada en su perpetuidad en el poder, preocupándose sobre todo de eso. Pasó de ser un
proyecto para el país a un proyecto para el poder. Permanecer en el poder se convirtió en algo
más importante que cambiar el país.
P. Desde su perspectiva de fraile católico, ¿por qué tiene tanto poder la iglesia evangélica?
96
R. Por causa de la pobreza. En muchos lugares de Brasil no hay acceso a la salud o a la
enseñanza básica. Por eso muchos prefieren una iglesia que hagan milagros de curaciones.
Explotan la miseria de esas personas: “Usted viene aquí y se va a curar, va a ser feliz, va a tener
empleo”. Esto va a acabar en fundamentalismo. Estas iglesias se transformaron en grandes
fuerzas políticas que tienen en sus manos el aparato del Estado. La iglesia evangélica está
cometiendo el mismo error que cometió la iglesia católica en la Edad Media: querer ejercer el
poder político a partir de sus propios preceptos religiosos. Eso fue desastroso. Y es una puerta
para la homofobia, para el machismo o para la discriminación…. Ahora, esto pasa porque las
personas están desamparadas, porque tienen muchas carencias, porque creen en todo lo que
venga envuelto en algo divino… La Iglesia evangélica está en esos barrios, usted se siente
valorizado ahí, se siente parte de ese proceso. La iglesia Católica lo hizo durante mucho
tiempo, con las comunidades eclesiásticas de base. Pero dos papas no quisieron esas
comunidades. Ahora, con el papa Francisco, vuelven a renacer.
P. ¿Cree que se puede acabar con el problema de la desigualdad?
R. Si no creyera, certificaría la desesperanza de la especie humana. Un ejemplo es Cuba: Cuba
tiene muchos defectos, pero ahí no ve una familia en la calle, ni millonarios. Yo creo que nos
salvará la ecología. Antes creía que nos salvaría la economía, pero las personas tienen mucho
apego a sus bienes, no están dispuestos a renunciar. Así que solo la ecología, el ver que los
recursos del planeta son limitados, hará que tales empresas dejen de querer ganar tanto. O
iremos todos al apocalipsis antes del tiempo. Pero como digo yo siempre: guardemos el
pesimismo para días mejores.
La guerra mediática y la necesidad de reiventar el discurso y reimaginar la
izquierda
Aram Aharonian
http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/la-guerra-mediatica-y-la-necesidad-de-reiventar-eldiscurso-y-reimaginar-la-izquierda/
Hoy, todas las luces de alarma permanecen encendidas en el norte y en el sur del sur ante la
ofensiva restauradores del viejo orden neoliberal. Las fuerzas más reaccionarias del mundo
han intensificado sus campañas para desestabilizar nuevamente a varios gobiernos
latinoamericanos, en una experiencia que bien puede ser aplicada en cualquier país
latinoamericano cuyos recursos naturales sean apetecidos por las potencias centrales.
La creciente y orgánica participación de los medios de comunicación cartelizados –nacionales y
extranjeros– en la preparación y el desarrollo de las guerras y planes desestabilizadores del
poder fáctico jurídico-policial-parlamentario-promovidos por y desde Estados Unidos, pero
también desde Europa, demuestra que estos se han convertido en verdaderas unidades
militares.
Si hace 40 años necesitaban de fuerzas armadas para imponer su proyecto, hoy el escenario de
guerra es simbólico y hoy no hacen faltas bayonetas ni tanques: les basta con el control de los
medios hegemónicos para imponer modelos políticos, económicos y sociales. La guerra se
traslada al espacio simbólico, a la batalla ideológica, a la guerra cultural y, por ende, las armas
para esa nueva confrontación son diferentes.
Ya no son metralletas, sino micrófonos, computadoras, teléfonos, cámaras de video… La
guerra por imponer imaginarios colectivos se da a través de medios cibernéticos, audiovisuales
y gráficos. Y para esas batallas hay que saber cómo usar esas armas, apropiarse de las nuevas
97
tecnologías, saber cuál es la masa crítica a la que queremos dirigirnos, aprender a diseñar y
producir contenidos de calidad para poder pelear en ella: no copiar formatos, agendas,
discursos ni estéticas de los medios hegemónicos.
Los medios comerciales de comunicación han incautado la libertad de expresión y,
precisamente, la han aprisionado para usarla como rehén. Ante ese poder los individuos no
valen, no valemos nada.
Hoy somos víctimas de lo que se da en llamar la guerra de cuarta generación y que los
sufrimos en nuestros países como terrorismo mediático, donde la cartelización de los medios
imponen imaginarios colectivos, verdades virtuales muy distantes de la verdades reales, pero
que influyen en la conducta de los pueblos. Los ejemplos son muchos: Venezuela desde 2002
hasta hoy, Ecuador, Bolivia, los golpes “blandos” en Paraguay y Honduras, la desestabilización
financiera en Argentina en 2015 y el golpe judicial-parlamentario.mediático de hoy en Brasil
En medio de esta pelea por masificar nuestros mensaje, para romper el bloqueo informativo y
comunicacional, nos damos cuenta que la caja de herramientas con que contábamos ya no nos
sirve. No logramos masificar nuestro mensaje, porque carecemos de medios masivos o porque
no hemos sabido crear redes que masifiquen mensajes.
Seguimos perdiendo por goleada, porque tarde nos dimos cuenta que una ley de medios no es
más que un marco jurídico que sirve para no respetarlo, porque seguimos siendo reactivos y
no proactivos, porque no sabemos informar sino denunciar, porque seguimos copiando
modelos exógenos, seguimos comprando espejitos sin lograr sacudirnos el coloniaje cultural.
¿Para qué queremos nuevos medios, nuevas frecuencias si no contamos y sumamos nuevos
contenidos que tengan que ver con nuestras idiosincrasias, nuestras luchas, nuestros anhelos,
nuestra memoria? ¿Cuándo vamos a construir nuestra propia agenda y dejar de de ser
reactivos a la agenda del enemigo? ¿Cuándo vamos a salir del eventismo, cómo vamos a
romper esta ilógica lógica comunicativa desde organizaciones verticales? La horizontalidad
ayuda a construir unidad, en procesos de organización, con movilización.
Tenemos doctorados en lloriqueo y denunciología, y creemos que eso es resistencia. Llevamos
más de 500 años de resistencia que hay un cambio de y no hemos comprendido que vivimos
un cambio de época, en el que debemos comenzar a construir: una nueva comunicación, base
elemental en la lucha por una sociedad más democrática, participativa.
Pero, claro, es más fácil denunciar y llorar. La construcción se hace desde abajo, ladrillo a
ladrillo, hom,bro con hombro, colectivamente. Lo único que se construye desde arriba… es un
pozo…
Reimaginar la izquierda
La tarea de reimaginar la izquierda no se puede desarrollar desde los esquemas tradicionales
(sean o no oficialistas), desde añejadas ortodoxias. Debemos asumir no solo las derrotas
electorales sino –lo que es más grave y difícil de digerir- la derrota cultural.
Hace rato que la izquierda tradicional está agotada, sin capacidad para abandonar sus viejos
nichos, para pensar una alternativa para amplias franjas –incluidas aquellas que no se definen
de izquierda– y pasar a la disputa de conciencias con una derecha que, pese a su crisis, sigue
avanzando en la reconquista de diversos escenarios sociales y en la restauración
conservadora.
Y cuando hablamos de izquierda, no nos estamos refiriendo a partidos marxistas, leninistas o
trotskistas, sino a todos los movimientos que impulsaban (e impulsan) -desde sindicatos,
partidos, organizaciones sociales, estudiantiles, campesinas, indígenas-, los cambios
estructurales que desembocaran en sociedades inclusivas, equitativas, justas.
Lo cierto es que la izquierda todavía no generó valores alternativos, por ejemplo, al mundo de
valores neoliberales centrado en el consumismo, el individualismo y la falta de solidaridad.
No caben dudas: hay que reconstruir el pensamiento de izquierda. Y en esta reconstrucción
hace falta la academia, hacen falta los intelectuales para sumar capacidades de reflexión y
formulación de propuestas alternativas al pensamiento hegemónico. Durante más de tres
98
décadas se denostó el modelo neoliberal, pero no se avanzó en la elaboración de una
propuesta alternativa.
El discurso de la izquierda tradicional quedó anclado en la etapa de la resistencia, por
incapacidad propia, por no entender que se transita una nueva etapa de construcción, sobre
todo de estas propuestas y teorías alternativas al liberalismo, vinculadas a los desafíos del siglo
XXI.
La intelectualidad “progre”, olvidada o ignorante del pensamiento crítico latinoamericano, no
participa activamente en los nuevos procesos políticos, muchas veces anclada en el
“marxicismo” (narcisismo marxista), en la denunciología permanente (y su paralelo lloriqueo) o
en la repetición de consignas y firma de solicitadas (que engruesan los listados de organismos
de seguridad de los países centrales), lo que algunos confunden con militancia.
Se necesitan nuevas teorías para poder ponerle freno a este proceso de vaciamiento
democrático que caracterizó por décadas a los gobiernos neoliberales, dictatoriales o no. Y en
eso nueva academia está en deuda: en América latina la praxis está 30 años por delante de la
teoría.
Se enfrenta una arremetida contra la unidad latinoamericana y especialmente contra los
avances y logros que generaron los gobiernos y los pueblos en la integración.
Uno de los objetivos de ese uno por ciento de los “dueños del mundo” es neutralizar, aniquilar
todo movimiento de resistencia en su contra, desde los partidos progresistas hasta los
movimientos populares. No hay lugar para aquellos que no siguen a rajatabla el libreto
neoliberal, extractivista, depredador. Para ello trabajaron en la domesticación, el
adocenamiento, incluyendo la inserción o cooptación de líderes de movimientos y partidos de
izquierda en la estructura del poder fáctico.
Pero como esto no alcanzó, trabajan en la desestabilización y los golpes de estado, cruentos o
blandos, para lo cual cuentan con una estructura de poder donde confluyen las grandes
corporaciones nacionales y trasnacionales, las elites que dominan los aparatos judiciales y
financieros, junto al terrorismo mediático desarrollado por las usinas de imposición de
imaginarios colectivos de la prensa hegemónica.
Sin duda no es lo mismo el acceso al mercado de consumo, muchas veces sacando de la
pobreza a importantes sectores sociales, que jugarse por cambios estructurales que garanticen
la inclusión, la equidad, la igualdad de oportunidades en educación, salud, nutrición y la
gestación de democracias participativas y no meramente declamativas.
Es hora de pensar a largo plazo, con sentido estratégico y no ahogarse en esa confusión de que
resistencia significa denunciología y lloriqueos permanentes. Es la única forma de construir
nuevas sociedades, nuevas democracias, y no continuar ayudando a gestionar las dificultades
de este sistema antipopular.
Y, lamentablemente, seguimos comprando los espejitos de colores que nos ofrecen desde las
usinas del colonialismo, en Estados Unidos o Europa. Ese colonialismo cultural, que aún no
hemos logrado sacudirnos, hace que no creamos en nuestras fuerzas, en nuestras soluciones
colectivas, y nos dejemos llevar por cantos de sirenas de quienes jamás entendieron quiénes
somos, cómo somos y qué queremos ser.
- Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista
Question, fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación y
Democracia (ULAC).
* Texto de la participación del autor en el conversatorio Guerra mediática y desafíos para la
democracia en América Latina, del Foro Latinoamericano y Caribeño de Comunicación Popular
y Comunitaria – II Congreso Internacional sobre Comunicología del Sur, Quito junio 2016
99
Bachelet y su duró análisis a la crisis política: “Es
universal y tenemos que replantearnos todo”
http://www.laondadigital.uy/archivos/14468
La Presidenta Michelle Bachelet realiza un duro análisis de la crisis política que afecta
al país y al mundo, afirmando que la democracia representativa ya no estádando
respuestas por sí sola los anhelos de la gente que quiere ser parte constructora de
una sociedad y sostiene que, por tal motivo, los partidos tienen que replantearse todo.
En una entrevista con el diario El País de España, la Mandataria explica que “tengo la
impresión de que la crisis de la política es universal. En Europa pasa lo mismo. Los partidos
tenemos que replantearnos todo”.
Y agrega que “la democracia representativa por sí sola ya no da respuesta a los anhelos de
la gente de ser parte constructora de la sociedad. Por eso nosotros en Chile estamos
haciendo un proyecto constituyente desde abajo hacia arriba”.
“Las élites latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos
haciendo y reinventarse para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos
políticos, la única organización que puede ofrecer a una nación una idea colectiva.
Necesitamos una política cercana, limpia, transparente, preocupada por las personas”,
explica la Mandataria.
Respecto a si se puede gobernar con una valoración tan baja en las encuestas, la jefa de
Estado explica que lo primero que hay que hacer es cumplir con los compromisos que se
han tomado y “mirar cómo restablecer confianza. La desconfianza es con la política, pero
también con el mundo empresarial, con las instituciones religiosas”.
En ese sentido, sostiene que existe un cuestionamiento a la élite, por lo que “las élites
latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos haciendo y reinventarse
para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos políticos, la única organización que
puede ofrecer a una nación una idea colectiva. Necesitamos una política cercana, limpia,
transparente, preocupada por las personas”.
Bachelet, asimismo, analizó el giro que ha hecho la región hacia el liberalismo, señalando
que “nosotros respetamos las decisiones de cada país. Chile siempre ha creído en el libre
comercio, lo hemos defendido con fuerza. Muchos países con presidentes de izquierdas nos
pidieron en el pasado apoyo para hacer tratados de libre comercio, para ver nuestra
experiencia, trabajamos con muchos de ellos. Siempre explicamos por qué para Chile esto
ha sido positivo y no negativo”.
También rechaza los cuestionamientos que se hacen en Latinoamérica, EE.UU. y el mundo
respecto a que el libre comercio ha traído una baja en los salarios, más desigualdad y menos
derechos para los trabajadores.
Sobre ese tema, menciona que “no es real. Al menos no para Chile. Hay tratados y tratados.
Nosotros hemos firmado algunos que nos exigen mucho en términos de estándares
laborales o medioambientales. Para Chile implicó mejorar, por ejemplo para entrar en la
OCDE, en temas también de paraísos fiscales”.
Bachelet:
tema
Mercosur
Alianza…
“Nosotros dijimos “no queremos que la Alianza de la espalda al resto de la región”.
Creemos en la convergencia en la diversidad. No para fusionar sino para ver qué podemos
hacer. Invitamos a Argentina, Uruguay, Brasil. La Alianza ha dado resultados positivos,
por eso tenemos 49 países observadores.
Sí, pero convergencia no significa fusión. Ellos tienen cierta reglamentación interna en
Mercosur que ha hecho que Chile no sea un miembro pleno sino un miembro asociado.
Cualquier cosa que uno haga en Mercosur tiene que pedirles permiso a todos los
demás. Algunos han querido hacer tratados de libre comercio con otros países y no les
han autorizado.
100
Chile tenía una experiencia distinta, creía y cree que la salida al exterior es muy
importante y el proteccionismo no es la solución. Pero entendemos que podemos
encontrar puntos en común con Mercosur. Hay muchos países observadores que quieren
ser miembros de la Alianza pero tienen que aceptar las reglas. De momento tenemos Costa
Rica y Panamá. Macri está en esta cumbre, vamos a ver, y Brasil… La presidenta Dilma
había manifestado su interés pero ahora Brasil está en otras cuestiones, no creo que esta
sea su prioridad hoy”. diario El País de España
Respecto a la idea de la izquierda en cuanto a que la globalización está generando más
desigualdad, la Mandataria sostiene que “no la rechazo. Detrás del Brexit y del éxito de
Donald Trump hay algo claro, y esto es más viejo que el hilo negro, lo hemos sabido siempre:
la globalización ha incrementado las desigualdades. Pero la globalización es un hecho, no
va a desaparecer porque no me guste. Estamos conectados por todos lados. Tenemos
desafíos enormes que no podemos resolver solos los países”.
En ese contexto, precisa que “una de las conclusiones que sacamos del Brexit y del ascenso
de Trump es que tenemos que introducir políticas para que lo que traen de positivo los
acuerdos de libre comercio resulten en una prosperidad compartida, que se puedan generar
políticas de inclusión, que la gente no quede fuera de los éxitos. ¿Quién vota por Brexit?
Mayores de 50 años, zonas rurales con peor educación, gente cuyas fábricas no pudieron
competir por la globalización y tuvieron que cerrar. Este es un llamado de atención para que
el libre comercio se use para políticas de desarrollo y para no dejar a nadie fuera del
progreso”.
Además,responde a la interrogante de si la izquierda latinoamericana tiene futuro en un
ambiente de giro liberal, afirmando que “la lucha por la justicia social, por sociedades más
integradas, más solidarias, más justas, siempre tiene sentido y va a encontrar su lugar”.
Fuente
de
Recuadro del P. de M. La ONDA digital
la síntesis El
Mostrador.cl
La nueva agenda exterior argentina y el armado de un bloque más
geopolítico que comercial
http://www.laondadigital.uy/archivos/14437
¿QUÉ ES LA ALIANZA DEL PACÍFICO? /// Desde diciembre del año pasado, la agenda
de política exterior ha dado un giro de 180 grados. El discurso del nuevo gobierno se
ha centrado en la urgencia de volver a insertar a la Argentina en el mundo. El problema
es cómo quieren hacerlo y a qué costo. Por el momento, todo indica que el camino
sería la firma de tratados de libre comercio con diferentes bloques económicos,
mientras que cualquier otra estrategia de profundización del maltrecho MERCOSUR o de consolidación de la UNASUR- parece haber quedado en el olvido. De hecho, las
relaciones internacionales argentinas en los últimos meses han tenido como objetivo
el acercamiento hacia la Alianza del Pacífico (AP) que, cual nuevo bloque estrella de
la región, es visto como el puente de conexión para la integración al Acuerdo
Transpacífico, liderado por los Estados Unidos. La Argentina ya solicitó ser incluida
como veedora de la AP y en ese contexto Mauricio Macri viajó a Puerto Varas para
participar, como hecho inédito, de su cumbre de presidentes. Es interesante analizar,
entonces, cuáles son las características de este bloque regional, cuál es la filosofía
detrás de su construcción y cuáles serían los posibles beneficios que la Argentina
podría obtener.
En abril de 2011 Chile, Colombia, Perú y México anunciaron la creación de un nuevo bloque
económico latinoamericano, la AP, que entre sus objetivos destaca aquel de conformar “un
proceso de integración abierto e incluyente, constituido por países con visiones afines de
desarrollo y promotores del libre comercio como impulsor de crecimiento”. Esta renovada,
101
aunque vieja idea liberal encuentra su base teórica en la concepción según la cual las
economías deberían especializarse en aquellas producciones en las cuales tengan ventajas
competitivas (en nuestros casos serían las manufacturas basadas en recursos naturales y
los productos primarios) y obtener el resto de los productos a partir del libre intercambio
comercial internacional. Así, según esta teoría dominante, todos los países alcanzaríamos
mayores niveles de riqueza y desarrollo. Como en muchos casos, la realidad supera a la
teoría y, más allá del corto periodo de bonanza reciente que experimentaron las
exportaciones de commodities, la especialización primaria se muestra nuevamente incapaz
de cerrar las brechas tecnológicas y de crecimiento de los países en vías de desarrollo con
respecto a los países avanzados. ¿Por qué, entonces, tanta retórica librecambista? Tal vez
los motivos deberían buscarse más bien en los aspectos geopolíticos que en los beneficios
económicos.
El discurso del nuevo gobierno se ha centrado en la urgencia de volver a insertar a la
Argentina en el mundo. El problema es cómo quieren hacerlo y a qué costo
El nuevo bloque no se distingue por sus niveles de integración y complementariedad
productiva. De hecho, al momento de la creación de la AP, los cuatro países evidenciaban
niveles de intercambio comercial exiguos y sus principales productos ya gozaban de bajos
aranceles aduaneros. En 2012, el flujo de exportaciones intra-bloque representó el 3,9 por
ciento del total de exportaciones del conjunto de países, mientras que del total de productos
importados por los países de la región sólo el 4,3 por ciento fue producido por alguno de
ellos. Hacia 2014, dichos guarismos se redujeron. Según los datos de comercio internacional
de Naciones Unidas, las exportaciones intra-bloque pasaron a representar 3,4 por ciento del
total, mientras que para las importaciones dicho porcentaje fue de 3,7.
En ese sentido, la creación de la AP parece tener como objetivo más bien la necesidad de
demostrar un posicionamiento político, que contrastara con las ideas de integración y de
estrategia de política económica más de tipo progresista que predominaban en la UNASUR
en ese entonces, que la consolidación de la integración comercial y la autonomía económica
del bloque. Esto explica también la reticencia por parte del anterior gobierno argentino a
firmar este tipo de acuerdos. Por otra parte, el principal socio comercial del bloque
(considerando exportaciones e importaciones) es Estados Unidos. Las ventas a dicho
destino en 2014 llegaron al 62,2 por ciento de total y las compras al 43,9 por ciento. Hay que
destacar que si bien Estados Unidos desempeña un rol central en el intercambio comercial
para los cuatro países de la AP, su importancia es significativamente mayor para la
economía mexicana, dada la profundización de la relación a partir de la creación del NAFTA
y, sobre todo, a partir de la emergencia de la producción llamada “maquila”, que se encarga
del ensamblado de productos y partes de los Estados Unidos.
Es importante destacar que luego del fin de las negociaciones entre Estados Unidos y los
países Latinoamericanos para crear el ALCA en 2005, los diferentes gobiernos de los
Estados Unidos han tenido una política activa para promover la proliferación de acuerdos de
libre comercio, bilaterales o multilaterales, con diferentes países de la región como parte de
su estrategia geopolítica. Entre 2005 y 2006 Perú y Colombia firmaron Acuerdos de
Promoción Comercial (tratados de libre comercio) con Estados Unidos. En ellos, el principal
elemento atractivo era la promesa de flujos de inversión extranjera norteamericana.
La AP se ha creado con este espíritu y la participación de Argentina parecería encaminarse
en ese sentido. El actual gobierno está desesperado por resolver la falta de dólares
necesarios para evitar la crisis de balanza de pagos (para ello hasta ahora accionó el
acuerdo con los fondos buitres, bajo condiciones draconianas de pago, devaluó la moneda
local y se volcó a los mercados internacionales en busca de crédito a cualquier costo). El
acercamiento a la AP y, a través del mismo, a Estados Unidos, sería parte de la estrategia
para incentivar el ingreso de flujos de inversión extranjera que, hasta el momento, no se ha
verificado ni siquiera mínimamente. El problema esencial es que la inversión extranjera, si
llegare, difícilmente sea inversión productiva, ya que el contexto de recesión, caída de la
demanda interna y externa y las altas tasas de interés de mercado hacen que aquella se
canalice hacia la especulación financiera. En el mejor de los casos, podría servir para tapar
102
algún bache temporal de falta de dólares, pero no sería una solución permanente, dado que
no ayudaría a resolver la restricción externa en el largo plazo.
¿Por qué tanta retórica librecambista? Tal vez los motivos deban buscarse más en los
aspectos geopolíticos que en los beneficios económicos
Tampoco pueden esperarse grandes beneficios en el intercambio comercial entre Argentina
y la AP. En 2014 la AP compró a la Argentina sólo el 1,5 por ciento de sus importaciones,
mientras que sus exportaciones a dicho destino fueron 0,6 de las exportaciones totales. Para
Argentina, el peso de la AP es relativamente mayor, pues Argentina le vende el 8,7 por
ciento de sus exportaciones y le compra el 4,4 por ciento de sus importaciones totales. Este
intercambio es esencialmente de productos primarios y de manufacturas de recursos
naturales, y en menor medida productos de complejo automotriz. La industria automotriz tal
vez sea el único caso significativo de intercambio bilateral entre México y Argentina, aunque
poco relevante dado su peso relativo; de hecho para incentivarlo sería suficiente un acuerdo
específico sectorial y no todo un TLC.
En conclusión, la integración con la AP parecería tener un doble objetivo: primero, el
simbolismo que este acercamiento implica respecto al cambio de rumbo tanto de política
local como externa y, segundo, el intento de incentivo a la inversión extranjera por un canal
indirecto (dado que quienes podrían aportar los flujos de capital serían los países del
acuerdo transpacífico, esencialmente Estados Unidos y Japón, y no la AP), que sirva para
mejorar la disponibilidad de dólares. Con todo, en el contexto de recesión nacional, con las
exportaciones estancadas y altas tasas de interés, difícilmente dicho ingreso de divisas
trasformará la estructura productiva en el camino de solución de largo plazo de la restricción
externa.
Por Margarita Olivera
Profesora del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro
Fuente revistazoom
Argentina Todavía sin un modelo de desarrollo
Por Claudio Scaletta*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/todavia-sin-unmodelo-de-desarrollo/
La Argentina agroexportadora comenzó a resquebrajarse hacia la Primera Guerra Mundial,
y la Segunda marcó el auge de la industrialización por sustitución de importaciones por
razones de fuerza mayor. La discusión teórica de un modelo de desarrollo supera hoy este
esquema bipolar y exige fórmulas mucho más complejas.
n economía, como en cualquier otra ciencia, existen paradigmas establecidos, y
hasta modas, que articulan líneas de pensamiento. Uno de los más difundidos es
una reacción y una consecuencia del modo de inserción del país en la economía
global. Sostiene que pensar en el desarrollo sobre la base de la explotación de
recursos naturales es lo mismo que resignarse a la dependencia y, en
consecuencia, que se necesita avanzar en procesos más complejos de agregación
de valor, los que, adicionalmente, no deberían basarse sólo en los recursos naturales. Estas
pocas líneas abren uno de los debates más fascinantes del pensamiento económico, el debate
por el desarrollo independiente con transformación y diversificación de la estructura
productiva, una discusión multidimensional que incluye entre sus variables el rol de los
recursos naturales, las ventajas o desventajas comparativas, la relación entre los sectores
primario, industrial y de servicios, el rol de las clases sociales derivadas, incluido el Estado,
y el grado de independencia económica en el marco de un sistema de poder global.
El
103
“paraíso”
agroexportador
Los tópicos más clásicos del debate son conocidos. En tanto país de origen colonial, su
inserción internacional a partir de las revoluciones industriales fue la de proveedor de
materias primas, es decir, un modelo de desarrollo basado en los recursos naturales. Si se
siguen los ciclos del modelo agroexportador desde el siglo XIX, desde el tasajo, los cueros y
las lanas, pasando por los cereales y las carnes, hasta la soja y sus derivados, se encuentra
una corriente principal que va desde el punto de origen de los recursos naturales hasta la
puerta de salida al mundo, corriente que se plasmó hasta en la infraestructura de transporte,
con
centro
radial
en
la
ciudad
puerto
de
Buenos
Aires.
La visión historiográfica, descalificada por “mitrista”, según la cual el proceso
independentista fue apenas una respuesta al cambio de hegemonía en el centro, pasando de
la metrópoli española a la inglesa a través de la bandera del libre comercio, secuencia que
habría durado hasta la Segunda Guerra Mundial, tiene su correlato fáctico en el flujo
internacional de las mercancías y el dinero. A esta base material correspondió una
determinada estructura de clases sociales que concentró la propiedad de los recursos,
principalmente la tierra, aunque asociada a las finanzas y a la logística de comercialización,
y en consecuencia el poder político. A pesar de las sangrientas guerras civiles durante el
proceso de consolidación del Estado Nacional, el país cumplió sin mayores fisuras su primer
siglo de historia festejando este modelo de inserción internacional, con la elite europeocriolla
del
puerto
liderando
el
proceso.
Las anomalías locales de este modelo comenzaron recién con las anomalías mundiales, con
el fin del largo y próspero siglo XIX. El ocaso de la tranquilidad agroexportadora del Primer
Centenario fue concomitante a la Primera Guerra Mundial, en tanto que las manifestaciones
políticas que reivindicaron el industrialismo comenzaron a partir de la Segunda gran
conflagración. La propia bibliografía de raíz cepaliana [proveniente de la CEPAL] que
profundizó en las teorías de la dependencia (1) explicó cómo algunos países de América
Latina iniciaron y profundizaron procesos de desarrollo de sus manufacturas en momentos
en que, por razones ajenas a su voluntad, no pudieron importarlas.
Sin
retorno
Englobar extensos períodos de tiempo y la pluralidad de experiencias nacionales supone
inevitablemente prescindir de los múltiples detalles que se apartan de la corriente principal,
pero el ciclo largo y general fue marcado por estas tendencias: América Latina y Argentina en
tanto parte se acoplaron a la economía mundial como proveedores de materias primas y las
experiencias “industriales” incipientes se produjeron en los momentos de “desacople”. Desde
la perspectiva de la armonía agroexportadora, el gran problema fue que durante las
experiencias de desacople, las estructuras productivas se diversificaron en mayor o menor
grado, diversificando también la estructura de clases asociada. Se abrieron así dimensiones
políticas de no retorno. Mientras las nuevas clases emergentes no estaban dispuestas a
resignar sus reivindicaciones y desaparecer, las viejas oligarquías se sumergían en la
añoranza perpetua por los tiempos calmos y ubérrimos del granero del mundo. La misma
nostalgia que, transmutada, hoy intenta aggiornarse bajo el rótulo de supermercado global.
Puede parecer hasta sorprendente que el país llegue al Segundo Centenario de su
Independencia formal sin haber resuelto su modelo de desarrollo de largo plazo. El péndulo
argentino es también una oscilación entre la aceptación acrítica del lugar que Estados Unidos
y Europa esperan para la región –como en tiempos de la colonia, un mercado ampliado
proveedor de materias primas y, más recientemente, manufacturas de origen agropecuario y
energía– y la propuesta de una inserción más diversificada e independiente que, por su
propia naturaleza, demanda una doble ruptura con la estructura de clases dominantes,
asociada tanto con la burguesía local como con la internacional, que controla el 80 por ciento
de
las
500
principales
empresas
del
país.
Una primera síntesis que explica el péndulo político es que la clase dominante local, nacional
y global, no estaría interesada, por su natural asociación con la estructura productiva actual,
104
con las rupturas demandadas por el desarrollo independiente. Al mismo tiempo, los períodos
de desacople generaron nuevas fracciones de clase que comprenden que el camino del
desarrollo es inseparable de la independencia económica. El resultado hasta el presente ha
sido la inestabilidad política y la indefinición del modelo de desarrollo.
Tres
debates
Frente al nuevo escenario existen consensos y debates. Entre los acuerdos generales se
destaca el casi lugar común de la mayor agregación de valor sobre los recursos naturales, una
obviedad para cualquier modelo de desarrollo. Los debates ocupan todo el resto de los
problemas. Entre los más relevantes se destacan en
principio tres.
El primero es la pregunta por si el desarrollo debe ser principalmente “industrial”. El segundo
es el problema de las ventajas comparativas, y el tercero la cuestión de la inserción
exportadora y la restricción externa. Los tres tópicos demandan ser profundizados.
En el actual estado de desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, las commodities
derivadas de la explotación de recursos naturales tienen dos características principales: se
producen en economías de escala y con la mediación de tecnología de vanguardia.
Empezando por la segunda característica, no existe cosa tal como aquello que en los años 80
del siglo pasado se denominaba “tecnologías de punta”. Hoy toda la producción
estandarizada
es
“de
punta”.
Piénsese, por ejemplo, en la tecnología media, sin llegar a la agricultura de precisión,
involucrada en el agro y la agroindustria, o en las firmas biotecnológicas o la explotación de
los recursos hidrocarburíferos no convencionales. Lo mismo corre para los servicios
asociados, como la logística de comercialización. O servicios más tradicionales, como la
salud, incluida la industria farmacéutica. En todas estas áreas se utilizan, por ejemplo, los
recursos más avanzados de las tecnologías de la información y de la microelectrónica. La
misma agricultura utiliza máquinas y requerimientos de capital crecientes; es casi “una
industria”.
La dicotomía del desarrollo sobre los recursos naturales versus la industria o los servicios
parece basarse, entonces, en categorías relativamente obsoletas. El dato crítico está en otra
parte, no en la separación entre sectores sino en la demanda de empleo de cada sector, lo que
remite a la primera característica: en un marco competitivo, todas las commodities se
producen en economías de escala y, por lo tanto, la explotación de los recursos naturales
supone una baja demanda de mano de obra. Luego, siguiendo a Karl Marx, con el aumento
de la concentración orgánica del capital también se producen a escala las commodities
industriales, ese sector secundario que teóricamente demandaba mayor empleo. Finalmente,
el sector terciario –los servicios– no es autónomo y depende de que estén desarrollados los
sectores primario y/o secundario. La demanda de empleo, crítica en términos de bienestar,
pero también de sustentabilidad política, no está sectorialmente determinada y depende, en
cambio, de la complejización de la estructura productiva, de aquello que el economista Aldo
Ferrer
sintetizaba
en
el
concepto
de
“densidad
nacional”.
La cuestión de las ventajas comparativas es la segunda clave. Esta teoría, desarrollada en
plenitud por David Ricardo (2), pero continuada en el presente por los modelos de
crecimiento neoclásicos, representa el sustento de legitimación de la división internacional
del trabajo. La idea básica es que los países deben concentrarse en la producción de aquellos
bienes para los que tienen ventajas comparativas. En el caso de Argentina, por ejemplo, la
fertilidad de las Pampas y sus riquezas naturales resultaron determinantes para la elección
lógica del modelo basado en el agro y en la explotación de los recursos naturales. A esta teoría
se le opuso la idea de las “ventajas comparativas dinámicas”, que sustenta todos los
regímenes de promoción industrial, y que supone que con tiempo, esfuerzo, aprendizaje y
recursos financieros, se pueden generar las condiciones para la creación de ventajas
comparativas allí donde naturalmente no existen. Es el ciclo que siguieron, por ejemplo,
todos los países de industrialización tardía, como Japón, Corea, todo el Sudeste Asiático y
105
China.
Se comprende que en el medio de los dos conceptos, ventajas comparativas puras y
dinámicas, existen matices y también un tema menos tratado por la teoría, las “desventajas
comparativas”. Si tras la aplicación sistemática de recursos públicos a una determinada
promoción sectorial, durante décadas el sector promocionado no adquiere ventajas
dinámicas, puede deberse a dos razones: o el tipo de promoción es completamente ineficiente
o, peor todavía, a que existen desventajas comparativas lo suficientemente potentes como
para abandonar el intento. Un ejemplo por el absurdo sería la producción de legumbres en la
Antártida, pero quizá no haga falta ir tan al Sur para encontrar más casos.
La tercera cuestión, la inserción exportadora y la restricción externa, es probablemente una
de las más tratadas por los macroeconomistas argentinos. Es obvio que la inserción en el
mundo se produce por la vía del comercio exterior, por eso muchos economistas piensan en
cómo mejorar las condiciones para aumentar las ventas externas. La propuesta más
constante se resume en la baja artificial de costos internos vía el “tipo de cambio
competitivo”, herramienta que pese a su denominación se relaciona primero con la
distribución del ingreso antes que con la competitividad. Desde la perspectiva del desarrollo,
el economista y politólogo Eduardo Crespo contesta este debate con una sola frase: “Los
países no exportan para desarrollarse, sino que exportan porque se desarrollan”, lo que sin
renunciar mucho a la precisión también puede decirse más rápido en términos deportivos:
“Para ser campeón mundial primero hay que ser campeón nacional”.
La segunda dimensión de este tópico, la necesidad de exportar dada la existencia de la
restricción externa, es el único componente verdadero de la argumentación. Para
desarrollarse se necesitan divisas, lo que supone aumentar exportaciones, sustituir
importaciones o, en la transición, tomar deuda que debe ser repagada. Si esto no sucede, la
economía se desestabiliza cuando aparece la escasez relativa de dólares: no se puede
mantener el nivel decidido de tipo de cambio, se devalúa y el Producto se contrae, con lo que
la restricción desaparece, pero siguiendo el camino contrario al desarrollo.
Nueva
independencia
Esta presentación muy rápida de las principales discusiones en torno al desarrollo permite
obtener
algunas
conclusiones
provisorias.
•Primero. En el actual estado de evolución de las fuerzas productivas, el desarrollo no se
recorta necesariamente por el énfasis en su dimensión estrictamente industrial en tanto
oposición
a
la
explotación
de
recursos
naturales.
•Segundo. Parece más claro que, para países con la cantidad de habitantes de Argentina, la
inserción internacional vía producción de commodities de cualquier tipo no alcanza en
términos del factor crítico “generación de empleo”, lo que no sólo se refiere al bienestar de
las mayorías sino muy especialmente a la sustentabilidad política. Se necesita complejizar la
estructura productiva y el sistema nacional de innovación para evitar lo que la bibliografía
desarrollista denominaba “heterogeneidad estructural”, con economías de enclave en medio
de
conjuntos
atrasados.
•Tercero. El objetivo debería ser el desarrollo de ramas dinámicas para su inserción en el
mercado mundial, de gran autonomía y competitividad en el contexto internacional, y que
aprovechen o puedan desarrollar rápidamente ventajas comparativas. Estas ramas, que
pueden ir desde las basadas en los recursos naturales, como la minería, los hidrocarburos y
el agro, hasta las que se fundan en conocimientos intensivos, como la industria farmacéutica,
la biotecnología y el software, pueden combinarse o no con procesos de sustitución de
importaciones de bienes que se consideren estratégicos o que sirvan para la integración de
las
cadenas
de
valor
elegidas.
•Cuarto. El rol del Estado parece tener dos dimensiones. La primera es orientadora e
106
impulsora de las ramas elegibles, principalmente generando los equilibrios para superar las
tensiones de doble ruptura implícitas en el desarrollo. La segunda es proporcionar “el
contenedor”: una infraestructura moderna, que sea parte de las ventajas competitivas,
proceso que demanda un aumento significativo de la inversión pública. Ello va desde la
educación al transporte en todas sus dimensiones. A modo de ejemplo, hoy puede ser más
cara la logística de transporte y comercialización interna que la internacional.
•Quinto. El modelo tradicional de la ISI (Industrialización Sustitutiva de Importaciones) no
parece corresponderse con el actual estado de desarrollo de la economía mundial. Para ser
independientes no hace falta necesariamente producir todos los bienes que se demandan
internamente, pero el determinante sigue siendo siempre la restricción externa. Una
adecuada provisión real de divisas constituye el principal factor de independencia o, lo que
es lo mismo, de grados de libertad para una política económica orientada al desarrollo
productivo.
1. Por ejemplo Osvaldo Sunkel y Pedro Paz, El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del
desarrollo,
Siglo
XXI,
México,
1986.
2. Con su célebre ejemplo de las telas de Inglaterra y los vinos de Portugal, en David Ricardo,
Principios
de
economía
política
y
tributación,
Sarpe,
Madrid,
1985.
* Economista y periodista.
Verdad y mentira de la inversión externa
Por Matías Kulfas*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/verdad-y-mentira-de-la-inversion-externa/
El ingreso de capitales extranjeros al país no promueve por sí mismo la actividad
económica ni, mucho menos, el desarrollo. Su función sólo puede ser positiva si se enmarca
en un contexto legal que establezca controles, limitaciones y una escala de prioridades de
inversión que lo dirija hacia sectores realmente productivos.
Luis Felipe Noé, Incógnita, 2015 (gentileza Galería Rubbers Internacional)
a economía argentina ha tenido históricamente una elevada presencia
de capitales externos. Las políticas públicas y el abordaje intelectual
sobre el tema han experimentado vaivenes, con etapas de especial
interés gubernamental en captar ingresos y otras de rechazo o de
figurada indiferencia. El capital extranjero se hizo fuerte en nuestro país
desde las últimas décadas del siglo XIX, cuando la Revolución Industrial y la
consiguiente alza en la demanda de alimentos por parte de las naciones
industriales, junto a la reducción de los costos del transporte, generaron un
mayor interés en estas lejanas tierras hasta entonces relativamente poco
atractivas
para
las
grandes
potencias
(1).
A diferencia de otros países, que implementaron estrategias de desarrollo
utilizando de manera moderada los ingresos de capitales externos, e incluso
limitándolos, Argentina osciló entre enfoques liberales, fases restrictivas de poco
alcance y, más recientemente, instancias donde la crítica se centró en los capitales
de tipo especulativo. Desde esta última mirada, cuya raíz es el desarrollismo de
Arturo Frondizi, el origen del capital no es relevante en tanto haya inversiones
que amplíen la capacidad productiva y la infraestructura del país. Más aun, desde
el saber convencional se da por sentado que todos los países desarrollados han
tenido una actitud abierta hacia todo tipo de capital y ello explica, en cierta
medida,
el
éxito
alcanzado.
107
Estos enfoques tienen poco anclaje en la experiencia histórica. En países de
reciente industrialización acelerada en el Este Asiático, como Corea y Taiwán, el
foco estuvo puesto exclusivamente en el desarrollo de grupos de capital nacional.
Estados Unidos impuso en el siglo XIX regulaciones que, por ejemplo, impedían
votar a los accionistas foráneos o establecían que sólo los ciudadanos
estadounidenses podían ser directores de un banco nacional. En un sentido más
amplio, los ingresos de capital extranjero quedaban sujetos a gestión
norteamericana, algo que, de manera similar, es posible observar actualmente en
China. En Japón, la propiedad extranjera estuvo limitada al 49%,
particularmente hasta 1963, y en muchas industrias definidas como estratégicas
su ingreso fue prohibido. Finlandia tuvo una legislación que caracterizaba como
“peligrosas” a las empresas que tuvieran más de 20% de titularidad extranjera y
recién en la década de 1990 fueron liberalizados los ingresos (2). Aun en los casos
en que se adoptaron estrategias de atracción de inversión extranjera, tales como
los de Singapur e Irlanda, priorizaron atraer capitales hacia sectores previamente
seleccionados.
¡Bienvenidos,
capitales!
Estos debates quedaron en buena medida clausurados en nuestro país en las
últimas décadas. En los años 90, se estimuló un mayor ingreso de firmas
extranjeras, comenzando por el proceso de privatización de activos públicos (que
en muchos casos exigía la presencia de operadores transnacionales), y una activa
actitud del gobierno en materia de promoción, donde toda inversión extranjera,
de cualquier tipo y hacia cualquier sector era bienvenida. El país firmó 58 tratados
bilaterales de inversión y estuvo entre los tres primeros lugares de América Latina
que
atrajeron
mayor
volumen
de
inversiones.
Tras la crisis de 2001–2002 y el inicio del ciclo de gobiernos kirchneristas, se
produjeron cambios de relevancia, pero antes que una actitud adversa al capital
extranjero predominó una mayor presencia del Estado en diferentes órbitas
económicas, aspecto que en ocasiones generó situaciones conflictivas con el
sector empresario, sin que ello implicara diferencias de abordaje según el origen
del capital. La legislación se mantuvo incólume, se sostuvieron las cláusulas de
trato igualitario con relación al capital nacional, prosiguieron vigentes los
tratados bilaterales de inversión y las restricciones cambiarias implementadas a
partir de fines de 2011 afectaron de modo similar a firmas nacionales y
extranjeras.
El reciente cambio de gobierno muestra un giro discursivo que retrotrae a la
década de 1990. Reaparecieron las reuniones con inversores externos, la
participación en foros internacionales destinadas a transmitir “confianza” y se
solucionaron rápidamente y sin mayores reparos diferendos existentes. De
manera más reciente, el ministro Prat-Gay realizó una reunión de negocios en
España donde animó a los empresarios a invertir en Argentina y les pidió
disculpas por el mal trato recibido, gesto poco comprensible tanto desde una
mirada puramente pragmática (¿tiene hoy España algo interesante para ofrecerle
a Argentina?) o de revisión de los daños recíprocos (existe evidencia de trato
predatorio y cortoplacista por parte de las inversiones españolas que ingresaron
en
Argentina
en
la
década
de
1990)
(3).
108
La
paradoja
de
la
inversión
La teoría convencional señala que los países en desarrollo poseen una insuficiente
tasa de ahorro, de modo que una estrategia para captar capitales de los países
avanzados permitiría complementar los escasos recursos disponibles para
invertir. La inversión extranjera directa creció notablemente en la década de 1990
y Argentina concentró el 15% de los ingresos que recibió América Latina. Durante
los gobiernos kirchneristas, dichos ingresos fueron sustancialmente menores y la
participación en el total recibido por América Latina se redujo al 7%. Sin
embargo, la tasa de inversión, es decir el total de recursos destinados a ampliar la
capacidad productiva de la economía y las infraestructuras, no solo no se redujo
sino que se incrementó. En efecto, en los años de mayores ingresos de capitales
externos del decenio de 1990, la tasa de inversión promedió el 15,7% del PIB,
mientras que en los gobiernos kirchneristas, particularmente en el auge de 20032011, promedió 21% del PIB con un pico cercano al 25% en 2011. En otras
palabras, períodos de mayor inversión extranjera no significaron mayor inversión
en
general.
Esta aparente paradoja fue constatada hace algunos años por el economista
chileno Manuel Agosin, quien trabajó con un panel de países en desarrollo y
concluyó que mientras la presencia de mayores ingresos de inversiones externas
en los países asiáticos tenía lugar en simultáneo a un crecimiento de la tasa de
inversión, en América Latina el efecto era el contrario y la tasa de inversión no
crecía o incluso declinaba (4). Este efecto indica entonces que la inversión
extranjera en América Latina no complementa a la nacional sino que la desplaza.
La contrapartida del menor espacio para el capital nacional es el achicamiento
del segmento PyME que se vivió en los años 90 y la fuga de capitales de grandes
empresarios
nacionales.
La otra idea presente en la teoría convencional, señalada por muchos de los
actuales funcionarios económicos, radica en asociar una mayor disponibilidad de
recursos financieros con oportunidades de inversión. La idea suena bien en la
teoría pero no se condice con la experiencia histórica. Mayor disponibilidad de
recursos financieros puede generar negocios relevantes para una estrategia de
desarrollo si esos negocios existen o se estimulan. Pero un régimen que promueve
la especulación financiera solo hará que se reciclen en negocios de arbitraje que
acentúan la vulnerabilidad de economías pequeñas como la argentina.
¿Siempre
contribuyen
a
crecer?
El pensador brasileño Celso Furtado señalaba que el subdesarrollo no era un
estadio previo al desarrollo, sino un proceso particular de desarrollo capitalista,
desarticulado y con rasgos de economía dual donde conviven islas de alta
productividad en un mar de pobreza y atraso tecnológico (5). Debemos
detenernos entonces a pensar en las estrategias para avanzar hacia el desarrollo
y en todo caso ver qué papel puede jugar el capital extranjero.
A riesgo de simplificar excesivamente el problema, me atrevo a señalar que los
dilemas del desarrollo argentino pasan por tres aspectos. El primero refiere al
tratamiento de los recursos naturales. Argentina es un país que cuenta con una
109
abundante dotación pero –contrariamente a lo que muchos creen– no es un país
rico en recursos naturales. La última estimación de riqueza natural disponible (6)
indica que nuestro país posee unos 10.000 dólares por habitante, contra 40.000
en Australia, 37.000 en Canadá, 20.000 en Finlandia y 110.000 en Noruega, es
decir los países con los que tiene sentido la comparación y que han logrado una
estructura productiva diversificada y alto bienestar. La primera reflexión es clara:
hay mucho por hacer y mejorar, pero sólo con recursos naturales no alcanza.
El segundo aspecto tiene que ver con las industrias de frontera, donde Argentina
mostró logros interesantes que se vieron afectados por las oscilaciones de la
política científico–tecnológica. Si Argentina tuvo avances en energía nuclear,
satelital, bienes de capital, microelectrónica, informática, etc., es en gran medida
por las apuestas que hizo el Estado argentino desde la década de 1940.
Finalmente, el tercer aspecto tiene que ver con el diverso y heterogéneo aparato
industrial, que incluye sectores maduros que necesitan actualizaciones y otros
que generan empleo pero carecen de condiciones competitivas para subsistir a
mediano plazo bajo las actuales condiciones de escala sin mecanismos más o
menos
explícitos
de
protección.
Los desafíos son múltiples. Los recursos naturales deben dejar de ser vistos como
un mero apéndice del mercado mundial de alimentos, metales o hidrocarburos y
ser incorporados a una estrategia de desarrollo. Esto implica desarrollar cadenas
productivas en torno a estos recursos y, fundamentalmente, fomentar las
industrias que proveen los insumos y tecnologías para explotar el recurso.
Australia posee empresas mineras globales; algunas de ellas extraen cobre y oro
en Argentina. Noruega desarrolló tecnologías propias para explotar su riqueza
petrolera off-shore a través de empresas estatales y se apropió de la renta
petrolera mediante estas mismas empresas y elevados impuestos sobre los
operadores privados. El contraste es fuerte: la minería argentina está
completamente extranjerizada y nuestro país fue el único de la región que
extranjerizó su firma petrolera. La estrategia de Repsol en Argentina consistió en
extraer hidrocarburos al mayor ritmo posible e invertir el producido en nuevos
pozos en Trinidad y Tobago y otras latitudes, donde el costo de producción y
exploración es mucho más barato que en Argentina. Seamos claros en este punto:
no lo hizo por perversión depredatoria sino por una cuestión de rentabilidad. El
problema es que esa estrategia de negocios le fue muy útil a Repsol pero no a
Argentina, y por eso la decisión de re-estatizar YPF no fue más que pura
racionalidad económica para el desarrollo nacional antes que una reacción
reparatoria.
En el campo argentino, el paquete tecnológico de la soja combina desarrollos
realizados en el país con patentes de firmas transnacionales como Monsanto. En
los últimos meses esta empresa ha pretendido avanzar en extremo sobre los
productores imponiendo inspecciones y cobros compulsivos sobre aquellos que
no hubiesen pagado sus regalías, de modo similar a como lo haría la autoridad
aduanera o impositiva. Se trata de un problema para el desarrollo agrario
argentino. Una mirada noruega sobre el tema hubiese recomendado no dejar algo
tan sensible como las semillas en manos de firmas transnacionales, avanzar de
manera decisiva en tener más tractores, sembradoras y cosechadoras nacionales
y cobrar elevados impuestos sobre la renta para generar fondos anticíclicos y
contribuir en parte al gasto estatal. ¿Estarían dispuestos los actores del sector
110
agropecuario a discutir una estrategia de desarrollo sectorial sobre estas bases?
Industrias
engañosas
Sobre las industrias de frontera no hay demasiado para agregar. Jamás existió
interés por parte de actores transnacionales; de hecho, si las centrales nucleares
no fueron privatizadas en la década de 1990, ello fue porque no hubo interesados
(Ferrer, 2010). El foco de las corporaciones transnacionales en Argentina y otros
países de la región está centrado en los recursos naturales y en nichos de servicios
e industrias vinculados al mercado interno. Las estrategias en estos ámbitos no
incluyen el desarrollo de proveedores locales o regionales sino que predominan
políticas de compras globales y abastecimiento de insumos, partes y piezas con
importaciones. Argentina producía en la década de 1970 unos 300.000
automóviles. Eran modelos alejados de las mejores prácticas internacionales,
pero ciento por ciento nacionales, generando aprendizaje y mejoras en la
ingeniería local. El actual modelo automotor produce vehículos similares a los
que se pueden encontrar en países avanzados, pero el contenido nacional no
supera el 30%, siendo el resto un mero ensamblaje de partes y piezas importadas
(7). Cuando el sector informa que ha fabricado un número récord que orilla el
millón de autos, omite que el valor agregado es aproximadamente el mismo que
en 1970, lo demás son importaciones que afectan notablemente a nuestra balanza
comercial. Si abandonáramos el sueño de tener un auto argentino, o argentobrasileño, cosa que no hizo Corea y hoy fabrica automóviles Hyundai cuando en
1970 tenía un sector industrial cinco veces más pequeño que el argentino, al
menos no deberíamos abandonar la idea de tener un sector autopartista nacional,
tecnológico y competitivo. Las bases están, pero la estrategia de las terminales
automotrices transnacionales y del régimen legal vigente desde los años 90 no
van
en
esa
dirección.
Llegamos entonces al punto central. Revisar el papel del capital extranjero en la
economía argentina no significa xenofobia. Ni siquiera implica prohibir nuevos
ingresos o reducir stocks en todos los sectores. Implica repensar los espacios de
desarrollo e incorporar al capital externo en esa mirada. Naturalmente, en
ocasiones trae consigo conflictividad, particularmente en el ámbito de los
recursos naturales, como la que se vivió con YPF, y donde la única crítica que se
puede
hacer
es
no
haberla
re-estatizado
antes.
Un ejemplo de los desafíos presentes puede graficar mejor esta idea. La actividad
que mayores inversiones promete en los próximos años es la energía renovable.
El gobierno está especialmente entusiasmado en que el proceso en curso aporte
ingentes ingresos de inversión extranjera porque sería leído como señal de
credibilidad externa. Pero ese frenesí en captar recursos externos no ha tenido un
entusiasmo de igual proporción en el desarrollo de las industrias que generarán
la energía. Para cumplir los objetivos de la ley habrá que instalar entre 2.000 y
3.000 molinos eólicos en los próximos 10 años (8). Si recurrimos a la industria
nacional y las instituciones de ciencia y tecnología tendremos una oportunidad
extraordinaria de generar desarrollo productivo y empleos en todo el país. Pero
si nos quedamos en la mera amigabilidad con el mercado, ingresarán las
inversiones que servirán, en un 80%-90%, para financiar importaciones de
aerogeneradores y otros bienes de capital. Habremos generado energía
renovable, lo cual es muy bueno, pero también perdido una oportunidad para el
111
desarrollo y sembrado una nueva semilla de crisis de pagos externos. El
desarrollo económico no es tarea sencilla, requiere esfuerzos públicos y privados
de envergadura y en esto no hubo ni habrá atajos: no nos vamos a salvar con un
par de buenas cosechas de trigo, maíz, soja o de capitales externos.
1. Véase Aldo Ferrer (2010), El futuro de nuestro pasado. La economía argentina
en su segundo centenario, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.
2. Véase particularmente el libro de Chang Ha-Joon (2009), ¿Qué fue del buen
samaritano? Naciones ricas, políticas pobres, Universidad Nacional de Quilmes.
También Alice Amsden (2004), “Prebisch renace en Asia”, Revista de la CEPAL,
Santiago
de
Chile.
3. Véase Matías Kulfas (2002), “Las inversiones españolas en América Latina”,
Revista
Alternativa
Sur,
Nº
2,
Madrid.
4. Manuel Agosin y R. Mayer (2000), “Foreign investment in developing
countries. Does it crowd in domestic investment?”, UNCTAD, Discussion Papers
Nº
146,
Ginebra.
5. Celso Furtado (1964), Desarrollo y subdesarrollo, EUDEBA, Buenos Aires.
6. Véase Banco Mundial (2011), The Changing Wealth of Nations. Measuring
Sustainable Development in the New Millennium, The World Bank, Washington
D.C.
7. Matías Kulfas (2016), Los tres kirchnerismos. Una historia de la economía
argentina,
2003-2015,
Siglo
XXI
Editores,
Buenos
Aires.
8. Darío Caresani, Evelin Goldstein y Matías Kulfas (2016), “El desarrollo de las
energías renovables en la Argentina y su efecto industrializante”, Realidad
Económica
Nº
299,
Buenos
Aires.
* Economista, profesor de la UBA y de la UNSAM. Dirige el Centro de Estudios Económicos
Idear Desarrollo. Fue subsecretario PyME (2006-2007), director del Banco Nación (20082012) y gerente general del Banco Central (2012-2013).
La gran estafa de las privatizaciones
Por Niels Kadritzke*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/la-gran-estafa-de-las-privatizaciones/
Contra la pared, Atenas capituló ante las exigencias de sus “socios” en julio de 2015. Sus
decisiones presupuestarias y fiscales se encuentran sometidas a aprobación previa. Y el
programa de privatizaciones que se le impuso constituye la mayor transferencia de bienes
públicos para un país de la Unión Europea.
n estudio del Transnational Institute (TNI) sobre la “industria de la
privatización en Europa”, publicado en febrero de 2016, llega a la conclusión de
que “no existe ninguna prueba que demuestre que las empresas privatizadas
ofrecen un servicio más eficaz”. Al contrario, la ola de privatizaciones provocó
la caída de los salarios, deterioró las condiciones de trabajo y aumentó las
desigualdades
en
los
ingresos
(1).
En este aspecto, Grecia constituye un caso de manual. Durante la crisis provocada por su
endeudamiento, el país se vio obligado por sus acreedores a vender al mejor postor la mayor
cantidad posible de sus empresas estatales o semiestatales, con el único objetivo de honrar
sus deudas. Este remate de los bienes de la comunidad es uno de los aspectos más absurdos
de los “planes de rescate” impuestos desde el 2010 por la “Troika” (2), que llevaron a la
economía griega a una interminable recesión. Exigir que un Estado en crisis privatice sus
112
empresas, implica necesariamente obligarlo a liquidarlas, observan los autores del estudio.
La privatización reúne todos los rasgos de una apropiación fraudulenta.
Esta constatación se impone independientemente de la idea que se tenga de las ventajas o los
inconvenientes de un sector público. En Grecia, éste sufría innegables dificultades, que los
defensores de la privatización utilizaron como argumentos. Algunas empresas del Estado no
brindaban ningún bien o servicio indispensable a la población (como la electricidad o el
transporte público), sino que tenían por vocación esencial otorgar a los partidarios del
gobierno de turno empleos bien remunerados, protegidos y poco demandantes, a costa del
cliente y de los contribuyentes. Esto explica por qué su puesta en venta no suscitó sólo
rechazos.
Trampas
Para evaluar, desde un punto de vista liberal, los fundamentos de una privatización, los
dirigentes deben responder a tres preguntas: ¿el precio es proporcional a los ingresos de los
que el Estado se priva al vender un bien?, ¿de qué garantías disponen respecto a las
inversiones que la operación debería generar?, ¿qué margen de acción conserva el Estado
sobre las empresas privatizadas en los ámbitos estratégicamente vitales para los intereses del
país?
Estas preguntas resultan de particular importancia en el caso de los dos proyectos de
privatización más grandes del país: la venta del 67% de las acciones de la sociedad del Puerto
del Pireo (OLP) al grupo chino Chinese Ocean Shipping Company (COSCO) (3) y la concesión
de catorce aeropuertos a un consorcio privado liderado por el grupo alemán Fraport.
La adquisición del Pireo por parte de COSCO, empresa del Estado chino, se desarrolló de
acuerdo a un procedimiento que caracteriza a casi todos los remates de las “joyas de la
abuela” griegas: la licitación estaba dirigida a un solo candidato. El negocio se cerró en
provecho de una potencia monopólica que podía imponer al vendedor no sólo el precio de la
transacción, sino también toda una serie de condiciones. Esta operación confiere a los chinos
un control absoluto sobre el mayor puerto de Grecia, ya que una filial de COSCO ya
administra, desde el 2008, dos de las tres terminales de contenedores del Pireo, gracias a una
conveniente
concesión
de
treinta
y
cinco
años.
Para adquirir los dos tercios de las acciones del OLP, COSCO desembolsó 368,5 millones de
euros. Esta tarifa se negoció en total opacidad. El fondo de puesta en valor del patrimonio del
Estado griego (TAIPED), que supervisa las privatizaciones, había juzgado insuficiente la
primera oferta del grupo chino; pero el monto suplementario concedido por este último sigue
siendo tan secreto como el “precio justo” establecido por las sociedades de peritaje. El
TAIPED se limitó a estimar el valor total de la transacción en 1.500 millones de euros, cifra
alcanzada por medio de un cálculo acrobático que consistió en sumar al precio de venta los
ingresos fiscales que podría generar en el futuro y las inversiones de 350 millones de euros
prometidas
por
el
comprador.
Este cálculo encierra una doble trampa. Antes de la operación de venta, la filial de COSCO
que reina en las dos terminales de contenedores, le transfería al OLP un derecho de concesión
de 35 millones de euros por año. Sin embargo, dos tercios de esta suma serán ahora asignados
al propietario mayoritario del OLP; en otras palabras, el dinero pasa del bolsillo izquierdo de
COSCO a su bolsillo derecho. El Estado griego se priva, de esta manera, de percibir los
alquileres que le quedaban por cobrar hasta el término de la concesión de las terminales, una
suma que equivale a unos 700 millones de euros, que sería lógico, en consecuencia, descontar
del
valor
total
de
la
privatización
del
Pireo.
La cuenta del TAIPED esconde otro error, aun más absurdo: toma en cuenta los 115 millones
de euros de subvenciones acordadas por la Unión Europea a un proyecto de ampliación de la
terminal de cruceros, una suma cuyo pago de ninguna manera estaba condicionado a la
privatización del puerto. Por otra parte, nada garantiza que COSCO realizará las inversiones
113
prometidas, ya que el acta de venta contiene una cláusula que prohíbe durante cinco años
toda sanción en su contra en caso de incumplimiento de sus compromisos (4).
Curiosidades
Hay otra operación de privatización que despierta numerosos interrogantes. De común
acuerdo con el oligarca griego Dimitris Copelouzos (5), la sociedad alemana Fraport acaba de
adquirir por cuarenta años –con opción por cincuenta– los derechos de explotación y de
ampliación de catorce aeropuertos. A los 123.000 millones de euros depositados con la firma
del contrato se agregará anualmente el monto correspondiente a los derechos de concesión e
impuestos valuado en un total de 8.000 millones de euros a cuarenta años.
Los detractores de esta venta proponen otro cálculo. Los catorce aeropuertos dejan
actualmente un beneficio anual de 150 millones de euros, es decir, 6.000 millones por el
período total de la concesión. Pero se espera que estos ingresos aumenten
considerablemente, así lo estima también Fraport, que apuesta al potencial de crecimiento
de los vuelos comerciales en dirección a las islas turísticas de Rodas, Kos, Mykonos, Santorini
y Corfu –el tráfico aéreo que une al continente con estos preciados destinos aumentó un 20%
por año en el transcurso de los últimos dos años–. El director financiero de Fraport, Matthias
Zieschang, estima en 100 millones de euros anuales las ganancias suplementarias que su
grupo debería acumular a partir de 2017 “únicamente gracias a los aeropuertos griegos” (6).
Al comienzo, tres candidatos se habían presentado a la licitación –una diversidad excepcional
para una privatización en Grecia–. Sin embargo, ¿hay que creerle al patrón de Fraport, Stefan
Schulte, cuando afirma que su grupo “venció a una fuerte competencia gracias a la calidad de
su
propuesta”?
En el procedimiento hubo al menos dos curiosidades que llaman la atención. Primero, la
sorprendente decisión de ceder una red aeroportuaria que genera dinero. Hasta inicios del
2013, el Estado contemplaba otra manera de proceder: los treinta y siete aeropuertos del país
estaban repartidos en dos lotes y cada uno contenía instalaciones que producían ganancias y
otras que generaban pérdidas. De esta manera se buscaba que el comprador no se contentara
sólo con embolsar las ganancias generadas por los destinos de moda, sino que invirtiera
también en el desarrollo de los aeropuertos mal comunicados de las islas más alejadas. Este
esquema equilibrado, concebido para evitar un incentivo demasiado impactante, chocó con
el categórico rechazo de la “Troika”, que insistió para que el “paquete” a privatizar incluyera
sólo
las
piezas
escogidas
considerablemente
lucrativas.
Es tentador suponer que la potencia más influyente en el seno de la “Troika”, es decir,
Alemania, no sea ajena a esta decisión. Y la sospecha se refuerza al descubrir otra rareza del
caso: en el procedimiento de licitación, el TAIPED eligió como “consejero técnico” a
Lufthansa Consulting, filial de la compañía aérea alemana que vela por los intereses de
Fraport, ya que representa el 8,45% de sus acciones… En resumen, aparecen todos los
ingredientes para un flagrante conflicto de intereses, lo cual violaría todas las reglas europeas
en materia de licitaciones –por no hablar de la infracción a la decencia más elemental–.
Los autores del estudio del Transnational Institute llegan a la misma conclusión. Subrayan
además otro detalle insólito: Fraport pertenece en su mayoría al Land de Hesse y a la ciudad
de Fráncfort, que juntos detentan el 51,3% de sus acciones. La mayor parte de los beneficios
acumulados gracias a la liquidación de los bienes públicos de Grecia vendrá entonces a
alimentar las arcas de las colectividades locales en Alemania, país que, coincidentemente, es
el principal acreedor de Atenas. Aunque se lo considere o no un desfalco disimulado, el
resultado es el mismo: el Estado griego se ve privado de una fuente de ingresos a largo plazo
que hubiera sido de mayor utilidad para la estabilización de sus finanzas que el producto
inmediato de una privatización rebajada, que fue inmediatamente absorbido por las letras de
cambio
de
su
deuda.
Por su parte, Fraport está decidida a maximizar las ganancias de su artimaña mediterránea.
114
Apuesta al aumento continuo de la cantidad de pasajeros, pero también a una “ampliación y
optimización consecuentes de las zonas comerciales” para “generar rápidamente beneficios
suplementarios”,
como
confiesa
con
toda
franqueza
Zieschang.
El concesionario tuvo el cuidado de garantizarse las condiciones óptimas para que la máquina
de producir dinero funcione. Fraport está exonerada no sólo del pago de los impuestos
inmobiliarios y locales, sino también de cualquier otro tipo de obligaciones de base. Puede,
por ejemplo, anular de un solo trazo los contratos de alquiler y cualquier otro contrato
suscrito por los antiguos prestatarios de los catorce aeropuertos, y redistribuir las licencias
de explotación a otros socios de su elección sin pagar un solo centavo de indemnización a los
comerciantes y proveedores despedidos: de esto se encargará el Estado griego. Y eso no es
todo. Los poderes públicos también se comprometen a indemnizar a los empleados
despedidos por Fraport, a hacerse cargo de las futuras víctimas de accidentes de trabajo,
incluso cuando la responsabilidad de la empresa sea evidente, y también a financiar las
pericias medioambientales requeridas para los trabajos de ampliación de los aeropuertos.
También está previsto que el Estado meta la mano en su bolsillo en caso de que algún
desafortunado
descubrimiento
arqueológico
retrase
las
obras
(7).
Este uso ilimitado de los fondos públicos para cubrir cualquier gasto del concesionario no
sólo revela un cinismo desenfrenado; también va en contra de los principios promulgados
por la propia Unión Europea. “La privatización de empresas públicas contribuye a la
reducción de las subvenciones, transferencias de fondos o garantías de Estado otorgadas a
las empresas públicas”, declaraba en octubre de 2012 la Comisión Europea a las
organizaciones no gubernamentales (ONG) que protestaban contra la privatización de
plantas
de
tratamiento
de
agua.
En el caso de Fraport, las cosas son diferentes: el concesionario de los catorce aeropuertos
goza de una reserva casi ilimitada de subvenciones, de transferencias de fondos y de garantías
por parte de un Estado griego que tiene la soga al cuello. Este último no puede opinar sobre
las decisiones que afectan a uno de los sectores clave de su economía nacional. Por ejemplo,
sobre los impuestos locales, tan necesarios para el desarrollo de algunas islas.
Los abogados de la operación Fraport hacen valer el hecho de que la renovación de
aeropuertos vetustos y poco acogedores –como el de Corfu y el de Santorini– exige
inversiones que Atenas no puede permitirse. Pero otras soluciones hubieran sido posibles.
Los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) habrían podido servir para modernizar
esas infraestructuras. Hubiera sido una ocasión de invertir de manera útil y duradera, y de
asegurarle
al
Estado
ingresos
regulares
y
en
constante
progreso.
Para quienes se preocupan por la estabilización duradera de las finanzas públicas griegas, la
operación Fraport representa claramente la peor de las opciones posibles. Podría decirse lo
mismo de la mayoría de las diecinueve privatizaciones (gas, electricidad, el puerto de
Tesalónica, etc.) realizadas o programadas en este país en crisis; a excepción quizás del sector
inmobiliario del Estado, donde los inversores privados parecen querer utilizar sus compras
para
fines
bastante
útiles.
No sería acertado deducir que la conservación del sector público tal y como funcionaba antes
hubiera sido la solución ideal. Pero entre las ofertas para los predadores internacionales y la
economía
del
clientelismo,
había
lugar
para
una
tercera
opción.
1. Sol Trumbo Vila y Matthijs Peters, “The privatisation industry in Europe”, Transnational
Institute,
Amsterdam,
febrero
de
2016.
2. Grupo informal constituido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo
Monetario Internacional, que impuso a los sucesivos gobiernos griegos varios planes de
ajuste
económico
a
cambio
de
nuevos
préstamos.
3. Véase Pierre Rimbert, “Modèle social chinois au Pirée”, y Panagiotis Grigoriou, “Visite
guidée de la nouvelle Athènes”, Le Monde diplomatique, París, febrero de 2013 y abril de
2014
respectivamente.
115
4. Estos detalles fueron revelados por el sitio independiente griego The Press Project.
5. Dimitris Copelouzos hizo fortuna en los sectores de la energía y las infraestructuras gracias
a sus redes políticas en Grecia, pero también gracias a sus contactos con el grupo ruso
Gazprom.
6.
Börsen-Zeitung,
Fráncfort,
27-2-16.
7. La lista de las condiciones impuestas a Grecia fue publicada por The Press Project.
* Responsable de la edición alemana de Le Monde diplomatique, donde se publicó una
versión más extensa de este artículo.
Europa al servicio de Su Majestad
Por Bernard Cassen*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/europa-al-servicio-de-su-majestad/
El Reino Unido, bajo gobiernos de signos políticos aparentemente distintos, siempre ha
sido capaz de hacer prevalecer sus intereses en el seno de la Unión Europea y de ir
modelándola según la matriz del neoliberalismo y de la desregulación financiera que adoptó
con fervor desde los tiempos de Margaret Thatcher.
Todo
que
el
gran
el
mercado
y
gran
nada
más
mercado”
Aun cuando no se reduzcan a ello, los debates políticos suelen presentarse como batallas de
números. La campaña del referéndum del 23 de junio sobre la permanencia (remain) del
Reino Unido en la Unión Europea (UE) o su abandono (leave), que tuvo como resultado el
triunfo del “Brexit”, lo demostró una vez más. Cada sector había movilizado a especialistas,
lobbistas e instituciones de todo tipo para producir montones de estudios prospectivos –
evidentemente contradictorios– sobre las ventajas o los peligros, en particular económicos y
financieros, del “Brexit” para el reino. Contrariamente, el ciudadano británico fue poco o
nada informado sobre la manera en que su país diseñó las prácticas y las políticas
comunitarias de la Unión. Aquellos que, tanto en Bruselas como en la mayoría de las capitales
europeas, se alegran de esta influencia evitan gritarlo a los cuatro vientos. Aquellos que la
aceptan con dificultad, especialmente en Francia, no quieren mostrar públicamente su
incapacidad
para
contenerla.
