ÍNDICE INTRODUCCIÓN.1 CAPITULO i Breve semblanza acerca del uso de drogas en el México antiguo..2 CAPITULO ii Marco jurídico de la FARMACODEPENDENCIA......................................5 2.1 La Mafia Mexicana..6 2.2 Tráfico de drogas..7 CAPITULO iii CLASIFICACIÓN de las drogas...8 • Por la actualidad de su consumo......8 • Naturales y sintéticas..8 • Por sus estructuras químicas....8 • Ordenamiento farmacológico.....8 • Criterio psicopatológico..8 • Por su peligro para la salud publica.....9 • Por sus características clínicas....9 3.1 Estimulantes....10 3.2 Depresores..10 CAPITULO IV Daños a la salud que ocasionan las drogas11 4.1 Problemas de salud producto del consumo de drogas...11 • Los Opiáceos.....11 • Los Depresivos...11 • Los Estimulantes....11 • Los Alucinógenos..12 • La Marihuana.......12 • Los Inhalantes o disolventes.12 CAPITULO V Factores causales.....13 5.1 Interacción de los factores causales o de riesgo: sociales, individuales y familiares.....13 1 • Factores individuales..13 • Factores familiares..14 • Factores sociales14 CAPITULO VI Factores Protectores16 6.1 La Autoestima.16 6.2 La Comunicación16 6.3 La Optimización del tiempo..17 CAPITULO VII Educación de valores un enfoque18 7.1 Forma de prevención de la farmacodependencia.18 • Valores vitales y valores culturales..18 • Fines y realizaciones. ....20 • Crisis de valores y drogas..21 • El mal moral.22 • Educación moral.23 • Elementos para la educación moral25 CAPITULO VIII acepciones iniciales..27 8.1 Abuso..27 8.2 Adicción..27 8.3 Hábito..27 8.4 Consumidores ocasionales..27 8.5 Consumidores habituales.27 8.6 Consumidores disfuncionales. 28 8.7 Consumidores destructivos..28 CAPITULO IX. Características SOCIODEMOGRÁFICAS.29 9.1 Consultantes...29 9.2 Edad de Ingreso.29 2 9.3 Genero.30 9.4 Estado Civil..30 9.5 Escolaridad..31 9.6 Ocupación31 CAPITULO X CAMBIOS EN LA CONDUCTA DEL MENOR.32 CAPITULO xi MEDIDAS A ADOPTAR AL DETECTARSE EL USO INDEBIDO DE DROGAS33 CAPITULO XII TRATAMIENTOS..34 12.1 Cura de desintoxicación.34 12.2 Psicoterapia de grupo.34 12.3 Comunidades terapéuticas34 12.4 Programas amplios.34 CONCLUSIÓN..35 BIBLIOGRAFÍA.36 INTRODUCCIÓN En el desarrollo de este tema se hablara sobre las causas de la drogadicción en los adolescentes. Conoceremos cuales son algunos de los motivos por los cuales se da la drogadicción, así como que personas influyen y tratamientos que existen para salir de este gran problemas social. Este tema fue elegido a través de distintas razones, ya que podíamos contar con la información suficiente para desarrollarlo, ya que es un tema que cuenta con muchas fuentes y a la vez, hoy en día, es uno de los principales problemas que enfrenta la sociedad. Conoceremos una breve reseña acerca de cómo se han ido evolucionando las drogas. Así como que tipos y daños que ocasionan y los tratamientos que existen para salir de este problema. Después de una larga búsqueda del tema, en varias fuentes de información impresa, se encontró el suficiente material para desarrollarlo. Uno de los principales objetivos o afines de nuestra investigación, es conocer mas acerca del consumo de drogas, así como que factores influyen y castigos que se les imparte a los consumidores. Este problema, en lo personal, fue elegido ya que se conocen personas cercanas con este tipo de situación. Es 3 importante conocer las causas o factores por las cuales cayeron en esta adicción, y a la vez conocer como poder ayudarlos. Debido a que existe mucha desinformación respecto al tema, hay mucha gente que cae en esta situación. En cambio, si se conociera abiertamente todas las causas o consecuencias de la drogadicción, bajaría el índice de consumidores. Por eso nosotras tratamos de conocer mas a fondo toda esta problemática que puede ser causante de desintegración familiar, abandono de hogar o llegar incluso hasta la muerte. I. Breve semblanza acerca del uso de drogas en el México antiguo. En el territorio que actualmente ocupa la Republica Mexicana existieron civilizaciones importantes como la Tolteca, la maya y la azteca. AI igual que en la mayor parte de las culturas de la historia humana, las civilizaciones prehispánicas han empleado plantas, raíces, cortezas, hojas, la mayor parte de las veces ingiriéndolas de forma natural o sometidas a un proceso químico rudimentario, descubriendo en ello algún principia activo o alucinógeno que les facilitara combatir las enfermedades, la entrega absoluta a los rituales religiosos, les incitara a la lucha, y/o los trasladara a la fantasía. Las fuentes de información en el México antiguo en torno alas plantas y sustancias con efectos sobre el sistema nervioso central, fueron destruidas, producto de la conquista. Solo algunos sacerdotes y cronistas, entre los que destaca Fray Bernardino de Sahagun −no a salvo de persecuciones de la Santa Inquisición−, pudieron rescatar algunos testimonios. En su obra Historia General de las Casas de la Nueva España, en el libro XI, Sahagun describe las propiedades de los animales, de las plantas y los metales; en el capitulo VII en que trata de todas las "hierbas", el primer párrafo se refiere a "ciertas que emborrachan", sin dejar de mencionar que también tienen propiedades medicinales. Entre ellas señala el ololiuhqui, al tlapatl o toloache y los honguillos 0 teononacatl para la gala; que también se usaban para la calentura y como afrodisíacos; el peyotl usado para producir anorexia y resistencia a la fatiga. Asimismo, el relata de Francisco Hernández, medico de la corte de Felipe II, a quien se Ie comisiono para ir al nuevo mundo a recopilar, describir y enlistar las plantas y animales de esos lugares, descubri6 la siguiente informaci6n sobre el ololiuhqui: "EI ololiuhqui, que algunos Ilaman coaxihuitl o yerba de la serpiente, es una planta de cuyas raíces nacen tallos redondos, verdes − y delgados. Es una planta caliente, cura el mal venéreo, calma los dolores producidos par el frío, fortalece y ayuda en ciertas luxaciones y fracturas de los huesos, favorece la laxitud de las caderas en las mujeres. Cuando los indios querían consultar con sus dioses y recibir su respuesta comía estas plantas que les producían visiones fantasmales. Por otra parte, dos versiones se conservan respecto al descubrimiento del octli o pulque. Una es la de Fernando de Alva Ixtlixóchitl, historiador descendiente de una antigua familia de jefes Chihimecas, quien vivió a fines del siglo XVI y principios del XVII. Relata lo siguiente: Habiendo heredado Tecpanzaltzin el señorío de los Tolteca, a los diez años de su reinado fue a su palacio una doncella muy hermosa llamada Xochitl con su padre Papantzin, a presentarle la miel de maguey que había descubierto. Prendóse el rey de la doncella a la cual termino por seducir, ocultándola en una fortaleza que había sobre el cerro Palpan, donde tuvo un hijo del maguey. Otra fuente de información es la proporcionada por Fray Bernardino de Sahún quien refiere: Inventaron el modo de hacer el vino de la tierra; siendo mujer la que comenzó y supo primero agujerar los magueyes, para sacar la miel de la que se hace vino y llamábase Mayahuel. 