¡Por un Frente Sindical de Clase! El 9 de mayo pasado, los dirigentes de UGT y CC.OO apoyaron con su firma otra reforma laboral anti-obrera, que aumentara la precariedad, abaratará el despido y trasvasará enormes recursos a la patronal: un acuerdo claramente desequilibrado a favor de los empresarios, asumiendo claramente las propuestas de ellos y del Estado que las respalda. Además, toda la negociación de esta reforma se realizó a espaldas de los trabajadores, sin información ni debate, incluso entre los propios afiliados de CC.OO., como exigía legítimamente casi un 40% de los mismos, miembros del sector crítico y otros sindicalistas. A partir de ahora, con el abaratamiento del despido, los empresarios lanzarán una ofensiva para amedrentar a sus trabajadores y trabajadoras, con la amenaza del despido, de la deslocalización, para intentar conseguir la sumisión y colaboración de la clase obrera en su propia explotación. En este contexto general, la lucha contra la amenaza del despido libre, la precariedad, la deslocalización, la temporalidad y la siniestralidad, así como la defensa del poder adquisitivo de los salarios, deben ser la espina dorsal del combate sindical contra la patronal y el estado burgués que la sustenta. La efectividad real en esta lucha exige una premisa básica: debemos abandonar todos cualquier atisbo de sectarismo, esforzándonos por luchar unidos, desde el Sector Crítico de CC.OO. que intenta dar un giro a la izquierda a este sindicato, recuperando sus valores fundacionales (sindicalismo de clase, socio-político, asambleario, democrático y orientado al socialismo) hasta las Coordinadoras Sindicales combativas, incluyendo CGT, Solidaridad Obrera, CNT, Co.bas, movimientos sociales y partidos políticos de izquierda. Es imprescindible la unidad y la lucha, promoviendo entre todos un Frente Sindical de Clase. Sabemos que conseguir la unidad de acción, y todavía más constituir un Frente Sindical de Clase, es complicado y duro, que son muchas las cosas que nos separan, pero debemos reconocer y asumir que aún son más las que nos unen en nuestra lucha por superar el capitalismo. Si no somos capaces de unirnos como demandan y necesitan los cientos de miles de proletarios que venden diariamente y en unas condiciones cada vez más precarias su fuerza de trabajo al capitalista de turno, no conseguiremos recortar los efectos más nocivos de la reforma laboral anti-obrera ni los de la directiva Bolkestein ni los de las muchas medidas agresivas del capital (el nuevo desarrollo del Pacto de Toledo contra las pensiones, el Estatuto Básico del Empleado Público, etc.). Desde distintas plataformas, se defiende la necesidad de un nuevo Estatuto Obrero, mas su consecución solo será posible desde la unidad y la lucha conjunta así como desde la implicación consciente del proletariado, con grandes movilizaciones y asambleas que culminen, no en jornadas de paro, sino en una huelga general sin servicios mínimos, que realmente perjudique al proceso productivo, a la competitividad, reduciendo los beneficios empresariales, a fin de conquistar posiciones ventajosas en la correlación de fuerzas de nuestra clase con respecto a la patronal y su Estado. Sin forjar la unidad no tendremos la fuerza suficiente, para poder iniciar la lucha por la conquista de nuestros objetivos y continuaremos trabajando de forma inconsciente a favor de los agentes del capitalismo en el movimiento obrero, tanto la pequeña-burguesía como la aristocracia obrera. Para avanzar en la unidad combativa del proletariado por su emancipación, o incluso por mejorar o frenar el empeoramiento de su situación, no basta con la resistencia económica, sindical. Es necesario desarrollar la lucha de clase de los obreros también en el frente político e ideológico. Es necesario rescatar al proletariado de la perniciosa influencia que sobre él ejerce el revisionismo y el oportunismo político, así como el reformismo sindical anti-obrero y pro-capitalista, ese que pretende que “es mejor un mal acuerdo, que un buen pleito”. Y, en ese sentido, la mejor garantía de que podemos dotarnos para contar con un sindicalismo de clase consecuente es la reconstitución del Partido Comunista, en base a la teoría de vanguardia, el Marxismo-Leninismo y uniendo los esfuerzos de los comunistas hoy dispersos. La resistencia actual y la futura emancipación de los obreros exige que, desde hoy, luchemos por el objetivo de la revolución proletaria y la conquista del socialismo y el comunismo. ¡Contra la reforma laboral y la precariedad! ¡Por el Frente Sindical de Clase! ¡Por la reconstitución del Partido Comunista! Junio 2006 www.unionproletaria.net [email protected] Apdo. correos 51498 28080 Madrid