La educación para el desarrollo: un ámbito estratégico para la

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La educación para el desarrollo: un ámbito estratégico para la cooperación al
desarrollo
Manuela Mesa
Pendiente publicación en: “La gestión de la cooperación al desarrollo”. Cideal, 2009.
Historia y evolución de la educación para el desarrollo
La educación para el desarrollo (ED) cuenta ya con una larga trayectoria y se ha
convertido en un componente de las políticas y estrategias de los diversos actores que
integran el sistema internacional de cooperación y ayuda al desarrollo, sean
gubernamentales o no gubernamentales.
La configuración del concepto y la práctica de la educación para el desarrollo está
directamente relacionada con el contexto y los condicionantes históricos del desarrollo,
la cooperación internacional y las relaciones Norte-Sur, y con la evolución de los
actores que la han incorporado como una de sus actividades y formas de actuación. Por
este motivo, la educación para el desarrollo es un concepto dinámico, que cambia e
incorpora nuevos elementos con el paso del tiempo. En este apartado se presenta una
visión general de la evolución de la ED y de las diferentes propuestas y enfoques
existentes basándose en el modelo de generaciones de ONG de Korten (1987) y
adaptado al ámbito de la ED (Mesa, 2000b).
Las primeras actividades de sensibilización y recaudación de fondos surgen en los años
cuarenta y cincuenta, con un enfoque benéfico-asistencial (primera generación). Aunque
no pueden considerarse estrictamente educación para el desarrollo, por la falta de
objetivos educativos, son un precedente importante. Las campañas de sensibilización
intentaban despertar sentimientos de compasión y apelaban a la beneficiencia. El
enfoque ha persistido hasta ahora debido a la proliferación de ONG que compiten por
las donaciones (el ejemplo más claro son los apadrinamientos). La segunda generación
tiene un enfoque desarrollista y surge en los años sesenta, con la irrupción en la agenda
internacional del “subdesarrollo” como problema del Tercer Mundo. En este contexto se
configura la educación para el desarrollo, con un discurso que se distancia del
asistencialismo para centrarse en la cooperación y en los esfuerzos de las comunidades
locales para progresar por sí mismas. Sin embargo sus contenidos y mensajes serán
eurocéntricos, en el sentido de aceptar la experiencia histórica de Occidente como única
vía hacia el “desarrollo”, y de obviar los problemas estructurales y la responsabilidad
del Norte en la situación. La tercera generación, a finales de los años sesenta, se basa en
el paradigma de la “dependencia”: el subdesarrollo no es un estado de atraso sino un
rasgo estructural de las economías, sociedades y sistemas políticos del Sur, debido al
colonialismo y neocolonialismo. Este modelo de educación para el desarrollo es muy
crítico, toma conciencia de las responsabilidades históricas del Norte e incorpora las
propuestas de los movimientos de renovación pedagógica. Como consecuencia, en los
años setenta se produjo una explosión de iniciativas orientadas a incorporar los
problemas mundiales a los currículos escolares en toda su complejidad, y a incorporar
propuestas críticas y solidarias. En esta época se define la educación para el desarrollo,
sus contenidos y objetivos: aprendizaje de la interdependencia; fomento de actitudes
favorables a la cooperación internacional y la transformación de las relaciones
internacionales; enfoque crítico del modelo de desarrollo occidental; valoración del
cambio social; vínculo entre conocimientos, actitudes y valores y coherencia entre fines
y medios.
La cuarta generación (educación para el desarrollo humano y sostenible) inicia su
andadura en los años ochenta e incorpora elementos como la crisis del desarrollo, los
conflictos armados, la democracia y los derechos humanos, el medio ambiente y el
desarrollo sostenible, las migraciones, la dimensión de género. Se plantea una
dimensión integral de los problemas del desarrollo para favorecer una mejor
comprensión de la interdependencia global y los nexos estructurales entre Norte y Sur.
La educación para el desarrollo incorpora aportaciones de otras educaciones “para”
(educación para la paz, coeducación, educación ambiental, educación intercultural), con
el fin de constituirse en un instrumento para el análisis crítico de un mundo complejo e
interdependiente y motivar a la acción. Además de esta ampliación de la agenda en los
temas abordados, muchas organizaciones adoptan un enfoque crítico del modelo de
desarrollo en el Norte y el Sur, y asumen un desarrollo global que integre cambios
estructurales en el comercio, la deuda, asuntos monetarios internacionales y gestión del
medio ambiente.
