La ciudad moderna expresada en caricaturas

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Universidad Diego Portales – Facultad de Ciencias de la Comunicación e información
Título: La ciudad moderna expresada en caricatura
Karina Celi de Wunder
Disenadora Gráfica
Estudiante de Posgraduación en Comunicación e imagen
Departamento de Comunicación Social
Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro, RJ
RESUMEN
Este trabajo tiene como objetivo analizar aspectos de la vida moderna que se hacían
presentes en las primeras décadas de este siglo en la ciudad de Rio de Janeiro, en donde
se desplegaban tanto la corriente artística del Art-Nouveau como el proceso de
industrialización, que serán significativos dentro del marco social, político y cultural,
tomando como punto de partida el lenguaje gráfico y su expresión, a través de la
caricatura del artista brasilero J. Carlos.
1.INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como objetivo analizar aspectos de la vida moderna que se
hacían presentes en las primeras décadas de este siglo en la ciudad de Rio de
Janeiro, tomando como punto de partida el lenguaje gráfico y su expresión, a
través de la caricatura del artista brasilero J. Carlos.
Para encaminar con mayor precisión la forma y el contenido de las caricaturas en
relación con la ciudad moderna, en primer lugar trataremos la influencia del Artdeco en el trazo de J. Carlos (José Carlos de Brito e Cunha) y la forma como él
representaba la ciudad de Rio de Janeiro, comparando con algunos autores que
nos hablan sobre el proceso de modernización de las ciudades y sus
consecuencias en la sociedad.
Era una ciudad que sufría el impacto de la
transformación y que sería en gran parte el motivo que se inserta en la narrativa
visual de sus caricaturas.
Dentro de la gran diversidad de trabajos realizados por el artista, he seleccionado
los más significativos que encierran un conjunto de elementos de contenido social
y político, y que se despliegan en el escenario de la vida moderna carioca. Una
sociedad que se encontraba dividida por clases, y amenazada por una mudanza
radical y estructural. Una ciudad que demolió lo medieval y lo barroco para dar
paso a la modernidad.
¿Qué acontecimientos de lo cotidiano reflejan el concepto de modernización?.
¿Cuál es la imagen de la mujer moderna en el trazo de J. Carlos?. Estos enigmas
se reflejan en sus dibujos, por una ciudad que visualizaba concebir el concepto de
la modernización, que se caracterizaba por intereses políticos y económicos
dejando el contexto social de lado. No obstante el significado de estas caricaturas
se manifiestan como una revelación de esa transformación, adquiriendo al mismo
tiempo el estilo del Art-Deco1.
1
Ver anexo 1. Cotrim 1985.
2
2. EL SUEÑO DE UNA CIUDAD EN CARICATURA
“As cidades, como os sonhos, são construídas por desejos e medos, ainda
que o fio condutor de seu discurso seja secreto, que as suas regras sejam
absurdas, as suas perspectivas enganosas, e que todas as coisas
escondam uma outra coisa”2.
El proceso de modernización trajo consigo la atracción, la desigualdad, la
violencia, es decir la desestabilización
de los valores, por el entusiasmo
establecido por el progreso industrial, para dar paso a una ciudad compartida sin
un halo conciliador. El sueño se constituía en embellecer la ciudad para atraer el
capital extranjero, a través de la nueva tecnología, y de los cambios en las
condiciones higiénicas, se quería la demolición de lo viejo, de lo histórico para
sanear a la ciudad. “La modernidad en este sentido funciona como una paradoja,
se construye y se destruye en el tiempo lineal, sería como la transitoriedad
permanente, porque se basa en la ruptura para dar comienzo a algo nuevo” 3. El
embellecimiento urbano es un trazo de la modernidad, es así como los dibujos
realizados por J. Carlos nos hablan de una ruptura de clases, de la imagen
idealizada de la mujer carioca y de la postura de la sociedad maquillada por un
estilo parisiense.