4 La importancia del octli era testificada por el papel que desempeñaba en la religión la diosa Mayahuel, conocida como la regenta del octavo signo de los días, correspondientes a Tochtli (conejo), llamada la mujer de los 400 pechos, y que en consideración a su fertilidad había sido transformada en un maguey, planta que al llegar el tiempo apropiado segrega de su tronco durante meses inagotablemente el dulce zumo. En general, todas las clases sociales repudiaban a los alcohólicos. Sahagun, refiriéndose a ellos dice: "Por esta causa, todos los menosprecian, par ser hombres infamados públicamente todos tienen hastío y aborrecimiento; nadie quiere su conversación porque confunde todos los amigos y ahuyenta los que estaban juntos y dejanle solo porque es enemigo de amigos" Sin embargo, ni el repudio social ni los consejos y amenazas de sus soberanos, ni la formación de un ambiente de austeridad con orientación hacia la vida sana, lograron controlar el usa y abuso de bebidas alcoh6licas, par ello fue necesario crear una serie de leyes que tenían par objeto castigar severamente a los que, a pesar de todo, insistían en ingerir en forma desmedida dichas bebidas. Así, la embriaguez pública era castigada en el plebeyo con una severa advertencia y la vergüenza de tener la cabeza rapada o bien se Ie encarcelaba; pero si el ebrio era noble, se Ie castigaba con la muerte. Los ancianos, par el contrario, podían beber sin restricciones especialmente cuando celebraban ciertas fiestas como la ceremonia de imposición de nombre a un niño. Vemos así, como el espíritu de justicia de los antiguos mexicanos permitía los placeres de la bebida solo aquellos cuya vida productiva había terminado. Sin embargo, con la Ilegada de los españoles, los castigos fueron abolidos par considerarse inhumanos, originándose poco tiempo después un aumento considerable del problema de alcoholismo que las nuevas medidas de control no pudieron frenar. II. MARCO JURIDICO DE LA FARMACODEPENDENCIA La humanidad ha originado, en primer lugar, la familia, después las comunidades, los clanes, las tribus, hasta conformar lo que hoy se desarrolla como sociedad. La vida societaria exige que la conducta de los individuos deba estar sujeta a normas jurídicas, que les permitan derechos y obligaciones, sujetándose a respetar Ios derechos de los demás. Las normas jurídicas establecen las sanciones y penalidades cuando incurre en conductas delictivas. Entre las conductas delictivas se incluyen los delitos contra la salud. La historia muestra que el consumo de drogas no ha tenido siempre una regulación jurídica. En las culturas antiguas eran utilizadas las virtudes de ciertas plantas para ritos o celebraciones religiosas. AI paso del tiempo, se dio un desarrollo prodigioso a la industria química y farmacéutica, que suministraba al mercado una serie de productos tales como Ios alcaloides del opio, morfina, codeína, heroína y mas tarde la cocaína. A finales del siglo XIX y principios del XX, la organización y la codicia de los traficantes clandestinos estimularon la aparición de repetidas epidemias morfinomanía, cocainomanía, eteromanía y finalmente la heroinómana. EI problema de las toxicomanías se convirtió entonces en un problema social. Se inicio una lucha en contra de este fenómeno. La fármacodependencia, nombre que también se ha dado al citado fenómeno, se traduce en un problema de salud pública. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el capitulo relativo a las garantías individuales, en su articulo 4º, establece la igualdad jurídica de la mujer y el varón, garantizándose para la pareja, la libertad de tener hijos y el numero de ellos que decidan, pero imponiéndoles la obligación de proveer con sentido de responsabilidad, satisfaciendo sus necesidades, preservando su salud física y mental, y 5 también establece los apoyos a la protección de los menores a cargo de las instituciones públicas. El derecho a la protección de la salud tiene como principales propósitos lograr el bienestar físico y mental del mexicano; programar y mejorar la calidad de vida en todos nuestros sectores sociales, sobre todo los mas vulnerables, a quienes es preciso otorgar los valores que coadyuven a la creación, la conservación y disfrute de condiciones de salud que contribuyan al desarrollo armónico de la sociedad. El Gobierno de México combate el tráfico ilícito de drogas por tres razones fundamentales: por la salud de los mexicanos, por la seguridad nacional y por cooperación internacional. Aunado a ello, en el Diario Oficial de la Federación del 2 de noviembre de 1996, se publico que tiene por objeto establecer las reglas para la investigación y persecución de delitos cometidos por miembros de la delincuencia organizada. Dentro de las conductas que dicha ley tipifica se encuentran los delitos contra la salud previstos en los artículos 193, 194, 195 y demás relativos del Código Penal Federal. Hacer mención de la evolución histórica que registran las leyes mexicanas, para lo cual conviene buscar en la legislación española los primeros antecedentes sobre el tráfico ilícito de estupefacientes. 2.1 La Mafia Mexicana Los estados mexicanos de Chihuahua, Durango, Oaxaca y Guerrero, así como la provincia de Sinaloa, han sido los territorios predilectos para el accionar de los narcotraficantes. En 1986, numerosas versiones periodísticas indicaban que en Culiacán las bandas se disputaban a sangre y fuego su predominio en el tráfico de drogas. La mafia mexicana recurrió al ataque directo y frontal en su afán de paralizar las campañas oficiales para detectar y destruir sembradíos de marihuana, derribando cinco helicópteros de la Procuraduría General de la Republica. Los niños eran usados como mulas o correos en el tráfico de la muerte. Fueron descubiertas maniobras en ese sentido. 2.2 Tráfico de Drogas Trafico de drogas, delito consistente en facilitar o promocionar el consumo ilícito ajeo de determinadas sustancias estupefacientes y adictivas que atraen contra la salud publica con fines lucrativos, aunque esta definición puede variar según las distintas legislaciones penales de cada Estado. Con el nombre de droga se designa en sentido genérico a toda sustancia mineral, vegetal o animal que se utiliza en la industria o en la medicina y que posee efectos estimulantes, depresores o narcóticos o, como establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), a cualquier sustancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones. A efectos penales, el concepto de droga (a pesar de las diferentes formas de actuación en el organismo) engloba también las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, naturales o sintéticas, cuyo consumo reiterado provoca la dependencia física u orgánica, así como el deseo irrefrenable de seguir consumiéndolas en mayores dosis a fin de evitar el síndrome de abstinencia. La OMS menciona entre los estupefacientes el Cannabis y sus resinas, las hojas de coca y cocaína, heroína, metadona, morfina, opio y codeína; y como psicotrópicos, los barbitúricos, las anfetaminas y los ampliadores de la conciencia como el ácido lisérgico, la mescalina o la psilocibina. Por tráfico de drogas se entiende no solo cualquier acto aislado de transmisión del producto estupefaciente, sino también el transporte e incluso toda tenencia que, aun no implicando transmisión, suponga una cantidad que exceda de forma considerable las necesidades del propio consumo, ya que entonces se entiende que la 6 tenencia tiene como finalidad