A excepción de Francia, involucrada militarmente en numerosos escenarios de operaciones
exteriores, los Estados miembros de la Unión limitaron en gran medida sus ambiciones
estratégicas internacionales al horizonte europeo y a la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) (1). Se expresan desde el interior de la UE, incluso de la eurozona,
habiendo incorporado sus exigencias y sus presuntos logros, y no razonan en términos de un
mano a mano o un enfrentamiento con “Europa”. Grecia, sometida a las imposiciones de sus
socios y amenazada con una expulsión de la moneda única, parece ser la excepción que
confirma
la
regla.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las élites políticas británicas adoptaron una
postura totalmente diferente. En un discurso del 5 de diciembre de 1962, Dean Acheson,
secretario de Estado del presidente estadounidense Harry Truman entre 1949 y 1953, había
fustigado esta postura en términos retomados constantemente luego e, incluso de manera
muy reciente, en las polémicas sobre el “Brexit”: “Gran Bretaña perdió un imperio y aún no
encontró su papel. El intento de desempeñar el papel de potencia autónoma –es decir, un
papel basado en una ‘relación especial’ con Estados Unidos, un papel basado en su lugar a la
cabeza de un Commonwealth que no tiene ninguna estructura o unidad o poder–, ese papel
llegó
a
su
fin”.
En ese entonces, estos dichos generaron un escándalo en el establishment británico, más aun
cuando ridiculizaban los términos de dos discursos, también históricos, pronunciados por
Winston Churchill unos quince años antes. En el primero, el 5 de marzo de 1946 en Zurich,
116
el primer ministro preconizaba la creación de una Europa federal a la cual el Reino Unido
brindaría un generoso apoyo, pero desde el exterior: “Estamos con ustedes, pero no somos
parte de ustedes”. En el segundo, en 1948, ante el Congreso del Partido Conservador,
desarrollaba su teoría de los “tres círculos” en cuya intersección se encontraba, según él, el
Reino Unido: primero los países de lengua inglesa –a saber también Estados Unidos y los
dominios “blancos” (Canadá, Australia y Nueva Zelanda)–; luego Europa, y finalmente el
Commonwealth (2). La pertenencia exclusiva a uno de ellos, incluso al más cercano, Europa,
estaba
fuera
de
discusión.
En
su
casa
y
en
la
ajena
Una expresión reapareció con frecuencia estos últimos tiempos en los medios de
comunicación para caracterizar las relaciones entre Londres y la Unión: “semi-detached”,
palabra que evoca las casas con medianera de los suburbios británicos. La Unión no
constituye una sola casa, sino dos: una que posee 28 habitaciones –entre ellas, la del Reino
Unido– y otra con una sola habitación, la del Reino Unido. Según las circunstancias, Albión
vive en una u otra de estas residencias. Las concesiones obtenidas por el primer ministro
David Cameron en el Consejo Europeo del 18 y 19 de febrero de 2016 lo confirman (3).
La reivindicación de una “relación especial” con Estados Unidos resulta menos fácil. Esta
ilusión, alimentada durante mucho tiempo, se actualizó en 2013 en ocasión de las
revelaciones de Edward Snowden sobre la red planetaria de vigilancia tejida por la Agencia
Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). Lo que nadie ignoraba en la comunidad de los
servicios de inteligencia quedó espectacularmente expuesto en la plaza pública: las “grandes
orejas” que escuchan todos los mensajes del planeta por cuenta de Estados Unidos no son
sólo estadounidenses, sino también australianas, británicas, canadienses y neozelandesas.
En efecto, los estrategas de Washington sólo depositan su total confianza en sus
subcontratistas
con
quienes
comparten
la
lengua
inglesa.
Este club de los “cinco ojos” (“Five Eyes”) se había formalizado después de la Segunda Guerra
Mundial mediante tratados secretos, comenzando por el United Kingdom-United States
Communications Intelligence Agreement (UKUSA), firmado en 1946. De ahí a imaginar que
esta “anglosfera” constituye un polo de poder al margen de la Unión, desde el cual Londres
podría proyectarse internacionalmente, hay un abismo que Barack Obama, ni sus
predecesores, pensó jamás en cruzar. El 22 de abril de 2016, durante su visita a Londres, el
presidente estadounidense recordó firmemente a sus anfitriones que la permanencia del
Reino Unido en la UE era también un asunto de interés nacional –lo único que cuenta– para
Estados Unidos. Aun cuando la “anglosfera” siga teniendo una resonancia sentimental y
cultural muy fuerte en Canadá, Australia y Nueva Zelanda, no podría constituir una prioridad
para sus gobiernos, aunque más no sea por razones geopolíticas: Ottawa debe primero
manejar su relación con su gran vecino del Sur, y Canberra y Auckland, encontrar su lugar en
la
zona
Asia-Pacífico.
Estas fuerzas centrífugas dan cuenta de la dificultad de constituir una comunidad política
con el vínculo lingüístico como único cimiento. Pero los devotos de la “anglosfera”, que
deploran su desintegración, todavía no se dieron cuenta de que ya ganaron una enorme
victoria. Ya existe una “anglosfera” bis, y en plena expansión: la Unión Europea (4). En
términos estrictamente lingüísticos, la Unión es cada vez más inglesa. Se lo observa en la
mayoría de los ámbitos científicos y técnicos, en la administración de las empresas, en la
enseñanza superior, en las actividades relacionadas con la comunicación y el comercio, etc.,
donde
el
inglés
reemplaza
a
las
lenguas
nacionales.
En el seno de las instituciones europeas –que deberían dar el ejemplo–, la Comisión, aunque
estatutariamente guardiana de los tratados y del resto del “acervo comunitario”, ignora
abiertamente el reglamento lingüístico de 1958, que otorga a los idiomas nacionales
(actualmente, 24) de los Estados miembros el estatuto de idiomas oficiales e idiomas de
trabajo de la Unión. De hecho, privilegia excesivamente el inglés, al igual que el Servicio
Europeo de Acción Exterior e incluso las instancias del Consejo Europeo (5).
117
Sometimiento
vergonzoso
La servidumbre voluntaria llegó a su punto máximo cuando Pierre Moscovici, comisario
europeo de nacionalidad francesa, envió una carta oficial en inglés a Michel Sapin, ministro
de Finanzas de François Hollande. Esta pesada tendencia comunitaria tiene consecuencias
económicas: menospreciando la “competencia libre y sin distorsiones”, favorece a las
empresas de los países anglófonos (Irlanda y Reino Unido), que, en cambio, no deben pagar
los considerables gastos de traducción de las respuestas, a menudo voluminosas, a los
llamados
a
licitación
de
la
Comisión
(6).
Otro motivo de satisfacción para Londres: la Unión no sólo es inglesa en sus prácticas
lingüísticas; lo es también en su filosofía y sus políticas, y ello, desde su origen. En efecto, el
Tratado de Roma que dio origen a la Comunidad Económica Europea (CEE), en 1957, ubica
los dogmas liberales de la competencia y el librecambio en la cima del edificio comunitario.
Los tratados ulteriores, y en particular el Acta Única (1986), no hicieron más que confirmarlo.
No habiendo sido signatarios del tratado fundacional, en aplicación de la doctrina Churchill,
los dirigentes británicos evaluaron luego sus potencialidades y trataron de corregir su error.
Tras dos intentos bloqueados por el general De Gaulle, el Reino Unido ingresó finalmente en
la CEE en 1973. Este cálculo pragmático de los costos y beneficios de la adhesión estaba en
las antípodas de la mística europeísta de los dirigentes de la socialdemocracia y la democracia
cristiana
del
continente.
Fue Margaret Thatcher, primera ministra de 1979 a 1990, quien formuló con mayor claridad
el objetivo perseguido por el Reino Unido: “Todo el gran mercado y nada más que el gran
mercado”. De ahí una línea política constante, cualquiera sea el color de los gobiernos de
Londres: eliminar las trabas a las fuerzas del mercado, de manera unilateral de ser necesario,
exigiendo derogaciones de leyes comunitarias, en particular en materia social; multiplicar los
obstáculos a toda forma de unión política o monetaria; reivindicar, sin vacilaciones, la
obtención del máximo de consecuencias económicas de la pertenencia a la Unión. Uno de los
logros –compartido con Alemania– de esta estrategia fue la ampliación, en 2004 y luego en
2007, a los Estados de Europa Central y Oriental, que aumentó significativamente las
posibilidades del dumping social intracomunitario, en particular, a través de la utilización de
“trabajadores desplazados” (7). Un gran talento, como se observa, pero cuyos resultados no
son reivindicados sino en voz baja por la diplomacia británica con el fin de obtener siempre
más
de
sus
socios...
Copamiento
de
puestos
clave
Londres encontró un compañero de ruta inesperado: la Comisión Europea. Desde luego, el
Ejecutivo bruselense, que se ve como el gobierno de una hipotética Europa federal, se
muestra radicalmente hostil a la Europa de los Estados preconizada por la mayoría de los
dirigentes británicos. En cambio, ve en ellos valiosos aliados para generar liberalismo de
manera continua. Esta connivencia se traduce en la presencia de británicos en puestos
estratégicos para sus intereses en el seno de las instituciones de la Unión. Así, uno de ellos
preside desde hace más de diez años la Comisión de Mercado Interno del Parlamento
Europeo.
Más significativa aun fue la decisión de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, de
nombrar comisario de Servicios Financieros a Jonathan Hill, conocido sobre todo como
agente de influencia de la City y vocero del lobby bancario. No es el único comisario en
situación de conflicto de intereses, pero ciertamente el más emblemático, al igual que
Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, quien, tal como lo demostraron los LuxLeaks,
otorgó beneficios fiscales a varias multinacionales, tales como Apple o Amazon (8).
Para Dean Acheson, hace más de medio siglo, el Reino Unido estaba en busca de su papel. Si
se expresara hoy, podría pensar en el de pasajero clandestino de la construcción europea (9).
Un pasajero que obtiene un triunfo modesto y deja a otros la tarea de recordar sus proezas.
118
Y nadie está más calificado para un ejercicio semejante que Peter Sutherland, verdadero
oligarca de la mundialización liberal (10). En efecto, sabe de qué habla cuando escribe: “Una
de las ironías más lamentables respecto del ‘Brexit’ es que Londres logró un éxito tan grande
construyendo una Unión Europea librecambista a su imagen y semejanza” (11).
1. Entre los miembros de la Unión Europea, sólo los cuatro países neutrales (Irlanda, Suecia,
Finlandia
y
Austria)
no
son
miembros
de
la
OTAN.
2. Véase Bernard Cassen, “Cameron en su trampa”, Le Monde diplomatique, edición Cono
Sur,
Buenos
Aires,
febrero
de
2016.
3. Véase “Et si David Cameron avait ouvert la voie à une ‘autre Europe’?”, Mémoire des luttes,
1-3-16,
www.medelu.org
4. Véase Benoît Duteurtre, “La langue de l’Europe”, Le Monde diplomatique, París, junio de
2016.
5. Véase “Pour une ambition francophone”, informe Nº 1.723 presentado por Pouria
Amirshahi, Comisión de Relaciones Exteriores, Asamblea Nacional, París, enero de 2014.
6. Véase Dominique Hoppe, “Los costos del monolingüismo”, Le Monde diplomatique,
edición
Cono
Sur,
Buenos
Aires,
abril
de
2015.
7. Véase Gilles Balbastre, “Travail détaché, travailleurs enchaînés”, Le Monde diplomatique,
París,
abril
de
2014.
8. Véase Eva Joly y Guillemette Faure, Le Loup dans la bergerie, Les Arènes, París, 2016.
9. Utilizada en ciencias sociales para designar al beneficiario de una acción colectiva a la cual
no contribuye, esta noción fue elaborada por el economista estadounidense Mancur Olson,
Logique de l’action collective, Presses universitaires de France, París, 1978 (1ra ed.: 1965).
10. Ex miembro de la Comisión Trilateral, ex comisario europeo, ex director general del
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (General Agreement on Tariffs and
Trade, GATT), ex presidente de Goldman Sachs y de British Petroleum, etc.
11. Peter Sutherland, “A year of magical thinking for the Brexiteers”, Financial Times,
Londres, 31-3-16.
* Profesor emérito del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de París VIII,
secretario general de la asociación Mémoire des luttes.
LA ESCASEZ AMENAZA A VENEZUELA
Los chavistas buscan salvar la Revolución
Por Loïc Ramirez*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/los-chavistas-buscan-salvar-la-revolucion/
A medida que se agrava la escasez de productos de primera necesidad, Venezuela se hunde
en el caos. La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, busca sacar a
Nicolás Maduro del poder a través de un referéndum revocatorio, frente al cual las bases del
chavismo cierran filas, pese a un creciente desencanto.
¡No! ¡Eso no!”, reta una mujer a un hombre que acaba de pegarles una patada a las
cajas llenas de comida, exasperado porque tiene que esperar al ministro de la
Juventud para que empiece el reparto de los alimentos. El impaciente se va del local
en el que están reunidos los miembros del Comité Local de Abastecimiento y Producción
(CLAP),
casi
exclusivamente
mujeres.
Creado en abril de 2016, el dispositivo apunta a luchar contra el desvío de productos
alimenticios y la especulación, que, según el gobierno venezolano, vacían los negocios del
país. A través de distintas organizaciones, entre las que se cuentan los CLAP, el Estado le
provee a cada habitante los productos alimenticios básicos (arroz, harina, aceite…), que ya
sólo se encuentran en el mercado negro a precios exorbitantes. El kilo de leche en polvo, que
cuesta 70 bolívares –6,36 euros (1)– al precio oficial, se vende treinta veces más caro en la
calle.
119
Finalmente empieza el reparto. “Yo les dije de empezar sin esperar al ministro –nos cuenta
Jesús Guzmán, un habitante del barrio–. Si no, la gente lo habría recibido diciéndole de
todo.” Los brazos cargados, los militantes empiezan la distribución del precioso botín en este
edificio de Hornos de Cal, en el centro del barrio San Agustín de Caracas.
“¿Para qué diario trabajas? ¿Formas parte de alguna organización política en tu país? ¿Qué
te parece Caracas?”, pregunta un poco insistente una cara escondida detrás de unos anteojos
muy gruesos. Yurami Quintero, viceministra de la Juventud, parece otorgarles a los
periodistas extranjeros una confianza medida. Sin esperar verdaderamente una respuesta,
retoma el trabajo, en medio de un grupo de una media docena de personas. Piso por piso,
distribuyen, lista en mano, las bolsas de provisiones que se venden a precio fijo y reducido.
En los pasillos, dejando abiertas las puertas de los departamentos por donde se asoman
cabezas
de
niños,
los
residentes
escuchan
los
intercambios.
“Actualmente enfrentamos una guerra económica –estalla Rodbexa Poleo, diputada del
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que tiene puesta la camiseta de la selección
nacional de fútbol–. Pero estamos aquí para mostrarles que la Revolución los defiende. ¡Que
estamos con el pueblo!” Luego es el turno de Quintero, que adopta un tono más tranquilo:
“Los CLAP no son la solución a todos los problemas, pero es un principio. Gracias a los CLAP
estamos
golpeando
duramente
a
esta
mafia
que
nos
roba”.
Contrabando
¿“Mafia”? Una referencia a los sectores patronales, a los que el gobierno acusa de organizar
el caos económico interrumpiendo la producción y, más problemático aun, las
importaciones, en un país que compra en el extranjero gran parte de lo que consume. El 31
de mayo de 2016, el diputado del PSUV Ricardo Molina denunció por televisión, por ejemplo,
la destrucción de 3 millones de huevos destinados a la venta por la empresa Ovomar. “¡Y
leche! –agrega Charles Ruiz, militante del PSUV–. Varias veces se han encontrado miles de
litros derramados en las rutas. Todo eso por orden de los patrones, con el fin de crear
escasez.” En los comercios, los productos de primera necesidad faltan cruelmente. En el
mercado negro, los precios se disparan y atizan la inflación, que el Fondo Monetario
Internacional (FMI) estima alcanzará el 700% en 2016. Las bolsas distribuidas esta mañana
del 28 de mayo de 2016 contienen azúcar, leche, harina, aceite, arroz y pastas, por un total
de 475 bolívares, es decir, menos de lo que cuesta un kilo de leche en polvo en el mercado
negro.
En una pequeña plaza del barrio Marin, Martha González, trabajadora del sector cultural,
ayuda a algunos amigos a pintar frescos en las paredes; una actividad cultural destinada a
mantener, esperan, la movilización de los jóvenes en el campo artístico en período de crisis.
“Los CLAP no funcionan en todas partes con la misma eficacia –señala con una sonrisa–. El
problema del país es la corrupción. Y no sólo en las altas esferas de la administración. Todo
el mundo está implicado: los secretarios, los empleados de aduana, los que hacen las entregas
y desvían productos para revendérselos a amigos que, a su vez, los revenden en el mercado
negro… En pocas palabras, la corrupción concierne a todos esos venezolanos que les roban a
los venezolanos.” Alrededor nuestro, los colores vivos de retratos y dibujos hacen las veces
de telón de fondo para un partido de básquet improvisado por chicos de la calle. “¡Y sin
embargo el gobierno no hace nada! ¡Por la corrupción, de hecho! De una punta a otra, es el
sálvese quien pueda general. Todo el mundo acá conoce la historia del delincuente que,
cuando el policía lo arresta, le ofrece 10.000 bolívares. El policía los rechaza y lleva al
malhechor a la comisaría, para después verlo salir enseguida. ‘No eres muy vivo: ¡tu jefe me
ha
dejado
salir
por
5.000!’.”
Miembro del colectivo Comando Creativo, Víctor trabaja junto a Martha. Ya pintó una buena
cantidad de frescos que se pueden ver acá. Con una gorra grande y roja en la cabeza
combinada con una remera del mismo color –el de los chavistas–, se expresa removiendo el
aire, como un boxeador a los golpes con un contrincante invisible. “Acá, ¡hay de todo! Pero
120
en negro. Y todo el mundo se involucra en eso. Una persona hace la fila bien temprano a la
mañana para comprar pañales el día en que, de acuerdo con el número de su documento, le
toca comprar, ¡pero esa persona no tiene hijos! Compra todo el stock y lo revende en la vereda
de enfrente, diez veces más caro.” Otro ejemplo, que nos da Ruiz: “El panadero les compra
su harina a los ‘bachaqueros’ [los que especulan con la venta de productos regulados]. Como
el precio está fijado por las autoridades, no la puede revender, a no ser que la use para hacer
pan, que sí se puede vender muy caro”. Señalando una fila que se extiende ante una
panadería, concluye: “Y los que compran pan lo saben”. “Eso mantiene una especie de fuga
hacia adelante en el individualismo –retoma Víctor–. La gente no tiene la sensación de
formar parte de una comunidad política.” Cuando se le pregunta por qué el Estado no reprime
con mayor severidad semejantes prácticas, tan contrarias al proyecto socialista defendido por
el presidente Nicolás Maduro y su predecesor Hugo Chávez, Víctor responde, decepcionado:
“Es
la
pregunta
del
millón…”.
Otros, como el periodista del canal TeleSur Eduardo Rothe, avanzan algunos elementos de
respuesta. A veces pasmosos. “Ni la producción ni las importaciones bajaron: los niveles son
los mismos desde hace años. Por el lado de la distribución, en cambio, es otra cosa. Todo lo
que no encuentras en los negocios lo encuentras fuera de los negocios.” El paso del comercio
tradicional a la ilegalidad hizo que naciera un inmenso mercado, del que muchos se
benefician, o dependen. “Es una cuestión colectiva –concluye Rothe–. Y este gobierno no es
una
dictadura:
no
quiere
quedar
tan
desconectado
de
la
gente.”
En la televisión pasan una y otra vez una pauta financiada por el Estado. En un aula, una
maestra les pregunta a sus alumnos qué quieren ser de grandes. Uno de ellos responde que
va a ser “bachaquero” como su papá. La pauta termina con un aviso que recuerda el carácter
ilegal e inmoral del contrabando, contrario al trabajo de la hormiga… Un intento de
sensibilización que cuesta creer que alcance para frenar la epidemia.
Corrupción
y
burocracia
Porque la vulnerabilidad económica del Estado venezolano no es un fenómeno nuevo. Se basa
principalmente en su dependencia de la renta petrolera (2). “Desde los años 1930, el
economista Alberto Adriani invitaba a desarrollar la economía: la ganadería, la agricultura,
la industria. Según él, había que ‘sembrar el petróleo’ –nos explica Carlos Mendoza Potellá,
director de la revista del Banco Central de Venezuela, detrás de su escritorio en el que se
destacan muestras de petróleo y de azufre–. Nunca lo hicimos. ¿Cómo ‘sembrar el petróleo’
cuando los recursos son tan gigantescos?” Venezuela cuenta con las reservas petroleras
verificadas más importantes del mundo, lo que, paradójicamente, desalienta las inversiones
productivas. Retomando su análisis de la versión caribeña de la “enfermedad holandesa”, que
traba el desarrollo industrial de un país dotado con inmensas riquezas en materias primas,
Mendoza Potellá resume: “Estos ingresos del exterior aumentan nuestra capacidad de
importación y, al apreciar nuestra moneda, reducen nuestra competitividad para las
exportaciones”.
Al igual que sus predecesores, Chávez intentó durante su presidencia (1999-2013) corregir
este mal estructural; en vano. Potellá nos cuenta: “Un amigo agrónomo iba hace algunos años
a la zona agrícola más productiva, en el estado de Barinas, en el centro del país. Tenía que
hacer un largo trayecto en helicóptero. Desde el cielo, de repente ve manchas amarillas y
verdes. Baja para ver qué es. Eran terrenos enormes en los que había tractores abandonados.
Las manchas verdes eran John Deere y las amarillas Caterpillar. ¿Qué significa eso? Se
habían usado créditos agrícolas, se habían comprado tractores. Pero no funcionó…”. Por lo
demás, sigue nuestro interlocutor, “las financiaciones agrícolas se transformaron en
especulaciones
inmobiliarias
en
Caracas”.
¿El carismático presidente fallecido en 2013 no tendría entonces ninguna responsabilidad?
Nuestro interlocutor sonríe: “¿Qué hace Chávez cuando llega al poder en 1999? No se
concentra primero en la economía, sino en la urgencia social: la desnutrición, la vivienda. No
se lo reprocho; es lo que imponía la solidaridad humana. Pero no es así como se desarrolla la
121
producción nacional”. Comprensible, esa decisión tiene graves consecuencias. A imagen del
consumo de calorías, en alza gracias a la redistribución de riquezas, las importaciones de
alimentos no pararon de aumentar desde la llegada al poder de Chávez. Según el investigador
Carlos Machado Allison, pasaron de 1.400 millones de euros en 2000 a 6.500 millones en
2013 (3). Desde entonces las necesidades de la población no disminuyeron, pero el valor del
bolívar
se
fue
a
pique,
agravando
aun
más
el
problema.
Ni la “guerra económica” ni las prioridades sociales del chavismo alcanzan para explicar la
escasez, según Mendoza Potellá, que toma el ejemplo del azúcar: “El gobierno es dueño de
todas las centrales azucareras: las expropió. Pero la producción ya ni siquiera alcanza el nivel
de consumo nacional. Está todo parado, la caña no se cosecha. ¿Sabotaje, ineficacia? No lo
sé. Usted dirá que hablo como un partidario de la oposición, ¡pero la corrupción está en todos
lados!” Según un estudio realizado por la empresa Ecoanalítica, “alrededor de 70.000
millones de dólares fueron malversados mediante las importaciones entre 2003 y 2012. El
20% de las importaciones realizadas por empresas privadas y el 40% de aquellas llevadas a
cabo por agencias o empresas piloteadas por el gobierno eran fraudulentas” (4). Y Mendoza
Potellá concluye: “No reemplazamos la racionalidad capitalista por otra, socialista, sino por
la
de
administradores
corruptos”.
“Corrupción”: no hubo una charla en toda nuestra visita al país en la que no se pronunciara
la palabra. A punto tal que muchos le reprochan al gobierno su “liviandad” en la lucha contra
esta calamidad. “No se quiere mostrar demasiado severo por miedo a dañar la popularidad
del Presidente –estima Fermín Sandoval, que se encarga de una radio en el barrio de Petare–
. Reprima o no reprima, los medios de comunicación de cualquier manera van a decir que
Venezuela
es
una
dictadura.”
Una 4x4 rutilante aparece por una calle que bordea la Plaza Bolívar, así bautizada en
homenaje al Libertador, el prócer independentista Simón Bolívar (1783-1830), a quien
Chávez adoptó como uno de sus héroes. Les preguntamos a dos mujeres jóvenes vestidas de
rojo sentadas a una mesa en la vereda de un café: ¿es el auto de un miembro de esas “elites”
que denuncian los revolucionarios bolivarianos? Miran al cielo: “¡Es el auto de un ministro,
o el de un prócer del PSUV!”. ¿Será así? Imposible saberlo. Pero todos los testimonios lo
confirman: la brecha entre el modo de vida de algunos dirigentes chavistas y el de su base
militante
provocó
otra
brecha,
pero
política.
En
lucha
constante
En el barrio 23 de Enero esto se ve mejor que en cualquier otra parte. Bastión histórico de la
izquierda venezolana, epicentro de la resistencia popular durante el período insurreccional
de los años 1960 y durante las décadas que le siguieron, en el “23” ganó la oposición en las
legislativas de 2015, marcadas por una fuerte derrota nacional del chavismo (5). “¡Por sólo
veinte votos de diferencia!”, insiste Juan Contreras, figura política de primera línea en el
barrio. Nos recibe en la sede de la radio comunitaria Al Son del 23, donde trabaja para la
Coordinación Simón Bolívar. “Nuestras oficinas están en una ex comisaría en la que se
torturaba a los jóvenes de izquierda en los años 1960. Era importante para nosotros recuperar
lugares como éste.” En la fachada del edificio ahora se pueden ver los rostros de Ernesto Che
Guevara y de Bolívar, o grafitis a favor de la causa palestina. Para muchos, Contreras era el
candidato natural del barrio. Sin embargo fue dejado de lado por la dirección del PSUV, que
puso a un candidato paracaidista. Un “error”, estima humildemente el militante.
Procedimientos como ése explican el revés de diciembre de 2015, según Eduardo Rothe, que
recuerda que el PSUV sufrió más el hundimiento de un voto chavista que una avalancha a
favor de la oposición. “Las elecciones fueron regulares –subraya–. Ningún chanchullo. Pero
el partido, demasiado burocrático, se disparó en el pie al rechazar a los candidatos que
propuso la base.” En el “23” muchos dicen haberse abstenido en señal de protesta.
Ahora, el chavismo cierra filas. El 1º de junio de 2016, una manifestación de apoyo al
gobierno reunía a la juventud chavista en la capital. En un ambiente festivo, centenares de
122
alumnos y estudiantes de todas las edades desfilaban a lo largo de las avenidas cantando
canciones a favor del oficialismo y agitando banderas del PSUV, de Venezuela e incluso de
Cuba. Cuando llegó al Palacio de Miraflores, la multitud fue recibida por el presidente
Maduro.
Apretones
de
manos,
aclamaciones…
Al igual que Fidel Barbarito, profesor de la Universidad Nacional Experimental de las Artes
(UNEARTE), algunos chavistas sacan conclusiones esperanzadoras: a pesar de las
importantes manifestaciones que tienen lugar también del lado de la oposición, semejante
movilización sugiere según ellos que si hubiese un referéndum revocatorio (6), ganarían.
“Estamos en un período de radicalización: las máscaras se cayeron. La derecha, desesperada
y preocupada por defender las prioridades de Estados Unidos, cambió el guión. Es una
verdadera
guerra.”
Sandoval nos cuenta un incidente que él considera como revelador de la situación actual.
“Esta semana, hubo un ataque armado contra las fuerzas del orden, ¡acá, en Petare! Unos
tipos enmascarados disparaban con ametralladoras –eran paramilitares–. Era una prueba.
El objetivo era ver si, en el contexto de la escasez, una escaramuza podía generar un estallido
social. Por el momento, la mayoría de la población no se suma, porque sabe quién provoca
todo esto; pero yo creo que la gente se va a cansar.” Sin poder disimular su inquietud, agrega:
“En casos así, ¿cómo puede ser que se llame a jóvenes reclutas de la policía? ¿Por qué el
gobierno
no
manda
unidades
especiales?”.
A modo de respuesta, Barbarito, que fue ministro de Cultura en el primer gabinete de
Maduro, recuerda la creación de las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), dirigidas
por las Fuerzas Armadas Bolivarianas en el verano de 2015. “Estas operaciones apuntan a
desmantelar las organizaciones paramilitares. No retrocedemos ante el combate físico.”
Aunque nadie quiere ver a Venezuela caer en manos de los paramilitares, la creación de las
OLP no deja vislumbrar verdaderamente un horizonte apacible para la Revolución.
Militante comunitario en Petare, Rubén Pereira también se muestra confiado en cuanto al
resultado de un posible referéndum revocatorio. Pero duda de que esta eventual victoria
alcance: “Un referéndum no arreglaría nada. Nosotros les ganaríamos, ¿y después qué? La
oposición va a seguir estando ahí”. ¿La solución que él prefiere? “Una Asamblea
Constituyente. Si estuviese en el lugar de Maduro, arriesgaría mi mandato, así como también
el de esta Asamblea Nacional de derecha. ¡Hay que volver a empezar de cero!” Según él, un
nuevo “giro a la izquierda” debería apuntar a reforzar el poder popular, esas instituciones
paralelas al Estado tradicional, que se supone desarrollan la participación ciudadana (7)…
Ahí, otra vez, surge una duda: ¿Maduro cuenta con el apoyo necesario para un proyecto
semejante dentro del PSUV, del que todo el mundo admite que está ampliamente gangrenado
por
la
corrupción?
Menos optimista en cuanto al resultado del referéndum, Martha González se niega sin
embargo a hundirse en la tristeza. ¿La cachetada de las legislativas de 2015? “Sobre todo una
derrota de la boliburguesía [los funcionarios que se aprovecharon del movimiento
revolucionario]. Eso no me preocupa, en la medida en que lo que se obtuvo, las misiones, los
programas sociales, todo eso queda en la cabeza de la gente. No se van a dejar desvalijar. Y
después, a pesar de la guerra económica, el chavismo sacó cinco millones de votos. Ese es su
núcleo
duro;
es
enorme.”
La pregunta, según ella, es la siguiente: ¿qué van a hacer los que votaron a la oposición
pensando que acabaría con la escasez? Con respecto a este tema, los chavistas no dudaron en
ridiculizar el título del spot de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD,
coalición de los partidos de oposición), “La última fila”, en el que se veía gente haciendo la
fila “por última vez” para votar, echar a los chavistas y terminar con la escasez.
“Con tantos escaños, se podría haber esperado que la oposición, al llegar a la Asamblea,
aprobara leyes populares en economía y seguridad –remarca Rothe–. ¡Pero no! ¡Lo primero
que hicieron fue votar una ley de amnistía!” Este texto, que excluye las demandas judiciales
123
para todo el período que va del 1º de enero de 1999 a la entrada en vigencia de la ley, blanquea
a los autores de crímenes o delitos como las “difamaciones e injurias” contra funcionarios o
la participación en los “acontecimientos del 11 de abril de 2002 y los días siguientes”. En esa
fecha, la oposición, la patronal y los medios de comunicación orquestaron un golpe de Estado
(que fracasó) (8). “Encuestemos a los que votaron a los candidatos de la oposición con la idea
de que les iban a cambiar la vida –se divierte Pablo Artiage, militante comunitario de Petare–
. No creo que nos encontremos con una ola de entusiasmo.” ¿Pero la oposición tuvo
verdaderamente la oportunidad de gobernar? Apenas instalada en la Asamblea el presidente
Maduro decretó el estado de urgencia económica de manera tal de poder continuar con sus
políticas.
Las paredes y las fachadas de Caracas son la imagen de la situación política del país: están en
lucha constante. Los afiches que alaban los méritos de gaseosas o de cadenas de restaurantes
de comida rápida se disputan el espacio con consignas revolucionarias o con frescos que
representan los ojos de Chávez. Por el momento, “el umbral mínimo de conciencia del
pueblo” del que hablan los chavistas logró evitar un estallido social, en gran parte gracias al
trabajo diario de la base militante. Por la mañana temprano, filas de decenas de personas se
forman en las veredas. Delante de las panaderías, las farmacias, los negocios, los bancos, en
calma, leyendo el diario o charlando con el que está al lado, los habitantes de Caracas esperan.
¿Hasta
cuándo?
1. La moneda venezolana circula con un valor mucho menor en el mercado negro. A esa tasa
de cambio paralela, 70 bolívares equivalen a 0,14 centavos de euro.
2. Véase Gregory Wilpert, “Venezuela se ahoga en su petróleo”, Le Monde diplomatique,
edición
Cono
Sur,
Buenos
Aires,
noviembre
de
2013.
3.
Libération,
París,
24-6-13.
4. William Neuman y Patricia Torresmay, “Venezuela’s economy suffers as import schemes
siphon
billions”,
The
New
York
Times,
5-5-15.
5. La oposición obtuvo 109 escaños en la Asamblea Nacional, contra 52 para el PSUV, sobre
un total de 167. Véase Gregory Wilpert, “Vientos de tormenta sobre Caracas”, Le Monde
diplomatique,
edición
Cono
Sur,
enero
de
2016.
6. Exigido por la oposición y aprobado en abril de 2016 por la Asamblea Nacional, un
referéndum revocatorio requiere principalmente la firma del 20% del cuerpo electoral. El 7
de junio de 2016, el Consejo Nacional Electoral (CNE) validó la mayoría de las firmas (el
gobierno había denunciado fraudes). Ahora los signatarios tienen que confirmar su decisión
en persona. El gobierno no obstante busca demorar el proceso para conservar el poder hasta
el
final
del
mandato
de
Maduro,
en
2019.
7. Véase Yoletty Bracho y Julien Rebotier, “El chavismo por su base”, Le Monde
diplomatique,
edición
Cono
Sur,
enero
de
2016.
8. Véase Maurice Lemoine, “Golpe de Estado abortado en Caracas”, Le Monde diplomatique,
edición Cono Sur, mayo de 2002.
Artículos
relacionados
Vientos
por
Gregory
Venezuela
por
Ignacio
Arena,
por
Wilpert,
tormenta
Nº
199,
sobre
enero
de
Caracas
2016.
Ramonet,
Nº
199,
enero
de
candente
2016.
diciembre
de
recesión
2015.
de
decepción
2015.
sol
Ayelén
Elecciones,
por
Pablo
124
de
Oliva,
y
Nº
crisis
Stefanoni,
Nº
198,
y
196,
octubre
La
por
Federico
Vázquez,
grieta
Nº
190,
abril
venezolana
de
2015.
* Periodista. Autor de La Rose assassinée, Notes de la Fondation Gabriel-Péri, París, 2015.
SINGAPUR, MALASIA, INDONESIA/ El triángulo de la desigualdad
Por Philippe Revelli*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/el-triangulo-de-la-desigualdad/
El “triángulo de crecimiento” establecido entre Singapur, Malasia e Indonesia es una buena
representación del mundo globalizado. Bajo el discurso oficial de complementariedad entre
los tres países se encubre la explotación de las diferencias de desarrollo entre sus socios.
arrio de Bandar, en la bajada de Causeway, el puente de sólo un kilómetro que
une la isla de Singapur a la ciudad de Johor Bahru, en Malasia. Un viernes a la
tarde, las terrazas de los cafés de la calle Meldrum están abarrotadas. Muchos
clientes son singapurenses de juerga. Los patrones de los hoteles, bares y
restaurantes son malasios, una buena parte de sus empleados indonesios, a veces
en situación irregular. ¿Hay que ver en esto una ilustración de la división del
trabajo que opera bajo el manto de la cooperación económica entre estos tres países?
Aparecida a fines de los años ochenta, la noción de “triángulo de crecimiento” se corporizó el
17 de diciembre de 1994, cuando Singapur, Malasia e Indonesia firmaron un memorándum
que crea el Indonesia Malaysia Singapore Growth Triangle (IMS-GT). Singapur, Johor Bahru
en Malasia y el archipiélago de Riau en Indonesia representan cada uno un vértice de ese
triángulo (véase el mapa). Este protocolo de entendimiento no es un tratado que incluye
cláusulas precisas ni un programa de desarrollo con un calendario determinado; se contenta
con reforzar el proceso en curso. Ante todo se trata de “promover y facilitar las relaciones de
negocios transfronterizos”, indica en su discurso inaugural Lee Hsien Loong, viceprimer
ministro de Singapur (1). Presentada como un ejemplo de desarrollo regional en un mundo
globalizado donde las fronteras se vuelven obsoletas, la iniciativa pretende valorizar las
complementariedades de los asociados en términos de capital, tierras y mano de obra.
Los
tres
vértices
El proyecto germinó en las oficinas del Consejo de Desarrollo Económico de Singapur. Entre
1987 y 1994, la ciudad-Estado registró un crecimiento anual de dos cifras. En su minúsculo
territorio las empresas se sentían agobiadas y, con una desocupación casi nula, la fuerte
demanda de mano de obra empujó los salarios al alza. Entonces apareció un “esquema de
complementariedades” en condiciones de paliar las necesidades apremiantes de espacio, de
mano
de
obra
y
de
recursos
naturales.
En la cúspide del triángulo, Singapur dispone de capitales, de una mano de obra calificada,
de tecnologías e infraestructuras comerciales de punta y de un acceso al mercado mundial.
En la base: Malasia, con una mano de obra semicalificada, tecnologías intermedias,
infraestructuras básicas, tierras y recursos naturales. Y bien al final Indonesia, con una mano
de obra no calificada, tecnologías elementales, recursos naturales y tierras inexplotadas en
abundancia.
Del otro lado del brazo de mar que lo separa del “dragón” singapurense, el “tigre” malayo (2)
también tiene dientes largos. El área metropolitana de Johor Bahru está en vías de
convertirse en un polo industrial de importancia, y a despecho de las tensiones políticas
persistentes entre los dos países, ligadas en parte a las condiciones históricas que condujeron
a la independencia de Singapur en 1965 (3), el gobierno de Kuala Lumpur no le pone mala
125
cara
al
aporte
de
los
capitales
singapurenses.
En cuanto a Indonesia, bajo la bota del general Mohammad Suharto al momento de firmar
el memorándum, su maná petrolero se redujo. Procede a los ajustes estructurales de su
economía según los preceptos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco
Mundial. El Triángulo le ofrece la posibilidad de aprovechar la situación geográfica
privilegiada del archipiélago de Riau: en el cruce de las rutas comerciales que conectan Asia,
Australia, Europa y Medio Oriente, cerca de Singapur pero con una mano de obra barata.
Veinte años más tarde, Singapur alberga la más fuerte concentración de multimillonarios por
kilómetro cuadrado del mundo, el segundo mayor puerto de contenedores (después de
Shanghai) y el cuarto centro financiero (detrás de Londres, Nueva York y Hong Kong, y a
buena distancia delante de París, que sólo llega en vigésima posición). “Sin esta perspectiva
regional habría sido más difícil, hasta imposible para Singapur, mantener su papel de ciudad
mundo”, considera la agencia Bloomberg. “Combinen las fuerzas dominantes de la economía
del siglo XXI, globalización y urbanización: de esto resulta una metrópolis que supera las
fronteras, las culturas y las monedas”, prosigue, un poquitín ditirámbico, el periodista (4).
De paso olvida que en 2015, en Singapur, medio millón de personas sobre 5,5 millones vivían
por
debajo
de
la
línea
de
pobreza
(5).
Por el lado malayo, el comercio local y el sector inmobiliario prosperan gracias a la clientela
singapurense que viene a hacer sus compras o a alojarse por mucha menos plata que en su
país. “Debido a la abundancia de tierras baratas en el sur de Malasia, el dinero se derrama
desde el otro lado de la frontera”, puntualiza el artículo de Bloomberg. Singapur invirtió así
3.400 millones de dólares en el proyecto Iskandar Malaysia, que comprende zonas francas
industriales y portuarias, complejos residenciales y centros comerciales. Lanzado en 2006,
este proyecto faraónico debería extenderse sobre una superficie tres veces superior a la de
Singapur, atraer 100.000 millones de dólares de inversiones y crear 800.000 puestos de
trabajo de aquí a 2025. E incluso si, todos los días, 150.000 malasios cruzan la frontera para
ir a trabajar a la ciudad-Estado, Johor Bahru no se contenta ya con ser el suburbio obrero de
su rica vecina. Al lado de las actividades industriales (componentes electrónicos,
petroquímica, construcción naval), las dos terminales portuarias de Pasir Gudang y Tanjung
Pelepas, integradas en el proyecto Iskandar, compiten directamente con los puertos de
Singapur.
En el archipiélago de Riau, por último, las islas de Bintan y Batam captan lo esencial de los
proyectos e inversiones del Triángulo en dirección a Indonesia. Situada a una hora de ferry
de Singapur, Bintan se especializó en el turismo. En el norte de la isla, pueblos para
vacacionar y hoteles de lujo se extienden a lo largo de 23.000 hectáreas. Están comunicados
por un aeropuerto internacional que debería estar plenamente operativo en 2017; podrá
entonces acoger a 3,5 millones de pasajeros por año. Batam, por su parte, se convirtió en un
centro industrial. Numerosas empresas basadas en Singapur, ubicado a una veintena de
kilómetros, transfirieron sus actividades a la isla, donde la legislación es mucho menos
coercitiva y los salarios muy inferiores –una deslocalización en la puerta de casa–, al tiempo
que sigue beneficiándose con los acuerdos de librecambio cerrados por Singapur, sobre todo
con
Estados
Unidos.
Desde 2007, el conjunto del archipiélago de Riau está ubicado bajo el estatus de zona franca.
En la actualidad, cerca de 600 compañías extranjeras, en particular de ensamblado de
componentes electrónicos (Sanyo, Panasonic, Siemens, Sony, Toshiba, Epson) o que trabajan
para los astilleros, están instaladas en los trece parques industriales administrados por la
Autoridad de Desarrollo Industrial de Batam. Ellas emplean unos 300.000 asalariados, dos
tercios
de
los
cuales
son
mujeres.
Consecuencia de este boom económico: una afluencia masiva de migrantes procedentes de
las otras islas del archipiélago indonesio. En tres decenios, la población de Batam pasó de
algunas decenas de miles a dos millones de habitantes. Antes mayoritariamente constituida
por comunidades de pescadores, ahora es urbana y está en constante renovación. Impulsados
126
por la demanda de las empresas, los precios del sector inmobiliario levantan vuelo. Una parte
significativa de la población ya no puede alojarse decentemente, y decenas de miles de
familias
se
ven
reducidas
a
ocupar
terrenos
insalubres.
Nuevos migrantes, atraídos por el espejismo de El Dorado, siguen llegando todos los días y,
con más candidatos a empleos que puestos por cubrir, los excluidos son cuantiosos. Estos
alimentan el sector informal y una prostitución floreciente. Las agencias de reclutamiento
están principalmente instaladas en Java y en Sumatra, y la población local casi no tiene
acceso
a
los
empleos
asalariados.
Al mismo tiempo, la ocupación del litoral por el sector inmobiliario y los astilleros, la
destrucción de los manglares, la contaminación de las aguas costeras por los desechos
industriales y el intenso tráfico marítimo en los estrechos de Singapur y de Malaca le asestan
un golpe fatal a la pesca artesanal. Privados de su fuente de ingresos tradicional, algunos
pescadores o pilotos de taxis acuáticos se entregan ocasionalmente a una piratería artesanal
y son en ocasiones cooptados por organizaciones criminales para operaciones de mayor
envergadura. La región es así considerada como una de las cúspides del bandidismo
marítimo mundial. En el curso de los seis primeros meses de 2015 se declararon más de un
centenar de actos de piratería (6), entre ellos, ocho desvíos de petroleros que transitan por
los
estrechos
de
Malaca
y
de
Singapur.
Disparidades
incorregibles
Para colmo de males, la coyuntura económica no está en su mejor momento. Las libretas de
pedidos de los astilleros están vacías, y un artículo alarmista del Jakarta Post muestra que las
empresas no vacilarán en hacer jugar la competencia con otros países de la región, donde los
salarios son todavía más bajos y los trabajadores más dóciles (7). Implantadas en Batam
desde comienzos de los años 2000, las organizaciones sindicales son efectivamente
combativas, y un tercio de las empresas disponen de una sección sindical.
Para el período 2013-2020, pronostica Toh Mun Heng, profesor en la National University of
Singapore Business School, el Triángulo debería registrar un crecimiento anual global de
5,7% (8). No obstante, es poco probable que la jerarquía bien establecida entre los tres
vértices del triángulo resulte perturbada. Hoy en día, Singapur ocupa el tercer lugar en el
ranking de países clasificados según el Producto Interno Bruto por habitante (en paridad de
poder adquisitivo), después de Qatar y de Luxemburgo, con 83.066 dólares. Indonesia ocupa
el puesto 103 (10.651 dólares). El salario mensual medio es de 850 dólares en Malasia, pero
de solamente 130 dólares en Indonesia. Para la geógrafa Nathalie Fau, estas disparidades no
resultan de disfuncionamientos que se podrían corregir en el seno del Triángulo de
crecimiento: por el contrario, son su fundamento. “A escala microrregional –explica– el IMSGT pone en práctica los principios de la división internacional del trabajo. Éste explota en su
provecho el hiato geoeconómico inducido por las fronteras nacionales. Su funcionamiento
descansa en la existencia de gradientes económicos (costo de la mano de obra, nivel de
industrialización y de tercerización), demográficos (disponibilidad de mano de obra) y
políticos (proteccionismo o librecambio) entre los países ribereños del estrecho” (9).
La esperanza de un crecimiento justamente compartido entre los socios es ilusoria; las
promesas de un territorio sin fronteras en el seno de una luminosa ciudad global son
espejismos. En las fronteras nacionales se añadieron nuevas líneas de demarcación, que son
internas. Así, las mercancías producidas en el archipiélago de Riau no pueden pasar
libremente hacia el resto de Indonesia porque existen restricciones a la venta de los productos
fabricados en la zona franca, en nombre de la protección a los productores locales. Y si
mercancías y capitales circulan más o menos sin trabas entre los tres vértices del triángulo,
no
ocurre
lo
mismo
con
los
individuos.
En el norte de Bintan, explican dos especialistas, Michele Ford y Leonore T. Lyons (10), la
inmensa zona turística de Lagoi constituye una suerte de enclave autónomo. Está unida a
Tanjung Pinang, la principal ciudad de la isla, por una ruta estrecha, en mal estado, cortada
127
por un puesto de control donde vigías armados expulsan a los indeseables. Mientras que,
hasta comienzos de los años ochenta, los habitantes del archipiélago de Riau se dirigían
frecuentemente a Singapur para procurarse mercancías o visitar parientes, la profundización
de la diferencia entre su nivel de vida y el de la ciudad-Estado dificultó progresivamente estos
viajes. Luego, inmediatamente después de la crisis de 1997-1998, Singapur endureció sus
controles en las fronteras con el objeto de contener la inmigración ilegal de miles de
trabajadores desocupados. Y las reforzó, en esa ocasión, so pretexto de lucha contra el
terrorismo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. “Últimamente –
consideran sin embargo Ford y Lyons–, más que los controles migratorios, son las diferencias
de niveles económicos las que constituyen las principales barreras a los movimientos
transfronterizos”. Y, hablando de la isla de Bintan, concluyen: “A despecho de las promesas
del IMS-GT […], la vida en el triángulo de crecimiento tiene más que ver con el encierro que
con
la
movilidad”.
1. Comunicado de prensa del gobierno de Singapur, 25 de diciembre de 1994.
2. Son designados como “dragones asiáticos” Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur.
Los siguen los “tigres asiáticos” : Malasia, Tailandia, Indonesia, Filipinas y Vietnam.
3. Véase Jacques Decornoy, “De Sir Stamford Raffles à M. Lee Kuan Yew”, Le Monde
diplomatique,
París,
abril
de
1979.
4. Sharon Chen, “Cut-price luxury homes fuel Singapore tri-nation sprawl”, Bloomberg, 4 de
junio
de
2014,
www.bloomberg.com
5. Timothy Ho, “3 hard truths about poverty in Singapore”, 19 de mayo de 2015,
www.dollarsandsense.sg
6. Fuente: Regional Cooperation Agreement on Combating Piracy and Armed Robbery
against
Ships
in
Asia
(ReCAAP),
Singapur.
7. “Electronics industry may soon abandon Batam”, The Jakarta Post, 22-7-14.
8. Sharon Chen, “Cut-price luxury homes fuel Singapore tri-nation sprawl”, art. cit.
9. Nathalie Fau, “Le détroit de Malacca : des flux maritimes à la structuration d’une mer
intérieure”,
Géoconfluences,
http://geoconfluences.ens-lyon.fr
10. Michele Ford y Leonore T. Lyons, “The borders within: mobility and enclosure in the Riau
Islands”, Asia Pacific Viewpoint, Vol. 47, N° 2, Hoboken (Nueva Jersey), agosto de 2006.
AUTOCRÍTICAS CATÓDICAS EN CHINA
Cuando las excusas sí se televisan
Por Zhang Zhulin*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/cuando-las-excusas-si-se-televisan/
Desde que llegó a la cima del Partido Comunista chino a fines de 2012, el presidente Xi
Jinping no ha dejado de reforzar su poder en el aparato estatal mediante la
instrumentalización de la justicia para fines políticos. Mientras tanto, la puesta en escena
de la lucha contra la corrupción evoca la Revolución Cultural, en particular las confesiones
ante las cámaras.
hina, no habría sido más que un estafador. Parecería que, al igual que el
estadounidense Bernard Madoff, su fortuna se debe principalmente a una
“pirámide de Ponzi”. En todo caso es lo que él mismo “confesó” el 16 de mayo de
2016 no ante la policía o un juez, sino en la cadena privada Dragon TV. Desde
2013, estas confesiones se han vuelto costumbre. No menos de una decena de
personalidades, actores o periodistas, hombres de negocios o abogados, chinos u
occidentales, pasaron por la Televisión Central de China (CCTV, un grupo estatal dueño de
varios canales) en el horario central para presentar sus excusas tanto al partido como al país.
Las confesiones más rocambolescas fueron las de Gui Minhai, un chino-sueco, accionario de
128
una famosa librería de Hong Kong, Causeway Books, especializada en libros de índole política
sobre el poder central de Pekín. El 17 de enero de 2016, apareció en el noticiero de las 19 hs.
(el de mayor audiencia en todo el país), después de haber estado desaparecido por tres meses.
Gui aseguró que lo carcomían los remordimientos por haber causado la muerte de un
adolescente… Once años atrás. Y que había decidido volver a China de manera clandestina.
Una historia poco creíble, menos aun sabiendo que cuatro de sus colegas también
desaparecieron entre el 17 de octubre y el 30 de diciembre de 2015.
El 29 de agosto de 2013, el chino-estadounidense Xue Biqun, más conocido bajo el
seudónimo de Xue Manzi (Charles Xue), reconoció que le gustaban las relaciones sexuales
pagas y las fiestas privadas; malos hábitos adquiridos durante su vida en el exterior, explicó.
Esta estrella de la web, que cuenta con más de doce millones de seguidores en su cuenta de
Weibo (el Twitter chino), había sido detenida por la policía algunos días antes en compañía
de una prostituta. Claramente las autoridades no habían terminado con él. Ocho meses más
tarde, el 16 de abril de 2014, tuvo el honor de volver a CCTV: “Cometí un crimen… Espero
que el gobierno pueda darme la oportunidad para dar vuelta la página y comenzar una nueva
vida. Reconozco mis errores, no lo volveré a hacer”, prometió. Ese mismo día fue liberado
bajo fianza. Probablemente, ése haya sido el fin de las aventuras para Xue en CCTV, pero fue
el comienzo de una pesadilla para los demás: Chen Yongzhou, Gao Yu y Shen Hao, todos ellos
periodistas,
y
muchos
otros.
Para uno de los pocos periodistas que aceptan hablar –bajo garantía de anonimato–, no hay
nada malo en estos métodos: “Uno puede rechazar este tipo de entrevistas, pero también
tiene el deber de cooperar”. Incluso retoma una locución familiar china que expresa
consenso: “Una mano sola no puede aplaudir”. Estas palabras tienen la capacidad de hacer
saltar de indignación al abogado pequinés Liu Jianjun, detenido del 15 de junio al 15 de julio
de 2015 por haber participado de una manifestación de unas quince personas frente al
tribunal de Weifang (Shandong). Algunas de ellas llevaban una bandera que clamaba: “El
pueblo tiene derecho a vigilar la justicia”. Liu estaba defendiendo a un cliente, un funcionario
condenado a una pena de diez años por un caso de corrupción. “Si uno no tiene ningún tipo
de libertad, ¿cómo puede rechazar una ‘entrevista’ como esa?”, protesta el abogado. El 22 de
junio, junto con sus codetenidos, quedó boquiabierto cuando vio sus confesiones en el
noticiero de CCTV: “La policía me había asegurado tres veces que si aceptaba dar una
entrevista, no iban a difundir mi nombre e iban a difuminar mi cara”, aseguró.
Unas condiciones de detención “muy duras” lo llevaron a colaborar con la policía. Según
cuenta, los prisioneros sólo disponen de veinte minutos de paseo por día, a pesar de que la
ley china exige una hora por la mañana y otra por la tarde. Se sumerge a los simples
sospechosos “en un clima de terror, para que se muestren obedientes cuando salgan”. Las
motivaciones del ensañamiento son un misterio para él: “No tengo ninguna ambición política
ni capacidad de derribar el poder del Partido Comunista chino”. Liu Jianjun cuenta que, por
sus problemas para dormir, pero también para que su madre, una mujer iletrada, no se
preocupara demasiado, se dijo en ese momento: “Tengo que salir, aunque sea para ir al
campo y convertirme en campesino”. El 18 de junio de 2015, aceptó una entrevista con CCTV,
a condición de que se protegiera su identidad. El 13 de julio, estaba bajo los reflectores de las
cámaras de una decena de periodistas. Diez meses después de que lo liberaran bajo fianza,
sigue clamando inocencia, arriesgándose a encrespar al poder: “No cometí ningún crimen,
no
hice
nada
ilegal,
es
una
humillación
total”.
Periodistas
y
fiscales
El ex redactor en jefe del diario Nanfang Dushi Bao, Cheng Yizhong, detenido en 2004,
cuenta cómo los periodistas de los medios oficiales montan las entrevistas y tienden una
trampa a los detenidos. El periodista Philip Pan describe la escena en su libro Out of Mao’s
Shadow (1). Unos empleados de la fiscalía vestidos de civil fueron a buscar a Cheng Yizhong
para llevarlo a la oficina del fiscal. Allí, unos jóvenes universitarios se acercaron para decirle
que lo admiraban; uno de ellos incluso citó uno de sus poemas. Para el almuerzo, el fiscal
hizo preparar algunos platos de su terruño natal. Más tarde, llegó una mujer con una enorme
129
torta.
“Cheng, hoy es tu cumpleaños número treinta y nueve. Todavía no sabemos dónde pasarás
el próximo, pero esperamos que el camino que te lleve a él sea agradable”, le dijo el fiscal.
Luego le tendió un cuchillo plástico y le propuso pedir un deseo antes de cortar la torta frente
a varios fotógrafos: “Por un instante, Cheng Yizhong pensó en su familia y casi se le escapan
unas lágrimas. Pero rápidamente se dio cuenta de que esas lágrimas eran justamente lo que
estaban buscando […]. Querían verlo desmoronarse para capturar la imagen de ese instante.
La televisión las difunde con regularidad: los corruptos lloran amargamente mientras
confiesan sus crímenes”. Doce años más tarde, el recuerdo sigue grabado a fuego. Cheng
Yizhong no duda ni un segundo sobre la fecha de esa manipulación: “El 3 de abril de 2004,
entre las 11 y las 17 hs., en una oficina del Ministerio Fiscal de Cantón”.
Tampoco se salvan los extranjeros. En agosto de 2013, el británico Peter Humphrey,
inspector de la sociedad farmacéutica GlaxoSmithKline, apareció en CCTV con la cara
difuminada. Confesó haberles pagado a ciudadanos chinos para que identificaran a las
personas que informaban a las autoridades sobre las coimas que Glaxo pagaba a los
empleados estatales. El 22 de enero de 2016, fue el turno del sueco Peter Dahlin, fundador
de una ONG que ayuda a los abogados especializados en derechos humanos. Antes de ser
expulsado, confesó actividades que ponían en peligro la seguridad nacional.
He Weifang, uno de los juristas más respetados del país, profesor en la Universidad de Pekín,
denuncia que “la manera en que CCTV fuerza a la gente a confesar cuando ni siquiera fueron
juzgados representa una evidente violación a la ley china y a los derechos humanos. […] Si se
considera que los medios son órganos del Partido Comunista y que CCTV es el portavoz del
poder, esta obligación de ‘arrepentirse de los pecados’ se vuelve aun más abominable. Esta
constituye, en sí misma, una presión insostenible sobre la justicia, ya que obliga a las
instancias
judiciales
a
seguir
las
conclusiones
de
estos
medios”.
Wen Tao, un reconocido periodista (2), denuncia estas prácticas: “CCTV se convirtió en un
tribunal, pero no es un tribunal donde cada uno puede exponer su defensa. No es algo que
uno puede aceptar sin reaccionar”. Si bien, en su opinión, la sociedad actual es más
transparente que durante la presidencia de Hu Jintao (2002-2012): “En la época de Hu, no
sabíamos nada de estos asuntos. Ahora conocemos algunos de ellos, pero sólo los que tienen
interés para el poder”. Se trata de una apreciación matizada, probablemente debido a su
propia experiencia: en 2011, estuvo aislado durante veintitrés días en una celda, sin que se le
levantara
ningún
cargo
ni
se
le
diera
ninguna
explicación.
Otros, como Huang Tianbo, ex coordinador editorial de Cable News Network (CNN),
relativizan la acción del poder y prefieren creer que sus intenciones no necesariamente son
malas: “Pekín considera que este método es un canal de transmisión de información. Es
directivo y busca asustar con ejemplos. Pero frente a las conclusiones de CCTV, tan
humillantes y destructivas, no hay posibilidad de réplica”. Considera que la manera en que el
canal público abordó el caso de Xue Manzi fue vulgar: “Imagine cuántas familias chinas con
sus hijos estaban a la mesa mirando las historias de prostitución de Xue. De todos modos, es
deshonesto
usar
a
los
medios
para
humillar
a
alguien”.
Un porcentaje de los chinos no tiene nada para decir acerca del papel que desempeñan estos
periodistas-fiscales. Según ellos, forma parte del sistema político del país. Teng Biao,
abogado y defensor de los derechos humanos, investigador invitado en Harvard, en Estados
Unidos, rechaza esta idea con firmeza: “Estos periodistas no son víctimas del sistema,
participan
de
él,
son
colaboradores
del
poder”.
Las confesiones televisadas evocan uno de los recuerdos más dolorosos de la historia china
contemporánea: los diez años (1966-1976) de la Revolución Cultural, que dio lugar a
confesiones públicas forzadas y humillantes exhibiciones callejeras. A algunos se los obligaba
a llevar una pancarta; a otros, con frecuencia intelectuales sospechados de derechización o
acción contra el partido les afeitaban la cabeza. Ni siquiera Liu Shaoqi se salvó. Acusado de
130
ser el líder de los capitalistas infiltrados en el partido, este ex Presidente de la República
(1959-1968) fue obligado a mostrarse con su mujer frente a un millón de personas en la plaza
Tiananmen, el 5 de agosto de 1967, antes de ser torturado hasta la muerte. ¿Esta pesadilla
podría volver a empezar bajo el poder del todopoderoso Xi Jinping? Es una pregunta válida,
que resulta sorprendente considerando que el propio presidente fue enviado al campo
durante varios años cuando era estudiante. Su padre, Xi Zhongxun, vicepresidente de la
Asamblea Popular y vice primer ministro, fue víctima de una purga en 1962. Le hicieron llevar
un cartel en el cuello con su nombre y la expresión “insurrecto antipartido” (3) y luego lo
enviaron
a
prisión
durante
quince
años.
Si bien el castigo por humillación forma parte de la cultura china y no es exclusivo de la
Revolución Cultural, también está presente en otras tradiciones. “Estas prácticas de
confesión pública existieron durante mucho tiempo entre los cristianos. La especificidad
china reside en el hecho de que la confesión no se realiza ante Dios, sino ante un poder laico.
Otra diferencia: en la esencia del confusionismo, todos pueden transformarse en una persona
moral. Entonces, la humillación es una especie de aprendizaje y un castigo para las personas
difíciles
de
transformar”,
analiza
el
profesor
He
Weifang.
Las oposiciones a la televisación de las confesiones son escasas. En las redes sociales, los
internautas suelen ser más discretos, autocensurarse. Así, la expresión “¡Usted sabe!” se
popularizó en todo el país para hablar de temas delicados. El 2 de marzo de 2014, Lu Xinhua,
portavoz del Comité Nacional de la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino
(CCPPCh), retomó esta ambigua expresión cuando un periodista del South China Morning
Post (Hong Kong) le preguntó sobre la suerte de Zhou Yongkang, ex jefe de seguridad
condenado a cadena perpetua por encubrimiento de corrupción, abuso de poder y
divulgación
intencional
de
secretos
de
Estado.
El pasado mes de marzo, Zhu Zhengfo, otro miembro del CCPPCh y vicepresidente de la
Asociación de Abogados de China, hizo un pedido oficial para que se diera fin a las
confesiones televisadas. Esto desató una tormenta mediática que, sin embargo, no tuvo
repercusiones políticas. Incluso se censuraron varias notas del sitio del periódico Caixin. La
cuenta en inglés de Caixin tuiteó esta frase: “Los comentarios sobre la libertad de expresión
de miembros del Comité Nacional del CCPPCh preocupan a los controladores [del poder]”
antes
de
remitir
a
sus
artículos
prohibidos.
He Weifang invoca el artículo 38 de la Constitución china: “La dignidad personal de los
ciudadanos de la República Popular de China es inviolable. Todos los procedimientos
orientados a insultar, calumniar a los ciudadanos o acusarlos falsamente están prohibidos”.
El artículo 12 del Código de Procedimiento Penal indica: “Sin un juicio del tribunal del
pueblo, nadie puede ser reconocido culpable”. Las leyes chinas tienen todo previsto, pero el
camino
hacia
su
aplicación
parece
no
tener
fin.
1. Confesiones recogidas por el periodista Philip Pan, Out of Mao’s shadow. The struggle for
the soul of a new China, Simon & Schuster, Nueva York, 2009.
2. Colabora con The Global Times, el Nandu Zhoukan, el canal Phoenix Chinese News and
Entertainment (Phoenix CNE) y el sitio Initium Media (Hong Kong).
3. Mingjingnews, 2-7-14.
¿De derecha o de izquierda?
Por Mona Chollet*
http://www.eldiplo.org/205-estalla-europa/de-derecha-o-de-izquierda/
La propuesta de establecer un sueldo básico universal por el solo hecho de vivir fue
calificada durante mucho tiempo como utopía idealista o motor de la vagancia general. Pero
131
hoy la defienden desde liberales de derecha hasta izquierdistas, aunque con propósitos y
contenidos absolutamente opuestos.
Hablar de instaurar un salario básico sin precisar qué se entiende por eso equivale a
discutir la adopción de un felino sin aclarar si se piensa en un gatito o un tigre”, señala
Olli Kangas, director de investigación de KELA, el Instituto Finlandés de la Seguridad
Social (1). Ahora bien, hace algunos meses que la idea tiene amplio eco en Europa y más allá;
y sus partidarios de la primera hora no pueden evitar tener la impresión de ver gatitos, tigres
y variadas criaturas híbridas saltar en todos los sentidos delante de sus asombrados ojos.
Es cierto que todo el mundo coincide en una sucinta definición de renta básica. Cada persona
recibiría de la colectividad, desde el nacimiento hasta su muerte, sin condición ni
contrapartida, una suma establecida, acumulable con sus otros ingresos, incluso los
provenientes de un trabajo. En las versiones de izquierda, sería un monto cercano al salario
mínimo (2), lo suficientemente elevado para cubrir las necesidades básicas (unos 1.000
euros), lo que permitiría rechazar un empleo considerado no interesante, perjudicial y/o mal
pagado (3). Se trata de reconocer las distintas formas que puede adoptar la contribución que
cada persona hace a la sociedad: trabajo remunerado o no, formación –antes de entrar a la
vida activa o para reconvertirse–, ayuda a familiares, inversión asociativa, creación, etc. Uno
de los actuales defensores de esta versión en Francia (4), Baptiste Mylondo, la asocia a
drásticas medidas de reducción de las desigualdades: impuesto a la renta fuertemente
progresivo, tasa sobre el patrimonio, instauración de un salario máximo (con una diferencia
máxima
autorizada
de
uno
a
cuatro)
(5).
En el otro extremo del espectro, en la versión liberal –que teorizó el economista
estadounidense Milton Friedman (1912-2006) con su “impuesto negativo” (6)–, el monto es
demasiado bajo para poder prescindir del empleo. En lugar de reforzar el poder de
negociación de los asalariados, la renta básica corre el riesgo de funcionar como un subsidio
a los empleadores, que estarían tentados a reducir los salarios. Serviría de “saldo por todo
concepto” que reemplazaría las prestaciones sociales existentes (seguro de enfermedad,
desempleo, familia, vejez). En resumen, la herramienta puede ponerse al servicio de visiones
del mundo y proyectos de sociedad completamente contrapuestos. “Nos tratan a veces de
liberales, a veces de comunistas”, suspiran Nicole Teke y Yin Yué, miembros del Movimiento
Francés para la Renta Básica (MFRB), fundado en 2013 y que cuenta con unos novecientos
afiliados.
¿Hacia cuál de esos polos se inclina el debate hoy? Curiosamente, los análisis son divergentes:
algunos sólo ven gatos, y otros, sólo tigres. A la derecha, el ingeniero Marc de Basquiat, uno
de los principales teóricos de la idea en Francia, observa: “Dos sondeos realizados con un año
de intervalo entre los militantes de los partidos políticos muestran que la idea es connotada
cada vez más ‘de izquierda’. Es muy molesto, dado que si es vista como un antojo de los
izquierdistas, será aun más difícil de hacerla progresar”. Las asambleas de Nuit Debout
[Noche en Pie], que debatieron ampliamente sobre el salario básico y sus méritos
comparados con el salario vitalicio teorizado por Bernard Friot (7), no aportaron soluciones…
Vaciamiento
de
sentido
Existe la misma contrariedad, pero por razones opuestas, en la posición de Corinne Morel
Darleux, miembro del Secretariado Nacional del Partido de Izquierda (PG, en francés). Ella
descubrió el salario garantizado hace alrededor de ocho años, junto con Mylondo, en el seno
del Movimiento Utopía (transversal a los Verdes y PG): “Para mí, sigue siendo la idea más
subversiva del campo político. Salvo que hoy veo que todos la retoman, pero en una forma
que la vacía de su sentido”. De hecho, las muy mediatizadas experimentaciones puestas en
obra en Holanda y en Finlandia, por ejemplo, nada tienen de revolucionario. En la veintena
de ciudades holandesas que la consideran, se trata más bien de “reformas a la ayuda social
inspiradas por algunos principios del salario básico”, indica el economista Sjir Hoeijmakers.
En Helsinki, el Partido del Centro, en el poder desde abril de 2015, hizo campaña a favor del
salario básico como solución para mejorar la eficacia de la protección social en un contexto
132
de austeridad y de relanzar la actividad, impulsando a los beneficiarios de la ayuda social
hacia el mercado del trabajo. Es un principio que tanto la población como los Verdes y la
Alianza de Izquierda sostienen con determinación. Acumulable con un empleo, el salario
básico permitiría suprimir las trampas de la inactividad, es decir el riesgo de que retomar un
trabajo remunerado termine en menos ingresos, debido a la pérdida de las prestaciones
sociales. Un informe definitivo tendrá que permitir que a comienzos de 2017 se lance una
experimentación de dos años, pero los primeros elementos hechos públicos muestran que la
ambición fue revisada a la baja. El proyecto piloto sólo prevé un salario de 550 euros,
acumulable con la ayuda a la vivienda y pagado a diez mil personas. “El espíritu es muy
diferente de aquel del referéndum suizo (véase recuadro) –insiste el economista Otto Lehto,
miembro de la sección finlandesa del Basic Income Earth Network (Red Mundial por la Renta
Básica, BIEN)–. No es cuestión ni de luchar contra la pobreza ni de instaurar un derecho a la
renta,
y
menos
aun
de
liberar
del
empleo”.
Todavía poco numerosos y a menudo aislados en el seno de sus respectivos medios y partidos,
los partidarios franceses del salario básico trabajan juntos, pero son conscientes de lo que los
separa. “Admiro mucho a Baptiste [Mylondo], pero es un idealista –declara De Basquiat–. Y
luego, querer limitar las diferencias de ingresos a una escala de uno a cuatro, es con todo un
gran golpe dado a las libertades”. Antiguo político cercano a Nicolas Sarkozy, el diputado
Frédéric Lefebvre (Los Republicanos), candidato a las primarias de su partido para las
elecciones presidenciales de 2017, cuenta cómo Julien Bayou, portavoz de Europe Écologie–
Les Verts (EELV), lo llevó a discutir sobre el sueldo básico con un sin techo albergado en un
edificio ocupado de la asociación Jeudi Noir. En enero de 2016, en la Asamblea Nacional,
junto con su colega socialista Delphine Batho, en el marco del examen de la ley sobre la
República digital, también defendió las enmiendas que piden que el gobierno presente al
Parlamento un informe sobre la factibilidad de un salario básico. “Asumo totalmente el
aspecto interpartidario de este trámite –comenta Batho–. Los partidos ya no generan ni una
idea nueva. Lo esencial sucede fuera de ellos. Y ese tema divide tanto en el interior como en
el exterior. No estamos de acuerdo en todo, pero debemos trabajar para crear mayorías de
ideas.”
Entre nuestros interlocutores, ninguno preconiza abiertamente un desmantelamiento de la
protección social. Ni siquiera Lefebvre ni Gaspard Koenig, fundador del think tank liberal
Generación Libre. Si bien se dice “ni de derecha ni de izquierda”, en su declaración el MFRB
precisa que la instauración de un sueldo básico “no tiene que cuestionar los sistemas públicos
de seguros sociales, sino completar y mejorar la protección social existente”. Podría
reemplazar algunas prestaciones del régimen de solidaridad pagado por el impuesto, como
el Ingreso de Solidaridad Activa (RSA, en francés), pero nadie pretende afectar el régimen de
seguros que financia el aporte (jubilaciones, desempleo, seguro de enfermedad). Sólo los
subsidios familiares serían reemplazados por una renta básica pagada a cada niño, de un
monto
menor
al
de
los
adultos.
