Lecturas de la Tercera Semana de Junio 2016

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LECTURAS 3ª SEMANA
DE JUNIO 2016
COORDINADORES: ROBINSON SALAZAR PÉREZ Y
NCHAMAH MILLER
Entrevista sobre procesos políticos latinoamericanos en
perspectiva gramsciana
https://massimomodonesi.net/2016/06/07/entrevista-sobre-procesos-politicos-latinoamericanosen-perspectiva-gramsciana/
Actualiza contenido Anarquía Coronada.
http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/
ESTADO DEL PODER 2016/ VARIOS ARTÍCULOS
https://www.tni.org/es/publicacion/estado-del-poder-2016
Revista de militarismo en América Latina actualizada
http://dialogo-americas.com/
REVISTA VIENTO SUR
http://vientosur.info/
solo en la web
Barcelona. Centro de cultura contemporánea
IV Orwell Day
Pepe Gutiérrez Álvarez
Debate feminista
De este lado de la trinchera
Lorena Garrón (tribunafeminista.org)
Tribuna VIENTO SUR
Parlamento foral de Navarra. Abolir la prostitución
Begoña Zabala
Oriente Medio
Las relaciones entre Irán y Siria
1
Béhrouz Arefi
Entrevista a Jan Breman
“Gandhi fue el único que habló de los paupérrimos”
G. Sampath
Francia en lucha. Entrevista a S. Kouvelakis
Un movimiento social contra el régimen neoliberal autoritario
Damien Bernard y Emmanuel Barot
Cuaderno de incertidumbre
El retorno del jedi oscuro: de bancos, recortes y Seguridad
Social
Albert Recio Andreu (mientrastanto.org)
Festival de Cannes 2016
Ken Loach recibe la Palma de Oro… ¡antiausteridad!
Alain Krivine
Nuit Debout, movimiento sindical...
Francia se mueve, Europa tiembla
Miguel Urbán (ctxt.es)
Una crítica al “patriarcado progre y revolucionario”
Nosotras criamos, nosotras teorizamos
Jule Goikoetxea, Kattalin Miner e Irantzu Varela* (naiz.eus)
Egipto
La deuda como instrumento para la conquista colonial
Eric Toussaint (cadtm.org)
Venezuela
En descomposición
Raúl Zibechi
Grecia
Las apuestas perdidas de Alexis Tsipras
Romaric Godin
Premio Nacional de Narrativa
El discurso que no pudo leer
Rafael Chirbes
Movilizaciones en Francia
La Ley El Khomri comienza a crujir
León Crémieux
Tribuna VIENTO SUR
El 26J, una nueva ocasión
José Errejón
TTIP
En torno a cultura e internet
Ramón Zallo
Automatización y empleo
El bluf de los robots
Michel Husson (leprogressocial.fr)
Catalunya
Razones para un proceso constituyente
Jaume López
Elites económicas y decadencia sistémica1
Origen y auge de las lumpenburguesías latinoamericanas
Jorge Beinstein
2
número de nuestra Revista Estado y Políticas Públicas,
indexada en Latindex, REDIB, Sistema Internacional FLACSO
ANDES y en el Catálogo de la Biblioteca Enzo Faletto
Sumario: http://politicaspublicas.flacso.org.ar/revista
Lanzamiento Nº 40, de POLIS, Revista Latinoamericana
http://polis.revues.org/10620
COMPARTIMOS RESEÑA DEL NUEVO LIBRO:
Devenires comunitarios: Otras voces otras, otras pedagogías comunitarias, compilado por las
investigadoras Maria Fernanda Gil Claros y Mariela Sánchez, Universidad Santiago de Cali. Bajo el
sello Editorial Redipe, 2016, Serie Investigación Educativa Iberoamericana.
https://www.dro
pbox.com/s/4imtdg7x5tkfgi4/CARATULA-DEVENIRES-curvas-2.jpg?dl=0
2. EDICIÓN LIBROS REDIPE EN ESTADOS UNIDOS
Se invita a los docentes y agentes educativos iberoamericanos a publicar sus libros bajo el sello
Editorial Redipe Capítulo Estados Unidos. Los textos pueden estar escritos en español, inglés u otro
idioma, en alguna área del conocimiento.
Redipe, Capítulo USA
Informes:
[email protected]
REDIPE- US
3. VIDEOCONFERENCIAS SIMPOSIO REDIPE EN NUEVA YORK
- EDUCAR EN LA ALTERIDAD E INTERCULTURALIDAD
Carlos Arboleda, Ph D (Southern Connecticut State University (USA)) y Julio César Arboleda, Ph D
(Red Iberoamericana de Pedagogía- USC)
"LA EDUCACIÓN EN LA DIVERSIDAD DESDE UNA MIRADA SOCIOLINGÜÍSTICA"
Mireya Cisneros Estupiñán, Ph. D., Directora de la Maestría en Lingüística, Universidad Tecnológica
de Pereira
https://youtu.be/AK-phbNZYYI
- CARACTERIZACIÓN PERSONAL Y ACADÉMICA DE MADRES COMUNITARIAS EN LA
PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
María de Jesús Blanco Vega- Carmen Aura Arias Castilla
Grupo de Investigación en Educación y Escenarios de Construcción Pedagógica. Facultad de
Educación de la Corporación Universitaria Iberoamericana.
https://vimeo.com/168776490
- "EDUCACIÓN, LITERACIDAD Y PRÁCTICA PEDAGÓGICA EN CONTEXTOS ADVERSOS"
Angélica Riquelme Arredondo, Departamento de Educación, Universidad de Chile
https://www.youtube.com/watch?v=VSu4ChSQRiI&feature=youtu.be
3
- INCLUSIÓN, PERMANENCIA Y LENGUAJE
Gladys Zamudio Tovar, Universidad Santiago de Cali. Grupo Ciencias del lenguaje
https://youtu.be/M3mtCRCUJsY
¿Qué es un influencer?
Un influencer es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y por su
presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante
para una marca.
https://www.40defiebre.com/que-es/influencer/
Actualizado Marxismo crítico
https://marxismocritico.com/
Textos sociológicos
http://www.elviejotopo.com/topoexpress/
Contra hegemonía actualiza contenidos
http://contrahegemoniaweb.com.ar/
Revista Sin Permiso
http://www.sinpermiso.info/
Reino de España: entre el 14 de abril y el 26 de junio
Antoni Domènech
G. Buster
Daniel Raventós
17/04/2016
Varoufakis en la Barcelona de Ada Colau y en la España de un Unidos Podemos en
ascenso: noticia de una conversación informal de sobremesa
Antoni Domènech
05/06/2016
Asolación Transatlántica para el Comercio y la Inversión
Daniel Raventós
Julie Wark
02/06/2016
Francia: La clase obrera entra en acción. Dossier
Thomas Piketty
Gregorio Morán
04/06/2016
Quien prefiera un país sin Ejército…
José Manuel Samos
31/05/2016
Goldman vale oro
Jeffrey St. Clair
30/05/2016
Bélgica: Las huelgas en Valonia, la respuesta de la derecha y la unidad de acción sindical
4
Daniel Tanuro
04/06/2016
Portugal y las sanciones de la UE: El problema es que lo inaceptable se convirtió hace
tiempo en normal…
Ricardo Cabral
01/06/2016
Victoria del Frente de Izquierdas en Kerala
K M Seethi
01/06/2016
TTIP: en torno a cultura e internet
Ramón Zallo
31/05/2016
EE UU: Los “compis” que debilitan a Bernie
Harold Meyerson
03/06/2016
Brasil: La regla fiscal Temer-Meirelles es solamente un ataque a los derechos sociales
Pedro Paulo Zahluth Bastos
Guilherme Santos Mello
05/06/2016
El Brexit es un truco de tiempos imperiales. Sólo una defensa radical de Europa tiene
sentido
Yanis Varoufakis
04/06/2016
Tasa de ganancia y neoliberalismo
Alejandro Nadal
01/06/2016
Israel-Palestina: 50 años de ocupación colonial y la iniciativa de paz francesa
Saeb Erekat
Meir Margalit
04/06/2016
¿El TTIP amenaza a la democracia? ¿Y el CETA? Otro tratado comercial que ya se ha
firmado…
Nick Dearden
03/06/2016
Amianto y los Valores Límites Ambientales (VLA): un concepto trampa
Paco Puche
Antonio Bernardo Reyes
01/06/2016
Argentina: La plata del presidente
Ernesto Tenembaum
03/06/2016
Renta Básica Garantizada: diálogo con Yanis Varoufakis y Noam Chomsky
Yanis Varoufakis
Noam Chomsky
Zain Raza
05/06/2016
La visión radical de Ken Loach
Ryan Gilbey
03/06/2016
China: 100 días para copiar a mano los estatutos del Partido
China Digital Times
04/06/2016
Tres razones por las que las cosas se están calentando en el este de Ucrania
Samuel Ramani
01/06/2016
México: La reaparición del Santo Niño de la APPO
Luis Hernández Navarro
5
03/06/2016
¿No mata el ridículo? Badiou, lo queer y el feminismo: otro bromazo en el que pican los
posmodernos
Nicolas Chevassus-au-Louis
05/06/2016
Declaración de Pinto: un balance del cambio municipalista en la Comunidad de Madrid
AAVV
05/06/2016
Discurso preparado para el Premio Nacional de Literatura
Rafael Chirbes
01/06/2016
Razón política nos envía su número de revista
http://www.razonpublica.com/
Revista Pueblos en camino
http://pueblosencamino.org/
Revista Gamba de chile regala sus artículos
http://www.gamba.cl/category/articulos/
YA SALIÓ EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO NO 221.www.elsoca.org
III. Jornada. Caminos y experiencias para organizarnos,
defender la dignidad, la vida y los territorios, desde abajo.
Sábado 11 de junio. 9 am
.http://pueblosencamino.org/?p=2991
ESTIMADAS AMIGAS, ESTIMADOS AMIGOS: VOLVEMOS
A ENCONTRARNOS CON LAS NOVEDADES Nº 498 DEL
SITIO BIODIVERSIDAD EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
(http://www.biodiversidadla.org) de la última semana.
Caminos y experiencias para organizarnos, defender la
dignidad, la vida y los territorios, desde abajo
http://pueblosencamino.org/?p=2991
La gente se organiza en comunidades y barrios, en campos y ciudades y en todas partes, desde
abajo, para defenderse del capitalismo, del Estado y de las fuerzas de represión, de carteles y
organizaciones criminales que buscan despojar y someter a la gente y explotar trabajo y territorios.
Mientras se enfrenta la agresión y el terror, es difícil entender y tener claro quienes son los
agresores y a quienes, en últimas y en todas partes, le sirven. A veces solamente se ven ejércitos,
6
carteles, militares y policías, paramilitares, pandillas y bandas o sicarios. Estos casi siempre sirven o
benefician a otros más poderosos que unos pueblos y procesos de resistencia identifican mejor que
otros. Casi todos los procesos organizados de resistencia desde abajo, de alguna manera tienen que
ver con procesos de organización más grandes para construir autonomía y gobiernos propios. Son
estrategias muy diferentes que enfrentan grandes dificultades y desafíos, pero que, en lo
fundamental buscan lo mismo: defender la vida, los territorios, la dignidad y la autonomía de
pueblos y comunidades. Unas funcionan, otras fracasan. Unas caen en manos de gobiernos y
grupos criminales o paramilitares. Muchas vuelven a empezar y aprenden de errores y trampas.
Unas se arman y otras no lo hacen y se oponen a usar armas. Seguir leyendo en
http://pueblosencamino.org/?p=2991
Ya está disponible para descargar el nº 65 de Todo por Hacer
(Junio 2016)
http://www.portaloaca.com/contra-info/11902-ya-esta-disponible-para-descargar-el-n-65-detodo-por-hacer-junio-2016.html
Redalyc nos dio una plataforma de divulgación interesante,
estoy agradecidos con ellos.
http://autores.redalyc.org/inicioPerfilAutores.oa
Portal de libros y artículos de Ciencias Sociales
http://donpalafox.blogspot.com.ar/
EN LASA, CONTRA EL GOLPE EN BRASIL
Más información y actividades de CLACSO en LASA2016
http://www.clacso.org.ar/contra_el_golpe_brasil/
Nueva York, jueves 26 de mayo de 2016
Estimados y estimadas colegas,
Brasil vive uno de los momentos más dramáticos de su historia.
Un gobierno democráticamente elegido ha sido destituido por sectores políticos derrotados en las
elecciones de octubre de 2014, en asociación con algunos partidos hasta entonces aliados del PT y
con la complicidad del vicepresidente, Michel Temer. El procedimiento del impeachment está
previsto en la Constitución brasileña y requiere la existencia de un delito de responsabilidad por
parte del presidente de la República. Aunque se trató de hacer pensar que la destitución de Dilma
Rousseff se justificaba por los casos de corrupción que atraviesan el sistema político brasileño, nada
pudo demostrarse contra ella ni contra su gestión. El proceso de impeachment se llevó a cabo
7
mediante la operación política de transformar en un delito la gestión del presupuesto nacional del
año 2015, seguida por todos los presidentes brasileños desde los años 90. La operación ha sido
evidente y ha quedado al descubierto con las recientes escuchas telefónicas que exponen sin
eufemismos cómo se planificó y organizó este nuevo golpe que avergüenza a América Latina y al
mundo.
El gobierno de Michel Temer ha comenzado y ya se expresan con claridad los principales objetivos
de su mandato. Se impone en Brasil una política que la ciudadanía no votó y que impulsa un
gobierno ilegítimo que cuenta con el macizo apoyo de los principales monopolios de la prensa, de
importantes sectores del poder económico, del poder judicial y de las fuerzas de seguridad públicas,
particularmente, la Policía Federal.
El mundo condena el golpe en Brasil. Nosotros creemos que este excepcional espacio académico,
de debate y deliberación teórica y política que ofrece LASA, debe expresar sin vacilaciones la
defensa de la democracia, donde quiera que sea puesta en riesgo. La mejor forma de festejar los 50
años de la Latin American Studies Association, y
también los del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, es haciendo lo que siempre hicimos:
manifestarnos a favor de los derechos humanos, de la justicia y de la soberanía popular, fuentes de
la democracia y de la libertad humana.
Sería una incoherencia con nuestro pasado y una enorme omisión que difícilmente
repararemos en el futuro, si este Congreso transita sin que hagamos oír nuestras voces de
protesta, de indignación y de rechazo al profundo atropello que se está cometiendo en Brasil
contra la historia democrática de nuestros pueblos.
Desde CLACSO hacemos un llamado a todos los participantes del XXXIV Congreso de LASA para
que fortalezcamos y amplifiquemos esta lucha con nuestras reflexiones, análisis, debates,
intercambios y con nuestra movilización activa.
Como forma de identificación, hemos diseñado unas camisetas que expresan nuestro estado de
luto y duelo por la democracia brasileña. Los invitamos a solicitarlas gratuitamente en nuestros
puntos de distribución y a exhibirlas durante el Congreso.
Convocamos a participar de la Ceremonia de Apertura del Congreso, usando estas
camisetas, portando carteles, banderas y todo lo que pueda expresar nuestro rechazo al
golpe en Brasil. La ceremonia se realizará el viernes 27, a partir de las 7:00 pm en el Grand
Ballroom West, y será el mejor espacio para mostrar el masivo repudio de los miembros de
LASA contra este nuevo atropello a la democracia latinoamericana.
CLACSO estará distribuyendo las camisetas algunas horas antes del inicio del Congreso. NO
DEJEMOS DE ASISTIR A LA CEREMONIA DE APERTURA, USÁNDOLAS.
También, los invitamos a la concentración contra el golpe en Brasil, que realizaremos en nuestro
stand (Sector de Exposición de Libros), el sábado 28 a partir de las 12:30
pm
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. Vengan también con sus camisetas, sus carteles y banderas.
Finalmente, queremos expresar nuestra opinión sobre la inoportuna decisión de haber invitado al ex
presidente Fernando Henrique Cardoso a este Congreso.
LASA debe hacer una abierta discusión sobre los motivos de una idea desatinada, que tendrá un
enorme costo político para la entidad y que expresó un sorprendente grado de improvisación por
parte de su Dirección.
Cardoso no es un intelectual desde hace ya bastante tiempo. Cuando lo fue, colaboró activamente
con CLACSO, al igual que el ex presidente Ricardo Lagos, que lo acompañaría en la conferencia
prevista. Como presidente, impuso uno de los planes de ajuste y de privatización más severos de la
historia democrática brasileña, destruyendo algunas de las principales conquistas logradas en la
Constitución Nacional de 1998.
Sin embargo, más allá de esto, la decisión de haber invitado al ex presidente Fernando
Henrique Cardoso a LASA, sorprende ya que él ha sido uno de los principales articuladores e
instigadores del golpe que se ha producido en Brasil.
(1)
Un hecho gravísimo, ya que durante su mandato se realizaron las mismas gestiones del
presupuesto nacional que, en el caso de Dilma Rousseff, se han vuelto un delito de
responsabilidad contra la Constitución Nacional. El doble rasero para juzgar la ética pública
expresa una enorme hipocresía y una inmensa injusticia que el ex presidente Cardoso no ha
hecho más que alimentar y promover.
Resulta incomprensible que LASA haya invitado a FHC y que luego haya decidido cambiar el
nombre de su conferencia, retirando de la misma la palabra “democracia” y substituyéndola por “vida
pública”.
Lo que no resulta incomprensible es que Fernando Henrique Cardoso, a pocas horas del
Congreso, haya cancelado su participación. La dirección de LASA debería saber que, en
América Latina, los golpistas rehuyen el debate público, se esconden y se arropan en la
clandestinidad prepotente que les ofrecen los medios de comunicación, pero nunca se enfrentan al
intercambio respetuoso de ideas y a la confrontación democrática con aquellos que los denuncian
por traicionar los valores que alguna vez prometieron defender. ¿Cómo es posible que la dirección
de LASA no haya imaginado que todo esto iba a ocurrir? ¿Cómo explicará semejante desatino a sus
miles de asociados?
Sabemos que LASA superará este error y emitirá una resolución de condena a la destitución
de Dilma Rousseff. Estaremos junto a la dirección de LASA, apoyando de manera entusiasta
esta decisión.
Como quiera que sea, el viernes 27, llenaremos la Ceremonia de Apertura, vistiendo nuestras
camisetas, portando nuestras pancartas y expresando lo que este Congreso de LASA nunca iba a
dejar expresar, con o sin la presencia de FHC, nuestro NÃO AO GOLPE NO BRASIL.
Un saludo fraternal,
9
Pablo Gentili
Secretario Ejecutivo de CLACSO
Profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, UERJ
Ex director de FLACSO Brasil y miembro del Consejo Superior de FLACSO
(1)
Véase el texto de João Feres Jr. (2016), Fernando Henrique Cardoso: embaixador do golpe no
Brasil, que CLACSO ha publicado para distribuir en el XXXIV Congreso de LASA y en sus redes de
difusión.
Más información y actividades de CLACSO en LASA2016
CLACSO es un red de
más de 500
instituciones en
41
países de todo el mundo
http://www.clacso.org.ar/contra_el_golpe_brasil/
RECICLAJE INCLUSIVO Y RECICLADORES DE BASE: EL
CAMINO DEL FUTURO
http://www.unitedexplanations.org/2016/06/07/reciclaje-inclusivo-y-recicladores-de-base-elcamino-delfuturo/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+unitedexplanati
ons+%28United+Explanations%29
El conflicto colombiano narrado por las mujeres
La película 'Dos mujeres y una vaca' habla del sufrimiento, pero también de la tenacidad de las
miles de madres que la guerra hizo más fuertes
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/02/actualidad/1464902193_074478.html
Los medios rusos de defensa hipersónica
por Valentin Vasilescu
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El estado mayor ruso ha encontrado el talón de Aquiles de los planes estadounidenses de ataque:
los misiles de Estados Unidos no pueden interceptar ningún misil hipersónico en la mesosfera. Así
que Rusia ha desarrollado nuevas armas hipersónicas y ha elaborado alrededor de ellas su nueva
doctrina de defensa.
http://www.voltairenet.org/article192063.html
José Manuel Valenzuela Arce es una voz autorizada a la
hora de hablar de narcotráfico y crimen organizado en el
continente americano. Pide romper con la lógica
prohibicionista, sostiene que Argentina está a tiempo de
revisar su estrategia contra las drogas y llama a una
profunda reflexión sobre víctimas y victimarios →
http://bit.ly/1Xrki5v
Por Andrés Actis
MÉXICO SE PONE DURO CON LAS TORTURAS Y LAS
DESAPARICIONES
http://www.unitedexplanations.org/2016/06/06/mexico-se-pone-duro-con-las-torturas-y-lasdesapariciones/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+
unitedexplanations+%28United+Explanations%29
Assange: "Google tiene una enorme influencia en la
campaña electoral de EE.UU."
Según el fundador de WikiLeaks, Google se ha convertido en una "poder tradicional del Estado en
EE.UU.
https://actualidad.rt.com/actualidad/209564-assange-medios-nsa-presupuesto
Máxima precisión: Rusia destruye refinerías de petróleo del
Estado Islámico en Siria
La Fuerza Aérea rusa reinició el pasado 20 de mayo operaciones destinadas a destruir los intereses
petroleros de las distintas organizaciones terroristas que operan en Siria.
https://actualidad.rt.com/actualidad/209569-rusia-destruir-refinerias-petroleras-terroristas-siria
Putin: "Rusia buscará alternativas al mercado europeo en el
caso de que renuncie al gas ruso"
Rusia estudia la posibilidad de cooperar con Israel en el sector de la energía en una serie de
proyectos, ha agregado el presidente ruso.
https://actualidad.rt.com/economia/209587-putin-europa-gas-israel
11
Estulin: "El Gobierno de EE.UU. mueve más droga que los
narcos latinoamericanos"
Daniel Estulin revela en su última edición del programa 'Desde la sombra' los lazos existentes entre
la CIA y el mayor narcotraficante en la historia de EE.UU., que semanas antes de ser asesinado
amenazó con delatar a sus superiores.
https://actualidad.rt.com/actualidad/view/126799-estulin-eeuu-gobierno-drogas-cia
Bloomberg vaticina que los ricos serán aún más ricos
El portal financiero estadounidense Bloomberg informa que las fortunas de las personas que
poseen 100 millones de dólares o más aumentarán anualmente un 9,5% hasta el año 2020.
https://actualidad.rt.com/economia/209727-bloomberg-ricos-seguir-enriquecer
Se proyectan 4 mil millones de conexiones a Internet para
2020
El dato surge de la última edición del Visual Networking Index de la empresa Cisco. También
se prevé que habrá más de un Smartphone por habitante, que el video será el contenido más
importante en el tráfico global y el 4G será la conexión más popular.
http://www.infotechnology.com/internet/Se-proyectan-4-mil-millones-de-conexiones-aInternet-para-2020-201606080011.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterInfotechnology&utm_campaign
=Infotechnology&utm_content=3&#
En este sexenio 8,895 mexicanos entraron a la élite
multimillonaria
El selecto grupo posee 9 billones 681 mil 426 de pesos, equivalente a 55% del
PIB nacional
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/09/economia/018n1eco
La historia del nefasto papel de la CIA en América Latina.
https://diario-octubre.com/?p=58003
Crecen alas al oro.
https://actualidad.rt.com/economia/209634-nueva-ola-demanda-oro-insospechada
El gladiador que ellos esperan. Donald Trump
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/08/mundo/022n2mun
12
Queridos amigos del CAEG: les compartimos una nueva
participación periodística de Martín Paolucci, integrante de
nuestro centro. Esta vez analiza en una nota de opinión las
opciones que se enfrentan en la Segunda Vuelta de las
elecciones presidenciales del Perú.
http://www.laizquierdadiario.com/Balotaje-en-Peru-Dos-caras-de-un-mismo-modelo
Conservadores aves de rapiña en lucha
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301224-2016-06-08.html
Una nota de alto y reflexión.
http://www.lahaine.org/mundo.php/latinoamerica-la-misma-tormenta-distintos
EE.UU. rechaza apelación de Ecuador contra el fallo que
favorece a la petrolera Chevron
La disputa se centra en siete contratos entre Texaco Petroleum Inc. y Ecuador entre 1991 y 1993.
Chevron compró Texaco en 2001.
https://actualidad.rt.com/actualidad/209470-eeuu-apelacion-ecuador-chevron
Chomsky explica por qué es "un grave error" elegir a Trump
presidente de EE.UU.
El reconocido intelectual estadounidense ha advertido de que el electorado de Trump es "un
peligroso caldo de cultivo".
https://actualidad.rt.com/actualidad/209679-chomsky-elegir-trump-error
En la hora gloriosa de Clinton, el racismo de Trump alarma
a la derecha
El candidato republicano adopta un tono más contenido tras una semana de asaltos verbales
contra un juez por su origen mexicano
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/estados_unidos/1465352639_808381.h
tml
Consulta las carreras con más empleo y mejor pagadas de
México
Encuentra en este especial la titulación que más te conviene
Otros
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/31/mexico/1464709519_270183.html
13
Los Zetas convirtieron una cárcel en un campo de secuestro
y exterminio
El narco arrastraba a sus víctimas a la prisión de Piedras Negras (Coahuila) para hacerlas
desaparecer. Hubo 150 asesinatos y ahora se ha detenido a 5 sospechosos
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/mexico/1465357276_063743.html
El poder electoral valida más de un millón de firmas para el
revocatorio contra Maduro
El autoridad electoral acepta 1,3 millones de firmas de las 1,8 millones que presentó la Mesa de la
Unidad Democrática. Se trata del primer paso para destituir a Maduro
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/08/actualidad/1465342308_836966.html
Perdió el PRI cuatro de sus bastiones históricos
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/07/politica/003n1pol
Escalada estadounidense contra China
por Manlio Dinucci
Escalada estadounidense contra China ROMA (ITALIA) | 1RO DE JUNIO DE 2016
«La revolución científica que condujo a la desintegración del átomo exige también una revolución
moral.» Con esta frase histórica –proveniente de los ordenadores de los speech-writer de la Casa
Blanca– culminó Obama su viaje a Asia, donde proclamó, desde Hiroshima, la voluntad de «trazar
una vía que conduzca a la destrucción de los arsenales nucleares».
Pero la Federación de Científicos Estadounidense desmiente esa voluntad, demostrando que la
administración Obama redujo el número de ojivas nucleares
http://www.voltairenet.org/article192077.html
¿Rector?...más bien vocero del ayer.
http://www.proceso.com.mx/443206/arremete-rector-del-itam-contra-morena-es-un-riesgo-parael-pais-asegura
Colombia ocupó el lugar 147 entre 163 naciones. Impacto
en el mundo fue de US$137 billones en la última década,
según el Índice Global de Paz.
http://www.elheraldo.co/economia/perdidas-por-la-violencia-equivalen-30-del-pib-265385
Alejandro Gándara: “Hoy vivimos en una edad infantil”
Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna
https://lecturassumergidas.com/2014/02/23/alejandro-gandara-en-occidente-vivimos-en-unaedad-infantil_/
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Por Emma Rodríguez © 2014 /
“Nos preguntamos para qué sirve conocer. ¿Y quiénes somos nosotros, los que se preguntan?
Nosotros somos los que van a morir. Los que van a morir en un universo que permanecerá cuando
nos hayamos ido y que nunca entenderemos del todo. De modo que hay una respuesta: el
conocimiento sirve para aprender a morir y el conocimiento sirve para distinguir lo que podemos
llegar a saber de aquello que no sabremos nunca. Lo primero nos quita miedo. Lo se gundo ahorra
dolor”. Lo escribe Alejandro Gándara. Lo dice el protagonista de “Las puertas de la noche”
(Alfaguara), su última novela. Un viaje en busca de respuestas al sentido de la vida. Un trayecto en
el que se escuchan las sabias palabras de los filósofos clásicos y del que es imposible salir indemne.
Igual que el protagonista se transforma y crece en el camino, el lector que toma el tren de esta
historia nada convencional, mezcla de biografía, de pensamiento, de relato indagador, percibe que
ciertos resortes de su conciencia dormida empiezan a desperezarse, que ciertos interrogantes
guardados en el pozo profundo comienzan a emerger. Acercarse a esta entrega es como devolver
al primer plano los asuntos esenciales y olvidarse de lo banal por un tiempo. Gándara (Santander,
1957) ha llegado hasta aquí después de un largo trecho vital y profesional; recordemos títulos
suyos como “La media distancia” o “Últimas noticias de nuestro mundo”. Espoleado por su propia
vida, por sus circunstancias, este hombre que compagina actualmente la escritura con su labor
docente en la innovadora Escuela Contemporánea de Humanidades (ECH), de la que es fundador y
director, ha construido una obra que parte de la experiencia, del estudio, de la observación y de la
mirada atrás, a la cultura, al pensamiento, para encontrar sentido al loco presente en el que
vivimos.
Mientras iba avanzando en la lectura no podía dejar de pensar que sin haber atravesado edades,
miedos, vicisitudes, hubiera sido imposible afrontar de un modo tan valiente una obra sobre lo que
nos duele; que hay que sentirse muy seguro como escritor, muy libre, para concebir en esta época
de frivolidad, números y mercados, una novela que habla de esos temas incómodos que esta
sociedad quiere rehuir: la muerte, la pérdida, el duelo, la ruptura. Y, sin embargo, me atrevo a decir
que quien descubra este libro, un libro que a mí me ha devuelto en susurros algunas de las
argumentaciones del emperador Adriano de Marguerite Yourcenar, no podrá dejar de agradecerlo,
de disfrutarlo como un regalo, de transmitir a otros el placer, la necesidad de su lectura.
Sin haber atravesado edades, miedos, vicisitudes, hubiera sido imposible afrontar de un modo tan
valiente una obra sobre lo que nos duele; que hay que sentirse muy seguro como escritor, muy
libre, para concebir en esta época de frivolidad, números y mercados, una novela que habla de esos
temas incómodos que esta sociedad quiere rehuir: la muerte, la pérdida, el duelo, la ruptura.
– Estamos ante una obra que ayuda a ver el recorrido de la vida de otra manera, con lucidez en
toda su dureza, a través de los hallazgos de tantos filósofos que no dejaron de hacerse preguntas,
de bucear en su misterio.
– Bueno, eso es lo que pretendía. Podría decir que se trata de una investigación sobre la actitud
ante la existencia de un grupo de personajes, una investigación que recurre a todo el pensamiento
que necesitamos, a toda la historia de la filosofía que nos ha traído hasta aquí y que nos ayuda a
comprender. Yo quería contar historias, pero también quería encontrar la manera de introducir
dentro del libro ese pensamiento que es la fuente de nuestra forma de vivir.
– El tiempo es un tema esencial en la novela. La vida es un camino, un viaje. Es crecimiento y
aprendizaje. Me imagino que esta novela también es consecuencia de tu tiempo, de tu tiempo
privado, íntimo, biográfico. Sin el camino que has recorrido hasta ahora no creo que hubieras
podido escribir este libro.
– No. Habría sido imposible. La tradición filosófica antigua, tanto la oriental como la occidental,
habla del hombre como alguien que emprende un camino. En esa tradición del camino tal vez el
exponente más antiguo, más exótico, sea Confucio, pero están también Sócrates o Parménides.
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Podemos decir que esta vida es un deseo en tránsito hacia otra cosa y desde ese punto de vista su
propia estructura es la de la búsqueda, no en el sentido de la consecución de logros, de las metas,
sino realmente en el de la búsqueda propiamente dicha, esa búsqueda que no acaba nunca. Se
supone que nuestra felicidad, que nuestro placer, se encuentra precisamente ahí, en ese trayecto
que no termina. De hecho los deseos que concluyen, que finalizan, son muy insatisfactorios para
todos. Necesitamos deseos que nos puedan construir a lo largo del tiempo y a lo largo de la vida.
– ¿En qué momento, en qué tiempo está ahora mismo Alejandro Gándara, como persona y como
escritor? ¿Qué es lo que se plantea ahora que no se planteaba antes?
– Es difícil de determinar, pero sí te puedo decir que yo he ido, de alguna manera, retirándome de
los mundos grandes, demasiado exteriores, y recogiéndome en los mundos pequeños, que son
básicamente los de los amigos, la familia, la Escuela… No ha sido una retirada, un apartamiento
buscado. Simplemente ha sucedido que he acabado encontrando esos espacios donde me siento
mejor, donde más disfruto. Si soy sincero también debo decir que esos otros mundos ahora mismo
ofrecen pocas satisfacciones, me parecen bastante idiotas. El ámbito cultural es un ámbito de
carreras, igual que cualquier otro, y lo cierto es que tampoco se encuentra a la gente más
inteligente entre los escritores, o por lo menos yo no la he encontrado. Me di cuenta de que ese
territorio al que yo pertenecía tenía que ver con aspectos muy superficiales de la propia vida, y a
medida que fui descubriendo otros; en los que no había crecido, de los que conocía muy poco, me
fueron interesando más y me fui quedando en ellos. Ahora yo no me veo pensando en una carrera
literaria o en cuántos ejemplares puedo vender de mis libros. Todo eso me da igual.
Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna
– Pero esa actitud también te da libertad a la hora de afrontar el proceso creativo. “Las puertas de
la noche” es una novela a contracorriente, incómoda en cierta manera. Está claro que no pensabas
en las ventas cuando te pusiste con ella. Da la impresión de que es fruto de un proceso vital, que
has hecho lo que te apetecía, lo que necesitabas hacer. Esto me lleva a plantearte la siguiente
pregunta. ¿Crees que actualmente, en el complicado, confuso tramo, que atravesamos, tiene
sentido que el escritor se dedique a contar historias exóticas, lejanas a sí mismo, o si realmente la
gran aventura está en el interior, en el despliegue de las dudas, de las búsquedas personales?
– En estos momentos yo creo que la ficción pura, seguir contando esas historias de personajes con
sus intrigas, sus penas, sus amores y desengaños, no tiene mucho sentido. Este es un momento en
el cual hay que ponerse otra vez frente al mundo y volver a explicarlo, volver a contar dónde nos
encontramos y qué es lo que estamos haciendo aquí. Esa es la literatura que a mí realmente me
interesa. Por eso me gusta tanto John Berger, por ejemplo. Me gustan esos escritores que se ponen
frente a la realidad y dicen: “hay que volver a empezar”. En ese sentido la literatura convencional
resulta muy superficial. Independientemente de que esté mejor o peor escrita, de que sea más o
menos interesante, se está convirtiendo en literatura de evasión más que en literatura de colisión
con la realidad. Y a mí particularmente ya me aburre mucho.
“En estos momentos yo creo que la ficción pura, seguir contando esas historias de personajes con
sus intrigas, sus penas, sus amores y desengaños, no tiene mucho sentido. Este es un momento en
el cual hay que ponerse otra vez frente al mundo y volver a explicarlo, volver a contar dónde nos
encontramos y qué es lo que estamos haciendo aquí. Esa es la literatura que a mí realmente me
interesa. Por eso me gusta tanto John Berger”.
– Hablábamos del tiempo. Y me parece interesante seguir por ahí. ¿Cómo se ha modificado el
concepto de tiempo a lo largo de la historia? En la novela se cuentan muchas cosas que han
acaecido desde la aparición de los relojes.
– Bueno, relojes ha habido siempre: de distintos materiales y con distintas funciones, pero no se
habían utilizado prácticamente hasta el Renacimiento. Hay un paralelismo entre el nacimiento del
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yo y el nacimiento del tiempo medible y eso es porque hubo un momento en el que el yo empezó a
percibir que perdía el tiempo, que el tiempo se iba de su vida. Y al no tener ninguna
correspondencia con el universo, con algo que no fuera él mismo, el yo y el tiempo empezaron a
jugar a la vez. De ahí esa sensación que tenemos de que somos mortales, de que perdemos el
tiempo, de que el tiempo se nos va, de que el tiempo avanza… Por eso llevar un reloj es una forma
de controlarlo, de mirarlo, de saber cuando lo pierdes y cuando lo ganas. Es la historia del yo y la
historia del reloj.
– Cada tiempo construye su propio diccionario y palabras como agobio, prisa, urgencia, estrés, son
palabras muy contemporáneas. Ahora vivimos tiranizados por el tiempo, el tiempo es un gran
dictador.
– Sin duda. Pero es que realmente no tenemos tiempo para nada. Resulta asombroso la cantidad
de tiempo que dedicamos a la supervivencia, y me refiero a la supervivencia no sólo en lo que
respecta al trabajo. La supervivencia es también lo que hay que hacer para poder trabajar; las
relaciones personales que se deben entablar porque sirven para poder funcionar en la sociedad. A
eso dedicamos tal cantidad de tiempo que luego nos falta para estar a solas, para no hacer nada. El
individuo de esta época es un individuo muy laboral. Siempre está ocupado, siempre está haciendo
algo. No hay manera de que se disuelva un poco en el mismo tiempo y en la propia vida.
– Y eso lleva a la insatisfacción de no disfrutar verdaderamente los momentos que se están
viviendo. Siempre estamos con el apremio de lo que viene después, de lo que queda por hacer.
– Bueno. Es que el sistema de vida nos ha llevado a un punto en el que también cuesta mucho
conseguir el disfrute. Aunque se tenga tiempo, aunque se tengan los medios necesarios, la actitud
de la conciencia respecto a eso es muy reacia a dejarse llevar por el simple placer, por el simple
estar, detenerse, en un sitio.
– Por otra parte, estamos en un momento de retroceso en todos los sentidos. Hubo una época en
la que parecía que el ocio iba ganando terreno, que íbamos hacia ahí, a robar tiempo para el
disfrute. Pero ahora, en un momento en el que tenemos que luchar por sobrevivir: por el trabajo,
por el alimento, por la casa, ese concepto se está vaciando de sentido.
– Sí, es cierto. Hay una vuelta atrás. El tiempo está cada vez más ocupado en cubrir las necesidades
básicas, pero lo llamativo es que también estaba muy ocupado cuando las cosas iban bien. Porque
entonces ocupar el tiempo significaba riqueza, significaba ganar cosas materiales. En los 80 y 90 la
gente estaba también muy ocupada. Ahora, por lo menos, estamos ocupados por necesidad, no
por nuestra propia incompetencia.
– ¿Vivimos más en lo efímero, en lo resbaladizo, que los hombres y mujeres de otros períodos
históricos?
– Sí, absolutamente. Nosotros tenemos una forma de existir en el tiempo que nos vuelve mortales
a cada instante. Somos incapaces de posarnos en un momento, en una época, en un espacio. Nos
cuesta mucho mantener la atención, somos cada vez más impulsivos, menos concentrados. Nos
disipamos fácilmente, igual que se disipa nuestra propia vida. Es decir, no tenemos contacto real,
contacto profundo, con las cosas.
– Y, sin embargo, frente a eso, cada vez hay más gente que está sintiendo la necesidad de
recuperar una cierta lentitud y de volver al pensamiento, a la reflexión.
– Sí. Eso está claro. Pero creo ésas no van a ser las líneas mayores de la Historia. La mayor parte del
sistema, de la población absorbida por el sistema, tiene una tendencia muy clara que para nada va
en esa dirección. Lo que sí habrá es cada vez más grupos o espacios que resistan ese tipo de vida
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que se nos propone como única, porque es un tipo de vida difícilmente tolerable, muy frustrante
todo el tiempo, muy adaptada al fracaso. Ante esto, es lógico que cada vez haya más bolsas de
personas que traten de rehuir la estructura, el orden establecido.
Nosotros tenemos una forma de existir en el tiempo que nos vuelve mortales a cada instante.
Somos incapaces de posarnos en un momento, en una época, en un espacio. Nos cuesta mucho
mantener la atención, somos cada vez más impulsivos, menos concentrados. Nos disipamos
fácilmente, igual que se disipa nuestra propia vida. Es decir, no tenemos contacto real, contacto
profundo, con las cosas.
– Hablas de espacios de resistencia, de grupos pequeños.
– Sí. Creo que ya no se va a volver a producir una revolución a gran escala o un cambio de vida
dictado por una mayoría. Pienso que eso no va a pasar nunca. Es más: el sistema ha demostrado
que puede destruirse y arruinarse y seguir empeñado en los mismos principios que lo llevaron a la
ruina y a la destrucción. Eso quiere decir que no podemos confiar en los grandes números ni en las
grandes mayorías. Hay que irse a la resistencia, ocupar espacios y no dejar que en esos espacios se
filtre la ideología que nos envuelve.
– Y precisamente por todo esto que estamos hablando, porque no tenemos tiempo, preferimos dar
la espalda a la muerte. Preferimos no hablar sobre ella, no reflexionar. Vemos la muerte de los
demás, como se indica en la novela, como algo que sucede fuera de nosotros, como un hecho
ajeno, como un espectáculo que dura lo que dura. Son los demás los que se enferman, los que
mueren. No nos preparamos para la muerte y cuando llega nos coge por sorpresa, la vivimos como
algo antinatural.
– La vivimos como un fracaso, sí. Es como si nos dijéramos: “me voy a morir, ¿qué habré hecho
mal?”. En el fondo nadie piensa que se vaya a morir. Piensa que se mueren los demás y que su caso
va a ser especial. Aunque racionalmente se sabe que la muerte acabará llegando, emocionalmente
no se concibe esa idea porque básicamente no se entiende la nada. Para nosotros la muerte está
asociada a la nada, no se conecta con el ciclo natural ni con el sentido que tiene la propia vida. Si no
nos muriéramos no tendría mucho sentido levantarse por las mañanas. ¿Para qué íbamos a hacer
algo? Todos nuestros afectos, lo mejor de nosotros surge precisamente porque somos mortales. Si
nos arrancan la mortalidad, sería la abulia total, la indiferencia y probablemente el suicidio. Pero no
podemos afrontar en absoluto que no haya ninguna relación entre nosotros y alguna especie de
eternidad. De ahí el pánico y la sensación de abismo. Occidente ha decidido vivir así.
Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna
Para nosotros la muerte está asociada a la nada, no se conecta con el ciclo natural ni con el sentido
que tiene la propia vida. Si no nos muriéramos no tendría mucho sentido levantarse por las
mañanas. ¿Para qué íbamos a hacer algo? Todos nuestros afectos, lo mejor de nosotros surge
precisamente porque somos mortales. Si nos arrancan la mortalidad, sería la abulia total, la
indiferencia y probablemente el suicidio.
– “Las puertas de la noche” habla de temas que la sociedad esquiva porque le aterran. No somos
conscientes de algo tan simple como que para superar el miedo hay que atravesarlo. En la novela
hay muchas imágenes, muchas ideas consoladoras. Nos hace pensar en el hilo de continuidad, en
que los que se van, los que se vuelven al origen, viven en nosotros, nos conforman. No seríamos lo
que somos sin ellos.
– Bueno, es que ellos son nosotros. No hay ninguna diferencia. Verlo así conduce a otra visión de la
vida y procura un consuelo que nos permite proseguir con menos miedo. Y es que esa actitud que
tenemos ante el dolor y la muerte hace que vivamos en un estado de pánico permanente. Estos
temas deberían llegar a las escuelas. Me parece muy importante. Menos conocimiento del medio y
menos informática y más saber cómo nos enfrentamos a la muerte y cómo nos enfrentamos al
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dolor. Ahí sí que hay disciplinas éticas fundamentales y no las tonterías que se enseñan en los
colegios.
– Una y otra vez en el libro se aboga por ir a los maestros antiguos, porque ellos se dedicaban a
pensar en lo esencial y ellos dieron origen a todas las disciplinas que estudiamos, pero
desconectados de su punto de partida, por decirlo de algún modo.
– Sócrates dijo aquello de que filosofar es aprender a morir y desde ahí, desde ese pensamiento,
que es un pensamiento impulsor, vienen todas las disciplinas: las matemáticas, que son
pitagóricas, la filosofía más abstracta, la Historia, la poesía, la tragedia; incluso la alimentación.
Nosotros seguimos tomando prácticamente los mismos alimentos que tomaban en el Paleolítico.
Somos herederos en todo de algo mucho más antiguo que incluso nuestra memoria. Hemos
avanzado mucho en el mundo material y tecnológico, en lo que es la ciencia aplicada, pero no en
las actitudes ante la vida y en la forma de construir los propios sentimientos ante lo que nos rodea.
Ahí todo lo contrario, hemos retrocedido, somos como niños. Vivimos todos en una edad infantil.
Propiamente hablando nadie ha pasado al mundo adulto en las sociedades occidentales. Como
Joaquín Sabina, seremos roqueros más allá de muerte, pero esto no tiene ningún sentido.
– Hay una idea clave en la novela. Hasta que no se conoce la muerte, hasta que no se pierde a
alguien cercano, no se puede crecer.
– Claro, la muerte es lo que tiene que acompañarnos en las decisiones. La edad adulta consiste
precisamente en poder convivir con la muerte y esta convivencia no solamente afecta a la
aceptación de lo que ha de sucedernos, sino también a la manera en que nos dejamos guiar por
ella en nuestras decisiones. Todo lo que decidimos tiene que ver con nuestra mortalidad. Amamos
y somos mortales y eso lo tenemos metido en el fondo de nuestra vida precisamente para que las
decisiones que tomemos y la forma en que proyectemos nuestra existencia tenga algún sentido.
Por ejemplo, no tiene sentido dedicar toda la vida a trabajar si somos mortales y, sin embargo, gran
parte de la gente dedica toda su vida al trabajo como si fuese inmortal. ¿Y después qué? Pues
después, simplemente, se desvanece en el tiempo. Hay muchísimas decisiones que tomar: si somos
infelices, si estamos sufriendo, debemos cambiar, debemos romper, porque no somos inmortales.
Necesitamos la felicidad, necesitamos el placer; por tanto necesitamos la ruptura. Viéndolo así
muchas de las tragedias que nos destruyen quedarían simplemente reducidas a dolores de la vida
que son naturales, no desgarradores.
La edad adulta consiste precisamente en poder convivir con la muerte y esta convivencia no
solamente afecta a la aceptación de lo que ha de sucedernos, sino también a la manera en que nos
dejamos guiar por ella en nuestras decisiones. Todo lo que decidimos tiene que ver con nuestra
mortalidad. Amamos y somos mortales y eso lo tenemos metido en el fondo de nuestra vida
precisamente para que las decisiones que tomemos y la forma en que proyectemos nuestra
existencia tenga algún sentido
– Antes comentábamos que esta novela tiene que ver con tu proceso vital, con tu biografía. Me
imagino que la necesidad de escribirla parte de experiencias vividas, de muertes cercanas.
– Sí. Ha habido muertes de amigos sucedidas en un corto espacio de tiempo. A mi edad está claro
que la muerte empieza a rondar de una forma más frecuente y puntual, que se presenta a través
de la desaparición de los seres queridos. En esas muertes la gente también te enseña cosas. Los
que se van nos dan de algún modo una última lección. A veces es una buena lección y otras resulta
miserable. En la novela se contraponen dos maneras totalmente opuestas de morir. Quería que
tuvieran algún sentido para el lector, que éste viera hasta qué punto produce dolor la mala muerte
de alguien en todos los que le rodean. Morir mal es enseñar a los demás el pánico.
– Pero también sucede lo contrario. Se puede convertir en una despedida enriquecedora para los
demás. Sucede así en el caso del amigo médico. Es consciente de querer cerrar bien el capítulo de
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su vida. Afronta su despedida incluso dando consejos a los que se quedan, a esos en los que él
seguirá siendo.
– Sin duda. Una buena muerte es una muerte que enseña, una muerte en la que creces.
– El proceso de la escritura es otro de los temas importantes de la novela y también la educación, la
urgencia de cambiar sus bases, sus pilares. ¿A qué educación debemos aspirar?
– Yo creo que la educación debe aspirar a solventar cuanto antes dos aspectos cruciales: la relación
del individuo con su propia mortalidad y la relación del individuo con los demás. De ahí deben salir
todas las materias y esas materias incluyen las disciplinas clásicas: el poder pensar, el pensar con
los otros, el discutir con los otros, y, desde luego, la huida de cualquier especie de dogmatismo,
empezando por el dogmatismo del libro escolar. La mayor parte de los libros escolares son
auténticas enciclopedias de dogmatismos, visiones unilaterales y tonterías filosóficas. Hay que
enseñar otra cosa totalmente distinta, que es estar con los otros hablando, discutiendo, y a que la
verdad surja o sea producida por el encuentro de los diálogos entre la gente. Ese es el cambio
fundamental. Habría que dejarse de tantas disciplinas académicas eruditas y memorísticas y
ponerse a mover la cabeza de la gente a toda velocidad.
La educación debe aspirar a solventar cuanto antes dos aspectos cruciales: la relación del individuo
con su propia mortalidad y la relación del individuo con los demás. De ahí deben salir todas las
materias y esas materias incluyen las disciplinas clásicas: el poder pensar, el pensar con los otros, el
discutir con los otros, y, desde luego, la huida de cualquier especie de dogmatismo, empezando por
el dogmatismo del libro escolar.
– Dicho de otra manera: enseñar a pensar. ¿No te parece que uno de los grandes problemas de
esta sociedad es que no se ejercita el pensamiento propio? ¿No es precisamente por esto que
resulta tan fácil engañar, confundir?
– Sí. El hábito del pensamiento se puede perder y cuando se pierde es cuando uno se deja llevar
por el pensamiento de otros. Eso es lo peligroso. Pero no es que la gente se sienta engañada, es
que ni siquiera hay nadie a quien engañar. Que en este país tantas personas puedan volver a votar
al PP y al PSOE en las próximas elecciones es, después de todo lo que está pasando, algo
escalofriante. Eso quiere decir que hay quince millones de personas, de votantes, que son inmunes
completamente a la realidad. Eso es lo que han creado, con indudable éxito, las sociedades
occidentales: masas compactas de inmunes a cualquier tipo de pensamiento y de realidad. Tú los
empobreces, te ríes de ellos, los estafas, y, a pesar de todo, te siguen votando. Eso es ya una
impermeabilización total frente al mundo.
– Pero lo único que se puede hacer ante esto es enseñar a pensar a las nuevas generaciones. ¿Es
eso lo que os proponéis en la Escuela Contemporánea de Humanidades?
– Sí. Pero nuestro alcance es muy pequeño. Eso hay que extenderlo a otros espacios de resistencia,
como decía antes. No queda otra. Las propias instituciones son impermeables. Son agresivas
incluso en su defensa de esta vida miserable que tratan de imponer tanto en lo espiritual como en
lo material.
El hábito del pensamiento se puede perder y cuando se pierde es cuando uno se deja llevar por el
pensamiento de otros. Eso es lo peligroso. Pero no es que la gente se sienta engañada, es que ni
siquiera hay nadie a quien engañar. Que en este país tantas personas puedan volver a votar al PP y
al PSOE en las próximas elecciones es, después de todo lo que está pasando, algo escalofriante. Eso
quiere decir que hay quince millones de personas, de votantes, que son inmunes completamente a
la realidad
– Qué maravilloso, qué utópico, sería crear sociedades de ciudadanos filósofos. ¿no?
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– Sí. De hecho las primeras democracias se basaban en el principio de que cada ciudadano sabía
defender sus derechos mejor que nadie. Eso es lo que se ha hundido, lo que se ha quebrado
completamente. Los ciudadanos de hoy no saben proteger sus derechos. La gente no sabe lo que
quiere, ni lo que desea, ni cómo defenderse. Y el resultado son estas democracias que apenas son
plebiscitos.
– ¿No ves nada esperanzador en el momento actual? ¿No eres optimista ante el renacer de la
movilización, de la participación ciudadana, ante la capacidad de Internet, de las redes sociales, de
manejar otras informaciones, otras verdades y alternativas?
– A ver: a nivel global no soy nada optimista, todo lo contrario. Pero sí es verdad que esos espacios
de resistencia se van a ir multiplicando, como te decía antes. Lo que sucede es que si son muy
beligerantes con el medio, ellos mismos se van a radicalizar, se van a convertir en espacios de
reacción más que en espacios de creación. Y de lo que se trata es de levantar espacios de creación.
Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna
– ¿Hasta qué punto hay que recuperar la Academia de Aristóteles, el Jardín de Epicuro? ¿Hasta qué
punto la ECH intenta ser un poco eso?
– La ECH es un espacio de diálogo sobre nuestros antecesores. Es un espacio para compararnos a
nosotros mismos con la Biblia, con la filosofía griega, con el pensamiento medieval, con el
pensamiento oriental. Es lo que ponemos en juego: una discusión, un debate. Básicamente se trata
de eso, pero cuando ese diálogo, ese debate, se realiza con cierto compromiso uno sale
transformado, muy enriquecido respecto a sus propias opciones vitales, respecto a las decisiones
que ha de tomar frente a los dilemas numerosos que se plantean en la vida.
– “Las puertas de la noche” participa mucho de ese espíritu.
– Sí. Sin la experiencia en la Escuela la novela habría sido impensable. Se trata de una obra muy
sintética, pero detrás hay muchos años de trabajo con un seminario en particular acerca de los más
diversos asuntos relacionados con la muerte y con el pensamiento. Todos los que han participado
en ese seminario me han ayudado mucho y al final del libro les muestro mi agradecimiento.
La Escuela Contemporánea de Humanidades es un espacio de diálogo sobre nuestros antecesores.
Es un espacio para compararnos a nosotros mismos con la Biblia, con la filosofía griega, con el
pensamiento medieval, con el pensamiento oriental. Y cuando ese diálogo, ese debate, se realiza
con cierto compromiso uno sale transformado, muy enriquecido respecto a sus propias opciones
vitales
– Me ha llamado mucho la atención en la novela la excursión que narras con los alumnos
adolescentes a un cementerio para leer los mensajes de las lápidas. ¿Es una práctica habitual?
– Sí. Las actividades de la escuela se estructuran para que no todo suceda dentro de las aulas. Hay
excursiones, viajes, salidas al teatro o a ver exposiciones. En esa visita al cementerio pretendemos
que entren en contacto con lo que significa la muerte y con lo que es el lenguaje de la muerte. Es
algo que funciona muy bien, igual que acudir al mercado para que se den cuenta de cómo funciona
realmente. El otro día me llevé a los más pequeños, a los “junior”, a un mercado y comprobé que
todos pensaban que se trataba de un espacio donde se compran y se venden cosas, que no se
habían planteado que allí también se trafica con información. Se trataba de que vieran cómo los
vecinos del barrio hablaban unos con otros, cómo intercambiaban pareceres. Ese fue el origen del
mercado.
– Seguimos con la muerte, con el dolor. La novela está llena de referencias, de sugerencias al
respecto. Citas un libro estremecedor de Joan Didion, “El año del pensamiento mágico”, donde la
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escritora, ante una experiencia personal muy dolorosa, indaga en las maneras de prepararse para
el dolor. ¿Cuándo terminaste de escribir tu novela encontraste alguna respuesta?
– No. El dolor no puede anticiparse, no hay forma de prepararse para él porque hagamos lo que
hagamos va a doler lo mismo. Es nuestra cabeza la que puede prepararse para reaccionar de una
manera o de otra cuando entremos en contacto con realidades extremas; pero nadie nos va a
preparar para eso, ni mucho menos ideas abstractas del tipo: “todo muere” o “la tierra
desaparecerá algún día”. Todo eso no nos consolará en absoluto. Lo que sí tenemos que
prepararnos es para otra cosa completamente distinta: para prestar atención a todos nuestros
tránsitos, a todas nuestras modificaciones, separaciones, rupturas con las cosas. Es un trabajo casi
diario, una actitud ante la vida, lo que nos puede ayudar. Pero nunca buscar salidas en ideas
abstractas acerca de algo que en el momento en que suceda siempre nos va a pillar desnudos.
– Hablábamos de la incapacidad de vivir el presente, los placeres del presente. El Libro del
Eclesiastés apostaba por ellos frente a la idea de los griegos de cultivar lo duradero en el tiempo. Es
otro interesante capítulo en la novela.
– Sí. Es una contraposición interesante. Los griegos lo que hacen es trasplantar a su vida las
funciones del universo. “Si lo que es propio al universo es hacer eternidad, durar, nosotros
tenemos que hacer aquí cosas que duren”, se decían. Y se afanaban en ello, por ejemplo en el arte,
el pensamiento, la polis. Ellos se consolaban cumpliendo con aquello que les parecía que reflejaba
la eternidad del universo, mientras que El Eclesiastés en concreto; no toda la Biblia, no todo el
Antiguo Testamento, insiste mucho en que hay que olvidar la cuenta de los días, hay que olvidar el
tiempo cultivando los placeres. El problema que tiene eso es que en algún momento los placeres
cesan, que el dolor estará presente incluso con el placer, aún más si cabe. Son dos visiones
contrapuestas que definen dos tipos psicológicos y que dicen mucho de nuestras distintas maneras
de ser. A veces somos completamente Eclesiastés y otras actuamos como griegos. Nuestro corazón
está muy dividido. Somos una mezcla muy extraña de hebreos y de griegos.
El dolor no puede anticiparse, no hay forma de prepararse para él porque hagamos lo que
hagamos va doler lo mismo. Es nuestra cabeza la que puede prepararse para reaccionar de una
manera o de otra cuando entremos en contacto con realidades extremas; pero nadie nos va a
preparar para eso, ni mucho menos ideas abstractas del tipo: “todo muere” o “la tierra
desaparecerá algún día”.
– Antes hablábamos de enseñar a pensar. ¿Y la sensibilidad? ¿Es posible educarla? La cultura es
una fuente esencial de conocimiento y un instrumento que nos enseña a mirar, a vivir mejor.
– Por supuesto que es posible y que hay que educar la sensibilidad, de lo contrario seríamos como
niños. Hay que educarla de manera que sea útil para poder mirar todas las cosas y, por supuesto,
las que atañen a la creación humana, no solamente la creación artística, sino también la política o
económica. Esa sensibilidad tiene que ser capaz de juzgarlo todo. Una persona culta es una persona
que ante cualquier realidad es capaz de emitir un juicio más o menos riguroso. Y, por otro lado,
contamos con un regalo casi inagotable que es el inmenso caudal de literatura que tenemos ante
nosotros. Todo lo necesario para poder emprender una tarea de búsqueda de nuestra propia
conciencia y de nuestra identidad está a nuestro alcance. Me parece penoso que las universidades,
por ejemplo, no lean las fuentes, que acudan siempre a monografías, a interpretaciones. Eso me
parece que forma parte de la estafa general de la educación.
– ¿En qué medida gran parte de los problemas actuales tienen que ver con la falta de sensibilidad,
con la incultura de aquellos que nos gobiernan?
– Lo afirmo. Absolutamente de acuerdo. Pero yo matizaría que esa incultura, esa falta de
sensibilidad, es propia de los que nos gobiernan y también de aquellos que apoyan a los que nos
gobiernan. En realidad no hay ninguna diferencia entre los gobernantes y los gobernados en
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términos cuantitativos. Son los mismos. Lo que pasa es que las personas que nos sentimos al
margen de esa estulticia general pensamos que quizás las cosas podrían ser de otra manera. Pero
es complicado. Se trata de unos gobernados que eligen a sus gobernantes y que los eligen
coherentemente. Es así. Las democracias se apoyan en el dominio de las mayorías.
– También es verdad que ha habido gobernantes cultos que se han convertido en grandes
dictadores. Parece que el conocimiento no siempre nos libra de la barbarie.
– Eso es lo que pasó con la Alemania de Hitler, que aparentemente era un país muy culto. Pero era
muy culto en esas disciplinas académicas y dogmáticas que, por supuesto, acaban produciendo
dogmatismos. Una persona culta no es una persona que sabe muchas cosas, sino que es una
persona que sabe emitir un juicio ante realidades cambiantes. Hay gente que sabe muchos idiomas,
como las azafatas. No le veo yo mucho mérito al asunto. Hay gente que es especialista en arte o en
otros ámbitos del saber, pero eso no es la cultura. La cultura consiste en empatizar con los otros,
en poder estar y dialogar con los otros. Y eso un dictador lo conculca automáticamente. En este
sentido Hitler no era culto y la verdad es que no ha habido muchos gobernantes con ese perfil.
Alejandro Gándara. 2014 © Nacho Goberna
– ¿Qué tienes que decirme de la estructura de la novela? ¿Hay una vuelta a lo experimental?. Se da
cabida a muchas cosas, se abre a distintos géneros: es como un diario, hay lecciones de filosofía
muy interesantes dentro, hay cuentos… El argumento apenas existe. Simplemente un hombre
llegado a una cierta edad se plantea buscar respuestas ante la muerte, ante el sentido de la vida.
– Bueno, es que la mente funciona así. Cuando nosotros nos hacemos una pregunta de cualquier
tipo, sobre todo en lo que respecta a nuestra vida, acudimos a todos los lenguajes que tenemos a
nuestro alcance. A veces nos contamos cuentos; a veces nos arrullamos como si fuéramos bebés; a
veces leemos libros de filosofía y otras nos fijamos en lo que le pasa a la gente. En ese sentido más
que una estructura experimental yo hablaría de una estructura del pensamiento, de nuestro
pensamiento, que acude a todo aquello que le parece que puede ayudarle en el proceso de
investigación de una realidad concreta. Eso fue lo que me propuse, pero para que eso saliera bien
tenía que haber una armonía. Alcanzar esa armonía fue lo que más tiempo me llevó: situar los
espacios que ocupan cada una de esas cosas, determinar en qué momento uno se pone a pensar
filosóficamente y en qué momento la experiencia directa le influye más. Había que medir y pesar
todas esas cosas. Y después conseguir que fuera efectivamente un proceso en el que se viese que
el personaje central crecía, aprendía. Le van pasando cosas muy sutiles hasta que al final nos
damos cuenta de que ha aprendido, de que ha aprendido algo. Aunque no sepamos muy bien qué,
sabemos que se ha ido a otra parte, que ya no es el de los primeros capítulos.
– El aprendizaje de la importancia del nosotros es esencial en ese proceso; el abrirse a los otros
afectiva, emocionalmente, comprendiendo los zarpazos de la vida, las heridas de la infancia.
– Sí, por supuesto. Y está también el nacimiento de la hija, un capítulo muy difícil de colocar porque
a partir de ahí, de ese momento, ya no hay marcha atrás para el personaje. Es el capítulo que
muestra que va a seguir avanzando. No es que haya descubierto gran cosa, pero ya sabe que no va
a retroceder.
– ¿Hasta qué punto el haber sido padre de nuevo, ya mayor, a una edad en la que no es lo habitual,
con otros hijos en proceso de buscarse la vida, ha influido en todo esto, ha impulsado esta novela?
– Es evidente que eso me ha llevado a plantearme muchas cosas que están en la novela. Primero, la
superación del miedo ante el hecho de que vas a tener hijos a los que probablemente no vas a ver
crecer, a los que con toda seguridad no verás tener su propia descendencia. Te tienes que
enfrentar a eso. Y después la preocupación porque eso no se convierta en un problema antes de
23
tiempo, la preocupación por cuidarte, por tratar de durar por lo menos hasta verles un poco
creciditos. La superación de esos temores está ahí y también el convencimiento de que se trata de
una apuesta por la vida. Si no tienes hijos porque tienes miedo entonces ya estás muerto, ya estás
produciendo tu propia muerte. Este momento de cruce de caminos, en el que tienes que optar o
bien por el miedo o bien por la vida, es clave en la novela, pero también hay otras muchas cosas
que son fruto de mi experiencia, por ejemplo el haber abandonado proyectos que tenían que ver
con mi situación pública; ese recogerme del que te hablaba al principio; el volver un poco sobre mí
y sobre los míos. Si no hubiera habido Escuela, si no hubiera tenido familia, la situación habría sido
distinta. Me habría costado mucho más regresar a un lugar confortable.
– Antes me hablabas de la vida literaria, del mundo editorial. Parece que, de alguna manera, te has
sentido decepcionado. ¿Cómo ves ahora el panorama?
– Pues lo veo como veo todas las realidades globales en nuestro país: muy deteriorado, muy
empobrecido, muy incompetente. Se dice que en España hay un problema con los índices de
lectura, con los libros, con las distribuidoras, con las librerías, pero también hay un problema con la
crítica literaria del que no se suele hablar. Aquí no saben leer. Aquí hay un problema que está
malversándolo todo. Ya dijo Harold Bloom, hace como 20 años, que los errores en la comunicación
de la escritura estaba afectando a las instituciones educativas y al mundo del libro, aparte de
afectar al pensamiento de las personas. Igual que en la educación se está produciendo un daño
inenarrable en casi todas las esferas de la vida, la crítica literaria tiene un problema muy serio. Y
eso hace que nos estemos quedando con un tipo de lector muy poco profundo; muy despistado;
incapaz de concentrarse; que huye de todas las dificultades. Un lector al que no puedes plantearle
problemas ni siquiera existenciales porque los dilemas éticos le abruman. Todo eso es lo que se
está creando. La crítica literaria y las instituciones educativas están fomentando un tipo de libro y
un tipo de lector que se lleve bien con la realidad. De lo que se trata es de hacer cosas para vender.
He estado hace poco con un editor y con un librero y me contaban que ese ansia por vender es algo
escalofriante. No preocupa qué es lo que se ofrece al público, sino vender sin más. Y el resultado es
el contrario: se están arruinando, lo están arruinando todo. Vender se puede vender de todo: cosas
profundas y cosas ligeras, pero se ha apostado por un no lector. Y el no lector, por definición, pues
no lee.
– Pero, a ver, centrémonos un poco más en el papel de la crítica, de los suplementos literarios.
¿Qué está funcionando mal: la selección de los libros de los que se habla, de los autores? ¿Se está
concediendo cada vez más atención a los libros que venden, dejando de lado lo que de verdad
merece la pena ser descubierto?
– La selección de los libros de los que se habla es esencial, sí, pero también la forma de hablar de
los libros. A los críticos se les pasan por alto cosas de los propios libros que son enormemente
importantes. Todavía hay críticos literarios que se dedican a contar los adjetivos. Y no es uno, son
muchos los que lo hacen. Los hay que siguen corrigiendo errores gramaticales, haciendo
perspectivas históricas, o panorámicas, como las llaman ellos. Hay mucho mendrugo por ahí
incapaz de articular una frase yuxtapuesta. En fin… La crítica literaria en este país no ha avanzado
nada, es increíble. Eso no se ve prácticamente en ningún otro tipo de crítica artística, y es grave
porque tiene que ver con la palabra, con todo eso que es nuestro alimento espiritual diario. Afecta
a la comunicación entre las personas, a la forma de estar en el mundo y a las relaciones políticas,
sociales, de todo tipo. En cuanto a los suplementos culturales, eso ya no se sabe ni lo que es. Hace
como 14 años que no me encuentro con nadie que me comente una crítica aparecido en un
suplemento. Puede pensarse que ha sido Internet lo que ha provocado esa situación, pero antes de
Internet ya no funcionaban esos canales. Un buen suplemento literario tiene que ser un sitio
jerárquico, donde prime el criterio. Eso es muy difícil de encontrar en la red. Ese tipo de espacios
tendrían que haber resistido si hubiesen estado bien hechos, pero han sido ellos los que han
perdido su autoridad. Ya no tienen influencia, la gente no se los cree. Han sido barridos del mapa
prácticamente.
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A los críticos se les pasan por alto cosas de los propios libros que son enormemente importantes.
Todavía hay críticos literarios que se dedican a contar los adjetivos. Y no es uno, son muchos los
que lo hacen. Los hay que siguen corrigiendo errores gramaticales, haciendo perspectivas
históricas, o panorámicas, como las llaman ellos. Hay mucho mendrugo por ahí incapaz de articular
una frase yuxtapuesta. La crítica literaria en este país no ha avanzado nada, es increíble.
– Cambiando de tema. Hay un cuento en el libro -“Este cuento no chino”, lleva por título- que es
todo un homenaje a los sueños, a la imaginación. ¿Hemos perdido también la capacidad de soñar y
de imaginar? ¿La razón se ha convertido en un obstáculo que nos imposibilita volar?
– Bueno, esa es una cuestión interesante. Los griegos decían que razón es todo, incluida la
imaginación, pero nosotros hemos abandonado esa idea y nos manejamos únicamente con la razón
demostrativa o cuantitativa. Se trata de una razón que lo quiere todo transparente, que lo quiere
tener todo claro y cuyo fondo es lingüístico; lo que se ve claro en el lenguaje es lo que parece
racional. Mientras que para un griego lo racional era todo aquello que podía representarse en la
mente, las imágenes, la imaginación, para nosotros todo eso no es fiable. Lo que aparece en
nuestra imaginación nos parece que es algo falso. La verdad es que la distancia en este aspecto es
abismal. Para los griegos, si una imagen permanecía, se fijaba, esa era una prueba irrefutable de
que estaba sucediendo algo. Si se quedaba la imagen era imaginación; si se iba, fantasía. Si tú todos
los días estás viendo un centauro en tu cabeza, entonces el centauro existe, pero si hay otras cosas
que pasan raudas y no se quedan, a esas no se les concede el estatuto de la imaginación. Ese tipo
de pensamiento llegó hasta la astrología, la alquimia, la Edad Media y el Renacimiento,
prácticamente, donde la gente todavía daba por bueno lo que imaginaba si realmente permanecía.
Pero llegó Descartes y se acabó. A partir de ese momento sólo vale lo que el lenguaje sea capaz de
mostrar.
– Hemos perdido el hilo con la parte invisible de la vida. Ahí está también esa relación tan temerosa
hacia la muerte.
– Sí. Eso o Iker Jiménez (risas). O la hemos perdido o nos hemos ido a ella de mala manera, hasta
perdernos y confundirnos completamente. En ese aspecto vivimos muy escindidos. A veces somos
muy racionales y otras veces vamos a visitar a las brujas. Los mismos que dan clase en la
Universidad sobre Descartes van a una bruja en Alcalá de Henares. Yo conozco a uno que es así. No
hay problema… Como esas dos realidades no están conectadas, sucede eso. Como de todas formas
la vida tiene aspectos invisibles, pues la gente recurre a quienes puedan tener algún trato con ese
otro lado.
“Las puertas de la noche” ha sido publicado por la editorial Alfaguara.
Las fotografías fueron realizadas por Nacho Goberna en una céntrica cafetería de Madrid y en la
sede de la Escuela Contemporánea de Humanidades.
Izquierda, ¿con respecto a qué?
Mundo, Política 29 mayo, 2016 Lilian Celiberti
Izquierda, ¿con respecto a qué?
http://www.elviejotopo.com/topoexpress/izquierda-con-respecto-a-que/
Los cambios operados en los últimos años en el escenario político latinoamericano han abierto un
intenso debate entre activistas y académicos/as intentando responder algunas preguntas: ¿qué es
ser de izquierda? ¿Cómo se construyen proyectos democráticos no capitalistas? ¿Es posible superar
la noción de desarrollo basada en el dominio de la naturaleza?
Muchas de estas preguntas parecen haber llegado a un punto en el que se acumulan descontentos,
rupturas y perplejidades, según se trate de la profundización de la matriz extractivista, la expansión
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del monocultivo y el uso de transgénicos, la criminalización de movimientos sociales, o la
persecución a las mujeres que interrumpieron su embarazo.
La heterogeneidad de las propuestas reunidas en una denominación común de “gobiernos de
izquierda” ha sido uno de los problemas del debate político ya que ha colocado en el mismo campo
proyectos minimalistas, como la Concertación en Chile, o alianzas conservadoras con prácticas
autoritarias, como las del Frente Sandinista, de Nicaragua, con la beligerancia del socialismo del
siglo XIX del gobierno de Venezuela y las propuestas descolonizadoras del gobierno de Bolivia, o los
avances en derechos en Uruguay, y ello no ha contribuido a profundizar el debate sobre
alternativas emancipadoras. Ese campo genérico de “izquierda” ha sido, en realidad, un obstáculo
para diferenciar políticas clientelares, autoritarias y conservadoras, de aquellas que aun con
contradicciones y limitaciones, abrieron algún espacio a la experimentación democratizadora y de
protagonismo social.
“en realidad los progresismos expresan regímenes políticos heterodoxos donde coexisten
novedades que podrían identificarse como de izquierda, junto a otras más conservadoras”
Eduardo Gudynas
El debate acerca del fin del ciclo progresista en América Latina está instalado desde hace un
tiempo, pero claramente se profundiza con los recientes resultados electorales en Argentina y
Venezuela, y la situación del gobierno de Dilma Rousseff en Brasil. Como dice Eduardo Gudynas,
“en realidad los progresismos expresan regímenes políticos heterodoxos donde coexisten
novedades que podrían identificarse como de izquierda, junto a otras más conservadoras”.1
Las tensiones y contradicciones de esa heterodoxia han generado malestar y ruptura con
movimientos sociales diferentes.
“Del cambio, a la contención del cambio”, titula un artículo el sociólogo Alfredo Falero,2
preguntándose si se ha dado un período bisagra en América Latina. Según él, resulta necesario
analizar los nuevos mecanismos de generación de contención que implican de hecho una
democracia recortada o reducida a una lógica procedimental. El tránsito a nuevas formas
cualitativamente hegemónicas en el marco de una nueva división global del trabajo implica la
renovación de mecanismos de desposesión a través de la “revolución informacional”. En segundo
lugar, señala la transformación organizacional del capitalismo, con el nuevo papel de las elites
empresariales como agentes sociales disputando una perspectiva despolitizada y pragmática de la
gestión estatal. Una tercera dimensión estaría marcada por la pérdida de mapas cognitivos clásicos
y la crisis de las agencias de socialización tradicional, como sindicatos y partidos políticos.
La pregunta central sigue siendo qué cambios pueden sostenerse en el contexto actual del
capitalismo, o más precisamente qué cambios puede tolerar el capitalismo que necesita del
extractivismo, la depredación y el consumismo para su supervivencia.
VIEJOS TEMAS, NUEVOS ENFOQUES.
Las demandas de una sociedad mucho más reflexiva e individualizada hacen irrumpir lo político
desde fuera de las estructuras y jerarquías formales para generar nuevas demandas en la agenda
pública. Muchos de los temas que constituyen la agenda social han sido politizados por
movimientos político-culturales que han logrado impactar en los sentidos comunes ciudadanos,
disputando el espacio discursivo de la política, desde los bordes de la institucionalidad y muchas
veces en pugna con ella.
8167983988_3de068da91Los problemas ecológicos y ambientales, el extractivismo, la división
público/privado, las relaciones de género, las formas de hacer política, la cultura de derechos, los
derechos sexuales y reproductivos, las diversidades e identidades sexuales y de género, y las
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relaciones de poder, la interculturalidad y el racismo, ingresan al debate politizados por actores
que se organizan al margen de los partidos y muchas veces en disputa con ellos. Estas experiencias,
estas prácticas políticas, discursivas y simbólicas crean nuevos significados de ciudadanía y disputan
hegemonías. A pesar de lo cual no dejan de provocar un sabor amargo los escasos avances
emancipatorios en el imaginario social, expresados en la reproducción de prácticas corporativas,
“la inflación punitivista” de la seguridad social, la corrupción como lógica de poder, el imperio de
las multinacionales, y en definitiva la no reversión de la desigualdad estructural de la región.
El escenario resulta complejo y muy contradictorio. En Argentina las amenazas de reversión de
algunos avances democratizadores, como los juicios a los militares de la dictadura, o la ley de
medios, parecen mostrar la recomposición de la derecha como eje de poder no sólo económico
sino político e ideológico. De hecho la nueva elite gobernante está llena de ex jerarcas de empresas
multinacionales.
En los últimos 30 años una diversidad de movimientos sociales ha contribuido con sus luchas y
demandas a la creación de instituciones en permanente proceso de cambio, simbólicamente ricas
(reformas constitucionales, defensorías, presupuestos participativos, descentralización municipal y
participación ciudadana, leyes de participación y control, comisiones de la verdad, matrimonio
igualitario, derechos de la naturaleza, plurinacionalidad, pueblos indígenas etcétera), que coexisten
con políticas extractivistas y neodesarrollistas, prácticas políticas signadas por luchas de poder y
conflictos centrados en la permanencia indefinida de sus líderes políticos, junto a la postergación
real y concreta de las mujeres como protagonistas con plenos derechos sobre sus cuerpos y sus
vidas.
Los pueblos indígenas, el movimiento de afrodescendientes, los movimientos feministas y de
mujeres, movimientos por la soberanía alimentaria y la justicia ambiental, aun con toda la
diversidad de posturas ideológicas, políticas, estratégicas y tácticas, contribuyen a la afirmación de
nuevos “sentidos comunes” y articulan en sus luchas nuevas dimensiones de derechos individuales
y colectivos que colocan en el debate público la construcción de alternativas al capitalismo.
Las estructuras político-partidarias se ven desafiadas por nuevas subjetividades y dinámicas
sociales, y el desencuentro que se produce muchas veces multiplica el desencanto y la desafiliación
de amplios sectores respecto de la política institucional.
feminismo-latamEn este contexto, los feminismos latinoamericanos enfrentan nuevas
complejidades y tensiones. Se replantean viejos estigmas y prejuicios sobre ellos que provienen
tanto de sectores populares como de una cultura sesentista de izquierda tradicional que supone y
aspira a sujetos únicos como vanguardia y conducción del proceso de cambio. Al identificar al
feminismo como una demanda posmaterial, se lo adscribe a una sensibilidad de clase media,
deslegitimando de esa forma sus propuestas y elaboraciones políticas.
Algunos líderes de izquierda (también algunas mujeres, aunque menos) consideran que el reclamo
de redistribución del poder es una demanda que “empequeñece” a las mujeres porque éstas
“deben ganarse el derecho” de ser líderes. Y mantienen, al igual que la derecha, su oposición a
consagrar el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos y el ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos.
Son varios los campos que expresan estas disputas y que interpelan y dividen a los gobiernos y
partidos de ese amplio espectro denominado izquierda en Latinoamérica.
Nuevos paisajes de conflicto se agregan a las formas ya tradicionales de segregación: territorial,
laboral, de género, de generación, identitaria, de clase, que expresan transformaciones profundas
de la vida colectiva.
27
El orden democrático, sus sistemas de representación y sus instituciones parecen débiles y sin
espesor simbólico para restituir o crear nuevos sentidos de pertenencia y abrir nuevos horizontes
para imaginar otras formas de vida en común. Si el lugar de la política, decía Norberto Lechner, es
“incapaz de elaborar objetivos que trasciendan la inmediatez, todo se reduce a una elección del
mal menor. Un presente omnipresente pone en duda la capacidad conductora de la política, pero
no hace desaparecer la preocupación por el futuro. Este anhelo puede adoptar formas regresivas y
alimentar movimientos populistas. Pero también puede impulsar el desarrollo de la democracia”.
IMAGINARIOS DE JUSTICIA SOCIAL.
¿Cómo pensamos nuestro futuro como sociedad? ¿Qué imaginario de justicia y solidaridad social
sustituye al simplista “combate a la pobreza”? Para construir nuevos rumbos emancipadores es
necesario cambiar la perspectiva de análisis y la mirada sobre los problemas. Ese es el principal
campo de disputa política.
Deberíamos comenzar por colocar en el centro del debate la contradicción capital/vida, tal como la
define la economía feminista para pensar la calidad misma de la vida o “la vida que merece ser
vivida”.
La economista feminista chilena Cristina Carrasco
La economista feminista chilena Cristina Carrasco
Para las feministas, dice Cristina Carrasco, “centrarse explícitamente en la forma en que cada
sociedad resuelve sus problemas de sostenimiento de la vida humana ofrece, sin duda, una nueva
perspectiva sobre la organización social y permite hacer visible toda aquella parte del proceso que
tiende a estar implícito y que habitualmente no se nombra”.
La crisis financiera sacudió al mundo capitalista en 2008 y el Estado de bienestar europeo comenzó
a erosionarse, con graves consecuencias sociales para millones de personas. Si pensamos la crisis
más allá de lo financiero, se pone en jaque un modelo de economía, producción y sociedad basado
en el crecimiento y la sobreexplotación de los “recursos naturales”, cuyos efectos se extienden al
ambiente, la alimentación, la salud, el clima y las relaciones sociales, en todos los rincones del
planeta.
La idea de ciudadano-individuo autónomo e independiente, desarrollada como mito capitalista de
los sistemas liberales, se sustenta para su realización en la existencia de una infraestructura de
cuidados imprescindibles para la vida, que mayoritariamente realizan las mujeres. ¿Cómo es que
las necesidades humanas más elementales han sido relegadas a un espacio invisible para la
consideración de los problemas “macro”? “¿Cómo es que los sistemas económicos se nos han
presentado tradicionalmente como autónomos, ocultando así la actividad doméstica, base esencial
de la producción de la vida y de las fuerzas de trabajo?”, se pregunta Carrasco.
La sociedad y la economía siguen desconociendo que el cuidado de la vida humana es una
responsabilidad social y política, reproduciendo una masculinidad que se desentiende de los
cuidados y usa de la fuerza de trabajo de las mujeres. Explorar este vínculo es una de las tareas que
nos hemos planteado desde el feminismo, no sólo para denunciar la utilización que hace el
capitalismo del trabajo gratuito de las mujeres, sino para la revalorización del cuidado como una
ética social y ecológica imprescindible para pensar las alternativas.
“¿Cómo es que los sistemas económicos se nos han presentado tradicionalmente como
autónomos, ocultando así la actividad doméstica, base esencial de la producción de la vida y de las
fuerzas de trabajo?”, Cristina Carrasco.
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Pese a que un buen número de países de América Latina se consideran o definen (en sus
constituciones) como estados laicos, es claro que en muchas oportunidades, especialmente cuando
se trata de los derechos sexuales y los derechos reproductivos (Dsr) de las mujeres, sus
gobernantes permiten que decisiones de política pública sean afectadas por las posturas
dominantes de las iglesias, particularmente, la Católica. Es así como, tanto en la producción de
legislación como en la formulación de políticas a nivel del ejecutivo, termina evidenciándose la falta
de una postura verdaderamente laica, recortando la democracia en deterioro de los principios de
libertad y autonomía, especialmente de las mujeres. (Lucy Garrido, “Documento de trabajo”, 2005.)
A esta situación no es ajena la creciente consolidación de distintas manifestaciones del
pensamiento único, que hacen que el tema de los fundamentalismos aparezca en el “tapete”
público en una región profundamente marcada por las desigualdades sociales, económicas y
políticas.
Los sectores conservadores, como señala Jaris Mujica3 en un estudio sobre la economía política del
cuerpo, han dejado de lado la cuestión étnica y de clase y han centrado su atención en el asunto de
género, en las cuestiones referidas a las libertades sexuales y de derechos sexuales, así como de la
anticoncepción. La hipótesis de Mujica es que la predominancia de los regímenes democráticos
hace que éstos se constituyan como punto de partida y referencia hegemónica creando una nueva
cultura democrática más igualitaria. Se desplaza entonces el territorio de “control del otro” a los
cuerpos. La sexualidad y la reproducción se convierten, así, en los nuevos ejes de las estrategias
discursivas de los sectores conservadores.
“no es un movimiento que ordena, que centraliza, que define modelos a seguir. Por el contrario, es
un movimiento que se abre, se expande, a veces en forma contundente (…). (Es) un movimiento
que quiere reinventar y radicalizar la democracia política y la democracia social” Betânia Avila
A diferencia de otros períodos cuando el conflicto entre el Estado moderno y la Iglesia Católica
estuvo marcado, en nuestra región, por una cuestión de tributos, de propiedades de tierra o de
tipo de régimen político, en la actualidad el espacio del conflicto está centrado en la sexualidad y el
diseño de políticas públicas en materia de derechos sexuales y reproductivos, se trate de la píldora
del día después, de métodos anticonceptivos o de las formas de familia y los derechos de
homosexuales, lésbicos, travestis, transexuales.
La investigadora Betânia Avila
La investigadora Betânia Avila
El movimiento feminista, como otros movimientos anticapitalistas, conforma una vertiente de
izquierda no vanguardista, contestataria al autoritarismo y defensora del protagonismo de
múltiples y diversos actores como sujetos del cambio. Como dice Betânia Avila, “no es un
movimiento que ordena, que centraliza, que define modelos a seguir. Por el contrario, es un
movimiento que se abre, se expande, a veces en forma contundente (…). (Es) un movimiento que
quiere reinventar y radicalizar la democracia política y la democracia social”.4 Desde estas
premisas, es un movimiento que cuestiona, interpela y disputa sentidos teóricos, políticos y
epistemológicos.
Poder imaginar un nuevo marco de relaciones humanas, afectivas, económicas y sociales,
redimensiona el debate político al colocar como premisa radical la posibilidad de pensar las
alternativas simultáneamente desde todas estas dimensiones, o como dice Boaventura de Souza
Santos, desarrollar un “pensamiento alternativo sobre las alternativas”.
RELACIONES PELIGROSAS.
IX Encuentro Nacional Feminista en Jalisco
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IX Encuentro Nacional Feminista en Jalisco
Hace algunos años, en el IX Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe, un taller convocado
fuera de programa analizaba la compleja relación de las feministas de izquierda con los gobiernos y
partidos que habían llegado al gobierno. El conjunto de experiencias desde diferentes realidades y
países podía resumirse en una frase: “nos peleamos con una izquierda que nos coloca en las tierras
movedizas del populismo, o el clientelismo. Nos peleamos con una izquierda que nos expulsa de la
‘casa’ si la criticamos, y nos manda directamente para la derecha o nos arroja a la orfandad”.
No hay duda de que la subjetividad política feminista interpela radicalmente un pensamiento
conservador que tutela la sexualidad y la autonomía de las y los sujetos. Incluso ha sido más fácil
conquistar el matrimonio igualitario que el derecho a interrumpir un embarazo.
Pero esta dinámica expulsiva no impacta sólo en las feministas, también ecologistas, indígenas y
otros movimientos sienten paulatinamente retaceadas sus expectativas. Lo cual nos remite a una
pregunta básica: ¿cuál es el campo de alianzas que los partidos de izquierda privilegian? Desde los
gobiernos, muchas veces se prescinde y desprestigia a movimientos e intelectuales que cuestionan
y demandan más radicalidad democrática, más coherencia política y más cambio cultural y de
imaginarios.
La relación de las luchas feministas con los gobiernos y partidos de izquierda respecto del derecho
a decidir la interrupción de un embarazo no deseado ha sido un campo de conflicto y constituye,
junto a la perspectiva ecologista, uno de los terrenos de mayores tensiones y distancias, aun para
aquellas que sin ser militantes feministas han promovido esa causa dentro de sus partidos. Algunas
han sido duramente increpadas, como las militantes de Ecuador, o ignoradas, como las militantes
del PT de Brasil, históricamente impulsoras del derecho al aborto. No se trata de estar a favor o en
contra de la interrupción voluntaria del embarazo, se trata de poner en juego un concepto de
libertad que pone límites a la acción de regulación e imposición de normas estatales punitivas en la
vida de las personas. Por eso, más allá de lo que cada quien piense, el Estado debe habilitar la
práctica de control de la capacidad reproductiva reconociendo el proyecto autónomo que cada
mujer puede hacer de su cuerpo y su vida.
El veto presidencial de Tabaré Vázquez a la decisión del Parlamento, la de su fuerza política y la de
la opinión pública, fue paradigmático. Pese a él, en el gobierno de José Mujica las fuerzas pro
legalización del aborto lograron, junto con la mayoría frenteamplista, la posterior aprobación de la
ley de interrupción voluntaria del embarazo, aunque con un resultado menos emancipatorio que el
originalmente vetado.
Las parlamentarias Gina Godoy y Soledad Buendía
Las parlamentarias Gina Godoy y Soledad Buendía
En Ecuador, por el contrario, Rafael Correa, autodefinido “progresista en temas económicos pero
conservador en relación con la moral”, no sólo se ha opuesto a la despenalización sino que no ha
permitido siquiera la posibilidad de un proyecto que promoviera el debate parlamentario. Durante
la discusión del Código Penal la asambleísta del partido de gobierno Paola Pabón presentó una
propuesta para despenalizar el aborto en caso de violación, con el apoyo de más de 20 de sus
colegas de Alianza País. Correa amenazó con renunciar a su cargo si la Asamblea la aprobaba y
ordenó a su partido votar en contra, a la vez que acusó de traidora a Pabón y a sus compañeros.
Ella, junto a Gina Godoy y Soledad Buendía, fueron sancionadas por su partido con 30 días de
suspensión en sus labores legislativas y sometidas a la prohibición de hablar públicamente del
tema. Las asambleístas sancionadas no volvieron a plantear la cuestión que originó el conflicto.
En Nicaragua, en 2007, como muestra de la conversión al cristianismo del “revolucionario” Frente
Sandinista de Liberación Nacional, la pareja presidencial impulsó la penalización total del aborto,
30
aun del terapéutico. (Nicaragua sigue siendo uno de los cuatro países del mundo que no reconoce
el derecho al aborto ni siquiera en situaciones de riesgo de muerte de la madre.)
El Salvador en 1998 prohibió el aborto en todas las circunstancias. Y en 2009, con los votos del
Fmln, también cerró el paso al matrimonio igualitario, aunque el partido cambió de posición en
2012. La realidad de las salvadoreñas resulta particularmente dramática. Como afirma la
Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, “un amplio número de salvadoreñas que
sufrieron emergencias obstétricas durante el embarazo continúan siendo encarceladas bajo la
sospecha de haber tenido un aborto inducido, y después condenadas por cargos de homicidio”.
Como señala el documento técnico de revisión de los derechos sexuales y derechos reproductivos
en la región, realizado para la preparación de la Conferencia Regional de Población y Desarrollo: “El
período 2009-2014 deja pocos avances. Durante estos años sólo un país, Uruguay, reformó su
legislación y se acercó a una posición acorde con los derechos humanos y los principios del derecho
penal liberal. Varias jurisdicciones endurecieron su posición en el texto o en la práctica (Nicaragua,
algunos estados mexicanos, El Salvador), mientras que la gran mayoría mantuvo marcos
regulatorios que están en tensión con los derechos humanos de las mujeres (Chile, República
Dominicana, Honduras, Perú, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Panamá). Al mismo tiempo,
aquellos países que tuvieron algunos avances moderados hacia la despenalización aún no logran
garantizarles a las mujeres un acceso oportuno, de calidad y no discriminatorio (Argentina, Brasil,
Colombia)”.5
La senadora uruguaya Constanza Moreira
La senadora uruguaya Constanza Moreira
La senadora uruguaya Constanza Moreira afirmaba, ya hace algunos años, que existe “un
importante retraso en la agenda ‘secular’en América Latina, y si bien las elites de izquierda están
en mejores condiciones de defenderla que los otros, sus convencimientos al respecto no son
firmes, ni mayoritarios, entre sus miembros”.
