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INT-0493
PRCGR.-V-IA C.F.I. CEP.U: "Perspectivas de r e i n d u s t r i a l i : a c i o n y sus det:
minacicnes regionales"
CATAMARCA
Dinámica i n d u s t r i a l 1973-1984
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Grabiel Yoguel
Graciela Gutman
José Mourelle
Documento N? 10
Primera Version
Buenos Aires, Novianbre de 19S6
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El propósito do este documento os él de presentar una primera descrip_
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Este estudio fonr.a parte del pi-ograma de inve'stigaciones CFI-CEP.^
"Perspectivas de reindustrializacion y sus deteiminaciones regionales"
(PRIDE) el que comprende un conjunto articulado de investigaciones, a
través de las cuales se analizará las características y resultados del
proceso de industrialización ocurrido en las diversas regiones y provincias en los últimos años, dentro del contexto del proceso de indus-trialización nacional (1). Asimismo, se estudiaron las perspectivas de
industrialización a nivel provincial y regional en función tanto de la
naturaleza de los procesos de industrialización alcanzados como de las
opciones que se abren frente a diferentes alternativas de desarrollo.
Este primer infoime sobre el proceso reciente de industrialización en
la provincia de Catamarca constituye un estudio de caracter preliminar
que indaga acerca de los cambios más relevantes en la estructura pro- ,
ductiva industrial."
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En el mismo se enfatizan los aspectos cuantitativos del proceso y se
presta especial atención al impacto que' en la dinámica industrial de
la provincia han tenido los sucesivos regímenes de promoción industrial
implementados en el período. Un estudio similar hemos desarrollado re-cientemente sobre el proceso de industrialización en La Rioja (2) y se
está avanzando actualmente en estudios sanejantes para otras regiones
del país.
(1) Ver en referencias bibliográficas el conjunto de docLíJientos elabora
dos dentro de e s t e Programa.
~
(2) Yoguel G; Gatto F; Guünan G; Mourellc J . : "Efectos económicos de l a
pranoción industrial en La Rioia. Primeros resultados" Docunento
9. Programa PRIDE. Mimeo. CFI Octubre 19S6.
Los resultados que se exponen se basaji en información censal provenien
te de tabulaciones especiales del Censo Nacional Econánico de 1974 y
en resultados preliminares del Censo Nacional Econámico de 19S5 propor
cionados por el INDEC, asi cano en diversas fuentes oficiales -nación^
les y provinciales- que han posibilitado la identificación de los esta
bleciinientos proraocionados.
El informe ha sido estructurado del siguiente modo: en el primer punto
se'presenta un breve diagnóstico de las características estructurales
de la industria catanarqueña a comienzo? del período analizado. En el.
segundo punto se resumen los contenidos más resaltantes de las legis-laciones sobre promoción industrial vigentes en el período. En el pun
to 3 se analiza la dinamica industrial entre los años 1973 y 1984^ des
tacando la importancia de las nuevas actividades incorporadas y la per
formance de las industrias tradicionales de la Provincia. Especial atención se otorga a la dinámica de la,Ocupación industrial y al rol de
las nuevas industrias en la generación de anpleo. La nueva estructura
industrial que queda confonnada a lo largo de este proceso es presentada en el Punto 4, en el que se evidencia la imixjrtnncia de las act^
vidades promocionadas ccmo impulsoras det la dinámica industrial de la
provincia. Este último aspecto, el impacto de la pronoción industrial,
es analizado más en detalle en el Punto 5, en el que se realiza un e¿
tudio diferenciado por tipo- de establecimiento, identificando a las
plantas prcmocionadas y midiendo su influencia en el conjunto de la
industria, a través de un conjunto 'de indicadores diseñados al efecto.
Por último, en el Punto 6 se presentan las conclusiones preliminares
que surgen del estudio.
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La_provincia de Catrúnarca revelaba q<.iince años atr>^
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empleo industrial nacionales (O.OI^c y 0.131 respectivamente) como por.
el bajo peso relativo de esta actividad dentro de la economía provincial. El producto de la provincia estaba fundamentaLnente generado por
actividades terciarias, agrícolas y de construcción, mientras que la
producción manufacturera apenas representaba el 51
(1).
