Índice: 1 2 3

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Índice:
Índice: 1
Introducción: 2
Inflación e INDEC: 3
Desarrollo y Subdesarrollo: 3
Necesidades Humanas Básicas: 3
Población Argentina: 4
Composición: 4
Idioma: 4
Religión: 4
Nivel de vida: 4
Principales indicadores sociales: 5
Escasez 5
Bienes económicos: 5
Distintos tipos de bienes: 6
MERCOSUR 6
Símbolos del MERCOSUR: 6
Sistema Financiero: 7
Banco Central de la República Argentina: 7
Estabilidad Finaciera: 7
Política Financiera: 7
Billetes y monedas: 8
Artículos relacionados: 9
Conclusión: 17
Bibliografía (ordenar) 18
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Introducción:
En este trabajo voy a abordando distintos conceptos de la economía argentina actual para entenderlos mejor y
así poder formar un pensamiento crítico sobre nuestra economía.
Inflación e INDEC:
La inflación es el desequilibrio económico, caracterizado por una subida general de los precios, provocado por
una excesiva emisión de billetes de banco, un déficit presupuestario o una falta de adecuación ente la oferta y
la demanda. La inflación trae consigo el desempleo y afecta a la balanza de pagos.
El responsable de las mediciones inflacionarias es el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).
Este Instituto no sólo se encarga de medir los indices de inflación en nuetro país, sino que tambien es el
encargado de medir las condiciones de vida, condiciones de actividad, nivel de educación y la composición y
distribución de la población, entre otras cosas.
La producción de información estadística se realiza a través de distintos métodos de captación de datos
(censos, encuestas, registros administrativos, etc.), que permiten la confección de indicadores en relación a
diferentes áreas temáticas.
Desarrollo y Subdesarrollo:
Uno de los temas más importantes en la economía moderna es el del desarrollo y subdesarrollo de los países, y
las serias implicancias que tiene en el nivel de vida de las personas que viven en esos países.
En el mundo se habla de los países que se clasifican en desarrollados y subdesarrollados. Hoy hay 20 países
desarrollados y el resto abarca el grupo de los subdesarrollados.
Los indicadores para saber si un país es desarrollado son:
• Mayor bienestar material
• Mejor nivel de educación
• Mayor igualdad de oportunidades
• Mejores niveles de alimentación
• Mayor resistencia a las enfermedades
• Mejor desarrollo físico y mental
• Mayor tiempo de ocio
En consecuencia, un país es subdesarrollado cuando no cuenta con los indicadores anteriormente nombrados,
ya que si definimos desarrollo, también estamos definiendo subdesarrollo.
Necesidades Humanas Básicas:
Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables. Además las necesidades humanas
fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través
del tiempo y de las culturas, son la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades.
Las necesidades fundamentales son: subsistencia (salud, alimentación, etc.), protección (sistemas de seguridad
y prevención, vivienda, etc.), afecto (familia, amistades, privacidad, etc.) entendimiento (educación ,
comunicación, etc.), participación (derechos, responsabilidades, trabajo, etc.), ocio (juegos, espectáculos)
creación (habilidades, destrezas), identidad (grupos de referencia, sexualidad, valores), libertad (igualdad de
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derechos).
Creo que en nuestro país, la mayor parte de la población no tiene satisfechas las necesidades humanas básicas,
lo que ayuda a reafirmar que somos un país subdesarrollado, y al haber muy poca cultura del trabajo y
gobiernos conformistas, no vamos a poder salir de este subdesarrollo y cada vez se va a notar más la brecha
que divide a la clase baja de la clase alta.
Población Argentina:
Composición:
La población de Argentina se estimó en 36,1 millones de habitantes en el 2001. De éstos, un 50% se concentra
en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal. La inmensa mayoría de la población (97%) es de raza
blanca, con una importante participación de la inmigración europea a principios del siglo XX (sobretodo de
españoles e italianos) y de países limítrofes y orientales en las últimas décadas.
Idioma:
El idioma oficial es el español (o castellano, como los argentinos prefieren llamarlo). En Buenos Aires, adopta
formas de lunfardo, jerga del ámbito porteño. Algunas lenguas indígenas también se hablan en el interior del
país, como el araucano, el guaraní o el quíchua.
