LUIGI PIRANDELLO Y MIGUEL DE UNAMUNO, DOS PORTENTOS

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LUIGI PIRANDELLO Y MIGUEL DE UNAMUNO, DOS
PORTENTOS DE LA LITERATURA
Luigi Pirandello y Miguel de Unamuno, dos portentos de la literatura cuyas
obras paradójicas y contradictorias coinciden y se comparan
El primero es considerado el más importante autor teatral de la Italia del
periodo de entreguerras. Se destacó por su extraordinaria capacidad de
innovación de la técnica escénica que, ignorando los cánones del realismo,
prefirió usar libremente la fantasía para crear el efecto que deseaba. Ejerció
una gran influencia al liberar al teatro contemporáneo de las desgastadas
convenciones que lo regían y preparar el camino al pesimimismo
existencialista de Sartre y a las comedias del teatro absurdo de Ionesco y
Beckett.
En 1921 Pirandello fue mundialmente conocido con la publicación de Seis
personajes en busca de autor, cuya obra , aborda la relación de los actores
con los personajes, unos seres inventados que pueden llegar a poseer más
entidad que los propios actores.
El bilbaíno Miguel de Unamuno es una de las personalidades más
destacadas de la literatura española del siglo XX, y vivió la guerra carlista.
Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y filosófica.
Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos , siendo opositor de
la dictadura del general Primo de Rivera antes y posteriormente ante las
fuerzas de Franco .Su famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis"le
valió ser confinado donde murió el último día de 1936.
Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, individualista y luchador
contra todo, en guerra consigo mismo, nunca encontró la paz, acosado de
dudas religiosas y existenciales.
Sin embargo se ha escrito muy poco sobre el paralelismo de ambos autores
pese a que en las dos obras más célebres de ambos artistas hay una
evidente coincidencia de inquietud . Nos referimos a Seis personajes en
busca de un autor y Niebla.
Todo se centra alrededor de la búsqueda de Dios. El novelista y autor de
teatro siciliano muestra la omnipotencia del autor , siendo este el único
creador de sus personajes , pero al igual destaca que el autor es una
creación de Dios; por lo tanto ¿Quién determina la existencia de la
creación?.Aquí coincide con Miguel de Unamuno, el cual también sentía esa
preocupación por la búsqueda de Dios. Ambos autores eran filósofos y se
destacaban por una amplia visión del mundo.
En Niebla , Miguel de Unamuno al igual que Pirandello crea la obra a partir
de los acontecimientos que le va sucediendo al personaje (Augusto Pérez) y
también coincide en que el personaje se revela y rebela a su creador .
Pirandello al igual, no le da muerte física, sino teatral al no llevarlos a
escena, y si un personaje no se materializa en una obra “muere”.
El mismo Unamuno escribió en 1923 un artículo titulado: Pirandello y Yo, lo
que pone de manifiesto que a pesar de que no se conocieran , expresan la
misma concepción de la vida, así como el arte. Araíz de esto , muchos
historiadores como Adriano Tilgher, han tratando de establecer la prioridad
de ciertos procedimientos técnicos empleados por Pirandello: Seis
personajes en busca de un autor (1920) ya había sido utilizado por Unamuno
en Niebla (1914) . El tema de la relación entre el autor y sus personajes ha
sido tratada bajo la perspectiva estética pero fue desarrollado por Miguel de
Unamuno y Luigi Pirandello , quienes llevaron la pregunta entre las
relaciones entre el autor y sus personajes , la inquietante relación entre los
entes de la realidad" y los de la "ficción", entre el mundo de lo real y el de lo
imaginario. Bajo esta concepción para Unamuno el autor está condenado a
ser creador y criatura a la vez ; pero el creador o el hombre muere, mientras
que su criatura poética sigue viviendo.
El tema central es el de la identidad, es decir de la existencia, y de la
creación del personaje, o escritura,bajo la perspectiva filosófica, de cómo
escibir una novela, este argumento es planteado tanto en El difunto Mattia
Pascal de Pirandello; Niebla y Como se hace una novela de Unamuno
Luigi Pirandello reconoce su naturaleza filosófica cuando reflexiona sobre el
destino de sus personajes “ no se da vida en vano a un personaje” , estos
viven una vida independiente , una vida que no no puedo seguir negándoles..
Por eso mismo, los personajes lograron persuadir al autor con mayor
eficacia. Los personajes quieren ser, y quieren creer , porque creer es
querer creer. En esta novela quiere Unamuno crear personajes vivos, tan
vivos que tengan vida propia independiente de él. Es un “realismo creativo”.
La realidad poética o creativa de un hombre o personaje consiste en el grado
y en la intensidad con que estos hombres quieran ser. El hombre real es un
personaje simbólico. Realidad es el puro querer ser o no querer ser del
personaje literario. Lo que uno quiere ser es el idea de sí mismo. El ideal
salva al hombre de la nada. Este ideal es querer se siempre, querer ser más.
En Niebla , el autor plantea la libertad del individuo frente a un creador que
puede decidir su final cuando y como quiera. El personaje de Niebla se
llama Augusto Pérez, y encarna el hombre que no llega a querer ser y que
por consiguiente, no “es”. Es una pura apariencia, un sueño, un “ente de
ficción”, es “niebla” (nivola = novale). Nada hay en él de creador. No puede
decidirse, porque está sin definir. Augusto Pérez es la existencia apariencial,
que no tiene finalidad.
Tema central de Niebla: Ante la conciencia agónica el hombre resiste a la
nada, pero en la conciencia de pérdida éste se siente abandonado. La
conciencia de pérdida es la conciencia de límite; y sólo a través del dolor se
llega a la conciencia. La conciencia se manifiesta en el dolor, y éste es dolor
de pérdida, al igual que dolor de límite.
A través de la decepción sentimental , el protagonista de Niebla, Augusto
Pérez toma conciencia de sí, de sus límites y de su personalidad. El
momento más significativo es la presentación de Augusto Pérez a Miguel de
Unamuno.El personaje consulta a su creador sobre su deseo de matarse.
Asímismo Unamuno le prohíbe el suicidio, aunque le obliga a morir. Aquí
comienza la lucha entre el personaje que quiere vivir y el autor que decide su
destino
“¡Yo no puedo morirme; sólo se muere el que está vivo, el que existe, y yo,
como no existo, no puedo morirme…, soy inmortal! No hay inmortalidad
como la de aquello que, cual yo, no ha nacido y no existe. Un ente de ficción
es una idea, y una idea es siempre inmortal… los inmortales no vivimos, y yo
no vivo, sobrevivo; ¡yo soy idea!, ¡soy idea!”
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