promover, favorecer o facilitar el consumo ilícito. En algunas legislaciones se considera delito solamente el tráfico, pero no la tenencia de drogas en cantidades reducidas a las necesidades personales del consumidor, mientras que otras tipifican como conductas delictivas tanto el tráfico como la tenencia. Unas y otras legislaciones han de integrarse en los convenios internacionales y, en concreto, en la Convención de las Naciones Unidas sobre el trafico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, suscripto en Viena. III. CLASIFICACIÓN de las drogas: Distintas disciplinas científicas han pretendido clasificarlas. Su resultado fue juzgado por algunos estudiosos como parcial e insuficiente. Los avances tecnológicos en el conocimiento integral de las drogas hacen que las clasificaciones queden superadas al poco tiempo. • Por la actualidad de su consumo Numerosos trabajos de especialistas tienen hoy a clasificar a las drogas en: históricas y derivadas, y de uso contemporáneo. • Naturales y sintéticas Drogas naturales son las obtenidas directamente de la naturaleza, y sintenticas, las conseguidas luego de su elaboración técnica. • Por sus estructuras químicas Este criterio avanza sobre el conocimiento en permanente evolución de muchas drogas. No siempre dos sustancias químicamente similares producen semejantes efectos en la conducta de un mismo individuo. Así, los alucinógenos, psicoactivos o psicodélicos, es decir, todos aquellos que provocan la percepción subjetiva de un fenómeno no existente, o bien que son capaces de producir cambios en la conciencia, en el animo, en la percepción y en la conducta, pueden ser clasificados de diversa manera. • Ordenamiento farmacológico No deberíamos olvidar que buena parte de los mecanismos de actuación de las drogas sobre el SNC aun se investigan, así como que todavía se analizan las relaciones entre estos cambios y los de la conducta individual. • Criterio psicopatológico • Eufóricas: ocasionan bienestar físico y psicoquico. • Phantasticas: provocan alucinaciones. • Inebrantias: provocan embriaguez. • Hypnoticas: producen sueño. • Exitantias: son estimulantes. • Por su peligro para la salud publica En 1975, la OMS propuso dos grupos de peligrosidad: 1) Más peligrosas: Las que crean dependencia física. 7 Las que crean dependencia física con mayor rapidez. Las que tienen mayor toxicidad. 2) Menos peligrosas Las que crean dependencia psicosocial. Las que crean dependencia con menor rapidez. Las que tienen menor toxicidad. • Por sus características clínicas Reconociendo que los agentes farmacológicos comúnmente utilizados con fines subjetivos tienen acciones en común. 1) Opiáceos 2) Depresores generales del SNC 3) Simpático miméticos del SNC (incluyendo la cocaína) 4) Nicotina y tabaco 5) Cannabinoides 6) Psicodélicos (alucinógenos, psicotomimeticos, psicotogenos) 7) Arilciclohexilaminas (feniciclidina) 8) Inhalantes 3.1 Estimulantes: Son drogas que excitan el sistema nervioso central (SNC), aumentando la actividad nerviosa. 1) Anfetaminas 2) Cocaína 3) Alucinógenos 3.1 Marihuana 3.2 Ácido Lisérgico (LSD) 3.3 Psilocibina (Hongos) 3.2 Depresores Son sustancias químicas que alteran el funcionamiento e interacción de las neuronas, fibras y cuerpos 8 celulares al inhibir o deteriorar la transmisión de señales neurológicas de manera que contribuyen una gran variedad de funciones. 1) Alcohol 2) Barbitúricos 3) Tranquilizantes 4) Morfina, Heroína, Codeína, Inhalables IV. DaÑos a la salud que ocasionan las drogas 4.1 Problemas de salud producto del consumo de drogas Entre los principales criterios para determinar los problemas de salud, producto de consumo de drogas, son la mortalidad entre los usuarios comparada con la mortalidad general y la morbilidad (prevalecía de la adicción) entre los usuarios contrastada con las enfermedades que padece la población en general. En ambos casos influyen factores muy diversos acreditadles a la droga, al consumidor y al medio ambiente. En cuanto a los daños específicos ocasionados por las distintas sustancias referiremos algunos en especial. a) Los Opiáceos: En el caso del consumo de heroína, la principal causa de muerte prematura es la sobredosis, el choque anafiláctico, la sepsis, la endocarditis, la hepatitis, la violencia y el suicidio. Su morbilidad es elevada dada la presencia de enfermedad del hígado, SIDA, trastornos neurológicos. Finalmente, el consumo de opiáceos se asocia a morbi−mortalidad neonatal y al retraso en el desarrollo fetal. b) Los Depresivos: La mortalidad se relaciona con suicidios o muertes por sobredosis accidental, psicosis tóxica y síndrome de privación, carac-terísticamente letales. Los sedantes conducen a largo plazo a trastornos de la personalidad. En cuanto las benzodiazepinas, se ha documentado la posibilidad de pérdida de la memoria y de la atención, tolerancia y reacciones de privación. C) Los estimulantes: Se han caracterizado por ser causa de una importante mortalidad por traumatismo, fallo cardiaco agudo y trastornos cerebros vasculares, además de las complicaciones sépticas producto de suministración intravenosa. En relación a la cocaína, la morbilidad y mortalidad están relacionadas con la vía de suministración, con la frecuencia de uso y con las dosis, siendo lo más común el insomnio, pérdida de peso, alucinaciones, psicosis paranoíde, fallo cardiaco agudo, psicosis tóxica con alteración sensorial. d) Los Alucinógenos: En cuanto a la mortalidad poco se sabe dado su poca frecuencia de uso, como es el caso de la mezcalina y psilocibina. También se consideran los alucinógenos sintéticos como el LSD o la fenciclidina. La muerte suele producirse por traumatismo o suicidio. La morbalidad consiste en psicosis tóxica aguda, psicosis crónica, estados depresivos, trastornos de la percepción y convulsiones. e) La Marihuana: 9 Produce daños muy parecidos a los ocasionados por el tabaco, en cuanto a sus efectos en el equilibrio hormonal, la reproducción, el estado inmunológico de los usuarios. En cuanto a sus efectos sobre la función cerebral, no se han documentado de manera satisfactoria. f) Los Inhalantes o Disolventes: Su utilización se ha extendido de manera importante sobre todo en la población infantil y juvenil. La mortalidad se debe a muerte súbita por fibrilación cardiaca, depresión respiratoria, asfixia o traumatismo. En cuanto a la morbilidad, consiste en afecciones hepáticas, del riñón y de la médula ósea, por inhalación crónica. V. Factores causales. 