Sin embargo y pese a las debilidades y puniciones, esta región ha aprobado uno de los documentos
más significativos y avanzados del mundo en materia de derechos sexuales y derechos
reproductivos, recogido en el Consenso de Montevideo durante la primera Conferencia Regional de
Población y Desarrollo.
LÍMITES.
Los conflictos por la justicia ambiental, social, racial y de género, el uso y gestión de los recursos
naturales, el aborto y la autonomía reproductiva de las mujeres, la diversidad sexual, son algunos
de los campos políticos contemporáneos que dividen o desafían a las izquierdas latinoamericanas
en el gobierno.
La filósofa Judith Butler
La filósofa Judith Butler
Estas confrontaciones son muchas veces minimizadas o continúan al margen de los “grandes
debates políticos”. La marginación de algunos campos del activismo por parte de las izquierdas
partidarias reproduce una división entre lo material y lo cultural que es obsoleta teórica y
prácticamente. Pero lo que es más grave, esta forma de ortodoxia, como señala Judith Butler,
“actúa hombro con hombro con un conservadurismo social y sexual que aspira a relegar a un papel
31
secundario las cuestiones relacionadas con la raza y la sexualidad frente al auténtico asunto de la
política, produciendo una extraña combinación política de marxismos neoconservadores”.6
Estamos, sin duda, en un cruce de caminos: si bien por un lado hay una mayor conciencia de
derechos (que abren y desatan nuevas conflictividades), por otro se hacen obvios en el escenario
político los déficits teóricos e institucionales de las izquierdas para construir nuevas orientaciones
del cambio simbólico, cultural y político.
“actúa hombro con hombro con un conservadurismo social y sexual que aspira a relegar a un papel
secundario las cuestiones relacionadas con la raza y la sexualidad frente al auténtico asunto de la
política, produciendo una extraña combinación política de marxismos neoconservadores” Judith
Butler
Para la derecha política y la derecha fundamentalista estos son los campos prioritarios de su
cruzada conservadora, conscientes incluso de la débil oposición de la izquierda, sus tensiones y
dudas internas. Construir un campo de izquierda crítica que dispute con la derecha esos terrenos
simbólico-culturales sigue siendo una prioridad que no parece encontrar un liderazgo en las
actuales elites políticas.
Para una parte importante de la izquierda social movimientista, ser de izquierda se identifica con
una práctica y un discurso político que ensanchan los horizontes de libertad y que no los restringen,
una izquierda laica, anticonfesional y democrática, que apunta a construir en amplios sectores
sociales antídotos contra la violencia y la falta de solidaridad social. Una izquierda dispuesta a
construir nuevos pactos de justicia, reconocimiento y autonomía, a repensarse y cuestionarse y a
ensayar nuevos caminos de experimentación institucional, pero no para perpetuar a sus líderes
indefinidamente en el poder, sino para profundizar las formas de participación democrática y
efectivizar el control social sobre sus políticas.
Se trata de construir hegemonía desde prácticas políticas que se dan en múltiples espacios y con
múltiples acciones de subversión en lo íntimo, lo privado y lo público, y que hacen de la acción
política para la transformación social una transformación cotidiana de las relaciones de poder. Eso
sí es izquierda.
* Co-coordinadora de la Articulación Feminista Marcosur.
Eduardo Gudynas, “La identidad de los progresismos en la balanza”, Alai, 2015.
Alfredo Falero, “Del cambio a la contención del cambio: período bisagra en América Latina”, en
Sujetos colectivos, Estado y capitalismo en Uruguay y América Latina. Trilce, 2014.
Jaris Mujica, Economía política del cuerpo. La reestructuración de los grupos conservadores y el
biopoder. Promsex, Perú, 2007.
Maria Betânia Avila, ponencia presentada en el Encuentro de la Articulación de Mujeres Brasileñas.
Diciembre de 2006, disponible en www.amb.org.br
Documento técnico. Seguimiento de la Cipd en América Latina y el Caribe. Amnistía, Cedes,
Promsex, Articulación Regional de Organizaciones de la Sociedad Civil para Cairo + 20.
Judith Butler, “El marxismo y lo meramente cultural”, en New Left Review, mayo-junio de 2000.
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¿No nos representan?" Discusión entre Jacques Rancière y
Ernesto Laclau sobre Estado y democracia
http://www.eldiario.es/interferencias/democracia-representacion-LaclauRanciere_6_385721454.html
Discusión sobre democracia y representación entre los filósofos Jacques Rancière, inspiración para
pensar el 15M, y Ernesto Laclau, teórico de referencia en Podemos.
Amador Fernández-Savater - propone una discusión entre Jacques Rancière y Ernesto Laclau,
filósofos
08/05/2015 - 21:03h
Manifestación 12M-15M, mayo 2012
Manifestación 12M-15M, mayo 2012
El 16 de octubre de 2012, en la Universidad de San Martín de Buenos Aires, el filósofo francés
Jacques Rancière impartió una conferencia que llevaba por título “La democracia hoy”, en el marco
de una semana de conferencia en Buenos Aires y Rosario organizadas por la UNSAM y la editorial
Tinta Limón.
En esa conferencia, Rancière desarrolló su ya conocida reflexión sobre el tema: la democracia no es
ningún régimen de gobierno, sino la manifestación, siempre disruptiva y conflictiva, del principio
igualitario. Por ejemplo, cuando los proletarios del siglo XIX deciden no actuar como si fuesen
simple "fuerza de trabajo", sino personas iguales a las demás en inteligencia y facultades, capaces
de leer, pensar, escribir o autoorganizar su trabajo. La democracia sería de ese modo lo
ingobernable mismo en su manifestación, es decir, la acción igualitaria que desordena el reparto
jerárquico de lugares, papeles sociales y funciones, abriendo el campo de lo posible y ampliando las
definiciones de la vida común.
"No hay Estado democrático”, afirmó intempestivamente Rancière ante un auditorio muy
interesado en los escenarios de los gobiernos progresistas de la región (Venezuela, Argentina,
Ecuador, Uruguay, etc.). Es decir, no hay traducción institucional posible de este fondo disruptivo,
expansivo, de la política. En todo caso pueden darse algunos efectos, en términos de libertades o
derechos. Pero “la democracia no se identifica con una forma de Estado, sino que designa una
dinámica autónoma con respecto a los lugares, a los tiempos, a la agenda estatal”.
Después de la conferencia, como estaba previsto, tomó la palabra Ernesto Laclau, teórico de la
hegemonía populista e intelectual de referencia para el grupo fundador y dirigente de Podemos.
Laclau es un gran conocedor de la obra de Rancière, a la que ha dedicado numerosos escritos
donde explica sus afinidades y diferencias con su pensamiento. Reproducimos aquí la pequeña
discusión que mantuvieron ambos pensadores, como un estimulante para seguir pensando las
tensiones entre dinámicas políticas y dinámicas estatales (o bien, por qué no, entre 15M y
Podemos).
Ernesto Laclau
En primer lugar, quiero pedir disculpas porque me perdí la primera parte de la presentación de
Jacques Rancière, pero había mucho tráfico y todo ese tipo de problemas. Entonces,
desgraciadamente, no voy a poder reaccionar a la intervención de Jacques como si hubiera tenido
la oportunidad de escuchar la totalidad de la charla.
De cualquier manera, hay algunos temas clave que en otras ocasiones hemos discutido entre
nosotros y que si pudiera resumirlos alrededor de un tema, yo diría que es la relación entre
democracia y representación. Es ahí donde yo creo que hay un matiz diferente entre el análisis que
hace Jacques y el que yo he tratado de hacer.
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¿Cuál es el problema, para mí, de la representación? La cuestión es la siguiente: si la democracia y
la representación se oponen es porque se piensa que la democracia representa una identidad
popular de la cual los mecanismos representativos están esencialmente excluidos. Rousseau mismo
pensaba que la única forma real de democracia era la democracia directa. Estaba pensando en la
Ginebra de su tiempo, de la cual tenía de todos modos una idea bastante utópica. Pero la condición
de los grandes Estados hacía aparecer el momento de la representación como algo ineludible.
Entonces la cuestión que se abre ahí es la siguiente: ¿es el principio de la representación un
principio necesariamente oligárquico? Es decir, algo que se añade como un mal menor a un
principio democrático que representaría una voluntad popular homogénea. Yo creo que esto sólo
sería así si la voluntad popular pudiese ser enteramente constituida por fuera de los mecanismos
representativos. Y es ahí donde yo establecería una distancia. Yo creo que sin el tránsito a través de
los mecanismos representativos no hay posibilidad de constituir tampoco una voluntad
democrática, una voluntad popular.
¿Por qué? Porque el proceso de representación es un proceso doble. Jacques ha señalado muy bien
que el principio de representación implica la posibilidad de un poder oligárquico. Pero puede
representar también algo diferente. Si al nivel de las bases sociales de un sistema encontramos
sectores marginales con escasa constitución de una voluntad propia, los mecanismos
representativos pueden ser en cierta medida aquello que permita la constitución de esa voluntad.
El otro día, en la discusión que mantuvimos con Jean Luc Melenchon [líder del Frente de Izquierdas]
aquí en Buenos Aires, decíamos que el problema de las formas de democracia anárquicas que
vemos hoy en día (por ejemplo, el movimiento de los indignados en España) es que si esa voluntad
no tiene traducción en efectos de una reestructuración del sistema político eso conduce a una
dispersión de esa voluntad.
O sea que yo pensaría que no hay un principio democrático opuesto al principio de representación,
sino una construcción política que corta transversalmente el momento de constitución básico de la
voluntad popular y el momento representativo. Si nosotros pensamos en la forma en que la
cuestión de la universalidad y la totalidad se ha planteado en la teoría política, vemos que Hegel
pensaba que el Estado es el único punto en el cual la universalidad de la comunidad se constituye.
Porque la sociedad civil es el terreno de las lógicas de lo privado, de lo que él llamaba “el sistema
de necesidades”. Habría entonces un corte absolutamente claro entre el momento de la totalidad
(estatal) y el de la dispersión (privada). Marx respondió a eso: no es verdad, el Estado es el campo
de la particularidad porque es el instrumento de la clase dominante y sólo si emerge una clase que
es en sí misma y por sí misma el universal -es decir que emerge al nivel de la sociedad civil- esta
fragmentación y particularismo puede ser superado. Para Marx esto implicaba el fin de la política y
la extinción paulatina de las formas estatales.
Si nosotros pensamos en Gramsci, vemos un punto intermedio que para mí es el comienzo de una
política adecuada en relación con esta cuestión. Gramsci decía que Marx tenía razón en decir que la
sociedad civil también es un punto de construcción de lo universal, pero Hegel tenía razón en
pensar que ese momento de lo universal es un momento político. Y por eso Gramsci hablaba del
Estado integral.
El problema de la democracia para mí en este sentido, aceptando en parte argumentos de Jacques
pero con diferencias, es que son necesarias formas de mediación política que atraviesen la
distinción Estado/sociedad civil. Todo lo que sea radicalizar la distinción entre estos dos términos
conduce, o bien a un parlamentarismo socialdemócrata inane, si se enfatiza el momento
puramente estatal, o al ultra-libertarismo de una voluntad popular mítica constituida enteramente
fuera del Estado.
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Yo creo que de alguna manera las democracias latinoamericanas que están en elaboración en la
actualidad son un intento de trascender estas tensiones y quizá son la mejor forma de ejemplificar
aquello que estaba contenido fundamentalmente en las intuiciones gramscianas acerca de la
guerra de posiciones, la hegemonía, el Estado integral. Bueno, con estas pequeñas provocaciones
te dejo, Jacques, para que respondas al punto y luego dejamos paso a la voluntad general del
público (risas).
Aclaro antes que nada algún punto de cara a la discusión. Para mí no se trata en absoluto de
plantear el principio de la democracia directa como una voluntad popular homogénea. Yo no me
coloco en realidad desde el punto de vista de esta búsqueda de voluntad popular homogénea, ni
tampoco exactamente de la oposición entre representación y democracia directa.
Fundamentalmente, lo que me he planteado en mi trabajo es la pregunta de qué es un poder
político y por qué un poder, para ser político, está obligado a integrar en alguna medida el principio
democrático de la igualdad.
Siempre hubo poder y hay muchas formas de poder que no son políticas: el poder del jefe, el del
maestro, el del patrón, el del amo... Son poderes privados, poderes de relación de autoridad que
funcionan socialmente. Lo que me interesa es pensar cómo se puede fundar de modo general la
idea misma de lo político. Y lo que me interesa verdaderamente es el modo en que el principio
democrático funciona en sí mismo siempre como un desafío con respecto al principio estatal.
Porque el principio estatal, a pesar de todo, siempre funcionó como un principio de confiscación y
privatización del poder colectivo.
Para pensar el tema de la representación hay que partir del hecho de que hoy, quizá sea muy
distinto y formidable en Argentina pero al menos en los países europeos es así, el principio
representativo del Estado está totalmente integrado en los mecanismos de una oligarquía que se
reproduce. No funciona en absoluto como una mediación para una construcción de voluntad
popular. Quizá fue así en el pasado de los Estados europeos, pero desde luego ya no es el caso. La
representación está casi vacía. Este sería el primer punto.
En segundo lugar, otro aspecto importante es que estamos de acuerdo en este aspecto doble o
bifaz del sistema representativo, pero hay que ver de qué lado va a caer la balanza. Desde luego, yo
prefiero un sistema representativo a otro, un sistema en el que los mandatos sean cortos, no sean
renovables, ni acumulables, etc. Y si hablamos de democracias latinoamericanas, yo no puedo
concebir un régimen democrático si cada seis años tenemos que elegir al mismo presidente [en
referencia a Venezuela]. Creo que un presidente demócrata es el que hace su trabajo y se va. Y
entrega el poder a otro que no sea sí mismo porque si no estamos ante una privatización del poder.
Por último, me pregunto si hay que continuar pensando en este esquema de Estado/sociedad civil.
En esta lógica hegeliana donde, por un lado, está la sociedad civil (lo privado) y por otro el Estado
universal, etc. Esto ya no funciona así. En alguna medida tu mismo lo has dicho: a pesar de todo, el
Estado es cada vez más un principio de privatización y el Estado absorbe la representación. No se
trata de oponer a la representación la presentación directa de la gente en la calle. Lo que ocurre es
que el único medio de oposición a esta privatización estatal permanente son efectivamente las
formas de manifestación autónoma del pueblo, una presencia autónoma del pueblo. El único modo
de que no sólo exista el Estado, de que no sólo exista el modo representativo absorbido por el
Estado, es que haya formas de existencia autónomas de otro poder. No diría una multitud reunida
por una voluntad homogénea, sino un movimiento fuerte de acción que encarne un poder que es
el poder de todos y de cualquiera. Ese el principio mismo de la existencia de la democracia y de la
política. Y para mí eso es lo que hoy es fundamental.
Acto seguido, un par de preguntas vienen a cuestionar la distinción u oposición entre lógica
democrática y lógica estatal, poniendo ejemplos en ese momento actuales en Argentina
(recordemos, año 2012). Por un lado, la Ley de Medios por la cual se regula sobre los monopolios
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de los servicios audiovisuales (por ejemplo, el monopolio del grupo Clarín). Por otro, la ocupación
de la calle por sectores conservadores o reaccionarios que protestaban contra el gobierno Kirchner.
Se citan esos ejemplos para mostrar situaciones en las cuales desde el Estado se lucha contra la
oligarquía mientras que desde la calle ocupada se la defiende, unos ejemplos que supuestamente
cuestionarían o complejizarían el análisis propuesto por Rancière.
Jacques Rancière
Es perfectamente claro que todo el mundo puede ocupar la calle y hemos visto grupos que tratan
de imponer desde ahí intereses privados. Yo no digo que cuando uno ocupa la calle es el pueblo o
que todo lo que se dice desde la calle está bien. Hay una especificidad en algunos países de
América Latina por la cual los Estados tratan de tener el control sobre algunas palancas económicas
y yo no estoy en contra. Pero lo que a mí me parece fundamental es discernir si el Estado se limita
a tomar medidas correctas o si realmente da en sentido amplio los medios para otra expresión,
para una expresión otra. Sólo así saldríamos del juego de la pelea entre grupos con poder y el
Estado como únicos actores de la política. Pero es cierto que hay especificidad en América Latina
con respecto a Europa, donde hay una integración casi total entre poder político (Estado,
representación parlamentaria) y poder financiero.
¿Qué significa el poder de cualquiera? Significa orientar una acción según el pensamiento de una
capacidad que verdaderamente es de todos, de cualquiera. Si se baja a las calle para defender los
derechos del grupo Clarín, no se baja a la calle en nombre de ese principio democrático, sino en
nombre de otros principios: que hay quien sabe informar y quien no, etc. No quiere decir que
cualquiera que baje a las calles va a tener la razón. Hablar de poder de cualquiera es tomar partido
por lo universal. El poder de cualquiera quiere decir que hay una capacidad que no puede ser
acaparada por ningún grupo que diga que le pertenece. Ni por la oligarquía ni tampoco por la
“clase obrera”. Ningún grupo representa la capacidad universal, la política. Hay principios de
discriminación para pensar ese cualquiera. ¿Cuál es el principio de la acción que se está
desarrollando, aquí y ahora? Pues hay que poner en marcha una serie de formas de investigación y
de balance para poner a prueba este discriminante, para discernir si ese cualquiera es una figura de
lo universal o representa intereses privados.
Otra pregunta inquiere si es posible realmente vivir en una democracia real o si siempre vamos a
vivir con oligarquías que nos dominan y pequeños intervalos de manifestaciones populares.
Jacques Rancière
A lo que podemos llegar en el futuro, no tengo la menor idea. La cuestión para mí es pensar que el
presente abre o cierra futuros, pensar el presente como aquello que abre y cierra futuros. Están los
que piensan, como Tiqqun o el Comité Invisible, que sólo una especie de catástrofe puede permitir
la liberación. Está Toni Negri, por su lado, que piensa que el mismo proceso de trabajo en
condiciones capitalistas crea las condiciones del comunismo futuro. Hay grupos que dicen que
tienen que madurar las condiciones objetivas, que hay que crear instancias de vanguardia y que en
unos cinco mil años vendrá la revolución buena de verdad. Etc.
Yo a todo eso digo no. Insisto en esta presencia popular alternativa con respecto a la confiscación
del poder de todos por parte del Estado o de poderes vinculados a poderes financieros. La primera
condición de otro futuro es que ampliemos aquí y ahora esferas de iniciativa de un pensamiento
compartido, de modos de decisión compartida, de focos de autonomía que den poder a cualquiera.
¿Dónde están las condiciones de otros futuros que no sean la reproducción del presente? En el
presente. ¿Dónde va a llevar esto? Yo no lo sé. Lo que sí sé es que lo que puede llevar a otra cosa
distinta al presente es la constitución de otros focos de poder y expresión autónomos, de otras
formas de uso de las capacidades de los anónimos. Es decir, que mantengamos o renovamos las
formas de existencia de un poder que no es un poder oligárquico.
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Ernesto Laclau (Buenos Aires 1935-2014)
Ernesto Laclau (Buenos Aires 1935-2014)
Ernesto Laclau
Hago otra contribución a la confusión general. Yo diría lo siguiente. Derrida y Deleuze han centrado
ambos parte de su análisis en la relación de representación. Aparentemente dicen lo contrario,
pero yo creo que dicen lo mismo. Deleuze dice “la representación presupone la presentación, pero
como esta presentación originaria nunca se da, la representación también carece de sentido”.
Derrida dice: “como no existe la presentación originaria, sólo existen juegos de representación”. La
presentación derridiana presenta más posibilidades al análisis político. Encontramos que de alguna
manera no hay “afuera del texto” de la representación. No hay afuera radical del campo de la
representación política. La construcción de las oposiciones van a tener que darse dentro del campo
de la lógica de la representación.
Esa lógica de la representación puede conducir a formas oligárquicas. O bien, a través de las
estrategias que pueden desarrollarse dentro del campo representativo, puede inaugurarse una
democracia más radical. No comparto que la democracia es un afuera de lo político y que lo
político es algo que está opuesto al Estado. Al Estado bajo las formas actuales desde luego que sí.
Pero hay algo en la lógica estatal que escapa a los Estados cristalizados que estamos enfrentando.
Es “la parte de los sin parte” de que habla Jacques, es decir, la gente que está en guerra con el
sistema y a la que es necesario llevar a participar y a tener una voz de manera distinta. Pero yo creo
que esto pasa necesariamente por una construcción política y por los mecanismos representativos.
Jacques Rancière
Pienso que no hay presentaciones originales, ni pueblos originales, ni voluntades populares
originales u homogéneas. Por supuesto. Pero siempre habrá gente que irá a la calle y dirá “nosotros
somos el pueblo” y esto es para mí la democracia. No que todo el pueblo esté reunido allí
literalmente, sino que allí se presente “una figura del pueblo”. Una figura del pueblo es la puesta
en acto de una capacidad que no es la de ningún grupo determinado, de ninguna vanguardia
determinada, de ninguna ciencia política determinada, sino la capacidad de todos, de cualquiera.
No hay ciencia de la política, sólo hay ciencias del gobierno. Y se piensa que la ciencia del gobierno
(o de las encuestas) es la ciencia de la política. Pero no hay ciencias de la política, sólo
presentaciones, presentificaciones de la política, casos. Lo podríamos llamar tal vez
representaciones pero mucho cuidado con los equívocos, porque lo que se llama representación,
esto es el juego electoral, sólo es una entre varias formas de presentación. Tiene que haber otras,
formas de presentación autónomas de un poder alternativo, sobre todo cuando la representación
de tipo parlamentario se convirtió en casi nada. Y esto hay que decirlo muy claro.
Este texto traducido al inglés
Este artículo no hubiera sido posible sin las aportaciones de Mariela Singer, Verónica Gago y Jordi
Carmona, gracias!
La posición expuesta aquí por Ernesto Laclau está desarrollada más extensamente en este texto.
Más intervenciones de Jacques Rancière en 'Interferencias':
¿Qué es un nombre político, un nombre de cualquiera? Jacques Rancière y el 15M
¿Qué es el socialismo? Un apunte de Jacques Rancière
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Potencias y problemas de una política del 99%: entrevista con Jacques Rancière
Rancière sobre los problemas políticos de la organización, la violencia y el sujeto
Un caos controlado. Entrevista a Nazanin Armanian
Enric Llopis
http://www.elviejotopo.com/articulo/un-caos-controlado-entrevista-a-nazanin-armanian/
El caos, el escenario de guerra permanente y la fragmentación territorial en Oriente Medio no
responden a causas azarosas. “Estados Unidos y la OTAN promueven una estrategia de caos
controlado en la región, sea en Irak, Afganistán, Libia, Yemen o Siria”, afirma la politóloga y
profesora de Relaciones Internacionales en la UNED, Nazanin Armanian.
El caos se convierte por tanto en un elemento de dominación que, bajo el control de las potencias
occidentales, puede prolongarse o atajarse a conveniencia. El objetivo es que se prolongue el
conflicto bélico, que los enemigos de Estados Unidos y sus aliados se desangren entre ellos en
pequeñas guerras. “Cuanto más larga sea la guerra, mejor…”, afirma la investigadora. Mientras,
Israel resulta indemne. Nazanin Armanian reside en España desde 1983, es investigadora en
geopolítica de Oriente Medio y el mundo islámico y autora de unos 15 libros, muchos de ellos con
Martha Zein: “Los kurdos. Kurdistán: el país inexistente”; “Irán. La revolución constante”; “Irak,
Afganistán e Irán. 40 respuestas al conflicto en Oriente Próximo” y “El Islam sin velo”, entre otros.
nazanin—Después del acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán y el levantamiento de las
sanciones, el presidente Rouhaní ha visitado París y Roma para hablar de negocios. ¿Se abre un
periodo nuevo? ¿Implica esta distensión cambios en el tablero geopolítico?
—No se va a abrir ninguna fase nueva. Hay un sector del gobierno de Irán y otro del de Estados
Unidos que desde el inicio de la “revolución” iraní, en 1979, quieren aproximarse. En estos
momentos el presidente Hasán Rouhaní considera que el enemigo no es Estados Unidos, y Obama
piensa que su principal adversario es China. Por tanto, Obama no quiere implicarse en lo que
considera “pequeñas” guerras. Por otro lado, este acuerdo nuclear es muy importante porque
aleja, no descarta, la opción militar por parte de Estados Unidos contra Irán. Pero todo depende de
las elecciones norteamericanas del 8 de noviembre. Si ganan el Partido Republicano o Hillary
Clinton, puede que se rompa el acuerdo. Ha habido un “alto el fuego” en el conflicto, pero nada
está definitivamente escrito.
—¿Qué se decide en las elecciones legislativas del pasado 26 de febrero en Irán? ¿Hay alguna
posibilidad para los sectores de izquierda?
—La izquierda iraní está “desmoronada”, aunque no ha desaparecido. Se halla en la clandestinidad
o en el exilio. La izquierda no tiene actualmente un peso importante dentro de la batalla política en
Irán, que realmente se libra entre los sectores “moderados” y “reformistas” del islamismo, y por
otro lado la ultraderecha del mismo régimen. Actualmente el sector duro formado por Jamenei y
los guardianes islámicos pretende eliminar al ala reformista de los órganos de poder. Se prevé un
escenario muy complejo. Sobre tu pregunta, en la República Islámica de Irán están prohibidos los
partidos políticos que no sean del régimen. El Partido Democrático del Kurdistán de Irán, los
partidos liberales o el partido comunista están fuera de la ley.
Estados Unidos y la OTAN alimentan un caos controlado en Oriente Medio.
—En cuanto a Siria, ¿Cuáles son los planes verdaderos de Obama, más allá de las conferencias y
reuniones internacionales como las de Ginebra, Viena o Múnich?
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—El único logro en la política exterior de Obama ha sido el acuerdo nuclear con Irán. Por eso, el
presidente Obama quiere que Bashar-al-Ássad, con el acuerdo de Irán y Rusia, dimita antes de las
elecciones presidenciales de noviembre. Ello supondría un punto positivo para el Partido
Demócrata. En cambio los Republicanos, junto a Israel, Arabia Saudí y Turquía, pretenden derrocar
ahora al presidente sirio. Si mañana cayera Bashar-al-Ássad o muriera en un ataque, esto
favorecería al Partido Republicano. Pero entonces puede que el sector duro del régimen iraní
rompiera el acuerdo nuclear, porque se habría derrotado a su único aliado en la zona, Siria.
“Tendremos que estar armados porque los siguientes en caer seremos nosotros”, dirían.
—Una de las potencias de Oriente Medio, Arabia Saudí, vive momentos de agitación. A la caída de
los precios del crudo, que han forzado recortes y políticas para el control del déficit fiscal, se
agregan las batallas de palacio. ¿Cuál es tu opinión? ¿Se está modificando su rol en la zona, en
países como Irak?
—Hasta el ataque de Estados Unidos contra Sadam Husein, en 2003, Arabia Saudí era uno de los
pilares de la presencia militar norteamericana en la zona. Pero los saudíes no perdonan a Estados
Unidos que eliminara a Sadam Husein, sunita, y en su lugar instalara en Irak a un gobierno chiíta.
Teniendo en cuenta que los chiítas son aliados de Irán, esto significa que Irán ha ampliado, con la
caída de Sadam Husein, su zona de influencia en un país árabe sunita como Irak. Israel tampoco se
perdona esa consecuencia. Desde aquel momento hasta hoy, Arabia Saudí ha hecho todo lo posible
para impedir la pacificación de Irak. De hecho, cada día hay un centenar de muertos en Irak,
aunque no aparezcan en los medios de comunicación. Además, Estados Unidos tiene en este país la
embajada más grande del planeta, y no es precisamente para expedir visados estudiantiles sino
una base militar para controlar Oriente Medio. Tienen, oficialmente, cerca de 150.000 soldados en
la zona, además de los que trabajan para contratas, empresas como Blackwater, o de paisano. Irak
es su colonia.
—¿Y en cuanto a la influencia de Arabia Saudí en Siria?
—El objetivo es recuperar Irak y también Siria que, para Arabia Saudí, al ser un país árabe, ha de ser
sunita. Dado que Irán tiene mucha influencia en estos dos países, al final, la batalla en la zona se
plantea entre Irán y Arabia Saudí. Para que Irán deje de intervenir en los países árabes, Arabia
Saudí ha bajado el precio del petróleo con el apoyo de Estados Unidos, aunque para los
norteamericanos el objetivo fundamental sea tumbar a Rusia (otro país afectado por la bajada de
los precios del crudo, al igual que Venezuela, Ecuador o Irán). Pero el hecho de que se haya
alargado mucho esta caída de los precios ha terminado por afectar también a Arabia Saudí. El
problema es que no puede hacer nada para afrontar el déficit presupuestario, porque se ha
implicado en dos guerras importantes, en Yemen y Siria, pero también en Libia, Egipto, Irak y
Afganistán. Arabia Saudí no puede cargar con todos estos frentes.
—¿Qué correlato tienen estas “aventuras” bélicas en la política interna del país?
—Es posible que tenga lugar un golpe de estado dentro del gobierno de Arabia Saudí. Hay un sector
de la Casa Saud que culpa al nuevo y anciano rey, Salmán Bin Abdulaziz, de todo el desastre,
aunque quien realmente gobierne sea su hijo, el príncipe Mohamed Bin Salmán, ministro de
Defensa y quien ha metido al país en estas guerras. La idea sería devolver a la potencia saudí a la
política “aislacionista” que siempre ha tenido. Estas intervenciones militares nunca han sido el
proceder habitual de Arabia Saudí.
—En marzo de 2015 una coalición de países liderada por Arabia Saudí inició los bombardeos en
Yemen, uno de los países más pobres de Oriente Medio. En enero de 2016, a los nueve meses de
conflicto, Naciones Unidas cuantificaba las víctimas civiles: 2.800 muertos y 5.324 heridos. ¿Se trata
de un conflicto invisibilizado?
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—Yemen es un país estratégico. Estados Unidos interviene en el conflicto para controlar el estrecho
de Bab el Mandeb (“puerta de las lágrimas”), por donde pasan los barcos chinos para entrar en el
Mediterráneo. Así pues, uno de los grandes objetivos de los norteamericanos es neutralizar la
creciente influencia china en Yemen, y ganar la batalla contra Beijing por explotar el crudo de las
cuencas de Masila y Shabwa. En Yemen están muriendo miles de personas, no hay cifras exactas
sobre ello. Además, hay que tener en cuenta que la guerra empezó no en marzo de 2015, sino
después del 11 de septiembre de 2001, ya que Estados Unidos consideraba que Al Qaeda tenía su
cuartel general en Yemen. Pero esto es mentira. Yemen es una base militar de Estados Unidos.
¿Cómo puede instalarse allí Al Qaeda, cuatro hombres y cuatro rifles, cuando los estadounidenses
disponen de una mega-base militar en el Golfo de Adén? Todo era un pretexto para poder
controlar la zona, probar nuevas armas y sobre todo la guerra de los drones, que comenzó en
Yemen. Recordemos que es el escenario bélico que desea Estados Unidos: no quieren enviar tropas
sino drones. Desde entonces, hasta hoy, han muerto decenas de miles de personas y continuarán
muriendo.
nazanin2—La consecuencia es la barbarie, y las causas del conflicto son muy diversas…
—Sí, porque Arabia Saudí también pretendía construir un gasoducto para exportar su gas, que
saldría de este país y llegaría hasta el puerto de Adén, en Yemen, pero el gobierno yemení no lo
aceptó. Arabia Saudí ha bombardeado depósitos de agua y de comida. Según Naciones Unidas, el
hambre y el conflicto bélico pueden matar a centenares de miles de personas en los próximos
meses. En definitiva, la guerra de Yemen es incluso más cruda que la de Siria, lo que ocurre es que
no se trata de un conflicto televisivo. Tienen la guerra muy en secreto. Otro elemento importante
es que Estados Unidos pretende impedir un gobierno yemení alineado con Irán, Rusia o China,
además de frenar el regreso de los neosocialistas al poder.
—Otro actor capital en la región es Israel, cuyo principal enemigo es Irán. ¿Ha asumido Netanyahu
de buen grado el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán?
—Obama le dijo al presidente Netanyahu: “¿Tienen ustedes miedo a un Irán nuclear?” “¿Sí?, pues
nosotros vamos a conseguir que Irán no disponga de armas nucleares en los próximos 20 años”.
Pero aun así, Israel, que siempre quiere más, ha logrado que nadie le pueda vender armamento a
Irán porque, de hecho, el embargo de armas se mantiene. A cambio del acuerdo con Irán, Obama
incrementará sustancialmente las armas que envía a Israel, que además será el único país con
bombas atómicas de la zona y el país militarmente más armado. En resumen, estamos ante dos
países, Israel y Arabia Saudí, que en la época de Bush obedecían a Estados Unidos, pero hoy ya no
obedecen a Obama. Siguen su propia agenda. Al igual que Israel, a cambio del acuerdo entre
Estados Unidos e Irán, Arabia Saudí recibirá muchas más armas, como proyectiles tierra-aire y
bombas inteligentes. Estados Unidos e Israel también se han comprometido a construirle a Arabia
Saudí la “cúpula de hierro”, el escudo antimisiles.
—Se ha dicho que Israel apoya a Al Qaeda en Siria…
—Es totalmente cierto, y además no lo niegan. Hay fotografías en Internet sobre la visita de
Netanyahu a un hospital militar de los Altos del Golán con los heridos del frente Al-Nusra
(organización asociada a Al Qaeda en Siria). Además, han dicho que apoyarán a todo aquel que
luche contra Bashar-al-Ássad.
—“No hay país más estratégico para la OTAN que Afganistán, donde Estados Unidos está librando
la guerra más larga de su historia”, has escrito. ¿A qué se debe esta relevancia estratégica?
—Afganistán se ubica en el corazón de Asia, es vecino de China, comparte frontera con el antiguo
espacio soviético, con Irán y la India. No existe un país más estratégico para la OTAN. Si Estados
Unidos mantiene la ocupación de Afganistán podrá controlar a superpotencias actuales como Rusia
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y China, o a las “emergentes” como India e Irán. Así pues, Estados Unidos no abandonará
Afganistán. Todos los planes anunciados de retirada de tropas son falsos. En 2012 Obama dijo que,
dado que habían terminado con la vida de Bin Laden, que volverían a casa, pero enviaron más
tropas y renovaron la estancia de las que permanecían en el país. Firmó asimismo un acuerdo para
mantener nueve bases militares en Afganistán, que están ubicadas en lugares estratégicos.
Estados Unidos no abandonará Afganistán. Todos los planes anunciados de retirada de tropas son
falsos.
—¿Ha perdido Estados Unidos el control sobre Irak?
—La guerra de Estados Unidos contra Irak fue realmente una agresión exigida por Israel. Estados
Unidos no tenía ningún problema con Sadam Husein, de hecho, tanto él como su petróleo estaban
del lado estadounidense. Y también era un contrapeso a Irán. Por las exigencias de Israel, que
quería desmontar todos los estados árabes y musulmanes potentes, Estados Unidos se metió en la
guerra y destruyó a Irak y a Sadam Husein. Pero ahora Irán ha aumentado su influencia en la zona,
y Estados Unidos no ha ganado nada. Es cierto que las empresas norteamericanas tienen las
licencias de los pozos petrolíferos de Irak, pero por la inseguridad de los caminos y los pozos no
están extrayendo el crudo: lo están haciendo países como China o Malasia. Actualmente no hay
manera de que el país remonte.
—Por otra parte, en noviembre de 2015 Turquía derribó un caza ruso cerca de la frontera con Siria.
¿Qué consecuencias puede tener el ataque, sobre todo porque Turquía es un país de la OTAN y
socio comercial de la Unión Europea?
—El papel fundamental de Turquía viene por ser aliado de Estados Unidos, no de la Unión Europea.
Eso hay que tenerlo claro. Estados Unidos pretende aumentar su peso dentro de la UE apoyándose
en países como Turquía, Rumanía o Polonia. Provocando una intervención militar turca contra un
avión ruso, los norteamericanos han dado un golpe tremendo a la alianza estratégica entre Turquía
y Rusia. Ocurre que Turquía, decepcionada por no poder entrar en la UE, decidió ampliar su zona
de influencia en Eurasia con el apoyo ruso. Y Rusia estaba encantada con ese rol de Turquía como
aliada. De ahí que el derribo del avión ruso sea realmente una estrategia estadounidense y de la
OTAN, pura y dura, que ha roto la amistad ruso-turca. Acto seguido, se mandó a Merkel a Turquía
para negociar la cuestión de los refugiados y para que este país vuelva a la órbita occidental. Es
cierto que Rusia, sin Turquía, no puede vender su gas, porque se le ha cortado la vía de Ucrania.
Pero Turquía ha decidido seguir comprando el gas a Moscú y dejar que éste fluya por el país, por
los beneficios que a Turquía le supone. Sin embargo, Turquía ya es un aliado muy poco fiable para
los rusos.
Provocando una intervención militar turca contra un avión ruso, EEUU ha dado un golpe tremendo
a la alianza estratégica entre Turquía y Rusia.
—También en este polvorín que diariamente analizas hay naciones sin estado con 6.000 años de
historia, el pueblo kurdo. Entre 40 y 45 millones de personas repartidas entre los territorios de
Turquía, Irak, Irán y Siria. ¿Ves cercano el derecho a la autodeterminación de los kurdos?
—Defender el derecho a la autodeterminación, en el plano teórico, está muy bien. Pero en la
práctica, el único estado que se muestra a favor de un Kurdistán independiente en Oriente Medio
es Israel, porque de ese modo rompe a Turquía, Irak, Irán y Siria. Las cúpulas –tanto del ala derecha
como de la izquierda kurda, y pienso en el PKK o los kurdos de Siria que son de izquierda– son muy
pro-israelíes. Asimismo han llegado a acuerdos con el gobierno francés. Y no hay que justificar esto
con la idea que por el hecho de estar “encerrados” han tenido que tejer estas alianzas.
Actualmente la salida para que los kurdos no permanezcan oprimidos no es la independencia,
porque además no va a producirse. Y prestarse a ser un punto de apoyo de Israel en la zona es un
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error. En un artículo dije que, en mi opinión, lo que tenían que hacer los kurdos es organizar una
conferencia de paz para la zona, no pedir más armas al mundo. Porque esto significa llevar más
leña a este infierno de guerra, y que muera más gente pobre en Oriente Medio.
La salida para que los kurdos no permanezcan oprimidos no es la independencia, porque además
no va a producirse.
—Los movimientos sociales en occidente han tomado como referente la experiencia de Rojava
(Kurdistán sirio), pues a partir de un sistema de comunas confederadas y autogestionarias en el que
se reconocía el rol central de las mujeres, se logró derrotar al Estado Islámico. ¿Cómo valoras esta
iniciativa?
—Me parece muy bien, pero es la experiencia de un pueblo pequeño en una gran guerra. Los
kurdos no pueden echar al Estado Islámico sin el apoyo de Occidente. De hecho, les armó Francia,
porque en la zona hay también una lucha entre los países imperialistas. Francia quiere recuperar su
influencia en Oriente Medio y no va a permitir que Estados Unidos haga lo que quiera. Alemania
también va a penetrar en la región. Por tanto, armar a los kurdos no deja de ser una estrategia
europea contra el dominio de Estados Unidos en la zona. Es imposible que los kurdos pudieran
expulsar por sí mismos al ISIS, ya que éste es una creación del Pentágono. Ocurre que a todos los
países imperialistas les interesa que en la zona haya una guerra para largo. Que los árabes,
musulmanes e islamistas se maten entre ellos. El único país que sale indemne es Israel.
—De tus palabras se infiere que los medios de comunicación exageran la importancia del Estado
Islámico, que vendría a ser un peón de los Estados Unidos que mueven a conveniencia…
—El Estado Islámico nace en Afganistán con el apoyo directo de la CIA y el Pentágono, Arabia Saudí
y Pakistán. Se crea contra la Unión Soviética y las fuerzas progresistas de la zona, sean comunistas,
nacionalistas árabes u otras fuerzas. De Afganistán, donde consiguieron derrocar al gobierno
marxista, se fueron desplazando a otros países, como Yugoslavia, Irak, Yemen, Libia o Siria. El
objetivo es destruir estados vertebrados y convertirlos en “fallidos”. En cada escenario donde
entran, adoptan un nombre nuevo. Lo que ocurre es que se trata de confundir a la gente, como si
la realidad fuera muy compleja, pero en definitiva es un grupo de mercenarios, de unas 2.000
personas, que pasan de una zona en guerra a otra y se ofrecen a quien más pague. En su mayoría
están bajo el control de Arabia Saudí, Qatar y Estados Unidos.
—¿Se trata de los mismos grupos yihadistas? Los analistas suelen decir que hay diferentes bandas
financiadas por distintos países, cada una con su denominación y su cometido.
—Son físicamente los mismos, y sus líderes también. La idea es confundir a la gente. Obama
anunció que la guerra contra el Estado Islámico podría durar 30 años. ¿Cómo es posible que hayan
podido derrotar a la Unión Soviética, con guerras económicas, políticas, militares y religiosas, y no
puedan vencer a 2.000 personas que no tienen helicópteros, tanques ni misiles? Más aún, cuando
Estados Unidos y la OTAN tienen un millón de soldados en Oriente Medio. Es una broma. De lo que
se trata, en muchas ocasiones, es de tener entretenidos a los periodistas occidentales con la
enumeración de pequeños grupos. Pero Al-Nusra está formado por tres personas, y tal vez ni eso,
quizá es solo una página Web. Lo que sí sabemos es que hay unos 2.000 mercenarios operando
bajo el nombre del integrismo islámico, y que están absolutamente controlados por Estados
Unidos.
—¿Dónde encuentra el ISIS las complicidades?
—Turquía es un país miembro de la OTAN, y todo el mundo sabe que el Estado Islámico tiene su
cuartel general en la frontera turca. Turquía les ofrece ayuda, hospitales y comida. Y que nadie
piense que el ejército turco actúa de manera independiente de la OTAN. No pueden, como decimos
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en persa, beber un vaso de agua sin el permiso del Pentágono. De hecho, la misma alianza militar
de la OTAN implica que los países miembros actúen de manera coordinada.
El Estado Islámico tiene su cuartel general en la frontera turca. Turquía les ofrece ayuda, hospitales
y comida.
—Afirmas que Estados Unidos y sus aliados tienen un control absoluto de la situación, pero se han
citado casos de lanzamiento de alimentos o armas desde el aire que no han llegado a los
destinatarios sino a sus enemigos; o el apoyo a determinados sectores sobre los que después se
pierde el control e incluso se convierten en adversarios.
—Eso es absolutamente falso. Lo que hay en la zona es una estrategia de “caos controlado”. Es
decir, se provoca el caos en un punto y después se controla, de manera que uno decide cuando
termina este caos. Por ejemplo, Estados Unidos puede controlar las sanciones económicas que ha
impuesto a Rusia, que es un país poderosísimo. Y basta con que una empresa rusa venda algún
producto al margen de las sanciones o que una sociedad de otro país haga esto mismo, para que
Estados Unidos de inmediato lo observe y castigue a los infractores. Estamos hablando de estados
con capacidad de camuflar sus estrategias. ¿Cómo es posible que a un Estado Islámico formado por
cuatro integristas, a veces chalados, no los puedan controlar y acabar con ellos? Si han terminado
con Gadafi y con el ejército sirio, que había sido equipado y entrenado para luchar contra Israel…
—¿No hay, por tanto, errores? ¿Forma parte todo de un plan deliberado?
—Los kurdos de Siria se extrañaron, ingenuamente, de que las bombas de Estados Unidos cayeran
encima de su territorio, mientras que la ayuda esperada llegaba a la zona controlada por ISIS. Pero
esto no es un error, sino el plan: que se maten los unos a los otros. Cuanta más guerra haya en
Oriente Medio, más empresas estadounidenses y de otros países vivirán de ello. Nada se escapa de
las manos… No se quiere que nadie gane. Hicieron lo mismo en la guerra entre Irán e Irak durante
una década, armaban a los dos bandos para que hubiera un “equilibrio del terror”. El objetivo es
que se maten entre ellos los países musulmanes poderosos y productores del petróleo. E Israel, tan
feliz. Acabaron con Irak y dejaron el país en escombros. También lo han hecho con Yemen, con
Libia… Turquía, por ejemplo, está metida hasta el fondo en la actual guerra. Olvídate de aquella
Turquía que mandaba una flotilla de apoyo a Gaza. De manera indirecta Israel ha contenido el
poder de Turquía.
—Por último, ¿ha tenido éxito esta estrategia de “caos controlado”?
—Ha sido una estrategia genial. Han metido a Oriente Medio en muchas guerras pequeñas. En
2012 escribí un artículo en el que decía “Siria es una trampa”. Me preguntaba cómo es posible que
no pudieran matar a Bashar-al-Ássad. La respuesta es que quieren que Irán, Irak, Turquía e incluso
Rusia se desgasten en Siria. No quieren cerrar el conflicto. Cuanto más larga sea la guerra, mejor…
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160 personas millonarias de El Salvador acumulan la
riqueza equivalente al 87% PIB
http://www.transparenciaactiva.gob.sv/160-millonarios-de-el-salvador-acumulan-la-riquezaequivalente-al-87-pib
El documento también indica que en El Salvador se pierden anualmente $1,200 millones vía elusión
fiscal, con lo que se podría invertir unas 60 veces en infraestructura para escuelas e igual cifra para
mejorar los ambientes del sistema de salud. Asimismo señala la carga tributaria que el Estado
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recibe recae mayoritariamente en la clase media y asalariada, es decir que los que menos ingresos
perciben son los que más aportan en impuestos.
Según el informe presentado por OXFAM El Salvador, en tan solo un año el número de
multimillonarios en el país pasó de 150 en 2013 a 160 en 2014, su fortuna en conjunto asciende a
$21,000 millones, equivalente al 87% del Producto Interno Bruto (PIB), a pesar que el crecimiento
económico nacional entre 2012 y 2013 fue menor al 2%.
En el informe también se incluye datos sobre el ranking elaborado por la revista Forbes 2015 donde
se destaca que entre los 12 hombres más ricos de Centroamérica, hay dos salvadoreños que juntos
acumulan una fortuna de $7,485, lo que equivale a tres veces el presupuesto nacional destinado al
desarrollo social en 2014.
Según explicó el director de OXFAM El Salvador, Iván Morales la clase media salvadoreña es la que
sostiene el sistema tributario nacional, es decir que los que menos tienen, son los que pagan más.
“El sistema fiscal de El Salvador es notablemente injusto, porque pone la carga en los hombros de
quienes menos tienen y en las clases medias, pero no en quienes tienen más. Esto impide que se
financien políticas públicas que beneficien a todos y todas, en especial a las personas más
vulnerables. Es imprescindible cambiar las reglas para asegurar que todas las personas contribuyan
en su justa medida al bien común”, añadió Morales.
Agregó que en 2010 el Ministerio de Hacienda publicó un informe donde señala que por cada dólar
recaudado vía impuesto sobre la renta, las y los contribuyentes de ingresos medios aportaron 37
centavos, mientras que los que obtuvieron un ingreso de más de 60,000 dólares al año solo
contribuyeron con 6 centavos, recayendo la carga tributaria en aquellos sectores que perciben
menos ingresos.
Asimismo puntualizó que el Estado no recauda lo suficiente, ya que para el 2014 los ingresos al
gobierno central vía impuestos alcanzaron únicamente el 15.8% del PIB, lo que limita la capacidad
gubernamental para dar una mayor y mejor cobertura de los servicios públicos.
Otro dato que destaca el documento es que el 60% del total de la recaudación proviene del
impuesto a la adquisición de bienes de consumo, mientras que el 40%, sale del pago de la renta y la
propiedad.
El documento también indica que en El Salvador se pierden anualmente 1.200 millones de dólares
vía elusión fiscal. Este dinero supone 60 veces la inversión en infraestructura para escuelas e igual
cifra para mejorar los ambientes en el sistema de salud.
Morales explicó que tal como concluye el informe, el problema de la elusión fiscal se da porque
grupos de mayores ingresos económicos han conseguido moldear las leyes a su favor en
detrimento de las mayorías que perciben menos ingresos.
A inicios de este mes, el Ministerio de Hacienda ha publicó un listado de 12,519 contribuyentes
entre personas naturales y empresas, que deben al fisco un total de 332 millones de dólares.
El director de OXFAM hizo un llamado al gobierno y a la empresa privada a impulsar iniciativas que
aborden las causas que provocan la desigualdad social entre las que menciona el fundamentalismo
del mercado, (considerada una fe exagerada en la capacidad ilimitada de las políticas económicas
del libre mercado) y el secuestro democrático (gobernar para las élites).
Finalmente esta organización recomienda distribuir la carga tributaria de manera justa y equitativa,
frenar la evasión y la elución fiscal, garantizar un sistema de protección social universal, adecuar el
salario mínimo, inversión en servicios públicos gratuitos, garantizar el derecho humano al agua, e
impulsar una lucha contra la desigualdad como una prioridad nacional.
Según el informe Latinoamérica y el Caribe continúan siendo la región con la mayor desigualdad del
mundo.
En Brasil, vuelo ciego hacia la guerra civil
La solución a la crisis provocada por el doble golpe contra Rousseff vendrá de la calle, confía
Leonardo Boff
Blanche Petrich
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/04/sociedad/032n1soc
Periódico La Jornada
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Sábado 4 de junio de 2016, p. 32
Leonardo Boff, el prominente teólogo de la liberación, describe la crisis que atraviesa hoy su país,
Brasil, como un vuelo ciego. Califica la destitución temporal de la presidenta Dilma Rousseff no
como un simple proceso de desafuero, sino directamente como un un doble golpe de Estado:
parlamentario y policiaco. Y externa su temor a que esta fractura del sistema democrático pueda
desembocar en una especie de guerra civil.
Explica: Hay grupos radicalizados entre los movimientos de los Sin tierra y Sin techo, que se sienten
humillados y pueden pasar a la violencia armada. Y eso está en la lógica de Estados Unidos, generar
esa violencia, introducir los grupos de acción que rompen ventanas de bancos, de tiendas. Y luego
entra la policía con violencia extrema. Esas son tácticas que ya han usado en el pasado.
En Brasil, sostiene Boff, se ha puesto en evidencia algo que hasta hace poco no estaba tan claro: en
el gigante sudamericano se libra una verdadera lucha de clases, donde la clase privilegiada no
acepta a los negros, a los mulatos, a los pobres. Donde, para lograr su exclusión definitiva, era
preciso destruir el carisma de Lula da Silva y cerrar el paso para su regreso a la presidencia.
En esta lucha, se enfrenta un gobierno de facto, integrado exclusivamente por viejos conservadores
representantes de los grandes corporativos; un impopular presidente interino (Michel Temer, 3 por
ciento de aceptación en las encuestas) dispuesto a desmontar los logros sociales construidos
durante 12 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y un mosaico de movimientos
populares articulados en resistencia.
Como muchos otros intelectuales y activistas brasileños hoy en día, Leonardo Boff deposita toda su
esperanza en que la solución a la actual crisis vendrá de la calle. Porque, subraya, no hay un solo
día en que no salgan en las principales ciudades miles y miles de manifestantes para protestar y
reclamar la restitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Hay potencial. Brasil es el país con mayor número de organizaciones populares, y todas están
articuladas en una gran base social. Pueden parar el país de un día a otro. Por eso es que es muy
difícil para la derecha gobernar Brasil. Los grupos poderosos le tienen pavor a esas organizaciones,
asegura el ex sacerdote, quien hace 30 años fue sometido a un juicio canónigo en el Vaticano por el
entonces cardenal Joseph Ratzinger, luego papa Benedicto XVI, quien lo condenó al silencio por sus
avanzadas posturas en el camino de la teología de la liberación. Es decir, en los años 80 se le
prohibió enseñar, predicar, escribir y hablar en público. Eso lo orilló a renunciar al sacerdocio y a su
congregación, los Franciscanos Menores.
En la vida laica desde entonces, dedicado a la enseñanza de ética y filosofía e impulsor de la
teología ecológica, Boff hace una pausa en una intensa gira de trabajo por México para conceder
una entrevista a La Jornada. Decide hablar sólo de Brasil.
La mano de EU
–Fue muy elocuente la primera fotografía del gabinete del presidente golpista Michel Temer: ni un
negro ni una mujer ni un joven. Cero cultura, cero derechos humanos. ¿Qué vio usted ahí?
–Estamos en presencia del ascenso de las derechas, no sólo en Brasil, sino en todo el mundo. Hay
razones internas, externas y geopolíticas. Pero, sobre todo, no podemos dejar de ver ahí la mano
de Estados Unidos. Sabemos que la CIA, los organismos de seguridad y cientos de ONG financiadas
por ellos acompañan a las fuerzas golpistas. Washington eligió Brasil porque es el eslabón más
débil de los BRICS (el bloque de potencias en ascenso integrado por Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica).
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Estos estados hacen todas sus transacciones con sus monedas nacionales, sin pasar por el dólar.
Para Washington esto es inadmisible. El Pentágono tiene un lema: un mundo, un poder. Desde esa
visión no se puede permitir que Brasil, que tiene la séptima economía del mundo, siga un camino
propio, no alineado. Ya lo dijo Noam Chomsky, quien definió la situación actual como una nueva
confrontación entre Estados Unidos y China, que está penetrando enormemente en América
Latina. Brasil, que es un país-continente, es ahora el territorio de esa confrontación.
Odio y desigualdad
La decisión de los sectores y partidos de derecha de ejecutar el golpe parlamentario contra
Rousseff, analiza Boff, se alimenta de un profundo odio de clase y transcurre en un trasfondo de
profunda inequidad. Brasil, recuerda el teólogo, es uno de los países con mayor tasa de
acumulación de riquezas. Según el Banco Mundial, registra la más alta acumulación en las clases
más altas, 0.05 por ciento, cuando en Estados Unidos, también muy inequitativo, constituye 1 por
ciento.
Esos ricos nunca aceptaron a un presidente obrero y a una presidenta mujer. Pero reaccionan
ahora, cuando se han dado cuenta de que, debido a las políticas sociales que en los pasados 13
años sacaron a 36 millones de brasileños de la pobreza, ellos nunca iban a recuperar el poder por la
vía electoral. No tienen un solo líder con el carisma que pueda superar a Lula.
Boff habla largamente y con admiración de los programas sociales de los gobiernos petistas. Pero,
acota, también cometieron errores: Perdieron la conexión con las bases, con el movimiento
popular. Se dejaron enredar por el poder.
De la política popular a la política palaciega
–¿No es un error frecuente en las izquierdas que han gobernado en América Latina?
–Lo es. Y es muy grave cuando se distancian del pueblo, porque las bases son las que educan a los
políticos. Y cuando éstos se dedican únicamente a la política palaciega, entonces todo ese
compromiso se pierde de vista. Eso ocurrió, desgraciadamente. La gran bandera del PT era la ética.
“Otro error fue que el gobierno hizo de esas masas grandes consumidores: más de 36 millones
entraron a la sociedad de consumo. Pero no son ciudadanos. Faltó el momento de educación, de
prepararlos al pensamiento crítico, a la conciencia de la desigualdad. Brasil es uno de los países
más desiguales del mundo. Aun con toda su riqueza, es un país de pobres; África es mucho más
pobre, pero menos desigual. Con 62 por ciento de población de color, es el país negro más grande
del mundo después de Nigeria.
Desigualdad implica injusticia, negación de derechos, pobreza de la mayoría. En suma, una
democracia deficitaria, como la define Boaventura de Sousa.
–¿Qué tipo de gobierno se puede esperar de esta clase privilegiada que usted describe?
–Por lo pronto, el interino Temer emprendió una política de ajuste tajante. Redujo el salario
mínimo –que Lula consiguió aumentar a niveles decorosos–, porque el empresariado lo consideró
demasiado alto. Elevó la edad de la jubilación de 65 a 75 años. Ocurre que en el nordeste, la región
más pobre del país, la expectativa de vida es de 63 años. Abolió las leyes de protección a los
trabajadores, que vienen desde los años de Getulio Vargas, para que los patrones puedan negociar
directamente los contratos colectivos sin pasar por los sindicatos. Cerró uno de los mejores
proyectos sociales, Mi casa mi vida, que permitía a los trabajadores tener una vivienda propia.
Suspendió el sistema universal de salud pública, que va a ser revisado para permitir su
privatización.
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Ante esto hay una reacción de inconformidad muy fuerte. Todos los días, en alguna ciudad y otra,
hay protestas. Por todo esto, a mi juicio, en los dos próximos meses, cuando mucho, el golpe será
revertido: o se anula todo el proceso o sin más se restituye a Dilma al poder.
Añade: El contraste entre ella y Temer no puede ser mayor. A donde quiera que ella vaya, la gente
la aclama, la arropa. En cambio, su ex vicepresidente sólo puede salir de su casa en helicóptero.
La autocrítica
–Los grandes medios de comunicación no dan esa impresión…
–Son sus grandes aliados. Hay que entender que en Brasil la verdadera oposición no viene de los
partidos políticos, sino de los tres principales grupos mediáticos, que son un verdadero poder. O
Globo, de la familia Marinho, que tiene la televisora, la radio, el periódico y el medio digital más
grandes del país. Folha de Sao Paulo, muy fuerte en prensa, Internet y radio, y O Estado de Sao
Paulo, tradicional conservador. Y dos semanarios, Isto E y Veja, una revista que trabaja
directamente con la deformación y la mentira.
–A diferencia de otros gobiernos populares sudamericanos, Lula nunca quiso reformar la ley de
medios…
–Y fue uno de sus grandes errores... porque podía hacerlo, tenía el poder y el carisma. No hizo
ninguna de las grandes reformas que el pueblo reclama: la de medios, la política, la fiscal y la
reforma agraria. Lo suyo fue buscar el equilibrio, la reconciliación de clases. Eso funcionó mientras
lo ricos veían que los proyectos sociales no afectaban en nada su estilo de acumulación. Pero
cuando se dieron cuenta de que la popularidad de Lula y la articulación con la base social les iba a
impedir a ellos volver al poder central, concluyeron que era necesario cortarle el camino.
Ahora Lula ha hecho la autocrítica. Y sigue en campaña. Estoy seguro de que sobre estos grandes
pendientes él ha reflexionado mucho últimamente.
Los nuevos miedos
Ignacio Ramonet
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213065
Le Monde Diplomatique
El susto ha sido grande. Y aunque finalmente, el pasado 22 de mayo, en
Austria, Norbert Hofer, el candidato de la extrema derecha, no fue elegido
(por un pelín... [1]) presidente de la República, cabe preguntarse qué miedos
están sintiendo los austríacos para que el 49,7% de ellos haya optado por
votar a un neofascista.
“En la historia de las sociedades –explica el historiador francés Jean
Delumeau–, los miedos van cambiando, pero el miedo permanece”. Hasta el
siglo XX, las grandes desgracias de los seres humanos eran causadas
principalmente por la naturaleza, el hambre, el frío, los terremotos, las
inundaciones, los incendios, la escasez de alimentos, y por pandemias
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epidémicas como la peste, el cólera, la tuberculosis, la sífilis, etc. Antaño, el
ser humano vivía expuesto a un entorno siempre amenazante. Las desgracias
le acechaban incesantemente…
La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por el terror de las grandes
guerras, las de 1914-1918, de 1936-1939 y de 1939-1945. La muerte a escala
industrial, los éxodos bíblicos, las destrucciones masivas, las persecuciones,
los campos de exterminio... Tras la Segunda Guerra Mundial y la destrucción
atómica de Hirosima y Nagasaki en 1945, el mundo vivió bajo la
preocupación constante por el apocalipsis nuclear. Pero este miedo fue
extinguiéndose poco a poco con el final de la Guerra Fría en 1989 y tras la
firma de tratados internacionales que prohíben y limitan la proliferación
nuclear.
Sin embargo, la existencia de estos tratados no ha hecho desaparecer los
riesgos. La explosión de la central nuclear de Chernóbil, en particular, reavivó
el terror nuclear. Más recientemente también tuvo lugar el accidente de
Fukushima, en Japón. La opinión pública, estupefacta, descubrió entonces
que incluso en un país conocido por su alta tecnología como es Japón se
trasgredían principios básicos relativos a la seguridad, poniendo así en
peligro la salud y la vida de cientos de miles de personas.
Los historiadores de las mentalidades se preguntarán algún día por los
miedos de nuestra década (2010-2020). Descubrirán que, a excepción del
terrorismo yihadista que continúa golpeando a las sociedades occidentales,
los nuevos miedos son más bien de carácter económico y social (desempleo,
precariedades, despidos masivos, desahucios, nuevas pobrezas, inmigración,
desastres bursátiles, deflación), así como de naturaleza sanitaria (virus del
Ébola, fiebres hemorrágicas, gripe aviar, chikungunya, zika) o ecológica
(desajustes climáticos, transformaciones profundas del medio ambiente,
mega-incendios incontrolados, contaminaciones, poluciones del aire). Éstos
conciernen de la misma manera tanto al ámbito colectivo como al ámbito
privado.
En este contexto general, las sociedades europeas se encuentran
especialmente conmocionadas, sometidas a seísmos y a traumatismos de
gran violencia. La crisis financiera, el desempleo masivo, el final de la
soberanía nacional, la desaparición de las fronteras, el multiculturalismo y el
desmantelamiento del Estado de Bienestar provocan, en el espíritu de
muchos europeos, una pérdida de referencias y de identidad.
Una encuesta reciente, llevada a cabo en los siete principales países de la
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Unión Europea por el Observatorio Europeo de Riesgos, constata que el 32%
de los europeos tienen mucho más miedo hoy de atravesar dificultades
financieras que hace cinco años; el 29% tienen más miedo de caer en la
precariedad; y el 31%, de perder su empleo. En España, la pobreza ha
aumentado de “manera alarmante” en los últimos años, con 13,4 millones de
personas –esto es, el 28,6% de la población– en riesgo de exclusión y de
recaída en la miseria... Porque estos temores hacen nacer un sentimiento de
desclasamiento: el 50% de los europeos tienen la sensación de encontrarse
en regresión social con respecto a sus padres.
Así pues, los nuevos miedos están muy presentes hoy en Europa. La crisis
actual bien pudiera marcar el punto final del poderío europeo en el mundo.
Tras la llegada masiva de cientos de miles de migrantes provenientes de
Oriente Próximo (Siria, Irak) durante estos últimos meses, el miedo a la
“invasión extranjera” ha aumentado. Se extiende la sensación de estar
amenazado por fuerzas externas que los Gobiernos europeos ya no
controlarían, como el auge del islam, la explosión demográfica del Sur y las
transformaciones socioculturales que difuminarían su identidad. Y todo esto
se produce en un contexto de crisis moral grave en el que se multiplican los
casos de corrupción y en el que la mayoría de los que gobiernan, muy
impopulares, ven cómo se desmorona su legitimidad. En toda Europa, estos
miedos y esta “podredumbre” son explotados por la extrema derecha con
fines electorales. Como lo demostró la victoria, el pasado 25 de abril, de la
extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones legislativas en
Austria. En donde, además, se produjo el derrumbe histórico de los dos
grandes partidos tradicionales (el SPÖ, socialdemócrata, y el ÖVP,
democristiano) que habían gobernado el país desde 1945.
Ante la brutalidad y el carácter repentino de tantos cambios, las
incertidumbres se acumulan para muchos ciudadanos. Les parece que el
mundo se vuelve opaco y que la historia escapa a cualquier tipo de control.
Numerosos europeos se sienten abandonados por sus gobernantes, tanto de
derechas como de izquierdas, los cuales, además, son descritos sin cesar por
los grandes medios de comunicación como especuladores, tramposos,
mentirosos, cínicos, ladrones y corruptos. Perdidos en el centro de
semejante torbellino, muchos ciudadanos comienzan entonces a entrar en
pánico y les invade el sentimiento, tal y como decía Tocqueville, de que,
“puesto que el pasado ha dejado de aclarar el futuro, la mente camina entre
las tinieblas”...
En este caldo de cultivo social –compuesto por miedos, por amenazas sobre
el empleo, por desarraigo identitario y por resentimiento– vuelven a
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aparecer los viejos demagogos. Aquellos que, sobre la base de argumentos
nacionalistas, rechazan al extranjero, al musulmán, al judío, al romaní o al
negro, y denuncian los nuevos desórdenes y las nuevas inseguridades. Los
inmigrantes constituyen los chivos expiatorios ideales, y los objetivos más
fáciles porque simbolizan las profundas transformaciones sociales y
representan, a ojos de los europeos más modestos, una competencia
indeseable en el mercado laboral.
La extrema derecha siempre ha sido xenófoba. Pretende paliar las crisis
designando a un único culpable: el extranjero. Esta actitud se ve fomentada
en la actualidad por las contorsiones de partidos democráticos reducidos a
preguntarse por la importancia de la dosis de xenofobia que pueden incluir
en su propio discurso.
Con la reciente ola de atentados odiosos en París y en Bruselas, el miedo al
islam se ha reforzado aún más. Cabe recordar por ejemplo que hay entre 5 y
6 millones de musulmanes en Francia, el país que cuenta con la comunidad
islámica más importante de Europa. Y alrededor de 4 millones de
musulmanes en Alemania. Según una encuesta reciente del diario francés Le
Monde, el 42% de los franceses considera a los musulmanes “más bien como
una amenaza”. El 40% de los alemanes piensan lo mismo. En estos dos
países, una mayoría de la población considera que los musulmanes no están
integrados en sus sociedades de acogida. El 75% de los alemanes estima que
no están “en absoluto” integrados o que “apenas lo están”; y el 68% de los
franceses piensan de la misma manera.
Hace unos meses, la canciller alemana Angela Merkel –que luego acogió en
su país a más de 800.000 migrantes solicitantes de asilo en 2015– afirmaba
que el modelo multicultural según el cual convivirían en armonía diferentes
culturas había “fracasado por completo”. Y un panfleto islamófobo escrito
por un ex dirigente del Banco Central alemán, Thilo Sarrazin, que denunciaba
la falta de voluntad de los inmigrantes musulmanes para integrarse, ha sido
un éxito rotundo en las librerías alemanas, y se han vendido nada menos que
1,25 millones de ejemplares.
Un número cada vez mayor de europeos hablan del islam como de un
“peligro verde”, a la manera en la que antaño se imaginaban los avances de
China hablando del “peligro amarillo”. La xenofobia y el racismo están
aumentando en toda Europa. A esto contribuye sin duda el hecho de que
algunos musulmanes de Europa están lejos de ser irreprochables.
Especialmente –en un momento en el que los medios de comunicación
evocan la brutalidad de la Organización del Estado Islámico (OEI), o Daesh, en
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Irak y en Siria– los activistas islamistas, que aprovechan el clima de libertad
que reina en los países europeos para desplegar un proselitismo salafista.
Predican el adoctrinamiento de sus correligionarios o de jóvenes cristianos
conversos. Los más extremistas han participado en la reciente ola terrorista
en Francia y Bélgica.
En el ámbito político, son numerosos los discursos dramáticos que despiertan
la preocupación y la angustia de los electores. Durante las campañas
electorales, es común encontrar discursos que recurren al instinto de
protección de los individuos. Se apela al miedo de forma habitual. Se trata de
una manipulación. Y, en la utilización de este sentimiento, los populistas de
derechas –en el contexto actual de crisis social– se han convertido en
expertos. No solo en Austria. En Francia, por ejemplo, no hay ni un discurso
del Frente Nacional y de su dirigente, Marine Le Pen, en el que no se
mencione el miedo. Le Pen evoca de forma constante las “amenazas” que se
cernerían sobre la seguridad física y sobre el bienestar de los ciudadanos. Y
presenta a su partido, el Frente Nacional, como un “escudo protector” frente
a estos “peligros”.
En todos sus documentos, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ por sus
siglas en alemán) y su líder Norbert Hofer insisten en la persistencia de un
pasado idealizado y una identidad que hay que preservar. Promueven el
miedo mencionando regularmente a un “enemigo exterior”: el islam, contra
el cual la “nación austríaca” tiene que actuar como un bloque. Denuncian al
Otro, al extranjero, como un peligro para la cohesión de la comunidad
nacional. En todos los discursos populistas de derechas se encuentra este
miedo al Otro que, obligatoriamente, es el enemigo. Se rechaza al Otro
porque no comparte los valores de la “Patria eterna”.
En sus discursos, los líderes de las nuevas extremas derechas también atacan
a la Unión Europea (UE). La acusan de todos los males, sobre todo de “poner
en peligro” a los Estados-nación y a sus pueblos. La UE se designa como
culpable de la fragmentación de las naciones. Al mencionar “las tinieblas de
Europa”, Norbert Hofer sumerge a sus oyentes en la inquietud. Porque, en la
cultura occidental y cristiana, las “tinieblas” designan por lo general la nada y
la muerte. Así pues, el FPÖ se presenta como un partido “salvador”, aquel
que conseguirá llevar a la nación austríaca hacia la luz.
La mayoría de los populistas de derechas en Europa, actualmente, proceden
a una amplificación de los peligros y a una dramatización de los peligros. Sus
discursos sólo proponen ilusiones. Pero en un periodo de dudas, de crisis, de
angustia y de nuevos miedos como el actual, sus palabras consiguen captar
51
mejor a un electorado desconcertado y presa de pánico.
Nota
(1) Tras el recuento de 900.000 sufragios por correo, el candidato ecologista
Alexander Van der Bellen, catedrático emérito de Economía, de 72 años,
resultó elegido nuevo Presidente de Austria con un 50,3% de los votos frente
al 49,7% del aspirante ultraderechista, Norbert Hofer, quien había resultado
vencedor de la primera vuelta con el 35% de los sufragios.
Ignacio Ramonet, Periodista español. Presidente del Consejo de
Administración y director de la redacción de “Le Monde Diplomatique” en
español. Editorial Nº: 248 Junio 2016
La estrategia del golpe de Estado global
por Manlio Dinucci
http://www.voltairenet.org/article191966.html
Si bien Estados Unidos ha comenzado a tratar de economizar sus medios militares bajo la
presidencia de Barack Obama, no por ello ha cesado de actuar militarmente en todo el mundo. La
potencia imperial sigue disponiendo de un amplio sistema, a la vez abierto y secreto, que le
permite intervenir casi en cualquier lugar del mundo, sistema que pone en marcha cada vez que se
le ofrece la menor ocasión.
¿Qué relación existe entre sociedades geográfica, histórica y culturalmente lejanas, desde Kosovo
hasta Libia y Siria, desde Irak hasta Afganistán, desde Ucrania hasta Brasil y Venezuela? Lo único
que tienen en común es el hecho de verse arrastradas por la estrategia global de Estados Unidos,
ejemplificada en la «geografía» del Pentágono, que divide el mundo en «áreas de responsabilidad».
Cada una de esas áreas está «en manos» de uno de los seis «mandos combatientes unificados» de
Estados Unidos:
Al frente del Mando Europeo [EuCom] se encuentra un general o un almirante nombrado por el
presidente de Estados Unidos. Este alto jefe militar estadounidense asume automáticamente el
cargo de Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa. La OTAN se ve así
automáticamente incluida en la cadena de mando del Pentágono, lo cual implica que opera
fundamentalmente en función de la estatregia de Estados Unidos. Esa estrategia consiste en la
eliminación de todo Estado o movimiento político-social que constituya una amenaza para los
intereses políticos, económicos y militares de Estados Unidos, país que, aunque sigue siendo aún la
mayor potencia mundial, está perdiendo terreno ante la aparición de nuevos actores estatales y
sociales.
Son numerosos los instrumentos de esta estrategia y van desde la guerra abierta –como los
ataques de fuerzas aeronavales y terrestres contra Yugoslavia, Afganistán, Irak y Libia– hasta las
operaciones secretas realizadas en esos países y en otros, últimamente en Siria y Ucrania. Para la
realización de estas operaciones, el Pentágono dispone de las fuerzas especiales, alrededor de 70
000 especialistas que «cada día operan en más de 80 países a escala mundial». Y también tiene a su
disposición un ejército secreto de mercenarios. En Afganistán, según documenta Foreign Policy [2],
el número de mercenarios del Pentágono se eleva a 29 000, o sea 3 mercenarios por cada soldado
estadounidense. En Irak hay unos 8 000… 2 mercenarios por cada soldado estadounidense.
52
A los mercenarios del Pentágono se agregan los de la tentacular comunidad de inteligencia, que
incluye, además de la CIA, otras 15 agencias federales. Los mercenarios son doblemente útiles ya
que pueden asesinar y torturar sin que tales actos se atribuyan a Estados Unidos. Y cuando resultan
muertos en acción, sus nombres no aparecen en la lista de bajas. Además, el Pentágono y los
servicios secretos disponen de grupos a los que arman y entrenan, como los grupos islamistas
utilizados para atacar Libia y Siria desde adentro y los neonazis utilizados en el golpe de Estado de
Ucrania.
Otra herramienta de esta misma estrategia son las «organizaciones no gubernamentales» [ONGs]
que, disponiendo de enormes medios, son utilizadas por la CIA y el Departamento de Estado para
montar acciones de desestabilización interna en nombre de la «defensa de los derechos
ciudadanos». En ese marco se inscribe también la acción del grupo de Bilderberg [3] –que el
magistrado Ferdinando Imposimato denuncia como «uno de los responsables de la estrategia de la
tensión y de las masacres» en Italia [4]– y la de la Open Society del «inversionista y filántropo
George Soros», artífice de las «revoluciones de colores» [5].
En la mira de la estrategia golpista de Washington están hoy Brasil, para torpedear al grupo BRICS,
y Venezuela, para socavar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Para
desestabilizar Venezuela, indica el SouthCom en un documento recientemente revelado [6], hay
que crear «un escenario de tensión que permita combinar acciones callejeras con el empleo
dosificado de la violencia armada».
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
<:ver_imprimer:> <:recommander:recommander:> Facebook Twitter Delicious Seenthis Digg RSS
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio
[1] El SouthCom, United States Southern Command, es más conocido en Latinoamérica bajo la
denominación “Comando Sur”. Nota de la Red Voltaire.
[2] “Mercenaries Are the Silent Majority of Obama’s Military”, Micah Zenko, Foreign Policy, 18 de
mayo de 2016.
[3] «Lo que usted no sabe sobre el Grupo de Bilderberg», por Thierry Meyssan, Komsomolskaya
Pravda (Rusia) , Red Voltaire, 15 de abril de 2011.
[4] «Terrorismo: el juez italiano Imposimato acusa al Grupo de Bilderberg», Red Voltaire, 31 de
enero de 2013.
[5] «George Soros, especulador y filántropo», Red Voltaire, 3 de febrero de 2004.
[6] «Operación Venezuela Freedom-2», Red Voltaire , 22 de mayo de 2016.
“La corrupción también se puede legalizar”
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301035-2016-06-05.html
Buscaglia desenmascara la corrupción política y empresarial, el lavado de dinero, las
bases patrimoniales del crimen organizado, el sistema financiero, el cinismo protector de
los Estados coloniales y la impunidad de los capitales ilícitos.
Por Eduardo Febbro
Desde Ciudad de México
53
Viajar por el intrincado y planetario mundo del crimen organizado es una travesía de muchas
sorpresas donde la figura del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo Guzmán” es apenas
un títere en miniatura frente a la poderosa maquinaria de la corrupción política, financiera y
mafiosa que, en el fondo, rige los destinos de mundo. Esa es la a la vez dolorosa, alentadora y
magistral demostración que realiza el doctor Edgardo Buscaglia en una de sus últimas
investigaciones publicadas: Lavado de dinero y corrupción política. El arte de la delincuencia
organizada internacional (Editorial Debate). Si alguien quiere dejar el territorio de la inocencia o
la mera lectura ideológica del crimen organizado, Buscaglia ofrece una perfecta guía para
navegantes en la cual desmonta y desenmascara la corrupción política y empresarial, el lavado
de dinero, las bases patrimoniales del crimen organizado, el sistema financiero, el cinismo
protector de los Estados coloniales y la manera en que, con toda impunidad, los capitales de
procedencia ilícita se integran en la economía legal. Esa corrupción ha terminado por generar
no sólo un sistema económico paralelo, sino también un sistema político a espaldas de la
sociedad que elige a sus dirigentes.
Buscaglia demuestra que, en sus múltiples formas, el lavado de dinero es una suerte de lavado
de la democracia una violación de la misma democracia que cuenta con complicidades en los
niveles más altos de la política y la finanza internacional. Los capos del narcotráfico son meros
figurantes sangrientos en esta gigantesca empresa mundial que mueve más capitales que el
propio PIB de los Estados Unidos y cuyos operadores centrales son de cuello blanco y corbata.
Buscaglia es uno de los más exquisitos especialistas del mundo en esta materia, con una
amplia y reconocida experiencia. Dedicó la mayor parte de su vida a investigar el fenómeno del
crimen organizado. Ha dado clases en las universidades más prestigiosas del planeta y trabajó
en instituciones globales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(Unodc, por sus siglas en inglés). Buscaglia fue jefe de asesores de la Organización de las
Naciones Unidas entre Junio del 2010 y Junio del 2011 en Afganistán, además de asesor
externo de la agencia ONU para el Entrenamiento e investigación (Unitar). Su libro es una
síntesis valiente de los ríos ocultos que riegan de agua sucia a los Estados donde emerge la
complicidad entre el mundo público y el sector privado, los medios de comunicación, las
grandes corporaciones internacionales, y los crímenes como la trata de personas que generan
miles de millones cada año.
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En esta entrevista exclusiva con Página/12, Buscaglia nos introduce, desde la Argentina hasta
el corazón del mundo occidental, en los meandros de un asalto a las democracias del mundo.
–El tema de los Panamá Papers se ha impuesto a nivel mundial y ha venido a probar la
enredadera de corrupción que envuelve el mundo. Allí aparecen jefes de Estado, entre
ellos el presidente argentino Mauricio Macri, escritores, artistas, empresarios, en suma,
una colección inaudita de evasores. Y sin embargo, ha habido como una auto limpieza.
Los culpables no conocerán tal vez ninguna sanción.
–Se trata de una suerte de corrupción legalizada. Como el sistema de financiamiento de
campaña políticas en los Estados Unidos, la corrupción también se puede legalizar. Luego está
la corrupción propiamente dicha, la delictiva. Ambas encierran flujos cuantiosos, inimaginables
para una persona promedio. Esos flujos son equivalentes a montos anuales mayores al PIB de
los Estados Unidos. En su mayor parte, esos dineros le pertenecen a las elites políticas, a las
elites empresariales, a algunas elites sindicales. Esas elites han generado un sistema
financiero paralelo, un sistema político paralelo, un sistema socioeconómico paralelo al de las
personas de a pie. Y ese sistema paralelo determina el resultado de las elecciones, el resultado
de lo que se supone debe ser la competencia del mercado, que en realidad no existe. En suma,
esos montos ligados a estas actividades pasan después a través de canales que evaden
impuestos, o que no los evaden y van a parar a estos paraísos fiscales, a estas empresas
fantasmas que trabajan con una arquitectura enormemente sofisticada. El caso de esta firma
panameña Mossack Fonseca es sólo una entre cientos de firmas. Hay otras que realizan
operaciones muy superiores a la de este caso de los Panamá Papers. Esto es moneda
corriente entre las elites políticas de esta planeta. Allí encontramos a la elite china, o a la elite
capitalista propiamente china. Esto quiere decir que no hay ideologías en el lavado de dinero.
La delincuencia organizada de Estado y la delincuencia organizada propiamente dicha como la
del cartel de Sinaloa tiene su dinero mezclado en ese sistema paralelo. Nuestros sistemas
políticos a los que clasificamos demasiado rápido como democracias, especialmente cuando
habla la OEA, son realmente fachadas de democracia, como es el caso mexicano, como es el
55
caso de Argentina y de otras regiones del planeta. Los Panamá Papers son sólo una gota en el
océano. Es una industria cuantiosa.
–Lo que resalta en su libro, Lavado de dinero y corrupción política. El arte de la
delincuencia organizada internacional, es la connivencia entre el poder político y el
crimen organizado. De allí se desprende una evidencia: el crimen organizado es un
ejército mundial, globalizado.
–Hay que definir adecuadamente al crimen organizado. Si este crimen organizado es la
caricatura del tráfico de drogas que se presenta en México, entonces nos quedamos con una
pequeña gota del gran lodo de la delincuencia organizada. De hecho, la delincuencia
organizada es también la compra venta de pasaportes a través de un ex Primer Ministro de
Portugal, es igualmente el proceso a través del cual se desvían fondos públicos hacia
empresas fantasmas para financiar campañas electorales. Cuando se tipifican delitos de la
delincuencia organizada y se los amplia a muchos de estos delitos que a veces se conciben
nada más que como corrupción política, recién podemos empezar a entender la magnitud del
fenómeno. La delincuencia organizada se dedica a 23 tipos de delitos económicos y tráficos
ilegales: tráficos de personas, de migrantes, de armas, de drogas, contrabando, extorsiones,
etc, etc. Pero esa delincuencia tiene más del 70 por ciento de sus capitales introducidos en
actividades legales. Es allí donde debemos atacar. El gran puente entre los Estados y el crimen
organizado es la política. Debemos destruir ese puente para empezar a desmantelar, por un
lado, a los grupos criminales organizados, aquellos que trafican con armas o personas, como
en Argentina y en México, dos países que se han transformado en grandes centros de la trata
de personas. Pero, por otro lado, también hay que destruir el puente para desmantelar las
redes de políticos y empresarios que operan en el mundo legal y que son también delincuencia
organizada.
–El mundo legalizado de la delincuencia organizada es espeluznante: hay bancos,
compañías financieras, gabinetes de abogados, intermediarios con reconocimiento
mundial, etc, etc.
–Efectivamente. La delincuencia organizada es un fenómeno de cuello blanco. Las mentes más
sofisticadas y más educadas del planeta que fueron a las universidades más importantes del
mundo están al servicio de estos grupos criminales. Tenemos que dejar de caricaturizar a la
delincuencia organizada a través del Chapo Guzmán o de las pandillas que uno observa en
Santa Fe, en la Argentina. Hay que comenzar a llamar a las cosas por su nombre. La
corrupción política es un delito en red, y como tal, tiene una motivación no sólo política sino
también económica. Por consiguiente es delincuencia organizada. Es preciso llegar hasta los
empresarios que están detrás de esa corrupción. En muchos casos son las mismas personas,
son los políticos y sus familias, como ocurre en México.
56
–México no es una isla, no es una excepción sino el lugar que concentra todo lo que
ocurre en el mundo. México no es una problemática local, sino planetaria.
–Exactamente. La delincuencia que se manifiesta en México es una delincuencia transnacional
que tiene su base patrimonial en los Estados Unidos en alrededor el 20% del dinero que se
genera a través de delitos. El problema es que México es un país, como Rusia, en una
transición hacia una democracia con enormes vacíos institucionales: vacíos de controles
patrimoniales, de prevención social de la delincuencia, vacíos de controles de la corrupción.
Entonces, esos vacíos de controles institucionales hacen que la delincuencia organizada que
pasa por México se comporte de forma mucho más dañina que la misma delincuencia
organizada que pasa por Holanda y los Estados Unidos, que no se comporta con tanto impacto
y violencia contrariamente a la de México que tira bombas, secuestra más, compra y vende
seres humanos con mayor asiduidad. Esa misma delincuencia, cuando pasa a los Estados
Unidos, se comporta de manera empresarial porque se encuentra con instituciones judiciales
más fuertes. En Estados Unidos la delincuencia organizada es infinitamente más poderosa que
en México. La gente tiene la idea de que México es el gran imperio, pero no es así. En México
los distintos grupos criminales pujan para usar a las distintas fuerzas de la policía a su imagen
y semejanza, pujan por usar a empresas bancarias o farmacéuticas. Esto, por ejemplo, no lo
podrían hacer en los países europeos con tanta impunidad. Pasan a Europa silenciosamente y
hacen más dinero porque allí tienen sus bases patrimoniales. Si se conjuga a la Unión Europea
y a los Estados Unidos tenemos el 44% del lavado de dinero mundial, a lo cual le podemos
también sumar China. No nos engañemos. México está pagando con sangre sudor y lagrimas
el pasaje de esta delincuencia organizada que tiene su base patrimonial en los países más
ricos.
–¿Acaso estamos en una situación mundial que cabe en aquella frase del narco
colombiano Pablo Escobar: “¿plata o plomo?”.
–Yo le diría que es poder o plomo. La plata que esta gente le promete a jueces y a políticos
termina constituyéndose en poder social y político. Lo que más me preocupa es que en la
mayoría de los países como Argentina, México y algunos europeos con vacíos institucionales
se están formando Estados dentro del Estado. De alguna manera estamos volviendo a la Edad
Media. El poder político se está fragmentando y feudalizando. La delincuencia organizada
promete poder, feudaliza al Estado, genera feudos y, muchas veces, esos feudos comienzan a
competir entre ellos como en la época feudal. Hay que parar ese proceso porque es muy
dañino para el tejido social. No se trata sólo de un tema económico. Es un tema de desarrollo
social que no se podrá alcanzar en la medida en que los Estados se sigan fragmentando.
–Usted tipifica unos 23 perfiles de delitos económicos. ¿Cuál es el patrón que los
unifica?
57
–La motivación económica, pero me preocupan más los crímenes de lesa humanidad. La trata
de personas, que es uno de los grandes negocios de la delincuencia organizada transnacional,
son crímenes de lesa humanidad. Tenemos una situación donde estas redes criminales
cometen crímenes de lesa humanidad en todas partes. La legalización del trafico de drogas,
por ejemplo, no resuelve el gran problema de la delincuencia organizada que está muy
diversificada mundialmente. Si le legalizas las drogas por aquí, esta gente reasigna recursos
para hacer otro negocio en alguna parte. En ese sentido, los 23 delitos económicos son en su
mayor parte crímenes de lesa humanidad: trafico de migrantes, secuestros, explotación sexual,
etc.
–Un informe del organismo europeo Europol calcula que la crisis migratoria que sacude
hoy a Europa genera una cifra de negocios de 6 mil millones de dólares por año. El 90%
de las personas que llegan a Europa lo hacen a través de redes mafiosas.
–Así es. En la gran, gran mayoría de los casos de refugiados nos encontramos con redes
criminales transnacionales que trabajan con toda una infraestructura muy sofisticada de
transporte, logística de almacenamiento, distribución de estos refugiados y un mecanismo de
distribución de precios según el origen socioeconómico de los refugiados. Hay funcionarios
públicos involucrados en este tráfico y también empresas de transporte, a la vez terrestre y
marítima. Desde luego, la raíz de estos problemas son tanto los sistemas políticos de Medio
Oriente como el de los sistemas políticos colonialistas que han estado generando el catalizador
de estas guerras.
–En su libro usted plantea 20 propuestas para sanear esta hecatombe de corrupción.
¿Cuál sería la mecánica de dichas propuestas?
–-Se trataría de entrarle a la esencia misma de la delincuencia, a la madre y al padre de la
delincuencia organizada que es la corrupción política al más alto nivel. Habría que pegarle a
esos organismos que promueven la corrupción política. Y esto no pasa solamente por castigos
de la justicia penal. No, habría que, por ejemplo, generar mecanismos mucho más
transparentes para que se elaboren listas de candidatos a las elecciones primarias en España,
en Argentina, México, que sean listas abiertas, sujetas al voto popular, con controles
patrimoniales mucho más precisos. Ese tipo de medidas son esenciales para eliminar el efecto
catarata, donde la corrupción empieza a muy alto nivel y luego baja a través de la corrupción
administrativa, judicial. Pero hay que ir al foco principal de la corrupción, que está al más alto
nivel. Hay casos como el de la provincia de Buenos Aires, en la Argentina, que no tienen aún
una ley de financiamiento de campañas políticas. La provincia de Buenos Aires es un parque
de diversiones para le delincuencia organizada. Hay que abordar ese aspecto para que,
quienes lleguen a la política, aunque no sean santos, estén sujetos a controles un poco más
elaborados para que tengamos un mínimo de control de calidad. ¡ El centro mafioso patrimonial
58
de la Argentina es la provincia de Buenos Aires !. Incluso si la provincia de Buenos Aires
maneja montos criminales mucho menores a los que podemos ver en Alemania o Estados
Unidos, es un factor de generación de violencia por los vacíos institucionales que existen. Allí
donde hay vacíos de Estado hay delincuencia organizada violenta.
–En la Argentina hay muchas denuncias en este momento…
–Parece que el Poder Judicial en la Argentina está muy entusiasmado en iniciar causas
penales. Hay que dejarlo que genere material probatorio para que avancen las causas en la
Argentina, pero siempre y cuando se abarquen a todos los partidos y no nos quedemos
solamente con un proceso de manos limpias de una sola mano. Hay que lavar ambas manos.
El Mani Puliti italiano, o actualmente el brasileño, abarca a todos los partidos, no solamente a
los Kirchner. En la Argentina hay corrupción por todos lados y es preciso abarcar a todos los
movimientos.
–El macrismo tiene un discurso justiciero y moralizador pero en el propio aparato del
gobierno hay miembros que participaron en los procesos de corrupción que usted
describe, empezando por las cuentas en paraísos fiscales.
–Hay que introducir mecanismos de control de financiamiento de campañas que empiecen con
el control de la campaña del presidente Macri. Habría que establecer tres tipos de auditorias:
las sociales electorales, las auditorias legislativas, y la de los institutos que, en el caso de la
Argentina, sería la Cámara Nacional electoral.
–En este contexto, para usted, lo que pasó en Brasil fue un golpe de Estado para impedir
las investigaciones de la justicia al conjunto de la clase policía.