SegCin la infonnación del Censo Nacional Económico del año 1974, la éstructura industrial estaba integrada por sólo 49 ramas (CIIU Réf. 2)
entre las cuales 16 explicaban mas del SO"» de la ocupación total y del
empleo asalariado y más del 90% del valor agregado y del valor, de la
pz'oducción industrial provincial (Cuadro 1). Estas 16 ramas no eran sin
embargo significativas a nivel nacional ya que las mismas sólo represai
taban el 11'o del valor agregado industrial total.
Las actividades industriales más importantes estaban vinculadas básicamente a la reproducción inmediata de la vida social de la provincia:
alimentos, material para construcción y otras producciones artesanales
del tipo de carpintería y reparación de maquinaria. Este rasgo se evi-dencia en la composición de la estructura industrial por destino final
de los bienes tal como puede observarse en el Cuadro 2. En efecto, el
9S% del valor agregado, de la ocupación y del numero de establecimientos está generado por bienes de consumo no durable e inteimedios.
(1) Ver "Producto Bruto Geográfico 1970/1980", CH 1983.
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Las principales actividades de la provincia presentan rasgos estructurales en su cxnposiciói técnica que peraite caracterizarlas como básica
mente artesanales o de escaso desarrollo de procesos capitalistas de
producción. El tamaño medio de establecimiento es inferior a S ocupados para el promedio de las principales actividades. Asimismo el grado
de asalarización es bajo (601) y la participación de los sueldos en el
valor agregado es relativamente alta, lo que sugiere, eR este contexto
productivo, una muy baja productividad del capital. Las dispersiones
salariales son altas, inclusive en estas actividades principales, aunque inferiores a las diferencias relativas de productividad.
Siendo ésta la situación general, cabe sin embargo señalar cuatro acti
vidades que se diferencian del resto por su importancia en la generación desempleo y valor agregado provincial, siendo asimismo destacables
por sus mayores productividades y predominio de mano de obra asalariada. Estas son vinos, gaseosas, ladrillos de maquina y lácteos (Cuadro 3)
Por otro lado, si comparamos las características estructurales de las
principales ramas a nivel provincial con las mismas ramas a nivel nacional, constatamos que los indicadores técnicos se sitúan muy por de
• bajo de los promedios nacionales. En conji^nto las 16 ramas principales
tienen un tamaño medio, productividad y grado de asalarización de apenas el 30°&, 46°¿ y 681 de la media nacional respectivamente. (Cuadro 4).
El carácter artesanal de la industria catamarqueña se evidencia en el
predominio de establecimientos pequeños . Los microestablecimientos
(hasta 5 ocupados) constituyen casi el 901 del total, ocupando la mitad
de la mano de obra industrial en procesos de muy baja productividad, lo
que se desprende de su escasa generación de valor agregado. En el otro
extremo,los establecimientos de mayor tamaño relativo (sólo cinco) gen£
ran el mismo porcentaje de valor agregado con una mayor tasa de asalar^
zación (Cuadro S).
Sin embargo, la importancia relativa de estos últimos establecimientos no es revelador en este caso, de una alta concentración global ya
que el peso de estos establecimientos es irrelevante en la rama nació
nal con una única excepción (Cuadro 6).
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(1).
Con el objetivo.de compensar el atraso relativo de esta provincia en su
desarrollo industrial se implementaron "sucesivas políticas de pronoción
que abarcaban otras provincias con similares características.
Las prin
cipales leyes que regularon esta dinánica en la provincia fueron la
20560/73,
2160S/77
y la ley 2 2 7 0 2 / 8 2 .
Estas leyes difirieron sustancial_
mente en sus objetivos, aplicación, alcances y convocatoria.
Al énfasis puesto en la descentralización geográfica, desarrollo de te£
nología y axpansion de la propiedad nacionales, por la ley 2 0 5 6 0 / 7 3 ,
oponía el caracter privatista y eficientista de la ley 2 1 6 0 8 / 7 7 .
se
La au-
toridad de aplicación era para la primera el Ministerio de Economía,
mientras que la segunda reconocía diferentes instancias de aplicación
en función a los niveles de inversión que iban desde la Secretaría de
Industria hasta el Poder Ejecutivo Nacional, pasando por ,el Ministerio
de Economía para niveles intermedios. Sin embargo, si bien se aprobaron solamente tres proyectos bajo.cada legislación; que absorbían me-nos del 51 del monto nacional de inversión, generando unos 4 0 0 puestos
de trabajo; estos fueron determinantes en la estructura industrial de
1984.