5.1 Interacción de los factores causales o de riesgo. EI fenómeno de la fármaco dependencia es provocado par la interacción de diversos facto res causales que pueden ser de origen individual, familiar y social. Los facto res individuales se refieren alas características de la persona, es decir, son la expresión de su personalidad están conformados par la historia personal de cada individuo, esto es, las experiencias vividas y el equipo biológico heredado, lo cual viene a constituirse como la base de la conducta particular que nos diferencia de Ias de mas y que hace que la persona sea mas o menos vulnerable hacia el consumo de drogas. a) Factores individuales: • Presión Social (influencia) • Necesidad de conocer (curiosidad) • Ignorancia y falsas creencias, • Desorientación, • Temores dificultades para establecer relaciones interpersonales • Conflicto con la figuras de autoridad • Pobre autoestima, • Dificultad para expresar emociones • Falta de habilidad para resolver problemas • Crisis de desarrollo y crecimiento • Baja tolerancia a la frustración • Deseo de cambio o independencia • Limitaciones físicas y enfermedades crónicas • Confusión de valores b) Factores familiares: Es en la familia en donde se desarrolla la personalidad del individuo; es ahí donde se crean y forman las bases para una adecuada salud física y mental. La familia es la que enseña al individuo a ver e interpretar la realidad dentro y fuera de ella. Una familia mal estructurada puede ser un agente causal que indica en la farmacodependencia, ya que los conflictos familiares provocan un desarrollo inadecuado que dificulta la solución de problemas y la toma de decisiones, convirtiendo a sus integrantes en seres indefensos ante la farmacodependencia. Algunos de los factores familiares más comunes son: • Desintegración familiar • Deficiente o inadecuada comunicación • Ausencia de manifestaciones afectivas • Conflictos y desacuerdos de la pareja • Figuras paternas ambivalentes 10 • Dificultad para aceptar los cambios de comportamiento de los hijos debido a su crecimiento y desarrollo • Maltrato y ejemplos inadecuados a los hijos • Falta de convivencia. c) Factores sociales: En nuestro entorno físico y social encontramos diversas circunstancias que pueden influir directa o indirectamente en el fenómeno de la farmacodependencia. Estas condiciones pueden presionar más o menos a una persona y pueden ser de orden económico, cultural, político, etc. algunas de las mayormente señaladas son: • Problemas económicos y extrema pobreza • Desempleo e insuficientes opciones para la capacitación laboral • Insuficientes alternativas para la recreación y la práctica deportiva • Modas y penetración de estilos de vida a través de los medios masivos de comunicación • Disponibilidad de drogas, inseguridad y corrupción • Migración y marginación • Falta de servicios públicos asistenciales • Insuficientes y adecuadas opciones educativas • Negación e intolerancia de la comunidad hacia el problema • Información inadecuada y veraz sobre el problema. VI. Factores Protectores. En el fenómeno del consumo de drogas interactúan varios factores sin que se pueda establecer aun la importancia de uno sobre otro, puesto que cada uno de los incide de manera muy particular en el individuo. La prevención de la fármaco dependencia tiene que basarse: en una aproximación tendiente a la reducción y/o eliminación de los factores causales y debe basarse en el desarrollo de los factores protectores (Ios opuestos a los facto res de riesgo). Dado que en materia preventiva es pertinente considerar algunos elementos que favorecen el enriquecimiento de la personalidad, se debe fomentar la interacción en el entorno familiar y social, la reflexión y la toma de decisiones de manera informada y consciente, con la finalidad de preservar la salud física y mental de niños y jóvenes, promoviendo un estilo de vida sana y creativo, sustentado en el aprovechamiento del tiempo en acciones , como el estudio, el deporte, el esparcimiento y la convivencia familiar. 6.1 La Autoestima: Es el alto concepto de si mismo, la confianza, el amor y el respeto hacia uno mismo; es un elemento vital para un desarrollo psicológico sana, que se conforma en un proceso de interacción entre el individuo y su media ambiente familiar y social. Así, la autoestima es el núcleo del ser, puesto que se relaciona con los procesos de pensamiento− emoción−acción. Esto significa que la auto percepción determina como nos sentimos y como actuamos en nuestro media ambiente. Es común medir el valor de una persona par sus bienes materiales, no obstante esta posición olvida que la persona esta constituida par un conglomerado de condiciones y características físicas, espirituales, materiales y sociales. Así, la autoestima no es competitiva ni comparativa, sino que es una evaluación personal aprendida. 6.2 Comunicación: Desde su nacimiento el ser humano es social mente dependiente. Para la satisfacción de sus necesidades físicas y emocionales, requiere establecer comunicación con los demás. Esta interacción que se da en las relaciones interpersonales puede ser fuente de satisfacción de conflicto, en función del tipo y la calidad de la 11 comunicación entre el emisor y el receptor. La comunicación clara y directa favorece el bienestar emocional y psicológico del que la practica y promueve relaciones interpersonales mas autenticas y profundas, contrariamente la expresión hostil o agresiva, que rompe la comunicación y genera conflicto. Es importante reconocer que todos tenemos derecho de expresar 10 que pensamos, sentimos y creemos, pero con respeto hacia Ios demás y considerando el momento oportuno. Esta es la asertividad, componente fundamental de la comunicación directa y clara; habilidad que puede ser aprendida a través de un entrenamiento. En resumen, ser asertivo es respetar al alto, a nosotros mismos y comunicarnos adecuadamente evitando la confusión del conflicto. 6.3 Optimización del tiempo: EI ser humano tiene un tiempo de vida limitado. De la importancia de invertirlo adecuadamente, lo cual es responsabilidad propia. La noción de tiempo, indica Piaget, no se ve ni se percibe como tal, pues no entra en el dominio de Ios sentidos, a través de Ios cuales la persona se relaciona con su media; únicamente se perciben Ios acontecimientos, movimientos y las acciones, sus velocidades y Ios resultados. EI solo percibir el tiempo sin responsabilizarnos de el como un recurso no renovable, nos Ileva a realizar actividades que no aportan ningún beneficia. En consecuencia, estamos malgastando nuestro propio recurso, el cual jamás será recuperado. A fin de prevenir esta situación, es necesario organizar el tiempo de manera efectiva y reconocer su naturaleza finita. VII. EDUCACIÓN DE VALORES UN ENFOQUE 7.1 Forma de prevención de la farmacodependencia Las causas que conducen a la fármacodependencia son múltiples y diversas. Una de ellas tiene que ver con lo que suele llamarse "crisis de valores. La situación que guardan los valores individuales y colectivos en un momento dado es de primordial importancia porque existe una cierta correlación entre la manera en que la población especialmente la población juvenil − valora la salud y los resultados que pueden conseguirse con las campañas preventivas y de educación para la salud. Entre los factores de riesgo y los elementos auto protectores, suele mediar una serie de principios y valores que la sociedad y el Estado deben conjuntamente favorecer a efecto de mejorar la salud publica. El enfoque valoral o educación para la construcción de valores individuales y socialmente productivos, constituye una forma de prevención de la fármaco dependencia que busca dotar a los niños y jóvenes de recursos y capacidades para que desarrollen su interés por valores vitales y puedan llegar a sentirse responsables y comprometidos con ellos. a) Valores vitales y valores culturales Hay algunos valores que son congénitos: los que traemos como herencia biológica. Al igual que el resto de los animales, los seres humanos contamos desde el nacimiento con una enorme cantidad de información preprogramada