Una excepción: en un informe publicado en mayo (8), la Fundación Jean-Jaurès, cercana al
Partido Socialista (PS), propone tres hipótesis de financiamiento que, inspiradas en la
preocupación de “no generar endeudamiento suplementario”, todas implican eviscerar sin
complejos la seguridad social. La primera prevé repartir a todos los adultos 500 euros
mensuales, a cambio de desmantelar el seguro de salud y el seguro de desempleo; la segunda,
con 750 euros –a la que los autores consideran la más creíble–, “recicla” incluso las
prestaciones jubilatorias. Sólo la tercera, con un monto de 1.000 euros, prevé descuentos
suplementarios. Preocupado, el 26 de mayo de 2016 Jean-Éric Hyafil, miembro del MFRB,
quien prepara una tesis en economía sobre el sueldo universal, en ocasión de un debate en
un café parisino con Jérôme Héricourt, coordinador del grupo de trabajo de la Fundación,
denunció las “grandes tonterías” que contiene ese informe. “Un sueldo básico es
perfectamente compatible con una protección social y un gasto público importantes”,
insistió. Confundido, Héricourt respondió que los autores del informe no veían en el salario
básico “la solución correcta a los problemas del siglo XXI”, pero que no habían querido
detallarlo en el documento, redactado “con espíritu de neutralidad”. De manera que sus
hipótesis fueron consideradas por toda la prensa como recomendaciones…
133
La misma suma para cada uno, cualquiera fuere su situación: todos los partidarios del salario
básico están de acuerdo en poner fin a la intrusión en la vida privada que implica el régimen
actual de solidaridad, en el que las prestaciones están sometidas a condición (de ingresos, de
situación familiar…). “Que se le pague a alguien para que vaya a contar los cepillos de dientes
en los baños de los beneficiarios del RSA para asegurarse de que no viven en concubinato (9),
cuando lo único que quieren es comer todos los días, es insoportable”, estima De Basquiat.
Koenig sostiene el mismo discurso: “Hay que luchar contra la pobreza de manera más eficaz
y menos paternalista, dando a la gente el mínimo que necesita sin entrometerse en su vida
privada o verificar su apego al valor trabajo”. Además, las economías que permitirían pasar
a la incondicionalidad contribuirían a financiar un salario básico: Lefebvre subraya el costo
que actualmente representan “la producción de las normas, el acompañamiento del público,
la verificación, la sanción”. Pero también el “círculo virtuoso” de economías que engendraría
la medida: “Menos delincuencia, menos gastos de salud, un mejor nivel de instrucción…”.
Contrariamente a las otras personalidades de derecha que se apoderaron del tema, preconiza
un monto situado en un rango alto, “entre 800 y 1.000 euros”.
A comienzos de los años 1980, el filósofo belga Philippe Van Parijs reactivó el concepto en
Europa con el nombre de “subsidio universal”. Como ex adherente en su país del Partido
Ecológico, estima que la posibilidad de que cada persona organice su vida y su trabajo choca
al mismo tiempo con los hábitos de pensamiento de la derecha y la izquierda. Cuenta: “En
una intervención ante el Partido Liberal Flamenco, pregunté: ‘¿Quién piensa que la libertad
es un valor central?’ Todo el mundo levantó la mano. Agregué: ‘Ahora, ¿quién piensa que
debería estar reservada a los ricos?’ Al revés, un encuentro con militantes griegos, españoles
e italianos de Syriza, Podemos y Rifondazione Comunista à Bari, en Pouilles, fue la ocasión
de preguntarse si la izquierda no se equivocaba al limitarse a defender el Estado y la igualdad,
y
abandonar
la
libertad
a
la
derecha”.
La
devastación
de
los
robots
Evidentemente, siguen existiendo diferencias fundamentales: Koenig y De Basquiat, quienes
elaboraron un proyecto en común (10), buscan luchar contra la pobreza, pero no contra las
desigualdades. Preconizan un impuesto negativo (subsidio) de 450 euros por adulto y 225
euros por niño, financiado mediante un impuesto con tasa única del 23% sobre los ingresos
(11). Para evitar el efecto antirredistributivo de este tipo de impuesto contemplan un refuerzo
de las deducciones sobre el patrimonio, el fin de las exoneraciones sobre los ingresos
inmobiliarios y financieros… “Eso apenas cambiaría el actual equilibrio de la redistribución
en Francia –explica De Basquiat–. Los ricos cobrarían un poquito menos y los pobres un
poquito más. Pero se racionalizaría el sistema; se pondría fin a la estigmatización y al
paternalismo; se suprimirían los efectos de umbral y trampa, y se lucharía con eficacia contra
la pobreza extrema.” Se fundan en una definición “absoluta” y no “relativa” de la pobreza que,
estima Koenig, sería una definición “envidiosa”: “No tendría que importarte que otros se
vuelvan muy ricos, en tanto tengas el sentimiento de vivir bien”.
¿Qué otros argumentos justificarían la instauración de un salario básico? Todos invocan el
número de empleos destinados a desaparecer debido a la automatización y digitalización. En
Suiza, los autores de la iniciativa “Por un salario básico incondicional” desfilaron por las
calles disfrazados de robots, que a los gritos pregonaban sus ganas de trabajar en lugar de los
humanos. Sin embargo, un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) atempera las conclusiones de estudios anteriores que
predecían un “desempleo tecnológico” masivo: estima que sólo el 9% de los empleos
“presentan un elevado riesgo de automatización”, al tiempo que prevén que “los trabajadores
menos
instruidos
son
los
que
corren
los
mayores
riesgos”
(12).
“Nueve por ciento ya es muchísimo –comenta Hyafil–. Sobre todo sumado a nuestro actual
nivel de desempleo. A pesar de eso, no creo en los discursos sobre el ‘fin del trabajo’. La
transición ecológica, por ejemplo, crea numerosos empleos. Como dice el economista Jean
Gadrey, apuntar a menos crecimiento no implica por fuerza menos empleos, al contrario.
134
Pero hay que poder preocuparse por su calidad, y no por su cantidad. E incluso con pleno
empleo, tendríamos un salario básico para que cada uno pueda elegir su trabajo y no
soportarlo”. El panfleto del antropólogo estadounidense David Graeber, figura del
Movimiento Occupy Wall Street contra los bullshit jobs (“trabajos de mierda”, sin interés ni
utilidad social), conoció una significativa repercusión (13). Otro partidario del salario básico,
el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, cree en la posibilidad de impulsar una
oferta “esencial tanto para una sociedad civilizada como para un mercado laboral que
funcione
bien”
(14).
Se trata también de dar seguridad a las trayectorias de vida en el actual proceso de
precariedad generalizada. Con el riesgo de ratificar el desequilibrio de la distribución de las
riquezas entre salarios y ganancias. Lo que es evidente cuando Lefebvre cita el ejemplo del
Earned Income Tax Credit, mediante el cual en Estados Unidos el Estado completa los
salarios de algunos trabajadores pobres. Otro escollo: que el sueldo básico dé libre curso al
desmantelamiento del derecho del trabajo y sus conquistas salariales, iniciado por
aplicaciones como Uber (15). “Hay que construir un nuevo compromiso social, más adaptado
a nuestra época que aquel heredado de la Liberación, sin por ello hacer que el sueldo básico
se convierta en la muleta de la uberización”, resume Batho. ¿Pero cómo estar seguros?
Todo depende del poder de negociación que el monto del salario garantizado daría a los
trabajadores, así como los descuentos y, por otra parte, la distribución de las riquezas. Ahora
bien, sobre estos temas la timidez de muchos partidarios del salario básico contrasta con la
audacia de la idea que proponen. Van Parijs aboga por una instauración progresiva,
empezando con un monto bajo; pero, objeta Mylondo, “nada garantiza que un monto
reducido se aumente después”. El MFRB elogia los méritos emancipadores de la medida, el
“cambio de paradigma” que permitiría, pero se conforma incluso con proyectos que
proponen un monto bajo –alrededor del RSA actual–. Incluso trabajó con la muy
conservadora Christine Boutin, presidenta del Partido Democristiano, cuando proponía un
sueldo básico de 400 euros. Un posicionamiento coherente con el apoliticismo reivindicado
por el movimiento, pero incómodo para Mylondo, quien nunca adhirió a eso. Más bien “nada
en absoluto que se asemeje a un sueldo básico a la baja”. Declara: “No soy un incondicional
del sueldo incondicional”. La propia Morel Darleux también se defiende de cualquier
“fetichismo”.
La
eterna
evasión
fiscal
Tratándose de financiamiento, el argumento del “realismo” y del “pragmatismo” traduce un
cierto fatalismo frente al estado de la relación de fuerzas sociales y políticas. El MFRB
participa en la campaña “Quantitative Easing [flexibilización cuantitativa] para el Pueblo”,
que milita para que el Banco Central Europeo (BCE) ponga su iniciativa de creación
monetaria directamente al servicio de los ciudadanos más que al de los bancos privados. Allí
ven la ocasión de establecer las bases de un salario universal europeo. Por otra parte, a falta
de éxito en la lucha contra una deflación que podría ser devastadora, el BCE no descarta
recurrir al “helicóptero monetario”, que arrojaría dinero sobre todos para reactivar la
demanda. Pero el movimiento se muestra mucho más prudente en el frente de las
desigualdades. Hyafil considera inútil “recurrir a los más ricos”, so pena de aumentar más
aun la evasión fiscal, y reivindica un enfoque “consensual”, “centrista”, con el fin de lograr la
unión. “En la Liberación, los patrones se mantenían en segundo plano porque habían
colaborado [con la ocupación nazi]; hoy ya no ocurre”, señala Martine Alcorta, vicepresidente
EELV del Consejo Regional de Aquitaine, quien prepara un salario básico experimental. De
Basquiat estima que antes de poder reunir una mayoría en torno a un sueldo garantizado de
izquierda, se necesitarán “una o dos guerras”… La hipótesis de una lucha por fin eficaz contra
el fraude fiscal (16), deseada por muchos partidarios de la medida, lo hace sonreír: “Si de
verdad existiese una voluntad real de ponerle fin, se habría logrado hace mucho tiempo”.
Como cualquier proyecto progresista, el sueldo garantizado en su versión de izquierda choca
contra la ausencia de un poder en posición de instaurarlo. A medida que el principio se
populariza, se le añade el creciente riesgo de ser desnaturalizado. Incluso si, en lo esencial, la
135
hipótesis de un sueldo básico sigue suscitando indiferencia o reprobación, para algunos
parece llegar como una cómoda salvación en vísperas de los comicios –legislativos y
presidencial– de 2017, en un contexto de penuria de ideas nuevas y descrédito de la acción
política. Esta primavera boreal, en plena batalla en torno a la ley de trabajo, Guillaume
Mathelier, alcalde socialista de Ambilly (Haute-Savoie) y autor de una tesis sobre el sueldo
universal, señalaba que el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, aunque
personalmente escéptico, le había encargado “impulsar el tema” en el seno del partido. En
cuanto al primer ministro, Manuel Valls, el 19 de abril declaró en Facebook querer “iniciar el
examen del tema del sueldo universal”, antes de agregar de inmediato que no se trataría de
un subsidio “pagado a todos”, dado que “sería costoso y no tendría sentido”. Dicho de otra
manera: el sueldo universal, por qué no, pero a condición de que no sea… universal.
Sea como fuere, ¿cómo esperar basar la legitimidad de un derecho al sueldo en una sociedad
asfixiada por la austeridad, bombardeada por iracundos discursos sobre el “asistencialismo”,
y donde la visión del trabajo sigue dominada, como dice Mathelier, “por el mito del pecado
original”? Morel Darleux invita a desconfiar de cualquier precipitación: “Si se trata de
reclamar medidas urgentes, prefiero insistir en la revalorización del salario mínimo o la
titularización de los precarizados de la función pública. En estos temas, se está en la
reconquista, mientras que el salario básico es la conquista. Por otra parte, los debates que
suscita me parecen tan interesantes como su puesta en marcha. El viaje cuenta tanto como el
destino. Basta con evocar la idea para lanzar discusiones apasionadas sobre lo que queremos
hacer de nuestras vidas, sobre la organización de la sociedad…”. Tomarse el tiempo para
llevar adelante la batalla cultural y política: quizás el mejor medio de asegurar que una vez
introducido en el salón, el gatito no se transformará en un tigre dispuesto a devorar a sus
dueños.
1.
Debate
en
la
embajada
de
Finlandia
en
París,
3-3-16.
2. El Smic [salario mínimo, vital y móvil] para 2016 asciende a 1.141 euros netos.
3. Véase el dossier “Un sueldo por existir”, Le Monde diplomatique, mayo de 2013.
4. Baptiste Mylondo, Un revenu pour tous. Précis d’utopie réaliste, Utopia, París, 2010.
5. Véase Sam Pizzigati, “Tope a la desigualdad”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur,
febrero
de
2012.
6. Milton Friedman, Capitalisme et liberté, Leducs Éditions, Col. “À contre-courant”, París,
2010
(1ª
ed.:
1962).
7. Véase Bernard Friot, “À partir des retraites, imaginer un salaire à vie”, Les blogs du Diplo,
8-9-10,
http://blog.mondediplo.net
8. “Le revenu de base, de l’utopie à la réalité?”, Fundación Jean Jaurès, París, 22-5-16.
9. El monto de base del RSA es de 524,68 euros para una persona sola, y de 787,02 euros
para
una
pareja.
10. Marc de Basquiat y Gaspard Koenig, Liber, un revenu de liberté pour tous, Éditions de
l’Onde
–
Génération
libre,
París,
2014.
11. Cabe señalar que, según ellos, la ayuda a la vivienda debería ser objeto de un subsidio
diferente,
en
función
de
las
situaciones
individuales.
12. “Automatisation et travail indépendant dans une économie numérique”, Synthèses sur
l’avenir
du
travail,
OCDE,
París,
mayo
de
2016.
13. David Graeber, “On the phenomenon of bullshit Jobs”, Strike !, 17-8-2013,
http://strikemag.org
14. “Technical change turns basic income into a necessity”, conferencia “The Future of Work”,
Instituto
Gottleib
Duttweiler,
Zurich,
5-5-2016,
https://yanisvaroufakis.eu
15. Véase Evgeny Morozov, “La uberización del mundo”, Le Monde diplomatique, edición
especial “El mundo en crisis”, marzo de 2016, y “L’utopie du revenu garanti récupérée par la
Silicon
Valley”,
Les
blogs
du
Diplo,
29-2-16.
16. Véase Eva Joly, “En finir avec l’impunité fiscale”, Le Monde diplomatique, París, junio de
2016.
Mayoría de conservadores
136
En
Suiza,
un
debate
sin
precedentes
Un sujeto gordo, en musculosa constelada de manchas, apoltronado en un sofá delante de
una pizza y latas de cerveza. En Suiza, este afiche de los opositores a la iniciativa popular “Por
un sueldo básico incondicional” probaría lo intenso de las fantasías asociadas a la
haraganería de los pobres. Irónicamente, el personaje exhibía una corona de cartón dorado.
En efecto, los autores de la iniciativa habían organizado la distribución de coronas de cartón
en las estaciones, aludiendo con ellas al símbolo del poder sobre su vida que, a sus ojos, un
sueldo básico podría devolverle a cada uno. El pasado 5 de junio, esa utopía fue rechazada
por cerca del 77% (con una participación del 46,4%). Sin embargo, encontró algunos
partidarios más (alrededor del 35%) en la ciudad de Basilea, Ginebra y la región de Jura.
Incluso
ciertos
barrios
de
Zurich
y
Ginebra
dijeron
“sí”.
El texto presentado a los electores no indicaba ni el monto ni el modo de financiamiento. Sólo
se leía que el sueldo básico, abonado a cada ciudadano independientemente de su trabajo
remunerado, debería “permitir al conjunto de la población llevar una existencia digna y
participar en la vida pública”. Pero, desde que comenzó la campaña, sus autores hablaron de
2.500 francos suizos (2.200 euros) por adulto y 625 francos por niño. Una suma apenas
superior al umbral de pobreza (2.200 francos) en un país donde el costo de vida es muy
elevado. Habría bastado para estudiantes que comparten un alquiler en una ciudad pequeña,
pero no seguramente “para una persona sola y enferma en Zurich o Ginebra”, señala Benito
Perez, uno de los dos jefes de redacción del diario de izquierda Le Courrier. Ambas ciudades
figuran entre las cinco más caras a escala mundial, según la clasificación 2016 de la
Economist Intelligence Unit. Además, el seguro de salud, totalmente privado (1) (los
trabajadores sólo aportan para el desempleo y la jubilación) puede por sí solo gravar ese
presupuesto.
La iniciativa debutó en 2012 en la Suiza germana, siguiendo la huella del filme de Enno
Schmidt y Daniel Häni La renta básica. Un impulso cultural, difundido en internet (2).
“También influyó la precarización general que se observa en la vecina Alemania tras la
reforma Hartz IV de 2005”, indica Julien Dubouchet Corthay, miembro de la sección suiza
del Basic Income Earth Network (Red Mundial por la Renta Básica, BIEN). El Consejo
Federal, el gobierno suizo, se pronunció en contra, invocando su costo y su peligro para la
economía. El único partido que apoyó el texto fue el de los Verdes. Sin embargo, la autonomía
de la que gozan las secciones cantonales permitió que algunos llamaran a votar por el “sí”.
Fue en especial el caso de todos los partidos de izquierda ginebrinos, de los socialistas a los
trotskistas.
Así, la campaña se estableció con fuerza fuera de los aparatos, con golpes de efecto. En
ocasión de la presentación del texto, el 5 de octubre de 2013, después de reunir las 100.000
firmas necesarias para someterlo a la población, sus autores contribuyeron con ocho millones
de doradas moneditas de 5 centavos derramadas en la Plaza Federal de Berna, es decir una
por cada habitante del país. Reaparecieron el 14 de mayo de 2016 ensamblando en Ginebra
un afiche de 8.000 metros cuadrados en el que figuraba “la más importante pregunta del
mundo: ¿Qué haría si tuviera asegurado su sueldo?”, entrando así en el récord Guinness.
“Francamente, ¿qué más cursi que el libro Guinness?”, suspira Dubouchet Corthay, al tiempo
que a su alrededor constata que esas espectaculares acciones impactan en las conciencias.
Desde el año 2000, este autor de una tesis en Economía sobre el sueldo básico, y por otra
parte militante del Partido Socialista, observa a los nuevos conversos con una mezcla de
perplejidad e interés. “Les falta cultura política, muchos son abstencionistas, incluso
complotistas. Pero los partidos de izquierda que buscan en vano ampliar su base para
proyectos anticapitalistas no pueden eliminar de un manotazo el entusiasmo y la capacidad
de
movilización
que
demuestran”.
Se muestran escépticos ante las modalidades de financiamiento aludidas, como una
microtasa sobre todas las transacciones financieras –de los pagos con tarjeta bancaria al
trading de alta frecuencia–. Sólo les agrada la idea de un descuento en origen sobre la
137
producción de las empresas, anterior al reparto entre salarios y ganancias. Lamenta la
pusilanimidad de los autores de la iniciativa, que se esforzaron en tranquilizar en lugar de
asumir su carácter conflictual. “En este país, la mayoría de los que votan son las personas
mayores, y se inquietan fácilmente –justifica Ralph Kundig, presidente de BIEN suizo–. Una
campaña
radical
no
hubiera
tenido
mejores
resultados.”
No obstante, el sueldo básico no tenía ninguna chance. Fuera de la iniciativa “Contra las
remuneraciones abusivas”, aprobada en 2013 por cerca del 68%, estos últimos años los suizos
se mostraron socialmente poco progresistas. En 2012, el 66,5% rechazó aumentar las
vacaciones pagadas anuales de cuatro a seis semanas; luego, en 2014, el 73% rechazó la
instauración de un salario mínimo bruto de 4.000 francos (3.600 euros). Perez observa una
“identificación de intereses del país con los intereses del empresariado”, así como la
convicción de que se necesita “todavía más liberalismo para salvar la excepción suiza, so pena
de ser devorados por la crisis europea y el fin del secreto bancario”.
Sin embargo, la campaña es movida. Se multiplican artículos, tribunas, reuniones públicas y
programas televisivos. El 25 de mayo, el sitio internet del diario Le Temps batió todos los
récords de visitas cuando invitó a sus lectores a dialogar con Kundig. Como la iniciativa “Por
una Suiza sin ejército” en 1989 (rechazada por el 64%), la del sueldo básico apuntaba ante
todo
a
abrir
un
debate
social;
y
lo
logró
ampliamente.
1. Véase Michaël Rodriguez, “En Suisse, la santé aux bons soins des assurances”, Le Monde
diplomatique,
febrero
de
2011.
2.
http://le-revenu-de-base.blogspot.fr
M.C.
Traducción: Teresa Garufi
“El Efecto Pandora” Brexit y la crisis de Expectativas
POR JOSÉ E. GONZALES ·@JOSEG333 · EN JULIO 3, 2016
https://www.viceversa-mag.com/efecto-pandora-brexit-la-crisis-expectativas/
La vasija de Pandora – Sustantivo, “un proceso que genera muchos
problemas y complicaciones como resultado de una interferencia poco sabia en
alguna circunstancia”.
Para la mitología clásica griega, Pandora fue la primera mujer sobre la tierra,
creada por órdenes de Zeus para vengarse por el hurto del fuego del Olimpo
que cometiera Prometeo. Según Hesíodo, Pandora había sido creada con
cualidades múltiples, pero traía una “caja” – una “vasija” en realidad – consigo,
que abrió al ser aceptada por Epimeteus, el hermano de Prometeo, como
regalo de Zeus. La vasija contenía la muerte y muchos males que fueron
liberados al mundo cuando Pandora la abrió, dejando en su interior, al cerrarla,
solamente “Elpis” que, para los griegos, era la “esperanza” o la “expectativa”.
La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE), el “Brexit”, por “BritainExit”, es una “vasija de Pandora” en nuestro tiempo, similar a la quiebra de
Lehman Brothers en el 2008 y diferenciada de la caída del Muro de Berlín, en
1998, por los malos presagios (“expectativas”) que el evento augura.
138
Si bien, la quiebra de Lehman Brothers liberó a todos los demonios financieros
de la crisis hipotecaria, de pasivos que superaban a los activos del banco de
inversión en treinta y seis veces, desatando la furia de un inventario
inimaginable de “Credit Default Swaps” y congelando fondos de terceros; el
“efecto Pandora” del “Brexit” es más político que financiero, a pesar de sus
implicancias en esta última esfera.
Por un lado, los mercados financieros habían descontado la salida de Gran
Bretaña de la UE, en una suerte de inercia que prevalecía luego de los intentos
fallidos de escisión de Escocia, y Cataluña en España y el hecho que el “Grexit”
(“Greek-Exit”), la salida de Grecia del Euro, luego de su colapso económico, no
se materializara. Por el otro, las encuestas previas al evento le daban la razón
a la inercia en función de un margen estrecho, pero ganador, a la tendencia del
“stay” que alegaba permanencia en la Unión.
Así, el triunfo del “exit”, con 51.9% contra un 48.1% del “stay”, tomó a los
mercados por sorpresa, ya que éstos habían asumido que Gran Bretaña
optaría por continuar en la “modernidad” y la “globalización”, antes que sumirse
en el “aislacionismo”. El margen, estrecho como parece ser en toda elección
reciente, se logró entre las regiones más distritales de Inglaterra (Escocia y
Londres votaron mayoritariamente por el “stay”) y en función del voto de los
mayores, antes que de los jóvenes, otorgándole la victoria al sector más
tradicional del Partido Conservador inglés y al Partido Independentista, que
habían culpado al continente, a la inmigración de Europa del Este y a las
burocracias de la UE de los males ingleses.
De esta manera, la reacción inicial de los mercados bursátiles y de renta fija
que, como es usual en estos casos, ha estado enfocada en variables
económicas y financieras, podría reflejar, en el fondo, un gran temor por
variables políticas que, por ser más “cualitativas” (acaso más bien sociológicas
y/o antropológicas) que “cuantitativas”, confunden a mercados financieros que
prefieren enfocarse en valoraciones y rendimientos, antes que en actitudes y
preferencias ideológicas.
En este sentido, parte de la volatilidad imperante es en función del temor
político a que el “Brexit” genere contagio en Holanda, Francia y Alemania,
donde hay presión separatista y elecciones a la vista. Una rebelión
conservadora nacionalista, xenofóbica y aislacionista, no solo podría resultar en
una Europa menos europea, sino que, de desmembrar la Unión, acabaría con
el orden monetario hegemónico existente. La circunstancia política europea se
139
ha visto complicada, además, por la ruptura del orden político tradicional en
países como España, donde la segunda elección parlamentaria en menos de
un año no ha determinado una mayoría clara, cuestionando nuevamente el
orden bipartidista español y la aparición de nuevos actores políticos, como el
Movimiento de las Cinco Estrellas, que acaba de ver elegida a su c andidata,
Virginia Raggi, una abogada de 37 años, como la primera alcaldesa de Roma.
Todas estas tendencias políticas “anti-sistema” de derecha e izquierda, habrán
de estar pendientes de los resultados y las implicancias del “Brexit”,
aplacándolos – si el trauma es mayor – o estimulándolos, si se enfocan en el
triunfo de lo que se consideraba una quimera.
El resultado del “Brexit” tendería a confirmar así un espíritu aislacionista en
Occidente, reflejado también en la elección norteamericana. Las posiciones de
Donald Trump y Bernard Sanders de cara a los tratados de libre comercio y de
inmigración – en el caso del primero – y su popularidad, parecieran ser una
consecuencia de los continuos efectos de la crisis hipotecaria del 2008 y el
cuestionamiento que éstas plantean a lo que ha sido el orden imperante en la
economía global desde la “Revolución Reagan”, en alusión a las reformas antiinflación y pro-mercado emprendidas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher
en los ochenta y globalizadas en las últimas décadas.
Es en ese cuestionamiento probablemente donde se puede encontrar el mayor
malestar al que alude el “Brexit”. El progreso en el transporte, la tecnología, la
movilidad y la emancipación individual, generados por la globalización y la
irrupción de las redes sociales, coinciden con un reconocimiento de la
dimensión de la crisis económica existente, resultante en “estancamiento
económico”, baja inflación, altas tasas de desempleo y salarios congelados y
del agotamiento del modelo político/económico del Siglo XX y la búsqueda de
alternativas cuyo horizonte no es claro aún.
La presión social y el resurgimiento del “nativismo” occidental desarrollado, que
le echa la culpa a la UE y a la política de fronteras abiertas a los problemas de
un sistema que necesita renovación, ignora por razones ideológicas que el
capitalismo “economicista” se ha enfocado en demasía en el retorno sobre el
capital, ignorando el bienestar ciudadano. De allí que se necesiten reformas
que busquen redistribuir las cargas fiscales y reactivar el gasto público,
racional, para disminuir la desigualdad en la distribución del patrimonio y el
ingreso, y reactivar economías estancadas que tienen a la gente alienada en
contra de los migrantes. Se trata así de un contexto absurdo, en la medida que
140
la crisis no solo es coyuntural, sino estructural en función del envejecimiento de
la población en Occidente, determinando que los países europeos necesiten
más inmigrantes, no menos, y del agotamiento de un modelo de crecimiento
que ha dependido del crédito y el consumo, de cara al fin de la “era del crédito”
en función de la crisis hipotecaria.
Para los mercados financieros lo que queda más o menos claro, es que las
medidas de auxilio monetario ya no son capaces de reactivar las economías y
que la austeridad no es una salida como lo demuestra la Gran Bretaña.
Curiosamente, los mercados emergentes bien podrían tomar un camino
divergente en la medida que sus renovados regímenes políticos son en su
mayoría democráticos y diversos, concentran la población joven del planeta en
un marco de expansión de las clases medias y apoyan la globalización y el libre
comercio, empezando a depender más de las dinámicas del Asia que de
Occidente, a pesar que el “estancamiento económico” de Occidente afecte a
todos los mercados.
En cuanto al “Efecto Pandora”, Hesíodo, el poeta griego quien, con Homero,
fue fundador de las costumbres religiosas griegas, además de ser considerado
el primer economista en la historia, señalaba que la “Edad de Oro” de hombres
inmortales llegó a su fin con el hurto del fuego por Prometeo y con la aparición
de Pandora, la primera mujer, cuya naturaleza femenina marcó el inicio de la
“Edad de Plata” en la que los hombres encararon la muerte, pero también la
génesis de todo renacimiento, de toda esperanza.
El autor es Director de ECG Asset Management y Managing Partner de GCG
Advisors. Este artículo fue también difundido como un comentario de mercado
por ECG Asset Management.
Colombia posconflicto/ Refrendación, el cabo suelto de la paz
Escrito por Hernando Gómez Buendía
http://www.razonpublica.com/index.php/conflicto-drogas-y-paz-temas-30/9560refrendaci%C3%B3n,-el-cabo-suelto-de-lapaz.html?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Refrendaci%C3%B3n%2
C+el+cabo+suelto+de+la+paz&utm_campaign=20160705_m132578749_Refrendaci%C3%B3n%
2C+el+cabo+suelto+de+la+paz&utm_term=Hernando+G_C3_B3mez+Buend_C3_ADa
Imagen del contactoTodo indica que hubo un acuerdo secreto entre las FARC, el gobierno y la
Corte Constitucional. De otra manera corremos el peligro de que fracase el proceso de La
Habana y se eternice esta guerra criminal.
Hernando Gómez Buendía*
141
El Presidente Santos en Cartagena, Bolívar.
La verdadera noticia
El párrafo que sigue puede ser el más importante –y ciertamente es el más desconcertantede los que ha difundido la mesa de La Habana:
“III. Acuerdo sobre refrendación. El gobierno de Colombia y las FARC-EP…hemos convenido
acoger como fórmula de convergencia la decisión que profiera la Corte Constitucional sobre
los alcances del Proyecto de Ley Estatutaria (sobre el plebiscito), en el espíritu hasta ahora
anunciado y en esa medida aceptamos el mecanismo de participación popular que la Corte
indique y en los términos que ese alto tribunal señale.”
El párrafo es sorprendente porque de un solo golpe pone en entredicho los acuerdos de La
Habana:
¿Qué pasaría si la Corte no acepta la rebaja del umbral que propone aquella Ley Estatutaria y
en su lugar reitera que “el plebiscito requiere la mayoría del censo electoral” -como en efecto
dispone la ley vigente (134 de 1994, articulo 79)- o por lo menos “la cuarta parte del censo
electoral” que el artículo 198 de la Constitución exige para una consulta popular que implique
reformas de la Carta?
¿Qué pasaría si el pueblo soberano vota mayoritariamente por el “no”?
Ora por falta de votos (como ha ocurrido hasta ahora con las consultas populares en
Colombia), ora porque triunfe el “no”, las consecuencias serían, de verdad, dramáticas:
La única manera de tener esta certeza es saber que no habrá consulta popular.
Se perderían los 44 meses trascurridos desde que se instaló la mesa de negociación, con sus
37 rondas, sus 76 comunicados conjuntos y, sobre todo, sus más de 20 acuerdos temáticos y
operacionales.
Con lo cual volveríamos (y no lo digo yo, lo viene reiterado en estos días el presidente Santos)
“a las grandes masacres y actos terroristas del pasado”, con la adición de una “carnicería
urbana” y de una cascada de impuestos para pagar el gasto militar.
El párrafo que cito se dio a conocer el mismo día del acuerdo sobre cese bilateral y definitivo al
fuego y las hostilidades, y es comprensible que el “final de la guerra” hubiese capturado los
titulares y las emociones en Colombia y en el mundo entero. Pero esta sin duda “histórica”
noticia fue más que todo simbólica porque ya la esperábamos, porque la violencia del conflicto
se había reducido casi a cero, y porque en realidad se trata de un acuerdo técnico sobre
concentración de tropas y entrega de sus armas.
Pero según los dos parámetros del periodismo –la novedad y la importancia del suceso- la
verdadera noticia no habría sido el cese al fuego sino el acuerdo sorpresivo sobre la
refrendación de todo lo pactado.
La verdad de la noticia
La sorpresa consiste en que las FARC habrían decidido correr el riesgo de que el pueblo diga
no, es decir que a estas alturas apostarían todo a una carta sin la necesidad de hacerlo.
En efecto y en vez de preguntarle al pueblo “si” o “no”, el gobierno y las FARC habrían podido
optar por fórmulas que iban desde la constituyente (que fue la eterna petición de la guerrilla)
hasta no someter el Acuerdo al voto popular (la opción que defendía el fiscal Montealegre),
pasando por el “acuerdo nacional” (por ejemplo en versión Carlos Holmes) o por alguna de las
142
jugadas a tres bandas que eran (y son) posibles bajo el barroco mecanismo del “blindaje” de la
paz.
La explicación más sencilla de aquella decisión de las FARC sería por supuesto que sus
comandantes estén convencidos de que va a ganar el “si”:
Por una parte porque se “filtró” la ponencia del magistrado Vargas favorable al umbral
reducido del 13 por ciento (y a esto aludiría la extraña frase del párrafo citado: “en el espíritu
hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos…”).
Por otra parte porque las encuestas indican que la mayoría de los colombianos votará “sí” a la
paz.
Pero por baja que sea la probabilidad de equivocarse en este punto, el costo del error para las
FARC sería simplemente prohibitivo. Y tanto así que esta no puede ser la explicación del
sorpresivo anuncio. De modo que la lógica me fuerza a concluir que si las FARC aceptaron la
consulta popular es porque tienen la certeza de que no ganará el no. Y la única manera de
tener esta certeza es saber que no habrá consulta popular. O sea en plata blanca que la Corte
va a tumbar el plebiscito y que así le aseguraron a las FARC.
Me apresuro a advertir que no tengo ninguna evidencia sobre el cuándo, el dónde o el cómo
de esa conversación, pero es la menos inverosímil de las explicaciones de un hecho
inverosímil. Y añadiré, eso sí, que en los países serios los magistrados no filtran sus ponencias,
que con los años he aprendido que nuestras altas cortes no son apolíticas, y que la paz -la
guerra- es un asunto demasiado serio para que tantas personas poderosas la deleguen al
criterio errático de un grupo de abogados.
Y todo lo anterior sin añadir que el primer interesado en que la Corte tumbe el plebiscito es
nada menos que el presidente Santos
porque elimina el riesgo de la derrota histórica que para él también sería un “no”, y
porque lo libera de un compromiso que tuvo que adquirir para ganar las elecciones (“yo
prometí que el pueblo tendría la última palabra pero la Corte Constitucional me lo impidió”).
El golazo
Paso a la hipótesis contraria. Santos sí quiere preguntarle al pueblo, y hay cuando menos tres
razones para creerlo así:
Es lo que dice a cada rato el presidente y es lo que ha buscado con asiduidad (primero con la
ley que autorizó el referendo y ahora con la del plebiscito).
Es un seguro histórico para él (“fue el pueblo quien tomó la decisión sobre el Acuerdo”) y en la
negociación sirvió como argumento para inducir a las FARC a no pedir más de lo que el pueblo
aceptaría.
Es el “inamovible” de Santos, su “tate-quieto” final contra Uribe, la promesa solemne sin la
cual no habría sido reelegido.
De modo pues que -por convicción o por necesidad-, Santos habría acabado por obligar a
Timochenko a aceptar el riesgo de una consulta popular. Hubiera sido un golazo de su parte.
Pero esta hipótesis ignora la mitad de la ecuación: que un “no” del pueblo sería también la
derrota de Santos, es decir que sería un autogol.
La idea del golazo tampoco encaja con la relación de fuerzas que hoy parece existir entre las
partes. Aunque las FARC necesitan la paz, a Santos se le está acabando el tiempo y por eso les
ha hecho cada vez más concesiones. El punto de inflexión se dio después de muchos meses de
estancamiento de la mesa, cuando el presidente se saltó a de la Calle y envió a su hermano a
desatar el nudo de la justicia penal para los guerrilleros (“tranquilos, no habrá cárcel”, le dijo
143
Enrique a Timochenko), a cambio de que las FARC aceptaran a regañadientes el famoso (y
frustrado) plazo de seis meses.
Acosado por el tiempo y ante el riesgo de que su sucesor (¿Vargas Lleras? ¿Ordóñez?) deshaga
su obra histórica, el presidente tuvo que “acelerar”, y por eso en los dos últimos acuerdos (el
de “justicia transicional” y el de “blindaje”) el ganador evidente ha sido la guerrilla. Y bajo
estas circunstancias es aún menos fácil creer en un golazo de Santos sobre la refrendación.
Pero, así y todo, podría ser que las FARC se resignaran al gol porque se sienten plenamente
derrotadas en el plano militar o -más creíble- porque sus comandantes o sus tropas ya pasaron
el punto de no retorno hacia la lucha armada. Sólo que esta hipótesis no explica el autogol.
Dos preguntas
-¿Pero qué pasa si la Corte tumba el plebiscito?
Con el Acuerdo como tal no pasa nada. La pregunta al pueblo es jurídicamente innecesaria
porque pactar la paz es una atribución del Presidente. Pero por si la moscas -y no por
coincidencia- poco antes del acuerdo sobre refrendación se había pactado el de “blindaje”,
que a falta de uno incluye cuatro mecanismos para darle obligatoriedad jurídica a los pactos de
La Habana. No hay problema jurídico.
El primer interesado en que la Corte tumbe el plebiscito es nada menos que el presidente
Santos.
El problema es político y comienza por imaginar la reacción de Uribe y el procurador si el
presidente tuviera la entereza de anunciar que no habrá plebiscito porque sería jugar la paz a
cara y sello. Y aquí entra la belleza del acuerdo discreto entre el gobierno y la Corte: Santos
pide públicamente que el tribunal apruebe su Ley Estatutaria pero la Corte “se rebela” contra
él y se la tumba. El costo político para la Corte (si lo hay) sería mucho menor que el que tendría
Santos- nada más que un pequeño sacrificio de los magistrados en aras de la paz-.
-¿Pero cómo votaría la gente?
Dije ya que las encuestas apuntan hacia el sí. Para citar apenas un par de cifras recientes: “el
75 por ciento de los colombianos afirman que les interesa que se firmen los acuerdos”, y el 49
por ciento votaría “sí” contra apenas un 15 por ciento por el “no”.
Del otro lado sin embargo hay que tener en cuenta que todas las encuestas son falibles (y que
en Colombia han venido fallando), que la opinión popular es muy cambiante (el apoyo al
proceso de La Habana ha tenido sus altas y sus bajas), y – sobre todo- que el voto individual
depende por entero del referente que adopte cada quien: verdad que la mayoría de los
encuestados dicen sí a la “paz”, pero también verdad que la gran mayoría de los colombianos
dicen no a la “impunidad” o a las “curules para criminales”.
De esta manera la campaña para el plebiscito sería en efecto una batalla semántica (‘paz” vs.
“impunidad”, “castro-chavismo” vs. “reconciliación”…) donde las asociaciones, emociones y
justificaciones son tan complejas y poco predecibles como los resultados. O en todo caso lo
bastante inciertas como para que Timochenko y Santos vayan de veras a correr el riesgo.
Y un consuelo
Después de escrito todo lo anterior recuerdo que Colombia es el país de la Virgen y que de
pronto ella nos ayuda a que la Corte le diga sí el plebiscito y el pueblo le diga sí al Acuerdo
para que todos quedemos bien contentos. Menos Uribe.
144
O si la Virgen quiere darle a Uribe su gustico podría hacer que el pueblo vote no y que los
guerrilleros de las FARC dejen las armas sin las reformas y sin las garantías (como ya “anticipó”
uno de sus voceros en La Habana)
Por venir de la Virgen me alegraría haberme equivocado en este escrito y ofrecer mis excusas
respetuosas a la H. Corte Constitucional, al señor Presidente y al Comandante Jiménez por
haberlos creído capaces de pactar en secreto. Más todavía, de esconder ese pacto bajo una
maniobra de distracción donde incluyeron
los discursos y proyectos de ley del presidente,
la “filtración” o el preaviso de que la Corte dirá sí al plebiscito,
el acuerdo de refrendación que transcribí al comienzo y que se basa en ese guiño de la Corte,
y hasta el anuncio “autorizado” de que “las FARC no volverán a la guerra” aunque el pueblo le
diga no al Acuerdo.
* Director y editor general de Razón Pública. Para ver el perfil del autor haga clic en este
enlace.
Hernando Gómez Buendía
Corte constitucional
Refrendación del acuerdo de La Habana
Plebiscito
Finanzas éticas/ El éxito de los bancos comunitarios en Brasil
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214135
Genoveva López
El Salmón Contracorriente
Hablamos con Leonardo Leal, docente de Administración Pública en la
Universidad Federal de Alagoas, en el nordeste de Brasil. Leal está
especializado en desarrollo local, gobernanza colectiva, economía social y
solidaria y políticas públicas. Todas estas temáticas se materializan en Brasil
en los bancos comunitarios, una figura bancaria específica de este país que en
los últimos años, gracias al apoyo del gubernamental, ha conseguido una
fuerte implantación a lo largo del territorio.
El Salmón Contracorriente: Los bancos comunitarios son una iniciativa
única dentro de las finanzas éticas del mundo, ¿Por qué?
Leonardo Leal: Yo creo que los bancos comunitarios son una iniciativa
particular porque están vinculados a un conjunto de estrategias que buscan
procesos de desarrollo en territorios de bajo índice de desarrollo humano. En
realidad, los bancos comunitarios no están aislados como alternativa, sino que
tienen el potencial de crear redes de economía solidaria entre productores y
consumidores, además de articular agendas culturales y medioambientales. El
banco comunitario es un punto nodal de engranaje de iniciativas que están en
145
el contexto de desarrollo territorial. El banco comunitario tiene el potencial de
articular procesos de red.
ESC: ¿Cómo articulan los bancos comunitarios redes de economía
solidaria en el territorio?
LL: Los bancos comunitarios tienen un trabajo central que son las finanzas
solidarias y la prestación de servicios financieros y bancarios. Las
experiencias que tenemos de bancos comunitarios buscan articular iniciativas
a nivel asociativo, a través de la representación política, a nivel productivo
local, articulando o financiando productores, prestadores de servicios,
consumo, etc. El desarrollo local es un proceso cultural también. Los procesos
de economía solidaria son procesos contraculturales. El considerar cambios
culturales para el conjunto de las personas es fundamental.
ESC: Has comentado que articulan también representación política ¿de
qué manera?
LL: Los bancos comunitarios están bajo el control de asociaciones
comunitarias y estas asociaciones comunitarias no tienen sólo como objetivo
el trabajo del banco comunitario. El banco comunitario es un proyecto dentro
de una asociación que tiene un carácter político, para pensar la democracia en
los distintos ejes. El eje de la política en general como representación delante
de un Ayuntamiento Local o el Gobierno, pero también de la política local
comunitaria: de cómo movilizar a las personas, jóvenes… para actuar como
representantes de una comunidad que están en situaciones periféricas de
desarrollo, de participación y de servicios públicos.
Estas asociaciones actúan como Ayuntamiento no formal pero de
representación de la comunidad. Sobre todo porque tratan de mejorar la
promoción de servicios públicos, la estructura de la comunidad, el acceso a
electricidad y agua, carreteras… cosas básicas. Los bancos comunitarios se
juntan a estas iniciativas de las comunidades como un espacio más de acción
política a nivel económico.
Los bancos comunitarios son una forma de la economía solidaria más
asociativa y no tanto cooperativista. Suma fuerzas junto con otras iniciativas
de reivindicación ciudadana.
ESC: ¿Qué modelo de propiedad tiene el banco? ¿Y qué vinculación tiene
la asociación vecinal con esa propiedad?
LL: La gobernanza colectiva de los bancos comunitarios para mi es el tema
más importante y más vinculado con la viabilidad del banco, más que las
cuestiones financieras y económicas. Los bancos comunitarios están bajo el
146
control comunitario a través de estas asociaciones formales o informales del
territorio.
Estas asociaciones a través del Consejo Rector del banco comunitario dirigen
el proceso de fundación, concepción, gerencia y acción. Por lo tanto, es la
propia comunidad que es propietaria, gestora y usuaria y que toma las
decisiones de cómo va a funcionar el banco, las reglas, las tasas, los plazos,
los sistemas de monitoreo, penalizaciones… Las reglas que los bancos
comunitarios crean para implicar personas son fundamentales no sólo para la
participación, la democracia, pero también para el éxito de la experiencia. Yo
cumplo las reglas si tú también cumples. Es un sistema de endeudamiento
social mutuo, basado en la economía del don. ESC: ¿Cómo se relaciona este
Consejo Rector con la comunidad? Que sean personas de la comunidad
no significa que representen la voluntad del colectivo.
LL: Hay casos que son Consejos Rectores muy amplios, con representación
de todos los sectores del territorio. Por ejemplo, en Alagoas ahora estamos
trabajando una experiencia de bancos comunitarios donde están representados
un número muy amplio de asociaciones donde prácticamente todos los
sectores organizados están en el Consejo Rector. Esto da una legitimidad para
implementación de servicios, la adhesión de comerciantes, confianza, etc, se
garantiza por estas estructuras asociativas de la comunidad que tienen una
representación, una seguridad y confianza histórica en los pueblos. El banco
navega por estas olas sociales que ya están constituidas hace tiempo en la
comunidad y su proceso de adherencia es más firme y está más garantizado en
la comunidad.
Hay otras experiencias donde los lazos sociales son más frágiles y no logran el
mismo éxito.
ESC: Me comentabas antes que también gestionan actividades culturales.
¿Qué tipo de actividades hacen?
LL: Hay bancos comunitarios que realizan un proceso de rescate de
manifestaciones culturales en las comunidades, tanto urbanas como rurales.
Realizar un rescate de la identidad comunitaria, de la autoestima es muy
importante.
Hay un banco comunitario en Bahía que se llama banco comunitario de
Matarandiba. El banco desarrolló un proceso junto con una asociación cultural
de rescate de actividades culturales que hacía más de cincuenta años que no se
producían, estaban muriendo. La asociación hizo una labor de rescate de
memoria con personas mayores. Los bancos comunitarios entienden el
desarrollo no sólo desde el punto de vista económico o financiero, sino
también cultural. Es importante para involucrar personas y crear lazos de
147
confianza, porque su éxito depende de eso. Por ejemplo el uso de la moneda
depende de una aceptación libre y desobligada, y si no hay vínculos de
confianza entre productores, comerciantes, representantes políticos, yo creo
que la posibilidad de éxito es muy pequeña.
ESC: Me estás hablando de las monedas complementarias de los bancos
comunitarios ¿todos tienen?
LL: Todos tienen, pero existen diferencias respecto a su importancia. En
algunos bancos comunitarios la moneda es una herramienta importante para
crear circuitos de económicos locales y hay otros en los que no. Las monedas
generan estos circuitos cuando en la comunidad no existen. Hay muchas
comunidades pobres en Brasil y América Latina donde el circuito económico
local es muy frágil, no circula riqueza en la comunidad. Todo lo que las
personas consumen y producen está fuera de la comunidad. La posibilidad de
ingreso y trabajo en la comunidad es muy complicada y la moneda social da
una posibilidad crear una obligatoriedad de que el consumo se realice en lo
local, financiando no sólo la producción, sino también el consumo. Cuando se
financia el consumo es un consumo que se debe realizar en la comunidad.
Hay bancos que ya han logrado que el circuito económico local se desarrolle,
como pueda ser el caso del Banco Palmas, donde la moneda social ya no
cumple un rol tan importante. Hace diez años el 80% de las personas
consumían fuera de la comunidad y ahora el 90% consume dentro del
Conjunto Palmeiras. Las personas ya no necesitan salir del territorio para
consumir casi nada. En ese sentido es necesario repensar otros intereses de las
monedas sociales además de crear un circuito económico propio.
ESC: ¿Cuál es el caso más exitoso de los bancos bomunitarios?
LL: Sin duda el Banco Palmas, pero de 110 hay muchas experiencias muy
buenas. Por ejemplo, el Banco dos Cocais, el de Matarandiba, el Banco Bem
en Espíritu Santo, el Tupinambá en el norte, el União Sampaio en San
Pablo… hay muchas.
Hay una tercera generación de bancos comunitarios apoyados por políticas
públicas que están teniendo un éxito mucho mayor que los bancos
comunitarios de primera generación, que tomó de referencia al Banco Palmas.
En la actualidad hay bancos comunitarios apoyados por proyectos
independientes, de cooperación, de financiación de RSC, los que llamamos de
segunda generación. Pero los que están apoyados por políticas públicas, casi
el 40%, tienen una metodología muy estructurada. Después de 18 años las
instituciones que apoyan a los bancos comunitarios tienen muy claros los
148
procesos para implementar bancos comunitarios con un alto porcentaje de
éxito.
ESC: ¿Cuál es la relación de los bancos comunitarios con el Estado?
LL: Ahora es de fomento a través de políticas públicas. El Gobierno Federal
de Lula, montó la Secretaría General de Economía Solidaria. Uno de los ejes
principales de esta secretaría era apoyar y desarrollar políticas públicas de
finanzas solidarias, no sólo de bancos comunitarios, sino también fondos
rotatorios y cooperativas de crédito solidario.
Existen grupos de inversión colectiva, clubes de trueque, crowdfunding, pero
no están tan organizados como los bancos comunitarios. Existe un Comité
Nacional de Finanzas Solidarias que están pensando en políticas públicas y su
relación con el sistema financiero nacional.
ESC: En 2014 el Gobierno de Brasil sacó la ley sobre medios de pago
electrónicos. ¿Ha supuesto un cambio para los Bancos Comunitarios?
LL: Esta ley ha permitido a los bancos comunitarios tener una plataforma no
bancaria de transferencias de recursos para gestionar ahorro y crédito. Ahora
se puede gestionar este servicio sin necesidad de ser banco. Hasta ahora por
ley las entidades no reguladas por el sistema financiero no podían coger
ahorros de las personas y dar crédito, tenían que estar regulados por el sistema
financiero nacional e internacional, por el Protocolo de Basilea.
El sistema de pago electrónico ha permitido que una moneda no social,
electrónica, pueda gestionar ahorro y crédito sin ser entidad bancaria.
ESC: Porque los bancos comunitarios no están reconocidos como entidad
bancaria dentro de la legislación brasileña…
LL: No quieren ser reconocidos como entidad bancaria porque
desaparecerían. Son estructuras muy frágiles desde el punto de vista
institucional, jurídico... Se incrementarían costes que serían insostenibles para
este tipo de experiencias. Lo que estamos buscando es que estas experiencias
sean reconocidas como parte de un sistema financiero particular, social y
solidario. En países como Ecuador existe una regulación específica para este
tipo de experiencias, que es distinto a la regulación bancaria convencional. La
legislación comercial de los bancos es inadecuada para los bancos
comunitarios y Cooperativas de Crédito porque imponen estructuras
incompatibles con el modelo de organización comunitaria. El público es
distinto.
ESC: ¿Qué tipo de servicios financieros ofrecen estos bancos?
149
LL: Crédito para consumo en moneda social y crédito para la producción en
moneda nacional. Hay bancos comunitarios que gestionan también
correspondencia bancaria, a través de un acuerdo nacional con la Caja Federal
para operar sistemas de pago, recibos, transferencias sociales, pensiones,
servicios de microseguros, apoyo a emprendimientos para hacer trabajo de
educación financiera, apoyo a la gestión de los emprendimientos, etc. Hacen
trabajos financieros y no financieros. Los bancos comunitarios son
organizaciones de desarrollo local.
ESC: ¿Cuál es su implantación en Brasil? Antes has comentado que eran
ciento diez.
LL. Sí ahora en torno a esa cifra. Pero todos los años se amplía. Por ejemplo,
hoy mismo están inaugurando dos bancos comunitarios en Brasil. El mes que
viene se funda otro. Los propios bancos comunitarios van estimulando otras
comunidades que están cerca, que están en un movimiento amplio de
economía solidaria en cada estado para crear nuevas experiencias. Todo el
movimiento de economía solidaria de Brasil ha entendido que el acceso a
servicios financieros y bancarios, a crédito sobre todo, es fundamental para
pensar el desarrollo de las comunidades.
El mapeo nacional de economía solidaria de Brasil presenta que el segundo
principal problema de la economía solidaria es el acceso al capital y el
primero la comercialización. Pero el problema de la comercialización está
asociado al problema de acceso al crédito, porque la gente no tiene cómo
producir más, vender más mercancía, aumentar el proceso productivo porque
no tiene medios de inversión. El crédito es el principal problema, pero no sólo
de la economía solidaria, sino de la economía popular en general. Las
personas están excluidas del sistema financiero y presas en prestamistas
locales que les cobran tasas de interés muy altos.
Pensar un sistema propio de finanzas solidarias no es sólo una perspectiva
política de la economía solidaria, sino una perspectiva también de desarrollo
de un país, de que el sistema convencional no es suficiente para pensar en toda
la población.
ESC: ¿Se sabe cuánto capital mueven los bancos comunitarios?
LL: Es muy variable, pero en general los bancos comunitarios empiezan con
un capital de entre 20.000 o 30.000 reales de fondos, unos 5.000 a 7.000
euros. Pero no hay un sistema nacional unificado de los bancos comunitarios.
Se debería hacer porque es una cosa importante para demostrar la capacidad
de estas instituciones. ESC: ¿Cuál es la diferencia entre la estrategia brasileña
del fomento de la economía solidaria con otros países?
150
LL: Una cosa que ha sido buena en Brasil respecto de los bancos
comunitarios en comparación con Venezuela por ejemplo, es que en Brasil el
Banco Central dejó que la sociedad civil desarrollara esta experiencia,
viéndolo como una posibilidad de innovación social. Esto ha sido bueno
porque durante muchos años y hasta ahora no ha habido una regulación que
tenga que cumplir los bancos comunitarios, que implique costos o límites de
acción.
En Venezuela, desde el inicio, el Gobierno reguló y esto mató la economía
solidaria en el país, ya que implicó un proceso de baja innovación y poca
posibilidad de aprendizaje. En Brasil, los bancos comunitarios llevan
experimentando desde 1998 cómo organizarse, cómo hacerse más sostenibles.
Además se permitió a los bancos comunitarios crear un método de trabajo
para replicar modelos de una manera sencilla. El modelo funciona, no hay más
que ver el número de bancos que han nacido.
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?El-exito-de-los-Bancos
El sistema monetario neoliberal está construido sobre una ilusión
ESCRITO POR MARIO BRIONES
http://www.elclarin.cl/web/crisis-sistemica/19483-el-sistema-monetario-neoliberal-estaconstruido-sobre-una-ilusion.html
Los acontecimientos económicos y financieros no dejan duda que la actual crisis económica
mundial es monetaria y depende de las decisiones que toman los grandes bancos centrales,
entidades que tienen grandes vinculaciones ideológicas con el sector privado, considerando
que su institucionalidad proviene de bancos privados, como la FED de Estados Unidos.
Aun cuando se encuentra organizada por actas federales, la capacidad de los Bancos Centrales
y de la banca privada para crear y mover enormes sumas de dinero, ocurre bajo la formalidad
de una supuesta neutralidad técnica, sin embargo, la orientación de su política monetaria tiene
el sello de la ideología monetarista, de la cual Milton Friedman fue un gran impulsor, que se
puede sintetizar con la expresión, “los mercados regulan todo para el bien de todos”. Varias
décadas después el mundo está sumido en una crisis mayor. Quizás se está diluyendo el
imperio de las fronteras geográficas, un cambio de estilo manejado del “poder en la sombra” y
sus grandes corporaciones mundiales, que han superado las fronteras para controlar la
riqueza mediante la banca.
Explicar el accionar repetitivo de la política financiera de los bancos centrales y su negación
hacia otras formas de conducir su accionar, tiene que ver con políticas que son funcionales
para enriquecer al segmento del 1% de los más ricos, cuyo ADN político económico/financiero
no reconoce el costo social derivado del modelo respecto de las implicancias humanas. El
dolor, el sufrimiento, el hambre, etc., no se tranzan según las leyes del mercado. Para la
doctrina neo liberal, como lo propuso A. Smith, los pobres son un designio de Dios, y los ricos
151
nacen tocados por la gracia divina para poseer y administrar la riqueza como un don natural.
Algunos consideran el sistema financiero y monetario “ahora más grandes que nunca para
caer”, casi como una institucionalidad ligada a la naturaleza planetaria, es decir, un designio
superior asentado en la Tierra con fastuosos edificios, tal cual templos sagrados cuyo poder no
pueden ser tocados ni objeto del juicio de la gente, aun en regímenes democráticos.
No tiene mucho sentido profundizar en la política inglesa para explicar la salida del Reino
Unido o “Brexit”, ni como ello se tornó en un bumerán para el primer Ministro David Cameron.
El sentido lo pone el empresariado que dijo a David Camerón, el país ya no puede absorber
más inmigración. El Brexit tiene que ver en cómo actúa el “poder en la sombra”, en este caso,
la extrema derecha económica neo liberal Inglesa. Se puede considerar el Brexit, como una
salida movida por intereses monetarios, lo cual requiere romper las ataduras económicas,
financieras y físicas con la UE. El objetivo de cerrar las fronteras a la inmigración, se debe a
que los países desarrollados, como el Reino Unido, o la política que promueve Donald Trump
para EE UU., no pasa por re instalar el empleo industrial ni la manufactura, son empleos que
hoy ocupa China con menores costos. A medida que avanza la crisis, los países desarrollados
cerrarán más fronteras, su hacer estará centrado en el ámbito financiero y el poder del
“dinero”.
Las personas de la clase media y baja en el Reino Unido, como en todas partes del mundo
donde se aplica este modelo, está siendo demolida por la desigualdad, esa que empobrece y
presiona a las masas hasta convertirlas en dóciles adherentes del poder, esterilizando el
sindicalismo. El “poder en la sombra”, opera a través de la banca y de las grandes
corporaciones con tentáculos en todo el mundo. Esta nueva forma de ejercer el imperio
transfronterizo tiene por objeto tomar la riqueza que resta del mundo con mega corporaciones
que mueven más dinero que los propios países donde operan, imponiendo tratados como el
TTIP, que las libera de cualquier tipo de regulación en el campo laboral, sindical, fiscal,
económico, financiero y medioambiental, pasando por sobre la legislación local.
En los últimos 15 años, cerca de 60.000 fábricas en Estados Unidos han cerrado y más de 4.8
millones de empleos en la manufactura han desaparecido. La población esperanzada en “el
sueño americano” ha pasado a vivir “la pesadilla americana”, esa que tiene a casi 47 millones
de estadounidenses viviendo en la pobreza. Los efectos en los países emergentes y de mayor
pobreza han sido desastrosos y anticipan grandes conflictos sociales. Los políticos locales que
se corrompieron ante el gran capital, con el argumento que se abrirían grandes mercados
donde exportar, fue una excusa para avalar el ingreso de las grandes corporaciones y la
humillación de sancionar a su propio país, con tribunales designados por las misma
corporaciones, para dirimir las controversias de los tratados.
El Senador Bernie Sanders tiene a su haber conocer por muchos años su país y escribió un
artículo en el “The New York Time”, donde dice, “La economía mundial no está funcionando
para la mayoría de las personas en nuestro país y del mundo. Este es un modelo económico
desarrollado por la élite económica en beneficio de la élite económica”. Todo esto suena muy
bien dicho en términos generales, por eso debemos explicar los detalles de lo que hemos
152
mencionado, señalando cual ha sido la forma construida por el neo liberalismo para acumular
la riqueza.
Varios siglos han pasado hasta convertir la “necesidad” de tener un medio de pago como
“dinero”, en un producto de mercado que facilite las transacciones y el intercambio de bienes
y servicios entre los individuos, para lo cual se creó la moneda. En artículo anterior hablamos
de la diferencia entre dinero y moneda. El dinero tiene un valor intrínseco en sí, una cabeza de
ganado, una cantidad de oro, plata, etc. Puede ser dinero una moneda si tiene respaldo en oro
u otro valor con baja variabilidad de valor en el tiempo, de lo contrario, se trata de dinero
fiduciario como el dólar, un documento de papel (que depende de la confianza), pero que en sí
no tiene valor alguno.
Antiguamente los orfebres guardaban el oro o la plata de los viajeros por seguridad mientras
viajaban, entregando un certificado que acreditaba la existencia de un depósito en oro que
podía convertirse en oro de inmediato. Hasta que crearon los bancos para guardar el dinero,
descubriendo que podían prestar parte del dinero ajeno, que permanecía en depósito y que no
todas las personas ocupan en un momento determinado ni todos a la vez. Esta particularidad
dio origen al interés. Sobre el particular, es muy didáctico y esclarecedor lo que señala el
profesor de economía alemán, Dr. Bernd Senf, “El interés y el interés compuesto provocan
que los patrimonios crezcan de forma exponencial. Con un interés compuesto del 5% se dobla
la suma transcurridos 15 años. Después de 15, 30, 45, 60, 75, 90, 105, 120, 135, 150 años, un
euro (€ 1) se transforma en €2, € 4, € 8, € 16, € 32, € 64, € 128, € 256, € 512, € 1.024, la cifra
exacta después de 150 años sería de € 1.507 euros”, y reitero es solo un euro.
El problema es que el crédito provoca un crecimiento con igual intensidad en las deudas de las
empresas, las familias o el Estado. Lo que para un inversionista es patrimonio o capital
invertido, para otros, es deuda. La economía real tiene que mantener el equilibrio con la deuda
y los intereses que se deben pagar, con crecimiento del PIB, que también debería crecer en
forma exponencial, lo que es imposible. El PIB valorado en dinero, se denomina Renta
Nacional, de la cual se rebaja una parte cada vez mayor para pagar deuda e intereses, lo que
disminuye la renta nacional, que sale de la economía real, al bolsillo de la elite dueña del
capital y la banca. Como disminuye la renta nacional, baja el consumo de las personas lo que
genera menos ingreso a las empresas, las que se defienden disminuyendo el producto, los
salarios y recortando empleos, es decir, el círculo de la deflación.
El crecimiento de la deuda no es accidental, sino un objetivo buscado para generar grandes
utilidades, por eso los países están endeudados en dos o más veces su PIB, al igual que las
empresas o las familias, sobre la base de una teórica fantástica que le dio poder increíble a la
banca para crear dinero y formar la deuda que tiene paralizado al mundo. El crecimiento
exponencial de la deuda hará colapsar este modelo de economía, lo que es inevitable. Los
inversionistas, los poderosos dueños del capital financiero quieren seguir ganando altas
rentabilidades, para lo cual crearon en la economía real los derivados, los fondos de inversión,
los CDO, etc., y especular en la bolsa. La renta que sale de la economía real no regresa. Esto
explica que cada cierto tiempo los bancos centrales tienen que inyectar más dinero,
153
desaparece la liquidez atrapada y acumulada en diversas formas de burbujas, y aparece la
expansión monetaria, el QE1, QE2, QE3 e incluso podría haber un próximo QE4. El dinero de la
FED, creado de la nada va a los bancos, los que prestan a las grandes empresas a costo casi
cero, para el ciudadano la tasa es 40%.
Aumentar las tasas es una urgencia que proviene de la banca y sus dueños, pero no pueden
subir las tasas para aumentar la ganancia, porque la economía está con deflación, es decir, no
hay demanda porque gran parte del PIB, se destina a pagar deudas e intereses. Podría Ud.,
pensar, ¡ah, es que yo no tengo deudas, no le debo un peso a nadie! Bueno, permítame decirle
que cada vez que Ud. compra bienes o servicios, en el precio que UD paga viene incorporado
un 35% a 40% por concepto de costo en crédito pagado a la banca, por la cadena productiva
que generó el producto o servicio. Cada vez que aumentan los intereses, suben los precios y
por consecuencia cae la demanda, la cual está saturada de deudas y en niveles críticos que
impiden aumentar el consumo.
Quienes conocieron Falabella, Hites, Almacenes París, etc., recordarán que eran tiendas que
vendían al contado con muy poco crédito. Cuando se abrieron a dar crédito masivo a los
consumidores, se produjo el gran boom de sus utilidades, porque el negocio está en el crédito.
Hoy son Bancos o multitiendas con presencia internacional.
La magia de la ilusión neoliberal de la extrema derecha y su feroz aparato de difusión han
logrado avanzar en América Latina, convenciendo a la población de un sueño irrepetible.
Permítanme recordar que uno de los primeros actos del presidente de Argentina, Marcelo
Macri, fue acordar el pago de la deuda a los fondos buitres, pagando con otra gran deuda que
otorgó la gran banca mundial por US$ 20.000 millones de dólares. La derecha es parte de la
conexión internacional con la gran banca para formar el “poder en la sobra”, desde el cual
reciben apoyos, créditos y dinero sin ningún tipo de remordimiento para hipotecar la patria,
con la trampa de la deuda.
Tampoco debemos olvidar al orgulloso ex Ministro de Hacienda, Felipe Larraín durante el
gobierno de Piñera, que se vanagloriaba de contratar créditos en el extranjero a bajas tasas. La
derecha aborrece subir los impuestos a la renta de las personas o las empresas, por el
contrario, los bajan a los que más ganan. Solo aplican impuestos indirectos como el IVA, y
contraen deudas, las que se pueden socializar, amortizando el costo con toda la población.
En los grandes desequilibrios, como lo señala el economista, Dr. Bernd Senf, llega el momento
en que la tensión es insostenible y viene el colapso. Por un lado, el patrimonio invertido en
préstamos ha subido exponencialmente sobrepasando la capacidad de crecimiento de la
economía real de los países para producir un PIB que haga posible retirar una porción cada vez
mayor de la riqueza producida que se la lleva y acumula la elite del 1% de los más ricos. Las
consecuencias son menores ingresos, caída en la demanda, hasta que se produce el colapso, el
quiebre, el lunes negro o el martes rojo, como quiera que lo llamen. El actual sistema
monetario está construido sobre una ilusión, en que todo nuestro sistema económico actual
(el sistema monetarista) es una gran burbuja de aire que está llegando a su fin.
Mario Briones R.
154
Guerras de frontera/ Los fabricantes y vendedores de armas que se
benefician de la tragedia de los refugiados en Europa
https://www.tni.org/es/publicacion/guerras-de-frontera
04 Julio 2016Report
Mientras decenas de miles de refugiados mueren al intentar llegar a Europa huyendo de la
violencia, hay quien se lucra con su tragedia. Este informe denuncia a las empresas militares y
de seguridad que se han beneficiado con la crisis, primero vendiendo armas y, después,
obteniendo contratos multimillonarios para suministrar equipos y tecnología de vigilancia de
La crisis de refugiados a la que se enfrenta Europa ha causado consternación en los pasillos del
poder y ha calentado el debate en las calles. Ha puesto de manifiesto una fractura de todo el
proyecto europeo, ya que los Gobiernos no han logrado ponerse de acuerdo ni tan siquiera
con el reparto de unos pocos refugiados. En cambio, no han parado de culparse los unos a los
otros. Los partidos de extrema derecha han aumentado su popularidad entre las comunidades
afectadas por el impacto de la austeridad, culpando de la recesión económica a un chivo
expiatorio muy oportuno en vez del poderoso sector bancario. Y los que más están sufriendo
son los refugiados, que están huyendo de una terrible situación de violencia y adversidad para
terminar atrapados entre fronteras o entre países, y empujados a optar por rutas aún más
peligrosas para llegar a zonas seguras.
Sin embargo, hay un grupo de intereses que solo se ha beneficiado de la crisis de los
refugiados y, en particular, de la inversión que ha desembolsado la Unión Europea para
‘asegurar’ sus fronteras. Se trata de las compañías de defensa y seguridad que proporcionan el
equipo a los guardias fronterizos, la tecnología de vigilancia para monitorizar las fronteras y la
infraestructura tecnológica para realizar el seguimiento de los movimientos de población.
Este informe arroja luz sobre esos actores que se están aprovechando de la seguridad
fronteriza, analizando quiénes son y qué servicios prestan, cómo influyen en las políticas
europeas y se benefician de ellas, y qué fondos reciben de los contribuyentes. El informe
muestra que, lejos de ser beneficiarias pasivas de la generosidad europea, estas empresas
están fomentando activamente una creciente ‘segurización’ de las fronteras europeas y están
dispuestas a proporcionar tecnologías cada vez más severas para ello.
Lo más perverso de todo es que también demuestra que algunos de los beneficiarios de los
contratos de seguridad en las fronteras son algunos de los mayores vendedores de armas a la
región de Oriente Medio y el Norte de África, alimentando el conflicto que es la causa de
muchos de los refugiados. En otras palabras: las compañías que están creando la crisis después
se benefician de ella.
Además, han recibido el apoyo de los Estados europeos que les han otorgado las licencias
necesarias para exportar armas y, después, les han concedido contratos de seguridad
fronteriza para hacer frente a las consecuencias. Sus acciones también se deben entender en
el marco de una respuesta a la crisis de los refugiados por parte de la UE cada vez más
militarizada.
La Comisión Europea, blandiendo el estandarte de la ‘lucha contra la inmigración ilegal’, prevé
transformar su agencia de seguridad fronteriza, Frontex, en una Agencia Europea de Guardia
Costera y Fronteriza más poderosa. Esta controlaría las iniciativas de seguridad fronteriza de
los Estados miembros y desempeñaría un papel más activo como vigilante de las fronteras,
entre otras cosas mediante la adquisición de su propio equipamiento. Esta agencia cuenta con
el respaldo de EUROSUR, un sistema de la UE que conecta los sistemas de vigilancia y
supervisión de la seguridad fronteriza entre los Estados miembros y terceros Estados.
155
La militarización de la seguridad fronteriza también se refleja en los objetivos militares de la
‘Fuerza Naval de la UE - Operación Mediterránea Sofía’ (EUNAVFOR MED), así como el uso del
ejército en muchas fronteras, como las de Hungría, Croacia, Macedonia y Eslovenia. Las
misiones navales de la OTAN en el Mediterráneo ya están colaborando de forma activa con la
seguridad fronteriza de la UE.
Mientras tanto, a los países que no forman parte de la UE se los está abocando a asumir el
papel de puestos de avanzada para tratar de impedir que los refugiados lleguen a las fronteras
de la UE. Los recientes acuerdos migratorios entre la UE y Turquía, que han recibido duras
críticas de las organizaciones de derechos humanos, deniegan a los refugiados el acceso a
Europa y han dado lugar a más violencia contra ellos.
El informe muestra que:
El mercado de la seguridad fronteriza está en pleno auge. Se estima en unos 15.000 millones
de euros en 2015 y se prevé que aumente hasta superar los 29.000 millones de euros anuales
en 2022.
El negocio de las armas, en particular las ventas a Oriente Medio y al Norte de África, de donde
proceden la mayoría de los refugiados que huyen, también está en pleno auge. Las
exportaciones globales de armas a Oriente Medio han aumentado en un 61% entre 2006-2010
y 2011-2015. Entre 2005 y 2014, los Estados miembros de la UE otorgaron licencias de
exportación de armas a Oriente Medio y al Norte de África por un valor de más de 82.000
millones de euros.