(2)
La ley 2 2 7 0 2 / 8 2 ,
extensión para Catamarca y San Luis de los beneficios
en materia industrial de la ley 2 2 0 2 1 / 7 9
dictada para la provincia de
La Rioja, introdujo una gama de exenciones impositivas (impuesto a las
ganancias, al capital, derechos de importación y fundamentalmente el
impuesto al valor agregado) similar a las legislaciones anteriores.Los
elementos que parecen haber sido decisivos en el éxito en ténriinos de
(t) Para un informe más detallado ver "Evolución de los regímenes de pro
moción industrial", C H , 1986.
(2) No se pudo evaluar si fueron efectivizados bajo estas legislaciones
o bajo la legislación siguiente.
^
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presentaciones y efectiviiacion de proyectos bajo esta legislación son:
a) la autoridad provincial de aplicación para montos pequeños de inversion, que peraiten inclusive la realización de proyectos de gran tamaño
fraccionando las presentaciones; b) mayores períodos de
exención ÍBpo-
sitiva de base (15 años en lugar de 10); c) la incorporación de las de^
gravaciones en el cuerpo de la ley (y no en los decretos regiamentarios)
lo que garantizaba mayor seguridad de las condiciones de'exenciones a los
inversionistas. Resulta asimismo novedoso la inclusión del cálculo del
Costo Fiscal Teórico. Si bien no se aienta con información sobre el mon-to de proyectos aprobados, el nivel de inversión y ocupación (proyectada) y otros datos que permitan evaluar la presente legislación, debe asu
mirse que el análisis de la performance de los establecimientos promo-cionados que se realiza más adelante (ver sección IV) refiere a los efec
tos de esta ley.
a
III.
Bajo los efectos de la pronocion industrial, la estructura productiva
de la provincia sufrió significativas transformaciones. y\uTienta el nü
mero de actividades industriales y se incorporan empresas mas productivas ligadas a capitales extrarregionales. Sin embargo estos cambios
no alteraron sustancialmente el caracter artesanal de la mayor parte
de la industria, rasgo que se mantiene hasta el presente.
Tal ceno puede obseia^arse en Cuadro 7 se registra simultáneamente un
proceso de concentración técnica y el surgimiento de nuevas actividades industriales. Desaparecen 12 ramas de caracter residual en la es-tructura
de 1975, incorporándose 24.nuevas ramas entre las cuales 12,
integradas por un escaso número de establecimientos, pasan a definir
.el actual perfil industrial de la provincia. Es el caso de textiles,
cemento y maquinarias y equipos.
La caída del numero de establecimientos C25a) se concentró en aquellos "
de menor ocupación, incorporándose simult'^eamente un alto número de
^
tablecimientos no promocionados. El reducido níimero de industrias promo
cionadas (45 estableciinientos) se localizó en los rubros de alimentes
' textiles y maquinaria.
El balance de la década deja un saldo de S3 es-
tablecimientos menos en las ranas tradicionales. (Cuadro 8).
En cuanto
a la evolución del empleo se registra un fenómeno que acom--
paña las transfomaciones mencionadas. El incremento de la ocupación
(72'o) y del número de asalariados (T37I) se concentra en las ranas pro
l
mocionadas en primera instancia, y luego en las nuevas actividades no
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pranocionadas. Las primeras dan cuenta aproximadamente del 901
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mente en la ocupación total y en el canpleo asalariado. Contrariamente,
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como puede observarse en el Cuadro 9, las ramas tradicionales experi-
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mentan una caída en el número de ocupados (11
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los asalariados (41). Sin embargo, el comportamiento al interior de és__
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voluncn dc ocupación como de asalariados, la producción de vinos y de la
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La producción, valuada a precios constantes, se incrementó en más de un
2501, (t).. La perfomance de las ramas promocionadas son las que posibilitaron este dinamismo, dado que una vez mas-las ramas tradicionales dis
minuyen su producción en un 2^%. Es nuevamente el caso de los vinos, mo-saicos, aserraderos, ramas en las que se registran caídas importantes en
el nivel de actividad. Por el contrario, en el caso de las panaderías,
' café, y particularmente aguas gaseosas e impresión de diarios, se registran significativos aumentos, que sin embargo, no logran compensar las
caídas de las actividades anteriores (Cuadro 11).
(1) Los cálculos a precios constantes son provisorios. Se realizaron a
p a r t i r de estimaciones preliminares del B.C.R.A. de índices de pre_
d o s ímplicitos i n d u s t r i a l e s a n i v e l nacional.