2
La quinta generación, la educación para la ciudadanía global, surge a mediados de los
años noventa con la constatación de que la crisis del desarrollo es global y afecta a todo
el planeta. La globalización y la privatización de la economía mundial erosionan el
poder de los Estados y la soberanía nacional, transformando el mundo en un mercado
global y desvirtuando la noción de democracia representativa. Se generan procesos de
exclusión social que son más graves en los países del Sur y que fragmentan la
legitimidad del Estado. La educación para el desarrollo debe responder a esta realidad
definiendo sus contenidos, de forma que permitan la comprensión crítica del fenómeno
de la globalización, y reafirmando el vínculo entre desarrollo, justicia y equidad. Entre
sus objetivos se resalta la promoción de una conciencia de ciudadanía global y la
definición de pautas de participación y acción ciudadana frente a estas dinámicas.
En el marco de las estrategias de intervención, la educación para el desarrollo se ha
orientado cada vez más a campañas de incidencia política (lobbying), al menos en las
ONG con un discurso más evolucionado. Se afirma un enfoque integral, con una
vinculación creciente entre investigación, movilización social, acción sociopolítica y
educación para el desarrollo; en este ámbito han sido especialmente importantes las
estrategias de trabajo en red. También han tenido un papel crucial algunas ONG del Sur,
que han reclamado un papel más activo en la acción política y estratégica y una
actuación concertada con una agenda común. Por último, una preocupación relevante ha
sido el análisis de los mensajes de los medios de comunicación (que, en muchas
ocasiones, refuerzan los estereotipos negativos sobre el Sur) y el uso de nuevos métodos
de sensibilización y educación, utilizando las nuevas tecnologías y la posibilidades que
ofrece Internet no sólo para difundir los mensajes, sino para crear redes y promover la
construcción horizontal del conocimiento.
2. El marco normativo e institucional
La educación para el desarrollo se sustenta en un amplio marco institucional y
normativo que ha permitido su consolidación a lo largo de los años. Se presentan
algunas de las principales leyes, iniciativas :
1. La Ley de Cooperación (8 de julio de 1998) que define la educación para el
desarrollo como uno de los instrumentos a través de los cuales se pone en práctica la
política española de cooperación internacional. (Articulo 13 y Artículo 39).
3
2. Plan Director de la Cooperación Española 2004-2008 que incluye por primera vez
la educación para el desarrollo como uno de los ámbitos de acción de la cooperación
española.
3. El Plan Director 2009-2012 que eleva la ED a uno de los ámbitos estratégicos de la
cooperación española.
4. La Estrategia de la Educación para el Desarrollo de la Cooperación Española
(2007) que es un marco de actuación de los actores de la cooperación al desarrollo y que
integra las distintas estrategias sectoriales.
En el ámbito internacional es importante tener en cuenta:
5. La Declaración sobre los Objetivos del Milenio (ODM) (2000)
Compromiso mundial que establece 8 objetivos y 18 metas concretas para reducir la
pobreza en el mundo para el año 2015. Fue aprobado por la Asamblea General de
Naciones Unidas en 2000. El octavo objetivo pretende promover la creación de una
asociación mundial para el desarrollo, gracias al fomento de la participación de la
ciudadanía global y el compromiso de los gobiernos para cambiar sus políticas.
6. La Resolución Educación para el Desarrollo y sensibilización de la opinión pública
europea a favor de la cooperación para el desarrollo (2001) del Consejo de Ministros
de la Unión Europea en el que se reconoce la importancia de la educación para el
desarrollo y la sensibilización de la opinión pública europea a favor de la cooperación al
desarrollo.
7. El Consenso Europeo de Desarrollo (2006/C46/01) que fija los objetivos y principios
comunes de la cooperación al desarrollo europea. Reafirma el compromiso de la UE
hacia la erradicación de la pobreza, una mayor implicación de los países receptores de
la ayuda, el fomento de la coherencia de políticas . Se reconoce el papel que puede jugar
la sociedad civil europea y se resalta el papel que puede jugar la educación para el
desarrollo para lograr estos objetivos.
8.Las Recomendaciones de Helsinki de la Conferencia de ED durante la presidencia
finlandesa (2006).