La ciudad de Rio de Janeiro era el escenario donde J. Carlos encontraba
elementos que podían ser transformados - a través de sus caricaturas - en crítica
sobre el poder que generaba la industrialización, y al mismo tiempo se
engendraba el nacimiento de las vanguardias que se caracterizaban por actualizar
y modernizar radicalmente las estructuras de vida y las finalidades del arte.
El movimiento del Art-Nouveau, contribuyó para el surgimiento del Art-Deco, que
consistía en representar, en el ámbito urbano, objetos puramente decorativos, de
2
Calvino 1999 [1972]:44.
3
tratamiento ondulado y asimétrico para la satisfacción y el placer individual,
dejando de lado el aspecto útil y funcional, cuando recorría la línea del avance y el
progreso industrial. El arte decorativo pretendía encontrar la funcionalidad en la
decoración, en el trazo de sus líneas, generando un ambiente visual idealizado y
optimista. Era un arte de elite y no de clase popular, porque interesaba a la gran
mayoría de los países europeos y americanos que tenían un cierto nivel de
desarrollo industrial.
El Art-Deco indujo a la generación de los 30 el gusto por la velocidad, el
movimiento, y la fragmentación, y ese mismo movimiento que se visualizaba
invento tras invento también se deseaba expresarlo a través del papel, hacia la
búsqueda de lo nuevo, del deseo, de la imagen idealizada.
Este fenómeno se propaga en todas las camadas de las sociedades burguesas,
por obtener un estilo moderno, “de moda”, y se difunde hasta las periferias, pero
con un alto costo en el aspecto social - comunitario. Ya William Morris y Ruskin,
defendían sus ideas que estaban basadas en la artesanía y en la situación del
proletariado, por el conflicto existente en la explotación de la mano de obra de los
operarios, que generaba el Art-Nouveau, para el incremento de la economía
capitalista. Pero ese “humanitarismo utópico” de Morris, como afirma Argan, se va
diluyendo a lo largo de la historia del Art-Nouveau y hace una comparación con el
movimiento artístico del Rococó: “O Rococó, e sua rápida disolução quando a
agudizção dos conflitos sociais, que leva à Primeira Guerra Mundial, desmente
com os fatos o equívoco utopismo social que lhe servía de base 4. En oposición a
las ideas de Ruskin, Schorsk nos habla sobre la ciudad como virtud en los
pensamientos de Voltaire, Smith y Fichte, colocando a la ciudad como virtud
civilizada, en los aspectos económico, político y cultural, dando paso a la libertad,
el comercio y el arte. La desigualdad traía consigo el progreso, “la nobleza civilizó
3
4
Apuntes de las clases de Imagens e representações da cidade con el Dr.Renato Cordeiro Gómes.
Argan [1988] 1998:202-204.
4
a las ciudades” como decía Voltaire y “las ciudades civilizaron la nobleza rural”,
como era el pensamiento de Smith.
El modernismo se difundía cada vez más con la revolución industrial y al mismo
tiempo se acrecentaba la idea de combatir la máquina y la industria porque
representaban un peligro para la humanidad. La ciudad va “más allá del bien y del
mal”5. Bajo este contexto los diseños de J. Carlos son una viva representación de
la ambición de progreso y el desaliento de tener una capital dividida por las
camadas de la elite y por las camadas populares. Sin embargo al representar una
“Capital Art Nouveau” nos induce la idea de marginalización, como un rechazo a la
pobreza por ser vista como un factor de retraso. La ciudad de Rio de Janeiro no
es para todos, la modernización trajo consigo la exclusión, la ciudad parida.
Para reforzar esta imagen, creo importante señalar lo que Nicolau Sevcenko
afirma sobre el proceso de transformación, como una metamorfosis que envolvía
la ciudad de Rio de Janeiro, basado en cuatro principios fundamentales que
influyeron en la forma de vida, en el espacio público y en la mentalidad carioca:
“A condenação dos hábitos e costumes ligados pela memória à sociedade
tradicional; a negação de todo e qualquer elemento de cultura popular que
pudesse macular a imagem civilizada da sociedade dominante; uma
política rigorosa de expulsão dos grupos populares da área Central da
cidade, que será praticamente isolada para o desfrute exclusivo das
camadas aburguesadas; e um cosmopolitismo agressivo, profundamente
identificado com a vida parisiense”.6
En el diseño de J. Carlos que abarca aproximadamente de 1922 a 1945, nos
remite a una época en que proliferaba para los países americanos la idea del
modernismo europeo, del cual J. Carlos obtuvo mucha influencia. J. Carlos
comenzó su trabajo siendo partícipe de esa modernización. Su trazo es simple y
5
6
Schorsk 1963
Sevcenko 1983:30.