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IV. ESlT<rjCTURA_IWUSTBIAL_ 12B4
La'conforíníicicn de la estructura productiva resultante de la dinámica
estudiada, será abordada tanto desde la perspectiva de T:amas de actividad, como a partir de una clasificación de establecimientos.
El análisis de los cambios por rama de actiiddad, se ha realizado di£
tinguiendo en priinera instancia el carácter de nuevas ramas en el año
1984 respecto de las ramas existentes en 1973. La heterogeneidad inteñia de estos grupos nos llevó a desglosar las actividades principales para estudiar situaciones diferenciadas, considerando como tales
aquellas ramas cuya participación en el valor agregado industrial su-peraba el l'o. Quedan así confonnados cuatro grupos que pretenden dar
cuenta de la importancia del cambio en la estructura industrial y de'
"las actividades de mayor peso relativo: grupo I: Ramas nuevas princi
pales; grupo II: Resto ramas nuevas; grupo III: Ramas sobrevivientes
principales; grupo IV: Resto ramas sobrevivientes.
i
En la estructura de 1984 el grupo I, con apenas el 51 de los establecimientos, genera más del 70'» de valor de producción absorbiendo la
mitad de los asalariados industriales y el 40°a del total del empleo.
Cabe asimiijmo señalar que la casi totalidad de estos establecimientos están pronocionados.
El resto de las nuevas actividades incorporadas que suman en conjunto 53 establecimientos, pesan menos del
en la estructura producti^
va a pesar de registrar un alto nivel de promoción industrial.
Las actividades sobrevivientes en conjunto carecen de significación
en cuanto a su peso en el valor de producción y valor agregado, aun
que emplean el 57'» de la ocupación total (Cuadro 12).
Estas heterogeneidades se traducen en agudas diferencias en los ind^
cadores de
1
ccndiciones técnicas de producción y d.e acumulación en los
Ci
diferentes grujxjs-. Nuevamente el g m p o I presenta una perfoiTnance al-tanente diferenciada del resto: alto grado de asalarizacion, tarnafios
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medios de planta 10 veces nayores al promedio de la industria provin-cial, salarios medios y productividades medias mayores, y una menor
participación de los sueldos en el valor agregado.
El resto de las nuevas ramas incorporadas, sin bien presentan un mayor
grado de promoción industrial, tienen un ccír.portamiento similar a las
.principales ra-aas tradicionales: 7 ocupados promedio por establecimien
to, grado de asalarizacion del 651, promed.io, bajas productividades y
mayores salarios relativos.
El grupo IV está compuesto por actividades de tipo artesanal: microes-tablecijnientos de muy baja productividad, baja tasa de asalarización y
sueldos medios que apenas' alcanzan la mitad de los percibidos en el gru
po I (Cuadro 13]).
En relación a la evolución de los tamaños medios de planta, se registra
un desplazamiento relativo de los micro que, pese a seguir concentrando
más del 50o de las plantas industriales, sufren una fuerte pérdida en su
participación al valor agregado provincial. Surgen establecimientos de
más de 200 ocupados los que, si bien escasos, explican junto con los de
más de 50 octipados, más del 501, del valor agregado industrial provincial.
(Cuadro 14).
4
En el Cuadro 15 se revela un significativo cambio en la especialización
provincial.• La estructura productiva se abre al mercado nacional: las r£
mas tipo 1 y tipo 2
generan el 401, del valor agregado provincial siendo
sin embargo sólo el
de los establecimientos. Dentro de las ramas no
especializadas, se registra un desplazamiento del peso de las ramas micro (tipo 7) hacia ramas de mayor tamaño medio (tipo 6), supuestamente
incentivada por la promoción industrial (1).
(1) Ver: "Propjesta Metodológica para la construcción de una tipología
de ramas provinciales". Documento N? 3, Mimeo, C.F.I. y Nota
Cuadro 15.
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Di cuanto a la estructura industrial según destino de los bienes pro-ducidos, no se registran cambios importantes con respecto a la estru£
tura productiva en 1973, acentuar.dose el peso relativo de los bienes
inter.r.edios. En todo el período es practicaniente irrelevante el peso
relativo de los bienes de consuno durable y de capital (Cuadro 16).