Religión:
Hay amplia libertad de culto y la gran mayoría de la población (92%) sigue la religión Católica. Protestantes
2%, Judíos 2%, otras 4%.
Nivel de vida:
Tradicionalmente, la Argentina es indicada como uno de los países latinoamericanos con mejores estándares
de vida. Sin embargo, debido a la prolongada crisis económica, política y social que afecta el país − la peor de
su historia − los indicadores sociales sufrieron un notable deterioro. Más de la mitad de la población se
encuentra hoy debajo de la línea de pobreza y la tasa de desocupación se ubica alrededor de los 20%. En este
escenario, se multiplican el sector informal de la economía, los clubs del trueque y también las acciones
solidarias.
Pese a la lamentable coyuntura, la Argentina todavía puede ostentar un buen sistema educativo (la educación
primaria, por ejemplo, es gratuita y obligatoria para niños entre 6 y 14 años), una baja tasa de analfabetismo,
entre otros indicadores favorables.
Principales indicadores sociales:
Esperanza de vida al nacer: 75 años (hombres 72, mujeres 79) (2001)
Tasa de fertilidad: 2.44 hijos por mujer (2001)
Mortalidad Infantil: 17,75 por mil nacidos vivos (2001)
Tasa de analfabetismo: 3.7% (2000)
(definición: personas con 15 años o más que no saben leer y escribir)
Universidades públicas: 37 (1999)
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Universidades privadas: 49 (1999)
Escasez y Bienes economicos:
Escasez:
El concepto de escasez, en economía, no designa la falta absoluta de un bien, sino la relativa insuficiencia del
mismo con respecto a las necesidades, deseos o requerimientos de los consumidores. Un bien escaso, por lo
tanto, es aquel cuya abundancia o disponibilidad es limitada. No existe escasez de aire, por ejemplo, puesto
que este bien está disponible en forma irrestricta para sus consumidores, llamándoselo por lo tanto un bien
libre. En cambio, todos los bienes y servicios que se comercian por un precio son bienes escasos, pues ellos se
ofrecen en cantidades más o menos restringidas. Puede darse el caso de que haya pocos bienes de una cierta
clase y que, sin embargo, no se los considere escasos desde el punto de vista económico: una piedra que no
posea utilidad para la construcción y que no sea valorada por sus características estéticas u ornamentales, no
es un bien económico pues no existe demanda para ella, por más que sea única en su especie y por lo tanto
"escasa" en el sentido vulgar del término. El caso contrario también es frecuente: un recurso como el agua
potable, aparentemente "abundante" en muchas regiones, debe considerarse sin embargo como un bien
económico escaso pues, aunque fácil de obtener, no es sin embargo ilimitado.
Bienes económicos:
Los bienes, en términos generales, son objetos útiles, provechosos o agradables que proporcionan a quienes
los consumen un cierto valor de uso o utilidad. Los bienes económicos, más específicamente, son objetos que
se producen para su intercambio en el mercado, es decir, son mercancías.
Para que un objeto pueda ser considerado un bien económico es preciso que el mismo tenga una cierta
demanda, es decir, que sea considerado por algunas personas como un objeto capaz de satisfacer sus
necesidades, y que el bien resulte escaso en relación a esa demanda. Un bien de oferta ilimitada no pasa a
formar parte de los intercambios entre seres humanos; se considera entonces un bien libre o no económico.
Distintos tipos de bienes:
Bienes de consumo: en nuestro modelo se consumen −destruyen− apenas fabricados
Bienes intermedios: se producen para ser utilizados en la fabricación de otros bienes.
Bienes complementarios: Son aquellos que deben utilizarse conjuntamente para satisfacer alguna necesidad.
Bienes de capital: Aquellos bienes cuya utilidad consiste en producir otros bienes o que contribuyen
directamente a la producción de los mismos.
Bienes de producción: Llámase bienes de producción a aquellos cuya utilidad consiste en producir otros
bienes.
Bienes intangibles: Los servicios.