La respuesta normativa europea a los refugiados, que se ha centrado en los traficantes y el
fortalecimiento de las fronteras exteriores (incluido en países fuera de la UE), ha dado lugar un
gran aumento del presupuesto que beneficia a estas empresas.
La financiación total de la UE para medidas de seguridad en las fronteras a través de sus
principales programas de financiación es de 4.500 millones de euros entre 2004 y 2020.
El presupuesto de Frontex, la principal agencia de control de fronteras, aumentó un 3688%
entre 2005 y 2016 (de 6,3 millones de euros a 238,7 millones de euros).
A los nuevos Estados miembros de la UE se les ha exigido que refuercen las fronteras como
condición para adherirse a la Unión, creando nuevos mercados con los que generar lucro. El
equipamiento adquirido o actualizado con dinero del Fondo para las Fronteras Exteriores
incluye 545 sistemas de vigilancia de fronteras, 22.347 elementos para la vigilancia de
fronteras y 212.881 elementos para el control fronterizo.
Algunos de los permisos de venta de armas a Oriente Medio y al Norte de África también tiene
por objeto el control fronterizo. En 2015, por ejemplo, el Gobierno holandés concedió una
licencia de exportación de 34 millones de euros a Thales Nederland para la entrega de
sistemas de radar y C3 a Egipto, a pesar de los informes de violaciones de derechos humanos
en el país.
La industria europea de seguridad fronteriza está dominada por grandes empresas de armas,
las cuales han expandido o ampliado sus divisiones de seguridad, así como una serie de
empresas de tecnología y especializadas en seguridad más pequeñas. El gigante de armas
italiano Finmeccanica identificó “los sistemas de control de fronteras y de seguridad” como
uno de los principales impulsores del aumento de pedidos e ingresos.
Entre los grandes actores del complejo europeo de seguridad fronteriza se encuentran
también compañías que fabrican armas como Airbus, Finmeccanica, Thales y Safran, así como
el gigante de la tecnología Indra. Finmeccanica y Airbus han sido los principales beneficiarios
de contratos europeos destinados a reforzar las fronteras. Airbus es, además, el principal
beneficiario de los contratos de financiación para investigación en seguridad.
Finmeccanica, Thales y Airbus, actores destacados del negocio de la seguridad en la UE, son
también tres de los cuatro principales comerciantes de armas europeos, y están vendiendo a
países de Oriente Medio y el Norte de África. Sus ingresos totales en 2015 ascendieron a
95.000 millones de euros.
156
Las compañías israelíes son las únicas no europeas que reciben fondos de investigación
(gracias a un acuerdo de 1996 entre Israel y le UE) y también han participado en el refuerzo de
las fronteras de Bulgaria y Hungría, además de promover su experiencia con el muro de
separación de Cisjordania y la frontera de Gaza con Egipto. La firma israelí BTec Electronic
Security Systems, seleccionada por Frontex para participar en abril de 2014 en su taller sobre
‘Sensores y plataformas en vigilancia de fronteras’, alardeó en su solicitud de fondos de que
sus “tecnologías, soluciones y productos están instalados en la frontera israelo-palestina”.
La industria de las armas y de la seguridad ayuda a determinar las políticas europeas de
seguridad fronteriza a través de grupos de presión, su interacción regular con las instituciones
de la UE especializadas en fronteras y su papel determinante en la política de investigación. La
Organización Europea para la Seguridad (EOS), de la que forman parte Thales, Finmeccanica y
Airbus, ha estado muy activa defendiendo el incremento de la seguridad fronteriza. Muchas de
sus propuestas, como la de crear una agencia paneuropea de seguridad fronteriza, han
terminado materializándose en políticas reales (véase, por ejemplo, la transformación de
Frontex en la Agencia Europea de Guardia Costera y Fronteriza, EBCG). Además, las jornadas
bianuales que organiza Frontex/EBCG con la industria y la participación de esta en mesas
redondas especiales sobre seguridad y ferias especializadas en armas y seguridad aseguran
una comunicación frecuente y una afinidad natural para la cooperación.
La industria de las armas y la seguridad ha conseguido captar 316 millones de euros de
financiación destinados a la investigación en temas de seguridad, estableciendo la agenda para
la investigación, desarrollándola y, después, muchas veces, beneficiándose de los contratos
resultantes. Desde 2002, la UE ha financiado 56 proyectos en el campo de la seguridad y el
control de fronteras.
En conjunto, las pruebas revelan una creciente confluencia de intereses entre los líderes
políticos europeos que buscan militarizar las fronteras y los principales contratistas de defensa
y seguridad que proporcionan los servicios. Pero esta no es solo una cuestión de conflictos de
interés o de que algunos actores se estén beneficiando con la crisis, sino que también atañe a
la dirección que está adoptando Europa en este momento crítico. Hace más de medio siglo, el
entonces presidente estadounidense Eisenhower advirtió de los peligros del complejo militarindustrial, cuyo poder podría “amenazar nuestras libertades y procesos democráticos”. Hoy en
día tenemos un complejo militar-de seguridad-industrial aún más potente, que utiliza
tecnologías que apuntan hacia el exterior y el interior, y que en estos momentos se están
dirigiendo contra algunas de las personas más vulnerables y desesperadas del planeta. Permitir
que este complejo escape a todo examen representa una amenaza para la democracia y para
una Europa construida sobre los ideales de la cooperación y la paz. Como dijo Eisenhower:
“Por el largo camino de la historia que aún se ha de escribir… este mundo nuestro, que cada
vez se vuelve más pequeño, debe evitar convertirse en una comunidad de horribles temores y
odio, y ser, en cambio, una orgullosa alianza de confianza y respeto mutuo”.
Guerra asimétrica y convencional. Lecciones para la actualidad
Nicole Schuster*
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016070301
Los términos “soberanía” y “defensa” quedan, hoy en día, excluidos del vocabulario de la
mayoría de los ciudadanos por la simple razón que han sido eclipsados por el concepto de
“globalización”. Este se presenta como un proyecto de paz y de consenso que incitaría a los
habitantes de nuestro planeta a convertirse en una hermandad que una cultura armónica, un
mismo idioma y un mismo pensamiento unirían(1).
Desgraciadamente, la realidad contradice esta lógica discursiva. Lejos de vivir en un mundo de
armonía, estamos inmersos en un proceso incesante de conflagraciones. Ello pone de relieve la
157
vigencia de los planteamientos expuestos por el constitucionalista alemán Carl Schmitt, el cual
vaticinaba un recrudecimiento de los conflictos bélicos que desembocaría en una situación de
guerra civil mundial y en la “derrota del Estado ante las ‘potencias indirectas’ de la economía y
de la sociedad”(2). En vista de este panorama schmittiano y de las guerras híbridas que se
están dando a nivel planetario, surge la apremiante necesidad de reavivar las nociones de
soberanía, defensa y patria. Es dentro de este contexto que toman importancia la historia de la
consolidación militar que experimentó la Unión Soviética y el plan de defensa ideado por sus
altos oficiales militares en los años 1920-1930 cuya puesta en práctica llevó, una década
después, a la victoria de los soviéticos sobre el invasor nazi.
Uno se preguntará: ¿Por qué, entre todos los países del mundo, escoger a la Unión Soviética
como referencia y no, por ejemplo, a los Estados Unidos de América, que se han distinguido, a
lo largo de los siglos, por haber elaborado un programa de defensa nacional muy sofisticado?
La decisión que tomé de centrar mi nuevo libro “Guerra asimétrica y convencional. Lecciones
para la actualidad”(3) en la Unión Soviética se debe a que la experiencia vivida por ese país se
presta mejor al propósito que me fijé de revelar la indispensabilidad, para cada nación, de
impulsar un plan de defensa de su soberanía. No se trataba de presentar a la metodología
militar soviética como un ejemplo a seguir al pie de la letra: la Unión Soviética presentaba, en
relación con otras naciones, diferencias radicales a nivel geográfico, económico, político y
cultural. Por otra parte, la transformación de la naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha ido a
la par con un proceso de innovaciones tecnológicas y organizativas en las fuerzas armadas de
numerosos países. Esos dos aspectos imposibilitan la trasplantación rígida del modelo militar
soviético en otros países.
En cuanto a la Unión Soviética y Estados Unidos, existe entre ambas potencias una divergencia
esencial de orden estratégico y militar que impedía que tomara el ejemplo de Estados Unidos.
De hecho, optar por este último hubiera invalidado la tesis que se desprende de mi obra y que
consiste en mostrar que todo país, si tiene la voluntad política y militar, puede organizar en la
teoría y la práctica una estrategia de defensa activa en función de sus características propias.
Sabemos que, desde su unificación, Estados Unidos ha seguido una evolución tendencial
marcada por un espíritu de conquista. Este fue conceptualizado bajo el término de “destino
manifiesto” que se confunde, hoy en día, con la misión de defender, a nivel mundial, el modelo
de democracia occidental. Es en virtud de la protección de esos valores occidentales que
ofensivas militares llamadas “preventivas” son lanzadas en países que representarían una
amenaza. En otras palabras, Estados Unidos simboliza la línea ofensiva, propia al pensamiento
pragmático del estratega suizo Jomini (1779-1869)(4), mientras que la Unión soviética de las
décadas comprendidas entre los años 1930 y 1945 se acerca más a la posición del militar
alemán Carl von Clausewitz (1780-1831) que apunta hacia una alternancia de las fases
defensivas y ofensivas definida en función del estado de debilidad o de fuerza en que un país
se halla(5). En efecto, la línea puesta en práctica por los soviéticos en la época que enfoca mi
libro fue la de defenderse ante potencias externas, por lo que su evolución político-militar
evidencia, en un primer tiempo, una estrategia de defensa que, ulteriormente, fue sucedida
por una estrategia ofensiva. Recordamos que, cuando se realizó el paso de un régimen zarista
a uno socialista, la ideología soviética chocó con los intereses de los países industrializados. Los
cambios políticos, económicos, militares y sociales que experimentaba la URSS la colocaron en
una situación de vulnerabilidad frente a sus adversarios ideológicos. En consecuencia, los altos
políticos y mandos militares soviéticos se empeñaron en edificar una nueva estrategia militar
global y en adquirir un armamento de guerra que permitiera garantizar la defensa de su país.
Se apuntó para ello a una planificación económica destinada a fomentar el desarrollo de la
industria bélica, una tarea que fue enfatizada por el Segundo y el Tercer Plan Quinquenal
soviéticos (respectivamente de 1933-1938 y de 1938-1941).
Los oficiales militares soviéticos como Svechin, Frunze, Tukhachevsky, Triandafillov, Isserson,
Varfolomeev analizaron qué sería más apropiado para la Unión Soviética dentro de este marco
geopolítico(6). A la pregunta de si se debía adoptar una estrategia de defensa o de ofensiva
158
para prepararse ante agresiones externas, Alexandr Svechin respondía argumentando a favor
de una estrategia provisoria de defensa. Según él, la Unión Soviética debía mantener una
estrategia de defensa hasta que el país fuera capaz de invertir la situación y de pasar de una
defensa activa –y no solo reactiva– a una estrategia ofensiva.
Tukhachevsky, competidor de Svechin, abogaba al contrario por una estrategia ofensiva.
Aseveraba que era preferible potenciar la tecnología nueva con principios de guerra
innovadores y, para ello, reforzar sin tardar la economía y la industria pesada, a fin de lograr el
nivel de armamento necesario para enfrentarse a los países vecinos.
También surgían interrogantes como: ¿Debía el pueblo participar en la defensa de la Patria,
como lo hizo durante la Guerra civil entre 1918 y 1921? Ante ello, Frunze proponía la
intervención del pueblo dentro de una perspectiva político-ideológica que contemplaba la
consolidación de un Estado proletario. Svechin apoyaba igualmente una participación del
pueblo en el marco de la defensa del país, pero no aceptaba la idea de dar a la ideología del
proletariado el monopolio sobre las formas de guerra a adoptar. Para él, la guerra procedía de
una lógica universal y no de una ideología partidaria. Tukhachevsky, por su lado, creía más en
la tecnología que en el pueblo.
Otra pregunta era: ¿Qué posición darles a las Fuerzas Armadas? ¿Debía la guerra ser una
continuación de la política, como decía Clausewitz, con la predominancia de la política sobre lo
militar o debía lo militar ser lo determinante?
Es basándose en esas reflexiones que se estableció una nueva visión de la guerra y de la forma
de combatir de la que dependía la sobrevivencia de la Unión Soviética. Dentro de este
contexto, se elaboraron los parámetros del Arte Operacional que constituyeron los pilares de
la nueva forma de guerra soviética.
¿Qué es el Arte Operacional?
En primer lugar, tenemos que recordar que la masificación de la producción industrial, que
empezó en el siglo XIX (o sea, en pleno auge de la Revolución industrial), iba acompañada de
un aumento de la producción de armamento y de un incremento colosal –tanto a nivel de
anchura como de la retaguardia– del tamaño de las tropas en el teatro de guerra. En vista de
ello, los altos mandos militares determinaron que la guerra ya no podía ser la de frentes
estancados en trincheras, como en la Primera Guerra Mundial, sino una guerra en que
primaría la maniobra, por lo que sería considerada desde una perspectiva “operacional”. Ello
significaba que sería planificada en función de operaciones, mas no de UNA batalla decisiva al
estilo napoleónico, la cual determinaba el desenlace del conflicto.
Es Alexandr Svechin quien introdujo el término de “arte operacional” y lo define como “el
puente que existe entre la táctica y la estrategia”. En otras palabras, la dimensión operacional
es el momento en que los éxitos tácticos ligados entre sí son propulsados a nivel estratégico y,
por ende, repercuten directamente en el objetivo político de la guerra.
Los axiomas del Arte Operacional, tal como se presentan en el corpus teórico militar soviético,
son unos diez. Entre ellos se encuentra el concepto de “combinación interarmas”. Este
principio siempre existió, pero de manera muy limitada. Lo nuevo en la historia de la guerra
fue la forma sistemática en que los soviéticos previeron su aplicación, así como la magnitud del
alcance operacional que se buscó lograr con su puesta en práctica. Su lógica consistía en
articular de forma sincronizada las diferentes armas: artillería, infantería, aviación, caballería,
unidades aerotransportadas, etc. para que se llevara a cabo una maniobra específica. Aplicado
en apoyo de las operaciones en la retaguardia enemiga, su impacto en el proceso de
desmantelamiento del dispositivo enemigo revelaba ser muy poderoso –particularmente
gracias a la aviación y a los grupos móviles–. El principio de combinación de armas se vio
altamente beneficiado por los avances en materia de tecnología a los que la Primera Guerra
mundial contribuyó.
El principio de simultaneidad significa asignar a varias formaciones una misión tácticooperacional específica que se cumple de manera sincronizada. De ese modo, la suma de los
resultados alcanzados por cada una de las formaciones converge hacia un mismo objetivo
159
estratégico, lo cual era también un elemento nuevo, ya que, anteriormente, solo se libraba un
combate a la vez, que, como lo mencionábamos, culminaba con una batalla “decisiva”.
El efecto sorpresa es un lugar común. Ya había sido uno de los axiomas predilectos de Sun Tsu,
el estratega chino del siglo V antes de nuestra era.
La astucia, otro lugar común en la historia de la guerra, se caracteriza por el uso de
subterfugios para desorientar al enemigo y estar así en posición de tomar/guardar la iniciativa
a fin de ganar la superioridad sobre él.
El momentum, o sea el efecto de masa combinado con la velocidad, hace que los efectivos –
vistos como sistema– y la maniobra que realizan adquieran una dinámica propia que va
fortaleciéndose a medida que se concreta la operación. El objetivo es lograr que el ritmo que
este proceso genera se vuelva imparable y supere aquel del enemigo.
Por supuesto, la aplicación de los principios operacionales no podía coadyuvar a la
capitalización de los éxitos tácticos a nivel estratégico sin otro factor crucial que era el nexo y
la clave del éxito de la operación, a saber: la capacidad del alto Comandante de coordinar en el
momento y espacio oportunos las acciones y medios que llevarían a la victoria.
Pero el principio supremo del arte operacional que coadyuvó decididamente a la expulsión de
los nazis fue aquel de las “operaciones en la profundidad”. Las operaciones en la profundidad
son un concepto muy particular y propio a la teoría militar soviética porque se adaptaban, en
ese entonces, no solo a la geografía de ese país, sino también a una tecnología de guerra de
última generación y a una reorganización de la distribución de los dispositivos terrestres.
Se suele atribuir a Tukhachevsky el monopolio del descubrimiento de las operaciones en la
profundidad, pero, en realidad, Triandafillov y los militares citados anteriormente brindaron un
valioso aporte sin el cual la teoría de las operaciones en la profundidad no hubiera, sin duda,
alcanzado el grado de profesionalismo que la caracterizó. Operar en la profundidad, o en la
retaguardia del enemigo, significa remitirse a un pensamiento centrado en la espacialidad. Las
ofensivas se realizan con la intención de tener efectos más allá de las líneas frontales del
adversario. Dentro de ello, cada acción táctica tiene por propósito servir directamente de
sustento a un objetivo estratégico mayor.
Este objetivo se alcanzaba mediante la concentración de varios cuerpos de combate
distribuidos en escalones que intervenían de manera sucesiva a fin de abrir el frente
adversario, cercarlo y romper la coherencia de su sistema organizativo en su retaguardia
profunda. Cuando era necesario, y luego de haber cercado el enemigo en su retaguardia, se
pasaba a una fase de persecución de los efectivos enemigos que buscaban huir del
cercamiento a efectos de ultimar su desmantelamiento y forzarlos a que capitularan.
Las operaciones en la profundidad fueron aplicadas sistemáticamente a partir de 1943. Desde
ese año, la estrategia de defensa que la Unión Soviética había adoptado a inicios de la guerra
por su falta de preparación frente a los alemanes se convirtió en una estrategia ofensiva que
llevó, con la Operación Bagration, a la expulsión de los nazis de la Unión Soviética.
Lo paradójico es que, en los años 1970 y 1980, en plena Guerra Fría, el concepto de
operaciones en la profundidad y los demás principios del arte operacional soviético fueron
integrados en la nueva Doctrina militar estadounidense. Esta Doctrina, denominada “Doctrina
de la Batalla Aeroterrestre”, fue elaborada por Estados Unidos en el marco de las
animosidades entre la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia y fue el sustento teórico de
la Operación Tormenta del Desierto contra Irak, en 1991. Además, el principio de operaciones
en la profundidad sigue sirviendo como referencia en las guerras contra el terrorismo
conducidas por los gobiernos occidentales, como lo demuestra la Operación Serval en Malí
liderada en 2013 por los franceses.
Un punto importante para la actualidad es que la Unión soviética libró, durante la Segunda
Guerra Mundial, una guerra llamada “híbrida”. Dado que hoy se recurre a esta modalidad de
guerra para desestabilizar países en Medio Oriente, Asia, etc., el estudio de este episodio de la
Segunda Guerra mundial mantiene toda su vigencia.
160
¿Cómo definir una guerra híbrida? En una guerra híbrida se combinan modalidades de guerra
convencionales con no-convencionales. Las formas no-convencionales soviéticas implicaron
emplear partisanos que fueron formados por las autoridades castrenses (entre las cuales se
encontraba el ex KGB, llamado entonces el NKVD, o sea, el "Comisariado del Pueblo para
Asuntos Internos"), así como por Comités colocados en las diferentes regiones del país.
La formación de los partisanos soviéticos se parece mucho a la visión del pueblo en guerra que
tenía Carl von Clausewitz. Cuando estudiaba la posición de debilidad de Prusia ante sus
vecinos, Clausewitz recomendaba a las autoridades militares y políticas formar partisanos para
que hostigaran al enemigo desde zonas caracterizadas por su difícil acceso. Por ello, Clausewitz
insistía en la necesidad para el Gobierno de ganar el pueblo a la causa de la Patria. Es lo que
pasó con la Unión soviética donde, a inicios de la guerra, varios sectores de la población
estuvieron en contra del régimen estalinista. Pero el deseo de sobrevivencia fue tal que el
pueblo se unió, junto con las autoridades que lo gobernaban, en defensa de la “Rodina”, o sea
de la madre patria.
En la actualidad, al mirar hacia Libia, Siria, Yemen, Irak, Ucrania, entre otros, nos damos cuenta
de que cualquier nación puede ser destruida en un lapso de tiempo record a causa de
ofensivas “híbridas” que lanzan terroristas con el apoyo de potencias hostiles al régimen que
buscan derrocar(7). Según el analista político ruso Andrew Korybko, esas estrategias de
desestabilización empiezan con las famosas “revoluciones de colores”, al igual que la que se
dio en Ucrania. Si la reacción que provocan no es satisfactoria, son complementadas por
operaciones militares ejecutadas por fuerzas “proxies”, tal como ocurre en Siria. Para Korybko,
la combinación de los métodos inherentes a una revolución de color con aquellos acarreados
por una intervención militar no-convencional desemboca en una “guerra híbrida”(8). Es en
este contexto que resultan relevantes las enseñanzas sacadas de la manera como los
soviéticos combatieron durante la Segunda Guerra mundial, puesto que, para expulsar al
enemigo, supieron explotar formas de guerra convencionales y no-convencionales, así como
optimizaron, a nivel operacional, el factor “profundidad”, o sea la dimensión que hoy
constituye uno de los principales espacios de conflicto para los terroristas que invaden un país.
Concluiré –en concordancia con lo expuesto en las consideraciones finales de mi libro–
insistiendo en que lo perentorio, en este momento de la historia, es concientizar a los
ciudadanos de cada país en cuanto al peligro que implican para ellos la criminalidad y el
belicismo globales. Un aspecto de esta concientización puede plasmarse en una educación que
ponga el énfasis en la difusión de principios relativos a la defensa nacional, sin que ello
signifique militarizar al país. Pero es necesario también que los gobiernos se fijen como
objetivo primario el de satisfacer las necesidades básicas de su pueblo, lo cual fortalece el
sentimiento de dignidad y de pertenencia a una nación. Solo bajo esas condiciones podrá
forjarse un clima marcado por la confianza y por la voluntad de consolidar la capacidad de
resiliencia de la población y de las autoridades que la representan frente a las adversidades.
--* [email protected]
Notas de pie:
(1) Es interesante notar que, en plena era de la Revolución Industrial, los grandes
constructores de vías ferroviarias esgrimían similares argumentos.
(2) Ver Carl Schmitt, La Guerre civile mondiale, Essais (1943-1978), Collection Chercheurs
d’ère, France, pp. 14 y 20.
(3) Nicole Schuster, Guerra asimétrica y convencional. Lecciones para la actualidad, Segunda
edición, Lima, Perú, mayo 2016.
(4) Ver Bruno Colson (1993), La culture stratégique américaine. L’influence de Jomini, Paris,
France: Editions Economica.
(5) Ver Carl von Clausewitz, De la Guerra, Madrid, España: Edición La Esfera de los Libros, 2005,
p. 354.
161
(6) Las aserciones expuestas en esta presentación de mi libro y relativas al proceso de
teorización y puesta en práctica de la metodología de guerra soviética se sustentan en el
estudio de varios autores, cuyas referencias se encuentran consignadas en mi libro.
(7) Sobre este tema y la estrategia de dominación en Eurasia mediante la aplicación de una
metodología de guerras híbridas, ver Andrew Korybko (2015), Hybrid Wars: The Indirect
Adaptive Approach to Regime Change, Institute for Strategic Studies and Predictions, Moscow
Peoples’ Friendship University of Russia.
(8)Ibíd.
Informe completo en español: Guerras de frontera
https://www.tni.org/files/publication-downloads/guerras-de-frontera-web.pdf
Observaciones sobre ciencia, poder político-militar y cuentas insaciables de
resultados (I)
Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal
Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214197
1. Si de relatar y resumir se trata
Los seres humanos somos sobre todo seres que cuentan historias, según nos
enseñó el malogrado Stephen Jay Gould. Organizamos el mundo que está a
nuestro alcance o sobre el que pensamos como una serie de relatos. Este es el
nuestro para esta ocasión.
En torno a 2011, ExxonMobil ya había destinado unos 16 millones de dólares
a financiar una red de más de cuarenta “organizaciones de base” opuestas a
los estudios científicos que demostraban el cambio climático antropogénico, a
reclutar a científicos (¿científicos?) para la publicación de artículos
(generalmente no reseñados ni evaluados por colegas e investigadores) en los
que cuestionaban los hechos, pruebas y argumentos reconocidos por la gran
mayoría de la comunidad científica, y a facilitar la intervención reiterada de
estos “expertos” en los medios de información, también de intoxicación por
supuesto, con la finalidad de sembrar la duda y la confusión entre sectores, lo
más amplios posibles, de la opinión pública norteamericana [1].
Quien habla de ExxonMobil puede hablar de TEPCO [2] y recordar la
generosa e irresponsable ayuda, cuando no sumisión, del gobierno nipón y de
numerosos científicos y técnicos convenientemente remunerados. En el puesto
de mando las directrices e intereses de la multinacional japonesa propietaria
de Fukushima y sus alocadas aventuras productivista [3]. El color del dinero
deslumbra, puede deslumbrar.
Si a ello sumamos los fraudes científicos, algunas informaciones o
declaraciones poco cuidadosas o tergiversadas en los media, los especialistas
162
acríticos y los escándalos sobre conflictos de intereses que aparecen con
frecuencia en la prensa generalista, e incluso en revistas especializadas, la
conclusión parece inferirse con fuerza huracanada y en absoluto discutible, la
disidencia queda anulada, a riesgo de ser tildado, sin derecho a réplica, de
ignorante y reaccionario en grado sumo. Más allá de momentos y personajes
heroicos (Galileo, Servet, Einstein, Betune, Vavilov,…) la ciencia y la
tecnología contemporáneas, se afirma, son instrumentos de indudable y
probada eficacia, al servicio del poder político (especialmente de su arista más
peligrosa, desequilibrante y antihumana, la atómico-militar) y del otro gran
poder, éste algo más oculto, el que ostentan y poseen las principales
corporaciones del mundo. Ningún racionalismo completo y humanista que se
precie y toque realidad, se sostiene, puede aspirar a alianza alguna con la
tecnociencia actual. Nuestra tecnología, nuestra ciencia no es un instrumento
de emancipación, como se pensó ingenuamente en épocas ilustradas, sino más
bien de todo lo contrario, de sumisión, explotación y ecosucidio. Q.e.d., queda
demostrado, por decirlo a la forma euclidiana.
Comentar, discutir, ampliar la perspectiva de análisis, aquilatar, refutar en más
de un punto, matizar –noción clave en este texto- es el objetivo central de este
artículo, un trabajo pensado desde una convicción gnoseológica que toma pie
en una reflexión de los años sesenta del siglo pasado del filósofo y lógico (y
maestro nuestro) Manuel Sacristán (1925-1985). La esencia de la ciencia,
escribió en el número 2 de la revista clandestina Horitzons
[…] se encuentra mucho más en las palabras del presocrático que grita “el Sol
no es un dios, sino un trozo de piedra incandescente” [Anaxágoras] que en los
servomecanismos de las máquinas electrónicas que computan los datos
óptimos para la propaganda de la Coca-Cola (sin que con esto pretendamos,
naturalmente, que la ciencia como técnica no sea un momento del concepto
global de ciencia).
La ciencia positiva tecnificada moderna, proseguía, es una especialización de
la razón, “determinada tanto por las condiciones de la producción moderna
como por la específica resistencia de la naturaleza del hombre, dato natural
dialécticamente cualificado por estas condiciones”. La ciencia, en el sentido
pleno de su concepto, es, efectivamente, debe seguir siendo, la empresa de la
razón: la libertad de la consciencia. Y, por supuesto, “la ciencia positiva como
técnica recibe pues su impulso de la ciencia como razón”.
2. Si de reflexionar, opinar y matizar se trata
Si el realismo tiene mil caras, en el cómputo aproximado del gran filósofo
analítico Hilary Putnam, la ciencia y la tecnología contemporáneas superan
ampliamente ese número. Es asunto proclive a una alta y más que arriesgada
tensión especulativa hablar en términos generales de las vinculaciones de algo
163
tan complejo, diverso, amplio, en absoluto estático y con tan numerosas
prolongaciones y variantes sociales, culturales, económicas, militares y
políticas como es la tecnociencia contemporánea con instituciones tan o más
complejas como las grandes multinacionales y los Estados y las
organizaciones políticas (partidos, sindicatos, agrupaciones, agencias,
organizaciones, fundaciones, etc), algunas, muchas de ellas si se quiere,
aunque no todas por supuesto, a su servicio o bajo su orientación manifiesta u
oculta.
Sin olvidar esa enorme complejidad, puede afirmarse de forma general, y sin
riesgo de extravío, error o ceguera de dogma, que algunas instituciones
políticas, los Estados entre ellas, a través de presupuestos o partidas
económicas más o menos ocultadas, abonan y facilitan –y a veces intentan
orientar- el desarrollo de determinadas ramas y programas de investigación
por sus potenciales aplicaciones, especialmente las militares.
Por otra parte, a las corporaciones, fundaciones y mecenas asociados no les
suele empujar como principal motivación de su intervención en este ámbito la
pobre y desnuda aspiración gnoseológica de amor al conocimiento per se. No
es éste el valor que rige sus actuaciones y sus ansias (monopolísticas) de
ampliación de la cuota de mercado aunque, ciertamente, en otras casos lo que
realmente impera es mejorar su imagen filantrópica. Los beneficios. la
acumulación de capital, son sus metas centrales en el caso de la industria y,
por supuesto, generan sus propias normas (confidencialidad, participación en
beneficios,...) Estas no siempre o casi nunca casan bien con la búsqueda
rigurosa e ininterrumpida, socialmente comprometida y crematísticamente no
obsesionada que para muchos, también para nosotros, es o debe ser la ciencia.
La verdadera narratividad, no la usualmente publicitada en encuentros y
reuniones ad hoc, de las grandes multinacionales y los grandes poderes
políticos, nacionales e internacionales, no suele tener páginas o escenas
ajustadas al guión que hemos señalado.
Sin embargo, como en tantas ocasiones, matizar (matiz es concepto nos
enseñó Manuel Sacristán), no confundir ni confundirnos, no tratar ni pensar
reductivamente procesos y circunstancias muy heterogéneos, no unir lo que no
de ninguna manera debe ser unido de manera automática (ciencia con poder,
ejércitos, explotación, comodidad, servilismo y dinero) es también aquí punto
básico. Si el cientificismo alocado [4] no es un humanismo prudente ni una
aconsejable filosofía de la praxis tampoco lo son el simple (y fácil)
antirracionalismo anticientífico o la descalificación global -y muchas o
algunas veces muy desinformada- de las prácticas, finalidades y conquistas
científicas.
Nuestra posición al respecto, expuesta de forma general, puede ser enunciada
en los siguientes términos:
164
Una crítica frecuente irrumpe en tendencias relacionadas con lo que,
erróneamente en nuestra opinión, suele denominarse saber o pensamiento
“alternativo”. La ciencia, se afirma, sigue sumisa y al pie de la letra las
directrices de gobiernos o grandes corporaciones cuyas prácticas pueden incluso suelen, se remarca- transgredir normas consensuadas. Los científicos
en general, algunos de ellos sin apenas resistencia, no tienen independencia
real de criterio y actuación, están al servicio, sumisos conscientemente
además, de esos poderes y de sus aspiraciones. La resistencia crítica es nula.
Pero no es así realmente, las caricaturas y simplificaciones no suelen ayudar a
una comprensión ajustada. Tampoco en este caso. En ningún departamento,
centro de investigación o facultad de ninguna universidad pública conocida
(no entramos en el ámbito de los centros privados), se recibe un boletín oficial
o unas exigentes directrices empresariales que obliguen a mantener una
determinada posición en una disputa científica. Las novedades, controversias
en numerosos puntos, temas y perspectivas, incluso en asuntos básicos, son
“el estado natural”, el ser real de la ciencia y de todos los científicos que
hagan honor a su nombre. En ciencia no existen, no deben existir dogmas ni
directrices externas. La ciencia y el “sostenella y no enmendalla” son en
general, no nos atrevemos a afirmar siempre y en todo lugar (las
cosmovisiones y las implicaciones temáticas y profesionales directas ejercen
su papel por supuesto [5]), ámbitos con intersección vacía. Así ha sido hasta
ahora en la mayoría de los casos, así debe seguir siendo en el futuro por
motivos poliéticos, por dignidad, por las propias características de la
aspiración científica y en beneficio del propio desarrollo del saber humano.
Esa forma de hablar, el uso, frecuente en ocasiones, de la expresión “ciencia
oficial”, no es correcta ni justa ni ajustada. La base “teórica” de muchos de los
grupos y colectivos que se presentan como partidarios o generadores de una
“ciencia alternativa” y más moderna es, en realidad, muy antigua y en general
bastante o muy desinformada. Algunas veces se pregunta-insinúa: “y la
ciencia oficial, ¿qué opina de este o aquel asunto?”. Los científicos que no han
renunciado a serlo, la gran mayoría, no siguen instrucciones. Ni de gobiernos
ni de las grandes multinacionales ni tampoco, si actúan con rigor y corrección,
de sus intereses particulares o de colectivos afines. La opinión que suelen dar,
y que sin duda puede estar equivocada o ser incompleta en muchos casos, es
el criterio científico mayoritariamente aceptado por la comunidad de
investigadores, por los practicantes de la ciencia normal por usar la conocida
terminología (ciertamente gastada y algo imprecisa) del físico y filósofo
Thomas S. Kuhn. Pero el colectivo como tal, esta o aquella comunidad
científica, los científicos madrileños o argentinos o las científicas francesas,
chinas o rusas no reciben ninguna instrucción de ningún organismo, público o
privado, sobre lo que tienen que decir o sobre el modo en que tienen que
manifestarse en determinado asunto. No habría verdadera ciencia, no se
practicaría buena ciencia, no se ayudaría al avance del conocimiento humano
165
en caso contrario. Quien obrara así no podría ser considerado miembro de la
comunidad científica, su actuación sería criticada y rechazada.
En ciencia (y no sólo en ciencia como es sabido), la libertad de investigación
y la honestidad en la generación y presentación de los resultados es esencial.
También aquí, por supuesto, la corrupción, el engaño y el fraude, que no
desconocemos ni justificamos en ningún caso, son huevos de serpientes muy
dañinas y mortíferas. Pero no son, éste es el punto, norma ni ley ni práctica
generalizada urbi et orbe. El espíritu crítico no puede, no debe transformarse
en espíritu inquisidor.
Todo lo anterior no es obstáculo para reconocer la existencia de nudos mucho
más sombríos que no pueden ser desconocidos.
Notas
1) Véase Chris Hedges, La muerte de la clase liberal, Madrid, Capitan Swing,
2015, pp. 104-105 (traducción de Jesús Cuellar).
2) Tokyo Electric Power Company, la empresa propietaria, entre otros
reactores, de la central nuclear de Fukushima
3) Véase Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal, Ciencia en el
ágora, Vilassar de Dalt (Barcelona), El Viejo Topo, 2012, cap. VI.
4) Lowell Wood es ejemplo destacado. Antes de convertirse en proponente de
la “Opción Pinatubo” (rociar la estratosfera con sulfato para luchar contra el
cambio climático), era conocido por estar detrás de los elementos más
fantasiosos y militaristas del programa de defensa de la administración
Reagan conocido como “Guerra de las Galaxias”.
5) Naomi Klein (Esto lo cambia todo, Barcelona, Paidós, 2015, p. 67) da el
siguiente ejemplo: el 97% de los científicos en activo dedicados al estudio del
clima considera que los seres humanos somos una causa importante del
cambio climático; en cambio, entre los geólogos económicos, entre los
científicos que estudian las formaciones naturales para su potencial
explotación comercial por la industria extractiva, el porcentaje es apenas del
47%. Así, pues, má de la mitad de estos últimos opina o dice opinar que no
existe un cambio climático debido a causas humana
Fuente: Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global, n.º 133,
primavera de 2016.
166
Entrevista/ “Las universidades no formamos robots”
Francisco López Pérez. El nuevo rector general de la Universidad Central de Nicaragua analiza
la calidad de la educación superior y cómo mejorarla.
Uriel Velásquez
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/397288-universidades-no-formamos-robots/
Las nuevas tecnologías juegan un papel clave para mejorar la calidad de la educación superior,
dice Francisco López Pérez, sociólogo y especialista en Derecho, nombrado rector general de la
Universidad Central de Nicaragua.
Agrega que el primer paso es mejorar la calidad de los docentes, luego potenciar el uso de las
herramientas digitales y ofrecer una óptima infraestructura en los recintos universitarios.
López afirma que para mejorar la educación superior los estudiantes también deben aportar,
porque se trata de “una responsabilidad compartida”.Francisco López Pérez, nuevo rector de
la UCN.- Francisco López Pérez, nuevo rector de la UCN. -
¿Cuáles son los principales desafíos para alcanzar una mayor calidad en la educación?
Hemos realizado un proceso de autoevaluación durante tres años y podemos concluir que la
búsqueda de la calidad de la educación debe ser un proceso permanente. No es que ya
mejoramos la educación una vez y hasta ahí llegamos. No. Se debe mejorar la capacitación y
formación de los docentes, la tecnología que se usa para la educación superior a través del uso
de Entornos Virtuales de Aprendizajes (EVA) y la infraestructura de los recintos universitarios.
A los estudiantes se les debe facilitar no solo la enseñanza teórica y práctica, también se le
debe inculcar el deporte y la cultura. La condición física y mental es determinante para el
desarrollo de la vida estudiantil.
En el caso de la tecnología es necesario mayor apertura de laboratorios de aprendizaje por
cada carrera, principalmente las que tienen que ver con medicina, química y las ingenierías.
Todo esto para buscar un fin, un impacto.
¿57 universidades en todo el país cree que son suficientes?
Sí. De hecho el Consejo Nacional de Universidades (CNU) desde hace tres años ha dispuesto no
autorizar más universidades. Creo que en este momento como país debemos enfocarnos más
en la calidad y no en la cantidad.
En Nicaragua cada año salen 60,000 bachilleres y muchos de estos se quedan estancados y no
llegan a las universidades. Por lo tanto debemos enfocar nuestro esfuerzo para captar a este
grupo de jóvenes y (que) accedan a la educación superior.
¿Las universidades de Nicaragua están satisfaciendo las necesidades de las empresas?
Creo que en eso debemos trabajar más. Actualmente existe una alianza entre universidadempresa donde participa el Consejo Superior de la Empresa Privada y todas las universidades
del país a través del Consejo Nacional de Rectores, para que las universidades no andemos por
167
un lado y las empresas por otro. Con esto me refiero a que las universidades graduemos (a)
profesionales que el país en verdad necesita.
Carreras como Derecho y Psicología son muy demandadas y los estudiantes una vez egresados
se encuentran con el desempleo, ¿porqué hay sobrepoblación en esas áreas?
Eso es precisamente lo que queremos mejorar. Los abogados son un buen ejemplo. El país está
demandando otro tipo de profesionales, sobre todo en el área de las agroindustrias, las
ingenierías y la medicina. Si comparamos con los otros países de la región centroamericana,
Nicaragua es la cenicienta en cuanto a producción de médicos.
Además, debemos tomar en cuenta los proyectos a largo plazo del Gobierno, como el Canal
Interoceánico. Si este proyecto se concreta, las universidades debemos analizar nuestros
planes de estudios y modificarlos de cara a esta obra, tendríamos que abrir nuevas carreras.
El mercado laboral está cada vez más saturado, ¿ustedes, como UCN, incluyen dentro de sus
planes de estudio la enseñanza del emprendedurismo?
Estamos reformando nuestros planes de estudio. En este momento se aborda, pero no como
una materia. Para 2017 incluiremos el inglés para todas las carreras, el emprendedurismo y el
abordaje de temas ambientales. Esos tres elementos son importantes para todo estudiante.
¿Cómo un recién egresado de la universidad que se anima a emprender, logra el éxito si no
tiene experiencia?
El miedo al fracaso siempre está presente. La única manera de lograr el éxito es haciéndolo. No
hay otra fórmula. Aunque nosotros le digamos que va a encontrar obstáculos, aquí lo
importante es la actitud que el emprendedor tenga, se debe pensar de forma positiva.
"El país está demandando otro tipo de profesionales, sobre todo en el área de las agroindustrias, las ingenierías y la medicina”. FRANCISCO LÓPEZ PÉREZ, Rector general de la Universidad
Central de Nicaragua.
¿Cómo facilitan ustedes que sus estudiantes adquieran experiencia profesional?
Referente a la experiencia nosotros establecemos convenios con empresas e instituciones
públicas para que nuestros estudiantes logren realizar sus prácticas, pero los estudiantes
deben meterse en su papel como profesional, no ser pasantes de papeles. Para que un pasante
dé la talla en una empresa o donde vaya a dar sus prácticas, también es importante que su
universidad le facilite el acceso a laboratorios especializados y bien equipados, por ejemplo en
medicina y química.
Hablemos de la retención universitaria. En el 2013 hubo una retención estudiantil del 87%,
¿cuáles son las causas para que el otro 13% abandone la universidad?
Hay varios factores. En las universidades privadas, principalmente, es por asuntos económicos.
Y en las universidades públicas esto se da por factores que tienen que ver con la vocación del
estudiante. Aunque hay gratuidad en la enseñanza, puede ser que alguien optó por una
carrera como Medicina y por problemas de cupo no clasificó y termina estudiando cualquier
cosa, menos lo que le gusta, entonces por eso se sale. Nosotros tenemos una retención
estudiantil del 85%.
A las universidades llegan estudiantes con problemas psicológicos y familiares. Unos quizás
han sufrido violencia o son testigos de violencia en sus casas. Otros fueron abandonados por
168
sus padres y todo esto impide que el estudiante se integre de forma plena. En ese sentido es
importante que la universidad se involucre con el estudiante para darle un acompañamiento
profesional para que pueda desarrollarse en su vida académica.
¿Cómo el estudiante puede aportar para tener una educación de calidad? O ¿es solo un
trabajo de las universidades?
Debe haber un balance de un 50% la universidad y 50% el estudiante. Ahora el docente no es
el sabelotodo. No. El docente es visto como un facilitador de la enseñanza. El estudiante debe
contribuir con autoestudio y responsabilidad. No solo se trata de asistir a clases y cumplir con
las tareas. Las universidades no formamos robots, esto se trata de una responsabilidad
compartida.
El dirigente
Francisco López Pérez.
En el año 1978 recibió el título de Licenciatura en Sociología en el programa del Consejo
Superior de Universidades Centroamericanas (Csuca), en la Universidad de Costa Rica.
Desde el año 2000 hasta el año 2016 fue vicerrector general de la Universidad Central de
Nicaragua (UCN) y secretario de su Junta Directiva.
Actualmente es el rector general de la UCN.
Secretario nacional de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC)
El dogma de mercado y las herejías que nunca llegan a convertirse en
Blasfemias
Las críticas neoliberales al neoliberalismo
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214205
José Francisco Puello-Socarrás
Rebelión
Resumen. El artículo analiza los cambios y las continuidades ideológicas en
los procesos de alienación en el marco de la crisis del capitalismo neoliberal
actual, ponderando este plano a partir de la activación de las capacidades
hegemónicas para renovarse (resiliencia). Mantiene como clave de
argumentación el giro en las prácticas discursivas al interior del pensamiento
neoliberal. Este movimiento registra un desplazamiento discursivo (también
de los lugares de enunciación) desde las corrientes ortodoxas (posiciones
consideradas “dogmáticas” y “fundamentalistas” de mercado), hacia
expresiones heterodoxas del neoliberalismo (perspectivas en las cuales el
mercado continúa siendo el eje fundamental para la producción y
reproducción de las relaciones sociales). Los cambios intra-hegemónicos se
caracterizan por el tránsito desde una primera versión de neoliberalismo
tendiente a la “desregulación” (1970-2000) hacia una nueva síntesis o versión
169
de nuevo cuño: el neoliberalismo regulado o nuevo neoliberalismo (2000actual). Este acontecimiento garantiza relegitimar ideológicamente la doxa de
mercado (hoy en crisis) reforzando la continuidad del statu quo para el
capitalismo de época. Una manera para aproximar este hecho, histórica y
actualmente, parte de la reflexión sobre las críticas neoliberales al
neoliberalismo, conceptualizándolas como herejías frente a este pensamiento
en su faceta dogmática.
La herejía es indispensable para comprobar la salud del dogma. José Carlos
Mariátegui
1. Neoliberalismo… ¿sobrevendido? Preliminares
La última edición de la revista oficial del Fondo Monetario Internacional
(FMI): Finance & Development (Junio 2016), incluye un artículo, titulado
suspicazmente: “Neoliberalism: oversold?” (traducido al español
como: Neoliberalismo… un espejismo?). Ostry, Loungani y Furceri (2016),
tres economistas pertenecientes a ese organismo, reconocen algunos secretos a
voces que estratégicamente han sido omitidos por la ideología dominante.
Por ejemplo, la emergencia de la agenda neoliberal, la cual varios analistas
han venido ubicando alrededor de la década de 1980s asociada a los gobiernos
conservadores de Reagan y Thatcher había evitado vincular al
neoliberalismo ab origine con el “milagro chileno”. A su manera, estos
autores desmienten la pretendida epifanía planteada en su oportunidad por
Milton Friedman).
Esta primera alusión resulta importante puesto que si bien no se reconoce
explícitamente, permite seguir subrayando que la plataforma neoliberal
irrumpió tempranamente en América Latina a través de los golpes de Estado,
empezando por el asestado al gobierno socialista democráticamente elegido de
Salvador Allende, y la dictadura cívico-militar que impuso Pinochet en el
marco del Plan Cóndor auspiciado por los Estados Unidos, según lo han
ratificado los documentos desclasificados por este mismo gobierno. Este
“modelo” después de haber sido decretado manu militari en la región, fue
imitado en Inglaterra y los Estados Unidos, y más tarde desplegado a nivel
global, en varias ocasiones siguiendo su mecanismo inaugural: a sangre y
fuego (cuestión crucial que se omite nuevamente).
170
En todo caso, esta declaración fondomonetarista abre de nuevo la oportunidad
para seguir subrayando la naturaleza inherentemente autoritaria y
antidemocrática del neoliberalismo desde su mismo estreno, hasta los tiempos
presentes. El documento destaca además que, si bien la agenda neoliberal
habría traído "beneficios" para el mundo contemporáneo −según los autores,
mayores tasas de crecimiento y competencia internacionales; limitaciones a
los Estados que desgobernaban sus sociedades abusando del déficit fiscal; la
expansión del comercio global, de la cual afirman los autores “rescató” a
millones de personas de la pobreza (¡nunca lo demuestran!); la transferencia
de tecnología hacia los países en desarrollo; y, mejoras en la eficiencia en la
provisión de servicios, entre otras tantas virtudes−, existirían tres promesas
incumplidas por el neoliberalismo que pueden resumirse así:
- Los beneficios en términos del crecimiento económico son bastante difíciles
de establecer cuando se observan un número amplio de países.
- Los costos en términos de una creciente desigualdad son prominentes. Tales
costos reflejan la ‘contrapartida’ entre los efectos del crecimiento y la
desigualdad de varios aspectos de la agenda neoliberal.
- La creciente desigualdad a su vez afecta (negativamente) el nivel y la
sustentabilidad del crecimiento. Incluso si el crecimiento es el único o el
principal propósito de la agenda neoliberal, la defensa de tal agenda aún
necesita prestar atención a los efectos distributivos.
Las reacciones no se hicieron esperar. Para el Financial Times la publicación
ha sido un “inapropiado mea culpa del neoliberalismo” –así se lee literalmente
en una editorial dedicada a este artículo −, puesto que esas ideas auxilian
“(…) regímenes opresivos en todo el mundo que se posicionan como cruzados
contra el neoliberalismo, subyugando a su población con medidas
económicas ineficaces”. Otros comentaristas, en cambio, dicen estar
sorprendidos que desde las entrañas del FMI se haya criticado la orientación
ideológica, política y económica defendida dogmáticamente por ese
organismo durante décadas: el neoliberalismo.
Entre el calidoscopio de las reacciones, por ejemplo, Dani Rodrik afirmó:
“¿Qué demonios está pasando?… El FMI se une a las críticas al
neoliberalismo”. Por su parte, Naomi Klein (autora delbest-seller: “La
doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, 2008), se preguntó:
“el FMI admite que el neoliberalismo es un fracaso, ahora todos los
multimillonarios que ha ayudado a crear van a devolver su dinero, ¿verdad?”
(1). Pero, ¿qué tan cierto es que el FMI “se une” a las críticas al
neoliberalismo? ¿Cuáles son los alcances y el significado ideológico y
práctico de estas “críticas”?
171
De entrada hay que matizar las extrañezas advirtiendo que situaciones como
las propiciadas por el artículo de Ostry et alter y algunos comentaristas, no
son nuevas ni inéditas. Hacen parte de la tendencia más reciente y actual del
discurso hegemónico, el cual pretende seguir reforzando la continuidad del
capitalismo neoliberal aunque bajo una “nueva síntesis”, una versión de nuevo
cuño. Este giro en las prácticas discursivas hegemónicas desde posiciones
consideradas “dogmáticas” y “fundamentalistas” de mercado hacia otras
perspectivas neoliberales en las cuales el mercado es fundamental,
recientemente han sido denominadas de varias maneras: neoliberalismo
regulado (Watkins 2010), nuevo neoliberalismo (Puello-Socarrás 2008a y
Puello-Socarrás et alt.2015) (2).
Aunque estos acontecimientos no son signos que alertan sobre un cambio de
época y de rupturas, sí evidencian una época de cambios al interior del
neoliberalismo que debe ser subrayada, teórica y políticamente, con el
objetivo de reorganizar las fuerzas social-populares y retomar las praxis
auténticamente contra el neoliberalismo.
Después de varios años de ser demostrativas −en frecuencias e intensidades−,
especialmente en NuestrAmérica, las resistencias sociales y populares
lograron posicionar regionalmente una perspectiva de contestación política
frente al neoliberalismo. Incluso, los primeros años del siglo XXI llegaron a
elevar tanto horizontes anticapitalistas como,
“(…) la austeridad acabaría consolidándose como una forma peculiarmente
germana de organizar la economía, hasta terminar convertida en el principio
rector del diseño sobre el que habría de estructurarse el proyecto europeo…
La escuela austriaca también vendría a transformarse en una especie de
cabeza de playa para los estadounidenses deseosos de recargar sus baterías
con nuevos argumentos a favor de la austeridad” [énfasis propio].
formas alternas-y-nativas, alternativas al desarrollo neoliberal: v.gr. postdesarrollismos (véase Escobar, 2005 y Quijano, 2014); paradigmas
civilizatorios del Buen-vivir-Bien como suma qamaña, summa kawsay, ñande
reko (véase Yampara & Temple, 2008); “socialismos raizales” (véase FalsBorda, 2013). Sin embargo, este movimiento de alternativas parece hoy
ponerse entre paréntesis, entre varias razones, por inadvertir las influencias
que ejercen esta clase de operaciones ideológicas hegemónicas.
2. Críticas neoliberales al Neoliberalismo: tesis y evidencias
Tesis #1. Lejos de verificar el “final de sus finales”, como fue anticipado
errónea y precipitadamente –al decir de Harvey (2004)–, por “agoreras
predicciones” desde distintos oráculos entusiastas realizados por distintos
sectores, hoy nuevamente exacerbados con ocasión del artículo de Ostry et
172
alter (3), y a pesar de debatirse en una crisis sin precedentes que cuestiona
fuertemente sus fundamentos históricos en diferentes dimensiones (una de
ellas: la ideológica), el neoliberalismo ni se desvanece ni se debilita. En
contraste: el neoliberalismo continúa profundizándose globalmente y se
consolida como el proyecto económico político del capitalismo tardío, hoy
actualmente vigente.
La construcción de una sociedad de mercado (no sólo de una “economía”, dos
cosas distintas) a nivel planetario continúa siendo la (contra)utopía de las
élites mundiales. Como muestra Mirowski (2013), la crisis capitalista mundial
en curso y los últimos shocks (v.gr. financiero, socio-ambiental, trayendo a
colación únicamente dos de ellos), antes que servir para debilitar socialmente
o falsear en lo ideológico la vigencia del neoliberalismo, paradójicamente han
reforzado su persistencia.
Esta declaración omite deliberadamente que varias ‘políticas’ de la era
Kirchner (los ex - presidentes Néstor y Cristina Fernández, entre 2003-2015),
estuvieron evidentemente alineadas y en consonancia con los postulados
neoliberales del fondomonetarismo. Seguramente, uno de los ejemplos
paradigmáticos fue la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central de la
República Argentina (BCRA) (véase Gambina, Puello-Socarrás & Castiglioni
2012).
Le asiste la razón a Slavoj Žižek (2003, 7) cuando señala que para la mayoría
de la gente común: “Hoy... parece más fácil imaginar el ‘fin del Mundo’ que
un cambio mucho más modesto en el modo de producción, como si el
capitalismo liberal fuera lo ‘real’ que de algún modo sobrevivirá, incluso bajo
una catástrofe ecológica global”.
Esta (contra)utopía se encuentra hoy en firme y proyectándose. Varios
dispositivos concretos como los Tratados de Libre Comercio de última
generación: Trans-Atlántico (EE.UU. + Unión Europea) o Trans-Pacífico
(EE.UU. + 11 países pertenecientes a la Cuenca del Océano Pacífico) o,
instancias subordinadas a estos acuerdos como la Alianza del Pacífico, son
ilustrativos de este hecho.
Tesis #2. Hoy y ayer, las (supuestas) críticas al neoliberalismo, sobre todo
aquellas que provienen desde lugares de enunciación indudablemente
hegemónicos, como el FMI (el Banco Mundial, el Banco Interamericano de
Desarrollo, más recientemente, el Foro Económico Mundial), no
son críticas en el sentido de pretender modificar, menos aún intentar superar,
el actual estado de cosas. Ciertamente, este neoliberalismo crítico del
neoliberalismo, ni siquiera pretende impugnar los efectos que él mismo ha
causado en el pasado, acertadamente descritos como holocausto social (MaxNeef 2015). Este tipo de sagaces diatribas hay que interpretarlas como
173
estrategias discursivas resilientes desde el interior del neoliberalismo, una
forma de regenerar −al decir de F. Bergsten (2011)− su “maltrecha imagen”,
tanto en el sentido ideológico como práctico (4).
Tres argumentos claves permiten confirmar la tendencia comentada en la
anterior tesis.
2.1. Desde el shock financiero global (2007-2008) se han exacerbado las
críticas al libre mercado. ¡Incluyendo las “críticas” al neoliberalismo hechas
por los mismos neoliberales!
En tiempos recientes, no hay líder en el mundo que pertenezca a las potencias
globales, norteamericanas o europeas, o provenga de las élites desde los malllamados países emergentes o las naciones consideradas sub-desarrolladas,
que no se haya pronunciado “en contra” del neoliberalismo. Por supuesto, esta
astucia ha sido característica entre aquellos que han promovido dogmática y
obedientemente la agenda económica y el proyecto sociopolítico neoliberales
en el pasado. Algunos ejemplos sobre este particular resultan paradigmáticos.
“(…) “proveer consejos expeditos y persuasivos de política y ayudar a diseñar
e implementar programas de reforma económica” anticipando que tales
programas de reforma involucrarían “un balance entre dolorosos ajustes de
política que necesariamente afectan el crecimiento económico en el corto
plazo y el transitorio y necesario apoyo financiero” (Truman citado por
Puello-Socarrás 2010).
Para Peer Steinbrück, Ministro de Finanzas de Alemania (2005-2009): “El
capitalismo de laissez-faire” y la idea de que “los mercados deberían ser
liberados de la regulación tanto como fuera posible son argumentos errados y
peligrosos” (EUObserver, 26 septiembre 2008). Los mercados financieros
globales se habían convertido en “monstruos”, proponía Steinbrück, siguiendo
un apelativo antes enunciado por Horst Köhler, antiguo ¡director gerente del
FMI! (2000- 2004) cuando oficiaba como Presidente de la República Federal
Alemana. Ante ello, se precisaba “civilizar” a los mercados, a través de “la
decidida acción de los gobiernos” o, en palabras de Köhler (Financial Times,
mayo 15 2008), mediante “una mayor regulación”.
La idea de un mercado libre pero “civilizado” fue replicada en simultáneo por
otro alemán: Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) en la Carta
Encíclica: Caritas in Veritate (2009). Hoy es un pronunciamiento insistente en
las exhortaciones supuestamente contra el neoliberalismo, por parte del
argentino Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco. Las controversias, en este
sentido, han tenido que ser aclaradas públicamente por el Vaticano, a través de
su mano derecha, el cardenal Reinhard Marx. Esta línea discursiva,
el cato- neoliberalismo (véase Puello-Socarrás 2015 y 2014a) resulta ser una
174
de las expresiones más diáfanas sobre las pretensiones del neoliberalismo
crítico del neoliberalismo: recrear una Economía Social de Mercado (ESM) a
nivel global, derrotero en cual coinciden contemporáneamente el Vaticano y
la canciller alemana Ángela Merkel e históricamente, con Milton Friedman y
Augusto Pinochet.
Gordon Brown, ex Primer Ministro Británico, proponía que el año 2008:
“finalmente marcaba el final de la vieja época del dogma del libre mercado
desenfrenado”. Nicolás Sarkozy, reconocido promotor de las ideas
neoliberales, fungiendo como Presidente de Francia sentenciaba también:
“(…) la idea del mercado omnipotente sin reglas ni intervención política es
descabellada. La autorregulación se acabó. El laissez-faire se acabó. La
omnipotencia del mercado que siempre tiene la razón, se acabó” (Liberation,
26 septembre 2008). Mientras que su compatriota, Dominique Strauss-Kahn
(2011), en la época en que servía como !Director Gerente del FMI!, durante
una conferencia en Washington, silenciaba un auditorio sosteniendo que la
bitácora fondomonetarista desde los años 1990s: “El Consenso de Washington
pertenec[ía] al pasado”.
Barack Obama inauguró su mandato presidencial en los EE.UU., diciendo:
“La pregunta que hay ante nosotros no es si el mercado es una fuerza benéfica
o enferma. Su poder para generar riqueza y ampliar la libertad resulta
incomparable. Pero esta crisis nos ha recordado que sin un ojo vigilante, el
mercado puede salirse de control” (Discurso de posesión presidencial, 2008)
Al mismo tiempo que el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz
aseguraba:
El programa de la globalización ha estado estrechamente ligado a
los fundamentalistas del mercado: la ideología de los mercados libres y de
la liberalización financiera. En esta crisis, observamos que las instituciones
más basadas en el mercado de la economía más basada en el mercado se
vienen abajo y corren a pedir la ayuda del Estado. Todo el mundo dirá ahora
que éste es el final del fundamentalismo del mercado. En este sentido, la
crisis de Wall Street es para el fundamentalismo del mercado lo que la
caída del muro de Berlín fue para el comunismo: le dice al mundo
que este modo de organización económica resulta insostenible. Al final,
dicen todos, ese modelo no funciona [énfasis propio] (El País, 21 de
septiembre de 2008).
El cientista político norteamericano Francis Fukuyama quien un par de
décadas atrás había sentenciado El fin de la Historia (¡de la humanidad!) bajo
el capitalismo neoliberal y sus instituciones, proponía taxativamente, ese
mismo año:
175
(…) cierta versión de capitalismo ha colapsado… Entre 2002 y 2007
mientras el mundo disfrutaba un período de crecimiento económico sin
precedentes, era fácil ignorar a esos socialistas europeos y populistas
latinoamericanos que denunciaban el modelo usamericano como “capitalismo
de vaqueros“. Pero ahora que el motor de ese crecimiento, la economía
norteamericana, se ha descarrilado y amenaza hundir al resto del mundo con
ello. Peor, el culpable es el modelo Americano mismo: bajo el mantra
de menos gobierno…” [énfasis propio; cursivas no pertenecen al texto]. (‘The
End of American Inc.’, The Economist, 3 octubre de 2008).
En este itinerario de relatos, no hay que dejar de señalar que desde América
Latina y el Caribe, laboratorio de resistencias donde se desplegaron las luchas
más determinantes contra el neoliberalismo durante el cambio de milenio,
varios gobiernos se hicieron al mote del “capitalismo (en) serio”,
convergiendo con la impronta de las prácticas discursivas de los países
centrales que antes consignábamos.
Precozmente en 2003, el extinto presidente de Argentina, Néstor Kirchner
explicaba ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires:
El plan es construir en nuestra patria un capitalismo en serio, con reglas
claras en las que el Estado juegue su rol inteligentemente para regular, para
controlar, para hacerse presente donde haga falta mitigar los males que el
mercado no repara, poniendo un equilibrio en la sociedad que permita el
normal funcionamiento del país (Kirchner, 2003).
Como antesala a las reuniones del G-20 en 2011, en la Cumbre paralela al G20, llamada B-20 (congreso de empresarios), realizado en Cannes (Francia),
su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, presidente en ejercicio, insistía por
enésima vez:
“Lo que estoy proponiendo es volver al capitalismo en serio, porque esto que
estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarcocapitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie” [énfasis propio]
(Clarín 3/11/2011).
Este lema encontró afinidades tanto con la versión uruguaya, muchas veces
remarcada por ex presidente de la República José ‘Pepe’ Mujica (véase Percy
2015) (5) ; como con el neo-liberal-desarrollismo del Partido de Los
Trabajadores brasileño durante los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva y
Dilma Rousseff (véase Iasi , 2012).
En esos momentos, muchas personas pudieron reaccionar desprevenidamente
de la misma manera en que lo hizo Rodrik y decir: “¿Qué diablos está
pasando? Reconocidos neoliberales ¡se critican así mismos!”. Y de ahí
176
pudieron surgir las más variadas especulaciones sobre hipotéticos mea culpa,
arrepentimientos o supuestos actos de contrición.
Todas estas declaraciones, no obstante, se entienden en su justa proporción y
real dimensión cuando se revelan los auténticos propósitos que las animan:
a) Regenerar la “maltrecha imagen” del capitalismo neoliberal,
presentándolo ahora en una versión menos fundamentalista (dogmática) . Para
ello ha sido preciso realizar una crítica al mercado “desenfrenado”,
“anárquico”, “desregulado”, “monstruoso”, pero al mismo tiempo, avalando la
existencia de otra (supuesta) cara del Mercado “con límites”, “serio”,
“regulado”, “civilizado”, etc.
b) Alejarse del perfil ab origine del neoliberalismo promoviendo su
continuidad bajo una versión de “tercera vía”, en la cual los llamados a
la regulación estatal (o gubernamental), resultan cruciales . Estas
invocaciones niegan firmemente toda posibilidad de convalidar el
intervencionismo de Estado (a la Keynes) o las modalidades de Planificación
estatal (Socialista), reafirmando también el reconocimiento neoliberal según el
Mercado ni es omnipotente ni perfecto; no obstante, sigue intacta la
convicción que el Mercado debe ser el criterio ordenador omnipresente y
(re)productor de la totalidad de las dinámicas sociales −no sólo en cuestiones
de economía, como suele pensarse−, a pesar de la competencia imperfecta que
hoy se acepta en las lógicas de mercado (6).
Ambas situaciones, últimamente, han sido reiteradas tanto en los discursos
como en las prácticas en medio del tránsito global, desde el neoliberalismo
desregulado del pasado (el modelo angloamericano) hacia el
(nuevo) neoliberalismo regulado del presente (7).
Este giro se encuentra respaldado ideológica y teóricamente por versiones
menos fundamentalistas del neoliberalismo histórico, alejadas precisamente
del “modelo (anglo)americano” −tal y como lo sugieren Fukuyama y también
lo recalca Stiglitz, como se verá más adelante−, más próximos a los
fundamentos heterodoxos de raigambre austro- alemán, entre ellos
la economía social de mercado, los cuales podrían resumirse sintéticamente
alrededor de dos lemas básicos: i) Freie Wirtschaft, starker Staat (“Economía
libre, Estado fuerte”); y, ii) So viel Markt wie möglich; so viel Staat wie
nötig (“tanto Mercado como sea posible, tanto Estado hasta donde sea
necesario”) (véase Puello- Socarrás 2008a y 2015a).
Y es que no hay que olvidar que el proyecto neoliberal de largo plazo, es
decir, más allá de las coyunturas propias de su auge y evolución tempranas –si
se quiere, las fases de ‘choque’, identificadas con aquella versión
fundamentalista más dogmática, a lo cual Klein (2007) llamó: la doctrina del
177
shock−, se concibió alrededor de una Economía Social de Mercado (ESM), la
cual tuvo como laboratorio in vivo ab origine ¡Chile en tiempos de Pinochet!,
como quedó registrado en uno de los tantos intercambios epistolares entre el
dictador austral y el pater putative del neoliberalismo, Milton Friedman:
El problema económico fundamental de Chile tiene claramente dos aristas: la
inflación y la promoción de una saludable economía social de
mercado (…) El mayor error, en mi opinión – plantea Friedman -,
fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de
creer que es posible administrar bien el dinero ajeno. [énfasis propio; cursivas
no pertenecen al texto] (Friedman 1998, 591: Carta al “Excmo. Sr. Augusto
Pinochet Ugarte” , 21 de abril de 1975).
2.2. Operadores (intelectuales) en construcción (del nuevo neoliberalismo)
Al día de hoy, existe un contingente emergente, pero relativamente
consolidado de neoliberales críticos del neoliberalismo. Desde
variados locus individuales y colectivos: organizaciones multilaterales (¡entre
ellas el Fondo Monetario Internacional!), centros de investigación,
universidades, think tanks y, especialmente, personalidades mundialmente
publicitadas, los denominados (nuevos) money-doctors – o “profetas de la
economía”; aunque aquí preferimos seguir la caracterización hecha por John
Perkins: Economic hit-men (2006) –, las operaciones para la regeneración
ideológica del neoliberalismo tardío avanzan sin titubeos.
El análisis sobre los ámbitos académicos e intelectuales, hoy
(progresivamente) hegemónicos, es una oportunidad para comprender y
explicar este acontecimiento. Estos lugares de enunciación y producción
inmateriales se constituyen en piezas claves dentro de la alienación
ideológica, es decir: los procesos de ocultamiento sistemático de las
contradicciones del capitalismo de época. En su fase actual: la neoliberal, en
la cual los desajustes y conflictos socioeconómicos se exacerban (v.gr. los
niveles de desigualdad, pobreza, pauperización, etc.), la mistificación y el
fetichismo ideológicos resultan conditio sine qua non para la reproducción del
sistema como un todo.
La alienación actual puede ser ejemplificada a partir de los roles que han
venido jugando contemporáneamente ciertos perfiles intelectuales,
especialmente, los premios nobel en economía contemporáneos. Sus
actuaciones no sólo influyen sobre los campos de pensamiento en abstracto en
las universidades, comunidades epistémicas o en los imaginarios de la opinión
pública. Son una de las mediaciones ideológicas cruciales con efectos reales y
concretos en distintas orientaciones institucionales: referenciales e
instrumentos en el terreno de las políticas públicas, económicas; diseños
organizacionales, etc.
178
Algunos casos son demostrativos de lo que hemos venido argumentando.
Elinor Ostrom, primer mujer en ganar el premio nobel en economía en 2009 y
politóloga usamericana crítica de la ortodoxia neoclásica (especialmente
del homo economicus) es, a su vez, una de las principales promotoras de las
teorías del emprendimiento y el homo redemptoris, ¡argumentos desarrollados
originalmente por los neoliberales austriacos!
El Gobierno de los bienes comunes (Ostrom 2011), inspirado en las teorías de
F.A. Hayek –recordemos, bautizado como el padre del neoliberalismo–, ha
ganado difusión y gran aceptación, incluso entre sectores de la izquierda
académica en América Latina. Esto aun cuando los planteamientos de Ostrom
proponen una forma tan inédita como velada de gobernanza o “gestión
privada de lo común” (es decir, la mercantilización de los territorios y bienes
comunitarios), a través de la construcción de (nuevas) esferas “públicoprivadas”: espacios sociales que funcionan a partir de lógicas de
mercado, pero respaldados y, sobre todo, “regulados” por el Estado.
Por esta razón, varios autores no han dudado en destacar que la propuesta
teórica de Ostrom insiste en desarrollar una concepción de “lo común” sin
comunidad, es decir: sin lazos comunales (Federici & Caffentzis 2013). Sea
vía negación o destrucción de lo comunal, esta clase de gobernanza para los
bienes comunes reforzaría un tipo de neoliberalismo contemporáneo aplicado
a estos ámbitos (8) (véase Harvey 2013, 28 y 131; Puello-Socarrás 2012,
2015c).
Por otra parte, el francés Jean Tirole, doctor en economía del Massachusetts
Institute of Technology (MIT) estadunidense y galardonado en 2014,
refuerza en otros temas la misma línea discursiva de Ostrom. Tirole ha venido
convocando la construcción de un neoliberalismo “regulado” como forma
para regenerar la dinámica neoliberal de los mercados en medio de la crisis
capitalista hoy vigente:
La economía de mercado ha sido y será el motor de crecimiento y de bienestar
de las naciones. Pero para funcionar bien, la economía de mercado necesita
de regulación para paliar ciertas fallas de mercado y restablecer una buena
responsabilización [sic] de los actores económicos (La Dépêche, diciembre de
2008).
Para que la competencia florezca –plantea Tirole– resulta fundamental que
existan reglas de juego claras y reguladores independientes pues “sin un
regulador fuerte, no hay liberalización eficaz” (Tirole, 2005), advirtiendo que
las acciones estatales o gubernamentales sobre los mercados (la regulación)
deben evitar ser permanentes. Solo se justifican momentáneamente, y “en
caso” que los mercados fallen, es decir: no funcionen correctamente.
179
Por su parte, el académico-tecnócrata Joseph Stiglitz –también premio nobel
de economía en 2001– personifica paradigmáticamente el tipo de operativos
ideológicos a los cuales nos estamos refiriendo. Desde hace varios años,
Stiglitz ha sido posicionado entre la opinión pública estadounidense y mundial
como un “crítico del neoliberalismo”.
Autor del Consenso Post-Washington (Stiglitz, 1998), propuesta que
publicitariamente se postuló a contracorriente del Consenso de Washington
(decálogo de políticas que simplemente es una de las tantas expresiones
del proyecto neoliberal, cuestiones distintas en grado y magnitud), Stiglitz en
realidad continuó reafirmando, con algunos matices, la preeminencia de las
lógicas de mercado, en la misma línea argumentativa de sus pensamientos y
actuaciones más recientes. Hay que reconocer que el zigzagueo discursivo de
Stiglitz y su manera para presentar ciertos temas ante públicos no
especializados tienden a confundir.