Por otra parte, a diferencia de lo sucedido en la provincia de La Rio
ja¡
el menor impacto de la nrcroc:'ón industrial genera una menor
diversificación productiva. La asociación
entre nuevas actividades
• y pronocicn industrial es inferior en un 201 a la observada en La Rio
ja: tal cc.-no lo indica el Cuadro 17, sólo 17 de las 27 ramas que se
incorporan a la estructura industrial original tiene algún grado de pro_
moción.
El análisis por tipo de establecimiento revela en forma más aguda las
heterogeneidades productivas en el seno de la estructura industrial en
1984, resaltando partiailaimente la performance de las plantás adscriü
tas a los regímenes de proriocion industrial.
A efectos de diferenciar los establecimientos industriales se distin-guieron aquellos que existían en 1973 de los que se incorporaron con
posterioridad a dicha fecha, AdicionaLiiente, se separaron los estable
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cimientos según hubieran recibido o no estimules fiscales. En ese sen
i
tido, quedaron caracterizados cuatro tipos de establecimientos: 1. s £
brevivientes (establecimientos no prcmocionados existentes en
1973),
4
2. altas (establecimientos no prcmocionados incorporados a partir de
1 9 7 4 ) , 3 . prcmocionados
(establecimientos incorporados con posterio--
ridad a 1 9 7 3 que recibieron estímulos fiscales), 4 . sobreprcmocionai
dos (establecimientos prcmocionados existentes en
Hacia 1 9 8 4 ,
1973).
los 44 establecimientos prcmocionados ( 1 1 . 4 ® ó del total)
concentraban el 7 8 . 6 o del valor agregado generado, el 8 1 . 2 ' o de las
materias primas, el 75.21 de la masa de salarios abonados y el 541
de la ocupación. Por el contrario, del Cuadro 18 se desprende que los
I
establecimientos sobrevivientes y los incorporados no prcmocionados
(altas) que constituyen el 88.6''a del total de los establecimientos ge
i
ncran solo 0121.5^ 061 valor agregado industrial y ocupan el 46° de la
máno de obra total. A su vez. el peso de los establecimientos proniocicnn
dos es mayor aún cuando se analiza su contribución a la variación del
empleo y la producción intercensal. En efecto, este grupo de establecimientos explican el 129o de la variación de la ocupación industrial in. tercensal y el n3°ó de la variación de la producción registrada entre
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1973 y 1984 (1)..
Los establecimientos pranocionados se caracterizan por tener tamaños me
dios sustancialmcnte
mayores tanto a los establecimientos existentes
en 1973 como a aquellos que se incorporaron con posterioridad. En tanto las plantas prcmocionadas ocupan en promedio 45 personas, las exis-tentes en 1973 tenían en 1984, 6.9 ocupados por planta y los incorpora
dos a partir de 1973 apenas 3 ocupados por establecimiento. En el Cuadro 19 puede observarse asimismo que las diferencias de productividad
en favor de los estableciaiientos promocionados son mayores que las di-ferencias de salario. En efecto, mientras el producto por hombre ocup£
I
do de los establecimientos promocionados supera igual agregado estima-
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do para sobrevivientes y establecimientos incorporados a partir de 1973
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(no promocionados) en 2.6 y 4.7 veces respectivamente, la brecha sala-
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rial es sólo 48 y 9SI superior.
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En consecuencia, la participación de los asalariados en el producto
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(salarios relativos) de los establecimientos promocionados es 26% in--
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ferior que en los sobrevivientes y apenas 7% superior al agregado es-
;
timado para el sector mas artesanal (altas). El grado de asalarización
de los establecimientos promocionados resulta significativamente más
elevado que el correspondiente al grupo de "altas". Por último el gxa
do de elaboración (materias primas procesadas/valor de producción) r £
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sulta significativamente similar en los establecimientos "sobreviviera
tes", "altas" y "promocionados".
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(1) Los establecimientos sobrevivientes y los que se incorporan a la
estructura industrial con posterioridad a, 1973 tienen una ocupación 211 inferior al personal ocupado en 1973. A su vez la producción de este grupo de establecimientos es en 1984 (a precios
de 1973) 351 inferior a igual agregado en 1973.
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grupos sucesivos es claramente decreciente, particularmente a partir
del cuarto grupo considerado. Debe notarse que 11 de los primeros 12
establecimientos que generan el 11>% del valor agregado, son promocio-nados.
1
.
.
