Gary Craig, Marjorie Mayo y Marilyn Taytor, 2000. “Globalización desde abajo: implicaciones para el Diario de Desarrollo Comunitario”. En Community Development Journal, Volumen 35, No. 4, octubre, Oxford University Press, pp. 323-335. “Globalización desde abajo: implicaciones para el Diario de Desarrollo Comunitario” En este artículo introductorio, pretendemos señalar el contexto en el que se enmarca la discusión de los artículos posteriores, reflejando en particular los progresos en la teoría y práctica del desarrollo comunitarios durante los últimos años, los cuales han respondido al proceso de crecimiento de la globalización en las esferas económicas, sociales y políticas. Este proceso, como hemos sugerido, ha sido desigual (como, por ejemplo, entre el globalización económica y las respuestas políticas), contradictorio, continuamente disputado, y nunca en la misma dirección y, como las luchas contra los estados nacionales opresivos (Craig, et al.,1982), ofrece oportunidades respuesta desde el desarrollo comunitario. Artículos recientes en el CDJ (Craig, 1998; Onyx y Dovey, 1999) han comenzado a delinear una agenda que guíe a los trabajadores del desarrollo comunitario en el marco de la globalización. De forma concreta nuestros colegas hacen lo mismo en los artículos posteriores que integran de esta edición. Nuestra esperanza es que éstas reflexiones estimularán una discusión más amplia dentro y fuera de las columnas de este diario. La estructura del artículo es la siguiente: inicialmente, hacemos una revisión de tendencias generales, su desarrollo y tensiones. Posteriormente revisamos el significado, la significación y el potencial ofrecidos por el llamado 'redescubrimiento' de la comunidad; y finalmente, hacemos un repaso por las oportunidades que esto puede ofrecer al CDJ como un vehículo modesto, junto a otros, para promover la 'globalización desde abajo’. El actual momento del contexto Desde que fue publicada, hace diez años, la edición de plata del Jubileo del Diario del Desarrollo Comunitario (1990, vol. 25, No. 4), muchos cambios económicos, políticos y sociales significativos han ocurrido, mismos que ofrecen una evidencia en sí mismos para realizar una profunda reflexión sobre 1 el papel del desarrollo comunitario como praxis relevante. En este breve artículo del contexto podemos reflejar solamente las más relevantes ediciones de tal discusión, con el objeto de señalar las contradicciones inherentes en los procesos del globalización, así como las contradicciones que parecen ofrecer un espacio político para oposición-organizada. Quizás de la significaciones más relevantes, el final de la llamada guerra fría y la discutida 'muerte del comunismo', han traído actualmente a diverso contexto geopolítico un llamado ‘super-poder’ en el escenario internacional (aunque tenemos todavía ver cómo el crecimiento político, económico y del demográfico de China afectará ésta situación). Los elementos dominantes del actual contexto incluyen las expectativas crecientes de la hegemonía política de los E.E.U.U. y sus 'aliados' (o, en realidad, en muchos casos, sus estados clientes). Sin embargo, los E.E.U.U. están encontrando cada vez más que los costos económicos de mantener esta posición pueden ser insostenibles y las relaciones con sus aliados ‘naturales’ tienen al interior elementos de la contradicción y tensión. Los aliados no pueden confiar siempre en alianzas económicas permanentes, cuando los intereses de seguridad están en conflicto y los estados-clientes continúan luchando para la autonomía, a menudo debajo de la banderas del nacionalismo o del fundamentalismo. Puede haber divisiones económicas profundas entre los aliados políticos como consecuencia de decisiones y acciones de corporaciones multinacionales y flujos de capital. La fragmentación de naciones, particularmente en el Este y centro de Europa, pero sobretodo en estados coloniales o clientes de África y Asia, ha requerido que el mapa político sea continuamente redibujado. La guerra no ha cesado pero hasta ahora ha sido contenida dentro de límites regionales, no obstante con la intervención de poderes externos, algunos explícitos (tal es el caso del Golfo, los Balcanes y Timor del este) o implícitos (como en el caso de muchas guerras civiles en Africa y Latinoamérica). La profusión de los conflictos armados alrededor del mundo -muchos de ellos surgidos como consecuencia de la manipulación imperial desde siglos anteriores (incluso si es ocasionado por divisiones raciales, religiosas y tribales como en el caso de África central, y por políticas de expansionismo -como en los Balcanes)- tiene consecuencias humanas terribles en términos de los millones de adultos y de niños desplazados, muchos de los cuales quizá nunca volverán a sus país de 2 origen. Esta fragmentación ha traído consigo una gama de consecuencias políticas, económicas y sociales, las cuales no obstante son tratadas de forma discriminatoria por los