–Es un golpe parlamentario por la impunidad. Hay tienes hay un 59% de los legisladores
brasileños de todos los partidos que están procesados por un sistema judicial medianamente
independiente. ¡Los brasileños deberían estar orgullosos !. Pero hay ese 59% de los
legisladores del Congreso Federal clamando impunidad. Ese fue el factor principal para tratar
de sacarse de encima a la presidenta Dilma Rousseff a través de tecnicismos. Ahí hay un tema
importante: cuando los Estados se comienzan a reconstituir y a generar movimientos de
limpieza de sus cloacas políticas, como es el caso de Brasil y fue el de Colombia o Italia,
cuando eso ocurre los procesados no se quedan quietos y empiezan a generar una contra
reforma reaccionaria. Eso lo observamos con gran crudeza en el caso de la presidenta Dilma
Rousseff en Brasil. Estamos viendo maxi procesos de mafia y corrupción política. ¡Viva Brasil!
Hay que ser muy elogiosos del trabajo que están llevando a cabo allí, con una sociedad civil
mucho más activa, unificada, que protege a sus fiscales, cosa que no ocurre ni en México ni en
la Argentina. Brasil es un ejemplo porque lo que se juzga no es si en un país hay o no
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corrupción, en todos los países del mundo la hay. Lo que se evalúa es la reacción del Estado.
Es preciso entonces apoyar a los Estados para que se institucionalicen.
efebbro@pagina12. com.ar
La muerte artera en los barrios de Rosario es una señal de
alerta”
http://www.rosarioplus.com/ensacoycorbata/La-muerte-artera-en-los-barrios-de-Rosario-es-unasenal-de-alerta-20160603-0031.html
El mexicano José Manuel Valenzuela Arce es una voz autorizada a la hora de hablar de narcotráfico
y crimen organizado en el continente americano. Llegó a la ciudad para participar del XIV Congreso
de Ciudades Educadoras. Pide romper con la lógica prohibicionista, sostiene que Argentina está a
tiempo de revisar su estrategia contras las droga y llama a una profunda reflexión sobre víctimas y
victimarios. “Ningún joven nace sicario”, señala
ESCRITA POR:
Avatar de Andrés Actis
Como buen académico, José Manuel Valenzuela Arce combina lucidez conceptual con claridad
discursiva. Cada palabra que pronuncia da en la tecla justa. Pone blanco sobre negro en una
problemática que, a su juicio, se presenta “difusa y desdibujada”. Este sociólogo mexicano es un
especialista crítico y agudo sobre el fenómeno del narcotráfico y el crimen organizado en la región.
Estuvo 48 horas en Rosario. Disertó en el Congreso de Ciudades Educadoras y se sentó en un aula
de la UNR para hablar de los “impactos sociopolíticos” que genera el negocio de la droga.
Ha publicado 41 libros, 20 como autor único y 21 como coordinador y coautor. Su texto “Jefe de
jefes. Corridos y narcocultura en México” obtuvo el Premio Internacional Casa de las Américas
(Cuba) en 2001. En 2012 le fue otorgado el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología, y en 2013 la
distinción del grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Baja California, entre
otros méritos profesionales.
En uno de los pocos ratos libres de su agenda, se sentó con Rosarioplus.com para analizar las
estrategias en pugna para combatir un flagelo que en América Latina provoca miles de muertes “sin
rostros”. Asegura que no hay voluntad de modificar el modelo punitivo/represivo porque es
absolutamente funcional a la economía global.
Sobre el impacto del narcotráfico en Argentina, subraya que si bien el crimen organizado está
instalado, aún se está a tiempo de tomar un rumbo distinto al que ha fracasado en México. Eso sí:
pide estar muy atento a las “primeras señales”. “La muerte artera en los barrios de Rosario es una
señal de alerta”, aclara.
¿Con qué políticas públicas hay que combatir al narcotráfico?
La experiencia indica evitar marcos prohibicionistas que no han resuelto ningún problema porque
el fenómeno queda desdibujado. Se mezclan asuntos que tienen que tener atenciones
diferenciadas, como el consumo y los grupos criminales que emergen de la venta de droga. La
experiencia más fuerte de prohibicionismo fue la ley seca en Estado Unidos desde 1919 a 1933.
Generó efectos perversos. Desplegó un mundo de muertos por consumo de bebidas adulteradas y
por el raid de violencia. Generó campos muy amplios de corrupción y el fortalecimiento de
enormes mafias. Si recuperamos esa experiencia y la pensamos en el contexto de los países que
60
han regulado la producción, distribución y consumo como el caso de Holanda y recientemente
Uruguay, nos lleva a la respuesta de redefinir la actual estrategia punitiva y represiva.
Si es tan claro el fracaso de esta visión punitiva/represiva, ¿por qué la mayoría de los gobiernos
insisten en aplicar estas recetas?
Se insiste porque prevalecen los ejes que han dado sentido a todas las estrategias prohibicionistas,
léase intereses económicos, posicionamientos moralistas y afanes autoritarios. Lo encontramos
desde la prohibición del consumo de coca a los indígenas por parte de los misioneros hasta que se
percataron que atentaba contra el rendimiento laboral, pasando por la prohibición del alcohol, té o
tabaco. En lo que hace a las drogas, el recorrido arranca en 1914 en Estados Unidos con la
prohibición de la amapola y más tarde la marihuana y cocaína en 1924. Se empezó a criminalizar a
cierto grupo de consumidores bajo el rótulo de monstruos o canallas para justificar políticas
extremas. Esto cambia en 1971 cuando Nixon declara la guerra contra las drogas y agrega un cuarto
elemento al modelo prohibicionista: la injerencia política de Estados Unidos en el patio trasero del
mundo.
¿Este es un click para entender la violencia desenfrenada en muchos países de América Latina?
Exacto, acá no vale la ingenuidad. Detrás de estos intereses hay demasiada muerte. Los muertos los
estamos poniendo nosotros. Donde se ha aplicado la despenalización encontramos un consumo
parecido al que hay en países prohibicionistas. La enorme diferencia es que no tienen esa muerte,
esa violencia innecesaria. La respuesta a por qué no se asumen estos modelos alternativos hay que
buscarla en los intereses muy poderosos que giran alrededor de la problemática. Naciones Unidas
calcula una ganancia de 320 mil millones de dólares al año, lo que se traduce en muchos poderosos
actores que no están dispuestos a cambiar de paradigma. El desafió, entonces, es como
transformar esta lógica que produce muertes.
México es un claro ejemplo imagino
En México tuvimos más de 130 mil muertos y desaparecidos durante el gobierno de Felipe
Calderón y con Peña Nieto más de 57 mil. Los últimos registros indican que disminuyó la esperanza
de vida al nacer. Se había logrado una evolución por el avance de la ciencia para combatir las
enfermedades que atacan la infancia, pero ahora resulta que los chicos mueren durante su
juventud. Yo hablo de juvenicidio. Tenemos asesinatos sistemáticos de jóvenes en América Latina.
Y lo peor es que no sabemos a quiénes están matando. Son muertes sin rostros. Se nos dicen algo
habrán hecho y la muerte nos pasa de largo.
¿Cómo está posicionada Argentina en el contexto regional?
No soy un experto, pero a partir de las visitas que he realizado, puedo decir que hay una presencia
clara de lo que se llama crimen organizado. Sabemos que hay grupos de México que actúan en
Argentina. Estamos hablando de una empresa global. Los anclajes están en toda parte. Hay que
visibilizar las señales de advertencias. Ciudades como Rosario en donde se ve la muerte artera en
los barrios, marcan que el fenómeno ya está instalado. Es una gran señal de alerta. La buena noticia
es que Argentina está en condiciones de diseñar una estrategia alternativa al modelo punitivo.
Debe trabajar el consumo y la salud pública, por un lado, y no caer en más armas, más policías y
más ejército, por el otro. La experiencia histórica marca que esto se traduce en más muerte y no
soluciona el problema que dice combatir.
¿Cuánto influyen en un determinado territorio la corrupción policial y la complicidad del poder
político y empresarial a la hora de blanquear el dinero del narcotráfico? Son dos ejes de debate acá
en Rosario
61
El poder del narco no está en las armas. Su poder reside en la enorme capacidad para corromper y
la impunidad. Hablamos de corrupción policial y de los sistemas de justicia; y de impunidad para
poder blanquear el dinero. Participan los bancos. Estados Unidos, por ejemplo, reconoce que 12 de
sus bancos lavan dinero. Participan paraísos fiscales. Y participa el mercado inmobiliario. Uno ve
construcciones por todas partes. Basta mirar California y toda la costa del pacífico. Tenemos una
acumulación de un capital que chorrea mucha sangre y mucha hipocresía.
Otra gran paradoja se da en los dedos acusatorios. Muchos ven al joven que cayó en esta inmensa
red como el principal culpable de esta mal. ¿Cómo se hace para ganar esta batalla cultural?
-El principal problema que tenemos es la precarización de las condiciones de vida. Hay que
entender que ningún joven nace sicario. En América Latina se han ido cerrando las condiciones que
permitían proyectos de vida para los jóvenes. Contestando a tu pregunta, creo que también hay
que apostar a un proceso de transformación en la lógica de los medios de comunicación. Hay que
darle más lugar a la academia y a los saberes científicos para generar un marco de opinión distinto.
Es un embate muy difícil, porque los medios se han empoderado con mucha fuerza y sin escrúpulos
de lo que ellos llaman verdad. Es otra gran batalla a dar. Pero cuando la gente empiece a
percatarse de todo está trasfondo que estamos hablando, va a comprender con más claridad la
necesidad de construir canales de vida para los chicos.
La Alianza para la Prosperidad, un «deja vú» para el
triángulo norte Por El Pulso
http://elpulso.hn/la-alianza-para-la-prosperidad-un-deja-vu-para-el-triangulo-norte/
Esta semana se dio la visita en Tegucigalpa del senador del Estado de la Florida y ex precandidato
presidencial de los Estados Unidos por el partido republicano, Marco Rubio, quien anunció que
continuará apoyando los procesos de reformas institucionales en Honduras a través del Plan
Alianza para la Prosperidad.
«Hemos visto cómo la cooperación entre Honduras y Estados Unidos está dado resultados
positivos», dijo en cadena de prensa, agregando que «falta mucho por hacer y la reforma
institucional es muy importante. Vemos que hay un esfuerzo legítimo y verdadero y regreso a
Estados Unidos con la idea de apoyar este proyecto».
La Alianza para la Prosperidad surgió para buscar solución a la llamada crisis de los niños migrantes
de 2014, cuando miles de menores llegaron a la frontera norteamericana generando una crisis
humanitaria, que trajo un alto costo económicos y políticos para el gobierno de Obama.
El Plan presenta las líneas estratégicas de acción que los gobernantes del triángulo norte deberán
seguir para dar respuesta a la crisis de la región y contener la masiva migración de indocumentados
a Estados Unidos.
El Congreso estadounidense aprobó a inicios de este año el financiamiento de 750 millones de
dólares para ejecutar el plan, con lo que arrancará la participación de Estados Unidos. El plan, con
una duración de cinco años, podría llegar a sumar US$15 mil millones para los tres países que
integran el Triángulo Norte.
Dice Luis Solano en el ensayo presentado en el periódico guatemalteco Plaza Pública sobre la
Alianza para la Prosperidad:
62
«Aunque en el discurso público de las partes interesadas prevalece que el multimillonario plan es
para contener la masiva migración y las causas que la provocan, en el fondo este plan no es más
que un proyecto empresarial cuyos objetivos últimos son impulsar y consolidar grandes inversiones
privadas con la participación de los Estados. La atracción de inversión privada extranjera y la
explotación de recursos naturales, entre otros, se observa en los fines de la Alianza para la
Prosperidad».
Para el área centroamericana, la Alianza para la Prosperidad no nos es original. Ya en la década de
los 60, en la administración del presidente John F. Kennedy, se presentó la Alianza para el Progreso
que buscaba detener la ola expansiva de la revolución cubana de 1959 y que sirvió como modelo
para el desarrollo de la maquila de la década de los 70 y los programas de ajuste estructural de los
80, seguidos por los procesos de privatización de la década de los 90 que echó al traste el Estado de
Bienestar que en su momento se intentó implementar en América Latina, después de las dictaduras
de los cuarenta.
Podemos asegurar, basados en los índices de desarrollo de la región centroamericana de los
últimos cincuenta años, que la Alianza para el Progreso fue un fracaso para las mayorías
hondureñas y que los únicos beneficiados fueron los sectores de la burguesía incipiente en la
década de los cincuenta.
Y, en ese sentido, creemos que sin cambios reales en el país, el Plan de la Alianza para la
Prosperidad será nuevamente un proyecto que solo beneficiará a los grupos económicos más
fuertes.
«Aunque hemos logrado cierto avance en mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes,
nuestros esfuerzos han sido insuficientes para generar un cambio sustancial en la oferta de
oportunidades y de progreso para nuestra población y ofrecerles una mejor calidad de vida que
permita revertir el patrón demográfico de migración», señala el documento firmado por los
mandatarios del Triángulo Norte en su parte introductoria.
El documento traza líneas estratégicas de acción que espera atraer capitales que inviertan a partir
de «reducir los costos de energía, realizando las inversiones esenciales para mejorar la
infraestructura y la logística y facilitar el comercio de manera más integral y concentrar y focalizar
estas inversiones y acciones en zonas y regiones que puedan convertirse en futuros centros
dinamizadores de desarrollo».
Más de lo mismo, que antes llamaron Plan Puebla Panamá y más adelante Plan Mesoamérica.
Según el en ese entonces canciller hondureño, Arturo Corrales, «la iniciativa comprende invertir
anualmente US$1 mil millones de dólares a partir de 2016, y por cinco años, para los tres países».
De acuerdo con Corrales, la asistencia de Estados Unidos es de «apenas el 20% de los recursos y el
resto lo pondrá el Norte de Centroamérica con fondos propios e inversiones privadas y préstamos
del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo».
Desde el anuncio del Plan de la Alianza para la Prosperidad del presidente Obama para el triángulo
norte de Centro América, una serie de cambios se han venido generando en la región.
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Presidentes de Centroamérica y John Biden en la firna del Plan para la Prosperidad en 2014.
Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos, expuso en una columna opinión en The New York
Times, las exigencias de la administración de Obama para aportar la millonaria ayuda. «Una
educación deficiente, la corrupción institucional, la delincuencia descontrolada y la falta de
inversión hacen que estos países estén estancados», dice Biden, agregando lo que es, al final, la
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principal motivación para los Estados Unidos: «si no encuentran oportunidades en este (Centro
América), todo el hemisferio occidental (Estados Unidos) sufrirá las consecuencias».
Más adelante en las negociaciones, Biden indica que el gobierno de Honduras firmó un acuerdo con
Transparencia Internacional para combatir la corrupción, recordando que Guatemala destituyó a
altos funcionarios sospechosos de corrupción y de ayudar al tráfico de personas.
«El esfuerzo que hay que realizar de manera conjunta», indica Biden, agregando que el mismo va
dirigido a mejorar la seguridad con énfasis en el combate al narcotráfico, trata de personas y
delitos financieros; mejorar la recaudación fiscal, combatir la corrupción, modernizar los sistemas
judiciales con el fin de atraer inversión internacional.
En la audiencia ante el Senado estadounidense del Secretario de Estado John Kerry para defender
la aprobación de la ayuda económica de la Alianza para la Prosperidad, el senador demócrata
Patrick Leahy, recordó que en Centro América hemos vivido en las últimas décadas, bajo el régimen
de «oligarquías corruptas, guerras civiles, cuadrillas de la muerte» y donde ahora persiste «el
crimen organizado y una corrupción profundamente enraizada y extendida».
Leahy concluyó advirtiendo: «Doy la bienvenida a un nuevo enfoque en esa región, pero quiero
asegurarme de que los miles de millones que hemos solicitado van a gastarse de forma diferente
que en el pasado».
¿Cómo se gastará ahora ese dinero?
Hay que reconocer que el gobierno de Juan Orlando Hernández está haciendo un esfuerzo —a
regañadientes quizás, pero esfuerzo al fin— para cumplir con las condiciones que el gobierno de
Obama ha impuesto para el desembolso de la Alianza para la Prosperidad.
La entrada en acción de la MACCIH este año, la depuración de la Policía Nacional y otras
instituciones del estado en busca aparente de liberar la institucionalidad de las garras del crimen
organizado son una muestra de ello.
Es quizás a eso a lo que se refiere el senador Rubio cuando dice «la cooperación entre Honduras y
Estados Unidos está dado resultados positivos».
Aunque la experiencia vivida en Centro América en los últimos cincuenta años de la Alianza para el
Progreso nos advierte, que quizás cuando se inyecta esa cantidad de dinero a un estado con la
crisis institucional como la que vive Honduras, lejos de fortalecer la institucionalidad, termina
agravándose.
«En el mejor escenario, la propuesta de Washington es un desperdicio de dinero». Indica Juan
Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute en un artículo crítico a la Alianza para la Prosperidad
publicado en España y continúa: «En el peor escenario, dar mil millones a gobiernos con lúgubres
historiales de transparencia y derechos humanos empoderará a políticos corruptos en detrimento
de los centroamericanos a los que se pretende ayudar».
Queda por ver, si lo que estamos viviendo ahora con la Alianza para la Prosperidad, es o no un deja
vú.
Una guía para leer teoría social, por Steve Fuller
http://ssociologos.com/2016/06/05/una-guia-leer-teoria-social-steve-fuller/
Un día me encontraba conversando con un estudiante de doctorado acerca del sentido de la teoría
social, especialmente después de la reciente noticia de que Zygmunt Bauman no sólo se plagia a sí
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mismo sino también a Wikipedia –¡horror! Como alguien que siempre ha sostenido puntos de vista
en conflicto acerca de “esto que llamamos teoría social”, abordaré el “sentido de la teoría social”
en términos del espíritu en que uno puede leer dichas obras.
Steve-Fuller
A continuación ofrezco una tipología que teoriza mi propia experiencia a la hora de estudiar teoría
social.
La mayoría de los trabajos de “teoría social” son meros ejercicios de escolasticismo, incluyendo
aquellos escritos algunos de las grandes figuras del campo, como Habermas. Lo que quiero decir es
que el “escolasticismo” es la práctica académica original de resumir lo que otros han dicho acerca
de un tema común, sopesando las opiniones y ofreciendo una conclusión que más o menos hace
justicia a todas ellas. Ésta era una destacada práctica medieval de transmisión de conocimiento,
especialmente debido a la escasez de libros y traducciones. Los escolásticos pre-leen todo para
uno, razón por la cual hoy en día los libros de estudio siguen teniendo la misma forma. Al mismo
tiempo, esta práctica marcaba la propia autoridad sobre un tópico, ya que el escolástico
básicamente les dice a los alumnos quién es relevante para el tema y quién no lo es, así como con
cuánta seriedad conviene tomar sus respectivas opiniones. En la Alta Edad Media, los escolásticos –
como personalidades– fueron bastante poderosos ya que sus juicios variaban significativamente
(Tomás de Aquino, Escoto, Ockham fueron escolásticos). Sin embargo, en la era moderna, el
escolasticismo ha mantenido su poder a través de la pura redundancia de contenido entre
escolásticos, lo que a su vez da la impresión de continuidad de una “tradición” de pensamiento. En
tal caso, la siguiente pregunta lógica es: ¿quiénes de la actual generación serán incluidos dentro del
canon de la generación próxima? Pero si uno observa el llamado canon, se dará cuenta de que
virtualmente todos los nombres podrían ser reemplazados por otros, y que sólo la presentación
escolástica reiterada mantiene unida la “tradición” –al igual que cuando en la edad media los
escolásticos asumían que Aristóteles y la Biblia eran compañeros naturales.
Algunas obras de teoría social son mejores por sus bibliografías que por su texto principal –un poco
como los artículos de Wikipedia. Para mí, Anthony Giddens cae dentro de esta categoría. Él es, sin
lugar a dudas, un tipo que sabe reconocer un buen texto cuando lo ve, y luego lo incorpora dentro
de su propio texto, el cual resulta ser un popurrí de contenidos de varios textos bien descubiertos,
sobrecargado con una vaga pero prescindible conceptualización que es la contribución teórica
original del propio Giddens. El truco aquí consiste en leer lo que Giddens ha leído y luego reteorizarlo uno mismo, ignorando las débiles formulaciones de Giddens. Yo menciono a Giddens
pero, por cierto, él no es el único teórico social de esta clase. Los teóricos posmodernos
angloparlantes (no los franceses, de quiénes hablaré más adelante) también caben aquí. Una
manera de verlos es como expertos en arte que cometen el error de crear ellos mismos sus obras
de arte, sin darse cuenta de que sus manos no son tan buenas como sus ojos. No obstante, yo creo
que estas personas serían bastante buenas para dirigir instituciones académicas, en términos de
saber a quiénes contratar, los campos en los cuáles invertir, etcétera.
Después tenemos a personas como Bauman –y posiblemente a Beck–, que son los escritores de
jingles de la teoría. Los jingles son esos cancioncillas pegajosas que usan las campañas publicitarias
para fijar el producto en la mente de quien las escucha, y que funcionan no sólo por los juegos de
palabras sino porque también activan recuerdos más profundos codificados a través del sonido,
quizá procedentes de la historia de la música o de los sonidos cotidianos. Los escritores de jingles
aparecieron en Nueva York en la década de los cincuenta y se encargaron de convertir la música
popular en los “hits” de tres minutos que hoy damos por sentado. Bauman y Beck pueden ser
leídos, pues, como creadores de melodías. Así, podríamos pensar en la carrera de Bauman como la
modulación entre “Adorno Lite” (en su veta más normativa) y “Simmel Lite” (en su cariz más
descriptivo). Así, lo que haría a un purista musical evitar llamar a Burt Bachrach un gran compositor
aplica de igual forma a quienes consideran a Bauman un gran teórico. Beck se aleja un poco de esta
definición en tanto ha inspirado más esfuerzos para traducir sus jingles teóricos –especialmente el
de la “sociedad del riesgo”– en programas de investigación empírica propiamente tales, los cuales
han sido la base para la implementación de políticas. Esto hace a Beck una figura más “seria” que lo
65
que él mismo fue capaz de ser. Tras esta jugada está lo que Stephen Turner identificó hace
veinticinco años como “captura conceptual”, técnica que utilizó Robert Merton para reestructurar y
reformular las complicadas (usualmente por falta de traducciones) concepciones continentales de
teoría social para el mercado sociológico estadounidense de orientación empírica. Así, uno podría
pensar en la resultante “teoría de alcance intermedio” como pariente de la música “semiclásica”, al
menos respecto de sus fuentes originales.
Por último, tenemos la categoría más interesante de “teoría social”, que es donde verdaderamente
se gana el derecho a ser vista como algo distinto de la “teoría sociológica”. Aquí el autor está
literalmente abriendo un camino al pensamiento a través de un cúmulo de datos. No se trata de
aplicar teorías ni de someterlas a prueba. Más bien se parece a plasmar una idea en un medio
artístico, donde la teoría es la idea y los datos son el medio. Si hablamos de “maestros modernos”
reconocidos de la teoría social, Bourdieu es una figura destacada. En términos académicos
convencionales, Bourdieu es provinciano en su erudición y desaliñado en su método. Después de
todo, siempre estamos advirtiéndoles a nuestros alumnos que distingan la teoría de los datos y
luego muestren cómo interactúan. Bourdieu fallaba profundamente en este cometido –pero para
bien. En vez de ello, nos da un sentido del proceso por el cual uno intenta llegar a una comprensión
coherente de los elementos empíricos dispares que él piensa que necesitan ser entendidos en su
conjunto. Es más, lo hace de manera suficientemente constreñida e incluso impulsada por la
evidencia, por lo que es difícil pensar que se lo va inventando –aunque eso mismo impide discernir
qué es exactamente la teoría. Hegel intentó llegar a esta clase de entendimiento a una escala
mundial-histórica, pero también creo que ésta es la mejor manera de leer a autores como Deleuze,
Foucault y Derrida –a quienes es útil entender como tipos que repensaban diversas partes de la
historia de las ciencias, a menudo con excepcional detalle (aunque distorsionado, según los críticos)
acerca de hechos pasados. Éste es un estilo de teorización más “participativo” en el sentido
platónico de literalmente fusionarse con lo que uno está hablando. Sé que suena místico, pero
existen precedentes en filósofos de la historia como Collingwood, influido a su vez por Dilthey. Un
efecto concreto de este modo de teorizar es que el teórico puede fácilmente convertirse en un
momento de la historia. No quiero decir simplemente que se convierte en una celebridad (aunque
ésta es una de sus manifestaciones) sino que, más importante que ello, pasa a ser visto como un
profeta de su propia época.
Steve Fuller es un sociólogo y filósofo estadounidense de la Universidad de Warwick, Inglaterra.
Fundador de la epistemología social, se dedica a estudios de ciencia y tecnología, y ciencia y
religión.
Traducido por César Pérez Guarda, para el Blog Ssociólogos
Fuente: http://sociologicalimagination.org/archives/18343
Rusia da un paso más en la desconexión con Occidente
ante el asedio militar y financiero
x Alberto Cruz
http://www.lahaine.org/mundo.php/rusia-da-un-paso-mas
El anuncio de Rusia de abrir su propia bolsa petrolera, una de las
causas del despliegue de la OTAN en el Este de Europa y de la marina de
EEUU en el mar asiático
66
La dicotomía en la que siempre se ha movido Rusia, tanto antes como
después de la URSS, se está exacerbando en las últimas semanas. Esa
dicotomía, pro-occidentales (ellos se llaman a sí mismos “euroatlánticos”)
frente a euroasiáticos (1) está resurgiendo con fuerza en lo que supone
el último intento por parte de los primeros por condicionar la política del
Kremlin.
Putin, un euroasiático convencido, ha estado intentando mantener un
delicado equilibrio entre la oligarquía pro-occidental, a la que descabezó
en el año 2000 al llegar la presidencia pero a la que también ha intentado
controlar otorgándola importantes parcelas de poder en sus gobiernos
(sobre todo poniendo en sus manos los ministerios económicos y el
Banco Central), y la euroasiática. Los pro-occidentales defienden a capa
y espada el neoliberalismo y la globalización occidental, mientras que los
segundos proclaman un mayor distanciamiento respecto a un Occidente
“cada vez más agresivo”.
La situación ha llegado a un punto en el que los pro-occidentales están
viendo cómo la política agresiva de la OTAN y la combinación de las
amenazas militares con las geo-financieras está reforzando el poder y la
influencia de los euroasiáticos, ya de forma definitiva, por lo que han
hecho un último movimiento muy arriesgado: intentar convencer a Putin,
en la última reunión del Consejo Económico de Rusia, de que sólo
haciendo concesiones geopolíticas será posible una buena sintonía con
Occidente. Por supuesto que no lo dicen así, sino que lo enmascaran con
un discurso económico en el que afirman que “Rusia se ha quedado
atrás tecnológicamente” y que si se quiere revertir esa situación “hay que
integrarse en las cadenas de producción internacionales para atraer la
inversión”. Y dado que eso es hoy por hoy imposible debido a las
sanciones unilaterales impuestas por Occidente a Rusia desde 2014,
“hay que reducir las tensiones geopolíticas”. Es decir, que Rusia tiene
que rendirse.
El problema es que una gran parte de Rusia, por no decir toda dado que
los pro-occidentales son irrelevantes entre la población, ha llegado al
convencimiento que haga lo que haga, cualquier acto de defensa en
términos militares –ante la expansión de la OTAN- o económicos –en
respuesta a las sanciones-, va a ser interpretado por Occidente como
67
agresivo y ofensivo. La OTAN, es decir, EEUU y sus vasallos, no
perdona a Rusia que tuviese que retirarse con el rabo entre las piernas
de Georgia en 2008, ni que en 2014 Rusia apoyase a los antifascistas del
Donbás que se oponían al golpe nazi del Maidán.
Esta fue la excusa para las sanciones, que todavía se mantienen aunque
cada vez hay más grietas entre los europeos para que se renueven. Por
eso en la reunión el pasado mes de mayo del conocido como G-7
(supuestamente los países más industrializados del mundo, pero
curiosamente no está China en él y Rusia fue excluida del mismo hace
dos años) se insiste mantenerlas para evitar la disidencia dentro de la
UE. Un dato: el presidente de Ucrania, el filonazi Poroshenko, acaba de
nombrar asesor presidencial al antiguo secretario general de la OTAN
Anders Fogh Rasmussen, quien nunca ocultó su simpatía por el golpe
fascista del Maidán.
Por eso los euroasiáticos, especialmente fuertes en los ministerios
relacionados con la industria y la defensa, están contraatacando y
presionando a Putin: Rusia no tiene que mirar hacia Occidente, que está
acelerando los preparativos para una guerra clásica con sus despliegues
en el Báltico, Polonia, Rumanía, etc., en abierta violación del acuerdo
alcanzado en 1997 por el que la OTAN se comprometió a no desplegar
tropas ni armas nucleares en la Europa del Este, –además de intentar
reforzar las sanciones económicas y reforzar la guerra financiera-, sino
separarse de él. Y una forma de hacerlo es eliminar a sus partidarios de
los cargos que ostentan, especialmente en el ámbito económico.
De hecho, en Rusia se está produciendo un fenómeno curioso puesto
que Putin sigue manteniendo una popularidad altísima, casi el 85%,
mientras que la de sus ministros económicos está por los suelos. Como
consecuencia de las sanciones, el rublo fue devaluado en 2014 y la
economía entró en recesión. Las tasas de interés subieron hasta el 17%,
la inflación se disparó hasta el 16% en 2015 y tanto la inversión como la
demanda y la producción se redujeron. El PIB cayó el 3'5% y la
producción industrial casi el mismo porcentaje (2).
Luego la pregunta es ¿por qué se salva a Putin y se critica a su
gobierno? Porque no se identifica el gobierno con Putin sino con su
68
primer ministro, Dmitri Medvedev, el cabeza visible de los prooccidentales. Incluso el Partido Comunista de la Federación Rusa, el
heredero del antiguo PCUS, se apunta a esta tesis.
Las sanciones occidentales, ilegales según el derecho internacional, han
dejado sin apoyo alguno, si es que lo tenían, a los pro-occidentales y
cada vez son más frecuentes las críticas hacia ellos. En Rusia es muy
frecuente oír críticas de la gente a la “inacción” de Putin con “el bloque
económico del gobierno”, al que se acusa de nepotismo, corrupción y –
en última instancia- de ser el responsable de la situación económica por
sus vínculos con el Occidente que sanciona.
Este es el caldo de cultivo que está alimentando muy claramente el
sector euroasiático para terminar de aniquilarles y tal vez Putin les está
dejando hacer. Una pista de lo que está pasando nos la darán las
elecciones que tendrán lugar este año y si en ellas hay un declive de
Rusia Unida, por pequeño que sea, se culpabilizará a este sector prooccidental de ello y será el momento propicio para reducir o finalizar su
presencia en el gobierno. De hecho, en las elecciones gubernamentales
que se celebraron en octubre de 2015 ya se comenzó a visibilizar este
descenso y en casi todas las gobernaciones el Partido Comunista quedó
en segundo lugar aunque, eso sí, a mucha distancia de Rusia Unida (que
no bajó en ninguna del 50% y llegó en varias al 80%) pese a que en
algunas de ellas los comunistas alcanzaron porcentajes superiores al
20%. En Moscú cada vez hay más gente convencida de que Putin va a
realizar una remodelación del gobierno para finales de año aprovechando
esos resultados. Si son buenos, mantendrá a una parte de los prooccidentales en algún puesto clave para no romper de forma brusca con
Occidente –por ejemplo, en el Banco Central- pero si no lo son eliminará
a la práctica totalidad de ellos.
Con el apoyo, renovado, de los euroasiáticos Putin ya está dando pasos
para ir alejándose de Occidente y de lo que representa. Gracias a las
sanciones, Rusia ha comenzado una ambiciosa política de sustitución de
las importaciones en la práctica totalidad de sectores, desde la industria
hasta la alimentación. Porque es un hecho que Rusia, aún habiendo sido
afectada, ha resistido mucho mejor de lo que esperaba Occidente y está
desafiando con relativo éxito la hegemonía estadounidense y occidental.
69
La producción agrícola está respondiendo incluso mejor de lo diseñado
por el gobierno, logrando una producción de cereales casi igual a la de
antes de las sanciones mientras que en sectores claves como el cerdo,
las aves y las verduras la expansión y el crecimiento son notorios, con
porcentajes del 25% en el cerdo, el 15% en las aves y el 3% en las
verduras. El único sector donde todavía hay problemas es en el lácteo,
pero el gobierno estima que se habrá logrado la autosuficiencia
alimentaria el año 2020. Si los planes se cumplen, Rusia no dependerá
en absoluto de Occidente en este aspecto. De hecho, como
consecuencia de este significativo avance, la importación de alimentos
de otros lugares alternativos a Europa y EEUU –por ejemplo, de América
Latina, con Ecuador, Argentina y Brasil como principales
suministradores- se redujo el 30% en 2015 y va a seguir la misma senda
este 2016.
Lo mismo, aunque con porcentajes menores, está sucediendo en la
industria y sobre todo la del automóvil. La demanda de coches
extranjeros ha caído en picado mientras que la de los nacionales se ha
mantenido. Es una cuestión de precios, sobre todo, pero también porque
una parte de la población parece estar siguiendo los requerimientos del
gobierno para ayudar a la presión a las marcas extranjeros con fábricas
en Rusia para que todo el ciclo de fabricación se haga en Rusia y así
dejar de depender de los componentes importados.
A pesar de las cifras, los euroasiáticos aún consideran que o se aceleran
estos procesos o Rusia no va a poder responder con contundencia a la
agresión militar y financiera de Occidente y han dado una “alerta de
peligro” si Putin finaliza el año sin hacer cambios en el gobierno y con los
pro-occidentales en sus puestos.
Bolsa petrolera en rublos
Tal vez por ello, ya se ha producido lo que parece una primera reacción y
es de calado: Rusia anunció el pasado 29 de abril que está dispuesta a
establecer su propio precio de referencia del petróleo. Lo hizo en el
marco de la Bolsa Internacional Mercantil de San Petersburgo y la
intención es muy clara puesto que Rusia, al no ser miembro de la OPEP,
puede desconectar sin problemas el mecanismo de formación de precios
70
del marcador de petróleo más usado a nivel mundial, el petróleo Brent.
La apuesta rusa es “crear un sistema en el que tiene un precio el petróleo
ruso y se negocia de manera justa y directa” (3).
El simple anuncio ha provocado un terremoto en Occidente, puesto que
es claramente un paso de gran calado hacia la desdolarización de la
economía no sólo rusa, sino mundial. El objetivo ruso es muy claro:
reducir las transacciones comerciales petrolíferas en dólares
incrementando e incentivando el comercio en rublos. Si se tiene en
cuenta que Rusia y China ya comercian en sus propias monedas (el 6%
del comercio total entre ambos fue en sus monedas en 2015 y la
estimación es que para este año 2016 la cantidad alcance el 13%) y que
Irán hace lo mismo con estos dos países, habiendo anunciado que
renuncia a comerciar en dólares su petróleo y que la moneda que use
"por ahora", que diría Chávez, es el euro y que en el futuro será el yuan,
tenemos el cuadro casi completo (4) de cómo cada vez más países están
tomando medidas para reducir la dependencia del dólar estadounidense
y no sólo eso, sino dar un golpe espectacular a la dominación del
petrodólar.
Rusia exporta aproximadamente la mitad del petróleo que extrae y sabe
que en el marco de las sanciones que Occidente le impuso, de forma
unilateral y en contra del derecho internacional, el tener su propio precio
de referencia le ayudará, y mucho, a fortalecer su industria y a generar
ingresos adicionales y superiores a los de ahora puesto que ya no
estarían vinculados a diseños occidentales. Esto, al mismo tiempo,
perjudica al monopolio occidental para controlar el precio mundial del
petróleo dado que el petrodólar es esencial para mantener la hegemonía
de la moneda estadounidense.
Las tres principales empresas rusas vinculadas al petróleo (y al gas),
Rosneft, Lukoil y Gazprom, están dando los primeros pasos para que
este proceso sea inmediato. Y ya se están realizando las primeras
ofertas: entrega mínima de 720.000 barriles de petróleo con el precio que
quede marcado por Rusia, fuera del de Londres.
Rusia no está sola en esta apuesta. China, que ha estado manteniendo
en un cajón una propuesta similar durante dos décadas, la Bolsa
71
Petrolera de Shangai, ahora parece que finalmente se ha decidido a
ponerla también en marcha y se espera que lo haga antes de que finalice
este año. En ello ha influido el cambio no sólo geopolítico, donde Rusia y
China aparecen como claros contrapoderes de Occidente, sino
económico puesto que Rusia ya ha desbancado a Arabia Saudita como
el principal suministrador de petróleo de China. El anuncio de Rusia de
abrir su propia bolsa petrolera refuerza la alianza con China y estimula a
este país para hacer frente a la guerra financiera (divisas) que está
lanzando EEUU contra Beijing desde que el FMI se vio obligado a incluir
en su canasta de divisas al renmimbi o yuan en diciembre de 2015.
El anuncio ruso y la posibilidad de que China siga el mismo camino ha
generado movimientos de pánico en Occidente –y ello tiene mucho que
ver con el despliegue de la OTAN en el Este de Europa y de la marina de
EEUU en el mar asiático- porque se estima que en el momento en que se
ponga en marcha este precio de referencia del petróleo en rublos se
producirá una desdolarización de la economía mundial de entre el 5% y
el 7%, un porcentaje que se duplicaría, cuando menos, si se añade la
bolsa petrolera china.
________________
Notas:
(1) Alberto Cruz, “Eurasia como eje del siglo
XXI” http://lahaine.org/eY3X y http://lahaine.org/eY7n
(2) Ibid.
(3) Bloomberg, “Putin's Decade-Old Dream Realized as Russia to Price
Its Own Oil” http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-04-28/putin-sdecade-old-dream-realized-as-russia-to-price-its-own-oil
(4) Alberto Cruz, op. cit.
CEPRID
Texto completo en: http://www.lahaine.org/rusia-da-un-paso-mas
72
¡La guerra (de clases) entre Bernie Sanders y
el establishment del Partido Demócrata acaba de estallar!
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213106
Yorgos Mitralias
Rebelión
Y de repente llegó lo inevitable: El 23 de mayo de 2016, todos los grandes medios
norteamericanos, seguidos automáticamente por los medios internacionales, han
dejado de dar la espalda a la campaña de Bernie Sanders y han constatado con horror
que el senador de Vermont “¡había declarado la guerra al Partido Demócrata!” Pero
había más. Han comenzado a advertirnos de que “los partidarios de Sanders tienden a la
violencia”, que “son unos bárbaros”, y que “van a prender fuego la Convención
Demócrata en Filadelfia” supuestamente para elegir al candidato oficial del partido en
las elecciones presidenciales de noviembre próximo…
Sin sorpresas. En realidad, la “guerra” de Bernie y los millones de seguidores
contra la dirección del Partido Demócrata hacía estragos desde hace meses y
sólo la conspiración del silencio sin precedentes de los medios (neo)liberales
de todo el mundo les impedía reconocer públicamente la dura realidad. Es
decir, que no sólo Bernie no era como los otros candidatos a la presidencia
que habían conocido, sino que además representaba una amenaza mortal
para el bipartidismo tradicional del establishment norteamericano y el poder
de los millonarios que le financian. Evidentemente, los historiadores de
mañana dirán que ese “despertar” repentino de los grandes medios es
debido al hecho de que, el 23 de mayo, Bernie declaró la guerra incluso a la
presidente del Partido Demócrata presentando contra ella a su propio
candidato a la circunscripción de Florida donde ella es elegida.
Sin embargo, hay que reconocer que incluso esta “provocación” por su parte
no constituye una verdadera sorpresa, porque el movimiento de
los berniecrats (1) que lo apoya, está a punto de presentar desde hace 2-3
73
meses, más de… 300 candidatos “sanderistas” a elecciones de todo tipo, ¡a
menudo contra los del Partido Demócrata! Y a veces, incluso ¡financiando
abiertamente sus campañas con el dinero de la tesorería oficial de la
campaña de Bernie Sanders! Por cierto, la primera reacción de Bernie
Sanders a las acusaciones del ‘establishment’ demócrata de que él le está
declarando la guerra, ha sido anunciar la financiación de las campañas de…
¡ocho candidatos “sanderistas” más !...
No hay duda de que los adversarios de Bernie tienen razón cuando asimilan
la presentación de los candidatos “sanderistas” contra los candidatos
oficiales del partido como una declaración de guerra al Partido Demócrata. O
más bien como un enorme primer paso hacia la creación del famoso y tan
deseado “tercer” gran partido radical de izquierda y… obrero, que volvería de
hecho inoperante el bipartidismo tradicional norteamericano.
De todos modos, aquí no se trata más que de una de las numerosas
manifestaciones diarias de esta situación de “guerra” prolongada que se
agrava de día en día. Por ejemplo, los acontecimientos sin precedentes que
han salpicado el congreso del Partido Demócrata del estado de Nevada en
Las Vegas, que han visto a la presidente local del partido primero anular la
elección de la mayoría de los delegados elegidos pro-Bernie Sanders y
declarar precipitadamente cerrado el congreso, e inmediatamente después
llamar a una docena de ‘sherifs’ armados para que vaciaran la sala bajo la
amenaza de las armas (!) han tenido una doble consecuencia. Por un lado,
han introducido brutalmente y en tiempo récord en la quintaesencia
antidemocrática de la “democracia” americana a los trabajadores y otros
plebeyos que constituyen la gran masa de los partidarios de Bernie Sanders.
Y por otro, han dado el pretexto para que todos los grandes medios del país
lancen una campaña histérica de denuncia de los “brutos” y otros “bárbaros”
de Sanders, que presuntamente han sido los protagonistas de los actos de
violencia. Pero un simple vistazo a los numerosos vídeos de estos hechos
colgados en el Facebook de los “Griegos por el movimiento de masas de
74
Bernie” (2) es suficiente para constatar la falsificación de la verdad por los
medios (neo)conservadores, y oh sorpresa, por los que se tenían por
“liberales”, que se han apresurado a denunciar a un Bernie Sanders que
habían encontrado hasta entonces bastante simpático, y sobre todo a sus…
plebeyos tratados de groseros e ignorantes. ¡La lucha de clase y los odios de
clase en todo su esplendor!…
Más allá de todo esto, el hecho es que el instinto de clase muy desarrollado
del ‘establishment’ del Partido Demócrata y de sus financiadores millonarios,
a partir de ahora toma la delantera a medida que el paisaje político se aclara,
que la amenaza llamada Bernie Sanders se concreta, y que tomamos
consciencia de que lo que está en juego es de una importancia histórica y
vital. La consecuencia principal es muy didáctica: En el momento en que,
según los últimos sondeos, el gran adversario Donald Trump acaba de
alcanzar e incluso superar a Hillary la impopular, y mientras que Bernie sigue
avanzando o incluso machacando a Trump, la dirección del Partido
Demócrata rechaza categóricamente a la eventualidad de… ganar las
elecciones presidenciales y también de impedir la elección de Trump,
renunciando a hacer de Bernie Sanders su candidato. Por el contrario, sigue
presentando -contra viento y marea- a Hillary, ¡prefiriendo así sellar su
propia derrota y sobre todo hacer elegir al innombrable, pero finalmente
“carne de su carne” Donald Trump mejor que a ese peligroso enemigo de
clase que es Bernie Sanders y el inmenso movimiento de sus seguidores
sedientos de justicia social!
La continuación de los acontecimientos se presenta cautivadora…
Notas:
1. http://cadtm.org/Quand-la-campagne-deBernie 2. https://www.facebook.com/Europeans-for-Bernies-mass-movement199793103737306/ y también : http://forberniesmassmovement.weebly.com/
Traducción : Fátima Martín
75
AQUÍ Y AHORA
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060511
Desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica, no hay tiempo, o dicho de
otra manera, usando el lenguaje heredado, lo único que tenemos a mano es
el presente, que se sustenta en el espacio de experiencia del pasado y se
proyecta en el horizonte de espera, la expectativa del futuro, haciendo uso de
los conceptos de Reinhart Kochelleck. Paul Ricoeur propone, para salir de
las antinomias de la historia, acercar el pasado alpresente, así también
acercar el futuro al presente, de tal manera que el pasado sea recuperado
como experiencia plena y el futuro deje de ser una utopía, sino alcanzable y
realizable. No vamos a entrar al debate teórico de las corrientes de historia, es
decir, de las corrientes de los historiadores, de sus distintas formas de
investigar el pasado y deinterpretarlo; además de asumir de un determinado
modo esta interpretación, de una manera absoluta, como verdad del pasado,
o
con
la relatividad y provisionalidad que
amerita,
las narrativas
históricas que escriben. Tampoco de la relación que tiene lahistoria con
la narrativa, con la ficción literaria; así como tampoco entraremos a la
luminosa exposición de Paul Ricoeur sobre la influencia, conjunción y
combinaciones que se han dado entre historia y literatura[1]. Preferimos
remitirnos a los tres tomos deTiempo y narración. Sobre estos temas, hemos
hecho anotaciones en otros ensayos[2]. Lo que nos interesa ahora es asumir
de estos tópicos, temas y problemáticas, lasconsecuencias políticas.
Raúl Prada Alcoreza
Escritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés. Demógrafo. Miembro de Comuna,
colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a los movimientos descolonizadores de
las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y ex-viceministro de planificación estratégica. Asesor
de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo
Octubre, Horizontes de la Asamblea Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación
colectiva con Comuna es Estado: Campo de batalla.
Sin necesidad de diferenciar los horizontes epistemológicos del debate, con respecto a
loshorizontes epistemológicos de la perspectiva de la complejidad, sino asumiendo
la cercanía de los tópicosy temas en cuestión, vamos a concentrarnos en lasrepercusiones
políticas. Hablemos de simultaneidad dinámica o de presente pleno, lo que parece ser la
principal consecuencia es que no hay exactamentehorizonte de espera en lo que corresponde a
la actividad política, en sentido pleno; no es muy adecuado referirse a este horizonte efectivo de
espera como encaminarse a la utopía. Sino, lo más pertinente es hacerlo aquí y ahora.
Tampoco se trata de alejamiento del pasadodebido a la vertiginosidad de la modernidad, que
es
lainterpretación de
las corrientes
evolutivas,
pues
que
elpasado se
encuentra sedimentado en la experiencia social. En consecuencia, es imperativo usar
laexperiencia social plenamente para potenciar la acción creativa en el presente.
Los pueblos del mundo, las sociedades del mundo, en sucompleja composición de sociedades
institucionalizadas y sociedades alterativas, no puedenesperar, dejar para después las tareas
urgentes que les corresponde. Tampoco pueden dejar como en el olvido alpasado, retomando
solo fragmentos seleccionados arbitrariamente; están como obligados a usar toda laexperiencia
social. Es el ahora y aquí lo que convoca a la humanidad. La experiencia social enseña que
no se puede seguir por la ruta tomada, desde hace un buen tiempo, para decirlo en lenguaje
conocido; esta rutalleva al desastre, a la destrucción y posiblemente a ladesaparición de la
especie humana.
Lo que tenemos delante de los ojos es una ficción de realidad, si se quiere, recortes de realidad,
conjuncionados sesgadamente, sostenida por las mallas institucionales del sistema-mundo; no
es la realdad efectiva, sinónimo de complejidad. Esta desinformaciónterca, preservada por los
Estado-nación, las estructuras de poder, la geopolítica del sistema-mundo capitalista, es la
amenaza a la sobrevivencia.
76
Genealogías de generaciones nos anteceden. Lo que sabemos se los debemos a ellas, a
sus experiencias sociales, a sus memorias sociales, a los saberes acumulados, a
las ciencias conformadas, desde el inicio mismo de las sociedades, que aprendieron a leer en el
firmamento
las señales de
las analogías,
convertidas
ensímbolos,
transmutaron
estas señales en mitos del origen. También aprendieron las matemáticas al descifrar
movimientos estelares en las noches luminosas. Quizás los primeros pasos de la geometría se
hallen en esta visibilidad de las constelaciones decomposiciones de estrellas. Lo que hicieron
las generaciones pasadas es la geología, por así decirlo, en sentido metafórico, de la experiencia
social, conformada por estratificaciones sedimentadas. A diferencia del referente sólido y
pétreo, conformando también capas,de la geología como ciencia, las sedimentaciones de
laexperiencia social son dinámicas; se mueven ycombinan distintas composiciones, de
acuerdo a los requerimientos del presente, en sentido restringido. No parece adecuado juzgar,
hayan hecho lo que hayan hecho nuestros antepasados; lo que no quiere decir dejar
de comprender el pasado. Al contrario, se trata decomprender más, de manera más adecuada,
con mayor profundidad, las complejidades singulares e integralesque llamamos pasado. Estos
son los espesores de laexperiencia social. Es indispensable aprender de ella, de su geología
dinámica, de sus estratificaciones sedimentadas, en constante combinación. Es indispensable
usar los conocimientos que emanen del análisis de la experiencia social orientando nuestras
acciones. No para repetir lo mismo, ni paralelismos o, si se quiere, aproximaciones corregidas,
sino para crear otros mundos; pues de eso se trata, de liberar la potencia social, la potencia
creativa de la vida.
Es admirable el alcance de las condiciones de posibilidad actuales de las ciencias y de los
saberes; empero, no han respondido a preguntas cruciales; por ejemplo, acudiendo a una de
ellas: ¿En qué momento las sociedades toman esta ruta, en la que estamos? Que, si bien, parece
corroborar, hasta cierto punto y hasta cierto momento las tesis evolutivas, después de ese punto
y de ese momento, la ruta parece extraviada, encaminándose a un lugar sin salida. Esta
pregunta en lo que respecta a las llamadas ciencias sociales y humanas. En lo que respecta al
zócalo mismo de nuestras epistemologías, las ciencias físicas y matemáticas, que han abierto
otroshorizontes de visibilidad, de decibilidad y de interpretación, tan asombrosos, que
conducen a replantearnos la estructura misma de los conocimientosacumulados; sobre todo,
las certezas de las que partieron, no han explicado el funcionamiento complejoy sincronizado,
en distintas escalas, del pluriverso. Los físicos denominan a esta explicación la teoría unificada.
La filosofía, que es como intérprete de las consecuenciasontológicas de lo que describen las
ciencias físicas y configuran topológicamente las ciencias matemáticas, así como se amamanta
de lo que encuentran las ciencias sociales y humanas, no ha satisfecho con sus sistemas de
sentido construidos especulativamente. No ha podidointerpretar el sentido inmanente de
nuestra presenciaen el pluriverso; incluso si este sentido solo sería válido para nosotros, para
nuestras maneras de interpretar el mundo; incluso si este sentido no existe, salvo para
lamirada humana. Sin embargo, se trata de darse la tarea o las tares de un rol o roles en
el pluriverso; se trata de darse una labor o labores dignas de la humanidad. Salir de los
mezquinos objetivos propuestos por las mallas institucionales anacrónicas, que están ligados
a las estrategias de poder. ¿Qué alcance tienen estos objetivos? ¿Qué servicio prestan a
la humanidad? Estos objetivos satisfacen alestrato dominante de las sociedades, además son
de corto alcance, provisionales, considerando las dinámicas complejas de la vida. Los seres
humanos no pueden reducirse al tamaño de semejantes ávidos objetivos, al tamaño de avaros
obcecaciones, cuando tiene ante sí el acontecimiento del asombroso pluriverso, en sus distintas
escalas. Un intento de explicación aproximada de lo ocurrido podría ser: Los seres
humanos han sido atrapados por sus propiascriaturas, sus propias instituciones, a las que las
toman como si fueran ellas las condiciones de posibilidad de sus propios nacimientos. Lo grave
es que una vez dada esta inversión de roles, entre él y la creadora y lo creado, se haya persistido
en este equivoco. Aunque hayan cambiado las mallas institucionales, trastrocándose, sobre
todo en coyunturas de crisis, ocurría como que se iniciara la misma ruta, en otras condiciones,
más amplias.
No podemos culpar a nuestros antepasados por lo que ha resultado como desenlace; no
hay culpables; empero, podemos recoger sus huellas como experiencia acumulada. Esta es la
mejor herencia con la que contamos. Ahora, podemos afirmar que por esa ruta no podemos
continuar, pues esa ruta no solo está extraviada, en su propio laberinto, sino que lleva
al desastre. Si no usamos esta experiencia social, entonces nos comportamos como suicidas.
Ciertamente, no es de ninguna manera tarea fácil salir del atolladero donde nos encontramos;
concebirnos como lo que somos, como todo ser, como toda forma de vida, creadores. Después
de milenios que hemos repetido recurrentemente lo contrario, como si fuésemos criaturas.
77
Se pueden hacer distintos cortes a las composiciones complejas singulares de las sociedades; se
han hecho algunas, por parte de las ciencias sociales y humanas, que han llevado a
las interpretaciones que conocemos. La complejidad integral y de simultaneidad dinámica de
las sociedades, comprendiendo su alteridad, no se reduce a estos cortes einterpretaciones. Se
pueden hacer otros cortes que den lugar a otras interpretaciones, quizás más pertinentes. Claro
que nunca alcanzarán la cobertura de la complejidad misma. Sin embargo, como ejemplo,
supongamos un corte a partir de los perfiles subjetivos, por así decirlo. Toda sociedad contiene
una proporción de subjetividades inquietas, curiosas, auscultadoras, con capacidades
inventivas inmediatas. Sin embargo, este estrato de las subjetividades no es al que se lo escucha
y se le deja hablar, sino, precisamente debido a la ruta tomada, es otra proporción
desubjetividades la que se ha impuesto; la que llamaremos, provisionalmente, subjetividades
narcisas; inclinadas a la ostentación, a la apariencia y a la comedia; inclinadas a la demagogia,
a la impostura, a la charlatanería estridente, que busca impresionar antes que comunicarse.
Estas subjetividades son los que se montan en la cresta de la ola de lasinstituciones, sobre todo,
en la macro-institución del Estado. Es a estas subjetividades elocuentes a las que se escucha y
son estas subjetividades las que supuestamente dirigen el mundo. A su saber o astucia le
llaman política, en sentido restringido. Y son estas subjetividades las que apuestan a
las dominaciones, pues creen que de eso se trata, de dominar al otro, al que definen
como enemigo, apropiarse de sus posesiones. ¿Dominar, para qué? ¿Para enriquecerse, para
acumular lo que la contabilidad llama capital, para sobreponerse sobre los demás, para ser los
únicos sobrevivientes? El problema respecto a estas pretensiones, no deriva solamente de
cuántos gozan de estosbienes, por así decirlo, sino qué cualidad tiene su gozo, y cuál es su
alcance, su perdurabilidad. ¿Es que prefierengozar ellos, de esta manera tan trivial, a costa de
las generaciones venideras, sacrificando a la humanidad misma? En verdad, por así decirlo, no
tiene mucha perspectiva esto, ni mucho sentido. Es, mas bien, irracional, usando, aunque no
queramos, ese dualismo esquemático de lo racional e irracional.
No parece adecuado ese lograr es alcance desventurado, ese futuro tan mezquino, ese tamaño
de logros; no es una oferta apreciable para los espesores desconocidos de la humanidad; dicho
en otras palabras, no es digno de lahumanidad. ¿O eso es lo que quiere la mayoría de los seres
humanos? Es decir, querer ser el otro, el amo, el patrón, eldominante, ocupar su lugar; creer
que la felicidad es eso, se logra así, cuando, no es otra cosa que goce banal y provisional,
un autoengaño. Si fuese así, si esto fuera cierto, entonces no habría salida. Empero, contamos
con la alternativa de la duda; que no es así; que los seres humanos no renunciamos a los sueños,
a los deseos profundos, a las esperanzas abiertas, que aunque las interpreten de manera
circunscrita, adecuándolas a sus propias narrativas, es una muestra de que no renuncian.
Cuando la capacidad creativa se libera, aunque sea en algunos o en muchos, dependiendo del
momento y las circunstancias, y ocurra esto intermitentemente, es una muestra de que no
renunciamos; que las sociedades y el mundo haya cambiado, es otra muestra de que no
renunciamos. Si estaintuición es la certeza de que los humanos contenemos potencia, que se
encuentra inhibida, precisamente debido a laruta tomada, la del poder, entonces tenemos la
gran oportunidad de abrir otras rutas, más adecuadas a la dignidad humana.
Para decirlo de alguna manera, ha llegado el momento de escucharnos y vernos, de percibirnos,
de comunicarnos, de conocernos, en vez de reducir al otro a estereotipos imaginarios. Ha
llegado el momento de escuchar a nuestros jóvenes, así como a esa proporción de subjetividades
inquietas, curiosa, que todavía se asombra como los niños del maravilloso acontecimiento de
la vida y la existencia. Ha llegado el momento de aprovechar la experiencia acumulada, los
conocimientos, saberes, ciencias, tecnologías acumuladas, para orientar de otra manera,
nuestrasacciones y prácticas, para inventar otras instituciones, que no se conviertan
en fetiches,
sino
que
sean instrumentosflexibles
y
cambiables, potenciadores de
nuestras capacidades creativas. Como decía Walter Benjamín, ha llegado elmomento de hacer
un alto a la locomotora que nos lleva al apocalipsis, de suspenderse de la historia,
reencarrilando en otro curso. Esto, la alternativa que escojamos, no depende de
ninguna verdad, ni de tener razón, por más próxima que pueda estar de una certeza; depende
de las constelaciones de voluntades singulares de los pueblos. Solo tienen que llegar a la
convicción de que hay cambiar las reglas del juego, incluso cambiar de juego. No es el juego del
poderel que nos gusta, nos hace gozar plenamente, sino requerimos de otros juegos; por
ejemplo, el juego de los consensosen la pluralidad de pueblos y en cada pueblo de
la multiplicidad de colectivos, comunidades e individuos. También podemos jugar otros juegos;
otro ejemplo, el de la comunicación, aprovechando las distintas lenguas y culturas, pues ahí
radica la riqueza de la humanidad.--- NOTAS
[1] Paul Ricoeur: Tiempo y narración. Siglo XXI; México 1996.
78
[2] Ver Acontecimiento político, la parte correspondiente a Potencia y trama política. También
revisar Critica
de
la
ideología;
así
como Signomovimiento. https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politicoi/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politicoii/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-la-ideologiai/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/12/18/critica-de-la-ideologiaii/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/07/10/signo-movimiento/.
NARCOELECCIONES EN AMÉRICA LATINA
Kuczynski aventaja ligeramente a Fujimori en comicios
peruanos
La autoridad electoral llama a esperar los resultados finales
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/06/mundo/028n1mun
La participación fue 83.46%
Ambos aspirantes optan por la prudencia y hablan ante partidarios, pero sin cantar victoria
Foto
Pedro Pablo Kuczynski, centroderechista del Partido Peruanos por el Kambio, expresó ayer ante
simpatizantes: tenemos un país democrático y apremió a terminar con pugnas y
enfrentamientosFoto Ap
Foto
A su vez, Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, dijo estar optimista rumbo a la victoria, aunque
reconoció que la votación es ajustadaFoto Ap
Afp, Ap, Dpa y Reuters
Periódico La Jornada
Lunes 6 de junio de 2016, p. 28
Lima.
El centroderechista Pedro Pablo Kuczynski, con 50.59 por ciento de votos, tenía ligera ventaja sobre
la populista de derecha Keiko Fujimori, quien obtuvo 49.41 por ciento, en la segunda vuelta de la
elección presidencial celebrada este domingo en Perú, con 51.7 por ciento de las actas escrutadas,
informó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Ante lo ajustado del escrutinio el titular del órgano electoral, Mariano Cucho, hizo un llamado a la
población y a los partidos políticos a esperar con calma los resultados, pues a partir de este lunes
empezarán a llegar las actas del extranjero y de las diversas regiones del país. Éste fue el segundo
reporte del conteo oficial.
Al filo de las diez de la noche del domingo, Cucho anunció que el próximo informe se conocerá este
lunes.
Dos conteos rápidos de encuestadoras anticiparon horas antes casi la misma leve ventaja del
economista Kuczynski sobre Fujimori, y sólo otra encuestadora daba ligera delantera a Fujimori, en
una de las elecciones más cerradas de los últimos años.
De 77 años, Kuczynski, del Partido Peruanos por el Kambio (PPK), salió a las 19:25 horas de su casa
en uno de los barrios más lujosos de Lima y se dirigió al local de campaña de su partido, donde
saludó a seguidores desde un balcón y a quienes pidió prudencia: Aún no hemos ganado; hay que
esperar a los resultados oficiales finales, dijo.
79
Señaló que veía las proyecciones de los conteos rápidos con optimismo, pero con modestia, e instó
a simpatizantes a estar vigilantes hasta el último voto. Agregó que los peruanos han demostrado
que tenemos un país democrático e insistió: “queremos una nación dialogante; aborrecemos la
dictadura y amamos el diálogo.
Vamos a a gobernar Perú hacia un horizonte brillante y de consenso, sostuvo el candidato del PPK,
acompañado de dos candidatos a la vicepresidencia, su esposa y dos hijas. No más pugnas y
enfrentamientos, dijo este economista que ha sido ministro, primer ministro, banquero,
funcionario del Banco Mundial y empresario, conocido como El gringo, por su acento anglosajón.
Más tarde, Keiko Fujimori, de 41 años y abanderada de Fuerza Popular (FP), salió sonriente a
saludar a simpatizantes concentrados frente a su centro de operaciones en un hotel de Lima y pidió
prudencia ante los primeros resultados que se conocieron a las 20:43 horas. Agradeció al 50 por
ciento de la población que, aseguró, votó por ella, y dijo que habrá que esperar toda la noche.
Hoy hemos dicho no a la violencia y al odio; hemos dicho que queremos un país con unidad y
reconciliación. Esta elección es acerca del futuro de Perú. Estamos contentos y optimistas rumbo a
la victoria, añadió. Pero reconoció que se trataba de un voto ajustado, sin duda, que hay un empate
técnico, y destacó que aún hay que esperar el voto de las diversas regiones y del extranjero.
El ONPE indicó que la participación fue 83.46 por ciento de los 23 millones de peruanos convocados
a las urnas. La jornada se desarrolló en calma para elegir al nuevo presidente tras una larga
campaña en la que hasta hace unos días la favorita era Fujimori. Sin embargo, en la última semana
Kuczynski remontó y amenazaba con arrebatarle la victoria. En la campaña, más que propuestas
hubo acusaciones entre los candidatos.
Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori votaron por la mañana con pocos minutos de diferencia en
sus respectivos locales en Lima, en medio de la calma que imperó en la ciudad durante la segunda y
definitiva jornada de las elecciones presidenciales peruanas.
Fujimori sufragó en el distrito Santiago de Surco y se retiró sin dar declaraciones, mientras
Kuczynski lo hizo en el distrito San Isidro, tras lo cual expresó un deseo: Que la democracia, la
unidad y el diálogo ganen hoy.
Previamente, los postulantes desayunaron en distritos populosos que contrastaban con la
exclusividad de las zonas en que votaron.
Las encuestas que circularon esta semana ya permitían vislumbrar el estrecho margen final. Al
prohibirse la difusión de sondeos Fujimori tenía clara ventaja, pero Kuczynski niveló gracias a su
triunfo en el último debate, al apoyo explícito de líderes de izquierda y centro, y a las denuncias de
corrupción contra dirigentes fujimoristas.
Se trata del segundo intento de Keiko Fujimori por ocupar la silla presidencial, tras perder con el
presidente saliente Ollanta Humala, en 2011, cuyo sucesor asumirá el próximo 28 de julio.
Pese a conquistar la mayoría absoluta en el Congreso en la primera vuelta electoral del 10 de abril,
con 73 escaños para FP, de los 130 del Legislativo unicamaral, Keiko Fujimori sigue enfrentando el
frontal rechazo de la mitad de los peruanos, que la identifican con la corrupción y las violaciones de
los derechos humanos del gobierno de su padre, quien purga una condena de 25 años de cárcel.
Manifestaciones antiKeiko, denuncias de lavado de dinero que salpican a algunos de sus
colaboradores y las acusaciones de narcotráfico contra 11 congresistas de su partido frenaron las
últimas semanas la tendencia creciente de la candidata.
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Keiko Fujimori recaba sus votos entre las clases más humildes, que buscan en ella la rencarnación
del gobierno de mano dura de su padre para combatir la delincuencia –máxima preocupación de 70
por ciento de los peruanos– y la generosidad del Estado para resolver problemas básicos como la
vivienda.
En contraposición, la mayor parte de los aspirantes que quedaron excluidos en la primera vuelta le
han dado su voto a Kuczynski, incluida la popular ex candidata de izquierda Verónika Mendoza,
quien participó esta semana en una manifestación de más de 30 mil personas contra Keiko, la más
numerosa desde el turbulento final de gobierno de su padre hace 16 años.
Asimismo, Kuczynski, candidato favorito de los mercados, recibe el apoyo de la clase media alta
urbana y del antifujimorismo.
Además de la inseguridad y el crimen organizado, al próximo presidente le aguardan enormes retos
como reducir las profundas desigualdades en este país de 31 millones de personas.
Deberá incorporar al sector informal de la economía que emplea a 70 por ciento de los
trabajadores, o regular la actividad minera, que representa 10 por ciento del PIB, para satisfacer las
demandas sociales de las comunidades andinas y armonizarlas con el respeto al medio ambiente.
Un final peleado con ventaja para Kuczynski
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301097-2016-06-06.html
Los conteos rápidos daban una derrota del fujimorismo, pero con una diferencia mínima:
50,5 contra 49,5. Al cierre de esta edición, el virtual ganador PPK pedía vigilar el escrutinio
“para que no nos roben en la mesa”. Y Keiko Fujimori llamó a esperar el resultado total.
Por Carlos Noriega
Página/12 En Perú
Desde Lima
Los peruanos se fueron a dormir ayer sin un resultado oficial, pero con un casi seguro ganador:
el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski. Si, como es lo más probable, los resultados de dos
conteos rápidos que favorecen a Kuczynski, aunque con una diferencia que está dentro del
margen de error, se confirman con los datos oficiales, que se darían al cien por ciento recién
hoy, Kuczynski será el nuevo presidente del Perú desde julio. El conteo rápido de la
encuestadora GFK le daba a Kuczynski 50,8 por ciento y a Keiko Fujimori 49,2 por ciento, en el
límite para declarar un ganador. Las encuestadoras señalaron que se necesitan dos puntos de
diferencia entre uno y otro en el conteo rápido para dar con certeza a un triunfador. Ipsos le
otorgaba una ventaja menor al candidato neoliberal: 50,5 por ciento contra 49,5 por ciento de la
candidata fujimorista.Los primeros resultados oficiales dados por la Oficina Nacional de
Procesos Electorales (ONPE) a las nueve de la noche (once hora de Argentina), al 36 por
ciento, le daban a Kuczynski 50,58 por ciento y a Fujimori 49,42 por ciento. Los fujimoristas se
negaban ayer a aceptar su derrota.
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Kuczynski tuvo una espectacular remontada la última semana. El domingo anterior a las
elecciones estaba siete puntos abajo en las encuestas. La reactivación de una campaña que se
había movido en la tibieza y que planteó en el último tramo la dicotomía entre democracia y
autoritarismo fujimorista que se jugaba en estas elecciones; las denuncias contra los
colaboradores y financistas de la campaña de Keiko de estar vinculados al lavado de dinero y
al narcotráfico; el fallido intento de la cúpula fujimorista de desacreditar esas denuncias con
audios adulterados; las movilizaciones contra el fujimorismo de la última semana; y el amplio
apoyo de otros sectores políticos, desde la izquierda hasta la derecha, y de sindicatos y
movimientos sociales, que recibió su candidatura para evitar una victoria fujimorista, voltearon
las cosas en el último minuto, cuando Keiko parecía tener la victoria en el bolsillo. Ayer se hizo
evidente que los fujimoristas no terminaban de asimilar una derrota que no esperaban.
A eso de las 7:30 de la noche (9:30 hora de Argentina), PPK, como se le conoce al virtual
nuevo presidente del Perú, salió al balcón de su local partidario para hablarle a sus seguidores,
que celebraban eufóricos lo que a esa hora era un virtual triunfo. Estaba flanqueado por sus
dos vicepresidentes: Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz. Había recibido los resultados no
oficiales que lo daban ganador en su casa, junto a sus vicepresidentes. Habló menos de cinco
minutos. Fue prudente en su breve mensaje y evitó declararse ganador.
“No hemos ganado todavía, hay que esperar los resultados oficiales”, comenzó PPK. Abajo del
balcón, la gente lo vitoreaba y celebraba lo que ya consideraba una victoria. El virtual ganador
pidió vigilar el conteo de votos “para que no nos roben en la mesa”. “Tomo estos resultados con
optimismo, pero con modestia”, continuó. Siguió diciendo que en esta elección había ganado la
democracia, en clara alusión al autoritarismo fujimorista que amenazaba volver. “Queremos un
país democrático. Aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo”, dijo. Y anunció un gobierno
de consenso: “Somos conciliadores, vamos a conversar con todos. Vamos a tener un gobierno
de consenso, no más pugnas y enfrentamientos”. Mientras desde abajo subía el grito de
“vamos, vamos PPK”, el virtual presidente terminó con un grito de victoria: “Triunfaremos”.
Pero ayer no solamente celebraban los seguidores de PPK. También lo hicieron muchos que
no simpatizan con las propuestas neoliberales del virtual presidente, pero votaron por él para
detener al fujimorismo. Entre ellos estaban la izquierda y movimientos sociales y sindicales,
que ya anunciaron se opondrán, a las políticas neoliberales de PPK, pero que ayer celebraban,
con una mezcla de júbilo y alivio, la derrota del riesgo autoritario que significaba un regreso del
fujimorismo al poder. Por eso votaron por PPK.
Aunque parezca paradójico, el neoliberal Kuczynski le debe en mucho su victoria, no
confirmada oficialmente pero casi segura al cierre de esta edición, a la izquierda. Ese apoyo se
explica por el objetivo primordial de evitar el retorno del fujimorismo, que carga una historia de
autoritarismo y violaciones a los derechos humanos cuando fue gobierno, y un pasado y
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presente ligado a la corrupción y el narcotráfico. El llamado hecho el lunes pasado por Verónika
Mendoza, la ex candidata presidencial del izquierdista Frente Amplio, tercera en la primera
vuelta con 19 por ciento, a votar por PPK para detener al fujimorismo, fue clave en la victoria de
éste. No es casual que ayer Kuczynski tuvo su mejor desempeño electoral en el sur del país,
donde en la primera vuelta había ganado Mendoza y a PPK le había ido mal. Esta vez, PPK
superó el 60 por ciento en el sur.
“Hemos derrotado el regreso de la dictadura y sus crímenes y corrupción. Seremos vigilantes al
gobierno de PPK”, declaró ayer Sandra de la Cruz, del movimiento ciudadano No a Keiko, que
pidió el voto por PPK y que el martes pasado organizó una multitudinaria marcha en contra de
la candidatura de Keiko.
Si los resultados de los dos conteos rápidos y los primeros resultados oficiales parciales se
confirman, el fujimorismo se habrá quedado por segunda vez a las puertas de Palacio de
Gobierno. Como ya le ocurrió en 2011, Keiko Fujimori, la hija y heredera política del ex dictador
Alberto Fujimori, en prisión con una condena a 25 años por delitos de lesa humanidad y
corrupción, vuelve a fracasar en su intento de regresar al fujimorismo al poder luego de la caída
dela dictadura de su padre en noviembre del año 2000.
Poco después que habló PPK, lo hizo Keiko. Habló desde un estrado levantado frente al hotel
Meliá, donde recibió los resultados, preparado para celebrar una victoria que nunca llegó. Sus
seguidores lanzaban vivas y agitaban banderas, pero en sus rostros había más preocupación y
decepción que ganas de festejar. Keiko no resignó su derrota. “Es un resultado ajustado. Las
cifras que estamos viendo en televisión nos muestran que hay un empate técnico. Vamos a
esperar los resultados oficiales. Estamos optimistas”, dijo la ex candidata. Los primeros
resultados oficiales tampoco la favorecieron.
Los dirigentes del fujimorismo declaraban ayer en la noche que esperaban los votos rurales y
del extranjero para cambiar la derrota en victoria. Pero los primeros resultados del extranjero,
llegados de Europa y Oceanía, daban ganador a PPK. “Keiko ha ganado y será la próxima
presidente”, dijo el congresista Pedro Spadaro, desafiando la realidad. Llamó la atención que
Kenji Fujimori, hermano de Keiko y congresista, no fuera a votar. Hace unas semanas, Kenji
anunció que él sería candidato presidencial en 2021 si su hermana no ganaba en esta elección.
Tal vez en eso estaba pensando cuando decidió no votar por Keiko.
El congresista de PPK, Carlos Bruce,una de las figuras principales de la que será la bancada
oficialista, aunque minoritaria, tendió puentes al fujimorismo, mayoría absoluta en el próximo
Congreso. “No descartamos que técnicos del fujimorismo puedan trabajar en el gobierno de
PPK”, dijo. Sobre la relación que el gobierno electo espera tener con el izquierdista Frente
Amplio, cuyo apoyo fue fundamental para la victoria de PPK, Bruce señaló que el anuncio de la
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izquierda que su respaldo a Kuczynski era para impedir la victoria fujimorista pero que serían
oposición a un gobiernode PPK era “una posición muy respetable”. “Estoy seguro -apuntó- que
con el Frente Amplio nos vamos a entender en muchos temas, como en materia de derechos
humanos, derechos civiles, lucha contra la corrupción, temas en los que ellos tienen muy
buenas propuestas que van a enriquecer nuestro plan de gobierno. Estoy seguro que los del
Frente Amplio serán duros fiscalizadores y eso nos ayudará a hacer un mejor gobierno”.
En la mañana de ayer, muy temprano, luego del tradicional desayuno de los candidatos con la
prensa en el día de las elecciones y antes de ir a votar, Kuczynski rezó ante el Señor de los
Milagros, una de las figuras religiosas más populares del país. Y el milagro se le hizo. Al final
del día ganaba una elección que hace una semana parecía tener perdida.
Elecciones en Perú: resultados dan ligera ventaja a
Kuczynski sobre Fujimori
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/06/160605_peru_elecciones_resultados_ilm
Sea quien sea el ganador, deberá enfrentar el reto de un país con marcadas desigualdades sociales.
La segunda ronda electoral de este domingo en Perú arrojó un virtual empate técnico entre los
principales candidatos, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski.
Con el 92% de las actas procesadas, el economista Pedro Pablo Kuczynski marchaba al frente con
una ligera ventaja de 50,32% frente al 49,68% de Keiko Fujimori, según los datos oficiales
divulgados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Los resultados marcaban un fuerte contraste con la primera ronda electoral, el pasado 10 de abril,
cuando la excongresista Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, alcanzó el 39,85%
de los votos frente al 21,01% de Kuczysnki.
La del domingo ha sido una de las jornadas electorales más cerradas de los últimos tiempos.
Al término de la jornada electoral, a la que acudieron 23 millones de peruanos, los primeros
sondeos a boca de urna mostraron lo reñido de la contienda.
Dos indicaban un liderazgo de Kuczynski, mientras que el tercero proyectaba una victoria de
Fujimori.
En todos los sondeos, los puntos de diferencia entre los candidatos estaban dentro del margen de
error.
¿Por qué la izquierda de Perú hace campaña por un candidato de derecha?
Ambos candidatos se mantenían esperanzados con una victoria.
"Tenemos que ser vigilantes para que no nos roben los votos en la mesa", dijo Kuczynski a cientos
de simpatizantes desde un balcón de la sede de su partido. "Queremos un país democrático y
dialogante".
Fujimori apareció bailando frente a sus seguidores y pidió paciencia.
"Las cifras que vemos en la televisión nos muestra que hay un empate técnico, sin embargo vamos
a esperar con prudencia porque toda la noche llegaran los votos del extranjero y del voto rural (de
zonas apartadas)", afirmó.
Acortando la ventaja de Fujimori
En las últimas semanas, Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK, las mismas siglas de su
nombre), afiló su retórica contra Fujimori, del partido Fuerza Popular.
"No queremos si quiera oír hablar del narcoestado que nos va a matar a todos. Por eso la seguridad
combate la droga, los estupefacientes, el narcotráfico, las conexiones dudosas con esa gente y la
política", dijo Kuczynski, de 77 años, durante su mitin de cierre de campaña en Lima, en clara
alusión a su principal rival.
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El ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, y uno de los principales contribuyentes
de la campaña de Fujimori, ha sido vinculado a una grabación que estaría siendo investigada por la
agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA).
Y el compañero de fórmula de Fujimori, Jose Chlimper, también es eje de una controversia,
acusado de adulterar audios con el fin de ayudar a Ramírez. La fiscalía investiga el caso.
PPK, como se hace llamar, estudió en el Reino Unido y Suiza, y se desempeñó como investigador,
economista jefe y asesor de varias divisiones del Banco Mundial.
El economista con el que esperan vencer a Keiko Fujimori
La poderosa sombra de un padre
Keiko fue Primera Dama de Perú en 1994.
Es el segundo intento de Keiko Fujimori de llegar a la presidencia del país andino.
La carismática política, de 41 años, carga consigo la sombra de su famoso padre Alberto, quien
cumple una condena de 25 años de cárcel por corrupción y abusos a los derechos humanos.
A la vez, muchos peruanos atribuyen al político en desgracia haber desarticulado la guerrilla
Sendero Luminoso y sentado las bases para el crecimiento económico de Perú.
Keiko ejerció como primera dama durante el gobierno de su padre, cuando tan sólo tenía 19 años.
En 2006 fue electa congresista y en 2011 perdió por estrecho margen las elecciones frente al actual
presidente, Ollanta Humala.
Cinco cifras que explican el complejo momento económico que está viviendo Perú
Sea quien sea el ganador, deberá enfrentar el reto de un país con marcadas desigualdades sociales.
“El grave problema del Perú es que el crecimiento económico no ha venido acompañado con un
cierre de brechas, de desigualdades no sólo económicas sino políticas y culturales”, señaló Ricardo
Cuenca, psicólogo social y director del Instituto de Estudios Peruanos.
“Tiene que hacer un esfuerzo enorme para demostrar que esas brechas necesitan cerrarse, para
que el país no sólo crezca económicamente sino que se desarrolle”, agregó.
PRIVATIZAR PARA GOBERNAR
EL MUNDO › EL GOBIERNO INTERINO DE BRASIL PREPARA
PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA CON PRIVADOS Y
EXTRANJEROS
UN PLAN DE OBRAS QUE APUNTA A PRIVATIZAR
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-301070-2016-06-06.html
El programa Crecer que pondrá en marcha Temer significa un cambio radical frente al
gobierno de la suspendida Rousseff. La empresa estatal Infraero no tendrá más
participación en los aeropuertos. Cuatro de ellos dejarán de estar en manos del Estado.
El gobierno interino de Brasil prepara un plan de infraestructura que incluye concesiones,
sociedades mixtas y privatizaciones. Se trata de una decidida reducción del papel del Estado
en los proyectos de obra pública y de un aumento en la participación de las empresas
extranjeras. Entre las medidas apuntadas figura la eliminación del límite a la tasa de retorno de
ganancias de las empresas que ganen concesiones en rutas, autopistas, puertos y
aeropuertos.
“En la vida, quien fija el precio es el mercado, entonces este es uno de los problemas que
vamos a resolver con las nuevas concesiones a privados”, dijo Wellington Moreira Franco,
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titular de la Secretaría de Programas de Sociedades e Inversiones de la Presidencia y uno de
los hombres fuertes del gobierno del presidente interino Michel Temer.
Moreira Franco participó en San Pablo de un encuentro con la Asociación Brasileña de
Infraestructura (Abdib), entidad que agrupa a empresas de ingeniería, entre ellas las acusadas
de sobornar funcionarios y sustentar ilícitamente campañas políticas involucradas en la
Operación Lava Jato, que investiga la corrupción en Petrobras.
Entre las novedades que el gobierno de Temer mostrará en las próximas semanas, con el
lanzamiento del programa de infraestructuras “Crecer”, es que habrá un cambio radical frente al
gobierno de Dilma Rousseff. Por ejemplo, la empresa estatal Infraero no tendrá más
participación en los aeropuertos que serán concesionados, y que dependerán totalmente de la
iniciativa privada. Hasta el momento, Infraero tenía 49 por ciento en todos los aeropuertos con
participación privada, tal el modelo aplicado por el gobierno del Partido de los Trabajadores
(PT) de Rousseff, en el cual fue ministro de Aviación Civil Moreira Franco, uno de los
negociadores más importantes del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB),
que respaldó el juicio político de la mandataria.
“Siempre estuve en contra de ese modelo porque Infraero no tiene condiciones económicas, el
Tesoro asumía eso. No hay posibilidades de asumir el 49 por ciento del consejo de
administración de un aeropuerto. Eso cambiará no por sentido común, sino porque el Tesoro
no tiene dinero para poner”, dijo Moreira Franco.
En el horizonte próximo, 4 aeropuertos en manos del Estado serán privatizados en su totalidad
con una concesión de 30 años con el nuevo modelo que aplicará Temer mediante la secretaría
de Moreira Franco: son las estaciones aéreas de Florianópolis (estado de Santa Catarina),
Porto Alegre (Rio Grande do Sul), Salvador (Bahia) y Fortaleza (Ceará).
Moreira Franco afirmó que quiere incentivar la inversión privada tanto brasileña como
extranjera en ingeniería para obra pública, quitando un elemento que los empresarios
reclamaban del gobierno de Rousseff, un límite de la tasa de ganancia y con ello reinvertir.
“Con relación a la tasa de retorno de la concesiones, debo decir que la respuesta está en el
mercado. Si una persona compra un kilo de arroz y está caro, esa persona busca otro lugar
para comprarlo. Es una relación entre consumidor y mercado, que tiene la última palabra.
Tendremos reglas generales para que los sectores se organicen”, dijo el ex gobernador de Rio
de Janeiro.
Para el funcionario, la intervención del Estado en las concesiones a privados “ya fue”. “Es
absurdo imponer una participación mínima del Estado. Nosotros vamos a crear un ambiente de
inversiones para que el país vuelva a crecer y podamos generar empleo”, comentó. Puso como
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ejemplo el proyecto del senador José Serra, hoy canciller interino, que elimina la obligatoriedad
de la estatal Petrobras en participar de la explotación del petróleo en el pre-sal, los
megacampos petroleros submarinos en el Atlántico, frente a las costas de los estados de Río
de Janeiro y San Pablo.
Entrevista a Ricardo Antunes, Universidad de Campinas (SP)
TODO INDICA QUE EL DE TEMER SERÁ UN GOBIERNO EN CRISIS
PERMANENTE
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213097
Mario Hernandez
Rebelión
-M.H.: Tenemos una segunda dimisión en el gabinete de Michel Temer,
casualmente el Ministro de Transparencia, Fabiano Silveira. ¿Qué nos
podés comentar al respecto?
-R.A.: Es la prueba mas cabal de la caótica situación del gobierno de Temer,
un gobierno interino que tiene en su Ministerio un número enorme de
ministros involucrados en la corrupción. Por ejemplo, es el caso del llamado
Ministro de la Transparencia que actúa en plena intransparencia. Así como
Romero Jucá que fue dimitido hace dos semanas atrás. Y no será el último,
porque una parte de los ministros de Temer han sido ministros de Dilma y de
Lula y están involucrados en el Lava Jato y en otros procesos que están siendo
investigados. Entonces, la situación del gobierno de Temer, la dimisión de
ministros no se cerrará hoy, hay muchos procesos en curso, inclusive hoy el
presidente del banco privado Bradesco está entre los que están siendo
acusados. Son muchos procesos de corrupción y todo indica que éste será un
gobierno en crisis permanente.
-M.H.: Que se ha presentado en su primer discurso como un gobierno de
salvación nacional, pidiendo a la población orden y progreso.
-R.A.: La verdad es todo lo opuesto, es un gobierno de destrucción nacional
porque ascendió al poder a través de una medida que puede ser jurídicamente
legal, pero que sustancia un golpe político. Esto creó la primera marca de su
gobierno basado en la ilegitimidad, es un gobierno ilegítimo.
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-Por otro lado, como este gobierno expresa lo peor de la política brasileña,
adoctrina entre sus ministros a aquéllos que están involucrados en la crisis
política y económicamente es un gobierno del mundo financiero, por ejemplo,
el Ministro de Economía es un hombre completamente comprometido con el
sistema financiero internacional, ha sido el presidente del Banco Central
durante el gobierno de Lula y antes era presidente internacional del Banco de
Boston. O sea, tienen carta blanca para organizar la economía brasileña y
están jugando por encima de los hombros de la clase trabajadora, reduciendo
salarios, los derechos del trabajo, ampliando el tiempo de trabajo para que los
hombres y mujeres no puedan jubilarse en el tiempo justo, ni una medida para
reducir la ganancia de las bancas, ni una medida para introducir una
regulación a las grandes fortunas, no es el gobierno de la salvación nacional,
política y económicamente es un gobierno que nació de un golpe y que va a
significar más destrucción nacional.
Si el gobierno de Dilma ya era un gobierno muy negativo para las clases
trabajadoras, éste tiene la calidad de ser mucho peor. Esta es la triste situación
brasileña hoy, inclusive existe la posibilidad de que las Olimpíadas sean
suspendidas, fundamentalmente porque existen una serie de enfermedades que
asustan a los extranjeros para venir al Brasil. No existe la menor posibilidad
de que la situación mejore en los próximos meses.
Las clases dominantes quieren imponer su política sin intermediarios
-M.H.: Podríamos decir que esto marca el fin de la ilusión del Estado
conciliador, ya que de acuerdo a lo que estás describiendo el Estado
brasileño manifiesta una subordinación mayor a las instituciones
financieras internacionales. Podríamos decir que hay un poder de la clase
dirigente sin mediación. Por ejemplo, José Serra que fuera el candidato
oficial del PSDB, el partido de Fernando E. Cardozo derrotado por Lula
en 2002, es el actual Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil.
-R.A.: Así es. Lo que sucede es que el gobierno de Lula y luego el gobierno
de Dilma fueron siervos de las clases dominantes. Pero en período de
expansión económica se tenía la impresión, solo aparente, de que Brasil
caminaba hacia ser una gran potencia mundial. Lula llegó a decir que en poco
tiempo sería la 4ª potencia del mundo. Pura ilusión. Ahora, en un contexto de
crisis económica profunda las fracciones de los sectores dominantes quieren
tener el control directo, no quieren un intermediario como Lula o Dilma,
quieren su gobierno para poder decidir claramente la precarización del trabajo,
la baja de salarios, la pérdida de los derechos del empleo público, la
restricción y la privatización del sistema único de salud que con todas las
limitaciones es un sistema que atiende a millones de personas, y todo para ser
llevado a cabo en muy poco tiempo y de manera brutal.
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Por eso es cierto lo que afirma usted, las clases dominantes quieren imponer
su política sin intermediarios y esto está generando un descontento popular
muy grande y podemos tener certeza de que la situación brasileña en los
próximos meses va a agudizarse. La política de conciliación de clases terminó,
es su fin, entramos en una era de lucha de clases abierta, las clases dominantes
y los sectores capitalistas quieren destruir todo lo que las clases trabajadoras
conquistaron y las clases trabajadoras tendrán que luchar para impedirlo, no
por Lula o Dilma, lo que conquistó a través de sus luchas desde los años ´70
cuando resurgió el movimiento obrero brasilero.
-M.H.: Precisamente quería consultarte por el movimiento de los
estudiantes de los colegios secundarios, ya que desde el año pasado se han
sucedido una serie de ocupaciones que han continuado en el presente y
están marcando un movimiento que de alguna manera retoma las luchas
estudiantiles de 2013. ¿Lo considerás así?
-R.A.: Sí. Es una de las cosas mas importantes de Brasil de los últimos años,
el año pasado en la ciudad y el estado de San Pablo que es gobernado por un
gobierno extremadamente conservador y privatista, hubo una lucha muy
importante de los estudiantes del nivel secundario que contaron con el apoyo
de los padres y los profesores y consiguió impedir una acción del gobierno de
Alckmin que planeaba eliminar muchas escuelas públicas para reducir costos.
La lucha impidió que esta nefasta medida fuera tomada.
Hay muchas luchas en muchos estados brasileños, en Río de Janeiro los
funcionarios públicos no reciben su salario hace meses, la misma situación se
dio en Río Grande do Sul. La situación política es caótica, me recuerda a
cuando en Argentina hace un par de décadas no tenían recursos para pagar los
salarios y hubo una explosión social en muchas provincias. Hoy, hay rebelión
y ocupación en muchos lugares. Por ejemplo, los profesores de la Unicamp
están en huelga porque no quieren ajustar sus salarios ni en lo mínimo. Y hay
una crisis política brasileña que obliga a discutir cuál es el futuro que
queremos para el país.
En síntesis, el movimiento estudiantil hoy, las ocupaciones, que no es solo de
los universitarios sino también de los secundarios, tienen una similitud muy
grande a lo que pasó hace unos años atrás en Chile. La destrucción de la
escuela pública está generando la rebelión de los estudiantes. Es muy
importante y hay un mosaico de las luchas dentro del Brasil, en las periferias,
en los sindicatos de clase, en los partidos de izquierda, en los movimientos
sociales sin techo, sin tierra; esta es la realidad que percibieron, ya no hay
conciliación, hay confrontación abierta.
La guerra silenciosa que sacude las favelas de Río de Janeiro
Agnese Marra
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https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213087
Público
A medida que se acerca la fecha de inauguración de los Juegos Olímpicos, la
violencia aumenta en estas comunidades. La Policía Militar custodia los
'morros' cariocas mientras las violaciones de derechos humanos se
multiplican.
Mientras algunos cuentan los días para ver a los astros olímpicos saltar a las
arenas de Río 2016, una gran parte de la población está asustada. Las
personas que viven en los morros (cerros), en las famosas, y últimamente
hasta turísticas favelas, sabe lo que les espera cuando un gran evento
internacional llega a la ciudad.
Cuando se jugaron los Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, fue el año
más violento de la última década en la capital carioca. La Policía Militar
asesinó a 1.330 personas en acciones que fueron catalogadas como
"derivadas de la intervención policial", algo así como homicidios en defensa
propia. También fue el año de la conocida “Matanza del Pan” (en referencia a
estos Juegos) que surgió de una operación policial en la favela del Complejo
del Alemán donde se registró el asesinato de 19 jóvenes (once de ellos no
tenían que ver con el tráfico de drogas), aunque los cálculos extraoficiales
hablaban de al menos cuarenta muertos.