Por ejemplo, Stiglitz es reconocido como uno de los más crudos opositores de
los Acuerdos de libre comercio: Trans-Atlántico y Trans-Pacífico que
adelanta el gobierno de su país, los cuales no duda de calificar como “farsa”,
porque en su opinión estos acuerdos comerciales “(…) colocan habitualmente
los intereses comerciales por encima de otros valores… [que] no deben ser
negociables” (Stiglitz, J. “La farsa del libre comercio”, El Espectador, 13 de
julio de 2013).
A primera vista, esta posición podría parecer justamente una crítica; sin
embargo, el mismo autor, aclara:
Si los negociadores crearan un régimen de libre comercio auténtico, en el
que se concediera a las opiniones de los ciudadanos de a pie al menos tanta
importancia como a las de los grupos de presión empresariales, podría
sentirme optimista, en el sentido de que el resultado fortalecería la economía y
mejoraría el bienestar social. Sin embargo, la realidad es que tenemos un
régimen decomercio dirigido, que coloca por delante los intereses
empresariales, y un proceso de negociaciones que no es democrático ni
transparente [énfasis propio] (Stiglitz, J. “La farsa del libre comercio”, El
Espectador, 13 de julio de 2013).
Tal y como reza un refrán anglosajón: el diablo está en los detalles. Aquí las
críticas realizadas al régimen de libre comercio “dirigido”, la farsa, son para
reclamar la necesidad de una versión “auténtica”, un libre mercado puro.
Stiglitz en otras oportunidades ha reafirmado esta cofradía con los postulados
del neoliberalismo heterodoxo (“la segunda escuela”, según sus palabras), a
través de sus críticas a la ortodoxia neoliberal (“la primera escuela” que él
considera heredera de Adam Smith), pero exclusivamente para relegitimar el
proyecto neoliberal del capitalismo de mercado:
180
Durante 200 años, ha habido dos escuelas de pensamiento sobre qué es lo que
determina la distribución de los ingresos –y sobre cómo funciona la economía.
Una, que surge de los pensamientos de Adam Smith y los economistas
liberales del siglo XIX, se centra en los mercados competitivos. La otra —
consciente de la forma como el liberalismo de Smith conduce a una rápida
concentración de la riqueza y el ingreso— toma como punto de partida
la tendencia sin restricciones que tienen los mercados para dirigirse hacia
el monopolio. Es importante entender ambas escuelas debido a que nuestros
puntos de vista sobre las políticas gubernamentales y las desigualdades
existentes se moldean según cuál de las dos escuelas de pensamiento cada uno
de nosotros cree que es la que proporciona una mejor descripción de la
realidad [énfasis propio] (Stiglitz, J. “La nueva era del monopolio”, El
Espectador, 27 de mayo de 2016).
Precisamente, en una entrevista concedida al Nuevo Herald, Stiglitz testificó,
en una línea ideológica idéntica a la registrada anteriormente en Francis
Fukuyama:
Soy un crítico de la manera en que se han implementado ciertas
versiones del capitalismo... Creo que el capitalismo irrestricto, la
desregulación que fue uno de los ejes del capitalismo norteamericano desde el
principio de la presidencia de Reagan, es una era que ha llegado a su fin... (El
Nuevo Herald entrevista reproducida por El Colombiano, "Los consejos de
Joseph Stiglitz", 22 de agosto de 2009).
Complementando enseguida:
En rigor, Estados Unidos no tiene lo que podría llamarse un sistema capitalista
puro: hemos estado socializando las pérdidas y privatizando las ganancias.
Tenemos toda clase de intervención gubernamental, pero desafortunadamente,
se trata en general de una intervención destinada a ayudar al sector bancario, a
las empresas farmacéuticas, a diversos intereses especiales. Es una suerte de
sistema de beneficencia para las corporaciones. De manera que lo que
realmente he defendido es una forma más pura de economía de mercado,
que no centre su protección en las empresas, sino en la gente. [énfasis propio]
(El Nuevo Herald entrevista reproducida por El Colombiano, "Los consejos de
Joseph Stiglitz", 22 de agosto de 2009).
En síntesis, convergiendo con el Vaticano, Merkel, Friedman y Pinochet,
Stiglitz se inscribe también en la misma línea de argumentación propia de las
corrientes neoliberales heterodoxas, las cuales han criticado férreamente la
desregulación y el libertinaje de los mercados −recordemos los adjetivos:
monstruoso, desenfrenado, sin límites−, tanto como el poder de los
monopolios. Este pensamiento neoliberal crítico del neoliberalismo defiende
la presencia estatal en función de una economía “regulada” (aunque no
181
dirigida, dos cuestiones distintas), como presupuesto económico político para
garantizar la máxima libertad (“genuina”) de los mercados (9).
Estos discursos han encontrado su correlativo en expresiones cada vez más
sofisticadas en las teorías económicas contemporáneas, más puntualmente: las
corrientes de la nueva síntesis neoclásica-keynesiana (véase Puello-Socarrás
2008a), también autoproclamados: los nuevos keynesianos.
El rol intelectual, ideológico y tecnocrático que vienen jugando teorías
emergentes de este tipo ha sido fundamental para reforzar –esta vez en el
campo académico– las críticas neoliberales al neoliberalismo. Esta última
denominación y las abusivas alusiones a Keynes no deben confundir. Las
verdaderas convicciones de este Frankenstein teórico – “keynesianismo
bastardo” como alguna vez Joan Robinson (1962) calificó la primera síntesis
neoclásica del premio nobel en economía, J. Hicks en los 1930s, difundida a la
postre por P. Samuelson– comparecen plenamente y se refuerzan con el nuevo
ideario neoliberal:
(…) lo que diferencia a esta síntesis de la síntesis neoclásica de la primera
posguerra es que sus rasgos neoclásicos son todavía más acentuados, debido
a que incorporan la mayor parte de los desarrollos teóricos monetaristas y
nuevos clásicos… [citando a Argadoña, Gamez y Mochón, se añade] “los
nuevos keynesianos no tienen diferencias a fondo con los nuevos
clásicos… en cuanto que el origen de las rigideces se busca no en factores
institucionales o sociológicos, sino en la competencia imperfecta de los
mercados…”. (Astarita, 2008, p. 199).
2.3. ¿Hasta ahora se extrañan de las críticas neoliberales al neoliberalismo?
¡Si desde hace varios años es la visión política oficial del FMI!
Extrañarse por el contenido del artículo de los fondomonetaristas Ostry et
alter, como pretende simular D. Rodrik –quien es otro ejemplo de los
operadores neoliberales críticos del neoliberalismo– resulta al final
simplemente un acto de entusiasta suspicacia.
Desde febrero de 2010, a través de una Nota del FMI: Repensar la política
macroeconómica, documento que abriga las posiciones de su staff, liderado
por los nuevos keynesianos, principalmente: Oliver Blanchard, se
establecieron los principios generales del “nuevo marco” para la política
macroeconómica, con el objetivo de enfrentar la crisis en el corto, el mediano
y el largo plazo.
Allí se inauguraron y oficializaron las nuevas críticas fondomonetaristas al
considerado hoy “viejo neoliberalismo”, en la forma en que ya hemos
comentado este tránsito (10).
182
Intentando presentarlos como un acto de contrición respecto al pensamiento
convencional mantenido hasta ese momento por el FMI, esta nota proponía la
“revisión” de sus axiomas centrales, la conocida dogmática neoliberal y el
“consenso (intelectual y práctico) pre-crisis” en donde el entusiasmo
orientador había sido la desregulación.
El FMI seguía sosteniendo que, sin embargo, el pensamiento y el conjunto de
axiomas previos a la crisis habían sido “efectivos y correctos”, puesto que,
desde mediados de la década del 2000, “no era insensato pensar que una mejor
política macroeconómica podría llevar (…) hacia una mayor estabilidad
macroeconómica”. Pero “entonces llegó la crisis”, haciendo que esas opciones
de política – plantean - se mostraron inefectivas e incapaces de gestionar los
desafíos emergentes (Blanchard et alt 2010).
Desde ahora la palabra clave y salvadora sería: regulación (11) (recordemos a
J. Tirole); subsidiariamente su correlato: gobernanza (12) (no olvidemos E.
Ostrom). Este revisionismo fondomonetarista se ha intentado difundir y
consolidar a partir de varias publicaciones y eventos
auspiciados por y desde el FMI.
Entre los principales se destacan: a) Staff discussion note (abril 2013) a cargo
de Olivier Blanchard, Giovanni Dell’Ariccia y Paolo Mauro: “Rethinking
Macro Policy II: Getting Granular” (Blanchard et al. 2013), publicación que
continúa con las conferencias inauguradas en 2011 (Macro and Growth
Policies in the Wake of the Crisis) y que serán tituladas con el mismo objetivo
de “repensar” la política macroeconómica: i) First steps and early
lessons (2013) (13) y ii) Progress or confusion (2015), lugares donde asisten
habitualmente, desde luego, los directores del Fondo Monetario Internacional
(en su momento Dominique Strauss-Kahn; hoy: Christine Lagarde ), el
Consejero Económico y director de investigaciones del FMI: Olivier
Blanchard, al lado de personalidades de los mundos tecnocrático y académico
–en su absoluta mayoría estadunidenses–, comprometidos directa o
indirectamente con el Fondo (14).
Todos estos lugares de enunciación han sido claves para el reforzamiento del
giro ideológico en materia de política macroeconómica en el pensamiento
neoliberal y que, en lo fundamental, desarrollan las principales ideas e
instrumentos presentados tempranamente en Rethinking macroeconomic
policy (Blanchard et alt 2010).
El antiguo credo fondomonetarista entonces ha visto la necesidad de aprender
de esta crisis –la más espectacular en la historia del capitalismo–, y revisar sus
presupuestos teóricos y prácticos en lo que se considera ahora una primicia.
Este giro empero no pretende extralimitar el statu quo neoliberal, hoy vigente,
183
pero sí propone una versión de nuevo cuño, una síntesis supuestamente
novedosa, léase: un neoliberalismo regulado por el Estado 15.
Este cambio obliga a matizar algunos elementos pertenecientes al programa
específico de políticas (nivel instrumental en lo económico y/o social), pero
nunca se propone transformar el proyecto político neoliberal –horizonte
articulado en torno a la (contra)utopía sobre una futura sociedad de mercado y
que se ha materializado a través del paradigma del desarrollo) –, dos
cuestiones diferentes.
Si se interpreta que el neoliberalismo-ortodoxo-fondomonetarista del pasado
reciente se transforma en alguna otra cosa distinta por el simple acto de
“paliar” –como proponía Tirole–, la utilización de los instrumentos de la
política macroeconómica (como es el caso de los estabilizadores automáticos),
no se puede aludir ni mucho menos justificar metamorfosis alguna que no
seaal interior del neoliberalismo mismo (16).
Al final de cuentas y a propósito de las herejías de Ostry et alter, el propio
FMI, a través de su economista jefe: Maury Obstfeld, ha salido a aclarar esta
situación en un boletín titulado con cuidadosa precisión: “Evolución, no
revolución: replanteamiento de la política en el FMI”: David Romer
(Universidades de California y Berkeley), Stanley Fischer, Nouriel Roubini,
José De Gregorio, José Antonio Ocampo, Dani Rodrik y los premios nobel en
economía: Michael Spence, Jean Tirole y, desde luego, Joseph Stiglitz.
El FMI desde hace mucho tiempo procura aprovechar las experiencias
concretas en el terreno y las nuevas investigaciones para hacer más eficaz su
supervisión económica, su asistencia técnica y la forma en que responde a las
crisis. (...) Ese proceso no ha alterado fundamentalmente la esencia de
nuestro enfoque, que se basa en mercados abiertos y competitivos, marcos
robustos de política macroeconómica, estabilidad financiera e instituciones
sólidas. Pero sí ha aportado importante información sobre cuál es la mejor
forma de alcanzar esos resultados de una manera sostenible. [énfasis propio]
(Obstfeld, 2016).
3. Las Herejías neoliberales, no son blasfemias (contra el neoliberalismo).
Liminar
Pierre Bourdieu, tanto como José Carlos Mariátegui, han contribuido en la
interpretación correcta del significado de la herejía, la crítica hereje. Esta
rectificación es útil a la hora de dar cuenta de los cambios en el neoliberalismo
y fundamental para interpretar su versión de nuevo cuño que se pretende
consolidar hoy:
184
(…) La herejía, la heterodoxia, como ruptura crít ica, que está́ a menudo
ligada a la crisis, junto con la doxa, es la que obliga a los dominantes a salir de
su silencio y les impone la obligación de producir el discurso defensivo de la
ortodoxia, un pensamiento derecho y de derechas que trata de restaurar un
equivalente de la adhesio ́ n silenciosa de la doxa (…) la subversión herética
afirma ser un retorno a los oriǵ enes, al espiŕ itu, a la verdad del juego, en
contra de la banalización y degradación de que ha sido objeto [énfasis propio;
las cursivas no pertenecen al texto] (Bourdieu 2002, 121-122).
Así se entiende y se clarifica que la doxa del mercado, el neoliberalismo,
existe en su versión orto-doxa: el fundamentalismo de mercado, dogmática
que defiende a limine el libertinaje –hoy casi desahuciado, ¡por los mismos
neoliberales!– pero, al mismo tiempo, se consolida una nueva versión:
la hetero-doxa, donde el mercado es fundamental, defensora de las libertades
“auténticas” de mercado, operación que pretende renovar la fe en el
neoliberalismo y actualizarlo.
Esa es la función para la cual está dispuesta la herejía (neoliberal) y las
críticas herejes. Lo que se necesita, sin embargo, para superar esta doxa, son
blasfemias.
Referencias utilizadas
Akerlof , G., Blanchard, O., Romer, D. & Stiglitz, J. 2014. What Have We
Learned?: Macroeconomic Policy after the Crisis. Washington: Fondo
Monetario Internacional.
Astarita , R. 2008. Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos:
apuntes de economía política. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
Barzelay , M. & Armajani, B. 1998. Atravesando la burocracia: una nueva
perspectiva de la administración pública. México: FCE.
Benedicto XVI . 2009. Caritas in Veritate. Ciudad del Vaticano: Ediltrice
Vaticana.
Bergsten , F. 2011. United States in the World Economy. Speech delivered at
the Chautauqua Lecture Series: “The US Economy: Beyond a Quick
Fix" (august 12). Disponible en:http://bit.ly/28J2gGS .
Blanchard , O., Dell’Ariccia, G. & Mauro, P. 2013. “Rethinking Macro
Policy II: Getting Granular”, Discussion note SDN/13/03. Washington: Fondo
Monetario Internacional.
185
Blanchard , O., Romer, D., Spence, M. & Stiglitz, J. (eds.) 2012. In the
Wake of the Crisis. Cambridge: MIT Press.
Blanchard , O., Dell’Ariccia, G. & Mauro, P. 2010. “Repensar la política
macroeconómica”, IFM Staff Position Note, SPN/10/03. Washington: Fondo
Monetario Internacional.
Blyth , M. 2014. Austeridad. Historia de una idea peligrosa. Barcelona:
Planeta.
Bourdieu , P. 2002. Campo de poder, campo intelectual: itinerario de un
concepto. Buenos Aires: Editorial Montressor.
Chakrabortty, A. 2016. You’re witnessing the death of neoliberalism – from
within. The Guardian (31 may). Disponible en: http://bit.ly/1XL45Gs .
Crozier, M. 1992. Estado modesto, Estado moderno: estrategia para el
cambio. México: FCE.
Enge , E., Fischer, R. & Galetovic. 2014. Economía de las asociaciones
público-privadas. Una guía básica. México: FCE.
Escobar, A. 2005. El “postdesarrollo” como concepto y práctica social en
Mato, D. (ed.), Políticas de economía, ambiente y sociedad en tiempos de
globalización, 17-31. Caracas: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales,
Universidad Central de Venezuela.
Fals-Borda, O. 2013. Posibilidad y necesidad de un Socialismo autóctono en
Colombia’ y ‘Elementos y desarrollos de un Socialismo raizal en: Herrera, N.
y López, L. (comps.), Ciencia, compromiso y cambio social. Orlando Fals
Borda (antología). Buenos Aires: El Colectivo.
Federici, S. & Caffentzis, G. 2013. Commons Against and Beyond
Capitalism. Upping the Anti: a Journal of theory and action. No. 15 (Sept.),
pp. 83-97.
Friedman, M. 1998 (21 abril de 1975). Letter to General Pinochet on Our
return from Chile and his reply en Friedman (Appendix A. Chapter 24 (Chile):
Documents), en M. & Friedman, R. Two lucky people. Memoirs . Chicago:
Chicago University Press. Versión traducida al español: http://bit.ly/28JE6N0.
Gambina, J., JF Puello-Socarrás & Lucas Castiglioni. 2012. Reflexiones
sobre la Reforma al Banco Central en Argentina . Periferias. Revista de
Ciencias Sociales. Año 21, No. 20, pp. 111-125.
186
Harvey, D. 2013. Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución
urbana. Madrid: Akal.
Harvey, D. 2004. El "nuevo" imperialismo. Sobre reajustes espaciotemporales y acumulación mediante desposesión. Revista Herramienta , No.
27 (octubre).
Iasi, ML. 2012. As metamorfoses da consciência de classe (O PT entre a
negação e o consentimento). São Paulo: Expressão Popular.
Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE). El Fondo
Monetario Internacional debe pagar. A propósito de su “crítica” al
neoliberalismo. Disponible en: http://bit.ly/1PiRYtv.
Jahan, S. & Mahmud, A. 2015. What is capitalism? Finance &
Development . Vol. 52, No. 2 (june).
Jiménez, C. 2016. El neoliberalismo y los campos de exterminio de la
desigualdad. Revista Izquierda. No. 65, Junio, pp. 25-30.
Klein, N. 2007. La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre.
Barcelona: Paidós.
Max-Neef, M. 2015. La economía neoliberal mata más gente que todos los
ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso. El
Mostrador (28 de diciembre).
Mirowski, P. 2013. Nunca dejes que una crisis te gane la partida. ¿Cómo ha
conseguido el neoliberalismo, responsable de la crisis, salir indemne de la
misma? Barcelona: Planeta.
Müller-Armack, A. 1956. Economía Social de Mercado en AA.VV. Una
mirada a la teoría, a los modelos económicos, a las bases conceptuales y al
modelo de la “Economía Social de Mercado”. La Paz: Konrad Adenauer
Stiftung (2011).
Lazzarato, M. 2013. Gobernar a través de la deuda. Tecnologías de poder
del capitalismo neoliberal. Madrid: Amorrortu.
Obstfeld, M. 2016. Evolución, no revolución: replanteamiento de la política
en el FMI. Boletín del FMI (2 de junio).
Ocampo, JA. 2011. The Case for Regulating Cross-Border Capital
Flows (Ocampo presentation). IMF Conference: Macro and Growth Policies
in the Wake of the Crisis (march 7-8).
187
Oppenheimer, A. 2009. "Los consejos de Joseph Stiglitz", El
Colombiano (22 de agosto).
Ostrom, E. 2011. El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las
instituciones de la acción colectiva. México: UNAM.
Ostry, J. Loungani, P. & Furceri, D. 2016. Neoliberalism:
oversold? Finance & Development. Vol. 53, No. 2 (june), pp. 38-41.
Disponible en línea: http://bit.ly/1VkWHkP.
Percy, A. 2015. Mujica: una biografía inspiradora. Barcelona: Ediciones B,
S.A.
Perkins, J. 2006. Confesiones de un gángster económico. La cara oculta del
imperialismo americano. Buenos Aires: Tendencias.
Puello-Socarrás, JF, Lucas Castiglioni & Emiliano Fernández.
2015. Integración regional en nuestra América. El papel de las instituciones
financieras en los procesos de integración regional. Buenos Aires: Fundación
de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP) / Fundación Rosa
Luxemburgo.
Puello-Socarrás, JF. 2015a. DESARROLLO. Paleontología (política) de una
idea (neoliberal) . Estudios Críticos del Desarrollo. Vol. V, número 8, Primer
semestre, pp. 47-81.
Puello-Socarrás, JF. 2015b. El 'Eco' del Papa Francisco. Laudato Si,
Neoliberal-catolicismo y Ecología Social de Mercado. Rebelión (29 de junio).
Existe traducción al portugués (por André Langer). Disponible
en: http://bit.ly/1LrOupb.
Puello-Socarrás, JF. 2015c. No diga: bienes “comunes”. Diga: ¡Bienes
Comunales! Lo común sin comunidad en el nuevo neoliberalismo de Elinor
Ostrom. Revista Izquierda. No. 54, Junio, pp. 30- 36.
Puello-Socarrás, JF. 2014a. Neoliberal-catolicismo y marxismo vaticano.
Confusiones y confesiones. Revista Izquierda. No. 46, Julio, pp. 34-41.
Puello-Socarrás, JF. 2014b. El eterno retorno del NOBELiberalismo. Jean
Tirole y el nuevo neoliberalismo. Revista Izquierda. No. 50, Septiembre, pp.
20-27.
Puello-Socarrás, JF. 2012 !NOBELiberalismo! Los innobles premios Nobel
en Economía. Revista Izquierda. No. 28, Noviembre, pp. 42-49.
188
Puello-Socarrás, JF. 2010. ¿ Un ‘nuevo’ FMI o el FMI de nuevo? Revista
Izquierda. No. 7, Diciembre, pp. 42-47.
Puello-Socarrás, JF. 2008a. Nueva Gramática del Neo-liberalismo.
Itinerarios teóricos, trayectorias intelectuales, claves ideológicas. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Puello-Socarrás, JF. 2008b. ¿Un Nuevo Neo-liberalismo? Emprendimiento y
Nueva Administración de ‘lo público’. Administración & Desarrollo, No. 49.
Quijano, A. 2014 ¿Bien vivir?: entre el ‘desarrollo’ y la Des/Colonialidad del
poder en Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la
colonialidad/descolonialidad del poder, pp. 847-859. Buenos Aires:
CLACSO.
Robinson, J. 1962. Review of Johnson (1962). Economic Journal, Vol. 72,
pp. 690-692.
Stiglitz, J. 2016. La nueva era del monopolio. El Espectador (27 de mayo).
Stiglitz, J. 2013. La farsa del libre comercio. El Espectador (13 de julio).
Stiglitz, J. 2012. Macroeconomics, Monetary Policy, and the Crisis en
Blanchard, O., Romer, D., Spence, M. & Stiglitz (eds.). In the Wake of the
Crisis. Cambridge: MIT Press.
Stiglitz, J. 1998. Más instrumentos y metas más amplias para el desarrollo.
Hacia el Consenso Post- Washington. Desarrollo Económico, Vol. 38, No.
151.
Strauss-Kahn, D. 2011. Discurso pronunciado en la conferencia: “Desafíos
globales, soluciones globales”. Universidad George Washington (Washington
DC, USA) (4 de abril).
Tirole, J. 2005. Sin un regulador fuerte, no hay liberalización eficaz. El
País (25 de diciembre).
Vucheva, E. (2008). ‘Laissez-faire’ capitalism is finished, says
France. EUObserver (26 septiember).
Watkins, S. 2010. Arenas movedizas. New Left Review. No. 61.
Yampara, S. & Temple, D. 2008. Matrices De Civilización. Sobre La Teoría
Económica De Los Pueblos Andinos. El Alto: Ediciones Qamañ Pacha /
Qullana Suma Qamaña.
189
Žižek, S. 2003. Ideología. Un mapa de la cuestión. Buenos Aires: FCE.
Notas
§ Agradezco a Carolina Jiménez y Lucas Castiglioni quienes me
suministraron distintas informaciones en torno a la controversia generada por
el artículo de Ostry et alter (2016).
1 Las referencias sobre el Financial Times, Rodrik y Klein fueron tomadas del
artículo: “La crítica del FMI al neoliberalismo levanta polvareda” del
blog Jaque al Neoliberalismo (visita del lunes 6 de junio de 2016).
2 Mientras que autores como Lazzarato (2013, 102) observan que el viraje
neoliberal consiste en el “paso del ordoliberalismo al neoliberalismo
norteamericano”, el tránsito al cual aquí aludimos recorre precisamente un
itinerario inverso: desde las visiones ortodoxas (angloamericanas) hacia las
heterodoxas (austroalemanas) del neoliberalismo. Además de registrar el
desplazamiento de las prácticas discursivas en ese sentido (Fukuyama,
Stiglitz, etc.), análisis recientes confirman nuestra interpretación (Mirowski
2013, 83-84). Por ejemplo, Blyth (2014, 203), explicando el ‘disputado
presente’ en la idea de austeridad anota:
“A partir del año 2003, otro rumbo tomó Argentina. Esencialmente, una
política opuesta a las ‘recomendaciones’ del FMI… En el año 2015, los
avatares de la política dieron la victoria electoral a Mauricio Macri y con ello
vuelve a la arena el ideario neoliberal (…)” [énfasis propio] (IADE 2016,
2).
4 Esta sugerencia fue hecha hace poco por el fundador del Institute for
International Economics (hoy: Peterson Institute), cuna del Consenso de
Washington en 1989. A través de “recomendaciones de política” dispuestas
ante el Congreso de los Estados Unidos, el Peterson Institute propuso cuál
debería ser el “nuevo” papel del FMI en medio de la crisis, entre otros:
5 “En la campaña se garantizó la continuidad del equipo de gobierno y las
políticas económicas del antecesor Tabaré Vásquez. Para Mujica estas
políticas se resumen en la idea de alcanzar un‘capitalismo en serio’ basado en
el presupuesto de ‘sociedades decentes’ en lo económico para desarrollar al
máximo las fuerzas productivas. Muchas veces ha manifestado que rechaza el
consumismo pero asume que es el motor de la economía y el crecimiento”
[énfasis propio] (Percy 2015).
190
6 Existen múltiples ejemplos. Exactamente hace un año, la edición de junio de
2015, Finance & Development, el FMI publica el artículo: “What’s
capitalism” ( Jahan & Mahmud 2015), donde se acepta: “Puede que los
mercados libres no sean perfectos pero son probablemente la mejor manera de
organizar una economía”.
7 Este cambio tiene poderosos efectos, por ejemplo, en el ámbito estructural y
funcional de la (vieja) administración pública estatal (aparatos, organizaciones
e instituciones). La idea de un Estado regulador viene siendo promocionada
acríticamente desde los años 1970s bajo nociones como el Estado
modesto (Crozier, 1992), el post-burocratismo (Barzelay & Armajani, 1998)
de los 1980s-1990s y hoy, de la mano de teorías y fenómenos reformistas
como la (Nueva) Gestión Pública (véase Bozeman 1998, 21). Estas
expresiones son, en lo fundamental y como bien las ha calificado entre otros
O. Guerrero (2004), el neoliberalismo en la “administración pública”
contemporánea (véase Puello-Socarrás 2008b y Miroswski 2013, 87).
8 Otro ejemplo sobre este tipo emergente de dispositivos e instrumentos de
política pública son las Alianzas público-privadas que promueve el Grupo del
Banco Mundial, a pesar que los balances técnicos, de política y político,
muestran un éxito (o fracaso) relativo, por cierto bastante limitado, después de
varios años de aplicación a nivel global (véase Engel, Fischer & Galetovic,
2014).
9 Se trata de los fundamentos presentes en la definición que A. MüllerArmack le otorga a la Economía Social de Mercado en 1956 y en donde
reconoce como cofundadores a W. Eucken, F.A. von Hayek y W. Röpke (éste
último quien acuño por primera vez la voz: “neoliberalismo”). La cita es larga
pero ilustrativa:
“(…) Los representantes de la economía social de mercado comparten con el
neoliberalismo la convicción de que el antiguo liberalismo, si bien reconoció
correctamente la importancia funcional de la competencia, dejó de lado los
problemas sociales y sociológicos. A diferencia del antiguo liberalismo, su
finalidad no es la reinstauración de una economía de laissez faire; su
objetivo es más bien una síntesis novedosa. Asimismo, el concepto de la
economía social de mercado se diferencia de manera precisa de una política
económica intervencionista que mezcle elementos de dirigismo centralizado
con otros de economía de mercado, hasta llegar a un bloqueo mutuo de
aquellos elementos contradictorios entre sí, interfiriendo con el redimiendo
económico. La economía social de mercado es un ordenamiento global de
economía de mercado, conformado concientemente [sic]. La competencia
debe ser el principio fundamental de coordinación (…) De este modo se
distingue al socialismo, el cual desea lograr la reforma social a través de
un dirigismo centralizado… Por consiguiente se puede definir el concepto de
191
economía social de mercado como una idea de ordenamiento económico que
persigue el objetivo de combinar, sobre la base de una economía competitiva,
la libre iniciativa con el avance social, asegurado a su vez por el rendimiento
de la economía de mercado”. [énfasis propio] (Müller-Armack, 1956: 17).
11 El académico tecnócrata colombiano, José Antonio Ocampo, uno de los
ponentes de la conferencia fondomonetarista a la que hacemos mención y
quien históricamente se ha identificado con las posturas heterodoxas del
neoliberalismo, ofrece una buena noción sobre qué significa la “regulación”.
Refiriéndose a la cuenta de capitales, indica que las regulaciones deben ser
concebidas: “(…) as speed bumps rather than permanent restrictions… This
is true for any prudential regulation. Authorities always have to see how the
market is evolving and adjust regulations to make them more effective ”
(Ocampo 2011, 5), es decir: “intervenciones” de ‘golpe’, de ‘topeteo’, nunca
permanentes y siempre en función de los mercados. Oliver Blanchard
inauguraba esta misma conferencia diciendo: “The crisis has clearly
shown both the limits of markets and the limits of government intervention...”
[énfasis propio], frase que refirma en qué consiste exactamente concepto de
“regulación”.
12 Stiglitz (2012) insiste en good governance, “buena gobernanza”.
13 Después llevada al libro editado por Akerlof, Blanchard, Romer y, una vez
más: Stiglitz titulado: What Have We Learned?: Macroeconomic Policy after
the Crisis (véase Akerlof et alt 2014).
14 La lista resulta extensa, sin embargo, varios nombres llaman la atención
por la frecuencia habitual en las conferencias fondomonetaristas y el rol que
vienen jugando en las críticas neoliberales al neoliberalismo: John Williamson
(relator del Consenso de Washington en 1989) y Adam Posen (ambos por el
Instituto Peterson para la Economía Internacional), George Akerlof
(Universidades de California y Berkeley, y FMI).
15 Como Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn (2011)
reforzaba esta idea: “Al formular un marco macroeconómico nuevo para un
mundo nuevo, el péndulo se desplazará —por lo menos un poco— del
mercado hacia el Estado, y de un entorno relativamente simple hacia uno
relativamente más complejo… también debe dedicar[se] más atención a la
cohesión social” [énfasis propio].
16 “Repensar” el “nuevo marco” para la política macroeconómica debe
interpretarse al interior del neoliberalismo fondomonetarista. Ello no implica
que las ideas fundamentales hayan cambiado; únicamente se matizaron
algunas líneas e instrumentos de política. Por ejemplo, la mal-llamada
estabilización económica”, corazón de la estrategia neoliberal de desarrollo
192
desde mediados de siglo y llevada a cabo en la época de las reformas
estructurales, continúa hoy intacta:
“(…) Yendo hacia adelante, el nivel de ajuste fiscal requerido… será
formidable (…) Las implicaciones de política para la próxima o próximas dos
décadas es que, cuando las condiciones cíclicas lo permitan, es necesario un
gran ajuste fiscal, y si el crecimiento económico se recupera rápidamente, éste
debería ser utilizado para reducir sustancialmente las proporciones de
deuda/PIB en vez de financiar incrementos en el gasto o recortes en los
impuestos” [énfasis propio] (Blanchard et alt 2010).
José Francisco Puello-Socarrás, Escuela Superior de Administración Pública
(ESAP).
La invisibilidad de millones de seres humanos
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214204
Pablo Jofré Leal
islamoriente.com
Pasada la conmemoración del Día Mundial del refugiado millones de seres
humanos siguen ahí, se mueven y desplazan en su propio país o emigran pues
el suyo ya no es un sitio seguro. Cruzan desiertos, selvas, montañas, se ahogan
en los mares que se suponen deben unir al ser humano. Viven hacinados en
tiendas precarias, malnutridos, sobreviviendo, añorando sus hogares y
soñando construir uno. La conmemoración del Día Mundial del Refugiado
sacó de las sombras un fenómeno que debe avergonzarnos.
Para los organismos internacionales, como es el caso del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados - ACNUR – cuya definición ha sido
acordada como “aceptable” y derivado de la Convención de Ginebra sobre el
Estatuto de los Refugiados, un refugiado es “una persona que debido a
fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión,
nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones
políticas, se encuentre fuera de su país de nacionalidad y no pueda o, a causa
de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no
pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él”.
La Organización para la Unidad Africana – continente con un amplio historial
de refugiados y desplazados acordó definir como refugiado- “a toda persona
que debido a una agresión externa, ocupación, dominación extranjera o
193
eventos que afecten seriamente el orden público de una parte de su país de
origen o de nacionalidad, es forzado a buscar refugio en otros lugares fuera
de su país de origen o nacionalidad” se entiende esta definición como más
amplia, pues habla de sujetos que huyen de su país no sólo problemas con el
gobierno de turno, sino que también huyen del sufrimiento y del dolor.
Cuando sólo la muerte es noticia
Sin duda que el convenir sobre el qué se habla cuando se habla de refugiados,
es conveniente, enmarca y nos ubica en el contexto de un drama, que como
uno de sus efectos ha generado la mayor ola migratoria desde la Segunda
Guerra Mundial. No una crisis, sino que un éxodo forzoso como lo ha
denominado The Huffington post: “La mal llamada crisis de los refugiados –
mejor decir el éxodo forzoso y constante de miles de inocentes por la guerra
propia y la inacción de Occidente- nos ha dejado en el año pasado unas cifras
escalofriantes.”
“Los refugiados, según cifras entregada por ACNUR, en su informe anual con
datos del año 2015, muestran un incremento de un 55% con relación a las
cifras del año 2014. 65.3 millones de hombres y mujeres, migrantes forzosos y
que producto de guerras de agresión, invasiones, luchas civiles, actividades de
grupos terroristas huyen buscando zonas más seguras, en momentos que las
posibilidades de encontrar asilo y protección se restringen día a día, Sobre
todo para aquellos seres humanos provenientes del Magreb, del Sahel, de
Sudán y de Sudán del Sur, Somalia, Eritrea, de Siria, la República
Democrática del Congo y la República Centroafricana, Colombia, Irak y
Afganistán fundamentalmente.
De esa cifra, la división conceptual nos señala que 42 millones corresponden a
desplazados internos, aquellos que escapan de las zonas de guerra o
devastación de un país y se trasladan a zonas “más seguras”. 20 Millones
considerados como “refugiados” es decir, aquellos que salen en busca de ese
lugar que les evite la muerte, generalmente a países vecinos y finalmente 3.3
millones de hombres y mujeres que conforman ese contingente conocido
como “peticionarios de asilo” y que son los que vemos aparecer en las
noticias, cuando se les cierra las fronteras en Hungría, Eslovenia, mueren
hacinados en camiones atestados en las carreteras de Austria, ensartados en las
rejas de Ceuta y Melilla, asesinados por las bandas dedicados al transporte de
migrantes, abandonados a su suerte en el desierto del Sahara o mueren
ahogados por miles al tratar de llegar a las costas europeas desde puertos de
Libia- 3. 500 sólo en este primer semestre del año 2016 – Cifras donde sólo
algunas sociedades europeas han dado respuestas mejores que otras. En los
extremos se sitúa Alemania, que ha acogido hasta ahora 476 mil solicitudes de
asilo y una España amnésica y racanera, que sólo ha tramitado 15 mil
solicitudes de asilo -que representa el 1% del total atenido por la Europa de
194
los 28 y donde el derecho de asilo retrocedió a números vergonzosos: España
concedió el status de refugiado a sólo 220 solicitantes.
Siria, quien sufre una cruenta guerra de agresión desde marzo del año 2011, es
el país con mayor número de personas que se han desplazado internamente – 8
millones de seres humanos – a los cuales hay que sumar cinco millones de
refugiados, radicados principalmente en campos de refugiados en Turquía, El
Líbano, Irak y Jordania y sobre todo a partir de fines del año 2014 con un
lento pero sostenido objetivo de llegar a Europa, utilizando para ello diversas
vías de salida. Una Europa que el coro mediático de las grandes potencias es
presentada como una región que sufre una severa crisis de inmigración cuando
en realidad el número de personas que busca protección en la Europa de los
28, sólo alcanza el 0,15% del total de su población, conformada por 510
millones de habitantes. Han salido más europeos producto de la crisis
económica, que refugiados provenientes de países donde los gobiernos de esa
misma Europa suele hacer negocios, financiar bandas terroristas, alentar la
caída de gobiernos como el libio, invadir a Afganistán, Irak o tratar de
derrocar al gobierno sirio.
La ACNUR consigna que el 86% de los refugiados del mundo son acogidos
por países en vías de desarrollo. Los ejemplos confirman esta información.
Turquía tiene ya 2 millones de refugiados sirios. El Líbano suma 1.4 millones
- el 25% de su población - Jordania tiene en su territorio a 700 mil refugiados
sirios y en Irak, en la zona controlada por los Kurdos, existen 300 mil
refugiados. La República Islámica de Irán acoge, por su parte, a un millón de
refugiados afganos y 200 mil iraquíes.
Medios de prensa internacionales, han destacado el tratamiento que la nación
persa ha dado a los refugiados afganos “Con casi un millón de refugiados
dentro de sus fronteras, casi todos procedentes del conflicto afgano, la actitud
de la República Islámica de Irán constituye por su atención, dedicación y
generosidad, un modelo que la propia ONU considera “un ejemplo para el
mundo” que debe ser imitada. Acceso a un seguro médico universal como el
que tienen los iraníes, educación gratuita para casi 350.000 niños y
adolescentes afganos en las escuelas públicas, acceso a la universidad y a
cursos de formación técnica y el permiso para que los refugiados elijan
libremente su lugar de residencia son algunos de los rasgos del “tratamiento
ejemplar” que Irán da a los desplazados”. La ACNUR destaca, que durante
los últimos 35 años, Irán ha sido uno de los países del mundo con mayor
número de refugiados dentro de sus fronteras a pesar de haber enfrentado una
guerra contra Irak, bloqueos internacionales y una situación de continua
agresión por parte de Washington y sus aliados.
Tal vez el Día Mundial del refugiado tiene un mayor valor cuando hablamos
de solidaridad como la entregada por la sociedad iraní, que no distingue
195
nacionalidad para el apoyo y donde los niños y niños son una prioridad. Los
datos entregados por ACNUR muestran una dramática realidad: la mitad de
los desplazados forzosos son niños y de ellos 100 mil han escapado sin la
compañía de adultos. Niños principalmente de Afganistán, Siria, Eritrea y
Somalia. Una realidad, que sólo sale a la luz cuando alguno de esos pequeños
muere ahogado en alguna barcaza volcada en el Mediterráneo o llega a las
playas de algún país ribereños del otrora Mare Nostrum.
Cifras que remecen pero, que no han modificado el actuar de las grandes
potencias, principalmente Estados Unidos, la propia Unión Europea a través
de la acción de países como Francia, Inglaterra y Alemania y sus socios de
Oriente Medio como Arabia Saudita, Israel, las Monarquías Ribereñas del
Golfo Pérsico, que son quienes han catalizado, desde el inicio del despertar
islámico hasta hoy el aumento de refugiados desde Siria, Libia e Irak
principalmente. Refugiados que buscan, lógicamente, mejores perspectivas de
vida y encaminan su pasos y se lanzan, por ejemplo, en precarias
embarcaciones a navegar, para llegar a una Europa que se resiste a aceptar su
responsabilidad, en la mayor ola migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
El pasado 20 de junio, día en que se conmemoró el Día Mundial de los
Refugiados, se constató una gran ausencia en las cifras y el análisis que hace
ACNUR u otros organismos internacionales, mostrando con ello otro de los
efectos de la migración forzosa: la invisibilización de los pueblos. Se trata de
los refugiados palestinos, que conforman la mayor crisis de refugiados del
mundo y que año a año incrementa su número. La mayor y la más antigua
crisis de refugiados que tiene el mundo y cuya solución no se vislumbra
cercana y donde los intereses políticos, económicos e ideológicos hacen
patente que sólo una decisión firme y resuelta que obligue a la entidad sionista
a retirarse de los territorios ocupados, puede hacer valer el derecho de
millones de palestinos de retornar a su hogares.
Palestina: la mayor y más antigua crisis de refugiados
El 15 de mayo de cada año, desde 1948, los palestinos conmemoran la Nakba
- Catástrofe o desastre en árabe – significando el inicio del éxodo de millones
de hombres y mujeres, que tuvieron que abandonar su tierras, tras el conflicto
que significó la instauración de la entidad sionista en la región. Palestinos que
viven, ya sea en los territorios palestinos ocupados Gaza y Cisjordania y que
podríamos asimilarlos a desplazados internos bajo el poder de un potencia
ocupante, tal como la propia ONU lo señala al consignar que se encuentran
bajo ocupación militar. Como también en países vecinos.
Estos palestinos, para todos los efectos de la legislación internacional son
considerados refugiados y deben regirse por las normas dispuestas, para
aquellos que habitan en los territorios ocupados por la Autoridad Nacional
196
Palestina – ANP – en el caso de Cisjordania y Hamas en la Franja de Gaza,
que controlan la seguridad y la administración civil de las áreas urbanas y
rurales. La denominada Agencia de las Naciones Unidas para la Ayuda a los
Refugiados Palestinos - UNRWA) – que atiende a los refugiados palestinos,
ya sea en los territorios ocupados o en países vecinos los define “como
aquella persona, primero, cuya residencia habitual era Palestina entre el 1
de junio de 1946 y el 15 de mayo de 1948. Segundo, hombres y mujeres que
perdieron sus hogares y medios de vida a consecuencias del conflicto de del
año 1948. Tercero, aquellos que se refugiaron en alguno de los países o
regiones donde opera la UNRWA y por último, son considerados refugiados
los descendientes por la línea masculina de las personas que cumplen los
requisitos 1 y 3.”
A fines del año 2015la UNRWA tenía registrados – en las zonas donde opera
– a más de cinco millones de refugiados de Palestina de los cuales un 33%
vive en 50 campamentos distribuidos en Jordania – donde habitan 2.1
millones de palestinos – Siria con 500 mil refugiados y sintomáticamente en la
Franja de gaza donde habitan 1.5 millones de palestinos, al UNRWA
considera como refugiado a 1.2 millones. En Cisjordania de un total de 2.5
millones de habitantes un tercio de ellos son refugiados registrados, de los
cuales 250 mil viven repartidos en 19 campamentos.
Las Naciones Unidas indica que “existen entre siete y ocho millones de
palestinos que viven en zonas de Palestina administradas por la ANP o
están refugiadas en tierras cercanas. Además, existen un gran cantidad de
palestinos que se encuentran en el resto de Oriente Medio, América Latina,
Europa y Estado Unidos Cerca de la mitad de los palestinos son refugiados y
viven bajo la tutela del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las
Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente
- OOPS – y de la UNRWA por sus siglas en inglés - Estos refugiados
palestinos viven en la Franja de Gaza, la Ribera Occidental y Jerusalén
Oriental. También se encuentran en Jordania, Siria, y el Líbano. Asimismo,
más de un millón de refugiados viven todavía en campamentos establecidos
para ellos desde hace más de cincuenta años en dicha zona”.
La organización Inspiraction con un trabajo de apoyo a los de refugiados
palestinos en Cisjordania consigna que existen 19 campos de refugiados en
ese territorio ocupado, 9 en la Franja de Gaza, 12 en Líbano, 10 en Siria, 10 en
Jordania, y otros miles de palestinos refugiados, que viven en Egipto, Yemen,
Kuwait y Arabia Saudí. Situación que ha significado, por ejemplo, ir
cambiando la fisonomía de muchos campamentos que comenzaron con
tiendas inseguras, para devenir en construcciones un poco más solidas, pero
igualmente bajo condiciones socio ambientales de enorme precariedad. La
posibilidad de retornar a sus lugares de origen choca día a día con la realidad
de una ocupación militar israelí que no cesa y que incrementa el número de
197
colonos en los territorios ocupados, como es el caso de Cisjordania, donde ya
500 mil colonos se han asentado en dicha zona.
Cifras más o cifras menos, lo claro es que los refugiados palestinos, no sólo
constituyen una bofetada en el rostro para una humanidad que suele no ver
este drama, sino que una campanada de alerta respecto a que la solución, para
esos millones de hombres y mujeres debe ser una prioridad si se quiere
avanzar hacia la paz en la zona, tal como se debe vislumbrar y solucionar con
Siria e Irak, con el pueblo afgano, con países como Sudán y Sudán del Sur,
Eritrea, Somalia, parte importante de los países del África Subsahariana,
sometida a las presiones políticas y económicas de las grandes potencias que
alientan la división y el expolio. Solución también para el pueblo saharaui y
los 200 mil hombres y mujeres que habitan hace 41 años en los campamentos
de refugiado de Tindouf en la hamada argelina, producto de la ocupación de
su territorio a manos de la Monarquía marroquí. Los refugiados de estos
pueblos son la constatación que no puede haber paz mientras la agresión, la
política del más fuerte, el desprecio a los derechos humanos sigan siendo el
pan de cada día.
El conmemorar el Día Mundial del Refugiado nos llama a tener presente lo
que el resto del año parece estar en las sombras, que sólo sale a la luz cuando
cientos de inmigrantes naufragan y pasan a formar parte de la fosa común del
Mediterráneo u otros miles tratan de llegar al sueño europeo y reciben un
portazo en las narices y en su dignidad. No es posible hablar de paz sin
resolver el tema de 65.3 millones de seres humanos desarraigados,
maltratados, humillados y sometidos a la más miserable de las situaciones que
puede vivir un ser humano. La situación de los refugiados en el mundo, de tan
cotidiano y masivo ha generado la puesta en práctica de una política de hacer
invisible a 65 millones de seres humanos y negarles un futuro, cerrando las
puertas de aquellos países que hasta hace pocas décadas eran sociedades de
inmigrantes. El hacer invisible a algunos hace manifiesta las peores y más
abyectas de las miserias humanas.
http://islamoriente.com/node/100119
Bachelet en entrevista: ¿Presidenta de la República o vocera de la casta
política chilena?
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214141
Leopoldo Lavín Mujica
198
Bachelet expresó en entrevista a El País que la crisis política “es universal”.
Lo hizo para no asumir responsabilidades ni deberes (¿no es acaso el primer
deber de los gobernantes políticos responder por el mal gobierno antes de
exigirles “deberes” a los ciudadanos sin poder, o achacarle el problema a un
indefinido mal universal?). En lugar de lo anterior debió haber dicho “global”,
puesto que con sus dichos defendería a pie juntillas la “globalización
neoliberal” propugnada por las empresas y los Estados; que no nombra claro,
pero que aprueba (“ La globalización es un hecho, no va a desaparecer
porque no me guste. Estamos conectados por todos lados. Tenemos desafíos
enormes que no podemos resolver solos los países” ).
Además se guardó de decir que la “crisis” es la crisis de instituciones políticas
que surgen del capitalismo neoliberal aplicado a sangre y fuego (el caso
chileno) o de aquellas que experimentan la embestida gradual o frontal de las
políticas de las oligarquías neoliberales que controlan el planeta (el caso de la
Unión Europea). Ex funcionaria de la ONU, tendría que saberlo.
El de la Presidenta no es un análisis socialdemócrata en el sentido estricto del
término, sino el de una neoliberal “progresista” camuflada. De aquellos/as que
dicen (como ME-O) que el “progreso no puede detenerse”. Es la misma
ideología de la “modernidad capitalista” y de la educación mercantil del
Rector Peña de la UDP y de la ministra de Educación Adriana Delpiano. El
del fatalismo tecnológico y del conocimiento instrumentalizado al servicio de
las dinámicas del capital.
Además, Bachelet y cuánto político se refiere al tema, olvida decir que una de
las razones —y no la menos importante— de la crisis de legitimidad de la
política dominante y de las instituciones de los sistemas representativos
liberales es el no respeto o incumplimiento de las promesas inscritas en los
programas de los gobiernos que se hacen elegir y que recuperan las justas
demandas ciudadanas y de los trabajadores para desvirtuarlas. Como en
Francia, dónde el hecho es patente.
El Gobierno actual del presidente socialista François Hollande prometió
“atacar el poder financiero y conectarse con las mayorías”. Hoy hace todo lo
contrario (lo mismo que la Nueva Mayoría): promueve los intereses del
capitalismo empresarial con la ley del trabajo “El Khomri” que propone un
retroceso enorme en las conquistas del movimiento sindical francés. Éste ha
reaccionado masivamente (a diferencia de Chile donde la CUT ha acatado sin
chistar —ni movilizarse— el consenso neoliberal del cual ella misma es parte;
el pataleo de la cúpula no logra ocultar su obsecuencia ante el empresariado).
Y el presidente galo aplica los planes “austericidas” impulsados por los
poderes de la Unión Europea; planes, que en Chile se aplican desde la época
de la dictadura (basta con constatar la situación de los pensionados actuales y
futuros para entender la dimensión social catastrófica generada por las AFP;
199
uno de los pilares estructurales de la “modernidad capitalista” y del modelo
neoliberal chileno, vitrina hoy resquebrajada).
La globalización capitalista ha impuesto tratados e instituciones
neoliberales que comienzan a ser rechazados por los pueblos
Nada de qué extrañarse entonces que sectores populares de las naciones del
viejo mundo quieran salir de la camisa de fuerza neoliberal impuesta por las
instituciones de la Unión Europea. Sectores importantes de la izquierda
europea ya habían propuesto la salida del Euro, una Europa con una
Constitución social y el desacato a las medidas impuestas por la Unión
Europea con el fin de reapropiarse de los mecanismos soberanos de los
estados nacionales. Precisamente para aplicar políticas anti austeritarias. La
humillación que los poderes e instituciones europeas le impusieron al pueblo
griego después del referéndum en que éste rechazó los diktats de la troika
europea y su memorándum reveló la brutalidad de la lógica del capital (sobre
todo del alemán) y la apatía de los estados y de las instituciones de la Unión
Europea por el futuro de la democracia y el pueblo heleno. De esto el
dispositivo mediático no habla, ni tampoco de la feroz represión del Estado
mexicano del PRI contra maestros y estudiantes que se oponen a la reforma
educacional de corte neoliberal.
Las extremas derechas se apropian de las demandas populares ante el
fracaso de las nuevas derechas ex socialdemócratas
Han sido las extremas derechas las que se apropiaron de la demanda de salida
del Euro y de las políticas monetarias de la UE ante la incapacidad de las
socialdemocracias neoliberalizadas y de las izquierdas anticapitalistas
divididas e impotentes. El resultado fue el triunfo del voto Brexit que a
algunos despistados se les olvida contextualizar. Cabe señalar, que aunque
inteligente y mordaz a veces, el periodista Oscar Contardo de La Tercera no
se tomó el tiempo de investigar esta vez, al calificar el voto del Brexit como
“triunfo del monstruo populista”. Es así como avanza el leit motiv de los 1 a 5
% que gobiernan el planeta y de los tecnócratas a su servicio: la consigna que
la desigualdad social es el precio que hay que pagar —es el nuevo relato
totalizador o la utopía neoliberal— por el avance de la globalización de los
mercados bajo el signo neoliberal, como en la UE (muchos jóvenes europeos
están dispuestos a trabajar en empleos inestables y mal pagados con tal de
“viajar”; un neoproletariado globalizado, desarraigado y explotable).
Considerada la globalización como algo ineluctable “que no va a desaparecer”
según la presidenta, pero que a la larga es … buena ...(quizás para cuando no
quede árbol parado ni pez por pescar). Poco importa que la globalización
neoliberal no conozca límites en la depredación de los modos de vida
comunitarios y el saqueo del planeta y que sean 147 corporaciones
multinacionales que la dirigen y cooptan los centros de poder (*Ver: Susan
200
George, State of Corporations (El ascenso del poder ilegítimo y el desafío
para la democracia). Ni la destrucción de los equilibrios ecológicos de la
bioesfera de la cual dependemos en tanto que ellos son la matriz estructural y
condicionante de toda vida digna sobre la Tierra (cabe reflexionar acerca de la
estulticia cortoplacista y de la falta de visión ecológica de los que gobiernan
Chile al culpar a los “asados” de la contaminación, para así, esta vez, no
pensar de manera holística, es decir realmente global).
La Presidenta evita hablar de los estragos de la corrupción política
La presidenta de Chile olvidó hablar en su entrevista a El País de los efectos
de la corrupción política o de la captura de la política institucional chilena por
el dinero empresarial para explicar la crisis de “su” política. Omite que ha sido
la casta del duopolio que gobierna Chile desde la expulsión por el pueblo de la
dictadura neoliberal pinochetista del poder la que ha roto con los valores y la
institucionalidad republicana. Esta brutal ruptura de los parlamentarios y de
funcionarios del Estado con la moralidad y la ética republicana así como con
sus virtudes democráticas de probidad, honestidad, prudencia y transparencia
han corroído la fe pública y la confianza popular en los mecanismos de la
representación. Tal situación y el sentimiento de impunidad de la que gozan
los corruptos sólo puede ser reparada esta vez con una ruptura ciudadana con
los partidos del régimen y la institucionalidad salida de la dictadura (que, por
ejemplo, nunca ha regulado la puerta giratoria entre empresas y función
pública que ha permitido que un operador de la laya de Enrique Correa
influya, moviendo sus peones, con la complicidad de toda la casta en los
destinos de una nación entera) Y cabe el mérito a Mónica Echeverría el haber
puesto el acento en la responsabilidad que le cabe a un tránsfuga de la política
y operador de la transición en la crisis de legitimidad de la política duopólica.
Una nueva constitución que remedie en algo lo mal hecho sólo emergerá de
un auténtico proceso constituyente que conduzca a una Asamblea
Constituyente cuya mitad debe ser electa y la otra resultado de un sorteo
donde cualquier ciudadano podrá ser elegido. La casta y sus políticos ya no
pueden invocar un “savoir faire” o conocimientos de tipo legal o político
específicos para gobernar o legislar. El resultado está a la vista: más ganan,
más se alejan de la vida del común y más corrompibles son. Si la codicia es un
“pecado capital”, lo es porque la forma dinero coloniza la subjetividad; se
convierte en una pasión destructora de la vida social. Quienes se dejan
capturar sus afectos por el dinero (los Orpis, Insunza, Correa, Golborne,
Piñera, Novoa etc,) significa que han interiorizado la lógica del Capital; (en
lenguaje de Lacan, sus afectos y subjetividad han sido capturados por el
Significante Amo: el dinero como manifestación del capital y del poder de la
oligarquía propietaria).
201
Cabe preguntarse entonces si el pueblo soberano y sus movimientos sociales
(trabajadores, estudiantes, pensionados, pueblos-naciones sometidos) no
deben autonomizarse (recuperar la soberanía para sí y no delegarla) hasta que
no aparezca una alternativa política viable, creíble y salida de las luchas
sociales reales y desconfiar mientras no existan en una nueva Constitución
instituciones de control popular para impedir la corrupción y las trampas de la
representación política que implica desposesión del poder político de la
multitud en manos de un puñado de poco confiables “representantes”.
(*) Ver: Susan George, State of Corporations (el ascenso del poder ilegítimo y
el desafío para la
democracia). https://www.tni.org/files/download/state_of_corporation_chapter
.pdf
Kathya Araujo, socióloga: “El miedo a los subordinados nos impide renunciar
a ser autoritarios”
http://www.theclinic.cl/2016/07/06/kathya-araujo-sociologa-el-miedo-a-los-subordinadosnos-impide-renunciar-a-ser-autoritarios/
Daniel Hopenhayn 06 Julio, 2016 Tags: Autoridad, Columnas y entrevistas, Kathya Araujo,
Poder, socióloga, subordinados
No es que a los chilenos nos parezca bien el autoritarismo: es que no sabemos ejercer la
autoridad de otra manera. Y no es un problema de las élites: todos creemos más en el garrote
cuando necesitamos que otro nos haga caso. Son algunas de las conclusiones a las que llegó la
socióloga Kathya Araujo –peruana, radicada en Chile hace 20 años y hoy académica de la
USACH– en su libro “El miedo a los subordinados” (LOM), luego de una investigación que
incluyó un extenso trabajo de campo para entender qué está pasando con la autoridad no sólo
en la política, sino en ámbitos cotidianos como la familia y el trabajo. Diagnostica que hemos
llegado a un callejón sin salida: la desconfianza mutua nos enseñó a tratarnos de una forma
que ya no aceptamos, pero sigue siendo la única que nos resulta.
La autoridad es un asunto difícil de reivindicar en ambientes progresistas, tiene muy mala
prensa. Dices que eso ha generado un vacío intelectual en torno al tema.
–Sí. La autoridad es realmente un tema central, porque explica cómo conseguimos hacer cosas
conjuntamente. En una sociedad, hasta las tareas más simples requieren que alguien influya
sobre las conductas o el pensamiento de otros. Eso ocurre todo el tiempo: desde que te vas de
picnic y alguien organiza, hasta gobernar un país. La autoridad está ahí. Pero no ha habido
mucho trabajo sobre el tema porque,efectivamente, quedó asociado a posiciones más
conservadoras. Y porque el pensamiento llamado progresista, sobre la emancipación, se
dedicó más al problema del poder como forma de dominación, y se dejó de pensar en la
autoridad como una herramienta necesaria en favor de las sociedades.
La autoridad quedó teñida de “dominación ilegítima”.
–Exactamente. Y era más ondero, y si se quiere más rentable, para la idea de que uno estaba
trabajando por la emancipación, tratar temas más ligados al poder de esos dominadores.
202
Temas más Foucault.
–Claro. Foucault, Althusser, también Bourdieu, rozan el problema de la autoridad, pero muy
tomados por la cuestión de la dominación. Y lo cierto es que las sociedades necesitan gestionar
las jerarquías, resolverlas de alguna manera. La autoridad permite pensar en eso.
Algunos podrían ver la actual crisis de autoridad como un triunfo de la izquierda, porque
ciertos principios de igualdad se han impuesto a las viejas jerarquías. Pero también podría ser
un triunfo de la derecha si responde más bien a una cultura individualista. ¿Qué piensas tú?
–Que esas equivalencias son falsas. Porque a mayores ambiciones de igualitarismo, más
complejo y más fino es el problema de cómo manejar las jerarquías. Por eso hay un error en el
abandono de esta temática, y en poner a la autoridad como anti igualitarista. No existen
sociedades sin jerarquías, es imposible. Hasta Rancière, a quien no podemos sospechar de
autoritario, insiste en que ese igualitarismo al ras es un horror, porque implica el totalitarismo.
Entonces, la tarea de una sociedad igualitaria es manejar las jerarquías según las relaciones
democráticas o los conceptos de justicia que desea para a sí misma.
El problema es que en las democracias modernas, sobre todo últimamente, jerarquía parece
sinónimo de oligarquía. Validar lo primero parece llevar fatalmente a lo segundo.
–Por lo mismo hay que enfrentar el tema, porque la jerarquía va a seguir existiendo. Si yo
tengo un niño pequeño, no puedo dejar que se coma un pedazo de plástico, tengo que ejercer
mi autoridad; no de cualquier manera, pero tengo que ejercerla. Entonces, limitar la autoridad
a una dimensión política, a un corte del mundo donde sólo hay dominadores y dominados, es
insostenible. Desde que existe la modernidad,todos ocupamos las jerarquías en algún
momento. Yo puedo ser subordinada tuya en algún trabajo y tener subordinados en otro
ámbito. Con “subordinados” me refiero a personas en cuyas conductas debo tener algún tipo
de influencia. El guía de un grupo de alpinistas, por ejemplo.
Pero esa idea de las jerarquías flexibles se ha vuelto sospechosa, sobre todo al destaparse los
contubernios entre política y empresariado. La sensación ambiente es que la modernización
camufló lo que seguía siendo una dominación de clase muy compacta.
–Pero insisto en este punto, porque es muy importante: la vida social es mucho más que el
dominio de lo político. Si no entendemos eso, el ejercicio de la autoridad, que en Chile es
autoritario, termina siendo un problema de los poderosos, cuando en realidad nos atraviesa a
todos. No estoy negando que un problema principal del país han sido sus relaciones sociales
verticalistas, sostenidas además en la ficción de que tu derecho a estar en la cima era natural.
Pero el autoritarismo tiene que ver cómo funcionamos todos.
Explicas que la tradición política latinoamericana creó una manera de ejercer la autoridad muy
distinta a la de Europa o Norteamérica: en esos países opera por legitimidad, y acá sólo por
eficiencia.
–Así es. Y cada solución produjo distintos problemas, no quiero decir que “ellos sí saben y
nosotros no”. Pero en esos países, la autoridad está centrada en su legitimidad; es decir, que el
que obedezca esté de acuerdo en obedecer. Entonces, ahí el trabajo principal ha sido pensar
en cómo obtener la obediencia de un “otro consciente”. En nuestro caso, ya desde Portales y
quizás más atrás, la importancia de que el otro consienta en obedecer, de que entienda lo que
tú quieres hacer para que esté de acuerdo contigo, ha sido mínima. La pregunta era cómo
conseguir que el otro obedezca, punto. Es lo que se ha llamado la “concepción residual del
pueblo”, y que puedes reconocer incluso en los gobiernos de la Concertación, cuyos modelos
de participación fueron un saludo a la bandera, con mucho cuidado de que la población no
tuviera un rol protagónico. El problema es que, con ese modelo de la eficiencia y no de la
legitimidad, yo nunca tengo tranquilidad. ¿Por qué? Porque no tengo ninguna garantía de la
estabilidad de tu obediencia. Entonces nuestra relación es siempre tensa.
203
Soy como un tigre de circo: en cualquier momento despierta el salvaje.
–Exactamente. Y esa escena, ese miedo al subordinado, es lo que ha perpetuado el
autoritarismo, porque hace que yo siempre tenga miedo. El que obedece tiene miedo a que lo
castiguen, a que lo echen, y el que manda tiene miedo porque al no saber si tú me estás
obedeciendo porque quieres, tampoco sé en qué momento te vas a robar la mercadería en
venganza, o vas a hacer las cosas mucho más lento sólo por molestarme, o me vas a mentir y
en vez de ir a estudiar con tu amigo te fuiste a la fiesta… Entonces, ¿cuál es mi única solución?
La autoritaria. Y estamos en un callejón sin salida, porque hoy las personas piensan que el
autoritarismo es muy negativo.
Eso te iba a preguntar. ¿Cómo conjugar las actuales demandas por un trato horizontal con ese
miedo recíproco que lleva al autoritarismo?
–Sí, es un tema muy importante. Yo creo que, si hay un gran cambio en Chile, es la expectativa
de ser tratado horizontalmente. Todas estas ofertas de igualdad que hicieron la Concertación,
las demandas sociales, los organismos internacionales, crearon un gran discurso de igualdad
en los últimos 25 o 30 años que ha calado muy hondo. Y las personas terminaron por traducir
esa oferta al campo que les es más concreto: el de las interacciones cotidianas, cara a cara. Las
desigualdades económicas son muy importantes, pero las del trato diario –y esto lo veo desde
hace por lo menos 10 o 12 años que estoy haciendo estudios– son la verdadera brújula de las
personas para orientarse en lo social, y la verdadera vara para medir la justicia de la sociedad
para con ellas. Entonces, en ese plano, hoy las personas reclaman ser tratadas de manera
igual, no ser abusadas, y además entienden que eso es un valor para la sociedad. La gran
paradoja es que, cuando están en la posición de ejercer autoridad, saben que su única manera
de hacerlo con eficiencia es siendo autoritarias.Entonces estamos sometidos a un conflicto
constante: tenemos valores antiautoritarios y estamos hipersensibles a toda forma de abuso,
pero el miedo a los subordinados nos impide renunciar a ser autoritarios.
¿Los valores antiautoritarios no sirven para superar el miedo al subordinado?
–Al contrario, lo aumentan, hoy es más fuerte que antes. Porque sabes que el otro espera ser
tratado de otra manera, y que se sabe con derecho a exigirlo.
Ahora el tigre piensa, y además anda hipersensible.
–Piensa, demanda y es mucho más fuerte que antes. Yo creo que hablar de “empoderamiento
político” es un error, porque no es que tú tengas mayores cuotas de poder entregadas por el
sistema político, aunque algo de eso haya. Las personas se han empoderado sobre todo
porque en estas décadas, con el nuevo modelo económico y societal, aprendieron algo crucial:
que son capaces de gerenciar sus vidas sin necesidad de ser tutelados. Como el Estado te dijo
“anda y enfréntate al mercado como puedas, ve cómo arreglas tu vida”, hubo un gran
aprendizaje de los individuos. Así, todo este modelo tutelar de “yo sé lo que es bueno para ti”
no funciona más. Es paradójico que sea un efecto del neoliberalismo, pero bueno… Será una
cuota de esperanza que incluso este modelo, que hace muy difícil la vida, haya generado
individuos mucho más conscientes de su capacidad de acción en el mundo, intolerantes a que
les digan qué tienen que hacer sin considerar su opinión.
¿Crees que ese cambio cultural fue un efecto del modelo económico, más que de los discursos
de igualdad que comentabas recién?
–No, creo que es una mezcla de las dos cosas. Es tan absurdo explicar todo el país por la
igualdad y el empoderamiento como pensar que todo esto es pura individuación. Son las dos
cosas, y por eso tenemos consecuencias tan paradójicas.
LA FAMILIA Y LA PEGA
204
¿Cómo se manifiesta, cuando nos toca ejercer autoridad, esta contradicción entre el rechazo al
autoritarismo y la necesidad de ejercerlo? Tú lo estudiaste desde la familia y el trabajo.
–Sí. En la familia, para los padres, es muy dramático. Buena parte de los entrevistados y las
entrevistadas estaban muy tocados por este discurso que imagina una relación con los hijos
dialógica, democrática. Ese ideal entró muy fuerte en las familias. Pero les resulta muy difícil
de implementar. Todos terminan diciendo que están agotados de tener que abrir ese diálogo.
¿Por qué?
–Porque no funciona. Así de simple: no funciona. Conversan con los hijos y después los hijos
hacen lo que quieren. Para los sectores populares es mucho más grave, porque la
desobediencia es la calle y la calle es la droga y la delincuencia. Yo trabajé con una técnica que
se llama “conversación/dramatización”, donde hombres adultos tenían que actuar, a partir de
sus propias experiencias, una escena en la que se ejercía la autoridad, uno en el rol de padre y
los otros de niños. Entonces el padre entra y dice: “Niños, yo creo que ya deben irse a la cama,
porque es tarde y tienen que descansar”. Y el niño dice “ay, no, yo estoy contento acá”. “No,
pero ya es hora de descansar”. Y el niño empezaba a pedir cosas a cambio, y cada vez más
cosas a medida que el padre iba cediendo; la escena se volvía una burla, un ideal de diálogo
convertido en un chantaje. En cambio, si escenificaban la fórmula autoritaria –“¡te paras y te
vas, mierda, se acabó!”–imponían la autoridad mucho más fácil.
Y eso también aparece en el trabajo.
–Y es muy interesante, porque a diferencia de los padres, los empleadores han ganado muchas
armas para manejar la situación a su favor. Pero cuando hago la investigación, todos los
empleadores y los mandos medios tienen un terror espantoso a que te van a dejar en
evidencia que no tienes autoridad. Los peores son los mandos medios, porque el de arriba les
pide que produzcan un montón, pero el de abajo, si no lo manejas bien, te lo va a impedir. Y
los discursos del management –las buenas relaciones, la cooperación, la creatividad– tampoco
funcionan, muy pocas empresas los ejecutan realmente. Siempre aparece el fantasma de que
el otro se va a burlar de ti, o te va a pelar a la hora de almuerzo… el miedo a los subordinados.
No eres autoritario porque seas malo, es porque estás convencido de que si no lo eres, el otro
va a aprovecharse. ¿Y ese miedo es pura fantasía del que ejerce la autoridad? No pues, porque
efectivamente quien está del otro lado, que tiene una experiencia histórica de ser abusado,
ninguneado, responde a su manera. Los entrevistados nunca son los malos, pero sí te dicen
que todos los otros, cuando están en el lugar del subordinado, responden… Por eso el
problema de la autoridad es de todos. ¡Y es central! Si tú quieres que un país crezca más, con
procesos innovadores, olvídate: la innovación implica darle un rol protagónico al otro, para
que cree, para que avance. Todos los proyectos de productividad chocan con esta escena que
nos tiene tomados.
En la familia, el afecto del hijo también se convierte en una fuente de miedo al subordinado.
–Sí, ha aparecido un temor a la pérdida del amor de los hijos. Sobre todo con la crisis que hay
de la pareja. El hijo se convirtió en la fuente más importante de satisfacciones afectivas y
emocionales, y hasta de placer. Y eso genera un problema enorme para la autoridad, porque
tú no puedes ejercerla con miedo a perder el amor del otro. “Ay, si le digo que no sale a la
fiesta no me va a querer más, y mañana no me habla”. Y los hijos, obviamente, se dan cuenta
del poder que tienen. Los estudios sobre niñez muestran que una de las cosas más
importantes que están pasando con los niños es que tienen una imagen de la fragilidad de los
padres, y actitudes de adultos respecto a sus padres porque los ven frágiles. Por eso llega el
Día del Padre y muchos de los comerciales son niños que les dicen a sus padres qué es lo que
tienen que hacer, o “qué tonto es mi papá que le pasa esto”. A esa fragilidad súmale la
205
extensión de las jornadas laborales. El ejercicio de la autoridad sin presencia es muy
complicado.
En el trabajo, al revés, la lógica de la presencia sigue exagerada: que el subordinado “esté ahí”.
–Es ridículo, pero eso sigue funcionando: tienes que ver al otro. Y no por esa idea positiva de la
co-presencia, sino porque la suposición de entrada es que si no te ven, “este me debe estar
sacando la vuelta”. Es una queja frecuente en mis entrevistas: podrías haberte ido a las 5 pero
tienes que quedarte hasta las 7 jugando solitario.
CORRER EL RIESGO
Como los jóvenes no reconocen autoridad, se culpa a la educación –del hogar y la escuela– de
una mala formación cívica. Pero poco podrían hacer los padres o profesores si sus hijos y
alumnos tampoco les reconocen autoridad para educar.
–Pero ahí hay que tener cuidado, porque eso no quiere decir que la autoridad se haya perdido.
Lo que entró en crisis es su ejercicio autoritario. No es que los estudiantes no quieran
autoridad. Un estudiante mío investigó, en escuelas vulnerables, la violencia contra la propia
escuela, que realmente hay mucha. Pero él no fue a mirar “ah, sí, hay crisis de autoridad”, sino
a mirar cuáles son los profesores que sí consiguen ejercerla, cómo lo consiguen. Yo creo que
esa es la pregunta. La gente está muy dispuesta a tener figuras de autoridad como referentes,
que son probablemente líderes e instituciones más alternativos. Pero las fórmulas autoritarias
llegaron a su tope, y al mismo tiempo no las podemos abandonar. Es un drama.