genéticamente la cual se encuentra codificada en el DNA de nuestros cromosomas. Una parte de esa información es de naturaleza valorativa. De acuerdo con ello podemos establecer que hacer y que evitar, hacia que sentir atracción o repulsión. Los valores vienen a ser precisamente esas preferencias o actitudes positivas o negativas hacia diversas cosas. De manera congénita sentimos que ciertas cosas nos gustan o nos atraen más que otra, y otras nos disgustan, nos repelen o nos producen miedo. Congénitamente el ser humano esta preprogramado para sentir, en ciertas circunstancias, placer o dolor. Todo esto es información valorativa son valores congénitos. La información valorativa cumple una función de la mayor importancia que consiste en proporcionarnos 12 orientación para que evitemos los peligros que nos acechan: objetos o procesos que nos pueden producir daños físicos, como los venenos, el fuego, los líquidos hirvientes, el hielo, las puntas punzantes, las presiones excesivas, etc. Asimismo, la información valorativa es depositaria de buena parte de nuestra vida emocional y efectiva, incluyendo los sentimientos de placer y de dolor. Los complejos procesos físicos, químicos y cerebrales que regulan los valores congénitos son útiles para la estabilidad y pervivencia de los individuos y son los que intervienen de manera primaria en nuestras relaciones afectivas con las personas. Además de los valores congénitos, nuestro comportamiento se ve mayormente influenciado por los valores culturales, por aquellas preferencias y valoraciones que nos han sido transmitidas o contagiadas por los demás y que hemos asimilado mediante procesos de socialización. Mientras que los valores congénitos son heredados biológicamente, los valores culturales son aprendidos socialmente. Ambos tipos de valores funcionan estrechamente interrelacionados en la conducta humana, lo que no significa que puedan presentarse discrepancias o antagonismos entre ellos. El comportamiento violento no es parte de nuestra herencia biológica, pero si constituye una conducta culturalmente desencadenada y orientada. El uso y abuso en el consumo de drogas no esta preprogramada congénitamente (aunque hay casos en los cuales el padre o la madre pueden heredarle al hijo cierta predisposición a las drogas), pero si es un comportamiento aprendido en determinadas situaciones sociales. La violencia y la fármacodependencia, que son culturalmente influida, atentan definitivamente contra los valores congénitos, pues deterioran o incluso destruyen la preservación de la integridad física y la salud de los individuos y las colectividades. b) Fines y realizaciones El concepto de valor esta vinculado a la noción de finalidad. Se dice que algo vale cuando es adecuado para un fin, un propósito o una intención. Un valor puede ser intrínseco (las cosas se buscan o son dignas de ser buscadas por si mismas) o puede ser instrumental (las que solo buscan o son estimables por su contribución a otro fin). La salud es un valor intrínseco, mientras que la medicina es un valor instrumental. El amor de los padres hacia los hijos es un valor intrínseco, en tanto que la protección o la seguridad que aquellos brindan a estos es un valor instrumental. Una misma actividad (el deporte) puede tener valor intrínseco para el deportista u suele tener valor instrumental (como medio de rehabilitación) para el accidentado. Los valores pueden resultar más o menos adecuados para un fin. En este sentido, los valores presentan una gradación, que tienen grados de acuerdo a la consecución de un fin. Un objeto es más o menos útil de acuerdo a determinada finalidad; un objeto artístico es más o menos bello, de conformidad con ciertos valores estéticos; una conducta humana puede considerarse mas o menos buena, o mas o menos mala, desde un punto de vista moral. La gradación es inseparable de los valores porque los objetos y las conductas que se estiman como valiosas se determinan en relación con puntos límites de referencias que se denominan polaridades: una obra de arte se juzga por medio de la alternativa estética bello/feo; un comportamiento, por medio de la alternativa moral bueno/malo; una conducta o una actividad, por medio de la alternativa jurídica licita/ilícita. Cada valor posee un campo de realización cultural y social: lo bellos en el arte, lo bueno en la vida moral, lo piadoso en la existencia religiosa, etc. La materia o el ámbito de los valores permiten distinguir entre valores estéticos, científicos, morales, religiosos, jurídicos, utilitarios. Algunos valores suelen presentarse en la confluencia de varios ámbitos. La salud es un valor intrínseco en el campo de los valores vitales referidos a la reservación de la especie y al propio tiempo, es un bien jurídicamente protegido por las leyes del Estado. Precisamente los delitos contra la salud considerados por la legislación penal buscan proteger la salud publica, que es el bien jurídicamente salvaguardando. El narcotráfico es una actividad delictiva que atenta contra la salud y la salud es un valor fundamental para la conservación de la vida de las personas y sus colectividades. Los valores entrañan comparaciones ya que al valorar se prefiere un objeto o una conducta y se pospone al 13 propio tiempo otros. Cuando se valora una conducta como éticamente correcta, se esta reconociendo que el ejecutarla es preferible a otro acto, como el permanecer indiferente. Toda valoración entraña un juicio de preferencias que tiene dos puntos de referencia opuestos: lo positiva y lo negativo. Cuando se acepta que tal o cual conducta es positiva, implica o explícitamente se acepta que hay otra, la negativa. c) Crisis de valores y drogas Cuando se habla de crisis de valores se habla de una circunstancia individual y social en la cual las valoraciones han perdido a tal punto su orientación que se confunde lo positivo con lo negativo, de manera que lo bueno y lo malo no pueden diferenciarse. Este estado de confusión impide que se pueda decidir como queremos vivir en relación a los demás y a las instituciones sociales, e inclusive como queremos vivir en relación a nosotros mismos. Es en tal situación cuando el individuo ha perdido su equilibrio interior y busca, compensatoriamente, reestablecerlo mediante la evasión de la realidad, si no cuenta con el apoyo y la comprensión de su círculo social más inmediato, puede incurrir en el uso y abuso de las drogas. Desde luego que la crisis de valores no es la única causa que orilla al consumo de estupefacientes y psicotrópicos, pero esa crisis puede contribuir a ello. Una personalidad bien cimentada en los valores es una personalidad que repele o disminuye considerablemente los factores de riesgo que conducen a la fármaco dependencia. Uno de los problemas principales que encara la prevención del uso y abuso de drogas gira justamente en torno a la formación de la personalidad valorativa. En efecto, una de las preocupaciones más importantes de la prevención de conductas adictivas tiene que ver con la respuesta a la pregunta de si es posible la enseñanza de los valores, sobre todo de aquellos que fortalezcan al sujeto para precaverse contra el peligro del consumo de sustancias que perjudiquen su salud física y mental. Para responder a esa pregunta hay que tomar en cuenta varios elementos. El