5
prolijo, el cual lo fue mejorando hasta llegar a un sistema de simplificación y
obtener un dibujo depurado y bien elaborado. La forma y el contenido de sus
dibujos se conjugan apropiadamente. Muchos de los personajes que retrata son
por lo general elegantes y estilizados7. Son imágenes que definen un ambiente
burgués, que encarnan una situación de carácter utópico .
J. Carlos decía que diseñaba lo que quería, lo que podía y lo que sentía, sobre
todo criticando e ironizando los enemigos de la libertad. El diseñaba las diferentes
características que constituían las varias épocas de la ciudad de Rio de Janeiro,
infiltrándose en el ambiente cotidiano donde exploraba, tratando de explicar
cuáles eran los problemas y los deseos de una ciudad en transformación.
“A mudança da natureza das actividades econômicas do Rio foi de monta,
por tanto, a transformá-lo no maior centro cosmopolita da nação, em
íntimo contato com a produção e o comércio europeus e americanos,
absorvendo-os e irradiando-os para todo o país”8
Para la realización de este trabajo sería imposible traer hasta aquí todos los
diseños que produjo este gran artista carioca y analizar su forma y contenido tras
el sentido de la modernidad que se infiltraba en las grandes capitales europeas y
americanas en las primeras décadas del siglo xx. Es por eso que he seleccionado
algunos de sus dibujos que nos hablan de la mujer carioca moderna, “la
melindrosa” y de algunos pasajes de la vida cotidiana de Rio de Janeiro que critica
a esa ciudad partida.
3. EL MENSAJE DE UNA CIUDAD EN TRANSFORMACIÓN
En estas imágenes9 J. Carlos a través de su trazo limpio y preciso, retrata a la
mujer carioca en escenas diferentes, pero con el mismo tratado decorativo.
7
Ver anexo 2. Cotrim 1985:13.
Sevenko 1983:28.
9
Ver anexo 3. Cotrim 1985:36.
8
6
Observamos que todas son de raza blanca, con estilo elegante, pícaro y sagaz.
Las faldas cortas, los sombreros de copa que se usaban de lado, la combinación
de las formas geométricas y ornamentales del Art-Deco en los diseños de la
vestimenta, Luego tenemos nueve mujeres blancas alineadas con cuerpos
esculturales idénticos, con un traje de baño que sugería una nueva propuesta en
la moda de los 20 para el pueblo carioca. Todos estos detalles reflejaban una
moda que se importaba de la capital parisiense, y se imponían mediante estos
dibujos. ¿Por qué J. Carlos retrató a la mujer blanca y la colocó bajo un marco de
belleza y elegancia, por qué no sería una mulata o una negra, qué representa la
imagen de la ciudad moderna?. Veamos un poco lo que Gilberto Freyre nos dice
ya para 1933, en Casa Grande & Senzala:
“Pode-se entretanto afirmar que a mulher morena tem sido, a preferida
dos portugueses para o amor, pelo menos para o amor fisico. A moda
da mulher loura, limitada aliás às classes altas, terá sido antes a
repercussão de influências exteriores do que a expressão do genuino
gosto nacional. Com relação ao Brasil, que o diga o ditado: ‘Branca
para casar, mulata para f...., negra para trabalhar’, ditado em que se
sente, ao lado do convencionalismo social da superioridade da mulher
branca e da inferioridade da preta, a preferência sexual pela mulata”.10
Así se explica en términos del “progreso urbano”, la preferencia por exhibir la
imagen de la mujer blanca como la imagen - prototipo de la ciudad moderna.
