LECTURAS 3ª SEMANA DE JUNIO 2016 COORDINADORES: ROBINSON SALAZAR PÉREZ Y NCHAMAH MILLER Entrevista sobre procesos políticos latinoamericanos en perspectiva gramsciana https://massimomodonesi.net/2016/06/07/entrevista-sobre-procesos-politicos-latinoamericanosen-perspectiva-gramsciana/ Actualiza contenido Anarquía Coronada. http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/ ESTADO DEL PODER 2016/ VARIOS ARTÍCULOS https://www.tni.org/es/publicacion/estado-del-poder-2016 Revista de militarismo en América Latina actualizada http://dialogo-americas.com/ REVISTA VIENTO SUR http://vientosur.info/ solo en la web Barcelona. Centro de cultura contemporánea IV Orwell Day Pepe Gutiérrez Álvarez Debate feminista De este lado de la trinchera Lorena Garrón (tribunafeminista.org) Tribuna VIENTO SUR Parlamento foral de Navarra. Abolir la prostitución Begoña Zabala Oriente Medio Las relaciones entre Irán y Siria 1 Béhrouz Arefi Entrevista a Jan Breman “Gandhi fue el único que habló de los paupérrimos” G. Sampath Francia en lucha. Entrevista a S. Kouvelakis Un movimiento social contra el régimen neoliberal autoritario Damien Bernard y Emmanuel Barot Cuaderno de incertidumbre El retorno del jedi oscuro: de bancos, recortes y Seguridad Social Albert Recio Andreu (mientrastanto.org) Festival de Cannes 2016 Ken Loach recibe la Palma de Oro… ¡antiausteridad! Alain Krivine Nuit Debout, movimiento sindical... Francia se mueve, Europa tiembla Miguel Urbán (ctxt.es) Una crítica al “patriarcado progre y revolucionario” Nosotras criamos, nosotras teorizamos Jule Goikoetxea, Kattalin Miner e Irantzu Varela* (naiz.eus) Egipto La deuda como instrumento para la conquista colonial Eric Toussaint (cadtm.org) Venezuela En descomposición Raúl Zibechi Grecia Las apuestas perdidas de Alexis Tsipras Romaric Godin Premio Nacional de Narrativa El discurso que no pudo leer Rafael Chirbes Movilizaciones en Francia La Ley El Khomri comienza a crujir León Crémieux Tribuna VIENTO SUR El 26J, una nueva ocasión José Errejón TTIP En torno a cultura e internet Ramón Zallo Automatización y empleo El bluf de los robots Michel Husson (leprogressocial.fr) Catalunya Razones para un proceso constituyente Jaume López Elites económicas y decadencia sistémica1 Origen y auge de las lumpenburguesías latinoamericanas Jorge Beinstein 2 número de nuestra Revista Estado y Políticas Públicas, indexada en Latindex, REDIB, Sistema Internacional FLACSO ANDES y en el Catálogo de la Biblioteca Enzo Faletto Sumario: http://politicaspublicas.flacso.org.ar/revista Lanzamiento Nº 40, de POLIS, Revista Latinoamericana http://polis.revues.org/10620 COMPARTIMOS RESEÑA DEL NUEVO LIBRO: Devenires comunitarios: Otras voces otras, otras pedagogías comunitarias, compilado por las investigadoras Maria Fernanda Gil Claros y Mariela Sánchez, Universidad Santiago de Cali. Bajo el sello Editorial Redipe, 2016, Serie Investigación Educativa Iberoamericana. https://www.dro pbox.com/s/4imtdg7x5tkfgi4/CARATULA-DEVENIRES-curvas-2.jpg?dl=0 2. EDICIÓN LIBROS REDIPE EN ESTADOS UNIDOS Se invita a los docentes y agentes educativos iberoamericanos a publicar sus libros bajo el sello Editorial Redipe Capítulo Estados Unidos. Los textos pueden estar escritos en español, inglés u otro idioma, en alguna área del conocimiento. Redipe, Capítulo USA Informes: [email protected] REDIPE- US 3. VIDEOCONFERENCIAS SIMPOSIO REDIPE EN NUEVA YORK - EDUCAR EN LA ALTERIDAD E INTERCULTURALIDAD Carlos Arboleda, Ph D (Southern Connecticut State University (USA)) y Julio César Arboleda, Ph D (Red Iberoamericana de Pedagogía- USC) "LA EDUCACIÓN EN LA DIVERSIDAD DESDE UNA MIRADA SOCIOLINGÜÍSTICA" Mireya Cisneros Estupiñán, Ph. D., Directora de la Maestría en Lingüística, Universidad Tecnológica de Pereira https://youtu.be/AK-phbNZYYI - CARACTERIZACIÓN PERSONAL Y ACADÉMICA DE MADRES COMUNITARIAS EN LA PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE María de Jesús Blanco Vega- Carmen Aura Arias Castilla Grupo de Investigación en Educación y Escenarios de Construcción Pedagógica. Facultad de Educación de la Corporación Universitaria Iberoamericana. https://vimeo.com/168776490 - "EDUCACIÓN, LITERACIDAD Y PRÁCTICA PEDAGÓGICA EN CONTEXTOS ADVERSOS" Angélica Riquelme Arredondo, Departamento de Educación, Universidad de Chile https://www.youtube.com/watch?v=VSu4ChSQRiI&feature=youtu.be 3 - INCLUSIÓN, PERMANENCIA Y LENGUAJE Gladys Zamudio Tovar, Universidad Santiago de Cali. Grupo Ciencias del lenguaje https://youtu.be/M3mtCRCUJsY ¿Qué es un influencer? Un influencer es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca. https://www.40defiebre.com/que-es/influencer/ Actualizado Marxismo crítico https://marxismocritico.com/ Textos sociológicos http://www.elviejotopo.com/topoexpress/ Contra hegemonía actualiza contenidos http://contrahegemoniaweb.com.ar/ Revista Sin Permiso http://www.sinpermiso.info/ Reino de España: entre el 14 de abril y el 26 de junio Antoni Domènech G. Buster Daniel Raventós 17/04/2016 Varoufakis en la Barcelona de Ada Colau y en la España de un Unidos Podemos en ascenso: noticia de una conversación informal de sobremesa Antoni Domènech 05/06/2016 Asolación Transatlántica para el Comercio y la Inversión Daniel Raventós Julie Wark 02/06/2016 Francia: La clase obrera entra en acción. Dossier Thomas Piketty Gregorio Morán 04/06/2016 Quien prefiera un país sin Ejército… José Manuel Samos 31/05/2016 Goldman vale oro Jeffrey St. Clair 30/05/2016 Bélgica: Las huelgas en Valonia, la respuesta de la derecha y la unidad de acción sindical 4 Daniel Tanuro 04/06/2016 Portugal y las sanciones de la UE: El problema es que lo inaceptable se convirtió hace tiempo en normal… Ricardo Cabral 01/06/2016 Victoria del Frente de Izquierdas en Kerala K M Seethi 01/06/2016 TTIP: en torno a cultura e internet Ramón Zallo 31/05/2016 EE UU: Los “compis” que debilitan a Bernie Harold Meyerson 03/06/2016 Brasil: La regla fiscal Temer-Meirelles es solamente un ataque a los derechos sociales Pedro Paulo Zahluth Bastos Guilherme Santos Mello 05/06/2016 El Brexit es un truco de tiempos imperiales. Sólo una defensa radical de Europa tiene sentido Yanis Varoufakis 04/06/2016 Tasa de ganancia y neoliberalismo Alejandro Nadal 01/06/2016 Israel-Palestina: 50 años de ocupación colonial y la iniciativa de paz francesa Saeb Erekat Meir Margalit 04/06/2016 ¿El TTIP amenaza a la democracia? ¿Y el CETA? Otro tratado comercial que ya se ha firmado… Nick Dearden 03/06/2016 Amianto y los Valores Límites Ambientales (VLA): un concepto trampa Paco Puche Antonio Bernardo Reyes 01/06/2016 Argentina: La plata del presidente Ernesto Tenembaum 03/06/2016 Renta Básica Garantizada: diálogo con Yanis Varoufakis y Noam Chomsky Yanis Varoufakis Noam Chomsky Zain Raza 05/06/2016 La visión radical de Ken Loach Ryan Gilbey 03/06/2016 China: 100 días para copiar a mano los estatutos del Partido China Digital Times 04/06/2016 Tres razones por las que las cosas se están calentando en el este de Ucrania Samuel Ramani 01/06/2016 México: La reaparición del Santo Niño de la APPO Luis Hernández Navarro 5 03/06/2016 ¿No mata el ridículo? Badiou, lo queer y el feminismo: otro bromazo en el que pican los posmodernos Nicolas Chevassus-au-Louis 05/06/2016 Declaración de Pinto: un balance del cambio municipalista en la Comunidad de Madrid AAVV 05/06/2016 Discurso preparado para el Premio Nacional de Literatura Rafael Chirbes 01/06/2016 Razón política nos envía su número de revista http://www.razonpublica.com/ Revista Pueblos en camino http://pueblosencamino.org/ Revista Gamba de chile regala sus artículos http://www.gamba.cl/category/articulos/ YA SALIÓ EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO NO 221.www.elsoca.org III. Jornada. Caminos y experiencias para organizarnos, defender la dignidad, la vida y los territorios, desde abajo. Sábado 11 de junio. 9 am .http://pueblosencamino.org/?p=2991 ESTIMADAS AMIGAS, ESTIMADOS AMIGOS: VOLVEMOS A ENCONTRARNOS CON LAS NOVEDADES Nº 498 DEL SITIO BIODIVERSIDAD EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (http://www.biodiversidadla.org) de la última semana. Caminos y experiencias para organizarnos, defender la dignidad, la vida y los territorios, desde abajo http://pueblosencamino.org/?p=2991 La gente se organiza en comunidades y barrios, en campos y ciudades y en todas partes, desde abajo, para defenderse del capitalismo, del Estado y de las fuerzas de represión, de carteles y organizaciones criminales que buscan despojar y someter a la gente y explotar trabajo y territorios. Mientras se enfrenta la agresión y el terror, es difícil entender y tener claro quienes son los agresores y a quienes, en últimas y en todas partes, le sirven. A veces solamente se ven ejércitos, 6 carteles, militares y policías, paramilitares, pandillas y bandas o sicarios. Estos casi siempre sirven o benefician a otros más poderosos que unos pueblos y procesos de resistencia identifican mejor que otros. Casi todos los procesos organizados de resistencia desde abajo, de alguna manera tienen que ver con procesos de organización más grandes para construir autonomía y gobiernos propios. Son estrategias muy diferentes que enfrentan grandes dificultades y desafíos, pero que, en lo fundamental buscan lo mismo: defender la vida, los territorios, la dignidad y la autonomía de pueblos y comunidades. Unas funcionan, otras fracasan. Unas caen en manos de gobiernos y grupos criminales o paramilitares. Muchas vuelven a empezar y aprenden de errores y trampas. Unas se arman y otras no lo hacen y se oponen a usar armas. Seguir leyendo en http://pueblosencamino.org/?p=2991 Ya está disponible para descargar el nº 65 de Todo por Hacer (Junio 2016) http://www.portaloaca.com/contra-info/11902-ya-esta-disponible-para-descargar-el-n-65-detodo-por-hacer-junio-2016.html Redalyc nos dio una plataforma de divulgación interesante, estoy agradecidos con ellos. http://autores.redalyc.org/inicioPerfilAutores.oa Portal de libros y artículos de Ciencias Sociales http://donpalafox.blogspot.com.ar/ EN LASA, CONTRA EL GOLPE EN BRASIL Más información y actividades de CLACSO en LASA2016 http://www.clacso.org.ar/contra_el_golpe_brasil/ Nueva York, jueves 26 de mayo de 2016 Estimados y estimadas colegas, Brasil vive uno de los momentos más dramáticos de su historia. Un gobierno democráticamente elegido ha sido destituido por sectores políticos derrotados en las elecciones de octubre de 2014, en asociación con algunos partidos hasta entonces aliados del PT y con la complicidad del vicepresidente, Michel Temer. El procedimiento del impeachment está previsto en la Constitución brasileña y requiere la existencia de un delito de responsabilidad por parte del presidente de la República. Aunque se trató de hacer pensar que la destitución de Dilma Rousseff se justificaba por los casos de corrupción que atraviesan el sistema político brasileño, nada pudo demostrarse contra ella ni contra su gestión. El proceso de impeachment se llevó a cabo 7 mediante la operación política de transformar en un delito la gestión del presupuesto nacional del año 2015, seguida por todos los presidentes brasileños desde los años 90. La operación ha sido evidente y ha quedado al descubierto con las recientes escuchas telefónicas que exponen sin eufemismos cómo se planificó y organizó este nuevo golpe que avergüenza a América Latina y al mundo. El gobierno de Michel Temer ha comenzado y ya se expresan con claridad los principales objetivos de su mandato. Se impone en Brasil una política que la ciudadanía no votó y que impulsa un gobierno ilegítimo que cuenta con el macizo apoyo de los principales monopolios de la prensa, de importantes sectores del poder económico, del poder judicial y de las fuerzas de seguridad públicas, particularmente, la Policía Federal. El mundo condena el golpe en Brasil. Nosotros creemos que este excepcional espacio académico, de debate y deliberación teórica y política que ofrece LASA, debe expresar sin vacilaciones la defensa de la democracia, donde quiera que sea puesta en riesgo. La mejor forma de festejar los 50 años de la Latin American Studies Association, y también los del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, es haciendo lo que siempre hicimos: manifestarnos a favor de los derechos humanos, de la justicia y de la soberanía popular, fuentes de la democracia y de la libertad humana. Sería una incoherencia con nuestro pasado y una enorme omisión que difícilmente repararemos en el futuro, si este Congreso transita sin que hagamos oír nuestras voces de protesta, de indignación y de rechazo al profundo atropello que se está cometiendo en Brasil contra la historia democrática de nuestros pueblos. Desde CLACSO hacemos un llamado a todos los participantes del XXXIV Congreso de LASA para que fortalezcamos y amplifiquemos esta lucha con nuestras reflexiones, análisis, debates, intercambios y con nuestra movilización activa. Como forma de identificación, hemos diseñado unas camisetas que expresan nuestro estado de luto y duelo por la democracia brasileña. Los invitamos a solicitarlas gratuitamente en nuestros puntos de distribución y a exhibirlas durante el Congreso. Convocamos a participar de la Ceremonia de Apertura del Congreso, usando estas camisetas, portando carteles, banderas y todo lo que pueda expresar nuestro rechazo al golpe en Brasil. La ceremonia se realizará el viernes 27, a partir de las 7:00 pm en el Grand Ballroom West, y será el mejor espacio para mostrar el masivo repudio de los miembros de LASA contra este nuevo atropello a la democracia latinoamericana. CLACSO estará distribuyendo las camisetas algunas horas antes del inicio del Congreso. NO DEJEMOS DE ASISTIR A LA CEREMONIA DE APERTURA, USÁNDOLAS. También, los invitamos a la concentración contra el golpe en Brasil, que realizaremos en nuestro stand (Sector de Exposición de Libros), el sábado 28 a partir de las 12:30 pm 8 . Vengan también con sus camisetas, sus carteles y banderas. Finalmente, queremos expresar nuestra opinión sobre la inoportuna decisión de haber invitado al ex presidente Fernando Henrique Cardoso a este Congreso. LASA debe hacer una abierta discusión sobre los motivos de una idea desatinada, que tendrá un enorme costo político para la entidad y que expresó un sorprendente grado de improvisación por parte de su Dirección. Cardoso no es un intelectual desde hace ya bastante tiempo. Cuando lo fue, colaboró activamente con CLACSO, al igual que el ex presidente Ricardo Lagos, que lo acompañaría en la conferencia prevista. Como presidente, impuso uno de los planes de ajuste y de privatización más severos de la historia democrática brasileña, destruyendo algunas de las principales conquistas logradas en la Constitución Nacional de 1998. Sin embargo, más allá de esto, la decisión de haber invitado al ex presidente Fernando Henrique Cardoso a LASA, sorprende ya que él ha sido uno de los principales articuladores e instigadores del golpe que se ha producido en Brasil. (1) Un hecho gravísimo, ya que durante su mandato se realizaron las mismas gestiones del presupuesto nacional que, en el caso de Dilma Rousseff, se han vuelto un delito de responsabilidad contra la Constitución Nacional. El doble rasero para juzgar la ética pública expresa una enorme hipocresía y una inmensa injusticia que el ex presidente Cardoso no ha hecho más que alimentar y promover. Resulta incomprensible que LASA haya invitado a FHC y que luego haya decidido cambiar el nombre de su conferencia, retirando de la misma la palabra “democracia” y substituyéndola por “vida pública”. Lo que no resulta incomprensible es que Fernando Henrique Cardoso, a pocas horas del Congreso, haya cancelado su participación. La dirección de LASA debería saber que, en América Latina, los golpistas rehuyen el debate público, se esconden y se arropan en la clandestinidad prepotente que les ofrecen los medios de comunicación, pero nunca se enfrentan al intercambio respetuoso de ideas y a la confrontación democrática con aquellos que los denuncian por traicionar los valores que alguna vez prometieron defender. ¿Cómo es posible que la dirección de LASA no haya imaginado que todo esto iba a ocurrir? ¿Cómo explicará semejante desatino a sus miles de asociados? Sabemos que LASA superará este error y emitirá una resolución de condena a la destitución de Dilma Rousseff. Estaremos junto a la dirección de LASA, apoyando de manera entusiasta esta decisión. Como quiera que sea, el viernes 27, llenaremos la Ceremonia de Apertura, vistiendo nuestras camisetas, portando nuestras pancartas y expresando lo que este Congreso de LASA nunca iba a dejar expresar, con o sin la presencia de FHC, nuestro NÃO AO GOLPE NO BRASIL. Un saludo fraternal, 9 Pablo Gentili Secretario Ejecutivo de CLACSO Profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, UERJ Ex director de FLACSO Brasil y miembro del Consejo Superior de FLACSO (1) Véase el texto de João Feres Jr. (2016), Fernando Henrique Cardoso: embaixador do golpe no Brasil, que CLACSO ha publicado para distribuir en el XXXIV Congreso de LASA y en sus redes de difusión. Más información y actividades de CLACSO en LASA2016 CLACSO es un red de más de 500 instituciones en 41 países de todo el mundo http://www.clacso.org.ar/contra_el_golpe_brasil/ RECICLAJE INCLUSIVO Y RECICLADORES DE BASE: EL CAMINO DEL FUTURO http://www.unitedexplanations.org/2016/06/07/reciclaje-inclusivo-y-recicladores-de-base-elcamino-delfuturo/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+unitedexplanati ons+%28United+Explanations%29 El conflicto colombiano narrado por las mujeres La película 'Dos mujeres y una vaca' habla del sufrimiento, pero también de la tenacidad de las miles de madres que la guerra hizo más fuertes http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/02/actualidad/1464902193_074478.html Los medios rusos de defensa hipersónica por Valentin Vasilescu 10 El estado mayor ruso ha encontrado el talón de Aquiles de los planes estadounidenses de ataque: los misiles de Estados Unidos no pueden interceptar ningún misil hipersónico en la mesosfera. Así que Rusia ha desarrollado nuevas armas hipersónicas y ha elaborado alrededor de ellas su nueva doctrina de defensa. http://www.voltairenet.org/article192063.html José Manuel Valenzuela Arce es una voz autorizada a la hora de hablar de narcotráfico y crimen organizado en el continente americano. Pide romper con la lógica prohibicionista, sostiene que Argentina está a tiempo de revisar su estrategia contra las drogas y llama a una profunda reflexión sobre víctimas y victimarios → http://bit.ly/1Xrki5v Por Andrés Actis MÉXICO SE PONE DURO CON LAS TORTURAS Y LAS DESAPARICIONES http://www.unitedexplanations.org/2016/06/06/mexico-se-pone-duro-con-las-torturas-y-lasdesapariciones/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+ unitedexplanations+%28United+Explanations%29 Assange: "Google tiene una enorme influencia en la campaña electoral de EE.UU." Según el fundador de WikiLeaks, Google se ha convertido en una "poder tradicional del Estado en EE.UU. https://actualidad.rt.com/actualidad/209564-assange-medios-nsa-presupuesto Máxima precisión: Rusia destruye refinerías de petróleo del Estado Islámico en Siria La Fuerza Aérea rusa reinició el pasado 20 de mayo operaciones destinadas a destruir los intereses petroleros de las distintas organizaciones terroristas que operan en Siria. https://actualidad.rt.com/actualidad/209569-rusia-destruir-refinerias-petroleras-terroristas-siria Putin: "Rusia buscará alternativas al mercado europeo en el caso de que renuncie al gas ruso" Rusia estudia la posibilidad de cooperar con Israel en el sector de la energía en una serie de proyectos, ha agregado el presidente ruso. https://actualidad.rt.com/economia/209587-putin-europa-gas-israel 11 Estulin: "El Gobierno de EE.UU. mueve más droga que los narcos latinoamericanos" Daniel Estulin revela en su última edición del programa 'Desde la sombra' los lazos existentes entre la CIA y el mayor narcotraficante en la historia de EE.UU., que semanas antes de ser asesinado amenazó con delatar a sus superiores. https://actualidad.rt.com/actualidad/view/126799-estulin-eeuu-gobierno-drogas-cia Bloomberg vaticina que los ricos serán aún más ricos El portal financiero estadounidense Bloomberg informa que las fortunas de las personas que poseen 100 millones de dólares o más aumentarán anualmente un 9,5% hasta el año 2020. https://actualidad.rt.com/economia/209727-bloomberg-ricos-seguir-enriquecer Se proyectan 4 mil millones de conexiones a Internet para 2020 El dato surge de la última edición del Visual Networking Index de la empresa Cisco. También se prevé que habrá más de un Smartphone por habitante, que el video será el contenido más importante en el tráfico global y el 4G será la conexión más popular. http://www.infotechnology.com/internet/Se-proyectan-4-mil-millones-de-conexiones-aInternet-para-2020-201606080011.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterInfotechnology&utm_campaign =Infotechnology&utm_content=3&# En este sexenio 8,895 mexicanos entraron a la élite multimillonaria El selecto grupo posee 9 billones 681 mil 426 de pesos, equivalente a 55% del PIB nacional http://www.jornada.unam.mx/2016/06/09/economia/018n1eco La historia del nefasto papel de la CIA en América Latina. https://diario-octubre.com/?p=58003 Crecen alas al oro. https://actualidad.rt.com/economia/209634-nueva-ola-demanda-oro-insospechada El gladiador que ellos esperan. Donald Trump http://www.jornada.unam.mx/2016/06/08/mundo/022n2mun 12 Queridos amigos del CAEG: les compartimos una nueva participación periodística de Martín Paolucci, integrante de nuestro centro. Esta vez analiza en una nota de opinión las opciones que se enfrentan en la Segunda Vuelta de las elecciones presidenciales del Perú. http://www.laizquierdadiario.com/Balotaje-en-Peru-Dos-caras-de-un-mismo-modelo Conservadores aves de rapiña en lucha http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301224-2016-06-08.html Una nota de alto y reflexión. http://www.lahaine.org/mundo.php/latinoamerica-la-misma-tormenta-distintos EE.UU. rechaza apelación de Ecuador contra el fallo que favorece a la petrolera Chevron La disputa se centra en siete contratos entre Texaco Petroleum Inc. y Ecuador entre 1991 y 1993. Chevron compró Texaco en 2001. https://actualidad.rt.com/actualidad/209470-eeuu-apelacion-ecuador-chevron Chomsky explica por qué es "un grave error" elegir a Trump presidente de EE.UU. El reconocido intelectual estadounidense ha advertido de que el electorado de Trump es "un peligroso caldo de cultivo". https://actualidad.rt.com/actualidad/209679-chomsky-elegir-trump-error En la hora gloriosa de Clinton, el racismo de Trump alarma a la derecha El candidato republicano adopta un tono más contenido tras una semana de asaltos verbales contra un juez por su origen mexicano http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/estados_unidos/1465352639_808381.h tml Consulta las carreras con más empleo y mejor pagadas de México Encuentra en este especial la titulación que más te conviene Otros http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/31/mexico/1464709519_270183.html 13 Los Zetas convirtieron una cárcel en un campo de secuestro y exterminio El narco arrastraba a sus víctimas a la prisión de Piedras Negras (Coahuila) para hacerlas desaparecer. Hubo 150 asesinatos y ahora se ha detenido a 5 sospechosos http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/mexico/1465357276_063743.html El poder electoral valida más de un millón de firmas para el revocatorio contra Maduro El autoridad electoral acepta 1,3 millones de firmas de las 1,8 millones que presentó la Mesa de la Unidad Democrática. Se trata del primer paso para destituir a Maduro http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/actualidad/1465342308_836966.html Perdió el PRI cuatro de sus bastiones históricos http://www.jornada.unam.mx/2016/06/07/politica/003n1pol Escalada estadounidense contra China por Manlio Dinucci Escalada estadounidense contra China ROMA (ITALIA) | 1RO DE JUNIO DE 2016 «La revolución científica que condujo a la desintegración del átomo exige también una revolución moral.» Con esta frase histórica –proveniente de los ordenadores de los speech-writer de la Casa Blanca– culminó Obama su viaje a Asia, donde proclamó, desde Hiroshima, la voluntad de «trazar una vía que conduzca a la destrucción de los arsenales nucleares». Pero la Federación de Científicos Estadounidense desmiente esa voluntad, demostrando que la administración Obama redujo el número de ojivas nucleares http://www.voltairenet.org/article192077.html ¿Rector?...más bien vocero del ayer. http://www.proceso.com.mx/443206/arremete-rector-del-itam-contra-morena-es-un-riesgo-parael-pais-asegura Colombia ocupó el lugar 147 entre 163 naciones. Impacto en el mundo fue de US$137 billones en la última década, según el Índice Global de Paz. http://www.elheraldo.co/economia/perdidas-por-la-violencia-equivalen-30-del-pib-265385 Alejandro Gándara: “Hoy vivimos en una edad infantil” Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna https://lecturassumergidas.com/2014/02/23/alejandro-gandara-en-occidente-vivimos-en-unaedad-infantil_/ 14 Por Emma Rodríguez © 2014 / “Nos preguntamos para qué sirve conocer. ¿Y quiénes somos nosotros, los que se preguntan? Nosotros somos los que van a morir. Los que van a morir en un universo que permanecerá cuando nos hayamos ido y que nunca entenderemos del todo. De modo que hay una respuesta: el conocimiento sirve para aprender a morir y el conocimiento sirve para distinguir lo que podemos llegar a saber de aquello que no sabremos nunca. Lo primero nos quita miedo. Lo se gundo ahorra dolor”. Lo escribe Alejandro Gándara. Lo dice el protagonista de “Las puertas de la noche” (Alfaguara), su última novela. Un viaje en busca de respuestas al sentido de la vida. Un trayecto en el que se escuchan las sabias palabras de los filósofos clásicos y del que es imposible salir indemne. Igual que el protagonista se transforma y crece en el camino, el lector que toma el tren de esta historia nada convencional, mezcla de biografía, de pensamiento, de relato indagador, percibe que ciertos resortes de su conciencia dormida empiezan a desperezarse, que ciertos interrogantes guardados en el pozo profundo comienzan a emerger. Acercarse a esta entrega es como devolver al primer plano los asuntos esenciales y olvidarse de lo banal por un tiempo. Gándara (Santander, 1957) ha llegado hasta aquí después de un largo trecho vital y profesional; recordemos títulos suyos como “La media distancia” o “Últimas noticias de nuestro mundo”. Espoleado por su propia vida, por sus circunstancias, este hombre que compagina actualmente la escritura con su labor docente en la innovadora Escuela Contemporánea de Humanidades (ECH), de la que es fundador y director, ha construido una obra que parte de la experiencia, del estudio, de la observación y de la mirada atrás, a la cultura, al pensamiento, para encontrar sentido al loco presente en el que vivimos. Mientras iba avanzando en la lectura no podía dejar de pensar que sin haber atravesado edades, miedos, vicisitudes, hubiera sido imposible afrontar de un modo tan valiente una obra sobre lo que nos duele; que hay que sentirse muy seguro como escritor, muy libre, para concebir en esta época de frivolidad, números y mercados, una novela que habla de esos temas incómodos que esta sociedad quiere rehuir: la muerte, la pérdida, el duelo, la ruptura. Y, sin embargo, me atrevo a decir que quien descubra este libro, un libro que a mí me ha devuelto en susurros algunas de las argumentaciones del emperador Adriano de Marguerite Yourcenar, no podrá dejar de agradecerlo, de disfrutarlo como un regalo, de transmitir a otros el placer, la necesidad de su lectura. Sin haber atravesado edades, miedos, vicisitudes, hubiera sido imposible afrontar de un modo tan valiente una obra sobre lo que nos duele; que hay que sentirse muy seguro como escritor, muy libre, para concebir en esta época de frivolidad, números y mercados, una novela que habla de esos temas incómodos que esta sociedad quiere rehuir: la muerte, la pérdida, el duelo, la ruptura. – Estamos ante una obra que ayuda a ver el recorrido de la vida de otra manera, con lucidez en toda su dureza, a través de los hallazgos de tantos filósofos que no dejaron de hacerse preguntas, de bucear en su misterio. – Bueno, eso es lo que pretendía. Podría decir que se trata de una investigación sobre la actitud ante la existencia de un grupo de personajes, una investigación que recurre a todo el pensamiento que necesitamos, a toda la historia de la filosofía que nos ha traído hasta aquí y que nos ayuda a comprender. Yo quería contar historias, pero también quería encontrar la manera de introducir dentro del libro ese pensamiento que es la fuente de nuestra forma de vivir. – El tiempo es un tema esencial en la novela. La vida es un camino, un viaje. Es crecimiento y aprendizaje. Me imagino que esta novela también es consecuencia de tu tiempo, de tu tiempo privado, íntimo, biográfico. Sin el camino que has recorrido hasta ahora no creo que hubieras podido escribir este libro. – No. Habría sido imposible. La tradición filosófica antigua, tanto la oriental como la occidental, habla del hombre como alguien que emprende un camino. En esa tradición del camino tal vez el exponente más antiguo, más exótico, sea Confucio, pero están también Sócrates o Parménides. 15 Podemos decir que esta vida es un deseo en tránsito hacia otra cosa y desde ese punto de vista su propia estructura es la de la búsqueda, no en el sentido de la consecución de logros, de las metas, sino realmente en el de la búsqueda propiamente dicha, esa búsqueda que no acaba nunca. Se supone que nuestra felicidad, que nuestro placer, se encuentra precisamente ahí, en ese trayecto que no termina. De hecho los deseos que concluyen, que finalizan, son muy insatisfactorios para todos. Necesitamos deseos que nos puedan construir a lo largo del tiempo y a lo largo de la vida. – ¿En qué momento, en qué tiempo está ahora mismo Alejandro Gándara, como persona y como escritor? ¿Qué es lo que se plantea ahora que no se planteaba antes? – Es difícil de determinar, pero sí te puedo decir que yo he ido, de alguna manera, retirándome de los mundos grandes, demasiado exteriores, y recogiéndome en los mundos pequeños, que son básicamente los de los amigos, la familia, la Escuela… No ha sido una retirada, un apartamiento buscado. Simplemente ha sucedido que he acabado encontrando esos espacios donde me siento mejor, donde más disfruto. Si soy sincero también debo decir que esos otros mundos ahora mismo ofrecen pocas satisfacciones, me parecen bastante idiotas. El ámbito cultural es un ámbito de carreras, igual que cualquier otro, y lo cierto es que tampoco se encuentra a la gente más inteligente entre los escritores, o por lo menos yo no la he encontrado. Me di cuenta de que ese territorio al que yo pertenecía tenía que ver con aspectos muy superficiales de la propia vida, y a medida que fui descubriendo otros; en los que no había crecido, de los que conocía muy poco, me fueron interesando más y me fui quedando en ellos. Ahora yo no me veo pensando en una carrera literaria o en cuántos ejemplares puedo vender de mis libros. Todo eso me da igual. Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna – Pero esa actitud también te da libertad a la hora de afrontar el proceso creativo. “Las puertas de la noche” es una novela a contracorriente, incómoda en cierta manera. Está claro que no pensabas en las ventas cuando te pusiste con ella. Da la impresión de que es fruto de un proceso vital, que has hecho lo que te apetecía, lo que necesitabas hacer. Esto me lleva a plantearte la siguiente pregunta. ¿Crees que actualmente, en el complicado, confuso tramo, que atravesamos, tiene sentido que el escritor se dedique a contar historias exóticas, lejanas a sí mismo, o si realmente la gran aventura está en el interior, en el despliegue de las dudas, de las búsquedas personales? – En estos momentos yo creo que la ficción pura, seguir contando esas historias de personajes con sus intrigas, sus penas, sus amores y desengaños, no tiene mucho sentido. Este es un momento en el cual hay que ponerse otra vez frente al mundo y volver a explicarlo, volver a contar dónde nos encontramos y qué es lo que estamos haciendo aquí. Esa es la literatura que a mí realmente me interesa. Por eso me gusta tanto John Berger, por ejemplo. Me gustan esos escritores que se ponen frente a la realidad y dicen: “hay que volver a empezar”. En ese sentido la literatura convencional resulta muy superficial. Independientemente de que esté mejor o peor escrita, de que sea más o menos interesante, se está convirtiendo en literatura de evasión más que en literatura de colisión con la realidad. Y a mí particularmente ya me aburre mucho. “En estos momentos yo creo que la ficción pura, seguir contando esas historias de personajes con sus intrigas, sus penas, sus amores y desengaños, no tiene mucho sentido. Este es un momento en el cual hay que ponerse otra vez frente al mundo y volver a explicarlo, volver a contar dónde nos encontramos y qué es lo que estamos haciendo aquí. Esa es la literatura que a mí realmente me interesa. Por eso me gusta tanto John Berger”. – Hablábamos del tiempo. Y me parece interesante seguir por ahí. ¿Cómo se ha modificado el concepto de tiempo a lo largo de la historia? En la novela se cuentan muchas cosas que han acaecido desde la aparición de los relojes. – Bueno, relojes ha habido siempre: de distintos materiales y con distintas funciones, pero no se habían utilizado prácticamente hasta el Renacimiento. Hay un paralelismo entre el nacimiento del 16 yo y el nacimiento del tiempo medible y eso es porque hubo un momento en el que el yo empezó a percibir que perdía el tiempo, que el tiempo se iba de su vida. Y al no tener ninguna correspondencia con el universo, con algo que no fuera él mismo, el yo y el tiempo empezaron a jugar a la vez. De ahí esa sensación que tenemos de que somos mortales, de que perdemos el tiempo, de que el tiempo se nos va, de que el tiempo avanza… Por eso llevar un reloj es una forma de controlarlo, de mirarlo, de saber cuando lo pierdes y cuando lo ganas. Es la historia del yo y la historia del reloj. – Cada tiempo construye su propio diccionario y palabras como agobio, prisa, urgencia, estrés, son palabras muy contemporáneas. Ahora vivimos tiranizados por el tiempo, el tiempo es un gran dictador. – Sin duda. Pero es que realmente no tenemos tiempo para nada. Resulta asombroso la cantidad de tiempo que dedicamos a la supervivencia, y me refiero a la supervivencia no sólo en lo que respecta al trabajo. La supervivencia es también lo que hay que hacer para poder trabajar; las relaciones personales que se deben entablar porque sirven para poder funcionar en la sociedad. A eso dedicamos tal cantidad de tiempo que luego nos falta para estar a solas, para no hacer nada. El individuo de esta época es un individuo muy laboral. Siempre está ocupado, siempre está haciendo algo. No hay manera de que se disuelva un poco en el mismo tiempo y en la propia vida. – Y eso lleva a la insatisfacción de no disfrutar verdaderamente los momentos que se están viviendo. Siempre estamos con el apremio de lo que viene después, de lo que queda por hacer. – Bueno. Es que el sistema de vida nos ha llevado a un punto en el que también cuesta mucho conseguir el disfrute. Aunque se tenga tiempo, aunque se tengan los medios necesarios, la actitud de la conciencia respecto a eso es muy reacia a dejarse llevar por el simple placer, por el simple estar, detenerse, en un sitio. – Por otra parte, estamos en un momento de retroceso en todos los sentidos. Hubo una época en la que parecía que el ocio iba ganando terreno, que íbamos hacia ahí, a robar tiempo para el disfrute. Pero ahora, en un momento en el que tenemos que luchar por sobrevivir: por el trabajo, por el alimento, por la casa, ese concepto se está vaciando de sentido. – Sí, es cierto. Hay una vuelta atrás. El tiempo está cada vez más ocupado en cubrir las necesidades básicas, pero lo llamativo es que también estaba muy ocupado cuando las cosas iban bien. Porque entonces ocupar el tiempo significaba riqueza, significaba ganar cosas materiales. En los 80 y 90 la gente estaba también muy ocupada. Ahora, por lo menos, estamos ocupados por necesidad, no por nuestra propia incompetencia. – ¿Vivimos más en lo efímero, en lo resbaladizo, que los hombres y mujeres de otros períodos históricos? – Sí, absolutamente. Nosotros tenemos una forma de existir en el tiempo que nos vuelve mortales a cada instante. Somos incapaces de posarnos en un momento, en una época, en un espacio. Nos cuesta mucho mantener la atención, somos cada vez más impulsivos, menos concentrados. Nos disipamos fácilmente, igual que se disipa nuestra propia vida. Es decir, no tenemos contacto real, contacto profundo, con las cosas. – Y, sin embargo, frente a eso, cada vez hay más gente que está sintiendo la necesidad de recuperar una cierta lentitud y de volver al pensamiento, a la reflexión. – Sí. Eso está claro. Pero creo ésas no van a ser las líneas mayores de la Historia. La mayor parte del sistema, de la población absorbida por el sistema, tiene una tendencia muy clara que para nada va en esa dirección. Lo que sí habrá es cada vez más grupos o espacios que resistan ese tipo de vida 17 que se nos propone como única, porque es un tipo de vida difícilmente tolerable, muy frustrante todo el tiempo, muy adaptada al fracaso. Ante esto, es lógico que cada vez haya más bolsas de personas que traten de rehuir la estructura, el orden establecido. Nosotros tenemos una forma de existir en el tiempo que nos vuelve mortales a cada instante. Somos incapaces de posarnos en un momento, en una época, en un espacio. Nos cuesta mucho mantener la atención, somos cada vez más impulsivos, menos concentrados. Nos disipamos fácilmente, igual que se disipa nuestra propia vida. Es decir, no tenemos contacto real, contacto profundo, con las cosas. – Hablas de espacios de resistencia, de grupos pequeños. – Sí. Creo que ya no se va a volver a producir una revolución a gran escala o un cambio de vida dictado por una mayoría. Pienso que eso no va a pasar nunca. Es más: el sistema ha demostrado que puede destruirse y arruinarse y seguir empeñado en los mismos principios que lo llevaron a la ruina y a la destrucción. Eso quiere decir que no podemos confiar en los grandes números ni en las grandes mayorías. Hay que irse a la resistencia, ocupar espacios y no dejar que en esos espacios se filtre la ideología que nos envuelve. – Y precisamente por todo esto que estamos hablando, porque no tenemos tiempo, preferimos dar la espalda a la muerte. Preferimos no hablar sobre ella, no reflexionar. Vemos la muerte de los demás, como se indica en la novela, como algo que sucede fuera de nosotros, como un hecho ajeno, como un espectáculo que dura lo que dura. Son los demás los que se enferman, los que mueren. No nos preparamos para la muerte y cuando llega nos coge por sorpresa, la vivimos como algo antinatural. – La vivimos como un fracaso, sí. Es como si nos dijéramos: “me voy a morir, ¿qué habré hecho mal?”. En el fondo nadie piensa que se vaya a morir. Piensa que se mueren los demás y que su caso va a ser especial. Aunque racionalmente se sabe que la muerte acabará llegando, emocionalmente no se concibe esa idea porque básicamente no se entiende la nada. Para nosotros la muerte está asociada a la nada, no se conecta con el ciclo natural ni con el sentido que tiene la propia vida. Si no nos muriéramos no tendría mucho sentido levantarse por las mañanas. ¿Para qué íbamos a hacer algo? Todos nuestros afectos, lo mejor de nosotros surge precisamente porque somos mortales. Si nos arrancan la mortalidad, sería la abulia total, la indiferencia y probablemente el suicidio. Pero no podemos afrontar en absoluto que no haya ninguna relación entre nosotros y alguna especie de eternidad. De ahí el pánico y la sensación de abismo. Occidente ha decidido vivir así. Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna Para nosotros la muerte está asociada a la nada, no se conecta con el ciclo natural ni con el sentido que tiene la propia vida. Si no nos muriéramos no tendría mucho sentido levantarse por las mañanas. ¿Para qué íbamos a hacer algo? Todos nuestros afectos, lo mejor de nosotros surge precisamente porque somos mortales. Si nos arrancan la mortalidad, sería la abulia total, la indiferencia y probablemente el suicidio. – “Las puertas de la noche” habla de temas que la sociedad esquiva porque le aterran. No somos conscientes de algo tan simple como que para superar el miedo hay que atravesarlo. En la novela hay muchas imágenes, muchas ideas consoladoras. Nos hace pensar en el hilo de continuidad, en que los que se van, los que se vuelven al origen, viven en nosotros, nos conforman. No seríamos lo que somos sin ellos. – Bueno, es que ellos son nosotros. No hay ninguna diferencia. Verlo así conduce a otra visión de la vida y procura un consuelo que nos permite proseguir con menos miedo. Y es que esa actitud que tenemos ante el dolor y la muerte hace que vivamos en un estado de pánico permanente. Estos temas deberían llegar a las escuelas. Me parece muy importante. Menos conocimiento del medio y menos informática y más saber cómo nos enfrentamos a la muerte y cómo nos enfrentamos al 18 dolor. Ahí sí que hay disciplinas éticas fundamentales y no las tonterías que se enseñan en los colegios. – Una y otra vez en el libro se aboga por ir a los maestros antiguos, porque ellos se dedicaban a pensar en lo esencial y ellos dieron origen a todas las disciplinas que estudiamos, pero desconectados de su punto de partida, por decirlo de algún modo. – Sócrates dijo aquello de que filosofar es aprender a morir y desde ahí, desde ese pensamiento, que es un pensamiento impulsor, vienen todas las disciplinas: las matemáticas, que son pitagóricas, la filosofía más abstracta, la Historia, la poesía, la tragedia; incluso la alimentación. Nosotros seguimos tomando prácticamente los mismos alimentos que tomaban en el Paleolítico. Somos herederos en todo de algo mucho más antiguo que incluso nuestra memoria. Hemos avanzado mucho en el mundo material y tecnológico, en lo que es la ciencia aplicada, pero no en las actitudes ante la vida y en la forma de construir los propios sentimientos ante lo que nos rodea. Ahí todo lo contrario, hemos retrocedido, somos como niños. Vivimos todos en una edad infantil. Propiamente hablando nadie ha pasado al mundo adulto en las sociedades occidentales. Como Joaquín Sabina, seremos roqueros más allá de muerte, pero esto no tiene ningún sentido. – Hay una idea clave en la novela. Hasta que no se conoce la muerte, hasta que no se pierde a alguien cercano, no se puede crecer. – Claro, la muerte es lo que tiene que acompañarnos en las decisiones. La edad adulta consiste precisamente en poder convivir con la muerte y esta convivencia no solamente afecta a la aceptación de lo que ha de sucedernos, sino también a la manera en que nos dejamos guiar por ella en nuestras decisiones. Todo lo que decidimos tiene que ver con nuestra mortalidad. Amamos y somos mortales y eso lo tenemos metido en el fondo de nuestra vida precisamente para que las decisiones que tomemos y la forma en que proyectemos nuestra existencia tenga algún sentido. Por ejemplo, no tiene sentido dedicar toda la vida a trabajar si somos mortales y, sin embargo, gran parte de la gente dedica toda su vida al trabajo como si fuese inmortal. ¿Y después qué? Pues después, simplemente, se desvanece en el tiempo. Hay muchísimas decisiones que tomar: si somos infelices, si estamos sufriendo, debemos cambiar, debemos romper, porque no somos inmortales. Necesitamos la felicidad, necesitamos el placer; por tanto necesitamos la ruptura. Viéndolo así muchas de las tragedias que nos destruyen quedarían simplemente reducidas a dolores de la vida que son naturales, no desgarradores. La edad adulta consiste precisamente en poder convivir con la muerte y esta convivencia no solamente afecta a la aceptación de lo que ha de sucedernos, sino también a la manera en que nos dejamos guiar por ella en nuestras decisiones. Todo lo que decidimos tiene que ver con nuestra mortalidad. Amamos y somos mortales y eso lo tenemos metido en el fondo de nuestra vida precisamente para que las decisiones que tomemos y la forma en que proyectemos nuestra existencia tenga algún sentido – Antes comentábamos que esta novela tiene que ver con tu proceso vital, con tu biografía. Me imagino que la necesidad de escribirla parte de experiencias vividas, de muertes cercanas. – Sí. Ha habido muertes de amigos sucedidas en un corto espacio de tiempo. A mi edad está claro que la muerte empieza a rondar de una forma más frecuente y puntual, que se presenta a través de la desaparición de los seres queridos. En esas muertes la gente también te enseña cosas. Los que se van nos dan de algún modo una última lección. A veces es una buena lección y otras resulta miserable. En la novela se contraponen dos maneras totalmente opuestas de morir. Quería que tuvieran algún sentido para el lector, que éste viera hasta qué punto produce dolor la mala muerte de alguien en todos los que le rodean. Morir mal es enseñar a los demás el pánico. – Pero también sucede lo contrario. Se puede convertir en una despedida enriquecedora para los demás. Sucede así en el caso del amigo médico. Es consciente de querer cerrar bien el capítulo de 19 su vida. Afronta su despedida incluso dando consejos a los que se quedan, a esos en los que él seguirá siendo. – Sin duda. Una buena muerte es una muerte que enseña, una muerte en la que creces. – El proceso de la escritura es otro de los temas importantes de la novela y también la educación, la urgencia de cambiar sus bases, sus pilares. ¿A qué educación debemos aspirar? – Yo creo que la educación debe aspirar a solventar cuanto antes dos aspectos cruciales: la relación del individuo con su propia mortalidad y la relación del individuo con los demás. De ahí deben salir todas las materias y esas materias incluyen las disciplinas clásicas: el poder pensar, el pensar con los otros, el discutir con los otros, y, desde luego, la huida de cualquier especie de dogmatismo, empezando por el dogmatismo del libro escolar. La mayor parte de los libros escolares son auténticas enciclopedias de dogmatismos, visiones unilaterales y tonterías filosóficas. Hay que enseñar otra cosa totalmente distinta, que es estar con los otros hablando, discutiendo, y a que la verdad surja o sea producida por el encuentro de los diálogos entre la gente. Ese es el cambio fundamental. Habría que dejarse de tantas disciplinas académicas eruditas y memorísticas y ponerse a mover la cabeza de la gente a toda velocidad. La educación debe aspirar a solventar cuanto antes dos aspectos cruciales: la relación del individuo con su propia mortalidad y la relación del individuo con los demás. De ahí deben salir todas las materias y esas materias incluyen las disciplinas clásicas: el poder pensar, el pensar con los otros, el discutir con los otros, y, desde luego, la huida de cualquier especie de dogmatismo, empezando por el dogmatismo del libro escolar. – Dicho de otra manera: enseñar a pensar. ¿No te parece que uno de los grandes problemas de esta sociedad es que no se ejercita el pensamiento propio? ¿No es precisamente por esto que resulta tan fácil engañar, confundir? – Sí. El hábito del pensamiento se puede perder y cuando se pierde es cuando uno se deja llevar por el pensamiento de otros. Eso es lo peligroso. Pero no es que la gente se sienta engañada, es que ni siquiera hay nadie a quien engañar. Que en este país tantas personas puedan volver a votar al PP y al PSOE en las próximas elecciones es, después de todo lo que está pasando, algo escalofriante. Eso quiere decir que hay quince millones de personas, de votantes, que son inmunes completamente a la realidad. Eso es lo que han creado, con indudable éxito, las sociedades occidentales: masas compactas de inmunes a cualquier tipo de pensamiento y de realidad. Tú los empobreces, te ríes de ellos, los estafas, y, a pesar de todo, te siguen votando. Eso es ya una impermeabilización total frente al mundo. – Pero lo único que se puede hacer ante esto es enseñar a pensar a las nuevas generaciones. ¿Es eso lo que os proponéis en la Escuela Contemporánea de Humanidades? – Sí. Pero nuestro alcance es muy pequeño. Eso hay que extenderlo a otros espacios de resistencia, como decía antes. No queda otra. Las propias instituciones son impermeables. Son agresivas incluso en su defensa de esta vida miserable que tratan de imponer tanto en lo espiritual como en lo material. El hábito del pensamiento se puede perder y cuando se pierde es cuando uno se deja llevar por el pensamiento de otros. Eso es lo peligroso. Pero no es que la gente se sienta engañada, es que ni siquiera hay nadie a quien engañar. Que en este país tantas personas puedan volver a votar al PP y al PSOE en las próximas elecciones es, después de todo lo que está pasando, algo escalofriante. Eso quiere decir que hay quince millones de personas, de votantes, que son inmunes completamente a la realidad – Qué maravilloso, qué utópico, sería crear sociedades de ciudadanos filósofos. ¿no? 20 – Sí. De hecho las primeras democracias se basaban en el principio de que cada ciudadano sabía defender sus derechos mejor que nadie. Eso es lo que se ha hundido, lo que se ha quebrado completamente. Los ciudadanos de hoy no saben proteger sus derechos. La gente no sabe lo que quiere, ni lo que desea, ni cómo defenderse. Y el resultado son estas democracias que apenas son plebiscitos. – ¿No ves nada esperanzador en el momento actual? ¿No eres optimista ante el renacer de la movilización, de la participación ciudadana, ante la capacidad de Internet, de las redes sociales, de manejar otras informaciones, otras verdades y alternativas? – A ver: a nivel global no soy nada optimista, todo lo contrario. Pero sí es verdad que esos espacios de resistencia se van a ir multiplicando, como te decía antes. Lo que sucede es que si son muy beligerantes con el medio, ellos mismos se van a radicalizar, se van a convertir en espacios de reacción más que en espacios de creación. Y de lo que se trata es de levantar espacios de creación. Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna – ¿Hasta qué punto hay que recuperar la Academia de Aristóteles, el Jardín de Epicuro? ¿Hasta qué punto la ECH intenta ser un poco eso? – La ECH es un espacio de diálogo sobre nuestros antecesores. Es un espacio para compararnos a nosotros mismos con la Biblia, con la filosofía griega, con el pensamiento medieval, con el pensamiento oriental. Es lo que ponemos en juego: una discusión, un debate. Básicamente se trata de eso, pero cuando ese diálogo, ese debate, se realiza con cierto compromiso uno sale transformado, muy enriquecido respecto a sus propias opciones vitales, respecto a las decisiones que ha de tomar frente a los dilemas numerosos que se plantean en la vida. – “Las puertas de la noche” participa mucho de ese espíritu. – Sí. Sin la experiencia en la Escuela la novela habría sido impensable. Se trata de una obra muy sintética, pero detrás hay muchos años de trabajo con un seminario en particular acerca de los más diversos asuntos relacionados con la muerte y con el pensamiento. Todos los que han participado en ese seminario me han ayudado mucho y al final del libro les muestro mi agradecimiento. La Escuela Contemporánea de Humanidades es un espacio de diálogo sobre nuestros antecesores. Es un espacio para compararnos a nosotros mismos con la Biblia, con la filosofía griega, con el pensamiento medieval, con el pensamiento oriental. Y cuando ese diálogo, ese debate, se realiza con cierto compromiso uno sale transformado, muy enriquecido respecto a sus propias opciones vitales – Me ha llamado mucho la atención en la novela la excursión que narras con los alumnos adolescentes a un cementerio para leer los mensajes de las lápidas. ¿Es una práctica habitual? – Sí. Las actividades de la escuela se estructuran para que no todo suceda dentro de las aulas. Hay excursiones, viajes, salidas al teatro o a ver exposiciones. En esa visita al cementerio pretendemos que entren en contacto con lo que significa la muerte y con lo que es el lenguaje de la muerte. Es algo que funciona muy bien, igual que acudir al mercado para que se den cuenta de cómo funciona realmente. El otro día me llevé a los más pequeños, a los “junior”, a un mercado y comprobé que todos pensaban que se trataba de un espacio donde se compran y se venden cosas, que no se habían planteado que allí también se trafica con información. Se trataba de que vieran cómo los vecinos del barrio hablaban unos con otros, cómo intercambiaban pareceres. Ese fue el origen del mercado. – Seguimos con la muerte, con el dolor. La novela está llena de referencias, de sugerencias al respecto. Citas un libro estremecedor de Joan Didion, “El año del pensamiento mágico”, donde la 21 escritora, ante una experiencia personal muy dolorosa, indaga en las maneras de prepararse para el dolor. ¿Cuándo terminaste de escribir tu novela encontraste alguna respuesta? – No. El dolor no puede anticiparse, no hay forma de prepararse para él porque hagamos lo que hagamos va a doler lo mismo. Es nuestra cabeza la que puede prepararse para reaccionar de una manera o de otra cuando entremos en contacto con realidades extremas; pero nadie nos va a preparar para eso, ni mucho menos ideas abstractas del tipo: “todo muere” o “la tierra desaparecerá algún día”. Todo eso no nos consolará en absoluto. Lo que sí tenemos que prepararnos es para otra cosa completamente distinta: para prestar atención a todos nuestros tránsitos, a todas nuestras modificaciones, separaciones, rupturas con las cosas. Es un trabajo casi diario, una actitud ante la vida, lo que nos puede ayudar. Pero nunca buscar salidas en ideas abstractas acerca de algo que en el momento en que suceda siempre nos va a pillar desnudos. – Hablábamos de la incapacidad de vivir el presente, los placeres del presente. El Libro del Eclesiastés apostaba por ellos frente a la idea de los griegos de cultivar lo duradero en el tiempo. Es otro interesante capítulo en la novela. – Sí. Es una contraposición interesante. Los griegos lo que hacen es trasplantar a su vida las funciones del universo. “Si lo que es propio al universo es hacer eternidad, durar, nosotros tenemos que hacer aquí cosas que duren”, se decían. Y se afanaban en ello, por ejemplo en el arte, el pensamiento, la polis. Ellos se consolaban cumpliendo con aquello que les parecía que reflejaba la eternidad del universo, mientras que El Eclesiastés en concreto; no toda la Biblia, no todo el Antiguo Testamento, insiste mucho en que hay que olvidar la cuenta de los días, hay que olvidar el tiempo cultivando los placeres. El problema que tiene eso es que en algún momento los placeres cesan, que el dolor estará presente incluso con el placer, aún más si cabe. Son dos visiones contrapuestas que definen dos tipos psicológicos y que dicen mucho de nuestras distintas maneras de ser. A veces somos completamente Eclesiastés y otras actuamos como griegos. Nuestro corazón está muy dividido. Somos una mezcla muy extraña de hebreos y de griegos. El dolor no puede anticiparse, no hay forma de prepararse para él porque hagamos lo que hagamos va doler lo mismo. Es nuestra cabeza la que puede prepararse para reaccionar de una manera o de otra cuando entremos en contacto con realidades extremas; pero nadie nos va a preparar para eso, ni mucho menos ideas abstractas del tipo: “todo muere” o “la tierra desaparecerá algún día”. – Antes hablábamos de enseñar a pensar. ¿Y la sensibilidad? ¿Es posible educarla? La cultura es una fuente esencial de conocimiento y un instrumento que nos enseña a mirar, a vivir mejor. – Por supuesto que es posible y que hay que educar la sensibilidad, de lo contrario seríamos como niños. Hay que educarla de manera que sea útil para poder mirar todas las cosas y, por supuesto, las que atañen a la creación humana, no solamente la creación artística, sino también la política o económica. Esa sensibilidad tiene que ser capaz de juzgarlo todo. Una persona culta es una persona que ante cualquier realidad es capaz de emitir un juicio más o menos riguroso. Y, por otro lado, contamos con un regalo casi inagotable que es el inmenso caudal de literatura que tenemos ante nosotros. Todo lo necesario para poder emprender una tarea de búsqueda de nuestra propia conciencia y de nuestra identidad está a nuestro alcance. Me parece penoso que las universidades, por ejemplo, no lean las fuentes, que acudan siempre a monografías, a interpretaciones. Eso me parece que forma parte de la estafa general de la educación. – ¿En qué medida gran parte de los problemas actuales tienen que ver con la falta de sensibilidad, con la incultura de aquellos que nos gobiernan? – Lo afirmo. Absolutamente de acuerdo. Pero yo matizaría que esa incultura, esa falta de sensibilidad, es propia de los que nos gobiernan y también de aquellos que apoyan a los que nos gobiernan. En realidad no hay ninguna diferencia entre los gobernantes y los gobernados en 22 términos cuantitativos. Son los mismos. Lo que pasa es que las personas que nos sentimos al margen de esa estulticia general pensamos que quizás las cosas podrían ser de otra manera. Pero es complicado. Se trata de unos gobernados que eligen a sus gobernantes y que los eligen coherentemente. Es así. Las democracias se apoyan en el dominio de las mayorías. – También es verdad que ha habido gobernantes cultos que se han convertido en grandes dictadores. Parece que el conocimiento no siempre nos libra de la barbarie. – Eso es lo que pasó con la Alemania de Hitler, que aparentemente era un país muy culto. Pero era muy culto en esas disciplinas académicas y dogmáticas que, por supuesto, acaban produciendo dogmatismos. Una persona culta no es una persona que sabe muchas cosas, sino que es una persona que sabe emitir un juicio ante realidades cambiantes. Hay gente que sabe muchos idiomas, como las azafatas. No le veo yo mucho mérito al asunto. Hay gente que es especialista en arte o en otros ámbitos del saber, pero eso no es la cultura. La cultura consiste en empatizar con los otros, en poder estar y dialogar con los otros. Y eso un dictador lo conculca automáticamente. En este sentido Hitler no era culto y la verdad es que no ha habido muchos gobernantes con ese perfil. Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna – ¿Qué tienes que decirme de la estructura de la novela? ¿Hay una vuelta a lo experimental?. Se da cabida a muchas cosas, se abre a distintos géneros: es como un diario, hay lecciones de filosofía muy interesantes dentro, hay cuentos… El argumento apenas existe. Simplemente un hombre llegado a una cierta edad se plantea buscar respuestas ante la muerte, ante el sentido de la vida. – Bueno, es que la mente funciona así. Cuando nosotros nos hacemos una pregunta de cualquier tipo, sobre todo en lo que respecta a nuestra vida, acudimos a todos los lenguajes que tenemos a nuestro alcance. A veces nos contamos cuentos; a veces nos arrullamos como si fuéramos bebés; a veces leemos libros de filosofía y otras nos fijamos en lo que le pasa a la gente. En ese sentido más que una estructura experimental yo hablaría de una estructura del pensamiento, de nuestro pensamiento, que acude a todo aquello que le parece que puede ayudarle en el proceso de investigación de una realidad concreta. Eso fue lo que me propuse, pero para que eso saliera bien tenía que haber una armonía. Alcanzar esa armonía fue lo que más tiempo me llevó: situar los espacios que ocupan cada una de esas cosas, determinar en qué momento uno se pone a pensar filosóficamente y en qué momento la experiencia directa le influye más. Había que medir y pesar todas esas cosas. Y después conseguir que fuera efectivamente un proceso en el que se viese que el personaje central crecía, aprendía. Le van pasando cosas muy sutiles hasta que al final nos damos cuenta de que ha aprendido, de que ha aprendido algo. Aunque no sepamos muy bien qué, sabemos que se ha ido a otra parte, que ya no es el de los primeros capítulos. – El aprendizaje de la importancia del nosotros es esencial en ese proceso; el abrirse a los otros afectiva, emocionalmente, comprendiendo los zarpazos de la vida, las heridas de la infancia. – Sí, por supuesto. Y está también el nacimiento de la hija, un capítulo muy difícil de colocar porque a partir de ahí, de ese momento, ya no hay marcha atrás para el personaje. Es el capítulo que muestra que va a seguir avanzando. No es que haya descubierto gran cosa, pero ya sabe que no va a retroceder. – ¿Hasta qué punto el haber sido padre de nuevo, ya mayor, a una edad en la que no es lo habitual, con otros hijos en proceso de buscarse la vida, ha influido en todo esto, ha impulsado esta novela? – Es evidente que eso me ha llevado a plantearme muchas cosas que están en la novela. Primero, la superación del miedo ante el hecho de que vas a tener hijos a los que probablemente no vas a ver crecer, a los que con toda seguridad no verás tener su propia descendencia. Te tienes que enfrentar a eso. Y después la preocupación porque eso no se convierta en un problema antes de 23 tiempo, la preocupación por cuidarte, por tratar de durar por lo menos hasta verles un poco creciditos. La superación de esos temores está ahí y también el convencimiento de que se trata de una apuesta por la vida. Si no tienes hijos porque tienes miedo entonces ya estás muerto, ya estás produciendo tu propia muerte. Este momento de cruce de caminos, en el que tienes que optar o bien por el miedo o bien por la vida, es clave en la novela, pero también hay otras muchas cosas que son fruto de mi experiencia, por ejemplo el haber abandonado proyectos que tenían que ver con mi situación pública; ese recogerme del que te hablaba al principio; el volver un poco sobre mí y sobre los míos. Si no hubiera habido Escuela, si no hubiera tenido familia, la situación habría sido distinta. Me habría costado mucho más regresar a un lugar confortable. – Antes me hablabas de la vida literaria, del mundo editorial. Parece que, de alguna manera, te has sentido decepcionado. ¿Cómo ves ahora el panorama? – Pues lo veo como veo todas las realidades globales en nuestro país: muy deteriorado, muy empobrecido, muy incompetente. Se dice que en España hay un problema con los índices de lectura, con los libros, con las distribuidoras, con las librerías, pero también hay un problema con la crítica literaria del que no se suele hablar. Aquí no saben leer. Aquí hay un problema que está malversándolo todo. Ya dijo Harold Bloom, hace como 20 años, que los errores en la comunicación de la escritura estaba afectando a las instituciones educativas y al mundo del libro, aparte de afectar al pensamiento de las personas. Igual que en la educación se está produciendo un daño inenarrable en casi todas las esferas de la vida, la crítica literaria tiene un problema muy serio. Y eso hace que nos estemos quedando con un tipo de lector muy poco profundo; muy despistado; incapaz de concentrarse; que huye de todas las dificultades. Un lector al que no puedes plantearle problemas ni siquiera existenciales porque los dilemas éticos le abruman. Todo eso es lo que se está creando. La crítica literaria y las instituciones educativas están fomentando un tipo de libro y un tipo de lector que se lleve bien con la realidad. De lo que se trata es de hacer cosas para vender. He estado hace poco con un editor y con un librero y me contaban que ese ansia por vender es algo escalofriante. No preocupa qué es lo que se ofrece al público, sino vender sin más. Y el resultado es el contrario: se están arruinando, lo están arruinando todo. Vender se puede vender de todo: cosas profundas y cosas ligeras, pero se ha apostado por un no lector. Y el no lector, por definición, pues no lee. – Pero, a ver, centrémonos un poco más en el papel de la crítica, de los suplementos literarios. ¿Qué está funcionando mal: la selección de los libros de los que se habla, de los autores? ¿Se está concediendo cada vez más atención a los libros que venden, dejando de lado lo que de verdad merece la pena ser descubierto? – La selección de los libros de los que se habla es esencial, sí, pero también la forma de hablar de los libros. A los críticos se les pasan por alto cosas de los propios libros que son enormemente importantes. Todavía hay críticos literarios que se dedican a contar los adjetivos. Y no es uno, son muchos los que lo hacen. Los hay que siguen corrigiendo errores gramaticales, haciendo perspectivas históricas, o panorámicas, como las llaman ellos. Hay mucho mendrugo por ahí incapaz de articular una frase yuxtapuesta. En fin… La crítica literaria en este país no ha avanzado nada, es increíble. Eso no se ve prácticamente en ningún otro tipo de crítica artística, y es grave porque tiene que ver con la palabra, con todo eso que es nuestro alimento espiritual diario. Afecta a la comunicación entre las personas, a la forma de estar en el mundo y a las relaciones políticas, sociales, de todo tipo. En cuanto a los suplementos culturales, eso ya no se sabe ni lo que es. Hace como 14 años que no me encuentro con nadie que me comente una crítica aparecido en un suplemento. Puede pensarse que ha sido Internet lo que ha provocado esa situación, pero antes de Internet ya no funcionaban esos canales. Un buen suplemento literario tiene que ser un sitio jerárquico, donde prime el criterio. Eso es muy difícil de encontrar en la red. Ese tipo de espacios tendrían que haber resistido si hubiesen estado bien hechos, pero han sido ellos los que han perdido su autoridad. Ya no tienen influencia, la gente no se los cree. Han sido barridos del mapa prácticamente. 24 A los críticos se les pasan por alto cosas de los propios libros que son enormemente importantes. Todavía hay críticos literarios que se dedican a contar los adjetivos. Y no es uno, son muchos los que lo hacen. Los hay que siguen corrigiendo errores gramaticales, haciendo perspectivas históricas, o panorámicas, como las llaman ellos. Hay mucho mendrugo por ahí incapaz de articular una frase yuxtapuesta. La crítica literaria en este país no ha avanzado nada, es increíble. – Cambiando de tema. Hay un cuento en el libro -“Este cuento no chino”, lleva por título- que es todo un homenaje a los sueños, a la imaginación. ¿Hemos perdido también la capacidad de soñar y de imaginar? ¿La razón se ha convertido en un obstáculo que nos imposibilita volar? – Bueno, esa es una cuestión interesante. Los griegos decían que razón es todo, incluida la imaginación, pero nosotros hemos abandonado esa idea y nos manejamos únicamente con la razón demostrativa o cuantitativa. Se trata de una razón que lo quiere todo transparente, que lo quiere tener todo claro y cuyo fondo es lingüístico; lo que se ve claro en el lenguaje es lo que parece racional. Mientras que para un griego lo racional era todo aquello que podía representarse en la mente, las imágenes, la imaginación, para nosotros todo eso no es fiable. Lo que aparece en nuestra imaginación nos parece que es algo falso. La verdad es que la distancia en este aspecto es abismal. Para los griegos, si una imagen permanecía, se fijaba, esa era una prueba irrefutable de que estaba sucediendo algo. Si se quedaba la imagen era imaginación; si se iba, fantasía. Si tú todos los días estás viendo un centauro en tu cabeza, entonces el centauro existe, pero si hay otras cosas que pasan raudas y no se quedan, a esas no se les concede el estatuto de la imaginación. Ese tipo de pensamiento llegó hasta la astrología, la alquimia, la Edad Media y el Renacimiento, prácticamente, donde la gente todavía daba por bueno lo que imaginaba si realmente permanecía. Pero llegó Descartes y se acabó. A partir de ese momento sólo vale lo que el lenguaje sea capaz de mostrar. – Hemos perdido el hilo con la parte invisible de la vida. Ahí está también esa relación tan temerosa hacia la muerte. – Sí. Eso o Iker Jiménez (risas). O la hemos perdido o nos hemos ido a ella de mala manera, hasta perdernos y confundirnos completamente. En ese aspecto vivimos muy escindidos. A veces somos muy racionales y otras veces vamos a visitar a las brujas. Los mismos que dan clase en la Universidad sobre Descartes van a una bruja en Alcalá de Henares. Yo conozco a uno que es así. No hay problema… Como esas dos realidades no están conectadas, sucede eso. Como de todas formas la vida tiene aspectos invisibles, pues la gente recurre a quienes puedan tener algún trato con ese otro lado. “Las puertas de la noche” ha sido publicado por la editorial Alfaguara. Las fotografías fueron realizadas por Nacho Goberna en una céntrica cafetería de Madrid y en la sede de la Escuela Contemporánea de Humanidades. Izquierda, ¿con respecto a qué? Mundo, Política 29 mayo, 2016 Lilian Celiberti Izquierda, ¿con respecto a qué? http://www.elviejotopo.com/topoexpress/izquierda-con-respecto-a-que/ Los cambios operados en los últimos años en el escenario político latinoamericano han abierto un intenso debate entre activistas y académicos/as intentando responder algunas preguntas: ¿qué es ser de izquierda? ¿Cómo se construyen proyectos democráticos no capitalistas? ¿Es posible superar la noción de desarrollo basada en el dominio de la naturaleza? Muchas de estas preguntas parecen haber llegado a un punto en el que se acumulan descontentos, rupturas y perplejidades, según se trate de la profundización de la matriz extractivista, la expansión 25 del monocultivo y el uso de transgénicos, la criminalización de movimientos sociales, o la persecución a las mujeres que interrumpieron su embarazo. La heterogeneidad de las propuestas reunidas en una denominación común de “gobiernos de izquierda” ha sido uno de los problemas del debate político ya que ha colocado en el mismo campo proyectos minimalistas, como la Concertación en Chile, o alianzas conservadoras con prácticas autoritarias, como las del Frente Sandinista, de Nicaragua, con la beligerancia del socialismo del siglo XIX del gobierno de Venezuela y las propuestas descolonizadoras del gobierno de Bolivia, o los avances en derechos en Uruguay, y ello no ha contribuido a profundizar el debate sobre alternativas emancipadoras. Ese campo genérico de “izquierda” ha sido, en realidad, un obstáculo para diferenciar políticas clientelares, autoritarias y conservadoras, de aquellas que aun con contradicciones y limitaciones, abrieron algún espacio a la experimentación democratizadora y de protagonismo social. “en realidad los progresismos expresan regímenes políticos heterodoxos donde coexisten novedades que podrían identificarse como de izquierda, junto a otras más conservadoras” Eduardo Gudynas El debate acerca del fin del ciclo progresista en América Latina está instalado desde hace un tiempo, pero claramente se profundiza con los recientes resultados electorales en Argentina y Venezuela, y la situación del gobierno de Dilma Rousseff en Brasil. Como dice Eduardo Gudynas, “en realidad los progresismos expresan regímenes políticos heterodoxos donde coexisten novedades que podrían identificarse como de izquierda, junto a otras más conservadoras”.1 Las tensiones y contradicciones de esa heterodoxia han generado malestar y ruptura con movimientos sociales diferentes. “Del cambio, a la contención del cambio”, titula un artículo el sociólogo Alfredo Falero,2 preguntándose si se ha dado un período bisagra en América Latina. Según él, resulta necesario analizar los nuevos mecanismos de generación de contención que implican de hecho una democracia recortada o reducida a una lógica procedimental. El tránsito a nuevas formas cualitativamente hegemónicas en el marco de una nueva división global del trabajo implica la renovación de mecanismos de desposesión a través de la “revolución informacional”. En segundo lugar, señala la transformación organizacional del capitalismo, con el nuevo papel de las elites empresariales como agentes sociales disputando una perspectiva despolitizada y pragmática de la gestión estatal. Una tercera dimensión estaría marcada por la pérdida de mapas cognitivos clásicos y la crisis de las agencias de socialización tradicional, como sindicatos y partidos políticos. La pregunta central sigue siendo qué cambios pueden sostenerse en el contexto actual del capitalismo, o más precisamente qué cambios puede tolerar el capitalismo que necesita del extractivismo, la depredación y el consumismo para su supervivencia. VIEJOS TEMAS, NUEVOS ENFOQUES. Las demandas de una sociedad mucho más reflexiva e individualizada hacen irrumpir lo político desde fuera de las estructuras y jerarquías formales para generar nuevas demandas en la agenda pública. Muchos de los temas que constituyen la agenda social han sido politizados por movimientos político-culturales que han logrado impactar en los sentidos comunes ciudadanos, disputando el espacio discursivo de la política, desde los bordes de la institucionalidad y muchas veces en pugna con ella. 8167983988_3de068da91Los problemas ecológicos y ambientales, el extractivismo, la división público/privado, las relaciones de género, las formas de hacer política, la cultura de derechos, los derechos sexuales y reproductivos, las diversidades e identidades sexuales y de género, y las 26 relaciones de poder, la interculturalidad y el racismo, ingresan al debate politizados por actores que se organizan al margen de los partidos y muchas veces en disputa con ellos. Estas experiencias, estas prácticas políticas, discursivas y simbólicas crean nuevos significados de ciudadanía y disputan hegemonías. A pesar de lo cual no dejan de provocar un sabor amargo los escasos avances emancipatorios en el imaginario social, expresados en la reproducción de prácticas corporativas, “la inflación punitivista” de la seguridad social, la corrupción como lógica de poder, el imperio de las multinacionales, y en definitiva la no reversión de la desigualdad estructural de la región. El escenario resulta complejo y muy contradictorio. En Argentina las amenazas de reversión de algunos avances democratizadores, como los juicios a los militares de la dictadura, o la ley de medios, parecen mostrar la recomposición de la derecha como eje de poder no sólo económico sino político e ideológico. De hecho la nueva elite gobernante está llena de ex jerarcas de empresas multinacionales. En los últimos 30 años una diversidad de movimientos sociales ha contribuido con sus luchas y demandas a la creación de instituciones en permanente proceso de cambio, simbólicamente ricas (reformas constitucionales, defensorías, presupuestos participativos, descentralización municipal y participación ciudadana, leyes de participación y control, comisiones de la verdad, matrimonio igualitario, derechos de la naturaleza, plurinacionalidad, pueblos indígenas etcétera), que coexisten con políticas extractivistas y neodesarrollistas, prácticas políticas signadas por luchas de poder y conflictos centrados en la permanencia indefinida de sus líderes políticos, junto a la postergación real y concreta de las mujeres como protagonistas con plenos derechos sobre sus cuerpos y sus vidas. Los pueblos indígenas, el movimiento de afrodescendientes, los movimientos feministas y de mujeres, movimientos por la soberanía alimentaria y la justicia ambiental, aun con toda la diversidad de posturas ideológicas, políticas, estratégicas y tácticas, contribuyen a la afirmación de nuevos “sentidos comunes” y articulan en sus luchas nuevas dimensiones de derechos individuales y colectivos que colocan en el debate público la construcción de alternativas al capitalismo. Las estructuras político-partidarias se ven desafiadas por nuevas subjetividades y dinámicas sociales, y el desencuentro que se produce muchas veces multiplica el desencanto y la desafiliación de amplios sectores respecto de la política institucional. feminismo-latamEn este contexto, los feminismos latinoamericanos enfrentan nuevas complejidades y tensiones. Se replantean viejos estigmas y prejuicios sobre ellos que provienen tanto de sectores populares como de una cultura sesentista de izquierda tradicional que supone y aspira a sujetos únicos como vanguardia y conducción del proceso de cambio. Al identificar al feminismo como una demanda posmaterial, se lo adscribe a una sensibilidad de clase media, deslegitimando de esa forma sus propuestas y elaboraciones políticas. Algunos líderes de izquierda (también algunas mujeres, aunque menos) consideran que el reclamo de redistribución del poder es una demanda que “empequeñece” a las mujeres porque éstas “deben ganarse el derecho” de ser líderes. Y mantienen, al igual que la derecha, su oposición a consagrar el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Son varios los campos que expresan estas disputas y que interpelan y dividen a los gobiernos y partidos de ese amplio espectro denominado izquierda en Latinoamérica. Nuevos paisajes de conflicto se agregan a las formas ya tradicionales de segregación: territorial, laboral, de género, de generación, identitaria, de clase, que expresan transformaciones profundas de la vida colectiva. 27 El orden democrático, sus sistemas de representación y sus instituciones parecen débiles y sin espesor simbólico para restituir o crear nuevos sentidos de pertenencia y abrir nuevos horizontes para imaginar otras formas de vida en común. Si el lugar de la política, decía Norberto Lechner, es “incapaz de elaborar objetivos que trasciendan la inmediatez, todo se reduce a una elección del mal menor. Un presente omnipresente pone en duda la capacidad conductora de la política, pero no hace desaparecer la preocupación por el futuro. Este anhelo puede adoptar formas regresivas y alimentar movimientos populistas. Pero también puede impulsar el desarrollo de la democracia”. IMAGINARIOS DE JUSTICIA SOCIAL. ¿Cómo pensamos nuestro futuro como sociedad? ¿Qué imaginario de justicia y solidaridad social sustituye al simplista “combate a la pobreza”? Para construir nuevos rumbos emancipadores es necesario cambiar la perspectiva de análisis y la mirada sobre los problemas. Ese es el principal campo de disputa política. Deberíamos comenzar por colocar en el centro del debate la contradicción capital/vida, tal como la define la economía feminista para pensar la calidad misma de la vida o “la vida que merece ser vivida”. La economista feminista chilena Cristina Carrasco La economista feminista chilena Cristina Carrasco Para las feministas, dice Cristina Carrasco, “centrarse explícitamente en la forma en que cada sociedad resuelve sus problemas de sostenimiento de la vida humana ofrece, sin duda, una nueva perspectiva sobre la organización social y permite hacer visible toda aquella parte del proceso que tiende a estar implícito y que habitualmente no se nombra”. La crisis financiera sacudió al mundo capitalista en 2008 y el Estado de bienestar europeo comenzó a erosionarse, con graves consecuencias sociales para millones de personas. Si pensamos la crisis más allá de lo financiero, se pone en jaque un modelo de economía, producción y sociedad basado en el crecimiento y la sobreexplotación de los “recursos naturales”, cuyos efectos se extienden al ambiente, la alimentación, la salud, el clima y las relaciones sociales, en todos los rincones del planeta. La idea de ciudadano-individuo autónomo e independiente, desarrollada como mito capitalista de los sistemas liberales, se sustenta para su realización en la existencia de una infraestructura de cuidados imprescindibles para la vida, que mayoritariamente realizan las mujeres. ¿Cómo es que las necesidades humanas más elementales han sido relegadas a un espacio invisible para la consideración de los problemas “macro”? “¿Cómo es que los sistemas económicos se nos han presentado tradicionalmente como autónomos, ocultando así la actividad doméstica, base esencial de la producción de la vida y de las fuerzas de trabajo?”, se pregunta Carrasco. La sociedad y la economía siguen desconociendo que el cuidado de la vida humana es una responsabilidad social y política, reproduciendo una masculinidad que se desentiende de los cuidados y usa de la fuerza de trabajo de las mujeres. Explorar este vínculo es una de las tareas que nos hemos planteado desde el feminismo, no sólo para denunciar la utilización que hace el capitalismo del trabajo gratuito de las mujeres, sino para la revalorización del cuidado como una ética social y ecológica imprescindible para pensar las alternativas. “¿Cómo es que los sistemas económicos se nos han presentado tradicionalmente como autónomos, ocultando así la actividad doméstica, base esencial de la producción de la vida y de las fuerzas de trabajo?”, Cristina Carrasco. 28 Pese a que un buen número de países de América Latina se consideran o definen (en sus constituciones) como estados laicos, es claro que en muchas oportunidades, especialmente cuando se trata de los derechos sexuales y los derechos reproductivos (Dsr) de las mujeres, sus gobernantes permiten que decisiones de política pública sean afectadas por las posturas dominantes de las iglesias, particularmente, la Católica. Es así como, tanto en la producción de legislación como en la formulación de políticas a nivel del ejecutivo, termina evidenciándose la falta de una postura verdaderamente laica, recortando la democracia en deterioro de los principios de libertad y autonomía, especialmente de las mujeres. (Lucy Garrido, “Documento de trabajo”, 2005.) A esta situación no es ajena la creciente consolidación de distintas manifestaciones del pensamiento único, que hacen que el tema de los fundamentalismos aparezca en el “tapete” público en una región profundamente marcada por las desigualdades sociales, económicas y políticas. Los sectores conservadores, como señala Jaris Mujica3 en un estudio sobre la economía política del cuerpo, han dejado de lado la cuestión étnica y de clase y han centrado su atención en el asunto de género, en las cuestiones referidas a las libertades sexuales y de derechos sexuales, así como de la anticoncepción. La hipótesis de Mujica es que la predominancia de los regímenes democráticos hace que éstos se constituyan como punto de partida y referencia hegemónica creando una nueva cultura democrática más igualitaria. Se desplaza entonces el territorio de “control del otro” a los cuerpos. La sexualidad y la reproducción se convierten, así, en los nuevos ejes de las estrategias discursivas de los sectores conservadores. “no es un movimiento que ordena, que centraliza, que define modelos a seguir. Por el contrario, es un movimiento que se abre, se expande, a veces en forma contundente (…). (Es) un movimiento que quiere reinventar y radicalizar la democracia política y la democracia social” Betânia Avila A diferencia de otros períodos cuando el conflicto entre el Estado moderno y la Iglesia Católica estuvo marcado, en nuestra región, por una cuestión de tributos, de propiedades de tierra o de tipo de régimen político, en la actualidad el espacio del conflicto está centrado en la sexualidad y el diseño de políticas públicas en materia de derechos sexuales y reproductivos, se trate de la píldora del día después, de métodos anticonceptivos o de las formas de familia y los derechos de homosexuales, lésbicos, travestis, transexuales. La investigadora Betânia Avila La investigadora Betânia Avila El movimiento feminista, como otros movimientos anticapitalistas, conforma una vertiente de izquierda no vanguardista, contestataria al autoritarismo y defensora del protagonismo de múltiples y diversos actores como sujetos del cambio. Como dice Betânia Avila, “no es un movimiento que ordena, que centraliza, que define modelos a seguir. Por el contrario, es un movimiento que se abre, se expande, a veces en forma contundente (…). (Es) un movimiento que quiere reinventar y radicalizar la democracia política y la democracia social”.4 Desde estas premisas, es un movimiento que cuestiona, interpela y disputa sentidos teóricos, políticos y epistemológicos. Poder imaginar un nuevo marco de relaciones humanas, afectivas, económicas y sociales, redimensiona el debate político al colocar como premisa radical la posibilidad de pensar las alternativas simultáneamente desde todas estas dimensiones, o como dice Boaventura de Souza Santos, desarrollar un “pensamiento alternativo sobre las alternativas”. RELACIONES PELIGROSAS. IX Encuentro Nacional Feminista en Jalisco 29 IX Encuentro Nacional Feminista en Jalisco Hace algunos años, en el IX Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe, un taller convocado fuera de programa analizaba la compleja relación de las feministas de izquierda con los gobiernos y partidos que habían llegado al gobierno. El conjunto de experiencias desde diferentes realidades y países podía resumirse en una frase: “nos peleamos con una izquierda que nos coloca en las tierras movedizas del populismo, o el clientelismo. Nos peleamos con una izquierda que nos expulsa de la ‘casa’ si la criticamos, y nos manda directamente para la derecha o nos arroja a la orfandad”. No hay duda de que la subjetividad política feminista interpela radicalmente un pensamiento conservador que tutela la sexualidad y la autonomía de las y los sujetos. Incluso ha sido más fácil conquistar el matrimonio igualitario que el derecho a interrumpir un embarazo. Pero esta dinámica expulsiva no impacta sólo en las feministas, también ecologistas, indígenas y otros movimientos sienten paulatinamente retaceadas sus expectativas. Lo cual nos remite a una pregunta básica: ¿cuál es el campo de alianzas que los partidos de izquierda privilegian? Desde los gobiernos, muchas veces se prescinde y desprestigia a movimientos e intelectuales que cuestionan y demandan más radicalidad democrática, más coherencia política y más cambio cultural y de imaginarios. La relación de las luchas feministas con los gobiernos y partidos de izquierda respecto del derecho a decidir la interrupción de un embarazo no deseado ha sido un campo de conflicto y constituye, junto a la perspectiva ecologista, uno de los terrenos de mayores tensiones y distancias, aun para aquellas que sin ser militantes feministas han promovido esa causa dentro de sus partidos. Algunas han sido duramente increpadas, como las militantes de Ecuador, o ignoradas, como las militantes del PT de Brasil, históricamente impulsoras del derecho al aborto. No se trata de estar a favor o en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, se trata de poner en juego un concepto de libertad que pone límites a la acción de regulación e imposición de normas estatales punitivas en la vida de las personas. Por eso, más allá de lo que cada quien piense, el Estado debe habilitar la práctica de control de la capacidad reproductiva reconociendo el proyecto autónomo que cada mujer puede hacer de su cuerpo y su vida. El veto presidencial de Tabaré Vázquez a la decisión del Parlamento, la de su fuerza política y la de la opinión pública, fue paradigmático. Pese a él, en el gobierno de José Mujica las fuerzas pro legalización del aborto lograron, junto con la mayoría frenteamplista, la posterior aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, aunque con un resultado menos emancipatorio que el originalmente vetado. Las parlamentarias Gina Godoy y Soledad Buendía Las parlamentarias Gina Godoy y Soledad Buendía En Ecuador, por el contrario, Rafael Correa, autodefinido “progresista en temas económicos pero conservador en relación con la moral”, no sólo se ha opuesto a la despenalización sino que no ha permitido siquiera la posibilidad de un proyecto que promoviera el debate parlamentario. Durante la discusión del Código Penal la asambleísta del partido de gobierno Paola Pabón presentó una propuesta para despenalizar el aborto en caso de violación, con el apoyo de más de 20 de sus colegas de Alianza País. Correa amenazó con renunciar a su cargo si la Asamblea la aprobaba y ordenó a su partido votar en contra, a la vez que acusó de traidora a Pabón y a sus compañeros. Ella, junto a Gina Godoy y Soledad Buendía, fueron sancionadas por su partido con 30 días de suspensión en sus labores legislativas y sometidas a la prohibición de hablar públicamente del tema. Las asambleístas sancionadas no volvieron a plantear la cuestión que originó el conflicto. En Nicaragua, en 2007, como muestra de la conversión al cristianismo del “revolucionario” Frente Sandinista de Liberación Nacional, la pareja presidencial impulsó la penalización total del aborto, 30 aun del terapéutico. (Nicaragua sigue siendo uno de los cuatro países del mundo que no reconoce el derecho al aborto ni siquiera en situaciones de riesgo de muerte de la madre.) El Salvador en 1998 prohibió el aborto en todas las circunstancias. Y en 2009, con los votos del Fmln, también cerró el paso al matrimonio igualitario, aunque el partido cambió de posición en 2012. La realidad de las salvadoreñas resulta particularmente dramática. Como afirma la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, “un amplio número de salvadoreñas que sufrieron emergencias obstétricas durante el embarazo continúan siendo encarceladas bajo la sospecha de haber tenido un aborto inducido, y después condenadas por cargos de homicidio”. Como señala el documento técnico de revisión de los derechos sexuales y derechos reproductivos en la región, realizado para la preparación de la Conferencia Regional de Población y Desarrollo: “El período 2009-2014 deja pocos avances. Durante estos años sólo un país, Uruguay, reformó su legislación y se acercó a una posición acorde con los derechos humanos y los principios del derecho penal liberal. Varias jurisdicciones endurecieron su posición en el texto o en la práctica (Nicaragua, algunos estados mexicanos, El Salvador), mientras que la gran mayoría mantuvo marcos regulatorios que están en tensión con los derechos humanos de las mujeres (Chile, República Dominicana, Honduras, Perú, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Panamá). Al mismo tiempo, aquellos países que tuvieron algunos avances moderados hacia la despenalización aún no logran garantizarles a las mujeres un acceso oportuno, de calidad y no discriminatorio (Argentina, Brasil, Colombia)”.5 La senadora uruguaya Constanza Moreira La senadora uruguaya Constanza Moreira La senadora uruguaya Constanza Moreira afirmaba, ya hace algunos años, que existe “un importante retraso en la agenda ‘secular’en América Latina, y si bien las elites de izquierda están en mejores condiciones de defenderla que los otros, sus convencimientos al respecto no son firmes, ni mayoritarios, entre sus miembros”. Sin embargo y pese a las debilidades y puniciones, esta región ha aprobado uno de los documentos más significativos y avanzados del mundo en materia de derechos sexuales y derechos reproductivos, recogido en el Consenso de Montevideo durante la primera Conferencia Regional de Población y Desarrollo. LÍMITES. Los conflictos por la justicia ambiental, social, racial y de género, el uso y gestión de los recursos naturales, el aborto y la autonomía reproductiva de las mujeres, la diversidad sexual, son algunos de los campos políticos contemporáneos que dividen o desafían a las izquierdas latinoamericanas en el gobierno. La filósofa Judith Butler La filósofa Judith Butler Estas confrontaciones son muchas veces minimizadas o continúan al margen de los “grandes debates políticos”. La marginación de algunos campos del activismo por parte de las izquierdas partidarias reproduce una división entre lo material y lo cultural que es obsoleta teórica y prácticamente. Pero lo que es más grave, esta forma de ortodoxia, como señala Judith Butler, “actúa hombro con hombro con un conservadurismo social y sexual que aspira a relegar a un papel 31 secundario las cuestiones relacionadas con la raza y la sexualidad frente al auténtico asunto de la política, produciendo una extraña combinación política de marxismos neoconservadores”.6 Estamos, sin duda, en un cruce de caminos: si bien por un lado hay una mayor conciencia de derechos (que abren y desatan nuevas conflictividades), por otro se hacen obvios en el escenario político los déficits teóricos e institucionales de las izquierdas para construir nuevas orientaciones del cambio simbólico, cultural y político. “actúa hombro con hombro con un conservadurismo social y sexual que aspira a relegar a un papel secundario las cuestiones relacionadas con la raza y la sexualidad frente al auténtico asunto de la política, produciendo una extraña combinación política de marxismos neoconservadores” Judith Butler Para la derecha política y la derecha fundamentalista estos son los campos prioritarios de su cruzada conservadora, conscientes incluso de la débil oposición de la izquierda, sus tensiones y dudas internas. Construir un campo de izquierda crítica que dispute con la derecha esos terrenos simbólico-culturales sigue siendo una prioridad que no parece encontrar un liderazgo en las actuales elites políticas. Para una parte importante de la izquierda social movimientista, ser de izquierda se identifica con una práctica y un discurso político que ensanchan los horizontes de libertad y que no los restringen, una izquierda laica, anticonfesional y democrática, que apunta a construir en amplios sectores sociales antídotos contra la violencia y la falta de solidaridad social. Una izquierda dispuesta a construir nuevos pactos de justicia, reconocimiento y autonomía, a repensarse y cuestionarse y a ensayar nuevos caminos de experimentación institucional, pero no para perpetuar a sus líderes indefinidamente en el poder, sino para profundizar las formas de participación democrática y efectivizar el control social sobre sus políticas. Se trata de construir hegemonía desde prácticas políticas que se dan en múltiples espacios y con múltiples acciones de subversión en lo íntimo, lo privado y lo público, y que hacen de la acción política para la transformación social una transformación cotidiana de las relaciones de poder. Eso sí es izquierda. * Co-coordinadora de la Articulación Feminista Marcosur. Eduardo Gudynas, “La identidad de los progresismos en la balanza”, Alai, 2015. Alfredo Falero, “Del cambio a la contención del cambio: período bisagra en América Latina”, en Sujetos colectivos, Estado y capitalismo en Uruguay y América Latina. Trilce, 2014. Jaris Mujica, Economía política del cuerpo. La reestructuración de los grupos conservadores y el biopoder. Promsex, Perú, 2007. Maria Betânia Avila, ponencia presentada en el Encuentro de la Articulación de Mujeres Brasileñas. Diciembre de 2006, disponible en www.amb.org.br Documento técnico. Seguimiento de la Cipd en América Latina y el Caribe. Amnistía, Cedes, Promsex, Articulación Regional de Organizaciones de la Sociedad Civil para Cairo + 20. Judith Butler, “El marxismo y lo meramente cultural”, en New Left Review, mayo-junio de 2000. - See more at: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/izquierda-con-respecto-aque/#sthash.5tUoG4gj.dpuf 32 ¿No nos representan?" Discusión entre Jacques Rancière y Ernesto Laclau sobre Estado y democracia http://www.eldiario.es/interferencias/democracia-representacion-LaclauRanciere_6_385721454.html Discusión sobre democracia y representación entre los filósofos Jacques Rancière, inspiración para pensar el 15M, y Ernesto Laclau, teórico de referencia en Podemos. Amador Fernández-Savater - propone una discusión entre Jacques Rancière y Ernesto Laclau, filósofos 08/05/2015 - 21:03h Manifestación 12M-15M, mayo 2012 Manifestación 12M-15M, mayo 2012 El 16 de octubre de 2012, en la Universidad de San Martín de Buenos Aires, el filósofo francés Jacques Rancière impartió una conferencia que llevaba por título “La democracia hoy”, en el marco de una semana de conferencia en Buenos Aires y Rosario organizadas por la UNSAM y la editorial Tinta Limón. En esa conferencia, Rancière desarrolló su ya conocida reflexión sobre el tema: la democracia no es ningún régimen de gobierno, sino la manifestación, siempre disruptiva y conflictiva, del principio igualitario. Por ejemplo, cuando los proletarios del siglo XIX deciden no actuar como si fuesen simple "fuerza de trabajo", sino personas iguales a las demás en inteligencia y facultades, capaces de leer, pensar, escribir o autoorganizar su trabajo. La democracia sería de ese modo lo ingobernable mismo en su manifestación, es decir, la acción igualitaria que desordena el reparto jerárquico de lugares, papeles sociales y funciones, abriendo el campo de lo posible y ampliando las definiciones de la vida común. "No hay Estado democrático”, afirmó intempestivamente Rancière ante un auditorio muy interesado en los escenarios de los gobiernos progresistas de la región (Venezuela, Argentina, Ecuador, Uruguay, etc.). Es decir, no hay traducción institucional posible de este fondo disruptivo, expansivo, de la política. En todo caso pueden darse algunos efectos, en términos de libertades o derechos. Pero “la democracia no se identifica con una forma de Estado, sino que designa una dinámica autónoma con respecto a los lugares, a los tiempos, a la agenda estatal”. Después de la conferencia, como estaba previsto, tomó la palabra Ernesto Laclau, teórico de la hegemonía populista e intelectual de referencia para el grupo fundador y dirigente de Podemos. Laclau es un gran conocedor de la obra de Rancière, a la que ha dedicado numerosos escritos donde explica sus afinidades y diferencias con su pensamiento. Reproducimos aquí la pequeña discusión que mantuvieron ambos pensadores, como un estimulante para seguir pensando las tensiones entre dinámicas políticas y dinámicas estatales (o bien, por qué no, entre 15M y Podemos). Ernesto Laclau En primer lugar, quiero pedir disculpas porque me perdí la primera parte de la presentación de Jacques Rancière, pero había mucho tráfico y todo ese tipo de problemas. Entonces, desgraciadamente, no voy a poder reaccionar a la intervención de Jacques como si hubiera tenido la oportunidad de escuchar la totalidad de la charla. De cualquier manera, hay algunos temas clave que en otras ocasiones hemos discutido entre nosotros y que si pudiera resumirlos alrededor de un tema, yo diría que es la relación entre democracia y representación. Es ahí donde yo creo que hay un matiz diferente entre el análisis que hace Jacques y el que yo he tratado de hacer. 