países más ricos, que actúan a nombre de 'la comunidad internacional'. Es demasiado pronto para reflejar a largo plazo las prospectivas para esas nuevas naciones que emergen o de esas más viejas naciones que reaparecen, como es el caso de Eslovenia que parece renacer casi por accidente, otras como Latvia, Hungría y Polonia, representan un retorno al pasado nacionalista el momento exacto en que el significado de la nacionalidad está siendo crecientemente desafiando. En los últimos diez años, el CDJ ha publicado un número de artículos que reflejan específicamente la manera como el desarrollo social y comunitario pueden hacer una contribución a mejorar la calidad de la vida de los afectados de los conflictos armados, gente que a menudo se encuentra en las circunstancias más desesperadas. Para los estados más ricos, estas circunstancias (como manifestación de la globalización) se encuentran cada vez más cerca del hogar y pueden proporcionar -en los años próximos- el material de cambio para las comunidades 'domesticas' de trabajadores en estas regiones. Un respuesta política paralela pero contradictoria a esta despojo humano ha sido la manera ferozmente egoísta en que estados más ricos han defendido sus propios límites territoriales contra lo que caracterizan los medios como la marea amenazadora de la inmigración; todos podemos ser ciudadanos globales cuando se trata de acudir a los mercado económicos (siendo las corporaciones globales las que presionan fuertemente por el reconocimiento de la 'ciudadanía'), pero políticamente los ciudadanos tienen una 'nacionalidad' global solamente, según los estados más ricos, si permanecen fuera de nuestras fronteras nacionales. Las contradicciones entre las metas económicas y políticas y la retórica, jugados a fuera del escenario nacional, se ensayan cada vez más en el nivel global. Irónicamente, la noción de la ciudadanía sí mismo está ahora bajo severo escrutinio en muchos países, particularmente los de creciente población multicultural y donde la mala distribución de la renta y de la riqueza ha reflejado, a la larga, distinciones raciales en desventaja para las comunidades de minoría. En muchas de las ciudades principales del 'Norte’, los 'negros' o la minoría votante (como quiera que sea ésta es una manifestación local -del voto 3 católico en el norte de Irlanda al voto minoritario de los negros en Toronto- {el cual alcanzará el estatus de mayoría electora en 2001} está ganando políticamente y está generando constantemente respuestas políticas, a pesar de problemas con el registro). Esta disparidad entre pobres y ricos de los países aparentemente ‘saludables’ del norte se refleja en la escala global; los años 90 han atestiguado la creciente polarización de la renta y de la abundancia, incluyendo la nueva modernidad de la información electrónica entre los países, y particularmente entre el norte y el sur. La hegemonía económica del mercado como el mecanismo para la producción, la distribución y el intercambio de mercancías y de servicios, aparentemente desde hace algunos años estaban ya satisfechos (el llamado 'fin de la historia'), pero los excesos de los mecanismos de mercado puros han comenzado a dar lugar a la división y al immiseration sociales en muchos países del norte, del sur, el este y del oeste. Al mismo tiempo, el poder económico de los países del G8 está siendo desafiado cada vez más por otros, particularmente la economía de los llamados tigres de sureste Asiático que, a pesar de dificultades recientes, han tenido enormes impactos en más economías desarrolladas al delinear formas inversión (con los costos sociales consiguientes) y creando polos alternativos del poder económico. Esta poder entonces se refleja nuevamente dentro de la arena política global: la falla política de los países occidentales al intervenir en Timor durante muchos años, a pesar de los abusos más obvios, es simplemente un ejemplo del triste equilibrio de las opciones construidas por 'occidente' en favor de intereses económicos estrechos, en este caso demostrado con las ventas de armas masivas que apoyan el régimen indonesio. En el nivel muy local, el sentido (y la realidad) de la pérdida de control económico en un nivel nacional, ha provocado inversamente respuestas locales alternativas, que se fijan a menudo dentro de un modo del desarrollo de comutario; modernidades verdes, intercambio local y sistemas que negocian esquemas del crédito de la comunidad, etcétera. Todos estos cambios han alertado a comentaristas del fenómeno (designado el globalización) el cual es generalmente incuestionable. Políticamente es claro que Occidente a menudo ha podido forzar su propia versión de la democracia política sobre otros países, sin importar si esto era apropiado a las condiciones o a las necesidades locales, y ha utilizado las palancas de embargos o de amenazas económicas 4 para asegurarse de que el cambio político local cubriera sus propias necesidades. En