En la Siguiente caricatura11 se visualiza el confronto de una ciudad dividida por la
miseria y la riqueza. Es interesante como J. Carlos sintetiza con líneas rápidas y
seguras las pequeñas tragedias de una ciudad grande. Refuerza la imagen de la
mujer aristócrata fina, alta y distinguida, colocándole un sombrero que esconde su
mirada, a pesar de haberse quitado los anteojos para observar mejor la
desigualdad existente en el propio suelo que ella pisa, sin embargo su actitud es
serena y quieta, frente a la pobreza. El viejo miserable, de mirada triste y cansada
10
11
Freyre 1977:10.
Ver anexo 4. Salles. Casa de la Cultura Laura Alvin.
7
se encuentra frente a ella esperando una respuesta. Hay una clara diferencia que
nos hace distinguir a la ciudad compartida.
En estos personajes se establece una crítica a los problemas sociales que atingen
a la ciudad que está en busca del progreso, un progreso centralizador que
marginaliza a la clase popular trayendo como consecuencia la miseria.
Para
Renato Cordeiro Gomes - como describe en la segunda parte de su libro Todas a
cidades, a cidade , especialmente en la ciudad de Rio de Janeiro, el hecho de la
demolición apaga la historia de una ciudad, de su pasado y de su memoria “da
cidade compartilhada” “da cartografía afetiva”.
Para él “construir lo nuevo es
apagar lo viejo”, pues todo va siendo “sucesivamente substituido”.
En la tercera imagen seleccionada12 encontramos un escenario triste y
conmovedor, dos mendigos en busca de comida, el problema del hambre y la
miseria está retratado frívolamente. La mirada de espanto de sus rostros y la
fragilidad que denotan sus cuerpos nos recalca la impotencia que se genera en el
otro lado de la ciudad que se designa como lo malo, lo inmundo lo que detiene el
desarrollo de la gran ciudad. Por otro lado, toda esa basura, que en su gran
mayoría son latas vacías, todos esos desperdicios arrojados que se han
acumulado,
nos reflejan a la ciudad insertada en la metáfora de la
descartabilidad, de lo que se desecha, y no se quiere más, que tiene que ver con
el problema de las grandes ciudades. Podríamos comparar esta imagen con el
cuento de Rubén Fonseca A arte de andar nas ruas do Rio de Janeiro, donde nos
relata las andanzas de Augusto por la ciudad de Rio de Janeiro para poder
escribir su libro, Augusto realiza una mirada detallada de la ciudad, describiendo
el centro de la ciudad y su pasado, con varios elementos que hablan de la ciudad
antigua y que produce nostalgia. Nos revela un escenario de la nueva ciudad
transformada tanto arquitectónicamente como espiritualmente, donde viven la
ratas, la suciedad y la inmundicia, con los peligros y la visualidad de la miseria y la
violencia.
12
Ver anexo 5. Salles. Casa de la Cultura Laura Alvin.
8
4. CONCLUSIÓN PROVISORIA
Como vemos son muchos los autores que nos hablan sobre el proceso de
transformación para alcanzar el progreso, que trajo como consecuencia la ciudad
fragmentada, que influyó notablemente en varios aspectos de la vida social,
política y cultural.
Así como también muchos demostraron su descontento a
través de la escrita o de la gráfica como es el caso de J. Carlos, que es el
elemento de estudio de este trabajo.
Sin embargo, sobre este fenómeno de
mudanza J. Carlos como caricaturista y diseñador adopta un estilo que viene de
las camadas burguesas de Francia y lo instaura en su papel que será exhibido y
acogido por el pueblo, mostrándole un nuevo concepto de la modernización y de
sus consecuencias; la imagen por él concebida tenía un aspecto ambiguo. Su
dibujo se tornó como un símbolo del lenguaje de la modernidad en la ciudad de
Rio de Janeiro. Ya Baudelaire decía: “Para que toda Modernidade seja digna de
tornar-se Antiguidade, é necessário que dela se extraia a beleza misteriosa que a
vida humana involuntariamente lhe confere”.13
13
Baudelaire 1988:175.
9
5. BIBLIOGRAFíA
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[1988].
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6. ANEXOS
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