Se plantea la necesidad de un marco estratégico europeo de ED fundamentado en un
modelo de interdependencia y solidaridad que vincula lo local con lo global y en el que
se implica a las organizaciones del Sur en las diferentes etapas del proceso.
9. La Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la Década de
educación para el desarrollo sostenible (2005-2014) que será impulsada por Unesco
4
con el fin de promover los principios de desarrollo sostenible en los ámbitos educativos
formales y no formales.
Marco político y normativo
Plan Director de la Cooperacion Española 2009-2012
Disponible en: www.aecid.es/publicaciones
Estrategia de educación para el desarrollo de la Cooperación Española.
Disponible en:
www.aecid.es/publicaciones
Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la Década de educación
para el desarrollo sostenible (2005-2014) que será impulsada por Disponible en:
http://unesdoc.unesco.org/images/0015/001540/154093S.pdf
Consenso Europeo de Desarrollo (2006/C46/01) Disponible en:
http://ec.europa.eu/development/icenter/repository/eu_consensus_en.pdf
Declaración sobre los Objetivos del Milenio (ODM) (2000)
Disponible en: www.un.org/spanish/millenniumgoals/
Recomendaciones de Helsinki de la Conferencia de ED durante la presidencia
finlandesa (2006).
Disponible en: http://www.deeep.org/advocacy.html?&0=
Resolución del Consejo de Ministros de la UE sobre la ED y la sensibilización de la
opinión pública europea a favor de la cooperación (2001).
Disponible en: http://www.deeep.org/advocacy.html?&0=
3. El marco conceptual de la educación para el desarrollo
La educación para el desarrollo es un concepto amplio, dinámico, que abarca distintas
dimensiones y ámbitos de actuación. Los enfoques más reduccionistas consideran la ED
como una educación sobre la ayuda al desarrollo y los enfoques más globales
consideran la ED como una educación que abarca los grandes temas de nuestro siglo.
El marco conceptual de la ED se sustenta en los siguientes principios:
1. La política de ayuda y cooperación al desarrollo depende del respaldo social con la
que cuente; es necesario una opinión pública formada y comprometida con un
5
mundo más justo. Ello implica impulsar acciones a medio plazo de sensibilización
y educación.
2.
La singularidad de la ED es su vinculación con el Sur y con los discursos y
propuestas que se realizan desde las organizaciones sociales y de desarrollo de
África, América Latina y Asia.
3.
La ED se enmarca en un planteamiento educativo no tradicional y que recoge
las aportaciones educativas de Freire, Piaget, Vigotski, Bruner y la investigaciónacción, entre otros autores.
4. Es una educación sociopolítica que tiene como eje la justicia social y que trata de
concienciar sobre las desigualdades planetarias existentes en el reparto de la
riqueza y del poder, las causas y consecuencias y el papel del Norte en construir
estructuras más justas.
5. La educación debe promover la toma de conciencia de que se vive en un mundo
interrelacionado, cuyo dinamismo no puede aprehenderse de forma local, sino
como un sistema global de conocimientos, aptitudes y valores en cambio
constante.
6. Todos los ciudadanos deben tener conciencia de la importancia de contribuir a un
mundo más justo, democrático y estable, no sólo por razones morales sino también
porque son condiciones necesarias para la sostenibilidad del planeta.
7. La educación puede contribuir a la construcción de alternativas contra los efectos
negativos de la globalización y el rechazo del dominio del mercado sobre el
destino de los seres humanos.
8. El derecho al desarrollo debe incluirse como parte de los derechos humanos.
9.
La educación como práctica social transformadora está comprometida con la
construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
10. La ED se promueve una ciudadanía comprometida con “los derechos humanos, la
responsabilidad social, la igualdad entre los sexos, la toma conciencia de las
disparidades existentes entre las diversas condiciones de vida de los seres humanos
y de los esfuerzos que se realizan para superarlas y en la necesidad de participar en
acciones democráticas que influyan en las situaciones sociales, políticas,
económicas o medioambientales que afectan a la pobreza y al desarrollo humano y
sostenible. (Plan Director 2009-2012: 61)
6
Las distintas definiciones de la educación para el desarrollo que se utilizan destacan los
siguientes aspectos:
1. La idea de “proceso a medio y largo plazo”,
2. La dimensión cognitiva ( aquellas temáticas relacionadas con el desarrollo que
se consideran relevantes y que se deberían conocer y comprender), la dimensión
de las capacidades a adquirir (capacidad crítica, analítica, empatía) y los valores
relacionados con la solidaridad que se quieren promover.