algunos momentos, los líderes locales astutos y resueltos Zimbabwe proporciona un buen ejemplo contemporáneo - han podido manipular esta presión a su propia ventaja política, representando la presión tal como los throes pasados del colonialismo. En paralelo, los programas de ajuste estructurales - el requisito generalmente áspero es que las economías locales se abran a la disciplina del mercado-, se han impuesto económicamente por todo el mundo, a pesar de la oposición local. Que la oposición –como recordaremos gráficamente en detalle durante la detención de general Pinochet en el Reino Unido- ha sido tratada a menudo no por la presión económica adicional sino por la intervención militar externa, con o sin soporte local. Incluso el aumento del heroísmo político hechos por el ANC en años de la lucha contra apartheid están siendo substancialmente minados por la 'recompensa' de la sumisión de la economía surafricana a esta disciplina. Con la promesa de la ayuda económica a las economías de desintegración, en general, ha reforzado el cerco que las economías occidentales y las grandes corporaciones tienen alrededor estados pobres y débiles en el sur. El poder de los estados occidentales ha dominado cada vez más alternadamente con las principales corporaciones industriales del mundo sin responder al los mandato democrático, lisiando así estados- nación -- incluyendo muchos de los más poderosos estados-nación - en base a ciertas decisiones. La globalización no es sin embargo, tal como aseguran algunos líderes occidentales como Clinton, Blair, Jospin (a un cierto grado) y Schrôder, la “tercera vía’, es un inevitable proceso, uniforme y unidireccional mantenido solamente por el excedente financiero e industrial de las grande corporaciones sobre las que los gobiernos nacionales no tienen ningún control, pero es esencialmente un proceso de reestructuración económica conducido por las necesidades de las corporaciones importantes. Este proceso puede ser apoyado (o ser opuesto) por los gobiernos nacionales, actuando solos o en coalición, y de hecho por los intereses de las comunidades locales, que pueden también formar alianzas globales en la oposición. Ciertamente, como anota Mishra (1999) la globalización cada vez más se entiende y convierte en “una forma de neo-liberalismo internacional apoyado por los E.E.U.U., los mercados mundiales y organizaciones tales como el FMI y la OCDE... (que)... están 5 poniendo a los estados-nación bajo presión para reducir los estandares sociales”. La creciente conexión entre la globalización económica de un lado y la declinación de los estandares sociales y las degradación del medio ambiente en otro, es la semilla de la cual está emergiendo la creciente oposición política. Y, mientras que los abogados de la ‘Tercera Vía’ han sido criticados por la vacuidad de su posiciones política, una de las cosas que tienen todavía que demostrar es una preocupación verdadera por los pobres y desposeídos, ellos tienen al menos que señalar la necesidad de un nuevo establecimiento político nacional y global. Este nuevo establecimiento requiere que los estados nacionales comiencen a entender la necesidad de actos sobre y más allá de intereses puramente nacionales, una demanda que enfrenta el nacionalismo que se ha desarrollado en muchas partes del mundo en años recientes. Ninguno de los cambios económicos de los años 90 están en la realidad fijada en concreto; la lucha política y económica continúa, y ésta marca el año 2000 (o sus equivalentes en otros calendarios) simplemente como un marcador en un proceso de la transición histórica. El ideal del comunismo - por el cuál entendemos una forma de organización social y política basada en necesidad humana y en la oposición a la energía del capital - no es muerto; ni, como hemos observado, el mercado - una forma de organización económica basada esencialmente en los valores de la libertad, de la energía y de la avaricia individuales - alcanzó su victoria final. Los que hacen cualquier demanda harían bien en prestar atención a la observación de Mao Zse Dong cuando se le preguntó -con la ventaja de casi 200 años de retrospección- si la revolución francesa había sido un éxito: 'es todavía muy pronto para decirlo’. La lucha política está tomando nuevas formas en respuesta a las nuevas realidades globales pero también a otras dimensiones de la división social y política: raza, género, nacionalidad, edad y sexualidad. En Europa del este y central por ejemplo, hay un reconocimiento cada vez mayor del reemplazo de los de sistemas políticos y económicos burocráticos centralizados por los de funcionamiento del 'libre’ mercado, movido hacia atrás por los formas políticas liberales occidentales, ha traído enormes aumentos para algunos pero la miseria para muchos otros. La lucha política local es a menudo una búsqueda que ni enrolla el reloj trasero al socialismo desacreditado del estado ni adopta formas occidentales incuestionablemente inadecuadas. 