33 ¿Cuál es el problema, para mí, de la representación? La cuestión es la siguiente: si la democracia y la representación se oponen es porque se piensa que la democracia representa una identidad popular de la cual los mecanismos representativos están esencialmente excluidos. Rousseau mismo pensaba que la única forma real de democracia era la democracia directa. Estaba pensando en la Ginebra de su tiempo, de la cual tenía de todos modos una idea bastante utópica. Pero la condición de los grandes Estados hacía aparecer el momento de la representación como algo ineludible. Entonces la cuestión que se abre ahí es la siguiente: ¿es el principio de la representación un principio necesariamente oligárquico? Es decir, algo que se añade como un mal menor a un principio democrático que representaría una voluntad popular homogénea. Yo creo que esto sólo sería así si la voluntad popular pudiese ser enteramente constituida por fuera de los mecanismos representativos. Y es ahí donde yo establecería una distancia. Yo creo que sin el tránsito a través de los mecanismos representativos no hay posibilidad de constituir tampoco una voluntad democrática, una voluntad popular. ¿Por qué? Porque el proceso de representación es un proceso doble. Jacques ha señalado muy bien que el principio de representación implica la posibilidad de un poder oligárquico. Pero puede representar también algo diferente. Si al nivel de las bases sociales de un sistema encontramos sectores marginales con escasa constitución de una voluntad propia, los mecanismos representativos pueden ser en cierta medida aquello que permita la constitución de esa voluntad. El otro día, en la discusión que mantuvimos con Jean Luc Melenchon [líder del Frente de Izquierdas] aquí en Buenos Aires, decíamos que el problema de las formas de democracia anárquicas que vemos hoy en día (por ejemplo, el movimiento de los indignados en España) es que si esa voluntad no tiene traducción en efectos de una reestructuración del sistema político eso conduce a una dispersión de esa voluntad. O sea que yo pensaría que no hay un principio democrático opuesto al principio de representación, sino una construcción política que corta transversalmente el momento de constitución básico de la voluntad popular y el momento representativo. Si nosotros pensamos en la forma en que la cuestión de la universalidad y la totalidad se ha planteado en la teoría política, vemos que Hegel pensaba que el Estado es el único punto en el cual la universalidad de la comunidad se constituye. Porque la sociedad civil es el terreno de las lógicas de lo privado, de lo que él llamaba “el sistema de necesidades”. Habría entonces un corte absolutamente claro entre el momento de la totalidad (estatal) y el de la dispersión (privada). Marx respondió a eso: no es verdad, el Estado es el campo de la particularidad porque es el instrumento de la clase dominante y sólo si emerge una clase que es en sí misma y por sí misma el universal -es decir que emerge al nivel de la sociedad civil- esta fragmentación y particularismo puede ser superado. Para Marx esto implicaba el fin de la política y la extinción paulatina de las formas estatales. Si nosotros pensamos en Gramsci, vemos un punto intermedio que para mí es el comienzo de una política adecuada en relación con esta cuestión. Gramsci decía que Marx tenía razón en decir que la sociedad civil también es un punto de construcción de lo universal, pero Hegel tenía razón en pensar que ese momento de lo universal es un momento político. Y por eso Gramsci hablaba del Estado integral. El problema de la democracia para mí en este sentido, aceptando en parte argumentos de Jacques pero con diferencias, es que son necesarias formas de mediación política que atraviesen la distinción Estado/sociedad civil. Todo lo que sea radicalizar la distinción entre estos dos términos conduce, o bien a un parlamentarismo socialdemócrata inane, si se enfatiza el momento puramente estatal, o al ultra-libertarismo de una voluntad popular mítica constituida enteramente fuera del Estado. 34 Yo creo que de alguna manera las democracias latinoamericanas que están en elaboración en la actualidad son un intento de trascender estas tensiones y quizá son la mejor forma de ejemplificar aquello que estaba contenido fundamentalmente en las intuiciones gramscianas acerca de la guerra de posiciones, la hegemonía, el Estado integral. Bueno, con estas pequeñas provocaciones te dejo, Jacques, para que respondas al punto y luego dejamos paso a la voluntad general del público (risas). Aclaro antes que nada algún punto de cara a la discusión. Para mí no se trata en absoluto de plantear el principio de la democracia directa como una voluntad popular homogénea. Yo no me coloco en realidad desde el punto de vista de esta búsqueda de voluntad popular homogénea, ni tampoco exactamente de la oposición entre representación y democracia directa. Fundamentalmente, lo que me he planteado en mi trabajo es la pregunta de qué es un poder político y por qué un poder, para ser político, está obligado a integrar en alguna medida el principio democrático de la igualdad. Siempre hubo poder y hay muchas formas de poder que no son políticas: el poder del jefe, el del maestro, el del patrón, el del amo... Son poderes privados, poderes de relación de autoridad que funcionan socialmente. Lo que me interesa es pensar cómo se puede fundar de modo general la idea misma de lo político. Y lo que me interesa verdaderamente es el modo en que el principio democrático funciona en sí mismo siempre como un desafío con respecto al principio estatal. Porque el principio estatal, a pesar de todo, siempre funcionó como un principio de confiscación y privatización del poder colectivo. Para pensar el tema de la representación hay que partir del hecho de que hoy, quizá sea muy distinto y formidable en Argentina pero al menos en los países europeos es así, el principio representativo del Estado está totalmente integrado en los mecanismos de una oligarquía que se reproduce. No funciona en absoluto como una mediación para una construcción de voluntad popular. Quizá fue así en el pasado de los Estados europeos, pero desde luego ya no es el caso. La representación está casi vacía. Este sería el primer punto. En segundo lugar, otro aspecto importante es que estamos de acuerdo en este aspecto doble o bifaz del sistema representativo, pero hay que ver de qué lado va a caer la balanza. Desde luego, yo prefiero un sistema representativo a otro, un sistema en el que los mandatos sean cortos, no sean renovables, ni acumulables, etc. Y si hablamos de democracias latinoamericanas, yo no puedo concebir un régimen democrático si cada seis años tenemos que elegir al mismo presidente [en referencia a Venezuela]. Creo que un presidente demócrata es el que hace su trabajo y se va. Y entrega el poder a otro que no sea sí mismo porque si no estamos ante una privatización del poder. Por último, me pregunto si hay que continuar pensando en este esquema de Estado/sociedad civil. En esta lógica hegeliana donde, por un lado, está la sociedad civil (lo privado) y por otro el Estado universal, etc. Esto ya no funciona así. En alguna medida tu mismo lo has dicho: a pesar de todo, el Estado es cada vez más un principio de privatización y el Estado absorbe la representación. No se trata de oponer a la representación la presentación directa de la gente en la calle. Lo que ocurre es que el único medio de oposición a esta privatización estatal permanente son efectivamente las formas de manifestación autónoma del pueblo, una presencia autónoma del pueblo. El único modo de que no sólo exista el Estado, de que no sólo exista el modo representativo absorbido por el Estado, es que haya formas de existencia autónomas de otro poder. No diría una multitud reunida por una voluntad homogénea, sino un movimiento fuerte de acción que encarne un poder que es el poder de todos y de cualquiera. Ese el principio mismo de la existencia de la democracia y de la política. Y para mí eso es lo que hoy es fundamental. Acto seguido, un par de preguntas vienen a cuestionar la distinción u oposición entre lógica democrática y lógica estatal, poniendo ejemplos en ese momento actuales en Argentina (recordemos, año 2012). Por un lado, la Ley de Medios por la cual se regula sobre los monopolios 35 de los servicios audiovisuales (por ejemplo, el monopolio del grupo Clarín). Por otro, la ocupación de la calle por sectores conservadores o reaccionarios que protestaban contra el gobierno Kirchner. Se citan esos ejemplos para mostrar situaciones en las cuales desde el Estado se lucha contra la oligarquía mientras que desde la calle ocupada se la defiende, unos ejemplos que supuestamente cuestionarían o complejizarían el análisis propuesto por Rancière. Jacques Rancière Es perfectamente claro que todo el mundo puede ocupar la calle y hemos visto grupos que tratan de imponer desde ahí intereses privados. Yo no digo que cuando uno ocupa la calle es el pueblo o que todo lo que se dice desde la calle está bien. Hay una especificidad en algunos países de América Latina por la cual los Estados tratan de tener el control sobre algunas palancas económicas y yo no estoy en contra. Pero lo que a mí me parece fundamental es discernir si el Estado se limita a tomar medidas correctas o si realmente da en sentido amplio los medios para otra expresión, para una expresión otra. Sólo así saldríamos del juego de la pelea entre grupos con poder y el Estado como únicos actores de la política. Pero es cierto que hay especificidad en América Latina con respecto a Europa, donde hay una integración casi total entre poder político (Estado, representación parlamentaria) y poder financiero. ¿Qué significa el poder de cualquiera? Significa orientar una acción según el pensamiento de una capacidad que verdaderamente es de todos, de cualquiera. Si se baja a las calle para defender los derechos del grupo Clarín, no se baja a la calle en nombre de ese principio democrático, sino en nombre de otros principios: que hay quien sabe informar y quien no, etc. No quiere decir que cualquiera que baje a las calles va a tener la razón. Hablar de poder de cualquiera es tomar partido por lo universal. El poder de cualquiera quiere decir que hay una capacidad que no puede ser acaparada por ningún grupo que diga que le pertenece. Ni por la oligarquía ni tampoco por la “clase obrera”. Ningún grupo representa la capacidad universal, la política. Hay principios de discriminación para pensar ese cualquiera. ¿Cuál es el principio de la acción que se está desarrollando, aquí y ahora? Pues hay que poner en marcha una serie de formas de investigación y de balance para poner a prueba este discriminante, para discernir si ese cualquiera es una figura de lo universal o representa intereses privados. Otra pregunta inquiere si es posible realmente vivir en una democracia real o si siempre vamos a vivir con oligarquías que nos dominan y pequeños intervalos de manifestaciones populares. Jacques Rancière A lo que podemos llegar en el futuro, no tengo la menor idea. La cuestión para mí es pensar que el presente abre o cierra futuros, pensar el presente como aquello que abre y cierra futuros. Están los que piensan, como Tiqqun o el Comité Invisible, que sólo una especie de catástrofe puede permitir la liberación. Está Toni Negri, por su lado, que piensa que el mismo proceso de trabajo en condiciones capitalistas crea las condiciones del comunismo futuro. Hay grupos que dicen que tienen que madurar las condiciones objetivas, que hay que crear instancias de vanguardia y que en unos cinco mil años vendrá la revolución buena de verdad. Etc. Yo a todo eso digo no. Insisto en esta presencia popular alternativa con respecto a la confiscación del poder de todos por parte del Estado o de poderes vinculados a poderes financieros. La primera condición de otro futuro es que ampliemos aquí y ahora esferas de iniciativa de un pensamiento compartido, de modos de decisión compartida, de focos de autonomía que den poder a cualquiera. ¿Dónde están las condiciones de otros futuros que no sean la reproducción del presente? En el presente. ¿Dónde va a llevar esto? Yo no lo sé. Lo que sí sé es que lo que puede llevar a otra cosa distinta al presente es la constitución de otros focos de poder y expresión autónomos, de otras formas de uso de las capacidades de los anónimos. Es decir, que mantengamos o renovamos las formas de existencia de un poder que no es un poder oligárquico. 36 Ernesto Laclau (Buenos Aires 1935-2014) Ernesto Laclau (Buenos Aires 1935-2014) Ernesto Laclau Hago otra contribución a la confusión general. Yo diría lo siguiente. Derrida y Deleuze han centrado ambos parte de su análisis en la relación de representación. Aparentemente dicen lo contrario, pero yo creo que dicen lo mismo. Deleuze dice “la representación presupone la presentación, pero como esta presentación originaria nunca se da, la representación también carece de sentido”. Derrida dice: “como no existe la presentación originaria, sólo existen juegos de representación”. La presentación derridiana presenta más posibilidades al análisis político. Encontramos que de alguna manera no hay “afuera del texto” de la representación. No hay afuera radical del campo de la representación política. La construcción de las oposiciones van a tener que darse dentro del campo de la lógica de la representación. Esa lógica de la representación puede conducir a formas oligárquicas. O bien, a través de las estrategias que pueden desarrollarse dentro del campo representativo, puede inaugurarse una democracia más radical. No comparto que la democracia es un afuera de lo político y que lo político es algo que está opuesto al Estado. Al Estado bajo las formas actuales desde luego que sí. Pero hay algo en la lógica estatal que escapa a los Estados cristalizados que estamos enfrentando. Es “la parte de los sin parte” de que habla Jacques, es decir, la gente que está en guerra con el sistema y a la que es necesario llevar a participar y a tener una voz de manera distinta. Pero yo creo que esto pasa necesariamente por una construcción política y por los mecanismos representativos. Jacques Rancière Pienso que no hay presentaciones originales, ni pueblos originales, ni voluntades populares originales u homogéneas. Por supuesto. Pero siempre habrá gente que irá a la calle y dirá “nosotros somos el pueblo” y esto es para mí la democracia. No que todo el pueblo esté reunido allí literalmente, sino que allí se presente “una figura del pueblo”. Una figura del pueblo es la puesta en acto de una capacidad que no es la de ningún grupo determinado, de ninguna vanguardia determinada, de ninguna ciencia política determinada, sino la capacidad de todos, de cualquiera. No hay ciencia de la política, sólo hay ciencias del gobierno. Y se piensa que la ciencia del gobierno (o de las encuestas) es la ciencia de la política. Pero no hay ciencias de la política, sólo presentaciones, presentificaciones de la política, casos. Lo podríamos llamar tal vez representaciones pero mucho cuidado con los equívocos, porque lo que se llama representación, esto es el juego electoral, sólo es una entre varias formas de presentación. Tiene que haber otras, formas de presentación autónomas de un poder alternativo, sobre todo cuando la representación de tipo parlamentario se convirtió en casi nada. Y esto hay que decirlo muy claro. Este texto traducido al inglés Este artículo no hubiera sido posible sin las aportaciones de Mariela Singer, Verónica Gago y Jordi Carmona, gracias! La posición expuesta aquí por Ernesto Laclau está desarrollada más extensamente en este texto. Más intervenciones de Jacques Rancière en 'Interferencias': ¿Qué es un nombre político, un nombre de cualquiera? Jacques Rancière y el 15M ¿Qué es el socialismo? Un apunte de Jacques Rancière 37 Potencias y problemas de una política del 99%: entrevista con Jacques Rancière Rancière sobre los problemas políticos de la organización, la violencia y el sujeto Un caos controlado. Entrevista a Nazanin Armanian Enric Llopis http://www.elviejotopo.com/articulo/un-caos-controlado-entrevista-a-nazanin-armanian/ El caos, el escenario de guerra permanente y la fragmentación territorial en Oriente Medio no responden a causas azarosas. “Estados Unidos y la OTAN promueven una estrategia de caos controlado en la región, sea en Irak, Afganistán, Libia, Yemen o Siria”, afirma la politóloga y profesora de Relaciones Internacionales en la UNED, Nazanin Armanian. El caos se convierte por tanto en un elemento de dominación que, bajo el control de las potencias occidentales, puede prolongarse o atajarse a conveniencia. El objetivo es que se prolongue el conflicto bélico, que los enemigos de Estados Unidos y sus aliados se desangren entre ellos en pequeñas guerras. “Cuanto más larga sea la guerra, mejor…”, afirma la investigadora. Mientras, Israel resulta indemne. Nazanin Armanian reside en España desde 1983, es investigadora en geopolítica de Oriente Medio y el mundo islámico y autora de unos 15 libros, muchos de ellos con Martha Zein: “Los kurdos. Kurdistán: el país inexistente”; “Irán. La revolución constante”; “Irak, Afganistán e Irán. 40 respuestas al conflicto en Oriente Próximo” y “El Islam sin velo”, entre otros. nazanin—Después del acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán y el levantamiento de las sanciones, el presidente Rouhaní ha visitado París y Roma para hablar de negocios. ¿Se abre un periodo nuevo? ¿Implica esta distensión cambios en el tablero geopolítico? —No se va a abrir ninguna fase nueva. Hay un sector del gobierno de Irán y otro del de Estados Unidos que desde el inicio de la “revolución” iraní, en 1979, quieren aproximarse. En estos momentos el presidente Hasán Rouhaní considera que el enemigo no es Estados Unidos, y Obama piensa que su principal adversario es China. Por tanto, Obama no quiere implicarse en lo que considera “pequeñas” guerras. Por otro lado, este acuerdo nuclear es muy importante porque aleja, no descarta, la opción militar por parte de Estados Unidos contra Irán. Pero todo depende de las elecciones norteamericanas del 8 de noviembre. Si ganan el Partido Republicano o Hillary Clinton, puede que se rompa el acuerdo. Ha habido un “alto el fuego” en el conflicto, pero nada está definitivamente escrito. —¿Qué se decide en las elecciones legislativas del pasado 26 de febrero en Irán? ¿Hay alguna posibilidad para los sectores de izquierda? —La izquierda iraní está “desmoronada”, aunque no ha desaparecido. Se halla en la clandestinidad o en el exilio. La izquierda no tiene actualmente un peso importante dentro de la batalla política en Irán, que realmente se libra entre los sectores “moderados” y “reformistas” del islamismo, y por otro lado la ultraderecha del mismo régimen. Actualmente el sector duro formado por Jamenei y los guardianes islámicos pretende eliminar al ala reformista de los órganos de poder. Se prevé un escenario muy complejo. Sobre tu pregunta, en la República Islámica de Irán están prohibidos los partidos políticos que no sean del régimen. El Partido Democrático del Kurdistán de Irán, los partidos liberales o el partido comunista están fuera de la ley. Estados Unidos y la OTAN alimentan un caos controlado en Oriente Medio. —En cuanto a Siria, ¿Cuáles son los planes verdaderos de Obama, más allá de las conferencias y reuniones internacionales como las de Ginebra, Viena o Múnich? 38 —El único logro en la política exterior de Obama ha sido el acuerdo nuclear con Irán. Por eso, el presidente Obama quiere que Bashar-al-Ássad, con el acuerdo de Irán y Rusia, dimita antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Ello supondría un punto positivo para el Partido Demócrata. En cambio los Republicanos, junto a Israel, Arabia Saudí y Turquía, pretenden derrocar ahora al presidente sirio. Si mañana cayera Bashar-al-Ássad o muriera en un ataque, esto favorecería al Partido Republicano. Pero entonces puede que el sector duro del régimen iraní rompiera el acuerdo nuclear, porque se habría derrotado a su único aliado en la zona, Siria. “Tendremos que estar armados porque los siguientes en caer seremos nosotros”, dirían. —Una de las potencias de Oriente Medio, Arabia Saudí, vive momentos de agitación. A la caída de los precios del crudo, que han forzado recortes y políticas para el control del déficit fiscal, se agregan las batallas de palacio. ¿Cuál es tu opinión? ¿Se está modificando su rol en la zona, en países como Irak? —Hasta el ataque de Estados Unidos contra Sadam Husein, en 2003, Arabia Saudí era uno de los pilares de la presencia militar norteamericana en la zona. Pero los saudíes no perdonan a Estados Unidos que eliminara a Sadam Husein, sunita, y en su lugar instalara en Irak a un gobierno chiíta. Teniendo en cuenta que los chiítas son aliados de Irán, esto significa que Irán ha ampliado, con la caída de Sadam Husein, su zona de influencia en un país árabe sunita como Irak. Israel tampoco se perdona esa consecuencia. Desde aquel momento hasta hoy, Arabia Saudí ha hecho todo lo posible para impedir la pacificación de Irak. De hecho, cada día hay un centenar de muertos en Irak, aunque no aparezcan en los medios de comunicación. Además, Estados Unidos tiene en este país la embajada más grande del planeta, y no es precisamente para expedir visados estudiantiles sino una base militar para controlar Oriente Medio. Tienen, oficialmente, cerca de 150.000 soldados en la zona, además de los que trabajan para contratas, empresas como Blackwater, o de paisano. Irak es su colonia. —¿Y en cuanto a la influencia de Arabia Saudí en Siria? —El objetivo es recuperar Irak y también Siria que, para Arabia Saudí, al ser un país árabe, ha de ser sunita. Dado que Irán tiene mucha influencia en estos dos países, al final, la batalla en la zona se plantea entre Irán y Arabia Saudí. Para que Irán deje de intervenir en los países árabes, Arabia Saudí ha bajado el precio del petróleo con el apoyo de Estados Unidos, aunque para los norteamericanos el objetivo fundamental sea tumbar a Rusia (otro país afectado por la bajada de los precios del crudo, al igual que Venezuela, Ecuador o Irán). Pero el hecho de que se haya alargado mucho esta caída de los precios ha terminado por afectar también a Arabia Saudí. El problema es que no puede hacer nada para afrontar el déficit presupuestario, porque se ha implicado en dos guerras importantes, en Yemen y Siria, pero también en Libia, Egipto, Irak y Afganistán. Arabia Saudí no puede cargar con todos estos frentes. —¿Qué correlato tienen estas “aventuras” bélicas en la política interna del país? —Es posible que tenga lugar un golpe de estado dentro del gobierno de Arabia Saudí. Hay un sector de la Casa Saud que culpa al nuevo y anciano rey, Salmán Bin Abdulaziz, de todo el desastre, aunque quien realmente gobierne sea su hijo, el príncipe Mohamed Bin Salmán, ministro de Defensa y quien ha metido al país en estas guerras. La idea sería devolver a la potencia saudí a la política “aislacionista” que siempre ha tenido. Estas intervenciones militares nunca han sido el proceder habitual de Arabia Saudí. —En marzo de 2015 una coalición de países liderada por Arabia Saudí inició los bombardeos en Yemen, uno de los países más pobres de Oriente Medio. En enero de 2016, a los nueve meses de conflicto, Naciones Unidas cuantificaba las víctimas civiles: 2.800 muertos y 5.324 heridos. ¿Se trata de un conflicto invisibilizado? 39 —Yemen es un país estratégico. Estados Unidos interviene en el conflicto para controlar el estrecho de Bab el Mandeb (“puerta de las lágrimas”), por donde pasan los barcos chinos para entrar en el Mediterráneo. Así pues, uno de los grandes objetivos de los norteamericanos es neutralizar la creciente influencia china en Yemen, y ganar la batalla contra Beijing por explotar el crudo de las cuencas de Masila y Shabwa. En Yemen están muriendo miles de personas, no hay cifras exactas sobre ello. Además, hay que tener en cuenta que la guerra empezó no en marzo de 2015, sino después del 11 de septiembre de 2001, ya que Estados Unidos consideraba que Al Qaeda tenía su cuartel general en Yemen. Pero esto es mentira. Yemen es una base militar de Estados Unidos. ¿Cómo puede instalarse allí Al Qaeda, cuatro hombres y cuatro rifles, cuando los estadounidenses disponen de una mega-base militar en el Golfo de Adén? Todo era un pretexto para poder controlar la zona, probar nuevas armas y sobre todo la guerra de los drones, que comenzó en Yemen. Recordemos que es el escenario bélico que desea Estados Unidos: no quieren enviar tropas sino drones. Desde entonces, hasta hoy, han muerto decenas de miles de personas y continuarán muriendo. nazanin2—La consecuencia es la barbarie, y las causas del conflicto son muy diversas… —Sí, porque Arabia Saudí también pretendía construir un gasoducto para exportar su gas, que saldría de este país y llegaría hasta el puerto de Adén, en Yemen, pero el gobierno yemení no lo aceptó. Arabia Saudí ha bombardeado depósitos de agua y de comida. Según Naciones Unidas, el hambre y el conflicto bélico pueden matar a centenares de miles de personas en los próximos meses. En definitiva, la guerra de Yemen es incluso más cruda que la de Siria, lo que ocurre es que no se trata de un conflicto televisivo. Tienen la guerra muy en secreto. Otro elemento importante es que Estados Unidos pretende impedir un gobierno yemení alineado con Irán, Rusia o China, además de frenar el regreso de los neosocialistas al poder. —Otro actor capital en la región es Israel, cuyo principal enemigo es Irán. ¿Ha asumido Netanyahu de buen grado el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán? —Obama le dijo al presidente Netanyahu: “¿Tienen ustedes miedo a un Irán nuclear?” “¿Sí?, pues nosotros vamos a conseguir que Irán no disponga de armas nucleares en los próximos 20 años”. Pero aun así, Israel, que siempre quiere más, ha logrado que nadie le pueda vender armamento a Irán porque, de hecho, el embargo de armas se mantiene. A cambio del acuerdo con Irán, Obama incrementará sustancialmente las armas que envía a Israel, que además será el único país con bombas atómicas de la zona y el país militarmente más armado. En resumen, estamos ante dos países, Israel y Arabia Saudí, que en la época de Bush obedecían a Estados Unidos, pero hoy ya no obedecen a Obama. Siguen su propia agenda. Al igual que Israel, a cambio del acuerdo entre Estados Unidos e Irán, Arabia Saudí recibirá muchas más armas, como proyectiles tierra-aire y bombas inteligentes. Estados Unidos e Israel también se han comprometido a construirle a Arabia Saudí la “cúpula de hierro”, el escudo antimisiles. —Se ha dicho que Israel apoya a Al Qaeda en Siria… —Es totalmente cierto, y además no lo niegan. Hay fotografías en Internet sobre la visita de Netanyahu a un hospital militar de los Altos del Golán con los heridos del frente Al-Nusra (organización asociada a Al Qaeda en Siria). Además, han dicho que apoyarán a todo aquel que luche contra Bashar-al-Ássad. —“No hay país más estratégico para la OTAN que Afganistán, donde Estados Unidos está librando la guerra más larga de su historia”, has escrito. ¿A qué se debe esta relevancia estratégica? —Afganistán se ubica en el corazón de Asia, es vecino de China, comparte frontera con el antiguo espacio soviético, con Irán y la India. No existe un país más estratégico para la OTAN. Si Estados Unidos mantiene la ocupación de Afganistán podrá controlar a superpotencias actuales como Rusia 40 y China, o a las “emergentes” como India e Irán. Así pues, Estados Unidos no abandonará Afganistán. Todos los planes anunciados de retirada de tropas son falsos. En 2012 Obama dijo que, dado que habían terminado con la vida de Bin Laden, que volverían a casa, pero enviaron más tropas y renovaron la estancia de las que permanecían en el país. Firmó asimismo un acuerdo para mantener nueve bases militares en Afganistán, que están ubicadas en lugares estratégicos. Estados Unidos no abandonará Afganistán. Todos los planes anunciados de retirada de tropas son falsos. —¿Ha perdido Estados Unidos el control sobre Irak? —La guerra de Estados Unidos contra Irak fue realmente una agresión exigida por Israel. Estados Unidos no tenía ningún problema con Sadam Husein, de hecho, tanto él como su petróleo estaban del lado estadounidense. Y también era un contrapeso a Irán. Por las exigencias de Israel, que quería desmontar todos los estados árabes y musulmanes potentes, Estados Unidos se metió en la guerra y destruyó a Irak y a Sadam Husein. Pero ahora Irán ha aumentado su influencia en la zona, y Estados Unidos no ha ganado nada. Es cierto que las empresas norteamericanas tienen las licencias de los pozos petrolíferos de Irak, pero por la inseguridad de los caminos y los pozos no están extrayendo el crudo: lo están haciendo países como China o Malasia. Actualmente no hay manera de que el país remonte. —Por otra parte, en noviembre de 2015 Turquía derribó un caza ruso cerca de la frontera con Siria. ¿Qué consecuencias puede tener el ataque, sobre todo porque Turquía es un país de la OTAN y socio comercial de la Unión Europea? —El papel fundamental de Turquía viene por ser aliado de Estados Unidos, no de la Unión Europea. Eso hay que tenerlo claro. Estados Unidos pretende aumentar su peso dentro de la UE apoyándose en países como Turquía, Rumanía o Polonia. Provocando una intervención militar turca contra un avión ruso, los norteamericanos han dado un golpe tremendo a la alianza estratégica entre Turquía y Rusia. Ocurre que Turquía, decepcionada por no poder entrar en la UE, decidió ampliar su zona de influencia en Eurasia con el apoyo ruso. Y Rusia estaba encantada con ese rol de Turquía como aliada. De ahí que el derribo del avión ruso sea realmente una estrategia estadounidense y de la OTAN, pura y dura, que ha roto la amistad ruso-turca. Acto seguido, se mandó a Merkel a Turquía para negociar la cuestión de los refugiados y para que este país vuelva a la órbita occidental. Es cierto que Rusia, sin Turquía, no puede vender su gas, porque se le ha cortado la vía de Ucrania. Pero Turquía ha decidido seguir comprando el gas a Moscú y dejar que éste fluya por el país, por los beneficios que a Turquía le supone. Sin embargo, Turquía ya es un aliado muy poco fiable para los rusos. Provocando una intervención militar turca contra un avión ruso, EEUU ha dado un golpe tremendo a la alianza estratégica entre Turquía y Rusia. —También en este polvorín que diariamente analizas hay naciones sin estado con 6.000 años de historia, el pueblo kurdo. Entre 40 y 45 millones de personas repartidas entre los territorios de Turquía, Irak, Irán y Siria. ¿Ves cercano el derecho a la autodeterminación de los kurdos? —Defender el derecho a la autodeterminación, en el plano teórico, está muy bien. Pero en la práctica, el único estado que se muestra a favor de un Kurdistán independiente en Oriente Medio es Israel, porque de ese modo rompe a Turquía, Irak, Irán y Siria. Las cúpulas –tanto del ala derecha como de la izquierda kurda, y pienso en el PKK o los kurdos de Siria que son de izquierda– son muy pro-israelíes. Asimismo han llegado a acuerdos con el gobierno francés. Y no hay que justificar esto con la idea que por el hecho de estar “encerrados” han tenido que tejer estas alianzas. Actualmente la salida para que los kurdos no permanezcan oprimidos no es la independencia, porque además no va a producirse. Y prestarse a ser un punto de apoyo de Israel en la zona es un 41 error. En un artículo dije que, en mi opinión, lo que tenían que hacer los kurdos es organizar una conferencia de paz para la zona, no pedir más armas al mundo. Porque esto significa llevar más leña a este infierno de guerra, y que muera más gente pobre en Oriente Medio. La salida para que los kurdos no permanezcan oprimidos no es la independencia, porque además no va a producirse. —Los movimientos sociales en occidente han tomado como referente la experiencia de Rojava (Kurdistán sirio), pues a partir de un sistema de comunas confederadas y autogestionarias en el que se reconocía el rol central de las mujeres, se logró derrotar al Estado Islámico. ¿Cómo valoras esta iniciativa? —Me parece muy bien, pero es la experiencia de un pueblo pequeño en una gran guerra. Los kurdos no pueden echar al Estado Islámico sin el apoyo de Occidente. De hecho, les armó Francia, porque en la zona hay también una lucha entre los países imperialistas. Francia quiere recuperar su influencia en Oriente Medio y no va a permitir que Estados Unidos haga lo que quiera. Alemania también va a penetrar en la región. Por tanto, armar a los kurdos no deja de ser una estrategia europea contra el dominio de Estados Unidos en la zona. Es imposible que los kurdos pudieran expulsar por sí mismos al ISIS, ya que éste es una creación del Pentágono. Ocurre que a todos los países imperialistas les interesa que en la zona haya una guerra para largo. Que los árabes, musulmanes e islamistas se maten entre ellos. El único país que sale indemne es Israel. —De tus palabras se infiere que los medios de comunicación exageran la importancia del Estado Islámico, que vendría a ser un peón de los Estados Unidos que mueven a conveniencia… —El Estado Islámico nace en Afganistán con el apoyo directo de la CIA y el Pentágono, Arabia Saudí y Pakistán. Se crea contra la Unión Soviética y las fuerzas progresistas de la zona, sean comunistas, nacionalistas árabes u otras fuerzas. De Afganistán, donde consiguieron derrocar al gobierno marxista, se fueron desplazando a otros países, como Yugoslavia, Irak, Yemen, Libia o Siria. El objetivo es destruir estados vertebrados y convertirlos en “fallidos”. En cada escenario donde entran, adoptan un nombre nuevo. Lo que ocurre es que se trata de confundir a la gente, como si la realidad fuera muy compleja, pero en definitiva es un grupo de mercenarios, de unas 2.000 personas, que pasan de una zona en guerra a otra y se ofrecen a quien más pague. En su mayoría están bajo el control de Arabia Saudí, Qatar y Estados Unidos. —¿Se trata de los mismos grupos yihadistas? Los analistas suelen decir que hay diferentes bandas financiadas por distintos países, cada una con su denominación y su cometido. —Son físicamente los mismos, y sus líderes también. La idea es confundir a la gente. Obama anunció que la guerra contra el Estado Islámico podría durar 30 años. ¿Cómo es posible que hayan podido derrotar a la Unión Soviética, con guerras económicas, políticas, militares y religiosas, y no puedan vencer a 2.000 personas que no tienen helicópteros, tanques ni misiles? Más aún, cuando Estados Unidos y la OTAN tienen un millón de soldados en Oriente Medio. Es una broma. De lo que se trata, en muchas ocasiones, es de tener entretenidos a los periodistas occidentales con la enumeración de pequeños grupos. Pero Al-Nusra está formado por tres personas, y tal vez ni eso, quizá es solo una página Web. Lo que sí sabemos es que hay unos 2.000 mercenarios operando bajo el nombre del integrismo islámico, y que están absolutamente controlados por Estados Unidos. —¿Dónde encuentra el ISIS las complicidades? —Turquía es un país miembro de la OTAN, y todo el mundo sabe que el Estado Islámico tiene su cuartel general en la frontera turca. Turquía les ofrece ayuda, hospitales y comida. Y que nadie piense que el ejército turco actúa de manera independiente de la OTAN. No pueden, como decimos 42 en persa, beber un vaso de agua sin el permiso del Pentágono. De hecho, la misma alianza militar de la OTAN implica que los países miembros actúen de manera coordinada. El Estado Islámico tiene su cuartel general en la frontera turca. Turquía les ofrece ayuda, hospitales y comida. —Afirmas que Estados Unidos y sus aliados tienen un control absoluto de la situación, pero se han citado casos de lanzamiento de alimentos o armas desde el aire que no han llegado a los destinatarios sino a sus enemigos; o el apoyo a determinados sectores sobre los que después se pierde el control e incluso se convierten en adversarios. —Eso es absolutamente falso. Lo que hay en la zona es una estrategia de “caos controlado”. Es decir, se provoca el caos en un punto y después se controla, de manera que uno decide cuando termina este caos. Por ejemplo, Estados Unidos puede controlar las sanciones económicas que ha impuesto a Rusia, que es un país poderosísimo. Y basta con que una empresa rusa venda algún producto al margen de las sanciones o que una sociedad de otro país haga esto mismo, para que Estados Unidos de inmediato lo observe y castigue a los infractores. Estamos hablando de estados con capacidad de camuflar sus estrategias. ¿Cómo es posible que a un Estado Islámico formado por cuatro integristas, a veces chalados, no los puedan controlar y acabar con ellos? Si han terminado con Gadafi y con el ejército sirio, que había sido equipado y entrenado para luchar contra Israel… —¿No hay, por tanto, errores? ¿Forma parte todo de un plan deliberado? —Los kurdos de Siria se extrañaron, ingenuamente, de que las bombas de Estados Unidos cayeran encima de su territorio, mientras que la ayuda esperada llegaba a la zona controlada por ISIS. Pero esto no es un error, sino el plan: que se maten los unos a los otros. Cuanta más guerra haya en Oriente Medio, más empresas estadounidenses y de otros países vivirán de ello. Nada se escapa de las manos… No se quiere que nadie gane. Hicieron lo mismo en la guerra entre Irán e Irak durante una década, armaban a los dos bandos para que hubiera un “equilibrio del terror”. El objetivo es que se maten entre ellos los países musulmanes poderosos y productores del petróleo. E Israel, tan feliz. Acabaron con Irak y dejaron el país en escombros. También lo han hecho con Yemen, con Libia… Turquía, por ejemplo, está metida hasta el fondo en la actual guerra. Olvídate de aquella Turquía que mandaba una flotilla de apoyo a Gaza. De manera indirecta Israel ha contenido el poder de Turquía. —Por último, ¿ha tenido éxito esta estrategia de “caos controlado”? —Ha sido una estrategia genial. Han metido a Oriente Medio en muchas guerras pequeñas. En 2012 escribí un artículo en el que decía “Siria es una trampa”. Me preguntaba cómo es posible que no pudieran matar a Bashar-al-Ássad. La respuesta es que quieren que Irán, Irak, Turquía e incluso Rusia se desgasten en Siria. No quieren cerrar el conflicto. Cuanto más larga sea la guerra, mejor… - See more at: http://www.elviejotopo.com/articulo/un-caos-controlado-entrevista-a-nazaninarmanian/#sthash.iXEZq8yt.dpuf 160 personas millonarias de El Salvador acumulan la riqueza equivalente al 87% PIB http://www.transparenciaactiva.gob.sv/160-millonarios-de-el-salvador-acumulan-la-riquezaequivalente-al-87-pib El documento también indica que en El Salvador se pierden anualmente $1,200 millones vía elusión fiscal, con lo que se podría invertir unas 60 veces en infraestructura para escuelas e igual cifra para mejorar los ambientes del sistema de salud. Asimismo señala la carga tributaria que el Estado 43 recibe recae mayoritariamente en la clase media y asalariada, es decir que los que menos ingresos perciben son los que más aportan en impuestos. Según el informe presentado por OXFAM El Salvador, en tan solo un año el número de multimillonarios en el país pasó de 150 en 2013 a 160 en 2014, su fortuna en conjunto asciende a $21,000 millones, equivalente al 87% del Producto Interno Bruto (PIB), a pesar que el crecimiento económico nacional entre 2012 y 2013 fue menor al 2%. En el informe también se incluye datos sobre el ranking elaborado por la revista Forbes 2015 donde se destaca que entre los 12 hombres más ricos de Centroamérica, hay dos salvadoreños que juntos acumulan una fortuna de $7,485, lo que equivale a tres veces el presupuesto nacional destinado al desarrollo social en 2014. Según explicó el director de OXFAM El Salvador, Iván Morales la clase media salvadoreña es la que sostiene el sistema tributario nacional, es decir que los que menos tienen, son los que pagan más. “El sistema fiscal de El Salvador es notablemente injusto, porque pone la carga en los hombros de quienes menos tienen y en las clases medias, pero no en quienes tienen más. Esto impide que se financien políticas públicas que beneficien a todos y todas, en especial a las personas más vulnerables. Es imprescindible cambiar las reglas para asegurar que todas las personas contribuyan en su justa medida al bien común”, añadió Morales. Agregó que en 2010 el Ministerio de Hacienda publicó un informe donde señala que por cada dólar recaudado vía impuesto sobre la renta, las y los contribuyentes de ingresos medios aportaron 37 centavos, mientras que los que obtuvieron un ingreso de más de 60,000 dólares al año solo contribuyeron con 6 centavos, recayendo la carga tributaria en aquellos sectores que perciben menos ingresos. Asimismo puntualizó que el Estado no recauda lo suficiente, ya que para el 2014 los ingresos al gobierno central vía impuestos alcanzaron únicamente el 15.8% del PIB, lo que limita la capacidad gubernamental para dar una mayor y mejor cobertura de los servicios públicos. Otro dato que destaca el documento es que el 60% del total de la recaudación proviene del impuesto a la adquisición de bienes de consumo, mientras que el 40%, sale del pago de la renta y la propiedad. El documento también indica que en El Salvador se pierden anualmente 1.200 millones de dólares vía elusión fiscal. Este dinero supone 60 veces la inversión en infraestructura para escuelas e igual cifra para mejorar los ambientes en el sistema de salud. Morales explicó que tal como concluye el informe, el problema de la elusión fiscal se da porque grupos de mayores ingresos económicos han conseguido moldear las leyes a su favor en detrimento de las mayorías que perciben menos ingresos. A inicios de este mes, el Ministerio de Hacienda ha publicó un listado de 12,519 contribuyentes entre personas naturales y empresas, que deben al fisco un total de 332 millones de dólares. El director de OXFAM hizo un llamado al gobierno y a la empresa privada a impulsar iniciativas que aborden las causas que provocan la desigualdad social entre las que menciona el fundamentalismo del mercado, (considerada una fe exagerada en la capacidad ilimitada de las políticas económicas del libre mercado) y el secuestro democrático (gobernar para las élites). Finalmente esta organización recomienda distribuir la carga tributaria de manera justa y equitativa, frenar la evasión y la elución fiscal, garantizar un sistema de protección social universal, adecuar el salario mínimo, inversión en servicios públicos gratuitos, garantizar el derecho humano al agua, e impulsar una lucha contra la desigualdad como una prioridad nacional. Según el informe Latinoamérica y el Caribe continúan siendo la región con la mayor desigualdad del mundo. En Brasil, vuelo ciego hacia la guerra civil La solución a la crisis provocada por el doble golpe contra Rousseff vendrá de la calle, confía Leonardo Boff Blanche Petrich http://www.jornada.unam.mx/2016/06/04/sociedad/032n1soc Periódico La Jornada 44 Sábado 4 de junio de 2016, p. 32 Leonardo Boff, el prominente teólogo de la liberación, describe la crisis que atraviesa hoy su país, Brasil, como un vuelo ciego. Califica la destitución temporal de la presidenta Dilma Rousseff no como un simple proceso de desafuero, sino directamente como un un doble golpe de Estado: parlamentario y policiaco. Y externa su temor a que esta fractura del sistema democrático pueda desembocar en una especie de guerra civil. Explica: Hay grupos radicalizados entre los movimientos de los Sin tierra y Sin techo, que se sienten humillados y pueden pasar a la violencia armada. Y eso está en la lógica de Estados Unidos, generar esa violencia, introducir los grupos de acción que rompen ventanas de bancos, de tiendas. Y luego entra la policía con violencia extrema. Esas son tácticas que ya han usado en el pasado. En Brasil, sostiene Boff, se ha puesto en evidencia algo que hasta hace poco no estaba tan claro: en el gigante sudamericano se libra una verdadera lucha de clases, donde la clase privilegiada no acepta a los negros, a los mulatos, a los pobres. Donde, para lograr su exclusión definitiva, era preciso destruir el carisma de Lula da Silva y cerrar el paso para su regreso a la presidencia. En esta lucha, se enfrenta un gobierno de facto, integrado exclusivamente por viejos conservadores representantes de los grandes corporativos; un impopular presidente interino (Michel Temer, 3 por ciento de aceptación en las encuestas) dispuesto a desmontar los logros sociales construidos durante 12 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y un mosaico de movimientos populares articulados en resistencia. Como muchos otros intelectuales y activistas brasileños hoy en día, Leonardo Boff deposita toda su esperanza en que la solución a la actual crisis vendrá de la calle. Porque, subraya, no hay un solo día en que no salgan en las principales ciudades miles y miles de manifestantes para protestar y reclamar la restitución de la presidenta Dilma Rousseff. Hay potencial. Brasil es el país con mayor número de organizaciones populares, y todas están articuladas en una gran base social. Pueden parar el país de un día a otro. Por eso es que es muy difícil para la derecha gobernar Brasil. Los grupos poderosos le tienen pavor a esas organizaciones, asegura el ex sacerdote, quien hace 30 años fue sometido a un juicio canónigo en el Vaticano por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, luego papa Benedicto XVI, quien lo condenó al silencio por sus avanzadas posturas en el camino de la teología de la liberación. Es decir, en los años 80 se le prohibió enseñar, predicar, escribir y hablar en público. Eso lo orilló a renunciar al sacerdocio y a su congregación, los Franciscanos Menores. En la vida laica desde entonces, dedicado a la enseñanza de ética y filosofía e impulsor de la teología ecológica, Boff hace una pausa en una intensa gira de trabajo por México para conceder una entrevista a La Jornada. Decide hablar sólo de Brasil. La mano de EU –Fue muy elocuente la primera fotografía del gabinete del presidente golpista Michel Temer: ni un negro ni una mujer ni un joven. Cero cultura, cero derechos humanos. ¿Qué vio usted ahí? –Estamos en presencia del ascenso de las derechas, no sólo en Brasil, sino en todo el mundo. Hay razones internas, externas y geopolíticas. Pero, sobre todo, no podemos dejar de ver ahí la mano de Estados Unidos. Sabemos que la CIA, los organismos de seguridad y cientos de ONG financiadas por ellos acompañan a las fuerzas golpistas. Washington eligió Brasil porque es el eslabón más débil de los BRICS (el bloque de potencias en ascenso integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). 45 Estos estados hacen todas sus transacciones con sus monedas nacionales, sin pasar por el dólar. Para Washington esto es inadmisible. El Pentágono tiene un lema: un mundo, un poder. Desde esa visión no se puede permitir que Brasil, que tiene la séptima economía del mundo, siga un camino propio, no alineado. Ya lo dijo Noam Chomsky, quien definió la situación actual como una nueva confrontación entre Estados Unidos y China, que está penetrando enormemente en América Latina. Brasil, que es un país-continente, es ahora el territorio de esa confrontación. Odio y desigualdad La decisión de los sectores y partidos de derecha de ejecutar el golpe parlamentario contra Rousseff, analiza Boff, se alimenta de un profundo odio de clase y transcurre en un trasfondo de profunda inequidad. Brasil, recuerda el teólogo, es uno de los países con mayor tasa de acumulación de riquezas. Según el Banco Mundial, registra la más alta acumulación en las clases más altas, 0.05 por ciento, cuando en Estados Unidos, también muy inequitativo, constituye 1 por ciento. Esos ricos nunca aceptaron a un presidente obrero y a una presidenta mujer. Pero reaccionan ahora, cuando se han dado cuenta de que, debido a las políticas sociales que en los pasados 13 años sacaron a 36 millones de brasileños de la pobreza, ellos nunca iban a recuperar el poder por la vía electoral. No tienen un solo líder con el carisma que pueda superar a Lula. Boff habla largamente y con admiración de los programas sociales de los gobiernos petistas. Pero, acota, también cometieron errores: Perdieron la conexión con las bases, con el movimiento popular. Se dejaron enredar por el poder. De la política popular a la política palaciega –¿No es un error frecuente en las izquierdas que han gobernado en América Latina? –Lo es. Y es muy grave cuando se distancian del pueblo, porque las bases son las que educan a los políticos. Y cuando éstos se dedican únicamente a la política palaciega, entonces todo ese compromiso se pierde de vista. Eso ocurrió, desgraciadamente. La gran bandera del PT era la ética. “Otro error fue que el gobierno hizo de esas masas grandes consumidores: más de 36 millones entraron a la sociedad de consumo. Pero no son ciudadanos. Faltó el momento de educación, de prepararlos al pensamiento crítico, a la conciencia de la desigualdad. Brasil es uno de los países más desiguales del mundo. Aun con toda su riqueza, es un país de pobres; África es mucho más pobre, pero menos desigual. Con 62 por ciento de población de color, es el país negro más grande del mundo después de Nigeria. Desigualdad implica injusticia, negación de derechos, pobreza de la mayoría. En suma, una democracia deficitaria, como la define Boaventura de Sousa. –¿Qué tipo de gobierno se puede esperar de esta clase privilegiada que usted describe? –Por lo pronto, el interino Temer emprendió una política de ajuste tajante. Redujo el salario mínimo –que Lula consiguió aumentar a niveles decorosos–, porque el empresariado lo consideró demasiado alto. Elevó la edad de la jubilación de 65 a 75 años. Ocurre que en el nordeste, la región más pobre del país, la expectativa de vida es de 63 años. Abolió las leyes de protección a los trabajadores, que vienen desde los años de Getulio Vargas, para que los patrones puedan negociar directamente los contratos colectivos sin pasar por los sindicatos. Cerró uno de los mejores proyectos sociales, Mi casa mi vida, que permitía a los trabajadores tener una vivienda propia. Suspendió el sistema universal de salud pública, que va a ser revisado para permitir su privatización. 46 Ante esto hay una reacción de inconformidad muy fuerte. Todos los días, en alguna ciudad y otra, hay protestas. Por todo esto, a mi juicio, en los dos próximos meses, cuando mucho, el golpe será revertido: o se anula todo el proceso o sin más se restituye a Dilma al poder. Añade: El contraste entre ella y Temer no puede ser mayor. A donde quiera que ella vaya, la gente la aclama, la arropa. En cambio, su ex vicepresidente sólo puede salir de su casa en helicóptero. La autocrítica –Los grandes medios de comunicación no dan esa impresión… –Son sus grandes aliados. Hay que entender que en Brasil la verdadera oposición no viene de los partidos políticos, sino de los tres principales grupos mediáticos, que son un verdadero poder. O Globo, de la familia Marinho, que tiene la televisora, la radio, el periódico y el medio digital más grandes del país. Folha de Sao Paulo, muy fuerte en prensa, Internet y radio, y O Estado de Sao Paulo, tradicional conservador. Y dos semanarios, Isto E y Veja, una revista que trabaja directamente con la deformación y la mentira. –A diferencia de otros gobiernos populares sudamericanos, Lula nunca quiso reformar la ley de medios… –Y fue uno de sus grandes errores... porque podía hacerlo, tenía el poder y el carisma. No hizo ninguna de las grandes reformas que el pueblo reclama: la de medios, la política, la fiscal y la reforma agraria. Lo suyo fue buscar el equilibrio, la reconciliación de clases. Eso funcionó mientras lo ricos veían que los proyectos sociales no afectaban en nada su estilo de acumulación. Pero cuando se dieron cuenta de que la popularidad de Lula y la articulación con la base social les iba a impedir a ellos volver al poder central, concluyeron que era necesario cortarle el camino. Ahora Lula ha hecho la autocrítica. Y sigue en campaña. Estoy seguro de que sobre estos grandes pendientes él ha reflexionado mucho últimamente. Los nuevos miedos Ignacio Ramonet https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213065 Le Monde Diplomatique El susto ha sido grande. Y aunque finalmente, el pasado 22 de mayo, en Austria, Norbert Hofer, el candidato de la extrema derecha, no fue elegido (por un pelín... [1]) presidente de la República, cabe preguntarse qué miedos están sintiendo los austríacos para que el 49,7% de ellos haya optado por votar a un neofascista. “En la historia de las sociedades –explica el historiador francés Jean Delumeau–, los miedos van cambiando, pero el miedo permanece”. Hasta el siglo XX, las grandes desgracias de los seres humanos eran causadas principalmente por la naturaleza, el hambre, el frío, los terremotos, las inundaciones, los incendios, la escasez de alimentos, y por pandemias 47 epidémicas como la peste, el cólera, la tuberculosis, la sífilis, etc. Antaño, el ser humano vivía expuesto a un entorno siempre amenazante. Las desgracias le acechaban incesantemente… La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por el terror de las grandes guerras, las de 1914-1918, de 1936-1939 y de 1939-1945. La muerte a escala industrial, los éxodos bíblicos, las destrucciones masivas, las persecuciones, los campos de exterminio... Tras la Segunda Guerra Mundial y la destrucción atómica de Hirosima y Nagasaki en 1945, el mundo vivió bajo la preocupación constante por el apocalipsis nuclear. Pero este miedo fue extinguiéndose poco a poco con el final de la Guerra Fría en 1989 y tras la firma de tratados internacionales que prohíben y limitan la proliferación nuclear. Sin embargo, la existencia de estos tratados no ha hecho desaparecer los riesgos. La explosión de la central nuclear de Chernóbil, en particular, reavivó el terror nuclear. Más recientemente también tuvo lugar el accidente de Fukushima, en Japón. La opinión pública, estupefacta, descubrió entonces que incluso en un país conocido por su alta tecnología como es Japón se trasgredían principios básicos relativos a la seguridad, poniendo así en peligro la salud y la vida de cientos de miles de personas. Los historiadores de las mentalidades se preguntarán algún día por los miedos de nuestra década (2010-2020). Descubrirán que, a excepción del terrorismo yihadista que continúa golpeando a las sociedades occidentales, los nuevos miedos son más bien de carácter económico y social (desempleo, precariedades, despidos masivos, desahucios, nuevas pobrezas, inmigración, desastres bursátiles, deflación), así como de naturaleza sanitaria (virus del Ébola, fiebres hemorrágicas, gripe aviar, chikungunya, zika) o ecológica (desajustes climáticos, transformaciones profundas del medio ambiente, mega-incendios incontrolados, contaminaciones, poluciones del aire). Éstos conciernen de la misma manera tanto al ámbito colectivo como al ámbito privado. En este contexto general, las sociedades europeas se encuentran especialmente conmocionadas, sometidas a seísmos y a traumatismos de gran violencia. La crisis financiera, el desempleo masivo, el final de la soberanía nacional, la desaparición de las fronteras, el multiculturalismo y el desmantelamiento del Estado de Bienestar provocan, en el espíritu de muchos europeos, una pérdida de referencias y de identidad. Una encuesta reciente, llevada a cabo en los siete principales países de la 48 Unión Europea por el Observatorio Europeo de Riesgos, constata que el 32% de los europeos tienen mucho más miedo hoy de atravesar dificultades financieras que hace cinco años; el 29% tienen más miedo de caer en la precariedad; y el 31%, de perder su empleo. En España, la pobreza ha aumentado de “manera alarmante” en los últimos años, con 13,4 millones de personas –esto es, el 28,6% de la población– en riesgo de exclusión y de recaída en la miseria... Porque estos temores hacen nacer un sentimiento de desclasamiento: el 50% de los europeos tienen la sensación de encontrarse en regresión social con respecto a sus padres. Así pues, los nuevos miedos están muy presentes hoy en Europa. La crisis actual bien pudiera marcar el punto final del poderío europeo en el mundo. Tras la llegada masiva de cientos de miles de migrantes provenientes de Oriente Próximo (Siria, Irak) durante estos últimos meses, el miedo a la “invasión extranjera” ha aumentado. Se extiende la sensación de estar amenazado por fuerzas externas que los Gobiernos europeos ya no controlarían, como el auge del islam, la explosión demográfica del Sur y las transformaciones socioculturales que difuminarían su identidad. Y todo esto se produce en un contexto de crisis moral grave en el que se multiplican los casos de corrupción y en el que la mayoría de los que gobiernan, muy impopulares, ven cómo se desmorona su legitimidad. En toda Europa, estos miedos y esta “podredumbre” son explotados por la extrema derecha con fines electorales. Como lo demostró la victoria, el pasado 25 de abril, de la extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Austria. En donde, además, se produjo el derrumbe histórico de los dos grandes partidos tradicionales (el SPÖ, socialdemócrata, y el ÖVP, democristiano) que habían gobernado el país desde 1945. Ante la brutalidad y el carácter repentino de tantos cambios, las incertidumbres se acumulan para muchos ciudadanos. Les parece que el mundo se vuelve opaco y que la historia escapa a cualquier tipo de control. Numerosos europeos se sienten abandonados por sus gobernantes, tanto de derechas como de izquierdas, los cuales, además, son descritos sin cesar por los grandes medios de comunicación como especuladores, tramposos, mentirosos, cínicos, ladrones y corruptos. Perdidos en el centro de semejante torbellino, muchos ciudadanos comienzan entonces a entrar en pánico y les invade el sentimiento, tal y como decía Tocqueville, de que, “puesto que el pasado ha dejado de aclarar el futuro, la mente camina entre las tinieblas”... En este caldo de cultivo social –compuesto por miedos, por amenazas sobre el empleo, por desarraigo identitario y por resentimiento– vuelven a 49 aparecer los viejos demagogos. Aquellos que, sobre la base de argumentos nacionalistas, rechazan al extranjero, al musulmán, al judío, al romaní o al negro, y denuncian los nuevos desórdenes y las nuevas inseguridades. Los inmigrantes constituyen los chivos expiatorios ideales, y los objetivos más fáciles porque simbolizan las profundas transformaciones sociales y representan, a ojos de los europeos más modestos, una competencia indeseable en el mercado laboral. La extrema derecha siempre ha sido xenófoba. Pretende paliar las crisis designando a un único culpable: el extranjero. Esta actitud se ve fomentada en la actualidad por las contorsiones de partidos democráticos reducidos a preguntarse por la importancia de la dosis de xenofobia que pueden incluir en su propio discurso. Con la reciente ola de atentados odiosos en París y en Bruselas, el miedo al islam se ha reforzado aún más. Cabe recordar por ejemplo que hay entre 5 y 6 millones de musulmanes en Francia, el país que cuenta con la comunidad islámica más importante de Europa. Y alrededor de 4 millones de musulmanes en Alemania. Según una encuesta reciente del diario francés Le Monde, el 42% de los franceses considera a los musulmanes “más bien como una amenaza”. El 40% de los alemanes piensan lo mismo. En estos dos países, una mayoría de la población considera que los musulmanes no están integrados en sus sociedades de acogida. El 75% de los alemanes estima que no están “en absoluto” integrados o que “apenas lo están”; y el 68% de los franceses piensan de la misma manera. Hace unos meses, la canciller alemana Angela Merkel –que luego acogió en su país a más de 800.000 migrantes solicitantes de asilo en 2015– afirmaba que el modelo multicultural según el cual convivirían en armonía diferentes culturas había “fracasado por completo”. Y un panfleto islamófobo escrito por un ex dirigente del Banco Central alemán, Thilo Sarrazin, que denunciaba la falta de voluntad de los inmigrantes musulmanes para integrarse, ha sido un éxito rotundo en las librerías alemanas, y se han vendido nada menos que 1,25 millones de ejemplares. Un número cada vez mayor de europeos hablan del islam como de un “peligro verde”, a la manera en la que antaño se imaginaban los avances de China hablando del “peligro amarillo”. La xenofobia y el racismo están aumentando en toda Europa. A esto contribuye sin duda el hecho de que algunos musulmanes de Europa están lejos de ser irreprochables. Especialmente –en un momento en el que los medios de comunicación evocan la brutalidad de la Organización del Estado Islámico (OEI), o Daesh, en 50 Irak y en Siria– los activistas islamistas, que aprovechan el clima de libertad que reina en los países europeos para desplegar un proselitismo salafista. Predican el adoctrinamiento de sus correligionarios o de jóvenes cristianos conversos. Los más extremistas han participado en la reciente ola terrorista en Francia y Bélgica. En el ámbito político, son numerosos los discursos dramáticos que despiertan la preocupación y la angustia de los electores. Durante las campañas electorales, es común encontrar discursos que recurren al instinto de protección de los individuos. Se apela al miedo de forma habitual. Se trata de una manipulación. Y, en la utilización de este sentimiento, los populistas de derechas –en el contexto actual de crisis social– se han convertido en expertos. No solo en Austria. En Francia, por ejemplo, no hay ni un discurso del Frente Nacional y de su dirigente, Marine Le Pen, en el que no se mencione el miedo. Le Pen evoca de forma constante las “amenazas” que se cernerían sobre la seguridad física y sobre el bienestar de los ciudadanos. Y presenta a su partido, el Frente Nacional, como un “escudo protector” frente a estos “peligros”. En todos sus documentos, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ por sus siglas en alemán) y su líder Norbert Hofer insisten en la persistencia de un pasado idealizado y una identidad que hay que preservar. Promueven el miedo mencionando regularmente a un “enemigo exterior”: el islam, contra el cual la “nación austríaca” tiene que actuar como un bloque. Denuncian al Otro, al extranjero, como un peligro para la cohesión de la comunidad nacional. En todos los discursos populistas de derechas se encuentra este miedo al Otro que, obligatoriamente, es el enemigo. Se rechaza al Otro porque no comparte los valores de la “Patria eterna”. En sus discursos, los líderes de las nuevas extremas derechas también atacan a la Unión Europea (UE). La acusan de todos los males, sobre todo de “poner en peligro” a los Estados-nación y a sus pueblos. La UE se designa como culpable de la fragmentación de las naciones. Al mencionar “las tinieblas de Europa”, Norbert Hofer sumerge a sus oyentes en la inquietud. Porque, en la cultura occidental y cristiana, las “tinieblas” designan por lo general la nada y la muerte. Así pues, el FPÖ se presenta como un partido “salvador”, aquel que conseguirá llevar a la nación austríaca hacia la luz. La mayoría de los populistas de derechas en Europa, actualmente, proceden a una amplificación de los peligros y a una dramatización de los peligros. Sus discursos sólo proponen ilusiones. Pero en un periodo de dudas, de crisis, de angustia y de nuevos miedos como el actual, sus palabras consiguen captar 51 mejor a un electorado desconcertado y presa de pánico. Nota (1) Tras el recuento de 900.000 sufragios por correo, el candidato ecologista Alexander Van der Bellen, catedrático emérito de Economía, de 72 años, resultó elegido nuevo Presidente de Austria con un 50,3% de los votos frente al 49,7% del aspirante ultraderechista, Norbert Hofer, quien había resultado vencedor de la primera vuelta con el 35% de los sufragios. Ignacio Ramonet, Periodista español. Presidente del Consejo de Administración y director de la redacción de “Le Monde Diplomatique” en español. Editorial Nº: 248 Junio 2016 La estrategia del golpe de Estado global por Manlio Dinucci http://www.voltairenet.org/article191966.html Si bien Estados Unidos ha comenzado a tratar de economizar sus medios militares bajo la presidencia de Barack Obama, no por ello ha cesado de actuar militarmente en todo el mundo. La potencia imperial sigue disponiendo de un amplio sistema, a la vez abierto y secreto, que le permite intervenir casi en cualquier lugar del mundo, sistema que pone en marcha cada vez que se le ofrece la menor ocasión. ¿Qué relación existe entre sociedades geográfica, histórica y culturalmente lejanas, desde Kosovo hasta Libia y Siria, desde Irak hasta Afganistán, desde Ucrania hasta Brasil y Venezuela? Lo único que tienen en común es el hecho de verse arrastradas por la estrategia global de Estados Unidos, ejemplificada en la «geografía» del Pentágono, que divide el mundo en «áreas de responsabilidad». Cada una de esas áreas está «en manos» de uno de los seis «mandos combatientes unificados» de Estados Unidos: Al frente del Mando Europeo [EuCom] se encuentra un general o un almirante nombrado por el presidente de Estados Unidos. Este alto jefe militar estadounidense asume automáticamente el cargo de Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa. La OTAN se ve así automáticamente incluida en la cadena de mando del Pentágono, lo cual implica que opera fundamentalmente en función de la estatregia de Estados Unidos. Esa estrategia consiste en la eliminación de todo Estado o movimiento político-social que constituya una amenaza para los intereses políticos, económicos y militares de Estados Unidos, país que, aunque sigue siendo aún la mayor potencia mundial, está perdiendo terreno ante la aparición de nuevos actores estatales y sociales. Son numerosos los instrumentos de esta estrategia y van desde la guerra abierta –como los ataques de fuerzas aeronavales y terrestres contra Yugoslavia, Afganistán, Irak y Libia– hasta las operaciones secretas realizadas en esos países y en otros, últimamente en Siria y Ucrania. Para la realización de estas operaciones, el Pentágono dispone de las fuerzas especiales, alrededor de 70 000 especialistas que «cada día operan en más de 80 países a escala mundial». Y también tiene a su disposición un ejército secreto de mercenarios. En Afganistán, según documenta Foreign Policy [2], el número de mercenarios del Pentágono se eleva a 29 000, o sea 3 mercenarios por cada soldado estadounidense. En Irak hay unos 8 000… 2 mercenarios por cada soldado estadounidense. 52 A los mercenarios del Pentágono se agregan los de la tentacular comunidad de inteligencia, que incluye, además de la CIA, otras 15 agencias federales. Los mercenarios son doblemente útiles ya que pueden asesinar y torturar sin que tales actos se atribuyan a Estados Unidos. Y cuando resultan muertos en acción, sus nombres no aparecen en la lista de bajas. Además, el Pentágono y los servicios secretos disponen de grupos a los que arman y entrenan, como los grupos islamistas utilizados para atacar Libia y Siria desde adentro y los neonazis utilizados en el golpe de Estado de Ucrania. Otra herramienta de esta misma estrategia son las «organizaciones no gubernamentales» [ONGs] que, disponiendo de enormes medios, son utilizadas por la CIA y el Departamento de Estado para montar acciones de desestabilización interna en nombre de la «defensa de los derechos ciudadanos». En ese marco se inscribe también la acción del grupo de Bilderberg [3] –que el magistrado Ferdinando Imposimato denuncia como «uno de los responsables de la estrategia de la tensión y de las masacres» en Italia [4]– y la de la Open Society del «inversionista y filántropo George Soros», artífice de las «revoluciones de colores» [5]. En la mira de la estrategia golpista de Washington están hoy Brasil, para torpedear al grupo BRICS, y Venezuela, para socavar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Para desestabilizar Venezuela, indica el SouthCom en un documento recientemente revelado [6], hay que crear «un escenario de tensión que permita combinar acciones callejeras con el empleo dosificado de la violencia armada». Manlio Dinucci Fuente Il Manifesto (Italia) <:ver_imprimer:> <:recommander:recommander:> Facebook Twitter Delicious Seenthis Digg RSS Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio [1] El SouthCom, United States Southern Command, es más conocido en Latinoamérica bajo la denominación “Comando Sur”. Nota de la Red Voltaire. [2] “Mercenaries Are the Silent Majority of Obama’s Military”, Micah Zenko, Foreign Policy, 18 de mayo de 2016. [3] «Lo que usted no sabe sobre el Grupo de Bilderberg», por Thierry Meyssan, Komsomolskaya Pravda (Rusia) , Red Voltaire, 15 de abril de 2011. [4] «Terrorismo: el juez italiano Imposimato acusa al Grupo de Bilderberg», Red Voltaire, 31 de enero de 2013. [5] «George Soros, especulador y filántropo», Red Voltaire, 3 de febrero de 2004. [6] «Operación Venezuela Freedom-2», Red Voltaire , 22 de mayo de 2016. “La corrupción también se puede legalizar” http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301035-2016-06-05.html Buscaglia desenmascara la corrupción política y empresarial, el lavado de dinero, las bases patrimoniales del crimen organizado, el sistema financiero, el cinismo protector de los Estados coloniales y la impunidad de los capitales ilícitos. Por Eduardo Febbro Desde Ciudad de México 53 Viajar por el intrincado y planetario mundo del crimen organizado es una travesía de muchas sorpresas donde la figura del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo Guzmán” es apenas un títere en miniatura frente a la poderosa maquinaria de la corrupción política, financiera y mafiosa que, en el fondo, rige los destinos de mundo. Esa es la a la vez dolorosa, alentadora y magistral demostración que realiza el doctor Edgardo Buscaglia en una de sus últimas investigaciones publicadas: Lavado de dinero y corrupción política. El arte de la delincuencia organizada internacional (Editorial Debate). Si alguien quiere dejar el territorio de la inocencia o la mera lectura ideológica del crimen organizado, Buscaglia ofrece una perfecta guía para navegantes en la cual desmonta y desenmascara la corrupción política y empresarial, el lavado de dinero, las bases patrimoniales del crimen organizado, el sistema financiero, el cinismo protector de los Estados coloniales y la manera en que, con toda impunidad, los capitales de procedencia ilícita se integran en la economía legal. Esa corrupción ha terminado por generar no sólo un sistema económico paralelo, sino también un sistema político a espaldas de la sociedad que elige a sus dirigentes. Buscaglia demuestra que, en sus múltiples formas, el lavado de dinero es una suerte de lavado de la democracia una violación de la misma democracia que cuenta con complicidades en los niveles más altos de la política y la finanza internacional. Los capos del narcotráfico son meros figurantes sangrientos en esta gigantesca empresa mundial que mueve más capitales que el propio PIB de los Estados Unidos y cuyos operadores centrales son de cuello blanco y corbata. Buscaglia es uno de los más exquisitos especialistas del mundo en esta materia, con una amplia y reconocida experiencia. Dedicó la mayor parte de su vida a investigar el fenómeno del crimen organizado. Ha dado clases en las universidades más prestigiosas del planeta y trabajó en instituciones globales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés). Buscaglia fue jefe de asesores de la Organización de las Naciones Unidas entre Junio del 2010 y Junio del 2011 en Afganistán, además de asesor externo de la agencia ONU para el Entrenamiento e investigación (Unitar). Su libro es una síntesis valiente de los ríos ocultos que riegan de agua sucia a los Estados donde emerge la complicidad entre el mundo público y el sector privado, los medios de comunicación, las grandes corporaciones internacionales, y los crímenes como la trata de personas que generan miles de millones cada año. 54 En esta entrevista exclusiva con Página/12, Buscaglia nos introduce, desde la Argentina hasta el corazón del mundo occidental, en los meandros de un asalto a las democracias del mundo. –El tema de los Panamá Papers se ha impuesto a nivel mundial y ha venido a probar la enredadera de corrupción que envuelve el mundo. Allí aparecen jefes de Estado, entre ellos el presidente argentino Mauricio Macri, escritores, artistas, empresarios, en suma, una colección inaudita de evasores. Y sin embargo, ha habido como una auto limpieza. Los culpables no conocerán tal vez ninguna sanción. –Se trata de una suerte de corrupción legalizada. Como el sistema de financiamiento de campaña políticas en los Estados Unidos, la corrupción también se puede legalizar. Luego está la corrupción propiamente dicha, la delictiva. Ambas encierran flujos cuantiosos, inimaginables para una persona promedio. Esos flujos son equivalentes a montos anuales mayores al PIB de los Estados Unidos. En su mayor parte, esos dineros le pertenecen a las elites políticas, a las elites empresariales, a algunas elites sindicales. Esas elites han generado un sistema financiero paralelo, un sistema político paralelo, un sistema socioeconómico paralelo al de las personas de a pie. Y ese sistema paralelo determina el resultado de las elecciones, el resultado de lo que se supone debe ser la competencia del mercado, que en realidad no existe. En suma, esos montos ligados a estas actividades pasan después a través de canales que evaden impuestos, o que no los evaden y van a parar a estos paraísos fiscales, a estas empresas fantasmas que trabajan con una arquitectura enormemente sofisticada. El caso de esta firma panameña Mossack Fonseca es sólo una entre cientos de firmas. Hay otras que realizan operaciones muy superiores a la de este caso de los Panamá Papers. Esto es moneda corriente entre las elites políticas de esta planeta. Allí encontramos a la elite china, o a la elite capitalista propiamente china. Esto quiere decir que no hay ideologías en el lavado de dinero. La delincuencia organizada de Estado y la delincuencia organizada propiamente dicha como la del cartel de Sinaloa tiene su dinero mezclado en ese sistema paralelo. Nuestros sistemas políticos a los que clasificamos demasiado rápido como democracias, especialmente cuando habla la OEA, son realmente fachadas de democracia, como es el caso mexicano, como es el 55 caso de Argentina y de otras regiones del planeta. Los Panamá Papers son sólo una gota en el océano. Es una industria cuantiosa. –Lo que resalta en su libro, Lavado de dinero y corrupción política. El arte de la delincuencia organizada internacional, es la connivencia entre el poder político y el crimen organizado. De allí se desprende una evidencia: el crimen organizado es un ejército mundial, globalizado. –Hay que definir adecuadamente al crimen organizado. Si este crimen organizado es la caricatura del tráfico de drogas que se presenta en México, entonces nos quedamos con una pequeña gota del gran lodo de la delincuencia organizada. De hecho, la delincuencia organizada es también la compra venta de pasaportes a través de un ex Primer Ministro de Portugal, es igualmente el proceso a través del cual se desvían fondos públicos hacia empresas fantasmas para financiar campañas electorales. Cuando se tipifican delitos de la delincuencia organizada y se los amplia a muchos de estos delitos que a veces se conciben nada más que como corrupción política, recién podemos empezar a entender la magnitud del fenómeno. La delincuencia organizada se dedica a 23 tipos de delitos económicos y tráficos ilegales: tráficos de personas, de migrantes, de armas, de drogas, contrabando, extorsiones, etc, etc. Pero esa delincuencia tiene más del 70 por ciento de sus capitales introducidos en actividades legales. Es allí donde debemos atacar. El gran puente entre los Estados y el crimen organizado es la política. Debemos destruir ese puente para empezar a desmantelar, por un lado, a los grupos criminales organizados, aquellos que trafican con armas o personas, como en Argentina y en México, dos países que se han transformado en grandes centros de la trata de personas. Pero, por otro lado, también hay que destruir el puente para desmantelar las redes de políticos y empresarios que operan en el mundo legal y que son también delincuencia organizada. –El mundo legalizado de la delincuencia organizada es espeluznante: hay bancos, compañías financieras, gabinetes de abogados, intermediarios con reconocimiento mundial, etc, etc. –Efectivamente. La delincuencia organizada es un fenómeno de cuello blanco. Las mentes más sofisticadas y más educadas del planeta que fueron a las universidades más importantes del mundo están al servicio de estos grupos criminales. Tenemos que dejar de caricaturizar a la delincuencia organizada a través del Chapo Guzmán o de las pandillas que uno observa en Santa Fe, en la Argentina. Hay que comenzar a llamar a las cosas por su nombre. La corrupción política es un delito en red, y como tal, tiene una motivación no sólo política sino también económica. Por consiguiente es delincuencia organizada. Es preciso llegar hasta los empresarios que están detrás de esa corrupción. En muchos casos son las mismas personas, son los políticos y sus familias, como ocurre en México. 56 –México no es una isla, no es una excepción sino el lugar que concentra todo lo que ocurre en el mundo. México no es una problemática local, sino planetaria. –Exactamente. La delincuencia que se manifiesta en México es una delincuencia transnacional que tiene su base patrimonial en los Estados Unidos en alrededor el 20% del dinero que se genera a través de delitos. El problema es que México es un país, como Rusia, en una transición hacia una democracia con enormes vacíos institucionales: vacíos de controles patrimoniales, de prevención social de la delincuencia, vacíos de controles de la corrupción. Entonces, esos vacíos de controles institucionales hacen que la delincuencia organizada que pasa por México se comporte de forma mucho más dañina que la misma delincuencia organizada que pasa por Holanda y los Estados Unidos, que no se comporta con tanto impacto y violencia contrariamente a la de México que tira bombas, secuestra más, compra y vende seres humanos con mayor asiduidad. Esa misma delincuencia, cuando pasa a los Estados Unidos, se comporta de manera empresarial porque se encuentra con instituciones judiciales más fuertes. En Estados Unidos la delincuencia organizada es infinitamente más poderosa que en México. La gente tiene la idea de que México es el gran imperio, pero no es así. En México los distintos grupos criminales pujan para usar a las distintas fuerzas de la policía a su imagen y semejanza, pujan por usar a empresas bancarias o farmacéuticas. Esto, por ejemplo, no lo podrían hacer en los países europeos con tanta impunidad. Pasan a Europa silenciosamente y hacen más dinero porque allí tienen sus bases patrimoniales. Si se conjuga a la Unión Europea y a los Estados Unidos tenemos el 44% del lavado de dinero mundial, a lo cual le podemos también sumar China. No nos engañemos. México está pagando con sangre sudor y lagrimas el pasaje de esta delincuencia organizada que tiene su base patrimonial en los países más ricos. –¿Acaso estamos en una situación mundial que cabe en aquella frase del narco colombiano Pablo Escobar: “¿plata o plomo?”. –Yo le diría que es poder o plomo. La plata que esta gente le promete a jueces y a políticos termina constituyéndose en poder social y político. Lo que más me preocupa es que en la mayoría de los países como Argentina, México y algunos europeos con vacíos institucionales se están formando Estados dentro del Estado. De alguna manera estamos volviendo a la Edad Media. El poder político se está fragmentando y feudalizando. La delincuencia organizada promete poder, feudaliza al Estado, genera feudos y, muchas veces, esos feudos comienzan a competir entre ellos como en la época feudal. Hay que parar ese proceso porque es muy dañino para el tejido social. No se trata sólo de un tema económico. Es un tema de desarrollo social que no se podrá alcanzar en la medida en que los Estados se sigan fragmentando. –Usted tipifica unos 23 perfiles de delitos económicos. ¿Cuál es el patrón que los unifica? 