caso 10 bolivia renta dignidad 2007

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Los bolivianos, la renta dignidad y el IDH: Octubre del 2007
Contexto
La promoción de políticas sociales específicas que benefician a los ancianos es una demanda
de los bolivianos al Estado. El BONOSOL1 es un derecho adquirido. Según la encuesta
encargada por el PAPEP en Octubre de 2007 los bolivianos conocen al BONOSOL (98%) tiene
una idea muy precisa y acertada de lo que es (70%) aprueban ampliamente su pago (83%) y
opinan que este ha tenido un impacto positivo en sus beneficiarios directos, los ancianos(91%)
las familias bolivianas (84%) el desarrollo social y humano del país (70%) e incluso, aunque en
menor medida, en ellos mismos (62%) y en el desarrollo económico de Bolivia (58%).
La “renta Dignidad”2 cuenta con el mismo nivel de apoyo que el BONOSOL (79%). Quienes
aprueban su pago señalan esencialmente que es una buena política para los ancianos (66%)
pues se trata de una medida solidaria que los ayuda o una protección para quienes no tienen
jubilación. Los bolivianos resaltan solo marginalmente su efecto multiplicador en la economía
(13%) su mayor y mejor cobertura que el BONOSOL (12%) o que se trate de la mejor forma de
disponer de los recursos del gas (9%).
La renta dignidad ocasiona un conflicto al conocerse que el financiamiento de dicha renta
proviene de los Impuestos a los Hidrocarburos (IDH). Se descontará el 30% del IDH a las
prefecturas, municipios, universidades y al Tesoro General de la Nación. Esta medida generó
una respuesta inmediata con la movilización de Cívicos, indígenas, universidades, prefecturas,
municipios y asambleístas.
En términos de opinión pública, el conflicto político en torno a la Renta Dignidad tiende a
reproducir las brechas oriente/occidente y gobierno/oposición. Mientras el posicionamiento
político de los habitantes de Cochabamba se asemeja al de occidente, los sucrenses
reproducen patrones detectados en el oriente-sur del país.Se detectan tres determinantes
fundamentales sobre los cuales se construye el posicionamiento de la opinión pública en
relación al conflicto. En primer lugar, el grado de apoyo diferenciado a la Renta Dignidad:
quienes apoyan plenamente la medida pasan de la mitad en occidente (48%) y entre los
votantes del MAS (52%) a un tercio en el oriente-sur (34%) y entre los votantes de la oposición
(30%). De la misma forma, el rechazo a la medida pasa del 11% entre los votantes del MAS al
33% en la oposición.
Por último, percepciones diferenciadas sobre el rol del gobierno central en el financiamiento
de la Renta Dignidad: mientras en el occidente del país (65%) y entre los votantes del MAS
(65%) se privilegia un esquema de concurrencia entre los distintos niveles del Estado para
financiar la medida, en oriente-sur (52%) y entre los votantes de la oposición (55%) se apunta
1
El BONOSOL fue creado por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en su primer mandato, y consistía en una
renta anual y vitalicia equivalente a 1800 bolivianos a las personas mayores de 65 años.
2
La renta dignidad es un bono de 2.400 Bs anual que recibirán las personas mayores de 60 años a partir
del 2008.
abiertamente a la responsabilidad exclusiva del gobierno central en el financiamiento de la
medida.
En definitiva, en occidente y entre los votantes del MAS tanto el nivel de apoyo a la Renta
Dignidad como al uso de los recursos del IDH y a la participación de niveles descentralizados de
gobierno en su financiamiento, son muy elevados. Al contrario, en el oriente-sur y entre los
votantes de la oposición, el apoyo a la Renta Dignidad es más crítico y la aceptación al uso de
los recursos del IDH y a la participación de prefecturas/ municipios en el esquema de
financiamiento es sensiblemente menor
En este contexto, el Presidente Morales debe dar respuesta a dos dilemas estratégicos para
construir escenarios favorables: ¿Se cubrirá la renta Dignidad con fondos del gobierno o de las
Prefecturas contra los recursos del IDH? ¿Se logrará o no la construcción de un esquema
nacional de renta de vejez como resultado de un acuerdo interterritorial inédito en el país?
Escenarios
Escenario 1: Asignación exclusiva compartida: El nivel nacional legisla sobre la renta Dignidad
pero cede a las prefecturas el ámbito de la administración. Para cubrir financieramente el
esquema, el gobierno y las Prefecturas logran acordar que la renta se financie contra los
recursos del IDH ya conferidos a las prefecturas. Esta configuración presupone un acuerdo
negociado con los departamentos. La dotación financiera actual de cada departamento
podría ocasionar que alguno de ellos, incluyendo sus compensaciones por regalías o IDH, no
pueda cubrir el volumen. Para ello, se puede prever que las brechas no financiadas sean
cubiertas por recursos de un Fondo de Solidaridad Interterritorial conformado por aportes de
aquellos departamentos con excedentes de su IDH sobre el costo de la renta de vejez
respectiva. En caso de no lograrse la conformación del Fondo de Solidaridad, el TGN podría
cubrir la brecha con los recursos anteriormente destinados al BONOSOL.