Según lo estudiado, desde mi punto de vista, Argentina es un país productor de bienes intermedios, ya que
producimos y procesamos la materia prima para que otros países realicen el producto final.
MERCOSUR:
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Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay suscribieron el 26 de marzo de 2001 el Tratado de Asunción creando
el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
El objetivo principal del Tratado de Asunción es la integración de los cuatro Estados a través de la libre
circulación de bienes, servicios y factores productivos, el establecimiento de un arancel externo común y la
adopción de una política comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales y la
armonización de legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de
integración.
Símbolos del MERCOSUR:
El Logotipo Oficial del MERCOSUR fue definido en un concurso promovido por las Direcciones de
Comunicación de las Presidencias de los Estados Partes, en la cual se presentaron 1412 trabajos, resultando
ganador un diseñador gráfico de la República Argentina.
Contiene las cuatro estrellas de la constelación denominada Cruz del Sur, sobre una línea curva, en color
verde, que simboliza el horizonte, sobre la palabra MERCOSUR/MERCOSUL y fue aprobado en la XI
Reunión del Consejo del Mercado Común, celebrada los días 16 y 17 de diciembre de 1996 en la ciudad de
Fortaleza, Brasil.
En el año 2002, Consejo del Mercado Común, por Decisión Nº 17/02 Símbolos del MERCOSUR actualizó las
reglas para el uso del nombre, sigla y emblema/logotipo del MERCOSUR. (Adjunto logotipo)
Sistema Financiero:
Decidi poner información sobre el Banco Central de la republica argentina porque este es el organismo que
controla y autoriza a todas las entidades financieras de nuestro país. Entre ellos son: bancos, compañias
financieras, mutuales, etc.
Banco Central de la República Argentina:
El Banco Central de la República Argentina es el encargado de formular e implementar una política monetaria
consistente, que garantice el equilibrio en el mercado de dinero y aliente simultáneamente el ahorro y la
inversión.
Estabilidad Finaciera:
Una de las misiones fundamentales que tiene el Banco Central de la República Argentina es crear, a través del
marco normativo adecuado, las condiciones necesarias para desarrollar y fortalecer la estabilidad financiera.
Un sistema financiero estable, dinámico, eficiente y transparente, es condición indispensable para incentivar el
ahorro, desarrollar el mercado de crédito, y sentar las bases del desarrollo económico.
La fuerte interrelación entre estabilidad financiera y crecimiento económico sostenido justifica que la
estabilidad financiera constituya un bien social que el Estado debe buscar y proteger. Cuando existe
estabilidad financiera, el sector puede intermediar adecuadamente los ahorros de los agentes económicos y
proveer un servicio nacional de pagos rápido, seguro y eficaz. Un marco sólido de estabilidad financiera es
indispensable para incentivar el ahorro, desarrollar el crédito, alentar la inversión productiva y, así, alentar la
producción, el empleo y el bienestar social.
Política Financiera:
La política financiera es la principal herramienta utilizada por los bancos centrales para alcanzar la estabilidad
financiera. Desde el Banco Central de la República Argentina se desarrolla y aplica el esquema normativo
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prudencial que sienta las bases de un sistema financiero estable en un entorno de crecimiento de la actividad
financiera. Esta estructura normativa se complementa con un esquema de supervisión de la operatoria
bancaria, mediante el cual se monitorea la normativa prudencial.
Billetes y monedas:
El Banco Central de la República Argentina tiene como misión primaria y fundamental preservar el valor de
la moneda, desarrollando una política monetaria y financiera dirigida a salvaguardar todas las funciones del
dinero, conforme lo dispone su Carta Orgánica (Ley N° 24.144/92 y sus modificaciones).
Por ello, la emisión de los billetes y monedas de curso legal está a cargo del Banco Central, en su calidad de
autoridad monetaria de la Nación.
Se denomina dinero en efectivo al circulante en forma de billetes y monedas. Tiene la característica de tener
mayor liquidez que el resto de los medios de pago, es decir que puede utilizarse en transacciones económicas
en menor tiempo y costo.
