Economía gallega

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Visión General de la Economía Gallega.
CONDICIÓN ATRASADA DE GALICIA.
La palabra que mejor describe a la economía gallega es la de atrasada.
Entre las múltiples cualidades derivadas de la condición de atrasada de una economía destacan la insuficiente
renta per cápita y la incapacidad para generar un proceso industrializador autosostenido.
A principios de los años 90 el PIBph en Galicia se sitúa por encima del 80% de la media española; si lo
comparamos con la media de la Unión Europea la distancia a los valores medios aumenta hasta un 66% del
europeo. Con la entrada de los nuevos países a la U.E. Galicia llega hasta aproximadamente un 71% , esto
significa que seguirá recibiendo los fondos de cohesión de Europa, ya que su PIBph no llega al 75%.
El PIB depende de la productividad por ocupado y de la relación entre ocupados y población. La
productividad del trabajo era de un 61,79% de la media española en el periodo 85/91, en la productividad total
de los factores el porcentaje ascende hasta un modesto 67'46% en el mismo periodo, que es el nivel más bajo
de las comunidades autónomas.
La estructura sectorial del empleo está todavía muy orientada hacia la agricultura.
La modernización de la estructura productiva se concibe en términos de mudanza sectorial de la producción y
del empleo: en una primera fase la industria sustituye a la agricultura y a continuación son las actividades de
servicios son las que crecen a costa de los otros dos sectores. Por lo tanto, es un atraso el elevado índice de
empleo agrícola que presenta Galicia, y que es el doble de la media española y más del doble de la Unión
Europea.
Existe una agricultura adelantada y una industria ineficiente, pero la transformación sectorial, que antes
citábamos, que acompaña la incorporación del progreso técnico fue menos intenso en Galicia, permitiéndose
pues la supervivencia de formas de producción menos eficaces.
Se debe citar que el atraso no es estancamiento ni bloqueo, es un crecimiento menor con respecto a otras
regiones.
Por otro lado, el atraso de Galicia presenta un perfil europeo, la economía no es comparable a la de un país del
tercer mundo en cuanto a los niveles de eficiencia
PROCESO DE CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA GALLEGA. EVOLUCIÓN DEL PIB.
Vamos a distinguir entre dos periodos de crecimiento, el primero desde 1955 hasta 1973; y el siguiente desde
1973 hasta el día de hoy.
Tres son las características básicas de este período: altas tasas de crecimiento, pérdida de dimensión relativa
de la economía de Galicia y sincronización relativa de las coyunturas. En la segunda mitad de los años 50 las
dificultades de la economía española desembocan en la adopción de un Plan de Estabilización pactado con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), que inicia el largo proceso de liberación externa, restringe el crédito
para controlar la inflación y modera el crecimiento salarial. El efecto directo del ajuste es una reducción de las
tasa de crecimiento. En Galicia el impacto negativo es aún de superior envergadura, posiblemente por el
efecto de apertura al mercado mundial sobre el sector productor y transformador de la madera, así como la
depresión en el consumo privado, que afecta al sector agrario.
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Ya entre 1960 y 1967 se desata el periodo de crecimiento más intenso y sostenido de los que disfrutó la
economía española en la segunda mitad del siglo XX. En estos años se duplica el tamaño del PIB español,
arrastrado por la liberación externa e interna. La economía gallega se comporta bien, pero con un nivel
ligeramente inferior al español. Entre 1967−´71, el proceso se ralentiza, con una oscilación más marcada para
Galicia, que cae por debajo del 4% anual. Por fin entre 1971−´73 el crecimiento español se eleva hasta un 9%
anual arrastrando con ello a la economía gallega.
Este último periodo se caracteriza por la continuidad del crecimiento, aunque las tasa son considerablemente
menores que en el periodo precedente. Pero esta ralentización afectó en menor medida a Galicia. Si el PIB
gallego representaba el 5´44% del español en 1973, ascendía al 5´79% en 1994. Mientras que el PIB español
multiplicó su dimensión por 1´73, el gallego lo hizo por 1´82.