57 –La motivación económica, pero me preocupan más los crímenes de lesa humanidad. La trata de personas, que es uno de los grandes negocios de la delincuencia organizada transnacional, son crímenes de lesa humanidad. Tenemos una situación donde estas redes criminales cometen crímenes de lesa humanidad en todas partes. La legalización del trafico de drogas, por ejemplo, no resuelve el gran problema de la delincuencia organizada que está muy diversificada mundialmente. Si le legalizas las drogas por aquí, esta gente reasigna recursos para hacer otro negocio en alguna parte. En ese sentido, los 23 delitos económicos son en su mayor parte crímenes de lesa humanidad: trafico de migrantes, secuestros, explotación sexual, etc. –Un informe del organismo europeo Europol calcula que la crisis migratoria que sacude hoy a Europa genera una cifra de negocios de 6 mil millones de dólares por año. El 90% de las personas que llegan a Europa lo hacen a través de redes mafiosas. –Así es. En la gran, gran mayoría de los casos de refugiados nos encontramos con redes criminales transnacionales que trabajan con toda una infraestructura muy sofisticada de transporte, logística de almacenamiento, distribución de estos refugiados y un mecanismo de distribución de precios según el origen socioeconómico de los refugiados. Hay funcionarios públicos involucrados en este tráfico y también empresas de transporte, a la vez terrestre y marítima. Desde luego, la raíz de estos problemas son tanto los sistemas políticos de Medio Oriente como el de los sistemas políticos colonialistas que han estado generando el catalizador de estas guerras. –En su libro usted plantea 20 propuestas para sanear esta hecatombe de corrupción. ¿Cuál sería la mecánica de dichas propuestas? –-Se trataría de entrarle a la esencia misma de la delincuencia, a la madre y al padre de la delincuencia organizada que es la corrupción política al más alto nivel. Habría que pegarle a esos organismos que promueven la corrupción política. Y esto no pasa solamente por castigos de la justicia penal. No, habría que, por ejemplo, generar mecanismos mucho más transparentes para que se elaboren listas de candidatos a las elecciones primarias en España, en Argentina, México, que sean listas abiertas, sujetas al voto popular, con controles patrimoniales mucho más precisos. Ese tipo de medidas son esenciales para eliminar el efecto catarata, donde la corrupción empieza a muy alto nivel y luego baja a través de la corrupción administrativa, judicial. Pero hay que ir al foco principal de la corrupción, que está al más alto nivel. Hay casos como el de la provincia de Buenos Aires, en la Argentina, que no tienen aún una ley de financiamiento de campañas políticas. La provincia de Buenos Aires es un parque de diversiones para le delincuencia organizada. Hay que abordar ese aspecto para que, quienes lleguen a la política, aunque no sean santos, estén sujetos a controles un poco más elaborados para que tengamos un mínimo de control de calidad. ¡ El centro mafioso patrimonial 58 de la Argentina es la provincia de Buenos Aires !. Incluso si la provincia de Buenos Aires maneja montos criminales mucho menores a los que podemos ver en Alemania o Estados Unidos, es un factor de generación de violencia por los vacíos institucionales que existen. Allí donde hay vacíos de Estado hay delincuencia organizada violenta. –En la Argentina hay muchas denuncias en este momento… –Parece que el Poder Judicial en la Argentina está muy entusiasmado en iniciar causas penales. Hay que dejarlo que genere material probatorio para que avancen las causas en la Argentina, pero siempre y cuando se abarquen a todos los partidos y no nos quedemos solamente con un proceso de manos limpias de una sola mano. Hay que lavar ambas manos. El Mani Puliti italiano, o actualmente el brasileño, abarca a todos los partidos, no solamente a los Kirchner. En la Argentina hay corrupción por todos lados y es preciso abarcar a todos los movimientos. –El macrismo tiene un discurso justiciero y moralizador pero en el propio aparato del gobierno hay miembros que participaron en los procesos de corrupción que usted describe, empezando por las cuentas en paraísos fiscales. –Hay que introducir mecanismos de control de financiamiento de campañas que empiecen con el control de la campaña del presidente Macri. Habría que establecer tres tipos de auditorias: las sociales electorales, las auditorias legislativas, y la de los institutos que, en el caso de la Argentina, sería la Cámara Nacional electoral. –En este contexto, para usted, lo que pasó en Brasil fue un golpe de Estado para impedir las investigaciones de la justicia al conjunto de la clase policía. –Es un golpe parlamentario por la impunidad. Hay tienes hay un 59% de los legisladores brasileños de todos los partidos que están procesados por un sistema judicial medianamente independiente. ¡Los brasileños deberían estar orgullosos !. Pero hay ese 59% de los legisladores del Congreso Federal clamando impunidad. Ese fue el factor principal para tratar de sacarse de encima a la presidenta Dilma Rousseff a través de tecnicismos. Ahí hay un tema importante: cuando los Estados se comienzan a reconstituir y a generar movimientos de limpieza de sus cloacas políticas, como es el caso de Brasil y fue el de Colombia o Italia, cuando eso ocurre los procesados no se quedan quietos y empiezan a generar una contra reforma reaccionaria. Eso lo observamos con gran crudeza en el caso de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil. Estamos viendo maxi procesos de mafia y corrupción política. ¡Viva Brasil! Hay que ser muy elogiosos del trabajo que están llevando a cabo allí, con una sociedad civil mucho más activa, unificada, que protege a sus fiscales, cosa que no ocurre ni en México ni en la Argentina. Brasil es un ejemplo porque lo que se juzga no es si en un país hay o no 59 corrupción, en todos los países del mundo la hay. Lo que se evalúa es la reacción del Estado. Es preciso entonces apoyar a los Estados para que se institucionalicen. efebbro@pagina12. com.ar La muerte artera en los barrios de Rosario es una señal de alerta” http://www.rosarioplus.com/ensacoycorbata/La-muerte-artera-en-los-barrios-de-Rosario-es-unasenal-de-alerta-20160603-0031.html El mexicano José Manuel Valenzuela Arce es una voz autorizada a la hora de hablar de narcotráfico y crimen organizado en el continente americano. Llegó a la ciudad para participar del XIV Congreso de Ciudades Educadoras. Pide romper con la lógica prohibicionista, sostiene que Argentina está a tiempo de revisar su estrategia contras las droga y llama a una profunda reflexión sobre víctimas y victimarios. “Ningún joven nace sicario”, señala ESCRITA POR: Avatar de Andrés Actis Como buen académico, José Manuel Valenzuela Arce combina lucidez conceptual con claridad discursiva. Cada palabra que pronuncia da en la tecla justa. Pone blanco sobre negro en una problemática que, a su juicio, se presenta “difusa y desdibujada”. Este sociólogo mexicano es un especialista crítico y agudo sobre el fenómeno del narcotráfico y el crimen organizado en la región. Estuvo 48 horas en Rosario. Disertó en el Congreso de Ciudades Educadoras y se sentó en un aula de la UNR para hablar de los “impactos sociopolíticos” que genera el negocio de la droga. Ha publicado 41 libros, 20 como autor único y 21 como coordinador y coautor. Su texto “Jefe de jefes. Corridos y narcocultura en México” obtuvo el Premio Internacional Casa de las Américas (Cuba) en 2001. En 2012 le fue otorgado el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología, y en 2013 la distinción del grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Baja California, entre otros méritos profesionales. En uno de los pocos ratos libres de su agenda, se sentó con Rosarioplus.com para analizar las estrategias en pugna para combatir un flagelo que en América Latina provoca miles de muertes “sin rostros”. Asegura que no hay voluntad de modificar el modelo punitivo/represivo porque es absolutamente funcional a la economía global. Sobre el impacto del narcotráfico en Argentina, subraya que si bien el crimen organizado está instalado, aún se está a tiempo de tomar un rumbo distinto al que ha fracasado en México. Eso sí: pide estar muy atento a las “primeras señales”. “La muerte artera en los barrios de Rosario es una señal de alerta”, aclara. ¿Con qué políticas públicas hay que combatir al narcotráfico? La experiencia indica evitar marcos prohibicionistas que no han resuelto ningún problema porque el fenómeno queda desdibujado. Se mezclan asuntos que tienen que tener atenciones diferenciadas, como el consumo y los grupos criminales que emergen de la venta de droga. La experiencia más fuerte de prohibicionismo fue la ley seca en Estado Unidos desde 1919 a 1933. Generó efectos perversos. Desplegó un mundo de muertos por consumo de bebidas adulteradas y por el raid de violencia. Generó campos muy amplios de corrupción y el fortalecimiento de enormes mafias. Si recuperamos esa experiencia y la pensamos en el contexto de los países que 60 han regulado la producción, distribución y consumo como el caso de Holanda y recientemente Uruguay, nos lleva a la respuesta de redefinir la actual estrategia punitiva y represiva. Si es tan claro el fracaso de esta visión punitiva/represiva, ¿por qué la mayoría de los gobiernos insisten en aplicar estas recetas? Se insiste porque prevalecen los ejes que han dado sentido a todas las estrategias prohibicionistas, léase intereses económicos, posicionamientos moralistas y afanes autoritarios. Lo encontramos desde la prohibición del consumo de coca a los indígenas por parte de los misioneros hasta que se percataron que atentaba contra el rendimiento laboral, pasando por la prohibición del alcohol, té o tabaco. En lo que hace a las drogas, el recorrido arranca en 1914 en Estados Unidos con la prohibición de la amapola y más tarde la marihuana y cocaína en 1924. Se empezó a criminalizar a cierto grupo de consumidores bajo el rótulo de monstruos o canallas para justificar políticas extremas. Esto cambia en 1971 cuando Nixon declara la guerra contra las drogas y agrega un cuarto elemento al modelo prohibicionista: la injerencia política de Estados Unidos en el patio trasero del mundo. ¿Este es un click para entender la violencia desenfrenada en muchos países de América Latina? Exacto, acá no vale la ingenuidad. Detrás de estos intereses hay demasiada muerte. Los muertos los estamos poniendo nosotros. Donde se ha aplicado la despenalización encontramos un consumo parecido al que hay en países prohibicionistas. La enorme diferencia es que no tienen esa muerte, esa violencia innecesaria. La respuesta a por qué no se asumen estos modelos alternativos hay que buscarla en los intereses muy poderosos que giran alrededor de la problemática. Naciones Unidas calcula una ganancia de 320 mil millones de dólares al año, lo que se traduce en muchos poderosos actores que no están dispuestos a cambiar de paradigma. El desafió, entonces, es como transformar esta lógica que produce muertes. México es un claro ejemplo imagino En México tuvimos más de 130 mil muertos y desaparecidos durante el gobierno de Felipe Calderón y con Peña Nieto más de 57 mil. Los últimos registros indican que disminuyó la esperanza de vida al nacer. Se había logrado una evolución por el avance de la ciencia para combatir las enfermedades que atacan la infancia, pero ahora resulta que los chicos mueren durante su juventud. Yo hablo de juvenicidio. Tenemos asesinatos sistemáticos de jóvenes en América Latina. Y lo peor es que no sabemos a quiénes están matando. Son muertes sin rostros. Se nos dicen algo habrán hecho y la muerte nos pasa de largo. ¿Cómo está posicionada Argentina en el contexto regional? No soy un experto, pero a partir de las visitas que he realizado, puedo decir que hay una presencia clara de lo que se llama crimen organizado. Sabemos que hay grupos de México que actúan en Argentina. Estamos hablando de una empresa global. Los anclajes están en toda parte. Hay que visibilizar las señales de advertencias. Ciudades como Rosario en donde se ve la muerte artera en los barrios, marcan que el fenómeno ya está instalado. Es una gran señal de alerta. La buena noticia es que Argentina está en condiciones de diseñar una estrategia alternativa al modelo punitivo. Debe trabajar el consumo y la salud pública, por un lado, y no caer en más armas, más policías y más ejército, por el otro. La experiencia histórica marca que esto se traduce en más muerte y no soluciona el problema que dice combatir. ¿Cuánto influyen en un determinado territorio la corrupción policial y la complicidad del poder político y empresarial a la hora de blanquear el dinero del narcotráfico? Son dos ejes de debate acá en Rosario 61 El poder del narco no está en las armas. Su poder reside en la enorme capacidad para corromper y la impunidad. Hablamos de corrupción policial y de los sistemas de justicia; y de impunidad para poder blanquear el dinero. Participan los bancos. Estados Unidos, por ejemplo, reconoce que 12 de sus bancos lavan dinero. Participan paraísos fiscales. Y participa el mercado inmobiliario. Uno ve construcciones por todas partes. Basta mirar California y toda la costa del pacífico. Tenemos una acumulación de un capital que chorrea mucha sangre y mucha hipocresía. Otra gran paradoja se da en los dedos acusatorios. Muchos ven al joven que cayó en esta inmensa red como el principal culpable de esta mal. ¿Cómo se hace para ganar esta batalla cultural? -El principal problema que tenemos es la precarización de las condiciones de vida. Hay que entender que ningún joven nace sicario. En América Latina se han ido cerrando las condiciones que permitían proyectos de vida para los jóvenes. Contestando a tu pregunta, creo que también hay que apostar a un proceso de transformación en la lógica de los medios de comunicación. Hay que darle más lugar a la academia y a los saberes científicos para generar un marco de opinión distinto. Es un embate muy difícil, porque los medios se han empoderado con mucha fuerza y sin escrúpulos de lo que ellos llaman verdad. Es otra gran batalla a dar. Pero cuando la gente empiece a percatarse de todo está trasfondo que estamos hablando, va a comprender con más claridad la necesidad de construir canales de vida para los chicos. La Alianza para la Prosperidad, un «deja vú» para el triángulo norte Por El Pulso http://elpulso.hn/la-alianza-para-la-prosperidad-un-deja-vu-para-el-triangulo-norte/ Esta semana se dio la visita en Tegucigalpa del senador del Estado de la Florida y ex precandidato presidencial de los Estados Unidos por el partido republicano, Marco Rubio, quien anunció que continuará apoyando los procesos de reformas institucionales en Honduras a través del Plan Alianza para la Prosperidad. «Hemos visto cómo la cooperación entre Honduras y Estados Unidos está dado resultados positivos», dijo en cadena de prensa, agregando que «falta mucho por hacer y la reforma institucional es muy importante. Vemos que hay un esfuerzo legítimo y verdadero y regreso a Estados Unidos con la idea de apoyar este proyecto». La Alianza para la Prosperidad surgió para buscar solución a la llamada crisis de los niños migrantes de 2014, cuando miles de menores llegaron a la frontera norteamericana generando una crisis humanitaria, que trajo un alto costo económicos y políticos para el gobierno de Obama. El Plan presenta las líneas estratégicas de acción que los gobernantes del triángulo norte deberán seguir para dar respuesta a la crisis de la región y contener la masiva migración de indocumentados a Estados Unidos. El Congreso estadounidense aprobó a inicios de este año el financiamiento de 750 millones de dólares para ejecutar el plan, con lo que arrancará la participación de Estados Unidos. El plan, con una duración de cinco años, podría llegar a sumar US$15 mil millones para los tres países que integran el Triángulo Norte. Dice Luis Solano en el ensayo presentado en el periódico guatemalteco Plaza Pública sobre la Alianza para la Prosperidad: 62 «Aunque en el discurso público de las partes interesadas prevalece que el multimillonario plan es para contener la masiva migración y las causas que la provocan, en el fondo este plan no es más que un proyecto empresarial cuyos objetivos últimos son impulsar y consolidar grandes inversiones privadas con la participación de los Estados. La atracción de inversión privada extranjera y la explotación de recursos naturales, entre otros, se observa en los fines de la Alianza para la Prosperidad». Para el área centroamericana, la Alianza para la Prosperidad no nos es original. Ya en la década de los 60, en la administración del presidente John F. Kennedy, se presentó la Alianza para el Progreso que buscaba detener la ola expansiva de la revolución cubana de 1959 y que sirvió como modelo para el desarrollo de la maquila de la década de los 70 y los programas de ajuste estructural de los 80, seguidos por los procesos de privatización de la década de los 90 que echó al traste el Estado de Bienestar que en su momento se intentó implementar en América Latina, después de las dictaduras de los cuarenta. Podemos asegurar, basados en los índices de desarrollo de la región centroamericana de los últimos cincuenta años, que la Alianza para el Progreso fue un fracaso para las mayorías hondureñas y que los únicos beneficiados fueron los sectores de la burguesía incipiente en la década de los cincuenta. Y, en ese sentido, creemos que sin cambios reales en el país, el Plan de la Alianza para la Prosperidad será nuevamente un proyecto que solo beneficiará a los grupos económicos más fuertes. «Aunque hemos logrado cierto avance en mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, nuestros esfuerzos han sido insuficientes para generar un cambio sustancial en la oferta de oportunidades y de progreso para nuestra población y ofrecerles una mejor calidad de vida que permita revertir el patrón demográfico de migración», señala el documento firmado por los mandatarios del Triángulo Norte en su parte introductoria. El documento traza líneas estratégicas de acción que espera atraer capitales que inviertan a partir de «reducir los costos de energía, realizando las inversiones esenciales para mejorar la infraestructura y la logística y facilitar el comercio de manera más integral y concentrar y focalizar estas inversiones y acciones en zonas y regiones que puedan convertirse en futuros centros dinamizadores de desarrollo». Más de lo mismo, que antes llamaron Plan Puebla Panamá y más adelante Plan Mesoamérica. Según el en ese entonces canciller hondureño, Arturo Corrales, «la iniciativa comprende invertir anualmente US$1 mil millones de dólares a partir de 2016, y por cinco años, para los tres países». De acuerdo con Corrales, la asistencia de Estados Unidos es de «apenas el 20% de los recursos y el resto lo pondrá el Norte de Centroamérica con fondos propios e inversiones privadas y préstamos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo». Desde el anuncio del Plan de la Alianza para la Prosperidad del presidente Obama para el triángulo norte de Centro América, una serie de cambios se han venido generando en la región. visita_biden_04 Presidentes de Centroamérica y John Biden en la firna del Plan para la Prosperidad en 2014. Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos, expuso en una columna opinión en The New York Times, las exigencias de la administración de Obama para aportar la millonaria ayuda. «Una educación deficiente, la corrupción institucional, la delincuencia descontrolada y la falta de inversión hacen que estos países estén estancados», dice Biden, agregando lo que es, al final, la 63 principal motivación para los Estados Unidos: «si no encuentran oportunidades en este (Centro América), todo el hemisferio occidental (Estados Unidos) sufrirá las consecuencias». Más adelante en las negociaciones, Biden indica que el gobierno de Honduras firmó un acuerdo con Transparencia Internacional para combatir la corrupción, recordando que Guatemala destituyó a altos funcionarios sospechosos de corrupción y de ayudar al tráfico de personas. «El esfuerzo que hay que realizar de manera conjunta», indica Biden, agregando que el mismo va dirigido a mejorar la seguridad con énfasis en el combate al narcotráfico, trata de personas y delitos financieros; mejorar la recaudación fiscal, combatir la corrupción, modernizar los sistemas judiciales con el fin de atraer inversión internacional. En la audiencia ante el Senado estadounidense del Secretario de Estado John Kerry para defender la aprobación de la ayuda económica de la Alianza para la Prosperidad, el senador demócrata Patrick Leahy, recordó que en Centro América hemos vivido en las últimas décadas, bajo el régimen de «oligarquías corruptas, guerras civiles, cuadrillas de la muerte» y donde ahora persiste «el crimen organizado y una corrupción profundamente enraizada y extendida». Leahy concluyó advirtiendo: «Doy la bienvenida a un nuevo enfoque en esa región, pero quiero asegurarme de que los miles de millones que hemos solicitado van a gastarse de forma diferente que en el pasado». ¿Cómo se gastará ahora ese dinero? Hay que reconocer que el gobierno de Juan Orlando Hernández está haciendo un esfuerzo —a regañadientes quizás, pero esfuerzo al fin— para cumplir con las condiciones que el gobierno de Obama ha impuesto para el desembolso de la Alianza para la Prosperidad. La entrada en acción de la MACCIH este año, la depuración de la Policía Nacional y otras instituciones del estado en busca aparente de liberar la institucionalidad de las garras del crimen organizado son una muestra de ello. Es quizás a eso a lo que se refiere el senador Rubio cuando dice «la cooperación entre Honduras y Estados Unidos está dado resultados positivos». Aunque la experiencia vivida en Centro América en los últimos cincuenta años de la Alianza para el Progreso nos advierte, que quizás cuando se inyecta esa cantidad de dinero a un estado con la crisis institucional como la que vive Honduras, lejos de fortalecer la institucionalidad, termina agravándose. «En el mejor escenario, la propuesta de Washington es un desperdicio de dinero». Indica Juan Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute en un artículo crítico a la Alianza para la Prosperidad publicado en España y continúa: «En el peor escenario, dar mil millones a gobiernos con lúgubres historiales de transparencia y derechos humanos empoderará a políticos corruptos en detrimento de los centroamericanos a los que se pretende ayudar». Queda por ver, si lo que estamos viviendo ahora con la Alianza para la Prosperidad, es o no un deja vú. Una guía para leer teoría social, por Steve Fuller http://ssociologos.com/2016/06/05/una-guia-leer-teoria-social-steve-fuller/ Un día me encontraba conversando con un estudiante de doctorado acerca del sentido de la teoría social, especialmente después de la reciente noticia de que Zygmunt Bauman no sólo se plagia a sí 64 mismo sino también a Wikipedia –¡horror! Como alguien que siempre ha sostenido puntos de vista en conflicto acerca de “esto que llamamos teoría social”, abordaré el “sentido de la teoría social” en términos del espíritu en que uno puede leer dichas obras. Steve-Fuller A continuación ofrezco una tipología que teoriza mi propia experiencia a la hora de estudiar teoría social. La mayoría de los trabajos de “teoría social” son meros ejercicios de escolasticismo, incluyendo aquellos escritos algunos de las grandes figuras del campo, como Habermas. Lo que quiero decir es que el “escolasticismo” es la práctica académica original de resumir lo que otros han dicho acerca de un tema común, sopesando las opiniones y ofreciendo una conclusión que más o menos hace justicia a todas ellas. Ésta era una destacada práctica medieval de transmisión de conocimiento, especialmente debido a la escasez de libros y traducciones. Los escolásticos pre-leen todo para uno, razón por la cual hoy en día los libros de estudio siguen teniendo la misma forma. Al mismo tiempo, esta práctica marcaba la propia autoridad sobre un tópico, ya que el escolástico básicamente les dice a los alumnos quién es relevante para el tema y quién no lo es, así como con cuánta seriedad conviene tomar sus respectivas opiniones. En la Alta Edad Media, los escolásticos – como personalidades– fueron bastante poderosos ya que sus juicios variaban significativamente (Tomás de Aquino, Escoto, Ockham fueron escolásticos). Sin embargo, en la era moderna, el escolasticismo ha mantenido su poder a través de la pura redundancia de contenido entre escolásticos, lo que a su vez da la impresión de continuidad de una “tradición” de pensamiento. En tal caso, la siguiente pregunta lógica es: ¿quiénes de la actual generación serán incluidos dentro del canon de la generación próxima? Pero si uno observa el llamado canon, se dará cuenta de que virtualmente todos los nombres podrían ser reemplazados por otros, y que sólo la presentación escolástica reiterada mantiene unida la “tradición” –al igual que cuando en la edad media los escolásticos asumían que Aristóteles y la Biblia eran compañeros naturales. Algunas obras de teoría social son mejores por sus bibliografías que por su texto principal –un poco como los artículos de Wikipedia. Para mí, Anthony Giddens cae dentro de esta categoría. Él es, sin lugar a dudas, un tipo que sabe reconocer un buen texto cuando lo ve, y luego lo incorpora dentro de su propio texto, el cual resulta ser un popurrí de contenidos de varios textos bien descubiertos, sobrecargado con una vaga pero prescindible conceptualización que es la contribución teórica original del propio Giddens. El truco aquí consiste en leer lo que Giddens ha leído y luego reteorizarlo uno mismo, ignorando las débiles formulaciones de Giddens. Yo menciono a Giddens pero, por cierto, él no es el único teórico social de esta clase. Los teóricos posmodernos angloparlantes (no los franceses, de quiénes hablaré más adelante) también caben aquí. Una manera de verlos es como expertos en arte que cometen el error de crear ellos mismos sus obras de arte, sin darse cuenta de que sus manos no son tan buenas como sus ojos. No obstante, yo creo que estas personas serían bastante buenas para dirigir instituciones académicas, en términos de saber a quiénes contratar, los campos en los cuáles invertir, etcétera. Después tenemos a personas como Bauman –y posiblemente a Beck–, que son los escritores de jingles de la teoría. Los jingles son esos cancioncillas pegajosas que usan las campañas publicitarias para fijar el producto en la mente de quien las escucha, y que funcionan no sólo por los juegos de palabras sino porque también activan recuerdos más profundos codificados a través del sonido, quizá procedentes de la historia de la música o de los sonidos cotidianos. Los escritores de jingles aparecieron en Nueva York en la década de los cincuenta y se encargaron de convertir la música popular en los “hits” de tres minutos que hoy damos por sentado. Bauman y Beck pueden ser leídos, pues, como creadores de melodías. Así, podríamos pensar en la carrera de Bauman como la modulación entre “Adorno Lite” (en su veta más normativa) y “Simmel Lite” (en su cariz más descriptivo). Así, lo que haría a un purista musical evitar llamar a Burt Bachrach un gran compositor aplica de igual forma a quienes consideran a Bauman un gran teórico. Beck se aleja un poco de esta definición en tanto ha inspirado más esfuerzos para traducir sus jingles teóricos –especialmente el de la “sociedad del riesgo”– en programas de investigación empírica propiamente tales, los cuales han sido la base para la implementación de políticas. Esto hace a Beck una figura más “seria” que lo 65 que él mismo fue capaz de ser. Tras esta jugada está lo que Stephen Turner identificó hace veinticinco años como “captura conceptual”, técnica que utilizó Robert Merton para reestructurar y reformular las complicadas (usualmente por falta de traducciones) concepciones continentales de teoría social para el mercado sociológico estadounidense de orientación empírica. Así, uno podría pensar en la resultante “teoría de alcance intermedio” como pariente de la música “semiclásica”, al menos respecto de sus fuentes originales. Por último, tenemos la categoría más interesante de “teoría social”, que es donde verdaderamente se gana el derecho a ser vista como algo distinto de la “teoría sociológica”. Aquí el autor está literalmente abriendo un camino al pensamiento a través de un cúmulo de datos. No se trata de aplicar teorías ni de someterlas a prueba. Más bien se parece a plasmar una idea en un medio artístico, donde la teoría es la idea y los datos son el medio. Si hablamos de “maestros modernos” reconocidos de la teoría social, Bourdieu es una figura destacada. En términos académicos convencionales, Bourdieu es provinciano en su erudición y desaliñado en su método. Después de todo, siempre estamos advirtiéndoles a nuestros alumnos que distingan la teoría de los datos y luego muestren cómo interactúan. Bourdieu fallaba profundamente en este cometido –pero para bien. En vez de ello, nos da un sentido del proceso por el cual uno intenta llegar a una comprensión coherente de los elementos empíricos dispares que él piensa que necesitan ser entendidos en su conjunto. Es más, lo hace de manera suficientemente constreñida e incluso impulsada por la evidencia, por lo que es difícil pensar que se lo va inventando –aunque eso mismo impide discernir qué es exactamente la teoría. Hegel intentó llegar a esta clase de entendimiento a una escala mundial-histórica, pero también creo que ésta es la mejor manera de leer a autores como Deleuze, Foucault y Derrida –a quienes es útil entender como tipos que repensaban diversas partes de la historia de las ciencias, a menudo con excepcional detalle (aunque distorsionado, según los críticos) acerca de hechos pasados. Éste es un estilo de teorización más “participativo” en el sentido platónico de literalmente fusionarse con lo que uno está hablando. Sé que suena místico, pero existen precedentes en filósofos de la historia como Collingwood, influido a su vez por Dilthey. Un efecto concreto de este modo de teorizar es que el teórico puede fácilmente convertirse en un momento de la historia. No quiero decir simplemente que se convierte en una celebridad (aunque ésta es una de sus manifestaciones) sino que, más importante que ello, pasa a ser visto como un profeta de su propia época. Steve Fuller es un sociólogo y filósofo estadounidense de la Universidad de Warwick, Inglaterra. Fundador de la epistemología social, se dedica a estudios de ciencia y tecnología, y ciencia y religión. Traducido por César Pérez Guarda, para el Blog Ssociólogos Fuente: http://sociologicalimagination.org/archives/18343 Rusia da un paso más en la desconexión con Occidente ante el asedio militar y financiero x Alberto Cruz http://www.lahaine.org/mundo.php/rusia-da-un-paso-mas El anuncio de Rusia de abrir su propia bolsa petrolera, una de las causas del despliegue de la OTAN en el Este de Europa y de la marina de EEUU en el mar asiático 66 La dicotomía en la que siempre se ha movido Rusia, tanto antes como después de la URSS, se está exacerbando en las últimas semanas. Esa dicotomía, pro-occidentales (ellos se llaman a sí mismos “euroatlánticos”) frente a euroasiáticos (1) está resurgiendo con fuerza en lo que supone el último intento por parte de los primeros por condicionar la política del Kremlin. Putin, un euroasiático convencido, ha estado intentando mantener un delicado equilibrio entre la oligarquía pro-occidental, a la que descabezó en el año 2000 al llegar la presidencia pero a la que también ha intentado controlar otorgándola importantes parcelas de poder en sus gobiernos (sobre todo poniendo en sus manos los ministerios económicos y el Banco Central), y la euroasiática. Los pro-occidentales defienden a capa y espada el neoliberalismo y la globalización occidental, mientras que los segundos proclaman un mayor distanciamiento respecto a un Occidente “cada vez más agresivo”. La situación ha llegado a un punto en el que los pro-occidentales están viendo cómo la política agresiva de la OTAN y la combinación de las amenazas militares con las geo-financieras está reforzando el poder y la influencia de los euroasiáticos, ya de forma definitiva, por lo que han hecho un último movimiento muy arriesgado: intentar convencer a Putin, en la última reunión del Consejo Económico de Rusia, de que sólo haciendo concesiones geopolíticas será posible una buena sintonía con Occidente. Por supuesto que no lo dicen así, sino que lo enmascaran con un discurso económico en el que afirman que “Rusia se ha quedado atrás tecnológicamente” y que si se quiere revertir esa situación “hay que integrarse en las cadenas de producción internacionales para atraer la inversión”. Y dado que eso es hoy por hoy imposible debido a las sanciones unilaterales impuestas por Occidente a Rusia desde 2014, “hay que reducir las tensiones geopolíticas”. Es decir, que Rusia tiene que rendirse. El problema es que una gran parte de Rusia, por no decir toda dado que los pro-occidentales son irrelevantes entre la población, ha llegado al convencimiento que haga lo que haga, cualquier acto de defensa en términos militares –ante la expansión de la OTAN- o económicos –en respuesta a las sanciones-, va a ser interpretado por Occidente como 67 agresivo y ofensivo. La OTAN, es decir, EEUU y sus vasallos, no perdona a Rusia que tuviese que retirarse con el rabo entre las piernas de Georgia en 2008, ni que en 2014 Rusia apoyase a los antifascistas del Donbás que se oponían al golpe nazi del Maidán. Esta fue la excusa para las sanciones, que todavía se mantienen aunque cada vez hay más grietas entre los europeos para que se renueven. Por eso en la reunión el pasado mes de mayo del conocido como G-7 (supuestamente los países más industrializados del mundo, pero curiosamente no está China en él y Rusia fue excluida del mismo hace dos años) se insiste mantenerlas para evitar la disidencia dentro de la UE. Un dato: el presidente de Ucrania, el filonazi Poroshenko, acaba de nombrar asesor presidencial al antiguo secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, quien nunca ocultó su simpatía por el golpe fascista del Maidán. Por eso los euroasiáticos, especialmente fuertes en los ministerios relacionados con la industria y la defensa, están contraatacando y presionando a Putin: Rusia no tiene que mirar hacia Occidente, que está acelerando los preparativos para una guerra clásica con sus despliegues en el Báltico, Polonia, Rumanía, etc., en abierta violación del acuerdo alcanzado en 1997 por el que la OTAN se comprometió a no desplegar tropas ni armas nucleares en la Europa del Este, –además de intentar reforzar las sanciones económicas y reforzar la guerra financiera-, sino separarse de él. Y una forma de hacerlo es eliminar a sus partidarios de los cargos que ostentan, especialmente en el ámbito económico. De hecho, en Rusia se está produciendo un fenómeno curioso puesto que Putin sigue manteniendo una popularidad altísima, casi el 85%, mientras que la de sus ministros económicos está por los suelos. Como consecuencia de las sanciones, el rublo fue devaluado en 2014 y la economía entró en recesión. Las tasas de interés subieron hasta el 17%, la inflación se disparó hasta el 16% en 2015 y tanto la inversión como la demanda y la producción se redujeron. El PIB cayó el 3'5% y la producción industrial casi el mismo porcentaje (2). Luego la pregunta es ¿por qué se salva a Putin y se critica a su gobierno? Porque no se identifica el gobierno con Putin sino con su 68 primer ministro, Dmitri Medvedev, el cabeza visible de los prooccidentales. Incluso el Partido Comunista de la Federación Rusa, el heredero del antiguo PCUS, se apunta a esta tesis. Las sanciones occidentales, ilegales según el derecho internacional, han dejado sin apoyo alguno, si es que lo tenían, a los pro-occidentales y cada vez son más frecuentes las críticas hacia ellos. En Rusia es muy frecuente oír críticas de la gente a la “inacción” de Putin con “el bloque económico del gobierno”, al que se acusa de nepotismo, corrupción y – en última instancia- de ser el responsable de la situación económica por sus vínculos con el Occidente que sanciona. Este es el caldo de cultivo que está alimentando muy claramente el sector euroasiático para terminar de aniquilarles y tal vez Putin les está dejando hacer. Una pista de lo que está pasando nos la darán las elecciones que tendrán lugar este año y si en ellas hay un declive de Rusia Unida, por pequeño que sea, se culpabilizará a este sector prooccidental de ello y será el momento propicio para reducir o finalizar su presencia en el gobierno. De hecho, en las elecciones gubernamentales que se celebraron en octubre de 2015 ya se comenzó a visibilizar este descenso y en casi todas las gobernaciones el Partido Comunista quedó en segundo lugar aunque, eso sí, a mucha distancia de Rusia Unida (que no bajó en ninguna del 50% y llegó en varias al 80%) pese a que en algunas de ellas los comunistas alcanzaron porcentajes superiores al 20%. En Moscú cada vez hay más gente convencida de que Putin va a realizar una remodelación del gobierno para finales de año aprovechando esos resultados. Si son buenos, mantendrá a una parte de los prooccidentales en algún puesto clave para no romper de forma brusca con Occidente –por ejemplo, en el Banco Central- pero si no lo son eliminará a la práctica totalidad de ellos. Con el apoyo, renovado, de los euroasiáticos Putin ya está dando pasos para ir alejándose de Occidente y de lo que representa. Gracias a las sanciones, Rusia ha comenzado una ambiciosa política de sustitución de las importaciones en la práctica totalidad de sectores, desde la industria hasta la alimentación. Porque es un hecho que Rusia, aún habiendo sido afectada, ha resistido mucho mejor de lo que esperaba Occidente y está desafiando con relativo éxito la hegemonía estadounidense y occidental. 69 La producción agrícola está respondiendo incluso mejor de lo diseñado por el gobierno, logrando una producción de cereales casi igual a la de antes de las sanciones mientras que en sectores claves como el cerdo, las aves y las verduras la expansión y el crecimiento son notorios, con porcentajes del 25% en el cerdo, el 15% en las aves y el 3% en las verduras. El único sector donde todavía hay problemas es en el lácteo, pero el gobierno estima que se habrá logrado la autosuficiencia alimentaria el año 2020. Si los planes se cumplen, Rusia no dependerá en absoluto de Occidente en este aspecto. De hecho, como consecuencia de este significativo avance, la importación de alimentos de otros lugares alternativos a Europa y EEUU –por ejemplo, de América Latina, con Ecuador, Argentina y Brasil como principales suministradores- se redujo el 30% en 2015 y va a seguir la misma senda este 2016. Lo mismo, aunque con porcentajes menores, está sucediendo en la industria y sobre todo la del automóvil. La demanda de coches extranjeros ha caído en picado mientras que la de los nacionales se ha mantenido. Es una cuestión de precios, sobre todo, pero también porque una parte de la población parece estar siguiendo los requerimientos del gobierno para ayudar a la presión a las marcas extranjeros con fábricas en Rusia para que todo el ciclo de fabricación se haga en Rusia y así dejar de depender de los componentes importados. A pesar de las cifras, los euroasiáticos aún consideran que o se aceleran estos procesos o Rusia no va a poder responder con contundencia a la agresión militar y financiera de Occidente y han dado una “alerta de peligro” si Putin finaliza el año sin hacer cambios en el gobierno y con los pro-occidentales en sus puestos. Bolsa petrolera en rublos Tal vez por ello, ya se ha producido lo que parece una primera reacción y es de calado: Rusia anunció el pasado 29 de abril que está dispuesta a establecer su propio precio de referencia del petróleo. Lo hizo en el marco de la Bolsa Internacional Mercantil de San Petersburgo y la intención es muy clara puesto que Rusia, al no ser miembro de la OPEP, puede desconectar sin problemas el mecanismo de formación de precios 70 del marcador de petróleo más usado a nivel mundial, el petróleo Brent. La apuesta rusa es “crear un sistema en el que tiene un precio el petróleo ruso y se negocia de manera justa y directa” (3). El simple anuncio ha provocado un terremoto en Occidente, puesto que es claramente un paso de gran calado hacia la desdolarización de la economía no sólo rusa, sino mundial. El objetivo ruso es muy claro: reducir las transacciones comerciales petrolíferas en dólares incrementando e incentivando el comercio en rublos. Si se tiene en cuenta que Rusia y China ya comercian en sus propias monedas (el 6% del comercio total entre ambos fue en sus monedas en 2015 y la estimación es que para este año 2016 la cantidad alcance el 13%) y que Irán hace lo mismo con estos dos países, habiendo anunciado que renuncia a comerciar en dólares su petróleo y que la moneda que use "por ahora", que diría Chávez, es el euro y que en el futuro será el yuan, tenemos el cuadro casi completo (4) de cómo cada vez más países están tomando medidas para reducir la dependencia del dólar estadounidense y no sólo eso, sino dar un golpe espectacular a la dominación del petrodólar. Rusia exporta aproximadamente la mitad del petróleo que extrae y sabe que en el marco de las sanciones que Occidente le impuso, de forma unilateral y en contra del derecho internacional, el tener su propio precio de referencia le ayudará, y mucho, a fortalecer su industria y a generar ingresos adicionales y superiores a los de ahora puesto que ya no estarían vinculados a diseños occidentales. Esto, al mismo tiempo, perjudica al monopolio occidental para controlar el precio mundial del petróleo dado que el petrodólar es esencial para mantener la hegemonía de la moneda estadounidense. Las tres principales empresas rusas vinculadas al petróleo (y al gas), Rosneft, Lukoil y Gazprom, están dando los primeros pasos para que este proceso sea inmediato. Y ya se están realizando las primeras ofertas: entrega mínima de 720.000 barriles de petróleo con el precio que quede marcado por Rusia, fuera del de Londres. Rusia no está sola en esta apuesta. China, que ha estado manteniendo en un cajón una propuesta similar durante dos décadas, la Bolsa 71 Petrolera de Shangai, ahora parece que finalmente se ha decidido a ponerla también en marcha y se espera que lo haga antes de que finalice este año. En ello ha influido el cambio no sólo geopolítico, donde Rusia y China aparecen como claros contrapoderes de Occidente, sino económico puesto que Rusia ya ha desbancado a Arabia Saudita como el principal suministrador de petróleo de China. El anuncio de Rusia de abrir su propia bolsa petrolera refuerza la alianza con China y estimula a este país para hacer frente a la guerra financiera (divisas) que está lanzando EEUU contra Beijing desde que el FMI se vio obligado a incluir en su canasta de divisas al renmimbi o yuan en diciembre de 2015. El anuncio ruso y la posibilidad de que China siga el mismo camino ha generado movimientos de pánico en Occidente –y ello tiene mucho que ver con el despliegue de la OTAN en el Este de Europa y de la marina de EEUU en el mar asiático- porque se estima que en el momento en que se ponga en marcha este precio de referencia del petróleo en rublos se producirá una desdolarización de la economía mundial de entre el 5% y el 7%, un porcentaje que se duplicaría, cuando menos, si se añade la bolsa petrolera china. ________________ Notas: (1) Alberto Cruz, “Eurasia como eje del siglo XXI” http://lahaine.org/eY3X y http://lahaine.org/eY7n (2) Ibid. (3) Bloomberg, “Putin's Decade-Old Dream Realized as Russia to Price Its Own Oil” http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-04-28/putin-sdecade-old-dream-realized-as-russia-to-price-its-own-oil (4) Alberto Cruz, op. cit. CEPRID Texto completo en: http://www.lahaine.org/rusia-da-un-paso-mas 72 ¡La guerra (de clases) entre Bernie Sanders y el establishment del Partido Demócrata acaba de estallar! https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213106 Yorgos Mitralias Rebelión Y de repente llegó lo inevitable: El 23 de mayo de 2016, todos los grandes medios norteamericanos, seguidos automáticamente por los medios internacionales, han dejado de dar la espalda a la campaña de Bernie Sanders y han constatado con horror que el senador de Vermont “¡había declarado la guerra al Partido Demócrata!” Pero había más. Han comenzado a advertirnos de que “los partidarios de Sanders tienden a la violencia”, que “son unos bárbaros”, y que “van a prender fuego la Convención Demócrata en Filadelfia” supuestamente para elegir al candidato oficial del partido en las elecciones presidenciales de noviembre próximo… Sin sorpresas. En realidad, la “guerra” de Bernie y los millones de seguidores contra la dirección del Partido Demócrata hacía estragos desde hace meses y sólo la conspiración del silencio sin precedentes de los medios (neo)liberales de todo el mundo les impedía reconocer públicamente la dura realidad. Es decir, que no sólo Bernie no era como los otros candidatos a la presidencia que habían conocido, sino que además representaba una amenaza mortal para el bipartidismo tradicional del establishment norteamericano y el poder de los millonarios que le financian. Evidentemente, los historiadores de mañana dirán que ese “despertar” repentino de los grandes medios es debido al hecho de que, el 23 de mayo, Bernie declaró la guerra incluso a la presidente del Partido Demócrata presentando contra ella a su propio candidato a la circunscripción de Florida donde ella es elegida. Sin embargo, hay que reconocer que incluso esta “provocación” por su parte no constituye una verdadera sorpresa, porque el movimiento de los berniecrats (1) que lo apoya, está a punto de presentar desde hace 2-3 73 meses, más de… 300 candidatos “sanderistas” a elecciones de todo tipo, ¡a menudo contra los del Partido Demócrata! Y a veces, incluso ¡financiando abiertamente sus campañas con el dinero de la tesorería oficial de la campaña de Bernie Sanders! Por cierto, la primera reacción de Bernie Sanders a las acusaciones del ‘establishment’ demócrata de que él le está declarando la guerra, ha sido anunciar la financiación de las campañas de… ¡ocho candidatos “sanderistas” más !... No hay duda de que los adversarios de Bernie tienen razón cuando asimilan la presentación de los candidatos “sanderistas” contra los candidatos oficiales del partido como una declaración de guerra al Partido Demócrata. O más bien como un enorme primer paso hacia la creación del famoso y tan deseado “tercer” gran partido radical de izquierda y… obrero, que volvería de hecho inoperante el bipartidismo tradicional norteamericano. De todos modos, aquí no se trata más que de una de las numerosas manifestaciones diarias de esta situación de “guerra” prolongada que se agrava de día en día. Por ejemplo, los acontecimientos sin precedentes que han salpicado el congreso del Partido Demócrata del estado de Nevada en Las Vegas, que han visto a la presidente local del partido primero anular la elección de la mayoría de los delegados elegidos pro-Bernie Sanders y declarar precipitadamente cerrado el congreso, e inmediatamente después llamar a una docena de ‘sherifs’ armados para que vaciaran la sala bajo la amenaza de las armas (!) han tenido una doble consecuencia. Por un lado, han introducido brutalmente y en tiempo récord en la quintaesencia antidemocrática de la “democracia” americana a los trabajadores y otros plebeyos que constituyen la gran masa de los partidarios de Bernie Sanders. Y por otro, han dado el pretexto para que todos los grandes medios del país lancen una campaña histérica de denuncia de los “brutos” y otros “bárbaros” de Sanders, que presuntamente han sido los protagonistas de los actos de violencia. Pero un simple vistazo a los numerosos vídeos de estos hechos colgados en el Facebook de los “Griegos por el movimiento de masas de 74 Bernie” (2) es suficiente para constatar la falsificación de la verdad por los medios (neo)conservadores, y oh sorpresa, por los que se tenían por “liberales”, que se han apresurado a denunciar a un Bernie Sanders que habían encontrado hasta entonces bastante simpático, y sobre todo a sus… plebeyos tratados de groseros e ignorantes. ¡La lucha de clase y los odios de clase en todo su esplendor!… Más allá de todo esto, el hecho es que el instinto de clase muy desarrollado del ‘establishment’ del Partido Demócrata y de sus financiadores millonarios, a partir de ahora toma la delantera a medida que el paisaje político se aclara, que la amenaza llamada Bernie Sanders se concreta, y que tomamos consciencia de que lo que está en juego es de una importancia histórica y vital. La consecuencia principal es muy didáctica: En el momento en que, según los últimos sondeos, el gran adversario Donald Trump acaba de alcanzar e incluso superar a Hillary la impopular, y mientras que Bernie sigue avanzando o incluso machacando a Trump, la dirección del Partido Demócrata rechaza categóricamente a la eventualidad de… ganar las elecciones presidenciales y también de impedir la elección de Trump, renunciando a hacer de Bernie Sanders su candidato. Por el contrario, sigue presentando -contra viento y marea- a Hillary, ¡prefiriendo así sellar su propia derrota y sobre todo hacer elegir al innombrable, pero finalmente “carne de su carne” Donald Trump mejor que a ese peligroso enemigo de clase que es Bernie Sanders y el inmenso movimiento de sus seguidores sedientos de justicia social! La continuación de los acontecimientos se presenta cautivadora… Notas: 1. http://cadtm.org/Quand-la-campagne-deBernie 2. https://www.facebook.com/Europeans-for-Bernies-mass-movement199793103737306/ y también : http://forberniesmassmovement.weebly.com/ Traducción : Fátima Martín 75 AQUÍ Y AHORA Raúl Prada Alcoreza http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060511 Desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica, no hay tiempo, o dicho de otra manera, usando el lenguaje heredado, lo único que tenemos a mano es el presente, que se sustenta en el espacio de experiencia del pasado y se proyecta en el horizonte de espera, la expectativa del futuro, haciendo uso de los conceptos de Reinhart Kochelleck. Paul Ricoeur propone, para salir de las antinomias de la historia, acercar el pasado alpresente, así también acercar el futuro al presente, de tal manera que el pasado sea recuperado como experiencia plena y el futuro deje de ser una utopía, sino alcanzable y realizable. No vamos a entrar al debate teórico de las corrientes de historia, es decir, de las corrientes de los historiadores, de sus distintas formas de investigar el pasado y deinterpretarlo; además de asumir de un determinado modo esta interpretación, de una manera absoluta, como verdad del pasado, o con la relatividad y provisionalidad que amerita, las narrativas históricas que escriben. Tampoco de la relación que tiene lahistoria con la narrativa, con la ficción literaria; así como tampoco entraremos a la luminosa exposición de Paul Ricoeur sobre la influencia, conjunción y combinaciones que se han dado entre historia y literatura[1]. Preferimos remitirnos a los tres tomos deTiempo y narración. Sobre estos temas, hemos hecho anotaciones en otros ensayos[2]. Lo que nos interesa ahora es asumir de estos tópicos, temas y problemáticas, lasconsecuencias políticas. Raúl Prada Alcoreza Escritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés. Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y ex-viceministro de planificación estratégica. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado: Campo de batalla. Sin necesidad de diferenciar los horizontes epistemológicos del debate, con respecto a loshorizontes epistemológicos de la perspectiva de la complejidad, sino asumiendo la cercanía de los tópicosy temas en cuestión, vamos a concentrarnos en lasrepercusiones políticas. Hablemos de simultaneidad dinámica o de presente pleno, lo que parece ser la principal consecuencia es que no hay exactamentehorizonte de espera en lo que corresponde a la actividad política, en sentido pleno; no es muy adecuado referirse a este horizonte efectivo de espera como encaminarse a la utopía. Sino, lo más pertinente es hacerlo aquí y ahora. Tampoco se trata de alejamiento del pasadodebido a la vertiginosidad de la modernidad, que es lainterpretación de las corrientes evolutivas, pues que elpasado se encuentra sedimentado en la experiencia social. En consecuencia, es imperativo usar laexperiencia social plenamente para potenciar la acción creativa en el presente. Los pueblos del mundo, las sociedades del mundo, en sucompleja composición de sociedades institucionalizadas y sociedades alterativas, no puedenesperar, dejar para después las tareas urgentes que les corresponde. Tampoco pueden dejar como en el olvido alpasado, retomando solo fragmentos seleccionados arbitrariamente; están como obligados a usar toda laexperiencia social. Es el ahora y aquí lo que convoca a la humanidad. La experiencia social enseña que no se puede seguir por la ruta tomada, desde hace un buen tiempo, para decirlo en lenguaje conocido; esta rutalleva al desastre, a la destrucción y posiblemente a ladesaparición de la especie humana. Lo que tenemos delante de los ojos es una ficción de realidad, si se quiere, recortes de realidad, conjuncionados sesgadamente, sostenida por las mallas institucionales del sistema-mundo; no es la realdad efectiva, sinónimo de complejidad. Esta desinformaciónterca, preservada por los Estado-nación, las estructuras de poder, la geopolítica del sistema-mundo capitalista, es la amenaza a la sobrevivencia. 76 Genealogías de generaciones nos anteceden. Lo que sabemos se los debemos a ellas, a sus experiencias sociales, a sus memorias sociales, a los saberes acumulados, a las ciencias conformadas, desde el inicio mismo de las sociedades, que aprendieron a leer en el firmamento las señales de las analogías, convertidas ensímbolos, transmutaron estas señales en mitos del origen. También aprendieron las matemáticas al descifrar movimientos estelares en las noches luminosas. Quizás los primeros pasos de la geometría se hallen en esta visibilidad de las constelaciones decomposiciones de estrellas. Lo que hicieron las generaciones pasadas es la geología, por así decirlo, en sentido metafórico, de la experiencia social, conformada por estratificaciones sedimentadas. A diferencia del referente sólido y pétreo, conformando también capas,de la geología como ciencia, las sedimentaciones de laexperiencia social son dinámicas; se mueven ycombinan distintas composiciones, de acuerdo a los requerimientos del presente, en sentido restringido. No parece adecuado juzgar, hayan hecho lo que hayan hecho nuestros antepasados; lo que no quiere decir dejar de comprender el pasado. Al contrario, se trata decomprender más, de manera más adecuada, con mayor profundidad, las complejidades singulares e integralesque llamamos pasado. Estos son los espesores de laexperiencia social. Es indispensable aprender de ella, de su geología dinámica, de sus estratificaciones sedimentadas, en constante combinación. Es indispensable usar los conocimientos que emanen del análisis de la experiencia social orientando nuestras acciones. No para repetir lo mismo, ni paralelismos o, si se quiere, aproximaciones corregidas, sino para crear otros mundos; pues de eso se trata, de liberar la potencia social, la potencia creativa de la vida. Es admirable el alcance de las condiciones de posibilidad actuales de las ciencias y de los saberes; empero, no han respondido a preguntas cruciales; por ejemplo, acudiendo a una de ellas: ¿En qué momento las sociedades toman esta ruta, en la que estamos? Que, si bien, parece corroborar, hasta cierto punto y hasta cierto momento las tesis evolutivas, después de ese punto y de ese momento, la ruta parece extraviada, encaminándose a un lugar sin salida. Esta pregunta en lo que respecta a las llamadas ciencias sociales y humanas. En lo que respecta al zócalo mismo de nuestras epistemologías, las ciencias físicas y matemáticas, que han abierto otroshorizontes de visibilidad, de decibilidad y de interpretación, tan asombrosos, que conducen a replantearnos la estructura misma de los conocimientosacumulados; sobre todo, las certezas de las que partieron, no han explicado el funcionamiento complejoy sincronizado, en distintas escalas, del pluriverso. Los físicos denominan a esta explicación la teoría unificada. La filosofía, que es como intérprete de las consecuenciasontológicas de lo que describen las ciencias físicas y configuran topológicamente las ciencias matemáticas, así como se amamanta de lo que encuentran las ciencias sociales y humanas, no ha satisfecho con sus sistemas de sentido construidos especulativamente. No ha podidointerpretar el sentido inmanente de nuestra presenciaen el pluriverso; incluso si este sentido solo sería válido para nosotros, para nuestras maneras de interpretar el mundo; incluso si este sentido no existe, salvo para lamirada humana. Sin embargo, se trata de darse la tarea o las tares de un rol o roles en el pluriverso; se trata de darse una labor o labores dignas de la humanidad. Salir de los mezquinos objetivos propuestos por las mallas institucionales anacrónicas, que están ligados a las estrategias de poder. ¿Qué alcance tienen estos objetivos? ¿Qué servicio prestan a la humanidad? Estos objetivos satisfacen alestrato dominante de las sociedades, además son de corto alcance, provisionales, considerando las dinámicas complejas de la vida. Los seres humanos no pueden reducirse al tamaño de semejantes ávidos objetivos, al tamaño de avaros obcecaciones, cuando tiene ante sí el acontecimiento del asombroso pluriverso, en sus distintas escalas. Un intento de explicación aproximada de lo ocurrido podría ser: Los seres humanos han sido atrapados por sus propiascriaturas, sus propias instituciones, a las que las toman como si fueran ellas las condiciones de posibilidad de sus propios nacimientos. Lo grave es que una vez dada esta inversión de roles, entre él y la creadora y lo creado, se haya persistido en este equivoco. Aunque hayan cambiado las mallas institucionales, trastrocándose, sobre todo en coyunturas de crisis, ocurría como que se iniciara la misma ruta, en otras condiciones, más amplias. No podemos culpar a nuestros antepasados por lo que ha resultado como desenlace; no hay culpables; empero, podemos recoger sus huellas como experiencia acumulada. Esta es la mejor herencia con la que contamos. Ahora, podemos afirmar que por esa ruta no podemos continuar, pues esa ruta no solo está extraviada, en su propio laberinto, sino que lleva al desastre. Si no usamos esta experiencia social, entonces nos comportamos como suicidas. Ciertamente, no es de ninguna manera tarea fácil salir del atolladero donde nos encontramos; concebirnos como lo que somos, como todo ser, como toda forma de vida, creadores. Después de milenios que hemos repetido recurrentemente lo contrario, como si fuésemos criaturas. 77 Se pueden hacer distintos cortes a las composiciones complejas singulares de las sociedades; se han hecho algunas, por parte de las ciencias sociales y humanas, que han llevado a las interpretaciones que conocemos. La complejidad integral y de simultaneidad dinámica de las sociedades, comprendiendo su alteridad, no se reduce a estos cortes einterpretaciones. Se pueden hacer otros cortes que den lugar a otras interpretaciones, quizás más pertinentes. Claro que nunca alcanzarán la cobertura de la complejidad misma. Sin embargo, como ejemplo, supongamos un corte a partir de los perfiles subjetivos, por así decirlo. Toda sociedad contiene una proporción de subjetividades inquietas, curiosas, auscultadoras, con capacidades inventivas inmediatas. Sin embargo, este estrato de las subjetividades no es al que se lo escucha y se le deja hablar, sino, precisamente debido a la ruta tomada, es otra proporción desubjetividades la que se ha impuesto; la que llamaremos, provisionalmente, subjetividades narcisas; inclinadas a la ostentación, a la apariencia y a la comedia; inclinadas a la demagogia, a la impostura, a la charlatanería estridente, que busca impresionar antes que comunicarse. Estas subjetividades son los que se montan en la cresta de la ola de lasinstituciones, sobre todo, en la macro-institución del Estado. Es a estas subjetividades elocuentes a las que se escucha y son estas subjetividades las que supuestamente dirigen el mundo. A su saber o astucia le llaman política, en sentido restringido. Y son estas subjetividades las que apuestan a las dominaciones, pues creen que de eso se trata, de dominar al otro, al que definen como enemigo, apropiarse de sus posesiones. ¿Dominar, para qué? ¿Para enriquecerse, para acumular lo que la contabilidad llama capital, para sobreponerse sobre los demás, para ser los únicos sobrevivientes? El problema respecto a estas pretensiones, no deriva solamente de cuántos gozan de estosbienes, por así decirlo, sino qué cualidad tiene su gozo, y cuál es su alcance, su perdurabilidad. ¿Es que prefierengozar ellos, de esta manera tan trivial, a costa de las generaciones venideras, sacrificando a la humanidad misma? En verdad, por así decirlo, no tiene mucha perspectiva esto, ni mucho sentido. Es, mas bien, irracional, usando, aunque no queramos, ese dualismo esquemático de lo racional e irracional. No parece adecuado ese lograr es alcance desventurado, ese futuro tan mezquino, ese tamaño de logros; no es una oferta apreciable para los espesores desconocidos de la humanidad; dicho en otras palabras, no es digno de lahumanidad. ¿O eso es lo que quiere la mayoría de los seres humanos? Es decir, querer ser el otro, el amo, el patrón, eldominante, ocupar su lugar; creer que la felicidad es eso, se logra así, cuando, no es otra cosa que goce banal y provisional, un autoengaño. Si fuese así, si esto fuera cierto, entonces no habría salida. Empero, contamos con la alternativa de la duda; que no es así; que los seres humanos no renunciamos a los sueños, a los deseos profundos, a las esperanzas abiertas, que aunque las interpreten de manera circunscrita, adecuándolas a sus propias narrativas, es una muestra de que no renuncian. Cuando la capacidad creativa se libera, aunque sea en algunos o en muchos, dependiendo del momento y las circunstancias, y ocurra esto intermitentemente, es una muestra de que no renunciamos; que las sociedades y el mundo haya cambiado, es otra muestra de que no renunciamos. Si estaintuición es la certeza de que los humanos contenemos potencia, que se encuentra inhibida, precisamente debido a laruta tomada, la del poder, entonces tenemos la gran oportunidad de abrir otras rutas, más adecuadas a la dignidad humana. Para decirlo de alguna manera, ha llegado el momento de escucharnos y vernos, de percibirnos, de comunicarnos, de conocernos, en vez de reducir al otro a estereotipos imaginarios. Ha llegado el momento de escuchar a nuestros jóvenes, así como a esa proporción de subjetividades inquietas, curiosa, que todavía se asombra como los niños del maravilloso acontecimiento de la vida y la existencia. Ha llegado el momento de aprovechar la experiencia acumulada, los conocimientos, saberes, ciencias, tecnologías acumuladas, para orientar de otra manera, nuestrasacciones y prácticas, para inventar otras instituciones, que no se conviertan en fetiches, sino que sean instrumentosflexibles y cambiables, potenciadores de nuestras capacidades creativas. Como decía Walter Benjamín, ha llegado elmomento de hacer un alto a la locomotora que nos lleva al apocalipsis, de suspenderse de la historia, reencarrilando en otro curso. Esto, la alternativa que escojamos, no depende de ninguna verdad, ni de tener razón, por más próxima que pueda estar de una certeza; depende de las constelaciones de voluntades singulares de los pueblos. Solo tienen que llegar a la convicción de que hay cambiar las reglas del juego, incluso cambiar de juego. No es el juego del poderel que nos gusta, nos hace gozar plenamente, sino requerimos de otros juegos; por ejemplo, el juego de los consensosen la pluralidad de pueblos y en cada pueblo de la multiplicidad de colectivos, comunidades e individuos. También podemos jugar otros juegos; otro ejemplo, el de la comunicación, aprovechando las distintas lenguas y culturas, pues ahí radica la riqueza de la humanidad.--- NOTAS [1] Paul Ricoeur: Tiempo y narración. Siglo XXI; México 1996. 78 [2] Ver Acontecimiento político, la parte correspondiente a Potencia y trama política. También revisar Critica de la ideología; así como Signomovimiento. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politicoi/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politicoii/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-la-ideologiai/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-la-ideologiaii/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/07/10/signo-movimiento/. NARCOELECCIONES EN AMÉRICA LATINA Kuczynski aventaja ligeramente a Fujimori en comicios peruanos La autoridad electoral llama a esperar los resultados finales http://www.jornada.unam.mx/2016/06/06/mundo/028n1mun La participación fue 83.46% Ambos aspirantes optan por la prudencia y hablan ante partidarios, pero sin cantar victoria Foto Pedro Pablo Kuczynski, centroderechista del Partido Peruanos por el Kambio, expresó ayer ante simpatizantes: tenemos un país democrático y apremió a terminar con pugnas y enfrentamientosFoto Ap Foto A su vez, Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, dijo estar optimista rumbo a la victoria, aunque reconoció que la votación es ajustadaFoto Ap Afp, Ap, Dpa y Reuters Periódico La Jornada Lunes 6 de junio de 2016, p. 28 Lima. El centroderechista Pedro Pablo Kuczynski, con 50.59 por ciento de votos, tenía ligera ventaja sobre la populista de derecha Keiko Fujimori, quien obtuvo 49.41 por ciento, en la segunda vuelta de la elección presidencial celebrada este domingo en Perú, con 51.7 por ciento de las actas escrutadas, informó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Ante lo ajustado del escrutinio el titular del órgano electoral, Mariano Cucho, hizo un llamado a la población y a los partidos políticos a esperar con calma los resultados, pues a partir de este lunes empezarán a llegar las actas del extranjero y de las diversas regiones del país. Éste fue el segundo reporte del conteo oficial. Al filo de las diez de la noche del domingo, Cucho anunció que el próximo informe se conocerá este lunes. Dos conteos rápidos de encuestadoras anticiparon horas antes casi la misma leve ventaja del economista Kuczynski sobre Fujimori, y sólo otra encuestadora daba ligera delantera a Fujimori, en una de las elecciones más cerradas de los últimos años. De 77 años, Kuczynski, del Partido Peruanos por el Kambio (PPK), salió a las 19:25 horas de su casa en uno de los barrios más lujosos de Lima y se dirigió al local de campaña de su partido, donde saludó a seguidores desde un balcón y a quienes pidió prudencia: Aún no hemos ganado; hay que esperar a los resultados oficiales finales, dijo. 79 Señaló que veía las proyecciones de los conteos rápidos con optimismo, pero con modestia, e instó a simpatizantes a estar vigilantes hasta el último voto. Agregó que los peruanos han demostrado que tenemos un país democrático e insistió: “queremos una nación dialogante; aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo. Vamos a a gobernar Perú hacia un horizonte brillante y de consenso, sostuvo el candidato del PPK, acompañado de dos candidatos a la vicepresidencia, su esposa y dos hijas. No más pugnas y enfrentamientos, dijo este economista que ha sido ministro, primer ministro, banquero, funcionario del Banco Mundial y empresario, conocido como El gringo, por su acento anglosajón. Más tarde, Keiko Fujimori, de 41 años y abanderada de Fuerza Popular (FP), salió sonriente a saludar a simpatizantes concentrados frente a su centro de operaciones en un hotel de Lima y pidió prudencia ante los primeros resultados que se conocieron a las 20:43 horas. Agradeció al 50 por ciento de la población que, aseguró, votó por ella, y dijo que habrá que esperar toda la noche. Hoy hemos dicho no a la violencia y al odio; hemos dicho que queremos un país con unidad y reconciliación. Esta elección es acerca del futuro de Perú. Estamos contentos y optimistas rumbo a la victoria, añadió. Pero reconoció que se trataba de un voto ajustado, sin duda, que hay un empate técnico, y destacó que aún hay que esperar el voto de las diversas regiones y del extranjero. El ONPE indicó que la participación fue 83.46 por ciento de los 23 millones de peruanos convocados a las urnas. La jornada se desarrolló en calma para elegir al nuevo presidente tras una larga campaña en la que hasta hace unos días la favorita era Fujimori. Sin embargo, en la última semana Kuczynski remontó y amenazaba con arrebatarle la victoria. En la campaña, más que propuestas hubo acusaciones entre los candidatos. Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori votaron por la mañana con pocos minutos de diferencia en sus respectivos locales en Lima, en medio de la calma que imperó en la ciudad durante la segunda y definitiva jornada de las elecciones presidenciales peruanas. Fujimori sufragó en el distrito Santiago de Surco y se retiró sin dar declaraciones, mientras Kuczynski lo hizo en el distrito San Isidro, tras lo cual expresó un deseo: Que la democracia, la unidad y el diálogo ganen hoy. Previamente, los postulantes desayunaron en distritos populosos que contrastaban con la exclusividad de las zonas en que votaron. Las encuestas que circularon esta semana ya permitían vislumbrar el estrecho margen final. Al prohibirse la difusión de sondeos Fujimori tenía clara ventaja, pero Kuczynski niveló gracias a su triunfo en el último debate, al apoyo explícito de líderes de izquierda y centro, y a las denuncias de corrupción contra dirigentes fujimoristas. Se trata del segundo intento de Keiko Fujimori por ocupar la silla presidencial, tras perder con el presidente saliente Ollanta Humala, en 2011, cuyo sucesor asumirá el próximo 28 de julio. Pese a conquistar la mayoría absoluta en el Congreso en la primera vuelta electoral del 10 de abril, con 73 escaños para FP, de los 130 del Legislativo unicamaral, Keiko Fujimori sigue enfrentando el frontal rechazo de la mitad de los peruanos, que la identifican con la corrupción y las violaciones de los derechos humanos del gobierno de su padre, quien purga una condena de 25 años de cárcel. Manifestaciones antiKeiko, denuncias de lavado de dinero que salpican a algunos de sus colaboradores y las acusaciones de narcotráfico contra 11 congresistas de su partido frenaron las últimas semanas la tendencia creciente de la candidata. 80 Keiko Fujimori recaba sus votos entre las clases más humildes, que buscan en ella la rencarnación del gobierno de mano dura de su padre para combatir la delincuencia –máxima preocupación de 70 por ciento de los peruanos– y la generosidad del Estado para resolver problemas básicos como la vivienda. En contraposición, la mayor parte de los aspirantes que quedaron excluidos en la primera vuelta le han dado su voto a Kuczynski, incluida la popular ex candidata de izquierda Verónika Mendoza, quien participó esta semana en una manifestación de más de 30 mil personas contra Keiko, la más numerosa desde el turbulento final de gobierno de su padre hace 16 años. Asimismo, Kuczynski, candidato favorito de los mercados, recibe el apoyo de la clase media alta urbana y del antifujimorismo. Además de la inseguridad y el crimen organizado, al próximo presidente le aguardan enormes retos como reducir las profundas desigualdades en este país de 31 millones de personas. Deberá incorporar al sector informal de la economía que emplea a 70 por ciento de los trabajadores, o regular la actividad minera, que representa 10 por ciento del PIB, para satisfacer las demandas sociales de las comunidades andinas y armonizarlas con el respeto al medio ambiente. Un final peleado con ventaja para Kuczynski http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301097-2016-06-06.html Los conteos rápidos daban una derrota del fujimorismo, pero con una diferencia mínima: 50,5 contra 49,5. Al cierre de esta edición, el virtual ganador PPK pedía vigilar el escrutinio “para que no nos roben en la mesa”. Y Keiko Fujimori llamó a esperar el resultado total. Por Carlos Noriega Página/12 En Perú Desde Lima Los peruanos se fueron a dormir ayer sin un resultado oficial, pero con un casi seguro ganador: el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski. Si, como es lo más probable, los resultados de dos conteos rápidos que favorecen a Kuczynski, aunque con una diferencia que está dentro del margen de error, se confirman con los datos oficiales, que se darían al cien por ciento recién hoy, Kuczynski será el nuevo presidente del Perú desde julio. El conteo rápido de la encuestadora GFK le daba a Kuczynski 50,8 por ciento y a Keiko Fujimori 49,2 por ciento, en el límite para declarar un ganador. Las encuestadoras señalaron que se necesitan dos puntos de diferencia entre uno y otro en el conteo rápido para dar con certeza a un triunfador. Ipsos le otorgaba una ventaja menor al candidato neoliberal: 50,5 por ciento contra 49,5 por ciento de la candidata fujimorista.Los primeros resultados oficiales dados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) a las nueve de la noche (once hora de Argentina), al 36 por ciento, le daban a Kuczynski 50,58 por ciento y a Fujimori 49,42 por ciento. Los fujimoristas se negaban ayer a aceptar su derrota. 81 Kuczynski tuvo una espectacular remontada la última semana. El domingo anterior a las elecciones estaba siete puntos abajo en las encuestas. La reactivación de una campaña que se había movido en la tibieza y que planteó en el último tramo la dicotomía entre democracia y autoritarismo fujimorista que se jugaba en estas elecciones; las denuncias contra los colaboradores y financistas de la campaña de Keiko de estar vinculados al lavado de dinero y al narcotráfico; el fallido intento de la cúpula fujimorista de desacreditar esas denuncias con audios adulterados; las movilizaciones contra el fujimorismo de la última semana; y el amplio apoyo de otros sectores políticos, desde la izquierda hasta la derecha, y de sindicatos y movimientos sociales, que recibió su candidatura para evitar una victoria fujimorista, voltearon las cosas en el último minuto, cuando Keiko parecía tener la victoria en el bolsillo. Ayer se hizo evidente que los fujimoristas no terminaban de asimilar una derrota que no esperaban. A eso de las 7:30 de la noche (9:30 hora de Argentina), PPK, como se le conoce al virtual nuevo presidente del Perú, salió al balcón de su local partidario para hablarle a sus seguidores, que celebraban eufóricos lo que a esa hora era un virtual triunfo. Estaba flanqueado por sus dos vicepresidentes: Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz. Había recibido los resultados no oficiales que lo daban ganador en su casa, junto a sus vicepresidentes. Habló menos de cinco minutos. Fue prudente en su breve mensaje y evitó declararse ganador. “No hemos ganado todavía, hay que esperar los resultados oficiales”, comenzó PPK. Abajo del balcón, la gente lo vitoreaba y celebraba lo que ya consideraba una victoria. El virtual ganador pidió vigilar el conteo de votos “para que no nos roben en la mesa”. “Tomo estos resultados con optimismo, pero con modestia”, continuó. Siguió diciendo que en esta elección había ganado la democracia, en clara alusión al autoritarismo fujimorista que amenazaba volver. “Queremos un país democrático. Aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo”, dijo. Y anunció un gobierno de consenso: “Somos conciliadores, vamos a conversar con todos. Vamos a tener un gobierno de consenso, no más pugnas y enfrentamientos”. Mientras desde abajo subía el grito de “vamos, vamos PPK”, el virtual presidente terminó con un grito de victoria: “Triunfaremos”. Pero ayer no solamente celebraban los seguidores de PPK. También lo hicieron muchos que no simpatizan con las propuestas neoliberales del virtual presidente, pero votaron por él para detener al fujimorismo. Entre ellos estaban la izquierda y movimientos sociales y sindicales, que ya anunciaron se opondrán, a las políticas neoliberales de PPK, pero que ayer celebraban, con una mezcla de júbilo y alivio, la derrota del riesgo autoritario que significaba un regreso del fujimorismo al poder. Por eso votaron por PPK. Aunque parezca paradójico, el neoliberal Kuczynski le debe en mucho su victoria, no confirmada oficialmente pero casi segura al cierre de esta edición, a la izquierda. Ese apoyo se explica por el objetivo primordial de evitar el retorno del fujimorismo, que carga una historia de autoritarismo y violaciones a los derechos humanos cuando fue gobierno, y un pasado y 82 presente ligado a la corrupción y el narcotráfico. El llamado hecho el lunes pasado por Verónika Mendoza, la ex candidata presidencial del izquierdista Frente Amplio, tercera en la primera vuelta con 19 por ciento, a votar por PPK para detener al fujimorismo, fue clave en la victoria de éste. No es casual que ayer Kuczynski tuvo su mejor desempeño electoral en el sur del país, donde en la primera vuelta había ganado Mendoza y a PPK le había ido mal. Esta vez, PPK superó el 60 por ciento en el sur. “Hemos derrotado el regreso de la dictadura y sus crímenes y corrupción. Seremos vigilantes al gobierno de PPK”, declaró ayer Sandra de la Cruz, del movimiento ciudadano No a Keiko, que pidió el voto por PPK y que el martes pasado organizó una multitudinaria marcha en contra de la candidatura de Keiko. Si los resultados de los dos conteos rápidos y los primeros resultados oficiales parciales se confirman, el fujimorismo se habrá quedado por segunda vez a las puertas de Palacio de Gobierno. Como ya le ocurrió en 2011, Keiko Fujimori, la hija y heredera política del ex dictador Alberto Fujimori, en prisión con una condena a 25 años por delitos de lesa humanidad y corrupción, vuelve a fracasar en su intento de regresar al fujimorismo al poder luego de la caída dela dictadura de su padre en noviembre del año 2000. Poco después que habló PPK, lo hizo Keiko. Habló desde un estrado levantado frente al hotel Meliá, donde recibió los resultados, preparado para celebrar una victoria que nunca llegó. Sus seguidores lanzaban vivas y agitaban banderas, pero en sus rostros había más preocupación y decepción que ganas de festejar. Keiko no resignó su derrota. “Es un resultado ajustado. Las cifras que estamos viendo en televisión nos muestran que hay un empate técnico. Vamos a esperar los resultados oficiales. Estamos optimistas”, dijo la ex candidata. Los primeros resultados oficiales tampoco la favorecieron. Los dirigentes del fujimorismo declaraban ayer en la noche que esperaban los votos rurales y del extranjero para cambiar la derrota en victoria. Pero los primeros resultados del extranjero, llegados de Europa y Oceanía, daban ganador a PPK. “Keiko ha ganado y será la próxima presidente”, dijo el congresista Pedro Spadaro, desafiando la realidad. Llamó la atención que Kenji Fujimori, hermano de Keiko y congresista, no fuera a votar. Hace unas semanas, Kenji anunció que él sería candidato presidencial en 2021 si su hermana no ganaba en esta elección. Tal vez en eso estaba pensando cuando decidió no votar por Keiko. El congresista de PPK, Carlos Bruce,una de las figuras principales de la que será la bancada oficialista, aunque minoritaria, tendió puentes al fujimorismo, mayoría absoluta en el próximo Congreso. “No descartamos que técnicos del fujimorismo puedan trabajar en el gobierno de PPK”, dijo. Sobre la relación que el gobierno electo espera tener con el izquierdista Frente Amplio, cuyo apoyo fue fundamental para la victoria de PPK, Bruce señaló que el anuncio de la 83 izquierda que su respaldo a Kuczynski era para impedir la victoria fujimorista pero que serían oposición a un gobiernode PPK era “una posición muy respetable”. “Estoy seguro -apuntó- que con el Frente Amplio nos vamos a entender en muchos temas, como en materia de derechos humanos, derechos civiles, lucha contra la corrupción, temas en los que ellos tienen muy buenas propuestas que van a enriquecer nuestro plan de gobierno. Estoy seguro que los del Frente Amplio serán duros fiscalizadores y eso nos ayudará a hacer un mejor gobierno”. En la mañana de ayer, muy temprano, luego del tradicional desayuno de los candidatos con la prensa en el día de las elecciones y antes de ir a votar, Kuczynski rezó ante el Señor de los Milagros, una de las figuras religiosas más populares del país. Y el milagro se le hizo. Al final del día ganaba una elección que hace una semana parecía tener perdida. Elecciones en Perú: resultados dan ligera ventaja a Kuczynski sobre Fujimori http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/06/160605_peru_elecciones_resultados_ilm Sea quien sea el ganador, deberá enfrentar el reto de un país con marcadas desigualdades sociales. La segunda ronda electoral de este domingo en Perú arrojó un virtual empate técnico entre los principales candidatos, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Con el 92% de las actas procesadas, el economista Pedro Pablo Kuczynski marchaba al frente con una ligera ventaja de 50,32% frente al 49,68% de Keiko Fujimori, según los datos oficiales divulgados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Los resultados marcaban un fuerte contraste con la primera ronda electoral, el pasado 10 de abril, cuando la excongresista Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, alcanzó el 39,85% de los votos frente al 21,01% de Kuczysnki. La del domingo ha sido una de las jornadas electorales más cerradas de los últimos tiempos. Al término de la jornada electoral, a la que acudieron 23 millones de peruanos, los primeros sondeos a boca de urna mostraron lo reñido de la contienda. Dos indicaban un liderazgo de Kuczynski, mientras que el tercero proyectaba una victoria de Fujimori. En todos los sondeos, los puntos de diferencia entre los candidatos estaban dentro del margen de error. ¿Por qué la izquierda de Perú hace campaña por un candidato de derecha? Ambos candidatos se mantenían esperanzados con una victoria. "Tenemos que ser vigilantes para que no nos roben los votos en la mesa", dijo Kuczynski a cientos de simpatizantes desde un balcón de la sede de su partido. "Queremos un país democrático y dialogante". Fujimori apareció bailando frente a sus seguidores y pidió paciencia. "Las cifras que vemos en la televisión nos muestra que hay un empate técnico, sin embargo vamos a esperar con prudencia porque toda la noche llegaran los votos del extranjero y del voto rural (de zonas apartadas)", afirmó. Acortando la ventaja de Fujimori En las últimas semanas, Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK, las mismas siglas de su nombre), afiló su retórica contra Fujimori, del partido Fuerza Popular. "No queremos si quiera oír hablar del narcoestado que nos va a matar a todos. Por eso la seguridad combate la droga, los estupefacientes, el narcotráfico, las conexiones dudosas con esa gente y la política", dijo Kuczynski, de 77 años, durante su mitin de cierre de campaña en Lima, en clara alusión a su principal rival. 84 El ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, y uno de los principales contribuyentes de la campaña de Fujimori, ha sido vinculado a una grabación que estaría siendo investigada por la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA). Y el compañero de fórmula de Fujimori, Jose Chlimper, también es eje de una controversia, acusado de adulterar audios con el fin de ayudar a Ramírez. La fiscalía investiga el caso. PPK, como se hace llamar, estudió en el Reino Unido y Suiza, y se desempeñó como investigador, economista jefe y asesor de varias divisiones del Banco Mundial. El economista con el que esperan vencer a Keiko Fujimori La poderosa sombra de un padre Keiko fue Primera Dama de Perú en 1994. Es el segundo intento de Keiko Fujimori de llegar a la presidencia del país andino. La carismática política, de 41 años, carga consigo la sombra de su famoso padre Alberto, quien cumple una condena de 25 años de cárcel por corrupción y abusos a los derechos humanos. A la vez, muchos peruanos atribuyen al político en desgracia haber desarticulado la guerrilla Sendero Luminoso y sentado las bases para el crecimiento económico de Perú. Keiko ejerció como primera dama durante el gobierno de su padre, cuando tan sólo tenía 19 años. En 2006 fue electa congresista y en 2011 perdió por estrecho margen las elecciones frente al actual presidente, Ollanta Humala. Cinco cifras que explican el complejo momento económico que está viviendo Perú Sea quien sea el ganador, deberá enfrentar el reto de un país con marcadas desigualdades sociales. “El grave problema del Perú es que el crecimiento económico no ha venido acompañado con un cierre de brechas, de desigualdades no sólo económicas sino políticas y culturales”, señaló Ricardo Cuenca, psicólogo social y director del Instituto de Estudios Peruanos. “Tiene que hacer un esfuerzo enorme para demostrar que esas brechas necesitan cerrarse, para que el país no sólo crezca económicamente sino que se desarrolle”, agregó. PRIVATIZAR PARA GOBERNAR EL MUNDO › EL GOBIERNO INTERINO DE BRASIL PREPARA PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA CON PRIVADOS Y EXTRANJEROS UN PLAN DE OBRAS QUE APUNTA A PRIVATIZAR http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301070-2016-06-06.html El programa Crecer que pondrá en marcha Temer significa un cambio radical frente al gobierno de la suspendida Rousseff. La empresa estatal Infraero no tendrá más participación en los aeropuertos. Cuatro de ellos dejarán de estar en manos del Estado. El gobierno interino de Brasil prepara un plan de infraestructura que incluye concesiones, sociedades mixtas y privatizaciones. Se trata de una decidida reducción del papel del Estado en los proyectos de obra pública y de un aumento en la participación de las empresas extranjeras. Entre las medidas apuntadas figura la eliminación del límite a la tasa de retorno de ganancias de las empresas que ganen concesiones en rutas, autopistas, puertos y aeropuertos. “En la vida, quien fija el precio es el mercado, entonces este es uno de los problemas que vamos a resolver con las nuevas concesiones a privados”, dijo Wellington Moreira Franco, 85 titular de la Secretaría de Programas de Sociedades e Inversiones de la Presidencia y uno de los hombres fuertes del gobierno del presidente interino Michel Temer. Moreira Franco participó en San Pablo de un encuentro con la Asociación Brasileña de Infraestructura (Abdib), entidad que agrupa a empresas de ingeniería, entre ellas las acusadas de sobornar funcionarios y sustentar ilícitamente campañas políticas involucradas en la Operación Lava Jato, que investiga la corrupción en Petrobras. Entre las novedades que el gobierno de Temer mostrará en las próximas semanas, con el lanzamiento del programa de infraestructuras “Crecer”, es que habrá un cambio radical frente al gobierno de Dilma Rousseff. Por ejemplo, la empresa estatal Infraero no tendrá más participación en los aeropuertos que serán concesionados, y que dependerán totalmente de la iniciativa privada. Hasta el momento, Infraero tenía 49 por ciento en todos los aeropuertos con participación privada, tal el modelo aplicado por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, en el cual fue ministro de Aviación Civil Moreira Franco, uno de los negociadores más importantes del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), que respaldó el juicio político de la mandataria. “Siempre estuve en contra de ese modelo porque Infraero no tiene condiciones económicas, el Tesoro asumía eso. No hay posibilidades de asumir el 49 por ciento del consejo de administración de un aeropuerto. Eso cambiará no por sentido común, sino porque el Tesoro no tiene dinero para poner”, dijo Moreira Franco. En el horizonte próximo, 4 aeropuertos en manos del Estado serán privatizados en su totalidad con una concesión de 30 años con el nuevo modelo que aplicará Temer mediante la secretaría de Moreira Franco: son las estaciones aéreas de Florianópolis (estado de Santa Catarina), Porto Alegre (Rio Grande do Sul), Salvador (Bahia) y Fortaleza (Ceará). Moreira Franco afirmó que quiere incentivar la inversión privada tanto brasileña como extranjera en ingeniería para obra pública, quitando un elemento que los empresarios reclamaban del gobierno de Rousseff, un límite de la tasa de ganancia y con ello reinvertir. “Con relación a la tasa de retorno de la concesiones, debo decir que la respuesta está en el mercado. Si una persona compra un kilo de arroz y está caro, esa persona busca otro lugar para comprarlo. Es una relación entre consumidor y mercado, que tiene la última palabra. Tendremos reglas generales para que los sectores se organicen”, dijo el ex gobernador de Rio de Janeiro. Para el funcionario, la intervención del Estado en las concesiones a privados “ya fue”. “Es absurdo imponer una participación mínima del Estado. Nosotros vamos a crear un ambiente de inversiones para que el país vuelva a crecer y podamos generar empleo”, comentó. Puso como 86 ejemplo el proyecto del senador José Serra, hoy canciller interino, que elimina la obligatoriedad de la estatal Petrobras en participar de la explotación del petróleo en el pre-sal, los megacampos petroleros submarinos en el Atlántico, frente a las costas de los estados de Río de Janeiro y San Pablo. Entrevista a Ricardo Antunes, Universidad de Campinas (SP) TODO INDICA QUE EL DE TEMER SERÁ UN GOBIERNO EN CRISIS PERMANENTE https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213097 Mario Hernandez Rebelión -M.H.: Tenemos una segunda dimisión en el gabinete de Michel Temer, casualmente el Ministro de Transparencia, Fabiano Silveira. ¿Qué nos podés comentar al respecto? -R.A.: Es la prueba mas cabal de la caótica situación del gobierno de Temer, un gobierno interino que tiene en su Ministerio un número enorme de ministros involucrados en la corrupción. Por ejemplo, es el caso del llamado Ministro de la Transparencia que actúa en plena intransparencia. Así como Romero Jucá que fue dimitido hace dos semanas atrás. Y no será el último, porque una parte de los ministros de Temer han sido ministros de Dilma y de Lula y están involucrados en el Lava Jato y en otros procesos que están siendo investigados. Entonces, la situación del gobierno de Temer, la dimisión de ministros no se cerrará hoy, hay muchos procesos en curso, inclusive hoy el presidente del banco privado Bradesco está entre los que están siendo acusados. Son muchos procesos de corrupción y todo indica que éste será un gobierno en crisis permanente. -M.H.: Que se ha presentado en su primer discurso como un gobierno de salvación nacional, pidiendo a la población orden y progreso. -R.A.: La verdad es todo lo opuesto, es un gobierno de destrucción nacional porque ascendió al poder a través de una medida que puede ser jurídicamente legal, pero que sustancia un golpe político. Esto creó la primera marca de su gobierno basado en la ilegitimidad, es un gobierno ilegítimo. 87 -Por otro lado, como este gobierno expresa lo peor de la política brasileña, adoctrina entre sus ministros a aquéllos que están involucrados en la crisis política y económicamente es un gobierno del mundo financiero, por ejemplo, el Ministro de Economía es un hombre completamente comprometido con el sistema financiero internacional, ha sido el presidente del Banco Central durante el gobierno de Lula y antes era presidente internacional del Banco de Boston. O sea, tienen carta blanca para organizar la economía brasileña y están jugando por encima de los hombros de la clase trabajadora, reduciendo salarios, los derechos del trabajo, ampliando el tiempo de trabajo para que los hombres y mujeres no puedan jubilarse en el tiempo justo, ni una medida para reducir la ganancia de las bancas, ni una medida para introducir una regulación a las grandes fortunas, no es el gobierno de la salvación nacional, política y económicamente es un gobierno que nació de un golpe y que va a significar más destrucción nacional. Si el gobierno de Dilma ya era un gobierno muy negativo para las clases trabajadoras, éste tiene la calidad de ser mucho peor. Esta es la triste situación brasileña hoy, inclusive existe la posibilidad de que las Olimpíadas sean suspendidas, fundamentalmente porque existen una serie de enfermedades que asustan a los extranjeros para venir al Brasil. No existe la menor posibilidad de que la situación mejore en los próximos meses. Las clases dominantes quieren imponer su política sin intermediarios -M.H.: Podríamos decir que esto marca el fin de la ilusión del Estado conciliador, ya que de acuerdo a lo que estás describiendo el Estado brasileño manifiesta una subordinación mayor a las instituciones financieras internacionales. Podríamos decir que hay un poder de la clase dirigente sin mediación. Por ejemplo, José Serra que fuera el candidato oficial del PSDB, el partido de Fernando E. Cardozo derrotado por Lula en 2002, es el actual Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil. -R.A.: Así es. Lo que sucede es que el gobierno de Lula y luego el gobierno de Dilma fueron siervos de las clases dominantes. Pero en período de expansión económica se tenía la impresión, solo aparente, de que Brasil caminaba hacia ser una gran potencia mundial. Lula llegó a decir que en poco tiempo sería la 4ª potencia del mundo. Pura ilusión. Ahora, en un contexto de crisis económica profunda las fracciones de los sectores dominantes quieren tener el control directo, no quieren un intermediario como Lula o Dilma, quieren su gobierno para poder decidir claramente la precarización del trabajo, la baja de salarios, la pérdida de los derechos del empleo público, la restricción y la privatización del sistema único de salud que con todas las limitaciones es un sistema que atiende a millones de personas, y todo para ser llevado a cabo en muy poco tiempo y de manera brutal. 