Artículos relacionados:
Cómo afecta la inflación a los impuestos
Sin un nuevo sistema de ajuste los tributos se terminan comiendo el capital
Cuando a comienzos del 2002 se produjo la devaluación y pesificación asimétrica derivada de la sanción de la
ley 25.261 y decretos sucesivos, se desencadenaron una serie de sucesos de acomodamiento de las variables
económicas y luego de un período de cierta calma en los mercados todo parece indicar que en forma
progresiva se está retornado a los tristemente célebres escenarios de inflación que azotaron a los argentinos en
la década de los 80 y principios de los 90.
En función de las nuevas variables y sus efectos resulta apropiado plantear un debate en torno a reconocer la
influencia inequitativa de la inflación sobre los impuestos, tratando de evitar que las obligaciones tributarias
sean canceladas con capital y no con los resultados obtenidos.
Si del debate surgiera que efectivamente las empresas se encontraran obligadas a descapitalizarse para
afrontar el pago de sus impuestos, se estarían violando garantías constitucionales y convirtiendo el pago de
tributos en una indudable injusticia jurídica, y de manera especial cuando no se aceptó la aplicación del
procedimiento previsto en la ley del impuesto a las ganancias (título VI) denominado ajuste por inflación.
En la práctica, sin ese ajuste los efectos de la inflación conducen a una distorsión en el pago de ganancias, que
a modo de ejemplo podríamos sintetizar ubicándonos en lo que ocurrió luego del golpe hiperinflacionario: si
en el mes de enero de 2002 un productor agropecuario hubiera tenido una existencia de hacienda de 100
animales a un valor de 300 pesos cada uno, o sea un total de 30 mil pesos, y si debido a la incertidumbre no
hubiera realizado compras ni ventas, habría llegado al 31 de diciembre con la misma cantidad de animales.
Pero en el momento de tener que liquidar el impuesto a las ganancias y valuar esas existencias al precio de
plaza al 31 de diciembre que por efectos de la inflación aumentaron su valor individual a 900 pesos, se habría
encontrado con un valor de sus existencias finales en 90 mil pesos.
Para la ley el productor tuvo una ganancia de 60 mil pesos, que sujeto a la tasa del 35% le determinó un
impuesto de 21 mil pesos, un equivalente aproximado a 23 animales. Sin haber tenido ninguna ganancia
operativa dado que su capital se mantuvo intacto, el productor debió liquidar 23 animales para poder cumplir
con el impuesto, es decir que utilizó parte de su capital.
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En alguna medida hoy nos encontramos frente a una situación de riesgo por cuanto los índices de inflación
están llevando a que la determinación del impuesto se vea afectada por causas que nada tienen que ver con la
obtención de beneficios genuinos.
No obstante esa comprometida situación aparece un fenómeno inédito. Existen diferencias sustanciales entre
los índices de precios consumidor dados a conocer por el Indec, que sería la inflación publicada, y los
indicadores reales que deben afrontarse en las góndolas. Frente a esta dispar realidad, y en el hipotético caso
de que se admitiese la aplicación del ajuste por inflación, no resultaría apropiado en los términos buscados por
la norma suspendida, por cuanto la corrección de los resultados inflacionarios se practicarían con índices
inferiores a los que afectaron los resultados sujetos al impuesto, con lo cual éste puede caer en el terreno de lo
confiscatorio.
La doctrina
Al respecto es interesante recoger la opinión de un sector de la doctrina española que dice que es confiscatorio
un impuesto cuando, para pagarlo, el sujeto ha de liquidar y disponer de parte de su patrimonio, tomando de
los medios monetarios así obtenidos, los que precisa para hacer frente al abono del tributo. Y el impuesto debe
calificarse de confiscatorio por cuanto, a través de él, el Estado ha tomado por vía coactiva una parte del
patrimonio del administrado, sin compensación directa.
Hay que destacar que el principio de no confiscatoriedad deriva de la garantía del derecho de propiedad
consagrada en el artículo 17º y, sobre todo, de las garantías contempladas en el artículo 28º de la Constitución
Nacional.
La Sala B de la Cámara Federal de Rosario, en el juicio Fluodinámica SA v. Administración Federal de
Ingresos Públicos, confirmó la sentencia que hizo lugar a la demanda interpuesta por la firma declarando la
aplicación del ajuste por inflación a Ganancias del período fiscal 2002.