En una primera introducción podemos decir que, en su conjunto, los años 70 fueron positivos, los 80 difíciles,
los 90 fue fructífera para Galicia, siempre en relación de las tasas de crecimiento de la economía española.
Profundizando más podemos distinguir las siguientes fases:
1.− Entre 1973 y 1979 la economía gallega experimenta una ralentización, ya que la economía española entra
en una larga recensión. Las tasas del PIB superiores al 3%. En 1979 el PIB gallego llegó a ser el 5´93%, cifra
similar a la de 1955.
La favorable evolución de Galicia se explica tanto por la influencia positiva de las ramas industriales
localizadas, mas ligadas al consumo final de las familias, que es alentado por las mejoras salariales; como por
los grandes proyectos lanzados en los años 70, también actúan en el crecimiento del PIB gallego la superior
aportación de la agricultura y de los servicios, que fueron menos afectados por la crisis. Fue muy importante
también el retorno definitivo de muchos emigrantes, por culpa de las dificultades en el mercado de trabajo
europeo. En la mayoría de los casos el ahorro acumulado durante los años de la emigración se invierte en la
construcción de una vivienda, establecimiento de una actividad terciaria. Se expande así la demanda de
construcción y la oferta de servicios.
2.− Entre 1979 − 1985 continúa el bajo ritmo de crecimiento de la economía española, por debajo del 3%
anual, pero ahora Galicia también sufre esta ralentización de igual modo que España. Su caída es mas intensa.
En 1985 el PIB gallego es ya el 5´87% del español. Se produce e estos momentos el fuerte ajuste en el sector
industrial, coincidiendo con el segundo shock petrolífero. También en esta época se eleven los tipos de
interés.
3.− Desde 1985 hasta 1991 En esta nueva fase de crecimiento el PIB en España Y Galicia superan en algunos
ejercicios el 5% anual. El intenso crecimiento español sigue el ciclo europeo, una vez consumada la entrada
de España en la Unión Europea se producen las mayores inversiones, que van a favorecer en mayor medida al
eje mediterráneo, y en sentido contrario se estanca la cornisa cantábrica. A Galicia le perjudica la distancia a
Europa, la proximidad a la cornisa cantábrica, las secuelas de las reconversiones y las debilidades del sector
ganadero.
4.−Entre 1991 y 1995 se produce una rescisión profunda pero corta en España, con las tasas negativas del
PIB en 1993, que constituyen el peor año de la economía española desde la década de los 50; a continuación
se entra en una fase de crecimiento moderado en la que aún estamos. En Galicia, la recesión es más suave,
tanto en la caída como en la recuperación, con un crecimiento medio del 1´4%, superior al español. La
producción agro−pesquera presenta un perfil muy negativo, más que compensado por la industria y la
construcción.
LA RENTA POR HABITANTE.
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Entre 1955 y 1995 la renta por habitante asciende desde apenas un 70% a un 85% de la media española; esto
no ocurre por que el producto se expanda más, sino gracias a la inferior vitalidad demográfica que tuvo lugar
hasta los años 70 por culpa de la emigración y desde los años 80 por el descenso de la natalidad.
La renta por habitante era de un 77´5% de la española en 1967, que suponía un nivel de vida de las familias
gallegas inferior en ¼ al español, pero asciende hasta un 93´5% en 1991, nivel que se mantiene en el periodo
siguiente. Los determinantes del crecimiento del nivel de vida en Galicia en las últimas décadas y su
convergencia en los niveles de renta por habitante con la media española son, por una parte, un crecimiento de
la producción y la renta importante pero no superior a la media española, así como un débil o negativo
crecimiento de la población y un comportamiento muy favorable de las transferencias tanto públicas como
privadas de los impuestos.