6 A pesar de las diferencias en formas culturales, políticas y sociales locales, las conexiones se están haciendo cada vez más entre quienes trabajan en el Norte y sur, este y oeste, en temáticas de pobreza, desarrollo y el capacidad-edificio, las conexiones que demuestran los procesos similares de conducción global y sus consecuencias locales. Este conocimiento de crecimiento de la naturaleza de la globalización está alimentando de hecho el desarrollo de las nuevas formas de alianzas políticas internacionales. Al el mismo tiempo, el cada vez mayor desencanto de democracias representativas liberales (en la realidad a menudo ahora manipulada por interés económicos y políticos globales) como la opción única alegada a las varias versiones de dictaduras políticas, étnicas, culturales o religiosas, también están generando una búsqueda para las nuevas maneras - a menudo en una lona global pero iniciados igualmente en niveles muy locales- de ejercer poder político. Las organizaciones internacionales que trabajaban en aplicaciones inhabilidad, por ejemplo, han superado viejas formas de democracia representativa. ¿El redescubrimiento de la ‘comunidad’ ? En la aplicación de plata del jubileo CDJ, éramos pesimistas sobre el futuro del desarrollo de la comunidad en un mundo que parecía cada vez más tener abandonada a la 'comunidad' en el favor del mercado. En la última década, sin embargo, las instituciones globales tales como el Banco Mundial y los gobiernos nacionales, particularmente el Reino Unido y los E.E.U.U., han vuelto a descubrir el valor de 'comunidad' a través de la lente del ‘comunitarismo' (Etzioni, 1998), capital 'social ' (Coleman, 1990; Putnam, 1993) y/o 'sociedad civil'. Este nueva relación gubernamental de amor con la ‘comunidad' tiene, sin embargo, sus propias tensiones y contradicciones. Algunos como George Soros, que es posiblemente uno de los más famoso especuladores de los mercados de financieros internacionales, poniendo a la economía nacional a sus rodillas (con las horrendas consecuencias para los más marginados dentro de esas comunidades), ellos mismos ahora están advirtiendo contra las consecuencias del capitalismo desenfrenado. Harman (1993) ha discutido que el producto principal del capitalismo ha sido gente marginal. Pero la fragmentación y la enajenación que la marginación económico trae, amenaza a 7 gobiernos e instituciones financieras. El poder del ciudadano (mediante el uso del Internet) ha dado muestras de su mediación en el caso de Seattle, el cd. de Londres y Timor del este; se han formado los nuevos movimientos sociales (como tema de una edición especial de CDJ en 1997); los movimientos fundamentalistas de diversas tendencias han emergido para organizar a los desencantados; y los gobiernos predominante de la derecha de los años 80 finalmente han caído bajo la presión del electorado de Chile a Alemania (aunque en otras partes del mundo el péndulo muestras signos de retroceso otra vez). Los gobiernos en occidente están dando regresando, como hemos notado, a las políticas de la ‘Tercera Vía’ (el tema de un seminario internacional entre algunos gobiernos occidentales en Francia a finales de 1999) los cuales proclamaron ofrecer una opción entre los 'extremos' del mercado y del estado. Mientras que todavía hay muchos países en donde la acción del ciudadano provoca una respuesta brutal, hay un número creciente donde los ciudadanos se empoderan y la participación es promovida - por lo menos retóricamente por el gobierno. La necesidad de abordar la exclusión social ha levantado la agenda europea - reconociendo en algunos salas que la pobreza no es la opción del individuo sino del resultado del excedente económico y social de las presiones de las cuales no tiene ningún control. Permanece, sin embargo, una pregunta abierta si el énfasis de la política de la exclusión social es en la realidad un medio de evitar los problemas más difíciles de la pobreza, sobre todo adecuación de los programas estatales de asistencia social. Contra este fondo, las perspectivas del desarrollo de la comunidad como medio para construir el capital social, la comunidad y la sociedad civil están en considerablemente mejor que hace una década. Pero el desarrollo comunitario ha experimentado tardías fases de popularidad: en la carrera de las colonias para independizarse de poderes imperiales o en la guerra de los E.E.U.U. contra pobreza, el proyecto de desarrollo comunitario de Inglaterra, y programas de otros países occidentales. Y muchas de las ideas actuales de moda en el gobierno y en las instituciones globales –comunitarismo entre ellossecuestran el lenguaje de la comunidad y del desarrollo comunitario mientras que en la realidad ofrecen soluciones simplistas y contradictorias para resolver las necesidades de los más pobres de la sociedad, con una pequeña perspectiva de empoderamiento (Craig, 1998). Si es ésta una herramienta para 8 el cambio