Río de Janeiro es el Estado que históricamente tiene las tasas más altas de
letalidad en el transcurso de las operaciones policiales. En los últimos 10
años las cifras ascienden a un total de 8.000 personas asesinadas durante la
invasión de las favelas. Según datos de Amnistía Internacional, en los últimos
seis años la Policía carioca ha sido responsable de entre un 13% y un 21% de
los asesinatos totales de la ciudad. En 2015 una de cada cinco personas
fallecidas murió por “homicidio derivado de acción policial”. El presidente de
Amnistía Internacional Brasil, Atila Roque, advierte de que ese número
“podría ser más elevado” ya que muchos de los asesinatos son registrados
como “homicidios”, una etiqueta genérica que sirve para no culpar a las
fuerzas de seguridad. Eso fue lo que sucedió con el menor de apenas 10
años, Eduardo Jesús, asesinado por la Policía en abril de 2015 en la puerta de
su casa, mientras esperaba que su hermana volviera de la escuela: “Así como
maté a tu hijo puedo matarte a ti también, porque él era un hijo de
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bandido”, le espetó el policía a la madre de Eduardo Jesús, mientras ella le
gritaba desesperada.
La Copa del Mundo de 2014 también trajo consigo un disparo en la tasa de
homicidios “derivados de acción policial”. En Río de Janeiro subió un 40% y
en Sao Paulo llegó a aumentar un 80%. El Complejo de la Maré, una
comunidad formada por 16 favelas cariocas donde viven alrededor de 140.000
personas, fue invadida por la Policía Militar poco antes de que empezara el
Mundial. La previsión inicial era que se quedaran mientras durara el
evento, pero los militares no se marcharon hasta un año después. Los
habitantes de la comunidad denunciaron todo tipo de abusos desde asesinatos
extra judiciales, palizas, invasiones de sus casas en las que se incluía el robo
de objetos y dinero bajo amenaza de fusil.
Militarización de las favelas
La Policía Militar abandonó el Complejo de la Maré en julio de 2015 y en
estos días está a punto de volver. El secretario de Seguridad Pública del
Estado de Río de Janeiro, Jose Mariano Beltrame, anunció que 60.000
policías y 20.000 militares ocuparían la ciudad para actuar durante los
Juegos Olímpicos. No apuntó cuántos de ellos subirían a las favelas, ni
tampoco dejó claro cuánto tiempo se quedarían allí, pero a medida que se
acerca la fecha las operaciones policiales han aumentado. En las primeras
semanas de abril al menos once personas fueron asesinadas en el Complejo
del Alemán y otras tantas (no hay datos hasta el momento) fueron heridas
después de horas de disparos en la zona. En mayo fueron las favelas de
Jacarezinho, Manguinho, Acari y una vez más el Complejo del Alemán, donde
murieron otra decena de vecinos en el intercambio de tiros entre Policía y
facciones del tráfico de drogas, entre ellos un menor de cinco años que
también jugaba en la puerta de su casa cuando le alcanzó la bala.
Las políticas de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro se basan en la
militarización de las favelas. Por un lado desde las Unidades de Policía
Pacificadora (UPP) y por otro, desde las operaciones de guerra con tanques
y armas letales. La diferencia entre ambos tipos de control policial apenas
existe: “Las UPP eran una buena idea y se convirtieron en un fracaso porque
no trabajan como policía comunitaria sino como unidades militarizadas de
control y represión”, cuenta a Público, Atila Roque, director de Amnistía
Internacional Brasil.
Después de diez años de UPP el balance de los vecinos es desalentador: “Los
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militares que suben son muy jóvenes, sin experiencia, se ponen a pegar tiros
en cualquier momento, entran en nuestras casas, nos roban, nos amenazan, es
una pesadilla”, denuncia Irone Santiago, cuyo hijo fue tiroteado por la Policía
y hoy se encuentra parapléjico y con una pierna amputada. “Tenemos miedo y
vivimos con ansiedad porque sabemos que en cualquier momento van a
subir y volveremos a vivir bajo tiros”, dice Santiago, habitante de la favela
de la Maré desde hace más de treinta años.
El pasado mes de abril el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame,
advirtió que quien “se atreva a disparar a un policía va a recibir un tiro”.
La polémica frase la dijo tras el entierro de un miembro del BOPE (Batallón
de Operaciones Espaciales que sube a las favelas) asesinado por
narcotraficantes en el transcurso de una operación. Las muertes de policías
también han aumentado en un momento donde el Estado de Río de Janeiro se
encuentra en quiebra total y los policías reciben sus salarios, de por sí son
bastante bajos, atrasados.
“El policía por un lado es un verdugo, porque mata a una escala inaceptable,
pero también es una víctima. La mayoría tienen el mismo perfil que sus
víctimas, son negros o pardos, jóvenes y de origen humilde”, explica Roque.
Desde Amnistía Internacional reconocen que la precariedad que sufre la
Policía de Río de Janeiro por la crisis económica del Estado hace
que “aumente el estrés y también la violencia”. Pero dejan claro que no
pueden seguir usando argumentos para vulnerar los derechos humanos: “No
puede haber un estado de excepción para justificar la seguridad en los Juegos
Olímpicos”, dice Atila Roque. El presidente de Amnistía Internacional no sólo
se refiere a la militarización de las favelas y el aumento de asesinatos, sino
también a la nueva normativa de Ley Antiterrorista (al estilo de la Ley
Mordaza) que criminaliza cualquier manifestación que se produzca en
determinados puntos de la ciudad desde el 4 de junio y a lo largo de todo los
Juegos Olímpicos. “Durante el Mundial fue lo mismo, hubo periodistas y
activistas de derechos humanos presos e incluso heridos, no podemos permitir
que nos quiten la libertad de expresión”, sentencia Roque.
“Soy un tipo normal”
Víctor Santiago nació en la Maré, en una de las muchas zonas de Río de
Janeiro a las que el Estado no llega si no es en forma de fusil o de tanque.
Insiste en que siempre fue un “hombre normal”, pagaba sus cuentas, trabajaba
por la mañana y estudiaba por la tarde un módulo para ser técnico de
seguridad. Explica todo esto para justificar “el absurdo” de lo que le sucedió
la madrugada de aquel sábado de febrero de 2015. Víctor volvía a casa en el
coche de un amigo cuando un primer control militar les paró para pedir
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documentación. Todo normal y siguieron adelante. Poco antes de llegar a su
casa se toparon con un segundo control. Esta vez los militares sin
intercambiar palabra comenzaron a disparar contra el vehículo. El
conductor recibió un tiro y Víctor Santiago dos disparos. “Mi hijo se despidió
diciéndole a mi nieta que al día siguiente la llevaría a la playa, pero sólo vino
98 días después”, cuenta la madre de Víctor, Irone Santiago, con lágrimas en
los ojos. Su hijo estuvo una semana en coma, y casi tres meses hospitalizado
con el pulmón perforado y sesiones de hemodiálisis. Las dos balas que recibió
le dejaron parapléjico y con una pierna amputada.
A sus 30 años Santiago responsabiliza al Estado de Río de Janeiro de lo que le
pasó: “Fue culpa de la incompetencia de los gobernantes que tenemos a
quienes no les importamos nada”. Asegura que uno de las cosas que más le
dolió fue salir del hospital en silla de ruedas y verse sin ningún tipo de
ayuda: “El Estado no me ha dado ni una tirita”, repite.
La silla de ruedas con la que se mueve, la cama de hospital en la que pasa
prácticamente las 24 horas del día y los pañales que usa para sus
necesidades son donaciones de los vecinos de la comunidad. Su madre dejó
su trabajo de costurera para cuidarle y se ha convertido en una activista dentro
de la favela mientras lucha con poco éxito para que el caso de su hijo sea
juzgado: “Tan sólo un año después de los hechos vino la Policía Federal para
hacer una pericia del cuerpo de Víctor, y lo más absurdo de todo es que en el
caso mi hijo constaba como testigo y no como víctima”.
Irone dice no tener miedo de posibles represalias, sabe que la Policía suele
amenazar a los familiares de las víctimas, pero hasta ahora nadie le ha dicho
nada. Asegura que como su hijo hay otras muchas personas que tienen miedo
a hablar: “No se imagina la cantidad de gente mutilada que hay en la Maré,
por no hablar de los asesinatos. Una vecina que tenía un comercio salió por la
ventana para pedir a su ayudante que cerrara la tienda y le pegaron un tiro,
así de simple. Quieren acabar con todos nosotros, no tenemos derecho a
nada”.
Fuente original: http://www.publico.es/internacional/guerra-silenciosa-sacudefavelas-rio.html
ENTREVISTA CON EL SACERDOTE Y SOCIÓLOGO
MARXISTA FRANÇOIS HOUTART
“El modelo de Correa es de hecho posneoliberal, pero aún
no poscapitalista”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213107
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Paolo Moiola
Noticias Aliadas
Nacido en Bélgica, François Houtart —sacerdote católico, destacado
promotor de la Teología de la Liberación, sociólogo, profesor— conoce el
Ecuador desde los años 70, pero reside en Quito desde el 2010. Actualmente,
es profesor en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), institución
universitaria pública de especialización de postgrado.
Paolo Moiola, colaborador de Noticias Aliadas, conversó en Quito con esta
reconocida figura del movimiento altermundista. A continuación
presentamos un extracto de este diálogo en el que Houtart analiza aquello
que él define como la “crisis multidimensional” (económica, ambiental, de
valores) del mundo moderno y hace un balance del gobierno del presidente
Rafael Correa (quien fue su alumno en la Universidad de Lovaina) con quien
dice tener una correspondencia bastante frecuente, “incluso si no estamos
de acuerdo en varios aspectos”.
La Constitución del Ecuador, aprobada en el 2008 durante el primer
mandato del presidente Rafael Correa, es realmente innovadora.
Tal vez contenga demasiados artículos, pero es realmente vanguardista. En
ella, se han introducido los conceptos de país plurinacional y pluricultural. Y
luego, única en el mundo, los derechos de la naturaleza. Ciertamente, una
cosa es escribir una Constitución, y otra cosa es aplicarla. Es, en este sentido,
también aquí en Ecuador, donde hay un abismo entre el texto y lo que
sucede en la realidad. Como me comentaba con ironía un amigo boliviano:
“En Bolivia tenemos una Constitución magnífica, pero todas las leyes son
anticonstitucionales”. Esto es obviamente una exageración, pero el problema
existe.
En el mundo es evidente tanto el fracaso destructivo del sistema
económico neoliberal, como el rápido agravamiento de la cuestión
94
ambiental. Esta crisis no se cura con más neoliberalismo.
Actualmente se vive en el mundo una crisis multidimensional, una crisis que
es a la vez financiera, económica, alimentaria, energética, climática, una
crisis de sistema, valores y civilización. Y sin embargo en Asia el
neoliberalismo aparece como una oportunidad de desarrollo. Asimismo en
África, en Medio Oriente y en la propia Europa, donde las medidas contra la
crisis son, simplemente, más neoliberalismo.
No digo que se deba llegar súbitamente a un nuevo paradigma, a aquello que
yo llamo “el bien común de la humanidad”. Sería utópico e ilusorio. Pero sí se
podrían dar pasos en esta dirección. Hasta ahora, sin embargo, sólo ha
habido adaptaciones del sistema a las nuevas demandas sociales y culturales.
Hasta hace poco tiempo América Latina parecía el lugar de la
experimentación y de la alternativa. Entonces todo comenzó a
derrumbarse. De Venezuela a la Argentina, pasando por las derrotas
(aunque diversas) de Dilma Roussef en Brasil y de Evo Morales en Bolivia.
Pero América Latina era el único lugar donde se intentó realizar un cambio,
como sucedió en Ecuador. Aquí se ha hecho algo notable: reconstruir el
Estado y los ciudadanos; dar más importancia a los servicios públicos como la
salud y la educación. El modelo de Correa es de hecho un modelo
postneoliberal, pero aún no postcapitalista, como él mismo reconoce.
El problema es que la mayoría de los líderes políticos están todavía en la
antigua visión del desarrollo intenso que se entiende como la explotación de
la naturaleza y dentro de una modernidad vista como el rechazo de las
diferentes tradiciones y culturas. No han entrado en esta nueva perspectiva
donde la naturaleza y la cultura son elementos fundamentales del desarrollo
humano. Necesitamos formar nuevos líderes, pero sin demasiada demora
porque esta situación puede convertirse en un desastre.
95
Naturaleza como recurso por explotar versus naturaleza como fundamento
de desarrollo. La Constitución del Ecuador ha hecho una elección clara
dedicando cuatro artículos a los “derechos de la naturaleza”.
La primera dificultad está en definir lo que significa derecho de la naturaleza.
Sólo en la cosmovisión indígena la naturaleza es un ser vivo que percibe
sensaciones. Los árboles, los ríos, los animales son nuestros hermanos y
hermanas. Esta visión es magnífica, pero no se adapta a la mentalidad de la
mayoría de la gente de hoy en día. En la Conferencia Mundial por los
Derechos de la Madre Tierra, en Cochabamba, Bolivia, en el 2010, hubo más
de 30,000 indígenas hablando de cosmovisión, cambio climático y derechos
de la Madre Tierra, de la Pachamama. Se intentó adoptar un texto, pero
hubo una fuerte oposición, por ejemplo, de Vía Campesina.
¿Cuál es el problema? La integración de los derechos de la naturaleza en una
perspectiva jurídica, porque la naturaleza, como resulta evidente, no puede
defender sus prerrogativas. Son solamente los seres humanos quienes
pueden reconocerlos y por tanto defenderlos. O, por el contrario, violarlos o
destruirlos. Por lo tanto, el derecho de la naturaleza es —como se ha dicho—
un “derecho vicario” del cual no se puede hablar sin la intermediación del
hombre. Y esto nos lleva a la toma de conciencia de la responsabilidad
humana ante la naturaleza.
Estoy trabajando en el sector agrario y veo una agricultura campesina e
indígena completamente abandonada. Estoy visitando la Amazonia en varios
países y me quedo impresionado por su destrucción sistemática y por las
consecuencias [medioambientales y sociales] que eso conlleva. Del tema
ambiental habla también la encíclica del papa Francisco, pero no sé cuántos
la han leído realmente.
La Constitución del Ecuador dedica un espacio importante a los pueblos
96
indígenas. ¿Cómo es su situación?
Hubo un renacimiento de la identidad indígena. Su cultura salió de la
clandestinidad. Por ejemplo, hoy los chamanes son reconocidos. Yo he
participado con ellos en ceremonias públicas, vestido de sacerdote católico.
Su participación en las últimas elecciones ha sido masiva. Esto muestra
claramente los méritos de Monseñor Leonidas Proaño [teólogo de la
liberación ecuatoriano conocido como el Obispo de los Indígenas que falleció
en 1988].
En esta sociedad los indígenas tienen un peso importante aunque en los
últimos 30 años ha habido un cambio estructural importante con el
crecimiento de la clase media, especialmente con Correa, que ha podido
beneficiarse de muchos ingresos.
Hubo una creciente urbanización y al mismo tiempo un abandono del campo
y en especial de la agricultura campesina. Una gran parte de la población
indígena vive en áreas urbanas. Y ahí los jóvenes se interesan ciertamente
más por sus celulares que por sus orígenes indígenas. Es un proceso de
cambio cultural. Las organizaciones han perdido por lo tanto una parte de su
base social y de su fuerza política.
El presidente Correa y su gobierno impulsan lo que han llamado Revolución
Ciudadana que considera a los indígenas ciudadanos como los demás.
Lo que no es un proyecto socialista. Rafael Correa y Alianza País [coalición de
sectores de izquierda y de derecha] hablan de un capitalismo moderno.
Quieren tener a todos los ciudadanos con los mismo derechos y deberes al
interior de una sociedad modernizada.
Sí [considera ciudadanos a los indígenas], pero ciudadanos “atrasados”,
como afirma el presidente, que se deben modernizar, y que no se reconocen
97
como pueblos. Pero está la Constitución que, en su artículo 1, habla de
plurinacionalidad. Está la definición y el reconocimiento de los territorios
indígenas. Los indígenas más conscientes —los agrupados en la CONAIE
[Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador]— sufren mucho
por esta agresión cultural y política. Por eso, después de haber apoyado a
Correa, poco a poco han tomado distancia.
Las últimas leyes —aquellas del agua [junio 2014] y de la tierra [enero 2016],
por ejemplo— excluyen a los grupos indígenas, a pesar de un vocabulario
que parece favorable a ellos. Promueve una agricultura para la exportación,
de monocultivos, haciendo desaparecer los pequeños productores y
campesinos indígenas. De esta manera, la fractura con el gobierno se fue
ampliando cada vez más. El peligro es que, por causa del conflicto con
Correa, una parte del movimiento indígena pueda cerrar un acuerdo con la
derecha, una derecha que nunca los defenderá, pero que quiere tan solo
utilizarlos.
El lenguaje utilizado por Correa hacia los indígenas es a menudo vulgar. Y es
una verdadera lástima porque Rafael Correa es el único líder político [en
Ecuador] que habla kichwa.
De la bellísima (pero a menudo no aplicada) Constitución a la bellísima
promesa de Correa (en marzo del 2007) de no tocar el Parque Nacional
Yasuní, verdadero tesoro mundial de la biodiversidad, pero también
importante reserva petrolífera. Al parecer, estamos frente a una promesa
rota.
El Ecuador decidió hacer una propuesta a la comunidad internacional de no
tocar aquel petróleo si esta ayudaba pagando, por un cierto número de años,
la mitad de aquello que el país habría podido ganar con los beneficios de
aquellos yacimientos. Hubo comentarios positivos, sobre todo de parte de
Alemania. Luego, todo decayó con la llegada al poder de [Angela] Merkel. En
98
ese momento, el presidente Correa dijo que la comunidad internacional no
había respondido a la propuesta del Ecuador y que, por lo tanto, comenzaría
a explotar el petróleo.
En realidad, este plan B ya existía porque había intereses económicos locales
que promovían la explotación de esos yacimientos. El gobierno dijo que iría a
explotar solamente un poco más del 1% del parque, utilizando tecnología de
punta. De acuerdos a mis informaciones, parece que la destrucción local es
bastante mayor que la que el gobierno afirma.
En el parque y en las inmediaciones viven por lo menos tres diferentes
grupos indígenas: los Shuar, los Kichwa y sobre todo los Huaorani. Contra la
decisión de iniciar la explotación petrolífera del Yasuní, se han producido
protestas indígenas, pero no con una voz al unísono.
El gobierno ha obtenido el apoyo de la mayor parte de los sindicatos del
territorio —unos 40, muchos de los cuales son indígenas—, prometiéndoles
que una parte sustancial de las ganancias irían a la municipalidad.
Hubo una reacción muy fuerte de la juventud, especialmente urbana. Se creó
el movimiento ‘Yasunidos’. Ha tenido un éxito extraordinario, logrando
reunir más de 700,000 firmas contra la explotación petrolera. Sin embargo, la
auditoría gubernamental redujo las firmas válidas a menos de 300,000. [De
esa manera, el gobierno logró impedir la consulta popular].
Finalmente, ¿qué opinión le merece Correa?
Felizmente ha renunciado a la reelección. Tal vez por razones más familiares
que políticas. Sin embargo, ya que es joven, podría darse cuatro años de
reposo y después representarse nuevamente. No tengo ninguna objeción a
eso, pero espero que aproveche de este período para leer, conocer gente,
para viajar por el mundo y sobre todo para transformar su visión
99
adaptándola a la realidad del mundo actual. Es un hombre sincero. A veces
demasiado sincero. Y a veces también un poco prepotente, porque no acepta
consejos. Pero es un hombre de valores y un gran trabajador.
Fuente: http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=7315
ENTREVISTA A MARTÍN ALONSO SOBRE EL
CATALANISMO, DEL ÉXITO AL ÉXTASIS (I)
“El catecismo nacionalista, fuera de los contextos de descolonización, se
reduce siempre a tres premisas: somos diferentes, somos superiores y
tenemos derecho a más (o más derechos)”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213108
Salvador López Arnal
El Viejo Topo, mayo de 2016
Martín Alonso Zarza es doctor en Ciencias Políticas y licenciado en Sociología,
Filosofía y Psicología. Formó parte del grupo de expertos de la Escuela de Paz
de Bakeaz (Bilbao). Los dos libros en los que centramos nuestra conversación
-acaso un único libro dividido, por ahora, en dos volúmenes- han sido
publicados por El Viejo Topo en 2015 y 2016 respectivamente. El primero con
el subtítulo: “La génesis del problema social; el segundo con el de “La
intelectualidad del ‘proceso”.
***
Acabas de publicar dos libros en El Viejo Topo con el título: El
catalanismo, del éxito al éxtasis. Mi felicitación más sincera. Déjame
preguntarte por el concepto: ¿cómo debemos entender el catalanismo en
tu opinión? ¿Qué definición propones?
100
Consideré la posibilidad de dedicar un capítulo al análisis conceptual con los
instrumentos de la teoría política; hay trabajos que se han ocupado de ello.
Desestimé el empeño por cuanto el objeto de mi interés eran los cambios que
se han producido en el paisaje político catalán y para eso me resultaba más útil
la perspectiva sociológica; aunque, como es obvio, los temas referidos a la
identidad nacional y la movilización nacionalista interesan a un buen puñado
de disciplinas. De modo que atribuyo al término un significado genérico,
equivalente a nacionalismo catalán. Insisto, no es porque crea que no sea útil
un análisis conceptual sino porque el foco de mi interés no es ese, sino
explicar el cambio y los motivos del cambio. Por otra parte, el propio
enunciado del título denota que hay una transformación en las notas
distintivas del programa nacionalista en los últimos años que tiene que ver con
una redistribución de la influencia de los partidos y, en particular, con el
ascenso de las posiciones independentistas que fueron minoritarias hasta hace
muy poco.
Pero, salvo error por mi parte, hace años, se solía afirmar, cuanto menos en
grupos de izquierda, que el catalanismo no era identificable con ningún
nacionalismo. Ser catalanista, desde ese punto de vista, era más bien un asunto
cultural con poca densidad política. Vindicar, por ejemplo, la lengua catalana,
la defensa de la cultura catalana, de algunas de sus tradiciones. Y, además, no
de forma excluyente. Uno podía ser catalanista y no ser partidario de ubicar al
castellano en la casilla “lengua impropia” de Cataluña o, por poner otro
ejemplo, considerar que Jaime Gil de Biedma, Juan Marsé o Manuel Sacristán
eran, por descontado, parte de integrante de la cultura catalana, sin trazar
además permanentes puntos de demarcación, generalmente construidos, en
torno a la escuela de Barcelona versus Madrid en cine, en pintura o en
cualquier otra manifestación cultural. No había, en ese catalanismo, ninguna
deseo de romper el demos común, de secesión, de considerar que Andalucía,
Extremadura o Aragón tenían la misma relación con Cataluña como la que
podía Baviera, Bretaña o la Lombardía.
Bien pertinente tu observación. Me obliga a afinar mi respuesta; no se puede
obviar que en una arena disputada la preferencia por unos términos no es
irrelevante. Tenemos de partida esa acepción abarcadora, culturalista y no
sectaria que mencionas. Es la que refleja un Agustí Pons a mediados de los
noventa ("La prensa en Cataluña, ¿norma o excepción", en X. Bru de Sala y
otros. El modelo catalán, Barcelona, Flor de viento 1997: 171-172):
“deberíamos dar la razón a Maria Aurèlia Capmany, que consideraba que el
catalanismo es un colchón doctrinal que estiliza las posiciones políticas e
ideológicas más ariscas y las envuelve en un marco no escrito de
complicidades [...] Hoy por hoy, fuera de este espacio común -mínimamente
común: hay que insistir en ello- no hay espacio posible en la política
catalana". El asunto es que el éxito de este catalanismo cultural, que fue la
fachada noble del pujolismo, ha servido de trampolín a las reivindicaciones
101
políticas, éstas sí claramente connotadas ideológicamente pero cuya
connotación (partidismo) el alambique nacionalista quiere neutralizar o hacer
invisibles. En este sentido la aclimatación del término catalanismo indica un
triunfo de un sector dominante que oculta sus motivaciones políticas. En
consecuencia, ya no cabe distinguir entre nacionalistas y laicos en materia de
nación, sino entre catalanistas y malcatalanistas (-valga el invento que traslado
del homólogo unamerican: unionistas, centralistas, neofranquistas, o
catalanes autofóbicos (self-hating); con un uso intercambiable a efectos de
desautorización). Las divisorias sociales asociadas con la posición de clase
quedan diluidas en esta remodelación semántica del oasis. Se ha pasado así, en
efecto, de un término usado como gentilicio y sin función marcadora a otro
que asigna valor y legitima la reivindicación de derechos diferenciales; de la
filología a la política. Recuerda un poco –un poco– a la polémica sobre si la
‘nación’ del preámbulo del Estatut tenía valor ‘descriptivo’ o también
‘definitorio’. Una pieza fundamental en el cambio semántico del catalanismo
de que hablamos es la propuesta de Mas de la “casa grande”, elaborada desde
la Fundación Trias Fargas / CatDem por A. Colomines.
Vuelvo al título de tu libro. “Del éxito al éxtasis” escribes. ¿Cuándo fue el
momento del éxito?, ¿cuándo ha sido el momento del éxtasis?
El éxito corresponde a la culminación de los objetivos que el nacionalismo
catalán había formulado en la transición (y en su fase inicial un siglo atrás),
vale decir al mandato de Pujol. Hay numerosos testimonios del nacionalismo
hegemónico que reconocen el cumplimiento de dicho programa. Y
declaraciones de Pujol en las que se admite que se ha conseguido más de lo
que estaba en el Estatut, por ejemplo en relación a los medios, la lengua o la
policía autonómica (Conferencia en el CCCB, 2006). Pero es verdad que la
lógica discursiva del nacionalismo es la de las metas volantes: la tensión entre
los actores, entre el colectivo propio y el contrario –la metáfora del foso
identitario– debe ser alimentada so pena de extinción. El momento del éxtasis
tiene varias capas superpuestas. La más visible y cercana es la que se
corresponde con la efervescencia del ‘procés’ desde la Diada de 2012; pero es
obvio que hasta en este relato hay buena parte de ingeniería y de relaciones
públicas -y dar cuenta de ella es uno de los propósitos de mi trabajo-. (Entre
paréntesis, fenómenos con la confesión semivoluntaria de Pujol, la forzada de
Millet y la revelación de Santi Vila, avalan, me parece, esta estrategia de
análisis).
¿La rebelión de Santi Vila? ¿Te refieres a sus comentarios sobre la necesidad
de ese discurso identitario para hacer digerible una política económica y social
de carácter neoliberal especialmente agresiva con las capas sociales más
desfavorecidas?
Sí, sí, a eso me refiero.
102
Prosigue, prosigue, te he interrumpido,
Retomo el hilo. Las otras capas son menos visibles y que no lo sean es una
pieza fundamental para presentar el ‘proceso’ como una reacción impulsada
por la sociedad civil en respuesta al trato indebido recibido del Estado. Hay
una puja entre partidos a la salida de Pujol (y dentro de cada uno de ellos
antes, es bien sabido pero muy desatendido), que alienta que ERC se coloque
en el centro del tablero, que el PSC abrace las tesis identitarias (propuesta de
reforma del Estatut) para asegurar el pacto y desalojar a CiU de la Generalitat.
Hay a la vez una necesidad de pactar con CiU para echar la manta sobre el
3%; y hay luego las extrañas negociaciones de Mas con Zapatero… Al final
del tripartito, las tensiones internas, la corrupción y la crisis afectan
profundamente a la legitimidad del sistema político (como en otros lugares),
pero aquí está el nacionalismo como programa por defecto, que tiene que
radicalizarse en la misma proporción en que las instituciones políticas han
perdido legitimidad. En todo caso la cuestión del cuándo tiene difícil respuesta
si no añadimos la precisión sobre el qué del cuándo. Es muy sugerente al
respecto el repertorio de respuestas a la pregunta del A. San Agustín, Cuándo
se jodió lo nuestro. No hay nada parecido a una posición mayoritaria, menos a
un consenso entre el amplio panel de los entrevistados.
¿ Y cómo ves tú, pasado el tiempo, esas extrañas negociaciones de Mas con
Zapatero a las que haces referencia?
Aquellas seis horas de una reunión secreta en enero de 2006, sobre la cual
Zapatero moduló la información al Comité Federal, a su gobierno o al propio
PSC, que sufría una dura oposición de CiU (si bien atemperada por el interés
común de no remover el 3%) no son efectivamente un ejemplo de buenas
prácticas. La misma denominación de ‘acuerdo global’ para el resultado
parece responder en parte a consideraciones de relaciones públicas. En todo
caso, es una parte más de la extraña genealogía del Estatut.
Interpreto, por lo que señalabas anteriormente, que, desde tu punto de vista, el
asunto del tripartito no fue ningún paso adelante desde una perspectiva de
izquierda no nacionalista. ¿Me equivoco? ¿Por qué crees que Maragall se
lanzó a la aventura de la reforma del Estatut excluyendo, además, al PP?
¿Empujado por ERC? ¿Por convencimiento propio?
El tiempo transcurrido y las confesiones retrospectivas no dejan muchas dudas
al respecto, no sólo por el contenido ideológico de la resultante. Si no
recuerdo mal Miquel Iceta ha admitido que lo del tripartito no fue una buena
idea y hasta el propio Pujol reconoció antes de que entreviera ese final
temido à la Kohl que el Estatut no valía el precio (Y el Estatut fue la cola que
aglutinó al tripartito). Hubo avances respecto a los mandatos de Pujol, pienso
en algunas medidas sociales y una mayor transparencia en las subvenciones a
103
los medios. Pero la política cultural estaba en manos de ERC. En cuanto a los
motivos de Maragall, aquí hay más margen para las opiniones.
El malestar por la paradójica derrota en las autonómicas de 1999 (el PSC ganó
en votos pero CiU obtuvo dos escaños más) pudo alentarle por esa vía que le
aseguraba el apoyo de ERC. Alguien tan cercano y tan poderoso como
Joaquim Nadal dejaba claro este punto al señalar (El Punt, 11/10/2002), que
los trabajos preparatorios de la comisión del Estatut “se han topado
sistemáticamente con el obstáculo y la oposición de CiU y el PP en 2002”.
Acusaba claramente a CiU de dependencia respecto al PP, utilizando una
variante del anatema fetiche de Pujol: el sucursalismo (como una de las
cristalizaciones de la teoría de la interferencia, formulada en Construïr
Catalunya). Tampoco se pueden obviar influencias de su círculo más
próximo, pienso en algunas ideas de Rubert de Ventós, por ejemplo en ese
sintagma inédito en el diccionario de la izquierda, “el país políticamente
pobre”. Rubert utiliza esa expresión en el prólogo a Les contradiccions del
catalanisme(2006) de Joan Ridao, quien tiene en Rubert uno de sus
argumentos de autoridad; con un pequeño detalle para el repertorio de los
resbalones semánticos con miga: Ridao no dice “país políticamente pobre”
sino “pueblo políticamente pobre” (p. 210). Naturalmente la pieza carencial
no es otra que la del Estado, el Estado propio. En la reflexión de Ridao,
Rubert aparece mezclado con Ferran Requejo o Salvador Cardús: una prueba
del poder disolvente ideológico del catalanismo, para volver a la pregunta
inicial.
Te recuerdo el título de un congreso celebrado recientemente en
Barcelona con apoyo institucional y con la presencia destacada de
miembros importantes de la intelectualidad catalana, Josep Fontana
entre otros. El nombre del congreso: “España explota a Catalunya (17142014)”. ¿Qué piensas, qué pensaste cuando supiste de la celebración de
ese “congreso”?
Entiendo que te refieres al Simposio “España contra Cataluña”, programado
como apertura oficial de los fastos del Tricentenario, y cocinado por Jaume
Sobrequés, un ex PSC. La opinión sobre un acto de estas características
recuerda otros episodios ominosos de cooptación de la inteligentsia, como los
del realismo socialista o las reuniones que empezaban con la adhesión
incondicional en el franquismo. Salvo sus propios promotores, las posiciones
de los historiadores (y científicos sociales) al respecto no ofrecen ninguna
duda sobre el carácter ideológico, partidista e irrespetuoso con los protocolos
básicos de la investigación científica del Congreso. (Dedico a ello un capítulo
del volumen II).
Sí, sí, ya he reparado en ello.
104
Más allá de esa apreciación, su celebración tiene un valor adicional en cuanto
indicador de la transformación general del paisaje cultural y académico de la
Cataluña oficial. Que participaran en él figuras como J Fontana o J. Nadal
muestra algo muy serio que un analista nunca debería pasar por alto. En
primer lugar una incomodidad personal: de ningún modo alguien como yo
puede intentar poner en cuestión la producción intelectual de un Fontana, de
quien, por otra parte, tanto ha aprendido. Muestra, en segundo lugar, que hay
facetas de la inteligencia que no funcionan de manera uniforme: es decir que
uno puede ser un experto es su materia pero bastante primitivo a la hora de
dejarse seducir por ciertas mercancías de pacotilla. Esto es sumamente
interesante para el estudioso de lo social: ¿cómo mentes privilegiadas,
recordemos la Alemania nazi, la Serbia de Milosevic, la España de la Guerra
Civil, pueden ser atraídas por credos sectarios tan primitivos? De otro modo,
¿cómo cualquiera de nosotros tiende a sucumbir a una lógica situacional
poderosa? El pujolismo había creado esta lógica situacional a partir de los
medios de comunicación, la socialización con el pretexto de la lengua y un
poderoso sistema de incentivos (sin excluir los de los negocios).
Y muestran, en tercer lugar, que es sumamente difícil desautorizar
intelectualmente estas lógicas cuando están activadas. Me gusta citar la
respuesta del historiador Theodor Mommsen cuando a finales del XIX
Hermann Bahr le pide su opinión sobre el antisemitismo: “Se equivocan
ustedes, suponen que por medio de la razón es posible conseguir algo… Pero
es inútil, completamente inútil… son en definitiva argumentos, argumentos
lógicos y éticos, que ningún antisemita querrá escuchar”. La única razón
entonces para insistir en el frustrante empeño es combatir la sensación de
soledad de los disidentes. Pero volviendo al caso; hay que introducir las
cautelas obligadas en las comparaciones; por motivos epistemológicos
internos primero, pero también por motivos cívicos. El estudioso, cuando sus
reflexiones inciden en la vida social, tiene que combinar dos exigencias, a la
verdad y a la razón, por un lado, a la sostenibilidad cívica, por otro. Aunque
sea de forma pasiva: evitando crear o ampliar tensión en el problema del que
trata. Por eso hasta para desautorizar un tan connotado acto como el simposio
uno debe buscar palabras templadas.
¿ Y por qué “mercancías de pacotilla” se han dejado deducir algunos
intelectuales catalanes de los que, en principio, se esperaba una actitud más
crítica, menos próxima a los intereses del poder hegemónico en Cataluña? ¿Te
estás refiriendo a la identidad nacional, al poner el acento ante y sobre todo en
ese eje?
El catecismo nacionalista, fuera de los contextos de descolonización, se
reduce siempre, de El destino manifiesto a la Defensa de la Hispanidad,
pasando por Arana, Prat de la Riba, y tantos otros, a tres premisas: somos
diferentes, somos superiores, tenemos derecho a más (o más derechos); se
105
trata de traducir un hecho diferencial inicialmente inocuo –volvemos a la idea
del catalanismo como etiqueta difusa– en una diferencia de estatus vinculada a
la pertenencia (en una diferencia de derechos: en desigualdad). Eso conlleva
luego la reconstrucción del pasado (toda la parafernalia parahistoriográfica del
Tricentenario y la coreografía de El Born con la necrofilia de El Fossar) para
sacar de la propiedad de un pasado propio (Manuel Cruz), el derecho a un
espacio propio, a ser titulares del aquí. Naturalmente eso puede revestirse de
sofisticados aparatos de erudición. Como decía Kolakowski, a nadie, sobre
todo si tiene un acreditado currículo, le van a faltar argumentos para aquello
que tenga mucho empeño en demostrar; sean cuales sean sus razones. Y los
años de gobierno convergente han creado un paisaje con un poderoso sistema
de incentivos para orientar a los que no tuvieran claras las razones. Esto no
quiere decir que todos los que defienden una opción nacionalista lo sea por
obedecer a estas malas razones.
Vuelvo al catalanismo si te parece.
De acuerdo cuando quieras.
Fuente: El Viejo Topo, mayo de 2016.
La conspiración de los robots
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213104
Paula Bach
La Izquierda Diario
Las páginas de la prensa en general y la británica en particular están desde
hace un tiempo plagadas de información sobre las habilidades de los robots,
los vehículos “driverless” y la “inteligencia artificial”. Autos sin
conductor diseñados por Google, barcos autónomos ideados por el
Pentágono, humanoides que podrían operar con escasa colaboración de
médicos de carne y hueso, robots pensados por Airbus para trabajar junto a
humanos en la línea de montaje o la plataforma de inteligencia
artificial Amelia que, según dicen, maneja treinta idiomas y puede aprender a
interactuar con humanos.
Pero la información -que se ocupa de destacar particularmente imágenes
humanoides- no viene sola ni es gratis. Su correlato lo constituyen insistentes
preguntas aviesas del tipo: “Robots: ¿amigos o enemigos del hombre?”, “¿más
o menos eficaces que los humanos?” “¿los robots son buenos o malos para la
106
humanidad? o, más directamente, afirmaciones tales como: “millones de
trabajadores perderán sus empleos”.
Sin embargo, preguntas como: ¿Será capaz la humanidad de poner a su
servicio un producto tal de la inteligencia colectiva? ¿Será capaz de reducir el
tiempo de trabajo gris y cotidiano en el mediano o aún en el largo plazo? ¿de
cuántas horas sería una jornada de trabajo media teniendo en cuenta la ayuda
de este eventual “ejército de robots”? ¿de 6? ¿de 4 horas? ¿de 3, de 2? ¿será
capaz la humanidad de crear las máquinas que le permitan a las amplias
mayorías conquistar el tiempo libre necesario para desarrollar la imaginación,
la creatividad, el arte, la ciencia? Parece extraño, pero nadie –o casi nadie- se
formula este humilde interrogante…
¿Un ejército al acecho?
La imagen de un ejército de robots en movimiento dispuesto a desplazar a los
humanos de sus trabajos, exige recapacitar sobre el verdadero estado de la
cuestión. En primer lugar hay que señalar que la idea de la revolución de la
robótica es parte del concepto más amplio de una eventual “nueva revolución
industrial” impulsada por el salto tecnológico en la información y las
comunicaciones, que además de robots, vehículos sin conductor, “inteligencia
artificial” –o big data-, involucra a las impresoras 3D entre otros grandes
rubros como la genética o los avances médicos y farmacéuticos.
Como señala Robert Gordon en “The rise and fall of american growth”, la
industria de la robótica fue introducida por General Motors en 1961 pero
recién hacia mediados de los años ‘90 comenzaron a utilizarse robots para
soldar partes de automóviles o reemplazar trabajadores en los insalubres
talleres de pintura automotriz. Sin embargo –y también según Gordon- hasta
hace unos pocos años los robots resultaban demasiado grandes y demasiado
caros. La progresiva disminución en el costo de los componentes de las
computadoras y el crecimiento exponencial en su performance, así como las
mejoras en herramientas de diseño electromecánico y en almacenamiento de
energía eléctrica, son algunos de los avances que dieron lugar a la producción
de robots pequeños, con costos reducidos y crecientemente capaces.
Aunque existen robots que se desempeñan en los ámbitos de servicios
distribuyendo suministros en hospitales, realizando entregas en las
habitaciones de hoteles, alcanzando comidas a los clientes en restaurantes o en
los grandes depósitos, hasta ahora las mayores inversiones en robótica se
produjeron en el ámbito industrial. Pocas empresas industriales, como refleja
una nota deFinancial Times, han considerado la posibilidad de robots
humanoides para sus fábricas, suelen contar más bien con sistemas de dos
brazos, porque los robots se desarrollan para realizar tareas específicas, para
apoyar al trabajo humano y para ello simplemente, no se necesitan “dos
107
piernas”. En otra nota del periódico británico puede leerse que hasta ahora, la
mayoría de los robots tomó la forma de máquinas industriales caras, de alta
precisión, que generalmente operan en jaulas de protección en las líneas de
montaje de automóviles, llevando a cabo tareas preprogramadas, sin la
necesidad o la posibilidad de adaptarse a condiciones cambiantes. No obstante
a partir de 2012 comenzaron a fabricarse robots de bajo costo destinados a
pequeñas empresas, que imitan parcialmente la forma humana y que –como el
llamado Baxter o Sawyer- están diseñados para trabajar junto a humanos,
pudiendo reprogramarse diariamente para cambiar de tarea.
En consonancia con gran cantidad de fabricantes, industriales y científicos,
Gordon subraya que el nivel robótico obtenido hasta el momento, sólo
complementa el trabajo humano y aún está lejos de contar con la capacidad
para reemplazarlo. Señala por caso que en los depósitos de Amazon,
mencionados a menudo como ejemplo de frontera de la tecnología robótica, se
verifica que los autómatas en realidad no manipulan mercadería. Se limitan a
trasladar estantes cargados hasta los lugares donde los empleados empacan los
objetos. Las habilidades táctiles para distinguir formas, tamaños y texturas
están aún por fuera de las capacidades robóticas. Apreciaciones similares se
reflejan en una nota ya mencionada de Financial Times remarcando que la
precisión es también un reto para la robótica y que si bien los robots no tienen
problema para la colocación de componentes electrónicos en una placa de
circuito plana, tienen dificultades por ejemplo para montar una batería de
auto, que posee muchas piezas pequeñas que deben ser instaladas en ángulos
extraños. El artículo resalta además que tareas de trabajo muy intensivo como
la costura de prendas o la fabricación de calzado, vieron hasta el momento,
una automatización mínima.
Por otra parte Gordon sostiene que tal como afirman especialistas del MIT’s
Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory, la capacidad de
razonamiento de los robots es limitada y está contenida íntegramente en el
software. De modo tal que si un robot se encuentra frente a una situación para
la que no está programado, entra en estado de error y deja de operar. Algo
similar sucede con los vehículos sin conductor –aún en fase de
experimentación- que funcionan en base a mapas y no consiguen adaptarse al
terreno tal como se presenta. Cualquier cambio inesperado en el “territorio”
pone al software de manejo en blanco y exige la toma de control por parte de
un conductor.
Inteligencia artificial
En el caso del big data –o lo que se conoce como “inteligencia artificial”- los
famosos especialistas Brynjolfsson y Mc AffeGordon se preguntan si la
tecnología de automatización está llegando cerca de un punto de inflexión en
el que finalmente las máquinas dominan los rasgos que mantuvieron a los
108
humanos irremplazables. Pero Gordon afirma que estos tecno-optimistas
mienten directamente respecto de la sofisticación y humanización de las
habilidades de las computadoras. Gordon puntualiza que por ahora y en su
gran mayoría el big data está siendo utilizado por las grandes corporaciones
con propósitos de marketing. Y que si las computadoras trabajan también en
campos como diagnóstico médico, prevención del crimen, aprobación de
créditos, agentes de seguro, entre otros, donde en algunos casos los analistas
humanos son reemplazados, en realidad la velocidad de las computadoras
mayormente logra acelerar el proceso y volverlo más preciso trabajando en
colaboración con humanos. Gordon señala además que en todo caso los
puestos que pueden ser reemplazados no resultan nada demasiado nuevo sino
que siguen los pasos de las víctimas de la web de hace dos décadas como los
agentes de viajes, vendedores de enciclopedias o trabajadores de videoclubs.
Aunque Financial Times guste reflejar ideas tan “loables” como que los
robots “No beben, no se cansan y no van a la huelga”, al menos por ahora las
máquinas y los “humanoides” están muy lejos de poder sustituir a aquellos
que beben, se cansan, van al paro y encima –aunque ya no se puede
distinguir si para bien o para mal de los dueños del capital-… ¡piensan! Como
también señala Gordon, en el formato actual de los robots que trabajan en
colaboración con humanos no hay nada muy distinto a la introducción de
maquinaria en la industria textil en la temprana revolución industrial en
Inglaterra. El reemplazo de trabajo humano por computadoras se viene
desarrollando desde hace más de cinco décadas y el reemplazo de trabajo
humano por máquinas en general lleva más de dos siglos.
Por supuesto –resalta Gordon- muchas funciones de los robots van a
desarrollarse en el futuro. Pero habrá que esperar a un largo y gradual proceso
antes de que estos humanoides –por fuera de la manufactura y el marketingdevengan un factor significativo de reemplazo de trabajo humano en los
servicios, el transporte o la construcción es decir en los sectores que más
crecen en los países centrales y donde la baja productividad representa el
problema más agudo.
Debido a que en el trabajo de servicios el producto –en gran parte de los casos
y como resaltáramos en un ensayo de hace varios años- no existe como algo
separado del productor, no resulta descabellada la hipótesis según la cual
pueda resultar más difícil crear los robots que efectivamente sustituyan trabajo
en una magnitud cualitativa. A diferencia de la manufactura, donde pueden
sustituirse trabajos parciales o tareas específicas, en los servicios y en una
multitud de circunstancias, se debería suplantar directamente al trabajador y
109
precisamente eso es lo que está muy lejos de ser alcanzado amén del gran
desarrollo tecnológico. Limitación que se pone de manifiesto –no por
casualidad- cuando el trabajo de servicios ocupa un lugar creciente en la
economía capitalista.
El colmo del fetichismo (o gato encerrado)
Más allá de los aspectos referidos al estado actual de la tecnología, resta
señalar que es necesario distinguir entre innovación y aplicación o, lo que es
lo mismo, entre desarrollo tecnológico y productividad. Lo cierto es que sea
cual fuere el nivel de avance tecnológico obtenido hasta el momento, un
“ejército de robots” no podría “venir marchando” simplemente porque los
dueños del capital –en el presente estado de cosas- no están dispuestos a
invertir masivamente en tecnología. Eso es lo que muestran los datos de
inversión y productividad –fundamentalmente en los países centrales- que
expusimos y analizamos en ¿Revolución de la robótica o estancamiento de la
productividad? y en ¿Revolución de la robótica…? (segunda entrega).
Nuevamente en “The rise and fall of american growth”, Gordon demuestra
que aunque los años veinte del siglo pasado resultaron el período por
excelencia de acumulación y desarrollo de gran parte de los inventos del siglo
XIX , su aplicación efectiva y el extraordinario aumento de la productividad
derivada, se produjeron recién en la década del ’40 al calor de la Segunda
Guerra primero y de la reconversión civil, luego. Abordaremos este tema en
profundidad en una próxima entrega. En suma, no existen demasiados
elementos para creer en la amenaza de un ejército de robots marchando
sobre el trabajo asalariado…En realidad y como formulamos en ¿Revolución
de la robótica…?, mientras los “tecno optimistas” prometen una nueva
revolución industrial y amenazan con la destrucción de centenares de
millones de empleos, los “tecno-pesimistas” –entre los que se encuentra
Gordon- auguran décadas de bajo crecimiento mientras alertan sobre la
escasez de mano de obra asociada al bajo incremento poblacional. El
problema es que quizás lo que Gordon llama el “pesimismo” de los
optimistas, sea en verdad el reflejo de un escepticismo profundo respecto de
las posibilidades del capital, transformado en arma de amedrentamiento
110
dirigida contra los trabajadores. Y aún sin tener que pensar de manera
maquiavélica es probable que estas dos posturas sean más complementarias
que esquizofrénicas en el marco no sólo del bajo crecimiento poblacional
sino -y fundamentalmente- en el contexto de la escasez relativa de mano de
obra barata y ausencia de fuentes para la acumulación del capital, como
venimos exponiendo desde esta columna. Como recuerda Jameson, Marx
insistió tempranamente sobre el hecho de que “la fuerza impulsora tras la
introducción de nueva maquinaria, aún cuando su posibilidad técnica haya
estado disponible por mucho tiempo, no es el ingenio de los inventores, sino
más bien el descontento de los trabajadores. La nueva maquinaria es la
respuesta de los capitalistas a la huelga, a la exigencia de salarios más altos, a
la organización –o “combinación”- cada vez más efectiva de los obreros”
(Representar El Capital). Parece toda una profecía que desinfla al “ejército de
robots en movimiento” y lo convierte en un arma de propaganda preventiva .
Su objetivo es inculcar miedo y convertir en designio de la naturaleza la
intención de los ideólogos del capital. Se trata de señalar a los trabajadores
que “la naturaleza” podría estar creándoles un nuevo rival… “¿enemigos?”
“¿mejores que los humanos?”. El mensaje es “no parar”, “no pedir aumentos
salariales” y “trabajar con la cabeza gacha” porque se prepara un ejército –
no sólo de inmigrantes…- sino de robots dispuestos a usurpar los trabajos. El
capitalismo siempre ha personificado las cosas y cosificado a las personas.
Pero los robots son el colmo de ese mecanismo. La propaganda convierte a
las mercancías “robots” en enemigos con forma humana de un hombre
desahuciado cuya voluntad estaría anulada no pudiendo más que contemplar
como la naturaleza (capitalista) sigue desatando sobre él rayos y centellas.
Por último nos queda formular los elementos de falsedad que contiene el
propio concepto de “desempleo tecnológico”. Si bien el capitalismo
naturalmente utiliza la tecnología contra los trabajadores transformando –
como dice Marx- el tiempo libre conquistado en plustrabajo en un polo y
desempleo en el otro, este mecanismo no impide la constante creación de
nuevos empleos a la par que destruye los antiguos. Esto último es lo que
resaltan autores como Michael Husson quien señala que “la vieja tesis del ‘fin
del trabajo’ no se corresponde con la realidad: durante la ‘época dorada del
capitalismo’ (1945-1975), en el que los incrementos de la productividad
111
fueron muy superiores, el paro fue muy inferior.” También Sebastián Thrun,
el inventor de los coches autoconducidos de Google “avisa”, como
cita Michael Roberts, que "Con el advenimiento de las nuevas tecnologías,
siempre hemos creado nuevos puestos de trabajo". Finalmente Gordon,
refiriéndose a Estados Unidos, se ocupa de resaltar la contradicción. Apunta
que el problema creado por la era de las computadoras no es el desempleo en
masa sino la gradual desaparición del trabajo de calidad, estable, de nivel
medio que se ha perdido no precisamente por los robots y los algoritmos sino
por la globalización y la deslocalización que concentró el empleo en trabajos
rutinarios simples que ofrecen relativamente bajos salarios. También
volveremos sobre este asunto en próximas entregas.
Permítasenos agregar solamente que contra todos estos artilugios el arma
privilegiada de los trabajadores es nada más ni nada menos que la unidad sus
filas y la exigencia de reparto de las horas de trabajo entre todos los brazos
disponibles, sin reducciones salariales, para poner a su servicio esa gran
conquista, “propiedad” de la humanidad en su conjunto, que representan los
avances de la técnica y la ciencia.
Gustavo Cimadoro (cima-cima-doro.tumblr.com)
LA GRAN TRANSFORMACIÓN DE LAS CIUDADES
LATINOAMERICANAS
EL URBANISMO BAJO LA LÓGICA DEL CAPITAL
Por Nazaret Castro*
http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/el-urbanismo-bajo-la-logica-del-capital/
La globalización y la financiarización de la economía han provocado cambios de enorme calado en
la configuración urbana. San Pablo, Buenos Aires, Ciudad de México o Río de Janeiro aparecen
como puntos de enclave de un sistema globalizado donde la producción del espacio se ha
convertido en un eje central de la acumulación capitalista.
l espacio no es algo dado; no es un simple lugar en el que sucede la producción económica, ni
apenas el escenario en el que los actores sociales se relacionan. Como supo ver el filósofo y
geógrafo francés Henri Lefebvre ya en 1970, el modo de producción determina la producción del
espacio: “El espacio y la política del espacio expresan las relaciones sociales, al tiempo que inciden
sobre ellas” (1). Esto es hoy mucho más evidente que hace 40 años, y será por eso que cada vez
más intelectuales reivindican la obra de Lefebvre: en tiempos del capitalismo globalizado y de
hegemonía del neoliberalismo, la financiarización de la economía global y los avances tecnológicos
que aceleran los procesos económicos han tenido una incidencia determinante en la organización
urbana.
La nueva fase de acumulación del capital que se consolida en las décadas de 1970 y 1980 del siglo
pasado, la globalización neoliberal, ha supuesto la mercantilización y financiarización de la
economía y de la vida, y eso tiene fuertes impactos en la producción del espacio, tanto el urbano
112
como el rural. En este último, este proceso se ha reflejado en el terreno con “nuevos
cercamientos”, esto es, el avance de la mercantilización y privatización de bienes comunales como
el agua, la tierra y las semillas, en forma de actividades extractivas que moldean los territorios de
un modo cada vez más acelerado y violento. En el espacio urbano, fenómenos como la
especulación inmobiliaria, la gentrificación de unos barrios y la guetización de otros son algunos
impactos. En síntesis: en la ciudad como en el campo, la lógica financiera que impone la ley del
valor de cambio es, cada vez más, la que decide el devenir de los territorios, de los lugares. Y eso no
puede sino implicar profundas consecuencias para las subjetividades de la mujer y el hombre del
siglo XXI, en un mundo donde, por cierto, hay, por primera vez en la historia, una mayoría de
población urbana.
Para el urbanista uruguayo afincado en Chile Carlos A. de Mattos, se puede rastrear el origen de
esa nueva fase de la economía global en 1971, cuando el presidente Richard Nixon decidió
unilateralmente abandonar el soporte metálico –el oro– que sostenía el valor del dólar; en la
década siguiente, las políticas neoliberales de Ronald Reagan y Margaret Thatcher permitieron la
total libertad de la circulación de los capitales y, con ello, el capital se desprendió de sus ataduras
espacio-temporales. Siguió la “imposición de un orden general, regido por la lógica de la mercancía,
en el desencadenamiento de una metamorfosis urbana que avanza hacia una creciente
mercantilización del desarrollo urbano a escala planetaria”. Dicho de otro modo: el espacio es
político e ideológico (2).
Uno de los efectos más visibles en las ciudades ha sido la creciente especulación urbanística, que
arrastra fenómenos como la gentrificación (del inglés, gentrification), un proceso de
transformación urbana en que la población original de un barrio deteriorado es progresivamente
desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo. Primero suben los precios, a menudo
simultáneamente a la apertura de modernos comercios y cafés; eso forzará paulatinamente a los
antiguos vecinos a desplazarse a zonas más periféricas. Si bien se trata de un fenómeno mucho más
avanzado en Europa –ejemplos por antonomasia son París, Londres y Barcelona–, avanza también
sobre América Latina: ahí están, en Buenos Aires, los casos de Palermo y, más tímidamente, San
Telmo.
Ciudad global, ciudad del miedo
En un mundo en que la lógica financiera rige en cada vez más ámbitos de la vida y existen
inversores globales cada vez más poderosos, el riesgo es que sea únicamente el capital financiero
quien, con sus inversiones selectivas, decida a su antojo sobre el uso del espacio, sin más objetivos
que la creación de valor. Frente a consideraciones de orden político, social o medioambiental,
manda quien paga, al tiempo que la producción del espacio se torna un elemento clave para la
acumulación de capital en el siglo XXI. El resultado son “ciudades globales”, en la expresión de
Saskia Sassen, convertidas en nodos centrales de la producción de plusvalía, que forman una suerte
de red. Son, cada vez más, núcleos urbanos de límites desdibujados, una especie de mancha
urbana que tiñe todo el territorio y que crece desordenadamente, sin contemplaciones
ambientales. El suelo reafirma su condición de mercancía: el espacio se vende y se compra,
reorganizándose según las exigencias de la acumulación capitalista. Por supuesto, estos cambios
producen ganadores y perdedores y, a menudo, profundizan la brecha de la desigualdad que deja
huellas evidentes en la fisonomía de las grandes urbes. No es un fenómeno nuevo, pero sí es
novedad la aceleración del proceso que permiten las nuevas tecnologías de la información y la
desregulación de los mercados financieros.
Ciudades globales como Barcelona, Estambul, Nueva York o Río de Janeiro quedan marcadas como
destinos turísticos o centros idóneos para las conferencias o los negocios “en virtud de sus
características únicas y sus especiales cualidades culturales”; si éstas son inexistentes, se crean con
ayuda de algún arquitecto estrella, como Frank Gehry, autor del Museo Guggenheim en Bilbao.
113
“Historia, cultura, unicidad y autenticidad son mercantilizadas en todas partes y vendidas a los
turistas y empresarios”, escribe David Harvey (3).
Es fundamental en este proceso el papel del Estado, como ilustra el ejemplo de los megaeventos
deportivos, especialmente desde que los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 ofrecieron un
modelo de cómo el capital podía rentabilizar al máximo la celebración de un acontecimiento
deportivo.
Aunque el relato que se difundió del proceso de reorganización del espacio urbano en Barcelona
fue triunfalista, hubo también perdedores, que permanecieron invisibilizados, aunque sin duda los
impactos han sido mucho más brutales en las ciudades del Sur. Lo han vivido en sus cuerpos los
habitantes de las favelas de San Pablo o Río de Janeiro, para quienes las millonarias inversiones del
Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos cariocas de 2016 han sido la excusa para
expulsarlos de aquellas zonas de la ciudad ambicionadas por el sector turístico e inmobiliario (4).
Los megaeventos en Brasil han sido también el lamentable ejemplo de cómo, cuando las medidas
del Estado no gozan de legitimidad, se recurre sistemáticamente a la violencia. Es lo que ha
denunciado Marcelo Freixo, el diputado carioca que desde hace años combate las milicias o grupos
paramilitares en Copacabana, para quien las políticas de seguridad como las Unidades de Policía
Pacificadora (UPP) en las favelas han sido la otra cara de la moneda de las millonarias inversiones
que aseguran la guetización de una ciudad en virtual estado de apartheid: los favelados que vivían
en la rica zona Sur, en barrios como Botafogo, han sido expulsados hacia las lejanas favelas del
Norte de la ciudad, desprovistas de servicios públicos e infraestructuras.
Los grandes proyectos de infraestructuras y desarrollo urbano funcionan como motor de estos
procesos de destrucción creativa, sometidos a la ley del valor. En los países del Sur global, el capital
ha encontrado dos motores para activar esos grandes proyectos: de un lado, los (mal llamados)
desastres naturales, como sucedió en Haití tras el terremoto de 2010; de otro, los megaeventos
deportivos, como los Juegos Olímpicos (Río de Janeiro 2016) y los Mundiales de Fútbol (Brasil
2014).
La urbanista brasileña Raquel Rolnik, tras años como relatora especial de la ONU por el Derecho a
una Vivienda Digna, afirma que la reconstrucción tras el terremoto de Haití y el Mundial de Brasil
coincidieron en concitar una gran inversión extranjera que provocó “procesos masivos de desalojo
relacionados con la implementación de grandes proyectos”. Rolnik sostiene una hipótesis: “La
hegemonía de la propiedad individual escriturada y registrada sobre todas las demás formas de
relación con el territorio habitado constituye uno de los poderosos mecanismos de la máquina de
exclusión territorial y de desposesión en marcha”. La consecuencia –en la ciudad como en el
campo, valdría añadir– es que “los vínculos con el territorio son reducidos a la unidimensionalidad
de su valor económico” (5). En el camino, las comunidades desplazadas, para las que su territorio sí
tenía un valor diferente del precio, pierden lazos sociales y vínculos identitarios, además de
precarizar su acceso a las infraestructuras urbanas y los servicios públicos básicos.
Así, un desarrollo urbano abandonado a los caprichos del mercado produce y reproduce una
creciente desigualdad que se plasma en el aumento de las villas miseria en paralelo al de los
condominios cerrados. La ciudad desigual, guetizada, es también la ciudad del miedo. No es un
fenómeno exclusivamente latinoamericano, pero sí característico de las desiguales y prósperas
urbes de la región: un “urbanismo del miedo”, como lo define De Mattos (6), que asiste a nuevas
formas de segregación y guetización: de un lado, el crecimiento desordenado de villas miseria y
favelas; de otro, la proliferación de condominios y barrios cerrados que responden a la necesidad
de las elites de acallar su miedo a los pobres detrás de las rejas. El fenómeno de los countries en
Buenos Aires, que se inició en los neoliberales años 90, es un ejemplo ilustrativo.
Resistencias
114
Los pueblos no asisten de brazos cruzados a este fenómeno. Hemos observado en los últimos años
el surgimiento de movimientos sociales que reivindican el “derecho a la ciudad” (7), expresión
acuñada por Lefebvre en 1968, como propuesta política encaminada a que los ciudadanos se
conviertan en los dueños de la ciudad. Movimientos sociales con esta consigna florecen a lo largo y
ancho del planeta, si bien en cada lugar abordan temáticas específicas. En la Barcelona que eligió
como alcaldesa a la militante contra los desahucios Ada Colau, los vecinos de barrios como El Raval
hacen frente a la gentrificación y la conversión de la ciudad en una postal para turistas extranjeros;
en muchas ciudades latinoamericanas colapsadas por los automóviles, la movilidad se ha
convertido en un reclamo central. Como en la mexicana Guadalajara, donde colectivos sociales que
comenzaron reivindicando el uso de la bicicleta terminaron poniendo en cuestión un ordenamiento
urbano al servicio de los automóviles y de los intereses de las constructoras viarias.
Otro ejemplo es el urbanismo feminista, que reivindica una ciudad que garantice a todas y todos el
derecho a la ciudad, entendido éste como “la libertad de utilizar y disfrutar cualquier espacio” sin
limitaciones que impidan la autonomía, la accesibilidad o la separación espacial de los lugares
donde se desarrollan las diferentes actividades y ámbitos de la vida cotidiana: productiva,
reproductiva, personal, comunitaria (8). Así, estos movimientos se hacen preguntas en torno a otra
ciudad posible, menos contaminante, con menos tiempo y energía derrochados en transporte, y
con más espacios verdes y públicos.
Se trata, en definitiva, de salir de la lógica del mercado que ha conducido paralelamente al
aumento de la injusticia social y de la destrucción del planeta. Como señala Philip Golub, la
emergencia de las ciudades globales y la urbanización del mundo globalizado deben entenderse
como parte del Antropoceno, esto es, una nueva era geofísica que queda inaugurada con la
Revolución Industrial, y en la que el ser humano pasa a ser un condicionante principal de los ciclos
del entorno natural que habitamos (9). En otras palabras: si es difícil que sea sostenible un planeta
totalmente urbanizado, más aun lo será mientras sean los inversores globales, preocupados sólo
por la ley del valor, quienes tomen las decisiones en cuanto al desarrollo de nuestras ciudades. En
este, como en otros debates, la democracia local ha resultado ser una mejor garantía que la
inversión local para garantizar la supervivencia de espacios que, a su vez, facilitan la pervivencia de
relaciones personales y actividades socioculturales que se escapan de la lógica del capital.
1. Véase Henri Lefebvre, La revolution urbaine. París, Éditions Gallimard, 1970.
2. Carlos A. de Mattos, “Lefebvre, producción del espacio, revolución urbana y urbanización
planetaria”, en Mattos y Link (editores), Lefebvre revisitado: capitalismo, vida cotidiana y el
derecho a la ciudad. Santiago de Chile, Ril Editores, 2015.
3. Véase David Harvey (2014), Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo, Quito, IAEN, 2014.
4. Véase Nazaret Castro, “Brasil, campeón de la especulación inmobiliaria”, Le Monde
diplomatique, edición Cono Sur, julio de 2011.
5. La brasileña Raquel Rolnik es urbanista y ha sido relatora especial de la ONU por el Derecho a
una Vivienda Digna. Acaba de publicar Guerra dos lugares: a colonização da terra e da moradia na
era das finanças, San Pablo, Ed. Boitempo, 2015.
6. Carlos de Mattos, profesor del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la PUC de Chile,
profundizó en ese concepto durante el seminario que impartió el pasado mes de septiembre en
Buenos Aires, llamado “Globalización, financiarización y metamorfosis en ciudades de América
Latina” y organizado por la UNGS.
7. Véase Jean Pierre Garnier, “Lucha para apropiarse de la ciudad”, Le Monde diplomatique, edición
Cono Sur, abril de 2010.
8. Blanca Gutiérrez-Valdivia, Zaida Muxí y Adriana Ciocoletto, “Repensar la ciudad desde la
perspectiva feminista”, en periódico Diagonal, marzo de 2015.
9. Véase Philip S. Golub, “Las capitales del capitalismo”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur,
abril de 2010.
115
Entre la derecha y la derecha
Por Amanda Chaparro*
http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/entre-la-derecha-y-la-derecha/
¿Derecha reaccionaria o ultraliberal? Tales son las opciones que se presentan a los peruanos en la
segunda vuelta de la elección presidencial el 5 de junio. El escenario actual es el resultado de una
campaña marcada por las irregularidades y el fraude, pero también de una historia que condujo a
la izquierda a una posición de debilidad.
Facetas I, 2015, Luis Felipe Noé (Gentileza Galería Rubbers Internacional)n los suburbios de Lima,
los muros están cubiertos con afiches electorales naranjas, el color del movimiento Fuerza Popular
de Keiko Fujimori. Se la ve triunfante, con una amplia sonrisa. La hija del dictador Alberto Fujimori
(véase recuadro) y ex primera dama del país (1) obtuvo una amplia mayoría en el Congreso, el 10
de abril pasado, día de las elecciones legislativas y de la primera vuelta de las presidenciales. ¿Su
promesa? El regreso del orden. Su rival en la segunda vuelta es Pedro Pablo Kuczynski, quien
representa al ala más dogmática de la derecha liberal.
Una democracia debilitada
Más allá de la hegemonía de las agrupaciones conservadoras, tanto menos discutida cuanto que
molesta poco a los medios de comunicación, la campaña estuvo marcada por irregularidades y
sospechas de fraude. Un mes antes de la votación, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la más
alta instancia electoral, excluyó de la carrera al economista Julio Guzmán y al millonario César
Acuña –al primero, por vicios de forma en el cumplimiento de las reglas de inscripción de los
partidos; al segundo, por haber distribuido dinero a comerciantes en dificultades, simpatizantes, en
concepto de ayuda humanitaria–. Según las encuestas de opinión, estos candidatos de
centroderecha podían aspirar a reunir juntos un cuarto del electorado.
Esta decisión provocó un sismo político y sembró cólera y confusión en el país, dejando a millones
de electores sin un candidato de su preferencia. Los cinco integrantes del JNE aseguran haber
aplicado la nueva ley electoral de manera rigurosa. Vigente desde enero de 2016, cuando la
campaña ya había comenzado, esta ley prohíbe la donación de dinero u obsequios por un valor
superior a 20 soles (aproximadamente 5 euros). ¿Por qué entonces no la aplicaron con el mismo
rigor a los demás candidatos acusados de hechos similares, como la favorita Keiko Fujimori?...
señalan sus detractores. El 14 de febrero pasado, Keiko asistió a un evento cultural en el cual donó
dinero a los participantes.
La legitimidad del escrutinio se ve afectada. La Organización de los Estados Americanos (OEA), a
través de su secretario general Luis Almagro, teme el desarrollo de elecciones “semidemocráticas”
(tweet del 1º de abril de 2016). Una mala noticia para el país, que se alegraba del inicio del cuarto
proceso electoral desde 2001. La campaña revela en cambio las debilidades de la democracia
peruana, envuelta en casos de corrupción y con instituciones deficientes. Lo que no ayudaría a
recuperar la confianza de los ciudadanos en su sistema, que ya se ubica en los niveles más bajos del
continente (2). Y con razón. En 2014, más de un centenar de candidatos a las elecciones regionales
y municipales estaban acusados de tener vínculos con el narcotráfico (una decena fueron
condenados).
La batalla para permanecer en la carrera electoral ocupó casi todo el espacio mediático estos
últimos meses, haciendo que prácticamente se olvidaran el programa y el perfil de los candidatos,
con diferencias ideológicas poco marcadas. Fujimori, Kuczynski, los ex presidentes Alan García y
Alejandro Toledo defienden orientaciones económicas muy cercanas.
116
La única que propone un proyecto alternativo es la franco-peruana Verónika Mendoza, joven
congresista de 35 años. A la cabeza del Frente Amplio, una coalición heteróclita de movimientos de
izquierda, logró un avance espectacular las últimas semanas antes del escrutinio que permitió
imponer temáticas de izquierda (como la renegociación de los contratos de explotación del gas)
hasta entonces ausentes del debate. Con el 17,8% de los votos y veintiuna bancas en el Congreso,
llegó tercera en la primera vuelta y se impuso como la principal fuerza de oposición en el
Parlamento. Una sorpresa, cuando la ideología del liberalismo económico es hegemónica en Perú.
El historiador Antonio Zapata (3) no duda en calificarlo de “país de derecha”, recordando que el
único poder de izquierda de la historia contemporánea fue el del gobierno militar de Juan Velasco
Alvarado (1968-1975), autor de la reforma agraria y la nacionalización de los sectores estratégicos.
La autodestrucción de la izquierda
Varias razones explican la debilidad histórica de la izquierda. Comenzando por la difícil renovación
de su discurso marxista-leninista tras la caída de la Unión Soviética. Los años de violencia durante
las décadas de 1980 y 1990 terminaron de destruirla. “Su posición ambivalente frente al
movimiento maoísta de Sendero Luminoso (4) empañó durante mucho tiempo su imagen”,
mientras que el fujimorismo “rompió sus estructuras partidarias y sus anclajes locales, a medida
que el poder perseguía a dirigentes políticos y sindicatos”, explica la politóloga Stéphanie
Rousseau.
La elección del ex militar Ollanta Humala en 2011 con un programa progresista pudo hacer creer en
el regreso de la izquierda. Una ilusión que duró poco. Abandonando rápidamente sus promesas,
Humala eligió el camino de la continuidad con sus predecesores. Terminó su mandato rechazado,
con apenas el 20% de opiniones favorables y una minoría en el Congreso. Tal como lo refleja la
desintegración de su partido, el Partido Nacionalista Peruano, ni siquiera en condiciones de
proponer un candidato para las presidenciales. Bajo su presidencia, el país tuvo siete jefes de
Gabinete en cinco años, debido especialmente a su incapacidad para resolver los numerosos
conflictos sociales y ambientales (5), que en su mayoría enfrentaban a las poblaciones locales con
las industrias mineras.
Mientras que su eslogan de campaña, “El agua antes que el oro”, debía ser el leitmotiv de su acción
política, Humala se dedicó en cambio a apoyar todas las grandes obras mineras, especialmente el
mayor proyecto de extracción de oro del continente, en Conga, en el norte del país, y el de
explotación del cobre en Tía María, en la región de Arequipa. Y aun peor, la represión de los
movimientos sociales y la criminalización de las protestas lo hicieron quedar como un traidor a los
ojos de sus antiguos seguidores: sesenta y seis personas murieron durante protestas bajo su
presidencia, y otras miles resultaron heridas (6).
Si bien algunos analistas le reconocen avances en educación (becas de estudios, reforma
universitaria) y programas sociales (pensión por vejez, ampliación de la cobertura de salud), así
como una reducción del índice de pobreza, que pasó del 27,8% al 21,8% entre 2011 y 2015 (7), el
balance es muy pobre en lo que respecta a la buena salud económica de estos últimos años. “Su
mandato, en el mejor de los casos, pasará inadvertido”, señala el analista político Santiago
Pedraglio.
Herencia fujimorista
Humala enfrenta un creciente descontento frente a la delincuencia (8), el narcotráfico (9) y el
resurgimiento local de grupos de Sendero Luminoso. Lo que constituye la fuerza de Fujimori,
percibida como la mejor posicionada para combatir la criminalidad. La reaparición del apellido
ilustra para algunos la amnesia colectiva que sufriría Perú: Alberto Fujimori abandonó el poder en
2000, y los más jóvenes no vivieron los años de autoritarismo. Para muchos de ellos, su nombre no
evoca nada; para otros, está asociado a la lucha contra el terrorismo.
117
Egresada de la Universidad de Columbia de Nueva York, Keiko Fujimori ingresó al Congreso en
2006; en 2010, fundó su partido. Para llegar a la segunda vuelta y ampliar sus bases,
tradicionalmente circunscriptas a los sectores populares del norte del país y la costa
(especialmente de la capital), puso en marcha un operativo de seducción manteniendo su discurso
de firmeza respecto de la seguridad ciudadana; promete especialmente el regreso de la pena de
muerte y la construcción de cárceles de máxima seguridad.
Decepcionada por el fracaso de la campaña de 2011, cuando había defendido íntegramente la
herencia paterna, esta vez se distanció públicamente de ella. Se dedicó a brindar una imagen
menos conservadora y autoritaria, y a encarnar una derecha más liberal y democrática, sin dudar
en deshacerse de la vieja guardia del fujimorismo, como Martha Chávez, ex presidenta del
Congreso. Para su comunicación, recibió el asesoramiento del publicista Jacques Séguéla del grupo
Havas.
En septiembre último, invitada a la Universidad de Harvard en Estados Unidos, sorprendió a todos
los observadores declarándose a favor de la unión civil de personas del mismo sexo (a la que más
tarde se opuso), lo que generó la renuncia de algunos dirigentes del partido. Una estrategia que
culminó en el debate televisivo anterior a la primera vuelta, durante el cual hizo en directo su
profesión de fe, jurando que respetaría incondicionalmente la democracia, la libertad de prensa y
los derechos humanos.
Pero su estrategia de seducción deja escépticos a muchos peruanos, que sólo ven allí puro
oportunismo. El núcleo duro del fujimorismo aún está allí, y sus miembros siguen estando muy
cerca de los sectores más reaccionarios, como el Opus Dei y las organizaciones evangélicas
ultraconservadoras. Si bien condenó en Harvard algunos “errores” de su padre, como las
esterilizaciones forzadas, evitó calificarlas de delitos o crímenes y jamás renegó de su herencia. En
2011, seguía declarando que su gobierno había sido el mejor de la historia del Perú.
Frente a ella, Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, intenta presentarse como el garante de la
democracia contra el autoritarismo, lo que no carece de ironía, ya que había acompañado a la
candidata en 2011 para ponerle un freno a Humala, percibido como una amenaza para los
inversores privados. De padres judíos europeos que emigraron a Estados Unidos y luego a Perú,
ministro de Economía durante el gobierno de Toledo, el ex banquero de Wall Street propone un
programa económico similar al de su adversaria: promoción de las inversiones privadas, reducción
de impuestos, flexibilización de trámites administrativos, etc. Esto en un contexto de
desaceleración del crecimiento, luego de más de una década de aumento, con un promedio del 6%.
En efecto, el país depende fuertemente de las materias primas, que representan el 60% de las
exportaciones: en 2015, era el segundo productor mundial de plata, el tercero de zinc y cobre, el
sexto de oro, sin olvidar las explotaciones de gas y petróleo. Poco industrializado, Perú sufre la
reciente caída de las cotizaciones. Kuczynski apoya así toda una serie de megaproyectos, que van
desde represas hidroeléctricas hasta aeropuertos, pasando por explotaciones mineras, lo que hace
temer un agravamiento de los conflictos con las poblaciones locales.
Es el candidato de las élites y los empresarios, cuya conferencia anual (CADE 2015) lo consagró con
el 84% de aprobación, superando ampliamente a todos los demás candidatos; Fujimori llegaba en
segunda posición. Sin embargo, tendrá dificultades para sumar al interior del país. Muchos no le
perdonan sus dichos racistas respecto de los habitantes de los Andes, a los cuales les reprochaba
en 2006 no “tener demasiado oxígeno en el cerebro”. Si resulta electo, deberá transigir con el
fujimorismo, que actualmente controla el Congreso (73 congresistas de 130).
Cualquiera sea el candidato que gane, el horizonte político y económico no debería cambiar
demasiado estos próximos años. La diferencia consistirá en saber si será o no autoritario.
1. Fujimori se inició en la política junto a su padre, de 1994 a 2000, con el estatuto de primera
dama, tomando el papel de su madre.
118
2. Según Latinobarómetro, los peruanos son, junto con los hondureños y mexicanos, los que tienen
la peor imagen de su democracia.
3. Véase Antonio Zapata, Pensando a la derecha, Planeta, 2016.
4. El conflicto armado entre el Estado y la guerrilla de Sendero Luminoso causó alrededor de 70.000
muertos en veinte años, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación
(www.cverdad.org.pe/ifinal/conclusiones.php).
5. Según el último informe mensual de la Defensoría del Pueblo (equivalente al defensor de
derechos francés), existen 211 conflictos en curso; una cifra constante desde hace cinco años
(www.defensoria.gob.pe/informes-publicaciones.php).
6. Informes anuales publicados en la página de la Defensoría del Pueblo:
www.defensoria.gob.pe/informes-publicaciones.php
7. Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), www.inei.gob.pe
8. Según el INEI, el 30,8% de los peruanos mayores de 15 años que viven en zonas urbanas fueron
víctimas de la delincuencia en 2015 (en su mayoría, robos), 10% menos respecto de 2011,
www.inei.gob.pe
9. Perú es el segundo productor de cocaína, después de Colombia, según un informe del
Departamento de Estado estadounidense de 2015, www.state.gov
Corrupción, autoritarismo, neoliberalismo
La década Fujimori
Alberto Fujimori dirigió el país de 1990 a 2000, con el apoyo de su mano derecha, el muy influyente
Vladimiro Montesinos, director del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Actualmente en prisión,
ambos cumplen una condena de veinticinco años por crímenes de lesa humanidad y corrupción.
Tras haber asumido el poder en un contexto de crisis generalizada, el profesor Fujimori, de origen
japonés, asumió la dirección de un país en decadencia. Tenía una inflación récord (cerca del
2.000%) y estaba sumido desde hacía diez años en la “guerra popular” declarada por Sendero
Luminoso. Fujimori hizo de la lucha contra el terrorismo su prioridad. En abril de 1992, provocó un
autogolpe de Estado; su gobierno se encaminó hacia un régimen autoritario.
En el plano económico, aplicó el “Fujishock”, un programa de inspiración neoliberal que
implementaba las tradicionales recetas del Fondo Monetario Internacional (desregulación,
privatizaciones, menor intervención de los poderes públicos).
La década Fujimori estuvo también marcada por una corrupción vertiginosa (1), que involucró a
todos los niveles del Estado, y quedaría en la memoria como el peor sistema clientelista en el
poder, la “mafia fujimontesinista”. A partir de 2000, una ola de procesos judiciales condenaría a
decenas de personas por corrupción, entre ellos, los ministros del Interior, Defensa, Economía,
Agricultura, el jefe de las Fuerzas Armadas y el del SIN, así como magistrados.
La década estuvo también marcada por las persecuciones a opositores y las exacciones de los
comandos políticos militares, como el Grupo Colina (2). El gobierno implementó también una
política de control de la natalidad que se tradujo en esterilizaciones forzadas de decenas de miles
de mujeres, en su mayoría de origen indígena y de sectores populares (3).
En 2000, Fujimori dejó un país con instituciones exangües. Sin embargo, su recuerdo genera
sentimientos encontrados en los peruanos. Para algunos, es quien puso simbólicamente fin al
terrorismo a través de la captura ultramediatizada de Abimael Guzmán, el jefe de Sendero
Luminoso, y supo recuperar al país económicamente. Para otros, es sinónimo de clientelismo,
violaciones a los derechos humanos y autoritarismo.
119
1. Según el Informe Global de la Corrupción de Transparency International (2004), el gobierno de
Fujimori fue uno de los más corruptos del mundo, con 600 millones de dólares de fondos
malversados.
2. Escuadrón responsable, entre otras, de las masacres de Barrios Altos (1991) y de la Universidad
La Cantuta (1992).
3. Según la Defensoría del Pueblo, 272.028 mujeres fueron esterilizadas, miles de ellas sin su
consentimiento. Véase Françoise Barthélémy, “Esterilización forzada de la población indígena en
Perú”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, mayo de 2004.
A.C.
Traducción: Gustavo Recalde
Integración a la Macri
Por José Natanson
http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/integracion-a-la-macri/
urgido a comienzos del siglo XII a.C. como lengua semítica del subgrupo cananeo, el hebreo
sobrevivió como idioma litúrgico de los judíos, que según el lugar de la diáspora en el que se
encontraran podían hablar yiddish, árabe, alemán o ruso. Fue Eliezer Ben-Yehuda, un joven
profesor nacido en Luzhki, formado en París y emigrado a fines del siglo XIX a Palestina, quien se
propuso recuperar el hebreo, para lo cual creó una asociación, fundó un periódico y llevó su
obsesión al extremo de criar a su primer hijo exclusivamente en el viejo idioma, prohibiendo en su
casa cualquier palabra en otra lengua y transformándolo así en la primera persona con el hebreo
como lenguaje materno en… tres siglos. Único caso del mundo en pasar de escrito a oral, el hebreo
fue adoptado –junto al árabe– como idioma oficial por el Estado de Israel en 1948: la supervivencia
de la lengua atada a la de la Nación.
Desde el punto de vista lexicográfico, la hazaña de Ben-Yehuda tropezó con numerosos obstáculos,
entre ellos la obvia necesidad de nombrar objetos y fenómenos que no existían en el hebreo
antiguo, que hablaba de Dios, amor y guerra pero que no sabía decir desodorante, automóvil o
desigualdad. Como un ciego que se vale de la yema de los dedos para definir el contorno exacto de
lo que tiene enfrente, el lenguaje titubea en su búsqueda de palabras. Y por más que las nuevas
tecnologías aceleren el proceso de aparición y proliferación de nuevos términos, sobre todo
importados del inglés, todavía, en algunos casos, la lengua se detiene, expectante: si no encuentra
la expresión es porque está frente a algo nuevo.
Antes, por ejemplo, lo decíamos bien claro: golpe de Estado (término que, quizá debido a la larga
historia de estabilidad institucional británica, no tiene traducción al inglés –se usa el galicismo
coup–, aunque sí, por supuesto, al alemán –putsch–). Pero ahora, cuando nos referimos a los
desplazamientos irregulares de presidentes en Honduras, Paraguay y, más recientemente, Brasil,
no encontramos la palabra adecuada, y caemos en expresiones adjetivadas y autocontradictorias
como “golpe institucional”, “golpe parlamentario” o “golpe suave”.
En todo caso, y más allá de las definiciones, lo cierto es que el impeachment a Dilma Rousseff –
sumado al triunfo de Mauricio Macri en Argentina, la derrota de Evo Morales en el referéndum
constitucional boliviano y la precaria situación venezolana– confirman que América Latina está
cambiando. Finalizado el super ciclo de los commodities, con la economía estancada y la sensación
de haber alcanzado un “pico distributivo”, los gobiernos del giro a la izquierda concluyen o
tambalean en un clima que mezcla la expectativa ante el ascenso de una nueva derecha con un
cierto hartazgo social exacerbado por el plus de dramatismo de las denuncias de corrupción.
En este marco, los realineamientos geopolíticos, e incluso la posibilidad de una reformulación
profunda de la integración regional, han dejado de ser un fantasma invocado por antiimperialistas
alucinados para convertirse en una alternativa cierta. Sobriamente pero sin dudarlo, el gobierno
120
macrista decidió reconocer al nuevo presidente brasilero, Michel Temer, descartando en el camino
otras opciones posibles: podría haberse sumado a Venezuela, Ecuador y Bolivia, que calificaron de
“golpe de Estado” el impeachment a Dilma y se negaron a aceptar al nuevo presidente. También
podría haber consensuado con Uruguay y Paraguay la aplicación de la cláusula democrática del
Mercosur y suspendido a Brasil del bloque, aunque, incluso en el improbable caso de que la
hubiera considerado, era una jugada extremadamente riesgosa: Brasil es un país demasiado
importante para excluirlo sin mayores costos, como sucedió en su momento con Paraguay; por
otro lado, parece difícil que el gobierno paraguayo hubiera aceptado sumarse. Por último, la
Cancillería argentina podría haberse mantenido mínimamente en silencio, dejando al gobierno de
Temer en una especie de limbo diplomático, como hicieron, entre otros, Chile y Uruguay.
Por pragmatismo o convicción, Macri aceptó el cambio de gobierno y hasta recibió con un
entusiasmo apenas disimulado al canciller José Serra, con quien, dijo, intercambió ideas acerca de
cómo “mejorar” el Mercosur. Pocos días antes, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso PratGay, había festejado el desplazamiento de Dilma como una oportunidad para reformular el bloque,
en una línea a la que luego se sumaron otros funcionarios.
El riesgo es concreto, y consiste en que avancen los planteos que sugieren dejar de lado el diseño
de unión aduanera para avanzar en un “Mercosur flexible” que asuma la forma de un simple
acuerdo de libre comercio, una distinción que parece técnica pero que está en el corazón de la
disputa política actual. ¿Qué significa exactamente? Bajo un acuerdo de libre comercio, los bienes y
servicios producidos por uno de los socios del bloque pueden venderse libremente en los demás, es
decir que se eliminan las barreras comerciales internas. Los ejemplos más cercanos son el NAFTA
formado por Canadá, México y Estados Unidos y la Alianza del Pacífico que integran Chile, Perú,
Colombia y México. Una unión aduanera, en cambio, suma a la libertad comercial intra-bloque la
presencia de un arancel externo común: un bien o servicio paga la misma tarifa si ingresa por la
frontera de cualquiera de los socios. A diferencia de los acuerdos de libre comercio, que solo
apuntan a crear mercados ampliados, la unión aduanera se propone una articulación más
profunda, en la medida en que impide a sus integrantes negociar bilateralmente con terceros
países y los empuja a coordinar políticas comerciales y, más ambiciosamente, productivas
comunes. El ejemplo más logrado es, por supuesto, la Unión Europea.
Cada alternativa tiene su razón y su lógica. Y como la política está hecha menos de discursos e
ilusiones que de poder e intereses, detrás de ambas se esconden diferentes economías, sociedades
distintas y factores de poder contrastantes. Simplificadamente, aquellos países que cuentan con
estructuras productivas limitadas tienden a construir economías de orientación aperturista, que les
permitan exportar esos productos –en general recursos naturales ampliamente demandados en el
mercado internacional– a la mayor cantidad de destinos posibles, y al mismo tiempo importar sin
costos añadidos todo aquello que no pueden fabricar localmente. De este modo se inclinarán, casi
naturalmente, por procesos de integración abiertos.
Es el caso de los países que integran la Alianza del Pacífico, entre los que se destaca ese gran
malentendido latinoamericano que es Chile, cuyas principales exportaciones, según los últimos
datos oficiales (1), están compuestas por cobre y derivados (¡57 por ciento!), seguido por frutas,
pescado, papel y celulosa. Esto ha llevado a Chile a firmar tratados de libre comercio con,
literalmente, medio mundo: Estados Unidos, China, Canadá, México, Centroamérica, Corea del Sur,
Noruega, Suiza, Brunéi, Nueva Zelanda, Singapur, Panamá, Colombia, Perú, Japón, Australia,
Turquía, Malasia y… Liechtenstein.
Este tipo de economías primarizadas y abiertas –y, en algunos casos como el chileno, muy
dinámicas– contrasta con la realidad de países como Brasil y Argentina, que con todos sus
problemas, nudos y desenlaces han logrado preservar o reconstruir entramados industriales
relativamente diversificados, dedicados a abastecer el mercado interno con productos de consumo
pero también generar insumos de base e incluso de bienes de equipo: Argentina es potencia
121
regional en la producción de tractores y cosechadoras y Brasil cuenta con la tercera fábrica de
aviones más importante del mundo. En términos generales, la industria explica el 17 por ciento del
PBI argentino y el 16 del brasilero, contra apenas 11 del chileno y 7 del peruano (2). El año pasado,
por ejemplo, se produjeron 600 mil vehículos en Argentina y casi 2,5 millones en Brasil, bastante
menos que los años anteriores pero muchos más que, por volver al ejemplo, Chile, que importa
todos los autos y camiones que circulan por el país.
La decisión original de construir al Mercosur como una unión aduanera apuntaba a proteger con un
arancel externo único los frágiles sectores industriales de los socios, cosa que no ocurriría si cada
uno pudiera firmar tratados comerciales de manera unilateral. Este objetivo, concretado solo a
medias, venía acompañado de otro, que, salvo algunos regímenes especiales como el automor,
definitivamente no se logró: avanzar en una integración que permita mejorar la productividad por
vía de la construcción de economías de escala. En suma, y más allá de la larga lista de pendientes,
el debate en apariencia técnico –acuerdo de libre comercio versus unión aduanera– encierra una
discusión más profunda acerca de los grados de protección económica, el rol del Estado y el papel
que desempeñan la industria y el valor agregado en la economía.
Se trata, en definitiva, de modelos de desarrollo diferentes, para sociedades distintas. Quizás la
apuesta a la apertura exportadora pueda ser la correcta para Chile, situado a las puertas del
Pacífico, bastante homogéneo, con menos de 17 millones de habitantes y el cobre como principal
riqueza nacional, aunque las dificultades de los últimos gobiernos sugieren que el modelo ha
encontrado un límite. Pero un diseño de este tipo seguramente resulte insuficiente para
sociedades más grandes y complejas como la argentina o la brasilera. Por supuesto, una industria
desarrollada y pujante supone salarios más altos, sindicatos más poderosos y, casi siempre, más
conflicto político. Es esto lo que está en juego en América Latina, que está cambiando en una
dirección que no queremos describir apelando a expresiones oxidadas tipo “restauración
conservadora” o, peor aun, “revolución libertadora”, pero que ciertamente nos despierta críticas y
temores y a la que recién le estamos buscando las palabras.
1. Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones
Exteriores.
2. Datos de la Cepal.
Esclavos del siglo XXI
Por David Garcia*
http://www.eldiplo.org/204-la-sombra-del-desempleo/esclavos-del-siglo-xxi/
Decidido a transformar su riqueza en poder, Qatar multiplica las operaciones prestigiosas, como la
organización de la Copa del Mundo de Fútbol 2022. Pero esas grandes construcciones públicas y su
lote de accidentes revelaron un sistema de patrocinio de trabajadores extranjeros tan arcaico como
brutal, que los confina a la servidumbre.
uestro convoy arranca discretamente para no llamar la atención de la policía, que persigue a los
curiosos que se interesan demasiado en la suerte de los trabajadores extranjeros. A lo largo de un
sendero polvoriento se alinean los barracones, sumergidos en una casi absoluta oscuridad. Con sus
fachadas sin revocar y montones de escombros abandonados por allí, ese “campamento de
trabajadores” tiene el aspecto de una villa miseria. El recinto del estadio Ahmed Bin Ali de la
segunda ciudad de Qatar, Al-Rayyan, será sede de varios partidos de la Copa Mundial de Fútbol.