3. La dimensión de la participación y la acción para lograr un desarrollo humano y
sostenible en el plano local, nacional e internacional.
Definiciones de la educación para el desarrollo
“El conjunto de acciones que desarrollan las Administraciones públicas, directamente o
en colaboración con las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo, para
actividades que favorezcan una mejor percepción de la sociedad hacia los problemas
que afectan a los países en desarrollo y que estimulen la solidaridad y la cooperación
activa con los mismos, por la vía de campañas de divulgación, servicios de
información, programas formativos, apoyo a las iniciativas en favor de un comercio
justo y consumo responsable respecto de los productos procedentes de los países en
desarrollo”.
Ley de Cooperación Internacional, Artículo 13.
“Proceso educativo (formal, no formal e informal) constante encaminado, a través de
conocimientos, actitudes y valores, a promover una ciudadanía global generadora de
una cultura de la solidaridad comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión
así como con la promoción del desarrollo humano y sostenible”
(Plan Director de la Cooperación Española 2009-2012: 62)
“La educación para el desarrollo debe entenderse como un proceso para generar
conciencias críticas, hacer a cada persona responsable y activa, con el fin de construir
una sociedad civil, tanto en el Norte como en el Sur, comprometida con la solidaridad,
entendida ésta como corresponsabilidad, y participativa, cuyas demandas, necesidades,
preocupaciones y análisis se tengan en cuenta a la hora de tomar decisiones políticas,
económicas y sociales”.
7
(CONGDE, 2004: 17)
La educación para el desarrollo en un proceso activo de aprendizaje, basado en los
valores de solidaridad, igualdad, inclusión y cooperación. Favorece una mejor
comprensión sobre las causas y efectos de las cuestiones globales, haciendo que la
gente pase de la mera concienciación básica sobre las prioridades del desarrollo
humano y sostenible hacia una mayor implicación y acción. La educación para el
desarrollo fomenta la plena participación de todos los ciudadanos en la erradicación de
la pobreza mundial, en la lucha contra la exclusión. Trata de influir en las políticas
nacionales e internacionales basadas en los derechos económicos, sociales,
medioambientales y humanos.
(Development Education Forum, 2004, con el respaldo de CONCORD)
La educación para el desarrollo tiene por objetivo concienciar y favorecer la
comprensión de las cuestiones globales y como éstas afectan a la vida en el ámbito
local y que es lo que nosotros podemos hacer para influir globalmente.
(DEA, Reino Unido, en DEEEP)
La educación para el desarrollo es un proceso educativo que tiene por objetivo facilitar
una comprensión global de las cuestiones de desarollo y de los mecanismos de
explotación injustos que generan las desigualdades entre Norte y Sur; facilitar la
comprensión de las interdependencias entre sociedades del Norte y del Sur; facilitar la
adquisición de una visión consciente y crítica sobre la realidad, tanto a nivel local
como al nivel global;
promover el diálogo entre ciudadanos a través de la
interculturalidad basada sobre el respeto a la diversidad y la igualdad; promover los
valores, comportamientos y aptitudes vinculadas a la solidaridad; provocar y reforzar la
capacidad de los ciudadanos a movilizarse en acciones colectivas de solidaridad de tipo
social, político o de concienciación, en vista de construir un mundo mas justo et mas
equitativo.
ACODEV, Bélgica
8
4. Los objetivos y metas de la educación para el desarrollo
Los objetivos de la educación para el desarrollo deben enmarcarse en un proyecto
social, político, económico y cultural que contemple una mayor justicia social, igualdad
entre hombres y mujeres, el respeto al entorno y a los derechos fundamentales. Supone
un compromiso con la democracia y los principios de igualdad como la base en las
cuales las relaciones entre individuos, grupos y sociedades deben ser organizadas.
Los objetivos generales describen la intención pedagógica que se quiere conseguir en
términos de capacidad de aprendizaje y de los resultados a lograr. Los objetivos
específicos pueden ser cognitivos, procedimentales y actitudinales.