sostenible y para la acción de los marginados, es vital desentrañar las ideas que están proveyendo de combustible a este resurgimiento y someter los ascensos de algunos de los conceptos más populares a un escrutinio cuidadoso y crítico. El lector (Craig y Mayo, 1995) que siguió la edición de plata del jubileo notará que comenzaron exactamente con esta necesidad, cuando se enfocó a desentrañar el concepto del empoderamiento. El Diario continúa en la aplicación de este proceso y, nosotros esperamos que esto estimulará un discusión animada por estas columnas. El comité de redacción redacción de CDJ espera publicar una edición especial sobre el concepto de empoderamiento en el futuro cercano. El resurgimiento del interés actual por la comunidad y conceptos asociados contiene dentro de él un número de desafíos. Uno es el peligro persistente de la co-opción en las agendas de estados y de capital. La retórica de la comunidad (o lo comunitario), del capital social, de la sociedad civil y de la sociedad puede ser un alternativa agradable al individualismo del mercado o al despotismo de estados totalitarios. Pero hay una línea fina entre el trabajo con las comunidades para desarrollar soluciones económicas alternativas y las redes sociales dentro de las cuales éstos se encajan, por un lado, y ofrecer después responsabilidades sin recursos y poder, por el otro. Descargar las consecuencias del movimiento de capital en las comunidades que las sufren no es ninguna solución a la exclusión social, económica y política. Los años 90 han visto a muchas comunidades atacar los dilemas de contraer los servicios de gobierno o de participar en sociedades con estados-conducidos que inicialmente ofrecen a poco para el efectivo control local. En la conferencia de 1990 de la asociación internacional para el desarrollo de la comunidad, un rayo de contribución al poder siendo ampliada en el mismo tiempo. El capital social, el capital humano y capital financiero son interdependientes. El desarrollo de la comunidad necesita más bien un sustituto para conducir el cambio estructural e institucional. El discurso de la participación y del empoderamiento de la sociedad también enmascara los dilemas enormes a los que las comunidades hacen frente en la mudanza desde el exterior del proceso de la política al interior. La co-opción en los procesos de los estados conserva en sí mismo perjuicio al capital social, estirando las redes de confianza al punto de desempate mientras 9 que las demandas o la coalición y la sociedad, en las cuales los representantes las organizaciones de la comunidad se encuentran del tirón más lejos, al fomentar la lejanía de sus distritos electorales. Estos procesos a menudo visualizan a las comunidades como entidades homogéneas, evitando aplicaciones de la diferencia y el conflicto y pueden incluso fijar a comunidades cara a cara en competencia por los nuevos fondos. Claus Offe (1987) ve el dilema central de la política democrática en las sociedades modernas como la necesidad de 'mantener la diversidad dentro de sociedad civil, mientras que crea ana cierta medida de unidad, obligatoria, de la autoridad' política. Esto, en el nivel micro, es un desafío hecho frente por muchos trabajadores de la comunidad, funcionando en la Interfase entre el estado y la comunidad. Un desafío paralelo es reconciliar las tensiones entre la participación y la dirección, creando una capacidad de organización dentro de la comunidad que permita que sostengan a sus propios líderes. La historia - y el presente - se deja en desorden con los ejemplos donde los movimientos que autorizaban la oposición han llegado a ser opresivos una vez en el poder. Un tercer desafío es planteado por las muchas contradicciones dentro de la comunidad. El uso normativo de términos como 'civil society', capital 'social ' y 'comunidad' es cada vez más criticado (véase, por ejemplo, Seligman, 1992; Foley y Edwards, 1998). La comunidad es exclusiva tanto como inclusiva -- los define así como nosotros hace diez años, en la edición de plata del jubileo, el CDJ atacaba con los dilemas de las políticas de la identidad. La experiencia de los diez años pasados – atestigua lo anterior la ex-Yugoslavia, Rwanda, los estados rusos anteriores, entre otros - demuestran cómo una aceptación de la diversidad se traduce fácilmente a conflicto, en la fragmentación y en la opresión incontrolables. Las opresiones organizadas por la religión, el género, o la raza, son reforzadas en el nombre de la comunidad por las organizaciones de opuesto ideológico como los encargados de la promesa del Ku Klux Klan en los E.E.U.U., y el Taliban en Afganistán. El discurso de la ‘Tercera Vía’ no puede en gran medida reconocer esta realidad sucia o tratar las tensiones entre la universalidad y el particularismo. Es en la sociedad civil donde estas tensiones se juegan hacia fuera (Tester, 1992). Hay tensiones inherentes entre la integridad y la diversidad; entre la celebración