Una docena de asalariados indios y nepaleses de esa obra situada a unos veinticinco kilómetros al
noroeste de Doha, la capital, recibe a la delegación sindical de la Federación Internacional de
Trabajadores de la Construcción y la Madera. En su minúsculo dormitorio de nueve metros
122
cuadrados se superponen ocho camas provistas de colchones sucios y gastados. “Hace cuatro
meses que no nos pagan”, se quejan al unísono. Con pocos recursos y escasez de productos de
primera necesidad, los ochenta residentes se endeudan a tasas usurarias con comerciantes locales
tan inescrupulosos como sus empleadores. Dichas deudas se suman a los préstamos contraídos
para pagar la comisión exigida ilegalmente por la agencia de contratación de su país de origen, que
los relacionó con su empleador en el Golfo. El escaso dinero ahorrado se envía a la familia que se
quedó en el país.
Originario del estado indio de Bengala Occidental, Rajiv V. (1) trabaja en Qatar hace quince meses.
Este carpintero treintañero economiza la mitad de lo que gana (300 euros) para su esposa, que se
ocupa sola de su hijo. Según el gobierno qatarí, en 2014 los trabajadores migrantes habrían
enviado más de 10.700 millones de euros a su país natal. Los pocos esparcimientos están fuera de
su alcance, de hecho incluso prohibidos: “Muchos barrios de Doha, inaccesibles a los trabajadores
migrantes, son clasificados ‘zonas familiares’, lo que limita aun más su libertad de movimiento”,
señala el último informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI) (2).
Relegados a zonas periféricas muy alejadas de su lugar de contratación, trabajan trece horas
diarias, incluido el tiempo de transporte. Su vida colectiva se reduce a esporádicas reuniones
comunitarias. “Nuestros camaradas organizan una gran fiesta de la comunidad nepalesa el 18 de
diciembre, día internacional de los migrantes. Es la ocasión de reunir a los trabajadores so pretexto
de celebración cultural”, explica Binda Pandey, dirigente del GEFONT, la Federación de los
Sindicatos Nepaleses, y miembro adjunto del Consejo de Administración de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). En Qatar, como en todos los países del Golfo, excepto Kuwait y
Bahrein, los sindicatos están prohibidos.
Como los dos millones de extranjeros instalados en Qatar, esos obreros de la construcción están
sometidos al régimen de la kafala. Ese sistema coloca bajo el control de su “patrocinador” y
empleador a todos los trabajadores extranjeros, quienes representan el 90% de la población del
país. Movilizado seis de cada siete días, invierno y verano, a temperaturas que pueden superar los
50 grados, un verdadero ejército de reserva construye los estadios de la Copa del Mundo de Fútbol
2022 que tiene que organizar Qatar. Esta mano de obra extranjera no goza de casi ningún derecho:
salarios pagados con mucho atraso o no pagados; alojamientos vetustos e insalubres; prohibición
de cambiar de empleador sin que este lo autorice; pasaporte confiscado; obligación de pedir el
acuerdo del patrón para abandonar el territorio… Así, ochenta y ocho migrantes que trabajan en la
construcción del estadio Khalifa en Doha, interrogados por Amnistía Internacional, afirman no
tener derecho de dejar Qatar. El colmo del cinismo es que a siete de ellos, originarios de Nepal, se
les impidió volver al país para visitar a sus familias después de los terremotos de abril y mayo de
2015. Una negativa que firmó Seven Hills, una agencia de reclutamiento qatarí que provee de mano
de obra barata y totalmente sometida al grupo malayo Eversandai (3).
Navegando sobre la mediatización de las turbias condiciones en que se atribuyó a Qatar la Copa
Mundial (4), la CSI y las organizaciones de defensa de los derechos humanos –Human Rights Watch
y Amnistía Internacional– denuncian un sistema emparentado con una forma de servidumbre. De
los Emiratos Árabes Unidos a Arabia Saudita pasando por Kuwait, la kafala se aplica en el conjunto
de la península arábiga. “De aquí al lanzamiento de la Copa Mundial, más de siete mil trabajadores
migrantes podrían encontrar la muerte”, alerta Sharan Burrow, secretaria general de la CSI. Muy
presente ante la OIT, donde tramita las denuncias contra Estados y multinacionales sospechados de
violar los derechos de los asalariados, la CSI cuenta con 350 centrales sindicales afiliadas en 150
países y representa a 180 millones de trabajadores. Sus adherentes son exclusivamente
confederaciones sindicales, como la Confederación General del Trabajo (CGT) o la Confederación
Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) en Francia. Coopera estrechamente con las federaciones
sindicales internacionales de cada sector de actividad.
123
El gobierno qatarí rechaza los balances alarmantes: “Hasta hoy, no hay ningún muerto en relación
con las infraestructuras vinculadas a la Copa del Mundo. Ni uno”(5). El comité de organización de la
Copa Mundial apenas admite la reciente muerte “natural” de dos obreros indios a causa de un
ataque al corazón. El primero, un pintor de 52 años que trabajaba en la obra del Khalifa
International Stadium, habría sucumbido a un paro cardíaco en octubre de 2015. Y a comienzos de
2016, un chofer de 55 años de corazón débil, habría muerto a pesar de los cuidados intensivos que
se le habían prodigado. Sin embargo, las embajadas de India, Bangladesh y Nepal registraron
novecientos decesos durante los dos últimos años, de los cuales la mitad ocurrieron de manera
súbita, consecuencia de un ataque cardíaco o una razón desconocida.
Secretario general de la coalición de sindicatos indios All India Congress Committee, vicepresidente
de la Internacional de la Construcción y la Madera y ex diputado del Partido del Congreso,
Ramachandra Khuntia evoca estas muertes pretendidamente naturales, que en realidad están muy
vinculadas a condiciones de trabajo de extrema dureza: “Muchos asalariados son empleados en
casas particulares, donde no tienen el derecho de ir al baño. Algunos mueren deshidratados por
haber renunciado a tomar agua de la mañana a la noche, sometidos a altas temperaturas a
menudo extremas. Entonces el médico redacta un certificado de muerte natural, privando así a su
familia de indemnización”.
Preocupado por su reputación, amenazado por las sórdidas imágenes de los campamentos de
trabajadores, por primera vez en mayo de 2014 el gobierno qatarí prometió flexibilizar la kafala.
Después de diferirla durante mucho tiempo, por fin el 27 de octubre de 2015 el emir Tamim ben
Hamad Al Thani promulgó una nueva legislación. Pero habrá que esperar hasta el 1º de enero de
2017 para que entre en vigor. Sinónimo de malos tratos, se reemplaza la noción de “patrocinador”
por la de empleador, más consensual. En la actualidad el asalariado ya no tendrá que presentar el
acuerdo del patrón para abandonar el territorio –una disposición emblemática de la kafala, y de
lejos la más mediatizada–. Su pedido de visa se presumirá aceptado si su patrón no lo veta en un
plazo de tres días. “Con un derecho laboral tan desequilibrado a favor de los empleadores, incluso
si se refuerzan las posibilidades de recurrir a la justicia, terminar con los abusos no es para
mañana”, comenta un abogado litigante europeo con base en Doha.
Inspirándose en los Emiratos Árabes Unidos (véase la columna), la reforma instaura también un
sistema de protección salarial destinado a terminar con los impagos. Cualquier suma que figure en
el contrato de trabajo tendrá que efectivizarse mediante transferencia bancaria. “Gracias a este
dispositivo, los empleados de las compañías privadas establecidas en Qatar recibirán su salario
mediante transferencia electrónica efectuada en un plazo máximo de siete días”, se felicita el
servicio de prensa del gobierno. Problema: tan sólo una minoría de migrantes posee una cuenta
bancaria; quizás la quinta parte, según los cálculos de las organizaciones no gubernamentales
(ONG) y los sindicatos. Es cierto que el Banco Central de Qatar instruyó a los establecimientos
bancarios para que procedieran a la apertura de cuentas. Pero parece que estos no tienen apuro en
recibir a esos nuevos clientes. “Los bancos no quieren ver llegar a hordas de trabajadores. Prefieren
instalar cajeros automáticos móviles”, declara el mismo abogado litigante. Esas “hordas” sin dinero
siguen relegadas a campamentos improvisados, en las antípodas de las lujosas agencias bancarias
de Doha, frecuentadas por los qataríes y los extranjeros ricos.
Otro tímido avance: la reforma del “certificado de no objeción”, para una “mayor libertad de
movimiento de los asalariados”, de la que el gobierno se felicita. En caso de que el patrocinador se
negara a firmar ese documento que atestigua su comportamiento “ejemplar”, hasta hoy cualquier
asalariado extranjero al finalizar su contrato debía abandonar el territorio durante al menos dos
años antes de ser autorizado a trabajar de nuevo allí. Pequeño progreso: actualmente, el que
termina un contrato de duración determinada estará dispensado de obtener ese certificado para
seguir residiendo en Qatar. Igual para los trabajadores con contrato de duración indeterminada
deseosos de cambiar de empleador, con la condición, sin embargo, de que justifiquen una
antigüedad de cinco años en la empresa.
124
El 1º de noviembre de 2015, el primer ministro de Qatar, Abdullah Ben Nasser Al-Thani, y el
ministro de Trabajo, Abdullah Al-Khulaifi, inauguraban con gran pompa la primera “ciudad del
trabajo”. Un conjunto de alojamientos destinados a albergar a 70.000 trabajadores migrantes en
condiciones dignas, que contrastan con los barrios marginales habitados por cientos de miles de
obreros. Una semana después de la inauguración oficial, el jefe de la oficina de prensa del
gobierno, Jassim Al-Thani, nos cita en el zoco para realizar una visita personalizada. Elegante en su
dishdasha, la túnica tradicional de los hombres del Golfo, ese joven miembro de la familia real
conduce él mismo su vehículo todo terreno equipado de butacas de cuero mullido. En la entrada –
filtrada– del complejo, nos encontramos con Zoher D. Designado como guía, este ingeniero libanés
participó en la construcción del área residencial, en sus tres cuartas partes todavía vacía.
Dividido entre una zona de habitaciones y otra destinada al esparcimiento y el consumo, el
campamento está rodeado de altos muros. A partir de dos puestos de policía emplazados en su
perímetro, las fuerzas del orden pasan regularmente el peine fino hasta en el último rincón. En el
interior de cada inmueble hay una sala donde un oficial se ocupa de vigilar a los residentes. Allí se
ven cuatro pantallas de videos conectadas a cámaras de control dispuestas en las partes comunes,
irreprochablemente limpias. Cada cuarto, de 24 metros cuadrados, debe albergar a cuatro
personas. Todo parece a pedir de boca en el mejor de los complejos destinado a esos futuros
trabajadores, que dentro de poco podrán aprovechar los doscientos negocios de un centro
comercial que está por abrir sus puertas. Antes de fines de 2017 tendrán que inaugurarse otros seis
complejos residenciales de la misma índole, aunque más pequeños, con una capacidad total de
albergue de 379.000 personas (6). Una gota de agua en el océano de barracones insalubres. Dado
que, según la CSI, de aquí hasta que empiece la Copa del Mundo, podrían instalarse en Qatar
500.000 trabajadores migrantes suplementarios.
Ambet Yuson, militante sindical filipino que encabeza la Federación Internacional de la
Construcción después de haber dirigido el sector Asia Pacífico, reconoce “mejoras” en materia de
alojamiento de los migrantes. Pero apenas oculta su escepticismo sobre los efectos globales de la
reforma: “Es el tercer año que conducimos una delegación en Qatar y, fundamentalmente, la
situación de los trabajadores migrantes evolucionó muy poco”.
Una impresión que confirman unos treinta asalariados indios invitados a expresarse en el curso de
un seminario organizado por la Federación Internacional de la Construcción en el primer piso de un
restaurante de Doha. Con alrededor de 650.000 ciudadanos, los indios forman la primera
comunidad de extranjeros en Qatar, seguidos por los nepaleses (500.000) y los filipinos (250.000)
(7). ¿Se cumple la promesa del gobierno de detener los abusos de la kafala que cometen muchas
empresas? Un murmullo escéptico recorre la asistencia. Sólo ocho de los obreros consultados
afirman estar en posesión de su pasaporte. Los de los otros habrían sido confiscados por sus
empleadores. Un trabajador se levanta y exclama, mostrando su título de ingeniero: “La agencia
que me reclutó en India me hizo firmar un contrato de electricista. Pero cuando llegué me dijeron:
‘Vas a trabajar como plomero’, por un salario de 900 riyals [225 euros], es decir la mitad de aquel
por el que me había comprometido”. La remuneración media mensual de los obreros presentes es
de 275 euros, incluido el subsidio de alojamiento. Muy distante, ciertamente, del ingreso mensual
promedio de unos 250.000 ciudadanos qataríes, estimado en 10.800 euros (8).
Salarios irrisorios, inseguridad máxima. “Ayer, en la obra de construcción, detrás del Hotel
Mercure, un colega resultó con un brazo amputado”, cuenta un trabajador de Sri Lanka. Otro
exhibe su pantorrilla seccionada por una máquina, hace seis meses. Caídas, golpes ocasionados por
objetos o vehículos: según un informe oficial qatarí de 2012, el 22,8% de los decesos de
trabajadores migrantes se vinculan a “causas externas”, principalmente accidentes en las obras (9).
Combativos, los obreros denuncian un sistema del que son las principales víctimas, al tiempo que
señalan la responsabilidad de sus empresas, mayoritariamente multinacionales occidentales, a
menudo más despiadadas que la ley qatarí. Así, uno de ellos explica que el constructor qatarí Diar
125
Vinci Corporation (QDVC) retuvo los pasaportes de sus asalariados, antes de restituírselos seis
meses más tarde debido a la presión militante ejercida sobre esa filial del grupo francés de
construcción Vinci (10). Sin embargo, la legislación local ya había proscrito la confiscación del
pasaporte. En marzo de 2015, la ONG francesa Sherpa presentó una denuncia por “trabajo
forzado” y “reducción a la servidumbre” contra la empresa transnacional. “La kafala es
potencialmente restrictiva, en especial en materia de libertad de movimiento, pero algunas
empresas no respetan las normas mínimas. No obstante, Vinci tendría que asegurarse que todos
los asalariados, incluso los de los subcontratistas, gocen de los mismos derechos, en conformidad
con la ley qatarí”, comenta la abogada de Sherpa, Marie-Laure Ghislain. Después de presentada la
denuncia, Vinci consintió en mejorar las condiciones de alojamiento de una parte de los asalariados
de su filial. De los 3.200 trabajadores de QDVC, al menos 2.000 se alojarían de allí en más en
cuartos con un máximo de cuatro camas, como lo prevé la ley qatarí. En cambio, según Sherpa, los
4.500 asalariados de subcontratistas siguen sometidos al mismo régimen. Por otra parte, ninguno
de los 7.700 colaboradores de la galaxia Vinci trabajaría más de sesenta horas semanales –el techo
que fija la legislación local–. Una regularización acompañada… de una reducción salarial del 10%.
La kafala no representa una amenaza para todos los extranjeros. Ejecutivos internacionales,
empresarios, abogados o funcionarios enviados desde otros países forman una pequeña clase de
privilegiados que nada tienen que temer de su patrocinador. Directivo de la industria financiera,
Andrew M. no cambiaría por nada del mundo su vida de extranjero en Qatar. Este afable británico
hace siete años que trabaja y vive en Doha. Vistiendo unas bermudas y calzado de sandalias, nos
recibe sin formalidades en el salón de su residencia, situada en West Bay Lagoon, un recinto
cerrado donde se alojan occidentales acomodados y algunos qataríes. Contiguo a la casa, del lado
del jardín, un parque de tarjeta postal con senderos elegantes ofrece a los niños un terreno de
juegos paradisíaco. Algunos pasos más lejos se extiende una playa de fina arena plantada de
palmeras, con una vista panorámica sobre la bahía de Doha. “Es el mejor compound [complejo
cerrado] de todo Qatar, donde hay unos veinte. El alquiler de esta casa cuesta 7.500 euros
mensuales; la superficie es de 500 metros cuadrados, sin contar el jardín y la piscina. Es algo
pequeña para los qataríes, que prefieren superficies más amplias: 1.000 o 2.000 metros
cuadrados”, comenta nuestro anfitrión, sonriendo. Con un salario mensual de 30.000 euros, este
cincuentón bonachón tiene con qué encarar su futuro.
¿La kafala hace demasiado dura la vida? “Tengo la suerte de tener una visa para salidas múltiples
que me permite abandonar el territorio cuando quiero, sin necesidad de pedir la autorización a mi
empleador”. Sólo algunos miles de extranjeros, la mayoría occidentales, se benefician con esta
derogación del régimen ordinario. Protegidos por su estatus de asalariados de grandes grupos,
reciben fácilmente su certificado de no objeción, que se les concede mediante una simple
formalidad. “La reforma de la kafala no concierne a la clase alta occidental, capaz de negociar a su
conveniencia las cláusulas contractuales más favorables”, confirma Michel Daillet, abogado
litigante francés instalado en Doha.
La masa de todos los otros apenas tiene más opción que la de someterse a la buena voluntad de un
“patrocinador”. Ingeniero en Midmac, un grupo de construcción qatarí, Saïd F. cobra 7.400 euros
por mes, un salario muy confortable. Es por eso que este libanés de 40 años no utiliza términos tan
duros para describir el “inhumano” régimen de la kafala: “No espero muchos cambios. Con o sin
reforma, mi libertad de movimiento sigue trabada”. Aun cuando la nueva ley lo dispensara del
certificado de no objeción, el ingeniero está persuadido de que su jerarquía no lo dejaría partir,
teniendo en cuenta una antigüedad de más de diez años. En efecto, incluso los extranjeros
acomodados no están a salvo de la arbitrariedad en ese sistema hecho a la medida de los
empleadores. Sobre todo cuando están solos, sin apoyo, frente a un patrocinador todopoderoso.
Por ejemplo, el ex futbolista profesional francés Zahir Belounis contó cómo fue secuestrado
durante casi un año y medio en Doha por no aceptar ser transferido contra su voluntad a otro club:
“Como todos los jugadores que firman en este Emirato, al principio vine buscando fortuna –
126
cuenta–. No es que mirara con desdén a la gente que sufría: no la veía. Peor aun, la ignoraba. No
tenía conciencia de lo que una parte de la población vivía y soportaba” (11).
Presidente y director ejecutivo (PDG) de un grupo familiar, Ahmed Al-Rayes defiende con ardor la
kafala. A la cabeza de un conglomerado de 37 empresas que emplean 1.900 asalariados en
lavandería, transporte y logística, es uno de los pocos patrones qataríes que se atreven a exhibir su
punto de vista. Sentado detrás de su escritorio, este sexagenario alerta y afectuoso inicia un largo
monólogo sin complejos. ¿Suprimir la kafala? Se niega a considerarlo, e incluso rechaza cualquier
flexibilización. Nos comunica sus angustias: “Abolir la kafala sería peligroso. Algunos trabajadores
extranjeros tendrían ganas de matarme. Los asesinatos de qataríes y los robos aumentarían de
manera espectacular. No olviden que los extranjeros representan más del 90% de la población. ¡Por
un momento imaginen si lo mismo sucediera en Europa! El 90% de los qataríes no quieren ni
suprimir ni siquiera reformar la kafala. No por ser esclavistas, sino porque son prudentes”. Por eso,
no causa asombro que también se oponga muy vigorosamente a la presencia de sindicatos: “No los
queremos. En India las fábricas cierran por culpa de los sindicatos. Si un asalariado tiene un
problema con su empleador, puede obtener reparación ante la justicia”.
En un país donde cualquier crítica al Emir, que concentra lo esencial de los poderes ejecutivo y
legislativo, es pasible de encarcelamiento, resulta difícil conocer la opinión de los ciudadanos. Un
simple testimonio factual, incluso desprovisto de juicio negativo y formulado en un marco oficial,
puede llevar a su autor a la cárcel. En marzo de 2016, un funcionario qatarí fue así encarcelado por
haber “hablado demasiado” ante una delegación de la OIT.
“Nuestro proceso legislativo se concibió tomando en cuenta los diferentes puntos de vista de
manera equilibrada. La reforma de la kafala fue presentada en el Consejo de Ministros, luego
sometida a la Asamblea Consultiva (Majlis Al-Choura) el 28 de junio de 2015, antes de ser
adoptada”, declara el servicio de prensa gubernamental. Si bien el Emir tomó la decisión en última
instancia, tuvo que tener en cuenta la hostilidad inequívoca de los empleadores a cualquier medida
progresista. Con el respaldo de las tesis patronales, la Majlis Al-Choura propuso incluso endurecer
la kafala. Según el dictamen que emitió, los migrantes que “plantean problemas” a sus
patrocinadores o que intentan abandonar la empresa antes de terminar su contrato deberían ser
obligados a trabajar durante diez años para su patrón, o el doble de la duración prevista al
comienzo, antes de poder cambiar de empleador… “Sobre todo compuesto por personas notables
provenientes de las principales tribus y grandes comerciantes, este Consejo, creado en 1972,
aparece como una supervivencia del pasado, aun cuando sus miembros, nombrados por el Emir, se
renueven cada tanto”, analiza la antropóloga especialista en Qatar Anie Montigny (12).
Desde que Qatar fue designado anfitrión de la Copa Mundial 2022, se pidió a muchos periodistas,
miembros de ONG o sindicalistas que miraran para otro lado. Pero el 10 de noviembre de 2015 el
Consejo de Administración de la OIT decidió hacerse cargo del problema y votó mayoritariamente
el principio de enviar una “misión de alto nivel” para acentuar la presión sobre el gobierno. Esta
decisión se produjo tras una denuncia por trabajo forzado presentada por la CSI. Es la primera vez
desde 2001 que el Consejo de la OIT se pronuncia en mayoría por el envío de una misión de control
a un país sospechado de burlar sus reglas. “La OIT no se dejó avasallar por la maniobra del gobierno
qatarí que consistía en adoptar oportunamente, algunos días antes de la votación, una mínima
reforma destinada a dar pruebas de buena conducta, al tiempo que preservaba los principios más
retrógrados de la kafala”, resume el ex secretario general de la CGT Bernard Thibault, quien
representa a Francia en el Consejo de Administración como miembro titular del colegio de
asalariados.
Del 1 al 5 de marzo de 2016, las más altas autoridades del Estado qatarí, con la notable excepción
del Emir, recibieron a una “delegación tripartita” que representaba a los tres colegios del Consejo
de Administración (Estados, empleadores, trabajadores). Tres días antes de su visita a un proyecto
de ferrocarril que incluía la red de Doha y los tranvías de Lusail, nueva ciudad a 15 kilómetros de la
127
capital, un obrero filipino de la empresa Qatar Rail, Juanito Pardillo, había muerto en la
construcción del subterráneo de Doha (13). “El informe de la misión demuestra, si eso fuera
necesario, que la llamada reforma no mejoró la suerte de los trabajadores. Los migrantes siguen
pagando la tasa de reclutamiento, y el contrato de trabajo firmado en el país de origen no tiene
nada que ver con el que se les impone en Qatar. En cuanto a los medios de inspección, es cierto
que aumentaron, pero los 365 inspectores del trabajo para una población de 2 millones de
asalariados pueden ser asistidos por sólo diez intérpretes. Ahora bien, la inmensa mayoría de los
extranjeros no habla árabe”, argumenta Thibault.
Por cierto, el poder de la OIT es limitado. Sus recomendaciones o declaraciones sobre los derechos
laborales no tienen carácter vinculante (14). Pero si bien las misiones de la agencia de la ONU no
pueden forzar a los gobiernos refractarios a aplicar sus textos, pocos son aquellos que exhiben una
indiferencia cínica. Si no el Estado qatarí no hubiera despachado el 17 de marzo unos veinte
agregados gubernamentales al Consejo de Administración, para que influyeran en la opinión de un
máximo de administradores, amigos o indecisos, a favor de una decisión de archivar la denuncia. Al
final, logró un plazo suplementario de un año para poner realmente en marcha una legislación que
proteja a los migrantes.
El 22 de abril de 2016, el nuevo presidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado
(FIFA), Gianni Infantino, anunciaba la creación de un “órgano de supervisión encargado de
controlar los sistemas actuales para asegurar condiciones de trabajo decentes en las obras de los
estadios de la Copa Mundial”. Sin embargo, no es seguro que esta iniciativa y la amenaza de una
comisión investigadora basten para hacer evolucionar a ese país tan rico como minúsculo,
estratégico para sus aliados occidentales ávidos de hidrocarburos y contratos.
1. Los nombres fueron modificados.
2. “Qatar, profits et pertes. Ce que coûte l’esclavage moderne au Qatar: quel prix à payer pour la
liberté?”, informe “Nouveaux fronts 2015”, Confederación Sindical Internacional, Bruselas, 18-122015.
3. “Le revers de la médaille. Exploitation de travailleurs migrants sur un site de la Coupe du monde
de football 2022”, Amnistía Internacional, Londres, marzo de 2016.
4. Véase “Corruption et ballon rond”, Le Monde diplomatique, París, julio de 2015.
5. Comunicado del gobierno qatarí en reacción a un artículo aparecido en TheWashington Post
(“The toll of human casualities in Qatar”, 27-5-2015), Doha, 2-6-2015.
6. Informe de la Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, marzo de 2016.
7. Fuentes: Ministerio de Planificación del Desarrollo y Estadísticas qatarí, Ministerio de Economía
francés, Embajada de Filipinas en Qatar.
8. Fuentes: Central Intelligence Agency (CIA), Fondo Monetario Internacional (FMI), gobierno
francés.
9. Informe gubernamental de Qatar sobre la salud, Doha, 2012.
10. Véase Nicolas de la Casinière, “Le soleil ne se couche jamais sur l’empire Vinci”, Le Monde
diplomatique, marzo de 2016.
11. Zahir Belounis, Dans les griffes du Qatar. Chantage, mensonges et trahisons, Robert Laffont,
París, 2015.
12. Anie Montigny, “Les représentations du changement dans la société qatarie, d’un émir à l’autre
(1972-2013)”, Arabian Humanities, Sanaa, 2014.
13. Doha News, 5-3-2016.
14. Véase Chloé Maurel, “Le commerce à l’assaut du droit social”, Le Monde diplomatique,
diciembre de 2014.
Mano de obra barata para los museos de Abu Dhabi
“Somos un grupo de artistas movilizados para asegurarnos de que se garanticen los derechos de los
trabajadores durante la construcción y mantenimiento del nuevo museo Guggenheim en la isla
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Saadiyat, en Abu Dhabi. Los artistas no podrán ser convocados para presentar sus obras en edificios
construidos por trabajadores explotados. Los que trabajan con ladrillos y cemento merecen igual
respeto que aquellos que trabajan con cámaras fotográficas y pinceles”. En 2009, poco después de
publicado un informe de la organización Human Rights Watch, un colectivo de artistas de renombre
internacional con base en Nueva York lanzaba un llamado al boicot del futuro museo de Abu Dhabi,
capital de los Emiratos Árabes Unidos. La organización no gubernamental establecía un vínculo
directo entre las masivas violaciones de los derechos de los 7.000 obreros en las tres grandes obras
y la kafala, el sistema de patrocinio de los trabajadores migrantes. En efecto, situada frente a las
costas de Abu Dhabi, la isla de Saadiyat en poco tiempo debería constituirse en un gigantesco
complejo cultural, con tres principales atracciones turísticas: las franquicias locales del museo
Guggenheim y del Louvre francés, así como el museo nacional Zayed.
Al igual que Qatar, los Emiratos Árabes Unidos poseen enormes reservas de petróleo y gas, en sus
nueve décimas partes ubicadas en el territorio de Abu Dhabi. Los 7.800.000 extranjeros, la mayoría
originarios del Sudeste Asiático (India, Bangladesh y Pakistán), representan cerca del 90% del total
de la población. Son ellos quienes llevan adelante la economía de los siete Estados asociados y
construyen los prestigiosos edificios que dan fama a los Emiratos.
“Incluso si ya hace dos años que las autoridades suprimieron la visa de salida obligatoria, la
situación es comparable a la de los trabajadores en Qatar”, declara el secretario general de la
Internacional de la Construcción y la Madera (IBB), Ambet Yuson. Como con la Copa del Mundo en
Qatar, la IBB eligió un terreno mediático propicio para difundir sus reivindicaciones.
Miembro del colectivo neoyorquino, el artista libanés Walid Raad en la actualidad presenta una
declaración de casi fracaso: “Contribuimos a sensibilizar a la opinión pública internacional, pero la
vida y las condiciones de trabajo de los migrantes de Saadiyat evolucionaron muy poco”. El director
de campañas de la Confederación Sindical Internacional, Tim Noonan, añade: “Introducida en los
Emiratos en 2009 para combatir el no pago de una parte del salario, la transferencia bancaria no
cambió nada, porque los obreros no tienen acceso a los cajeros automáticos. Tienen que
desplazarse. Ahora bien, con un solo día libre por semana, deben hacer la cola junto con otros
miles”. Human Rights Watch señala un punto ciego de la transferencia electrónica: “Si bien la
transferencia electrónica facilita la detección de faltas de pago, no impide que los patrones
depositen los salarios tarde… o nunca” (1).
1. “Migrant workers’rights on Saadiyat Island in the United Arab Emirates”, Human Rights Watch,
Nueva York, 10-2-2015.
* Periodista.
¿Quién domina el mundo? Pista: no son los Estados, por
Noam Chomsky
https://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com/2016/06/06/quien-domina-el-mundo-pista-no-sonlos-estados-por-noam-chomsky/
¿Quién domina el mundo? Pista: no son los Estados
Noam Chomsky / Traducción: Paloma Farré
Cuando preguntamos “¿Quién gobierna el mundo?” normalmente asumimos la convención general
de que los actores de los asuntos internacionales son los estados, principalmente las grandes
potencias, y valoramos sus decisiones y las relaciones entre ellos. No es una consideración errónea.
Sin embargo, haríamos bien en no olvidar que este grado de abstracción también puede ser
sumamente engañoso.
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Los Estados, obviamente, poseen unas estructuras internas complejas, y las opciones y decisiones
que toman los responsables políticos están muy influenciadas por la acumulación interna de poder,
mientras que la población en general a menudo queda marginada. Esto sucede incluso en las
sociedades más democráticas, y obviamente en las demás. No podemos obtener una imagen
realista de quién gobierna el mundo si ignoramos a los “amos de la humanidad” como los llamó
Adam Smith: en su época, los comerciantes y fabricantes de Inglaterra; en la nuestra, los
conglomerados de empresas multinacionales, las grandes instituciones financieras, los imperios
comerciales y similares. Continuando con Smith, es conveniente asimismo prestar atención a “la vil
máxima” a la que se entregan los “amos de la humanidad”: “Todo para nosotros y nada para los
demás” —doctrina, por otra parte, conocida como una lucha de clases encarnizada e incesante, a
menudo desigual, muy perjudicial para los ciudadanos del país de origen y del mundo.
Las grandes corporaciones tienen un enorme poder dentro de los Estados, de los cuales dependen
En el orden mundial contemporáneo, las instituciones de los amos detentan un enorme poder, no
solo en el ámbito internacional, sino también dentro de sus propios Estados, de los que dependen
para conservar su poder y obtener apoyo económico a través de una gran variedad de medios.
Cuando examinamos el papel que desempeñan los amos de la humanidad, nos encontramos con
las prioridades de las políticas estatales del momento, como el Acuerdo Transpacífico de
Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), uno de los acuerdos que defienden los
derechos de los inversores, erróneamente calificados como “acuerdos de libre comercio” en la
propaganda y en las crónicas. Estos acuerdos se están negociando en secreto, aparte de los cientos
de abogados corporativos y grupos de presión que están redactando los detalles cruciales. La
intención es aprobarlos al estilo estalinista, recurriendo a procedimientos de vía rápida diseñados
para bloquear cualquier debate y permitir únicamente optar por el sí o el no (por lo tanto, sí). Los
autores de las propuestas suelen triunfar, como es de esperar. La gente queda en segundo plano,
con las consecuencias que cabe prever.
La segunda superpotencia
Los programas neoliberales de la generación anterior han concentrado la riqueza y el poder en
muchas menos manos, minando la democracia efectiva; sin embargo, también han suscitado
oposición, especialmente en Latinoamérica, aunque también en los centros del poder mundial. La
Unión Europea (UE), uno de los avances más prometedores del periodo posterior a la Segunda
Guerra Mundial, se ha tambaleado a causa del nocivo efecto de la austeridad durante la recesión,
condenada incluso por los economistas del Fondo Monetario Internacional (si bien no por los
actores políticos del FMI). La democracia ha sido socavada cuando la toma de decisiones se ha
trasladado a la burocracia de Bruselas, con los bancos del norte proyectando su sombra sobre sus
reuniones.
La toma de decisiones se ha trasladado a la burocracia de Bruselas. Esto ha socavado la democracia
Los partidos tradicionales rápidamente han ido perdiendo miembros por la derecha y por la
izquierda. El director ejecutivo de EuropaNova, grupo de investigación con base en París, atribuye
el desencanto general a “un clima de impotencia y enfado al ver cómo el poder real para moldear
la coyuntura ha pasado en buena parte de los líderes políticos nacionales [que, al menos en
principio, están sujetos a las políticas democráticas] al mercado, las instituciones de la Unión
Europea y las corporaciones”, de un modo bastante acorde con la doctrina neoliberal. En Estados
Unidos se están desarrollando procesos muy similares, por razones en cierto modo parecidas, una
cuestión relevante y motivo de preocupación no solo para el propio país sino, a causa del poder de
EE. UU., para el mundo.
La creciente oposición al asalto neoliberal subraya otro aspecto crucial de la convención general:
deja de lado a los ciudadanos, que se niegan a aceptar el papel de “espectadores” (en vez del de
130
“participantes”) que les asigna la teoría democrática liberal. Esta desobediencia siempre ha sido
motivo de preocupación para las clases dominantes. Si nos ceñimos a la historia norteamericana,
George Washington veía a la gente común que integraba las milicias que estaban bajo su mando
como “personas excesivamente sucias y desagradables [que evidenciaban] una inexplicable
estupidez entre su clase más baja”.
Los ciudadanos se niegan a aceptar el papel de espectadores que les asigna la teoría democrática
liberal
En “Políticas Violentas”, su magistral repaso de las insurgencias desde “la insurgencia
norteamericana” hasta las contemporáneas en Afganistán e Iraq, William Polk concluye que el
general Washington “estaba tan deseoso de dejar al margen [a los combatientes que despreciaba]
que estuvo a punto de perder la Revolución”. De hecho, “podría haberlo hecho” si Francia no
hubiera intervenido de forma masiva para “salvar la Revolución”, que hasta entonces había sido
ganada por las guerrillas —que ahora llamaríamos “terroristas”— mientras el ejército al estilo
británico de Washington “era derrotado una vez tras otra y casi pierde la guerra”.
Una característica común de las insurgencias victoriosas, recoge Polk, es que, una vez que se
disuelve el apoyo popular tras el triunfo, los líderes suprimen a la “gente sucia y desagradable” que
realmente ha ganado la guerra con tácticas de guerrilla y terror, por miedo a que cuestionen los
privilegios de clase. El desprecio de las élites hacia “las clases más bajas” ha adoptado varias formas
a lo largo de los años. Últimamente, una expresión de este desprecio es la llamada a la pasividad y
obediencia (“moderación en democracia”) por parte de los internacionalistas liberales que
reaccionan ante los peligrosos efectos democratizadores de los movimientos populares de la
década de 1960.
En ocasiones los Estados realmente escogen seguir la opinión pública, lo cual produce mucha ira en
los centros de poder. Un caso extremo tuvo lugar en 2003, cuando la administración de Bush invitó
a Turquía a que se uniera a su invasión de Iraq. El noventa y cinco por ciento de los turcos se
opusieron a dicha actuación y, para asombro y horror de Washington, el gobierno de Turquía acató
su opinión. Turquía fue vehementemente condenada por alejarse de este comportamiento
responsable. El subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, designado por la prensa como el
“idealista en jefe” de la administración, reprendió a las fuerzas armadas turcas por permitir dicha
infracción del gobierno y solicitó una disculpa. Impasibles ante estas muestras, e infinidad de otras,
de nuestra legendaria “ansia de democracia”, los comentarios respetables continuaban alabando al
presidente George W. Bush por su dedicación a la “promoción de la democracia”, o a veces le
criticaban por su ingenuidad al creer que un poder exterior podía imponer sus ansias de
democracia a otros.
El apoyo a la Guerra de Iraq apenas llegaba al 10% según encuestas internacionales
La ciudadanía turca no estaba sola. La oposición mundial a la agresión de EE. UU.-Reino Unido era
abrumadora. El apoyo a los planes de guerra de Washington apenas alcanzaban el 10% en
prácticamente todas partes, según las encuestas internacionales. La oposición desencadenó
enormes protestas en todo el mundo, también en los Estados Unidos, probablemente era la
primera vez en la historia que se protestaba enérgicamente contra una agresión imperial incluso
antes de que se iniciara oficialmente. En la portada del New York Times, el periodista Patrick Tyler
señalaba que “puede que aún queden dos superpoderes en el planeta: los Estados Unidos y la
opinión pública mundial”.
La protesta, sin precedentes en los Estados Unidos, fue una manifestación de la oposición a la
agresión que empezó décadas atrás con la condena a las guerras de EE. UU. en Indochina, que
alcanzaron gran magnitud e influencia, aunque fuera demasiado tarde. En 1967, cuando el
movimiento en contra de la guerra se estaba convirtiendo en una fuerza importante, el historiador
131
militar y especialista en Vietnam Bernard Fall advirtió de que “Vietnam como entidad histórica y
cultural… esta amenazado de extinción … [ya que] el campo se muere literalmente bajo los
embates de la maquinaria militar más grande que jamás se haya lanzado en una zona de ese
tamaño”.
La invasión de Iraq podría haber sido peor sin la oposición ciudadana
Sin embargo, el movimiento antimilitarista devino una fuerza que no podía ignorarse. Tampoco
podía ignorarse cuando Ronald Reagan asumió su cargo decidido a lanzar un ataque en
Centroamérica. Su gestión imitó fielmente los pasos que John F. Kennedy había dado 20 años antes
cuando inició la guerra contra Vietnam del Sur, pero tuvo que dar marcha atrás a causa de la
fuertes protestas públicas que no habían tenido lugar a comienzos de la década de 1960. El ataque
fue suficientemente horrible. Las víctimas todavía no se han recuperado. Sin embargo, lo que
ocurrió en Vietnam del Sur y después en toda Indochina, donde “el segundo superpoder” no
impuso sus impedimentos hasta bien iniciado el conflicto, fue incomparablemente peor.
A menudo se argumenta que la enorme oposición pública a la invasión de Iraq no tuvo ningún
efecto. Me parece una idea incorrecta. De nuevo, la invasión fue suficientemente horrorosa, y sus
consecuencias absolutamente grotescas. No obstante, podría haber sido mucho peor. El
vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el resto de los altos
funcionarios de Bush no habrían podido siquiera plantearse la posibilidad de aplicar el tipo de
medidas que el presidente Kennedy y el presidente Lyndon Johnson adoptaron 40 años antes sin
apenas protestas.
El poder de Occidente bajo presión
Habría mucho más que añadir, por supuesto, acerca de los factores que determinan la política
estatal y que se dejan de lado cuando adoptamos la convención general de que los Estados son los
actores en los asuntos internacionales. Sin embargo, con unas salvedades tan poco triviales como
estas, de todas maneras, vamos a admitir la convención, al menos como una primera aproximación
a la realidad. De este modo, la pregunta de quién gobierna el mundo nos llevan inmediatamente a
otras preocupaciones como el ascenso al poder de China y cómo pone en entredicho a Estados
Unidos y “el orden mundial”, la nueva guerra fría que se cuece en Europa del Este, la Guerra
Mundial contra el Terrorismo, la hegemonía estadounidense y el declive estadounidense, y una
serie de consideraciones análogas.
Desde el final de la Guerra Fría, el abrumador poder de las fuerzas armadas de EE. UU. ha sido la
realidad central de la política internacional
Los retos que afronta el poder occidental a comienzos de 2016 los resume de una forma muy útil
Gideon Rachman, columnista jefe de política exterior del Financial Times londinense. Empieza
repasando la imagen occidental del orden mundial: “Desde el final de la Guerra Fría, el abrumador
poder de las fuerzas armadas de EE. UU. ha sido la realidad central de la política internacional”.
Esto es especialmente crucial en tres regiones: Asia Oriental, donde “la armada de los EE. UU. se ha
acostumbrado a tratar el Pacífico como un ‘lago estadounidense’”; Europa, donde la OTAN —es
decir, Estados Unidos, que “representa unas asombrosas tres cuartas partes del gasto militar de la
OTAN”— “garantiza la integridad territorial de sus estados miembros”; y Oriente Medio, donde las
gigantescas bases navales y aéreas de EE. UU. “existen para asegurar las alianzas e intimidar a los
rivales”.
El problema del orden mundial hoy, continúa Rachman, es que “estos sistemas de seguridad
actualmente se encuentran en entredicho en las tres regiones” debido a la intervención de Rusia en
Ucrania y Siria, y a que China está haciendo que sus mares cercanos pasen de ser un lago
estadounidense a unas “aguas claramente controvertidas”. La cuestión fundamental de las
132
relaciones internacionales es, de este modo, si Estados Unidos debería “aceptar que otras
potencias importantes tengan algún tipo de zona de influencia en sus vecinos”. Rachman cree que
debería hacerlo, por razones de “dispersión del poder económico en el mundo —combinado con
simple sentido común”.
Hay, sin duda, formas de mirar el mundo desde distintos puntos de vista. Sin embargo, vamos a
centrarnos en estas tres regiones, ciertamente de vital importancia.
Los retos actuales: Asia Oriental
Empezando por “el lago estadounidense”, algunas cejas podrían levantarse ante el informe de
mediados de diciembre de 2015 que afirmaba que “un bombardero B-52 estadounidense en misión
rutinaria sobre el mar de la China Meridional voló de forma no intencionada a menos de dos millas
náuticas de una isla artificial construida por China, dijeron altos funcionarios de defensa, agravando
una cuestión de gran controversia entre Washington y Pekín”. Aquellas personas familiarizadas con
la siniestra historia de los 70 años de la era de las armas nucleares serán perfectamente
conscientes de que este es el tipo de incidente que a menudo se ha acercado peligrosamente a
desatar una guerra nuclear total. No hace falta ser defensor de las acciones agresivas y
provocadoras de China en el mar de la China Meridional para darse cuenta de que dicho incidente
no implicaba a un bombardero chino con capacidad para arrojar bombas nucleares en el Caribe, o
frente a la costa de California, donde China no tiene intenciones de establecer un “lago chino”. Por
suerte para el mundo.
Los líderes chinos entienden muy bien que las rutas comerciales marítimas de su país están
rodeadas de potencias hostiles desde Japón hasta el estrecho de Malaca y más allá apoyadas por la
abrumadora fuerza militar de EE. UU. Por consiguiente, China está iniciando una expansión hacia el
oeste con importantes inversiones y maniobras cuidadosas orientadas hacia la integración. En
parte, estos proyectos se hallan dentro del marco de la Organización de Cooperación de Shanghai
(OCS), de la que forman parte los estados de Asia Central y Rusia, y a la que pronto se unirán India y
Pakistán con Irán como uno de los países observadores —un estatus que se le negó a Estados
Unidos, al cual se le instó a cerrar todas las bases militares en la región. China está construyendo
una versión modernizada de las antiguas rutas de la seda, con la intención no sólo de integrar la
región bajo su influencia, sino también de alcanzar Europa y las regiones productoras de petróleo
de Oriente Medio. Está invirtiendo enormes sumas en la creación de un sistema comercial y
energético asiático integrado, con una extensa red de líneas de ferrocarril de alta velocidad y
oleoductos.
Un elemento del programa es una autopista a través de algunas de las montañas más altas del
mundo hasta el nuevo puerto de Gwadar en Pakistán, construido por China, que protegerá los
cargamentos de petróleo de la potencial interferencia de EE. UU. El programa también puede
estimular, y así lo esperan China y Pakistán, el desarrollo industrial en Pakistán, el cual los Estados
Unidos no han acometido pese a la enorme ayuda militar, y también podría suponer un incentivo
para que Pakistán tome medidas drásticas contra el terrorismo nacional, un grave problema para
China en la provincia occidental de Xinjiang. Gwadar formará parte del “collar de perlas” de China,
las bases que se están construyendo en el Océano Índico con fines comerciales, pero además para
un potencial uso militar, con la expectativa de que China algún día sea capaz de proyectar su poder
hasta el Golfo Pérsico por primera vez en la era moderna.
Todos estos movimientos permanecen inmunes al abrumador poder militar de Washington, falto
de aniquilación por una guerra nuclear, que también destruiría a los Estados Unidos.
La Organización de Cooperación de Shangai, liderada por China, podría convertirse en un
equivalente a la OTAN
133
En 2015, China también estableció el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus
siglas en inglés), siendo el mayor accionista. Cincuenta y seis naciones participaron en la
inauguración que tuvo lugar en Pekín en junio, entre los que se encontraban aliados de los EE. UU.
como Australia, Gran Bretaña y otros, que se incorporaron a él desafiando los deseos de
Washington. Los Estados Unidos y Japón no estuvieron presentes. Algunos analistas creen que el
nuevo banco podría llegar a ser un competidor para las instituciones de Bretton Woods (el FMI y el
Banco Mundial), en las que los Estados Unidos tienen derecho a veto. Hay ciertas expectativas de
que la OCS llegue a convertirse en un equivalente de la OTAN.
Los retos actuales: la Europa del Este
En cuanto a la segunda región, la Europa del Este, se está gestando una crisis en la frontera de la
OTAN con Rusia. No es un asunto menor. En su esclarecedor y acertado estudio académico sobre la
región, “Frontline Ukraine: Crisis in the Borderlands”, Richard Sakwa escribe —algo muy plausible—
que la “guerra entre Rusia y Georgia de agosto de 2008 en efecto fue la primera de las ‘guerras
para frenar la expansión de la OTAN’; la crisis de Ucrania de 2014 es la segunda. No está claro si la
humanidad sobreviviría a una tercera”.
Occidente ve la expansión de la OTAN como algo benigno. No es de sorprender que Rusia, junto
con la mayoría del hemisferio sur, tenga una opinión diferente, al igual que algunas voces
occidentales destacadas. George Kennan ya advirtió que la expansión de la OTAN es un “trágico
error”, y se le unieron veteranos estadistas estadounidenses en una carta abierta a la Casa Blanca
en la que lo describían como “un error político de proporciones históricas”.
Estadistas estadounidenses definieron la expansión de la OTAN como un error político de
proporciones históricas
La crisis actual tiene sus orígenes en 1991, con el fin de la Guerra Fría y el colapso de la Unión
Soviética. Había entonces dos visiones contrastadas de un nuevo sistema de seguridad y política
económica en Eurasia. En palabras de Sakwa, una era la visión de una “‘Europa más amplia’ con la
UE como centro, pero cada vez más cercana a la seguridad euroatlántica y la comunidad política; y
por otro lado [estaba] la idea de una ‘Gran Europa’, una visión de una Europa continental, que
abarca desde Lisboa a Vladivostok, que tiene múltiples centros, incluidas Bruselas, Moscú y Ankara,
pero con el objetivo común de superar las divisiones que tradicionalmente han atormentado al
continente”.La respuesta de occidente al hundimiento de Rusia fue triunfalista. Se celebró como un
signo del “fin de la historia.”
El líder soviético Mikhail Gorbachov fue el mayor defensor de una Gran Europa, un concepto que
también había tenido raíces europeas en el gaullismo y otras iniciativas. No obstante, cuando Rusia
se derrumbó bajo las devastadoras reformas comerciales de la década de 1990, esta visión se
desvaneció y solo se recobró cuando Rusia empezó a recuperarse y a buscar un lugar en el
panorama mundial bajo el gobierno de Vladimir Putin, quien, junto con su compañero Dmitry
Medvedev, en repetidas ocasiones ha “llamado a la unificación geopolítica de toda la ‘Gran Europa’
desde Lisboa a Vladivostok, para crear una auténtica ‘asociación estratégica’”.
Estas iniciativas fueron “recibidas con cortés desdén”, escribe Sakwa, se consideraron “poco más
que una tapadera para establecer una ‘Gran Rusia’ de manera furtiva” y un esfuerzo por “abrir una
brecha” entre Norteamérica y Europa Occidental. Estas inquietudes nos retrotraen al miedo que
existía en los inicios de la Guerra Fría de que Europa pudiera convertirse en una “tercera fuerza”
independiente tanto de las grandes superpotencias como de las pequeñas, y tendiera a estrechar
lazos con las últimas (lo cual podemos ver en la Ostpolitik de Willy Brandt y otras iniciativas).
Gorbachov era partidario de una Gran Europa de Lisboa hasta Vladivostok
134
La respuesta de occidente al hundimiento de Rusia fue triunfalista. Se celebró como un signo del
“fin de la historia”, la victoria final de la democracia capitalista occidental, casi como si se le
estuviera ordenando a Rusia que volviera a su estatus anterior a la Primera Guerra Mundial como
una colonia económica virtual de occidente. La expansión de la OTAN se inició de inmediato,
violando las garantías verbales que se le habían dado a Gorbachov de que las fuerzas de la OTAN no
se trasladarían ni “un centímetro hacia el este” después de que este accediera a que la Alemania
unificada pudiera convertirse en miembro de la OTAN —una extraordinaria concesión desde una
perspectiva histórica. Dicha conversación se ceñía a Alemania del Este. La posibilidad de que la
OTAN pudiera extenderse más allá de Alemania no se comentó con Gorbachov, aunque se
considerada en privado.
Al poco tiempo, la OTAN empezó a avanzar hasta las fronteras de Rusia. La misión general de la
OTAN modificó de forma oficial su cometido para proteger las “infraestructuras vitales” del sistema
de energía mundial, las vías marítimas y las conducciones, y se le otorgó una zona de operaciones
de ámbito mundial. Además, bajo una revisión crucial de Occidente de la ahora ampliamente
proclamada doctrina de “responsabilidad para proteger”, radicalmente diferente de la versión
oficial de O.N.U., la OTAN ahora también puede servir como fuerza de intervención bajo las
órdenes de EE. UU.
Especialmente preocupantes para Rusia son los planes de ampliar la OTAN hasta Ucrania. Estos
planes se trazaron explícitamente en la cumbre de la OTAN que tuvo lugar en Bucarest en abril de
2008, cuando a Georgia y Ucrania se les prometió un eventual ingreso en la OTAN. La redacción no
daba lugar a dudas: “la OTAN da la bienvenida a las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania y
Georgia para ingresar en la OTAN. Hoy hemos acordado que estos países serán miembros de la
OTAN”. Con la victoria en 2004, con la “Revolución Naranja”, de los candidatos pro-occidentales en
Ucrania, el portavoz del Departamento de Estado Daniel Fried se desplazó rápidamente hasta allí y
“subrayó el apoyo de EE. UU. a las aspiraciones de Ucrania respecto a la OTAN y euroatlánticas”, tal
y como reveló un informe de WikiLeaks.
Las inquietudes de Rusia son fáciles de entender. John Mearsheimer, especialista en relaciones
internacionales, las ha descrito en el principal periódico de EE. UU., Foreign Affairs. Escribe que “la
raíz principal de la crisis actual [relativa a Ucrania] es la expansión de la OTAN y el compromiso de
Washington de apartar a Ucrania de la órbita de Moscú e integrarla en occidente”, que Putin
consideró como “una amenaza directa a los intereses fundamentales de Rusia”.
“¿Quién puede culparle?” pregunta Mearsheimer, señalando que “a Washington puede no gustarle
la posición de Moscú, pero debería entender la lógica que hay detrás”. No debería entrañar
ninguna dificultad. Después de todo, como todo el mundo sabe, “Estados Unidos definitivamente
no tolera que las grandes potencias lejanas desplieguen su ejército en cualquier parte del
hemisferio occidental, mucho menos en sus fronteras”.
No hace falta observar los movimientos y motivos de Putin con buenos ojos para entender la lógica
detrás de ellos
De hecho, la postura de los EE. UU. es mucho más firme. De ningún modo tolera lo que
oficialmente se denomina “el desafío triunfante” de la Doctrina Monroe de 1823, que declaró (pero
que todavía no podría aplicar) el control del hemisferio por parte de EE. UU.. Y un país pequeño
que lleva a cabo dicho desafío triunfante podrá ser objeto de “los terrores de la tierra” y un
embargo aplastante —tal y como le ocurrió a Cuba. No es necesario preguntarnos cómo habría
reaccionado Estados Unidos si los países de Latinoamérica se hubieran unido al Pacto de Varsovia,
habiendo planes de que México y Canadá también se unieran. La mínima sospecha de que se daban
los primeros pasos en esa dirección habría “concluido con unos perjuicios extremos”, por emplear
la jerga de la CIA.
135
Como en el caso de China, no hace falta observar los movimientos y motivos de Putin con buenos
ojos para entender la lógica detrás de ellos, ni para comprender la importancia de entender dicha
lógica en vez de manifestar imprecaciones en su contra. Como en el caso de China, hay mucho en
juego, llegando hasta —literalmente— cuestiones de supervivencia.
Los retos actuales: el mundo islámico
Centrémonos ahora en la tercera región de mayor preocupación, el (en gran parte) mundo
islámico, también escenario de la Guerra Mundial contra el Terrorismo (GWOT, por sus siglas en
inglés) que George W. Bush declaró en 2001 tras el ataque terrorista del 11 de septiembre. O más
exactamente, re-declaró. La GWOT fue declarada por el gobierno de Reagan cuando asumió el
cargo, con una enfebrecida retórica sobre una “plaga propagada por depravados enemigos de la
civilización” (como dijo Reagan) y un “regreso a la barbarie en la época moderna” (en palabras de
George Shultz, su secretario de estado). La GWOT original se ha eliminado silenciosamente de la
historia. Rápidamente se convirtió en una guerra terrorista homicida y destructora que afligía a
Centroamérica, Sudáfrica y Oriente Medio, con consecuencias espantosas para el presente, que
incluso derivó en la condena a los Estados Unidos por parte de la Corte Internacional de Justicia
(que Washington desestimó). En cualquier caso, no es la historia adecuada para la Historia, así que
ha desaparecido.
La Guerra contra el Terrorismo original se ha eliminado silenciosamente de la historia
El éxito de la versión Bush-Obama de la GWOT puede ser evaluada fácilmente en una observación
directa. Cuando se declaró la guerra, los objetivos terroristas se restringieron a una pequeña
parcela del Afganistán tribal. Estaban protegidos por afganos, que en su mayor parte les
detestaban o despreciaban, bajo el código tribal de la hospitalidad —que desconcertó a los
estadounidenses cuando los campesinos pobres rechazaron “entregar a Osama bin Laden por la,
para ellos, astronómica cantidad de 25 millones de dólares”.
Hay buenas razones para creer que una actuación policial bien orquestada, o incluso unas
negociaciones diplomáticas serias con los talibanes, podrían haber puesto en manos
estadounidenses a los sospechosos de los crímenes del 11 de septiembre para someterlos a juicio y
sentenciarlos. Sin embargo, estas opciones no estaban sobre la mesa. En su lugar, la elección
reflexiva fue la violencia a gran escala —no con el objetivo de derrocar a los talibanes (que vino
después), sino para dejar claro el desprecio de los EE. UU. hacia las tentativas de ofrecimiento
talibán de una posible extradición de Bin Laden. No sabemos hasta qué punto estos ofrecimientos
eran serios, ya que la posibilidad de investigarlos nunca se contempló. O quizá Estados Unidos
únicamente trataba “de intentar enseñar músculo, anotarse una victoria y asustar a todo el mundo.
No les importa el sufrimiento de los afganos o el número de personas que perderemos”.
Negociaciones políticas serias con los talibanes podrían haber puesto en manos estadounidenses a
los sospechosos del 11S
Tal era la opinión del muy respetado líder anti-talibán Abdul Haq, uno de los muchos opositores
que condenó la campaña de bombardeos que los estadounidenses lanzaron en octubre de 2001
como “un gran revés” para sus esfuerzos por derrocar a los talibanes desde dentro, un objetivo que
creían a su alcance. Su opinión está confirmada por Richard A. Clarke, que era presidente de Grupo
de Seguridad contra el Terrorismo en la Casa Blanca bajo el gobierno del presidente George W.
Bush cuando se hicieron los planes para atacar Afganistán. Tal y como Clarke describe la reunión,
cuando fueron informados de que el ataque violaría las leyes internacionales, “el presidente gritó
en la angosta sala de reuniones: ‘No me importa lo que digan las leyes internacionales, vamos a
patearles el trasero’”. El ataque también encontró la absoluta oposición de las organizaciones
humanitarias más importantes que trabajaban en Afganistán, que advirtieron de que millones de
personas estaban a punto de morir de hambre y que las consecuencias podían ser horrendas.
136
Las consecuencias para un Afganistán pobre años después deberían ser revisadas
El siguiente objetivo del mazo era Iraq. La invasión de EE. UU.- Reino Unido, absolutamente sin
pretexto verosímil, es el mayor crimen del siglo XXI. La invasión provocó la muerte de cientos de
miles de personas en un país donde la sociedad civil ya había sido aplastada por las sanciones
estadounidenses y británicas que fueron consideradas “genocidas” por los dos distinguidos
diplomáticos internacionales encargados de administrarlas, y que dimitieron en protesta por este
motivo. La invasión también generó millones de refugiados, en gran parte destruyó el país e instigó
un conflicto sectario que ahora está desgarrando Iraq y toda la región. Es un dato asombroso de
nuestra cultura moral e intelectual que en medios ilustrados y círculos informados se pueda llamar,
suavemente, “la liberación de Iraq”.
La invasión de Iraq, sin pretexto verosímil, es el mayor crimen del siglo XXI
Sondeos del Pentágono y el Ministerio británico de Defensa descubrieron que solo un 3% de los
iraquíes consideraba legítima la función protectora de EE. UU. en su vecindario, menos del 1% creía
que las fuerzas de “coalición” (EE. UU.-Reino Unido) eran buenas para su seguridad, el 80% se
oponía a la presencia de las fuerzas de coalición en el país, y una mayoría apoyaba los ataques
sobre las tropas de coalición. Afganistán ha sido destruida más allá de toda posibilidad de
encuestas fiables, pero hay indicadores de que algo similar puede estar ocurriendo allí.
Particularmente en Iraq, Estados Unidos sufrió una derrota aplastante, abandonó sus objetivos de
guerra oficiales y dejó el país bajo la influencia del único vencedor, Irán.
El mazo también se empleó en otros lugares, particularmente en Libia, donde las tres potencias
imperiales tradicionales (Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos) obtuvieron la resolución 1973 del
Consejo de Seguridad y la incumplieron al instante, convirtiéndose en las fuerzas aéreas de los
rebeldes. El efecto fue un debilitamiento de la posibilidad de una solución negociada y pacífica; el
incremento drástico de las víctimas (por al menos un factor de 10, según el científico político Alan
Kuperman); dejar Libia en ruinas en manos de las milicias en guerra; y, más recientemente,
proporcionar al Estado Islámico una base que puede emplear para extender el terror más allá. Las
propuestas diplomáticas bastante razonables de la Unión Africana, aceptadas en principio por
Muamar el Gadafi de Libia, fueron ignoradas por el triunvirato imperial, como analiza el especialista
en África Alex de Waal. Un enorme flujo de armas y yihadistas ha extendido el terror y la violencia
desde el África Occidental (ahora el campeón de asesinatos terroristas) hasta el Levante, al tiempo
que el ataque de la OTAN también enviaba una oleada de refugiados de África a Europa.
Un triunfo más de la “intervención humanitaria” y, tal y como revelan las largas y a menudo
terribles crónicas, no demasiado inusual, volviendo a sus modernos orígenes de hace cuatro siglos.
_____________________________
Traducción de Paloma Farré.
Este ensayo es un adelanto del nuevo libro de Noam Chomsky, Who Rules the World?
(Metropolitan Books, the American Empire Project, 2016). Ediciones B publicará la obra en español
el 1 de octubre, bajo el título ¿Quién domina el mundo? La versión original fue publicada en
Tomdispatch.com.
El efecto Foucault y la crisis del marxismo en Argentina
A PROPÓSITO DE LOS USOS DE FOUCAULT EN LA ARGENTINA: RECEPCIÓN Y CIRCULACIÓN DESDE
LOS AÑOS CINCUENTA HASTA NUESTROS DÍAS, DE MARIANA CANAVESE
GASTÓN GUTIÉRREZ
137
http://www.laizquierdadiario.com/ideasdeizquierda/el-efecto-foucault-y-la-crisis-del-marxismoen-argentina/
Número 29, mayo 2016.
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Este libro1 realiza la reconstrucción histórica y temática de las piezas dispersas que componen la
genealogía local de la recepción de Foucault. A 50 años de la publicación de Las palabras y las cosas
nos permite adentrarnos en los nombres, textos, modos de lectura y circulación de la presencia del
filósofo francés en Argentina. Adaptando su tesis doctoral, Mariana Canavese expone los
resultados de una vasta investigación de historia intelectual sobre las huellas de Foucault en
nuestro campo cultural. El libro no trata sobre Foucault, sino de cómo fue leído, por lo tanto no se
propone realizar ni una lectura sobre la amplia obra de éste, ni juzgar las lecturas correctas o
incorrectas que se hicieron en nuestros pagos, sino de dar cuenta de las estrategias u operaciones
de lectura y recepción. Y cómo las adaptaciones al ámbito local permitieron posiciones teóricas y
político-ideológicas tanto en la cultura como en las ciencias sociales y humanísticas. Para Canavese
la recepción remite siempre a la actividad del que lee y recibe, y recuperando la noción de ‘uso’
(apelando al clásico de Portantiero Los usos de Gramsci) va dando cuenta de diferentes olas de
recepción de Foucault. El estudio diferencia dos grandes periodos, aquel que va de su recepción
temprana a fines de los ‘50 hasta la pos-dictadura, y desde los años ‘80 a la actualidad. Describe
cómo las diferentes olas de recepción no se acumulan progresivamente, sino que cada una está
sobredeterminada por cada coyuntura, lo que permite diferentes lecturas y usos de Foucault para
cada una de estas (179). Esta modalidad de recepción entronca con la consideración de Foucault
sobre sus textos como cajas de herramientas que habilitan a lectores-usuarios a utilizarlas como
mejor les plazca. Y los usuarios argentinos de Foucault lo hicieron en una heterogeneidad de
ámbitos: discusiones entre psicoanálisis, fenomenología y marxismo, las querellas teóricas del
estructuralismo en la lingüística, la epistemología, la filosofía, la sociología, la crítica literaria, el
derecho y la arquitectura, y una importante presencia en medios de comunicación, espacios
culturales alternativos e incluso de élite.
La entrada Foucault a la historia del campo intelectual argentino
Una descripción del libro diría que tiene 4 capítulos que siguen cronológica y temáticamente la
recepción de Foucault en una trayectoria apegada a los avatares de sus elaboraciones hasta 1989 y
un apartado final donde se esboza un balance y apuntes provisorios de su recepción hasta nuestros
días.
El primero, “Entre la psicología, la filosofía y la experiencia política de masas…”, describe un
Foucault que todavía no es el Foucault que más conocemos, sino una referencia más en los debates
entre psicología, psicoanálisis y marxismo. De la mano de José Bleger y editado por editorial Paidós
en un contexto modernizante de la cultura argentina, Foucault se inscribe en la búsqueda del
marxismo por realizar una “psicología concreta” (aunque en Bleger la referencia principal sea
Politzer (44)). Foucault arribó a la Argentina de la mano de la psicología marxista y la política, en
tiempos de transición entre el kleinismo inglés y la hegemonía posterior de Lacan, e inscripto a su
vez en los debates del comunismo local (40)2. En tiempos en que una nueva fracción intelectual
accedía a la docencia universitaria con la creación de la carrera de psicología en Rosario
(posteriormente en otras instituciones del país) y en el que el psicoanálisis conocía una acelerada
difusión en la clase media (luego de que el peronismo lo hubiera marginado como “antinacional”).
Como no podía ser de otro modo en un estudio de estas características la historia intelectual y
138
biográfica de los lectores ocupa un importante espacio. Personalidades como Bleger operan como
“casos” que dan cuenta de un “uso”, a veces generando un impacto teórico o práctico en colectivos
como el caso de Plataforma (46), y en otros tan solo se inscriben las personas que traducen, editan,
publican o incorporan a Foucault en los ámbitos educativos, culturales o en la comunicación de
masas.
Los ‘60 también conocerán otra vía de entrada de Foucault de la mano de las polémicas sobre
Sartre y el estructuralismo. Es conocida la cita de Sartre en la revista L’Arc sobre Las palabras y las
cosas, allí Foucault aparecía como el que sustituía “el cine por la linterna mágica, el movimiento por
una sucesión de inmovilidades” que configuraban “una ideología nueva, la última barrera que la
burguesía puede aún levantar contra Marx” (48). En un tono de marcado voluntarismo político,
todavía dominado en Argentina por la fenomenología y el marxismo humanista mal podía ser
recibido este Foucault cuyos temas eran el anti-humanismo y la “muerte del hombre”. Incluso
dentro del auge posterior del estructuralismo como “la” ciencia y su adopción por sectores
intelectuales de la nueva izquierda tampoco gozaba de demasiado interés, ya que en
contraposición con Althusser que buscó combinar estructuralismo y marxismo (y quién por otro
lado lo honraría a pié de página en Para leer El Capital), Foucault realizaba una fuerte crítica a Marx
como “alojado en la episteme del siglo XIX” (50). Sin embargo esto no impidió que el nombre de
Foucault apareciera ligado al conjunto de la familia estructuralista (Levi-Strauss, Lacan o Barthes)
en una inesperada reseña en la revista Criterio dirigida por el presbítero Jorge Mejía (51). O que el
diario La opinión (1971) diera cuenta de este estructuralista que empezaba a investigar las cárceles
en Francia y conformaba el Grupo de Información sobre las Prisiones y un interesante documento
publicado en el diario Clarín apelara a la figura del “Gran encierro” (de Historia de la Locura) para
describir la exclusión y el exterminio del indio y el gaucho. Dentro de la cultura de izquierda
también Foucault empezó a calar. En este lugar la posición de José Sazbón es otro “caso” en el que
la autora se detiene, mostrando cómo este marxista sartreano y lukacsiano sitúa tempranamente a
Foucault en su actividad editorial, académica y en sus textos que abarcan los cruces del marxismo
occidental y el estructuralismo. Será el introductor de algunos textos estructuralistas nodales, pero
también, ya en el exilio, intentará recuperar la veta crítica de Foucault hacia la historiografía
tradicional marcada por la ideología del progreso mientras critica “el comienzo de un pensamiento
histórico de la dispersión y las ruinas del sentido” (56). Entre otras muchas referencias se menciona
cómo el filósofo Oscar del Barco lo incorpora a través de las lecturas de la revista francesa Tel Quel,
en una confluencia con la vanguardia filosófica y literaria izquierdista que sumaba a Bataille,
Kristeva o Deleuze y que aquí encontraba eco en la impronta cultural maoísta como en la revista
Los libros y otras revistas del periodo. Este panorama muestra para Canavese la polivalencia de los
usos de Foucault, quiénes eran sus lectores en ese momento (psicoanalistas, psiquiatras, filósofos,
escritores, críticos y artistas) y cómo se había instalado ya por canales públicos, aunque seguía
fuera del sistema académico (66).
El capítulo 2 (“Lo real del encierro”) nos muestra quiénes leyeron a Foucault durante la dictadura
genocida. Es ya un Foucault más reconocible, signado por el libro Vigilar y Castigar que permite un
salto en su influencia. En un contexto de degradación cultural, con Ottalagano en la universidad y la
censura y la quema de libros, Foucault apareció en varias instancias, y se leyó más de lo que a priori
se podría creer. En empresas como la “universidad de las catacumbas” de Josefina Ludmer (72),
pero también en otras de mayor publicidad e impacto, como la experiencia de APBA3 donde
estaban Vezzetti y Tomás Abraham (74) o las elaboraciones de Vezzetti sobre la locura en la
argentina publicadas en Punto de Vista (que continuó saliendo en plena dictadura aún después de
la desaparición de los responsables de la organización de izquierda que impulsaba su publicación).
E incluso su aparición en medios gráficos, como La opinión, o en lugares paquetes como la Alianza
Francesa donde Enrique Marí dictó una conferencia sobre Vigilar y castigar. Hay páginas que
describen cómo Marí leyó a Foucault para incidir en el campo jurídico. Y el interesante caso de “La
escuelita” de arquitectura y estudios urbanos que produjo una renovación significativa del
problema histórico del disciplinamiento de la población a través de la historia de la vivienda en
139
Argentina y renovó la enseñanza de la disciplina con el retorno democrático (80). La
heterogeneidad de esta presencia de Foucault en estos años es tal que puede aparecer sugerido en
los suplementos culturales del diario masserista Convicción, como ser una de las influencias
teóricas del libro La bemba con el que De Ípola reconstruye su experiencia de cómo circulan los
rumores en las cárceles y centros de detención en los que el autor estuvo confinado. Aún así, había
una afinidad evidente entre las temáticas de Foucault y el contexto de brutal represión, reclusión y
asesinatos. Aunque Canavese se encarga correctamente de establecer las diferencias entre aquello
que Foucault teorizaba y esta realidad. Invirtiendo los términos del clásico foucaultiano aquí los
suplicios eran ocultos y se evitaba precisamente la ceremonia pública, mientras que el poder
panóptico no tenía nada de secreto gradual ni oculto (98). Es el contexto el que determina aquí el
peso de la interpretación. Pero también se vislumbra el problema de ver analogías posibles en casi
cualquier fenómeno, que generará continua insatisfacción en los propios foucaultianos locales
(Terán criticará la “maquinita Foucault” y Abraham señalará que “tampoco es una heladería
Foucault”).
En el capítulo 4 (el 3 lo retomaremos en el próximo apartado) aborda de lleno el problema de la
recuperación democrática en la que Foucault se hace “parte del aire” (como titula el capítulo). Los
tópicos de una agenda marcada por los derechos humanos son más compatibles con el giro
humanista de Foucault y sus preocupaciones éticas. Al mismo tiempo, en momentos donde prima
el balance del fracaso del asalto al cielo setentista se impone la politización sobre la vida cotidiana
(como sustituto de la imposibilidad de toma del poder del Estado) y se expande una “rebelión del
coro”, como la llamó José Nun, en la que movimientos de sectores oprimidos, minorías sexuales,
nuevos movimientos sociales, feministas y minorías étnicas son leídos como transgresión y microresistencias. Es en este momento que Foucault ingresa en la academia, más por el lado de las
ciencias sociales y la psicología que en filosofía (donde es ninguneado) e historia (donde su
apropiación se circunscribe inicialmente a la historia intelectual nacional). Al mismo tiempo la veta
nietzscheana del texto foucaultiano comienza a ser más leído, acompañado de Deleuze, y algunas
personalidades académicas (como Abraham) codifican el ataque al marxismo. La influencia de este
Foucault, ciertamente nihilista, gana peso en revistas universitarias y estudiantiles basistas o
anarquizantes, aunque también en figuras mucho más interesantes como Néstor Perlongher. La
trayectoria del militante del Frente de Liberación Homosexual, ex militante trotskista, luego
anarquista, poeta y sociólogo es otro “caso” productivo. Analizó la “prostitución viril” en San Pablo
y los cambios en el mundo homosexual a partir del SIDA y el travestismo en oposición a los
estereotipos binarios (169). Considerada globalmente esta emergencia de Foucault encuentra su
sitio privilegiado en los ‘90 acompañando un desarme político de la izquierda, de la que se
quejaban incluso los peronistas de Unidos al decir que “pichones de arqueólogos” discurseaban
acerca del poder dando lo mismo que circule “en una cancha de pelota-paleta a que se ejerza
impunemente a través del Australazo” (160). La instalación de esta “moda” de la que los medios
dieron cuenta y que se consolidó luego del ‘89 y la caída del muro, supuso la asimilación de
Foucault al clima posmoderno de los ‘90 y su giro, ahora despolitizado, a lo privado.
Foucault y la crisis del marxismo local
Para finalizar regresemos a un momento anterior situado en el centro del libro, y que es
obviamente central para una revista de izquierda, como es el problema de la recepción particular o
el ‘efecto Foucault’ en relación al marxismo, y especialmente a la “crisis del marxismo” que tiene
lugar a comienzos de los ‘80 tanto en los exilios como en la producción local. En esta coyuntura
específica en la que la revisión de los ‘70 y la crítica al marxismo ocupan el centro de las reflexiones
intelectuales, Foucault aparece como ruptura y a la vez como continuidad con Marx. La autora
señala y repone cómo un mismo cuerpo de textos de Foucault es usado de modos divergentes,
dando lugar a admisiones o impugnaciones de la relación Marx/Foucault. Estas posibilidades están
presentes ya en Foucault quién se presenta tanto como crítico (del marxismo, esencialmente, pero
140
también de Marx) y como presunto apropiador. Si esta ambigüedad ya estaba en el origen será el
contexto el que defina su apropiación posible (107). Aparecen entonces 3 actitudes que dan cuenta
de la relación de Foucault y el marxismo en el contexto local. Quienes lo ven como reemplazo al
marxismo en crisis (usando el foucaultismo como un arma contra el economicismo teórico, el
leninismo y la centralidad del Estado). Otros ven al contrario una articulación evidente entre
Foucault y Marx y proponen articular la perspectiva clasista con la microfísica del poder. Y una
tercera posibilidad es la que Canavese denomina un marxismo renovado, que propone realizar
beneficio de inventario e incorporar los análisis críticos sobre las instituciones, pero señalando que
carece de una articulación con un teoría del Estado que requiere los aportes de un marxismo
enriquecido desde fines de los ‘70 al que ven ejemplificado en la relación de Poulantzas con
Foucault. Esta posición está ejemplificada en la compilación Disparen sobre Foucault donde los
compiladores solicitan incorporar a Foucault nada menos que los conceptos de clase o Estado que
éste explícitamente rechaza.
La exposición de este problema se hace a partir de la polémica que tiene lugar en la revista Punto
de Vista en 1983 donde Oscar Terán propone una “invitación al posmarxismo” a partir de reseñar
favorablemente el libro El discurso jurídico (donde escribe entre otros Marí quién no ve rivalidades
entre marxismo y foucaultismo) señalando que ya debería abandonarse la instancia materialista de
la “última instancia” que nunca llega. La respuesta la proveyó precisamente Sazbón señalando que
los sintagmas “metafísica de la presencia”, “micropoderes” o “descentramiento del sujeto” no son
menos enigmáticos que “última instancia”, pero que no se los cuestiona porque son célebres en el
panteón posestructuralista (126). Para Sazbón se intentaba reemplazar una supuesta certeza
anterior de la “última instancia” (que tenía un lugar central en el althusserianismo) por un
“constitutivismo sin sujeto” que comprometía no solo una lectura determinista sino al marxismo en
su conjunto (la argumentación tiene una afinidad inconfundible con Tras las huellas del
materialismo histórico que Perry Anderson publicaba ese mismo año y con quién el filósofo
argentino mantenía una amistad). La otra polémica que sirve para ejemplificar los usos es la que
reproduce Juan Carlos Marín en La silla en la cabeza. Allí Marín responde a Abraham, entre otros,
que los análisis de Foucault acerca de la dominación de los cuerpos son no solo compatibles con
Marx, sino incomprensibles sin éste (este Foucault emparentado con el marxismo se instala en
Sociología de la UBA con Marín y Susana Murillo). La temática del terror en Argentina como
condición del disciplinamiento para instalar un nuevo modo de acumulación propone una
continuidad sin quiebres entre Marx y Foucault y es un discurso que encuentra eco en los ‘80 en
libros sobre la dictadura, en elaboraciones enmarcadas en organismos de derechos humanos y
reflexiones teóricas sobre el poder y el análisis de las revoluciones como el libro de Roberto Jacoby.
Desde estas páginas tenemos más simpatía por la posición que señala que la ruptura de Foucault
con Marx constituye una temática central. Esto no significa no considerar que el conjunto de la
obra de Foucault tenga a Marx en la mira, de hecho lo tiene, pero en una perspectiva antagonista,
contra el cual construye otra teoría del poder, de la historia y de la subjetividad. Ni tampoco dejar
de reconocer los méritos que la politización de las disciplinas y las instituciones efectuada por
Foucault tiene, sino ponderarlos en una valoración global. En un contexto de “crisis del marxismo”
los límites de un subjetivismo sin sujeto ni estrategia, que ve en la historia siempre “el conjunto
aleatorio y singular del suceso” no podían dejarse de lado4. En una mirada retrospectiva Sazbón
mostraba como ya en 1966 Foucault (y también Derrida) contraponían la herencia de Nietzsche con
Marx abriendo la transición post-estructuralista (Sazbón, 2009)5. Evaluar la productividad o el
eclecticismo de cada posición requiere un análisis más detenido del conjunto de obras producidas
bajo el influjo de ellas, lo que a su vez requiere inmiscuirse en un análisis crítico del propio
Foucault. La reconstrucción histórica propuesta es un marco promisorio que aporta elementos para
una querella aún en curso ya que el contexto más reciente es uno en el que los conceptos
foucaultianos de control social, biopolítica y gubernamentalidad (dominantes en los Cursos inéditos
y otros materiales que siguen publicándose actualmente), siguen presentes generando usos y
querellas metodológicas, teóricas y políticas.
141
Buenos Aires, Siglo XXI, 2015. Los números de página se indican entre paréntesis.
“Ecos de la Guerra fría en el campo psi”, Juan Duarte, IdZ 28, abril 2016.
Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.
Foucault, Nietzsche, la genealogía y la historia, Valencia, Editorial Pre-textos, 2008.
“Razón y método: del estructuralismo al postestructuralismo” en Nietzsche en Francia, Bernal,
UNQUI Editorial, 2009.
El orden global postdemocrático
https://www.tni.org/en/node/22831
En la era de la globalización, la eliminación gradual de la toma de decisiones de las cámaras
democráticas por parte de las élites de la Unión Europea sirve de plan de acción para la gobernanza
postdemocrática en todo el mundo. Las personas progresistas deben ser ambiciosas y empezar a
proponer ideas para un Gobierno mundial democrático como alternativa viable.
Authors
Leigh Phillips
Estado del poder 2016
Después de la debacle griega y la domesticación por parte de la Unión Europea (UE) del Gobierno
radical de izquierdas de Syriza de Alexis Tsipras, el debate sobre la naturaleza no democrática de la
UE y si existe alguna posibilidad de reforma progresista se ha extendido ya a lo ancho del bloque
europeo.
De manera general, hay dos grandes posturas opuestas de la izquierda en Europa. La primera es
que, a pesar del deplorable maltrato de la democracia griega por parte de la Troika, solo es un
reflejo de la debilidad de la izquierda en cada uno de los 28 Estados miembros de la UE. El
resultado es que el centro derecha controla las tres principales instituciones de la UE. Si la izquierda
estuviera al timón en más países y, por tanto, en las instituciones de la UE, las cosas serían
diferentes. Una versión de este argumento sostiene que no son las estructuras de la UE las que son
defectuosas, ya que pueden reformarse; la responsable del desastre es la eurozona. Argumentan
que la legislación aprobada por la UE en materia de medio ambiente, sanidad y seguridad, y
derechos humanos es formidable. Está claro que Europa debe reformarse, pero la salida de la UE o
su desintegración sería un cataclismo. Estas personas progresistas tienden a verse como
internacionalistas y cosmopolitas, y previenen que salirse de la UE abriría las puertas a más
nacionalismos y a la extrema derecha.
La parlamentaria británica del Partido Verde y exparlamentaria europea, Caroline Lucas, acertó al
sintetizar esta postura a principios de 2015 cuando advirtió de la postura prosalida —que se conoce
comúnmente como Brexit— de las personas progresistas británicas: “Es fácil responsabilizar a la UE
cuando la economía de libre mercado pisotea los Estados de bienestar de nuestro continente, pero
son los Gobiernos como el nuestro los que han permitido que la UE sea sinónimo de más
liberalización, desregulación y privatización”, dijo. “La izquierda perdió las últimas elecciones en
Gran Bretaña, entregando a los tories un asiento en la mesa presidencial de Europa. Quizá
deberíamos reflexionar sobre nuestras propias deficiencias con el fin de inspirar esperanza y
unidad en vez de atacar a la UE.”1
Los defensores de la postura de ‘reforma’ añaden que, una vez fuera de la UE, los mercados apenas
serían menos despiadados con la democracia de un país que la Troika. Aquí no se equivocan.
La otra postura sostiene que la debacle griega no es más que el último episodio de una larga serie
de normas democráticas incumplidas y que la UE es, estructuralmente, no democrática e
irreformable. En consecuencia, la ruptura con la UE y la vuelta al Estado- nación están a la orden
del día. Los defensores de esta postura alegan también ser internacionalistas, pero en gran medida
entienden que la palabra significa solidaridad entre naciones más que el hecho de trascender el
Estado-nación. Las pancartas que se colgaron en la Acrópolis y que rezaban “¡Pueblos de Europa,
levantaos!” son emblemáticas de esta postura. Para estas personas, los pueblos de Europa son
muchos, no uno solo; no hay un demos europeo. No se lo imaginan. No lo quieren.
142
Los defensores de la postura de ‘ruptura’ señalan también que la existencia de la UE ha impedido
apenas el crecimiento del nacionalismo y la extrema derecha. Tampoco se equivocan en ese punto.
Sin embargo, ambas posturas ignoran el tema clave: en la era de la globalización, la eliminación
gradual de la toma de decisiones de las cámaras democráticas por parte de las élites de la UE sirve
de plan de acción para la gobernanza postdemocrática en todo el mundo a escala global,
continental, nacional y hasta local. La arenga debería ir más allá de la reforma (aunque esta sea
bienvenida) o la ruptura (aunque esta sea necesaria) y reanudar la demanda de los indignados
españoles en 2011 en contra de la austeridad y a favor de la democracia real, a todos los niveles de
la sociedad, dentro y más allá del Estado-nación.
La postdemocracia en la Unión Europea
En primer lugar, quiero analizar la idea de que la UE refleja solo la política nacional y que el
problema es la eurozona. Es más bien a la inversa. Los problemas de la eurozona son el resultado
de una estructura no democrática subyacente. Una moneda única en una Europa auténticamente
democrática que transfiere dinero de las regiones ricas a las pobres no causaría desequilibrios
fiscales. Centrarse solo en la eurozona confunde el síntoma con la causa.
La realidad es que las estructuras postdemocráticas que gobiernan la eurozona existen también a
lo ancho de la UE y son anteriores a la introducción del euro. La Comisión Europea no se elige. Los
miembros del Consejo de Ministros y su encarnación al máximo nivel, el Consejo Europeo, solo se
eligen indirectamente y las leyes son elaboradas en secreto en el transcurso de sesiones a las que
no se permite la entrada ni a la prensa ni al público. Los legisladores habituales del Consejo no son
ni siquiera ministros nacionales, sino los diplomáticos trileros del Comité de Representantes
Permanentes (COREPER) y las docenas de subcomités y grupos de trabajo que deliberan también
en secreto, fuera del escrutinio de los electores.
Los comités nacionales parlamentarios o congresuales operan generalmente a la luz pública, con la
rara excepción de aquellos organismos que supervisan los diversos departamentos dedicados al
espionaje exterior, a la vigilancia interna y a la estrategia bélica. En otras palabras, el hecho de
gobernar de manera encubierta que se ha reservado históricamente a la supervisión de espías y
asesinos, la investigación en armas químicas y nucleares y su adquisición, la bioseguridad y los
tratados con Estados enemigos es ahora la norma cotidiana cuando en Europa se elaboran leyes
relativas a las subvenciones agrícolas, la regulación de la industria y las finanzas y, sobre todo, los
mercados laborales y los programas sociales.
El presidente del Consejo Europeo —llamado a menudo ‘presidente europeo’— tampoco se elige;
se le escoge, cual papa secular, tras puertas cerradas después de horas de tira y afloja entre jefes
de Estado y Gobierno. La única institución elegida directamente de la fábrica de salchichas
legislativa que es la UE —el Parlamento Europeo— no tiene derecho de iniciativa legislativa; es
decir, no puede proponer ni aprobar leyes. Solo puede enmendar lo que la Comisión y el Consejo le
envíen para su conformidad. Estos poderes son importantes y los grupos de presión de las
empresas y de las ONG sienten tanta atracción por los escaños mellizos de Bruselas y Estrasburgo
como por el Congreso estadounidense en Washington, pero al estar restringido de esta manera, el
Parlamento Europeo no se parece a ningún otro Parlamento del mundo democrático. Los
europarlamentarios no son representantes de un pueblo europeo soberano, sino los ‘recogepedos’
de los altos funcionarios de la tecnocracia de la UE.
Si los votantes discrepan de las políticas de este ‘Gobierno’ europeo, no hay manera de revocarlo,
ninguna elección general para ‘botar a los bastardos’. Pero si este Gobierno europeo no está de
acuerdo con las preferencias de los votantes en las elecciones nacionales o los procesos
consultivos, acosa por lo general a los líderes nacionales para que anulen los resultados de las
elecciones, los referendos o los plebiscitos que no le plazcan. A los votantes irlandeses se les dijo
que tenían que votar de nuevo después de rechazar los Tratados de Niza y Lisboa. El propio Tratado
de Lisboa es la Constitución Europea con otro nombre, después de que los votantes franceses y
holandeses la rechazaran en 2005.
De la misma manera, la campaña para sacar la política fiscal —de hecho cualquier política— de la
esfera de un auténtico debate parlamentario y colocarla en manos de los supuestos ‘expertos’
económicos, burócratas, diplomáticos y jueces del Tribunal de Justicia de la UE es común a todas
las estructuras de la UE, no solo a la eurozona. Los 28 Estados miembros —no solo de la
143
eurozona— están sujetos al Pacto de Estabilidad y Crecimiento neoliberal que entró en vigor en
1998 y hace valer la ‘disciplina fiscal’. Y desde la crisis de la eurozona, toda la UE —no solo los
Estados acogidos a la moneda única— ha buscado y conseguido una mayor integración en la
política fiscal.
Bajo el sistema del Semestre Europeo introducido en 2011, en el que la UE revisa las políticas
fiscales nacionales, todos los Estados miembros deben someter sus planes económicos a Bruselas,
no solo los Estados de la eurozona. Hay reglas ligeramente distintas para los países que no utilizan
el euro, pero estas son más bien cosméticas. Asimismo, el endurecimiento de las reglas económicas
que se impuso al amparo del Pacto Fiscal en 2012 —con una supervisión y multas más estrictas—
se aplica a todos los Estados que no utilizan el euro, salvo a tres. La eurozona goza también de
otras dos muestras de corrupción antidemocrática: los lores monetarios no elegidos del Banco
Central Europeo y el Eurogrupo, un organismo que no tiene estatus jurídico, pero que se encuentra
entre las entidades más poderosas del sistema europeo.
La verdad es que no deberíamos hablar de la UE y de la eurozona como entidades distintas, sino
solapadas; es decir, de una UE con una integración fiscal y monetaria postdemocrática. Hay cuatro
categorías distintas que participan en el Pacto Fiscal europeo: los miembros de la eurozona, los que
no son miembros de la eurozona, los que tampoco lo son pero están sujetos a las disposiciones
fiscales pero no a las de coordinación económica, y los que no son miembros de la eurozona ni
están sujetos a las disposiciones fiscales y de coordinación económica. Se espera que los tres
Estados miembros que se encuentran fuera del Pacto Fiscal (Croacia, la República Checa y el Reino
Unido) se adhieran a él en algún momento futuro y se les presiona constantemente para que lo
hagan cuanto antes.
No se trata solo de malas políticas que se podrían cambiar en el futuro; son tratados e
instrumentos con carácter de tratado que transforman las mismas estructuras del Estado europeo,
de tal manera que el neoliberalismo solo puede intensificarse. Esto se debe a que los contratos
entre Estados están por encima de la democracia bajo el principio jurídico de pacta sunt servanda;
es decir, ‘hay que cumplir los acuerdos’. “Cada nuevo Gobierno debe cumplir los acuerdos
contractuales de sus predecesores”, como dijo el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble,
después de la victoria electoral de Syriza en enero de 2015. “Las elecciones no cambian nada.” El
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo al mismo tiempo: “No cabe elección
democrática en contra de los tratados europeos”.
Elecciones sin rendición de cuentas
Los defensores de las actuales estructuras de la UE señalan a menudo al Consejo de Ministros o al
Consejo Europeo como supuesta prueba de mandato democrático porque al menos los ministros,
primeros ministros o presidentes se eligen en sus propios países. De hecho, no faltan los
apologistas que perdonan a personajes como Angela Merkel y Wolfgang Schäuble con el
argumento de que la democracia griega no puede quedar por encima de la democracia alemana,
con el propósito de defender cómo se ignoró descaradamente el mandato electoral de Syriza. Pero
el problema es precisamente el Consejo. Funciona como una cámara legislativa, parecido a un
Senado, pero no hay elecciones a este organismo. Es como si pudieras votar a tu diputado local,
pero no se celebraran nunca elecciones generales.
¿Pero por qué representa esto un problema tan grande y por qué tiene consecuencias tan poco
democráticas?
Las elecciones generales —no locales o parciales— son el requisito imprescindible de una
democracia, por dos razones. En primer lugar, porque los votantes necesitan con regularidad la
oportunidad de ‘derrocar’ a sus gobernantes, no solo a su representante local. En unas elecciones
generales, si el candidato local elegido no es miembro del partido o coalición de partidos que gana
en todo el país, los votantes locales podrán quejarse, pero aceptan la voluntad mayoritaria y
tendrán que convencer a sus conciudadanos en los siguientes cinco años de que no tenían razón.