Este nivel de concentración es la consecuencia de" la convivencia de
la estructura semiartesanal existente en 1973 con los sectores formales
incorporados en los últimos años cano resultado de las políticas de
premoción industrial. En el Cuadro 21 puede observarse una importante asimetría en la orga-nización jurídica de los establecimientos promocionados y los no promocionados, mientras el
de los primeros son sociedades anónim.as,
el 79s de los segundos son sociedades unipersonales.
Otra característica diferencial'de los establecimientos promocionados
es que en general estos pertenecen a empresas multiplanta con admini_s
tración central y control extraprovincial. En el Cuadro 22 se observa
que 62 de cada 100 pesos de valor agregado son generados por este tipo
de establecimientos
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Considerando en foraa conjunta el monto de salarios abonados por los
cstablecir.ientos con adninistración central extraprovincial y el valor
agregado de aquellos con administración central provincial, puede es-timarse que el valor agregado retenido en la provincia es el 57í. del
total generado.
Las diferencias mencionadas tanto en la sección anterior como en la
presente entre los establecimientos protnocionados y no pronocionados
(tamaño, productividad, salarios, organización jurídica y localización de la administración central) pueden ser complementados mediante
una estimación de la capacidad diferencial de acumulación. En ese
sentido, se construyó como indicador, el cociente entre el superávit
bruto de explotación por ocupado no remunerado y el salario medio in
dustrial. Este indicador equivale al número, de salarios anuales correspondiente al ingreso medio de no asalariados de cada tipo de establecimiento (sobrevivientes, altas, pronocionados y sobrepronocionados) y estrato ocupacional (microindustrias, pequeñas industrias,
industrias medianas). En ese sentido, en el Cuadro 23 se muestra la
fuerte asociación del indicador estimado, tanto con el tamaño medio
de planta CCTUO con el tipo de establecimiento considerado.
En efecto, en tanto en las microindustrias el indicador no alcanza el
valor de un salario anual (lo que muestra el caracter de refugio que
adoptan este tipo de actividades), en los establecimientos pequeños
apenas equivale a 4 salarios.
Por el contrario, para los establecimientos entre 51 y 200 ocupados
el ingreso medio de no asalariados equivale a 216 salarios medios y
para las plantas grandes 1198 salarios medios.
Por otro lado, en tanto el indicador estimado para los establecimien
tos pronocionados equivale a 57 salarios medios anuales (1), apenas
es de 2.87 y 0.88 para los "sobrevivientes" y "altas" respectivamente.
(1) En el caso de La Rioja el indicador estimado para este tipo de e¿
tablecimiento era de 120 salarios medios anuales.
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Esta situación revela la-existencia de capacidades muy diferenciados
de ácmulación por establecimientos y señala los límites de las p e —
queñas anpresas no promocionados excluidos en los hechos de poder in¿
ciar un proceso sólido de acinulación.
Estos indicadores, sustentan la idea acerca de la
dualización de la
estructura industrial provincial, un sector moderno altamente concentrado orientado hacia mercados extralocales, fuerte presencia
de
capitales extrarregionales, altos niveles de promedios de productividad y de rentabilidad, y un sector local senii artes anal con cierta c£
pacidad de estructural de acumulación orientado hacia el mercado pr£
vincial cuyo objetivo de mediano plazo es la supervivencia económica.
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La industria catamarqueña contribuía apenas con el 0.011 del valor de
producción y el 0 . 1 d e l
m p l e o industrial nacional en 1973. En la
década analizada, amplio su participación al 0.20%
de valor de produ£
cción y 0.26o del empleo industrial del país.
El balance de la década debe entenderse cono el resultado de dos movi
mientos opuestos y simultáneos. Fruto de los regímenes de pranocion
industrial, surgen nuevas actividades con un reducido nunero de establecimientos pero decisivas en términos de ocupación, asalariados y
valor agregado.. Estas actividades con elevados tamaños medio, tasas de
asalarización y productividades, están fuertonente articuladas con el
mercado nacional y explican en el período el incremento producido en
el empleo y en el valor de producción industrial (a precios constantes)
\
1
Por otra parte, el sector tradicional registra caídas en el núnero de
establecimientos, en el total 'de ocupados y en el valor de producción
(nuevamente a precios constantes) para la mayoría de las actividades.
El n m e r o de asalariados es la única variable que revela .un ligero au
mentó. Sin embargo, ciertas industrias tradicionales (c>ifé, gaseosas,
carpintería de madera e impresión de diarios) reflejan un movimiento
inverso que no llega a contrarrestar la mencionada tendencia. Estas
actividades no tienen en general relación con los regímenes de promo
ción industrial.