88 Por eso es cierto lo que afirma usted, las clases dominantes quieren imponer su política sin intermediarios y esto está generando un descontento popular muy grande y podemos tener certeza de que la situación brasileña en los próximos meses va a agudizarse. La política de conciliación de clases terminó, es su fin, entramos en una era de lucha de clases abierta, las clases dominantes y los sectores capitalistas quieren destruir todo lo que las clases trabajadoras conquistaron y las clases trabajadoras tendrán que luchar para impedirlo, no por Lula o Dilma, lo que conquistó a través de sus luchas desde los años ´70 cuando resurgió el movimiento obrero brasilero. -M.H.: Precisamente quería consultarte por el movimiento de los estudiantes de los colegios secundarios, ya que desde el año pasado se han sucedido una serie de ocupaciones que han continuado en el presente y están marcando un movimiento que de alguna manera retoma las luchas estudiantiles de 2013. ¿Lo considerás así? -R.A.: Sí. Es una de las cosas mas importantes de Brasil de los últimos años, el año pasado en la ciudad y el estado de San Pablo que es gobernado por un gobierno extremadamente conservador y privatista, hubo una lucha muy importante de los estudiantes del nivel secundario que contaron con el apoyo de los padres y los profesores y consiguió impedir una acción del gobierno de Alckmin que planeaba eliminar muchas escuelas públicas para reducir costos. La lucha impidió que esta nefasta medida fuera tomada. Hay muchas luchas en muchos estados brasileños, en Río de Janeiro los funcionarios públicos no reciben su salario hace meses, la misma situación se dio en Río Grande do Sul. La situación política es caótica, me recuerda a cuando en Argentina hace un par de décadas no tenían recursos para pagar los salarios y hubo una explosión social en muchas provincias. Hoy, hay rebelión y ocupación en muchos lugares. Por ejemplo, los profesores de la Unicamp están en huelga porque no quieren ajustar sus salarios ni en lo mínimo. Y hay una crisis política brasileña que obliga a discutir cuál es el futuro que queremos para el país. En síntesis, el movimiento estudiantil hoy, las ocupaciones, que no es solo de los universitarios sino también de los secundarios, tienen una similitud muy grande a lo que pasó hace unos años atrás en Chile. La destrucción de la escuela pública está generando la rebelión de los estudiantes. Es muy importante y hay un mosaico de las luchas dentro del Brasil, en las periferias, en los sindicatos de clase, en los partidos de izquierda, en los movimientos sociales sin techo, sin tierra; esta es la realidad que percibieron, ya no hay conciliación, hay confrontación abierta. La guerra silenciosa que sacude las favelas de Río de Janeiro Agnese Marra 89 https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213087 Público A medida que se acerca la fecha de inauguración de los Juegos Olímpicos, la violencia aumenta en estas comunidades. La Policía Militar custodia los 'morros' cariocas mientras las violaciones de derechos humanos se multiplican. Mientras algunos cuentan los días para ver a los astros olímpicos saltar a las arenas de Río 2016, una gran parte de la población está asustada. Las personas que viven en los morros (cerros), en las famosas, y últimamente hasta turísticas favelas, sabe lo que les espera cuando un gran evento internacional llega a la ciudad. Cuando se jugaron los Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, fue el año más violento de la última década en la capital carioca. La Policía Militar asesinó a 1.330 personas en acciones que fueron catalogadas como "derivadas de la intervención policial", algo así como homicidios en defensa propia. También fue el año de la conocida “Matanza del Pan” (en referencia a estos Juegos) que surgió de una operación policial en la favela del Complejo del Alemán donde se registró el asesinato de 19 jóvenes (once de ellos no tenían que ver con el tráfico de drogas), aunque los cálculos extraoficiales hablaban de al menos cuarenta muertos. Río de Janeiro es el Estado que históricamente tiene las tasas más altas de letalidad en el transcurso de las operaciones policiales. En los últimos 10 años las cifras ascienden a un total de 8.000 personas asesinadas durante la invasión de las favelas. Según datos de Amnistía Internacional, en los últimos seis años la Policía carioca ha sido responsable de entre un 13% y un 21% de los asesinatos totales de la ciudad. En 2015 una de cada cinco personas fallecidas murió por “homicidio derivado de acción policial”. El presidente de Amnistía Internacional Brasil, Atila Roque, advierte de que ese número “podría ser más elevado” ya que muchos de los asesinatos son registrados como “homicidios”, una etiqueta genérica que sirve para no culpar a las fuerzas de seguridad. Eso fue lo que sucedió con el menor de apenas 10 años, Eduardo Jesús, asesinado por la Policía en abril de 2015 en la puerta de su casa, mientras esperaba que su hermana volviera de la escuela: “Así como maté a tu hijo puedo matarte a ti también, porque él era un hijo de 90 bandido”, le espetó el policía a la madre de Eduardo Jesús, mientras ella le gritaba desesperada. La Copa del Mundo de 2014 también trajo consigo un disparo en la tasa de homicidios “derivados de acción policial”. En Río de Janeiro subió un 40% y en Sao Paulo llegó a aumentar un 80%. El Complejo de la Maré, una comunidad formada por 16 favelas cariocas donde viven alrededor de 140.000 personas, fue invadida por la Policía Militar poco antes de que empezara el Mundial. La previsión inicial era que se quedaran mientras durara el evento, pero los militares no se marcharon hasta un año después. Los habitantes de la comunidad denunciaron todo tipo de abusos desde asesinatos extra judiciales, palizas, invasiones de sus casas en las que se incluía el robo de objetos y dinero bajo amenaza de fusil. Militarización de las favelas La Policía Militar abandonó el Complejo de la Maré en julio de 2015 y en estos días está a punto de volver. El secretario de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro, Jose Mariano Beltrame, anunció que 60.000 policías y 20.000 militares ocuparían la ciudad para actuar durante los Juegos Olímpicos. No apuntó cuántos de ellos subirían a las favelas, ni tampoco dejó claro cuánto tiempo se quedarían allí, pero a medida que se acerca la fecha las operaciones policiales han aumentado. En las primeras semanas de abril al menos once personas fueron asesinadas en el Complejo del Alemán y otras tantas (no hay datos hasta el momento) fueron heridas después de horas de disparos en la zona. En mayo fueron las favelas de Jacarezinho, Manguinho, Acari y una vez más el Complejo del Alemán, donde murieron otra decena de vecinos en el intercambio de tiros entre Policía y facciones del tráfico de drogas, entre ellos un menor de cinco años que también jugaba en la puerta de su casa cuando le alcanzó la bala. Las políticas de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro se basan en la militarización de las favelas. Por un lado desde las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) y por otro, desde las operaciones de guerra con tanques y armas letales. La diferencia entre ambos tipos de control policial apenas existe: “Las UPP eran una buena idea y se convirtieron en un fracaso porque no trabajan como policía comunitaria sino como unidades militarizadas de control y represión”, cuenta a Público, Atila Roque, director de Amnistía Internacional Brasil. Después de diez años de UPP el balance de los vecinos es desalentador: “Los 91 militares que suben son muy jóvenes, sin experiencia, se ponen a pegar tiros en cualquier momento, entran en nuestras casas, nos roban, nos amenazan, es una pesadilla”, denuncia Irone Santiago, cuyo hijo fue tiroteado por la Policía y hoy se encuentra parapléjico y con una pierna amputada. “Tenemos miedo y vivimos con ansiedad porque sabemos que en cualquier momento van a subir y volveremos a vivir bajo tiros”, dice Santiago, habitante de la favela de la Maré desde hace más de treinta años. El pasado mes de abril el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame, advirtió que quien “se atreva a disparar a un policía va a recibir un tiro”. La polémica frase la dijo tras el entierro de un miembro del BOPE (Batallón de Operaciones Espaciales que sube a las favelas) asesinado por narcotraficantes en el transcurso de una operación. Las muertes de policías también han aumentado en un momento donde el Estado de Río de Janeiro se encuentra en quiebra total y los policías reciben sus salarios, de por sí son bastante bajos, atrasados. “El policía por un lado es un verdugo, porque mata a una escala inaceptable, pero también es una víctima. La mayoría tienen el mismo perfil que sus víctimas, son negros o pardos, jóvenes y de origen humilde”, explica Roque. Desde Amnistía Internacional reconocen que la precariedad que sufre la Policía de Río de Janeiro por la crisis económica del Estado hace que “aumente el estrés y también la violencia”. Pero dejan claro que no pueden seguir usando argumentos para vulnerar los derechos humanos: “No puede haber un estado de excepción para justificar la seguridad en los Juegos Olímpicos”, dice Atila Roque. El presidente de Amnistía Internacional no sólo se refiere a la militarización de las favelas y el aumento de asesinatos, sino también a la nueva normativa de Ley Antiterrorista (al estilo de la Ley Mordaza) que criminaliza cualquier manifestación que se produzca en determinados puntos de la ciudad desde el 4 de junio y a lo largo de todo los Juegos Olímpicos. “Durante el Mundial fue lo mismo, hubo periodistas y activistas de derechos humanos presos e incluso heridos, no podemos permitir que nos quiten la libertad de expresión”, sentencia Roque. “Soy un tipo normal” Víctor Santiago nació en la Maré, en una de las muchas zonas de Río de Janeiro a las que el Estado no llega si no es en forma de fusil o de tanque. Insiste en que siempre fue un “hombre normal”, pagaba sus cuentas, trabajaba por la mañana y estudiaba por la tarde un módulo para ser técnico de seguridad. Explica todo esto para justificar “el absurdo” de lo que le sucedió la madrugada de aquel sábado de febrero de 2015. Víctor volvía a casa en el coche de un amigo cuando un primer control militar les paró para pedir 92 documentación. Todo normal y siguieron adelante. Poco antes de llegar a su casa se toparon con un segundo control. Esta vez los militares sin intercambiar palabra comenzaron a disparar contra el vehículo. El conductor recibió un tiro y Víctor Santiago dos disparos. “Mi hijo se despidió diciéndole a mi nieta que al día siguiente la llevaría a la playa, pero sólo vino 98 días después”, cuenta la madre de Víctor, Irone Santiago, con lágrimas en los ojos. Su hijo estuvo una semana en coma, y casi tres meses hospitalizado con el pulmón perforado y sesiones de hemodiálisis. Las dos balas que recibió le dejaron parapléjico y con una pierna amputada. A sus 30 años Santiago responsabiliza al Estado de Río de Janeiro de lo que le pasó: “Fue culpa de la incompetencia de los gobernantes que tenemos a quienes no les importamos nada”. Asegura que uno de las cosas que más le dolió fue salir del hospital en silla de ruedas y verse sin ningún tipo de ayuda: “El Estado no me ha dado ni una tirita”, repite. La silla de ruedas con la que se mueve, la cama de hospital en la que pasa prácticamente las 24 horas del día y los pañales que usa para sus necesidades son donaciones de los vecinos de la comunidad. Su madre dejó su trabajo de costurera para cuidarle y se ha convertido en una activista dentro de la favela mientras lucha con poco éxito para que el caso de su hijo sea juzgado: “Tan sólo un año después de los hechos vino la Policía Federal para hacer una pericia del cuerpo de Víctor, y lo más absurdo de todo es que en el caso mi hijo constaba como testigo y no como víctima”. Irone dice no tener miedo de posibles represalias, sabe que la Policía suele amenazar a los familiares de las víctimas, pero hasta ahora nadie le ha dicho nada. Asegura que como su hijo hay otras muchas personas que tienen miedo a hablar: “No se imagina la cantidad de gente mutilada que hay en la Maré, por no hablar de los asesinatos. Una vecina que tenía un comercio salió por la ventana para pedir a su ayudante que cerrara la tienda y le pegaron un tiro, así de simple. Quieren acabar con todos nosotros, no tenemos derecho a nada”. Fuente original: http://www.publico.es/internacional/guerra-silenciosa-sacudefavelas-rio.html ENTREVISTA CON EL SACERDOTE Y SOCIÓLOGO MARXISTA FRANÇOIS HOUTART “El modelo de Correa es de hecho posneoliberal, pero aún no poscapitalista” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213107 93 Paolo Moiola Noticias Aliadas Nacido en Bélgica, François Houtart —sacerdote católico, destacado promotor de la Teología de la Liberación, sociólogo, profesor— conoce el Ecuador desde los años 70, pero reside en Quito desde el 2010. Actualmente, es profesor en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), institución universitaria pública de especialización de postgrado. Paolo Moiola, colaborador de Noticias Aliadas, conversó en Quito con esta reconocida figura del movimiento altermundista. A continuación presentamos un extracto de este diálogo en el que Houtart analiza aquello que él define como la “crisis multidimensional” (económica, ambiental, de valores) del mundo moderno y hace un balance del gobierno del presidente Rafael Correa (quien fue su alumno en la Universidad de Lovaina) con quien dice tener una correspondencia bastante frecuente, “incluso si no estamos de acuerdo en varios aspectos”. La Constitución del Ecuador, aprobada en el 2008 durante el primer mandato del presidente Rafael Correa, es realmente innovadora. Tal vez contenga demasiados artículos, pero es realmente vanguardista. En ella, se han introducido los conceptos de país plurinacional y pluricultural. Y luego, única en el mundo, los derechos de la naturaleza. Ciertamente, una cosa es escribir una Constitución, y otra cosa es aplicarla. Es, en este sentido, también aquí en Ecuador, donde hay un abismo entre el texto y lo que sucede en la realidad. Como me comentaba con ironía un amigo boliviano: “En Bolivia tenemos una Constitución magnífica, pero todas las leyes son anticonstitucionales”. Esto es obviamente una exageración, pero el problema existe. En el mundo es evidente tanto el fracaso destructivo del sistema económico neoliberal, como el rápido agravamiento de la cuestión 94 ambiental. Esta crisis no se cura con más neoliberalismo. Actualmente se vive en el mundo una crisis multidimensional, una crisis que es a la vez financiera, económica, alimentaria, energética, climática, una crisis de sistema, valores y civilización. Y sin embargo en Asia el neoliberalismo aparece como una oportunidad de desarrollo. Asimismo en África, en Medio Oriente y en la propia Europa, donde las medidas contra la crisis son, simplemente, más neoliberalismo. No digo que se deba llegar súbitamente a un nuevo paradigma, a aquello que yo llamo “el bien común de la humanidad”. Sería utópico e ilusorio. Pero sí se podrían dar pasos en esta dirección. Hasta ahora, sin embargo, sólo ha habido adaptaciones del sistema a las nuevas demandas sociales y culturales. Hasta hace poco tiempo América Latina parecía el lugar de la experimentación y de la alternativa. Entonces todo comenzó a derrumbarse. De Venezuela a la Argentina, pasando por las derrotas (aunque diversas) de Dilma Roussef en Brasil y de Evo Morales en Bolivia. Pero América Latina era el único lugar donde se intentó realizar un cambio, como sucedió en Ecuador. Aquí se ha hecho algo notable: reconstruir el Estado y los ciudadanos; dar más importancia a los servicios públicos como la salud y la educación. El modelo de Correa es de hecho un modelo postneoliberal, pero aún no postcapitalista, como él mismo reconoce. El problema es que la mayoría de los líderes políticos están todavía en la antigua visión del desarrollo intenso que se entiende como la explotación de la naturaleza y dentro de una modernidad vista como el rechazo de las diferentes tradiciones y culturas. No han entrado en esta nueva perspectiva donde la naturaleza y la cultura son elementos fundamentales del desarrollo humano. Necesitamos formar nuevos líderes, pero sin demasiada demora porque esta situación puede convertirse en un desastre. 95 Naturaleza como recurso por explotar versus naturaleza como fundamento de desarrollo. La Constitución del Ecuador ha hecho una elección clara dedicando cuatro artículos a los “derechos de la naturaleza”. La primera dificultad está en definir lo que significa derecho de la naturaleza. Sólo en la cosmovisión indígena la naturaleza es un ser vivo que percibe sensaciones. Los árboles, los ríos, los animales son nuestros hermanos y hermanas. Esta visión es magnífica, pero no se adapta a la mentalidad de la mayoría de la gente de hoy en día. En la Conferencia Mundial por los Derechos de la Madre Tierra, en Cochabamba, Bolivia, en el 2010, hubo más de 30,000 indígenas hablando de cosmovisión, cambio climático y derechos de la Madre Tierra, de la Pachamama. Se intentó adoptar un texto, pero hubo una fuerte oposición, por ejemplo, de Vía Campesina. ¿Cuál es el problema? La integración de los derechos de la naturaleza en una perspectiva jurídica, porque la naturaleza, como resulta evidente, no puede defender sus prerrogativas. Son solamente los seres humanos quienes pueden reconocerlos y por tanto defenderlos. O, por el contrario, violarlos o destruirlos. Por lo tanto, el derecho de la naturaleza es —como se ha dicho— un “derecho vicario” del cual no se puede hablar sin la intermediación del hombre. Y esto nos lleva a la toma de conciencia de la responsabilidad humana ante la naturaleza. Estoy trabajando en el sector agrario y veo una agricultura campesina e indígena completamente abandonada. Estoy visitando la Amazonia en varios países y me quedo impresionado por su destrucción sistemática y por las consecuencias [medioambientales y sociales] que eso conlleva. Del tema ambiental habla también la encíclica del papa Francisco, pero no sé cuántos la han leído realmente. La Constitución del Ecuador dedica un espacio importante a los pueblos 96 indígenas. ¿Cómo es su situación? Hubo un renacimiento de la identidad indígena. Su cultura salió de la clandestinidad. Por ejemplo, hoy los chamanes son reconocidos. Yo he participado con ellos en ceremonias públicas, vestido de sacerdote católico. Su participación en las últimas elecciones ha sido masiva. Esto muestra claramente los méritos de Monseñor Leonidas Proaño [teólogo de la liberación ecuatoriano conocido como el Obispo de los Indígenas que falleció en 1988]. En esta sociedad los indígenas tienen un peso importante aunque en los últimos 30 años ha habido un cambio estructural importante con el crecimiento de la clase media, especialmente con Correa, que ha podido beneficiarse de muchos ingresos. Hubo una creciente urbanización y al mismo tiempo un abandono del campo y en especial de la agricultura campesina. Una gran parte de la población indígena vive en áreas urbanas. Y ahí los jóvenes se interesan ciertamente más por sus celulares que por sus orígenes indígenas. Es un proceso de cambio cultural. Las organizaciones han perdido por lo tanto una parte de su base social y de su fuerza política. El presidente Correa y su gobierno impulsan lo que han llamado Revolución Ciudadana que considera a los indígenas ciudadanos como los demás. Lo que no es un proyecto socialista. Rafael Correa y Alianza País [coalición de sectores de izquierda y de derecha] hablan de un capitalismo moderno. Quieren tener a todos los ciudadanos con los mismo derechos y deberes al interior de una sociedad modernizada. Sí [considera ciudadanos a los indígenas], pero ciudadanos “atrasados”, como afirma el presidente, que se deben modernizar, y que no se reconocen 97 como pueblos. Pero está la Constitución que, en su artículo 1, habla de plurinacionalidad. Está la definición y el reconocimiento de los territorios indígenas. Los indígenas más conscientes —los agrupados en la CONAIE [Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador]— sufren mucho por esta agresión cultural y política. Por eso, después de haber apoyado a Correa, poco a poco han tomado distancia. Las últimas leyes —aquellas del agua [junio 2014] y de la tierra [enero 2016], por ejemplo— excluyen a los grupos indígenas, a pesar de un vocabulario que parece favorable a ellos. Promueve una agricultura para la exportación, de monocultivos, haciendo desaparecer los pequeños productores y campesinos indígenas. De esta manera, la fractura con el gobierno se fue ampliando cada vez más. El peligro es que, por causa del conflicto con Correa, una parte del movimiento indígena pueda cerrar un acuerdo con la derecha, una derecha que nunca los defenderá, pero que quiere tan solo utilizarlos. El lenguaje utilizado por Correa hacia los indígenas es a menudo vulgar. Y es una verdadera lástima porque Rafael Correa es el único líder político [en Ecuador] que habla kichwa. De la bellísima (pero a menudo no aplicada) Constitución a la bellísima promesa de Correa (en marzo del 2007) de no tocar el Parque Nacional Yasuní, verdadero tesoro mundial de la biodiversidad, pero también importante reserva petrolífera. Al parecer, estamos frente a una promesa rota. El Ecuador decidió hacer una propuesta a la comunidad internacional de no tocar aquel petróleo si esta ayudaba pagando, por un cierto número de años, la mitad de aquello que el país habría podido ganar con los beneficios de aquellos yacimientos. Hubo comentarios positivos, sobre todo de parte de Alemania. Luego, todo decayó con la llegada al poder de [Angela] Merkel. En 98 ese momento, el presidente Correa dijo que la comunidad internacional no había respondido a la propuesta del Ecuador y que, por lo tanto, comenzaría a explotar el petróleo. En realidad, este plan B ya existía porque había intereses económicos locales que promovían la explotación de esos yacimientos. El gobierno dijo que iría a explotar solamente un poco más del 1% del parque, utilizando tecnología de punta. De acuerdos a mis informaciones, parece que la destrucción local es bastante mayor que la que el gobierno afirma. En el parque y en las inmediaciones viven por lo menos tres diferentes grupos indígenas: los Shuar, los Kichwa y sobre todo los Huaorani. Contra la decisión de iniciar la explotación petrolífera del Yasuní, se han producido protestas indígenas, pero no con una voz al unísono. El gobierno ha obtenido el apoyo de la mayor parte de los sindicatos del territorio —unos 40, muchos de los cuales son indígenas—, prometiéndoles que una parte sustancial de las ganancias irían a la municipalidad. Hubo una reacción muy fuerte de la juventud, especialmente urbana. Se creó el movimiento ‘Yasunidos’. Ha tenido un éxito extraordinario, logrando reunir más de 700,000 firmas contra la explotación petrolera. Sin embargo, la auditoría gubernamental redujo las firmas válidas a menos de 300,000. [De esa manera, el gobierno logró impedir la consulta popular]. Finalmente, ¿qué opinión le merece Correa? Felizmente ha renunciado a la reelección. Tal vez por razones más familiares que políticas. Sin embargo, ya que es joven, podría darse cuatro años de reposo y después representarse nuevamente. No tengo ninguna objeción a eso, pero espero que aproveche de este período para leer, conocer gente, para viajar por el mundo y sobre todo para transformar su visión 99 adaptándola a la realidad del mundo actual. Es un hombre sincero. A veces demasiado sincero. Y a veces también un poco prepotente, porque no acepta consejos. Pero es un hombre de valores y un gran trabajador. Fuente: http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=7315 ENTREVISTA A MARTÍN ALONSO SOBRE EL CATALANISMO, DEL ÉXITO AL ÉXTASIS (I) “El catecismo nacionalista, fuera de los contextos de descolonización, se reduce siempre a tres premisas: somos diferentes, somos superiores y tenemos derecho a más (o más derechos)” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213108 Salvador López Arnal El Viejo Topo, mayo de 2016 Martín Alonso Zarza es doctor en Ciencias Políticas y licenciado en Sociología, Filosofía y Psicología. Formó parte del grupo de expertos de la Escuela de Paz de Bakeaz (Bilbao). Los dos libros en los que centramos nuestra conversación -acaso un único libro dividido, por ahora, en dos volúmenes- han sido publicados por El Viejo Topo en 2015 y 2016 respectivamente. El primero con el subtítulo: “La génesis del problema social; el segundo con el de “La intelectualidad del ‘proceso”. *** Acabas de publicar dos libros en El Viejo Topo con el título: El catalanismo, del éxito al éxtasis. Mi felicitación más sincera. Déjame preguntarte por el concepto: ¿cómo debemos entender el catalanismo en tu opinión? ¿Qué definición propones? 100 Consideré la posibilidad de dedicar un capítulo al análisis conceptual con los instrumentos de la teoría política; hay trabajos que se han ocupado de ello. Desestimé el empeño por cuanto el objeto de mi interés eran los cambios que se han producido en el paisaje político catalán y para eso me resultaba más útil la perspectiva sociológica; aunque, como es obvio, los temas referidos a la identidad nacional y la movilización nacionalista interesan a un buen puñado de disciplinas. De modo que atribuyo al término un significado genérico, equivalente a nacionalismo catalán. Insisto, no es porque crea que no sea útil un análisis conceptual sino porque el foco de mi interés no es ese, sino explicar el cambio y los motivos del cambio. Por otra parte, el propio enunciado del título denota que hay una transformación en las notas distintivas del programa nacionalista en los últimos años que tiene que ver con una redistribución de la influencia de los partidos y, en particular, con el ascenso de las posiciones independentistas que fueron minoritarias hasta hace muy poco. Pero, salvo error por mi parte, hace años, se solía afirmar, cuanto menos en grupos de izquierda, que el catalanismo no era identificable con ningún nacionalismo. Ser catalanista, desde ese punto de vista, era más bien un asunto cultural con poca densidad política. Vindicar, por ejemplo, la lengua catalana, la defensa de la cultura catalana, de algunas de sus tradiciones. Y, además, no de forma excluyente. Uno podía ser catalanista y no ser partidario de ubicar al castellano en la casilla “lengua impropia” de Cataluña o, por poner otro ejemplo, considerar que Jaime Gil de Biedma, Juan Marsé o Manuel Sacristán eran, por descontado, parte de integrante de la cultura catalana, sin trazar además permanentes puntos de demarcación, generalmente construidos, en torno a la escuela de Barcelona versus Madrid en cine, en pintura o en cualquier otra manifestación cultural. No había, en ese catalanismo, ninguna deseo de romper el demos común, de secesión, de considerar que Andalucía, Extremadura o Aragón tenían la misma relación con Cataluña como la que podía Baviera, Bretaña o la Lombardía. Bien pertinente tu observación. Me obliga a afinar mi respuesta; no se puede obviar que en una arena disputada la preferencia por unos términos no es irrelevante. Tenemos de partida esa acepción abarcadora, culturalista y no sectaria que mencionas. Es la que refleja un Agustí Pons a mediados de los noventa ("La prensa en Cataluña, ¿norma o excepción", en X. Bru de Sala y otros. El modelo catalán, Barcelona, Flor de viento 1997: 171-172): “deberíamos dar la razón a Maria Aurèlia Capmany, que consideraba que el catalanismo es un colchón doctrinal que estiliza las posiciones políticas e ideológicas más ariscas y las envuelve en un marco no escrito de complicidades [...] Hoy por hoy, fuera de este espacio común -mínimamente común: hay que insistir en ello- no hay espacio posible en la política catalana". El asunto es que el éxito de este catalanismo cultural, que fue la fachada noble del pujolismo, ha servido de trampolín a las reivindicaciones 101 políticas, éstas sí claramente connotadas ideológicamente pero cuya connotación (partidismo) el alambique nacionalista quiere neutralizar o hacer invisibles. En este sentido la aclimatación del término catalanismo indica un triunfo de un sector dominante que oculta sus motivaciones políticas. En consecuencia, ya no cabe distinguir entre nacionalistas y laicos en materia de nación, sino entre catalanistas y malcatalanistas (-valga el invento que traslado del homólogo unamerican: unionistas, centralistas, neofranquistas, o catalanes autofóbicos (self-hating); con un uso intercambiable a efectos de desautorización). Las divisorias sociales asociadas con la posición de clase quedan diluidas en esta remodelación semántica del oasis. Se ha pasado así, en efecto, de un término usado como gentilicio y sin función marcadora a otro que asigna valor y legitima la reivindicación de derechos diferenciales; de la filología a la política. Recuerda un poco –un poco– a la polémica sobre si la ‘nación’ del preámbulo del Estatut tenía valor ‘descriptivo’ o también ‘definitorio’. Una pieza fundamental en el cambio semántico del catalanismo de que hablamos es la propuesta de Mas de la “casa grande”, elaborada desde la Fundación Trias Fargas / CatDem por A. Colomines. Vuelvo al título de tu libro. “Del éxito al éxtasis” escribes. ¿Cuándo fue el momento del éxito?, ¿cuándo ha sido el momento del éxtasis? El éxito corresponde a la culminación de los objetivos que el nacionalismo catalán había formulado en la transición (y en su fase inicial un siglo atrás), vale decir al mandato de Pujol. Hay numerosos testimonios del nacionalismo hegemónico que reconocen el cumplimiento de dicho programa. Y declaraciones de Pujol en las que se admite que se ha conseguido más de lo que estaba en el Estatut, por ejemplo en relación a los medios, la lengua o la policía autonómica (Conferencia en el CCCB, 2006). Pero es verdad que la lógica discursiva del nacionalismo es la de las metas volantes: la tensión entre los actores, entre el colectivo propio y el contrario –la metáfora del foso identitario– debe ser alimentada so pena de extinción. El momento del éxtasis tiene varias capas superpuestas. La más visible y cercana es la que se corresponde con la efervescencia del ‘procés’ desde la Diada de 2012; pero es obvio que hasta en este relato hay buena parte de ingeniería y de relaciones públicas -y dar cuenta de ella es uno de los propósitos de mi trabajo-. (Entre paréntesis, fenómenos con la confesión semivoluntaria de Pujol, la forzada de Millet y la revelación de Santi Vila, avalan, me parece, esta estrategia de análisis). ¿La rebelión de Santi Vila? ¿Te refieres a sus comentarios sobre la necesidad de ese discurso identitario para hacer digerible una política económica y social de carácter neoliberal especialmente agresiva con las capas sociales más desfavorecidas? Sí, sí, a eso me refiero. 102 Prosigue, prosigue, te he interrumpido, Retomo el hilo. Las otras capas son menos visibles y que no lo sean es una pieza fundamental para presentar el ‘proceso’ como una reacción impulsada por la sociedad civil en respuesta al trato indebido recibido del Estado. Hay una puja entre partidos a la salida de Pujol (y dentro de cada uno de ellos antes, es bien sabido pero muy desatendido), que alienta que ERC se coloque en el centro del tablero, que el PSC abrace las tesis identitarias (propuesta de reforma del Estatut) para asegurar el pacto y desalojar a CiU de la Generalitat. Hay a la vez una necesidad de pactar con CiU para echar la manta sobre el 3%; y hay luego las extrañas negociaciones de Mas con Zapatero… Al final del tripartito, las tensiones internas, la corrupción y la crisis afectan profundamente a la legitimidad del sistema político (como en otros lugares), pero aquí está el nacionalismo como programa por defecto, que tiene que radicalizarse en la misma proporción en que las instituciones políticas han perdido legitimidad. En todo caso la cuestión del cuándo tiene difícil respuesta si no añadimos la precisión sobre el qué del cuándo. Es muy sugerente al respecto el repertorio de respuestas a la pregunta del A. San Agustín, Cuándo se jodió lo nuestro. No hay nada parecido a una posición mayoritaria, menos a un consenso entre el amplio panel de los entrevistados. ¿ Y cómo ves tú, pasado el tiempo, esas extrañas negociaciones de Mas con Zapatero a las que haces referencia? Aquellas seis horas de una reunión secreta en enero de 2006, sobre la cual Zapatero moduló la información al Comité Federal, a su gobierno o al propio PSC, que sufría una dura oposición de CiU (si bien atemperada por el interés común de no remover el 3%) no son efectivamente un ejemplo de buenas prácticas. La misma denominación de ‘acuerdo global’ para el resultado parece responder en parte a consideraciones de relaciones públicas. En todo caso, es una parte más de la extraña genealogía del Estatut. Interpreto, por lo que señalabas anteriormente, que, desde tu punto de vista, el asunto del tripartito no fue ningún paso adelante desde una perspectiva de izquierda no nacionalista. ¿Me equivoco? ¿Por qué crees que Maragall se lanzó a la aventura de la reforma del Estatut excluyendo, además, al PP? ¿Empujado por ERC? ¿Por convencimiento propio? El tiempo transcurrido y las confesiones retrospectivas no dejan muchas dudas al respecto, no sólo por el contenido ideológico de la resultante. Si no recuerdo mal Miquel Iceta ha admitido que lo del tripartito no fue una buena idea y hasta el propio Pujol reconoció antes de que entreviera ese final temido à la Kohl que el Estatut no valía el precio (Y el Estatut fue la cola que aglutinó al tripartito). Hubo avances respecto a los mandatos de Pujol, pienso en algunas medidas sociales y una mayor transparencia en las subvenciones a 103 los medios. Pero la política cultural estaba en manos de ERC. En cuanto a los motivos de Maragall, aquí hay más margen para las opiniones. El malestar por la paradójica derrota en las autonómicas de 1999 (el PSC ganó en votos pero CiU obtuvo dos escaños más) pudo alentarle por esa vía que le aseguraba el apoyo de ERC. Alguien tan cercano y tan poderoso como Joaquim Nadal dejaba claro este punto al señalar (El Punt, 11/10/2002), que los trabajos preparatorios de la comisión del Estatut “se han topado sistemáticamente con el obstáculo y la oposición de CiU y el PP en 2002”. Acusaba claramente a CiU de dependencia respecto al PP, utilizando una variante del anatema fetiche de Pujol: el sucursalismo (como una de las cristalizaciones de la teoría de la interferencia, formulada en Construïr Catalunya). Tampoco se pueden obviar influencias de su círculo más próximo, pienso en algunas ideas de Rubert de Ventós, por ejemplo en ese sintagma inédito en el diccionario de la izquierda, “el país políticamente pobre”. Rubert utiliza esa expresión en el prólogo a Les contradiccions del catalanisme(2006) de Joan Ridao, quien tiene en Rubert uno de sus argumentos de autoridad; con un pequeño detalle para el repertorio de los resbalones semánticos con miga: Ridao no dice “país políticamente pobre” sino “pueblo políticamente pobre” (p. 210). Naturalmente la pieza carencial no es otra que la del Estado, el Estado propio. En la reflexión de Ridao, Rubert aparece mezclado con Ferran Requejo o Salvador Cardús: una prueba del poder disolvente ideológico del catalanismo, para volver a la pregunta inicial. Te recuerdo el título de un congreso celebrado recientemente en Barcelona con apoyo institucional y con la presencia destacada de miembros importantes de la intelectualidad catalana, Josep Fontana entre otros. El nombre del congreso: “España explota a Catalunya (17142014)”. ¿Qué piensas, qué pensaste cuando supiste de la celebración de ese “congreso”? Entiendo que te refieres al Simposio “España contra Cataluña”, programado como apertura oficial de los fastos del Tricentenario, y cocinado por Jaume Sobrequés, un ex PSC. La opinión sobre un acto de estas características recuerda otros episodios ominosos de cooptación de la inteligentsia, como los del realismo socialista o las reuniones que empezaban con la adhesión incondicional en el franquismo. Salvo sus propios promotores, las posiciones de los historiadores (y científicos sociales) al respecto no ofrecen ninguna duda sobre el carácter ideológico, partidista e irrespetuoso con los protocolos básicos de la investigación científica del Congreso. (Dedico a ello un capítulo del volumen II). Sí, sí, ya he reparado en ello. 104 Más allá de esa apreciación, su celebración tiene un valor adicional en cuanto indicador de la transformación general del paisaje cultural y académico de la Cataluña oficial. Que participaran en él figuras como J Fontana o J. Nadal muestra algo muy serio que un analista nunca debería pasar por alto. En primer lugar una incomodidad personal: de ningún modo alguien como yo puede intentar poner en cuestión la producción intelectual de un Fontana, de quien, por otra parte, tanto ha aprendido. Muestra, en segundo lugar, que hay facetas de la inteligencia que no funcionan de manera uniforme: es decir que uno puede ser un experto es su materia pero bastante primitivo a la hora de dejarse seducir por ciertas mercancías de pacotilla. Esto es sumamente interesante para el estudioso de lo social: ¿cómo mentes privilegiadas, recordemos la Alemania nazi, la Serbia de Milosevic, la España de la Guerra Civil, pueden ser atraídas por credos sectarios tan primitivos? De otro modo, ¿cómo cualquiera de nosotros tiende a sucumbir a una lógica situacional poderosa? El pujolismo había creado esta lógica situacional a partir de los medios de comunicación, la socialización con el pretexto de la lengua y un poderoso sistema de incentivos (sin excluir los de los negocios). Y muestran, en tercer lugar, que es sumamente difícil desautorizar intelectualmente estas lógicas cuando están activadas. Me gusta citar la respuesta del historiador Theodor Mommsen cuando a finales del XIX Hermann Bahr le pide su opinión sobre el antisemitismo: “Se equivocan ustedes, suponen que por medio de la razón es posible conseguir algo… Pero es inútil, completamente inútil… son en definitiva argumentos, argumentos lógicos y éticos, que ningún antisemita querrá escuchar”. La única razón entonces para insistir en el frustrante empeño es combatir la sensación de soledad de los disidentes. Pero volviendo al caso; hay que introducir las cautelas obligadas en las comparaciones; por motivos epistemológicos internos primero, pero también por motivos cívicos. El estudioso, cuando sus reflexiones inciden en la vida social, tiene que combinar dos exigencias, a la verdad y a la razón, por un lado, a la sostenibilidad cívica, por otro. Aunque sea de forma pasiva: evitando crear o ampliar tensión en el problema del que trata. Por eso hasta para desautorizar un tan connotado acto como el simposio uno debe buscar palabras templadas. ¿ Y por qué “mercancías de pacotilla” se han dejado deducir algunos intelectuales catalanes de los que, en principio, se esperaba una actitud más crítica, menos próxima a los intereses del poder hegemónico en Cataluña? ¿Te estás refiriendo a la identidad nacional, al poner el acento ante y sobre todo en ese eje? El catecismo nacionalista, fuera de los contextos de descolonización, se reduce siempre, de El destino manifiesto a la Defensa de la Hispanidad, pasando por Arana, Prat de la Riba, y tantos otros, a tres premisas: somos diferentes, somos superiores, tenemos derecho a más (o más derechos); se 105 trata de traducir un hecho diferencial inicialmente inocuo –volvemos a la idea del catalanismo como etiqueta difusa– en una diferencia de estatus vinculada a la pertenencia (en una diferencia de derechos: en desigualdad). Eso conlleva luego la reconstrucción del pasado (toda la parafernalia parahistoriográfica del Tricentenario y la coreografía de El Born con la necrofilia de El Fossar) para sacar de la propiedad de un pasado propio (Manuel Cruz), el derecho a un espacio propio, a ser titulares del aquí. Naturalmente eso puede revestirse de sofisticados aparatos de erudición. Como decía Kolakowski, a nadie, sobre todo si tiene un acreditado currículo, le van a faltar argumentos para aquello que tenga mucho empeño en demostrar; sean cuales sean sus razones. Y los años de gobierno convergente han creado un paisaje con un poderoso sistema de incentivos para orientar a los que no tuvieran claras las razones. Esto no quiere decir que todos los que defienden una opción nacionalista lo sea por obedecer a estas malas razones. Vuelvo al catalanismo si te parece. De acuerdo cuando quieras. Fuente: El Viejo Topo, mayo de 2016. La conspiración de los robots https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213104 Paula Bach La Izquierda Diario Las páginas de la prensa en general y la británica en particular están desde hace un tiempo plagadas de información sobre las habilidades de los robots, los vehículos “driverless” y la “inteligencia artificial”. Autos sin conductor diseñados por Google, barcos autónomos ideados por el Pentágono, humanoides que podrían operar con escasa colaboración de médicos de carne y hueso, robots pensados por Airbus para trabajar junto a humanos en la línea de montaje o la plataforma de inteligencia artificial Amelia que, según dicen, maneja treinta idiomas y puede aprender a interactuar con humanos. Pero la información -que se ocupa de destacar particularmente imágenes humanoides- no viene sola ni es gratis. Su correlato lo constituyen insistentes preguntas aviesas del tipo: “Robots: ¿amigos o enemigos del hombre?”, “¿más o menos eficaces que los humanos?” “¿los robots son buenos o malos para la 106 humanidad? o, más directamente, afirmaciones tales como: “millones de trabajadores perderán sus empleos”. Sin embargo, preguntas como: ¿Será capaz la humanidad de poner a su servicio un producto tal de la inteligencia colectiva? ¿Será capaz de reducir el tiempo de trabajo gris y cotidiano en el mediano o aún en el largo plazo? ¿de cuántas horas sería una jornada de trabajo media teniendo en cuenta la ayuda de este eventual “ejército de robots”? ¿de 6? ¿de 4 horas? ¿de 3, de 2? ¿será capaz la humanidad de crear las máquinas que le permitan a las amplias mayorías conquistar el tiempo libre necesario para desarrollar la imaginación, la creatividad, el arte, la ciencia? Parece extraño, pero nadie –o casi nadie- se formula este humilde interrogante… ¿Un ejército al acecho? La imagen de un ejército de robots en movimiento dispuesto a desplazar a los humanos de sus trabajos, exige recapacitar sobre el verdadero estado de la cuestión. En primer lugar hay que señalar que la idea de la revolución de la robótica es parte del concepto más amplio de una eventual “nueva revolución industrial” impulsada por el salto tecnológico en la información y las comunicaciones, que además de robots, vehículos sin conductor, “inteligencia artificial” –o big data-, involucra a las impresoras 3D entre otros grandes rubros como la genética o los avances médicos y farmacéuticos. Como señala Robert Gordon en “The rise and fall of american growth”, la industria de la robótica fue introducida por General Motors en 1961 pero recién hacia mediados de los años ‘90 comenzaron a utilizarse robots para soldar partes de automóviles o reemplazar trabajadores en los insalubres talleres de pintura automotriz. Sin embargo –y también según Gordon- hasta hace unos pocos años los robots resultaban demasiado grandes y demasiado caros. La progresiva disminución en el costo de los componentes de las computadoras y el crecimiento exponencial en su performance, así como las mejoras en herramientas de diseño electromecánico y en almacenamiento de energía eléctrica, son algunos de los avances que dieron lugar a la producción de robots pequeños, con costos reducidos y crecientemente capaces. Aunque existen robots que se desempeñan en los ámbitos de servicios distribuyendo suministros en hospitales, realizando entregas en las habitaciones de hoteles, alcanzando comidas a los clientes en restaurantes o en los grandes depósitos, hasta ahora las mayores inversiones en robótica se produjeron en el ámbito industrial. Pocas empresas industriales, como refleja una nota deFinancial Times, han considerado la posibilidad de robots humanoides para sus fábricas, suelen contar más bien con sistemas de dos brazos, porque los robots se desarrollan para realizar tareas específicas, para apoyar al trabajo humano y para ello simplemente, no se necesitan “dos 107 piernas”. En otra nota del periódico británico puede leerse que hasta ahora, la mayoría de los robots tomó la forma de máquinas industriales caras, de alta precisión, que generalmente operan en jaulas de protección en las líneas de montaje de automóviles, llevando a cabo tareas preprogramadas, sin la necesidad o la posibilidad de adaptarse a condiciones cambiantes. No obstante a partir de 2012 comenzaron a fabricarse robots de bajo costo destinados a pequeñas empresas, que imitan parcialmente la forma humana y que –como el llamado Baxter o Sawyer- están diseñados para trabajar junto a humanos, pudiendo reprogramarse diariamente para cambiar de tarea. En consonancia con gran cantidad de fabricantes, industriales y científicos, Gordon subraya que el nivel robótico obtenido hasta el momento, sólo complementa el trabajo humano y aún está lejos de contar con la capacidad para reemplazarlo. Señala por caso que en los depósitos de Amazon, mencionados a menudo como ejemplo de frontera de la tecnología robótica, se verifica que los autómatas en realidad no manipulan mercadería. Se limitan a trasladar estantes cargados hasta los lugares donde los empleados empacan los objetos. Las habilidades táctiles para distinguir formas, tamaños y texturas están aún por fuera de las capacidades robóticas. Apreciaciones similares se reflejan en una nota ya mencionada de Financial Times remarcando que la precisión es también un reto para la robótica y que si bien los robots no tienen problema para la colocación de componentes electrónicos en una placa de circuito plana, tienen dificultades por ejemplo para montar una batería de auto, que posee muchas piezas pequeñas que deben ser instaladas en ángulos extraños. El artículo resalta además que tareas de trabajo muy intensivo como la costura de prendas o la fabricación de calzado, vieron hasta el momento, una automatización mínima. Por otra parte Gordon sostiene que tal como afirman especialistas del MIT’s Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory, la capacidad de razonamiento de los robots es limitada y está contenida íntegramente en el software. De modo tal que si un robot se encuentra frente a una situación para la que no está programado, entra en estado de error y deja de operar. Algo similar sucede con los vehículos sin conductor –aún en fase de experimentación- que funcionan en base a mapas y no consiguen adaptarse al terreno tal como se presenta. Cualquier cambio inesperado en el “territorio” pone al software de manejo en blanco y exige la toma de control por parte de un conductor. Inteligencia artificial En el caso del big data –o lo que se conoce como “inteligencia artificial”- los famosos especialistas Brynjolfsson y Mc AffeGordon se preguntan si la tecnología de automatización está llegando cerca de un punto de inflexión en el que finalmente las máquinas dominan los rasgos que mantuvieron a los 108 humanos irremplazables. Pero Gordon afirma que estos tecno-optimistas mienten directamente respecto de la sofisticación y humanización de las habilidades de las computadoras. Gordon puntualiza que por ahora y en su gran mayoría el big data está siendo utilizado por las grandes corporaciones con propósitos de marketing. Y que si las computadoras trabajan también en campos como diagnóstico médico, prevención del crimen, aprobación de créditos, agentes de seguro, entre otros, donde en algunos casos los analistas humanos son reemplazados, en realidad la velocidad de las computadoras mayormente logra acelerar el proceso y volverlo más preciso trabajando en colaboración con humanos. Gordon señala además que en todo caso los puestos que pueden ser reemplazados no resultan nada demasiado nuevo sino que siguen los pasos de las víctimas de la web de hace dos décadas como los agentes de viajes, vendedores de enciclopedias o trabajadores de videoclubs. Aunque Financial Times guste reflejar ideas tan “loables” como que los robots “No beben, no se cansan y no van a la huelga”, al menos por ahora las máquinas y los “humanoides” están muy lejos de poder sustituir a aquellos que beben, se cansan, van al paro y encima –aunque ya no se puede distinguir si para bien o para mal de los dueños del capital-… ¡piensan! Como también señala Gordon, en el formato actual de los robots que trabajan en colaboración con humanos no hay nada muy distinto a la introducción de maquinaria en la industria textil en la temprana revolución industrial en Inglaterra. El reemplazo de trabajo humano por computadoras se viene desarrollando desde hace más de cinco décadas y el reemplazo de trabajo humano por máquinas en general lleva más de dos siglos. Por supuesto –resalta Gordon- muchas funciones de los robots van a desarrollarse en el futuro. Pero habrá que esperar a un largo y gradual proceso antes de que estos humanoides –por fuera de la manufactura y el marketingdevengan un factor significativo de reemplazo de trabajo humano en los servicios, el transporte o la construcción es decir en los sectores que más crecen en los países centrales y donde la baja productividad representa el problema más agudo. Debido a que en el trabajo de servicios el producto –en gran parte de los casos y como resaltáramos en un ensayo de hace varios años- no existe como algo separado del productor, no resulta descabellada la hipótesis según la cual pueda resultar más difícil crear los robots que efectivamente sustituyan trabajo en una magnitud cualitativa. A diferencia de la manufactura, donde pueden sustituirse trabajos parciales o tareas específicas, en los servicios y en una multitud de circunstancias, se debería suplantar directamente al trabajador y 109 precisamente eso es lo que está muy lejos de ser alcanzado amén del gran desarrollo tecnológico. Limitación que se pone de manifiesto –no por casualidad- cuando el trabajo de servicios ocupa un lugar creciente en la economía capitalista. El colmo del fetichismo (o gato encerrado) Más allá de los aspectos referidos al estado actual de la tecnología, resta señalar que es necesario distinguir entre innovación y aplicación o, lo que es lo mismo, entre desarrollo tecnológico y productividad. Lo cierto es que sea cual fuere el nivel de avance tecnológico obtenido hasta el momento, un “ejército de robots” no podría “venir marchando” simplemente porque los dueños del capital –en el presente estado de cosas- no están dispuestos a invertir masivamente en tecnología. Eso es lo que muestran los datos de inversión y productividad –fundamentalmente en los países centrales- que expusimos y analizamos en ¿Revolución de la robótica o estancamiento de la productividad? y en ¿Revolución de la robótica…? (segunda entrega). Nuevamente en “The rise and fall of american growth”, Gordon demuestra que aunque los años veinte del siglo pasado resultaron el período por excelencia de acumulación y desarrollo de gran parte de los inventos del siglo XIX , su aplicación efectiva y el extraordinario aumento de la productividad derivada, se produjeron recién en la década del ’40 al calor de la Segunda Guerra primero y de la reconversión civil, luego. Abordaremos este tema en profundidad en una próxima entrega. En suma, no existen demasiados elementos para creer en la amenaza de un ejército de robots marchando sobre el trabajo asalariado…En realidad y como formulamos en ¿Revolución de la robótica…?, mientras los “tecno optimistas” prometen una nueva revolución industrial y amenazan con la destrucción de centenares de millones de empleos, los “tecno-pesimistas” –entre los que se encuentra Gordon- auguran décadas de bajo crecimiento mientras alertan sobre la escasez de mano de obra asociada al bajo incremento poblacional. El problema es que quizás lo que Gordon llama el “pesimismo” de los optimistas, sea en verdad el reflejo de un escepticismo profundo respecto de las posibilidades del capital, transformado en arma de amedrentamiento 110 dirigida contra los trabajadores. Y aún sin tener que pensar de manera maquiavélica es probable que estas dos posturas sean más complementarias que esquizofrénicas en el marco no sólo del bajo crecimiento poblacional sino -y fundamentalmente- en el contexto de la escasez relativa de mano de obra barata y ausencia de fuentes para la acumulación del capital, como venimos exponiendo desde esta columna. Como recuerda Jameson, Marx insistió tempranamente sobre el hecho de que “la fuerza impulsora tras la introducción de nueva maquinaria, aún cuando su posibilidad técnica haya estado disponible por mucho tiempo, no es el ingenio de los inventores, sino más bien el descontento de los trabajadores. La nueva maquinaria es la respuesta de los capitalistas a la huelga, a la exigencia de salarios más altos, a la organización –o “combinación”- cada vez más efectiva de los obreros” (Representar El Capital). Parece toda una profecía que desinfla al “ejército de robots en movimiento” y lo convierte en un arma de propaganda preventiva . Su objetivo es inculcar miedo y convertir en designio de la naturaleza la intención de los ideólogos del capital. Se trata de señalar a los trabajadores que “la naturaleza” podría estar creándoles un nuevo rival… “¿enemigos?” “¿mejores que los humanos?”. El mensaje es “no parar”, “no pedir aumentos salariales” y “trabajar con la cabeza gacha” porque se prepara un ejército – no sólo de inmigrantes…- sino de robots dispuestos a usurpar los trabajos. El capitalismo siempre ha personificado las cosas y cosificado a las personas. Pero los robots son el colmo de ese mecanismo. La propaganda convierte a las mercancías “robots” en enemigos con forma humana de un hombre desahuciado cuya voluntad estaría anulada no pudiendo más que contemplar como la naturaleza (capitalista) sigue desatando sobre él rayos y centellas. Por último nos queda formular los elementos de falsedad que contiene el propio concepto de “desempleo tecnológico”. Si bien el capitalismo naturalmente utiliza la tecnología contra los trabajadores transformando – como dice Marx- el tiempo libre conquistado en plustrabajo en un polo y desempleo en el otro, este mecanismo no impide la constante creación de nuevos empleos a la par que destruye los antiguos. Esto último es lo que resaltan autores como Michael Husson quien señala que “la vieja tesis del ‘fin del trabajo’ no se corresponde con la realidad: durante la ‘época dorada del capitalismo’ (1945-1975), en el que los incrementos de la productividad 111 fueron muy superiores, el paro fue muy inferior.” También Sebastián Thrun, el inventor de los coches autoconducidos de Google “avisa”, como cita Michael Roberts, que "Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, siempre hemos creado nuevos puestos de trabajo". Finalmente Gordon, refiriéndose a Estados Unidos, se ocupa de resaltar la contradicción. Apunta que el problema creado por la era de las computadoras no es el desempleo en masa sino la gradual desaparición del trabajo de calidad, estable, de nivel medio que se ha perdido no precisamente por los robots y los algoritmos sino por la globalización y la deslocalización que concentró el empleo en trabajos rutinarios simples que ofrecen relativamente bajos salarios. También volveremos sobre este asunto en próximas entregas. Permítasenos agregar solamente que contra todos estos artilugios el arma privilegiada de los trabajadores es nada más ni nada menos que la unidad sus filas y la exigencia de reparto de las horas de trabajo entre todos los brazos disponibles, sin reducciones salariales, para poner a su servicio esa gran conquista, “propiedad” de la humanidad en su conjunto, que representan los avances de la técnica y la ciencia. Gustavo Cimadoro (cima-cima-doro.tumblr.com) LA GRAN TRANSFORMACIÓN DE LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS EL URBANISMO BAJO LA LÓGICA DEL CAPITAL Por Nazaret Castro* http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/el-urbanismo-bajo-la-logica-del-capital/ La globalización y la financiarización de la economía han provocado cambios de enorme calado en la configuración urbana. San Pablo, Buenos Aires, Ciudad de México o Río de Janeiro aparecen como puntos de enclave de un sistema globalizado donde la producción del espacio se ha convertido en un eje central de la acumulación capitalista. l espacio no es algo dado; no es un simple lugar en el que sucede la producción económica, ni apenas el escenario en el que los actores sociales se relacionan. Como supo ver el filósofo y geógrafo francés Henri Lefebvre ya en 1970, el modo de producción determina la producción del espacio: “El espacio y la política del espacio expresan las relaciones sociales, al tiempo que inciden sobre ellas” (1). Esto es hoy mucho más evidente que hace 40 años, y será por eso que cada vez más intelectuales reivindican la obra de Lefebvre: en tiempos del capitalismo globalizado y de hegemonía del neoliberalismo, la financiarización de la economía global y los avances tecnológicos que aceleran los procesos económicos han tenido una incidencia determinante en la organización urbana. La nueva fase de acumulación del capital que se consolida en las décadas de 1970 y 1980 del siglo pasado, la globalización neoliberal, ha supuesto la mercantilización y financiarización de la economía y de la vida, y eso tiene fuertes impactos en la producción del espacio, tanto el urbano 112 como el rural. En este último, este proceso se ha reflejado en el terreno con “nuevos cercamientos”, esto es, el avance de la mercantilización y privatización de bienes comunales como el agua, la tierra y las semillas, en forma de actividades extractivas que moldean los territorios de un modo cada vez más acelerado y violento. En el espacio urbano, fenómenos como la especulación inmobiliaria, la gentrificación de unos barrios y la guetización de otros son algunos impactos. En síntesis: en la ciudad como en el campo, la lógica financiera que impone la ley del valor de cambio es, cada vez más, la que decide el devenir de los territorios, de los lugares. Y eso no puede sino implicar profundas consecuencias para las subjetividades de la mujer y el hombre del siglo XXI, en un mundo donde, por cierto, hay, por primera vez en la historia, una mayoría de población urbana. Para el urbanista uruguayo afincado en Chile Carlos A. de Mattos, se puede rastrear el origen de esa nueva fase de la economía global en 1971, cuando el presidente Richard Nixon decidió unilateralmente abandonar el soporte metálico –el oro– que sostenía el valor del dólar; en la década siguiente, las políticas neoliberales de Ronald Reagan y Margaret Thatcher permitieron la total libertad de la circulación de los capitales y, con ello, el capital se desprendió de sus ataduras espacio-temporales. Siguió la “imposición de un orden general, regido por la lógica de la mercancía, en el desencadenamiento de una metamorfosis urbana que avanza hacia una creciente mercantilización del desarrollo urbano a escala planetaria”. Dicho de otro modo: el espacio es político e ideológico (2). Uno de los efectos más visibles en las ciudades ha sido la creciente especulación urbanística, que arrastra fenómenos como la gentrificación (del inglés, gentrification), un proceso de transformación urbana en que la población original de un barrio deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo. Primero suben los precios, a menudo simultáneamente a la apertura de modernos comercios y cafés; eso forzará paulatinamente a los antiguos vecinos a desplazarse a zonas más periféricas. Si bien se trata de un fenómeno mucho más avanzado en Europa –ejemplos por antonomasia son París, Londres y Barcelona–, avanza también sobre América Latina: ahí están, en Buenos Aires, los casos de Palermo y, más tímidamente, San Telmo. Ciudad global, ciudad del miedo En un mundo en que la lógica financiera rige en cada vez más ámbitos de la vida y existen inversores globales cada vez más poderosos, el riesgo es que sea únicamente el capital financiero quien, con sus inversiones selectivas, decida a su antojo sobre el uso del espacio, sin más objetivos que la creación de valor. Frente a consideraciones de orden político, social o medioambiental, manda quien paga, al tiempo que la producción del espacio se torna un elemento clave para la acumulación de capital en el siglo XXI. El resultado son “ciudades globales”, en la expresión de Saskia Sassen, convertidas en nodos centrales de la producción de plusvalía, que forman una suerte de red. Son, cada vez más, núcleos urbanos de límites desdibujados, una especie de mancha urbana que tiñe todo el territorio y que crece desordenadamente, sin contemplaciones ambientales. El suelo reafirma su condición de mercancía: el espacio se vende y se compra, reorganizándose según las exigencias de la acumulación capitalista. Por supuesto, estos cambios producen ganadores y perdedores y, a menudo, profundizan la brecha de la desigualdad que deja huellas evidentes en la fisonomía de las grandes urbes. No es un fenómeno nuevo, pero sí es novedad la aceleración del proceso que permiten las nuevas tecnologías de la información y la desregulación de los mercados financieros. Ciudades globales como Barcelona, Estambul, Nueva York o Río de Janeiro quedan marcadas como destinos turísticos o centros idóneos para las conferencias o los negocios “en virtud de sus características únicas y sus especiales cualidades culturales”; si éstas son inexistentes, se crean con ayuda de algún arquitecto estrella, como Frank Gehry, autor del Museo Guggenheim en Bilbao. 113 “Historia, cultura, unicidad y autenticidad son mercantilizadas en todas partes y vendidas a los turistas y empresarios”, escribe David Harvey (3). Es fundamental en este proceso el papel del Estado, como ilustra el ejemplo de los megaeventos deportivos, especialmente desde que los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 ofrecieron un modelo de cómo el capital podía rentabilizar al máximo la celebración de un acontecimiento deportivo. Aunque el relato que se difundió del proceso de reorganización del espacio urbano en Barcelona fue triunfalista, hubo también perdedores, que permanecieron invisibilizados, aunque sin duda los impactos han sido mucho más brutales en las ciudades del Sur. Lo han vivido en sus cuerpos los habitantes de las favelas de San Pablo o Río de Janeiro, para quienes las millonarias inversiones del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos cariocas de 2016 han sido la excusa para expulsarlos de aquellas zonas de la ciudad ambicionadas por el sector turístico e inmobiliario (4). Los megaeventos en Brasil han sido también el lamentable ejemplo de cómo, cuando las medidas del Estado no gozan de legitimidad, se recurre sistemáticamente a la violencia. Es lo que ha denunciado Marcelo Freixo, el diputado carioca que desde hace años combate las milicias o grupos paramilitares en Copacabana, para quien las políticas de seguridad como las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las favelas han sido la otra cara de la moneda de las millonarias inversiones que aseguran la guetización de una ciudad en virtual estado de apartheid: los favelados que vivían en la rica zona Sur, en barrios como Botafogo, han sido expulsados hacia las lejanas favelas del Norte de la ciudad, desprovistas de servicios públicos e infraestructuras. Los grandes proyectos de infraestructuras y desarrollo urbano funcionan como motor de estos procesos de destrucción creativa, sometidos a la ley del valor. En los países del Sur global, el capital ha encontrado dos motores para activar esos grandes proyectos: de un lado, los (mal llamados) desastres naturales, como sucedió en Haití tras el terremoto de 2010; de otro, los megaeventos deportivos, como los Juegos Olímpicos (Río de Janeiro 2016) y los Mundiales de Fútbol (Brasil 2014). La urbanista brasileña Raquel Rolnik, tras años como relatora especial de la ONU por el Derecho a una Vivienda Digna, afirma que la reconstrucción tras el terremoto de Haití y el Mundial de Brasil coincidieron en concitar una gran inversión extranjera que provocó “procesos masivos de desalojo relacionados con la implementación de grandes proyectos”. Rolnik sostiene una hipótesis: “La hegemonía de la propiedad individual escriturada y registrada sobre todas las demás formas de relación con el territorio habitado constituye uno de los poderosos mecanismos de la máquina de exclusión territorial y de desposesión en marcha”. La consecuencia –en la ciudad como en el campo, valdría añadir– es que “los vínculos con el territorio son reducidos a la unidimensionalidad de su valor económico” (5). En el camino, las comunidades desplazadas, para las que su territorio sí tenía un valor diferente del precio, pierden lazos sociales y vínculos identitarios, además de precarizar su acceso a las infraestructuras urbanas y los servicios públicos básicos. Así, un desarrollo urbano abandonado a los caprichos del mercado produce y reproduce una creciente desigualdad que se plasma en el aumento de las villas miseria en paralelo al de los condominios cerrados. La ciudad desigual, guetizada, es también la ciudad del miedo. No es un fenómeno exclusivamente latinoamericano, pero sí característico de las desiguales y prósperas urbes de la región: un “urbanismo del miedo”, como lo define De Mattos (6), que asiste a nuevas formas de segregación y guetización: de un lado, el crecimiento desordenado de villas miseria y favelas; de otro, la proliferación de condominios y barrios cerrados que responden a la necesidad de las elites de acallar su miedo a los pobres detrás de las rejas. El fenómeno de los countries en Buenos Aires, que se inició en los neoliberales años 90, es un ejemplo ilustrativo. Resistencias 114 Los pueblos no asisten de brazos cruzados a este fenómeno. Hemos observado en los últimos años el surgimiento de movimientos sociales que reivindican el “derecho a la ciudad” (7), expresión acuñada por Lefebvre en 1968, como propuesta política encaminada a que los ciudadanos se conviertan en los dueños de la ciudad. Movimientos sociales con esta consigna florecen a lo largo y ancho del planeta, si bien en cada lugar abordan temáticas específicas. En la Barcelona que eligió como alcaldesa a la militante contra los desahucios Ada Colau, los vecinos de barrios como El Raval hacen frente a la gentrificación y la conversión de la ciudad en una postal para turistas extranjeros; en muchas ciudades latinoamericanas colapsadas por los automóviles, la movilidad se ha convertido en un reclamo central. Como en la mexicana Guadalajara, donde colectivos sociales que comenzaron reivindicando el uso de la bicicleta terminaron poniendo en cuestión un ordenamiento urbano al servicio de los automóviles y de los intereses de las constructoras viarias. Otro ejemplo es el urbanismo feminista, que reivindica una ciudad que garantice a todas y todos el derecho a la ciudad, entendido éste como “la libertad de utilizar y disfrutar cualquier espacio” sin limitaciones que impidan la autonomía, la accesibilidad o la separación espacial de los lugares donde se desarrollan las diferentes actividades y ámbitos de la vida cotidiana: productiva, reproductiva, personal, comunitaria (8). Así, estos movimientos se hacen preguntas en torno a otra ciudad posible, menos contaminante, con menos tiempo y energía derrochados en transporte, y con más espacios verdes y públicos. Se trata, en definitiva, de salir de la lógica del mercado que ha conducido paralelamente al aumento de la injusticia social y de la destrucción del planeta. Como señala Philip Golub, la emergencia de las ciudades globales y la urbanización del mundo globalizado deben entenderse como parte del Antropoceno, esto es, una nueva era geofísica que queda inaugurada con la Revolución Industrial, y en la que el ser humano pasa a ser un condicionante principal de los ciclos del entorno natural que habitamos (9). En otras palabras: si es difícil que sea sostenible un planeta totalmente urbanizado, más aun lo será mientras sean los inversores globales, preocupados sólo por la ley del valor, quienes tomen las decisiones en cuanto al desarrollo de nuestras ciudades. En este, como en otros debates, la democracia local ha resultado ser una mejor garantía que la inversión local para garantizar la supervivencia de espacios que, a su vez, facilitan la pervivencia de relaciones personales y actividades socioculturales que se escapan de la lógica del capital. 1. Véase Henri Lefebvre, La revolution urbaine. París, Éditions Gallimard, 1970. 2. Carlos A. de Mattos, “Lefebvre, producción del espacio, revolución urbana y urbanización planetaria”, en Mattos y Link (editores), Lefebvre revisitado: capitalismo, vida cotidiana y el derecho a la ciudad. Santiago de Chile, Ril Editores, 2015. 3. Véase David Harvey (2014), Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo, Quito, IAEN, 2014. 4. Véase Nazaret Castro, “Brasil, campeón de la especulación inmobiliaria”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, julio de 2011. 5. La brasileña Raquel Rolnik es urbanista y ha sido relatora especial de la ONU por el Derecho a una Vivienda Digna. Acaba de publicar Guerra dos lugares: a colonização da terra e da moradia na era das finanças, San Pablo, Ed. Boitempo, 2015. 6. Carlos de Mattos, profesor del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la PUC de Chile, profundizó en ese concepto durante el seminario que impartió el pasado mes de septiembre en Buenos Aires, llamado “Globalización, financiarización y metamorfosis en ciudades de América Latina” y organizado por la UNGS. 7. Véase Jean Pierre Garnier, “Lucha para apropiarse de la ciudad”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, abril de 2010. 8. Blanca Gutiérrez-Valdivia, Zaida Muxí y Adriana Ciocoletto, “Repensar la ciudad desde la perspectiva feminista”, en periódico Diagonal, marzo de 2015. 9. Véase Philip S. Golub, “Las capitales del capitalismo”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, abril de 2010. 115 Entre la derecha y la derecha Por Amanda Chaparro* http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/entre-la-derecha-y-la-derecha/ ¿Derecha reaccionaria o ultraliberal? Tales son las opciones que se presentan a los peruanos en la segunda vuelta de la elección presidencial el 5 de junio. El escenario actual es el resultado de una campaña marcada por las irregularidades y el fraude, pero también de una historia que condujo a la izquierda a una posición de debilidad. Facetas I, 2015, Luis Felipe Noé (Gentileza Galería Rubbers Internacional)n los suburbios de Lima, los muros están cubiertos con afiches electorales naranjas, el color del movimiento Fuerza Popular de Keiko Fujimori. Se la ve triunfante, con una amplia sonrisa. La hija del dictador Alberto Fujimori (véase recuadro) y ex primera dama del país (1) obtuvo una amplia mayoría en el Congreso, el 10 de abril pasado, día de las elecciones legislativas y de la primera vuelta de las presidenciales. ¿Su promesa? El regreso del orden. Su rival en la segunda vuelta es Pedro Pablo Kuczynski, quien representa al ala más dogmática de la derecha liberal. Una democracia debilitada Más allá de la hegemonía de las agrupaciones conservadoras, tanto menos discutida cuanto que molesta poco a los medios de comunicación, la campaña estuvo marcada por irregularidades y sospechas de fraude. Un mes antes de la votación, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la más alta instancia electoral, excluyó de la carrera al economista Julio Guzmán y al millonario César Acuña –al primero, por vicios de forma en el cumplimiento de las reglas de inscripción de los partidos; al segundo, por haber distribuido dinero a comerciantes en dificultades, simpatizantes, en concepto de ayuda humanitaria–. Según las encuestas de opinión, estos candidatos de centroderecha podían aspirar a reunir juntos un cuarto del electorado. Esta decisión provocó un sismo político y sembró cólera y confusión en el país, dejando a millones de electores sin un candidato de su preferencia. Los cinco integrantes del JNE aseguran haber aplicado la nueva ley electoral de manera rigurosa. Vigente desde enero de 2016, cuando la campaña ya había comenzado, esta ley prohíbe la donación de dinero u obsequios por un valor superior a 20 soles (aproximadamente 5 euros). ¿Por qué entonces no la aplicaron con el mismo rigor a los demás candidatos acusados de hechos similares, como la favorita Keiko Fujimori?... señalan sus detractores. El 14 de febrero pasado, Keiko asistió a un evento cultural en el cual donó dinero a los participantes. La legitimidad del escrutinio se ve afectada. La Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de su secretario general Luis Almagro, teme el desarrollo de elecciones “semidemocráticas” (tweet del 1º de abril de 2016). Una mala noticia para el país, que se alegraba del inicio del cuarto proceso electoral desde 2001. La campaña revela en cambio las debilidades de la democracia peruana, envuelta en casos de corrupción y con instituciones deficientes. Lo que no ayudaría a recuperar la confianza de los ciudadanos en su sistema, que ya se ubica en los niveles más bajos del continente (2). Y con razón. En 2014, más de un centenar de candidatos a las elecciones regionales y municipales estaban acusados de tener vínculos con el narcotráfico (una decena fueron condenados). La batalla para permanecer en la carrera electoral ocupó casi todo el espacio mediático estos últimos meses, haciendo que prácticamente se olvidaran el programa y el perfil de los candidatos, con diferencias ideológicas poco marcadas. Fujimori, Kuczynski, los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo defienden orientaciones económicas muy cercanas. 116 La única que propone un proyecto alternativo es la franco-peruana Verónika Mendoza, joven congresista de 35 años. A la cabeza del Frente Amplio, una coalición heteróclita de movimientos de izquierda, logró un avance espectacular las últimas semanas antes del escrutinio que permitió imponer temáticas de izquierda (como la renegociación de los contratos de explotación del gas) hasta entonces ausentes del debate. Con el 17,8% de los votos y veintiuna bancas en el Congreso, llegó tercera en la primera vuelta y se impuso como la principal fuerza de oposición en el Parlamento. Una sorpresa, cuando la ideología del liberalismo económico es hegemónica en Perú. El historiador Antonio Zapata (3) no duda en calificarlo de “país de derecha”, recordando que el único poder de izquierda de la historia contemporánea fue el del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado (1968-1975), autor de la reforma agraria y la nacionalización de los sectores estratégicos. La autodestrucción de la izquierda Varias razones explican la debilidad histórica de la izquierda. Comenzando por la difícil renovación de su discurso marxista-leninista tras la caída de la Unión Soviética. Los años de violencia durante las décadas de 1980 y 1990 terminaron de destruirla. “Su posición ambivalente frente al movimiento maoísta de Sendero Luminoso (4) empañó durante mucho tiempo su imagen”, mientras que el fujimorismo “rompió sus estructuras partidarias y sus anclajes locales, a medida que el poder perseguía a dirigentes políticos y sindicatos”, explica la politóloga Stéphanie Rousseau. La elección del ex militar Ollanta Humala en 2011 con un programa progresista pudo hacer creer en el regreso de la izquierda. Una ilusión que duró poco. Abandonando rápidamente sus promesas, Humala eligió el camino de la continuidad con sus predecesores. Terminó su mandato rechazado, con apenas el 20% de opiniones favorables y una minoría en el Congreso. Tal como lo refleja la desintegración de su partido, el Partido Nacionalista Peruano, ni siquiera en condiciones de proponer un candidato para las presidenciales. Bajo su presidencia, el país tuvo siete jefes de Gabinete en cinco años, debido especialmente a su incapacidad para resolver los numerosos conflictos sociales y ambientales (5), que en su mayoría enfrentaban a las poblaciones locales con las industrias mineras. Mientras que su eslogan de campaña, “El agua antes que el oro”, debía ser el leitmotiv de su acción política, Humala se dedicó en cambio a apoyar todas las grandes obras mineras, especialmente el mayor proyecto de extracción de oro del continente, en Conga, en el norte del país, y el de explotación del cobre en Tía María, en la región de Arequipa. Y aun peor, la represión de los movimientos sociales y la criminalización de las protestas lo hicieron quedar como un traidor a los ojos de sus antiguos seguidores: sesenta y seis personas murieron durante protestas bajo su presidencia, y otras miles resultaron heridas (6). Si bien algunos analistas le reconocen avances en educación (becas de estudios, reforma universitaria) y programas sociales (pensión por vejez, ampliación de la cobertura de salud), así como una reducción del índice de pobreza, que pasó del 27,8% al 21,8% entre 2011 y 2015 (7), el balance es muy pobre en lo que respecta a la buena salud económica de estos últimos años. “Su mandato, en el mejor de los casos, pasará inadvertido”, señala el analista político Santiago Pedraglio. Herencia fujimorista Humala enfrenta un creciente descontento frente a la delincuencia (8), el narcotráfico (9) y el resurgimiento local de grupos de Sendero Luminoso. Lo que constituye la fuerza de Fujimori, percibida como la mejor posicionada para combatir la criminalidad. La reaparición del apellido ilustra para algunos la amnesia colectiva que sufriría Perú: Alberto Fujimori abandonó el poder en 2000, y los más jóvenes no vivieron los años de autoritarismo. Para muchos de ellos, su nombre no evoca nada; para otros, está asociado a la lucha contra el terrorismo. 117 Egresada de la Universidad de Columbia de Nueva York, Keiko Fujimori ingresó al Congreso en 2006; en 2010, fundó su partido. Para llegar a la segunda vuelta y ampliar sus bases, tradicionalmente circunscriptas a los sectores populares del norte del país y la costa (especialmente de la capital), puso en marcha un operativo de seducción manteniendo su discurso de firmeza respecto de la seguridad ciudadana; promete especialmente el regreso de la pena de muerte y la construcción de cárceles de máxima seguridad. Decepcionada por el fracaso de la campaña de 2011, cuando había defendido íntegramente la herencia paterna, esta vez se distanció públicamente de ella. Se dedicó a brindar una imagen menos conservadora y autoritaria, y a encarnar una derecha más liberal y democrática, sin dudar en deshacerse de la vieja guardia del fujimorismo, como Martha Chávez, ex presidenta del Congreso. Para su comunicación, recibió el asesoramiento del publicista Jacques Séguéla del grupo Havas. En septiembre último, invitada a la Universidad de Harvard en Estados Unidos, sorprendió a todos los observadores declarándose a favor de la unión civil de personas del mismo sexo (a la que más tarde se opuso), lo que generó la renuncia de algunos dirigentes del partido. Una estrategia que culminó en el debate televisivo anterior a la primera vuelta, durante el cual hizo en directo su profesión de fe, jurando que respetaría incondicionalmente la democracia, la libertad de prensa y los derechos humanos. Pero su estrategia de seducción deja escépticos a muchos peruanos, que sólo ven allí puro oportunismo. El núcleo duro del fujimorismo aún está allí, y sus miembros siguen estando muy cerca de los sectores más reaccionarios, como el Opus Dei y las organizaciones evangélicas ultraconservadoras. Si bien condenó en Harvard algunos “errores” de su padre, como las esterilizaciones forzadas, evitó calificarlas de delitos o crímenes y jamás renegó de su herencia. En 2011, seguía declarando que su gobierno había sido el mejor de la historia del Perú. Frente a ella, Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, intenta presentarse como el garante de la democracia contra el autoritarismo, lo que no carece de ironía, ya que había acompañado a la candidata en 2011 para ponerle un freno a Humala, percibido como una amenaza para los inversores privados. De padres judíos europeos que emigraron a Estados Unidos y luego a Perú, ministro de Economía durante el gobierno de Toledo, el ex banquero de Wall Street propone un programa económico similar al de su adversaria: promoción de las inversiones privadas, reducción de impuestos, flexibilización de trámites administrativos, etc. Esto en un contexto de desaceleración del crecimiento, luego de más de una década de aumento, con un promedio del 6%. En efecto, el país depende fuertemente de las materias primas, que representan el 60% de las exportaciones: en 2015, era el segundo productor mundial de plata, el tercero de zinc y cobre, el sexto de oro, sin olvidar las explotaciones de gas y petróleo. Poco industrializado, Perú sufre la reciente caída de las cotizaciones. Kuczynski apoya así toda una serie de megaproyectos, que van desde represas hidroeléctricas hasta aeropuertos, pasando por explotaciones mineras, lo que hace temer un agravamiento de los conflictos con las poblaciones locales. Es el candidato de las élites y los empresarios, cuya conferencia anual (CADE 2015) lo consagró con el 84% de aprobación, superando ampliamente a todos los demás candidatos; Fujimori llegaba en segunda posición. Sin embargo, tendrá dificultades para sumar al interior del país. Muchos no le perdonan sus dichos racistas respecto de los habitantes de los Andes, a los cuales les reprochaba en 2006 no “tener demasiado oxígeno en el cerebro”. Si resulta electo, deberá transigir con el fujimorismo, que actualmente controla el Congreso (73 congresistas de 130). Cualquiera sea el candidato que gane, el horizonte político y económico no debería cambiar demasiado estos próximos años. La diferencia consistirá en saber si será o no autoritario. 1. Fujimori se inició en la política junto a su padre, de 1994 a 2000, con el estatuto de primera dama, tomando el papel de su madre. 118 2. Según Latinobarómetro, los peruanos son, junto con los hondureños y mexicanos, los que tienen la peor imagen de su democracia. 3. Véase Antonio Zapata, Pensando a la derecha, Planeta, 2016. 4. El conflicto armado entre el Estado y la guerrilla de Sendero Luminoso causó alrededor de 70.000 muertos en veinte años, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (www.cverdad.org.pe/ifinal/conclusiones.php). 5. Según el último informe mensual de la Defensoría del Pueblo (equivalente al defensor de derechos francés), existen 211 conflictos en curso; una cifra constante desde hace cinco años (www.defensoria.gob.pe/informes-publicaciones.php). 6. Informes anuales publicados en la página de la Defensoría del Pueblo: www.defensoria.gob.pe/informes-publicaciones.php 7. Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), www.inei.gob.pe 8. Según el INEI, el 30,8% de los peruanos mayores de 15 años que viven en zonas urbanas fueron víctimas de la delincuencia en 2015 (en su mayoría, robos), 10% menos respecto de 2011, www.inei.gob.pe 9. Perú es el segundo productor de cocaína, después de Colombia, según un informe del Departamento de Estado estadounidense de 2015, www.state.gov Corrupción, autoritarismo, neoliberalismo La década Fujimori Alberto Fujimori dirigió el país de 1990 a 2000, con el apoyo de su mano derecha, el muy influyente Vladimiro Montesinos, director del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Actualmente en prisión, ambos cumplen una condena de veinticinco años por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Tras haber asumido el poder en un contexto de crisis generalizada, el profesor Fujimori, de origen japonés, asumió la dirección de un país en decadencia. Tenía una inflación récord (cerca del 2.000%) y estaba sumido desde hacía diez años en la “guerra popular” declarada por Sendero Luminoso. Fujimori hizo de la lucha contra el terrorismo su prioridad. En abril de 1992, provocó un autogolpe de Estado; su gobierno se encaminó hacia un régimen autoritario. En el plano económico, aplicó el “Fujishock”, un programa de inspiración neoliberal que implementaba las tradicionales recetas del Fondo Monetario Internacional (desregulación, privatizaciones, menor intervención de los poderes públicos). La década Fujimori estuvo también marcada por una corrupción vertiginosa (1), que involucró a todos los niveles del Estado, y quedaría en la memoria como el peor sistema clientelista en el poder, la “mafia fujimontesinista”. A partir de 2000, una ola de procesos judiciales condenaría a decenas de personas por corrupción, entre ellos, los ministros del Interior, Defensa, Economía, Agricultura, el jefe de las Fuerzas Armadas y el del SIN, así como magistrados. La década estuvo también marcada por las persecuciones a opositores y las exacciones de los comandos políticos militares, como el Grupo Colina (2). El gobierno implementó también una política de control de la natalidad que se tradujo en esterilizaciones forzadas de decenas de miles de mujeres, en su mayoría de origen indígena y de sectores populares (3). En 2000, Fujimori dejó un país con instituciones exangües. Sin embargo, su recuerdo genera sentimientos encontrados en los peruanos. Para algunos, es quien puso simbólicamente fin al terrorismo a través de la captura ultramediatizada de Abimael Guzmán, el jefe de Sendero Luminoso, y supo recuperar al país económicamente. Para otros, es sinónimo de clientelismo, violaciones a los derechos humanos y autoritarismo. 119 1. Según el Informe Global de la Corrupción de Transparency International (2004), el gobierno de Fujimori fue uno de los más corruptos del mundo, con 600 millones de dólares de fondos malversados. 2. Escuadrón responsable, entre otras, de las masacres de Barrios Altos (1991) y de la Universidad La Cantuta (1992). 3. Según la Defensoría del Pueblo, 272.028 mujeres fueron esterilizadas, miles de ellas sin su consentimiento. Véase Françoise Barthélémy, “Esterilización forzada de la población indígena en Perú”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, mayo de 2004. A.C. Traducción: Gustavo Recalde Integración a la Macri Por José Natanson http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/integracion-a-la-macri/ urgido a comienzos del siglo XII a.C. como lengua semítica del subgrupo cananeo, el hebreo sobrevivió como idioma litúrgico de los judíos, que según el lugar de la diáspora en el que se encontraran podían hablar yiddish, árabe, alemán o ruso. Fue Eliezer Ben-Yehuda, un joven profesor nacido en Luzhki, formado en París y emigrado a fines del siglo XIX a Palestina, quien se propuso recuperar el hebreo, para lo cual creó una asociación, fundó un periódico y llevó su obsesión al extremo de criar a su primer hijo exclusivamente en el viejo idioma, prohibiendo en su casa cualquier palabra en otra lengua y transformándolo así en la primera persona con el hebreo como lenguaje materno en… tres siglos. Único caso del mundo en pasar de escrito a oral, el hebreo fue adoptado –junto al árabe– como idioma oficial por el Estado de Israel en 1948: la supervivencia de la lengua atada a la de la Nación. Desde el punto de vista lexicográfico, la hazaña de Ben-Yehuda tropezó con numerosos obstáculos, entre ellos la obvia necesidad de nombrar objetos y fenómenos que no existían en el hebreo antiguo, que hablaba de Dios, amor y guerra pero que no sabía decir desodorante, automóvil o desigualdad. Como un ciego que se vale de la yema de los dedos para definir el contorno exacto de lo que tiene enfrente, el lenguaje titubea en su búsqueda de palabras. Y por más que las nuevas tecnologías aceleren el proceso de aparición y proliferación de nuevos términos, sobre todo importados del inglés, todavía, en algunos casos, la lengua se detiene, expectante: si no encuentra la expresión es porque está frente a algo nuevo. Antes, por ejemplo, lo decíamos bien claro: golpe de Estado (término que, quizá debido a la larga historia de estabilidad institucional británica, no tiene traducción al inglés –se usa el galicismo coup–, aunque sí, por supuesto, al alemán –putsch–). Pero ahora, cuando nos referimos a los desplazamientos irregulares de presidentes en Honduras, Paraguay y, más recientemente, Brasil, no encontramos la palabra adecuada, y caemos en expresiones adjetivadas y autocontradictorias como “golpe institucional”, “golpe parlamentario” o “golpe suave”. En todo caso, y más allá de las definiciones, lo cierto es que el impeachment a Dilma Rousseff – sumado al triunfo de Mauricio Macri en Argentina, la derrota de Evo Morales en el referéndum constitucional boliviano y la precaria situación venezolana– confirman que América Latina está cambiando. Finalizado el super ciclo de los commodities, con la economía estancada y la sensación de haber alcanzado un “pico distributivo”, los gobiernos del giro a la izquierda concluyen o tambalean en un clima que mezcla la expectativa ante el ascenso de una nueva derecha con un cierto hartazgo social exacerbado por el plus de dramatismo de las denuncias de corrupción. En este marco, los realineamientos geopolíticos, e incluso la posibilidad de una reformulación profunda de la integración regional, han dejado de ser un fantasma invocado por antiimperialistas alucinados para convertirse en una alternativa cierta. Sobriamente pero sin dudarlo, el gobierno 120 macrista decidió reconocer al nuevo presidente brasilero, Michel Temer, descartando en el camino otras opciones posibles: podría haberse sumado a Venezuela, Ecuador y Bolivia, que calificaron de “golpe de Estado” el impeachment a Dilma y se negaron a aceptar al nuevo presidente. También podría haber consensuado con Uruguay y Paraguay la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur y suspendido a Brasil del bloque, aunque, incluso en el improbable caso de que la hubiera considerado, era una jugada extremadamente riesgosa: Brasil es un país demasiado importante para excluirlo sin mayores costos, como sucedió en su momento con Paraguay; por otro lado, parece difícil que el gobierno paraguayo hubiera aceptado sumarse. Por último, la Cancillería argentina podría haberse mantenido mínimamente en silencio, dejando al gobierno de Temer en una especie de limbo diplomático, como hicieron, entre otros, Chile y Uruguay. Por pragmatismo o convicción, Macri aceptó el cambio de gobierno y hasta recibió con un entusiasmo apenas disimulado al canciller José Serra, con quien, dijo, intercambió ideas acerca de cómo “mejorar” el Mercosur. Pocos días antes, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso PratGay, había festejado el desplazamiento de Dilma como una oportunidad para reformular el bloque, en una línea a la que luego se sumaron otros funcionarios. El riesgo es concreto, y consiste en que avancen los planteos que sugieren dejar de lado el diseño de unión aduanera para avanzar en un “Mercosur flexible” que asuma la forma de un simple acuerdo de libre comercio, una distinción que parece técnica pero que está en el corazón de la disputa política actual. ¿Qué significa exactamente? Bajo un acuerdo de libre comercio, los bienes y servicios producidos por uno de los socios del bloque pueden venderse libremente en los demás, es decir que se eliminan las barreras comerciales internas. Los ejemplos más cercanos son el NAFTA formado por Canadá, México y Estados Unidos y la Alianza del Pacífico que integran Chile, Perú, Colombia y México. Una unión aduanera, en cambio, suma a la libertad comercial intra-bloque la presencia de un arancel externo común: un bien o servicio paga la misma tarifa si ingresa por la frontera de cualquiera de los socios. A diferencia de los acuerdos de libre comercio, que solo apuntan a crear mercados ampliados, la unión aduanera se propone una articulación más profunda, en la medida en que impide a sus integrantes negociar bilateralmente con terceros países y los empuja a coordinar políticas comerciales y, más ambiciosamente, productivas comunes. El ejemplo más logrado es, por supuesto, la Unión Europea. Cada alternativa tiene su razón y su lógica. Y como la política está hecha menos de discursos e ilusiones que de poder e intereses, detrás de ambas se esconden diferentes economías, sociedades distintas y factores de poder contrastantes. Simplificadamente, aquellos países que cuentan con estructuras productivas limitadas tienden a construir economías de orientación aperturista, que les permitan exportar esos productos –en general recursos naturales ampliamente demandados en el mercado internacional– a la mayor cantidad de destinos posibles, y al mismo tiempo importar sin costos añadidos todo aquello que no pueden fabricar localmente. De este modo se inclinarán, casi naturalmente, por procesos de integración abiertos. Es el caso de los países que integran la Alianza del Pacífico, entre los que se destaca ese gran malentendido latinoamericano que es Chile, cuyas principales exportaciones, según los últimos datos oficiales (1), están compuestas por cobre y derivados (¡57 por ciento!), seguido por frutas, pescado, papel y celulosa. Esto ha llevado a Chile a firmar tratados de libre comercio con, literalmente, medio mundo: Estados Unidos, China, Canadá, México, Centroamérica, Corea del Sur, Noruega, Suiza, Brunéi, Nueva Zelanda, Singapur, Panamá, Colombia, Perú, Japón, Australia, Turquía, Malasia y… Liechtenstein. Este tipo de economías primarizadas y abiertas –y, en algunos casos como el chileno, muy dinámicas– contrasta con la realidad de países como Brasil y Argentina, que con todos sus problemas, nudos y desenlaces han logrado preservar o reconstruir entramados industriales relativamente diversificados, dedicados a abastecer el mercado interno con productos de consumo pero también generar insumos de base e incluso de bienes de equipo: Argentina es potencia 121 regional en la producción de tractores y cosechadoras y Brasil cuenta con la tercera fábrica de aviones más importante del mundo. En términos generales, la industria explica el 17 por ciento del PBI argentino y el 16 del brasilero, contra apenas 11 del chileno y 7 del peruano (2). El año pasado, por ejemplo, se produjeron 600 mil vehículos en Argentina y casi 2,5 millones en Brasil, bastante menos que los años anteriores pero muchos más que, por volver al ejemplo, Chile, que importa todos los autos y camiones que circulan por el país. La decisión original de construir al Mercosur como una unión aduanera apuntaba a proteger con un arancel externo único los frágiles sectores industriales de los socios, cosa que no ocurriría si cada uno pudiera firmar tratados comerciales de manera unilateral. Este objetivo, concretado solo a medias, venía acompañado de otro, que, salvo algunos regímenes especiales como el automor, definitivamente no se logró: avanzar en una integración que permita mejorar la productividad por vía de la construcción de economías de escala. En suma, y más allá de la larga lista de pendientes, el debate en apariencia técnico –acuerdo de libre comercio versus unión aduanera– encierra una discusión más profunda acerca de los grados de protección económica, el rol del Estado y el papel que desempeñan la industria y el valor agregado en la economía. Se trata, en definitiva, de modelos de desarrollo diferentes, para sociedades distintas. Quizás la apuesta a la apertura exportadora pueda ser la correcta para Chile, situado a las puertas del Pacífico, bastante homogéneo, con menos de 17 millones de habitantes y el cobre como principal riqueza nacional, aunque las dificultades de los últimos gobiernos sugieren que el modelo ha encontrado un límite. Pero un diseño de este tipo seguramente resulte insuficiente para sociedades más grandes y complejas como la argentina o la brasilera. Por supuesto, una industria desarrollada y pujante supone salarios más altos, sindicatos más poderosos y, casi siempre, más conflicto político. Es esto lo que está en juego en América Latina, que está cambiando en una dirección que no queremos describir apelando a expresiones oxidadas tipo “restauración conservadora” o, peor aun, “revolución libertadora”, pero que ciertamente nos despierta críticas y temores y a la que recién le estamos buscando las palabras. 1. Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores. 2. Datos de la Cepal. Esclavos del siglo XXI Por David Garcia* http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/esclavos-del-siglo-xxi/ Decidido a transformar su riqueza en poder, Qatar multiplica las operaciones prestigiosas, como la organización de la Copa del Mundo de Fútbol 2022. Pero esas grandes construcciones públicas y su lote de accidentes revelaron un sistema de patrocinio de trabajadores extranjeros tan arcaico como brutal, que los confina a la servidumbre. uestro convoy arranca discretamente para no llamar la atención de la policía, que persigue a los curiosos que se interesan demasiado en la suerte de los trabajadores extranjeros. A lo largo de un sendero polvoriento se alinean los barracones, sumergidos en una casi absoluta oscuridad. Con sus fachadas sin revocar y montones de escombros abandonados por allí, ese “campamento de trabajadores” tiene el aspecto de una villa miseria. El recinto del estadio Ahmed Bin Ali de la segunda ciudad de Qatar, Al-Rayyan, será sede de varios partidos de la Copa Mundial de Fútbol. Una docena de asalariados indios y nepaleses de esa obra situada a unos veinticinco kilómetros al noroeste de Doha, la capital, recibe a la delegación sindical de la Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera. En su minúsculo dormitorio de nueve metros 122 cuadrados se superponen ocho camas provistas de colchones sucios y gastados. “Hace cuatro meses que no nos pagan”, se quejan al unísono. Con pocos recursos y escasez de productos de primera necesidad, los ochenta residentes se endeudan a tasas usurarias con comerciantes locales tan inescrupulosos como sus empleadores. Dichas deudas se suman a los préstamos contraídos para pagar la comisión exigida ilegalmente por la agencia de contratación de su país de origen, que los relacionó con su empleador en el Golfo. El escaso dinero ahorrado se envía a la familia que se quedó en el país. Originario del estado indio de Bengala Occidental, Rajiv V. (1) trabaja en Qatar hace quince meses. Este carpintero treintañero economiza la mitad de lo que gana (300 euros) para su esposa, que se ocupa sola de su hijo. Según el gobierno qatarí, en 2014 los trabajadores migrantes habrían enviado más de 10.700 millones de euros a su país natal. Los pocos esparcimientos están fuera de su alcance, de hecho incluso prohibidos: “Muchos barrios de Doha, inaccesibles a los trabajadores migrantes, son clasificados ‘zonas familiares’, lo que limita aun más su libertad de movimiento”, señala el último informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI) (2). Relegados a zonas periféricas muy alejadas de su lugar de contratación, trabajan trece horas diarias, incluido el tiempo de transporte. Su vida colectiva se reduce a esporádicas reuniones comunitarias. “Nuestros camaradas organizan una gran fiesta de la comunidad nepalesa el 18 de diciembre, día internacional de los migrantes. Es la ocasión de reunir a los trabajadores so pretexto de celebración cultural”, explica Binda Pandey, dirigente del GEFONT, la Federación de los Sindicatos Nepaleses, y miembro adjunto del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En Qatar, como en todos los países del Golfo, excepto Kuwait y Bahrein, los sindicatos están prohibidos. Como los dos millones de extranjeros instalados en Qatar, esos obreros de la construcción están sometidos al régimen de la kafala. Ese sistema coloca bajo el control de su “patrocinador” y empleador a todos los trabajadores extranjeros, quienes representan el 90% de la población del país. Movilizado seis de cada siete días, invierno y verano, a temperaturas que pueden superar los 50 grados, un verdadero ejército de reserva construye los estadios de la Copa del Mundo de Fútbol 2022 que tiene que organizar Qatar. Esta mano de obra extranjera no goza de casi ningún derecho: salarios pagados con mucho atraso o no pagados; alojamientos vetustos e insalubres; prohibición de cambiar de empleador sin que este lo autorice; pasaporte confiscado; obligación de pedir el acuerdo del patrón para abandonar el territorio… Así, ochenta y ocho migrantes que trabajan en la construcción del estadio Khalifa en Doha, interrogados por Amnistía Internacional, afirman no tener derecho de dejar Qatar. El colmo del cinismo es que a siete de ellos, originarios de Nepal, se les impidió volver al país para visitar a sus familias después de los terremotos de abril y mayo de 2015. Una negativa que firmó Seven Hills, una agencia de reclutamiento qatarí que provee de mano de obra barata y totalmente sometida al grupo malayo Eversandai (3). Navegando sobre la mediatización de las turbias condiciones en que se atribuyó a Qatar la Copa Mundial (4), la CSI y las organizaciones de defensa de los derechos humanos –Human Rights Watch y Amnistía Internacional– denuncian un sistema emparentado con una forma de servidumbre. De los Emiratos Árabes Unidos a Arabia Saudita pasando por Kuwait, la kafala se aplica en el conjunto de la península arábiga. “De aquí al lanzamiento de la Copa Mundial, más de siete mil trabajadores migrantes podrían encontrar la muerte”, alerta Sharan Burrow, secretaria general de la CSI. Muy presente ante la OIT, donde tramita las denuncias contra Estados y multinacionales sospechados de violar los derechos de los asalariados, la CSI cuenta con 350 centrales sindicales afiliadas en 150 países y representa a 180 millones de trabajadores. Sus adherentes son exclusivamente confederaciones sindicales, como la Confederación General del Trabajo (CGT) o la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) en Francia. Coopera estrechamente con las federaciones sindicales internacionales de cada sector de actividad. 