de la diferencia y la alianza de intereses políticos y las luchas por el 10 cambio, del desarrollo económicos comunitario con estas contradicciones y las tensiones sobre una base diaria, y el primer impacto de la intervención pueden ser la exposición de los conflictos dentro de la comunidad, como diversas necesidades emerjan y como ven a las partes de la comunidad para autorizarse a expensas de otras. El foco actual en la sociedad civil enmascara no solamente los conflictos dentro de la sociedad civil, sino también las desigualdades. El interés no de las grandes organizaciones de beneficio, sino de ONGs, y las asociaciones profesionales, organizaciones por ejemplo, basadas puede ser absolutamente diferente en la comunidad, organizaciones sociales de o movimiento, y auto-ayuda a grupos. Para muchas de las organizaciones de comunidades de base, hay un ambiguo paralelo de manejo y de relaciones complejas con gobiernos y ONGs, por lo que se requiere una sofisticación política considerable. En otras partes del mundo, el lenguaje de la gobernabilidad está substituyendo al gobierno, sosteniendo una promesa de participación más extensa en el proceso democrático. Pero para muchos marginados, el lenguaje de la participación y el empoderamiento solamente mueve la línea entre los ricos y los no tan ricos. Las acciones de los ciudadanos referidas con anterioridad sugieren que no solamente los gobiernos están buscando formas políticas alternativas. Con el ’fin del comunismo’, algunos ven un enorme vacío ideológico donde debería haber alternativas al mercado y al capitalismo desenfrenado. Pero reconocer estos dilemas no es predicar la desesperación, tampoco significa que no existen alternativas a una estrategiaadversaria, en la cual los intereses del estado, del capitaI y de las comunidades marginadas siempre están en implacable oposición. Si estos dilemas y actos de equilibrios van a ser resueltos - entre la integridad y diversidad, entre la dirección y la participación, entre la inclusión y la exclusión – se necesitan diversas alternativas, basadas en alianzas entre comunidades e instituciones, y compartidas por diversas culturas a través del globo. Éstas deben estar basadas en una nueva compresión del poder, en nuevas formas institucionales, y en economías sostenibles – todo lo cual proporcionará un significado y una realidad alternativos al término globalización. 11 Promover la globalización desde bajo El mandato global del CDJ's - y su modesta capacidad de actuar, más allá de ser simplemente un diario - da la oportunidad de compartir las experiencias de diversas comunidades y culturas distribuyendo estas tensiones y dilemas y al separar el conocimiento de las alternativas que han crecido por las experiencia en diversas partes del mundo. Se debe desempeñar un papel vital en el contexto contemporáneo de la globalización, enfocándose sobre cómo facilitar acercamientos del desarrollo de la comunidad global -- en efecto, desafiando la globalización de arriba a través de la 'globalización desde abajo. Las cuestiones claves que se tratarán son acerca de 'escalamiento’ y construcción de alianzas para el cambio entre los diferentes movimientos sociales y las campañas que establecen redes en la escala internacional. A pesar de las dificultades que son inherentes a este proyecto, existen ejemplos que incorporan el uso de los medios de la comunidad y las tecnologías de la información como herramientas para compartir las experiencias, alianzas constructivas y desarrollar defensas y campañas en un nivel internacional. Hay ya evidencia positiva del interés creciente por las experiencias de desarrollo comunitario en el nivel local que desafían normas y práctica en los niveles nacionales e internacionales (Holanda y Blackburn, 1998). Este trabajo ha contribuido en niveles crecientes a la participación de la gente pobre con the1980s y los años 90, a menudo en las más difíciles circunstancias, según lo divulgado, por ejemplo, por Rahman (1995). Chambers (1998), que ha sido tan influyente por su trabajo sobre el desarrollo rural participante, advierte que 'el empoderamiento de la gente pobre para conducir su propia valoración y análisis, y presentar sus realidades es una cosa. Y otra cosa es si sus voces son escuchadas, entendidas y actuadas sobre otros'. Si bien Chambers reconoce las dificultades inherentes, también señalan a los logros verdaderos, e ilustra el potencial que las voces de menos alcance tienen para impactar en políticas y práctica de nivel nacional e internacional, incluyendo la afectación sobre el Banco Mundial (con gravámenes participantes de la pobreza, por ejemplo). El reflejo sobre estos desafíos, según Gaventa, también acentúa los oportunidades 'para ampliar la participación de los pobres en desarrollo' (1998), subrayando los peligros 'serios del uso erróneo y del abuso que en última 12 instancia podría desacreditar el concepto de la participación como ingrediente crítico párale desarrollo'. Él identifica tres dimensiones correlacionadas de 'escalar hacia arriba’ necesarias para la participación eficaz y de calidad que debía ser alcanzado - 'escalamiento hacia fuera'; 'escalamiento hacia arriba'; y cambio institucional. El ‘escalamiento hacia afuera' implica la extensión de ' la participación a partir de una actividad tal como la valoración, la implicación de la gente a través del proceso del desarrollo en una manera que aumente su empoderamiento' (op.cit.). 