Los objetivos específicos
- Objetivos cognitivos: relacionados con los conocimientos, la capacidad de asimilar y
analizar la información y los conceptos
Se trata de una mayor comprensión sobre las desigualdades planetarias existentes en el
reparto de la riqueza y del poder, sus causas y consecuencias y el papel del Norte en
construir estructuras más justas. Esto implica abordar problemáticas globales que
relacionan el desarrollo con los derechos humanos, el medio ambiente, la paz, etc.
Supone un análisis en profundidad sobre las causas de la desigualdad Norte-Sur y sus
consecuencias y no sólo sobre sus manifestaciones: pobreza, hambre, catástrofes
humanitarias. Para ello es necesario promover la adquisición de
una estructura
conceptual básica sobre el desarrollo, desde un enfoque transversal que incluya
conocimientos sobre economía, política, historia, antropología y medio ambiente, entre
otros.
Objetivos procedimentales: se trata del conjunto de acciones orientadas a la
consecución de una habilidad o estrategia que el objeto de aprendizaje.
Fomentan el desarrollo de habilidades (actualmente se está hablando de competencias)
como el pensamiento crítico, la capacidad de ponerse en el lugar del otro (empatía), la
capacidad de argumentar, la capacidad de mediación y negociación, la descodificación
de imágenes y mensajes, entre otras Se trata de capacidades que son esenciales para
entender y enfrentarse desde los valores de solidaridad, a los nuevos procesos
9
económicos, sociales, culturales y políticos que rigen el planeta. Es importante
proporcionar unos criterios analíticos que permiten participar en la realidad local y
establecer vínculos con el desarrollo global
Objetivos actitudinales: los valores y actitudes a adquirir en el proceso de aprendizaje.
Se promueven valores y actitudes relacionados con la solidaridad y la justicia social, los
derechos humanos, el respeto a la diversidad, la igualdad entre hombres y mujeres y el
respeto al medio ambiente.
Los enfoques metodológicos y los procesos de aprendizaje
Debe existir una coherencia entre los objetivos, el grupo destinatario al que se dirige la
acción, el contexto y las herramientas didácticas que se utilizan.
Dimensión global u holística
Enfoques que favorezcan una visión global y la capacidad para identificar las
interconexiones e implicaciones de lo local en lo global. Que permiten el análisis de los
diferentes aspectos de la realidad desde una dimensión global. Se trata de enfoques
integradores, que superen la mera información aislada o la simple enumeración de
datos, estableciendo conexiones causales entre los diversos acontecimientos y
realidades y elaborando un discurso explicativo de la realidad que interrelaciona la paz,
los conflictos, los derechos humanos y el medio ambiente, entre otros. Esto se
complementa con estrategias metodológicas basadas en la experiencia grupal, sus
visiones y percepciones ante esa realidad, las emociones que provocan y sus respuestas
ante la situación.
Cuadro 1
Capacidad crítica
Promueve la capacidad crítica y las habilidades para descodificar las imágenes y
mensajes estereotipados, eurocéntricos, que resaltan las diferencias y los prejuicios
hacia otras realidades de África, América Latina y Asia.
La participación
La ED concibe la enseñanza-aprendizaje como un proceso activo y participativo, en el
que el educador/a actúa como facilitador en la construcción del conocimiento, partiendo
de los intereses del grupo. No puede llevarse a cabo mediante métodos tradicionales,
10
jerárquicos, individualistas, de transmisión vertical del conocimiento. Se trata de
enfoques que promuevan la participación social, la acción colectiva, la organización y la
acción. Procedimientos que potencien la capacidad para el encuentro y la aceptación de
la diversidad, la capacidad para proponer y actuar.
Dos enfoques educativos
Mecaninista
Holística
EDUCACIÓN: VALORES
Preparación para la vida económica.