123 El gobierno qatarí rechaza los balances alarmantes: “Hasta hoy, no hay ningún muerto en relación con las infraestructuras vinculadas a la Copa del Mundo. Ni uno”(5). El comité de organización de la Copa Mundial apenas admite la reciente muerte “natural” de dos obreros indios a causa de un ataque al corazón. El primero, un pintor de 52 años que trabajaba en la obra del Khalifa International Stadium, habría sucumbido a un paro cardíaco en octubre de 2015. Y a comienzos de 2016, un chofer de 55 años de corazón débil, habría muerto a pesar de los cuidados intensivos que se le habían prodigado. Sin embargo, las embajadas de India, Bangladesh y Nepal registraron novecientos decesos durante los dos últimos años, de los cuales la mitad ocurrieron de manera súbita, consecuencia de un ataque cardíaco o una razón desconocida. Secretario general de la coalición de sindicatos indios All India Congress Committee, vicepresidente de la Internacional de la Construcción y la Madera y ex diputado del Partido del Congreso, Ramachandra Khuntia evoca estas muertes pretendidamente naturales, que en realidad están muy vinculadas a condiciones de trabajo de extrema dureza: “Muchos asalariados son empleados en casas particulares, donde no tienen el derecho de ir al baño. Algunos mueren deshidratados por haber renunciado a tomar agua de la mañana a la noche, sometidos a altas temperaturas a menudo extremas. Entonces el médico redacta un certificado de muerte natural, privando así a su familia de indemnización”. Preocupado por su reputación, amenazado por las sórdidas imágenes de los campamentos de trabajadores, por primera vez en mayo de 2014 el gobierno qatarí prometió flexibilizar la kafala. Después de diferirla durante mucho tiempo, por fin el 27 de octubre de 2015 el emir Tamim ben Hamad Al Thani promulgó una nueva legislación. Pero habrá que esperar hasta el 1º de enero de 2017 para que entre en vigor. Sinónimo de malos tratos, se reemplaza la noción de “patrocinador” por la de empleador, más consensual. En la actualidad el asalariado ya no tendrá que presentar el acuerdo del patrón para abandonar el territorio –una disposición emblemática de la kafala, y de lejos la más mediatizada–. Su pedido de visa se presumirá aceptado si su patrón no lo veta en un plazo de tres días. “Con un derecho laboral tan desequilibrado a favor de los empleadores, incluso si se refuerzan las posibilidades de recurrir a la justicia, terminar con los abusos no es para mañana”, comenta un abogado litigante europeo con base en Doha. Inspirándose en los Emiratos Árabes Unidos (véase la columna), la reforma instaura también un sistema de protección salarial destinado a terminar con los impagos. Cualquier suma que figure en el contrato de trabajo tendrá que efectivizarse mediante transferencia bancaria. “Gracias a este dispositivo, los empleados de las compañías privadas establecidas en Qatar recibirán su salario mediante transferencia electrónica efectuada en un plazo máximo de siete días”, se felicita el servicio de prensa del gobierno. Problema: tan sólo una minoría de migrantes posee una cuenta bancaria; quizás la quinta parte, según los cálculos de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los sindicatos. Es cierto que el Banco Central de Qatar instruyó a los establecimientos bancarios para que procedieran a la apertura de cuentas. Pero parece que estos no tienen apuro en recibir a esos nuevos clientes. “Los bancos no quieren ver llegar a hordas de trabajadores. Prefieren instalar cajeros automáticos móviles”, declara el mismo abogado litigante. Esas “hordas” sin dinero siguen relegadas a campamentos improvisados, en las antípodas de las lujosas agencias bancarias de Doha, frecuentadas por los qataríes y los extranjeros ricos. Otro tímido avance: la reforma del “certificado de no objeción”, para una “mayor libertad de movimiento de los asalariados”, de la que el gobierno se felicita. En caso de que el patrocinador se negara a firmar ese documento que atestigua su comportamiento “ejemplar”, hasta hoy cualquier asalariado extranjero al finalizar su contrato debía abandonar el territorio durante al menos dos años antes de ser autorizado a trabajar de nuevo allí. Pequeño progreso: actualmente, el que termina un contrato de duración determinada estará dispensado de obtener ese certificado para seguir residiendo en Qatar. Igual para los trabajadores con contrato de duración indeterminada deseosos de cambiar de empleador, con la condición, sin embargo, de que justifiquen una antigüedad de cinco años en la empresa. 124 El 1º de noviembre de 2015, el primer ministro de Qatar, Abdullah Ben Nasser Al-Thani, y el ministro de Trabajo, Abdullah Al-Khulaifi, inauguraban con gran pompa la primera “ciudad del trabajo”. Un conjunto de alojamientos destinados a albergar a 70.000 trabajadores migrantes en condiciones dignas, que contrastan con los barrios marginales habitados por cientos de miles de obreros. Una semana después de la inauguración oficial, el jefe de la oficina de prensa del gobierno, Jassim Al-Thani, nos cita en el zoco para realizar una visita personalizada. Elegante en su dishdasha, la túnica tradicional de los hombres del Golfo, ese joven miembro de la familia real conduce él mismo su vehículo todo terreno equipado de butacas de cuero mullido. En la entrada – filtrada– del complejo, nos encontramos con Zoher D. Designado como guía, este ingeniero libanés participó en la construcción del área residencial, en sus tres cuartas partes todavía vacía. Dividido entre una zona de habitaciones y otra destinada al esparcimiento y el consumo, el campamento está rodeado de altos muros. A partir de dos puestos de policía emplazados en su perímetro, las fuerzas del orden pasan regularmente el peine fino hasta en el último rincón. En el interior de cada inmueble hay una sala donde un oficial se ocupa de vigilar a los residentes. Allí se ven cuatro pantallas de videos conectadas a cámaras de control dispuestas en las partes comunes, irreprochablemente limpias. Cada cuarto, de 24 metros cuadrados, debe albergar a cuatro personas. Todo parece a pedir de boca en el mejor de los complejos destinado a esos futuros trabajadores, que dentro de poco podrán aprovechar los doscientos negocios de un centro comercial que está por abrir sus puertas. Antes de fines de 2017 tendrán que inaugurarse otros seis complejos residenciales de la misma índole, aunque más pequeños, con una capacidad total de albergue de 379.000 personas (6). Una gota de agua en el océano de barracones insalubres. Dado que, según la CSI, de aquí hasta que empiece la Copa del Mundo, podrían instalarse en Qatar 500.000 trabajadores migrantes suplementarios. Ambet Yuson, militante sindical filipino que encabeza la Federación Internacional de la Construcción después de haber dirigido el sector Asia Pacífico, reconoce “mejoras” en materia de alojamiento de los migrantes. Pero apenas oculta su escepticismo sobre los efectos globales de la reforma: “Es el tercer año que conducimos una delegación en Qatar y, fundamentalmente, la situación de los trabajadores migrantes evolucionó muy poco”. Una impresión que confirman unos treinta asalariados indios invitados a expresarse en el curso de un seminario organizado por la Federación Internacional de la Construcción en el primer piso de un restaurante de Doha. Con alrededor de 650.000 ciudadanos, los indios forman la primera comunidad de extranjeros en Qatar, seguidos por los nepaleses (500.000) y los filipinos (250.000) (7). ¿Se cumple la promesa del gobierno de detener los abusos de la kafala que cometen muchas empresas? Un murmullo escéptico recorre la asistencia. Sólo ocho de los obreros consultados afirman estar en posesión de su pasaporte. Los de los otros habrían sido confiscados por sus empleadores. Un trabajador se levanta y exclama, mostrando su título de ingeniero: “La agencia que me reclutó en India me hizo firmar un contrato de electricista. Pero cuando llegué me dijeron: ‘Vas a trabajar como plomero’, por un salario de 900 riyals [225 euros], es decir la mitad de aquel por el que me había comprometido”. La remuneración media mensual de los obreros presentes es de 275 euros, incluido el subsidio de alojamiento. Muy distante, ciertamente, del ingreso mensual promedio de unos 250.000 ciudadanos qataríes, estimado en 10.800 euros (8). Salarios irrisorios, inseguridad máxima. “Ayer, en la obra de construcción, detrás del Hotel Mercure, un colega resultó con un brazo amputado”, cuenta un trabajador de Sri Lanka. Otro exhibe su pantorrilla seccionada por una máquina, hace seis meses. Caídas, golpes ocasionados por objetos o vehículos: según un informe oficial qatarí de 2012, el 22,8% de los decesos de trabajadores migrantes se vinculan a “causas externas”, principalmente accidentes en las obras (9). Combativos, los obreros denuncian un sistema del que son las principales víctimas, al tiempo que señalan la responsabilidad de sus empresas, mayoritariamente multinacionales occidentales, a menudo más despiadadas que la ley qatarí. Así, uno de ellos explica que el constructor qatarí Diar 125 Vinci Corporation (QDVC) retuvo los pasaportes de sus asalariados, antes de restituírselos seis meses más tarde debido a la presión militante ejercida sobre esa filial del grupo francés de construcción Vinci (10). Sin embargo, la legislación local ya había proscrito la confiscación del pasaporte. En marzo de 2015, la ONG francesa Sherpa presentó una denuncia por “trabajo forzado” y “reducción a la servidumbre” contra la empresa transnacional. “La kafala es potencialmente restrictiva, en especial en materia de libertad de movimiento, pero algunas empresas no respetan las normas mínimas. No obstante, Vinci tendría que asegurarse que todos los asalariados, incluso los de los subcontratistas, gocen de los mismos derechos, en conformidad con la ley qatarí”, comenta la abogada de Sherpa, Marie-Laure Ghislain. Después de presentada la denuncia, Vinci consintió en mejorar las condiciones de alojamiento de una parte de los asalariados de su filial. De los 3.200 trabajadores de QDVC, al menos 2.000 se alojarían de allí en más en cuartos con un máximo de cuatro camas, como lo prevé la ley qatarí. En cambio, según Sherpa, los 4.500 asalariados de subcontratistas siguen sometidos al mismo régimen. Por otra parte, ninguno de los 7.700 colaboradores de la galaxia Vinci trabajaría más de sesenta horas semanales –el techo que fija la legislación local–. Una regularización acompañada… de una reducción salarial del 10%. La kafala no representa una amenaza para todos los extranjeros. Ejecutivos internacionales, empresarios, abogados o funcionarios enviados desde otros países forman una pequeña clase de privilegiados que nada tienen que temer de su patrocinador. Directivo de la industria financiera, Andrew M. no cambiaría por nada del mundo su vida de extranjero en Qatar. Este afable británico hace siete años que trabaja y vive en Doha. Vistiendo unas bermudas y calzado de sandalias, nos recibe sin formalidades en el salón de su residencia, situada en West Bay Lagoon, un recinto cerrado donde se alojan occidentales acomodados y algunos qataríes. Contiguo a la casa, del lado del jardín, un parque de tarjeta postal con senderos elegantes ofrece a los niños un terreno de juegos paradisíaco. Algunos pasos más lejos se extiende una playa de fina arena plantada de palmeras, con una vista panorámica sobre la bahía de Doha. “Es el mejor compound [complejo cerrado] de todo Qatar, donde hay unos veinte. El alquiler de esta casa cuesta 7.500 euros mensuales; la superficie es de 500 metros cuadrados, sin contar el jardín y la piscina. Es algo pequeña para los qataríes, que prefieren superficies más amplias: 1.000 o 2.000 metros cuadrados”, comenta nuestro anfitrión, sonriendo. Con un salario mensual de 30.000 euros, este cincuentón bonachón tiene con qué encarar su futuro. ¿La kafala hace demasiado dura la vida? “Tengo la suerte de tener una visa para salidas múltiples que me permite abandonar el territorio cuando quiero, sin necesidad de pedir la autorización a mi empleador”. Sólo algunos miles de extranjeros, la mayoría occidentales, se benefician con esta derogación del régimen ordinario. Protegidos por su estatus de asalariados de grandes grupos, reciben fácilmente su certificado de no objeción, que se les concede mediante una simple formalidad. “La reforma de la kafala no concierne a la clase alta occidental, capaz de negociar a su conveniencia las cláusulas contractuales más favorables”, confirma Michel Daillet, abogado litigante francés instalado en Doha. La masa de todos los otros apenas tiene más opción que la de someterse a la buena voluntad de un “patrocinador”. Ingeniero en Midmac, un grupo de construcción qatarí, Saïd F. cobra 7.400 euros por mes, un salario muy confortable. Es por eso que este libanés de 40 años no utiliza términos tan duros para describir el “inhumano” régimen de la kafala: “No espero muchos cambios. Con o sin reforma, mi libertad de movimiento sigue trabada”. Aun cuando la nueva ley lo dispensara del certificado de no objeción, el ingeniero está persuadido de que su jerarquía no lo dejaría partir, teniendo en cuenta una antigüedad de más de diez años. En efecto, incluso los extranjeros acomodados no están a salvo de la arbitrariedad en ese sistema hecho a la medida de los empleadores. Sobre todo cuando están solos, sin apoyo, frente a un patrocinador todopoderoso. Por ejemplo, el ex futbolista profesional francés Zahir Belounis contó cómo fue secuestrado durante casi un año y medio en Doha por no aceptar ser transferido contra su voluntad a otro club: “Como todos los jugadores que firman en este Emirato, al principio vine buscando fortuna – 126 cuenta–. No es que mirara con desdén a la gente que sufría: no la veía. Peor aun, la ignoraba. No tenía conciencia de lo que una parte de la población vivía y soportaba” (11). Presidente y director ejecutivo (PDG) de un grupo familiar, Ahmed Al-Rayes defiende con ardor la kafala. A la cabeza de un conglomerado de 37 empresas que emplean 1.900 asalariados en lavandería, transporte y logística, es uno de los pocos patrones qataríes que se atreven a exhibir su punto de vista. Sentado detrás de su escritorio, este sexagenario alerta y afectuoso inicia un largo monólogo sin complejos. ¿Suprimir la kafala? Se niega a considerarlo, e incluso rechaza cualquier flexibilización. Nos comunica sus angustias: “Abolir la kafala sería peligroso. Algunos trabajadores extranjeros tendrían ganas de matarme. Los asesinatos de qataríes y los robos aumentarían de manera espectacular. No olviden que los extranjeros representan más del 90% de la población. ¡Por un momento imaginen si lo mismo sucediera en Europa! El 90% de los qataríes no quieren ni suprimir ni siquiera reformar la kafala. No por ser esclavistas, sino porque son prudentes”. Por eso, no causa asombro que también se oponga muy vigorosamente a la presencia de sindicatos: “No los queremos. En India las fábricas cierran por culpa de los sindicatos. Si un asalariado tiene un problema con su empleador, puede obtener reparación ante la justicia”. En un país donde cualquier crítica al Emir, que concentra lo esencial de los poderes ejecutivo y legislativo, es pasible de encarcelamiento, resulta difícil conocer la opinión de los ciudadanos. Un simple testimonio factual, incluso desprovisto de juicio negativo y formulado en un marco oficial, puede llevar a su autor a la cárcel. En marzo de 2016, un funcionario qatarí fue así encarcelado por haber “hablado demasiado” ante una delegación de la OIT. “Nuestro proceso legislativo se concibió tomando en cuenta los diferentes puntos de vista de manera equilibrada. La reforma de la kafala fue presentada en el Consejo de Ministros, luego sometida a la Asamblea Consultiva (Majlis Al-Choura) el 28 de junio de 2015, antes de ser adoptada”, declara el servicio de prensa gubernamental. Si bien el Emir tomó la decisión en última instancia, tuvo que tener en cuenta la hostilidad inequívoca de los empleadores a cualquier medida progresista. Con el respaldo de las tesis patronales, la Majlis Al-Choura propuso incluso endurecer la kafala. Según el dictamen que emitió, los migrantes que “plantean problemas” a sus patrocinadores o que intentan abandonar la empresa antes de terminar su contrato deberían ser obligados a trabajar durante diez años para su patrón, o el doble de la duración prevista al comienzo, antes de poder cambiar de empleador… “Sobre todo compuesto por personas notables provenientes de las principales tribus y grandes comerciantes, este Consejo, creado en 1972, aparece como una supervivencia del pasado, aun cuando sus miembros, nombrados por el Emir, se renueven cada tanto”, analiza la antropóloga especialista en Qatar Anie Montigny (12). Desde que Qatar fue designado anfitrión de la Copa Mundial 2022, se pidió a muchos periodistas, miembros de ONG o sindicalistas que miraran para otro lado. Pero el 10 de noviembre de 2015 el Consejo de Administración de la OIT decidió hacerse cargo del problema y votó mayoritariamente el principio de enviar una “misión de alto nivel” para acentuar la presión sobre el gobierno. Esta decisión se produjo tras una denuncia por trabajo forzado presentada por la CSI. Es la primera vez desde 2001 que el Consejo de la OIT se pronuncia en mayoría por el envío de una misión de control a un país sospechado de burlar sus reglas. “La OIT no se dejó avasallar por la maniobra del gobierno qatarí que consistía en adoptar oportunamente, algunos días antes de la votación, una mínima reforma destinada a dar pruebas de buena conducta, al tiempo que preservaba los principios más retrógrados de la kafala”, resume el ex secretario general de la CGT Bernard Thibault, quien representa a Francia en el Consejo de Administración como miembro titular del colegio de asalariados. Del 1 al 5 de marzo de 2016, las más altas autoridades del Estado qatarí, con la notable excepción del Emir, recibieron a una “delegación tripartita” que representaba a los tres colegios del Consejo de Administración (Estados, empleadores, trabajadores). Tres días antes de su visita a un proyecto de ferrocarril que incluía la red de Doha y los tranvías de Lusail, nueva ciudad a 15 kilómetros de la 127 capital, un obrero filipino de la empresa Qatar Rail, Juanito Pardillo, había muerto en la construcción del subterráneo de Doha (13). “El informe de la misión demuestra, si eso fuera necesario, que la llamada reforma no mejoró la suerte de los trabajadores. Los migrantes siguen pagando la tasa de reclutamiento, y el contrato de trabajo firmado en el país de origen no tiene nada que ver con el que se les impone en Qatar. En cuanto a los medios de inspección, es cierto que aumentaron, pero los 365 inspectores del trabajo para una población de 2 millones de asalariados pueden ser asistidos por sólo diez intérpretes. Ahora bien, la inmensa mayoría de los extranjeros no habla árabe”, argumenta Thibault. Por cierto, el poder de la OIT es limitado. Sus recomendaciones o declaraciones sobre los derechos laborales no tienen carácter vinculante (14). Pero si bien las misiones de la agencia de la ONU no pueden forzar a los gobiernos refractarios a aplicar sus textos, pocos son aquellos que exhiben una indiferencia cínica. Si no el Estado qatarí no hubiera despachado el 17 de marzo unos veinte agregados gubernamentales al Consejo de Administración, para que influyeran en la opinión de un máximo de administradores, amigos o indecisos, a favor de una decisión de archivar la denuncia. Al final, logró un plazo suplementario de un año para poner realmente en marcha una legislación que proteja a los migrantes. El 22 de abril de 2016, el nuevo presidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), Gianni Infantino, anunciaba la creación de un “órgano de supervisión encargado de controlar los sistemas actuales para asegurar condiciones de trabajo decentes en las obras de los estadios de la Copa Mundial”. Sin embargo, no es seguro que esta iniciativa y la amenaza de una comisión investigadora basten para hacer evolucionar a ese país tan rico como minúsculo, estratégico para sus aliados occidentales ávidos de hidrocarburos y contratos. 1. Los nombres fueron modificados. 2. “Qatar, profits et pertes. Ce que coûte l’esclavage moderne au Qatar: quel prix à payer pour la liberté?”, informe “Nouveaux fronts 2015”, Confederación Sindical Internacional, Bruselas, 18-122015. 3. “Le revers de la médaille. Exploitation de travailleurs migrants sur un site de la Coupe du monde de football 2022”, Amnistía Internacional, Londres, marzo de 2016. 4. Véase “Corruption et ballon rond”, Le Monde diplomatique, París, julio de 2015. 5. Comunicado del gobierno qatarí en reacción a un artículo aparecido en TheWashington Post (“The toll of human casualities in Qatar”, 27-5-2015), Doha, 2-6-2015. 6. Informe de la Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, marzo de 2016. 7. Fuentes: Ministerio de Planificación del Desarrollo y Estadísticas qatarí, Ministerio de Economía francés, Embajada de Filipinas en Qatar. 8. Fuentes: Central Intelligence Agency (CIA), Fondo Monetario Internacional (FMI), gobierno francés. 9. Informe gubernamental de Qatar sobre la salud, Doha, 2012. 10. Véase Nicolas de la Casinière, “Le soleil ne se couche jamais sur l’empire Vinci”, Le Monde diplomatique, marzo de 2016. 11. Zahir Belounis, Dans les griffes du Qatar. Chantage, mensonges et trahisons, Robert Laffont, París, 2015. 12. Anie Montigny, “Les représentations du changement dans la société qatarie, d’un émir à l’autre (1972-2013)”, Arabian Humanities, Sanaa, 2014. 13. Doha News, 5-3-2016. 14. Véase Chloé Maurel, “Le commerce à l’assaut du droit social”, Le Monde diplomatique, diciembre de 2014. Mano de obra barata para los museos de Abu Dhabi “Somos un grupo de artistas movilizados para asegurarnos de que se garanticen los derechos de los trabajadores durante la construcción y mantenimiento del nuevo museo Guggenheim en la isla 128 Saadiyat, en Abu Dhabi. Los artistas no podrán ser convocados para presentar sus obras en edificios construidos por trabajadores explotados. Los que trabajan con ladrillos y cemento merecen igual respeto que aquellos que trabajan con cámaras fotográficas y pinceles”. En 2009, poco después de publicado un informe de la organización Human Rights Watch, un colectivo de artistas de renombre internacional con base en Nueva York lanzaba un llamado al boicot del futuro museo de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos. La organización no gubernamental establecía un vínculo directo entre las masivas violaciones de los derechos de los 7.000 obreros en las tres grandes obras y la kafala, el sistema de patrocinio de los trabajadores migrantes. En efecto, situada frente a las costas de Abu Dhabi, la isla de Saadiyat en poco tiempo debería constituirse en un gigantesco complejo cultural, con tres principales atracciones turísticas: las franquicias locales del museo Guggenheim y del Louvre francés, así como el museo nacional Zayed. Al igual que Qatar, los Emiratos Árabes Unidos poseen enormes reservas de petróleo y gas, en sus nueve décimas partes ubicadas en el territorio de Abu Dhabi. Los 7.800.000 extranjeros, la mayoría originarios del Sudeste Asiático (India, Bangladesh y Pakistán), representan cerca del 90% del total de la población. Son ellos quienes llevan adelante la economía de los siete Estados asociados y construyen los prestigiosos edificios que dan fama a los Emiratos. “Incluso si ya hace dos años que las autoridades suprimieron la visa de salida obligatoria, la situación es comparable a la de los trabajadores en Qatar”, declara el secretario general de la Internacional de la Construcción y la Madera (IBB), Ambet Yuson. Como con la Copa del Mundo en Qatar, la IBB eligió un terreno mediático propicio para difundir sus reivindicaciones. Miembro del colectivo neoyorquino, el artista libanés Walid Raad en la actualidad presenta una declaración de casi fracaso: “Contribuimos a sensibilizar a la opinión pública internacional, pero la vida y las condiciones de trabajo de los migrantes de Saadiyat evolucionaron muy poco”. El director de campañas de la Confederación Sindical Internacional, Tim Noonan, añade: “Introducida en los Emiratos en 2009 para combatir el no pago de una parte del salario, la transferencia bancaria no cambió nada, porque los obreros no tienen acceso a los cajeros automáticos. Tienen que desplazarse. Ahora bien, con un solo día libre por semana, deben hacer la cola junto con otros miles”. Human Rights Watch señala un punto ciego de la transferencia electrónica: “Si bien la transferencia electrónica facilita la detección de faltas de pago, no impide que los patrones depositen los salarios tarde… o nunca” (1). 1. “Migrant workers’rights on Saadiyat Island in the United Arab Emirates”, Human Rights Watch, Nueva York, 10-2-2015. * Periodista. ¿Quién domina el mundo? Pista: no son los Estados, por Noam Chomsky https://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com/2016/06/06/quien-domina-el-mundo-pista-no-sonlos-estados-por-noam-chomsky/ ¿Quién domina el mundo? Pista: no son los Estados Noam Chomsky / Traducción: Paloma Farré Cuando preguntamos “¿Quién gobierna el mundo?” normalmente asumimos la convención general de que los actores de los asuntos internacionales son los estados, principalmente las grandes potencias, y valoramos sus decisiones y las relaciones entre ellos. No es una consideración errónea. Sin embargo, haríamos bien en no olvidar que este grado de abstracción también puede ser sumamente engañoso. 129 Los Estados, obviamente, poseen unas estructuras internas complejas, y las opciones y decisiones que toman los responsables políticos están muy influenciadas por la acumulación interna de poder, mientras que la población en general a menudo queda marginada. Esto sucede incluso en las sociedades más democráticas, y obviamente en las demás. No podemos obtener una imagen realista de quién gobierna el mundo si ignoramos a los “amos de la humanidad” como los llamó Adam Smith: en su época, los comerciantes y fabricantes de Inglaterra; en la nuestra, los conglomerados de empresas multinacionales, las grandes instituciones financieras, los imperios comerciales y similares. Continuando con Smith, es conveniente asimismo prestar atención a “la vil máxima” a la que se entregan los “amos de la humanidad”: “Todo para nosotros y nada para los demás” —doctrina, por otra parte, conocida como una lucha de clases encarnizada e incesante, a menudo desigual, muy perjudicial para los ciudadanos del país de origen y del mundo. Las grandes corporaciones tienen un enorme poder dentro de los Estados, de los cuales dependen En el orden mundial contemporáneo, las instituciones de los amos detentan un enorme poder, no solo en el ámbito internacional, sino también dentro de sus propios Estados, de los que dependen para conservar su poder y obtener apoyo económico a través de una gran variedad de medios. Cuando examinamos el papel que desempeñan los amos de la humanidad, nos encontramos con las prioridades de las políticas estatales del momento, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), uno de los acuerdos que defienden los derechos de los inversores, erróneamente calificados como “acuerdos de libre comercio” en la propaganda y en las crónicas. Estos acuerdos se están negociando en secreto, aparte de los cientos de abogados corporativos y grupos de presión que están redactando los detalles cruciales. La intención es aprobarlos al estilo estalinista, recurriendo a procedimientos de vía rápida diseñados para bloquear cualquier debate y permitir únicamente optar por el sí o el no (por lo tanto, sí). Los autores de las propuestas suelen triunfar, como es de esperar. La gente queda en segundo plano, con las consecuencias que cabe prever. La segunda superpotencia Los programas neoliberales de la generación anterior han concentrado la riqueza y el poder en muchas menos manos, minando la democracia efectiva; sin embargo, también han suscitado oposición, especialmente en Latinoamérica, aunque también en los centros del poder mundial. La Unión Europea (UE), uno de los avances más prometedores del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, se ha tambaleado a causa del nocivo efecto de la austeridad durante la recesión, condenada incluso por los economistas del Fondo Monetario Internacional (si bien no por los actores políticos del FMI). La democracia ha sido socavada cuando la toma de decisiones se ha trasladado a la burocracia de Bruselas, con los bancos del norte proyectando su sombra sobre sus reuniones. La toma de decisiones se ha trasladado a la burocracia de Bruselas. Esto ha socavado la democracia Los partidos tradicionales rápidamente han ido perdiendo miembros por la derecha y por la izquierda. El director ejecutivo de EuropaNova, grupo de investigación con base en París, atribuye el desencanto general a “un clima de impotencia y enfado al ver cómo el poder real para moldear la coyuntura ha pasado en buena parte de los líderes políticos nacionales [que, al menos en principio, están sujetos a las políticas democráticas] al mercado, las instituciones de la Unión Europea y las corporaciones”, de un modo bastante acorde con la doctrina neoliberal. En Estados Unidos se están desarrollando procesos muy similares, por razones en cierto modo parecidas, una cuestión relevante y motivo de preocupación no solo para el propio país sino, a causa del poder de EE. UU., para el mundo. La creciente oposición al asalto neoliberal subraya otro aspecto crucial de la convención general: deja de lado a los ciudadanos, que se niegan a aceptar el papel de “espectadores” (en vez del de 130 “participantes”) que les asigna la teoría democrática liberal. Esta desobediencia siempre ha sido motivo de preocupación para las clases dominantes. Si nos ceñimos a la historia norteamericana, George Washington veía a la gente común que integraba las milicias que estaban bajo su mando como “personas excesivamente sucias y desagradables [que evidenciaban] una inexplicable estupidez entre su clase más baja”. Los ciudadanos se niegan a aceptar el papel de espectadores que les asigna la teoría democrática liberal En “Políticas Violentas”, su magistral repaso de las insurgencias desde “la insurgencia norteamericana” hasta las contemporáneas en Afganistán e Iraq, William Polk concluye que el general Washington “estaba tan deseoso de dejar al margen [a los combatientes que despreciaba] que estuvo a punto de perder la Revolución”. De hecho, “podría haberlo hecho” si Francia no hubiera intervenido de forma masiva para “salvar la Revolución”, que hasta entonces había sido ganada por las guerrillas —que ahora llamaríamos “terroristas”— mientras el ejército al estilo británico de Washington “era derrotado una vez tras otra y casi pierde la guerra”. Una característica común de las insurgencias victoriosas, recoge Polk, es que, una vez que se disuelve el apoyo popular tras el triunfo, los líderes suprimen a la “gente sucia y desagradable” que realmente ha ganado la guerra con tácticas de guerrilla y terror, por miedo a que cuestionen los privilegios de clase. El desprecio de las élites hacia “las clases más bajas” ha adoptado varias formas a lo largo de los años. Últimamente, una expresión de este desprecio es la llamada a la pasividad y obediencia (“moderación en democracia”) por parte de los internacionalistas liberales que reaccionan ante los peligrosos efectos democratizadores de los movimientos populares de la década de 1960. En ocasiones los Estados realmente escogen seguir la opinión pública, lo cual produce mucha ira en los centros de poder. Un caso extremo tuvo lugar en 2003, cuando la administración de Bush invitó a Turquía a que se uniera a su invasión de Iraq. El noventa y cinco por ciento de los turcos se opusieron a dicha actuación y, para asombro y horror de Washington, el gobierno de Turquía acató su opinión. Turquía fue vehementemente condenada por alejarse de este comportamiento responsable. El subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, designado por la prensa como el “idealista en jefe” de la administración, reprendió a las fuerzas armadas turcas por permitir dicha infracción del gobierno y solicitó una disculpa. Impasibles ante estas muestras, e infinidad de otras, de nuestra legendaria “ansia de democracia”, los comentarios respetables continuaban alabando al presidente George W. Bush por su dedicación a la “promoción de la democracia”, o a veces le criticaban por su ingenuidad al creer que un poder exterior podía imponer sus ansias de democracia a otros. El apoyo a la Guerra de Iraq apenas llegaba al 10% según encuestas internacionales La ciudadanía turca no estaba sola. La oposición mundial a la agresión de EE. UU.-Reino Unido era abrumadora. El apoyo a los planes de guerra de Washington apenas alcanzaban el 10% en prácticamente todas partes, según las encuestas internacionales. La oposición desencadenó enormes protestas en todo el mundo, también en los Estados Unidos, probablemente era la primera vez en la historia que se protestaba enérgicamente contra una agresión imperial incluso antes de que se iniciara oficialmente. En la portada del New York Times, el periodista Patrick Tyler señalaba que “puede que aún queden dos superpoderes en el planeta: los Estados Unidos y la opinión pública mundial”. La protesta, sin precedentes en los Estados Unidos, fue una manifestación de la oposición a la agresión que empezó décadas atrás con la condena a las guerras de EE. UU. en Indochina, que alcanzaron gran magnitud e influencia, aunque fuera demasiado tarde. En 1967, cuando el movimiento en contra de la guerra se estaba convirtiendo en una fuerza importante, el historiador 131 militar y especialista en Vietnam Bernard Fall advirtió de que “Vietnam como entidad histórica y cultural… esta amenazado de extinción … [ya que] el campo se muere literalmente bajo los embates de la maquinaria militar más grande que jamás se haya lanzado en una zona de ese tamaño”. La invasión de Iraq podría haber sido peor sin la oposición ciudadana Sin embargo, el movimiento antimilitarista devino una fuerza que no podía ignorarse. Tampoco podía ignorarse cuando Ronald Reagan asumió su cargo decidido a lanzar un ataque en Centroamérica. Su gestión imitó fielmente los pasos que John F. Kennedy había dado 20 años antes cuando inició la guerra contra Vietnam del Sur, pero tuvo que dar marcha atrás a causa de la fuertes protestas públicas que no habían tenido lugar a comienzos de la década de 1960. El ataque fue suficientemente horrible. Las víctimas todavía no se han recuperado. Sin embargo, lo que ocurrió en Vietnam del Sur y después en toda Indochina, donde “el segundo superpoder” no impuso sus impedimentos hasta bien iniciado el conflicto, fue incomparablemente peor. A menudo se argumenta que la enorme oposición pública a la invasión de Iraq no tuvo ningún efecto. Me parece una idea incorrecta. De nuevo, la invasión fue suficientemente horrorosa, y sus consecuencias absolutamente grotescas. No obstante, podría haber sido mucho peor. El vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el resto de los altos funcionarios de Bush no habrían podido siquiera plantearse la posibilidad de aplicar el tipo de medidas que el presidente Kennedy y el presidente Lyndon Johnson adoptaron 40 años antes sin apenas protestas. El poder de Occidente bajo presión Habría mucho más que añadir, por supuesto, acerca de los factores que determinan la política estatal y que se dejan de lado cuando adoptamos la convención general de que los Estados son los actores en los asuntos internacionales. Sin embargo, con unas salvedades tan poco triviales como estas, de todas maneras, vamos a admitir la convención, al menos como una primera aproximación a la realidad. De este modo, la pregunta de quién gobierna el mundo nos llevan inmediatamente a otras preocupaciones como el ascenso al poder de China y cómo pone en entredicho a Estados Unidos y “el orden mundial”, la nueva guerra fría que se cuece en Europa del Este, la Guerra Mundial contra el Terrorismo, la hegemonía estadounidense y el declive estadounidense, y una serie de consideraciones análogas. Desde el final de la Guerra Fría, el abrumador poder de las fuerzas armadas de EE. UU. ha sido la realidad central de la política internacional Los retos que afronta el poder occidental a comienzos de 2016 los resume de una forma muy útil Gideon Rachman, columnista jefe de política exterior del Financial Times londinense. Empieza repasando la imagen occidental del orden mundial: “Desde el final de la Guerra Fría, el abrumador poder de las fuerzas armadas de EE. UU. ha sido la realidad central de la política internacional”. Esto es especialmente crucial en tres regiones: Asia Oriental, donde “la armada de los EE. UU. se ha acostumbrado a tratar el Pacífico como un ‘lago estadounidense’”; Europa, donde la OTAN —es decir, Estados Unidos, que “representa unas asombrosas tres cuartas partes del gasto militar de la OTAN”— “garantiza la integridad territorial de sus estados miembros”; y Oriente Medio, donde las gigantescas bases navales y aéreas de EE. UU. “existen para asegurar las alianzas e intimidar a los rivales”. El problema del orden mundial hoy, continúa Rachman, es que “estos sistemas de seguridad actualmente se encuentran en entredicho en las tres regiones” debido a la intervención de Rusia en Ucrania y Siria, y a que China está haciendo que sus mares cercanos pasen de ser un lago estadounidense a unas “aguas claramente controvertidas”. La cuestión fundamental de las 132 relaciones internacionales es, de este modo, si Estados Unidos debería “aceptar que otras potencias importantes tengan algún tipo de zona de influencia en sus vecinos”. Rachman cree que debería hacerlo, por razones de “dispersión del poder económico en el mundo —combinado con simple sentido común”. Hay, sin duda, formas de mirar el mundo desde distintos puntos de vista. Sin embargo, vamos a centrarnos en estas tres regiones, ciertamente de vital importancia. Los retos actuales: Asia Oriental Empezando por “el lago estadounidense”, algunas cejas podrían levantarse ante el informe de mediados de diciembre de 2015 que afirmaba que “un bombardero B-52 estadounidense en misión rutinaria sobre el mar de la China Meridional voló de forma no intencionada a menos de dos millas náuticas de una isla artificial construida por China, dijeron altos funcionarios de defensa, agravando una cuestión de gran controversia entre Washington y Pekín”. Aquellas personas familiarizadas con la siniestra historia de los 70 años de la era de las armas nucleares serán perfectamente conscientes de que este es el tipo de incidente que a menudo se ha acercado peligrosamente a desatar una guerra nuclear total. No hace falta ser defensor de las acciones agresivas y provocadoras de China en el mar de la China Meridional para darse cuenta de que dicho incidente no implicaba a un bombardero chino con capacidad para arrojar bombas nucleares en el Caribe, o frente a la costa de California, donde China no tiene intenciones de establecer un “lago chino”. Por suerte para el mundo. Los líderes chinos entienden muy bien que las rutas comerciales marítimas de su país están rodeadas de potencias hostiles desde Japón hasta el estrecho de Malaca y más allá apoyadas por la abrumadora fuerza militar de EE. UU. Por consiguiente, China está iniciando una expansión hacia el oeste con importantes inversiones y maniobras cuidadosas orientadas hacia la integración. En parte, estos proyectos se hallan dentro del marco de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), de la que forman parte los estados de Asia Central y Rusia, y a la que pronto se unirán India y Pakistán con Irán como uno de los países observadores —un estatus que se le negó a Estados Unidos, al cual se le instó a cerrar todas las bases militares en la región. China está construyendo una versión modernizada de las antiguas rutas de la seda, con la intención no sólo de integrar la región bajo su influencia, sino también de alcanzar Europa y las regiones productoras de petróleo de Oriente Medio. Está invirtiendo enormes sumas en la creación de un sistema comercial y energético asiático integrado, con una extensa red de líneas de ferrocarril de alta velocidad y oleoductos. Un elemento del programa es una autopista a través de algunas de las montañas más altas del mundo hasta el nuevo puerto de Gwadar en Pakistán, construido por China, que protegerá los cargamentos de petróleo de la potencial interferencia de EE. UU. El programa también puede estimular, y así lo esperan China y Pakistán, el desarrollo industrial en Pakistán, el cual los Estados Unidos no han acometido pese a la enorme ayuda militar, y también podría suponer un incentivo para que Pakistán tome medidas drásticas contra el terrorismo nacional, un grave problema para China en la provincia occidental de Xinjiang. Gwadar formará parte del “collar de perlas” de China, las bases que se están construyendo en el Océano Índico con fines comerciales, pero además para un potencial uso militar, con la expectativa de que China algún día sea capaz de proyectar su poder hasta el Golfo Pérsico por primera vez en la era moderna. Todos estos movimientos permanecen inmunes al abrumador poder militar de Washington, falto de aniquilación por una guerra nuclear, que también destruiría a los Estados Unidos. La Organización de Cooperación de Shangai, liderada por China, podría convertirse en un equivalente a la OTAN 133 En 2015, China también estableció el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), siendo el mayor accionista. Cincuenta y seis naciones participaron en la inauguración que tuvo lugar en Pekín en junio, entre los que se encontraban aliados de los EE. UU. como Australia, Gran Bretaña y otros, que se incorporaron a él desafiando los deseos de Washington. Los Estados Unidos y Japón no estuvieron presentes. Algunos analistas creen que el nuevo banco podría llegar a ser un competidor para las instituciones de Bretton Woods (el FMI y el Banco Mundial), en las que los Estados Unidos tienen derecho a veto. Hay ciertas expectativas de que la OCS llegue a convertirse en un equivalente de la OTAN. Los retos actuales: la Europa del Este En cuanto a la segunda región, la Europa del Este, se está gestando una crisis en la frontera de la OTAN con Rusia. No es un asunto menor. En su esclarecedor y acertado estudio académico sobre la región, “Frontline Ukraine: Crisis in the Borderlands”, Richard Sakwa escribe —algo muy plausible— que la “guerra entre Rusia y Georgia de agosto de 2008 en efecto fue la primera de las ‘guerras para frenar la expansión de la OTAN’; la crisis de Ucrania de 2014 es la segunda. No está claro si la humanidad sobreviviría a una tercera”. Occidente ve la expansión de la OTAN como algo benigno. No es de sorprender que Rusia, junto con la mayoría del hemisferio sur, tenga una opinión diferente, al igual que algunas voces occidentales destacadas. George Kennan ya advirtió que la expansión de la OTAN es un “trágico error”, y se le unieron veteranos estadistas estadounidenses en una carta abierta a la Casa Blanca en la que lo describían como “un error político de proporciones históricas”. Estadistas estadounidenses definieron la expansión de la OTAN como un error político de proporciones históricas La crisis actual tiene sus orígenes en 1991, con el fin de la Guerra Fría y el colapso de la Unión Soviética. Había entonces dos visiones contrastadas de un nuevo sistema de seguridad y política económica en Eurasia. En palabras de Sakwa, una era la visión de una “‘Europa más amplia’ con la UE como centro, pero cada vez más cercana a la seguridad euroatlántica y la comunidad política; y por otro lado [estaba] la idea de una ‘Gran Europa’, una visión de una Europa continental, que abarca desde Lisboa a Vladivostok, que tiene múltiples centros, incluidas Bruselas, Moscú y Ankara, pero con el objetivo común de superar las divisiones que tradicionalmente han atormentado al continente”.La respuesta de occidente al hundimiento de Rusia fue triunfalista. Se celebró como un signo del “fin de la historia.” El líder soviético Mikhail Gorbachov fue el mayor defensor de una Gran Europa, un concepto que también había tenido raíces europeas en el gaullismo y otras iniciativas. No obstante, cuando Rusia se derrumbó bajo las devastadoras reformas comerciales de la década de 1990, esta visión se desvaneció y solo se recobró cuando Rusia empezó a recuperarse y a buscar un lugar en el panorama mundial bajo el gobierno de Vladimir Putin, quien, junto con su compañero Dmitry Medvedev, en repetidas ocasiones ha “llamado a la unificación geopolítica de toda la ‘Gran Europa’ desde Lisboa a Vladivostok, para crear una auténtica ‘asociación estratégica’”. Estas iniciativas fueron “recibidas con cortés desdén”, escribe Sakwa, se consideraron “poco más que una tapadera para establecer una ‘Gran Rusia’ de manera furtiva” y un esfuerzo por “abrir una brecha” entre Norteamérica y Europa Occidental. Estas inquietudes nos retrotraen al miedo que existía en los inicios de la Guerra Fría de que Europa pudiera convertirse en una “tercera fuerza” independiente tanto de las grandes superpotencias como de las pequeñas, y tendiera a estrechar lazos con las últimas (lo cual podemos ver en la Ostpolitik de Willy Brandt y otras iniciativas). Gorbachov era partidario de una Gran Europa de Lisboa hasta Vladivostok 134 La respuesta de occidente al hundimiento de Rusia fue triunfalista. Se celebró como un signo del “fin de la historia”, la victoria final de la democracia capitalista occidental, casi como si se le estuviera ordenando a Rusia que volviera a su estatus anterior a la Primera Guerra Mundial como una colonia económica virtual de occidente. La expansión de la OTAN se inició de inmediato, violando las garantías verbales que se le habían dado a Gorbachov de que las fuerzas de la OTAN no se trasladarían ni “un centímetro hacia el este” después de que este accediera a que la Alemania unificada pudiera convertirse en miembro de la OTAN —una extraordinaria concesión desde una perspectiva histórica. Dicha conversación se ceñía a Alemania del Este. La posibilidad de que la OTAN pudiera extenderse más allá de Alemania no se comentó con Gorbachov, aunque se considerada en privado. Al poco tiempo, la OTAN empezó a avanzar hasta las fronteras de Rusia. La misión general de la OTAN modificó de forma oficial su cometido para proteger las “infraestructuras vitales” del sistema de energía mundial, las vías marítimas y las conducciones, y se le otorgó una zona de operaciones de ámbito mundial. Además, bajo una revisión crucial de Occidente de la ahora ampliamente proclamada doctrina de “responsabilidad para proteger”, radicalmente diferente de la versión oficial de O.N.U., la OTAN ahora también puede servir como fuerza de intervención bajo las órdenes de EE. UU. Especialmente preocupantes para Rusia son los planes de ampliar la OTAN hasta Ucrania. Estos planes se trazaron explícitamente en la cumbre de la OTAN que tuvo lugar en Bucarest en abril de 2008, cuando a Georgia y Ucrania se les prometió un eventual ingreso en la OTAN. La redacción no daba lugar a dudas: “la OTAN da la bienvenida a las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania y Georgia para ingresar en la OTAN. Hoy hemos acordado que estos países serán miembros de la OTAN”. Con la victoria en 2004, con la “Revolución Naranja”, de los candidatos pro-occidentales en Ucrania, el portavoz del Departamento de Estado Daniel Fried se desplazó rápidamente hasta allí y “subrayó el apoyo de EE. UU. a las aspiraciones de Ucrania respecto a la OTAN y euroatlánticas”, tal y como reveló un informe de WikiLeaks. Las inquietudes de Rusia son fáciles de entender. John Mearsheimer, especialista en relaciones internacionales, las ha descrito en el principal periódico de EE. UU., Foreign Affairs. Escribe que “la raíz principal de la crisis actual [relativa a Ucrania] es la expansión de la OTAN y el compromiso de Washington de apartar a Ucrania de la órbita de Moscú e integrarla en occidente”, que Putin consideró como “una amenaza directa a los intereses fundamentales de Rusia”. “¿Quién puede culparle?” pregunta Mearsheimer, señalando que “a Washington puede no gustarle la posición de Moscú, pero debería entender la lógica que hay detrás”. No debería entrañar ninguna dificultad. Después de todo, como todo el mundo sabe, “Estados Unidos definitivamente no tolera que las grandes potencias lejanas desplieguen su ejército en cualquier parte del hemisferio occidental, mucho menos en sus fronteras”. No hace falta observar los movimientos y motivos de Putin con buenos ojos para entender la lógica detrás de ellos De hecho, la postura de los EE. UU. es mucho más firme. De ningún modo tolera lo que oficialmente se denomina “el desafío triunfante” de la Doctrina Monroe de 1823, que declaró (pero que todavía no podría aplicar) el control del hemisferio por parte de EE. UU.. Y un país pequeño que lleva a cabo dicho desafío triunfante podrá ser objeto de “los terrores de la tierra” y un embargo aplastante —tal y como le ocurrió a Cuba. No es necesario preguntarnos cómo habría reaccionado Estados Unidos si los países de Latinoamérica se hubieran unido al Pacto de Varsovia, habiendo planes de que México y Canadá también se unieran. La mínima sospecha de que se daban los primeros pasos en esa dirección habría “concluido con unos perjuicios extremos”, por emplear la jerga de la CIA. 135 Como en el caso de China, no hace falta observar los movimientos y motivos de Putin con buenos ojos para entender la lógica detrás de ellos, ni para comprender la importancia de entender dicha lógica en vez de manifestar imprecaciones en su contra. Como en el caso de China, hay mucho en juego, llegando hasta —literalmente— cuestiones de supervivencia. Los retos actuales: el mundo islámico Centrémonos ahora en la tercera región de mayor preocupación, el (en gran parte) mundo islámico, también escenario de la Guerra Mundial contra el Terrorismo (GWOT, por sus siglas en inglés) que George W. Bush declaró en 2001 tras el ataque terrorista del 11 de septiembre. O más exactamente, re-declaró. La GWOT fue declarada por el gobierno de Reagan cuando asumió el cargo, con una enfebrecida retórica sobre una “plaga propagada por depravados enemigos de la civilización” (como dijo Reagan) y un “regreso a la barbarie en la época moderna” (en palabras de George Shultz, su secretario de estado). La GWOT original se ha eliminado silenciosamente de la historia. Rápidamente se convirtió en una guerra terrorista homicida y destructora que afligía a Centroamérica, Sudáfrica y Oriente Medio, con consecuencias espantosas para el presente, que incluso derivó en la condena a los Estados Unidos por parte de la Corte Internacional de Justicia (que Washington desestimó). En cualquier caso, no es la historia adecuada para la Historia, así que ha desaparecido. La Guerra contra el Terrorismo original se ha eliminado silenciosamente de la historia El éxito de la versión Bush-Obama de la GWOT puede ser evaluada fácilmente en una observación directa. Cuando se declaró la guerra, los objetivos terroristas se restringieron a una pequeña parcela del Afganistán tribal. Estaban protegidos por afganos, que en su mayor parte les detestaban o despreciaban, bajo el código tribal de la hospitalidad —que desconcertó a los estadounidenses cuando los campesinos pobres rechazaron “entregar a Osama bin Laden por la, para ellos, astronómica cantidad de 25 millones de dólares”. Hay buenas razones para creer que una actuación policial bien orquestada, o incluso unas negociaciones diplomáticas serias con los talibanes, podrían haber puesto en manos estadounidenses a los sospechosos de los crímenes del 11 de septiembre para someterlos a juicio y sentenciarlos. Sin embargo, estas opciones no estaban sobre la mesa. En su lugar, la elección reflexiva fue la violencia a gran escala —no con el objetivo de derrocar a los talibanes (que vino después), sino para dejar claro el desprecio de los EE. UU. hacia las tentativas de ofrecimiento talibán de una posible extradición de Bin Laden. No sabemos hasta qué punto estos ofrecimientos eran serios, ya que la posibilidad de investigarlos nunca se contempló. O quizá Estados Unidos únicamente trataba “de intentar enseñar músculo, anotarse una victoria y asustar a todo el mundo. No les importa el sufrimiento de los afganos o el número de personas que perderemos”. Negociaciones políticas serias con los talibanes podrían haber puesto en manos estadounidenses a los sospechosos del 11S Tal era la opinión del muy respetado líder anti-talibán Abdul Haq, uno de los muchos opositores que condenó la campaña de bombardeos que los estadounidenses lanzaron en octubre de 2001 como “un gran revés” para sus esfuerzos por derrocar a los talibanes desde dentro, un objetivo que creían a su alcance. Su opinión está confirmada por Richard A. Clarke, que era presidente de Grupo de Seguridad contra el Terrorismo en la Casa Blanca bajo el gobierno del presidente George W. Bush cuando se hicieron los planes para atacar Afganistán. Tal y como Clarke describe la reunión, cuando fueron informados de que el ataque violaría las leyes internacionales, “el presidente gritó en la angosta sala de reuniones: ‘No me importa lo que digan las leyes internacionales, vamos a patearles el trasero’”. El ataque también encontró la absoluta oposición de las organizaciones humanitarias más importantes que trabajaban en Afganistán, que advirtieron de que millones de personas estaban a punto de morir de hambre y que las consecuencias podían ser horrendas. 136 Las consecuencias para un Afganistán pobre años después deberían ser revisadas El siguiente objetivo del mazo era Iraq. La invasión de EE. UU.- Reino Unido, absolutamente sin pretexto verosímil, es el mayor crimen del siglo XXI. La invasión provocó la muerte de cientos de miles de personas en un país donde la sociedad civil ya había sido aplastada por las sanciones estadounidenses y británicas que fueron consideradas “genocidas” por los dos distinguidos diplomáticos internacionales encargados de administrarlas, y que dimitieron en protesta por este motivo. La invasión también generó millones de refugiados, en gran parte destruyó el país e instigó un conflicto sectario que ahora está desgarrando Iraq y toda la región. Es un dato asombroso de nuestra cultura moral e intelectual que en medios ilustrados y círculos informados se pueda llamar, suavemente, “la liberación de Iraq”. La invasión de Iraq, sin pretexto verosímil, es el mayor crimen del siglo XXI Sondeos del Pentágono y el Ministerio británico de Defensa descubrieron que solo un 3% de los iraquíes consideraba legítima la función protectora de EE. UU. en su vecindario, menos del 1% creía que las fuerzas de “coalición” (EE. UU.-Reino Unido) eran buenas para su seguridad, el 80% se oponía a la presencia de las fuerzas de coalición en el país, y una mayoría apoyaba los ataques sobre las tropas de coalición. Afganistán ha sido destruida más allá de toda posibilidad de encuestas fiables, pero hay indicadores de que algo similar puede estar ocurriendo allí. Particularmente en Iraq, Estados Unidos sufrió una derrota aplastante, abandonó sus objetivos de guerra oficiales y dejó el país bajo la influencia del único vencedor, Irán. El mazo también se empleó en otros lugares, particularmente en Libia, donde las tres potencias imperiales tradicionales (Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos) obtuvieron la resolución 1973 del Consejo de Seguridad y la incumplieron al instante, convirtiéndose en las fuerzas aéreas de los rebeldes. El efecto fue un debilitamiento de la posibilidad de una solución negociada y pacífica; el incremento drástico de las víctimas (por al menos un factor de 10, según el científico político Alan Kuperman); dejar Libia en ruinas en manos de las milicias en guerra; y, más recientemente, proporcionar al Estado Islámico una base que puede emplear para extender el terror más allá. Las propuestas diplomáticas bastante razonables de la Unión Africana, aceptadas en principio por Muamar el Gadafi de Libia, fueron ignoradas por el triunvirato imperial, como analiza el especialista en África Alex de Waal. Un enorme flujo de armas y yihadistas ha extendido el terror y la violencia desde el África Occidental (ahora el campeón de asesinatos terroristas) hasta el Levante, al tiempo que el ataque de la OTAN también enviaba una oleada de refugiados de África a Europa. Un triunfo más de la “intervención humanitaria” y, tal y como revelan las largas y a menudo terribles crónicas, no demasiado inusual, volviendo a sus modernos orígenes de hace cuatro siglos. _____________________________ Traducción de Paloma Farré. Este ensayo es un adelanto del nuevo libro de Noam Chomsky, Who Rules the World? (Metropolitan Books, the American Empire Project, 2016). Ediciones B publicará la obra en español el 1 de octubre, bajo el título ¿Quién domina el mundo? La versión original fue publicada en Tomdispatch.com. El efecto Foucault y la crisis del marxismo en Argentina A PROPÓSITO DE LOS USOS DE FOUCAULT EN LA ARGENTINA: RECEPCIÓN Y CIRCULACIÓN DESDE LOS AÑOS CINCUENTA HASTA NUESTROS DÍAS, DE MARIANA CANAVESE GASTÓN GUTIÉRREZ 137 http://www.laizquierdadiario.com/ideasdeizquierda/el-efecto-foucault-y-la-crisis-del-marxismoen-argentina/ Número 29, mayo 2016. VER PDF Este libro1 realiza la reconstrucción histórica y temática de las piezas dispersas que componen la genealogía local de la recepción de Foucault. A 50 años de la publicación de Las palabras y las cosas nos permite adentrarnos en los nombres, textos, modos de lectura y circulación de la presencia del filósofo francés en Argentina. Adaptando su tesis doctoral, Mariana Canavese expone los resultados de una vasta investigación de historia intelectual sobre las huellas de Foucault en nuestro campo cultural. El libro no trata sobre Foucault, sino de cómo fue leído, por lo tanto no se propone realizar ni una lectura sobre la amplia obra de éste, ni juzgar las lecturas correctas o incorrectas que se hicieron en nuestros pagos, sino de dar cuenta de las estrategias u operaciones de lectura y recepción. Y cómo las adaptaciones al ámbito local permitieron posiciones teóricas y político-ideológicas tanto en la cultura como en las ciencias sociales y humanísticas. Para Canavese la recepción remite siempre a la actividad del que lee y recibe, y recuperando la noción de ‘uso’ (apelando al clásico de Portantiero Los usos de Gramsci) va dando cuenta de diferentes olas de recepción de Foucault. El estudio diferencia dos grandes periodos, aquel que va de su recepción temprana a fines de los ‘50 hasta la pos-dictadura, y desde los años ‘80 a la actualidad. Describe cómo las diferentes olas de recepción no se acumulan progresivamente, sino que cada una está sobredeterminada por cada coyuntura, lo que permite diferentes lecturas y usos de Foucault para cada una de estas (179). Esta modalidad de recepción entronca con la consideración de Foucault sobre sus textos como cajas de herramientas que habilitan a lectores-usuarios a utilizarlas como mejor les plazca. Y los usuarios argentinos de Foucault lo hicieron en una heterogeneidad de ámbitos: discusiones entre psicoanálisis, fenomenología y marxismo, las querellas teóricas del estructuralismo en la lingüística, la epistemología, la filosofía, la sociología, la crítica literaria, el derecho y la arquitectura, y una importante presencia en medios de comunicación, espacios culturales alternativos e incluso de élite. La entrada Foucault a la historia del campo intelectual argentino Una descripción del libro diría que tiene 4 capítulos que siguen cronológica y temáticamente la recepción de Foucault en una trayectoria apegada a los avatares de sus elaboraciones hasta 1989 y un apartado final donde se esboza un balance y apuntes provisorios de su recepción hasta nuestros días. El primero, “Entre la psicología, la filosofía y la experiencia política de masas…”, describe un Foucault que todavía no es el Foucault que más conocemos, sino una referencia más en los debates entre psicología, psicoanálisis y marxismo. De la mano de José Bleger y editado por editorial Paidós en un contexto modernizante de la cultura argentina, Foucault se inscribe en la búsqueda del marxismo por realizar una “psicología concreta” (aunque en Bleger la referencia principal sea Politzer (44)). Foucault arribó a la Argentina de la mano de la psicología marxista y la política, en tiempos de transición entre el kleinismo inglés y la hegemonía posterior de Lacan, e inscripto a su vez en los debates del comunismo local (40)2. En tiempos en que una nueva fracción intelectual accedía a la docencia universitaria con la creación de la carrera de psicología en Rosario (posteriormente en otras instituciones del país) y en el que el psicoanálisis conocía una acelerada difusión en la clase media (luego de que el peronismo lo hubiera marginado como “antinacional”). Como no podía ser de otro modo en un estudio de estas características la historia intelectual y 138 biográfica de los lectores ocupa un importante espacio. Personalidades como Bleger operan como “casos” que dan cuenta de un “uso”, a veces generando un impacto teórico o práctico en colectivos como el caso de Plataforma (46), y en otros tan solo se inscriben las personas que traducen, editan, publican o incorporan a Foucault en los ámbitos educativos, culturales o en la comunicación de masas. Los ‘60 también conocerán otra vía de entrada de Foucault de la mano de las polémicas sobre Sartre y el estructuralismo. Es conocida la cita de Sartre en la revista L’Arc sobre Las palabras y las cosas, allí Foucault aparecía como el que sustituía “el cine por la linterna mágica, el movimiento por una sucesión de inmovilidades” que configuraban “una ideología nueva, la última barrera que la burguesía puede aún levantar contra Marx” (48). En un tono de marcado voluntarismo político, todavía dominado en Argentina por la fenomenología y el marxismo humanista mal podía ser recibido este Foucault cuyos temas eran el anti-humanismo y la “muerte del hombre”. Incluso dentro del auge posterior del estructuralismo como “la” ciencia y su adopción por sectores intelectuales de la nueva izquierda tampoco gozaba de demasiado interés, ya que en contraposición con Althusser que buscó combinar estructuralismo y marxismo (y quién por otro lado lo honraría a pié de página en Para leer El Capital), Foucault realizaba una fuerte crítica a Marx como “alojado en la episteme del siglo XIX” (50). Sin embargo esto no impidió que el nombre de Foucault apareciera ligado al conjunto de la familia estructuralista (Levi-Strauss, Lacan o Barthes) en una inesperada reseña en la revista Criterio dirigida por el presbítero Jorge Mejía (51). O que el diario La opinión (1971) diera cuenta de este estructuralista que empezaba a investigar las cárceles en Francia y conformaba el Grupo de Información sobre las Prisiones y un interesante documento publicado en el diario Clarín apelara a la figura del “Gran encierro” (de Historia de la Locura) para describir la exclusión y el exterminio del indio y el gaucho. Dentro de la cultura de izquierda también Foucault empezó a calar. En este lugar la posición de José Sazbón es otro “caso” en el que la autora se detiene, mostrando cómo este marxista sartreano y lukacsiano sitúa tempranamente a Foucault en su actividad editorial, académica y en sus textos que abarcan los cruces del marxismo occidental y el estructuralismo. Será el introductor de algunos textos estructuralistas nodales, pero también, ya en el exilio, intentará recuperar la veta crítica de Foucault hacia la historiografía tradicional marcada por la ideología del progreso mientras critica “el comienzo de un pensamiento histórico de la dispersión y las ruinas del sentido” (56). Entre otras muchas referencias se menciona cómo el filósofo Oscar del Barco lo incorpora a través de las lecturas de la revista francesa Tel Quel, en una confluencia con la vanguardia filosófica y literaria izquierdista que sumaba a Bataille, Kristeva o Deleuze y que aquí encontraba eco en la impronta cultural maoísta como en la revista Los libros y otras revistas del periodo. Este panorama muestra para Canavese la polivalencia de los usos de Foucault, quiénes eran sus lectores en ese momento (psicoanalistas, psiquiatras, filósofos, escritores, críticos y artistas) y cómo se había instalado ya por canales públicos, aunque seguía fuera del sistema académico (66). El capítulo 2 (“Lo real del encierro”) nos muestra quiénes leyeron a Foucault durante la dictadura genocida. Es ya un Foucault más reconocible, signado por el libro Vigilar y Castigar que permite un salto en su influencia. En un contexto de degradación cultural, con Ottalagano en la universidad y la censura y la quema de libros, Foucault apareció en varias instancias, y se leyó más de lo que a priori se podría creer. En empresas como la “universidad de las catacumbas” de Josefina Ludmer (72), pero también en otras de mayor publicidad e impacto, como la experiencia de APBA3 donde estaban Vezzetti y Tomás Abraham (74) o las elaboraciones de Vezzetti sobre la locura en la argentina publicadas en Punto de Vista (que continuó saliendo en plena dictadura aún después de la desaparición de los responsables de la organización de izquierda que impulsaba su publicación). E incluso su aparición en medios gráficos, como La opinión, o en lugares paquetes como la Alianza Francesa donde Enrique Marí dictó una conferencia sobre Vigilar y castigar. Hay páginas que describen cómo Marí leyó a Foucault para incidir en el campo jurídico. Y el interesante caso de “La escuelita” de arquitectura y estudios urbanos que produjo una renovación significativa del problema histórico del disciplinamiento de la población a través de la historia de la vivienda en 139 Argentina y renovó la enseñanza de la disciplina con el retorno democrático (80). La heterogeneidad de esta presencia de Foucault en estos años es tal que puede aparecer sugerido en los suplementos culturales del diario masserista Convicción, como ser una de las influencias teóricas del libro La bemba con el que De Ípola reconstruye su experiencia de cómo circulan los rumores en las cárceles y centros de detención en los que el autor estuvo confinado. Aún así, había una afinidad evidente entre las temáticas de Foucault y el contexto de brutal represión, reclusión y asesinatos. Aunque Canavese se encarga correctamente de establecer las diferencias entre aquello que Foucault teorizaba y esta realidad. Invirtiendo los términos del clásico foucaultiano aquí los suplicios eran ocultos y se evitaba precisamente la ceremonia pública, mientras que el poder panóptico no tenía nada de secreto gradual ni oculto (98). Es el contexto el que determina aquí el peso de la interpretación. Pero también se vislumbra el problema de ver analogías posibles en casi cualquier fenómeno, que generará continua insatisfacción en los propios foucaultianos locales (Terán criticará la “maquinita Foucault” y Abraham señalará que “tampoco es una heladería Foucault”). En el capítulo 4 (el 3 lo retomaremos en el próximo apartado) aborda de lleno el problema de la recuperación democrática en la que Foucault se hace “parte del aire” (como titula el capítulo). Los tópicos de una agenda marcada por los derechos humanos son más compatibles con el giro humanista de Foucault y sus preocupaciones éticas. Al mismo tiempo, en momentos donde prima el balance del fracaso del asalto al cielo setentista se impone la politización sobre la vida cotidiana (como sustituto de la imposibilidad de toma del poder del Estado) y se expande una “rebelión del coro”, como la llamó José Nun, en la que movimientos de sectores oprimidos, minorías sexuales, nuevos movimientos sociales, feministas y minorías étnicas son leídos como transgresión y microresistencias. Es en este momento que Foucault ingresa en la academia, más por el lado de las ciencias sociales y la psicología que en filosofía (donde es ninguneado) e historia (donde su apropiación se circunscribe inicialmente a la historia intelectual nacional). Al mismo tiempo la veta nietzscheana del texto foucaultiano comienza a ser más leído, acompañado de Deleuze, y algunas personalidades académicas (como Abraham) codifican el ataque al marxismo. La influencia de este Foucault, ciertamente nihilista, gana peso en revistas universitarias y estudiantiles basistas o anarquizantes, aunque también en figuras mucho más interesantes como Néstor Perlongher. La trayectoria del militante del Frente de Liberación Homosexual, ex militante trotskista, luego anarquista, poeta y sociólogo es otro “caso” productivo. Analizó la “prostitución viril” en San Pablo y los cambios en el mundo homosexual a partir del SIDA y el travestismo en oposición a los estereotipos binarios (169). Considerada globalmente esta emergencia de Foucault encuentra su sitio privilegiado en los ‘90 acompañando un desarme político de la izquierda, de la que se quejaban incluso los peronistas de Unidos al decir que “pichones de arqueólogos” discurseaban acerca del poder dando lo mismo que circule “en una cancha de pelota-paleta a que se ejerza impunemente a través del Australazo” (160). La instalación de esta “moda” de la que los medios dieron cuenta y que se consolidó luego del ‘89 y la caída del muro, supuso la asimilación de Foucault al clima posmoderno de los ‘90 y su giro, ahora despolitizado, a lo privado. Foucault y la crisis del marxismo local Para finalizar regresemos a un momento anterior situado en el centro del libro, y que es obviamente central para una revista de izquierda, como es el problema de la recepción particular o el ‘efecto Foucault’ en relación al marxismo, y especialmente a la “crisis del marxismo” que tiene lugar a comienzos de los ‘80 tanto en los exilios como en la producción local. En esta coyuntura específica en la que la revisión de los ‘70 y la crítica al marxismo ocupan el centro de las reflexiones intelectuales, Foucault aparece como ruptura y a la vez como continuidad con Marx. La autora señala y repone cómo un mismo cuerpo de textos de Foucault es usado de modos divergentes, dando lugar a admisiones o impugnaciones de la relación Marx/Foucault. Estas posibilidades están presentes ya en Foucault quién se presenta tanto como crítico (del marxismo, esencialmente, pero 140 también de Marx) y como presunto apropiador. Si esta ambigüedad ya estaba en el origen será el contexto el que defina su apropiación posible (107). Aparecen entonces 3 actitudes que dan cuenta de la relación de Foucault y el marxismo en el contexto local. Quienes lo ven como reemplazo al marxismo en crisis (usando el foucaultismo como un arma contra el economicismo teórico, el leninismo y la centralidad del Estado). Otros ven al contrario una articulación evidente entre Foucault y Marx y proponen articular la perspectiva clasista con la microfísica del poder. Y una tercera posibilidad es la que Canavese denomina un marxismo renovado, que propone realizar beneficio de inventario e incorporar los análisis críticos sobre las instituciones, pero señalando que carece de una articulación con un teoría del Estado que requiere los aportes de un marxismo enriquecido desde fines de los ‘70 al que ven ejemplificado en la relación de Poulantzas con Foucault. Esta posición está ejemplificada en la compilación Disparen sobre Foucault donde los compiladores solicitan incorporar a Foucault nada menos que los conceptos de clase o Estado que éste explícitamente rechaza. La exposición de este problema se hace a partir de la polémica que tiene lugar en la revista Punto de Vista en 1983 donde Oscar Terán propone una “invitación al posmarxismo” a partir de reseñar favorablemente el libro El discurso jurídico (donde escribe entre otros Marí quién no ve rivalidades entre marxismo y foucaultismo) señalando que ya debería abandonarse la instancia materialista de la “última instancia” que nunca llega. La respuesta la proveyó precisamente Sazbón señalando que los sintagmas “metafísica de la presencia”, “micropoderes” o “descentramiento del sujeto” no son menos enigmáticos que “última instancia”, pero que no se los cuestiona porque son célebres en el panteón posestructuralista (126). Para Sazbón se intentaba reemplazar una supuesta certeza anterior de la “última instancia” (que tenía un lugar central en el althusserianismo) por un “constitutivismo sin sujeto” que comprometía no solo una lectura determinista sino al marxismo en su conjunto (la argumentación tiene una afinidad inconfundible con Tras las huellas del materialismo histórico que Perry Anderson publicaba ese mismo año y con quién el filósofo argentino mantenía una amistad). La otra polémica que sirve para ejemplificar los usos es la que reproduce Juan Carlos Marín en La silla en la cabeza. Allí Marín responde a Abraham, entre otros, que los análisis de Foucault acerca de la dominación de los cuerpos son no solo compatibles con Marx, sino incomprensibles sin éste (este Foucault emparentado con el marxismo se instala en Sociología de la UBA con Marín y Susana Murillo). La temática del terror en Argentina como condición del disciplinamiento para instalar un nuevo modo de acumulación propone una continuidad sin quiebres entre Marx y Foucault y es un discurso que encuentra eco en los ‘80 en libros sobre la dictadura, en elaboraciones enmarcadas en organismos de derechos humanos y reflexiones teóricas sobre el poder y el análisis de las revoluciones como el libro de Roberto Jacoby. Desde estas páginas tenemos más simpatía por la posición que señala que la ruptura de Foucault con Marx constituye una temática central. Esto no significa no considerar que el conjunto de la obra de Foucault tenga a Marx en la mira, de hecho lo tiene, pero en una perspectiva antagonista, contra el cual construye otra teoría del poder, de la historia y de la subjetividad. Ni tampoco dejar de reconocer los méritos que la politización de las disciplinas y las instituciones efectuada por Foucault tiene, sino ponderarlos en una valoración global. En un contexto de “crisis del marxismo” los límites de un subjetivismo sin sujeto ni estrategia, que ve en la historia siempre “el conjunto aleatorio y singular del suceso” no podían dejarse de lado4. En una mirada retrospectiva Sazbón mostraba como ya en 1966 Foucault (y también Derrida) contraponían la herencia de Nietzsche con Marx abriendo la transición post-estructuralista (Sazbón, 2009)5. Evaluar la productividad o el eclecticismo de cada posición requiere un análisis más detenido del conjunto de obras producidas bajo el influjo de ellas, lo que a su vez requiere inmiscuirse en un análisis crítico del propio Foucault. La reconstrucción histórica propuesta es un marco promisorio que aporta elementos para una querella aún en curso ya que el contexto más reciente es uno en el que los conceptos foucaultianos de control social, biopolítica y gubernamentalidad (dominantes en los Cursos inéditos y otros materiales que siguen publicándose actualmente), siguen presentes generando usos y querellas metodológicas, teóricas y políticas. 141 Buenos Aires, Siglo XXI, 2015. Los números de página se indican entre paréntesis. “Ecos de la Guerra fría en el campo psi”, Juan Duarte, IdZ 28, abril 2016. Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. Foucault, Nietzsche, la genealogía y la historia, Valencia, Editorial Pre-textos, 2008. “Razón y método: del estructuralismo al postestructuralismo” en Nietzsche en Francia, Bernal, UNQUI Editorial, 2009. El orden global postdemocrático https://www.tni.org/en/node/22831 En la era de la globalización, la eliminación gradual de la toma de decisiones de las cámaras democráticas por parte de las élites de la Unión Europea sirve de plan de acción para la gobernanza postdemocrática en todo el mundo. Las personas progresistas deben ser ambiciosas y empezar a proponer ideas para un Gobierno mundial democrático como alternativa viable. Authors Leigh Phillips Estado del poder 2016 Después de la debacle griega y la domesticación por parte de la Unión Europea (UE) del Gobierno radical de izquierdas de Syriza de Alexis Tsipras, el debate sobre la naturaleza no democrática de la UE y si existe alguna posibilidad de reforma progresista se ha extendido ya a lo ancho del bloque europeo. De manera general, hay dos grandes posturas opuestas de la izquierda en Europa. La primera es que, a pesar del deplorable maltrato de la democracia griega por parte de la Troika, solo es un reflejo de la debilidad de la izquierda en cada uno de los 28 Estados miembros de la UE. El resultado es que el centro derecha controla las tres principales instituciones de la UE. Si la izquierda estuviera al timón en más países y, por tanto, en las instituciones de la UE, las cosas serían diferentes. Una versión de este argumento sostiene que no son las estructuras de la UE las que son defectuosas, ya que pueden reformarse; la responsable del desastre es la eurozona. Argumentan que la legislación aprobada por la UE en materia de medio ambiente, sanidad y seguridad, y derechos humanos es formidable. Está claro que Europa debe reformarse, pero la salida de la UE o su desintegración sería un cataclismo. Estas personas progresistas tienden a verse como internacionalistas y cosmopolitas, y previenen que salirse de la UE abriría las puertas a más nacionalismos y a la extrema derecha. La parlamentaria británica del Partido Verde y exparlamentaria europea, Caroline Lucas, acertó al sintetizar esta postura a principios de 2015 cuando advirtió de la postura prosalida —que se conoce comúnmente como Brexit— de las personas progresistas británicas: “Es fácil responsabilizar a la UE cuando la economía de libre mercado pisotea los Estados de bienestar de nuestro continente, pero son los Gobiernos como el nuestro los que han permitido que la UE sea sinónimo de más liberalización, desregulación y privatización”, dijo. “La izquierda perdió las últimas elecciones en Gran Bretaña, entregando a los tories un asiento en la mesa presidencial de Europa. Quizá deberíamos reflexionar sobre nuestras propias deficiencias con el fin de inspirar esperanza y unidad en vez de atacar a la UE.”1 Los defensores de la postura de ‘reforma’ añaden que, una vez fuera de la UE, los mercados apenas serían menos despiadados con la democracia de un país que la Troika. Aquí no se equivocan. La otra postura sostiene que la debacle griega no es más que el último episodio de una larga serie de normas democráticas incumplidas y que la UE es, estructuralmente, no democrática e irreformable. En consecuencia, la ruptura con la UE y la vuelta al Estado- nación están a la orden del día. Los defensores de esta postura alegan también ser internacionalistas, pero en gran medida entienden que la palabra significa solidaridad entre naciones más que el hecho de trascender el Estado-nación. Las pancartas que se colgaron en la Acrópolis y que rezaban “¡Pueblos de Europa, levantaos!” son emblemáticas de esta postura. Para estas personas, los pueblos de Europa son muchos, no uno solo; no hay un demos europeo. No se lo imaginan. No lo quieren. 142 Los defensores de la postura de ‘ruptura’ señalan también que la existencia de la UE ha impedido apenas el crecimiento del nacionalismo y la extrema derecha. Tampoco se equivocan en ese punto. Sin embargo, ambas posturas ignoran el tema clave: en la era de la globalización, la eliminación gradual de la toma de decisiones de las cámaras democráticas por parte de las élites de la UE sirve de plan de acción para la gobernanza postdemocrática en todo el mundo a escala global, continental, nacional y hasta local. La arenga debería ir más allá de la reforma (aunque esta sea bienvenida) o la ruptura (aunque esta sea necesaria) y reanudar la demanda de los indignados españoles en 2011 en contra de la austeridad y a favor de la democracia real, a todos los niveles de la sociedad, dentro y más allá del Estado-nación. La postdemocracia en la Unión Europea En primer lugar, quiero analizar la idea de que la UE refleja solo la política nacional y que el problema es la eurozona. Es más bien a la inversa. Los problemas de la eurozona son el resultado de una estructura no democrática subyacente. Una moneda única en una Europa auténticamente democrática que transfiere dinero de las regiones ricas a las pobres no causaría desequilibrios fiscales. Centrarse solo en la eurozona confunde el síntoma con la causa. La realidad es que las estructuras postdemocráticas que gobiernan la eurozona existen también a lo ancho de la UE y son anteriores a la introducción del euro. La Comisión Europea no se elige. Los miembros del Consejo de Ministros y su encarnación al máximo nivel, el Consejo Europeo, solo se eligen indirectamente y las leyes son elaboradas en secreto en el transcurso de sesiones a las que no se permite la entrada ni a la prensa ni al público. Los legisladores habituales del Consejo no son ni siquiera ministros nacionales, sino los diplomáticos trileros del Comité de Representantes Permanentes (COREPER) y las docenas de subcomités y grupos de trabajo que deliberan también en secreto, fuera del escrutinio de los electores. Los comités nacionales parlamentarios o congresuales operan generalmente a la luz pública, con la rara excepción de aquellos organismos que supervisan los diversos departamentos dedicados al espionaje exterior, a la vigilancia interna y a la estrategia bélica. En otras palabras, el hecho de gobernar de manera encubierta que se ha reservado históricamente a la supervisión de espías y asesinos, la investigación en armas químicas y nucleares y su adquisición, la bioseguridad y los tratados con Estados enemigos es ahora la norma cotidiana cuando en Europa se elaboran leyes relativas a las subvenciones agrícolas, la regulación de la industria y las finanzas y, sobre todo, los mercados laborales y los programas sociales. El presidente del Consejo Europeo —llamado a menudo ‘presidente europeo’— tampoco se elige; se le escoge, cual papa secular, tras puertas cerradas después de horas de tira y afloja entre jefes de Estado y Gobierno. La única institución elegida directamente de la fábrica de salchichas legislativa que es la UE —el Parlamento Europeo— no tiene derecho de iniciativa legislativa; es decir, no puede proponer ni aprobar leyes. Solo puede enmendar lo que la Comisión y el Consejo le envíen para su conformidad. Estos poderes son importantes y los grupos de presión de las empresas y de las ONG sienten tanta atracción por los escaños mellizos de Bruselas y Estrasburgo como por el Congreso estadounidense en Washington, pero al estar restringido de esta manera, el Parlamento Europeo no se parece a ningún otro Parlamento del mundo democrático. Los europarlamentarios no son representantes de un pueblo europeo soberano, sino los ‘recogepedos’ de los altos funcionarios de la tecnocracia de la UE. Si los votantes discrepan de las políticas de este ‘Gobierno’ europeo, no hay manera de revocarlo, ninguna elección general para ‘botar a los bastardos’. Pero si este Gobierno europeo no está de acuerdo con las preferencias de los votantes en las elecciones nacionales o los procesos consultivos, acosa por lo general a los líderes nacionales para que anulen los resultados de las elecciones, los referendos o los plebiscitos que no le plazcan. A los votantes irlandeses se les dijo que tenían que votar de nuevo después de rechazar los Tratados de Niza y Lisboa. El propio Tratado de Lisboa es la Constitución Europea con otro nombre, después de que los votantes franceses y holandeses la rechazaran en 2005. De la misma manera, la campaña para sacar la política fiscal —de hecho cualquier política— de la esfera de un auténtico debate parlamentario y colocarla en manos de los supuestos ‘expertos’ económicos, burócratas, diplomáticos y jueces del Tribunal de Justicia de la UE es común a todas las estructuras de la UE, no solo a la eurozona. Los 28 Estados miembros —no solo de la 143 eurozona— están sujetos al Pacto de Estabilidad y Crecimiento neoliberal que entró en vigor en 1998 y hace valer la ‘disciplina fiscal’. Y desde la crisis de la eurozona, toda la UE —no solo los Estados acogidos a la moneda única— ha buscado y conseguido una mayor integración en la política fiscal. Bajo el sistema del Semestre Europeo introducido en 2011, en el que la UE revisa las políticas fiscales nacionales, todos los Estados miembros deben someter sus planes económicos a Bruselas, no solo los Estados de la eurozona. Hay reglas ligeramente distintas para los países que no utilizan el euro, pero estas son más bien cosméticas. Asimismo, el endurecimiento de las reglas económicas que se impuso al amparo del Pacto Fiscal en 2012 —con una supervisión y multas más estrictas— se aplica a todos los Estados que no utilizan el euro, salvo a tres. La eurozona goza también de otras dos muestras de corrupción antidemocrática: los lores monetarios no elegidos del Banco Central Europeo y el Eurogrupo, un organismo que no tiene estatus jurídico, pero que se encuentra entre las entidades más poderosas del sistema europeo. La verdad es que no deberíamos hablar de la UE y de la eurozona como entidades distintas, sino solapadas; es decir, de una UE con una integración fiscal y monetaria postdemocrática. Hay cuatro categorías distintas que participan en el Pacto Fiscal europeo: los miembros de la eurozona, los que no son miembros de la eurozona, los que tampoco lo son pero están sujetos a las disposiciones fiscales pero no a las de coordinación económica, y los que no son miembros de la eurozona ni están sujetos a las disposiciones fiscales y de coordinación económica. Se espera que los tres Estados miembros que se encuentran fuera del Pacto Fiscal (Croacia, la República Checa y el Reino Unido) se adhieran a él en algún momento futuro y se les presiona constantemente para que lo hagan cuanto antes. No se trata solo de malas políticas que se podrían cambiar en el futuro; son tratados e instrumentos con carácter de tratado que transforman las mismas estructuras del Estado europeo, de tal manera que el neoliberalismo solo puede intensificarse. Esto se debe a que los contratos entre Estados están por encima de la democracia bajo el principio jurídico de pacta sunt servanda; es decir, ‘hay que cumplir los acuerdos’. “Cada nuevo Gobierno debe cumplir los acuerdos contractuales de sus predecesores”, como dijo el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, después de la victoria electoral de Syriza en enero de 2015. “Las elecciones no cambian nada.” El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo al mismo tiempo: “No cabe elección democrática en contra de los tratados europeos”. Elecciones sin rendición de cuentas Los defensores de las actuales estructuras de la UE señalan a menudo al Consejo de Ministros o al Consejo Europeo como supuesta prueba de mandato democrático porque al menos los ministros, primeros ministros o presidentes se eligen en sus propios países. De hecho, no faltan los apologistas que perdonan a personajes como Angela Merkel y Wolfgang Schäuble con el argumento de que la democracia griega no puede quedar por encima de la democracia alemana, con el propósito de defender cómo se ignoró descaradamente el mandato electoral de Syriza. Pero el problema es precisamente el Consejo. Funciona como una cámara legislativa, parecido a un Senado, pero no hay elecciones a este organismo. Es como si pudieras votar a tu diputado local, pero no se celebraran nunca elecciones generales. ¿Pero por qué representa esto un problema tan grande y por qué tiene consecuencias tan poco democráticas? Las elecciones generales —no locales o parciales— son el requisito imprescindible de una democracia, por dos razones. En primer lugar, porque los votantes necesitan con regularidad la oportunidad de ‘derrocar’ a sus gobernantes, no solo a su representante local. En unas elecciones generales, si el candidato local elegido no es miembro del partido o coalición de partidos que gana en todo el país, los votantes locales podrán quejarse, pero aceptan la voluntad mayoritaria y tendrán que convencer a sus conciudadanos en los siguientes cinco años de que no tenían razón. Esto no es posible en la UE. En cambio, a los elegidos no les queda más remedio que adaptarse al consenso preestablecido. En segundo lugar, los partidos que pretenden gobernar necesitan albergar cierto interés en apelar a todo el país o en este caso, a toda la Unión. En los Estados Unidos, por ejemplo, los políticos de los dos principales partidos apelan a los votantes de todos los estados. En cambio, los políticos (o 144 diplomáticos) alemanes del Consejo no apelan a los votantes griegos. A los políticos alemanes no les importa lo que ocurre en Grecia porque los griegos no les votan. Estos fenómenos son las dos caras de una misma moneda: la rendición de cuentas, que es la base de un Gobierno representativo. La rendición de cuentas no es un ‘asunto burgués’, ni el objeto de fascinación de constitucionalistas liberales y de escaso interés para progresistas o radicales. A medida que las estructuras de gobernanza se van liberando gradualmente de las restricciones democráticas, son más vulnerables a la captación por parte de las élites. Sin los controles populares sobre el poder, los ciudadanos empiezan a sentir que no hay forma de cambiar a quién los gobierna. Las elecciones generales ofrecen un control, permitiendo que el pueblo tenga la oportunidad, de forma regular, de alcanzar una ‘revolución pacífica’. Si se deniega esta oportunidad, entonces la revolución violenta, una vez más, es la única manera de deshacernos de nuestros gobernantes. La postdemocracia global Incluso Pascal Lamy, exjefe de la Organización Mundial del Comercio y excomisario europeo de Comercio, reconoce este problema, no solo en la UE, sino en todas las estructuras de gobernanza transnacionales que han surgido en las últimas décadas. Observa una diferencia entre la legitimidad democrática primaria de las elecciones legislativas y la ‘legitimidad secundaria’ de estos nuevos organismos. “La legitimidad de las organizaciones internacionales sigue siendo intrínsecamente westfaliana. Se basa en la democracia del Estado y solo prevé lo que llamo ‘legitimidad secundaria’, en oposición a la ‘legitimidad primaria’ conferida a la participación directa de los ciudadanos. El reto específico de la legitimidad en la gobernanza global consiste en abordar la toma de decisiones a nivel internacional, percibida como distante, sin rendición de cuentas e incuestionable directamente.”2 A la concepción de Lamy de la legitimidad secundaria, le podemos añadir la del sociólogo polaco Zygmunt Bauman de una ‘crisis de voluntad’ en las relaciones internacionales para describir el actual callejón sin salida: “El matrimonio entre el poder y la política que se firmó en Westfalia ha quedado sin efecto. Mientras la política (la capacidad de decidir qué cosas deberían hacerse) se limita al Estado-nación, el poder (la capacidad de que se hagan las cosas) se ha trasladado al ámbito supranacional. La consecuencia es una crisis de voluntad: los Estados están enredados internacionalmente y pierden su soberanía, mientras los mercados globales no se dejan ni aconsejar ni supervisar. Reducir la brecha entre el ámbito de la interdependencia y el alcance de las instituciones llamadas a servirla es el mayor desafío de nuestros tiempos”. 