En las Transferencias y Rentas al Exterior se incluyen las remesas de emigrantes y los pagos de pensiones a
antiguos emigrados o embarcados en buques de bandera extranjero. Las transferencias gallegas del exterior
suponen entre un 20 y un 25% del total español. Constituyen una proporción no desestimable de las
transferencias totales, 50% en 1967, 455 en 1973; o de la renta familiar bruta hasta 1981. A partir de esa fecha
se produce una reducción drástica, coincidiendo con el retorno de los emigrantes y con el empeoramiento de
las condiciones económicas en los lugares de destino. En 1991 tan sólo representaban un 1´28% de la renta
familiar bruta.
Desde los inicios de los 80 asistimos a una sustitución de las funciones típicas de la emigración (
complemento del nivel de renta interior, permitiendo el acceso modos de consumo modernos...) por las
transferencias del estado asistencial.
Por último nos vamos a referir a la evolución de la distribución funcional de la renta. La situación en
Galicia en los años 50 presenta una importancia de las rentas mixtas frente a las del trabajo, que traduce el
déficit de asalarización. Las rentas públicas y las de capital poseen un peso inferior al español. Hasta finales
de la década de los 70 se produce un ascenso progresivo de las rentas de trabajo , que se sitúan en un
porcentaje muy próximo a la española y se detecta un ligero ascenso de las rentas públicas. En el último
periodo se produce una caída del peso porcentual de las rentas del factor trabajo , en beneficio de las rentas
mixtas, pero sobre todo de las de capital y continúa el progreso de las rentas públicas. El perfil de
transformación continúa las pautas españolas. Aunque continúan vigentes los trazos característicos de 1955,
aunque más atenuados, menor peso de las rentas del trabajo, capital y públicas y mayor peso de las rentas
mixtas.
GALICIA TRAS EL EURO.
Desde la llegada del euro la cesta de la compra en Galicia subió el doble que los sueldos. Los precios han
subido una media del 9%, en concreto los alimentos han subido muy por encima de la media europea, según
datos oficiales un 11´9% en Galicia y un 12´6% en España. Según un estudio publicados por un periódico
gallego. Resulta especialmente lesivo para los bolsillos el efecto de la moneda única en los productos básicos
como la carne, las patatas o las legumbres... Y productos elaborados como la sopa de sobre, cafés
instantáneos, refrescos, pan de molde... valen entre un 20 y un 50% más caros que en diciembre del 2001.
Estas subidas de los precios que dan un sablazo a la economía de los gallegos son causados por los excesivos
redondeos, que han convertido 100 pesetas en 1 euro. Si en 2001 un café costaba 100 pesetas y una copa en un
bar 500 Pts. Han pasado a vales en estos tres años 1 euro y 5 euros respectivamente. El INE recoge una subida
de las tarifas de los hosteleros en un 15´6%. Y si comer un menú nos costaba sobre 100 pesetas hoy nos cuesta
10 euros, lo que supone un 70% más, lo mismo ocurre con la ropa, ocio, ...
Pero ante estas fuertes subidas de los bienes de primero necesidad existen unas retribuciones insuficientes.
Galicia es la segunda comunidad con menor alza de los sueldos. Los salarios han crecido una media del 6.8%
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desde la llegada del euro, casi cuatro puntos menos que la media de España. El sueldo de los consumidores
españoles está entre los más bajos de la eurozona15 y la puesta en circulación de la moneda única también ha
supuesto una merma del poder adquisitivo de los españoles y también de los gallegos.
La diferencia de la subida de los salarios es especialmente significativa en Galicia. Según el INE, Galicia es la
segunda comunidad autónoma dónde menos se ha incrementado el coste salarial por trabajador desde la nueva
moneda, con 1.391´2 euros mensuales. Solo Extremadura presenta peores resultados.
BIBLIOGRAFÍA:
FDEZ. LEICEAGA, X y LÓPEZ IGLESIAS, E. Estructura económica de Galiza. Edicións Laiovento. Ensaio.
Ano 2000. Noia
La Voz de Galicia. Núm. 40.416. Domingo 8 de Mayo de 2005. Págs. 2 y 3. A Coruña.
PERIODO 1955 − 1973
PERIODO 1973 − Hoy
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