Bioconstrucción: - Ecoconstructores

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Intro:
Si nunca viste ninguna casa de paja olvida la de los tres cerditos, que aunque
eran simpáticos como constructores no eran muy buenos. Olvida el lobo
soplando y la paja volando. La realidad es otra y si la desconoces, te
sorprenderá…
Bioconstrucción:
Las casas de paja es un tipo de bioconstrucción, movimiento cuyo propósito es
ofrecer una alternativa más sostenible a la construcción convencional mediante
una visión más ecológica, saludable y harmoniosa de la vivienda.
¿De paja?
El elemento constructivo característico de estas casas es la bala de paja y
generalmente se combina a nivel estructural con madera. El acabado suele
hacerse con tierra, arena y/o cal combinando o no pigmentos naturales.
La paja comprimida a alta presión es natural, robusta y aisla más que
cualquier otro material. Estas tres ventajas junto con un buen criterio energético
y un estilo propio de construir hacen de estas casas, hogares duraderos, bien
aislados, energéticamente económicos y de una atmosfera más saludable.
Leer más sobre las ventajas de las casas de paja:
Casas más calientes en invierno y más frescas en verano, naturalmente.
La combinación de las balas de paja y la tierra aporta un aislamiento natural
térmico y acústico extraordinario. Desde el primer día, la reducción en el uso de
equipos de acondicionamiento de la temperatura interior de la casa es una de
las grandes ventajas ecológicas, económicas y para la salud.
Materiales menos contaminantes
Una casa que respira
Otro concepto importante es la transpirabilidad. Los muros de una casa deben
tener la capacidad de aislar pero de algún modo la casa debe ventilarse, bien a
través de los “microporos” de los propios muros y/o por oberturas especiales o
ventanas.
La renovación del aire de una casa a través de sus muros se realiza de forma
muy lenta pero constante a lo largo del año independientemente de la
capacidad de aislamiento, como si se tratara de una piel gruesa que transpira
(la humedad ambiental y algunas substancias volátiles la pueden atravesar)
equilibrándose así el exceso de sequedad o humedad interior y “diluyéndose”
también la concentración interior de substancias nocivas, olores, etc… Una
casa que respira favorece la salud de los que la habitan.
Estudios realizados en varios países han demostrado que la contaminación del
aire interior de las casas puede ser muy superior al exterior debido
fundamentalmente al tipo de materiales utilizados para construirlas.
En general, los muros de nuestras casas no son transpirables. Son un
sándwich de morteros, pinturas y otros materiales sintéticos.
Por otro lado esos mismos materiales, más los plásticos, barnices, tableros,
fibras aislantes y gran parte de los elementos sintéticos que forman nuestra
casa, irradian y liberan, a lo largo de su vida, componentes tóxicos al aire que
respiramos. O sea tenemos un aire contaminado y que además apenas puede
renovarse.
En una casa de paja los materiales constructivos son naturales y ello comporta
dos cosas. Los muros permiten la renovación del aire (tanto paja como tierra,
madera y cal son materiales “porosos”) sin por ello sacrificar el aislamiento
térmico y a la vez la liberación de substancias dañinas es menor o inexistente.
La casa acogedora:
Una casa ha de ser un hogar, algo más que un conjunto de materiales que se
sostienen por sí mismos. Algo intangible. La diferencia entre una casa y un
hogar, aunque esté vacía, es sentirse acogido o no. Eso que se siente al pasar
bajo el umbral de la puerta y percibir el espacio: las luces y las sombras, las
lineas, las curvas… Desde nuestra experiencia, estas casas tienen algo que
resulta agradable. ¿La razón? Quizás habría que preguntarle a la naturaleza…
Preguntas más comunes:
Resistencia:
Una casa de paja puede ser, como cualquier otra, una vivienda que cumple las
normativas de habitabilidad y seguridad vigentes y que ha sido ejecutada bajo
la aprobación de arquitectos y autoridades correspondientes.
Durabilidad:
Los materiales estructurales de una CdP son paja comprimida y madera. No
hace falta presentar a la madera como material constructivo. Por su lado, su
compañera, la paja comprimida en las balas, es un material seco y con muy
poco aire y por lo tanto estabilísima en el tiempo siempre que no se
humedezca. Una cdP correctamente construida conserva las balas de paja de
paredes y cubierta correctamente aisladas de la humedad y por lo tanto,
estable en el tiempo.
¿Hasta cuándo? Está por ver…
Las casas de paja más antiguas que aún siguen habitadas datan de principios
del S.XX y gozan de buena salud. Hay en pie más antiguas (finales S.XIX en
E.U.A) y a pesar de ya no estar habitadas y por lo tanto desatendidas en su
mantenimiento, han revelado la durabilidad de paja, tras la observación de sus
muros, como excelente frente a las duras condiciones y el paso del tiempo
como ha ocurrido con cualquier tipo de fibra seca natural utilizada en la historia
de la humanidad.
Materiales con los que trabajamos:
Paja, tierra o arcilla, arena, cal, madera, aceites especiales de linaza,
corcho, celulosa, fibra de cáñamo, lana de oveja, etc…
Minimizamos, dentro de lo posible, el uso del metal, el plástico y cualquier
elemento sintético.
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