El fallo se basó en la afectación de los citados principios constitucionales ya que para determinar la diferencia
impositiva resultante de la aplicación del ajuste, si el tributo resulta superior al 33% de la renta anual del
contribuyente existe confiscatoriedad.
Frente al reconocimiento explícito de la existencia de inflación que se vio con el reajuste practicado sobre los
mínimos no imponibles del impuesto para trabajadores en relación de dependencia, se hace necesario cesar su
pago sin la debida corrección antiinflacionaria. Llegó el momento de que se formulen sobre bases serias, de
hecho y de derecho, los planteamientos de confiscatoriedad del impuesto a las ganancias cuando afecta la
formación del capital, porque la renta es también un bien patrimonial protegido por el artículo 17º de la
Constitución Nacional .
Diario La Capital, 28 de octubre de 2007
La Cátedra
Las teorías económicas que atravesaron la historia del país
Tulio A. Ceconi
La Argentina es el único país importante en el mundo que hasta la crisis de 1929 era considerado como país
desarrollado y que descendió luego ostensiblemente en su posición relativa en el mundo, tanto en su nivel de
ingresos, como en su participación en el comercio mundial.
Argentina se había insertado exitosamente en el siglo XIX en la economía mundial, organizada sobre la idea
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de que el comercio internacional ayuda a aumentar el crecimiento de la actividad económica.
La crisis de 1929 provocó un serio cuestionamiento de esta idea de los beneficios del comercio internacional y
dio lugar a que muchos países eligieran la vía del "crecimiento hacia adentro". En Argentina predominó esta
concepción del mundo a partir de los años 30.
Apenas finalizada la Segunda Guerra Mundial los economistas comenzaron a preocuparse por el problema del
crecimiento económico desde dos puntos de vista que cuestionaban:
u Cuáles eran las condiciones para lograr un crecimiento sostenido de las economías desarrolladas, pues
tenían la convicción de que la recesión de los años 30 había sido superada por la producción para la guerra,
pero que una vez finalizada esta, las oportunidades de inversión y, por lo tanto de crecimiento no crecerían a
ritmo sostenido y elevado;
u Cuál era la explicación de las diferencias en los ingresos per cápita entre los países desarrollados y los
subdesarrollados.
Los primeros desarrollaron lo que se conoce como "teoría neoclásica del crecimiento económico", que explica
el proceso a través de modelos que intentan reproducir el mundo real, y aceptan que la inserción en el
comercio mundial permite un crecimiento más rápido de la economía nacional.
Los segundos estaban convencidos que el desarrollo es un proceso complejo, que no puede ser encuadrado en
los términos de un modelo que contiene sólo relaciones entre variables económicas, aunque estén vinculadas
por sofisticadas ecuaciones matemáticas.
Centro y periferia
En América latina se gestó a fines de los 40 la "teoría del deterioro de los términos del intercambio" de
Prebisch, que tuvo una influencia decisiva en la concepción de la estrategia para el desarrollo económico en
toda América Latina, en especial en Argentina.
Prebisch aceptaba la propiedad privada de los factores de la producción, pero sostenía que los frutos del
comercio internacional no se distribuirían equitativamente entre los países desarrollados (centro) y
subdesarrollados (periferia).
Criticó el esquema de división internacional del trabajo: "A América latina venía a corresponderle como parte
de la periferia del sistema económico mundial, el papel específico de producir alimentos y materias primas
para los grandes centros industriales".
Cambios de paradigmas
A fines de los años 60 se desvaneció el interés de los economistas en las causas del crecimiento/desarrollo de
las naciones que había surgido en los 40, porque los países desarrollados crecieron a un ritmo elevado y
sostenido durante los treinta años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y porque, al contrario, en los
países subdesarrollados no se había logrado disminuir la brecha del subdesarrollo.
Harry G. Johnson hizo en los 70 un brillante análisis que aportó los lineamientos de las reformas de los 80.