Dices que la salida no pasa por recuperar la legitimidad política e institucional. ¿Por qué no?
–Porque creo que el problema de la política no es distinto al de la sociedad: cómo transformar
las formas de ejercer la autoridad, más allá de las normativas. Si tu pareja te dice “tú nunca me
escuchas”, tú puedes definir que la vas a escuchar los viernes de 7 a 8, pero te va a servir de
poco. La interacción entre personas pasa por convencimientos internos. Entonces lo que se
requiere es una conversación, abrir el tema para hacernos cargo de cómo todos estamos
involucrados en la reproducción de esta escena que no nos lleva a ningún lugar. Y eso no es
hablar de fórmulas institucionales…
Sino de cómo es el trato.
–Claro, las maneras en que efectivamente abordas a los ciudadanos. El debate sobre la
Constitución mostró un temor enorme a la posibilidad de abrir espacios. Se hicieron estos
encuentros, importantes porque abren espacios de conversación, pero quedó en evidencia
cómo toda la clase política hace imposible la apertura de un espacio mayor, y sostenido en el
tiempo.
Ya estos encuentros provocaron unas inseguridades tremendas por lo que fuera a decir la
gente sobre la Constitución, “van a pedir quizás qué cosas”. Ahí está el miedo al subordinado,
¿no?
–Totalmente. Y esa idea de que en realidad no tiene nada que decir, de que “yo soy el Estado y
yo voy a cuidar que todo funcione”. Ese modelo ya es insostenible. La derecha no puede seguir
teniendo miedo cada vez que se menciona la idea de participación, tampoco la Nueva Mayoría.
Por otra parte, se critica mucho a los partidos porque tienen miedo de abrirse, pero gana DJ
Méndez en Valparaíso y ahora les dicen “oye, ustedes tienen que imponer seriedad, están
farandulizando la política”.
–Sí, bueno, pero la libertad siempre implica riesgos, y hay riesgos que hay que correr. Lo cual
tampoco se contrapone con la responsabilidad de los partidos de ver quién es su candidato.
206
O quizás se contrapone. Lo está sufriendo el Partido Republicano por dejar que la gente decida
si quiere o no a Trump.
–Bueno, pero es así. Porque la otra opción, ¿cuál es?
Las cuatro paredes.
–Claro, y ni siquiera es una mala opción, sino que ya es imposible, porque el mundo cambió.
Cambiaron las tecnologías, pero también las personas, que están mucho más seguras de sí
mismas, y entraron otros valores sobre lo que debe ser una sociedad. Yo encuentro que es
positivo. Y bueno, si es DJ Méndez, es DJ Méndez.
No queda otra que arriesgarse.
–Es que la única posibilidad de que el mundo vuelva a las cuatro paredes es que llegue un
régimen totalitario como el que nunca vimos en la historia… Prefiero ver la farandulización de
la política. Y en cinco años aprenderemos que es un error y haremos otra cosa. Hay que tener
confianza en que la reflexividad no es un bien de las élites, es un bien común. Si tú vas
aumentando la educación, como ha ocurrido en las últimas décadas, estás apostando por un
aumento de reflexividad. Y si creas reflexividad sin libertad, estás creando una bomba de
tiempo.
Pero países que apostaron hace mucho por la educación y la democracia, no parecen mejor
blindados para evitar un Trump o un Brexit.
–Sí, pero en esos fenómenos hay más que un factor de error. También son un factor las
consecuencias del neoliberalismo en las últimas décadas. Yo tengo sentimientos encontrados.
Encuentro que Trump es terrible, pero veo que detrás hay una reacción al neoliberalismo y
fuerzas que uno tendría que poder canalizar de otra manera, en vez de decir “mira, esta gente
ignorante, prejuiciosa, cero reflexiva”.
¿Crees que la izquierda se desconectó de ese mundo, más interesada en su credo que en sus
fieles?
–Es difícil saber quién es la izquierda, pero sí creo que los partidos que han sido gobierno se
creyeron demasiado ciertas ofertas del modelo y miraron poco a lo que estaba pasando en la
sociedad. Y creo que tampoco las posiciones más radicales miran lo que está pasando, porque
el país no es de radicalismos, realmente no está en su espíritu. Creo que este es un país que
puede amar las utopías, pero no el radicalismo. Y por otro lado, la vida ordinaria de las
personas es lo que es. Yo tengo muchos años haciendo trabajo empírico con sectores
populares y medios/altos, tengo cierto contacto largo con eso, y veo que hay un sentimiento
muy nítido de que se ganaron muchas cosas, aunque se hayan perdido otras. Y hasta que no
reconozcamos realmente lo que se ganó y lo que se perdió, no vamos a poder conectarnos.
Eso creo.
La manera en que se manifestaron los estudiantes, con el Cristo roto o en el INBA, creó una
sensación de “estos jóvenes no creen en nada”. ¿Qué lectura le das a esos hechos?
–Creo que hay mucha rabia. Son grupos, no puedes juzgar a la juventud por ellos, pero sí
puedes tomar desde ahí que hay una cosa de rabia, que ni siquiera es malestar. “Malestar”
decía el PNUD el año 98 y creo que fue un diagnóstico temprano acertado, pero han pasado 18
años y ya hay una verdadera rabia confrontativa, no sólo en los jóvenes. Ahora estoy haciendo
una investigación sobre la calle, y lo más importante, por lejos, es que la gente cree que en los
espacios de encuentro con los otros necesariamente va a haber roces, porque ni tú ni yo
podemos manejar esta irritación que traemos de otros lados. Es una irritación que trasciende
el problema de la autoridad, tiene que ver con promesas incumplidas, expectativas que crean
frustraciones. Las personas han ganado cosas, pero el costo es muy alto. Hay mucha rabia,
mucha rabia… Antes, en las entrevistas, la gente no me hablaba con tanto garabato como
207
ahora. Es increíble cómo pueden tener fórmulas muy cálidas, muy bonitas para hablar de sus
vidas personales, familiares, de sus sueños, etc. Pero llegas al tema de la sociedad y es un
garabato tras otro. “Esto es una mierda, porque estos son unos conchesumadres, hay puros
ladrones…”. Eso no es malestar, es rabia.
Cuando hablas de abrir una discusión para salir del miedo autoritario, uno supone que eso no
puede venir de abajo, que los subordinados vayan a decir “oiga, jefe, conversemos”. Aunque
sea un problema de todos, depende de los de arriba intentar ese cambio.
–Sí, tiene que haber una conversación como sociedad, pero es obvio que sin los empleadores y
las élites políticas es imposible. Ahora, ¿cómo se produce la confianza para esa escena mutua?
Yo en realidad no tengo idea, pero la conversación tiene que empezar, porque nadie está
sabiendo cómo se ejerce la autoridad y esto, insisto, no se resuelve institucionalmente. Hay
que empezar a hablarlo para que se asuma primero como problema, y luego como
autorreflexión –de las élites, de los empresarios, de las personas comunes– sobre qué está en
juego cuando tu primera actitud es tratar al otro autoritariamente.
Los proyectos de desarrollo y la lucha por la tierra
http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/los-proyectos-de-desarrollo-y-la-luchapor-la-tierra/#
Los desplazamientos forzosos, asesinatos y demás abusos que los Estados Unidos cometieron
contra los nativos americanos, hoy conforme a su proyecto capitalista, se vienen imponiendo
en distintas partes del Tercer Mundo, como México. Por lo que nos es preciso recordar que la
fundación de la civilización estadounidense estuvo manchada por el robo, el asesinato y el
genocidio.
Y hoy pretenden hacernos lo mismo que hicieron con los nativos americanos, de los cuales
actualmente viven 2.5 millones y un millón de ellos viven en reservas. Estas reservas en total
abarcan una extensión de 22.5 millones de hectáreas, o 2.3% del territorio total de Estados
Unidos. Es decir, los nativos americanos fueron privados de 97.7% de sus tierras. Además, a
ninguna tribu se le concedió el derecho de conservar sus tierras ancestrales y todos los
habitantes fueron desarmados.
Impulsando el mismo proceder de despojo de tierras para sus grandes compañías
agroindustriales, Estados Unidos desde hace años en nuestro país, mediante proyectos como
el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), lideran un esquema de integración geopolítica,
que se exponencia a partir del éxito de la economía china. Contemplando un régimen
comercial “abierto” que incluye agricultura, propiedad intelectual, telecomunicaciones,
servicios, comercio y medioambiente, entre otros.
Y para lograr sus objetivos, ha contado en nuestra nación con el respaldo de la burguesía
monopólica nacional, expresada en 2013 a través de la Coalición Empresarial para el TPP,
precedida por Moisés R. Kalach, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido.
Así como por el Compite Estratégico para el TPP, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani,
presidente del Consejo Coordinador Empresarial, mismo que también ha sido consejero de
Nacional Financiera, la Fundación Comunitaria de Oaxaca, del Banco Nacional de Comercio
Exterior, entre otras. Además, en el Comité Estratégico para el TPP, también participan el
Consejo Mexicano de Comercio Exterior, presidido por Valentín Diez Morado, consejero de
Banamex, Citigrup, Mexichem, Kimberly Clark de México, Grupo México, Desc Corporativo,
Zara y Bodegas Vega Sicilia, así como otras tantas.
Y asimismo, contando con tal respaldo, Enrique Peña Nieto planteó la creación de zonas
económicas especiales (ZEE) el 27 de noviembre de 2014, no obstante o aprovechando la
conmoción nacional suscitada por la desaparición de los 43 normalistas de Iguala, Guerrero. El
presidente anuncio 14 acciones en materia de seguridad, justicia y desarrollo económico, con
208
la supuesta intención de que crímenes similares a la desaparición de los 43 normalistas no se
repitieran (sic).
A este respecto Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda y Crédito Público, abundo que
para la formulación de las Zonas Económicas Especiales se llevó a cabo una revisión muy
amplia y profunda de más de 4 mil ZEE existentes en otras partes del mundo. De lo cual según
indico, se aprendieron tres lecciones para que funcionen de manera adecuada: primero, que
las ZEE deben desarrollarse bajo un enfoque integral para que proporcionen un “desarrollo
equilibrado, incluyente y sustentable” en sus regiones. No bastando con incentivos fiscales,
laborales o aduaneros, las “ZEE además deben de proveer toda la infraestructura económica
(tangible e intangible), social y urbana” para que sean “atractivas” tanto para las empresas –
porque según señalo, incrementan su competitividad – como para la gente, puesto que según
Videgaray, mejoran su calidad de vida.
Un segundo aspecto aprendido según indico Videgaray fue la importancia de un esfuerzo
público-privado, en el que el gobierno ponga las bases que atraigan y mantengan las
inversiones privadas. Ya que sólo así se lograra que estas zonas propicien el desarrollo de
sectores de alta productividad, con empleos mejor remunerados. Y finalmente, aprendieron
que las ZEE requieren de una visión de largo plazo, debido a que estas tardarán entre cinco y
diez años en comenzar a “madurar”.
Sin embargo, para el impulso de las ZEE no se ha tomado en cuenta a las poblaciones que se
verán directamente afectadas por sus proyectos de “desarrollo”. Sino que han sido fruto del
acercamiento del gobierno con el sector privado y la asistencia de organismos multilaterales
como el Banco Mundial y el Centro de Desarrollo Internacional de Harvard.
De suerte tal que, en su paso para su aprobación en el Congreso de la Unión de nuestro país,
según interpreta el Secretario de Hacienda, esta iniciativa fue enriquecida y aprobada por los
legisladores, de manera que en este momento tenemos en México una gran oportunidad para
aprovechar un marco legal sólido que: i) brinda certidumbre a la inversión, ii) promueve el
desarrollo regional, iii) cuenta con instrumentos rectores con visión a largo plazo, iv) permite
crear un paquete de estímulos “a la medida” de cada zona, y v) garantiza la trasparencia y la
rendición de cuentas [1].
Pero no obstante estas bellas declamaciones, que pretenden llevar a los estados de
Michoacán, Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Chiapas a un mundo de ensueño a través de las ZEE.
Nos viene a la mente el amargo recuerdo (además de los nativos norteamericanos) de que en
el estado de Chiapas, a pesar de la moda ecológica, el gobierno al menos desde 1900, al igual
que ahora, también se enterneció ante la miseria indígena de Chiapas, como señalo el
Subcomandante Marcos. Y tuvo a bien el hecho de que a la par de dotar a la entidad de
hoteles también se construyeran cárceles, cuarteles y un aeropuerto militar. Todo con la
misma finalidad que hoy prevalece en las ZEE: “blindar las zonas, para que puedan llegar las
materias primas y salgan los productos terminados”. Según indicó Abraham Zamora, director
general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos [2].
Y tal como ocurriera hasta antes y aun después del levantamiento del Ejercito Zapatista de
Liberación Nacional, la riqueza del estado de Chiapas siga saliendo por oleoductos, gasoductos,
tendidos eléctricos, vagones de ferrocarril, por cuentas bancarias, por camiones y camionetas,
por barcos y aviones, por veredas clandestinas, caminos de terracería, brechas y picadas [3].
Pero hoy mediante el esfuerzo “extraordinarios” de las ZEE.
Contexto en el que además una parte del llamado “capital humano” lo conforman niñas y
niños que son explotados en minas de Chiapas para la extracción de ámbar. O en el estado de
Guerrero, son empleados en cultivos ilícitos de enervantes. Según a informado el director de la
Oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Thomas
Wissing [4].
Todo lo cual se ha venido imponiendo en México dentro de una visión “paternalista”, que se
expresa legalmente al menos desde el siglo XVI hacia los nativos, cuando los virreyes
innovaron el sistema de justicia aplicado a los indios, con el fin de lograr un mejor control
209
social y político de los pueblos. Pero al igual que entonces las autoridades españolas
consideraban a los indios como “menores de edad”, incapaces de defenderse jurídicamente,
bajo el supuesto de que tienen una debilidad de carácter y condición, hoy en día se le siguen
imponiendo “proyectos para que logren su desarrollo”.
Por lo que tal parece que al igual que en 1523, cuando a los nativos se les brinda el estatus de
“miserables” y la Corona decide “ampararlos” por esta condición jurídica. En estados de la
república mexicana como Chiapas, la intención es que se continué con el “desarrollo” indígena
a partir de que fluyan hacia países como los Estados Unidos y Canadá, maderas y frutas,
ganados y hombres. Profundizando las ZEE el trabajo hechos por el TLCAN, con la intención de
postrar a nuestro país, como se hizo anteriormente con las repúblicas bananeras. Por lo que
desde el proyecto neoliberal se ha “rediseñado” el sureste de México para que siga siendo
“competitivo” mediante la exportación de materias primas y mano de obra [5].
Más aun, los granes monopolios ubicados en Estados Unidos, tienen en mente volvernos
productivos, mediante sus “proyectos de desarrollo”. Pero para lo cual recurren al
desplazamiento, tal como hicieron con los indios hidatsa/mandan, quienes fueron empujados
hacia la reserva de Fort Berhold, debido a la construcción de la presa Garison en los años 1950.
Además de que en ese mismo año, niños nativos norteamericanos, fueron obligados a
abandonar sus comunidades y familias para ser colocados en internados en los que les
enseñaban oficios durante cuatro años [6].
Consolidándose se la visión de productividad del Pentágono en México después de 1945,
cuando al igual que el resto de América Latina, es circunscrito en la órbita del capitalismo
estadounidense, consolidado y en expansión después de la Segunda Guerra Mundial. Desde
entonces se ha dejado a la totalidad de los países de la región como zonas subdesarrolladas y
dependientes.
Para lo cual le han servido como palanca estructuras jurídicas como la promulgada por Benito
Juárez, que reivindica “el respeto al derecho ajeno”, entendido el derecho a la propiedad
privada. En tanto que por otro lado permite a las clases dominantes/dominadas de nuestros
países, acentuar mediante los aparatos represivos (como la gendarmería en Nochixtlan,
Oaxaca), la explotación y la sujeción del proletariado nacional.
De manera que en este tenor se circunscriben las declaraciones de Enrique Peña Nieto, cuando
indica que ni la Reforma Educativa, ni ninguna otra ley “esta sujeta a negociación”. No
obstante “lamenta” los hechos ocurridos el domingo 19 de junio de 2016 en Nochixtlan,
Oaxaca. A lo cual abunda que, para el gobierno lo que esta muy claro y lo que es su deber es
justamente aplicar lo que esta en la legislación, el mandato que tiene la ley” [7].
Contaminación y accidentes “productivos”
Tales declaraciones, vienen reflejando que no importa que en México industrias químicas,
alimentarias, cementeras, de fabricación de plásticos, así como de generación y transmisión de
energía eléctrica, como las que rodean a la Ciudad de México, en un 80 por ciento. Arrastren
por el aire 140 mil toneladas de emisiones contaminantes en promedio.
Además de que los llamados proyectos de desarrollo, pasan por alto las opiniones vertidas por
especialistas como Sergio Sánchez, director Ejecutivo del Clean Air Institute (CAI). Quien ha
indicado que la contaminación ambiental es un hecho que viven todas las ciudades de la
República Mexicana y de otros países de América Latina. A partir de episodios de altas
emisiones contaminantes derivadas del incremento en el transporte automotriz de
combustión interna, la producción industrial, así como por las actividades comerciales y de
servicios [8].
Ocurriendo entonces, que ante los intereses empresariales se vienen dejando de lado estudios
como el de Global Urban Ambient Air Pollution Database, de la Organización Mundial de la
Salud, que tras analizar y comparar lo niveles de partículas (PM 10 y PM 2.5 [9]), registradas en
2008 a 2013 en 795 ciudades de 67 países, ubican a la Ciudad de México y el estado de Puebla
en el séptimo lugar en niveles de contaminación en el país.
210
Mientras que en el mismo estudio, Monterrey, Nuevo León es la ciudad más contaminada,
seguida de Toluca (estado de México), Salamanca, León, Irapuato y Silao (Guanajuato). Y la
Organización Mundial de la Salud ha advertido que las Particulate Matter PM, contienen sulfato,
nitratos y carbón, sustancias que entran a los pulmones y al sistema cardiovascular,
envenenándolos y causando graves riesgos para la salud.
De manera que ante el desinterés por estos hechos, han llegado a campear en la Ciudad de
México fábricas como, Cromatos de México. Misma que de acuerdo con archivos del municipio
de Tultitlan, estado de México, funcionó de 1958 a 1978. Lanzando a cielo abierto la materia
prima conocida como cromita, sin que hubiera un control sobre las emisiones a la atmósfera, ni
en la disposición de los residuos que eran “donados” para el relleno y aplanado de calles.
Pero en 1975, los habitantes de la zona cercana a la fábrica Cromatos comenzaron a tener
problemas de salud, como perforaciones del tabique nasal, lesiones renales, ulceraciones,
dermatitis, y cáncer. Pero los más afectados resultaron ser los alumnos de les escuela primaria
Reforma, que se encontraban junto a la fábrica. Y ante esto eventos, la fábrica se vio obligada
a cerrar por la lucha de los vecinos afectados [10].
Pero pasando por alto estos eventos, el gobierno de Enrique Peña Nieto a continuado con
“proyectos productivos”, como la desincorporación de la planta Clorados III, de la empresa
Petroquímica Mexicana de Vinilo (PVM), realizada el 30 de junio de 2013. Días antes de que el
presidente anunciara la iniciativa de reforma energética, para aceptar la entrada de capital
privado en PEMEX.
Resultando en que desde hace tres años el gobierno decidió entregarle en comodato a la
empresa Mexichem, misma que pertenece a PVM, el Complejo Petroquímico Pajaritos. Debido
a una cuestión presupuestal, según justificaron las autoridades. Y Mexichem, de Juan Antonio
Valle, supuestamente inyectaría dinero fresco, mediante una inversión multimillonaria.
Sin embargo, de acuerdo con Didier Murguira Cadena, de la Unión Nacional de Técnicos y
Profesionistas Petroleros, que agrupa a 320 empelados de PEMEX disidentes del corporativo
Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Conforme el paso de los
meses, no se hizo patente la inversión multimillonaria prometida, sino que se continuó
trabajando con el mismo equipo.
Además de que según Didier, desde que Mexichem tomó el mando de Pajaritos, los protocolos
de seguridad se relajaron. Por lo que se produjo un sobre calentamiento en el área de hornos.
Y debido a la falta de mantenimiento en un complejo cuyas válvulas e infraestructura, se
produjeron dos explosiones en una de las tres áreas del complejo, la de Clorados III. Lo cual de
acuerdo con algunas estimaciones dejo 27 muertos, 160 heridos y 18 desaparecidos, el día 20
de abril de 2016.
No obstante tal catástrofe, el presidente Peña, el día jueves 21 de abril, acudió al lugar de los
hechos en medio de un impresionante cinturón de seguridad policiaco-militar, acompañado
del director de PEMEX y el gobernador de Chihuahua, César Duarte. Además, sólo se le
permitió el acceso a medios de comunicación previamente seleccionados.
Por lo que en el exterior del complejo petroquímico, unos 150 policías de la SSP estatal, así
como una treintena de militares fueron movilizados para formar varios cinturones de
seguridad y así evitar que grupos de familiares de los obreros muertos, heridos o
desaparecidos encararan a Peña Nieto. Sumado a esto, al final de su recorrido el presidente se
subió a un helicóptero de la Marina para trasladarse al hospital de PEMEX de Minatitlan. Y sólo
hasta entonces los efectivos de la SSP y de la Sedena levantaron el cerco de seguridad, para
dejar entrar a mujeres a la planta de Pajaritos, para que buscaran a sus familiares [11].
Situación que empeoro para los familiares de los accidentados, debido a que dentro la lógica
empresarial de volver a México “productivo” y competitivo” la dirigencia del Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, encabezada por Carlos Romero Deschamps,
permitió el desplazamiento de los trabajadores sindicalizados de PEMEX para que, de acuerdo
con el Frente Nacional Petrolero, las compañías privadas del sector energético y Petróleos
Mexicanos se inundarán de trabajadores terciarios.
211
Por lo que después del accidente, se inicio una pugna entre la empresa Mexichem, propietaria
de las instalaciones y las compañías terciarias Welding, Gamza e ICA Flour, para deslindarse de
la responsabilidad y el pago de indemnizaciones, daños y perjuicios a los familiares de los
trabajadores fallecidos y accidentados [12].
El desmantelamiento de la producción nacional y la mayor “competitividad”
Pero los “beneficios” de la “productividad” y la “competitividad” en México, también se vienen
manifestando en una desmedida importación de leche en polvo, vía el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte. Lo cual ha causado que los quesos de producción nacional en
México estén desapareciendo, de acuerdo con el académico Abraham Zacarías Villegas.
Zacarías Villegas dice que existen miles de pequeños queseros artesanales dispersos por todo
el territorio nacional y estos elaboran quesos tradicionales. Tan sólo en Chiapas dice que por lo
menos existen unas mil queserías que procesan pequeños y medianos volúmenes de leche,
entre 50 mil litros. Pero además de Chiapas, en quesería tradicional también destacan Jalisco,
Oaxaca, Tabasco, Aguascalientes, Hidalgo y Veracruz.
Pero, conforme a la “competitividad” impuesta en nuestro país, los quesos industrializados,
sintéticos o de imitación son los que se presentan en los supermercados, principalmente en los
urbanos. Bien empacados, atractivos por su aspecto, son puestos a disposición en muchos
puntos de venta a precios accesibles, especialmente para los consumidores de escasos
recursos.
En tanto que los quesos tradicionales no son muy conocidos por los mexicanos, debido a que
su promoción es mínima o nula. Además son un poco más caros y no se encuentran con
facilidad en los puntos de venta, siendo prácticamente inexistentes en los supermercados. Y
dentro de las normas de “competitividad” son señalados como productos inocuos (riesgosos
para la salud) porque se elaboran con leche cruda o “bronca”, la mayor parte de estos. Pero no
se cuestiona que el producto sea sintentido, industrializado o falso [13].
He igual suerte esta corriendo el mezcal, desde 2012, debido a que conforme a los proyectos
de normas oficiales 186 y 006, se esta intentando prohibir el uso del término “agave” en los
destilados del mezcal y por el contrario a finales de noviembre del 2015, la Secretaría de
Economía presentó el proyecto de Norma Oficial Mexicana, número 199 la cual pretende
imponer a los productos de mezcales tradicionales la obligación de rebautizar sus productos
con el nombre genérico de “komil” y prohibirles que usen en sus etiquetas cualquier referencia
a la palabra “agave”. Lo cual le impediría al consumidor su identificación y por ende sería un
duro golpe a la producción artesanal del destilado.
Estos hechos se presentan en un contexto en el cual, en años recientes la venta y el consumo
de bebidas destiladas de distintas variedades de agaves, diferentes al tequila, ha cobrado
importancia y popularidad en todo el país. Pero las grandes empresas tequileras nacionales e
internacionales, no quieren compartir un mercado de destilados que, en aproximadamente un
25%, se ha reorientado al consumo de agaves distintos al tequila. Y para imponer sus
condiciones, el sector empresarial nacional y extranjero, cuentan con la promulgación de la Ley
de Normalización otorgada por Carlos Salinas de Gortari en 1992. Misma que les permite
participar en la Norma Oficial Mexicana [14].
Dentro de esta misma lógica, el Acuerdo de Asociación Transpacifico (ATP) mediante sus
disposiciones de protección de propiedad intelectual, de acuerdo con Jorge Marín,
representante de Médicos sin Fronteras, forzará a los países firmantes a cambiar leyes locales
que garantizan el derecho a la salud, además de que los obligara a someterse a tribunales
supranacionales, en caso de que sus intereses o ganancias sean afectados. Y pero aun, servirán
como antecedente para acuerdos que se lleguen a negocia en el futuro.
Debido a que la propiedad intelectual les permitirá ampliar el periodo de vigencia de las
patentes más allá de los 20 años previstos en la actualidad, lo que les posibilitará retrasar o
bloquear la disponibilidad de medicamentos genéricos. En este mismo sentido, José Cabrera
Reséndiz, director de la Red Mexicana de Personas que viven con VIH/sida, indica que el ATP,
incrementará los gastos, bloqueará la entrada de productos aleopáticos [15] genéricos
212
innovadores o similares y reforzará el resguardo sobre los efectos adversos de los
medicamentos, en aras de proteger la investigación científica [16].
Añade aun más Jorge Marín, como trágico ejemplo el caso del medicamento
llamado Atripla, requerido por los enfermos de VIH/sida, que en la India cuesta un desembolso
anual de 219 dólares (3 845.51694 pesos mexicanos), pero que se eleva más de diez veces en
México, debido a que en nuestro país no se pueden elaborar medicamentos genéricos, por los
compromisos adquiridos en el TLCAN. Por lo cual concluye Julieta Ponce, del Centro de
Orientación Alimentaria que, la salud es vista como un producto, las medicinas como una
mercancía y las complicaciones sanitarias como una oportunidad de negocio [17].
Los proyectos “productivos” en minería
Tal embestida de la burguesía monopólica y la burguesía imperialista, además de los ejemplos
dados, también se ha presentado en la industria de la transformación y la minería. En 2013 tan
sólo el estado de Chihuahua capto más de 521 millones de dólares en dichos rubros. No sin
que antes pasara el estado por un periodo de desestabilización y terror acometido por narcoparamilitares (como hoy ocurre en el sureste del país), para que posteriormente esta entidad
norteña fuera encaminada por autoridades y empresarios, hacia la promoción de las “ventajas
competitivas” en Europa, Asia, Estados Unidos y Canadá.
Así, en 2013 el gobernador de Chihuahua, César Duarte, sostenía que dicha entidad era un
lugar muy importante en el mapa minero del país y del mundo, particularmente respecto a la
producción de oro. Ubicándola en segundo lugar en el ranking mundial, con 19 mil kilogramos;
plata, con 909 mil kilogramos; plomo, con 52 mil toneladas y cuarto lugar en la producción de
cobre con 15 mil 603 toneladas. Y así se vanagloriaba de que las compañías mineras asentadas
en ese estado, “rescataron” de la inactividad y la pobreza a reconocidos pueblos mineros, que
desde años atrás esperaban el arribo de nuevas fuentes de empleo. Hechos que no parecen
“apreciar” los habitantes de Choreachi, quienes han venido siendo constantemente hostigados
por los proyectos mineros [18].
“Prosperidad” que también ha sido promovida desde 2013 en el estado de Chiapas,
particularmente en la reserva de la biósfera El Triunfo, ubicada en lo alto de la Sierra Madre de
Chiapas. No obstante haber sido declarada hace 26 años como área natural protegida, se
encuentra en peligro por el número de concesiones mineras autorizadas en dicho estado, 111.
Siete de las cuales se encuentran en la zona del Triunfo, que tiene 119 hectáreas.
De manera que a dos kilómetros del polígono de El Triunfo, que abraca territorios de los
municipios de Ángel Albino Corzo, Acacoyagua, La Concordia, Mapastepec, Pipijiapan, Siltepec
y Villa Corzo, desde 2013 se impulsaron proyectos de exploración como: Las Golondrinas, Los
Cacaos, Titán, La Libertad y Cristina, de donde se planea extraer titanio, oro, cobre y
barita [19].
Sin importar que la zona del Triunfo sea el hábitat de especies en peligro de extinción y
algunas endémicas, como el quetzal y el pavón. Así como se encuentran en riesgo por la
minería a cielo abierto especies como el tucancillo verde, el jaguar, el puma y el tapir. Además
de reptiles como la nauyaca, varios anfibios y salamandras, que conviven entre enormes
helechos, arborecentes, bromelias, orquídeas y palmas, también en riesgo por los proyectos
“productivos” [20].
De tal manera, tan “benévolos” proyectos se vienen enfrentando con oposiciones, como le
expresada en abril de este años por más de 60 comunidades de siete municipios del norte y la
selva de Chiapas, así como del Frente Petenero Contra Represas de Guatemala, quienes se han
pronunciado contra la construcción de la presa hidroeléctrica binacional, Boca del Cerro, en el
río Usumacinta, pues señalaron que invadirán sus tierras y las comunidades serán desalojadas.
De manera que, como veníamos indicando al principio, los distintos proyectos citados están
exacerbando el despojo y la lucha por la tierra. Según datos de Comisión Federal de
Electricidad (CFE), la hidroeléctrica binacional Boca del Cerro es una de las cinco presas
planeadas en la cuenca que divide a México de Guatemala, obras que se pretende tengan una
duración de cuatro años. Pero de forma inmediata, tan sólo las primeras obras causan que
213
desaparezca la comunidad de San Carlos Boca del Cerro, Tenosique. Debido a que ahí se
planea construir oficinas y campamentos para la empresa que construye la cortina de la
represa [21].
Hechos que sin lugar a dudas también han contribuido a que a lo largo de los años, de los 364
idiomas que se hablan en el país, 107 estén en peligro de desaparecer. Siendo los casos más
graves el de Kiliwa, en Baja California y el ayapaneco, en Veracruz, debido a que sólo hay cuatro y
ocho hablantes respectivamente.
Ya que agentes del Ministerio Público niega el servicio a quien no hable español e incluso
regañan a los que no llevan intérpretes, destaca Diego Saydel García, colaborador de Radio
Huayacocotla, La Voz de los Campesinos [22]. De manera que, en las luchas colectivas o
individuales por sus tierras, el idioma es otro pretexto para no respetar los derechos o los
acuerdos de los nativos.
Además, los habitantes de dicha zona manifiestan que el gobierno no los indemnizará por sus
tierras, aumentará el costo de la vida y desaparecerán como pueblos indígenas choles y
tzeltales de la región. Mientras que las ganancias generadas por los proyectos hidroeléctricos y
mineros, servirán para enriquecer a las empresas extranjeras, lo cual en la actualidad es
resultando de la reforma energética, impuesta a costa de los pueblos originarios y sus tierras.
Mientras que por otro lado, mediante los recursos extraídos de los estados indicados,
exacciones de impuestos, sectores que han sido privatizados, concesionados y/o regulados por
el sector público. Han permitido que cuatro multimillonarios (Carlos Slim, German Larrea,
Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego) en México hayan visto aumentar su riqueza,
equivalente a 2 por ciento del producto interno bruto del país, a 9 por ciento en 2014.
De suerte que vivimos en un mundo cuyas reglas están hechas para los súper ricos, afirma
Tobías Hauschild, miembro de Oxfam Alemania. Otra expresión de esta situación la han dado
“Los Papeles de Panamá”, consistentes en una lista integrada por empresarios prominentes,
políticos y celebridades de México y del mundo, que participaron en la creación de empresas
dedicadas a esconder millones de dólares.
Apareciendo en la lista, Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los contratistas favoritos de
Enrique Peña Nieto. Mismo que es dueño del grupo Higa y es conocido por el caso de la
llamada “Casa Blanca”. Y tras darse a conocer su estrecha relación con el actual mandatario en
julio de 2015, Hinojosa Cantú ha movilizado más de 100 millones de dólares por varios países,
por medio de Mossack Fonseca, (empresa de los papeles de Panamá)
También aparecen en los papeles de Panamá, Ramiro García Cantú, quien ha amasado una
fortuna al amparo de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y los nombres de Amado Yáñez Osuna,
Martín Díaz Álvarez, los hermanos Óscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio, socios de
Oceanografía, empresa también favorecida con contratos multimillonarios por PEMEX. Estos
personajes aparecen como clientes de Mossack Fonseca, debido a que compraron tres
compañías offshore, es decir, sociedades constituidas fuera del país e residencia, con el fin de
evitar el pago de impuestos.
A estos sujetos también se suman el empresario Omar Yunes Márquez, hijo de diputado
federal panista y que fuera candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. Así como la
empresa Altos Hornos de México (Ahmsa); Ricardo Benjamin Salinas Pliego, presidente de TV
Azteca, Banco Azteca y Fundación Azteca; Guillermo Cañedo White, es ejecutivo de Televisa y
vicepresidente de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe del Futbol
(Concacaf) [23].
Sin embargo, la manera en que políticos, potentados, personalidades públicas y demás
delincuentes esconden las riquezas robadas y lavan los capitales, no son consideradas
“estrictamente” como ilegales. No obstante que individuos próximos a políticos destacados
como parientes, amigos cercanos, socios o subordinados directos, han movido fortunas a
través de la red establecida por la empresa establecida en Panamá, siendo que sus ingresos
declarados no guardan ninguna correspondencia con los astronómicos montos de las
operaciones.
214
El pasado lejano aun nos cobija, con mantos de viruela
Todos los hechos anteriores, guardan una estrecha relación con el capitalismo y los métodos
utilizados por los Estados Unidos, quienes diezmaron a la población nativa de ese país con
medidas como la indicada por Sir Jeffrey Amherst, comandante en jefe de las fuerzas británicas
en América del Norte, quien escribió lo siguiente al coronel Henry Bouquet de Fort Pitt: “Hará
bien en tratar de inocular a los indios [de viruela] por medio de mantas, así como en probar
cualquier otro método que puede servir para extirpar esta execrable raza”.
Así, en el mes de junio, dos comerciantes en Fort Pitt dieron mantas y un pañuelo del hospital
en cuarentena de la fortaleza a dos visitantes indios de Delaware, y uno de los comerciantes
escribió en su diario: “Espero que tenga el efecto deseado”. La viruela ya estaba presente
entre las tribus de Ohio, pero en algún momento después de este episodio, hubo otro brote en
el que murieron cientos de personas.
Otro caso será el de un presunto incidente ocurrido el 20 de junio de 1837. Ese día el ejército
de Estados Unidos empezó a distribuir mantas a los mandan y otros indios reunidos en Fort
Clark en la actual Dakota del Norte. Las mantas habían sido tomadas de un hospital militar en
St. Louis en cuarentena por viruela.
Y cuando los indios empezaron a mostraron síntomas de la enfermedad el 14 de julio, el
cirujano aconsejó a los acampados a dispersarse y buscar “refugio” en los pueblos de los
parientes sanos. De esta manera, la enfermedad fue propagada, los mandan fueron
“prácticamente exterminados”, y otras tribus sufrieron pérdidas igualmente devastadoras.
Algunas cifras destacan la muerte de “100,000 o más muertes” causadas por el ejército de
Estados Unidos en la pandemia de viruela de 1836 a 1840 [24].
Y de igual forma hoy en día, la “democracia” y los “proyectos productivos”, han llevado la
transformación de la ecología de la región fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, que
forman parte de la amazonia, donde han habitado desde hace siglos los guaraníes,
autodenominados como avas. Pero que han sido desplazados mediante la violencia hacia
diferentes áreas del sur.
Diversos estudios vienen indicando que en la actualidad el territorio guaraní se encuentra en
gran parte destruido y bajo amenaza por los cultivos industriales de soya, caña de azúcar y la
forestación con especies de árboles foráneos, como el eucalipto y el pino de la provincia
argentina de Misiones. Además la construcción de distintas represas hidroeléctricas en las
fronteras de los tres países: Itaipú, compartida por Brasil y Paraguay, y Yacyretá , argentinoparaguay. Ha dejado a varias aldeas de los mbya y ava guaraní, bajo el agua, a causa de los
embalses de las represas construidas [25].
Notas
[1] La Jornada, jueves 2 de junio de 2016. “Zonas Económicas Especiales: no puede haber dos
Méxicos”. Por: Luis Videgaray Caso.
El pasado 29 de septiembre de 2015, el Presidente Peña Nieto envió al H. Congreso de la Unión
la Iniciativa de Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, siendo la Cámara de Diputados la
cámara de origen.
El 30 de septiembre del mismo año, la Iniciativa fue turnada a la comisión de Economía para
dictamen, y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para opinión.
El 14 de diciembre de 2015, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que expide la Ley con
modificaciones en 28 artículos, y agregando 3 a los 47 propuestos por el Ejecutivo Federal.
· En lo general se aprobó con 366 votos a favor, 1 en contra y 54 abstenciones.
· En lo particular se aprobó por unanimidad, registrando 430 votos a favor.
El 15 de diciembre de 2015 la Minuta fue turnada a las Comisiones Unidas de Hacienda y
Crédito Público; de Comercio y Fomento Industrial, de Población y de Desarrollo; y de Estudios
Legislativos para dictaminación; con opinión de las Comisiones de Asuntos Fronterizos Sur;
Especial Sur-Sureste y Especial de Productividad, de la Cámara de Senadores.
215
El 14 de abril de 2016, el Senado de la República aprobó la Minuta por la que se expide la Ley,
donde se modificaron 20 artículos.
· En lo general se aprobó con 88 votos a favor, 8 en contra y 0 abstenciones.
· En lo particular se aprobó con 66 votos a favor, 8 en contra y 0 abstenciones.
El 27 de abril, la Cámara de Diputados aprobó los cambios realizados por los Senadores.
· En lo general con 389 votos a favor, ninguno en contra, y 31 abstenciones.
· En lo particular con 366 votos a favor, ninguno en contra, y 50 abstenciones.
[2] La Jornada, viernes 3 de junio de 2016.
[3] Revista Gobernabilidad, año 1, número 3.
[4] La Jornada, jueves 2 de junio de 2016.
[5] Subcomandante Marcos en: Revista Gobernabilidad, año 1, número 3.
[6] https://unmundodeluz.wordpress.com/.../el-genocidio-de-los-nativos-ame... Por: Giselle
Habibi.
[7] La Jornada, martes 28 de junio de 2016.
[8] La Jornada, domingo 5 de junio de 2016.
[9] PM 10. Se denomina PM10 (del inglés Particulate Matter) pequeñas partículas sólidas o líquidas
de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y
cuyo diámetro es menor que 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1
milímetro). Están formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y
aluminatos, metales pesados entre otros, y material orgánico asociado a partículas de carbono
(hollín). PM 2.5. Parecen ser un mejor indicador de la contaminación urbana que las que se
venían utilizando hasta ahora, las PM10. Esto es debido a que, por un lado, su origen es
antropogénico en una alta proporción, puesto que las PM2,5 en buena medida provienen de
las emisiones de los vehículos diesel en la ciudad. Y los efectos que tienen sobre nuestra salud
son muy graves, por su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias. [
[10] La Jornada, domingo 5 de junio de 2016.
[11] Proceso, número 2060, 24 de abril de 2016.
[12] Ibíd.
[13] La Jornada, jueves 19 de mayo de 2016.
[14] La Jornada, domingo 21 de febrero de 2016.
[15] Medicina alternativa para referirse al uso médico de ingredientes activos o intervenciones
físicas para tratar o suprimir los síntomas o los procesos fisiopatológicos de las enfermedades o
condiciones.
[16] La Jornada, 13 de mayo de 2016.
[17] Ibíd.
[18] La Jornada, lunes 30 de septiembre de 2013.
[19] Ibíd.
[20] Ibíd.
[21] La Jornada, domingo 10 de abril de 2016.
[22] La Jornada, domingo 21 de febrero de 2016.
[23] La Jornada, sábado 7 de mayo de 2016.
[24] https://unmundodeluz.wordpress.com/.../el-genocidio-de-los-nativos-ame... Por: Giselle
Habibi.
[25] Contralínea, año 8, número 168. Del 7 al 13 de febrero de 2010.
México. La crisis de autoridad y la reforma educativa
http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/07/06/la-crisis-de-autoridady-la-reforma-educativa/
La estrategia gubernamental ante los maestros busca detener un levantamiento civil y, al
mismo tiempo, trazar una salida pactada al conflicto. La moneda de cambio que ya ofrecen en
la Segob a la CNTE es frenar el despido masivo de maestros. Todo, sin tocar la reforma
216
educativa. Los profesores tendrán que decidir si aceptan o siguen en una lucha que está
aglutinando a los sectores desposeídos del país
Lo que se mostró en las pasadas elecciones fue una manifestación de hartazgo, de repudio al
partido político en el poder y a la forma en cómo éste ha conducido a la nación, a sus políticas
antidemocráticas y medidas regresivas de los alcances populares que se habían logrado en los
procesos históricos del siglo XX, mismos que constituyeron cierta estabilidad en la vida de los
ciudadanos.
La alternancia partidista que la oligarquía mexicana pactó en varias entidades del país, tenía
como objetivo canalizar el descontento social hacia la jornada electoral, pero sin poner en
riesgo sus intereses, de ahí que se generaran expectativas de cambio, que finalmente
favorecieran la alianzas entre la misma derecha proneoliberal.
Se trataba de desviar o evitar un posible levantamiento social de alcances nacionales, que
atentara contra la viabilidad del proyecto oligárquico impuesto a través de las reformas
estructurales, el cual ha puesto en marcha el desmantelamiento de la soberanía económica,
energética, territorial, educativa y política de México.
En este ambiente, si bien un sector del magisterio disidente tuvo una participación relevante,
incluso colectiva y organizada, en favor de la izquierda progresista que se manifestó por echar
abajo la reforma educativa, no agotó en la vía electoral sus posibilidades de lucha contra esta
medida; la lógica inherente a los maestros continúa desde el terreno político, por la vía no
institucional, sino de la movilización social.
Sin embargo, la lucha magisterial agudizó la crisis de hegemonía en el sistema político
mexicano, no sólo porque debilitó al partido gobernante o porque ha cimbrado sus principales
figuras presidenciables; también evidenció su incapacidad para generar un clima de
gobernabilidad en medio de diversos conflictos sociales que ellos mismos dejaron crecer.
Las demandas por la estabilidad laboral que encabeza la CNTE, y que por supuesto son
legítimas, han visibilizado otras inconformidades que no aparecían en el escenario político;
detrás de la respuesta represiva al magisterio se dejan ver los proyectos de privatización, eso
avispa a todos los actores educativos y a la misma sociedad civil, unas veces en la
manifestación social y otras en formas de solidaridad que garantizan las condiciones de lucha
por la defensa de la escuela pública; entonces, junto a las muestras masivas de movilización
popular, también hay una red de inconformidad que deposita en los maestros, más que en los
partidos políticos, sus anhelos de tener una vida mejor.
Un elemento que aparece en este ambiente de descontento generalizado y que hace crisis no
sólo en el partido hegemónico sino en todo el sistema de partidos, se refleja en los procesos
de organización de gobiernos populares que han encontrado fortaleza en el movimiento
magisterial, los cuales advierten en la desfiguración del estado mexicano y sus desgastadas
estructuras de poder, así como en sus fallidas políticas antidemocráticas, la necesidad de
desconocer los gobiernos locales y, en su lugar, edificar formas de poder emanadas desde la
voluntad colectiva.
Nochixtlán no ha sido el único caso en medio de este conflicto, en el que se haya decidido
conformar poderes alternos; en varias poblaciones de Chiapas, donde los maestros tienen
fuertes raíces, las comunidades indígenas que decidieron respaldar a sus profesores y
encabezar las más radicales acciones de presión contra la reforma educativa, ya discutían o
habían iniciado la conformación de autonomías.
217
La idea de crear gobiernos autónomos más allá de las geografías locales hasta escalar a nivel
estatal, se hace posible para las comunidades chiapanecas en la medida en que las
movilizaciones magisteriales y populares son tan nutridas y de tal magnitud que potencializan
una respuesta organizativa mayúscula capaz de derrocar al gobierno de Velasco, pero que ha
sido contenida con las fuerzas represivas federales que han ensayado ahí y en Oaxaca la cara
más dura de la dictadura en México.
En esta crisis política, el gobierno mexicano ha optado por el endurecimiento de su postura,
siempre negativa a derogar o siquiera modificar la reforma educativa. Prefiere provocar un
preámbulo violento que le permita un margen muy estrecho para ceder ante una eventual
negociación con el movimiento magisterial y popular que no toque los principios de ninguno
de los pilares de su proyecto neoliberal.
La masacre de Nochixtlan; la criminalización, persecución y encarcelamiento de los defensores
de la educación pública; el uso constante de toda la logística contrainsurgente por parte de los
cuerpos policíacos y militares para combatir a los maestros y los brotes de rebelión popular,
pero también la represión administrativa traducida en despidos y descuentos salariales
indiscriminados a los trabajadores de la educación, son escenarios maquinados por el Estado.
La estrategia gubernamental se propone, en primera instancia, detener la amenaza de un
levantamiento civil y, en segundo plano, trazar una salida pactada al conflicto magisterial sin
tocar la reforma educativa, pero ofertando en la mesa de diálogo ponerle un freno a su plan de
aniquilamiento masivo y selectivo contra la CNTE como moneda de cambio.
Son tiempos de decisiones difíciles para las y los maestros mexicanos; por ello tendrán que
optar por una salida que les permita resolver en el corto plazo la estabilidad de su relación
laboral, sostener la confianza en que la lucha organizada es el camino para que ningún
trabajador sea excluido del sistema educativo por culpa de una ley injusta. Además, deberán
caminar en la ruta de la organización multilateral con la sociedad harta de políticas fallidas,
trabajar en la construcción de un consenso mayoritario que eche a los neoliberales del poder
sin perder su independencia política y encausar los procesos que empujan desde abajo la
ruptura con un estado que suplanta la voluntad popular.
Lev Moujahid Velázquez Barriga*
*Doctor en pedagogía crítica y educación popular, miembro de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán
[BLOQUE: ANÁLISIS][SECCIÓN: EDUCATIVO]
Los viajes de Aurelio Nuño con cargo al erario
BY NANCY FLORES / @NANCY_CONTRA
http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/07/03/los-viajes-de-aurelionuno-con-cargo-al-erario/
El primer círculo del gobierno federal parece no darse cuenta de las dimensiones que está
tomando el conflicto magisterial, encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación (CNTE). Y es que no se puede descartar una crisis generalizada, debido al
hartazgo que impera en varios sectores de la sociedad, sobre todo en aquellos organizados.
218
Pese a ello, las amenazas de una represión peor que la del 19 de junio en Nochixtlán, donde
nueve personas fueron ejecutadas por policías federales y estatales, son cada vez más
intensas. Como si el lamentable saldo no importara, ese primer círculo advierte que se
“aplicará la ley” para imponer el orden; es decir, la fuerza pública desproporcionada.
En este contexto represivo, uno de los actores que más ha atizado el conflicto con la CNTE es,
sin duda, el secretario de Educación Pública. Esto quizá se deba, por una parte, a la
inexperiencia de Aurelio Nuño Mayer en el sector educativo y en el manejo de crisis, y por
otra, a su nulo conocimiento sobre las condiciones en las que trabajan los maestros y maestras
rurales.
Al perecer, Nuño desconoce que en las zonas más alejadas las escuelas ni siquiera cuentan con
infraestructura, pues son las propias comunidades las que construyen las aulas. Muchas de
ellas están hechas con adobe o con madera, carecen de piso firme, sanitarios, pupitres. Los
alumnos no siempre tienen cuadernos y lápices de colores; menos mochilas, lo cual es un lujo
para ellos. Además, muchos niños y niñas caminan varios kilómetros por veredas escarpadas
para poder acceder a la educación primaria y secundaria.
Para Nuño esta triste realidad es totalmente desconocida. Es claro que el funcionario no se ha
manchado los zapatos con el lodo de los senderos, única vía para llegar a la mayoría de las
comunidades rurales e indígenas de México. Jamás ha visitado las casas de los pueblos de
Chiapas y Oaxaca, donde se ha agudizado el conflicto, que no cuentan con luz eléctrica ni agua
potable ni drenaje ni piso firme. El secretario no ha cambiado el traje sastre por unos jeans y
una playera durante sus viajes de trabajo, porque nunca se ha adentrado al México real.
Y en ese México real la sociedad convulsiona. Es ahí donde las limitadas condiciones de
enseñanza hacen imposible aplicar la evaluación estandarizada que tanto defiende. También
es ahí donde puede empezar a incendiarse el país.
Y todo ello porque Nuño, al igual que el resto del gabinete presidencial, es ignorante de esa
realidad. El secretario de Educación Pública sólo viaja a aquellos sitios donde llega el avión, el
helicóptero y el automóvil. Así lo demuestra la relación de giras que hizo entre agosto de 2015
y enero pasado.
Pagadas con dinero de los mexicanos, las 15 giras al interior del país costaron 1 millón 231 mil
683 pesos en total. A éstas se le suma la visita que hizo a Medio Oriente (Arabia Saudita,
Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Catar) entre el 15 y el 22 de enero de este año, que costó
102 mil 751 pesos.
Por si no fuera suficiente el hecho de que ninguna de esas visitas fue a las zonas donde habitan
los más pobres y donde es más urgente que se atienda el derecho humano a la educación,
dado los altos niveles de analfabetismo, resulta desmedido el gasto del erario destinado, en
realidad, a promover la imagen de Nuño.
El viaje más caro a costa de los mexicanos fue a Chihuahua, el 2 de noviembre: ascendió a 157
mil 131 pesos sólo por concepto de transporte, pues el secretario no reportó gastos de
alimentación ni de hospedaje en las 15 giras nacionales. Ese día Nuño visitó Ojinaga para
inaugurar el Poliforo, el plantel 22 del Colegio de Bachilleres y el campus de la Universidad
Tecnológica. Además, se reunió con universitarios, con el Consejo de Autoridades Educativas
de Educación Media Superior y Educación Superior, y con consejos empresariales del estado.
219
En segundo lugar se ubicó el viaje que hizo a Aguascalientes el 17 de noviembre, cuyo gasto
fue de 143 mil 786 pesos. El objetivo: recorrer las instalaciones de la Universidad Tecnológica
de El Retoño; dialogar con universitarios de la entidad y promover mecanismos de
coordinación regional de la SEP con la Zona Occidente de la Conferencia Nacional de
Gobernadores.
Le siguió la visita a Mérida, Yucatán, del 5 de octubre. El costo fue de 132 mil 754 pesos y el
itinerario: visita a la escuela primaria Roberto Quiroz Guerra; presentación y anuncio de la
creación de la Universidad Politécnica; firma de convenios de colaboración entre la SEP y el
gobierno estatal para impartir educación a distancia y para generar el Registro Nacional de
Profesiones; inauguración del nuevo edificio de la escuela secundaria Onicóforo Burgos
Concha; y la entrega de libros de texto del subsistema de los telebachilleratos.
En cuarto lugar se ubicó la gira a Huatulco, Oaxaca, del 7 de octubre. Ésa costó 118 mil 407
pesos, y fue para que el secretario inaugurara la escuela primaria Héroes de Chapultepec y la
Biblioteca de la Universidad Tecnológica de Valles Centrales de Oaxaca; presentara el
programa de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas; y
asistiera a la toma de protesta a los integrantes del Consejo Consultivo del Instituto Estatal de
Educación Pública.
Los costos de las otras giras que realizó Nuño en 2015 ascendieron a: 106 mil 934 pesos, por su
viaje a Campeche el 4 de noviembre; 106 mil 739, por la visita a Monterrey, Nuevo León, el 4
de septiembre; 101 mil 933 pesos, por su arribo a Villahermosa, Tabasco, el 8 de noviembre;
79 mil 755, por su visita a Aguascalientes el 16 de octubre; 71 mil 956 pesos por ir a San Luis
Potosí el 25 de noviembre; 56 mil 587 por su recorrido en Xalapa, Veracruz, el 15 de
noviembre; 44 mil 96 pesos por su itinerario en Puebla el 9 de noviembre; 41 mil 199 por su
traslado nuevamente a Puebla el 24 de noviembre; 28 mil 309 por su desplazamiento a
Cuernavaca, Morelos, el 8 de diciembre; 27 mil 302, por su viaje a Jojutla, Morelos, el 19 de
octubre; y 14 mil 795 pesos, por su visita a Ecatepec, Estado de México, a donde arribó en
helicóptero. Así las giras del señor secretario.
Nancy Flores, @nancy_contra
Las políticas públicas sobre las drogas: un fracaso vergonzoso de la
civilización moderna
Ernesto Zedillo | 01.07.2016
http://estepais.com/articulo.php?id=622&t=las-politicas-publicas-sobre-las-drogasunfracaso-vergonzoso-de-la-civilizacion-modernaLas políticas públicas sobre drogas a nivel global son el resultado, más que de una visión
ilustrada sobre el problema, de una inercia prohibicionista en cuyo origen solo hay prejuicios.
Sus consecuencias, sin embargo, han sido desastrosas para la salud pública y la seguridad de
las naciones involucradas en el tráfico y consumo de estas sustancias. Este texto fue publicado
originalmente en el libro Ending the War on Drugs. Agradecemos a Virgin Books la
autorización para reproducirlo en nuestras páginas.
El increíble progreso del que una parte importante de la humanidad ha gozado en su
historia reciente es fundamentalmente una consecuencia de las distintas revoluciones
que han surgido en el conocimiento humano a partir de la primera Revolución científica
220
de los siglos XVI y XVII. El inusitado avance en los estándares de vida durante los
últimos dos siglos en la mayor parte del mundo ha sido motivado por la generación,
diseminación y aplicación del conocimiento. Este toca a diario cada aspecto de la vida
humana prácticamente en todo el mundo. La acumulación de mayor conocimiento
humano no ha estado limitada estrictamente a lo científico y a lo tecnológico. Ha habido
un progreso considerable en la expansión del conocimiento dedicado a una mejor
organización de la producción de bienes y servicios, posibilitada por la tecnología y los
logros humanos. Y, desde luego, el conocimiento acumulado desde la Revolución
científica y la Ilustración ha moldeado definitivamente la cultura, los valores y la
gobernanza de las sociedades modernas.
Desafortunadamente, las políticas públicas que emanan de dicho conocimiento no se
han aplicado de manera coherente. Muchas veces han sido silenciadas, hechas a un lado
y sustituidas por otras que entran en contradicción con ese conocimiento. Existe, en
muchas áreas de gran impacto humano, una clara desconexión entre las políticas
públicas aplicadas y el saber basado en investigación científica y experiencia práctica.
Esto es un despropósito total, y los ejemplos abundan, pero hay uno particularmente
destacado: el caso de las políticas públicas sobre las drogas alrededor del mundo.
En pocas palabras, por mucho tiempo y con muy pocas excepciones, las políticas sobre
drogas han estado basadas fundamentalmente en la prohibición y la persecución legal.
Este enfoque es enteramente inconsistente con el mejor conocimiento aportado por las
ciencias humanas, la investigación más sólida en materia de salud pública y el análisis
económico.
Paradójicamente, buena parte del conocimiento de mayor calidad sobre adicción y
abuso de drogas ha sido generado por las mismas instituciones gubernamentales que
han sido incapaces de aplicarlo a sus políticas públicas. Por ejemplo, el Instituto
Nacional contra el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) es un excelente
centro de investigación del Gobierno federal de los Estados Unidos, el cual ha hecho un
gran esfuerzo por mejorar el entendimiento del uso de las drogas. En su sitio web, el
NIDA nos informa, con absoluta claridad y simpleza, lo que la ciencia sabe sobre por
qué las personas comienzan a consumir drogas, y por qué algunas se vuelven adictas a
ellas. Este conocimiento científico tan esencial debería dejar claro que aun si se
aplicaran las mejores estrategias de prevención posibles —cosa que,
desafortunadamente, nunca ha ocurrido— habría una demanda residual por las drogas,
independientemente de si estas estuvieran prohibidas o fueran altamente costosas en
cualquier mercado en que estuvieran disponibles.
Por su parte, el análisis económico demuestra que prohibir la producción y el consumo
de cualquier mercancía por la que existe una demanda lleva invariablemente a la
creación de un mercado negro, por parte de individuos y organizaciones dispuestos a
violar la ley. Significativamente, el análisis económico también indica que despenalizar
el uso y la producción de una droga prohibida y ponerle impuestos a su consumo
reduciría más su producción que la persecución legal (incluso si la persecución fuese
implacable, aunque en los hechos jamás pueda alcanzarse un cumplimiento perfecto de
la prohibición).
Sin embargo, por más de un siglo, la prohibición —y el esfuerzo por hacerla cumplir—
ha sido el enfoque elegido para tratar el consumo de drogas, el cual, inicialmente
adoptado únicamente para ciertas drogas por ciertos países, se extendió progresivamente
para cubrir más sustancias y finalmente se universalizó mediante sucesivas
221
convenciones internacionales, complementadas por acuerdos binacionales o regionales.
Lo que es notable acerca de la universalidad y prevalencia de la prohibición y de los
intentos por aplicarla ha sido lo inconsistente que ha resultado ser con respecto a los
objetivos que supuestamente persigue.
Cuando analizamos la historia de las políticas públicas sobre las drogas, es tentador
concluir que, en la mayoría de los casos, se ha procedido con estrategias esencialmente
mal informadas. Sin duda este es el caso de Estados Unidos (EU), actualmente el país
más influyente en la construcción del régimen internacional para políticas públicas
sobre las drogas. La historia de dichas políticas en EU parece haber sido moldeada más
a las tendencias ideológicas de individuos en el poder —objetivos políticos puramente
tácticos, políticas partidistas, disputas burocráticas entre instituciones gubernamentales,
metas inmediatas en política exterior y, a veces, incluso por prejuicios raciales— y
mucho menos, o tal vez nunca, por el objetivo de reducir el daño a la población causado
por la producción, la venta y el consumo de estupefacientes.
Esa historia está bien documentada por el profesor de la Universidad de Yale, David
Musto (1936-2010), quien nos recuerda en varias de sus publicaciones académicas que
la prohibición del opio en 1909 y la aprobación de la Ley Harrison en 1914 fueron en
parte una reacción irracional y racista contra ciertos grupos de la población. La veda del
opio reflejaba la asociación de la droga con los trabajadores ferroviarios chinos que
inmigraron al oeste del país, y la Ley Harrison respondía al supuesto miedo de algunos
sureños a que “los cocainómanos afroamericanos atacaran a la sociedad blanca”, una
actitud racista que curiosamente coincidió con el apogeo de los linchamientos, la
segregación legal y las leyes electorales discriminatorias en EU.
Musto también señala que un comité de estupefacientes comisionado por el
Departamento del Tesoro en Estados Unidos para estudiar el problema de las drogas y
sugerir cambios a la ley concluyó, sin proporcionar ninguna evidencia concreta, que
“los adictos son criaturas débiles, sin sentido de la moral, y que al ser privados de su
droga son capaces de cometer crímenes para conseguirla”. Esta opinión prejuiciosa y
desinformada se publicó en 1919 y siguió influenciando las políticas a partir de
entonces, a pesar de que en el ámbito médico ya se reconocía públicamente que la
adicción a las drogas es una enfermedad física y no el resultado de “poca fuerza de
voluntad”. En vez de escuchar la opinión médica, el Departamento de Justicia de
Estados Unidos acusó a aquellos médicos que otorgaban recetas para fines curativos, de
violar las leyes federales de estupefacientes.
Estados Unidos gasta 51 mil millones de dólares al año en la Guerra contra las
drogas*
La Agencia Federal de Narcóticos (FBN, por sus siglas en inglés) se creó en 1930,
cuando la idea de que el uso de drogas provoca comportamientos criminales estaba muy
arraigada oficialmente. Por aquellos días, como consecuencia de la Depresión, los
inmigrantes eran considerados indeseables en EU, en particular los mexicanos, que
comenzaron a ser asociados con la violencia y con sembrar y fumar cannabis, cosa que
sirvió de argumento para su deportación masiva. No pasó mucho tiempo para que la Ley
Fiscal de Marihuana, que prohibía la venta, intercambio y transferencia del cannabis
entre particulares, se aprobara como ley federal de EU en 1937.
222
El hecho de que la lógica de esta política fuera cuestionada relativamente pronto por
diversas voces sensatas pareció irrelevante. En la década de 1940, el Comité de
Marihuana del alcalde de Nueva York, Fiorello La Guardia (con miembros de la
Academia de Medicina de Nueva York), reportó que “el consumidor medio de
marihuana no pertenece a los grupos criminales establecidos, y no se ha encontrado una
relación directa entre la ejecución de crímenes violentos y la marihuana”. Furiosos, los
agentes y administradores del FBN minimizaron las observaciones del informe ante los
medios y el público en general. Musto menciona que el FBN jugó un papel importante
para que la gaceta de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en
inglés) atacara al informe en una editorial que concluía que “los funcionarios públicos
harán bien en ignorar este estudio anticientífico y acrítico, y en seguir considerando la
marihuana como una amenaza donde quiera que se distribuye”.
Curiosamente, pocos años después, la misma AMA se alió con la Asociación
Estadounidense de Abogados (ABA, por sus siglas en inglés) formando un comité
conjunto para estudiar el problema de las drogas. El informe de este comité, publicado
en 1961, señaló que “algunas autoridades responsables indican que la dependencia física
y psicológica de los adictos a los estupefacientes, la compulsión para obtenerlos, y los
elevados precios en el mercado ilícito, son los principales responsables de los crímenes
cometidos por adictos; otras argumentan que las drogas mismas son responsables del
comportamiento criminal”. Y concluyó que “el peso de la evidencia es tal a favor del
primer punto de vista, que a la cuestión difícilmente puede llamársele controvertida”.
He aquí dos instituciones con autoridad en la materia, respaldadas por investigación
científica, que explican cómo la raíz del problema criminal no radica en las drogas, sino
en el hecho de orillar a los usuarios a depender del mercado negro —un mercado en
realidad generado por las políticas mismas. En contradicción con las políticas públicas
sobre las drogas, el comité de AMA–ABA argumentó que “en términos de impacto
numérico y de efectos negativos para terceros en la comunidad, la drogadicción es un
problema mucho menor que el alcoholismo. Rara vez los crímenes violentos, y casi
nunca los crímenes sexuales, son cometidos por adictos”.
El FBN, otra vez furioso, contraatacó con su propio informe, poniendo al comité de
AMA–ABA en la categoría de médicos y sociólogos “descabellados”.
Las agresiones del FBN no desalentaron a los expertos. En un informe de 1963, la
Comisión Consejera Presidencial para el Abuso de Drogas Narcóticas, establecida
durante la administración de Kennedy, hizo diversas sugerencias para la rehabilitación
de usuarios de drogas, la relajación de las sentencias mínimas obligatorias, el
financiamiento de la investigación en este campo y la disolución del FBN. Sin embargo,
esa misma comisión insistió también en que el tráfico ilegal de drogas debía ser atacado
con todo el poder del Gobierno federal de los Estados Unidos.
El hecho es que pronto quedó casi extinta cualquier esperanza de que las políticas
públicas sobre esta materia en EU se alejaran de un enfoque esencialmente represivo.
Justo cuando el uso de drogas se incrementó entre los jóvenes en la segunda mitad de la
década de 1960 —y particularmente entre las milicias en Vietnam—, los
prohibicionistas obtuvieron a un verdadero paladín cuando Richard Nixon quedó electo
presidente de los Estados Unidos. Apenas seis meses después de tomar posesión, el 14
de julio de 1969, Nixon se pronunció ante el Congreso de EU sobre el problema de las
223
drogas ilegales, y subsecuentemente la Guerra contra las drogas comenzó a tomar
forma.
En los últimos nueve años se han perdido más de 100 mil vidas en la Guerra contra las
drogas en México
Existe suficiente evidencia de que la Guerra contra las drogas fue básicamente una
decisión política con total indiferencia por las consideraciones médicas o científicas
pertinentes al problema. En junio de 1971, cuando su administración ya había lanzado
algunas iniciativas importantes sobre las drogas, se llevó a cabo una conversación entre
Nixon y dos de sus consejeros más cercanos, John Ehrlichman y H. R. Haldeman, que
resulta altamente sugerente sobre los motivos del presidente de EU para mantener en pie
sus políticas públicas sobre drogas. Haldeman recuerda esa conversación de la siguiente
manera:
[Nixon] también pidió a Ehrlichman que se sentara y señalara los tres problemas de
mayor importancia. Comentó que la distribución de los ingresos solo es relevante si está
unida a una reducción de impuestos, y que la reforma de la seguridad social solo es útil
si ayuda a la gente a no depender de ella. Enfatizó que no debemos preocuparnos si no
podemos alcanzar el éxito en estas metas, y señaló que JFK lograba avanzar solo
inventándose problemas. Así que más bien deberíamos enfocarnos en cómo generar
problemas que llamen la atención pública. Necesitamos un enemigo. Necesitamos
controversia. Necesitamos generar algo que construya esas cosas. Las drogas y el
cumplimiento de las leyes pueden ser una de ellas, especialmente ahora que las
encuestas nos muestran debilitados en esos frentes.
Era de esperarse la reacción de Nixon ante el informe de la Comisión Nacional de
Marihuana y Abuso de Drogas creada por él mismo y por el Congreso en 1970. La
Comisión, presidida por un gobernador republicano, fue exhortada a revaluar el
cannabis, sus características y demografías de uso, así como lo que debía hacerse al
respecto. Oponiéndose a la posición pública de Nixon, el informe de la Comisión atenuó
el carácter problemático del cannabis, declaró que las políticas sociales y legales eran
desproporcionadas al daño provocado por el uso de la droga, y recomendó despenalizar
la posesión de esta sustancia para uso personal a nivel estatal y federal. En marzo de
1972, Nixon se negó a aceptar el reporte final de la Comisión Nacional, declarando:
“Me opongo a la legalización de la marihuana, y eso incluye su venta, posesión y uso.
No creo que se pueda tener una justicia criminal efectiva basada en la filosofía de que
algo es medio legal y medio ilegal. Esa es mi postura, a pesar de lo que la Comisión ha
sugerido”.
Hubo cierta moderación de las políticas de la era de Nixon durante la administración del
presidente Jimmy Carter, pero este incipiente cambio duró poco. Bajo su sucesor, el
presidente Ronald Reagan, la Guerra contra las drogas regresó, enfatizando el rechazo a
cualquier tolerancia hacia el consumo.
A pesar de que la retórica ha cambiado en los últimos años, y con la excepción de
importantes modificaciones en algunos estados, las políticas públicas federales sobre
drogas en EU han permanecido esencialmente dentro del enfoque de la Guerra contra
las drogas de Nixon.
224
Dicha estabilidad de las políticas es notable, considerando que sus resultados han sido
muy poco satisfactorios, a pesar de los enormes costos fiscales del fallido intento por
aplicarlas. Sobra decir que el objetivo de unos Estados Unidos libres de drogas ha
probado ser una ilusión.
Las políticas públicas sobre drogas en EU no solo han fracasado en disminuir el
mercado de drogas ilegales de manera significativa, sino que han tenido otras
consecuencias sociales profundamente adversas. Por ejemplo, los esfuerzos por
implementar la prohibición por medio del sistema de justicia criminal han llevado al
encarcelamiento masivo, y han resultado en casi medio millón de personas sentenciadas
por delitos asociados a las drogas. De hecho, EU tiene la tasa de encarcelamiento más
alta en el mundo. A pesar de las iniciativas recientes para reducir el número de
encarcelamientos, en 2013 había unos 2.2 millones de personas encarceladas, frente a
300 mil en 1972. En consecuencia, más o menos uno de cada 100 adultos en EU se
encuentra hoy en una prisión, y uno de cada 31 se encuentra encarcelado o en libertad
condicional o supervisada.
De acuerdo con los expertos, la aplicación de las políticas sobre drogas ha probado ser
discriminatoria en contra de los pobres. Especialmente en detrimento de la población
afroamericana, la cual representa apenas el 14% de los usuarios frecuentes, pero
constituye un 37% de los arrestados por delitos asociados a las drogas, y un 56% de los
encarcelados por estos delitos.
A pesar de sus deficientes resultados para reducir el tráfico y consumo de drogas, y el
altísimo costo humano y económico para EU, la política de este país —no solo de
facto sino de jure— se ha consolidado como el enfoque internacional para tratar con el
problema. Este modelo fallido ha sido consagrado en tres convenciones de las Naciones
Unidas que han dado forma a las políticas nacionales de ilegalización en todo el mundo.
Además, EU ha caracterizado su política exterior por la aplicación de medidas
especiales con países considerados clave en el tráfico ilegal de estupefacientes a su
propio mercado doméstico.
Al haber fracasado el modelo punitivo de prohibición en EU y otros países
desarrollados, no es en lo más mínimo sorprendente que dicho modelo haya demostrado
ser no solo inefectivo, sino desastroso, en países con instituciones gubernamentales
deficientes y menores recursos económicos para la aplicación de las leyes. Más de un
caso viene a la mente y, desafortunadamente, algunos de los más extremos están en
América Latina. Colombia, por un lado, ha vivido la pérdida de más de 200 mil
personas a consecuencia de la violencia del crimen organizado y de movimientos
políticos radicales —a veces operando simbióticamente—, y debido también a las
acciones del Gobierno para combatirlos. Han sido necesarios muchos años y gran
cantidad de recursos —tanto locales como los brindados por EU mediante el Plan
Colombia— para reducir la violencia de los grupos criminales. Sin embargo, en cuanto
a las consecuencias en la oferta mundial de drogas, el impacto del Plan Colombia parece
haber sido más bien modesto.