uso y abuso en el consumo de droga atenta contra los valores vitales o congénitos. La administración de cualquier droga es una forma importante de alteración de la química cerebral. Son sustancias que tienen la capacidad de modificar tanto la actividad psíquica como la manera de ser y la conducta en general. El consumo de droga conduce generalmente a la modificación del estado de ánimo. En cualquier forma, las drogas actúan sobre los órganos o sistemas neurológicos responsables del pensamiento, las emociones o el comportamiento. Puesto que estos órganos o sistemas constituyen una fuente primordial de nuestros valores congénitos, alterarlos de manera artificial conduce a estar expuestos a continuos accidente, peligros mortales, altercados con los demás o a favorecer tendencias suicidas. Atentar contra el equilibrio interior y contra la preservación de la propia vida es lo mismo que atentar contra los valores congénitos. d) El mal moral Otra forma de verlo es situar el problema en términos de la relación entre el placer y el dolor. Nuestros valores congénitos positivos corresponden a cosas que han sido seleccionados por la selección natural (la evolución biológica) como beneficios para nuestra especie. En el caso del consumo de estupefacientes y psicotrópicos estamos en presencia de una situación aparentemente ambigua, porque esas sustancias producen momentáneamente sensaciones de placer, pero una vez transcurridos su efecto suele desencadenarse en el individuo algún tipo de malestar físico o psicológico. La habituación o la adicción las drogas acentúa progresivamente la necesidad de consumir tales sustancias con el consiguiente circulo placer − dolor, ya que después de las sensaciones placenteras vendrá inevitablemente la persistencia del dolor. El estado de necesidad, manifestación fisiológica y psicológica, equivale a una señal de alarma precursora de las crisis de privación o abstinencia, crisis que trastoca radicalmente la existencia del fármacodependiente. El mecanismo del dolor favorece la supervivencia y por eso ha sido retenido en el proceso evolutivo. Pero si 14 nosotros interferimos y provocamos un dolor externo y adicional, ese dolor innecesario constituye un mal moral. El fármacodependiente se hace a si mismo y a su comunidad inmediata un mal moral. Aunque el dolor siempre es individual, los familiares y los amigos del adicto también sufren cuando perciben las aflicciones de este. El mal moral que apareja la fármacodependencia es un tema que debería ser ampliamente expuesto en el seno de las familias y en los salones de clase, así como en los tratados y manuales de ética. Evitar el mal y procurar el bien, es un asunto que compete a la ética y, de manera muy importante, al proceso de formación de la personalidad moral. De ahí que el desarrollo de una política y una practica de prevención de las conductas adictivas tenga que ver con la educación moral, cuyo objetivo es la formación de la conciencia moral autónoma mediante la cual el sujeto puede elaborar criterios y elementos autoegulativos para evitar el mal moral y buscar el bien moral. e) Educación moral Sin una verdadera educación moral, la prevención no pasa de ser un conjunto de informaciones más o menos interesantes. Muchas personas con problemas de drogas están en mayor o menor medida informadas sobre los efectos nocivos que acarrea el consumo de las drogas, pero no por eso abandonan el consumo. La información es necesaria pero nunca suficiente. Por eso la prevención tiene que calar mas hondo y alcanzar la conciencia moral de las personas. Conviene precisar que la conciencia moral se refiere a la capacidad desarrollada por el sujeto para darse cuenta de su propia conducta y de regular y valorarla de acuerdo consigo mismo, es decir en forma autónoma. Solo así el sujeto se hace responsable de su comportamiento. Por lo tanto, la conciencia moral viene a ser la facultad de juzgar la rectitud de los juicios o las acciones morales. Es, pues, la capacidad de discernir en cada momento entre el bien moral y el mal moral. La conciencia moral supone que el sujeto aprende a responsabilizarse de su conducta y de las consecuencias que ella entraña. Es por eso que la conciencia moral debe traducirse en la generación de actitudes y posicionamientos personales con respecto a determinadas conductas. La educación moral debe coadyuvar a ello. Desde hace tiempo los planes y programas de estudio han venido incorporando de manera incidental el tema del consumo de drogas, a veces vinculado a otras temáticas abordadas en las clases de ciencias naturales y muy ocasionalmente en las clases de ciencias sociales o de civismo. Esta manera de ver las cosas se queda, en el mejor de los casos, al nivel de la mera información, cuando lo verdaderamente urgente es el mejoramiento moral de los educandos para que generen elementos de autorreguladores de su conducta y, en consecuencia, de autoprotección. Algo semejante ocurre con la educación para la sexualidad. En este caso, los educandos expresan poco interés por la simple información. Auténticamente quieren saber sobre el tema, siempre que se vincule con su persona, con el momento vital por el que están pasando, con sus inquietudes y sus preocupaciones. Si en el aula se les habla de la sexualidad, les resultara mas o menos indiferente la distinción entre el funcionamiento de los ovarios o los testículos; querrán saber que se les diga cuando y como tener relaciones sexuales, que hacer si les gusta especialmente un muchacho o una muchacha, si es bueno o malo masturbarse, si el aborto esta o no justificado, si el uso del condón disminuye o no el placer sexual. En el fondo estas interrogantes solicitan que el docente les ofrezca respuestas acerca de los que esta prohibido o permitido, y esperan de el una argumentación sólida que les permita guiar su conducta. Se podría decir que más que información sobre el funcionamiento de la sexualidad, lo que requieren es un conjunto de principios morales para desplegar su sexualidad. Análogamente, las cuestiones sobre las drogas tedian que plantearse a los educandos de conformidad con los intereses que genuinamente presenten. Por eso los educadores tendrán que estar preparados para contestar preguntas que los educandos les plantearan especialmente en el terreno del deber ser. Los interrogantes formulados por los educandos no esperaran respuestas de información, sino mas bien comentarios y juicios sobre ellos mismos y su conducta, con delación a los tanteos y juicios sobre ellos mismos y su conducta, con delación a los tanteos y las experiencias que racional y moralmente les están permitidos, con la búsqueda de la 15 coherencia entre la ética y la practica cotidiana, con la necesidad de encontrar posicionamientos frente a las adicciones, con la necesidad de calmar sus angustias. Hay que tomar en cuenta igualmente que los preadolescentes y los adolescentes exhiben formas peculiares de osadía. Se sienten llenos de vialidad y con el convencimiento de que pueden dominar cualquier adversidad, de que a ellos no les afectara ninguna circunstancia: ni el SIDA, ni las drogas, ni el tabaquismo. Se perciben a si mismos con toda la vida por delante y solo se preocupan por un presente feliz. La bronquitis crónica como amenaza puede que no los disuada de fumar. En estas