Decía que desde la Segunda Guerra Mundial hubo errores importantes en la concepción del proceso de
desarrollo económico. "Se le asignó un carácter estrechamente económico, con descuido del hecho de que la
sociedad es una trama interconectada de aspectos económicos, políticos y sociales", señaló entre otros errores.
Estos errores resultaron como fruto de la combinación de varias corrientes de experiencias e ideas. "Las
experiencias condicionantes y primordiales fueron la gran crisis de 1929−1933 y la incompleta recuperación
ulterior. Esta crisis produjo un efecto colateral que ha tenido especial importancia en el pensamiento
latinoamericano respecto del desarrollo, elaborado a partir de aquella depresión: el derrumbe de los precios
mundiales de los productos primarios", agrega.
La revolución keynesiana
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Si el capitalismo había fracasado, ¿cuál era entonces, la alternativa? La respuesta fue: el planeamiento, de la
mano de la revolución keynesiana.
La importancia atribuida por Keynes a la inversión privada, en tanto que elemento inestable del sistema,
originó la impresión que se necesitaba cierto tipo de planeamiento de la inversión si es que se quería obtener
una buena administración económica, y de que la inversión era la clave de la solución de casi todos los
problemas sociales.
El arribo de la globalización
En el período 1960−1980 ocurrieron acontecimientos importantes que cambiaron la forma de organizarse y
relacionarse los países desde el punto de vista de la producción, las inversiones y el comercio: el "milagro
asiático", el fracaso de las economías planificadas socialistas y capitalistas, la tercera revolución industrial, y
la globalización financiera y económica.
Una de las contribuciones más ingeniosas e influyentes que reflejó el nuevo mundo globalizado es la de
Porter, que desarrolló el concepto de competitividad en una economía globalizada, como dependiente de la
competitividad de las empresas.
Durante los 70 y los 80 Argentina estuvo inmersa en una gran inestabilidad política e institucional y aferrada a
la misma estrategia de crecimiento "hacia adentro". Pero a partir de 1989 cambiamos abruptamente, y sin la
adecuada preparación, aplicamos una apertura comercial indiscriminada, cambiamos del rol del Estado a
través de las privatizaciones y la desregulación de la economía, y adoptamos el régimen de convertibilidad del
peso.
El país creció hasta 1998 a pesar de las sucesivas crisis en esos años, pero a partir de allí, unidos a una rigidez
en la aplicación de los pilares de las reformas económicas, condujeron a la profunda crisis Argentina de
1999−2002.
En 2002, en lugar de hacer un cuidadoso balance de los éxitos y fracasos de los 90, volvemos a repetir el error
de cambiar en forma abrupta, y sin preparación previa nuestra estrategia de crecimiento. Vemos nuevamente
al mundo como una amenaza, y no como una ayuda para acceder a un crecimiento sostenido.
El mundo cambió y mucho, diferente al de posguerra. Los países enfrentan ahora un desafío más difícil y
mucha más competencia de nuevos países que captaron mejor que el nuestro los nuevos "vientos". Debemos
decidir si aceptamos los desafíos, nos abrimos y competimos, o si le dejamos a nuestros hijos y nietos un país
que los proteja y los alimente, pero que no les ofrezca la aventura de vivir un mundo sin fronteras.
Diario La Capital, 21 de enero de 2007
Una encuesta aplicada a más de 900 alumnos de la región determina que es esencial la preparación de los
padres para seguir estudiando
La expectativa de los que terminan el secundario pasa por estudiar
Una investigación de la UNR indica que se privilegia lo público al elegir una carrera
Marcela Isaías / La Capital
Estudiar. Esa es la mayor expectativa que tienen los jóvenes que terminan la escuela secundaria. Le sigue de
inmediato la idea de que ese estudio les dé satisfacción personal, luego conseguir un empleo y después ganar
dinero. Casi la mitad dice que quiere estudiar y trabajar, la mayoría privilegia el ámbito público para aprender
y la docencia no es una alternativa.
La afirmación proviene de una encuesta encarada por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en el marco
de la investigación nacional de la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina
(Apora) Las elecciones vocacionales de los jóvenes escolarizados. Proyectos, expectativas y obstáculos,
aplicada en la región en 2006.