Esto no es posible en la UE. En cambio, a los elegidos no les queda más remedio que adaptarse al
consenso preestablecido.
En segundo lugar, los partidos que pretenden gobernar necesitan albergar cierto interés en apelar
a todo el país o en este caso, a toda la Unión. En los Estados Unidos, por ejemplo, los políticos de
los dos principales partidos apelan a los votantes de todos los estados. En cambio, los políticos (o
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diplomáticos) alemanes del Consejo no apelan a los votantes griegos. A los políticos alemanes no
les importa lo que ocurre en Grecia porque los griegos no les votan.
Estos fenómenos son las dos caras de una misma moneda: la rendición de cuentas, que es la base
de un Gobierno representativo. La rendición de cuentas no es un ‘asunto burgués’, ni el objeto de
fascinación de constitucionalistas liberales y de escaso interés para progresistas o radicales. A
medida que las estructuras de gobernanza se van liberando gradualmente de las restricciones
democráticas, son más vulnerables a la captación por parte de las élites. Sin los controles populares
sobre el poder, los ciudadanos empiezan a sentir que no hay forma de cambiar a quién los
gobierna.
Las elecciones generales ofrecen un control, permitiendo que el pueblo tenga la oportunidad, de
forma regular, de alcanzar una ‘revolución pacífica’. Si se deniega esta oportunidad, entonces la
revolución violenta, una vez más, es la única manera de deshacernos de nuestros gobernantes.
La postdemocracia global
Incluso Pascal Lamy, exjefe de la Organización Mundial del Comercio y excomisario europeo de
Comercio, reconoce este problema, no solo en la UE, sino en todas las estructuras de gobernanza
transnacionales que han surgido en las últimas décadas. Observa una diferencia entre la
legitimidad democrática primaria de las elecciones legislativas y la ‘legitimidad secundaria’ de estos
nuevos organismos.
“La legitimidad de las organizaciones internacionales sigue siendo intrínsecamente westfaliana. Se
basa en la democracia del Estado y solo prevé lo que llamo ‘legitimidad secundaria’, en oposición a
la ‘legitimidad primaria’ conferida a la participación directa de los ciudadanos. El reto específico de
la legitimidad en la gobernanza global consiste en abordar la toma de decisiones a nivel
internacional, percibida como distante, sin rendición de cuentas e incuestionable directamente.”2
A la concepción de Lamy de la legitimidad secundaria, le podemos añadir la del sociólogo polaco
Zygmunt Bauman de una ‘crisis de voluntad’ en las relaciones internacionales para describir el
actual callejón sin salida: “El matrimonio entre el poder y la política que se firmó en Westfalia ha
quedado sin efecto. Mientras la política (la capacidad de decidir qué cosas deberían hacerse) se
limita al Estado-nación, el poder (la capacidad de que se hagan las cosas) se ha trasladado al ámbito
supranacional. La consecuencia es una crisis de voluntad: los Estados están enredados
internacionalmente y pierden su soberanía, mientras los mercados globales no se dejan ni
aconsejar ni supervisar. Reducir la brecha entre el ámbito de la interdependencia y el alcance de las
instituciones llamadas a servirla es el mayor desafío de nuestros tiempos”. 3
Este tipo de estructuras internacionales de gobernanza postdemocráticas —el
‘intergubernamentalismo’ sin elecciones— prolifera hoy como la mala hierba en casi todos los
campos de la política: desde el FMI, el Consejo de Seguridad de la ONU y el G7 a la OMC y la
Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por su sigla en inglés), la Plataforma
Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas e incluso la Comisión
Ballenera Internacional. Estamos viviendo en la era de la construcción de una arquitectura de
gobernanza global —sin duda necesaria teniendo en cuenta los problemas globales a los que nos
enfrentamos— pero exenta de una democracia global o, más bien, con una antipatía hacia esta.
El camino a seguir en un orden postdemocrático
La UE es el organismo más desarrollado de todos los que padecen la legitimidad secundaria y, por
tanto, merece mayor escrutinio. Como hemos visto, la UE y no solo la eurozona es una afrenta a las
normas parlamentarias democráticas que la izquierda ha luchado por conseguir, defender y
mejorar desde hace más de dos siglos. Sus estructuras no son reformables; de hecho, las mismas
estructuras funcionan para vacunarse contra las reformas progresistas. Si la reforma es imposible,
entonces el derrocamiento se hace necesario. Igual que con los colonos estadounidenses en 1776,
que partieron de la posición de pedir al rey y acabaron librándose de él, debemos reconocer que se
impone el divorcio. En el caso de Grecia significa Grexit y, en el caso del Reino Unido, Brexit.
Sin embargo, las personas progresistas están algo confusas. En tiempos de crecimiento, los
Gobiernos socialdemócratas distribuyen los despojos con más justicia que los Gobiernos de la
derecha. En tiempos de crisis o estancamiento, es el dolor lo que distribuyen más justamente. Los
partidos socialdemócratas nunca preguntan por qué hay crisis o estancamiento, ya que esto
145
requeriría una crítica sistémica y extranacional, una crítica considerada inaceptable desde hace 25
años. Pero al mismo tiempo, comprenden que no pueden cumplir su promesa histórica.
En una economía globalizada, la socialdemocracia que caracterizó al período 1940-1970 ya no es
posible, ni siquiera en las grandes economías. La fuga de capitales y el sabotaje económico
domarán rápidamente a un Gobierno de izquierdas. Sabemos esto desde principios de la década de
1980 y la derrota del Programa Común de Mitterrand, el último aliento del auténtico
keynesianismo de la posguerra; es decir, un conjunto de grandes obras públicas, un aumento
importante del gasto social, nacionalizaciones industriales y de la banca, reducción de la jornada
laboral, ampliación de las vacaciones pagadas, jubilación a los 60 años y un impuesto solidario
sobre el patrimonio. En las grandes economías como los Estados Unidos, China o Europa, un
programa socialdemócrata tradicional podría todavía ser viable, capaz de resistir las hondas y
flechas de los mercados globales, pero no lo sabemos con seguridad.
La debacle griega es la prueba de que, en una economía globalizada, incluso los Gobiernos a la
izquierda de la socialdemocracia, como Syriza, deben capitular. Sería el caso de un Gobierno de
Podemos en España o un Gobierno liderado por Corbyn en el Reino Unido. Y esta barrera
infranqueable existe también para la izquierda extraparlamentaria; la acción comunitaria solidaria
es necesaria, pero la práctica de la calle tiene claras limitaciones, por ejemplo cuando no se pueden
comprar medicinas fabricadas en otro lugar. Para Grecia, imaginar que fuera de la eurozona los
mercados podrían ser más amistosos que las estructuras de la UE es una quimera. La catástrofe
está asegurada, sea dentro o fuera del euro o de la UE. El exministro de finanzas griego, Yanis
Varoufakis, tenía toda la razón cuando avisaba de los peligros del Grexit, aun reconociendo que,
hasta cierto punto, puede ser la única opción que queda.
¿Cómo, entonces, son reconciliables estos dos hechos: que la política nacional sea impotente y la
necesaria ruptura con la irreformable UE? La respuesta es que la política nacional ya no es útil,
incluso bajo la forma de un Syriza o sus homólogos en otras partes de Europa, y que en el medio
plazo los partidos europeos a la izquierda de la socialdemocracia, tanto dentro como fuera de la
UE, deben fundirse en un único partido extranacional con un programa común: unos Estados
Unidos de Europa sociales y democráticos, reconstruidos de nuevo y desde abajo.
No existe foro parlamentario que pueda conseguir esto. El Parlamento Europeo, como hemos
argumentado más arriba, no tiene poderes para la iniciativa legislativa. La falta de elecciones
generales al Consejo descarta a este organismo como espacio de reforma. Solo se conseguirá
mediante una decisiva victoria paneuropea de las fuerzas sociales.
El contexto global
Y debemos extender este argumento con respecto a la red emergente de estructuras
intergubernamentales de gobernanza global.
El principal argumento de los opositores al TTIP entre Europa y los Estados Unidos, y su ‘hermano
pequeño’, el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA por su sigla en inglés) entre la UE y
Canadá, no es que mine las normas de seguridad, derechos laborales, protección ambiental y las
normas alimentarias, aunque sí hagan todo esto. El argumento es que los acuerdos son una
amenaza para la democracia por la inclusión del concepto de solución de controversias inversorEstado (ISDS por su sigla en inglés), similar al del capítulo 11 del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) y muchos otros tratos comerciales que establecen de hecho un sistema
jurídico extranacional que permite a las corporaciones demandar a los Gobiernos si creen que la
legislación interna de los países limitará los beneficios previstos. En un ejemplo reciente del
fenómeno, el grupo Veolia —una multinacional francesa de servicios de agua— está demandando
al Gobierno egipcio por un aumento del salario mínimo, sirviéndose a este efecto de una cláusula
de ISDS en un tratado de inversión entre Francia y Egipto. La afrenta aquí no es la posibilidad de
una reducción del salario mínimo, sino que jueces no elegidos de un tribunal comercial, sirviéndose
de las disposiciones de un tratado, tengan la capacidad de invalidar legislación promulgada
democráticamente.
Y aquí es donde debemos parar y reflexionar una vez más sobre los argumentos de las personas
que defienden la UE por sus supuestas protecciones progresistas en temas como medio ambiente,
sanidad y seguridad, y derechos humanos. Si se ha de combatir la invalidación de leyes aprobadas
democráticamente, entonces se debe combatir lo que es esencialmente lo mismo, la imposición de
146
legislación no democrática. Si algo no es democrático, no lo es gusten o no sus resultados. De
manera que cuando muchos activistas ambientales pedían que el resultado de las negociaciones de
la UNFCCC celebrada en París en diciembre de 2015 fuera legalmente vinculante — con el fin de
que los países estuviesen obligados a promulgar acciones estrictas de mitigación de los gases de
efecto invernadero, supuestamente mediante la imposición de multas a los Estados infractores—
quizá se entienda por qué querían una medida tan estricta. Está claro que el cambio climático
plantea una grave amenaza para nuestro modo de vida. Pero al pedir tal sanción postdemocrática,
no se diferencian del Banco Central Europeo cuando derrocó a Silvio Berlusconi en 2011. Berlusconi
es un villano de primer orden, pero era tarea de los votantes italianos, no de banqueros no
elegidos, quitarlo de en medio.
Pero el cambio climático, así como la economía europea y muchas otras áreas normativas, desde el
comercio a internet, pasando por la biodiversidad, la resistencia a los antibióticos y la prevención
de colisiones de asteroides que rondan la tierra, son fenómenos que cruzan muchas fronteras. Hay
un montón de tratados, organizaciones y agencias que configuran el andamiaje de la estructura
emergente de gobernanza global y regulan y supervisan todo, desde las armas nucleares a la pesca
del mero, y todos ellos encarnan un ‘intergubernamentalismo’ no elegido. La crisis financiera de
2007 a 2008 fue testigo de la profusión de los G: el G7, el G8, el G20 y una multitud de otros
grupos, comités y clubes, tanto formales como informales, que pretenden impedir que la economía
global se estrelle contra las rocas.
Y estos temas deberían regularse con leyes. Entonces ¿cómo hemos de decidir qué hacer, qué
políticas adoptar, que atraviesen fronteras pero de manera democrática?
Hay muchas personas que argumentarán que, a causa de la necesidad vital de una gobernanza
transfronteriza de estas materias, no tenemos más remedio que aceptar estas estructuras
postdemocráticas por el momento. Hay otras que exigirán que se eliminen precisamente por su
carácter no democrático. Este binario es el equivalente global de la divergencia entre las personas
que defienden la reforma de la UE y las que defienden la ruptura con la UE.
Aquí también, como con el llamamiento para derrocar la UE y construir unos Estados Unidos de
Europa, debemos empezar a albergar mayores ambiciones. La red de estructuras
intergubernamentales postdemocráticas debe ser reemplazada por una verdadera democracia
global. Las élites reconocen que hay muchas áreas más allá del Estado-nación que necesitan
regularse, pero están poco dispuestas a someter la toma de decisiones al proceso democrático por
temor a que el pueblo pueda votar de forma equivocada. Una cosa es que la derecha pierda unas
elecciones nacionales y otra muy distinta que la derecha pierda el mundo entero.
De manera que las personas progresistas deben empezar a medir su ambición al proponer ideas
para que un Gobierno mundial democrático sustituya la gobernanza mundial postdemocrática. Por
definición, no puede imponerse desde arriba, sino ganarse desde abajo. Desde hace décadas, quizá
cientos de años, la izquierda argumenta que algún día se alcanzaría la democracia global, pero
hasta ahora siempre ha sido algo del futuro lejano, un sueño abstracto, el canto nostálgico de La
Internacional.
Pero ya no es abstracto. Está sucediendo. Ahora es el momento de empezar a discutir qué aspecto
tendría de verdad la democracia global y construirla.
Este ensayo presenta una adaptación, revisada y ampliada, de argumentos ya publicados en las
revistas Red Pepper, Statewatch y el periódico digital Euobserver.
Notas
1. Disponible en: http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/jul/16/greece- progressivereform-europe-david-cameron
2. Discurso realizado en el Instituto Universitario Europeo en Florencia el 19 de enero de 2011,
https://www.wto.org/english/news_e/sppl_e/sppl187_e.htm
3. Conferencia impartida en el Instituto Van Leer de Jerusalén el 20 de febrero de 2013,
https://www.youtube.com/watch?v=9l4tUtubtqU
Colombia y el Paro General: La piel insumisa de los pueblos
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“Y el pueblo llene las calles vacías
con sus frescas y firmes dimensiones”
Pablo Neruda
Cortesía de Andrés Figueroa Cornejo
Andrés Figueroa [email protected]
En medio de una de las más brutales ofensivas del imperialismo
norteamericano en contra, tanto de los gobiernos progresistas de
Nuestramérica (Venezuela) como de las democracias representativas no
sujetas al cordón pentagonista del Pacífico latinoamericano (Brasil), los pueblos
de Colombia en paro general desde el 30 de mayo pasado, ofrecen resistencia
pacífica creciente. La llamada Minga Nacional, Étnica y Popular, a velocidad
lumínica, dejó de limitarse a los sujetos y territorios rurales y como espuma y
humanidad en lucha, se extiende por las principales capitales y ciudades de
ese país nuestro. El mal gobierno liderado por Juan Manuel Santos apostó a la
muerte y al crimen mediante el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y al
Ejército, restando la vida de, hasta ahora, tres indígenas, contando a cientos de
detenidos/as ilegalmente y heridos de gravedad, como a personas
desaparecidas, y haciendo uso hasta de municiones de fragmentación no
convencionales, prohibidas internacionalmente. Sin embargo, los de abajo no
se intimidaron. La piel azul y plural de las y los oprimidos de Colombia se
resuelve en superioridad numérica y cualitativa. Las y los negros del Puerto de
Buenaventura, los trabajadores del petróleo y del transporte de carga, los
estudiantes y ambientalistas, se agregaron en los últimos días a los más de
cien puntos estratégicos movilizados por la sociedad civil organizada y
desarmada, que ya cubren la totalidad de la geografía colombiana.
La inmensa mayoría de América Latina y el mundo desconoce que la actual
Colombia alzada tras la conquista de sus derechos sociales elementales no
tiene ninguna relación orgánica con las guerrillas (Fuerzas Armadas
Revolucionarias, FARC, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN), las cuales,
de manera diferenciada, sostienen mesas de diálogo por la paz con la
administración gubernativa de turno desde hace tiempo.
Con fines represivos y tendientes a confundir a la opinión pública de dentro y
de fuera del país, ha sido el oficialismo desde el Estado corporativo, oligarca y
rentista de Colombia quien ha usado los medios de comunicación dominantes
(que les pertenecen) para castigar y maldecir a la sociedad de personas
comunes en resistencia. Lo que persigue la Minga en acción es la fundación de
un espacio complementario y distinto al de las mesas del gobierno con las
insurgencias político-militares. En consecuencia, nunca el paro general en
curso ha sido el resultado de la “reconversión mágica y por sustitución” de las
fuerzas guerrilleras transformadas en pueblo protagonista e inerme. La gente
común y corriente, y organizada en agrupaciones independientes de las
insurgencias es la que hoy llena e interrumpe con su movimiento las carreteras,
calles, ciudades, oficinas, fábricas, caseríos, universidades y puertos.
--Colombia funciona como un todo en cuyo vientre se desenvuelven las clásicas
contradicciones del capitalismo de los siglos XX y XXI, propias de los territorios
148
periféricos y dependientes respecto de las economías centrales del capital. Por
eso la demanda capilar de la Minga es la paz con justicia social y ambiental.
Los pueblos colombianos no viven en un mundo paralelo, distinto al de quienes
han optado por el camino de la lucha político-militar y en la actualidad,
complejamente, llevan conversaciones con el gobierno para la paz. Esto es, la
sociedad civil, las y los comunes, auto-valentes y conciente de sus intereses
históricos, se moviliza ampliamente porque las causas estructurales
(económicas, políticas, sociales, étnicas, culturales, medioambientales, etc.)
que originaron las insurgencias, son las mismas que sufren las mayorías.
Haciendo eco de la declaración emitida por la solidaridad internacionalista de
las organizaciones populares de Chile con los pueblos de Colombia, “La
sociedad civil y organizada de Colombia hoy lucha por sus derechos sociales
básicos: tierra, agua, trabajo seguro y decente, inclusión social, participación
política, autodeterminación de los pueblos, infancia digna, soberanía
alimentaria y soberanía nacional, pluri-cultura y pluri-etnicidad, educación y
salud de excelencia, vivienda, seguridad social, resguardo del medioambiente y
de los recursos naturales”. No hay misterio detrás de la Minga. Su batalla
pacífica tiene la finalidad meridiana de una Colombia en paz y con un proyecto
de desarrollo que en síntesis arribe a una democracia radical, participativa e
inclusiva multidimensionalmente. ¿Será larga esa batalla? Tan larga y
proporcional a la fuerza social que logren acumular los pueblos para derrotar la
versión más endemoniada del capitalismo financiero y extractivista que azota al
país, sin olvidar nunca el desmontaje necesario de la industria transnacional del
narcotráfico y del paramilitarismo asesino.
Asimismo, el Congreso de los Pueblos de Colombia, una de las fuerzas-eje de
la Minga Nacional, señala que una eventual Mesa Social para la Paz con el
gobierno debe contemplar los cambios en materia de “la doctrina militar, el
tratamiento a la protesta social, la política de seguridad, una agenda
humanitaria para atenuar los impactos de la guerra, la situación de las víctimas
del conflicto armado y de las legislaciones de despojo, garantías para ejercer el
derecho a la oposición, las problemáticas alrededor de la tierra y los territorios,
el derecho a una ciudad digna, los bienes comunes, los derechos de la madre
tierra, el empleo y los derechos del pueblo”. El horizonte político y su programa
concreto no provienen ni de la academia ni de vanguardias auto-proclamas:
emergen volcánicamente del movimiento real de la lucha de clases ampliada y
de alta densidad, y es original y originaria en forma y contenido. Como fruto de
un árbol maduro que no ceja de resistir una y otra vez condicionado por un
lugar y un tiempo determinado. Por lo demás, los pueblos de Colombia no son
satélite de ninguna potencia mundial. Ellos deciden y actúan por sí mismos,
aleccionando a cierta ‘izquierda’ que teme a la libertad y a la incertidumbre,
categorías constituyentes de la vida real, y conservadoramente se acuartelan
en los convenientes y confortables relatos y conductas políticas del posibilismo,
el acomodo y la corrupción legalizada.
--A la hora en que finaliza la redacción del presente artículo, la vocería unida
férreamente de la Cumbre Nacional Agraria, Étnica y Popular, en el marco de la
protesta general indefinida y pacífica, se reunió en la ciudad de Cali con los
ministros del Interior y de Agricultura del gobierno. En este primer contacto
149
entre las partes se acordaron oficialmente lasgarantías en Derechos Humanos
y la legitimidad de la protesta en términos de no más agresiones de la fuerza
pública a las personas movilizadas en todo el territorio nacional; la reactivación
de la Comisión de Derechos Humanos conjunta con el Ministerio del Interior en
acompañamiento de la Defensoría del Pueblo y las Naciones Unidas (ONU); y
el intercambio de propuestas para la instalación y metodología de negociación
para la Mesa Única.
No obstante, de manera paralela e incumpliendo los acuerdos recién
convenidos, continúan los “fuertes hostigamientos, represión y abusos de
autoridad por parte de la fuerza pública (ESMAD, Ejército y Policía) con armas
convencionales y no convencionales en contra de las comunidades
concentradas en los diferentes puntos del país, entre los más críticos: Cauca;
Quinamayó-Santander de Quilichao; El Túnel-Cajibío, Los Robles-Timbío, en
Cesar; San Martín, Besotes, Agua Chica, La Mata, La Gloria, en Santander; La
Lisama, Barrancabermeja, en el Norte de Santander; Berlín, en Valle; La
Delfina, Buenaventura, en Nariño; Pedregal-Ipiales, en Huila; Bruselas-Pitalito,
El Hobo, Uraba Antioqueño; escenarios donde aún no ha llegado la defensoría
del pueblo y las entidades de derechos humanos internacionales como se
acordó con Gobierno Nacional en el primer punto (…) haciéndose evidente el
incumplimiento del gobierno y agudizándose así la afectación y violación de los
derechos humanos y el derecho legítimo de los pueblos a la movilización
social, ahora víctima de la fuerza pública colombiana, la cual ha venido dándole
un tratamiento de guerra a las y los manifestantes”.
Pero no existe por parte del poder y la opresión la violación de los
compromisos sin el uso y abuso de los medios de comunicación hegemónicos
y de su propiedad. La vocería unida de la Cumbre Agraria en lucha denunció
que “nos encontramos con diferentes posturas y declaraciones del gobierno
nacional que buscan dividir y desinformar a la opinión pública, afirmando que
tienen toda la disposición, pero que es la Cumbre Agraria la que está dividida y
que no está lista para iniciar el diálogo. (Al respecto) rechazamos y
desmentimos categóricamente esas afirmaciones y declaramos nuestra
disposición al diálogo con presencia de garantes de la Cumbre, ONU,
Defensoría del Pueblo, Congresistas y la Iglesia, así como las condiciones
acordadas en términos de garantías humanitarias y logísticas para la
movilización, acentuando nuestra posición de unidad, cohesión y trabajo
conjunto de cara a un escenario único de negociación”.
Del mismo modo, la Cumbre Agraria termina saludando “las manifestaciones
de apoyo y de movilización que vienen realizando estudiantes, camioneros,
sindicatos, pobladores en diferentes momentos y regiones, y hacemos un
llamado a toda la población colombiana a lo largo y ancho del país a tener
conciencia colectiva, a entender y solidarizarse con esta justa lucha del campo
colombiano que busca reivindicar los derechos de todos y todas a tener una
vida digna, justa, respetuosa de los territorios y el ambiente, que garantice la
soberanía alimentaria con frutos sanos de la tierra y economías justas para
nuestros productores agrarios”.
Ahora mismo en América Latina, la piel profunda e insumisa de las y los
comunes se concentra en la resistencia y movilización de los pueblos de
150
Colombia. Miren su estatura. Ocurre aquí y ahora, no en otra época, no en otra
plaza. Que esta humanidad encendida alumbre ejemplarmente cada corazón
nuestroamericano y mundial, indígena y mestizo, negro y amarillo y blanco,
citadino y campesino. La lucha por la supervivencia y porvenir justiciero del
género humano es una sola. Y en el instante mismo en que acaban estas
palabras, se condensa paradigmática y amorosamente en todos los territorios
de Colombia insumisa.
Centroamérica y la reconfiguración regional
JULIETA GRASSETTI*
http://coyuntura.sociales.uba.ar/centroamerica-y-la-reconfiguracion-regional/
La continuidad de proyectos populares en Centroamérica frente al avance de la derecha neoliberal
en el Cono Sur. El riesgo de la desintegración política y económica de la región ante las
complejidades de Venezuela. Coincidencias y contrastes de América Latina y el Caribe actual.
Elecciones-RDEl 15 de mayo pasado se realizaron elecciones presidenciales en República
Dominicana, además de renovarse la totalidad de diputados, senadores y autoridades municipales.
Danilo Medina, candidato oficialista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) obtuvo una clara
victoria con el 61,74% que representan 2.847.414 votos, mientras que el candidato opositor,
proveniente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, logró un 34,98%. Con este
resultado, Medina logró la reelección que le permitirá continuar con su programa de gobierno
iniciado en 2012 y el PLD conquistó un amplio margen en el congreso y en los municipios. De un
total de 32 senadores, logró ocupar 28 bancas y al menos 80 en diputados, frente a los 34 que
obtuvo el partido opositor PRM. Del mismo modo, de los 155 municipios, el PLD y aliados lograron
la elección de 108 alcaldes.
Más allá de los reclamos por irregularidades y las solicitadas frente a la Junta Electoral del Distrito
Nacional (JEDN) por la nulidad de las elecciones, el apoyo de los dominicanos al PLD es indiscutible.
Con este triunfo, el partido acumula cuatro triunfos, lo que implicaría para el final del mandato de
Medina, 16 años ininterrumpidos en el poder. Esto marca una particularidad en la historia de la
democracia en República Dominicana; ningún otro partido había logrado cuatro victorias
consecutivas.
Más allá de los reclamos por irregularidades y las solicitadas frente a la Junta Electoral del Distrito
Nacional (JEDN) por la nulidad de las elecciones, el apoyo de los dominicanos al PLD es indiscutible.
ortegaEl caso de República Dominicana no es, sin embargo, el único en la región. La reelección de
Medina refuerza una tendencia en Centroamérica a la continuidad de proyectos populares. El
próximo 4 de junio el Frente Sandinista de Liberación Nacional elegirá su candidato presidencial
para los comicios que se celebrarán en Nicaragua en noviembre de este año. Daniel Ortega, actual
presidente, es uno de los candidatos indiscutibles para aspirar a una nueva reelección. Tras largos
años de elecciones consecutivas ganadas por el histórico Partido Liberal reorganizado, con Arnoldo
Alemán (1997-2002) primero, y Enrique Bolaños (2002-2007) en las elecciones presidenciales de
noviembre de 2006, Daniel Ortega fue electo presidente. El regreso del Frente Sandinista de
Liberación Nacional (FSLN) se propuso romper con la derecha liberal que aplicó por casi diecisiete
años las medidas del Consenso de Washington.
La reelección de Medina refuerza una tendencia en Centroamérica a la continuidad de proyectos
populares. El próximo 4 de junio el Frente Sandinista de Liberación Nacional elegirá su candidato
presidencial para los comicios que se celebrarán en Nicaragua en noviembre de este año. Daniel
Ortega, actual presidente, es uno de los candidatos indiscutibles para aspirar a una nueva
reelección.
fslnEn el año 2011 se presentó un polémico recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia
contra el artículo de la Constitución que prohíbe una reelección consecutiva y expresa que no se
puede ser electo en más de dos ocasiones para el mismo cargo. La Sala Constitucional resolvió que
esta norma era inaplicable, permitiendo que Ortega se presentara en las elecciones presidenciales
de 2011. Así, fue reelecto para el ejercicio del cargo hasta 2017. En noviembre próximo se elegirá
151
presidente, vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 representantes ante el Parlamento
Centroamericano (Parlacen).
En 2007 Ortega ganó con el 38% de los votos y en 2011, luego de la cuestionada maniobra jurídica,
fue reelecto con un 62,45% de los votos. La última modificación constitucional, refrendada en
2014, establece la reelección presidencial indefinida, por lo que habrá que ver cómo se organiza el
mapa electoral. Ortega aún no ha confirmado si aspira a su reelección, pero tampoco parece
dispuesto a ceder el poder. Todo indicaría que las condiciones actuales de Nicaragua garantizarían
su triunfo. Por otro lado, el FSLN no cuenta con adversarios fuertes. La posible oposición políticaelectoral se encuentra dividida: el candidato liberal Eduardo Montealegre reconoció que esta no
está en condiciones de presentar pelea.
cerenOtro caso claro de continuidad en la región es el de El Salvador. En las elecciones de 1994,
1999 y 2004 resultó triunfante el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Luego de casi
20 años de un ciclo de gobiernos de derecha, en 2009 triunfó el candidato del Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, que venció a Rodrigo Ávila, candidato de
ARENA. Los resultados de las elecciones de 2014 en El Salvador dieron por ganadora a la fórmula
presentada por el FMLN, integrada por Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz con un 50,11% de los
votos en segunda vuelta. Los candidatos del partido ARENA, Norman Quijano y René Portillo
Cuadra obtuvieron un 49,89%. Este triunfo ajustado permitió que con Cerén el FMLN pudiera dar
continuidad, por al menos cuatro años más, al proyecto iniciado en 2009.
Otro caso claro de continuidad en la región es el de El Salvador. […] Después de casi 20 años de un
ciclo de gobiernos de derecha, en 2009 triunfó el candidato del Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN). […] Los resultados de las elecciones de 2014 en El Salvador dieron por
ganadora a la fórmula presentada por el FMLN.
A diferencia de las experiencias de repliegue que experimentan los procesos en Argentina y
Uruguay y la ofensiva concreta de la derecha en los casos de Brasil y Venezuela, en Centroamérica,
paradójicamente hay un clima de estabilidad. Los proyectos iniciados en los tempranos años 2000
siguen teniendo legitimidad en la región. La derecha en estos países se encuentra condicionada y si
bien los casos son distintos, en este momento no articulan una fuerte ofensiva contra los proyectos
populares. Esto probablemente se debe, en parte, a las divisiones entre los partidos de oposición y
otros factores internos que no conducen a una contraofensiva articulada. No obstante, es
menester señalar que uno de los primeros “golpes blandos” en la región sucedió en Honduras en
2009. Este golpe de Estado, no casualmente, está vinculado a la decisión de Zelaya de incorporarse
a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
A diferencia de las experiencias de repliegue que experimentan los procesos en Argentina y
Uruguay y la ofensiva concreta de la derecha en los casos de Brasil y Venezuela, en Centroamérica,
paradójicamente hay un clima de estabilidad. […] La derecha en estos países se encuentra
condicionada y si bien los casos son distintos, en este momento no articulan una fuerte ofensiva
contra los proyectos populares.
Handout picture showing Maduro and Ceren in CaracasEl acercamiento de República Dominicana,
Nicaragua y El Salvador a los países del bloque ALBA, CELAC y UNASUR se fue intensificando en los
últimos años. El caso más claro en este sentido es el del gobierno de El Salvador. Sánchez Cerén se
sumó a Venezuela en su decisión de “desconocer” el nuevo gobierno de Michel Temer en Brasil,
entendiendo que la separación de Dilma Rousseff de la presidencia fue un claro “golpe de Estado”.
Sanchez Cerén, al igual que el gobierno de Nicolás Maduro, pidió el retorno de la embajadora de su
país en Brasilia, Diana Marcela Vanegas. Por otro lado, el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz,
criticó fuertemente la iniciativa de la OEA de activar la Carta Democrática ante la situación de crisis
venezolana.
La crítica al proceso brasileño y el claro apoyo a Maduro por parte de estos gobiernos
centroamericanos es un elemento destacado en la región latinoamericana. Mientras estos
gobiernos dieron un guiño a los gobiernos de Dilma y Maduro, el gobierno de Mauricio Macri busca
un acercamiento con la Alianza para el Pacífico. El repliegue de los gobiernos populares en América
Latina supuso una reconfiguración regional en torno a los apoyos y acercamientos a los organismos
internacionales.
152
Mientras estos gobiernos dieron un guiño a los gobiernos de Dilma y Maduro, el gobierno de
Mauricio Macri busca un acercamiento con la Alianza para el Pacífico.
centroamericaEl interrogante que se plantea es el futuro de estos países centroamericanos en caso
de un agravamiento de la situación política en Venezuela. El claro vínculo económico que une a
estos países a través del ALBA se vería afectado. La preeminencia que ha tenido Venezuela en la
región en estos años haría tambalear, en un efecto dominó, a los gobiernos centroamericanos que
muestran hasta hoy cierto equilibrio. El desafío de Medina, Cerén y Ortega será hacer frente al
debilitamiento de países que son pilares en la integración regional y fueron de gran apoyo para
República Dominicana, El Salvador y Nicaragua.
El interrogante que se plantea es el futuro de estos países centroamericanos en caso de un
agravamiento de la situación política en Venezuela. […] El desafío de Medina, Cerén y Ortega será
hacer frente al debilitamiento de países que son pilares en la integración regional y fueron de gran
apoyo para República Dominicana, El Salvador y Nicaragua.
La derecha busca la reconquista neoliberal en toda América Latina. El triunfo de Macri en Argentina
consolidó el avance de la derecha en el Cono Sur, operando como condición de posibilidad del
proceso abierto contra el gobierno de Dilma en Brasil y posicionándose cada vez más cerca del
bloque de la Alianza para el Pacífico, con lo que esto implica en términos políticos. Si las
complejidades en la situación venezolana se profundizan y la derecha logra consolidar posiciones,
esto significará un fuerte giro en la región centroamericana. La integración política y económica de
República Dominicana, Nicaragua y El Salvador se vería necesariamente afectada ante un
hipotético escenario de derechización política en la República Bolivariana.
*Socióloga. CONICET/IEALC
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El académico Noam Chomsky analiza los últimos
acontecimientos
“Lo sucedido en Brasil es un golpe de Estado blando”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213143
Bárbara Schijman
Página/12
A pocos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el
académico analiza el fenómeno Trump y advierte cómo el miedo posibilitó su
éxito. También repasa la política exterior de su país a partir de la visita de
Obama a Cuba, los refugiados en Europa y la actualidad de América Latina.
Figura destacada de la lingüística del siglo XX y considerado uno de los
pensadores contemporáneos más influyentes, Noam Chomsky nació el 7 de
diciembre de 1928 en Filadelfia, Estados Unidos. Es, asimismo, ampliamente
reconocido por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del
capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos. A
pocos meses de las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 8 de
noviembre en su país, Chomsky reflexiona sobre el resultado de las primarias,
153
esboza posibles razones del éxito obtenido por Donald Trump, e introduce el
“miedo” como variable de peso. El académico se refiere, además, a la política
exterior norteamericana a partir de la visita de Barack Obama a Cuba, la
situación por la que atraviesan miles de refugiados en Europa, la actualidad de
América Latina, y el “golpe blando” a Dilma Rousseff.
–¿Cuál es su análisis con respecto al resultado de las elecciones primarias
en Estados Unidos?
–La característica más llamativa ha sido la fuerte oposición popular a los
programas neoliberales de la generación anterior, y el declive de la
democracia que ha funcionado asociada con ellos. En ambos partidos, el
“establishment” está siendo atacado por fuerzas que resienten amargamente
estas políticas, y con razón. Del lado republicano, el establishment ha sido
capaz de destruir candidatos que surgieron de la base, como sucedió con
Michele Bachmann, Herman Cain, Rick Santorum, y nominar a su propio
hombre, Mitt Romney. Esta vez fue diferente. Ahora están atascados con un
candidato que ellos mismos ven como una pesadilla. Del lado demócrata,
Bernie Sanders ha tenido un éxito considerable en promover un programa al
estilo del New Deal, el cual, de hecho, tiene un apoyo popular muy
importante. Y, notablemente, lo ha hecho sin depender incluso de las
concentraciones de poder económico privado para el financiamiento masivo
que suele dominar el sistema electoral. Claramente, la clase obrera masculina
blanca que apoya a Donald Trump está cometiendo un grave error.
–¿Por qué?
–Más allá de cierta retórica, las políticas que él propone son gravemente
perjudiciales a los intereses de esa misma clase obrera (y más que eso
incluso). Pero sus quejas son reales y comprensibles, y de forma significativa
se superponen con aquellas de los diferentes sectores que están apoyando a
Sanders. Hay un desarrollo de los acontecimientos similar en Europa, por
razones un tanto afines. El neoliberalismo ha sido una maldición para la
población en general, en todas partes; un asunto que no requiere elaboración
alguna si pensamos en América Latina.
–¿Cómo se compone hoy el electorado de Trump?
–Haciendo a un lado elementos racistas, ultranacionalistas, y fundamentalistas
religiosos (que no son menores), los partidarios de Trump son en su mayoría
blancos de clase media-baja, de la clase trabajadora, y con menor educación,
gente que ha sido dejada de lado durante los años neoliberales. Su popularidad
es, en cierta medida, alimentada por el miedo arraigado y la desesperanza que
pueden ser causados por un aumento alarmante en los índices de mortalidad
para una generación de escasa educación. Que la mortalidad esté aumentando
154
en estos sectores es una cuestión desconocida en las sociedades desarrolladas,
y un signo de profundo malestar social. Los salarios reales de la población
masculina están a nivel de la década de 1960. El crecimiento económico ha
ido a los bolsillos de una pequeña minoría, que vive en un mundo diferente de
la gran masa de la población. La inseguridad laboral ha aumentado y esto ha
sido el fruto de una decisión consciente.
–¿Podría ampliar esto último?
–El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, llegó a explicar al
Congreso que sus éxitos en la gestión de la economía, que condujo a un
desastre global, se basaron en una “creciente inseguridad laboral”; una noticia
maravillosa porque significa que las personas que trabajan ni siquiera tratan
de conseguir una porción de la torta, y las ganancias para los ricos son
seguras. En este sentido, si los trabajadores carecen de seguridad y viven vidas
precarias seguramente renuncien a sus demandas. No intentarán conseguir
mejores salarios. Esto es lo que, técnicamente hablando, Greenspan llamaba
una economía “saludable”. Es evidente que las opiniones de los trabajadores y
los pobres son prácticamente ignoradas en el sistema político, que responde
casi en su totalidad a los poderosos, como demuestran todos los estudios que
se hacen a este respecto. Están indignados y lo están con razón, pero como
suele suceder, están dirigiendo su rabia contra minorías todavía más
victimizadas que ellos: los inmigrantes y otros grupos víctimas de un
“bienestar tramposo” (todo tipo de personas que de alguna manera se cree que
están recibiendo lo que no están recibiendo) inventados por la propaganda de
la derecha.
–¿Qué rol jugó la apelación al miedo como estrategia electoral?
–En el caso de Trump, parece que su atractivo se basa en ideas de pérdida y de
miedo. El ataque neoliberal a las poblaciones del mundo no ha dejado de
afectar a Estados Unidos. La mayoría de la población se ha estancado o
sufrido algún deterioro, mientras que se ha acumulado una riqueza
impresionante en pocos bolsillos. También es importante advertir que Trump
obtiene un importante apoyo de nativistas y racistas. Sus partidarios, en su
gran mayoría blancos, pueden ver que está desapareciendo la imagen que
guardan de una sociedad dirigida por blancos.
–Hace poco evocó al surgimiento de Hitler para referirse al de Trump.
¿En qué sentido lo hizo?
–Voy a citar lo que dije: en un libro de hace más de una década yo citaba al
eminente académico de la historia alemana Fritz Stern, que escribió en el
periódico de la clase dominante Foreign Affairs sobre “la decadencia en
Alemania que iba desde la decencia hasta la barbarie nazi”. Stern sostenía lo
155
siguiente: “Hoy me preocupa el futuro inmediato de Estados Unidos, el país
que acogió a los refugiados de habla alemana en la década de 1930”, incluido
él mismo. Con unas repercusiones para el aquí y ahora que no podrían pasar
desapercibidas a ningún lector atento, Stern examinaba el demoníaco
llamamiento de Hitler a su “misión divina” como “salvador de Alemania” en
una “transfiguración pseudorreligiosa de la política” adaptada a las “formas
cristianas tradicionales” que dirigen a un gobierno dedicado a los “principios
básicos” de la nación, con “el cristianismo como la base de nuestra moralidad
nacional y la familia como la base de la vida nacional”. Además, la hostilidad
de Hitler hacia el “Estado laico liberal”, que compartía una gran parte del
clero protestante, motorizó “un proceso histórico en el que el resentimiento
hacia un mundo laico desencantado encontró su liberación en la extasiada
huida de la sinrazón”. Eso fue mucho antes de que Trump apareciera en
escena. Trump no es un fascista. Apenas tiene una ideología coherente
perceptible. Pero su movilización de sectores religiosos racistas,
ultranacionalistas, y fundamentalistas religiosos, junto con un número
importante de gente que está muy enojada y resentida por haber sido
marginada a un costado mientras se diseñan políticas para enriquecer y
potenciar a los ricos y poderosos, es un peligroso caldo de cultivo, que de
alguna manera evoca a finales de Weimar, de modo similar a lo que escribió
Stern mucho antes de que el fenómeno Trump trajera estas tendencias a la
superficie.
–¿Quién cree que ganará la elección presidencial?
–Probablemente Hillary Clinton, pero no es una cosa segura.
–Sobre Europa y sus políticas contrapuestas para hacer frente a la crisis
de los refugiados, ¿cree que pueden poner en peligro el proyecto de
integración europea?
–Existe en efecto una crisis de refugiados, en países pobres como el Líbano,
donde una cuarta parte de la población se compone de refugiados de Siria, por
encima de los refugiados de Palestina e Irak. Y en el pobre país de Jordania. Y
en Siria, antes de arrojarse al suicidio colectivo. En general, los países que en
realidad soportan una crisis de refugiados no tuvieron ninguna responsabilidad
en generarla. La generación de refugiados es en gran parte responsabilidad de
los ricos y poderosos, que gimen bajo el peso de un hilo de miserables
víctimas, a menudo las víctimas de sus crímenes, a quienes pueden acomodar
fácilmente. Lo mismo es cierto con respecto a Estados Unidos y América
Central. Todo el asunto es un escándalo moral de primer orden; y ciertamente
amenaza con socavar la integración europea, un gran logro de la posguerra. Si
lo hace, será una triste observación sobre la cultura europea.
–¿Cuál es su mirada sobre la actualidad política de América Latina?
156
–En los últimos años América Latina, finalmente, se ha movido enfáticamente
para liberarse del dominio de Occidente; en el siglo pasado, del control de
Estados Unidos, y para hacer frente a algunos de sus graves problemas
internos. El camino no es fácil, existen retrocesos al mismo tiempo que logros.
Pero los progresos son muy significativos, y ricos en promesas.
–¿Qué reflexión le merece la situación en Brasil, luego de que se votara a
favor de iniciar juicio político a Dilma Rousseff?
–Sin lugar a dudas ha habido muchos delitos cometidos por las elites políticas
y económicas, en todo el espectro. Y por consiguiente quienes los cometieron
deben ser castigadas. Dilma es una de las pocas líderes políticas que está
aparentemente exenta de la acusación de actuar en beneficio propio. Los
cargos en su contra son muy limitados, y no ameritan un juicio político,
seguramente no a manos de una banda de ladrones, tal como ha observado
incluso la prensa internacional. Es justo considerar lo sucedido en Brasil como
un “golpe de Estado blando”, sin duda bienvenido en Washington y,
presumiblemente, con el apoyo de Estados Unidos.
–¿Puede leerse la visita de Obama a Cuba como una señal de cambio en
la política exterior norteamericana?
–Con respecto a su decisión de política exterior hacia Cuba, Estados Unidos
quedó aislado en el continente, de hecho en el mundo. Finalmente se rindió y
accedió a dar algunos pasos hacia la normalización, aunque el embargo
demoledor, condenado por el mundo durante muchos años, en gran medida
sigue estando en su lugar. Estados Unidos, sin duda, seguirá tratando de
recuperar el control sobre Cuba, el problema más antiguo de la política
exterior de Estados Unidos, que se remonta a la década de 1820. Sobre este
punto, su política exterior no está cambiando. Lo que está cambiando, sí, es
que ahora Estados Unidos está obligado a tomar en consideración los avances
significativos en América Latina. No diría entonces que su política exterior se
esté modificando; más bien diría que es un signo de que el poder de Estados
Unidos está disminuyendo muy rápidamente.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-301072-2016-0606.html
A propósito del rechazo a un reconocimiento académico a
Miguel Ángel Beltrán
INFAMIA TRAS INFAMIA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213123
Renán Vega Cantor
157
Rebelión
“Nuestros catedráticos (…) son conservadores definidos o conservadores
potenciales, reaccionarios activos o reaccionarios latentes, que, en política
doméstica, suspiran impotente y nostálgicamente por el viejo orden de
cosas. Mediocres mentalidades de abogados, acuñadas en los alvéolos
ideológicos del civilismo; temperamentos burocráticos, sin alas y sin
vértebras, orgánicamente apocados, acomodaticios y poltrones; espíritus de
clase media, ramplones, huachafos, limitados y desiertos, sin grandes ambiciones ni grandes ideales, forjados para el horizonte burgués de una vocalía
en la Corte Suprema, de una plenipotencia o de un alto cargo consultivo en
una pingüe empresa capitalista. Estos intelectuales sin alta filiación
ideológica, enamorados de tendencias aristocráticas y de doctrinas de élite,
encariñados con reformas minúsculas y con diminutos ideales burocráticos,
estos abogados, clientes y comensales del civilismo y la plutocracia, tienen
un estigma peor que el del analfabetismo; tienen el estigma de la
mediocridad”.
José Carlos Mariátegui, “La crisis universitaria. Crisis de maestros y crisis de
ideas”, en Temas de Educación, Obras Completa, Tomo 14, Editorial Amauta,
Lima, 1982, p. 83
El 17 de mayo se presentó en la Universidad Nacional de Colombia, en su
sede de Bogotá, un hecho bochornoso por parte de un grupo de académicos de
la Facultad de Ciencias Humanas, quienes hicieron pública una carta en la que
se oponían a un reconocimiento otorgado a Miguel Ángel Beltrán Villegas por
sus aportes intelectuales. Un poco de “memoria histórica” reciente sirve para
ubicar esta infamia en un contexto más amplio y recordar otras infamias, las
cuales nos producen una pena infinita por la triste suerte de la que alguna vez,
cada día más lejano, fue la mejor universidad de este país y epicentro del
pensamiento independiente.
1
En una maniobra conjunta entre los gobiernos de México y de Colombia, el 22
de mayo del 2009 fue secuestrado el profesor Miguel Ángel Beltrán, que se
encontraba adelantando estudios de posdoctorado en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). En una acción típica del terrorismo de Estado
158
y con la intención de revivir el tenebroso Plan Cóndor, impulsado por las
dictaduras del Cono Sur en las décadas de 1970-1980 –que en Argentina se
acaba de catalogar como “una asociación ilícita para la desaparición de
personas” y fueron condenados a penas de entre doce y veinticinco años
quince de sus integrantes, entre ellos el ex presidente-dictador Benito Bignone
de Argentina–, los regímenes de Álvaro Uribe Vélez y de Felipe Calderón
procedieron a efectuar ese secuestro. Como resultado de esa acción criminal e
ilegal, que violaba tanto la legislación existente y elementales derechos
humanos, el profesor Beltrán fue golpeado, introducido en un avión y traído a
Bogotá, donde fue presentando como un “peligroso terrorista”, que
inmediatamente debió soportar los abusos del terrorismo mediático, con sus
consabidas calumnias y mentiras, sin derecho a defenderse y fue recluido en
una cárcel de alta seguridad.
Las autoridades académicas de la Universidad Nacional de Colombia no
rechazaron el ominoso secuestro, maltratos y torturas físicas y sicológicas –
como lo confirmó Medicina Legal que tras su ingreso, secuestrado, al país le
concedió 12 días de incapacidad, que el Juez de Garantías (sic) no respetó y al
otro día legalizó una captura ilegal– infringidos a un profesor e investigador
vinculado a su planta de personal. Los directivos de la UN fueron, por su
postura cobarde y acomodaticia, cómplices de ese secuestro. No defendieron
de ninguna manera la autonomía universitaria, uno de cuyos principios
fundamentales radica en distanciarse de los gobernantes de turno, ejercer su
derecho a criticar y oponerse al poder y a la injusticia, máxime cuando esta
afecta en forma directa a uno de sus miembros, que ha sido víctima de
procedimientos ilegales, como el secuestro y la detención arbitraria.
2
Durante el tiempo que Miguel Ángel Beltrán permaneció encarcelado, la
Universidad Nacional no le prestó ninguna asesoría jurídica ni legal, ni apoyó
su defensa, con la excepción de algunos docentes que organizaron varios foros
de solidaridad. Pero, en general, en esa universidad imperó el silencio y el
olvido.
En primera instancia y tras una brillante defensa y una denuncia del Estado
terrorista en Colombia, Miguel Ángel Beltrán fue declarado inocente,
recuperó su libertad y se reintegró a su cargo como profesor en el
Departamento de Sociología. Desde ese momento quedó claro que era un
personaje incómodo al que sus “brillantes” colegas, “distinguidos”
académicos e investigadores, veían como un estorbo, al que ni siquiera la
mayoría de ellos quería saludar.
3
159
En septiembre de 2013, el Procurador General de la Nación destituyó a
Miguel Ángel Beltrán, basándose en los infundios y mentiras que
supuestamente se extraían del “computador mágico” de Raúl Reyes. El
Procurador, un individuo intolerante, inquisidor, destructor de libros, procedió
a destituir al profesor de la Universidad Nacional acusándolo de haber escrito
“documentos oficiales” para las Farc de “tinte revolucionario” y divulgar el
pensamiento de ese grupo insurgente en eventos internacionales, así como de
invitar a los estudiantes “a que se unieran a las filas de las Farc, pretendiendo
además crear un centro de investigación de este grupo armado ilegal”. En su
pliego de cargos el Procurador-inquisidor señala que Miguel Ángel Beltrán
“de manera razonable conoció cada paso que dio, colocó al servicio de su
actuar ilegal toda intención, su conocimiento y voluntad en aras a verificar el
resultado reprochable”i El fallo del Procurador no fue jurídico ni legal, sino
esencialmente político, ya que se está persiguiendo la libertad de pensamiento,
de investigación y de opinión, que son, hay que recordarlo, uno de los
puntales de la libertad de cátedra que caracterizan a la universidad pública.
Con una postura inquisitorial, el Procurador Alejandro Ordoñez lo que
condena es la investigación libre sobre ciertos temas que el bloque de poder
contrainsurgente –del que ese individuo cavernario y santurrón forma parte–
considera vedados, como el del conflicto armado interno; pero no solo los
temas sino un enfoque que no comparte los lugares comunes y las falsas
verdades de tanto violentologo de ocasión, ligado en forma directa o indirecta
con ese bloque de poder contrainsurgente.
La complicidad de las directivas de la UN con la Procuraduría fue evidente
tras la sentencia final de destitución, y cuando aquéllas habrían podido recurrir
a la defensa de su autonomía para proteger a uno de sus profesores. En lugar
de eso, ciertos juristas de la UN asesoraron al rector para que este destituyera
a Miguel Ángel Beltrán, con el fabuloso argumento de que acatar esa decisión
era la mejor forma de “defender el Estado de derecho”. No extraña, con esa
lógica, que Rodrigo Uprimy, haya respaldado la decisión del Rector al decir
que “era la única alternativa jurídica que tenía”ii. Claro, cuando no se defiende
la autonomía universitaria, sino que se pliegan a las arbitrariedades de
diversos órganos del Estado, no quedan alternativas y se prefiere renunciar a
la defensa de los miembros de la comunidad universitaria, máxime cuando son
perseguidos políticos.
De esa forma, fue expulsado Miguel Ángel Beltrán por las altas autoridades
académicas de la UN, cuyo rector, conocido por la ilegitimidad en su cargo –
nombrado a dedo por el Consejo Superior en dos ocasiones contra del sentir
de la comunidad universitaria– se atrevió a decir, sin vergüenza alguna y
faltando a la verdad que a aquél “se le otorgaron tres años de comisión
remunerada en México para que estuviera fuera del país. Además, se le dieron
dos años de licencia. Es decir, de los ocho años que estuvo vinculado con la
160
universidad, ni siquiera el 50 por ciento ha estado activo dentro de la
institución. Cuando fue deportado también se lo apoyó”iii. Según este
infundio, durante los dos años que Miguel Ángel Beltrán permaneció en
prisión estaba disfrutando de una Comisión concedida por la UN, cuando lo
cierto es que los directivos de esta institución lo dejaron abandonado a su
propia suerte.
4
Otra infamia se consumó poco después de la destitución y suspensión durante
13 años para ejercer cualquier cargo público a Miguel Ángel Beltrán por parte
de la Procuraduría. Así, en diciembre de 2014, en segunda instancia la Sala
Penal del Tribunal Superior de Bogotá lo condenó a pagar 100 meses de
prisión por el delito de rebelión. Esa condena se basa, según la Fiscalía, en los
“documentos que se encontraron en el computador del jefe guerrillero alias
‘Raúl Reyes’, abatido el 2 de marzo de 2008 en la frontera entre Colombia y
Ecuador”iv, lo que demuestra la “altura” y “seriedad” de la justicia
colombiana.
Una cosa que no puede pasar desapercibida es que la “justicia” decidió
proceder en la forma que lo hizo, aupada por la pasividad y complicidad de la
UN para defender al profesor Beltrán. Si esta no lo resguardó, como le
correspondía y cuando podía haber actuado amparándose en el derecho a la
autonomía, era obvio que los perseguidores de Miguel Ángel Beltrán tendrían
más razones para hacerlo y lo harían con más saña, sin ningún tipo de
oposición a la vista, como lo han hecho. Porque si los académicos y colegas
del profesor secuestrado, torturado, perseguido, destituido y condenado no lo
defendían y, en lugar de utilizar su conocimiento y formación académica para
argumentar a favor de una persona asfixiada por el terrorismo de Estado
colombiano, apoyaban esa persecución, era obvio que ese comportamiento
cínico y cómplice le daba más alas a los inquisidores, como en efecto ha
sucedido.
5
Y ahora, viene la nueva infamia, protagonizada por “respetados”,
“prestigiosos” y “bienpensantes” académicos e investigadores. Miremos cómo
se llegó a ella, porque esos detalles son importantes y sirven para sopesar la
mediocridad, envidia y bajeza de ciertos académicos de la Universidad
Nacional.
La Decanatura de la Facultad de Ciencias Humanas, dirigida por Ricardo
Sánchez –quien con sus actuaciones en defensa de Miguel Ángel Beltrán si ha
dignificado a la UN– con motivo de conmemorarse los cincuenta años de la
misma decidió condecorar a miembros de la comunidad universitaria que la
161
han enaltecido con sus obras, realizaciones e investigaciones, como
estudiantes, egresados, profesores o trabajadoresv. Para comunicar la decisión
la decanatura envió un correo electrónico interno a las unidades académicas y
a sus profesores el 17 de mayo, en la que señalaba que Miguel Ángel Beltrán
iba a recibir una condecoración en su calidad de profesor. Fue un lapsus, que a
los dos días, el 19 de mayo, esa decanatura se encargó de corregir, indicando
que a Miguel Ángel Beltrán se le iba a otorgar una distinción como egresado
de la Facultad de Ciencias Humanasvi.
Antes de la aclaración, y apenas conocieron la comunicación un grupo de
profesores de esa facultad (32 en total), dio a conocer una carta pública en la
que manifestaba su desacuerdo con esa distinciónvii. A continuación nos
referimos a ese lamentable documento.
a) Sin argumentos académicos
Ese texto constituye una verdadera antología de la mediocridad, porque en ella
no se esboza ni un solo argumento académico o intelectual, para oponerse al
reconocimiento que se le confiere al profesor Beltrán. Esto nos lleva a
preguntarnos si alguno de ellos ha leído (bueno no seamos tan exigentes, si ha
hojeado) alguno de los tres libros escritos por Miguel Ángel Beltrán, en y
sobre la cárcel, en los últimos siete años. Porque lo que se espera de
prestigiosos académicos e investigadores, entre los cuales hay sociólogos,
antropólogos, historiadores, pedagogos, filósofos…, es que sus opiniones y
refutaciones estén sustentadas en argumentos, que se basan en el
conocimiento de lo que escriben a los autores que critican, en este caso el
profesor Beltrán.
Quedan serias dudas de que se haya confrontado la producción intelectual de
la persona a la que se le niega la distinción académica –para aumentar la
ofensa, que se encuentra privado de su libertad física e intelectual– cuando se
lee la carta en cuestión. No existe argumentación académica en esta carta, ni
aparecen razones plausibles y sustentadas que demuestren que Miguel Ángel
Beltrán no tiene idoneidad, ni seriedad investigativa y, por tanto, carece de
méritos para recibir la distinción de la Facultad de Ciencias Humanas. Este
vacío genera una pregunta: ¿Es la lectura el fuerte de estos académicos,
cuando no aluden a la producción intelectual de la persona a la que se objeta?
Que los objetores de la distinción a Miguel Ángel Beltrán carecen de
argumentos y que no leen a quienes critican ha quedado fehacientemente
demostrado en las “sesudas” intervenciones que dos de los redactores de la
carta han hecho en algunos medios de comunicación. Por ejemplo, Fabián
Sanabria, “más allá de las objeciones académicas, cuestiona las publicaciones
‘insignificantes’ del profesor Beltrán sobre el conflicto colombiano”. En
forma textual señaló: “En efecto, Miguel Ángel Beltrán, ni en su monografía
162
de pregrado, ni en sus posgrados, ni siquiera en su doctorado hizo tesis sobre
este tema, con excepción de descripciones sobre el ‘movimiento estudiantil y
la sociología’, como sí ha sido el caso, desde hace 30 años, de un académico
del departamento de Sociología Fernando Cubides, experto en el conflicto
colombiano”. Luego aseguró que “en cuanto al homenaje de la Facultad, el
decano saliente, Ricardo Sánchez, incluyó a Beltrán en el listado de ‘activos’
como un "desagravio". Pero –agregó- tampoco está de acuerdo en reconocerlo
como ‘ilustre egresado’”viii.
Esta es una clara demostración de ruindad, envidia, mediocridad e ignorancia
“ilustrada” –que es la peor de todas– y confirma que estos “académicos” no
leen ni estudian porque lo que con insolencia Fabián Sanabria denomina
“insignificantes publicaciones” hace referencia a una obra amplia y
consistente entre la que se encuentran los siguientes libros: La vorágine del
conflicto colombiano: una mirada desde las cárceles; crónicas del otro
“cambuche”; y Las FARC-EP (1950-2015): luchas de ira y esperanza. La
ignorancia, cuando se dispone de medios que amplifican las mentiras, sí que
es atrevida, puesto que Miguel Ángel Beltrán en sus trabajos de grado ha
estudiado diversas manifestaciones del conflicto colombiano (como puede
constatarse en su cvelac,disponible en Internet, y cuya consulta no requiere
mayor esfuerzo ni supone gastar más de dos minutos). Para más claridad de
los lectores –y para que queden en evidencia las falsedades y estupideces que
dice el “sabelotodo” Fabián Sanabria– los trabajos de grado de Miguel Ángel
Beltrán han sido los siguientes: La violencia en los llanos orientales (19491953), tesis de grado en Licenciatura en Ciencias Sociales, Universidad
Distrital, 1987; La oposición al Frente Nacional (1958-1974), Tesis de
Sociología, UN, 1991; Los orígenes del MRL (1957-1961), Tesis en Maestría
en Sociología Política, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1994ix.
Estos trabajos, como lo puede notar cualquier persona que tenga una idea
elemental sobre la historia contemporánea de nuestro país, demuestran una
preocupación constante sobre el conflicto colombiano, como lo indican los
temas mencionados en las tesis. Quedan en evidencia las mentiras de Fabián
Sanabria, en el sentido que Miguel Ángel Beltrán no habría elaborado tesis de
grado sobre esos temas y solamente se habría limitado a hacer descripciones
sobre el “movimiento estudiantil y la sociología”. Esta es otra veta de su
trabajo investigativo, que no puede ser descalificada con el olímpico desdén
con el que pontifica ese “tertuliano ignorante” que es Fabián Sanabria.
De paso, esto indica la “altura” humana de un personaje, “antropólogo” y
“doctor en sociología”, lo que a mi particularmente no me extraña porque tuve
la desgracia de almorzar en varias ocasiones con ese individuo, por allá en el
año escolar 1995-1996 en el restaurante de la Universidad Paris 8 (VincennesSaint Denis), de lo que recuerdo su racismo a flor de piel (¡en un
antropólogo!), como se evidencia con este hecho, que conservo vivo en mi
mente: cuando estábamos en el restaurante y se sentaban cerca de nosotros
163
algunos estudiantes africanos y árabes, Fabián Sanabria tomaba sus platos y
nos decía a viva voz “vámonos a otra mesa que estos negros son sucios y
huelen a feo”. Este es el “brillante antropólogo”, que ahora exhibe en forma
impúdica su ruindad e ignorancia.
Pero los ejemplos no quedan ahí, porque Carlo Tognato, director del Centro
de Estudios Sociales de la Universidad Nacional, “quien envió una carta
oponiéndose al homenaje, explicó que no se mete con el tema de si es
culpable o no de los delitos, pues fue una condena en primera instancia, sino
que “el punto es que en este momento está condenado por un tribunal y
destituido por la Procuraduría”. Y agregó: “El hecho de que tenga un
doctorado y un posdoctorado no es suficiente para tener una distinguida
trayectoria investigativa, hay gente entre los firmantes de la carta que tienen
mayor trayectoria investigativa”x.
Vamos por partes. La primera afirmación no tiene nada de académica, es una
apreciación política, que avala, además, en forma positiva a la “justicia”
colombiana, como si esta fuera creíble y respetable. Luego aduce –lo que
tampoco es argumento académico– que el hecho de tener títulos no es
sinónimo de trayectoria investigativa. Esto es cierto, pero no viene al caso,
porque a Miguel Ángel Beltrán no lo condecoraron por sus títulos (y tiene
varios desde pregrado hasta posdoctorado) sino por su trayectoria académica e
investigativa, es decir, por su labor como profesor y por su producción
intelectual. Sobre esa producción intelectual y bibliográfica no dice una sola
palabra Carlo Tognato –¿La conoce?, ¿La ha leído? ¿Sabe de qué está
hablando?–, y aun así en forma atrevida hace comparaciones con otros
investigadores, firmantes de la carta, que tendrían más trayectoria
investigativa (¿se incluye él entre los que merecen ese reconocimiento?). Si
Carlo Tognato no menciona la obra de Miguel Ángel Beltrán, porque es casi
seguro que no la conoce, es una irresponsabilidad intelectual que la subestime
y la compare. Adicionalmente, si la persona cuestionada no tuviera los títulos
de doctorado y posdoctorado a los que se refiere Tognato, seguramente habría
salido a relucir esa carencia para demeritar la obra de Miguel Ángel Beltrán,
pero como los tiene recurren al rumor malintencionado de que las obras de
este último no son importantes. Que lo demuestre, mediante una lectura y una
crítica sistemática, pero no con suposiciones a la ligera.
Lo peor del caso es que Carlo Tognato se basa un poco en la lógica de “tira la
piedra y esconde la mano”, porque él siendo uno de los redactores principales
de la carta en cuestión, ante las reacciones de rechazo que ha suscitado se
presenta como una víctima que está siendo acosada y a quien en la UN no se
ha comprendido. En efecto, sostiene que “las reacciones en la Universidad a la
carta abierta nos muestran que los mecanismos de funcionamiento de la
sociedad abierta en la Universidad Nacional están debilitados”xi,
supuestamente porque la totalidad de los profesores no avaló la visceral
164
reacción que a través de ella se expresa contra un miembro de la comunidad
universitaria, que ahora es un preso político, y recibió un justo homenaje en su
calidad de egresado por sus aportes académicos e intelectuales. A pesar de que
la Decanatura de Ciencias Humanas aclaró que el reconocimiento a Miguel
Ángel Beltrán se confería por su calidad de “egresado”, sin embargo, Carlo
Tognato con mala intención y premeditación siembra la cizaña de esta
manera:
“Queda, por el momento, la duda de si efectivamente la celebración de los 50
años de la Facultad de Ciencias Humanas más grande del país se desvió de su
propósito oficial y académico, terminando en la imposición de un acto
político en desafío a la institucionalidad del Estado y en desprecio de, o en la
total indiferencia hacia, la opinión de quienes en la Universidad se resisten a
la imposición de plataformas políticas e ideológicas específicas sobre el resto
de la comunidad”xii.
Y luego de hacer un señalamiento tan irresponsable, en el que avala la
“institucionalidad del Estado” (terrorista y genocida como es el colombiano) y
donde critica lo que considera “total indiferencia” hacia la opinión de los
firmantes de la carta, porque le entregaron el reconocimiento al profesor
Beltrán, agrega con una postura de auto-victimización:
“Por haber sentado abiertamente y de manera argumentada su postura, los 32
firmantes han sido señalados como “canallas”, “burros”, “ruines”, “odiosos”,
“mezquinos”, y “elitistas”. Dice uno de los firmantes: “Estos son los términos
que nos atribuyen, exaltados, varios colegas. Según ellos, la carta suscrita por
nosotros, sin adjetivos ni insultos, llama al conflicto y a la guerra, mientras
que sus respuestas, exaltadas, llaman al perdón y al tono que queremos para el
postconflicto”xiii.
Pues que pena, pero como hemos mostrado en este escrito si de algo adolece
la carta en mención es de argumentos académicos y, según Tognato, en su
carta no hay insultos ni adjetivos, como si el sentido profundo de la misma no
evidenciara el desprecio y el rechazo a un profesor que formó parte del
Departamento de Sociología y se encuentra arbitrariamente detenido, lo cual
puede catalogarse como una forma de violencia simbólica, que
exuda cobardía porque no es un acto muy noble ni gallardo “al caído
caerle”. Pero, en la sociedad colombiana “los pájaros le tiran a las escopetas”,
y quienes proceden en forma mezquina y con envidia se presentan como
mansas palomas, que reclaman pétalos de rosas en agradecimiento por sus
invaluables aportes a la “tolerancia”, la “reconciliación” y el “perdón”, como
lo muestran los académicos en la carta citada y en sus reacciones posteriores,
que hemos citado extensamente para que quede claro ante los lectores hasta
donde llega su cinismo.
165
Por último, otro individuo que ha terciado, desde fuera de la UN, pero con los
mismos sofismas de los dos personajes mencionados arriba es el columnista
de El Tiempo Gustavo Duncan, quien ha escrito un “artículo de opinión” cuyo
título ya es una infamia: “Homenaje a las armas”, y en el que nuevamente los
argumentos académicos e intelectuales brillan por su ausencia. Lo que allí se
hace es una acusación política, como si el columnista fuera un juez que
dictamina quien es inocente y quien es culpable, basándose además en el
“profundo dictamen” del Procurador. Aduce Duncan que
“el reconocimiento a Beltrán pareciera estar fundado exclusivamente en su
posición ideológica y el episodio de su detención. ¿Qué otra cosa puede
deducirse si una rápida búsqueda por internet muestra que el impacto de su
producción académica es intrascendente? Las citas de sus textos son pocas, y
la mayoría remiten a trabajos del nicho del mercado académico que ha sido
bautizado por sus propios creadores como “pensamiento crítico”xiv.
Según este gacetillero no ha sido un homenaje a una obra investigativa y una
labor docente, sino a una postura ideológica y para comprobarlo se basa en un
procedimiento que requiere un “gran esfuerzo mental”, en el que no gastó de
seguro más de un minuto, en buscar en internet, para luego determinar, con
suficiencia y arrogancia, que la producción académica de Miguel Ángel
Beltrán no es importante porque allí no aparece citado. Es decir, no se juzga
por lo que se ha comprobado por sus propios medios, en este caso, mediante
una lectura juiciosa, disciplinada y concienzuda de la obra de un autor, sino
por lo que aparece en internet. Vaya procedimiento tan poco serio
intelectualmente hablando, que desdice de la crítica textual propia del mundo
académico, pero no sorprende porque la academia y el periodismo de nuestra
época se rige por la máxima: “Herramienta capaces, mentes atrofiadas”xv.
El juicio de Gustavo Duncan, al igual que Fabián Sanabria y Carlo Tognato,
no se origina en las conclusiones extraídas de la lectura minuciosa, seria,
exhaustiva de la obra de Miguel Ángel Beltrán, sino que se basa en chismes
virtuales. A Duncan le sucede como a un “filósofo” de la Universidad de la
Florida, un tal Joe O’Shea, quien presume de su pereza e ignorancia: “No leo
libros […] Acudo a Google, donde puedo absorber información relevante
rápidamente. Sentarse a leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un
buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con
mayor rapidez a través de la web. Cuando aprendo a ser un ‘cazador
experimentado’ en internet, los libros son superfluos”xvi.
Criticar sin leer es muy fácil, no requiere ningún esfuerzo mental, porque en
“cuanto más precisa es una máquina, más perezosas son las preguntas”xvii, y se
puede posar como erudito escribiendo artículos para El Tiempo a partir de
internet, sin necesidad de leerse una obra de seiscientas (600) páginas, como
la de Miguel Ángel Beltrán que se titula Las Farc-EP (1950-2015): luchas de
166
ira y esperanza. Para qué leerla, si internet piensa por Duncan y la red lo
convierte en un cazador experimentado en bagatelas virtuales. Justamente, eso
lleva a que se digan estupideces e infamias como aquella de sostener que
Miguel Ángel Beltrán “solo pasó dos años tras las rejas”, como si no estuviera
preso en estos momentos. Solo dos años se dice como tomándose un vaso de
agua, pero ojalá quien eso escribe viviera una semana las terribles condiciones
que soportan en una cárcel colombiana los presos políticos y los presos
comunes. ¡Desde luego, eso tampoco está en internet, por más buscadores
“inteligentes” que se utilicen!
b) Argumentos esencialmente políticos
La carta comentada se inicia con el anuncio que sus firmantes no están en
contra de los procesos de paz, sino que “tiene que ver con la defensa de la
academia y del legado histórico de la Facultad de Ciencias Humanas de la
Universidad Nacional de Colombia que este año celebra su décimo quinto
aniversario (sic)”. Como lo afirma el profesor Jorge Salcedo, de la Facultad de
Derecho, ese apoyo es puramente retórico, porque en la práctica el no apoyar
a Miguel Ángel Beltrán, supone que los académicos ya tomaron partido:
“En oposición a la postura que asumen los profesores objetores, considero que
precisamente por estar preso y destituido por investigar el conflicto que el
proceso de paz pretende resolver es que resulta imposible para cualquier
profesor de la UN aportar su apoyo real al proceso de paz sin "tomar partido"
por lo que le pasa al profesor Beltrán”xviii.
Agregan más adelante los objetores de Miguel Ángel Beltrán:
“En el marco de estas celebraciones, la Facultad lanzó una iniciativa para
reconocer “por su trayectoria académica y laboral y su aporte a la Facultad y a
la Universidad” a docentes activos y pensionados. El día 17 de mayo del
presente año se presentó la lista de docentes reconocidos. Entre ellos, en la
sección de docentes activos, se incluyó a Miguel Ángel Beltrán, quien estuvo
vinculado al Departamento de Sociología hasta septiembre de 2014, cuando
fue destituido de su cargo por orden del Procurador General de la República
(SIC), y sucesivamente, en diciembre del mismo año, fue condenado por el
Tribunal Superior de Bogotá”.
Como para que no queden dudas del resentimiento que los embarga con esa
designación, sostienen:
“Esta carta quiere manifestar nuestro desconcierto frente al reconocimiento
que recibe el doctor Miguel Ángel Beltrán como docente activo de la
Universidad Nacional de Colombia. Esta decisión, una vez más, mina la
institucionalidad de nuestra universidad y del estado de derecho (pues al
167
presente la destitución efectuada por la rectoría está vigente, como también lo
está la condena por el Tribunal Superior de Bogotá). En el marco de la
celebración de los cincuenta años de la Facultad de Ciencias
Humanas, extiende una sombra muy preocupante sobre el sentido de ese
legado y sobre el mensaje que la facultad, y por defecto, la Universidad le
envía al resto de la sociedad colombiana, sobretodo en una coyuntura en la
cual se le pide a la sociedad asumir mayor compromiso con la universidad
pública. (Énfasis nuestro)”.
Este es un argumento esencialmente político, aunque se haga desde una
postura supuestamente academicista que pretende no tener ningún vínculo con
la política. Porque como lo ha dicho el profesor Mario Bernardo Figueroa, de
la Escuela de Psicoanálisis y Cultura, adscrita a la Facultad de Ciencias
Humanas, esa carta es un “ verdadero manifiesto político”. Y lo es porque el
rechazo a la condecoración se basa no en argumentos académicos, y mucho
menos intelectuales, sino en razones políticas, y por eso se insinúa que el
profesor no la merece porque usaba la academia para sus intereses políticos,
aunque no dicen en forma explícita a que intereses políticos se refieren, al
buen entendedor pocas palabras bastan: están hablando del movimiento
insurgente. Aún peor, en la página web del observatorio de la Universidad
Colombiana, presentando la carta de esos académicos, se dice sin eufemismos:
“La decanatura de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad
Nacional de Colombia (Ricardo Sánchez Angel), decidió incluir el nombre del
polémico y destituido profesor Miguel Angel Beltrán (condenado por la
justicia por vínculos con grupos de guerrilla), en la lista de docentes a ser
reconocidos por su labor en la institución.
A juicio de un grupo de profesores, la decisión del Decano legitima y ensalza
la lucha armada y confunde la acción política con la docencia y la
investigación, creándose el imaginario de que el mejor docente es el activista
comprometido con alguna causa política”xix.
¿Los redactores y firmantes de la carta están de acuerdo con este
señalamiento? Al parecer, porque hasta donde sabemos no lo han desmentido,
o por lo menos en la página web del Observatorio no hemos visto alguna
comunicación que solicite que se haga esa corrección.
Hay que agregar, que desde el pretendido purismo académico que hace suya
en forma dogmática la máxima de Max Weber de que “la política no caza con
el aula de enseñanza”, se incurre en una exclusión política de un perseguido y
preso político, al que ya no se le reconoce el carácter de académico por el
hecho de que ha sido condenado por la “justicia” (sic) colombiana y destituido
por el Procurador, que, como se sabe es un verdadero inquisidor, y si de él
dependiera y pudiera a más de unos de los firmantes de la carta le quemaría
168
sus libros o los tendría en la cárcel. Con esta lógica, por supuesto Lenin,
Antonio Gramsci, José Martí, Nelson Mandela, José María Arguedas o Mario
Bunge y tantos otros titanes del pensamiento que fueron encarcelados no
podrían estar en la universidad, por la pureza prístina de la academia, al
margen del mundanal ruido de la política profana.
Además, resulta ridículo que se defienda, como se hace en la misiva, el Estado
de Derecho, que estaría representado por el Procurador y las instancias
judiciales y sus decisiones arbitrarias y visiblemente injustas. ¿Los académico
que firman la carta, no sabemos si son cínicos o “almas cándidas”, desconocen
cómo fue secuestrado Miguel Ángel Beltrán por dos Estados de Derecho (¡!)
en contubernio? ¿Tampoco saben que las supuestas pruebas con las que se le
acusa, se le destituye y se le condena en segunda instancia, fueron producto de
un crimen internacional de guerra cometido por el Estado (de derecho)
colombiano en Ecuador el primero de marzo de 2008? ¿Esos hechos
criminales no lesionan el pretendido Estado de Derecho que existiría en
Colombia ni la institucionalidad de la UN?
Esta actitud de exclusión de los firmantes no solo es esencialmente política y
nada académica sino que es mezquina y ruin, como se confirma con un hecho
elemental: dos de los firmantes, ambos antropólogos, fueron condecorados.
Como quien dice, ellos no quieren compartir la condecoración con una
persona que consideran académicamente inferior o no académica, por el hecho
de estar en la cárcel. Pero debido a que Miguel Ángel Beltrán fue distinguido
en su calidad de egresado y no de profesor, no le falta razón a la profesora
Claudia Patricia Sierra, de la Facultad de Ciencias Humanas, cuando sostiene:
“Por el segundo rol, los colegas no deben preocuparse: no están “manchados”,
ni “salpicados”, ni “comprometidos”, ni “cuestionados”. Al profesor Beltrán
no se le reconoció como tal”xx. ¡Lo que queda en evidencia es el
desprendimiento, la solidaridad, la tolerancia y la altura humana e intelectual
que denota ese comportamiento tan amplio y pluralista de los académicos
puros!
c) Elitismo y espíritu de casta
El otro criterio que mencionan los firmantes de la carta se encarga de
reivindicar a los sabios de la torre de marfil, que desde su encierro académico
se reivindican a sí mismos como una élite privilegiada que dice quién hace
ciencia y quién no, quien pertenece a su reducido círculo de corifeos y quién
no. Lo afirman de este modo:
“En esta carta también rechazamos la forma que llevó al otorgamiento de
estos reconocimientos docentes (no nos referimos a los reconocimientos para
el personal administrativo, que se regiría por otras lógicas). Pues se procedió
por nominaciones personales o colectivas, pero no por medio de
169
deliberaciones de claustros de docentes, que para el caso de reconocer
“legados” de la Facultad en sus cincuenta años hubieran sido más adecuados”.
Como entre los firmantes se encuentran algunos que recibieron esas
distinciones, eso quiere decir ¿que se niegan a aceptarlas o ellos mismos se
incluyen entre los que no fueron postulados por las deliberaciones de los
claustros docentes? Sería bueno que lo precisaran para saber cómo a ellos se
les confirió esa distinción, que tanto critican en el caso de Miguel Ángel
Beltrán.
Luego hacen sus señalamientos políticos y no académicos contra la distinción
conferida a Miguel Ángel Beltrán, de esta manera:
“No es la primera vez que en celebraciones de este tipo se busca imponer
sobre la comunidad académica evaluaciones sobre el perfil científico y el
legado histórico de sociólogos que quienes firmamos consideramos inspiradas
por agendas políticas externas que nada tienen que ver con lo académico y al
servicio de intereses que se originan afuera de la academia y que buscan
colonizarla”.
Tenemos, entonces, que el mundo académico de la Universidad Nacional, en
concreto el de la Facultad de Ciencias Humanas, según la visión de los
firmantes de la carta, no está contaminado por la política (de cualquier sello),
sino que se mantiene inmaculada y cristalina y hay que impedir a toda costa
que “intereses externos” la colonicen. Por supuesto, que esos intereses
externos son los mismos que siempre invocan los altos directivos de la UN,
así como el Procurador General de la Nación, la Fiscalía e instancias
similares. Para quienes se escandalizan con el reconocimiento a un egresado
de la Facultad de Ciencias Humanas y aducen que se debe a “agendas
políticas externas”, en un hecho que en otras circunstancias sería baladí, no
manifiestan su más elemental rechazo a asuntos cruciales de la vida
universitaria, que supuestamente no tendrían relación con intereses externos,
de este tenor: que los edificios de la UN se estén derrumbando, que la
universidad no tenga presupuesto suficiente para su adecuado funcionamiento,
que los programas académicos se vean obligados a conseguir recursos propios
para autofinanciarse, que los grandes cacaos, multimillonarios de este país,
sean los que “donen” dinero para construir edificios, como el de Ingeniería,
que “grandes investigadores” convertidos en consultores reciban cuantiosos
dividendos de empresas, ONG, de la Fundación Ford, de la Usaid (Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) o de otras instancias del
Estado, que algunos de los firmantes de la carta posen, como si fueran vedetes
de la farándula, de Telectuales (no de intelectuales, por aquello de que les
gusta mojar pantalla de televisión) en grandes medios de comunicación del
capital privado, en donde hablan de lo divino y lo humano, que otros sean
columnistas de diarios nacionales que son voceros del capitalismo criollo ….
170
Nada de eso sería externo ni político, sino estrictamente interno y académico,
con lo que se confirma que la Universidad de la Ignorancia, de la que la UN
ya es uno de sus prototipos, es una combinación de neoliberalismo,
tecnocracia, y política de derecha, a nombre de la neutralidad y del pretendido
apoliticismo.
d) La paz como coartada
Resulta inverosímil y casi delirante la afirmación con la que se cierra la carta:
“Esta defensa de lo académico se vuelve aún más urgente durante la etapa de
post acuerdo y en el marco de procesos de reinserción de miembros de grupos
insurgentes a la vida civil. Una universidad que se dejara ocupar por lógicas
ajenas a lo académico faltaría a su misión histórica de formar capacidades en
toda la sociedad colombiana al servicio del fortalecimiento democrático del
país y de la consolidación de la paz y se transformaría en un mero órgano de
propaganda y adoctrinamiento cuyo papel ya no sería la institucionalización
del estado de derecho, sino el debilitamiento, esta vez directo y proactivo, de
los ideales de una sociedad abierta y más democrática”.
De modo que, según nuestros ilustres y prístinos académicos, la mejor
contribución que puede hacer la Universidad Nacional a la paz del país es
enconcharse más en una artificial torre de marfil de saberes apolillados y
distanciados de los problemas reales de los habitantes de Colombia. Además,
de manera explícita se están negando las voces, silenciadas y acalladas por el
terrorismo de Estado y la acción del bloque de poder contrainsurgente, entre
otras las de la insurgencia. ¿Acaso nuestros sesudos investigadores y
catedráticos desconocen las razones que dieron origen al conflicto armado a
finales de la década de 1940, entre las cuales sobresale la persecución y la
intolerancia? Como quien dice que se callen los fusiles, pero que los rebeldes
nunca entren a nuestros espacios, como el de la Universidad Nacional, porque
eso nos contamina y es inaceptable. Esa es la intolerancia histórica de las
clases dominantes en Colombia, de la cual Alejandro Ordoñez y Álvaro Uribe
son genuinos representantes. Se argumenta que esa exclusión fortalecería el
Estado de derecho y ampliaría la democracia colombiana. Vaya concepción
tan poco democrática, pero que no sorprende porque es propia de los que
pregonan una “sociedad abierta”, que no es sino la mezcla de neoliberalismo
en términos económicos y sociales y de neoconservadurismo en términos
políticos e ideológicos.
Resulta más lógico y sensato en lugar de cerrarle las puertas a la otra
Colombia, abrirse a dialogar con toda la sociedad, y es claro que en caso de
llegarse a una situación de posacuerdo, los rebeldes tengan que ser admitidos
en todos los espacios de la sociedad colombiana, incluyendo a la Universidad
Nacional, así no les guste a los puristas de Ciencias (in)Humanas. Porque, más
171
bien, y como lo postula Noam Chomsky, lo que esa declaración de los
académicos expresa es el “miedo a la democracia”, a la participación en la
vida social y universitaria de otros, de los excluidos y marginados de siempre
(como los afrodescendientes y los indígenas), no importa, por supuesto, que
ellos sean tema y “objeto de estudio” de algunos de los firmantes de la carta.
Para ellos está muy bien que sirvan como laboratorio de investigación para
engrosar el currículo, las publicaciones, los puntajes, los ránquines y el
salario, pero que no afeen con su presencia la vida universitaria. Eso es propio
de los cínicos o de las “almas cándidas”, que no quieren contaminarse con
aquellos temas e investigadores comprometedores y comprometidos, como la
historia de la insurgencia y Miguel Ángel Beltrán.
Como estamos hablando de posibles acuerdos que le pongan fin al conflicto
armado, es evidente que desde la Facultad de Ciencias Humanas en general y
de Sociología en particular, se está adelantando una cruzada que se opone a la
incorporación de otras formas de investigar e interpretar el largo conflicto
armado que soportamos los colombianos, que pone de presente la violencia
simbólica que los académicos ejercen contra alguien que fuera su colega, pero
que ahora está en la picota pública (y en la cárcel Picota de Bogotá), al
señalarlo con el dedo acusador como indigno de pertenecer a la comunidad
académica de la UN. Como lo ha dicho el profesor Mario Figueroa, “ El odio
y la mezquindad de su gesto (que nos muestra lo difícil que va a ser un
“proceso de paz” en Colombia, empezando por casa, es decir por nuestros
colegas) es de tal magnitud, que ¡no repararon siquiera en que la mención no
fue por ser profesor activo, sino por ser egresado!”. A lo cual añade:
“Si la situación no fuera tan ruin podría alegrarme de que este grupo de
profesores salga de su silencio y rompa el miedo, de que tomen la palabra para
manifestar desembozadamente su posición. A la pregunta, ¿qué nos espera en
el posconflicto? siempre he respondido: “pos conflicto”, así, a lo boyaco, y es
porque creo que entonces sí, luego de los acuerdos de La Habana podrá
manifestarse el conflicto claramente. He pensado que al silenciar los fusiles,
tal vez, puedan entonces escucharse las distintas partes del conflicto y se
pueda reconocer que este existe y así, por esa vía podría saludar y reconocer la
expresión de estos profesores que creen que la academia se puede separar de
la política, pero que con sus actos “académicos”, realizan un verdadero gesto
político y este fue su manifiesto”xxi.
Finalmente, es una vergüenza, que desdice con la tradición crítica que alguna
vez representó la UN y su departamento de Sociología, constatar como se
mancilla la memoria de ilustres pensadores, investigadores y luchadores,
como Orlando Fals Borda y Camilo Torres Restrepo, lo que evidencia a donde
ha ido a parar la sociología, cada vez más alejada de los problemas reales del
país. Los sociólogos y los otros académicos que han firmado la carta no tienen
ni idea, ni les importa averiguar, sobre los sufrimientos personales, familiares,
172
laborales que ha sufrido Miguel Ángel Beltrán por defender otro tipo de
sociología y otro tipo de país, lo cual es lo más político que se puede esgrimir
en este caso.
Pero debe reconocerse que, por lo menos algunos profesores de la UN, con
decoro han sentado otra posición, política hay que decirlo en el amplio sentido
de la palabra, para responder a los puristas de la academia. Con eso han
demostrado que incluso en el seno de la universidad de la ignorancia quedan
voces críticas, que se niegan a plegarse ante los cínicos. Eso pone de presente,
como lo decía Eduardo Galeano, que “la neutralidad es imposible: somos
indignos o indignados”.
Notas
i . Tribunal Superior condenó por rebelión al profesor Miguel Ángel
Beltrán, El Espectador , diciembre 18 de 2014, disponible
en http://www.elespectador.com/noticias/judicial/tribunal-superior-condenorebelion-al-profesor-miguel-a-articulo-533963
ii. Citado en http://www.eltiempo.com/politica/justicia/destitucion-delprofesor-miguel-ngel-beltran-en-la-universidad-nacional/14600295
iii. Ibíd.
iv. Tribunal Superior condenó por rebelión al profesor Miguel Ángel
Beltrán, loc. cit.
v. Facultad de Ciencias Humanas, Consejo de Facultad, Resolución 237 de
2016, “Por la cual se otorgan unos reconocimientos a docentes, estudiantes,
egresados y egresadas, personal administrativo de planta y contratistas, con
motivo de la conmemoración de los cincuenta años de la creación de la
Facultad de Ciencias Humanas.”
vi. Ricardo Sánchez y Melba Libia Cárdenas, Estimada comunidad y Fe de
Erratas: Notificación de reconocimientos 50 años de la Facultad de Ciencias
Humanas, comunicación electrónica.
vii. El texto de la carta puede consultarse en: U. Nacional: Distinción a
destituido profesor Miguel Angel Beltrán causa polémica en otros docentes,
disponible
enhttp://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=artic
le&id=6894:2016-05-20-12-59-27&catid=16:noticias&Itemid=198
viii http://www.semana.com/nacion/articulo/miguel-angel-beltran-polemicapor-homenaje-en-la-u-nacional/476059
173
ix. Información disponible
en: http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/GenerarCurriculo
Cv.do?cod_rh=0000031232
x. http://www.bluradio.com/nacion/polemica-por-homenaje-en-u-nacionalprofesor-condenado-por-vinculos-con-farc-10639 (Énfasis en el original).
xi. Carlo Tognato, Las venas abiertas de una sociedad semi-abierta, disponible
en http://lasillavacia.com/blogs/blogs/las-venas-abiertas-de-una-sociedadsemi-abierta-55967
xii. Ibíd. (Énfasis nuestro).
xiii. Ibíd.
xiv. Gustavo Duncan, “Homenaje a las armas”, El Tiempo, junio 2 de 2016.
xv. Vivek Haldard citado en Nicholas Carr, Atrapados. Cómo las máquinas se
apoderan de nuestras vidas, Editorial Taurus, Madrid, 2014, p. 97.
xvi. citado en Nicholas Carr, Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con
nuestras mentes?, Editorial Taurus, Bogotá, 2010, p. 21.
xvii. Amit Singhal, citado en Nicholas Carr, Atrapados…, p. 98.
xviii. Jorge Salcedo, Objeciones a la objeción, comunicación electrónica.
xix. http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=art
icle&id=6894:2016-05-20-12-59-27&catid=16:noticias&Itemid=198 (Énfasis
nuestro).
xx. Claudia Patricia Sierra, ¿En defensa de la academia?, comunicación
electrónica.
xxi. Mensaje del Profesor Mario Figueroa, comunicación electrónica.
El turismo y el despojo histórico de la tierra en El Salvador
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213155
Giorgio Trucchi
Alba Sud
174
Los herederos de las familias indígenas despojadas de sus tierras en 1882 para facilitar la
hacienda cafetalera enfrentan ahora un nuevo ciclo de desposesión vinculado al modelo
extractivista y la expansión turística.
En las últimas décadas del siglo XIX, El Salvador experimentó en su territorio
el período de mayor expansión del monocultivo del café. Eso trajo consigo
una incontrolada reestructuración de la tenencia de la tierra y la consecuente
expulsión de las poblaciones indígenas y campesinas hacia el norte y la costa
sur del país. Casi ciento cincuenta años después la historia se repite, y los
descendientes de los desplazados de aquel entonces son “sacrificados” en el
altar del desarrollo turístico.
La hacienda cafetalera: una historia de desposesión
Desde la independencia de El Salvador en 1821, las tierras rústicas eran de
propiedad privada, pero también había grandes extensiones de tierra ejidales
y municipales que eran trabajadas y explotadas de manera extensiva por
familias indígenas y campesinas, mediante un canon que pagaban a las
municipalidades.
En la década de 1870, desde la presidencia de la República se impulsó con
fuerza el cultivo del café, que trajo como consecuencia una reestructuración
acelerada de la tenencia de la tierra. En 1881 se extinguieron por decreto las
tierras comunales y ejidales consideradas aptas para el cultivo del café. Esa
medida unilateral despojó a los indígenas de la inmensa mayoría de sus
tierras [1].