Participación en todas las dimensiones de una
transición sostenible social, económica y
ambiental
Selección o exclusión
Inclusión y valorización de todas las personas
Educación formal
Aprendizaje continúo, para toda la vida
Conocimientos
instrumental
en
cuanto
a
valor Ser/convertirse
intrínsecos)
(Valores
instrumentales
Competición
Cooperación y colaboración
Especialización
Comprensión integradora
Socialización (integración jeraráquica)
Autonomía en relación
Desarrollo de perfiles institucionales
Desarrollo de comunidades de aprendizaje
Aprendizaje eficaz
Aprendizaje transformador
Estandarización
Diversidad con coherencia
Rendición de cuentas
Responsabilidad
Confianza en el sistema
Confianza en las personas
e
CURRICULUM
Prescriptivo. Detallado y casi cerrado
Negociación y consenso. Indicativo, abierto y
dinámico
Conocimiento discursivo y lineal
Conocimiento discursivo, visual y emocional
Descontextualización
abstracto
y
conocimiento Conocimiento contextualizado, local, aplicado y
directo
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Verdades absolutas, confusión entre Conocimiento como algo que se construye,
datos, información y conocimiento
sujeto a preguntas
Compartimentalización
especializaciónn
Inspección externa
y Interdisciplinariedad, visión holística y flexible
EVALUACIÓN
Autoevaluación con apoyo crítico
Indicadores externos y muy detallados
Indicadores autogenerados y con un enfoque
amplio
Medidas cuantitativas
Medidas cualitativas y cuantitativas
GESTIÓN Y ORGANIZACIÓN
Falta de consideración de las sinergias
Búsqueda de sinergias positivas
Falta de gestión ecológica y de un uso
educativo de los espacios, energía y
recursos.
No se tiene en cuenta la dimensión
humana. Imposición y control de
curriculum
Control de arriba para abajo
Gestión ecológica que tiene en cuenta el
curriculum y la experiencia
Estructuras y situaciones de aprendizaje con
dimensión humana
Curriculum y democracia
Fuente: Basado en Sterlin Stephen, Sustainable Education. Re-visioning learning an Change, Shumacher,
Devon, 2001
Los ámbitos de acción de la educación para el desarrollo
La educación para el desarrollo se lleva a cabo en los ámbitos educativos formales, no
formales e informales.
En el ámbito formal, la ED es un elemento dinamizador y orientador de las prácticas
docentes. No es un contenido más, sino un enfoque que afecta las temáticas, los
procedimientos y los valores. Requiere un aprendizaje activo, relaciones participativas
en los procesos de enseñanza-aprendizaje y una visión crítica de los propios contenidos
transmitidos. Los currículos deben integrar las cuestiones relacionadas con el desarrollo.
Se debe incorporar la ED en los programas de formación del profesorado, dado que su
participación es imprescindible. En este sentido, la ED es una educación global que
tiene una estrecha relación con la calidad de la enseñanza de los sistemas educativos y
con la estructura básica de los currícula que en ellos se ofrecen.
12
En el ámbito no formal se incluyen aquellos programas educativos que son llevados a
cabo fuera del sistema educativo reglado, como sucede en las organizaciones juveniles,
organizaciones de mujeres, universidades populares, grupos parroquiales, centros
culturales y que abordan entre sus ejes de trabajo, el desarrollo, la cooperación y la
solidaridad.
Ámbito informal son aquellas actividades que tienen una gran influencia en las visiones
y percepciones de la opinión pública, sin tenerlo primariamente entre sus objetivos. Por
ejemplo, los medios de comunicación o determinadas campañas o determinados
espacios de socialización que pueden tener una fuerte impacto en las visiones sobre el
desarrollo, la pobreza, etc.
Las dimensiones de la educación para el desarrollo
En la educación para el desarrollo, particularmente en el ámbito de las ONGD se
combinan cuatro dimensiones: la sensibilización, la formación, la investigación y la
movilización e incidencia política.
La sensibilización se articula principalmente a partir de las campañas. Se refiere a
acciones de corto plazo, que llaman la atención sobre una determinada problemática (el
hambre, la sequía, la pobreza, la situación de la infancia, entre otros). O bien difunde
información relacionada con los proyectos de cooperación al desarrollo. El destinatario
de la información, es a menudo, un público muy amplio. El mensaje es muy breve, en
ocasiones en forma de eslogan. Puede suponer el primer paso para la concienciación,
que rompe el círculo vicioso de ignorancia, indiferencia, e ignorancia de nuevo.
Cuestiona las injusticias pero no profundiza en sus causas. Se utilizan medios de
comunicación masiva: televisión, radio, prensa, entre otros. Se trata de una acción a
corto plazo.
La formación se articula a partir de programas educativos de medio plazo en el ámbito
formal y no formal. Analiza en profundidad las temáticas relacionadas con el desarrollo,
adaptando los contenidos y definiendo las metodologías en función del grupo
destinatario. Promueve la comprensión y la toma de conciencia sobre una determinada
13
problemática (seguridad alimentaria, comercio justo, deuda externa, etc) con el fin de
actuar sobre esa realidad para transformarla.
