Eficiencia Energética: Mecanismos de Promoción y Financiamiento El uso eficiente de la energía implica realizar un mejor uso de los recursos energéticos de forma de disminuir el consumo manteniendo al mismo tiempo los niveles de producción, confort y atención de las necesidades cotidianas. Si bien siendo eficiente se perciben ahorros, se trata de conceptos distintos. El ahorro de energía implica limitar su uso mientras que la eficiencia energética involucra su optimización. En los hechos, los beneficios de la Eficiencia Energética aplicados a la vida cotidiana, son innumerables: En los hogares, disfrutar la energía con eficiencia permite bajar los gastos sin perder calidad de vida. En las empresas, además de reducir costos, permite mejorar la competitividad. A nivel país, evita o posterga importantes inversiones en generación de energía. En el medioambiente, reduce las emisiones de gases contaminantes. Por más que las acciones de eficiencia energética redundan en beneficios directos para los actores involucrados se ha identificado un limitado conocimiento de éstos sobre el beneficio económico y financiero del uso eficiente de la energía así como también de la oferta de bienes y servicios existentes. Otra barrera identificada es el acceso al financiamiento de estudios e inversiones en proyectos destinados a la mejora en el uso de los recursos energéticos. Es así que desde el Estado se han diseñado numerosos instrumentos tendientes a derribar algunas de estas barreras a través del fomento a la incorporación de una creciente oferta de aplicaciones energéticas eficientes y el apoyo a los distintos sectores de la economía nacional en la implementación de medidas de eficiencia. Entre estos instrumentos se encuentran aquellos de índole financiero como es el desarrollo de líneas de financiamiento específico para asistencia técnica e implementación de proyectos de inversión en eficiencia energética y la readecuación de tasas impositivas y arancelarias de equipos que consumen energía de acuerdo a su desempeño energético. Asimismo, se ha constituido el Fideicomiso Uruguayo de Ahorro y Eficiencia Energética con el objetivo, entre otros, de promover la eficiencia energética a nivel nacional, financiar proyectos de inversión en eficiencia energética, promover la investigación y desarrollo en la materia y financiar campañas de difusión y concientización en contextos de crisis del sector. En el marco de este Fideicomiso se creó un Esquema de Certificados de Ahorro energético, que tendrán valor monetario, y permitirá a aquellos que implementen proyectos en eficiencia energética la posibilidad de verificar y certificar los ahorros obtenidos de forma de recuperar parte de su inversión, viabilizando en algunos casos los emprendimientos. Con el objetivo de actuar como puente entre la oferta y la demanda se promueve y difunde la creación de Empresas de Servicios Energéticos y de Empresas Proveedoras de equipamiento y materiales eficientes que asesoran a los clientes en materia de energía y eficiencia. Un aspecto importante es la concientización y difusión de buenas prácticas por medio de la implementación de proyectos piloto o “Casos Exitosos” que permiten conocer nuevas tecnologías y a través del reconocimiento, con el Premio Nacional de Eficiencia Energética, de aquellas iniciativas enfocadas a la mejora de la utilización de los recursos energéticos. La Eficiencia Energética es un camino que se ha comenzado a transitar en el país y del que aún queda mucho por andar. En este sentido, tanto la Política Energética Nacional definida en 2008, como la Ley de Uso Eficiente de la Energía aprobada en 2009 establecen el marco institucional y jurídico y los mecanismos financieros adecuados a efectos de continuar promoviendo el uso eficiente de la energía en el país.