Las tierras fueron entregadas a la oligarquía terrateniente salvadoreña para
que constituyera la hacienda cafetalera, a partir del criterio esta que tenía los
recursos económicos para hacerlo y que por lo cual podía asegurar tanto la
eficiencia en el cultivo del café como la rentabilidad financiera de la
175
inversión. Para los sectores dominantes, los indígenas no cumplían con ese
mismo requisito [2].
Aprovechando que cualquiera podía reclamar libremente “la tierra común”,
los terratenientes buscaron de inmediato extender sus propiedades. Miles de
indígenas tuvieron que vender las pequeñas extensiones que les quedaban
en propiedad, y muchos de ellos se convirtieron en mano de obra barata.
“Instrumento para proporcionar tierras a los cafetaleros, la abolición de
tierras comunales también proporcionó la abundante mano de obra que se
requería para efectuar las labores de las plantaciones y trabajar en las
cosechas. Al decreto de expropiación de las tierras comunales siguió la
emisión de una ley sobre jornaleros y creación de jueces agrícolas, cuyo
objetivo era reclutar y controlar a la población desposeída. La concepción
que inspiró esta ley equiparaba tierra y habitantes, fundiéndolos en un
género único: recursos naturales productivos”, explica Sara Gordon en su
libro Crisis política y guerra en El Salvador (México DF: Siglo XXI, 1989).
Las tierras fueron garantizadas y legalizadas a favor de los nuevos
propietarios con la creación del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas.
Fue el inicio de la pauperización de las comunidades indígenas, las cuales
fueron lanzadas hacia la costa en el sur y hacia la zona norte del país.
Reforma agraria del despojo
La “reforma agraria liberal” que se produjo entre 1881 y 1882 fue la que
provocó el despojó de sus tierras a las comunidades indígenas,
prácticamente sin retribución alguna. Y sin duda ahí estuvo el germen del
levantamiento indígena-campesino de 1932, que terminó con la masacre de
entre 17 y 30 mil personas [3], y de la guerra civil de la década de 1980 que
dejó un saldo de unos 70 mil muertos y miles de desaparecidos.
176
En marzo de 1980, la nueva Junta de Gobierno, surgida de un acuerdo entre
el Partido Demócrata Cristiano y las Fuerzas Armadas, impulsó una Reforma
Agraria que tenía como objetivo declarado beneficiar a los campesinos sin
tierra, y como objetivo oculto ocupar militarmente el país y controlar a la
población campesina, que estaba bajo sospecha de apoyar a los grupos
insurgentes.
La reforma constaba de tres fases. En la primera fase se expropiarían los
latifundios mayores de 500 hectáreas (unas 218.000 hectáreas equivalentes
al 15% de la tierra agrícola del país) y se entregarían a cooperativas
campesinas (cooperativas de la reforma agraria); en la segunda fase se
intervendrían propiedades con extensiones comprendidas entre 100 y 500
hectáreas y que incluían las grades fincas cafetaleras y en la tercera se
entregarían a campesinos medios, arrendatarios y colonos las tierras cedidas
por los patronos.
“Hay demasiados elementos que no cuadran en esta reforma agraria. Vale la
pena citar dos. El primero, que sea un gobierno de extrema derecha,
vinculado a la oligarquía terrateniente, quien esté interesado en socializar la
propiedad del suelo. El segundo, que haya sido el gobierno estadounidense
el defensor de la reforma, hasta el punto de imponerla como condición para
reanudar la ayuda militar, interrumpida en 1977”, escribía el entonces
corresponsal de El País en Centroamérica, Jesús Ceberio, comentando el
decreto que daba vida a la reforma agraria salvadoreña [4].
Continuando en su análisis, Ceberio señalaba que los sectores populares de
oposición explican así estas paradojas: “La reforma agraria es sólo una excusa
para ocupar militarmente todo el país y controlar más de cerca a la población
campesina, de la que el gobierno sospecha que se nutre principalmente el
movimiento popular de liberación”.
En marzo de 1980 las fincas agrícolas con una superficie superior a las 500
177
hectáreas fueron ocupadas militarmente por las Fuerzas Armadas, y en las
cooperativas se crearon comités de defensa civil integrados por
paramilitares. El resultado fue el incremento exponencial de las masacres de
familias campesinas. La segunda fase de la reforma nunca se llevó a cabo y
los grandes cafetales nunca fueron intervenidos.
A los beneficiarios de la tercera fase les faltó asistencia técnica, créditos
adecuados y oportunos, ni hubo el necesario acompañamiento organizativo y
acceso a mercados. En muchos casos, la escrituración de estas tierras y su
inscripción en el Registro de la Propiedad e Hipotecas a favor de sus legítimos
propietarios fue posible solamente a partir del año 2009, y con mayor énfasis
de 2014 a la fecha.
El segundo golpe a la Reforma Agraria
El proceso de reforma agraria sufrió otro tropiezo cuando el partido de
derecha ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) obtuvo la mayoría
parlamentaria en los comicios de 1982. El siguiente año la Asamblea
Constituyente aprobó una nueva Constitución donde se ampliaba a 245
hectáreas el límite de propiedad que pueden tener los terratenientes. Los
excedentes de esas 245 hectáreas -dice el artículo 105 de la Constitucióndebían ser expropiados y transferidos en los primeros tres años de vigencia
de la Carta Magna. Esa disposición nunca se cumplió.
En 1991, la Asamblea Legislativa aprobó el Decreto 747 “Ley del Régimen
Especial del Dominio de la Tierra Comprendida en la Reforma Agraria”, con el
cual el gobierno neoliberal de ARENA profundizó aún más el ataque contra
las cooperativas de la reforma agraria, promoviendo la parcelación de las
tierras que fueron entregadas a las cooperativas durante la primera fase de
la reforma.
“El artículo uno de dicha ley estableció que su objeto era propiciar la
178
consolidación de la Reforma Agraria, lo cual ha resultado totalmente
contradictorio en la realidad. Más bien debió haberse llamado ‘Ley de
condenación, pulverización, y desintegración de los beneficiarios de la
Reforma Agraria’, pues
los condena a la desintegración, a la desaparición de las Asociaciones
Cooperativas que resultaron beneficiadas en la fase uno de la Reforma
Agraria”, explica el trabajo de graduación de la Universidad de El Salvador
“Efectos jurídicos de la aplicación de los decretos legislativos 747 y 719 en
tres asociaciones cooperativas de la reforma agraria” [5].
El Decreto 747 fue posteriormente derogado por el Decreto 719 de 1996
“Ley del Régimen Especial de la Tierra en Propiedad de las Asociaciones
Cooperativas, Comunales y Comunitarias Campesinas y Beneficiarios de la
Reforma Agraria”, que, con el beneplácito del Banco Mundial, vino a tratar
de parcelar el resto de asociaciones cooperativas que aún no habían sido
parceladas con el decreto anterior.
Hasta noviembre de 2005, con los decretos 747 y 719 se habían parcelado
casi 79.000 manzanas (56.000 hectáreas) en 379 propiedades y se asignaron
a 73.837 beneficiarios individuales, es decir, 1,06 manzanas (0,75 hectárea)
por persona [6].
Contrarreforma agraria y modelo extractivista
A partir de entonces, las tierras agrícolas nuevamente se convirtieron en
mercancías al alcance de quien mejor las pudiera pagar. Dejaron de ser
tierras productivas para convertirse en bienes para la especulación.
Poco a poco, las tierras de la reforma agraria fueron entregadas a la banca
privada en pago de la deuda agraria y bancaria; vendidas para industria y
comercio; y parceladas y lotificadas para vivienda o turismo. De esta manera,
179
se dio inicio a un nuevo despojo legalizado de las tierras de campesinos y
cooperativas agropecuarias.
“La parcelación tenía como objetivo la individualización de la propiedad y del
uso agrícola de las tierras de las cooperativas, lo cual condujo a la
destrucción de las unidades productivas y la venta individual de parcelas,
debido a la falta de apoyos financieros y técnicos que le dieran rentabilidad a
sus cultivos. Hasta el 2007, los decretos de condonación habían provocado
que muchas cooperativas devolvieran al Instituto Salvadoreño de
Transformación Agropecuaria (ISTA) 120 propiedades en concepto de pago
de deuda agraria y bancaria”, explicaba en 2009 la Confederación de
Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS) [7].
A partir del año 2000, esta nueva fase de acaparamiento territorial coincidió
con la implementación acelerada del modelo extractivista, promovido por el
gran capital transnacional en alianza con las oligarquías nacionales, en el
marco de la firma del Tratado de Libre Comercio Estados Unidos,
Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR). Todo el continente
latinoamericano sufrió la embestida de los megaproyectos hidroeléctricos,
mineros, turísticos.
El Salvador no fue la excepción. El norte y la costa siguen siendo las zonas
más afectadas. Las y los herederos de aquellas comunidades indígenas que
en 1882 fueron despojados para dar paso a la hacienda cafetalera, son hoy
las víctimas de un modelo que los despoja nuevamente, mal comprándoles
sus tierras a sabiendas que no van a poder adquirir otras. De nuevo se
profundiza la pauperización en la zona rural.
Turismo y acumulación por desposesión
Al mejor estilo de los restaurantes en las montañas de Europa, los cascos de
las haciendas cafetaleras se han convertido ahora en ambientes turísticos.
180
Sus alrededores, declarados “municipios vivos”, son corredores permanentes
de visitantes.
Los indígenas, cuyas familias fueron propietarias por décadas de pequeños
inmuebles en las zonas urbanas, ahora ven amenazada la tenencia de sus
propiedades, ya que se vuelve a considerarlos “no merecedores” de tener
ubicadas sus viviendas en zonas que se han convertido de alto valor
comercial. Igual que hace 150 años, estas propiedades deben pertenecer a
quienes tengan los recursos económicos y la “inteligencia” para echar a
andar el negocio.
Ya son varios los casos donde familias indígenas están sufriendo desalojos
judiciales de muy dudosa justificación.
“No puede llamarse desarrollo algo que no es incluyente, ni es respetuoso de
los pueblos originarios que son los legítimos poseedores de estos
inmuebles”, dijo a Alba Sud una experta investigadora en temas de
propiedad y tenencia de la tierra, quien pidió mantener el anonimato.
La Ruta de “Las Flores”
La ciudad de Ataco, en el departamento de Ahuachapán, se ha convertido en
los últimos años en uno de los lugares turísticos más importantes de la zona
occidental de El Salvador. Es parte de la que se conoce como Ruta de Las
Flores, que reúne a varios municipios situados en la cordillera volcánica y
cafetalera de occidente, cuyos cascos urbanos han sido reconvertidos y
alojan a restaurantes y hoteles al mejor estilo de chalet suizos.
Especialmente el parque central de Ataco se ha convertido, durante los fines
de semana, en un lugar gourmet, donde se realizan festivales gastronómicos
que atraen tanto al turismo nacional como al internacional. Esta situación ha
generado un fuerte interés hacia los inmuebles que se asoman en el parque,
181
varios de los cuales pertenecen desde hace más de un siglo a familias
indígenas, que ahora se ven amenazadas por el avance del “desarrollo
turístico”.
Es lo que le pasó a la familia de la señora Juana Arriola, cuya casa está
ubicada frente al parque central de Ataco y cuyo título de propiedad
remonta al año 1907 (Sistema Integral Registro y Catastro matrícula
15060290-00000).
“De repente a la señora le notificaron que estaba usurpando el terreno
donde surge su casita, y que si no presentaba los documentos necesarios iba
a ser desalojada”, recuerda la investigadora
“Pese a presentar toda la documentación solicitada, el juicio estuvo plagado
de vicios e irregularidades y la señora Arriola y su familia fueron desalojadas.
Pero lo que más nos sorprendió fue que las personas favorecidas por el fallo
pertenecen a una de las antiguas familias cafetaleras salvadoreñas”, agregó.
Diputados de la Asamblea Legislativa de El Salvador y grupos comunitarios de
Ahuachapán se han movilizado y están dando seguimiento al caso, que por
cierto es solamente uno de los tantos que se han producido.
“La historia se repite. El avance del modelo extractivista sigue promoviendo
el saqueo de los bienes comunes y enriquece a los de siempre, y a los
herederos de aquellas familias indígenas que fueron desalojadas por la
oligarquía cafetalera se les aplica ahora la misma receta, sacrificándolos en
aras del ‘desarrollo’”, concluyó la investigadora.
Notas:
[1] Gordon, Sara. 1989. Crisis política y guerra en El Salvador. México DF:
Siglo XXI Editores.
182
[2] Briñis, Armando. 2013. El Salvador. La República Cafetalera (1876-1931).
Voces, 27/08/2013.
[3] Emanuelsson, Dick. 2009. Las raíces y causas de la insurrección y la
matanza del 1932 en El Salvador. Entrevista a Wilfredo Pinto. La historia del
día.
[4] Ceberio, Jesús. 1980. La reforma agraria de El Salvador sirve de excusa
para la ocupación militar del país. El País, 19/12/1980.
[5] Flores, Wilson; Morán, Pedro; Santos, Ana. 2005. Efectos socio-jurídicos
de la aplicación de los decretos legislativos no. “747” y “719” en tres
asociaciones cooperativas de la Reforma Agraria de la zona central en El
Salvador durante el período comprendido: 1997-2004. San Salvador:
Universidad de El Salvador, Trabajo de Graduación para optar al título de
Licenciado en Ciencias Jurídicas.
[6] Reforma Agraria y Desarrollo Rural en El Salvador, ISTA, noviembre de
2005.
[7] Núñez, Sandra. 2009. Situación de las cooperativas y asociaciones
agropecuarias afiliadas a Federaciones y CONFRAS. San Salvador: CONFRAS.
Este artículo se realiza en el marco del proyecto "Turismo responsable,
derechos humanos y trabajo decente" ejecutado por Alba Sud con el apoyo
del Ayuntamiento de Barcelona - Programa Barcelona Solidaria convocatoria
2015.
Fuente: http://www.albasud.org/blog/es/886/el-turismo-y-el-despojo-histrico-de-la-tierra-en-el-salvador
183
El monopolio ideológico de los medios de comunicación en
Chile
http://www.gamba.cl/2015/05/el-monopolio-ideologico-de-los-medios-de-comunicacion-en-chile/
VÍA REVISTA EL HORMIGUERO Y UDEC
Durante los últimos años, se ha desarrollado un proceso de concentración económica de los
medios de comunicación que ha llevado a la formación de dos grandes grupos empresariales que
controlan casi la totalidad de la prensa escrita. La evidencia al respecto sugiere que esta situación
ejerce consecuencias negativas sobre el derecho a la información y la libertad de expresión. Lo que
se agrava por el rol de la publicidad privada y por los mecanismos de distribución de recursos
estatales.
La conjugación de estos factores resulta en un sombrío escenario, que hace necesaria la
intervención del Estado en este mercado para evitar la concentración de los medios de
comunicación en monopolios que limiten la libertad de expresión y el derecho a la información,
pero una vez que se corrijan ciertos mecanismos de asignación de recursos publicitarios públicos.
DUOPOLIO COMERCIAL, MONOPOLIO IDEOLÓGICO
En la actualidad, la concentración económica de los medios de comunicación puede considerarse
un duopolio comercial en manos de El Mercurio (dueño del diario del mismo nombre, Las Últimas
noticias, La Segunda y otros 23 diarios regionales) y el Grupo Copesa (dueño La Tercera, La Cuarta y
La Hora). En conjunto, concentran el 95% de los diarios que circulan en el país, según un estudio de
FUCATEL. La principal fuente de financiamiento de los medios de comunicación es la publicidad.
Hace décadas que los diarios dejaron de financiarse con sus propias ventas. En 2008, la empresa
Megatime registra solo en Santiago un monto de publicidad total que supera los 80 millones de UF,
184
del cual el 30% fue a periódicos. La repartición de la “torta” de inversión publicitaria reafirma al
duopolio: el 54,8% fue a periódicos del Grupo El Mercurio y un 25,3% al Grupo Copesa.
Lo grave de la situación no es solo la existencia de pocos actores en el mercado, sino su
uniformidad en la cobertura informativa, de opiniones temáticas y de proyectos políticoideológicos en sus líneas editoriales. El Profesor Gustavo Gonzáles (2008) del ICEI de la U. de Chile
plantea que el duopolio es en realidad “un monopolio de dos cabezas”. Un “monopolio ideológico”
que los expertos atribuyen, por un lado, a la ya mencionada necesidad de financiarse vía publicidad
privada, lo que implica un tratamiento del acontecer nacional que deje contento al “segundo
cliente” y, por otro lado a las características del empresariado chileno. La periodista María Elena
Monckeberg señaló al respecto:
“Su alto nivel de uniformidad ideológica, que en lo económico se expresa en un alto nivel de
compromiso con el modelo neoliberal, y en lo cultural en un fuerte conservadurismo valórico, de
modo que cuando actúan como avisadores utilizan la inversión publicitaria como una herramienta
para fortalecer a aquellos medios que les son más afines”
CONTROL SOCIAL
El control social, es una herramienta que cualquier empresario, político, y ambicioso de poder
quisiera tener. Por lo tanto, no es casualidad que aquellos que controlan los medios de producción,
también deseen controlar los medios de comunicación. La adquisición de distintos periódicos,
emisoras radiales y canales de televisión por parte de grandes empresarios, no corresponden de
ninguna manera a una decisión antojadiza o azarosa. En Chile, este duopolio conduce
inevitablemente al monopolio de la información por parte de los grupos económicos, influyendo
considerablemente en la percepción de la realidad que posee la sociedad chilena.
COPESA Y EL MERCURIO
El Consorcio Periodístico Sociedad Anónima – Copesa, posee el periódico La Tercera, Diario
Concepción, La Hora, La Cuarta, Radio Beethoven, Radio Zero, Radio Carolina, Revista Paula, Qué
Pasa, entre otros medios. Álvaro Saieh, presidente del Directorio y principal accionista, también es
propietario del conglomerado CorpGroup, controladora del banco CorpBanca, Banco Condell,
cadena de centros comerciales Mall VIVO, además de las cadenas de supermercados Unimarc, Las
Brujas, Korlaet, Mayorista 10, Euromarket, Los Naranjos, entre otros. También posee acciones en el
retail La Polar, en la operadora telecomunicacional VTR, y en Hotel Hyatt, por nombrar algunas
empresas que se extienden en una numerosa lista de propiedades. De lo anterior, podemos decir
que Álvaro Saieh controla una gran cantidad de sucursales bancarias, supermercados, grandes
tiendas, y negocios que inciden en el diario vivir de las personas, manifestándose un interés
permanente en adquirir más propiedades, como su reciente deseo de adquirir la bencinera Terpel.
En cambio, El Mercurio Sociedad Anónima Periodística – El Mercurio S.A.P., controla los periódicos
El Mercurio, La Estrella, La Segunda, Las Últimas Noticias, El Sur, Diario Austral, El Líder, El
Llanquihue, La Crónica de Chillán, entre otros. Esta sociedad anónima es propiedad de Agustín
Edwards Eastman, perteneciente a una de las familias más influyentes en la historia del país en el
ámbito económico y político, remontándose a una generación de casi dos siglos de existencia y que
ha sido clave en distintos episodios determinantes, como es el caso del Golpe Militar en Chile y la
posterior dictadura. Es decir, que el duopolio periodístico chileno construye una realidad
determinada según sus intereses económicos, políticos e ideológicos, y lo grave radica en que
desde esa perspectiva determinan qué hechos son relevantes y cuáles no, limitando el acceso de la
audiencia a las distintas visiones existentes.
185
Es por esto que se hace evidente el control económico y social al que someten a miles de chilenos,
controlando gran parte de sus aspectos del diario vivir. Los mismos que controlan el precio del pan
o la leche, son capaces de influir en la determinación de qué conducta es buena y cuál es mala. De
tal manera, que a través de los medios de comunicación pueden validar dicho sistema imperante,
como también desvalidar todo movimiento social o político que atente contra dicho sistema.
LA COMPLICIDAD DEL ESTADO
La publicidad privada no es la única fuente de financiamiento del monopolio. La publicidad
proviene también de instituciones del Estado y sus empresas. El llamado avisaje estatal es la
inversión en publicidad de las distintas reparticiones públicas. Según un estudio realizado por
FUCATEL, la publicidad del Estado alcanzó en 2005 los $10.730.000.000, donde el 77% de estos
dineros fueron a parar a El Mercurio y Copesa (FUCATEL, 2009).
Algunos explican esta situación planteando que la circulación y la gran cantidad de ventas de El
Mercurio justifican que acapare la mayor parte del avisaje estatal, pues así la publicidad del Estado
llega a la mayor cantidad de público posible. Sin embargo, esto no parece buena explicación para el
hecho de que el 50% de la publicidad de los proyectos sociales de CORFO y la de FONASA se
entreguen a El Mercurio pues los beneficiados y afiliados a ambas instituciones estatales
pertenecen a los estratos socioeconómicos medios y bajos, lejos del perfil de los lectores de El
Mercurio. Según un estudio de Kantar Media Research, un 32% de los lectores del diario
pertenecen al sector ABC1 y un 36% al C2. ¿Tendrán FONASA?
Discrecionalidad y arbitrariedad son las palabras que definen el mecanismo a través del cual el
Estado entrega recursos publicitarios, según una Comisión investigadora de la Cámara de
Diputados en su informe aprobado en 2007. Lo que podría convertirse en una forma de censura
indirecta, al entregar dinero solo a medios afines a la autoridad de turno o “castigar” a los que
realicen investigaciones que los perjudiquen, como lo muestra el informe sobre Censura indirecta y
publicidad oficial de la Asociación por los Derechos Civiles (Asociación por los Derechos Civiles,
2008).
EL DEBER DEL ESTADO (NOSOTROS), GARANTIZAR DERECHOS BÁSICOS
Por una parte, el libre mercado ha puesto límites al pluralismo de los medios de comunicación y
restricciones a la libertad de expresión. Así lo demuestra la concentración de los medios en dos
grupos económicos y el uso de la publicidad privada como herramienta para favorecer a medios
con afinidad ideológica. La existencia del duopolio comercial-monopolio ideológico afecta
gravemente el pluralismo. Por otra, el Estado y sus mecanismos poco claros dejan a la
discrecionalidad y arbitrariedad de la autoridad el uso de los recursos públicos destinados a la
publicidad, lo que ha favorecido la concentración económica en el sector. Puede convertirse en una
herramienta de censura indirecta y discriminación arbitraria, al favorecer a medios de
comunicación afines.
Pero, ¿Por qué es necesario que se intervenga en este mercado concentrado y se corrijan los
mecanismos de asignación de recursos del Estado? El derecho a expresarse libremente implica el
derecho al acceso a fuentes de información verídicas. De ellas, se desprende la libertad de prensa y
la condena a cualquier acto de censura. Por tanto, si se considera que la libertad de expresión y el
derecho a la información son dos garantías fundamentales en un orden democrático: Primero, la
Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificados por Chile consideran la libertad de
expresión como una garantía fundamental que el Estado debe proteger. Dejar este derecho al
arbitrio del mercado tiene las consecuencias que hoy apreciamos en Chile.
186
Segundo, la existencia de monopolios y oligopolios que controlen la propiedad de los medios de
comunicación afectan el ejercicio pleno de la libertad de expresión y el derecho a la información. La
Declaración Interamericana de Principios sobre la libertad de expresión lo plantea así: “Los
monopolios u oligopolios en la propiedad y control de los medios de comunicación conspiran
contra la democracia… al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del
derecho a la información de los ciudadanos” (Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
2000). Debido a este peligro, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la OEA ha definido como
un problema urgente a ser resuelto en América Latina, el limitar la hegemonía discursiva y el
control de la agenda informativa que generan los distintos monopolios y oligopolios en la región.
Tercero, la Constitución de Chile garantiza la libertad de emitir opinión y de informar sin censura,
además consagra el derecho a la no discriminación arbitraria en el trato que debe dar el Estado en
materia económica. Esto hace necesario regular los mecanismos usados por el Estado para
entregar recursos a la prensa, evitando la discrecionalidad y la posible censura indirecta, de
acuerdo a la Declaración Interamericana sobre libertad de expresión. Pues esta forma de entregar
recursos públicos ha contribuido a la desaparición de 5 diarios nacionales (Fortín Mapocho, La
Época, El Metropolitano, Diario Siete y Diario Uno) que no pudieron acceder a estos recursos, ni
mucho menos a la publicidad privada por el sesgo ideológico del empresariado. Buscando evitar
este destino, la Revista Punto Final demandó al Estado de Chile por lo que considera un trato
discriminatorio que favorece la concentración económica en desmedro de la libertad de opinión y
expresión.
CONCLUSIÓN
La libertad de expresión y el derecho a la información son de los derechos más importantes del
sistema democrático. El libre mercado y mecanismos arbitrarios de entrega de recursos públicos
pueden terminar en un mercado concentrado y uniforme ideológicamente en desmedro del
pluralismo y la libertad de expresión. El Estado garante de estos derechos, según la constitución y
diversos tratados internacionales, debe velar por su cumplimiento. Las recomendaciones
internacionales van en la misma línea: el Estado debe evitar la concentración de los medios de
comunicación en monopolios que limiten la libertad de expresión y el derecho a la información. Las
formas para lograrlo, la experiencia comparada de otros países, es la discusión que ahora debe
comenzar.
Ideas filosóficas que fundamentan la pedagogía de Paulo
Freire
Marcos Santos Gómez *
http://redesib.formacionib.org/blog/ideas-filosoficas-que-fundamentan-la-pedagogia-de-paulofreire?utm_content=buffercf74d&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaig
n=buffer
Síntesis: El propósito del presente trabajo es destacar algunos fundamentos teóricos de la
pedagogía de Paulo Freire dentro del campo de la filosofía del siglo xx. Esta es una tarea necesaria
para esclarecer los puntos esenciales de una perspectiva pedagógica de enorme importancia en la
alfabetización y educación de adultos en América Latina. El autor se ha centrado, en especial, en los
pensadores que se relacionan con tres aspectos vitales en este enfoque: 1) Las ideologías como
elementos de reproducción social y su superación mediante la «concientización»; 2) La ubicación
del punto de partida para el proceso educativo-alfabetizador en la situación límite que vive el
oprimido; 3) La naturaleza dialógica del ser humano y su fundamental apertura.
187
Palabras clave: Paulo Freire; pedagogía del oprimido; filosofía de la educación; diálogo;
alfabetización y educación de adultos.
SÍNTESE: O propósito do presente trabalho é destacar alguns fundamentos teóricos da pedagogia
de Paulo Freire dentro do campo da filosofia do século xx. Esta é uma tarefa necessária para
esclarecer os pontos essenciais de uma perspectiva pedagógica de enorme importância na
alfabetização e educação de adultos na América Latina. O autor centrou-se, especialmente, nos
pensadores que se relacionam com três aspectos vitais a partir deste enfoque: 1) As ideologias
como elemento de repro--dução social e sua superação mediante a «conscientização»; 2) A
localização do ponto de partida para o processo educativo-alfabetizador na situação limite que o
oprimido vive; 3) A natureza dialógica do ser humano e sua fundamental abertura.
Palavras chave: Paulo Freire; pedagogia do oprimido; filosofia da educação; diálogo; alfabetização e
educação de adultos.
Abstract: The aim of the present paper is to highlight, within the work frame of 20th century
philosophy, some of the theoretical foundations of Paulo Freire’s pedagogy. This is a necessary task
in order to shed some light on the essential items of a pedagogic approach of enormous
importance for adult education and adult literacy in Latin America. The author has specially focused
on those thinkers which can be related to three main aspects of Freire’s approach: 1) Ideologies as
an element of social reproduction and how to overcome them through «becoming aware»; 2)
Locating the starting point of the literacy and educational process on the border line situation
experienced by the oppressed; 3) The dialogical nature of the human being and its fundamental
openness.
Key words: Paulo Freire; pedagogy of the oppressed; philosophy of education; dialogue; adult
literacy; adult education.
1.
Introducción
Mi objetivo principal en este ensayo es el esclarecimiento de algunos elementos teóricos,
procedentes de la tradición filosófica, que sustentan la práctica educativa del «pedagogo de la
liberación», el brasileño Paulo Freire. Me parece que esta iniciativa cobra un gran sentido en la
medida en que numerosos movimientos sociales en el mundo se inspiran en su pedagogía, como
por ejemplo la educación popular desarrollada en distintos lugares de Iberoamérica (Trilla, 2002,
pp. 334-338; Barrio, 2005, p. 135; Cruz, 2004, pp. 901-902). En España, en particular, Freire es
considerado un gran educador por parte de algunos estudiosos (Santos Guerra, 1997, p. 356;
Flecha y Miquel, 2001, p. 324). De hecho, una importante motivación para la redacción del
presente trabajo ha sido demostrar, desde la reflexión, que la «pedagogía del oprimido» continúa
plena de sentido universal y vigencia.
El filósofo Enrique Dussel dedica algunas páginas a la pedagogía de Paulo Freire, a la que compara
con la de Piaget y Vygotsky y con la psicología de Kohlberg, para destacar que Freire supone una
superación de todos ellos (Dussel, 2002, pp. 422-430). Afirma Dussel que estos, a pesar de sus
méritos, permanecen en una concepción individualista del proceso educativo y del desarrollo del
sujeto. En cambio, Freire, sostiene, es un pedagogo más completo porque sitúa en el centro de su
teoría y práctica pedagógica el elemento de relación con los demás que supone todo crecimiento
personal, y el hecho de que este se ha de dar dentro de una comunidad que también se va
transformando a lo largo de la educación mutua de sus miembros. Freire enfatizará lo que
podemos denominar «cualidad relacional» del ser humano, que pasa a ocupar un lugar central en
su visión del proceso educativo. Por eso, las páginas que siguen las voy a dedicar principalmente a
la exposición y comentario de filósofos que realzaron este aspecto de la existencia humana y que
influyeron destacadamente en la concepción dialógica de la pedagogía que ostentó Paulo Freire,
como veremos.
188
Para el autor brasileño, en el contexto de nuestras sociedades e historia, la pedagogía
necesariamente ha de ser una «pedagogía del oprimido» que implica un posicionamiento político
(Ferreira, 2003, p. 67). Pero teniendo en cuenta que la opresión que caracterizaría a nuestras
sociedades, a su juicio, adquiere numerosas formas y manifestaciones, a menudo encubiertas,
supone, por tanto, un prolongado y arduo esfuerzo llegar a la «liberación». Como él mismo afirma:
[...] la liberación es un parto. Es un parto doloroso. El hombre que nace de él es un hombre nuevo,
hombre que solo es viable en la y por la superación de la contradicción opresores-oprimidos que,
en última instancia, es la liberación de todos (Freire, 1992, p. 45).
Porque la opresión afecta a los aspectos más profundos de la persona en la medida en que por la
«educación» la incorporamos a nuestro bagaje más íntimo. Para desarrollar esta idea, Freire
recurre a un enfoque de corte freudomarxista, fuertemente influenciado por Erich Fromm y su idea
de un «miedo a la libertad» operante en los individuos y grupos sociales. Ambos se conocieron y
coincidieron en Cuernavaca (México), donde el psicólogo estuvo instalado un tiempo (Dussel, 2002,
p. 432).
En las páginas que siguen, en definitiva, intentaré desarrollar algunos aspectos de la pedagogía
freiriana para entender la perspectiva filosófica desde la que el brasileño se dirige a nosotros.
Comienzo con lo que él denominó «educación bancaria». Expondré algunos planteamientos suyos
relacionándolos con pensadores y corrientes intelectuales que le influyeron(1). No obstante, no es
este un estudio exhaustivo que saque a relucir todas las fuentes filosóficas de Freire, ni que agote
en absoluto todas sus ricas y estrechas relaciones con la filosofía latinoamericana, el cristianismo o
la tradición hegeliano-marxista.
2.
La educación bancaria:
inconvenientes de la «verticalidad»
Paulo Freire denominó «educación bancaria» a una manera de entender la educación como
relación «vertical», o sea, en la que uno (el educador) otorga y otros (los educandos) reciben
conocimiento. Existe, por tanto, en este modelo pedagógico una separación tajante entre los roles
de educador y educando (Freire, 1992, pp. 73-99). La educación bancaria se concibe como
narración de unos contenidos fijos, o como transmisión de una realidad que no requiere
reelaboración y que se presenta como la única posible (Freire, 1992, p. 75).
Según Freire, la educación bancaria supone una violencia en la medida en que se efectúa desde la
sordera hacia el otro que está siendo educado. Como afirma el propio Freire:
Referirse a la realidad como algo detenido, estático, dividido y bien comportado o en su defecto
hablar o disertar sobre algo completamente ajeno a la experiencia existencial de los educandos
deviene, realmente, la suprema inquietud de esta educación (Freire, 1992, p. 75).
Es esta una violencia que se manifiesta especialmente en la consideración del otro, el educando,
como un ignorante.
En la visión «bancaria» de la educación, el «saber», el conocimiento, es una donación de aquellos
que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Donación que se basa en una de las
manifestaciones instrumentales de la ideología de la opresión: la absolutización de la ignorancia,
que constituye lo que llamamos alienación de la ignorancia, según la cual esta se encuentra
siempre en el otro (Freire, 1992, p. 77).
Respecto a esta «absolutización de la ignorancia» Freire relata cómo aprendió, gracias a una
lección que siempre recordaría, que no hay educación sin escuchar, ni sin considerar a nuestro
interlocutor maestro y sabio (Freire, 2002, pp. 22-25). Y también hubo de toparse, como
189
alfabetizador, con la naturalización de la ignorancia por parte del propio sujeto oprimido. En
relación con esto cuenta cómo comenzó una charla con un juego de preguntas y respuestas gracias
al cual reveló irrefuta-blemente la sabiduría de los campesinos analfabetos que decían ser
ignorantes, que creían serlo (Freire, 2002, pp. 44-45). En realidad, podemos matizar, los
campesinos se sentían ignorantes pero no lo eran. De hecho, esto es lo que la pedagogía de Freire
pretende evidenciar en un primer momento, en un proceso socrático por el que la sabiduría de los
educandos sale a relucir.
Por supuesto, descubrir la sabiduría del otro requiere humildad por parte del educador. Como el
propio Freire afirma:
No hay [...] diálogo si no hay humildad. La pronunciación del mundo, con el cual los hombres lo
recrean permanentemente, no puede ser un acto arrogante (Freire, 1992, p. 107).
Freire se opone a toda arrogancia y a la separación tajante entre los participantes en un proceso
educativo:
La educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando. Debe
fundarse en la conciliación de sus polos, de tal manera que ambos se hagan, simultáneamente,
educadores y educandos (Freire, 1992, p. 77).
En realidad, toda educación liberadora, en oposición a la educación bancaria, posee un destacado
carácter recíproco, es decir, se da «de todos con todos». Esto presupone un sentimiento
profundamente arraigado en el educador de que el otro vale, además de una sincera fe en los
hombres, en su poder creador para dotarse de un destino, y en que este destino puede adecuarse
a sus necesidades profundas. Dice:
Su creencia debe estar empapada de una profunda creencia en los hombres. Creencia en su poder
creador (Freire, 1992, p. 81).
Además, Freire relaciona la educación bancaria con una suerte de prohibición de ser feliz, un
desafortunado distanciamiento entre los hombres que se relaciona con un doloroso rechazo a la
vida. El educador bancario es, y en esto Freire sigue muy de cerca a Erich Fromm, un «necrófilo»
(Freire, 1992, p. 85). En términos generales, el pedagogo brasileño coincide con la propuesta de
«humanizar» la vida que desarrolla Fromm en sus obras. Para el psicólogo, la vida humana ha de
ra-cio--na-lizarse, no en el sentido de intelectualizarla, sino en el de humanizarla, es decir, haciendo
que responda a las necesidades específicamente humanas (Fromm, 1992; 1999). Esta
humanización implica el desarrollo de una equilibrada vinculación afectiva con los otros hombres y
con el mundo, ya no gobernada por la cosificación, sino trasmutada en una suerte de amor maduro
que describe bellamente como una relación fraterna (Fromm, 1974). En sus reflexiones demuestra
la humana necesidad de fraternidad, porque para él la felicidad siempre es con el otro, nunca
solitaria.
Según Freire, una tarea fundamental para todo educador sería la identificación y superación de su
propia verticalidad psicológica que lo predispone en contra del diálogo. Pero la pedagogía freiriana
parece apuntar más lejos que la visión psicologista de Fromm. En este sentido, como afirma el
profesor Dussel:
[...] no es la sola inteligencia teórica o moral (esto se supone, pero no es el objetivo principal), ni
siquiera el desbloqueo pulsional hacia una normal tensión del orden afectivo (à la Freud, que
también se supone), sino algo completamente distinto: Freire intenta la educación de la víctima en
el proceso mismo histórico, comunitario y real por el que deja de ser víctima (Dussel, 2002, p. 431).
190
La horizontalización de las relaciones humanas que propone llevar a cabo en el acto educativo es
una ubicación factual del oprimido fuera de la estructura opresora. Es decir, en toda educación
liberadora se realiza de hecho la utopía de unas relaciones humanas auténticas, que desde la
perspectiva del pedagogo brasileño han de ser «horizontales». Y esto apunta a una doble
transformación: en el corazón de la persona y en las estructuras sociales.
La interacción horizontal es ya una realización de la utopía de una sociedad sin oprimidos, es decir,
una sociedad estructurada de forma que no cohíba la expresión de las personas. La utopía, pues,
está ya presente en el medio para lograrla. No es un fin ajeno al momento actual, sino que se
encuentra necesariamente en el proceso educativo. Pero, para que acontezca esta encarnación del
ideal y «sane» el hombre, es preciso vencer a la carga ideológica que el sujeto oprimido ostenta,
incorporada a sí mismo. Se requiere combatir contra los obstáculos que operan en sentido
contrario y se oponen a nuestra salud, obstáculos que pesan como un lastre dentro de nuestro
espíritu. En este sentido, en las líneas que siguen voy a profundizar en las relaciones entre
educación bancaria e «ideología», entendiendo esta última como el lastre que dificulta lo que para
Freire no es sino una normalización de la existencia humana. La pedagogía del oprimido, en este
sentido, es una rectificación efectuada en el interior y el exterior del hombre por él mismo, siempre
desde su libertad, que lo conduce a su carril, a la senda que había perdido. Según Freire, que irradia
un considerable optimismo, esto es posible. Pero no podemos olvidar las nefastas consecuencias
de la falsa conciencia que uno porta en sí mismo, porque es precisamente su detección el primer
paso del proceso de «concientización», al que tanto se refiere nuestro pedagogo en sus obras, que
devuelve a la persona el dominio de sus propias riendas.
3.
Ideología y «concientización»
Se conoce como «ideología» el conjunto de creencias e ideas (políticas, religiosas, morales, etc.)
que legitiman una determinada configuración social, justificándola y, a veces, encubriendo las
verdaderas razones de que las cosas sean como son, concepto hegeliano usado por los marxistas
desde los Manuscritos sobre economía y filosofía que escribiera Marx (Marx, 1993). Aunque hay
distintas formas de entenderlo, yo voy a seguir esta tradición que concibe a la ideología como
sirvienta de un régimen económico y social concreto.
El papel determinante que las ideologías cumplen en la reproducción y consolidación de las
estructuras de clase es explicado por autores de enorme influencia en el pedagogo que estamos
estudiando, tales como Gramsci, Lukács, Horkheimer o Marcuse de quienes recoge elementos,
como señala el profesor Dussel (Dussel, 2002, pp. 430-439). Freire conecta con estas perspectivas
neomarxistas que se alejan del economicismo del marxismo ortodoxo y, como en los citados
autores, cree posible la transformación revolucionaria desde los niveles superiores de la cultura, es
decir, desde el discurso y las ideas, que pueden incidir en la dirección del cambio. A la ideología se
la puede combatir, según ellos, en su mismo ámbito: el pensamiento y las ideas. La liberación se
puede centrar en una praxis ejecutada en la palabra y a través de ella, criticando las creencias
asentadas y desvelando los corsés ideológicos. Y es que este desvelamiento, de por sí, ya incide en
una transformación de la sociedad. Por ejemplo, Lukács destaca que la lucha por la emancipación
no solo será en el plano de la realidad económica y social, sino también en el plano de las ideas:
El proletariado se realiza a sí mismo al suprimirse y superarse, al combatir hasta el final su lucha de
clase y producir así la sociedad sin clases. La lucha por esta sociedad [...] no es solo una lucha con el
enemigo externo, con la burguesía, sino también y al mismo tiempo una lucha del proletariado
consigo mismo, con los efectos destructores y humillantes del sistema capitalista en su consciencia
de clase. [...] El proletariado no puede ahorrarse ninguna autocrítica, pues solo la verdad puede
aportarle la victoria: la autocrítica ha de ser, por lo tanto, su elemento vital. (Lukács, 1984, p. 166)
También Gramsci, en su valoración de la función crítica y transformadora del pensamiento,
afirmará:
191
Una filosofía de la praxis no puede dejar de presentarse inicialmente como una actitud polémica y
crítica, como superación del modo de pensar precedente y del pensamiento concreto existente (o
del mundo cultural existente). Es decir, debe presentarse ante todo como crítica del «sentido
común» (Gramsci, 1972, p. 21).
Pero nuevamente es la influencia de Erich Fromm la que parece ser determinante en Freire. Aquel
define la enajenación, en términos psicológicos, como la incorporación de unas creencias ajenas
operantes en nosotros, que simulan ser propias y favorecer al sujeto oprimido, que, así, vive
engañado. La ideología sería la lógica del opresor que se incorpora al pensamiento del oprimido,
aun más, la lógica de una estructura producida por una civilización creada por el hombre contra sí
mismo y que oculta su enajenación. Así define Fromm el concepto de «enajenación»:
Entendemos por enajenación un modo de experiencia en que la persona se siente a sí misma como
un extraño. Podría decirse que ha sido enajenado de sí mismo. No se siente a sí mismo como
centro de su mundo, como creador de sus propios actos, sino que sus actos y las consecuencias de
ellos se han convertido en amos suyos, a los cuales obedece y a los cuales quizás hasta adora. La
persona enajenada no tiene contacto consigo misma, lo mismo que no lo tiene con ninguna otra
persona. Él, como todos los demás, se siente como se sienten las cosas, con los sentidos y con el
sentido común, pero al mismo tiempo sin relacionarse productivamente consigo mismo y con el
mundo exterior (Fromm, 1992, p. 105).
En el freudomarxismo y la primera Escuela de Frankfurt resulta vital la toma de conciencia de esta
enajenación que supone el haber interiorizado una lógica ajena que opera contra nuestros propios
intereses, o sea, de manera ideológica. Por eso, es precisamente a través de la toma de conciencia
de la función legitimadora de las creencias y concepciones del mundo que nos conforman, como
apunta Marcuse, que habría de comenzarse el proceso de liberación:
Toda liberación depende de la toma de conciencia de la servidumbre, y el surgimiento de esta
conciencia se ve estorbado siempre por el predominio de necesidades y satisfacciones que, en
grado sumo, se han convertido en propias del individuo (Marcuse, 1998, p. 37).
Y, por supuesto, la Teoría Crítica del primer Horkheimer se plantea en una dirección muy semejante
(Estrada, 1990, pp. 27-28).
En relación con la educación, la verticalidad propia de toda educación bancaria, a la que me referí
en líneas anteriores, llegaría a convertirse en una forma de ser, en una personalidad. Esto es lo que
Erich Fromm denomina «carácter social»: el tipo de personalidad que una sociedad concreta
fomenta y requiere que adoptemos, para perpetuarse a sí misma (Fromm, 1992, pp. 71-90). Según
esto, lo ideológico nos constituiría hondamente, en los basamentos de nuestra identidad.
En consecuencia, en la medida en que, víctima de su enajenación ideológica, el oprimido
generalmente no es consciente de su opresión, un primer paso en la pedagogía de la liberación es
la concien-ti-za-ción, por la que el sujeto oprimido retoma las riendas de la realidad, percatándose
del grado en que su propia persona había dejado de pertenecerle. Así, afirma nuestro pedagogo
que:
El gran problema radica en cómo podrán los oprimidos, como seres duales, inauténticos, que
«alojan» al opresor en sí, participar de la elaboración, de la pedagogía para su liberación. Solo en la
medida en que se descubran «alojando» al opresor podrán contribuir a la construcción de su
pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse
con el opresor, es imposible hacerlo. La pedagogía del oprimido, que no puede ser elaborada por
los opresores, es un instrumento para este descubrimiento crítico: el de los oprimidos por sí
mismos y el de los opresores por los oprimidos, como manifestación de la deshu-ma-nización
(Freire, 1992, p. 41).
192
En cualquier caso, esta concientización supone asumir la propia circunstancia partiendo de la
realidad que envuelve al oprimido. Esto es lo que, en las líneas que siguen, voy a exponer.
4.
La situación límite como punto de partida de la pedagogía
Freire hace partir toda educación que se pretenda liberadora de la propia realidad vital del
oprimido. Insiste en que para tender a una vida mejor hay que situarse en el punto de vista y la
realidad del oprimido. Dicho en otras palabras, su pedagogía trata de ubicarse en la situación límite
como punto de partida para la posterior concientización y comprensión crítica de la realidad a que
me he referido en el parágrafo anterior. Esta idea es expresada con claridad por el propio
pedagogo, cuando se interroga directamente:
¿Quién mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de
una sociedad opresora (Freire, 1992, p. 40).
Pues bien, a la hora de enfocar este tema Freire se muestra deudor de sus lecturas e influencias
existencialistas y personalistas. En primer lugar, nos referiremos al filósofo existencialista alemán
Jaspers, que él cita asiduamente en sus obras principales (v. g. Freire, 1989, p. 104). Freire se
inspira en la noción de situación límite de este, pero le da un nuevo sentido, según expresa Dussel
(Dussel, 2002, p. 432).
Cuando Jaspers nombra «situaciones límite» se refiere a:
Situaciones tales como las de que estoy siempre en situación, que no pueda vivir sin lucha y sin
sufrimiento, que yo asumo inevitablemente la culpa, que tengo que morir, [...]. Estas situaciones no
cambian, salvo solamente en su modo de manifestarse; referidas a nuestra existencia empírica,
presentan el carácter de ser definitivas, últimas. Son opacas a la mirada; en nuestra existencia
empírica ya no vemos nada más tras ellas. Son a manera de un muro con el que tropezamos y ante
el que fracasamos. No podemos cambiarlas, sino tan solo esclarecerlas, sin poder explicarlas ni
deducirlas partiendo de otra cosa. (Jaspers, 1958b, pp. 66-67)
No son algo abarcable para la ciencia y los saberes explicativos, pero su importancia es tal que, en
palabras de Jaspers:
Llegamos a ser nosotros mismos entrando en las situaciones límites con los ojos bien abiertos
(Jaspers, 1958b, p. 67).
Porque en ellas realizamos una especie de salto:
Desde la existencia empírica a la «existencia», a la que estaba encerrada germinalmente, a lo que
se esclarece a sí mismo como posibilidad, a lo real (Jaspers, 1958b, p. 70).
Es decir, por las situaciones límite intuimos un más allá del límite que señalan, fuera de la existencia
empírica. Pero lo crucial de dichas situaciones es que solo en ellas nos encontramos a nosotros
mismos como existentes:
Experimentar las situaciones límite y «existir» son una misma cosa (Jaspers, 1958b, p. 67).
Nos revelan nuestra existencia y nos conocemos en ellas.
La situación límite del oprimido es, para Freire, un punto de partida material, económico y político
de unas connotaciones algo diferentes a las que parece referirse el filósofo alemán con su noción
de «situación límite». Es algo producido por el hombre y que apunta a su propia superación en la
historia, en la forma de una humanización de la historia. Apunta a la utopía superadora, como las
193
situaciones límites en Jaspers apuntaban a una existencia más completa. Por eso, la educación
liberadora parte de la realidad en la que se encuentra el educando oprimido. Como el pedagogo de
Recife dice:
Será a partir de la situación presente, existencial y concreta, reflejando el conjunto de aspiraciones
del pueblo, que podremos organizar el contenido programático de la educación y acrecentaremos
la acción revolucionaria (Freire, 1992, p. 115).
Esta realidad del oprimido son las estructuras de dominación que lo constituyen como oprimido.
Como es sabido, en su práctica pedagógica Freire se situó en la máxima negatividad posible, la del
oprimido que busca su educación, que con su silencio apunta al escándalo de su mala-educación
(de su educación como excluido) y a la necesidad de su superación. En este sentido, el educando
oprimido en el límite, para Freire, es sobre todo el adulto analfabeto y pobre (Dussel, 2002, p. 433).
Hay que resaltar que la aspiración de Freire es llegar a un encuentro del ser humano consigo
mismo, a partir de la referida situación límite de los analfabetos. La liberación del oprimido es la
liberación de todos los hombres. Certeramente, lo afirma:
La pedagogía del oprimido, que busca la restauración de la intersubjetividad, aparece como la
pedagogía del hombre (Freire, 1992, p. 52).
En este sentido, su pedagogía apunta a la situación en que todos los seres humanos puedan hablar
y, sobre todo, escucharse. Desembocamos, por tanto, en el diálogo como característica
específicamente humana y humanizante. En Freire, la utopía es, fundamentalmente, diálogo. Esto
es así, también, para algunos autores contemporáneos que, como Jaspers, se mueven en la órbita
existencialista y personalista. A continuación, desarrollo este punto.
5.
El diálogo como utopía:
alteridad y apertura en el ser humano
Jaspers resulta enormemente afín al pensamiento de Freire. No solo por la concepción de la
sabiduría que se abre en la situación límite, sino en la medida en que para el filósofo alemán la
relación de comunicación existencial resulta crucial en la felicidad del hombre y su realización
(Jaspers, 1958a, pp. 449-521). Será este filósofo, y otros que voy a tratar en las líneas que siguen,
quienes enfatizan el aspecto relacional que nos constituye y que convierte la educación dialógica
que propuso y practicó Freire en la única posible, en la auténticamente humana. Esta necesaria
comunicación entre los hombres, su mutua influencia e interacción, es fundada por Jaspers a partir
del hecho de que:
Yo no puedo llegar a ser yo mismo si el otro no lo es, yo no puedo estar cierto de mí si no estoy
también cierto del otro (Jaspers, 1958a, p. 458).
El filósofo existencialista, con su habitual laconismo, desarrolla en una de sus obras principales la
idea de que uno no llega a ser uno mismo si no es a través de la comunicación (existencial) con un
tú libre.
Se precisa un tipo de relación horizontal para que los hombres, al comunicarse, se expresen y
crezcan. Bien es cierto que Jaspers restringe esto a la comunicación entre amigos en lo que él
denomina «comunicación existencial». En esta, el sujeto es consciente de la importancia de la
comunicación para el autodesarrollo:
La conciencia de ser un factor decisivo para sí mismo y para el otro empuja a estar en la disposición
más extrema para la comunicación (Jaspers, 1958a, p. 458).
194
Tanto que:
Toda pérdida y fallo en la comunicación es propiamente una pérdida del ser (Jaspers, 1958a, p.
459).
Según sus propias palabras:
En la comunicación, por virtud de la cual yo me sé captado a mi vez, el otro es solamente este otro:
su singularidad es el modo en que se manifiesta la sustancialidad de este ser (Jaspers, 1958a, p.
459).
La otra persona es sujeto irrepetible y singular. Es en esta comunicación directa y profunda en la
que el sí mismo, por emplear la expresión jasperiana, se conoce y se re-crea. En ella se da una
creación mutua en la que los sujetos participantes se van implicando. En este juego, y solo en él, el
sujeto llega a conocerse. Por eso, tiene sentido la tesis de que el propio autodesarrollo requiere de
la libertad y el libre desarrollo del otro. En cualquier caso, Jaspers no ignora los límites y
dificultades de la comunicación existencial (Jaspers, 1958a, pp. 459-461), pero insiste en la
importancia vital para el propio individuo de que se encuentren modos de llevarla a cabo.
La interacción humana, al menos la que Jaspers denomina «existencial», nunca es un desarrollo
solitario de un yo innato, sino una re-creación del yo en la comunicación mutua. Del otro parte la
construcción de uno mismo. Esta importancia radical de la alteridad, de lo que podemos denominar
cualidad relacional del hombre, aparece con mayor fuerza en los filósofos Martin Buber y Gabriel
Marcel. Si nos detenemos en la obra Ser y tener de Marcel (Marcel, 2003), nos encontramos que en
ella aparece varias veces resaltada esta necesidad para la persona de crearse con los demás. En los
trabajos de este pensador existencialista la idea de «encarnación», de «existencia encarnada», nos
remite a esta cualidad humana de ser afectados. Porque si somos seres encarnados, somos en un
cuerpo que es afectado por el mundo, en situación. Esta situación envuelve cada faceta del yo. El
propio cuerpo es un centro rodeado y abrazado por la realidad, permeable al mundo, presto a ser
contagiado por este. Vivir, en este sentido, supone estar abierto a una realidad con la cual entro en
una especie de comunicación. No existimos en el solipsismo sino en la comunicación, en la apertura
al otro. Así, afirma el filósofo francés:
Romper, en consecuencia, de una vez por todas con las metáforas que representan a la conciencia
como un círculo luminoso alrededor del cual no habría para ella sino tinieblas. Es al contrario, es la
sombra quien ocupa el centro (Marcel, 2003, p. 15).
Y esa luz periférica brilla con su mayor intensidad en la persona del otro. Un otro no cosificado, no
convertido en objeto. Siempre que sea así, que nuestra relación no sea una relación con una cosa,
el otro ser humano nos afectará profundamente. En esto coinciden Marcel y Buber. El prójimo se
constituye, más allá de un mero objeto, en un complemento de mi personalidad, en el necesario
túque me interpela (Buber, 1998).
Destacan ambos pensadores por su estrecha relación con las ideas freirianas respecto a la
«dialogicidad» esencial del hombre. Así, Freire afirmará que:
Esta transitividad de la conciencia hace permeable al hombre. Lo lleva a vencer su falta de
compromiso con la existencia, característica de la conciencia intransitiva, y lo compromete casi
totalmente. Es por eso por lo que existir es un concepto dinámico, implica un diálogo eterno del
hombre con el hombre; del hombre con el mundo; del hombre con su Creador (Freire, 1989, p. 53).
Porque el yo está ligado a la existencia de los otros y por ellos existe. Así también lo expresa
Marcel:
195
No solo tenemos el derecho de afirmar que los otros existen, sino que estaría dispuesto a sostener
que la existencia no puede ser atribuida más que a los otros en tanto que otros, y que no puedo
pensarme a mí mismo como existente, sino en tanto que me concibo como no siendo los otros; por
consiguiente, como otro que ellos (Marcel, 2003, p. 97).
Como en Buber, en Marcel resulta fundamental la idea de que lo que me hace ser un yo singular es
la presencia del tú, sin cuyo influjo ni siquiera puedo estar presente a mí mismo como conciencia
personal.
Pero sobre todo, como cima de este pensamiento acerca de la otredad, se sitúa el filósofo Lévinas,
quien se refiere a la ética como una relación básica (y fundacional) con lo ajeno, con lo otro que no
somos pero a lo que debemos el propio ser. Para Lévinas, en efecto, la ética precede a toda
sabiduría y entronca con profundidades muy por debajo de los discursos y las elaboraciones
racionales. En este sentido, los profesores Mèlich y Bárcena apuntan a una educación que se haga
cargo del otro, que lo acoja y tenga en cuenta su rostro. Y un necesario camino en este proceso
pasa por la asunción de que:
El otro, es decir, la memoria de la víctima, sabe lo que el vencedor ha olvidado: que el presente no
es solo el efecto de la acción del vencedor sino también que está construido sobre los cadáveres de
las víctimas (Mèlich y Bárcena, 1999, p. 478).
Es decir, el reconocimiento del rostro del otro requiere el reconocimiento del sufrimiento en la
historia humana. En este sentido:
Auschwitz nos enseña que nada puede ser ajeno a un posicionamiento ético. Un posicionamiento
ético significa tomarse en serio al otro, es decir, poner al otro como punto de partida. El dolor del
otro, del que no tiene poder, del que no tiene palabra, es también mi dolor, un dolor que es
constitutivo de mi subjetividad humana (Mèlich, 2004, p. 131).
En cierta obra, también el profesor Reyes Mate se refiere a la memoria de ese otro silenciado,
como el lodazal de invisible sufrimiento donde se hunden los cimientos de la civilización (Reyes
Mate, 2003).
Para Freire, también, el hombre se realiza y se encuentra a sí mismo como ser en relación con un
otro desbordante. La necesaria presencia del otro frente a una radical soledad fundamenta el
énfasis de la pedagogía freiriana puesto en una suerte de diálogo horizontal cuyo aspecto principal
es la escucha activa. Es solo así que la persona puede salir de sí y mejorar su existencia, más allá de
las meras necesidades empíricas básicas, perfeccionándose. Y esta transitividad, como apertura a la
relación y realización de la misma, es lo normal en el ser humano, lo que se adecua a sus
necesidades y naturaleza profunda.
El diálogo como encuentro de los hombres para la «pronunciación» del mundo es una condición
fundamental para su verdadera humanización (Freire, 1992, p. 178).
Solo desde el diálogo puede el ser humano, y la persona concreta, ir conociéndose como ser en
permanente reconstrucción en un mundo también en continua reelaboración.
Todo esto remite a una fundamental apertura del hombre y la historia, cuestión que también
aparece considerada de manera especial por el personalismo cristiano de Mounier. Hay una gran
afinidad entre Mounier y la pedagogía freiriana. Para Freire, educar también consistiría en mostrar
implícitamente que no existen planes a priori, que solo las elecciones personales del educando
constituirán su futuro. Así, la función de los educadores sería acercar su libertad al educando y
mostrársela. Dicho de otro modo, el educador educaría para cierta responsabilidad (y desde cierta
196
responsabilidad hacia el otro, añadiría Lévinas). En términos semejantes define Sartre la función
pedagógica del existencialismo:
[...] el primer paso del existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es y hacer
descansar sobre él la responsabilidad total de su existencia (Sartre, 1996, p. 22).
El existencialismo sartreano también destaca esta apertura del hombre, y de él puede
desprenderse la necesidad de una humildad que consiste en saber que no hay escrito un destino, ni
glorioso, ni miserable. El educador, desde esta perspectiva, debería partir de la profundización en
el momento presente. De hecho, partir de la realidad del educando es la única forma de impedir
una relación violenta, de no violentarlo y, por tanto, de no bancarizar la educación.
La libertad y el compromiso vertebran, pues, toda acción educativa. Estos son los ejes de la
educación personalista que propugna Mounier (Mounier, 2002, pp. 437-444). El personalismo
cristiano sintetiza, como hemos dicho, gran parte del enfoque y los planteamientos que cimentan
la pedagogía de la liberación freiriana. De manera reveladora, Mounier afirma:
La educación no mira esencialmente ni al ciudadano, ni al profesional, ni al personaje social. No
tiene como función rectora hacer unos ciudadanos conscientes, unos buenos patriotas o pequeños
fascistas, o pequeños comunistas o pequeños mundanos. Tiene como misión despertar personas
capaces de vivir y de comprometerse como personas (Mounier, 2002, p. 437).
La concepción antropológica de una persona esencialmente libre, comprometida con unos valores
y abierta al otro caracteriza la visión de este autor. Para él, la continua transformación de lo
humano resulta el rasgo vital y definitorio de la existencia. Una visión dinámica frente a la visión
estática que caracteriza a las concepciones que Freire denomina «bancarias».
La persona realizada por su relación con el mundo y con los demás seres humanos, por una parte, y
la apertura e indeterminación de su destino, por otra, parecen el punto «final» de la pedagogía de
la liberación que desarrolla Paulo Freire. Aunque el diálogo, además de punto final, es el medio
continuamente presente en la pedagogía, si esta pretende ser liberadora, o sea, si pretende
generar un cauce de expresión y elaboración humana de la realidad. Como ya expresé
anteriormente, el fin siempre está presente en los medios. Citando de nuevo al filósofo
latinoamericano Enrique Dussel, deseo señalar en este sentido que la pedagogía de Freire:
[...] es una pedagogía planetaria que se propone el surgimiento de una conciencia ético-crítica. Su
acción educadora tiende, entonces, no solo a un mejoramiento cognitivo, aun de las víctimas
sociales, o afectivo pulsional, sino a la producción de una conciencia ético-crítica que se origina en
las mismas víctimas por ser los sujetos históricos privilegiados de su propia liberación. El acto
pedagógico crítico se ejerce en el sujeto mismo y en su praxis de transformación: la liberación así es
el «lugar» y el «propósito» de esta pedagogía (Dussel, 2002, p. 439).
6.
Conclusión
Para finalizar, solo quiero expresar una escueta reflexión: he señalado que la pedagogía del
oprimido de Paulo Freire supone una síntesis de importantes corrientes filosóficas del siglo xx
aplicadas al quehacer educativo; pero, sobre todo, deseo destacar que, si bien es cierto que la
pedagogía del oprimido encaja, lógicamente, con la realidad del Tercer Mundo y en ella encuentra
su eco y razón de ser, creo que, si el Tercer Mundo es un producto del primero y ambos mundos se
relacionan como dos caras de una misma moneda, Freire tiene pleno sentido universal. Espero
haber mostrado lo suficiente este punto. El pedagogo brasileño nos enseña que en el hecho de
tomar en cuenta al otro nos va la propia vida. Sin duda, la utopía de los seres humanos
colaborando, conversando y, sobre todo, escuchándose, está llena de sentido y vigencia.
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197
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Trilla, Jaume (coord.) (2002): El legado pedagógico del siglo xx para la escuela del siglo xxi.
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Notas
199
* Profesor adscrito al Departamento de Pedagogía, Facultad de Ciencias de la Educación,
Universidad de Granada (España).
1 Las influencias intelectuales de Freire aparecen enumeradas, por ejemplo, por Rogelio Blanco
(Blanco, 1982: 17-19) y Enrique Dussel (Dussel, 2002, p. 439). El propio pedagogo, en alguna
ocasión, enumera los autores y lecturas que realizó y que le influyeron (V. g. Freire, 2002, p. 17).
Pero como él mismo resaltó, a menudo las principales fuentes que fueron inspirando su pedagogía
no fueron otras que las situaciones existenciales y vitales que le tocó en suerte vivir; en definitiva,
su vida, sus amigos, sus conversaciones. Así queda claro, por ejemplo, a lo largo de su libro
Pedagogía de la esperanza (Freire, 2002) lo que es enormemente coherente con su pedagogía,
pues en ella no hay una separación entre la vida y la teoría. Nuestro pedagogo elaboró su
pensamiento, en primer lugar, en su interacción con otras personas. Acerca de la contribución de
Freire al esclarecimiento de la naturaleza de la teoría y la práctica afirma Giroux que en él «la teoría
debe contemplarse como la producción de formas de discurso que surgen a partir de diversas
situaciones sociales específicas» (Giroux, 1997, p. 169).
Entrevista con Jacques Rancière: potencias y problemas de
una política del 99% // Amador Fernández-Savater
http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/2016/06/entrevista-con-jacques-ranciere.html
Con una nueva introducción para su edición en Francia (en el marco de la Nuit Debout), volvemos a
publicar esta entrevista al filósofo francés Jacques Rancière sobre las potencias y los problemas del
nuevo paradigma de política ciudadana y no partidista que emergió a partir del 15-M en España.
A 5 años vista, ¿cómo entender el 15M, el movimiento que en Francia se conoce como “los
indignados”? Cada cual toma su decisión al respecto. Hay quien lo ve como un fogonazo en la
noche, hermoso pero sin porvenir. Otros lo conciben como una mera antesala que hizo posible la
aparición de “la política de verdad”: Podemos, etc. En cambio, algunos lo asumimos más bien como
un nuevo comienzo, un nuevo punto de partida. Ni como algo sin porvenir, ni como algo cuya
verdad sería otra cosa, sino como una potencia que abre el futuro.
¿En qué sentido? El 15M amplió lo posible: por ejemplo, la posibilidad de pensar-hacer una política
al alcance de cualquiera, ya no sólo de los partidos políticos, la izquierda o los movimientos
sociales; la posibilidad de pensar-hacer una política radical -en tanto que plantea preguntas de raíz
sobre la vida en común- y a la vez masiva, no autorreferente o identitaria; la posibilidad de pensarhacer una política no separada, sino entrelazada con la vida, a la que transforma y de la que se
alimenta, etc.
Estos posibles son como semillas frágiles que necesitan tiempo y cuidado para prender, brotar y
dar fruto. ¿Frágiles en qué sentido? Los nuevos puntos de partida son siempre inciertos e impuros,
incorrectos e ilegítimos para las miradas ya establecidas. Mirar una novedad como el 15M desde un
saber previo es ver sus carencias y no sus potencias.
Así, para la izquierda tradicional, el 15M era un movimiento sin memoria (“adanista”), mal o poco
situado ideológicamente, mal o poco situado sociológicamente, sin líderes, programa ni
organización, etc. Por su lado, para la izquierda radical el 15M era un movimiento inmaduro,
pacifista ingenuo, reformista, demasiado ambiguo y mezclado con la normalidad de este mundo
(en el uso las redes sociales y tantas otras cosas). Desde el deber-ser, a la realidad siempre le falta
algo, nunca está a la altura. Es una forma de mirar triste y entristecedora.
200
Si lo que queremos en cambio es cuidar y prolongar la potencia inscrita en las semillas, hay que
atreverse a sostener lo incierto e impuro, dejarse impregnar por ello, suspender las respuestas
previas y partir de un no-saber (lo que tiene que pasar, cómo se hacen las cosas). Y desde ahí, se
trata de crear formas de organización que favorezcan el crecimiento de las posibilidades abiertas,
formas de pensamiento que las hagan comprensibles, comunicables, comunes.
Fue en ese sentido que quisimos en su día entrevistar a Jacques Rancière, uno de los pocos
filósofos (entre los muy conocidos) que ha prestado atención y ha dado valor al 15M -y a los
movimientos de las plazas en general-, sin considerarlo desde sus “limitaciones”, sino más bien
desde sus potencias. Y le planteamos una serie de preguntas que se planteaban también en el
interior del movimiento: cómo pensar la inclusividad, la figura del enemigo, la tecnología, qué es
una victoria o un logro en política... El resultado es un momento de encuentro entre el
pensamiento de Rancière y el 15M.
Ahora que en la Nuit Debout la referencia al 15M es constante, esta entrevista -publicada hasta
ahora solamente en español, en 2014- tiene de nuevo una actualidad. No se trata con ella de
ningún modo de “decir la verdad” del 15M, de transmitir ningún modelo o receta. En realidad, cada
movimiento interpreta a los demás y esa interpretación tiene mucho de traducción y
reapropiación. La “conversación entre plazas” está siempre llena de malentendidos y esos
malentendidos son creadores. En el 15M nos pasó con la primavera árabe: no sabíamos
exactamente lo que había pasado, pero la plaza Tahrir funcionaba como ejemplo y referencia
inspiradora. Esta entrevista con Rancière es una aportación más a esa conversación entre
movimientos, pero una aportación especial que lee el 15M como una intensidad que abre y da
lugar, no como carencia y falta con respecto a lo que debiera-ser.
***
1- Sobre la inclusividad y la “política del cualquiera". El primer 15-M de las plazas llamó
“inclusividad” a algo que podría resonar con lo que usted ha nombrado como una “política de
cualquiera”. En sus maneras de hacer y decir, trató siempre de que cupiese cualquiera, de
interpelar a cualquiera, sin dirigirse a bloques o grupos determinados (sociológicos o ideológicos),
sino más bien a personas singulares y a un 99% simbólico. Las banderas y las siglas (y en general
todas las señas identitarias que provocaban división) quedaron desde el primer momento fuera de
la Puerta del Sol.
Pero hay quien piensa que ese “nosotros abierto” se consiguió al precio de borrar u ocultar las
diferencias y los conflictos internos. Por ejemplo, las diferencias de acceso a ese “nosotros” entre
ciudadanos con papeles e inmigrantes sin papeles. El cualquiera del que usted habla, ¿es abstracto?
En las manifestaciones de la “política de cualquiera” que usted ha investigado, ¿cómo se piensa y
se elabora esa relación entre el cualquiera y las identidades-diferencias particulares?
Jacques Rancière. Es importante comprender que hay dos figuras del “cualquiera”. En primer lugar,
el sujeto de la política es el sujeto creado por la acción política misma, el sujeto creado por una
manifestación y una enunciación colectiva, el sujeto que se crea cuando la acción política dice
“nosotros”.
Esto significa que una subjetivación se define, no por una identidad previa, sino por los actos que
genera, por la modificación que estos actos ocasionan en el tejido normal de las identidades, los
lugares y las ocupaciones [lo que Rancière ha llamado el “reparto de lo sensible”].
El “nosotros” se distingue así del sujeto político concebido a la manera clásica de la clase y la
vanguardia porque no se define por un conjunto de propiedades, ni por una interioridad
compartida que se traduciría en acciones exteriores. No preexiste, son más bien sus propias
acciones las que lo crean.
En segundo lugar, esa afirmación colectiva se dirige a individuos cualquiera a los que propone
incluirse sin preocuparse por conocer su pertenencia social. Quienes se incluyen pueden hacerlo en
tanto que “personas”, en tanto que miembros de un grupo de afinidades personales o en tanto que
militantes de tal o cual colectivo. Lo esencial es que el “nosotros” pueda estar abierto a cualquiera
201
que lo desee. De hecho, la suspensión de las identidades particulares marca generalmente el
comienzo de los movimientos, así como el retorno de los conflictos entre grupos indica muy a
menudo su declive.
Por otra parte, está claro que no todo el mundo es igual de entrada en cuanto a la posibilidad de
manifestarse y a la disponibilidad para ocupar la calle. El tema es que no se sientan excluidos por la
forma de las acciones.
En todo caso, hay que evitar tratar la relación entre 99% y 1% en términos estadísticos. Y sin duda
podemos discutir incluso de la pertinencia de la fórmula. No es 99% contra 1%, sino una figura del
pueblo contra otra. La figura de un pueblo a construir sobre la base de la presuposición igualitaria
contra el pueblo que administran nuestros gobernantes, pero también contra las “mayorías
silenciosas” a las que apelan o contra el pueblo identitario que se concentra en manifestaciones
como la “mani para todos” convocada por los que se oponen al matrimonio homosexual en
Francia.
2- Sobre la figura del enemigo. El 15-M ha estrechado muchísimo la figura del enemigo: es el 1% de
la oligarquía financiera, política y mediática. Y eso no sólo “teóricamente” o en los discursos, sino
también en las calles. Por ejemplo, en la práctica del “Stop desahucios”, la interpelación firme pero
humana hacia el otro (bombero, cerrajero, también policía) ha producido numerosas grietas bajo
los uniformes y las funciones asignadas.
¿Cómo pensar hoy la figura del enemigo, más allá de la lógica de la lucha de clases? ¿Quién es hoy
el enemigo? ¿Hay que confrontarlo, destruirlo o simplemente sustraerse a él? En resumen, ¿cómo
entender esta frase suya: “(la política crea) escenarios de interlocución que reconocen al enemigo
como parte integrante de la misma comunidad”?
Jacques Rancière. La pregunta contiene varios problemas. En primer lugar, la diferencia entre la
política y la guerra. La política es una manera de incluir al enemigo. No se trata de generosidad. La
forma misma de la acción política instituye una esfera de universalidad, y la constitución de esa
esfera sirve de test sobre la capacidad misma de las partes en lucha.
Un ejemplo. Investigué especialmente esas situaciones que pertenecen al nacimiento de la huelga
en el siglo XIX, donde los obreros instituían con los patrones una escena de discusión pública que,
para los patrones, no existía, porque la negociación de las condiciones de trabajo era para ellos un
asunto privado entre personas. Los patrones no tenían ninguna razón para aceptar esa escena de
discusión, pero ese rechazo significaba una inversión de los papeles: el colectivo obrero afirmaba
su potencia como sujeto intelectual frente a los que no veían en él más que una jauría brutal,
mientras que la capacidad de los patrones quedaba reducida simplemente a las armas de la policía.
Es cierto que esta figura de interlocución estaba muy vinculada a una lógica de la política como
lucha de clases. Hoy existe una política de la lucha de clases desarrollada por la clase capitalista
bajo la bandera de la economía y la necesidad económica, pero en el otro bando no hay apenas
nada que corresponda a lo que fue la política obrera de la lucha de clases. Es esta situación la que
traduce precisamente a su manera la fórmula del 99% contra el 1% considerada desde el punto de
vista estadístico.
Esto significa, concretamente, que no hay en la actualidad una figura fuerte de inclusión del
enemigo. Por un lado, hay una figura de separación que otorga mayor importancia a la afirmación
de autonomía que a las estrategias del conflicto y, por otro lado, la figura de las acciones violentas
simbólicas (de tipo enfrentamiento con la policía y destrucción de cajeros automáticos al final de
las manifestaciones) que, inversamente, otorga mayor importancia a la designación del enemigo
que a la afirmación colectiva. Pero también existen esas acciones que su pregunta evoca, en el
curso de las cuales se fisura el frente de los representantes de la autoridad.
No hay respuesta general: es en la acción misma donde podemos conocer al enemigo y saber cómo
comportarnos con él. No se puede “evitar” al enemigo. La cuestión es cómo nos diferenciamos de
él: o bien privilegiando una visión estratégica de los golpes que le dirigimos, o bien privilegiando la
diferencia de formas de pensamiento, de vida y de acción que le oponemos. Yo considero que es
posible adquirir más fuerza por esta segunda vía.
3- Sobre subjetividad y subjetivación. Usted ha puesto mucho énfasis en la importancia de la
subjetivación. La política no “expresa” un sujeto latente o preconstituido (como ocurre por ejemplo
202
en la teoría de Toni Negri sobre las “multitudes”), sino que lo crea. Crea un “espacio de sujeto”
donde cualquiera puede contarse.
¿Cómo pensar la relación entre nuestra vida cotidiana y ese proceso de subjetivación? La
subjetivación es ruptura y creación, pero creamos a partir de nuestra experiencia cotidiana (en el
trabajo, en la ciudad, en las redes). El filósofo Cornelius Castoriadis utilizaba el término
“elaboración” para pensar la misma cuestión en el movimiento obrero: la subjetivación obrera,
decía Castoriadis, “elabora creativamente” la experiencia cotidiana del trabajo en la fábrica.
¿Tiene sentido para usted pensar qué relación hay entre experiencia cotidiana y subjetivación?
¿Sirve de algo estudiar las situaciones de vida para pensar la política?
Jacques Rancière. Resulta claro que la subjetivación política no nace como una emergencia radical
si convenimos en que no opone un grupo a otro, sino un mundo a otro. La formación misma de ese
mundo tiene un origen doble. Por un lado, es fruto del proceso de separación que la acción misma
produce al crear otro uso del tiempo y del espacio, otros lazos entre los individuos, otros posibles
en el pensamiento. Pero también es el resultado de una multiplicidad de transformaciones en las
prácticas y las formas de vida y de pensamiento.
Hay dos grandes tipos de transformaciones “subjetivadoras” de este tipo. En primer lugar, la
creación de lazos, a través de las experiencias concretas de solidaridad en el trabajo, en la lucha,
pero también a través de las formas de intercambio que pueden experimentar las personas en la
vida cotidiana o a través de los distintos servicios que pueden prestarse entre sí. Y, en segundo
lugar, las diferentes maneras en que las personas escapan a las rigideces de su identidad: mediante
la apropiación de una cultura diferente, como por ejemplo entre los autodidactas que he
estudiado, o actualmente mediante la experiencia de los viajes y de la multiplicidad de culturas.
Una subjetivación política es el encuentro de estos dos componentes: el lazo que se opone a la
separación de los individuos y el devenir-otro que rompe con la asignación identitaria. Pensar las
transformaciones y las interacciones entre esos dos componentes nos permite salir de las
oposiciones rígidas entre lo individual y lo colectivo, entre lo cotidiano y la política. No hay
oposición entre esos dos términos, sino siempre un cierto trenzado de lo individual y lo colectivo,
del tiempo cotidiano y el tiempo del mundo.
4- Dejar de ser, politizar lo que se es. La política como subjetivación consiste de alguna manera en
“dejar de ser lo que hay que ser” e inventarse un cuerpo nuevo, capaz de otras cosas. Por ejemplo,
usted ha estudiado cómo la subjetivación obrera inventó nuevos cuerpos capaces de hablar o
escribir, dejando de ser así simples “mulas de carga”.
En torno al 15-M y sus prolongaciones, hemos visto a médicos, profesores o periodistas que, más
que dejar de ser lo que son, se activaban políticamente desde su posición. Más que abandonar su
lugar y función, lo politizaban, defendiendo el derecho universal a la salud o la educación.
¿Podemos entender esas formas de politización como subjetivaciones?
Jacques Rancière. “Politizar una función” es una expresión ambigua. La defensa del derecho
universal a la salud o a la educación no es una reivindicación específica de la profesión médica o
docente, sino una reivindicación igualitaria general.
Por supuesto, el ejercicio de la medicina, de la enseñanza, del periodismo o de la magistratura, nos
enfrenta a cuestiones muy específicas de opresión y libertad, de igualdad y desigualdad, que
suscitan energías militantes. Pero un médico que milita por el derecho al aborto o contra el
encierro psiquiátrico o que participa en un consultorio gratuito no lo hace únicamente como
médico, sino vinculando su práctica de la medicina a una idea de igualdad de los sexos, de libertad
de los individuos o de solidaridad social.
Entre los militantes de los movimientos sociales y revolucionarios, siempre ha habido médicos,
abogados o profesores que han participado en la acción política sobre la base de su experiencia
profesional. Por tanto, no hay que hacer de esos compromisos una novedad que significaría el
relevo del movimiento obrero por nuevas categorías sociales o el relevo del militantismo de lo
universal por un militantismo de las especificidades.
5- Sobre lo común y las comunidades. Usted ha escrito que la idea de socialismo contiene la idea de
una gestión asociativa y democrática de los bienes comunes (la educación, la salud, los transportes,
el agua, etc.).
203
¿Qué formas de comunidad son necesarias para ello? ¿Son suficientes esas “comunidades de
aparición, azarosas y aleatorias” que según usted surgen en los “momentos políticos”?
Pensar formas cotidianas de gestión democrática y asociativa de lo común, ¿no nos obliga a pensar
en un tejido social sólido, con relaciones duraderas, compromisos fuertes e instituciones estables?
¿Es ello compatible con las subjetivaciones móviles, intermitentes y no identitarias de las
comunidades de aparición?
En definitiva, ¿puede estabilizarse un “poder de cualquiera” (o del 99%)? ¿Puede hacerlo sin recaer
en las formas jerárquicas de división del trabajo y reparto de las funciones? ¿Tiene usted
experiencias de ello en mente?
Jacques Rancière. Desde luego no me corresponde a mí encontrar la solución a los problemas en
torno a los cuales han tropezado tantos movimientos colectivos de ayer y de hoy.
Hay un primer nivel de la cuestión sobre el que se puede responder lo siguiente: la experiencia ha
demostrado que las formas de gestión común de los problemas que afectan a la comunidad no
pueden ser aplazadas sin perjuicio a un futuro subordinado a las estrategias de toma y ocupación
del poder. No se puede separar la lucha por lo común y la organización de lo común.
Una vez dicho esto, se presentan otros problemas. Por un lado, la cuestión de qué formas de
contra-sociedad igualitaria pueden establecerse en el seno mismo de la sociedad desigualitaria. Y,
por otro, la cuestión de qué formas de organización ello requiere.
Sabemos que en el pasado han existido -por ejemplo en los movimientos anarquistas o comunistas,
y especialmente en el movimiento anarquista español- formas fuertes de contra-sociedad:
cooperativas de producción, formas de vida colectivas, instituciones educativas y culturales. Es
evidente que todo ello formaba parte de una fuerza colectiva que se traducía también en medios
poderosos de lucha y una visión clara del porvenir. Los movimientos democráticos recientes han
vuelto a poner en el orden del día el aspecto de las instituciones alternativas, pero parece como si
les correspondiera a ellas constituir, de la nada, el terreno de lo común, mientras que en el pasado
era el terreno de lo común el que fundaba las instituciones alternativas. Es un problema que no se
va a resolver apelando a la espontaneidad o a la organización, ni queriendo sustituir un
militantismo de clase por un militantismo de las comunidades.
Los compromisos estables de ayer dependían más de la solidez de los horizontes de esperanza que
de las disciplinas de organización. Las “comunidades de aparición” están atravesadas por la
oposición entre identidad y subjetivación. Y la constitución de un común vivido va más allá,
forzosamente, de la acumulación de fuerzas que requieren los objetivos militantes específicos.
6- Sobre política y tecnología. El “clima” político de esta nueva política ciudadana se comunica,
extiende y amplifica a través de Internet y sus redes sociales (las más vulgares y masivas, como
Twitter y Facebook).
Desde hace ya diez años, observamos una correspondencia entre la socialización de las
herramientas comunicativas más allá del ámbito activista (de Indymedia a los blogs y las redes
sociales) y la emergencia de procesos de nueva politización protagonizados por la gente común
(desde el “no a la guerra” y la respuesta social tras el atentado del 11 de marzo de 2004 hasta el
15-M). Como si las redes hubieran ayudado a hacer más participable y móvil la cosa política.
¿Cómo pensar el uso político de las tecnologías? Está el punto de vista de la neutralidad: la
tecnología es un instrumento neutro que sirve para lo bueno y para lo malo. Y está el punto de
vista determinista: la tecnología suscita por sí sola transformaciones sociales (revolucionarias o
catastróficas). ¿Le interesa esta cuestión, le parece relevante, podría haber un tercer punto de
vista?
Jacques Ranciére. Tenemos suficientes elementos para señalar los límites de los dos puntos de
vista. Un instrumento técnico que sirve de medio de comunicación no puede ser nunca
simplemente un medio neutro para cualquier fin.
La cuestión de los “medios” siempre ha estado sobredeterminada por la relación entre los que
viven en el universo de los fines y los que están confinados en el universo de los medios: a quienes
se llamaba por esa razón hombres “mecánicos”. Dicho de otro modo, cualquier novedad técnica
entra en el seno de un determinado reparto de lo sensible donde la misma eficacia técnica está
modulada por una distribución de las capacidades y los papeles sociales. De modo que una
novedad técnica no se basta a sí misma para definir un nuevo reparto de lo sensible.
204
La tesis catastrofista reaparece ante cada nuevo medio: cine, radio, televisión, internet, redes
sociales. A pesar de lo que pueda tomar prestado a las profundidades filosóficas heideggerianas o
al rigor científico y político del marxismo, esa tesis remite siempre al viejo mito de la caverna que
presenta a los ignorantes manipulados por aquellos que mueven los hilos.
Ahora bien, a pesar de todos aquellos que asimilan Internet a la vigilancia totalitaria, las redes
sociales han servido por ejemplo en China para construir formas de información y circulación de las
ideas que se oponen al monopolio del Estado policial. Y en nuestros países, supuestamente
abocados al individualismo consumidor, han permitido que las personas separadas entre sí por las
nuevas formas de trabajo se comuniquen, se encuentren, reconozcan lo que les une y tomen
confianza. De ese modo han proporcionado una figura material al poder de los anónimos.
Pero ese efecto no es inherente al medio técnico. Cada día constatamos que el mismo medio es
también una vía de expresión y difusión de todos los fantasmas identitarios, racistas, sexistas y
demás.
7- Sobre la subjetividad neoliberal. Si el poder consiste en la producción de subjetividad, ¿cuál es la
subjetividad que se produce hoy en día? ¿Existe algo así como una “subjetividad neoliberal”? ¿En
qué consiste? ¿Podríamos hablar, en este sentido, de un poder que no está fuera de nosotros, sino
que nos atraviesa y conforma evitando sin embargo los efectos despotenciadores de
“naturalización”, “victimización” o “culpabilización”?
Jacques Rancière. Hay que resistirse a todas las descripciones del mundo contemporáneo que nos
lo presentan como un mundo homogeneizado por la ley del mercado que configura una pequeña
burguesía globalizada. Muy al contrario, lo que llamamos neoliberalismo es un proceso de
diferenciación extrema.
¿Cuál es la subjetividad “neoliberal” de los obreros y las obreras de Bangladesh que fabrican -por
un salario que recientemente ha alcanzado los 65 dólares al mes- los jerséis que se venden en
nuestros supermercados? ¿Y la de los obreros migrantes chinos, sometidos a un régimen de
pasaportes interno que recuerda a las cartillas obreras del siglo XIX en Europa?
En nuestros propios países europeos, el neoliberalismo no suele producir las formas de conciencia
“liberal” supuestamente homogéneas con respecto al culto de la libre empresa y la libre circulación
de capitales y mercancías. La violencia de las manifestaciones contra el matrimonio homosexual en
Francia, el furor evangélico de los anti-abortion en Estados Unidos o las recientes leyes contra el
aborto en España prueban la vanidad de las tesis dominantes sobre la correspondencia entre
liberalismo económico y libertad sexual.
Hay, de hecho, formas múltiples de conexión y desconexión entre diferentes tipos de libertad. Por
ejemplo, las campañas en favor del consumo instruido y responsable que desarrollan diferentes
asociaciones de consumidores y grupos ecologistas que se presentan como opuestos al sistema
dominante refuerzan a menudo el modelo dominante de “libertad” propuesto por el sistema: el de
la libertad como instancia de elección, guiada por el conocimiento.
Por otro lado, cierta interiorización del modelo neoliberal ha tenido como efecto -positivo, al fin y
al cabo- el cuestionamiento de una fe demasiado facilona de las conciencias progresistas de mi
generación que consideraban la potencia colectiva como algo ya dado e identificaban muy
ligeramente el socialismo y la gestión estatal de los medios de producción. Y ha creado formas de
conciencia y de acción militantes para las cuales la potencia colectiva no es algo dado, sino a
construir en la acción misma.
8- ¿Qué es una victoria o un logro en política? El 15-M ha producido infinitos efectos en la
sensibilidad y la percepción del mundo, desplazando los límites de lo visible y lo invisible, de lo
posible y lo imposible, de lo tolerable y lo intolerable (el ejemplo de los desahucios es muy claro:
ahora es una cuestión de rechazo social generalizado mientras que antes era completamente
invisible y estaba absolutamente normalizado y naturalizado).
Sin embargo, como (aún) no se ha conseguido ningún gran “logro tangible” (en las leyes, en la
esfera macroeconómica o del poder político), el discurso en torno al 15-M es muy negativo,
despotenciador, triste y pesimista (“no se ha conseguido nada”, etc.). Y este relato tiene efectos
depresivos terribles.
205
¿Cómo podemos ver y valorar (y hacer ver y valorar, comunicar) esas otras “conquistas” o “logros”
de la política, como la transformación de la experiencia vital y subjetiva, sensible y perceptiva (sin
la cual, de hecho, los demás cambios no son posibles)?
Jacques Rancière. Es una contradicción inherente a las formas actuales de los movimientos
democráticos. Incluso cuando arrancan de problemas muy concretos y localizados, como los
árboles del parque Gezi en Estambul, se trata de movimientos fundamentalmente diferentes de los
movimientos reivindicativos que pueden contar sus victorias en términos de modificaciones
inscritas en la ley.
Uno puede estar contento o decepcionado con aquello que los poderes públicos conceden cuando
se les pide alguna cosa concreta. Cuando no se les pide nada, cuando se construye la acción sobre
la distancia misma con respecto a esas demandas, está claro que, si el viejo mundo no se hunde por
sí solo, nos acecha la depresión que nos lleva a decir: nada puede cambiar, o bien, hay que volver a
los viejos modelos de las organizaciones revolucionarias o progresistas.
La cuestión que se plantea aquí es saber qué entendemos por un movimiento autónomo.
Efectivamente, es muy importante insistir sobre el aspecto de la transformación subjetiva y sobre
la necesidad de preservarlo preservando, a su vez, la autonomía de los movimientos con respecto a
las organizaciones político-sindicales y al sistema de demandas dirigidas al Estado que funciona
como marco de su acción.
Pero esa transformación no puede mantenerse por sí sola como propiedad de un colectivo. Debe
verificarse constantemente. Y lo hace a través de las acciones que desarrolla, como esas luchas
contra los desahucios, o las formas concretas de lo común que crea, pero también a través de su
capacidad para llevar a cabo campañas públicas por la transformación de las leyes y las
instituciones.
Es posible actuar como una fuerza autónoma que consigue victorias inscritas en la ley y las
instituciones, manteniéndose al mismo tiempo a distancia del juego que pretende obtener lugares
en el aparato de Estado. O en todo caso es posible intentarlo, unir la autonomía del movimiento y
la acción que define objetivos por alcanzar en la relación de fuerzas, tal y como esta se inscribe
también en la ley y las instituciones.
Pero el problema más importante es saber cómo la conquista de momentos de igualdad en el
mundo de la desigualdad se articula con la perspectiva de un nuevo mundo de igualdad. Más allá
de las banalidades sobre la espontaneidad y la organización, hay un problema que uno puede ya
encontrar en los movimientos de emancipación del pasado: la emancipación es una manera de vivir
como iguales en el mundo de la desigualdad. Y esa manera de vivir bien puede ser autosuficiente.
Es decir que, tal vez, aquellos y aquellas que han vivido esos momentos de igualdad no deseen
nada más.
La traducción ha sido posible gracias a la ayuda de Álvaro García-Ormaerchea, Jordi Carmona,
Javier Bassas, Pablo Bustinduy y Álvaro.
¿Hay una historia del Estado-nación?
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060701
La pregunta que hacemos, puede tener varias respuestas. Si consideramos a la historia escrita y
publicada, lo hay. Empero, si consideramos que se trata de la descripción y recuperación del
pasado, en los términos del rearmado de la historia, como ciencia, la respuesta no es tan fácil;
puede implicar una negación, que adquiere distintas connotaciones. Una de ellas: no hay una
historia del Estado-nación, pues se trata de la historia efectiva de las sociedades, que construyen
instituciones y estados, como aparatos de organización y de administración de las prácticas y
relaciones sociales desplegadas. Aparatos que adquieren estabilidad y se consolidan, cuando
edifican al Estado y sus mallas institucionales. Otra de ellas: no hay una historia del Estado, de la
misma manera que no puede haber una teoría general del Estado, sino una teoría particular del
Estado, según la conclusión de Nicos Poulantzas. ¿Esto equivaldría a decir que es posible una
historia particular de un Estado-nación específico? Pero, también, pueden darse respuestas
afirmativas, en distintas versiones. Una de estas: hay historia del Estado-nación, que es el pasado
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de los actuales Estado-nación; pasado reconstruido por las investigaciones históricas. Otra de estas:
hay una historia del Estado-nación, comprendiendo historia como narrativa, en el presente, de la
reinvención del pasado. Sin embargo, no se trata tanto de inclinarse a las respuestas negativas o a
las respuestas afirmativas, sino de comprender la problemática del Estado-nación, se lo haga con
metodologías de la historia o se lo haga con metodologías de la sociología.