La encuesta encarada por la UNR fue respondida por 923 jóvenes de 32 escuelas, la mayoría públicas y de
polimodal, de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. La mayor parte de los alumnos que participaron son de
Rosario. Fue tomada la primera semana de noviembre de 2006, en coincidencia con el fin de curso.
A nivel nacional, la investigación está dirigida por el psicólogo Sergio Rascovan, también secretario científico
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de Apora. Los datos de este trabajo serán analizados en el congreso de orientación vocacional que se realizará
en Rosario en noviembre próximo (ver aparte). Pero se puede anticipar que los resultados locales coinciden
ampliamente con la de otras regiones, donde el total de la muestra alcanzó a 4.323 estudiantes secundarios.
La primera impresión que deja el estudio es que nadie se puede pensar en un proyecto por fuera de estudiar.
Luego, que el clima educativo familiar influye en esta decisión; podemos hipotetizar que los que terminan el
secundario son los que tienen mayor entorno educativo de la familia, dice el coordinador de la investigación a
escala local, el psicólogo Sergio Enrique, quien trabajó acompañado por Erica Iturbe (cientista de la
educación), Marcelo Rocha (psicólogo) y Andrea Colaneri (psicóloga).
El dato que cita Sergio Enrique lo vincula a otra realidad: la buena parte de jóvenes que no están en la escuela
media. Nosotros hicimos la encuesta sobre una población escolarizada, pero hay un 36 % de jóvenes en el
paías que no estuvo en las aulas. Habrá que ver qué pasa con esa franja importante de chicos, advierte
Enrique.
Respecto de la influencia de la educación de los padres, la encuesta deja ver la influencia que tiene en los
hijos: El secundario completo constituye el porcentaje más alto en ambos padres, lo que evidencia una
trayectoria escolar de los mismos de 12 años o más de permanencia en el sistema educativo representando un
clima educativo alto.
Las carreras
Tal como destaca el trabajo, el 43,88 % de los jóvenes encuestados elige como proyecto estudiar y trabajar.
Los que pretenden sólo estudiar representan el 42,04 % de los jóvenes consultados. En uno y otro caso, el
porcentaje aumenta si se le suman los jóvenes que además tienen otros proyectos complementarios como
viajar, realizar trabajos solidarios o practicar deportes.
El dato que llama la atención es que la mayoría de los que elige estudiar lo hace en el ámbito universitario (el
62,24 %), y en gran parte en la universidad pública (el 84, 04 %) y sólo un 24, 02 % opta por una carrera
terciaria no universitaria.
Además, salvo los que se decidieron por el profesorado de educación física (ocupa el 7º lugar en el orden de
preferencias), ninguno mira a la docencia como alternativa de estudio. Además de la baja que se manifiesta
hacia las carreras terciarias, también nos llamó la atención la poca elección hacia la docencia, comenta el
psicólogo Sergio Enrique.
Si se trata de elegir una carrera, la de contador público está en primer lugar. Le siguen arquitectura y
medicina. Luego (en un ranking de 15 preferencias) los chicos se inclinaron por abogacía, psicología,
licenciatura en administración de empresas, el profesorado de educación física, ingeniería mecánica,
ingeniería agronómica, ingeniería civil, licenciatura en kinesiología y fisiatría, no sabe, diseño gráfico,
ingeniería industrial y medicina veterinaria.
La investigación indica que del total de encuestados que eligen estudiar en el ámbito universitario, el 29,79 %
pretende sólo estudiar, mientras que el 19,28 % quiere también trabajar. Proporcionalmente esto representa
que el 60,7 % pretende sólo estudiar y el 39,3 % estudiar y trabajar. Datos que coinciden con lo que pasa hoy
en la UNR donde el 70 % de los estudiantes no trabaja.
La mayoría manifiesta que quiere trabajar para costear sus propios gastos, luego para pagarse sus estudios, le
siguen los que quieren ayudar en la casa y en el mismo número los que buscan ganar experiencia laboral. Un
mínimo porcentaje (4 %) optó sólo por trabajar.
Por otra parte, y al momento de realizar la encuesta, sólo el 25 % de los jóvenes que terminaban su secundario
trabajaba.