Asimismo, en la medida en que la situación comenzó a mejorar en Colombia,
particularmente durante la segunda parte de la primera década de este siglo, México
empezó a sufrir una epidemia de violencia asociada con el crimen organizado de
dimensiones insólitas en la historia del país.
225
A pesar de que algunos países han abolido la pena capital por delitos asociados a las
drogas, esta aumentó de 10 países en 1979 a 33 países en 2015
No existe un consenso entre los expertos sobre las razones precisas de esta explosión de
criminalidad y violencia pero, aun sin conocer con precisión cuál fue la causa, queda
claro que ocurrió al mismo tiempo que las organizaciones criminales mexicanas
desplazaban a sus contrapartes colombianas en el control de los mercados más
lucrativos, mientras que el Gobierno mexicano reforzaba su lucha contra el tráfico de
drogas y el crimen organizado.
La conjunción de estos y otros factores ha sido devastadora para México. Y sin
embargo, por un lado, no existe evidencia de que el suministro de drogas para el
mercado doméstico en EU se haya reducido en lo más mínimo, a pesar de la inmensa
cantidad de recursos destinada por México a la persecución de los delitos relacionados
con las drogas, recursos asimismo complementados por Estados Unidos mediante el
Plan Mérida. Por otro lado, lejos de disminuir, el narcotráfico dirigido al mercado
mexicano se ha incrementado. El consumo doméstico de drogas ilegales ha aumentado
desde que la Guerra contra las drogas en México se ha intensificado.
Pero el número extraordinario de muertes por la violencia del crimen organizado es, por
mucho, el mayor precio que ha pagado México. Eduardo Guerrero, un prestigioso
analista mexicano, ha calculado cuidadosamente que 90 mil 772 personas han muerto
por violencia relacionada al crimen organizado entre diciembre de 2006 y noviembre de
2015. Obviamente, estas cifras son solo comparables con las de un conflicto armado
mayor. La Guerra contra las drogas en México ha dejado de ser una metáfora para
convertirse exactamente en eso: una guerra.
Igualmente alarmante es el efecto que, muy probablemente, ha tenido el crimen
organizado en la calidad de la seguridad y de las instituciones jurídicas en México.
Dado el inmenso poder económico del crimen organizado y su probada propensión a la
violencia, así como el hecho de que, desde un inicio, dichas instituciones no eran muy
estables, no es descabellado asumir que han sido infectadas por la corrupción. En lo
subsecuente, esta circunstancia hará muy difícil, si no es que imposible, que el presente
enfoque de las políticas públicas sobre drogas tenga oportunidad alguna de ser exitoso
en México. La violencia extrema puede sufrir un cierto retroceso, como ha ocurrido en
los años más recientes; las rutas de tráfico pueden ser desviadas a América Central y el
Caribe, empeorando simultáneamente los problemas de seguridad que estos países más
pequeños y más pobres ya tienen; y puede, asimismo, estabilizarse el consumo
doméstico de drogas, pero todo esto únicamente puede ocurrir a un inmenso y constante
costo económico y humano. Aún así, el riesgo de más explosiones de violencia
homicida y de mayor erosión institucional permanecerá mientras no haya una revisión
fundamental del enfoque nacional e internacional sobre las drogas. Trágicamente,
ninguno de estos cambios se divisa en el horizonte.
Es cierto que el debate sobre las políticas públicas relacionadas a las drogas ha sido más
abierto e intenso en los últimos años, y se han tomado medidas hacia la adopción de
políticas que se alinean más con lo que dictan la ciencia y la experiencia, incluso en EU,
aunque solo en unas pocas jurisdicciones. Pero el paso de la reforma es muy lento —y
continuamente se encuentra con obstáculos importantes— como para poder primero
frenar y luego revertir el daño que se ha sufrido por tanto tiempo. Mientras que quienes
abogan por una reforma seria han concedido que el cambio se dé en forma gradual, las
226
fuerzas opositoras han sido extremadamente recalcitrantes, a pesar de la evidencia a
favor de reformar.
Yo he sido parte de esa campaña reformista dispuesta a aceptar que los cambios a las
políticas dominantes son posibles tal vez solo en incrementos graduales. Como servidor
público, busqué llevar a cabo las políticas dictadas tanto por las leyes mexicanas como
por los compromisos internacionales suscritos por mi país a niveles multilaterales y
regionales, particularmente con los Estados Unidos. Al mismo tiempo, nuestro
Gobierno trabajó con otros para intentar cambiar este esquema internacional. En este
ánimo, jugamos un papel clave en la promoción y preparación de la Sesión Especial de
la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) sobre
drogas en 1998. A pesar de que —junto con otros gobiernos afines, como el de
Portugal— obtuvimos los documentos resultantes de la Sesión Especial que reconocían
cómo el régimen existente imponía demasiada responsabilidad por el problema a los
países asociados con la oferta, y no la suficiente a aquellos que constituían la mayoría
de la demanda, cualquier consideración por parte de las convenciones internacionales
que regían entonces —y ahora— permaneció completamente al margen. En términos
generales, la Sesión Especial de 1998 resultó ser un frustrante y fallido intento por una
reforma gradual. Encontramos que quienes se oponían a cualquier cambio significativo
no solamente eran los gobiernos que tradicionalmente habían liderado el enfoque
prohibicionista, sino, para nuestro pesar, también las entidades burocráticas dentro del
sistema de Naciones Unidas, las cuales parecían haber desarrollado un interés particular
por obstruir los esfuerzos reformistas.
Continué obedeciendo al enfoque gradual como miembro de la Comisión
Latinoamericana sobre Drogas y Democracia creada 10 años después de la UNGASS de
1998. A pesar de que nuestra declaración final pretendía denunciar la Guerra contra las
drogas como un fracaso y abogar en favor de tratar el uso de drogas primordialmente
como un problema de salud pública, nos abstuvimos de sugerir que se anulara el
régimen internacional. Sin embargo, nuestro informe incluía recomendaciones que se
han convertido en puntos clave del debate reciente sobre las políticas públicas en
relación con las drogas. Con cierta timidez (aunque pudiera parecer osado en febrero de
2009, cuando se publicó el informe) propusimos “evaluar, desde el punto de vista de
salud pública y de la más avanzada ciencia médica, la conveniencia de despenalizar la
posesión del cannabis para uso personal”. También dijimos: “La enorme capacidad del
narcotráfico para la violencia y la corrupción solamente puede ser contrarrestada si sus
fuentes de ingreso se debilitan sustancialmente. Para lograr esta meta, el Estado debe
establecer las leyes, instituciones y regulaciones necesarias para que quienes se han
hecho adictos a las drogas dejen de ser compradores en un mercado ilegal y se
conviertan en pacientes del sistema de salud”.
Gracias en parte a la atención que recibió nuestro informe de 2009, la Comisión
Latinoamericana evolucionó a una Comisión Mundial para las Políticas Públicas sobre
Drogas, la cual ha producido numerosos artículos y dos informes principales en 2011 y
2014. Con la mirada puesta en otra UNGASS sobre el problema mundial de las drogas,
a llevarse a cabo en abril de 2016,1 la Comisión Mundial, en su último informe de 2014,
buscó ser más audaz en sus recomendaciones. Entre varias propuestas clave,
propusimos poner fin a la penalización del uso de drogas. No obstante, conscientes de
que despenalizar el consumo sin quitar al crimen organizado la provisión de la oferta de
drogas sería contraproducente e incluso desastroso, propusimos también reformar el
régimen de las políticas sobre drogas a nivel global para que los gobiernos puedan
227
regular los mercados de drogas de manera inteligente. Como propusimos de manera
franca: “En última instancia, esta es una decisión entre control en manos de los
gobiernos, o en manos de los criminales...”.
Desafortunadamente, es casi un hecho que la esperanza que tiene la Comisión Mundial
de que la UNGASS de 2016 se tome como “una oportunidad sin precedentes para
revisar y redirigir tanto las políticas nacionales como el futuro del régimen mundial en
el control de drogas” será totalmente decepcionada —o al menos eso parecía cuando se
llevaba a cabo, hacia fines del 2015, el proceso preliminar de la Sesión Especial.
Es tentador decir —parafraseando al gran Gabriel García Márquez— que el proceso
preliminar de la UNGASS 2016 se ha convertido en la crónica de un fracaso de
reforma anunciado, aunque fuera por la sola razón de que las entidades de Naciones
Unidas más comprometidas con preservar el statu quo son aquellas que realizan el
proceso preliminar. En jerga diplomática, Viena, y no Nueva York, mandará, lo cual
quiere decir que la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND, por sus
siglas en inglés) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (unodc,
por sus siglas en inglés) —ambas con sede en Viena— se han adjudicado la negociación
y elaboración del texto a aprobarse en la UNGASS 2016.
Desde luego, el hecho de que el proceso preliminar vaya rumbo a un fracaso seguro no
es culpa de los mecanismos burocráticos secundarios de la onu. Simplemente refleja que
los países que se oponen a una reforma seria han usado su influencia para predeterminar
el resultado deseado. Parte importante de la responsabilidad por el descarrilamiento de
esta muy necesitada reforma es de los gobiernos que, habiendo buscado con buenos
motivos un cambio en el marco internacional de las políticas sobre drogas promoviendo
la UNGASS 2016, se han tornado más bien pasivos —e incluso dubitativos sobre la
necesidad de la reforma— durante el proceso preliminar. Desafortunadamente esto
aplica sin duda al grupo de gobiernos latinoamericanos, incluyendo el de México, que,
habiendo apoyado un cambio de enfoque, ahora han disminuido sus iniciativas
reformistas.
Como consecuencia, mientras escribo estas notas me inclino a predecir que, a menos de
que ocurra un cambio dramático en los primeros meses de este año, en abril, la
UNGASS 2016 —además de utilizar un lenguaje más compasivo y menos duro que
anteriormente— lejos de iniciar una reforma en las convenciones de drogas de la onu,
reafirmará que estos infames instrumentos seguirán siendo los pilares de la política
internacional de control de drogas. También reiterará la consideración falaz de que hay
suficiente flexibilidad dentro de esas convenciones para incorporar las políticas sobre
drogas nacionales y regionales.
Como han destacado la Comisión Mundial y otras fuentes (incluyendo la UNODC), es
posible interpretar que las convenciones fomentan la despenalización del consumo de
drogas. Sin embargo, como analizan cuidadosamente los expertos de la Fundación para
Transformar las Políticas sobre Drogas:
Es importante destacar también que, aunque la exploración de estos enfoques menos
punitivos hacia la posesión y consumo personales está permitida dentro del marco legal
internacional, la producción y distribución legal de cualquier droga prohibida en las
convenciones para usos no médicos no puede explorarse por ninguna vía. El modelo de
la receta médica es la única cuasi excepción a esta firme regla; como tal, existe como
una isla de producción y distribución reguladas, aunque dentro de estrechos parámetros.
Más allá de esto, no existe flexibilidad para la prueba, investigación o exploración de
228
cualquier modelo de producción y distribución reguladas. Asimismo, esta barrera legal
absoluta genera verdaderos obstáculos políticos para siquiera discutir o exponer dichas
alternativas legislativas [...]
Esto quiere decir que los gobiernos podrían despenalizar la demanda sin regular la
oferta que daría satisfacción a esta demanda, si es que quieren operar en el marco de las
convenciones internacionales. Pero, obviamente, sería inconsistente despenalizar la
demanda sin retirar la oferta de manos de organizaciones criminales. Con otros aspectos
permaneciendo iguales, una liberalización de la demanda incrementaría las ganancias de
los traficantes ilegales y, así, su poder criminal. Irónicamente, en este caso, Nixon
(citado anteriormente) tenía razón: una cosa no debe ser medio legal y medio ilegal. El
problema es que él decidió que esta cosa en particular fuera completamente ilegal.
Es un hecho inquietante que las autoridades que han alineado sus políticas sobre drogas
en la dirección sugerida por el avance del conocimiento y por la experiencia han debido
hacerlo violando el marco legal internacional. De ahí la urgencia por reformar este
marco con el fin de que los países puedan encontrar el espacio necesario para llevar a
cabo las estrategias solicitadas a voces por la Comisión Mundial en 2014: poner la salud
y el bienestar de la comunidad en primer lugar por medio de una transición de la
aplicación punitiva de las leyes a intervenciones sociales y de salud validadas; dejar de
criminalizar a la gente por el uso y posesión de drogas; permitir e incentivar
experimentos en la regulación de mercados legales de drogas actualmente ilícitas,
empezando por —pero no limitándose a— los del cannabis, la hoja de coca y ciertas
sustancias psicoactivas nuevas, y enfocarse en reducir el poder de las organizaciones
criminales, así como la violencia e inseguridad que resulta del enfrentamiento entre
ellas y con el Estado.
Si la UNGASS 2016 niega la creación de ese espacio de políticas —como, tristemente,
parece que ocurrirá—, los gobiernos ilustrados tendrán que buscarlo en otra parte. Hay
demasiado en juego como para esperar 18 años a otra Sesión Especial de las Naciones
Unidas para empezar a arreglar seriamente el ostensible fracaso de nuestra civilización
que han significado las políticas públicas sobre drogas por más de un siglo.
Traducción de Julián Segura
Puesto que el presente texto se escribió antes de que la UNGASS sobre el problema
mundial de las drogas se llevara a cabo (el pasado abril), a partir de este punto el autor
especula sobre los resultados de dicha sesión. Cabe destacar que sus suposiciones se
cumplieron (nota de los editores).
* Todos los datos resaltados provienen del capítulo titulado “La Guerra contra las
drogas en números”, del libroEnding the War on Drugs.
__________________
El expresidente ERNESTO ZEDILLO es director del Centro de Estudios para la
Globalización en Yale, universidad donde también es profesor en el campo de política y
economía internacional, en estudios internacionales y regionales, y profesor adjunto de
Estudios Forestales y Medioambientales. Asimismo, es miembro de la Comisión
Mundial para las Políticas Públicas sobre las Drogas y del grupo The Elders.
1
229
Debate sobre el colonialismo intelectual y los dilemas de la teoría
social latinoamericana
http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn14a09/7294
Cita sugerida: Rivera Cusicanqui, S.; Domingues, J.; Escobar, A. y Leff, E.
(2016). Debate sobre el colonialismo intelectual y los dilemas de la teoría
social latinoamericana. Cuestiones de Sociología, 14,e009. Recuperado
de http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar/article/view/CSn14a0
9
En la línea temática propuesta por este número, desde “Cuestiones de
Sociología” convocamos a cuatro destacados intelectuales y académicos
latinoamericanos para que respondieran una pregunta acerca de los
alcances de la dependencia intelectual y los dilemas que atraviesa la teoría
social latinoamericana. Ellos son Silvia Rivera Cusicanqui, de Bolivia; Jose
Mauricio Domingues, de Brasil; Arturo Escobar, de Colombia y Enrique Leff
de México, los que en ese orden nos ofrecen su reflexión y sus aportes,
como respuesta a la siguiente pregunta:
“Muchos autores han insistido en que uno de los rasgos
fundamentales de la teoría social latinoamericana es la
dependencia intelectual o epistémica, respecto de los conceptos y
marcos teóricos elaborados en los países centrales. Algunos han
dado estatus teórico a dicha dependencia a través del concepto
“colonialidad del saber” (Quijano, Lander). ¿Cuál es su mirada sobre
esta problemática? ¿Qué significa entonces pensar las ciencias
sociales desde América Latina en el siglo XXI, en el marco de la
modernidad avanzada y en el actual sistema de dominación? ¿Existe
una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas
actuales desde el marco de la teoría social?”
Respuesta uno:
Esa formulación no es nada nueva, y si por “status teórico” te refieres a la
instalación de esta idea en los centros académicos hegemónicos, te podría
decir que se trata de una academia muy desmemoriada. En varios
territorios de América Latina, y también en los Andes bolivianos, la crítica a
la colonización mental de las élites tiene una larga trayectoria. En el caso
nuestro, con Rossana Barragán intentamos una síntesis de dicha genealogía
en el libro que publicamos en La Paz sobre los estudios de la subalternidad
en la India. En la presentación del texto entretejimos nuestra lectura del
grupo Subaltern Studies con una reflexión sobre los aportes de la
historiografía social argentina, la etnohistoria y la antropología peruanas, y
el vital aporte mexicano y africano (1997) en la producción social e
historiográfica boliviana de los ‘80 y ‘90.
Recientemente, he remontado esta genealogía propia hasta inicios del
período colonial en la obra del escritor chinchaysuyu Waman Puma (Rivera,
2015). Creo que su obra, a través del montaje texto-imagen, es un ensayo
230
visual teórico. En otras palabras, Waman Puma compone una sintaxis para
exponer su teoría de la dominación colonial, a la vez como descripción
etnográficamente densa y como irrefutable crítica teórica a la ilegitimidad
de ese sistema y sus falacias.
Me gustaría exponer brevemente un ejemplo que pertenece al horizonte
liberal del colonialismo (1870-1920). Un libro de Franz Tamayo (18791956) aborda autocríticamente el mestizaje boliviano como síndrome
psicológico de encrucijada, que él llama bovarysmo, aludiendo a la novela
de Flaubert,Madame Bovary. Esta noción me servirá como metáfora para
comprender el bloqueo que nos impide ser memoriosos con nuestra propia
herencia intelectual1, pues resulta paradójico y lamentable que tengamos
que legitimar nuestras propias ideas recurriendo a autores que han puesto
de moda los asuntos del colonialismo, desconociendo o ninguneando los
trabajos teóricos anteriores, que si bien no usaron las mismas palabras,
interpretaron e interpelaron la experiencia del colonialismo intelectual con
profundidad y acierto. En La Creación de la Pedagogía Nacional, el autor
llamaba bovarystas a los intelectuales de escritorio que traían programas
educativos franceses para instalar en el país una pedagogía elitista e
imitativa, moderna sólo en apariencia. Desde su sitial de poeta prestigioso
(aunque oscuro y mal comprendido), su rigor argumentativo y su gesto
polémico provocaron una interpelación radical a las prácticas y los estilos de
ser de esa intelligentsia criolla que lo rodeaba, admiraba, despreciaba.
A contrapelo de lo que sucede hoy, cuando todo se escribe-habla y los
círculos hegemónicos de habladores-letrados crean satrapías políticas (el
parlamento, la judicatura) o espectáculos mediáticos para engatusarnos, en
la época de Franz Tamayo lo central era una cultura oral-gestual que se
traducía en códigos corporales tácitos pero inteligibles a escala social:
códigos de comunicación que también estructuraban jerarquías y desprecios
solapados. Tamayo no discute lo que sus contemporáneos escribían: lo
consideraba un vulgar aglomerado de citas de autores europeos, ni siquiera
bien hiladas. Pero no era que él rechazaba la herencia de Europa – su
poesía de formato griego lo atestigua – sino que reclamaba un gesto más
autónomo e inteligente hacia ella, tal como lo haría Veena Das un siglo más
tarde. Tamayo se inspiró también en Nietzsche y en el vitalismo alemán de
su tiempo, además de una vasta biblioteca filosófica y literaria francesa, lo
que no empaña para nada su acercamiento a las realidades multiétnicas
(como diríamos hoy) de su entorno. Era su gesto corporal y su mirada,
además de su reflexivo conocimiento del aymara, lo que lo hacía diferente a
sus contemporáneos.
Lo que rechaza Tamayo no son las ideas y principios básicos de la episteme
europea sino el modo en que se los adopta en países como el nuestro: de
boca para afuera, de modo sumiso y reverencial. Su análisis, por el
contrario, se sustenta en escudriñar el alma del mestizo realmente existente
en su espacio / tiempo, como un ser esquizofrénico, dividido y bipolar,
incapaz de crear una nación propia o habitar un territorio propio. Este
diagnóstico es vital en Tamayo y sienta las bases para hacer deldouble
bind mestizo una potencia creativa, en lugar de profundizar el binarismo y
con ello la disyunción colonial que nos impide ser nosotros mismos.
231
La genealogía que intento trazar del colonialismo en la cultura letrada
boliviana está, por ello mismo, conectada con las urgencias del presente.
Qué pertinente resulta Tamayo, leído desde el aquí-ahora. Define
el bovarysmo como un estado de “insatisfacción novelesca” que se mueve
en “un contexto de represión y convencionalismo social”. ¿No es eso lo que
está sucediendo con los escándalos protagonizados recientemente por Evo
Morales, que la prensa internacional se encarga de condimentar a su
manera? ¿No se descarga la sociedad boliviana de sus propias culpas y
dolores familiares, privados, e incluso inconscientes, al hacer de la vida de
Evo Morales un motivo de diatriba moral y sexual? Lo hace, pero no se da
cuenta de que el primero en ser juzgado y apuntado con el dedo debería ser
el indio que llevamos adentro.
Fausto Reinaga, en los años 1960-1990, se explayó en la crítica a la
“intelligentsia del cholaje boliviano”, una aguda radiografía del colonialismo
intelectual en Bolivia, y ello le valió ser estigmatizado como un personaje
intratable y ultrarradical. No es un dato menor que fuera Reinaga – y no
Sartre o Balandier – quien introdujo en el debate político boliviano de los
‘70 la obra de Frantz Fanon y otros autores de la descolonización africana.
Con honrosas excepciones,2 los ahora de moda “decoloniales” o
“postcoloniales” no atinan a escudriñar con tanta profundidad el ethos del
intelectual colonizado como lo hizo Reinaga, y eso se revela en las rutas
propias que hemos venido recorriendo a la hora de comprender los procesos
de liberación india y las luchas descolonizadoras en nuestro continente.
M. S. ¿Qué significa entonces pensar las ciencias sociales desde América
Latina en el siglo XXI, en el marco de la modernidad avanzada y en el
actual sistema de dominación?
S.R.C. Yo creo que hay que hacer otra ciencia social, que no divorcie el
cerebro del cuerpo, la ética de la política, el hacer del pensar. La ciencia
social realmente existente no difiere mucho de la que criticaba Tamayo. Y
las obras de Reinaga abundan en conceptos / metáfora en cuyo bricolaje yo
entreveo otro tipo de teoría sobre el colonialismo intelectual en América
Latina, y sobre el colonialismo en general. Por otra parte, la modernidad
que experimentó Tamayo no difiere mucho de la de hoy: sigue siendo una
estructura de saqueo y colonización mental. Con un agravante: en las
primeras décadas del siglo XX había en La Paz mucha más gente urbana,
mestiza y de élite, que hablaba perfectamente el aymara 3, mientras que
hoy la dimensión simbólica de lo indio se ha vuelto pigmentocrática y
basada en simulacros, lo que nos muestra que estamos perdiendo la batalla
lingüística. En cuanto a la colonización mental, la ciencia social – junto a
varias otras – debería enfocarse en crear las herramientas conceptuales,
técnicas y materiales que permitan resistir el saqueo, tanto de recursos
materiales como de personas (manos, cerebros) o, por lo menos, ayudarnos
a sobrevivir a él.
Además del saqueo, esta modernidad impostada se sustenta en la cultura
de la ley. La ciencia social hegemónica tiene que vérselas con una brecha
muy honda entre la normativa y su práctica, entre la letra y la violación de
la letra. Situarse a rajatabla en uno de los polos de ese binario es una
actitud de suicidio colectivo, que se transfiere al conjunto del pensar
232
público. Frente a ese estado de confusión, lo que la ciencia social debería
estar haciendo es revolucionar la episteme. Crear un campo de juego entre
la herencia europea y la herencia propia, en el que podamos, con
autonomía, recrear un pensamiento y un gesto capaz de superar el double
bind o la esquizofrenia colonial de la que hablaba Tamayo. Y hay que hacer
esto por cualquier medio, no sólo en la ciencia social sino también en las
matemáticas, en la agronomía, en la ingeniería y en la multiplicidad de
disciplinas que son necesarias para el aquí-ahora de la humanidad y del
planeta, no sólo de la ciencia.
Por sobre todo, la nueva ciencia social debería abandonar la camisa de
fuerza de la sociedad, dejar de limitarse a cosas humanas, a relaciones y a
conflictos sociales, y convertirse en una más de las ciencias de la vida. Por
eso yo me siento muy insatisfecha con las ciencias sociales realmente
existentes, las considero satrapías. Aclaro que me puedo dar el lujo de
decirlo porque ya me libré de la universidad, me jubilé y con varixs
compañerxs y amigxs hemos creado un espacio en el que auspiciamos una
“cátedra libre” en verano y en invierno, entre muchas otras actividades 4. La
generación más joven de intelectuales y académicxs que trabaja en la
universidad tiene que vérselas con cosas más jodidas, como las revistas
indexadas –que tuve la suerte de no conocer– o el exceso de carga
administrativa que se impuso en las universidades con el neoliberalismo.
Pero entrar y salir de la academia no equivale a decir entrar y salir de la
modernidad. Lo que entiendo como el principal desafío es ser
auténticamente modernos y conectarnos a la vez con lo más antiguo, para
que, a partir de esa contradicción o anacronismo, podamos armar – dentro
y fuera de la universidad– una esfera pública inclusiva, democrática e
intercultural (por decirlo en términos convencionales). Para mí es central
reconocer que la teoría no basta, la ciencia social no basta, la universidad y
la academia no bastan para comprender el mundo que nos ha tocado vivir
hoy. Y creo que, en todo Abya Yala, este proceso de “entrar y salir de la
academia” está permitiendo la renovación del pensamiento y su mejor
articulación con las prácticas comunitarias, populares, colectivas. En la
frontera entre el mundo universitario y su afuera están proliferando
iniciativas como la que acabo de relatar, y lo he visto en varios países de
nuestro continente.
M.S. ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas
actuales desde el marco de la teoría social?
SRC. No. Al menos no dentro de ese marco, tal como parece estar definido
en tu primera pregunta. Una teoría / praxis social descolonizadora es un
proceso en curso, pero su verbalización está por construirse; es aún
balbuceante y dispersa. No está claro siquiera el formato que adoptará ese
discurso, en un contexto de proliferación y democratización de las
comunicaciones satelitales. Creo que lo que se hace en las redes, o en el
teatro, o en el arte latinoamericano, es mucho más sensible que la
academia universitaria o para-estatal, en términos conceptuales, frente a
las realidades multifacéticas y abigarradas del espacio social que vivimos.
También han surgido nuevos espacios de producción de teoría / praxis
social: espacios marginales y fronterizos, pero a la vez proliferantes.
Iniciativas callejeras, luchas contra la impunidad, plataformas en torno a los
233
derechos sexuales y una diversidad de iniciativas prácticas en defensa del
medio ambiente constituyen escenarios ideales para la “investigación
acción” o la “investigación militante”, además de resultar útiles para las
propias comunidades y organismos de base. También me refiero a
intelectuales –como Silvia Federici, Rita Segato, Márgara Millán, Verónica
Gago, Suely Rolnik y tú misma– que dialogan a varios niveles de
abstracción con lxs intelectuales de base en sus respectivos espacios o
países. Todas estas redes son lo más cercano a una “ecología de saberes”
que he podido observar. Pero con un aditamento: son también “ecología de
sabores”, y me refiero a las redes de soberanía alimentaria, plataformas
ambientales, etc., que están pensando los problemas no sólo a través de la
investigación y la publicación de sus trabajos sino también de profusa
participación en ferias, espacios de comida consciente, cooperativas de
alimentos y muchas otras actividades.
No tengo suficiente acceso a todo lo que ocurre en las universidades y
centros de investigación de varios países del continente como para sopesar
los avances teóricos que estos nuevos fenómenos han suscitado, pero
puedo decirte que en los últimos años he leído con mayor interés que antes
los debates latinoamericanos en ciencias sociales y humanas, y celebro el
que muchos de ellos se vayan por la tangente o abiertamente descarten el
antropocentrismo –y su vástago, el eurocentrismo– dominantes.
Silvia Rivera Cusicanqui
Profesora emerita de la UMSA y miembra de la Colectiva Ch'ixi (La Paz)
[email protected]
Respuesta dos:
La relación de la teoría social latinoamericana con la teoría social producida
en los países centrales es, en un sentido, parte de la más amplia inserción
del continente en una situación periférica, pues ésta además de tener
incidencia en lo económico y en lo político, tiene incidencias también en el
plano del pensamiento y del arte de modo general. En un sentido, esto es
sencillo de comprender: se trata de un deslumbramiento con el poder que
“ejercen” aquellos que producen afuera, que tanto acumularon en términos
de conocimiento, que tienen instituciones sólidas y prestigiosas, editoriales
poderosas, control de la circulación del conocimiento y se expresan en
inglés, francés o alemán, principalmente; en otro sentido, formar parte de
este universo directa o indirectamente es algo que seduce a muchos
investigadores. La cuestión, por supuesto, no se agota en eso.
Tomemos el arte. No fue fácil encontrar la forma de la música, de la
literatura o del cine latinoamericano. Sin embargo, a nadie se le ocurriría
hoy dudar de la autonomía creativa de estas formas de expresión en
América Latina, aunque sigamos siendo periféricos, dependientes y
subdesarrollados en lo que hace a otras aspectos –económicos y políticos,
sobre todo–. Es como si las ciencias sociales, pero también la filosofía, por
234
ejemplo, y de manera más general y bastante concreta, aunque
posiblemente por otras razones, las ciencias de la naturaleza, estuvieran en
una posición intermedia.
La dependencia de las ciencias de la naturaleza es verdadera aunque nadie
se plantea cuestionar a un físico latinoamericano sobre si acepta o no la
confirmación de la existencia de ondas gravitacionales o a un biólogo si en
nombre de la particularidad de “nuestra América” rechazara los últimos
avances en la secuencia del genoma humano. Se puede decir que, claro, la
epistemología moderna –si bien no pretendemos hacer una caricatura del
conjunto de las ciencias naturales, como si estas vivieran inmersas
totalmente en una epistemología cartesiana rasa– sigue vigente en este tipo
de teorización. Es una realidad, igualmente, la falta de recursos materiales
para llevar a cabo investigaciones de punta en nuestros países en este tipo
de ciencia (la física teórica, no por casualidad, es en la que tenemos alguna
expresión internacional, ya que no hacen falta aparatos de ninguna
especie). Hubo de hecho un gran biólogo hindú que tuvo fama internacional
haciendo biología como hacían sus contemporáneos en Norteamérica y en
Europa. Luego quiso ponerse más espiritual, como correspondía a un hindú,
según visiones orientalistas pero también internas a su país. Fue cuando
empezó a hablar con las plantas y terminó con algunas ideas raras, que hoy
a nadie le interesan.
¿Por qué entonces las ciencias sociales se ponen tan tensas en relación con
estos temas? En un sentido, hay que reconocer que nuestras
investigaciones y teorías se encuentran mucho más cerca de los temas
controvertidos de la vida social, con sus conflictos y sus competencias. No
afirmamos que esto no influya también en las ciencias de la naturaleza,
pero no se puede hablar de trabajadores y capitalistas, indígenas y
colonización, Estado y ciudadanía, Estados Unidos y América Latina sin
movilizar de manera directa cuestiones y conflictos sociales. De todos
modos, ¿conlleva eso algo de específico en teoría social para la
semiperiferia y la periferia, y para América Latina de manera directa? Es
dudoso, por una parte, inevitable, por otra.
Tomemos las cuestiones epistemológicas. Se las puede discutir en dos
dimensiones. Una, más concreta, que implica contenidos específicos, tablas
de lectura del mundo, por ejemplo, que gradúan los colores de la piel y
desde ahí deciden la pertenencia de países e individuos a la civilización o a
la barbarie, no importa cómo se definan estos términos o si se utilizan
otros. Esta ha sido, desde una década o más, la manera en que
predominantemente se ha referido al tema de la epistemología en los
debates pos y decoloniales en América Latina y en otros rincones. Hay otra
mirada, más profunda, que se refiere a la forma de producción del
conocimiento; es decir, a cómo son producidos contenidos concretos. Aquí
sí, me parece que podemos hablar de epistemología, discusión que se
encuentra presente en la filosofía de la ciencia y en la filosofía del
conocimiento. Analogías, descripciones empíricas, categorías analíticas o
tipos ideales, reconstrucciones con orientación normativa o dialéctica,
“positivismo” o hermenéutica, sujeto y objeto: son estos los temas de una
comprensión más profunda del significado de epistemología (que no
permiten, vale notar, que hablemos de una dominación absoluta del
235
cartesianismo; más bien es un empirismo el que muchas veces predomina,
incluso si hay puntos de contacto entre ellos, evidenciando, sin embargo, el
hecho de que la modernidad en tanto tal es plural internamente, aun en lo
que toca a sus centros). No hay que concluir de ahí que la separación entre
forma y contenido nos debe orientar; más bien hay que mezclar en muchos
momentos una y otra, aunque sea legítimo analizar cada uno de estos dos
elementos con cierta autonomía. Puede ser que una filosofía aimara o
quichua, o cualquier otra, nos plantee otras formas de conocer la vida
social. Pero no estoy seguro de que eso fuese ciencia social. Tampoco
literatura, quizás. ¡Lo que seguramente no importa! Mientras tanto, y de
todos modos, como soy sociólogo, creo que valdría la pena seguir con las
investigaciones de las ciencias sociales, que me parecen una manera
interesante de comprender cómo vivimos. Ojalá se inventen otros aportes
epistemológicos en las ciencias sociales latinoamericanas. Y me parece
inevitable que una invención como esta demostrará carácter universal.
Por supuesto, el lugar desde donde hablamos importa mucho. En este
sentido, es correcto referirse a una “geopolítica del conocimiento”, que va
más allá de meras cuestiones de poder], tal cual las enumeramos
anteriormente. Un punto de vista particular, cuestiones específicas,
métodos que a ellas deben corresponder, la construcción de conceptos que
puedan servir a estos análisis concretos, temas normativos a ellos
vinculados, una manera propia de enfrentar los debates de las diversas
disciplinas. Hay que reconocer y saludar este tipo de entendimiento, sin
llevarlo, sin embargo, tan lejos como para negar a estas disciplinas en tanto
tal o como para desechar teorías en nombre de aportes absolutamente
novedosos, en que el conocimiento producido hasta ahora no alcanza jugar
más que un rol subsidiario.Somos modernos, pero modernos desde una
posición específica en el mundo. Desde Simón Rodríguez, pasando por
Mariátegui y llegando a tipos como Florestan Fernandes, para citar apenas
tres grandes nombres, estos son temas que han poblado nuestras
imaginaciones.
Sin embargo, algo a menudo se distorsiona cuando uno empieza a producir
ciencias sociales, empírica o conceptualmente, en América Latina. La
repetición, la copia, la utilización de conceptos muchas veces claramente
inverosímiles aparecen como prácticas que, aunque no absolutas, muchas
veces contaminan el trabajo de investigación y la exposición de sus
resultados. Es necesario, por lo tanto, develar los mecanismos que
producen la dependencia como modo de] enfrentarla en lugar de
simplemente afirmar continuidades coloniales o de cualquier otra
naturaleza, que impulsan un discurso sin ser capaces de explicar cómo, de
hecho, se procesa esta subalternidad.
Se puede sugerir que esto ocurre porque los investigadores se ubican en
una posición específica en la división social del trabajo, en [a que son las
ideas –que importan, además en una situación de fragilidad, desde afuera–
lo que orienta su labor. El poder de los centros globales impone una
subordinación –de hecho, emocional e intelectual– que hace que sus ideas
tengan una influencia desproporcional sobre la periferia y la semiperiferia.
En particular, por la falta de teorías, o porque a muchos les parecen menos
poderosas las teorías producidas en estas dos áreas subalternas
236
globalmente, aquellas teorías centrales terminan por presentarse como
referencia absoluta (mientras está ausente la falta de reciprocidad: esto es,
desde el centro es rarísimo que les interese mirar lo que se produce en
otras regiones). Eso se da sobre todo en lo que se refiere a la cognición;
como el arte está vinculado a procesos expresivos, es más fácil rehuir de
este tipo de dificultad y presentarse desde la particularidad, desde la que
alcanza una expresión más universal cuando logra superar particularismos
excesivos, que tampoco le convienen.
Simplemente, intentar borrar los conceptos que tenemos y tirarnos en el
medio empírico, como sugería Guerrero Ramos, no es una solución: eso no
es posible; terminaremos con “representaciones” que ya teníamos, tal vez
alteradas pero cargadas por las que con anterioridad poseíamos. Tampoco
sería deseable, puesto que la inmediatez de los datos sensoriales no basta
para construir el conocimiento, ni tampoco desde ahí se va a llegar a asir la
realidad de una forma más profunda. Este es un tema que vuelve y volverá
mientras nos mantengamos en esta posición de inferioridad, que no es sin
embargo absoluta; los mejores resultados de nuestras ciencias sociales
demuestran que no hay una relación inmediata entre dependencia
económica y política, por una parte, e intelectual, incluso científica, por la
otra.
Precisamente por eso el antiempiricismo es tan importante para las ciencias
sociales, en relación con el tema que nos ocupa aquí. Si tomamos una
posición decididamente teórica, tenemos que reconstruir, o al menos tratar
de manera sistemática y controlada, los conceptos que utilizamos para
investigar la realidad social, en sus particularidades y generalidad. Quijano
y Nun, con su discusión crítica sobre la “marginalidad”, nos dieron un
ejemplo magnífico de cómo hacerlo, aunque sin desplegar todas sus
potencialidades. Desde el marxismo, echaron un vistazo al tema del ejército
industrial de reserva y de la superpoblación relativa en América Latina y
establecieron (poco importando aquí en qué medida estuvieron correctos)
conceptos propios para comprender la situación de la fuerza de trabajo y
del mercado laboral –lleno de trabajadores “marginales”– en este
subcontinente. Avanzaron enormemente, en el plano conceptual, en lo que
hace a la particularidad. Desde ahí, sin embargo, habría que seguir adelante
y pensar en que sus innovaciones podrían servir para reformular la teoría de
Marx sobre las “leyes” que rigen la evolución de la población en el
capitalismo y todo el tema del mercado de trabajo. Quijano mencionó la
inmigración de Europa hacia otras regiones en el siglo XIX, mientras Nun ya
en los años 2000 se refirió al tema de la exclusión y de los sobrantes en el
mercado de trabajo, sin que ninguno de los dos haya avanzado más allá de
simples comentarios generales y acotados.
Si queremos avanzar más allá de los temas específicos –y de los miles de
estudios de casos que encontramos hoy en nuestras ciencias sociales– hace
falta avanzar en la teoría. Desde luego hay temas, aportes, puntos de vista,
valores que son particulares en América Latina –y en cada uno de nuestros
países, e incluso regiones internas– y que inevitable y saludablemente
prestan colores y un “estilo” propio, para hablar como Mariátegui, a una
teoría que es, sin duda, en este sentido, latinoamericana. Pero nuestra
ambición tiene que ser más amplia: hay que producir conceptos de alcance
237
universal, reconstruyendo aquellos que ya existen o creando otros, nuevos,
que sirvan a nuestras cuestiones de cuño empírico, pero que también se
apliquen, aunque esto incluya cambios, a otras regiones del mundo, en un
diálogo planetario. Es esta la manera, por una parte, de producir teorías
más completas para nuestros propósitos específicos y, por otra, de salir de
la subalternidad, sin perdernos en el romanticismo de la acentuación
absoluta de la particularidad (que ni siquiera en Herder se puede encontrar
de forma tan radical).
Qué significa esto en términos del análisis de la modernidad contemporánea
es algo que apenas se puede indicar acá. Se trata de un tema largo y
multifacético. De todos modos, una mirada teórica que, en particular,
rescate la preocupación de la sociología en su trayectoria larga, con los
procesos de largo plazo y las tendencias que los atraviesan y constituyen,
necesita volver a nuestra agenda teórica. Es decir, hay que ir, acá
explícitamente, más allá de los temas empíricos y de la retórica. Hay que
investigar cuáles son los elementos que, dentro y a partir de la modernidad
en que vivimos hoy, nos pueden servir de palancas para procesos de
emancipación, institucionalmente, en términos de agentes y con referencia
a su imaginario (en el cual sigue aún vigente la demanda de libertad
igualitaria). Esta ha sido una ambición constante –si bien no exclusiva– de
la sociología latinoamericana. Tenemos ya una acumulación de capacidades,
madurez y en buena medida el interés de seguir por este sendero. La teoría
social nos puede ser de gran auxilio en este proyecto colectivo.
José Mauricio Domingues
Profesor e investigador en IESP-UERJ, Brasil.
[email protected]
Respuesta tres:
Primero que todo, muchas gracias, Maristella, por tu invitación a participar
en este foro. Entiendo tu invitación no solamente como un llamado a
actualizar el debate sobre la teoría social latinoamericana de frente a la
coyuntura actual (incluyendo la crisis ecológica y socio-planetaria y por
supuesto el resurgimiento de las derechas en el continente), sino como un
enunciado de que quizás estemos asistiendo a un momento particularmente
importante y auspicioso para hacerlo. Ahora bien, lo que proponés
constituye sin duda un proyecto de más largo alcance, dentro del cual
tendríamos que remitir la genealogía de esta pregunta a la primera mitad
del siglo XIX, cuando los debates intelectuales del continente vieron
capítulos que aún conservan cierta relevancia, desde aquellos que
planteaban la disyuntiva entre civilización y barbarie hasta los debate
tempranos sobre la modernidad latinoamericana en las postrimerías del
siglo (Rodó, Martí, Bello, Lastarria, etc.). La corriente decolonial nos
empujaría a remar aún más atrás en la historia de los saberes, a escudriñar
por todos los rincones históricos en busca de instancias de descolonización
epistémica, como algunos colegas que trabajan dentro de esta vertiente ya
238
lo han estado haciendo; allí, sin duda, encontraríamos muchas voces
indígenas, afrodescendientes y de mujeres que pasarían a ilustrar el archivo
de pensamiento decolonial. Tendríamos que considerar también, ya en los
albores del siglo XX, el marxismo, el anarquismo, el indigenismo y las
primeras precursoras del feminismo (tales como María Cano en Colombia)
y, para mediados de siglo, el famoso debate entre Leopoldo Zea y Augusto
Salazar Bondi sobre "si existe o no una filosofía de nuestra
América".5 Finalmente, arribaríamos en la época inmediatamente reciente a
la denuncia radical del maestro Orlando Fals Borda, en su libro Ciencia
propia y colonialismo intelectual(1970,) y al influyente libro de Paulo
Freire, Pedagogía del oprimido (1970, publicado en portugués en 1968);
estos finalmente estremecerían el edificio epistémico de las academias, de
tal forma que pudiéramos empezar a tomar en serio lo que hoy llamaríamos
“los conocimientos otros” de los mundos subalternos. En el camino también
encontraremos propuestas tales como la teoría de la dependencia y la
teología de la liberación.
¿Qué significa la “dependencia epistémica e intelectual”?
Después de esta muy incompleta “nota genealógica”, paso a abordar la
primera parte de tu pregunta: ¿Qué significa “la dependencia intelectual o
epistémica respecto de los conceptos y marcos teóricos elaborados en los
países centrales”? Habría muchas formas de acercarse a esta pregunta;
aquí señalaré dos solamente. La primera proviene del análisis del sistema
mundo moderno / colonial, iniciado por el maestro Aníbal Quijano en la
década del ‘80, y en particular de las nociones de colonialidad del poder y
del saber. No me detendré a discutir esa posición, que comparto
plenamente y que se ha enriquecido inmensamente con las contribuciones
de una gran gama de académicas/os, intelectuales y activistas que ya
abarcan dos generaciones y una rica variedad de temas y conceptos. Sólo
mencionaré dos de los aportes tempranos de la propuesta decolonial que
continúan siendo fundamentales para todo análisis de la teoría social
latinoamericana: la reinterpretación de la modernidad como “modernidad /
colonialidad”, desde siempre (re-situando cualquier debate anterior sobre
“la modernidad de América Latina” dentro de un espectro teórico-político
más complejo) y el concepto de eurocentrismo, como pilar de todo el
andamiaje moderno / colonial, particularmente el conocimiento.
Hay una segunda forma de abordar la dependencia epistémica de la teoría
social latinoamericana, y es con referencia al concepto foucaultiano
de episteme. Me parece que este segundo abordaje complementa al
primero, y por eso me gusta utilizarlo, en especial porque nos permite
entender de otra manera tanto la teoría social contemporánea como sus
limitantes. Foucault define la episteme como un nivel intermedio del
conocimiento situado entre el dominio subyacente en el que transcurre el
fenómeno de la vida, por un lado, y el espacio de las ciencias explícitamente
constituida como tales, por el otro. Así, en Las palabras y las cosas, analiza
tres epistemes (correspondientes al Renacimiento, a la Edad Clásica y a la
Edad Moderna), las reglas que regulan cada uno de estos y las
discontinuidades entre ellos. Traza los avatares del conocimiento dentro de
cada época en relación con las formas de pensar la vida, el trabajo y el
lenguaje. Encuentra que la episteme actúa como una especie de
239
“inconsciente positivo del conocimiento” que moldea, para cada época, lo
que se puede conocer, sin que los conocedores o expertos estén conscientes
de ello. Descubre que la episteme de la modernidad, que cristaliza hacia
finales del siglo XVIII, está determinado por la figura del “hombre”, que
desde entonces se erige como el sujeto, el fundamento y el objeto de todo
conocimiento – el antropocentrismo fundacional de la modernidad –.
La episteme de la modernidad como trasfondo de todo trabajo
académico
La teoría social contemporánea se ubica, necesariamente, dentro de este
episteme. A lo largo de mi propia práctica académica, he ido descubriendo
que el espacio académico moderno funciona a partir de ciertas prácticas
epistémicas claves, entre las cuales destaco las siguientes: a) tres
paradigmas centrales (teoría liberal, teoría marxista, teoría
posestructuralista), con sus correspondientes epistemologías; b) la
demarcación, dentro del flujo ininterrumpido y complejo de lo real, de
esferas separadas y supuestamente autónomas (ej.: “economía”,
“sociedad”, “cultura”, “política”, “religión”, “individuo”, etc.), cada una con
una disciplina dedicada a develar sus secretos (economía, sociología,
politología, antropología, psicología, etc.); c) una serie de dualismos
constitutivos que también condicionan el conocimiento (sujeto / objeto,
mente / cuerpo, razón / emoción, naturaleza / cultura, humano / no
humano, secular / sagrado, entre muchos otros). Quiero resaltar dos
cuestiones de esta breve explicación: primero, que todo trabajo académico
tiene que funcionar de acuerdo con estas reglas para ser considerado como
tal; por ejemplo, toda tesis de maestría y doctorado debe aceptar esta
estructura epistémica para ser aprobada (son pocas las que se salvan de
este requisito nunca explicitado); segundo, que los límites de la producción
de conocimiento dentro de este episteme están cada vez más claros, como
explicaré en un momento.
Aclaro que siempre ha habido intentos contestatarios dentro del mismo
episteme (por ejemplo, el pensamiento anticolonial de los años ’40 - ‘60 del
pasado siglo, con autores como Fanon y Césaire), pero que, tomada como
un todo, la academia ha funcionado bajo las reglas férreas que acabo de
enumerar. Aunque esto sigue siendo el caso hoy en día (más aún quizás
dada la creciente neoliberalización de las academias a nivel mundial), uno
de los aspectos esperanzadores de nuestra condición histórica actual es que
ya empezamos a percibir estos límites. No puedo detenerme a explicar
cómo y por qué se está dando esta conciencia (especialmente a partir de los
años ‘50 del pasado siglo), pero indico algunas de las tendencias principales
–interrelacionadas las unas con las otras– que están causando fisuras, si no
ya moviéndose en los bordes o quizás por fuera del episteme.
En los bordes de la episteme moderno / colonial
Primero que todo, el cuestionamiento creciente a los dualismos constitutivos
de la modernidad, como son la separación entre naturaleza y cultura
(humanos / no humanos) y entre nosotros y ellos (occidente / no occidente;
moderno / no moderno; es decir, la división colonial). El cuestionamiento a
la dicotomía entre humano y no humano proviene de dos grandes fuentes:
240
por un lado, la tierra misma, la Pachamama, que demuestra de manera
cada vez más patente cómo se resiente ante la actividad humana
(antropogénica); segundo, la irrupción de un gran movimiento en su
defensa, particularmente aquellas manifestaciones promovidas por un
variado espectro de grupos subalternos y pueblos-territorio cuya
pervivencia misma como mundos depende de la continuidad y sanación de
la madre tierra.
Por otro lado, el cuestionamiento a la división colonial proviene de tod@s
aquell@s que intentan ubicar su producción de saber y de conocimiento en
el espacio abierto por la diferencia colonial –es decir, desde
el locus fracturado del que nos habla María Lugones–.6 Aquí, de nuevo
encontramos dos grandes vertientes: el surgimiento cada vez más
contundente de los conocimientos (quizás deberíamos decir conocimientosemociones o “sentipensamientos”) de comunidades, activistas, colectivos y
movimientos – todos aquellos que nunca encontraron cabida dentro de las
academias, pues no eran producidos bajo las reglas del episteme y algunos
de los cuales empiezan hoy en día incluso a insinuarse en estos espacios,
aunque no sin dificultad y contradicciones, como bien lo sabemos; y una
nueva serie de líneas de pensamiento crítico, con frecuencia con vínculos
con la academia, aunque en muchos casos producidas por intelectuales que
se mueven entre movimientos sociales, comunidades, academia y, a veces,
el mismo Estado, y a las cuales me referiré más adelante.
Hago un par de observaciones finales sobre toda esta gama emergente de
conocimientos, desde la perspectiva de la segunda parte de tu pregunta
(¿Qué significa pensar las ciencias sociales desde América Latina en el siglo
XXI? ¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas
actuales desde el marco de la teoría social?). La primera es que la teoría
social y las ciencias sociales (e incluiría aquí las humanas y las naturales) ya
claramente demuestran que son al menos insuficientespara proporcionarnos
las preguntas –mucho menos las respuestas– necesarias para enfrentar las
múltiples crisis interrelacionadas de alimentos, de clima, de pobreza y de
significados. Es decir, me parece que ya podemos aseverar con mayor
audacia y sentido de la realidad que las preguntas y las propuestas clave
sobre las crisis no están surgiendo de las ciencias sociales ni de la
academia, sino del espacio epistémico que está siendo labrado a partir de la
multiplicación de conocimientos y saberesotros subalternos y de tendencias
críticas vinculadas a estos. Segundo, que con respecto a todos estos
conocimientos otros hay, de todas formas, que hacerse la siguiente
pregunta: ¿Constituyen formas de producción de conocimientos
postepisteme-patriarcal / moderno / colonial (es decir, dejan atrás con éxito
la episteme ilustrada de la modernidad)? ¿O siguen funcionando, total o
parcialmente y a pesar de su radicalidad y novedad, dentro de la episteme
del “hombre”? Esta última es un interrogante clave en mi opinión. Volveré
sobre ella al final de este breve texto. Por ahora, quiero dar una idea,
aunque de forma esquemática, del rango de investigaciones que considero
forman parte de este proceso epistémico emergente.
241
Desde abajo, por la izquierda y con la tierra
En un texto reciente sobre el pensamiento crítico latinoamericano (PCL) o,
más correctamente, de Abya Yala / Afro / Latino-América, argumento que
toda genealogía y compendio de este pensamiento hoy en día tiene, por
fuerza mayor, que incluir las categorías, saberes y conocimientos de las
comunidades mismas y sus organizaciones como uno de las expresiones
más potentes del PCL. Esta última proposición constituye el mayor desafío
para la teoría social dado que la estructura epistémica de la modernidad (ya
sea en registro liberal o marxista, de derecha o de izquierda) se ha erguido
sobre el borramiento efectivo de este nivel crucial del pensamiento, y es
precisamente este nivel el que emerge hoy en día con mayor claridad y
contundencia, como lo acabo de mencionar. En este mismo texto, paso a
identificar tres vertientes del PCL: el pensamiento de la izquierda, el
“pensamiento autonómico” y el “pensamiento de la tierra”. Con el segundo
me refiero al cuerpo de conocimientos, cada vez más elocuente, que
emerge de los procesos autonómicos que cristalizan con el Zapatismo pero
que incluyen una gran variedad de experiencias y propuestas a lo largo y
ancho del continente, desde el sur de México al suroccidente de Colombia y
desde allí al resto del continente. Todos estos movimientos enfatizan la
reconstitución de lo comunal –dentro de concepciones no-capitalistas, noliberales y no-estatales de la organización social como el pilar de la
autonomía–. Autonomía, comunalidad y territorialidad son los tres
conceptos clave de esta corriente.7
Con “pensamiento de la tierra”, por otro lado, me refiero no tanto al
movimiento ambientalista y a la ecología (aunque está relacionado con
estos) sino a aquella dimensión que toda comunidad que habita un territorio
sabe que es vital para su existencia: su conexión indisoluble con la tierra y
con todos los seres vivos. Más que en conocimientos teóricos, esta
dimensión se encuentra elocuentemente expresada en el arte (tejidos), en
los mitos, en las prácticas económicas y culturales del lugar, y en las luchas
territoriales y por la defensa de la Pachamama. En el texto en cuestión
hallaran una explicación detallada y ejemplos de cada una de estas
vertientes. 8
El PCL puede ser definido como el entramado de estas tres grandes
trayectorias: el pensamiento de la izquierda, el pensamiento autonómico y
el pensamiento de la tierra. Estas no son esferas separadas y
preconstituídas sino que se traslapan, a veces alimentándose mutuamente,
otras en abierto conflicto. Mi argumento es que la teoría social hoy en día
tiene que cultivar las tres vertientes, manteniéndolas en tensión y en
diálogo continuo, y tiene que abandonar toda pretensión universalizante y
de verdad. Dicho de otra manera, a la formula zapatista de luchar “desde
abajo y por la izquierda”, hay que agregar una tercera base fundamental,
“con la tierra” (hasta cierto punto, implícita en el zapatismo).
Áreas emergentes de investigación para otra teoría social de Abya Yala /
Afro / Latinoamérica
También podemos empezar a visualizar los contornos del postepisteme
moderno / colonial (P-EMC) en términos de áreas de investigación
242
emergentes. Hace algunos años, intenté un mapeo de dichas tendencias y
alcancé a identificar cinco grandes áreas emergentes, que se sobreponen
con las vertientes autonómicas y de la tierra. Aunque no puedo explicarlas
en este texto, las menciono brevemente: la teoría decolonial (incluyendo las
nuevas áreas de trabajo, tales como colonialidad de la naturaleza,
feminismos decoloniales y arte y decolonialidad); los estudios de
alternativas al desarrollo (incluyendo Buen Vivir, derechos de la naturaleza,
postdesarrollo, economías alternativas y economía social y solidaria y
transiciones al postextractivismo); transiciones civilizatorias; nuevos
enfoques del patriarcado; y comunalidad,9 relacionalidad y pluriverso
(sistemas comunales, entramados comunitarios, feminismos comunitarios,
espiritualidad y ontologías relacionales y pluriverso). Muchas de estas áreas,
que con frecuencia se sobreponen e intersectan de formas mutuamente
potenciadoras, tienen que ver con la crítica a los dualismos de la
modernidad y, más allá de la crítica, con el desarrollo de un marco teóricopolítico capaz de generar un espacio para investigaciones sustanciales sobre
el principio de relacionalidad que surge con fuerza, en mi opinión, a partir
del llamado “giro ontológico” de la teoría social.
Por relacionalidad me refiero al principio de la interrelación profunda entre
todo lo que existe, al hecho de que nada preexiste a las relaciones que lo
constituyen. La vida es interrelación e interdependencia, siempre y a todo
nivel. Todo existe porque todo lo demás existe, como nos dice el principio
del Ubuntusurafricano. No hay objetos, ni sujetos, ni procesos
intrínsecamente existentes, como nos lo ha enseñado la modernidad, por lo
menos desde Descartes. Lo real no está hecho de objetos aislados que
interactúan; el observador no preexiste a lo que observa (Maturana y
Varela); no hay mundo externo al cual podemos aferrarnos; todo lo vivo
siempre es parte integrante del pluriverso siempre cambiante. Aquello que
llamamos experiencia siempre está coemergiendo con las experiencias de
muchos otros seres. El conocimiento científico, por último, es sólo un
intricado proceso de validación de cómo el experto construye eso que
llamamos “lo real”.10
En la intersección de las vertientes decoloniales y relacionales, encontramos
una fértil producción teórico-política alrededor del género y del patriarcado
que adquiere formas muy diversas pero, hasta cierto punto, convergentes
en los trabajos de las distintas pensadoras. Esta es una vertiente
fundamental para la reorientación autónoma de la teoría social
latinoamericana como un todo. Una premisa básica de esta corriente es una
relectura del patriarcado como la matriz ontoepistémica original de toda
forma de dominación; no solamente porque el patriarcado comienza
históricamente varios milenios antes del capitalismo y de la modernidad (a
los cuales presta sus cimientos), sino porque con este comienza la erosión
sistemática de la base relacional de la vida, que es característica de las
culturas matriarcales o matrísticas (que valorizan la cooperación, el respeto
por todos los otros seres, la regeneración continua de la vida, la cocreación
y lo sagrado); el patriarcado despliega, por el contrario, valores tales como
la dominación, la apropiación, la competencia, la agresión, la jerarquía, la
creación a partir de la destrucción. y la guerra. Muy importante a este
respecto es también la reconceptualización, o aun el abandono por algunas
autoras, de la noción de género como principio clasificador de las
243
diferencias, para lo cual las nociones relacionales, comunales y duales (no
dualistas, sino como una forma de construcción de la multiplicidad del ser)
del género son esenciales. El análisis de la interseccionalidad ha gozado de
una renovación importante desde perspectivas de raza, de sexualidad, de
comunalidad, de espiritualidad y de naturaleza por parte de feministas
indígenas, de afrodescendientes, de lesbianas y de ecologistas, entre otras.
De esta rica variedad de trabajos surge el énfasis en abordar
simultáneamente la despatriarcalización y la descolonización. Todo un
edificio teórico-político antiesencialista, relacional (no dualista y, por tanto,
no liberal) y posthumano se va construyendo a partir de estas vertientes
convergentes pero diferenciadas. Desde allí se puede avizorar de forma
clara que la comunalidad y la relacionalidad renovadas son el antídoto
necesario contra la hiperexplotación y la violencia máxima por el capital
sobre la mujer y sobre la sociedad y la vida misma en su totalidad.11
Algunos ejemplos de construcción de teoría social autónoma
Es útil ilustrar los argumentos hasta ahora expuestos con obras que
ejemplifican los elementos de una producción de conocimiento postepisteme
- moderno / colonial, aunque en este espacio no puede hacer más que
reseñarlas. Estas incluyen los múltiples volúmenes coordinados
recientemente por Xochitl Leyva-Solano en San Cristóbal de las Casas, los
trabajos con comunidades en resistencia coordinados por Patricia Botero en
Manizales y las múltiples producciones realizadas desde el espacio de
pensamiento decolonial del Programa de Doctorado en Estudios Culturales
Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB)
coordinado por Catherine Walsh en Quito. A estos, podríamos sumar los
textos producidos en la última década por los académicos y activistas de la
Universidad del Cauca ya mencionados. Algunas de las características de
estas obras son: a) se conciben y construyen desde el espacio epistémico
de las comunidades en resistencia, de los colectivos y de los movimientos;
por lo tanto, no dependen (o muy parcialmente) de mediaciones ni
incorporan traducciones fuertes a las categorías logocéntricas de la teoría
social; más aún, desplazan dichas categorías del centro de la interpretación
de lo real; b) son producto de formas de trabajo profundamente colectivas,
nombradas de diversas formas (investigación acción colectiva, colabor y
corazonamiento, pedagogías decoloniales, tramas y mingas por el
conocimiento y para el buen vivir); c) circulan explícitamente entre los
espacios políticos subalternos en los que se habita y se reconstituye la
diferencia colonial –es decir, donde activamente se construyen mundos y
conocimientos de otro modo–; no se producen para circular en la academia,
aunque esto también puede ocurrir; d) mantienen una relación con la
academia desde la autonomía de las categorías de pensamiento y desde las
experiencias subalternas; d) su objetivo fundamental es contribuir a las
luchas por la (re)constitución de mundos desde las categorías y las
experiencias de los actores en lucha y resistencia. 12
No son, sin duda, las únicas obras que merecen ser destacadas sino las que
conozco de manera más directa). No digo que toda la teoría social debe
seguir el derrotero que ellas marcan, sino que de alguna manera ilustran lo
que podríamos caracterizar como “una perspectiva latinoamericana para
pensar las problemáticas actuales desde el marco de la teoría social”, como
244
plantea la pregunta. Tampoco están exentas de contradicciones y, con
respecto a todas estas tendencias, hay que mantener un cierto tipo de
vigilancia epistémica en relación con la distancia que ganan con respecto al
episteme moderno colonial. Pero es a partir de experiencias como estas que
se están gestando lo que hemos llamado postepisteme moderno / colonial.
Algunas características de teorías sociales más autónomas
Se me ocurre, a manera de conclusión, que algunas de las características de
una producción teórico-política más autónoma del episteme moderno /
colonial incluyen, entre otras, las siguientes:






Van más allá de la epistemología y ontología modernas de sujetos, de
objetos y de procesos entendidos como intrínsecamente existentes.
Ponen de relieve la colonialidad del poder, del saber y del ser y se ubican
firmemente en el espacio ontoepistémico de la diferencia colonial.
Problematizan las disciplinas e interdisciplinas tales como se encuentran
actualmente constituidas.
Cuestionan el antropocentrismo, el androcentrismo y el logocentrismo
constitutivos de los conocimientos académicos, tomados como un todo.
Se orientan hacia una episteme no dualista o postdualista y se abren a la
perspectiva de entender la realidad a partir de su profunda relacionalidad
constitutiva. Acogen, por lo tanto, los polos reprimidos de los binarios de la
modernidad, tales como el cuerpo, las emociones, lo espiritual, los
sentimientos, la intuición y la inspiración artística.
Desde este nuevo espacio ontoepistémico, proponen relecturas novedosas
del patriarcado, del capitalismo y de la modernidad, de las múltiples
resistencias frente a estos, y promueven diálogos y prácticas para la
reconstitución de mundos de formas decoloniales, postdesarrolistas y
pluriversales.
Es desde este espacio postilustrado que se están abordando nuevamente
con mayor contundencia las preguntas que la teoría social crítica
contemporánea ha trabajado con tanto ahínco, pero cuyo entendimiento se
encontraba en un impasse: la dominación, el capitalismo, el patriarcado, el
racismo y la desigualdad. Más aún, será desde este nuevo episteme(s) que,
finalmente, podamos adumbrar el final de la figura del “hombre”, que
quizás esta vez sí desaparecería, “como en los límites del mar un rostro de
arena”.13 Este será un pluriverso postcapitalista, postpatriarcal y no liberal;
sería un mundo posthumano, en el que el conocimiento –
“sentipensamiento”— esté una vez más al servicio de la vida y de los
complejos entramados humanos y no humanos que incesantemente, y a
pesar de las estrategias jerarquizantes, homogeneizadoras y devastadoras
que intentan dominarla, siempre la constituyen.
Arturo Escobar
Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill e Investigador Asociado,
Grupo Nación / Cultura / Memoria, Universidad del Valle, Cali, Colombia y
245
Grupo de Estudios Culturales, Universidad Javeriana, Bogotá.
[email protected]
Respuesta cuatro:
La reflexión de las ciencias sociales sobre su condición de dominación por
los paradigmas eurocéntricos del conocimiento no es un tema nuevo en
América Latina. Una cierta mirada crítica sobre el saber eurocéntrico ha
acompañado los procesos independentistas y anticoloniales y [ha surgido]
como reacción a los procesos de subordinación y de dominación de los
países del tercer mundo ante el poder político y económico de los países
imperiales a lo largo de los siglos XIX y XX. Tal reacción no sólo busca
contravenir el efecto cegador de la mirada y la comprensión de los hechos
sociales como tales sino también el efecto político de dominación que se ha
ejercido desde la legitimidad de la ciencia. Ejemplo de ello fueron los
estudios pioneros sobre la importación e implantación del positivismo en el
siglo XIX.
Estos efectos no solamente se producen en América Latina y en general en
el sur –en los países dependientes, dominados y subyugados–, sino que allí
se manifiestan –en la desigualdad, en la marginación, en la explotación, en
la pobreza y en la degradación socio-ambiental– con mayor agudeza los
efectos de la violencia que ha ejercido la historia de la metafísica en el
mundo. Hoy –es decir, en los últimos cincuenta años, si osamos fechar de
esta manera la emergencia del pensamiento de la posmodernidad–, el
deconstruccionismo teórico busca desentrañar los efectos de poder y de
dominio que se han desplegado en la racionalidad de la modernidad y busca
generar un pensamiento emancipatorio en los territorios dominados. En ese
contexto se ha venido configurando un pensamiento sobre la colonialidad
del saber, tanto en la academia, como en el campo de las luchas sociales.
Hoy, diversos líderes indígenas, campesinos y afrodescendientes, así como
de otros movimientos populares, proclaman que sus luchas son políticas y
epistémicas.
Y esto no podría haber sido de otra forma: toda intervención en el mundo
se ejerce desde su comprensión. De esta manera, si la conquista y la
colonización, así como las estructuras de poder que han gobernado los
territorios latinoamericanos y del tercer mundo, obedecieron a las
necesidades expansionistas del capitalismo mercantil naciente; sus procesos
de dominación obedecieron a la imposición de los modos de conocer el
mundo, en la que la ciencia se convirtió en instrumento y en dispositivo de
poder en la colonización del “nuevo mundo”. Si la colonización de los
pueblos originarios del tercer mundo se inició por sus creencias religiosas al
imponerles el credo cristiano a través de las misiones de evangelización, en
la conquista de sus territorios se fue imponiendo un modo de producción
ajeno a las condiciones de sus ecosistemas y al carácter de sus prácticas
tradicionales. La conquista ha sido un proceso de colonización cultural y, por
tanto, de dominio epistémico sobre los imaginarios, las cosmovisiones, los
modos de cognición y los saberes de las sociedades latinoamericanas. En
síntesis, el conocimiento científico y las ciencias sociales han sido un
246
dispositivo de poder y un medio de subyugación de los modos
“tradicionales” de ser de los pueblos.
Este dominio del conocimiento se fue implantando en todas sus esferas: en
el campo científico y en el campo educativo que, desde su instauración
dentro del proceso civilizatorio del tercer mundo, siguieron las pautas y
esquemas de la institucionalidad del conocimiento científico de los países
centrales, que desde el Iluminismo de la razón se ha impuesto como un
pretendido saber universal y principio civilizatorio de la humanidad. De esta
manera, los esquemas de las ciencias sociales forjadas en el molde de la
racionalidad científica han revestido el orden social con un disfraz; han
colocado ante su mirada un espejo de autorrepresentación que ha
deformado la realidad latinoamericana. El bloqueo del proceso civilizatorio
precolonial de estos territorios conquistados abrió nuevos cauces a la
construcción social. Las ciencias modernas se fueron constituyendo en una
condición para la acreditación y la legitimación de capacidades profesionales
que, en su engarzamiento con los procesos de desarrollo y de globalización,
han conducido los procesos económicos y políticos de la región.
Ciertamente, en el proceso de “emancipación” de las ciencias sociales de los
esquemas fisicalistas, mecanicistas y objetivistas en los que se forjaron
desde el siglo XVII –a imagen y semejanza de las ciencias naturales en las
que fraguó el método cartesiano como modelo de construcción del
conocimiento objetivo de la modernidad (Locke, Bacon, Smith, Ricardo,
Rousseau, Comte, Durkheim), se va produciendo un posicionamiento crítico
ante la imposición de paradigmas hegemónicos de la ciencia dominante. En
este contexto, emergen en América Latina posicionamientos pioneros desde
el reconocimiento de los saberes indígenas y posicionamientos críticos ante
las doctrinas de la ciencia dominante. De esta manera, surgen los discursos
anticolonialistas de Marti, Fanon y Cesaire. Mariátegui habría de apuntalar
el carácter cultural y ecológico de los modos indígenas de producción (el
modo incaico), seguido por autores como Wolf y Palerm. Más adelante,
aparecería una teoría de la dependencia de estirpe latinoamericana para
enfrentar a los paradigmas dominantes del crecimiento y del desarrollo
económico. Autores como González Casanova y Stavenhagen abrirían la
mirada sociológica hacia el fenómeno del colonialismo interno de los países
del tercer mundo.
Sin embargo, más allá de haberse establecido un espacio de reflexión crítica
en torno a la colonialidad del saber, en el espacio más amplio en el que se
forman “recursos humanos” (en el que se hace investigación en el campo de
las ciencias sociales) siguen dominando los esquemas y los paradigmas de
las ciencias sociales formulados en los países centrales. Los programas de
estudio y las tesis de grado y de posgrado de las universidades alzan su
mirada hacia las estrellas de las constelaciones del Norte. Allí brillan los
nombres de Bourdieu, Habermas, Rawls, Giddens, Beck, Prigogine,
Luhmann o Morin, y prevalecen aún los enfoques más críticos de Marx,
Foucault o Harvey como marcos teóricos de los programas de estudio y de
investigación.
Las ciencias sociales emergen en el marco de la epistemología de la
representación. Este esquema de comprensión fue transferido e impuesto a
247
América Latina, como al resto del mundo, como modelo hegemónico de
conocimiento. Es el que ha configurado los espacios académicos de las
universidades y de los centros educativos, así como dispositivos de poder
en la imposición y en la búsqueda de legitimación de las estrategias y de los
modos de intervención y de construcción social en los países colonizados y
dependientes. Habríamos de preguntarnos, entonces, si el problema de las
ciencias sociales en América Latina es el de una correcta adaptación y
aplicación de estos esquemas teóricos o si lo que se juega en esta pregunta
es la indagatoria sobre otros modos de comprensión de los procesos
sociales, para los cuales estos paradigmas resultan no sólo insuficientes
sino que enmascaran la realidad, enceguecen los procesos de construcción
social y obstaculizan la reorientación de los procesos históricos desde otras
racionalidades teóricas y desde otras ontologías existenciales.
Esta criticidad de las ciencias sociales adquiere relevancia y sentido de
manera ejemplar en el campo de la ecología política, en el que se ponen en
juego la construcción de modos alternativos de producción y la apertura de
la historia hacia un futuro sustentable. Habremos de consentir, pues, en
que hoy en día ni el materialismo histórico ni la sociología de la
modernización reflexiva permiten comprender las causas, trazar los caminos
y avizorar los horizontes de la historia real que burbujea en nuestro mundo
en crisis civilizatoria y que late en los procesos sociales emancipatorios de
los pueblos de la tierra. Los esquemas comprehensivos de las ciencias
sociales actualmente en boga no permiten vislumbrar los procesos
emergentes en los que destellan señales que abren nuevos horizontes de
vida ni ver la dialéctica viva de la historia que se está forjando en ese
magma de significaciones.