circunstancias, debe tomarse en cuenta que la amenaza y la intimidación respecto de las posibles consecuencias sobre el uso y abuso de drogas, es mas bien una perspectiva del adulto. En general, la educación preventiva y la educación moral que la sustenta tienen que ver mucho más con las sensaciones, las vivencias, los malestares y las inquietudes que se les presentan en cada momento, que con el diseño de un futuro sin enfermedades y sin dolores. f) Elementos para la educación moral En las condiciones de vida del niño y del adolescente promedio es prácticamente imposible que surja de manera espontánea una conciencia moral que le lleve a comprender al dolor innecesario y excesivo como un mal moral y, desde esta perspectiva, decidir oponerse al consumo de drogas. Por ello es necesario que el padre, la madre, el maestro o la maestra tengan en cuenta algunas sugestiones para la formación de la conciencia moral y valoral de los menores de edad. En primer termino, hay que considerar que la formación educativa es un proceso, lo cual significa que es un esfuerzo que implica una sucesión de momentos y circunstancias diversas. No se trata de concebir al muchacho o muchacha como un recipiente de información, ni pensar que la educación moral se conforma por un repertorio de recetas o formulas infalibles. Por el contrario, la formación de la personalidad moral se basa en el presupuesto de que tanto el docente como el alumno son seres creativos, constructores de nuevas cualidades y nuevos hábitos de conducta. Los procedimientos de la generación de la conciencia moral se orientan fundamentalmente en la formación educativa de tres componentes: el juicio moral, la comprensión y la autorregulación. El juicio moral es la capacidad que permite formarse opiniones razonadas sobre lo que debe ser. Como hemos dicho, la o el joven esta inmerso en un mundo de vivencias y tiene usualmente mas información de la que el adulto supone, pero sus preocupaciones giran en torno a como debe comportarse frente a problemas reales o imaginarios que le aquejan. Si el juicio moral no es descriptivo sino prescriptito, puesto que su función es proporcionar una opinión asentada en justificaciones sobre lo que es correcto y sobre lo que deberíamos llevar a acabo, entonces lo educativamente relevantes es que la o el joven se someta a un análisis critico de las posiciones que realmente expresa. Ello supone que la educación moral se desarrolla en un ambiente de libre dialogo y discusión que el instructor deberá provocar. Para producir en el educando juicios morales se tendrá que presentar la temática bajo la forma de dilemas morales. Esto habrá de obligar a que el sujeto haga un esfuerzo de introspección que le lleve a buscar por si mismos aquellas motivaciones, razones o principios que lo conduzcan a sustentar tal o cual opinión. Por consiguiente, el juicio moral requiere un periodo variable de desarrollo y de formación que permita elaborar criterios de razonamiento óptimos y, al propio tiempo, que capacite para aplicarlos con su soltura y coherencia en situaciones diversas. La comprensión es un procedimiento diferente y complementario del razonamiento moral. Mientras que el juicio requiere de criterios y principios, la comprensión alude al involucramiento personal del sujeto en el problema que se le presenta. Muchas veces una persona puede sustentar una opinión valida y razonada, pero ser indiferente frente al raciocinio expuesto. VIII. ACEPCIONES INICIALES 8.1 Abuso 16 El abuso reconoce dos modalidades: • La utilización de la droga frente a diferentes estímulos, pero sin regularidad en el tiempo. • La utilización de distintas drogas, efectos contrarios, ante un mismo estimulo y sin regularidad en el tiempo. 8.2 Adicción La adicción, toxicomanía, drogadicción drogodependencia o toxico dependencia, implica la acción conjunta de: • El hábito o habituación. • La tolerancia, que es la adaptación biológica a determinada sustancia que obliga a la ingestión de dosis cada vez mayores para obtener el mismo efecto. • La dependencia, que es la necesidad imperiosa de una cantidad determinada de droga en el organismo para mantener su funcionamiento. Todas las drogas crean dependencia, aunque no todas son capaces de crear adicción. 8.3 Hábito La habituación o habito fue definida como el fenómeno psíquico de la adaptación y el condicionamiento mental a los efectos de una sustancia determinada. No aparecen trastornos físicos cuando se suspende el suministro de dicha sustancia. • Consumidores ocasionales Son quienes exponen sus razones para el consumo, sin periodicidad fija, que depende de múltiples factores. • Consumidores habituales Son aquellos que abusan de drogas con regularidad y periodicidad fija, sin que ello les impida realizar su trabajo habitual ni modificar manifiestamente su comportamiento externos de tolerancia y habitación. • Consumidores disfuncionales Son quienes tienen un grado de dependencia avanzada y presentan un manifiesto abandono de todas sus actividades. Su objetivo es conseguir las drogas de cualquier forma. • Consumidores destructivos Es la última etapa del proceso, cuyo centro absoluto y único es la droga. Los tres últimos son considerados drogadictos o toxicodependientes. IX. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Las variables que se presentan aquí son: consultantes, edad de ingreso, genero. estado civil, escolaridad y ocupación. Asimismo se indica las diferencias estadísticamente significativas entre los resultados de 1997 y los correspondientes a 1996. 9.1 Consultantes: 17 El 48% de los casos acudió solo, mientras que 38% lo hizo en compañía de sus familiares. En el 13% de los casos se presentaron a consulta solo los familiares. 9.2 Edad de ingreso: Esta variable presenta un sesgo negativo, con mayor concentración de casos en los rangos correspondientes a edades menores, en cuyo caso la mediana constituye la medida de tendencia central mas adecuada para describir a la población. Así, la mediana de la edad de ingreso a tratamiento se ubica en 21 años, si bien debe destacarse que el 28.4% de los casos ingresaron entre los 15 y 18 años. 9.3 Genero: Predomina la afluencia de pacientes de genero masculino (89.4%), a razón de 8.4 hombres por cada mujer, similar a la observada en 1996. 9.4 Estado Civil: La mayoría de los pacientes son solteros (69.4%); 17.9% son casados, 8.1% viven en unión libre y 4.6% refirieron ser divorciados, viudos o estar separados. En el caso de los pacientes solteros s observa una disminución de dos puntos porcentuales en relación con 1996. 9.5 Escolaridad: Cerca de la mitad de los casos (47.7%) afirmo haber estudiado al menos algún grado de instrucción secundaria, mientras que 24.1% solo curso estudios de educación básica (proporciones estas similares a las observadas en 1996). 