Raúl Prada Alcoreza
Raúl Prada AlcorezaEscritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés.
Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a
los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y exviceministro de planificación estratégica. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y
del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea
Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado:
Campo de batalla.
La pregunta, entonces, parece ser: ¿Cuál es la problemática del Estado-nación? Ciertamente se han
dado, al respecto, distintas tesis. De las tesis conservadoras, la que parece expresar
adecuadamente la perspectiva de las oligarquías, es la que considera que el Estado-nación se ha
quedado rezagado porque no se ha logrado modernizar el Estado; es decir, no se ha logrado
institucionalizar el Estado, porque el país está habitado por comunidades pre-modernas. De las
tesis liberales, la que parece que refleja el punto de vista de la burguesía minera, es la que
considera que el Estado-nación no se ha constituido completamente, debido a que no se respeta la
propiedad privada, ni se incentiva a las empresas económicas pujantes. De las tesis populistas, la
que expresa fehacientemente la “ideología” del nacionalismo revolucionario, es la que asevera que,
a pesar de la revolución nacional, que nacionaliza los recursos naturales, la guerra contra la antinación no ha concluido. La anti-nación ha boicoteado el proyecto nacional del Estado-nación. De las
tesis neoliberales, la que parece definir claramente su concepción económica y política, es la que
dice que el Estado-nación es inviable, cuando se tiene un Estado proteccionista, que no deja libre a
las fuerzas emprendedoras. Es en el libre mercado y en la libre empresa donde se pueden
encontrar los cimientos del Estado-nación. De las tesis neo-populistas de los gobiernos
progresistas, la que expresa adecuadamente la cosmovisión del socialismo del siglo XXI y del
“socialismo comunitario”, es la que supone que el Estado-nación es superado, descolonizado, por la
realización del Estado Plurinacional; Estado indígena y mestizo, defensor de los derechos de la
madre tierra.
¿Entonces, cuál es la problemática? No es, por cierto, lo que ven como problema, cada una de
estas “ideologías”, sino la problemática emergida de la lucha de clases, en distintos contextos y
periodos. ¿Cómo definir esta problemática? Parece que lo más apropiado es estudiando las crisis
políticas, sociales y económicas de los Estado-nación. En esta búsqueda, nos hemos encontrado
con crisis de legitimidad, con crisis económicas y con crisis política, también crisis institucionales,
que ocasionan vacíos políticos, así como que desencadenan crisis sociales. Ahora bien, la pregunta
es: ¿Por qué se han dado estas crisis? De acuerdo a los análisis efectuados, que podemos llamarlos
históricos, en la medida que realizamos una mirada retrospectiva del pasado, en gran parte se debe
a que la oligarquía se encarama en el poder, no la burguesía; oligarquía que es la herencia
encarnada del legado colonial, en un Estado que se declara liberal, después de la independencia.
Obstruyendo el desenvolvimiento de la república, convirtiéndola en una representación jurídica,
cuando efectivamente, a pesar de la Constitución, la forma de gubernamentalidad tiene todas las
características coloniales.
¿Es posible que el Estado-nación haya emergido precisamente de una crisis y en una crisis, sea
producto de la crisis? En ensayos anteriores nos acercamos a la tesis de Giorgio Agamben, que
plantea que el Estado como tal emerge de la situación caracterizada como Estado de excepción[1].
¿Qué implica enunciar que el Estado-nación nace, emerge y de edifica en la crisis? Por lo menos,
207
como hipótesis interpretativa, el enunciado es sugerente. Hay varias posibilidades; por ejemplo,
que el Estado emerge para resolver precisamente la crisis. Esto implica que el Estado es un sistema
no solo para reducir la complejidad, que plantea el entorno, produciendo mayor complejidad
interna, sino es una maquinaria para resolver la crisis en relación al entorno, ¿produciendo más
crisis interna? Esta es una buena pregunta, manteniendo la misma en la perspectiva de la teoría de
sistemas autopoiéticos.
¿Qué significa resolver la crisis respecto a las relaciones del entorno y a las relaciones con el
entorno? ¿Qué significa producir más crisis interna? La crisis en el entorno y con el entorno puede
denotar y connotar la problemática, que afronta la sociedad humana de referencia. Problemática
que aparece como tal cuando la sociedad considera al entorno como amenaza, cuando considera a
la relación con el entorno como desafío; buscando que la relación se convierta en control y
dominación sobre la naturaleza, de parte de la sociedad. La problemática aparece, en la mirada
humana, como crisis. Crisis de las relaciones con el entorno, crisis en el entorno, vista desde la
mirada humana. Crisis que se puede interpretar como manifestación de desajustes, como
desequilibrios, como pérdida de sincronización, así como de armonía. Crisis que también puede ser
comprendida como no-realización, como proceso o procesos truncados. Conocemos otras
interpretaciones de la crisis, mas adheridas a las costumbres y hábitos, así como a las “ideológicas”;
como, por ejemplo, la crisis económica, la crisis del capitalismo, la crisis política, la crisis cultural, la
crisis ética y moral. Se puede seguir con la lista; empero, de lo que se trata es comprender la crisis
en las dinámicas de su complejidad desbordante y abrumadora. Comprender el concepto crisis;
sobre todo, comprender el acontecimiento de la crisis, en su dinámica destructiva.
La crisis se presenta en el desvanecimiento de las instituciones. Hablando del Estado, la crisis se
manifiesta como fractura del Estado; más suavemente, como fragmentación dispersante; más
gravemente, como diseminación. Se ha adecuado el término crisis, para referirse a crisis
específicas; por ejemplo, las crisis mencionadas anteriormente, haciéndose presentes en estos
desafortunados desmoronamientos, en las condiciones concretas que se dan. En todas las
manifestaciones, formas de efectuación, de la crisis, sean generales o específicas, el fenómeno de
la crisis parece generar análogas regularidades de los recorridos, procesos y comportamientos
dados, en estos lapsos aciagos. Regularidades de estos procesos de desajuste, descohesión,
desvinculación, desequilibro, que hacen a la coyuntura álgida; incluso en el caso de la crisis
especifica del capitalismo, aludiendo a ésta por la disminución de los ritmos de acumulación, por el
truncamiento de la realización de las mercancías en dinero, por la tendencia a la decreciente tasa
de ganancia; así como, en referencia, por los paros de la producción. Las variadas formas de crisis,
de acuerdo a las caracterizaciones definidas, muestran regularidades en su desenvolvimiento; estos
son los síntomas de desajustes, descohesiones, desequilibrios, destrucciones, descomposiciones. La
crisis aparece como fenómeno contrario a la integración, a la composición, a la vinculación; así
como contrastando con la sincronización, también con la asociación. Para dar una figura ilustrativa,
ocurre como se deshilara, se desconectara, se desajustara, separando lo que estaba junto,
asociado, compuesto. La crisis, entonces, se presenta como desintegración, descomposición,
desvinculación, desincronización, des-asociación.
¿Desde la perspectiva de la complejidad, se da la paradoja de la integración/desintegración? En
otras palabras, ¿podemos decir que la paradoja integración/desintegración es precisamente la
paradoja de la crisis? Por ejemplo, decir que la crisis reside en la estabilidad, en el equilibrio, en la
armonía, en la integración. ¿Cómo puede ocurrir esto? La integración corresponde a la asociación
de composiciones combinadas y de combinaciones de composiciones; es decir, se integra lo que
está suelto, lo que es parte, lo que es unidad disociada, mejor dicho, no asociada. Por lo tanto, esta
condición de la integración al responder a las asociaciones, como que contiene la posibilidad de la
desintegración, al encontrarse compuesta por unidades, que pueden ser aislables, perdiendo los
vínculos de su asociación.
Lo sugerente de esta hipótesis epistemológica, es esta complementariedad en lo contrastante. La
crisis no podría darse sin esta complementariedad contrastante de integración y desintegración. La
crisis, entonces, al ser, por así decirlo, el resultado de esta paradoja, nos muestra una
fenomenología mayor a la crisis; puesto que se trata de la dinámica de una paradoja, que relaciona
crisis y no-crisis. Llamemos provisionalmente armonía o equilibrio a esta no-crisis; entonces, la
208
paradoja seria del equilibrio/crisis. ¿Qué nombre darle a esta dinámica paradójica? Llamémosla,
por el momento, paradoja X; paradoja que corresponde a la dinámica movida por el contraste
entre equilibrio y crisis. La crisis se sostiene en el equilibrio; es como la preservación del equilibro
dinámico, como una constante, la que da lugar a imperceptibles desplazamientos, que pueden
considerarse como imperceptibles desequilibrios. Aunque parezca extraño, la hipótesis sugiere que
precisamente el preservar el equilibrio es lo que causa la crisis. La sugerencia sobre el nombre de
esta paradoja es la de denominarla como la paradoja de la transformación. En consecuencia, la
transformación es un acontecimiento paradójico.
Esta redefinición del concepto de transformación, replantea el sentido, el significado y la
connotación de transformación. Es como decir que la transformación se da cuando repite lo
mismo; sin embargo, lo mismo es diferente, pues al repetir se produce la diferencia. Dicho de
modo filosófico, la transformación es como el eterno retorno de lo mismo de la diferencia. Lo
sugerente de esta hipótesis teórica, es que sale de la esfera connotativa de entender la
transformación en el marco del prejuicio de la evolución. La hipótesis no nos habla de evolución,
sino de la repetición del mismo, que siempre es diferente, debido a la recurrencia. Esta
transformación esférica, es un círculo virtuoso.
Desde la perspectiva de la paradoja de la transformación, la crisis no es una negación del equilibro,
la crisis no es lo opuesto de la armonía, sino, mas bien, su complemento. La crisis no es la
contradicción al equilibrio, en la dialéctica que supera esta contradicción mediante la síntesis
lógica, que afirma el equilibrio en una esfera mayor. La crisis es alteración del equilibrio, alteración
que afirma el equilibrio.
La modernidad, al oponer equilibrio a crisis, al optar por uno de los polos, por así decirlo, de la
paradoja, detiene su dinámica, ocasionando el estancamiento. Al creer que mantener el equilibrio
es preservar sus estructuras definidas, sus instituciones constituidas, lo que ha ocasionado, mas
bien, es la destrucción del equilibrio dinámico, al tratar de mantenerlo en estructuras e
instituciones anacrónicas. La ironía de la historia, para decirlo figurativamente, es que la
modernidad al querer evitar la crisis ha ocasionado, mas bien, más crisis; crisis separada del
equilibrio; debido a la interrupción de la dinámica paradójica. De lo que se trata es de manejar, por
así decirlo, la paradoja de la transformación, creando nuevos equilibrios, afirmados por nuevas
crisis.
Si asumimos esta hipótesis teórica de la paradoja de la transformación, nos encontraríamos,
supuestamente, en condiciones de replantear la cuestión estatal. Se ha supuesto que el Estado es
sinónimo de equilibrio; su misma palabra lo dice. Entonces, mantener el equilibrio resulta lograr la
preservación del Estado dinámico, de toda su estructura institucional dinámica. Al reducir el
equilibrio al orden institucional, se termina fosilizando el equilibrio, que pierde la dinámica que lo
constituye. La crisis, como opuesta al equilibrio, también se estanca, al perder sua dinámica. En
consecuencia, la crisis separada de la paradoja, la crisis vista negativamente, como catástrofe, se
evidencia como producto del dualismo esquemático de la modernidad. Al separar equilibrio y crisis,
la modernidad ha desactivado la formación del equilibro y ocasionado la crisis permanente del
Estado, la crisis orgánica del capitalismo, la crisis genética del poder, la crisis múltiple del sistemamundo.
Ahora bien, después de la exposición conceptual sobre la paradoja de la transformación, debemos
preguntarnos ¿qué es el Estado-nación desde esta perspectiva paradójica? Manteniendo todavía
los nombres modernos heredados, en la dinámica paradójica social, la paradoja aparece como
paradoja sociedad/Estado, generados en la dinámica paradójica de la organización. El Estado reside
en la sociedad; la sociedad, al reproducirse, afirma al Estado dinámico, que nunca es el mismo, sino
muta y se transforma al repetirse, ocasionando diferencias, aunque sean imperceptibles. Desde la
perspectiva paradójica, hablamos de una sociedad y un Estado dinámicos; no de la sociedad
institucionalizada, que ha interrumpido su dinámica, no del Estado cristalizado en sus instituciones
anacrónicas, que ha interrumpido su dinámica. Al acaecer estas interrupciones, debido a la
separación entre Estado y sociedad, separación efectuada como economía política del Estado,
asistimos a la congelación de estructuras separadas, que lo único que pueden hacer es repetirse sin
cambiar; en otras palabras, mantenerse en la inercia.
209
El Estado-nación del que habla la ciencia política es pues este Estado separado de la sociedad, esta
maquinaria, este aparataje aislado de la sociedad; en suspenso, separado de la dinámica que le dio
nacimiento. Cosificado y convertido en un fetiche institucional. Hacer teoría de este Estado-nación
es como convertir en objeto de conocimiento a una momia, que, por cierto no deja de dar
información a partir de las huellas inscritas; pero, se trata de un conocimiento arqueológico. La
comprensión, el entendimiento y los conocimientos vitales se encuentran en relación con las
dinámicas paradójicas. Dinámicas, que si bien han sido descartadas por el sistema-mundo
capitalista, en su estructural funcionamiento institucional, no han desaparecido en el tejido
espacio-temporal-territorial-social no institucionalizado; no han desaparecido de la complejidad
dinámica, sinónimo de realidad efectiva. En consecuencia, la tarea es comprender las dinámicas
paradójicas no capturadas ni interrumpidas por la economía política generalizada.
Lograr el conocimiento aproximado de la paradoja de la organización, del devenir organización.
Desde esta perspectiva paradójica, el devenir organización está más acá y más allá del Estado
interrumpido, del Estado separado. El Estado o la “ideología” estatalista ha reducido la
organización, la capacidad de organización, a imagen y semejanza de sí mismo, como si hubiese
una sola forma, un solo modelo de organización, que es ésta, estampada por la economía política
generalizada.
Si podemos hablar todavía de historia, como herencia, concretamente hablar de historia política,
sería como historia presentista, acaecida en el presente, encontrando en la arqueología de las
huellas del pasado, la posibilidad de elaborar la narrativa histórica, que no es el pasado, pues éste
ya no está. Sino una representancia, como denomina Paul Ricoeur[2]; es decir, una interpretación
basada en fuentes. En estas condiciones, la historia como representancia tiene como referente la
historia efectiva, que ya es inalcanzable, empero interpretable; configurada y reconfigurada, por
medio de la narrativa histórica, que resuelve las antinomias de la historia mediante el recurso de la
ficción.
Ninguna historia dice la verdad del pasado. Esto es apenas una pretensión de la corriente
positivista de la historia. La historia ayuda a comprender a los humanos del presente lo que llaman
pasado y ha quedado como archi-escrituras hendidas como huellas. Desde este punto de vista, la
historia adecuada no es la historia del Estado-nación en la modernidad, pues sería la historia de
una estructura separada, cristalizada, interrumpida y congelada. La historia que conviene al
presente es la historia de la dinámica de la organización, aunque exilada en las sombras y en los
márgenes de un sistema-mundo iluminado. Es decir, la historia del despojo y desposesión de la
potencia social, que es, al mismo tiempo, la historia de la “ideología” del Estado.--- NOTAS
[1] Ver Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
[2] Ve Tiempo y Narración, Tomos I, II y III. Siglo XXI; México.
Gobierno extraviado
Raúl Prada Alcoreza
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2016060702
¿Qué se puede decir de un equipo, cuando después de perder un partido de futbol - que tiene dos
tiempos, sino no hubiera habido un resultado -, cuando el equipo derrotado desconoce su derrota,
y dice que tiene derecho a la “revancha”; fuera del cronograma y las reglas del juego, aceptadas
por todos los equipos? No solamente que es un “mal perdedor”, sino que le importan un comino
las reglas del juego, que tiene poco respeto a los hinchas de su equipo y del otro, que cree que
puede desechar las reglas del juego, inventarse otras a su capricho. Los entusiastas del futbol dirían
que ese equipo, “mal perdedor”, está chiflado.
Raúl Prada Alcoreza
Raúl Prada AlcorezaEscritor, docente-investigador de la Universidad Mayor de San Andrés.
Demógrafo. Miembro de Comuna, colectivo vinculado a los movimientos sociales antisistémicos y a
los movimientos descolonizadores de las naciones y pueblos indígenas. Ex-constituyente y exviceministro de planificación estratégica. Asesor de las organizaciones indígenas del CONAMAQ y
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del CIDOB. Sus últimas publicaciones fueron: Largo Octubre, Horizontes de la Asamblea
Constituyente y Subversiones indígenas. Su última publicación colectiva con Comuna es Estado:
Campo de batalla.
Lo mismo pasa con un partido político gobernante, su presidente y vicepresidente, los ministros, el
Congreso, los que se hacen llamar dirigentes de los movimientos sociales, y no son más que
dirigentes impuestos por el gobierno, desconociendo la democracia sindical. Toda esta gente ha
decidido desconocer las reglas del juego de la democracia institucionalizada; donde ellos se
encuentran y además por este juego democrático llegaron al poder. ¿Qué se puede pensar de
gente así? ¿Qué clase de subjetividad es esta?
No sirve de nada recurrir al discurso “ideológico” y considerarlo para responder las preguntas. El
discurso “ideológico”, en la era de la simulación sirve para encubrir actitudes, acciones, prácticas
políticas, que no condicen con el discurso ideológico. El debate entre “oficialismo” y “oposición” se
mueve en la querella “ideológica”. La “oposición” asume como hecho lo que dice el discurso
oficialista, para justificar sus actos; considera al oficialismo como expresión de “izquierda”, incluso
“socialista”. En reciprocidad, el oficialismo considera a la “oposición” como expresión clara de la
“derecha”; entonces, desde su punto de vista “ideológico” ya está condenada y descalificada. Lo
que supone que sus discursos y sus acciones, sean las que sean, ya están justificadas, porque el
gobierno es expresión política de “izquierda”. Esta apreciación muestra abiertamente toda la
simpleza de la argumentación, que corresponde a un imaginario dualista de lo más simple, de
buenos y malos.
¿No se dan cuenta que desde la estructura normativa de la Constitución cometen delitos
constitucionales? ¿Qué sus actos son ilegales e ilegítimos? ¿Qué si lo hacen, lo que hagan no tiene
valor jurídico-político? Por lo tanto, nadie está obligado a acatar. ¿No se dan cuenta que su
ilegalismo convoca a otros ilegalismos; no solamente de parte de ellos, sino de la “oposición”,
incluso del mismo pueblo? ¿Qué es lo que les lleva a desprender esta conducta extraviada?
¿Quiénes son estos sujetos extraviados en su laberinto?
La comedia política, que desplegaron en sus gestiones de gobierno, parece haberse convertido, en
su imaginario, en la realidad. Esta comedia viene acompañada por mitos; el mito del caudillo, el
mito del “gobierno de los movimientos sociales”, el mito del “proceso de cambio”. ¿Están tan
atrapados en su comedia y en los mitos, que asumen que es así como es; entonces, sus conductas
responden a estos mitos y a esta comedia? Como se es el gran caudillo, el gran padre de la patria,
el mesías del pueblo, entonces, se puede hacer lo que guste, a su antojo. Por ejemplo, desconocer
las reglas del juego democrático, desconocer a la misma Constitución, llamar a referendo porque lo
requiere el deseo de poder y mantenerse en esta estructura de dominaciones. Esta gente ha
convertido la frase el fin justifica los medios - que no corresponde a Maquiavelo, como el sentido
común le indilga, sino a una interpretación simplona y oportunista de los analistas pos-Maquiavelo,
que fungían de asesores del poder; en aquellos tiempos, de la monarquía absoluta – en una frase
mucho más simplona: el fin soy yo y los medios están justificados por eso.
Es indispensable hacer el análisis de estas conductas políticas, de la psicología que sustenta a los
comportamientos políticos extraviados. Tratar de comprender cómo funciona esta máquina de
poder tan singular, que a pesar de denominarse, teóricamente Estado-nación, república - incluso
en la misma Constitución, modificada por capricho del Vicepresidente, pues los órganos de poder
no son otra cosa que la división de poderes y de los contrapesos de la estructura jurídico-política de
la república, a pesar de autodenominarse, sin justificación alguna, “Estado plurinacional”, aunque
no lo sea -, aunque estos conceptos se encuentran en discurso, explícitamente o implícitamente, se
comporta y funciona como una máquina de poder. Sí, pero, en condiciones barrocas, mezcladas,
ambivalentes, ambiguas; que se termina usando nombres que no corresponden a las prácticas
políticas.
Como aconsejamos, no se puede analizar este fenómeno político - que combina, extrañamente,
mimesis y despotismo, comedia y violencia simbólica, además, intermitentemente, de combinar
con violencia física -, usando los términos de “izquierda” y “derecha”, de “progresismo” y
“conservadurismo”, y otros tantos términos esquemáticos y dualistas, que forman parte de los
discursos “ideológicos”. En la era de la simulación, estos términos no son referentes útiles para el
211
análisis, aunque sean referentes imaginarios en la “ideología”. No se puede hacer un análisis si se
parte de lo que creen que son los actores políticos. Para esto, para efectuar el análisis, es
indispensable ubicar su papel en la maquina abstracta del poder, en la geopolítica del sistemamundo capitalista, en la geopolítica local del capitalismo dependiente. Si se quiere, después, se
puede contrastar esta su ubicación en el mapa de poder, con sus autodefiniciones “ideológicas”; en
otras palabras, contrastar con las autorepresentaciones de la comedia política.
Estamos ante un perfil psicológico exaltado, que sobrevalora delirantemente a su propia persona,
convirtiéndola, imaginariamente, en el centro sagrado de todo; por lo menos, de la vida política y
social del país. Este perfil psicológico viene acompañado o rodeado por otros perfiles psicológicos
que tienen, al menos alguno, un perfil psicológico parecido o equivalente, si es que no es más
delirante todavía. Los otros perfiles psicológicos, generalmente son de condescendencia; forman
parte de la comedia y de la reproducción de los mitos. Por lo tanto, se inclinan a apoyar y sostener
las pretensiones desmesuradas del “jefe”. El perfil psicológico congresal oficialista expresa un
apego sin discusión y sin reflexión a este símbolo del poder, encarnado en el caudillo. Los dirigentes
sociales, que forman parte de esta gubernamentalidad clientelar, de manera más patética se
manifiestan más que condescendientes, como alucinados seguidores, fanáticos creyentes, que les
falta poco para considerar a su “jefe” como un Dios. Ciertamente el Vicepresidente expresó
claramente una concepción parecida.
Una pregunta emerge: ¿Se trata de un movimiento político o de un movimiento religioso? Aunque
sabemos que la genealogía de la política devela el substrato religioso, que sostiene el imaginario
político, vale la pena hacerse la pregunta, que parece exageradamente contrastante y disímil, pues
se requiere comprender sobre que sentimientos se afincan estas conductas políticas extraviadas. La
hipótesis interpretativa es la siguiente: Cuando la composición en esta genealogía política expande
el imaginario religioso, más allá de su horizonte propio, invadiendo y otorgando significados, a otro
horizonte, en este caso, el político, entonces, las conductas políticas son afectadas a tal punto que
cuando se actúa en el campo político, se lo hace como si se estuviera actuando en el campo
religioso.
En el campo religioso no hay exactamente reglas del juego, sino la relación ética y moral de religar
con Dios. Se espera milagros, se busca la salvación, antes, el perdón, se promete el paraíso a
quienes cumplan con devoción el paso transitorio por la vida, e infierno a quienes no lo hagan,
transgrediendo la relación sagrada con Dios. En campo religioso la sumisión a Dios es un gozo
mayúsculo. Cuando este arquetipo se traslada al campo político, con todas las diferencias que
puedan asumirse, la política se trastoca, convirtiéndose como en una religión civil; si no es la
relación con Dios, es la relación con el símbolo patriarcal del poder, el caudillo, que, en el fondo de
los imaginarios, aparece significado como el mesías. Ante semejante interpretación, las reglas
mundanas no valen nada. Lo que importa es marchar a la salvación, que, en el caso de la política,
viene a ser el fin perseguido, que está enunciado en el programa y en los discursos oficiales.
De acuerdo a la hipótesis interpretativa lanzada, se puede sugerir que la animosidad del caudillo,
de sus entonos palaciegos, de la militancia, del Congreso, de las organizaciones sociales, es
afectivamente religiosa; animosidad que justifica, de antemano, cualquier actuación del presidente,
cualquier ocurrencia, incluso cualquier desfachatez.
Respecto a esta genealogía política singular, no tiene mucho sentido hablar de “izquierda” y
“derecha”, incluso de “progresismo” y “conservadurismo”, pues no hay correspondencia con el
desenvolvimiento efectivo de la política. Si tendríamos que nombrar esta fenomenología política
barroca, tendríamos que caracterizarla como dinámica de una política mesiánica. Esta composición
singular es indudablemente conservadora. Los imaginarios de las dominaciones polimorfas
reaparecen. El mito del caudillo emerge del mito del patriarca; el mito de la “revolución” - en el
caso de que es simulada y forma parte de la comedia -, el mito de la verdad del discurso propio; el
mito del Estado. Estos mitos no solamente conforman la formación imaginaria populista, sino que
legitiman las estructuras de dominación heredadas y preservadas.
Si bien esta práctica política barroca, este populismo, es convocativo, por lo menos en un principio,
en una etapa, del “proceso de cambio”, antes de mudarse y optar por la expansión de las
relaciones clientelares, el problema es que sustituye las emancipaciones y liberaciones múltiples, si
se quiere la revolución efectiva, por una catarsis colectiva, de carácter religioso-político. Las
212
historias políticas de la modernidad han mostrado que el recorrido de estas expresiones políticas, si
bien convocan al pueblo, moviliza sus fuerzas, apoyan a la experiencia social de la rebelión, una vez
ocurrido esto, inmovilizan al pueblo, desarman sus organizaciones vitales de lucha, las convierten
en dispositivos clientelares, destrozando toda posibilidad de seguir adelante. El resultado es
paradójico; ocurre como si se hubiera despertado el pueblo, para terminar legitimando, en mejores
condiciones, la reproducción del poder, que cuenta, ahora, con la expansión del pacto social
comprometiendo a las mayoras.
No podríamos hablar, rigurosamente, de “progresismo”, pues se trata de tonalidades
conservadoras. Ciertamente, las expresiones conservadoras más conocidas son las tradicionales; las
ligadas a la oligarquía, después a la burguesía, expandiéndose a las “clases medias altas”. Cuyas
formaciones discursivas pueden ser claramente conservadoras, cuando se ponderan los valores
tradicionales de la oligarquía, su jerarquía y su propiedad latifundiaria; o, en su caso, liberales,
conservadurismo moderno, discurso apologético del Estado de derecho y de la república; o, en otro
caso, neoliberal, conservadurismo renegado, pues no se reconoce como tal, auto- identificándose
como moderno, incluso expresión avanzada de la modernidad, además de concebirse como ciencia
técnica de la economía. El conservadurismo populista es, también un conservadurismo barroco;
mezcla valoraciones religiosas con promesas sociales; mezcla el mito patriarcal con fragmentos
discursivos emancipadores de moda; mezcla el folclore con fragmentos del discurso socialista. La
diferencia con el conservadurismo tradicional radica en que se opone a los valores de la oligarquía
y a su propiedad latifundiaria; por lo menos, de boca para afuera. La diferencia con el
conservadurismo moderno liberal radica en que recurre a la democracia directa de la movilización
popular; por lo menos, al principio, para luego adherirse a la democracia formal; pero, sin
reconocerla plenamente, buscando saltar sus vallas cuando pueda. La diferencia con el
conservadurismo renegado neoliberal, radica en que éste fue el enemigo, en la historia reciente,
convirtiéndose el neoliberalismo en el referente odiado por el pueblo; en tanto que el pueblo
encontró en el populismo la esperanza de curar sus heridas, salir de sus sufrimientos,
encaminándose al cumplimiento de la promesa.
Sin embargo, a pesar de estas diferencias, el conservadurismo, comprendiendo todas sus
tonalidades, forma como un bloque. Reproduce el poder, es decir, las estructuras de dominación,
aunque unas sean instituciones obsoletas, otras se presenten como modernas, entonces
adecuadas, otras se presenten como técnicas, y el populismo se presente como “revolucionario”.
Este bloque conservador responde a la gama de imaginarios sociales conservadores, haciendo
compás con las formas de gubernamentalidad, que conllevan estas expresiones políticas. Si el
populismo parece dislocar este bloque conservador, al comportarse como convocatoria popular y
nacional; este dislocamiento es más circunstancial. Una fisura que después se suelda. Las mayorías
terminan reenganchadas al Estado, que no es otra cosa que la institución que concretiza el poder
abstracto, además de ser la institución imaginaria de la sociedad.
Lo que sucede con el populismo es abigarrado. Respecto y a diferencia de los liberales se conectan
con el pueblo, lo nacional-popular; ésta es su virtud democrática, en tanto y en cuanto la
democracia la ejerce el pueblo; empero, la desventaja, respecto a los liberales, es que retroceden,
por así decirlo, en la forma de Estado; retroceden al Estado policial o, en el mejor caso a un
oportunismo pragmático en la administración y respeto de las normas, reglas y Constitución; es
decir, en lo que respecta a la estructura de la democracia institucional. Esta ambivalencia o mezcla,
por cierto, no coadyuva a la emancipación y a la liberación. Es precisamente lo que detiene a la
revolución, usando este concepto conocido en la modernidad.
La interpretación que hicimos es que este decurso sinuoso corresponde a una de las formas del
círculo vicioso del poder. En consecuencia, el populismo, en sus distintas versiones, la del
nacionalismo-revolucionario, que corresponde a la mitad del siglo XX, el de los llamados neopopulismos, que corresponde a fines del siglo XX y principios del siglo XXI, cuya versión conocida se
denomina también “gobiernos progresistas”, contiene en sus propias estructuras política,
“ideológica”, organizativa, esta contradicción inherente. Es como si tuviera inscrito el decurso curvo
y circular en su propio programa inmanente.
La crítica a sus contradicciones, a sus inconsecuencias, no les llega al oído aunque la escuchen, pues
la armadura de su “ideología”, sobre todo la sobrevaloración exaltada de su papel en la política, en
213
la nación y respecto al pueblo, infla un sentimiento exacerbado de protagonismo pretendido. En
todo caso, esta crítica sirve como parte de la pedagogía política al pueblo. No hay que esperar
ningún cambio, ninguna autocrítica, tampoco alguna reflexión sobre las contingencias políticas, por
parte del populismo. Si bien, toda expresión política en el poder, pierde, por así decirlo, la cabeza,
pierde el principio de realidad, se sumerge en sus burbujas, el problema del populismo es que este
fenómeno se ahonda.
Ni siquiera se dan cuenta de lo que pasa cuando caen, ya sea por elecciones, ya sea por conflictos
políticos expandidos e intensificados, ya sea por implosión. Se puede decir, entonces, que la
“ideología” persiste más allá de la muerte. La explicación “ideológica” es que cayeron por
“conspiración” de la “derecha”, apoyada por el “imperialismo”, también por la incomprensión de la
“izquierda radical”, que coadyuvó a la “derecha” a derrocarlo. Jamás van a poder asumir que en
gran parte su caída se debe a que ellos mismo construyeron su derrota.
Entrevista a Joaquín Miras Albarrán sobre "Praxis política y
estado republicano. Crítica del republicanismo liberal" (I)
“La filosofía marxista parte de la consciencia de que el ser humano crea en
comunidad una praxis mediante la que produce su mundo de vida”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213218
Salvador López Arnal
Rebelión
Entre otras muchas cosas, alguna se recuerdan en esta primera conversación,
Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor
de Repensar la política y Praxis política y estado republicano.
***
-Me gustaría dialogar contigo, querido Joaquín, sobre tu último libro, el
que acaba de publicar El Viejo Topo. Poco a poco si te parece, a lo largo
de varias semanas. Antes de entrar en ello, y después de felicitarte muy
sinceramente por tu nuevo ensayo, me gustaría preguntarte por lo que se
dice de ti en la solapa. Se te presenta como filólogo pero casi todo el
mundo piensa que eres historiador o filósofo (con disyunción no
excluyente). ¿Dónde estudiaste filología? ¿Qué filología? ¿Fue entonces
cuando conociste a Giulia Adinolfi?
-Estoy de acuerdo con tu propuesta, Salvador. Y muchas gracias por tu
valoración sobre el libro. Mi formación universitaria es la de licenciado en
filología hispánica por la Autónoma de Barcelona. Es cierto que me he
dedicado fundamentalmente a la reflexión política, como consecuencia de mi
militancia política y, debido a la deriva que política de las fuerzas comunistas;
y también lo es que he trabajado durante toda mi vida laboral de profesor de
lengua y literatura castellana en un instituto, lo que no es practicar la
214
indagación filológica. Pero me parece valioso que conste mi “formación
base”, que me ha inducido siempre a acudir a textos, a ir a los clásicos.
Gracias a los estudios que cursé, pude conocer a Giulia Adinolfi. Giulia
Adinolfi sí que era una verdadera filóloga, una filóloga hispanista, una
filóloga marxista, comunista, gramsciana, que había estado becada, en su
momento, por el instituto de investigación que Benedetto Croce – “unos ojos
de búho, detrás de sus gafas”- tenía en la ciudad común a los ambos, Nápoles.
-Se dice en la solapa en la que tomo pie que eres comunista marxista.
¿Qué tipo de comunista eres? ¿Qué tipo de marxista? ¿No es un poco
redundante eso de ser comunista y marxista?
-Comienzo por el final: me defino como comunista marxista por respeto a
otros comunistas, libertarios, cristianos, que también se declaran y reconocen
como tales. Todos ellos, y otras corrientes de pensamiento, nos definimos por
nuestro aristotelismo, esto es, por la prioridad ontológica conferida a la
comunidad –“communitas”, o su corrupción germánica: “gemaine”- sobre el
individuo, el cual a su vez se construye –paideia, bildung- dentro de la
comunidad. Esta tesis es parte de la axiología fundamental del marxismo. Soy
un comunista praxeológico, que no concibe el marxismo como una
gnoseología.
-Te preguntaré más tarde sobre esto del comunismo praxeológico. ¿Qué
es entonces el marxismo para ti?
-El marxismo es una filosofía que, desde luego, y como elemento de crítica a
la sociedad capitalista, elabora ciencia, y posee, también, una reflexión sobre
la ciencia etc. Como filosofía es un saber, pero no es un saber cuyo primer
objetivo es conocer la sociedad estudiada como un objeto cuya constitución y
reproducción nada tienen que ver con nuestra actividad capilar cotidiana y
nuestras intenciones. La sociedad no es una realidad objeto gobernada por
legaliformidades constantes cuyo conocimiento mediante la ciencia permitiría
pronosticar fases futuras, prescribir técnicas de intervención y prever, a su
vez, la incidencia de estas sobre sobre el objeto. La filosofía marxista es un
saber que parte de la consciencia de que el ser humano es un ser que crea en
comunidad una praxis mediante la que produce su mundo de vida, incluido el
saber hacer que pone en obra la actividad. Praxis significa actividad generada
por la creatividad del ser humano en comunidad, actividad en constante,
novedosa generación, actividad creada históricamente y creada, renovada
constantemente. Por tanto el constituyente del ser humano, la actividad que
emerge del hacer en común, es impronosticable, y, en consecuencia, no es
prescriptible. De algo que no se puede saber cómo será, nada se puede decir;
solo se puede animar que se genere, y se puede reflexionar sobre el mismo a la
par que se genera, como reflexión segunda sobre el mismo –filosofía. Nuestro
maestro Manuel Sacristán expresaba esto diciendo que “de una contradicción
215
puede surgir cualquier cosa” y que, en consecuencia no se podía prever el
futuro. También concluía de ello que la elaboración apriorística prescriptiva
de acción política a medio y largo plazo, lo que denominamos “estrategia”, es
meterse a –la palabra es suya- de “ zascandil” de la historia. Lo que es
creación de la comunidad solo puede ser conocido cuando la comunidad lo
crea. Esto es Filosofía de la práctica, que incluye la concepción de la radical,
constante historicidad –creatividad- de la praxis humana: mi marxismo, un
creacionismo inmanentista e histórico.
-¿Inmanentista? ¿Qué es eso de inmanentista? Por lo demás, si me
permites, lo que señalabas de la contradicción no es cosa propia de
Sacristán sino de cualquier lógico que se precie, cosa dicha por lógicos
medievales.: ex contradictione (sequitur) quodlibet.
-Tienes razón, la proposición sobre la contradicción es algo procedente de la
tradición de pensamiento sobre la lógica. Respecto del inmanentismo: es un
término que me vale para recoger todo el pensamiento interesante que se ha
elaborado sobre la capacidad de creación o sobre el espíritu, y referirlos a la
realidad existente, no pensarlos como consecuencia de un ser trascendente,
ultramundano, divino. Si atribuimos la capacidad de crear a un ser
ultramundano, es porque experimentamos que existe, es porque el ser humano
en comunidad crea su mundo material y se auto crea así mismo mediante su
actividad comunitaria. El espíritu, la capacidad de pensar y generar actividad
creadora, existe, pero es característica humana, es “material”, si se quiere
decir de otra manera.
-¿Y se puede seguir siendo comunista marxista sabiendo lo que sabemos
de aquellas sociedades que llamábamos de “socialismo real”? ¿No fue
aquello un totalitarismo inadmisible como se suele decir ahora?
-Creo que la revolución rusa fue un hecho histórico que transformó la historia.
Y que es una muestra de que la historia la puede hacer la gente común,
nosotros, los explotados. Creo que el régimen económico social que se
construye, fue un régimen que generó un consenso masivo, como lo
demuestra la firme defensa popular del mismo que entablan las masas contra
el nazismo. Ningún régimen político se sustenta sobre el terror, sino sobre la
hegemonía. Y –pensemos en el franquismo- eso es una de las cosas que no
nos queremos reconocer. De te fabula narratur. Cuanto si, menos, los
alemanes de los años 30 y 40 del siglo XX, los escandinavos, los polacos…
Desde la Revolución Francesa, cuando irrumpe la plebe en la política, se hace
imposible estabilizar regímenes contra las masas. Ni sostenerlos una vez estas
les vuelven la espalda, tal como ejemplifica también la propia URSS de 1989.
Gracias a que la URSS, como resultado del sacrificio voluntario, activo,
entusiasta, terrible, de su población, llevó sus tanques hasta Berlin, y mientras
216
esto duró, existieron las democracias europeas y los denominados estados
sociales.
Como trato de ser breve, dejo apuntado todo esto para incluir un último
elemento.
-Adelante con él.
-El uso del término “totalitarismo” sirve para satanizar, esto es, para poner el
“mal”, considerado absoluto, y sin análisis subsiguientemente, lejos-y-fuera
de nosotros, es parte de una narrativa tranquilizadora que nos contamos a
nosotros mismos. Pero, primero, lo acaecido en el decurso histórico de la
URSS no difiere de lo ocurrido en el México revolucionario, en Argelia, en
Egipto…etc. Países todos en los que el fin del nuevo régimen fue el
desarrollismo económico, la revolución instrumentada como medio para el
desarrollo de la economía y no la economía como instrumento para un nuevo
régimen social. Y siempre, todo esto, fue resultado del control del poder
emergente por elites que se autojustificaban como gerentes y dirigentes de la
política en nombre de su cualificación técnico científica y teórica. “Teoría de
elites”, legitimada, autolegitimada en nombre de “la ciencia”, la “eficiencia”,
la “mejor formación” –por ejemplo: la generación española mejor formada de
la historia- , y que no es marxista, sino positivista, neopositivista,
estructuralista, posmoderna, deconstructiva, “sospechista”, laclauniana, en
general girolingüista, …: epistemologismo gnoseológico neopositivista que
entra en el marxismo “desde fuera” y entra precisamente teorizando la
necesidad de una “consciencia exterior”, “excedente”, basada en la ciencia,
que es lo que capacita a un grupo para ser “vanguardia” y saber lo que nos
conviene a los demás…pero ésta ha sido y sigue siendo la forma de concebir
la política, tanto de tanto de las anteriores como de las nuevas levas de
profesionales de la política de la izquierda…que gracias a sus satanizaciones
echan un tupido velo sobre lo que es común a la actividad política soviética y
a la suya. Y se quedan, a sus propios ojos, “sin pecado concebida? ”.
-Pero, si me permites también, tú formas parte de Espai Marx. ¿Espai
Marx no es un colectivo que también es (lo intente o no) vanguardia? ¿No
os formáis en asuntos de filosofía y ciencia? ¿No intentáis tener y difundir
una consciencia excedente para que muchos podamos aprender? ¿El
leninismo clásico no fue vanguardia? ¿Lenin no teorizó en estos
términos? Por lo demás, esas “nuevas levas de profesionales de la política
de la izquierda”, ¿es una referencia crítica a los miembros de Podemos?
-Comienzo por el final. Todas las fuerzas políticas que se están
constituyendo o reformando en estos momentos –Catalunya puede ofrecer un
registro amplio de ellas- se constituyen conforme a ese criterio. A mi juicio,
también Podemos. No son medios para la autoorganización de la gente, sino
217
instrumentos para la representación institucional en nombre de la misma. Los
movimientos pueden ser legítimos, pero son “otra cosa”, quizá inabarcable y,
quizá, -se dice- hasta no se puede tener la falta de humildad de querer
abarcarlos, etc…pero estos son los argumentos utilizados.
En cuanto a la concepción que Espaimarx tiene de su tarea es semejante a la
que, nos recuerda Polanyi, tiene el economista respecto de la burguesía. El
economista es un siervo del burgués capitalista. Primero existieron los
burgueses, luego los contables, por último se creó a los economistas. El
mundo capitalista es fruto de la actividad de la clase burguesa, no de la de sus
contables o de sus investigadores. Estos funcionan como instrumento de las
decisiones de clase, constantemente nuevas, que tendrán repercusiones y
consecuencias incognoscibles a priori para ninguna ciencia, incluida la
económica. Lo mismo ocurre con la prensa y los demás instrumentos de
formación al servicio de la burguesía, no tratan de sustituir ni de “enseñar” lo
que se ha de hacer. Suministran al Soberano conocimientos, le informan de lo
que hay. Estudian lo que se les ordena. Esta es una tarea ancilar, o como dice
Gramsci, “orgánica”, supeditada. Es el soberano, el sujeto real activo el que
decide cómo usarla. El filosofar es reflexión sobre lo que se ha hecho
previamente, y parte de la experiencia de los actores. El uso de la ciencia que
hace Marx es para combatir, dentro de un uso público de la razón, las
ideologías que inducían a creer que este mundo económico es natural e
inmodificable. En su obra no hay receta alguna sobre cómo deba organizarse
la economía, o tales cosas. Sobre esto trato en algún punto del libro. En el
marxismo, en el hegelianismo, no existe el Rey Filósofo, que debe dirigir a la
mayoría: el Búho de Minerva solo levanta el vuelo “a misses dites”, tras los
amenes, cuando ya se ha hecho la cosa y se ven los resultados.
Ciertamente el leninismo –a distinguir de lo que pensaba Lenin, que pensó
cosas muy diversas- sostiene la teoría de la consciencia exterior, que procede
de la socialdemocracia alemana. La mejor crítica, contundente, sin
concesiones, de esta teoría, puede encontrarse en lo que escribe, largo y
tendido, Antonio Gramsci en el cuaderno en el que critica el manual de
marxismo de Bujarin…pero no sé si esto es de interés.
-Seguro que es de interés pero no podemos hablar de todo. Se afirma
también en el texto de la solapa que tu trabajo intelectual se inspira en la
filosofía de la práctica. ¿De qué práctica hablamos? ¿Qué filosofía es esa?
¿Tienes a Gramsci en mente? Ya sé que antes has hablado del tema.
Insisto si me permites.
-Sí, es así. Por ello, lo que, por ejemplo, he realizado en este libro es un
trabajo de explicitación sobre las nociones sobre las que se sustenta la
filosofía de la práctica, la tradición intelectual en que se expresa, etc. Porque –
y respondo a la segunda pregunta tuya- este filosofar se ejerce a partir de la
218
experiencia práxica que surge de la actividad capilar desarrollada en su vida
cotidiana por gentes que están organizadas dentro de un movimiento que
posibilita su acción de lucha y de transformación de su vivir. Ese movimiento
es hoy débil –“aún” muy débil-. Sin ese movimiento solo queda reelaborar el
legado constituido por las elaboraciones surgidas de las experiencias
históricas habidas, trasmitirlo, y alentar al propio protagonismo organizado de
la praxis de cada uno. Así lo explica Marx, por ejemplo en el capítulo 2 de El
Manifiesto comunista; los comunistas no formamos un partido aparte, no
proclamamos principios especiales, inventados o descubiertos, conform e a los
que queramos amoldar al movimiento. Las elaboraciones son la expresión de
conjunto, elaborada a partir de la experiencia de lucha, de un movimiento
histórico, cuando este, se esté desarrollando ante nuestros ojos, Y en la
medida en que exista este movimiento, la clase no es un ente existente, sino
una construcción comunitaria histórica, que puede existir o no, que es
consecuencia de la propia actividad autoconstitutiva: “constitución del
proletariado en clase” es otra frase del Manifiesto Comunista. Todo esto es,
como sabemos, una paráfrasis hecha sin acudir al texto, p ero, seguro, muy
fiel al mismo. La filosofía, como el búho de Minerva, solo levanta el vuelo ex
post, como reflexión segunda sobre lo que se da en la realidad. Gramsci es el
más grande filósofo político marxista del siglo XX, el mejor filósofo político
de todos los que han reflexionado sobre política desde cualquier tradición
filosófica en el siglo XX, y un pensador fundamental para elaborar la filosofía
de la práctica
-Eres también presidente de la asociación cultural Espai Marx. ¿Qué
asociación es esa? ¿Cuáles son vuestras actividades más importantes?
-Espaimarx es una asociación cultural que trata de difundir pensamiento
crítico. En primer lugar, marxista, pero no solo esto. También promueve y
participa en actividades políticas que promueven la reflexión sobre los
objetivos que toda fuerza de izquierdas debe asumir. Por ejemplo, Espaimarx,
y muy destacadamente, Joan Tafalla, miembro de nuestra asociación, ha
impulsado la organización de la reflexión más seria que se ha hecho en
España hasta la fecha sobre la necesidad de que salgamos del euro. La
asociación se relaciona sin exclusión con toda fuerza de izquierdas que nos
proponga colaboración y con toda asociación cultural de izquierdas.
Sostenemos una web y una biblioteca virtual alimentada con obras que son de
interés para la izquierda: marxismo, pensamiento libertario, democracia
radical, pero también, en general, todo texto fuera de circulación cuya lectura
pudiera ser de utilidad para la reflexión de izquierdas. También organizamos
seminarios, charlas etc. todo esto desarrollado “según nuestras (modestas)
capacidades”.
-Sin ánimo de quitar méritos a nadie (y menos, por supuesto, a Joan
Tafalla). ¿No han habido, no hay, otros colectivos que también están por
219
esa labor que comentas? Pienso, por ejemplo, en Pedro Montes que
durante tiempo habló en solitario de la entrada y de la salida de la
eurozona.
-Pedro Montes, que es un excepcional economista y un hombre de izquierdas
de calidad humana extraordinaria, ha debatido desde siempre sosteniendo con
firmeza y con erudición rigurosa extrema estas posiciones. Escribió un libro
sobre las consecuencias que iba a acarrear la aceptación de la moneda única,
antes de que se entrara en el euro. Un libro que no se quiere recordar porque
nadie puede decir que las cosas no hubiesen sido explicadas. Y desde siempre,
ha sido un pensador fundamental y un conferenciante clave en el debate contra
el euro: con argumentos, no con glamoures. Un hombre que podría tener una
posición envidiable y riqueza, en el país de las puertas giratorias. Es uno de
los nuestros. Esta es la posición de la asociación Socialismo siglo XXl, desde
luego. Por cierto y vuelvo sobre Pedro Montes, que ahora mismo nos está
recordando que la izquierda no tiene posición sobre todas estas cuestiones. Al
referirme al trabajo desarrollado por Joan Tafalla estoy pensando en las
jornadas sobre el euro que se organizaron en Barcelona, con presencia de
ponentes tanto de toda España como de Europa y de África, continente donde
varios países de la francofonía soportan una moneda única de “dos
velocidades”, y sus efectos económicos terribles, el franco africano. Quiero
insistir en el asunto porque en esta insistencia misma sobre el acto de
Barcelona se encierra una clara crítica. ¿Cómo es posible que este tipo de
debates, que es fundamental para el momento presente, se decida lo que se
decida luego, deba ser organizado por una serie de pequeñas organizaciones,
entre ellas Espaimarx, y que las fuerzas políticas de la izquierda, acudiesen a
la invitación o no, las que tienen recursos, organización, potencia, diputados,
vocación institucional, y en consecuencia, tienen, o deberían tener, necesidad
imperiosa, inminente, de estos debates –no de fotos con Varufakis- se pongan
de perfil y corran tupidos velos? La izquierda, la nueva coalición, las fuerzas
que la componen, no tienen política elaborada y definida sobre todas estas
cuestiones importantísimas. ¿No sería necesario que, al menos, impulsaran
jornadas de reflexión? Podríamos pensar que tratan de sondear la posibilidad
de un “euro bueno”. ¿Han organizado debates con ponentes que les permitan
saber cómo hacer, a qué atenerse? ¿ Y sobre la “deuda soberana”? ¿Qué
hacer”, que diría Lenin? Tampoco hay política.
La UE ha dicho que debemos recortar otros 9 mil millones de euros del gasto
público. El cataclismo en que está sumida la sanidad, la enseñanza, la
desaparición de las ayudas sociales, la impotencia para crear empleo, de este
país, son consecuencia de un anterior recorte de 10 mil millones. ¿Qué van a
hacer nuestros dirigentes respecto del nuevo que se exige? Son preguntas que
exigen respuestas, y requieren reflexión pública. De estar en una situación
normal, estas jornadas a las que me he referido, las más importantes realizadas
en España, hasta le fecha, tras las cuales y como consecuencia de las cuales,
220
ha habido pequeñas réplicas en otros lugares, no debieran haber corrido a
cargo de grupos tan reducidos. En las jornadas de debate organizadas en el
extranjero por gentes como Kostas Lavapitzas, a las que asisten grandes
teóricos de toda Europa, brillan con luz propia, por su ausencia, nuestras
fuerzas políticas. Se escucha su silencio, su ausencia de discurso.
-Los silencios, como sabes mejor que yo, son a veces muy
ruidosos. Animas también, a pesar de esta jubilado si no ando mal
informado (y saber muy bien que el “laborare stanca” como nos recordó
Pavese en un poemario que no hemos olvidado), animas, decía, varios
seminarios. Te pregunto a continuación sobre ellos.
-De acuerdo cuando quieras.
Entrevista a Jean Wyllys, diputado por el partido PSOL de
Rio de Janeiro
“Están desmontando el Estado con el apoyo del Poder Judicial y los medios de
comunicación”
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213201
Julia Goldenberg
Página 12
Con apenas seis diputados, el PSOL es popular entre los jóvenes, los movimientos
sociales y culturales y el movimiento LGBT, del cual Wyllys es el único representante en
el Congreso. Es autor de los proyectos de ley de matrimonio igualitario, identidad de
género, legalización del aborto y legalización de la marihuana, entre otros. “Los que
dieron este golpe –dice– son los mismos golpistas del 64.”
–Usted es el único representante del movimiento LGBT en el Congreso,
¿Cómo es ser minoría en un Congreso que representa escasamente a su
población?
–Es importante señalar que no es sólo el Congreso Nacional el que no
representa la diversidad de la población brasileña, tampoco lo hacen las
Asambleas Legislativas de los Estados y los órganos legislativos municipales.
Para empezar, estos organismos están compuestos mayoritariamente por
hombres, mientras que la mayoría de la población brasileña es femenina.
221
Además, hay poquísimos negros representados en el Poder Legislativo, sobre
todo en el Congreso Nacional y en especial en el Senado. El único
homosexual asumido que hay en el Congreso, soy yo. En contrapartida, hay
mucha representación de empresarios, de representantes del mercado
financiero, de las corporaciones mediáticas, de los barones del agronegocio,
de las iglesias neopentecostales y representantes de las fuerzas de seguridad, o
sea, diputados y senadores ligados a la policía civil, a la policía militar y a las
fuerzas armadas. Dicho esto, tengo que decir que para mí no es fácil el trabajo
cotidiano. Ahora yo gozo de mucho prestigio, este es mi segundo mandato y
es muy respetado, pero no fue fácil conquistar este respeto y no es fácil mi
convivencia con los demás diputados porque hay una enorme homofobia.
Aunque en el día a día ellos buscan disfrazar esta homofobia, en los últimos
meses el hecho de haberme colocado contra el proceso de impeachment de la
presidenta Dilma hizo que salieran a agredirme con toda la furia. No es fácil
tener una agenda progresista en este parlamento tan conservador, como
tampoco tratar leyes para ampliar los derechos de la minorías y en especial los
derechos humanos de la minoría LGBT. Me frenan todos los proyectos que
presento, como por ejemplo, el de la promoción de la ciudadanía LGBT,
proyectos en defensa de los derechos humanos. Entonces, no me queda otra
alternativa que tener una actividad más política y menos legislativa. Mi
mandato tiene pocos éxitos legislativos, es decir, no conseguí que se
aprobaran proyectos de ley relevantes, entonces tuve que optar por la vía más
política. Cuando no consigo que se apruebe un proyecto de ley, interpelo al
poder judicial y así logramos adquirir ciertas conquistas. De esta forma,
conseguimos garantizar el derecho al matrimonio civil igualitario, logramos
habilitar el uso del nombre social (que es el nombre por el cual las personas
trans y travestis prefieren ser llamadas cotidianamente, en contraste con el
nombre registrado que no refleja su identidad de género) en la administración
pública. Antes de sufrir el golpe, la presidenta Dilma firmó un decreto que
permitía que las personas trans y travestis utilizaran su nombre social en la
administración pública.
–Todo eso se vio reflejado el día que se definía el proceso de impeachment
en la Cámara de Diputados.
–Desde que asumí mi primer mandato, soy víctima de una campaña
difamatoria orquestada y financiada por la derecha brasileña, sobre todo por la
derecha cristiana brasileña y por los grupos fascistas organizados en Brasil.
Sufro un asedio permanente por parte de Jair Bolsonaro y su hijo que me
insultan públicamente durante todas las sesiones de la Cámara. Durante la
votación del impeachment, estábamos todos muy tensos, el ambiente político
estaba deteriorado por la violencia de la derecha. La derecha se dedicó a
presionar a los diputados de izquierda y sobre todo a los diputados del PT en
restaurantes, aeropuertos, hospitales, etc. Fue una especie de macartismo.
Entonces, ese día el ambiente era muy tenso y los diputados en favor del
222
impeachment eran mayoría. Por eso y sabiendo que la sesión estaba siendo
transmitida en vivo por la red Globo, se creyeron habilitados para insultar,
agredir y debilitar a los diputados contrarios al impeachment. Cuando yo fui a
proferir mi voto, lo hice con una lluvia de insultos. Dije que el proceso de
impeachment es inconstitucional e ilegítimo y que estaba orquestado por un
grupo de canallas tratando de destituir a una presidenta honesta. Esas personas
no se comportaban como diputados, era un festival de ignorancia y de
desprecio por la cosa pública. Los intereses privados aparecían en esos
discursos con dedicaciones a la nieta, al hijo y al perro, pero nunca al pueblo
brasileño.
–También votaron en nombre de los militares.
–¡Sí! En nombre de un torturador, del torturador de la presidenta Dilma. Antes
que yo emitiese mi voto, Jair Bolsonaro había dedicado su voto a uno de los
peores torturadores de la dictadura militar, que es el coronel Brilhante Ustra.
Cuando yo terminé de votar, él me insultó y cuando lo miré me dijo “Chau
Querida”. Entonces, por todo lo acumulado desde hace seis años, que culminó
en ese momento, yo lo escupí en la cara y no me arrepiento de haberlo hecho.
Nunca escupí a nadie, soy un hombre educado. Pero soy humano, tengo un
límite. Por toda la difamación que vengo sufriendo, creo que ese día llegué al
límite. Escupirlo fue como un acto redentor finalmente porque encontré gestos
de solidaridad en casi todo el país. Las personas estaban indignadas con el
espectáculo surrealista, era grotesco.
La coalición de partidos en torno de la presidenta, son partidos conservadores
que no permitieron que la comisión de la verdad avanzara y sirviese de alerta
para nuestra democracia. Tanto es así, que actualmente un nuevo golpe fue
dado en Brasil. Este golpe lo dieron las mismas fuerzas políticas que dieron el
golpe de 1964. Son las mismas instituciones, las mismas oligarquías, la misma
prensa que dieron el golpe actual contra la democracia.
–Luego hay otra característica muy particular que tiene el gobierno de
Temer y es la relación de esta élite con la Iglesia Evangelista. ¿Cómo
funciona eso?
–Michel Temer es el presidente interino, el impeachment sucedió y él fue
nombrado presidente interino de la República. En la práctica, de hecho, el
presidente de Brasil es Eduardo Cunha, el ex presidente de la cámara de
Diputados que fue suspendido de su cargo por el Supremo Tribunal Federal.
Esto fue porque lo acusaban por el crimen de corrupción, lavado de dinero a
través de la Iglesia Evangelista y evasión fiscal. Este hombre es un gangster,
consiguió financiar la campaña de más de cien diputados, tiene una excelente
relación con el mercado financiero, las grandes corporaciones, etc. Este
hombre tiene un esquema de corrupción montado no sólo en Petrobras, sino
223
también en Furnas, que es una empresa minera. Temer es una fachada y
Eduardo Cunha es el hombre que detenta el poder real que tiene una estrecha
relación con las iglesias neopentecostales brasileñas. Hay que tener en cuenta
que en Brasil 20% de la población es evangelista. Las iglesias evangelistas
gozan de una inmunidad tributaria conferida por la Constitución. Las iglesias
en general no pagan impuestos en Brasil, pero además, nadie controla los
recursos de las mismas. Muchas iglesias, no todas y esto es muy importante
que se entienda, muchas de las iglesias neopentecostales se volvieron fuerzas
económicas y se volvieron una lavandería del crimen organizado. La prueba
de esto es que Eduardo Cunha, lavaba parte del dinero de la corrupción de las
coimas de Petrobras en la iglesia evangelista Asamblea de Dios. El pastor de
esa Iglesia también está involucrado en la operación Lava Jato. Estas iglesias
se involucraron así en la política, invirtiendo en las campañas de los
candidatos que hoy ocupan cargos en el Parlamento, en los municipios y en
los estados. Este es el armado político de Cunha y Temer entonces se puede
decir que hoy el poder ejecutivo está ocupado por el crimen organizado.
–Usted señala que el gobierno de Temer es un gobierno de hombres
blancos, ricos y agrega, viejos y homofóbicos.
–El gobierno de Temer es un gobierno con poca melanina y mucha
testosterona. No hay mujeres en el primer escalón; en el segundo escalón
colocaron dos mujeres, una en el Banco Nacional de Desarrollo y la otra en
Secretaría de Derechos Humanos, Flávia Piovesan que es una mujer admirable
y todos quedamos muy decepcionados cuando aceptó este ofrecimiento
porque ella es una referencia en derechos humanos pero aceptó porque la hija
de Temer es amiga de ella. Además, hay que señalar que este es un gobierno
sin negros. Con sólo siete días se dedicaron a desmontar todas las políticas
sociales del gobierno de Dilma. Ellos suspendieron el proyecto “Mi casa, mi
vida”, el mayor programa habitacional que tuvo Brasil, que otorgó 1,7
millones de viviendas, y suspendieron a los beneficiarios de Bolsa Familia, lo
cual significa cortar con familias enteras que dependen de Bolsa Familia para
comer. Además, este gobierno revocó el decreto que Dilma había firmado,
concediendo la posibilidad a las personas de llevar su nombre social en la
administración pública. O sea, están desmontando políticas que estaban
llevando a Brasil hacia un liderazgo. Entonces, no sólo es un gobierno
conservador, sino que pretende responder con represión a los reclamos de los
movimientos sociales, limitar los derechos de la comunidad LGBT, borrar los
derechos que habían adquirido los pobres, etc. Quieren controlar a las policías
desde el Gobierno Nacional, algo que nunca ocurrió ya que las policías
militares están a cargo de la administración de cada Estado.
–Cuando fueron destituidos Zelaya en Honduras y Lugo en Paraguay, los
países de América Latina manifestaron su repudio en bloque. Hoy desde
224
Argentina se reivindica el “proceso institucional” de Brasil ¿Qué lectura
regional hace usted del golpe en Brasil?
–Creo que toda América Latina tiene que estar atenta a lo que ocurre en Brasil
porque es la séptima economía mundial, porque hemos creado lazos
diplomáticos y una cooperación regional muy importante. Pero no me
sorprende que el nuevo gobierno de Argentina haya dicho que respeta el
proceso institucional de Brasil, porque hay una sintonía entre la plutocracia
brasileña y la plutocracia argentina. En cambio el presidente uruguayo dijo
que no reconoce al gobierno brasileño, así como las potencias europeas no
reconocen este gobierno como un gobierno legítimo. Angela Merkel y
Hollande, no llamaron a Temer cuando asumió. Incluso Barak Obama no lo
llamó. Aunque el embajador ante la OEA haya dicho que lo que sucede en
Brasil no es un golpe, es para destacar que Obama no se comunicó con Temer.
Entonces me parece importante deconstruir esta narrativa que dice que el
proceso contra la presidenta Dilma es algo constitucional. Hay que
desarticular este discurso. Esto ya pasó en Honduras, en Paraguay y ahora en
Brasil y hay que desnaturalizar estos procesos.
–¿Cómo está reaccionando la sociedad brasileña ante el golpe, son los
movimientos sociales, estudiantiles y sindicales los que se manifiestan en
contra o existe una manifestación más generalizada?
–La resistencia al golpe se está desparramando por todo Brasil. Por ejemplo,
ayer estuve en el acto realizado por los trabajadores de la cultura en la Funarte
que es la Fundación Nacional de Artes dependiente del Ministerio de Cultura,
que fue reducido a una Secretaría y después se echaron atrás. El otro días
estuve en el edificio de Funarte de Rio de Janeiro donde había, como mínimo,
quince mil personas reunidas. Ese día Caetano Veloso estaba haciendo un
show y muchos artistas están participando. Quienes estaban esa noche no eran
solamente personas ligadas a movimientos sociales, había estudiantes,
trabajadores de la cultura, población civil etc. Además, hay una fuerte
resistencia que viene del movimiento de los trabajadores sin techo, de los
trabajadores sin tierra, del movimiento negro sobre todo de las periferias de
las grandes ciudades, una resistencia de las mujeres que son protagonistas de
todo esto, de los trabajadores de la educación, etc. Lo que sucede es que la red
Globo no está mostrando esto. En Porto Alegre con treinta mil personas en las
calles no existió cobertura alguna. Tenemos medios antidemocráticos, algo
que ustedes también conocen. Por ejemplo, cuando Dilma era presidenta el
alza del dólar y la caída de la Bolsa eran atribuidas a su supuesta
incompetencia. Para los periodistas brasileños, esto no tenía nada que ver con
la crisis económica internacional, ni con la crisis de China, sino que la
responsabilidad era de Dilma. Ahora que Dilma está suspendida de su cargo,
ellos dicen que estas fluctuaciones son causadas por la economía
internacional. Es una deshonestidad intelectual horrorosa.
225
–Usted fue nombrado coordinador de FrenteCom -Frente Parlamentario
por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Comunicación- Desde ahí,
¿Cómo piensa encarar estos probemas?
–El FrenteCom tiene el desafío de continuar la agenda legislativa en torno a la
democratización de la comunicación. Hay una agenda que queremos llevar
adelante en la Cámara de Diputados, donde existe un enfrentamiento político
muy importante que es ofrecer una contra-narrativa a los medios de
comunicación hegemónicos. Además, estamos buscando denunciar en la
prensa internacional lo que está sucediendo en Brasil. Esto es fundamental,
porque la prensa internacional está denunciando el golpe en Brasil. Los
actores y actrices que fueron a representar el film Aquarius en Cannes,
denunciaron en la alfombra roja el golpe y esa imagen fue tapa en The
Guardian en Reino Unido. El País y The New York Times también
denunciaron el golpe. Para nosotros la prensa internacional es fundamental
porque la nuestra no es democrática.
–¿Cómo ve el futuro político de Brasil y en ese marco el papel del PT de
Dilma y Lula?
–En estos 180 días los abogados de Dilma deberán presentar su defensa. Es
por eso que el actual gobierno tiene prisa por desmontar el Estado, reducir las
políticas sociales y acelerar las privatizaciones. Nunca vi un gobierno interino
que hiciera tanto daño en tan poco tiempo. Están desmontando el Estado con
el apoyo del Poder Judicial y de los medios de comunicación. Creo que la
resistencia, que está siendo muy masiva en las calles, en las universidades, en
los sindicatos, etc., junto con el apoyo de la prensa internacional puede llevar
a una derrota del golpe. El golpe puede ser derrotado. Sin embargo, si el golpe
es derrotado y Dilma vuelve, va a encontrar muchas dificultades para gobernar
porque la mayoría del Congreso continúa en contra de ella. La salida entonces
es llamar a elecciones generales y directas, porque necesitamos devolver la
soberanía al pueblo. Dilma cometió muchos errores durante su gobierno, pero
los errores no son crímenes y ningún gobernante puede ser depuesto por lo
errores que comete, en todo caso esto se corrige con nuevas elecciones.
Ahora, la próxima etapa de los golpistas es hacer que Lula sea inelegible, ellos
saben que él es la fuerza política más poderosa del país, sigue siendo el mejor
presidente que tuvo este país. Estos golpistas saben que en las urnas no van a
ganar, entonces buscan criminalizar a Lula. Si el objetivo de Lava Jato fuese
combatir la corrupción, no tendríamos un grupo de corruptos en el poder
ejecutivo. La operación Lava Jato no es una operación contra la corrupción
sistémica que gangrena a la instituciones de Brasil, sino que es una operación
para destruir al PT y meter preso a Lula.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-300539-2016-0530.html
226
La hegemonía financiera encamina a la catástrofe
http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/la-hegemonia-financiera-encamina-lacatastrofe/#
EUA y UE van hacia la destrucción, empujan a Latinoamérica también. Privatizaciones, despilfarro
de los bienes del Estado para unos pocos. México a punto del desastre por políticas neoliberales y
globalización
La prospectiva nos ayuda a ver no tanto el futuro —porque no es una bola de cristal— como las
tendencias a partir de las variables del presente.
Por Salvador González Briceño. * Todos sabemos que la globalización ha tomado un
giro devastador, desde la última crisis del predominante sistema financieroglobal de 2008-2009,
hastala fecha a nivel mundial: porque la influencia especulativa se sobrepone con un impulso
quecorroe lenta, paulatina e irremediablementeeconomías y países enteros, como
serpiente negra que se muerde la cola. La (des)Unión Europea es un buen ejemplo de ello, cuando
no el mejor.
El capitalismo moderno que sostienela globalización —capital financiero pero especulativo, de
crisis cíclicas que nunca podrá dejar atrás porque anidan en sus entrañas—, no únicamente
continúa acelerando las polaridades entre países ricos y pobres, desarrollados y subdesarrollados,
explotadores y explotados o los viejos conceptos de primer y tercer mundo.
La globalización de nuestros días está profundizando todas las contradiccionesque antes veíamos
claramente sólo entre países o bloques de países dominantes, y ahora las vemos al interior de ellos
mismos —países y bloques de países desarrollados—,en el llamado capitalismo central porquela
globalización está arrasando con todo o autodestruyéndose con el flagelo del capital financiero
como principal actor dominante en la escena. Son los grandes corporativos donde anidan
multinacionales de las finanzas, de la guerra, de los alimentos, de la electrónica, todos, unos
cuantos controlados por unas pocas familias desde los principales países otrora desarrollados como
Estados Unidos de América (EUA), Gran Bretaña (GB), Holanda, Suiza, Alemania, Australia, y unos
pocos dispersos en otros países.
Es decir, las políticas neoliberales de la presunta “estabilidad macroeconómica”, aplicadas como
reacción a la crisis económica mundial de los años 70, tras la caída de los precios del petróleo —la
gran incidencia de la Organización de los países de Petróleo (OPEP), que ahora ya ni existe—,en los
años 80 y 90, comenzando en EUA yGB,con los entonces presidentes Ronald Reagan y Margaret
Thatcher respectivamente, trajeron consigo la idea del Estado mínimo y la prevalencia del libre
mercado, de intervenir el mecanismo Estado/economíapara beneficiar a la iniciativa privada (sin
problema, porque el interés privado resolvería todo comosustituto del Estado, ¡sic!
Fueron los años de la generalización y aplicación de las políticas neoliberales —que no fue otra
cosa que el desmantelamiento del Estado de Bienestar por el Estado Neoliberal;gran algarabía en
México sobre todo con Carlos Salinas de Gortari [1] — en el mundo [2] y en América
Latina[3] :privatizaciónde paraestatales en muchos países, lapresunta “revolución silenciosa”,
“oleada del futuro” o “llave para el buen gobierno”, de todas las empresas otrora en manos del
Estado.
Las también llamadas “desincorporaciones” pretendían reducir el gasto público,con menores tasas
de endeudamiento;además laliberalizacióndel comercio, para dejar todo en manos de la iniciativa
privada;el derribar las barreras arancelarias para la libre importación/exportación de
mercancías;la desregulación, para eliminar trámites administrativos engorrosos para las empresas.
México, el segundo país más privatizado, convertido en uno con desarrollo sólido a tasas de
crecimiento del 6% de PIB en promedio durante las cuatro décadas anteriores, a una chatarracon
crecimientos nunca mayores al 2% en promedio, sin oportunidades para la población. Al mismo
tiempo, se aplicaron los grilletes del control: la firma de tratados comerciales, gran activismo de la
Organización Mundial de Comercio (OMC) y Organización para la Cooperación del Desarrollo
Económico (OCDE), con el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), su antecedente.Los
grandes promotores del neoliberalismo, a expensas de Washington, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
227
EUA promovió junto con Canadá y México elTratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), y el saldo al paso de las décadas ha sido favorable solo para las grandes empresas,
monopólicas y multinacionales de la globalización de EUA y algunas de Canadá —como las mineras
que han destruido grandes extensiones de suelo mexicano para la obtención de oro y plata—,en
tanto a México le resulta mayorpobreza y destrucción ecológica, porque son muy pocas las
empresas locales beneficiadas. Aparte, con esos antecedentes, México se convirtió en el país con
más tratados comerciales del mundo.
En materia de energía, por ejemplo, y tras las “reformas estructurales” en el país, se hacen
presentes ya las multinacionales del petróleo y el gas anglosajonas —las 4 que quedan de las “7
Hermanas”: Chevrony ExxonMobil, de EUA; Shell,de Países Bajos y Reino Unido y BP(la responsable
del gran derrame en el Golfo de México en 2010)delReino Unido,para “explotación en aguas
profundas”—, desde la privatización de Petróleos Mexicanos (PEMEX) yla Comisión Federal de
Electricidad (CFE), producto de los últimos cambios a la Constitución que sacó Enrique Peña Nieto
del Congreso de la Unión con la aprobación de los firmantes del llamado “Pacto por (contra)
México”, a propuesta de un partido de laizquierda del espectro político.
México, como país ejemplo porque “en vías de desarrollo”, como se les clasifica a otros que rondan
por la también llamada periferia del capitalismo —como los países latinoamericanos, con algunas
salvedades que intentan salir del injerencismo de las políticas externas—,lo que les queda como
saldo neoliberal mayordesigualdad, máspobreza, menos educación, más enfermedades, creciente
desempleo, pocas opciones de vivienda, pésima seguridad —violencia y crisis de la seguridad
pública, sobre todo en aquellos países donde reinan las mafias de las drogas como México—; una
polarización muy marcada entre poseedores (concentración en pocas manos) y desposeídos, ricos y
pobres, etcétera. Por cierto, el saldo de las privatizaciones fue negativo, tan solo “los gastos
sobrepasaron a los ingresos recibidos por la privatización”. [4]
A gran escala, el reinado del capital financiero/especulativo ha impuesto sus leyes destructivas, la
UE es ejemplo claro y encamina a la ruina a sus propios países periféricos, como Grecia, España,
Portugal, Italia, Irlanda bajo la directiva de la Comisión Europea, el BCE y el FMI (laTroika).
El capital financiero que no pasa de burbujas,“números en el ordenador” peroa la postre resultan
deuda real para los ciudadanos de a pie, como la crisis de las hipotecas subprimeen EUA, que al no
poder pagarselos deudores perdieron sus casas y los lanzaron a la calle. El país delamericanway of
life se derrite fabricando pobres, criminalizando a los de raza negra y más con sus tretas imperiales
contra el mundo en el terreno de la geopolítica como el terrorismo de Estado (del que no
hablaremos ahora).
Pero son los ricos, de los grandes bancos, en cambio, quienes desde la crisis del 2008-2009 sí
fueron rescatados por los banqueros centrales —la Reserva Federal, el Banco Central Europeo,
etcétera—,además de brindarles préstamos de capital financiero a cero intereses para evitar su
quiebra o insolvencia con la impresión de billetes.
Tan sólo en EUA fueron rescatados ¡los más grandes corporativos!:FannieMae y Freddie Mac
(2008); Goldman Sachs y BerkshireHathaway (2008); Morgan Stanley (2008); American
International Group (2008-2009); General Motors Corporation y Chrysler LLC (2008), Bank of
America por su compra de Merrill Lynch (2008). Antes, en 1971 fue rescatada
LockheedCorporation, en 1980 Chrysler Corporation y en 2003 Parmalat.
También hubo tabla de salvación en los sistemas bancarios irlandés, sueco, español. Todo bajo el
mecanismo llamado de la “flexibilización cuantitativa”, eseinstrumento de política monetariadonde
los bancos centrales benefician a banqueros, administraciones públicas, a los inversores en activos,
a exportadores nacionales y algunos deudores; en perjuicio siempre de los tenedores de moneda,
los contribuyentes, nuevos ahorradores, importadores locales y deudores más solventes. Situación
que no impulsa la economía y sí acelera la burbuja especulativa de oropel. Deteriora las
condiciones sociales al extremo, porque la carga de las deudas de los bancos las pagan los
trabajadores.
Cuando en 1990 Japónpasó por un proceso similar al de EUA y el mundo en 2008-2009, y tras la
década perdida entre 1992 y 2003 con una tasa de crecimiento del 1% anual, inició en 1998 con un
gasto de 470 millones de dólares (al tipo de cambio 2008), tanto para comprar activos tóxicos de
los bancos, como recapitalizarlos y quedándose con dos de ellos. Por esto es que Japón aconsejó al
228
Departamento del Tesoro gastar más en compra de tóxicos y recapitalizar a los bancos con dinero
de los contribuyentes.
No recomendó —y tampoco EUA ni la UE adoptaron— las medidas de Tailandia que cerró 42
compañías financieras, de Indonesia,61 bancos en el mismo año y de Corea que cerró los bancos
comerciales, los tres países en 1997. En ellos súmese Malasia, países en los cuales la crisis se
contuvo. Tampoco la chiripa de Islandia, país de extremos que ejemplarmente y obligado por la
escases de fondos también la libró.
País de sorpresas, Islandia venía de ser el más pobre de Europa a principios del siglo XX,
considerado el más desarrollado conforme al Índice de Desarrollo humano por la ONU y el más
verde del mundo en 2007, boyante cuando le alcanzó la crisis también por la ilusión neoliberal y
financiera. Le sorprendió la caída de LehmanBrothers; es decir, todo comenzó con el hundimiento
generado por el shock más brutal y fulminante de la crisis financiera internacional de 2008.
El gobierno del primer ministro GeirHaarde decidió no rescatar a los tres bancos comerciales en
2008. “Existía un peligro real… —dijo entonces—, de que la economía islandesa, en el peor de los
casos, fuera absorbida con sus bancos y el resultado podría haber sido una bancarrota nacional”. Y,
pese a problemas que enfrentó, como devaluación, endeudamiento, recesión con caída del 5.5%,
un costo de la crisis que superaba el 75% de su PIB y congelación de depósitos de ciudadanos, entre
otras medidas, salió adelante.
Luego se dijo que “Islandia no es ejemplo de nada…”, porque “simplemente no había dinero (en su
momento) para rescatar a los bancos: de lo contrario el Estado los habría salvado”, llegaron a
pedirle prestado a Rusia, dice el politólogo local EirikurBergmann. Resultó por “accidente: no
queríamos pero tuvimos que dejarlos quebrar, y ahora los políticos tratan de vender esa leyenda,
de que Islandia ha dado otra respuesta”. Nada de eso, dicen otros.
Pero a la postre resultó.Porque Islandia, al igual que los países de la desUE y de Latinoamérica, fue
saqueada por unas 20 o 30 personas. Una docena de banqueros, unos pocos empresarios y un
puñado de políticos formaron un grupo salvaje que llevó al país a la ruina: 10 de los 63
parlamentarios islandeses, incluidos los dos líderes del partido que ha gobernado caso
ininterrumpidamente desde 1944, tenía préstamos personales por valor de casi 10 millones de
euros por cada uno.
Hoy el presidente electo en 1996 ÓlagurRagnarGrímsson, y tres veces reelecto (2000, 2004 y 2008),
considera “una locura” que sus conciudadanos “tengan que pagar la factura de su banca sin que se
les consulte”. En 2009 fue su shock del presente (-6.8 del PIB), pero a partir de 2011 cuando
Islandia encarceló a políticos y banqueros, ya en 2012-2013 estaba creciendo a tasas tres veces
superiores a la UE(2011, 3.1%; 2012, 1.6%; 2013, 1.9%del PIB). La medida resultó, pero el mundo
occidental lo tiene en la opacidad, porque ningún banquero quiere perder sus “exorbitantes
ganancias”, como le sucedió a Grecia y al resto de países periféricos de la UE con la troika.
Luego entonces, producto del abandono del Estado y de sus responsabilidades con la sociedad
porque todo dejó a manos del libre mercado (¡el libre mercado no existe!), como en los tiempos del
Estado “benefactor o protector”, las políticas sociales están desapareciendo de las políticas
públicas, que antes llevaban servicios de educación, salud, vivienda, bienestar para los generadores
reales y efectivos de la riqueza, los trabajadores y la población en general. En Grecia, España,
Portugal, Italia e Irlanda crece el endeudamiento público, se profundizan las medidas antisociales,
sin empleo y salarios de hambre.
Por eso es que el saldo de la globalización en el mundo de hoy pulula entre extensas franjas de
pobreza y enfermedades, no ya solo en países tradicionalmente pobres como África y Asia, como
en el propio corazón de EUA, en Nueva York y Washington. Algo no le salió bien a la globalización y
al neoliberalismo como instrumento de política monetaria, que no de crecimiento y desarrollo. Los
ganadores son unas cuantas multinacionales, que de la mano de los banqueros centrales, están
destruyendo economías, países y población completos.
La crisis económica,en suvertiente financiera,lleva al mundo a la destrucción. Antes, donde el
Estado de bienestar estaba más desarrollado y las desigualdades sociales eran menores, la
capacidad de ahorro era superior; ahora, donde rige el capital financiero/especulativo la polaridad
riqueza/pobreza se profundiza. Con la globalización neoliberal disminuyen tasas de ahorro e
inversión, caen los salaros, las tasas de desempleo aumentan, hay mayor desigualdad, una alta
229
concentración de la renta y deterioro de los niveles educativos. Ello sucede al interior de los países
antes llamados desarrollados.
El “problema” de la inmigración procedente de aquellos países en guerra como Irak, Afganistán,
Siria y el norte de África, azuzados todos por el terrorismo atizado también desde países como EUA,
algunos de la UE, Arabia Saudita y Turquía entre otros, no es más que otro saldo neoliberal y de las
guerras como negocio turbio, tanto para la apropiación de las reservas de energéticos como la
venta de armamento, el negocio de la guerra.
Ya, por ejemplo también, en 1999 antes de la debacle del 2008, las diferencias en materia de
ingresos entre los 10% más ricos y los 10% más pobres eran: en EUA 19 veces; en España 9 veces;
Argentina 24 veces; Brasil 58 veces; México, 40 veces; Venezuela 22 veces. Esa brecha ha crecido,
no solo en Latinoamérica, también en la UE y el EUA, los bastiones del sistema financiero.
Luego entonces, la globalización está llevando a la ruina a la población, a países enteros; está
destruyendo la naturaleza y metiendo al mundo en una profunda crisis a punto de estallar.A la
velocidad de los “derivados” en los mercados de futuro avanza hacia la destrucción y con ella
la catástrofe, no sólo económica porque la burbuja del 2008-2009 sigue inflada y estallará con
cualquier pretexto, de mayores alcances.
No obstante, llegó la hora de defender la vida y al planeta.Conocido es que cuando el pueblo se
moviliza el poder tiembla.Por eso los mecanismos de intimidación, el uso del poder policiaco y
militar. Pero ni el más grande ejército ha derrotado a los pueblos. En el mundo del presente reina
el caos, y el futuro es nada promisorio gracias a la llamada globalización que todo lo que toca
destruye. (05 de junio de 2016).
Notas:
[1] El gobierno de José López Portillo (1976-1982) dio inicio a la venta con 400 empresas
paraestatales. Miguel de la Madrid (1982-1988): 294 liquidaciones, 72 fusiones, 25 transferencias,
155 empresas; solo en 1988 hubo 750 “desincorporaciones”. Empresas de sectores como la
siderurgia, banca, teléfonos, ferrocarriles, energía, etcétera. En total, de las 1 mil 150 empresas que
existían en 1982, quedaron 200 en 1994. Carlos Salinas vendió TELMEX y el grueso de empresas
estratégicas de México. Ernesto Zedillo (1995-2000) privatizó los ferrocarriles, permitió inversiones
en comunicación satelital, creó las Afores para privatizar los Fondos de pensión, así como los
servicios de salud IMSS e ISSSTE. Operó el rescate bancario tras el llamado “efecto tequila” de
1984-1985, mediante el FOBAPROA/IPAB de una banca que ahora es el 90% extranjera ¡los
servicios financieros mexicanos en manos extranjeros!; aeropuertos y aerolíneas. Vicente Fox
(2000-2006), Aseguradora Hidalgo, industria azucarera, a la que luego “rescató”. Felipe Calderón
(2006-2012) impulsó la venta del sector energético, desmanteló Cía. de Luz. Peña Nieto (20122018) cerró la piza neoliberal que se abrió cínicamente con Salinas para perjudicar al país, y
quedaban energía, educación. Son los presidentes traidores de México, los culminadores de la
brecha abierta por Antonio de Padua María Severiano López de Santa Annay Pérez de Lebrón,mejor
conocido como “su alteza serenísima”.
[2] En países desarrollados: Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón, España, Austria.
Holanda, Portugal, Irlanda, Canadá. En Asia: Turquía, Filipinas, Pakistán, India.
[3] Chile, el primer experimento monetarista de los Chicago Boys, con Milton Friedman a la cabeza,
arranca con la bota militar de la dictadura de Augusto Pinochet. También se dieron privatizaciones
en Argentina, Brasil y Venezuela, Bolivia, Perú.
[4] Sacristán Roy Emilio, Facultad de Economía, UNAM, 2006. Consulta electrónica,
en: http://bit.ly/1UBWKX7
“Hacer memoria histórica no puede ser cuestión de
coyuntura”
¿Cómo se explica que la mitad del electorado peruano quiera como líder a Keiko Fujimori, la hija de
un expresidente encarcelado por cometer delitos de lesa humanidad? Una mirada al autoritarismo
con la politóloga María Emma Wills.
230
http://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/keiko-fujimori-peru-elecciones-2016-memoriahistoria-comision-de-la-verdad-autoritarismo/49128
POR CHRISTOPHER TIBBLE
¿Cómo define usted el autoritarismo?
Primero que todo es la suspensión de derechos. En muchos casos, primero los políticos y sociales.
Se inspira en una mirada que busca censurar a la oposición y el disenso, pero que luego se extiende
a otras esferas que pueden ser vinculadas a las luchas sociales. El autoritario puede comenzar
persiguiendo al opositor político pero culmina persiguiendo a los sindicatos, a los periodistas. Es
como una ola y, a medida que se extiende, el régimen que comienza como autoritario termina
siendo totalitario. El autoritarismo no es el puerto final: la cosa se puede poner peor.
¿La gente por qué recurre a él?
La gran paradoja de la democracia a partir del siglo XX es que puede transitar de regímenes
democráticos liberales a autoritarios con el respaldo de las masas. Eso nos enseña la Alemania Nazi.
Hitler llegó al poder por la vía electoral. Ahí los medios masivos son claves. Pueden ser los mejores
amigos o los peores enemigos de la democracia. Si son voz de disidencia funcionan como un
mecanismo democrático, pero pueden así mismo divulgar pensamientos y formas de actuar
autoritarias.
El populismo, un régimen muy latinoamericano, puede devenir en autoritarismo con respaldo
popular. Y es una paradoja: el principio electoral, que da lugar a los regímenes democráticos,
puede respaldar a figuras que se aprovechan de estos respaldos para acabar con el sistema de
equilibrio de poderes, con un gobierno que coopta, que cierra el congreso, como Fujimori en los
noventa. Y cuando se termina el sistema de contrapesos, se generan las condiciones para una
corrupción rampante.
¿Qué ofrece el orden total que no ofrece la democracia?
En lo referido a Fujimori, tuvo que ver con cansancio de la gente con la guerra en Perú. La situación
peruana era muy dramática, el Sendero Luminoso era una guerrilla que atentaba masivamente
contra campesinos, y en ese tipo de guerras es que las personas empiezan a priorizar la seguridad,
‘dígame que voy a poder vivir en una sociedad en la que no voy a ser perseguido’, dicen. Esas
prioridades, a su vez, se ven reforzadas por programas paternalistas en manos del ejecutivo.
Hay también un desprecio en América Latina por la democracia liberal, con líderes populistas, de
izquierda y de derecha, que impulsan ese sentimiento.
¿Por qué desprecio?
Tiene que ver con la fragilidad de las democracias en América Latina. Hay cierto conformismo
mental de largo plazo que sirve de condición previa para el surgimiento de estos populismos de
izquierda o derecha, y eso se refleja en diseños institucionales que no les dan autonomía suficiente
a la rama de la justicia o al congreso. La transición de una democracia que da derecho al voto a
pequeños grupos, a personas letradas, a una mucha más amplia se da con sesgos populistas en esta
región en los años veinte y treinta.
El caso de Colombia es distinto, por los dos grandes partidos muy fuertes, pero también por el
asesinato de Gaitán, un líder populista comparable a Perón en Argentina. Aquí no se pasó lo del
resto de la región, cogimos otra vía, y nos metimos en otro lío.
231
Alberto Fujimori llega al poder en 1990 como el hombre-milagro, como usted ha dicho antes, que
va a derrotar al Sendero Luminoso. Sin embargo, después de los escándalos que protagonizó, ¿qué
lleva a que hoy la mitad de Perú quiera volver a su línea autoritaria votando por Keiko, su hija?
Creo que ahí justamente hay alertas a los procesos de justicia transicional en la región. En Perú
tuvieron comisión de la verdad, con grandes informes, pero justamente por no profundizarlos no se
transformaron en políticas públicas que generan ciudanía crítica frente a lo que había pasado. Para
hacer eso se tienen que cultivar por mucho tiempo. Con la aparición de un informe no se
establecen las barreras al autoritarismo, tienes que transformarlo en políticas públicas educativas,
a debates escolares. Hay que mantener la memoria viva, una que sirva para hacer una reflexión
lúcida de por qué se llegó a lo que se llegó. Ahí en Perú se rajan, porque justamente el proceso de
apropiación masiva de esos informes a través de sistemas educativos y culturales no se dio. Hacer
memoria historia no es cuestión de coyuntura, no te puedes dar satisfecho con un informe, tiene
que haber un profundo proceso social.
¿Hay un paralelo entre lo que hoy sucede con Keiko y la reciente película peruana Magallanes?
Sí. Magallanes se refiere a cómo la ausencia de transformar esos informes de memoria historica en
procesos de memoria viva lleva a la impunidad. El Coronel que aparece en la película no hace una
rendición de cuentas profunda, frente a lo que hizo en el batallón bajo su mando. La voz de las
mujeres y la violencia sexual que sufrieron en el marco del conflicto armado peruano no se ha
escuchado y por eso no ha servido para establecer una ciudadanía comprometida contra la
violencia de género. Cuando Magallanes, el protagonista, siente remordimiento y admite ser
responsable por violar a una menor de edad, el fiscal le responde que a eso no le importa. ¡Qué
horror, qué vergüenza y qué tristeza! Magallanes defiende el trabajo de la comisión de la verdad,
pero es claro que esos informes no pueden transformar sociedades solos.
¿Qué se puede hacer?
Me parece que lo que pasa ahora allá es una alerta que nos envía Perú a Colombia: todo lo que
emerja como esclarecimiento del conflicto armado no se puede quedar en los libros porque su
sentido es transformar a estos países institucionalmente para que sean más democráticos, con
ciudadanías lúcidas, con jueces críticos. La comisión de la verdad en Perú también muestra los
engranajes de la impunidad, y si ese país sigue así quiere decir que no se ha hecho el trabajo, sobre
todo si los ciudadanos creen que los populistas los van a sacar de la pobreza.
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