Empero, el reconocimiento del hecho mismo de la colonialidad del saber, el
haber abierto un espacio temático para su análisis y la valorización de los
saberes subyugados por la colonización de los pueblos originarios no implica
de manera implícita la deconstrucción de tal proceso histórico; si bien abre
caminos para un proceso de emancipación y reconstrucción del saber, no
instaura de manera automática unas nuevas ciencias sociales.
Emerge allí todo el sentido de la pregunta: ¿qué significa pensar las ciencias
sociales desde América Latina en el siglo XXI, en el marco de la modernidad
avanzada y en el actual sistema de dominación?
Si es verdad que el efecto subyugador de las ciencias en general –y de las
ciencias sociales en particular– ha tendido a ocluir –si no a exterminar– la
lucidez que entrañan los saberes originarios como huellas y memoria de
otros modos posibles de ser-en-el-mundo –como otros principios de
habitabilidad del planeta–, habríamos de preguntarnos si tales saberes y
cosmovisiones podrían pensarse –más allá de ser esquemas de
autointeligibilidad de cada cultura– como protoesquemas de nuevas ciencias
sociales. Si entendemos la ciencia social como una construcción reflexiva
sobre los hechos y los procesos sociales –como un proceso de “destilación”
de la percepción y de la nominación primaria del hecho social que se
configura en los imaginarios sociales, como una reflexión de segundo orden
en relación con el estadio primario de la configuración de una
autocomprensión de la vida, sea en la forma de un imaginario, de una
248
cosmovisión o de una conciencia práctica–, ¿cómo habría de configurarse
ese nivel de comprensión de los hechos sociales de manera que se conjugue
con la autocomprensión de los propios actores sociales sobre sus procesos
“internos” de construcción social?
Hasta ahora las ciencias sociales se constituyeron en un marco de
racionalidad que, antes de “representar” los hechos sociales en su condición
inmanente, constituyeron esquemas de dominación y de degradación social,
procesos de subjetivación, de colonización y de racionalización de los
agentes sociales. La teoría del rational choice sería uno de sus mejores
ejemplos. ¿Habríamos de pensar y de construir otro esquema de
racionalidad y de comprensión de los procesos sociales capaz de contener
en su esencia los procesos culturales de reconstrucción social sin imponer
un modelo de racionalidad para juzgarlos y sojuzgarlos? Este esquema de
pensamiento se construiría desde una imaginación sociológica capaz de
resonar con los imaginarios sociales de los pueblos, de acompañar sus
procesos emancipatorios, de abrir los caminos hacia mundos de vida
sustentables a través de un diálogo de saberes, entre saberes teóricos e
imaginarios sociales. ¿Las ciencias sociales podrán abandonar su posición
objetivista en el análisis de las realidades sociales determinadas por la
historia para abrir el horizonte de otras construcciones sociales, de otros
mundos posibles? Este sería el gran desafío de las ciencias sociales ante el
imperativo de un cambio social que marca la crisis civilizatoria de nuestro
tiempo, particularmente la crisis ambiental. Las ciencias sociales del Sur no
serían simplemente un programa aplicativo de las ciencias sociales
universales construidas en el marco de la racionalidad de la modernidad.
Tampoco podrían aspirar a ser unas ciencias sociales “regionales”. Las
nuevas ciencias sociales implican deconstruir el cuerpo de la ciencia que se
ha armado sobre la base del método cartesiano (heredero y puntal de la
historia de la metafísica), en desconocimiento de la naturaleza y de la
cultura en su diversidad ontológica. Las nuevas ciencias sociales deben
nacer de la matriz de una ontología de la vida. En esta perspectiva se
inscribe la construcción de una racionalidad ambiental como un nuevo
esquema de comprensión de las ciencias sociales, fundado en una ontología
de la diversidad, en una política de la diferencia y en una ética de la
otredad.
¿Cómo comprender esta racionalidad otra que no sea simplemente una
abstracción, una síntesis, un modelo ideal o axiomático, sino un conjunto de
principios ontológicos y axiológicos en el que pueda contenerse y orientarse
un conjunto de experiencias de vida?
En esta perspectiva están surgiendo nuevas reflexiones para las ciencias
sociales. Si la emancipación de la vida implica una deconstrucción del
pensamiento –del conocimiento que ha construido un mundo insustentable–
, este adquiere su carácter más radical en el Sur, donde no solamente
adquiere sentido sino posibilidad la construcción de un mundo fundado en
una ontología de la diversidad de la vida. Ello implica una política del
conocimiento que vaya al fondo de la deconstrucción de la ontología de lo
uno, del conocimiento a priori de la razón y del saber absoluto y universal,
para reivindicar los saberes que nacen de las condiciones y experiencias de
la vida.
249
Las ciencias sociales en América Latina no podrían ser sólo la aplicación de
las ciencias críticas del Norte a los contextos culturales del Sur, ni ser tan
sólo una ciencia de los efectos perversos del saber colonizador. Si bien toda
ciencia social en el Sur debe reconocer los saberes que han sido
subyugados por la colonialidad del saber –los saberes y las prácticas de su
organización social y productiva, de los usos y costumbres de los pueblos–,
se abre la pregunta sobre el carácter que habrían de adoptar las ciencias
sociales como una reflexión crítica de dichos saberes y prácticas, sobre si
estas podrían entenderse y construirse como una abstracción y
generalización de ciertos principios críticos de los modos de ser de los
pueblos, capaz de reflejarse como un modo de comprensión, un método de
análisis, una reflexión y una reducción fenomenológica de segundo orden
sobre la diversidad de los hechos sociales crudos de la vida de los pueblos
de la tierra. ¿Podrían pensarse unas ciencias sociales en las cuales se
concretase el concepto abstracto de la Geviert heideggeriana, en el que el
filósofo habría querido captar la esencia de los modos del ser como un
núcleo y como una trama de relaciones entre tierra y mundo, mortales y
dioses, como la matriz genérica y general de los mundos de vida de los
pueblos de la tierra?
Si el olvido de la ontología de la vida, si el desvío del curso de la vida es
efecto de una diferencia constitutiva del orden de la vida humana –la
diferencia originaria entre lo real y lo simbólico–, que no es patrimonio
exclusivo de la historia occidental, aun en el grado extremo en el que este
se manifiesta en el imperio del dominio hegemónico de la racionalidad de la
modernidad, entonces la restitución del orden de la vida va más allá de la
descolonización del saber entendida como una “dessujeción” y
desvinculación de un modelo eurocéntrico. No basta con reclamar el
derecho a otros mundos posibles como otros esquemas de modernización,
como modernidades alternativas que no implicarían otra cosa que un
rediseño de los estilos de desarrollo mejor adaptados a las condiciones
ecológicas y culturales de los territorios del sur, al oportunismo que ofrece
la geopolítica del desarrollo sostenible.
Mas la deconstrucción del conocimiento que ha configurado a las ciencias
sociales hegemónicas tampoco podría llevarnos por la vía de una
hermenéutica desconstruccionista hasta la huella de la diferencia, del
lenguaje, de la escritura y del habla originaria de los pueblos en la que se
desdibujaron las estructuras, los obstáculos, las fronteras y las barreras que
hoy dividen al Norte del Sur para quedar simplemente subsumidos y
relativizados en una globalidad ubicua y omnipresente.14
Justo en este punto se plantea la diferencia que emerge como huella de la
deconstrucción del punto originario de la disyunción entre lo real y lo
simbólico –que habría de manifestarse en la historia de la metafísica como
dualidad irreconciliable entre naturaleza y cultura–, del despliegue de esta
diferencia, que en su devenir histórico ha generado la degradación
diferenciada de la vida en los diferentes territorios del planeta. Frente a la
neutralización y a la relativización de la diferencia en sus expresiones
territoriales, entre el norte y el sur, el pensamiento descolonizador –la
ecología política y la ontología política que emergen del Sur– mira el
despliegue histórico de la diferencia en las estrategias de poder y en los
250
modos de apropiación, de transformación y de degradación de los territorios
de vida a través de los poderes hegemónicos que se configuran en y por
medio del logocentrismo de la ciencia, del poder de la tecnología, de las
dinámicas generadas por la lógica económica en la que se instaura la
diferencia como signo-moneda en los mecanismos del mercado y la lógica
de la ganancia, que marca los ritmos y configura los modos de degradación
de la naturaleza y de opresión de las culturas dentro de la geopolítica de la
globalización económica. Es aquí donde el pensamiento descolonizador,
yendo a la fuente del origen de la diferencia opresora, abre a su vez las vías
de la historia a una ontología de la vida, a la diversidad cultural y a una
política de la diferencia.
La descolonización del saber en la perspectiva de la construcción de
sociedades sustentables –de la sustentabilidad de la vida como de[s]sujeción de un proceso histórico y como la construcción de un futuro
sustentable–, va más allá del sacudimiento del fardo de la historia, de la
crítica radical al proceso colonizador y al modelo económico dominante;
trasciende el propósito de remitirse al momento originario del lenguaje y de
la escritura que en cada cultura configurara un estilo étnico, sus procesos
de coevolución con la naturaleza y de intervención transformadora de sus
ecosistemas, de los procesos de territorialización producto de la colonización
de sus espacios étnicos, de sus procesos de resistencia y de sus estrategias
de supervivencia.
La descolonización del saber y de las prácticas de los pueblos de la tierra
ciertamente implica la deconstrucción de una historia de dominio y de
exterminio, de una escritura originaria que ha quedado inscrita en sus
imaginarios, en sus habitus y en sus prácticas sociales; pero es al mismo
tiempo –y sobre todo– un proceso de reconstrucción de sus espacios de
vida, como hoy lo practican las comunidades zapatistas en sus “caracoles” o
los seringueiros de la selva amazónica en sus reservas extractivistas. Esta
reconstrucción de los modos de vida es un proceso de reinvención de sus
identidades que se configuran en la complejidad ambiental. Son procesos de
resignificación de su relación con la naturaleza, de reconocimiento de los
potenciales ambientales de sus territorios, de renovación de sus prácticas
productivas y sociales. Estos procesos no son de manera alguna el
imposible retorno a un pasado idílico –que nunca lo fue–, a unas prácticas
ecológicamente puras que no han sido practicadas por cultura alguna. Como
desconstrucción emancipatoria de una racionalidad hegemónica dominante,
que ha ido penetrando dentro de las lógicas de sentido de las comunidades
“tradicionales”, la reinvención de sus modos de ser en el mundo
inevitablemente se da en un contexto de hibridación cultural y de diálogo de
saberes: en un encuentro de lógicas y de modos de ser como estrategias
confrontadas de apropiación y de reapropiación de territorios en una
ecosfera finita, como controversias y conflictos, alianzas y sinergias, entre
un proceso de capitalización de la naturaleza determinado por la
racionalidad de la modernidad y un proceso de construcción de una
racionalidad ambiental en la inmanencia de la vida.
En esta encrucijada, las ciencias sociales latinoamericanas no sólo deben
cumplir una función crítica de la sociedad: más allá de aliarse con los
procesos de emancipación de los pueblos de la región, deben sobre todo
251
enlazarse con los marcos epistémicos de comprensión de los modos de ser
en el mundo de los pueblos para desde allí proyectar la reconstrucción
sobre la base de la reinvención de sus identidades colectivas a partir de una
recomprensión de sus condiciones existenciales, de las potencialidades
ecológicas de sus territorios y de sus estilos culturales de vida. Sin
embargo, queda latente la pregunta:
¿Existe una perspectiva latinoamericana para pensar las problemáticas
actuales desde el marco de la teoría social?
Esta pregunta plantea más que un dilema sobre la posible emancipación de
unas ciencias sociales “latinoamericanas” del bloque y del bloqueo
hegemónico que ejercen los esquemas de inteligibilidad de la realidad social
que se han configurado ciertamente en el Norte. La pregunta lleva a
cuestionar los términos mismos de la pregunta: ¿existe una perspectiva
latinoamericana? No sólo se trata de poder responder si existe ya, ahora
mismo, tal perspectiva propia o si lo que se plantea es la posibilidad de
construirla. Pero antes de responder a tal posibilidad se abre la pregunta
sobre si tal perspectiva sería una o múltiples perspectivas, si Latinoamérica
es un espacio homogéneo o que al menos puede contener rasgos comunes
desde los cuales pudiera establecerse una identidad y una diferencia con el
Norte y con el bloque hegemónico del mundo globalizado. Esto lleva a
preguntarnos sobre la construcción de un campo homogéneo de la teoría
social que quisiéramos denominar “latinoamericana”, más allá de la razón
pragmática de la aplicación de sus conocimientos a casos, a situaciones y a
problemáticas localizadas en su espacio regional. Las ciencias sociales no se
configuran y reconstruyen desde sus abstracciones teóricas sino desde las
prácticas de los cientistas sociales. Y éstos se encuentran diferenciados por
sus intereses disciplinarios, por sus enfoques teóricos, sus alianzas de
clases y grupos, sus inclinaciones ideológicas, sus compromisos sociales y
sus pulsiones epistemofílicas.
En este sentido, habremos de pensar la perspectiva latinoamericana como
un horizonte más que como una frontera, como un territorio epistémico
territorializado en territorios de vida, como un camino a construir en el que
las ciencias sociales puedan comprender de mejor manera los modos de
construcción social que ocurren en la tensión entre las diferentes
racionalidades que hoy atraviesan de manera conflictiva la construcción de
la vida humana en el planeta, en sus diversas formas de comprensión de la
vida y sus diferentes modos de ser en el mundo.
Dicho lo anterior, y mirando hacia la reconstrucción de unas ciencias
sociales orientadas hacia la construcción de un mundo sustentable desde
una ontología de la vida, es posible pensar un nuevo programa para las
ciencias sociales desde las condiciones termodinámicas, ecológicas y
culturales de América Latina. Este podría desplegarse en los siguientes
temas:
1. En el campo de la economía se abre la posibilidad de construir un
nuevo paradigma económico. Más allá de pensar la dependencia, de
realizar ajustes económicos y buscar oportunidades dentro de las
“ventajas comparativas” que ofrece la globalización económico252
2.
3.
4.
5.
ecológica dentro de la geopolítica del desarrollo sostenible, dentro de
una economía ecológica orientada a “internalizar externalidades
ambientales” y dentro de una bio-economía que plantea la condición
entrópica del proceso económico. Frente a una política económica de
ajustes, de oportunidades y de regulaciones de los mecanismos de
mercado en la capitalización de la naturaleza que avanza
ineluctablemente en la degradación entrópica del planeta, se abre la
posibilidad de pensar una economía “negentrópica”, un paradigma
productivo fundado en los potenciales ecológicos del continente y en
la creatividad cultural de sus pueblos; un paradigma eco-tecnológicocultural fundado en las sinergias positivas de las condiciones de la
vida.
En el campo de las ciencias jurídicas, no basta el despliegue de una
legislación ambiental, de una normatividad que difícilmente podría
contener los efectos de la sobreexplotación de la naturaleza y del
hombre para constituir un paradigma de justicia ambiental. Las
ciencias jurídicas de la sustentabilidad deberán deconstruir los
principios individualistas del derecho positivo, soporte de la
racionalidad económica, para dar jurisprudencia a los derechos
comunes a los bienes comunes de la humanidad. Para ello deberán
construirse y legitimarse los derechos a la diferencia, los derechos al
ser cultural dentro de órdenes comunitarios de vida diferentes y a la
resolución pacífica de los conflictos que emergen de una política de la
diferencia.
En el campo de la filosofía y de la ética, la crisis ambiental marca un
límite y traza un horizonte para trascender la historia de la metafísica
centrada en la reflexión sobre el ser, para pensar una ontología de la
vida.
En el campo de la antropología y las etnociencias se abre una
indagatoria innovadora sobre los modos de internalización e
incorporación de la vida –de las condiciones termodinámicas,
ecológicas y simbólicas– en los imaginarios culturales: en los habitus,
en las prácticas productivas y en las relaciones sociales de los
pueblos.
En el campo de la sociología ambiental y de la ecología política se
abre un amplio programa fundado en una ontología de la vida. En
esta perspectiva, la ciencia social se orienta a comprender y a
acompañar los procesos de reconstrucción y de reorganización social,
el análisis de los conflictos socio-ambientales y las estrategias de
poder en la disputa de modos y de modelos alternativos de
territorialización de la ontología de la vida.
Enrique Leff
Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autonoma de
Mexico (UNAM)
[email protected]
253
Notas
1 . El plural se refiere en particular a Bolivia, pero es seguro que este gesto
y esta propuesta de genealogía se han hecho ya, y se seguirán haciendo, en
otros países de América Latina. El problema de la colonización intelectual es
que sólo conocemos la trayectoria del pensamiento anticolonial en países
hermanos, por intermedio de la academia yanqui o europea y, lo que es
peor, casi no nos leemos entre nosotrxs. Una descolonización intelectual
tendría pues que comenzar creando una vasta biblioteca virtual que en cada
país exprese esa genealogía. El concurso reciente de la CLACSO sobre el
“pensamiento crítico latinoamericano” no pudo cumplir esa función, porque
se limitaba a obras publicadas en los últimos cincuenta años.
2 Entre ellas, Grossfogel, Arturo Escobar, Maria Lugones.
3 Lo mismo en Cochabamba, Potosí o Chuquisaca: los sectores mestizos
urbanos hablaban fluidamente el qhichwa hasta mediados del siglo pasado.
4 . Ver el blog www.colectivachixi.blogspot.com o la cuenta de Facebook
colectivx ch’ixi.
5 Ver: Augusto Salazar Bondy, ¿Existe una filosofía de nuestra
América? (México: Siglo XXI, 1968); Leopoldo Zea, Filosofía Americana
como filosofía sin más (México: Siglo XXI, 1969);
6 Ver Lugones, Maria. 2010. “Toward a Decolonial
Feminism”. Hypatia 25(4): 742-760.
7 El autonomismo es un fenómeno de los movimientos colectivos; sus
expresiones teórico-políticas se encuentran en muchos movimientos
indígenas, de afrodescendientes y campesinos; está siendo conceptualizado
de formas muy diversas por un creciente número de intelectuales y
activistas, entre los cuales cabe mencionar a Gustavo Esteva, Raquel
Gutiérrez Aguilar, Xochitl Leyva, Silvia Rivera Cusicanqui, Raúl Zibechi,
Manuel Rozental, Vilma Almendra, Patricia Botero, Astrid Ulloa, John
Holloway, Carlos Walter Porto-Goncalves, el Colectivo Situaciones,
Maristella Svampa, Luis Tapia y los intelectuales aymara Pablo Mamani,
Julieta Paredes, Felix Patzi y Simón Yampara, entre otros. Una importante
vertiente relacionada se encuentra en los enfoques interculturales y
decoloniales, adelantados en el Doctorado en Estudios Culturales
Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito dirigido
por Catherine Walsh. También hay un nutrido grupo de pensadoras y
pensadores de la autonomía y de la comunalidad centrado en la ciudad de
Popayán (Colombia), en intercambio continuo con comuneros e
intelectuales nasa, misak, campesinos y afrodescendientes de la región del
norte del Cauca, particularmente en torno a la Maestría en Estudios
Interdisciplinarios del Desarrollo (un bastión del pensamiento autónomo,
comunal y decolonial) y al encuentro bianual “Tramas y Mingas por el Buen
Vivir”, como Olver Quijano, Javier Tobar y Adolfo Albán Achinte.
Ver:https://tramasymingasparaelbuenvivir.wordpress.com/2015/06/24/tra
mas-y-mingas-para-el-buen-vivir-2015/
254
8 Ver A. Escobar, “Desde abajo, por la izquierda, y con la Tierra: La
diferencia de Abya Yala/Afro/Latino-América”. En: Pueblos en
Camino: http://pueblosencamino.org/?p=2213. Este texto se basa en mi
presentación en la VII Conferencia de la CLACSO, Medellín, noviembre de
2015.
9 Sobre la comunalidad, véase el “Primer Congreso Internacional de
Comunalidad”, organizado por Raquel Gutiérrez A. y sus colaboradores en
Puebla en Octubre del 2015:http://www.congresocomunalidad2015.org/.
10 Este es un breve enunciado de lo que es un complejo entramado de
investigaciones y tendencias en campos tan dispares como la
fenomenología, las ciencias de la complejidad, las ciencias cognitivas, la
ecología y en general la teoría critica postdualista, neomaterialista y
postconstructivista. Es de anotar, sin embargo, que tanto el budismo como
muchas cosmologías milenarias de muchos pueblos han explorado, y vivido,
desde el principio de la inevitable interconexión de todo lo que existe, desde
la unidad de todo lo vivo, incluyendo la noción de un universo vivo en el que
hasta los llamados seres "inanimados” tienen cierta forma de conciencia.
Para una discusión de este concepto, ver mi obra ya citada, Sentipensar con
la tierra (2014).
11 Me refiero a la obra de pensadoras como María Lugones, Silvia Rivera
Cusicanqui, Rita Segato, Julieta Paredes, Sylvia Marcos, Betty Ruth Lozano
y, en Europa pero con relevancia para América Latina, Claudia von Werlhof,
Verónica Bennholdt-Thompsen y Silvia Federici. Hay todo un grupo de
investigadoras y activistas de varias generaciones desarrollando
perspectivas postpatriarcales; muchas de ellas están representadas en el
volumen Tejiendo de otro modo: Feminismos, epistemología y apuestas
decoloniales en Abya Yala, editado por Yuderkys Espinosa Miñoso, Diana
Gómez Correal y Karina Ochoa Muñoz (Editorial Universidad del Cauca,
Popayán, 2014). Véase también los volúmenes editados por Karina Bidaseca
en Buenos Aires (e.g., K. Bidadeca y Vanesa Vásquez L., eds., Feminismo y
poscolonialidad: Descolonizando el feminismo desde y en América Latina,
Buenos Aires, Ediciones Godot, 2011). La perspectiva de la cultura
matrística desarrollada por Humberto Maturana y Gerda Verden-Zöller,
desde el concepto de “biología del amor”, podría ser vinculada con algunas
de las perspectivas críticas del patriarcado de esta corriente.
12 Ver del grupo de Chiapas: Xochitl Leyva y colaboradores, Prácticas otras
de conocimiento(s): Entre crisis, entre guerras (3 tomos). Cooperativa
Editorial Retos, San Cristóbal de las Casas. Del grupo de
Manizales: Resistencias. Relatos del sentipensamiento que caminan la
palabra (Colectivos, movimientos sociales y comunidades en resistencia
desde Colombia, Universidad de Manizales,
2015:https://drive.google.com/file/d/0B80tsoQLkZ4iMEhDekw4bjhmNUE/vi
ew); La utopía no está adelante: Generaciones, resistencias, e
institucionalidad emergentes (editado por Patricia Botero y Alicia Itatí
Palermo, Buenos Aires: CLACSO/CINDE,
2013: https://aasociologia.files.wordpress.com/2013/03/la-utopi_a-noesta_-adelante-isbn-para-impresion.pdf). Finalmente, entre las obras
colectivas que han surgido recientemente del doctorado de la UASB, ver por
255
ejemplo el volumen editado por Víctor Hugo Torres, Miradas alternativas
desde la diferencia y las subalternidades (Quito: Abya Yala, 2012).
13 Michel Foucault, Las palabras y las cosas. México: Siglo XXI, 1968, p.
375.
14 Es lo que habría llevado a Derrida, en su ánimo de tocar y desentrañar la
huella originaria de la escritura, a relativizar esa diferencia que hoy
atraviesa los grandes debates de la ecología política entre dos regímenes
ontológicos, la tecnología y la vida, que se manifiestan como dos lógicas de
sentido en la territorialización del planeta: “El sur y el norte no son
territorios, lugares abstractos que no aparecen más que para relacionarse
consigo mismos a partir del otro. La lengua, la pasión, la sociedad, no son
ni del norte ni del sur. Son el movimiento de la suplementaridad por cuyo
intermedio los polos se sustituyen alternativamente uno al otro: por cuyo
intermedio se inaugura el acento en la articulación, se difiere espaciándose.
La diferencia local no es más que la diferencia entre el deseo y el placer. Por
tanto, no concierne sólo a la diversidad de las lenguas, no sólo es un criterio
de clasificación lingüística, sino el origen de las lenguas […] Que la escritura
sea el otro nombre de la diferencia, no dejaremos de verificarlo”
(Derrida, La Gramatología. Siglo XXI, Mexico:. p. 335).
Entrevista a Terry Eagleton: “El discurso posmoderno pasa, el marxismo
queda”
por Alejandra Ríos y Ariane Díaz
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2013/11/entrevista-terry-eagleton-el-discurso.html
Las teorías van y vienen; lo que persiste es la injusticia. Y mientras esto sea así, habrá siempre
alguna forma de respuesta intelectual y artística a ello. Indudablemente, el marxismo no ha
desaparecido, como sí ha ocurrido con el posestructuralismo (de manera bastante misteriosa),
e incluso quizá con el posmodernismo. Ello se debe en gran medida a que el marxismo es
mucho más que un método crítico; es una práctica política, explica el crítico literario y escritor
marxista Terry Eagleton.
Eagleton es un destacado teórico marxista, crítico literario, escritor y Profesor Distinguido de
Literatura Inglesa en el Departamento de Literatura Inglesa y Escritura Creativa de la
Universidad de Lancaster, Inglaterra. Nacido en una familia de clase obrera irlandesa de
tradición católica y republicana, y formado teóricamente con Raymond Williams, es en la
actualidad uno de los más destacados críticos literarios. Su perspectiva marxista le ha valido
una importante influencia en el panorama de debate ideológico y político marxista, así como
enconados ataques de conservadores y liberales, entre ellos el mismo Príncipe Carlos, quien ha
recomendado evitar al “terrible Terry Eagleton”. Ha publicado diversos artículos en la New Left
Review desde la década de 1970 hasta la actualidad.
Entre sus más de cuatro decenas de libros escritos sobre teoría marxista, crítica y teoría
literaria, y abundantes polémicas (es conocido por sus irónicos y fundamentados argumentos
en el debate ideológico), algunos publicados en español son Walter Benjamin o hacia una
crítica revolucionaria, Las ilusiones del posmodernismo, La estética como ideología, Después
256
de la teoría, Por qué Marx tenía razón, Introducción a la teoría literaria, y el reciente El
marxismo y la crítica literaria. Ha publicado sus memorias con el título de El portero.
Eagleton concedió la siguiente entrevista exclusiva a las periodistas Alejandra Ríos y Ariane
Díaz, sobre uno de sus últimos libros, The event of literature. Además de exponer algunas de
las ideas centrales de este libro, el autor remite a conceptos tratados ya en otros trabajos
publicados en español, como La estética como ideología, Después de la teoría o Por qué Marx
tenía razón.
Su libro The event of literature plantea que la teoría literaria ha estado en declinación durante
los últimos 20 años, y que históricamente existe una relación entre las vicisitudes de la teoría y
determinados momentos de conflictividad social. ¿Por qué cree que la teoría se desarrolla y
alcanza sus picos más altos en períodos en que la conflictividad social es mayor?
En nuestra época, la teoría literaria alcanzó su punto más álgido, a grandes rasgos, en un
momento en el cual la izquierda política se encontraba en ascenso. Hubo un auge de dicha
teoría en el período que abarca, aproximadamente, desde 1965 hasta mediados o finales de la
década de 1970, lo que coincide más o menos con el momento en el que la izquierda era
mucho más militante, y tenía mayor confianza en sí misma, que en la actualidad. De 1980 en
adelante, con el endurecido control del capitalismo postindustrial avanzado, estas
producciones teóricas empezaron a ceder lugar al posmodernismo, que entre otras cosas es –
como lo ha señalado Fredric Jameson– la ideología del capitalismo tardío.
La teoría radical no se ha desvanecido, es cierto, pero fue empujada hacia los márgenes, y
gradualmente se fue volviendo menos popular entre los estudiantes. Las grandes excepciones
a esto fueron el feminismo, que continuó atrayendo una gran cantidad de interés, y el
poscolonialismo, que se convirtió en algo así como una industria en crecimiento, y aún sigue
siéndolo. Uno no debería concluir, de esto, que la teoría es inherentemente radicalizada. Hay
muchas formas de teoría literaria y cultural que no son radicales.
Pero la teoría como tal plantea algunas cuestiones fundamentales –más fundamentales que la
crítica literaria de rutina–. Donde la crítica se pregunta “¿Qué significa la novela?”, la teoría se
pregunta “¿Qué es una novela?”. Hace que la pregunta retroceda a un paso previo. La teoría es
también una reflexión sistemática sobre las suposiciones, procedimientos y convenciones que
gobiernan una práctica social o intelectual. Es, para decirlo de algún modo, el punto en el cual
la práctica es empujada a una nueva forma de autorreflexividad, tomándose a sí misma como
objeto de su propia indagación. Esto no tiene necesariamente efectos subversivos, pero puede
significar que la práctica esté obligada a transformarse, habiendo examinado algunas de sus
consideraciones subyacentes, en una nueva forma crítica.
En el mismo libro comenta que el concepto de “literatura” es relativamente reciente, surgido
durante un período de turbulencias sociales, y que reemplazó a la religión como refugio de
valores estables. Pero también señala que la literatura puede ser vista como una actividad
capaz de desmitificar las ideas dominantes. En La estética como ideología, planteaba también
que la estética ha sido tanto una forma de interiorización de valores sociales –y en este sentido
un elemento de disciplinamiento social–, así como también un vehículo de utopías y
cuestionamientos a la sociedad capitalista. ¿Sigue cumpliendo el arte ese papel doble y
contradictorio?
Desde un punto de vista político, tanto el concepto de literatura como la idea de la estética
son, sin duda, conceptos de doble filo. Hay sentidos en los que se ajustan a los poderes
dominantes, y otras formas en las cuales los desafían –una ambigüedad que es también verdad
257
para muchas obras artísticas individuales–. El concepto de literatura data de un período en el
cual había una sentida necesidad de proteger ciertos valores creativos e imaginativos de una
sociedad que era cada vez más filistea y mecánica. Está relativamente hermanada con la
llegada del capitalismo industrial. Esto luego permitió que esos valores actúen como una crítica
poderosa a dicho orden social, pero al mismo tiempo los distanció de la vida social cotidiana y
algunas veces ofreció una compensación imaginaria por ello. Lo que quiere decir que se ha
comportado de una manera ideológica. La estética encontró un destino similar.
Por un lado, la así llamada autonomía del artefacto estético brindó una imagen de
autodeterminación y libertad en una forma autocrática, a la vez que desafió su racionalidad
abstracta con su naturaleza sensorial. En este sentido puede ser utópica. Al mismo tiempo, sin
embargo, esa autodeterminación era, entre otras cosas, una imagen de un sujeto de clase
media, que no obedecía a la ley sino a sí mismo.
Creo que esas ambigüedades permanecen en la actualidad. En las sociedades capitalistas
avanzadas, donde la idea misma de las Humanidades está bajo amenaza, es vital promover
actividades como el estudio de las artes y la cultura precisamente porque las mismas no tienen
ningún propósito pragmático inmediato, y en este punto cuestionan la racionalidad utilitaria e
instrumentalista de tales regímenes. Esta es la razón por la cual el capitalismo en realidad no
tiene tiempo para ellas, y por la cual las universidades, actualmente, quieren desterrarlas. Por
otra parte, todo socialista tiene claro que el arte y la cultura no son, en última instancia, los
escenarios de lucha más importantes. Tienen su importancia, en particular porque la cultura,
en el sentido cotidiano de la palabra, es el lugar donde el poder se sedimenta y reposa. Sin
esto, es muy difícil y abstracto ganar la lealtad popular. Sin embargo, el culturalismo
posmoderno está equivocado en creer que la cultura es lo básico en los asuntos humanos. Los
seres humanos son en primer lugar naturales, animales materiales. Son el tipo de animal que
necesita de la cultura (en el sentido amplio del término) para sobrevivir; pero eso se debe a su
naturaleza material como especie –lo que Marx llama “ser genérico”–.
En el libro propone la noción del trabajo literario como “estrategia”, esto es, una
estructuración determinada por una funcionalidad, propuesta como un especial tipo de
“respuesta” a una pregunta planteada en la realidad social. ¿Cómo se lleva esta definición con
la idea de autonomía de la obra, en tanto un fenómeno autorregulado?
No creo que exista necesariamente una contradicción entre estrategia y autonomía. Una
estrategia puede en sí misma ser autónoma, en el sentido que es una pieza distintiva de una
actividad cuyas reglas y procedimientos son peculiares e internos a sí misma. La paradoja de la
obra artística, al respecto, es que de hecho va a trabajar en algo que está fuera de sí misma,
concretamente, problemas en la realidad social, pero esto lo hace “autónomamente”, en el
sentido de que “reprocesa” o “retraduce” estos problemas en sus propios y sumamente
peculiares términos. En este sentido, lo que empieza como algo externo o heterónomo a la
obra, termina como algo interno a la misma. Una obra realista debe respetar la lógica
heterónoma de su material (no puede decidir que Nueva York esté en el Ártico, como una obra
modernista o posmodernista podría), pero al hacerlo simultáneamente arrastra este hecho a
su propia estructura autorregulada.
Varias veces en este libro señala que las teorías posmodernas y posestructuralistas terminan
en un fundamentalismo antiesencialista simétrico a aquellos “fundamentalismos” que se
pretendían minar. ¿Siguen siendo estas definiciones posmodernas las dominantes en la
discusión cultural e ideológica, o la nueva situación de crisis capitalista y cierto reemerger de la
lucha de clases han dado pie a nuevos intentos teóricos que no sean teórica y socialmente
escépticos?
258
El posmodernismo es, supuestamente, antifundamentalista, pero se podría afirmar que
simplemente sustituye ciertos fundamentos tradicionales por uno nuevo: concretamente, la
cultura. Para el posmodernismo, la cultura es la base más allá de la cual no se puede excavar,
dado que para ello se necesitaría recurrir a la cultura (concepto, métodos y demás). En este
punto, cabría sostener entonces que este antifundamentalismo es bastante falaz. En cualquier
caso, todo depende de lo que se considere por “fundamento”. No todos los fundamentos
necesitan ser metafísicos. Existe, por ejemplo, la posibilidad de un fundamento pragmático,
como podemos encontrar, pienso, en el último Wittgenstein.
Respecto de la cuestión de si el discurso posmoderno sigue siendo dominante o no en nuestros
días, me inclino a pensar que mucho menos. Desde el 11/9 hemos presenciado el despliegue
de una nueva –y bastante alarmante– gran narrativa, justo en el momento en el que se decía
con complacencia que las grandes narrativas habían terminado. Una gran narrativa –la de la
Guerra Fría– se había de hecho acabado; pero, por razones relacionadas sutilmente a la
victoria de Occidente en dicha lucha, ni bien terminó esa narrativa, se desató otra. El
posmodernismo, que juzgaba la historia como posmetafísica, posideológica, incluso en un
sentido poshistórica, fue tomado por sorpresa. Y no creo que se haya recuperado realmente.
A lo largo del libro repasa, en lo que considera sus aportes y debilidades, diversas teorías
literarias desarrolladas en del siglo XX y más contemporáneamente. La perspectiva marxista
parece haber tenido en esta historia un importante peso. ¿Cuáles son en la actualidad los
nuevos aportes que se ubican desde esta perspectiva? ¿Sigue siendo fructífera hoy esta
tradición en este terreno como lo es en otros, según plantea por ejemplo en Por qué Marx
tenía razón?
La respuesta breve a la pregunta sobre cuáles son las nuevas contribuciones marxistas críticas
es: son casi inexistentes. Simplemente, el contexto histórico no es el adecuado para este tipo
de desarrollos. La obra de quien, desde mi punto de vista, es el crítico más eminente del
mundo –Fredric Jameson– sigue en curso. Produce un libro brillante tras otro en una época en
la que muchos críticos muy reconocidos han caído en el silencio. Pero no hay un nuevo cuerpo
de crítica marxista, y dado que no se dan las circunstancias históricas propicias, uno casi no
esperaría que lo haya.
Al mismo tiempo, indudablemente el marxismo no ha desaparecido, como sí ha ocurrido con el
posestructuralismo (de manera bastante misteriosa), e incluso quizá con el posmodernismo.
Ello se debe en gran medida a que el marxismo es mucho más que un método crítico. Es una
práctica política, y si lo que tenemos es una grave crisis del capitalismo, es inevitable que de
algún modo éste se encuentre en el aire. Lo mismo puede afirmarse del feminismo, cuyo
momento culminante está unas décadas atrás, pero que ha sobrevivido de manera modificada,
porque las cuestiones políticas que plantea son vitales. Las teorías van y vienen; lo que persiste
es la injusticia. Y mientras esto sea así, habrá siempre alguna forma de respuesta intelectual y
artística a ello.
La influencia de Laclau y Mouffe en Podemos: hegemonía sin
revolución
http://lahiedra.info/la-influencia-de-laclau/
Esta entrada se publicó en La Hiedra #12 Junio-septiembre 2015 y está etiquetada con Estado
español, Gramsci, Hegemonía, Laclau, Mouffe, Podemos, Populismo en 03/08/2015.
259
La influencia del populismo de izquierdas de Laclau y Mouffe en el núcleo impulsor de
Podemos resulta evidente. En este artículo desgranamos los elementos que configuran este
pensamiento y lo contrastamos precisamente con el del revolucionario italiano que los inspiró,
Antonio Gramsci. Por Miguel Sanz Alcántara @msa980
La propuesta política de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe es claramente el principal asidero
teórico del núcleo fundador de Podemos: Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y
Carolina Bescansa. Parece ser que con diferentes matices, todos ellos se mueven en un
acuerdo de orientación práctica con referencia en la teoría Laclau-Mouffe.
Laclau, nacido en 1934, militó en el marxismo nacionalista argentino desde los años 60. Su
evolución a partir del golpe de Estado de marzo de 1976 (ya afincado en la Universidad de
Essex, Inglaterra) le condujo a un alejamiento progresivo de sus anteriores posiciones hasta
dar nacimiento, junto a Chantal Mouffe, a lo que se ha denominado “postmarxismo”1. Uno de
los motivos que impulsó el surgimiento del postmarxismo fue la búsqueda de una adaptación
de la izquierda a los nuevos movimientos sociales surgidos tras 1968 (feminismo, ecologismo,
liberación gay y lesbiana, antimilitarismo, etc.)2. Se trataba de teorizar una estrategia política
que rompiera con el viejo esquema marxista de una transformación revolucionaria de la
sociedad apoyada en la actividad consciente de la clase obrera.
La obra Hegemonía y Estrategia Socialista: hacia una radicalización de la democracia de 1985
es, quizás, el trabajo más conocido del postmarxismo. Los planteamientos de Laclau y Mouffe
—abstractos, oscuros y poco accesibles para los y las lectoras no familiarizadas con el lenguaje
del posmodernismo— encajaban bien en el ambiente intelectual de los años 80. El panorama
político europeo y norteamericano giraba hacia la derecha (con Reagan y Tatcher en su cénit) y
la clase trabajadora y los sindicatos de occidente se batían en retirada. Como veremos, la
crítica de Laclau y Mouffe al marxismo es más bien una crítica a una caricatura de las ideas de
Marx y Engels, popularizada primero por los teóricos de la Segunda Internacional y después
por el estalinismo. El mismo Laclau, antes de su transición hacia el postmarxismo, estuvo
influenciado por esta forma de interpretación de las ideas de Marx y Engels, si bien adaptadas
a la compleja situación de la Argentina de los años anteriores al golpe de 1976, donde el
peronismo era con diferencia la corriente política dominante3.
El populismo de izquierdas —que viene a ser la síntesis práctica actual de la teoría LaclauMouffe asumida por la dirección de Podemos— tiene, como se explicará a continuación, bases
muy cuestionables desde el punto de vista de la construcción de un sujeto político
transformador, y consecuencias prácticas que conducen inevitablemente al campo de lo
electoral a expensas de las luchas sociales. La apropiación sesgada que estos dos autores han
hecho del revolucionario italiano Antonio Gramsci, como se explicará al final del artículo,
ofrece algunas de las claves para encontrar una respuesta alternativa y transformadora al
populismo de izquierdas.
Distanciamiento del marxismo
Las posiciones desarrolladas por Laclau y Mouffe en los años 80 extendían la propuesta de
Althusser4 de “autonomización” o independencia de las diferentes estructuras que conforman
la realidad social. Para Althusser no existía una “totalidad” sino que percibía la sociedad
dividida en diferentes estructuras, entre las que se encontrarían las estructuras económica,
política e ideológica. Estas estructuras se desarrollarían de forma independiente y se
relacionarían sólo de forma coyuntural5.
260
Laclau y Mouffe asumen este planteamiento y llevan al extremo el concepto de
“autonomización”: las relaciones sociales no forman parte de un sistema unitario en lo
económico y lo político, sino de un campo entrecruzado de antagonismos que pueden o no
relacionarse pero que requiere la autonomización de las esferas de lucha: “no hay, por
ejemplo, vínculos necesarios entre antisexismo y anticapitalismo […]. Sólo es posible construir
esta articulación a partir de luchas separadas, que sólo ejercen sus efectos equivalenciales y
sobredeterminantes en ciertas esferas de lo social”6.
En este esquema, las luchas de los y las trabajadoras (piedra angular de la transformación
social en el marxismo) no juegan ningún tipo de papel central. La lucha de clases es un punto
más, entre otros, de la articulación de antagonismos. Es más, si las esferas ideológica y
económica de la sociedad son autónomas, los conflictos surgidos en ellos son también
independientes. Las identidades de grupos sociales surgidas de estas esferas (identidad de
género, de raza, de clase, etc.) y sus respectivos conflictos no pueden explicarse desde la
existencia objetiva de una fuente primaria de opresión. Queda descartada así la explotación de
la clase trabajadora en el sistema capitalista (y las relaciones de producción que conllevan)
como elemento configurador del conjunto de las relaciones sociales. Y queda sacralizada la
expresión de la lucha a través de identidades sociales independientes, en esferas de acción
que sólo encuentran su lugar común en lo cultural, lo ideológico y lo discursivo.
Para estos autores, el capitalismo moderno ha deshecho las grandes identidades comunes (en
especial la de pertenencia a una clase social concreta) y heterogeneizado los conflictos,
produciendo multitud de identidades colectivas diferenciadas. Si bien esto es hasta cierto
punto cierto, existe una gran diferencia entre entenderlo como un efecto del capitalismo que,
bajo las condiciones adecuadas, puede ser revertido, y el considerarlo una característica
intrínseca del capitalismo contemporáneo, como consideran los autores del posmodernismo.
En las obras posteriores de ambos autores y, por ejemplo, en La Razón Populista (penúltimo
libro publicado en vida por Laclau), podemos encontrar numerosos ejemplos de la proposición
de que la lucha es siempre de naturaleza discursiva, ideológica, y que ésta es la esfera
realmente totalizante donde deben desplegarse los esfuerzos de acción política. Para Laclau,
Mouffe y los autores y autoras del postmarxismo, “no hay nada fuera del texto” (o del
discurso). Éste incluye lo ideológico y lo material: “Hablamos de los discursos como totalidades
estructuradas que articulan elementos tanto lingüísticos como no lingüísticos”7. Una de las
consecuencias directas de este planteamiento es el papel central que otorga a los intelectuales
en la lucha política, algo que encaja como un guante con el núcleo de la dirección de Podemos.
Como ha señalado Ellen Meiksins Wood, este planteamiento: “necesariamente adscribe a los
intelectuales un rol predominante en el proyecto político, en tanto que descarga en ellos no
menos que la tarea de la construcción de ‘agentes sociales’ por medio de la ideología y el
discurso”8.
La separación de las esferas económica e ideológica en el análisis de la sociedad debe ser
entendida como una rebelión —ya abierta por Althusser y otros pensadores y pensadoras—
contra el mecanicismo marxista generalizado por el estalinismo y sus intelectuales, dominante
desde los años 30 en el panorama comunista internacional, y del que parcialmente el mismo
Laclau procedía. Laclau y Mouffe centran en Hegemonía y estrategia socialista gran parte de su
crítica contra un marxismo caricaturizado, donde existe una relación de determinación cercana
a lo absoluto entre la realidad material y la evolución ideológica de la sociedad. Valga como
ejemplo la obra de Stalin Acerca del Marxismo en la lingüística. En ella se insiste una y otra vez
en que la superestructura ideológica, política y jurídica reflejan meramente los cambios en la
base de la sociedad (las relaciones de producción) que a su vez reflejan los cambios en las
261
“fuerzas productivas”. Esto le lleva a concluir que “la esfera de acción de la superestructura es
estrecha y limitada”9.
Laclau, Mouffe y muchos otros autores y autoras10 reaccionan a este planteamiento
mecanicista con una independización de la superestructura ideológica, donde encuentran el
verdadero campo de acción política, un campo tan amplio que acaba abarcando a la realidad
material misma. Sin embargo, las ideas de Marx, Engels o pensadores como Gramsci distaban
mucho de este mecanicismo crudo criticado por Laclau y Mouffe. Interpretaban esta relación
de forma dialéctica, entendiendo que si bien ambos campos de la realidad no estaban
separados y la base material de la sociedad ejerce en algunos momentos de forma
determinante, la superestructura ideológica de la sociedad puede adquirir una enorme
autonomía. De ahí que la batalla política o ideológica sea también determinante para el
marxismo.
El punto paralizante de la propuesta Laclau-Mouffe es que relega la acción política al campo
discursivo, cultural o de construcción de identidades. De esta forma sus planteamientos no
ofrecen ningún tipo de proposición coherente acerca de la construcción de sujetos políticos
que no sean efímeros o actúen, directa o indirectamente, en el campo de la realidad material.
El populismo de izquierda
El esquema de Laclau y Mouffe sirvió durante los años 80 y 90 para respaldar las políticas de
identidad, que frente al retroceso de las luchas obreras provocaron una atomización de los
diferentes movimientos sociales11. Sin embargo, estos autores fueron decantándose más y
más hacia la definición de un proyecto político que hoy día Chantal Mouffe llama “el
populismo de izquierdas”. En La Razón Populista, Ernesto Laclau expone cómo las diferentes
demandas surgidas de los diferentes campos de la sociedad pueden llegar a converger para dar
lugar al nacimiento de un sujeto político (“el pueblo”) con capacidad para poner en marcha
una nueva época más democrática. Con la ayuda de conceptos y proposiciones procedentes de
la lingüística y el psicoanálisis, el autor traza un modelo de análisis del populismo en clave
positiva. El populismo no es una ideología ni una carencia de ideología. Es una lógica política
que atraviesa ideologías y propuestas políticas. Veamos cómo funciona.
Laclau parte de la existencia de demandas democráticas que emanan de diferentes grupos
sociales. El primer paso para la construcción de “el pueblo” es la creación de una frontera
política que consiga agrupar todas estas demandas (o una parte considerable de ellas) en un
campo común, y definir al mismo tiempo un enemigo que se encuentra al otro lado de la
frontera política. Es la labor realizada por el concepto de “casta” repetido una y otra vez en el
discurso público de Podemos.
Como se ha dicho anteriormente, el papel del discurso para Laclau y Mouffe no es sólo
instrumental (la movilización a través de un mensaje político) sino también constitutivo. Es la
lectura correcta de la situación y la elección de un discurso por parte de un liderazgo fuerte y
carismático lo que hace posible el reconocimiento de una “cadena equivalencial” entre
diferentes demandas y la constitución de un frente político común que partía de demandas
dispersas.
El segundo paso es el proceso hegemónico a través de los significantes vacíos. Para Laclau y
Mouffe el proceso hegemónico del conjunto de su teoría dista mucho del elaborado por
Gramsci (como veremos al final de este artículo). Consiste fundamentalmente en que una de
las demandas democráticas contenida en esa cadena se erige como contenedora de todas las
demás. Pero esto sólo puede ocurrir si la demanda que va a convertirse en el signo de todo el
262
movimiento es vehiculada a través de un significante —una palabra o conjunto de ellas— cuyo
contenido —significado— está vacío. El concepto de vacío hace referencia a una demanda
cuya plenitud nunca puede ser alcanzada y cuyo significado está abierto. Un ejemplo de
significante vacío podría ser la demanda de “paz, pan y tierra” de la revolución rusa. Esta
demanda, en su particularidad, agrupaba al mismo tiempo todo una carga de exigencias
particulares contra el zarismo. Por eso al mismo tiempo constituía un significante con
capacidad para hegemonizar el proceso y vehicular muchas otras demandas.
La construcción del pueblo según Laclau implica la consolidación de este campo político, con
otros ingredientes como un liderazgo que simbolice al sujeto político en su conjunto y movilice
los anhelos y pasiones del público (“la unificación simbólica de un grupo en torno a una
individualidad es inherente a la formación de un pueblo”12).
Dos aspectos problemáticos de la cuadratura del círculo populista
En primer lugar Laclau admite que el populismo es, por definición, un ejercicio de unión de
multitud de elementos heterogéneos. Da por hecho que la cadena equivalencial de demandas
que darán lugar al sujeto político debe agrupar a diferentes clases y sectores sociales. De aquí
se deduce que el discurso del populismo debe ser, por definición, ambiguo, destinado a
abarcar al mayor número posible de sectores sociales en diverso grado de conflicto con la
autoridad.
El seguimiento de esta noción por parte de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es evidente. Podemos
ha ido diluyendo sus posiciones políticas de izquierdas para hacer más y más habitable la
opinión favorable del mayor número de sectores sociales, incluso si sus intereses se
encuentran enfrentados. Es difícilmente compatible la unificación del núcleo de gente
trabajadora procedente del 15M (que gritaba que nuestra solución es mandar a los banqueros
a prisión) con los “empresarios honestos” que el Secretario General de Podemos Madrid, Jesús
Montero, nombraba en alusión a la familia Botín13.
Igualmente resulta incompatible casar aquellas demandas que requerirán de una mayor
imposición fiscal y los intereses de las clases medias (pequeños empresarios y profesionales)
que no tienen interés en pagar más impuestos. El resultado es que demandas como la renta
básica, ya de por sí poco ambiciosa, acaban cayendo del programa para mantener la cohesión
de la cadena equivalencial (o de las perspectivas electorales). La elaboración del último
programa electoral de Podemos para las elecciones autonómicas y municipales es un esfuerzo
más para visualizar esta unión heterogénea e inestable de intereses sociales.
Una intervención clarificadora en este sentido fue la de Carolina Bescansa hace ya meses,
cuando en el proceso de primarias de la Comunidad de Madrid, para desacreditar al sector
crítico de Podemos, esgrimió frente a la prensa que “existe un Podemos para protestar y otro
para ganar”14.
Efectivamente, con un sujeto político que contiene intereses sociales no definidos que pueden
llegar a ser contradictorios no es posible poner en marcha un frente común con objetivos
claros destinado a la movilización y la conquista popular de derechos. Lo que se puede hacer
con un sujeto político así es lo que la dirección estatal de Podemos está haciendo: apelar a
nuestro voto o a todo lo que sirva para captar más votos, pero nada más. El proceso de
desmantelamiento de los círculos como espacios de organización social está también
relacionado con las consecuencias colaterales de la estrategia populista. Ésta no puede
desarrollarse con espacios vivos y activos de base donde se produce una clarificación política y
programática de los intereses de la formación. Lo que cuadra con un espacio político populista
263
es la indefinición, la ambigüedad del discurso y la reducción de los antagonismos de clase en su
seno.
La heterogeneidad e indefinición planteadas por Laclau, si bien parecían indiscutibles en su
utilidad en el ámbito electoral, le han jugado una mala pasada: un partido claramente liberal y
conservador como Ciudadanos está siendo capaz de usar los mismos mecanismos discursivos
para comerle una buena parte del apoyo electoral (el de las clases medias que hasta ahora
habían apoyado, de mala gana, a Podemos).
Siguiendo a Laclau, los elementos en torno a los que está construyendo Ciudadanos su
discurso (regeneración democrática, lucha contra la corrupción, fin del despilafarro
económico…) representarían significantes que han pasado de ser “vacíos” a “flotantes”. Por
decirlo de alguna forma, están en disputa entre “diversos procesos hegemónicos”15. Sea como
fuere, la situación con Ciudadanos ha mostrado la debilidad de la teoría del populismo de
izquierdas en el campo de la construcción simbólica del discurso (que parecía ser su fuerte), o
al menos ha mostrado la incapacidad para reformularse de forma precisa hacia la izquierda y
evitar que la derecha haga uso de las herramientas discursivas que el mismo Podemos ha
construido en el último año y medio. La construcción del populismo tiene ese riesgo (como
Chantal Mouffe ha insinuado más de una vez16): que arma un sujeto político impreciso,
espoleado por las emociones, pero que puede oscilar de izquierda a derecha si no se efectúa
un cambio cualitativo de conciencia en su interior. Cambio que, por otra parte, no es posible
conseguir en el marco limitado y superficial de la movilización electoral.
En segundo lugar, si la estrategia populista intenta poner en pie un sujeto cuya relevancia debe
ser máxima hasta la conquista electoral, ¿qué podría ocurrir después? El populismo de
izquierdas no tiene otro objetivo que hacerse con la maquinaria del Estado para dar un giro en
las políticas del neoliberalismo, como ha expresado Chantal Mouffe mucho más explícitamente
que Laclau en multitud de artículos y entrevistas17. Esta creencia en la posibilidad de “usar” el
Estado contra la minoría dirigente (la casta) procede del planteamiento de autonomía de las
estructuras de la sociedad, cuya naturaleza no está definida y son sólo un producto
“relacional” de la articulación de diferentes elementos.
Pero, a la luz de la experiencia de Syriza y otras casos históricos de la llegada al poder político
de partidos de izquierda18, realmente cabe preguntarse si es suficiente con la conquista del
gobierno para poder imponer un nuevo programa de medidas enfrentado al neoliberalismo. La
respuesta a esta pregunta queda fuera del objetivo de este artículo. Lo que sí sabemos es que
el populismo de izquierdas de Iglesias y Errejón no está especialmente interesado en el
escenario interno de Podemos en la post-victoria electoral. No hay ni una sola propuesta
definitoria de cómo debe articularse una organización con presencia en el Gobierno y fuera de
él. Sin embargo, lo que está ocurriendo en Grecia o experiencias como la de Chile en 19701973 muestran que la relación entre la organización política, los movimientos, el gobierno y
otros elementos del “Estado profundo”19 puede ser crítica para el avance o no de un proceso
de transformación social.
Gramsci sin Gramsci
Para Gramsci, la esencia última de la instancia articuladora —o la voluntad colectiva— es
siempre lo que él llama una clase fundamental de la sociedad, y la identidad de esta clase no
es considerada como el resultado de prácticas articulatorias. Esto es lo que, en Hegemonía y
estrategia socialista, hemos denominado el último resabio de esencialismo en Gramsci. Si lo
eliminamos, el pueblo como instancia articuladora sólo puede ser el resultado de la
264
sobredeterminación hegemónica de una demanda democrática particular que funciona como
significante vacío.20
La mayor diferencia en la apropiación sesgada de Gramsci que Laclau y Mouffe realizan en su
trabajo respecto a la que realizó el eurocomunismo entre el final de los años 50 y 70 es que
Laclau y Mouffe son bastante honestos cuando admiten la supresión que realizan del
planteamiento de clase en Gramsci. Por decirlo de alguna forma, para poder utilizar a Gramsci
necesitan vaciarlo al completo de las aspiraciones socialistas revolucionarias, a las que
consagró su vida, su obra y su muerte. No es una apropiación metodológica como la que pudo
haber realizado Marx de la dialéctica de Hegel, sino más bien una apropiación de su
pensamiento casi al completo para dirigirlo a objetivos diametralmente opuestos a los de
Gramsci. Tres son los elementos que Laclau y Mouffe deben desechar o reformular en su
esencia para poder utilizar a Gramsci: su concepto de hegemonía socialista, la “guerra de
posiciones” y la noción de conciencia contradictoria. Estas tres reinterpretaciones se
fundamentan en la negación de la clase trabajadora como agente principal del cambio social y
como portadora potencial de una propuesta global para la sustitución del capitalismo por un
sistema más justo.
La hegemonía que plantea Gramsci, como contraposición a la hegemonía ejercida por el
sistema capitalista, es la búsqueda de una extensión de la ideología de liberación de la clase
trabajadora al conjunto de clases y sectores sociales oprimidos. Sin embargo, para Laclau y
Mouffe la hegemonía resulta un ejercicio discursivo de unificación de clases y grupos sociales
en sí mismo, sin importar qué intereses son los dominantes en esta alianza. El concepto de
significante vacío que agrupa las
demandas democráticas de diferentes grupos sociales no busca la extensión de una propuesta
ideológica de liberación global del sistema capitalista al conjunto de las y los oprimidos, sino
meramente la constitución de un sujeto político fuerte con capacidad para impulsar a sus
líderes a hacerse con el control del aparato estatal capitalista. Ya hemos hablado de que esto,
en la práctica, supone una unificación contradictoria de diferentes intereses de clase que
paraliza la acción y las conquistas sociales en pos del apoyo electoral.
Frente a la alianza de clase por el mero hecho de la alianza, Gramsci desarrolla el concepto —
ya utilizado en experiencias revolucionarias anteriores— de frente único. Este consiste en la
alianza en la lucha —no en lo electoral— entre los sectores con aspiraciones de
transformación profunda de la sociedad —que siempre mantienen su independencia— y
sectores más moderados de la clase trabajadora y la clase media. A través del proceso de
movilización por demandas comunes, el frente único debe servir para extender la influencia de
los sectores combativos minoritarios a los más moderados y agrandar así la base social de la
movilización por una transformación profunda de la sociedad.
Gramsci era muy consciente de que la solidez ideológica del capitalismo —la hegemonía— en
occidente era muy superior a la de otros países con sistemas capitalistas menos desarrollados
(como la Rusia de 1917). Por eso plantea que la toma del poder por parte de la clase
trabajadora debe seguir un itinerario mucho más complejo y enrevesado que en los países
capitalistas atrasados. Procedente del campo militar, extrapola el concepto de guerra de
posiciones a la política. Este viene a explicar que, en lugar de realizar un asalto directo al poder
del Estado para destruirlo (“guerra de maniobra”, como había pasado en el proceso
revolucionario ruso y se había intentado en Alemania a partir de 1918), era necesario ir
ganando batallas en el ámbito político, cultural y económico, que erosionaran la hegemonía
ideológica del sistema capitalista y levantaran una contra-hegemonía de carácter socialista. La
construcción de frentes únicos tenía este propósito, pero siempre con el objetivo de crear una
coyuntura favorable para la toma revolucionaria del poder21. Laclau y Mouffe simplemente
265
descartan la posibilidad de la guerra de maniobra. Liberan la guerra de posiciones de su
objetivo de toma del poder real, y pretenden, una vez alcanzado el poder político —el
gobierno— seguir haciendo una guerra de posiciones desde el Estado para abrir perspectivas
democratizadoras (en sentido liberal, no socialista). Pero este proyecto no tenía nada que ver
con el de Gramsci.
El último concepto, que no es reinterpretado por Laclau y Mouffe sino simplemente negado,
es el de conciencia contradictoria. La separación de la esfera económica e ideológica de la
sociedad conduce inevitablemente a esta negación. Para Gramsci el sistema capitalista,
fundamentado en la extracción de plusvalía de la clase trabajadora por parte de la clase
dirigente, sólo podía funcionar creando una conciencia “falsa” entre la misma clase
trabajadora. Esta conciencia permite que la gente asuma un régimen injusto de explotación
como normal o invencible.
La creación de una falsa conciencia está directamente relacionado con el concepto de
hegemonía del sistema capitalista. Para desarticular esta falsa conciencia es necesario
contraponer la realidad material a la ideología dominante. Y este proceso de contraposición
sólo puede asegurarse a través de la lucha en diferentes ámbitos y el aprendizaje colectivo de
sus resultados. Poniendo el énfasis en la importancia de la lucha política para debilitar la
hegemonía ideológica del capitalismo, Gramsci consideraba sin embargo que la lucha en el
punto de producción —en los centros de trabajo— era un lugar privilegiado para “destapar” la
realidad del régimen de explotación capitalista, pues en él se producen constantemente
conflictos que contraponen lo que dicta la ideología oficial y la realidad. Esta visión fue
desarrollada por su experiencia participativa y de liderazgo en la ocupación de fábricas en
Turín en 1920.
Además partía del hecho de que era la clase trabajadora, con su trabajo día a día, la que
permitía el funcionamiento del orden capitalista y el florecimiento de todo su aparato de
generación de consensos ideológicos. Por eso sólo la clase trabajadora podía usar su posición
privilegiada en el orden capitalista para construir un sistema diferente. Pero esto requería del
“descubrimiento“ de este horizonte por parte de los mismos trabajadores y trabajadoras: sin
las luchas no había victorias; sin ellas no había reconocimiento de su poder colectivo; y sin el
reconocimiento de este poder colectivo no podía existir una propuesta para organizar la
sociedad de un modo distinto al capitalista. Esto significa romper con la falsa conciencia y
adquirir una propia que reconozca su verdadero lugar y poder dentro del sistema.
Laclau y Mouffe asumen que el capitalismo contemporáneo ha conseguido diversificar la
situación de la gente trabajadora hasta tal extremo que es imposible generar una conciencia
colectiva global de sí misma. En realidad, esta premisa parte de la imbatibilidad del sistema
capitalista y por eso resulta tan asumible por todas aquellas personas que coinciden en el
objetivo de la transformación del sistema desde dentro, en lugar de su sustitución global por
otro diferente. Es especialmente adecuada para las personas que tienen una esperanza en
transformar la realidad a través de los procesos electorales y la conquista de posiciones
institucionales.
Pero Laclau y Mouffe no ofrecen ningún mecanismo efectivo para la transformación de la
conciencia colectiva. Sí lo ofrecen para la identificación simbólica de grupos sociales que
convergen en un asalto electoral. La tradición marxista originaria plantea la lucha a diferentes
niveles como herramienta para la ruptura con la ideología dominante y la adquisición de
conciencia, proceso que hemos visto en numerosas ocasiones, desde el impacto de las
movilizaciones del 15M a las revoluciones del siglo XX y XXI. Por eso resulta imprescindible
recuperar al Gramsci original hoy día frente al Gramsci del postmarxismo: para contraponer
266
una alternativa revolucionaria a un proyecto, el del reformismo de izquierdas, que ya ha
fallado demasiadas veces a lo largo de la historia.
Notas:
1 Acha, O., 2015: “El marxismo del joven Laclau (1960-1973): una antesala del postmarxismo”,
en herramienta.com.ar, http://bit.ly/1JxjWQ5.
2 Para un relato en primera persona sobre el contexto ideológico en el que se escribe
Hegemonía…, ver la entrevista con Pablo Iglesias en Otra vuelta de tuerka,
http://bit.ly/1yLcg5w
3 Acha, O., op. cit.
4 Althusser tuvo una enorme influencia en el pensamiento de Laclau. De hecho los
planteamientos estructuralistas del pensador argelino-francés fueron la puerta de entrada
para una revisión profunda de los planteamientos marxistas.
5 Harman, C., 1983, “Philosophy and Revolution” en International Socialism nº 21. Londres.
6 Laclau, E. y Mouffe, C., 2005, Hegemonía y Estrategia Socialista, p. 294, Argentina.
7 Laclau, E., 2005, La Razón Populista, p. 27, Argentina.
8 Meiksins Wood, E., 1986, The Retreat from Class: A New ‘True’ Socialism, p. 6, Londres.
9 Stalin, J., 1950, El marxismo en la lingüística. Pekín.
10 Para un recorrido sobre la rebelión contra el mecanicismo y el debate base/superestructura
ver Harman, C., 1998: Marxism and History, Londres.
11 Smith, S., 1994: “Mistaken identity: can identity politics liberate the oppressed?” en
International Socialism nº 62, http://bit.ly/1PSncJA.
12 Laclau, E., op. cit., p. 130.
13 “Podemos elogia a los Botín por su contribución al bienestar social”, en eldiario.es,
28/1/2015.
14 “Bescansa a los críticos: ‘Hay un Podemos para ganar y otro para protestar’”, en
infolibre.es, 19/01/2015.
15 Laclau, E., op. cit., p. 166.
16 Por ejemplo en la entrevista de la nota 1 al hablar sobre el Frente Nacional francés o en El
País: http://bit.ly/1Eb0KqY.
17 Sirvan de muestra la entrevista en El País del enlace anterior, en medios argentinos:
http://bit.ly/1baavtY.
18 Ver por ejemplo los planteamientos de Molyneux, J., 2013: “Understanding Left
Reformism”, en Irish Marxist Review, nº 6.
19 El ejército, la policía, los servicios secretos y de seguridad. Ver el debate entre Alex
Callinicos y Stathis Kouvelakis sobre la actual situación en Grecia en http://bit.ly/1J6p7pN.
Sobre las posibilidades de transformación desde el estado ver Barker, C., 1979: “A critique of
Nicos Poulantzas” en International Socialism nº 4, http://bit.ly/1OzDNVi.
20 Laclau, E., op. cit., p. 160.
21 Hasta los últimos años de su vida en la cárcel, Gramsci tenía esta opinión. Ver
http://bit.ly/1IjuqnE.
Explosión de partidos políticos: ver en pantalla
http://impresa.elmercurio.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2016-07-03&dtB=03-072016%200:00:00&PaginaId=4&bodyid=10
267
Nuevos partidos y la disyuntiva sobre dónde ubicarse en el tradicional eje
izquierda/derecha
http://www.elciudadano.cl/2016/07/07/304127/nuevos-partidos-y-la-disyuntiva-sobredonde-ubicarse-en-el-tradicional-eje-izquierdaderecha/
En un reciente artículo de El Mercurio se informa sobre la conformación, en el último tiempo,
de diversos referentes que han avanzando en constituirse como partidos políticos. En la
crónica se realiza una categorización dentro del clásico (para algunos ya superado) eje
izquierda/derecha.
Sin intentar echar por tierra más de 200 años de paradigma, la verdad es que el conocimiento
acumulado desde que la Revolución Francesa instalara en el inconsciente colectivo global el
grito de “libertad, igualdad, fraternidad” ha aumentado bastante. Hoy existe claridad mayor,
por lo menos en el discurso, con respecto a que a la polaridad social/económica es necesario
incorporar el componente ambiental. Tanto por motivos estratégicos para nuestra especie (los
seres humanos somos a la postre perjudicados por la depredación ambiental) como de ética
para la vida (en un tránsito desde el antropocentrismo a un ecocentrismo).
Los paradigmas son construcciones humanas. No existen en la realidad y se fundamentan en
consensos que trascienden hacia el sentido común general. En esto, los acervos asociados a
izquierda y derecha tradicional son eso. Por tanto modificables e, incluso, reemplazables.
En esta disyuntiva se encuentra gran parte de los nuevos referentes políticos. Cómo instalarse
entre la ciudadanía con un domicilio en el cual se sientan cómodos, esté vinculado a sus
principios fundacionales y haga sentido a la población, para así evitarse la perpetua explicación
en detalle. Y transmitir de esta forma, en cierta medida, a los ciudadanos y ciudadanas cuál
será su postura frente determinados dilemas. En el fondo, construir un relato.
En 1992 Francis Fukuyama, en su libro “El fin de la Historia y el último hombre”, dio por
sentado que el debate sobre las ideologías había concluido, y que la democracia liberal y la
economía capitalista (o libremecadista) se habían impuesto en Occidente tras la caída del
Muro de Berlín.
Lamentablemente para él, el ser humano es mucho más complejo y difícil de predecir que lo
que hubiera querido. Más aún cuando en aquella época la discusión sobre los límites biofísicos
del planeta recién comenzaba a ser tema en el concierto global, con una Cumbre de Río
realizada el mismo año en que el intelectual estadounidense de origen japonés publicó su
obra.
Cambiar paradigmas no es tarea fácil. Es un esfuerzo colectivo y en muchas ocasiones
transgeneracional, que va conquistando paulatinamente el sentido común y al cual se oponen,
con diverso matiz, quienes aspiran a mantener el orden vigente. Es, recurriendo a la
experiencia local, lo que representan en lo fundamental –con ciertas muy honrosas
excepciones internas- la Nueva Mayoría y Chile Vamos. El duopolio, como se le tilda desde
distintos frentes. Hoy por hoy uno tipo 2.0.
En esta tarea, la tradicional discusión sobre el control de los medios de producciónabre una
grieta. Estado vs. mercado es parte del debate típico izquierda/derecha, cuando para muchos
de quienes viven en los territorios esquilmados por la depredación de los ecosistemas (¿es
preciso enumerarlos?) es indiferente si los glaciares los destruye una empresa pública o una
268
privada. O si la imposición de una franja para torres de alta tensión es impuesta
unilateralmente por el ministerio de Energía o una eléctrica trasnacional.
Cuando arreciaba la Guerra Fría, epítome de la principal división política del siglo XX, a ambos
lados de la balanza se instalaban Estados Unidos y la Unión Soviética. Como adversarios sin
puntos de encuentro. Sin embargo, fuera del arquetipo ambos modelos de desarrollo
apuntaban a lo mismo: crecimiento económico como principal consideración, visión
extractivista, zonas de sacrificio, antropocentrismo con fe ciega en las soluciones tecnológicas
artificiales para problemas ecosistémicos, y planificando con la mente puesta en recursos
naturales inagotables y un planeta sin límite alguno.
Bajo esta óptica, daba igual si quien movía los hilos era el mercado o el Estado. El efecto
ambiental y social del modelo de desarrollo era similar.
Otro eje que trasciende esta polaridad es el rol que cumple la comunidad organizada. Porque
aunque para el mercado muchas veces es un dolor de cabeza, para el Estado también en
demasiadas ocasiones es un actor molesto. En ambos casos, acostumbrados a la catalogación
según la matriz tradicional, se les tilda de izquierdistas o derechistas. La visión comunitarista,
reseña Naomi Klein, no cabe en esa mirada. Al igual que quienes aspiran a la distribución del
poder, donde la hegemonía del mercado o el Estado no tienen por qué ser las únicas opciones
posibles, y la diversidad y la colaboración sean la base de una construcción colectiva en la cual
el criterio económico es uno más, pero no necesariamente el fundamental y excluyente.
Hoy por hoy hay aspectos que no tienen respuesta en el eje político tradicional. Es cosa de ver
a conspicuos referentes de izquierdas y derechas unidos en pos del desarrollismo, crecimiento
a ultranza, extractivismo y bloqueando los espíritus descentralizadores. Y qué decir de una
asamblea constituyente como mecanismo legítimo para dotarnos de una nueva Constitución.
Más aún, pensar que toda la discusión sobre los paradigmas políticos está agotada es de una
presunción mayúscula a la vez que irreal, considerando que todos los partidos políticos
vigentes en algún momento nacieron como respuesta a dilemas sociales. Es, más aún, la
esencia del debate colectivo.
Y donde el tema de fondo no es encontrar las soluciones. Es, más bien, hacer las preguntas que
aún debemos hacernos como sociedad. Y tal es un trabajo que, menos mal, nunca terminará.
269
Descargar