Diario La Capital, 27 de octubre de 2007
Mercosur: difieren por asimetrías
La Argentina y Brasil rechazaron ayer un pedido formal de Uruguay para encarar una negociación comercial
directa con los Estados Unidos pero manteniendo paralelamente su condición de socio pleno del Mercosur.
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El pedido fue presentado por el ministro de Economía uruguayo, Danilo Astori, en el marco de la reunión
extraordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) que se realizó en Montevideo. El CMC es el máximo
organismo de conducción del bloque integrado por cancilleres y ministros de finanzas de todo el bloque.
Los negociadores de los cuatro socios fundadores del grupo, más Venezuela que aspira a ser miembro pleno,
intentaron avanzar en un programa que se propone entre 2008 y 2012 conseguir eliminar las asimetrías entre
los países que lo conforman.
El subsecretario de Integración, Eduardo Sigal, informó que el único tema que se planteó como cuestión de
debate lo instaló Astori.
Sigal indicó que el ministro uruguayo planteó la posibilidad de negociaciones bilaterales de cada uno de los
países pero indicó que el tema fue rechazado por Argentina y Brasil y contó con el respaldo de Paraguay, el
otro socio chico.
El funcionario argentino indicó que el Mercosur permite que en el marco de negociaciones con terceros haya
un trato especial hacia las economías menores. Es así como lo hemos hecho siempre, aclaró.
Diario La Capital, 26 de octubre de 2007
Bocco: Las cajas van a llenar un vacío existente
El director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Arnaldo Bocco, fue uno de los impulsores
de la nueva reglamentación para las cajas de crédito cooperativas y un acérrimo defensor de estos
instrumentos como una alternativa para el financiamiento de aquellos sectores que quedaron fuera de la
asistencia del esquema bancario tradicional.
Hoy el sistema de bancarización se ubica en un ridículo 11 por ciento y con la presencia de estas nuevas
entidades pretendemos llenar el vacío existente, señaló Bocco.
El funcionario explicó que hoy faltan jugadores en el sistema financiero y las cajas cooperativas de crédito
apuntan a los depósitos que no van totalmente a los bancos sino a otros mecanismos, señaló.
Bocco dijo que entidades cooperativas de Paraná, Santa Fe, Córdoba, interior de Buenos Aires, el Alto Valle y
La Pampa ya trabajan en la documentación para cumplir con los requisitos.
Según el funcionario del Banco Central, la reglamentación de la ley 26.173 destaca como elementos centrales
la posibilidad de contar con mayor cantidad de sucursales y la flexibilización de los límites para operar con no
asociados y clientes no radicados en la zona (aunque en ambos casos de manera marginal).
Un giro renovador
El directivo de la autoridad monetaria precisó además que se dispuso la eliminación de los límites nominales a
la captación de depósitos a plazo y a la tasa de interés activa, así como el hecho de habilitar la letra de cambio
dentro del sistema nacional de pagos.
Las cajas de crédito cooperativas pueden contar con hasta 5 sucursales en su zona de actuación, definida por
adyacencia geográfica y potencial de negocios y operar con asociados y con no asociados, sin obligación de
aporte mínimo.
No hay límites de monto para la captación de depósitos a plazo, aunque sí a la concentración por titular. Por
otra parte, las cajas no tienen límites para fijar a qué tasa de interés captan los depósitos.
Diario La Capital, 28 de octubre de 2007
Conclusión:
Como se habrá dado cuenta, en el desarrollo de la monografía decidí abordar conceptos, y luego adjuntar
noticias de un diario local sobre dichos conceptos.
De esta forma, una vez leídos los conceptos, al leer las noticias, se va a poder
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Bibliografía (ordenar)
Larousse diccionario manual ilustrado, Ramon Garcia y Pelayo y Gross, Edicion 1997
http://www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/NecBas.htm susana choren
http://www.mibsasquerido.com.ar
www.eumed.net/cursecon/dic/E.htm#escasez
pagina del indec
pagina del mercosur
www.bcra.gov.ar/
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Lic. en Economía Graciela B. Cristoff.
C.P.N Javier Santich
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