Simultáneamente con la baja tasa de supervivencia de establecimientos
del año 1973, se registra una significativa incorporación de plantas
no ligada a efectos de la promoción industrial. Esto hace suponer que
los cambios registrados en determinadas ramas tradicionales se realiza
mediante el reemplazo de establecimientos y no mediante la reestructj^
ración de los mismos.
Los cambios producidos no son entonces el resultado de un proceso de
acunulación interna. La nueva estructura es- básicamente el resultado
de políticas de prenoción industrial implementadas en el período. En
ese sentido los establecimientos promocionados representaban el 53'Í.
del anpleo industrial el
del empleo asalariados, el 85°Ó del valor
agregado y sólo el 19^ do los establecimientos en 1984.
El alto grado de promocionalidad de la estiaictura industrial, plantea interrogantes sobre la estabilidad de la misma al memento de la
desaparición de los incentivos fiscales.
Si bien los principales proyectos fueron presentados bajo las legisl^
ciones 20560/73 y 21680/77, el éxito en términos de presentaciorts bajo la legislación 22702/82 parece residir en: la autoridad
provincial
de aplicación para montos pequeños de inversión, que permite inclusive
la realización de.proyectos de gran tamaño fraccionando las presentaciones; mayores períodos de exención impositiva de base (15 años en
lugar de 10); la incorporación de las desgravaciones en el cuerpo de
la ley (en lugar de especificarlos en los decretos reglamentarios) lo
que garantizaba mayor seguridad y estabilidad de las condiciones de
exención a los inversionistas.
Existen notables diferencias en las posibilidades de acunulación de
las plantas promocionadas y no prcmocionadas. Por ejemplo mientras
el superávit bruto de explotación por ocupado no remunerado en las
plantas no promocionadas equivale a 3 salarios anuales, alcanza un
nivel de 57 para los establecimientos promocionados.
Debido a que la mayoría de las formas promocionadas son controladas
extra-regionalmente, la proporción del valor agregado generado por
el conjunto de la actividad industrial que permanece en la provin-cia será aproximadamente del orden del SOi lo que reduce notablemen
te Tas posibilidades de reinversión local del excedente generado.
Una estimación muy preliminar de los costos fiscales de las polít_i
cas de promoción en la provincia indicarían que, en el caso que la
desgravación del IVA venta sea del IDO?, el monto desgravado e q u i valdría al 175«. déla masa de salarios, al .SS% del valor agregado.
al 42''o del cuantum de materias primas y al 80*6 del superávit bn.ito de
explotación. Esto proporciona algunos elementos para pnesar instrumen
tos alternativos de premoción que no penalicen las coiipras-ventas i n —
terempresarias.
Si bien se requeriría una investigación adicional, puede afirmarse que
los establecimientos promocionados no han desarrollado un aceptable ni_
vel de integración con el medio local (tanto vía demanda de insumos
productivos cerno servicios productivos). Esto puede ser el producto
tanto de la oferta local de los bienes demandados, como de las caracte
rísticas propias de funcionamiento de las empresas promodionadas que
dificultan la integración local (vínculo anterior con proveedores, com
pras intrafirma, etc.). Adicionalmente los instrumentos utilizados pa-ra promocionar actividades (desgrávación del IVA entre otros) penali-zan las ccmpras-ventas entre firmas.
En resumen, si bien este primer análisis resulta aión insuficiente para
formular apreciaciones definitivas acerca de los resultados de la pro-moción industrial deijtro del proceso de industrialización de la provin
cia, el estudio efectuado permite arribar a la siguiente consideración.
Las políticas de promoción han tenido una incidencia significativa en
el cambio de la estructura industrial de la provincia y en la genera- •
cidn de una dinámica de la producción y el mpleo
de importancia
des-
de la perspectiva provincial. Sin embargo, parece evidente la n e c e s i —
dad de reflexionar acerca de políticas económicas complementarias y/o
reformulación de las vigentes tales que posibiliten mayores artiulaciones de las empresas prcmocionadas con el medio local, de manera de
"internalizar" los estímulos derivados de la promoción. Asimismo, los
resultados preliminares de los diversos estudios de caso encarados
dentro del programa PRIDE ponen eri evidencia la importancia
de coor-
dinar, desde una perspectiva regional y nacional, y atendiendo a gran
des lineas estratégicas de desarrollo, los diversos programas de in-dustrialización provincial.
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