'Escalamiento hacia arriba' es referido ‘al aumento en el número de participantes en los lugares de participación, especialmente ocurrirá en el PRA ' (ibid.); - la mudanza más allá de proyectos experimentales locales específicos. Y finalmente los 'cambios institucionales’ refiere 'a los cambios a gran escala requeridos en y entre a instituciones para que el escalamiento-hacia fuera y el escalamiento-para arriba ocurran con eficiencia’. Más específicamente, refiere a las maneras en las cuales a una escala más grande las instituciones en el gobierno y de la sociedad civil obrarán recíprocamente en una escala más pequeña con las organizaciones o las comunidades en el proceso de desarrollo'. Mientras que en Gaventa el foco ha estado sobre acercamientos participantes al desarrollo de la comunidad en el sur, las discusiones similares se aplican a la participación de la comunidad en programas urbanos de la regeneración en el norte - donde el escalamientopara arriba levanta ediciones similares sobre el capacidad-edificio y el empoderamiento y la necesidad del cambio institucional. Para Gaventa sin un eficaz escalamiento hacia afuera –capacidad local y empoderamiento –, las políticas para 'escalar hacia arriba’ al nivel regional o nacional podrían fallar, carecer de raíces locales suficientemente fuertes. Los planes en gran escala pueden devenir en mandatos desde arriba para que la 'participación ocurra’; una aproximación que difícilmente se sostiene porque 'participación no puede ser impuesta desde arriba, con diferencias dependiendo de los contextos locales; (op.cit). Además, el cambio institucional es la llave. Instituciones grandes, si gobiernos, ONGs grandes, agencias dispensadoras u otras, también necesitan cambiar (uno de los mensajes dominantes de Seattle en 1999 y de la cumbre mundial para el desarrollo social, Ginebra 2000). Y esto, alternadamente, requirió acoplamientos, entre sociedades intersectoriales, redes y coaliciones entre las organizaciones 13 locales y entre las organizaciones de gran escala. Mientras que reconoce la importancia de las pasos hacia la democratización y la descentralización en la arena del gobierno, tendencia que eran por lo menos potencialmente favorables, Gaventa también señala las tendencias simultáneas que se mueven en sentido contrario a la dirección 'de la economía, mayor globalización de fuerzas económicas y una creciente preocupación por la exclusión social’ (Ibid.). La globalización - es decir, el concentración de poder económico y político-, y las tendencias paralelas hacia el aumento la desigualdad, representan los desafíos dominantes para los procesos referidos al desarrollo de la comunidad en el sur y el norte: cómo moverse más allá del localismo del particularismo hacia alianzas más amplias en dirección de un cambio progresivo. Sin subestimar la tarea de la defensa de la construcción y redes que realizan campañas en el nivel transnacional, en el contexto global actual, es importante acentuar las nuevas posibilidades así como los nuevos desafíos y apremios. Las nuevas tecnologías son parte importante del desarrollo, por fuera del reconocimiento de las medidas contrarias, tal tecnología puede agregar simplemente otra dimensión de la pobreza - pobreza de la información - a la lista ya larga de dimensiones de la pobreza. El video, por ejemplo, puede contribuir a facilitar estos intercambios y el aprendizaje de gente-a-gente. Por supuesto, el vídeo tiene sus limitaciones inherentes. Las cámaras de vídeo siguen siendo relativamente costosas y suelen ser una herramienta eficaz, los grupos locales también necesitan el acceso a corregir el equipo - aunque las nuevas tecnologías digitales son potencialmente de uso más fácil para que la gente local, una vez que tengan el equipo necesario. A pesar de estas limitaciones, el vídeo tiene potencial considerable, como herramienta para crear diálogo entre la gente local en diversos contextos y entre la gente y los responsables locales. Por ejemplo, la unidad internacional de la educación de la ayuda de las acciones ha estado desarrollando un proyecto experimental video participante como herramienta para implicar a gente marginada en su campaña global de las derechos de la educación. Este proyecto permite a la gente que no tiene acceso a la educación, acceder a conferencias -- para contribuir sus propias experiencias y testimonios. El informe sobre el proyecto explica que el vídeo participante es especial