La investigación se refiere a acciones de medio-largo plazo. Se realizan análisis y
estudios sobre cuestiones relacionadas con el desarrollo como : la pobreza, el comercio,
la deuda, la gobernabilidad, la prevención de conflictos y la cooperación al desarrollo,
la soberanía alimentaria, entre otras temáticas. Y se elaboran propuestas para promover
el desarrollo humano y sostenible. La investigación es fundamental para mejorar la
calidad de las actividades de educación para el desarrollo y de sensibilización y dan
soporte a la incidencia política.
Movilización e incidencia política
Pretende influir en la decisiones políticas adoptadas que afectan a las políticas de
cooperación y desarrollo. La movilización se articula a partir de las alianzas entre
ONGD del Norte y del Sur en torno a una agenda común sobre las cuestiones más
relevantes relacionadas con el desarrollo y elabora propuestas que pueden contribuir a
avanzar en la lucha contra la pobreza y por un desarrollo humano y sostenible.
Los actores de la educación para el desarrollo
Las ONGD han tenido un papel clave en el origen y evolución de la educación para el
desarrollo. Posteriormente han aparecido nuevos actores como organizaciones
intergubernamentales y gubernamentales, medios de comunicación, instituciones
educativas formales, centros de formación del profesorado, movimientos de renovación
pedagógica y universidades. Organizaciones sociales, como las asociaciones juveniles,
sindicatos, centros de investigación, redes temáticas de ONG, movimientos sociales,
grupos de economía social y solidaria, etc. Sin embargo, las ONGD siguen teniendo un
papel central en la definición de las temáticas, los enfoques y los contenidos de la
educación para el desarrollo.
Las ONGD se han agrupado en coordinadoras en el plano local, regional y estatal
(CONGDE) y en el ámbito europeo (CONCORD). Estas plataformas han jugado un
papel clave en el posicionamiento y definición de la ED. La Coordinadora Española de
14
ONG para el Desarrollo1 fue creada en 1982 y se constituyó una unidad operativa sobre
sensibilización social y educación para el desarrollo, que estuvo coordinada con su
homóloga a nivel europeo en el Comité de Enlace ONGD-Unión Europea y
posteriormente en CONCORD2.
CONCORD es la Confederación de ONGD europeas para la Ayuda y el Desarrollo
(European NGOs Confederation for Relief and Development). Cuenta con 16 redes
internacionales y 18 asociaciones nacionales procedentes de Estados miembros
europeos, que representan en total más de 1.200 ONGD europeas directamente ante las
Instituciones de la UE. El principal objetivo de la Confederación es el de incrementar el
impacto de las ONGD europeas directamente frente a las Instituciones europeas,
combinando al mismo tiempo experiencia y representación.
(Incluir el cuadro de actores).
La planificación de un programa de educación para el desarrollo
Para planificar un programa de educación para el desarrollo es preciso seguir los
siguientes pasos:
A. Identificar el problema. ¿Por qué es relevante esta cuestión en la agenda del
desarrollo? ¿Cuáles son las fortalezas y capacidades que tiene mi organización
para abordar esta cuestión?. ¿Existen ya otras organizaciones que están
trabajando sobre este tema? ¿Cuáles serían los aportes que realizaría este
programa; qué elementos novedosos se introducen? ¿Forma parte de la línea de
trabajo de la organización?
B. Destinatarios de la acción: Grado de conocimiento y vinculación de los
destinatarios del programa. ¿Están interesados en estas cuestiones? ¿Parte de sus
necesidades? .
1
www.congde.org
CONCORD se ocupa de las relaciones de las ONGD con la Unión Europea y está integrado
por miembros de las coordinadoras nacionales de ONGD. Cuenta con un grupo de educación
para el desarrollo que se reúne periódicamente (Development Education Forum).
2
15
C. Definición de los objetivos de la acción. La duración y calendarios previstos.
Los medios necesarios. Creación de un equipo multidisciplinar que combine
conocimientos teóricos, con metodologías, utilización de herramientas
pedagógicas diversas.