9.6 Ocupación: El 51.5% de la población refirió trabajar; una cuarte parte señaló estar desocupada. X. CAMBIOS EN LA CONDUCTA DEL MENOR La iniciación de algunos menores en el submundo de la droga puede ser detectada con paciencia, observación, responsabilidad y amor por parte de sus mayores. Entre los cambios de conducta también se podrán registrar: • Enfriamientos de las relaciones familiares • Aislamiento progresivo, rechazo al dialogo, búsqueda de soledad. • Perdida de confianza y amistad entre los hermanos y con los padres. • Radical cambio de amistades, con una sostenida negativa a que su núcleo familiar los conozca. Llamadas a desconocidos o de parte de estos o de sujetos misteriosos. • Signos esotéricos, orientalistas, tanto en el vestuario como en su hábitat intimo (dormitorio, sala, estudio), donde ademas, es común que comience a quemar palillos o sahumerios aromáticos pata disfrazar el olor del porro, aguja, etc. • Entre sus defectos personales es dable la aparición (si fuma) de papel armado de cigarrillos y cajas de fósforos. • Cigarrillos armados artesanalmente con las puntas retorcidas. • Uso repentino de anteojos oscuros. • Ausencia progresiva de apetito y paralelo adelgazamiento. También puede darse una marcada e inusual voracidad. 18 • Cambios en el ritmo del sueño. • Silenciosa conducta o huida desordenada al tratarse el tema de la drogadicción en el seno del hogar. • Problemas de concentración, aplicación y rendimiento en el estudio, colegio o deportes. Problemas de conducta en esos ámbitos. • Cambios en el aspecto, desalineado, despreocupación por atuendo y la pulcritud. XI. MEDIDAS A ADOPTAR AL DETECTARSE EL USO INDEBIDO DE DROGAS Se sugieren diez pasos para ayudar a los hijos a decir no a la droga: • Hable con su hijo sobre las drogas. Desafié los mitos. • Aprenda a escucharlo realmente. • Ayúdelo a sentirse bien consigo mismo. Fomente la autoestima. • Sea un buen modelo o ejemplo. • Ayude a su hijo preadolescente a enfrentar la presión. • Imponga normas familiares que lo ayuden a decidir con libertad y aceptar los límites de su decisión. • Fomente actividades recreativas. • Promueva un grupo con otros padres. Intercambien intereses comunes. • Esté preparado para actuar si sospecha la existencia de consumo de drogas. Si la sospecha toma cuerpo, tome en cuenta los siguientes diez consejos: • No romper el diálogo. No recriminar ni discutir. No asumir el rol de victima (los padres) y menos, expulsarlo del hogar. • Establecer un diálogo franco con el hijo. • Ayudar al chico a sentirse bien consigo mismo. Una baja autoestima favorece conductas autodestructivas. • No indagar sobre inútiles detalles de cómo se droga. Solamente es útil conocer que, cuando y desde cuando. • No usar tono inquisidor ni demasiado moralizante. • No dar consejos inútiles. • No ilusionarlo con un fácil restablecimiento (de la adicción o familiar). Lograr ayuda de quienes saben más sobre el tema. • No ceder a extorsiones del adicto. • Enfrentando el tema, plantear la ayuda técnica, terapéuticamente concreta. • Fomentar actividades recreativas. XII. TRATAMIENTOS En estos días, recogiendo experiencias multidisciplinarias y programadas desarrolladas, los toxicómanos hallan tratamientos exitosos, como los mencionados a continuación. 12.1 Cura de desintoxicación Trata de solventar el problema medico de la dependencia física, para evitar la aparición del síndrome de abstinencia o, al menos mitigar sus efectos. Se realiza en clínicas especializadas. 12.2 Psicoterapia de grupo En base a la experiencia exitosa con alcohólicos, se emplea desde la década del 60 en tres niveles: grupal, familiar e individual. Los primeros constituyen el soporte real del refuerzo y de los logros. La ultima forma, la fuerza colocada en pos de la rehabilitación. 19 12.3 Comunidades terapéuticas Posibilita la desintoxicación, la psicoterapia y la reinserción del drogadicto en su marco social, en un proceso evolutivo en granjas, talleres de manualidades, musicoterapia, actividades deportivas, artísticas, etc. Esencialmente es terapia ocupacional, a veces implementada como complemento de otros tratamientos. 12.4 Programas amplios En países industrializados funcionan sanatorios que reúnen todas las modalidades anteriores, aplicadas a las necesidades de cada individuo. En Inglaterra se exige que el paciente acuda cada 8 o 15 días a un centro oficial para comprobar mediante análisis si solo ingiere las drogas prescriptas y se elude también toda injerencia policial o de la justicia para facilitar su acceso a centros especializados. CONCLUSIÓN El consumo de drogas cada vez crece más, y al mismo tiempo el acceso a ellas es más fácil. Los jóvenes no tenemos noción del mañana, vivimos el presente. Muchos de nosotros nos iniciamos en una adicción sin tener en cuenta (quizás por falta de conocimiento, o inconciencia) los riesgos que ésta trae. Creemos que debería haber más campañas que expliquen las consecuencias de las drogas, claro, incluyendo el alcohol y el tabaco que están socialmente aceptados y son muy populares dentro de los adolescentes. El gobierno también debería buscar más formas de cuidar a los jóvenes, puesto a que consideramos que con el solo hecho de realizar campañas no es suficiente y debería haber más restricción en la venta de bebidas alcohólicas o cualquier tipo de droga legal. Con respecto al papel que les toca a nuestros padres, profesores, amigos, creemos que, además de enseñarnos, deben aconsejarnos a tomar el camino correcto. Sin agresiones, y con confianza explicarnos los efectos de las drogas, ayudarnos, sin juzgar a no dejarnos influenciar por amigos, a no caer en ellas en estado de depresión, a no dejarnos engañar, etc A crecer sin drogas, o, por el contrario, conscientes de los efectos que éstas traen y del error que estamos cometiendo. De esta manera lograríamos prevenir a los adolescentes, ya que somos el futuro, y un futuro con drogas no es futuro. BIBLIOGRAFÍA Astofil E, et. Al, Las Toxicomanías, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1989. 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Beller Taboada Walter, Fármacodependencia, un Enfoque Multidisciplinario, México DF, 1999. Martínez Rodríguez Alejandro, Fármacodependencia, un Enfoque Multidisciplinario, México DF, 1999. Martínez Rodríguez Alejandro, Fármacodependencia, un Enfoque Multidisciplinario, México DF, 1999. Mosterín Jesús, Filosofía de la cultura, Alianza Universidad, Madrid, 1993. Genoves Santiago, Expedición a la violencia, Universidad Nacional Autónoma de México y Fondo de Cultura Económica, México, 1993. E. Astolfi, et al, Toxicomanías, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1989. 21 Frondizi Risieri, ¿Qué son los valores?, Fondo de Cultura Económica, México, 1974. Puig Rovira José Maria, La construcción de la personalidad moral, Paidos, Barcelona, 1996. Funes Jaime, Drogas y adolescentes, Aguilar, Madrid, 1996. Jiménez Siles Andrea Olimpia, Fármacodependencia, un Enfoque Multidisciplinario, México DF, 1999. Tomás Escobar Raúl, El Crimen de la Droga, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1995. Cfr. CIJ, Subdirección de Investigación, Estudio Epidemiológico del consume de drogas en pacientes de Nuevo ingreso a tratamiento de CIJ en 1996. Centro de Integración Juvenil, México, 1997. El valor del sesgo es mayor al del error estándar del sesgo. La prueba de Kolmogorov−Smirnov es significativa, lo cual indica que la población no se distribuye normalmente. CIJ., op.cit Ibid Tomás Escobar Raúl, El Crimen de la Droga, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1995. Tomás Escobar Raúl, El Crimen de la Droga, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1995. Tomás Escobar Raúl, El Crimen de la Droga, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1995. 22