porque estas producciones se 14 hacen de las perspectivas de los pobres. Están contando sus propias historias, en su propia lengua y están utilizando su propio tradición oral (Hille, 1999). Con este proyecto, Ayuda para la Acción apunta hacia la implicación de gente local en la Campaña en una escala global, convirtiéndose en modelos para el uso del vídeo participante como herramienta para el empoderamiento. El uso del vídeo también se ha ligado al uso del Internet - - los intercambios de la gente de experiencias, y para nivel global en los propósitos de la defensa y para hacer campaña. La ayuda cristiana, por ejemplo, tiene un servicio de noticias en línea que incluye la información sobre videos junto con otras formas de noticias y de información que hace campaña. A través del Internet, la gente ha podido enviar las postales virtuales a los responsables dominantes tales como el presidente de los E.E.U.U. y el canciller británico del ministerio de Hacienda, recordándoles sobre la campaña del jubileo 2000 y la relevancia de loa países de Tercer Mundo y su endeudamiento o la decisión de la secretaría del interior británica para volver a general Pinochet a Chile sin verificación del derecho. La campaña de la deuda y la campaña en consumerism éticos proporcionan otros ejemplos de acciones locales, ligados juntos para hacer y para afectar ediciones globales. En un número del jubileo 2000, miembrpos de la coalición del desarrolló sus propio sitio web y se ligaron uno a otro y al sitio central del jubileo 2000. Esto representó un acercamiento innovador al asegurando que la campaña local hizo el impacto máximo global. La campaña del E-mail era un experimento que demostró ser particularmente acertado. Total la campaña era eficaz en plantear la aplicación la deuda en el G8 y las reuniones del banco mundial y del FMI en 1999, se ha sugerido, porque estas táctica innovadoras construidas sobre acciones locales de la gente. Actuando en concierto, de uno a 65 millones de personas alrededor del mundo fueron preparadas para llevar la acción para el cambio. Las redes similares se convirtieron en una gama de ediciones/acciones que conducirían a Ginebra a la cumbre del mundo de memoria en el verano de este año. El Internet todavía tiene limitaciones en su utilidad para la gente pobre. Como hemos observado, con todos los recursos, existen comunidades y regiones tecnológicamente-pobres y tecnológicamente-ricas, y el boquete entre la información rica y pobres están creciendo. Las aplicaciones potenciales del 15 Internet tienen que ser fijadas dentro del contexto de esta realidad extremadamente desigual. No hay absolutamente manera por la cual estas desigualdades estructurales se pueden resolver con cualquier arreglo tecnológico rápido. Como diario internacional que combina teoría y práctica en el desarrollo de la comunidad, el CDJ tiene potencial de desempeñar un papel significativo para facilitar la 'globalización desde abajo’. Tiene un papel en el discusión que se estimula sobre una base continua, proporcionando el espacio para un análisis crítico de tendencias globales. Con las discusiones en el diario, hay posibilidad de hacer conexiones entre las experiencias locales. Esta edición especial proporciona ilustraciones exacto de tales oportunidades. Como foro internacional, yendo más allá de los límites de sus páginas, el CDJ también proporciona el espacio para ligar discusiones en teoría y la práctica. El vehículo dominante aquí es el diario sí mismo. Y así continuará siendo (por lo menos para el futuro próximo). Pero creemos que el CDJ puede contribuir a facilitar estos acoplamientos de otras maneras también. En años recientes, el diario ha participado en conferencias internacionales y talleres, incluyendo la asociación internacional más reciente para las conferencias del desarrollo de la comunidad, en Pretoria, Suráfrica en 1997 y en Edimburgo, Escocia en 1999. Estos acontecimientos han generado una amplia gama de los artículos reflexivos y desafiantes para el CDJ y han contribuido a construir una organización representativa internacional para el desarrollo de la comunidad con el cual el CDJ desearía tener una relación fuerte. También han realzado otras formas de comunicación y de discusión (intercambios incluyendo de materiales y de acoplamientos del E-mail, como parte de la defensa internacional y de hacer campaña en el desarrollo comunitario y ediciones desarrollo-relacionadas de la comunidad por todo el mundo. Y el CDJ también ha patrocinado otras actividades del desarrollo de la comunidad tales como la fabricación de un vídeo, discutida en la conferencia de IACD en Escocia. Con tales actividades que el diario puede hacer - y ha hecho ya – ha enriquecido y ha comenzado a explorar su potencial más amplio para contribuir (con su programa editorial y actividades asociadas, y en alianza con individuos y organizaciones semejantes) al proceso crítico de 'globalización desde abajo '. 16