Escenario 2: Asignación concurrente: Este escenario supone de entrada que tanto el TGN
como los departamentos asuman el financiamiento del programa de renta de vejez con cargo a
lo que cada una de estas partes, reciben con fuente IDH. Según el caso, el TGN realizaría
transferencias condicionadas en mayor cantidad por departamento, cuanto mayor sea la
brecha no cubierta en cada uno de los departamentos deficitarios. En este escenario, el TGN
no sólo co-financia sino que garantiza una solidaridad “desde arriba” aliviando a las
prefecturas más débiles. Si bien teóricamente la prefectura “más rica” pudiera no recibir fondo
alguno del TGN, resulta que agregadamente, el programa estaría cofinanciado por TGN y
Prefecturas.
Escenario 3: Asignación exclusiva nacional: El peor escenario para el gobierno. En medio de
un conflicto social duro, el gobierno es obligado a ceder y a financiar con sus propios recursos
la totalidad de la Renta Dignidad. Este escenario es el resultado del fortalecimiento de la
oposición en torno a la defensa de los recursos del IDH ya cedidos a los niveles sub-nacionales
y del “anclaje” de la opinión pública en torno a dos consensos: i) la Renta Dignidad debe ir
adelante en su esquema actual (ni siquiera se acepta ya retroceder en su cobertura y su
monto); y ii) esta política debe ser financiada esencialmente por el gobierno central (o en un
acuerdo que después del conflicto sería, en el mejor de los casos, mucho más desfavorable al
gobierno).
Los hallazgos de la investigación fueron presentados al Ministerio de la Presidencia el 26 de
Octubre de 2007. El objetivo era discutir los hallazgos encontrados y acentuar sobre los
siguientes puntos fundamentales para poder llegar al mejor escenario:
1. Dado que es altamente probable que la nueva renta de vejez sea apropiada como un
derecho ciudadano en los próximos años, se debe considerar la sostenibilidad a
mediano y largo plazo del sistema; esto es, garantizar su pago incluso en el peor
escenario económico previsible en la próxima década.
2. Resulta imprescindible repensar la lógica de la política social para adecuarla al proceso
de descentralización y autonomías en curso. Entre otros, ello supone: a) combinar
doble rédito político: el nivel nacional (decidor de marco de política) y el nivel
subnacional (aplicador y variador al margen); b) alentar transferencias de
compensación horizontal explícita (departamento “rico” aporta para “departamentos
pobres” como sustento de unas “autonomías solidarias”); c) integrar en un sólo
sistema los programas al bono de vejez pues de lo contrario, su financiamiento
“separado” desordenaría el esquema general de finanzas inter territoriales; d)
Considerar la opción de institucionalizar un sistema independiente y jerárquico que
informe, sugiera e incluso limite según el caso, las grandes decisiones de
transferencias en periodos quinquenales.
3. Es necesario centrarse solamente en las prefecturas, y eximir a los municipios y
universidades de la obligatoriedad de dar el 30% de los recursos que recibe
provenientes del IDH para la renta dignidad para reducir la intensidad del conflicto y
llegar a un acuerdo.
Impacto
Los hallazgos de la investigación fueron
presentados al Ministerio de la Presidencia el
26 de Octubre de 2007 y fueron recibidos
favorablemente.
La gran oposición a la medida obligó al
gobierno a realizar modificaciones al proyecto
inicial.
Es así que el 27 de Octubre de 2007, el
gobierno decide descontar el 30% del IDH
solamente a las Prefecturas, hecho que
debilitó la posibilidad de oponerse a la
medida.
Corolario
Según la Cronología del Conflicto Social de
Octubre de 2008 de CLACSO, el 4 de Octubre
en Cochabamba, se reunieron las mesas
técnicas de Autonomías, CPE e IDH, logrando
durante el encuentro más del 90% de
avances, entre los cuales se encuentra el IDH.
Se recortará el 30% del IDH
sólo a prefecturas
Los Tiempos - 27/10/2007
El Gobierno alcanzó ayer un acuerdo con los municipios para no
afectarlos con el recorte del 30% de los recursos del Impuesto
Directo a los Hidrocarburos (IDH). Según Atiliano Arancibia,
presidente de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM),
explicó que el Ejecutivo se había comprometido a compensar
con otros recursos el recorte del 30% del IDH que será aprobado
por ley. "Hemos logrado nuestro objetivo y con nuestro
mandato. Habrá cero por ciento de recorte del IDH", dijo, y
añadió que la compensación del recorte de ley será
reglamentada por un decreto coordinado con el sistema
municipal.
El viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, explicó los
alcances del acuerdo con los munícipes. Confirmó que se les
devolverán los recursos a los municipios y que la parte que
correspondía a las universidades será cubierta por el Tesoro
General de la Nación (TGN). No sucederá lo mismo con la
devolución a las alcaldías. Yaksic explicó que las prefecturas van
a participar en el pago de la Renta Dignidad con el 30% de sus
recursos del IDH, como indica el proyecto de Ley, pero además
se trabajará un decreto para "una mejor y más equitativa
distribución de los recursos a la región. De esta manera los
municipios asumirán mayor protagonismo, porque nos hemos
dado cuenta de que es el Estado más cercano a las ciudadanía",
dijo.
“Los acuerdos estipulan que si existieran excedentes en el fondo de la renta Dignidad en la
gestión 2008, el gobierno nacional devolverá a cada entidad su cuota aparte, impulsando
paralelamente un análisis jurídico complementario de la Ley de la Renta Dignidad en su
artículo 9 para el uso de los dividendos de las empresas capitalizadas durante la gestión 2007.
Los acuerdos son suscritos en representación del gobierno por el ministro de Hacienda, Luis
Arce, y de Desarrollo Rural, Carlos Romero”.
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