3 Este tipo de estructuras internacionales de gobernanza postdemocráticas —el ‘intergubernamentalismo’ sin elecciones— prolifera hoy como la mala hierba en casi todos los campos de la política: desde el FMI, el Consejo de Seguridad de la ONU y el G7 a la OMC y la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por su sigla en inglés), la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas e incluso la Comisión Ballenera Internacional. Estamos viviendo en la era de la construcción de una arquitectura de gobernanza global —sin duda necesaria teniendo en cuenta los problemas globales a los que nos enfrentamos— pero exenta de una democracia global o, más bien, con una antipatía hacia esta. El camino a seguir en un orden postdemocrático La UE es el organismo más desarrollado de todos los que padecen la legitimidad secundaria y, por tanto, merece mayor escrutinio. Como hemos visto, la UE y no solo la eurozona es una afrenta a las normas parlamentarias democráticas que la izquierda ha luchado por conseguir, defender y mejorar desde hace más de dos siglos. Sus estructuras no son reformables; de hecho, las mismas estructuras funcionan para vacunarse contra las reformas progresistas. Si la reforma es imposible, entonces el derrocamiento se hace necesario. Igual que con los colonos estadounidenses en 1776, que partieron de la posición de pedir al rey y acabaron librándose de él, debemos reconocer que se impone el divorcio. En el caso de Grecia significa Grexit y, en el caso del Reino Unido, Brexit. Sin embargo, las personas progresistas están algo confusas. En tiempos de crecimiento, los Gobiernos socialdemócratas distribuyen los despojos con más justicia que los Gobiernos de la derecha. En tiempos de crisis o estancamiento, es el dolor lo que distribuyen más justamente. Los partidos socialdemócratas nunca preguntan por qué hay crisis o estancamiento, ya que esto 145 requeriría una crítica sistémica y extranacional, una crítica considerada inaceptable desde hace 25 años. Pero al mismo tiempo, comprenden que no pueden cumplir su promesa histórica. En una economía globalizada, la socialdemocracia que caracterizó al período 1940-1970 ya no es posible, ni siquiera en las grandes economías. La fuga de capitales y el sabotaje económico domarán rápidamente a un Gobierno de izquierdas. Sabemos esto desde principios de la década de 1980 y la derrota del Programa Común de Mitterrand, el último aliento del auténtico keynesianismo de la posguerra; es decir, un conjunto de grandes obras públicas, un aumento importante del gasto social, nacionalizaciones industriales y de la banca, reducción de la jornada laboral, ampliación de las vacaciones pagadas, jubilación a los 60 años y un impuesto solidario sobre el patrimonio. En las grandes economías como los Estados Unidos, China o Europa, un programa socialdemócrata tradicional podría todavía ser viable, capaz de resistir las hondas y flechas de los mercados globales, pero no lo sabemos con seguridad. La debacle griega es la prueba de que, en una economía globalizada, incluso los Gobiernos a la izquierda de la socialdemocracia, como Syriza, deben capitular. Sería el caso de un Gobierno de Podemos en España o un Gobierno liderado por Corbyn en el Reino Unido. Y esta barrera infranqueable existe también para la izquierda extraparlamentaria; la acción comunitaria solidaria es necesaria, pero la práctica de la calle tiene claras limitaciones, por ejemplo cuando no se pueden comprar medicinas fabricadas en otro lugar. Para Grecia, imaginar que fuera de la eurozona los mercados podrían ser más amistosos que las estructuras de la UE es una quimera. La catástrofe está asegurada, sea dentro o fuera del euro o de la UE. El exministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis, tenía toda la razón cuando avisaba de los peligros del Grexit, aun reconociendo que, hasta cierto punto, puede ser la única opción que queda. ¿Cómo, entonces, son reconciliables estos dos hechos: que la política nacional sea impotente y la necesaria ruptura con la irreformable UE? La respuesta es que la política nacional ya no es útil, incluso bajo la forma de un Syriza o sus homólogos en otras partes de Europa, y que en el medio plazo los partidos europeos a la izquierda de la socialdemocracia, tanto dentro como fuera de la UE, deben fundirse en un único partido extranacional con un programa común: unos Estados Unidos de Europa sociales y democráticos, reconstruidos de nuevo y desde abajo. No existe foro parlamentario que pueda conseguir esto. El Parlamento Europeo, como hemos argumentado más arriba, no tiene poderes para la iniciativa legislativa. La falta de elecciones generales al Consejo descarta a este organismo como espacio de reforma. Solo se conseguirá mediante una decisiva victoria paneuropea de las fuerzas sociales. El contexto global Y debemos extender este argumento con respecto a la red emergente de estructuras intergubernamentales de gobernanza global. El principal argumento de los opositores al TTIP entre Europa y los Estados Unidos, y su ‘hermano pequeño’, el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA por su sigla en inglés) entre la UE y Canadá, no es que mine las normas de seguridad, derechos laborales, protección ambiental y las normas alimentarias, aunque sí hagan todo esto. El argumento es que los acuerdos son una amenaza para la democracia por la inclusión del concepto de solución de controversias inversorEstado (ISDS por su sigla en inglés), similar al del capítulo 11 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y muchos otros tratos comerciales que establecen de hecho un sistema jurídico extranacional que permite a las corporaciones demandar a los Gobiernos si creen que la legislación interna de los países limitará los beneficios previstos. En un ejemplo reciente del fenómeno, el grupo Veolia —una multinacional francesa de servicios de agua— está demandando al Gobierno egipcio por un aumento del salario mínimo, sirviéndose a este efecto de una cláusula de ISDS en un tratado de inversión entre Francia y Egipto. La afrenta aquí no es la posibilidad de una reducción del salario mínimo, sino que jueces no elegidos de un tribunal comercial, sirviéndose de las disposiciones de un tratado, tengan la capacidad de invalidar legislación promulgada democráticamente. Y aquí es donde debemos parar y reflexionar una vez más sobre los argumentos de las personas que defienden la UE por sus supuestas protecciones progresistas en temas como medio ambiente, sanidad y seguridad, y derechos humanos. Si se ha de combatir la invalidación de leyes aprobadas democráticamente, entonces se debe combatir lo que es esencialmente lo mismo, la imposición de 146 legislación no democrática. Si algo no es democrático, no lo es gusten o no sus resultados. De manera que cuando muchos activistas ambientales pedían que el resultado de las negociaciones de la UNFCCC celebrada en París en diciembre de 2015 fuera legalmente vinculante — con el fin de que los países estuviesen obligados a promulgar acciones estrictas de mitigación de los gases de efecto invernadero, supuestamente mediante la imposición de multas a los Estados infractores— quizá se entienda por qué querían una medida tan estricta. Está claro que el cambio climático plantea una grave amenaza para nuestro modo de vida. Pero al pedir tal sanción postdemocrática, no se diferencian del Banco Central Europeo cuando derrocó a Silvio Berlusconi en 2011. Berlusconi es un villano de primer orden, pero era tarea de los votantes italianos, no de banqueros no elegidos, quitarlo de en medio. Pero el cambio climático, así como la economía europea y muchas otras áreas normativas, desde el comercio a internet, pasando por la biodiversidad, la resistencia a los antibióticos y la prevención de colisiones de asteroides que rondan la tierra, son fenómenos que cruzan muchas fronteras. Hay un montón de tratados, organizaciones y agencias que configuran el andamiaje de la estructura emergente de gobernanza global y regulan y supervisan todo, desde las armas nucleares a la pesca del mero, y todos ellos encarnan un ‘intergubernamentalismo’ no elegido. La crisis financiera de 2007 a 2008 fue testigo de la profusión de los G: el G7, el G8, el G20 y una multitud de otros grupos, comités y clubes, tanto formales como informales, que pretenden impedir que la economía global se estrelle contra las rocas. Y estos temas deberían regularse con leyes. Entonces ¿cómo hemos de decidir qué hacer, qué políticas adoptar, que atraviesen fronteras pero de manera democrática? Hay muchas personas que argumentarán que, a causa de la necesidad vital de una gobernanza transfronteriza de estas materias, no tenemos más remedio que aceptar estas estructuras postdemocráticas por el momento. Hay otras que exigirán que se eliminen precisamente por su carácter no democrático. Este binario es el equivalente global de la divergencia entre las personas que defienden la reforma de la UE y las que defienden la ruptura con la UE. Aquí también, como con el llamamiento para derrocar la UE y construir unos Estados Unidos de Europa, debemos empezar a albergar mayores ambiciones. La red de estructuras intergubernamentales postdemocráticas debe ser reemplazada por una verdadera democracia global. Las élites reconocen que hay muchas áreas más allá del Estado-nación que necesitan regularse, pero están poco dispuestas a someter la toma de decisiones al proceso democrático por temor a que el pueblo pueda votar de forma equivocada. Una cosa es que la derecha pierda unas elecciones nacionales y otra muy distinta que la derecha pierda el mundo entero. De manera que las personas progresistas deben empezar a medir su ambición al proponer ideas para que un Gobierno mundial democrático sustituya la gobernanza mundial postdemocrática. Por definición, no puede imponerse desde arriba, sino ganarse desde abajo. Desde hace décadas, quizá cientos de años, la izquierda argumenta que algún día se alcanzaría la democracia global, pero hasta ahora siempre ha sido algo del futuro lejano, un sueño abstracto, el canto nostálgico de La Internacional. Pero ya no es abstracto. Está sucediendo. Ahora es el momento de empezar a discutir qué aspecto tendría de verdad la democracia global y construirla. Este ensayo presenta una adaptación, revisada y ampliada, de argumentos ya publicados en las revistas Red Pepper, Statewatch y el periódico digital Euobserver. Notas 1. Disponible en: http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/jul/16/greece- progressivereform-europe-david-cameron 2. Discurso realizado en el Instituto Universitario Europeo en Florencia el 19 de enero de 2011, https://www.wto.org/english/news_e/sppl_e/sppl187_e.htm 3. Conferencia impartida en el Instituto Van Leer de Jerusalén el 20 de febrero de 2013, https://www.youtube.com/watch?v=9l4tUtubtqU Colombia y el Paro General: La piel insumisa de los pueblos 147 “Y el pueblo llene las calles vacías con sus frescas y firmes dimensiones” Pablo Neruda Cortesía de Andrés Figueroa Cornejo Andrés Figueroa [email protected] En medio de una de las más brutales ofensivas del imperialismo norteamericano en contra, tanto de los gobiernos progresistas de Nuestramérica (Venezuela) como de las democracias representativas no sujetas al cordón pentagonista del Pacífico latinoamericano (Brasil), los pueblos de Colombia en paro general desde el 30 de mayo pasado, ofrecen resistencia pacífica creciente. La llamada Minga Nacional, Étnica y Popular, a velocidad lumínica, dejó de limitarse a los sujetos y territorios rurales y como espuma y humanidad en lucha, se extiende por las principales capitales y ciudades de ese país nuestro. El mal gobierno liderado por Juan Manuel Santos apostó a la muerte y al crimen mediante el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y al Ejército, restando la vida de, hasta ahora, tres indígenas, contando a cientos de detenidos/as ilegalmente y heridos de gravedad, como a personas desaparecidas, y haciendo uso hasta de municiones de fragmentación no convencionales, prohibidas internacionalmente. Sin embargo, los de abajo no se intimidaron. La piel azul y plural de las y los oprimidos de Colombia se resuelve en superioridad numérica y cualitativa. Las y los negros del Puerto de Buenaventura, los trabajadores del petróleo y del transporte de carga, los estudiantes y ambientalistas, se agregaron en los últimos días a los más de cien puntos estratégicos movilizados por la sociedad civil organizada y desarmada, que ya cubren la totalidad de la geografía colombiana. La inmensa mayoría de América Latina y el mundo desconoce que la actual Colombia alzada tras la conquista de sus derechos sociales elementales no tiene ninguna relación orgánica con las guerrillas (Fuerzas Armadas Revolucionarias, FARC, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN), las cuales, de manera diferenciada, sostienen mesas de diálogo por la paz con la administración gubernativa de turno desde hace tiempo. Con fines represivos y tendientes a confundir a la opinión pública de dentro y de fuera del país, ha sido el oficialismo desde el Estado corporativo, oligarca y rentista de Colombia quien ha usado los medios de comunicación dominantes (que les pertenecen) para castigar y maldecir a la sociedad de personas comunes en resistencia. Lo que persigue la Minga en acción es la fundación de un espacio complementario y distinto al de las mesas del gobierno con las insurgencias político-militares. En consecuencia, nunca el paro general en curso ha sido el resultado de la “reconversión mágica y por sustitución” de las fuerzas guerrilleras transformadas en pueblo protagonista e inerme. La gente común y corriente, y organizada en agrupaciones independientes de las insurgencias es la que hoy llena e interrumpe con su movimiento las carreteras, calles, ciudades, oficinas, fábricas, caseríos, universidades y puertos. --Colombia funciona como un todo en cuyo vientre se desenvuelven las clásicas contradicciones del capitalismo de los siglos XX y XXI, propias de los territorios 148 periféricos y dependientes respecto de las economías centrales del capital. Por eso la demanda capilar de la Minga es la paz con justicia social y ambiental. Los pueblos colombianos no viven en un mundo paralelo, distinto al de quienes han optado por el camino de la lucha político-militar y en la actualidad, complejamente, llevan conversaciones con el gobierno para la paz. Esto es, la sociedad civil, las y los comunes, auto-valentes y conciente de sus intereses históricos, se moviliza ampliamente porque las causas estructurales (económicas, políticas, sociales, étnicas, culturales, medioambientales, etc.) que originaron las insurgencias, son las mismas que sufren las mayorías. Haciendo eco de la declaración emitida por la solidaridad internacionalista de las organizaciones populares de Chile con los pueblos de Colombia, “La sociedad civil y organizada de Colombia hoy lucha por sus derechos sociales básicos: tierra, agua, trabajo seguro y decente, inclusión social, participación política, autodeterminación de los pueblos, infancia digna, soberanía alimentaria y soberanía nacional, pluri-cultura y pluri-etnicidad, educación y salud de excelencia, vivienda, seguridad social, resguardo del medioambiente y de los recursos naturales”. No hay misterio detrás de la Minga. Su batalla pacífica tiene la finalidad meridiana de una Colombia en paz y con un proyecto de desarrollo que en síntesis arribe a una democracia radical, participativa e inclusiva multidimensionalmente. ¿Será larga esa batalla? Tan larga y proporcional a la fuerza social que logren acumular los pueblos para derrotar la versión más endemoniada del capitalismo financiero y extractivista que azota al país, sin olvidar nunca el desmontaje necesario de la industria transnacional del narcotráfico y del paramilitarismo asesino. Asimismo, el Congreso de los Pueblos de Colombia, una de las fuerzas-eje de la Minga Nacional, señala que una eventual Mesa Social para la Paz con el gobierno debe contemplar los cambios en materia de “la doctrina militar, el tratamiento a la protesta social, la política de seguridad, una agenda humanitaria para atenuar los impactos de la guerra, la situación de las víctimas del conflicto armado y de las legislaciones de despojo, garantías para ejercer el derecho a la oposición, las problemáticas alrededor de la tierra y los territorios, el derecho a una ciudad digna, los bienes comunes, los derechos de la madre tierra, el empleo y los derechos del pueblo”. El horizonte político y su programa concreto no provienen ni de la academia ni de vanguardias auto-proclamas: emergen volcánicamente del movimiento real de la lucha de clases ampliada y de alta densidad, y es original y originaria en forma y contenido. Como fruto de un árbol maduro que no ceja de resistir una y otra vez condicionado por un lugar y un tiempo determinado. Por lo demás, los pueblos de Colombia no son satélite de ninguna potencia mundial. Ellos deciden y actúan por sí mismos, aleccionando a cierta ‘izquierda’ que teme a la libertad y a la incertidumbre, categorías constituyentes de la vida real, y conservadoramente se acuartelan en los convenientes y confortables relatos y conductas políticas del posibilismo, el acomodo y la corrupción legalizada. --A la hora en que finaliza la redacción del presente artículo, la vocería unida férreamente de la Cumbre Nacional Agraria, Étnica y Popular, en el marco de la protesta general indefinida y pacífica, se reunió en la ciudad de Cali con los ministros del Interior y de Agricultura del gobierno. En este primer contacto 149 entre las partes se acordaron oficialmente lasgarantías en Derechos Humanos y la legitimidad de la protesta en términos de no más agresiones de la fuerza pública a las personas movilizadas en todo el territorio nacional; la reactivación de la Comisión de Derechos Humanos conjunta con el Ministerio del Interior en acompañamiento de la Defensoría del Pueblo y las Naciones Unidas (ONU); y el intercambio de propuestas para la instalación y metodología de negociación para la Mesa Única. No obstante, de manera paralela e incumpliendo los acuerdos recién convenidos, continúan los “fuertes hostigamientos, represión y abusos de autoridad por parte de la fuerza pública (ESMAD, Ejército y Policía) con armas convencionales y no convencionales en contra de las comunidades concentradas en los diferentes puntos del país, entre los más críticos: Cauca; Quinamayó-Santander de Quilichao; El Túnel-Cajibío, Los Robles-Timbío, en Cesar; San Martín, Besotes, Agua Chica, La Mata, La Gloria, en Santander; La Lisama, Barrancabermeja, en el Norte de Santander; Berlín, en Valle; La Delfina, Buenaventura, en Nariño; Pedregal-Ipiales, en Huila; Bruselas-Pitalito, El Hobo, Uraba Antioqueño; escenarios donde aún no ha llegado la defensoría del pueblo y las entidades de derechos humanos internacionales como se acordó con Gobierno Nacional en el primer punto (…) haciéndose evidente el incumplimiento del gobierno y agudizándose así la afectación y violación de los derechos humanos y el derecho legítimo de los pueblos a la movilización social, ahora víctima de la fuerza pública colombiana, la cual ha venido dándole un tratamiento de guerra a las y los manifestantes”. Pero no existe por parte del poder y la opresión la violación de los compromisos sin el uso y abuso de los medios de comunicación hegemónicos y de su propiedad. La vocería unida de la Cumbre Agraria en lucha denunció que “nos encontramos con diferentes posturas y declaraciones del gobierno nacional que buscan dividir y desinformar a la opinión pública, afirmando que tienen toda la disposición, pero que es la Cumbre Agraria la que está dividida y que no está lista para iniciar el diálogo. (Al respecto) rechazamos y desmentimos categóricamente esas afirmaciones y declaramos nuestra disposición al diálogo con presencia de garantes de la Cumbre, ONU, Defensoría del Pueblo, Congresistas y la Iglesia, así como las condiciones acordadas en términos de garantías humanitarias y logísticas para la movilización, acentuando nuestra posición de unidad, cohesión y trabajo conjunto de cara a un escenario único de negociación”. Del mismo modo, la Cumbre Agraria termina saludando “las manifestaciones de apoyo y de movilización que vienen realizando estudiantes, camioneros, sindicatos, pobladores en diferentes momentos y regiones, y hacemos un llamado a toda la población colombiana a lo largo y ancho del país a tener conciencia colectiva, a entender y solidarizarse con esta justa lucha del campo colombiano que busca reivindicar los derechos de todos y todas a tener una vida digna, justa, respetuosa de los territorios y el ambiente, que garantice la soberanía alimentaria con frutos sanos de la tierra y economías justas para nuestros productores agrarios”. Ahora mismo en América Latina, la piel profunda e insumisa de las y los comunes se concentra en la resistencia y movilización de los pueblos de 150 Colombia. Miren su estatura. Ocurre aquí y ahora, no en otra época, no en otra plaza. Que esta humanidad encendida alumbre ejemplarmente cada corazón nuestroamericano y mundial, indígena y mestizo, negro y amarillo y blanco, citadino y campesino. La lucha por la supervivencia y porvenir justiciero del género humano es una sola. Y en el instante mismo en que acaban estas palabras, se condensa paradigmática y amorosamente en todos los territorios de Colombia insumisa. Centroamérica y la reconfiguración regional JULIETA GRASSETTI* http://coyuntura.sociales.uba.ar/centroamerica-y-la-reconfiguracion-regional/ La continuidad de proyectos populares en Centroamérica frente al avance de la derecha neoliberal en el Cono Sur. El riesgo de la desintegración política y económica de la región ante las complejidades de Venezuela. Coincidencias y contrastes de América Latina y el Caribe actual. Elecciones-RDEl 15 de mayo pasado se realizaron elecciones presidenciales en República Dominicana, además de renovarse la totalidad de diputados, senadores y autoridades municipales. Danilo Medina, candidato oficialista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) obtuvo una clara victoria con el 61,74% que representan 2.847.414 votos, mientras que el candidato opositor, proveniente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, logró un 34,98%. Con este resultado, Medina logró la reelección que le permitirá continuar con su programa de gobierno iniciado en 2012 y el PLD conquistó un amplio margen en el congreso y en los municipios. De un total de 32 senadores, logró ocupar 28 bancas y al menos 80 en diputados, frente a los 34 que obtuvo el partido opositor PRM. Del mismo modo, de los 155 municipios, el PLD y aliados lograron la elección de 108 alcaldes. Más allá de los reclamos por irregularidades y las solicitadas frente a la Junta Electoral del Distrito Nacional (JEDN) por la nulidad de las elecciones, el apoyo de los dominicanos al PLD es indiscutible. Con este triunfo, el partido acumula cuatro triunfos, lo que implicaría para el final del mandato de Medina, 16 años ininterrumpidos en el poder. Esto marca una particularidad en la historia de la democracia en República Dominicana; ningún otro partido había logrado cuatro victorias consecutivas. Más allá de los reclamos por irregularidades y las solicitadas frente a la Junta Electoral del Distrito Nacional (JEDN) por la nulidad de las elecciones, el apoyo de los dominicanos al PLD es indiscutible. ortegaEl caso de República Dominicana no es, sin embargo, el único en la región. La reelección de Medina refuerza una tendencia en Centroamérica a la continuidad de proyectos populares. El próximo 4 de junio el Frente Sandinista de Liberación Nacional elegirá su candidato presidencial para los comicios que se celebrarán en Nicaragua en noviembre de este año. Daniel Ortega, actual presidente, es uno de los candidatos indiscutibles para aspirar a una nueva reelección. Tras largos años de elecciones consecutivas ganadas por el histórico Partido Liberal reorganizado, con Arnoldo Alemán (1997-2002) primero, y Enrique Bolaños (2002-2007) en las elecciones presidenciales de noviembre de 2006, Daniel Ortega fue electo presidente. El regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se propuso romper con la derecha liberal que aplicó por casi diecisiete años las medidas del Consenso de Washington. La reelección de Medina refuerza una tendencia en Centroamérica a la continuidad de proyectos populares. El próximo 4 de junio el Frente Sandinista de Liberación Nacional elegirá su candidato presidencial para los comicios que se celebrarán en Nicaragua en noviembre de este año. Daniel Ortega, actual presidente, es uno de los candidatos indiscutibles para aspirar a una nueva reelección. fslnEn el año 2011 se presentó un polémico recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia contra el artículo de la Constitución que prohíbe una reelección consecutiva y expresa que no se puede ser electo en más de dos ocasiones para el mismo cargo. La Sala Constitucional resolvió que esta norma era inaplicable, permitiendo que Ortega se presentara en las elecciones presidenciales de 2011. Así, fue reelecto para el ejercicio del cargo hasta 2017. En noviembre próximo se elegirá 151 presidente, vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen). En 2007 Ortega ganó con el 38% de los votos y en 2011, luego de la cuestionada maniobra jurídica, fue reelecto con un 62,45% de los votos. La última modificación constitucional, refrendada en 2014, establece la reelección presidencial indefinida, por lo que habrá que ver cómo se organiza el mapa electoral. Ortega aún no ha confirmado si aspira a su reelección, pero tampoco parece dispuesto a ceder el poder. Todo indicaría que las condiciones actuales de Nicaragua garantizarían su triunfo. Por otro lado, el FSLN no cuenta con adversarios fuertes. La posible oposición políticaelectoral se encuentra dividida: el candidato liberal Eduardo Montealegre reconoció que esta no está en condiciones de presentar pelea. cerenOtro caso claro de continuidad en la región es el de El Salvador. En las elecciones de 1994, 1999 y 2004 resultó triunfante el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Luego de casi 20 años de un ciclo de gobiernos de derecha, en 2009 triunfó el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, que venció a Rodrigo Ávila, candidato de ARENA. Los resultados de las elecciones de 2014 en El Salvador dieron por ganadora a la fórmula presentada por el FMLN, integrada por Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz con un 50,11% de los votos en segunda vuelta. Los candidatos del partido ARENA, Norman Quijano y René Portillo Cuadra obtuvieron un 49,89%. Este triunfo ajustado permitió que con Cerén el FMLN pudiera dar continuidad, por al menos cuatro años más, al proyecto iniciado en 2009. Otro caso claro de continuidad en la región es el de El Salvador. […] Después de casi 20 años de un ciclo de gobiernos de derecha, en 2009 triunfó el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). […] Los resultados de las elecciones de 2014 en El Salvador dieron por ganadora a la fórmula presentada por el FMLN. A diferencia de las experiencias de repliegue que experimentan los procesos en Argentina y Uruguay y la ofensiva concreta de la derecha en los casos de Brasil y Venezuela, en Centroamérica, paradójicamente hay un clima de estabilidad. Los proyectos iniciados en los tempranos años 2000 siguen teniendo legitimidad en la región. La derecha en estos países se encuentra condicionada y si bien los casos son distintos, en este momento no articulan una fuerte ofensiva contra los proyectos populares. Esto probablemente se debe, en parte, a las divisiones entre los partidos de oposición y otros factores internos que no conducen a una contraofensiva articulada. No obstante, es menester señalar que uno de los primeros “golpes blandos” en la región sucedió en Honduras en 2009. Este golpe de Estado, no casualmente, está vinculado a la decisión de Zelaya de incorporarse a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). A diferencia de las experiencias de repliegue que experimentan los procesos en Argentina y Uruguay y la ofensiva concreta de la derecha en los casos de Brasil y Venezuela, en Centroamérica, paradójicamente hay un clima de estabilidad. […] La derecha en estos países se encuentra condicionada y si bien los casos son distintos, en este momento no articulan una fuerte ofensiva contra los proyectos populares. Handout picture showing Maduro and Ceren in CaracasEl acercamiento de República Dominicana, Nicaragua y El Salvador a los países del bloque ALBA, CELAC y UNASUR se fue intensificando en los últimos años. El caso más claro en este sentido es el del gobierno de El Salvador. Sánchez Cerén se sumó a Venezuela en su decisión de “desconocer” el nuevo gobierno de Michel Temer en Brasil, entendiendo que la separación de Dilma Rousseff de la presidencia fue un claro “golpe de Estado”. Sanchez Cerén, al igual que el gobierno de Nicolás Maduro, pidió el retorno de la embajadora de su país en Brasilia, Diana Marcela Vanegas. Por otro lado, el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, criticó fuertemente la iniciativa de la OEA de activar la Carta Democrática ante la situación de crisis venezolana. La crítica al proceso brasileño y el claro apoyo a Maduro por parte de estos gobiernos centroamericanos es un elemento destacado en la región latinoamericana. Mientras estos gobiernos dieron un guiño a los gobiernos de Dilma y Maduro, el gobierno de Mauricio Macri busca un acercamiento con la Alianza para el Pacífico. El repliegue de los gobiernos populares en América Latina supuso una reconfiguración regional en torno a los apoyos y acercamientos a los organismos internacionales. 152 Mientras estos gobiernos dieron un guiño a los gobiernos de Dilma y Maduro, el gobierno de Mauricio Macri busca un acercamiento con la Alianza para el Pacífico. centroamericaEl interrogante que se plantea es el futuro de estos países centroamericanos en caso de un agravamiento de la situación política en Venezuela. El claro vínculo económico que une a estos países a través del ALBA se vería afectado. La preeminencia que ha tenido Venezuela en la región en estos años haría tambalear, en un efecto dominó, a los gobiernos centroamericanos que muestran hasta hoy cierto equilibrio. El desafío de Medina, Cerén y Ortega será hacer frente al debilitamiento de países que son pilares en la integración regional y fueron de gran apoyo para República Dominicana, El Salvador y Nicaragua. El interrogante que se plantea es el futuro de estos países centroamericanos en caso de un agravamiento de la situación política en Venezuela. […] El desafío de Medina, Cerén y Ortega será hacer frente al debilitamiento de países que son pilares en la integración regional y fueron de gran apoyo para República Dominicana, El Salvador y Nicaragua. La derecha busca la reconquista neoliberal en toda América Latina. El triunfo de Macri en Argentina consolidó el avance de la derecha en el Cono Sur, operando como condición de posibilidad del proceso abierto contra el gobierno de Dilma en Brasil y posicionándose cada vez más cerca del bloque de la Alianza para el Pacífico, con lo que esto implica en términos políticos. Si las complejidades en la situación venezolana se profundizan y la derecha logra consolidar posiciones, esto significará un fuerte giro en la región centroamericana. La integración política y económica de República Dominicana, Nicaragua y El Salvador se vería necesariamente afectada ante un hipotético escenario de derechización política en la República Bolivariana. *Socióloga. CONICET/IEALC © Copyright 2016 Inés, All rights Reserved. Written For: Cuadernos de Coyuntura El académico Noam Chomsky analiza los últimos acontecimientos “Lo sucedido en Brasil es un golpe de Estado blando” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213143 Bárbara Schijman Página/12 A pocos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el académico analiza el fenómeno Trump y advierte cómo el miedo posibilitó su éxito. También repasa la política exterior de su país a partir de la visita de Obama a Cuba, los refugiados en Europa y la actualidad de América Latina. Figura destacada de la lingüística del siglo XX y considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes, Noam Chomsky nació el 7 de diciembre de 1928 en Filadelfia, Estados Unidos. Es, asimismo, ampliamente reconocido por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos. A pocos meses de las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 8 de noviembre en su país, Chomsky reflexiona sobre el resultado de las primarias, 153 esboza posibles razones del éxito obtenido por Donald Trump, e introduce el “miedo” como variable de peso. El académico se refiere, además, a la política exterior norteamericana a partir de la visita de Barack Obama a Cuba, la situación por la que atraviesan miles de refugiados en Europa, la actualidad de América Latina, y el “golpe blando” a Dilma Rousseff. –¿Cuál es su análisis con respecto al resultado de las elecciones primarias en Estados Unidos? –La característica más llamativa ha sido la fuerte oposición popular a los programas neoliberales de la generación anterior, y el declive de la democracia que ha funcionado asociada con ellos. En ambos partidos, el “establishment” está siendo atacado por fuerzas que resienten amargamente estas políticas, y con razón. Del lado republicano, el establishment ha sido capaz de destruir candidatos que surgieron de la base, como sucedió con Michele Bachmann, Herman Cain, Rick Santorum, y nominar a su propio hombre, Mitt Romney. Esta vez fue diferente. Ahora están atascados con un candidato que ellos mismos ven como una pesadilla. Del lado demócrata, Bernie Sanders ha tenido un éxito considerable en promover un programa al estilo del New Deal, el cual, de hecho, tiene un apoyo popular muy importante. Y, notablemente, lo ha hecho sin depender incluso de las concentraciones de poder económico privado para el financiamiento masivo que suele dominar el sistema electoral. Claramente, la clase obrera masculina blanca que apoya a Donald Trump está cometiendo un grave error. –¿Por qué? –Más allá de cierta retórica, las políticas que él propone son gravemente perjudiciales a los intereses de esa misma clase obrera (y más que eso incluso). Pero sus quejas son reales y comprensibles, y de forma significativa se superponen con aquellas de los diferentes sectores que están apoyando a Sanders. Hay un desarrollo de los acontecimientos similar en Europa, por razones un tanto afines. El neoliberalismo ha sido una maldición para la población en general, en todas partes; un asunto que no requiere elaboración alguna si pensamos en América Latina. –¿Cómo se compone hoy el electorado de Trump? –Haciendo a un lado elementos racistas, ultranacionalistas, y fundamentalistas religiosos (que no son menores), los partidarios de Trump son en su mayoría blancos de clase media-baja, de la clase trabajadora, y con menor educación, gente que ha sido dejada de lado durante los años neoliberales. Su popularidad es, en cierta medida, alimentada por el miedo arraigado y la desesperanza que pueden ser causados por un aumento alarmante en los índices de mortalidad para una generación de escasa educación. Que la mortalidad esté aumentando 154 en estos sectores es una cuestión desconocida en las sociedades desarrolladas, y un signo de profundo malestar social. Los salarios reales de la población masculina están a nivel de la década de 1960. El crecimiento económico ha ido a los bolsillos de una pequeña minoría, que vive en un mundo diferente de la gran masa de la población. La inseguridad laboral ha aumentado y esto ha sido el fruto de una decisión consciente. –¿Podría ampliar esto último? –El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, llegó a explicar al Congreso que sus éxitos en la gestión de la economía, que condujo a un desastre global, se basaron en una “creciente inseguridad laboral”; una noticia maravillosa porque significa que las personas que trabajan ni siquiera tratan de conseguir una porción de la torta, y las ganancias para los ricos son seguras. En este sentido, si los trabajadores carecen de seguridad y viven vidas precarias seguramente renuncien a sus demandas. No intentarán conseguir mejores salarios. Esto es lo que, técnicamente hablando, Greenspan llamaba una economía “saludable”. Es evidente que las opiniones de los trabajadores y los pobres son prácticamente ignoradas en el sistema político, que responde casi en su totalidad a los poderosos, como demuestran todos los estudios que se hacen a este respecto. Están indignados y lo están con razón, pero como suele suceder, están dirigiendo su rabia contra minorías todavía más victimizadas que ellos: los inmigrantes y otros grupos víctimas de un “bienestar tramposo” (todo tipo de personas que de alguna manera se cree que están recibiendo lo que no están recibiendo) inventados por la propaganda de la derecha. –¿Qué rol jugó la apelación al miedo como estrategia electoral? –En el caso de Trump, parece que su atractivo se basa en ideas de pérdida y de miedo. El ataque neoliberal a las poblaciones del mundo no ha dejado de afectar a Estados Unidos. La mayoría de la población se ha estancado o sufrido algún deterioro, mientras que se ha acumulado una riqueza impresionante en pocos bolsillos. También es importante advertir que Trump obtiene un importante apoyo de nativistas y racistas. Sus partidarios, en su gran mayoría blancos, pueden ver que está desapareciendo la imagen que guardan de una sociedad dirigida por blancos. –Hace poco evocó al surgimiento de Hitler para referirse al de Trump. ¿En qué sentido lo hizo? –Voy a citar lo que dije: en un libro de hace más de una década yo citaba al eminente académico de la historia alemana Fritz Stern, que escribió en el periódico de la clase dominante Foreign Affairs sobre “la decadencia en Alemania que iba desde la decencia hasta la barbarie nazi”. Stern sostenía lo 155 siguiente: “Hoy me preocupa el futuro inmediato de Estados Unidos, el país que acogió a los refugiados de habla alemana en la década de 1930”, incluido él mismo. Con unas repercusiones para el aquí y ahora que no podrían pasar desapercibidas a ningún lector atento, Stern examinaba el demoníaco llamamiento de Hitler a su “misión divina” como “salvador de Alemania” en una “transfiguración pseudorreligiosa de la política” adaptada a las “formas cristianas tradicionales” que dirigen a un gobierno dedicado a los “principios básicos” de la nación, con “el cristianismo como la base de nuestra moralidad nacional y la familia como la base de la vida nacional”. Además, la hostilidad de Hitler hacia el “Estado laico liberal”, que compartía una gran parte del clero protestante, motorizó “un proceso histórico en el que el resentimiento hacia un mundo laico desencantado encontró su liberación en la extasiada huida de la sinrazón”. Eso fue mucho antes de que Trump apareciera en escena. Trump no es un fascista. Apenas tiene una ideología coherente perceptible. Pero su movilización de sectores religiosos racistas, ultranacionalistas, y fundamentalistas religiosos, junto con un número importante de gente que está muy enojada y resentida por haber sido marginada a un costado mientras se diseñan políticas para enriquecer y potenciar a los ricos y poderosos, es un peligroso caldo de cultivo, que de alguna manera evoca a finales de Weimar, de modo similar a lo que escribió Stern mucho antes de que el fenómeno Trump trajera estas tendencias a la superficie. –¿Quién cree que ganará la elección presidencial? –Probablemente Hillary Clinton, pero no es una cosa segura. –Sobre Europa y sus políticas contrapuestas para hacer frente a la crisis de los refugiados, ¿cree que pueden poner en peligro el proyecto de integración europea? –Existe en efecto una crisis de refugiados, en países pobres como el Líbano, donde una cuarta parte de la población se compone de refugiados de Siria, por encima de los refugiados de Palestina e Irak. Y en el pobre país de Jordania. Y en Siria, antes de arrojarse al suicidio colectivo. En general, los países que en realidad soportan una crisis de refugiados no tuvieron ninguna responsabilidad en generarla. La generación de refugiados es en gran parte responsabilidad de los ricos y poderosos, que gimen bajo el peso de un hilo de miserables víctimas, a menudo las víctimas de sus crímenes, a quienes pueden acomodar fácilmente. Lo mismo es cierto con respecto a Estados Unidos y América Central. Todo el asunto es un escándalo moral de primer orden; y ciertamente amenaza con socavar la integración europea, un gran logro de la posguerra. Si lo hace, será una triste observación sobre la cultura europea. –¿Cuál es su mirada sobre la actualidad política de América Latina? 156 –En los últimos años América Latina, finalmente, se ha movido enfáticamente para liberarse del dominio de Occidente; en el siglo pasado, del control de Estados Unidos, y para hacer frente a algunos de sus graves problemas internos. El camino no es fácil, existen retrocesos al mismo tiempo que logros. Pero los progresos son muy significativos, y ricos en promesas. –¿Qué reflexión le merece la situación en Brasil, luego de que se votara a favor de iniciar juicio político a Dilma Rousseff? –Sin lugar a dudas ha habido muchos delitos cometidos por las elites políticas y económicas, en todo el espectro. Y por consiguiente quienes los cometieron deben ser castigadas. Dilma es una de las pocas líderes políticas que está aparentemente exenta de la acusación de actuar en beneficio propio. Los cargos en su contra son muy limitados, y no ameritan un juicio político, seguramente no a manos de una banda de ladrones, tal como ha observado incluso la prensa internacional. Es justo considerar lo sucedido en Brasil como un “golpe de Estado blando”, sin duda bienvenido en Washington y, presumiblemente, con el apoyo de Estados Unidos. –¿Puede leerse la visita de Obama a Cuba como una señal de cambio en la política exterior norteamericana? –Con respecto a su decisión de política exterior hacia Cuba, Estados Unidos quedó aislado en el continente, de hecho en el mundo. Finalmente se rindió y accedió a dar algunos pasos hacia la normalización, aunque el embargo demoledor, condenado por el mundo durante muchos años, en gran medida sigue estando en su lugar. Estados Unidos, sin duda, seguirá tratando de recuperar el control sobre Cuba, el problema más antiguo de la política exterior de Estados Unidos, que se remonta a la década de 1820. Sobre este punto, su política exterior no está cambiando. Lo que está cambiando, sí, es que ahora Estados Unidos está obligado a tomar en consideración los avances significativos en América Latina. No diría entonces que su política exterior se esté modificando; más bien diría que es un signo de que el poder de Estados Unidos está disminuyendo muy rápidamente. Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-301072-2016-0606.html A propósito del rechazo a un reconocimiento académico a Miguel Ángel Beltrán INFAMIA TRAS INFAMIA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213123 Renán Vega Cantor 157 Rebelión “Nuestros catedráticos (…) son conservadores definidos o conservadores potenciales, reaccionarios activos o reaccionarios latentes, que, en política doméstica, suspiran impotente y nostálgicamente por el viejo orden de cosas. Mediocres mentalidades de abogados, acuñadas en los alvéolos ideológicos del civilismo; temperamentos burocráticos, sin alas y sin vértebras, orgánicamente apocados, acomodaticios y poltrones; espíritus de clase media, ramplones, huachafos, limitados y desiertos, sin grandes ambiciones ni grandes ideales, forjados para el horizonte burgués de una vocalía en la Corte Suprema, de una plenipotencia o de un alto cargo consultivo en una pingüe empresa capitalista. Estos intelectuales sin alta filiación ideológica, enamorados de tendencias aristocráticas y de doctrinas de élite, encariñados con reformas minúsculas y con diminutos ideales burocráticos, estos abogados, clientes y comensales del civilismo y la plutocracia, tienen un estigma peor que el del analfabetismo; tienen el estigma de la mediocridad”. José Carlos Mariátegui, “La crisis universitaria. Crisis de maestros y crisis de ideas”, en Temas de Educación, Obras Completa, Tomo 14, Editorial Amauta, Lima, 1982, p. 83 El 17 de mayo se presentó en la Universidad Nacional de Colombia, en su sede de Bogotá, un hecho bochornoso por parte de un grupo de académicos de la Facultad de Ciencias Humanas, quienes hicieron pública una carta en la que se oponían a un reconocimiento otorgado a Miguel Ángel Beltrán Villegas por sus aportes intelectuales. Un poco de “memoria histórica” reciente sirve para ubicar esta infamia en un contexto más amplio y recordar otras infamias, las cuales nos producen una pena infinita por la triste suerte de la que alguna vez, cada día más lejano, fue la mejor universidad de este país y epicentro del pensamiento independiente. 1 En una maniobra conjunta entre los gobiernos de México y de Colombia, el 22 de mayo del 2009 fue secuestrado el profesor Miguel Ángel Beltrán, que se encontraba adelantando estudios de posdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En una acción típica del terrorismo de Estado 158 y con la intención de revivir el tenebroso Plan Cóndor, impulsado por las dictaduras del Cono Sur en las décadas de 1970-1980 –que en Argentina se acaba de catalogar como “una asociación ilícita para la desaparición de personas” y fueron condenados a penas de entre doce y veinticinco años quince de sus integrantes, entre ellos el ex presidente-dictador Benito Bignone de Argentina–, los regímenes de Álvaro Uribe Vélez y de Felipe Calderón procedieron a efectuar ese secuestro. Como resultado de esa acción criminal e ilegal, que violaba tanto la legislación existente y elementales derechos humanos, el profesor Beltrán fue golpeado, introducido en un avión y traído a Bogotá, donde fue presentando como un “peligroso terrorista”, que inmediatamente debió soportar los abusos del terrorismo mediático, con sus consabidas calumnias y mentiras, sin derecho a defenderse y fue recluido en una cárcel de alta seguridad. Las autoridades académicas de la Universidad Nacional de Colombia no rechazaron el ominoso secuestro, maltratos y torturas físicas y sicológicas – como lo confirmó Medicina Legal que tras su ingreso, secuestrado, al país le concedió 12 días de incapacidad, que el Juez de Garantías (sic) no respetó y al otro día legalizó una captura ilegal– infringidos a un profesor e investigador vinculado a su planta de personal. Los directivos de la UN fueron, por su postura cobarde y acomodaticia, cómplices de ese secuestro. No defendieron de ninguna manera la autonomía universitaria, uno de cuyos principios fundamentales radica en distanciarse de los gobernantes de turno, ejercer su derecho a criticar y oponerse al poder y a la injusticia, máxime cuando esta afecta en forma directa a uno de sus miembros, que ha sido víctima de procedimientos ilegales, como el secuestro y la detención arbitraria. 2 Durante el tiempo que Miguel Ángel Beltrán permaneció encarcelado, la Universidad Nacional no le prestó ninguna asesoría jurídica ni legal, ni apoyó su defensa, con la excepción de algunos docentes que organizaron varios foros de solidaridad. Pero, en general, en esa universidad imperó el silencio y el olvido. En primera instancia y tras una brillante defensa y una denuncia del Estado terrorista en Colombia, Miguel Ángel Beltrán fue declarado inocente, recuperó su libertad y se reintegró a su cargo como profesor en el Departamento de Sociología. Desde ese momento quedó claro que era un personaje incómodo al que sus “brillantes” colegas, “distinguidos” académicos e investigadores, veían como un estorbo, al que ni siquiera la mayoría de ellos quería saludar. 3 159 En septiembre de 2013, el Procurador General de la Nación destituyó a Miguel Ángel Beltrán, basándose en los infundios y mentiras que supuestamente se extraían del “computador mágico” de Raúl Reyes. El Procurador, un individuo intolerante, inquisidor, destructor de libros, procedió a destituir al profesor de la Universidad Nacional acusándolo de haber escrito “documentos oficiales” para las Farc de “tinte revolucionario” y divulgar el pensamiento de ese grupo insurgente en eventos internacionales, así como de invitar a los estudiantes “a que se unieran a las filas de las Farc, pretendiendo además crear un centro de investigación de este grupo armado ilegal”. En su pliego de cargos el Procurador-inquisidor señala que Miguel Ángel Beltrán “de manera razonable conoció cada paso que dio, colocó al servicio de su actuar ilegal toda intención, su conocimiento y voluntad en aras a verificar el resultado reprochable”i El fallo del Procurador no fue jurídico ni legal, sino esencialmente político, ya que se está persiguiendo la libertad de pensamiento, de investigación y de opinión, que son, hay que recordarlo, uno de los puntales de la libertad de cátedra que caracterizan a la universidad pública. Con una postura inquisitorial, el Procurador Alejandro Ordoñez lo que condena es la investigación libre sobre ciertos temas que el bloque de poder contrainsurgente –del que ese individuo cavernario y santurrón forma parte– considera vedados, como el del conflicto armado interno; pero no solo los temas sino un enfoque que no comparte los lugares comunes y las falsas verdades de tanto violentologo de ocasión, ligado en forma directa o indirecta con ese bloque de poder contrainsurgente. La complicidad de las directivas de la UN con la Procuraduría fue evidente tras la sentencia final de destitución, y cuando aquéllas habrían podido recurrir a la defensa de su autonomía para proteger a uno de sus profesores. En lugar de eso, ciertos juristas de la UN asesoraron al rector para que este destituyera a Miguel Ángel Beltrán, con el fabuloso argumento de que acatar esa decisión era la mejor forma de “defender el Estado de derecho”. No extraña, con esa lógica, que Rodrigo Uprimy, haya respaldado la decisión del Rector al decir que “era la única alternativa jurídica que tenía”ii. Claro, cuando no se defiende la autonomía universitaria, sino que se pliegan a las arbitrariedades de diversos órganos del Estado, no quedan alternativas y se prefiere renunciar a la defensa de los miembros de la comunidad universitaria, máxime cuando son perseguidos políticos. De esa forma, fue expulsado Miguel Ángel Beltrán por las altas autoridades académicas de la UN, cuyo rector, conocido por la ilegitimidad en su cargo – nombrado a dedo por el Consejo Superior en dos ocasiones contra del sentir de la comunidad universitaria– se atrevió a decir, sin vergüenza alguna y faltando a la verdad que a aquél “se le otorgaron tres años de comisión remunerada en México para que estuviera fuera del país. Además, se le dieron dos años de licencia. Es decir, de los ocho años que estuvo vinculado con la 160 universidad, ni siquiera el 50 por ciento ha estado activo dentro de la institución. Cuando fue deportado también se lo apoyó”iii. Según este infundio, durante los dos años que Miguel Ángel Beltrán permaneció en prisión estaba disfrutando de una Comisión concedida por la UN, cuando lo cierto es que los directivos de esta institución lo dejaron abandonado a su propia suerte. 4 Otra infamia se consumó poco después de la destitución y suspensión durante 13 años para ejercer cualquier cargo público a Miguel Ángel Beltrán por parte de la Procuraduría. Así, en diciembre de 2014, en segunda instancia la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá lo condenó a pagar 100 meses de prisión por el delito de rebelión. Esa condena se basa, según la Fiscalía, en los “documentos que se encontraron en el computador del jefe guerrillero alias ‘Raúl Reyes’, abatido el 2 de marzo de 2008 en la frontera entre Colombia y Ecuador”iv, lo que demuestra la “altura” y “seriedad” de la justicia colombiana. Una cosa que no puede pasar desapercibida es que la “justicia” decidió proceder en la forma que lo hizo, aupada por la pasividad y complicidad de la UN para defender al profesor Beltrán. Si esta no lo resguardó, como le correspondía y cuando podía haber actuado amparándose en el derecho a la autonomía, era obvio que los perseguidores de Miguel Ángel Beltrán tendrían más razones para hacerlo y lo harían con más saña, sin ningún tipo de oposición a la vista, como lo han hecho. Porque si los académicos y colegas del profesor secuestrado, torturado, perseguido, destituido y condenado no lo defendían y, en lugar de utilizar su conocimiento y formación académica para argumentar a favor de una persona asfixiada por el terrorismo de Estado colombiano, apoyaban esa persecución, era obvio que ese comportamiento cínico y cómplice le daba más alas a los inquisidores, como en efecto ha sucedido. 5 Y ahora, viene la nueva infamia, protagonizada por “respetados”, “prestigiosos” y “bienpensantes” académicos e investigadores. Miremos cómo se llegó a ella, porque esos detalles son importantes y sirven para sopesar la mediocridad, envidia y bajeza de ciertos académicos de la Universidad Nacional. La Decanatura de la Facultad de Ciencias Humanas, dirigida por Ricardo Sánchez –quien con sus actuaciones en defensa de Miguel Ángel Beltrán si ha dignificado a la UN– con motivo de conmemorarse los cincuenta años de la misma decidió condecorar a miembros de la comunidad universitaria que la 161 han enaltecido con sus obras, realizaciones e investigaciones, como estudiantes, egresados, profesores o trabajadoresv. Para comunicar la decisión la decanatura envió un correo electrónico interno a las unidades académicas y a sus profesores el 17 de mayo, en la que señalaba que Miguel Ángel Beltrán iba a recibir una condecoración en su calidad de profesor. Fue un lapsus, que a los dos días, el 19 de mayo, esa decanatura se encargó de corregir, indicando que a Miguel Ángel Beltrán se le iba a otorgar una distinción como egresado de la Facultad de Ciencias Humanasvi. Antes de la aclaración, y apenas conocieron la comunicación un grupo de profesores de esa facultad (32 en total), dio a conocer una carta pública en la que manifestaba su desacuerdo con esa distinciónvii. A continuación nos referimos a ese lamentable documento. a) Sin argumentos académicos Ese texto constituye una verdadera antología de la mediocridad, porque en ella no se esboza ni un solo argumento académico o intelectual, para oponerse al reconocimiento que se le confiere al profesor Beltrán. Esto nos lleva a preguntarnos si alguno de ellos ha leído (bueno no seamos tan exigentes, si ha hojeado) alguno de los tres libros escritos por Miguel Ángel Beltrán, en y sobre la cárcel, en los últimos siete años. Porque lo que se espera de prestigiosos académicos e investigadores, entre los cuales hay sociólogos, antropólogos, historiadores, pedagogos, filósofos…, es que sus opiniones y refutaciones estén sustentadas en argumentos, que se basan en el conocimiento de lo que escriben a los autores que critican, en este caso el profesor Beltrán. Quedan serias dudas de que se haya confrontado la producción intelectual de la persona a la que se le niega la distinción académica –para aumentar la ofensa, que se encuentra privado de su libertad física e intelectual– cuando se lee la carta en cuestión. No existe argumentación académica en esta carta, ni aparecen razones plausibles y sustentadas que demuestren que Miguel Ángel Beltrán no tiene idoneidad, ni seriedad investigativa y, por tanto, carece de méritos para recibir la distinción de la Facultad de Ciencias Humanas. Este vacío genera una pregunta: ¿Es la lectura el fuerte de estos académicos, cuando no aluden a la producción intelectual de la persona a la que se objeta? Que los objetores de la distinción a Miguel Ángel Beltrán carecen de argumentos y que no leen a quienes critican ha quedado fehacientemente demostrado en las “sesudas” intervenciones que dos de los redactores de la carta han hecho en algunos medios de comunicación. Por ejemplo, Fabián Sanabria, “más allá de las objeciones académicas, cuestiona las publicaciones ‘insignificantes’ del profesor Beltrán sobre el conflicto colombiano”. En forma textual señaló: “En efecto, Miguel Ángel Beltrán, ni en su monografía 162 de pregrado, ni en sus posgrados, ni siquiera en su doctorado hizo tesis sobre este tema, con excepción de descripciones sobre el ‘movimiento estudiantil y la sociología’, como sí ha sido el caso, desde hace 30 años, de un académico del departamento de Sociología Fernando Cubides, experto en el conflicto colombiano”. Luego aseguró que “en cuanto al homenaje de la Facultad, el decano saliente, Ricardo Sánchez, incluyó a Beltrán en el listado de ‘activos’ como un "desagravio". Pero –agregó- tampoco está de acuerdo en reconocerlo como ‘ilustre egresado’”viii. Esta es una clara demostración de ruindad, envidia, mediocridad e ignorancia “ilustrada” –que es la peor de todas– y confirma que estos “académicos” no leen ni estudian porque lo que con insolencia Fabián Sanabria denomina “insignificantes publicaciones” hace referencia a una obra amplia y consistente entre la que se encuentran los siguientes libros: La vorágine del conflicto colombiano: una mirada desde las cárceles; crónicas del otro “cambuche”; y Las FARC-EP (1950-2015): luchas de ira y esperanza. La ignorancia, cuando se dispone de medios que amplifican las mentiras, sí que es atrevida, puesto que Miguel Ángel Beltrán en sus trabajos de grado ha estudiado diversas manifestaciones del conflicto colombiano (como puede constatarse en su cvelac,disponible en Internet, y cuya consulta no requiere mayor esfuerzo ni supone gastar más de dos minutos). Para más claridad de los lectores –y para que queden en evidencia las falsedades y estupideces que dice el “sabelotodo” Fabián Sanabria– los trabajos de grado de Miguel Ángel Beltrán han sido los siguientes: La violencia en los llanos orientales (19491953), tesis de grado en Licenciatura en Ciencias Sociales, Universidad Distrital, 1987; La oposición al Frente Nacional (1958-1974), Tesis de Sociología, UN, 1991; Los orígenes del MRL (1957-1961), Tesis en Maestría en Sociología Política, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1994ix. Estos trabajos, como lo puede notar cualquier persona que tenga una idea elemental sobre la historia contemporánea de nuestro país, demuestran una preocupación constante sobre el conflicto colombiano, como lo indican los temas mencionados en las tesis. Quedan en evidencia las mentiras de Fabián Sanabria, en el sentido que Miguel Ángel Beltrán no habría elaborado tesis de grado sobre esos temas y solamente se habría limitado a hacer descripciones sobre el “movimiento estudiantil y la sociología”. Esta es otra veta de su trabajo investigativo, que no puede ser descalificada con el olímpico desdén con el que pontifica ese “tertuliano ignorante” que es Fabián Sanabria. De paso, esto indica la “altura” humana de un personaje, “antropólogo” y “doctor en sociología”, lo que a mi particularmente no me extraña porque tuve la desgracia de almorzar en varias ocasiones con ese individuo, por allá en el año escolar 1995-1996 en el restaurante de la Universidad Paris 8 (VincennesSaint Denis), de lo que recuerdo su racismo a flor de piel (¡en un antropólogo!), como se evidencia con este hecho, que conservo vivo en mi mente: cuando estábamos en el restaurante y se sentaban cerca de nosotros 163 algunos estudiantes africanos y árabes, Fabián Sanabria tomaba sus platos y nos decía a viva voz “vámonos a otra mesa que estos negros son sucios y huelen a feo”. Este es el “brillante antropólogo”, que ahora exhibe en forma impúdica su ruindad e ignorancia. Pero los ejemplos no quedan ahí, porque Carlo Tognato, director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional, “quien envió una carta oponiéndose al homenaje, explicó que no se mete con el tema de si es culpable o no de los delitos, pues fue una condena en primera instancia, sino que “el punto es que en este momento está condenado por un tribunal y destituido por la Procuraduría”. Y agregó: “El hecho de que tenga un doctorado y un posdoctorado no es suficiente para tener una distinguida trayectoria investigativa, hay gente entre los firmantes de la carta que tienen mayor trayectoria investigativa”x. Vamos por partes. La primera afirmación no tiene nada de académica, es una apreciación política, que avala, además, en forma positiva a la “justicia” colombiana, como si esta fuera creíble y respetable. Luego aduce –lo que tampoco es argumento académico– que el hecho de tener títulos no es sinónimo de trayectoria investigativa. Esto es cierto, pero no viene al caso, porque a Miguel Ángel Beltrán no lo condecoraron por sus títulos (y tiene varios desde pregrado hasta posdoctorado) sino por su trayectoria académica e investigativa, es decir, por su labor como profesor y por su producción intelectual. Sobre esa producción intelectual y bibliográfica no dice una sola palabra Carlo Tognato –¿La conoce?, ¿La ha leído? ¿Sabe de qué está hablando?–, y aun así en forma atrevida hace comparaciones con otros investigadores, firmantes de la carta, que tendrían más trayectoria investigativa (¿se incluye él entre los que merecen ese reconocimiento?). Si Carlo Tognato no menciona la obra de Miguel Ángel Beltrán, porque es casi seguro que no la conoce, es una irresponsabilidad intelectual que la subestime y la compare. Adicionalmente, si la persona cuestionada no tuviera los títulos de doctorado y posdoctorado a los que se refiere Tognato, seguramente habría salido a relucir esa carencia para demeritar la obra de Miguel Ángel Beltrán, pero como los tiene recurren al rumor malintencionado de que las obras de este último no son importantes. Que lo demuestre, mediante una lectura y una crítica sistemática, pero no con suposiciones a la ligera. Lo peor del caso es que Carlo Tognato se basa un poco en la lógica de “tira la piedra y esconde la mano”, porque él siendo uno de los redactores principales de la carta en cuestión, ante las reacciones de rechazo que ha suscitado se presenta como una víctima que está siendo acosada y a quien en la UN no se ha comprendido. En efecto, sostiene que “las reacciones en la Universidad a la carta abierta nos muestran que los mecanismos de funcionamiento de la sociedad abierta en la Universidad Nacional están debilitados”xi, supuestamente porque la totalidad de los profesores no avaló la visceral 164 reacción que a través de ella se expresa contra un miembro de la comunidad universitaria, que ahora es un preso político, y recibió un justo homenaje en su calidad de egresado por sus aportes académicos e intelectuales. A pesar de que la Decanatura de Ciencias Humanas aclaró que el reconocimiento a Miguel Ángel Beltrán se confería por su calidad de “egresado”, sin embargo, Carlo Tognato con mala intención y premeditación siembra la cizaña de esta manera: “Queda, por el momento, la duda de si efectivamente la celebración de los 50 años de la Facultad de Ciencias Humanas más grande del país se desvió de su propósito oficial y académico, terminando en la imposición de un acto político en desafío a la institucionalidad del Estado y en desprecio de, o en la total indiferencia hacia, la opinión de quienes en la Universidad se resisten a la imposición de plataformas políticas e ideológicas específicas sobre el resto de la comunidad”xii. Y luego de hacer un señalamiento tan irresponsable, en el que avala la “institucionalidad del Estado” (terrorista y genocida como es el colombiano) y donde critica lo que considera “total indiferencia” hacia la opinión de los firmantes de la carta, porque le entregaron el reconocimiento al profesor Beltrán, agrega con una postura de auto-victimización: “Por haber sentado abiertamente y de manera argumentada su postura, los 32 firmantes han sido señalados como “canallas”, “burros”, “ruines”, “odiosos”, “mezquinos”, y “elitistas”. Dice uno de los firmantes: “Estos son los términos que nos atribuyen, exaltados, varios colegas. Según ellos, la carta suscrita por nosotros, sin adjetivos ni insultos, llama al conflicto y a la guerra, mientras que sus respuestas, exaltadas, llaman al perdón y al tono que queremos para el postconflicto”xiii. Pues que pena, pero como hemos mostrado en este escrito si de algo adolece la carta en mención es de argumentos académicos y, según Tognato, en su carta no hay insultos ni adjetivos, como si el sentido profundo de la misma no evidenciara el desprecio y el rechazo a un profesor que formó parte del Departamento de Sociología y se encuentra arbitrariamente detenido, lo cual puede catalogarse como una forma de violencia simbólica, que exuda cobardía porque no es un acto muy noble ni gallardo “al caído caerle”. Pero, en la sociedad colombiana “los pájaros le tiran a las escopetas”, y quienes proceden en forma mezquina y con envidia se presentan como mansas palomas, que reclaman pétalos de rosas en agradecimiento por sus invaluables aportes a la “tolerancia”, la “reconciliación” y el “perdón”, como lo muestran los académicos en la carta citada y en sus reacciones posteriores, que hemos citado extensamente para que quede claro ante los lectores hasta donde llega su cinismo. 165 Por último, otro individuo que ha terciado, desde fuera de la UN, pero con los mismos sofismas de los dos personajes mencionados arriba es el columnista de El Tiempo Gustavo Duncan, quien ha escrito un “artículo de opinión” cuyo título ya es una infamia: “Homenaje a las armas”, y en el que nuevamente los argumentos académicos e intelectuales brillan por su ausencia. Lo que allí se hace es una acusación política, como si el columnista fuera un juez que dictamina quien es inocente y quien es culpable, basándose además en el “profundo dictamen” del Procurador. Aduce Duncan que “el reconocimiento a Beltrán pareciera estar fundado exclusivamente en su posición ideológica y el episodio de su detención. ¿Qué otra cosa puede deducirse si una rápida búsqueda por internet muestra que el impacto de su producción académica es intrascendente? Las citas de sus textos son pocas, y la mayoría remiten a trabajos del nicho del mercado académico que ha sido bautizado por sus propios creadores como “pensamiento crítico”xiv. Según este gacetillero no ha sido un homenaje a una obra investigativa y una labor docente, sino a una postura ideológica y para comprobarlo se basa en un procedimiento que requiere un “gran esfuerzo mental”, en el que no gastó de seguro más de un minuto, en buscar en internet, para luego determinar, con suficiencia y arrogancia, que la producción académica de Miguel Ángel Beltrán no es importante porque allí no aparece citado. Es decir, no se juzga por lo que se ha comprobado por sus propios medios, en este caso, mediante una lectura juiciosa, disciplinada y concienzuda de la obra de un autor, sino por lo que aparece en internet. Vaya procedimiento tan poco serio intelectualmente hablando, que desdice de la crítica textual propia del mundo académico, pero no sorprende porque la academia y el periodismo de nuestra época se rige por la máxima: “Herramienta capaces, mentes atrofiadas”xv. El juicio de Gustavo Duncan, al igual que Fabián Sanabria y Carlo Tognato, no se origina en las conclusiones extraídas de la lectura minuciosa, seria, exhaustiva de la obra de Miguel Ángel Beltrán, sino que se basa en chismes virtuales. A Duncan le sucede como a un “filósofo” de la Universidad de la Florida, un tal Joe O’Shea, quien presume de su pereza e ignorancia: “No leo libros […] Acudo a Google, donde puedo absorber información relevante rápidamente. Sentarse a leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la web. Cuando aprendo a ser un ‘cazador experimentado’ en internet, los libros son superfluos”xvi. Criticar sin leer es muy fácil, no requiere ningún esfuerzo mental, porque en “cuanto más precisa es una máquina, más perezosas son las preguntas”xvii, y se puede posar como erudito escribiendo artículos para El Tiempo a partir de internet, sin necesidad de leerse una obra de seiscientas (600) páginas, como la de Miguel Ángel Beltrán que se titula Las Farc-EP (1950-2015): luchas de 166 ira y esperanza. Para qué leerla, si internet piensa por Duncan y la red lo convierte en un cazador experimentado en bagatelas virtuales. Justamente, eso lleva a que se digan estupideces e infamias como aquella de sostener que Miguel Ángel Beltrán “solo pasó dos años tras las rejas”, como si no estuviera preso en estos momentos. Solo dos años se dice como tomándose un vaso de agua, pero ojalá quien eso escribe viviera una semana las terribles condiciones que soportan en una cárcel colombiana los presos políticos y los presos comunes. ¡Desde luego, eso tampoco está en internet, por más buscadores “inteligentes” que se utilicen! b) Argumentos esencialmente políticos La carta comentada se inicia con el anuncio que sus firmantes no están en contra de los procesos de paz, sino que “tiene que ver con la defensa de la academia y del legado histórico de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia que este año celebra su décimo quinto aniversario (sic)”. Como lo afirma el profesor Jorge Salcedo, de la Facultad de Derecho, ese apoyo es puramente retórico, porque en la práctica el no apoyar a Miguel Ángel Beltrán, supone que los académicos ya tomaron partido: “En oposición a la postura que asumen los profesores objetores, considero que precisamente por estar preso y destituido por investigar el conflicto que el proceso de paz pretende resolver es que resulta imposible para cualquier profesor de la UN aportar su apoyo real al proceso de paz sin "tomar partido" por lo que le pasa al profesor Beltrán”xviii. Agregan más adelante los objetores de Miguel Ángel Beltrán: “En el marco de estas celebraciones, la Facultad lanzó una iniciativa para reconocer “por su trayectoria académica y laboral y su aporte a la Facultad y a la Universidad” a docentes activos y pensionados. El día 17 de mayo del presente año se presentó la lista de docentes reconocidos. Entre ellos, en la sección de docentes activos, se incluyó a Miguel Ángel Beltrán, quien estuvo vinculado al Departamento de Sociología hasta septiembre de 2014, cuando fue destituido de su cargo por orden del Procurador General de la República (SIC), y sucesivamente, en diciembre del mismo año, fue condenado por el Tribunal Superior de Bogotá”. Como para que no queden dudas del resentimiento que los embarga con esa designación, sostienen: “Esta carta quiere manifestar nuestro desconcierto frente al reconocimiento que recibe el doctor Miguel Ángel Beltrán como docente activo de la Universidad Nacional de Colombia. Esta decisión, una vez más, mina la institucionalidad de nuestra universidad y del estado de derecho (pues al 167 presente la destitución efectuada por la rectoría está vigente, como también lo está la condena por el Tribunal Superior de Bogotá). En el marco de la celebración de los cincuenta años de la Facultad de Ciencias Humanas, extiende una sombra muy preocupante sobre el sentido de ese legado y sobre el mensaje que la facultad, y por defecto, la Universidad le envía al resto de la sociedad colombiana, sobretodo en una coyuntura en la cual se le pide a la sociedad asumir mayor compromiso con la universidad pública. (Énfasis nuestro)”. Este es un argumento esencialmente político, aunque se haga desde una postura supuestamente academicista que pretende no tener ningún vínculo con la política. Porque como lo ha dicho el profesor Mario Bernardo Figueroa, de la Escuela de Psicoanálisis y Cultura, adscrita a la Facultad de Ciencias Humanas, esa carta es un “ verdadero manifiesto político”. Y lo es porque el rechazo a la condecoración se basa no en argumentos académicos, y mucho menos intelectuales, sino en razones políticas, y por eso se insinúa que el profesor no la merece porque usaba la academia para sus intereses políticos, aunque no dicen en forma explícita a que intereses políticos se refieren, al buen entendedor pocas palabras bastan: están hablando del movimiento insurgente. Aún peor, en la página web del observatorio de la Universidad Colombiana, presentando la carta de esos académicos, se dice sin eufemismos: “La decanatura de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (Ricardo Sánchez Angel), decidió incluir el nombre del polémico y destituido profesor Miguel Angel Beltrán (condenado por la justicia por vínculos con grupos de guerrilla), en la lista de docentes a ser reconocidos por su labor en la institución. A juicio de un grupo de profesores, la decisión del Decano legitima y ensalza la lucha armada y confunde la acción política con la docencia y la investigación, creándose el imaginario de que el mejor docente es el activista comprometido con alguna causa política”xix. ¿Los redactores y firmantes de la carta están de acuerdo con este señalamiento? Al parecer, porque hasta donde sabemos no lo han desmentido, o por lo menos en la página web del Observatorio no hemos visto alguna comunicación que solicite que se haga esa corrección. Hay que agregar, que desde el pretendido purismo académico que hace suya en forma dogmática la máxima de Max Weber de que “la política no caza con el aula de enseñanza”, se incurre en una exclusión política de un perseguido y preso político, al que ya no se le reconoce el carácter de académico por el hecho de que ha sido condenado por la “justicia” (sic) colombiana y destituido por el Procurador, que, como se sabe es un verdadero inquisidor, y si de él dependiera y pudiera a más de unos de los firmantes de la carta le quemaría 168 sus libros o los tendría en la cárcel. Con esta lógica, por supuesto Lenin, Antonio Gramsci, José Martí, Nelson Mandela, José María Arguedas o Mario Bunge y tantos otros titanes del pensamiento que fueron encarcelados no podrían estar en la universidad, por la pureza prístina de la academia, al margen del mundanal ruido de la política profana. Además, resulta ridículo que se defienda, como se hace en la misiva, el Estado de Derecho, que estaría representado por el Procurador y las instancias judiciales y sus decisiones arbitrarias y visiblemente injustas. ¿Los académico que firman la carta, no sabemos si son cínicos o “almas cándidas”, desconocen cómo fue secuestrado Miguel Ángel Beltrán por dos Estados de Derecho (¡!) en contubernio? ¿Tampoco saben que las supuestas pruebas con las que se le acusa, se le destituye y se le condena en segunda instancia, fueron producto de un crimen internacional de guerra cometido por el Estado (de derecho) colombiano en Ecuador el primero de marzo de 2008? ¿Esos hechos criminales no lesionan el pretendido Estado de Derecho que existiría en Colombia ni la institucionalidad de la UN? Esta actitud de exclusión de los firmantes no solo es esencialmente política y nada académica sino que es mezquina y ruin, como se confirma con un hecho elemental: dos de los firmantes, ambos antropólogos, fueron condecorados. Como quien dice, ellos no quieren compartir la condecoración con una persona que consideran académicamente inferior o no académica, por el hecho de estar en la cárcel. Pero debido a que Miguel Ángel Beltrán fue distinguido en su calidad de egresado y no de profesor, no le falta razón a la profesora Claudia Patricia Sierra, de la Facultad de Ciencias Humanas, cuando sostiene: “Por el segundo rol, los colegas no deben preocuparse: no están “manchados”, ni “salpicados”, ni “comprometidos”, ni “cuestionados”. Al profesor Beltrán no se le reconoció como tal”xx. ¡Lo que queda en evidencia es el desprendimiento, la solidaridad, la tolerancia y la altura humana e intelectual que denota ese comportamiento tan amplio y pluralista de los académicos puros! c) Elitismo y espíritu de casta El otro criterio que mencionan los firmantes de la carta se encarga de reivindicar a los sabios de la torre de marfil, que desde su encierro académico se reivindican a sí mismos como una élite privilegiada que dice quién hace ciencia y quién no, quien pertenece a su reducido círculo de corifeos y quién no. Lo afirman de este modo: “En esta carta también rechazamos la forma que llevó al otorgamiento de estos reconocimientos docentes (no nos referimos a los reconocimientos para el personal administrativo, que se regiría por otras lógicas). Pues se procedió por nominaciones personales o colectivas, pero no por medio de 169 deliberaciones de claustros de docentes, que para el caso de reconocer “legados” de la Facultad en sus cincuenta años hubieran sido más adecuados”. Como entre los firmantes se encuentran algunos que recibieron esas distinciones, eso quiere decir ¿que se niegan a aceptarlas o ellos mismos se incluyen entre los que no fueron postulados por las deliberaciones de los claustros docentes? Sería bueno que lo precisaran para saber cómo a ellos se les confirió esa distinción, que tanto critican en el caso de Miguel Ángel Beltrán. Luego hacen sus señalamientos políticos y no académicos contra la distinción conferida a Miguel Ángel Beltrán, de esta manera: “No es la primera vez que en celebraciones de este tipo se busca imponer sobre la comunidad académica evaluaciones sobre el perfil científico y el legado histórico de sociólogos que quienes firmamos consideramos inspiradas por agendas políticas externas que nada tienen que ver con lo académico y al servicio de intereses que se originan afuera de la academia y que buscan colonizarla”. Tenemos, entonces, que el mundo académico de la Universidad Nacional, en concreto el de la Facultad de Ciencias Humanas, según la visión de los firmantes de la carta, no está contaminado por la política (de cualquier sello), sino que se mantiene inmaculada y cristalina y hay que impedir a toda costa que “intereses externos” la colonicen. Por supuesto, que esos intereses externos son los mismos que siempre invocan los altos directivos de la UN, así como el Procurador General de la Nación, la Fiscalía e instancias similares. Para quienes se escandalizan con el reconocimiento a un egresado de la Facultad de Ciencias Humanas y aducen que se debe a “agendas políticas externas”, en un hecho que en otras circunstancias sería baladí, no manifiestan su más elemental rechazo a asuntos cruciales de la vida universitaria, que supuestamente no tendrían relación con intereses externos, de este tenor: que los edificios de la UN se estén derrumbando, que la universidad no tenga presupuesto suficiente para su adecuado funcionamiento, que los programas académicos se vean obligados a conseguir recursos propios para autofinanciarse, que los grandes cacaos, multimillonarios de este país, sean los que “donen” dinero para construir edificios, como el de Ingeniería, que “grandes investigadores” convertidos en consultores reciban cuantiosos dividendos de empresas, ONG, de la Fundación Ford, de la Usaid (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) o de otras instancias del Estado, que algunos de los firmantes de la carta posen, como si fueran vedetes de la farándula, de Telectuales (no de intelectuales, por aquello de que les gusta mojar pantalla de televisión) en grandes medios de comunicación del capital privado, en donde hablan de lo divino y lo humano, que otros sean columnistas de diarios nacionales que son voceros del capitalismo criollo …. 170 Nada de eso sería externo ni político, sino estrictamente interno y académico, con lo que se confirma que la Universidad de la Ignorancia, de la que la UN ya es uno de sus prototipos, es una combinación de neoliberalismo, tecnocracia, y política de derecha, a nombre de la neutralidad y del pretendido apoliticismo. d) La paz como coartada Resulta inverosímil y casi delirante la afirmación con la que se cierra la carta: “Esta defensa de lo académico se vuelve aún más urgente durante la etapa de post acuerdo y en el marco de procesos de reinserción de miembros de grupos insurgentes a la vida civil. Una universidad que se dejara ocupar por lógicas ajenas a lo académico faltaría a su misión histórica de formar capacidades en toda la sociedad colombiana al servicio del fortalecimiento democrático del país y de la consolidación de la paz y se transformaría en un mero órgano de propaganda y adoctrinamiento cuyo papel ya no sería la institucionalización del estado de derecho, sino el debilitamiento, esta vez directo y proactivo, de los ideales de una sociedad abierta y más democrática”. De modo que, según nuestros ilustres y prístinos académicos, la mejor contribución que puede hacer la Universidad Nacional a la paz del país es enconcharse más en una artificial torre de marfil de saberes apolillados y distanciados de los problemas reales de los habitantes de Colombia. Además, de manera explícita se están negando las voces, silenciadas y acalladas por el terrorismo de Estado y la acción del bloque de poder contrainsurgente, entre otras las de la insurgencia. ¿Acaso nuestros sesudos investigadores y catedráticos desconocen las razones que dieron origen al conflicto armado a finales de la década de 1940, entre las cuales sobresale la persecución y la intolerancia? Como quien dice que se callen los fusiles, pero que los rebeldes nunca entren a nuestros espacios, como el de la Universidad Nacional, porque eso nos contamina y es inaceptable. Esa es la intolerancia histórica de las clases dominantes en Colombia, de la cual Alejandro Ordoñez y Álvaro Uribe son genuinos representantes. Se argumenta que esa exclusión fortalecería el Estado de derecho y ampliaría la democracia colombiana. Vaya concepción tan poco democrática, pero que no sorprende porque es propia de los que pregonan una “sociedad abierta”, que no es sino la mezcla de neoliberalismo en términos económicos y sociales y de neoconservadurismo en términos políticos e ideológicos. Resulta más lógico y sensato en lugar de cerrarle las puertas a la otra Colombia, abrirse a dialogar con toda la sociedad, y es claro que en caso de llegarse a una situación de posacuerdo, los rebeldes tengan que ser admitidos en todos los espacios de la sociedad colombiana, incluyendo a la Universidad Nacional, así no les guste a los puristas de Ciencias (in)Humanas. Porque, más 171 bien, y como lo postula Noam Chomsky, lo que esa declaración de los académicos expresa es el “miedo a la democracia”, a la participación en la vida social y universitaria de otros, de los excluidos y marginados de siempre (como los afrodescendientes y los indígenas), no importa, por supuesto, que ellos sean tema y “objeto de estudio” de algunos de los firmantes de la carta. Para ellos está muy bien que sirvan como laboratorio de investigación para engrosar el currículo, las publicaciones, los puntajes, los ránquines y el salario, pero que no afeen con su presencia la vida universitaria. Eso es propio de los cínicos o de las “almas cándidas”, que no quieren contaminarse con aquellos temas e investigadores comprometedores y comprometidos, como la historia de la insurgencia y Miguel Ángel Beltrán. Como estamos hablando de posibles acuerdos que le pongan fin al conflicto armado, es evidente que desde la Facultad de Ciencias Humanas en general y de Sociología en particular, se está adelantando una cruzada que se opone a la incorporación de otras formas de investigar e interpretar el largo conflicto armado que soportamos los colombianos, que pone de presente la violencia simbólica que los académicos ejercen contra alguien que fuera su colega, pero que ahora está en la picota pública (y en la cárcel Picota de Bogotá), al señalarlo con el dedo acusador como indigno de pertenecer a la comunidad académica de la UN. Como lo ha dicho el profesor Mario Figueroa, “ El odio y la mezquindad de su gesto (que nos muestra lo difícil que va a ser un “proceso de paz” en Colombia, empezando por casa, es decir por nuestros colegas) es de tal magnitud, que ¡no repararon siquiera en que la mención no fue por ser profesor activo, sino por ser egresado!”. A lo cual añade: “Si la situación no fuera tan ruin podría alegrarme de que este grupo de profesores salga de su silencio y rompa el miedo, de que tomen la palabra para manifestar desembozadamente su posición. A la pregunta, ¿qué nos espera en el posconflicto? siempre he respondido: “pos conflicto”, así, a lo boyaco, y es porque creo que entonces sí, luego de los acuerdos de La Habana podrá manifestarse el conflicto claramente. He pensado que al silenciar los fusiles, tal vez, puedan entonces escucharse las distintas partes del conflicto y se pueda reconocer que este existe y así, por esa vía podría saludar y reconocer la expresión de estos profesores que creen que la academia se puede separar de la política, pero que con sus actos “académicos”, realizan un verdadero gesto político y este fue su manifiesto”xxi. Finalmente, es una vergüenza, que desdice con la tradición crítica que alguna vez representó la UN y su departamento de Sociología, constatar como se mancilla la memoria de ilustres pensadores, investigadores y luchadores, como Orlando Fals Borda y Camilo Torres Restrepo, lo que evidencia a donde ha ido a parar la sociología, cada vez más alejada de los problemas reales del país. Los sociólogos y los otros académicos que han firmado la carta no tienen ni idea, ni les importa averiguar, sobre los sufrimientos personales, familiares, 172 laborales que ha sufrido Miguel Ángel Beltrán por defender otro tipo de sociología y otro tipo de país, lo cual es lo más político que se puede esgrimir en este caso. Pero debe reconocerse que, por lo menos algunos profesores de la UN, con decoro han sentado otra posición, política hay que decirlo en el amplio sentido de la palabra, para responder a los puristas de la academia. Con eso han demostrado que incluso en el seno de la universidad de la ignorancia quedan voces críticas, que se niegan a plegarse ante los cínicos. Eso pone de presente, como lo decía Eduardo Galeano, que “la neutralidad es imposible: somos indignos o indignados”. Notas i . Tribunal Superior condenó por rebelión al profesor Miguel Ángel Beltrán, El Espectador , diciembre 18 de 2014, disponible en http://www.elespectador.com/noticias/judicial/tribunal-superior-condenorebelion-al-profesor-miguel-a-articulo-533963 ii. Citado en http://www.eltiempo.com/politica/justicia/destitucion-delprofesor-miguel-ngel-beltran-en-la-universidad-nacional/14600295 iii. Ibíd. iv. Tribunal Superior condenó por rebelión al profesor Miguel Ángel Beltrán, loc. cit. v. Facultad de Ciencias Humanas, Consejo de Facultad, Resolución 237 de 2016, “Por la cual se otorgan unos reconocimientos a docentes, estudiantes, egresados y egresadas, personal administrativo de planta y contratistas, con motivo de la conmemoración de los cincuenta años de la creación de la Facultad de Ciencias Humanas.” vi. Ricardo Sánchez y Melba Libia Cárdenas, Estimada comunidad y Fe de Erratas: Notificación de reconocimientos 50 años de la Facultad de Ciencias Humanas, comunicación electrónica. vii. El texto de la carta puede consultarse en: U. Nacional: Distinción a destituido profesor Miguel Angel Beltrán causa polémica en otros docentes, disponible enhttp://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=artic le&id=6894:2016-05-20-12-59-27&catid=16:noticias&Itemid=198 viii http://www.semana.com/nacion/articulo/miguel-angel-beltran-polemicapor-homenaje-en-la-u-nacional/476059 173 ix. Información disponible en: http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/GenerarCurriculo Cv.do?cod_rh=0000031232 x. http://www.bluradio.com/nacion/polemica-por-homenaje-en-u-nacionalprofesor-condenado-por-vinculos-con-farc-10639 (Énfasis en el original). xi. Carlo Tognato, Las venas abiertas de una sociedad semi-abierta, disponible en http://lasillavacia.com/blogs/blogs/las-venas-abiertas-de-una-sociedadsemi-abierta-55967 xii. Ibíd. (Énfasis nuestro). xiii. Ibíd. xiv. Gustavo Duncan, “Homenaje a las armas”, El Tiempo, junio 2 de 2016. xv. Vivek Haldard citado en Nicholas Carr, Atrapados. Cómo las máquinas se apoderan de nuestras vidas, Editorial Taurus, Madrid, 2014, p. 97. xvi. citado en Nicholas Carr, Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?, Editorial Taurus, Bogotá, 2010, p. 21. xvii. Amit Singhal, citado en Nicholas Carr, Atrapados…, p. 98. xviii. Jorge Salcedo, Objeciones a la objeción, comunicación electrónica. xix. http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=art icle&id=6894:2016-05-20-12-59-27&catid=16:noticias&Itemid=198 (Énfasis nuestro). xx. Claudia Patricia Sierra, ¿En defensa de la academia?, comunicación electrónica. xxi. Mensaje del Profesor Mario Figueroa, comunicación electrónica. El turismo y el despojo histórico de la tierra en El Salvador https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213155 Giorgio Trucchi Alba Sud 174 Los herederos de las familias indígenas despojadas de sus tierras en 1882 para facilitar la hacienda cafetalera enfrentan ahora un nuevo ciclo de desposesión vinculado al modelo extractivista y la expansión turística. En las últimas décadas del siglo XIX, El Salvador experimentó en su territorio el período de mayor expansión del monocultivo del café. Eso trajo consigo una incontrolada reestructuración de la tenencia de la tierra y la consecuente expulsión de las poblaciones indígenas y campesinas hacia el norte y la costa sur del país. Casi ciento cincuenta años después la historia se repite, y los descendientes de los desplazados de aquel entonces son “sacrificados” en el altar del desarrollo turístico. La hacienda cafetalera: una historia de desposesión Desde la independencia de El Salvador en 1821, las tierras rústicas eran de propiedad privada, pero también había grandes extensiones de tierra ejidales y municipales que eran trabajadas y explotadas de manera extensiva por familias indígenas y campesinas, mediante un canon que pagaban a las municipalidades. En la década de 1870, desde la presidencia de la República se impulsó con fuerza el cultivo del café, que trajo como consecuencia una reestructuración acelerada de la tenencia de la tierra. En 1881 se extinguieron por decreto las tierras comunales y ejidales consideradas aptas para el cultivo del café. Esa medida unilateral despojó a los indígenas de la inmensa mayoría de sus tierras [1]. Las tierras fueron entregadas a la oligarquía terrateniente salvadoreña para que constituyera la hacienda cafetalera, a partir del criterio esta que tenía los recursos económicos para hacerlo y que por lo cual podía asegurar tanto la eficiencia en el cultivo del café como la rentabilidad financiera de la 175 inversión. Para los sectores dominantes, los indígenas no cumplían con ese mismo requisito [2]. Aprovechando que cualquiera podía reclamar libremente “la tierra común”, los terratenientes buscaron de inmediato extender sus propiedades. Miles de indígenas tuvieron que vender las pequeñas extensiones que les quedaban en propiedad, y muchos de ellos se convirtieron en mano de obra barata. “Instrumento para proporcionar tierras a los cafetaleros, la abolición de tierras comunales también proporcionó la abundante mano de obra que se requería para efectuar las labores de las plantaciones y trabajar en las cosechas. Al decreto de expropiación de las tierras comunales siguió la emisión de una ley sobre jornaleros y creación de jueces agrícolas, cuyo objetivo era reclutar y controlar a la población desposeída. La concepción que inspiró esta ley equiparaba tierra y habitantes, fundiéndolos en un género único: recursos naturales productivos”, explica Sara Gordon en su libro Crisis política y guerra en El Salvador (México DF: Siglo XXI, 1989). Las tierras fueron garantizadas y legalizadas a favor de los nuevos propietarios con la creación del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas. Fue el inicio de la pauperización de las comunidades indígenas, las cuales fueron lanzadas hacia la costa en el sur y hacia la zona norte del país. Reforma agraria del despojo La “reforma agraria liberal” que se produjo entre 1881 y 1882 fue la que provocó el despojó de sus tierras a las comunidades indígenas, prácticamente sin retribución alguna. Y sin duda ahí estuvo el germen del levantamiento indígena-campesino de 1932, que terminó con la masacre de entre 17 y 30 mil personas [3], y de la guerra civil de la década de 1980 que dejó un saldo de unos 70 mil muertos y miles de desaparecidos. 