D. Definición del proceso pedagógico. Como adaptar los contenidos según edades,
grupo social, contextos. Selección de enfoques metodológicos adecuados para
abordar el tema. Identificación de herramientas educativas y adaptación a las
características y necesidades del grupo destinatario (intereses, vínculos con lo
local).
E. Selección del sistema de evaluación.
F. Propuestas para la acción: identificar que acciones pueden dar continuidad al
aprendizaje. Como establecer vínculos y redes con otros actores que trabajan en
el mismo ámbito. La continuidad de la acción a partir de nuevos medios y
objetivos.
Cuadro 2
La evaluación de los programas de educación para el desarrollo3
La evaluación de los programas de educación para el desarrollo es todavía un ámbito
muy nuevo en el contexto español. Aunque las actividades de ED son muy diversas y
variadas esto no debe impedir evaluar los resultados y el alcance de las acciones
realizadas.
Evaluar consiste en valorar, en atribuir valor a algo, pero también el preguntarse por el
sentido de lo que se hace. La evaluación es una herramienta que permite mejorar la
calidad del trabajo. La evaluación favorece también una mayor racionalidad en lo que se
3
Basado en el artículo de Thierry De Smedt (2002).
16
hace, facilita el abandono de las acciones inútiles y permite concentrarse en lo esencial
de la misión. Obliga a cuestionarse constantemente y a evolucionar.
En el ámbito de la educación para el desarrollo, la evaluación debe tener en cuenta el
sentido mismo del proceso educativo. Evaluar un proceso educativo es tener en cuenta
todas las facetas de la educación. Es medir si algo ha cambiado, en que dirección,
evaluar comportamientos, actitudes y no sólo conocimientos. Es resulta muy complejo,
y es preciso dejar también abierto un espacio los cambios imprevistos, que pueden ser
diferentes al comportamiento esperado según un camino que cada aprendiz debe definir
en función de sus características personales.
Evaluar un proyecto de educación para el desarrollo en su globalidad resulta
extremadamente difícil. No se puede evaluar todo de una vez. Una de las pistas
propuestas para la evaluación en la educación para el desarrollo es orientarse hacia la
evaluación de segmentos del proyecto, precisando lo que se quiere evaluar, por qué y
cómo. Cada evaluación responderá así a una cuestión específica4.
Todo proyecto de educación para el desarrollo puede ser segmentado en ocho sectores,
considerando que toda acción de educación para el desarrollo encuentra su razón de ser
en :

La definición de un problema relacionado con el desarrollo.

La identificación de un público susceptible de convertirse en factor de cambio.

Una herramienta pedagógica que pueda provocar ese cambio.
Cada segmento es susceptible de ser analizado en el marco de una evaluación :
1. Evaluar la validez de la problemática proyectada en el dominio del desarrollo.
Ejemplos : el comercio mundial, el trabajo infantil, la soberanía alimentaria, la
pobreza, etc.
4
Basado en el artículo de Thierry De Smedt (2002), « La evaluación segmentada » en la revista
Antipodes n° 156, abril, Bégica.
17
2. Evaluar la adecuación de la problemática seleccionada al público destinatario
de la acción .
3. Evaluar la calidad de las herramientas educativas, teniendo en cuenta los
métodos
de
comunicación
educativa
adoptados
(enfoque
cognitivo,
participativo, socioafectivo ).
4. Evaluar cuantitativa y cualitativamente el impacto de las herramientas
educativas.
5. Evaluar la validez de los métodos educativos adoptados en relación a las
herramientas educativas utilizadas.
6. Evaluar la contribución del proyecto en promover un cambio en las
representaciones, actitudes y comportamientos sobre el dominio del desarrollo.
Es preciso no olvidar en la utilización de este modelo que:

Estos ocho segmentos que se evalúan componen una unidad. Cada parte
repercutirá directa o indirectamente sobre los otros segmentos y debe, así,
mantenerse la coherencia del conjunto.

La evaluación debe ser tenida en cuenta en el momento de la concepción de la
acción de educación para el desarrollo. Cada etapa de la acción debe
acompañarse de una reflexión sobre su potencial evaluación.

La evaluación de los diferentes segmentos debe tener una relación con los
objetivos del proyecto educativo.
La evaluación sobre el programa de educación para el desarrollo, debe tener también en
cuenta el impacto de los actores externos relacionados con el cambiante contexto
político, socioeconómico, ambiental y mediático.
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