176 En marzo de 1980, la nueva Junta de Gobierno, surgida de un acuerdo entre el Partido Demócrata Cristiano y las Fuerzas Armadas, impulsó una Reforma Agraria que tenía como objetivo declarado beneficiar a los campesinos sin tierra, y como objetivo oculto ocupar militarmente el país y controlar a la población campesina, que estaba bajo sospecha de apoyar a los grupos insurgentes. La reforma constaba de tres fases. En la primera fase se expropiarían los latifundios mayores de 500 hectáreas (unas 218.000 hectáreas equivalentes al 15% de la tierra agrícola del país) y se entregarían a cooperativas campesinas (cooperativas de la reforma agraria); en la segunda fase se intervendrían propiedades con extensiones comprendidas entre 100 y 500 hectáreas y que incluían las grades fincas cafetaleras y en la tercera se entregarían a campesinos medios, arrendatarios y colonos las tierras cedidas por los patronos. “Hay demasiados elementos que no cuadran en esta reforma agraria. Vale la pena citar dos. El primero, que sea un gobierno de extrema derecha, vinculado a la oligarquía terrateniente, quien esté interesado en socializar la propiedad del suelo. El segundo, que haya sido el gobierno estadounidense el defensor de la reforma, hasta el punto de imponerla como condición para reanudar la ayuda militar, interrumpida en 1977”, escribía el entonces corresponsal de El País en Centroamérica, Jesús Ceberio, comentando el decreto que daba vida a la reforma agraria salvadoreña [4]. Continuando en su análisis, Ceberio señalaba que los sectores populares de oposición explican así estas paradojas: “La reforma agraria es sólo una excusa para ocupar militarmente todo el país y controlar más de cerca a la población campesina, de la que el gobierno sospecha que se nutre principalmente el movimiento popular de liberación”. En marzo de 1980 las fincas agrícolas con una superficie superior a las 500 177 hectáreas fueron ocupadas militarmente por las Fuerzas Armadas, y en las cooperativas se crearon comités de defensa civil integrados por paramilitares. El resultado fue el incremento exponencial de las masacres de familias campesinas. La segunda fase de la reforma nunca se llevó a cabo y los grandes cafetales nunca fueron intervenidos. A los beneficiarios de la tercera fase les faltó asistencia técnica, créditos adecuados y oportunos, ni hubo el necesario acompañamiento organizativo y acceso a mercados. En muchos casos, la escrituración de estas tierras y su inscripción en el Registro de la Propiedad e Hipotecas a favor de sus legítimos propietarios fue posible solamente a partir del año 2009, y con mayor énfasis de 2014 a la fecha. El segundo golpe a la Reforma Agraria El proceso de reforma agraria sufrió otro tropiezo cuando el partido de derecha ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) obtuvo la mayoría parlamentaria en los comicios de 1982. El siguiente año la Asamblea Constituyente aprobó una nueva Constitución donde se ampliaba a 245 hectáreas el límite de propiedad que pueden tener los terratenientes. Los excedentes de esas 245 hectáreas -dice el artículo 105 de la Constitucióndebían ser expropiados y transferidos en los primeros tres años de vigencia de la Carta Magna. Esa disposición nunca se cumplió. En 1991, la Asamblea Legislativa aprobó el Decreto 747 “Ley del Régimen Especial del Dominio de la Tierra Comprendida en la Reforma Agraria”, con el cual el gobierno neoliberal de ARENA profundizó aún más el ataque contra las cooperativas de la reforma agraria, promoviendo la parcelación de las tierras que fueron entregadas a las cooperativas durante la primera fase de la reforma. “El artículo uno de dicha ley estableció que su objeto era propiciar la 178 consolidación de la Reforma Agraria, lo cual ha resultado totalmente contradictorio en la realidad. Más bien debió haberse llamado ‘Ley de condenación, pulverización, y desintegración de los beneficiarios de la Reforma Agraria’, pues los condena a la desintegración, a la desaparición de las Asociaciones Cooperativas que resultaron beneficiadas en la fase uno de la Reforma Agraria”, explica el trabajo de graduación de la Universidad de El Salvador “Efectos jurídicos de la aplicación de los decretos legislativos 747 y 719 en tres asociaciones cooperativas de la reforma agraria” [5]. El Decreto 747 fue posteriormente derogado por el Decreto 719 de 1996 “Ley del Régimen Especial de la Tierra en Propiedad de las Asociaciones Cooperativas, Comunales y Comunitarias Campesinas y Beneficiarios de la Reforma Agraria”, que, con el beneplácito del Banco Mundial, vino a tratar de parcelar el resto de asociaciones cooperativas que aún no habían sido parceladas con el decreto anterior. Hasta noviembre de 2005, con los decretos 747 y 719 se habían parcelado casi 79.000 manzanas (56.000 hectáreas) en 379 propiedades y se asignaron a 73.837 beneficiarios individuales, es decir, 1,06 manzanas (0,75 hectárea) por persona [6]. Contrarreforma agraria y modelo extractivista A partir de entonces, las tierras agrícolas nuevamente se convirtieron en mercancías al alcance de quien mejor las pudiera pagar. Dejaron de ser tierras productivas para convertirse en bienes para la especulación. Poco a poco, las tierras de la reforma agraria fueron entregadas a la banca privada en pago de la deuda agraria y bancaria; vendidas para industria y comercio; y parceladas y lotificadas para vivienda o turismo. De esta manera, 179 se dio inicio a un nuevo despojo legalizado de las tierras de campesinos y cooperativas agropecuarias. “La parcelación tenía como objetivo la individualización de la propiedad y del uso agrícola de las tierras de las cooperativas, lo cual condujo a la destrucción de las unidades productivas y la venta individual de parcelas, debido a la falta de apoyos financieros y técnicos que le dieran rentabilidad a sus cultivos. Hasta el 2007, los decretos de condonación habían provocado que muchas cooperativas devolvieran al Instituto Salvadoreño de Transformación Agropecuaria (ISTA) 120 propiedades en concepto de pago de deuda agraria y bancaria”, explicaba en 2009 la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS) [7]. A partir del año 2000, esta nueva fase de acaparamiento territorial coincidió con la implementación acelerada del modelo extractivista, promovido por el gran capital transnacional en alianza con las oligarquías nacionales, en el marco de la firma del Tratado de Libre Comercio Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR). Todo el continente latinoamericano sufrió la embestida de los megaproyectos hidroeléctricos, mineros, turísticos. El Salvador no fue la excepción. El norte y la costa siguen siendo las zonas más afectadas. Las y los herederos de aquellas comunidades indígenas que en 1882 fueron despojados para dar paso a la hacienda cafetalera, son hoy las víctimas de un modelo que los despoja nuevamente, mal comprándoles sus tierras a sabiendas que no van a poder adquirir otras. De nuevo se profundiza la pauperización en la zona rural. Turismo y acumulación por desposesión Al mejor estilo de los restaurantes en las montañas de Europa, los cascos de las haciendas cafetaleras se han convertido ahora en ambientes turísticos. 180 Sus alrededores, declarados “municipios vivos”, son corredores permanentes de visitantes. Los indígenas, cuyas familias fueron propietarias por décadas de pequeños inmuebles en las zonas urbanas, ahora ven amenazada la tenencia de sus propiedades, ya que se vuelve a considerarlos “no merecedores” de tener ubicadas sus viviendas en zonas que se han convertido de alto valor comercial. Igual que hace 150 años, estas propiedades deben pertenecer a quienes tengan los recursos económicos y la “inteligencia” para echar a andar el negocio. Ya son varios los casos donde familias indígenas están sufriendo desalojos judiciales de muy dudosa justificación. “No puede llamarse desarrollo algo que no es incluyente, ni es respetuoso de los pueblos originarios que son los legítimos poseedores de estos inmuebles”, dijo a Alba Sud una experta investigadora en temas de propiedad y tenencia de la tierra, quien pidió mantener el anonimato. La Ruta de “Las Flores” La ciudad de Ataco, en el departamento de Ahuachapán, se ha convertido en los últimos años en uno de los lugares turísticos más importantes de la zona occidental de El Salvador. Es parte de la que se conoce como Ruta de Las Flores, que reúne a varios municipios situados en la cordillera volcánica y cafetalera de occidente, cuyos cascos urbanos han sido reconvertidos y alojan a restaurantes y hoteles al mejor estilo de chalet suizos. Especialmente el parque central de Ataco se ha convertido, durante los fines de semana, en un lugar gourmet, donde se realizan festivales gastronómicos que atraen tanto al turismo nacional como al internacional. Esta situación ha generado un fuerte interés hacia los inmuebles que se asoman en el parque, 181 varios de los cuales pertenecen desde hace más de un siglo a familias indígenas, que ahora se ven amenazadas por el avance del “desarrollo turístico”. Es lo que le pasó a la familia de la señora Juana Arriola, cuya casa está ubicada frente al parque central de Ataco y cuyo título de propiedad remonta al año 1907 (Sistema Integral Registro y Catastro matrícula 15060290-00000). “De repente a la señora le notificaron que estaba usurpando el terreno donde surge su casita, y que si no presentaba los documentos necesarios iba a ser desalojada”, recuerda la investigadora “Pese a presentar toda la documentación solicitada, el juicio estuvo plagado de vicios e irregularidades y la señora Arriola y su familia fueron desalojadas. Pero lo que más nos sorprendió fue que las personas favorecidas por el fallo pertenecen a una de las antiguas familias cafetaleras salvadoreñas”, agregó. Diputados de la Asamblea Legislativa de El Salvador y grupos comunitarios de Ahuachapán se han movilizado y están dando seguimiento al caso, que por cierto es solamente uno de los tantos que se han producido. “La historia se repite. El avance del modelo extractivista sigue promoviendo el saqueo de los bienes comunes y enriquece a los de siempre, y a los herederos de aquellas familias indígenas que fueron desalojadas por la oligarquía cafetalera se les aplica ahora la misma receta, sacrificándolos en aras del ‘desarrollo’”, concluyó la investigadora. Notas: [1] Gordon, Sara. 1989. Crisis política y guerra en El Salvador. México DF: Siglo XXI Editores. 182 [2] Briñis, Armando. 2013. El Salvador. La República Cafetalera (1876-1931). Voces, 27/08/2013. [3] Emanuelsson, Dick. 2009. Las raíces y causas de la insurrección y la matanza del 1932 en El Salvador. Entrevista a Wilfredo Pinto. La historia del día. [4] Ceberio, Jesús. 1980. La reforma agraria de El Salvador sirve de excusa para la ocupación militar del país. El País, 19/12/1980. [5] Flores, Wilson; Morán, Pedro; Santos, Ana. 2005. Efectos socio-jurídicos de la aplicación de los decretos legislativos no. “747” y “719” en tres asociaciones cooperativas de la Reforma Agraria de la zona central en El Salvador durante el período comprendido: 1997-2004. San Salvador: Universidad de El Salvador, Trabajo de Graduación para optar al título de Licenciado en Ciencias Jurídicas. [6] Reforma Agraria y Desarrollo Rural en El Salvador, ISTA, noviembre de 2005. [7] Núñez, Sandra. 2009. Situación de las cooperativas y asociaciones agropecuarias afiliadas a Federaciones y CONFRAS. San Salvador: CONFRAS. Este artículo se realiza en el marco del proyecto "Turismo responsable, derechos humanos y trabajo decente" ejecutado por Alba Sud con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona - Programa Barcelona Solidaria convocatoria 2015. Fuente: http://www.albasud.org/blog/es/886/el-turismo-y-el-despojo-histrico-de-la-tierra-en-el-salvador 183 El monopolio ideológico de los medios de comunicación en Chile http://www.gamba.cl/2015/05/el-monopolio-ideologico-de-los-medios-de-comunicacion-en-chile/ VÍA REVISTA EL HORMIGUERO Y UDEC Durante los últimos años, se ha desarrollado un proceso de concentración económica de los medios de comunicación que ha llevado a la formación de dos grandes grupos empresariales que controlan casi la totalidad de la prensa escrita. La evidencia al respecto sugiere que esta situación ejerce consecuencias negativas sobre el derecho a la información y la libertad de expresión. Lo que se agrava por el rol de la publicidad privada y por los mecanismos de distribución de recursos estatales. La conjugación de estos factores resulta en un sombrío escenario, que hace necesaria la intervención del Estado en este mercado para evitar la concentración de los medios de comunicación en monopolios que limiten la libertad de expresión y el derecho a la información, pero una vez que se corrijan ciertos mecanismos de asignación de recursos publicitarios públicos. DUOPOLIO COMERCIAL, MONOPOLIO IDEOLÓGICO En la actualidad, la concentración económica de los medios de comunicación puede considerarse un duopolio comercial en manos de El Mercurio (dueño del diario del mismo nombre, Las Últimas noticias, La Segunda y otros 23 diarios regionales) y el Grupo Copesa (dueño La Tercera, La Cuarta y La Hora). En conjunto, concentran el 95% de los diarios que circulan en el país, según un estudio de FUCATEL. La principal fuente de financiamiento de los medios de comunicación es la publicidad. Hace décadas que los diarios dejaron de financiarse con sus propias ventas. En 2008, la empresa Megatime registra solo en Santiago un monto de publicidad total que supera los 80 millones de UF, 184 del cual el 30% fue a periódicos. La repartición de la “torta” de inversión publicitaria reafirma al duopolio: el 54,8% fue a periódicos del Grupo El Mercurio y un 25,3% al Grupo Copesa. Lo grave de la situación no es solo la existencia de pocos actores en el mercado, sino su uniformidad en la cobertura informativa, de opiniones temáticas y de proyectos políticoideológicos en sus líneas editoriales. El Profesor Gustavo Gonzáles (2008) del ICEI de la U. de Chile plantea que el duopolio es en realidad “un monopolio de dos cabezas”. Un “monopolio ideológico” que los expertos atribuyen, por un lado, a la ya mencionada necesidad de financiarse vía publicidad privada, lo que implica un tratamiento del acontecer nacional que deje contento al “segundo cliente” y, por otro lado a las características del empresariado chileno. La periodista María Elena Monckeberg señaló al respecto: “Su alto nivel de uniformidad ideológica, que en lo económico se expresa en un alto nivel de compromiso con el modelo neoliberal, y en lo cultural en un fuerte conservadurismo valórico, de modo que cuando actúan como avisadores utilizan la inversión publicitaria como una herramienta para fortalecer a aquellos medios que les son más afines” CONTROL SOCIAL El control social, es una herramienta que cualquier empresario, político, y ambicioso de poder quisiera tener. Por lo tanto, no es casualidad que aquellos que controlan los medios de producción, también deseen controlar los medios de comunicación. La adquisición de distintos periódicos, emisoras radiales y canales de televisión por parte de grandes empresarios, no corresponden de ninguna manera a una decisión antojadiza o azarosa. En Chile, este duopolio conduce inevitablemente al monopolio de la información por parte de los grupos económicos, influyendo considerablemente en la percepción de la realidad que posee la sociedad chilena. COPESA Y EL MERCURIO El Consorcio Periodístico Sociedad Anónima – Copesa, posee el periódico La Tercera, Diario Concepción, La Hora, La Cuarta, Radio Beethoven, Radio Zero, Radio Carolina, Revista Paula, Qué Pasa, entre otros medios. Álvaro Saieh, presidente del Directorio y principal accionista, también es propietario del conglomerado CorpGroup, controladora del banco CorpBanca, Banco Condell, cadena de centros comerciales Mall VIVO, además de las cadenas de supermercados Unimarc, Las Brujas, Korlaet, Mayorista 10, Euromarket, Los Naranjos, entre otros. También posee acciones en el retail La Polar, en la operadora telecomunicacional VTR, y en Hotel Hyatt, por nombrar algunas empresas que se extienden en una numerosa lista de propiedades. De lo anterior, podemos decir que Álvaro Saieh controla una gran cantidad de sucursales bancarias, supermercados, grandes tiendas, y negocios que inciden en el diario vivir de las personas, manifestándose un interés permanente en adquirir más propiedades, como su reciente deseo de adquirir la bencinera Terpel. En cambio, El Mercurio Sociedad Anónima Periodística – El Mercurio S.A.P., controla los periódicos El Mercurio, La Estrella, La Segunda, Las Últimas Noticias, El Sur, Diario Austral, El Líder, El Llanquihue, La Crónica de Chillán, entre otros. Esta sociedad anónima es propiedad de Agustín Edwards Eastman, perteneciente a una de las familias más influyentes en la historia del país en el ámbito económico y político, remontándose a una generación de casi dos siglos de existencia y que ha sido clave en distintos episodios determinantes, como es el caso del Golpe Militar en Chile y la posterior dictadura. Es decir, que el duopolio periodístico chileno construye una realidad determinada según sus intereses económicos, políticos e ideológicos, y lo grave radica en que desde esa perspectiva determinan qué hechos son relevantes y cuáles no, limitando el acceso de la audiencia a las distintas visiones existentes. 185 Es por esto que se hace evidente el control económico y social al que someten a miles de chilenos, controlando gran parte de sus aspectos del diario vivir. Los mismos que controlan el precio del pan o la leche, son capaces de influir en la determinación de qué conducta es buena y cuál es mala. De tal manera, que a través de los medios de comunicación pueden validar dicho sistema imperante, como también desvalidar todo movimiento social o político que atente contra dicho sistema. LA COMPLICIDAD DEL ESTADO La publicidad privada no es la única fuente de financiamiento del monopolio. La publicidad proviene también de instituciones del Estado y sus empresas. El llamado avisaje estatal es la inversión en publicidad de las distintas reparticiones públicas. Según un estudio realizado por FUCATEL, la publicidad del Estado alcanzó en 2005 los $10.730.000.000, donde el 77% de estos dineros fueron a parar a El Mercurio y Copesa (FUCATEL, 2009). Algunos explican esta situación planteando que la circulación y la gran cantidad de ventas de El Mercurio justifican que acapare la mayor parte del avisaje estatal, pues así la publicidad del Estado llega a la mayor cantidad de público posible. Sin embargo, esto no parece buena explicación para el hecho de que el 50% de la publicidad de los proyectos sociales de CORFO y la de FONASA se entreguen a El Mercurio pues los beneficiados y afiliados a ambas instituciones estatales pertenecen a los estratos socioeconómicos medios y bajos, lejos del perfil de los lectores de El Mercurio. Según un estudio de Kantar Media Research, un 32% de los lectores del diario pertenecen al sector ABC1 y un 36% al C2. ¿Tendrán FONASA? Discrecionalidad y arbitrariedad son las palabras que definen el mecanismo a través del cual el Estado entrega recursos publicitarios, según una Comisión investigadora de la Cámara de Diputados en su informe aprobado en 2007. Lo que podría convertirse en una forma de censura indirecta, al entregar dinero solo a medios afines a la autoridad de turno o “castigar” a los que realicen investigaciones que los perjudiquen, como lo muestra el informe sobre Censura indirecta y publicidad oficial de la Asociación por los Derechos Civiles (Asociación por los Derechos Civiles, 2008). EL DEBER DEL ESTADO (NOSOTROS), GARANTIZAR DERECHOS BÁSICOS Por una parte, el libre mercado ha puesto límites al pluralismo de los medios de comunicación y restricciones a la libertad de expresión. Así lo demuestra la concentración de los medios en dos grupos económicos y el uso de la publicidad privada como herramienta para favorecer a medios con afinidad ideológica. La existencia del duopolio comercial-monopolio ideológico afecta gravemente el pluralismo. Por otra, el Estado y sus mecanismos poco claros dejan a la discrecionalidad y arbitrariedad de la autoridad el uso de los recursos públicos destinados a la publicidad, lo que ha favorecido la concentración económica en el sector. Puede convertirse en una herramienta de censura indirecta y discriminación arbitraria, al favorecer a medios de comunicación afines. Pero, ¿Por qué es necesario que se intervenga en este mercado concentrado y se corrijan los mecanismos de asignación de recursos del Estado? El derecho a expresarse libremente implica el derecho al acceso a fuentes de información verídicas. De ellas, se desprende la libertad de prensa y la condena a cualquier acto de censura. Por tanto, si se considera que la libertad de expresión y el derecho a la información son dos garantías fundamentales en un orden democrático: Primero, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificados por Chile consideran la libertad de expresión como una garantía fundamental que el Estado debe proteger. Dejar este derecho al arbitrio del mercado tiene las consecuencias que hoy apreciamos en Chile. 186 Segundo, la existencia de monopolios y oligopolios que controlen la propiedad de los medios de comunicación afectan el ejercicio pleno de la libertad de expresión y el derecho a la información. La Declaración Interamericana de Principios sobre la libertad de expresión lo plantea así: “Los monopolios u oligopolios en la propiedad y control de los medios de comunicación conspiran contra la democracia… al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la información de los ciudadanos” (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2000). Debido a este peligro, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la OEA ha definido como un problema urgente a ser resuelto en América Latina, el limitar la hegemonía discursiva y el control de la agenda informativa que generan los distintos monopolios y oligopolios en la región. Tercero, la Constitución de Chile garantiza la libertad de emitir opinión y de informar sin censura, además consagra el derecho a la no discriminación arbitraria en el trato que debe dar el Estado en materia económica. Esto hace necesario regular los mecanismos usados por el Estado para entregar recursos a la prensa, evitando la discrecionalidad y la posible censura indirecta, de acuerdo a la Declaración Interamericana sobre libertad de expresión. Pues esta forma de entregar recursos públicos ha contribuido a la desaparición de 5 diarios nacionales (Fortín Mapocho, La Época, El Metropolitano, Diario Siete y Diario Uno) que no pudieron acceder a estos recursos, ni mucho menos a la publicidad privada por el sesgo ideológico del empresariado. Buscando evitar este destino, la Revista Punto Final demandó al Estado de Chile por lo que considera un trato discriminatorio que favorece la concentración económica en desmedro de la libertad de opinión y expresión. CONCLUSIÓN La libertad de expresión y el derecho a la información son de los derechos más importantes del sistema democrático. El libre mercado y mecanismos arbitrarios de entrega de recursos públicos pueden terminar en un mercado concentrado y uniforme ideológicamente en desmedro del pluralismo y la libertad de expresión. El Estado garante de estos derechos, según la constitución y diversos tratados internacionales, debe velar por su cumplimiento. Las recomendaciones internacionales van en la misma línea: el Estado debe evitar la concentración de los medios de comunicación en monopolios que limiten la libertad de expresión y el derecho a la información. Las formas para lograrlo, la experiencia comparada de otros países, es la discusión que ahora debe comenzar. Ideas filosóficas que fundamentan la pedagogía de Paulo Freire Marcos Santos Gómez * http://redesib.formacionib.org/blog/ideas-filosoficas-que-fundamentan-la-pedagogia-de-paulofreire?utm_content=buffercf74d&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaig n=buffer Síntesis: El propósito del presente trabajo es destacar algunos fundamentos teóricos de la pedagogía de Paulo Freire dentro del campo de la filosofía del siglo xx. Esta es una tarea necesaria para esclarecer los puntos esenciales de una perspectiva pedagógica de enorme importancia en la alfabetización y educación de adultos en América Latina. El autor se ha centrado, en especial, en los pensadores que se relacionan con tres aspectos vitales en este enfoque: 1) Las ideologías como elementos de reproducción social y su superación mediante la «concientización»; 2) La ubicación del punto de partida para el proceso educativo-alfabetizador en la situación límite que vive el oprimido; 3) La naturaleza dialógica del ser humano y su fundamental apertura. 187 Palabras clave: Paulo Freire; pedagogía del oprimido; filosofía de la educación; diálogo; alfabetización y educación de adultos. SÍNTESE: O propósito do presente trabalho é destacar alguns fundamentos teóricos da pedagogia de Paulo Freire dentro do campo da filosofia do século xx. Esta é uma tarefa necessária para esclarecer os pontos essenciais de uma perspectiva pedagógica de enorme importância na alfabetização e educação de adultos na América Latina. O autor centrou-se, especialmente, nos pensadores que se relacionam com três aspectos vitais a partir deste enfoque: 1) As ideologias como elemento de repro--dução social e sua superação mediante a «conscientização»; 2) A localização do ponto de partida para o processo educativo-alfabetizador na situação limite que o oprimido vive; 3) A natureza dialógica do ser humano e sua fundamental abertura. Palavras chave: Paulo Freire; pedagogia do oprimido; filosofia da educação; diálogo; alfabetização e educação de adultos. Abstract: The aim of the present paper is to highlight, within the work frame of 20th century philosophy, some of the theoretical foundations of Paulo Freire’s pedagogy. This is a necessary task in order to shed some light on the essential items of a pedagogic approach of enormous importance for adult education and adult literacy in Latin America. The author has specially focused on those thinkers which can be related to three main aspects of Freire’s approach: 1) Ideologies as an element of social reproduction and how to overcome them through «becoming aware»; 2) Locating the starting point of the literacy and educational process on the border line situation experienced by the oppressed; 3) The dialogical nature of the human being and its fundamental openness. Key words: Paulo Freire; pedagogy of the oppressed; philosophy of education; dialogue; adult literacy; adult education. 1. Introducción Mi objetivo principal en este ensayo es el esclarecimiento de algunos elementos teóricos, procedentes de la tradición filosófica, que sustentan la práctica educativa del «pedagogo de la liberación», el brasileño Paulo Freire. Me parece que esta iniciativa cobra un gran sentido en la medida en que numerosos movimientos sociales en el mundo se inspiran en su pedagogía, como por ejemplo la educación popular desarrollada en distintos lugares de Iberoamérica (Trilla, 2002, pp. 334-338; Barrio, 2005, p. 135; Cruz, 2004, pp. 901-902). En España, en particular, Freire es considerado un gran educador por parte de algunos estudiosos (Santos Guerra, 1997, p. 356; Flecha y Miquel, 2001, p. 324). De hecho, una importante motivación para la redacción del presente trabajo ha sido demostrar, desde la reflexión, que la «pedagogía del oprimido» continúa plena de sentido universal y vigencia. El filósofo Enrique Dussel dedica algunas páginas a la pedagogía de Paulo Freire, a la que compara con la de Piaget y Vygotsky y con la psicología de Kohlberg, para destacar que Freire supone una superación de todos ellos (Dussel, 2002, pp. 422-430). Afirma Dussel que estos, a pesar de sus méritos, permanecen en una concepción individualista del proceso educativo y del desarrollo del sujeto. En cambio, Freire, sostiene, es un pedagogo más completo porque sitúa en el centro de su teoría y práctica pedagógica el elemento de relación con los demás que supone todo crecimiento personal, y el hecho de que este se ha de dar dentro de una comunidad que también se va transformando a lo largo de la educación mutua de sus miembros. Freire enfatizará lo que podemos denominar «cualidad relacional» del ser humano, que pasa a ocupar un lugar central en su visión del proceso educativo. Por eso, las páginas que siguen las voy a dedicar principalmente a la exposición y comentario de filósofos que realzaron este aspecto de la existencia humana y que influyeron destacadamente en la concepción dialógica de la pedagogía que ostentó Paulo Freire, como veremos. 188 Para el autor brasileño, en el contexto de nuestras sociedades e historia, la pedagogía necesariamente ha de ser una «pedagogía del oprimido» que implica un posicionamiento político (Ferreira, 2003, p. 67). Pero teniendo en cuenta que la opresión que caracterizaría a nuestras sociedades, a su juicio, adquiere numerosas formas y manifestaciones, a menudo encubiertas, supone, por tanto, un prolongado y arduo esfuerzo llegar a la «liberación». Como él mismo afirma: [...] la liberación es un parto. Es un parto doloroso. El hombre que nace de él es un hombre nuevo, hombre que solo es viable en la y por la superación de la contradicción opresores-oprimidos que, en última instancia, es la liberación de todos (Freire, 1992, p. 45). Porque la opresión afecta a los aspectos más profundos de la persona en la medida en que por la «educación» la incorporamos a nuestro bagaje más íntimo. Para desarrollar esta idea, Freire recurre a un enfoque de corte freudomarxista, fuertemente influenciado por Erich Fromm y su idea de un «miedo a la libertad» operante en los individuos y grupos sociales. Ambos se conocieron y coincidieron en Cuernavaca (México), donde el psicólogo estuvo instalado un tiempo (Dussel, 2002, p. 432). En las páginas que siguen, en definitiva, intentaré desarrollar algunos aspectos de la pedagogía freiriana para entender la perspectiva filosófica desde la que el brasileño se dirige a nosotros. Comienzo con lo que él denominó «educación bancaria». Expondré algunos planteamientos suyos relacionándolos con pensadores y corrientes intelectuales que le influyeron(1). No obstante, no es este un estudio exhaustivo que saque a relucir todas las fuentes filosóficas de Freire, ni que agote en absoluto todas sus ricas y estrechas relaciones con la filosofía latinoamericana, el cristianismo o la tradición hegeliano-marxista. 2. La educación bancaria: inconvenientes de la «verticalidad» Paulo Freire denominó «educación bancaria» a una manera de entender la educación como relación «vertical», o sea, en la que uno (el educador) otorga y otros (los educandos) reciben conocimiento. Existe, por tanto, en este modelo pedagógico una separación tajante entre los roles de educador y educando (Freire, 1992, pp. 73-99). La educación bancaria se concibe como narración de unos contenidos fijos, o como transmisión de una realidad que no requiere reelaboración y que se presenta como la única posible (Freire, 1992, p. 75). Según Freire, la educación bancaria supone una violencia en la medida en que se efectúa desde la sordera hacia el otro que está siendo educado. Como afirma el propio Freire: Referirse a la realidad como algo detenido, estático, dividido y bien comportado o en su defecto hablar o disertar sobre algo completamente ajeno a la experiencia existencial de los educandos deviene, realmente, la suprema inquietud de esta educación (Freire, 1992, p. 75). Es esta una violencia que se manifiesta especialmente en la consideración del otro, el educando, como un ignorante. En la visión «bancaria» de la educación, el «saber», el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Donación que se basa en una de las manifestaciones instrumentales de la ideología de la opresión: la absolutización de la ignorancia, que constituye lo que llamamos alienación de la ignorancia, según la cual esta se encuentra siempre en el otro (Freire, 1992, p. 77). Respecto a esta «absolutización de la ignorancia» Freire relata cómo aprendió, gracias a una lección que siempre recordaría, que no hay educación sin escuchar, ni sin considerar a nuestro interlocutor maestro y sabio (Freire, 2002, pp. 22-25). Y también hubo de toparse, como 189 alfabetizador, con la naturalización de la ignorancia por parte del propio sujeto oprimido. En relación con esto cuenta cómo comenzó una charla con un juego de preguntas y respuestas gracias al cual reveló irrefuta-blemente la sabiduría de los campesinos analfabetos que decían ser ignorantes, que creían serlo (Freire, 2002, pp. 44-45). En realidad, podemos matizar, los campesinos se sentían ignorantes pero no lo eran. De hecho, esto es lo que la pedagogía de Freire pretende evidenciar en un primer momento, en un proceso socrático por el que la sabiduría de los educandos sale a relucir. Por supuesto, descubrir la sabiduría del otro requiere humildad por parte del educador. Como el propio Freire afirma: No hay [...] diálogo si no hay humildad. La pronunciación del mundo, con el cual los hombres lo recrean permanentemente, no puede ser un acto arrogante (Freire, 1992, p. 107). Freire se opone a toda arrogancia y a la separación tajante entre los participantes en un proceso educativo: La educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando. Debe fundarse en la conciliación de sus polos, de tal manera que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos (Freire, 1992, p. 77). En realidad, toda educación liberadora, en oposición a la educación bancaria, posee un destacado carácter recíproco, es decir, se da «de todos con todos». Esto presupone un sentimiento profundamente arraigado en el educador de que el otro vale, además de una sincera fe en los hombres, en su poder creador para dotarse de un destino, y en que este destino puede adecuarse a sus necesidades profundas. Dice: Su creencia debe estar empapada de una profunda creencia en los hombres. Creencia en su poder creador (Freire, 1992, p. 81). Además, Freire relaciona la educación bancaria con una suerte de prohibición de ser feliz, un desafortunado distanciamiento entre los hombres que se relaciona con un doloroso rechazo a la vida. El educador bancario es, y en esto Freire sigue muy de cerca a Erich Fromm, un «necrófilo» (Freire, 1992, p. 85). En términos generales, el pedagogo brasileño coincide con la propuesta de «humanizar» la vida que desarrolla Fromm en sus obras. Para el psicólogo, la vida humana ha de ra-cio--na-lizarse, no en el sentido de intelectualizarla, sino en el de humanizarla, es decir, haciendo que responda a las necesidades específicamente humanas (Fromm, 1992; 1999). Esta humanización implica el desarrollo de una equilibrada vinculación afectiva con los otros hombres y con el mundo, ya no gobernada por la cosificación, sino trasmutada en una suerte de amor maduro que describe bellamente como una relación fraterna (Fromm, 1974). En sus reflexiones demuestra la humana necesidad de fraternidad, porque para él la felicidad siempre es con el otro, nunca solitaria. Según Freire, una tarea fundamental para todo educador sería la identificación y superación de su propia verticalidad psicológica que lo predispone en contra del diálogo. Pero la pedagogía freiriana parece apuntar más lejos que la visión psicologista de Fromm. En este sentido, como afirma el profesor Dussel: [...] no es la sola inteligencia teórica o moral (esto se supone, pero no es el objetivo principal), ni siquiera el desbloqueo pulsional hacia una normal tensión del orden afectivo (à la Freud, que también se supone), sino algo completamente distinto: Freire intenta la educación de la víctima en el proceso mismo histórico, comunitario y real por el que deja de ser víctima (Dussel, 2002, p. 431). 190 La horizontalización de las relaciones humanas que propone llevar a cabo en el acto educativo es una ubicación factual del oprimido fuera de la estructura opresora. Es decir, en toda educación liberadora se realiza de hecho la utopía de unas relaciones humanas auténticas, que desde la perspectiva del pedagogo brasileño han de ser «horizontales». Y esto apunta a una doble transformación: en el corazón de la persona y en las estructuras sociales. La interacción horizontal es ya una realización de la utopía de una sociedad sin oprimidos, es decir, una sociedad estructurada de forma que no cohíba la expresión de las personas. La utopía, pues, está ya presente en el medio para lograrla. No es un fin ajeno al momento actual, sino que se encuentra necesariamente en el proceso educativo. Pero, para que acontezca esta encarnación del ideal y «sane» el hombre, es preciso vencer a la carga ideológica que el sujeto oprimido ostenta, incorporada a sí mismo. Se requiere combatir contra los obstáculos que operan en sentido contrario y se oponen a nuestra salud, obstáculos que pesan como un lastre dentro de nuestro espíritu. En este sentido, en las líneas que siguen voy a profundizar en las relaciones entre educación bancaria e «ideología», entendiendo esta última como el lastre que dificulta lo que para Freire no es sino una normalización de la existencia humana. La pedagogía del oprimido, en este sentido, es una rectificación efectuada en el interior y el exterior del hombre por él mismo, siempre desde su libertad, que lo conduce a su carril, a la senda que había perdido. Según Freire, que irradia un considerable optimismo, esto es posible. Pero no podemos olvidar las nefastas consecuencias de la falsa conciencia que uno porta en sí mismo, porque es precisamente su detección el primer paso del proceso de «concientización», al que tanto se refiere nuestro pedagogo en sus obras, que devuelve a la persona el dominio de sus propias riendas. 3. Ideología y «concientización» Se conoce como «ideología» el conjunto de creencias e ideas (políticas, religiosas, morales, etc.) que legitiman una determinada configuración social, justificándola y, a veces, encubriendo las verdaderas razones de que las cosas sean como son, concepto hegeliano usado por los marxistas desde los Manuscritos sobre economía y filosofía que escribiera Marx (Marx, 1993). Aunque hay distintas formas de entenderlo, yo voy a seguir esta tradición que concibe a la ideología como sirvienta de un régimen económico y social concreto. El papel determinante que las ideologías cumplen en la reproducción y consolidación de las estructuras de clase es explicado por autores de enorme influencia en el pedagogo que estamos estudiando, tales como Gramsci, Lukács, Horkheimer o Marcuse de quienes recoge elementos, como señala el profesor Dussel (Dussel, 2002, pp. 430-439). Freire conecta con estas perspectivas neomarxistas que se alejan del economicismo del marxismo ortodoxo y, como en los citados autores, cree posible la transformación revolucionaria desde los niveles superiores de la cultura, es decir, desde el discurso y las ideas, que pueden incidir en la dirección del cambio. A la ideología se la puede combatir, según ellos, en su mismo ámbito: el pensamiento y las ideas. La liberación se puede centrar en una praxis ejecutada en la palabra y a través de ella, criticando las creencias asentadas y desvelando los corsés ideológicos. Y es que este desvelamiento, de por sí, ya incide en una transformación de la sociedad. Por ejemplo, Lukács destaca que la lucha por la emancipación no solo será en el plano de la realidad económica y social, sino también en el plano de las ideas: El proletariado se realiza a sí mismo al suprimirse y superarse, al combatir hasta el final su lucha de clase y producir así la sociedad sin clases. La lucha por esta sociedad [...] no es solo una lucha con el enemigo externo, con la burguesía, sino también y al mismo tiempo una lucha del proletariado consigo mismo, con los efectos destructores y humillantes del sistema capitalista en su consciencia de clase. [...] El proletariado no puede ahorrarse ninguna autocrítica, pues solo la verdad puede aportarle la victoria: la autocrítica ha de ser, por lo tanto, su elemento vital. (Lukács, 1984, p. 166) También Gramsci, en su valoración de la función crítica y transformadora del pensamiento, afirmará: 191 Una filosofía de la praxis no puede dejar de presentarse inicialmente como una actitud polémica y crítica, como superación del modo de pensar precedente y del pensamiento concreto existente (o del mundo cultural existente). Es decir, debe presentarse ante todo como crítica del «sentido común» (Gramsci, 1972, p. 21). Pero nuevamente es la influencia de Erich Fromm la que parece ser determinante en Freire. Aquel define la enajenación, en términos psicológicos, como la incorporación de unas creencias ajenas operantes en nosotros, que simulan ser propias y favorecer al sujeto oprimido, que, así, vive engañado. La ideología sería la lógica del opresor que se incorpora al pensamiento del oprimido, aun más, la lógica de una estructura producida por una civilización creada por el hombre contra sí mismo y que oculta su enajenación. Así define Fromm el concepto de «enajenación»: Entendemos por enajenación un modo de experiencia en que la persona se siente a sí misma como un extraño. Podría decirse que ha sido enajenado de sí mismo. No se siente a sí mismo como centro de su mundo, como creador de sus propios actos, sino que sus actos y las consecuencias de ellos se han convertido en amos suyos, a los cuales obedece y a los cuales quizás hasta adora. La persona enajenada no tiene contacto consigo misma, lo mismo que no lo tiene con ninguna otra persona. Él, como todos los demás, se siente como se sienten las cosas, con los sentidos y con el sentido común, pero al mismo tiempo sin relacionarse productivamente consigo mismo y con el mundo exterior (Fromm, 1992, p. 105). En el freudomarxismo y la primera Escuela de Frankfurt resulta vital la toma de conciencia de esta enajenación que supone el haber interiorizado una lógica ajena que opera contra nuestros propios intereses, o sea, de manera ideológica. Por eso, es precisamente a través de la toma de conciencia de la función legitimadora de las creencias y concepciones del mundo que nos conforman, como apunta Marcuse, que habría de comenzarse el proceso de liberación: Toda liberación depende de la toma de conciencia de la servidumbre, y el surgimiento de esta conciencia se ve estorbado siempre por el predominio de necesidades y satisfacciones que, en grado sumo, se han convertido en propias del individuo (Marcuse, 1998, p. 37). Y, por supuesto, la Teoría Crítica del primer Horkheimer se plantea en una dirección muy semejante (Estrada, 1990, pp. 27-28). En relación con la educación, la verticalidad propia de toda educación bancaria, a la que me referí en líneas anteriores, llegaría a convertirse en una forma de ser, en una personalidad. Esto es lo que Erich Fromm denomina «carácter social»: el tipo de personalidad que una sociedad concreta fomenta y requiere que adoptemos, para perpetuarse a sí misma (Fromm, 1992, pp. 71-90). Según esto, lo ideológico nos constituiría hondamente, en los basamentos de nuestra identidad. En consecuencia, en la medida en que, víctima de su enajenación ideológica, el oprimido generalmente no es consciente de su opresión, un primer paso en la pedagogía de la liberación es la concien-ti-za-ción, por la que el sujeto oprimido retoma las riendas de la realidad, percatándose del grado en que su propia persona había dejado de pertenecerle. Así, afirma nuestro pedagogo que: El gran problema radica en cómo podrán los oprimidos, como seres duales, inauténticos, que «alojan» al opresor en sí, participar de la elaboración, de la pedagogía para su liberación. Solo en la medida en que se descubran «alojando» al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo. La pedagogía del oprimido, que no puede ser elaborada por los opresores, es un instrumento para este descubrimiento crítico: el de los oprimidos por sí mismos y el de los opresores por los oprimidos, como manifestación de la deshu-ma-nización (Freire, 1992, p. 41). 192 En cualquier caso, esta concientización supone asumir la propia circunstancia partiendo de la realidad que envuelve al oprimido. Esto es lo que, en las líneas que siguen, voy a exponer. 4. La situación límite como punto de partida de la pedagogía Freire hace partir toda educación que se pretenda liberadora de la propia realidad vital del oprimido. Insiste en que para tender a una vida mejor hay que situarse en el punto de vista y la realidad del oprimido. Dicho en otras palabras, su pedagogía trata de ubicarse en la situación límite como punto de partida para la posterior concientización y comprensión crítica de la realidad a que me he referido en el parágrafo anterior. Esta idea es expresada con claridad por el propio pedagogo, cuando se interroga directamente: ¿Quién mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de una sociedad opresora (Freire, 1992, p. 40). Pues bien, a la hora de enfocar este tema Freire se muestra deudor de sus lecturas e influencias existencialistas y personalistas. En primer lugar, nos referiremos al filósofo existencialista alemán Jaspers, que él cita asiduamente en sus obras principales (v. g. Freire, 1989, p. 104). Freire se inspira en la noción de situación límite de este, pero le da un nuevo sentido, según expresa Dussel (Dussel, 2002, p. 432). Cuando Jaspers nombra «situaciones límite» se refiere a: Situaciones tales como las de que estoy siempre en situación, que no pueda vivir sin lucha y sin sufrimiento, que yo asumo inevitablemente la culpa, que tengo que morir, [...]. Estas situaciones no cambian, salvo solamente en su modo de manifestarse; referidas a nuestra existencia empírica, presentan el carácter de ser definitivas, últimas. Son opacas a la mirada; en nuestra existencia empírica ya no vemos nada más tras ellas. Son a manera de un muro con el que tropezamos y ante el que fracasamos. No podemos cambiarlas, sino tan solo esclarecerlas, sin poder explicarlas ni deducirlas partiendo de otra cosa. (Jaspers, 1958b, pp. 66-67) No son algo abarcable para la ciencia y los saberes explicativos, pero su importancia es tal que, en palabras de Jaspers: Llegamos a ser nosotros mismos entrando en las situaciones límites con los ojos bien abiertos (Jaspers, 1958b, p. 67). Porque en ellas realizamos una especie de salto: Desde la existencia empírica a la «existencia», a la que estaba encerrada germinalmente, a lo que se esclarece a sí mismo como posibilidad, a lo real (Jaspers, 1958b, p. 70). Es decir, por las situaciones límite intuimos un más allá del límite que señalan, fuera de la existencia empírica. Pero lo crucial de dichas situaciones es que solo en ellas nos encontramos a nosotros mismos como existentes: Experimentar las situaciones límite y «existir» son una misma cosa (Jaspers, 1958b, p. 67). Nos revelan nuestra existencia y nos conocemos en ellas. La situación límite del oprimido es, para Freire, un punto de partida material, económico y político de unas connotaciones algo diferentes a las que parece referirse el filósofo alemán con su noción de «situación límite». Es algo producido por el hombre y que apunta a su propia superación en la historia, en la forma de una humanización de la historia. Apunta a la utopía superadora, como las 193 situaciones límites en Jaspers apuntaban a una existencia más completa. Por eso, la educación liberadora parte de la realidad en la que se encuentra el educando oprimido. Como el pedagogo de Recife dice: Será a partir de la situación presente, existencial y concreta, reflejando el conjunto de aspiraciones del pueblo, que podremos organizar el contenido programático de la educación y acrecentaremos la acción revolucionaria (Freire, 1992, p. 115). Esta realidad del oprimido son las estructuras de dominación que lo constituyen como oprimido. Como es sabido, en su práctica pedagógica Freire se situó en la máxima negatividad posible, la del oprimido que busca su educación, que con su silencio apunta al escándalo de su mala-educación (de su educación como excluido) y a la necesidad de su superación. En este sentido, el educando oprimido en el límite, para Freire, es sobre todo el adulto analfabeto y pobre (Dussel, 2002, p. 433). Hay que resaltar que la aspiración de Freire es llegar a un encuentro del ser humano consigo mismo, a partir de la referida situación límite de los analfabetos. La liberación del oprimido es la liberación de todos los hombres. Certeramente, lo afirma: La pedagogía del oprimido, que busca la restauración de la intersubjetividad, aparece como la pedagogía del hombre (Freire, 1992, p. 52). En este sentido, su pedagogía apunta a la situación en que todos los seres humanos puedan hablar y, sobre todo, escucharse. Desembocamos, por tanto, en el diálogo como característica específicamente humana y humanizante. En Freire, la utopía es, fundamentalmente, diálogo. Esto es así, también, para algunos autores contemporáneos que, como Jaspers, se mueven en la órbita existencialista y personalista. A continuación, desarrollo este punto. 5. El diálogo como utopía: alteridad y apertura en el ser humano Jaspers resulta enormemente afín al pensamiento de Freire. No solo por la concepción de la sabiduría que se abre en la situación límite, sino en la medida en que para el filósofo alemán la relación de comunicación existencial resulta crucial en la felicidad del hombre y su realización (Jaspers, 1958a, pp. 449-521). Será este filósofo, y otros que voy a tratar en las líneas que siguen, quienes enfatizan el aspecto relacional que nos constituye y que convierte la educación dialógica que propuso y practicó Freire en la única posible, en la auténticamente humana. Esta necesaria comunicación entre los hombres, su mutua influencia e interacción, es fundada por Jaspers a partir del hecho de que: Yo no puedo llegar a ser yo mismo si el otro no lo es, yo no puedo estar cierto de mí si no estoy también cierto del otro (Jaspers, 1958a, p. 458). El filósofo existencialista, con su habitual laconismo, desarrolla en una de sus obras principales la idea de que uno no llega a ser uno mismo si no es a través de la comunicación (existencial) con un tú libre. Se precisa un tipo de relación horizontal para que los hombres, al comunicarse, se expresen y crezcan. Bien es cierto que Jaspers restringe esto a la comunicación entre amigos en lo que él denomina «comunicación existencial». En esta, el sujeto es consciente de la importancia de la comunicación para el autodesarrollo: La conciencia de ser un factor decisivo para sí mismo y para el otro empuja a estar en la disposición más extrema para la comunicación (Jaspers, 1958a, p. 458). 194 Tanto que: Toda pérdida y fallo en la comunicación es propiamente una pérdida del ser (Jaspers, 1958a, p. 459). Según sus propias palabras: En la comunicación, por virtud de la cual yo me sé captado a mi vez, el otro es solamente este otro: su singularidad es el modo en que se manifiesta la sustancialidad de este ser (Jaspers, 1958a, p. 459). La otra persona es sujeto irrepetible y singular. Es en esta comunicación directa y profunda en la que el sí mismo, por emplear la expresión jasperiana, se conoce y se re-crea. En ella se da una creación mutua en la que los sujetos participantes se van implicando. En este juego, y solo en él, el sujeto llega a conocerse. Por eso, tiene sentido la tesis de que el propio autodesarrollo requiere de la libertad y el libre desarrollo del otro. En cualquier caso, Jaspers no ignora los límites y dificultades de la comunicación existencial (Jaspers, 1958a, pp. 459-461), pero insiste en la importancia vital para el propio individuo de que se encuentren modos de llevarla a cabo. La interacción humana, al menos la que Jaspers denomina «existencial», nunca es un desarrollo solitario de un yo innato, sino una re-creación del yo en la comunicación mutua. Del otro parte la construcción de uno mismo. Esta importancia radical de la alteridad, de lo que podemos denominar cualidad relacional del hombre, aparece con mayor fuerza en los filósofos Martin Buber y Gabriel Marcel. Si nos detenemos en la obra Ser y tener de Marcel (Marcel, 2003), nos encontramos que en ella aparece varias veces resaltada esta necesidad para la persona de crearse con los demás. En los trabajos de este pensador existencialista la idea de «encarnación», de «existencia encarnada», nos remite a esta cualidad humana de ser afectados. Porque si somos seres encarnados, somos en un cuerpo que es afectado por el mundo, en situación. Esta situación envuelve cada faceta del yo. El propio cuerpo es un centro rodeado y abrazado por la realidad, permeable al mundo, presto a ser contagiado por este. Vivir, en este sentido, supone estar abierto a una realidad con la cual entro en una especie de comunicación. No existimos en el solipsismo sino en la comunicación, en la apertura al otro. Así, afirma el filósofo francés: Romper, en consecuencia, de una vez por todas con las metáforas que representan a la conciencia como un círculo luminoso alrededor del cual no habría para ella sino tinieblas. Es al contrario, es la sombra quien ocupa el centro (Marcel, 2003, p. 15). Y esa luz periférica brilla con su mayor intensidad en la persona del otro. Un otro no cosificado, no convertido en objeto. Siempre que sea así, que nuestra relación no sea una relación con una cosa, el otro ser humano nos afectará profundamente. En esto coinciden Marcel y Buber. El prójimo se constituye, más allá de un mero objeto, en un complemento de mi personalidad, en el necesario túque me interpela (Buber, 1998). Destacan ambos pensadores por su estrecha relación con las ideas freirianas respecto a la «dialogicidad» esencial del hombre. Así, Freire afirmará que: Esta transitividad de la conciencia hace permeable al hombre. Lo lleva a vencer su falta de compromiso con la existencia, característica de la conciencia intransitiva, y lo compromete casi totalmente. Es por eso por lo que existir es un concepto dinámico, implica un diálogo eterno del hombre con el hombre; del hombre con el mundo; del hombre con su Creador (Freire, 1989, p. 53). Porque el yo está ligado a la existencia de los otros y por ellos existe. Así también lo expresa Marcel: 195 No solo tenemos el derecho de afirmar que los otros existen, sino que estaría dispuesto a sostener que la existencia no puede ser atribuida más que a los otros en tanto que otros, y que no puedo pensarme a mí mismo como existente, sino en tanto que me concibo como no siendo los otros; por consiguiente, como otro que ellos (Marcel, 2003, p. 97). Como en Buber, en Marcel resulta fundamental la idea de que lo que me hace ser un yo singular es la presencia del tú, sin cuyo influjo ni siquiera puedo estar presente a mí mismo como conciencia personal. Pero sobre todo, como cima de este pensamiento acerca de la otredad, se sitúa el filósofo Lévinas, quien se refiere a la ética como una relación básica (y fundacional) con lo ajeno, con lo otro que no somos pero a lo que debemos el propio ser. Para Lévinas, en efecto, la ética precede a toda sabiduría y entronca con profundidades muy por debajo de los discursos y las elaboraciones racionales. En este sentido, los profesores Mèlich y Bárcena apuntan a una educación que se haga cargo del otro, que lo acoja y tenga en cuenta su rostro. Y un necesario camino en este proceso pasa por la asunción de que: El otro, es decir, la memoria de la víctima, sabe lo que el vencedor ha olvidado: que el presente no es solo el efecto de la acción del vencedor sino también que está construido sobre los cadáveres de las víctimas (Mèlich y Bárcena, 1999, p. 478). Es decir, el reconocimiento del rostro del otro requiere el reconocimiento del sufrimiento en la historia humana. En este sentido: Auschwitz nos enseña que nada puede ser ajeno a un posicionamiento ético. Un posicionamiento ético significa tomarse en serio al otro, es decir, poner al otro como punto de partida. El dolor del otro, del que no tiene poder, del que no tiene palabra, es también mi dolor, un dolor que es constitutivo de mi subjetividad humana (Mèlich, 2004, p. 131). En cierta obra, también el profesor Reyes Mate se refiere a la memoria de ese otro silenciado, como el lodazal de invisible sufrimiento donde se hunden los cimientos de la civilización (Reyes Mate, 2003). Para Freire, también, el hombre se realiza y se encuentra a sí mismo como ser en relación con un otro desbordante. La necesaria presencia del otro frente a una radical soledad fundamenta el énfasis de la pedagogía freiriana puesto en una suerte de diálogo horizontal cuyo aspecto principal es la escucha activa. Es solo así que la persona puede salir de sí y mejorar su existencia, más allá de las meras necesidades empíricas básicas, perfeccionándose. Y esta transitividad, como apertura a la relación y realización de la misma, es lo normal en el ser humano, lo que se adecua a sus necesidades y naturaleza profunda. El diálogo como encuentro de los hombres para la «pronunciación» del mundo es una condición fundamental para su verdadera humanización (Freire, 1992, p. 178). Solo desde el diálogo puede el ser humano, y la persona concreta, ir conociéndose como ser en permanente reconstrucción en un mundo también en continua reelaboración. Todo esto remite a una fundamental apertura del hombre y la historia, cuestión que también aparece considerada de manera especial por el personalismo cristiano de Mounier. Hay una gran afinidad entre Mounier y la pedagogía freiriana. Para Freire, educar también consistiría en mostrar implícitamente que no existen planes a priori, que solo las elecciones personales del educando constituirán su futuro. Así, la función de los educadores sería acercar su libertad al educando y mostrársela. Dicho de otro modo, el educador educaría para cierta responsabilidad (y desde cierta 196 responsabilidad hacia el otro, añadiría Lévinas). En términos semejantes define Sartre la función pedagógica del existencialismo: [...] el primer paso del existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es y hacer descansar sobre él la responsabilidad total de su existencia (Sartre, 1996, p. 22). El existencialismo sartreano también destaca esta apertura del hombre, y de él puede desprenderse la necesidad de una humildad que consiste en saber que no hay escrito un destino, ni glorioso, ni miserable. El educador, desde esta perspectiva, debería partir de la profundización en el momento presente. De hecho, partir de la realidad del educando es la única forma de impedir una relación violenta, de no violentarlo y, por tanto, de no bancarizar la educación. La libertad y el compromiso vertebran, pues, toda acción educativa. Estos son los ejes de la educación personalista que propugna Mounier (Mounier, 2002, pp. 437-444). El personalismo cristiano sintetiza, como hemos dicho, gran parte del enfoque y los planteamientos que cimentan la pedagogía de la liberación freiriana. De manera reveladora, Mounier afirma: La educación no mira esencialmente ni al ciudadano, ni al profesional, ni al personaje social. No tiene como función rectora hacer unos ciudadanos conscientes, unos buenos patriotas o pequeños fascistas, o pequeños comunistas o pequeños mundanos. Tiene como misión despertar personas capaces de vivir y de comprometerse como personas (Mounier, 2002, p. 437). La concepción antropológica de una persona esencialmente libre, comprometida con unos valores y abierta al otro caracteriza la visión de este autor. Para él, la continua transformación de lo humano resulta el rasgo vital y definitorio de la existencia. Una visión dinámica frente a la visión estática que caracteriza a las concepciones que Freire denomina «bancarias». La persona realizada por su relación con el mundo y con los demás seres humanos, por una parte, y la apertura e indeterminación de su destino, por otra, parecen el punto «final» de la pedagogía de la liberación que desarrolla Paulo Freire. Aunque el diálogo, además de punto final, es el medio continuamente presente en la pedagogía, si esta pretende ser liberadora, o sea, si pretende generar un cauce de expresión y elaboración humana de la realidad. Como ya expresé anteriormente, el fin siempre está presente en los medios. Citando de nuevo al filósofo latinoamericano Enrique Dussel, deseo señalar en este sentido que la pedagogía de Freire: [...] es una pedagogía planetaria que se propone el surgimiento de una conciencia ético-crítica. Su acción educadora tiende, entonces, no solo a un mejoramiento cognitivo, aun de las víctimas sociales, o afectivo pulsional, sino a la producción de una conciencia ético-crítica que se origina en las mismas víctimas por ser los sujetos históricos privilegiados de su propia liberación. El acto pedagógico crítico se ejerce en el sujeto mismo y en su praxis de transformación: la liberación así es el «lugar» y el «propósito» de esta pedagogía (Dussel, 2002, p. 439). 6. Conclusión Para finalizar, solo quiero expresar una escueta reflexión: he señalado que la pedagogía del oprimido de Paulo Freire supone una síntesis de importantes corrientes filosóficas del siglo xx aplicadas al quehacer educativo; pero, sobre todo, deseo destacar que, si bien es cierto que la pedagogía del oprimido encaja, lógicamente, con la realidad del Tercer Mundo y en ella encuentra su eco y razón de ser, creo que, si el Tercer Mundo es un producto del primero y ambos mundos se relacionan como dos caras de una misma moneda, Freire tiene pleno sentido universal. Espero haber mostrado lo suficiente este punto. El pedagogo brasileño nos enseña que en el hecho de tomar en cuenta al otro nos va la propia vida. Sin duda, la utopía de los seres humanos colaborando, conversando y, sobre todo, escuchándose, está llena de sentido y vigencia. Bibliografía 197 Barrio, José Luís (2005): «La transformación educativa y social en las comunidades de aprendizaje», en Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, n.º 17. Salamanca: Universidad de Salamanca, pp. 129-156. Blanco, Rogelio (1982): La pedagogía de Paulo Freire. Ideología y método de la educación liberadora. Madrid: Zero-Zyx. Buber, Martin (1998): Yo y tú. Madrid: Caparrós. Cruz, María del Carmen (2004): «Orígenes de la educación popular en Chalatenango: una innovación educativa (Parte I)», en Estudios Centroamericanos (eca), n.º 671, año lix, septiembre. San Salvador: Ediciones Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (uca), pp. 897-925. Dussel, Enrique (2002): Ética de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión. Madrid: Trotta. Estrada, Juan Antonio (1990): La teoría crítica de Max Horkheimer. Del socialismo ético a la resignación. Granada: Universidad de Granada. Ferreira, Maria José (2003): «O papel social do profesor: uma contribuição da filosofia da educação e do pensamento freireano à formação do profesor», en Revista Iberoamericana de Educación, n.º 33. Madrid: oei, pp. 55-70. Flecha, Ramón y Miquel, Victoria (2001): «Globalización dialógica», en Revista de Educación (mec), número extraordinario 1, dedicado a Globalización y Educación. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deportes: Secretaría General de Educación y Formación Profesional, pp. 317-326. Freire, Paulo (1989): La educación como práctica de la libertad. Madrid: Siglo XXI. — (1992): Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI. — (2002): Pedagogía de la esperanza. México: Siglo XXI. Fromm, Erich (1974): El arte de amar. Buenos Aires: Paidós. — (1976): El miedo a la libertad. Madrid: Paidós. — (1992): Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Madrid: fce. — (1999): ¿Tener o ser? Madrid: fce. Giroux, Henry A. (1997): Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Madrid: Paidós-mec. Gramsci, Antonio (1972): Introducción a la filosofía de la praxis. Barcelona: Península. Jaspers, Karl (1958a): Filosofía. Volumen 1. Madrid: Revista de Occidente-Ediciones de la Universidad de Puerto Rico. — (1958b): Filosofía. Volumen 2. Madrid: Revista de Occidente-Ediciones de la Universidad de Puerto Rico. Lévinas, Emmanuel (1999): Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Salamanca: Sígueme. 198 Lukács, György (1984): Historia y consciencia de clase. Madrid: Sarpe, 2 vols. Marcel, Gabriel (2003): Ser y tener. Madrid: Caparrós. Marcuse, Herbert (1998): El hombre unidimensional. Barcelona: Ariel. Marx, Karl (1993): Manuscritos: economía y filosofía. Barcelona: Altaya. Mate, Reyes (2003): Memoria de Auschwitz. Actualidad moral y política. Madrid: Trotta. Mèlich, Joan-Carles (2004): La lección de Auschwitz. Barcelona: Herder. Mèlich, Joan-Carles y Bárcena, Fernando (1999): «La palabra del otro. Una crítica del principio de autonomía en educación», en Revista Española de Pedagogía, n.º 214. Madrid: Instituto Europeo de Iniciativas Educativas, pp. 465-484. Mounier, Emmanuel (2002): El personalismo. Antología esencial. Salamanca: Sígueme. Ortega, Pedro (2004): «La educación moral como pedagogía de la alteridad», en Revista Española de Pedagogía, n.º 227. Madrid: Instituto Europeo de Iniciativas Educativas, pp. 5-30. Santos Gómez, Marcos (2003): «La tolerancia en la escuela: el modelo pedagógico socrático», en Revista de Ciencias de la Educación, n.º 194. Madrid: Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación, pp. 157-173. — (2005): «Antecedentes del valor educativo “tolerancia”», en Revista Española de Pedagogía, n.º 231. Madrid: Instituto Europeo de Iniciativas Educativas, pp. 223-238. — (2006a): «De la verticalidad a la horizontalidad. Reflexiones para una educación emancipadora», en Realidad. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, n.º 107, enero-marzo. San Salvador: Ediciones uca, pp. 39-64. — (2006b): «Participación, democracia y educación: cultura escolar y cultura popular», en Revista de Educación (mec), n.º 339, enero-abril. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: Secretaría General de Educación y Formación Profesional, pp. 883-901. — (2006c): «La horizontalidad de las relaciones humanas y la tolerancia», en Utopía y Praxis Latinoamericana. Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social, n.º 34, julioseptiembre. Maracaibo: Universidad del Zulia-Venezuela, pp. 79 -90. — (2006d): «Paulo Freire y la cultura escolar: condiciones para una escuela viva», en Eca. Estudios Centroamericanos, vol. 61, n.º 696. San Salvador: Ediciones uca, pp.1033-1042. Santos Guerra, Miguel Ángel (1997): «El problema metodológico en la educación popular: ¡Silencio, comienza la clase de lengua!», en Revista de Ciencias de la Educación, n.º 172. Madrid: Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación, pp. 351-367. Sartre, Jean-Paul (1996): El existencialismo es un humanismo. Madrid: Santillana. Trilla, Jaume (coord.) (2002): El legado pedagógico del siglo xx para la escuela del siglo xxi. Barcelona: Graó. Notas 199 * Profesor adscrito al Departamento de Pedagogía, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada (España). 1 Las influencias intelectuales de Freire aparecen enumeradas, por ejemplo, por Rogelio Blanco (Blanco, 1982: 17-19) y Enrique Dussel (Dussel, 2002, p. 439). El propio pedagogo, en alguna ocasión, enumera los autores y lecturas que realizó y que le influyeron (V. g. Freire, 2002, p. 17). Pero como él mismo resaltó, a menudo las principales fuentes que fueron inspirando su pedagogía no fueron otras que las situaciones existenciales y vitales que le tocó en suerte vivir; en definitiva, su vida, sus amigos, sus conversaciones. Así queda claro, por ejemplo, a lo largo de su libro Pedagogía de la esperanza (Freire, 2002) lo que es enormemente coherente con su pedagogía, pues en ella no hay una separación entre la vida y la teoría. Nuestro pedagogo elaboró su pensamiento, en primer lugar, en su interacción con otras personas. Acerca de la contribución de Freire al esclarecimiento de la naturaleza de la teoría y la práctica afirma Giroux que en él «la teoría debe contemplarse como la producción de formas de discurso que surgen a partir de diversas situaciones sociales específicas» (Giroux, 1997, p. 169). Entrevista con Jacques Rancière: potencias y problemas de una política del 99% // Amador Fernández-Savater http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/2016/06/entrevista-con-jacques-ranciere.html Con una nueva introducción para su edición en Francia (en el marco de la Nuit Debout), volvemos a publicar esta entrevista al filósofo francés Jacques Rancière sobre las potencias y los problemas del nuevo paradigma de política ciudadana y no partidista que emergió a partir del 15-M en España. A 5 años vista, ¿cómo entender el 15M, el movimiento que en Francia se conoce como “los indignados”? Cada cual toma su decisión al respecto. Hay quien lo ve como un fogonazo en la noche, hermoso pero sin porvenir. Otros lo conciben como una mera antesala que hizo posible la aparición de “la política de verdad”: Podemos, etc. En cambio, algunos lo asumimos más bien como un nuevo comienzo, un nuevo punto de partida. Ni como algo sin porvenir, ni como algo cuya verdad sería otra cosa, sino como una potencia que abre el futuro. ¿En qué sentido? El 15M amplió lo posible: por ejemplo, la posibilidad de pensar-hacer una política al alcance de cualquiera, ya no sólo de los partidos políticos, la izquierda o los movimientos sociales; la posibilidad de pensar-hacer una política radical -en tanto que plantea preguntas de raíz sobre la vida en común- y a la vez masiva, no autorreferente o identitaria; la posibilidad de pensarhacer una política no separada, sino entrelazada con la vida, a la que transforma y de la que se alimenta, etc. Estos posibles son como semillas frágiles que necesitan tiempo y cuidado para prender, brotar y dar fruto. ¿Frágiles en qué sentido? Los nuevos puntos de partida son siempre inciertos e impuros, incorrectos e ilegítimos para las miradas ya establecidas. Mirar una novedad como el 15M desde un saber previo es ver sus carencias y no sus potencias. Así, para la izquierda tradicional, el 15M era un movimiento sin memoria (“adanista”), mal o poco situado ideológicamente, mal o poco situado sociológicamente, sin líderes, programa ni organización, etc. Por su lado, para la izquierda radical el 15M era un movimiento inmaduro, pacifista ingenuo, reformista, demasiado ambiguo y mezclado con la normalidad de este mundo (en el uso las redes sociales y tantas otras cosas). Desde el deber-ser, a la realidad siempre le falta algo, nunca está a la altura. Es una forma de mirar triste y entristecedora. 200 Si lo que queremos en cambio es cuidar y prolongar la potencia inscrita en las semillas, hay que atreverse a sostener lo incierto e impuro, dejarse impregnar por ello, suspender las respuestas previas y partir de un no-saber (lo que tiene que pasar, cómo se hacen las cosas). Y desde ahí, se trata de crear formas de organización que favorezcan el crecimiento de las posibilidades abiertas, formas de pensamiento que las hagan comprensibles, comunicables, comunes. Fue en ese sentido que quisimos en su día entrevistar a Jacques Rancière, uno de los pocos filósofos (entre los muy conocidos) que ha prestado atención y ha dado valor al 15M -y a los movimientos de las plazas en general-, sin considerarlo desde sus “limitaciones”, sino más bien desde sus potencias. Y le planteamos una serie de preguntas que se planteaban también en el interior del movimiento: cómo pensar la inclusividad, la figura del enemigo, la tecnología, qué es una victoria o un logro en política... El resultado es un momento de encuentro entre el pensamiento de Rancière y el 15M. Ahora que en la Nuit Debout la referencia al 15M es constante, esta entrevista -publicada hasta ahora solamente en español, en 2014- tiene de nuevo una actualidad. No se trata con ella de ningún modo de “decir la verdad” del 15M, de transmitir ningún modelo o receta. En realidad, cada movimiento interpreta a los demás y esa interpretación tiene mucho de traducción y reapropiación. La “conversación entre plazas” está siempre llena de malentendidos y esos malentendidos son creadores. En el 15M nos pasó con la primavera árabe: no sabíamos exactamente lo que había pasado, pero la plaza Tahrir funcionaba como ejemplo y referencia inspiradora. Esta entrevista con Rancière es una aportación más a esa conversación entre movimientos, pero una aportación especial que lee el 15M como una intensidad que abre y da lugar, no como carencia y falta con respecto a lo que debiera-ser. *** 1- Sobre la inclusividad y la “política del cualquiera". El primer 15-M de las plazas llamó “inclusividad” a algo que podría resonar con lo que usted ha nombrado como una “política de cualquiera”. En sus maneras de hacer y decir, trató siempre de que cupiese cualquiera, de interpelar a cualquiera, sin dirigirse a bloques o grupos determinados (sociológicos o ideológicos), sino más bien a personas singulares y a un 99% simbólico. Las banderas y las siglas (y en general todas las señas identitarias que provocaban división) quedaron desde el primer momento fuera de la Puerta del Sol. Pero hay quien piensa que ese “nosotros abierto” se consiguió al precio de borrar u ocultar las diferencias y los conflictos internos. Por ejemplo, las diferencias de acceso a ese “nosotros” entre ciudadanos con papeles e inmigrantes sin papeles. El cualquiera del que usted habla, ¿es abstracto? En las manifestaciones de la “política de cualquiera” que usted ha investigado, ¿cómo se piensa y se elabora esa relación entre el cualquiera y las identidades-diferencias particulares? Jacques Rancière. Es importante comprender que hay dos figuras del “cualquiera”. En primer lugar, el sujeto de la política es el sujeto creado por la acción política misma, el sujeto creado por una manifestación y una enunciación colectiva, el sujeto que se crea cuando la acción política dice “nosotros”. Esto significa que una subjetivación se define, no por una identidad previa, sino por los actos que genera, por la modificación que estos actos ocasionan en el tejido normal de las identidades, los lugares y las ocupaciones [lo que Rancière ha llamado el “reparto de lo sensible”]. El “nosotros” se distingue así del sujeto político concebido a la manera clásica de la clase y la vanguardia porque no se define por un conjunto de propiedades, ni por una interioridad compartida que se traduciría en acciones exteriores. No preexiste, son más bien sus propias acciones las que lo crean. En segundo lugar, esa afirmación colectiva se dirige a individuos cualquiera a los que propone incluirse sin preocuparse por conocer su pertenencia social. Quienes se incluyen pueden hacerlo en tanto que “personas”, en tanto que miembros de un grupo de afinidades personales o en tanto que militantes de tal o cual colectivo. Lo esencial es que el “nosotros” pueda estar abierto a cualquiera 201 que lo desee. De hecho, la suspensión de las identidades particulares marca generalmente el comienzo de los movimientos, así como el retorno de los conflictos entre grupos indica muy a menudo su declive. Por otra parte, está claro que no todo el mundo es igual de entrada en cuanto a la posibilidad de manifestarse y a la disponibilidad para ocupar la calle. El tema es que no se sientan excluidos por la forma de las acciones. En todo caso, hay que evitar tratar la relación entre 99% y 1% en términos estadísticos. Y sin duda podemos discutir incluso de la pertinencia de la fórmula. No es 99% contra 1%, sino una figura del pueblo contra otra. La figura de un pueblo a construir sobre la base de la presuposición igualitaria contra el pueblo que administran nuestros gobernantes, pero también contra las “mayorías silenciosas” a las que apelan o contra el pueblo identitario que se concentra en manifestaciones como la “mani para todos” convocada por los que se oponen al matrimonio homosexual en Francia. 2- Sobre la figura del enemigo. El 15-M ha estrechado muchísimo la figura del enemigo: es el 1% de la oligarquía financiera, política y mediática. Y eso no sólo “teóricamente” o en los discursos, sino también en las calles. Por ejemplo, en la práctica del “Stop desahucios”, la interpelación firme pero humana hacia el otro (bombero, cerrajero, también policía) ha producido numerosas grietas bajo los uniformes y las funciones asignadas. ¿Cómo pensar hoy la figura del enemigo, más allá de la lógica de la lucha de clases? ¿Quién es hoy el enemigo? ¿Hay que confrontarlo, destruirlo o simplemente sustraerse a él? En resumen, ¿cómo entender esta frase suya: “(la política crea) escenarios de interlocución que reconocen al enemigo como parte integrante de la misma comunidad”? Jacques Rancière. La pregunta contiene varios problemas. En primer lugar, la diferencia entre la política y la guerra. La política es una manera de incluir al enemigo. No se trata de generosidad. La forma misma de la acción política instituye una esfera de universalidad, y la constitución de esa esfera sirve de test sobre la capacidad misma de las partes en lucha. Un ejemplo. Investigué especialmente esas situaciones que pertenecen al nacimiento de la huelga en el siglo XIX, donde los obreros instituían con los patrones una escena de discusión pública que, para los patrones, no existía, porque la negociación de las condiciones de trabajo era para ellos un asunto privado entre personas. Los patrones no tenían ninguna razón para aceptar esa escena de discusión, pero ese rechazo significaba una inversión de los papeles: el colectivo obrero afirmaba su potencia como sujeto intelectual frente a los que no veían en él más que una jauría brutal, mientras que la capacidad de los patrones quedaba reducida simplemente a las armas de la policía. Es cierto que esta figura de interlocución estaba muy vinculada a una lógica de la política como lucha de clases. Hoy existe una política de la lucha de clases desarrollada por la clase capitalista bajo la bandera de la economía y la necesidad económica, pero en el otro bando no hay apenas nada que corresponda a lo que fue la política obrera de la lucha de clases. Es esta situación la que traduce precisamente a su manera la fórmula del 99% contra el 1% considerada desde el punto de vista estadístico. Esto significa, concretamente, que no hay en la actualidad una figura fuerte de inclusión del enemigo. Por un lado, hay una figura de separación que otorga mayor importancia a la afirmación de autonomía que a las estrategias del conflicto y, por otro lado, la figura de las acciones violentas simbólicas (de tipo enfrentamiento con la policía y destrucción de cajeros automáticos al final de las manifestaciones) que, inversamente, otorga mayor importancia a la designación del enemigo que a la afirmación colectiva. Pero también existen esas acciones que su pregunta evoca, en el curso de las cuales se fisura el frente de los representantes de la autoridad. No hay respuesta general: es en la acción misma donde podemos conocer al enemigo y saber cómo comportarnos con él. No se puede “evitar” al enemigo. La cuestión es cómo nos diferenciamos de él: o bien privilegiando una visión estratégica de los golpes que le dirigimos, o bien privilegiando la diferencia de formas de pensamiento, de vida y de acción que le oponemos. Yo considero que es posible adquirir más fuerza por esta segunda vía. 3- Sobre subjetividad y subjetivación. Usted ha puesto mucho énfasis en la importancia de la subjetivación. La política no “expresa” un sujeto latente o preconstituido (como ocurre por ejemplo 202 en la teoría de Toni Negri sobre las “multitudes”), sino que lo crea. Crea un “espacio de sujeto” donde cualquiera puede contarse. ¿Cómo pensar la relación entre nuestra vida cotidiana y ese proceso de subjetivación? La subjetivación es ruptura y creación, pero creamos a partir de nuestra experiencia cotidiana (en el trabajo, en la ciudad, en las redes). El filósofo Cornelius Castoriadis utilizaba el término “elaboración” para pensar la misma cuestión en el movimiento obrero: la subjetivación obrera, decía Castoriadis, “elabora creativamente” la experiencia cotidiana del trabajo en la fábrica. ¿Tiene sentido para usted pensar qué relación hay entre experiencia cotidiana y subjetivación? ¿Sirve de algo estudiar las situaciones de vida para pensar la política? Jacques Rancière. Resulta claro que la subjetivación política no nace como una emergencia radical si convenimos en que no opone un grupo a otro, sino un mundo a otro. La formación misma de ese mundo tiene un origen doble. Por un lado, es fruto del proceso de separación que la acción misma produce al crear otro uso del tiempo y del espacio, otros lazos entre los individuos, otros posibles en el pensamiento. Pero también es el resultado de una multiplicidad de transformaciones en las prácticas y las formas de vida y de pensamiento. Hay dos grandes tipos de transformaciones “subjetivadoras” de este tipo. En primer lugar, la creación de lazos, a través de las experiencias concretas de solidaridad en el trabajo, en la lucha, pero también a través de las formas de intercambio que pueden experimentar las personas en la vida cotidiana o a través de los distintos servicios que pueden prestarse entre sí. Y, en segundo lugar, las diferentes maneras en que las personas escapan a las rigideces de su identidad: mediante la apropiación de una cultura diferente, como por ejemplo entre los autodidactas que he estudiado, o actualmente mediante la experiencia de los viajes y de la multiplicidad de culturas. Una subjetivación política es el encuentro de estos dos componentes: el lazo que se opone a la separación de los individuos y el devenir-otro que rompe con la asignación identitaria. Pensar las transformaciones y las interacciones entre esos dos componentes nos permite salir de las oposiciones rígidas entre lo individual y lo colectivo, entre lo cotidiano y la política. No hay oposición entre esos dos términos, sino siempre un cierto trenzado de lo individual y lo colectivo, del tiempo cotidiano y el tiempo del mundo. 4- Dejar de ser, politizar lo que se es. La política como subjetivación consiste de alguna manera en “dejar de ser lo que hay que ser” e inventarse un cuerpo nuevo, capaz de otras cosas. Por ejemplo, usted ha estudiado cómo la subjetivación obrera inventó nuevos cuerpos capaces de hablar o escribir, dejando de ser así simples “mulas de carga”. En torno al 15-M y sus prolongaciones, hemos visto a médicos, profesores o periodistas que, más que dejar de ser lo que son, se activaban políticamente desde su posición. Más que abandonar su lugar y función, lo politizaban, defendiendo el derecho universal a la salud o la educación. ¿Podemos entender esas formas de politización como subjetivaciones? Jacques Rancière. “Politizar una función” es una expresión ambigua. La defensa del derecho universal a la salud o a la educación no es una reivindicación específica de la profesión médica o docente, sino una reivindicación igualitaria general. Por supuesto, el ejercicio de la medicina, de la enseñanza, del periodismo o de la magistratura, nos enfrenta a cuestiones muy específicas de opresión y libertad, de igualdad y desigualdad, que suscitan energías militantes. Pero un médico que milita por el derecho al aborto o contra el encierro psiquiátrico o que participa en un consultorio gratuito no lo hace únicamente como médico, sino vinculando su práctica de la medicina a una idea de igualdad de los sexos, de libertad de los individuos o de solidaridad social. Entre los militantes de los movimientos sociales y revolucionarios, siempre ha habido médicos, abogados o profesores que han participado en la acción política sobre la base de su experiencia profesional. Por tanto, no hay que hacer de esos compromisos una novedad que significaría el relevo del movimiento obrero por nuevas categorías sociales o el relevo del militantismo de lo universal por un militantismo de las especificidades. 5- Sobre lo común y las comunidades. Usted ha escrito que la idea de socialismo contiene la idea de una gestión asociativa y democrática de los bienes comunes (la educación, la salud, los transportes, el agua, etc.). 203 ¿Qué formas de comunidad son necesarias para ello? ¿Son suficientes esas “comunidades de aparición, azarosas y aleatorias” que según usted surgen en los “momentos políticos”? Pensar formas cotidianas de gestión democrática y asociativa de lo común, ¿no nos obliga a pensar en un tejido social sólido, con relaciones duraderas, compromisos fuertes e instituciones estables? ¿Es ello compatible con las subjetivaciones móviles, intermitentes y no identitarias de las comunidades de aparición? En definitiva, ¿puede estabilizarse un “poder de cualquiera” (o del 99%)? ¿Puede hacerlo sin recaer en las formas jerárquicas de división del trabajo y reparto de las funciones? ¿Tiene usted experiencias de ello en mente? Jacques Rancière. Desde luego no me corresponde a mí encontrar la solución a los problemas en torno a los cuales han tropezado tantos movimientos colectivos de ayer y de hoy. Hay un primer nivel de la cuestión sobre el que se puede responder lo siguiente: la experiencia ha demostrado que las formas de gestión común de los problemas que afectan a la comunidad no pueden ser aplazadas sin perjuicio a un futuro subordinado a las estrategias de toma y ocupación del poder. No se puede separar la lucha por lo común y la organización de lo común. Una vez dicho esto, se presentan otros problemas. Por un lado, la cuestión de qué formas de contra-sociedad igualitaria pueden establecerse en el seno mismo de la sociedad desigualitaria. Y, por otro, la cuestión de qué formas de organización ello requiere. Sabemos que en el pasado han existido -por ejemplo en los movimientos anarquistas o comunistas, y especialmente en el movimiento anarquista español- formas fuertes de contra-sociedad: cooperativas de producción, formas de vida colectivas, instituciones educativas y culturales. Es evidente que todo ello formaba parte de una fuerza colectiva que se traducía también en medios poderosos de lucha y una visión clara del porvenir. Los movimientos democráticos recientes han vuelto a poner en el orden del día el aspecto de las instituciones alternativas, pero parece como si les correspondiera a ellas constituir, de la nada, el terreno de lo común, mientras que en el pasado era el terreno de lo común el que fundaba las instituciones alternativas. Es un problema que no se va a resolver apelando a la espontaneidad o a la organización, ni queriendo sustituir un militantismo de clase por un militantismo de las comunidades. Los compromisos estables de ayer dependían más de la solidez de los horizontes de esperanza que de las disciplinas de organización. Las “comunidades de aparición” están atravesadas por la oposición entre identidad y subjetivación. Y la constitución de un común vivido va más allá, forzosamente, de la acumulación de fuerzas que requieren los objetivos militantes específicos. 6- Sobre política y tecnología. El “clima” político de esta nueva política ciudadana se comunica, extiende y amplifica a través de Internet y sus redes sociales (las más vulgares y masivas, como Twitter y Facebook). Desde hace ya diez años, observamos una correspondencia entre la socialización de las herramientas comunicativas más allá del ámbito activista (de Indymedia a los blogs y las redes sociales) y la emergencia de procesos de nueva politización protagonizados por la gente común (desde el “no a la guerra” y la respuesta social tras el atentado del 11 de marzo de 2004 hasta el 15-M). Como si las redes hubieran ayudado a hacer más participable y móvil la cosa política. ¿Cómo pensar el uso político de las tecnologías? Está el punto de vista de la neutralidad: la tecnología es un instrumento neutro que sirve para lo bueno y para lo malo. Y está el punto de vista determinista: la tecnología suscita por sí sola transformaciones sociales (revolucionarias o catastróficas). ¿Le interesa esta cuestión, le parece relevante, podría haber un tercer punto de vista? Jacques Ranciére. Tenemos suficientes elementos para señalar los límites de los dos puntos de vista. Un instrumento técnico que sirve de medio de comunicación no puede ser nunca simplemente un medio neutro para cualquier fin. La cuestión de los “medios” siempre ha estado sobredeterminada por la relación entre los que viven en el universo de los fines y los que están confinados en el universo de los medios: a quienes se llamaba por esa razón hombres “mecánicos”. Dicho de otro modo, cualquier novedad técnica entra en el seno de un determinado reparto de lo sensible donde la misma eficacia técnica está modulada por una distribución de las capacidades y los papeles sociales. De modo que una novedad técnica no se basta a sí misma para definir un nuevo reparto de lo sensible. 204 La tesis catastrofista reaparece ante cada nuevo medio: cine, radio, televisión, internet, redes sociales. A pesar de lo que pueda tomar prestado a las profundidades filosóficas heideggerianas o al rigor científico y político del marxismo, esa tesis remite siempre al viejo mito de la caverna que presenta a los ignorantes manipulados por aquellos que mueven los hilos. Ahora bien, a pesar de todos aquellos que asimilan Internet a la vigilancia totalitaria, las redes sociales han servido por ejemplo en China para construir formas de información y circulación de las ideas que se oponen al monopolio del Estado policial. Y en nuestros países, supuestamente abocados al individualismo consumidor, han permitido que las personas separadas entre sí por las nuevas formas de trabajo se comuniquen, se encuentren, reconozcan lo que les une y tomen confianza. De ese modo han proporcionado una figura material al poder de los anónimos. Pero ese efecto no es inherente al medio técnico. Cada día constatamos que el mismo medio es también una vía de expresión y difusión de todos los fantasmas identitarios, racistas, sexistas y demás. 7- Sobre la subjetividad neoliberal. Si el poder consiste en la producción de subjetividad, ¿cuál es la subjetividad que se produce hoy en día? ¿Existe algo así como una “subjetividad neoliberal”? ¿En qué consiste? ¿Podríamos hablar, en este sentido, de un poder que no está fuera de nosotros, sino que nos atraviesa y conforma evitando sin embargo los efectos despotenciadores de “naturalización”, “victimización” o “culpabilización”? Jacques Rancière. Hay que resistirse a todas las descripciones del mundo contemporáneo que nos lo presentan como un mundo homogeneizado por la ley del mercado que configura una pequeña burguesía globalizada. Muy al contrario, lo que llamamos neoliberalismo es un proceso de diferenciación extrema. ¿Cuál es la subjetividad “neoliberal” de los obreros y las obreras de Bangladesh que fabrican -por un salario que recientemente ha alcanzado los 65 dólares al mes- los jerséis que se venden en nuestros supermercados? ¿Y la de los obreros migrantes chinos, sometidos a un régimen de pasaportes interno que recuerda a las cartillas obreras del siglo XIX en Europa? En nuestros propios países europeos, el neoliberalismo no suele producir las formas de conciencia “liberal” supuestamente homogéneas con respecto al culto de la libre empresa y la libre circulación de capitales y mercancías. La violencia de las manifestaciones contra el matrimonio homosexual en Francia, el furor evangélico de los anti-abortion en Estados Unidos o las recientes leyes contra el aborto en España prueban la vanidad de las tesis dominantes sobre la correspondencia entre liberalismo económico y libertad sexual. Hay, de hecho, formas múltiples de conexión y desconexión entre diferentes tipos de libertad. Por ejemplo, las campañas en favor del consumo instruido y responsable que desarrollan diferentes asociaciones de consumidores y grupos ecologistas que se presentan como opuestos al sistema dominante refuerzan a menudo el modelo dominante de “libertad” propuesto por el sistema: el de la libertad como instancia de elección, guiada por el conocimiento. Por otro lado, cierta interiorización del modelo neoliberal ha tenido como efecto -positivo, al fin y al cabo- el cuestionamiento de una fe demasiado facilona de las conciencias progresistas de mi generación que consideraban la potencia colectiva como algo ya dado e identificaban muy ligeramente el socialismo y la gestión estatal de los medios de producción. Y ha creado formas de conciencia y de acción militantes para las cuales la potencia colectiva no es algo dado, sino a construir en la acción misma. 8- ¿Qué es una victoria o un logro en política? El 15-M ha producido infinitos efectos en la sensibilidad y la percepción del mundo, desplazando los límites de lo visible y lo invisible, de lo posible y lo imposible, de lo tolerable y lo intolerable (el ejemplo de los desahucios es muy claro: ahora es una cuestión de rechazo social generalizado mientras que antes era completamente invisible y estaba absolutamente normalizado y naturalizado). Sin embargo, como (aún) no se ha conseguido ningún gran “logro tangible” (en las leyes, en la esfera macroeconómica o del poder político), el discurso en torno al 15-M es muy negativo, despotenciador, triste y pesimista (“no se ha conseguido nada”, etc.). Y este relato tiene efectos depresivos terribles. 205 ¿Cómo podemos ver y valorar (y hacer ver y valorar, comunicar) esas otras “conquistas” o “logros” de la política, como la transformación de la experiencia vital y subjetiva, sensible y perceptiva (sin la cual, de hecho, los demás cambios no son posibles)? Jacques Rancière. Es una contradicción inherente a las formas actuales de los movimientos democráticos. Incluso cuando arrancan de problemas muy concretos y localizados, como los árboles del parque Gezi en Estambul, se trata de movimientos fundamentalmente diferentes de los movimientos reivindicativos que pueden contar sus victorias en términos de modificaciones inscritas en la ley. Uno puede estar contento o decepcionado con aquello que los poderes públicos conceden cuando se les pide alguna cosa concreta. Cuando no se les pide nada, cuando se construye la acción sobre la distancia misma con respecto a esas demandas, está claro que, si el viejo mundo no se hunde por sí solo, nos acecha la depresión que nos lleva a decir: nada puede cambiar, o bien, hay que volver a los viejos modelos de las organizaciones revolucionarias o progresistas. La cuestión que se plantea aquí es saber qué entendemos por un movimiento autónomo. Efectivamente, es muy importante insistir sobre el aspecto de la transformación subjetiva y sobre la necesidad de preservarlo preservando, a su vez, la autonomía de los movimientos con respecto a las organizaciones político-sindicales y al sistema de demandas dirigidas al Estado que funciona como marco de su acción. Pero esa transformación no puede mantenerse por sí sola como propiedad de un colectivo. Debe verificarse constantemente. Y lo hace a través de las acciones que desarrolla, como esas luchas contra los desahucios, o las formas concretas de lo común que crea, pero también a través de su capacidad para llevar a cabo campañas públicas por la transformación de las leyes y las instituciones. Es posible actuar como una fuerza autónoma que consigue victorias inscritas en la ley y las instituciones, manteniéndose al mismo tiempo a distancia del juego que pretende obtener lugares en el aparato de Estado. O en todo caso es posible intentarlo, unir la autonomía del movimiento y la acción que define objetivos por alcanzar en la relación de fuerzas, tal y como esta se inscribe también en la ley y las instituciones. Pero el problema más importante es saber cómo la conquista de momentos de igualdad en el mundo de la desigualdad se articula con la perspectiva de un nuevo mundo de igualdad. Más allá de las banalidades sobre la espontaneidad y la organización, hay un problema que uno puede ya encontrar en los movimientos de emancipación del pasado: la emancipación es una manera de vivir como iguales en el mundo de la desigualdad. Y esa manera de vivir bien puede ser autosuficiente. Es decir que, tal vez, aquellos y aquellas que han vivido esos momentos de igualdad no deseen nada más. La traducción ha sido posible gracias a la ayuda de Álvaro García-Ormaerchea, Jordi Carmona, Javier Bassas, Pablo Bustinduy y Álvaro. ¿Hay una historia del Estado-nación? Raúl Prada Alcoreza http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060701 La pregunta que hacemos, puede tener varias respuestas. Si consideramos a la historia escrita y publicada, lo hay. Empero, si consideramos que se trata de la descripción y recuperación del pasado, en los términos del rearmado de la historia, como ciencia, la respuesta no es tan fácil; puede implicar una negación, que adquiere distintas connotaciones. Una de ellas: no hay una historia del Estado-nación, pues se trata de la historia efectiva de las sociedades, que construyen instituciones y estados, como aparatos de organización y de administración de las prácticas y relaciones sociales desplegadas. Aparatos que adquieren estabilidad y se consolidan, cuando edifican al Estado y sus mallas institucionales. Otra de ellas: no hay una historia del Estado, de la misma manera que no puede haber una teoría general del Estado, sino una teoría particular del Estado, según la conclusión de Nicos Poulantzas. ¿Esto equivaldría a decir que es posible una historia particular de un Estado-nación específico? Pero, también, pueden darse respuestas afirmativas, en distintas versiones. Una de estas: hay historia del Estado-nación, que es el pasado 206 de los actuales Estado-nación; pasado reconstruido por las investigaciones históricas. Otra de estas: hay una historia del Estado-nación, comprendiendo historia como narrativa, en el presente, de la reinvención del pasado. Sin embargo, no se trata tanto de inclinarse a las respuestas negativas o a las respuestas afirmativas, sino de comprender la problemática del Estado-nación, se lo haga con metodologías de la historia o se lo haga con metodologías de la sociología. Raúl Prada Alcoreza Raúl Prada AlcorezaEscritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés. Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y exviceministro de planificación estratégica. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado: Campo de batalla. La pregunta, entonces, parece ser: ¿Cuál es la problemática del Estado-nación? Ciertamente se han dado, al respecto, distintas tesis. De las tesis conservadoras, la que parece expresar adecuadamente la perspectiva de las oligarquías, es la que considera que el Estado-nación se ha quedado rezagado porque no se ha logrado modernizar el Estado; es decir, no se ha logrado institucionalizar el Estado, porque el país está habitado por comunidades pre-modernas. De las tesis liberales, la que parece que refleja el punto de vista de la burguesía minera, es la que considera que el Estado-nación no se ha constituido completamente, debido a que no se respeta la propiedad privada, ni se incentiva a las empresas económicas pujantes. De las tesis populistas, la que expresa fehacientemente la “ideología” del nacionalismo revolucionario, es la que asevera que, a pesar de la revolución nacional, que nacionaliza los recursos naturales, la guerra contra la antinación no ha concluido. La anti-nación ha boicoteado el proyecto nacional del Estado-nación. De las tesis neoliberales, la que parece definir claramente su concepción económica y política, es la que dice que el Estado-nación es inviable, cuando se tiene un Estado proteccionista, que no deja libre a las fuerzas emprendedoras. Es en el libre mercado y en la libre empresa donde se pueden encontrar los cimientos del Estado-nación. De las tesis neo-populistas de los gobiernos progresistas, la que expresa adecuadamente la cosmovisión del socialismo del siglo XXI y del “socialismo comunitario”, es la que supone que el Estado-nación es superado, descolonizado, por la realización del Estado Plurinacional; Estado indígena y mestizo, defensor de los derechos de la madre tierra. ¿Entonces, cuál es la problemática? No es, por cierto, lo que ven como problema, cada una de estas “ideologías”, sino la problemática emergida de la lucha de clases, en distintos contextos y periodos. ¿Cómo definir esta problemática? Parece que lo más apropiado es estudiando las crisis políticas, sociales y económicas de los Estado-nación. En esta búsqueda, nos hemos encontrado con crisis de legitimidad, con crisis económicas y con crisis política, también crisis institucionales, que ocasionan vacíos políticos, así como que desencadenan crisis sociales. Ahora bien, la pregunta es: ¿Por qué se han dado estas crisis? De acuerdo a los análisis efectuados, que podemos llamarlos históricos, en la medida que realizamos una mirada retrospectiva del pasado, en gran parte se debe a que la oligarquía se encarama en el poder, no la burguesía; oligarquía que es la herencia encarnada del legado colonial, en un Estado que se declara liberal, después de la independencia. Obstruyendo el desenvolvimiento de la república, convirtiéndola en una representación jurídica, cuando efectivamente, a pesar de la Constitución, la forma de gubernamentalidad tiene todas las características coloniales. ¿Es posible que el Estado-nación haya emergido precisamente de una crisis y en una crisis, sea producto de la crisis? En ensayos anteriores nos acercamos a la tesis de Giorgio Agamben, que plantea que el Estado como tal emerge de la situación caracterizada como Estado de excepción[1]. ¿Qué implica enunciar que el Estado-nación nace, emerge y de edifica en la crisis? Por lo menos, 207 como hipótesis interpretativa, el enunciado es sugerente. Hay varias posibilidades; por ejemplo, que el Estado emerge para resolver precisamente la crisis. Esto implica que el Estado es un sistema no solo para reducir la complejidad, que plantea el entorno, produciendo mayor complejidad interna, sino es una maquinaria para resolver la crisis en relación al entorno, ¿produciendo más crisis interna? Esta es una buena pregunta, manteniendo la misma en la perspectiva de la teoría de sistemas autopoiéticos. ¿Qué significa resolver la crisis respecto a las relaciones del entorno y a las relaciones con el entorno? ¿Qué significa producir más crisis interna? La crisis en el entorno y con el entorno puede denotar y connotar la problemática, que afronta la sociedad humana de referencia. Problemática que aparece como tal cuando la sociedad considera al entorno como amenaza, cuando considera a la relación con el entorno como desafío; buscando que la relación se convierta en control y dominación sobre la naturaleza, de parte de la sociedad. La problemática aparece, en la mirada humana, como crisis. Crisis de las relaciones con el entorno, crisis en el entorno, vista desde la mirada humana. Crisis que se puede interpretar como manifestación de desajustes, como desequilibrios, como pérdida de sincronización, así como de armonía. Crisis que también puede ser comprendida como no-realización, como proceso o procesos truncados. Conocemos otras interpretaciones de la crisis, mas adheridas a las costumbres y hábitos, así como a las “ideológicas”; como, por ejemplo, la crisis económica, la crisis del capitalismo, la crisis política, la crisis cultural, la crisis ética y moral. Se puede seguir con la lista; empero, de lo que se trata es comprender la crisis en las dinámicas de su complejidad desbordante y abrumadora. Comprender el concepto crisis; sobre todo, comprender el acontecimiento de la crisis, en su dinámica destructiva. La crisis se presenta en el desvanecimiento de las instituciones. Hablando del Estado, la crisis se manifiesta como fractura del Estado; más suavemente, como fragmentación dispersante; más gravemente, como diseminación. Se ha adecuado el término crisis, para referirse a crisis específicas; por ejemplo, las crisis mencionadas anteriormente, haciéndose presentes en estos desafortunados desmoronamientos, en las condiciones concretas que se dan. En todas las manifestaciones, formas de efectuación, de la crisis, sean generales o específicas, el fenómeno de la crisis parece generar análogas regularidades de los recorridos, procesos y comportamientos dados, en estos lapsos aciagos. Regularidades de estos procesos de desajuste, descohesión, desvinculación, desequilibro, que hacen a la coyuntura álgida; incluso en el caso de la crisis especifica del capitalismo, aludiendo a ésta por la disminución de los ritmos de acumulación, por el truncamiento de la realización de las mercancías en dinero, por la tendencia a la decreciente tasa de ganancia; así como, en referencia, por los paros de la producción. Las variadas formas de crisis, de acuerdo a las caracterizaciones definidas, muestran regularidades en su desenvolvimiento; estos son los síntomas de desajustes, descohesiones, desequilibrios, destrucciones, descomposiciones. La crisis aparece como fenómeno contrario a la integración, a la composición, a la vinculación; así como contrastando con la sincronización, también con la asociación. Para dar una figura ilustrativa, ocurre como se deshilara, se desconectara, se desajustara, separando lo que estaba junto, asociado, compuesto. La crisis, entonces, se presenta como desintegración, descomposición, desvinculación, desincronización, des-asociación. ¿Desde la perspectiva de la complejidad, se da la paradoja de la integración/desintegración? En otras palabras, ¿podemos decir que la paradoja integración/desintegración es precisamente la paradoja de la crisis? Por ejemplo, decir que la crisis reside en la estabilidad, en el equilibrio, en la armonía, en la integración. ¿Cómo puede ocurrir esto? La integración corresponde a la asociación de composiciones combinadas y de combinaciones de composiciones; es decir, se integra lo que está suelto, lo que es parte, lo que es unidad disociada, mejor dicho, no asociada. Por lo tanto, esta condición de la integración al responder a las asociaciones, como que contiene la posibilidad de la desintegración, al encontrarse compuesta por unidades, que pueden ser aislables, perdiendo los vínculos de su asociación. Lo sugerente de esta hipótesis epistemológica, es esta complementariedad en lo contrastante. La crisis no podría darse sin esta complementariedad contrastante de integración y desintegración. La crisis, entonces, al ser, por así decirlo, el resultado de esta paradoja, nos muestra una fenomenología mayor a la crisis; puesto que se trata de la dinámica de una paradoja, que relaciona crisis y no-crisis. Llamemos provisionalmente armonía o equilibrio a esta no-crisis; entonces, la 208 paradoja seria del equilibrio/crisis. ¿Qué nombre darle a esta dinámica paradójica? Llamémosla, por el momento, paradoja X; paradoja que corresponde a la dinámica movida por el contraste entre equilibrio y crisis. La crisis se sostiene en el equilibrio; es como la preservación del equilibro dinámico, como una constante, la que da lugar a imperceptibles desplazamientos, que pueden considerarse como imperceptibles desequilibrios. Aunque parezca extraño, la hipótesis sugiere que precisamente el preservar el equilibrio es lo que causa la crisis. La sugerencia sobre el nombre de esta paradoja es la de denominarla como la paradoja de la transformación. En consecuencia, la transformación es un acontecimiento paradójico. Esta redefinición del concepto de transformación, replantea el sentido, el significado y la connotación de transformación. Es como decir que la transformación se da cuando repite lo mismo; sin embargo, lo mismo es diferente, pues al repetir se produce la diferencia. Dicho de modo filosófico, la transformación es como el eterno retorno de lo mismo de la diferencia. Lo sugerente de esta hipótesis teórica, es que sale de la esfera connotativa de entender la transformación en el marco del prejuicio de la evolución. La hipótesis no nos habla de evolución, sino de la repetición del mismo, que siempre es diferente, debido a la recurrencia. Esta transformación esférica, es un círculo virtuoso. Desde la perspectiva de la paradoja de la transformación, la crisis no es una negación del equilibro, la crisis no es lo opuesto de la armonía, sino, mas bien, su complemento. La crisis no es la contradicción al equilibrio, en la dialéctica que supera esta contradicción mediante la síntesis lógica, que afirma el equilibrio en una esfera mayor. La crisis es alteración del equilibrio, alteración que afirma el equilibrio. La modernidad, al oponer equilibrio a crisis, al optar por uno de los polos, por así decirlo, de la paradoja, detiene su dinámica, ocasionando el estancamiento. Al creer que mantener el equilibrio es preservar sus estructuras definidas, sus instituciones constituidas, lo que ha ocasionado, mas bien, es la destrucción del equilibrio dinámico, al tratar de mantenerlo en estructuras e instituciones anacrónicas. La ironía de la historia, para decirlo figurativamente, es que la modernidad al querer evitar la crisis ha ocasionado, mas bien, más crisis; crisis separada del equilibrio; debido a la interrupción de la dinámica paradójica. De lo que se trata es de manejar, por así decirlo, la paradoja de la transformación, creando nuevos equilibrios, afirmados por nuevas crisis. Si asumimos esta hipótesis teórica de la paradoja de la transformación, nos encontraríamos, supuestamente, en condiciones de replantear la cuestión estatal. Se ha supuesto que el Estado es sinónimo de equilibrio; su misma palabra lo dice. Entonces, mantener el equilibrio resulta lograr la preservación del Estado dinámico, de toda su estructura institucional dinámica. Al reducir el equilibrio al orden institucional, se termina fosilizando el equilibrio, que pierde la dinámica que lo constituye. La crisis, como opuesta al equilibrio, también se estanca, al perder sua dinámica. En consecuencia, la crisis separada de la paradoja, la crisis vista negativamente, como catástrofe, se evidencia como producto del dualismo esquemático de la modernidad. Al separar equilibrio y crisis, la modernidad ha desactivado la formación del equilibro y ocasionado la crisis permanente del Estado, la crisis orgánica del capitalismo, la crisis genética del poder, la crisis múltiple del sistemamundo. Ahora bien, después de la exposición conceptual sobre la paradoja de la transformación, debemos preguntarnos ¿qué es el Estado-nación desde esta perspectiva paradójica? Manteniendo todavía los nombres modernos heredados, en la dinámica paradójica social, la paradoja aparece como paradoja sociedad/Estado, generados en la dinámica paradójica de la organización. El Estado reside en la sociedad; la sociedad, al reproducirse, afirma al Estado dinámico, que nunca es el mismo, sino muta y se transforma al repetirse, ocasionando diferencias, aunque sean imperceptibles. Desde la perspectiva paradójica, hablamos de una sociedad y un Estado dinámicos; no de la sociedad institucionalizada, que ha interrumpido su dinámica, no del Estado cristalizado en sus instituciones anacrónicas, que ha interrumpido su dinámica. Al acaecer estas interrupciones, debido a la separación entre Estado y sociedad, separación efectuada como economía política del Estado, asistimos a la congelación de estructuras separadas, que lo único que pueden hacer es repetirse sin cambiar; en otras palabras, mantenerse en la inercia. 209 El Estado-nación del que habla la ciencia política es pues este Estado separado de la sociedad, esta maquinaria, este aparataje aislado de la sociedad; en suspenso, separado de la dinámica que le dio nacimiento. Cosificado y convertido en un fetiche institucional. Hacer teoría de este Estado-nación es como convertir en objeto de conocimiento a una momia, que, por cierto no deja de dar información a partir de las huellas inscritas; pero, se trata de un conocimiento arqueológico. La comprensión, el entendimiento y los conocimientos vitales se encuentran en relación con las dinámicas paradójicas. Dinámicas, que si bien han sido descartadas por el sistema-mundo capitalista, en su estructural funcionamiento institucional, no han desaparecido en el tejido espacio-temporal-territorial-social no institucionalizado; no han desaparecido de la complejidad dinámica, sinónimo de realidad efectiva. En consecuencia, la tarea es comprender las dinámicas paradójicas no capturadas ni interrumpidas por la economía política generalizada. Lograr el conocimiento aproximado de la paradoja de la organización, del devenir organización. Desde esta perspectiva paradójica, el devenir organización está más acá y más allá del Estado interrumpido, del Estado separado. El Estado o la “ideología” estatalista ha reducido la organización, la capacidad de organización, a imagen y semejanza de sí mismo, como si hubiese una sola forma, un solo modelo de organización, que es ésta, estampada por la economía política generalizada. Si podemos hablar todavía de historia, como herencia, concretamente hablar de historia política, sería como historia presentista, acaecida en el presente, encontrando en la arqueología de las huellas del pasado, la posibilidad de elaborar la narrativa histórica, que no es el pasado, pues éste ya no está. Sino una representancia, como denomina Paul Ricoeur[2]; es decir, una interpretación basada en fuentes. En estas condiciones, la historia como representancia tiene como referente la historia efectiva, que ya es inalcanzable, empero interpretable; configurada y reconfigurada, por medio de la narrativa histórica, que resuelve las antinomias de la historia mediante el recurso de la ficción. Ninguna historia dice la verdad del pasado. Esto es apenas una pretensión de la corriente positivista de la historia. La historia ayuda a comprender a los humanos del presente lo que llaman pasado y ha quedado como archi-escrituras hendidas como huellas. Desde este punto de vista, la historia adecuada no es la historia del Estado-nación en la modernidad, pues sería la historia de una estructura separada, cristalizada, interrumpida y congelada. La historia que conviene al presente es la historia de la dinámica de la organización, aunque exilada en las sombras y en los márgenes de un sistema-mundo iluminado. Es decir, la historia del despojo y desposesión de la potencia social, que es, al mismo tiempo, la historia de la “ideología” del Estado.--- NOTAS [1] Ver Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. [2] Ve Tiempo y Narración, Tomos I, II y III. Siglo XXI; México. Gobierno extraviado Raúl Prada Alcoreza http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060702 ¿Qué se puede decir de un equipo, cuando después de perder un partido de futbol - que tiene dos tiempos, sino no hubiera habido un resultado -, cuando el equipo derrotado desconoce su derrota, y dice que tiene derecho a la “revancha”; fuera del cronograma y las reglas del juego, aceptadas por todos los equipos? No solamente que es un “mal perdedor”, sino que le importan un comino las reglas del juego, que tiene poco respeto a los hinchas de su equipo y del otro, que cree que puede desechar las reglas del juego, inventarse otras a su capricho. Los entusiastas del futbol dirían que ese equipo, “mal perdedor”, está chiflado. Raúl Prada Alcoreza Raúl Prada AlcorezaEscritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés. Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y exviceministro de planificación estratégica. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y 210 del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado: Campo de batalla. Lo mismo pasa con un partido político gobernante, su presidente y vicepresidente, los ministros, el Congreso, los que se hacen llamar dirigentes de los movimientos sociales, y no son más que dirigentes impuestos por el gobierno, desconociendo la democracia sindical. Toda esta gente ha decidido desconocer las reglas del juego de la democracia institucionalizada; donde ellos se encuentran y además por este juego democrático llegaron al poder. ¿Qué se puede pensar de gente así? ¿Qué clase de subjetividad es esta? No sirve de nada recurrir al discurso “ideológico” y considerarlo para responder las preguntas. El discurso “ideológico”, en la era de la simulación sirve para encubrir actitudes, acciones, prácticas políticas, que no condicen con el discurso ideológico. El debate entre “oficialismo” y “oposición” se mueve en la querella “ideológica”. La “oposición” asume como hecho lo que dice el discurso oficialista, para justificar sus actos; considera al oficialismo como expresión de “izquierda”, incluso “socialista”. En reciprocidad, el oficialismo considera a la “oposición” como expresión clara de la “derecha”; entonces, desde su punto de vista “ideológico” ya está condenada y descalificada. Lo que supone que sus discursos y sus acciones, sean las que sean, ya están justificadas, porque el gobierno es expresión política de “izquierda”. Esta apreciación muestra abiertamente toda la simpleza de la argumentación, que corresponde a un imaginario dualista de lo más simple, de buenos y malos. ¿No se dan cuenta que desde la estructura normativa de la Constitución cometen delitos constitucionales? ¿Qué sus actos son ilegales e ilegítimos? ¿Qué si lo hacen, lo que hagan no tiene valor jurídico-político? Por lo tanto, nadie está obligado a acatar. ¿No se dan cuenta que su ilegalismo convoca a otros ilegalismos; no solamente de parte de ellos, sino de la “oposición”, incluso del mismo pueblo? ¿Qué es lo que les lleva a desprender esta conducta extraviada? ¿Quiénes son estos sujetos extraviados en su laberinto? La comedia política, que desplegaron en sus gestiones de gobierno, parece haberse convertido, en su imaginario, en la realidad. Esta comedia viene acompañada por mitos; el mito del caudillo, el mito del “gobierno de los movimientos sociales”, el mito del “proceso de cambio”. ¿Están tan atrapados en su comedia y en los mitos, que asumen que es así como es; entonces, sus conductas responden a estos mitos y a esta comedia? Como se es el gran caudillo, el gran padre de la patria, el mesías del pueblo, entonces, se puede hacer lo que guste, a su antojo. Por ejemplo, desconocer las reglas del juego democrático, desconocer a la misma Constitución, llamar a referendo porque lo requiere el deseo de poder y mantenerse en esta estructura de dominaciones. Esta gente ha convertido la frase el fin justifica los medios - que no corresponde a Maquiavelo, como el sentido común le indilga, sino a una interpretación simplona y oportunista de los analistas pos-Maquiavelo, que fungían de asesores del poder; en aquellos tiempos, de la monarquía absoluta – en una frase mucho más simplona: el fin soy yo y los medios están justificados por eso. Es indispensable hacer el análisis de estas conductas políticas, de la psicología que sustenta a los comportamientos políticos extraviados. Tratar de comprender cómo funciona esta máquina de poder tan singular, que a pesar de denominarse, teóricamente Estado-nación, república - incluso en la misma Constitución, modificada por capricho del Vicepresidente, pues los órganos de poder no son otra cosa que la división de poderes y de los contrapesos de la estructura jurídico-política de la república, a pesar de autodenominarse, sin justificación alguna, “Estado plurinacional”, aunque no lo sea -, aunque estos conceptos se encuentran en discurso, explícitamente o implícitamente, se comporta y funciona como una máquina de poder. Sí, pero, en condiciones barrocas, mezcladas, ambivalentes, ambiguas; que se termina usando nombres que no corresponden a las prácticas políticas. Como aconsejamos, no se puede analizar este fenómeno político - que combina, extrañamente, mimesis y despotismo, comedia y violencia simbólica, además, intermitentemente, de combinar con violencia física -, usando los términos de “izquierda” y “derecha”, de “progresismo” y “conservadurismo”, y otros tantos términos esquemáticos y dualistas, que forman parte de los discursos “ideológicos”. En la era de la simulación, estos términos no son referentes útiles para el 211 análisis, aunque sean referentes imaginarios en la “ideología”. No se puede hacer un análisis si se parte de lo que creen que son los actores políticos. Para esto, para efectuar el análisis, es indispensable ubicar su papel en la maquina abstracta del poder, en la geopolítica del sistemamundo capitalista, en la geopolítica local del capitalismo dependiente. Si se quiere, después, se puede contrastar esta su ubicación en el mapa de poder, con sus autodefiniciones “ideológicas”; en otras palabras, contrastar con las autorepresentaciones de la comedia política. Estamos ante un perfil psicológico exaltado, que sobrevalora delirantemente a su propia persona, convirtiéndola, imaginariamente, en el centro sagrado de todo; por lo menos, de la vida política y social del país. Este perfil psicológico viene acompañado o rodeado por otros perfiles psicológicos que tienen, al menos alguno, un perfil psicológico parecido o equivalente, si es que no es más delirante todavía. Los otros perfiles psicológicos, generalmente son de condescendencia; forman parte de la comedia y de la reproducción de los mitos. Por lo tanto, se inclinan a apoyar y sostener las pretensiones desmesuradas del “jefe”. El perfil psicológico congresal oficialista expresa un apego sin discusión y sin reflexión a este símbolo del poder, encarnado en el caudillo. Los dirigentes sociales, que forman parte de esta gubernamentalidad clientelar, de manera más patética se manifiestan más que condescendientes, como alucinados seguidores, fanáticos creyentes, que les falta poco para considerar a su “jefe” como un Dios. Ciertamente el Vicepresidente expresó claramente una concepción parecida. Una pregunta emerge: ¿Se trata de un movimiento político o de un movimiento religioso? Aunque sabemos que la genealogía de la política devela el substrato religioso, que sostiene el imaginario político, vale la pena hacerse la pregunta, que parece exageradamente contrastante y disímil, pues se requiere comprender sobre que sentimientos se afincan estas conductas políticas extraviadas. La hipótesis interpretativa es la siguiente: Cuando la composición en esta genealogía política expande el imaginario religioso, más allá de su horizonte propio, invadiendo y otorgando significados, a otro horizonte, en este caso, el político, entonces, las conductas políticas son afectadas a tal punto que cuando se actúa en el campo político, se lo hace como si se estuviera actuando en el campo religioso. En el campo religioso no hay exactamente reglas del juego, sino la relación ética y moral de religar con Dios. Se espera milagros, se busca la salvación, antes, el perdón, se promete el paraíso a quienes cumplan con devoción el paso transitorio por la vida, e infierno a quienes no lo hagan, transgrediendo la relación sagrada con Dios. En campo religioso la sumisión a Dios es un gozo mayúsculo. Cuando este arquetipo se traslada al campo político, con todas las diferencias que puedan asumirse, la política se trastoca, convirtiéndose como en una religión civil; si no es la relación con Dios, es la relación con el símbolo patriarcal del poder, el caudillo, que, en el fondo de los imaginarios, aparece significado como el mesías. Ante semejante interpretación, las reglas mundanas no valen nada. Lo que importa es marchar a la salvación, que, en el caso de la política, viene a ser el fin perseguido, que está enunciado en el programa y en los discursos oficiales. De acuerdo a la hipótesis interpretativa lanzada, se puede sugerir que la animosidad del caudillo, de sus entonos palaciegos, de la militancia, del Congreso, de las organizaciones sociales, es afectivamente religiosa; animosidad que justifica, de antemano, cualquier actuación del presidente, cualquier ocurrencia, incluso cualquier desfachatez. Respecto a esta genealogía política singular, no tiene mucho sentido hablar de “izquierda” y “derecha”, incluso de “progresismo” y “conservadurismo”, pues no hay correspondencia con el desenvolvimiento efectivo de la política. Si tendríamos que nombrar esta fenomenología política barroca, tendríamos que caracterizarla como dinámica de una política mesiánica. Esta composición singular es indudablemente conservadora. Los imaginarios de las dominaciones polimorfas reaparecen. El mito del caudillo emerge del mito del patriarca; el mito de la “revolución” - en el caso de que es simulada y forma parte de la comedia -, el mito de la verdad del discurso propio; el mito del Estado. Estos mitos no solamente conforman la formación imaginaria populista, sino que legitiman las estructuras de dominación heredadas y preservadas. Si bien esta práctica política barroca, este populismo, es convocativo, por lo menos en un principio, en una etapa, del “proceso de cambio”, antes de mudarse y optar por la expansión de las relaciones clientelares, el problema es que sustituye las emancipaciones y liberaciones múltiples, si se quiere la revolución efectiva, por una catarsis colectiva, de carácter religioso-político. Las 212 historias políticas de la modernidad han mostrado que el recorrido de estas expresiones políticas, si bien convocan al pueblo, moviliza sus fuerzas, apoyan a la experiencia social de la rebelión, una vez ocurrido esto, inmovilizan al pueblo, desarman sus organizaciones vitales de lucha, las convierten en dispositivos clientelares, destrozando toda posibilidad de seguir adelante. El resultado es paradójico; ocurre como si se hubiera despertado el pueblo, para terminar legitimando, en mejores condiciones, la reproducción del poder, que cuenta, ahora, con la expansión del pacto social comprometiendo a las mayoras. No podríamos hablar, rigurosamente, de “progresismo”, pues se trata de tonalidades conservadoras. Ciertamente, las expresiones conservadoras más conocidas son las tradicionales; las ligadas a la oligarquía, después a la burguesía, expandiéndose a las “clases medias altas”. Cuyas formaciones discursivas pueden ser claramente conservadoras, cuando se ponderan los valores tradicionales de la oligarquía, su jerarquía y su propiedad latifundiaria; o, en su caso, liberales, conservadurismo moderno, discurso apologético del Estado de derecho y de la república; o, en otro caso, neoliberal, conservadurismo renegado, pues no se reconoce como tal, auto- identificándose como moderno, incluso expresión avanzada de la modernidad, además de concebirse como ciencia técnica de la economía. El conservadurismo populista es, también un conservadurismo barroco; mezcla valoraciones religiosas con promesas sociales; mezcla el mito patriarcal con fragmentos discursivos emancipadores de moda; mezcla el folclore con fragmentos del discurso socialista. La diferencia con el conservadurismo tradicional radica en que se opone a los valores de la oligarquía y a su propiedad latifundiaria; por lo menos, de boca para afuera. La diferencia con el conservadurismo moderno liberal radica en que recurre a la democracia directa de la movilización popular; por lo menos, al principio, para luego adherirse a la democracia formal; pero, sin reconocerla plenamente, buscando saltar sus vallas cuando pueda. La diferencia con el conservadurismo renegado neoliberal, radica en que éste fue el enemigo, en la historia reciente, convirtiéndose el neoliberalismo en el referente odiado por el pueblo; en tanto que el pueblo encontró en el populismo la esperanza de curar sus heridas, salir de sus sufrimientos, encaminándose al cumplimiento de la promesa. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, el conservadurismo, comprendiendo todas sus tonalidades, forma como un bloque. Reproduce el poder, es decir, las estructuras de dominación, aunque unas sean instituciones obsoletas, otras se presenten como modernas, entonces adecuadas, otras se presenten como técnicas, y el populismo se presente como “revolucionario”. Este bloque conservador responde a la gama de imaginarios sociales conservadores, haciendo compás con las formas de gubernamentalidad, que conllevan estas expresiones políticas. Si el populismo parece dislocar este bloque conservador, al comportarse como convocatoria popular y nacional; este dislocamiento es más circunstancial. Una fisura que después se suelda. Las mayorías terminan reenganchadas al Estado, que no es otra cosa que la institución que concretiza el poder abstracto, además de ser la institución imaginaria de la sociedad. Lo que sucede con el populismo es abigarrado. Respecto y a diferencia de los liberales se conectan con el pueblo, lo nacional-popular; ésta es su virtud democrática, en tanto y en cuanto la democracia la ejerce el pueblo; empero, la desventaja, respecto a los liberales, es que retroceden, por así decirlo, en la forma de Estado; retroceden al Estado policial o, en el mejor caso a un oportunismo pragmático en la administración y respeto de las normas, reglas y Constitución; es decir, en lo que respecta a la estructura de la democracia institucional. Esta ambivalencia o mezcla, por cierto, no coadyuva a la emancipación y a la liberación. Es precisamente lo que detiene a la revolución, usando este concepto conocido en la modernidad. La interpretación que hicimos es que este decurso sinuoso corresponde a una de las formas del círculo vicioso del poder. En consecuencia, el populismo, en sus distintas versiones, la del nacionalismo-revolucionario, que corresponde a la mitad del siglo XX, el de los llamados neopopulismos, que corresponde a fines del siglo XX y principios del siglo XXI, cuya versión conocida se denomina también “gobiernos progresistas”, contiene en sus propias estructuras política, “ideológica”, organizativa, esta contradicción inherente. Es como si tuviera inscrito el decurso curvo y circular en su propio programa inmanente. La crítica a sus contradicciones, a sus inconsecuencias, no les llega al oído aunque la escuchen, pues la armadura de su “ideología”, sobre todo la sobrevaloración exaltada de su papel en la política, en 213 la nación y respecto al pueblo, infla un sentimiento exacerbado de protagonismo pretendido. En todo caso, esta crítica sirve como parte de la pedagogía política al pueblo. No hay que esperar ningún cambio, ninguna autocrítica, tampoco alguna reflexión sobre las contingencias políticas, por parte del populismo. Si bien, toda expresión política en el poder, pierde, por así decirlo, la cabeza, pierde el principio de realidad, se sumerge en sus burbujas, el problema del populismo es que este fenómeno se ahonda. Ni siquiera se dan cuenta de lo que pasa cuando caen, ya sea por elecciones, ya sea por conflictos políticos expandidos e intensificados, ya sea por implosión. Se puede decir, entonces, que la “ideología” persiste más allá de la muerte. La explicación “ideológica” es que cayeron por “conspiración” de la “derecha”, apoyada por el “imperialismo”, también por la incomprensión de la “izquierda radical”, que coadyuvó a la “derecha” a derrocarlo. Jamás van a poder asumir que en gran parte su caída se debe a que ellos mismo construyeron su derrota. Entrevista a Joaquín Miras Albarrán sobre "Praxis política y estado republicano. Crítica del republicanismo liberal" (I) “La filosofía marxista parte de la consciencia de que el ser humano crea en comunidad una praxis mediante la que produce su mundo de vida” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213218 Salvador López Arnal Rebelión Entre otras muchas cosas, alguna se recuerdan en esta primera conversación, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y estado republicano. *** -Me gustaría dialogar contigo, querido Joaquín, sobre tu último libro, el que acaba de publicar El Viejo Topo. Poco a poco si te parece, a lo largo de varias semanas. Antes de entrar en ello, y después de felicitarte muy sinceramente por tu nuevo ensayo, me gustaría preguntarte por lo que se dice de ti en la solapa. Se te presenta como filólogo pero casi todo el mundo piensa que eres historiador o filósofo (con disyunción no excluyente). ¿Dónde estudiaste filología? ¿Qué filología? ¿Fue entonces cuando conociste a Giulia Adinolfi? -Estoy de acuerdo con tu propuesta, Salvador. Y muchas gracias por tu valoración sobre el libro. Mi formación universitaria es la de licenciado en filología hispánica por la Autónoma de Barcelona. Es cierto que me he dedicado fundamentalmente a la reflexión política, como consecuencia de mi militancia política y, debido a la deriva que política de las fuerzas comunistas; y también lo es que he trabajado durante toda mi vida laboral de profesor de lengua y literatura castellana en un instituto, lo que no es practicar la 214 indagación filológica. Pero me parece valioso que conste mi “formación base”, que me ha inducido siempre a acudir a textos, a ir a los clásicos. Gracias a los estudios que cursé, pude conocer a Giulia Adinolfi. Giulia Adinolfi sí que era una verdadera filóloga, una filóloga hispanista, una filóloga marxista, comunista, gramsciana, que había estado becada, en su momento, por el instituto de investigación que Benedetto Croce – “unos ojos de búho, detrás de sus gafas”- tenía en la ciudad común a los ambos, Nápoles. -Se dice en la solapa en la que tomo pie que eres comunista marxista. ¿Qué tipo de comunista eres? ¿Qué tipo de marxista? ¿No es un poco redundante eso de ser comunista y marxista? -Comienzo por el final: me defino como comunista marxista por respeto a otros comunistas, libertarios, cristianos, que también se declaran y reconocen como tales. Todos ellos, y otras corrientes de pensamiento, nos definimos por nuestro aristotelismo, esto es, por la prioridad ontológica conferida a la comunidad –“communitas”, o su corrupción germánica: “gemaine”- sobre el individuo, el cual a su vez se construye –paideia, bildung- dentro de la comunidad. Esta tesis es parte de la axiología fundamental del marxismo. Soy un comunista praxeológico, que no concibe el marxismo como una gnoseología. -Te preguntaré más tarde sobre esto del comunismo praxeológico. ¿Qué es entonces el marxismo para ti? -El marxismo es una filosofía que, desde luego, y como elemento de crítica a la sociedad capitalista, elabora ciencia, y posee, también, una reflexión sobre la ciencia etc. Como filosofía es un saber, pero no es un saber cuyo primer objetivo es conocer la sociedad estudiada como un objeto cuya constitución y reproducción nada tienen que ver con nuestra actividad capilar cotidiana y nuestras intenciones. La sociedad no es una realidad objeto gobernada por legaliformidades constantes cuyo conocimiento mediante la ciencia permitiría pronosticar fases futuras, prescribir técnicas de intervención y prever, a su vez, la incidencia de estas sobre sobre el objeto. La filosofía marxista es un saber que parte de la consciencia de que el ser humano es un ser que crea en comunidad una praxis mediante la que produce su mundo de vida, incluido el saber hacer que pone en obra la actividad. Praxis significa actividad generada por la creatividad del ser humano en comunidad, actividad en constante, novedosa generación, actividad creada históricamente y creada, renovada constantemente. Por tanto el constituyente del ser humano, la actividad que emerge del hacer en común, es impronosticable, y, en consecuencia, no es prescriptible. De algo que no se puede saber cómo será, nada se puede decir; solo se puede animar que se genere, y se puede reflexionar sobre el mismo a la par que se genera, como reflexión segunda sobre el mismo –filosofía. Nuestro maestro Manuel Sacristán expresaba esto diciendo que “de una contradicción 215 puede surgir cualquier cosa” y que, en consecuencia no se podía prever el futuro. También concluía de ello que la elaboración apriorística prescriptiva de acción política a medio y largo plazo, lo que denominamos “estrategia”, es meterse a –la palabra es suya- de “ zascandil” de la historia. Lo que es creación de la comunidad solo puede ser conocido cuando la comunidad lo crea. Esto es Filosofía de la práctica, que incluye la concepción de la radical, constante historicidad –creatividad- de la praxis humana: mi marxismo, un creacionismo inmanentista e histórico. -¿Inmanentista? ¿Qué es eso de inmanentista? Por lo demás, si me permites, lo que señalabas de la contradicción no es cosa propia de Sacristán sino de cualquier lógico que se precie, cosa dicha por lógicos medievales.: ex contradictione (sequitur) quodlibet. -Tienes razón, la proposición sobre la contradicción es algo procedente de la tradición de pensamiento sobre la lógica. Respecto del inmanentismo: es un término que me vale para recoger todo el pensamiento interesante que se ha elaborado sobre la capacidad de creación o sobre el espíritu, y referirlos a la realidad existente, no pensarlos como consecuencia de un ser trascendente, ultramundano, divino. Si atribuimos la capacidad de crear a un ser ultramundano, es porque experimentamos que existe, es porque el ser humano en comunidad crea su mundo material y se auto crea así mismo mediante su actividad comunitaria. El espíritu, la capacidad de pensar y generar actividad creadora, existe, pero es característica humana, es “material”, si se quiere decir de otra manera. -¿Y se puede seguir siendo comunista marxista sabiendo lo que sabemos de aquellas sociedades que llamábamos de “socialismo real”? ¿No fue aquello un totalitarismo inadmisible como se suele decir ahora? -Creo que la revolución rusa fue un hecho histórico que transformó la historia. Y que es una muestra de que la historia la puede hacer la gente común, nosotros, los explotados. Creo que el régimen económico social que se construye, fue un régimen que generó un consenso masivo, como lo demuestra la firme defensa popular del mismo que entablan las masas contra el nazismo. Ningún régimen político se sustenta sobre el terror, sino sobre la hegemonía. Y –pensemos en el franquismo- eso es una de las cosas que no nos queremos reconocer. De te fabula narratur. Cuanto si, menos, los alemanes de los años 30 y 40 del siglo XX, los escandinavos, los polacos… Desde la Revolución Francesa, cuando irrumpe la plebe en la política, se hace imposible estabilizar regímenes contra las masas. Ni sostenerlos una vez estas les vuelven la espalda, tal como ejemplifica también la propia URSS de 1989. Gracias a que la URSS, como resultado del sacrificio voluntario, activo, entusiasta, terrible, de su población, llevó sus tanques hasta Berlin, y mientras 216 esto duró, existieron las democracias europeas y los denominados estados sociales. Como trato de ser breve, dejo apuntado todo esto para incluir un último elemento. -Adelante con él. -El uso del término “totalitarismo” sirve para satanizar, esto es, para poner el “mal”, considerado absoluto, y sin análisis subsiguientemente, lejos-y-fuera de nosotros, es parte de una narrativa tranquilizadora que nos contamos a nosotros mismos. Pero, primero, lo acaecido en el decurso histórico de la URSS no difiere de lo ocurrido en el México revolucionario, en Argelia, en Egipto…etc. Países todos en los que el fin del nuevo régimen fue el desarrollismo económico, la revolución instrumentada como medio para el desarrollo de la economía y no la economía como instrumento para un nuevo régimen social. Y siempre, todo esto, fue resultado del control del poder emergente por elites que se autojustificaban como gerentes y dirigentes de la política en nombre de su cualificación técnico científica y teórica. “Teoría de elites”, legitimada, autolegitimada en nombre de “la ciencia”, la “eficiencia”, la “mejor formación” –por ejemplo: la generación española mejor formada de la historia- , y que no es marxista, sino positivista, neopositivista, estructuralista, posmoderna, deconstructiva, “sospechista”, laclauniana, en general girolingüista, …: epistemologismo gnoseológico neopositivista que entra en el marxismo “desde fuera” y entra precisamente teorizando la necesidad de una “consciencia exterior”, “excedente”, basada en la ciencia, que es lo que capacita a un grupo para ser “vanguardia” y saber lo que nos conviene a los demás…pero ésta ha sido y sigue siendo la forma de concebir la política, tanto de tanto de las anteriores como de las nuevas levas de profesionales de la política de la izquierda…que gracias a sus satanizaciones echan un tupido velo sobre lo que es común a la actividad política soviética y a la suya. Y se quedan, a sus propios ojos, “sin pecado concebida? ”. -Pero, si me permites también, tú formas parte de Espai Marx. ¿Espai Marx no es un colectivo que también es (lo intente o no) vanguardia? ¿No os formáis en asuntos de filosofía y ciencia? ¿No intentáis tener y difundir una consciencia excedente para que muchos podamos aprender? ¿El leninismo clásico no fue vanguardia? ¿Lenin no teorizó en estos términos? Por lo demás, esas “nuevas levas de profesionales de la política de la izquierda”, ¿es una referencia crítica a los miembros de Podemos? -Comienzo por el final. Todas las fuerzas políticas que se están constituyendo o reformando en estos momentos –Catalunya puede ofrecer un registro amplio de ellas- se constituyen conforme a ese criterio. A mi juicio, también Podemos. No son medios para la autoorganización de la gente, sino 217 instrumentos para la representación institucional en nombre de la misma. Los movimientos pueden ser legítimos, pero son “otra cosa”, quizá inabarcable y, quizá, -se dice- hasta no se puede tener la falta de humildad de querer abarcarlos, etc…pero estos son los argumentos utilizados. En cuanto a la concepción que Espaimarx tiene de su tarea es semejante a la que, nos recuerda Polanyi, tiene el economista respecto de la burguesía. El economista es un siervo del burgués capitalista. Primero existieron los burgueses, luego los contables, por último se creó a los economistas. El mundo capitalista es fruto de la actividad de la clase burguesa, no de la de sus contables o de sus investigadores. Estos funcionan como instrumento de las decisiones de clase, constantemente nuevas, que tendrán repercusiones y consecuencias incognoscibles a priori para ninguna ciencia, incluida la económica. Lo mismo ocurre con la prensa y los demás instrumentos de formación al servicio de la burguesía, no tratan de sustituir ni de “enseñar” lo que se ha de hacer. Suministran al Soberano conocimientos, le informan de lo que hay. Estudian lo que se les ordena. Esta es una tarea ancilar, o como dice Gramsci, “orgánica”, supeditada. Es el soberano, el sujeto real activo el que decide cómo usarla. El filosofar es reflexión sobre lo que se ha hecho previamente, y parte de la experiencia de los actores. El uso de la ciencia que hace Marx es para combatir, dentro de un uso público de la razón, las ideologías que inducían a creer que este mundo económico es natural e inmodificable. En su obra no hay receta alguna sobre cómo deba organizarse la economía, o tales cosas. Sobre esto trato en algún punto del libro. En el marxismo, en el hegelianismo, no existe el Rey Filósofo, que debe dirigir a la mayoría: el Búho de Minerva solo levanta el vuelo “a misses dites”, tras los amenes, cuando ya se ha hecho la cosa y se ven los resultados. Ciertamente el leninismo –a distinguir de lo que pensaba Lenin, que pensó cosas muy diversas- sostiene la teoría de la consciencia exterior, que procede de la socialdemocracia alemana. La mejor crítica, contundente, sin concesiones, de esta teoría, puede encontrarse en lo que escribe, largo y tendido, Antonio Gramsci en el cuaderno en el que critica el manual de marxismo de Bujarin…pero no sé si esto es de interés. -Seguro que es de interés pero no podemos hablar de todo. Se afirma también en el texto de la solapa que tu trabajo intelectual se inspira en la filosofía de la práctica. ¿De qué práctica hablamos? ¿Qué filosofía es esa? ¿Tienes a Gramsci en mente? Ya sé que antes has hablado del tema. Insisto si me permites. -Sí, es así. Por ello, lo que, por ejemplo, he realizado en este libro es un trabajo de explicitación sobre las nociones sobre las que se sustenta la filosofía de la práctica, la tradición intelectual en que se expresa, etc. Porque – y respondo a la segunda pregunta tuya- este filosofar se ejerce a partir de la 218 experiencia práxica que surge de la actividad capilar desarrollada en su vida cotidiana por gentes que están organizadas dentro de un movimiento que posibilita su acción de lucha y de transformación de su vivir. Ese movimiento es hoy débil –“aún” muy débil-. Sin ese movimiento solo queda reelaborar el legado constituido por las elaboraciones surgidas de las experiencias históricas habidas, trasmitirlo, y alentar al propio protagonismo organizado de la praxis de cada uno. Así lo explica Marx, por ejemplo en el capítulo 2 de El Manifiesto comunista; los comunistas no formamos un partido aparte, no proclamamos principios especiales, inventados o descubiertos, conform e a los que queramos amoldar al movimiento. Las elaboraciones son la expresión de conjunto, elaborada a partir de la experiencia de lucha, de un movimiento histórico, cuando este, se esté desarrollando ante nuestros ojos, Y en la medida en que exista este movimiento, la clase no es un ente existente, sino una construcción comunitaria histórica, que puede existir o no, que es consecuencia de la propia actividad autoconstitutiva: “constitución del proletariado en clase” es otra frase del Manifiesto Comunista. Todo esto es, como sabemos, una paráfrasis hecha sin acudir al texto, p ero, seguro, muy fiel al mismo. La filosofía, como el búho de Minerva, solo levanta el vuelo ex post, como reflexión segunda sobre lo que se da en la realidad. Gramsci es el más grande filósofo político marxista del siglo XX, el mejor filósofo político de todos los que han reflexionado sobre política desde cualquier tradición filosófica en el siglo XX, y un pensador fundamental para elaborar la filosofía de la práctica -Eres también presidente de la asociación cultural Espai Marx. ¿Qué asociación es esa? ¿Cuáles son vuestras actividades más importantes? -Espaimarx es una asociación cultural que trata de difundir pensamiento crítico. En primer lugar, marxista, pero no solo esto. También promueve y participa en actividades políticas que promueven la reflexión sobre los objetivos que toda fuerza de izquierdas debe asumir. Por ejemplo, Espaimarx, y muy destacadamente, Joan Tafalla, miembro de nuestra asociación, ha impulsado la organización de la reflexión más seria que se ha hecho en España hasta la fecha sobre la necesidad de que salgamos del euro. La asociación se relaciona sin exclusión con toda fuerza de izquierdas que nos proponga colaboración y con toda asociación cultural de izquierdas. Sostenemos una web y una biblioteca virtual alimentada con obras que son de interés para la izquierda: marxismo, pensamiento libertario, democracia radical, pero también, en general, todo texto fuera de circulación cuya lectura pudiera ser de utilidad para la reflexión de izquierdas. También organizamos seminarios, charlas etc. todo esto desarrollado “según nuestras (modestas) capacidades”. -Sin ánimo de quitar méritos a nadie (y menos, por supuesto, a Joan Tafalla). ¿No han habido, no hay, otros colectivos que también están por 219 esa labor que comentas? Pienso, por ejemplo, en Pedro Montes que durante tiempo habló en solitario de la entrada y de la salida de la eurozona. -Pedro Montes, que es un excepcional economista y un hombre de izquierdas de calidad humana extraordinaria, ha debatido desde siempre sosteniendo con firmeza y con erudición rigurosa extrema estas posiciones. Escribió un libro sobre las consecuencias que iba a acarrear la aceptación de la moneda única, antes de que se entrara en el euro. Un libro que no se quiere recordar porque nadie puede decir que las cosas no hubiesen sido explicadas. Y desde siempre, ha sido un pensador fundamental y un conferenciante clave en el debate contra el euro: con argumentos, no con glamoures. Un hombre que podría tener una posición envidiable y riqueza, en el país de las puertas giratorias. Es uno de los nuestros. Esta es la posición de la asociación Socialismo siglo XXl, desde luego. Por cierto y vuelvo sobre Pedro Montes, que ahora mismo nos está recordando que la izquierda no tiene posición sobre todas estas cuestiones. Al referirme al trabajo desarrollado por Joan Tafalla estoy pensando en las jornadas sobre el euro que se organizaron en Barcelona, con presencia de ponentes tanto de toda España como de Europa y de África, continente donde varios países de la francofonía soportan una moneda única de “dos velocidades”, y sus efectos económicos terribles, el franco africano. Quiero insistir en el asunto porque en esta insistencia misma sobre el acto de Barcelona se encierra una clara crítica. ¿Cómo es posible que este tipo de debates, que es fundamental para el momento presente, se decida lo que se decida luego, deba ser organizado por una serie de pequeñas organizaciones, entre ellas Espaimarx, y que las fuerzas políticas de la izquierda, acudiesen a la invitación o no, las que tienen recursos, organización, potencia, diputados, vocación institucional, y en consecuencia, tienen, o deberían tener, necesidad imperiosa, inminente, de estos debates –no de fotos con Varufakis- se pongan de perfil y corran tupidos velos? La izquierda, la nueva coalición, las fuerzas que la componen, no tienen política elaborada y definida sobre todas estas cuestiones importantísimas. ¿No sería necesario que, al menos, impulsaran jornadas de reflexión? Podríamos pensar que tratan de sondear la posibilidad de un “euro bueno”. ¿Han organizado debates con ponentes que les permitan saber cómo hacer, a qué atenerse? ¿ Y sobre la “deuda soberana”? ¿Qué hacer”, que diría Lenin? Tampoco hay política. La UE ha dicho que debemos recortar otros 9 mil millones de euros del gasto público. El cataclismo en que está sumida la sanidad, la enseñanza, la desaparición de las ayudas sociales, la impotencia para crear empleo, de este país, son consecuencia de un anterior recorte de 10 mil millones. ¿Qué van a hacer nuestros dirigentes respecto del nuevo que se exige? Son preguntas que exigen respuestas, y requieren reflexión pública. De estar en una situación normal, estas jornadas a las que me he referido, las más importantes realizadas en España, hasta le fecha, tras las cuales y como consecuencia de las cuales, 220 ha habido pequeñas réplicas en otros lugares, no debieran haber corrido a cargo de grupos tan reducidos. En las jornadas de debate organizadas en el extranjero por gentes como Kostas Lavapitzas, a las que asisten grandes teóricos de toda Europa, brillan con luz propia, por su ausencia, nuestras fuerzas políticas. Se escucha su silencio, su ausencia de discurso. -Los silencios, como sabes mejor que yo, son a veces muy ruidosos. Animas también, a pesar de esta jubilado si no ando mal informado (y saber muy bien que el “laborare stanca” como nos recordó Pavese en un poemario que no hemos olvidado), animas, decía, varios seminarios. Te pregunto a continuación sobre ellos. -De acuerdo cuando quieras. Entrevista a Jean Wyllys, diputado por el partido PSOL de Rio de Janeiro “Están desmontando el Estado con el apoyo del Poder Judicial y los medios de comunicación” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213201 Julia Goldenberg Página 12 Con apenas seis diputados, el PSOL es popular entre los jóvenes, los movimientos sociales y culturales y el movimiento LGBT, del cual Wyllys es el único representante en el Congreso. Es autor de los proyectos de ley de matrimonio igualitario, identidad de género, legalización del aborto y legalización de la marihuana, entre otros. “Los que dieron este golpe –dice– son los mismos golpistas del 64.” –Usted es el único representante del movimiento LGBT en el Congreso, ¿Cómo es ser minoría en un Congreso que representa escasamente a su población? –Es importante señalar que no es sólo el Congreso Nacional el que no representa la diversidad de la población brasileña, tampoco lo hacen las Asambleas Legislativas de los Estados y los órganos legislativos municipales. Para empezar, estos organismos están compuestos mayoritariamente por hombres, mientras que la mayoría de la población brasileña es femenina. 221 Además, hay poquísimos negros representados en el Poder Legislativo, sobre todo en el Congreso Nacional y en especial en el Senado. El único homosexual asumido que hay en el Congreso, soy yo. En contrapartida, hay mucha representación de empresarios, de representantes del mercado financiero, de las corporaciones mediáticas, de los barones del agronegocio, de las iglesias neopentecostales y representantes de las fuerzas de seguridad, o sea, diputados y senadores ligados a la policía civil, a la policía militar y a las fuerzas armadas. Dicho esto, tengo que decir que para mí no es fácil el trabajo cotidiano. Ahora yo gozo de mucho prestigio, este es mi segundo mandato y es muy respetado, pero no fue fácil conquistar este respeto y no es fácil mi convivencia con los demás diputados porque hay una enorme homofobia. Aunque en el día a día ellos buscan disfrazar esta homofobia, en los últimos meses el hecho de haberme colocado contra el proceso de impeachment de la presidenta Dilma hizo que salieran a agredirme con toda la furia. No es fácil tener una agenda progresista en este parlamento tan conservador, como tampoco tratar leyes para ampliar los derechos de la minorías y en especial los derechos humanos de la minoría LGBT. Me frenan todos los proyectos que presento, como por ejemplo, el de la promoción de la ciudadanía LGBT, proyectos en defensa de los derechos humanos. Entonces, no me queda otra alternativa que tener una actividad más política y menos legislativa. Mi mandato tiene pocos éxitos legislativos, es decir, no conseguí que se aprobaran proyectos de ley relevantes, entonces tuve que optar por la vía más política. Cuando no consigo que se apruebe un proyecto de ley, interpelo al poder judicial y así logramos adquirir ciertas conquistas. De esta forma, conseguimos garantizar el derecho al matrimonio civil igualitario, logramos habilitar el uso del nombre social (que es el nombre por el cual las personas trans y travestis prefieren ser llamadas cotidianamente, en contraste con el nombre registrado que no refleja su identidad de género) en la administración pública. Antes de sufrir el golpe, la presidenta Dilma firmó un decreto que permitía que las personas trans y travestis utilizaran su nombre social en la administración pública. –Todo eso se vio reflejado el día que se definía el proceso de impeachment en la Cámara de Diputados. –Desde que asumí mi primer mandato, soy víctima de una campaña difamatoria orquestada y financiada por la derecha brasileña, sobre todo por la derecha cristiana brasileña y por los grupos fascistas organizados en Brasil. Sufro un asedio permanente por parte de Jair Bolsonaro y su hijo que me insultan públicamente durante todas las sesiones de la Cámara. Durante la votación del impeachment, estábamos todos muy tensos, el ambiente político estaba deteriorado por la violencia de la derecha. La derecha se dedicó a presionar a los diputados de izquierda y sobre todo a los diputados del PT en restaurantes, aeropuertos, hospitales, etc. Fue una especie de macartismo. Entonces, ese día el ambiente era muy tenso y los diputados en favor del 222 impeachment eran mayoría. Por eso y sabiendo que la sesión estaba siendo transmitida en vivo por la red Globo, se creyeron habilitados para insultar, agredir y debilitar a los diputados contrarios al impeachment. Cuando yo fui a proferir mi voto, lo hice con una lluvia de insultos. Dije que el proceso de impeachment es inconstitucional e ilegítimo y que estaba orquestado por un grupo de canallas tratando de destituir a una presidenta honesta. Esas personas no se comportaban como diputados, era un festival de ignorancia y de desprecio por la cosa pública. Los intereses privados aparecían en esos discursos con dedicaciones a la nieta, al hijo y al perro, pero nunca al pueblo brasileño. –También votaron en nombre de los militares. –¡Sí! En nombre de un torturador, del torturador de la presidenta Dilma. Antes que yo emitiese mi voto, Jair Bolsonaro había dedicado su voto a uno de los peores torturadores de la dictadura militar, que es el coronel Brilhante Ustra. Cuando yo terminé de votar, él me insultó y cuando lo miré me dijo “Chau Querida”. Entonces, por todo lo acumulado desde hace seis años, que culminó en ese momento, yo lo escupí en la cara y no me arrepiento de haberlo hecho. Nunca escupí a nadie, soy un hombre educado. Pero soy humano, tengo un límite. Por toda la difamación que vengo sufriendo, creo que ese día llegué al límite. Escupirlo fue como un acto redentor finalmente porque encontré gestos de solidaridad en casi todo el país. Las personas estaban indignadas con el espectáculo surrealista, era grotesco. La coalición de partidos en torno de la presidenta, son partidos conservadores que no permitieron que la comisión de la verdad avanzara y sirviese de alerta para nuestra democracia. Tanto es así, que actualmente un nuevo golpe fue dado en Brasil. Este golpe lo dieron las mismas fuerzas políticas que dieron el golpe de 1964. Son las mismas instituciones, las mismas oligarquías, la misma prensa que dieron el golpe actual contra la democracia. –Luego hay otra característica muy particular que tiene el gobierno de Temer y es la relación de esta élite con la Iglesia Evangelista. ¿Cómo funciona eso? –Michel Temer es el presidente interino, el impeachment sucedió y él fue nombrado presidente interino de la República. En la práctica, de hecho, el presidente de Brasil es Eduardo Cunha, el ex presidente de la cámara de Diputados que fue suspendido de su cargo por el Supremo Tribunal Federal. Esto fue porque lo acusaban por el crimen de corrupción, lavado de dinero a través de la Iglesia Evangelista y evasión fiscal. Este hombre es un gangster, consiguió financiar la campaña de más de cien diputados, tiene una excelente relación con el mercado financiero, las grandes corporaciones, etc. Este hombre tiene un esquema de corrupción montado no sólo en Petrobras, sino 223 también en Furnas, que es una empresa minera. Temer es una fachada y Eduardo Cunha es el hombre que detenta el poder real que tiene una estrecha relación con las iglesias neopentecostales brasileñas. Hay que tener en cuenta que en Brasil 20% de la población es evangelista. Las iglesias evangelistas gozan de una inmunidad tributaria conferida por la Constitución. Las iglesias en general no pagan impuestos en Brasil, pero además, nadie controla los recursos de las mismas. Muchas iglesias, no todas y esto es muy importante que se entienda, muchas de las iglesias neopentecostales se volvieron fuerzas económicas y se volvieron una lavandería del crimen organizado. La prueba de esto es que Eduardo Cunha, lavaba parte del dinero de la corrupción de las coimas de Petrobras en la iglesia evangelista Asamblea de Dios. El pastor de esa Iglesia también está involucrado en la operación Lava Jato. Estas iglesias se involucraron así en la política, invirtiendo en las campañas de los candidatos que hoy ocupan cargos en el Parlamento, en los municipios y en los estados. Este es el armado político de Cunha y Temer entonces se puede decir que hoy el poder ejecutivo está ocupado por el crimen organizado. –Usted señala que el gobierno de Temer es un gobierno de hombres blancos, ricos y agrega, viejos y homofóbicos. –El gobierno de Temer es un gobierno con poca melanina y mucha testosterona. No hay mujeres en el primer escalón; en el segundo escalón colocaron dos mujeres, una en el Banco Nacional de Desarrollo y la otra en Secretaría de Derechos Humanos, Flávia Piovesan que es una mujer admirable y todos quedamos muy decepcionados cuando aceptó este ofrecimiento porque ella es una referencia en derechos humanos pero aceptó porque la hija de Temer es amiga de ella. Además, hay que señalar que este es un gobierno sin negros. Con sólo siete días se dedicaron a desmontar todas las políticas sociales del gobierno de Dilma. Ellos suspendieron el proyecto “Mi casa, mi vida”, el mayor programa habitacional que tuvo Brasil, que otorgó 1,7 millones de viviendas, y suspendieron a los beneficiarios de Bolsa Familia, lo cual significa cortar con familias enteras que dependen de Bolsa Familia para comer. Además, este gobierno revocó el decreto que Dilma había firmado, concediendo la posibilidad a las personas de llevar su nombre social en la administración pública. O sea, están desmontando políticas que estaban llevando a Brasil hacia un liderazgo. Entonces, no sólo es un gobierno conservador, sino que pretende responder con represión a los reclamos de los movimientos sociales, limitar los derechos de la comunidad LGBT, borrar los derechos que habían adquirido los pobres, etc. Quieren controlar a las policías desde el Gobierno Nacional, algo que nunca ocurrió ya que las policías militares están a cargo de la administración de cada Estado. –Cuando fueron destituidos Zelaya en Honduras y Lugo en Paraguay, los países de América Latina manifestaron su repudio en bloque. Hoy desde 224 Argentina se reivindica el “proceso institucional” de Brasil ¿Qué lectura regional hace usted del golpe en Brasil? –Creo que toda América Latina tiene que estar atenta a lo que ocurre en Brasil porque es la séptima economía mundial, porque hemos creado lazos diplomáticos y una cooperación regional muy importante. Pero no me sorprende que el nuevo gobierno de Argentina haya dicho que respeta el proceso institucional de Brasil, porque hay una sintonía entre la plutocracia brasileña y la plutocracia argentina. En cambio el presidente uruguayo dijo que no reconoce al gobierno brasileño, así como las potencias europeas no reconocen este gobierno como un gobierno legítimo. Angela Merkel y Hollande, no llamaron a Temer cuando asumió. Incluso Barak Obama no lo llamó. Aunque el embajador ante la OEA haya dicho que lo que sucede en Brasil no es un golpe, es para destacar que Obama no se comunicó con Temer. Entonces me parece importante deconstruir esta narrativa que dice que el proceso contra la presidenta Dilma es algo constitucional. Hay que desarticular este discurso. Esto ya pasó en Honduras, en Paraguay y ahora en Brasil y hay que desnaturalizar estos procesos. –¿Cómo está reaccionando la sociedad brasileña ante el golpe, son los movimientos sociales, estudiantiles y sindicales los que se manifiestan en contra o existe una manifestación más generalizada? –La resistencia al golpe se está desparramando por todo Brasil. Por ejemplo, ayer estuve en el acto realizado por los trabajadores de la cultura en la Funarte que es la Fundación Nacional de Artes dependiente del Ministerio de Cultura, que fue reducido a una Secretaría y después se echaron atrás. El otro días estuve en el edificio de Funarte de Rio de Janeiro donde había, como mínimo, quince mil personas reunidas. Ese día Caetano Veloso estaba haciendo un show y muchos artistas están participando. Quienes estaban esa noche no eran solamente personas ligadas a movimientos sociales, había estudiantes, trabajadores de la cultura, población civil etc. Además, hay una fuerte resistencia que viene del movimiento de los trabajadores sin techo, de los trabajadores sin tierra, del movimiento negro sobre todo de las periferias de las grandes ciudades, una resistencia de las mujeres que son protagonistas de todo esto, de los trabajadores de la educación, etc. Lo que sucede es que la red Globo no está mostrando esto. En Porto Alegre con treinta mil personas en las calles no existió cobertura alguna. Tenemos medios antidemocráticos, algo que ustedes también conocen. Por ejemplo, cuando Dilma era presidenta el alza del dólar y la caída de la Bolsa eran atribuidas a su supuesta incompetencia. Para los periodistas brasileños, esto no tenía nada que ver con la crisis económica internacional, ni con la crisis de China, sino que la responsabilidad era de Dilma. Ahora que Dilma está suspendida de su cargo, ellos dicen que estas fluctuaciones son causadas por la economía internacional. Es una deshonestidad intelectual horrorosa. 225 –Usted fue nombrado coordinador de FrenteCom -Frente Parlamentario por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Comunicación- Desde ahí, ¿Cómo piensa encarar estos probemas? –El FrenteCom tiene el desafío de continuar la agenda legislativa en torno a la democratización de la comunicación. Hay una agenda que queremos llevar adelante en la Cámara de Diputados, donde existe un enfrentamiento político muy importante que es ofrecer una contra-narrativa a los medios de comunicación hegemónicos. Además, estamos buscando denunciar en la prensa internacional lo que está sucediendo en Brasil. Esto es fundamental, porque la prensa internacional está denunciando el golpe en Brasil. Los actores y actrices que fueron a representar el film Aquarius en Cannes, denunciaron en la alfombra roja el golpe y esa imagen fue tapa en The Guardian en Reino Unido. El País y The New York Times también denunciaron el golpe. Para nosotros la prensa internacional es fundamental porque la nuestra no es democrática. –¿Cómo ve el futuro político de Brasil y en ese marco el papel del PT de Dilma y Lula? –En estos 180 días los abogados de Dilma deberán presentar su defensa. Es por eso que el actual gobierno tiene prisa por desmontar el Estado, reducir las políticas sociales y acelerar las privatizaciones. Nunca vi un gobierno interino que hiciera tanto daño en tan poco tiempo. Están desmontando el Estado con el apoyo del Poder Judicial y de los medios de comunicación. Creo que la resistencia, que está siendo muy masiva en las calles, en las universidades, en los sindicatos, etc., junto con el apoyo de la prensa internacional puede llevar a una derrota del golpe. El golpe puede ser derrotado. Sin embargo, si el golpe es derrotado y Dilma vuelve, va a encontrar muchas dificultades para gobernar porque la mayoría del Congreso continúa en contra de ella. La salida entonces es llamar a elecciones generales y directas, porque necesitamos devolver la soberanía al pueblo. Dilma cometió muchos errores durante su gobierno, pero los errores no son crímenes y ningún gobernante puede ser depuesto por lo errores que comete, en todo caso esto se corrige con nuevas elecciones. Ahora, la próxima etapa de los golpistas es hacer que Lula sea inelegible, ellos saben que él es la fuerza política más poderosa del país, sigue siendo el mejor presidente que tuvo este país. Estos golpistas saben que en las urnas no van a ganar, entonces buscan criminalizar a Lula. Si el objetivo de Lava Jato fuese combatir la corrupción, no tendríamos un grupo de corruptos en el poder ejecutivo. La operación Lava Jato no es una operación contra la corrupción sistémica que gangrena a la instituciones de Brasil, sino que es una operación para destruir al PT y meter preso a Lula. Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-300539-2016-0530.html 226 La hegemonía financiera encamina a la catástrofe http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/la-hegemonia-financiera-encamina-lacatastrofe/# EUA y UE van hacia la destrucción, empujan a Latinoamérica también. Privatizaciones, despilfarro de los bienes del Estado para unos pocos. México a punto del desastre por políticas neoliberales y globalización La prospectiva nos ayuda a ver no tanto el futuro —porque no es una bola de cristal— como las tendencias a partir de las variables del presente. Por Salvador González Briceño. * Todos sabemos que la globalización ha tomado un giro devastador, desde la última crisis del predominante sistema financieroglobal de 2008-2009, hastala fecha a nivel mundial: porque la influencia especulativa se sobrepone con un impulso quecorroe lenta, paulatina e irremediablementeeconomías y países enteros, como serpiente negra que se muerde la cola. La (des)Unión Europea es un buen ejemplo de ello, cuando no el mejor. El capitalismo moderno que sostienela globalización —capital financiero pero especulativo, de crisis cíclicas que nunca podrá dejar atrás porque anidan en sus entrañas—, no únicamente continúa acelerando las polaridades entre países ricos y pobres, desarrollados y subdesarrollados, explotadores y explotados o los viejos conceptos de primer y tercer mundo. La globalización de nuestros días está profundizando todas las contradiccionesque antes veíamos claramente sólo entre países o bloques de países dominantes, y ahora las vemos al interior de ellos mismos —países y bloques de países desarrollados—,en el llamado capitalismo central porquela globalización está arrasando con todo o autodestruyéndose con el flagelo del capital financiero como principal actor dominante en la escena. Son los grandes corporativos donde anidan multinacionales de las finanzas, de la guerra, de los alimentos, de la electrónica, todos, unos cuantos controlados por unas pocas familias desde los principales países otrora desarrollados como Estados Unidos de América (EUA), Gran Bretaña (GB), Holanda, Suiza, Alemania, Australia, y unos pocos dispersos en otros países. Es decir, las políticas neoliberales de la presunta “estabilidad macroeconómica”, aplicadas como reacción a la crisis económica mundial de los años 70, tras la caída de los precios del petróleo —la gran incidencia de la Organización de los países de Petróleo (OPEP), que ahora ya ni existe—,en los años 80 y 90, comenzando en EUA yGB,con los entonces presidentes Ronald Reagan y Margaret Thatcher respectivamente, trajeron consigo la idea del Estado mínimo y la prevalencia del libre mercado, de intervenir el mecanismo Estado/economíapara beneficiar a la iniciativa privada (sin problema, porque el interés privado resolvería todo comosustituto del Estado, ¡sic! Fueron los años de la generalización y aplicación de las políticas neoliberales —que no fue otra cosa que el desmantelamiento del Estado de Bienestar por el Estado Neoliberal;gran algarabía en México sobre todo con Carlos Salinas de Gortari [1] — en el mundo [2] y en América Latina[3] :privatizaciónde paraestatales en muchos países, lapresunta “revolución silenciosa”, “oleada del futuro” o “llave para el buen gobierno”, de todas las empresas otrora en manos del Estado. Las también llamadas “desincorporaciones” pretendían reducir el gasto público,con menores tasas de endeudamiento;además laliberalizacióndel comercio, para dejar todo en manos de la iniciativa privada;el derribar las barreras arancelarias para la libre importación/exportación de mercancías;la desregulación, para eliminar trámites administrativos engorrosos para las empresas. México, el segundo país más privatizado, convertido en uno con desarrollo sólido a tasas de crecimiento del 6% de PIB en promedio durante las cuatro décadas anteriores, a una chatarracon crecimientos nunca mayores al 2% en promedio, sin oportunidades para la población. Al mismo tiempo, se aplicaron los grilletes del control: la firma de tratados comerciales, gran activismo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE), con el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), su antecedente.Los grandes promotores del neoliberalismo, a expensas de Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). 227 EUA promovió junto con Canadá y México elTratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y el saldo al paso de las décadas ha sido favorable solo para las grandes empresas, monopólicas y multinacionales de la globalización de EUA y algunas de Canadá —como las mineras que han destruido grandes extensiones de suelo mexicano para la obtención de oro y plata—,en tanto a México le resulta mayorpobreza y destrucción ecológica, porque son muy pocas las empresas locales beneficiadas. Aparte, con esos antecedentes, México se convirtió en el país con más tratados comerciales del mundo. En materia de energía, por ejemplo, y tras las “reformas estructurales” en el país, se hacen presentes ya las multinacionales del petróleo y el gas anglosajonas —las 4 que quedan de las “7 Hermanas”: Chevrony ExxonMobil, de EUA; Shell,de Países Bajos y Reino Unido y BP(la responsable del gran derrame en el Golfo de México en 2010)delReino Unido,para “explotación en aguas profundas”—, desde la privatización de Petróleos Mexicanos (PEMEX) yla Comisión Federal de Electricidad (CFE), producto de los últimos cambios a la Constitución que sacó Enrique Peña Nieto del Congreso de la Unión con la aprobación de los firmantes del llamado “Pacto por (contra) México”, a propuesta de un partido de laizquierda del espectro político. México, como país ejemplo porque “en vías de desarrollo”, como se les clasifica a otros que rondan por la también llamada periferia del capitalismo —como los países latinoamericanos, con algunas salvedades que intentan salir del injerencismo de las políticas externas—,lo que les queda como saldo neoliberal mayordesigualdad, máspobreza, menos educación, más enfermedades, creciente desempleo, pocas opciones de vivienda, pésima seguridad —violencia y crisis de la seguridad pública, sobre todo en aquellos países donde reinan las mafias de las drogas como México—; una polarización muy marcada entre poseedores (concentración en pocas manos) y desposeídos, ricos y pobres, etcétera. Por cierto, el saldo de las privatizaciones fue negativo, tan solo “los gastos sobrepasaron a los ingresos recibidos por la privatización”. [4] A gran escala, el reinado del capital financiero/especulativo ha impuesto sus leyes destructivas, la UE es ejemplo claro y encamina a la ruina a sus propios países periféricos, como Grecia, España, Portugal, Italia, Irlanda bajo la directiva de la Comisión Europea, el BCE y el FMI (laTroika). El capital financiero que no pasa de burbujas,“números en el ordenador” peroa la postre resultan deuda real para los ciudadanos de a pie, como la crisis de las hipotecas subprimeen EUA, que al no poder pagarselos deudores perdieron sus casas y los lanzaron a la calle. El país delamericanway of life se derrite fabricando pobres, criminalizando a los de raza negra y más con sus tretas imperiales contra el mundo en el terreno de la geopolítica como el terrorismo de Estado (del que no hablaremos ahora). Pero son los ricos, de los grandes bancos, en cambio, quienes desde la crisis del 2008-2009 sí fueron rescatados por los banqueros centrales —la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, etcétera—,además de brindarles préstamos de capital financiero a cero intereses para evitar su quiebra o insolvencia con la impresión de billetes. Tan sólo en EUA fueron rescatados ¡los más grandes corporativos!:FannieMae y Freddie Mac (2008); Goldman Sachs y BerkshireHathaway (2008); Morgan Stanley (2008); American International Group (2008-2009); General Motors Corporation y Chrysler LLC (2008), Bank of America por su compra de Merrill Lynch (2008). Antes, en 1971 fue rescatada LockheedCorporation, en 1980 Chrysler Corporation y en 2003 Parmalat. También hubo tabla de salvación en los sistemas bancarios irlandés, sueco, español. Todo bajo el mecanismo llamado de la “flexibilización cuantitativa”, eseinstrumento de política monetariadonde los bancos centrales benefician a banqueros, administraciones públicas, a los inversores en activos, a exportadores nacionales y algunos deudores; en perjuicio siempre de los tenedores de moneda, los contribuyentes, nuevos ahorradores, importadores locales y deudores más solventes. Situación que no impulsa la economía y sí acelera la burbuja especulativa de oropel. Deteriora las condiciones sociales al extremo, porque la carga de las deudas de los bancos las pagan los trabajadores. Cuando en 1990 Japónpasó por un proceso similar al de EUA y el mundo en 2008-2009, y tras la década perdida entre 1992 y 2003 con una tasa de crecimiento del 1% anual, inició en 1998 con un gasto de 470 millones de dólares (al tipo de cambio 2008), tanto para comprar activos tóxicos de los bancos, como recapitalizarlos y quedándose con dos de ellos. Por esto es que Japón aconsejó al 228 Departamento del Tesoro gastar más en compra de tóxicos y recapitalizar a los bancos con dinero de los contribuyentes. No recomendó —y tampoco EUA ni la UE adoptaron— las medidas de Tailandia que cerró 42 compañías financieras, de Indonesia,61 bancos en el mismo año y de Corea que cerró los bancos comerciales, los tres países en 1997. En ellos súmese Malasia, países en los cuales la crisis se contuvo. Tampoco la chiripa de Islandia, país de extremos que ejemplarmente y obligado por la escases de fondos también la libró. País de sorpresas, Islandia venía de ser el más pobre de Europa a principios del siglo XX, considerado el más desarrollado conforme al Índice de Desarrollo humano por la ONU y el más verde del mundo en 2007, boyante cuando le alcanzó la crisis también por la ilusión neoliberal y financiera. Le sorprendió la caída de LehmanBrothers; es decir, todo comenzó con el hundimiento generado por el shock más brutal y fulminante de la crisis financiera internacional de 2008. El gobierno del primer ministro GeirHaarde decidió no rescatar a los tres bancos comerciales en 2008. “Existía un peligro real… —dijo entonces—, de que la economía islandesa, en el peor de los casos, fuera absorbida con sus bancos y el resultado podría haber sido una bancarrota nacional”. Y, pese a problemas que enfrentó, como devaluación, endeudamiento, recesión con caída del 5.5%, un costo de la crisis que superaba el 75% de su PIB y congelación de depósitos de ciudadanos, entre otras medidas, salió adelante. Luego se dijo que “Islandia no es ejemplo de nada…”, porque “simplemente no había dinero (en su momento) para rescatar a los bancos: de lo contrario el Estado los habría salvado”, llegaron a pedirle prestado a Rusia, dice el politólogo local EirikurBergmann. Resultó por “accidente: no queríamos pero tuvimos que dejarlos quebrar, y ahora los políticos tratan de vender esa leyenda, de que Islandia ha dado otra respuesta”. Nada de eso, dicen otros. Pero a la postre resultó.Porque Islandia, al igual que los países de la desUE y de Latinoamérica, fue saqueada por unas 20 o 30 personas. Una docena de banqueros, unos pocos empresarios y un puñado de políticos formaron un grupo salvaje que llevó al país a la ruina: 10 de los 63 parlamentarios islandeses, incluidos los dos líderes del partido que ha gobernado caso ininterrumpidamente desde 1944, tenía préstamos personales por valor de casi 10 millones de euros por cada uno. Hoy el presidente electo en 1996 ÓlagurRagnarGrímsson, y tres veces reelecto (2000, 2004 y 2008), considera “una locura” que sus conciudadanos “tengan que pagar la factura de su banca sin que se les consulte”. En 2009 fue su shock del presente (-6.8 del PIB), pero a partir de 2011 cuando Islandia encarceló a políticos y banqueros, ya en 2012-2013 estaba creciendo a tasas tres veces superiores a la UE(2011, 3.1%; 2012, 1.6%; 2013, 1.9%del PIB). La medida resultó, pero el mundo occidental lo tiene en la opacidad, porque ningún banquero quiere perder sus “exorbitantes ganancias”, como le sucedió a Grecia y al resto de países periféricos de la UE con la troika. Luego entonces, producto del abandono del Estado y de sus responsabilidades con la sociedad porque todo dejó a manos del libre mercado (¡el libre mercado no existe!), como en los tiempos del Estado “benefactor o protector”, las políticas sociales están desapareciendo de las políticas públicas, que antes llevaban servicios de educación, salud, vivienda, bienestar para los generadores reales y efectivos de la riqueza, los trabajadores y la población en general. En Grecia, España, Portugal, Italia e Irlanda crece el endeudamiento público, se profundizan las medidas antisociales, sin empleo y salarios de hambre. Por eso es que el saldo de la globalización en el mundo de hoy pulula entre extensas franjas de pobreza y enfermedades, no ya solo en países tradicionalmente pobres como África y Asia, como en el propio corazón de EUA, en Nueva York y Washington. Algo no le salió bien a la globalización y al neoliberalismo como instrumento de política monetaria, que no de crecimiento y desarrollo. Los ganadores son unas cuantas multinacionales, que de la mano de los banqueros centrales, están destruyendo economías, países y población completos. La crisis económica,en suvertiente financiera,lleva al mundo a la destrucción. Antes, donde el Estado de bienestar estaba más desarrollado y las desigualdades sociales eran menores, la capacidad de ahorro era superior; ahora, donde rige el capital financiero/especulativo la polaridad riqueza/pobreza se profundiza. Con la globalización neoliberal disminuyen tasas de ahorro e inversión, caen los salaros, las tasas de desempleo aumentan, hay mayor desigualdad, una alta 229 concentración de la renta y deterioro de los niveles educativos. Ello sucede al interior de los países antes llamados desarrollados. El “problema” de la inmigración procedente de aquellos países en guerra como Irak, Afganistán, Siria y el norte de África, azuzados todos por el terrorismo atizado también desde países como EUA, algunos de la UE, Arabia Saudita y Turquía entre otros, no es más que otro saldo neoliberal y de las guerras como negocio turbio, tanto para la apropiación de las reservas de energéticos como la venta de armamento, el negocio de la guerra. Ya, por ejemplo también, en 1999 antes de la debacle del 2008, las diferencias en materia de ingresos entre los 10% más ricos y los 10% más pobres eran: en EUA 19 veces; en España 9 veces; Argentina 24 veces; Brasil 58 veces; México, 40 veces; Venezuela 22 veces. Esa brecha ha crecido, no solo en Latinoamérica, también en la UE y el EUA, los bastiones del sistema financiero. Luego entonces, la globalización está llevando a la ruina a la población, a países enteros; está destruyendo la naturaleza y metiendo al mundo en una profunda crisis a punto de estallar.A la velocidad de los “derivados” en los mercados de futuro avanza hacia la destrucción y con ella la catástrofe, no sólo económica porque la burbuja del 2008-2009 sigue inflada y estallará con cualquier pretexto, de mayores alcances. No obstante, llegó la hora de defender la vida y al planeta.Conocido es que cuando el pueblo se moviliza el poder tiembla.Por eso los mecanismos de intimidación, el uso del poder policiaco y militar. Pero ni el más grande ejército ha derrotado a los pueblos. En el mundo del presente reina el caos, y el futuro es nada promisorio gracias a la llamada globalización que todo lo que toca destruye. (05 de junio de 2016). Notas: [1] El gobierno de José López Portillo (1976-1982) dio inicio a la venta con 400 empresas paraestatales. Miguel de la Madrid (1982-1988): 294 liquidaciones, 72 fusiones, 25 transferencias, 155 empresas; solo en 1988 hubo 750 “desincorporaciones”. Empresas de sectores como la siderurgia, banca, teléfonos, ferrocarriles, energía, etcétera. En total, de las 1 mil 150 empresas que existían en 1982, quedaron 200 en 1994. Carlos Salinas vendió TELMEX y el grueso de empresas estratégicas de México. Ernesto Zedillo (1995-2000) privatizó los ferrocarriles, permitió inversiones en comunicación satelital, creó las Afores para privatizar los Fondos de pensión, así como los servicios de salud IMSS e ISSSTE. Operó el rescate bancario tras el llamado “efecto tequila” de 1984-1985, mediante el FOBAPROA/IPAB de una banca que ahora es el 90% extranjera ¡los servicios financieros mexicanos en manos extranjeros!; aeropuertos y aerolíneas. Vicente Fox (2000-2006), Aseguradora Hidalgo, industria azucarera, a la que luego “rescató”. Felipe Calderón (2006-2012) impulsó la venta del sector energético, desmanteló Cía. de Luz. Peña Nieto (20122018) cerró la piza neoliberal que se abrió cínicamente con Salinas para perjudicar al país, y quedaban energía, educación. Son los presidentes traidores de México, los culminadores de la brecha abierta por Antonio de Padua María Severiano López de Santa Annay Pérez de Lebrón,mejor conocido como “su alteza serenísima”. [2] En países desarrollados: Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón, España, Austria. Holanda, Portugal, Irlanda, Canadá. En Asia: Turquía, Filipinas, Pakistán, India. [3] Chile, el primer experimento monetarista de los Chicago Boys, con Milton Friedman a la cabeza, arranca con la bota militar de la dictadura de Augusto Pinochet. También se dieron privatizaciones en Argentina, Brasil y Venezuela, Bolivia, Perú. [4] Sacristán Roy Emilio, Facultad de Economía, UNAM, 2006. Consulta electrónica, en: http://bit.ly/1UBWKX7 “Hacer memoria histórica no puede ser cuestión de coyuntura” ¿Cómo se explica que la mitad del electorado peruano quiera como líder a Keiko Fujimori, la hija de un expresidente encarcelado por cometer delitos de lesa humanidad? Una mirada al autoritarismo con la politóloga María Emma Wills. 230 http://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/keiko-fujimori-peru-elecciones-2016-memoriahistoria-comision-de-la-verdad-autoritarismo/49128 POR CHRISTOPHER TIBBLE ¿Cómo define usted el autoritarismo? Primero que todo es la suspensión de derechos. En muchos casos, primero los políticos y sociales. Se inspira en una mirada que busca censurar a la oposición y el disenso, pero que luego se extiende a otras esferas que pueden ser vinculadas a las luchas sociales. El autoritario puede comenzar persiguiendo al opositor político pero culmina persiguiendo a los sindicatos, a los periodistas. Es como una ola y, a medida que se extiende, el régimen que comienza como autoritario termina siendo totalitario. El autoritarismo no es el puerto final: la cosa se puede poner peor. ¿La gente por qué recurre a él? La gran paradoja de la democracia a partir del siglo XX es que puede transitar de regímenes democráticos liberales a autoritarios con el respaldo de las masas. Eso nos enseña la Alemania Nazi. Hitler llegó al poder por la vía electoral. Ahí los medios masivos son claves. Pueden ser los mejores amigos o los peores enemigos de la democracia. Si son voz de disidencia funcionan como un mecanismo democrático, pero pueden así mismo divulgar pensamientos y formas de actuar autoritarias. El populismo, un régimen muy latinoamericano, puede devenir en autoritarismo con respaldo popular. Y es una paradoja: el principio electoral, que da lugar a los regímenes democráticos, puede respaldar a figuras que se aprovechan de estos respaldos para acabar con el sistema de equilibrio de poderes, con un gobierno que coopta, que cierra el congreso, como Fujimori en los noventa. Y cuando se termina el sistema de contrapesos, se generan las condiciones para una corrupción rampante. ¿Qué ofrece el orden total que no ofrece la democracia? En lo referido a Fujimori, tuvo que ver con cansancio de la gente con la guerra en Perú. La situación peruana era muy dramática, el Sendero Luminoso era una guerrilla que atentaba masivamente contra campesinos, y en ese tipo de guerras es que las personas empiezan a priorizar la seguridad, ‘dígame que voy a poder vivir en una sociedad en la que no voy a ser perseguido’, dicen. Esas prioridades, a su vez, se ven reforzadas por programas paternalistas en manos del ejecutivo. Hay también un desprecio en América Latina por la democracia liberal, con líderes populistas, de izquierda y de derecha, que impulsan ese sentimiento. ¿Por qué desprecio? Tiene que ver con la fragilidad de las democracias en América Latina. Hay cierto conformismo mental de largo plazo que sirve de condición previa para el surgimiento de estos populismos de izquierda o derecha, y eso se refleja en diseños institucionales que no les dan autonomía suficiente a la rama de la justicia o al congreso. La transición de una democracia que da derecho al voto a pequeños grupos, a personas letradas, a una mucha más amplia se da con sesgos populistas en esta región en los años veinte y treinta. El caso de Colombia es distinto, por los dos grandes partidos muy fuertes, pero también por el asesinato de Gaitán, un líder populista comparable a Perón en Argentina. Aquí no se pasó lo del resto de la región, cogimos otra vía, y nos metimos en otro lío. 231 Alberto Fujimori llega al poder en 1990 como el hombre-milagro, como usted ha dicho antes, que va a derrotar al Sendero Luminoso. Sin embargo, después de los escándalos que protagonizó, ¿qué lleva a que hoy la mitad de Perú quiera volver a su línea autoritaria votando por Keiko, su hija? Creo que ahí justamente hay alertas a los procesos de justicia transicional en la región. En Perú tuvieron comisión de la verdad, con grandes informes, pero justamente por no profundizarlos no se transformaron en políticas públicas que generan ciudanía crítica frente a lo que había pasado. Para hacer eso se tienen que cultivar por mucho tiempo. Con la aparición de un informe no se establecen las barreras al autoritarismo, tienes que transformarlo en políticas públicas educativas, a debates escolares. Hay que mantener la memoria viva, una que sirva para hacer una reflexión lúcida de por qué se llegó a lo que se llegó. Ahí en Perú se rajan, porque justamente el proceso de apropiación masiva de esos informes a través de sistemas educativos y culturales no se dio. Hacer memoria historia no es cuestión de coyuntura, no te puedes dar satisfecho con un informe, tiene que haber un profundo proceso social. ¿Hay un paralelo entre lo que hoy sucede con Keiko y la reciente película peruana Magallanes? Sí. Magallanes se refiere a cómo la ausencia de transformar esos informes de memoria historica en procesos de memoria viva lleva a la impunidad. El Coronel que aparece en la película no hace una rendición de cuentas profunda, frente a lo que hizo en el batallón bajo su mando. La voz de las mujeres y la violencia sexual que sufrieron en el marco del conflicto armado peruano no se ha escuchado y por eso no ha servido para establecer una ciudadanía comprometida contra la violencia de género. Cuando Magallanes, el protagonista, siente remordimiento y admite ser responsable por violar a una menor de edad, el fiscal le responde que a eso no le importa. ¡Qué horror, qué vergüenza y qué tristeza! Magallanes defiende el trabajo de la comisión de la verdad, pero es claro que esos informes no pueden transformar sociedades solos. ¿Qué se puede hacer? Me parece que lo que pasa ahora allá es una alerta que nos envía Perú a Colombia: todo lo que emerja como esclarecimiento del conflicto armado no se puede quedar en los libros porque su sentido es transformar a estos países institucionalmente para que sean más democráticos, con ciudadanías lúcidas, con jueces críticos. La comisión de la verdad en Perú también muestra los engranajes de la impunidad, y si ese país sigue así quiere decir que no se ha hecho el trabajo, sobre todo si los ciudadanos creen que los populistas los van a sacar de la pobreza. 232